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Facultad de Psicología, Educación y Relaciones Humanas.

Cátedra:​ Práctica Profesional Supervisada por Orientación.


Profesora:​ Lic. Kredlbek, Rosana.
Alumnas: ​Benítez, Micaela; Jaimes, Carla.
Curso:​ 5º
Comisión:​ “C”
Año:​ 2019.

1
Análisis situacional/institucional

Dado que la psicología en tanto ciencia posee múltiples espacios en los cuales

desenvolverse, como ser las instituciones, donde ​“el psicólogo centra su atención en la

actividad humana que en ella tiene lugar y en el efecto de la misma” (Bleger, 1966, p. 54), el

presente trabajo se lleva a cabo en el marco del desarrollo de las Prácticas Profesionales

supervisadas en Orientación Jurídica, en una institución penitenciaria de menores, siendo esta

una unidad penal de encierro. Según Goffman (1970) podría considerarse a la misma como

“una institución total”, donde los individuos que han cometido ciertos actos delictivos, se

encuentran privados de su libertad, aislados de la sociedad y en su encierro comparten rutinas

diarias administradas formalmente.

De acuerdo a Ulloa (1997), la institución es un organismo con una geografía con

ordenación en el tiempo y responsabilidades, que se plantea objetivos a alcanzar y medios

racionales para tal fin, regulada por un código de normas y naturalezas implícitas y explícitas.

A partir de esto, se puede localizar a dicho establecimiento en las afueras de la ciudad de

Posadas, provincia de Misiones, cuyo objetivo principal radicaría en la “custodia y guarda de

los detenidos y la ejecución de penas a quienes por imperio de la justicia se encuentran

privados de su libertad”1. Todo con el fin de lograr la ​“​recuperación integral del individuo a

efectos de su reinserción en la sociedad”2 a través del aprendizaje de pautas de conducta y

oficios.

[1]​
1
​ Información recuperada del sitio oficial del Servicio Penitenciario.

[2]​
2
​ Ídem ítem 1.

2
Esta unidad penal aloja a menores varones cuya edad ​oscila entre los 16 y 21 años,

habiendo casos en los que ingresan con 14 años. Actualmente son 69 los internos alojados, de

los cuales solo una pequeña parte son condenados, mientras que la mayoría se encuentra en

situación de imputado, es decir, a la espera de un cómputo de pena. Sin embargo, esta

población fluctúa, debido a que aproximadamente diez de éstos entran y salen con frecuencia

de dicho penal.

En primera instancia, de acuerdo a lo relatado por la directora3 de la institución, el

penal inició en la década del 80’, teniendo como sede el actual penal de mujeres, comenzando

como un “patronato”, es decir, un hogar al cual le correspondía impartir disciplina. A partir

de los años 90’ el establecimiento se mudó a la actual sede y ante el aumento de la cantidad

de internos y la “peligrosidad” de los mismos, se refaccionó la estructura edilicia con mayor

seguridad.

En cuanto al personal penitenciario, de acuerdo al organigrama4 formal de la

institución, cuya finalidad radica en el establecimiento de un orden de jerarquías, “implica ya

la determinación de posiciones, sentidos, asimetrías y direcciones respecto de la producción

y circulación y consumo de la información” (Kaminsky; Varela, 1991, p. 112) El mismo

inicia con el cargo de directora general y subdirector general, seguido del jefe de régimen

encargado de la vigilancia interna, además de los trabajos administrativos correspondientes.

También posee un jefe de seguridad encargado del sector externo, que acompaña a la

custodia del interno en el ingreso a la institución, dentro de la cual se le realiza una requisa

[3]​
3
​ Ver Anexos, entrevista N°4.

[4]​
4
​ Véase Anexos, Organigrama.

3
que, según los dichos del jefe5, se trata de una inspección y revisión de las pertenencias con

las que llega el menor con el objetivo de secuestrar objetos cuya posesión no se encuentra

permitida.

En relación a la infraestructura carcelaria, la misma está compuesta por módulos de

alojamiento de internos llamado pabellones, los cuales son compartidos, evidenciándose la

falta de celdas individuales. ​Asimismo, esta unidad penal se caracteriza por ser un

establecimiento industrial donde se desarrollan tareas dirigidas al aprendizaje de oficios como

ser: cocina, panadería, fideería, economato, huerta y vivero.

Respecto de las distintas áreas que componen a la institución, las que incluyen a

profesionales de la Psicología son el Servicio Criminológico y el Servicio de Asistencia

Terapéutica. La primera cuenta con dos psicólogas, una encargada de la confección y

elaboración de los informes psicológicos en respuesta que emite el juez de oficio, además del

constante seguimiento sobre la adaptación del interno al régimen penitenciario, por medio de

fases que este debe atravesar para adquirir beneficios. Su práctica es de carácter más dirigido,

formal y técnico, donde las entrevistas poseen un fin específico como ser la habilitación para

salidas transitorias o libertad condicional; mientras que la otra psicóloga está encargada del

tratamiento psicológico individual de los internos, que de acuerdo a los dichos de la

licenciada6, apuntaría a la escucha y contención, ofreciendo un espacio de reflexión que trate

especialmente problemáticas en el aquí y ahora. La segunda área, de asistencia terapéutica

cuenta con dos psicólogos, dos psicopedagogos y dos acompañantes terapéuticos, siendo 20

[5]​
5
​ Ver Anexos, entrevista N° 3.

[6]​
6
​ Ver Anexos, entrevista N° 1.

4
los internos entre condenados e imputados que allí asisten. Este sector aborda temáticas

relativas al consumo problemático de sustancias psicoactivas, lo que coincide con lo

manifestado por los diferentes actores que mantienen un contacto directo con los internos,

quienes a su vez concuerdan que esta problemática obstaculiza el trabajo con los jóvenes,

vulnera su lazo social y pone en evidencia la ausencia de valores y límites. En el área Social,

se encargan de la localización de las familias de los internos para su revinculación, además de

trámites como ser el documento nacional de identidad. En el área de educación y cultura, se

realizan actividades con los internos relacionadas al reciclaje, decoración de eventos, religión

y música, y deportes como vóley, rugby, fútbol y ajedrez.

Cabe señalar que a partir de la información recolectada a través de entrevistas a los

profesionales de las distintas áreas que componen a la unidad penal, se pudo evidenciar

según lo mencionado por la trabajadora social7, que uno de los obstáculos emergentes en la

institución sería la falta de comunicación constante entre las distintas áreas, lo que produciría

discrepancias en la elaboración de informes sobre la situación de los internos. Esto permitiría

poner en ​tensión el conocimiento que cada especialista “cree poseer” sobre los internos y

sobre su profesión. Asimismo, se podría vislumbrar una divergencia respecto de lo dicho por

las profesionales del área terapéutica, quienes plantean que su trabajo es de carácter

interdisciplinar. De acuerdo a esto, se podría inferir que actualmente no se trabaja de esa

manera, tal como lo menciona Stolkiner (2005) ya que el mismo constituye un trabajo grupal,

sostenido y constante, con una cooperativa recurrente.

[7]​
7
​ Ver Anexos, entrevista N° 8.

5
Por otra parte, se evidenció que la mayoría de los profesionales coincide en que los

actos delictivos cometidos por estos jóvenes estarían determinados por el contexto

socio-económico vulnerable del cual provienen y su pertenencia a familias disfuncionales,

ausentes, monoparentales, cuya falta de límites y valores repercutiría de manera negativa en

el desarrollo de la personalidad de estos adolescentes dado que se encuentran atravesando una

etapa de formación y aprendizaje. Esto podría relacionarse con lo propuesto por Erikson

(1974) en relación a la tarea del desarrollo adolescente, donde la identidad positiva e

integrada sólo se alcanza por medio de buenos referentes identitarios que otorguen al joven

una buena imagen de sí mismo, o también con lo planteado por Ellis (1999) en cómo una

creencia emocional puede conducir a una sobrevaloración como a una desvalorización

personal causando perturbaciones, fracasos y estados estresantes derivados de las

experiencias vividas y de los esquemas para percibir el mundo circundante. Sin embargo,

habría que contemplar y valorar al sujeto en sus dimensiones evolutiva y social,

concibiéndolo como un ente activo y participativo, independiente de su estatus “en conflicto

con la ley”. A partir de esto, habría que ​interrogarse respecto de las afirmaciones que los

profesionales hacen sobre los factores que determinan los actos delictivos cometidos por los

internos, y su vez se podría indagar acerca del autoconcepto de los mismos adolescentes en el

desarrollo de su conducta delictiva, y una manera de entender ese accionar podría llevarse a

cabo teniendo en cuenta lo que plantea Goffman (1970) que un ​modo de aprender algo de un

grupo de personas consiste en mirarlas de cerca, incluyéndose en compañía de sus miembros,

a la rutina diaria de sucesos a la que los mismos están sujetos.

6
Referencias bibliográficas

Bleger, J. (1966) ​Psicohigiene y Psicología Institucional. Buenos Aires, Barcelona,

México: Ed. Paidós.

​ uenos Aires: Ed. Lugar.


Del Cueto, A. (1999)​ Grupos, Instituciones y Comunidades. B

Ellis, A. (1989) ​Práctica de la Terapia Racional emotiva. Bilbao: Ed Desclée de

Brouwer, S.A.

Erikson, E. (1974). ​Identidad, Juventud y Crisis.​ Buenos Aires: Paidós.

Goffman, E. (1970) ​Internados: Ensayos sobre la situación social de los enfermos

mentales. (​ 1° ed. en castellano). Buenos Aires: Ed. Amorrortu.

Kaminsky, G.; Varela, C. (1991) ​Una gramática institucional: Organigramas y

​ uenos Aires: Ed. Lugar.


diagramas y… B

Servicio Penitenciario Provincial (2019). Recuperado de

http://www.spp.misiones.gov.ar/inicio

Stolkiner, A. (1999) ​La interdisciplina entre la epistemología y las prácticas. ​Revista

EL CAMPO Psi. Recuperado de​ ​http://www.campopsi.com.ar

7
Anexos

Entrevista N° 1: Psicóloga.

En principio, ​la licenciada explicó ​las competencias de su rol dentro de la institución,

aclaró que el trabajo que se realiza en su sector es de carácter más estructurado y formal

debido a que responde a un pedido directo de los jueces a través de la realización de

entrevistas a los internos y confección de informes con el objetivo de determinar si se

otorgará a los mismos las salidas transitorias o libertad condicional, de acuerdo a la

particularidad del caso.

Por otra parte, comentó las características del rol de su colega, la cual forma parte de

la misma área. Aclaró que la misma está encargada de brindar terapia individual a los

internos, la cual se compone de entrevistas sencillas con objetivos que apuntan a

​ estacó que
problemáticas del aquí y ahora, “poner en palabras lo que ellos necesitan”. D

toda terapia que se realice dentro de la institución debe apuntar a la contención y escucha, y

que la práctica desde un enfoque netamente psicoanalítico resulta insuficiente debido a que

los internos poseen “​recursos intelectuales bajos​”. Por esto, se trata de utilizar herramientas

de distintos enfoques que sirvan para cada caso en particular.

Asimismo, planteó que hay mucha demanda del “​afuera”​ , aclaró que son pocas las

instituciones dispuestas a recibir jóvenes en conflicto con la ley. También manifestó que el

entorno familiar del interno ve al penal como un “​hogar de tránsito​”, ya que son los mismos

padres los que, por miedo a los daños que sus hijos pueden recibir del “​exterior​”, solicitan

que se queden.

8
Respecto a las características de los internos, la profesional resaltó la dificultad que se

le presenta a la institución para poner ​“límites”,​ de la imposibilidad de planificar y/o

implementar rutinas en el día a día. Expresó ​que hay poca voluntad de participación por parte

de los mismos, donde agrega la existencia de angustia, resistencias y falta de deseo debido al

contexto de encierro y al consumo de sustancias psicoactivas, la cual manifiesta que el 80%

de los internos al momento de cometer el acto delictivo se encontraron bajo el efecto de

dichas sustancias.

En cuanto a los delitos más comunes, comentó un aumento de homicidios y abuso

sexual respecto de los primeros años en los que ingresa como profesional a la institución.

Según ​la profesional, los motivos que llevan a los jóvenes a cometer un homicidio giran en

torno al consumo de sustancias psicoactivas, “​ajuste de cuentas”​ , venganza, “​justicia por

mano propia”​ ; esto se debe a una transgresión de las normas y valores en familias

disfuncionales, en las cuales hay poco apuntalamiento y se evidencia un mayor grado de

violencia. También destacó la “​situación de calle”​ en la que muchos internos se hallan antes

de ingresar al penal; deserción escolar; familias monoparentales y a su vez, pocas redes de

vinculación. A partir de esto, planteó que actualmente existe un criterio de abandono por

parte del estado y las familias, lo que lleva a los internos a considerar al penal como un

“​lugar de pertenencia y contención​” y, seguidamente, se encuentra el delito de transporte de

estupefacientes, donde los jóvenes pasan a ser internos federales.

Cabe aclarar que la delincuencia, según la profesional, es una problemática

multidimensional a causa de las pocas redes y/o vínculos de los internos con su entorno;

familias reticentes y ausencia de recursos económicos.

9
Por otro lado, la licenciada resaltó lo “​frustrante” que es trabajar con adolescentes en

contexto de encierro, siendo éste “​disruptivo”​ debido a que corta con el lazo social y familiar

del interno. Argumentó “​son más los fracasos que los logros dentro de la institución, ya que

se producen muchas sanciones a los mismos, ya sea por el uso del celular; juegos violentos

entre compañeros debido a la poca amistad que hay entre ellos, donde el otro no es alguien

de confianza; etc.” ​A causa de esto y a la ausencia de información respecto de su causa,

manifestó que “los jóvenes tienen una dificultad para pensarse a sí mismos en una situación

de libertad.”

En otro encuentro la licenciada especificó sobre el método de evaluación que se lleva

a cabo con los internos. Distinguió que, si bien todos ellos son calificados cada tres meses,

los que poseen condena reciben calificación numérica sobre su conducta y de forma

conceptual, todo esto se registra en una “planilla de progresividad; los imputados son

calificados como “bueno, regular” y solo son evaluados de forma conductual”. Sin embargo,

hace mención de que son los judiciales quienes manejan las sanciones, pero que “es igual

motivo de bajar las calificaciones, tanto que no vaya la escuela como que se niegue a la

atención psicológica pueden ser criterios para bajar la calificación. Igualmente hay cosas que

no se registran, se dejan pasar aunque actualmente con esta directora se escribe todo. Ahora

hay como un cuaderno que primero se hace un llamado de atención.

Por otra parte, comentó que los informes, a pedidos del oficio, que se incluyen en el

L.A.I.P.8 están hechos uno por cada área que compone la institución, “sin embargo, la

burocracia del sistema a veces todo se retrasa, por ejemplo un interno que fue trasladado se

8
Legajo de Antecedentes Individuales Penales.

10
fue sin el legajo y la notificación tuvo que haber llegado antes con el registro de toda su

conducta durante su estadía acá, pero bueno, las burocracias no son así”.

11
Entrevista N° 2: Jefe de Régimen.

En primera instancia, el jefe comentó que es el encargado de la vigilancia interna, es

decir, “de la reja para adentro”. ​“Soy quien tiene el contacto y trabajo con los internos

respecto del movimiento que deben cumplir, como levantarlos para realizar sus actividades,

realizar el recuento y llevarlos a los talleres”. Asimismo, aclaró que hay actividades de

carácter obligatorio para los internos como asistir a la escuela, mientras que salir al patio es

una actividad opcional. Explicó que, si no asisten a la escuela, se les hace un “llamado de

atención”, seguido de un informe en donde se les baja la calificación.

Por otra parte, explicó que realiza trabajos administrativos donde “todas las

mañanas”, junto al jefe de seguridad, se citan frente a la directora o el subdirector para

notificar todas las “novedades”.

Con respecto a los conflictos, señaló que son con los internos y de manera frecuente,

aproximadamente dos o tres veces por día. ​“Todos los días hay problemas, son adolescentes

y es más difícil que los adultos. Pero nosotros intentamos que mantengan la mayor conducta

y un buen comportamiento”.

En otro encuentro, hizo mención de que es quien se encarga de la implementaciones

de las sanciones, y para ello se implementa una forma menos “rigurosa” del reglamento que

posee las tificaciones de faltas9. “Es el oficial inspector que está a guardia quien notifica las

faltas que haya cometido algún adolescente, toma las actas al personal y a los internos con

respecto al acto se pudo haber cometido, de allí se hace un informe que va dirigido hacia mi,

de allí yo redacto un informe hacia la directora y ella es quien decide si se realiza un

expediente o no. Por ejemplo cuando hay peleas entre los internos, algo que es muy común,

9
Ver Anexos, reglamento.

12
se pregunta a las dos partes involucradas y se los lleva a la enfermería, donde se hace el

certificado médico con o sin lesiones. Después de todas las entrevistas realizadas, se realiza

un acta de notificación de descargo y se notifica la trasgresión del acto para que se puedan

defender. En el caso que hubiera lesiones se le notifica que se puede radicar una denuncia del

interno que fue atacado por el otro, generalmente nunca pasa. Si bien el 80% de las faltas son

graves, pero también están las gravísimas que serían cuando se presentan lesiones de más de

30 días, cuando hay faltas de respeto como insultos es leve, aunque yo igual realizo el

informe. Con cualquier falta se realiza una conclusión y eso lleva a aplicarse la sanción que

generalmente los deja sin beneficios y en celda de alojamiento individual, sin ser de forma

ilegal, ya que por reglamento se puede tenerlos 15 días como mucho, a esto se le reducen las

horas de visita y de patio, aunque si salen, lo hacen en otra hora, solos y no salen a trabajar,

pueden perderlo. Igual es leve, porque si aplicáramos el reglamento a rajatabla tendríamos

muchos sancionados todos los días. Hoy en día tengo huelga de hambre pero ni eso, ni las

autolesiones se sancionan. Además el 90% de esos casos son motivados por la justicia, ya que

se retrasan y todos los internos quieren saber de su causa. No se castiga, es pasible de sanción

como negarse al tratamiento aistencial médico o psicológico o no tomar medicación, pero si

se hace informe.”

Con respecto a las actividades comentó que desde las nueve de la mañana hay

atividades para los internos, solo por la tarde tienen la escuela y la opción de ir a algún culto.

Y todos los condenados salen con custodia, por autorización de él, por ejemplo en caso de los

que trabajan con los de mantenimiento. Ante cualquier movimiento del interno se realiza una

“orden de salida” en donde firma aquella custodia se hará cargo del interno, el personal, el

armamento que utilizan y es él quien aprueba todo, porque “sobre mi cae todo el peso, el

13
control de los mismos, si pasa algo a mi me la hacen pagar. Es más estresante ser jefe que

trabajar acá. Yo autorizo, soy responsable legal.”

Con respecto a la población con la que manejan en el penal “la población media es

entre 18, 19 y 20, hay pocos con 16 años cumplidos”. La cuestión sería para él, que no existe

una unidad para jovenes adultos, que correspondería de 18 a 21 años, “están en el aire, para

nosotros siguen siendo menores a menos que tengan mucho conflicto o no se adapten y no

molesten se los deja hasta con 22. Tuvimos cuatro internos con más de 21 años, uno de 22

con muy buena conducta salió hace poco. También sucede que a veces, la familia de forma

informal habla con el juez para que se queden. De igual modo, nosotros siempre tenemos que

tener lugar disponible, porque por ley en ninguna comisaría debería haber menores, tienen

que ser alojados acá, a veces hasta nos dan la tutela, y los fin de semana entran muchos.

Todos los que están acá están por algo.”

En relación a las requisas, estas se le realizan a los familiares en días de visita como a

los internos, pero es el jefe de seguridad quien realiza las primeras, donde hay una lista de

mercaderías y cosas permitidas, en el caso de que se encontrase algo se sanciona al familiar

para que no visite al interno por uno o dos meses, solo en caso de estupefacientes se llama a

toxicomanía y se realiza la carga penal. Según sus dichos, existen dos tipos de requisas, las

parciales que es él quien decide cuando realizarlas, pero la primera se realiza en algún sector

específico “donde me tiran un dato, donde yo se que puede haber algo, se hace con poco

personal y no es lo mismo sacar a diez internos que a 70”, y las totales que suelen ser una vez

al mes y se avisa a la directora por el hecho de que “se pide apoyo muchas veces, se ocupa a

todo el personal, se los saca al patio y se realiza pabellón por pabellón, sin dejar ningún

14
sector sin revisar. Igual, normalmente no se sanciona por requisa, ya que no se hace con

testigos y cualquiera puede decir eso no es mío.”

En cuanto a los talleres, estos se realizan para todos, y son trabajos intramuros, son los

profesores quienes eligen a quién llevar con ellos, “yo solo puedo prohibir quienes no, no

decirles quienes sí. Y los profesores saben del movimiento, son penitenciarios. Además,

todos se manejan esposados y con custodia, solamente en la fase de confianza, cumpliendo

todos los incisos del artículo los permite andar sin esposas.”

15
Entrevista N° 3: Jefe de Seguridad.

En principio, explicó que es el encargado de la seguridad del sector externo, cuyo

personal se encuentra “armado”, y que además acompaña a la custodia del interno en el

ingreso a la institución, en el cual se le realiza una requisa que ​“constituye el proceso de

inspección y revisión de las pertenencias con las que llega el menor con el fin de secuestrar

determinados objetos cuya posesión no se encuentra permitida.”

16
Entrevista N° 4: Directora.

En primer lugar, ​la profesional manifestó que ocupa su cargo en la institución desde

enero del corriente año.

Respecto de las capacitaciones, la directora explicó que es el personal penitenciario

quien se encarga de las mismas. Se apunta a que el personal de guardia esté capacitado para

tareas de seguridad y el trato con el menor. Resaltó que existe poco material para el trabajo

con el adolescente en contexto de encierro, ​“cada chico es distinto, reacciona distinto ante

distintos estímulos”.

En cuanto al consumo problemático de sustancias psicoactivas, reconoció que a la

mayoría de los internos que ingresan con estos problemas no se los trata con medicación

paliativa, sólo en casos específicos que lo requiera el médico psiquiatra. Según la profesional,

dicha medicación “​echa más leña al fuego”.​ También comentó que existen dos o tres casos

de “​cutting​” por semana dentro de la institución, pero que se debe a que los internos no

poseen la capacidad para ​“aguantar la presión de no consumir​”.

Asimismo, la directora comentó que en las requisas suele encontrarse marihuana y

cigarrillos. Estos últimos están permitidos dentro de la institución, ya que son los mismos

guardias quienes a veces les dan a los internos para “​bajarles un cambio​”, distenderse, ​“no

traerle problemas a la guardia”​ .

En relación a la infraestructura, la profesional explicó que no hay celdas individuales

para los internos, sino que se compone de seis pabellones y una celda o ​“box” para los

momentos en que los jóvenes se encuentran irritados y son ellos los que a veces piden estar

ahí. También mencionó que uno de esos pabellones es llamado el “​pabellón religioso”,​

donde los internos que allí residen apuntan a que todos ​“adquieran las normas de lo que

17
manda la religión”.​ Asimismo, funcionan talleres de cocina, panadería, fideería, economato y

de música, hay una huerta y vivero. A su vez señaló que dichos talleres son gestionados por

organismos del estados y voluntariados.

Por otra parte, la profesional subrayó que los inconvenientes que suelen producirse en

el penal giran en torno a peleas entre los internos. Aclaró que son “​inestables”​: ​“Toman tere

y pasan a las piñas… una semana son re amigos y a la otra semana son enemigos, después al

mes están muy bien. Nuestro trabajo es tratar de inculcar algunas pautas de conductas,

nosotros como autoridad reemplazamos a mamá y papá.

A veces con respecto a la convivencia, se los tiene que separar porque las afinidades

que se arman no son muy buenas, ya que, en lugar de portarse bien, se portan mal y entre

​ ambién aclaró que la mayoría de los problemas


más son, más parecen potenciarse”. T

provienen del medio social ​“los valores están distorsionados, a veces son las visitas quienes

resultan una influencia negativa” y​ a su vez señaló que hay una “​falta de respeto constante”​

del interno al personal penitenciario como gritar insultos desde los pabellones, y que esto ​“se

debe a la rebeldía propia de la adolescencia”. Esto lleva, según la profesional, a sanciones

constantes donde se les priva de algún beneficio, como, por ejemplo, que el pabellón no

pueda mirar la televisión.

Asimismo, la profesional explicó que el personal penitenciario posee una “​formación

castrense”​ , lo que impone “​cierta”​ conducta al personal. Aclaró: “El personal debe ser el

reflejo donde ellos se tienen que ver… Nosotros suplantamos la figura materna y paterna,

ellos siempre están revelados”.

Por otro lado, en lo que respecta a la historia de la institución, la directora comentó

que en la década de los 80’ estuvo la primera sede, ubicada dentro del correccional de

18
mujeres, y poseía las características de un “​patronato”​ similar a un hogar disciplinar. Luego,

en los años 90’ se construyó la sede actual, la cual se fue agrandando y adaptando según las

necesidades, específicamente en el 2006 con la creación del comedor y las aulas y en el 2009

con el acondicionamiento del patio debido al aumento de la peligrosidad de los internos.

19
Entrevista N° 5: Psicóloga 2​.

En principio, la licenciada comentó sobre la actividad que realizan en el servicio de

asistencia terapéutica, donde se encargan del tratamiento integral para aquellos internos

voluntarios que poseen un “consumo problemático”. Este tratamiento incluye terapia

individual, a cargo de la Lic., talleres grupales que se realizan incluso con los internos que no

asisten a esta área, y tratamiento con las familias de los internos que sí forman parte de la

comunidad.

Además, mencionó que si bien el interno llega al área de forma voluntaria. a veces su

caso es derivado desde el área criminológica, donde están los profesionales que tienen, en

primer lugar, la entrevista con los internos que ingresan a la institución penal. Y, cuando el

interno decide acceder al área, firman el consentimiento informado, para luego proceder a un

“​proceso de admisión”​ que dura 30 días aproximadamente; después prosigue con la “​fase

uno​”, en esta se indaga sobre la historia del interno y sus inicios en esa problemática; luego la

“​fase dos,​ ​se trabaja el consumo como tal​”, y la “​fase tres”​ , donde se trabajaría la prevención

de riesgos y daños para preparar al recluso para su salida y evitar las recaídas; en el caso de

que algún interno termine su estadía allí, se “​lo adelanta a esta fase​”. Las fases, para la

licenciada, ​“serían la guía que poseen los profesionales para evaluar la incorporación del

concepto del consumo y sus principales consecuencias.​”

Asimismo, expresó que, con respecto al tratamiento individual, del cual ella y dos

psicólogos más se encargan, es para todos aquellos que forman parte de la comunidad y que

“​solamente a los que pasan por una urgencia se los cita más de seguido, aquellos que en la

actualidad atraviesan alguna situación conflictiva.​ “

20
Entrevista N° 6: Psicopedagoga.

Para empezar, la Licenciada relató que el área está en funcionamiento hace tres años,

y que su objetivo es formar a los internos para la reinserción laboral, dándoles recursos para

su futuro por fuera de la institución, ya que el lazo con esta “debería cortarse” al momento del

cierre al tratamiento, aunque a veces no sucede esta separación, según ella “​porque nosotras

damos amor, contención. Ellos acá cambian, mejoran, hacen las cosas, pero el tema es que

salen y su familia, su medio no le da lo que está necesitando y el trabajo se trunca.

Igualmente, hay casos y casos, con algunos se logró hacer la reinserción. Lo demás escapa

de nuestras manos”​ .

De acuerdo a sus dichos, su rol se llevaría a cabo “​a demanda, al igual que la

asistente terapéutica, no todos los internos vienen conmigo, más bien se trabaja con casos

puntuales que son derivados por la psicóloga y referido a la situación del momento​”.

Con respecto a las respuestas de los internos aclaró: ​“responden bien, tienen sus

vaivenes. El trabajo es complicado porque están en una etapa vital y compleja más el lugar

de encierro que potencia. A veces saltan con peleas entre compañeros, se complica la

convivencia. Y hay casos de autolesiones, pero desde que realizan más actividades, estas

conductas disminuyen, antes había muchos más. Suele suceder cuando ingresan o en etapas

de abstinencia, son situaciones claves o en casos psiquiátrico. Y a veces son clave porque

funcionan como motor para cambiar”.

Además, comentó que las actividades tratan de organizarlas en torno a la hora

disponible de los internos, en donde no coincida con la del patio ni la de la escuela, y que

estas son elegidas ​“en base a la demanda o circunstancias que surgen en la población.”

21
Entrevista N° 7: Asistente terapéutica.
Al comienzo, la profesional explicó que su rol, principalmente, “​depende del caso, no

todos los internos acceden a su servicio porque no suele ser necesario, más que nada

aquellos casos relacionados a alguna patología psiquiátrica o a la vinculación social.”

Además, comentó que más del 80% de la población consume, pero no todos poseen

un “​consumo problemático”​ , y sólo aquellos con una condena son los que reciben tratamiento

penitenciario en el área criminológica, pero que en su área acceden los voluntarios y que se

apunta a trabajar ​“interdisciplinariamente” desde su área. A su vez, expuso que dicha área

posee nexos con la municipalidad, entre otras instituciones con las cuales se coordinan

eventos, cursos y talleres donde pueden participar todos los internos, esto para ella es ​“una

forma de prevención”,​ en donde también dijo “​apuntamos a que la comunidad externa de la

misma franja etaria de los internos, interactúe con ellos.”

22
Entrevista N°8: Trabajadora Social.

En principio, la profesional explicó que ​“está encargada de una de las áreas más

importantes del penal”​, ya que de ella depende la revinculación con la familia o referente

significativo del interno. A su vez comentó que su labor consiste en realizar visitas

domiciliarias a los familiares allegados del interno, con el objetivo de realizar una evaluación

socio-ambiental que determine si dicho contexto es favorable o no para la reinserción del

mismo, ya sea a través de visitas transitorias o libertad condicional. También se encargan de

otorgar turnos para que los jóvenes asistan a otras instituciones de tratamiento de adicciones,

gestionar su documento nacional de identidad, su asistencia a velorios de familiares cercanos,

entre otros.

Por otra parte, la licenciada aclaró ​“si todo funciona, acá se debería gestionar el

LAIP… Su primer ingreso”. ​Seguido a esto, procedió a explicar lo que es la ficha social del

interno, la cual se compone de todos los datos nominales como ser nombre y apellido, lugar

de procedencia, etc.

En cuanto a las entrevistas que la profesional realiza a los internos, aclaró que apuntan

a indagar cómo están, cómo se sienten, cómo se encuentra el vínculo con la familia, qué les

hace falta, entre otros. También señaló que dichas entrevistas sirven para identificar

cuestiones que permitan potenciar un cambio en la conducta de los jóvenes ​“Qué es lo que

hace que el interno tenga esa conducta, ya que muchos de ellos se cierran en la condena

olvidando que van a salir y rehacer su vida”.

En cuanto a las características de los internos con los que trabaja, la licenciada

comentó que aquellos provenientes del ​“interior” de la provincia poseen escasos recursos y

reciben muy pocas visitas, lo que ​“provoca un estado anímico de soledad y tristeza en los

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mismos.” Asimismo, aclaró que si no tienen visitas, se les ofrece un celular, el cual no es

obligatorio, para que puedan llamar a un familiar “​unos minutos”,​ donde resaltó la

importancia de dicho contacto ​“Ellos se deprimen… Piensan que a la familia no les interesa.

​ xplicó que
No saben cómo comunicarse, no pueden mantener el contacto que desean”. E

tiene cinco casos de internos que no mantienen ningún tipo de contacto con sus familiares,

debido a que alguno de éstos ha ejercido violencia de género sobre su pareja, otros no saben

su teléfono ni dirección, y en otros casos logran comunicarse con los familiares, pero éstos

manifiestan que no les interesa.

Retomando las incumbencias de su rol como profesional en la institución, la

licenciada aclaró que es importante dar cuenta si la reinserción del interno a su contexto

familiar resultaría problemática o “​desestabilizador”​ tanto para él como para su familia, ya

que se apunta a que la misma pueda contener al interno. Aclaró que estas problemáticas

podrían ser debido a causa, por ejemplo, abuso sexual y que la supuesta víctima viva cerca

del domicilio declarado del interno, o también si hubiera casos de adicciones en la misma

familia. También señaló que su función está orientada a velar por los derechos de los

internos, en apoyar y facilitar los trámites.

Respecto de los obstáculos emergentes en la institución, la profesional comentó que a

veces hay discrepancias entre profesionales, debido a que cada uno tiene sus propias

características, y en los inconvenientes que se generan a la hora de la elaboración de los

informes con relación a la situación del interno. ​“Puede suceder que mi informe declare que

las condiciones socio-ambientales del interno sean favorables para visitas transitorias y/o

libertad condicional, mientras que el informe que realiza el servicio criminológico puede

indicar como desfavorable su conducta”.​ También resaltó las cuestiones burocráticas, las

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que, según ella, son “​lentas​” y “​entorpecen”​ con los beneficios para el interno; algunas

autoridades ​“cerradas”​ y ​sectorizadas”;​ la ​“mirada” al informe, donde señaló la importancia

de imponerse y posicionarse como profesional, con el objetivo de defender su punto de vista.

A su vez, aclaró que muchas de las autoridades pretenden desligarse rápidamente de aquellos

internos que resultan excesivamente problemáticos, a lo cual la profesional discrepó y señaló

que se debe apuntar al tratamiento ​“real”​, que lleva tiempo y dedicación.

Asimismo, la licenciada comentó que a veces se da un ​“mal trato” a la familia de los

internos durante las requisas. Tras esto, aclaró que eso es producto de la formación de los

guardias que trabajan en el penal ​“Lo que conozco, conozco por el interno… A veces mienten

​ ambién mencionó la existencia de


mucho. Pero a veces, el personal también miente”. T

“custodios provocadores” d​ onde el interno ​“reacciona”,​ y otros de ​“buen trato”​. A su vez

explicó que los internos no son ​“fáciles”​, hay una dificultad del personal para ​“actuar”​.

“Algunos internos se quejan en la comisión de la tortura, hacen todo un show de algo que no

era tan así”.

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Entrevista N°9: Psicopedagoga​ ​2.

En primera instancia, la profesional explicó que ​“con la educación no se negocia”.

Tras esto, comentó que “​la mayoría de los internos se encuentra en un estado depresivo​,

tienen menos ganas de estudiar. Están todo el día al pepe, a veces no quieren ni salir al

patio... No hay voluntad propia más que por el informe”.

Respecto de los niveles en la educación, la profesional explicó que se dividen por

ciclos, el primero sería la alfabetización y posteriormente el primer, segundo y tercer ciclo

que corresponden a la educación primaria, y el 1° y 2° año de secundaria.

Asimismo, la licenciada comentó que son 20 los internos que están en proceso de

alfabetización, es decir aprendiendo a leer y cinco que se encuentran “​en el nivel más bajo”,​

aprendiendo las vocales y consonantes.

Por otra parte, la profesional comentó que los internos no poseen la capacidad

cognitiva óptima debido a varios factores, como ser la pobreza, la falta de padres que

estimulen el aprendizaje, la deserción escolar, la ausencia del Estado, los actos delictivos

como el robo y el consumo de drogas, entre otros. También señaló ​“Muchos de mis alumnos

poseen una autoestima baja, y se preguntan ¿Para qué me sirve aprender todo esto? Hay

mucha ignorancia, no entienden por qué tienen que aprender… dicen que mamá no valora

eso. Hay que remar contra la corriente. Yo les digo cuando me preguntan eso que lo

importante es que, es algo para uno mismo, es importante y valorable para nuestro futuro,

sin importar si nuestra familia o amigos no hacen lo mismo o no piensan igual.”

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Normativas sobre la aplicación de las sanciones:

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