Está en la página 1de 9

Cerro Santa Ana

Subir al Cerro Santa Ana, en el centro de la península de


Paraguaná, es toda una experiencia. Hay dos formas de
subir: por el pueblo de Moruy, y por el pueblo de Santa Ana.
El camino por Moruy es más corto y por lo tanto más
empinado (Ver excursión). Aquí que te narramos la subida
por Santa Ana.

La base del cerro Santa Ana

Inicio del camino al cerro Santa Ana


Para subir al cerro Santa Ana, puedes llegar a la iglesia del
pueblo y allí te diriges en dirección hacia el cerro. Debes
registrarte en el puesto de Guardaparques y sigues la
señalización del "sendero". En la base hay una explicación
sobre el cerro que nos cuenta que hay cinco pisos bióticos en
el ascenso. Esto significa que vas a pasar por cinco tipos de
clima y vegetación completamente distintos, a medida que
vas ascendiendo.
Primer piso biótico: La zona Xerófita

Letrero indicativo

El paisaje xerófito
El primer letrero nos explica que estamos en una zona
Xerófita o Xerofítica, para una altitud entre 100 y 200 msnm
(metros sobre el nivel del mar), que la vegetación es de
bosque espinar, la temperatura es de 38 grados y que el
tiempo de recorrido es de 45 minutos.
Esta es la parte más dura del camino: hace calor, pega el sol,
no hay sombra. Lo bueno es que uno aún no está cansado y
tiene las expectativas de una nueva zona más bonita. Los
árboles son los cujíes, y abundan los cardones y tunas
Segundo piso biótico: La zona
Tropofítica

Bosque tropotítico

Quebrada
Tal cual como eran nuestras expectativas llegamos a una
zona más agradable. Los árboles empiezan a ser más altos,
vemos zonas muy bonitas tapizadas de bromelias. Inclusive
hay una quebrada donde se pueden llenar las cantimploras y
envases.
Ya hacia el final de esta zona, llegamos a "las dos comadres"
que, según cuenta la leyenda, fueron dos comadres que
subían al cerro para buscar agua y alimento, pero que un día
discutieron y el cerro se enojó y, como castigo, las convirtió
en las dos inmensas piedras que allí vemos.

Las dos comadres

Tercer piso biótico: El bosque húmedo


tropical

Balanceándose en una liana


Suelo Pantanoso
Por fin llegamos al la Selva Nublada o el Bosque húmedo
tropical. Como su nombre lo indica es muy común que esté
dentro de una nube por lo que es muy húmero. ¿Qué
significa húmedo? Suelos pantanosos y resbalosos. Prepárese
a ensuciar sus zapatos, y a resbalarse. Es muy posible que
también llegue completamente lleno de barro, pero no se
preocupe y disfrútelo.

Flor de la bromelia
Cima del cerro Santa Ana
No olvide de alzar la vista de vez en cuando. Podrá ver las
flores de bromelias en los árboles y, si no hay nubes, también
verá la cima del cerro Santa Ana en los pocos claros que deja
la vegetación
Cuarto piso biótico: El matorral
Antillano

Subida ayudándose con los brazos


Vista a la península
Cuando vimos la señal de que estábamos llegando al
matorral Antillano, y por lo tanto saliendo del bosque
húmedo, nos alegramos pensando que habíamos salido de la
zona empantanda. Pero no era así. Los pantanos se hicieron
más frecuentes y no hubo forma de quedar con los zapatos
limpios. Hay algunas subidas fuertes y resbalosas para los
cuales es indispensable ayudarse con los brazos para no caer,
como lo que vemos en la foto.
Sin embargo, empiezan a aparecer los helechos y hay más
claros que le permiten a uno disfrutar de la excelente vista a
la península de Paraguaná
Quinto piso biótico: La zona pseudo-
paramera
Cima del cerro Santa Ana
Cuando uno creía que nunca llegaría, se despejan los árboles
y se llega a una pequeña explanada con la vista de la cima
del cerro Santa Ana. Es la zona pseudo-paramera por que la
vegetación es un poco parecida a la del páramo andino, sin
árboles grandes. La altura no es tan alta (630 m), pero lo que
más influye en el clima es el viento, fuerte, muy fuerte, como
puede observarse en las fotos. Si tiene una gorra, ¡guárdela!
La mía salió volando con tal fuerza que me pregunto si habrá
llegado hasta el mar.

Pelo volando por el viento


Manteniendo el equilibrio
El cansancio no nos dio para seguir subiendo los 40 metros
de altura que nos faltaban. Emprendimos el camino de
regresos, cansados pero felices de haber subido al cerro
consentido de la península de Paraguaná. El cerro Santa Ana

Vista del cerro Santa Ana desde Moruy

También podría gustarte