Está en la página 1de 3

PERIODISMO EN CIBA

Hoy la humanidad depende en gran medida de la información que le proporcionan los


distintos medios de comunicación masiva. Como estos cuentan con ciertas "libertades", se
atribuyen publicar lo que saben que los receptores van a consumir con seguridad.
Algunos de los géneros periodísticos que más prestos están para "exprimirlos" son la noticia y
el reportaje. No menos queda atrás la crónica, aunque tiene mayor presencia en sectores tan
específicos como la cultura, el deporte y lo social.
Ante esta condición de autonomía, muchos medios tienen su base en el llamado modelo de
"responsabilidad social". Postulado de la Comisión Hutchins en EE.UU (1942), que declara el
establecimiento de límites al ejercicio del derecho constitucional a la libertad de prensa.
Según los teóricos, Melvin l. de Fleur y Sandra j. Ball-Rokeach, en su libro Teorías de la
Comunicación de Masas:
El sistema de medios es un sistema de información que controla tres tipos de fuentes de
información que "generan dependencia", a las que otros tienen que tener acceso si quieren
lograr sus propósitos. (1. La recopilación o creación de información, 2. El procesamiento de la
información, 3. La difusión de la información)
Y es precisamente en la recopilación o creación de la información que el productor de la noticia
debe "escoger" el género a elaborar, con el cual no solo va a "vender" el producto, sino, que se
adecua a la historia que tiene en las manos, de acuerdo con el sector para el que trabaja.
A ningún periodista se le ocurriría escoger realizar un editorial o un comentario al estreno de
una obra de ballet en un gran teatro, o para resaltar la brillantez de un violinista en su ópera
prima o hablar sobre la tozudez de un atleta para alcanzar récord en su especialidad.
Ante estas temáticas, escribir una crónica sería lo más beneficioso.
Según apreciaciones de la profesora Pastora Moreno Espinosa, en Los géneros periodísticos
informativos en la actualidad internacional, recalca que el periodismo,
como método de interpretación de la realidad social, se sirve de géneros periodísticos que
cumplen diferentes funciones para responder a las necesidades sociales.
Y uno de esos géneros, la crónica, ha venido a ser bien "visto" en los canales territoriales
de programación televisiva de Cuba, la teleaudiencia los recepciona de manera grata, (es
diferente, refrescante, rompe con las tradicionales informaciones de cifras y datos)
según encuestas realizadas a una población heterogénea en la provincia de Las Tunas, sin
embargo, su producción es poca, debido a la premura con que se trabaja en estos medios
de comunicación.
Pero no solamente el factor tiempo resulta un escollo para la factura del género. Las
dificultades con la técnica y en ocasiones, la transportación, limitan el proceso productivo en
aras de enriquecer la programación informativa de los telecentros y corresponsalías
de televisión en la Isla.
Según Dagmar Herrera Barreda, en Apuntes para el estudio de la televisión local en Cuba, el
término telecentro se "refiere a centros de televisión que transmiten regularmente una
programación propia que refleja los intereses culturales, económicos, políticos, sociales y la
vida de los pobladores del territorio donde se encuentran ubicados, según establecen
sus documentos constitutivos (… )" Y "Realizan una programación orientada a informar sobre
los acontecimientos provinciales, promover la idiosincrasia del territorio donde están
enmarcados y entretener a la audiencia." (Cabrera y Legañoa, 2007, pp.77)
Desde mediados de la década de los ochenta de la pasada centuria comenzó en Cuba la creación
de telecentros provinciales.
Hoy difunden una programación variada quince, más el que presta servicio en el municipio
especial Isla de la Juventud. Todos son fruto del Sistema de la Televisión Cubana (STVC), al
cual también se integran desde el 2003 cien corresponsalías en todo el país, las cuales a su vez,
tributan al Sistema Informativo de la Televisión Cubana (SITVC).
Las Tunas tiene su propia estructura, el Telecentro Tunasvisión, canal provincial subordinado
al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Un grupo de diez periodistas trabaja a su vez
para el Sistema Informativo de dicha televisora, con el objetivo de expresar a través de
la imagen y el sonido el protagonismo del pueblo, los problemas que afectan, las características
históricas y socioculturales del territorio, así como las aspiraciones de las tuneras y los tuneros.
Entre los géneros periodísticos menos elaborados y al mismo tiempo más aceptados por el
público tunero se encuentra la crónica, y aunque el género, realizarlo demanda de sensibilidad
y un cierto vuelo poético, no se incluye en los planes de trabajo de los periodistas ni tampoco se
incentiva su elaboración a través de concursos y talleres, por sólo citar dos ejemplos.
Y es que la crónica como el resto de los géneros periodísticos contribuye a "retratar" la
actualidad del territorio de una manera singular. Una mirada de Jorge Enrique Londoño
Pinzón, a uno de los pioneros de la sociología de la información, John B Thompson, en el
libro Los media y la modernidad. Una teoría de los medios de comunicación, examina que
"… los media se implican activamente en la constitución del mundo social. Al hacer
disponibles imágenes e información a individuos ubicados en lugares lejanos y, en verdad,
crean acontecimientos que podrían no haber existido en su ausencia"
Independientemente de que la crónica sea un género tan antiguo, y que a lo largo de la historia
haya sido objeto de variaciones en su forma y estilo, en Cuba ha pasado por diferentes etapas.
A pesar de que en las últimas décadas se haya apreciado una marcada "sequía" en el medio
televisivo, desde el 2012 se ha logrado tener alguna presencia en los espacios informativos con
la salida al aire del espacio Somos Cuba y más adelante en la sección La Crónica del Domingo,
en el Noticiero Estelar de la Televisión Cubana, aún así, resulta insuficiente.
Por eso recomenzó con nuevos bríos en las manos de Julio Acanda, Abdiel Bermúdez, Ismari
Barcia, Yosley Carrero y otros pocos periodistas de la televisión cubana. Unos la realizan de
manera más informativa, otros con cierto matiz de comentario, que según el concepto de J. L
Martínez Albertos lo considera como un género híbrido, a mitad de camino entre el estilo
informativo y el editorializante. "Es un producto literario predominantemente latino,
prácticamente desconocido en el periodismo anglosajón y que tiene sus matizaciones
específicas según el país".
Andrea Cabrera Martínez enfatiza en que la producción del género va a ir encaminada a
resaltar los valores propios de quien lo escriba, dependiendo de cada persona, medio y nación.
La interpretación de un acontecimiento o historia es lo que da sentido a la crónica, el periodista
se involucra, recorta y selecciona impresiones y le permite al lector sumergirse en el hecho que
se relata y compartir las emociones que le causaron de los hechos.
Pero no en cualquier momento el reportero se puede lanzar a escribir una crónica, ("No hay
tormento mayor que escribir contra el alma, o sin ella", sentenciaba José Martí) para hacerlo
debe requerir de inspiración y lograr un clima de concentración tan íntimo donde puedan fluir
las mejores frases y palabras para ilustrar un hecho.
Según Martín Vivaldi en Géneros Periodísticos, la crónica debe tener ciertas características que
la hacen singular:
• La narración requiere gracia, imaginación, agudeza, detalle y colorido.
• El comentario puede aparecer expreso o elíptico, pero siempre fundido a la propia narración.
• El autor aparece personalizado; puede escribir en primera persona y es frecuente que lo
haga.
• Se impone, por lo general, un ritmo rápido.
• El vocabulario es más rico, trabajado y pulido.
• Admite un grado superior de elaboración literaria y empleo del lenguaje figurado; debe
tenerse cuidado con los elementos líricos; no caer en la sensiblería.
Para dibujar mejor lo anteriormente expresado, en La crónica periodística: amplitud y
diversidad, de la doctora cubana Miriam Rodríguez Betancourt, la catedrática detalla lo
explicado hasta el momento, con una mirada adecuada a nuestro contexto:
El uso recurrente del yo, como presencia implícita o explícita del narrador, del testigo, del
protagonista también; el colorido, la emotividad, la evocación, que están inscritos en la crónica
desde su aparición en la historia, son atributos que no perdió en su sucesivo desarrollo y
adaptación al periodismo, aunque por la diversidad de objetivos, enfoques y teorías para la
comunicación periodística, encontramos crónicas más apegadas a los hechos noticiosos. Pero
aún así, el género mantiene ese tono personal, emotivo, subjetivo en cualquiera de sus tipos,
aunque no con el mismo grado de intensidad.
En Cuba la producción de crónicas resulta circunscrita, si se toma en cuenta los patrones de
alto nivel estético, mencionados anteriormente, capaces de tenerlos en cuanta a la hora de la
producción noticiosa. Una ojeada optimista nos dice que, aunque las acciones pudieran ser
mayores, hoy se levanta un ejército joven de periodistas que crean, narrando historias
cotidianas.
Encuestas aplicadas a los periodistas de Tunasvisión confirman que la crónica como género es
uno de los menos producidos por la limitante principal del tiempo, en medio de una agenda de
trabajo que permite poco espacio para crear hechuras decorosas. Sin embargo,
futuras estrategias se estudian para propiciar que los reporteros acudan más a escribir y recrear
-con la posibilidad que brinda la televisión de la imagen y el sonido-, historias hermosas que
reflejen a los verdaderos tuneros y tuneras. Tanto como para hacer suya la máxima martiana,
de volver a narrar la realidad con el asombro de quien la observa y la interroga por primera vez.
O como invita Tomás Eloy Martínez, en Los diarios vuelven a contar historias:
Pero si los lectores no encuentran todos los días, en los periódicos que leen, una crónica, una
sola crónica, que los hipnotice tanto como para que lleguen tarde a sus trabajos o como para
que se les queme el pan en la tostadora del desayuno, entonces no tendremos por qué echarles
la culpa a la televisión o a Internet de los eventuales fracasos, sino a nuestra propia falta de fe
en la inteligencia de los lectores.
La cita convoca a todos los medios. Pudiera convertirse en exergo de la agenda de trabajo de
Tunasvisión.

También podría gustarte