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El turpial venezolano o troupial (Icterus icterus) es un ave perteneciente a la familia de los

ictéridos, originaria del continente americano. De aspecto pequeño, midiendo entre 15 y


22 cm, tiene la cabeza y las alas de color negro y el resto del cuerpo amarillo.

El turpial venezolano frecuenta las áreas cálidas y poco lluviosas como la sabana y la
selva de galería, donde encuentran abundante alimento indispensable para su dieta,
caracterizada por insectos, fruta, huevos de otras aves y eventualmente otras aves más
pequeñas.

El turpial es el ave nacional de Venezuela


El turpial es una hermosa ave cantora que se distingue por su plumaje de color negro
en la cabeza, parte del pecho y alas; el resto del cuerpo es amarillo terroso, casi
anaranjado. En sus alas se aprecia una fina línea de color blanco. Llega a medir entre
15 y 22 cm. Su pico es coniforme, haciéndose puntiagudo de forma extrema.
El 23 de mayo de 1958 fue declarada Ave Nacional de Venezuela, tras un concurso
promovido por la Sociedad Venezolana de Ciencias. Lo acompañan como símbolos
Nacionales de Venezuela el Araguaney y la Orquídea.
El turpial habita en casi todo el territorio venezolano, alcanzando en sus viajes los
llanos orientales de Colombia y Panamá, así como el resto de la zona norte de
Suramérica. Frecuentemente recorre las sabanas y selvas de galería que son zonas
cálidas y de poca precipitación, donde consigue las provisiones necesarias que
constituyen su dieta, tales como insectos, frutas, huevos de otras aves y
ocasionalmente una que otra ave más pequeña.
El turpial es el ave nacional de Venezuela

El Turpial es un ave muy territorial que acostumbra ocupar nidos abandonados,


llegando a vivir ya sea solos o en pareja. La época de apareamiento del turpial va de
marzo a septiembre. La hembra deposita en el nido de 3 a 4 huevos, incubándolos
durante dos semanas, luego de las cuales nacen las crías. Durante este período el
turpial defiende férreamente su territorio, brindando constante protección y alimento a
sus crías.
En muchas viviendas venezolanas que aún poseen soleados jardines interiores, es
costumbre de sus habitantes colocarles trozos de diversas frutas como naranja,
lechoza (papaya) o cambúr (banano), para que acudan a comer junto a otras aves de
vivos colores. El atiplado y sonoro canto del turpial venezolano es uno de sus
principales atributos, que lo convierten en una de las especies predilectas para la
observación de aves. Cada año, miles de turistas de todas las regiones del planeta
visitan Venezuela atraídos por la posibilidad de contemplar este pájaro en sus
distintos hábitats.

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