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JACQUELINE PESCHARD*
e
n el curso de los últimos diez años y particularmente durante
el sexenio salinista. el réqimen político mexicano hil sufrido
cambios importantes que han lle!Jado a alterar su naturaleza
misma. pero todavía está lejos de perfilarse claramente la nue-
va institucionalidad que eventualmente se establecerá. Al amparo de la
bandera de la modernización y en el marco del proceso de qlobalización
de la economía, en México se ha ido implantando un modelo de crecí-·
miento que es prácticamente la antítesis del q1;1e estuvo vi!Jente durante
los 40 años anteriores y que en el decenio de i 980 dio muestras de a!Jo-
tamiento. El modelo neoliberal que finca su acción en la primacía del
mercado ha exiqido una reforma del Estado que ha implicado su replie-
que como tutor por excelencia de la vida económica y social. aunque la
persistencia e incluso el ahondamiento de las grandes desigualdades so-
ciales no le han permitido renunciar a su papel de agente compensador.
]_S.t9~_quJ.ll:>i()?_h~n aJej~qp al Estado mexicano delcredore.1l.Ql\!cio-
nario que le dio sustento y legitimación. cqn todo y que la flexibilidad
di"díclio-creoodio· acci"j$alfaproyectos..éiistintos como el reformismo
_______
cardenista, o el desarrollismo alemanis.ta.
..,._.....-·· Para enmarcar estÓs-cambios.
• Jacqueline Peschard, 'El fin del sistema de partido heeemonico·. Revista Mexicana de
Sociología. año LV. núm. 2. IIS·UNAM, abril-junio de 1993.
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lACQUEliNE PESCHARD :~..-:
EL fiN DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO
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Para una discusión sobre el concepto de liberalización política. véase Guillermo
O'Donnell. P. Schmiuer y l;. Whitehead (comps.). Transiciones desde un gobierno auto·
ra
dos más). (l_parÍir de entonces verdadera lucha se viene dando entre
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ritario, Argentina. Ed. Paidós. 1986. " Para el desarrollo de esta hipótesis. véase Jacqueline Peschard. -Los procesos electora·
" Esta es una característica qeneral de los sistemas no competitivos. Véase el estudio clá- les y sus repercusiones políticas Ú982·1987)". en Gennán Pérez y Samuel León. 17 án·
sico de W. J. M. Mackenzie, Elecciones libres. Madrid, Ed. Tecnos. 1962. qulos de un sexenio, UNAM. Plaza yValdés. 1987. pp.l69-187.
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-i tres qrandes fuerzas políticas {PRI. PAN, FDN primero y con el PRO des-
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Si antes de 1988 se pensaba que para que el sistema ~anara en credi-
i pués). pero en un plano polarizado PRI/oposición. es decir. en torno a un .bilidad era necesario que perdiera el PRI. ceder hoy la plaza parece re-
\ eje táctico/estraté~ico que responde al objetivo de socavar las bases de quisito necesario para controlar el conflicto.
,! la heqemonía priísta como requisito indispensable de la transición, más La desconfianza. sumada al conflicto. son siqnos que hablan del a~o
"'1 1 que a un eje ideoló¡zico, fincado en la promoción de ciertos principios y tamiento del sistema de partido hegemónico. De acuerdo con la clasifi-
¡ postulados políticos. 14 Esto explica por qué en Baja California en 1989. el cación de Giovanni Sartori, el sistema de partido hegemónico está reñido
\ PAN encabezó exitosamente la lucha por la alternancia local después de con la competencia y la alternancia en la medida en que está centrado
/ que un año antes. en las elecciones federales, quien había desplazado al en un solo partido. ya que aunque existen otros partidos políticos auto-
l!_RI había sido precisamente el candidato deii'DN. 15 rizados. no hay una pauta efectivamente pluralista. sino un sistema en
Dado que no se ha borrado la asimetría entre el PRI y el resto de ios dos niveles. de acuerdo con el cual el partido heqemónico asiqna a dis-
partidos políticos, la estrate¡zia de lucha de la oposición se centró pri- creción una fracción de su poder a los partidos secundarios. De tal suer-
mero en el cuestionamiento a la le!¡!itimidad del sufra~io. pero poco te. el mosaico de los partidos es más una disposición de colaboración
después saltaría para abarcar la disputa por el poder mismo, aunque que de confrontación y el partido hegemónico se queda en el poder
dentro de un mapa re~ionalmente diferenciado y hasta contrastado. de ·quiera o no" porque no existe sanción alguna que lo comprometa a
acuerdo con la presencia de la oposición y. desde lueqo, con el qrado de actuar con responsabilidad. 17
des~aste del partido oficial. 16 Existe un acuerdo bastante ~eneralizado en cuanto a que _ill hege-
En este marco de desiqualdad de los sujeios político-electorales. la .~ ,!pOnía priísta se guebró en 1988 porque fue una contienda competida
relevancia política que han cobnido los comicios en México ha estado '"'. en la que los partidos se._oisputaron efectivamente el más alto carSJo
lejos de redundar en la eliminación de la desconfianza de la población político. sin embar~o.la recuperación electoral del PRI en las elecciones
en tomo a eiios. Es más. la falta de credibilidad de las elecciones parece federales d~e ha interpretado si no como una vuelta a la situa-
estar en relación directa con los niveles de significación política que ción anterior a 1988\)í como una restauración dgl_sistemaJ8
·és~as han adquirido.
En este trabaJo ¡{retendo mostrar cómo el fenómeno de 1988 alteró
Aunque la desconfianza frente a los procesos electora.Ies es un dato el siqnificado y la dimensión de las elecciones en México. borrando la
añejo. en la actualidad el fraude ha pasado a ocupar el centro del deba- posibilidad de una reestructuración del sistema en sentido hegemóni-
te en torno al voto y el reclamo social en su contra se li.a convertido en co. aunque ello no signifique inmediata ni consecuentemente que el
el eje de la movilización electoral y hasta del estallido del conflicto. Di:: sistema sea ya competitivo o pluripartidista en sentido estricto, ni tam-
cho de otra manera. ahí donde la oposición tiene posibilidades si no de\ poco que las victorias del partido oficial sean auténticas y validadas. lo
triunfar. al menos de poner en duda la victoria priísta. o sea. donde ti e- ! cual es un requisito indispensable para alcanzar aljJuna de las cateqorías
ne capacidad de veto, las elecciones· han significado.confrontación. sal- \ de sistemas competitivos de acuerdo con el propio Sartori. En este sen-
vo cuando los resultados oficiales han favorecido a la oposición. \ tido, considero que el sistema electoral mexicano atraviesa por una fase
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" Véase Juan Molinar. "The Future of the Electoral System·. en Wayne A.Comelius. J. Gen- claramente de transición, puesto que la Ióqica que lo sustentaba ya no
tleman y P. Smith (eds.). Mexico 's Altematlve Political Fu cures. Center for U.S. Mexican funciona. pero no se han acabado de trazar los fundamentos de la que
Studies. University of California. San Diego. 1989. pp. 265·290. habrá de tomar su lugar. .
•s Para una explicación del fenómeno de Baja California, véase Tonatiuh Guillén López.
"Baja California. una década de cambio polfti.co·. en Tonatiuh Guillén L6pez (coord.).
Frontera Norte. Una década de polícica eleccoraf. El Cole¡¡io de México. El Cole¡¡io de la " Véase Giovanni Sartori. Partidos y sistemas de partidos, Alianza Universidad. 1976. pp.
Frontera Norte. 1992, pp.I3!H85. · 277-289.
" Juan Molinar sostiene que lo que hoy está en.jueeo en .las elecciones mexicanas es la 11
Véase Alberto Aziz. "1991: las elecciones de la res¡auración". en A. Aziz y J. Peschard
le¡¡itimidad del poder más que el poder mismo. Véase "La lel!itimidad perdida·. en Nexos. (coords.). Las efecclon.es federales de 1991. CUH. UNAM·Porrúa. 1992, pp. 21 5·242.
núm. 164. a¡¡ostode 1991. pp. 7-10.
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Desde una perspectiva de la evolución del sistema de partido hege- de los partidos políticos a la arena electoral (por los enormes requisitos
mónico. el sistema electoral mexicano contemporáneo ha transitado que se exigían para acceder al registro y por la total discrecionalidad de
por tres fases: 1) de constru<:ción y consolidación hegemónica (1946- la Secretaría de Gobernación para otorgarlo o retirarlo). y 3) el método
1976), 2) de hegemonía en el marco de la liberalización política (1977- de escrutinio mayoritario y la autocalificación (porque no daba cabida
20
1987), y 3)de caída de la hegemonía (1988-1992). a las minorías y se sancionaba a sí mismo).
Una vez que a mediados de los años cincuenta se instauraron el se-
creto en la sucesión presidencial y el llamado "carro completo" que sig-
ELEVACIÓN Y CAÍDA DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO nificaba reglas autoritarias de selección de candidatos, pero triunfos
seguros para los agraciados. se estableció una fórmula de entendimien-
Construcción y consolidación hegemónica (1946-1976) to dentro de la élite política y alrededor del jefe del ejecutivo y se conso-
lidó la hegemonía del PRI en un acomodo partidario estabilizado.
La Ley Federal Electoral de 1946 marca el inicio de la institucionalización compuesto por éste y tres partidos más. de los cuales sólo uno. el PAN.
de los procesos electorales en México. y aunque según las cifras oficiales podía clasificarse en estricto sentido como de oposición leal. además de
desde entonces y hasta el inicio de los setentas. el PRI alcanzó en general ser el único capaz de ganar alqunos escaños (cuadro 2).
votaciones nacionales por encima del 80%, y se apoderó de la gran mayo- A pesar de que al inicio de los años sesenta se introdujo en el sistema
ría de los escaños (más del90% de las diputaciones federales) en un mar- electoral un elemento de compensación para las minorías -los diputa-
co de alta participación del electorado (entre 70 y 80% de los dos de partido-. ésta fue en realidad la expresión más qráfica del sistema
empadronados). su dominio electoral llegó a ser cuestionado en eleccio- en dos niveles del que habla Sartori. porque implicó la asignación dife-
nes presidenciales por fracciones que se desprendieron del propio PRI (el renciada de espacios de representación para los partidos minoritarios.
padi!Iismo en 1946 y el henriquismo en 1952). '9 (cuadro 1, gráfica 1) · con lo cual se veían beneficiados. pero conqelados en dicha posición.
Dicho de otra manera, el acomodo hegemónico no se dio de entra- Con esta fórmula. el PRI podía ganar todo sin reservas y sin que parecie-
da, o de una vez y para siempre. debido a que la Unidad de la élite priísta ra un monopolio porque ya estaba fijada una pista de representación
no estaba todavía bien asentada. De hecho. algo que contribuyó a segura y propia de las minorías (cuadro 2).
cohesionar a la familia revolucionaria, fue precisamente el monopolio Cabe señalar que esta última parte del período de consolidación
del PR! sobre el voto y sobre el recuento que dotó al sistema de un am- hegemónica que tuvo su expresión eri contiendas electorales básica-
plio margen de maniobra en la asignación de recompensas por la disci- mente ritualistas. no estuvo exenta de manifestaciones de conflicto. pero
plina partidaria. éstas ocurrieron en comicios locales que 1:10 alcanzaron dimensión na-
En cambio. el marco legal que a partir de entonces normaría los cional (por ejemplo en San Luis Potosí 1958-1961; Baja California 1957;
procesos electorales federales sí respondía ya a las exigencias de un sis- Guerrero 1961). .
tema de partido hegemónico en la medida en que se caracterizó por: 1) . Al comenzar los años setenta. una serie de eventos políticos dieron
el. control centralizado del gobierno sobre la organización. el cómputo cuenta del desqaste del sistema de partido hegemónico. motivado en
y la calificación de los comicios (por la presencia privilegiada del go- buena medida por los cambios que la sociedad mexicana había venido
bierno y su partido en los órganos electorales), 2) el ingreso restringido padeciendo. Al movimiento estudiantil de 1968. se sumaron la guerrilla
rural y urbana. la insurgencia sindical. la rebelión empresarial y hasta el
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Existen diversos trabajos paniculannente sobre el henriquismo. Véase O~ Pellicer de Brody. surqimiento de nuevos partidos políticos. lo cual mostraba que el entra-
-r.a oposición en México: el caso del henriquismo". en Las crisis en el sistema político mexi-
cano (1928-1977). El Colegio de México. 1977. pp. 31-45: Octavto Rodríguez Araujo. ·a 10 Para un análisis de la primera legislación electoral de carácter federal. véase Luis Medina.
henriquismo: la última disidencia política organizada en México·. en CarlosMartínezAssad. "Evolución electoral en el México contemporáneo". Relorma Polftica. Gaceta Informa-
La sucesión presidencial en México. UNAM-Nueva Imagen. 1981. pp. 137-173. Uva de la Comisión Federal Electoral. 1978._pp. 18-25. ·
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EL FIN DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO
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evolución del sistema de partido he~emónico que. por otra parte, sería Gráfica 1 Votación y representación PRI 1oposición
la última en la que la apuesta oficial se cifrara en la perpetuación de 120~----------------------------------------------,
dicho sistema. 2 '
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IACQUELINE PESCHARD H FIN DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO
Cabe señalar que estos reacomodos en las preferencias electorales mo más de manipulación del ré.qimen sobre la oposición y porque su
no se reflejaron en el ámbito de la asistencia a las urnas. ya que los nive- parti €ipftció1 1só ro ~efvirla pa-ra:Ie{li tirria:r...:aJ.::sisréma.:ei&tor~áf.af.co.ñíe
les de abstención se dispararon hasta el 50% en las elecciones interme- ~na imaqen de pluralidad. Su solicitud de re~iue presentada
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dias (cuadro 1). Y es que a pesar de que la oferta electoral efectivamente
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cedida sino hast 1985. en cambio en
se enriqueció. y que la distancia entre el partido oficial y el resto se re- í se les otorqó al habían obteni o su como
dujo. ésta siquió siendo abismal. es decir. no se trazaron condiciones a o aciones políticas antes de 1979 bajo la denominación de Movimien-
efectivas de competencia entre los partidos que es lo que teóricamente to por el Partido Revolucionario de los Trabajadores y Acción Comuni-
estimula la participación electoral. 2~ Desde entonces. las cifras sobre taria A. C.. respectivamente. 26
abstención empezaron a considerarse como las más inconsistentes y La puesta en viqor de la LFOPPE provocó cambios en las estrateszias
menos creíbles, y por lo tanto las que menos ayudan a establecer ten- de lucha de los partidos leqalmente reconocidos. La acción electoral
dencias o a hacer comparaciones. 24 cobró .preeminencia sobre otro tipo de tareas partidarias y el praq-
Los elementos novedosos que se introdujeron con la reforma de 1977 matismo fue qanándole terreno a las posturas qoctrinarias. Así. las co-
reanimaron el carácter heqemónico del sistema de partidos en la medi- rrientes de izquierda rápidamente vieron las desventajas de su dispersión
da en que ratificaron la existencia de las dos pistas o niveles diferencia- y se lanzaron a la búsqueda de fórmulas de unificación que en el caso
dos de lucha de los partidos políticos (la pista de los distritos mayofitarios del Partido Comunista siqnificó abandonar definiciones ideolóqicas y
para el PRI y la de las circunscripciones plurinominales para los partidos tácticas de..lucha previas. que. por otra parte. ya empezaban a perder
de oposición). ya que aunque la oposición estaba obli.qada a participar viqencia en la esfera internacional.
en la contienda distrital (tenía que postular cuando menos a 100 candi- De tal suerte, sólo cuatro años después de promulqada la LFOPPE. se
datos a diputados de mayoría para tener derecho a competir por los ·disolvió el partido más viejo del México posrevolucionario. el PCM. y de
escaños de representación proporcional-artículo 54 constitucional). su su convergencia con el MAP. el PSR. el PPM y us surqió el Partido Socialista
eficacia en ese terreno fue muy reducida por no decir que prácticamen- Unificado de México (PSUM) que contendió en dos elecciones federales.
te nula (cuadro 2). Fue necesario que transcurriera la primera elección para posteriormente. en.l987. emprender un nuevo intento unificador
reqida por la LFOPPE para que ésta cobrara carta de naturalización entre que dio Iuqar al Partido Mexicano Socialista (PMS) que inte~ró al PSUM. al
los partidos políticos, incluido el propio PRI. cuyo sector obrero presen- PMT, al MRP y a la UIC. 27
tó una alternativa de reforma económica para mostrar su desacuerdo Al arrancar la década de los ochenta. el panorama electora~tró
con la nueva leqislación electoral qUe se consideraba amenEepara una suma de cambios. pues .en la contienda presidencial d(~ la
sus privileqios. 25 En el flanco de la izquierda. partidos como e MT ( exi- votación del candidato del PRI no solamente confirmó la tendencta a la
cano de los Trabajadores) se rehusaron en un primer mome a ser baja. sino que experimentó una caída inusitada dit9 pumos.poréell-
interlocutores de la ~or~nsideraban como un mecanis- 1ilafes- respecto-cde-Ia- de-seis-años.a.ntes.. Con-ello;- el·PRI-abandonó el
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rango cómodo de 80% de la votación que había tenido tradicionalmen-
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Detrás de esta afirmación hay evidentemente una visión racional-instrumental del com- te. pero ello no impidió que mantuviera una distancia abismal (de 50
portamiento electoral de acuerdo con la cual los patrones del voto dependen de los
bienes polfticos que se ofrecen. Véase Marqaret Conway. Política! Participarían in che puntos porcentuales) respecto del candidato del PAN, con todo y que
Uníteá States. Washington. Conqressional Quarterly Press. 1991, pp. 12·13. alcani:ó a captar cerca de cuatro millones de votos (cuadro 3). Empero,
1
' Existe un acuerdo bastante generallzado.entre los estudiosos de elecciones en México
respecto de que los da!os oficiales no son verídicos pero sí permiten dibujar tendencias .;~
,.. .. Véase Juan Molinar. El tiempo de la Ieqi!imidad. Cal y Arena. 1991. p. 102.
generales. ·
" Esta propuesta se formuló d.urante la reunión del Congreso del Trabajo de julio de 1978.
Véase Pablo González Casanova. •ta reforma política y sus perspectivas·. en Reforma
tr ~' El PSUM surgió en 1981 de la unión del MAP (Movimiento de Acción Popular). el PSR
(Partido Socialista Revolucionario). el PPM {del Pueblo Mexicano) y US (Unidad Socialis-
ta). En 1987 se conformó el PMS de la [usión del PSUM. el PMT. el MRP {Movimiento Revo-
Política. Gaceta Informativa de la Comisión Federal Electoral. 1979. ·s lucionario del Pueblo) y la UIC (Unidad de Izquierda Comunista).
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la caída del voto priísta se vio compensada porque sólo perdió una di-
putación de mayoría. porque las cifras de abstención fueron muy bajas
{25.2% en la elección presidencial y 3.2% en la de diputados) y porque
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EL fiN DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO
cia" electoral,3° que se dejó sentir con mayor fuerza en los estados que
desde los años sesenta venían dibujándose como entidades con arraigo
panista y que en los ochenta eran asientos importantes de. empresarios
los votos no re~istrados y anulados desaparecieron. aunque no como inconformes
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producto de la voluntad del electorado. sino por una disposición jurídi- Duran~o. Nuevo León y Jalisco). 31 . · - - · -· · - - ·
ca que estableció que no se considerarían dichos votos. 26 La crists econoiñica de iOs-~ch~~ta y las dificultades del gobierno para
También contribuyó a le~itimar la elección el hecho de que conten- administrarla fueron el catalizador del reclamo democrático que invadió
dieran seis candidatos presidenciales de oposición. aunque esta explo- el universo político mexicano en forma semejante a lo que ocurría para-
sión numérica de aspirantes y campañas sirvió para hacer más lelamente en América Latina. La arena electoral devino terreno propicio
contrastante la precariedad de sus apoyos (los seis candidatos juntos para la expresión del descontento porque ofrecía la oportunidad de agre-
alcanzaron apenas el 24.4% de los votos, mientras que el PRI se llevó el gar la protesta tanto de los sectores urbanos más individualizados que se
68.4%. En el terreno de las diputaciones. el PRI se llevó 299 curules de hallaban dispersos. como de la parte socialmente más marginada. y de
mayoría y las restantes fueron para el PAN) (cuadro 2). activar dicha protesta en función del esquema de polarización (PRI/PAN)
En estos términos. la zona de competencia se circunscribía a las que asumió la lucha electoral a mediados de la década. De hecho. varios
curules complementarias de representación proporcional que se dispu- ~ctores sociales extraelectorales como los empresa~_Qs. la j~~_él!:9,':!Í~ c.ató-
taban los partidos de oposición entre sí. La fórmula electoral para la lica y hasta el IJOb'temo norteamericano v1eron en las elecciones una opor-
distribución de dichas curules (de primera proporcionalidad). que fue -tunidad para incrementar sü-capacid:~"d de pre?.!<?.n.;;gl).r~..el gobierno
dispuesta y ratificada cada tres años por la Comisión Federal Electoral, ~icano a través de un respald9J.q¡J?.ik!!9"i!i~~~!qe.r?.-nc!él panista.32
fue una herramienta jurídica más que el ~obiemo tuvo en sus manos Hacia mediados de los años ochenta, la. importancia de las elecciones
para favorecer a los partidos minoritarios con votaciones más bajas y creció en forma acelerada y asociada con la debilidad del sustento moral
frenar la proyección de aquéllos con votaciones relativamente más al- del sistema electoral. pero también porque a~unas de las contiendas es-
29
tas. es decir. le permitió recrear la dispersión del voto opositor. tatales empezaron a desafiar directamente al sistema. El tema de la mani-
Mucho se ha dicho que la reforma política de 1977 fue hecha para la pulación oficial del voto cubrió por completo el debate en tomo a las
izquierda. pero que en realidad fue la derecha. el PAN. quien la capitalizó urnas. lo que repercutió positivamente sobre la capacidad del PAN para
porque aprovechó su larga experiencia en las lides electorales y la co- movilizar a los electores y poner en entredicho los triunfos priístas.
yuntura favorable ofrecida por la nacionaiizaeión-áe-la-banea-·(1-g Chihuahua 1986 fue el caso paradiqmático· porque a la protesta panista
que hizo que ciertos grupos em~resariales descontentos con la medida frente al fraude que se desple~ó tanto dentro como fuera del país, se su-
buscaran incorporársele. Esto significó la inyección de nuevos recursos maron grupos de intelectuales con una influencia importante en la opi-
y nuevos bríos que empujaron al PAN hacia una ofensiva o "impacien- nión pública nacional qu~ cuestionaron la validez de los resultados. 33
28
,. Véase Soledad Loaeza. "El Partido Acción Nacional: de la oposición leal a la impacien-
En 1982, los datos oficiales no consideraron las cUras de los votos anulados ¡¡racias a lo cia electoral", eñ S. Loaeza y R. Se¡¡ovia (comps.). La vida polftica mexicana en la crisis,
dispuesto por el artículo 212 de la LfOPPE, reformado ese año. Para una relación El Colegio de México. 1987, pp. 77-106
pormenorizada del problema de los votos anulados; véase Juan Molinar, "Vicisitudes de " Para una ¡¡eoqraffi¡ completa de la fuerza panista, véase Juan Reyes del Campillo. Alejan-
una reforma electoral". en S. Loaeza y R. Seiovia, La vida poUtica mexicana ... op. cic.. dro Carrillo Luv!anos. Miquel Ángel Romero. ·eompetitividad.leqitimidad y reforma elec-
pp. 25-41. Posteriormente. esta re¡¡la se institucionalizó en la fórmula de la llamada toral en México". en El Cotidiano. núm. 50, septiembre-octubre de 1992. pp. 92-94.
·votación efectiva· que solamente toma en cuenta los votos destinados a partidos re- " Esta polarización de la lucha electoral esta detallada en Jacqueline Peschard. "Las elec-
¡¡istrados, i¡¡norando los sufra¡¡ios para candidatos no re¡¡istrados o anulados. ciones en el sexenio de la crisis". en C. Bazdresch. N. Bucay. S. Loaeza y N. Lustiq, Méxi-
.. Una explicación de las implicaciones de las fórmulas electorales puede consultarse en co. auge, crisis y ajuste, !'CE. 1992. pp. 212-236.
Javier Patiño Camarena. Análisis de la reformapolftica. UNAM. 1980. pp. 104-112. " El resultado del reclamo fue el artículo de Juan Molinar. "Reqreso a Chihuahua·. Nexos.
núm. 111. de marzo de 1987. que analizó la documentación oficial proporcionada por
la Secretaria de Gobernación.
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En esta coyuntura. el centro del debate se desplazó del asunto del A diferencia de las le~islaciones anteriores, el Códi~o federal Elec-
re~istro y representación de los partidos políticos hacia el problema de toral sur~ió como reacción del gobierno frente a signos amenazantes
los orqanismos encarqados de realizar los comicios y hacer el cómputo para su control sobre las urnas. sin embargo, no pudo preveer la embes-
de los votos. en particular de la Comisión federal Electoral que concen- tida que significarían los comicios presidenciales de 1988, pues con todo
traba una cantidad enorme de facultades. y los candados que puso no logró mantener el proceso dentro de los
En este contexto de cuestiona miento al sistema elector~e despe- marcos de respeto a la leqalidad.
que de la ofensiva sobre todo panista. la reforma electoral d~que dio
lu~ar al Códiqo federal Electoral respondió a presiones de la oposición a
la vez que a propósuos dt:n::mtnz>lcrel··o1iCffi1fsmo que 1~ a: 1) am- La caída del sistema de partido hef!emónico (1988- )
p!íaflosespaciosaerepresemat:iórr;-·atmrentandtJa2óo las curules de
representación proporcional. pero permitiendo que el PRI participara de Julio de 1988 constituye un parteaquas en la historia electoral porque
dicho reparto; 2) evitar la pulverización del espectro político. limitando el trastocó uno de los pilares clave de la hegemonía priísta: la capacidad
acceso de los partidos políticos a la arena electoral con la eliminación del para ase~urar la transmisión pacífica del poder dentro de la misma élite
registro condicionado y de la fi~ura de las asociaciones políticas: 3) refor- y av~~ por un consenso electoral.
zar el control oficial sobre los or~anismos electorales para que el qobier- ~epresenta el mayor cuestionamiento al régimen posrevolu-
no ya no tuviera que depender de la alianza con los llamados:. partidos cionano desde su institucionalización porque a pesar de que la oposición
paraestatales; 4) fortalecer la posición mayoritaria en la Cámara de Dipu- no pudo probar la maqnitud del fraude, el partido del gobierno tampoco
tados (a través del llamado ·candado de qobemabilidad"). y 5) dar cauce pudo documentar su triunfo que quedó manchado por la "caída del siste-
a las impugnaciones que surgieran por irreqularidades en los procesos. ma·. por el hecho de que sólo se dieron a conocer las actas de 29ooo
La tensión entre el afán de reforzar el control por parte del qobiemo y casillas (56% del total). y por las anomalías e inconsistencias de los datos. ~5
su necesidad de responder a las demandas de la oposición hicieron que La contienda de 1988 fue competida no solamente porque por pri-
de. manera inusitada. la iniciativa de reforma del ejecutivo sufriera modi- mera vez ganadores y perdedores no estuvieron predeterminados. sino
ficaciones importantes en la Cámara de Diputados, entre las que destaca porque los partidos de oposición lograron_,Q~Q.l!L&rle...cl.lriunlo....-ªLP..B_I
por su sentido involutivo la relativa a la representación de los partidos justamente en la cúspide de la pirá,J:n!Q~..PQ!.í.!!~ª'
políticos dentro de la Comisión Federal Electoral, que en lugar de una .--La votación del candidato presidencial del PRI cayó 18puntos por-
restricción como proponía la iniciativa presidencial (sólo tendrían voz y centuales respecto de 1982, es decir. en una proporción muy semejante
voto los tres partidos electoralmente más fuertes). introdujo una propor- a la de seis años antés. pero en esta ocasión ya no pudo captar la mayo-
cionalidad que implicaba un ses~o mayor (cada partido tendría un nú- ría absoluta de los sufragios emitidos (48.9%). aunque sí lo loqró con
mero de representantes de· acuerdo con su nivel de votación en la relación a la llamada votación efectiva (50.7%), que considera única-
contienda federal previa). Esta fórmula le permitió al PRI acceder a 16 mente la votación diriqida a los partidos políticos registrados (cuadro
puestos dentro de la CFE, gracias a lo cual ase~uró de entrada una mayo- 2). Esta disminución implicó, además, que el candidato priísta perdiera
ría de votos dentro delór~ano central electoral. que lo liberó de cualquier la votación en cinco entidades federativas (Michoacán. Distrito federal.
necesidad de pactar con los partidos comparsas para sacar adelante deci-
siones favorables al oficíalismo. 34 " Las elecciones de 1988 han sido ampliamente analizadas en obras colectivas. Pablo
González Casanova (coord.). Segundo Informe sobre la democracia. México el 6 de
julio de 1988. Siqlo XXI-UNAM, 1990: J. P. Leal. J. Peschard y C. Rivera (comps.). Las elec-
1
Para una exposición detallada de la reforma electoral de 1987. véase José Woldenberq. :.:.
' :~. ciones federales de 1988.FCPyS.• UNAM. 1989: Jaime González Graf (comp.), Las eleccio-
"La reforma electoral de 1986-. en Germán Pérez y Samuel León. 17 ángulos de un -~: nes de 1988 y la crisis del sistema pcjUtico. IMEP-Diana. 1989: José 'Barberán et al.. l<adio-
sexenio. UNAM. Plaza y Valdés. 1987. pp. 225·245. grafía del fraude. Nuestro Tiempo 1988.
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• 478.
JACQUELJNE PfSCHAilO
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• 480·
JACQUWNE PESCHARD
•• Véase Guadalupe Pacheco. "Las elecciones de aqosto de 1991". Revista Examen. octu·
bre de 1991, pp. 21-24.
" Además. a diferencia de !988. en esta elección intermedia privó un voto ·a favor~ más
que un ·voto en contra·. que es más motivante y activador. Véase Margare! Conway.
Political Participation... op.cit.. p. 12.
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• 485.
• 484. EL FIN DEL SISTEMA DE PARTIDO HEGEMÓNICO
JACQUELINE PESCHAllD
1 ~s políticos se han ganado el lugar de interlocut9res indispensables
La recuper~ción priísta se reflejó espectacularmente tanto en las -··· · ·
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votaciones como en la distribución de las curules de mayoría (289 para A pesar de que en las elecciones de 1991. "los reclamos se centraron
el PRI y 1Opara el PAN -una fue anulada-). y ello hizo pensar en la vuelta en la or!Janización comicial (manipulación del empadronamiento. ses!Jos
a la situación previa a 1988. a la ausencia de competitividad. a una lu- en la credencialización. ipconsistencias en la insaculación para los fun-
cha electoral en dos pistas diferenciadas (cuadro 2). Sin embargo. al cionarios de casillas. retrasos inexplicables en la entre!Ja de los resulta-
contemplar las contiendas para renovar gubematuras que simultánea- dos). el debate que se fue construyendo posteriormente se enfocó más
mente se realizaron en siete estados. la recuperación del PRI no puede que en los órganos electorales y en las fórmulas de representación. que
verse simplemente como la restauración del sistema hegemónico ante- por otro lado si!luen siendo materia de discusión. en el asunto de la
rior por varias razones: 1) el PRI ha dejado de ganar las elecciones quiera asimetría entre los partidos políticos. El financiamiento de los partidos.
o no como reza el modelo hegemónico; 2) la oposición ya no es sola- los montos de sus recursos de campaña y la utilización de los medios de
mente un actor "tolerado". sino uno que efectivamente moviliza la pro- comunicación. junto con la imparcialidad de los orqanismos electora-
testa y se enfrenta en términos anta!lónicos al partido del szobierno. y 3) les. fueron temas recurrentes en el debate político sobre la siguiente
la oposición es capaz no sólo de desafiar. sino de vetar los triunfos del reforma electoral y además sancionados como pertinentes por el titular
PRI en el terreno de los más altos puestos. del ejecutivo en su Cuarto Informe de Gobierno.
Es cierto que el desafío en las urnas está regionalmente localizado. Independientemente de los acuerdos a que eventualmente llequen
puesto que de los 21 estados que renovaron sus qobiernos durante los los partidos políticos en materia de reforma electoral. los cambios polí-
primeros cuatro años del gobierno salinista. sólo en ocho de ellos al!lu- ticos que las propias elecciones han impulsado muestran que ya no hay
no de los candidatos de oposición tuvo posibilidades de acercarse al condiciones para restaurar un sistema de partido heqemónico. y que
triunfo. mientras que en otros seis estados el PRI prácticamente no tuvo aquel que lo remplace tendrá que asumir la centralidad de las eleccio-
adversario y las contiendas se sucedieron sin mayores problemaS. 44 nes y la necesidad de un efectivo pluralismo.
La paradoja del momento actual es que aunque el dato más sobresa-
liente de las elecciones es la falta de credibilidad de los resultados oficia-
les. la protesta de la oposición no se ha encaminado a identificar con
precisión las irregularidades ni a limpiar los procesos. sino a movilizar el
descontento para provocar soluciones políticas extraordinarias (en el curso
de un año. los interina tos como mecanismos para solucionar el conflicto
poselectoral se implantaron en cuatro estados: Tabasco. Guanajuato. San
Luis Potosí y Michoacáh). Dicho de otra manera. la oposición ha hecho
negocio del descrédito del sistema del cual ella misma fonna parte. quiZá
justamente en razón de su debilidad. sin embar11o es un hecho que los
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•• Las ocho elecciones para gobernador que pueden caracterizarse como competidas fue-
ron las de Baja California. Chihuahua. Michoacán. San Luis Potosi. Guanajuato. Durango. · ·"'j;_
Tamaulipas y Sinaloa. Las 6 virtualmente sin adversario fueron las de Querétaro. Colima.
Campeche. Tlaxcala. Aquascalientes y Zacatecas. Los casos restantes se localizarían en
un punto intermedio (Nuevo León. Tabasco. Jalisco. Veracruz. Oaxaca. Sonora y Pue-
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bla). Una relación pormenorizada de elecciones locales de 1991 puede verse en el nú- t,:·,
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mero 3 de Eslabones. de enero-junio de 1992. dedicado a "Elección o designación de
gobernadores·. ~;'
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