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La ecuación de Schrödinger

Schrödinger desarrolló dos modelos matemáticos, diferenciando qué ocurre dependiendo si el


estado cuántico cambia con el tiempo o no.

Para el análisis atómico, Schrödinger publicó a finales de 1926 la ecuación de Schrödinger


independiente del tiempo, la cual se fundamenta en que las funciones de onda se comporten
como ondas estacionarias.

Esto implica que la onda no se mueve, sus nodos, esto es, sus puntos de equilibrio, sirven
como pivote para que el resto de la estructura se mueva alrededor de ellos, describiendo una
frecuencia y amplitud determinadas.

Schrödinger definió a las ondas que describen los electrones como estados estacionarios u
orbitales, y están asociados, a su vez, a distintos niveles de energía.

La ecuación de Schrödinger independiente del tiempo es la siguiente:

Donde:

E: constante de proporcionalidad.

Ψ: función de onda del sistema cuántico.

Η :̂ operador Hamiltoniano.

La ecuación de Schrödinger independiente del tiempo se emplea cuando el observable que


representa la energía total del sistema, conocido como operador Hamiltoniano, no depende
del tiempo. Sin embargo, la función que describe al movimiento ondulatorio total siempre
dependerá del tiempo.

La ecuación de Schrödinger indica que si se tiene una función de onda Ψ, y el operador


Hamiltoniano actúa sobre ella, la constante de proporcionalidad E representa la energía total
del sistema cuántico en uno de sus estados estacionarios.

Aplicado al modelo atómico de Schrödinger, si el electrón se mueve en un espacio definido se


tienen valores discretos de energía, y si el electrón se desplaza libremente en el espacio, se
tienen intervalos continuos de energía.

Desde el punto de vista matemático, se tienen varias soluciones para la ecuación de


Schrödinger, cada solución implica un valor diferente para la constante de proporcionalidad E.

Según el principio de incertidumbre de Heisenberg, no es posible estimar la posición ni la


energía de un electrón. En consecuencia, los científicos reconocen que la estimación de la
ubicación del electrón dentro del átomo es inexacta.

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