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Entrelazamiento cuántico

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El entrelazamiento cuántico (Quantenverschränkung, originariamente en alemán) es una
propiedad predicha en 1935 por Einstein, Podolsky y Rosen (en lo sucesivo EPR) en su formulación
de la llamada paradoja EPR.
El término fue introducido en 1935 por Erwin Schrödinger para describir un fenómeno de mecánica
cuántica que se demuestra en los experimentos, pero inicialmente no se comprendió bien su
relevancia para la física teórica. Un conjunto de partículas entrelazadas (en su término técnico en
inglés: entangled) no pueden definirse como partículas individuales con estados definidos, sino
como un sistema con una función de onda única para todo el sistema.
El entrelazamiento es un fenómeno cuántico, sin equivalente clásico, en el cual los estados
cuánticos de dos o más objetos se deben describir mediante un estado único que involucra a todos
los objetos del sistema, aun cuando los objetos estén separados espacialmente. Esto lleva a
correlaciones entre las propiedades físicas observables. Por ejemplo, es posible preparar (enlazar)
dos partículas en un solo estado cuántico de espín nulo, de forma que cuando se observe que una
gira hacia arriba, la otra automáticamente recibirá una «señal» y se mostrará como girando hacia
abajo, pese a la imposibilidad de predecir, según los postulados de la mecánica clásica, qué estado
cuántico se observará.
Esas fuertes correlaciones hacen que las medidas realizadas sobre un sistema parezcan estar
influyendo instantáneamente otros sistemas que están entrelazados con él, y sugieren que alguna
influencia se tendría que estar propagando instantáneamente entre los sistemas, a pesar de la
separación entre ellos.
No obstante, no parece que se pueda transmitir información clásica a velocidad superior a la de la
luz mediante el entrelazamiento porque no se puede transmitir ninguna información útil a más
velocidad que la de la luz. Sólo es posible la transmisión de información usando un conjunto de
estados entrelazados en conjugación con un canal de información clásico, también llamado
teleportación cuántica. Mas, por necesitar de ese canal clásico, la información útil no podrá superar
la velocidad de la luz.
El entrelazamiento cuántico fue en un principio planteado por sus autores (Einstein, Podolsky y
Rosen) como un argumento en contra de la mecánica cuántica, en particular con vistas a probar su
incompleción puesto que se puede demostrar que las correlaciones predichas por la mecánica
cuántica son inconsistentes con el principio del realismo local, que dice que cada partícula debe
tener un estado bien definido, sin que sea necesario hacer referencia a otros sistemas distantes.
Con el tiempo se ha acabado definiendo como uno de los aspectos más peculiares de esta teoría,
especialmente desde que el físico norirlandés John S. Bell dio un nuevo impulso a este campo en los
años 60 gracias a un refinado análisis de las sutilezas que involucra el entrelazamiento. La
propiedad matemática que subyace a la propiedad física de entrelazamiento es la llamada no
separabilidad. Además, los sistemas físicos que sufren entrelazamiento cuántico son típicamente
sistemas microscópicos (casi todos los que se conocen de hecho lo son), pues, según se entendía,
esta propiedad se perdía en el ámbito macroscópico debido al fenómeno de la Decoherencia
cuántica. Sin embargo más recientemente, un experimento1 ha logrado el citado entrelazamiento en
diamantes milimétricos, llevando así este fenómeno al nivel de lo macroscópico.
El entrelazamiento es la base de tecnologías en fase de desarrollo, tales como la computación
cuántican. 1 o la criptografía cuántica, y se ha utilizado en experimentos de teleportación cuántica.

Índice
 1 Motivación y antecedentes históricos
 2 Planteamiento actual en términos de fotones
 3 Formulación matemática
 3.1 No separabilidad
 3.2 El estado singlete
 3.3 Estados de más de dos fotones
 4 Intercambio de entrelazamiento
 5 Perspectivas
 6 Secuencia histórica
 7 Cuantificación
 8 Referencias
 9 Notas
 10 Bibliografía
 11 Véase también

Motivación y antecedentes históricos


En el contexto original del artículo de EPR, el entrelazamiento se postula como una propiedad
estadística del sistema físico formado por una pareja de electrones que provienen de una fuente
común y están altamente correlacionados debido a la ley de conservación del momento lineal.
Según el argumento de EPR, si, transcurrido un cierto tiempo desde la formación de este estado de
dos partículas, realizásemos la medición simultánea del momento lineal en uno de los electrones y
de la posición en el otro, habríamos logrado sortear las limitaciones impuestas por el principio de
incertidumbre de Heisenberg a la medición de ambas variables físicas, ya que la alta correlación nos
permitiría inferir las propiedades físicas correlativas de una partícula (posición o momento) respecto
de la otra. Si esto no fuera así, tendríamos que aceptar que ambas partículas transmiten
instantáneamente algún tipo de perturbación que a la larga (cuando se recopilan los datos
estadísticos) tendría el efecto de alterar las distribuciones estadísticas de tal forma que el principio
de Heisenberg quedase salvaguardado (haciendo más indefinida la posición de una de las partículas
cuando se mide el momento lineal de la otra, y viceversa).
Es importante señalar que los términos simultáneamente o instantáneamente, que acabamos de usar,
no tienen en realidad significado preciso dentro del contexto de la teoría de la relatividad especial,
que es el esquema universalmente aceptado para la representación de sucesos en el espacio-tiempo.
Debe interpretarse por lo tanto que las mediciones antes mencionadas se hacen en un intervalo
temporal tan breve que es imposible que los sistemas se comuniquen con una celeridad menor o
igual que la establecida por el límite que impone la velocidad de la luz o velocidad máxima de
propagación de las interacciones.

Planteamiento actual en términos de fotones


Hoy día se prefiere plantear todas las cuestiones relativas al entrelazamiento usando fotones (en
lugar de electrones) como sistema físico a estudiar y considerando sus espines como variables
físicas a medir.
El motivo es doble: por una parte es experimentalmente más fácil preparar estados coherentes de
dos fotones (o más) altamente correlacionados mediante técnicas de conversión paramétrica a la
baja que preparar estados de electrones o núcleos de átomos (en general materia leptónica o
bariónica) de análogas propiedades cuánticas; y por otra parte es mucho más fácil hacer
razonamientos teóricos sobre un observable de espectro discreto como el espín que sobre uno de
espectro continuo, como la posición o el momento lineal.
De acuerdo con el análisis estándar del entrelazamiento cuántico, dos fotones (partículas de luz) que
nacen de una misma fuente coherente estarán entrelazados; es decir, ambas partículas serán la
superposición de dos estados de dos partículas que no se pueden expresar como el producto de
estados respectivos de una partícula.
En otras palabras: lo que le ocurra a uno de los dos fotones influirá de forma instantánea a lo que le
ocurra al otro, dado que sus distribuciones de probabilidad están indisolublemente ligadas con la
dinámica de ambas. Este hecho, que parece burlar el sentido común, ha sido comprobado
experimentalmente, e incluso se ha conseguido el entrelazamiento triple, en el cual se entrelazan
tres fotones.

Formulación matemática
No separabilidad
Desde el punto de vista matemático, la no separabilidad se reduce a que no es posible factorizar la
distribución de probabilidad estadística de dos variables estocásticas como producto de
distribuciones independientes respectivas:

Esto es equivalente a la condición de dependencia estadística (no independencia) de ambas


variables. Para cualquier sistema físico que se halle en un estado puro, la mecánica cuántica postula
la existencia de un objeto matemático denominado función de onda, que codifica todas sus
propiedades físicas en forma de distribuciones de probabilidad de observar valores concretos de
todas las variables físicas relevantes para la descripción de su estado físico.
Dado que en mecánica cuántica la distribución de probabilidad de cualquier observable se obtiene,
en notación de Dirac, como el producto:
cualquier estado de dos partículas que se exprese como una superposición lineal de dos o más
estados que no sea factorizable como producto de estados independientes hará que las
distribuciones de probabilidad para observables de ambas partículas sean en general dependientes:

Visto así, parecería que la condición de entrelazamiento sería la más común y de hecho la
factorizabilidad de los estados la menos habitual. El motivo de que no sea así es que la mayoría de
los estados que observamos en la naturaleza son estados mezcla estrictos.

El estado singlete
El estado de espín 1/2:

Estados de más de dos fotones

Intercambio de entrelazamiento
El intercambio de entrelazamiento hace posible enredar dos partículas sin que estas hayan
interactuado previamente. Vea Intercambio de entrelazamiento.

Perspectivas
Hoy en día se buscan aplicaciones tecnológicas para esta propiedad cuántica. Una de ellas es la
llamada teleportación de estados cuánticos, si bien parecen existir limitaciones importantes a lo que
se puede conseguir en principio con dichas técnicas, dado que la transmisión de información parece
ir ligada a la transmisión de energía (lo cual en condiciones superlumínicas implicaría la violación
de la causalidad relativista).
Es preciso entender que la teleportación de estados cuánticos está muy lejos de parecerse a
cualquier concepto de teleportación que se pueda extraer de la ciencia ficción y fuentes similares.
La teleportación cuántica sería más bien un calco exacto transmitido instantáneamente (dentro de
las restricciones impuestas por el principio de relatividad especial) del estado atómico o molecular
de un grupo muy pequeño de átomos. Piénsese que si las dificultades para obtener fuentes
coherentes de materia leptónica son grandes, aún lo serán más si se trata de obtener fuentes
coherentes de muestras macroscópicas de materia, no digamos ya un ser vivo o un chip con un
estado binario definido, por poner un ejemplo.
El estudio de los estados entrelazados tiene gran relevancia en la disciplina conocida como
computación cuántica, cuyos sistemas se definirían por el entrelazamiento.

Secuencia histórica
Luego de establecer la primera versión de la mecánica cuántica, Werner Heisenberg propone el
denominado principio de indeterminación de Heisenberg, que describe cuantitativamente la
limitación de la exactitud con que pueden medirse simultáneamente variables tales como posición y
cantidad de movimiento, o bien energía y tiempo.
Lo sorprendente del caso es que esta imposibilidad no se relaciona con la aptitud del hombre para
realizar mediciones, sino que sería una indeterminación inherente a la propia realidad física.
En esa época (década de los 20) comienzan las discusiones entre Albert Einstein y Niels Böhr. El
primero supone que, subyacente a las probabilidades que aparecen en las ecuaciones de la mecánica
cuántica, existen variables subcuánticas, o variables ocultas, que permitirán, alguna vez, establecer
una descripción determinista del mundo cuántico. Por el contrario, Böhr estimaba que las
probabilidades eran el aspecto predominante del último peldaño de la escala atómica.
En 1932 aparece un artículo de John von Neumann en el que demuestra, a nivel teórico, la
imposibilidad de que existan variables ocultas como sustento del mundo atómico.
En 1935 aparece un artículo de Einstein, Podolsky y Rosen que sería luego conocido como la
paradoja EPR en el cual se pretende demostrar que el principio de indeterminación de Heisenberg
presenta excepciones en su aplicación. Se supone que si tenemos dos partículas que se dispersan
luego de una colisión y viajan en direcciones opuestas, podremos hacer mediciones en una de ellas
y así, indirectamente, podremos tener información de la otra sin realizar sobre ella ninguna
medición.
Se supone que existe la propiedad de la localidad, en el sentido de que algo que ocurre en un lugar
no debería afectar a cualquier cosa que suceda en un lugar lejano, a no ser que se envíe una señal de
un lugar a otro (como máximo a la velocidad de la luz) que pueda producir un cambio en este
último.
La otra posibilidad, la no localidad, implica que ambas partículas siguen vinculadas (entrelazadas)
con una información que se transmitiría, posiblemente, a velocidades mayores que la de luz.
El artículo EPR fue un importante incentivo para la investigación del entrelazamiento. Respecto de
este fenómeno, Erwin Schrödinger escribe: “Cuando dos sistemas, de los que conocemos sus
estados por su respectiva representación, entran en interacción física temporal debido a fuerzas
conocidas entre ellos y tras de un tiempo de influencia mutua se separan otra vez, entonces ya no
pueden describirse como antes, esto es, dotando a cada uno de ellos de una representación propia.
Yo no llamaría esto «un» sino «el» rasgo característico de la mecánica cuántica”.
Las partículas entrelazadas surgirían de algunas posibles maneras, tales como:
1. Electrón que desciende dos niveles energéticos dentro del átomo, generando dos fotones
entrelazados.
2. Colisión electrón- positrón, que genera dos fotones entrelazados
En cuanto a las mediciones posibles en dos partículas entrelazadas:
1. Cantidad de movimiento y posición de ambas (EPR)
2. Spines de ambas (David Bohm)
El teorema de von Neumann no permite establecer verificación experimental alguna, mientras que
John S. Bell, cuando establece las “desigualdades de Bell”, vislumbra la posibilidad de una
verificación experimental. Este nuevo teorema permitiría aclarar las cosas, ya sea a favor de
Einstein o a favor de Böhr y de la no localidad.
La no localidad implica la existencia del entrelazamiento de partículas y vendría a ser un vínculo
que se prolonga en el tiempo aún cuando dos o tres partículas se encuentren en distintas posiciones
en el espacio.
Varios físicos tratan de verificar las desigualdades de Bell, siendo Alain Aspect quien tiene mayor
éxito, resultando una confirmación de la existencia del entrelazamiento y de la postura de Niels
Böhr.

Cuantificación
Al considerarse al entrelazamiento cuántico como un recurso que puede ser consumido para llevar a
cabo ciertas tareas, surgió la idea de definir una magnitud para cuantificarlo.2 Esta no es una tarea
trivial, y el resultado aún no está bien definido. Sin embargo, algunos puntos sí han sido bien
establecidos. Se ha determinado que existen estados que están máximamente entrelazados, por
ejemplo, un sistema de dos qubits en un estado de Bell como

tiene el entrelazamiento máximo posible para un sistema de dos qubits. En el otro extremo, los
estados separables no están entrelazados en absoluto. Otra condición fundamental es que no es
posible incrementar el entrelazamiento únicamente mediante operaciones locales y comunicación de
información clásica. En otras palabras, para aumentar el entrelazamiento entre dos qubits hay que
acercarlos y dejar que interactúen directamente. Partiendo de estas condiciones, se han establecido
una serie de posibles definiciones y de funciones para cuantificar el entrelazamiento, entre ellas la
entropía.

Referencias
1.

 "Quantum entanglement in macroscopic diamonds"


2. Martin B. Plenio and Shashank Virmani (2007). «An introduction to entanglement
measures». Quant. Inf. Comput. 7: 1-51.

Notas
1. El entrelazamiento de partículas es un fenómeno esencial para desarrollar futuros
ordenadores cuánticos que sean mucho más veloces que los actuales, tales como los que se
estudian y proyectan en del Instituto de Física Experimental de la Universidad de Innsbruck.
Entrelazando bits cuánticos individuales, un ordenador cuántico podría resolver problemas
mucho más velozmente que uno de memoria digital magnética binaria. Sin embargo, afirma
Thomas Monz, resulta muy difícil comprender el entrelazamiento cuando se trata de más de
dos partículas. En abril de 2011, Monz, con sus colegas del equipo dirigido por Rainer Blatt,
estaba realizando un experimento con varias partículas entrelazadas, lo que aporta una nueva
perspectiva de este fenómeno. A partir del año 2005, el equipo dirigido por Rainer Blatt ha
estado superando su propio récord de entrelazamiento de bits cuánticos; en abril de 2011 han
superado el límite de 8 bits cuánticos, casi duplicándolo: hasta esa fecha no se había logrado
controlar el entrelazamiento de ocho partículas, lo que significa un byte cuántico. Desde la
fecha citada casi han duplicado ese límite; para esto confinaron 14 átomos de calcio
dirigiéndolos con haces de láser en una trampa de iones; de este modo los estados internos
de cada átomo constituyen qubits y por este método en abril de 2011 han producido un
registro cuántico de 14 qubits, lo cual bien podría ser la base de un próximo ordenador
cuántico. Por otra parte estos investigadores han descubierto que cuando hay varias
partículas entrelazadas la sensibilidad del sistema aumenta de modo significativo. Tal
proceso raramente se había observado en procesos cuánticos y resulta importante no sólo
para construir ordenadores cuánticos, sino también para hacer relojes atómicos de extrema
precisión y para realizar simulaciones cuánticas,

Bibliografía
 “Entrelazamiento” de Amir D. Aczel - Editorial Crítica SA
 “Causalidad y azar en la física moderna” de David Bohm – UNAM
 "Deformación cuántica en Bajas Temperaturas de Arquimedes Arguinzon-UCV
 “Lo decible y lo indecible en mecánica cuántica” de John S. Bell – Alianza Editorial
 “En busca de lo real” de Bernard d`Espagnat – Alianza Editorial
 “Fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica” de John von Neumann – Instituto de
Matemáticas “Jorge Juan” Madrid
 “Entrelazamiento” de Amir D. Aczel - Editorial Drakontos

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