Está en la página 1de 16
a ' Antropologia estructural CLAUDE LEVI-STRAUSS EUDEBA EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES Aas edtadu \Q32. CAPITULO Xt LA ESTRUCTURA DE LOS MITOS* ee tesa ve hee = ee sere gees Bn Bea Cie, VE (1898), > 18: stante ciertas tentstivas us veinte afos y no obstante cirtas tents Desde hace ciringia parece Faberse alejado pogresvac ups oes echoes. Ailosados de distin, pe Geneias han aprovechado la opactanidad ara inewyuelven sobre el te ia religiosa. Sus juegos ingenues 55 er ievar, y sus exceos 7 ctnologiareliiosa Ss eepanonado sin culvar, y £05 exe reno que movestra carencia, comprometiendo el fut Se suman a muestra : " Ta ongen de et star? Tow unde je Caigins, Tylor, Frazer y Durkheim, prestaton conse os Re tos problemas pscogins no 5 ease clvcon de ts de ofieo, no point enos a peeseaticla, Sus incerpe es og du ods an tetonmente com Tos posulades BG, on Pasar jplcaban. Reconozedmoses, con 1029 1 see Py cue los problemas de etnologl ae aber compre ee gia ineectualista, Siguiendo, Hooet Bolen Santa cbservzlén al princpto de sh paste odes © cia ya esta observes qua lamentar gue la palcologia moder mente a erannido de los fenémenos int sya desiteresa eo uit al “The, geuctuat Study of Myths Meth 2 seat of ele tc hd mo, ected 1855. pes Spmponums Jt fs coplenents modifies 186 LA ESTRUCTURA DE Los bartos tuales y haya preferido el estudio de la vida afectiva: “a los defectos inherentes a la escuela psicoligica... se agregaba, asf, el error de cereer que de las ideas claras pueden nacer emociones confusa Hubiera sido necesario ampliar los cuadros de nvestra lég'ca para incluir en ella operaciones mentales en apariencia diferentes do las nuestras, pero que son intelectuales con igual derecho, Se ha ensa- yado, en cambio, reducitlas a sentimientos informes e inefables, Este método, conocido bajo el nonibre de fenomerologia religiosa, se hha mostrado con excesiva frecuencia estéril y fastidioso. De todos los eapitulos de Ja etnologia religiosa, la mitologia es aquel que sufre sobre todo con esta situacién. Cabe sin duda citar los considerables trabajos de Dumézil y los de M. H. Grégoire, Pero no pertenecen propiamente a la etnologia. Como hace cin. cuenta ais, ésta sigue complacténdose en el eaos. Se rejuvenecen Jas viejas interpretaciones: ensofiaciones de la conciencia colectiva, divinizacién de personajes histéricos, o a la inversa. Cualquiera sea el modo en que se consideran los mitos, parecen todos reduci juego gratuito © a una forma grosera de especulaciéa filoséfica ~_ Para comprender lo que es un mito debemos pues elegir entre la simpleza y el sofisma? Algunog pretenden que ceda sociedad expresa en sus mitos sentimfentos fundamentals tales como el. aw.or, el odio o Ja venganza, comunes a la humanidad entera. Para otros, los autos constituyen tentativas de explicacién de fendmenos diffeilmente comprensibles: astroubmicos, meteorolégicns, eteétera. Pero las socie- dades no son refractarias a’ las interpretaciones positivas, inclusive Cuando adoptan intespretaciones falsas; gpor qué habrian de prefe- rir sibitamente maneras de pensar tan oseuras y complicadas? Los psicoanalistas, por otra parte, asi como también ciertos etnélogos, quieren reemplazar las interpretaciones cosmolégicas y naturalistas por otzas tomadas de la sociologia y Ja psicolegia, Pero entonces las cosas se vuelven demasiado ficiles. Si un sistema mitolégico o:orga tun lugar importante a cierto personaje, digemos una abuela mals | yola, se nos dir que en tal sociedad les abuelas tienen una actitud hostil hacia sus nietos; la mitologia ser considerada un refle‘o de la estructura social y de las relaciones sociales. Y si la observac'éa contradice la hipétesis, se insinnars al punto que el objeto propio de los mitos es el de ofrecer una derivacién a scntimientos rea'es pero Feprimidos. Sea cual fuere a situacién real, una dialéctica que gana 4 todo trance encontrar4 el medio de aleancar la significacéa, Reconozeamos més bien que el estudio de los mitos nos condu- | Y ce @ comprébactones contradictorias. En tun mito todo puede su 2 A.M, Mocard, Social origins, Londres, 1954, p. 7. asr ea unct ANTROPOLOGIA ESTRUCTURAL * coder; pareceria que la sucesién de los acontecimientos no esti subor- “+ dinada'a ninguna regla de légica o de continuidad. Todo sujeto puede tener cualquier predicado; toda relacién concebible es posible, YY sin embargo, estos mitos, en apatiencia arbitrarios, se reprocucen (con los mismos caracteres y a menudo con los mismos detalles en ¥( diversas regiones del mundo. De donde surge el problema: si el con- tenido del mito es enteramente contingente, gebmo compzender qu de un extremo al otro de Ia Tierra, los mitos se parezcan tanto? Solo si ‘se toma conciencia de esta antinomia fundamental, que pertencce ala naturaloza del mito, se puede esperar resolverla, En efecto, esta con- tradiccién se asemeja a aquella que descubrieron los primeros filbsofos que se interesaron en el lenguaje, y para que Ia lingiiistica pudiera constituirse como ciencia fue preciso levantar esta hipoteca, Los an- tiguos filésofos razonaban sobre el lenguaje como nosotros segulmos razonando sobre Ia mitologia. Comprobaben que, en cada Tengua, ciertos grupos de sonidos correspondian a determinados sentidos, y buscaban desesperadamente comprender qué necesidad interna wnfa | 6505 ‘sentidos” y esos ‘sonid ‘mos sonidos se eneventran en otras lenguas, pero ligidos a sentidos rentes La contradicelin no fue resets bast eda en ave ge percibié que Ia funcién significativa de la lengua no est ligads Birectamentea tos sonidos mismos, ino a Ia manera en que los son dos se encuentran combinados entre sf Muchas teorfas recientes sobre 1a mitologia proceden de una confusién andloge. Segiin Jung, habria significaciones prectsas lige das a ciertos temas mitolégicos, que él llama arquetipos. Esto razonar al estilo de los fil6sofos del lenguaje, que estuvieron con- vencidos durante largo tiempo? de que los diversos sonidos poseian tuna afinidad natural con tal o cual sentido: asf, las semivocoles ‘iquidas’ tendrian por misi6n evocar el estado correspondiente de la materia, las vocales abiertas serian elegidas prefe-entements ara formar los nombres de objetos grandes, voluminosos, pesados 0 50- noros, eteétera. El principio saussuriano del ‘cardcter arbitrario de. Tos signos lingllsticos’ necesita por cfesto ser revisado y corre- do; # no obstante, todos los lingtlstas estarin de acuerdo en recond- er, que desde un punto de vista histérico ha marcado unt e:apa indispensable de la reflexién lingiitica No basta invitar al mitélogo a gue compare I situacién incierta 2 Esta hipbtesis cuenta atin con defensores, Asi, por ejemplo, Sir R. A. age, “The ong of Inginge Il of Word Hird, 1 378, UNESCO, 955. “c Gf, E, Benveniste, "Nature du signe Vngultiue”, Acta linguistic, 1, 1. 1999, y ei cap, V de la’ presente obra, 188 La empreseera vana, porque los mis-~ LA ESTRUCTURA DE LOS MITOS cen que ce eneuenten con ls del lngista de 1a paca peeeteatitia Fotus Sestente pre toe canis eas sricsgarianos a ener de una Gifieutad en Ptra,, Aproxiina’ ef mito al Tenguaje no resuelve nuda: sete ateges hei, pos el habla se concce, pertenece al diseur St quercmos dar eventa de los caracteres especifices del pensa- iniento afc, tendrernos qe exablecer enfonces que el mio esth fenel Jenguaje yal mismo tempo mis allé del leaguy'e. Esta nueva Strculed teapoco es ana al Hogutstasgaeaso el leaguafe mismp no fengloba diferentes niveles? Al d'stinguir entre la ‘lengua’ y el ‘habla’, Saussure ha mostrado que ef lenguaje ofrecia dos aspectos comple nentarfos: uno estructural, el otro estadistco; Ia lengua pertenece al Gominio de un tiempo reversible, y el iabla al de un tiempo irve- Yersible, Si es ya posible aislar estos dos niveles en el lenguaje, nada — bxcluye la posibilidad de definir un tercero. "Acabanos de distinguir la ‘lengua’ y el ‘habla’ de acuerdo con Jos sistemas temporales ‘a los cuales una y otra se refieren. Ahora bien, el mito se define también por un sistema temporal, que com bina Tas propiedades de los otros’ dos. Un mito se refiere. siempre a ~ acontecimiestos pasados: “antes de la creacién del mundo” 0 “du Fante las primerasedades” 0 en todo caso “hace mucho tiempo". Poro el-valor intrinseco atribuido al mito proviene de que estos Acontecimientos, que se suponen ocurtides en un momento del tiem- \ po, forman tambien una estructura permanente. Ella se reffere si- >, Forman tain eal peeente yal fihwo., Una compa: Tacién ayuderd & precisar esta ambigiedad fundamental, Nada se Zsemeja mas al persamiento mitieo que la ideoiogia politica. Tal vez sta np ha hecho mis que reemplazar a aquél en muestras sociedades Contempordneas, Ahora bien, ecué hace el historiador euando evoca Ja Revolucién Francesa? Se refiere a una sucesién de acontecimien- tos pasades, cuyar lejanas consecuencias se hacen sentir sin duda todavia a través de una serie, no reversible, de acontecimientos inter- gnediarigs. Pero para el hombre politico y para quienes lo escuchan, R'Roveluein Femncesa es una realidad de otro orden; secuencia de acontecimientos pasadas, pero también esquema dotado de wna efica- th permanente, que permite interpretar la estrictura social de Ia Feseremtntaly De aRtogontsmos que all se maniiestan y extrever Jos Tineamientos de Ta evolucion fufura, Michelet, pensador politico a la ver qui historiador, se expresa asl: “Ese dia todo era posible... El futuro fue presente... es decir, no ya tiempo, sino un, relém- page de elernidad’.* Esta doble estructura, a la vex ‘hstérica’ y 8 Michelet, Histoire de le Révolution Frangise, 1. ¥ (tad. exp: His- tore de la Recolucién Francesa, Buenos aites. Ed. Argonauta, 1946, 8 vols]. 159

También podría gustarte