Está en la página 1de 6

Trisagio a la Santísima Trinidad

TRISAGIO A LA SANTÍSIMA
TRINIDAD Compuesto por el beato fray Diego José de Cádiz Capuchino.
Rememoración de la visión profética de: Isaías 6, 13; Apoc. 4, 8.

Todos de rodillas. Signándose en los labios. Jefe del primer coro:


V. Abre, Señor, mis labios.
R. Y mi boca cantará tu alabanza.

Todos santiguándose. Jefe del primer coro:


V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Todos inclinados.
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén. Aleluya.

ACTO DE CONTRICIÓN

Jefe del primer coro:


Amoroso Dios, Trino y Uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien
creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y
alma, sentidos y potencias; por ser tú mi Padre, mi Señor y mi Dios,
infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas me
¡Aleluya! Alabad al Señor, todas las naciones, pesa, Trinidad Santísima; me pesa, Trinidad misericordiosa; me pesa,
aclamadlo, todos los pueblos. Trinidad amabilísima, de haberle ofendido por ser quién eres; confiado
Firme es su misericordia con nosotros, en tu divina gracia, te suplico me concedas, nunca más ofenderte y
su fidelidad dura por siempre. ¡Aleluya! (Sal 116) morir antes que pecar; espero en tu bondad y misericordia infinita me
has de perdonar todos mis pecados y me has de dar tus divinos auxilios
para perseverar en un verdadero amor y devoción de tu siempre
Rectoría san Francisco de Asís, Tenopalco amabilísima Trinidad. Amén
Jefe del primer coro:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te amamos, te Esto se dirá alternando tres veces y al fin de cada tres Gloria al Padre,
adoramos, y te entregamos nuestro ser. Voluntariamente, por amor, te etcétera, con inclinación.
sacrificamos cuanto somos y tenemos para tu mayor gloria y nos
abandonamos a tu voluntad divina. Amén. El segundo Padrenuestro lo reza el jefe del segundo coro y semitona
Santo, Santo, Santo, etcétera, contestando los demás: Gloria al Padre,
HIMNO etcétera.

Jefe del primer coro: El tercer Padrenuestro lo reza el jefe del primer coro.
Ya se aparta el sol ardiente,
y así, ¡oh, luz perenne unida! Antífona
Infunde un amor constante A ti, Dios Padre; a ti, Hijo unigénito; a ti, Espíritu Santo Paráclito,
en nuestras almas rendidas. Santa Trinidad, de todo corazón te confesamos, alabamos y
bendecimos; a ti la gloria por los siglos de los siglos.
Todos: R. Amén.
En la aurora te alabamos
y también al mediodía, Todos inclinados.
suspirando por gozar V. Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
en el cielo de tu vista. R. Alabémoslo y ensalcémoslo por todos los siglos de los siglos.
Amén.
Todos inclinados hasta el segundo verso.
Jefe del primer coro: Oración
Se hace un breve silencio y después dice la oración.
Al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu que das vida,
ahora y siempre se tributen alabanzas infinitas. Al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a
R. Amén. tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su
majestad, que nos aproveche, Dios nuestro, para la salvación del
Se reza un Padrenuestro. cuerpo y del alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jefe del primer coro: R. Amén.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos GOZOS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
y la tierra de tu gloria.
Jefe del primer coro:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Dios Uno y Trino, a quien tanto
ángeles y querubines Ángeles y querubines
dicen: ¡Santo, Santo, Santo! dicen: Santo, Santo, Santo.
A ti, amable deidad
humildes hoy veneramos, Jefe del primer coro:
y que clamamos perdones Este trisagio sagrado,
nuestra ignorancia y maldad, voz del coro celestial,
por esta benignidad contra el poder infernal
en su misterioso canto. la Iglesia lo ha celebrado,
y también más exaltado
Todos: es Dios con él, entretanto.
Ángeles y querubines
dicen: Santo, Santo, Santo. Todos:
Ángeles y querubines
Jefe del primer coro dicen: Santo, Santo, Santo.
Santísima Trinidad,
una esencia soberana, Jefe del primer coro:
de donde el bien nos dimana De la súbita muerte,
solamente por bondad: del rayo, peste y temblor,
y porque tu piedad el Trisagio por favor
pone fin a nuestro llanto. indemniza nuestra suerte,
y como el brazo del fuerte
Todos: nos libra en todo quebranto.
Ángeles y querubines
dicen: Santo, Santo, Santo. Todos:
Ángeles y querubines
Jefe del primer coro: dicen: Santo, Santo, Santo.
El trisagio que Isaías
escribió con grande celo, Jefe del primer coro:
lo oyó cantar en el cielo Es el iris que, en el mar,
a angélicas jerarquías, en la tierra y en el fuego
para que a sus melodías y en el aire ostenta luego
repita nuestra voz cuánto. que nos quiere libertar,
por gracia tan singular
Todos: con que nos protege tanto.
pues por ser en él ejemplo
Todos: y en él encenderse tanto.
Ángeles y querubines
dicen: Santo, Santo, Santo. Todos:
Ángeles y querubines
Jefe del primer coro: dicen: Santo, Santo, Santo.
El escudo soberano
de la divina justicia, Antífona
con que de infernal malicia
triunfa el devoto cristiano; Jefe del primer coro:
y como el dragón tirano Bendita sea la Santa Trinidad, que todas
huye de terror y espanto. las cosas crean y gobierna ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amén.
Todos:
Ángeles y querubines Todos inclinados.
dicen: Santo, Santo, Santo. V. Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Alabémoslo y ensalcémoslo por todos los siglos de los siglos.
Jefe del primer coro: Amén.
Yo confío en vuestro amor,
santo Dios, fuerte, inmortal, Oración
que en el coro celestial Se hace un breve silencio y después dice la oración.
cantaré con más fervor
el himno que tanto honor Jefe del primer coro:
os causa, cuando en su canto. Virgen santa, nuestra Madre y Reina, hoy que la Iglesia entona con
más fervor las alabanzas de la Santísima Trinidad, alcánzanos la gracia
Todos: de que la fe, la esperanza y el amor inunden nuestros corazones.
Ángeles y querubines R. Amén
dicen: Santo, Santo, Santo.
OFRECIMIENTO PARA GANAR LAS INDULGENCIAS
Jefe del primer coro:
Y a la que es sagrario y templo Todos de rodillas. Jefe del primer coro:
de esa augusta Trinidad, Te rogamos, Señor, por las necesidades de la Iglesia y las del Estado;
reverentes celebrad, por la exaltación de la santa fe católica; por la paz y concordia entre
que muy justo lo contemplo; los gobernantes cristianos; la conversión de todos los pecadores; por
los presos, enfermos y agonizantes, navegantes y caminantes, por las ¡Jesús mío! Te amo con todo el corazón; pésame de haber tantas veces
benditas almas del Purgatorio. ofendido, en lo pasado, a tu infinita bondad; propongo, ayudado de tu
R. Amén. gracia, enmendarme en lo venidero y ahora, miserable como soy, me
consagro todo a ti; te doy y entrego mi voluntad, mis afectos, mis
Todos, semitonado y con inclinación profunda. deseos y todo cuanto me pertenece. De hoy en adelante haz, Señor, de
mí y mis cosas todo lo que te agrade. Lo que yo quiero y te pido es tu
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu santo amor, la perfecta obediencia a tu voluntad y la perseverancia
Santo, el Santísimo Sacramento del altar y la purísima Concepción de final. Te encomiendo las almas del purgatorio, especialmente las más
María santísima, amparo, refugio y Señora nuestra, concebida sin devotas del Santísimo Sacramento y de María Santísima y te ruego
mancha de pecado original. Amén. también por todos los pobres pecadores. En fin, amado Salvador mío,
uno todos mis afectos y deseos con los de tu Corazón, y así unidos los
ACTO DE ADORACIÓN DE SAN ALFONSO MARÍA ofrezco a tu Eterno Padre y le pido en tu nombre por tu amor que los
DE LIGORIO acepte y los mire benignamente.
R. Amén.
VISITA AL SANTÍSIMO
Visita al Santísimo Sacramento
Que deberá orarse todos los días al principio de cada visita al
Santísimo Sacramento y a continuación del Trisagio. He aquí cómo Jesús nos cumple aquella promesa en el Sacramento del
altar, donde con nosotros se halla de noche y de día. Pudiera, Señor
Señor mío Jesucristo, que por el amor que tienes a los hombres estás mío, bastarte el estar en el Sacramento sólo de día, cuando tuvieras en
de noche y de día en este Sacramento, lleno de piedad y de amor, tu presencia adoradores que te acompañaran; mas ¿de qué te sirve
esperando, llamando y recibiendo a todos los que vienen a visitarte; hallarte allí también por la noche, en la cual los hombres cierran la
creo que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar; te adoro iglesia y se retiran a sus casas, dejándote enteramente solo? Pero ya te
desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes entiendo: el amor te hizo prisionero nuestro; el amor apasionado que
que me has hecho, especialmente por haberme dado en este nos tienes te unió a este mundo de tal suerte, que ni de noche ni de día
Sacramento tu cuerpo, sangre, alma y divinidad, por haberme dado te consiente apartarte de nosotros. ¡Ah, Salvador amabilísimo! Sólo
como abogada a tu santísima Madre, la Virgen María, y por haberme esta firmeza de amor debiera obligar a todos los hombres a
llamado a visitarte en este lugar santo. Adoro tu amantísimo Corazón y acompañarte siempre en el santo sagrario, hasta que por fuerza los
deseo adorarle por tres fines: el primero, en agradecimiento por esta echasen de allí; y al ausentarse deberían dejar al pie del altar su
preciosa dádiva; el segundo, para desagraviarte de todas las injurias corazón y todos sus afectos en obsequio del Dios humanado, que
que has recibido de tus enemigos en este Sacramento y el tercero, permanece solo y oculto en el tabernáculo para miramos solícito y
porque deseo en esta visita adorarte en todos los lugares de la tierra remediar nuestras necesidades y cuyo corazón, residiendo allí para
donde estés sacramentado con menos culto y más abandonado. amarnos espera el próximo día en que sus almas amadas vayan a
visitarle.
Sí, Jesús mío, contentarte quiero. Te consagro toda mi voluntad y Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a ti ¡Señor!,
todos mis afectos. ¡Majestad infinita de mi Dios! Te hayas en este no permitas que jamás me aparte de ti y tú no te ausentes de mí. Te
Divino Sacramento no sólo para estar presente y próximo a nosotros suplico, Señor mío Jesucristo, que la ardiente y dulce fuerza de tu
sino principalmente con objeto de comunicarte a tus almas amor, embargue toda mi alma, a fin de que muera de amor por ti, así
amadísimas. Mas, Señor, ¿quién se atreverá a acercarse para como tú te dignaste morir de amor por mí. Amén.
alimentarse de tu Cuerpo? O más bien, ¿quién podrá alejarse de ti? Te
ocultas en la hostia consagrada para entrar dentro de nosotros y poseer
nuestros corazones. Ardes en deseos de que te recibamos y gustas de
unirte a nosotros. Ven, pues, Jesús mío, ven; deseo recibirte dentro de
mí para que seas el Dios de mi corazón y de mi voluntad. En cuanto es
de mi parte, Redentor mío carísimo, entrego a tu amor: satisfacciones,
placeres, voluntad propia todo te lo entrego, ¡amor! ¡Dios de amor!
Reina y triunfa enteramente de mí; destruye, sacrifica en mí cuanto sea
mío, que mi alma, llena de majestad de Dios, después de haberte
recibido en la santa Comunión, no vuelva a aficionarse a las creaturas.
Te amo, Dios mío, te amo para siempre y a ti sólo quiero amar.

Jaculatoria.
Atráeme con los lazos de tu amor.

Oración
Se hace un breve silencio y después dice la oración.

Para comulgar espiritualmente.

Jesús, creo que tú estás en la Eucaristía; te amo sobre todas las cosas y
deseo recibirte ahora dentro de mi alma; ya que no te puedo recibir
sacramentalmente, ven a lo menos espiritualmente a mi corazón.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero di una sola palabra
y mi alma será sana. El Cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de
Fiat misericordia tua, Dómine super nos
nuestro Señor Jesucristo, guarden mi alma para la vida eterna. Amén.
quemándmoum spevárimus in te.

(Pausa)

También podría gustarte