La extracción de un alimento puede realizarse mediante alguno de los métodos de
molienda, machacado, trituración, aplicación de calor, secado y filtrado, uso de
disolventes... Algunos de estos métodos se utilizan como preparación para un proceso posterior.
Algunos procesos de extracción utilizan calor directa o indirectamente. Sucede así
en el caso del tostado del café, el cacao y la achicoria. En los procesos de fabricación también se utiliza calor en forma de vapor para la extracción de determinados productos, ejemplo de la extracción de aceites de consumo, o la disolución de las lonchas de remolacha en el caso del azúcar.
Los disolventes juegan un papel en la extracción de aceites, y después se separan
mediante operaciones de recalentamiento y filtrado. Para separar productos líquidos de sólidos se recurre normalmente a la centrifugación (industria del azúcar) o el filtrado (industria de la cerveza e industria de grasas y aceites).