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Evaporación ............................................................................................................ 7
Termogénesis........................................................................................................ 26
1.2. Hidratación.......................................................................................................... 27
2. Resumen .................................................................................................................. 32
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UD 4. Termorregulación e hidratación
La principal fuente de calor del organismo es la producción de calor metabólico. En reposo con un
VO2 de 300 ml·min-1 se produce una carga térmica de unos 100W. En ejercicio realizado de forma
estable con un VO2 de 1 l·min-1 genera aproximadamente 350 W de calor, como vemos el hombre
no es eficiente, solo entorno al 20% de la energía se transfiere en movimiento y no se pierde en
calor, es decir, cuando se producen 10 vatios, implica que unos 400 los perdamos en forma de
calor. No obstante, también podemos absorber calor del medio ambiente por radiación y
convección si la temperatura del globo y del aire sobrepasan la temperatura cutánea.
Figura 1. Charly Gaul en el Tour del 58 y Roberto Heras en la Titan Desert 2012.
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1. Desarrollo del contenido
Una vez que comprendemos el funcionamiento del organismo durante la realización del ejercicio,
las respuestas que se van a producir para hacer frente a los estímulos a los que lo sometemos y
las adaptaciones que se van a llevar a cabo en los diferentes órganos y sistemas, como
consecuencia de la práctica crónica del entrenamiento, que como vemos son todos ellos
mecanismos internos, en esta unidad vamos a analizar la influencia que van a tener aspectos
externos sobre el organismo durante la realización de ejercicio físico. Analizaremos los efectos de
la temperatura ambiente, y cómo el organismo, mediante diferentes mecanismos de regulación,
va a mantener el equilibrio térmico.
1.1. Termorregulación
La temperatura corporal del ser humano puede variar de un día para otro, incluso de una hora
para otra; sin embargo, estas fluctuaciones no son superiores a ±1°C; solamente la realización
de ejercicios intensos prolongados, las enfermedades o las condiciones externas de calor y de frío
hacen que se produzca una desviación de la temperatura corporal por encima de 37,8 °C y por
debajo de 36,1 °C. Podemos decir, por lo tanto, que el ser humano es homeotérmico.
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Figura 2. Variación de la temperatura corporal.
Nota
Los límites máximos de tolerancia para las células del organismo son unos 0°C como límite
inferior (congelación) y unos 45°C como límite superior (coagulación térmica), sin embargo
los seres humano s podemos soportar temperaturas internas inferiores a 35°C y superiores
a 41°C pero solo durante periodos muy cortos de tiempo. Los principales mecanismos para
la pérdida de calor son la vasodilatación periférica y el sudor.
El organismo generará una serie de respuestas en función de la intensidad del desafío térmico
presente (figura 3), tanto ante ambientes fríos como cálidos; en la siguiente figura podemos
observar los mecanismos o respuestas en función de la intensidad producida por los órganos
efectores.
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Figura 3. Reclutamiento escalonado de los órganos efectores de la termorregulación refleja. Fuente: López Dávila, 2014.
La transferencia entre el calor corporal y el medio ambiente se realiza mediante la capa más
externa del organismo, la piel. Por lo tanto, el calor producido en las partes más profundas del
cuerpo es transportado por la sangre hacia la piel, (Guyton & Hall, 1996) donde va a ser
transferido al exterior por acciones de cuatro posibles mecanismos:
1. Conducción.
2. Convección.
3. Radiación
4. Evaporación.
Convección
La convección es el proceso mediante el cual vamos a transferir calor desde un lugar a otro por
el movimiento de un gas o un líquido a través de la superficie calentada. Aunque en
muchas ocasiones no somos conscientes de ello, el aire a nuestro alrededor se mueve y barre las
moléculas de aire que se han calentado por contacto con la piel. Como vemos este proceso puede
darse por medio del aire o de un líquido (inmersos en agua) y cuanto mayor sea el movimiento
mayor será el ritmo de eliminación del calor por convección.
Estos dos mecanismos eliminan calor constantemente, cuando la temperatura exterior es inferior
a la temperatura de nuestro cuerpo, eliminando entre un 1020% del total del calor, en cambio,
si nos encontramos sumergidos, la cantidad total de calor eliminada por estos mecanismos
aumenta 25 veces. Tenemos que ser conscientes de que estos mecanismos eliminan calor si la
temperatura ambiente es menor que la del organismo, ya que si la temperatura ambiente, es
mayor que la del organismo se producirá el efecto contrario.
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Radiación
Evaporación
Si bien durante situaciones de reposo, mediante la evaporación, perdemos el torno al 20% del
calor total, es el mecanismo más importante de pérdida de calor durante el ejercicio,
llegando hasta pérdidas del 80% del calor total. La evaporación se va a producir de manera
inconsciente en aquellas zonas de contacto entre el fluido corporal y el ambiente, como en los
pulmones, la mucosa o la piel, siendo esta en torno a un 10%, y con muy poca capacidad de
aumento; por ello, cuando la temperatura corporal aumenta, se eleva la producción de sudor,
que cuando alcanza la piel, pasa de forma líquida a vapor. La evaporación de 1l de sudor da
como resultado la pérdida de 580 kcal.
“El sudor tiene que evaporarse para proporcionar enfriamiento, el sudor que gotea desde la
piel produce poco o ningún enfriamiento (Wilmore & Costill, 2015)”.
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PÉRDIDA ESTIMADA DE CALOR EN REPOSO Y DURANTE EL EJERCICIO
Tabla 1. Estimación de las pérdidas de calor mediante diferentes mecanismos en reposo y durante el ejercicio. Fuente:
Wilmore & Costill, 2015.
Podemos determinar la relación entre la producción y la perdida de una forma matemática como
(Gale, Bennett, Green, & MacDonald, 1981):
S = M – E ±R±C±C±K
S = acumulación de calor.
E = evaporación.
R = radiación.
C = convección.
K = conducción.
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Figura 4. Resumen de los mecanismos del organismo para mantener el equilibrio térmico. Fuente: casiopea.
El cloruro sódico es el principal competente del sudor, junto con el potasio, el calcio y el magnesio,
que están presentes en menores cantidades. Por ello el sudor es hipotónico si lo comparamos con
el plasma y por ello la típica en el sudor de sodio es de 10-70 mmol/L mientras que la de cloruro
es de 5-6 mmol/L dependiendo de la dieta, tasa de sudor y aclimatación al sudor 20.
Recuerda
Una deshidratación que ocasione una pérdida de peso mayor del 3,6% puede ocasionar una
modificación del hematocrito.
La realización de ejercicio en ambiente cálido va a alcanzar niveles que impiden la disipación del
calor y comprometen la función cardiovascular, limitando la capacidad de realizar ejercicio.
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PÉRDIDA DE AGUA POR HORA
Tabla 2. Pérdida de agua en función de la intensidad de la actividad y de la temperatura. Fuente: Katch et al., 2015.
Ambientes cálidos
Sabías que:
Un deportista aclimatado presenta una pérdida máxima de 3 l∙h -1 en un ejercicio intenso en clima
cálido.
Los maratonianos de alto rendimiento suelen perder en torno a 5 l por competición (6-10% de la
masa corporal). En ultramaratones y carreras más lentas lo normal son 500 ml∙h -1.
La sudoración intensa que se produce en el ejercicio realizado durante varias horas puede causar
un agotamiento de las glándulas sudoríparas y afectar a la regulación de la temperatura central.
El ambiente cálido y húmedo impide el enfriamiento eficaz por evaporación debido a la elevada
presión de vapor de agua en el aire. La sudoración excesiva en un ambiente muy húmedo
contribuye muy poco al enfriamiento (no hay evaporación); por eso la realización de actividad en
este tipo de ambientes, con prendas que retrasan la evaporación rápida del sudor, estimulan la
deshidratación y el calentamiento.
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Ambientes fríos
A pesar de la creencia popular, la deshidratación se convierte en un problema grave durante la
realización de ejercicio en ambientes fríos. El aire frío contiene menos humedad que el aire más
cálido, perdiendo el organismo más líquido de las vías respiratorias a medida que el aire frío y
seco se humidifica y se calienta hasta alcanzar la temperatura corporal. El frío, además,
incrementa la producción de orina.
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PORCENTAJE DE CONSECUENCIA
PÉRDIDA
La temperatura corporal interna en reposo se mantiene en torno a los 37±1ºC, pero durante el
ejercicio el organismo puede alcanzar una temperatura superior a los 40°C, con temperaturas
musculares de 42°C. Esto es debido a que el organismo no es capaz de disipar el calor a la
velocidad que es producido. Si bien es cierto que determinados sistemas se hacen más eficaces
con el aumento de la temperatura, el exceso puede afectar adversamente al rendimiento. Para
ello el organismo dispone de un sistema de control fisiológico.
El termostato corporal va a ser el hipotálamo (centros supra y preópticos del hipotálamo anterior)
donde se han registrado un número elevado de neuronas sensitivas al calor y al frio (Cooper,
2002), el cual recibe información de los termorreceptores, encargados de detectar cambios en la
temperatura corporal, tanto en el calentamiento como en el enfriamiento. Existen dos tipos de
termoreceptores, periféricos y centrales:
Periféricos:
Centrales:
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Localizados en el propio hipotálamo, analizan la sangre que irriga el sistema nervioso. Son
sensibles a cambios en la temperatura de 0,01 °C. También existen neuronas termosensibles
distribuidas por el sistema nervioso central y termorreceptores profundos, localizados en la
cavidad abdominal y en la musculatura.
El hipotálamo anterior está relacionado con la respuesta refleja, mientras que el posterior está
más relacionado con la respuesta de comportamiento. El hipotálamo funciona como el termostato
de una casa, va a comparar la información recibida de los termorreceptores con un valor deseado
o de ajuste y genera una señal de error que dirigirá a los elementos controladores para producir
modificaciones en la dirección deseada y regular la temperatura (Boulant, 2000).
Las respuestas de los efectores (Figura 5) del organismo se inician y controlan mediante un “error
de carga”, es decir mediante la regulación de la temperatura que está por encima o por debajo
de la temperatura de referencia (Figura 6).
Cuando el calor es transportado del interior del organismo a la piel, la pérdida de calor puede
realizarse mediante una vasdolitación periférica y el sudor (Wendt, van Loon, & Lichtenbelt,
2007). Para abordar este apartado, tenemos que definir el concepto de estrés por calor:
Por lo tanto, cuando se hacer ejercicio en ambientes a alta temperaturas, la temperatura central
del organismo puede alcanzar los 39.5 °C y la fatiga central (fatiga en el cerebro más que en los
músculos) puede producirse. Este puede ser un mecanismo para proteger el sobreentrenamiento.
No podemos determinar un motivo aislado por el cual el rendimiento se ve afectado durante la
realización de ejercicio en una situación de estrés térmico, sino que es un proceso integrado:
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(http://www.mysportscience.com/single-post/2017/08/06/Why-is-performance-in-the-heat-
decreased):
Figura 7. Modelo integrativo con el potencial cardiovascular, respiratorio, sistema nervioso central y factores periféricos
que puede influir en la fatiga durante el ejercicio prolongado en el calor. Fuente: Nybo, Rasmussen, & Sawka, 2014.
Función cardiovascular.
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Durante el ejercicio, el reflejo vasomotor tiene el efecto de redistribuir la sangre de los tejidos
inactivos restringiendo su volumen, para aumentar el flujo a los tejidos con mayores demandas
metabólicas como el músculo esquelético (Wendt et al., 2007). La circulación cutánea está
controlada por dos ramas del sistema nervioso simpático, el sistema vasoconstrictor activo
noradrenérgico y el sistema activo vasodilatador. (Kenney & Johnson, 1992).
Cuando realizamos actividad física en ambiente cálido, surgen dos demandas cardiovasculares
que compiten una con la otra surgiendo un conflicto (Kellogg, Zhao, Wu, & Johnson, 2010):
1. El aporte de oxígeno a los músculos activos debe de aumentar para satisfacer las demandas
de estos músculos.
2. El flujo sanguíneo a la piel debe de aumentar para transportar y eliminar el calor producido. Si
el gasto cardiaco se mantiene constante durante la realización de ejercicio submáximo en
ambientes cálidos y fríos, pero se produce una disminución del volumen sistólico durante la
realización de actividad en ambientes cálidos, el encargado de mantener ese gasto cardiaco en
valores constantes será el incremento de la frecuencia cardíaca o bien la reducción del volumen
sanguíneo a tejidos inactivos. Sin embargo y como sabemos, el aumento del volumen sistólico es
más importante para el rendimiento que la FC, por lo tanto el gasto cardíaco y la capacidad
aeróbica se verán comprometidos. A cualquier intensidad, en ambiente caluroso la FC es mayor
para compensar este menor VS pero cuando alcanzamos intensidades elevadas es posible que
alcancemos la FCmax y por lo tanto una taquicardia que no es capaz de mantener el gasto
cardíaco necesario.
El organismo logra un adecuado flujo sanguíneo hacia la piel y hacia los músculos activos, a
expensas de una reducción del flujo a otros tejidos como el riñón y el lecho vascular esplácnico,
teniendo complicaciones asociadas con el estrés térmico por ejercicio en el riñón y en el hígado
debido a la reducción del flujo sanguíneo. El mantenimiento de la presión arterial se logra porque
la vasoconstricción visceral aumenta la resistencia vascular total.
Figura 8. Efectos de la temperatura sobre el VO 2, la FC y la RPE. Fuente: Glass, Knowlton, & Becque, 1994.
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Figura 9. Impacto de la temperatura de la piel en el incremento de la frecuencia cardíaca. Fuente: Cheuvront, Kenefick,
Montain, & Sawka, 2010.
Como entre la temperatura de la piel (unos 33 ˚C) y la temperatura del interior (unos 37 ˚C)
existe un gradiente (4˚C) el calor producido por el organismo para soportar la vida es transmitido
a la piel para su disipación por convención. Cuando las condiciones sean de estrés térmico se
producirá un mayor gradiente y una vasodilatación elevando el flujo sanguíneo (78 L·min -1) a la
piel, debido a la señal simpática enviadas a las arteriolas de la piel (Rowell, 1983). Las venas de
la piel son capaces de generar una gran distensión, disminuyendo la velocidad de la circulación y
aumentando el tiempo para la pérdida de calor.
Durante la realización de un ejercicio máximo asociado a una posible deshidratación, una cantidad
menor de sangre se dirige a la piel para disipar el calor.
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“La regulación y el mantenimiento del flujo sanguíneo muscular a cargo del aparato
circulatorio se produce de forma preferente frente a la regulación de la temperatura, muchas
veces a expensas de una temperatura central ascendente (Katch, McArdle, & Katch, 2015)”.
Viaja
En el siguiente enlace tienes una infografía de cómo calcular la tasa de sudor. Un aspecto
interesante para evitar el proceso de deshidratación:
http://www.mysportscience.com/single-post/2017/07/14/How-much-do-you-sweat
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La sudoración se inicia cuando la disminución de la actividad vasoconstrictora del sistema
adrenérgico no es suficiente para neutralizar el aumento de la temperatura corporal, y su
activación tiende a coincidir con la activación de la vasodilatación activa.
Las glándulas sudoríparas están controladas por el hipotálamo, el cual ante la temperatura
elevada transmite estímulos a través de las fibras nerviosas simpáticas a las glándulas, las cuales
forman el sudor por filtración del plasma. Cuando se suda livianamente, el recorrido del mismo
por el conducto permite la reabsorción del sodio y de cloruro, pero cuando se suda más
rápidamente hay menos tiempo para este proceso y por lo tanto menos cantidad de sodio y
cloruro reabsorbido
Durante la realización de un esfuerzo intenso un individuo medio (70kg) puede perder entre 1.5
y 2.5 L de sudor o alrededor de un 2%-4% del peso corporal por hora, pero pérdidas mayores de
2.5 L hora no son habituales. Pero cuando la temperatura del ambiente es elevada se reduce el
volumen sanguíneo, y por lo tanto la cantidad de sangre para abastecer las demandas de la
termorregulación y los músculos activos (Sawka & Montain, 2000).
Estimulada por:
Nota
Tanto antes como después de un periodo de aclimatación el momento de la fatiga coincidiría con
una temperatura critica de cada individuo, sugiriendo que la temperatura del núcleo es un factor
limitante durante la realización de ejercicio en ambiente cálido (Nielsen, 1994).
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Figura 11. Temperatura central como factor limitante. Fuente: Nielsen, 1994.
Sabías que:
Se ha propuesto como índice para clasificar el riesgo de agotamiento por calor la temperatura
rectal:
La aclimatación al calor abarca los cambios fisiológicos adaptativos que aumentan la tolerancia al
calor (Katch et al., 2015) provocando diferentes adaptaciones fisiológicas que sirven para
aumentar la capacidad termorreguladora, reduciendo con ello el estrés térmico (López Chicharro
& Fernández Vaquero, 2006).
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• Hay una evidencia que el ejercicio de una duración de 100 minutos es más efectivo para
la inducción a la aclimatación no existiendo una ventaja cuando se realizan periodos de
ejercicio más prolongados (Lind & Bass, 1963).
• La aclimatación es reversible y desaparece si no se mantiene la exposición de ejercicio en
situación de calor.
• Las primeras adaptaciones fisiológicas en producirse durante la aclimatación son las
primeras adaptaciones en desaparecer (Armstrong & Maresh, 1991).
• Las respuestas a la aclimatación son mantenidas durante 1 semana y probablemente
durante 1 mes (Wendt et al., 2007).
Distribución eficaz del gasto Circulación apropiada hacia la piel y los músculos para
cardíaco satisfacer las demandas. Estabilidad presión arterial
Distribución eficaz del sudor por la Uso óptimo de la superficie efectiva para el enfriamiento
superficie cutánea
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Adaptación Días de aclimatación
Tabla 5. Periodización de las adaptaciones fisiológicas mediante la aclimatación al calor. Fuente: Wendt et al., 2007.
Las temperaturas corporales son más bajas después del entrenamiento en ambiente caluroso,
además la FC aumenta menos en respuesta a ejercicios submáximos estandarizados.
Figura 12. Diferencias en temperatura rectal (A) y frecuencia cardiaca (B) antes del entrenamiento (no aclimatado) y
después del entrenamiento (aclimatado). Fuente: King, Costill, Fink, Hargreaves, & Fielding, 1985.
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para una óptima aclimatación al calor, de ahí la recomendación de realizar ejercicio interválico
extenuante o continuo superior al 50% del VO2max (Armstrong & Maresh, 1991).
Aclimatación al calor:
Rehidratación:
La tasa de vaciado gástrico depende del volumen gástrico, cuando mayor sea el volumen
consumido mayor será el vaciado gástrico hasta al menos 600 ml, sin embargo, cuando una alta
tasa de vaciado gástrico es deseada, esta tiene que acompañarse por un mantenimiento de un
alto volumen bebiendo repetidamente (Gisolfi & Duchman, 1992). Este efecto puede verse
perjudicado por la composición de la bebida. Por ejemplo, el incremento de carbohidratos en las
bebidas deportivas puede disminuir la tasa de vaciado gástrico por el efecto en el contenido
energético y la osmolaridad (Brouns, 1998).
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Factores que modifican la tolerancia al calor
Aclimatación: la mayoría de los parámetros que aumentan con el estrés térmico se reducen con
7 días de aclimatación:
• Temperatura rectal.
• Frecuencia cardíaca
• Acumulación de lactato.
• Glucemia.
• Reducción de la aportación de hidratos de carbono.
• Reducción de concentración de catecolaminas.
Los primeros 5 días son clave, ya que en ellos se van a producir las adaptaciones cardiovasculares
y el volumen plasmático. Si en este proceso el peso del sujeto se reduce en más de un 4% hay
que disminuir la intensidad.
Se ha mostrado útil la aclimatación pasiva al calor, pero los beneficios son mucho mayores cuando
se realiza ejercicio moderado (>50% VO2max) durante el periodo de aclimatación.
La realización de ejercicio durante 100 minutos al día durante 9 días, realizado a una intensidad
de 300 kcal/h a 48,9 °C, reduce significativamente la FC y la temperatura rectal y aumenta la
pérdida de sudor entre el día 1 y el día 9 (Lind & Bass, 1963).
Figura 13. Temperatura rectal promedio (Ο), frecuencia cardiaca (●) y perdida de sudor (Δ) durante 100 minutos de
ejercicio realizados en 9 días consecutivos a la misma intensidad. Fuente: Lind & Bass, 1963.
Género: tanto hombres y mujeres parecen tener una misma tolerancia al estrés fisiológico y
térmico cuando se igualan los niveles de aptitud física y el nivel de aclimatación. No obstante, se
observan diferencias en:
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• Sudoración: las mujeres poseen más glándulas sudoríparas, empiezan a sudar a una
temperatura cutánea y central más alta y producen menos sudor a una misma carga de
ejercicio.
• Enfriamiento por evaporación: las mujeres dependen más de mecanismos circulatorios,
mientras que los hombres dependen más de la evaporación para disipar el calor.
• Índice entre superficie corporal y masa corporal: las mujeres poseen mayor índice entre
la superficie y la masa corporal, característica favorable para disipar el calor.
• Menstruación: el inicio de la sudoración requiere un mayor umbral de temperatura central
durante la fase lútea del ciclo menstrual.
Los adultos mayores no se recuperan tan rápido como los jóvenes de la deshidratación debido al
menor estímulo de la sed (incidencia en el volumen plasmático).
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1.1.5. Ejercicio en ambiente frío
Función muscular. El ejercicio aumenta la movilización de ácidos grasos libres. Este incremento
es debido a la liberación de catecolaminas en el sistema vascular. La exposición al frío provoca
un aumento de la secreción de catecolaminas, pero los niveles de ácidos grasos libres aumentan
menos que durante la realización de ejercicios en ambientes más cálidos. El ejercicio en ambiente
frío aumenta la vasoconstricción periférica en el sistema vascular, reduciendo el flujo sanguíneo
hacia la piel y los tejidos subcutáneos, principal depósito para los lípidos. La termogénesis por
tremor se origina a partir de la ineficiencia en la producción y utilización de ATP. El músculo
esquelético es el último efector reclutado en la respuesta ante el ambiente frío, activándose si la
temperatura sigue disminuyendo a pesar de la activación taquicárdica, la termogénesis en el
tejido adiposo pardo y la vasoconstricción de los vasos cutáneos. Normalmente comienza en el
torso y posteriormente en las extremidades (Bell, Tikuisis, & Jacobs, 1992).
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Vasoconstricción periférica. Para mantener el calor en el núcleo corporal y aislar al organismo
del frío, se produce una vasoconstricción de los tejidos periféricos (cutánea) causada por el grado
de activación del sistema adrenérgico y la activación de la célula de músculo liso vascular (Kellogg
et al., 2010), originando un enfriamiento de la piel. Esta isquemia de los tejidos periféricos es
soportada debido a un descenso del ritmo metabólico de estos tejidos; no obstante, si se produce
esta isquemia durante un tiempo prolongado, aparecerán lesiones tisulares. Para hacer frente a
estas lesiones, el organismo dispone de diferentes recursos: la vasodilatación intermitente en la
piel (enrojecimiento de orejas, manos, cara) puede aparecer a temperaturas de la piel inferiores
a 15 °C.
Tejido Adiposo pardo. El tejido adiposo pardo posee un alto potencial termogénico, aunque
represente una escasa proporción de peso corporal, recientemente se ha comprobado que este
tejido es funcional en humanos adultos y que se activa en respuesta al frío (Hofmann, Elbelt, &
Stengel, 2014). La secreción de noradrenalina produce un desacople entre la fosforilación
oxidativa y la producción de ATP que induce termogénesis (Nakamura & Morrison, 2011).
Termogénesis
Como hemos visto, la termogénesis es un proceso fundamental cuando el aislamiento se hace
insuficiente. Este proceso exigirá un aumento del consumo de energía y necesita que el organismo
se encuentre en unas condiciones óptimas, libre de fatiga y con suficientes reservas energéticas.
Tiroxina. Poco efecto como factor que actúa ante el frío, debido a que el frío no constituye un
estímulo de liberación y a que el efector final es la grasa parda y el hombre adulto presenta pocos
niveles ya que a pesar de que estudios mostraban que no existía prácticamente el organismo,
recientes estudios ha revelado que los adultos humanos presentan tejido adiposo pardo que se
activa durante el frío (Blondin, Tingelstad, Mantha, Gosselin, & Haman, 2014).
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Catecolaminas: aumentan durante la exposición al frio, aumento de VO 2 y de la producción de
calor. El cortisol produce un efecto similar.
Contráctil refleja: aumento generalizado del tono muscular, comienza por los músculos
masticatorios y los del cuello. Si el frio persiste la hipertonía da paso al temblor.
1.2. Hidratación
“La reposición hídrica programada apropiada mantiene el volumen plasmático con las beneficiosas
consecuencias que acarrea para el rendimiento del deportista. Cuando no se establecen pautas
para el consumo de agua, la mayoría de los deportistas solo repone de forma voluntaria la mitad
del agua perdida durante el ejercicio (<500 ml∙h-1) (Katch et al., 2015)”.
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Requerimientos de agua (l∙h-1) en reposo y a diferentes intensidades.
29,4°C 50% 0,2 0,5 1,0 1,5 0,5 0,9 1,3 1,8
35,6°C 30% 0,3 0,9 1,3 1,9 0,8 1,2 1,7 2,0
40,5°C 30% 0,6 1,0 1,5 2,0 0,9 1,3 1,9 2,0
46,0°C 20% 0,8 1,2 1,7 2,0 1,1 1,5 2,0 2,0
49,0°C 20% 0,9 1,3 1,9 2,0 1,3 1,7 2,0 2,0
Tabla 6. Requerimientos hídricos durante la realización de actividad física.
«El volumen de líquido ingerido debe ser superior al 20-25% del sudor perdido para restablecer
el balance hídrico» (Katch et al., 2015). Si la bebida no contiene el suficiente sodio, el exceso de
líquido solo aumenta la diuresis sin mejorar la rehidratación. El ACSM recomienda que las bebidas
contengan entre 0,5 y 0,7 g de sodio por litro.
Sujetos Na+ Cl K+
Varones no entrenados 90 60 4
Varones entrenados 35 30 4
Mujeres entrenadas 62 47 4
Tabla 7. Concentración de sodio, cloro y potasio durante el ejercicio en hombres y mujeres entrenados y no entrenados.
Fuente: Wilmore & Costill, 2015.
Debemos ser cautos con estas recomendaciones y atender a las características de los deportistas;
además la hiperhidratación definida como intoxicación por agua puede ocasionar resultar en
cambios de comportamiento, confusión, somnolencia, náuseas / vómitos, aumento de peso,
calambres musculares, debilidad / parálisis y riesgo de muerte.
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Rehidratación durante el ejercicio
Viaja
El objetivo de la rehidratación será reponer los líquidos perdidos para mantener el volumen
plasmático y el balance hidroelectrolítico. Se recomienda beber entre 6-8ml de líquido por kilo de
peso y hora de ejercicio (120-200 ml cada 20 minutos) a una temperatura de 15-21 grados.
Beber más cantidad puede ser contraproducente.
La resíntesis de glucógeno hepático y muscular es mayor durante las dos primeras horas
posesfuerzo; por lo tanto, las bebidas deben contener tanto sodio como carbohidratos.
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La ingesta de agua «sola» después del ejercicio (organismo deshidratado) tiene como
consecuencia que se produzca una pérdida de la osmolaridad plasmática y de la concentración de
sodio, estimulando la diuresis y disminuyendo la sed. Como sabemos, el potasio es importante
en la actividad muscular; por lo tanto, se producirá una pérdida intracelular y un aumento en la
concentración plasmática, restaurándose los niveles rápidamente tras el ejercicio. No existen
evidencias de que esta pérdida sea de suficiente magnitud como para afectar al rendimiento, pero
el potasio es muy importante para alcanzar una rehidratación adecuada.
Las recomendaciones que nos propone el ACSM son (visita este enlace para analizarlo en
profundidad):
Hidratación Beber 16-20 onzas de agua o bebidas deportivas por lo menos cuatro horas
antes del antes del ejercicio (470-590 ml).Beber 8-12 onzas de agua 10-15 minutos
ejercicio antes del ejercicio (240-350).
Hidratación Beber 3-8 onzas de agua cada 15-20 minutos en ejercicios de al menos 60
durante del min (90-240). Beber 3-8 onzas de bebidas deportivas (5,8 % de hidratos de
ejercicio carbono con electrolitos) cada 15-20 minutos en el ejercicio de más de 60
minutos. No beber con mayor frecuencia de 15 minutos
Hidratación Beber 20-24 onzas (590-700) de agua o bebida deportiva por cada libra (450
después del g) pérdida.
ejercicio
El glicerol es una sustancia permitida por la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) que aumenta el
volumen hídrico corporal para producir un estado de hiperhidratación. Las dosis recomendadas
de forma típica para la administración del glicerol es de 1 g por cada kg de masa corporal en 1-2
l de agua, con un efecto de 6 horas, facilitando la absorción intestinal de agua, retención de
líquidos extracelular y plasmático, reduciendo el estrés térmico, aumentando la sudoración,
disminuyendo la FC y la temperatura corporal, mejorando el rendimiento en situaciones de estrés
térmico. Sin embargo, no todos los estudios llevados a cabo obtenían estas mejoras, además de
presentar efectos como náuseas, vértigo, distensión abdominal y mareos.
Viaja
En la página del Gatorade Sports Science Insitute, tenéis acceso a multitud de estudios con
un campo específico para la hidratación.
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Tipos de hidratos de carbono: La fructosa puede abandonar el estómago más rápidamente que
otros hidratos de carbono cuando se toma sola provoca poca o ninguna ralentización. La mayoría
de bebidas deportivas contienen glucosa, sacarosa, fructosa, maltodextrinas.
No menos de 460 mg de sodio por litro (46 mg por 100 ml / 20 mmol/l) y no más de 1150 mg
de sodio por litro (115 mg por 100 ml / 50 mmol/l).
Estas bebidas deben tener una buena palatabilidad, por lo que es razonable pensar que se
consumirán con más facilidad que el agua sola.
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2. Resumen
Los humanos somos homeotérmicos, es decir, mantenemos una temperatura corporal interna
constante. Podemos transferir el calor mediante conducción, convección, radiación y evaporación,
siendo la evaporación el medio más importante para la pérdida de calor durante el ejercicio. La
información que nuestro hipotálamo procesa proviene de los receptores periféricos (temperatura
de la piel y del exterior) y de los receptores centrales, que transmiten información de la
temperatura interna. Diversos mecanismos pueden alterar la temperatura corporal en uno u otro
sentido, como la actividad muscular, el aumento del metabolismo, la actividad de las glándulas
sudoríparas y la redistribución sanguínea. Durante la realización de ejercicio en ambientes
calurosos, los músculos compiten con los mecanismos de pérdida de calor para obtener una mayor
cantidad de sangre.
Aclimatación al calor
Las adaptaciones al calor se obtienen mejor con ejercicios extenuantes interválicos o continuos
a una intensidad superior al 50% del VO2max con una duración al menos de 1 h cada 3 días
El ejercicio con una duración de 1.5-2.0 h parece mostrarse más efectivo para la inducción a la
aclimatación al calor
Las adaptaciones se mantienen durante al menos 1 semana, pero probamente durante 1 mes.
Hidratación
Se necesitan 20-30 minutos para que los fluidos ingeridos se distribuyan por todo el cuerpo
La retención de agua puede optimizarse con soluciones que contengan al menos 50 mmol/L de
sodio en un volumen mayor a 1.5 veces de la cantidad de sudor perdido
32
3. Mapa conceptual
33
4. Recursos bibliográficos
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