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Libro de Comunicaciones

XIV Congreso Internacional de Energía y


Recursos Minerales 2018

Final Papers
Slope Stability Symposium 2018

Organizado por / Organized by

ASOCIACIÓN NACIONAL COLEGIO OFICIAL DE


DE INGENIEROS DE MINAS INGENIEROS DE MINAS DEL SUR

www.congresomineriasevilla2018.org
Secretaría Técnica
C/ Gonzalo de Bilbao nº23, 2ª planta, módulos 9 y 10
mineria2018@bcocongresos.com
Tel: 954 224 095
www.bcocongresos.com
ÍNDICE

XIV Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales


Comité Organizador
Comité Científico
Áreas y Subáreas con revisores.
Comunicaciones Área 1
Comunicaciones Área 2
Comunicaciones Área 3
Comunicaciones Área 4
Comunicaciones Área 5
Índice de autores

Slope Stability Symposium 2018


Organising Committee
Scientific Committee
Keynotes Speakers
Themes
Keynote Lectures
Oral final papers
Posters final papers

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
XIV CONGRESO
INTERNACIONAL DE
ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES

www.congresomineriasevilla2018.org
COMITÉ ORGANIZADOR
Felipe Lobo Ruano
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

Ángel Cámara Rascón


Decano- Presidente del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas

Daniel Fernández de la Mela Jambrina


Tesorero del XIV Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales

Rafael Pérez-Quevedo Gómez


Coordinador general del XIV Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales

Ángel Manuel Arias Fernández


Tesorero del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas

Juan Ignacio Artieda González-Granda


Vicedecano del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas

Aurelio Azaña García


Decano Colegio Ingenieros Industriales Andalucía Occ.

José Ramón Berasategui Leandro


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Norte

Max Brown
SRK Consulting. Principal Consultant (Geotechnics)

Iván Carrasco Martiáñez


Chief Mining Engineer – FQML (Las Cruces Mine)

José Abraham Carrascosa Martínez


Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía

Jerónimo Cejudo Galán


Decano de la Demarcación del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía,
Ceuta y Melilla

Stephen Cooper
Chief Geotechnical Engineer – FQML (Las Cruces Mine)

José Luís del Valle Doblado


Presidente de Lar España Real Estate SOCIMI

Juan José Fernández Díaz


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera

Antonio Jesús García Guerrero


Decano-Presidente del ilustre Colegio Oficial de Geólogos de Andalucía

José Antonio García Mendoza


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noreste

Juan Ramón García Secades


Consejero Delegado de SEDES S.A

José Francisco González Fernández


Secretario del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas
José Luís Leandro
Decano del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos de Minas

Juan Antonio López Geta


Presidente Grupo Especializado del Agua de ANIM

Juan Manuel Manrubia Conesa


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas de Levante

Rafael Monsalve Romero


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro

Richard Oldcorn
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting

José Luís Parra y Alfaro


Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de Madrid (UPM)

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

Javier Targhetta Roza


Consejero Delegado de Atlantic Copper

José Luís Tejera Oliver


Profesor Doctor Ingeniero de Minas y Energía

Verónica Rona

www.congresomineriasevilla2018.org
COMITÉ CIENTÍFICO
PRESIDENTE
Javier Vega de Seoane Azpilicueta

VICEPRESIDENTE
Miguel Ángel Paradinas Márquez

PRESIDENTES DE ÁREAS
Juan Ramón García Secades
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO

Javier Targhetta Roza


Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN

José Luis del Valle Doblado


Área 3.- ENERGÍA

Juan Antonio López Geta


Área 4.- AGUA

José Luis Tejera Oliver


Área 5.- SISTEMAS DE GESTIÓN Y MARCO NORMATIVO

COORDINADORES DEL COMITÉ CIENTÍFICO

Ángel Cámara Rascón


Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
ÁREAS Y SUBÁREAS
1.-EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES.
RELACIÓN CON EL TERRITORIO
Presidente del Área: JUAN RAMÓN GARCÍA SECADES

1.1.- INVESTIGACIÓN Y PROSPECCIÓN DE RECURSOS MINERALES (Responsables subárea: José Luís


Peón González / Bárbara Gómez Delgado)

1.2.- MINERÍA METÁLICA Y MINERALURGIA (Responsables subárea: Manuel Villalón Cuesta / Francisco
Sierra García)

1.3.- MINERÍA NO METÁLICA Y ROCAS INDUSTRIALES (Responsable subárea: Pascual León Marco)

1.4.- MINERÍA DE RECURSOS ENERGÉTICOS (Responsable subárea: Juan Manuel Álvarez González)

1.5.- TÉCNICAS DE EXCAVACIÓN EN MINERÍA Y USOS CIVILES. EXPLOSIVOS (Responsables subárea:


Juan Sánchez y Sánchez Tembleque / Jesús Ángel Pascual de Blas)

2.-MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN


Presidente del Área: JAVIER TARGHETTA ROZA

2.1.- MERCADOS (Responsable subárea: Augusto Martínez González/ Rafael Salgueiro López)

2.2.- METALURGIA Y SIDERURGIA (Responsables subárea: Esther Alonso Álvarez / Lidia Gullón Corral)

2.3.- NUEVOS MATERIALES (Responsable subárea: Rosa María Menéndez López)

2.4.-RECICLAJE Y ECONOMÍA CIRCULAR (Responsable subárea: Rosa María García Piñeiro)

2.5.- MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN (Responsables subárea: Manuel Melgar Oliver / Joaquín


Targhetta Orozco)

3.- ENERGÍA
Presidente del Área: JOSÉ LUIS DEL VALLE DOBLADO

3.1.- ENERGÍAS RENOVABLES Y GEOTERMIA (Responsable subárea: Carlos López Jimeno)

3.2.- ENERGÍAS PROCEDENTES DE COMBUSTIBLES FÓSILES (Responsable subárea: Eloy Álvarez Pelegrý
/ Manuel Doblado Arrayas)

3.3.- ENERGÍA NUCLEAR (Responsable subárea: Antonio González Jiménez)

3.4.- SISTEMAS DE ACUMULACIÓN DE ENERGÍA (Responsable subárea: Diego Ramírez Galán)

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COMUNICACIONES ÁREA 1
Área 1.1
320  ESULTADOS PRELIMINARES DE UNA CARTOGRAFÍA Y EXPLORACIÓN GEOQUÍMICA
R
BASADA EN MUESTRAS DE SUELOS RESIDUALES TOMADAS EN EL SECTOR CENTRAL
DE LA FAJA PIRÍTICA ESPAÑOLA.
Alejandro Bel-lán Ballester1, Juan Locutura Rupérez, Sr. Iván Martín Méndez1
1
Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Madrid,

377  STUDIO DE LAS MINERALIZACIONES DE SB DEL SECTOR SURORIENTAL DE LA ZONA


E
CENTROIBERICA (ALMURADIEL-TORRENUEVA, CIUDAD REAL)
Sra. Concepción Fernández Leyva1, Sra. Ester Boixereu1, Sr. Roberto Martinez Orio1, 1IGME,
Granada, España.

391 VENTAJAS DE LOS MÉTODOS MAGNETO-TELÚRICOS APLICADOS A LA EXPLORACIÓN


MINERA EN LA FAJA PIRÍTICA.
Sra. Isla Fernandez Rodriguez1
1
Geognosia S.l., Valverde Del Camino, España

297 EL USO DEL INSAR PARA LA ESTABILIDAD Y SEGURIDAD DE LA EXPLOTACIÓN MINERA


Sr. Josep Raventós Fornós1, Sr. Ciscu Sánchez1
1
Tre Altamira , Barcelona, España

309 INFLUENCIA DE LA CONCENTRACIÓN DE DEPRESORES Y COLECTOR EN LA FLOTA-


CIÓN DE FLUORITA
Sr. José Raúl Corpas Martínez1,2, Sr. Antonio Pérez Muñoz2, Sr. Celso Antonio Amor Casti-
llo1, Sr. Rafael Navarro Domínguez1, Sra. María de los Ángeles Martín Lara2, Sra. Francisca
Mónica Calero de Hoces2
1
Minera De Órgiva S.L., Órgiva, España, 2Universidad de Granada, Granada, España

Área 1.2
337 METODOLOGÍA PARA EL CÁLCULO DE CORTAS ECONÓMICAS, EJEMPLOS DE LOS
PROYECTOS RIOTINTO Y TOURO
+34649820852 César Castañón Fernández1, Isidro Diego Alvarez1, Arturo Buelga Diaz1
1
Universidad de Oviedo, Oviedo, España

383 HIDROCICLONADO Y ESCURRIDO DE ESTÉRILES COMO ALTERNATIVA A LA FILTRA-


CIÓN CONVENCIONAL
Sr. Francisco Rojas Benjumea1
1
Advanced Mineral Processing, S.l., Madrid, España

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404 NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS AL SECTOR MINERO. EL CONTROL DE LA OPERA-
CIÓN MINERA
Sra. DULCE VEGA1
1
SADIM, Ciaño - Langreo, España

408 METODOLOGÍA DE PLANIFICACIÓN PARA LA SELECCIÓN DE MÉTODOS MINEROS


SUBTERRÁNEOS
Sr. Juan Ignacio Coullaut Santurtún1, Sr. Paulo Laymen Garay2
1
Crs Ingeniería, Madrid, España, 2Lom Consultants, Belo Horizonte, Brasil

236 ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO GEOMECÁNICO DEL RELLENO DE CÁMARAS ME-


DIANTE PASTA CEMENTADA EN SUBLEVEL STOPING
Sr. JOSE MIGUEL GALERA FERNANDEZ1, Sra VANESA POZO ROMERO1, Sr. CARLOS RO-
DRIGO RODRÍGUEZ1, Sr. JORGE SALAS ARAGÓN1
1
Subterra Ingenieria S.l., ,

382 ACTUACIONES PARA LA MEJORA DE PROCESOS MINEROS EN LA RECUPERACIÓN DE


MAGNESITA
Sr. Hernando Herrero1, Sr. Francisco Rojas1
1
Advanced Mineral Processing, Móstoles, España

390 METODOLOGÍA DE ANÁLISIS PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA REHABILITACIÓN


DE INSTALACIONES DE RESIDUOS MINEROS ABANDONADAS PROCEDENTES DE LA
MINERÍA METÁLICA
50858003N Arturo Vicente Fernández1, 01383471K José Luis Sanz Contreras2
1
Eptisa, Servicios de Ingeniería, S.L., Madrid, España, 2ETSI de Minas y Energía (UPM), Ma-
drid, España

Área 1.3
239 CERO DESCARGAS EN LAS PLANTAS DESALADORAS DE AGUA DE MAR. PAPEL DE LAS
SALINAS MEDITERRÁNEAS
Sr. Alfredo Ruiz Rodríguez1
1
Ingeniero De Minas, Torrevieja, España

253 EVALUACIÓN DE LA MEJORA EN EL FACTOR DE SEGURIDAD DE LOS TECHOS DE UNA


MINA SUBTERRÁNEA EN FUNCIÓN DE LA MALLA DE EMPERNADO
Sr Luis Carlos Ugarte Tundidor1, Sr Diego Alonso1, Sra Inmaculada Alvarez Fernandez2, Sr
Celestino Gonzalez Nicieza2
1
Grupo Minersa, Villabona 33420 Llanera, España, 2Universida de Oviedo, Oviedo, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
263 CONTROL DE LEYES, SONDEOS DE INTERIOR Y MODELO GEOLÓGICO EN LA MINA
DE POTASA DE CABANASAS (ICL IBERIA SÚRIA & SALLENT)
Sr. Carlos Saavedra González1, Sr Luis Río García1, Sr David Martínez Gómez2, Sr David
Roca Sant1
1
ICL Iberia Súria & Sallent, Súria, España, 2Catalana de Perforacions, Santpedor, España

279 LOS RETOS DE LA CALIDAD DEL AIRE EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS


Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

307 NUEVAS APLICACIONES TECNOLÓGICAS EN LA EXPLOTACIÓN DE ARCILLAS SEPIOLÍ-


TICAS A CIELO ABIERTO DE MINA ESPERANZA
Sr. Fernando San Miguel Til1, Sr. Pascual León Marco1
1
MYTA, S.A., Calatayud, España

310 DISEÑO MINERO DEL PROYECTO MINA MUGA CON EL PROGRAMA DESWIK.
Sr. Gonzalo Roberto MAYORAL FERNÁNDEZ1, Sra. SHEILA MAQUEDA JIMÉNEZ1, Sr. Luis
HARO SOTOCA1, Sra. Lucía MARTÍN FERNÁNDEZ1
1
Geoalcali, S.l., Pamplona, España

324 YACIMIENTOS DE GRAFITO EN ESPAÑA, SITUACIÓN ACTUAL Y PROSPECTIVA DE


FUTURO
Sr. Javier Elez1, Sr. Francisco Javier Gonzalo Corral1
1
Samca, Madrid, España

334 VARIABLES DE INFLUENCIA EN EL PROCESO DE LABRADO DE LAS PIZARRAS DE TE-


CHAR
Sra. Carmen Covadonga García Fernández1, Sra. Martina Inmaculada Álvarez Fernández1,
Sr. Celestino González Nicieza1, Sr. Juan Ramón García Menéndez1
1
Universidad De Oviedo, Oviedo,

366 INNOVACIONES Y AVANCES TECNOLÓGICOS EN EL SECTOR DE LOS MINERALES


INDUSTRAILES EN EL HORIZONTE DE 2050
Sr. Manuel Regueiros González-Barros2, Sr. Joaquin Obis Sanchez1
1
Ingeniero Consultor, Zaragoza, , 2Instituto Geológico y Minero de España, ,

376 TRANSPORTE DE ESTÉRIL CON CAMIONES EN MINAS A CIELO ABIERTO EN TRAYEC-


TOS EFICIENTES ENERGÉTICAMENTE. ESTIMACIÓN TEÓRICA DE LA ENERGÍA CONSU-
MIDA POR LOS CAMIONES Y CONCEPTO DE ALTURA EQUIVALENTE ENTRE PUNTOS
DE EXTRACCIÓN Y VERTIDO.
Sr. Julián DÍEZ GONZÁLEZ1, Sr Rafael JUAREZ FERRERAS1, SR ALFONSO IZQUIERDO MIGUEL2,
Sr JUSTO MANUEL MARTÍN RODRÍGUEZ2, Sr FRANCISCO MOLÍAS CONTE2
1
Seguridad y Calidad MineroAmbiental , LEÓN, ESPAÑA, 2SAMCA, ZARAGOZA, ESPAÑA

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388 INNOVACIÓN EN EL TRANSPORTE CONTINUO DE MINERAL
Sr. Diego Sancho Calderón1, Sr. Frank Kristek1, Sr. Thomas Prinz1
1
Deilmann-haniel Gmbh, Dortmund, Alemania

403 SISTEMA DE GESTIÓN DE MANTENIMIENTO DE EQUIPOS MINEROS MEDIANTE TEC-


NOLOGÍA RFID (IDENTIFICACIÓN POR RADIOFRECUENCIA).
Justo Manuel Martín Rodríguez1, Francisco Molías Conte1, Juan Carlos Peguero Baeta1
1
SOCIEDAD ANÓNIMA MINERA CATALANO ARAGONESA, S.A. (SAMCA), Zaragoza,
Spain

409 (LA PRESENCIA NATURAL) DEL SELENIO EN AGUAS DE MINAS (YACIMIENTOS) METÁ-
LICOS
Juan José Álvarez Rueda

308 SITUACIÓN DEL SECTOR DE LOS MINERALES INDUSTRIALES EN ESPAÑA Y ANÁLISIS


DE SU POSIBLE APORTACIÓN A LA ESTRATEGIA EUROPEA DE APROVISIONAMIENTO
CON MINERALES PROPIOS.
Sr. Francisco Javier Gonzalo Corral1
1
Samca, Zaragoza, España

364 EFECTOS DE LA LEGISLACIÓN MINERA Y AMBIENTAL SOBRE LA OPERACIÓN DE PE-


QUEÑAS EMPRESAS TITULARES DE EXPLOTACIONES MINERAS DE ÁRIDOS EN BALEA-
RES
SR JAIME FERNANDEZ HOMAR
1
Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del NE, PALMA DE MALLORCA, España

378 APLICACIÓN INFORMÁTICA PARA OPTIMIZACIÓN DEL CONSUMO DE COMBUSTI-


BLE EN EL TRANSPORTE Y VERTIDO DE ESTÉRIL CON CAMIONES EN MINAS A CIELO
ABIERTO, MEDIANTE DISEÑO DE SECUENCIAS Y TRAYECTOS ENERGÉTICAMENTE
EFICIENTES
Sr. RAFAEL JUAREZ FERRERAS1, Sr JULIÁN DÍEZ GONZÁLEZ1, Sr ALFONSO IZQUIERDO MI-
GUEL2, Sr JUSTO MANUEL MARTÍN RODRÍGUEZ2, Sr FRANCISCO MOLÍAS CONTE2
1
SEGURIDAD Y CALIDAD MINEROAMBIENTA, S.L., LEÓN, ESPAÑA, 2SAMCA, ZARAGO-
ZA, ESPAÑA

394 LA MINERÍA INDUSTRIAL EN ARAGÓN. SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO


Sr. Pedro Silva Rodríguez1
1
Gobierno de Aragón. DG Energía y Minas, Zaragoza, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
397 MODELIZACIONES 2D Y 3D EN ESTRUCTURAS E INFRAESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS
Sr. Manuel Martínez Pelayo

325 PRESENTE Y FUTURO DEL ALABASTRO COMO RECURSO MINERO


Roberto J.a Prieto-Portugués

Área 1.4
371 PERMEABILIDAD EN JUNTAS DE ROCACOMOFUNCIÓN DEL JRC Y DE LA PRESIÓN DEL
FLUIDO
Sr. Diego José Guerrero Miguel1, Sra. Celestino González Nicieza1, Sra. Martina Inmacula-
da Álvarez Fernández1, Sr. Román Fernández Rodriguez1
1
Universidad De Oviedo, Oviedo,

Área 1.5
233 ANÁLISIS DE LA ESTABILIDAD DE MINAS ABANDONADAS UTILIZANDO CLASIFICACIO-
NES GEOMECÁNICAS Y GRÁFICOS EMPÍRICOS: ESTADO DEL ARTE Y TENDENCIAS
FUTURAS
Dr. Luis Jorda1, D. José Cuervas- Mons2, D. Adrián Arroyo - González3
1
Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, , 2Facultad de Geología. Universidad de
Oviedo, Oviedo, , 3Ejercicio Libre de la Profesión, Burgos,

246 MÉTODO ICOM: MÉTODO INTELIGENTE DE COMPENSACIÓN OPTIMIZADA DE MASAS


Sr. Yago Villar Suarez1
1
Fundación Santa Bárbara, LEÓN, ESPAÑA

251 LA VOLADURA COMO ESTRATEGIA DE OPTIMIZACIÓN - UN MÉTODO SIMPLIFICADO


Sr. Paulo Couceiro1, Sr. Manuel Lopez Cano1, Sr. Asim Jafa1
1
MAXAM Terra Solutions, Madrid,

252 PLANIFICACIÓN DE CONSTRUCCIÓN DE TÚNELES CON MÉTODOS ESTOCÁSTICOS


Sr. Juan Pablo Vargas Norambuena1, Sra. Angélica Patricia Muñoz Lagos1
1
Universidad De Santiago De Chile, Santiago Chile, Chile

262 GUÍA SOBRE CONTROL GEOTÉCNICO EN MINERÍA SUBTERRÁNEA


Sra. Aránzazu Berrocal Sánchez1, Sr. Daniel Vázquez Silva, Sr. Antonio Martínez Hernández
1
Laboratorio Oficial J.Mª de Madariaga, Getafe, ESPAÑA

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264 LA RAMPA DE CABANASAS: DESAFÍOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA RAMPA DE
ACCESO Y EXTRACCIÓN DE MINERAL DE MINA CABANASAS (ICL IBERIA SÚRIA &
SALLENT)
Sr. Francesc Xavier Caballero Romero1, Sr. Albert Sánchez Comellas1, Sr. Carlos Saavedra González1
1
ICL Iberia Súria & Sallent, Súria, España

274 INNOVACIÓN EN LA MEDICIÓN DE DESVIACIÓN DE BARRENOS ASCENDENTES EN


MINAS POR SUBLEVEL STOPING
Sr. Javier Orive1, Sr. Jesus F. Domingo1, Sr. John Sadek2
1
Maxam Europe S.A., Madrid, España, 2Minas de Aguas Teñidas, S.A., Huelva, España

321 CONSTRUCCIÓN DE UNA RAMPA EN SENTIDO ASCENDENTE, EN ROCA SALINA,


DESDE EL INTERIOR DE MINA
Sr. Albert Sánchez Comellas1
1
ICL Iberia Súria & Sallent, Súria, España

341 ANÁLISIS FORENSE DE LAS CAMPAÑAS DE CARACTERIZACIÓN GEOTÉCNICA EN


UNA EXPLOTACIÓN SUBTERRÁNEA DE FLUORITA
Sr. Luis Carlos Ugarte2, Sr. Celestino González Nicieza1, Sr. José Marín2, Sra. Martina
Inmaculada Álvarez Fernández1, Sr. Diego Alonso2, Sr. Luis Villa2
1
Universidad De Oviedo, Oviedo, España, 2Grupo Minersa, Villabona (Llanera), España

360 MEJORAS EN LA CANTERA LA FOU, QUE CEMENTOS MOLINS INDUSTRIAL TIENE EN


BARCELONA, MEDIANTE EL USO DE DETONADORES ELECTRÓNICOS RIOTRONIC X.
Sr. José María Ramos Fernández1, Sr. Luis Arenas Nieto1, Sr. Miguel Esteve Tarrés2, Sra. Lara
Díaz Muñoz2, Sr. Wojciech Chochulski2, Sr. Carles Pujol Montaner3
1
Cementos Molins Industrial, S.A., Barcelona, España, 2MAXAM Europe S.A., Madrid, Espa-
ña, 3Perforaciones y Voladuras S.A., Manresa, España

372 DEMOLICIÓN CON EXPLOSIVOS, EFECTUADA DE FORMA SOSTENIBLE, DE LAS INSTA-


LACIONES DE BENEFICIO DE MINERAL EN LA CONCESIÓN MINERA CAN MONTANÉ
Sr. José María Ramos Fernández1, Sr. Luis Arenas Nieto1
1
Cementos Molins Industrial, S.A., Barcelona, España

386 UTILIZACIÓN DE UAVS EN ESPACIOS SUBTERRÁNEOS


Sr. Francisco J. Espada Moreno1, Sra. María Pilar Martínez de la Calle1
1
Hovering Solutions, Madrid, España

393 COMENTARIOS AL NUEVO REGLAMENTO DE EXPLOSIVOS


Sr. Eugenio Muñiz Hevia1
1
Pronobel, S.L., Alcobendas (Madrid), España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
320
RESULTADOS PRELIMINARES DE UNA CARTOGRAFÍA Y EXPLORACIÓN
GEOQUÍMICA BASADA EN MUESTRAS DE SUELOS RESIDUALES
TOMADAS EN EL SECTOR CENTRAL DE LA FAJA PIRÍTICA ESPAÑOLA

Locutura, Juan a; Bel-lán, Alejandro b; Martin-Mendez, Iván c.


a
juanlocutura@gmail.com; b Instituto Geológico y Minero de España, C/Ríos Rosas, 23
28003 Madrid – (España): a.bel-lan@igme.es; c Instituto Geológico y Minero de España: i.martin@igme.es.

RESUMEN: En este estudio se presentan los rasgos principales del proyecto acometido por el IGME “Cartografía
Geoquímica de suelos residuales de la FPI”, actualmente en fase de desarrollo. Se describen los objetivos principales
del proyecto y las actividades previstas en él, resaltando a aquellas ya realizadas, y presentando algunos avances de
los resultados y mapas obtenidos hasta el momento.

PALABRAS CLAVE: Cartografía geoquímica, Faja Pirítica, suelos residuales, geoquímica multielemental, líneas de
base geoquímica.

1. ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN
La Faja Pirítica (FP), en razón de su excepcional importancia metalogénica y minera, ha sido objeto de una muy
antigua e intensa actividad minera y, ya más recientemente, de una exploración minera en el sentido actual de la
palabra, realizada desde mediados del siglo XX con técnicas exploratorias cada vez más afinadas de carácter geo-
lógico, geofísico (fundamentalmente basadas en métodos eléctricos, gravimétricos y electromagnéticos en el caso
de prospecciones de detalle, y en gravimetría y medios aeromagnéticos en reconocimientos más regionales) y de
carácter geoquímico.

Éstas últimas han sido utilizadas, sin embargo, con una menor intensidad que las anteriores, debido a la fundada
sospecha de que la antigua e intensa actividad extractiva introduce una fuerte contaminación del medio superficial
(aguas, sedimentos de corriente, suelos) que dificulta o hace inválida, en muchos casos, a la información obtenida. Al-
gunas empresas inglesas o americanas efectuaron estudios litogeoquímicos e hidrogeoquímicas en aguas de pozos
o, incluso geoquímica en perfiles de suelos en prospecciones de detalle en áreas reducidas. Sin embargo, en tiempos
más recientes, se ha asumido que este riesgo, más pronunciado en el caso de las aguas y de los sedimentos de co-
rriente, es asumible en el caso de los suelos si se aplican criterios muy selectivos en su recolección y en el tratamiento
de la información a que dan lugar. Así, le empresa minera SEIEMSA realizó en un área bastante amplia alrededor de
la mina de Herrerías un estudio geoquímico multi-elemental cuyo tratamiento e integración con otros datos resultó, a
juicio de los autores, muy positivo. Asimismo, llevó a cabo un ensayo geoquímico sobre métodos de lixiviación enzi-
mática y de ión metálico móvil para la detección de mineralizaciones profundas y ocultas (Bonnemaison et al, 1993).

Este estudio representa el estado actual de avance de un proyecto ambicioso de cartografía geoquímica de la Faja
Pirítica española (FPe) que pretende crear una infraestructura regional de conocimiento de la geoquímica de los sue-
los de la FP, novedosa, detallada y de calidad. En la actualidad, existen áreas en fase de muestreo, otras en plena
labor de preparación y de análisis químico y, finalmente, otras con resultados analíticos conseguidos recientemente,
en estos momentos en fase de tratamiento e interpretación. Se explican aquí, algunos de sus rasgos y planteamientos
principales, así como algunos resultados parciales.

El objetivo final y principal de este trabajo es la elaboración de una Base de Datos geoquímicos a partir de los análisis
químicos de muestras de suelo residual tomadas en el sector central de la FPe y, a partir de ellos, adquirir un cono-
cimiento de la abundancia y distribución espacial de los elementos químicos, así como de las causas que controlan
a éstas. Asimismo, se pretende definir las líneas de base geoquímicas regionales, valorar la variabilidad general de
los diferentes elementos, determinar las principales asociaciones geoquímicas que gobiernan el comportamiento y
distribución espacial de los elementos, distinguir las principales anomalías de los elementos o asociaciones de éstos
(asociaciones geoquímicas anómalas), conocer su significación y distinguir los principales dominios geoquímicos y
su sentido.

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La cartografía geoquímica representa una clara aplicación de la geoquímica convencional para el conocimiento del
medio. Pretende determinar los niveles actuales de los contenidos de los elementos químicos o fondos actuales (geo-
chemical baselines) y así poder conocer la distribución espacial de los elementos y su variabilidad, lo que permitirá
conocer posibles zonas de contaminación o concentraciones anómalas que nos indiquen la presencia de un posible
yacimiento mineral.

2. MARCO GEOLÓGICO Y METALOGÉNICO


La zona de trabajo, corresponde al sector central de la parte española de la Faja Pirítica Ibérica (FPI). Corresponde a
las hojas 1/50.000 del M.T.N. nº 937 (Cerro de Andévalo), 938 (Nerva), 959 (Calañas) y 960 (Valverde). Ello supone
una superficie aproximada de 1.700 km2 (Fig. 1).

Figura 1.- Situación de la zona en estudio (modificado de Leistel et al. 1998 y Tornos et al. 2008).

2.1. MARCO GEOLÓGICO


La FPI es una de las tres zonas en las que se divide la parte más meridional del cinturón Varisco Europeo, la zona
Sud Portuguesa (ZSP). Tiene una longitud de unos 250 km y una anchura de entre 25 y 70 km con rocas de edades
que van desde finales del Devónico hasta el Carbonífero medio y cubiertas en la zona Sur por terrazas y depósitos
aluviales de edad Terciario-Cuaternario (Leistel et al, 1998) En la figura 2 se muestra la síntesis geológica de la zona
de trabajo.

Figura 2.- Mapa geológico (modificado de Matas et al. 2015) con los indicios minerales (García-Cortes et al. 2011).

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
La sucesión litoestratigráfica está caracterizada por un conjunto de rocas de edad Frasniense - Fameniense superior,
el Grupo PQ, que consiste en una secuencia de pizarras y areniscas cuarciticas y en raras ocasiones conglomera-
dos, que corresponde a un medio de plataforma marina somera de baja energía. El Complejo Volcano-Sedimentario
(CVS), suprayacente al anterior, se inicia en su base con tramos de pizarras negras formados en medios anóxicos y
datados en el Struniense y tiene una edad Viseense medio-superior para el límite superior de la secuencia, (Moreno
et al, 2003). Está formada por una serie heterogénea y de potencia variable de rocas volcanícas, lávicas y piroclásti-
cas, y localmente subvolcánicas, de tipo félsico (riolitas-dacitas), por rocas volcánicas básicas (basaltos toleíticos) y
también facies hipoabisales, efusivas o piroclásticas, constituyendo un vulcanismo de tipo bimodal y finalmente, y en
forma mayoritaria, está formado también por rocas sedimentarias generalmente pelíticas, intercaladas en la secuen-
cia, y de cherts y de jaspes (Tornos, 2008).

A pesar de su heterogeneidad vertical y sus grandes variaciones laterales se puede establecer una estructuración en
3 ciclos volcánicos ácidos considerando una columna sintética para toda la FPI (Strauss y Madel, 1974).

-- Vulcanismo inicial (V1): Es un episodio ácido fundamentalmente piroclástico con intercalaciones de rocas
básicas y rocas sedimentarias con intercalaciones de pizarras negras que constituyen uno de los principales
niveles portadores de sulfuros; a este episodio por tanto se encuentran asociadas la mayoría de las minerali-
zaciones de sulfuros masivos de la región.
-- Vulcanismo intermedio (V2): Se le denomina Formación Manganesífera, puesto que a ella se asocian las mi-
neralizaciones vulcanogénicas de manganeso. En conjunto es de carácter más piroclástico que el anterior e
incluye mayor presencia de rocas sedimentarias. Contiene en sus tramos superiores cherts y jaspes y a techo
aparece un estrecho nivel de pizarras moradas que constituye el único nivel guía válido en la mayor parte de
la FPI.
-- Vulcanismo final (V3): Está compuesto principalmente por niveles pizarrosos y rocas volcano-detríticas proce-
dentes de la erosión de las volcanitas previamente depositadas. A techo pasan gradualmente a la facies Culm.

El CVS está cubierto por el Grupo Culm, cuyo límite queda definido por una secuencia alternante de pizarras, litoare-
nitas y, menos frecuentemente, de conglomerados, con características de unidad turbiditica. Tiene una potencia de
hasta 3000 m y su edad es Viseense Superior a Pennsilvaniense Medio-Superior. Representa un flysch sinorogénico
de antepaís relacionado con la colisión y la inversión tectónica Varisca (Moreno, 1993).

Las rocas plutónicas afloran en la zona Norte de la zona de trabajo con una dirección W-E y están formadas por gra-
nitos, monzogranitos y granodioritas que en conjunto parecen ser geoquímicamente equivalentes a las rocas volcáni-
cas del CVS, lo que sugiere que puede representar la manifestación subvolcánica/plutónica del magmatismo efusivo
de la ZSP (Thieblemont et al., 1998).

La deformación que afecta a la FPI se inicia con la fase sinorogénica y la obducción y colisión oblicua con el Bloque
Ibérico. Su estilo es de carácter epidérmico y se caracteriza por pliegues isoclinales con vergencia al SSW y por ca-
balgamientos. Los pliegues y cabalgamientos de primera generación son deformados posteriormente por pliegues
apretados y cabalgamientos posteriores, dando lugar a estructuras complejas que se manifiestas principalmente en
la parte septentrional de la FPI, debido a que existe una disminución de la intensidad de la deformación hacia la parte
S. Debido a esto en la parte N aparecen una secuencia imbricada de escamas con geometrías de las superficies de
cabalgamiento en pliegues y rampas (García-Cortés et al, 2011). Se ha postulado la existencia de 3 grandes alinea-
ciones volcánicas y de sulfuros masivos, Norte, Centro y Sur, del mismo modo que Quesada (1996), propuso una
estructura reflejo de la fuerte compartimentación de la cuenca con dos direcciones predominantes, N 100-110 y N
40-55 mediante fallas y cabalgamiento.

2.2. MARCO METALOGÉNICO


La FPI contiene más de 80 yacimientos de sulfuros masivos y varias decenas de pequeños indicios que forman una
de las mayores, sino la mayor, provincia de sulfuros masivos del mundo (Tornos, 2008). Existen varios modelos para
los yacimientos de sulfuros masivos vulcanogénicos referidos a las mineralizaciones existentes en diversas provin-
cias a lo largo del mundo (Galley, et al. 2007), habiéndose definido incluso un tipo Ibérico que resume las caracterís-
ticas de los sulfuros masivos de la FPI (Sáez et al, 1999).

Los yacimientos de sulfuros pueden contener varios tipos y morfologías de mineralización en ellos mismos, con di-
versas peculiaridades, zonaciones y relaciones con la roca encajante. En la FPI encontramos mineralizaciones de

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sulfuros masivos, mineralizaciones en stockworks, azufrones, gossans o monteras ferruginosas y pizarras cobrizas.
Además de los yacimientos de sulfuros masivos existen en la FPI mineralizaciones de manganeso que constituyen el
segundo recurso mineral en importancia (García-Cortés et al, 2011).

En la zona de trabajo aparecen unos 100 indicios, 60 de ellos de sulfuros masivos volcano - sedimentarios y 40 de
manganeso. Destacan los yacimientos de sulfuros masivos de San Telmo, Lomero-Poyatos, Aguas Teñidas, Cueva
de la Mora, La Magdalena, San Platón, Concepción, Rio Tinto, La Zarza, Sotiel-Migollas, Campanario y Masa Valver-
de, y de Soloviejo por parte de los yacimientos de manganeso. En la actualidad se encuentran en explotación los ya-
cimientos de Aguas Teñidas, La Magdalena, Río Tinto y Sotiel-Migollas, lo que demuestra la gran importancia minera
de este sector central de la FPI hoy en día (Fig. 2).

3. METODOLOGÍA
En la superficie de trabajo se ha establecido un esquema de muestreo definido por perfiles NS distantes 1 km entre
sí, y, sobre éstos, puntos de muestreo cada 500 m en la dirección NS. Ello supone una densidad de muestreo de
unas 2 muestras / km2, y un total aproximado de 3000 muestras. Las muestras se han tomado en forma compuesta,
según un esquema en cruz de 20 m de brazo (5 incrementos constituyen la muestra final), a partir de los materiales
del tramo de profundidad 2-20 cm cuando ha sido posible y, en caso contrario, de los pocos cm de perfil muestreables.

Los suelos residuales de la FPe tienen un desarrollo muy pobre y poco evolucionado. Alcanzan en contadas ocasio-
nes más de 10-20 cm sobre el sustrato rocoso. Incluyen frecuentes fragmentos de la roca subyacente y tiene relati-
vamente bajos contenidos de minerales de neoformación, arcillas e hidróxidos de Fe y Mn. Además de las muestras
de la campaña de rutina se toman muestras duplicadas, por los mismos equipos y con la misma metodología, en el
5% de los puntos de muestreo.
Las muestras tomadas han sido secadas a 40ºC, disgregadas, homogeneizadas, tamizadas y cuarteadas. Se ha
obtenido de cada una de ellas una fracción de granulometría inferior a 150 µ. Se han preparado en el mismo proceso
un 5% de muestras duplicadas (duplicados de campo) y réplicas de las muestras originales y de las duplicadas, para
cumplir los procedimientos de control de calidad previstos.

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Tabla 1. Técnicas instrumentales aplicadas a la determinación de los contenidos analíticos y límites de detección.
Técnica Límite de Técnica Límite de
Elemento Unidad Elemento Unidad
instrum. detección instrum. detección
Ag mg/kg ICP-MS 0,05 Se mg/kg ICP-MS 0,1
Al % ICP-AES 0,01 Sn mg/kg ICP-MS 1
As mg/kg INAA 0,5 Sr mg/kg ICP-MS 0,2
Au µg/kg INAA 2 Ta mg/kg ICP-MS 0,1
Ba mg/kg ICP-MS 1 Te mg/kg ICP-MS 0,1
Be mg/kg ICP-MS 0,1 Th mg/kg ICP-MS 0,1
Bi mg/kg ICP-MS 0,1 Ti % ICP-AES 0,01
Br mg/kg INAA 0,5 Tl mg/kg ICP-MS 0,05
Ca % ICP-AES 0,01 U mg/kg ICP-MS MS 0,1
Cd mg/kg ICP-MS 0,1 V mg/kg ICP-AES 2
Co mg/kg ICP-MS 0,1 W mg/kg INAA 1
Cr mg/kg ICP-MS 1 Y mg/kg ICP-MS 0,1
Cs mg/kg ICP-MS 0,05 Zn mg/kg ICP-MS 0,5
Cu mg/kg ICP-MS 0,2 Zr mg/kg ICP-MS 1
Fe % INAA 0,01 La mg/kg ICP-MS 0,1
Ga mg/kg ICP-MS 0,1 La mg/kg INAA 0,5
Ge mg/kg ICP-MS 0,1 Ce mg/kg ICP-MS 0,1
Hf mg/kg ICP-MS 0,1 Ce mg/kg INAA 3
Hf mg/kg INAA 1 Pr mg/kg ICP-MS 0,1
Hg µg/kg ICP-MS 10 Nd mg/kg ICP-MS 0,1
In mg/kg ICP-MS 0,1 Nd mg/kg INAA 5
Ir µg/kg INAA 5 Sm mg/kg ICP-MS 0,1
K % ICP-AES 0,01 Sm mg/kg INAA 0,1
Li mg/kg ICP-MS 0,5 Eu mg/kg ICP-MS 0.05
Mg % ICP-AES 0,01 Eu mg/kg INAA 0,2
Mn mg/kg ICP-AES 1 Gd mg/kg ICP-MS 0,1
Mo mg/kg ICP-AES 1 Dy mg/kg ICP-MS 0,1
Na % INAA 0,01 Tb mg/kg ICP-MS 0,1
Nb mg/kg ICP-MS 0,1 TB mg/kg INAA 0,5
Ni mg/kg ICP-MS 0,5 Ho mg/kg ICP-MS 0,1
P % ICP-AES 0,001 Er mg/kg ICP-MS 0,1
Pb mg/kg ICP-MS 0,5 Tm mg/kg ICP-MS 0,1
Rb mg/kg ICP-MS 0,2 Yb mg/kg ICP-MS 0,1
Re mg/kg ICP-MS 0,001 Yb mg/kg INAA 0,1
S % ICP-AES 0,01 Lu mg/kg ICP-MS 0,1
Sb mg/kg INAA 0,1 Lu mg/kg INAA 0,05
Sc mg/kg INAA 0,1

Los análisis multi-elementales de muestras se han efectuado en los laboratorios ACTLABS (Ontario, Canadá), de-
terminándose en cada una de ellas 64 elementos químicos, que incluyen a grupos de elementos de interés metalo-
génico, de interés geológico y de interés medioambiental. Los análisis han sido realizados mediante las técnicas de
ICP-AES (ICP óptico), ICP-MS (ICP masas), tras digestión ácida por disolución tetra-ácida, y por la técnica de INAA
(Activación neutrónica). Puede hablarse, por ello, de determinaciones de contenidos totales o casi totales (Tabla 1).

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4. RESULTADOS Y CONCLUSIONES.

Tras la preparación del fichero informático de trabajo, fruto de la integración de los datos geoquímicos, de terreno y
de algunas características o parámetros de posible interés, se efectúa el tratamiento de la información que, a grandes
rasgos, es el siguiente, y cuyos fundamentos básicos se hallan en Reimann et al (2008).

Tabla 2. Principales parámetros estadísticos de los distintos elementos.


 
Mediana

Mediana
Máximo

Máximo
Mínimo

Mínimo
Geom.

Geom.
Media

Media

Media

Media
P97,5

P97,5
Desv.

Desv.
Coef.

Coef.
P90

Std.

P90

Std.
Var.

Var.
Au 9,06 2,45 1 1 3400 19 40 70,35 7,77 Rb 93,59 76,34 91,8 0,1 276 162 188 49,38 0,53

Ag 0,33 0,16 0,15 0,05 83 0,42 1,06 1,92 5,80 Re 0,00 0,00 0,002 0,001 0,09 0,007 0,019 0,01 1,73

Cu 67,03 48,30 47,1 5,5 3890 105 245 121,23 1,81 Sb 6,82 3,42 3,1 0,1 3020 7,4 18,6 62,93 9,22

Cd 0,17 0,14 0,1 0,1 3,1 0,3 0,5 0,15 0,90 Sc 17,44 16,13 16,8 1,4 53,5 25,7 35,1 6,75 0,39

Mo 1,30 1,18 1 1 31 2 3 1,08 0,83 Se 1,01 0,66 0,9 0,1 56,7 1,7 2,8 1,57 1,55

Pb 61,48 42,32 39,2 4,9 4270 91,7 237 147,22 2,39 Sn 2,02 1,16 1 0,5 150 4 8 5,10 2,53

Ni 37,63 28,30 36,2 0,5 943 59,4 101 33,20 0,88 Sr 93,29 79,27 79,9 6 721 166 235 57,86 0,62

Zn 86,70 76,14 80,2 9,3 1050 125 207 58,07 0,67 Ta 0,16 0,12 0,1 0,1 2,3 0,2 1 0,21 1,34

S 0,02 0,02 0,02 0,01 1,25 0,03 0,06 0,04 1,70 Te 0,14 0,12 0,1 0,1 1,6 0,2 0,5 0,12 0,88

Al 8,95 8,70 9,075 0,83 16,1 11,4 12,7 2,00 0,22 Ti 0,26 0,22 0,22 0,04 1,19 0,48 0,67 0,16 0,63

As 45,60 31,47 30,7 0,5 3460 63,3 144 122,29 2,68 Th 14,39 12,35 15,7 0,1 56,6 21,5 24,7 6,30 0,44

Ba 402,35 317,96 378 1 16200 653 888 434,01 1,08 Tl 0,72 0,59 0,71 0,05 22,3 1,06 1,55 0,73 1,01

Be 2,28 2,06 2,4 0,1 5,9 3,4 3,9 0,91 0,40 U 2,74 2,44 2,9 0,1 9,6 3,8 5,2 1,17 0,43

Bi 1,35 0,73 0,6 0,1 328 1,8 5,5 7,34 5,44 V 71,13 57,67 67 1 275 127 159 40,84 0,57

Br 4,42 2,59 4,1 0,5 31,4 9,1 13,3 3,80 0,86 W 0,57 0,51 0,5 0,5 18 0,5 0,5 0,87 1,54

Ca 0,65 0,25 0,17 0,01 7,88 2,25 3,83 1,05 1,60 Y 24,27 22,57 21,8 3,1 77,5 38,1 48,4 9,64 0,40

Co 19,75 15,69 20 0,1 101 32,8 43 11,12 0,56 Zr 89,50 74,03 84 3 475 150 200 51,65 0,58

Cr 94,97 70,38 91 1 2140 146 260 76,81 0,81 La 41,12 35,03 42 0,9 144 67,3 81,9 20,81 0,51

Cs 5,93 4,42 5,5 0,02 34 9,73 18,9 4,48 0,75 La 45,68 39,53 46,75 4,9 152 73,5 90,6 22,43 0,49

Fe 4,19 3,90 4,3 0,39 24,4 5,72 7,09 1,46 0,35 Ce 86,11 74,50 88,05 2,9 301 140 171 42,11 0,49

Hf 2,52 1,95 2,4 0,1 14,1 4,2 6 1,58 0,63 Ce 102,21 89,30 103 1 372 164 208 49,25 0,48

Hf 7,23 6,55 7 1 33 11 15 3,32 0,46 Pr 10,11 8,82 10,1 0,5 38,1 16,4 20,1 4,93 0,49

Ga 20,88 20,19 20,7 2 40,5 27,5 31,5 5,11 0,24 Nd 37,20 32,98 37 2,5 137 59,5 72,7 17,28 0,46

Ge 0,42 0,32 0,4 0,1 2,6 0,8 1,2 0,31 0,74 Sm 7,20 6,59 7 0,6 24,7 11 13,6 2,95 0,41

Hg 96,65 30,25 40 5 15700 160 380 458,98 4,75 Eu 1,45 1,34 1,46 0,1 4,7 2,12 2,59 0,55 0,38

In 0,11 0,11 0,1 0,1 1,8 0,1 0,2 0,08 0,69 Gd 6,17 5,82 6 0,6 16,7 8,8 10,9 2,06 0,33

K 1,98 1,70 2,07 0,08 4,85 3,05 3,54 0,88 0,45 Dy 4,98 4,70 4,6 0,5 17 7,3 9,3 1,73 0,35

Li 51,69 42,63 47,5 3,3 322 89,6 124 31,28 0,61 Tb 0,85 0,81 0,8 0,1 2,6 1,2 1,5 0,27 0,31

Mg 0,63 0,50 0,51 0,03 5,26 1,18 2 0,50 0,80 Ho 0,99 0,92 0,9 0,1 3,6 1,5 1,9 0,39 0,39

Mn 1002,83 754,64 840 54 26700 1870 2890 929,75 0,93 Er 2,91 2,71 2,6 0,3 10,6 4,4 5,9 1,16 0,40

Na 0,95 0,69 0,58 0,03 4,61 2,15 2,99 0,80 0,84 Tm 0,44 0,41 0,4 0,1 1,5 0,7 0,9 0,18 0,40

Nb 1,61 0,37 0,2 0,1 30,6 5 14,4 3,52 2,18 Yb 2,69 2,54 2,4 0,4 9,3 4 5,7 1,01 0,38

P 0,04 0,03 0,036 0,001 0,19 0,057 0,077 0,02 0,49 Lu 0,44 0,42 0,4 0,1 1,6 0,6 1 0,17 0,38

Tratamiento estadístico univariante, que incluye un análisis estadístico descriptivo de los 64 elementos químicos
determinados, expresándose en forma de tabla los principales parámetros estadísticos de las distribuciones, como
media aritmética y geométrica, desviación típica, máximo y mínimo, coeficiente de variación, percentiles (por ejemplo
P90 0 P97,5) , como puede verse en la tabla 2.

Tratamiento gráfico univariante. Por una parte, se presentan los principales tipos de gráficos estadísticos correspon-
dientes a las diferentes distribuciones, como histogramas, diagramas de cajas o boxplots, rectas de Henry, diagramas
Q-Q, que permiten visualizar rasgos de interés de dichas distribuciones, como carácter normal, lognormal u otros,
unimodalidad o polimodalidad, hiatos o gaps de las distribuciones, etc. Por otra, los mapas de distribución espacial
de los elementos, sobre el fondo geológico y con expresión de la localización de mineralizaciones. Estos mapas de
distribución espacial se efectúan con representaciones por círculos de color (figura 3), atribuibles a diferentes tramos

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de concentraciones, aunque los más descriptivos resultan ser los mapas de contornos tras preparación de mallas por
el método del inverso de la distancia al cuadrado (ID2), que facilitan la comprensión de las tendencias de distribución
de los elementos y de su relación con unidades geológicas o con las mineralizaciones.

Figura 3.- Mapa de distribución del Cu (ppm) por círculos de color en función de la concentración.

Figura 4.- Mapa de distribución del Na (%) por contornos en función de la concentración.

En las figuras 4, 5 y 6 puede apreciarse la consistencia de las representaciones de las distribuciones espaciales de
contenidos de elementos como Na, Sb, Th. En el caso del Na puede observarse una coherencia de los valores eleva-
dos con los afloramientos del CVS y de los granitoides localizados al N de la zona, en contraposición a los contenidos
medios a bajos de los materiales del Terciario, Culm y PQ. El Sb tiene una distribución algo más errática al tratarse
de un elemento de mineralización, aun cuando identifica también al CVS en términos generales. Hay que destacar
las anomalías de este elemento relacionadas con la mayoría de los grandes yacimientos presentes en la zona, como
los de La Zarza, Sotiel, Aguas Teñidas, Cueva de la Mora, San Telmo, Tharsis y Río Tinto. Cobran especial interés
algunas otras anomalías fuera de los contextos mineralizados. Estas últimas deberían ser relacionadas con las ano-
malías que aparecen en los mapas de otros elementos y ser reconocidas en campo para valorarlas debidamente.
El Th (figura 6) se asocia, por el contrario, en sus concentraciones más elevadas, con los afloramientos de PQ, de
granitoides y, en contenidos medios, al Culm de la zona meridional.

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Tratamiento estadístico bivariante. Incluye una tabla general de coeficientes de correlación (Pearson) tomados de
dos en dos, y diagramas binarios que muestran en forma más visualizable las dependencias entre elementos quími-
cos. Este estudio es básico para la comprensión de determinados comportamientos y para la realización del análisis
multivariante.

Tratamiento estadístico multivariante. Consiste en la aplicación de técnicas estadísticas de análisis multivariante,


como el análisis factorial con extracción de componentes principales (AFC), para reducir la dimensionalidad de la
información y valorar las relaciones internas entre los elementos, definiendo las principales asociaciones geoquímicas
(factores) que se relacionan con los rasgos (litológicos, de mineralización, contaminación, etc.) que gobiernan o con-
trolan las distribuciones. Este tratamiento estadístico se complementa con la visualización (mapas de distribución) de
las distribuciones espaciales de los factores score de los factores hallados. Finalmente, incluye procesos de partición
de la población total (análisis de conglomerados) para la definición de sub-poblaciones con significado y personalidad
propios. Esta definición de dominios es básica, tanto para la determinación de anomalías como para la de líneas de
base geoquímicas. Otros mapas complementarios son los de carácter ternario que suelen ayudar a definir anomalías
y estructuras o discontinuidades del campo geoquímico.

Figura 5.- Mapa de distribución del Sb (ppm) por contornos en función de la concentración.

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Figura 6.- Mapa de distribución del Th (ppm) por contornos en función de la concentración.

El resultado final lo constituyen los mapas geoquímicos mono o multi-elementales por su valor infraestructural, y sus
diversas posibles aplicaciones, así como los de síntesis de anomalías y los de valoración del estado ambiental.

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y Recursos Minerales
377
ESTUDIO DE LAS MINERALIZACIONES DE SB DEL SECTOR
SURORIENTAL DE LA ZONA CENTROIBERICA (ALMURADIEL-
TORRENUEVA, CIUDAD REAL)

Fernández-Leyva, C.a, Boixereu, E.a, Martínez-Orío, R. a


a
Instituto Geologico y Minero de España, Ríos Rosas 23. 28003 Madrid. c.fernandez@igme.es, e.boixereu@igme.
es, ro.martinez@igme.es.

RESUMEN: El objeto del presente trabajo es identificar el interés de las mineralizaciones de Sb en el sector Almura-
diel-Torrenueva, a través de la caracterización geológica, mineralógica y geoquímica de las mineralizaciones en este
sector y la estimación de las posibilidades mineras de la zona.

PALABRAS CLAVE: Almuradiel, antimonio, estibina, Torrenueva, Zona Centroibérica

1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
En la actualidad, existe un renovado interés por el antimonio y es considerado como una materia prima fundamental
para la economía de Europa y esencial para mantener y mejorar nuestra calidad de vida. En este sentido, el anti-
monio es considerado un mineral crítico por la Comisión Europea, dada su creciente utilización en la industria de los
semiconductores, baterías y acumuladores, así como en aleaciones de alta dureza o resistencia mecánica y, en la
industria aeronáutica y de plásticos, como material ignífugo. Actualmente, el 78% del antimonio mundial se produce
en China y no existe producción de antimonio en ningún Estado Miembro de la Unión Europea.Por esta razón, la UE,
altamente dependiente de los llamados “metales tecnológicos”, entre los que se encuentra el Sb, ha propuesto una
serie de medidas para estimular la inversión en las industrias extractivas en Europa, apareciendo como prioritarias la
identificación y protección de los recursos minerales, y la determinación del potencial minero de los terrenos explora-
dos y de los que están por explorar. En el marco de esta iniciativa, junto a las renovadas tecnologías de investigación
y caracterización de las mineralizaciones, explotación, usos y aplicaciones del antimonio, la zona antimonífera de
Almuradiel-Torrenueva se configura como un espacio minero idóneo para su valoración en el conjunto de los recursos
estratégicos españoles y europeos.

Aunque la presencia de minerales de Sb en la zona de Almuradiel es conocida desde el siglo XVII, la actividad minera
se desarrolló fundamentalmente durante la primera mitad del siglo XX. La extracción del antimonio en dicha zona
cesó a mediados de los años sesenta, siendo la mina de la Nazarena la última en cerrar. Este conjunto de minerali-
zaciones fueron inicialmente caracterizadas por Gumiel (1983) en un estudio global sobre las mineralizaciones de Sb
en la Península Ibérica. ENADIMSA (1986-1988) posteriormente realizó una investigación en la zona con el propósito
de determinar su potencial minero, y Leal y Castroviejo (1990) llevaron a cabo una síntesis mineralógica.

El presente trabajo se ha realizado en el marco de un proyecto regional de reconocimiento y caracterización sistemá-


tica de indicios mineros para la elaboración de las cartografías metalogenéticas que realiza el IGME, y con él preten-
demos caracterizar este sector de importancia minera desde un punto de vista geológico, mineralógico y geoquímico,
para su eventual utilización en cartografías predictivas.

2. SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y GEOLÓGICA DE LA ZONA


Geográficamente, la zona de estudio se encuentra ocupando parte de los términos municipales de Almuradiel, To-
rrenueva, Santa Cruz de Mudela y Viso del Marqués, situados todos ellos en el sector suroriental de la provincia de
Ciudad Real, en el límite con la provincia de Jaén. La superficie considerada incluye parcialmente en las hojas las
hojas 1:50.000 del MTN nos 837, 838, 862 y 863.

Desde el punto de vista geológico se encuentra emplazada en el sector meridional de la Zona Centro Ibérica del
Macizo Ibérico en el “Dominio del Complejo Esquisto-Grauváquico” (Martínez–Catalán et al. 2004). La disposición
estructural de los materiales consiste en una serie de deformaciones de carácter dúctil-frágil que se manifiesta en un
conjunto de anticlinales y sinclinales de gran radio con orientación ONO-ESE, posteriormente afectados por fallas de

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la misma dirección. Todo ello contextualizado en la Orogenia Varisca. Una última deformación tardivarisca produce un
plegamiento muy suave que afecta a las estructuras anteriores, y que se puede observarse en toda el área.

Figura 1- Esquema geológico y situación de los indicios minerales estudiados

En esta zona afloran materiales sedimentarios paleozoicos con edades comprendidas entre el Ordovícico Inferior y
el Devónico Inferior. Afloran así mismo materiales sedimentarios terciarios y cuaternarios (Figura 1). A continuación
describiremos aquellas litologías a las que aparecen espacialmente asociadas las mineralizaciones, haciendo uso de
la nomenclatura de la cartografía MAGNA.

Formación Capas Pochico (Ordovícico Inferior-Medio). Compuesta por alternancias de capas centimétricas a decimé-
tricas de ortocuarcitas blancas, areniscas frecuentemente micáceas y pizarras. La unidad es progresivamente más
pizarrosa hacia techo. Ocasionalmente, las Capas Pochico contienen niveles radiactivos, ricos en monacitas. En la
zona de estudio su espesor se estima en torno a 100 m., siendo mayoritariamente pizarrosa.

Formación Pizarras del Río (Ordovícico Medio). En tránsito gradual sobre la formación Capas Pochico se dispone una
sucesión de pizarras de gran espesor que se conoce como Formación Pizarras del Río, pizarras grises y negras con
escasas intercalaciones areniscosas. Su espesor se estima en más de 700 m.

Formación Pizarras de Cantera (Ordovícico Medio-Superior). Constituida por pizarras negras con niveles centimétri-
cos ocasionales de limolitas y areniscas de grano muy fino.

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Formación Bancos Mixtos (Ordovícico Superior). Se trata de un conjunto predominantemente arenoso de más de 150
m. Está compuesta por alternancias de bancos centimétricos a decimétricos de areniscas y ortocuarcitas separados
por niveles pizarrosos.

Formación Cuarcita de Criadero (Silúrico). Esta formación se corresponde con un conjunto cuarcítico al que se aso-
cian las mineralizaciones de mercurio de Almadén. Constituye un nivel guía en el ámbito de la centroibérica meri-
dional. Está formada, por ortocuarcitas blancas por lo general estratificadas en niveles decimétricos a métricos. El
espesor oscila entre 20 y 50 m.

3. METODOLOGÍA
Para determinar el marco geológico y las características mineralógicas y geoquímicas de las mineralizaciones de
este sector, se realizaron trabajos de campo, estudios petrográficos y microanálisis de las fases minerales de interés.

El trabajo de campo consistió en el reconocimiento geológico del área de estudio, localización de los indicios mineros
y toma de muestras representativas. Las distintas unidades geológicas fueron identificadas en el terreno, procediendo
al reconocimiento litológico-estructural apoyados en los mapas geológicos a escala 1: 50.000 del plan MAGNA del
IGME. Para la localización de las mineralizaciones, un total de 16 indicios mineros, y muestreo de las mismas, se uti-
lizó como punto de partida el Mapa Metalogenético a escala 1: 200.000 Linares (IGME; 1974) y los informes inéditos
de ENADIMSA (1986, 1987, 1988).

Los estudios petrográficos realizados sobre 21 láminas delgadas y 32 probetas tuvieron por objeto la caracterización
mineral y textural de las paragénesis minerales presentes. En este estudio se ha utilizado un equipo LEICA DM2500P
con cámara fotográfica digital LEICA DFC450 acoplada, perteneciente a la Unidad de Granada del Instituto Geológico
y Minero de España.

Por último, las imágenes de microscopía electrónica de barrido en modo de electrones retrodispersados han sido to-
madas con un JEOL 6010PLUS/LA del Instituto Geológico y Minero de España, dotado con un analizador de energía
dispersiva de la marca Jeol. 

4. RESULTADOS
La realización del estudio metalogénico de la zona ha consistido en el reconocimiento en campo de todos los indicios
minerales existentes en la misma. Aunque en principio nuestro objetivo eran solo el estudio las mineralizaciones de
Sb, también han sido cartografiadas y estudiadas las mineralizaciones de todas las sustancias que quedaban inclui-
das en la zona, comprobando así la presencia y contenidos de Sb en otras paragénesis. En total se han caracterizado
un total de 16 indicios mineros (Figura 1), lo que ha permitido establecer el tipo de mineralización (con el apoyo de
la microscopía óptica y la microscopía electrónica), la distribución espacial de las mismas en relación a su medio
encajante, la naturaleza y presencia de modificaciones estructurales y físico-químicas.

Se observan dos tipos diferentes de paragénesis minerales, a su vez emplazadas en materiales y en posiciones es-
tratigráficas distintas. Por un lado, aquellas donde el Sb es mayoritario, y aparecen en parágenesis sencillas del tipo
qSb; emplazadas en el contacto de las Capas Pochico y las Pizarras del Río y en estructuras anticlinales al norte y
sur del sinclinal de la Sierra del Águila. En la zona sur, localizados en el mismo anticlinal, se encuentran una serie
de indicios de similares características (indicios 1-8, Figura 1, Tabla 1) cuya paragénesis está formada por estibina,
berthierita, esfalerita, calcopirita y pirita en ganga de cuarzo. El primer mineral en depositarse es la pirita, seguida
de la calcopirita y la esfalerita. A continuación, empiezan a depositarse los minerales de Sb a favor de una serie de
fracturas. Primero la berthierita, que se transforma en estibina y pirita y estibina finalmente. Entre los minerales su-
pergénicos encuentran sulfoantimoniuros pobres en Pb y óxidos de Sb.

En la zona norte (indicios 14, 15 y 16, Figura 1, Tabla 1), también en un anticlinal, la mineralización encaja en los
mismos materiales, es decir, en la parte alta de las Capas Pochico y en la parte más baja de las Pizarras del Río. A
diferencia de la zona sur, la estibina no es tan abundante, estando frecuentemente subordinada a la pirita. La paragé-
nesis está compuesta por estibina, berthierita, pirita y ocres de Sb en ganga de cuarzo.

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En la Figura 2, se recogen algunos ejemplos de la paragénesis para las mineralizaciones de Sb, así como sus re-
laciones texturales, lo que conjuntamente nos he permitido establecer la sucesión paragenética que acabamos de
describir.

Tabla 1- Principales mineralizaciones con indicación de su morfología, dirección y roca encajante.


Sustancia
Indicio Nombre Encajante Edad encajante Morfología Dirección
explotada
Ordovicico
1 La Joaquina Sb-Zn Capas Pochico Filoniana N100E
Inf-Med
Ordovicico
2 Navarredonda Sb Capas Pochico Filoniana N155E
Inf-Med
Ordovicico
3 Charneta Sb Capas Pochico Filoniana N45E
Inf-Med
Ordovicico
4 Mina Chica Sb Capas Pochico Filoniana N33E
Inf-Med
Ordovicico
5 Nazarena Sb Capas Pochico Filoniana N33E
Inf-Med
6 Curriple Sb Pizarras del Río Ordovicico Med Filoniana N25E
7 Ruimula Sb Capas Pochico Ordovicico Inf- Filoniana N20E
Huerta de Ordovicico
8 Sb Capas Pochico Filoniana N45E
Jesucristo Inf-Med
Castillo de Cuarcita de
9 Pb-Zn Silúrico Filoniana ¿?
Mudela Criadero
Pb, Zn, Cuarcita de
10 El Palomar Silúrico Filoniana N90E
Cu, Ag Criadero
Los Socavo-
11 Cu Bancos Mixtos Ordovicico Sup Filoniana N85E
nes
Pb, Zn, Cuarcita de
12 Los Clérigos Silúrico Filoniana N70E
Cu, Ag Criadero
Ordovícico Med-
13 Las minillas Pb, Sb Pizarras Cantera Filoniana ¿?
Sup
14 San Cristobal Sb Pizarras del Río Ordovicico Med Filoniana N10E
15 Mina Bilbao Sb Pizarras del Río Ordovicico Med Filoniana N90E
Camino Juan
16 Sb Pizarras del Río Ordovicico Med Desc ¿?
Abad

Las mineralizaciones que no contienen Sb, salvo en trazas ocasionales, están compuestas por minerales de Pb, Zn,
Cu y Ag. Éstas aparecen emplazadas preferentemente en las Cuarcitas de Criadero, que afloran gracias a una estruc-
tura sinclinal de dirección E-W en la parte central de la zona estudiada (indicios 9-13, Figura 1, Tabla 1). Las principa-
les mineralizaciones de este grupo son la Mina los Clérigos (nº 12) y la mina El Palomar (nº 10). La paragénesis está
compuesta por pirita, esfalerita, calcopirita, galena y covellina en filones de cuarzo. Otras mineralizaciones análogas
a éstas, pero con menor importancia son la de Castillo de Mudela (nº 9), y la de Los Socavones (nº 11). Esta última
tiene una ciertas peculiaridades respecto a las de este tipo y es que la paragénesis es exclusivamente de minerales
de cobre, y encaja en la Formación Bancos Mixtos.

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Figura 2- Imágenes obtenidas con el microscopio electrónico de barrido de diferentes muestras mineralizadas con
Sb: A) Cristales de esfalerita (gris oscuro) con estibina fibrosa; B) Gran cristal de estibina (gris oscuro) con sulfoan-
timoniuros de Pb (gris claro); C) Restos de óxidos de Sb (blanco brillante) mezclado con otros minerales; D) Gran
cristal de estibina con sulfoantimoniuros pobres en Pb (gris claro) y restos de esfalerita.

5. CONCLUSIONES
Se reconocen de dos grupos de mineralizaciones bien diferenciados:

Por una parte las mineralizaciones de Sb, en las que la estibina es el mineral principal, aunque también aparece
berthierita, en combinación sencilla con otras fases minerales como pirita y esfalerita entre otros sulfuros. Estas
mineralizaciones son filonianas, con direcciones N-S o NE-SW y que encajan en las alternancias Pochico (Arening,
Ordovícico Inferior) o bien en la base de las pizarras del Río (Ordovícico Medio), pudiendo considerarse esta zona
de contacto un metalotecto específico para el Sb, puesto que las mineralizaciones han encontrado ahí su ámbito de
deposición. Dentro de este grupo, se han diferenciado, a su vez, las mineralizaciones que se encuentran en el eje
Santa Cruz de Mudela –Torrenueva, dónde la estibina acompaña a una mineralización con abundante pirita, de las
mineralizaciones de la franja sur, situadas en el eje Viso del Marqués-Almuradiel, que son ricos en estibina, y otras
especies minerales de Sb, y abundantes sulfuros.

Por otra parte, se encuentran las mineralizaciones de Pb, Zn, Cu y Ag, en forma de sulfuros, sin presencia o con
trazas de Sb. Estas mineralizaciones encajan en niveles más modernos de la serie sedimentaria paleozoica, prefer-
entemente en la formación cuarcita de Criadero (Llandovery) que aflora en una franja ocupada por el sinclinal devóni-
co-silúrico de Virtudes, en la zona central del estudio. También presentan morfología filoniana, con direcciones E- W
y NE/SW. Por ello, esta formación constituye un metalotecto específico para este tipo de mineralizaciones.

Aunque Gumiel (1983) propone un origen vulcanoseduimentario para este tipo de mineralizaciones, nosotros no he-
mos encontrado evidencias en este sentido. Todas las mineralizaciones estudiadas presentan morfología filoniana.
Por sus direcciones, se deduce su asociación a las fracturas tardihercínicas de dirección preferentemente NE-SW.

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Por tanto, se puede definir una zonación de las mineralizaciones en la columna estratigráfica paleozoica, dónde las
mineralizaciones de Sb encajan en los niveles inferiores de la serie (Capas Pochico y Pizarras del Río, del Ordovícico
Inferior- Medio) y las de sulfuros de Pb, Zn, Cu en los niveles más recientes, como los Bancos Mixtos o las Cuarcitas
de Criadero (Ordovícico Superior, Silúrico Inferiror).

6. AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se ha realizado en el marco de los proyectos del IGME “Reconocimiento de indicios mineros para su
integración en la Base de Datos BDMIN” y “Utilización de la integración de datos georreferenciados multidisciplinares
al análisis de la potencialidad metalogénica del área antimonífera de Almuradiel, Ciudad Real”
Agradecemos al IGME la utilización del equipo JEOL 6010 PLUS/LA que ha sido parcialmente financiado por el Fondo
Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), (Ref. IGME13-4E-1518) y a la Dra. Pilar Mata por su inestimable ayuda en
la elaboración de los análisis. Finalmente agradecer a Manuel Ibáñez Gabarrón, estudiante en prácticas del Máster
GEOREC de la UGR, su colaboración en el estudio de láminas y probetas pulidas.

7. BIBLIOGRAFÍA
• ENADIMSA (1986) Programa de Investigación de Recursos Minerales. Proyecto Zona Centro. Actuación Almura-
diel. Informe final. Inédito
• ENADIMSA (1987) Programa de Investigación de Recursos Minerales. Proyecto Ampliación Zona Centro. Actua-
ción Almuradiel. Informe final. Inédito
• ENADIMSA (1988) Programa de Investigación de Recursos Minerales. Proyecto Zona Centro Actuación Almura-
diel. Inédito
• Gumiel P. (1983). Metalogenia de los yacimientos de antimonio de la Península Ibérica Tecniterrae, 54, 6-120.
• IGME (1974). Mapa Metalogenético de Linares, E: 1:200.000.
• Leal Echevarría, G. y Castroviejo, R. (1990). Las mineralizaciones auroantimoníferas de Almuradiel (Ciudad Real).
Boletín de la Sociedad Española de Mineralogía, 13 (1), p. 102-103.
• Lillo, J.L., Pieren, A.; Hernández Samaniego, A.; Olivé, A.; Carreras, F.; Gutierrez-Marco, J.C.; Sarmiento, J.C. y
Fernández Remolar, D.C. (en edición) Hoja y Memoria del Mapa Geológico de España. E 1: 50.000. 2ª Serie MA-
GNA. Hoja nº 863 (Santa Elena) IGME.
• Lillo, J.L., Pieren, A.; Lopez Sopeña, A.; Salazar, A.; Hernández Samaniego, A.; Gutierrez-Marco, J.C.; Sarmiento,
J.C., y Pardo Alonso, M.V. (en edición) Hoja y Memoria del Mapa Geológico de España. E 1: 50.000. 2ª Serie MA-
GNA. Hoja nº 864 (Aldeaquemada) IGME.
• Martínez Catalán, J.R.; Martínez Poyatos, D. y Bea, F. (Coords.) (2004). “Zona Centroibérica. Introducción”. En:
Geología de España (J.A. Vera, Ed.), SGE-IGME, Madrid: 68-69.
• Matas, J. Martín Parra L.M.; Monteserín López V. (2016) Hoja y Memoria del Mapa Geológico de España. E 1:
50.000. 2ª Serie MAGNA. Hoja nº 838 (Santa Cruz de Mudela) IGME.
• Monteserín López, V.; Navarro Juli J.J.; Palero, F. (2016). Hoja y Memoria del Mapa Geológico de España. E 1:
50.000. 2ª Serie MAGNA. Hoja nº 837 (Viso del Marqués) IGME
• Pacheco, J 1944. Ciudad real. Estadística Minera y Metalúrgica de España. Año 1942. Consejo de Minería. Madrid.
Pag 246-275
• Pacheco, J 1945. Ciudad real. Estadística Minera y Metalúrgica de España. Año 1943. Consejo de Minería. Madrid.
Pag 248-276

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y Recursos Minerales
391
VENTAJAS DE LOS MÉTODOS MAGNETO-TELÚRICOS APLICADOS A LA
EXPLORACIÓN MINERA EN LA FAJA PIRÍTICA.
Fernández, Isla
Geognosia S.L., c/ Baldíos de Niebla 11, 21600 Valverde del Camino, Huelva, isla.fernandez@geognosia.com

RESUMEN: La Faja Pirítica es una zona geológica que ha sido explorada por diferentes empresas mineras durante
muchos años, esto hace que los métodos de exploración geofísica deban ser cada día más específicos respecto a los
nuevos objetivos de exploración.

Estos nuevos objetivos han cambiado principalmente por las siguientes razones:

La profundidad de investigación es mayor ahora que hace años, debido a que el precio de los metales, las técnicas
de explotación etc. hacen rentable la apertura de minas más profundas, Además debido a que en la Faja Pirítica se
ha explorado durante muchos años se presupone que los objetivos más cercanos a la superficie ya han sido en-
contrados y se fijan ahora nuevos objetivos a mayor profundidad. Nos enfrentamos actualmente a un problema con
la penetración de los métodos geofísicos hasta ahora utilizados, como la Polarización Inducida (PI) o los Sondeos
Electromagnéticos en el Dominio de Tiempo (SEDT), debemos, por lo tanto, buscar soluciones a los nuevos retos de
la exploración.

Tradicionalmente ha sido la gravimetría el método geofísico base de la exploración minera en esta zona apoyado por
métodos electromagnéticos para discriminar si las anomalías gravimétricas son debidas o no a posibles masas de
sulfuros masivos, por lo que gran parte de la Faja ha sido ya cubierta con medidas de gravimetría.

Otro de los problemas que debemos resolver a la hora de elegir los métodos más adecuados para investigar en la
Faja Pirítica es el ruido electromagnético presente en la zona, hay muchas líneas eléctricas, bombas de agua, pue-
blos, aldeas… Necesitamos métodos que no les afecte tanto este ruido Electromagnético (EM).

Y por último nos enfrentamos a la realidad de la falta de accesos a muchos de los puntos de medida, debemos tener
la posibilidad de realizar medidas desde otras posiciones que nos resuelvan esta falta de accesos.

Los métodos magneto-telúricos resuelven estos tres problemas, la profundidad de penetración es mucho mayor que
el resto de métodos electromagnéticos cubriendo perfectamente los 2 primeros kilómetros, el tipo de procesado de
los datos de magneto-telúrico permite retirar los datos afectados por ruido de forma que se puede medir en muchos
entornos donde sería imposible medir con otros métodos, y la alta contribución lateral que tiene el método permite
evitar las posiciones que no tienen accesos y poder medir desde posiciones más lejanas.

PALABRAS CLAVE: Audio Magneto-Telúrico, Exploración Minera, Faja Pirítica.

1. INTRODUCCIÓN
En las campañas de exploración minera es fundamental tener un claro modelo geológico del tipo de mineralización
buscada, cada entorno geológico tiene sus características determinadas de forma que la definición de las campañas
de exploración debe adecuarse a sus características físicas. El diseño de la exploración minera de cada entorno geo-
lógico viene entonces determinado por este modelo geológico.

El objetivo de exploración en la Faja Pirítica son los Sulfuros Masivos, Masas de Sulfuros Polimetálicos que tienen
unas características físicas muy bien determinadas como son su alta densidad respecto a las densidades de los
distintos materiales del entorno y su alta conductividad debido a la presencia de metales en ellos, esto hace que las
campañas gravimétricas y electromagnéticas sean muy efectivas a la hora de buscar este tipo de objetivo.

En los entornos geológicos en los que las características físicas hacen de la geofísica una herramienta eficaz en su
exploración, como es el caso de la Faja Pirítica, suelen buscarse primero métodos regionales que nos permitan elegir

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varias zonas con mayor probabilidad de éxito en la búsqueda de objetivos de sondeo, y luego métodos que discrimi-
nen primero, si estos objetivos definidos por los métodos más regionales son o no objetivos de sondeo debido a su
mejor definición de la posición, tamaño y forma además de poder discriminar si con una segunda característica física
es o no el objetivo que buscamos.

Aquí en la Faja Pirítica este método más regional ha sido hasta hora la gravimetría (ya que como hemos dicho la
densidad de los sulfuros masivos es más alta que la de todos los materiales de su entorno), pero debido a que las
anomalías gravimétricas pueden ser debidas a masas con distinto tamaño, profundidad y contraste de densidad y
crear el mismo tipo de anomalía, no se puede discriminar si las anomalías encontradas son debidas a un cuerpo con
mucho contraste de densidad y una profundidad y tamaño determinados o a un cuerpo mucho más grande con menor
diferencia de densidad y diferente posición en el espacio, por lo tanto solo con el método gravimétrico no seriamos
capaces de afirmar que la anomalía es debida a un cuerpo de Sulfuros Masivos o a un contraste entre materiales
presentes en la Faja (como pueden ser rocas volcánicas básicas) con otros materiales presentes en el mismo entorno
con menor densidad.

Esta es la razón por la que como segundos métodos de diferenciación se han utilizado diferentes configuraciones de
los métodos electromagnéticos, ya que la combinación de anomalías gravimétricas y electromagnéticas aumenta el
éxito en la localización de estas masas de Sulfuros Masivos que son más densos y más conductoras que el entorno.

Existen muchas configuraciones de campo de los métodos electromagnéticos, por supuesto todas ellas sensibles a
las variaciones de resistividad que es una característica física de los diferentes materiales del subsuelo, pero cada
una de estas configuraciones se adecua más a los diferentes objetivos, entornos, niveles de ruido electromagnético,
posición en el espacio, profundidad, accesos…

La elección de una configuración determinada de esta familia de métodos electromagnéticos es el objeto de la pre-
sente comunicación: el método Magneto-Telúrico.

2. DESCRIPCIÓN TÉCNICA DEL MÉTODO


El método Magneto-Telúrico consiste en medir las corrientes “telúricas” presentes en el subsuelo debidas a la inciden-
cia de ondas electromagnéticas sobre la superficie de la tierra, dependiendo de la conductividad o resistividad de los
distintos materiales estas corrientes serán más o menos intensas.

El método Magneto-Telúrico pertenece al grupo de los métodos geofísicos Electromagnéticos en el Dominio de Fre-
cuencias. Quiere decir que se mide a diferentes frecuencias, ya que cada frecuencia medida corresponde a una
profundidad y distancia del punto medido, dependiendo de la resistividad de los distintos materiales del subsuelo.

Las fuentes en una campaña de MT son naturales, es decir es un método pasivo, siendo principalmente controladas
por la actividad electromagnética solar y su interacción con la ionosfera, además de todo el conjunto de ruido elec-
tromagnético presente en cada zona de medida. Todas estas fuentes crean ondas electromagnéticas que al incidir
perpendicularmente sobre la superficie de la tierra crean corrientes eléctricas (conocidas como corrientes telúricas,
que tienen diferentes características dependiendo de los materiales que se encuentren en la zona).

El hecho de que no utilice transmisor hace que la logística de campo sea mucho más sencilla que cualquiera de los
otros métodos electromagnéticos, y es posible acceder a zonas prácticamente inaccesibles para métodos como los
SEDT o los perfiles de Polarización Inducida ya que ambos métodos necesitan de un transmisor de corriente que
generalmente es muy pesado.

Las medidas consisten en alguna o todas las componentes del campo eléctrico (para lo cual se utilizan dipolos de
diferentes tamaños, normalmente para los objetivos de minería entre 50m y 100m) y alguna o todas las componen-
tes del campo magnético (mediante una antena que mide en un rango de frecuencias generalmente entre 0.1Hz y
10000Hz). Las resistividades aparentes se obtienen mediante relaciones entre las componentes perpendiculares del
campo eléctrico y el campo magnético.

Como todos los métodos electromagnéticos está sujeto al ruido electromagnético ambiental. Pero como veremos
un poco más adelante debido al pre-procesado de las series de tiempos los datos se pueden “limpiar” de ruido con
mucha más efectividad que en otros métodos electromagnéticos.

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Las intensidades del campo eléctrico medido suelen ser en niveles de microvoltios y los valores del campo magnético
en microgammas, por lo que el equipo de medida debe ser muy sensible y poder ser capaz de filtrar gran parte del
ruido ambiental, para evitar este ruido casi todos los equipos de medida de este método incorporan filtros de altas
frecuencia de radio.

En caso de ser una zona con mucho ruido se podrá utilizar una estación remota con una segunda antena como refe-
rencia para intentar aislar el ruido electromagnético de baja potencia comparando las señales de ambos dispositivos.,
posicionando esta segunda antena lo suficientemente lejos de las fuentes de ruido del entorno de trabajo.

Figura 1 – Especificaciones de la antena ANT4 de Zonge.

Dependiendo de la complejidad de la geología de la zona y del grado de conocimiento que queramos sacar del estu-
dio se puede medir en Modo Escalar (solo una componente de cada uno de los campos), Vectorial (más de una com-
ponente de los campos) o Tensorial (las dos componentes horizontales del campo eléctrico y las dos componentes
horizontales del campo magnético al mismo tiempo). No se suele medir la componente vertical del campo magnético
porque la señal suele ser muy baja y está muy afectada por ruido.

Las variaciones laterales de conductividad influyen mucho en las medidas de MT, para evitar la indeterminación que
podría provocar esta influencia se suele medir en forma de malla. Pero esto puede ser una gran ventaja en zonas que
no tengamos buenos accesos a las zonas de estudio, pudiendo configurar el método de forma que midamos donde
podamos acceder sin tener que estar sobre el objetivo, ya que es muy sensible a la presencia de conductores.

En el caso de la configuración escalar se suelen tomar más medidas del campo eléctrico y una sola medida del campo
magnético aprovechando que la variación del campo magnético es mucho menor, lo que hace más rápido cubrir una
zona grande. Este tipo de configuración se recomiendo siempre que las geologías sean sencillas y tengan una clara
dirección geológica predominante..

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En geologías más complicadas nos interesa medir en Modo Tensorial. Midiendo las dos componentes horizontales
de ambos campos, medimos de forma paralela y transversal de la geología aportando mucha más información sobre
la direccionalidad de las estructuras, ya que nuestros datos de partida tienen información en las dos direcciones per-
pendiculares.

MODO
ESCALAR

MODO
TENSORIAL

Figura 2 –Configuración de campo AMT.

En el caso de los datos de MT los receptores de datos recogen todas las medidas reales que se toman, y vuelcan esta
información para su posterior análisis pudiendo limpiar los datos realizando análisis estadísticos, siempre teniendo en
cuenta que en entornos ruidosos se deben tomar muchas más medidas. En casi todas las ocasiones después de su
pre-procesado se obtienen datos con calidad suficiente para su procesado e interpretación pudiendo utilizarse este
método en entornos realmente ruidosos como es una mina en operación.
El tiempo de medida de cada estación varía mucho con la frecuencia mínima de estudio que viene limitada por la
profundidad de investigación, por supuesto cuanto más profundo queramos llegar más tiempo necesitaremos en cada
una de las medida.

Figura 3 –Profundidad de Investigación versus Frecuencia y Resistividad del Terreno.

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Como referencia de tiempos podemos utilizar los siguientes rangos de tiempo: en un entorno libre de ruido para llegar
a 1km de profundidad podremos medir en 20 minutos, si la zona es muy ruidosa el tiempo se incrementara a 1 hora
aproximadamente, pero garantizaremos la posibilidad de tomar datos de calidad en entornos bastante ruidosos.

Los métodos magneto-telúricos son muy eficaces cartografiando los contrastes de resistividad con bastante resolu-
ción hasta los primeros 5 kilómetros de profundidad. Los datos proporcionan información en 2 o 3 dimensiones de la
estructura y las diferentes litologías.

El AMT ha sido usado en los últimos 15 años, dando muy buenos resultados en exploración de sulfuros masivos,
metales preciosos, fuentes geotérmicas, y aguas subterráneas.

Sus ventajas sobre otros métodos electromagnéticos son la alta calidad de los datos, la alta resolución lateral y la alta
penetración en profundidad, además de tener configuraciones sencillas en el trabajo de campo para la toma de datos.

Su principal desventaja es la posible indeterminación en el valor real de la resistividad ya que es un método que
mide variaciones de resistividad no resistividad absoluta, las resistividades de superficie determinan el valor inicial
de la curva de resistividades aparentes versus profundidad una vez modelados los datos, esto quiere decir que en
determinadas ocasiones los valores iniciales pueden estar alterados por zonas muy conductoras cerca de superficie,
y provocar saltos en las curvas de resistividad aparente respecto a las curvas de las medidas adyacentes.

Figura 4 –El equipo que GEOGNOSIA utiliza ha sido fabricado por Zonge International Inc. y es un equipo de medi-
da que puede realizar diferentes métodos eléctricos y electromagnéticos, basados en los contrastes de las propie-
dades eléctricas de los materiales.

3. PROCESADO DE LOS DATOS DE CAMPO


Los datos de volcado del receptor son las series de tiempos (todas las medidas de variación de los campos eléctrico
y magnético), que mediante el pre-procesado se transforman al dominio de frecuencias y se calcula la resistividad
de Cagniard y los valores de Impedancia (calculados a partir de las componentes horizontales del campo eléctrico
y magnético), que se presentan como imágenes de contornos en pseudos-secciones dependientes de la frecuencia
por estación en el eje horizontal. Las frecuencias más bajas están relacionadas con mayores profundidades en el eje
vertical.

Los valores escalares de la resistividad aparente son el resultado del post-procesado del receptor de las series de
datos de MT. Es durante este post-procesado cuando se retiran los datos con mucho ruido o valores con relaciones
no coherentes entre el campo eléctrico y magnético.

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El procesado de los datos MT es un proceso que lleva los siguientes pasos:

La Resistividad de Cagnirad y la Impedancia son calculadas en el receptor respecto a los campos eléctricos y mag-
néticos medidos en campo:

1.- La resistividad de Cagnirad (RhoC) es la resistividad aparente, por frecuencia y su cálculo se hace a partir de
los datos brutos del campo eléctrico y magnético.

2.- Mediante la diferencia entre las distintas componentes de los campos E y H se calcula la Impedancia de Fase
(I).
Ambos valores Rho e I son usados en los programas de suavizado de inversión en 1 y 2 dimensiones para calcular
(modelar) los valores de resistividad asociados a cambios geológicos respecto a la profundidad.

Figura 5 –Comparación de un perfil de medidas AMT modelado en 1 dimensión y 2 dimensiones.

Como se puede ver en la Figura 5 la dimensionalidad en el caso de los modelos de AMT es muy importante, cuando
estructuras en 2 o 3 dimensiones son modeladas en 1 dimensión, la posición de las fuentes que crean anomalías está
muy distorsionada.

En el caso de las medidas de AMT, al contrario que en otros métodos geofísicos, el análisis de dimensionalidad de
los datos nos proporciona información de la dimensión de las estructuras que lo producen, pudiendo ser 1D, 2D o 3D.
Analizando esta información podremos decidir la dimensión adecuada del modelo a aplicar.

4. COMPARACIÓN CON OTROS MÉTODOS. EJEMPLOS.


PRUEBA DE AMT SOBRE LA MASA DE SULFUROS MASIVOS CONOCIDA COMO “MASA VAL-
VERDE” (ESTA CAMPAÑA FORMA PARTE DE LAS PRUEBAS REALIZADAS PARA EL PROYEC-
TO I+D+i REALIZADO POR GEOGNOSIA ENTRE LOS AÑOS 2011-2013 Y QUE TIENE POR TITULO:
OPTIMIZACIÓN DEL MÉTODO MAGNETOTELÚRICO APLICADO A LA BÚSQUEDA DE ENTORNOS GEOLÓGICA-
MENTE FAVORABLESPARA LA INYECCIÓN DE CO2).

GEOGNOSIA ha realizado una prueba con este método en el año 2011 sobre la posición en la que se encuentra la
masa Valverde, masa conocida desde hace bastante tiempo (descubierta entre 1986 y 1993 por el consorcio de em-
presas Adaro-Peñarroya que realizó un total de 19 sondeos de los cuales 13 de ellos intersectaron mineralización),
con el objeto de comprobar si este método es capaz de reconocer masas de sulfuro masivo en zonas en las que se
dan varias dificultades comunes en la Faja Pirítica.

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Sobre esta masa se habían realizado muchas pruebas de métodos electromagnéticos, como SEDT y PI no penetran-
do lo suficiente por la presencia de varias zonas con diferentes capas de pizarras grafitosas (que son muy conduc-
toras).

Además la zona no tenía muchos accesos por lo que nos servía también para evaluar si el método AMT es una alter-
nativa cuando la zona es abrupta e inaccesible.

En la Faja Pirítica los objetivos de exploración son cada vez más profundos, por eso el ejemplo de la masa Valverde
que se encuentra a cerca de 400m de profundidad en la parte más cercana a superficie (profundidad a la que ya,
varias técnicas electromagnéticas les cuesta llegar) era un buen ejemplo paran ver la resolución del método a estas
profundidades de investigación.

Otro de los problemas a los que nos enfrentábamos en la Faja Pirítica es a que en varios entornos favorables a la
presencia de Sulfuros Masivos hay paquetes de pizarras grafitosas que si se encuentran cerca de la superficie puede
hacer que sea muy difícil penetrar por debajo de ellos.

Además en muchas ocasiones los accesos en la Faja Pirítica no son fáciles para trabajar con transmisores y ge-
neradores de corriente grandes y pesados que son necesarios para medir SEDT y PI, en el caso del método MT la
infraestructura en el campo es mucho más sencilla, pero además la contribución lateral del método es muy superior
a la de los métodos anteriormente citados, esto hace que no tengamos que estar sobre las masas de sulfuro masivo
para medir, por lo que desde posiciones relativamente cercanas y colocadas aleatoriamente podemos sacar suficien-
te información que debidamente interpretada puede ser de gran utilidad en exploración minera.

Resumiendo, buscábamos un método electromagnético con el que completar la interpretación de las anomalías
gravimétricas e incluso que de forma única nos aportara suficiente información sobre las posibles masas de Sulfuros
Masivos y/o Semimasivos para ser utilizado en exploración minera.

Objetivos a cumplir con la prueba de MT:


1.- Comprobar que se pueden ver masas de Sulfuros Masivos y/o Semimasivos con el método MT (en el caso de
los Semimasivos no tienen por qué verse utilizando SEDT, ya que no son conductores, podría utilizarse el PI ya
que deben tener alta Cargabilidad, pero tiene mucho más limitada la profundidad de penetración).
2.- Llegar con suficiente calidad de medidas y resolución a profundidades mayores de 700m.
3.- Trabajar en ambientes con mucho ruido, como puede ser una mina en operación.
4.- Trabajar en zonas con malos accesos o sin accesos suficientes.

Figura 6 –Posición de la “Masa Valverde” respecto al mapa geológico de la zona.

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Como se puede ver en el mapa geológico, la masa Valverde se encuentra por debajo de un recubrimiento del paque-
te de Culm, lo que hace muy difícil la cartografía geológica haciendo necesario y fundamental el uso de la geofísica
como herramienta para búsqueda de objetivos de sondeo. Gran parte de la Faja Pirítica se encuentra recubierta de
Culm, o capas sedimentarias Terciarias o Cuaternarias haciendo fundamental el uso de estas técnicas geofísicas,
para su investigación minera.

Figura 7 –Posición de las 9 estaciones de medida de AMT y perfiles modelados.

En la prueba realizada sobre la Masa Valverde se midieron 9 estaciones repartidas donde los accesos lo hicieron
posible, con la información previa que se presenta en la figura 7 en la que el contorno rojo es la proyección de los
sondeos que cortaron la mineralización.

Figura 8 –Perfil 1, realizado con 5 de las 9 estaciones medidas de AMT alrededor de la “Masa Valverde”.

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El Perfil 1 es el perfil que corta la zona mineralizada más grande por eso se ha utilizado este como ejemplo.

Figura 9 –Perfil 1, realizado con 5 de las 9 estaciones medidas de AMT alrededor de la “Masa Valverde”.

En la Figura 9 se combinaron los resultados geofísicos con el modelo geológico creado a partir de la información de
los sondeos realizaos por ADARO-PEÑARROYA.

REVISION DE LOS OBJETIVOS:


1.- Comprobar que se pueden ver masas de Sulfuros Masivos y/o Semimasivos con el método MT. En el Perfil 1
podemos comprobar que la anomalía creada por la masa de Sulfuro Masivos es clara y está correctamente
situada.
2.- Llegar con suficiente calidad de medidas y resolución a profundidades mayores de 700m. Se llega a los
1100m de profundidad.
3.- Trabajar en ambientes con mucho ruido, como puede ser una mina en operación. No se puede comprobar
con esta campaña ya que en la zona no había ruido electromagnético ambiental.
4.- Trabajar en zonas con malos accesos o sin accesos suficientes. Se situaron solo las 9 estaciones a las
que se pudo acceder sin problemas, y como se puede ver en los perfiles la masa se ve claramente aun no
estando en posiciones muy cercanas.

Este estudio se ha realizado solo con 9 estaciones, separadas en algunos casos hasta 800m, esto quiere decir que la
resolución de la posición de la masa no es la adecuada para por ejemplo posicionar un sondeo, pero si como método
de reconocimiento de la zona buscando posibles masas conductoras.

EJEMPLO 2. PERFIL DE COMPARACIÓN ENTRE MEDIDAS DE AMT Y SEDT EN UN ENTORNO CON CONDUC-
TORES (ACUIFEROS CERCA DE SUPERFICIE)
Comparación de un mismo perfil de datos medidos con AMT y SEDT con una distancia entre medidas aleatoria con-
dicionada por lo mala calidad de los accesos a la zona de trabajo:

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Figura 10 –Comparación de un perfil de medidas AMT con un perfil de medidas SEDT en las mismas posiciones.

Como se puede ver en la Figura 10, en las medidas en las que tenemos conductores cerca de superficie el método
SEDT no penetra por debajo de estos conductores, no siendo el caso de las medidas de AMT,

5. CONCLUSIONES GENERALES SACADAS DESPUES DE REALIZAR MAS DE 15 CAMPAÑAS DE AMT


EN LA FAJA PIRITICA ESPAÑOLA DESDE 2011 HASTA 2017.
Debido a la confidencialidad de los datos de las campañas realizadas para las empresas mineras no podemos pre-
sentar imágenes de estas campañas, pero si presentar de manera general las conclusiones a las que hemos llegado
después de realizar más de 15 trabajos.

1. Profundidades alcanzadas en el entorno de -1.500 m, utilizando un rango de frecuencias de 1024Hz y 1Hz.


2. Posibilidad de trabajar en entornos con ruido electromagnético muy elevado como es el entorno de minas
en producción sin parar el funcionamiento de las mismas.
3. Posibilidad de trabajar en zonas con accesos muy restringidos o sin accesos pudiendo tener información de
la existencia o no de conductores.
4. Posibilidad de trabajar en zonas donde sabemos que hay conductores cerca de superficie (como pueden
ser capas de pizarras grafitosas o acuíferos con altos grados de salinidad en entornos sedimentarios)
5. Elevado ratio superficie cubierta/plazo de ejecución: se han cubierto satisfactoriamente 3,2 km2 en el plazo
de 5 días de trabajo en campo (0.64 km2/día).
6. Relación coste/superficie cubierta: 1.013€/km2
7. Muy buena relación coste/profundidad alcanzada.
8. Elevada velocidad de obtención de resultados facilitando la toma de decisiones en tiempo real: selección de
posibles objetivos, cierres de malla y/o aplicación de otros métodos de apoyo y/o diferente resolución.

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EL USO DEL INSAR PARA LA ESTABILIDAD Y SEGURIDAD DE LA
EXPLOTACIÓN MINERA
Raventós, Josep, Sánchez, Ciscu
a
TRE ALTAMIRA, Calle Còrsega 381-387 4º planta. 08037 Barcelona, josep.raventos@tre-altamira.com; b TRE ALTA-
MIRA, Calle Còrsega 381-387 4º planta. 08037 Barcelona, ciscu.sanchez@tre-altamira.com

RESUMEN: El InSAR (acrónimo de Interferometria de Radar de Apertura Sintetica- Synthetic Aperture Radar en
inglés) usa un pulso electromagnético emitido por radares embarcados en satélites que orbitan de forma cuasi polar,
para medir con precisión milimétrica desplazamientos que se producen sobre la superficie del terreno o por objetos
que se encuentran sobre esta. Los primeros sensores SAR se embarcaron a principios de los 90s lo que ha permitido
adquirir imágenes desde entonces en algunas zonas que a día de hoy nos ofrece la posibilidad de estudiar el pasado.
Esto, conjuntamente con la posibilidad de programar nuevas adquisiciones, nos permite estudiar la estabilidad del
sitio antes de iniciar el proyecto y durante las operaciones mineras.
El artículo describe el uso de la tecnología, en casos reales de aplicación, en explotaciones mineras, donde es nece-
sario controlar la estabilidad de una corta, un vertedero, el control de asientos provocados por la excavación subter-
ránea, etc.

PALABRAS CLAVE: Interferometría, Radar, Satélite, Monitorieo, Estabilidad, Precisión, Milímetro

1. INTRODUCCIÓN
Este artículo está enfocado en la Interferometría Diferencial SAR (DInSAR), una técnica de teledetección utilizada
para detectar deformación del terreno. El objetivo de este artículo es presentar las características principales de la
metodología utilizada en TRE ALTAMIRA para la detección de movimientos del terreno con precisión milimétrica y
presentar un ejemplo dentro del campo de la minería..

La detección de deformación del terreno mediante técnicas DInSAR está ganando relevancia dentro del mundo de
las explotaciones mineras por dos razones fundamentales. En primer lugar, proporciona medidas comparables con
algunos métodos geodésicos clásicos. En segundo lugar, ofrecen una serie de ventajas operacionales como la co-
bertura de grandes áreas a bajo coste, la adquisición regular de medidas a lo largo del tiempo, y la disponibilidad de
grandes archivos históricos de datos.

El principal objetivo de este estudio es mostrar la aplicabilidad de las técnicas de medición de movimientos del terreno
mediante sensores SAR embarcados en satélites. En el caso presentado, Mina Andina, el estudio se ha focalizado
en la detección de inestabilidades, movimientos y tasas de deformación en el cráter de subsidencia provocado por la
explotación subterránea, en la dinámica de los botaderos, en las laderas de los rajos de explotación y en los accesos.

2. FUNDAMENTOS DEL DINSAR


DInSAR es una técnica de teledetección para la medición de la deformación de la superficie del terreno que explota
la información geométrica contenida en la fase de al menos dos imágenes complejas interferométricas SAR adquiri-
das sobre la misma área. Este artículo se centra únicamente en el uso de imágenes SAR satelitales. La información
principal del DInSAR es la llamada fase interferométrica, obtenida mediante la diferencia de fase de dos imágenes
SAR, y relacionada con la topografía de la escena observada y la deformación del terreno que se produjo entre la
adquisición de las dos imágenes.

Si se dispone de un modelo numérico del terreno (MNT) de la escena, la componente topográfica de la fase puede
ser simulada y restada de la fase interferométrica, obteniendo la parte de la fase DInSAR que está principalmente
relacionada con la deformación del terreno. Si se analiza en detalle esta fase DINSAR puede observarse que hay
otras componentes a tener en cuenta:

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• El ruido de fase. Los sensores SAR realizan un muestreo regular 2D del terreno. Únicamente los píxeles que
se caracterizan por un bajo nivel de ruido de fase interferométrica se puede utilizar para la medición de la de-
formación. Con el fin de descartar los píxeles ruidosos, se pueden utilizar tanto la coherencia interferométrica
como el criterio de amplitud de dispersión (Ferretti et al., 2001).
• La contribución atmosférica. Al igual que la fase de GPS, la fase DInSAR contiene una componente debida a
la propagación de la señal radar a través de la atmósfera durante la adquisición de las imágenes. Los métodos
de DInSAR Avanzados (A-DInSAR) tratan de estimar esta componente para cada imagen SAR, ver Ferretti et
al. (2001) y Lanari et al. (2004).
• El error topográfico. Como se ha comentado anteriormente, la componente de fase relacionada con el error
topográfico representa una fuente de error para el control de deformaciones. Su magnitud depende de la ca-
lidad del MNT usado y de la línea de base normal del interferograma (componente del vector que conecta las
dos posiciones del satélite durante las adquisiciones de las imágenes, medida en la dirección perpendicular a
la línea de visión del sensor). El uso de múltiples interferogramas ayuda en la estimación del error topográfico.

La mayoría de técnicas DInSAR basan su estimación de la deformación en el desenrollado de la fase interferométri-


ca. A partir de las imágenes SAR la fase de cada pixel sólo se conoce módulo 2π (fase enrollada). La estimación de
la deformación requiere la reconstrucción de todo el valor de fase a partir de la fase enrollada (fase desenrollada).
Esta operación consiste en la estimación de las ambigüedades de fase y representa el paso más crítico de todo el
procedimiento DInSAR. En particular, si se trabaja con un solo interferograma, una correcta reconstrucción de la am-
bigüedad de fase sólo puede lograrse si el gradiente de la fase DInSAR entre los píxeles adyacentes es menor que
π. Teniendo en cuenta que π corresponde a una deformación en la Linea de Visión del Satélite (LOS) de λ/4, donde
λ es la longitud de onda del radar (para imágenes de banda-C λ=5.66 cm, mientras que para banda-X λ=3.1 cm),
esto supone claramente un límite en la pendiente máxima del campo de deformación observado. Cabe destacar que
el límite solamente se refiere al gradiente de deformación: la deformación máxima observable dependerá del patrón
del campo de deformación dado. Para hacer frente a esta limitación puede reducirse el intervalo de tiempo entre las
adquisiciones de imágenes SAR.

Por otro lado, para los fenómenos de deformación lenta, el principal interés es la deformación mínima detectable. En
estos casos, pueden elegirse largos intervalos de observación, durante los que se pueden adquirir múltiples imágenes
SAR, obteniendo así un conjunto redundante de observaciones DInSAR. Esto permite reducir la influencia de los
efectos atmosféricos y del ruido, y conseguir estimaciones más precisas y fiables de la deformación. En la literatura
encontramos varias técnicas A-DInSAR (Advanced DInSAR) para estimar la deformación de la tierra mediante con-
juntos redundantes de observaciones DInSAR. Entre ellas se incluyen la técnica de Permanent Scatterers (Ferretti et
al, 2000) y la técnica de Small Baseline Subset (Berardino et al., 2002; Lanari et al., 2004). Otros enfoques interesantes
se describen en Werner et al. (2003), Mora et al. (2003), y Hooper et al. (2004). En el mejor de los casos, la precisión
de la velocidad estimada de deformación puede ser inferior a 1 mm/año, por ejemplo, ver Colesanti et al. (2003).

Desde la primera descripción de la técnica, que se basa en datos SEASAT SAR (Gabriel et al., 1989), el DInSAR ha
sido utilizado con éxito en una variedad de campos de aplicación, como los deslizamientos (Tamburini et al., 2013), la
sismología (Massonnet et al., 1993), la vulcanología (Amelung et al., 2000), la glaciología (Goldstein et al., 1993), los
hundimientos del suelo (Galloway et al., 1998), etc. Más detalles sobre los fundamentos DInSAR se pueden encontrar
en Rosen et al. (2000), Hanssen (2001) y Ferretti (2014).

3. ESTIMACIÓN DE MOVIMIENTOS MILIMÉTRICOS CON SQUEESAR TM


Durante años, el análisis InSAR de conjuntos de imágenes se logró mediante el seguimiento de la posición de los
reflectores radar muy coherentes llamados Permanent Scatterers (PS) que estaban presentes en todo el conjunto de
datos. Esta aplicación PS-InSAR (Ferretti et al., 2000) lograba una precisión milimétrica mediante la eliminación de
la contribución de ruido de la atmósfera y funcionaba bien en zonas urbanas construidas. La principal limitación era
la baja densidad de medidas en áreas con poca o ninguna infraestructura. Para lograr resultados útiles en zonas
no urbanas, como minas, reservorios o deslizamientos, se optó por la identificación de medidas conocidas como
Distributed Scatterers (DS). El punto de medición DS corresponde a las áreas que tienen respuesta similar a la señal
radar. El tamaño de la zona depende del tamaño del píxel y del número de píxeles adyacentes que muestra la misma
respuesta a la señal SAR.

Las técnicas avanzadas de procesado, como SqueeSAR (Ferretti et al., 2011), que utilizan tanto PS como DS au-
mentan significativamente la densidad de puntos de medición en entornos no urbanos. De esta manera se amplía

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la cantidad de medidas obtenidas dando la posibilidad de investigar el movimiento y de controlar muchas zonas no
urbanizadas incluyendo regiones montañosas. El algoritmo SqueeSAR también produce mejoras en la calidad de las
series temporales de desplazamiento. Las áreas homogéneas que producen DS comprenden normalmente varios
píxeles. La serie temporal única asignada a cada DS se calcula promediando la serie temporal de todos los píxeles
dentro de los DS, lo que reduce efectivamente el ruido en los datos. El número de puntos de PS y DS suele aumentar
con el tiempo a medida que se capturan más imágenes, aunque, según la aplicación, se puede compensar en parte
con los cambios producidos en el terreno durante el periodo de adquisición ya que esto hace disminuir el número de
medidas con respuesta radar estable.

4. APLICACIÓN DEL INSAR EN EL MONITOREO DE MINA ANDINA (CHILE)


El área de estudio corresponde a Mina Andina propiedad de la Corporación Nacional del Cobre en Chile CODELCO,
situada entre 3700 y 4200 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de los Andes, al noreste de la ciudad de
Santiago y situada en la región de Valparaíso. La mina opera tanto en rajo abierto como en explotación subterránea.
La zona presenta topografía extrema típica de alta montaña y un clima severo, permaneciendo cubierta de nieve de
espesor considerable durante los meses de invierno.

Una de las peculiaridades de mina Andina es que la explotación subterránea, mediante la técnica del block caving,
ha generado un cráter de subsidencia que colinda con la mina vecina propiedad de Anglo American, Los Bronces. El
control sobre la dinámica y evolución del cráter de subsidencia debe ser riguroso y continuado en el tiempo.

Se han detectado más de 2.700.000 puntos de medida sobre Mina Andina mediante la aplicación de técnicas PSI
y de correlación de amplitud. Los puntos de medida dan cobertura a la práctica totalidad de la explotación de Mina
Andina. En general los puntos de medida muestran valores entre los –4 y 4 mm, considerado estable en line-of-sight
en base al número de imágenes usadas en el estudio y al periodo de tiempo estudiado. No obstante, existen áreas
de movimiento relevante en el entorno de la mina. Destacan entre dichas zonas, el cráter de subsidencia, diversas
laderas y taludes artificiales, los botaderos y zonas cercanas a excavaciones o en rebajes de terreno como los rajos
de explotación. En general hay una muy buena densidad de puntos a excepción de las zonas que presentan distor-
siones geométricas debido al relieve abrupto, donde la visibilidad del sensor radar queda reducida debido a que la
adquisición se efectúa de forma oblicua a la superficie terrestre.

4.1. MOVIMIENTO MILÍMETRICO Y CENTÍMÉTRICO


Mayoritariamente los movimientos detectados en la zona de mina Andina corresponden a movimientos del rango
entre los milímetros y varias decenas de centímetros repartidos por toda el área de la mina. La mayoría de puntos
indican valores de entre -4 y 4 mm que indican estabilidad en prácticamente toda el área de estudio durante los seis
meses de estudio. No obstante, se detectan diversos focos de movimiento relevante de magnitudes diversas que
incluyen zonas como los botaderos, laderas inestables y el cráter de subsidencia. Las magnitudes mayores detecta-
das en la zona corresponden al asiento o subsidencia en el fondo del cráter con valores que pueden alcanzar los 40
cm de movimiento acumulado en 6 meses de estudio y que por lo general se encuentran por encima de los 10 cm
acumulados.

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Figura 1 – Mapa general de resultados de movimentos milimétricos y centimétricos sobre la Mina Andina

Los botaderos son las otras estructuras que presentan más movimiento debido a la propia compactación y asenta-
miento del terreno. En algunas zonas se detectan movimientos superiores a los 50 mm en 6 meses, que localmente
pueden alcanzar los 300 mm. Como se puede observar en algunas localizaciones, hay zonas donde se detecta una
combinación de movimientos de alejamiento y acercamiento debido a la topografía local de la zona, donde existen
diferentes pendientes del terreno con multitud de orientaciones posibles y donde la medida del movimiento real pro-
yectada sobre la línea de visión del satélite queda registrada con diferentes signos.

4.1.1. Rajo sur y zona de botaderos


En la figura 2 se pueden observar los resultados de movimiento del terreno en la zona del Rajo Sur, donde se apre-
cia que el asiento de los materiales en el interior del Rajo son movimientos intensos en los seis meses de estudio,
producidos por el asiento o compactación de los materiales depositados en su interior. Las laderas cercanas al rajo,
este, oeste y sureste presentan movimientos que quedan representados con diferentes signos debido al efecto de
acercamiento o alejamiento respecto al punto de vista del satélite o LOS, que en este estudio se sitúa al oeste de la
zona de interés. La zona de bancos inferiores del rajo muestra estabilidad.

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Figura 2: Mapa de movimiento acumulado en la zona del Rajo sur y alrededores.

Por otro lado, la zona de botaderos, figura 3, al este de los rajos de explotación, presenta una combinación de pa-
trones de movimiento que indican asiento del terreno en el tiempo. La compleja topografía local provoca el efecto
necesario para que el movimiento real del terreno pueda ser detectado como alejamiento o acercamiento al satélite,
dependiendo de la pendiente local del terreno. Las zonas ubicadas en pendientes considerables podrían indicar des-
lizamientos de terreno.

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Figura 3: Mapa de movimiento acumulado sobre la zona de botaderos este. Se observan multitud de patrones y
zonas de movimiento.

4.1.2. Cráter de subsidencia


El cráter de subsidencia presenta los movimientos del terreno de orden centimétricos de mayor magnitud del análisis.
Los puntos de medida describen un patrón de hundimiento o asentamiento en las zonas de botaderos, localizadas en
el fondo del cráter, combinado con el deslizamiento o movimiento lento de las laderas cercanas al cráter. Los puntos
de movimiento acumulados se muestran en la figura 4 junto a una amplia zona de resultados en el rajo principal de
mina Andina que presenta estabilidad.

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Figura 4: Detalle de movimientos en el cráter de subsidencia, esquina superior izquierda de la imagen, donde se
muestran movimientos de hundimiento que superan los 400 mm en seis meses de estudio.

3.2. Movimiento métrico


La detección de movimientos métricos se ha llevado a cabo en una sección del talud Este del Rajo Sur, donde las
magnitudes de movimiento superan el metro de desplazamiento en el periodo de estudio. Los resultados presentados
indican como una sección ubicada al Este del Rajo Sur se desplaza hacia el Oeste, a favor de la pendiente y muestra
mayoritariamente zonas de movimiento de entre 1 y 2 metros; y más hacia el Sur zonas de movimientos de los 2 a
3 metros, figura 5. Como se aprecia en el mapa de movimiento combinado, los movimientos métricos se enmarcan
dentro de una zona que presenta movimientos en toda su extensión hacia el Este y que se incrementan en la zona
de movimientos métricos en cuestión. Para computar los resultados de movimiento métrico en el talud Este del Rajo
Sur se han usado dos imágenes en modo descendente del satélite Cosmo-SkyMed, que ofrece mejor sensibilidad
al movimiento, debido a la orientación de la línea de visión satelita, respecto la línea de visión en modo ascendente
usada para el análisis de toda la mina.

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Figura 5: Detalle de la zona del Rajo Sur y alrededores donde se pueden apreciar los movimientos métricos detec-
tados en la zona de talud Este (vectores color rosa).

5. CONCLUSIONES
Las principales contribuciones del uso de la tecnología InSAR para las explotaciones mineras y en particular para el
caso de estudio de Mina Andina son:

• Proveer una visión general del estado de estabilidad del terren


• Monitorizar amplias extensiones de la mina al mismo tiempo.
• Determinar áreas de movimiento y en consecuencia optimizar la instrumentación in situ
• Determinar áreas de estabilidad (donde colocar referencias para otros métodos de instrumentación)
• Ayudar a determinar la dinámica y linearidad del movimiento

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309
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018
INFLUENCIA DE LA CONCENTRACIÓN DE DEPRESORES Y COLECTOR
EN LA FLOTACIÓN DE FLUORITA
Corpas Martínez, José Raúla,b, Pérez Muñoz, Antonioa, Amor Castillo, Celsob, Navarro Domínguez, Rafaelb,
Martín Lara, Mª Ángelesa, Calero de Hoces, Mónicaa

a
Departamento de Ingeniería Química, Universidad de Granada, 18071 Granada, España
b
Minera de Órgiva S.L., Mina Carriles, Órgiva, 18400 Granada, España
Tel: +34610463245; email: jrcorpas@correo.ugr.es

RESUMEN: La flotación de minerales es un proceso químico que cobra especialmente importancia cuando se re-
quieren obtener leyes de mineral elevadas que no pueden ser obtenidas mediante métodos físicos en la mayoría
de los casos. El objetivo de este trabajo es llevar a cabo la optimización de un determinado número de variables de
operación en la flotación de mineral fluorita proveniente de la Sierra Lujar explotada por la empresa Minera de Órgi-
va S.L. Este mineral viene acompañado de los materiales contaminantes; carbonato cálcico, carbonato magnésico,
carbonato cálcico-magnésico y sílice. El tamaño de partícula del mineral a tratar fue analizado mediante difracción
laser obteniéndose un tamaño de partícula bastante homogéneo del cual aproximadamente el 90% del total, se en-
contraba entre 5 y 70 micras. La ley del mineral de entrada fue de un 41% en CaF2. Este tamaño de partícula hace
el proceso de flotación complejo debido a la presencia de abundantes lamas. Sin embargo, la alta ley de entrada y el
hecho de que es un subproducto a gestionar hacen interesante su flotación. La cantidad de variables que intervienen
en el proceso de flotación es muy elevada por lo que un estudio exhaustivo de las más importantes puede llevar a la
optimización del proceso. En este trabajo se ha estudiado cómo influye la concentración de determinados reactivos
en el proceso de flotación. Se han utilizado quebracho y almidón de patata como depresores de los carbonatos cálci-
co y magnésico, silicato sódico como depresor de sílice, dextrina como depresor de carbonatos cálcico-magnésico y
ácido oleico como colector de fluorita. Los análisis elementales de las distintas muestras se llevaron a cabo mediante
la técnica de fluorescencia de rayos X (FRX) y por ajuste estequiométrico se obtuvieron las fracciones molares y má-
sicas de los distintos compuestos. La concentración utilizada de cada uno de los reactivos fue fijada en tres niveles
equidistantes. El resto de variables que intervienen en el proceso de flotación como son el pH y todas las variables
físicas se fijaron en un único valor para disminuir la cantidad de experimentos a realizar y poder ajustar los resultados
a un modelo matemático que permitiese la optimización del sistema. Las variables de respuesta analizadas fueron la
fracción másica de cada uno de los minerales presentes y la recuperación metalúrgica de fluorita. Por último, se pre-
senta la implementación de un modelo matemático basado en la técnica estadística de análisis factorial que relaciona
las variables y factores y que ha permitido la optimización de las condiciones de operación para lograr la máxima
recuperación metalúrgica con la mínima concentración de reactivos.

PALABRAS CLAVE: Flotación, Fluorita, Lamas, Modelado, Optimización.

AREA / SUBÁREA
1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
1.1.- INVESTIGACIÓN Y PROSPECCIÓN DE RECURSOS MINERALES

1. INTRODUCCIÓN
La planta de producción de fluorita de grado metalúrgico de la empresa Minera de Órgiva S.L. genera un subproducto
incapaz de ser tratado mediante métodos físicos de tratamientos de mineral. Surge la necesidad de revalorizar este
subproducto mediante alguna técnica que permita separar los distintos minerales presentes en este material. La téc-
nica de separación por flotación es una de las más conocidas y utilizadas en minería debido a su fácil construcción y
al bajo coste de operación que presenta.

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y Recursos Minerales
La flotación de fluorita ha sido un proceso ampliamente estudiado en las últimas décadas debido al elevado número
de variables que influyen sobre éste. Zhang et al. (2017) estudian el efecto del silicato sódico sobre la depresión de
cuarzo en la flotación de fluorita obteniendo resultados muy prometedores en cuanto a depresión de sílice. Li et al.
(2015) prueban distintos dispersantes para deprimir los minerales contaminantes en la flotación de fluorita. Por otro
lado, Rutledge et al. (2015) estudian el efecto de los taninos en la depresión de carbonatos presentes junto con fluo-
rita, destacando el quebracho como un tanino especialmente enérgico en la depresión de carbonato cálcico.

Los datos obtenidos por los distintos autores citados no pueden extrapolarse directamente a cualquier mina de fluori-
ta, debido a que las características mineralógicas de cada yacimiento pueden influir de distinta manera en el proceso
de flotación.

Este trabajo tiene como objetivo realizar un estudio de la flotabilidad de la fluorita procedente de Sierra de Lujar y
en concreto del mineral generado como subproducto en el proceso de producción de fluorita de grado metalúrgico.
Igualmente, se pretende optimizar los resultados mediante un modelo factorial que permita la disminución del uso de
reactivos y, por tanto, los costes de los mismos.

2. MATERIALES
2.1. MINERAL
El mineral utilizado en este trabajo proviene de la Sierra de Lujar (Granada). Concretamente el mineral utilizado en
los ensayos de flotación es un subproducto generado en la planta de producción ya instalada en este yacimiento.

El primer paso fue llevar a cabo la caracterización del mineral (Tabla 1). Se determinó la composición elemental
mediante la técnica de Fluorescencia de Rayos X (FRX) y los compuestos químicos que forman estos elementos
mediante estequiometría. Para la determinación por FRX de los distintos elementos se ha empleado un equipo de
fluorescencia de Rayos X “ARL Optim’X WDRXF” de Thermo Fisher Scientific del laboratorio de Minera de Órgiva
S.L., con 50kV, ánodo de Rodio y cristales LiF200, InSb y AX06, junto con el software Oxsas 2.2, de Thermo Fisher Sc

Tabla 1 – Composición química del mineral de partida


Compuesto Proporción (%)
CaF2 41.0
CaCO3 y MgCO3 41.7
SiO2 15.9
Otros 1.4

A continuación, se determinó la curva granulométrica del mineral mediante un analizador de tamaño de partículas por
difracción láser Mastersizer Hydro 2000G (A). En la Figura 1 se presenta la distribución del tamaño de partícula del
mineral. El tamaño de partícula del mineral objeto de estudio en este trabajo está por debajo de 100 µm, por lo tanto
no es necesario moler la muestra puesto que su tamaño ya es adecuado para el proceso de flotación. Por otra parte,
la mayoría del mineral se encuentra por debajo de 40 µm, tamaño a partir del cual el mineral es considerado como
lamas. Este hecho influirá de forma negativa en la flotación, haciendo necesaria una mayor dosificación de reactivos
en el proceso.

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Figura 1 – Distribución del tamaño de partícula

2.2. EQUIPO DE FLOTACIÓN


El equipo utilizado para la realización de experimentos fue el denominado “D12 muti-cell flotation cell” cuyos compo-
nentes aparecen recogidos en la Figura 2.

La celda de flotación de polimetilmetacrilato permite identificar fácilmente, debido a su no opacidad, las dos fases
presentes en el proceso, la fase acuosa y la fase espumosa.

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Figura 2 – Equipo de flotación D12 muti-cell flotation cell

2.3. REACTIVOS
Los reactivos utilizados en los experimentos del presente trabajo fueron:

• Sílicato sódico (NaSiO2) 99% PA-Panreac


• Quebracho 98% PA-Panreac
• Almidón de Patata 99%, PA-Panreac
• Dextrina blanca 99% PA-Panreac
• Carbonato cálcico (CaCO3), 99% PA-Panreac
• Ácido Oleico 99% PA-Panreac.

3. METODOLOGÍA
El proceso de flotación se dividió en dos partes. Una primera parte denominada acondicionamiento y una segunda
denominada flotación propiamente dicha. Durante la etapa de acondicionamiento la válvula de aire permaneció ce-
rrada y se abrió al comienzo de la etapa de flotación. La cantidad de mineral seco a flotar fue de 500 gramos en cada
experimento. Se añadió agua en la celda hasta obtener un 35% en peso de sólidos en la fase de acondicionamiento
y un 25% en la fase de flotación. Para estudiar el efecto de los distintos reactivos anteriormente nombrados fue nece-
sario fijar el resto de variables que influyen en el proceso de flotación.

La Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya (SMMP) en sus estudios llevados a cabo entre 1980 y 1984 sobre la flo-
tación de fluorita de la sierra de Lújar llegó a la conclusión de que la velocidad óptima de agitación se encuentra en el
rango de 1100-1300 rpm por lo que el valor utilizado en este trabajo ha sido 1200 rpm.

Por otro lado, Zhao et al. (2013) determinaron que el punto de carga cero (PZC) para la fluorita es de 9.5 y para la
calcita o carbonato cálcico 8.5 de esta forma, para evitar la flotación de carbonato cálcico los autores sugieren trabajar
a pH por encima de 9, estando el óptimo comprendido entre 9.5-10. El valor utilizado de pH en el presente trabajo fue
9.5 ajustado con CaCO3.

Kowalczuk et al. (2016) realiza la dosificación de reactivos por separado y estudia el tiempo de acondicionamiento
para la formación de las fases presentes en el proceso de flotación. En el presente trabajo, por el contrario, todos los

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reactivos fueron dosificados al mismo tiempo a excepción del ácido oleico. El tiempo de dosificación fue de 5 minutos
para los reactivos añadidos al mismo tiempo y dos minutos para el ácido oleico. El objetivo de reducir el tiempo de
acondicionamiento es simplificar el proceso de cara a su escalado industrial. Una vez finalizado el acondicionamiento
se abre la válvula de sub-aireación y se regula el caudal a 0.6 m3/h comenzando la etapa de flotación. Los valores de
concentración de los distintos reactivos o variables (Tabla 2) fueron fijados en el rango de estudio a partir de ensayos
previos desarrollados con el mismo mineral por SMMP. La espuma, obtenida tras cada experimento, fue recogida por
la parte superior de la celda con un rascador sobre una bandeja metálica. Dicha espuma se llevó hasta sequedad a
100ºC, se pesó y se analizó mediante la FRX.

Para ajustar los resultados a un modelo factorial se realizó un diseño de experimentos basado en el modelo Box-
Benkenh de 3 niveles con 5 variables obteniéndose un total de 28 experimentos siendo dos de ellos la repetición del
punto central. El ajuste estadístico se realizó utilizando el programa StatGraphics Centurion XV.

Tabla 2 – Concentración de variables


Variable Nivel -1 Nivel 0 Nivel 1
Almidón (g/kg mineral) 0.5 1.75 3
Quebracho (g/kg mineral) 0.25 0.75 1.25
Dextrina (g/kg mineral) 0.25 0.75 1.25
Oleico (g/ kg mineral) 0.5 1.75 3
Silicato sódico (g/ kg mineral) 0.25 0.75 1.25

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las variables respuesta estudiadas del diseño de experimentos han sido la ley de fluorita y la recuperación metalúrgi-
ca. Esta última ha sido calculada como la relación en base 100 entre la fluorita que contenía la alimentación y la que
contiene cada uno de los concentrados de los experimentos realizados.

4.1. LEY DE FLUORITA


El modelo de ajuste factorial propuesto de Box-Benkenh se ajusta muy bien a los resultados de ley de fluorita, obte-
niendo un valor de correlación R2 de 0,985. La Figura 3 muestra cómo influyen cada uno de los reactivos utilizados
sobre la ley de fluorita en el rango probado.

Figura 3 – Influencia de las variables químicas en la ley de fluorita

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Como se puede observar, el almidón y el quebracho alcanzan un máximo de influencia cerca de su punto central. La
dextrina junto con el silicato sódico son los reactivos cuya variación menos influye en la ley de fluorita. El hecho de
que la variación en la dosis de dextrina no tenga un efecto importante se debe al efecto que produce sobre ella el almi-
dón, siendo este un floculante de carbonatos y la dextrina un dispersarte; al ser mayor las concentraciones utilizadas
de almidón en su rango de estudio, este inhibe la acción de la dextrina. Por otro lado, el hecho que la alimentación
contenga un bajo contenido en sílice comparado con el de carbonatos hace que su efecto sea menos notable sobre
la ley de fluorita que el resto de reactivos.

Estudiando aparte el efecto que produce el ácido oleico, se puede pensar que éste es el contrario al esperado. Con-
forme se aumenta la dosis de ácido oleico la ley de fluorita decrece, llegando a un mínimo cerca de su punto superior.
Este hecho es debido a que altas dosis de ácido oleico promueven la flotación del resto de minerales presentes en la
alimentación. Habrá que determinar el valor óptimo de dosificación de ácido oleico en base a la recuperación metalúr-
gica deseada puesto que, aunque la ley de fluorita sea muy elevada, no tiene interés si la recuperación metalúrgica
es muy pobre

La Figura 4 presenta el diagrama de Pareto que muestra los valores absolutos de los efectos estandarizados de las
variables estudiadas y su carácter. El diagrama también muestra una línea de referencia para indicar que los efectos
que sobrepasen la línea son estadísticamente significativos, con un efecto positivo en gris o negativo en azul sobre la
variable respuesta estudiada, en este caso ley de fluorita.

La línea de referencia para determinar la significancia estadística depende del nivel de significancia (denotado por α,
en este caso fijado en 0.05).

Figura 4 – Diagrama de Pareto estandarizado para la ley de fluorita

Se observa, como se ha indicado anteriormente, que los parámetros que más influyen en la ley de fluorita son la
concentración de quebracho y la de ácido oleico, en el primer caso de forma positiva y el segundo caso de forma
negativa.

4.2. RECUPERACIÓN METALÚRGICA


El modelo de ajuste factorial propuesto de Box-Benkenh también se ajusta bastante bien a los resultados de recupe-
ración metalúrgica, con un valor de correlación R2 de 0.916.

Observando la Figura 5 se ve que la variable que más influye sobre la recuperación metalúrgica es el ácido oleico,
siendo la recuperación máxima en el punto superior de dosificación del reactivo. Este hecho indica que si el objetivo
es llevar a cabo un desbaste del mineral de partida, se debe llevar a cabo la flotación con el valor más alto de ácido
oleico para dejar lo mas agotado posible el estéril resultante.

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Por otro lado, un exceso de quebracho y silicato sódico inhiben la recuperación metalúrgica mientras que el almidón
y la dextrina presentan un mínimo en su punto central.

Figura 5 – Influencia de las variables químicas sobre la recuperación metalúrgica

El diagrama de Pareto para este ajuste factorial (Figura 6) muestra como única variable significativamente influyente
al ácido oleico, como era de esperar en base a los resultados anteriormente indicados.

Figura 6 – Diagrama de Pareto estandarizado para la recuperación metalúrgica

4.3. OPTIMIZACIÓN DEL MODELO


Mediante la optimización de múltiples respuestas se maximizó el modelo factorial para obtener una máxima recupe-
ración metalúrgica con una máxima ley de fluorita, con igual peso para ambos factores.

Los resultados obtenidos fueron de 68,99% de ley de fluorita con una recuperación metalúrgica de 60,45%. Para
alcanzar estos resultados los valores de las variables estudiadas deben de ser los recogidos en la Tabla 3.

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Tabla 3 – Valor de las variables estudio para la optimización múltiple del modelo
Valor óp-
Variable Nivel bajo Nivel alto timo (g/kg
mineral)
Almidón -1 1 0.45 1.68
Quebracho -1 1 0.58 0.86
Dextrina -1 1 1 1.25
Oleico -1 1 1 3
Silicato sódico -1 1 0.22 0.85

5. CONCLUSIONES
El mineral subproducto procedente de planta de tratamiento metalúrgico de la empresa Minera de Órgiva S.L. presen-
ta una buena disposición a ser flotado. Teniendo en cuenta que solo se ha realizado una única etapa de flotación en
celda los resultados son muy buenos, obteniéndose valores de ley cercanos al 70% con recuperaciones metalúrgicas
superiores al 50%.

Se ha conseguido ajustar los resultados a un modelo factorial con coeficientes de correlación de 0,985 y 0,916 para
la ley de fluorita y recuperación metalúrgica, respectivamente. La realización de una optimización múltiple del ajuste
factorial ha permitido obtener una alta recuperación metalúrgica sin sacrificar en exceso la ley de fluorita. Por último
se ha determinado los valores óptimos para los reactivos de cara a ser utilizados en un primer desbaste a escala
industrial con su correspondiente escalado.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Kowalczuk, P. B., & Zawala, J. (2016). A relationship between time of three-phase contact formation and flotation
kinetics of naturally hydrophobic solids. Colloids and Surfaces A: Physicochemical and Engineering Aspects, 506,
371-377.
• Li, Y. J., Sun, F. Y., Zhou, Y., & Zeng, L. (2015). The improvement effect of dispersant in fluorite flotation: determina-
tion by the analysis of XRD and FESEM-EDX. Journal of Spectroscopy, 2015.
• Rutledge, J., & Anderson, C. G. (2015). Tannins in Mineral Processing and Extractive Metallurgy. Metals, 5(3), 1520-
1542.
• Zhang, G., Gao, Y., Chen, W., & Liu, D. (2017). The Role of Water Glass in the Flotation Separation of Fine Fluorite
from Fine Quartz. Minerals, 7(9), 157.
• Zhao, W. J., Liu, D. W., Li, H. S., Feng, Q. C., Xu, G. Y., Yuan, J. J., & Jia, X. D. (2013). Influence of pulp pH on
flotation of fluorite and calcite. In Advanced Materials Research (Vol. 616, pp. 614-618). Trans Tech Publications.

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337
METODOLOGÍA DE CÁLCULO DE CORTAS ECONÓMICAS, EJEMPLOS
DE LOS PROYECTOS RIOTINTO Y TOURO
Castañón, César a, Isidro Diego b, Buelga Arturo c
a
Universidad de Oviedo, Departamento de explotación y Prospección de Minas, C/Independencia 13, 33004 Oviedo,
castanoncesar@uniovi.es; b Universidad de Oviedo, Departamento de explotación y Prospección de Minas, C/Inde-
pendencia 13, 33004 Oviedo, diegoisidro@uniovi.es; c Universidad de Oviedo, Doctorando, arturobuelga@yahoo.es

RESUMEN: Basándose en casos reales en yacimientos como los de Riotinto (Huelva) y Touro (Coruña), se explicará
la metodología utilizada para el cálculo de las cortas económicas de explotación a cielo abierto y de las distintas fases
de exploración a partir de modelos de bloques.

PALABRAS CLAVE: minería, cielo abierto, corta económica, modelo de bloques.

1. INTRODUCCIÓN
Una parte muy importante en cualquier estudio de viabilidad de un proyecto de explotación a cielo abierto es decidir
cuál o cuáles son las cortas económicas y sus fases de explotación.

Hoy día son los modelos de bloques los más utilizados para realizar los cálculos de Recursos Geológicos y de Re-
servas Mineras; basándose en esos modelos de bloques y utilizando algoritmos como el del cono flotante, podemos
llegar a delimitar las cortas económicas, pero, solo realizando un estudio económico de las distintas posibles cortas,
de la más económica a la menos económica, podemos llegar a seleccionar las mejores y también determinar cuáles
serán las distintas fases de explotación.

A partir de los parámetros de cálculo, costes de operación, recuperaciones, ángulos geotécnicos y precios de venta, y
en las fórmulas que los relacionan en el cálculo de cortas económicas, se mostrará cual sería el proceso para dimen-
sionar y determinar las fases de explotación.

Se utilizarán casos reales, entre ellos el de Riotinto y el de Touro, dos de los proyectos más grandes de minería a
Cielo Abierto existentes en la actualidad en España.

Para todos los cálculos e imágenes que se comentan se ha utilizado el software RecMin Free y RecMin Professional
(www.recmin.com).

2. MODELOS DE BLOQUES
Un modelo de bloques en realidad es una base de datos en la que cada registro representa un bloque del terreno y
los campos definen la situación de ese bloque y sus propiedades, densidad, litología, leyes, etc.

Los modelos de bloques se utilizan para dividir en paralepípedos el terreno que está debajo de la superficie de tal
forma que cado uno representa un registro de la base de datos con sus características (ver figura 1).

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y Recursos Minerales
Figura 1 - Modelos de bloques

Los modelos de bloques para el cálculo de Recursos Geológicos y Reservas Mineras se llevan utilizando desde hace
muchos años, aunque existía una limitación en cuanto al tamaño de las bases de datos y el tiempo de proceso para
utilizarlos, hoy día esas limitaciones han quedado prácticamente eliminadas dada la rapidez de los ordenadores ac-
tuales y la facilidad para gestionar bases de datos grandes.
Los modelos de bloques no solo se utilizan para el cálculo de Recursos y Reservas, si no que se utilizan también para
planificación, control de leyes, cálculo de volúmenes y diluciones, etc.

3. PARÁMETROS DE CALCULO Y LEY DE CORTE


Los parámetros que influyen en el cálculo de cortas económicas son los siguientes:
• Costes de explotación de estéril: incluye el coste de perforación, voladura, carga, transporte y descarga en
escombrera, su coste se suele dar por tonelada o por metro cúbico.
• Coste de explotación de mineral: incluye el coste de perforación, voladura, carga, transporte a la planta de
tratamiento y control de leyes, su coste se suele dar por tonelada o por metro cúbico.
• Coste de tratamiento del mineral: incluye todos los costes de operación en la plata de tratamiento, trituración,
molienda, procesos, manejo de los concentrados, costes administrativos, etc., su coste se suele dar por tone-
lada tratada.
• Recuperación media en planta de tratamiento: es el porcentaje en peso del metal o material que se recupera
en la planta de tratamiento.
• Precio de venta: es el precio de venta final del metal o material, sería el de mercado menos los costes de con-
trato y transporte de los concentrados, penalizaciones, royalties, etc.
• Ángulos geotécnicos: representan los ángulos máximos medios de talud de corta que según el estudio geotéc-
nico permiten una explotación estable. Suelen variar según litología, alteraciones, situación, etc. Son una parte
muy importante en el estudio de costas económicas, ya que influyen de forma considerable en la cantidad de
estéril que se debe de sacar.
Una vez definidos los parámetros de cálculo se puede determinar la ley de corte mínima que tiene que tener el mineral
para que dé beneficio, esta ley sería la que iguala los gastos de explotación y tratamiento a los ingresos:
Ce = Coste de explotación del estéril por tonelada
Cm = Coste de explotación del mineral por tonelada
Ct = Coste de tratamiento por tonelada de mineral
Rec = Recuperación media en planta
Pv = Precio de venta final por unidad de ley

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El mineral que no llega a la ley de corte y que está dentro de la corta de explotación sería considerado como estéril,
no obstante, teniendo en cuenta que se tiene que explotar y llevar a la escombrera con un coste Ce, si quitamos este
coste necesario en el cálculo de la ley de corte podemos definir la Ley de Corte Marginal, que sería la que iguala los
costes de explotación de mineral y tratamiento menos los costes de estéril a los ingresos obtenidos, sería:

4. MÉTODO DEL CONO FLOTANTE


La definición de la corta final, o corta económica, se puede plantear como un proceso manual mediante secciones o
un proceso automatizado [1]. Con la facilidad de acceso a medios informáticos es evidente el comienzo directo por
sistemas automáticos; para ello existen varios algoritmos para el cálculo de cortas económicas, Lerchs-Grossman
(Teoría del grafo) [2] y [3], Flujo de redes [4], pseudo-flow [5], cono flotante o cono invertido [6] como el que se utiliza
en el software libre Recmin [7].

Sea cual sea el que se utilice, la corta económica para los mismos parámetros de cálculo debería de ser la misma o
muy similar, la diferencia principal estriba en la rapidez del cálculo principalmente, ya que los métodos tradicionales
suelen ser bastante lentos.

Aparte de los algoritmos, algunos programas utilizan también en el cálculo el factor tiempo, añadiendo un interés
anual y diferenciando en el cálculo de rentabilidad el flujo de caja negativo inicial en los movimientos de estéril.

Para el cálculo de cortas económicas se debe de partir de una base de datos de bloques donde estén todos los blo-
ques de mineral y de estéril de toda la zona posible de explotación, con sus propiedades, tamaño, situación, densidad,
leyes, etc.

El método del cono flotante o cono invertido se basa en el estudio de cada bloque de mineral, en sentido descenden-
te, determinando los bloques que están en el cono que se tendría que sacar para explotar ese bloque, si al explotar
ese cono los ingresos superan los gastos, ese cono se quita de la base de datos de bloques (ver figura 2).

Figura 2 – Sección central del cono de un bloque

El proceso se repite de arriba abajo recorriendo todos los bloques de mineral una y otra vez hasta que se repita un
ciclo completo sin que aparezca un nuevo cono económico. Esto es así pues un bloque de mineral puede que no sea
económico en un ciclo, pero en el siguiente puede serlo porque un bloque de mineral posterior le quite con su cono
parte del estéril que tenía y en la siguiente pasada puede ser ya económico.

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y Recursos Minerales
El estudio de cada cono considerando la ley marginal sería el siguiente:
Estéril:
BLKs de estéril = Bloques con ley < ley de corte marginal
Toneladas de estéril = Te
Mineral marginal:
BLKs de mineral marginal = Bloques con ley >= ley de corte marginal y < ley de corte
Toneladas de mineral marginal = Tma
Ley media del mineral marginal = Lma
Mineral:
BLKs mineral= Bloques con ley >= ley de corte
Toneladas de mineral = Tm
Ley media del mineral = Lm
Gastos:
Coste de explotación del estéril = Te * Ce
Coste de explotación del mineral marginal = Tma * Cm
Coste de explotación del mineral = Tm * Cm
Coste de tratamiento del mineral = Tm * Ct
Costes = Te * Ce + (Tm + Tma) * Cm + Tm * Ct
Ingresos:
Venta del mineral = (Tm * Lm + Tma * Lma) * Rec * Pv
Económico:
(Tm * Lm + Tma * Lma) * Rec * Pv > Te * Ce + (Tm + Tma) * Cm + Tm * Ct
Beneficio = (Tm * Lm + Tma * Lma) * Rec * Pv - Te * Ce - (Tm + Tma) * Cm - Tm * Ct
Si el beneficio es positivo los bloques del cono se quitan de la base de datos.
El estudio de cada cono sin considerar la ley marginal sería:
Estéril:
BLKs de estéril = Bloques con ley < ley de corte
Toneladas de estéril = Te
Mineral:
BLKs mineral= Bloques con ley >= ley de corte
Toneladas de mineral = Tm
Ley media del mineral = Lm
Gastos:
Coste de explotación del estéril = Te * Ce
Coste de explotación del mineral = Tm * Cm
Coste de tratamiento del mineral = Tm * Ct
Costes = Te * Ce + Tm * Cm + Tm * Ct = Te * Ce + Tm * (Cm + Ct)
Ingresos:
Venta del mineral = Tm * Lm * Rec * Pv
Económico:
Tm * Lm * Rec * Pv > Te * Ce + Tm * (Cm + Ct)
Beneficio = Tm * Lm * Rec * Pv - Te * Ce - Tm * (Cm + Ct)
Si el beneficio es positivo los bloques del cono se quitan de la base de datos.
En ambos casos los parámetros que influyen el en beneficio son:
Costes de explotación del estéril y del mineral (Ce y Cm), ambos son determinados con bastante precisión si estamos
en fase de estudio de viabilidad, suelen ser el resultados de un estudio completo de las características de los mate-
riales, de los costes de perforación, voladura y carga y también de las distancias de transporte a destino, escombrera
o planta, luego la variación de los precios suele estar bastante limitada y excepto en casos especiales, su variación si
se inicia la explotación no debería de ser superior al +/-10%.
Coste de tratamiento del mineral y recuperación (Ct y Rec), aunque son parámetros difíciles de terminar en algunos
casos, si se realizaron las pruebas de tratamiento en plantas piloto con cantidad de mineral suficientes y representa-
tivas del toda la futura explotación, su variación no tendría que superar tampoco el +-10%.
Precio de venta (Pv), poco o nada se puede hacer a la hora de acotar la variabilidad del precio de venta, máxime si
estamos hablando de minería metálica, ya que la variación de los precios de los metales, aparte de ser impredecible,
puede ser muy elevada en muy poco tiempo.

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Una variación del +/-20% a corto plazo y de más del 50% a medio plazo es algo que ocurre con normalidad como se
puede ver los gráficos de la figura 3 de los métales Cu, Au, Zn y Ni.
Luego cualquier estudio de cortas económicas debe de contemplar esta variación de los precios de venta y determi-
nar los distintos escenarios que se pueden dar, tanto en el inicio como en las sucesivas fases de la explotación.
Con el fin de simplificar la ecuación del beneficio podemos considerar el ratio estéril mineral = r = Te/Tm; Te = r x Tm
Sustituyendo en la ecuación del beneficio tendremos:
Beneficio = Tm * (Lm * Rec * Pv – r * Ce – Cm – Ct)
Y el beneficio por tonelada de mineral (b) sería:
b = Beneficio/Tm = Lm * Rec * Pv – r * Ce – Cm – Ct

Figura 3 - Evolución del precio de los metales Cu, Au, Zn y Ni

Si estudiamos la variación del beneficio obtenido en una corta para una variación porcentual de cada uno de los pa-
rámetros, por ejemplo, si varía el coste de tratamiento (Ct) un porcentaje ∆% tendríamos:
Variación de b = (Lm * Rec * Pv – r * Ce – Cm – Ct) – (Lm * Rec * Pv – r * Ce – Cm – (1 + ∆%) * Ct)
Variación de b variando Ct = - ∆% * Ct
Realizando lo mismo con el resto de parámetros tendríamos:
Variación de b variando Cm = - ∆% * Cm
Variación de b variando Ce = - ∆% * r * Ce
Variación de b variando Rec = ∆% * Lm * Rec * Pv
Variación de b variando Pv = ∆% * Lm * Rec * Pv
Vemos que las variaciones del beneficio son igual para la misma variacion porcentual del precio de venta o de la
recuperación.
Para un caso hipotético con los siguientes valores tendríamos:
Ce = Coste de explotación del estéril por tonelada = 2€/t
Cm = Coste de explotación del mineral por tonelada = 2.2€/t
Ct = Coste de tratamiento por tonelada de mineral = 12€/t
Rec = Recuperación media en planta = 82%
Pv = Precio de venta final = 5000€/t
R = ratio estéril / mineral = 2
Lm = Ley media del mineral = 1%

Las leyes de corte serían =

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Variación de b variando Ct = - ∆% * Ct = - ∆% * 12
Variación de b variando Cm = - ∆% * Cm = - ∆% * 2.2
Variación de b variando Ce = - ∆% * r * Ce = - ∆% * 4
Variación de b variando Rec = ∆% * Lm * Rec * Pv = ∆% * 0.01 * 0.82 * 5000 = ∆% * 41
Variación de b variando Pv = ∆% * Lm * Rec * Pv = ∆% * 41

La relación entre los parámetros en la fórmula de los beneficios es una relación lineal y por lo tanto se puede buscar
una relación linean entre las variaciones del beneficio y las variaciones de los parámetros.

Una disminución del precio de venta del x% reduciría el beneficio por tonelada de mineral en 41 * x%.

Un incremento del x% de los costes de explotación de estéril, de los costes de explotación del mineral y de los costes
de tratamiento reduciría el beneficio por tonelada de mineral en (12 + 2.2 + 4) * x% = 18.2 * x%.

Aunque depende de las características de cada explotación, como hemos visto, es la variación del precio de venta
el parámetro que más influye en el estudio de cortas económicas, no solo porque su variación porcentual puede ser
mayor, sino porque también es el parámetro que más influye en esta variación.

La variación de beneficio ante cualquier variación porcentual del resto de los parámetros se puede estudiar también
viendo como varía con el precio de venta, ya que existe una relación linean entre ambas variaciones.

5. CÁLCULO DE CORTAS ECONOMICAS


Para el cálculo de cortas económicas se parte del modelo de bloques previo que se utilizó para el cálculo de los Re-
cursos Geológicos de ese yacimiento, en el cual estarán definidos los tamaños de los bloques, las categorías de los
recursos, los pesos y leyes de cada bloque.

Necesitaremos bloques, no solo en las zonas de mineral, sino también en las zonas de estéril que puedan formar par-
te de alguna de las cortas económicas, por lo que será necesario rellenar el modelo de bloques con nuevos bloques
de estéril en todas las zonas que pueden formar parte de las cortas hasta la superficie.

Partiremos de unos parámetros de cálculo conocidos y estudiaremos todos los escenarios posibles variando el precio
de venta hacia arriba y hacia abajo en incrementos constantes y entre unos valores mínimo y máximo que cubran
todas las posibilidades de precios a futuro.

De los resultados obtenidos tendremos diferentes costas económicas según se puede ver en los ejemplos de la figura
4 (Riotinto y Touro Oeste), una para cada precio de venta, y a partir de ellos podremos estudiar el caso base y qué
ocurriría en los distintos escenarios que se produzcan tanto por incremento como por disminución del precio de venta,
que, como ya comentamos, sería igual el estudio en caso de que cambien alguno de los otros parámetros.

Figura 4 - Ejemplos de corta económica en los proyectos de Riotinto a la izquierda y Touro Oeste a la derecha

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Normalmente los incremento en el precio de venta no siempre significa un cambio apreciable en la corta económica,
sobre todo si hablamos de minería metálica, donde suele haber variaciones apreciables de ley en distintas zonas
según vemos en la figura 5; de todas las fases se deben de seleccionar aquellas que originen un salto apreciable en
el tamaño de la corta.

Figura 5 - Distintas fases de corta económica

Excepto que existan cambios distintos a los considerados en el estudio de corta económica, las fases de explotación
serán las calculadas, no porque cambie alguno de los parámetros las cortas serán distintas; luego podremos utilizar
los datos obtenidos en cada fase para simular los distintos escenarios.

6. ESTUDIO DE RENTABILIDAD
Con los resultados obtenidos y considerando distintos escenarios se estudiará la rentabilidad de cada fase, entendida
como tal el porcentaje del total gastado que se obtiene como beneficio.

En los gráficos mostrados en la figura 6 se pueden ver cuatro escenarios para diferentes precios de venta y las ren-
tabilidades de cada corta junto con los beneficios y toneladas de mineral acumuladas, los cuales nos ayudaran a la
hora de decidir hasta qué corta se considera explotable y las distintas fases de explotación.

Una rentabilidad baja en las fases finales puede suponer un riesgo elevado, ya que se debe de gastar mucho en
operación para obtener poco y normalmente se debe de gastar antes para sacar el estéril con el riesgo de que bajen
los precios de venta y se pierda dinero.

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Figura 6 - Ejemplo de estudio económico de cortas

7. CONCLUSIONES
En la mayoría de los proyectos mineros y principalmente en los metálicos, es la variación del precio de venta de los
metales o materiales el que más influye en los estudios de rentabilidad, no solo porque poco podemos hacer para que
no varíe sino porque su variación puede ser porcentualmente muy elevada al contrario del resto de los parámetros.

Existe una relación lineal entre los parámetros que influyen en el beneficio de una corta y podemos simular todos los
escenarios estudiando qué ocurre si varía el precio de venta, ya que una variación porcentual de este equivale a otra
variación porcentual de cualquiera de los otros parámetros.

Es importante estudiar los distintos escenarios que se pueden dar a futuros para decidir las fases de explotación en
base a las toneladas de mineral que aporta, a su rentabilidad y al riesgo que puede suponer adelantar los movimien-
tos de estéril de una fase que puede dejar de ser rentable si baja el precio de venta.

8. REFERENCIAS
• [1] Kennedy, Bruce A. “Surface Mining”. pg 465. SME Mining and Metallurgy. Colorado (1990)
• [2] Lerchs, H & I.F.Grossman “Optimum design of open-pit mines”. CIM Bulletin 58: 47-54 (1965)
• [3] Caccetta, “An application of discrete mathematics in the design of an open pit mine”. Discrete Applied Mathe-
matics 21 (1998)
• [4] J.C. Picard, Maximum closure of a graph and applications to combinatorial problems, Management
• Sci. 22 (1976) 1268-1272
• [5] Muir, D.C.W. “Pseudoflow, new life for Lerchs-Grossmann Pit Optimisation. Conference: Orebody Modelling and
Strategic Mine Planning, At Perth Australia, Spectrum Series Volume 14 (2004)
• [6] Lemieux,M.. Moving cone optimizing algorithm. In: Computer Methods for the 80´s in the Mineral Industry. (1979)
• [7] www.recmin.com, Acceso 29/11/2017

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383
HIDROCICLONADO Y ESCURRIDO DE ESTÉRILES COMO ALTERNATIVA
A LA FILTRACIÓN CONVENCIONAL.
Rojas, Francisco
Advanced Mineral Processing, S.L.(AMP), C/Puerto de Navacerrada, 12; Móstoles (Madrid - España)

RESUMEN: El tratamiento de estériles mediante hidrociclonado y posterior deshidratación en escurridor vibrante


puede constituir una alternativa a la filtración mediante filtro de banda horizontal, requiriendo menor potencia instalada
y con un coste de operación inferior. Un estudio previo a nivel piloto permite la adecuada definición de la instalación,
estableciendo las etapas necesarias y el dimensionamiento de los equipos requeridos.

PALABRAS CLAVE: Estériles, hidrociclón, escurridor, filtración, costes.

1. INTRODUCCIÓN
El tratamiento de estériles en las instalaciones mineras, con objeto de un adecuado emplazamiento de los mismos
y optimizando al mismo tiempo la recuperación de agua, debe ser considerado con la relevancia que dicha fase del
proceso global de beneficio tiene.

Dado que al inicio de un nuevo proyecto minero existen ciertas limitaciones para la disponibilidad de materiales, espe-
cialmente del estéril que se generará en el proceso metalúrgico definido para el beneficio de la mena en explotación,
es habitual la realización de estudios posteriores una vez la planta está en operación, buscando la optimización del
diseño original.

En este sentido, la Planta de Sulfuros de la División Mantos Blancos, de Anglo American Chile Ltda., decidió abordar
la mejora de la planta de tratamiento de estériles con el fin de optimizar sus costes operativos en la filtración.

2. PLANTA DE TRATAMIENTO DE ESTÉRILES ANTES DEL ESTUDIO DE OPTIMIZACIÓN


El inicio de las operaciones se remonta a comienzos del año 1981, contando desde su diseño original, con una plan-
ta de tratamiento de estériles, la cual consiste básicamente en un circuito de clasificación, espesamiento de finos y
filtrado de gruesos. Con el fin de optimizar la recuperación de agua, ya que esta operación está ubicada en una de
las zonas más áridas del mundo, se dispone de una instalación de filtración de estériles gruesos. Inicialmente, se
partió con filtros de discos y posteriormente, en el año 1984, en la ampliación de la planta concentradora a 8000 t/d,
se incorporaron filtros de banda horizontal. Los estériles se almacenan finalmente en un depósito de finos espesados
y en un depósito de gruesos, en una relación 40%/60%, respectivamente y una concentración de sólidos del 60% y
80%, respectivamente.

La pulpa, conteniendo los estériles, procedente de la planta concentradora se clasifica en una batería de hidrociclo-
nes, alimentada por gravedad, equipa con hidrociclones de 500mm de diámetro modelo PP050102 (Figura 1), en
configuración cónica, con cuatro unidades en operación y dos en reserva.

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Figura 1 – Batería de hidrociclones de 500mm

Dicho sistema de clasificación realiza un reparto de sólidos del 50-55% y un tamaño de corte d50 entre 50-60 µm. El
rebose de los hidrociclones (overflow), con una concentración de 24-26%, se envía a tres unidades de espesamiento
(Larox de 220 pies, Dorr Oliver de 145 pies y Eimco de 145 pies), para su sedimentación, utilizando una dosis de
floculante de 5 g/t, que son descargados con una concentración del 55-60% a las unidades de filtración y balsa de
finos, en una proporción que depende de la capacidad de absorción de finos en los filtros. Los espesadores recuperan
aproximadamente el 63-67% del agua, la cual se recircula a la planta concentradora (Figura 2).

Figura 2 – Espesador de estériles finos procedentes del rebose de los hidrociclones

La descarga de los hidrociclones (underflow), con una concentración del 65-67%, se envía a tres unidades de filtra-
ción (filtros de banda horizontal de 100m2 c/u), previa mezcla con parte de los finos espesados, obteniéndose tortas
con una humedad del 17%, las cuales son trasladadas al depósito de gruesos por medio de cintas transportadoras.
Los líquidos filtrados más el agua de lavado de las telas, se recirculan a los espesadores, para decantar los sólidos
en suspensión.

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Figura 3 – Filtración de estériles gruesos procedentes del hundido de los hidrociclones

3. ESTUDIO EN PLANTA PILOTO


Como se ha mencionado anteriormente, Mantos Blancos decidió realizar un estudio a escala piloto, con el fin de
optimizar la etapa de filtración, basado en un proceso consistente en una primera etapa de clasificación mediante hi-
drociclones (existente y a modificar) y una segunda etapa con una planta compacta de hidrociclonado y un escurridor
vibrante (nueva).

En la primera etapa de clasificación, los relaves procedentes de la fase de flotación se clasificaron en dos fracciones
mediante una batería de hidrociclones de 500mm de diámetro (existente), SI, generando una fracción fina que se
envió, como actualmente, a los espesadores, y una fracción gruesa que en lugar de enviarse a los filtros de banda a
vacío se envió a una nueva planta piloto de filtración mediante hidrociclón y escurridor vibrante.

A fin de recuperar en la etapa de clasificación la máxima cantidad de fracción gruesa, se mantuvo la batería de
hidrociclones de 500mm de diámetro existentes, pero modificando su configuración y geometría, para aumentar la
recuperación en masa de sólidos obtenida en la descarga de los mismos, para lo cual se precisa disminuir su tamaño
de separación o corte, d50c.

Para alcanzar este objetivo se simuló la clasificación de los futuros hidrociclones de 500mm de diámetro, mediante
un hidrociclón de 250mm de diámetro (PP025102), a fin de obtener una cantidad de sólidos adecuada a la capacidad
de la planta piloto de filtración instalada como segunda etapa del proceso. Al mismo tiempo se controló la clasifica-
ción de los hidrociclones existente de 500mm, para poder realizar las comparaciones necesarias con la clasificación
alcanzada por el hidrociclón de 250mm.

En la segunda etapa de clasificación y escurrido, consistente en una planta piloto compacta de hidrociclonado (MUE
10/2-50.8-22) compuesta por un escurridor vibrante que recibe directamente la fracción gruesa obtenida en la primera
etapa de clasificación, produciente una torta final con la concentración suficiente para permitir su evacuación median-
te una cinta transportadora hasta las pilas de estériles (Figura 4).

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Figura 4 – Planta Compacta de hidrociclonado y escurridor vibrante

La pulpa filtrada por el escurridor vibrante es bombeada a una batería de hidrociclones que efectúa una separación
sólido-líquido.

Dado que, en esta etapa de clasificación, SII, se pretende recuperar prácticamente la totalidad de los sólidos conteni-
dos en el filtrado, se emplean hidrociclones de 100mm de diámetro (PP010041) de alta capacidad de corte, los cuales
son capaces de entregar un rebose con una concentración mínima de sólidos que se envía a los espesadores, junto
con la fracción fina obtenida en la primera etapa de clasificación.

La fracción “gruesa” recuperada por estos hidrociclones, es descargada sobre la pre-capa formada en el escurridor
por la alimentación -fracción gruesa de la primera etapa de clasificación- de modo que es esta pre-capa la que real-
mente realiza la filtración de estos sólidos finos, reteniéndolos en la misma e impidiendo su filtración a través de las
mallas del escurridor.

Ésta es la razón por la que este tipo de plantas, independientemente de la apertura de la malla que se instale en el
escurridor, puede deshidratar sólidos con granulometría muchísimo más finas que la luz de la malla elegida.

4. DESARROLLO DE LAS PRUEBAS


Durante los ensayos se probaron diferentes opciones de ajuste de los equipos y se llevaron a cabo los respectivos
controles metalúrgicos.

A partir de un numeroso y variado conjunto de pruebas preliminares, tendentes a lograr la estabilidad del circuito
necesaria para alcanzar la máxima eficiencia de la instalación piloto, se establecieron como pruebas válidas para la
evaluación del circuito, los denominados como “Arreglo 1” y “Arreglo 2”.

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El “Arreglo 1” está definido por la configuración de las etapas de hidrociclonado SI y SII, tal que PP025102 IV
y PP010041 IV, respectivamente. Para el “Arreglo 2”, la configuración para SI fue la PP025102 V y para la SII, la
PP010041 V.

La planta se ajustó para obtener una torta con la humedad suficiente para ser evacuada sin problemas mediante cinta
transportadora (Figura 5).

Figura 5 – Detalle de escurridor vibrante y torta obtenida

De acuerdo con los valores obtenidos en las pruebas llevadas a cabo, la recuperación de sólidos en el “Arreglo 1” fue
de un 56%, con una concentración en peso del 82% y para el “Arreglo 2” fue del 68%, con una concentración del 78%.

5. IMPLEMENTACIÓN DE UNIDADES DE HIDRO-ESCURRIDO A NIVEL INDUSTRIAL


Durante el pilotaje realizado se definió un circuito de tratamiento de estériles mediante dos etapas hidrociclonado y
una etapa de escurrido, con sus respectivos parámetros operativos, por lo que la implementación a escala industrial
debía contemplar similares equipos, pero de mayor capacidad de tratamiento.

Para la primera etapa de hidrociclonado se mantuvo la batería, alimentada gravitacionalmente, de hidrociclones de


500mm de diámetro, a los que se cambió a una configuración que permitiera disminuir el tamaño de corte, aumentan-
do así la fracción de sólidos en la descarga, que alimenta directamente el escurridor vibrante. Los finos contenidos en
el rebose de los hidrociclones, en menor cantidad, se derivan a los espesadores Eimco o Larox, para su espesamien-
to y posterior confinamiento en la balsa de estériles húmedos. Los finos pasantes de la malla del escurridor vibrante,
más el agua filtrada se recogen en una cuba rectangular situada bajo el escurridor, desde donde se bombea la pulpa
a una segunda etapa de hidrociclonado, para el espesado de los finos recirculados, los cuales son nuevamente dis-
puestos sobre la pre-capa del escurridor, para engrosar la torta resultante.

La incorporación de los equipos industriales al circuito de tratamiento de estériles se realizó en dos fases. La primera
fase contó con la implementación, en la primera etapa de hidrociclonado (batería DEP-6-G4), de dos hidrociclones
PP050102 V, de 500mm de diámetro y fabricados en poliuretano, un escurridor vibrante, modelo VF-86, con una
potencia instalada de 38 kW, y área útil de filtrado de 11.5 m2, así como un grupo de bombeo GB-86, con bomba
modelo 8/6 y una potencia de 75kW. La segunda etapa de hidrociclonado incorporó una batería de hidrociclones,
modelo DEF-38-G4, con 38 hidrociclones instalados y 19 en operación, modelo PP010041 II, de 100mm de diámetro,
fabricados en poliuretano (Figura 6).

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Figura 6 – Primera fase de la instalación industrial

La ampliación en la capacidad de tratamiento de estériles realizada en la segunda fase consistió en la incorporación


de una segunda unidad, idéntica a la primera, de escurridor vibrante, y el aumento del número de hidrociclones en
operación, tanto en la primera como en la segunda etapa de hidrociclonado, así como un aumento en la capacidad
de bombeo mediante una bomba de mayor capacidad y potencia (Figura 7).

Figura 7 – Segunda fase de la instalación industrial

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El circuito definitivo quedó según se recoge en la Tabla 1.

Tabla 1 – Configuración de las dos etapas de hidrociclonado y escurrido


1ª Etapa hidrociclonado
4 hidrociclones PP050102 V Ø 500mm DEP-6-G4
2 escurridores VF-86 11.2 m 2
38 kW
1 grupo bombeo GB-86 Bomba 10/8 110 kW

2ª Etapa hidrociclonado
38 hidrociclones PP010041 II Ø 100mm DEF-38-G4

6. RESULTADOS
A partir de los datos de operación, tales como el flujo de estériles a tratar (t/h) y de las concentraciones de sólidos en
las diferentes corrientes del circuito, se estableció la capacidad de tratamiento del escurridor, entregando una torta
con la humedad adecuada (Figura 8) para el transporte en cinta transportadora (Figura 9), para la deposición del
estéril.

Figura 8 – Descarga de torta procedente del escurridor

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Figura 9 – Descarga del estéril desde cinta transportadora

La batería de hidrociclonado primaria trata un caudal de 873 m3/h de pulpa procedente de flotación con una concen-
tración del 41% en peso, consiguiente un reparto de sólidos en el hundido (Ɵ1) del 70%.
En la segunda batería de hidrociclonado, la recuperación de sólidos en el hundido (Ɵ2) es del 92%, y la concentración
de sólidos en la descarga del escurridor del 30%.
Lo anterior se traduce en una recuperación del conjunto “Hidro-escurridor”, del 64.5%, por lo que la capacidad de
escurrido es de 311 t/h.
A continuación, se muestra el diagrama del proceso y el balance de flujos y masas (Figura 10).

Figura 10 – Diagrama del proceso y balance de masas

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En lo que se refiere a los costes de operación, se ha realizado una estimación comparando los datos existentes para
los tres filtros de banda horizontal frente a la utilización de tres plantas compactas de hidrociclonado y escurrido (Tabla
2).

Tabla 2 – Comparativo de los costes de operación


Coste Operación y
Coste energía (kUS$/año)
Mantenimiento (kUS$/año)
3 Filtros banda horizontal (100 m2 c/u) 200 315
3 Plantas compactas MUE 10/38-200.110-86 122 117

7. CONCLUSIONES
La acción conjunta de hidrociclones, con la configuración y geometría adecuada, junto con la deshidratación propor-
cionada por escurridores vibrantes, puede permitir la sustitución de filtros banda horizontales, con un menor coste
operativo.
El tratamiento de estériles mediante “Hidro-escurridores” son una alternativa a la filtración, en plantas concentradoras
de tamaño medio, pudiéndose tratar en ellos la fracción de tamaño superior a 30-45 micras, que en puede llegar a
representar del orden del 60-70% de la masa total de estériles.
La fracción fina, que alimenta al tanque espesador, exigirá un menor requerimiento de torque en su sistema de ac-
cionamiento.
El cambio de los hidrociclones de la batería primaria por otros de menor diámetro con el objetivo de reducir el tama-
ño de corte y alcanzar un reparto 80/20 (hundido/rebose) podría aumentar la cantidad de estériles a tratar mediante
“Hidro-escurrido”.

8. AGRADECIMIENTOS
Al personal técnico de los departamentos de proyectos, laboratorio metalúrgico y planta de la División Mantos Blan-
cos, por la colaboración y apoyo prestados en la ejecución de las pruebas piloto y puesta en marcha de los equipos
industriales.

9. BIBLIOGRAFÍA
• Bouso, J.L., Renner, Patricio. Aplicaciones de escurridores vibrantes en el filtrado de relaves. Paste, 2005.
• Bouso, J.L. Eficiencia en hidrociclones. Minería, 1995 (pág. 14-22)
• Bouso, J.L. El hidrociclón, lo que siempre quiso saber y no encontró en los libros. Americas Mining. Parte I, Mayo
1998 (pág. 20-25). Parte II, Junio 1998 (pág. 6-13).

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404
NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS AL SECTOR MINERO. EL CONTROL
DE LA OPERACIÓN MINERA

Vega, Dulce a, Pedreira, Jose Angel a, Baragaño, Nuria a, Castañon, César b


a SADIM, Sociedad Asturiana de Diversificación Minera, c/ Jaime Alberti 2, 33900 Ciaño – Principado de Asturias,
email: dulce.vega@sadim.es; b R-Ptec, Recursos y Proyectos Técnicos, S.L., c/ Nueve de Mayo, 20 - 1ºD - 33002
Oviedo – Principado de Asturias, e-mail: info@rptec.es.

PALABRAS CLAVE: localización, seguridad, control, optimización, MWS4mining.

1. INTRODUCCIÓN
La app MWS4Mining (www.mws4mining.com), nace del enfoque “Soluciones simples para problemas concretos”. Se
trata de una aplicación Android para la gestión de flotas y partes de trabajo. Tecnologías “domésticas” de bajo coste
aplicadas a la minería.

Las nuevas tecnologías están provocando importantes cambios en el mundo de la industria, marcando hitos revo-
lucionarios. El sector minero también puede aprovecharse de las grandes ventajas que ofrecen estas tecnologías.

La nueva tecnología de la información y la comunicación (TIC) es una de las áreas por las que apuesta firmemente el
Grupo Hunosa desde su empresa filial Sadim Ingeniería. Aprovechando el Know-how de la empresa y las sinergias
entre sus perfiles profesionales en los ámbitos TIC y minería, se está trabajando en varias líneas fundamentales de
aplicación de las nuevas tecnologías en el sector minero entre las cuales se destaca la Gestión de flotas en minería.

Mediante el uso de terminales de uso cotidiano asociados a máquina y/o trabajador y con tecnología de posiciona-
miento y un software de muy bajo costes y muy sencillo manejo se garantiza una óptima gestión de flotas.

2. MATERIALES
MWS4mining se compone de tres herramientas principales interconectadas:

Partes de trabajo:
-- MWS: permite la toma de datos en campo y su copia segura, evitando el uso del papel y la introducción a mano
en el sistema de gestión de los mismos.
-- Gestión:
-- MWSM: se incorpora la herramienta de gestión mediante uso de Recmin. Se puede implementar paso a siste-
ma de gestión personalizado en caso necesario; mediante uso de la versión optimizada Recmin Pro se puede
visualizar en tiempo real la maquinaria sobre cartografía actualizada de la propia explotación minera.
-- Supervisión:
-- MWS&S: herramienta específica de supervisión dirigida a Gestores.

Para la implementación de la aplicación de gestión de flotas se requiere de terminales de uso en cada elemento que
se quiere controlar, estos terminales pueden ser de uso cotidiano. Se indica a continuación una idea general del tipo
que se puede utilizar:

Terminales móviles:
La aplicación móvil está disponible para el sistema operativo Android en sus diferentes versiones y formatos (smar-
tphones y tablets) y posibles adaptaciones a futuros sistemas operativos orientados a dispositivos móviles. Por tanto
podrá funcionar en cualquier dispositivo móvil, a elección del cliente, con unas recomendaciones mínimas:
• Android.- La aplicación funciona con versiones antiguas de Android pero se recomienda usar como mínimo
Android Lollipop (5.0).
• Conectividad.- WIFI o 4G.
• Memoria.- Las aplicaciones funcionan correctamente con dispositivos de 1GB de memoria RAM. No obstante

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se recomienda usar dispositivos de más memoria (lo normal es que hoy en día tengan 2GB).
• Pantalla.- Respecto a la resolución se recomienda que como mínimo sea 720P (1280x720) o similar
(1280x800). Y a partir de ahí cuando más resolución será mejor para la visualización de la aplicación (por
ejemplo 1980x1080). Respecto al tamaño, aunque se ha probado en dispositivos pequeños (desde 4,7 pul-
gadas) se recomienda usar un dispositivo de – como mínimo – 7 pulgadas para trabajar con las aplicaciones.

Puesto que se trabaja en entornos con agua y polvo, se recomienda un dispositivo que cumpla una IP65 mínimo o,
en su defecto, un dispositivo con una carcasa que cumpla la IP65.

-- Servidor de aplicaciones: Para la implementación de las licencias de RP Tec Gestión de Flotas y Recmin 3D
se requiere de un servidor en la explotación minera, donde se almacenará la información recopilada y se
gestionará la misma; este servidor ha de permitir protocolo de intercambio de información a través de FTP.
-- Conectividad: Para el funcionamiento del conjunto se requiere de una red WIFI o 4G que permita el acceso
a la información.

Ilustración 1. Configuración general del sistema de toma de información y gestión en servidor

Ilustración 2. Toma de datos en los terminales de gestión de materiales

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Ilustración 3. Intercambio de información entre la app de toma de datos y la app de supervisión

3. FUNCIONALIDADES - METODOLOGÍA
Las principales características de la aplicación de toma de datos, MWS, se presentan a continuación. Cada camión/
máquina ha de contar con un dispositivo móvil con esta aplicación instalada.

Principales funcionalidades:
Registro del posicionamiento de la maquinaria minera en tiempo real: registro de las rutas realizadas haciendo uso
del GPS del dispositivo móvil.

Emisión de alertas cuando se detecte que el vehículo está en una posición GPS contenida en un área en la que no
debe estar según la carga que lleve.

Registro de los datos vinculados con los partes de trabajo de los operadores.

Formularios personalizables y configurables para las operaciones de carga, descarga y posibles incidencias durante
el turno de trabajo, así como repostajes u otras actividades transversales.

Configuración de check-list de verificación de la maquinaria (si fuera necesario).

Envío de toda esta información en tiempo real, mediante protocolo FTP a través de WIFI o 4G, a un servidor donde
se procesa y gestiona toda esta información.

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Ventajas operativas:
• Supervisión de los recorridos realizados por los camiones, así como el posicionamiento de las máquinas, a lo
largo del turno de trabajo.
• Gestión eficiente de los datos generados a lo largo del turno de trabajo.
• Registro de los partes de trabajo diarios de operarios en formato digital dejando de lado el papel.
• Análisis de información para optimización del transporte en la explotación.

Características técnicas:
• La aplicación desarrollada funciona sobre dispositivos móviles con sistema Android. El sistema está pensado
para su uso tanto por móviles como por tabletas de diferentes tamaños. Esta tecnología de uso general sig-
nifica un importante ahorro tanto en terminales móviles como en software específicos industriales que suelen
tener un alto coste.
• La utilización de un dispositivo móvil táctil y de una interfaz gráfica adecuada, garantiza una aplicación de gran
sencillez y usabilidad.
• Las posibilidades de configuración y personalización de los formularios de entrada de datos dotan a la aplica-
ción de una gran flexibilidad y la posibilidad de adaptar MWS a diferentes tipos de explotaciones.

Ilustración 4. Rutas registradas con tareas de descarga señaladas


Fuente: Explotación de la escombrera de Figaredo (Grupo Hunosa) en Principado de Asturias.

Las principales características de la aplicación de supervisión, MWS&S, se presentan a continuación. Aplicación


móvil, destinada al encargado de la obra, para la supervisión de la flota en campo y en tiempo real.

Visualización del posicionamiento de los camiones y máquinas en tiempo real sobre un mapa.
Recepción de alertas cuando un camión entra en una zona en la que no debería estar.

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Ilustración 5. Imágenes de la app de supervisión (se observan zonas de exclusión y advertencias sobre estas zonas)
Fuente: Explotación de la escombrera de Figaredo (Grupo Hunosa) en Principado de Asturias.

La aplicación Gestión de Flotas de RP Tec (http://recmin.com/) está sincronizada con los componentes MWS y
supervisión. Las principales características de la aplicación de gestión de la información, MWSM (Recmin), se pre-
sentan a continuación.

Creación de catálogos: en el día a día de la operación minera es habitual la modificación de maquinaria, operarios,
zonas de trabajo, rutas, materiales, etc. Esto puede conllevar la necesidad de crear/modificar catálogos de nuevos
elementos que se vinculan directamente con el componente MWS de modo que el sistema de control es cerrado.

Gestión de la maquinaria y el personal en las operaciones de carga, transporte, perforación, voladuras y otros de una
explotación minera u obra civil.

Gestión de varias obras e importación y exportación de la información compartiendo ésta en formato de bases de
datos a través de la red.

Elaboración de informes mediante consultas/filtros de toda la información recopilada, estos informes pueden ser
específicos por máquina, operario, turno, día, zona de trabajo, etc. o generales con análisis de la información para el
control desde la dirección de la empresa.

Visualización de la posición de cada elemento de maquinaria dotado de la aplicación sobre la topografía más reciente
de la explotación minera sobre la que se puede aplicar como textura la última ortofoto o imagen georreferenciada,
ofreciendo una buena herramienta de control. Para esta visualización RP Tec utiliza el último visualizador 3D de Rec-
min (RecMin Viewer Professional - http://recmin.com/). También se podrían ver posiciones desde el RecMin Draw,
aplicación gratuita sin límite de licencias.

Emisión de alertas que serán mostradas a través del componente de supervisión.


Aplicación móvil para la captura de datos de maquinaria y transporte de carga de la flota. (http://www.mws4mining.
com/)

RecMin Profesional permite el control de flotas online, permite ver los movimientos de los equipos y tener avisos, por
ejemplo, de cuando los lugares de descarga no son los correctos.

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Ilustración 6. Imágenes de la app de gestión (se observa un informe tipo y una visualización 3D sobre topografía
real de la explotación en tiempo real)
Fuente: Explotación minera de Riotinto (Atalaya Mining) en Huelva

4. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Es un nuevo enfoque que se está aplicando en varios proyectos piloto no sólo en España, sino también en países de
África y Latinoamérica, demostrando que es posible utilizar dispositivos y tecnologías domésticas de bajo coste en
este sector.

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Permite la gestión en tiempo real de los partes de trabajo, la ubicación en tiempo real de la maquinaria minera sobre
la topografía real de la explotación, la elaboración de informes de gestión sobre cualquier parámetro que se esté con-
trolando: personal, maquinaria, material, zona de producción, zona de vertido, incidencias, etc.
Es una aplicación personalizable con el objeto de optimizar el uso que de la misma cada operación minera realice.
La tecnología de posicionamiento junto con terminales de uso cotidiano y un software de fácil manejo y bajo coste
permite la optimización de la gestión diaria de la operación minera con beneficios derivados de una correcta gestión
en materia de seguridad y medioambiente, siendo extrapolable a otros campos en los que la gestión de flotas sea de
interés.

5. AGRADECIMIENTOS
Un especial agradecimiento a las empresas que han permitido las pruebas en su maquinaria minera desde los co-
mienzos del desarrollo de la aplicación, destacando a “EPSA”, que a través de su filial andaluza “AOMSA”, y a la
empresa minera que desarrolla su actividad en la explotación minera de cielo abierto Cobre las Cruces en Sevilla, que
permitieron realizar las primeras pruebas en su maquinaria, y de manera especial a las empresas que han permitido
el desarrollo evolutivo de la aplicación y que actualmente la están utilizando, “Grupo Hunosa” – en sus explotaciones
de escombreras en el Principado de Asturias – y “Atalaya Mining” a través de su operador “Sánchez y Lago” en la
explotación a cielo abierto de Mina de Riotinto en Huelva.

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408
METODOLOGÍA DE PLANIFICACIÓN PARA LA SELECCIÓN DE MÉTODOS
MINEROS SUBTERRÁNEOS SUBÁREA 1.2.- MINERÍA METÁLICA Y MINERALURGIA
Laymen Garay, Paulo a, Coullaut Santurtún, Juan Ignacio b
a LOM Consultants, Av. Álvares Cabral, 593 - Sala 1301 - Lourdes 30.170-912 - Belo Horizonte -MG - Brazil, e-mail:
paulo.laymen@lomconsultants.com a, b C/ Raimundo Fernández Villaverde 53, 1º izquierda, 28003 Madrid, email:
jicoullaut@crsingenieria.es b
Tradicionalmente la selección de métodos mineros subterráneos es realizada a través de un análisis cualitativo del
comportamiento del método en relación a diversos parámetros del yacimiento, tales como geometría, potencia, con-
tinuidad, buzamiento, etc. Sin embargo, este tipo de análisis no permite evaluar de manera cuantitativa las conse-
cuencias económicas de la selección de un determinado método minero. El presente artículo describe, a través de
un ejemplo ilustrativo, una metodología de planificación que permite cuantificar el impacto sobre las reservas recu-
perables una vez seleccionado un método minero alternativo. Para ello, se describe cómo evaluar la selectividad y
recuperación asociadas a un método minero, así como la influencia de la secuencia de extracción, característica de
cada método, en el valor final del proyecto.

PALABRAS CLAVE: subterránea, selección método minero, selectividad, recuperación, reservas

1. INTRODUCCIÓN

De manera general, los métodos mineros subterráneos pueden agruparse según indica la Figura 1 - Clasificación de
métodos de explotación subterráneos.

Cada método es aplicado en función de las características geométricas de la mineralización, de las condiciones geo-
mecánicas del macizo rocoso (mineral, techo y muro) y de la relación costo-valor de los produtos. La Tabla 1 presenta
parámetros genéricos de diversos métodos de explotación subterráneos.

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Tabla 1 - Parámetros generales de los métodos mineros subterráneos
Costo
Dilución Pérdidas Mineral en Costo
Método Minero Producción Desarrollo/
Total Mineral Desarrollos Relativo
Total
t/hombre/
% % % % %
turno
Cielo abierto 50-250 5 0-5 - 1 0-5
Cámaras y Pilares 10-40 10-15 15-40 5 1.2 10-15
Corte y Relleno 5-35 5-10 5-15 5-10 4.5 10-15
Cámaras Almacén 5-30 10 10 5-10 6.7 20-30
Tajo Largo 10-40 10-15 5-15 5-10 1.7 10-15
Realces por Subniveles 25-120 10-15 5-15 10-15 1.3 30-45
Cráteres en Retroceso
50-150 10 10 10-15 2.0 25-40
Vertical
Hundimiento por
20-65 20-30 0-20 15-45 1.5 30-40
Subniveles
Hundimiento de Bloques 25-150 15 5 <5 1.0 40-60

En muchas ocasiones, los critérios utilizados en la definición de un método minero son extraídos de la experiencia
histórica en yacimientos similares.

A lo largo del tiempo se han realizado algunos intentos por consolidar uma metodologia general para la selección del
método minero subterráneo de manera objetiva. Un ejemplo de ello, es la metodología de Nicholas (1981) la cual,
establece una matriz que relaciona las características principales de un yacimiento con el grado de aplicación de los
diversos métodos mineros subterráneos, determinándose de esta forma un ranking. Este tipo de metodología es am-
pliamente utilizada por consultores en estudios conceptuales. Sin embargo, uno de los defectos de este método es su
carácter eminentemente cualitativo, lo que deja un amplio margen de subjetividad al ingeniero de minas.

2. OBJETIVOS

El objetivo de este artículo es presentar una sistemática de análisis para la selección de un método minero subterrá-
neo considerando no sólo las características geológicas y geotécnicas, intrínsecas del yacimiento, sino que también
los parámetros económicos fundamentales del negocio minero como son los costos de explotación asociados a cada
método, el precio del mineral, la dilución y recuperación de mina, y en definitiva, la ley de corte.

La metodologia se ilustra a través de la presentación de un caso hipotético de un yacimiento de polimetálico.

3. ESTUDIO DE CASO
3.1. GENERALIDADES DEL YACIMIENTO

El yacimiento consiste em un cuerpo constituido por una mineralización polimetálica de cobre, zinc y plomo, con cier-
tas concentraciones económicas de plata y oro. El buzamiento es de aproximadamente 50 grados con una potencia
variable de 50 a 100 metros. La condición del macizo rocoso es de buena a moderada, tanto del cuerpo mineral como
de la roca encajante de techo y muro.

Dada la profundidad de la mineralización se ha decidido optar por um método subterrâneo de explotación. Por otro
lado, dada la cantidad de recursos geológicos, se pretende desarrollar una explotación con una escala de producción
relativamente alta (>1 Mtpa). La Figura 2 muestra una sección vertical del yacimiento.

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Figura 2 - Geometría del yacimieno polimetálico

3.2. SELECCIÓN PRELIMINAR DE MÉTODOS


El carácter masivo del depósito lleva a descartar los métodos de cámaras almacén (shrinkage stoping) y de corte
y relleno (cut and fill), los cuales son generalmente aplicados a mineralizaciones en veta (angosta a mediana) con
concentraciones de alta ley que permiten contrarrestar el elevado costo de explotación asociados a estos métodos.
Además, debido al carácter selectivo de estos métodos, no sería posible alcanzar las metas de producción anual
requeridas para el proyecto.

Por otro lado, a pesar de que los métodos VCR (cráteres de retroceso vertical) tendrían cierto potencial de aplicación,
esta clase de métodos incurre en costos de mina superiores a los que se evaluarán a continuación.

La explotación de realces por subniveles (sublevel stoping) es una categoría de métodos que asumen el sosteni-
miento natural de las cavidades. Estos métodos pueden recurrir al relleno de realces con el objetivo de mejorar la
recuperación minera y controlar mejor la dilución.

El método de cámaras y pilares fue descartado pues éste se aplica a yacimiento horizontales o sub-horizontales y
además, involucran una baja recuperación de mina.

Los métodos por hundimiento de bloques exigen yacimientos masivos que permitan la aplicación de técnicas de ex-
tracción a gran escala, pudiendo alcanzar altas tasas productivas. Tanto el método de hundimiento de bloques (block
caving) como el de tajo largo (longwall mining) no son aplicables al yacimiento en estudio debido a la inclinación del
cuerpo mineralizado y la competencia de los materiales de techo, no permitiendo el establecimiento de un régimen
de flujo estable de los materiales hasta el nivel de producción. Asimismo, los métodos de hundimiento causan nece-
sariamente subsidencia en superficie.

Por consiguiente, los métodos que presentan mejores condiciones de aplicación son los métodos de explotación de
cámaras rellenas por subniveles (sublevel stoping) y hundimiento por subniveles (sublevel caving), los cuales serán
analizados en detalle en los próximos epígrafes. En el caso de este último, la subsidencia en superficie que ocasiona
es mejor controlada que en los métodos por hundimiento de bloques por el hecho que la altura hundida es significa-
tivamente menor.

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2.3. MÉTODOS ALTERNATIVOS
A continuación se describen las ventajas y desventajas más relevantes de los métodos mineros en relación a la geo-
metría y propiedades físicas del cuerpo mineralizado.

2.3.1. Cámaras por subniveles (Sublevel Stoping - SLOS)

Es un método flexible y robusto, adaptable a una gran variedad de geometrías. Las cámaras pueden dejarse abierta,
diseñando una serie de pilares, o, alternativamente, pueden rellenarse para mejorar las condiciones de recuperación
de mina y control de la dilución. El uso de relleno permite minimizar el desarrollo de la abertura inicial (slot) de paneles
al ser posible dejar el hueco inicial dentro del panel adyacente ya explotado mediante el uso de pantallas sintéticas.

• Ventajas:
-- Costo de mina moderado.
-- Tasas productivas de altas a moderadas.
-- Recuperación (80%) y dilución total (10-15%) moderada sin relleno.
-- Con relleno, la recuperación varía entre 95-100%.
-- Permite trabajar en diversos frentes a lo largo del depósito, estabilizando así las leyes de alimentación y flexi-
bilizando la secuencia de explotación.

• Desventajas:
-- Requiere el desarrollo completo de las cámaras y slots antes de iniciar la producción.
-- La secuencia de desarrollo de las galerías de transporte, de los accesos a las cámaras, explotación y relleno
puede llegar a ser altamente compleja.
-- La perforación de barrenos de producción deben ser precisa para poder minimizar la dilución.

La Figura 3 ilustra de manera esquemática la explotación de un panel por métodos de sublevel stoping. La secuencia
de explotación sigue un orden de abajo hacia arriba.

Figura 3 - Esquema genérico de explotación por Sublevel Stoping

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2.3.2. Hundimiento de subniveles (Sublevel Caving - SLC)

Este método de explotación involucra el hundimiento de subniveles, secuencialmente de arriba a abajo, a partir de los
desarrollos previamente excavados en su totalidad. El mineral es perforado y volado, causando la fragmentación y
hundimiento del mismo sobre el frente de explotación. Este método es adecuado para yacimientos inclinados masivos
y para macizos rocosos de resistencia y fracturamiento moderado, con leyes relativamente uniformes y localizado a
una profundidad moderada.

• Ventajas:
-- Productividad alta a moderada.
-- Elevada recuperación mina (80%-100%), debido a la ausencia de pilares.

• Desventajas:
-- Costos moderados de mina. Alta demanda de desarrollo horizontal y bajo volumen de producción por metro
perforado.
-- Dilución de moderada a alta (10-35%), lo cual puede ser crítico en sectores de baja ley.
-- Requiere una cuidadosa planificación del frente de tiraje para evitar la entrada temprana de dilución y controlar
la concentración de los esfuerzos.
-- Puede causar subsidencia en superficie, aunque de manera controlada.

La Figura 4 ilustra de manera esquemática la explotación de un panel por métodos de sublevel stoping.

Figura 4 - Esquema genérico de explotación por Sublevel Caving

2.4. EVALUACIÓN DE LOS MÉTODOS MINEROS


Para evaluar y comparar las opciones de métodos mineros se llevó a cabo una estimación de las reservas potenciales
variando el margen de beneficio y la geometría mínima de los realces de explotación, incorporando así la dilución
primaria (planificada), secundaria (no planificada) y la recuperación de mina. En yacimientos polimetálicos es usual la
utilización del concepto de Net Smelter Revenue (NSR) el cual es calculado mediante la suma de aportes económicos
de cada metal considerado (cobre, zinc, plomo, etc.).

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El resultado es la generación de una serie de envolventes económicas alternativas y sus correspondientes curvas
tonelaje-NSR, indicando la porción del yacimiento que es potencialmente explotable mediante cada método minero
en evaluación.

La geometría mínima de realce considerada para cada alternativa se muestran en la Tabla 2. Al considerar la geome-
tria operacional de método minero, se consegue estimar un inventario mineral más próximo a la realidad en relación
a lo que sería considerar directamente el modelo de recursos geológicos (curva tonelaje-ley de los recursos).

Tabla 2 - Geometrías de realce


X (m) Y (m) Z (m)
Modelo geológico original
10 5 5
Sublevel Stoping (SLOS)
20 10 20
20 10 30
Sublevel Caving (SLC)
50 50 60

Los parámetros operacionales considerados a cada método son presentados em la Tabla 3. La ley considerada para
el material diluyente es aproximadamente el 50% de la ley del inventario de reservas potenciales, pues se considera
que las cámaras estarán rodeadas de materiales de la misma litología y, en general, con leyes por debajo de la ley de
corte. Em el caso de relleno de realces, se considera que la dilución y la recuperación de mina son mejor controladas
que en el caso sin relleno.

Tabla 3 - Parámetros mineros considerados para cada familia de métodos


Sublevel Stoping Sublevel Stoping
Factor Sublevel Caving
(sin relleno de realces) (con relleno de realces)
Dilución secundaria 10% 5% 20%
Ley del material diluyente 50% 50% 50%
Recuperación de mina 90% 95% 100%

Se consideró que para los métodos de Sublevel Stoping (SLOS), los costos operacionales unitarios son de $80/t,
mientras que para los métodos de Sublevel Caving (SLC) son de $70/t.

Por otra parte, los ingresos generados por cada bloque, también llamado Net Smelter Revenue (NSR), fueron calcu-
lados en función de los contenidos de cobre, zinc, plomo, plata y oro.

2.5. INVENTARIOS DE RESERVAS


Los inventarios de reservas obtenidos de la aplicación de la metodología propuesta son ilustrados en las curvas tone-
laje-NSR de la Figura. El gráfico ilustra el aumento del efecto de la dilución planificada al incrementar las dimensiones
de las cámaras de explotación, produciendo el desplazamiento de las curvas hacia la parte inferior.

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Figura 5 - Curvas tonelaje-NSR para distintos métodos mineros

La Figura 6 muestra vistas 3D de los inventarios de reservas así generados para cada uno de los métodos mineros
en el punto de equilibrio, es decir, donde los ingresos igualan los costos marginales de operación. La coloración más
oscura muestra aquellos realces con mejor resultado económico marginal.

Figura 6 - Vistas 3D de las reservas para métodos mineros alternativos

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2.6. EVALUACIÓN ECONÓMICA
Con las reservas así estimadas y con el modelo económico asumido, es posible calcular el lucro previsto asociado a
cada método minero. La Tabla 4 muestra los resultados obtenidos.

Tabla 4 - Resultados económicos


Método Minero Tonelaje NSR promedio Costos Margen Lucro Total
# Mt $/t $/t $/t M$
SLC 50x50x60 47.2 84.3 70.0 14.3 676.1
SLOS 20x10x30 42.0 98.2 80.0 18.2 763.9
SLOS/Backfill 20x10x30 44.5 99.5 80.0 19.5 865.9
SLOS 20x10x20 47.5 100.8 80.0 20.8 985.5
SLOS/Backfill 20x10x20 49.6 102.3 80.0 22.3 1,104.0

Puede observarse que el grupo de métodos que presenta mejores resultados es el Sublevel Stoping con realces de
20 metros de altura y, em particular, aquel que se combina con relleno. Em segundo lugar, se encuentran los métodos
que aplican realces de 30 metros de altura. Por último, el método más desfavorable fue el Sublevel Caving debido
principalmente a la alta dilución que involucra.

4. CONCLUSIONES
Naturalmente, para obtener una estimación más precisa de los resultados económicos sería necesario recrear una
secuencia de explotación y dimensionar los equipos e infraestructuras mineras, com el objetivo de consolidar un costo
de capital y operacional. No obstante, en términos comparativos, la metodologia oferece um resultado preliminar útil
que captura durante el proceso tanto parámetros técnicos (geología, geotecnia, parámetros operacionales) como
económicos (ley de corte).

El valor de la sistemática propuesta radica en su claridad a la hora de analizar los efectos que tienen en el proyecto
los distintos factores técnicos y económicos en el largo plazo.

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236
ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO GEOMECÁNICO DEL RELLENO DE
CÁMARAS MEDIANTE PASTA CEMENTADA EN SUBLEVEL STOPING
Galera, José Miguela, Pozo, Vanesab, Rodrigo, Carlosc, Salas Jorged
(a, b, c, d)
SUBTERRA Ingeniería. Vallehermoso 18. 28015 Madrid, jmgalera@subterra-ing.com

ABSTRACT: El método del “Sublevel Stoping” o “Explotación de Cámaras por Subniveles” permite maximizar la re-
cuperación de mineral mediante la explotación secuencial en cada uno de los subniveles, de las cámaras o “stopes”
primarios y secundarios, siendo normalmente el ámbito de aplicación en yacimientos tabulares con buzamientos de
fuerte inclinación.

Esta excavación secuencial suele realizarse mediante un proceso de relleno de las cámaras, ya sea mediante un
relleno de pasta cementada, fabricada a partir de los estériles del interior de la explotación o mediante el relleno
de las mismas con estériles de roca, cuyo objetivo principal es maximizar la recuperación, evitar la acumulación de
tensiones sobre los pilares expuestos entre las diferentes cámaras a medida que se va avanzando en el proceso de
extracción de la mina subterránea, reducir los niveles de subsidencia en superficie y mejorar las condiciones ambien-
tales, al disponer el residuo de forma controlada en el interior de la mina.

En el proceso de relleno de las cámaras con pasta a partir de los estériles del interior de la explotación subterránea, se
plantean una serie de retos en la industria, ya sean por motivos de seguridad, como la determinación de las cargas a
las que se ven sometidas las barricadas de contención de la pasta de relleno u otros de tipo económico, como la cuan-
tificación del elemento cementante y aditivos adicionales, necesarios para asegurar la estabilidad de las cámaras.

En este artículo se presenta un caso de estudio, mediante la modelización numérica bidimensional de la secuencia
de explotación de una operación minera subterránea, donde se trata de representar numéricamente la extracción
sistemática de stopes primarios y secundarios, mediante el relleno de estas cámaras con el uso de pasta cementada.

En el artículo se realizan un estudio de sensibilidad de las características resistentes y deformacionales de la pasta


mediante el código de elementos finitos PHASE2 al objeto de optimizar el contenido de cemento de la pasta.

Finalmente en el artículo se establecen unas características óptimas de la pasta en función de la calidad geomecánica
del macizo rocoso.

1. INTRODUCCIÓN
El caso de estudio corresponde un proyecto de minado combinado (cielo abierto y subterráneo).

Actualmente, se han desarrollado estudios a nivel de factibilidad tanto del cielo abierto como de las operaciones
subterráneas de manera independiente, sin tener en cuenta la interacción de ambos métodos de explotación. La
explotación de la mina subterránea, considera dos métodos de minado, SLS (Sublevel Stoping) y SLC (Sublevel
Caving). Este último método se desarrollará una vez hayan ya finalizado las operaciones del SLS y por tanto los dos
métodos nunca se desarrollarán en paralelo.

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En la Figura 1 puede observarse la interacción entre las operaciones del SLS con el desarrollo de los taludes a cielo
abierto,que se ejecutarán en distintos momentos de la explotación de la mina.

Figura 1: Operaciones subterráneas mediante Sublevel Stopping.

2. DESCRIPCIÓN DE LA OPERACIÓN MINERA Y DEL ÁREA DE ESTUDIO


Las labores del SLS que empezarán a desarrollarse durante los últimos años de las operaciones a cielo abierto y por
tanto existirá una interferencia entre los taludes de la mina y las labores del SLS. La estabilidad de este pilar puente
será crítico para la continuidad operacional y es el objetivo de este estudio.

En la Figura 2 se muestra una vista isométrica de la mina y de la geometría de las operaciones subterráneas que
serán explotadas por los métodos expuestos arriba. También se muestra una vista en planta y la posición del perfil
de análisis considerado.

Figura 2: Vista isométrica y vista en planta de la mina y de las operaciones subterráneas.

3. GEOLOGÍA DEL EMPLAZAMIENTO

En la zona de estudio, la cobertura de suelo está constituida por unidades del cuaternario, como depósitos morrénic-
os, depósitos fluvioglaciales y suelos hidromorfos, consistente en una mezcla de gravas, cantos y arena limo arcillosa,
alcanzando hasta 20 m de profundidad.

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En el área de estudio, se encuentran afloramientos de dioritas de grano grueso con porcentajes de hornblenda de gra-
no fino a grueso. Luego, están los pórfidos monzoníticos que están constituidos por monzonita hornbléndica-biolítica
que son la segunda fase de intrusión y la monzonita biotítica considerada como la tercera fase de intrusión; dentro
de estos pórfidos se halla la zona mineralizada en forma de skarn (endo-exo). Junto al skarn, se observa también la
presencia de mármol, producto de la metamorfización de las rocas calcáreas.

Finalmente, se encuentran en la zona diques post-minerales conformados por latita, como la cuarta fase de intrusión
y andesita porfirítica, como quinta y última fase de intrusión.

4. ANÁLISIS TENSODEFORMACIONAL
Para el cálculo en elastoplasticidad se ha recurrido a la simulación numérica. Para ello, se han resuelto los modelos
discretos bidimensionales por el Método de Elementos Finitos mediante el programa PHASE 2 2D v8 que permite
simular el comportamiento de suelos, rocas y otros materiales estructurales que se ajustan a modelos elásticos, elas-
toplásticos y viscoelásticos, en dos dimensiones. Asimismo el programa permite el desarrollo de análisis probabilísti-
cos y de flujo de agua con posibilidad de interacción mecánica con el terreno.

4.1. MODELO DE CÁLCULO


En la Figura 3 se muestra una visión general de la geometría del modelo de cálculo, empleado para realizar el análisis
de la interacción entre el sector Sur-Este de la mina y las labores subterráneas minadas mediante SLS. La malla tiene
700 m de anchura en total, y una altura de modelo de 300 m. La distancia al borde lateral izquierdo del modelo se ha
establecido de tal forma que se incluyeran los taludes hasta el fondo de corta en el último año operativo de esta y que
estuviera lo suficientemente alejado como para albergar el potencial círculo de rotura del talud global del rajo. En la
Figura 3, se muestra una vista general del modelo de cálculo.

Figura 3: Vista general del modelo.

Para la resolución del modelo numérico, se han seguido una serie de pasos que simulan las fases que resultan repre-
sentativas de la modelización para la interacción entre el rajo y la explotación de labores del SLS. Estas se resumen
en la Tabla I.

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Tabla I: Fases de cálculo.
FASE DESCRIPCIÓN
1 Inicialización de tensiones
Excavación del rajo en el año 1 y simultáneamente se empiezan a excavar los stopes correspondientes
2
al año 1
3-8 Excavación y relleno de los stopes del SLS para el año 1.
Excavación del rajo en el año 2 y simultáneamente se empiezan a excavar los stopes correspondientes
9
al año 2
10-17 Excavación y relleno de los stopes del SLS para el año 2.
Excavación del rajo en el año 3 y simultáneamente se empiezan a excavar los stopes correspondientes
18
al año 3
19-27 Excavación y relleno de los stopes del SLS para el año 3.

En la Figura 4, se muestra una vista del estado final en el último año operativo de la mina a cielo abierto, con la
excavación de la corta hasta su estado final y el relleno de las cámaras del SLS. Los distintos colores de los stopes
corresponden a los diferentes años de excavación y relleno.

Figura 4: Vista del detalle de los stopes rellenados.

4.2. PROPIEDADES DE LOS TERRENOS


Se ha utilizado el modelo constitutivo Hoek-Brown generalizado. Las propiedades del macizo rocoso, se obtienen a
partir del Estudio Geomecánico. En este estudio se obtienen propiedades del macizo rocoso a partir del criterio de
falla de Hoek&Brown, mediante el programa ROCLAB de Rocscience, a partir de los valores de roca intacta. Para ello
se tomaron los valores más representativos de calidad de la masa rocosa involucrada con cada dominio estructural,
resistencia a compresión simple de la roca intacta y constante “mi”.

En la Tabla II, se muestran las propiedades estimadas de resistencia de la masa rocosa que está involucrado en
cada dominio estructural. Según lo indicado en este informe, estos valores pueden ser representativos para realizar
cualquier análisis que involucre las distintas calidades y sectores del yacimiento.

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Tabla II: Parámetros geomecánicos de los rellenos empleados en el cálculo.
Litología GSI σC ϒ mi mmr smr Emr υ
MPa νMPa KN/m3 MPa
Mineral 35 40,0 34 17 0.93 0.00024 1822 0.28
Roca
35 50,0 28.3 23 1.26 0.00024 1058 0.28
Superior
Roca
35 30,0 27.5 20 1.09 0.00024 976 0.28
Inferior

4.3. RESISTENCIA DE LA PASTA


A continuación se describen las principales propiedades empleadas para la modelización del relleno de los stopes del
SLS. Se hace diferenciación entre los rellenos correspondientes a los stopes primarios, formados por relleno cemen-
tado de mayor resistencia y los stopes secundarios, formados por relleno cementado de menor resistencia.

Para ello se ha llevado a cabo una simulación numérica en Phase 2D, cuyo objetivo es establecer una resistencia
mínima del material cementante que asegure la estabilidad de la pared vertical que se expondrá al descubrir el stope
secundario. Para definir la relación entre el porcentaje de cemento en la mezcla con las propiedades resistentes, se
ha utilizado la Tabla III, tomada de Brummer (2003). Para todos los casos, este autor recomienda un coeficiente de
Poisson de 0,3 y una densidad de 2 toneladas/m3.

Tabla III: Propiedades de la pasta según incremento de cemento según Brummer (2003).
Contenido en cemento Resistencia a compresión
Módulo de Young (MPa) Cohesión (MPa) (2)
(%) (MPa)
4,2 240 0,4 0,10
5,5 400 0,6 0,15
6,4 530 0,8 0,20
8,3 840 1,2 0,30
10,0 900 (1)
1,6 0,40
11,2 900 (1)
2,0 0,50
(1)
Valor estimado, (2) Asumiendo φ

El análisis de sensibilidad se realiza variando los parámetros resistentes (para realizar el análisis de sensibilidad y
siendo éste más manejable con Mohr-Coulomb, se linealiza el criterio de Hoek-Brown), tal como se muestra en la
Tabla IV.

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Tabla IV: Parámetros geomecánicos de los rellenos empleados en el cálculo.
Nº Análisis Sensi-
Modulo Young UCS ϒ Ø υ C
bilidad
(MPa) (MPa) (t/m3) (º) (MPa)
1 240.00 0.4 2,0 30,0 0.3 0,12
2 320.00 0.5 2,0 30,0 0.3 0,14
3 400.00 0.6 2,0 30,0 0.3 0,17
4 465.00 0.7 2,0 30,0 0.3 0,20
5 530.00 0.8 2,0 30,0 0.3 0,23
6 685.00 1 2,0 30,0 0.3 0,29
7 840.00 1.2 2,0 30,0 0.3 0,35
8 870.00 1.4 2,0 30,0 0.3 0,40
9 900.00 1.6 2,0 30,0 0.3 0,46
10 900.00 1.8 2,0 30,0 0.3 0,52
11 900.00 2 2,0 30,0 0.3 0,58
12 920.00 2.2 2,0 30,0 0.3 0,64

En la Figura 5, se muestra una vista del análisis de sensibilidad llevado a cabo, mostrándose los Factores de Segu-
ridad obtenidos a medida que se van modificando las propiedades resistentes de la pasta.

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UCS= 400 MPa c=230 kPa UCS= 500 MPa c=230 kPa UCS= 600 MPa c=230 kPa

SF= 1.09 – 1.13 SF= 1.13 – 1.04 SF= 1.2 – 1.12

UCS= 800 MPa c=230 kPa UCS= 800 MPa c=230 kPa UCS= 1000 MPa c=290 kPa

SF= 1.33 – 1.09 SF= 1.33 – 1.09 SF= 1.33 – 1.09

UCS= 1200 MPa c=520 kPa UCS= 1400 MPa c=400 kPa UCS= 1600 MPa c=460 kPa

SF= 1.42 – 1.09 SF= 1.41 – 1.13 SF= 1.43 – 1.19

UCS= 1800 MPa c=520 kPa UCS= 2000 MPa c=580 kPa UCS= 2200 MPa c=640 kPa

SF= 1.64 – 1.09 SF= 1.88 – 1.08 SF= 1.97 – 1.07

Figura 5: Análisis de sensibilidad del relleno de pasta cementada.

Por lo tanto basándose en los análisis numéricos, con el objetivo de obtener un FS mínimo de 1.2 en el centro del
relleno de pasta del stope, se requiere una resistencia a compresión simple aproximadamente de 600 kPa., tal como
se observa en la Figura 6.

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Figura 6: Variación UCS con la resistencia (strenght factor) del relleno de pasta.

De esta forma, en la Tabla V se muestran las propiedades resistentes del material cementante que se utilizarán para
el estudio de estabilidad en la interacción cielo-abierto subterránea.

Tabla V: Calibración de las propiedades de relleno cementado. Stopes primarios.


Material Modulo Young UCS ϒ υ Ø C
(MPa)
(MPa) (t/m3) (º) (MPa)
Relleno Stopes Prima- 400.00 0.6 2.0 0.3 30 0.17
rios

Para el relleno cementado de menor resistencia, se utilizara un material con resistencia a compresión simple de 400
KPa, lo que implicaría una adición inferior de cemento en la mezcla, menor a la que se debe implementar en los
stopes primarios. El resumen de las propiedades utilizadas en el cálculo son las que se muestran en la Tabla VI.

Tabla VI: Calibración de las propiedades de relleno cementado. Stopes secundarios.


Material Modulo Young UCS ϒ Ø Υ C
(Mpa)
(MPa) (t/m3) (º) (MPa)
Relleno Stopes Secun- 240.00 0.4 2 30 0.3 0.12
darios

Las propiedades resistentes del material cementante se obtienen a partir de la siguiente relación, manteniendo un
valor de fricción interna de 30º.

4.4. RESULTADOS OBTENIDOS

En este apartado se resumen los resultados obtenidos del análisis tenso-deformacional del estudio del pilar puente en
la interacción entre el rajo abierto y las operaciones subterráneas ejecutadas mediante sublevel stoping.

De las 27 fases involucradas en el modelo, se muestran los resultados en la fase final (año 3).

En las Figuras siguientes se muestran los desplazamientos verticales y horizontales inducidos como consecuencia de
la excavación del tajo abierto y de la operación simultánea de excavación y relleno de cámaras del SLS.

Los máximos desplazamientos verticales obtenidos alcanzan los 50.0 cm, con levantamiento en el fondo de corta,
producto de la modelización de la excavación en una sola fase del material reservado para la excavación del año 3.

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Figura 7: Detalle de los desplazamientos verticales en el terreno.
El talud del rajo sufre desplazamientos horizontales del orden de los 19 cm.

Figura 8: Detalle de los desplazamientos horizontales en el terreno.

Las deformaciones en cortante no son relevantes, tal como se muestra en la Figura 9 y no se observa en este estado
un potencial círculo de rotura en el talud global del tajo, debido a la excavación de las labores del SLS.

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Figura 9: Detalle de las deformaciones de cortante en el terreno.

Factor de Seguridad
Adicionalmente, se ha comprobado la estabilidad del pilar puente entre el SLS y el tajo abierto, mediante el cálculo del
factor de seguridad (Strength Reduction Factor) en la última etapa de cálculo, en condiciones estáticas.

Para ello, se realiza una reducción paulatina de las propiedades resistentes (cohesión y fricción) de forma simultánea
y se evalúa la estabilidad numérica del modelo. Una vez que el modelo no es numéricamente estable se establece
que esas son las propiedades límite, obteniéndose así el valor del Factor de Seguridad.

En la Figura 10, se muestra el resultado del Factor de Seguridad obtenido de FS=1.75.

Figura 10: Factor de Seguridad.

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5. CONCLUSIONES

Los desplazamientos registrados en el talud de la corta, influenciados por las labores del sublevel stoping y de la
resistencia del relleno de pasta asignado para el relleno de las cámaras, ejecutadas en paralelo con las operaciones
mineras a cielo abierto, no comprometen la estabilidad del rajo y aseguran la continuidad operativa hacia el fondo de
corta a través de las rampas de acceso

El único sector donde se muestra una conexión entre los taludes y las operaciones subterráneas muestra poco incre-
mento de deformación en cortante 1 cm/m aproximadamente. Tampoco se observa un potencial círculo de rotura en
el talud global que pudiera comprometer la estabilidad global del sector.

El Factor de Seguridad calculado a partir de la reducción de los parámetros resistentes, implica que habría que re-
ducir las propiedades de los materiales involucrados (cohesión y fricción) en una magnitud igual al SRF calculado
(SRF=1.75) para que la estabilidad de la interacción cielo abierto-subterránea pudiera estar comprometida.

La realización del modelo numérico permite comprobar que la reducción de la resistencia en los stopes secundarios,
junto con una secuenciación adecuada, permite asegurar la estabilidad del sector, reduciendo el porcentaje de ce-
mento a añadir en la mezcla y por tanto generar un beneficio económico en el proceso de relleno de las cámaras por
subniveles.

6. REFERENCES
• Barrett,J.R,Coulhard,M.A, Dight,P.M (1978). Determination of Fill Stability. Proceedings International Symposium
on Mining with Backfill,Lulea,June.
• Cowling,R, Gonano,L.P.(1976) Cemented Rock Fill Practice and Research at Mount Isa Minas, AMIRA Excavation
and Design, Wollongong.
• Cowling,R,Auld,G.J,Meek,J.L (1983). Experience with Cemented fill stability at Mount Isa Mines. Proceedings Inter-
national Symposium on Mining with Backfill,Lulea,June.
• Dawson, E. M., Roth, W. H., and Drescher, A (1998). “Slope stability analysis by strength reduction”, Geotechnique,
Vol. 49, No. 6, pp.835-840.
• Lain,C (2015). Estudio de las distribuciones tensionales y de la resistencia de los rellenos de pasta de la mina sub-
terránea de Aguas Teñidas (Huelva). Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid.
• Potvin,Y,Thomas,E,Fourie,A (2005). Handbook on Mine Fill. Australian Centre for Geomechanics.
• Zaka Emad,M, Mitri,H & Kelly,C (2915) State-of-the-art review of backfill practices for sublevel stoping system,
International Journal of Mining, Reclamation and Environment.

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382
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018

ACTUACIONES PARA LA MEJORA DE PROCESOS MINEROS EN LA RECUPERACIÓN DE MAGNESITA.


Herrero, Hernandoa; Rojas, Franciscoa
a
Advanced Mineral Processing, C/ Puerto de Navacerrada, 12, Móstoles (España), herrero@ampmineral.com / fro-
jas@ampmineral.com

RESUMEN: Dentro de un escenario de mejora en la eficiencia del proceso, Advanced Mineral Processing ha desarro-
llado dos acciones en las instalaciones de Magnesitas Navarras (MAGNA) mediante el empleo de plantas piloto, las
cuales se han incorporado en la instalación del cliente. La primera actuación permite, mediante el uso de espirales de
separación gravimétrica, aprovechar una serie de acopios considerados como estériles en la actualidad. La segunda,
consiste en la sustitución de equipos existentes (clarificador + filtro tambor de vacío) por otros con una mayor eficien-
cia energética, respeto medioambiental y fiabilidad como son las plantas compactas de hidrociclonado.

PALABRAS CLAVE: Eficiencia, Espirales, Hidrociclones, Planta compacta

1. INTRODUCCIÓN
Al igual que otros sectores, la minería no es ajena a la necesidad constante de mejorar la eficiencia de los procesos.
Esta eficiencia comprende aspectos ambientales, económicos y sociales teniendo como objetivos, entre otros, un
uso más eficiente de los recursos naturales, una disminución del impacto ambiental y un consumo energético más
racional.

Con estas premisas, Advanced Mineral Processing ha realizado dos actuaciones en las instalaciones de Magnesitas
Navarras en la localidad de Zubiri (Navarra). Durante varias semanas se incorporaron a la instalación del cliente una
planta piloto de espirales de separación gravimétrica y una planta compacta de hidrociclonado HSL.

El objetivo de la planta piloto de espirales consistía en tratar un material considerado estéril, eliminando la mayor
cantidad de sílice y aumentando el porcentaje de carbonato magnésico, como etapa previa a una briquetización. Este
tipo de equipos son ampliamente utilizados con este objetivo (Hojamberdier et al, 2010), si bien la configuración y
calibración de los mismos siempre es compleja.

Respecto a la planta compacta de hidrociclonado, se busca sustituir parte de la línea de flotación. Actualmente se
emplean una serie de tanques clarificadores/espesadores conjuntamente con un filtro tambor de vacío y varios grupos
de bombeo para tratar una de las corrientes procedentes de las celdas de flotación. Estos equipos, debido a la com-
plejidad del sistema, presencia de espumas y tipo de material, no cuentan con una gran fiabilidad y requieren de una
supervisión constante, mientras que los sistemas de hidrociclonado, con la configuración adecuada, se han mostrado
como soluciones mucho más eficientes (Svarovsky & Thew, 1992).

2. MATERIALES
En la primera actuación, consistente en el aprovechamiento de estériles, se ha empleado una planta piloto de espi-
rales compuesta por un grupo de bombeo, hidrociclones y 3 tipos de espirales con distintas geometrías. El material
empleado en estos ensayos proviene del pasante de una criba y consiste en carbonato enriquecido en magnesio
(magnesita) con pequeñas cantidades de tectosilicatos (cuarzo y feldespato), filosicatos (moscovita y flogopita) y
otros carbonatos enriquecidos en calcio, hierro, etc. La granulometría de las partículas es menor de las 300 µm de
diámetro.

Para la segunda actuación, sustitución de parte de la línea de flotación, se ha empleado una planta compacta HSL
con grupo de bombeo, sistema de hidrociclonado y escurridor vibrante. El producto tratado es una pulpa originada
en las celdas de flotación compuesto fundamentalmente por carbonato enriquecido en magnesio (magnesita) con

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pequeñas cantidades de tectosilicatos (cuarzo y feldespato), filosicatos (moscovita y flogopita) y otros carbonatos
enriquecidos en calcio, hierro, etc. Se debe destacar que el uso de tensoactivos y depresores de la sílice, dan como
resultado una gran cantidad de espumas en esta corriente. El tamaño de las partículas dentro de la pulpa es inferior
a las 200 µm de diámetro.

3. METODOLOGÍA
3.1. PLANTA PILOTO CON ESPIRALES DE SEPARACIÓN GRAVIMÉTRICA

Se han realizado 22 ensayos combinando distintos tipos de hidrociclones, presiones de trabajo y espirales, generan-
do una matriz de datos que permite evaluar la eficiencia del proceso a la hora de retirar la sílice y enriquecer la pulpa
en carbonato magnésico.

El material tratado se encontraba como un sólido seco que se ha puesto en suspensión en una pulpa con una con-
centración de entre 70 y 90 g/l.

Esta pulpa se bombeaba a un hidrociclón donde se generaban dos corrientes, la corriente de hundido (que se pasaba
a la espiral) y la corriente de rebose (que se desechaba). El hidrociclón cumple dos funciones, por un lado ajusta y
estabiliza la concentración de la corriente de hundido antes de pasar por la espiral y por otro; elimina partículas de
pequeño diámetro, las cuales tienden a lastrar la eficacia de la espiral (Figura 1).

Figura 1 – Planta piloto con espirales.

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Una vez en la espiral, la pulpa se divide en tres corrientes que se pueden ajustar movilizando los seccionadores con
los que están equipadas las espirales (Figura 2). Estas corrientes son:

• Corriente de Concentrado: En la parte más interna de la espiral y donde se encuentran las partículas de mayor
densidad y/o tamaño.
• Corriente de Ligero: En la zona más externa de la espiral y donde se localizan las partículas de menor densi-
dad y/o tamaño.
• Corriente de Mixto: En la zona intermedia de la espiral y donde se localizan las partículas de densidad y/o
tamaño medio.

Una vez que la pulpa se pasó por la espiral, se recogieron las 3 corrientes (junto con la corriente de rebose del hidro-
ciclón) y se analizaron para determinar la composición química, el balance de masas y el reparto de caudales.

Figura 2 – Seccionadores de las espirales.

3.2. PLANTA PILOTO COMPACTA DE HIDROCICLONADO HSL

Este ensayo se planteó como una comparativa frente a los equipos actuales, tanque clarificador/espesador más filtro
tambor a vacío, con dos objetivos concretos; verificar los buenos resultados de la planta compacta a la hora de recu-
perar partículas ultrafinas y reducir el grado de humedad en las mismas y comparar el grado de fiabilidad de ambos
sistemas.

El material tratado es una pulpa procedente de las celdas de flotación (Figura 3) que se introduce en la cuba de la
planta piloto compacta (Figura 4). Desde allí se bombea a un grupo de hidrociclonado configurado en modo recupera-
ción de partículas. En el grupo de hidrociclonado se genera una corriente de rebose, que se desecha, y una corriente
de hundido que se dirige hacia un escurridor vibrante donde se reduce la humedad al mínimo posible.

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Figura 3 – Celdas de flotación (tipo Ekoff).

La planta se ha mantenido operativa durante 240 horas en modo continuo para verificar su fiabilidad, recogiendo
periódicamente muestras de la alimentación, corrientes de rebose y hundido del hidrociclón y rechazo del escurridor
vibrante (producto final).

Figura 4 – Planta piloto compacta de hidrociclonado HSL

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4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN

Planta piloto con espirales de separación gravimétrica

En cada ensayo se han realizado análisis químicos, granulométricos y un balance de masas sobre la alimentación,
corriente de rebose y las tres corrientes de la espiral.

Respecto a la clasificación granulométrica se pone de manifiesto lo siguiente:

• Concentrado: Las partículas en este material muestran una distribución similar a la de la alimentación o lige-
ramente más fina.
• Mixto: La distribución granulométrica muestra un material algo más grueso que el empleado en la alimentación.
• Ligero: La granulometría de este producto muestra que entre el 15 y el 30% de la muestra se encuentra por
debajo de 45 µm, dando como resultado un producto mucho más fino que la alimentación.
• Rebose del hidrociclón: Prácticamente todas las partículas se encuentran por debajo de 25 µm.

Respecto a la presencia de SiO2 (Figura 5 y Tabla 1), se aprecia que disminuye drásticamente en el producto obtenido
en las corrientes del concentrado y mixto, mientras que se incrementa en la corriente de ligero y muy especialmente
en el rebose del hidrociclón.

• Concentrado: La reducción en SiO2 oscila entre el 50 y el 72% con tasas de recuperación de material entre el
5 y el 10%.
• Mixto: La reducción de SiO2 es menor que en el concentrado, variando entre un 35 y un 58% con tasas de
recuperación del material próximas al 70%.
• Concentrado + Mixto: Permiten incrementar la tasa de recuperación hasta un 75 – 80% con una reducción de
SiO2 entre el 35 y el 60%.
• Estéril: Presenta un enriquecimiento notable en SiO2, llegando a duplicar la concentración original y con un
peso que oscila en torno al 20-30% respecto al total.
• Rebose Hidrociclón: Supone el 3% del peso total de la muestra pero presenta una concentración de SiO2 que
puede superar el 300% de la presente en la alimentación. También se observa una alta concentración del resto
de compuestos químicos analizados, especialmente en el caso del Al2O3.

Los resultados muestran un gran paralelismo entre los distintos ensayos, a pesar de que el porcentaje de SiO2 en la
alimentación presenta grandes variaciones (entre el 2 y el 7% del total de la muestra).

Figura 5 – Balance de masas y variación de los porcentajes de silice en uno de los ensayos.

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Tabla 1 – Balance de masas y análisis químico en uno de los ensayos.
Alimentación Concentrado Mixto C+M Ligero Rebose
Balance de Peso (g) 13.354,0 797,0 9.999,0 10.796,0 2.168,0 390,0
masas

Peso (%) 100,0 6,0 74,9 80,8 16,2 2,9


Análisis SiO2 (%) 2,07 0,58 1,2 1,14 3,61 6,57
químico

CaO (%) 12,45 8,75 11,7 11,51 13,62 15,72


Fe2O3 (%) 1,71 1,68 1,4 1,46 1,82 3,03
Al2O3 (%) 0,32 0,24 0,26 0,26 0,45 1,23
SO3 (%) 0,13 0,14 0,1 0,10 0,13 0,22

Planta piloto compacta de hidrociclonado HSL

Durante la operación, se tomaron periódicamente muestras con el fin de verificar la planta piloto era capaz de recupe-
rar la mayor cantidad de las partículas, separándolas de una manera eficiente del agua y las espumas.

En cuanto al análisis de la corriente de rebose del hidrociclón, muestra cómo se lleva el 95% del agua y todas las
espumas. El porcentaje de partículas sólidas en esta corriente (Tabla 2) es menor del 1% con una concentración de
9 g/l. La curva granulométrica (Figura 6) muestra que solo el 5% de las partículas en la corriente de rebose superan
las 100 µm de diámetro, mientras que el 90% están por debajo de 60 µm.

La tasa de recuperación, la relación entre la masa de las partículas presentes en la alimentación y las recuperadas
en la corriente de hundido del hidrociclón, es del 94%.

El grado de humedad del producto final en la planta piloto compacta es del 18%, mientras que en los equipos actuales
es del 10%.

El análisis químico muestra que la planta compacta genera una reducción en la concentración de sílice de hasta un
37%, mientras que con los equipos actuales oscila entre el 11 y el 24%. Aunque este no era uno de los objetivos ini-
ciales del ensayo, supone un valor añadido para el producto final.

Tabla 2 – Análisis de las corrientes obtenidas en la planta piloto compacta.


Densidad Sólidos Concentración
g/l % g/l
Alimentación HC 1.080 12 130
Hundido HC 1.979 76 1.504
Rebose HC 1.006 0,9 9

Grado de humedad Tasa de recuperación Reducción SiO2


% % %
Producto Final 18,2 ≈ 94 22 - 37

La planta compacta ha estado operativa 240 horas de manera continuada sin requerir supervisión, mientras que los
equipos actuales han requerido de 2 técnicos supervisando el proceso de manera continua y han sufrido una media
de 2 paradas no programas cada 24 horas. Cabe destacar que, incluso durante varias paradas no programadas de las
celdas de flotación, la planta compacta ha sido capaz de asumir las variaciones de caudal y concentración operando
sin ninguna incidencia.

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Figura 6 – Distribución granulométrica de las partículas en la alimentación a la planta, corriente de rebose del hidro-
ciclón y producto final generado por la planta.

El consumo energético de la planta piloto compacta ha sido inferior a los 160 kWh diarios para una producción esti-
mada de 140 T/día, lo que reduce drásticamente el consumo de los equipos actuales.

La planta piloto compacta ha trabajado con las espumas sin ninguna incidencia, evacuándolas en la corriente de
rebose del hidrociclón. Este hecho contrasta con los problemas que estas espumas generan en el tanque clarificador
actual.

5. CONCLUSIONES
Respecto a la planta piloto de separación gravimétrica con espirales, los resultados han sido muy buenos. Se ha con-
seguido reducir notablemente la cantidad de sílice, consiguiendo un producto apto para briquetizar y enviar a la línea
de hornos, consiguiendo dar un valor a un material tratado hasta la actualidad como un estéril.

Cabe destacar que, a pesar de las dificultades debidas a la poca diferencia de densidad existente entre la sílice y los
carbonatos, la planta piloto ha sido capaz de realizar una buena clasificación. Además del papel de la espiral a la hora
de realizar el enriquecimiento en carbonato magnésico, se debe destacar el buen trabajo del hidrociclón a la hora de
retirar la mayor parte de los filosilicatos, independientemente de su tamaño de partícula.

Respecto a la planta piloto compacta de hidrociclonado, si bien los valores de humedad son algo superiores a los
obtenidos con los equipos actuales, están por debajo de los límites marcados por el cliente, por lo que se consideran
satisfactorios.

Se debe señalar que, aunque no era el objetivo de la actuación, se ha incrementado la concentración de carbonato
magnésico en el producto final debido fundamentalmente a la retira de filosilicatos en la etapa de hidrociclonado. Esto
supone un valor añadido en el producto obtenido.

Respecto a la operación, el comportamiento de la planta piloto compacta ha sido excepcional. Ha sido capaz de asu-
mir fuertes variaciones en la alimentación sin ningún problema y a diferencia de los equipos actuales, ha gestionado
las espumas sin que provocasen ninguna incidencia.

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Por último, se debe indicar que fruto de estas actuaciones en la planta de MAGNA, se está ultimando la incorporación
de ambos sistemas de manera definitiva a la línea de producción del cliente.

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren mostrar su agradecimiento a todo el personal de MAGNA que ha estado involucrado en la rea-
lización de las actuaciones. En especial a Antonio Maldonado y a Jon Castillo por su ayuda y colaboración en la
realización de todos los ensayos.

También agradecer a Milagros Bartolomé, Sergio García y José Antonio Plaza de Advanced Mineral Processing por
su ayuda en la realización de los ensayos, así como sus aportaciones a la hora de configurar y operar los equipos.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Hojamberdier, M., Arifov, P., Tadjiev, K. & Xu, Y. (2010). Characterization and processing of talc-magnesite from
Zoinebulak deposit. Mining Science and Technology, Vol. 20, issue 3, 415-420.
• Svarovsky, L. & Thew, MT. (ed.) (1992). Hydrocyclones: analysis and applications. Springer. 450 pp.

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390
METODOLOGÍA DE ANÁLISIS PARA LA TOMA DE DECISIONES EN
LA REHABILITACIÓN DE INSTALACIONES DE RESIDUOS MINEROS
ABANDONADAS PROCEDENTES DE LA MINERÍA METÁLICA
Vicente Fernández, Arturoa, Sanz Contreras, José Luisb
a
Doctor Ingeniero de Minas. Eptisa, Servicios de Ingeniería, S.L., Emilio Muñoz, 35-37, 28037 Madrid, correo-e:
avicentefernandez@eptisa.com; b Doctor Ingeniero de Minas. ETSI Minas y Energía, Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid,
correo-e: joseluis.sanz@upm.es

RESUMEN: En la presente comunicación se describe una metodología de análisis que puede servir de herramienta
útil para la toma de decisiones en los procesos de remediación de instalaciones de residuos mineros procedentes de
la minería metálica. Dicha metodología se ha construido a partir de los resultados que se pueden obtener del análisis
de riesgos ambientales de las instalaciones estudiadas empleando la metodología de riesgos publicada por el Ins-
tituto Geológico y Minero de España (IGME), estableciendo las metodologías más apropiadas para la rehabilitación
en función de los riesgos específicos que presente cada instalación estudiada. La metodología de análisis expuesta
aborda el problema existente con las instalaciones de residuos abandonadas de manera integrada, considerando tan-
to las alternativas de rehabilitación existentes, como la posibilidad de proceder al aprovechamiento de sus residuos
mediante la extracción de metales, proponiéndose distintas pautas de actuación para cada instalación en función de
sus condicionantes particulares.

PALABRAS CLAVE: Residuos mineros, Extracción de metales, Rehabilitación, Riesgos ambientales.

1. INTRODUCCIÓN
Las instalaciones de residuos mineros abandonadas procedentes de la minería metálica pueden suponer un grave
riesgo medioambiental y de seguridad debido a su potencial contaminante y a la posibilidad de ocasionar accidentes
por su fallo estructural. En la mayoría de los países de la Unión Europea existen un gran número de presas, balsas,
pilas de lixiviación y escombreras mineras cerradas que se encuentran abandonadas y sin ningún control estructural
o ambiental al haberse originado en actividades extractivas finalizadas con anterioridad a la aparición de las primeras
normativas de índole ambiental aplicables. Si bien en los últimos años la legislación nacional ha incorporado instru-
mentos normativos que permiten una gestión sostenible de los residuos mineros de las instalaciones en activo y de
las asociadas a los nuevos proyectos mineros, existen numerosas escombreras, presas y balsas abandonadas que
suponen un impacto no despreciable ya sea de índole paisajística o por el riesgo que pueden suponer por su afec-
ción a distintos receptores tales como los suelos, las aguas subterráneas y superficiales, los ecosistemas, el medio
socioeconómico o las personas.

En el caso de la minería metálica, los mayores riesgos asociados a las balsas y escombreras mineras derivan princi-
palmente de su alto contenido en metales y de su potencial de generación de efluentes fuertemente contaminantes.
A pesar del gran avance normativo que se ha producido en los últimos 20 años en materia de gestión de otras tipo-
logías de residuos y de protección ambiental en diferentes sectores, hasta la aparición de la Directiva 2006/21/CE,
traspuesta al ordenamiento jurídico español a través del Real Decreto 975/2009, no se ha prestado excesiva atención
al riesgo que suponen las instalaciones de residuos en general y las abandonadas en particular.

Por otra parte, algunas de las instalaciones de residuos mineros abandonadas pueden contener sustancias metáli-
cas con leyes iguales o incluso superiores a las de los yacimientos que se explotan en la actualidad que podrían ser
objeto de valorización, ya sea por los avances obtenidos en las técnicas metalúrgicas en las últimas décadas, que
permitirían una extracción más eficiente de dichas sustancias, o por tratarse de metales con mayor valor económico
en la actualidad que en las épocas en las que se generaron los residuos mineros.

Bajo las anteriores premisas, en la presente comunicación se describe una metodología dirigida tanto a la reducción
de los riesgos ambientales que dichas instalaciones pueden suponer, como al estudio de las posibilidades de aprove-
chamiento de sus residuos mediante la extracción de los metales que pudieran contener.

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2. RIESGOS ASOCIADOS A LAS INSTALACIONES DE RESIDUOS MINEROS ABANDONADAS
El concepto de riesgo medioambiental se define en la Norma UNE 150008 “Análisis y evaluación del riesgo ambiental”
como el resultado de una función que relaciona la frecuencia o probabilidad de ocurrencia de un determinado esce-
nario de accidente y las consecuencias negativas del mismo sobre el entorno natural, humano y socioeconómico.

Sobre la base de dicha definición, la metodología de análisis de riesgos desarrollada por el Instituto Geológico y mine-
ro de España (IGME) plantea los siguientes ocho escenarios de riesgo en función de las consecuencias ambientales
que se presentan con más asiduidad en el entorno de las instalaciones de residuos mineros:

• Escenario C1: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (C1PO) o sobre el entorno natural (C1NA) derivados
por la afección de efluentes contaminantes de las instalaciones sobre las aguas superficiales.
• Escenario C2: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (C2PO) o sobre el entorno natural (C2NA) derivados
por la afección de efluentes contaminantes de las instalaciones sobre las aguas subterráneas.
• Escenario C3: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (C3PO) o sobre el medio natural (C3NA) derivado de
la emisión de material particulado por acción del viento.
• Escenario C4: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (C4PO) o sobre el medio natural (C4NA) derivado de
la emisión de sedimentos contaminantes por erosión hídrica.
• Escenario FESC: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (FESCPO), sobre el medio natural (FESCNA) o
sobre el medio socioeconómico (FESCSE) derivado de la rotura o fallo de un talud de una escombrera.
• Escenario FLIX: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (FLIXPO), sobre el medio natural (FLIXNA) o
sobre el medio socioeconómico (FLIXSE) derivado de la rotura o fallo de un talud de una pila de residuos de
lixiviación.
• Escenario FPRE: Escenario de riesgo sobre las poblaciones (FPREPO), sobre el medio natural (FPRENA)
o sobre el medio socioeconómico (FPRESE) derivado de la rotura o fallo del dique de contención o del talud
exterior de una presa de lodos.
• Escenario CD: Escenario de riesgo sobre las poblaciones derivado del contacto directo de las personas con
los residuos almacenados en las instalaciones.

Para cada uno de los escenarios anteriores el IGME propone una formulación que permite calcular tanto la probabili-
dad de ocurrencia de los accidentes asociados a cada escenario como la severidad o gravedad de las consecuencias
de dicho accidente. Dicha formulación propuesta por el IGME, que puede consultarse en la referencia bibliográfica co-
rrespondiente, se ha desarrollado a partir de 63 factores numéricos que permiten calcular un Índice de probabilidad de
ocurrencia y un Índice de severidad o gravedad de las consecuencias de cada escenario de accidente, obteniéndose
el valor numérico de dichos factores en función de la cuantificación de diversos aspectos tales como las característi-
cas constructivas de las instalaciones, las condiciones climatológicas, el entorno hidrológico superficial y subterráneo,
la toxicidad de los residuos mineros abandonados, la proximidad de poblaciones o de otros valores ambientales, etc.
Los índices de probabilidad y severidad obtenidos mediante los citados factores permiten evaluar de manera semi-
cuantitativa la probabilidad de ocurrencia de los diversos accidentes posibles y la severidad o gravedad de sus con-
secuencias mediante la valoración reflejada en la Tablas 1.

Tabla 1 – Valoración de los índice de probabilidad y severidad


Calificación Valor
MUY ALTA ≥4
ALTA ≥3 y <4
MEDIA ≥2 y <3
BAJA ≥1 y <2
MUY BAJA ≥0 y <1

Obtenidos los índices de probabilidad y severidad, la obtención del riesgo ambiental final se realiza mediante la eva-
luación de una matriz de riesgo propuesta por el IGME, que introduce finalmente la función entre la probabilidad de
ocurrencia de los accidentes y la gravedad de las consecuencias que se establece en la citada Norma UNE 150008
(véase Figura 1).

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3. POTENCIAL DE REDUCCIÓN DE RIESGOS DE LAS TÉCNICAS DE REHABILITACIÓN
Partiendo de los escenarios de riesgos considerados en la metodología de análisis del IGME, de los factores de cál-
culo de la probabilidad de ocurrencia de dichos accidentes y de la severidad de sus consecuencias, se ha procedido
a analizar el potencial de reducción de riesgos de las técnicas de rehabilitación más comúnmente empleadas en la
rehabilitación de instalaciones de residuos mineros abandonadas. Con dicho objeto se ha ido analizando la influencia
que cada técnica de rehabilitación puede ejercer sobre la reducción del riesgo ambiental de las instalaciones al modi-
ficar el valor de los diferentes factores de probabilidad y severidad que determinan su riesgo.

Figura 1 – Matriz de valoración de riesgo propuesta por el IGME (Alberruche del Campo, et al., 2014)

En las Tablas 2, 3 y 4 se muestra el resultado del análisis realizado, distinguiéndose entre las técnicas de rehabili-
tación aquéllas que dirigen su acción a la reducción de la toxicidad de los residuos mineros o al tratamiento de los
efluentes contaminantes que generan y las que comprenden diversas acciones u obras de rehabilitación que persi-
guen reducir los efectos nocivos de los elementos contaminantes presentes en las instalaciones de residuos mineros.
En dichas tablas se muestran las distintas técnicas de rehabilitación consideradas, su función principal y los escena-
rios de riesgo sobre los que actúan.

Tabla 2 – Potencial de reducción de riesgos de las técnicas de reducción de la toxicidad de los residuos
Técnica Función Escenarios
Estabilizacion química con Reducción “in situ” o “ex situ” de la movilidad de metales C1, C2, C3,
fosfatos y biosólidos pesados divalentes C4 y CD
Pasivación o microencapsu- Reducción “in situ” del potencial de generación de aguas
lación ácidas de los residuos
Electroremediación Eliminación “in situ” de metales y compuestos polares
Fitoremediación Estabilización “in situ” de As, Cr, Cd, Cu, Pb y Zn
Eliminación de cianuro Eliminación “in situ” de cianuro y metales pesados

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Tabla 3 – Potencial de reducción de riesgos de las técnicas de tratamiento de efluentes
Escena-
Técnica Función
rios
C1, C2,
Dren anóxico calizo Neutralización de aguas ácidas C3, C4 y
CD
Neutralización activa con sustancias
Neutralización de aguas ácidas
alcalinas
Humedales aeróbios y anaeróbios Precipitación de sólidos y metales
RAPS (Reducing and Alcalinity Produ-
Precipitación de sólidos y metales
cing Systems)
Barreras reactivas Eliminación de sulfatos y metales
Filtros rocosos y lechos oxidantes Eliminación de Mn
Tapetes microbianos Eliminación de metales y materia orgánica
Tratamiento in situ con carbono orgáni- Neutralización y precipitación anaeróbica de
co, nutrientes y sustancias alcalinas metales
Aireación activa Pretratamiento para la oxidación de Fe y Mn
Precipitación con sales de bario o hi-
Precipitación de sulfatos
dróxido de aluminio
SRB (Sulfate Reducing Bacteria) Neutralización y precipitación de metales
Tratamiento final para la precipitación de meta-
Intercambio iónico
les, sulfatos, NO3-, Cl- y OH-
Eliminación de patógenos, sólidos, solutos pe-
Tratamiento por membranas sados, iones, metales, sales, materia orgánica,
sulfatos, fosfatos, calcio y magnesio
Pretratamiento para la eliminación de metales
Electrocoagulación
y compuestos orgánicos

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Tabla 4 – Potencial de reducción de riesgos de las acciones y obras de rehabilitación
Técnica Función Escenarios
Cunetas y canales de guarda. Evitar el acceso de las aguas de escorrentía a la masa C4, FESC,
Canales de desvío de arroyos. de residuos. Disminución de la erosión hídrica FLIX y FPRE
Formación de pendientes y cons-
Evitar la acumulación de aguas y su posterior infiltra-
trucción de cunetas de drenaje a C4 y FESC
ción. Disminución de la erosión hídrica
pie de talud
Zanjas drenantes para desvío de Captar y desviar flujos de aguas subterráneas exter-
C2 y FPRE
aguas subterráneas externas nas
Depresión de nivel freático me- Impedir el contacto del nivel freático con la masa de
diante bombeo residuos
Aislar la instalación de residuos de las aguas subterrá-
Pantallas de bentonita, atapulgita
neas existentes en el entorno mediante la implantación
o pilotes secantes
de una barrera de baja permeabilidad
Aislar la instalación de residuos de las aguas subte-
rráneas existentes en el entorno mediante el sellado
Jet grouting
de porosidad y grietas en terrenos rocosos o de baja
permeabilidad
Reducir la erosión hídrica y eólica. Estabilización quí-
mica del residuo mediante la limitación de la entrada C1, C2, C3,
Cobertura de la instalación de
de oxígeno. Reducción de la infiltración de agua y del C4, CD,
residuos mineros
potencial de generación de lixiviados. Aislamiento del FESC y FLIX
residuo frente al contacto directo.
Reducir la erosión hídrica y eólica. Reducción de la
erosión hídrica y eólica. Reducción de la infiltración
Revegetación de la instalación de C1, C2, C3,
de agua y del potencial de generación de lixiviados.
residuos mineros C4 y FPRE
Estabilización de taludes. Reducción de la infiltración
de agua y del potencial de generación de lixiviados.
Estabilizar estructuralmente la instalación. Control de
Remodelación morfológica y C4, FESC,
la erosión. Reducción del impacto visual. Implantación
medidas de estabilización FLIX y FPRE
de pendientes que favorezcan la revegetación.
Restricción de acceso a la ins-
talación y de los usos del suelo Protección de las personas y de la fauna CD
permitidos
Restricción o prohibición de apro-
vechamientos de aguas subterrá- Protección de las personas C2
neas
Restricción o prohibición de uso
Proteccion de las personas C1
de aguas superficiales
C1, C2, C3,
Excavación y reubicación de los C4, CD,
Proteccion de las personas
residuos mineros FESC, FLIX
y FPRE
Valorización de los residuos
Reducción del volumen y toxicidad de los residuos
mineros

La decisión final acerca de las técnicas de rehabilitación a emplear en cada caso particular deberá tomarse sobre
la base del análisis individual de cada instalación de residuos, considerando los condicionantes propios de dicha
instalación y de su entorno. En un análisis particularizado de la rehabilitación de una instalación de residuos mineros
deberá tenerse en cuenta además la eficiencia a largo plazo de cada técnica, su carácter preventivo o correctivo y
su coste, aspectos estos que pueden definir la solución óptima final de rehabilitación. Considerando dichos aspectos

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y el análisis reflejado en las tablas anteriores se pueden extraer las siguientes ideas genéricas que pueden servir de
orientación en las fases preliminares de un proyecto de rehabilitación:

• La excavación de los residuos mineros y su posterior reubicación en otro emplazamiento en unas condiciones
que aseguren la minimización de los riesgos ambientales representa sin duda la técnica de mayor potencial
de reducción del riesgo al actuar sobre un mayor número de escenarios de accidente. No obstante, debido al
elevado coste que dicha técnica representa, el empleo de dicha técnica sólo se verá justificado en aquellos
casos en los que el volumen de residuos a trasladar sea reducido o cuando el nivel de riesgo sea elevado y no
pueda ser reducido empleando otras técnicas.
• Las técnicas de drenaje y tratamiento de los efluentes, si bien actúan igualmente sobre un elevado número de
escenarios de accidente, supondrán en la mayoría de los casos un coste relativo medio o levado con respecto
a otras técnicas de remediación, por lo que su empleo se aconsejaría a priori únicamente en aquéllos casos en
los que exista un nivel de riesgo no admisibles en escenarios relacionados con las aguas superficiales o sub-
terráneas (C1 y C2) que no pueda reducirse empleando otras técnicas incluidas en la categoría de acciones
y obras de rehabilitación.
• Las técnicas existentes para la reducción de la toxicidad de los residuos mineros se suelen mostrar eficientes
únicamente a medio o largo plazo, su coste puede ser elevado y pueden resultar poco eficientes en la reduc-
ción de riesgos, por lo que a priori serían únicamente aconsejables cuando el volumen de residuos a tratar
fuese reducido.

Bajo las consideraciones anteriores la cobertura y revegetación de las instalaciones de residuos mineros, como so-
lución única o complementada con otras acciones u obras de rehabilitación, representará en la mayoría de los casos
la solución óptima para la rehabilitación de instalaciones de residuos mineros, al ser capaces de reducir el riesgo
ambiental de dichas instalaciones en gran número de escenarios de accidente proporcionando una solución efectiva
a largo plazo con un coste de ejecución moderado.

4. VALORIZACIÓN DE LOS RESIDUOS MINEROS MEDIANTE LA EXTRACCIÓN DE METALES


Al hablar de valorización de los residuos mineros se debe entender que dicha valorización puede realizarse tanto de
los residuos sólidos como de los efluentes generados por dichos residuos, toda vez que ambos materiales residuales
son susceptibles de contener concentraciones metálicas de interés. La viabilidad de la valorización de los residuos
mineros se fundamenta en el hecho de que el avance tecnológico progresivo desarrollado en los campos de la mi-
neralurgia y la metalurgia permiten la extracción de metales de menas con leyes metálicas inferiores y con composi-
ciones mineralógicas diferentes a las menas explotadas en tiempos anteriores. La tendencia general de disminución
de las leyes de explotación minera ha sido documentada por la Universidad de Monash (2009) (véase Figura 2). La
constatación de dicha disminución puede llevar a la conclusión de que las instalaciones de residuos mineros de épo-
cas pasadas pudieran contener leyes apreciables de sustancias valiosas en sus fracciones de residuos descartadas
en el pasado como estériles o materiales de montera.

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Figura 2 – Disminución de las leyes medias de explotación (Universidad de Monash, 2009)

Además de las mejoras obtenidas en las eficiencias de extracción, otros factores tales como el alza del precio de
los metales o la aparición de demandas de nuevos metales que en el pasado no se encontraban de interés, pueden
ocasionar que algunos yacimientos o residuos mineros, no considerados de interés económico anteriormente puedan
ser explotados en la actualidad de manera viable.

El estudio del aprovechamiento de los residuos mineros para la extracción de metales no difiere en sus bases de
conocimiento del análisis de la explotación de menas a partir de sus yacimientos minerales, debiendo comprender
necesariamente el estudio de las leyes presentes en la instalación, la cubicación de las reservas disponibles, la
composición mineralógica de los residuos y los ensayos de laboratorio y a escala piloto que permitan determinar los
procesos mineralúrgicos y metalúrgicos más adecuados para la extracción del metal de interés.

Debido a que en la mayoría de los casos es de esperar la existencia de un nivel moderado de reservas en las instala-
ciones de residuos mineros, es decir, un volumen limitado de residuos con bajas o moderadas leyes metálicas, cabe
plantearse la posibilidad de extracción de dichos metales o bien empleando plantas de tratamiento existentes o bien
plantas de capacidad reducida, de modo que se minimicen los costes de inversión iniciales. A este respecto puede
resultar igualmente de interés el planteamiento de emplear una única planta para el tratamiento de los residuos de
varias instalaciones de residuos mineros de un mismo distrito minero histórico con composiciones mineralógicas si-
milares, permitiéndose así incrementar las reservas totales disponibles sin incurrir en un coste excesivo de transporte
del residuo.

Siendo aún limitadas las experiencias de valorización de residuos mineros a nivel industrial, en las dos últimas déca-
das la posibilidad de extraer metales de los residuos mineros ha despertado gran interés en el ámbito académico e
industrial, habiéndose incrementado sustancialmente el número de publicaciones al respecto en revistas especializa-
das, así como el número de experiencias en laboratorio y a escala piloto. Si bien cualquier técnica extractiva es sus-
ceptible de ser empleada en la extracción de metales de residuos mineros, cabrían destacar las siguientes técnicas
como de especial interés:

Las técnicas SRB (Sulfate Reducing Bacteria), de cuya aplicación existen ya ejemplos de implantación a escala
industrial y permiten la recuperación del Cu, Zn y Ni de los efluentes generados en las instalaciones de residuos
mineros. Dichas técnicas proporcionan adicionalmente un sistema muy eficiente de depuración de dichos efluentes,
contribuyendo de esta manera a la rehabilitación de las instalaciones de residuos mineros.

Las técnicas hidrometalúrgicas, que representan unas técnicas de bajo coste de inversión y operación, especialmen-
te en la opción de lixiviación y biolixiviación en eras, y resultan de mayor interés para la extracción de metales de

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residuos mineros que otras técnicas tales como la flotación o las técnicas gravimétricas por su capacidad de obtener
recuperaciones apreciables sobre menas refractarias y de baja ley.

Las técnicas de separación magnética con separadores de alta intensidad, que pueden suponer una gran oportunidad
para la recuperación de metales débilmente magnéticos o contenidos en granulometrías muy finas de los residuos
mineros al no disponerse en el pasado de técnicas suficientemente eficientes para su concentración.

La separación gravimétrica mediante separadores multigravimétricos, que ha supuesto una mejora sustancial en
cuanto a la eficiencia en la concentración de minerales de elevado peso específico y granulometría fina, por lo que
igualmente pueden resultar una gran oportunidad para la extracción de metales de las fracciones más finas conteni-
das en los residuos mineros procedentes de actividades extractivas en las que se emplearon métodos de concentra-
ción menos eficientes en dichas fracciones.

Cabe destacar, que en la mayoría de los casos las recuperaciones obtenibles en la extracción de metales de los re-
siduos mineros estarán en el rango de las recuperaciones medias o bajas de las recuperaciones obtenidas mediante
las mismas técnicas sobre menas de yacimientos primarios, ya sea por las bajas leyes presentes en los residuos o por
tener un mayor contenido de fracciones finas o refractarias de extracción más compleja. Por otra parte, la extracción
de metales de residuos mineros supondría una operación de menor coste que la explotación de yacimientos primarios
en ciertos aspectos al requerir menor inversión y costes de laboreo.

Bajo las anteriores consideraciones, a la hora de estudiar un proyecto de valorización de residuos mineros mediante
la extracción de sus metales, se pueden obtener gráficas como la mostrada en la Figura 5, que representa a modo de
ejemplo la ley en cobre mínima exigible en los residuos mineros en función del volumen de residuos disponibles para
igualar los ingresos obtenibles por la venta del metal a los costes de inversión y operación mediante biolixiviación en
eras.

5. METODOLOGÍA DE ANÁLISIS PROPUESTA PARA LA TOMA DE DECISIONES EN LA REHABILITA-


CIÓN DE RESIDUOS MINEROS ABANDONADAS PROCEDENTES DE LA MINERÍA METÁLICA
El problema derivado de la existencia de instalaciones de residuos mineros abandonadas puede ser abordado consi-
derando tres dimensiones diferentes:

• Dimensión ambiental: La forma más adecuada para analizar dicha componente del problema en una deter-
minada instalación de residuos mineros consistiría en el desarrollo de análisis de los riesgos ambientales y la
posterior toma de decisiones acerca de la técnica de rehabilitación más adecuada para la minimización de los
riesgos presentes en la instalación.
• Dimensión extractiva: Las instalaciones de residuos mineros pueden considerarse como posibles fuentes de
materias primas objeto de una nueva actividad extractiva con la obtención de un beneficio económico.
• Dimensión sostenible: El aprovechamiento de los residuos mineros puede considerarse igualmente desde el
punto de vista de la sostenibilidad en el aprovechamiento de los recursos minerales, toda vez que la extrac-
ción de materias primas procedentes de substancias residuales contribuye a prevenir el agotamiento de los
recursos naturales. Bajo dicha óptica el aprovechamiento de los residuos mineros podría considerarse como
el reciclaje o la valorización de un residuo y al igual que ocurre con otros tipos de residuos (residuos sólidos
urbanos, residuos industriales, residuos de la demolición y de la construcción, etc.) y su reciclaje no buscaría
en principio como objetivo prioritario la obtención de un beneficio económico, pudiéndose incluso plantearse
la posibilidad de llegar a ser financiado con fondos públicos como se ha hecho en mayor o menor medida con
otros tipos de residuos.

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Figura 2 – Relación entre la cantidad de residuo y su ley mínima en cobre para la obtención de igualdad de costes e
ingresos empleando biolixiviación en eras en una planta de 10.000 t/año (Vicente, A., 2015).

Considerando las tres dimensiones del problema anteriormente descritas, la metodología de análisis propuesta en la
presente comunicación para la rehabilitación de instalaciones de residuos mineros abandonadas procedentes de la
minería metálica comprendería los siguientes pasos:

Análisis de riesgos ambientales. En primer lugar, se procedería a la determinación del riesgo ambiental de la ins-
talación, con el objeto de poder conocer la gravedad de los impactos presentes o futuros que la instalación podría
suponer.

Análisis técnico económico del proyecto de aprovechamiento de los residuos mineros. En segundo lugar se pro-
cedería al estudio de las distintas alternativas de aprovechamiento de los residuos mineros, que comprendería la
caracterización de la instalación de residuos, la cuantificación de sus reservas en materias primas aprovechables, el
análisis de las técnicas de tratamiento disponibles y el estudio económico de los costes de inversión y explotación
en los que se debería incurrir para dicho aprovechamiento así como de los ingresos obtenibles por la venta de los
productos recuperados.

Análisis de las alternativas de remediación. El tercer paso de análisis propuesto consistiría en el estudio de las alter-
nativas disponibles para la mitigación de los impactos ambientales en términos de eficiencia, eficacia y coste.

Toma de decisiones basada en un análisis multicriterio. Con los datos obtenidos se procedería a la toma de decisio-
nes para la actuación sobre la instalación de residuos mineros considerando las componentes ambientales, econó-
micas y en términos de sostenibilidad comentadas anteriormente. Sobre la base de dichas consideraciones cabría
actuar según los siguientes criterios:

Si del análisis técnico y económico del proyecto de aprovechamiento de los residuos se concluyese que dicho apro-
vechamiento sería claramente viable desde el punto de vista económico, se procedería a la extracción de las materias
primas contenidas en los residuos obteniéndose un beneficio económico, operación que contribuiría igualmente a
la reducción de los riesgos ambientales de la instalación abandonada al permitir el tratamiento y reubicación de los
residuos de manera ambientalmente más segura.

Si el proyecto de aprovechamiento de los residuos se encontrase en el límite de la viabilidad económica, se optaría


por llevar a cabo el aprovechamiento de los residuos únicamente si el riesgo ambiental de la instalación fuese inad-

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misible, toda vez que en tal caso, y ante la necesidad de incurrir ya en costes de remediación, el aprovechamiento de
los residuos podría contribuir a la financiación total o parcial de la remediación ambiental de la instalación aunque no
se obtuviese un beneficio económico global en la extracción de las materias primas.

Si el riesgo ambiental de la instalación fuese inadmisible y la única acción de remediación ambiental posible implicase
el tratamiento ex - situ o traslado de los residuos a otro emplazamiento, se consideraría igualmente la posibilidad de
proceder a la extracción de materias primas de los residuos, ya que los ingresos obtenibles por la venta de dichas
materias primas podrían financiar parcialmente el coste de tratamiento y reubicación de los residuos.

En aquéllos casos en los que las operaciones de extracción de materias primas de los residuos no fuesen viables
económicamente y la instalación de residuos mineros abandonada no presentase riesgos ambientales significativos
o los riesgos ambientales que presentase pudiesen mitigarse con acciones de remediación distintas al tratamiento
de los residuos ex - situ o al traslado de los residuos, se recomendaría o bien no actuar sobre la instalación o bien
proceder a su remediación mediante otras técnicas.

6. OBSERVACIONES FINALES
Conforme al Inventario Nacional de Escombreras y Balsas realizado por el Instituto Geológico y Minero, el número
total de escombreras abandonadas existentes en España es de 13.782, el de balsas 210 y el de presas mineras 378
(Ministerio de Medio Ambiente, 2009). Las afecciones ambientales y de seguridad que dichas instalaciones pueden
suponer constituyen un problema aún sin resolver para el cual urge encontrar soluciones adecuadas particularizadas
para cada caso.

Hasta el momento presente, los problemas derivados de las instalaciones de residuos mineros han sido únicamente
abordados la mayoría de las veces bajo la perspectiva ambiental, planteándose la rehabilitación de dichas instala-
ciones, en contadas ocasiones bajo un punto de vista estrictamente minero, buscando un beneficio económico en
el aprovechamiento de sus residuos y prácticamente nunca considerando la dimensión del problema en términos de
sostenibilidad, esto es, considerando los residuos mineros como cualquier otra corriente de residuos para las cuales
se estima que es conveniente su reutilización o reciclado independientemente de la viabilidad económica de dicha
operación.

La metodología de análisis planteada aborda el problema de la rehabilitación de las instalaciones de residuos mi-
neros abandonadas procedentes de la minería metálica bajo una triple óptica ambiental, minera y de sostenibilidad.
Con dicha metodología de análisis se satisfacen además las últimas directrices marcadas por la Unión Europea en
las que se señala por un lado la necesidad de proceder a analizar y rehabilitar las instalaciones de residuos mineros
que puedan suponer un riesgo ambiental grave, y por otro lado la necesidad de impulsar el aprovechamiento de los
residuos mineros en aras de un aprovechamiento más eficiente y sostenible de los recursos naturales disponibles en
el ámbito de la Unión Europea (European Economic and Social Committee, 2011).

7. BIBLIOGRAFÍA
• Alberruche del Campo, M.E., et al. (2014). Manual para la evaluación de riesgos de instalaciones de residuos de
industrias extractivas cerradas o abandonadas. Madrid: Instituto Geológico y Minero de España.
• Asociación Española de Normalización y Certificación (2008). UNE 150008:2008. Análisis y evaluación del riesgo
ambiental. Madrid: Comité técnico AEN/CTN 150 Gestión Ambiental.
• European Economic and Social Committee (2011). Opinion of the European Economic and Social Committee on
the processing and exploitation, for economic and environmental purposes, of the industrial and mining waste de-
posits in the European Union (CCI/087 – CESE 1597/2011 EN). Brussels.
• Ministerio de Medio Ambiente (2009). Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR) 2007-2015. Documento de
síntesis. Madrid: Boletín Oficial del Estado nº 49.
• Ministerio de la Presidencia (2009). Real Decreto 975/2009, de 12 de junio, sobre gestión de los residuos de las
industrias extractivas y de protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades mineras. Madrid: Boletín
Oficial del Estado nº 143.
• Monash University and Mineral Policy Institute (2009). The Sustainability of Mining in Australia: Key Trends and
Their Environmental Implications for the Future. Research report Nº RR5, Department of Civil Engineering.

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• Vicente, A. (2015). Metodología para la remediación de instalaciones de residuos mineros procedentes de la mi-
nería metálica orientada a la reducción del riesgo ambiental y al aprovechamiento de sus residuos. Tesis doctoral
dirigida por el Dr. Ingeniero de Minas D. José Luis Sanz Contreras. Madrid: Escuela Técnica Superior de Ingenieros
de Minas y Energía. Universidad Politécnica de Madrid.

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239
CERO DESCARGAS EN LAS PLANTAS DESALADORAS - PAPEL DE LAS
SALINAS

Alfredo Ruiz Rodríguez. Ingeniero de Minas


Dr. Mariano Ruiz, 37. 03183 Torrevieja, Alicante Spain email: arrpms@hotmail.com

RESUMEN: Se analiza la posibilidad de utilizar las salmueras de rechazo de las plantas desaladoras de agua de mar
para alimentar las salinas de evaporación solar, disminuyendo los vertidos de salmuera que podrían llegar a las cero
descargas. El análisis se plasma en dos ejemplos, ambos referidos a 3 ratios de recuperación de las desaladoras,
del 45 %, 60 % y 80 %, uno partiendo de una salina de 2.000 ha de superficie calcular la capacidad de producción
de agua dulce de la desaladora, y otro partiendo de una desaladora de 10 hm3/año calcular cuál sería la superficie
de la salina necesaria. Como conclusión la alimentación de las salinas con las salmueras procedentes de las plantas
desaladoras es útil para reducir drásticamente los vertidos al medio, al mismo tiempo que aumenta significativamente
la capacidad de producción de sal de las salinas y favorece la posibilidad de recuperar otros productos. Se identifican
sus límites y condicionamientos como no comprometer el destino final de la sal, necesitar una mayor recuperación de
agua en las desaladoras y resolver el aprovechamiento de las aguas madre residuales de las salinas.

PALABRAS CLAVE: Desaladoras, salinas, cero descargas

1. INTRODUCCIÓN
Solo el 2,5 % por ciento del agua existente en el mundo es agua dulce, de la cual más del 60 % está en forma de hielo
en los glaciares. La desalinización de agua de mar es una importante fuente de agua dulce en España y en el mundo,
imprescindible e insustituible en muchos casos.

Los rechazos de las plantas desaladoras son grandes cantidades de salmuera concentrada, cuyo vertido represen-
ta un impacto ambiental difícil de controlar a corto o medio plazo. (Sánchez-Lizasoa J. L. and al., 2007, Roberts,
Johnston & Knott, 2009). La filosofía de cero descargas de estas plantas comporta altos consumos de energía, fun-
damentalmente en la evaporación del agua de las salmueras, por lo que en algunos casos no deja de ser un deseo
voluntarista.

En el documento se analiza la posibilidad de utilización de las salmueras de rechazo como materia prima de las sali-
nas de evaporación solar, para la producción de sal y otros productos, lo que reduce los altos consumos de energía
de las desaladoras y representa un aumento importante de capacidad de producción de las salinas, siendo un método
sencillo y barato de implementar un sistema de cero descargas.

Las ventajas no acaban ahí: la simbiosis salina y desaladora permitiría en ciertos casos la recuperación de sales de
magnesio y potasio, así como de otros productos, como bromo, litio, etc., reduciendo las cantidades finales de aguas
madres.

El análisis se plasma en dos ejemplos teóricos en los que se calcula:

• La capacidad de una desaladora cuya salmuera pueda ser absorbida por una salina de 2.000 ha.
• La superficie necesaria de una salina para absorber la salmuera de una desaladora de 10 hm3/año.

En ambos casos referidos a desaladoras de agua de mar con ratios de recuperación del 45 %, 69 % y 80 %,

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2. DESALADORAS DE AGUA DE MAR. EL PROBLEMA DE LAS SALMUERAS DE RECHAZO.
En las desaladoras se producen como rechazo líquido unas salmueras, cuya eliminación se realiza de diversos me-
dios, los principales de los cuales se exponen sucintamente a continuación. Los costos de esta eliminación suponen
entre el 5 % y el 33 % del total de los costos de producción de agua dulce. En la siguiente tabla (Greenlee, Lawler, Fre-
eman, Marrot & Moulin, 2009), se comparan los costos de la unidad de membranas con los de la evacuación de las
salmueras, en la que no se contempla el vertido al mar.

Figura 1 Comparación de costos de vertido de salmueras de desalación

1.1 Vertido al mar.


Comporta unos efectos medioambientales que deben ser nulos o mínimos, si no se introducen en la salmuera los
elementos contaminantes del proceso, incluido limpieza de filtros y de instalación, y se ha asegurado que es nulo el
efecto negativo de la salmuera, de salinidad más elevada que la del agua de mar, en la flora y la fauna próximas al
punto de descarga, antes de su dilución, lo cual no es nada sencillo. Por otra parte las instalaciones de descarga de
salmuera al mar necesitan de un control y mantenimiento para reparar los efectos del mar, pesca, anclas, corrosión,
etc., y asegurar su correcta eficacia en el tiempo

Estos vertidos deben evitarse. Hay normativas como la Directiva 92/43/ EEC, acuerdos como el Protocolo de Bar-
celona de 2015, etc., pero es previsible que las que se vayan desarrollando sean cada vez más exigentes sobre los
vertidos al mar.

No es objeto de este documento profundizar en el estudio de este impacto, sobre el que hay abundante literatura, con
copiosa presencia española. Solo unas pinceladas

La Posidonia oceánica tiene una baja tolerancia a leves aumentos de salinidad; incrementos de la salinidad a partir de
39,1 PSU producen reducción en el crecimiento, aparición de necrosis en los tejidos y caída prematura de las hojas.
Otras especies características de los ambientes costeros (erizos, crustáceos, etc.) son también afectadas. (Ver Guía
de Desalación: aspectos técnicos y sanitarios en la producción de agua de consumo humano. 2009, Ministerio de
Sanidad y Política Social)

Si se adopta la guía que establece que un aumento de la salinidad de 1 g/l puede ser tolerado por la mayoría de los
organismos marinos, una salmuera procedente de una planta desaladora con un contenido en sales de 70 g/l necesita
para su dilución un volumen de agua de mar 35 veces el volumen de salmuera. En esta dilución hay que considerar
que las salmueras, de mayor densidad que el agua de mar, forman una pluma que puede extenderse decenas o cen-
tenas de metros en el fondo marino.

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En la práctica se crea un “desierto” en los alrededores del vertido, que puede repoblarse por flora y/o fauna resistente
a salinidades más elevadas.

1.2. Inyección en pozos profundos.


Empleada profusamente, debe ser estudiada con detalle, pues sus efectos como la continuación de acuíferos, pue-
den ser irreversibles y difíciles de paliar.

1.3. Dilución.
La posibilidad de disminuir los vertidos, incluso llegar al vertido cero, por dilución de salmueras con aguas de una
EDAR o con las de enfriamiento de una planta de producción de energía eléctrica, obteniendo un agua susceptible
de su utilización para riego agrícola, es marginal, salvo para pequeñas desaladoras o si se ha disminuido substan-
cialmente el volumen y extraído una cantidad sustancial de sales. Dentro de esta dilución marginal está el vertido en
la red de agua de saneamiento.

1.4. Evaporación industrial.


La evaporación de las salmueras, incluida la solución cero rechazos, comporta un alto consumo energético.

En algunos casos se utiliza la energía solar almacenada en las balsas de gradiente térmico (solar gradient ponds en
inglés) para recuperación de energía. Es un sistema de aprovechamiento de las salmueras, no directamente de elimi-
nación, aunque se puede aprovechar la energía en continuar la evaporación (Lu, Walton & Swift, 2001), en cuyo caso
se puede dar una mayor rentabilidad a las desaladoras. En Zero Discharge Waste Brine Management for Desalination
Plants. Final Report University of Texas at El Paso, December 2002, se describe esta aplicación.

1.5. Vertido al terreno. Puede ser en cauces o aguas superficiales o en el terreno. En algunas zonas desérticas se
vierten las salmueras en grandes balsas donde la evaporación se une a una infiltración en el subsuelo.

1.6. Salinas. Constituyen la mejor solución para absorber las salmueras procedentes de las desaladoras. Los últimos
diseños de plantas desaladoras tratan de conseguir la máxima recuperación del agua dulce, hasta del 90 % en al-
gunos estudios, dando unas salmueras de rechazo más concentradas, lo que las hace más atractivas como materia
prima en las salinas. No es objeto de este trabajo hablar del interesante tema de los progresos en los procesos de
desalinización, sobre los que existe abundante bibliografía, rápidamente sobrepasada por nuevos estudios, procesos
e instalaciones.

Limitaciones a esta utilización son necesitar de climatología favorable y de disponer de grandes superficies de terre-
no, desaparecen si se pueden aprovechar salinas existentes, en actividad o no.

3. CERO DESCARGAS DE DESALADORAS Y SALINAS DE EVAPORACIÓN SOLAR.


El atractivo concepto “Cero Descargas”, fue introducido en la actividad industrial en las últimas décadas del siglo XX,
siendo las desaladoras una de las actividades más estudiadas. Utilizar las salmueras rechazo de las desaladoras en
la producción de sal en salinas de evaporación solar es el procedimiento más sencillo, barato, ecológico y rentable
para obtener el objetivo de cero descargas, utilizando una tecnología conocida y madura. Varios puntos a señalar:

• Las salmueras rechazo de las plantas desaladoras presentan un impacto sobre el medio ambiente, que no es
posible asegurar que no sea siempre negativo y menos en las grandes plantas. Los costos para reducir el im-
pacto pueden ser una parte importante del costo del agua de la desaladora, (Ghaffour, Missimer & Amy, 2012)
• El aprovechamiento conjunto de plantas para la producción de agua dulce y de sal no es nuevo; ya en la dé-
cada de los 50 del siglo XX se trataba de este asunto, (Standiford 1973), con abundantes estudios y trabajos
posteriores, que sin embargo no se ha desarrollado como debiera, aunque hay varios ejemplos actuales, en
Grecia, Marruecos, etc.
• Desaladoras que recuperen más agua y den salmueras más concentradas en sales permitiría reducir la super-
ficie necesaria de las salinas. El método por ósmosis inversa apenas supera una recuperación del 45 %. La
osmosis inversa seguida de electrodiálisis permite recuperaciones superiores al 75 %. Hay literatura, (Veolia
Water Solutions & Technologies) que habla de una recuperación superior al 90 %.
• Las salmueras con que se alimenten las salinas no deberán comprometer la utilización de la sal. Estarán exen-
tas de cualquier producto contaminante. Las nuevas técnicas de desalación son muy sensibles sobre este pu-
nto, evitando utilizar productos que agraven el vertido de las salmueras o comprometan su utilización posterior.

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• La evaporación es estacional, aunque es mayor en los meses de mayor demanda de agua dulce. Aun así es
necesario prever depósitos de regulación, que pueden ser las balsas iniciales de las salinas (calentadores).
Por otra parte tanto las desaladoras como las salinas, aunque por diversas razones tienen producciones que
pueden oscilar dentro de un amplio abanico.
• Las salinas tienen una fauna y flora, adaptada a la salinidad de cada balsa, que influyen en la cantidad y cali-
dad de la sal producida. La introducción de salmueras cambia el equilibrio en particular en las balsas de menor
densidad. Una repoblación de determinadas bacterias, algas y artemia podría ser necesaria o interesante.
(Davis 2006, Deqiang, Baodong, Bingju, Yongjun & Binghui 2006,)
• La ubicación de las salinas requiere de unas características del sitio muy especiales. Si las plantas desalado-
ras están próximas a las salinas la construcción de un salmueroducto para el transporte de las salmueras
desde la planta desaladora no debe representar un problema significativo.
• Además de salmueras más o menos saturadas las desaladoras producen otros desechos, no utilizables en las
salinas, como los procedentes de tratamientos previos del agua, limpieza de filtros y membranas, etc., cuya
eliminación requiere de otro proceso.
• En las salinas habrá un remanente de aguas madre, de reducido volumen en relación con el inicial pero con
alto contenido en sales, sobre cuya recuperación existen numerosos estudios y ensayos, desde mediados del
siglo XX y anteriores (Grinstead & Lingafetter, 1973). Una pincelada, las salinas mediterráneas tienen un po-
tencial de producción del orden de 3.000.000 ton/año de MgO, prácticamente el 30 % de la producción mundial
(Cipollina, D’Alì Staiti & Micale, 2014)

4. EJEMPLOS DE CERO DESCARGAS DE LAS DESALADORAS.


Hay muchos ejemplos y muy variados de procesos de cero descargas (o “casi cero” descargas) de plantas desalado-
ras, de los que expongo algunos ejemplos.
Un esquema general podría ser el siguiente, referido a una planta piloto en Sicilia, con recuperación de sales de las
aguas madre (Cipollina et al., 2014)

Figura 2 – Esquema general de simbiosis salina y desaladora

La Universidad de Carolina del Sur, (Davis, 2006), ha estudiado un aprovechamiento integral de las aguas de mar,
con la extracción de agua dulce en dos fases ósmosis inversa (RO) y electrodiálisis (ED), recuperación de NaCl, Br2
y Mg(OH)2 y evaporación de las salmueras restantes para obtener unas sales aptas para el deshielo. La salmuera
rechazo de la ED tiene una concentración del orden de 230 g/l de sales, es decir que las salmueras han reducido
su volumen a una séptima parte del inicial. La utilización de salinas en el paso evaporación reduce el consumo de
energía. Presenta diversos esquemas de procesos de cero (o “casi cero”) descargas, de los que he recogido los re-
presentados en las dos figuras siguientes:

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Figura 3 – Esquema de quasi cero descargas con evaporación térmica. (Davis 2006)

Figura 4 – Esquema de cero descargas con evaporación térmica en dos fases. (Davis A. 2006)

Otros procesos, como el de Beijiang Powder and Desalination, extraen el bromo antes de la descarga de la salmuera
en las balsas de las salinas. La extracción de bromo puede acidificar la salmuera e influir en la biología de las salinas.
(Sui L., 2012)
Otro esquema de un proceso de cero descargas, esta vez para aguas salobres, (Swift, Lu & Becerra, 2002), es el
siguiente, donde figura una balsa solar (Solar Pond):

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Figura 5 – Esquema de desaladora de agua salobre con cero descargas y aprovechamiento de energía térmica
acumulada en las salmueras

5. EJEMPLOS DE APLICACIÓN.
Alimentar las salinas con salmueras concentradas aumenta la capacidad de producción de sal, aumento que depen-
de de las características del sitio y de la salina. Comparar en grandes números los resultados y mejoras a esperar
es sencillo, como puede verse en las simulaciones que se resumen en los siguientes cuadros, sobre las que hay que
hacer las siguientes consideraciones.

• Los ejemplos se refieren a una salina de 2.000 ha y ver la cantidad de salmuera que puede absorber y para
una desaladora de producción de 10 hm3/año y ver que superficie de salina sería necesaria
• Los datos sobre la composición de las salmueras están sacados de las tablas de Bassegio (1973).
• Se han considerado las condiciones climatológicas típicas del Mediterráneo español.
• Para el cálculo del coeficiente de evaporación a se ha aplicado la fórmula simplificada:
• Para simplificar el cálculo se ha adoptado un coeficiente de evaporación medio, que ha sido la media entre
el máximo y el mínimo, multiplicada por un factor de 1, para el caso de proceder de agua de mar, y 0,9 para
las desaladoras, de manera que los resultados con salmuera de desaladoras salgan aún más conservadores.
• Se comparan cuatro casos de alimentación a la salina: agua de mar y salmueras de desaladora con recupera-
ción del orden de 45 %, 69 % y 80 %.
• Se ha considerado una evaporación neta en agua dulce de 1.000 mm durante el periodo de producción.
• Los modelos se han hecho con una evaporación hasta 29º Bé. La evaporación podrría continuar hasta los 32º
Bé. dando un menor volumen, más concentrado, de salmuera (aguas madres) final.
• Los resultados son válidos en grandes números y como valores medios. La producción anual de una salina,
excluyendo lluvias catastróficas, es muy variable dentro un abanico que puede llegar a abarcar entre la mitad
y el doble del valor medio.

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5.1. EJEMPLO DE APLICACIÓN. SALINA DE 2.000 HA.
Agua de Recuperación agua dulce en desaladora
mar 45% 69% 80%
Evaporación neta de agua dulce de 1.000 mm/año
Coeficiente de evaporación medio 71,9% 62,9% 59,6% 55,7%
Evaporación en salina, mm/año 719 629 596 557
Superficie neta de evaporación, ha 2.000 2.000 2.000 2.000
H2O evaporado en salina, hm3/año 14,4 12,6 11,9 11,1
NaCl cristalizado, kt/año 314 515 939 1.503
Salmuera entrada en salina, hm3/año 15,0 13,6 13,8 14,2
Agua de mar total hm /año 3
15,0 24,6 44,9 71,9

Agua dulce desaladora, hm3/año 0 11,0 31,1 57,8


Salmuera final
en la salina
Salmuera final hm3 0,53 0,88 1,60 2,56
Sales contenidas, kt 191 314 573 917
Sales contenidas, g/l 359 359 359 359
NaCl contenido, kt 96 157 287 459
MgSO4 contenido, kt 32 53 96 154
MgCl2 contenido, kt 51 83 152 243
KCl contenido, kt 11 18 33 53
NaBr contenido, kt 1,3 2,1 3,9 6,2
Litio total, t 2,6 4,2 7,6 12,2

5.2. EJEMPLO DE APLICACIÓN. DESALADORA DE 10 HM3/AÑO.


Agua de Recuperación agua dulce en desaladora
mar 45% 69% 80%
Superficie neta de evaporación, ha 1.815 1.815 643 346
Evaporación en salina, hm /año 3
13,0 11,4 3,8 1,9
NaCl cristalizado, kt/año 285 467 302 260
Salmuera entrada en salina, hm3/año 13,6 12,3 4,4 2,5
Agua de mar total hm3/año 13,6 22,3 14,4 12,5
Agua dulce desaladora, hm3/año 0 10,0 10,0 10,0
Salmuera final en la salina
Salmuera final hm 3
0,48 0,79 0,51 0,44
Sales contenidas, kt 174 285 184 159
Sales contenidas, g/l 359 359 359 359
NaCl contenido, kt 87 143 92 79
MgSO4 contenido, kt 29 48 31 27
MgCl2 contenido, kt 46 75 49 42
KCl contenido, kt 10 17 11 9
NaBr contenido, kt 1,2 1,9 1,2 1,1
Litio total, t 2,3 3,8 2,5 2,1

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6. CONCLUSIONES.
Las salinas de evaporación solar, cuando existen, son la opción más económica, ecológica y segura de destinar las
salmueras procedentes de las desaladoras.
Es útil para reducir drásticamente los vertidos al medio. En determinadas circunstancias se puede llegar a cero des-
cargas.
La alimentación de las salinas con salmueras procedentes de las desaladoras aumenta significativamente su capa-
cidad de producción.
El aprovechamiento de estas las madres contempla un amplio abanico, que puede reducirse a dos líneas de actua-
ción:

• Recuperación de sales de magnesio y potasio, así como de otros productos, como bromo, litio, etc.
• Utilización como tales, por ejemplo en deshielo.

La simbiosis desaladora y salina puede tener un gran campo de aplicación en pequeñas o medianas plantas desala-
doras. Esta utilización tiene sus límites y condicionamientos como:

• No debe comprometer el destino final de la sal como producto alimentario.


• Mayor recuperación de agua en las desaladoras mejora la viabilidad del proceso.
• El total aprovechamiento de las aguas madre residuales de las salinas no es siempre evidente.

Los estudios de impacto ambiental de las desaladoras deberían contemplar el aprovechamiento en salinas de las
salmueras de rechazo.

7. BIBLIOGRAFIA.
• Bassegio, G. (1973). The Composition of Sea Water and its Concentrates. Fourth International Symposium on
Salt. 1973
• Cipollina. A , D’Alì Staiti G., Micale G. (2014) Salt Integrated Cycle for the Production of Fresh Water, Minerals
and Energy From Sea. Conference on “The Economic Value of Biodiversity in Solar Salt Works” 3rd-4th June
2014, Sicily, Italy
• Davis T. A. (2006) Zero Discharge Seawater Desalination: Integrating the Production of Freshwater, Salt, Mag-
nesium, and Bromine. University of South Carolina Research Foundation. Agreement No. 98-FC-81-0054. May
2006
• Deqiang Z, Han, Baodong Q, Bingju W, Yongjun Z, Binghui M.(2006) Studies of the Salt Production from
Concentrated Seawater after Desalination Seawater Desalination and Multi-purpose Utilization Project. Tianjin
Municipal Science & Technology Commission. Project No 043185211-3.2006
• Directiva 92/43/ EEC, 21 of May, 1992.
• Ghaffour N., Missimer T M., Amy G. L. (2012) Technical Review and Evaluation of the Economics of Water
Desalination: Current and Future Challenges for Better Water Supply Sustainability. Desalination 309 (2013)
197–207
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es, Technology, and Today’s Challenges. Water Res.Grinstead R. R. Lingafetter T E. (1973). Disposal of De-
salination Brine Effluents by Conversion to By-Products. Fourth International Symposium on Salt 1973.
• Korngold E., Aronov L., Daltrophe N. (2008) Electrodialysis of Brine Solutions Discharged from an RO Plant.
Desalination Volume 242, Issues 1–3, June 2009, Pages 215-227
• Lu H, Walton J. C., Swift A. H.P. (2001). Desalination Coupled with Salinity-Gradient Solar Ponds. Desalination
136 (2001) 13-23
• Ministerio de Sanidad y Política Social. Guía de Desalación: Aspectos Técnicos y Sanitarios en la Producción
de Agua de Consumo Humano. 2009.
• Protocolo de Barcelona de 2015
• Roberts D. A., Johnston E. L., Knott N. A. (2009) Impacts of Desalination Plant Discharges on the Marine En-
vironment: A Critical Review of Published Studies. Water Res.Sánchez-Lizasoa J. L. et al. (2007). Salinity Tol-
erance of the Mediterranean Seagrass Posidonia oceanica: Recommendations to Minimize the Impact of Brine
Discharges from Desalination Plants Desalination. Volume 221, Issues 1–3, 1 March 2008, Pages 602-607
• Standiford F. C. (1973). Sea Water Desalting and Salt Manufacture. Fourth International Symposium on Salt
1973
• Sui L., 2012 Impact of Desalination and Bromine Extraction on Salt Pond Ecosystem and Potential Recover

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Strategy. Proceedings of the International Conference on Biodiversity, Sustainability & Solar Salt. Sevilla, Spain
2012.
• Swift A. H.P., Lu H, and Becerra H (2002) Zero Discharge Waste Brine Management for Desalination Plants
Final Report. University of Texas at El Paso Agreement Number: 99-FC-81-0181 Desalination Research and
Development Program Report No. 89. December 2002

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253
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018
EVALUACIÓN DE LA MEJORA EN EL FACTOR DE SEGURIDAD DE LOS
TECHOS DE UNA MINA SUBTERRÁNEA EN FUNCIÓN DE LA MALLA DE
EMPERNADO
Ugarte, Luis Carlosa, Álvarez-Fernández, M. Inmaculadab, Alonso, Diego a, González-Nicieza, Celestinob
a
Grupo Minersa, dirección1, correo-e: correo-e@autor1.es;
b
, Universidad de Oviedo, EIMEM, C/Independencia 13, Oviedo, inma@git.uniovi.es

RESUMEN: El Grupo Minersa en colaboración con el Grupo de Ingeniería del Terreno de la Universidad de Oviedo
ha llevado a cabo una investigación detallada para evaluarla mejora en los coeficientes de seguridad en función de
la malla de empernado en cámaras de explotación. Para ello, en primer lugar se ha realizado un exhaustivo reco-
nocimiento geotécnico con el fin de cuantificar las propiedades de los macizos rocosos implicados. Posteriormente,
mediante ensayos de carga sobre bulones se han comprobado las condiciones de interacción terreno-bulón, selec-
cionando los bulones más adecuados para el tipo de terreno y la maquinaria de perforación disponible. Por último,
mediante simulaciones numéricas en tres dimensiones, se ha evaluado la mejora en el factor de seguridad al cerrar la
malla de sostenimiento. Estas simulaciones se han desarrollado teniendo en cuenta la presencia de una discontinui-
dad entre el techo inmediato y el superior y considerando la interacción bulón-terreno obtenida en los ensayos. Como
conclusión, se obtienen la malla óptima en función de las dimensiones de las cámaras y las cargas en cada bulón, lo
que permite optimizar también su distribución.

PALABRAS CLAVE: cámaras y pilares, sostenimiento, pernos, simulación numérica, techos estratificados.

1. INTRODUCCIÓN
El Grupo Minersa se dedica a la extracción y beneficio de minerales de fluorita ininterrumpidamente desde 1957 en el
Principado de Asturias. Todas las explotaciones existentes en Asturias realizan la explotación mediante el método de
cámaras y pilares ya que es el método de explotación que mejor se adapta a la tipología de los yacimientos.

Cuando se tienen elevadas potencias se recurre a métodos de corte y relleno y, cada vez con más frecuencia, se rea-
lizan cámaras almacén trabajando en labores de realce con jumbo sobre el propio material volado. Posteriormente la
extracción se ejecuta con palas cargadoras. El uso de este tipo de cámaras almacén ha llevado a plantear la necesi-
dad de buscar sistemas que refuercen la seguridad de los techos evitando el desprendimiento de materiales al hueco.

En el caso de la Mina de Villabona se plantea el ejecutar cámaras almacén para realizar acopios intermedios en la
mina dado que las distancias de transporte no permiten una fluidez suficiente del transporte que posibilite la evacua-
ción del material volado al exterior en los ciclos de extracción normales de la mina.

La ejecución de las cámaras almacén se realiza manteniendo los pilares existentes. Se bulona el techo colocando
una malla de triple torsión para evitar la proyección de pequeños fragmentos al hueco generado y posteriormente se
va rebajando el piso de la galería aprovechando el buzamiento del panel explotado hasta que se consigue una altura
tal que permita la descarga de los camiones de mina en la cámara y por tanto la carga de camiones sin problemas de
gálibo en todas estas operaciones.

La ejecución de la cámara es sencilla ya que al ir realizando pasadas sucesivas de rebaje en el muro se consigue
mantener alturas de cámara de aproximadamente 10m en áreas de 600-800 m2.

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Dado que los pilares son esbeltos, se protegen así mismo con malla metálica para evitar la caída de pequeñas lascas
al hueco y de estar forma garantizar la seguridad de los operarios al estar protegido el techo y los hastiales de los
pilares.
La zona de estudio presenta escasez de afloramientos, y los pocos existentes son de mala calidad, por lo que la
descripción estratigráfica se ha realizado a partir de sondeos. Se puede observar la secuencia de materiales triásicos
representados en la Figura 1.

Figura 1 – Secuencia de materiales del Triásico en el entorno de la mineralización

2. RECONOCIMIENTO GEOTÉCNICO
Con el fin de obtener las propiedades resistentes y deformacionales de los materiales objeto de estudio se ha efectua-
do una campaña de ensayos “in situ” consistente en la realización de 29 ensayos de hincamiento con cilindro hidráu-
lico. Para ejecutar este ensayo es necesario realizar previamente una zanja en el terreno y colocar el cilindro en su
interior, de modo que los extremos del cilindro se dispongan de forma perpendicular a las paredes de la zanja (véase
la Figura 2). Una vez situado el cilindro en la litología a ensayar, se le aplica una presión que se va incrementando
gradualmente. Esta presión se transmite a través del vástago del cilindro al terreno de forma perpendicular, gracias a
la rótula situada en su cabeza. La presión aumenta hasta provocar la rotura del terreno. El equipo permite obtener la
curva de presión-deformación a tiempo real, mientras se realiza el ensayo.

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Figura 2 – Ejecución de los ensayos de hincamiento

Los datos obtenidos mediante los ensayos efectuados en el interior de la mina se completaron con la ejecución de en-
sayos de laboratorio, a partir de testigos de sondeos y de bloques recogidos en el interior de la mina. Concretamente
se realizaron 19 ensayos de resistencia a compresión simple, 25 ensayos de resistencia a compresión triaxial y 29
ensayos de resistencia a tracción indirecta.
Tras analizar los resultados obtenidos mediante todos los ensayos realizados se han obtenido unas propiedades
características o representativas de cada material, las cuales se resumen en la Tabla 1.

Tabla 1 – Propiedades geotécnicas de los materiales


Litología Erm (GPa) c (MPa)
Techo superior 11,86 1,09 44,1
Calcarenitas con margas verdes 7,73 1,42 46,9
Areniscas rojas 9,73 0,83 36,6
Mineralización 9,74 1,13 39,6
Muro 42,45 8,32 54,8

Desde el punto de vista de las discontinuidades, destaca la presencia de una discontinuidad subhorizontal que define
el cambio estratigráfico entre el techo inmediato de la mineralización (calcarenitas con margas verdes) y las margas
rojas que constituyen el techo superior. El estado de esta discontinuidad y su posición han sido evaluados mediante
sondeoscopias en los techos, pudiendo concluirse que existen zonas en las que está abierta y que, aproximadamente
se encuentra a 1,0 m del techo de la mineralización (véase la Figura 3).

Figura 3 – Transición al techo superior (izqda.) y discontinuidad abierta (drcha.)

3. INTERACCIÓN TERRENO-PERNO
Ante el planteamiento de reforzar el techo inmediato de la explotación con pernos, se plantea evaluar la mejora en
el factor de seguridad al emplear dichos elementos. La modelización rigurosa del efecto de los pernos en el terreno
precisa del conocimiento de diferentes parámetros que definen la interacción bulón-terreno, como son la rigidez a
cortante de dichos elementos o la cohesión de la interfase perno-terreno.

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Para poder obtener estas variables, se han llevado a cabo una serie de ensayos de arranque (pull- test) de pernos
y posteriormente se han simulado mediante un modelo numérico para poder hacer una calibración de propiedades.

3.1. ENSAYOS DE CARGA SOBRE PERNOS


Se han efectuado diez ensayos de carga sobre pernos de 240 kN y pernos de 160 kN (tipo Expanbol Super y Expan-
bol Midi). Los resultados de dichas pruebas pueden verse en la Figura 4. Se aprecia como para cargas en torno a 140
kN se inicia el arrancamiento de los pernos, por debajo de su resistencia a tracción. Será este, por tanto el límite de
carga que se considerar para diseñar la malla de sostenimiento.

Figura 4 – Resultados de los ensayos de carga

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3.2. CARACTERIZACIÓN DE LA INTERACCIÓN TERRENO-PERNO
Para llevar a cabo el estudio proyectado ha sido necesario desarrollar una modelización numérica tridimensional.
Para ello, se ha utilizado el programa FLAC 3D (Itasca Consulting Group).

Debido a las condiciones de simetría de la mina únicamente es necesario simular un cuarto de pilar y un cuarto de
cámara.

Se ha considerado que el macizo rocoso que recubre las cámaras contiene un plano de debilidad, paralelo al techo,
que está situado a 1,0 m sobre el borde superior de las cámaras. Por tanto, se denominará techo inmediato a la placa
de 1,0 m de espesor que se apoya sobre los pilares. Este plano de debilidad ha sido simulado mediante un elemento
interface. Asimismo, se ha considerado un recubrimiento máximo sobre la zona de 228 m, medido desde la solera de
la cámara.

De este modo, el modelo general que servirá de base para todo el análisis será el representado en la Figura 5. La
Figura 5 (A) representa el modelo utilizado para la simulación, mientras que la Figura 5 (B) representa, con detalle,
las regiones del modelo. En ella puede observarse el refinamiento del mallado en la región correspondiente al techo
inmediato, siendo ésta zona donde se centrará la atención del análisis. También se indica la interface que simula el
plano de debilidad y que constituye un plano de despegue entre el techo inmediato y el techo.

La malla, que constituye el elemento de cálculo, está compuesta por 30400 zonas en forma de hexaedro y 35460
nodos o vértices. Por simetría, las condiciones de contorno en los bordes laterales se consideran desplazamientos
únicamente verticales, en el borde superior libre como cargas y en el inferior desplazamientos verticales nulos.

Modelo Detalle
Figura 5 – Modelo general

Sobre este modelo general se ha simulado la instalación de un perno de 4 m de longitud, a una distancia del vértice
superior del pilar igual a 2,82 m según la diagonal del pilar (véase la Figura 6), siguiendo la configuración de los
ensayos in situ. Para la modelización, el perno se simula mediante un elemento estructural tipo cable constituido por
doce elementos de 0,33 m de longitud, lo que representa mejor la interacción entre el terreno y el perno durante la
simulación.

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Figura 6 – Modelo de ensayo in situ de arranque de los pernos

Para simular el ensayo, la tracción experimentada por el perno se transmite aplicando una velocidad de deformación
constante al extremo inferior del perno de 1x10-6 m/s (lo que equivale al desplazamiento con el gato hidraúlico). Du-
rante la simulación se monitoriza el desplazamiento (mm) y la fuerza axial máxima (toneladas) del perno. El objetivo
es que la curva fuerza-desplazamiento obtenida con el modelo se asemeje a las obtenidas en los ensayos in situ, lo
cual se hace calibrando las propiedades resistentes del perno: rigidez y cohesión de la interfase cable-terreno.

La Figura 7 representa la curva fuerza-desplazamiento (en negro) obtenida tras la simulación comparada con los seis
ensayos llevados a cabo. Se aprecia la concordancia de pendientes en el tramo elástico.

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Figura 7 – Curva fuerza – desplazamiento obtenida en la simulación

De acuerdo con la simulación, las propiedades que caracterizan la interacción terreno-pernos en este caso y que
serán utilizadas en las siguientes simulaciones numéricas, son:

• Rigidez a cortante = 10 MN/m2


• Cohesión de la interfase perno-terreno = 2 MN/m

4. CUANTIFICACIÓN DE LA MEJORA DEL FACTOR DE SEGURIDAD


Para determinar el diseño del sostenimiento más adecuado (en base a criterios económicos y de estabilidad) se
efectuaron distintas simulaciones numéricas considerando mallas de pernos con tres espaciamientos distintos (1,0 m,
2,0 m y 2,5 m) y distintos escenarios de carga, con factores de mayoración de la misma entre 1,5 y 4,5. Como en el
caso anterior los pernos se han simulado como elementos estructurales tipo cable.

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En la Figura 8 se representa la disposición de la malla de pernos (en color rojo) para los tres espaciamientos consi-
derados. Posteriormente, a la vista de los resultados se introdujo una malla adicional de 1,5 m. La zona sin pernos se
corresponde con el pilar.

Espaciamiento 1,0 m Espaciamiento 2,0 m Espaciamiento 2,5 m


Figura 8 – Mallas de pernos consideradas

En la Tabla 2 se indica la fuerza axial máxima registrada en los pernos en cada una de las simulaciones numéricas
correspondientes a los distintos factores de mayoración de cargas.

Tabla 2 – Resultados de la simulación con pernos


Factor de Fuerza axial en el perno (t)
mayoración de Espaciamiento Espaciamiento Espaciamiento Espaciamiento
cargas 1,0 m 1,5 m 2,0 m 2,5 m
1,5 1,7 5,1 7,0 9,6
1,8 2,3 7,7 12,1 13,4
2,0 3,1 9,3 13,2 13,5
2,5 4,8 11,9 14,0 13,8
3,0 6,5 13,9 13,9 Modelo Inestable
3,5 8,2 13,9 Modelo Inestable Modelo Inestable
4,0 9,9 14,0 Modelo Inestable Modelo Inestable
4,5 11,6 Modelo Inestable Modelo Inestable Modelo Inestable

A este respecto debe señalarse que en los cálculos se ha considerado una resistencia de los pernos de 14 t (puesto
que en los ensayos in situ se producía su arrancamiento para este valor de tracción). Como consecuencia, cuando
alcanza esta carga, el modelo impide que los pernos se sigan tensionando, lo que provoca que los esfuerzos se
redistribuyan al techo, incrementándose de este modo los desplazamientos y las tensiones en el mismo hasta que
se produzca la estabilización o la rotura (en función del factor de mayoración de cargas considerado). Debido a ello,
se ha definido el factor de seguridad como el factor de mayoración de cargas que ocasiona que el modelo se vuelva
inestable. Siguiendo esta definición, en la Figura 9 se representa el factor de seguridad en función del espaciamiento
entre los pernos, así como la ecuación que mejor correlaciona ambas variables.

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y Recursos Minerales
Figura 9 – Evolución del FS con el espaciamiento entre bulones

Por otra parte se ha observado que no todos los pernos trabajan por igual, de forma que aquellos más próximos al
pilar están sometidos a menores esfuerzos. A modo de ejemplo, en la Figura 10 se muestran los esfuerzos axiles so-
bre los pernos en un modelo para un factor de mayoración de cargas de 1,8 y un espaciamiento entre pernos de 2 m,
donde se puede apreciar que aquellos pernos más próximos al pilar (en concreto los situados a 1 m de distancia del
mismo) apenas están cargados. Para mayor claridad, únicamente se indican los esfuerzos axiales a los que se ven
sometidos los pernos de la primera fila. Dentro de ellos, el que mayor carga experimenta es el situado más próximo a
la esquina del pilar, que está sometido a 2,3 toneladas de tracción. El perno más cargado del modelo está sometido
a 12,1 t.

Figura 10 – Detalle de los esfuerzos en la primera fila de pernos

5. COMPORTAMIENTO FRENTE A ACCIONES DINÁMICAS


Para evaluar el comportamiento de los pernos en condiciones dinámicas (debidas a efectos sísmicos o a las vibra-
ciones inducidas por las voladuras de avance y producción) se llevó a cabo una simulación considerando una carga
sísmica correspondiente a una aceleración de 0,25 g en distintas condiciones de sostenimiento. En concreto se valoró
el comportamiento sísmico sin pernos, con pernos en malla de 1 m, en malla de 2 m y en malla de 2,5 m.

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La Figura 11 representa el estado plástico resultante en el techo inmediato en función del espaciamiento de los bulo-
nes. Para una mejor visualización se presenta una vista del plano superior de dicho estrato y otra del inferior. En color
amarillo se han remarcado las zonas del modelo que experimentarían daños en las condiciones dinámicas expuestas.
Comparando estas figuras se observa que los pernos disminuyen considerablemente el daño producido en el techo
por carga sísmica, si bien a partir de espaciamientos de 2,5 esta mejoría es prácticamente despreciable.

Plano superior del Plano inferior del


techo inmediato techo inmediato

Sin sostenimiento

Espaciamiento 1 m

Espaciamiento 2 m

Espaciamiento 2,5 m

Figura 11 – Estado plástico en el techo inmediato

6. CONCLUSIONES
El factor de seguridad actual de los techos en la zona de mayor recubrimiento, considerando la presencia de un plano
de discontinuidad subhorizontal que independizaría una losa de 1,0 m de canto es 1,5. En esta investigación se plan-
tea evaluar la mejora en dicho factor de seguridad instalando una malla de pernos de 4 m de longitud.

Los ensayos pull-test in situ demuestran que el arrancamiento de los pernos se produce a tracciones de 14 t, por lo
que no tiene sentido emplear pernos con resistencia a tracción por encima de este valor. Se decide, pues, continuar
el estudio considerando bulones de 16 t de resistencia a tracción, si bien se limita a 14 t la carga máxima admisible.

Los resultados de las simulaciones numéricas muestran que la instalación de pernos constituye una mejora notable
en la seguridad. Así, considerando pernos tipo Expanbol Midi de 4 m de longitud espaciados en malla de 2,5 m, el fac-

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tor de seguridad aumenta hasta 1,8, y si se reduce el espaciamiento entre pernos hasta 2,0 m el factor de seguridad
se aumenta hasta 2,5. La fila de pernos más próxima al pilar puede ser eliminada sin que se produzca una disminu-
ción significativa de la seguridad, puesto que dichos pernos trabajan a menos del 15% de su capacidad.

El análisis sísmico aconseja utilizar espaciamientos del orden de 2,0 m para reducir el riesgo de daño.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Alcalde-Gonzalo, J., Prendes-Gero, M. B., Álvarez-Fernández, M. I., Álvarez-Vigil, A. & González Nicieza, C.
(2013). Roof tensile failures in underground excavations. International Journal of Rock Mechanics and Mining
Sciences, 58,141 - 148.
• Fernandez-Rodriguez, R., Gonzalez-Nicieza, C., Lopez-Gayarre, F. & Amor-Herrera, E. (2014). Characteriza-
tion of intensely jointed rock masses by means of in situ penetration tests. International Journal of Rock Mechan-
ics and Mining Sciences, 72, 92-99.
• FLAC 3D (2008). Theory and Background González-Nicieza, C., Álvarez-Fernández, M. I., Menéndez-Díaz, A.
& Álvarez-Vigil, A. (2006). Modification of rock failure criteria considering the RMR caused by joints. Computers
and Geotechnics, 33(8), 419 - 431.
• González-Nicieza, C., Álvarez-Fernández, M. I., Menéndez-Díaz, A. & Álvarez-Vigil, A. (2006). A Comparative
Analysis of Pillar Design Methods and its Application to Marble Mines. Rock Mechanics Rock Engineering, 39
(5), 421–444.
• Hoek, E., Kaiser, P.K. & Bauden, W.F. (1995). Support of underground excavations in Hard Rock. Balkema,
Rotterdam.
• Nguyen, T., Ghabraie, K. & Tran-Cong, T. (2015). Simultaneous pattern and size optimisation of rock bolts for
underground excavations. Computers and Geotechnics, 66, 264-277.
• Waclawik, P., Snuparek, R. & Kukutsch, R. Rock Bolting at the Room and Pillar Method at Great Depths. Pro-
cedia Engineering, 191, 575-582.

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263
CONTROL DE LEYES, SONDEOS DE INTERIOR Y MODELO GEOLÓGICO
EN LA MINA DE POTASA DE CABANASAS (ICL IBERIA SÚRIA &
SALLENT)
Río, Luis a, Saavedra, Carlos a, Martínez, David b, Roca, David a
a
ICL Iberia Súria & Sallent, Afores, s/n, 08260 Súria (Barcelona); Luis.Rio@icl-group.com
b
Catalana de Perforacions, P.I. “Santa Anna I”, 08251 Santpedor (Barcelona); DMartinez@catalanadeperforacions.com

RESUMEN: En esta presentación se explica una parte de la metodología aplicada por la sección de Geología. El con-
trol de leyes, cuya metodología ha sido desarrollada por el equipo de geología de ICL Iberia, se basa en la estimación
visual del volumen de mineral respecto al de sal, a partir de la cartografía de los frentes. El posterior procesado de
estos datos se realiza mediante una aplicación desarrollada internamente. Los sondeos de interior siguen un método
desarrollado, inicialmente, en la mina inglesa de Cleveland Potash, y posteriormente implementado en ICL Iberia. Por
último, se describe como se obtiene el modelo geológico, resultante de la interpretación de los sondeos, mediante el
software minero Vulcan.

PALABRAS CLAVE: Control de leyes, sondeos, modelo geológico, potasa.

1. INTRODUCCIÓN
Las minas de sal de ICL Iberia (Cabanasas y Vilafruns) están situadas respectivamente en Súria y Sallent, provincia
de Barcelona (Cataluña. España). Geológicamente están enclavadas en el sector occidental de la Cuenca Potásica
Catalana, y se localizan en la parte central del sector más oriental de la Cuenca del Ebro. Las labores mineras están
dentro de la Formación salina Cardona, formada hace unos 35 millones de años, que consta de un nivel basal de
anhidrita, a la que sigue un nivel halítico que puede llegar a los 100 metros de espesor, donde se excavan los niveles
de infraestructura de las minas y desde donde se sondea. Sobre este nivel se asientan los niveles potásicos, objeto
de explotación (capas A y B). Por encima, hay niveles halíticos y carnalíticos. Este conjunto se puede considerar
subhorizontal y plegado a fuertemente plegado, como consecuencia de la orogenia alpina. Estudios detallados sobre
este yacimiento potásico se encuentran en ENADIMSA (1991) y CRS (2012).

2. CONTROL DE LEYES
Es una parte esencial del proceso minero, que tradicionalmente lleva a cabo el equipo de Geología. El control de
leyes se usa porque la ley del mineral que se va extrayendo de las minas nunca es constante. Se trata, por tanto, de
determinar la ley del material que se extrae de cada tajo. Tener esta información permite tomar decisiones beneficio-
sas para el proceso minero:

-- Económicas, porque sirve para definir los límites de rentabilidad de un tajo, y poder tener la información sufi-
ciente para pararlos en el caso de ser sub-económicos, o potenciarlos en el caso de tener una alta ley.
-- En el tratamiento del mineral, porque la máxima eficiencia de la planta de tratamiento se consigue a una de-
terminada ley, y con una entrada constante de material con la misma ley. Por lo tanto, si se conocen las leyes
de cada tajo, se puede mezclar mineral de diferentes tajos para lograr una ley total óptima, para que la recu-
peración de la planta de tratamiento sea lo más eficiente posible.

En las minas de ICL Iberia Suria & Sallent (Cabanasas y Vilafruns), se usa el mismo método de control de leyes. Dia-
riamente, el equipo de control de leyes visita y cartografía los frentes de explotación, así como los hastiales del avan-
ce del minador continuo. La cartografía abarcaría desde el frente del día anterior hasta el frente actual. La clave del
método es determinar visualmente el porcentaje de capa de mineral en comparación con el resto de sal, considerando
100% el total de volumen. En la Figura 1, de una manera simple se puede determinar que el porcentaje de mineral es
de (75%+50%)/2= 62.5%. Como las toneladas de mineral están cubicadas y a estas toneladas se les puede asignar
una ley, gracias a los sondeos de interior, se pueden saber las toneladas y ley que produjo el día anterior cada frente
de explotación.

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50%

75%
Figura 1 - Esquema del control diario de frentes.

Todos los datos obtenidos de la cartografía, son tratados en una aplicación desarrollada en ICL Iberia. Se trata de una
herramienta creada para permitir a sus usuarios la consulta rápida y eficaz de todos los datos referentes a estimación
de leyes, estadísticas de arranque y seguimiento del estrío realizado en la mina, entre otros muchos datos referentes
a la producción diaria.

Se estructura en una base de datos dónde diariamente se introducen los datos de extracción y producción realizada
por cada minador, así como la estimación de ley de KCl, permitiendo la generación del Informe Diario de Control de
Leyes (Figura 2), realizado por el equipo de Geología, con la incorporación gráfica diaria de los frentes de trabajo de
cada minador. En este informe se refleja la estimación de ley diaria de cada minador, además de otros datos como las
toneladas arrancadas, de mineral, de KCl vendible y estrío.

Cómo herramienta de consulta permite la generación de informes con múltiples variables:

-- Estimación de ley diaria.


-- Estadísticas de arranque de minadores.
-- Control de Leyes por días y minadores.
-- KPI del estrío.

En cualquiera de estos informes se puede hacer un filtrado por los minadores disponibles, o entre un rango de fechas
concretas, permitiendo su visualización directamente en la base de datos o exportando la información a Excel y Word.

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Figura 2 – Informe diario de control de leyes.

Además, es posible generar todo tipo de documentos, incluyendo estadísticas entre las fechas que acotemos. Tam-
bién es posible hacer tablas resumen con los datos de estrío y dilución reales y potenciales, al día y por minador, así
como valores del KPI de estrío, entre las fechas que queramos (Figura 3).

Figura 3 – Tabla resumen de KPI de estrío entre 2 fechas concretas.

3. METODOLOGÍA Y TECNOLOGÍA DE LOS SONDEOS


Desde el año 2003 en mina Cabanasas, y desde 2006 en mina Vilafruns, se han realizado unos 550,000 metros. de
sondeos de interior, con recuperación de testigo.

El fuerte plegamiento de las capas de potasa, con adelgazamientos y engrosamientos importantes de capa, hace que
sea necesaria una malla de perforación de 100 por 100 metros aproximadamente para considerar la reserva minera
como probada y posibilitar una planificación minera de detalle (Figura 4).

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Figura 4 – Sondeos de interior de mina Cabanasas.

Se perforan sondeos sub-horizontales, con desvíos ascendentes controlados. El método de perforación es a rotación,
con corona PCD (Polycristalline Diamond Composite) y recuperación continua de testigo mediante circulación inversa
de salmuera como lodo de perforación.

Los sondeos se perforan según un diseño en abanico horizontal, desde el nivel de infraestructura de la mina, unos 30
metros por debajo de las capas potásicas, donde se sitúa el nivel de explotación. Se van realizando, desde la rama
anterior, desvíos ascendentes hasta cortar las capas potásicas, buscando obtener una malla regular de perforación
de 100 metros. aproximadamente, como se ve en la Figura 5.

-700

-710

-720

-730

-740

-750 -750 -750 -750 -750 -750 -750 -750 -750 -750 -750 -750

-760

-770

-780

-790

-800 -800 -800 -800 -800 -800 -800 -800 -800 -800 -800 -800

-810

-820

-830

-840

-850 -850 -850 -850 -850 -850 -850 -850 -850 -850 -850 -850

-860

-870

-880

-890

-900
100 m 200 m 300 m 400 m 500 m 600 m 700 m 800 m 900 m 1000 m 1100 m

Figura 5 – Sección del sondeo C190.

Este método de perforación genera rendimientos muy importantes, del orden de entre 100 y 150 metros de testigo
por día y sonda de perforación.

Actualmente hay 4 máquinas de sondeos operando en mina Cabanasas que producen al año del orden de 100,000
metros. de sondeo.

La técnica de perforación empleada es a rotación, con recuperación continua de testigo de tamaño NQ, mediante
bombeo del fluido de perforación por el anular del sondeo, extrayéndolo por el interior del varillaje de forma simultánea
a medida que avanza la perforación. Se trata de sondeos dirigidos, de longitudes que oscilan entre los 1,200 metros.
y los 1,400 metros., con intersecciones cada 80-100 metros.

Se utiliza, como fluido de perforación, salmuera saturada en KCl y NaCl. Se usa ésta, al no poder utilizar agua dulce,
ya que podríamos disolver el testigo recuperado, además de alterar la geometría del sondeo en su avance.

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La máquina perforadora utilizada es la Atlas Copco Diamec U8, con unidad de potencia eléctrica de 110 Kw, con
modificaciones realizadas para mejorar sus prestaciones, tal como una mejora en su refrigeración por aire, sobredi-
mensionada debido a las altas temperaturas de trabajo en el interior de la mina. Otra modificación es el desmontaje
del sistema wireline, al no ser necesario en la ejecución de los sondeos. Esta máquina nos permite llegar a unas dis-
tancias de hasta 1,700 metros, obteniendo unos aceptables rendimientos. Como equipo auxiliar, se utiliza un conjunto
de bombas de pistones, que nos permiten obtener unas presiones de trabajo de 85 bares, con un caudal de 500 l/min.

Antes del inicio del sondeo, se deben de realizar unas labores previas. Primeramente, se coloca la máquina perfora-
dora en la dirección necesaria para alcanzar el objetivo que se quiere explorar (Figura 6). Una vez situada, se comien-
za perforando un agujero ciego de 192 mm de diámetro y 9 metros de longitud, en el que se introduce un encamisado,
llamado standpipe, el cual se cementa y se deja fraguar durante 24 horas. Transcurrido este tiempo, se acopla una
válvula Blow Out Preventer (BOP) (Figura 7), en el standpipe, la cual permite inyectar el fluido de perforación por el
anular del sondeo, y mantener estanco y presurizado el sondeo en todo momento.

Figura 6 – Máquina emplazada.

Figura 7 – BOP.

Los sondeos se perforan con varillaje de diámetro NQ, al que se le acopla una corona de PCD de 85.6 mm de diá-
metro exterior, permitiendo obtener testigos de 50 mm. de diámetro. Desde la rama anterior, se realizan desvíos
descendentes. Para ello, se coloca el escariador a 9 metros de la corona, dando a la sarta de perforación, un avance
muy lento, con unas altas revoluciones, unas 1,000 r.p.m. aproximadamente. Debido a la distancia a la que se coloca
la corona, y el avance lento, existe una tendencia natural, por el efecto pendular del peso de las varillas, a que la sarta
de perforación caiga por debajo del orificio inicial, tal como se aprecia en la Figura 8. Una vez separados del sondeo
anterior, a la distancia considerada, se realiza el cambio de configuración de perforación, colocando el escariador

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inmediatamente a continuación de la corona. Aplicando un alto empuje y unas revoluciones relativamente bajas, que
oscilan entre las 450 y 500 r.p.m., conseguimos que la sarta de perforación flexione hacia arriba, con una tendencia
ascendente, y de esta forma realizar el corte de las capas potásicas (Figura 9).

9 metros

sondeo viejo

Escariador
Flexión de sarta en la
Punto de desvío, sondeo Corona y sondeo nuevo
junta de las varillas
nuevo

Figura 8 – Configuración de sarta para desvío.

Configuración de sarta ganadora para desvios ascendentes


(Empuje alto y revoluciones bajas)

Conjunto escariador-corona
Flexión hacia arriba del varillaje
Figura 9 – Configuración de sarta para sondeo ascendente.

Para cada cambio de configuración, es necesario extraer la sarta de perforación para colocar en la posición deseada
el escariador, y proceder al cambio de corona. Se utilizan 2 tipos de corona, que se diferencian en la forma de los
insertos de PCD, en función de la trayectoria que se quiera conseguir. Para conocer la situación espacial del sondeo
y como se va desviando (con que gradiente), se realizan cada 15 ó 30 metros perforados, una medición de dirección
e inclinación. Para ello, se procede a introducir por el interior de la sarta de perforación, un instrumento de medida
down-the-hole single-shot, de disparo programado, el cual, mediante circulación directa de la salmuera de perfora-
ción, se hace llegar hasta la corona. Una vez transcurrido el tiempo programado, se recupera invirtiendo el sentido
de circulación del flujo de perforación. Estas mediciones, nos permitirán saber en todo momento la trayectoria del
sondeo, así como poder situarlo con precisión en su posición 3D.

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4. MODELO GEOLÓGICO – DESCRIPCIÓN Y METODOLOGÍA
Un modelo geológico es una representación tridimensional de una o varias características geológicas, tales como
la geometría de las capas mineralizadas y la distribución de leyes dentro de estas capas. Su correcta definición es
fundamental para que, tanto la estimación de recursos, como su aplicación en la planificación de infraestructuras y
zonas explotables, se haga con exactitud.

En la mina de Cabanasas, afectada por una fuerte deformación y con una distribución de leyes irregular, se ha elegido
el software minero Vulcan para tratar el gran número de datos generados por los sondeos de interior (actualmente,
unos 100,000metros. al año).

Con los datos de las intersecciones de mineral obtenidas en los sondeos se realiza una interpretación geológica en
2D de las diferentes capas de mineral, con el cálculo de los valores de espesor y ley para cada una de las intersec-
ciones (Figura 10).

Figura 10 – Interpretación del sondeo en 2D.

Esta interpretación gráfica de los sondeos se procede a ubicarla en el espacio 3D juntamente con el trazado real del
sondeo. Se realiza una proyección del sondeo en 2D en la superficie tridimensional definida por el sondeo, para ob-
tener así la interpretación gráfica de las capas de mineral en 3D. Este proceso se realiza para todos los sondeos eje-
cutados, para obtener así un abanico de datos y de distribución de las capas de mineral en el espacio 3D (Figura 11).

Figura 11 – Proyección de la interpretación del sondeo en el espacio 3D.

Paralelamente a este proceso, y con los datos de las intersecciones de mineral y las coordenadas 3D obtenidas a
partir de los sondeos, se elabora un mapa de curvas de nivel de las capas de mineral, con equidistancia de 5 metros,
para poder definir las estructuras geológicas principales y poder trazar correlaciones de las diferentes estructuras
geológicas entre los sondeos.

Una vez todo este conjunto de datos se encuentra en el espacio 3D, se procede al trazado de líneas guía (tie lines)
entre todos los sondeos para definir la dirección que va a seguir la triangulación o modelización de la capa. Las direc-
ciones de las líneas guía siguen los ejes estructurales principales definidos en el mapa de curvas de nivel. (Figura 12)

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El siguiente paso es ejecutar un proceso de creación de secciones intermedias (morph) entre los sondeos, mediante
la interpolación de la traza de los sondeos siguiendo las direcciones estructurales que hemos definido anteriormente
con las líneas guía. Con estas secciones intermedias y los sondeos ya podemos construir la triangulación o superficie
sólida que define el modelo geológico en ese tramo (Figura 13).

Figura 12 – Curvas de nivel, sondeos, líneas guía e interpolación entre sondeos.

Figura 13 – Superficie de la capa de mineral generada (gradiente por profundidad).

Este proceso se realiza con todos los sondeos realizados para conseguir un modelo geológico completo de las ca-
pas de mineral, que nos permite tener una visión de detalle de la estructura geológica del yacimiento y sobre la cuál
podemos realizar la planificación de la futura explotación en función de las necesidades de producción requeridas
(Figura 14).

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Figura 14 - Modelo geológico con los sondeos y curvas de nivel en el espacio 3D (gradiente por profundidad).

5. CONCLUSIONES
Los procesos descritos de control de leyes, sondeos y modelo geológico, permiten conocer con detalle la ley de cada
tajo operativo, así como la estructura geológica 3D, y el contenido en KCl del yacimiento, además de facilitar el cálculo
de sus reservas mineras.

El detalle alcanzado con estas técnicas permite realizar una planificación a corto y largo plazo con un buen nivel de
confianza.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Ingeniería y recursos del subsuelo, S.L. (2012). Proyecto de exploración geológico-minera de la zona Noreste de
Mina Cabanasas (Súria, Barcelona). Madrid. Informe inédito.
• Empresa nacional Adaro de investigaciones mineras S.A. (1991). Investigación geológico-minera de Suria K en la
Cuenca Potásica Catalana. Madrid. informe inédito.

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279
LOS RETOS DE LA CALIDAD DEL AIRE EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS

Autores
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

Rosa Carretón Moreno


Ingeniero de Minas
Coordinadora Técnica de ANEFA
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
ctecnica@aridos.org

RESUMEN: La calidad del aire en el entorno de las explotaciones de áridos ha supuesto siempre un reto técnico para
las empresas del sector, especialmente en las áreas de clima con bajos niveles de precipitaciones y de humedad.
Hoy, las crecientes exigencias relacionadas con los niveles e polvo, sílice cristalina respirable, emisiones de NOx y de
CO2 son un factor a tener cada vez más en cuenta a la hora de diseñar y gestionar las explotaciones.
La presión de los ciudadanos próximos a las canteras y graveras es un elemento más de la ecuación que viene a
complicar las cosas.
El análisis de esta problemática, las medidas técnicas y organizativas para la mejora de la calidad del aire, así como
la discusión de los métodos de evaluación son desarrolladas a fondo por esta comunicación.

PALABRAS CLAVE: Polvo, emisiones, captación, abatimiento, medición, control de emisiones

1. INTRODUCCIÓN:
La Ley 34/2007, 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, habilita al gobierno, en el ámbito
de sus competencias, a aprobar los planes y programas de ámbito estatal necesarios para prevenir y reducir la con-
taminación atmosférica y sus efectos transfronterizos, así como para minimizar sus impactos negativos.

2. PREVENCIÓN, VIGILANCIA Y REDUCCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA


El objeto de la ley es establecer las bases en materia de prevención, vigilancia y reducción de la contaminación at-
mosférica con el fin de evitar y cuando esto no sea posible, aminorar los daños que de esta puedan derivarse para las
personas, el medio ambiente y demás bienes de cualquier naturaleza.

La ley aplica a todas las fuentes de los contaminantes relacionados en su anexo I correspondientes a las actividades
potencialmente contaminadoras de la atmósfera enumeradas en su anexo IV CAPCA ya sean de titularidad pública o
privada. Quedan excluidos del ámbito de aplicación de la Ley los ruidos y vibraciones, las radiaciones ionizantes y no
ionizantes, así como los contaminantes biológicos que rigen por su normativa específica en su caso.

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Anexo I Relación de contaminantes atmosféricos
Óxidos de azufre y otros compuestos de azufre
Óxidos de nitrógeno y otros compuestos de nitrógeno.
Óxidos de carbono.
Ozono.
Compuestos orgánicos volátiles.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos y compuestos orgánicos persistentes.
Metales y sus compuestos.
Material particulado (incluidos PM10 y PM2,5).
Amianto (partículas en suspensión, fibras).
Halógenos y sus compuestos.
Cianuros.
Policlorodibenzodioxinas y policlorodibenzofuranos.
Sustancias y preparados respecto de los cuales se haya demostrado o existan indicios razonables de que poseen
propiedades cancerígenas, mutágenas, xenoestrógenas o puedan afectar a la reproducción a través de aire.
En esta categoría entrarían la Sílice Cristalina Respirable y las fibras de asbestos natural
Sustancias que agotan la capa de ozono.

Dentro del Anexo IV Catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera- (CAPCA


2010), las empresas del sector de los áridos se clasifican dentro de:
ACTIVIDAD GRUPO CÓDIGO
MINERIA NO ENERGÉTICA Y LOGÍSTICA DE SUS PRODUCTOS
Actividades primarias de minería no energética que conlleven la extracción o
tratamiento de productos minerales cuando la capacidad es > 200.000 t/año o para
B 04 06 16 01
cualquier capacidad cuando la instalación se encuentre a menos de 500 m de un
núcleo de población
a.e.a., cuando la capacidad es <= 200.000 t/año siempre que la instalación no se
C 04 06 16 02
encuentre a menos de 500 m de un núcleo de población

NOTA: a.e.a.: actividades especificadas en el epígrafe anterior


NOTA: se puede dar el caso que dentro del centro de explotación exista otra industria que también deba ser autorizada o notificada
de acuerdo al CAPCA, con sus correspondientes registros de emisiones.

La aplicación de esta ley se basa en los principios de cautela y acción preventiva, de corrección de la contaminación
en la fuente misma y de quien contamina paga, y corresponde a la Administración competente de las Comunidades
Autónomas, en el ejercicio de sus competencias, evaluar la calidad del aire, establecer objetivos de calidad del aire y
valores límites de emisión más estrictos que los que establezca la Administración General del Estado, adoptar planes
y programas para la mejora de la calidad del aire y el cumplimiento de los objetivos de calidad en su ámbito territo-
rial, adoptar las medidas de control e inspección necesarias para garantizar el cumplimiento de esta ley, y ejercer la
potestad sancionadora.

OBLIGACIONES DE LOS TITULARES DE INSTALACIONES


Las obligaciones de los titulares de instalaciones donde se desarrollen actividades potencialmente contaminadoras
de la atmósfera, además de aquéllas que cada Comunidad Autónoma considere oportunas, son varias:

1. Cumplir las obligaciones que se deriven de lo dispuesto en el artículo 13 de la ley.

mm Las instalaciones pertenecientes a los grupos A y B están sometidas a un procedi-


miento de autorización administrativa de las comunidades autónomas y en los términos que
éstas determinen, la construcción, montaje, explotación, traslado o modificación sustan-
cial, de la instalación en la que se desarrollen alguna de las actividades incluidas en el CAPCA.

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NOTA: estas autorizaciones se conceden por un tiempo determinado, y no más de 8 años. Pasado este
periodo, dichas autorizaciones pueden ser renovadas por periodos sucesivos.
El silencio administrativo por parte del órgano competente a la hora de otorgar la autorización, supone
desestimada la solicitud presentada.
mm La construcción, montaje, explotación, traslado, modificación sustancial, cese o clausura de aquellas ins-
talaciones en las que se desarrollen alguna de las actividades incluidas en el CAPCA, y que figuran como
pertenecientes al grupo C, debe ser notificada al órgano competente de la comunidad autónoma en las
condiciones que determine su normativa.
• Respetar los valores límite de emisión en los casos en los que reglamentariamente estén establecidos.
• Poner en conocimiento inmediato de la comunidad autónoma competente y adoptar, sin demora y sin necesi-
dad de requerimiento alguno, las medidas preventivas necesarias cuando exista una amenaza inminente de
daño significativo por contaminación atmosférica procedente de la instalación del titular.
• Adoptar sin demora y sin necesidad de requerimiento alguno y poner en conocimiento inmediato de la comu-
nidad autónoma competente, las medidas de evitación de nuevos daños cuando se haya causado una conta-
minación atmosférica en la instalación del titular que haya producido un daño para la seguridad o la salud de
las personas y para el medio ambiente.
• Cumplir los requisitos técnicos que le sean de aplicación conforme establezca la normativa y, en todo caso,
salvaguardando la salud humana y el medio ambiente.
• Cumplir las medidas contenidas en los planes aprobados por la Administración.
• Realizar controles de sus emisiones y, cuando corresponda, de la calidad del aire, en la forma y periodicidad
prevista en la normativa aplicable.
• Facilitar la información que les sea solicitada por las Administraciones públicas en el ámbito de sus compe-
tencias.
• Facilitar los actos de inspección y de comprobación que lleve a cabo la comunidad autónoma competente, en
los términos y con las garantías que establezca la legislación vigente.

Adicionalmente, los titulares de instalaciones donde se desarrollen actividades potencialmente contaminadoras de la


atmósfera recogidas en los grupos A y B del CAPCA deben cumplir con las siguientes obligaciones:

• Notificar al órgano competente que determine la comunidad autónoma la transmisión, cese o clausura de las acti-
vidades e instalaciones.
• En los casos en los que reglamentariamente se haya fijado la obligación de contar con estaciones de medida de
los niveles de contaminación, integrar dichas estaciones en las redes de las comunidades autónomas a las que se
refiere el artículo 27.
• Mantener un registro de los controles de emisiones y niveles de contaminación, y someterse a las inspecciones
regulares relativas a los mismos, en los casos y términos en los que esté previsto en la normativa aplicable.

3. EVALUACIÓN DEL RIESGO PULVÍGENO PARA EL MEDIO AMBIENTE


¿Cómo se realizan las mediciones de polvo?
• Para el control de la afección al medio ambiente, se realizan las mediciones de manera colectiva (medidores de
polvo sedimentado o de polvo en suspensión)
mmLa toma de datos se realiza por medio de equipos situados:
• En los focos de emisión de polvo (emisión)
• En el límite de la explotación para determinar el impacto sobre el medio ambiente
• En puntos del exterior de la explotación (en un núcleo habitado, en una industria próxima, etc.)
para estudiar las posibles molestias a terceros

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¿Cómo se diseña una campaña de muestreo del polvo?
• Una campaña de muestreo del polvo se estructura en función de dos metodologías de medidas:
mmControl del polvo sedimentado
• La toma de muestras se realiza aprovechando la deposición de las partículas por efecto de la
gravedad
mmControl del polvo en suspensión
• Se realiza la absorción de un cierto volumen de aire a través de un filtro donde la materia estudia-
da queda retenida
¿Cuál es la frecuencia de muestreo?
• La legislación establece que las empresas deberán efectuar controles periódicos:
mmUna vez cada 3 años si son industrias clasificadas en el grupo B
mmUna vez cada 5 años si son industrias clasificadas en el grupo C
• Los niveles de emisión (media de una hora) medidos en 8 horas (3 medidas como mínimo) no rebasarán los límites
máximos admisibles, con una tolerancia de medición del 40% del límite en el 25% de las medidas
• Si se superan estas tolerancias, se prolongará una semana con una tolerancia de medición del 25% del límite en
el 6% de las medidas
• Esto sin perjuicio de que en ningún momento los niveles de inmisión en la zona de influencia superen los valores
admisibles
¿Quién puede realizar la toma de muestras?
• Las instalaciones calificadas como potencialmente contaminadoras de la atmósfera serán inspeccionadas por
entidades acreditadas
• Las propias empresas pueden realizar sus tomas de muestras de autocontrol o recurrir a una entidad acreditada
¿Cómo se eligen los puntos de muestreo?:
• En función del objetivo de control (impacto sobre el medio ambiente, relación con núcleos habitados, etc.)
• En función de la dirección de los vientos dominantes, de las fuentes de emisión, de las pantallas naturales, etc.
¿Qué aparatos se utilizan?
• El nivel de polvo sedimentado se mide con colectores:
mmSon receptáculos cilíndricos donde queda la muestra de polvo
mmEs un sistema no cuantitativo del nivel de polvo
mmLa medida se expresa en mg/m2
El nivel de polvo en suspensión se mide con:
mmMedidores direccionales:
• Son cabezas colectoras de plástico que, adaptadas a un pie, tienen una serie de aberturas late-
rales para la entrada de aire
• El polvo, al ser arrastrado por el aire, penetra dentro de la cabeza y es depositado en un recipiente
• Permiten conocer el nivel aproximado de polvo y la dirección del viento predominante que lo des-
plaza
• Se realizan las medidas entre 10 y 30 días, pasándose a recoger a continuación las muestras
• Perfiles de exposición:
mmOfrecen una medida directa de la emisión fugitiva en una sección transversal gracias a una toma de mues-
tras múltiple
mmMiden la velocidad del viento y su dirección
• Otros sistemas existentes, pero poco utilizados son:
mmSistema de muestreo por globo:
• Consiste en el empleo de globos aerostáticos fijados por cuerdas sobre las que a distintas alturas
se disponen recipientes colectores

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• Se utiliza para compensar los problemas o limitaciones que aparecen en medidas superficiales
• Sistemas fotográficos:
• La utilización de fotografías o películas sirve como contraste para estimar el nivel de polvo
¿Cuál es el protocolo operativo?
• Se decide la metodología de medida (tipo de aparato, número de medidores, duración de las medidas).
• Se elige el emplazamiento de los medidores
• Se implantan los medidores
• Se realiza un seguimiento de la meteorología
• Se realiza un seguimiento de las distintas actividades de la explotación
• Se efectúan los registros
¿Qué documentación debe conservarse?
• Libro registro de las mediciones
• Los resultados de las determinaciones

4. EVALUACIÓN PREVENTIVA DEL RIESGO PARA EL MEDIO AMBIENTE DEBIDO A LA EMISIÓN DE


POLVO EN UNA EXPLOTACIÓN
Para prevenir el riesgo para el medio ambiente debido a la emisión de polvo, es necesario actuar de acuerdo con el
siguiente esquema:
• Evaluación del Estado Inicial
• Caracterización de la explotación
• Definición de los objetivos
• Campaña de Muestreo
• Mediciones de Control y Seguimiento
• Análisis de los Resultados
• Estudio del caso. Conclusiones Generales
¿En qué consiste la evaluación inicial del nivel de polvo en una explotación?
• Se trata de realizar una evaluación del nivel de polvo producido durante las labores llevadas a cabo en una explo-
tación
• Es el paso previo a la caracterización de la cantera o gravera con vistas de la propuesta de medidas correctoras
¿Cómo se realiza la caracterización de una explotación para controlar el polvo?
• La caracterización de una explotación para el control del nivel pulvígeno ha de incluir información sobre aspectos
técnicos, medioambientales, topográficos y geográficos:
mmAspectos técnicos:
• Conocimiento de las distintas etapas que constituyen el proceso llevado a cabo en la explotación
• Evaluación del riesgo pulvígeno a escala general y particularizándolo en cada actividad
• Revisión de los equipos y procedimientos utilizados en aras de decidir si han de modificarse para
reducir la emisión de polvo
mmAspectos medioambientales:
• Conocimiento de los elementos naturales (fauna, flora, acuíferos, núcleos de población, otras ac-
tividades, etc.) que puede verse afectados por emisiones excesivas de polvo
mmAspectos topográficos:
• Características topográficas (barreras naturales, depresiones) definidores del lugar en que se hal-
la la explotación y que pudieran ser factores negativos (limitan) o positivas (potencian) la emisión
de polvo

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• Integración de estos accidentes topográficos en el plan de control del polvo
mmAspectos geográficos:
• Proximidad a la explotación de núcleos urbanos
• Red de carreteras exteriores a la explotación
• Ubicación de la explotación atendiendo a los sistemas direccionales preferentes de vientos
• Regímenes de lluvia y climatología de la explotación
¿Cuáles son los objetivos en una campaña de evaluación del polvo?:
mmPrimer objetivo:
• Evaluar el estado inicial (punto cero)
• Caracterizar el entorno antes de la apertura de una explotación
• Realizar mediciones
• Comprender los fenómenos de emisión del polvo
mmSegundo objetivo:
• Vigilar y realizar seguimientos periódicos
• Contrastar los valores obtenidos con los disponibles en el punto cero
• Evaluar las distintas etapas que componen la explotación
• Disponer la red de medidores en emplazamientos relacionados con la finalidad de la vigilancia
• Estudiar el impacto ambiental sobre el entorno humano (hábitat, agricultura) y natural (vegetación)
• Realizar propuestas de mejora y reducción del nivel pulvígeno
¿Qué son las mediciones de control y seguimiento del nivel de polvo?
• Las mediciones de control y seguimiento del nivel de polvo son los registros realizados para eva-
luar el riesgo de contaminación por polvo, atendiendo a su impacto sobre el Medio Ambiente

5. CRITERIOS PARA EL ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS


En primer lugar, hay que comprobar que los valores medidos están por debajo de los límites legales aplicables.

El análisis de resultados debe basarse en una comparación con los resultados obtenidos en otras campañas, para:

• Estimar si el nivel de polvo se mantiene estable, ha aumentado o disminuido respecto de los valores tomados en
campañas realizadas con anterioridad
• Estudiar si las medidas correctoras que se asumieron están siendo suficientemente aceptables en la reducción del
polvo o si, por el contrario, hay que modificarlas

¿Qué condiciones deben cumplirse para que estas comparaciones entre distintas campañas sean válidas?:
• Las campañas han de realizarse de igual manera para que los datos obtenidos sean reproducibles y comparables
• Los lugares donde se sitúen los medidores han de ser los mismos en todas las campañas
mmDe esta manera, se podrán estimar las variaciones producidas en el nivel de polvo a lo largo del tiempo
• Han de incluirse en todas las campañas los datos meteorológicos reinantes en el momento de las medidas
mmDe esta manera se podrán inferir las relaciones entre emisión y climatología
• Deben registrarse las actividades de la explotación y las ajenas a la misma que están relacionadas con las medi-
ciones de polvo
mmDe esta manera se podrán comparar los Niveles de polvo propios de la cantera o gravera con aquello
otros en los que no hay actividad industrial
¿Qué aspectos hay que comparar entre diversas campañas?
• Las características del polvo medido (concentración. % en sílice, etc.)

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• Distribución de los niveles de polvo en la explotación
• Relación entre los niveles de polvo y el tipo de actividad desarrollada
• Relación del nivel de polvo con las variaciones climatológicas (viento, temperatura, humedad, ...)
¿Qué conclusiones pueden extraerse de una campaña de muestreo?
• Puede ser preciso adoptar decisiones en relación con:
mmRevisión de las medidas de protección colectiva -o diseño de nuevas medidas- en una o en varias de las
etapas del proceso de producción de áridos o en un determinado equipo
mmMejoras en la utilización y /o en el mantenimiento de las medidas existentes
mmModificación de las instrucciones de trabajo
mmSuministrar nuevos EPIs

6. MEDIDAS PARA EL CONTROL DEL POLVO EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS


• La eliminación (o reducción) del nivel de polvo en una cantera o gravera se realiza aplicando medidas:
mmPreventivas aplicadas a las nuevas instalaciones o a los nuevos procesos en el momento de su diseño o
instalación
mmCorrectoras en las instalaciones u operaciones ya existentes
mmComplementarias tendentes a reorganizar el trabajo
• Las medidas de control del polvo son comunes en sus fundamentos tanto si su finalidad es la protección de los
trabajadores como la del medio ambiente
• Los dispositivos que pueden emplearse para prevenir la producción se aplican de forma distinta en nuevas insta-
laciones que en las existentes:
mm En nuevas instalaciones:
• Las medidas se integran en la fase de diseño de forma racionalizada
mmEn instalaciones existentes hay que:
• Identificar los puntos críticos
• Diseñar los sistemas de prevención para las instalaciones existentes
• Considerar las limitaciones que puedan deberse a las características de la instalación
• Existen tres técnicas principales para el control del polvo en las distintas etapas de fabricación:
mmEl confinamiento por carenado o capotaje de los puntos de emisión de polvo, impidiéndose la difusión
atmosférica
mmEl control del polvo por sedimentación en vía húmeda (aspersión, pulverización, creación de nieblas)
mmLa eliminación mediante la captación de partículas por aspiración y posterior separación aire / partículas,
lo que permite la recuperación de finos
mmEl siguiente cuadro recoge las medidas que se pueden aplicar, aunque, por razones de espacio, no se
entra a su explicación ni valoración,

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CONFINAMIENTO
CARENADO
CAPOTAJE
CONFINAMIENTO DE LAS CABINAS DE MANDO
CABINAS DE EQUIPOS MÓVILES PRESURIZADAS
SEDIMENTACIÓN EN VÍA HÚMEDA
PULVERIZACIÓN DE AGUA
PULVERIZACIÓN DE AGUA PULVERIZACIÓN DE AGUA CON AGENTES QUÍMICOS
PULVERIZACIÓN DE AGUA CON ESPUMAS
ATOMIZACIÓN POR ULTRASONIDOS
CÁMARAS DE NIEBLA ATOMIZACIÓN POR AGUA A PRESIÓN
ATOMIZACIÓN NEUMÁTICA
LAVADORES DE GASES
CAPTADORES DE POLVO
GENERAL
ASPIRACIÓN POR EQUIPO
POR FOCO
TUBERÍAS Y CANALIZACIONES
SEPARADORES MECÁNICOS CICLONES SIMPLES
MULTICICLONES
ASPIRADORES SEPARADORES EN VÍA SECA
SEPARADORES HIDRÁULICOS DE LÁMINA DE AGUA
CICLONES EN VÍA HÚMEDA
VENTURIS LAVADORES
SEPARADORES
PRECIPITADORES ELECTROSTÁTICOS
ELECTROSTÁTICOS
CÁMARAS DE NIEBLA CARGADAS ELECTROSTÁTICAMENTE
SEPARADORES POR
FILTROS DE MANGAS CON AGITADORES MECÁNICOS
FILTRACIÓN
FILTROS DE MANGAS DE AIRE REVERSIBLE
CON TOBERA DE AIRE REVERSIBLE
OTROS MECANISMOS DE CONTROL
REGULACIÓN AUTOMÁTICA DE LA PLANTA
LIMPIEZA EN HÚMEDO
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

• Los factores que influyen a la hora de elegir entre una u otra técnica son:
mmEl grado de captación que se necesita para garantizar la protección de los trabajadores y del medio
ambiente
• ¡El resto de factores han de considerar siempre este principio esencial!
mmEl tipo de fuente de producción de polvo
mmLas características del polvo
mmLa concentración y tamaño de las partículas
mmEl flujo de aire
mmLos métodos para recoger el polvo
mmEl precio de los dispositivos

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mmLa etapa del proceso donde se quieren incorporar
mmLa disponibilidad de agua
mmLos consumos energéticos
mmEl tipo de producto (granulometría del árido)
mmEl coste de operación y mantenimiento
mmEl destino previsto para los lodos o para el polvo recuperado
mmSu influencia en el proceso productivo
• La eficacia de los dispositivos depende de:
mmUna adecuada adaptación a las especificidades de la planta de tratamiento
mmTipo de proceso
mmVolumen de árido a tratar
mmTipo de roca
mmUn correcto mantenimiento
• Es importante que:
mmSe mantenga la eficiencia de la unidad independientemente de la cantidad de polvo acumulado
mmLas operaciones de limpieza sean sencillas
mmPueda descargarse automáticamente el dispositivo o que cuente con una tolva de almacenaje (mínimo
una semana)
mmY, sobre todo, que sea posible el cumplimiento de las Normas vigentes relativas a la calidad del aire una
vez eliminado el polvo

7. NORMATIVA DE APLICACIÓN:
NORMATIVA EUROPEA
• Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 21 de mayo de 2008 relativa a la Calidad del aire
ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. (Diario Oficial de la Unión Europea nº 152, de 11 de junio de
2008).
• Directiva 2015/1480/CE, de la Comisión, de 28 de agosto de 2015 por la que se modifican varios anexos de las
Directivas 2004/107/CE y 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo en los que se establecen las normas
relativas a los métodos de referencia, la validación de datos y la ubicación de los puntos de muestreo para la eva-
luación de la calidad del aire ambiente.
• Decisión 2011/850/UE, relativa al intercambio recíproco de información y la notificación sobre la calidad del aire
ambiente a la Comisión europea.

NOTA: Enlace - http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/atmosfera-y-calidad-del-ai-


re/calidad-del-aire/normativa/normativa-europea.aspx

NORMATIVA NACIONAL
• Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de Calidad del aire y protección de la atmósfera.
• Real Decreto 100/2011, de 28 de enero, por el que se actualice el catálogo de actividades potencialmente conta-
minadoras de la atmósfera y se establecen las disposiciones básicas para su aplicación.
• Ley 16/2002, de Prevención y Control Integrados de la contaminación.
• Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativa a la mejora de la calidad del aire (BOE nº 25-29/01/2011)
• Real Decreto 39/2017, de 27 de enero, por el que se modifica el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a
la mejora de la calidad del aire (BOE nº 24- 28/01/2017)
• NOTA: Enlace - http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/atmosfera-y-calidad-del-aire/
emisiones/pol-med/iniciativas_nacionales.aspx
• Real Decreto 773/2017, de 28 de julio, por el que se modifican diversos reales decretos en materia de productos y
emisiones industriales (BOE nº 209- 31/08/2017).

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NORMATIVA AUTONÓMICA CORRESPONDIENTE ADOPTANDO LA LEY 34/2007.

OTRA NORMATIVA A TENER EN CUENTA


• ITC 2.0.02 “Protección de los trabajadores contra el polvo, en relación con la silicosis, en las industrias extracti-
vas” del RGNBSM
NOTA: Enlace - https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2007-16041

PLANES DE MEJORA DE LA CALIDAD DEL AIRE EN VIGOR (NACIONAL Y AUTONÓMICOS)


• Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire: Plan AIRE (2013-2016)
• NOTA: Enlace - http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/atmosfera-y-calidad-del-aire/
PLAN_AIRE_2013-2016_tcm7-418842.pdf
• Actualmente, en consulta pública el PLAN AIRE II
• NOTA: Enlace – http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/participacion-publica/pla-
naire2017-2019_tcm7-465876.pdf
• Planes de mejora de la Calidad del aire autonómicos o locales
• NOTA: Enlace – http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/atmosfera-y-calidad-del-aire/
calidad-del-aire/planes-mejora/

REDES DE CALIDAD DEL AIRE AUTONÓMICAS Y LOCALES


• Enlace-http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/atmosfera-y-calidad-del-aire/cali-
dad-del-aire/evaluacion-datos/redes/

8. CONCLUSIONES:
Para las empresas de áridos, la prevención y el control de la calidad del aire se basa, esencialmente, en la gestión
adecuada del nivel de polvo en sus explotaciones. Además de ser una obligación legal de seguridad y de medioam-
biente, proporciona importantes ventajas:

• Reduce la contaminación del medio ambiente


• Minora el riesgo de que los trabajadores contraigan enfermedades respiratorias
• Aumenta la vida útil de las instalaciones y de los equipos de trabajo
• Evita que la empresa tenga una mala imagen ante la opinión pública
• Ayuda a obtener productos de calidad
Desde el punto de vista tecnológico, ésta es una cuestión resuelta, pero que requiere una acción constante de las
empresas.

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y Recursos Minerales
307
NUEVAS APLICACIONES TECNOLÓGICAS EN LA EXPLOTACIÓN DE
ARCILLAS SEPIOLÍTICAS A CIELO ABIERTO DE MINA ESPERANZA
San Miguel Til, Fernando a; León Marco, Pascual b.
a
MYTA, S.A., Pº Independencia, 21, 6ª planta, 50001-Zaragoza, correo-e: fsanmiguel@samca.com;
b
SAMCA, Pº Independencia, 21, 3ª planta, 50001-Zaragoza, correo-e: pleon@samca.com.

RESUMEN: En la presente comunicación se expresan las experiencias de MYTA tanto en la incorporación de nuevas
tecnologías de secado de mineral en el establecimiento de beneficio como en el uso de un dron de topografía llevadas
a cabo en las labores mineras.

PALABRAS CLAVE: Sepiolita, dron, lecho fluido.

1. INTRODUCCIÓN
MYTA lleva más de 30 años explotando y procesando arcillas sepiolíticas en la zona del valle del Río Perejiles (Ca-
latayud-Zaragoza). En el año 2016 se ha abierto una nueva explotación minera denominada Esperanza y se han
introducido mejoras tecnológicas tanto en el desarrollo de la explotación como en el posterior tratamiento del mineral.
Con estas tecnologías empleadas se pretende optimizar el seguimiento de los trabajos de movimiento de tierras y la
calidad del producto obtenido tras su tratamiento.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
La nueva explotación minera Mina Esperanza está situada en los términos municipales de Orera y Ruesca (Zarago-
za). El mineral extraído de este yacimiento, junto con el de las explotaciones actuales, Mina Isabel (Orera) y Mina Mª
Luisa (Ruesca), alimenta la planta de tratamiento situada en Orera.

La potencia de las capas de mineral en esta nueva mina oscila entre 0,3 y 2 metros aproximadamente y el número
de capas explotables depende de la zona, llegando hasta un total de 12. El total de mineral explotable en la serie es
de unos 15 metros de media y el estéril de unos 10 metros. La profundidad máxima de la explotación es de unos 30
metros.

La serie estratigráfica del yacimiento está constituida por una alternancia de capas de arcillas sepiolíticas y esmectíti-
cas como mineral aprovechable, e illitas, dolomías y margas dolomíticas como estéril. La estratificación es horizontal
y los materiales son extraíbles fácilmente con retroexcavadora, sin necesidad de voladuras.

El sistema de explotación es el de transferencia de estériles al hueco existente, con la colocación de una escombrera
inicial exterior.

El tratamiento que se le da al mineral en la planta es puramente físico, consistente en diferentes moliendas para re-
ducir el tamaño de grano, secado, clasificado en las diferentes granulometrías comerciales, aditivado (con perfumes
y colorante), envasado y paletizado.

Los usos principales a los que se destina la producción son: arena para gatos, aditivo para la alimentación animal y
absorbentes industriales.

Las experiencias que se recogen en la presente comunicación se centran en la aplicación del uso de un dron para los
trabajos de topografía y en la instalación de una línea de secado de mineral basada en la tecnología de lecho fluido.

2.1. Uso del dron en topografía.


En relación al dron topográfico, este sistema se ha validado previamente mediante la realización de una prueba com-
parativa en la Mina Isabel (Orera) donde se ha comparado con el sistema tradicional de GPS. El equipo utilizado es
un dron TRIMBLE UX5 HP.

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Este sistema se compone básicamente por una parte de un vehículo aéreo no tripulado que porta en su interior una
cámara de fotos digital Sony a7R de 36,4 megapixeles de resolución, una antena, un piloto automático, un receptor
GNSS (Global Navigation Satellite System) y una batería de polímero de litio que le confiere una autonomía de vuelo
de unos ± 40 minutos máximo (la batería se recarga totalmente en ± 2,5 horas). Por otra parte está la estación de
control de tierra con una tablet dotada de GPS y comunicación por radio con el dron (ver fig. 1).

Figura 1– Estación de control de tierra.

En primer lugar hay que planificar todos los aspectos del vuelo a realizar. Si se quiere obtener una precisión centi-
métrica es necesario que el equipo funcione con lo que se denomina PPK (levantamiento cinemático con posproce-
samiento) para lo cual requiere datos de una estación de referencia (receptor GPS) y así se obtiene información de
posición muy precisa de las imágenes capturadas.
En nuestro caso se trabaja con bases topográficas de posición conocida precisa. Trabajar con PPK aporta una pre-
cisión en las coordenadas X e Y de hasta 2,2 cm y en la Z de hasta 2 cm. Para obtener aún una mejor precisión se
utilizan unas dianas (denominadas puntos de control de tierra) que se colocan distribuidas en el área de interés y cuya
ubicación exacta se ha medido previamente (ver fig. 2).

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Figura 2 – Colocación de dianas sobre el terreno

El dron realiza ráfagas de fotos con un porcentaje de solape en nuestro caso del 80 % longitudinal y del 90 % trans-
versal. La reducción del solape puede afectar a la calidad del resultado final.
También es importante la selección del objetivo de la cámara según la cobertura y resolución buscada (ver tabla 1).

Tabla 1 – GSD’s obtenidos a diferentes alturas de vuelo y objetivos de la cámara.


Altura vuelo GSD (Objetivo 15 mm) GSD (objetivo 25 mm) GSD (objetivo 35 mm)
75 m 2.5 cm 1.5 cm 1.0 cm
100 m 3.2 cm 2.0 cm 1.3 cm
150 m 4.8 cm 3.0 cm 2.0 cm

Del mismo modo influye en la obtención de una alta precisión la distancia a la que vuela el dron, y por tanto a menor
altura, se obtienen mejores resultados.
La preparación del mapa del proyecto debe incluir un mapa de fondo georeferenciado. Sobre dicho mapa hay que
seleccionar los bloques que son las áreas sobre las que se sobrevolará a una resolución GSD (GSD es la distancia
espacial en centímetros entre los centros de dos píxeles adyacentes). Cuanto más pequeño sea el valor GSD, más
detalladas serán las imágenes.
Al seleccionar el bloque, las líneas de vuelo que aparecen sobre él (ver fig. 3) indican la dirección en la que el dron
volará. El dron siempre debe volar perpendicular a la dirección del viento predominante, siendo su velocidad de cru-
cero de unos ± 80 km/h (ver parámetros de vuelo en fig. 4).

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Figura 3 – Lineas de vuelo y bloque seleccionado

Figura 4 – Parámetros de vuelo

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Antes de ejecutar el vuelo se hace una simulación en la pantalla para ver que todos los parámetros de funcionamiento
son los apropiados.

Para la ejecución del vuelo debe elegirse un día de poco viento, recomendable por debajo de 15 km/h para que no
interfiera en los resultados buscados.

El dron se lanza desde una rampa (ver fig. 5) en una zona despejada. El aterrizaje se suele realizar en la misma zona
del lanzamiento.

Figura 5 – Dron en la rampa de lanzamiento

Una vez aterrizado el dron, se extrae la tarjeta SD de la cámara de fotos para traspasar los archivos al ordenador. Los
datos de vuelo y las imágenes se procesan con el software Trimble Bussines Center.

Con toda la información recogida y procesada en el ordenador se genera una ortofoto y una nube de puntos. Con esto
ya podemos generar la superficie, que es el modelo digital del terreno (ver fig. 6).

Figura 6– Modelo digital del terreno (A). Generación de curvas de nivel (B). Perfiles topográficos (C).

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A continuación se procede a generar las curvas de nivel que en nuestro caso las generamos cada metro. Con esta
información ya se pueden realizar perfiles topográficos del terreno, que habitualmente los hacemos cada 10 metros,
aunque si el terreno es muy accidentado y queremos más precisión se pueden aproximar más. Con estos perfiles po-
demos ya generar cubicaciones de terrenos comparando los cambios habidos en la topografía entre dos mediciones
de una zona concreta.

En el caso de que lo que necesitemos sea realizar planos de instalaciones (edificios, etc.), se realiza un proceso si-
milar pero a partir de las fotografías georeferenciadas se procede a dibujar los contornos de los edificios eliminando
las curvas de nivel.

Existen ciertas limitaciones en el uso del dron que impiden su utilización en determinadas circunstancias como pue-
den ser:

• La aeronave debe de estar dentro del alcance visual del piloto (< 500 metros de distancia).
• El piloto debe de estar en posesión de un carnet expedido por la AESA.
• La altura de vuelo debe ser <120 metros de altura.
• Los vuelos deben de realizarse exclusivamente de día y en buenas condiciones meteorológicas.
• Está prohibido sobrevolar zonas pobladas y aglomeraciones de personas.
• Solamente se permite volar en espacio aéreo no controlado.

No obstante la legislación sobre este tipo de aeronaves está sometida a constante revisión y podrían variar en el
futuro estos requisitos.

2.2. Secadero de lecho fluido


En cuanto a las mejoras llevadas a cabo para el tratamiento del mineral en el establecimiento de beneficio se ha pro-
cedido a la instalación de una nueva línea de secado de lecho fluido (ver fig. 7) que complementa la actual línea de
secado de horno rotativo (trómel). Como principales ventajas está el mejor aprovechamiento energético y el menor
deterioro del mineral, produciendo menos cantidad de partículas finas y mejorando las características físicas del pro-
ducto granular obtenido debido a la angulosidad que conservan las partículas.

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En cuanto a la principal diferencia del lecho instalado con el que MYTA ya poseía en su fábrica de Maderuelo (Sego-
via) es el sistema de vibración y contrapesado del equipo, que simplifica mucho la obra civil de cimentación del mismo
y que le proporcionará una mayor vida útil.

Figura 7 – Nueva linea de secado de lecho fluido instalada.

Su funcionamiento es muy sencillo (ver fig. 8), el producto húmedo entra por la boca superior mientras que por la parte
inferior se inyecta aire previamente calentado con un quemador de gas natural. Una chapa perforada a mitad de altura
separa la cámara de inyección de aire de la de secado. El lecho vibra sobre unos muelles facilitando el movimiento
del mineral hacia delante. En la última sección del lecho se inyecta aire frío para reducir la temperatura del producto
hasta la Tª ambiente. El mineral seco sale del lecho listo para clasificarse granulométricamente. El aire junto con el
vapor de agua y los gases de combustión atraviesa un sistema de separación de partículas finas antes de emitirlo al
exterior a través de la chimenea.

El equipo posee dos válvulas interiores para regular la capa de mineral en la zona de secado y en la de enfriado,
respectivamente, y con ello poder controlar la humedad de salida.

Figura 8 – Esquema funcionamiento lecho fluido.

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El secado de minerales blandos como pueden ser las arcillas en un trómel produce gran cantidad de partículas finas
durante la rotación del horno. A pesar del almenado (ver fig. 9) interior del mismo que reduce la altura de los saltos del
mineral, los golpes constantes de los granos con las paredes producen su rotura y redondeo.

Figura 9 – Almenado interior del horno rotativo (trómel)

Al fluidificar el mineral en el lecho se reducen estos golpes y por tanto se conserva mejor la geometría original de los
granos con sus aristas y ángulos obtenidos como consecuencia de los procesos previos de molienda. La corta estan-
cia del producto en el lecho, menos de la mitad que en el trómel, mejora el rendimiento de la instalación.

RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


En las labores de seguimiento topográfico de la nueva mina Esperanza llevadas a cabo con el dron, hemos observado
que su uso aporta un mayor detalle tanto en las plataformas como en taludes. El GSD obtenido ha sido de 3,2 cm a
100 metros de altura de vuelo. La diferencia vertical media obtenida es de ± 3 cm entre modelos (GPS vs. TRIMBLE
UX5 HP), y la máxima diferencia en puntos de chequeo obtenida es de 2,5 cm en planimetría. Estas diferencias en
este tipo de labores mineras son insignificantes y muestran la gran fiabilidad de la técnica. También ha sido de gran
utilidad en la cubicación de acopios de mineral (ver fig. 10), mejorando los resultados obtenidos por la topografía tra-
dicional y reduciendo los riesgos de accidente a los que están sometidos los topógrafos en la toma de datos sobre el
terreno en superficies de este tipo que suelen ser inestables, irregulares y con fuertes pendientes.

Figura 10 – Generación modelo 3D con nube de puntos para cubicación de acopios.

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En cuanto a la nueva línea de secado de lecho fluido, se ha observado un ahorro energético en gas natural de aproxi-
madamente el 5 - 10 % respecto a la antigua línea de secadero de trómel, y un incremento más o menos del mismo or-
den del consumo de electricidad. Esta eficiencia energética viene dada porque se trabaja con temperatura muy inferior
que en el trómel, lo que reduce de forma importante el consumo de combustible. El coste energético más importante
en el proceso de secado es el de gas natural frente al eléctrico, por lo que la reducción de su consumo compensa
económicamente con el aumento del consumo eléctrico producido en el lecho fluido. El % de granulometrías finas, <
0,5 mm, generadas en el nuevo secadero también se ha reducido en un ± 10 %.

3. CONCLUSIONES
La incorporación del dron a la topografía nos aporta:

• Mejor control de producciones de mineral y estéril.


• Incremento del control de stocks en acopios.
• Mayor exactitud en la cubicación de reservas.
• Reducción del tiempo de topógrafo.
• Reducción de riesgos de accidentes en trabajos de topografía

Todo esto confiere una mejor gestión de los trabajos de movimientos de tierras en la nueva explotación de mina Es-
peranza.

En cuanto a la instalación del nuevo secadero de lecho fluido se ha obtenido:

Mejor calidad del producto granular.

• Ahorro económico en el coste energético de secado.


• Menor producción de partículas finas < 0,5 mm.

Por tanto se concluye que la aplicación de estas mejoras técnicas implementadas en MYTA ha aportado valor a la
compañía permitiendo mejorar su competitividad y seguir apostando por la innovación tecnológica como la herramienta
más útil para el desarrollo futuro.

4. AGRADECIMIENTOS
Agradecemos su colaboración a la empresa de topografía SERINTOP SOLANAS.

5. BIBLIOGRAFÍA
• Allgaier (2015). Fluidized bed technology for product refinement (Catálogo comercial). www.allgaier.de.
• Carrier (1992). Vibrating Fluid Bed Systems (Catálogo comercial). www.carriervibrating.com
• Comspain (fecha desconocida). La Fluidificación (Catálogo comercial). www.comspain.com.
• LB (fecha desconocida). Fluid-bed dryer (Catálogo comercial). www.lb-technology.eu
• Trimble (2015). Guía del usuario de la solución Trimble UX5 HP. Revisión B. Noviembre 2015. www.trimble.com.

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310
DISEÑO MINERO DEL PROYECTO MINA MUGA CON EL PROGRAMA
DESWIK.
Sheila Maqueda Jiménez
Luis Haro Sotoca
Lucía Martín Fernández
Gonzalo Mayoral Fernández - e-mail: g_mayoral@geoalcali.com

GEOALCALI, S.L. – Avda. Carlos III, 13, 1ºB – 31002 – Pamplona (Navarra)

PALABRAS CLAVE: Deswik, CAD, SCHED, sólido, tarea, layer, bloque, cámaras y pilares.

ABSTRACT Para la planificación de una mina de nueva creación desde el principio, es requisito tener el mejor
conocimiento de la geología posible (dado por la investigación geológico-minera), establecer los equipos de pro-
ducción y su rendimiento, establecer el sistema y equipos de transporte, el proceso y rendimiento de la planta de
concentración, con los costes de operación asociados que nos permitirán establecer el margen de beneficio. Estas
decisiones que se indican, deberán estudiarse con diferentes casos cuyos resultados pueden hacer replantearse las
hipótesis de partida. Este trabajo, complejo y laborioso, actualmente se realiza con distintos programas informáticos.
En el caso del Proyecto Muga nos hemos ayudado del programa Deswik, software desarrollado por la empresa ho-
mónima expresamente para el diseño y planificación minera. Este programa tiene así una parte de diseño y otra de
planificación, para cada una de las cuales establece un “sólido”, asociado a una “tarea”. Los resultados obtenidos
pueden ser tan detallados como se pretenda, ya que el programa tiene la ventaja que cualquier fórmula en Excel
puede ser calculada. El resultado es una lista de parámetros (metros, toneladas, leyes, etc.) que están fraccionados
en el tiempo según la planificación.

1. INTRODUCCIÓN
Cuando una mina está en operación se dominan con bastante precisión la mayoría de los factores, como las carac-
terísticas del cuerpo mineral, ya que se dispone de información histórica que se actualiza prácticamente a diario a
través de sondeos de producción, análisis de laboratorio, la productividad diaria/mensual/anual de todos los equipos,
el sostenimiento de hastiales y techos de galerías y cámaras, el comportamiento y recuperación en planta de proceso
del mineral extraído, y finalmente el historial de costes de los años anteriores y beneficios obtenidos.

Mina Muga es un proyecto greenfield, es decir, aún por desarrollar y sin antecedentes mineros, y por tanto, no se
conocen los factores anteriores y hay que hacer una estimación de los mismos. Dicha estimación tiene un proce-
so cuyo primer paso es conocer el cuerpo mineral, su disposición y morfología. Ello nos indica cuál es el método
de explotación óptimo, lo que nos lleva a los equipos de avance o de producción, y éstos al sistema y equipos de
transporte. Por otro lado, se necesita realizar ensayos sobre las muestras de mineral obtenidas en los sondeos para
establecer el proceso del mineral de la futura planta de beneficio más apropiado y que a la vez nos permita estimar la
recuperación del mineral. El último paso es estimar y evaluar costes de inversión y operación a partir de lo deducido
en los pasos anteriores (mina y planta) y añadiendo otros costes asociados (generales, logística, instalaciones auxi-
liares, etc.) para junto con las estimaciones de precios de la venta del producto, establecer la viabilidad económica
de la operación minera.

Para facilitar la realización del trabajo descrito de planificación, en el Proyecto Mina Muga se ha optado por emplear
el programa de diseño minero, Deswik, software desarrollado por Deswik. Deswik es un conjunto de herramientas
informáticas para el diseño y planificación minera, desarrollado con las últimas tecnologías y algoritmos de alto ren-
dimiento, que incorpora para su uso una interfaz flexible e intuitiva. Entre sus diversas funcionalidades, en nuestro
proyecto se está utilizando tres módulos del mismo: CAD, IS y SCHED (véase Ilustración 1). El objetivo es establecer
la planificación de la mina a partir de un modelo geológico creado con la información obtenida de los sondeos reali-
zados. Este proceso se puede realizar con diferentes procesos de este programa.

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Ilustración 1: módulos de Deswik

Deswik.CAD es el módulo usado para el tema de diseño y visualización, se pueden crear diferentes objetos: líneas,
puntos, sólidos (Un sólido es un objeto que posee las tres dimensiones principales: anchura, longitud y altura, por lo
cual se puede determinar su volumen. Además de las propiedades de los mismos: coordenadas, color, etc., pueden
tener diferentes atributos o campos que definan el objeto: longitud, toneladas, leyes, nivel en que se encuentra, des-
cripción de uso, etc.), sondeos, sombreados, textos, etc. Los objetos son agrupados en capas o layers que permiten
organizar el dibujo y acceder rápidamente a los elementos requeridos. Este módulo tiene una interfaz de usuario que
usa características de AutoCad, de Datamine y de Office principalmente.

Deswik.SCHED es un módulo similar a Primavera o Project pero adaptado para la minería, similar al módulo EPS de
Datamine, en el cual tenemos unas tareas (Tarea: trabajo que debe hacerse en un periodo limitado de tiempo. Las
tareas tienen los mismos atributos que los objetos a los que están asociados.). De este módulo se obtienen los resul-
tados de las toneladas, leyes y demás campos espaciados en el tiempo según la secuencia de producción.

Deswik.IS es una herramienta interactiva que une el módulo CAD con el SCHED, cada sólido en CAD tiene su co-
rrespondiente tarea en SCHED, son lo mismo, sólo que en SCHED se muestran en forma de tabla de datos y el CAD
permite visualizarlo en el espacio.

A continuación describiremos la forma de trabajo que se ha seguido en el Proyecto Mina Muga.

2. OBTENCIÓN DEL MODELO GEOLÓGICO


La primera fase de modelización comienza con la construcción de un modelo geológico, para lo cual se ha utilizado
el software de modelización geológica Strat3D, propiedad de Datamine. Se ha utilizado dicho programa porque el ya-
cimiento Muga es un depósito evaporítico estratigráfico, compuesto por capas dispuestas horizontalmente, estructura
que se adapta muy bien al algoritmo de Strat3D. Aunque este hecho se había constatado en los sondeos, es en el
proceso informático donde se revela la estructura a lo largo del yacimiento al establecer las correspondientes correla-
ciones entre dichos sondeos y construir el diagrama de bloques, de gran importancia para la estimación de recursos
previa al desarrollo minero. Por otro lado si bien es cierto que Deswik puede importar estos modelos de bloques, aún
no tiene un módulo de generación de los mismos.

En este software se carga toda la información geológica proveniente de los sondeos, geofísica realizada en el sondeo,
cartografía geológica, etc. También se definen los límites del yacimiento, la correlación de capas entre sondeos y las
características geológicas estructurales más reseñables, para finalmente interpolar los espesores y superficies de las
capas. En este programa se crean los sólidos para cada capa, y a partir de ellos, un modelo prototipo estratiforme de
mallas, con celdas de 10 vértices de espesor variable y morfología coherente con dichos sólidos.

Tras realizar la tarea anterior, en el Proyecto Muga se modelizan 38 capas en total, incluyendo las diferentes litologías
que conforman la cobertera del yacimiento, que son útiles para conocer los materiales que se atravesarán durante la
construcción de las rampas de acceso. Respecto a la unidad evaporítica, el número de capas que se modelizan son
26, desde la sal de techo (SAL-0 o S-0) hasta el nivel de anhidrita (AN) situada al muro de la secuencia, con el que
finaliza esta unidad. Las capas principales de potasa modelizadas y con interés económico son seis: P-0, P-A, P-B,
P-1. P-2, P-3 y P-4, siendo la P-3 descartada por no cumplir la ley de corte.

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A la hora de construir el modelo de bloques en las primeras estimaciones de recursos realizadas, se tenía en cuenta
únicamente la sección de la capa con interés económico, es decir, por encima de la ley de corte, interpretando el
resto de la capa potásica como halita o sal entre capas. Con el desarrollo del conocimiento en el yacimiento y para
una mejor estimación de la dilución se decidió incluir los límites de las capas definidas en los sondeos que, aunque no
tuvieran interés económico, geológicamente formaban parte de las capas potásicas. Así se añadieron las envolven-
tes “upper” y “lower” a las capas potásicas principales, pudiendo tener información de las leyes de dilución en cada
bloque.

De este modo, de menor profundidad a más profundidad tenemos la siguiente sucesión de capas: SAL-0, UP-0, P-0,
LP-0, SAL-A, UP-A, P-A, LP-A, SAL-B, UP-B, P-B, LP-B, SAL-1, UP-1, P-1, LP-1, SAL-2 UP-2, P-2, LP-2, SAL-BASE. En
muchos sondeos puede hallarse una ausencia de algún paquete (véase Ilustración 2).

Ilustración 2: sondeo J15-02

La segunda fase de modelización consiste en la estimación de leyes, que se realiza en Studio RM de DataMine,
interpolando los datos de leyes obtenidos a partir de los resultados geoquímicos de los sondeos. Los parámetros
estimados para cada celda del modelo son: K2O, MgO, Na2O e insolubles. Esta segunda fase podría realizarse
también en Strat3D pero el número de capas estimado es tan alto que se hace necesario el uso de macros (Macro:
abreviatura de macroinstrucción― es una serie de instrucciones que se almacenan para que se puedan ejecutar de
manera secuencial mediante una sola llamada u orden de ejecución. Dicho de otra manera, una macroinstrucción es
una instrucción compleja, formada por otras instrucciones más sencillas. Esto permite la automatización de tareas
repetitivas.), debiendo utilizarse el programa Studio RM.

Como resultado de la modelización se obtiene un sólido para cada capa definida en el yacimiento, y un modelo de
mallas en la que todas las celdas están dotadas de una superficie regular definida y espesor variable, y contenidos
determinados de K2O, MgO, Na2O e insolubles.

3. PROCESO DEL DISEÑO MINERO


2.1. DESWIK CAD – DISEÑO DE LA ESTRUCTURA DE PRODUCCIÓN
Para comenzar el diseño, se importa el mencionado modelo geológico en Deswik.CAD y se observa su morfología.
Descrito el yacimiento en vertical en el apartado anterior, el modelo también establece su tipología en horizontal, así
en la zona Este se localizan los tres paquetes de silvinita superiores, P-0, P-A y P-B, y en el Oeste, a mayor pro-
fundidad, predominan los paquetes P-1 y P-2. También se ha podido observar que los paquetes superiores tienen
un espesor muy variable y las capas de sal no tienen un espesor suficiente para poder minar las capas de silvinita
individualmente, por lo cual, deben ser minadas en conjunto buscando la combinación más eficiente. En cambio, los
paquetes P-1 y P-2 pueden ser minados independientemente.

Una vez conocido el yacimiento, se puede estudiar el método de explotación más adecuado al mismo. Por la mor-
fología del yacimiento mencionada previamente y sus condicionantes geotécnicos, obtenidos de los ensayos de

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laboratorio, se deduce que el método de explotación más adecuado es cámaras y pilares con la extracción mediante
minadores. Este sistema de explotación, por otra parte, es muy común en las explotaciones salinas de interior.

Decidido el método de explotación, el siguiente paso es averiguar la maquinaria más adecuada al mismo. Para ello
acudimos a los equipos existentes actualmente en el mercado y consultamos las características dadas por los di-
versos fabricantes, conjugando potencias, rendimientos, etc. Un factor importante a considerar es el tamaño de la
maquinaria para saber cuál es la altura mínima que se requiere minar para usar este tipo de equipos, una vez decidido
rendimiento y productividad. Los equipos de producción, formado por minadores continuos y camiones para la prime-
ra etapa del transporte del mineral, necesitan una altura mínima de 2,3 m. No obstante, se estaría condicionando la
mina a utilizar maquinaria de perfil bajo en todo el yacimiento además de obligar el uso de camiones con caja equipa-
da de mecanismo de empuje. En el Proyecto Muga se ha decidido que se usen equipos hasta altura mínima de 4,5
m, de este modo, pueden usarse equipos con más potencia y mayor productividad.

El siguiente paso es establecer qué zonas del modelo geológico son explotables, y para ello se unen las capas supe-
riores, 0, A y B, para obtener las zonas explotables con más de 4,5 m de altura. Para ello a partir del modelo geológico,
creamos en el programa los sólidos que nos definan las capas a minar: un sólido que incluya todas las capas supe-
riores y un sólido para cada paquete inferior. Estos sólidos son cortados por una malla de 100 x 100 m y se analiza
de cada bloque cuales son las toneladas y la ley (véase Ilustración 3).

Ilustración 3: sólidos creados según el modelo geológico y cortados por una malla de 100 x 100

Como la parte de la zona Este es nuestro inicio de la operación y la más complicada en el cálculo de las leyes, por
la combinación de capas, es en esta zona en la que nos vamos a centrar, a modo de ejemplo en el presente estudio.

Como hemos dicho, Deswik tiene una parte similar a Office, y usamos fórmulas como en Excel para crear 11 diferen-
tes escenarios que son todas las combinaciones posibles de las capas superiores, 0, A y B. Para ello, nos ayudamos
de filtros y sumas ponderadas en toneladas. Una vez calculada la fórmula se aplica a todos los sólidos. Se tarda más
tiempo en crear las fórmulas en Deswik que en Excel, pero después se gana más tiempo en el proceso de los datos,
en el cálculo de todos los sólidos con cada escenario y sobre todo, cuando el modelo geológico se actualiza y hay
que rehacer el trabajo. En las minas en operación el mejor escenario es con el cual se obtenga un mayor beneficio,

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en nuestro caso, hemos considerado que el mayor escenario sea aquel que tenga un mayor contenido en K2O en 4,5
m de altura. El mejor escenario de cada sólido es el mostrado en la ilustración 4 (escenario 12 corresponde a P-1, 13
a P-2 y 15 a P-4).

1-0AB 2-0A 3-AB 4-OsAB 5-0AsB 6-0sAsB 7-0sA 8-AsB 9-0 10-A 11-B
K2O 10.69 6.62 12.17 11.71 11.15 12.30 9.43 12.85 7.08 11.41 13.08
Ton. Pot. 280,426 75,648 225,389 247,494 266,744 233,813 42,716 211,708 22,105 28,840 182,868
Ton. Sal 0 28,191 0 32,931 13,681 46,613 56,660 13,681 26,508 44,302 0
Total Espesor 12.51 4.50 10.24 12.51 12.30 12.51 3.28 10.02 3.07 2.35 8.62
Espesor Pot. 12.51 3.28 10.24 11.33 12.30 11.22 2.20 10.02 1.20 1.40 8.62
Espesor Sal 1.22 1.18 1.29 1.08 1.87 0.96
Espesor S1 1.08
Espesor S2 0.21

Ilustración 4: mejor escenario de cada sólido.

Una vez que establecemos en qué áreas se ubican las zonas a minar, se diseñan los paneles de producción (que
incluyen varias cámaras de producción) de acuerdo a los diseños particulares de cámaras y pilares según los datos

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geotécnicos que conocemos y siguiendo la morfología del yacimiento. También se diseña el desarrollo temporal de los
mismos y las galerías de desarrollo principales, estas galerías diseñadas no superan una pendiente de 15 %.

Los paneles se han realizado diseñando los perímetros de los mismos mediante líneas. Estos perímetros se han
usado para cortar los sólidos del modelo geológico que hemos creado al principio. De este modo, tenemos un sólido
por cada panel y por cada paquete de explotación: capas superiores, P-1 y P-2. Por el contrario para las galerías de
desarrollo se han creado sólo las líneas centrales del mismo. Cada uno, desarrollo y producción se han guardado en
un layer diferente de Deswik.CAD.

A cada línea y a cada sólido se han aplicado unos atributos o campos, haciendo que una combinación de los mismos
haga que una línea pueda ser única, es decir, sólo viendo los atributos podemos saber qué línea o sólido estamos
analizando. Estos atributos pueden ser creados por el usuario según su necesidad y son usados para crear leyendas
de colores o para filtrar, lo cual ayuda mucho a la hora de trabajar con miles de líneas y de sólidos (ver Ilustración 5).
Además, se debe comprobar que el sentido de las líneas centrales tenga el mismo sentido de la secuencia, de este
modo, es más fácil crear la secuencia cada tarea o sólido.

Ilustración 5: desarrollo y producción - leyendas y filtros según el atributo TIPO: SE: sala eléctrica, SC: sala control,
DP: desarrollo principal, SI: silo inferior, RW: rampa oeste, RE: rampa este, GR: galería de retorno de aire, GV:
galería de ventilación, CX: galería de conexión, BK: instalación de backfilling, XX, conexión entre DP, XV: cruce
vehículos, XR: culatón de cámara rescate, PP: pozo de ventilación P, XE: culatón eléctrico, XD: culatón depósito de
agua, PR: paneles producción, XA: culatón almacén, XC: culatón cabeza de cintas, XB: estación bombeo, PA: pozo
de ventilación A, SV: silos, AP: galería de acceso a panel, TM: taller mecánico, SS: zona de silo inferior.

2.2. DESWIK IS – INTRODUCCIÓN DE PARÁMETROS DE EXPLOTACIÓN


Una vez que tenemos el diseño de las cámaras de producción (sólidos de producción y líneas en el programa), pa-
samos a establecer las diferentes características de explotación, como fecha de inicio, tiempos de ejecución, rendi-
mientos de producción, etc. En el programa esto se implementa con el módulo Deswik.IS a través de tareas, es decir,
el diseño será transformado en nuevos sólidos, llamados a partir de ahora sólido-tarea, a los cuales se les añade
automáticamente atributos para secuenciarlos en el tiempo. Por ejemplo, una rampa de 2 km realizada con perfora-
ción y voladura tendría: fecha de inicio (01/01/2020), cantidad (2.000 m), equipo asociado (Jumbo), productividad del
equipo (3,8 m/d), duración (2.000 m / 3,8 m/d = 526,3 d), fecha en que termina (01/01/2020 + 526,3 = 10/06/2021), etc.

Este módulo, según el diseño de su interfaz, hay que seguirlo de arriba hacia abajo. En el primer apartado se crea
el archivo del módulo SCHED que nos dará la planificación Gantt y se asocia al correspondiente archivo de CAD.
Además, se eligen los atributos que hemos creado en nuestro diseño original y los campos del modelo geológico que
queremos que las tareas también tengan.

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El siguiente paso es definir las secciones de nuestras galerías, ya que, hasta ahora sólo tenemos las líneas centrales.
Para ello, a cada línea se le asocia un tipo de sección. No hay que ir línea a línea, ya que se puede crear previamente
un atributo que nos indica el tipo de sección de cada línea, y por tanto, podemos agrupar todas las líneas que repre-
senten galerías que tengan una misma sección y asociarle dicha correspondiente sección (véase ilustración 6).

Asimismo, se decide la longitud de los sólidos de las galerías, por ejemplo, si tenemos una línea que es una rampa
de 3 km, podemos crear los sólidos de las galerías cada pocos metros, para poder secuenciar los culatones a la vez
que se va ejecutando la rampa. Por defecto, la longitud es 25 m.

También se puede establecer cuál es la productividad del progreso de estas tareas, que no tiene que coincidir con
la productividad de la maquinaria. Por ejemplo, si tenemos varias galerías cercanas y van a ser perforadas con un
jumbo, un jumbo puede perforar dos o tres galerías al día coordinando los diferentes ciclos de avance, mientras que
en el avance en cada galería sólo sería un pase. En nuestro caso, la productividad del equipo es siempre constante,
pero la productividad de avance de cada panel de producción dependerá del escenario del mismo, ya que en algunos
paneles se minará toda la sección e irá a planta, mientras que en otros hay capas de sal que deben minarse separa-
damente y dejar la sal a un lado o transportarla a galerías antiguas para evitar la dilución del mineral que va a planta
y evitar así en este último caso que la productividad del panel será inferior al de la sección completa.

Ilustración 6: asignar a cada línea central su sección

En el siguiente paso del módulo IS, convertimos en tareas tanto los sólidos de producción como las líneas centrales
de las galerías, por lo que, tendremos las tareas creadas en una nueva layer. Estas tareas son sólidos (solido-tarea)
que tienen los atributos necesarios para poder realizar la secuencia y planificación y cada sólido-tarea tiene una tarea
asociada a él en el SCHED.

El último paso del IS es crear la secuencia lógica de los sólido-tareas. En nuestro caso el primer sólido-tarea será
el inicio de las rampas, ya que depende de los trabajos de bocamina que no hemos incluido entre los sólido-tareas
creados, por lo cual, éstos no dependerán de ninguna otra tarea y servirán para fijar la fecha de inicio de la planifica-
ción. Los demás sólido-tareas dependerán siempre de otro precedente: no se puede realizar, por ejemplo, un pozo
de ventilación por raiseboring hasta que la galería de cale no se haya finalizado, la producción de un panel no puede
empezar hasta que todo su desarrollo haya sido completado, una galería no puede empezar hasta que no se haya
llegado hasta allí con otra galería, etc. Se puede hacer uso de la visualización para comprobar que la secuencia es
lógica, que todos los sólidos-tarea están incluidos en dicha secuencia en el orden en el que han de ser ejecutados.

La secuencia así establecida, no es más que una línea que conecta dos sólido-tareas en la cual el final de la línea
es el sólido-tarea sucesor del sólido-tarea del inicio de la línea. Con la ayuda de los atributos se pueden crear las se-

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cuencias automáticas (véase ilustración 7), por ejemplo: que las galerías de acceso a panel, que son perpendiculares
a los desarrollos principales no puedan empezar hasta que el desarrollo principal no haya llegado a ellas; o que cada
inicio de culatón de la rampa no se inicie hasta que el tramo de la rampa más cercano no haya finalizado.

Ilustración 7: secuencia automática por atributos

2.3. SCHEDULER – INTRODUCCIÓN DE TIEMPOS DE EJECUCIÓN Y PLANIFICACIÓN.


Este módulo está divido en cuatro secciones importantes: la lista de tareas, el gráfico de Gantt, el listado de los
campos que queremos mostrar como resultado (campos de producción que pueden ser filtrados por los campos
personalizados) y los valores de estos campos de tiempo de ejecución, llamados los dos últimos la zona del informe
(véase ilustración 8).

Ilustración 8: módulo SCHEDULER

Los atributos que hemos importado de nuestro diseño de origen se llaman ahora campos personalizados, custom
fields, y los atributos que dependen del modelo geológico (toneladas y metros) son los campos de producción, pro-
duction fields. Los campos personalizados son usados para crear filtros y los campos de producción son usados para
crear la zona del informe. Los campos de producción suelen ser siempre campos numéricos y el programa nos per-
mite calcular nuevos campos que tengan relación con otros, como por ejemplo, las toneladas de producto a vender,
el beneficio de ello, el coste por avance de metro de desarrollo, etc.

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Falta crear nuestra flota de equipos y averiguar cuántos equipos son necesarios para llevar a cabo la infraestructura
calculada en el tiempo establecido. En nuestro caso optamos por una combinación de minadores y minadores de
ataque puntual, donde cada tipo de maquinaria tiene su propia productividad y una diferente fecha de llegada al pro-
yecto. Los minadores continuos realizarán el desarrollo y los paneles de producción cuya sección completa vayan a
planta (escenarios 1, 2, 3, 9, 10, 11, 12, 13 y 15). Los paneles en los que se necesiten diferenciar y mover la capa de
sal para que no se diluya con el mineral a planta, se minarán con rozadoras.

Definimos cada equipo en la pestaña de Resources (Recursos). En la misma pestaña, agrupamos todos los minadores
en un mismo grupo y todas las rozadoras en otro, Resource Fleet. Usamos la opción de “Multilpe Assigmentes” para
asignar las rozadoras en los paneles de producción que haya que mover sal y los minadores continuos para desarrollo
y resto de paneles de producción.

En Deswik.CAD definimos un atributo que nos determine la prioridad de cada sólido-tarea. Usaremos este atributo
para poder dirigir los equipos según la prioridad marcada. Actualizamos este nuevo atributo en el SCHED.

En el SCHED, en la misma pestaña de antes, vamos al comando “Resource Leveling”. Este comando lo que hace es
secuenciar todas las tareas según la productividad de las mismas, la de los equipos, las prioridades dadas y muchas
otras opciones. Una de estas opciones es definir lo que se quiere a final de mes, o mantener una ley constante, o
unas toneladas de ROM, o bien, las toneladas de producto final de venta (si se han realizado los cálculos necesa-
rios), véase ilustración 9. Este es uno de los procesos más importantes del diseño porque nos permite jugar con los
diferentes parámetros, en sucesivas modelizaciones, hasta conseguir un resultado realista y acorde a la estrategia de
la empresa (por ejemplo un ramp-up de producción de 18 meses y a los 5 años ampliar la producción al doble; en los
primeros años extraer el mineral de alta ley, etc.).

Ilustración 9: definición de objetivos: toneladas de producto por mes

Para ver si el resultado de la secuencia es válido nos ayudamos de la visualización de los sólido-tareas en el módulo
CAD y de los campos de producción en la parte del informe del SCHED.

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Una vez que la secuencia sea válida, la parte de informe del SCHED puede ser exportarda a Excel para generar los
diferentes informes.

En nuestro proyecto, inicialmente se usaron los datos resultantes para alimentar el modelo de costes creado en Ex-
cel, pero, según se van ido obteniendo más datos (como la cantidad de bulones dependiendo del nivel geotécnico y
su coste asociado, potencia de ventilación, potencia de cintas transportadoras y coste energético asociado, coste de
mantenimiento de cinta, etc.), se van añadiendo campos de producción en el programa y, exportando los resultados a
Excel para la función de crear gráficos y compartir la información con cualquier usuario que no tenga este programa.

4. CONCLUSIONES
En el Proyecto Mina Muga se ha realizado un diseño minero completo con Deswik a partir de un modelo geológico
realizado en Datamine. El diseño, planificación y costes asociados a la operación de la mina se han obtenido me-
diante el uso de tres módulos del programa Deswik. En nuestro proyecto hemos usado Deswik.CAD para el diseño
y visualización; Deswik.SCHED para asociar la productividad de los equipos y ver la planificación en formato tabla y
gráfico de Gantt; y Deswik.IS para unir ambos módulos.

El resultado es un diseño optimizado de la explotación completa que permite el cálculo de productividad, equipos
necesarios, desarrollo temporal y rentabilidad; con la posibilidad de explorar diferentes escenarios según la variación
de parámetros, de forma rápida y sencilla.

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324
YACIMIENTOS DE GRAFITO EN ESPAÑA, SITUACIÓN ACTUAL Y
PROSPECTIVA DE FUTURO
Elez Villar, Javiera, Gonzalo Corral, Francisco Javierb.
a,b
SAMCA. Pº Independencia, 21,3º. 50001-Zaragoza, correo-e: jelezv@gmail.com; fgonzalo@samca.es

RESUMEN: Con este artículo se pretende dar una visión de las características de los yacimientos e indicios de grafito
existentes en España, su situación actual y sus posibilidades de desarrollo futuro. Para ello se realiza una revisión de
los indicios más relevantes conocidos y se aportan nuevos datos sobre algunos de los yacimientos más significativos.

PALABRAS CLAVE: Grafito, Yacimientos, España, Baterías.

1. INTRODUCCIÓN
Ante la posibilidad de que el consumo, y por tanto la demanda, de grafito se incrementara en los próximos años debi-
do fundamentalmente a su utilización en la construcción de baterías eléctricas, el Grupo SAMCA decidió impulsar la
investigación de los recursos de Grafito en España. Además, hay que destacar que en los últimos años la producción
total de los principales países productores de este mineral se mantiene relativamente constante mientras que los
precios globales tienen una clara tendencia ascendente, especialmente marcada desde 2006, todo ello en un con-
texto en el que la demanda global se incrementa muy ligeramente (USGS 2017). Este conjunto de datos motivó que
fundamentalmente a lo largo de 2016 se realizara una campaña de exploración en España de la que en este trabajo
se presentan los resultados principales.

En España, las primeras explotaciones industriales de grafito que se citan en documentos históricos datan finales del
siglo XIX en la zona de la Sierra de Ayllón (Puche Riart, y Pedrazuela González, 1988) y de principios del siglo XX en
Aroche y Cortegana (IGME, 1995). Por ejemplo, en Huelva se sucedieron una multitud de pequeños registros mineros
asociados a los indicios de grafito, hasta 66 entre 1916 y 1920. En la mayoría de las concesiones sólo se realizaron
pequeñas labores de exploración (catas, pozos de poca profundidad) que no tuvieron éxito y fueron rápidamente
abandonadas. La última mina activa de grafito se cerró en 1960 y se localizaba en Guadamur (Toledo). Con estos
antecedentes se realizó una búsqueda sistemática de la información histórica existente, fundamentalmente pertene-
ciente al IGME (e.g. IGME, 1995) y de las varias publicaciones científicas e informes técnicos desarrollados en las
últimas décadas al respecto (ver Crespo et al., 2004 y las referencias allí citadas). Del conjunto de indicios identifica-
dos en la literatura se eligieron una serie de zonas/yacimientos que a priori presentaban condiciones suficientes como
para continuar una investigación más detallada. Estas zonas fueron (Figura 1A):

• Guadamur (Toledo), en la que está la última mina de grafito que se explotó en España.
• Riaza-Sierra de Ayllon (Segovia), con descripciones históricas de grafito asociado a las pizarras negras del Silúrico
(yacimientos de El Muyo y Becerril).
• Alto Tajo (entorno de Orea, Guadalajara), en donde los análisis de las pizarras negras del Silúrico y Ordovícico
realizados para la exploración de hidrocarburos indicaban contenidos altos en carbono.
• Aroche y Cortegana (Huelva), donde existían una serie de labores mineras antiguas relacionadas con la explota-
ción de grafito (décadas de 1910-20).
Este trabajo resume las labores de investigación realizadas, centrándose fundamentalmente en la zona de Aroche y
Cortegana (Figura 1B), en la que todos los indicios apuntaban a priori que era la más prometedora de todas las in-
vestigadas. En cualquier caso, también comentaremos los resultados del resto de zonas trabajadas aunque de forma
mucho más concisa.

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Figura 1: A) localización de las áreas estudiadas. B) localización de las antiguas zonas mineras estudiadas en el
entorno de Cortegana en la Banda Metamórfica de Aracena.

2. METODOLOGÍA
Como comentábamos, la organización del plan de investigación desarrollado consistió inicialmente en una búsqueda
bibliográfica y documental de la información geológica y minera existente, incluyendo analíticas, cartografías, etc.
Tras el análisis de los datos bibliográficos se realizó una primera campaña de campo en cada una de las zonas se-
leccionadas para identificar las unidades descritas en la literatura, mapearlas según el caso, y tomar muestras de las
litologías de interés. A estas muestras se les realizaron análisis de TOC (Total Organic Content) y DRX (Difracción
de Rayos X) para caracterizar tanto el contenido total en carbono como su grado de cristalinidad. Desde el punto de
vista metodológico se siguieron las recomendaciones recogidas en el informe BGS (1993) del Servicio Geológico
Británico, similares a las utilizadas por Luque et al. (1993). A partir de los resultados de los análisis obtenidos, se
realizaron nuevas campañas de campo tanto en Cortegana (para realizar una cartografía geológica de detalle y tomar
más muestras) como en Guadamur.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuación se destacan las características geológicas y geoquímicas principales de cada una de estas zonas:

3.1. Zona de Aroche y Cortegana.


Localizada en la Banda Metamórfica de Aracena (zona de Ossa Morena; Quesada et al., 1994) se estudiaron las anti-
guas minas de La Niña (Figura 2A), Las Hormigas, Aroche y San Carlos. A día de hoy, los afloramientos existentes son
de calidad baja a muy baja (Figura 2B), la zona está muy vegetada y además sobre prácticamente todas las litologías
se encuentra de forma ubicua un potente suelo, que en ocasiones va acompañado por una zona de fuerte alteración
con potencias métricas. Las mineralizaciones de grafito se encuentran principalmente a techo de formaciones Gnei-
sicas (Gneis de Fuente del Oro) y fuertemente deformadas (Fernández Rodríguez et al., 1996). Aparecen en cuerpos

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lenticulares, a veces estratoligados, con buzamientos altos, no continuos y mezclados con otras litologías. El grafito
(Figura 2C) suele aparecer desde niveles de pocos milímetros hasta masivos de hasta 50-70 m de ancho (zonas de
La Niña o Las Hormigas). En esta zona, los resultados de analíticas realizadas (Rodas et al., 2000) indicaban unos
contenidos totales cercanos al 80-90 % en peso de grafito, una vez flotados. En este mismo trabajo se indica que
los cristales de grafito poseen morfología laminar o escamosa, y un tamaño comprendido entre 0,25 y 1 mm. Estos
aparecen formando agregados cristalinos o rellenando los espacios intergranulares.

Figura 2: A) Aspecto actual de la entrada (1) a la antigua mina de La Niña y aspecto general del gneis mineralizado
con grafito. B) aspecto general del gneis de Fuente del Oro aflorante, presenta buzamientos altos y está mineraliza-
do con grafito. C) foto de detalle de los gneises con grafito. Las tres fotos están tomadas en el entorno de la mina
La Niña.

Genéticamente, los autores que han trabajado en esta zona interpretan que las mineralizaciones de grafito se origi-
naron por metamorfismo regional de alta temperatura y baja presión que afectó a la Banda Metamórfica de Aracena
durante la Orogenia Varisca. La materia orgánica dispersa en los sedimentos originales evolucionó hasta formar gra-
fito de elevada cristalinidad a temperaturas estimadas del orden de 800º C.

En el entorno de Aroche no se llegaron a poder identificar las antiguas labores mineras de grafito, interpretamos que
hoy en día destruidas y enterradas bajo nuevas edificaciones. En la antigua mina de “Las Hormigas” los resultados de
una única muestra indican valores algo superiores al 13 % de carbono atribuible a grafito, el más alto del conjunto de
datos obtenidos en esta campaña de exploración. En la zona de la antigua labor minera de “San Carlos” se tomaron
5 muestras (Tabla 1), tanto de la entrada a la antigua labor como de las escombreras. Los análisis de TOC indican
porcentajes atribuibles a grafito variables entre el 2 y el 9,6 %. En esta zona, la impresión que se obtiene tras la visita
en campo es que la zona está fuertemente deformada tectónicamente, no parece haber una continuidad clara de las

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capas mineralizadas y el conjunto debe presentar buzamientos altos hacia el N. En cualquier caso los afloramientos
son escasos y de mala calidad.

Tabla 1: Resultados de los análisis de las muestras obtenidas de la mina “San Carlos”.
MUESTRA FECHA % VOLÁTILES % C FIJO % CENIZAS % AZUFRE % HUMEDAD
SC-1 14/07/2016 1,45 6,73 91,82 0,0 0,77
SC-2 14/07/2016 8,55 6,20 85,25 0,0 2,36
SC-3 14/07/2016 6,70 1,94 91,37 0,014 3,45
SC-4 14/07/2016 2,00 9,67 88,32 0,011 0,86
SC-5 14/07/2016 6,73 0,00 93,92 0,0 0,75

En la antigua mina de “La Niña” (Figura 2) se realizó una cartografía geológica de detalle y se tomaron muestras de
grafito en sucesivas campañas (Figura 3). Desde el arroyo de Alcalaboza y hacia el oeste se identifican dos zonas,
una en la que la mineralización de grafito se puede observar de forma patente y masiva en superficie y que es la que
se muestrea y otra inmediatamente adosada y hacia el oeste que se interpreta que es posible que la mineralización
continúe. Esta última zona se interpreta en cartografía a partir de fotogeología mediante marcadores geomorfológicos
del relieve, pero no se tiene constancia por dato/afloramiento alguno, tanto de subsuelo como de superficie. En la
cartografía se observa que la mineralización se restringe a un área muy limitada entre dos arroyos, probablemente
delimitada por fallas. En superficie se observa que la serie en general presenta buzamientos altos de entre 70-75
grados en el entorno de la antigua mina e incrementándose hasta su verticalización hacia el oeste, tal como insinúa
la forma cartográfica resultante. Se observan evidencias notables de pliegues menores, sigmoides de cizalla y un
profuso patrón de fracturación. A pesar de esta importante deformación interna el cuerpo mineralizado si parece (al
menos lo que se ve en superficie) estratoligado y estratiforme.

Figura 3: Mapa geológico de detalle de la zona de La Niña.

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En total se toman 8 muestras en la zona (ver Figura 3 y Tabla 2). Los porcentajes de grafito resultante oscilan desde
4,8 % hasta un 10,9 %, los valores más habituales son los que están entre el 5 y 6 %. Es de destacar por lo positivo
que los porcentajes de azufre que contienen las muestras tomadas son mínimos (con un 0,056 % de máxima). La ley
media obtenida es de 5,65 % de grafito. Entendemos que como las muestras están tomadas de superficie deben estar
un poco lavadas y en profundidad la ley de grafito debería ser algo mayor. Por tanto, el valor de 5,65 % de grafito en
la mina de “La Niña” se puede tomar como un valor conservador.

Tabla 2: Resultados de los análisis de las muestras obtenidas en el entorno de la mina “La Niña”.
MUESTRA FECHA % VOLÁTILES % C FIJO % CENIZAS % AZUFRE % HUMEDAD
LN-1 14/07/2016 1,05 6,02 92,93 0,007 0,22
LN-2 14/07/2016 0,86 5,28 93,86 0,0 0,21
LN-3 14/07/2016 1,09 6,39 92,51 0,021 0,34
LN-4 03/11/2016 1,71 4,88 93,41 0,017 0,47
LN-5 03/11/2016 1,32 5,36 93,31 0,004 0,22
LN-6 03/11/2016 2,06 5,21 92,72 0,016 0,42
LN-7 03/11/2016 1,66 6,44 91,90 0,041 0,44
LN-8 03/11/2016 5,23 10,92 83,34 0,056 0,45

En resumen, para el conjunto de zonas estudiadas en la Banda Metamórfica de Aracena los resultados de las ana-
líticas indican contenidos máximos en Carbono fijo del 13 % siendo lo habitual mucho menor, en torno al 5-6 %, con
muestras frecuentes con contenidos incluso inferiores, todos ellos resultados similares a los obtenidos por IGME
(1995).

3.2. ZONA DE GUADAMUR.


El grafito se encontraba en un filón, encajado en metasedimentos precámbricos y tonalitas tardicinemáticas Hercí-
nicas. El filón, de varios centenares de metros de longitud fue explotado hasta más de 100 metros de profundidad y
presentaba una potencia estimada de dos metros. También hay evidencias de que el grafito esta diseminado en los
metasedimentos del Precámbrico.

3.3. ZONA DE RIAZA-SIERRA DE AYLLON.


El grafito se presenta hacia el techo de algunas secuencias granodecrecientes en la serie pizarrosa negra del Si-
lúrico. Se encuentra acumulado en niveles de pocos centímetros en las zonas más finas, estas son relativamente
abundantes y se identifican yacimientos en varias localidades (El Muyo, Becerril, Madriguera y Serracín; Puche Riart,
y Pedrazuela González, 1988). A veces las zonas mineralizadas se encuentran en zonas de fractura o cizallas entre
capas, evidenciando que el carbono está removilizado de la propia serie pizarrosa del silúrico, probablemente durante
el metamórfismo. Las analíticas realizadas dan contenidos en Carbono fijo relativamente bajos, siendo los de Becerril
los más altos, concretamente una muestra tomada en la escombrera de la antigua mina de Becerril dio como resulta-
do un contenido del 24,51 de carbono fijo, atribuible al grafito.

3.4. ZONA DE OREA-ALTO TAJO.


El grafito se encuentra asociado claramente a zonas de falla o cizalla que cortan las series pizarrosas oscuras del
Ordovícico y Silúrico. Los vestigios de grafito son discontinuos y poco extensos, apenas unas decenas de metros. Los
análisis dan consistentemente contenidos de Carbono fijo muy bajos, en torno al 1 %.

4. CONCLUSIONES
Los trabajos de exploración realizados indican que las zonas objetivo presentan poco interés exploratorio para noso-
tros, y por tanto se descarta continuar por escasez de recurso o por cuestiones medioambientales como es el caso de
la zona que presenta algo de mineralización en Orea-Alto Tajo que se localiza en un porcentaje muy alto dentro de un
Parque Natural. Del conjunto de zonas estudiadas en la Banda Metamórfica de Aroche, las zonas de Las Hormigas,
Aroche y San Carlos también se descartan por falta de recurso o por cuestiones medioambientales.
La zona de la antigua mina de “La Niña” en la Banda Metamórfica de Aracena es la más prometedora ya que tiene
una cierta continuidad cartográfica lo largo de más de un centenar de metros y presenta valores de Carbono fijo en
torno al 5-6 % con picos cerca del 10 %. En esta zona no es posible hacer una prognosis fiable de subsuelo dada la

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complejidad estructural y litológica existente, por tanto cualquier continuación de la exploración pasa por la realización
de sondeos y prospección geofísica.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Dirección General del Grupo SAMCA las facilidades dadas para la publicación de este
trabajo.

6. BIBLIOGRAFÍA
• BGS (1993). Industrial Minerals Laboratory Manual; Flake Graphite. Tehcnical Report WG/92/30 of the British
Geological Survey. Keyworth, Nottingham, United Kingdom, 35 p.
• Crespo Feo, E., Luque del Villar, F.J., Fernández Rodríguez, C., Rodas, M., Díaz Azpiroz, M., Fernández Caliani,
J.C. & Fernández Barrenechea, J.M. (2004). Significance of graphite occurrences in the Aracena Metamorphic Belt,
Iberian Massif. Geological Magazine, 141 (6), 687-697.
• Fernández Rodríguez, C., Fernández Caliani, J.C., Miras, A., Barrenechea, J.F., Luque, F.J. & Rodas, M. (1996).
Nuevos datos geológicos sobre las mineralizaciones de grafito de la Banda Metamórfica de Aracena, Huelva (Ma-
cizo Ibérico Meridional). Geogaceta 20 (7), 1576-1577.
• IGME 1995. Exploración de Grafito en España. Informe del Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, 123 p.
• Luque, F.J., Barrenechea, J.F. & Rodas, M. (1993). Graphite geothermometry in low and high temperature regimes:
two case studies. Geological Magazine, 130, 501-511.
• Puche Riart, O., Pedrazuela González, F. (1988). Estudio geológico de los yacimientos de grafito de la zona de
Becerril (Segovia). Libro de abstracts del VII Congreso Internacional de Minería y Metalurgia, 16-22 Octubre 1988),
Oviedo, 19 p.
• Quesada, C., Fonseca, P.E., Munha, J., Oliveira, J.T. & Ribeiro, A. (1994). The Beja-Acebuches Ophiolite (Southern
Iberia Variscan fold belt): geological characterization and geodynamic significance. Boletín Geológico y Minero de
España, 105, 3-49.
• Rodas, M., Luque del Villar, F.J., Fernández Barrenechea, J.M., Fernández Caliani, J.C., Miras Ruiz, A. & Fernán-
dez Rodríguez, C. (2000). Graphite occurrences in the low-pressure/high-temperature metamorphic belt of the
Sierra de Aracena (southern Iberian Massif). Mineralogical Magazine, 64 (5), 801-814.
• USGS 2017. U.S. Geological Survey, Mineral Commodity Summaries, January 2017, 2p. https://minerals.usgs.gov/
minerals/pubs/commodity/graphite/mcs-2017-graph.pdf.

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XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018
VARIABLES DE INFLUENCIA EN EL PROCESO DE LABRADO DE LAS
PIZARRAS DE TECHAR
García Fernández, Carmen Covadongaa; Álvarez Fernández, Martina Inmaculadab; González Nicieza, Celesti-
noc, García Menéndez, Juan Ramónd
a Departamento de Explotación y Prospección de Minas, Universidad de Oviedo, C/ Independencia, 13, 33004,
Oviedo (Asturias), carmen@git.uniovi.es
b Departamento de Explotación y Prospección de Minas, Universidad de Oviedo, C/ Independencia, 13, 33004,
Oviedo (Asturias), inma@git.uniovi.es
c Departamento de Explotación y Prospección de Minas, Universidad de Oviedo, C/ Independencia, 13, 33004,
Oviedo (Asturias), celes@git.uniovi.es
d Departamento de Explotación y Prospección de Minas, Universidad de Oviedo, C/ Independencia, 13, 33004,
Oviedo (Asturias),juan@git.uniovi.es

RESUMEN: El proceso de labrado o exfoliación de la pizarra, consiste en dividir los bloques o “tochos”, separándolos
en láminas de menor espesor, hasta conseguir placas de 4 a 8 mm, que es el tamaño óptimo para su comercializa-
ción. El procedimiento se efectúa mediante espátulas o cinceles que son golpeados con un martillo hasta conseguir
la división del bloque de pizarra, gracias los planos de foliación originados de manera natural durante la génesis del
material. Actualmente se trata de un proceso eminentemente manual, y no existen ensayos estandarizados que es-
tudien de manera específica el procedimiento. Partiendo de la hipótesis de que el labrado manual de pizarra podría
ser mejorado controlando las variables que influyen en el proceso, en el Grupo de Ingeniería del Terreno (G.I.T.) de la
Universidad de Oviedo se ha llevado a cabo una campaña de ensayos que reproducen en laboratorio el labrado de
este material, analizando diferentes variables, como es el efecto dimensional, el tipo de uñeta empleada (para lo cual
se han ensayado diferentes ángulos de cincel) o el contenido en humedad. Los resultados obtenidos pretenden ser
una primera aproximación para comprender el proceso de lajado con vías a su optimización.

PALABRAS CLAVE: pizarra, labrado, exfoliación, cincel, agua



1. INTRODUCCIÓN
La pizarra es un material natural de los más antiguos empleado por el hombre en la construcción. Aunque las prime-
ras referencias históricas de explotaciones de pizarras datan del siglo XII, no es hasta el siglo XX que se produce el
verdadero desarrollo de la industria pizarrera. Este desarrollo se ha manifestado, principalmente, en la mecanización
de las labores en mina y de ciertas fases de la elaboración en nave, así como en una mayor visión de la empresa ha-
cia una integración total del negocio en lo que se refiere a la comercialización del producto. Todo ello ha convertido a
España en el primer país productor del mundo de este material gracias a la calidad de la pizarra española y su precio
competitivo. La perspectiva futura que maneja el sector es positiva, ya que durante el primer mes del año 2017 se
exportó un 7,4% más respecto a enero de 2016.

Tradicionalmente la pizarra se ha explotado para su utilización como placas de cubiertas, mampostería, solados y
recubrimientos exteriores e interiores, y más recientemente se ha extendido su uso en sectores tan diversos como
la hostelería e incluso la decoración. Por todas estas razones en las últimas décadas se ha visto la consolidación
del sector de la pizarra española a nivel internacional, que produce aproximadamente el 60% de placas de pizarras
vendidas en el mundo (Cardenes et al., 2014).

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Los mayores avances experimentados en este sector se podrían englobar en dos aspectos:
-- Por una parte, el crecimiento de la industria de la pizarra ha conllevado la necesidad de desarrollar normativas
específicas que regulen la calidad del material, obligando a pasar a todo el producto por exhaustivos controles
para garantizar el estándar de calidad. En este sentido, hoy en día existen tres normativas específicas para
las pizarras:
mmla Norma UNE-EN 12326-1 “Especificaciones del producto”, la cual detalla los requisitos exigibles al mate-
rial para su comercialización;
mmla UNE-EN 12326-2 “Métodos de ensayo”, donde se especifican cómo han de realizarse dichos métodos
de ensayo;
mmy la UNE 22190:2014 “Construcción de cubiertas inclinadas y revestimiento”, donde se explican las diver-
sas formas para la colocación en obras, así como los recubrimientos necesarios.
-- Por otra parte, la necesidad de movilizar grandes volúmenes de material (la pizarra elaborada no llega a ser
el 3-5% de roca movida) ha hecho que otro de los mayores avances del sector se hayan enfocado hacia el
desarrollo de maquinaria minera específica para la fase de extracción del material en cantera.

Por el contrario, en las naves de elaboración sigue siendo necesaria mucha mano de obra especializada. Entre las
fases de elaboración destaca el proceso de labrado, el cual consiste en el lajado o exfoliado de los bloques o “tochos”
hasta conseguir placas del espesor comercial deseado (entre 4 y 8 mm), utilizando una uñeta o cincel que es golpea-
da con un martillo aprovechando los planos de fisilidad natural de la roca. Éste es un proceso que eminentemente
se realiza de manera manual. Estudios científicos que se centren en la rotura del material (clave en el proceso pro-
ductivo) a través de sus planos de debilidad son escasos. Destaca como más próximo a los objetivos planteados en
este artículo, el trabajo realizado por Alam et al. (2007), los cuales llevaron a cabo una investigación experimental y
numérica para determinar las fuerzas necesarias para inducir la propagación de la grieta en pizarras foliadas, aunque
las variaciones de cargas obtenidas entre ambos estudios experimental y numérico llegan a alcanzar hasta el 32.34%,
lo cual muestra la dificultad de modelar el comportamiento de este tipo de material anisótropo.

En el presente trabajo se muestran los resultados experimentales más significativos obtenidos del análisis de diversos
parámetros como es el efecto dimensional (a través de la consideración del denominado área basal y área de rotura
de las probetas), el tipo de uñeta empleada (se han ensayado diferentes ángulos de cincel) o el contenido en hume-
dad en el proceso de labrado. Los resultados obtenidos pretenden ser una primera aproximación para comprender el
proceso de lajado con vías a su optimización.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
El material estudiado proviene de la explotación Pizarras Gallegas S.A., en la comarca de O Barco (Ourense), donde
se ubica el mayor centro de producción de pizarra del mundo. Se trata de una explotación caracterizada porque la
extracción de los bloques se realiza de manera subterránea, lo cual es beneficioso desde el punto de vista medioam-
biental. Las pizarras seleccionadas para el estudio pertenecen a la Formación Soldón, estratigráficamente localizadas
en niveles del Ordovícico, y mineralógicamente caracterizada por ser bastante homogénea: mica, clorita y cuarzo
representan los componentes principales, feldespatos, cloritoide y sulfuros constituyen minerales secundarios, junto
con algunos minerales accesorios. Además, este tipo de pizarra muestra una fisilidad muy definida, disponiendo de
un clivaje penetrativo que genera placas con superficies prácticamente lisas y planas cuando se realiza el proceso de
lajado por los operarios.

Los ensayos llevados a cabo para reproducir en laboratorio el proceso de labrado fueron realizados empleando una
prensa de accionamiento manual provista de un acople fabricado específicamente para la fijación de los cinceles.
La metodología de ensayo (común para todos los ensayos realizados, independientemente de la variable estudiada)
consiste en provocar la rotura de la pizarra a favor de los planos de foliación mediante la incisión del cincel paralela-
mente a dichos planos. Cada muestra fue ensayada sucesivamente hasta conseguir placas de aproximadamente 4 a
8 mm de espesor, que son los espesores comúnmente comercializados. En la Figura 1 se muestra una comparación
entre el proceso de labrado real llevado a cabo de la nave de explotación (Figura 1 A), respecto al proceso reprodu-
cido con el equipo en laboratorio (Figura 1 B) hasta obtener finalmente las placas de pizarra exfoliadas (Figura 1 C y
Figura 1 D).

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Figura 1 – Comparativa entre proceso de labrado efectuado en nave de explotación (A), y reproducción del proceso
en el laboratorio con el equipo de ensayo (B), el cual provoca la rotura del material (C) hasta la obtención de las
placas finales (D)

La fuerza aplicada así como el desplazamiento vertical (o penetración del cincel en la muestra) fueron registrados em-
pleando una célula de carga de capacidad máxima de 50 kN y un sensor de desplazamiento tipo LVDT de precisión
0.01 mm, respectivamente.

Las variables objeto de estudio fueron las siguientes:

-- Contenido en agua (w): las propiedades mecánicas de las pizarras metamórficas en términos de resistencia
pueden verse aminoradas por el contenido en agua, como estudiaron Gholami & Rasouli (2014). Es por ello
que se realizaron ensayos de exfoliación bajo dos condiciones de humedad, las cuales se llamarán “pizarras
secas” y “pizarras húmedas”, cuyo peso específico aparente y contenido en agua se resume en la Tabla 1.
Las muestras denominadas “pizarras secas” fueron medidas tras secarlas en estufa a 105ºC y dejar enfriar a
temperatura ambiente 24 horas, mientras que las llamadas “pizarras húmedas” se midieron tras sumergirse
30 días en agua.

Tabla 1– Propiedades físicas de muestras secas y húmedas


Pizarra seca Pizarra húmeda

Peso específico aparente (kN/m3) 26.55 26.67

Contenido en agua (w) (%) 0.06 0.58

Los ensayos fueron realizados además en muestras de dos tamaños distintos: 105 mm x 70 mm x 70mm y 75 mm x
50 mm x 70 mm (en términos de longitud x ancho x espesor, como se muestra en la Figura 3) y empleando el mismo
cincel.

-- Ángulo de cincel (): los operarios que se encargan del proceso de labrado disponen de distintos cinceles o
uñetas, caracterizados por tener distintos ángulos de incisión. En este estudio se trabajó con dos cinceles
diferentes. El ángulo completo del cincel en la zona de incisión () fue medido de manera precisa mediante la
utilización de un escáner tipo PIX-30 de ROLAND PICZA, que permite obtener una imagen digital en 3D con
una precisión de 0.05 mm y ser exportada mediante los formatos comunes *stl, *dxf, *igs, *txt,*vrml, etc. Este
ángulo fue obtenido mediante un algoritmo creado en MATLAB. En la Figura 2 se muestran fotografías en perfil
de los cinceles usados para el estudio, los cuales constan de un ángulo = 45.72º (Figura 2 A) y un ángulo =

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18.15º (Figura 2 B), así como un ejemplo de la imagen escaneada (Figura 2 C). Además, estos ensayos fueron
realizados en condiciones secas en muestras de dos tamaños distintos, 170 mm x 30 mm x100 mm y 100 mm
x 30 mm x100 mm, igualmente referidos a la longitud x ancho x espesor (Figura 3).

Figura 2 – Fotografías de los cinceles (A,B) y ejemplo de imagen escaneada (C)

-- Efecto dimensional: en el proceso de labrado que se realiza sobre los tochos es necesario considerar dos
áreas características: el area basal (Abasal) y el área de rotura (Arotura), ejemplificadas en la Figura 3. El área
basal se refiere a la sección perpendicular a la dirección de incisión del cincel, mientras que el área de rotura
está referido a la sección paralela a dicha incisión, es decir, paralelamente a los planos de foliación. Con el
objetivo de comprobar la influencia de ambas áreas en el proceso de exfoliado, los ensayos de contenido
en agua y ángulo de cincel se llevaron a cabo sobre muestras de distintas dimensiones, como se mencionó
anteriormente. El análisis de todos estos parámetros en el proceso de exfoliado fue realizado empleando el
programa R, concretamente el paquete R-Commander, el cual se trata de un software de análisis estadístico
de datos que permite cuantificar en qué medida una variable respuesta puede ser explicada por dos o más
variables explicativas haciendo una regresión lineal múltiple.

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Figura 3 – Nomenclatura utilizada

3. RESULTADOS
El mecanismo de rotura de la pizarra bajo el proceso de labrado se caracteriza por dos etapas claramente diferen-
ciables que es necesario tener en cuenta para un correcto análisis de los resultados posteriores. Una primera etapa
llamada crushing o trituración de partículas y una segunda etapa denominada exfoliado, cuya influencia en el proceso
de rotura es dependiente del espesor de la muestra. Por una parte, en las muestras de mayor espesor, el exfoliado
y rotura final de la pizarra es prácticamente instantáneo, produciéndose en el momento en que se alcanza la Fuerza
máxima (Fmax), como puede verse en la Figura 4. Sin embargo, a medida que se va disminuyendo el espesor, la Fmax
coincide con el instante en que empieza a propagarse la fisura (pero sin producir la rotura completa de la muestra),
momento a partir del cual comienza a disminuir la fuerza a medida que se va propagando la grieta hasta producirse
el exfoliado completo de la misma a una fuerza considerablemente menor a la Fmax (es lo que se ha llamado Fuerza
de rotura o Frotura). Los valores tanto de Fmax como de Frotura van siendo menores según disminuye el espesor de la
muestra. En la Figura 4 se puede comprender gráficamente este doble comportamiento.

Figura 4 - Comparación en el comportamiento de en la rotura de muestras según su espesor (izquierda muestra de


mayor espesor, derecha muestra de menor espesor)

Por tanto, a modo general se ha visto que, independientemente del tipo de comportamiento que siga la muestra, una
vez que el cincel entra en contacto con la pizarra, y a medida que aumenta progresivamente la fuerza aplicada, la
grieta no se desarrolla hasta que se alcanza la Fmax. Así pues, esta etapa inicial podría ser considerada como etapa
crushing, que conlleva una “trituración” de partículas a pequeña escala, pues aunque se está ejerciendo una fuerza

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a través del cincel sobre la muestra de pizarra, no hay desarrollo alguno de grieta. Posteriormente en función del
espesor de la muestra:
-- En las muestras más gruesas se produce el exfoliado completo y prácticamente instantáneo al alcanzar la
fuerza máxima, siendo por tanto esta Fmax muy próxima a la Frotura.
-- En las muestras más delgadas, sin embargo la muestra no rompe por completo al alcanzar dicha Fmax, sino
que es a partir de ese momento en que comienza la propagación de la grieta dando lugar a un mecanismo
de flexo-tracción en la pizarra. La fuerza aplicada va disminuyendo a medida que aumenta la profundidad de
penetración, hasta que llega un momento en que se produce el exfoliado completo de la muestra. Esta etapa
desde que se alcanza la Fmax hasta la Frotura correspondería a la etapa de exfoliado propiamente dicho.
Debido a que el parámetro de Fmax es el que conlleva más importancia pues condiciona el comienzo de la grieta, los
resultados en este trabajo se exponen en relación a esta variable, cuantificando la influencia que pueden tener en la
misma las variables objeto de estudio: contenido en agua, ángulo de cincel y dimensiones de las muestras. A conti-
nuación se exponen los resultados obtenidos.

3.1. INFLUENCIA CONTENIDO EN AGUA


El estudio de la influencia del contenido en agua muestra una variación significativa en las fuerzas implicadas res-
pecto a este parámetro. Cuando se comparan los valores obtenidos bajo condiciones secas y condiciones húmedas,
se comprueba que la Fmax necesaria para inducir el exfoliado es menores en condiciones húmedas, como se puede
ver en la Figura 5, donde se muestran los resultados para los dos tamaños de muestras ensayadas, con diferentes
áreas de rotura. Este gráfico corresponde a los valores promediados para cada espesor de muestra, de un total de
144 exfoliados realizados.

Figura 5 – Comparación de la Fmax para muestras secas y húmedas en el proceso de labrado en función del área de
rotura

Tanto en las muestras de 105 mm x 70 mm x 70mm (Arotura=73.50 cm²) como en las de dimensiones 75 mm x 50 mm
x 70 mm (Arotura=37.50 cm²) se ha visto que la Fuerza máxima implicada puede verse minimizada entre un 17% y
51% (dependiendo fundamentalmente del espesor de la muestra). En cualquier caso, siempre se pudo comprobar
una reducción de este parámetro cuando la muestra se encuentra en condiciones de humedad. Esto implica que el
contenido en agua tendrá una influencia significativa en la etapa de crushing o trituración del material.
El hecho de que las pizarras exfolian mejor en condiciones húmedas que en secas es conocido por los operarios en-
cargados del proceso de lajado, hecho por el cual en las naves de explotación, los bloques o “tochos” se mantienen
sumergidos en agua hasta ser labrados. No obstante, las pizarras secan de manera muy rápida, perdiendo hasta
un 50% de su contenido en agua durante el primer minuto expuesto a temperatura ambiente, y alcanzando hasta el
75% de pérdida a los 10 minutos, como han comprobado los investigadores de este estudio. De ahí la importancia de
controlar y e intentar optimizar este contenido en agua no sólo al comienzo del exfoliado de un tocho, sino durante
los sucesivos exfoliados hasta obtener las placas finales, pues en este estudio se ha cuantificado que tiene un alto
impacto en las fuerzas implicadas en la rotura del material y por tanto, en el proceso de labrado.

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3.2. INFLUENCIA DEL ÁNGULO DEL CINCEL
Los resultados del análisis de la influencia del ángulo del cincel para los dos tamaños de muestra ensayados (con
áreas de roturas de 51 cm² y 30 cm²) se muestran en la Figura 6. Al igual que sucedió en el contenido en agua, en
ambos casos se ha verificado una influencia significativa del ángulo del cincel en lo que a fuerzas máximas se refiere.
Se ha comprobado que con el ángulo de cincel menor esta fuerza es considerablemente superior, especialmente para
mayores espesores, donde casi se llegan a duplicar las fuerzas necesarias para producir el comienzo de la fisura.

Los cinceles empleados para este estudio proceden de la explotación de pizarra mencionada, y fueron seleccionados
específicamente por la gran diferencia de ángulo que mostraban, puesto que de esta manera es más sencillo com-
probaren qué medida afectan al comportamiento en la fractura. Es necesario destacar que este ángulo fue medido de
manera precisa en los 2 primeros milímetros del cincel, que se ha comprobado que es aproximadamente la profundi-
dad máxima necesaria para inducir la rotura. Es decir, en la etapa de crushing el cincel no llega a superar los 2 mm de
incisión en la pizarra. No obstante la geometría de los cinceles se caracteriza por dos ángulos: un ángulo mayor justo
en la zona de incisión, pero que se atenúa en los primeros milímetros del cincel. Este hecho está reflejado, incluso,
en alguna patente (Lake, 1952). En el caso de los cinceles objeto de estudio, es a partir de los 2 ó 3 mm el cambio de
ángulo, y conceptualmente dicho ángulo menor influiría en el proceso de exfoliación, lo cual está siendo actualmente
investigado.

Figura 6 – Comparación de la Fmax para los dos ángulos de cincel en función del área de rotura

Por último, se comprueba cómo la variabilidad en la fuerza máxima es mayor según el área de rotura y el espesor (y
por tanto el área basal). Teniendo en cuenta que los tochos labrados tienen dimensiones mayores que las muestras
aqui ensayadas, será interesante la consideración del área de rotura, algo que se analizará en el apartado siguiente.

3.3. EFECTO DIMENSIONAL


Con el objetivo de analizar la influencia de todos los parámetros anteriores en la fuerza máxima implicada en el pro-
ceso de labrado, se ha llevado a cabo un análisis estadístico empleando el Programa R. Se ha realizado un análisis
multivariante, el cual conlleva la consecución de 3 etapas:
-- Búsqueda de un modelo adecuado.
-- Estimación de los parámetros o coeficientes del modelo.
-- Comprobación estadística de la adecuación del modelo.

En este caso se ha analizado la influencia de las variables de contenido en agua, ángulo del cincel, área basal y área
de rotura en la variable Fmax. Se trata por tanto de comprobar si es posible conseguir una expresión que relacione
todos estos parámetros de manera lineal. Este caso se trataría de una regresión lineal múltiple, siendo la variable
explicada o dependiente la fuerza máxima (Fmax) y las variables explicativas o independientes las estudiadas en este
trabajo (w, αcincel, Abasal, Arotura).

Cuando se realiza el modelo de regresión lineal múltiple para predecir la Fmax en función de las cuatro variables, el
programa muestra el resultado de la Figura 7.

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Figura 7 – Análisis estadístico con el software R

Para valorar si cada una de las variables independientes es significativa, es decir, si realmente contribuyen o influyen
en la medida del parámetro de Fmax se emplea el contraste de hipótesis Pr. Un test (también denominado contraste o
prueba) es un procedimiento estadístico para determinar la validez de una hipótesis (la hipótesis nula). Si los datos
de la muestra son poco creíbles de ser obtenidos en caso de ser cierta dicha hipótesis, hay razones para rechazarla.
En caso contrario, no hay base suficiente para rechazarla, la aceptación de la hipótesis es muy difícil. Sin embargo,
desde un punto de vista práctico, el no rechazo de una hipótesis puede ser sinónimo de la aceptación de la misma.
En la práctica esto se traduce en que si las variables tienen un valor de Pr <0.05 se rechazaría la hipótesis nula y las
variables objeto de estudio se pueden considerar como significativas, es decir, la Fmax se puede explicar en función de
aquellas variables que tengan un valor Pr<0.05. En este caso las cuatro variables analizadas resultaron ser significa-
tivas, y se obtendría la expresión mostrada en la Figura 8.

Figura 8 – Expresión obtenida del análisis estadístico

No obstante, todo análisis multivariante tiene que ir acompañado de una medida de la bondad o calidad del ajuste,
que para el estudio realizado ha resultado bueno, puesto que:

-- El coeficiente de determinación (R²) es relativamente alto: 0.8685. Es decir el porcentaje de variabilidad de la


Fmax explicado por las cuatro variables es del 86.85%.
--
-- El contraste ANOVA (Análisis de Varianza) es igualmente significativo: cuando el p-value obtenido es menor
que el nivel de significación prefijado (normalmente se considera 0.05) se rechaza la hipótesis nula. En la
Figura 7 se puede comprobar que el p-value<2.2e-16, por lo que la expresión planteada (Figura 8) contribuye
significativamente con información a predecir la variable Fmax.
--
-- No colinealidad: cuando hay varias variables independientes hay que comprobar que no exista una fuerte de-
pendencia entre ellas. La colinealidad o fuerte dependencia entre las variables independientes se puede eva-
luar a través de los factores de inflación de la varianza. Para que no exista colinealidad ninguno de los valores
debe ser mayor a 4, algo que se puede comprobar en la Figura 9 de manera que se cumple la no linealidad.
--

Figura 9 – Medida de bondad del ajuste

-- Los errores siguen una distribución normal, son independientes, y son de varianza constante (también llamada
homocedasticidad). La validación de estas condiciones se ha hecho a través de los residuos muestrales.
Por tanto, a través de este análisis se ha podido cuantificar la influencia que cada una de las variables objeto de estu-
dio ejercen en la Fmax necesaria para provocar el inicio de la grieta en el proceso de exfoliado de la pizarra, alcanzando

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una expresión que permitiría la predicción de la misma con una precisión del 86.85%. Cuantificar estas variables y
ver en qué medida influyen en el proceso de labrado puede suponer un primer paso en la optimización del proceso.

4. CONCLUSIONES
-- A continuación, se resumen las principales conclusiones del presente trabajo:
-- Con el objetivo de estudiar el proceso de labrado de las pizarras de techar, el Grupo de Ingeniería del terreno
(G.I.T.) de la Universidad de Oviedo ha llevado a cabo un estudio que reproduce en el laboratorio esta etapa
realizada durante la manufacturación del material. Se pretende con ello cuantificar los factores que afectan al
proceso de exfoliación.
-- Se ha estudiado la influencia que ejercen variables como el contenido en agua, el tipo de cincel o uñeta em-
pleado (en lo que se refiere a ángulo del cincel), o el efecto dimensional, a través del estudio de las dos áreas
representativas en el bloque (el área basal y el área de rotura).
-- Mediante el análisis de la fuerza necesaria para inducir el exfoliado de la pizarra a través de sus planos de
foliación, se ha comprobado que tanto el contenido en agua como el ángulo del cincel tienen un efecto re-
marcable en dicha fuerza, haciendo que tienda a decrecer con muestras en estado húmedo y con mayores
ángulos de cincel. Las diferencias en lo que se refiere al contenido en agua alcanzan el 51% de variabilidad,
mientras que en el ángulo de cincel, la utilización de un cincel con mayor ángulo en la zona de incidencia llega
casi a duplicar la fuerza necesaria para producir el exfoliado en comparación a la utilización de un cincel con
mayor ángulo. Las variaciones son más significativas cuanto mayor espesor de la muestra, es decir, a mayor
área basal, y a mayor área de rotura.
-- Por último, se ha hecho un estudio estadístico de todos los datos empleando el software R, en el cual es po-
sible analizar en qué medida influyen o contribuyen todas las variables objeto de estudio en la fuerza máxima,
alcanzando una expresión que permitiría la predicción de la misma con una precisión del 86.85%.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen el apoyo financiero a través del Programa Severo Ochoa del Gobierno del Principado de Astu-
rias (PA-14-PF-BP14-067) para la realización de este trabajo, y a Pizarras Gallegas S.A. el suministro de las muestras
de material estudiado.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Alam, M.R., Swamidas, S.J., Munaswamy, K. (2007). Experimental and numerical studies on dynamic crack growth
in layered slate rock under wedge impact loads: part I—plane strain problem. Fatigue Fract Engng Mater Struct. 30
(10), 844-862.
• Cardenes, V., Cnuddle, V., Cnuddle, J.P. (2014). Iberian roofing slate as a Global Heritage Stone Province Re-
source. Episodes, 38 (2), 97-105.
• Gholami, R., Rasouli, V. (2014). Mechanical and elastic properties of transversely isotropic slate. Rock Mech Rock
Eng. 47 (5), 1763-1773.
• Lake, E.T. (1952). Chisel for slate-splitting machines. Patent US 2616411 A.
• UNE-EN 12326-1:2015, Productos de pizarra y piedra natural para tejados inclinados y revestimientos. Parte 1:
Especificaciones para pizarras y pizarras carbonatadas, AENOR, 2015.
• UNE-EN 12326-2:2012, Productos de pizarra y piedra natural para tejados inclinados y revestimientos. Parte 2:
Métodos de ensayo para pizarras y pizarras carbonatadas, AENOR, 2012.
• UNE 22190:2014, Productos de piedra natural. Construcción de cubiertas inclinadas y revestimiento de paramen-
tos verticales, con pizarra, AENOR, 2014.

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366
INNOVACIONES Y AVANCES TECNOLÓGICOS EN EL SECTOR DE LOS
MINERALES INDUSTRIALES EN EL HORIZONTE DE 2050

Obis Sánchez, Joaquín


Ingeniero Consultor. Avenida Tenor Fleta,7 2A 50001-Zaragoza. Email: jobysa@gmail.com
Regueiro González-Barros, Manuel
Geólogo. IGME. Ríos Rosas, 23-28003-Madrid.email: m.regueiro@igme.es

RESUMEN: Visión prospectiva del sector de los Minerales Industriales en el horizonte de 2050, así como su posible
aportación a la estrategia europea de innovación de materias primas minerales (EIP)

PALABRAS CLAVE: Minerales Industriales, Innovación, Investigación Prospectiva, Avances tecnológicos,

1. INTRODUCCIÓN: TENDENCIAS GLOBALES EN PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE MATERIAS PRIMAS MI-


NERALES
El consumo de materias primas a nivel mundial está, lógicamente, en relación directa con el número de consumido-
res. La población mundial, actualmente de alrededor de 7000 millones de personas, alcanzará en el 2100 los 11.200
millones, y eso a pesar de que la tasa de crecimiento de la población, que actualmente es del 1% anual, bajará al
0,1% anual.

El uso de los recursos minerales seguirá esas tendencias del crecimiento, con la salvedad de que los países desa-
rrollados consumirán cada vez más metales de alta tecnología por el desarrollo de las nuevas tecnologías y cada
vez menos metales base (utilizados en electrodomésticos, automóviles, electrónica, aeronáutica, nuevas energías,
Tecnologías de la Información y Comunicaciones) y metales férricos empleados en construcción, infraestructuras e
industria pesada, mientras que los países en desarrollo consumirán más metales base y metales férricos porque es-
tán construyendo sus infraestructuras e industria principales (Figura 1).

Figura 1. Tendencias mundiales en el consumo de recursos

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La minería mundial ha seguido esas tendencias para suministrar a sus consumidores regionales Europa y Estados
Unidos cada vez tienen menos actividad minera, mientras que Rusia, Canadá, Australia y China han crecido progre-
sivamente, pero nada comparado con el aumento de producción minera de los seis principales países en desarrollo
con amplios recursos minerales (Bolivia, Kazakstán, Mongolia, Zambia, Botsuana y Chile).

La industria de las rocas y minerales industriales ha venido creciendo en los últimos años de una manera notable en
todo el mundo, en paralelo al proceso de reducción progresiva de la minería metálica tradicional. La minería mundial
tiene un orden de magnitud global de producción de 30.000 Mt/año con un valor de alrededor de 1 billón de € (2014).
Las rocas y minerales industriales representan a nivel mundial 17.000 Mt y 120.000 M€ (es decir más del 50% de la
producción mundial en tonelaje y sólo el 12% en valor). En España, la producción de rocas y minerales industriales
cayó con fuerza a causas de la crisis y supone hoy una producción de 180 Mt/año, con un valor a pie de mina de 1700
M€, lo que representa más del 64% del valor de la producción minera nacional. En conjunto este subsector minero
representa en España una cifra de negocio de alrededor de 2.000 M€. A nivel mundial, el consumo de rocas y mine-
rales industriales es enorme, destacando, en tonelaje, los áridos y la piedra natural, sobre el resto de los recursos
minerales. Las razones de dicho desarrollo se encuentran, sobre todo, en los avances tecnológicos que han permitido
utilizar dichas materias primas en sustitución de muchos minerales metálicos de costosa extracción y procesado y
en las ventajas que los nuevos productos así obtenidos han significado en la calidad del producto final. Los recursos
minerales, en sentido amplio, se suelen dividir en recursos energéticos, menas metálicas, rocas y minerales industria-
les (o minerales no metálicos) y agua. Sin embargo, con frecuencia es problemática la clasificación de una sustancia
concreta como perteneciente al grupo de las menas metálicas o al de las rocas y minerales industriales. Incluso los
conceptos de “roca industrial” y el de “mineral industrial” no están claramente definidos. El uso a que se destinen es
decisivo para incluir una sustancia concreta en un grupo. Una de las definiciones más útiles es la que estableció el
Plan Nacional de Investigación Minera en 1971: “son aquellas sustancias minerales utilizadas en procesos industria-
les, directamente o mediante una preparación adecuada, en función de sus propiedades físicas y químicas, y no en
función de las sustancias potencialmente extraíbles de las mismas ni de su energía”. La lista de sustancias que caben
en esta definición es muy extensa. El Instituto Geológico y Minero de España utiliza en los Mapas de Rocas y Minera-
les Industriales, a escala 1:200 000, una lista de más de 80 sustancias minerales. Los usos de las rocas y minerales
industriales son amplísimos y están en evolución constante. Como ejemplos, pueden citarse la sustitución del asbesto
por wollastonita u otros minerales fibrosos, y de la arena de cuarzo para chorro de arena por granate, alúmina o esco-
rias, en ambos casos debido a recomendaciones de las autoridades sanitarias. Cada sustancia tiene, normalmente,
varios campos de aplicación. Por ejemplo, la caliza tiene multitud de aplicaciones, que incluyen la utilización como
roca ornamental y de construcción, árido de machaqueo, materia prima para cementos y cales, corrector de suelos
ácidos en agricultura, fundente metalúrgico, desulfuración de gases y muchos otros. La caliza muy pura, micronizada
o ultramicronizada, se conoce industrialmente como carbonato cálcico (o GCC, en terminología anglosajona), y se
usa para la industria química y como carga blanca.

2. POLÍTICA MINERA EUROPEA: LA INICIATIVA DE MATERIAS PRIMAS


Entre las medidas adoptadas por la Comisión Europea sobre Política Minera hay que señalar la Iniciativa de Materias
Primas aprobada el 4 de noviembre de 2008.La iniciativa se apoya en tres pilares:

1. Garantizar el acceso de las materias primas de los mercados internacionales en las mismas condiciones
que otros competidores industriales.

• Establecer las condiciones marco adecuadas en la Unión Europea para potenciar un suministro sostenible
de materias primas de fuentes europeas.
• Fomentar la eficiencia de recursos y promover el reciclaje para reducir el consumo de materias primas
primarias en la UE y disminuir su dependencia relativa de las importaciones.

En la Conferencia Europea de Minerales de Madrid de junio de 2010 se consensuó una Declaración sobre Materias
Primas Minerales en la que el sector de minería no energética europea hizo, entre otras, las siguientes propuestas:

• Han de tomarse medidas para rellenar progresivamente las lagunas existentes en el conocimiento geoló-
gico de los yacimientos de rocas y minerales en los Estados Miembros.
• Hay que crear la concienciación de la dependencia que la sociedad tiene respecto de las rocas y los mi-
nerales y de la necesidad real de garantizar el acceso a los recursos naturales.
• Promover un procedimiento equilibrado, entre el desarrollo de la industria extractiva y otros usos del suelo.

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• Establecer políticas de ordenación minera y planificación estratégica a nivel regional y nacional.
• Cada estado miembro debe disponer de un sistema de otorgamiento de permisos mineros eficiente y
acotado temporalmente.

En la Comunicación de la Comisión Europea de 2 de febrero de 2011 se encargó a un Grupo de Trabajo que analizara
una lista de 41 minerales y metales desde el punto de vista de “criticidad”. Se consideró que una materia prima es
“critica” cuando el riego de escasez de abastecimiento y el impacto en la economía son mayores que los de la mayoría
de las materias primas. El Grupo consideró críticas inicialmente 14 materias primas. Se estableció la necesidad de
actualizar periódicamente la lista teniendo en cuenta la evolución del mercado, el desarrollo tecnológico y la exis-
tencia de nuevos datos sobre el impacto en el medio ambiente de dichas materias primas. En la comunicación de la
Comisión de 26 de mayo de 2014 se aprobó una lista de materias primas revisada de 20 materias primas. Finalmente,
en la Comunicación de la Comisión de 13 de septiembre de 2017 se actualizo la lista de 2014 de materias primas
fundamentales. La lista constituye una herramienta estratégica realista para contribuir a las medidas comerciales,
industriales y de innovación tecnológica destinadas a reforzar la competitividad de la industria europea. La Comu-
nicación de 2017 presenta una lista actualizada de 27 materias primas fundamentales para la UE. La importancia
económica y el riesgo de suministro continúan siendo los dos parámetros principales utilizados para determinar el ca-
rácter fundamental de una materia prima. Las principales mejoras de la metodología revisada se refieren al comercio
(dependencia de las importaciones y restricciones a la exportación al calcular el riego de suministro), a la sustitución
como factor de corrección de la importancia económica y a la asignación detallada de los usos finales de las materias
primas sobre la base de aplicaciones industriales a fin de definir la importancia económica. Las materias primas, es-
tén o no clasificadas como materias primas fundamentales, son importantes para la economía europea ya que están
al inicio de las cadenas de valor manufactureras. Su disponibilidad puede cambiar rápidamente en consonancia con
los flujos comerciales o la evolución de la política comercial lo que pone de relieve la necesidad de diversificación
del suministro y del aumento de los índices de reciclado de todas las materias primas. Existe producción interna en
la UE de determinadas materias primas, especialmente de hafnio, germanio y boratos. No obstante, China es el país
más influyente en términos de suministro mundial de la mayoría de la mayoría de las materias primas fundamenta-
les, como las tierras raras, el magnesio, el wolframio, el antimonio, el galio, el germanio, entre otros. Algunos países
dominan el suministro de materias primas específicas, como Brasil (niobio)o los Estados Unidos (berilio y helio). Los
riesgos asociados con la concentración de la producción se ven, en muchos casos, agravados por bajos índices de
sustitución y reciclado. En la Tabla 1 se indican las 27 materias primas fundamentales aprobadas.

Tabla 1-Lista de materias primas fundamentales


Antimonio Barita Berilio Bismuto
Borato Cobalto Carbón de coque Espato Flúor
Galio Germanio Hafnio Helio
Indio Magnesio Grafito natural Caucho natural
Niobio Rocas fosfatadas Fosforo Escandio
Silicio metálico Tantalio Wolframio Vanadio
Metales del grupo del
Tierras raras pesadas Tierras raras ligeras
Platino

El Partenariado para la Innovación en Materias Primas (EIP) es la principal iniciativa de la UE que ha implementa-
do una plataforma de partes interesadas de la Iniciativa de materias primas y reúne a países de la UE, empresas,
investigadores y ONG para promover la innovación en el sector de las materias primas. La Comisión Europea está
financiando 28 proyectos que se ocupan de materias primas, con un presupuesto anual total de casi 140 millones de
euros a través del programa Horizonte 2020. Se han identificado más de 300 proyectos de investigación e innovación
que son relevantes para las acciones incluidas en el SIP. Esto demuestra que la EIP tiene un papel importante que
desempeñar para continuar reuniendo a los interesados, a fin de reducir la fragmentación, evitar las superposiciones
y fomentar las sinergias y la complementariedad entre los diferentes proyectos.

Horizonte 2020 es el programa de investigación e innovación de la Unión Europea y se espera que dé lugar a más
avances, descubrimientos y primicias a nivel mundial, convirtiendo las ideas surgidas en los laboratorios en productos
de mercado. Este instrumento está dotado con más de 80.000 millones de euros

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en el periodo 2014-2020 a los que se sumara la inversión privada y pública atraída por la cuantía del presupuesto.
Los pilares básicos de Horizonte 2020 son la “Ciencia Excelente”, “Liderazgo Industrial” y “Retos de la Sociedad”. La
UE ha identificado siete aspectos prioritarios en los que la inversión especifica en investigación e innovación puede
reportar beneficios tangibles a la población. Entre estos aspectos hay que señalar la” Acción por el clima, medio am-
biente, eficiencia de los recursos y materias primas”. La era de los recursos infinitos ha llegado a su fin y ya no está
garantizado el acceso a las materias primas y al agua. La solución es invertir ahora en innovación y promover una
economía ecológica, en sintonía con el entorno natural. Se hace hincapié en la gestión de los residuos y los recursos
hídricos. El presupuesto global de esta prioridad es de 2956 millones de euros para el periodo 2014-2020.
Las líneas de actuación son las siguientes:

• Lucha contra el cambio climático y adaptación al mismo.


• Protección del medio ambiente y gestión sostenible de los recursos naturales, del agua, de la biodiversidad y
de los ecosistemas.
• Garantía de un abastecimiento sostenible de materias primas no agrícolas y no energéticas.
• Posibilitar la transición hacia una economía y sociedad verdes a través de la eco-innovación.
• Patrimonio cultural

3. INNOVACIONES Y AVANCES MUNDIALES EN EL SECTOR DE LOS MINERALES INDUSTRIALES


A continuación, se pasa revista a los principales aspectos que han marcado la evolución reciente de este importante
sector minero en todo el mundo
• Crece el valor de la producción
La producción de rocas y minerales industriales ha experimentado un crecimiento continuo y progresivo en todo el
mundo, en especial en la última década.
• Nuevas aplicaciones
Los minerales para cargas industriales pasan progresivamente de sustitutos baratos a componentes imprescin-
dibles. Así, en el caso de la fabricación de plásticos, sustancias como caolín, talco, carbonato cálcico, mica, wol-
lastonita, sílice, diatomita, o yeso, producen mejoras importantes en el producto final (en relación por ejemplo con
la conductividad eléctrica, la resistencia a la flexión, la resistencia térmica, etc.) y hoy en día el plástico está susti-
tuyendo con ventajas al vidrio y al acero.
• Especificaciones cada vez más estrictas
La rapidez y el automatismo de la producción implican la necesidad de materias primas de mayor calidad y ho-
mogeneidad. El control y aseguramiento de la calidad necesita del establecimiento e implantación de normas y
mecanismos y sistemas de control de calidad en las empresas productoras. Esas exigencias se trasladan inmedia-
tamente de las fábricas a las canteras.
• Outsourcing en aumento
Los consumidores de minerales y rocas industriales son industrias muchas veces especializadas. La especializa-
ción significa concentrarse en una parcela concreta del negocio. Las ventajas para el consumidor son evidentes,
ya que si el producto no cumple especificaciones deja de adquirirlo y busca otra fuente más fiable. Esto sin duda
implica competencia y eso siempre redunda en la calidad. El productor a su vez puede producir “a la carta” sus-
tancias con aquellas especificaciones que pueda requerir su cliente. El mercado se convierte así en el regulador
de la producción y de los productores. Se establecen también unas relaciones cliente/suministrador mucho más
cerradas, con acuerdos sobre especificaciones, precios, suministros y penalizaciones, así como en el control de
calidad en origen y el aumento de proyectos de I+D conjuntos.
• Nuevas técnicas de tratamiento
La tradicional preocupación de los productores por aumentar el valor añadido de sus productos, y las continuas
exigencias de mejora de las industrias consumidoras, ha generado un enorme interés por desarrollar nuevas té-
cnicas de tratamiento de los minerales para mejorar sus propiedades. Se está pasando progresivamente de una
preocupación por la cantidad a una por la calidad.

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Algunos ejemplos de esta tendencia son
-- Molienda y selección por chorro de aire de los caolines para carga de cauchos, mejoras en el caolín lavado
para cargas para papel o los tratamientos en cascada, con delaminado, calcinado y separación magnética
para caolines para estucado.
-- Molienda fina y flotación. Se utiliza desde la silvinita al feldespato.
-- Micronizado. Con reducciones progresivas en el tamaño de grano en las especificaciones, hoy se micronizan
micas, talcos, sepiolitas, dolomías, etc.
-- Separación electromagnética y óptica
-- Tratamientos superficiales para modificar las características del material de carga.

• Medio Ambiente
Sin duda el Medio Ambiente es uno de los factores que están condicionando en mayor medida a la industria minera,
y por lo tanto también a las R&MI. Combatir la presión social contra la investigación, explotación y tratamiento de
los recursos minerales de un país, es una labor de todos los agentes sociales dedicados a la minería. En el caso
concreto de los minerales industriales algunos de los resultados de la presión social derivada de prevenciones
medioambientales han afectado seriamente a la producción. Así, los asbestos, la sílice o la fluorita son minerales
que plantean dudas medioambientales y en algunos países está prohibido su empleo. En algunos casos, los giros
medioambientales del mercado han eliminado campos de aplicación de ciertas sustancias, por ejemplo, el bromo
ha perdido su mercado en las gasolinas al empezarse a fabricas gasolinas sin plomo, pero al mismo tiempo, otras
industrias han comenzado a utilizar bromo (productos retardantes del fuego y lodos de perforación) compensando
los nuevos usos los perdidos.
• Grandes cambios por políticas empresariales o industriales
Las políticas empresariales se dirigen hoy a la reducción de costes con objeto de aumentar los beneficios, el cu-
mplimiento de las nuevas reglamentaciones derivadas de normativas supranacionales y la satisfacción del cliente.
Esas políticas afectan directamente al comercio y uso de los minerales. Algunos ejemplos de políticas empresa-
riales afectando al uso de minerales son:
-- Obtención de berilio a partir de bertrandita y a no partir de pegmatitas
-- Magnesia de agua de mar en lugar de a partir de magnesita
-- Sosa a partir de trona en lugar de por el proceso Solvay
-- Sulfato sódico natural frente al subproducto accidental en el reciclado de baterías o la fabricación de nylon.
-- Litio de salmueras eclipsando al litio de pegmatitas
-- Yeso sintético reemplazando al natural
-- Carbonato cálcico precipitado en lugar del natural micronizado.
-- Aumento del reciclado

• Sustitución
Otros hechos muy frecuentes en la historia del uso de los minerales es el de la sustitución. Los cambios en los
procesos industriales son los responsables de muchas sustituciones, que en general producen sustituciones en
cadena. Ejemplos recientes son:
-- Sustitución del caolín por el carbonato cálcico como carga o estucado en el papel. Esta sustitución se debe al
cambio del proceso de fabricación ácido por uno en medio básico.
-- El carbonato cálcico precipitado compite con el natural molido
-- La prohibición del empleo de fosfatos en los detergentes produjo el desarrollo de plantas de zeolitas sintéticas,
lo que a su vez produjo el aumento del consumo del silicato sódico y a su vez el de la sílice de los proveedores
de cloro/álcalis.

• Subproductos
La industria produce, en ocasiones, de manera involuntaria algunos minerales, resultado de los procesos indus-
triales que pueden competir con ventajas (coste cero) con los minerales naturales, afectando negativamente a los
mercados. Ejemplos de estas sustancias son:
-- Monacita y circón en la extracción de minerales de titanio
-- Azufre en el refinado del petróleo

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-- Sulfato sódico en muchas plantas químicas
-- Arenas silíceas en la producción de feldespato
-- Yeso sintético en las centrales térmicas
-- Anhidrita sintética en el tratamiento de la fluorita
-- Internacionalización del suministro

• Las R&MI y el mercado: la ecuación destino en función de la demografía


La combinación de las diferencias en el crecimiento de las economías, China creciendo continuamente frente a
mercados planos en Europa, EE. UU. y Japón y la evidencia de que los países en desarrollo serán los futuros
centros de consumo y cada vez más los actuales centros de producción, está marcando las estrategias de las
grandes compañías y cada vez hay más empresas tomando posiciones (compra de explotaciones, montaje de
plantas de tratamiento o centros de distribución, etc.) en el tercer mundo.
• Cambios en los grandes socios y zonas de mercado
Otro factor que puede producir vaivenes del mercado son las creación o destrucción de alianzas multinacionales
mercantiles: EE. UU./Canadá/Méjico; UE (zona euro); Mercosur, etc. Los grandes mercados serán / son impresio-
nantes consumidores y posiblemente controladores de las fuentes de suministro estén donde estén.
• La aldea global
El mercado global significa que cada vez tendrá más importancia la logística del suministro: las técnicas de carga,
la disponibilidad y coste del transporte (especialmente el marítimo) y el almacenado en puertos estratégicos. Son
eso factores los que harán que un mineral esté en el mercado o fuera del mercado. El control de esos factores está
fuera del alcance de los consumidores, por lo que las empresas especialistas en logística y suministro de materias
primas van a experimentar un considerable aumento en los próximos años en todo el mundo.
.
4. PREVISIONES PARA 2050
El mundo está cambiando muy rápidamente con un crecimiento muy alto de la población. Según las estimaciones de
la ONU, la población mundial crecerá en 2050 un 40 % hasta alcanzar los 9.600 millones de personas. Las proyec-
ciones para la población europea son más bajas, alrededor del 10%, con un incremento del segmento de mayor de
60 años mayor que en el resto del planeta. Se espera que en 2050 el 70 % de la población vivirán en ciudades con
un incremento de las clases medias. El crecimiento de la economía mundial estará liderado por Asía y habrá una gran
demanda de mercancías y, consecuentemente, de materias primas minerales. Al mismo tiempo el crecimiento de las
necesidades de alimentos y de productos agrícolas puede crear competitividad por el acceso a las tierras y al agua
entre los diferentes sectores. Las tecnologías innovadoras, muchas de las cuales serán imposible desarrollar sin los
minerales industriales, requerirán adaptarse al mundo cambiante. El transporte y la edificación son algunos de los
ejemplos donde se utilizan masivamente minerales industriales y que son cruciales para evolucionar a una economía
baja en carbono. En 2050 la mayor parte de la población vivirá en rascacielos y edificios compactos diseñados para
utilizar menos agua y energía. Los edificios necesitarán menos mantenimiento y su vida será mayor, optimizándose el
uso de las funcionalidades de las materias primas minerales. Una población más envejecida demandará sus propias
necesidades y la salud llegará a ser incluso más importante. En los últimos 25 años las tecnologías de la información
se han vuelto 1000 veces más potentes en lo que se refiere a la transmisión de datos y poder de computación. Mejo-
ras superiores se esperan en las próximas décadas. La sílice de alta pureza se utilizará en mayor medida en compo-
nentes electrónicos y en cables de fibra óptica. El mercado de las energías renovables será un mercado maduro y los
minerales industriales continuarán jugando un papel más importante en la provisión de tecnologías alternativas de la
energía como las turbinas eólicas y los paneles solares. Los automóviles serán más baratos, más eficientes energé-
ticamente. Las nuevas generaciones de automóviles utilizarán incluso más minerales industriales. Los motores serán
cerámicos, los chasis estarán reforzados con cargas minerales, los neumáticos estarán rellenos de nano partículas
de carbono. Las baterías serán de celdas de metal hídrico. Una nueva generación de trenes, metros y tranvías es
probable que utilicen levitación electromagnética. Los minerales industriales se utilizarán en la fabricación de estator
de acero con revestimiento de resinas para protegerlos contra la corrosión. La cal es fundamental en la producción
de acero y el cuarzo se utiliza como carga para dar estabilidad y durabilidad a los revestimientos de resinas epoxi.
Los viajes al espacio serán una realidad. Se espera un rápido crecimiento de los viajes al espacio con fines turísti-
cos y científicos gracias a los avances en tecnología de materiales que mejorarán en gran medida la eficiencia de
los combustibles. Los minerales industriales se utilizarán en sofisticados sistemas como las celdas de diodo solares
utilizadas para generar energía en el espacio. Con las políticas industriales adecuadas, el sector de los minerales

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
industriales continuará jugando un papel crucial en la economía en el año 2050 ayudando a que la economía euro-
pea sea eficiente en recursos, descarbonatada, altamente innovadora y competitiva. Europa se habrá movido hacia
prácticas cada vez más sostenibles, haciendo un mejor uso de sus recursos a lo largo de todo el ciclo de vida de los
productos, y “cerrando el círculo” siempre que sea posible. El sector de los minerales industriales, en colaboración
con los usuarios intermedios, habrá mejorado significativamente las tasas de reciclaje de los productos. Habrá un
aumento en la demanda de materias primas primarias para aplicaciones innovadoras y de alta tecnología, así como
para la construcción para satisfacer las necesidades de la población en crecimiento y cada vez más envejecida. Una
política marco de materias primas apropiada garantizará un suministro sostenible de materias primas de fuentes eu-
ropeas con fácil acceso a los depósitos minerales. El sector de los minerales industriales estará firmemente anclado
en Europa y sus instalaciones de investigación e innovación proporcionarán excelentes oportunidades de empleo.
Habrá programas de capacitación y desarrollo profesional para la mano de obra cada vez más sofisticada y altamente
calificada. Las empresas europeas liderarán el intercambio de mejores prácticas y de innovación de productos en
todo el mundo, beneficiando a la comunidad global. Los productores de minerales industriales seguirán trabajando en
estrecha colaboración con las comunidades locales, para construir infraestructura y servicios públicos, proporcionar
empleo y contribuir a la protección del medio ambiente. Las previsiones para 2050 del futuro de los minerales indus-
triales transitaran por las siguientes cuatro hojas de rutas:

1.La hoja de ruta hacia las tecnologías innovadoras y los productos sostenibles. Se efectuará mediante minerales in-
dustriales multifuncionales. Gracias a las múltiples propiedades de los mismos se desarrollarán muchos nuevos usos
y aplicaciones en el fututo. Por ejemplo, las células solares monocristalinas requieren minerales de alta pureza, como
el cuarzo, en su proceso de fabricación y se producen a partir de la reducción química del cuarzo. Las características
excepcionales del cuarzo (resistencia al calor, transmisividad de la luz, etc.) son esenciales para la eficiencia de las
tecnologías fotovoltaicas.

Los fabricantes de automóviles utilizaran minerales industriales para mejorar la eficiencia de los recursos: la sílice
precipitada y el talco en “neumáticos verdes”, mejora la economía de combustible. 1 kg de talco - u otras cargas mi-
nerales - en la parte plástica de un automóvil ayuda a reducir el peso de esa parte en un 20%, lo que significa menos
combustible usado y menos CO2 generado. Los procesos de desulfuración de gases de combustión (FGD) hacen
un uso extensivo de los productos de calcio (cal, piedra caliza) para eliminar los óxidos de azufre de los gases de
combustión. Las empresas de ingeniería están trabajando en tecnologías capaces de eliminar hasta el 99% de SO2.

2. La hoja de ruta hacia la Ciencia de los materiales orientada a la industria. El sector de los minerales industriales
evolucionará hacia la ciencia de los materiales y a través de nuevas tecnologías cambiará las formas de trabajar y
vivir. Por ejemplo, los nanominerales se encontrarán cada vez más en una amplia gama de productos, como chips
de memoria, cables resistentes a la luz, protectores solares y otros cosméticos y productos farmacéuticos, así como
piezas de automóviles más livianos. Permitiendo a los usuarios mejorar sus propias eficiencias. Mediante las propie-
dades de amplio alcance de los minerales industriales, se incrementará la calidad y durabilidad de los productos. Así
mismo se reducirá el consumo global y contribuirá a una mayor eficiencia de los recursos.

3. La hoja de ruta hacia una economía baja en carbono implicará las siguientes pautas:
Reducir el consumo de energía en un 50%. Se dispondrán de muchas tecnologías para mejorar la eficiencia energé-
tica en el sector de minerales industriales, tales como las técnicas de mejora de la eficiencia en la molienda, nuevos
procesos térmicos, circuitos cerrados de agua y de recuperación de la energía. Estas y otras tecnologías contribuirán
a la reducción del consumo específico de energía en el sector. Además, el consumo de energía renovable, que se
utilizará siempre que sea posible, aumentará drásticamente en el futuro. Por ejemplo, una operación minera en el
suroeste de Francia posee y opera tres centrales hidroeléctricas propias. Tales iniciativas contribuirán a reducir el uso
de combustibles fósiles

Reducir las emisiones de CO2 del transporte de minerales. Se cambiarán los modos de transporte de carretera por
ferrocarril y barcazas lo que permitirá la reducción de emisiones de CO2.

Extracciones de minerales más locales. Se facilitarán los permisos de explotación, cuando sea posible, en áreas
próximas a los clústeres industriales lo que supondrá una reducción de las necesidades de transporte

4. La hoja de ruta hacia un modelo de negocio de “cero residuos”. En 2050, habrá una mayor tendencia hacia la
formación de clústeres industriales y la integración industrial, para permitir que el residuo de un proceso se convierta

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en una materia prima valiosa para otro. La Comisión Europea tiene como objetivo lograr una economía circular que
“reutilice, repare, renueve y recicle los materiales y productos existentes”. El sector de los minerales industriales ya
se está comprometiendo. La industria está desarrollando nuevos usos para materiales minados. Trabajando sobre la
base de “usar inteligente” y “usar de nuevo”, los estériles del desmonte pueden considerarse un recurso. Se maximiza
la eficiencia del uso de los recursos y permite a la industria de minerales industriales evolucionar hacia un modelo de
negocio sin residuos en el que las nuevas oportunidades de mercado y la utilización de minerales no utilizados en los
programas de restauración posteriores a la minería son clave. En la actualidad, el sector de los minerales industriales
estima que hasta el 60% de todos los minerales que se consumen en Europa se reciclan junto con el vidrio, el papel,
los plásticos o el hormigón en el que se utilizan. La industria de minerales industriales ha estimado las tasas de reci-
claje de varios minerales que van desde el 49 % del caolín y la bentonita hasta el 73 % de la sílice pasando por el 60
% del talco y el 67 % del feldespato. En 2050 se espera una mejora del 20% en el reciclado de minerales industriales
con la creación de clústeres industriales que proporcionarán un mercado para los materiales reciclados. El reciclaje
se verá significativamente mejorado mediante una combinación de factores:

Incremento de las tasas de reciclaje. Por ejemplo: hasta el cincuenta por ciento de papel está hecho de minerales
industriales. El reciclaje de papel en Europa que en la actualidad es del 72%, debería aumentar en un 8% adicional.

Algunos productos que apenas se reciclan en la actualidad se están recuperando progresivamente Este es el caso
del reciclaje de productos de materiales refractarios utilizados en plantas siderúrgicas.

La industria de minerales industriales trabajará en procesos que aumenten la reciclabilidad, así como la compatibili-
dad entre los diferentes productos. Por ejemplo, la química de superficie aplicada a los minerales puede hacer que
los polímeros sean compatibles entre sí y, por lo tanto, aumenten su reciclabilidad.

5. CONCLUSIONES
Los minerales industriales han acompañado al ser humano en su vida cotidiana desde sus orígenes y son, sin duda,
la base sobre la que se ha construido su desarrollo económico y social. La industria de las rocas y minerales indus-
triales ha venido creciendo en los últimos años de una manera notable en todo el mundo, en paralelo al proceso de
reducción progresiva de la minería metálica tradicional. Algunos son además materias primas estratégicas tanto para
la Unión Europea como para Estados Unidos y Canadá y el resto de economías occidentales más desarrolladas, por
eso la Comisión Europea ha aprobado en 2017 una lista actualizada de 27 materias primas críticas. La lista ayudará
a incentivar la producción europea de materias primas fundamentales mediante el fomento de las actividades de re-
ciclado y contribuirá, cuando sea necesario, a facilitar la puesta en marcha de nuevas actividades mineras y al nuevo
paradigma de la sostenibilidad: la economía circular. El Partenariado para la Innovación en Materias Primas (EIP)
es la principal iniciativa de la UE que implementará la plataforma de partes interesadas de la Iniciativa de Materias
Primas y reúne a países de la UE, empresas, investigadores y ONGs para promover la innovación en el sector de las
materias primas. Las previsiones para el año 2050 del sector de minerales industriales se han establecido a través
de cuatro hojas de ruta:

• Tecnologías innovadoras y productos sostenibles.


• Ciencia de los materiales orientada hacia la industria.
• Economía baja en carbono.
• Modelo de negocio de cero residuos

El sector de los minerales industriales apunta a ser cada vez más eficiente en cuanto a los recursos en cada etapa
de la cadena de suministro: desde la extracción de materias primas a través de su uso en productos y procesos has-
ta el reciclaje de los productos finales. Al hacerlo, el sector de los minerales industriales reduce el impacto sobre el
medioambiente al reducir la cantidad de agua y energía consumida en sus sitios, participa en el desarrollo de técnicas
innovadoras y productos sostenibles con sus clientes, contribuye al desarrollo de una economía descarbonizada y
permite el ahorro de recursos mediante el reciclaje de los productos

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y Recursos Minerales
Las políticas europeas y la legislación comunitaria deberán contribuir a que el sector de los minerales industriales sea
cada vez más innovador y competitivo a través de medidas específicas que garanticen:

• Mejorar las tasas de reciclado y recuperación de las materias primas minerales reduciendo los impactos me-
dioambientales.
• Existencia de precios de la energía competitivos mediante la creación de un mercado único de la energía y el
desarrollo de fuentes alternativas energéticas.
• Facilitar el acceso a los recursos de las materias primas minerales en todos los estados miembros en el marco
del desarrollo sostenible y crecimiento económico.
• Incrementar la cooperación entre la industria y la universidad para mejorar la disponibilidad en el sector de
personal formado y motivado
• Incrementar los fondos y recursos europeos de I+D+i en los sucesivos programas marcos europeos de inves-
tigación y desarrollo tecnológico en sintonía con el horizonte 2020

6. BIBLIOGRAFÍA
• Communication from the Commission. (2000). Promoting sustainable development in the EU non-energy mining
industry. Brussels, 3.5.2000. COM (2000) 265 final.
• Communication from the Commission (2008) 699. “The raw materials initiative - meeting our critical needs for
growth and jobs in Europe”. 2008. Brussels.
• Comunicación de la Comisión (2017). Relativa a la lista de 2017 de materias primas fundamentales para la UE.
Bruselas, 13.9.2017.COM (2017) 490 final.
• European Thematic Network on Extractive Industries. (1998). Eurothen’98 Workshop. Athens. Greece.
• Harben, P.W. (1995). The Industrial Minerals Handbook. Industrial Minerals Information Ltd. Metal Bulletin PLC.
London.
• IMA-Europe. (2015). Imagine the future with industrial minerals.
• Lombardero M., Regueiro M. (2002). Industrial minerals and rocks in Chapter 19 Economic and Environmental ge-
ology. The Geology of Spain. Gibbson W, & Morena T. Ed. Geological Society of London. pp 485-494.
• Regueiro, M; Lombardero, M. (1997). Innovaciones y avances en el sector de las rocas y minerales industriales.
Colegio Oficial de Geólogos. ISBN 84-920097-2-1.
• Regueiro, M. (2008). “El Suministro de Materias Primas Minerales: un Nuevo Reto para Europa”. Revista Macla nº
8. ISSN 1885-7264. Sociedad Española de Mineralogía. Marzo 2008. Pp 29-32. Madrid.
• Regueiro, M. (2012), “Las materias primas minerales y su papel en la sociedad actual”. Revista de Estudios Econó-
micos nº 3 y 4 2012. La industria minera sostenible. Tomo II. Estrategia Industrial Minera. pp 25- 49. Ed: Instituto
de Estudios Económicos. Madrid. Dep.Legal: 0210-9565
• World Economic Forum. (2010). Mining and Metals Scenaries to 2030.

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376
TRANSPORTE DE ESTÉRIL CON CAMIONES EN MINAS A CIELO
ABIERTO EN TRAYECTOS EFICIENTES ENERGÉTICAMENTE.
ESTIMACIÓN TEÓRICA DE LA ENERGÍA CONSUMIDA POR LOS
CAMIONES Y CONCEPTO DE ALTURA EQUIVALENTE ENTRE PUNTOS
DE EXTRACCIÓN Y VERTIDO.

Díez González, Julián a ; Izquierdo Miguel, Alfonso b ; Juárez Ferreras, Rafael c ; Martín Rodríguez, Justo Ma-
nuel d; Molías Conte Francisco a ;

SEGURIDAD Y CALIDAD MINEROAMBIENTAL, S.L. (SEGYCAL) Calle del Carmen 7, 2ª Planta. 24001 – León.
a, c

email:segycal@segycal.com; b, d. e SOCIEDAD ANÓNIMA MINERA CATALANO ARAGONESA, S.A. (SAMCA) Pº


Independencia, 21,3º. 50001 - Zaragoza. e-mail: fmolias@samca.com

PALABRAS CLAVE: transporte, camiones, trayectos eficientes, consumo de energía, altura equivalente.

RESUMEN: En este trabajo se presenta una metodología de análisis con la que la S.A. MINERA CATALANO ARA-
GONESA (SAMCA) se plantea optimizar sus costes de transporte del estéril con camiones en minas a cielo abierto,
tanto por racionalizar las secuencias de reparto de los bloques en los que se pueden subdividir las fases de arranque
y vertido, como por la elección de trayectos eficientes energéticamente.

Para ello, se proponen unos procedimientos teóricos de cálculo que permiten estimar previamente los consumos de
energía de los camiones (en kWh / m3) y el rendimiento de transporte (m3 / hora), pues optimizar estos parámetros
conduce a una mejora de los costes de la operación. Además, se plantea que tras los correspondientes ajustes para
cada mina, se pueda utilizar el concepto de altura equivalente (sola o en combinación con otros parámetros) como
herramienta sencilla, para diseñar los trayectos de los camiones con criterios de eficiencia energética o, en su caso,
para elegir entre distintas alternativas.

1. INTRODUCCIÓN
En la minería a cielo abierto, el coste del movimiento del estéril con camiones tiene una incidencia muy importante en
el coste total de la operación, por lo que es altamente recomendable diseñar los trayectos con criterios de eficiencia
energética y elegir adecuadamente las secuencias de vertido. El ahorro de combustible, entre otros efectos positivos,
refuerza la viabilidad económica del proceso minero, e indirectamente, puede conducir a un aumento de reservas
explotables y a soportar costes de una mejor restauración medioambiental.

Un trayecto es tanto más eficiente energéticamente que otro, cuanto menor es la energía consumida por el camión
para el mismo rendimiento de transporte (medido en t/hora, o m3/hora si se trata de transporte de estéril). En una
primera aproximación, se pueden comparar distintas alternativas de recorrido, partiendo de los perfiles geométricos
de cada una (con sus distancias y pendientes); pero no siempre es fácil sacar conclusiones claras sobre cuál es el
trayecto más idóneo desde el punto de vista energético, sin un análisis detallado de todos los tramos que componen
el recorrido.

Una vez elegidos los trayectos, deben asumirse los costes de transporte que se produzcan, por lo que es bueno
hacer análisis y simulaciones teóricas antes del diseño definitivo. Para ello se necesita disponer de una metodología
de cálculo del consumo teórico de energía de los camiones en cada recorrido, siempre que estos resultados estén
contrastados y reflejen muy aproximadamente la realidad.

Otro método, quizás más simple y rápido, para elegir a priori los trayectos más eficientes, es tener en cuenta de forma
combinada, la longitud del recorrido y la “altura equivalente”, que puede definirse como la “altura geométrica” (dife-
rencia de cotas entre origen y final de un trayecto) más la “altura de pérdidas” (sumatorio de la diferencia de cotas en

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
tramos de subida en recorridos descendentes, y de bajada en caso de recorridos globalmente ascendentes). Con este
criterio, los trayectos más eficientes energéticamente se corresponderán con alturas equivalentes menores; aunque
según las particulares circunstancias que concurran en cada caso (estado de la flota y pistas, etcétera), el “peso” de
cada parámetro de referencia (altura equivalente y longitud del trayecto) puede tener una mayor o menor relevancia.

En definitiva, en la comunicación que aquí se presenta se propone un sencillo método teórico de estimación del con-
sumo de energía de un camión a lo largo de un trayecto, y se plantea también la validez de la utilización del concepto
de altura equivalente. Ambas metodologías, de forma combinada, están siendo utilizadas por la SOCIEDAD ANÓNI-
MA MINERA CATALANO ARAGONESA (SAMCA) para diseñar con criterios de eficiencia energética las secuencias
de transporte y vertido del estéril, y los trayectos de los camiones en sus explotaciones mineras a cielo abierto.

2. TRAYECTOS EFICIENTES ENERGÉTICAMENTE


Para optimizar el coste de transporte con camiones en las minas a cielo abierto, es fundamental que la organización
del mismo responda a dos principios básicos. Por una parte, es necesario que la secuencia seguida en el proceso
(transporte desde las zonas de arranque a las de vertido) se diseñe tratando de minimizar las distancias; y por otra,
se requiere que la operación se realice utilizando trayectos lo más eficientes energéticamente que sea posible. Hacer
que ambas cosas se cumplan simultáneamente puede ser complicado, pero los costes se verán reducidos a la larga
cuanto más éxito se tenga en el cumplimiento de estos objetivos, lo cual es difícil si no se hace un cuidadoso análisis
previo con simulaciones teóricas.

1.1. DIVISIÓN EN BLOQUES DE LAS ZONAS DE ARRANQUE Y VERTIDO


Para hacer la simulación teórica previa, una vez planteada con razonable aproximación una fase de la explotación,
los cálculos se simplifican dividiendo ésta en bloques más pequeños, conformando un modelo geométrico con zonas
de arranque y zonas de vertido, que se irán vinculando siguiendo distintos posibles recorridos. Como se ha indicado,
el objetivo es elegir aquellos recorridos más eficientes energéticamente entre las distintas posibilidades que puedan
plantearse a la hora de hacer corresponder los bloques de arranque con bloques de vertido (obviamente deben ser
seguras y viables operativamente).

Cada bloque de extracción se vincula a otro bloque de vertido mediante la delineación de su trayecto en entorno CAD.
Se establece la simplificación que considera como puntos de salida y entrada los centros de gravedad de los bloques
en los que se han dividido las fases de extracción y de vertido, suponiendo una compensación de distancias en los
trayectos dentro de un mismo bloque. En la Ilustración 1 se trata de representar esquemáticamente un recorrido de
un bloque de arranque (zona azul) hasta su vertido en la escombrera interior (zona verde).

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Ilustración 1 - Trazado de un recorrido entre centros de gravedad
de bloques de extracción y vertido.

1.2. ASIMILACIÓN DE TRAYECTOS A POLILINEAS 3D

Cada trayecto se representa por una polilínea 3D definida por las coordenadas de los vértices que delimitan los
tramos que la componen (cada tramo tiene una longitud y pendiente determinada). La energía consumida en cada
trayecto dependerá fundamentalmente de tres factores principales: la velocidad del camión, el peso (considerando
la carga del camión en la ida y en la vuelta del trayecto) y el perfil recorrido (la distancia y la pendiente de los tramos
atravesados) por el camión. Es necesario, por tanto, que el trazado de los trayectos simule lo más fielmente posible
el recorrido real del camión y que el número de nodos sea suficiente.

Una vez establecido un reparto, y por tanto asignado a cada bloque de extracción su correspondiente bloque o blo-
ques de vertido, se seleccionan (si existe la posibilidad) los distintos trayectos a comparar (en función de las posi-
bilidades que confiera la configuración de la mina, pueden existir distintos recorridos posibles para similares puntos
de salida y de llegada). En caso de que existan varias alternativas para el trazado de un trayecto, en principio debe
primarse el recorrido más eficiente.

Cada trayecto será la unión de varios tramos a los que se le asigna una longitud (m) y una pendiente (%). En el caso
particular que sirve de base para este trabajo, en la Ilustración 2 pueden verse tres posibles alternativas (A, B y C).

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Ilustración 2 - Vista en planta de las distintas posibilidades en el trazado de un mismo trayecto

En general, en la fase de análisis previo es muy importante el criterio del proyectista. De entre las distintas opciones
posibles en los trayectos ascendentes (centro de gravedad del bloque origen en cota inferior a la cota del centro
de gravedad del bloque de vertido) deberá evitar diseños y secuencias que requieran a los camiones ascender a
pistas superiores para volver a bajar, o descender para volver a subir; pues ello aumenta la altura de pérdidas (que
representa una ineficiencia energética en el trazado). Obviamente, además del estado de las pistas y otros factores,
también tendrá importancia la longitud del trayecto, que intervendrá en el consumo energético de los camiones con
una determinada ponderación.

1.3. MÉTODOS UTILIZADOS PARA EL ANÁLISIS


Se han planteado dos metodologías para resolver el problema de elegir los trayectos más eficientes:

-- Método de la altura equivalente.


-- Estimación teórica del consumo energético.

La aplicación de ambas ha sido muy útil, especialmente al utilizarlas de forma combinada con la ayuda de una apli-
cación informática puesta a punto especialmente para ello (y que es objeto de otra comunicación). Ambos criterios
se complementan, ya que el concepto de la altura geométrica es muy sencillo de aplicar para valorar la eficiencia
energética de dos caminos de igual lo similar longitud, pero no da información sobre consumos ni de otros parámetros
que son necesarios y deben ser calculados.

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Ambos criterios se complementan, ya que el concepto de la altura geométrica es muy sencillo de aplicar para
valorar la eficiencia energética de dos caminos de igual lo similar longitud, pero no da información sobre
consumos ni de otros parámetros que son necesarios y deben ser calculados.

3. MÉTODO DE LA ALTURA EQUIVALENTE


3. MÉTODO DE LApunto
Para un mismo ALTURA EQUIVALENTE
de salida y un mismo punto de llegada podría pensarse que para minimizar el consumo
Paraenergético
un mismodebería
punto deoptarse
salida ypor
unelmismo punto
trayecto más decorto;
llegada podría
pero eso pensarse
no se cumpleque para minimizar
siempre debidoel aconsumo
lo que seener-
gético debería “altura
denomina optarsede
por el trayecto
pérdidas” más corto;introducida
(ineficiencia pero eso no setramos
por cumpledescendentes
siempre debido enarecorridos
lo que se denomina
ascendentes “altura
de pérdidas” (ineficiencia
cuya diferencia introducida
de cota por tramos
hay que volver descendentes
a remontar, en recorridos
y lo contrario ascendentes
en trayectos cuya diferencia
descendentes). Es por de
ellocota
por hay
quelovolver a remontar,
que el parámetroy delo contrario
referenciaenquetrayectos
puede descendentes). Es por
utilizarse es lo que ello por
se llama lo queequivalente”.
“altura el parámetro de referencia que
puede utilizarse es lo que se llama “altura equivalente”.
La altura equivalente puede definirse como la suma de la altura geométrica más la altura de pérdidas, tal y
La altura
como equivalente
se representapuede
en ladefinirse como
Ilustración 3. la suma de la altura geométrica más la altura de pérdidas, tal y como se
representa en la Ilustración 3.
Hequivalente = Hgeométrica + � Hpérdidas

Ilustración 3 – Concepto de altura equivalente

La “altura geométrica” representa la diferencia


Ilustración de cota entre
3 – Concepto el punto
de altura origen y el punto de vertido. La “altura
equivalente
de pérdida” representa la suma de diferencia de cotas en los tramos de bajada en trayectos ascendentes, y
viceversa.
La “altura Un valorrepresenta
geométrica” alto en la altura de pérdida
la diferencia es indicativo
de cota de unaorigen
entre el punto ineficiencia energética
y el punto del trayecto.
de vertido. La “altura de pér-
dida” representa la suma de diferencia de cotas en los tramos de bajada en trayectos ascendentes, y viceversa. Un
valorEste
altométodo, muydesencillo,
en la altura pérdidaproporciona
es indicativouna buena
de una referencia;
ineficiencia pero trivializa
energética el análisis. Es muy útil en los
del trayecto.
primeros tanteos de diseño de las secuencias y trazados, pero resulta ser más fiable en combinación con
Esteotros criterios
método, muy(distancia del trayecto,una
sencillo, proporciona estado de referencia;
buena las pistas, etcétera). En cualquier
pero trivializa caso,
el análisis. en las
Es muy útilsimulaciones
en los primeros
objeto
tanteos de de este de
diseño análisis, la altura equivalente
las secuencias parece
y trazados, pero tenerser
resulta unmás
pesofiable
relativo más alto quecon
en combinación la distancia en la(dis-
otros criterios
eficiencia energética de los trayectos. En particular, la altura equivalente puede tener un peso de
tancia del trayecto, estado de las pistas, etcétera). En cualquier caso, en las simulaciones objeto de este análisis, la dos tercios
y la
altura distancia un
equivalente tercio,tener
parece lo que
un quiere decir en
peso relativo este
más caso
alto queque el la altura
la distancia en equivalente
la eficiencia influye prácticamente
energética el
de los trayectos.
doble que la distancia recorrida por el camión en el consumo energético.
En particular, la altura equivalente puede tener un peso de dos tercios y la distancia un tercio, lo que quiere decir en
este caso que el la altura equivalente influye prácticamente el doble que la distancia recorrida por el camión en el
consumo energético.
4. CÁLCULO TEÓRICO EL CONSUMO ENERGÉTICO
4. CÁLCULO TEÓRICO EL CONSUMO ENERGÉTICO
Para calcular el consumo y el coste del transporte es necesario conocer la eficiencia energética (expresada
Paraencalcular
kWh / m el3consumo
estéril) y yelelrendimiento
coste del transporte
(expresado es en
necesario conocer
m3 estéril / h) delalaeficiencia
operaciónenergética (expresada
de transporte endel
y vertido kWh /
m3 estéril) y el rendimiento (expresado en m 3
estéril / h) de la operación de transporte y
estéril para calcular el consumo energético y el tiempo de viaje de cada trayecto realizado por un camiónvertido del estéril para calcular
el consumo energético
hasta completar y el tiempo(carga,
la secuencia de viaje de cada trayecto
transporte, vertido yrealizado
transportepordeunvuelta
camióna lahasta
zonacompletar la secuencia
de explotación). A
(carga,
partir de esos dos parámetros es posible cuantificar la influencia que cada secuencia de vertido tienees
transporte, vertido y transporte de vuelta a la zona de explotación). A partir de esos dos parámetros enposible
el
cuantificar
coste de la la
influencia
operación quedecada secuencia
transporte de vertido tiene en el coste de la operación de transporte de estéril.
de estéril.
A continuación se describe el fundamento teórico y algunas ecuaciones utilizadas para el cálculo de la energía con-
A continuación
sumida se describe
y los rendimientos el fundamento
teóricos teórico
(en m3/h) que puedeny algunas ecuaciones
esperarse obtenerutilizadas
en cada para el cálculo de la energía
trayecto.
consumida y los rendimientos teóricos (en m3/h) que pueden esperarse obtener en cada trayecto.
4.1. ESTIMACIÓN DE LA ENERGÍA CONSUMIDA POR TRAYECTO

El consumo energético global de una secuencia de vertido se obtiene sumando la energía consumida en el movimien-
to del dúmper por todos los trayectos realizados hasta transferir todo el estéril.
La energía consumida en cada trayecto depende fundamentalmente de la fuerza de tracción (resultante de las fuerzas
a vencer para que sea posible el movimiento del camión) y de la distancia a recorrer:

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
El consumo energético global de una secuencia de vertido se obtiene sumando la energía consumida en el
movimiento
El consumo del
energético dúmper global por todos una los trayectos realizados hastaobtiene transferir todo el la estéril.
El consumo energéticode global secuencia de una secuencia de vertido de se vertido se obtiene sumando sumando energía la energíaconsumida consumida en el en el
movimiento movimiento del dúmper del en por
dúmper todos los trayectos realizados hasta transferir todo el estéril.
La energía consumida cada por trayecto todosdepende los trayectos fundamentalmente realizados hasta detransferir
la fuerzatodo de tracción el estéril.(resultante de
las energía
La fuerzas a vencer para
consumida en que cada sea trayecto posibledepende el movimiento fundamentalmente del camión) yde delalafuerza distancia a recorrer:
La energía consumida en cada trayecto depende fundamentalmente de lade fuerza tracción de tracción (resultante (resultante de de
las fuerzas laslas a
fuerzas vencer para que sea posible el movimiento del camión) y de la distancia a recorrer:
Aplicando leyes ade vencerla física para seque obtiene sea la posible energía el movimiento
consumida por del camión) el camión: y de la distancia a recorrer:
Aplicando
Aplicando las leyes las leyes de ladefísica la física se obtiene sefísica obtiene laseenergía la energía consumida consumida por el porcamión: el camión:
𝐄𝐄𝐄𝐄 = 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗Aplicando 𝐭𝐭𝐭𝐭 ; 𝐏𝐏𝐏𝐏 =las𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭leyes ∗ 𝐕𝐕𝐕𝐕 de ; por la lo que: obtiene
𝐄𝐄𝐄𝐄 = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 la ∗ energía
𝐭𝐭𝐭𝐭 ∗ 𝐕𝐕𝐕𝐕 ; consumida o lo que espor lo mismo: el camión:
𝐄𝐄𝐄𝐄 = 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗𝐄𝐄𝐄𝐄 𝐭𝐭𝐭𝐭 =; 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗𝐏𝐏𝐏𝐏 𝐭𝐭𝐭𝐭= ;𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐕𝐕𝐕𝐕 = ;𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 por ∗ 𝐕𝐕𝐕𝐕lo; que: por lo𝐄𝐄𝐄𝐄 que: = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 ∗𝐄𝐄𝐄𝐄 𝐭𝐭𝐭𝐭=∗ 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐕𝐕𝐕𝐕∗ ; 𝐭𝐭𝐭𝐭 o∗lo𝐕𝐕𝐕𝐕que ; oes lo lo que mismo: es lo mismo:
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 ∗ 𝐃𝐃𝐃𝐃 𝐭𝐭𝐭𝐭
𝐄𝐄𝐄𝐄 = (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 ∗ 𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔
𝟑𝟑𝟑𝟑. 𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔. 𝐃𝐃𝐃𝐃 𝐅𝐅𝐅𝐅 ∗ 𝐃𝐃𝐃𝐃
𝐄𝐄𝐄𝐄 = 𝐭𝐭𝐭𝐭 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)
𝐄𝐄𝐄𝐄 =
𝟑𝟑𝟑𝟑. 𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔. 𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔. 𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔𝟔 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)
𝐸𝐸𝐸𝐸: 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ) ; 𝑃𝑃𝑃𝑃: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑚𝑚𝑚𝑚 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘) 𝑝𝑝𝑝𝑝: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝟑𝟑𝟑𝟑. 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒 (ℎ)
𝐸𝐸𝐸𝐸: 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)𝑒𝑒𝑒𝑒; (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)
𝐸𝐸𝐸𝐸:𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑃𝑃𝑃𝑃: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑃𝑃𝑃𝑃:𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣
𝑚𝑚𝑚𝑚𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑚𝑚𝑚𝑚𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘) 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑝𝑝𝑝𝑝:(𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘)
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝: 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒
(ℎ)𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒 (ℎ)
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑡𝑡𝑡𝑡 : 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 ó𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑁𝑁𝑁𝑁);; 𝑉𝑉𝑉𝑉: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑚𝑚𝑚𝑚𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
(𝑚𝑚𝑚𝑚/𝑠𝑠𝑠𝑠); 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
D: 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑚𝑚𝑚𝑚) ; 1 kWh = 3,6·106 J
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑡𝑡𝑡𝑡 : 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑡𝑡𝑡𝑡 : 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑁𝑁𝑁𝑁); ó𝑉𝑉𝑉𝑉:𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣
ó𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝D:
(𝑚𝑚𝑚𝑚/𝑠𝑠𝑠𝑠); 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑚𝑚𝑚𝑚) ;𝑒𝑒𝑒𝑒1𝑒𝑒𝑒𝑒 kWh
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 = 3,6·106 J
; 1 kWh = que
𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 a partir(𝑁𝑁𝑁𝑁); de 𝑉𝑉𝑉𝑉: las𝑣𝑣𝑣𝑣𝑒𝑒𝑒𝑒𝑣𝑣𝑣𝑣 (𝑚𝑚𝑚𝑚/𝑠𝑠𝑠𝑠); deD: 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑚𝑚𝑚𝑚) mientras 3,6·10 6J
La distancia se obtiene coordenadas cada vértice del trayecto, la fuerza de
tracción
La distancia es la combinación
se obtiene a partir a de la
departir fuerza
las coordenadas de rozamiento de cadade y del peso
vértice del
del camión.
trayecto, Su valor
mientrasmientras dependerá
que la fuerza de de la
La distancia
magnitud Lasede distancia
obtiene la pendiente ase partir obtiene de
y las sentido
del coordenadas de de las su coordenadas
de vector cada (positivo vértice del cada
o trayecto,
negativo), vértice del
mientras trayecto,
distinguiéndose que la fuerza los deque
casos tracción lacon fuerza es de
traccióntracción es la combinación es la combinación de la fuerza de la defuerza rozamiento de rozamiento y del peso y del delpeso camión. del Su valorSudependerá
camión. valor dependerá de la de la
la combinación
pendiente de
magnitud de
positiva la fuerza
la pendiente o negativa, de rozamiento
y del talsentido y comode y del peso
se su hace del
vector camión.
a continuación (positivo Su valor
o en negativo), dependerá
un análisis de la magnitud
muy simplificado,
distinguiéndose de
los casos la pendiente
pero que con y
del sentido
puede servir magnitud
de su vector
en este de la
(positivo pendiente o negativo), y del sentido
distinguiéndose de su vector
los casos (positivo con o
pendiente negativo), positiva distinguiéndose o negativa, los
tal y casos
como con
pendiente pendiente positiva o caso.
positiva negativa, o negativa, tal y como tal ysecomo hacese a continuación
haceque a continuación en un análisis en un muy simplificado,
análisis muy simplificado, pero que pero que
se hace
puede servir a continuación en un análisis muy simplificado, pero puede servir en este caso.
puedeen
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 : 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
este en
servir
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒
caso. caso.
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒este 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑁𝑁𝑁𝑁) 𝑃𝑃𝑃𝑃: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓 (𝑁𝑁𝑁𝑁) 𝑚𝑚𝑚𝑚: 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑒𝑒𝑒𝑒)
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 : 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝐹𝐹𝐹𝐹𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 : 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑁𝑁𝑁𝑁)𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑃𝑃𝑃𝑃: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑚𝑚𝑚𝑚 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
(𝑁𝑁𝑁𝑁) 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑃𝑃𝑃𝑃: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝 (𝑁𝑁𝑁𝑁) 𝑚𝑚𝑚𝑚: (𝑁𝑁𝑁𝑁)
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑚𝑚𝑚𝑚: 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑚𝑚𝑚𝑚𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑒𝑒𝑒𝑒) (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑒𝑒𝑒𝑒)
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑒𝑒𝑒𝑒: 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒ó𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ∶ 9,81 2 µ: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒ℎ𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 : 0,02 𝑝𝑝𝑝𝑝: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑠𝑠𝑠𝑠𝑚𝑚𝑚𝑚 𝑚𝑚𝑚𝑚
𝑒𝑒𝑒𝑒: 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ó𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑒𝑒𝑒𝑒: 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣ó𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ∶ 9,81 2∶ 9,81
𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 µ: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒ℎ𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒
µ: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑒𝑒𝑒𝑒 : 0,02 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝:
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒ℎ𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝:
: 0,02 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑠𝑠𝑠𝑠
La Ilustración 4 sirve de ayuda para plantear𝑠𝑠𝑠𝑠 2el cálculo de la fuerza de tracción necesaria en tramos con
pendiente
La Ilustración positiva 4 sirve de(desfavorable, de ayuda a losplantear efectos elque noslaocupa). Entracción ese caso las fuerzas queensetramos oponen al
La Ilustración
movimiento La4Ilustración sirve
son la fuerza
ayuda
4 sirve de
para depara
rozamiento
plantear
ayuda el cálculo
para
y la plantear
componente
cálculo de el cálculode
fuerza
horizontal
la fuerza de de del la de fuerza
peso:
tracción necesaria
de tracción necesaria en tramos necesaria con en pendientecon
tramos con
pendiente
positiva (desfavorable, positiva
pendiente positiva (desfavorable,
a los efectos (desfavorable, a los
que nos ocupa). efectos
a los efectos que En ese nos que ocupa).
caso noslas En
ocupa). fuerzasese caso
Enque esese las caso fuerzas
oponen las fuerzas que
al movimiento se oponen
que se son al
oponen la al
movimiento
fuerza de rozamiento son la y fuerza la componente
movimiento son la fuerza de rozamiento y la componente horizontal del peso:de rozamiento horizontal y la componente
del peso: horizontal del peso:

Ilustración 4 - Descomposición de fuerzas en tramos de pendiente positiva.


Ilustración 4 - Descomposición
Ilustración de fuerzas fuerzas en tramos de pendiente positiva.
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 4𝐅𝐅𝐅𝐅𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫
- Descomposición
+ 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬 = 𝐏𝐏𝐏𝐏de ∗ 𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 ∗ µ en + 𝐏𝐏𝐏𝐏tramos∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬de pendiente positiva.
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 + 𝐏𝐏𝐏𝐏𝐅𝐅𝐅𝐅∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬 = 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫
=+𝐏𝐏𝐏𝐏∗𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬
∗µ𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫
+ 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗∗𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 ∗𝐅𝐅𝐅𝐅𝐠𝐠𝐠𝐠𝐭𝐭𝐭𝐭 =∗ �𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 + 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐩𝐩𝐩𝐩) ∗ µ µ +𝐩𝐩𝐩𝐩)� 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 𝐅𝐅𝐅𝐅∗ 𝐠𝐠𝐠𝐠= ∗𝐦𝐦𝐦𝐦 �𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬
∗ 𝐠𝐠𝐠𝐠aefectos
∗los 𝐩𝐩𝐩𝐩) ∗ µ + 𝐩𝐩𝐩𝐩)
�𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬
∗nosµ +ocupa), 𝐩𝐩𝐩𝐩)�
𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬(𝐚𝐚𝐚𝐚𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐚𝐚𝐚𝐚𝐬𝐬𝐬𝐬
En tramos
En tramos con pendiente
con pendiente negativa
negativa (favorable,
(favorable, 𝐭𝐭𝐭𝐭 a los efectos
que nos queocupa), tal y como tal y𝐩𝐩𝐩𝐩)� como
se se muestra
muestra en la
en la Ilustración
Ilustración
5, laEnúnica
tramos 5,
fuerza
conla única
a la quefuerza
hay que
pendiente a la
negativa hacer que(favorable,
hay
frente que eshacer frente
alarozamiento,
los efectos es al ya
que rozamiento,
que nos la ocupa),
componente ya que tal y lahorizontal
componente
como se horizontal
del peso
muestra favorece
en la en la
del pesoEn
el movimiento:
Ilustración
tramoselcon
favorece
5, la única
pendiente negativa (favorable, a los efectos que nos ocupa), tal y como se muestra
movimiento:
fuerza a la que hay que hacer frente es al rozamiento, ya que la componente horizontal
Ilustración 5, la única fuerza a la que hay que hacer frente es al rozamiento, ya que la componente horizontal
del pesodelfavorece el movimiento:
peso favorece el movimiento:

Ilustración 5 - Descomposición de fuerzas en tramos de pendiente positiva.


Ilustración 5 - Descomposición de fuerzas en tramos de pendiente positiva.
Ilustración 5 - Descomposición de fuerzas en tramos de pendiente positiva.
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 − 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬

𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 ∗ µ − 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬

Sin embargo, la experiencia de SAMCA y el continuado registro de consumos realizado en la mina, permite
establecer las siguientes simplificaciones:

En tramos con pendiente negativa comprendida entre el 0 y el -2%, los ángulos son tan pequeños que se
puede asumir que:
www.congresomineriasevilla2018.org
sen α = tan α ; y cos α = 1 ; puesto que: α = arctan p ; entonces: sen α = p (pendiente)
Sin embargo, la experiencia de SAMCA y el𝐅𝐅𝐅𝐅continuado 𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 − 𝐏𝐏𝐏𝐏registro ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬 de consumos realizado en la mina, permite
establecer las siguientes simplificaciones:
𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐏𝐏𝐏𝐏𝐅𝐅𝐅𝐅∗ 𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 ∗ µ − 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 − 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
En tramos con pendiente negativa comprendida entre el 0 y el -2%, los ángulos son tan pequeños que se
Sin embargo,
puede asumir que:la experiencia de SAMCA y 𝐅𝐅𝐅𝐅el = continuado
𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐅𝐅𝐅𝐅 𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐅𝐅𝐅𝐅
𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 ∗registro
µ−
𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫 −𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏∗∗de consumos realizado en la mina, permite
𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
𝐭𝐭𝐭𝐭
establecer las siguientes simplificaciones:
senSinα =embargo,
tan α ; la y experiencia
cos α = 1 de SAMCA
; puesto que: 𝐭𝐭𝐭𝐭==arctan
y elα𝐅𝐅𝐅𝐅continuado 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ 𝐜𝐜𝐜𝐜𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫𝐫
p registro ; ∗entonces:
µ − 𝐏𝐏𝐏𝐏de ∗ 𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬𝐬
consumos
sen α = prealizado (pendiente) en la mina, permite
En tramos
establecer
Sin embargo, con pendiente
las siguientes
la experiencia de SAMCAnegativa comprendida
simplificaciones:
y el continuado registro de consumos entre el 0 y el -2%, losrealizadoángulos en sonlatan pequeños
mina, permite que se
establecer
puede Sin
asumir embargo,
que:
las siguientes simplificaciones: la
𝐅𝐅𝐅𝐅 =experiencia
𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ µ − de
𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ SAMCA
𝐩𝐩𝐩𝐩 es y el
decir continuado registro
𝐅𝐅𝐅𝐅 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 de ∗ consumos
𝐠𝐠𝐠𝐠 ∗ (µ − realizado
𝐩𝐩𝐩𝐩) en la mina, permite
𝐭𝐭𝐭𝐭 𝐭𝐭𝐭𝐭
establecer las siguientes simplificaciones:
En tramos con pendiente negativa comprendida entre el 0 y el -2%, los ángulos son tan pequeños que se
sen
En α = tan
tramos ; que:
y cos αnegativa
α pendiente
con = 1 ; puesto inferiorque: al -2% α =laarctan pendiente p ; entonces: es tan favorable sen α que = p (pendiente)
el
puede
En tramos con
En
asumir
pendiente
tramos con negativa
pendiente comprendida
negativa entre
comprendida el 0 yentre el -2%, el 0 losy elángulos
-2%, son
los tanconsumo
ángulos pequeños energético, a
que se puede
son tan pequeños que se
efectos prácticos, es
asumir que:puede asumir 𝐅𝐅𝐅𝐅que: de 0 kWh.
sen α = tan α ; y 𝐭𝐭𝐭𝐭 = cos𝐏𝐏𝐏𝐏α∗ =µ 1− ; 𝐏𝐏𝐏𝐏 puesto ∗ 𝐩𝐩𝐩𝐩 que: es αdecir = arctan p ; entonces: 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 ∗ sen 𝐠𝐠𝐠𝐠 ∗α(µ =p − (pendiente)
𝐩𝐩𝐩𝐩)
Por lo tanto, las ecuaciones que rigen el consumo energético son (kWh):
En tramos
sen con pendiente
α = tan α ; 𝐅𝐅𝐅𝐅y = negativa
cos
𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ α inferior
µ =− 1𝐏𝐏𝐏𝐏;∗ 𝐩𝐩𝐩𝐩puestoal -2%que: la decir
es pendiente
α = arctan esptan favorable que
;𝐅𝐅𝐅𝐅 entonces: senel α consumo energético, a
= p (pendiente)
𝐭𝐭𝐭𝐭 𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 ∗ 𝐠𝐠𝐠𝐠 ∗ (µ − 𝐩𝐩𝐩𝐩)
efectos prácticos, es de 0 kWh. Ft ∗ D
E = es decir
En tramos con pendiente 𝐅𝐅𝐅𝐅negativa 𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗ µ − 𝐏𝐏𝐏𝐏 ∗al
inferior 𝐩𝐩𝐩𝐩 -2% la3.600.000
pendiente es tan favorable 𝐅𝐅𝐅𝐅𝐭𝐭𝐭𝐭 = 𝐦𝐦𝐦𝐦 ∗que 𝐠𝐠𝐠𝐠 ∗el (µ − 𝐩𝐩𝐩𝐩) energético, a
consumo
Por lo tanto, las ecuaciones
efectos prácticos, es de 0 kWh. que rigen el consumo energético son (kWh):
En tramos
Tramocon
En con pendiente
tramos connegativa
pendiente pendiente>0% inferior
negativa al E-2% inferior
= m la pendiente
∗ al g ∗-2% laes
�cos(arctan tan favorable
pendiente p) ∗ µes+tan que el consumo
favorable
sen(arctan p)� que elenergético,
∗ D/ a efectos a
consumo energético,
3.600.000
prácticos, es de
Porefectos 0 kWh.
lo tanto,prácticos,
las ecuaciones es de 0que kWh. rigen el consumo
Ft ∗ D
E = energético son (kWh):
Tramo con pendiente (-2 , 0] % E = m ∗ g ∗3.600.000 (µ − p) *D / 3.600.000
Por lo tanto, las ecuaciones que rigen el consumoFt energético ∗D son (kWh):
Tramo con
Tramo con pendiente
pendiente > 02 %
≤- % EE ≈ = 0m ∗ g E∗ = �cos(arctan
3.600.000
p) ∗ µ + sen(arctan p)� ∗ D/ 3.600.000
Ft ∗ D
Tramo con pendiente (-2 , 0] % E = m ∗ g ∗ (µE− = p) *D / 3.600.000
EstasTramo con pendiente
ecuaciones dependen > de0 la %masa delEdúmper, = m ∗ gcomo ∗ �cos(arctan se puede
3.600.000 p)ver ∗ µen + sen(arctan
la Ilustración p)�6.∗ D/ 3.600.000
Tramo Tramo
con
Tramo con con pendiente
pendiente
pendiente 2 %, >
≤- (-2 0]0%% E ≈E 0= m
E =∗ m
g ∗∗ g(µ∗ −
�cos(arctan p) ∗ µ + sen(arctan p)� ∗ D/ 3.600.000
p) *D / 3.600.000
Estas ecuaciones
TramoTramo condependen de2la%
pendiente≤-
con pendiente masa
(-2 delEdúmper,
, 0] % ≈ 0E = mcomo
∗ g se puede
∗ (µ − p) ver
*D /en la Ilustración 6.
3.600.000
10
Estas Tramo
Estas ecuaciones
ecuaciones -10%
con pendiente
dependen de≤--5%
de la masa
dependen la2del
% dúmper,
masa 0%
E ≈ 0 se
como
del dúmper, 5%
puede
como la10%
ver en ver
se puede Ilustración 6.
en9la Ilustración 6.
Estas ecuaciones dependen de la masa del dúmper, como se puede ver
8 en la Ilustración 6. 10
por elendúmper en

-10% -5% 0% 5% 10%79


10 100 t
-10% -5% 0% 5% 68
10% 9 10 150 t
por el dúmper

-10% -5% 0% 5% 57 10% 9


en m

8
m de 100

200 t
en kWh desarrollada

100 t
46
el dúmper

7 8 250 t
Energía en kWh desarrollada por el dúmper en

150 t
tramos

35 7 300100
t t
6
por100

200 t
kWh desarrollada

24 150 t 100 t
5 6
tramos de 100 m
tramos de

250 t
200 t 150 t
Energía en kWh desarrollada

13 5
4 300 t
tramos de 100 m
Energía enEnergía

250 t 200 t
02 4
Pendiente de la rampa 3 300 t 250 t
1 2 3
300 t
0 1 2 de la rampa.
Ilustración 6 - . Energía consumida por el dúmper en función de la pendiente
Pendiente de la rampa
(Fuente: Elaboración propia)
Ilustración 6 - . Energía consumida por el dúmper en función de la pendiente 0 1 de la rampa.
Pendiente de la rampa
Ilustración 6 - . Energía consumida (Fuente: por el Elaboración
dúmper en propia)
función de la pendiente 0 de la rampa.
4.2. Estimación del consumo de combustible (Fuente: Pendiente
Elaboración de la rampa
propia)
4.2. ESTIMACIÓN Ilustración DEL CONSUMO 6 - . EnergíaDE COMBUSTIBLE
consumida por el dúmper en función de la pendiente de la rampa.
La energía invertida por
La energía invertida por trayecto se puede trayecto se puede convertir a consumo
convertir
(Fuente: a consumo
Elaboración de combustible
propia) de combustible aplicandoaplicando el coeficiente denominado
el coeficiente
Ce denominado
(consumo específico): Ilustración
Ce (consumo específico): C = E 6 * - C .
e Energía consumida
𝐂𝐂𝐂𝐂 = 𝐄𝐄𝐄𝐄 ∗ 𝐂𝐂𝐂𝐂𝐬𝐬𝐬𝐬 por el dúmper en función de la pendiente de la rampa.
4.2. Estimación del consumo de combustible (Fuente: Elaboración propia)
𝑣𝑣𝑣𝑣
La energía
𝐶𝐶𝐶𝐶:
4.2. invertida
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
Estimación por deltrayecto
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑐𝑐𝑐𝑐𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
consumo se de
𝑐𝑐𝑐𝑐𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣 (𝑣𝑣𝑣𝑣) puede
𝐸𝐸𝐸𝐸: combustible convertir
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 a consumo
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)de combustible
𝐶𝐶𝐶𝐶𝑒𝑒𝑒𝑒 : 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 aplicando
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝í𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 el
( coeficiente)
denominado Ce (consumo específico): 𝐂𝐂𝐂𝐂 = 𝐄𝐄𝐄𝐄 ∗ 𝐂𝐂𝐂𝐂 𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ
𝐬𝐬𝐬𝐬
La energía 4.2.invertidaEstimación por del trayecto consumo se puede de combustible convertir a consumo de combustible aplicando el coeficiente
El consumo de
denominado combustible, Ce (consumo al igual que
específico): la energía, 𝐂𝐂𝐂𝐂 se
= calcula
𝐄𝐄𝐄𝐄𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝐂𝐂𝐂𝐂𝐬𝐬𝐬𝐬 por𝑒𝑒𝑒𝑒tramos
∗ 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 de 𝐶𝐶𝐶𝐶pendiente constante. De( esta 𝑣𝑣𝑣𝑣 manera, la
𝐶𝐶𝐶𝐶:
La 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
energía 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑐𝑐𝑐𝑐𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
invertida por (𝑣𝑣𝑣𝑣) 𝐸𝐸𝐸𝐸: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑐𝑐𝑐𝑐𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣trayecto se puede convertir (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ)
a consumo 𝑒𝑒𝑒𝑒 : de
𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝
combustible 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝í𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒
aplicando )el coeficiente
suma del consumo de todos los tramos o segmentos del trayecto da como resultado el consumo total 𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ del trayecto. En
la práctica, denominado
el consumo de Ceun (consumo
determinado específico):
trayecto tendrá 𝐂𝐂𝐂𝐂 = 𝐄𝐄𝐄𝐄en∗ consideración
𝐂𝐂𝐂𝐂𝐬𝐬𝐬𝐬 la carga del camión en la ida𝑣𝑣𝑣𝑣 (cargado)
𝐶𝐶𝐶𝐶: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑐𝑐𝑐𝑐𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑐𝑐𝑐𝑐𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣 (𝑣𝑣𝑣𝑣) 𝐸𝐸𝐸𝐸: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ) 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑒𝑒𝑒𝑒 : 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝í𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ( )
𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ 𝑣𝑣𝑣𝑣
𝐶𝐶𝐶𝐶: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑐𝑐𝑐𝑐𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑐𝑐𝑐𝑐𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣𝑣 (𝑣𝑣𝑣𝑣) 𝐸𝐸𝐸𝐸: 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 (𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ) 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑒𝑒𝑒𝑒 : 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑒𝑒𝑒𝑒𝑝𝑝𝑝𝑝í𝑓𝑓𝑓𝑓𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ( )
𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘𝑘ℎ

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y en la vuelta (descargado) y el número de viajes realizados (que, lógicamente, depende de la cantidad de estéril a
transportar.

3.3. ESTIMACIÓN DE LA VELOCIDAD DEL CAMIÓN


La estimación de la velocidad teórica de los camiones es necesaria para obtener el rendimiento horario del trayecto,
expresado en metros cúbicos de estéril transportado a la hora (m3estéril/h). Para ello se establece, en primer lugar, el
régimen de funcionamiento del dúmper a partir de los datos facilitados por el fabricante, para posteriormente ajustar
dichos valores a los datos reales registrados en la mina, hasta obtener una buena correlación.

Los gráficos de doble entrada facilitados por el fabricante que se muestran en la Ilustración 7, permiten estimar la ve-
locidad del camión en función del peso y de la resistencia total (la debida a la pendiente, más la debida a la rodadura).
Teniendo en cuenta la carga del camión, es posible obtener la velocidad por tramos de distinta pendiente.

Ilustración 7 - Velocidad del dúmper CAT 785D (peso neto:109 t / peso cargado: 245t). (Fuente: Fabricante)
Para calcular la velocidad en función de cualquier magnitud de la pendiente, SAMCA y SEGYCAL han desarrollado y
validado unas ecuaciones para su uso particular (para cada mina deberán establecerse los correspondientes ajustes).
A través de los sensores instalados en su camiones, SAMCA realiza un registro y control de los itinerarios seguidos
en la labor de transporte de estéril, de los que se extrae un flujo de información continuo (tiempos, distancias y carga)
que es posible correlacionar con sus equivalentes, delineados sobre el modelo 3D de la mina.
El resultado obtenido aplicando este procedimiento es una ecuación polinómica de sexto grado, con un coeficiente de
correlación cercano a la unidad, que permite automatizar el cálculo de las velocidades en función de la pendiente (p,
en %) y de la carga (ajustadas para una mina en particular).

Ecuaciones de velocidad alcanzada (km/h) por el dúmper CAT 785D (p = pendiente %)


Vacío v=-9,2676E-07p6+0,000089p5-0,001274p4-0,002195p3-0,06572p2-0,33108p1+35,82p0
Lleno v=-0,0000414p6+0,00036p5+0,00589p4-0,00497p3-0.5p2-1,5p1+35,12p0

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5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Partiendo del supuesto de que la optimización de los costes de transporte del estéril mediante camiones en una mina
a cielo abierto viene condicionada por la eficiencia energética (consumo de energía de los camiones por m3 trans-
portado, expresada en kWh / m3 estéril) y el rendimiento del transporte (expresado en m3 estéril / h), se destacan las
siguientes conclusiones obtenidas a partir del trabajo que aquí se presenta:

-- Es muy importante realizar análisis previos que permitan plantear secuencias de transporte y vertido con cri-
terios de eficiencia energética.
-- Se propone, por su simplicidad de uso, la altura equivalente como parámetro a utilizar como herramienta de
referencia, tanto directamente en el diseño de trayectos de transporte eficientes como para elegir entre dife-
rentes alternativas. Su potencial como elemento de análisis es superior si además se utiliza en combinación
con otros criterios complementarios.
-- En el caso de una mina de SAMCA se ha comprobado que la distancia tiene un peso relativo aproximado de
1/3 en el consumo energético, mientras que la altura equivalente tiene una importancia relativa de 2/3. Esto se
ha tenido en cuenta en el diseño de las nuevas fases de explotación de las minas a cielo abierto.
-- Se formula de manera sencilla el cálculo teórico del consumo de energía de un camión (cargado y vacío) a lo
largo de un supuesto recorrido. Mediante el correspondiente contraste con resultados reales en una campaña
de toma de datos monitorizada se ha validado el algoritmo teórico de cálculo.
-- Se han validado unas ecuaciones para la estimación previa de la velocidad media de los camiones en las
condiciones de una mina en particular; de tal modo que, con ellas, se pueden estimar de manera teórica los
m3/ h de estéril transportados, según cuales sean los trayectos seguidos. Esto puede resultar de gran utilidad
para diseñar previamente las operaciones de transporte y vertido con criterios que conducen a la optimización
de los costes.
-- La utilización conjunta del consumo energético calculado y la altura equivalente, calculados previamente de
manera teórica, han permitido a SAMCA estimar costes teóricos y rendimientos de transporte de distintas op-
ciones. Sobre la base de esas estimaciones ha tomado decisiones que le han llevado a reducir los costes de
la operación.
-- Para facilitar los análisis y los cálculos, y hacerlos aplicables en la práctica, fue necesario poner a punto una
herramienta informática en un entorno EXCEL.

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la compañía S.A. MINERA CATALANO ARAGONESA (SAMCA), tanto el permiso para pu-
blicar la presente comunicación, como la financiación de los trabajos sobre los que se ha basado la misma.

7. BIBLIOGRAFÍA
• La utilización de programas informáticos comerciales conocidos y formulaciones recogidas en cualquier manual
de la física clásica y catálogos de fabricantes de camiones, hace innecesario hacer una relación bibliográfica es-
pecífica.

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388
INNOVACIÓN EN EL TRANSPORTE CONTINUO DE MINERAL
Sancho Calderón, Diegoa, Kristek, Frankb, Prinz, Thomasc
a
Empresa: Deilmann-Haniel GmbH, Dirección: Haustenbecke 1, 44319, Dortmund, Germany, email: diego.sancho@
deilmann-haniel.com; bEmpresa: Deilmann-Haniel GmbH, Dirección: Haustenbecke 1, 44319, Dortmund, Germany,
email: frank.kristek@deilmann-haniel.com; cEmpresa: Deilmann-Haniel GmbH, Dirección: Haustenbecke 1, 44319,
Dortmund, Germany, email: thomas.prinz@deilmann-haniel.com

RESUMEN: El transporte del mineral hacia la superficie es una parte esencial del proceso minero. A día de hoy, la
mayoría de los sistemas de transporte usados, como el transporte por skips o con camiones, son discontinuos. Sin
embargo, en los últimos años, la innovación tecnológica ha permitido el desarrollo de un sistema de cinta transporta-
dora vertical que es capaz de transportar el mineral de forma continua. El objetivo de esta comunicación es presentar
el progreso que se ha realizado a este respecto y evaluar la utilidad de esta innovación. El sistema con cinta trans-
portadora vertical POCKETLIFT posee ciertas ventajas de importancia sobre los sistemas tradicionales, teniendo
una mayor eficiencia energética, menores requerimientos sobre la red eléctrica y siendo más fiable que los sistemas
tradicionales.

PALABRAS CLAVE: Cinta transportadora vertical, transporte de mineral, innovación, transporte continuo

1. INTRODUCCIÓN
La utilización del sistema de transporte de mineral adecuado a las características de la mina es esencial para con-
seguir un rendimiento económico óptimo. De hecho, el sistema de transporte de mineral condiciona la flexibilidad de
la mina para responder a diferentes condiciones de demanda e inventario (Pratt, 2005). Diferentes alternativas se
presentan tradicionalmente al diseñador y al propietario de la mina para esa elección: el transporte por camiones o
cinta transportadora a través de una rampa inclinada y el transporte por skips a través de un pozo. Algunas minas
comienzan su producción con transporte mediante camiones, adecuado para profundidades limitadas. Más adelan-
te suele ser más favorable el uso de cinta transportadora, que no genera tantos problemas de ventilación como el
transporte por camiones (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016). Otra posibilidad es el paso a un sistema de
skips, que en la mayoría de los casos requiere la excavación de un nuevo pozo. En otros casos, el mineral se sitúa a
una profundidad mayor y este último tipo de transporte se impone claramente desde el comienzo del proyecto como
el más adecuado.

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Figura 1: Capacidad de los sistemas de transporte de mineral establecidos (Pratt, 2005)

Este artículo tiene como objetivo evaluar el impacto que la cinta transportadora vertical continua puede tener en la
industria de la minería. Diferentes fuentes que consideran el uso de transporte de mineral tradicional y nuevos siste-
mas de transporte han sido revisadas. El posible uso del sistema con cinta transportadora vertical ha sido evaluado
y comparado de forma general con los sistemas tradicionales para un caso ejemplar relevante. Unas sesenta cintas
verticales Tipo FLEXOWELL®, similares al POCKETLIFT, están trabajando para buques de cualquier carga a granel
o alimentando altos hornos con mineral. El POCKETLIFT, diseñado para alturas mayores. ya ha sido instalado con
éxito en tres proyectos, presentados en la Tabla 1.

Tabla 1: Proyectos en los que la tecnología POCKETLIFT® se ha instalado


Proyecto Minero Mineral Capacidad Altura Año de finalización
White County Coal, Cleveland, USA carbón mineral 1817 t/h 276 m 2002
Helsinki Energy, Helsinki, Finlandia carbón-vapor 500 t/h 112 m 2004
KGN, Novomoskovsk, Rusia yeso bruto 900 t/h 138 m 2009

2. CARACTERÍSTICAS DE LA CINTA TRANSPORTADORA VERTICAL POCKETLIFT®


El sistema de cinta transportadora vertical POCKETLIFT transporta el mineral de forma continua desde el nivel de
producción hasta la superficie a través de un pozo vertical. El sistema, desarrollado en cooperación por las empresas
Deilmann-Haniel GmbH y Contitech AG, consiste en una cinta transportadora vertical accionada a través de una caja
de engranajes por un motor situado en el punto de descarga en la superficie. El mineral es transportado en cestas
(pockets) montadas con barras transversales entre dos cintas de transporte reforzadas. El mineral se carga en la es-
tación cargadora directamente en las cestas y se transporta a la estación de descarga en la superficie. Los elementos
del POCKETLIFT se pueden suministrar separadamente, lo que facilita su transporte e instalación en el pozo.

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OCKETLIFT se compone de los siguientes elementos, ilustrados en la vista genera

nta transportadora POCKETLIFT® sinfín con cestas (ver Figura 2)


tación de carga en el nivel de producción (con estructura metálica para el soporte
deflección de la cinta)
El sistema POCKETLIFT se compone de los siguientes elementos, ilustrados en la vista general de la Figura 3:
tación de descarga en superficie (con estructura metálica para el soporte de la
lección • • deCinta
la cinta)
transportadora POCKETLIFT sinfín con cestas (ver Figura 2)
Estación de carga en el nivel de producción (con estructura metálica para el soporte de las poleas de deflec-
leas de deflección,
ción de la cinta)unidad de tracción y unidad de descarga de material
• Estación de descarga en superficie (con estructura metálica para el soporte de las poleas de deflección de la
uipo de eliminación
cinta) de polvo en ambas estaciones de carga y descarga
• Poleas de deflección, unidad de tracción y unidad de descarga de material
• Equipo de eliminación de polvo en ambas estaciones de carga y descarga
ones y características de cada elemento, como por ejemplo la anchura y el materi
, se pueden adaptar a cada proyecto.
Las dimensiones y características de cada elemento, como por ejemplo la anchura y el material de la goma de las
cestas, se pueden adaptar a cada proyecto.

Figura 2: Detalles de ladecinta


Figura 2: Detalles la cintayy las
lascestas
cestas de un POCKETLIFT®
de un POCKETLIFT ®

El sistema POCKETLIFT tiene forma de letra ”S”, de modo que las estaciones de carga y descarga se posicionan
OCKETLIFT tiene forma de letra ”S”, de modo que las estaciones de carga y
® En la Figura 3 se presenta una vista general del sistema.
giradas 180º.

radas 180º. En la Figura 3 se presenta una vista general del sistema.

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Figura 3: Vista general del sistema POCKETLIFT®

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3. COMPARATIVA DE LA CINTA TRANSPORTADORA VERTICAL POCKETLIFT® Y LOS SISTEMAS TRA-
DICIONALES
Existen diferentes estudios comparativos sobre el transporte por pozo (skips) y por rampa (camiones). Diferentes
características propias de cada mina afectan a esta decisión. De hecho, cuanto mayor sean la producción anual es-
perada, vida útil de la mina y profundidad del mineral, más probable es que la opción más adecuada sea el pozo (De
Vilhena Costa, Da Silva, & De Lima, 2017). Sin embargo, otros factores favorecen la decisión de utilizar una rampa
frente a un pozo: la escasez de capital disponible, el rápido retorno de la inversión y un coste más reducido (De Vilhe-
na Costa, Da Silva, & De Lima, 2017). Un caso habitual es comenzar la producción a través de una rampa e ir aumen-
tando la profundidad del nivel de producción. En este caso, se plantea la pregunta de si cambiar a un transporte por
pozo y en qué momento de la vida de la mina hacerlo (McCarthy & Livingstone, 1993). A partir de una profundidad de
300-500 m, el transporte por pozo tiende a ser más favorable que por rampa (McCarthy & Livingstone, 1993) (Elevli,
Demirci, & Dayi, 2002).

El sistema de transporte con cinta transportadora vertical POCKETLIFT presenta varias diferencias esenciales res-
pecto a los sistemas de transporte por skips en pozo. Primeramente, el transporte es continuo, lo que implica un con-
sumo eléctrico regular (Deilmann-Haniel, 2012). Los picos de consumo típicos del transporte por skips se eliminan,
lo cual evita dificultades en la red eléctrica y permite el uso de motores de menor potencia. Por otra parte, el sistema
necesita menos espacio en el pozo que el sistema de skips, con lo que se pueden utilizar pozos de menor diámetro
(Deilmann-Haniel, 2012) o utilizar el resto del espacio para transporte de personas y material, por ejemplo. Al no ser
necesario un sistema de guiado en el pozo, la ventilación se produce con menor resistencia y es posible reducir el
gasto energético en ventilación.

A diferencia del sistema de transporte por skips, determinadas estructuras no son necesarias, como el castillete y
sus respectivas cimentaciones, lo cual reduce los requerimientos de espacio en superficie del sistema de transporte.

Un solo POCKETLIFT es capaz de transportar mineral hasta una altura de 800 m. El tamaño máximo del mineral
es de 150-200 mm. Por ello, según las condiciones de la producción, puede ser necesario instalar una unidad ma-
chacadora antes de la unidad de carga. La capacidad del sistema es de hasta 1500 m3/h para el sistema tipo III y de
3000 m3/h para el sistema tipo II. La capacidad y altura de transporte de los tres sistemas existentes, FLEXOWELL,
POCKETLIFT tipo II y POCKETLIFT tipo III, se presenta en la Figura 4.

Figura 4: Capacidad de varios tipos de cinta transportadora vertical según la altura de transporte (Deilmann-Haniel
GmbH, 2016)

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Los costes de inversión son mucho menores que con transporte por skips, es posible reducir el diámetro del pozo,
evitar la construcción de búnkers de carga subterráneos y reducir el consumo de energía del sistema de transporte.
Los costes por tonelada de mineral son también más reducidos debido a la operación continua y a requerir un man-
tenimiento menos frecuente.

Las ventajas del transporte continuo con cinta transportadora vertical pueden cambiar los límites tradicionales de uso
de la rampa y el pozo. De hecho, los costes de inversión y de mantenimiento más reducidos y su mayor fiabilidad
pueden hacer que compense excavar un pozo (de menor diámetro requerido) en lugar de realizar una rampa incluso
para profundidades menores de 300m, en las que previamente la rampa dominaba con claridad.

4. POSIBILIDAD DE APLICACIÓN DE LA CINTA TRANSPORTADORA VERTICAL POCKETLIFT® EN UNA


MINA
Deilmann-Haniel y Drillcon Iberia realizaron un estudio detallado de las posibilidades de transporte de mineral para
una cierta mina. En este caso, se trata de una mina madura, en plena producción, con una producción anual apro-
ximada de 4,6 millones de toneladas. La profundidad del nivel de producción es de más de 900 m (Deilmann-Haniel
GmbH & Drillcon Iberia, 2016). El transporte del mineral se realiza actualmente mediante camiones por rampas. El
uso de los camiones a través de rampas fue comparado con el sistema de bandas transportadoras a través de rampa,
pozo con sistema de skips y POCKETLIFT instalado en pozo.

Los camiones representan un sistema sencillo de ajustar a la producción variable, se evita el machacado previo y
los transportes intermedios y además es fácil separar los diferentes tipos de minerales y el estéril que se obtienen
durante la producción. Sin embargo, el uso de los camiones está limitado por la capacidad de ventilación y tiene un
mantenimiento extremadamente elevado. En cuanto al medio ambiente y el riesgo de accidentes y de seguridad y
salud, este procedimiento presenta ciertos inconvenientes, por ejemplo, una elevada utilización de mano de obra, la
emisión de gases contaminantes en el interior de la mina y el elevado gasto de combustible. Desde el punto de vista
operacional, durante el estudio se encontró que hay una gran diferencia entre el funcionamiento teórico de los camio-
nes y su funcionamiento real, en el sentido de que en la realidad hay muchas imperfecciones (causadas por ejemplo
por el hecho de que la rampa es de una sola dirección, con aparcaderos), pausas (inevitables durante la voladura),
llenado incompleto de los camiones, etc., que conllevan un rendimiento claramente menor (30-40% menor) que el
esperado teóricamente (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

Las cintas transportadoras por rampa son simples, fiables, fáciles de mantener, seguras y poseen una elevada ca-
pacidad. A diferencia de los camiones, se pueden automatizar y monitorizar con relativa facilidad y se pueden utilizar
durante la voladura. Por otra parte, el coste de inversión y el consumo eléctrico son muy elevados. Además, la utiliza-
ción de muchas cintas en serie, necesarias en las largas rampas de aproximadamente 6 (km) de la mina considerada,
disminuiría su fiabilidad. El pre-machacado del mineral es necesario. La separación de diferentes minerales o estéril
es imposible. Su integración en una rampa ya construida es compleja, debido a que requiere una anchura conside-
rable y una geometría adecuada, como por ejemplo curvas suaves. Estas dos últimas condiciones suponen un gran
inconveniente para la utlización de cintas transportadoras por rampa en la mina objeto del estudio (Deilmann-Haniel
GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

La posible instalación de un sistema de transporte por skips en pozo fue estudiada también. La alta capacidad y
fiabilidad de los skips, su posible automatización y uso durante la voladura y la posibilidad de separar el mineral y el
estéril dotan a este sistema de altas capacidades. El nuevo pozo genera también ventajas adicionales, como mayor
ventilación, un camino corto para conducciones y tuberías y una salida de emergencia fácil y rápida. Los inconvenien-
tes son el alto coste de la inversión en un nuevo pozo, la necesidad de desarrollo minero (pozo, silos, cámaras de
carga, etc.) y la necesidad de pre-machacado. Otros sistemas auxiliares de transporte hasta el pozo son necesarios
adicionalmente (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

La evaluación del POCKETLIFT mostró que esta solución tiene una elevada capacidad de transporte y una fiabili-
dad mayor que cualquiera de los otros sistemas. Además, tiene unos costes operacionales mucho menores que el
resto. Por otra parte, se puede automatizar completamente y permite el transporte separado del mineral y el estéril
(tiempo de cambio de 3 minutos). También ofrece ventilación adicional y una salida de emergencia más. No obstante,
la inversión inicial es relativamente alta, aunque menor que para el pozo con skips, y necesita pre-machacado y de-
sarrollo minero. Como para el pozo con skips, otros sistemas auxiliares de transporte hasta el pozo son necesarios
adicionalmente (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016). Debido a las particularidades de esta mina, se con-

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sideró el uso de dos POCKETLIFT®, uno de 473 m a 810 m y otro desde 473 m de profundidad hasta la superficie
(Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

Figura 5: Vista conceptual del sistema POCKETLIFT® para la mina estudiada

Se realizó también un estudio económico para el uso de los cuatro posibles sistemas de transporte (camiones, cinta
transportadora en rampa, skips y POCKETLIFT) entre los años 2016 y 2025. Los costes totales, incluyendo CAPEX y
OPEX, fueron un 22% menores para el POCKETLIFT y un 9% menores para el pozo con skips que para el transporte
por camiones (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

El estudio de riesgos de seguridad y salud puso de manifiesto que el transporte por camiones es claramente la opción
de mayor riesgo (Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia, 2016).

Durante el estudio quedó patente que el uso actual del sistema de rampa y camiones para esa mina puede ser opti-
mizado mediante el uso del POCKETLIFT.

5. CONCLUSIONES
El sistema con cinta transportadora vertical POCKETLIFT posee varias ventajas significativas sobre los sistemas tra-
dicionales. Al ser un sistema continuo, los elevados picos de potencia consumida típicos de los sistemas tradicionales
se pueden evitar, reduciendo así los requerimientos impuestos sobre la red eléctrica. Además, el sistema es más efi-
ciente, porque no se pierde energía al acelerar y frenar, sino que la velocidad de la cinta transportadora se mantiene
constante. En total, el consumo de energía se puede reducir a aproximadamente un tercio. El grado de automatiza-

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ción es también superior al existente en sistemas de transporte tradicionales. Finalmente, el sistema es más robusto
y menos dado a averías que el sistema tradicional de skips o el transporte con camiones, que es menos fiable. El
estudio comparativo del sistema con cinta transportadora vertical POCKETLIFT y de los sistemas tradicionales para
la mina estudiada puso de manifiesto que el primero tendría una mayor fiabilidad, generaría ventajas económicas y
reduciría los riesgos de seguridad y salud en la operación de la mina.

6. BIBLIOGRAFÍA
• De Vilhena Costa, L., Da Silva, J. M., & De Lima, H. M. (2017). Analysis of options of production and access ways
in underground mines. REM-International Engineering Journal, págs. pp. 237-242.
• Deilmann-Haniel. (2012). POCKETLIFT® system Knauf Gips Novomoskovsk - 2009.
• Deilmann-Haniel GmbH & Drillcon Iberia. (2016). Hoisting alternatives for a mine.
• Deilmann-Haniel GmbH. (2016). POCKETLIFT®, Innovation in vertical conveying.
• Elevli, B., Demirci, A., & Dayi, O. (July/August de 2002). Underground haulage selection: Shaft or ramp for a small-
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• McCarthy, P. L., & Livingstone, R. (1993). Shaft or Decline? An Economic Comparison. Open Pit to Underground:
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• Pratt, A. G. (2005). Application of conveyors for underground haulage. Proceedings Ninth Underground Operators’
Conference 2005, The Australasian Institute of Mining and Metallurgy., (págs. pp 273-284). Melbourne.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
403
SISTEMA DE GESTIÓN DE MANTENIMIENTO DE EQUIPOS
MINEROS MEDIANTE TECNOLOGÍA RFID (IDENTIFICACIÓN POR
RADIOFRECUENCIA).

Martín Rodríguez, Justo Manuel; Molías Conte, Francisco; Peguero Baeta, Juan Carlos.
SOCIEDAD ANÓNIMA MINERA CATALANO ARAGONESA, S.A. (SAMCA) – Paseo Independencia, 21, planta 3.
50001 - Zaragoza. e-mail: fmolias@samca.com

PALABRAS CLAVE: RFID, WIFI, Sistema de Gestión de Mantenimiento, TAG pasivo, PDA inalámbrica, ERP, MAXI-
MO, SAP.

1. INTRODUCCIÓN
El hardware que compone el Sistema de Gestión de Mantenimiento son las PDAs inalámbricas que utiliza cada ope-
rario de mantenimiento y varios TAGs pasivos instalados en los diferentes puntos de inspección de los equipos mine-
ros (excavadoras y camiones extraviales, principalmente) objeto del trabajo de mantenimiento.

El dispositivo manual inalámbrico o PDA muestra al operario todas las tareas de mantenimiento preventivo que debe
llevar a cabo durante su jornada, convirtiéndose en un asistente y registrando tola la información relevante correspon-
diente al trabajo desarrollado durante la jornada.

Finalizado el trabajo de mantenimiento, toda la información registrada en las PDAs se descarga directamente en el
Sistema de Gestión de Mantenimiento y/o ERP de la empresa (MAXIMO y SAP en el caso de SAMCA), evitando la
tarea administrativa de introducir todos estos datos manualmente y disponiendo de un modo rápido y seguro de toda
la información procesada para conocer situaciones que deban ser subsanadas de manera inmediata en los equipos.

Adicionalmente, este Sistema también permite al responsable de mantenimiento conocer varios parámetros adiciona-
les sobre el desarrollo de la actividad de mantenimiento como tiempos de ejecución de operaciones, tiempos de trans-
porte, detectar tiempos improductivos y trazabilidad de la ejecución de las operaciones (fecha, hora, operario, etc.).

2. INFRAESTRUCTURA.
2.1. QUÉ ES UN TAG?

Para la identificación de los elementos sobre los que se van a llevar a cabo las tareas de mantenimiento se distribuyen
varios TAGs pasivos sobre los equipos mineros.

Un TAG pasivo es una etiqueta electrónica con memoria basada en tecnología RFID. Este sistema dispone de un chip
de memoria y una antena de alimentación a través de la cual recibe energía para poder realizar tareas de lectura y
grabación de información sobre dicho dispositivo.

Las principales ventajas de este sistema de control son:

• No se requiere visión directa entre los TAGs y el terminal lector o PDA.


• No requieren sistemas de alimentación externos, ya que las ondas emitidas por el terminal lector (PDA) ali-
menta directamente al TAG para poder leer y grabar información sobre él.
• Los TAGs se pueden reescribir.
• Con una protección IP67, los TAGs son perfectamente utilizables en condiciones de trabajo tremendamente
exigentes como altas y bajas temperaturas, agua, polvo, vibraciones, combustibles, aceites, etc.

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2.2. PDA O DISPOSITIVO MANUAL PARA USO INDUSTRIAL.
El operario de mantenimiento recibe la información del trabajo que debe desempeñar en su dispositivo manual o PDA.
Cuando el operario se encuentra junto al elemento de control, primero debe aproximar la PDA al TAG con objeto de
identificar el elemento y, en consecuencia, la tarea concreta a desempeñar.

Automáticamente, la PDA muestra la siguiente información:


• Descripción de la tarea a desarrollar sobre el elemento identificado.
• Entrada de datos referente al resultado de la inspección (estado general del elemento), consumos (filtros,
gasóleo, lubricantes, etc.) y otros parámetros de control (presiones de los neumáticos, par motriz de los siste-
mas de frenado de un camión, etc.).

2.3. SISTEMA INTERFACE PARA LA GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN.


La gestión del mantenimiento ha evolucionado a lo largo de
los últimos años pasando del correctivo, al preventivo y pre-
dictivo, para terminar dando el paso a Sistemas Integrales de
Gestión de Mantenimiento basados en conceptos como el RCM
(Mantenimiento Centrado en Fiabilidad) y TPM (Mantenimien-
to Productivo Total). Todos los esfuerzos de estas filosofías de
mantenimiento están enfocadas claramente a la reducción de
costes e incrementar la disponibilidad de los equipos mineros e
industriales.

Sin embargo, en ocasiones es complicado tener la certeza


absoluta sobre la correcta ejecución de las diferentes tareas que
componen los planes de mantenimiento definidos por los Depar-
tamentos de Mantenimiento.

En este sentido, SAMCA ha desarrollado un sistema de gestión


de mantenimiento basado en tecnología RFID que supone una
herramienta que guía al operario de mantenimiento y que trata
de garantizar la correcta ejecución de las tareas.

Entre los Sistemas de Gestión de Información implantados en la Empresa (MAXIMO y SAP, el caso de SAMCA) y los
terminales manuales o PDAs, se requiere de un software intermedio para la gestión de la información correspondiente
al mantenimiento preventivo. Este software intermedio o interface, entre otras, permite las siguientes funciones:

• Optimizar la asignación de la carga de trabajo a los operarios de mantenimiento al poder calcular la carga de
trabajo atribuida en base al registro de tiempos de trabajo por operaciones.
• Traspasar toda la planificación del trabajo de mantenimiento previsto a las PDAs mediante tecnología WIFI al
comienzo de la jornada de trabajo.
• Recopilación de la información correspondiente a la jornada de trabajo procedente de las PDAs una vez fina-
lizada la jornada de mantenimiento.
• Tratamiento y verificación de la información correspondiente al trabajo de mantenimiento para su posterior vol-
cado directamente a los diferentes Sistemas de Gestión de la Empresa (Sistema de Gestión de Mantenimiento
y/o ERP).

En la ilustración 1 se puede ver un esquema con los diferentes elementos que componen el Sistema de Gestión de
Mantenimiento.

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Ilustración 1. Hardware y Software del Sistema de Gestión de Mantenimiento.

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3. CONSIDERACIONES DEL SISTEMA.
Para un correcto funcionamiento del Sistema, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

• Todos los elementos sobre los que se vaya a realizar operaciones de mantenimiento se deben identificar con
un TAG electrónico.
• Debe existir una relación unívoca entre cada TAG y cada operación o tarea de mantenimiento.
• La colocación del TAG sobre las máquinas debe cumplir dos objetivos fundamentales: identificación clara de
la tarea a realizar y fácil lectura del mismo por la aproximación del terminal de lectura o PDA.
• Los TAGs deben adherirse a la máquina mediante sistemas de fijación definitivos para que no se pierdan du-
rante la operación habitual de los equipos en la mina.
• La interconexión entre el Interface para la Gestión de la Información de las PDAs y los Sistemas de Gestión de
la Información de la Empresa (MAXIMO, SAP, etc.) deben estar perfectamente definidos.
• Todas las Ordenes de Trabajo de Mantenimiento (OTs) se gestionarán electrónicamente a través de los dispo-
sitivos manuales o PDAs.
• Los operarios de mantenimiento se identificarán en el Sistema mediante tarjetas RFID y una clave o password
antes de comenzar a realizar su trabajo.

4. GESTIÓN DEL MANTENIMIENTO.


4.1. Generación y Asignación de las Órdenes de Mantenimiento (OTs).
A partir de las horas de trabajo acumuladas de los diferentes equipos mineros, el Sistema de Gestión de Manteni-
miento de la Empresa (MAXIMO) generará un número de Ordenes de Trabajo de Mantenimiento (OTs) de manera
automática (ilustración 2).

De acuerdo con la frecuencia de ejecución de los trabajos de mantenimiento, existe una definición de planes de man-
tenimiento diarios, semanales y horarios (cada 250, 500, 1000 horas de trabajo, etc.).

Para cada una de estas operaciones de mantenimiento el Sistema de Gestión de Mantenimiento tiene definidos una
serie de necesidades de materiales (filtros, lubricantes, etc.), así como de mano de obra precisa para desarrollar dicho
trabajo (número de personas y tiempo necesario).

Ilustración 2. Proceso de generación de las Órdenes de Mantenimiento (OTs).

Una vez que las OTs de Mantenimiento se han definido, el Software Interface permite al gestor de mantenimiento
planificar el trabajo mediante la asignación a cada uno de los operarios de mantenimiento de todas las operaciones a
realizar durante su jornada de trabajo, haciendo un cálculo estimado de la carga de trabajo asignado a cada uno de
ellos (ilustración 3).
La definición de los tiempos de trabajo asignados a cada operación, viene definida por el histórico de datos recopilado
por la aplicación.

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Ilustración 3. Asignación de las Órdenes de Mantenimiento (OTs) a los operarios de mantenimiento.

4.2. Trabajo de Mantenimiento.


Cuando el operario de mantenimiento comienza su jornada de trabajo, debe identificaste en la PDA. En ese momento,
puede visualizar en el dispositivo todas las operaciones asignadas al trabajador agrupadas por Máquina y Planes de
Mantenimiento.

En primer lugar, antes de comenzar con las tareas de mantenimiento propiamente dichas, la PDA informa al operario
sobre los materiales que va a precisar para el desarrollo de los trabajos asignados (filtros, grasas, lubricantes, etc.),
de modo que pueda realizar el acopio de materiales de un modo eficaz.

Cuando el operario se acerca a una máquina sobre la que tiene algún Plan de Mantenimiento (OT) asignado, chechea
un TAG cualquiera para identificar la máquina sobre la que se dispone a trabajar y la PDA le muestra los Planes de
Mantenimiento (OTs) que tiene que desempeñar sobre dicho equipo.

En caso de que el operario cambie de Plan de Mantenimiento (OT) ante de haberlo finalizado, la PDA notificará al
operario que quedan operaciones pendientes de ejecutar. El operario podrá continuar con dicha OT más delante,
indicándole la PDA las tareas pendientes de realizar.

Ilustración 4. Flujo de Operación del Trabajo de Mantenimiento.

Cuando un operario intente ejecutar un Plan de Mantenimiento (OT) que no le haya sigo asignado, la PDA le indicará
que no debe realizar dichos trabajos.

Así mismo, cuando un operario intenta ejecutar un Plan de Mantenimiento (OT) que ya ha sido realizada, la PDA le
informará de este hecho para que no sea repetida.

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Cuando dos operarios trabajan simultáneamente en el mismo Plan de Mantenimiento (OT), ambas PDAs se sincroni-
zarán para comprobar que todas las operaciones correspondientes a dicho Plan de Trabajo han sido completadas y
que no quede ninguna por hacer ni que ninguna se duplique.

Cuando un operario conecta con un TAG, se graba sobre él la siguiente información:

• Nombre del operario que ha realizado la operación.


• Fecha de ejecución de la tarea, así como el tiempo de duración de la misma.
• Resultado de la inspección: estado del componente, litros repostados, presión de los neumáticos, etc.
• Junto con la información anterior, la PDA también graba durante la jornada de mantenimiento la siguiente
información:
• Tiempo de viaje entre máquinas o equipos.
• Tiempo requerido para completar cada Plan de Mantenimiento (OT).

4.3. Tratamiento de Datos.


Tras la finalización de la jornada de mantenimiento, las PDAs se conectan mediante WIFI al Software Interface para
la Gestión de la Información y se descargan todos los datos recopilados. Toda esta información queda disponible
para que el gestor de mantenimiento pueda chequearla y validarla antes de autorizar su traslado a los Sistemas de
Información de la Empresa (ilustración 5).

La información que se puede ver para su validación, correctamente clasificada por Equipos y Orden de Trabajo es la
siguiente:

• Consumos de Materiales.
• Valores resultados de inspección (presión de neumáticos, par de frenado, etc.)
• Distribución de tiempos del trabajo de los operarios en cada Orden de Trabajo y dentro de la Jornada.
• Tiempo de ejecución de cada tarea.
• Identificación de Operaciones incompletas.
• Registro real de los horómetros de las máquinas objeto de mantenimiento.

Ilustración 5. Gestión de la Información descargada de las PDAs tras el trabajo de mantenimiento.

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5. EJEMPLO: DUMPER RÍGIDO MINERO.
La ilustración 6 muestra una lista con algunas de las operaciones que componen el Plan de Mantenimiento (OT) Dia-
rio del Dumper modelo CATERPILLAR 785C. En la lista que la PDA muestra al operario de mantenimiento, junto con
la descripción de cada operación, el sistema indica el material que precisa para desempeñar dicha operación y las
unidades de consumo previstas o valores típicos previstos para un correcto funcionamiento del equipo, con el fin de
dar al operario una guía que el permita desempeñar mejor su trabajo y detectar situaciones atípicas como fugas de
líquidos, presiones bajas, bajo par de frenado, etc.

En la ilustración 7 se representa gráficamente la localización de los 46 diferentes puntos de chequeo correspondien-


tes a todos los Planes de Mantenimiento previstos para el Dumper CATERPILLAR 785C.

Con objeto de facilitar la identificación de cada Plan de Mantenimiento de los elementos objeto de inspección, se uti-
lizan TAGs con tres colores: verde para los planes diarios, rojo para los planes semanales y azul para los planes con
frecuencia horaria (cada 250, 500, 1000 horas, etc.)

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Ilustración 6. Listado de Operaciones de Mantenimiento Diarias para el Dumper CATERPILLAR 785C.

Ilustración 7. Identificación de los Puntos de Inspección del Dumper CATERPILLAR 785C.

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6. CONCLUSIONES.
Las principales ventajas obtenidas del Sistema de Gestión de Mantenimiento descrito en el presente documento son
las siguientes:

• Reducción del Coste de Mano de Obra asociado al trabajo de Mantenimiento por el mejor control de los
tiempos reales necesarios para la realización de las diferentes operaciones. Así mismo, permite la posibilidad
de implantar un sistema de incentivos basado en la calidad de la realización de las operaciones, así como en
la posibilidad de reducir tiempos de ejecución de los mismos.
• Reducción del Mantenimiento Correctivo. Con el Sistema descrito tenemos la certeza de que todas las
operaciones se realizan por la obligatoriedad de que el operario realice el chequeo físico del punto de control.
Así mismo, se evitan posibles errores en la ejecución de los trabajos al dar al operario información que le sirve
de asistente a la hora de realizar su trabajo.
• La cantidad de información registrada en el Sistema, así como la fiabilidad de la misma, permiten desarrollar un
Procedimiento de Mejora Contínua basado en el análisis de la información, para la optimización de trabajos,
redefinición de frecuencias en la ejecución de los mismos, etc. que redundará en una mejora del coste de
operación de los equipos mineros, así como en una mayor disponibilidad mecánica de los mismos.

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409
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018
(La presencia natural) del SELENIO EN AGUAS DE Minas (YACIMIENTOS) ME-
TÁLICOS

Alvarez Rueda, Juan José


Orovalle Minerals S.L/ jjrueda@orvana.com

RESUMEN: El selenio, (Se), un metal para la ley de aguas, y un no metal para el resto de legislaciones, puede
convertirse en un quebradero de cabeza muy importante para compañías extractivas de metales por su facilidad de
lixiviación, complejidad de precipitación y, sobre todo, debido a los límites tan bajos establecidos en algunas leyes,
como por ejemplo la ley española (la cual sitúa el máximo admitido cerca del límite de detección), frente a la mayor
flexibilidad prevista en la regulación mundial.

En el artículo se describirán someramente los principales problemas generados por el selenio y hasta dónde se ha
llegado en su control en los diferentes ensayos llevados a cabo hasta la fecha por la compañia.

PALABRAS CLAVE: Aguas, Selenio, Osmosis Inversa, Lecho Electro- Biológico,

1. INTRODUCCIÓN
El selenio en la naturaleza aparece en las siguientes variables: Se-2, Se0, Se+4 y Se+6. Así, en función del origen mine-
ralógico de algunos yacimientos metálicos, donde tras formarse el mineral este sufrió una oxidación posterior, hace
que el Selenito (Se+4) pasara a Selenato (Se+6) en su origen, este tipo de selenio posee un enlace iónico frente al
covalente del Selenito (Se+4), lo que facilita la lixiviación de Selenato (Se+6) al agua, al traspasar ésta los materiales
oxidados, contaminándose en ese momento las aguas de una manera natural y aumentando la concentración de
selenio por valor superior a la NCA (1ppb), establecido a día de hoy por la ley de aguas.

La precipitación del selenio, se consigue mediante su reducción química desde su estado Se+4 a Se°, mediante la
acción del ion sulfuro ingresado a través de la solución de Na2S dosificada el reactor. Esta dosificación se lleva a cabo
en forma automática para controlar el Potencial Redox del efluente en tratamiento.

En paralelo con la precipitación del Se, se produce un aumento de pH del efluente mediante la neutralización del
ácido sulfúrico presente con Na2S, para lograr el pH de precipitación (3,8) se puede adicionar finalmente NaOH, en
forma automática.

A continuación se presentan las reacciones más importantes:

• Na2S + H2SO4 → Na2SO4 + H2S


• 2NaOH + H2SO4 → Na2SO4 + 2H2O
• 2H2S + H2SeO3 → 3H2O + Se + 2S

Una vez que se ha alcanzado el ORP y pH requeridos, se mantiene en agitación el sistema durante 20 minutos du-
rante los cuales se continúa con la adición de pequeñas alícuotas de Na2S si se modifica en forma importante el ORP.

Para la precipitación el otro tipo de selenio presente en la naturaleza Se+6, tenemos que pasar de Se+6 a Se+4, proceso
que se puede llevar a cabo por reducción, proceso electroquímico por el cual un átomo o un ion gana electrones, esto
implica la disminución de su estado de oxidación. Esta reacción de reducción se conoce como REDOX y consiste en
el traspaso de electrones desde una sustancia X (agente reductor) hacia una sustancia Y (agente oxidante).

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y Recursos Minerales
Figura 1 – Estado químico Se en función Ph

Por tanto, la fase importante de investigación vendrá de la reacción REDOX a llevar a cabo, para así reducir el Se+6 a
Se+4 y una vez que el selenio se tenga como valencia +4, su precipitación es más simple.

2. TÉCNICAS DE ELIMINACIÓN DE SELENIO

De todos los trabajos implementados hasta la fecha por OroValle para poder controlar el Selenio, se ha llegado a la
conclusión de la necesidad de un tratamiento previo de concentración previo,para luego estudiar, valorar y analizar
diferentes procesos de reducción y precipitación del selenio.

El proceso de concentración se lleva a cabo por la osmosis inversa. Durante este tratamiento primeramente se
procede a una preparación de las aguas mediante un proceso fisicoquímico que nos permite garantizar las caracte-
rísticas que debe tener el agua para poder pasar por las membranas de la planta de depuración.

Al paso del agua una vez optimizada por las membranas, se consigue concentrar el selenio en un volumen del 20 %
al agua de entrada, con la idea de poder tratar esa agua en una segunda estación.

Para el estudio de esa segunda estación, durante los últimos años se han realizado diferentes estudios a nivel de
pilotos y laboratorio:

• Precipitación con hidróxido de bario.


• Lecho biológico.
• Carbones activados.
• Lecho electro biológico.

Precipitación con Hidróxido de Bario:

En cuanto al tratamiento con hidróxido de bario, se han realizado experimentos destinados a poder conocer bien el
funcionamiento del Bario en nuestras aguas y su efecto sobre el Selenato. En el laboratorio de Orovalle se obtuvieron
los siguientes resultados:

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Figura 2 – Nivel de Selenio en función del Bario añadido

Aquí se observa el siguiente efecto; primeramente una reacción con sulfato hasta agotar su existencia
con la siguiente reacción:

Ba2+ + SO42‐ + SeO42‐ → BaSO4‐SeO4

Y después reacción directa con el Selenato:

Ba2+ + SeO42‐ →Ba‐SeO4

Estos ensayos permitieron llegar a montar una planta piloto, que demostró las dificultades de implantación a nivel
industrial del proceso. Esté proceso presenta como limitación más importante el poco volumen de agua que se pue-
de tratar de manera efectiva y el alto consumo de hidróxido de bario que se produce con el consiguiente exceso de
generación de residuo sólido.

Lecho Biológico:

Tras sucesivos análisis en laboratorios y ensayos llevados a cabo por la Universidad de Oviedo con muestras de
aguas con concentraciones importantes de selenio, se llegó a las principales conclusiones aquí recogidas. Así partir
de los datos obtenidos se distinguen dos sustratos tipo:

• Sustratos principales: serán aquellos que han presentado mejores porcentajes de eliminación de selenio en
los ensayos Batch, y tendrán un papel predominante en el diseño del sustrato a ensayar en columna.
• Sustratos secundarios: Serán aquellos que han mostrado porcentajes de eliminación variables en función de
la concentración, y, por tanto, tendrán un peso inferior en la mezcla final.
• Como sustratos primarios se han seleccionado:
• Turba/Compost

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• Lodos LD
• Bentonita

Como sustratos secundarios se han seleccionado:


• Carbonato cálcico
• Vermiculita
• Viruta de madera
• Heno
• Paja
• Arena KB, que es la usada por la empresa
• Escoria

Este criterio general sólo tiene en cuenta el proceso de absorción, pero es necesario tener en cuenta otros criterios
como puedan ser físicos, como la conductividad hidráulica del medio, porosidad, etc.; biológicos, contenido en carbo-
no/materia orgánica para el crecimiento bacteriano o implantación de vegetación, etc.

Con los datos obtenidos en los ensayos Batch, junto con las pruebas en columnas de los sustratos diseñados ad hoc
se han identificado dos sustratos que pueden ser adecuados a los objetivos fijados, la eliminación de selenio de las
aguas de mina y proceso.

Los sustratos que mejores características han mostrado en los ensayos en columna han sido el sustrato A y el sustra-
to C. En ambos casos la proporción de materia orgánica en el sustrato es alta, y el porcentaje de materia inorgánica
es adecuado para asegurar unas condiciones hidráulicas óptimas para el paso del agua a tratar.

En conclusión los sustratos óptimos para la realización de la prueba piloto en las instalaciones de la mina serian el A
y el C:

Sustrato A:
• 56% Vermiculita
• 30% Paja
• 14% Hidróxido de Hierro

Sustrato C:
• 31% Serrín
• 13% Heno
• 34% Vermiculita
• 22% Carbonato Cálcico

Las opciones que podrían probarse en la prueba piloto serian:

Prueba A:
Un humedal con la primera etapa con sustrato A y la parte final con sustrato C para evaluar cómo evoluciona la reduc-
ción de selenio en cada uno de las etapas.

Prueba B:
Un humedal en con sustrato A.

Prueba C:
Un humedal en con sustrato C.

Prueba D:
Una piscina que actué como balsa de decantación para evaluar el proceso de atenuación natural

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Carbones Activados:

En las instalaciones del INCAR, con diferentes muestras de aguas con concentraciones de selenio, se llevaron a cabo
ensayos que dieron como conclusiones:

Se evaluaron carbones activos con dos finalidades: su utilización directa como sorbentes para retener distintas espe-
cies de selenio en aguas contaminadas y su utilización como soportes de Fe en la preparación de sorbentes espe-
cíficos para estas mismas aguas.

Se encontró que los carbones activos originales utilizados (Norit RB3 y Darco S51) tienen bajas eficiencias para la
retención de Se+4 y Se+6, que no mejoran, e incluso en algunos casos disminuyen, cuando se modifica mediante oxi-
dación su química superficial.

Sin embargo, cuando estos carbones activos se utilizan como soportes, resultan ser de gran utilidad como medio de
deposición y dispersión de sales de Fe(3), de tal modo que los óxidos/hidróxidos de este elemento formados sobre
la superficie del carbón activo son un medio muy efectivo para conseguir la retención de especies de selenio. La
eficiencia de los materiales así preparados es mayor que la conseguida al evaluar el comportamiento de minerales
y sales de Fe puras sin depositar.

Cuando sorbentes preparados mediante impregnación de carbones activos con concentraciones de Fe superiores
al 14% se emplean en columnas de adsorción, consiguen retener más del 80% del selenio, alcanzándose en algún
caso retenciones próximas al 100%.

Estas conclusiones necesitan ser confirmadas en plantas de adsorción a mayor escala y los costes deben ser eva-
luados y optimizados, buscando los soportes más económicos. En cualquier caso, los resultados obtenidos con estos
adsorbentes son prometedores con vistas a su aplicación para la eliminación de selenio en aguas contaminadas.

Lecho Electro Biológico:

La reducción biológica de Se se produce virtualmente en todos los sistemas acuosos en los que se desarrollan con-
diciones anaerobias, y en las que el carbono orgánico y el Se están presentes.

Tras la descomposición de la materia orgánica por el consumo de O2, la oxidación bacteriana del carbono se produce
mediante la reducción secuencial del NO3 (por bacterias desnitrificantes), del SO4 (por medio de bacterias sulfato
reductoras, SRB), Se y otros electrones aceptores como Fe y Mn. Los microbios intervienen en la eliminación de Se
a través de la transferencia de electrones en una reacción de reducción que en general corresponde con lo siguiente:

SeO4-2 + 6e- + 8H+ →Se(s) + 4H2O (1)

En la reacción anterior, se requieren seis electrones para reducir un mol de selenito a Se elemental. Otros solutos
reducibles tales como NO3 o SO4 se suman a la demanda competitiva de electrones. En la reacción redox siguiente
se muestra el proceso de desnitrificación:

NO3- + 5e- + 6H+ → ½ N2 + 3H2O (2)

Las biotransformaciones mostradas en las reacciones redox 1 y 2 ocurren en condiciones reductoras anaeróbicas y,
por lo tanto, requieren niveles bajos de oxígeno disuelto (OD) y un entorno con potencial de reducción de la oxidación
(ORP) negativo. Se necesitan once electrones para reducir una molécula de NO3 a nitrógeno gaseoso y una molécula
de selenato (SeO2) a selenio elemental (Se).

En el tratamiento biológico convencional, el suministro de electrones se deriva exclusivamente por el consumo de nu-
trientes (por ejemplo, glucosa) introducido en el sistema. Aunque teóricamente, un total de 24 electrones pueden ser
generados por la descomposición de un mol de glucosa, la eficiencia de campo en la producción de electrones es sus-
tancialmente inferior. Comúnmente, esto restringe la tasa a la cual los solutos redox-sensibles pueden ser eliminados.

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y Recursos Minerales
El concepto de la reducción electrobiológica (EBR) supera las limitaciones de velocidad y estabilidad de los sistemas
biológicos anaeróbicos a través de la provisión de un suministro directo de electrones. Esto se logra mediante la
aplicación de un potencial eléctrico a través de la célula del reactor. La corriente es de voltaje extremadamente bajo
(1-3 V) y sirve para reemplazar de forma eficiente la dependencia de un flujo de electrones asociado con el consumo
de nutrientes.

Se ha demostrado que la eliminación de Se por medio del sistema EBR a niveles residuales inferiores a 0.001 mg/l
es factible a escala operativa.
Ahora para las aguas específicas de cada explotación el ensayo a llevar a cabo tiene por objetivos principales:

i) la validación a escala de laboratorio de la adecuación del sistema EBR para la remoción de Se hasta alcanzar con-
centraciones de vertido <0,001 mg/l, para las aguas típicas de la operación de la mina.
ii) determinación de los parámetros de diseño óptimos y las condiciones operativas para la tecnología EBR en las que
se incluyen entre otros el suministro de nutrientes requerido y el tiempo de retención hidráulica necesario.

En un proceso EBR, la clave con respecto a la factibilidad económica del sistema es, sin embargo, el tiempo de resi-
dencia en el cual se puede producir un efluente de tal calidad.

3. RESULTADOS.

De todos los ensayos llevados a cabo hasta la fecha, se concluye que el mejor método para poder controlar y preci-
pitar el selenio hasta el nivel exigido por la norma para su posterior vertido, se debe realizar en tres fases:

1. Preparación previa del agua mediante procesos físico-químicos convencionales.


2. Concentración mediante un sistema de Osmosis inversa.
3. Proceso electro reductivo posterior para su precipitación.

4. CONCLUSIONES

Como conclusión principal de los estudios llevados a cabo hasta la fecha, se puede afirmar que se tiene conocimiento
del proceso necesario para controlar el Selenio en todos sus estados.

Sin embargo para ello serán necesarias inversiones muy importantes tanto desde un punto de vista de iequipos como
de operación posterior, teniendo además en cuenta que cada tipo de agua y sus matices condicionarán el proceso a
implementar, lo que podría incluso encarecer el proceso estándar de depuración.

5. AGRADECIMIENTOS

Los resultados aquí expuestos son recopilatorios de múltiples estudios realizados por diferentes empresas e institu-
ciones como son Universidad de Oviedo, INCAR, Pitau Asociados, Veolia, Laboratorio y equipos de OroValle, a
los cuales quiero agradecer el aporte de sus conocimientos para poder llegar a entender y controlar la química del
Selenato en las aguas.

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308
SITUACIÓN DEL SECTOR DE LOS MINERALES INDUSTRIALES EN
ESPAÑA Y ANÁLISIS DE SU POSIBLE APORTACIÓN A LA ESTRATEGIA
EUROPEA DE APROVISIONAMIENTO CON MINERALES PROPIOS.
Gonzalo Corral, Francisco Javier.
SAMCA. Pº Independencia, 21,3º. 50001-Zaragoza. email: fgonzalo@samca.com

RESUMEN: Con este artículo se pretende dar una visión de la situación actual del sector de los Minerales Indus-
triales en España, así como valorar las perspectivas de futuroPara ello se han analizado los datos de producción de
España en el 2015, comparándolos con el contexto europeo y mundial. Además, se ejemplifica en el caso del litio.

PALABRAS CLAVE: Minerales Industriales, yacimientos, producciones, consumos.

1. INTRODUCCIÓN
Los Minerales Industriales se utilizan en multitud de aplicaciones industriales como son la fabricación de fertilizantes,
industrias cerámica y del vidrio, plásticos y papel, industria química, productos farmacéuticos etc. hasta el punto de
que podríamos decir que la vida actual sería imposible sin ellos.

Pero en la Unión Europea corren malos tiempos para la minería en general y también para la de los Minerales Indus-
triales, debido a que los países más desarrollados tienen otras prioridades y la minería sufre entre otras cosas una
falta de percepción social como industria estratégica y tiene una mala imagen pública. Esto unido a la concurrencia
de otras actividades y usos del suelo, la existencia de una maraña legal de legislaciones medioambientales y mineras
y la globalización en el suministro, hacen poco atractivo este negocio a los inversores y/o promotores mineros.

España es un país que produce muchos minerales industriales y que tiene o puede tener un papel importante en el
suministro a otros países más poblados y con peores condiciones geológicas para su explotación. Es por eso que en
este artículo se pretende dar una visión de conjunto del sector de los Minerales Industriales en España, así como su
situación en el contexto europeo y su posible aportación a la estrategia europea de aprovisionamiento de sus propias
materias primas minerales, tanto partiendo de los que actualmente se explotan, como de los que podrían hacerlo en
el futuro, como sería el caso del litio.

2. CARACTERISITCAS GENERALES DE LOS MINERALES INDUSTRIALES QUE SE EXPLOTAN EN ES-


PAÑA EN RELACIÓN CON LA UE Y RESTO DEL MUNDO
Del conjunto de los minerales industriales que se explotan en España, el que mayor valor tiene es sin duda la pota-
sa, aunque en España se produjeron el año 2015, 668.000 Tm de K20, que sobre las aproximadamente 39 Millones
de Tm que se producen en el mundo, supone solo un 1,71%, mientras que en la UE se produce un 16,5 % del total
mundial, siendo el primer productor Alemania con un 12,6 %.

• España con 1.500.000 Tm de producción es el segundo productor mundial de sulfato sódico después de Chi-
na, produciendo un 15 % del consumo mundial. Sus reservas en las cuencas terciarias del Ebro y del Tajo,
son inagotables.
• En Sepiolita somos también el primer productor mundial y tenemos el 70 % de las reservas conocidas, siendo
la empresa española TOLSA la líder mundial en cuanto a producción de derivados de sepiolita.
• Somos el segundo productor mundial de celestina, después de China, con el 14 % de la producción mundial
y el único productor europeo.
• Primer productor europeo de yeso, con un porcentaje del 30 % sobre el que produce la UE y que se sitúa en
un 15 % del mundial, ya que es un mineral muy abundante en nuestro país y con recursos ilimitados.
• La Fluorita, que es un mineral prioritario en la Unión Europea, y de la que la UE produce un 5,2 % del total
mundial, España produce un 1,8 %.
• Tenemos las mayores reservas europeas de arenas feldespáticas en la provincia de Segovia.

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y Recursos Minerales
• Tenemos explotaciones de arcillas rojas y blancas, muy adecuadas para la fabricación de baldosas y muy
próximas a los centros de consumo, lo que hace que el sector cerámico español nos sitúe como el primer país
exportador europeo y segundo mundial de baldosas cerámicas.
• Una parte de la producción de los minerales industriales está controlada por las empresas multinacionales,
que tienen la tecnología necesaria para realizar las transformaciones pertinentes y obtener el mayor valor
añadido posible.
En una economía globalizada como la actual, todo depende de China y de los países emergentes, que son los princi-
pales productores y consumidores de materias primas minerales. Como hemos visto en los comentarios relacionados
clave para el desarrollo de los minerales industriales, cuya abundancia y bajo precio en origen hacen que el
con las arcillas, las potasas, el sulfato sódico, etc. la situación es un condicionante clave para el desarrollo de los
transporte los penalice severamente.
minerales industriales, cuya abundancia y bajo precio en origen hacen que el transporte los penalice severamente.
A continuación se inserta un mapa geológico con la situación de los yacimientos más significativos de
A continuación se inserta un mapa geológico con la situación de los yacimientos más significativos de minerales
minerales industriales en España, así como una tabla con la producción reflejada en la Estadística Minera
industriales en España, así como una tabla con la producción reflejada en la Estadística Minera de España en el año
de España
2015. (Figuraen1 el año 2015.
y tabla 1). (Figura 1 y tabla 1).

Figura 1 - Mapa Geológico de España con la situación de los principales yacimientos de Minerales Industriales
Figura 1 - Mapa Geológico de España con la situación de los principales yacimientos de Minerales
Industriales

Tabla 1 - Producción española de Minerales Industriales en Tm, según la Estadística Minera de España.
(Año 2015).
MINERAL Tm MINERAL Tm
Arcilla refractaria (Cont. en Al2O3) 182.000 Attapulgita 26.000
Bentonita 101.000 Caolín bruto (Cont. en Al2O3) 182.000
Caolín lavado (Cont. en Al2O3) 121.000 Cloruro potásico (Cont. en K2O) 668.000
Cuarzo (Cont. en SiO2) 985.000 Espato flúor ácido (Cont. en CaF2) 127.000
Espato flúor metalu.(Cont. en CaF2) 21.000 Feldespato 558.000
Estroncio (Cont. en SrSO4) 105.000 Magnesita (Cont. en MgO) 186.000
Glauberita (Cont. en Na2SO4) 1.265.000 Óxidos de hierro (Cont. en Fe2O3) 70.000
Mica 4.000 Sal manantial 154.000
Piedra pómez 320.000 Sepiolita 525.000
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Sal gema 3.032.000 Trípoli (Cont. en SiO2) 27.000
Tabla 1 - Producción española de Minerales Industriales en Tm, según la Estadística Minera de España.
(Año 2015).
MINERAL Tm MINERAL Tm
Arcilla refractaria (Cont. en Al2O3) 182.000 Attapulgita 26.000
Bentonita 101.000 Caolín bruto (Cont. en Al2O3) 182.000
Caolín lavado (Cont. en Al2O3) 121.000 Cloruro potásico (Cont. en K2O) 668.000
Cuarzo (Cont. en SiO2) 985.000 Espato flúor ácido (Cont. en CaF2) 127.000

Espato flúor metalu.(Cont. en CaF2) 21.000 Feldespato 558.000

Estroncio (Cont. en SrSO4) 105.000 Magnesita (Cont. en MgO) 186.000


Glauberita (Cont. en Na2SO4) 1.265.000 2 O3) 70.000
Mica 4.000 Sal manantial 154.000
Piedra pómez 320.000 Sepiolita 525.000
Sal gema 3.032.000 Trípoli (Cont. en SiO2) 27.000
Sal marina 1.403.000 Turba 79.000
Thenardita (Cont. en Na2SO4) 245.000 Wollastonita (Cont. en CaSiO3) 8.000
(En la estadística figura como producto de
Yeso 7.826.000
cantera)

3. PROYECTOS DE DESARROLLO DE MINERALES INDUSTRIALES EN ESPAÑA MÁS RELEVANTES

Tabla 2- Algunos proyectos de desarrollo de Minerales Industriales en España

DENOMINACIÓN SITUACIÓN TITULAR MINERAL INDUSTRIAL

CLORUROS POTASICO
PROYECTO PHOENIX SURIA (CATALUÑA) ICL FERTILIZANTES
Y SODICO
CLORUROS POTASICO
MINA MUGA ARAGON Y NAVARRA GEOALCALI
Y SODICO

BOROBIA BOROBIA (SORIA) MAGNESITAS SORIANAS MAGNESITA

4. PROYECTOS DE DESARROLLO DE NUEVOS MINERALES INDUSTRIALES EN ESPAÑA Y PORTUGAL, RE-


LACIONADOS CON LA EXPLOTACIÓN DE MINERALES DE LITIO

4.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL MERCADO MUNDIAL DEL LITIO


Hemos elegido el litio debido a que es uno de los metales cuyo consumo se está incrementando y se va a incrementar
en el futuro debido a su uso para la fabricación de acumuladores eléctricos. Lo incluimos en los minerales industriales,
porque los que lo contienen mayoritariamente espodumena y petalita, son minerales industriales, y su uso para la
industria cerámica es como minerales y para las baterías como carbonato de litio o hidróxido de litio.
A continuación damos unos datos de producciones globales, demanda, usos, precios y costes de producción, según
provenga de salmueras o de minerales:

• La demanda global de carbonato de litio ha aumentado considerablemente desde unas 100.000 Tm que se
producían en 2013, unas 200.000 que se producen en la actualidad, hasta las 500.000 que se tiene previsto
producir en 2025.
• La mayor parte del carbonato de litio que se produce en este momento, se hace a partir de los salares, fun-
damentalmente de Chile y Argentina, y los recursos también están en esta zona denominada triángulo del
litio que abarca Chile, Argentina y Bolivia, aunque este último país todavía no ha desarrollado su producción.
También se produce una pequeña cantidad en China

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y Recursos Minerales
• En cuanto a los minerales, la producción se realiza fundamentalmente en Australia y la transformación en Chi-
na por el consorcio Chino- Australiano Jiansu /Galaxy. También la empresa Talisón está haciendo un proyecto
para la fabricación de carbonato de litio en Australia, además de Pilbara y otras empresas.
• Hay numerosos proyectos en desarrollo a partir de minerales en Australia, Canadá y otros países, como puede
ser Serbia donde Rio Tinto tiene el proyecto de la Jadarita, que es un borato de litio, pero hasta el momento la
producción es pequeña, aunque sin duda se incrementará sustancialmente los próximos años.
• En cuanto a los costes de producción, como dependen mucho del proceso, oscilan desde los 2.500 $/Tm que
pueden costar a partir de los salares que tiene mayor concentración, hasta los 8.000 $/ Tm que puede costar
a partir de ciertos minerales que contienen litio.
• El proceso de fabricación en los salares consiste mundanalmente en una concentración de la salmuera que
contiene el litio en balsas de evaporación, que posteriormente se hacen reaccionar con carbonato sódico para
producir carbonato de litio.

El proceso de fabricación del carbonato de litio a partir de los minerales consiste fundamentalmente en la molienda
y concentración de los minerales de litio, fundamentalmente espodumena por gravimetría o flotación, para posterior-
mente realizar una calcinación en el entorno de los 1100º C para pasar de alfa espodumena a beta espodumena que
es soluble en acido. Después se trata con ácido sulfúrico en caliente para obtener sulfato de litio y se hace reaccionar
con carbonato sódico para producir carbonato de litio o con cal para producir hidróxido de lito.

Lógicamente hay nuevas y novedosas tecnologías que mejoran la eficiencia de los procesos y además de los silica-
tos, hay otros minerales de los que se puede extraer el litio, como es el caso de las arcillas que contiene litio (hectori-
tas), y la jadarita que es un borato de litio existente mayoritariamente en la región de Jadar en Serbia.

En cuanto a los precios, han pasado de los 4.000 $/ Tm que podía vale el carbonado de litio en el año 2012 a los
15.000 que llegó valer en 2016, situándose en la actualidad en unos 10.000-12.000 $/ Tm según el origen y la calidad.
Pero estos precios es posible que bajen en el futuro, dado el gran número de proyectos que van a entrar en operación
en los próximos años, tanto a partir de las salmueras como de los minerales y a la posible sustitución del litio por otros
elementos en la fabricación de acumuladores eléctricos.

4.2. PROYECTOS DE EXPLORACIÓN DE LITIO EN LA UNIÓN EUROPEA Y EN LA PENÍNSULA IBÉRICA


Dentro de la Unión Europea hay varios proyectos de explotación, pero vamos a centrarnos solo en los españoles y en
uno que por sus características y trascendencia se está desarrollando en nuestro país vecino Portugal, cuya situación
se muestra en la figura 2 y cuyas características se reflejan en la tabla 3.

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4.2. Proyectos de Exploración de Litio en la Unión Europea y en la Península Ibérica
Dentro de la Unión Europea hay varios proyectos de explotación, pero vamos a centrarnos solo en los
españoles y en uno que por sus características y trascendencia se está desarrollando en nuestro país
vecino Portugal, cuya situación se muestra en la figura 2 y cuyas características se reflejan en la tabla 3.

P. I. ALBERTA-1
P. I. ALBERTA-2

PROYECTO
SEPEDA

C. E. ALBERTO-1

MINA LA NAVA
MINA SAN JOSE
MINA TRES
ARROYOS

Figura 2 - Proyectos de exploración de litio más importantes en la Península Ibérica


Figura 2 - Proyectos de exploración de litio más importantes en la Península Ibérica
En resumen, hay numerosas mineralizaciones de litio en la Península Ibérica además de las citadas, varias en el
OesteEnderesumen,
España yhay en numerosas
el centro de mineralizaciones
Portugal. La mayor departe
litio en
de la Península
ellas Ibérica además
están asociadas de las aunque
a pegmatitas, citadas,también
varias
en el Oeste de España y en el centro de Portugal. La mayor
hay algunas asociadas a filones de cuarzo con casiterita y/o columbita-tantalita. parte de ellas están asociadas a pegmatitas,
aunque también hay algunas asociadas a filones de cuarzo con casiterita y/o columbita-tantalita.
Tradicionalmente
Tradicionalmente han objeto
han sido sido objeto de investigaciones
de investigaciones fundamentalmente
fundamentalmente para el para el benéfico
benéfico de los minerales
de los minerales metálicos
que acompañan a los de litio, pero en algunas ocasiones han sido investigados también para el litio,también
metálicos que acompañan a los de litio, pero en algunas ocasiones han sido investigados como espara el
el caso
litio, como es el caso de la zona de Villatuxe en Galicia y de la Mina
de la zona de Villatuxe en Galicia y de la Mina San Jose y alguna otra en Cáceres y Salamanca. San Jose y alguna otra en Cáceres y
Salamanca.
En laEn la actualidad,
actualidad, y debido
y debido al creciente
al creciente interés interés quepor
que existe existe por los minerales
los minerales de litio a de litio
nivel a nivel hay
mundial, mundial, hay
numerosas
numerosas empresas tanto nacionales, como multinacionales que tratan de realizar
empresas tanto nacionales, como multinacionales que tratan de realizar explotaciones para su beneficio y han em-
explotaciones para su
beneficio y han empezado por realizar estudios geológicos y mineralógicos de detalle, para posteriormente
pezado por realizar estudios geológicos y mineralógicos de detalle, para posteriormente pasar a efectuar ensayos
pasar a efectuar ensayos tecnológicos y de concentración de minerales, para su posterior trasformación, ya
tecnológicos y de concentración de minerales, para su posterior trasformación, ya sea mediante la fabricación de
sea mediante la fabricación de carbonato de litio o de hidróxido de litio.
carbonato de litio o de hidróxido de litio.
Pero las dificultades que tienen estos procesos necesitan de fuertes soportes tecnológicos, de las que no
muchas empresas disponen, teniendo que depender de ingenierías, también europeas del máximo nivel
Pero las dificultades que tienen estos procesos necesitan de fuertes soportes tecnológicos, de las que no muchas
como OUTOTEC o ALZAPLAN.
empresas disponen, teniendo que depender de ingenierías, también europeas del máximo nivel como OUTOTEC o
El proceso de trasformación para alcanzar la cadena de valor máxima, requiere de inversiones importantes
ALZAPLAN.
cuya financiación tampoco es sencilla. Los proyectos actualmente en marcha pueden suponer en este caso
inversiones globales en investigación geológica de decenas de millones de euros.
El proceso
Además, de está
trasformación
la marañapara alcanzartanto
legislativa, la cadena de valor
en temas máxima, requiere
medioambientales comode inversiones
mineros, que importantes
hace lentocuya
y
financiación tampoco es sencilla. Los proyectos actualmente
tedioso el desarrollo de los proyectos, a veces hasta imposible. en marcha pueden suponer en este caso inversiones
globales
Por en esoinvestigación
pensamos geológica de decenas
que el desarrollo de delosmillones
proyectos de euros.
mineros para beneficio del litio, como elemento
imprescindible en el futuro y vital para el suministro a las nuevas industrias dentro de la Unión Europea tiene
Además,
que ser está la marañapor
auspiciado legislativa,
iniciativastanto en temas si
comunitarias, medioambientales
se quiere tener éxitocomoenmineros,
el futuroque hace lento y tedioso el
inmediato.
desarrollo de los proyectos, a veces hasta imposible.

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y Recursos Minerales
Por eso pensamos que el desarrollo de los proyectos mineros para beneficio del litio, como elemento imprescindible en el futuro y vital para el suministro
a las nuevas industrias dentro de la Unión Europea tiene que ser auspiciado por iniciativas comunitarias, si se quiere tener éxito en el futuro inmediato.
Tabla 3 - Características fundamentales de los proyectos de exploración de litio más importantes que se están desarrollando en la Península Ibérica.

MINERAL DE
DENOMINACIÓN SITUACIÓN TITULAR Li QUE SE CARACTERISTICAS
BENEFICIA

Pegmoaplitas de dirección Noroeste-Sudeste, con potencias


Forcarey y Recursos Minerales desde centímetros a más de 30 metros, longitudes de más
P. DE I. ALBERTA-1 Beariz (Orense y de Galicia (Grupo Espodumena de 1000 metros y buzamientos variables, en general hacia el
Pontevedra) SAMCA) Sudoeste, encajadas en esquistos micáceos y cuarcíticos del
Precámbrico-Paleozoico.

Strategic Minerals Pegmoaplitas de características muy similares a las anteriores ya


P. DE I. ALBERTA -2 Beariz (Orense) Espodumena
Spain que constituyen su continuación hacia el Sudeste.

Pegmatitas encajadas en metasedimentos del Complejo

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La Fregeneda Euroarce Minería
C DE E. ALBERTO-1 Espodomena Esquisto-Grauvaquico,con direcciones predominantemente
(Salamanca) (Grupo SAMCA)
Noreste-Sudoeste, subverticales y de potencias variables. dese

Mica lítica Filones de cuarzo con casiterita y ambligonita que están


Plymouth junto con
Valdeflorez (Zimwaldita ) encajados en materiales pizarrosos y cuarcíticos del Paleozoico
MINA SAN JOSE Valoriza Minería
(Cáceres) y ambligonita Inferior. Un cuerpo masivo resultado del reemplazamiento
(Grupo SACYR)
con cuarzo metasomático de la roca de caja por micas de litio.

Filones de pegmoaplitas encajados en metasedimentos del


Lepidolita y
Cañaveral Complejo Esquisto-Grauvaquico. Tienen dirección predominante
MINA LA NAVA moscovitas
(Cáceres) N30ºE, buzamientos variables hacia el oeste, potencias de hasta
líticas
3 metros y longitudes de centenares de metros.

Diques pegmoapliticos subhorizontales, de potencias variables,


MINA TRES Alburquerque Euroarce Minería
Lepidolita entre algunos centímetros y más de tres metros, encajados en
ARROYOS (Badajoz) (Grupo SAMCA)
metasedimentos del Complejo Esquisto-Grauvaquico.

Distrito de Barroso- Pegmatitas de direcciones, potencias y buzamientos variables,


PROYECTO SEPEDA Dakota Minerals Petalita
Albáo. (Portugal) encajadas en el macizo metamórfico de Chaves.
4.3. EXPECTATIVAS ECONÓMICAS DE LA EXPLORACIÓN DE ESTOS YACIMIENTOS DE LITIO
Vamos a poner unos datos de lo que pueden ser los costes de exploración de estos proyectos, tratando de buscar
el margen de rentabilidad inferido y en consecuencia el factor de oportunidad que buscan las empresa mineras para
desarrollar sus proyectos:

• Cinco proyectos en exploración


• Inversión en exploración inicial en los cinco proyectos: 20 millones de $ en diez años.
• Expectativas de éxito: Un proyecto para producir 10.000 Tm de carbonato de litio con una facturación de 100
Millones de $/año en el caso de que el carbonato mantenga un precio de 10.000 $/Tm
• Inversión total en exploración en el proyecto de éxito, hasta definir la mina: 50 M de $
• Expectativas de benéfico a estos precios del litio: 20 M de $/año
• Duración mínima de la explotación: 10 años
• Beneficio esperado en estos 10 años : 200 M de $
• Beneficio inducido que cada $ invertido en exploración en este proyecto de éxito ,4 $/ cada dólar invertido.
• Conclusión: la exploración de yacimientos de litio en España, siempre que salga uno que resulte positivo, es
rentable.

Hay que tener en cuenta que las inversiones iniciales en exploración son muy pequeñas y que se van incrementando
a medida que se van obteniendo resultados positivos. Luego, parece claro que es interesante invertir en exploración
en proyectos de litio.

Finalmente y como conclusión, la Unión Europea va a demandar litio ya que se van a fabricar muchas baterías, pero
sin embargo el litio no está dentro de los metales estratégicos, probablemente porque se piensa que su suministro de
terceros países no supone ningún riesgo de abastecimiento.

4. CONCLUSIONES
1º.- España tiene un importante potencial como suministrador de materias primas dentro del campo de los Mi-
nerales Industriales, para el abastecimiento a una buena parte de la industria que los utiliza.
2º.- De hecho nuestro país es el primer exportador europeo y segundo mundial de baldosas cerámicas debido
entre otras cosas a que la materia prima para su elaboración, fundamentalmente arcillas, caolines y cuarzo,
están muy cerca de los centros de fabricación, en la Comunidad Valenciana.
3º.- Igualmente es uno de los primeros países europeos en la fabricación de vidrio, ya que también existen ex-
celentes explotaciones de cuarzo y arenas silíceas distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional.
4º.- Nuestro desarrollo industrial en cuanto a tecnologías de beneficio y procesado de los minerales también
tiene un alto nivel tecnológico y un gran prestigio.
5º. - El grado de formación de los técnicos que participan tanto en el proceso de selección de zonas para nuevas
explotaciones o nuevos minerales, como para su beneficio y trasformación, hasta conseguir un alto valor
añadido, es muy elevado.
6º.- Sin embargo existen cosas negativas como son las citadas en la introducción y que afectan por igual a todos
los países desarrollados dentro de la Unión Europea.

5. BIBLIOGRAFÍA
• Instituto Geológico y Minero de España. Panorama Minero de España .Años 2015-2016.
• Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Estadística Minera de España. Año 2015.
• Minerals4EU Proyect. Minerlas Intelligence Network for Europe. Años 2017-2020.
• U.S. Geological Survey . Minerals Informatión. Mineral Commodity Summaries 2017.

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y Recursos Minerales
364
EFECTOS DE LA LEGISLACIÓN MINERA Y AMBIENTAL SOBRE
LA OPERACIÓN DE PEQUEÑAS EMPRESAS TITULARES DE
EXPLOTACIONES MINERAS DE ÁRIDOS EN BALEARES.
Fernández Homar, Jaime.
Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Nordeste. Calle Parc, 60 – local 6 (07014 – Palma de Mallorca); email:
jaime@ingeomin.es;

PALABRAS CLAVE: PIMES, LOMIB, COSTES, OPERATIVIDAD.

1. INTRODUCCIÓN / OBJETIVO
En España existen 1.730 explotaciones de áridos, representando más del 60% del total de la minería. La producción
media de esas explotaciones es de 56.000 toneladas anuales, con un número promedio de trabajadores de 4,5 por
centro.

En Baleares, el número de explotaciones es de 128, la producción media anual de 20.000 toneladas y el número de
trabajadores promedio es de 3. Estas empresas representan en las islas el 100% de la minería.

La mayor parte de las empresas mineras de todo tipo son, por tanto, pequeñas.

A pesar de ello, las empresas tienen que afrontar la aplicación de la legislación de seguridad y ordenación minera,
medioambiental y de ordenación territorial con el mismo nivel que la gran minería para la que parecen estar diseñadas
las normativas que se deben aplicar.

En Baleares existe una ley autonómica (Ley 10/2014, de 1 de octubre, de ordenación minera de las Illes Balears,
LOMIB) que, si bien ha sido de gran ayuda para la regularización de situaciones indefinidas históricas, plantea unas
exigencias rigurosas a las empresas que se acumulan a las que se derivan de la normativa estatal y que generan
problemas operativos y gastos a veces muy elevados a la escala empresarial pequeña.

El objetivo de la presentación es analizar esa afección poniendo de manifiesto de manera cuantificada la despropor-
ción de algunas de las normas implantadas en la pequeña empresa minera.

Consideramos para ello una explotación mediana (en Baleares) de áridos con unas reservas totales según proyecto
aprobado, de 16.875.000 t (6.750.000 m3) con una duración máxima de 37 años. La cantera dispone de un estableci-
miento de beneficio consistente en una planta de trituración y clasificación para una producción máxima de 300.000
t/año. Entre los equipos móviles, operan cinco palas cargadoras de ruedas.

2. MEDIO AMBIENTE.
PLAZOS DE LOS PROYECTOS
Si bien la LOMIB no establece normas al respecto, uno de los criterios más firmemente mantenidos por la Adminis-
tración minera y ambiental de Baleares es que la duración máxima de las autorizaciones no debe exceder en mucho
los treinta años. El motivo aducido es que si las concesiones de recursos de la sección C tienen ese límite temporal,
prorrogables por otros dos períodos iguales también de 30 años, y estos títulos se aplican a recursos minerales en
principio más valiosos, las autorizaciones de la sección A deberán tener una duración total inferior.

La LOMIB sí establece límites a las prórrogas, que pueden ser por períodos de 10 años, hasta un máximo de 30. De
modo que la duración total máxima de una cantera de recursos de la sección A estará en torno a los 60 años.

En el ejemplo que hemos tomado, la producción real es de 200.000 t/año como media, con lo que las reservas exis-
tentes permitirían una duración de 84,4 años. La duración total autorizada es de 37 años ampliables hasta 67. Todo
ello implica que 3.480.000 t no podrán en ningún caso ser aprovechadas y que 6.000.000 t más dependen de los
criterios que tenga la Administración para otorgar las prórrogas. Valorando las reservas a razón de 0,80 €/t, en el

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mejor de los casos se produce una merma patrimonial de 2.784.000 €, a razón de 75.243 €/año. Esta es también una
pérdida absurda para una comunidad que siempre aduce los límites territoriales como una particularidad de las islas
que debe considerarse en asuntos medio ambientales.

Las reservas además son irrecuperables porque otra de las obligaciones de las empresas es simultanear explotación
y restauración, de modo que las reservas quedan “enterradas” bajo los suelos ya restaurados.

AVALES
La LOMIB establece unos avales de restauración de 0,4 €/m3 extraído, como mínimo. El aval global de la cantera de
nuestro ejemplo es pues de 2.700.000 €. Esta cantidad es manifiestamente desproporcionada para la restauración de
una explotación minera que ocupa una superficie de 24 ha (¡112.500 €/ha!)

Afortunadamente, no es ese el importe que debe avalarse en cada momento, sino el que corresponda a una, dos o
tres fases del proyecto (esto a criterio discrecional de nuevo de la Administración). En el caso analizado este importe
será del orden de 250.000 €. Con una comisión anual de riesgo del 2%, resultan unos gastos por este concepto de
5.500 €/año si se añaden también unos gastos de formalización y de notaría.

MODIFICACIONES EN LA EXPLOTACIÓN
Cualquier modificación de proyecto necesita un trámite ambiental, incluso aquéllos que no requieren la elaboración
de un estudio de impacto ambiental por no suponer un incremento de consumo de recursos, pues en tales casos
debe presentarse un documento justificativo de que no se dan los supuestos de necesidad de EIA. Por ello, para la
introducción de cualquier tipo de maquinaria nueva o modificación de proyecto debe justificarse que ello no ocasiona:

a) Un incremento significativo de las emisiones a la atmósfera.


b) Un incremento significativo de los vertidos en lechos públicos o en el litoral.
c) Un incremento significativo de la generación de residuos.
d) Un incremento significativo en la utilización de recursos naturales.
e) Una afección apreciable a espacios protegidos Red Natura 2000.
f) Una afección significativa al patrimonio cultural.

La inconcreción de los adjetivos “significativo” y “apreciable” implica siempre que la justificación razonada de mo-
dificación no sustancial tenga que ser analizada y aceptada por el órgano ambiental, obligando al explotador a la
redacción de documentos que sin ser EIA tienen contenidos (y costes) similares.

En una cantera dinámica en la que se realicen cambios o mejoras en los procesos productivos, siempre se está
tramitando algún documento ante el órgano ambiental. En ningún caso debe proveerse un importe inferior a 6.000 €
anuales por este concepto.

APCAS
La cantera es una actividad potencialmente contaminante de la atmósfera (APCA) del grupo B definido en la ley
34/2007, de 15 de noviembre de calidad del aire y protección de la atmósfera. Además, como actividad secundaria,
en este apartado, existe un grupo electrógeno también del grupo B.

Por tanto deben realizarse inspecciones tanto de focos canalizados como de emisiones difusas cada tres años.

El importe de los informes redactados por una OCA y las tasas es de 1.700 €, con una repercusión anual de 567 €.
No obstante, lo más frecuente es que las inspecciones se deban repetir para comprobar la implementación de las
medidas correctoras prescritas en la primera visita. Por ello debe considerarse un gasto de 700 €/año.

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3. SEGURIDAD INDUSTRIAL
En este apartado se incluyen todas las revisiones de instalaciones industriales no exclusivamente mineras.
Periodicidad Coste Coste anual
Revisión de extintores: 1 año 1.120 € 1.120 €
Equipos a presión: 6 años 1.500 € 250 €
Inst. BT 5 años 800 € 160 €
Depósitos G.O. 5 años 200 € 40 €
TOTAL: 1.570 €/año
4. SEGURIDAD MINERA
PLANES DE LABORES
La LOMIB establece que los planes de labores anuales se deben presentar en el primer trimestre del año con un
informe favorable de una ECA. La inspección tiene las características de una auténtica auditoría integral de la explo-
tación. Los contenidos de dicha inspección (y sus consecuencias) no se incluyen en este análisis porque ocupan 10
páginas, espacio superior al que se nos permite para toda la comunicación. Cabe resumirlo diciendo que se revisan
TODOS los años todos los aspectos de la explotación: aspectos de diseño (pistas, bancos, bermas); cumplimiento de
los proyectos de explotación y restauración, coordenadas UTM; revisiones de maquinaria, instalaciones; formación
de personal, documentos de seguridad y salud, disposiciones internas de seguridad; etc. Estos contenidos se pueden
encontrar en la siguiente dirección de internet:

http://www.caib.es/sites/tramitacioudit/es/pla_de_labors_campanya/

El coste de los informes de las ECA para este trabajo son de 760 €. Como se comprenderá a la vista de los requisitos
de la inspección, es siempre necesario un segundo informe por lo que el coste por este concepto es del orden de
1.000 €/año. Tanto la visita inicial como la revisión se hacen en compañía del gerente de la empresa, del encargado y
del director facultativo, y la duración de las visitas nunca es inferior a 8 horas en total, por lo que los costes de personal
pueden estimarse en 400 €, dándose pues un total de 1.400 €/año

REVISIÓN DE PALAS CARGADORAS DE RUEDAS


Como se ha dicho, esta explotación tiene cinco palas cargadoras las cuales deben ser revisadas todos los año, con
un coste unitario de 220 €, lo que supone 1.100 €/año.

La duración de la revisión es de 3 horas por máquina, por lo que se paralizan un total de 15 horas, con un coste de
375 €, de ahí que el coste es de 1.475 €/año.

Este es un gasto que se incrementará año tras año a medida que se vayan publicando las distintas especificaciones
técnicas para desarrollo de la ITC 02.2.01 de «Puesta en servicio, mantenimiento, reparación e inspección de equipos
de trabajo». Recientemente se han publicado las de volquetes rígidos y articulados. Cuando todos los equipos tengan
que ser revisados (palas de orugas, retroexcavadoras, bulldozer, perforadoras, cribas y trituradoras móviles, etc.) este
concepto podrá llegar a ser de gran importancia, pudiéndose fácilmente alcanzar los 10.000 € anualmente.

FORMACIÓN DEL PERSONAL


En cumplimiento de la instrucción técnica complementaria 02.1.02 «Formación preventiva para el desempeño del
puesto de trabajo», del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, anualmente deben realizarse
al menos reciclajes para tres operarios. Dado que en las empresas pequeñas el personal desempeña múltiples fun-
ciones, cada uno de ellos debe realizarlo en tres especialidades. El coste por este motivo es de 1.440 €, a los que de-
bemos añadir las horas productivas (45 al año), con un coste de 600 €. Por tanto el coste resulta ser de 2.040 €/año

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5. RESUMEN DE COSTES DERIVADOS DIRECTAMENTE DE LA APLICACIÓN DE LA LEGISLACIÓN

a) PLAZOS DE LOS PROYECTOS 75.243 €/año


b) AVALES 5.500 €/año
c) MODIFICACIONES EN LA EXPLOTACIÓN (EIA) 6.000 €/año
d) APCAS 700 €/año
e) SEGURIDAD INDUSTRIAL 1.570 €/año
f) PLANES DE LABORES 1.400 €/año
g) REVISIÓN DE PALAS CARGADORAS DE RUEDAS 1.475 €/año
h) FORMACIÓN DEL PERSONAL 2.040 €/año

TOTAL 93.928 €/año


COSTE POR tonelada 0,47 €/t

6. EFECTOS DE LOS PARÁMETROS ANALIZADOS. PROPUESTAS


PLAZOS DE LOS PROYECTOS
Ya hemos visto que los supuestos beneficios ocasionados por la limitación temporal de las autorizaciones de explo-
tación no son tales.

El seguimiento de los planes de restauración por parte de las administraciones (anualmente, según la LOMIB, quin-
quenalmente según la normativa estatal) son garantía suficiente de cumplimiento. La limitación temporal daña gra-
vemente el valor intrínseco de las pequeñas empresas mineras y condena volúmenes enormes de reservas a no ser
explotadas. En el futuro se darán por agotadas y restauradas muchas canteras que tienen todavía un 20%, un 30% o
un 40% de sus reservas sin explotar y sin embargo deberán autorizarse nuevas explotaciones para suplir ese déficit.

Entendemos que las autorizaciones de los recursos de la sección A no deben tener limitación temporal, excepto la
justificada en el proyecto de acuerdo con ritmos de producción reales (no los ajustados a los criterios de las Adminis-
traciones).

Asimismo, las modificaciones de calendario de ejecución no deberían nunca considerarse como sustanciales y por
tanto no deberían ser sometidas a nuevos trámites ambientales en tanto se mantenga el mismo proyecto.

AVALES
La misión de los avales es dotar a la Administración, en caso de incumplimiento del explotador, de fondos para ejecu-
tar la restauración. El importe debería ser el que se refleja en los presupuestos de restauración (los reales, no los que
se han inflado artificialmente para ajustarlos a las exigencias de la legislación) y deberían tener la vigencia estricta-
mente necesaria para comprobar el cumplimiento de los proyectos. Entendemos que el importe mínimo de 0,4 €/m3 es
excesivo. No hemos encontrado n un solo caso real en que ese haya sido el importe de recuperación de los terrenos.

En cuanto a la duración creemos que debería ser a lo sumo de cinco años, que es el tiempo que marca el Real Decre-
to 975/2009, de 12 de junio, sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas y de protección y rehabilitación
del espacio afectado por actividades minera para analizar el cumplimiento del proyecto.

MODIFICACIONES EN LA EXPLOTACIÓN (EIA)


Deberían establecerse criterios cuantificados para valorar si un nuevo proyecto o una modificación suponen “un in-
cremento significativo de las emisiones a la atmósfera, un incremento significativo de los vertidos en lechos públicos
o en el litoral, un incremento significativo de la generación de residuos, un incremento significativo en la utilización
de recursos naturales, una afección apreciable a espacios protegidos Red Natura 2000 o una afección significativa
al patrimonio cultural”.

De este modo no se redactarían nuevos documentos ambientales salvo en los casos realmente necesarios, con el
correspondiente ahorro económico y de tiempo.

SEGURIDAD INDUSTRIAL
Puesto que las explotaciones mineras deben nombrar un responsable de mantenimiento eléctrico, las revisiones de
estas instalaciones deberían ser sustituidas por certificaciones de ese cargo.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
No ocurre así con el resto de instalaciones, puesto que no es obligatoria la existencia de responsables de manteni-
miento de aquéllas.

PLANES DE LABORES
Las revisiones de los planes de labores deberían ajustarse a la comprobación de aquéllos extremos propios del año
en curso y a las novedades con respecto a años anteriores, en ningún caso deberían ser, como ahora, auditorías
completas de la cantera todos los años. Esto supondría un ahorro económico y de tiempo notables.

REVISIÓN DE PALAS CARGADORAS DE RUEDAS


La Especificación técnica número 2010-1-01 se publicó el 22 de diciembre de 2010 por lo que su efectividad práctica
se inició en 2011. La función de esa ET es, lógicamente, el incremento de la seguridad en las explotaciones. Pues
bien, en Baleares el número de accidentes ocurridos desde el año muestra un patrón muy constante, según se ve en
el cuadro siguiente procedente de la ESTADÍSTICA DE ACCIDENTES DE TRABAJO de la DIRECCIÓN GENERAL DE ESTADÍSTICA Y
ANÁLISIS SOCIOLABORAL:
AÑO MORTALES GRAVES LEVES TOTAL
2010 0 1 28 29
2011 0 0 22 22
2012 0 1 21 22
2013 0 1 16 17
2014 0 2 25 27
2015 0 1 22 23
2016 0 0 29 29

Nuevamente, al igual que en el caso de las instalaciones de BT, si es obligatorio designar un responsable del manteni-
miento mecánico no hay justificación alguna para realizar esas exhaustivas revisiones de toda la maquinaria, máxime
cuando ello no da lugar a un incremento de la seguridad.

FORMACIÓN DEL PERSONAL


Los temarios de los cursos de reciclaje deberían ajustarse y reducirse su tiempo. En la actualidad son repetitivos y la
mayoría de las veces muy teóricos. Por tanto, al menos de dudosa eficacia.

7. CONCLUSIÓN
La minería es, por su propia naturaleza jurídica, un sector altamente intervenido. No obstante, las Administraciones
deberían limitar su intervención a lo mínimo necesario porque en el contexto actual creemos haber mostrado, siquiera
a modo de esbozo, que el exceso de control da lugar a situaciones absurdas y a enormes y desproporcionados gas-
tos de operación que no redundan en un aprovechamiento más eficaz de los recursos ni mejoran las condiciones de
seguridad en las pequeñas explotaciones mineras.

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378
APLICACIÓN INFORMÁTICA PARA OPTIMIZACIÓN DEL CONSUMO DE
COMBUSTIBLE EN EL TRANSPORTE Y VERTIDO DE ESTÉRIL CON
CAMIONES EN MINAS A CIELO ABIERTO, MEDIANTE DISEÑO DE
SECUENCIAS Y TRAYECTOS ENERGÉTICAMENTE EFICIENTES
Díez González, Julián a ; Izquierdo Miguel, Alfonso b ; Juárez Ferreras, Rafael c ; Martín Rodríguez, Justo Ma-
nuel d; Molías Conte Francisco a ;

SEGURIDAD Y CALIDAD MINEROAMBIENTAL, S.L. (SEGYCAL) Calle del Carmen 7, 2ª Planta. 24001 – León.
a, c

email:segycal@segycal.com; b, d. e S.A. MINERO CATALANO ARAGONESA (SAMCA) Pº Independencia, 21,3º.


50001 - Zaragoza. e-mail: fmolias@samca.com

PALABRAS CLAVE: Optimización costes, combustible, camiones, transporte estéril, aplicación informática

RESUMEN: La SOCIEDAD ANÓNIMA CATALANO ARAGONESA (SAMCA) ha diseñado una aplicación informática
que le permite estimar con facilidad algunos de los parámetros que tienen una mayor incidencia en los costes de
transporte del estéril con camiones en una mina a cielo abierto. A partir de fórmulas teóricas que han sido contras-
tadas y validadas en la mina, la aplicación estima el previsible consumo energético (kWh/ m3) y el rendimiento (m3/
hora) de los camiones para una organización del transporte dada (real o supuesta); de manera que es posible hacer,
con facilidad, simulaciones previas de distintas opciones, para elegir las alternativas de menor coste, que suelen co-
rresponderse con las secuencias y trayectos más eficientes energéticamente.

La aplicación (desarrollada en entorno EXCEL) consta de distintos módulos habilitados para diversas funciones; tales
como introducir los datos de los bloques en los que se subdividen las fases de explotación, de los itinerarios y de la
flota de camiones; organizar las secuencias de distintas alternativas de transporte y vertido; realizar cálculos, etcéte-
ra. En el módulo de salida de datos se obtiene información muy valiosa y ordenada sobre los aspectos anteriormente
señalados.

1. INTRODUCCIÓN
En las minas a cielo abierto se transportan grandes volúmenes de estéril desde las zonas de arranque a las de verti-
do, lo cual genera importantes costes. Cuando el transporte se realiza de forma discontinua con camiones volquetes,
para optimizar esos costes es recomendable que, tanto la secuencia de la operación como el diseño de los trayectos
se realicen tras estudiar minuciosamente las posibilidades existentes. Para facilitar el análisis y el diseño es conve-
niente dividir la mina en fases de extracción, y éstas en bloques, para buscar el encaje más lógico del estéril en las
zonas de vertido disponibles, ordenadamente y al mínimo coste.

Una vez tenidos en cuenta los condicionantes existentes (topografía, espacio, geotecnia, etcétera), pueden existir
distintas posibilidades de organizar el movimiento del estéril. Los distintos trayectos posibles y el orden en que los
bloques de material se transportan y depositan, configuran diferentes alternativas en las que los costes de combusti-
ble y los tiempos de transporte serán diferentes. Por tanto, es importante que los trayectos se diseñen y ejecuten con
criterios de eficiencia energética, aunque también deberá cumplirse el requisito de alcanzar un rendimiento (m3/h) que
satisfaga el ritmo de producción requerido; aunque para eso se necesita disponer de métodos de estimación teóricos
suficientemente fiables, aspectos que se tratan en otra comunicación.

Cuando los volúmenes a transportar son grandes y las alternativas son muy variadas el análisis no es fácil si no se
dispone de un apoyo informático que facilite los cálculos y simule las diversas opciones antes de cometer algún error
importante. Por ello, el objeto del trabajo que da pie a esta comunicación ha sido elaborar una aplicación que se
pueda utilizar con facilidad para poder diseñar y elegir las trayectorias y secuencias de vertido, que siendo operativas
y seguras, minimicen los costes de transporte del estéril. Dicha aplicación permite una fácil introducción de datos,
incorpora los distintos algoritmos de cálculo y proporciona una información de salida de gran utilidad, tal y como se
muestra más adelante.

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y Recursos Minerales
La aplicación informática ha sido desarrollada por la SOCIEDAD ANÓNIMA MINERA CATALANO ARAGONESA
(SAMCA) en colaboración SEGURIDAD Y CALIDAD MINEROAMBIENTAL, S.L. (SEGYCAL). Se implementa en un
entorno EXCEL que permite incorporar datos obtenidos mediante software comercial de diseño asistido y otras hojas
de cálculo (ACAD, MICROSTATION, etcétera). Ha sido puesta a punto para su aplicación en una determinada mina a
cielo abierto y ha sido contrastada con éxito en dicha explotación minera; no obstante podría ser utilizada en cualquier
otra, tras la correspondiente adaptación.

2. CONSIDERACIONES PREVIAS
Para elegir entre distintas alternativas las secuencias de transporte y vertido y los trayectos más eficientes (bien para
diseñar la mina con criterios eficientes energéticamente, o para elegir entre distintas posibilidades con la mina ya
diseñada) se pueden utilizar distintas metodologías. En este caso se ha optado por hacer uso de dos criterios (cuyos
fundamentos teóricos han sido expuestos en otra comunicación) y que, están correlacionados, por lo que pueden
utilizarse de forma individual o complementaria.

Un criterio sencillo, pero muy práctico, consiste en considerar como trayectos más eficientes aquellos que se corres-
pondan con “alturas equivalentes” menores. La “altura equivalente” se define como la diferencia de cotas entre los
puntos de carga y vertido (“altura geométrica”), más la suma de las diferencia de cotas de los tramos parciales des-
cendentes en caso de que el trayecto total sea ascendente, y viceversa (“altura de pérdidas”). Este criterio es simple
y permite determinar los trayectos más eficientes energéticamente, pero no aporta otra información que también debe
ser tenida en cuenta (tiempos de transporte, desgastes, etc.).

Otra forma de estimar previamente la mejor alternativa, es utilizar las leyes teóricas de la física para estimar el consu-
mo teórico de cada camión en el transporte de los bloques (en los que se han dividido las zonas de arranque y vertido
de la mina) a partir del cálculo del consumo de energía (kWh) del camión en cada trayecto (considerando los trayec-
tos como polilíneas en 3D y teniendo en cuenta el peso y la carga de cada camión, y otros parámetros necesarios
obtenidos tras las correspondientes observaciones y ajustes). Con ese dato y el consumo específico de combustible
(l/ kWh) se puede obtener el consumo total en litros de combustible. Si además, se estima el tiempo teórico que se
requiere en los recorridos (en este caso se ha desarrollado una fórmula “ad hoc” para calcular la velocidad de cada
tipo de camión según la pendiente) se podrá seleccionar la secuencia de vertido óptima a partir de parámetros que
evalúan la eficiencia energética (kWh/m3estéril) y el rendimiento (m3estéril/hora). Evidentemente, se necesita una herra-
mienta informática para automatizar los cálculos y repetirlos, para las diferentes alternativas.

Como se ha indicado, en otra comunicación se hace referencia a los aspectos teóricos de los cálculos, por lo que no
se profundiza en ellos, limitándose este trabajo a presentar muy brevemente el planteamiento conceptual de la apli-
cación y destacar su utilidad; dejando claro que se trata de una aplicación abierta, susceptible de ser mejorada tanto
en su alcance y contenido, como en su facilidad de uso.

3. PROCESO EN EL QUE LA APLICACIÓN INFORMÁTICA ES UTILIZABLE


La aplicación puede utilizarse para cualquier mina a cielo abierto, aunque se ha contrastado en una mina en particular,
ajustando algunos algoritmos y parámetros de entrada con datos obtenidos mediante monitorización de camiones y
toma de datos reales.

El esquema conceptual del trabajo que da origen a la aplicación, trata de sintetizarse esquemáticamente en la Ilus-
tración 1.

1. CONSTRUCCIÓN DE LOS MODELOS DE MINA Y SECUENCIA DE VERTIDO


A) Modelización tridimensional de la mina por fases y división en bloques pequeños.
B) Generación previa de la secuencia de vertido y trazado de los trayectos.
2. VALORACIÓN DE LA SECUENCIA DE VERTIDO
C) Cálculo del rendimiento (m3 estéril/h) y la eficiencia energética (kWh/m3) para cada secuencia.
3. ANÁLISIS DE LOS DISTINTOS CASOS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
D) Iteración de los pasos anteriores con distintas secuencias de vertido.
4. ELECCIÓN DE LA SECUENCIA DE TRANSPORTE Y VERTIDO ÓPTIMA

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Ilustración 1 – Esquema que ilustra el proceso en el que la aplicación informática es utilizable

4. DESCRIPCIÓN RESUMIDA DE LA APLICACIÓN


La aplicación informática está constituida básicamente por una hoja de cálculo en entorno EXCEL. Tiene una interfaz
principal que muestra el aspecto de la Ilustración 2, y que permite acceder a los módulos de entrada de datos de
cada uno de los bloques en que se ha dividido el proceso. También permite introducir los datos relativos al modelo
de camión que se utilizará para el transporte del estéril y efectuar el reparto de los bloques de la fase a través de las
distintas pistas. Además, muestra una tabla de casos de estudio que permite la realización de una comparativa entre
distintas secuencias de vertido para la fase.

Por economía de espacio en el texto de esta comunicación, no se entra a detallar su estructura, contenido y funciona-
miento; limitándonos a destacar los aspectos principales de la información de entrada y los resultados de salida, que
son los que sirven de referencia para tomar las correspondientes decisiones.

Antes de introducir la información en la hoja de cálculo se requiere la construcción previa de un modelo físico cuyo
objeto es servir de base para la importación de datos. La fase de la mina a estudiar se divide en bloques de extracción
y de vertido de tamaños tales que permitan asignar el volumen de cada uno a su centro de gravedad, sin cometer
errores significativos. Cada vínculo entre un bloque de extracción (origen) y otro de vertido (final) dará lugar al diseño
de un trayecto de camión que estará definido por las coordenadas de los nodos que van conformando los distintos
tramos (de igual pendiente) que componen el recorrido, y por el volumen de estéril asignado a cada bloque. El origen
será el centro de gravedad del bloque a transportar y el final el centro de gravedad del bloque de vertido. Lo que se

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y Recursos Minerales
busca es que el resultado final esté conseguido de manera que los costes de transporte de todos los trayectos se
minimice para un rendimiento dado.

Ilustración 2 – Aspecto de la interfaz inicial de la aplicación

Es necesario plantear y resolver el reparto de estéril, del cual se extraerá el número de viajes por trayecto. La apli-
cación facilita esta tarea en un módulo, creado a tal efecto, que va teniendo en cuenta el volumen ocupado en el
vertido por cada camión, hasta que quede completo el espacio disponible de vertido. En la Ilustración 3 se muestra
esquemáticamente un reparto realizado (la aplicación calcula hace cálculos con los distintos volúmenes).

Ilustración 3 - Correspondencia de bloques de arranque (izquierda) y vertido (derecha) con una determinada se-
cuencia (reparto de bloques).

El reparto se realizará siguiendo cada bloque un recorrido determinado. La suma de todos los recorridos da lugar a
un proceso que se evalúa con la información de salida de la aplicación y que permite su comparación con otros plan-
teamientos alternativos, de modo que entre varios posibles se pueda optar por el más favorable.

En los subapartados siguientes se hace una referencia muy breve a la entrada y salida de datos de la aplicación.

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4.1. ENTRADA DE DATOS

El módulo de entrada de datos de la hoja de cálculo tiene el aspecto mostrado en la Ilustración 4 y contiene distintas
secciones que se refieren a los bloques de extracción (B1, en la ilustración), trayectos de los bloques (B2), viajes y
volumen de estéril transportado por trayecto (B3), datos resumen del bloque (B4), coordenadas de los trayectos (B5)
y ecuaciones de velocidad del camión (B6).

Ilustración 4 – Aspecto del módulo de entrada de datos


(Nota: Siendo importante profundizar en la entrada de datos de la aplicación se ha optado por no entrar en detalle en aras de dis-
poner de más espacio para presentar los resultados que se obtienen con la aplicación, sin incumplir los requisitos de presentación
de la comunicación).

4.2. PARÁMETROS DE SALIDA

Una vez introducidos todos los bloques de la fase de extracción la aplicación aporta, tal y como puede verse en las
Ilustraciones 5, 6 y 7, los siguientes parámetros de salida:

-- por trayecto (Ilustración 5 )


mmVelocidades medias de ida y vuelta (m/s)
mmTiempo de ida y tiempo de vuelta (hh:mm:ss)
mmPendiente media (%)
mm Consumo de ida y de vuelta (l/m3)

-- por bloque de extracción (Ilustración 6)


mmDistancia media de ida (m)
mmNúmero de viajes
mmTiempo total de transporte (hh:mm:ss)
mmEstéril transportado (m3)
mmRendimiento (m3/h)
mmConsumo (l/m3)
mmAltura geométrica y de pérdidas (m)

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y Recursos Minerales
-- por fase de extracción (Ilustración 7)
mmDistancia total recorrida
mmNúmero de viajes
mmEstéril transportado (m3)
mmTiempo medio de viaje (hh:mm:ss)
mmRendimiento (m3/h)
mmConsumo (l/m3 y l/h)
mmAltura equivalente (m)

En la Ilustración 5 se muestran datos de salida por trayecto.

Ilustración 5 - Datos de salida de la aplicación: por trayecto.

En la Ilustración 6 se muestran datos de salida por bloques.

Ilustración 6 - Datos de salida de la aplicación por bloques.

En la Ilustración 7 se pueden ver los resultados que aporta la aplicación para una determinada fase. Dicha informa-
ción es de gran utilidad, especialmente porque puede obtenerse previamente al diseño de las operaciones y permite
analizar otras posibles opciones y repetir el análisis para otro planteamiento, hasta llegar al mejor.

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Hay que indicar que se trata de resultados obtenidos a partir de datos teóricos; pero los parámetros más importantes
(consumo específico, velocidades de los camiones, carga del camión, etcétera) han sido validados tras una campaña
de toma de datos reales in situ, que permitieron hacer los correspondientes ajustes en la formulación de los algorit-
mos. Una vez puesta a punto la aplicación y validados dichos parámetros para la mina y flota de camiones de que se
trate, la aplicación resulta ser muy útil.

Ilustración 7 - Datos de salida de la aplicación: por fase.


Distancia total recorrida: 485.060,2 km
Número total de viajes: 101.139 viajes
Material transportado (sin esponjar): 5.843.586,7 m3
Pendiente media: 6,23 %
Tiempo total de transporte: 23.519 h
Longitud media (ida): 2.398 m
h/
Tiempo medio por viaje (ida + vuelta): 0:13:57
min/s
Velocidad media camión: 20,62 km/h
Rendimiento 785D (con carga y vertido): 235 m3/h
Rendimiento teórico *: 300 m3/h
Tiempo medio viaje (+ carga + descarga + espe-
0:19:57 km/h
ras):
Tiempo total (+ carga + descarga + esperas): 33.633 h
Consumo de gasoil: 0,77 l/m3
Consumo de gasoil: 133,4 l/h
Altura equivalente: 150 m
*Rendimiento CAT 785 D

La Ilustración 8 recoge la salida de la aplicación para dos fases. Para obtener el consumo de combustible teórico en
el conjunto de las dos fases, tan sólo hay que hallar la media ponderada de ambas. Por ejemplo, en el caso mostrado
(que se refiere a un caso “supuesto”, por lo que las cifras no corresponden a la realidad de la mina) daría como resul-
tado 0,76 l/m3 para los 25,04 Mm3 de estéril movido en ambas fases. Es evidente que disponer previamente de una
información (estimada) tan valiosa sobre volúmenes movidos, consumos de combustible, distancias y tiempos, altura
equivalente, etcétera, es de gran utilidad para hacer presupuestos y tomar decisiones; pues de manera muy simple
se pueden obtener la misma información para otra alternativa, pudiendo elegir la más favorable.

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Ilustración 8 – Algunos datos de salida de la aplicación informática (caso supuesto, no real)
Fase de Cotas Volumen Fase de Consumo Distancia Tiempo de Altura
extracción vertido ciclo equivalente

Bloque m Mm3 Bloque l/m3 m h:mm:ss m


FASE L1
L1B2 420-390 2,83 K2V2 / 0,60 1.631 0:09:27 100
K2V3
L1B3 390-360 1,75 K2V3 / 1,02 2.713 0:16:01 175
K2V4
L1B4 360-300 1,26 K2V4 / 1,33 3.680 0:21:11 226
K2V5
5,84 0,88 2.396 0:13:57 150
FASE L2
L2B1 525-510 1,89 K1V3 0,76 2.893 0:14:02 107
L2B2 510-500 1,74 K1V3 / V5 / 0,75 2.318 0:12:38 122
ALM
L2B3 500-490 1,68 ALM 0,94 3.002 0:15:58 153
L2B4 490-470 3,03 ALM / 0,91 2.886 0:15:29 148
K2V5
L2B5 470-450 2,60 K2V5 / 0,74 2.582 0:13:34 116
K2V6 /
L1V1
L2B6 450-430 2,39 L1V1 / 0,47 1.800 0:09:19 76
L1V2
L2B7 430-400 2,64 L1V2 / 0,38 1.339 0:06:52 55
L1V3 /
L1V4
L2B8 400-360 2,16 L1V4 / 0,68 1.816 0:10:45 115
L1V5
L2B9 360-300 1,07 L1V6 / 1,15 3.114 0:18:19 196
L1V7
19,19 0,72 2.349 0:12:32 115

En definitiva, mediante la aplicación informática se pueden calcular con facilidad los parámetros indicados, para cada
secuencia de vertido propuesta; una vez que se hayan introducido los datos necesarios con anterioridad (los bloques
de extracción y vertido, las coordenadas de los recorridos de los trayectos identificados, las secuencias de reparto
del estéril, los datos de los camiones, etcétera). La comparación de los resultados para cada alternativa ayudará a
planificar las secuencias de vertido más racionales y diseñar los trayectos más eficientes energéticamente. Además,
esta metodología se adapta muy bien a los cambios que se producen constantemente en una explotación minera, ya
que es posible evaluar y rediseñar continuamente la secuencia de vertido una vez que la mina esté modelizada en
formato digital.

5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Ante la necesidad de ajustar los importantes costes que implica el transporte del estéril con camiones, desde los
puntos de arranque a los de vertido, en las explotaciones mineras a cielo abierto, SAMCA se planteó la necesidad de
disponer de una herramienta de trabajo que le permitiera diseñar la secuencias de transporte y los trayectos, con una
razonable garantía de que estas operaciones se realizaban optimizando dichos costes.

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Para ello estableció una metodología de cálculo teórico de la eficiencia energética de los trayectos de los camiones y
del rendimiento horario de la operación de transporte. Para facilitar las operaciones, se divide el volumen de terreno
a transportar desde los puntos de arranque a los de vertido en bloques (un bloque de arranque se corresponde con
otro/s de vertido). A cada bloque se le asigna un centro de gravedad representativo y se unen mediante trayectos
conformados por polilineas constituidas por tramos de igual pendiente entre nodos (definidos por sus coordenadas en
3D). Posteriormente se realiza el reparto de bloques simulando una posible alternativa y se calculan los parámetros
de control de la eficiencia energética del recorrido, los consumos, y el rendimiento horario del transporte. Con estos
parámetros se puede decidir cuales, dentro de las viables y seguras operativamente, serán las mejores alternativas.

Esta metodología no podría utilizarse de manera eficaz en la práctica si no se integrase en una aplicación informática,
sencilla de manejar y que requiriese poco tiempo para poder hacer rápidas comparaciones entre distintas alternativas.
SAMCA, con la ayuda de SEGYCAL, ha conseguido integrar en un entorno EXCEL dicha metodología de análisis, tal
y como se presenta en esta comunicación.

Los resultados han sido muy satisfactorios pues se han conseguido los objetivos buscados. La herramienta informáti-
ca habilitada se está utilizando con éxito y permite optimizar el diseño de cada fase de arranque y vertido con relación
a los costes de transporte, lo que de forma manual no habría sido posible. Parámetros como el “consumo energético”
(l/m3 estéril) y rendimiento (m3 estéril/hora) pueden estimarse teóricamente de manera automática conociendo las
pendientes y distancia de los tramos de los trayectos y las características de las flotas de camiones; lo cual permite
gestionar el transporte con criterios de eficiencia energética.

La aplicación tiene recorrido para futuras mejoras y ampliaciones y es de posible utilización en otras explotaciones,
aunque actualmente solo está validada para minas de SAMCA.

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la compañía S.A. MINERA CATALANO ARAGONESA (SAMCA), tanto el permiso para pu-
blicar la presente comunicación, como la financiación de los trabajos sobre los que se ha basado la misma.

7. BIBLIOGRAFÍA
La utilización de soportes informáticos comerciales conocidos, a los que se han incorporado cálculos siguiendo formu-
laciones recogidas en cualquier manual de la física clásica y catálogos de fabricantes de camiones, hace innecesario
hacer una relación bibliográfica específica.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
394
LA MINERÍA INDUSTRIAL EN ARAGÓN. SITUACIÓN ACTUAL Y
PERSPECTIVAS DE FUTURO.

Silva Rodríguez, Pedro


Gobierno de Aragón, Paseo María Agustín, 36, Zaragoza, email: psilva@aragon.es

RESUMEN: La minería industrial en Aragón es el sector que cuenta actualmente con un mayor peso en el conjunto
de la minería de la Comunidad y el que presenta unas mejores perspectivas de futuro. La capacidad productiva de
la minería industrial no ha hecho más que crecer en los últimos años. La presente comunicación analiza la situación
actual de los recursos minerales explotados para uso industrial en Aragón, así como los susceptibles de explotación,
de cara a exponer las posibilidades de crecimiento y sus expectativas de futuro, aportando una visión global de este
sector de la minería en la Comunidad.

PALABRAS CLAVE: minería industrial, producción, yacimientos, arcillas, Aragón

1. INTRODUCCIÓN. LA MINERÍA INDUSTRIAL EN ARAGÓN. ASPECTOS GENERALES

Aragón cuenta con un variado patrimonio minero derivado de una gran riqueza geológica. En Aragón se encuentran
representados muchos de los pisos geológicos más importantes de la Península, constituidos por materiales muy
diversos, desde los granitos del Pirineo a los variados materiales mesozoicos de la Ibérica turolense, pasando por
las vastas extensiones de depósitos sedimentarios de la Depresión del Ebro. Sobre estos materiales han tenido lugar
numerosos procesos geológicos, que han contribuido a modelar terrenos y paisajes, descubriéndonos una enorme
variedad geológico-minera.

Desde un punto de vista geológico, nuestra Comunidad cuenta con tres grandes unidades principales, una gran ca-
dena montañosa al norte, los Pirineos, otra menor al sur, la Cordillera Ibérica, y la Depresión del Ebro entre ambas.
Cada una de estas unidades geológicas presenta características propias y definidas, dando lugar a una amplísima
gama de materiales, constituyendo importantes activos económicos por su atractivo minero. Mención aparte merece
la situación que desde un punto medioambiental presenta la cordillera de los Pirineos, con características geológicas
únicas en el territorio nacional y que, en su zona aragonesa, se encuentra protegida por numerosas figuras de conser-
vación medioambiental, circunstancia esta que limita enormemente el aprovechamiento de su gran potencial minero.

En la minería de Aragón, el carbón ha constituido tradicionalmente el recurso de referencia, habiendo sido el de mayor
generación de riqueza y empleo. Con un descenso progresivo en las necesidades de carbón en los últimos años y con
la incierta situación actual sobre su futuro, se ha venido a producir un relevo en la minería que presenta mayor peso
en la Comunidad, siendo actualmente la minería industrial la que ha venido a ocupar este lugar, presentando clara-
mente unas mejores perspectivas de futuro. El crecimiento de la capacidad productiva de la minería industrial en los
últimos años contrasta asimismo con el descenso de las necesidades de áridos para la construcción y la disminución
en la producción de roca ornamental.

La minería industrial engloba todos aquellos recursos geológicos no metálicos que por sus características físicas y
químicas pueden ser empleados en procesos industriales como materia prima principal o como componente de un
tratamiento concreto, con vistas a obtener una serie de sustancias de características muy diferentes y de empleo
muy variado en nuestra vida cotidiana. Se trata de recursos minerales que, tras su transformación, aportan gran valor
añadido a los productos resultantes, siendo grandes generadores de riqueza.

Aragón cuenta actualmente con importantes explotaciones de recursos minerales para uso industrial y empresas ex-
plotadoras de primer orden nacional y mundial en su sector. Entre los recursos que actualmente se explotan destacan
los siguientes:
-- Arcillas cerámicas (arcillas rojas, refractarias, feldespáticas y caolines) destinadas al importante sector cerá-
mico español.
-- Arenas silíceas, para fabricación de vidrio y cerámica.

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-- Arcillas especiales, sepiolita, para su empleo como cama de gato y absorbente industrial.
-- Yeso, para la elaboración de escayola y placas de yeso laminado.
-- Sales (halita), para su uso en el deshielo de carreteras y alimentación animal.
-- Calizas, para la fabricación de cemento, así como para fabricación de papel y pinturas y para el proceso de
desulfuración en la Central térmica de Andorra-Teruel.
-- Dolomías, para elaboración de ladrillos refractarios y para su empleo en fertilizantes.
-- Mineral de hierro (óxido de hierro), para pinturas, abonos y fertilizantes.

Figura 1. Ubicación de las principales áreas extractivas de la minería industrial en Aragón

En total existen actualmente 75 explotaciones activas de minerales industriales en Aragón, que dan empleo directo
en minería a unos 700 trabajadores. Están localizadas fundamentalmente en las provincias de Teruel y Zaragoza y
producen algo más de 4 millones de toneladas al año de mineral vendible.

Las empresas explotadoras son de tamaño diverso, desde importantes grupos internacionales, algunos líderes en
su sector a nivel mundial, a empresas más pequeñas de capital local. En general, se trata de explotaciones que
presentan características similares: aplicación de avanzadas tecnologías mineras, desarrollo de nuevos procesos
productivos y una búsqueda constante de nuevos usos y aplicaciones, todo ello con vistas a obtener productos con el
mayor valor añadido posible. Estamos ante un sector altamente competitivo, en clara expansión y en el que se espera
la apertura de nuevas explotaciones y nuevos establecimientos de beneficio en un futuro cercano.

2. METODOLOGÍA

Los datos empleados para la redacción de la presente comunicación han sido obtenidos de los planes de labores
anuales presentados ante la Administración de la Comunidad Autónoma, de las distintas publicaciones y bases de

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datos del Gobierno de Aragón, del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, así como de la información dispo-
nible en las páginas Web de las distintas empresas del sector y de las Asociaciones empresariales.

Se han analizado cada uno de los recursos explotados, centrándonos exclusivamente en aquellos que sufren trans-
formaciones industriales, excluyendo expresamente, por sus características distintivas propias, el sector de los áridos
y el de la roca ornamental.

3. PRINICIPALES EXPLOTACIONES DE MINERÍA INDUSTRIAL EN ARAGÓN. UBICACIÓN Y APLICACIONES

A continuación, se analizan cada uno de los recursos minerales explotados y su situación actual, de cara a mostrar
sus posibilidades de crecimiento en función de las necesidades de la sociedad. En un apartado final se incluyen otros
recursos cuya explotación está prevista en los próximos años.

SECTOR DE LAS ARCILLAS CERÁMICAS

Este sector engloba diversos tipos de arcillas cuyas composiciones las hacen muy interesantes desde el punto de
vista industrial: arcillas rojas, blancas, refractarias, feldespáticas y caolines. Aunque industrialmente el término arcilla
se utiliza para señalar un material de grano fino que mezclado con agua resulta fácilmente moldeable y que sometido
a cocción experimenta un importante endurecimiento, son las características físico-químicas de la composición de
cada tipo de arcilla las que determinan su uso final, que puede variar desde un ladrillo rojo común a una porcelana
fina de excelente calidad. Las arcillas están constituidas principalmente por minerales como la caolinita, illita, clorita
o montmorillonita, así como por cuarzo, carbonatos, feldespatos, micas (moscovita y biotita), compuestos de hierro y
materia orgánica.

Comercialmente se distinguen dos tipos de arcillas: arcillas de cocción roja y arcillas de cocción blanca. Las primeras
deben su color al elevado contenido en óxidos de hierro y su producción se destina al sector cerámico, para la fabri-
cación de pavimentos, revestimientos cerámicos, y las de menor calidad para ladrillos y tejas.
Las arcillas de cocción blanca presentan bajos contenidos en hierro y elevados contenidos en caolín, teniendo como
característica principal su alta plasticidad. Se emplean en la industria cerámica para la fabricación de pavimentos y
revestimientos de mayor calidad, cerámica sanitaria, loza y porcelana. Las que cuentan con mayor contenido en sílice
también son empleadas en la industria del vidrio, para crisoles de fundición o para fabricación de aislantes.

Las arcillas son muy abundantes en Aragón, presentando las mayores calidades desde el punto de vista minero las
arcillas de la provincia de Teruel. En conjunto se trata de 35 explotaciones que emplean de forma directa en minería a
cerca de 250 trabajadores, con una producción anual vendible superior al millón de toneladas en 2017 y un valor de la
producción que se multiplica exponencialmente según se avanza en los procesos de transformación y de fabricación.

Figura 2. Explotación de arcillas en Los Olmos (Teruel)

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La provincia de Teruel es la primera productora nacional de arcilla refractaria. Los destinos de dicha producción son
variados, en función de sus calidades, siendo el principal destino la importante industria cerámica nacional del azulejo
y gres ubicada en la provincia de Castellón, para la elaboración de placas cerámicas, baldosas, sanitarios y porcelana.
Aunque en los últimos años se ha incrementado el número de plantas de tratamiento existentes en la provincia de
Teruel, más próximas a las explotaciones mineras, la mayor parte del mineral, tras una primera transformación a pie
de mina o próxima a esta, es transportado a las fábricas de gres de Castellón. Únicamente una pequeña parte de la
producción es tratada en alguna de las cuatro fábricas de gres y pavimentos cerámicos de Aragón, ubicadas en los
municipios de Andorra, Castelserás, Alcorisa y Alloza. Estas fábricas emplean a más de 150 trabajadores.

SECTOR DE LAS ARENAS SILÍCEAS

Existen 8 explotaciones de arenas silíceas ubicadas en las provincias de Teruel y Zaragoza, localizadas todas ellas en
el área de la Cordillera Ibérica. Emplean a algo más de 50 trabajadores y su producción es de unas 270.000 toneladas
de mineral vendible. Parte del destino del mineral es para la fabricación de vidrio, para su uso en fundición y para la
industria cementera, estando otra parte de la producción destinada a la industria cerámica, fundamentalmente las
arenas que presentan mineralizaciones mezcladas con arcillas, caolín y feldespatos.

Dentro de este sector destacan 2 explotaciones, ubicadas en el municipio de Riodeva (Teruel), limítrofes con la Comu-
nidad Valenciana, que benefician una variedad de arena caolinífera-feldespática de la facies Utrillas, con alternancia
de arenas y arcillas con granulometría variada en colores blancos, ocres y rojizos, y que constituye una variedad muy
apreciada en el sector cerámico. Una parte de la producción de Riodeva se emplea para la fabricación de pavimentos
y revestimientos cerámicos, sanitarios y cerámica de mesa (loza y porcelana), mientras que otra parte de la produc-
ción de emplea para vidrio, fundición, aislantes y otras aplicaciones industriales.

SECTOR DE LAS ARCILLAS ESPECIALES (SEPIOLITA)

La sepiolita es un tipo de arcilla que tiene como característica principal su elevada porosidad, lo que le otorga gran
poder de absorción, siendo por ello muy apreciada desde un punto de vista industrial. Su empleo principal es el de
“cama de gato” y como absorbente industrial.

Existen 2 explotaciones de sepiolita en la provincia de Zaragoza, sitas en la zona de Orera, municipio próximo a Ca-
latayud. Actualmente una tercera explotación se encuentra en fase de inicio de actividad. Todas ellas son explotadas
por la misma empresa, que asimismo cuenta con una planta de beneficio en las inmediaciones.

Los trabajos de extracción de mineral se llevan a cabo exclusivamente durante la temporada de verano, para evitar
la época de lluvias. El material extraído es transportado a la planta de beneficio sita junto a las explotaciones, donde
tiene lugar la molienda primaria y secundaria, el secado en dos hornos de tambor rotativo y su posterior envasado y
almacenado. El producto final se destina a la venta como absorbente mineral para uso doméstico, como “cama de
gato” y también para su uso como absorbente industrial, aunque en menor medida. La empresa es líder en el mercado
nacional para uso doméstico, aunque vende también gran parte de la producción en el mercado europeo.

La explotación minera y la planta de beneficio emplean conjuntamente a cerca de 120 trabajadores. La producción
vendible de arcillas especiales durante el año 2017 fue de aproximadamente 110.000 toneladas.

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Figura 3. Explotación de sepiolita en Orera (Zaragoza)

SECTOR DEL YESO

Los principales yacimientos de yeso de Aragón y las explotaciones de mayor tamaño se localizan en el valle del Ebro,
principalmente en la zona de Gelsa y Velilla de Ebro (Zaragoza). Existen otras explotaciones de yeso en la provincia
de Teruel, aunque de menor entidad.

Tres empresas benefician yeso en la zona de Gelsa, cada una con su propia explotación minera. Estas empresas
tienen asimismo cuatro fábricas en las proximidades. Se trata de empresas de gran tamaño, alguna de ellas líder en
su sector a nivel nacional e internacional. Las explotaciones emplean a cerca de 20 trabajadores directos, con una
producción cercana a las 300.000 toneladas durante el año 2017. No obstante, son las fábricas las que generan ma-
yor empleo y aportan valor añadido al producto.

Tres fábricas se encuentran actualmente en pleno funcionamiento, la primera desde 1965 y las otras dos desde los
años 90. Todas ellas han sufrido diversos procesos de actualización y modernización. Se trata de dos fábricas de
yeso en polvo, escayola y derivados de yeso de alto valor añadido. La tercera fábrica en activo es de cartón-yeso o
placa de yeso laminado. Estas tres fábricas emplean de forma directa a 140 trabajadores y a más de 200 indirectos,
suministrando al mercado nacional y a Francia y Portugal.

Existe una cuarta fábrica que entrará en pleno rendimiento durante el 2018. Aunque se acabó de construir comple-
tamente en el año 2008, ha estado inactiva por motivo de la crisis económica desde entonces. Actualmente cuenta
con 10 trabajadores y en 2018, cuando está prevista su plena puesta en marcha, contará con más de 70. Entre los
productos que se elaborarán destacan las placas de yeso aislantes y planchas de poliestireno expandido. Señalar que
esta misma empresa ya tuvo en esta misma zona la primera fábrica de España de placa de yeso, cuya producción
trasladó posteriormente a la provincia de Madrid, por lo que ahora invierte nuevamente en Zaragoza.

El resto de explotaciones de yesos en Aragón, hasta un total de 10, son de menor tamaño y producción. Una de ellas
abastece a una pequeña fábrica de yeso y escayola ubicada en Calanda (Teruel) y otra a otra pequeña fábrica próxi-
ma a Zaragoza. Por último, dos explotaciones de yeso, una en Zaragoza y otra en Teruel abastecen a las dos fábricas
de cemento existentes en Aragón.

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SECTOR DE LAS SALES (HALITA)

Existen 2 explotaciones de sal gema en Aragón. Ambas benefician yacimientos sedimentarios terciarios de la Depre-
sión del Ebro. La primera, de mayor tamaño, se ubica en Remolinos, en la provincia de Zaragoza y se explota median-
te una mina subterránea. La segunda se encuentra en Monzón, en la provincia de Huesca, y beneficia un depósito
salino mediante su disolución por sondeos.

Entre ambas explotaciones se emplean a más de 60 trabajadores directos, con una producción en 2017 superior a las
400.00 toneladas, destinada principalmente al deshielo de carreteras.

La explotación de Remolinos beneficia sal gema mediante una explotación subterránea de cámaras y pilares. La mina
ocupa una superficie aproximada de un kilómetro cuadrado. Su diseño es el típico de este método de explotación, con
una red ortogonal de galerías longitudinales y transversales, siguiendo la disposición horizontal de la mineralización
de halita. La dimensión de los pilares es actualmente de 15x15 metros y la anchura de las calles también de 15 me-
tros, aunque antiguamente tanto calles como pilares presentaban dimensiones mayores. Los frentes de la explotación
se ubican en los extremos de las calles, de forma que la explotación avanza de forma más o menos homogénea a lo
largo de toda la explotación, a modo de círculo en expansión, con numerosos frentes activos.

El uso principal de este mineral y al que se destina la mayor parte de la producción es como sal para el deshielo de
carretera. La empresa titular es la mayor suministradora nacional en el mercado de deshielo. Otra parte de la pro-
ducción se destina a la alimentación animal, así como a diversas aplicaciones industriales, aunque en mucha menor
cantidad. Aunque la empresa explota a lo largo de todo el año, una parte importante de la producción es almacenada,
una vez tratada, en las propias cámaras de la mina, evitando así problemas de solubilidad, para su posterior venta,
que se realiza casi exclusivamente durante la campaña de invierno.

Por su parte, la explotación de Monzón beneficia un depósito de sal subterráneo mediante el método de disolución por
sondeos. El principal destino de la sal es para uso invernal en mantenimiento de carreteras, tanto en España como en
el sur de Francia. Otra parte de la producción se destina a uso industrial, para la industria del cuero y para descalci-
ficación en grandes instalaciones industriales. En los últimos años la empresa se encuentra en fase de desarrollo de
un proyecto para la obtención de cloro.

Figura 4. Explotación subterránea de sal gema en Remolinos (Zaragoza)

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SECTOR DE LA CALIZA INDUSTRIAL

Existen 10 explotaciones de caliza para uso industrial en Aragón, con usos muy diferenciados. Dos de estas explota-
ciones abastecen de caliza a las dos cementeras existentes en Aragón, otra de ellas, titularidad de Endesa, suministra
caliza a la planta de desulfuración de la Central térmica de carbón de Andorra (Teruel), mientras que las restantes
dedican su producción a diversos usos industriales.

En total emplean a cerca de 120 trabajadores de forma directa en las explotaciones mineras, con una producción en
2017 superior a los 2 millones de toneladas de caliza. Contando las dos fábricas de cemento, las fábricas de carbo-
nato cálcico y las plantas de tratamiento asociadas, estamos hablando de un sector que emplea de forma directa a
más de 500 trabajadores.

Existen 2 fábricas de cemento activas actualmente en Aragón. La de mayor tamaño de ubica en Morata de Jalón (Za-
ragoza) y produce clinker y cemento. La segunda, de menor tamaño, se ubica en Santa Eulalia del Campo (Teruel) y
fabrica exclusivamente cemento. Conjuntamente emplean a 205 trabajadores. Ambas fábricas cuentan con sendas
explotaciones mineras de caliza en sus proximidades. En el caso de Morata de Jalón, la misma explotación minera
abastece de caliza y arcilla a la fábrica. Igualmente, en ambos casos existen 2 canteras de yeso relativamente cer-
canas para su suministro.

En relación con las otras explotaciones que benefician caliza para el empleo del carbonato cálcico en diversos usos
industriales, cabe distinguir dos zonas diferenciadas, una en Monzón (Huesca) y otra en Belchite (Zaragoza).
Las explotaciones de Monzón benefician caliza con un alto contenido de carbonato de calcio. Existen dos fábricas
asociadas cada una a una explotación. La primera produce óxido de calcio en dos hornos para fabricar carburo de
calcio, del que posteriormente también se obtiene acetileno, que se emplea como gas de soldadura. La segunda de
las fábricas dispone de dos hornos de silicomanganeso, dos de ferromanganeso y una planta de pulverizados. Em-
plea el carbonato cálcico, junto con otras materias primas, para la producción de ferroaleaciones de silicomanganeso,
ferromanganeso y productos derivados, todo ello destinado a la industria del acero.

En la zona de Belchite existen tres explotaciones de caliza y dos fábricas asociadas, todas ellas de distintas empre-
sas. En la primera fábrica se microniza el carbonato cálcico, de gran pureza y blancura, en dos líneas de producción,
una en vía húmeda y otra en vía seca. El destino de su producción es principalmente la industria del papel, la de
las pinturas y, en menor medida, para su uso en agricultura. La segunda fábrica de Belchite cuenta con un horno de
calcinación para la producción de cal y otros derivados. En esta fábrica se está actualmente proyectando una nueva
línea de producción destinada a la industria del papel.

SECTOR DE LA DOLOMÍA INDUSTRIAL

Existen 2 explotaciones de dolomía para uso industrial en Aragón, ambas ubicadas en la cordillera Ibérica, en las
proximidades de Sabiñán (Zaragoza) y pertenecientes a un mismo grupo industrial. Ambas explotaciones, muy cer-
canas entre sí, emplean aproximadamente a 40 trabajadores, contando con una producción cercana a las 75.000
toneladas de dolomía en 2017. El destino de la producción es la obtención de dolomía calcinada y sinterizada para
la fabricación de ladrillo refractario para hornos industriales. Otra parte de la producción de destina a fertilizante para
su empleo en la agricultura.

La empresa cuenta con un horno de calcinación que se encuentra en plena producción y un horno de sinterización que
no ha llegado a entrar plenamente en servicio por diversos motivos técnicos. El objeto de esta segunda instalación es
la obtención de dolomita sinterizada con destino a una fábrica de ladrillos refractarios que se pretendía ubicar junto a
las instalaciones de tratamiento, pero que, pese a las inversiones iniciales en terrenos, explanaciones y maquinaria,
nunca ha llegado a materializarse. No obstante, la reciente entrada de nuevo capital aragonés con experiencia en
minería en la empresa puede suponer un nuevo impulso para la puesta en marcha de estas y nuevas instalaciones.

SECTOR DE LOS ÓXIDOS DE HIERRO

La producción de mineral de hierro para uso industrial se obtiene en 4 explotaciones ubicadas en las provincias de
Zaragoza y Teruel, que emplean a algo más de 50 trabajadores. El destino de la producción es la industria cementera

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y el sector de las pinturas de imprimación. De entre estas explotaciones destaca la explotación subterránea ubicada
en municipio Zaragozano de Tierga.

En Tierga se encuentra una pequeña mina que beneficia un recurso que se encuentra entre los de mayor calidad
mundial para su uso en la industria de la pintura. Se trata de una explotación subterránea que beneficia óxidos de
hierro mediante el método de cámaras y pilares, adaptado a las particularidades geológicas del yacimiento. Éste se
encuentra constituido por una mineralización estratiforme de hierro del periodo Cámbrico, con una sucesión de capas
de mineral que buzan entre 15 y 20 grados, por lo que la estructura de la mina en interior adopta una disposición
espacial similar.

En el exterior, el mineral es tratado en una planta de micronización. Los principales usos industriales del óxido de hie-
rro micronizado son los del sector de las pinturas de imprimación, en el que esta mina es la mayor productora mundial
de óxido rojo natural, así como el sector de los materiales de construcción coloreados (cemento y cal coloreados), la
fabricación de vidrio y esmalte coloreado y el sector de nutrición animal, como colorante en piensos. Otra parte de la
producción se destina al sector de los fertilizantes. La producción de la explotación en el año 2017 fue de unas 9.000
toneladas brutas de mineral vendible.

Figura 5. Explotación subterránea de mineral de hierro en Tierga (Zaragoza)

La empresa explotadora cuenta con unos 40 trabajadores y centra sus esfuerzos en la exportación internacional de un
producto de elevado valor añadido. El 85% de la producción es exportada a más de 70 países de todo el mundo. La
elevada densidad del mineral, junto con su homogeneidad, es lo que da gran calidad al producto resultante, pudiendo
de esta forma competir con otros compuestos de origen no mineral.

Esta explotación es un claro ejemplo de beneficio de un recurso minero para unos usos industriales muy específicos
y variados, con un alto valor añadido, lo que le permite exportar sus productos y competir con las empresas más
importantes del sector a nivel mundial, no tanto en cantidad, sino en calidad y adaptabilidad a las necesidades de la
industria.

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OTROS RECURSOS MINERALES CON PROYECTOS EN FASE DE DESARROLLO

Entre los proyectos en fase de desarrollo para la explotación de otros recursos distintos de los citados cabe destacar
los siguientes:

Sales Potásicas. Actualmente se encuentra en tramitación administrativa el proyecto para la apertura de una gran
mina subterránea (mina Muga) para la explotación de potasas entre las provincias de Zaragoza y Navarra, pudiendo
llegar a convertirse en una de las minas más grandes de España. El destino de la producción será el mercado de la
potasa y la industria de los fertilizantes.

Leonardita. La mayor empresa explotadora de carbón de Aragón y de España está poniendo en marcha un proyecto
para beneficiar leonardita en algunas de las concesiones donde actualmente explota carbón. La leonardita es una
materia orgánica, normalmente asociada al lignito, que no ha llegado a completar su proceso de transformación en
carbón y que se encuentra compuesta fundamentalmente por ácidos húmicos, por lo que es muy valiosa para la in-
dustria de los fertilizantes. El proyecto se encuentra en tramitación administrativa, pero en Ariño (Teruel) ya se están
realizando labores sobre el terreno para la instalación de una planta de tratamiento de la leonardita.

Otros proyectos menos avanzados afectan a yacimientos de glauberita en el entorno de la ciudad de Zaragoza, barita
en la Cordillera Ibérica, azufre en Libros (Teruel), cobre en Biel (Zaragoza) o compuestos polimetálicos en el valle
de Gistaín (Huesca). Se trata de recursos que, en un futuro y con las tecnologías adecuadas, pueden convertir su
aprovechamiento en una realidad.

4. CONCLUSIONES

Del estudio realizado se ha llegado a las siguientes conclusiones relativas a la situación del sector de la minería in-
dustrial en Aragón:
Gran importancia del sector en el global de la minería, con un incremento constante en los últimos años del número
de explotaciones y plantas de beneficio y muy buenas perspectivas de crecimiento.
Elevado valor añadido de los materiales obtenidos.
Alto valor tecnológico de las instalaciones de tratamiento.
Necesidad de una intensificación de las labores de investigación previas.
Explotaciones que dejan mayor riqueza en la economía de la Comunidad y de España.

Se puede concluir que la minería industrial es el futuro de la minería de Aragón: explotaciones de recursos minerales
muy específicos, con personal cualificado, que no necesitan ser excesivamente grandes, pero que presentan elevada
productividad y unos productos finales variados y de gran valor añadido.

5. AGRADECIMIENTOS

A las empresas del sector, por los datos aportados: Minería y Tecnología de Arcillas-MYTA, Euroarce Minería, Grupo
SAMCA, Sibelco Hispania, Minera Sabater, Arcimusa, Sílices y Caolines de Aragón-SYCA, Industria de Transforma-
ciones-INTRASA, Arcillas Cueva Roya, Portome, Dolomías de Aragón, Omya Clariana, Belxical, Carburos del Cinca,
Hidro Nitro Española, Ferroatlántica, Endesa Generación, CEMEX España, Cementos El Molino, Saint Gobain Placo
Ibérica, Pladur Gypsum, COEMAC-Uralita, Esyedebro, Yesos Brumos, Ibérica de Sales, Grupo MINERSA, Sales
Monzón, Salinar de Naval, Productos Minerales para la Industria-PROMINDSA, Circonita y Geoalcali.

• BIBLIOGRAFÍA
• Instituto Geológico y Minero de España, Dirección General de Energía y Minas - Gobierno de Aragón (2007). Libro
Blanco de la Minería de Aragón.
• Dirección General de Energía y Minas - Gobierno de Aragón (2006). El sector de las Arcillas en la provincia de
Teruel.
• Dirección General de Política Energética y Minas - Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital (2015) Estadís-
tica Minera de España 2015.

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397
MODELIZACIONES 2D Y 3D EN ESTRUCTURAS E INFRAESTRUCTURAS
SUBTERRÁNEAS

Martínez Pelayo, Manuel a, De Fuentes Juárez, Luis b,


a,b CRS Ingeniería, SL, C/ Raimundo Fernández Villaverde 53, 1º izquierda, 28003 Madrid, email: mmartinez@crsin-
genieria.es a, e-mail: lfuentes@crsingenieria.es b
RESUMEN: La ejecución de infraestructuras subterráneas relacionadas con el desarrollo minero hace necesario un
preciso estudio desde el punto de vista geotécnico en términos de estabilidad general de las estructuras, definición del
sostenimiento, planificación de la obra, comportamiento del sostenimiento. El cálculo y estimación se realiza mediante
modelos matemáticos 2D y 3D mediante técnicas de elementos y diferencias fintas que permiten resolver las proble-
máticas existentes desde el punto de vista geotécnico con mayor velocidad y precisión. La elección del tipo de studio,
2D o 3D, depende de una serie de factores relacionados con las propiedades del macizo rocoso, estado tensional y
comportamiento de los materiales, sistema de sostenimiento definido, complejidad de la geometría de estudio, hete-
rogeneidad de las condiciones de contorno, velocidad de respuesta del modelo, etc.

En el presente artículo se presenta, a través de un caso práctico, una comparativa de aplicación de los dos sistemas
de modelado 2D o 3D, definiendo los parámetros de entrada en ambos casos, las hipótesis adoptadas en el caso 2D
para asumir la problemática 3D, así como la comparativa de los resultados obtenidos mediante ambas metodologías.

PALABRAS CLAVE: Modelo geotécnico, macizo rocoso, simulación, elementos finitos, infraestructura subterránea

1. INTRODUCCIÓN
La excavación de un túnel es un proceso tridimensional. El avance del frente de excavación a lo largo del macizo
rocoso crea un complejo estado tensional que evoluciona con cada sucesiva fase de la secuencia de excavación.
El cierre del macizo rocoso circundante al túnel comienza por delante del frente de excavación y continua hasta una
distancia de algunos diámetros por detrás del frente.

En las figuras 1 y 2 puede apreciarse la evolución de la deformación del macizo rocoso y distribución de tensiones por
delante y detrás del frente de excavación en representaciones en 2D y 3D.

Figura 1 – Deformación del macizo rocoso circundante al avance de un túnel .(Fuente: Rock-Support Interaction
analysis for tunnels in weak rock masses. Hoek, 2009)

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Figura 2 – Deformación del macizo rocoso circundante al avance de un túnel. .(Fuente: Rock-Support Interaction
analysis for tunnels in weak rock masses. Hoek, 2009)

La resolución de los problemas geotécnicos para la determinación del estado tensional y modelo de rotura asociado
a cada problema concreto y por tanto para la definición de la planificación más adecuada de la excavación, así como
del sostenimiento más eficaz, hace necesario la utilización de software especializado, que mediante el empleo de
metodología basada en los elementos y las diferencias finitas permita agilizar los procesos de cálculo y la búsqueda
de soluciones.

Los programas de modelado y análisis de estabilidad tridimensionales para túneles requieren equipos informáticos
de una gran potencia de procesado, además del tiempo que conlleva la creación de un modelo 3D. Debido a estas
razones, los programas de análisis en 2D siguen estando más extendidos en el campo del diseño geotécnico, gracias
al uso de diversas metodologías que permiten simular el efecto de las 3 dimensiones en análisis bidimensionales.

A continuación, se describe la metodología utilizada para la simulación de la influencia de la tercera dimensión en la


resolución de modelos bidimensionales.

2. SIMULACIÓN DE LOS EFECTOS 3D DE LA EXCAVACIÓN EN ANÁLISIS 2D


La construcción de un modelo completo 3D de un túnel con la secuencia de excavación y de instalación del soste-
nimiento es un proceso que lleva un largo tiempo. Los programas de análisis en 2D permiten simular el avance del
túnel en 3D mediante una serie de técnicas que permiten determinar el momento de instalación del sostenimiento.

Una de estas técnicas es conocida como el método de reducción de carga. Este método simula el comportamiento 3D
del túnel aplicando a la sección modelizada una presión de igual valor y sentido contrario a la presión in situ . Esta
presión se irá reduciendo a lo largo de una serie de pasos hasta alcanzar un valor de cero, como se muestra en la
siguiente figura.

Figura 3 – Aplicación de cargas en el método de reducción de carga.

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A medida que se reduce , aumentan los desplazamientos y la corona de plastificación, simulando así el alejamiento
del frente de excavación.

Otra técnica para simular el efecto de las 3D es la del debilitamiento progresivo del terreno, parecido al método de re-
ducción de carga. En este método, se va reduciendo progresivamente el valor del módulo de deformación del macizo
rocoso situado dentro de la sección del túnel hasta legar a la última fase de la excavación modelizada, en el que se
retira por completo el macizo de dentro de la sección.

Figura 4 – Método del debilitamiento progresivo del terreno.

En ambos métodos, el sostenimiento se instalaría antes de alcanzar la última fase, simulando así la relajación del
macizo previa a la instalación del sostenimiento.

3. MODELADO Y ANÁLISIS 2D

A continuación, se realiza un ensayo de cálculo mediante la aplicación del método de reducción de carga para una
sección circular excavada de 5 m de radio, correspondiente a una galería subterránea situada a una profundidad de
300 m respecto a la superficie.

Para este modelo se ha utilizado RS2, software de análisis en 2D mediante el método elementos finitos, de Rocs-
cience.

Para la construcción del modelo se ha construido una malla de triángulos de 6 nodos, con un factor de expansión
de 6 respecto a la sección. El macizo rocoso se h caracterizado en función del criterio Hoek y Brown Generalizado,
asignándosele unos valores de GSI, RCS, Modulo de Young, mi y factor de perturbación.

PARAMETROS DE ENTRADA
Macizo Rocoso
RCS (MPa) 30
GSI 70
mi 7
D 0
E (MPa) 20.000
Hormigón proyectado
RCS (MPa) 30
E (MPa) 20.000
Acero
E (MPa) 210.000

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En la figura 5 se representa la malla del modelo de estudio.

Figura 5 – Representación de la malla del modelo 2D en RS2

Se ha realizado un análisis preliminar del modelo sin sostenimiento aplicando una carga interna pi que se ha reduci-
do por fases, a lo largo de 10 pasos, alcanzando un valor de 0 en el último estadio. A partir de los desplazamientos
obtenidos en cada paso se ha obtenido la curva característica del terreno.

Figura 6 – Curva característica del terreno

A través de la metodología de los perfiles de desplazamiento longitudinal de Vlachopoulos y Diederichs (2009), y


teniendo en cuenta el radio del túnel, longitud de avance de excavación y el radio de plastificación y desplazamientos
máximos obtenidos en el cálculo sin sostenimiento, se ha calculado la fase de instalación del sostenimiento.

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Figura 7 – Perfiles de desplazamiento longitudinal. Vlachopoulos y Diederichs

Una vez definida la etapa de aplicación del sostenimiento se ha procedido al dimensionado del mismo mediante la
aplicación del software geotécnico, que para el caso de estudio ha consistido en hormigón proyectado y bulones apli-
cado de manera secuencial, en diferentes pasos del cálculo.

En la figura 8 se representa la sección de estudio, los elementos de sostenimientos aplicados y los desplazamientos
estimados por el software geotécnico bidimensional.

Figura 8 – Sección de estudio, sostenimiento aplicado y desplazamientos verticales estimados

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4. MODELADO Y ANÁLISIS 3D

A continuación, se ha procedido al estudio de la misma sección que en el caso bidimensional, con similares carac-
terísticas geométricas y tensionales que las contempladas en el caso 2D. Para ello se ha utilizado un software de
análisis en 3D mediante el método elementos finitos.

La utilización del software tridimensional permite una integración dinámica de la información disponible, permitiendo
la respuesta del modelo en las tres dimensiones, apreciándose la influencia de la excavación en la sección de estudio
y en su entorno. De esta manera, no es necesario la aplicación de técnicas que simulen la influencia del tiempo en el
comportamiento del túnel tales como el método de reducción de carga, aplicados al caso 2D.

El macizo rocoso para el análisis 3D se ha caracterizado en función del criterio Hoek y Brown Generalizado, asignán-
dosele los mismos valores de GSI, RCS, Modulo de Young, mi y factor de perturbación que al modelo 2D.

Durante la construcción del modelo se han diseñado, mediante mallas de elementos triangulares y tetragonales, tanto
el macizo rocoso como los sistemas de sostenimiento utilizados. En la siguiente figura se representa el modelo de
estudio.

Figura 9 – Mallado del modelo 3D

Para aplicar la secuencia de excavación, tanto la malla del macizo como la de sostenimiento, se ha realizado una di-
visión en función del número de pases de excavación. En cada paso del cálculo, un segmento de la malla del macizo,
correspondiente al tramo excavado, se ha retirado para ser sustituido por la malla correspondiente de sostenimiento.

En la siguiente figura se representa la salida gráfica correspondiente a los desplazamientos verticales obtenidos para
la sección de estudio. Los órdenes de magnitud obtenidos se sitúan dentro del rango de valores obtenidos mediante
el método bidimensional.

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Figura 10 – Resultados del análisis de desplazamientos en el modelo 3D

5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES

A la vista de los resultados obtenidos mediante la aplicación de modelos 2D y 3D para un mismo modelo de estudio,
se puede llegar a los siguientes resultados:

-- No se observan diferencias significativas en los parámetros de salida de los modelos para el caso de estudio
tales como desplazamientos resultantes, tensiones estimadas, radio de la corona de plastificación, etc.,

mmLa definición de la etapa de instalación del sostenimiento en el modelo 2D mediante la aplicación de simu-
laciones tipo el método de reducción de carga es coincidente para el caso de estudio con los resultados
obtenidos del modelo tridimensional para similares desplazamientos admisibles.
mmLos resultados obtenidos respecto a parámetros resistentes en los elementos de sostenimiento una vez
definida la etapa de implementación del mismo son similares para los dos tipos de modelo.

En función de los resultados obtenidos se alcanzan las siguientes conclusiones:

mm Los tiempos de procesado de los modelos tridimensionales, así como la construcción de las geometrías,
mallados y condiciones de contorno necesarias para la configuración del modelo 3D, en ocasiones exce-
den las necesidades requeridas en obras en construcción, demandantes de respuestas rápidas.
mm La aplicación de modelos matemáticos 2D para la resolución de problemas geotécnicos obedece a la
necesidad de resolver ágilmente problemáticas donde los condicionantes de complejidad geométrica
permitan su utilización.
mm La simulación del efecto 3D para modelos bidimensionales se realiza mediante diferentes técnicas, tales
como el método de reducción de carga o el de debilitamiento del terreno.
mm A partir del caso estudiado, puede concluirse que para tramos de túnel de un eje individual o ejes para-
lelos, los programas de análisis en 2D son equiparables a los programas 3D.

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Figura 11 – Tramo de túnel de un solo eje

mmPara tramos de túnel con intersecciones de ejes, giros, pilares, y en general disposiciones que no pueden
representarse en un único plano, los modelos de análisis tridimensionales son más adecuados.

Figura 12– Intersección de dos tramos de túnel.

mmLa combinación de modelos matemáticos 2D y 3D en proyectos concretos de infraestructuras lineales per-


mite la rápida resolución de la problemática ordinaria del avance del túnel mediante la aplicación de sof-
tware específico bidimensional, aplicando los recursos dedicados a la simulación 3D para problemáticas
complejas dese el punto de vista geométrico. De esta manera, la simultaneidad de utilización de ambas
metodologías permite una optimización de la planificación y operación de la obra.

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325
PRESENTE Y FUTURO DEL ALABASTRO COMO RECURSO MINERO
Prieto-Portugués, Roberto J.a
a
S.A. Minera Catalano-Aragonesa, Carretera, 18 - 44.547 - Ariño (Teruel), rprieto@samca.com

RESUMEN: El alabastro, ha estado desde tiempos inmemoriales fuertemente vinculado a la economía de Aragón y
del valle del Ebro y a la cultura de la civilización por sus características de color, dureza y translucidez. Su producción
y comercialización han sufrido en las últimas décadas fuertes vaivenes, fruto de las tendencias ornamentales cam-
biantes, los ciclos económicos y la aparición de productos sintéticos sustitutivos. Estas fuertes tensiones en el merca-
do del alabastro, se han trasladado como no podía ser de otra manera, a la minería del sector, reduciéndola de forma
significativa, no solamente en cantidad, si no en valor económico. Parece que ahora que se atisba cierta tendencia
económica creciente, es el momento de analizar el estado actual del sector, estudiar y diseñar estrategias futuras
que permitan al alabastro ocupar de nuevo una posición importante en el sector de la roca ornamental, propiciando
el aumento de su valor añadido, facilitando la sostenibilidad de las explotaciones mineras presentes y posibilitando el
estudio y puesta en valor de nuevas reservas.

PALABRAS CLAVE: Alabastro, yeso, minería, Aragón, valle del Ebro

1. INTRODUCCIÓN
El alabastro, recibe su nombre de la población de Alabastron, cercana a la ciudad de Tebas en el antiguo Egipto (s. XI
a.c.), y origen de unas vasijas de cuello estrecho y boca ancha denominadas con el mismo nombre (αλάβαστρον), y
habitualmente utilizadas para confinar sustancias de gran valor, tales como perfumes, cremas y ungüentos.

Estas vasijas se realizaban con un tipo de roca blanca, fácil de tallar y traslúcida, características éstas, que han hecho
del alabastro la piedra del arte por excelencia, ya desde la antigüedad.

Desde entonces y hasta nuestros días, el alabastro ha estado vinculado al desarrollo de la escultura, la arquitectura y
la construcción, beneficiándose de su desarrollo, pero sufriendo duramente la crisis de éstos sectores.

Es quizás, la coyuntura socio-económica actual, el momento adecuado de analizar el pasado y el presente de éste
mineral, con la finalidad de establecer las líneas de desarrollo que faciliten un futuro al sector del alabastro.

2. ORIGEN
En las cuencas evaporíticas se produce la paulatina evaporación de las aguas, saturándose éstas con la precipitación
de las sales existentes en la disolución.

La precipitación de las sales, en éste caso sulfato de calcio, daría lugar a la formación de cristales de yeso (Ca-
SO4·2H2O), y capas sucesivas de calizas (CaCO3) y arcillas.

La acumulación de diferentes capas, hizo que aumentase paulatinamente la presión y la temperatura sobre la capa
de yesos formada, y de ésta manera, ésta perdería la humedad, convirtiéndose en anhidrita (CaSO4).

Finalmente, los posibles procesos orogénicos producidos en unos pocos lugares, permitieron situar la capa de anhi-
drita cerca de la superficie, posibilitando la rehidratación de la misma. Si ésta rehidratación se produjo de forma lenta y
paulatina, el resultado sería el proceso inverso al anteriormente expuesto (Anhidrita+Agua→Yeso). Si por el contrario
la rehidratación se produjo de forma rápida, la recristalización daría lugar a una estructura fina superpuesta, cuyo
resultado sería el alabastro; químicamente igual al yeso, pero diferenciado en su estructuracristalina

El alabastro se presenta de forma habitual entre capas de yeso, en forma de bolos de tamaño variable, de color
blanco traslúcido, de consistencia blanda (dureza 1,5-2 en la escala de Mohs), e incrustaciones grises o marrones
procedentes de las arcillas o calizas depositadas junto a los yesos.

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3. YACIMIENTOS
Se estima que entre el 75-80% de la producción de alabastro del mundo se extrae en España. Actualmente, sola-
mente existen explotaciones de alabastro en la comunidad autónoma de Aragón, dentro del territorio nacional. Éstas
explotaciones se concentran en dos áreas claramente diferenciadas: (Figura 1).

• Zona Fuentes-Azaila: Formación Oligoceno y Mioceno. Reservas aprovechables del orden delos 22.000.000 t
(ITGE, 1990). Disposición en capas horizontales (Figura 2), bien definidas en cota y con gran extensión hori-
zontal. Coincidente con la zona central de la Depresión del Ebro. Alabastro transparente y buñuelo.
• Zona Calatayud: Formación Mioceno. Parte cuenca rio Jiloca. Menos traslucido que el alabastrotransparente,
con intercalaciones marrones, gris oscuro y amarillentas. Se presenta como bolos de hasta 1 m3. Reservas no
definidas, peroabundantes.

Figura 1 – Explotación de alabastro

Figura 2 – Explotación de alabastro en zona de Fuentes-Azaila

4. PRODUCCIÓN
El alabastro se extrae generalmente a través de explotaciones mineras a cielo abierto utilizando el sistema de explo-
tación de minería por transferencia.

El proceso (Figura 3), consiste habitualmente en seleccionar los bolos de mineral que se encuentran embebidos en
las capas de yeso. Tras un “pelado” o limpieza inicial que se realiza en la propia explotación, éstos bolos se trasladan
a una planta de serrado, donde se cortan en rodajas con un espesor a la demanda del cliente, y con la finalidad de
facilitar su paletización y transporte. En éste punto el alabastro se valorará por el color del mismo, y por el espesor y
diámetro de las rodajas obtenidas tras el serraje.

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Aquí hay que hacer hincapié en el hecho de que vender el alabastro en éste estado, aporta muy poco valor añadido,
valor que obtienen los países importadores (China, Italia, India, Sudeste Asiático, principalmente), quienes a pesar de
carecer del mineral lo valorizan mediante su transformación en productos ornamentales. En ésta parte del proceso,
se estima que por cada 1.000 kg de yeso en banco extraídos, se obtienen de media unos 40 kg de alabastro aptos
para la venta.

Un paso más, sería la transformación del mineral, lo más cerca posible a su lugar de producción. De ésta manera,
el valor añadido repercutiría más directamente sobre las zonas afectadas por la explotación minera, aumentando el
beneficio y reduciendo los costes. Hay que tener en cuenta que de forma general, un mayor valor añadido, implica
ratios de aprovechamiento del mineral muy bajos (en el caso de la fabricación de plafones, puede llegar a 4kg ala-
bastro /1.000 kg yeso enbanco).

Figura 3 – Ciclo productivo del alabastro (Elaboración propia)

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Las producciones de alabastro mundiales son muy reducidas. Si se tiene en cuenta, que entre el 75-80% de la
producción mundial se produce en España, y que las producciones anuales medias en nuestro país, entre los años
2.005-2015 (Figura 4) fueron algo superiores a las 17.000 t anuales, se podrá poner en valor lo reducida que supone
su producción, aunque ésta es de gran importancia para las zonas donde se extrae, por la concentración de explo-
taciones.

Figura 4 – Producción histórica de alabastro en España (Fuente: Minerva, Elaboración propia)

5. MERCADOS
Los potenciales mercados del alabastro son muy variados. Hay que tener en cuenta que este mineral es una roca
ornamental, y como tal su finalidad última y principal, es el “ornato”, por lo que su utilización y demanda está fuerte-
mente vinculada a los gustos estéticos cambiantes y por la situacióneconómica.

• El primer y principal mercado del alabastro es la construcción (Figura 5). Vinculada a la capacidadque el
alabastro tiene de constituir un revestimiento estético exterior, pero sobre todo a sus características de color y
traslucidez, que permite dar acceso a la luz a grandes espaciosinteriores.

Figura 5 – Recubrimiento de fachada traslucido

• El segundo mercado del alabastro es la iluminación (Figura 6). En los últimos años se hadesarrollado una in-
dustria creciente en el diseño de luminarias, tanto de interior como de exterior. Ésta aplicación, aporta un valor
añadido más importante, cuanto mayor es la exclusividad y complejidad del diseño.

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Figura 6 – Lámparas de alabastro

• Un mercado muy interesante, estaría constituido por el diseño de interiores. Aquí el valor añadido se dispara,
ya que en muchos casos son piezas exclusivas hechas o refinadas a mano. Estas piezas rayan frecuente-
mente lo artístico por lo que su valoración es muyelevada. Estos diseños están generalmente motivados por
la posibilidad que da el alabastro de ser retroiluminado con luz artificial, dando diseños de gran belleza y sin-
gularidad (Figura 7).

Figura 7 – Mesa de alabastro retroiluminada

• Un mercado muy marginal, pero de capital importancia, es la producción escultórica. Si bien, el valor que
el negocio de la talla, aporta al sector del alabastro, es muy reducido, su importancia es muy grande, por la
proyección que da al alabastro como piedra ornamental, y como escaparate para nuevas ideas y desarrollos.
Ya desde la antigüedad, el uso del alabastro como materia prima de escultores, se vio favorecido por su color claro,
similar a algunos tipos de mármol, pero sobre todo por lo fácil que se podía trabajar, al ser una roca muyblanda.

Figura 8 – Escultura alabastro (Autor: Jose Miguel Abril)

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• Por último, es importante reseñar, que se están realizando investigaciones por parte de algunasempresas, en
colaboración con instituciones académicas, en la línea de desarrollar usos y aplicaciones del alabastro activado,
que pudieran divergir, de su tradicional concepto ornamental. En éste sentido, se han desarrollado investigaciones
que han dado resultados prometedores que sugieren que el alabastro podría ser utilizado como filtro en la capta-
ción de lindano, purines y pesticidas presentes en el agua, así como de otros elementos orgánicos y/ometálicos.
La importancia de ésta vía de desarrollo, radica no solamente en el hecho que se abrirían usos alternativos
y nuevos mercados para el alabastro, si no que permitiría poner en valor parte de materiales que hoy en día
serían considerados rechazo, al no cumplir las especificaciones estéticas que se requieren en el resto de los
sectores, aumentando de esta manera las reservas del mineral y optimizando los costes de extracción.

6. FORTALEZAS Y DEBILIDADES DEL SECTOR DELALABASTRO


Cuando se analizan las fortalezas y debilidades de un sector, mercado o empresa, se está poniendo el foco en aque-
llos aspectos internos, que permitirán aprovechar las oportunidades que se plantean en el exterior, o que permitan
defenderse de las amenazas que se pueden presentar. También se analizan los aspectos internos que ponen el
sector en peligro frente amenazas exteriores o que impedirá aprovechar las oportunidades que se puedan presentar
en el futuro.

6.1. FORTALEZAS

• Traslucidez, capacidad de trasmitir laluz.


• Material reconocido por su facilidad de esculpido debido al bajo índice en la escala deMohs.
• Se obtiene de explotaciones mineras de fácillaboreo.
• Posición preponderante en las reservas mundiales dealabastro.
• Material reconocido y reconocible desde la antigüedad.
• Diferentes variedades y tonalidades que pueden satisfacer diferentes submercados. No hay alabastro malo,
sino diferente.
• Material que puede fácilmente adaptarse al diseño de nuevas tendencias de decoración.
• Apoyo institucional por parte de la comunidad autónoma de Aragón (única con yacimientos de alabastro), en
la publicidad y difusión de las bondades de ésta piedra.

6.2. DEBILIDADES

• Escasas ventas del sector, empresas con limitadas capitalizaciones.


• Sector atomizado con poca capacidad de influencia, y sin acuerdo en la unidad de acción. No existen asocia-
ciones fuertemente consolidadas.
• Falta de definición de un standard de calidad del alabastro. Necesidad establecer indicador de calidad vincu-
lado a la zona geográfica (al estilo de las DOP agroalimentarias).
• Explotaciones mineras con afección de grandes superficies, alto impacto ambiental.
• Antiguas explotaciones abandonadas y no restauradas, mala imagen.
• Bajas inversiones en I+D+i.
• Obtención bajo valor añadido sobre una parte importante de la producción de alabastro (venta en bloques).
• Ratios de aprovechamiento del mineral muy bajos.

7. OPORTUNIDADES Y AMENAZAS DEL SECTOR DELALABASTRO


Al evaluar las oportunidades y las amenazas, se analiza los aspectos externos al sector; aquellas direcciones que
pueden propiciar nuevas oportunidades para el crecimiento y expansión o por el contrario aquellos aspectos que po-
drían suponer en el corto, medio o largo plazo un peligro para la estabilidad del sector o para la posición en él.

7.1. OPORTUNIDADES

• Apertura de nuevos mercados en el diseño de mobiliario y decoración de interiores.


• Aplicaciones en nuevos mercados, desconocidos hasta ahora y separados del uso ornamental del alabastro
(v.g. filtrado de aguas).
• Estudio de nuevos yacimientos y reservas en el entorno del valle del Ebro.
• Mejora en los procesos de “pelado” y serraje, que disminuyan las mermas de mineral, permitiendo aumentar
los ratios de aprovechamiento del mineral.

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• Automatización en los procesos de tallado, permitiendo fabricar piezas de iluminación o escultura deforma
industrial, y reduciendo los precios, posibilitando así popularizar su uso.
• Mecenazgo por parte del sector de productores del alabastro y organismos públicos, de concursos,en las
áreas de escultura, diseño arquitectónico, diseño de iluminación, diseño de mobiliario, o nuevos usos y desa­
rrollos. Esto permitiría que el alabastro mantenga una presencia constante en la sociedad.
• Una de las oportunidades es el desarrollo como suelo retroiluminado. Este desarrollo tiene que ira compañado
del desarrollo de polímeros protectores que le den la dureza necesaria sin quitarle la belleza de la traslucidez
natural.
• La utilización del alabastro en suelos podría incrementar enormemente la demanda de mineral y por tanto el
desarrollo de las zonas mineras al obtener en ellas el producto totalmente acabado.

7.2. AMENAZAS
• Aparición de elementos sintéticos sustitutivos para el sector de la arquitectura interior iluminada.
• Variabilidad y cambio en los gustos estéticos en la construcción y el diseño.
• Vulnerabilidad del sector de la construcción, principal mercado del alabastro.
• Presiones arancelarias que pueden dificultar la exportación.
• Desarrollo de productos de alto valor añadido, por parte de terceros países (fundamentalmente China e Italia),
que ponen en riesgo el desarrollo de elementos de éste tipo en el entorno geográfico de las explotaciones.

8. CONCLUSIONES Y OBSERVACIONESFINALES
Tras el análisis del mercado del alabastro, y las perspectivas que se plantean, se puede concluir lo siguiente:

• El sector del alabastro es fuertemente dependiente de la construcción, pues es su principal mercado.


• El alabastro para desarrollo escultórico, artístico u ornamental es puramente testimonial a pesar delalto valor
añadido que podría generar.
• En los últimos años, la crisis económica ha afectado a la comercialización y explotación minera del alabastro
de forma importante.
• El sector ha subsistido en base a la comercialización de producto con poco margen, exportando el producto a
otros países (principalmente China e Italia), quienes a pesar de carecer de materia prima consiguen obtener
un alto valor añadido mediante su transformación y posterior comercialización a terceros países.
• La crisis del sector, ha repercutido muy negativamente en el estudio de nuevas reservas,favoreciendo el cierre
o “adelgazamiento” de la mayoría de las explotaciones mineras de alabastro.
• Parece necesario un esfuerzo en investigación, desarrollo, innovación y comercialización por parte de las em-
presas, que pongan en uso transformaciones o usos alternativos, que permitan mantener el valor añadido en
las empresas mineras explotadoras.
• Paralelamente, y fruto del beneficio que generaría para el territorio, especialmente en zonas rurales,sería
necesario también que organismos e instituciones públicas hiciesen un esfuerzo por apoyar un producto cuya
principal producción mundial se encuentra en Aragón.
• Es necesario apostar por la inversión en diseño de producto, lo que permitiría:
• Condicionar la demanda. Al facilitar los diseños, se está promocionando indirectamente el tipo de piedra que
interesa, y en las cantidades y dimensiones económicamente rentables.
• Con el diseño desarrollado se consigue trabajar directamente con el usuario final, sin tener que pasar por
intermediarios. Esto no solamente permitiría aumentar los márgenes de beneficio sino que podría suponer un
gran desarrollo industrial paralelo en las cuencas mineras de empresas auxiliares de herrajes de montaje y de
personal especializado en el montaje de algo tan delicado como elalabastro.
• Algunas empresas del sector, han realizado desarrollos prometedores para el uso del alabastro activo como
filtro en procesos tecnológicos de depuración de aguas contaminadas con elementos orgánicos y/o metálicos.
Ésta es una vía muy interesante en la que habría que ahondar, porque no solamente aumentaría el valor de
las reservas, dando mercado a producción de alabastro que actualmente va a rechazo (insuficiente tamaño o
traslucidez), si no que proporcionaría un valor añadido muy alto al mineral, asociado a un desarrollo tecnológi-
co novedoso y abriría las puertas a nuevos usos del alabastro, hasta ahora no planteados.

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9. BIBLIOGRAFÍA
• Gobierno de Aragón. Departamento de Industria, Comercio y Turismo. (2009). El recorrido de los minerales en
Aragón. Zaragoza.
• Gobierno de Aragón. Departamento de Industria, Comercio y Turismo. (2006). Patrimonio geológico-minero de
Aragón. Zaragoza.
• Querol Monfil, E. Notas de trabajo y cuadernos de campo. Documento inédito.
• Rubio Navas, J. et al. Libro Blanco de la Minería de Aragón. (2007). Gobierno de Aragón. Departamento de Indus-
tria, Comercio y Turismo.
• Trio Maseda, M., Guillermo Ortuño, M. Panorama Minero 2016. Instituto Geológico y Minero de España.

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371
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Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018

Permeabilidad en juntas de rocacomofunción del JRC y de la presión del fluido


Guerrero Miguel, Diego Joséa, González Nicieza, Celestinob, Álvarez Fernández, Martina Inmaculadac, Fernández
Rodríguez, Románd
a
Departamento de Explotación y Prospección de Minas. Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de la
Universidad de Oviedo. C/ Independencia Nº13 33004 Oviedo, Asturias. E-mail: Diego@git.uniovi.es
b
Departamento de Explotación y Prospección de Minas. Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de la
Universidad de Oviedo. C/ Independencia Nº13 33004 Oviedo, Asturias. E-mail: celes@git.uniovi.es
c
Departamento de Explotación y Prospección de Minas. Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de la
Universidad de Oviedo. C/ Independencia Nº13 33004 Oviedo, Asturias. E-mail: inma@git.uniovi.es
d
Departamento de Explotación y Prospección de Minas. Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de la
Universidad de Oviedo. C/ Independencia Nº13 33004 Oviedo, Asturias. E-mail: roman@git.uniovi.es

RESUMEN: El flujo de un fluido a través de una junta de roca se encuentra condicionado por la carga normal aplica-
da, la apertura, la presión del propio fluido y la geometría de las superficies consideradas. El presente texto se centra
en el efecto de la rugosidad sobre la transmisividad, cuando el fluido tiene posibilidad de emanar de la muestra por
cualquiera de las aristas que delimitan la junta. Para determinar su influencia, se ensayan muestras prismáticas de
caliza bajo diferentes combinaciones de tensión normal aplicada (1-3 MPa) y presión de fluido (1-5 bares). De esta
manera, se determina la transmisividad, de manera simultánea en dos direcciones normales a las caras externas de
la muestra, y se establece la dirección preferente de flujo a lo largo de la junta. Como parámetro de rugosidad se em-
pleará el Joint Roughness Coefficient (JRC), obtenido mediante la digitalización de la geometría irregular de cada jun-
ta. Finalmente, se establece la relación cualitativa entre rugosidad y transmisividad para distintos estados tensionales.

PALABRAS CLAVE: Permeabilidad, juntas de roca, anisotropía.

1. INTRODUCCIÓN
El proceso de avance de un fluido a lo largo de juntas de roca es un fenómeno que tiene gran relevancia en varia-
das aplicaciones ingenieriles como: filtraciones en proyectos de excavación, gestión del agua y control de productos
contaminantes o inyección de fluidos sellantes en túneles. Sin embargo, en el caso del uso de fluidos sellantes en
proyectos de excavación subterránea, el fluido puede mostrar preferencia a avanzar en una dirección diferente a
la de penetración en la junta. Fenómeno que en los ensayos de permeabilidad y transmisividad tradicionales no se
contempla, al sellar en una muestra prismática la junta por dos de sus caras paralelas, forzando así al fluido a pro-
pagarse en una única dirección (Zoorabadi et al., 2015, Rong et al., 2017). Los resultados de dichos ensayos, si bien
han demostrado ser de gran valor práctico en diferentes aplicaciones, se propone ampliar el rango de aplicación del
mismo, para estimar la anisotropía y comprender mejor el avance de un fluido a través de juntas de roca presentes
en la naturaleza.

El flujo de un fluido newtoniano a lo largo de una junta está definido por las ecuaciones de Navier-Stokes, que son
complejas de resolver de manera analítica debido a la existencia de términos no lineales asociados al régimen tur-
bulento. Por ello, se utilizan otras leyes que representan modelos simplificados del anterior. Entre ellas, cabe desta-
car la ley cúbica, cuya aplicación está restringida a flujos laminares, aquellos en los que los efectos de inercia son
despreciables, entre dos placas planas paralelas, por su aplicación al caso de juntas de roca con geometría irregular
(Whtierspoon et al., 1980, Zimmerman y Bodvarsson, 1996):

Donde es el caudal, es el ancho de la junta considerado en la dirección perpendicular al gradiente de presiones, la


apertura hidráulica, la viscosidad dinámica del fluido, es la permeabilidad de la roca, el área de la sección transversal
y el gradiente de presiones a lo largo de la junta. Conocido el Joint Roughness Coefficient (JRC), puede determinarse
también la apertura mecánica, , entre las dos partes de la muestra (Barton et al., 1985):

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Sin embargo, a menudo el flujo no es laminar en la totalidad de la junta, por lo que la ley cúbica no predice con
exactitud la relación entre el caudal y la caída de presión. El aumento de las fuerzas de inercia al elevarse la energía
cinética del fluido en su paso a través de la junta, hacen que este se aleje de la linealidad impuesta por la ley cúbica y
se asemejen más a una ley parabólica, también conocida ley de Forchheimer (Cooke, 1973; Zimmerman et al., 2004):

Cabe destacar que , y , donde es la densidad del fluido y es una constante que se determina experimentalmente. Es-
tos coeficientes, se verán influidos por la rugosidad de la junta, que dificultara el paso de un fluido a su través cuanto
más rugosa sea. Nuevas técnicas de medición 3D han permitido estudiar la rugosidad de la junta en cualquier direc-
ción de solicitación (Tatone y Grasselli 2009) así como obtener su JRC mediante la generación de perfiles a partir de
nubes de puntos (Tatone y Grasselli, 2010). En el caso de nubes equiespaciadas 0.5 mm en el plano , representando
el eje la altura de cada aspereza, el JRC puede calcularse como:

Dónde es la máxima inclinación aparente entre dos puntos consecutivos del perfil y es un parámetro de rugosidad
que se obtiene mediante técnicas de regresión. Todo lo anterior ha permitido el estudio preciso de la influencia de
rugosidad sobre el flujo de agua a través de la junta según una única dirección de propagación (Liu et al., 2017,).

2. METODOLOGÍA
Para estudiar la influencia de la dirección de avance del fluido a lo largo de la junta de la muestra, se ha introducido
agua a presión en el centro geométrico de una muestra ortoédrica, de manera que pueda fluir libremente en todos las
direcciones. El caudal que atraviesa cada cara exterior de la muestra es recogido y enviado a unos depósitos donde
se monitoriza de manera continua su peso. Este dato, junto con la duración del ensayo, permite obtener el caudal a
través de cada una de las caras de la muestra. Las diferentes direcciones y sentidos de paso del fluido se relacionan
con la dirección normal a las caras exteriores de la muestra. Por comodidad, de ahora en adelante, se usará el térmi-
no dirección para referirse a cada una de las normales, si bien es cierto que las normales comparten dirección dos a
dos. La terminología empleada puede consultarse en la figura 1.

En primer lugar, se divide la roca de la que se extraerán las diferentes muestras teniendo en cuenta que el plano de
la junta se situé aproximadamente paralelo a una de las caras exteriores. Antes de proceder al corte, se realiza un
taladro en el centro de la cara superior de las mismas para evitar nuevas fracturas debidas a microgrietas que puedan
surgir, o que se puedan ver magnificadas, por los procesos de corte y taladrado. Tras el proceso de taladrado, se fija
a la muestra un tubo de cobre, que servirá para introducir el agua hasta el nivel de la junta. Para sellar los huecos
existentes entre la roca y el tubo de cobre, se emplea una pasta aislante, pensada para evitar fugas de fluido a altas
presiones. El resultado final puede verse en la figura 1, junto con una de las superficies recreada digitalmente:

Figura 1 - Ejemplo de muestra utilizada en los ensayos (junto con sus direcciones) y de superifice recreada digital-
mente.

Tras adecuar la muestra para el ensayo hidráulico, se abre por su plano de debilidad y se digitaliza con la ayuda de un
escáner Roland PICZA PIX-30, que genera una nube de puntos equiespaciados 0,5 mm en las coordeandas . Poste-
riormente, se reconstruye la superficie digitalmente usando técnicas TIN (triangulated irregular networks). Además, se
ha implementado un algoritmo en el software matemático MATLAB que permite extraer perfiles de dichas superficies
según la dirección deseada. Cabe destacar que este proceso de preparación, así como su posterior tratamiento digi-
tal, también es aplicable a muestras circulares, o procedentes de sondeos. Finalmente, se realizan ensayos variando
la tensión normal aplicada desde 1 hasta 3 Mpa y la presión del fluido desde 1 hasta 5 bares.

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3. RESULTADOS

Los ensayos se han llevado a cabo sobre diferentes muestras de caliza con juntas previas; sin embargo, para evitar
sobrecargar en exceso el presente texto, se muestra sólo resultados de una ellas. Las conclusiones alcanzadas con
cada muestra a nivel individual son análogas a las conseguidas con todas las muestras.

La presencia de la rugosidad sobre la junta no es por sí misma indicativo suficiente del tipo de régimen que se desa-
rrollará en el fluido al atravesarla. También influyen las propiedades del fluido y la relación existente entre las fuerzas
inerciales y las viscosas. Dicha relación se puede cuantificar usando el número de Reynolds:

Donde es la densidad del fluido y la velocidad. El tránsito de un régimen a otro, se produce al alcanzar un valor crí-
tico ( cuya magnitud varía ampliamente a lo largo de la literatura desde valores próximos a 0 hasta 2400(Louis, 1969;
Wittke, 1990; Lee y Farmer, 1993).La falta de consenso con respecto al punto en el que se produce el paso de laminar
a turbulento ha llevado a diferentes investigadores a proponer otros métodos de discernir la transmisividad en función
del tipo de régimen, entre los que cabe destacar las aportaciones de Liu et al (2017). En los ensayos realizados, los
valores obtenidos del número de Reynolds son lo suficientemente bajos para permiten usar la ley de cúbica, o lo que
es lo mismo, asumir régimen laminar.

Los ensayos muestran que el flujo de agua no atraviesa la junta uniformemente, fenómeno que ocurre incluso para
presiones de fluido elevadas, y con independencia de la carga normal aplicada. En su lugar, el agua emana por pun-
tos localizados de manera discontinua a lo largo de la arista de la junta situada sobre cada cara lateral. Dicho efecto
puede verse en la figura 2.

Figura 2 – Flujo de agua a través de la junta a baja presión (izquierda) y a presiones elevadas (derecha).

Este fenómeno se vuelve cada vez más apreciable al aumentar la presión, llegando a producirse la proyección de
agua desde pequeñas aperturas en la junta, tal y como muestra la figura 3.

Figura 3 – Fenómeno de proyección a altas temperaturas

Este resultado indica que el agua no fluye con homogeneidad por el interior de la muestra y, por tanto, no puede con-
siderarse un área de paso de fluido a efectos de cálculo de la permeabilidad. Por esta razón, se considera la trans-

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y Recursos Minerales
Figura 3 – Fenómeno de proyección a altas temperaturas

Este resultado
misividad, entendida indica
comoque, unelparámetro
agua no fluye
más con homogeneidad
adecuado por elelinterior
para estudiar flujo ende el la muestraensayo.
presente y, por tanto, no
Los factores
puede considerarse un área de paso de fluido a efectos de cálculo de la permeabilidad.
de correlación obtenidos para los diferentes ensayos se encuentran comprendidos entre 0.970 y 0.999, verificando Por esta razón, se
considera la transmisividad,
la afirmación anterior. entendida como 𝑇𝑇𝑇𝑇 = 𝑘𝑘𝑘𝑘𝐴𝐴𝐴𝐴 𝑡𝑡𝑡𝑡 , un parámetro más adecuado para estudiar el flujo en
el presente ensayo. Los factores de correlación 𝐽𝐽𝐽𝐽2 obtenidos para los diferentes ensayos se encuentran
comprendidos entre 0.970 y 0.999, verificando la afirmación anterior.
Tabla 1 – Valores de la transmisividad para cada dirección
Tabla 1 – Valores de la transmisividad para cada(10
Transmisividad dirección
-12
m4)
Tensión normal (MPa) Dirección1 Transmisividad (10Dirección3
Dirección2
-12 m4) Dirección4
Tensión normal 𝜎𝜎𝜎𝜎 (MPa) Dirección1 Dirección2 Dirección3 Dirección4
1,0 1,0 7,09
7,09 7,32
7,32 8,688,68 3,39 3,39
1,5 1,5 5,32
5,32 5,39
5,39 6,486,48 2,04 2,04
2,0 2,0 2,81
2,81 3,69
3,69 3,223,22 1,83 1,83
2,5 2,39 0,64 1,35 1,15
2,5 3,0 2,39
1,70 0,64
0,37 1,161,35 0,87 1,15
3,0 1,70 0,37 1,16 0,87

9
Direccion 1
8
Dirección 2
7
6 Dirección 3
T (10-12 m4)

5 Dirección 4
4
3
2
1
0
1,0 1,5 2,0 2,5 3,0
σ(MPa)

Figura
Figura 4
4–– Valores de transmisividad
Valores de transmisividad frente
frente a
a tensión
tensión normal
normal aplicada
aplicada

Los Los valores


valores de transmisividad
de transmisividad sonson
másmás elevados
elevados enen
el el casodedelas
caso lasdirecciones
direccionesuno
unoyy tres
tres que
que forman
forman parte
parte de
de un
un mismo plano transversal, mientras que en las direcciones 2 y 4 son claramente inferiores.Este resultado,
mismo plano transversal, mientras que en las direcciones 2 y 4 son claramente inferiores.Este resultado, concuerda
concuerda con la menor rugosidad obtenida en el plano que contiene a las direcciones 1 y 3 frente al de las
con la menor rugosidad obtenida en el plano que contiene a las direcciones 1 y 3 frente al de las 2 y 4. Si bien es
2 y 4. Si bien es cierto, que los valores de JRC se encuentran comprendidos entre 18 y 20, y por tanto, podrían
cierto, que los valores de JRC se encuentran comprendidos entre 18 y 20, y por tanto, podrían considerarse de un
mismo nivel de rugosidad según la clasificación de Barton y Choubey (1977). También puede observarse en la figura
4 como los valores de transmisividad disminuyen al incrementar la tensión normal aplicada, variando apreciablemente
el ritmo de decaimiento a partir de 2 MPa. Esto puede explicarse debido a que la presión de fluido cada vez es menor
en comparación con la carga normal aplicada y por tanto, ya no es capaz de deformar las asperezas para abrirse
paso, sumado a que cuanto mayor sea la tensión más se abran deformado las asperezas y menor será el hueco que
dejen para pasar el agua. La no linealidad entre transmisividad y tensión normal implica que, bajo ciertas condiciones
de carga, puede asumirse que la transmisividad permanece constante para un intervalo concreto de tensión normal;
sin embargo, si dicho intervalo es muy amplio, podrían producirse errores en la predicción del flujo de carácter deter-
minante. Por otro lado, las direcciones que forman parte de un mismo plano transversal, tienen un comportamiento
similar. Además, dentro de un mismo plano transversal; es decir, para dos caras opuestas, el fluido muestra preferen-
cia a salir por una u otra dependiendo de la tensión normal, lo cual permite redirigir el flujo dentro de una junta en la
dirección que sea más favorable, teniendo en cuenta que todas están interrelacionados y que, por tanto, los cambios
en una dirección afectarán a las tres restantes. Por esta razón, el ensayo actual permite caracterizar la anisotropía
de la junta. El comportamiento del fluido en la zona próxima a las aristas verticales de la muestra no se conoce con
precisión y podría ocurrir que parte del agua que proviene de una cara par, saliera finalmente por una de las caras im-
pares como consecuencia de una menor resistividad hidráulica en el tramo final. En este sentido, se cree necesario un
estudio en mayor profundidad, que no se ha llevado a cabo en el presente texto por exceder los objetivos del mismo,

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pero que ha de formar parte de futuras líneas de investigación. Además, al aumentar la carga aplicada, las asperezas
presentes en la junta se deforman, cerrando caminos para el paso de agua y originando otros nuevos, que pueden
tener menor resistividad hidráulica al tener el fluido posibilidad de avanzar en dos direcciones cualesquiera en un
punto dado. Finalmente, cabe destacar que la transmisividad de una dirección frente a otras puede verse favorecida
al aumentar la carga normal aplicada, pero comparada con sí misma, siempre se verá perjudicada.

4. CONCLUSIONES

Se han realizado ensayos de transmisividad en dos direcciones perpendiculares sobre juntas de caliza. La diferencia
en transmisividad y, por tanto en los caudales obtenidos, en las diferentes direcciones permite obtener una primera
aproximación sobre la anisotropía de la junta. El ensayo propuesto permite que el flujo avance libremente sobre la jun-
ta, permitiendo así conocer la relación entre las transmisividades propias de las diferentes direcciones. Esta relación
es potencialmente aplicable a tareas de inyección de productos sellantes en proyectos de excavación subterránea
como túneles o galerías. Abstrayendo los datos obtenidos a un nivel teórico, no existe restricción para que alguna
de las caras alcance transmisividad nula mientras que las demás siguen conduciendo fluido. Por otro lado, obstruir
la salida de agua por alguna de las caras laterales, o lo que es lo mismo, sellar una de las direcciones de salida,
obligaría al flujo a redirigirse hacia alguna de las caras restantes, falseando así la medida de la transmisividad o de la
permeabilidad real. Sobre este fenómeno, también influye el tamaño de la muestra, puesto que cuanto menor sea su
ancho mayor será la transmisividad longitudinal. Además, se ha observado que el agua no emana de la junta en su
totalidad si no que lo hace en zonas localizadas, que incrementan su tamaño y cantidad al aumentar presión del fluido
y disminuir la tensión normal aplicada. La transmisividad disminuye con la carga normal aplicada según una ley no
lineal. El aumento de carga normal no afecta por igual a todas las direcciones, produciéndose cambios en la dirección
de mayor transmisividad. Esto permite afirmar que la rugosidad condiciona el flujo pero no lo determina, al menos, tras
asumir régimen laminar. Fenómeno que puede verse influenciado por las deformaciones que sufren las asperezas
presentes en la junta como consecuencia del aumento de la tensión normal. Otros autores han demostrado la influen-
cia de la rugosidad sobre los coeficientes de la ecuación de Forchheimer (Cheng et al., 2015). Considerando todo lo
anterior, se cree necesario un estudio en detalle del camino real que sigue el agua a través de la junta en función de
la presión del fluido y la carga normal aplicada, así como de la influencia de la rugosidad cuando el flujo es turbulento.

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233
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
SEVILLA, DEL 10 AL 13 DE ABRIL DE 2018
ANÁLISIS DE LA ESTABILIDAD DE MINAS ABANDONADAS UTILIZANDO
CLASIFICACIONES GEOMECÁNICAS Y GRÁFICOS EMPÍRICOS: ESTADO
DEL ARTE Y TENDENCIAS FUTURAS

Jordá – Bordehore, Luis a, González de Sela – Cuervas- Mons, José b, Arroyo - González, Adrián c
a Instituto Geológico y Minero de España, Calle Rios Rosas 23, 28003, Madrid, email: l.jorda@igme.es
b
Facultad de Geología, c/ Jesús Arias de Velasco s/n, 33005, Oviedo, email:josegeologo93@gmail.com
c
Avda Murillo 9 – Aranda de Duero, 09400, Burgos, email: adrian.arroyo.gonzalez@gmail.com

RESUMEN: En el presente trabajo se muestra la aplicación de la clasificación geomecánica Q de Barton y alguna de


sus variantes más conocidas en diseño de minas al análisis de la estabilidad de minas abandonadas. Se han esco-
gido diversas minas del territorio español, algunas de las cuales además están actualmente acondicionadas para su
visita turística. Como producto final de la investigación se propone un gráfico empírico que relaciona índice de calidad
Q y ancho de excavación con el cual evaluar de forma preliminar la estabilidad de una labor minera. Este grafico ha
sido testado para un número reducido de minas abandonadas y el aumento de su base de datos de sitios test puede
ser una línea futura de investigación.

PALABRAS CLAVE: mecánica de rocas, pilar corona, índice Q, ancho escalado, método gráfico.

1. INTRODUCCIÓN / OBJETIVO
Las clasificaciones geomecánicas llevan aplicándose con éxito al análisis de estabilidad de huecos subterráneos
desde los años 1970. Son una herramienta universal que supone además un vocabulario de uso extendido. Por otra
parte el análisis empírico de obras subterráneas consiste en analizar numerosos casos en los que se toman datos de
calidad de roca (a menudo usando las clasificaciones geomecánicas) y el ancho de la excavación. El resultado final
es un gráfico que, con a menudo dos entradas calidad y ancho se indiquen zonas de estabilidad y de hundimiento
(Fig.1). El objetivo de este trabajo es de analizar la estabilidad de minas abandonadas empleando algunas de las
clasificaciones geomecánicas y métodos empíricos más usuales y evaluar si se adaptan bien a la realidad. Se han
escogido el índice Q, método grafico de estabilidad y ancho escalado.

Las minas abandonadas constituyen un riesgo geológico nada desdeñable en el mundo y en particular en España
y el viejo continente. Ello es debido a la enorme cantidad de minas que se localizan bajo infraestructuras civiles y
edificaciones y que interfieren en muchas zonas en la ordenación del territorio. Hasta relativamente poco tiempo las
autoridades no exigían una restauración de los terrenos afectados por la minería. De tal manera que cuando una
mina acababa su actividad se vendía el material que se podía y quedaba todo el área en un estado muchas veces
deplorable, con afectación paisajística y en algunos casos también medioambiental y social. En España el Real De-
creto 2994/1982, de 15 de octubre regula las actuaciones a realizar en las explotaciones mineras de cara a la restau-
ración de los terrenos afectados. Pero como es lógico las minas reguladas desde 1982 son una parte muy pequeña
de la actividad minera de España y la península ibérica en general, que se remonta a más de dos mil años, y que ha
dejado miles de explotaciones abandonadas, con grados diferentes de afectación al territorio. Incluso dos de ellas,
declaradas patrimonio de la Humanidad: Las Médulas en 1997, minas abandonadas de época romana sin proceso de
restauración y Almadén en 2012 tras su restauración.

Las explotaciones mineras antiguas abandonadas suponen un problema ambiental y a la par económico pues supone
que el propietario de los terrenos sobre los que se ubique se encargue de su restauración. En muchos casos estas mi-
nas se ubican en terrenos públicos y ante la alarma social que en muchas ocasiones suponen bocaminas, pozos, es-
combreras y diques de estériles, el estado acaba asumiendo elevadísimos costes en estos proyectos y actuaciones.

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En los últimos años se ha acuñado el término de “lugares mineros huérfanos” (orphaned mine sites). Se define así,
las minas huérfanas o abandonadas, como aquellas en las que no existe propietario, no puede ser encontrado o en
las que el dueño es financieramente incapaz o no está dispuesto a llevar a cabo la restauración (NOAMI 2017). En el
último caso y desde las relativamente recientes legislaciones modernas en la materia existe una garantía económica
que la empresa explotadora debe de depositar. Nos referiremos principalmente a los dos primeros casos. Este tipo
de lugares serian “pasivos mineros”, elementos relacionados con la minería directamente y que no suponen un valor
añadido al territorio sino todo lo contrario un coste. En los últimos 20 años, principalmente con el auge del turismo
cultural de interior así como el desarrollo del turismo industrial se está consiguiendo en muchos de estos lugares que
lo que era un coste en rehabilitación o restauración se convirtiera en una inversión y el elemento pases a considerarse
un “activo” que genera riqueza en el territorio, de forma directa (parques mineros o de otro tipo) o bien colaborar en la
economía del entorno, con más productos turísticos, fijando población etc. Como ha sucedido por ejemplo, el de las
minas de la Florida – Cueva de El Soplao, parque de la naturaleza de Cabárceno, Mina Agrupa Vicenta, entre otras
muchas.

En el presente trabajo nos centraremos únicamente en los pasivos mineros que conforman las minas de interior
abandonadas y su estabilidad.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
Salvo en terrenos muy buenos, las minas no se diseñan habitualmente para permanecer estables por un tiempo ili-
mitado, su coste sería enorme, imposible de asumir en muchos casos. Las labores mineras garantizan su seguridad
durante el tiempo de explotación de la mina. Existen galerías, cámaras y pozos excavados en terrenos de muy buena
calidad y que no han necesitado sostenimiento nunca y hoy en día siguen en perfecto estado. En otras ocasiones se
ha preciado de entibación en madera, arcos metálicos, puntales o bóvedas de ladrillo u hormigón para estabilizar el
hueco- la roca se ha ido meteorizando o la cuantía del sostenimiento o alcance era insuficiente y hoy en día el factor
de seguridad es inadmisible – en caso de que no haya colapsado.

Abundando en el importante concepto de que las minas no se diseñan para una estabilidad perpetua (Jordá Bordeho-
re y Jordá Bordehore 2009), algunos autores han establecido conceptos relacionados con el uso al que va destinada
la galería o cámara permanente o temporal (concepto de ESR en el índice Q, Barton y Grimstad 2004) o el tiempo de
autoestabilidad del túnel o labor (Lauffer 1958, Barton y Bieniawski 2008).

Dada la enorme cantidad de labores mineras abandonadas que existen y la enormidad y cantidad de redes de gale-
rías y labores que estas presentan, parece lógico que la metodología a emplear para un estudio preliminar fuese de
bajo coste y de tipo observacional, semicuantitativa. y solo en caso de que se requerían estudios de detalle en zonas
de alto riesgo se emplearían métodos más sofisticados. Es por ello que se recomienda estudiar en primera lugar la
estabilidad de minas abandonadas cuando estas sean accesibles mediante análisis empírico y clasificaciones geo-
mecánicas.

Con estas metodologías se pueden estudiar muchas minas en un gran territorio y obtener unos ordenes de magnitud
de cuan cercanos estamos o no de la inestabilidad en las labores que analizamos. Compatible con técnicas remotas
para lugares de alto riesgo, difícil acceso y geofísica. (Cuervas Mons 2015)

Las clasificaciones geomecánicas se emplean en el prediseño de túneles, y minas (obras subterráneas en general)
desde los años 1970. Las clasificaciones geomecánicas consisten en otorgar una puntuación numérica de calidad
del macizo rocoso y clasificarlo en categorias, dentro de ellas se establecerán recomendaciones sobre eventuales
refuerzos, vanos máximos, etc. Por otra lado el análisis empírico consiste en analizar un gran número de casos de
estabilidad y refuerzo de huecos y en función de la calidad de la roca establecer en un gráfico calidad vs vano zonas
que representa estabilidad, inestabilidad (Fig.1) y eventualmente transición- hoy en día en el prediseño de ogras
subterráneas se combinan clasificaciones geomecánicas y metodologías empíricas. De forma paralela estas meto-
dologías se están empleando en las cuevas naturales, relativamente semejantes a las minas abandonadas (Jordá
Bordehore et al 2016 a y 2016c, Jordá Bordehore 2017)

Las dos clasificaciones geomecánicas más utilizadas son la índice Q (Barton et al 1974, Barton 1976) y el RMR (Bie-
niawski 1973), a partir de ellas se han establecido variantes de estos índices y metodologias empíricas específicas de
las que destacamos en el ámbito minero subterráneo. Y que básicamente añaden factores de corrección a los índices
originales (Jordá Bordehore R, 2016)

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MRMR Mining Rock Mass Rating (cielo abierto y métodos de hundimiento)

-- Método grafico de estabilidad (cámaras por subniveles y cámaras abiertas)


-- Ancho escalado (pilares corona)
-- SPM sostenimiento practico minero (basado en GSI y gráficos de Q)

En nuestro caso vamos a analizar la aplicación en minas abandonadas de:

-- Índice Q y ábaco Q-vano


-- Ancho escalado
-- Método gráfico de estabilidad

Para saber más sobre la puntuación de estos sistemas, los parámetros utilizados, ejemplos y su procedimiento prác-
tico de cálculo remitimos al lector a la extensa bibliografía al respecto (Barton y Bieniawski 2008, Barton y Grimstad
2004, Jordá Bordehore 2017, Jordá Bordehore et al 2016b y 2017).

Para ello se ha realizado un extensivo trabajo de toma de datos en campo en minas abandonadas estables, inesta-
bles y minas rehabilitadas al turismo son fáciles de analizar ahora como talleres. Se han tomado varias estaciones
geomecánicas en cada una de las labores mineras y se han empleado en cada una de las cámaras, labores y galerías
las cuatro metodologías anteriormente descritas en la medida de lo posible.

Figura 1: Gráfico empírico genérico que relaciona calidad de roca / ancho de excavación y estabilidad (Jordá et al
2016c)

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Figura 2: Colapsos superficiales en algunas minas españolas: a) mina de sal La Real (Remolinos, Zaragoza, colap-
so tras la parte revestida de la antigua bocamina, b) mina Nazarena, Almuradiel, colapso del pilar corona, c) mina
Monchi, Burguillos del Cerro, Badajoz, campana hundimiento que ha alcanzado la superficie, en realces someros,
d) gran colapso antiguo de los primeros niveles de la mina Monchi, e) bocamina de la mina de magnesita del Puerto
de La Cruz Verde, Madrid, hundimiento tras la parte revestida.
Resultaba habitual en las minas antiguas hasta las primeras décadas del siglo XX revestir los emboquilles de ladrillo
y sillares. Se trata de reforzar las zonas donde frecuentemente el terreno se encuentra más meteorizado. Una vez
alcanzada una zona donde mejoran las características se prescinde del revestimiento y la galería se encuentra en
“roca viva” (Fig.3a). Dado que muchos de los refuerzos se emplean sólo durante el uso de la mina estos no están
destinados a perdurar de forma definitiva; de ser así muchos se prolongarían aún más. La zona inmediatamente
posterior al revestimiento puede estar también fracturada y algo meteorizada de tal forma que se producen despren-
dimientos de cuñas del techo y “campanas (Fig.3b)”. En esos momentos las tensiones en el terreno circundantes
pueden estabilizarse o bien seguir progresando. La progresión de las inestabilidades de las figuras 3 a y b es la
formación de una dolina o chimenea, según la forma del colapso con progresión hasta la superficie del terreno (Fig
3c). En estos casos el terreno sobre clave es insuficiente y no se produce el efecto de descarga sobre la galería.
Es un caso muy habitual en las minas antiguas en terrenos de calidad geotécnica moderada a mala. La figura 3d
muestra el colapso completo de un emboquille. Las inestabilidades progresan afectando a toda la ladera. Estas ce-
san cuando se estabiliza la pendiente del terreno. Es el caso que se produjo en la galería inferior (Jordá Bordehore
y Jordá Bordehore 2010).

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Figura 3: Esquema idealizado del proceso de colapso del emboquille de una galería revestida en zona de mala
calidad geomecánica (modificado de Jordá Bordehore L y R, 2010)

3. RESULTADOS
Para el estudio se han escogido minas abandonadas en zonas diversas y diferentes tipos de rocas y medios enca-
jantes.

• Mina Monchi, Burguillos del Cerro, Badajoz. Mina de Hierro en skarn


• Mina San Marcelino, Colmenar Viejo, Madrid. Mina filoniana de sulfuros de cobre
• Mina Indiana, Bustarviejo. Stockwork de arsenopirita argentífera
• Mina la Mora encantada, Cuenca. Mina romana de yeso espejuelo
• Mina de S’Argentera, Ibiza. Galena argentífera en relleno kárstico.
• Mina turística Costanaza, Logrosán. Fosforita
• Mina Antigua Pilar (Colmenarejo). Filoniana de cobre- Arsénico y Uranio
• Mina Mariquita, Usagre, Badajoz. Cinabrio encajado en dolomías.

En todas las minas se ha aplicado el índice Q de Barton para obtener la calidad del macizo rocoso. En algunas de
ellas además se han calculado algunos índices empíricos derivados del Q y sus metodologías particulares de aná-
lisis. Por ejemplo en las minas de S’Árgentera se ha calculado la estabilidad de su pilar corona mediante el método
del ancho escalado y la estabilidad de las cámaras por el método gráfico. Ambas son metodologías empíricas muy
utilizadas en el predimensionamiento de minas (Jordá et al, 2016b).

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Figura 4: Gráficos empíricos de análisis de estabilidad de huecos mineros, aplicados en minas abandonadas- a)
Análisis de la estabilidad del pilar corona sobre cámaras mineras someras en S’Argentera (Ibiza) mediante el méto-
do del ancho escalado y c) mediante el método gráfico de estabilidad (Jordá et al 2016 b), b) Análisis de la estabili-
dad de minas abandonadas en el parque Nacional de Picos de Europa (Jordá Bordehore R, 2016) d) evaluación de
la estabilidad de minas artesanales en Ecuador (compárese con el gráfico b)- Cuervas Mons 2015.

La figura 5 muestra el análisis empírico de la estabilidad de las 28 minas- labores abandonadas del estudio usando
el índice Q. En abscisas se indica el índice Q de calidad y en ordenadas el ancho de la galería estudiada. Así cada
punto está marcado por dos coordenadas y se representa mediante una curz si es una cámara o galería colapsada,
triángulos si hay ciertas inestabilidades y un cuadrado si es estable. Este gráfico es de nuevo cuño y debe de enrique-
cerse en un futuro con más datos, ya que el presente se basa en 29 sitios test únicamente. Aun con los escaso datos
actuales ya es perfectamente visible una posible zonificación del gráfico entre zona estable e inestable/colapsada tal
y como encontramos en Jordá Bordehore (2017) para cuevas naturales. Este tipo de gráficos son muy útiles para de
un “rápido vistazo” saber cuan cerca o lejos de la estabilidad esta un hueco que analicemos. La línea limite marca
por tanto el factor de seguridad FS = 1. Existen por supuesto puntos anómalos (marcados en rojo en la Fig. 5) que
son por ejemplo cámaras que deberían ser estables, pues por su par Q-vano se ubican en la zona estable, pero han
colapsado. Esto es debido a otro tipo de factores no contemplados como presencia de cuñas, sobrecargas, sismos,
etc. Este tipo de gráficos son muy útiles para pre dimensionar pero no sustituyen cuando es requerido, de cálculos
más sofisticados como de elementos finitos, estructurales, hidrogeología, degradación, etc.

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Figura 5: gráfico empírico de evaluación preliminar de estabilidad de minas abandonadas sin sostenimiento en base
a la calidad Q y al vano del hueco (Span).

4. CONCLUSIONES
Uno de los resultados más relevantes es un gráfico específico de calidad de roca Q-RMR y estabilidad de minas aban-
donadas. La incorporación en el análisis de minas turísticas supone llenar un hueco en la literatura técnico – científica.

La tendencia futura es la de coexistir estudios de gran complejidad que suelen resolverse mediante complejos mo-
delos numéricos (elementos o diferencias finitas, discretos, etc.) que incluyen auscultación y ensayos de laboratorio
– con los métodos más observacionales como las estaciones y clasificaciones geomecánicas combinadas con el
empirismo. Los métodos empíricos basados en clasificaciones geomecánicas han cumplido 40 años de existencia y
gozan de muy buena salud, se aplican en el mundo entero y están normalizados en muchos códigos internacionales.
Son idóneos para análisis preliminar donde se requiere una rápida respuesta del lado de la seguridad y se cuenta con
muy escasos datos de campo, casi ninguno de laboratorio y los modelos ni se han iniciado. Estos métodos, dado que
incorporan muchas incertidumbres se basan en factores de seguridad suficientemente elevados.

A pesar de parecer métodos “banales” y que pueden ser aplicados por cualquiera, las clasificaciones geomecánicas
requieren de un “ojo entrenado” en la materia. A pesar de su simplicidad, en el caso de noveles deben de ir acompa-
ñados por alguien más experimentado y cualificado y nunca tomar decisiones individuales si no se domina la meto-
dología.

5. REFERENCIAS
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• Real Decreto 2994/1982, de 15 de octubre (B.O.E. 15-11-82), sobre restauración del espacio natural afectado por
actividades mineras desarrollado por la Orden de 20 de noviembre de 1984 (B.O.E. 28-11-84).

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MÉTODO ICOM: MÉTODO INTELIGENTE DE COMPENSACIÓN
OPTIMIZADA DE MASAS

Villar, Yago
INSTITUCIÓN: Fundación Santa Bárbara. Aguilonjos, sn–24310 La Ribera de Folfoso. León. España.
CORREO-E: yvillar@fsbarbara.com

RESUMEN: Se trata de una novedosa metodología para optimizar la compensación de tierras en las obras de cons-
trucción de carreteras, consiguiendo que el movimiento de tierras sea sostenible, buscando el equilibrio entre Coste,
Medio Ambiente y Calidad, ejecutado mediante una aplicación web.

PALABRAS CLAVE: Optimización, Compensación, Movimiento, Tierras, Carreteras.

1. INTRODUCCIÓN
El movimiento de tierras en obras lineales es una actividad compleja que está sujeta al flujo de trabajo, información
disponible y otros aleatorios. Dicho movimiento de tierras supone una de las tareas más costosas en toda obra lineal,
y a la complejidad de diferentes maquinarias disponibles, principios de gestión de proyectos propios de cada obra,
se une la necesidad de optimizar y reducir el coste y el impacto medioambiental. Por tanto, la decisión y planificación
de la fase de movimiento de tierras en este tipo de obras tiene una enorme repercusión en el conjunto completo del
proyecto.

En este trabajo de investigación, se presenta como novedad en dicho campo el Método iCom (Método inteligente de
Compensación Optimizada de Masas), diseñado y desarrollado por Yago Villar. Se trata de una metodología de pla-
nificación y optimización del Movimiento de Tierras en obras lineales, basada en un modelo matemático apoyado en
criterios concretos y su aplicación mediante herramientas informáticas. Estos criterios, atienden fundamentalmente a
las exigencias de normativa vigente en España, en cuanto al tipo de materiales permitidos para la realización de re-
llenos (terraplenes, explanadas, etc.). Esto supone una innovación en la forma de calcular los movimientos de tierras,
ya que permite la definición de los mismos discriminando todos y cada uno de los diferentes materiales presentes en
las excavaciones y su uso adecuado en cada tipo de relleno.

Esta novedosa metodología permite el cálculo de compensación de tierras de una forma óptima, atendiendo a crite-
rios de tipología, calidad, distancia y disponibilidad de los materiales en el flujo de trabajo de la obra. De esta forma,
se consigue calcular la compensación de tierras de una manera más eficiente, tanto desde el punto de vista técnico,
económico y medioambiental.

2. MATERIALES
2.1. CONOCIMIENTOS PREVIOS
De esta forma, llegamos al concepto elemental que pretendemos desarrollar: la Compensación de Tierras. Es el
conjunto de cálculos destinados a repartir y equilibrar los volúmenes de excavación y rellenos con dos objetivos fun-
damentales: transportar el mínimo material imprescindible a la menor distancia posible.

Para conseguir este propósito, hasta la fecha se han desarrollado diferentes técnicas que denominaremos a partir de
ahora “Métodos Tradicionales”. En el más usual se representa el diagrama de masas y se realiza una compensación
longitudinal, aunque en los últimos años han adquirido más importancia otras metodologías basadas en la programa-
ción matemática y optimización, gracias a determinadas herramientas informáticas que estudiaremos en el siguiente
apartado.

En la actualidad, la mayor parte de proyectos de construcción de obras lineales, aplican el diagrama de masas para
los estudios de tierras en obras lineales. Esta metodología permite simplificar considerablemente el proceso, aunque
no admite la definición del movimiento real de los materiales dentro de la obra, limitándose a informar sobre distancias
medias de transporte.

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y Recursos Minerales
Por otro lado, los métodos tradicionales suponen una gran cantidad de tiempo de trabajo, por lo que no es hasta las
últimas etapas de la redacción de un Proyecto cuando se procede a realizar el estudio detallado de los movimientos
de tierra, ya que cualquier cambio que se produzca en los mismos obliga a realizar los cálculos de nuevo.

Para superar estos inconvenientes se han formulado diferentes modelos basados en técnicas de programación lineal
y que permiten optimizar de forma más precisa las operaciones de movimiento de tierras. Nandgaonkar (1981) pro-
puso la aplicación del caso particular conocido como problema del transporte a este tipo de análisis. En este modelo,
aunque se minimiza el coste del transporte se exige que el volumen de excavación y terraplenado sea igual, situación
que no se da en la práctica. Además, no se tiene en cuenta los coeficientes volumétricos y los costes se definen
mediante una única componente. Un modelo con mayor detalle fue propuesto por Mayer and Stark (1981), y en él se
incluye la aplicación de los coeficientes volumétricos y el establecimiento de zonas de préstamos y vertederos. Los
costes unitarios se definen mediante tres sumandos correspondientes a las operaciones de excavación, transporte
y terraplenado. Como extensión se propone el tratamiento del estudio con secciones compuestas de diferentes ma-
teriales. Posteriormente Easa (1987) amplió este modelo revisando los tipos de costes, y concluyó la aplicación de
costes unitarios no constantes para el caso de los materiales adquiridos de préstamos. En esta misma línea Christian
and Caldera (1988) concluye que los costes de operación dependen del emplazamiento, y propuso un modelo en el
que los costes unitarios de excavación y terraplenado son función de la localización de la sección de estudio. Por su
parte Jayawardane y Harris (1990), con un modelo similar, incluyeron en el proceso de optimización los equipos de
construcción, y por tanto con posibilidad de incluir el plazo, y el tratamiento de secciones con diferentes materiales.
Alkass et al. (2003) proponen un modelo de optimización del movimiento de tierras basado en la teoría de colas.
Easa y Son (2005) igualmente proponen un modelo de programación lineal, mientras que Marzouk y Moselhi (2004)
proponen simulación para optimizar el proceso de movimiento de tierras; propuesta igualmente estudiada por Zhang
(2008). Robert de Lima (2013), propone un método de programación mediante un modelo matemático donde los
datos geométricos y geotécnicos se unen para optimizar la disposición y utilización de los materiales implicados en
el movimiento de tierras. Por último, algoritmos genéticos también han sido propuestos para resolver este problema.
Conviene recoger en esta breve recopilación de estudios previos el software DynaRoad, TILOS o Terra-Firma softwa-
re, como herramientas desarrolladas para la optimización y planificación de proyectos lineales.

El procedimiento de todos estos métodos “tradicionales” se inicia con la división del eje en un número finito de sec-
ciones de desmonte (orígenes o centros de producción) y terraplén (destinos o centros de consumo). Los préstamos
y vertederos se implementan como una sección más que se aplican en un determinado punto del eje. La manera de
generar estos centros de producción y consumo no ha sido estudiada en detalle, por lo que no se ha establecido un
criterio para su definición. Esto provoca que cada proyectista o analista tenga que decidir la solución más adecuada,
a su juicio, para resolver la compensación, y ésta dependerá de la persona en cuestión. Este es un aspecto realmente
preocupante, que merece toda nuestra atención ya que, en la práctica, el éxito de una obra de movimiento de tierras
se pone en manos de una persona (o varias), confiando en los conocimientos y experiencia que posea. El movimiento
de tierras es el único ámbito dentro de una obra lineal que no tiene un plan perfectamente definido de antemano. Así
como las estructuras o los firmes están completamente predeterminados y no existe mucho margen de maniobra en
su ejecución, no sucede lo mismo con las tierras, que admiten un amplio recorrido de ejecución, pudiendo pasar del
éxito al fracaso por un error de planteamiento o previsión.

También, corremos el riesgo de no cumplir la normativa de construcción, ya que estos métodos no contemplan el tipo
de material que puede utilizarse en cada tipo de relleno.

Además, en el transcurso de toda obra se producen numerosos imprevistos que debemos tener en cuenta y corregir
sobre la marcha, para lo que se requiere una flexibilidad que los métodos tradicionales no proporcionan, obligando a
repetir los cálculos de forma parcial o incluso total, para obtener una segunda compensación.

A diferencia de las propuestas descritas anteriormente, el Método iCom permite el cálculo de una compensación de
masas basada en la clasificación de los materiales en función de su tipología y la posibilidad de bloquear cualquier
parámetro que intervenga en el proceso, como tipo de material, obstáculo, distancia límite, y otras variables. Esto
permite “personalizar” cada movimiento de tierras teniendo en cuenta todas las características particulares y limita-
ciones que se presenten, así como la posibilidad de obtener infinidad de alternativas resultantes de la combinación
de aquellos parámetros modificados. De esta manera, permite elegir la opción idónea comparando resultados ponde-
rables, en forma de distancias de transporte, volumen de material a transportar, tiempo de ejecución, generación de

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residuos, emisiones de CO2, etc., que se traducirá en una mejora del resultado económico y un mayor respeto por el
medio ambiente.

2.2. HERRAMIENTAS DISPONIBLES Y SUS LIMITACIONES


Existen varios programas informáticos que permiten conocer el diagrama de masas en un movimiento de tierras de
una obra lineal como Autocad Civil-3D, Istram–Ispol, Leica-Geosystems o Topcon-Dynaroad entre otros. Se trata de
programas eminentemente topográficos, que realizan la compensación como una aplicación añadida a la operación
principal de diseño de la plataforma. Básicamente se ocupan de la cartografía y datos de campo, diseño de las geo-
metrías, medición y seguimiento de la obra.

Los resultados obtenidos mediante estos programas, sin duda alguna muy valiosos desde el punto de vista de diseño
de proyecto, delineación de planos y control de obra, en materia de compensación de tierras solamente tienen en
cuenta los volúmenes, dejando de lado la tipología de los materiales, según su composición y calidad y, por consi-
guiente, su destino en función de las limitaciones de utilización en uno u otro lugar.

2.3. NORMATIVA VIGENTE


La normativa fundamental para tener en cuenta a la hora de construir una carretera, la podemos dividir básicamente
en dos grupos:

• Normativa referente a Carreteras: Pliego Prescripciones Técnicas Generales (PG-3),…


• Normativa Medioambiental: Ley 22/2011 de Residuos y suelos contaminados y RD 1481/2001 de Residuos
en vertedero.

2.4. COMPARATIVA: MÉTODOS TRADICIONALES VS. MÉTODO ICOM


Como ya avanzamos en apartados anteriores, los “métodos tradicionales” se basan en el diagrama de masas para
calcular la compensación de tierras, dividiendo en un eje una serie de perfiles con un volumen asignado. Estos perfi-
les se encontrarán incluidos bien en excavaciones o bien en terraplenes, incluyendo como perfiles unitarios dentro de
ese eje préstamos y vertederos según necesidades. Este planteamiento, además de escueto es rígido y la inclusión
de otra variedad de áreas como enlaces, variantes, desvíos, vertederos o préstamos a distancias muy dispares del
eje principal, resultan un gran engorro a la hora del cálculo.

Los métodos tradicionales analizan el conjunto de volúmenes de desmontes y terraplenes sin reparar en el tipo de
material que se puede o no depositar en los diferentes tipos de relleno según las exigencias de la normativa vigente
al respecto. Esto supone un hándicap importante a la hora de ejecutar el movimiento de tierras, ya que no discriminan
entre si el material es válido o no según las prescripciones técnicas para cada uno de los rellenos. Esto nos obliga
a realizar como mínimo una segunda compensación teniendo en cuenta el destino final dónde podemos transportar
cada uno de los materiales existentes en la obra.

Sin embargo, el Método iCom emplea, además de los datos anteriores, los criterios de selección de materiales des-
critos en la normativa, lo que simplifica y optimiza los resultados obtenidos, permitiendo ejecutar el movimiento de
tierras desde un principio garantizando el cumplimiento de las exigencias de calidad y sin necesidad de recalcular de
nuevo la compensación.

Permite, además, la creación de cinco clases de ejes donde queden recogidas todas las distribuciones que nos po-
damos encontrar, siendo estos ejes los siguientes:

• Tronco (o principal)
• Enlaces
• Variantes
• Préstamo
• Vertedero

En los ejes de préstamos y vertederos tendremos la posibilidad de incluir la distancia al eje, lo que proporciona una
mayor exactitud que con la metodología empleada hasta ahora.

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También tenemos la posibilidad de influir en la compensación optando por diferentes configuraciones, como el tipo de
compensación (considerando o no préstamos y vertederos), el sentido de la misma (izda.-dcha. o viceversa), delimi-
tar una distancia máxima de transporte, considerar el esponjamiento del material, excluir determinados suelos en la
compensación, prioridad en finalizar en primer lugar desmontes, terraplenes, tronco, etc.

Como consecuencia de lo anterior, hemos de añadir, además, dos derivadas que resultan de una prioridad absoluta
en el momento en el que se encuentra nuestra sociedad: la mejora del resultado económico y la protección del Medio
Ambiente. Esto viene derivado de una reducción de parámetros como el plazo de ejecución, material a transportar,
residuos generados, consumo de combustible emisiones de gases nocivos, etc.

Es por esta razón que el Método iCom propone el desarrollo sostenible de estas actividades, que comprende, tal y
como veremos más adelante, tres aspectos fundamentales, definidos en el Triángulo de Gestión de Proyectos: coste,
ámbito y tiempo. En otras palabras, cuestiones económicas, cuestiones medioambientales y plazos de ejecución.

Como datos iniciales, el Método iCom parte de los volúmenes de desmonte y relleno en cada perfil transversal, tipo-
logía de cada suelo y características de las explanadas a ejecutar, pudiendo realizar diferentes hipótesis incluyendo
posibles préstamos o vertederos. Además, este método proporciona los informes, planos y diagramas necesarios
para la completa definición del movimiento de tierras a realizar.

Para poder comprender mejor los criterios de selección de materiales en el movimiento de tierras de una obra lineal,
empezaremos por identificar los diferentes tipos de rellenos, donde se pueden distinguir los siguientes tipos de relle-
nos: (i) terraplén (pedraplén y relleno todo en uno); (ii) relleno localizado y (iii) explanada.

Además de estos destinos, es posible que el material no cumpla con las condiciones requeridas por la norma y sea
necesario su tratamiento, transformación o descarte, para lo que determinaremos estos otros dos destinos: (a) aco-
pio: empleado cuando el material procedente de la excavación no es posible utilizarlo inmediatamente, bien porque
requiere de un tratamiento o bien porque su puesta en obra se debe realizar con posterioridad y, (b) Vertedero: recur-
so cuando el material de la excavación no cumple con las condiciones requerida por la norma o en caso de que haya
superávit de tierra en el cómputo global excavaciones-rellenos.

Como adelanto a lo que trataremos en el punto 3.2, se clasifican los diferentes tipos de materiales existentes en las
excavaciones en cuanto a la tipología, desde el punto de vista de sus características intrínsecas en cinco tipos: (1)
suelos seleccionados, (2) suelos adecuados, (3) suelos tolerables, (4) suelos marginales y (5) suelos inadecuados.

Adicionalmente, el Método iCom distingue otros dos tipos de materiales: roca y tierra vegetal, ya que, debido a ca-
racterísticas especiales de excavación o utilización, se hace necesaria su diferenciación. Entendemos por roca en
una obra lineal, aquel material que por su dureza no es posible excavarlo con medios mecánicos habituales, teniendo
que recurrir a voladuras o ripado y, una vez excavado, presenta una granulometría generalmente superior, siendo
recomendable diferenciarlo por este motivo. Por otra parte, la tierra vegetal (suelos con contenido en materia orgánica
superior al 5%) estaría recogida dentro del grupo de Suelos Inadecuados, pero debido a su uso en restauraciones y
revegetaciones de taludes, vertederos, préstamos y otros, es recomendable darle un tratamiento diferenciado.

Por otro lado, en la normativa referente a la construcción de carreteras, de la Instrucción de Carreteras, se especifi-
can los materiales para la formación de las explanadas. Se establecen tres categorías de explanada, denominadas
respectivamente E1, E2 y E3, dependiendo del tipo y espesor de suelo que lo forme.

Una vez caracterizados los materiales existentes en los desmontes, y teniendo definidos los diferentes tipos de re-
lleno, terraplén y explanadas, estaremos en disposición de realizar una compensación de tierras en la que los movi-
mientos resulten óptimos, tanto en términos de distancias de transporte, como en plazos de ejecución, cumpliendo
estrictamente con los criterios de calidad exigidos en la normativa vigente.

Como datos iniciales partiríamos de los volúmenes de desmonte y relleno en cada perfil transversal, tipología de
cada suelo y características de las explanadas a ejecutar, pudiendo realizar diferentes hipótesis incluyendo posibles
préstamos o vertederos. Además, dicho programa proporciona los informes, planos y diagramas necesarios para la
completa definición del movimiento de tierras a realizar.

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3. METODOLOGÍA
3.1 DATOS DE PARTIDA
Para la optimización del movimiento de tierras en obras lineales, el Método iCom propone seguir la metodología de
cálculo que se describe a continuación. Partimos de los datos importables de proyecto, como son los ejes y rasantes
de tronco, enlaces y variantes. Éstos nos aparecerán, cada uno en un listado, donde además de los Pk’s inicial y final,
se detallarán los perfiles transversales cada 20 metros. En cada uno de estos perfiles se especifican los volúmenes de
las distintas excavaciones y rellenos. Los ejes existentes aparecerán agrupados y numerados, permitiendo acceder
a cada uno de ellos y a sus detalles. Seguidamente, tendremos que introducir las estructuras existentes en la obra,
como son viaductos, túneles, pasos superiores, pasos inferiores, etc., indicando los Pk’s iniciales y finales. Además,
tendremos en cuenta otros elementos particulares que pudieran tener influencia en el transporte de tierras, como
obras de drenaje transversal, o servicios afectados.

De forma esquemática podemos resumir lo expuesto anteriormente de la siguiente manera:

• Ejes de Tronco, Enlaces y Variantes (PK inicial, PK final, etc.)


• Volumen de Excavaciones (m3)
• Volumen de Rellenos (m3)
• Obstáculos:
mmEstructuras (Viaductos, túneles, pasos superiores e inferiores)
mmObras de Drenaje
mmServicios Afectados (Agua, electricidad, teléfono, gas, …)
mmDesvíos
mmFinalmente, introduciremos las posibles ubicaciones de préstamos o vertederos que se puedan necesitar.

3.2 Caracterización y criterios de selección del material


El Pliego de Prescripciones Técnicas Generales para obras de carreteras y puentes de la Dirección General de
Carreteras (PG-3) describe en sus artículos 320 y 330, contenidos en los capítulos II y III se refieren a la tipología
de materiales y nos serán de gran utilidad para definir los criterios que utilizaremos en el Método iCom. Según esta
norma, podemos distinguir los tres tipos de rellenos: Terraplén, Relleno Localizado y Explanada. Además de es-
tos destinos, es posible que el material no cumpla con las condiciones requeridas por la norma y sea necesario su
tratamiento, transformación o descarte, para lo que determinaremos estos otros dos destinos: Acopio y Vertedero.
En cuanto a la tipología de materiales, se clasifican los diferentes tipos de materiales existentes en las excavaciones,
desde el punto de vista de sus características intrínsecas. Los tipos son los siguientes:

1. Suelos seleccionados.
2.Suelos adecuados.
3. Suelos tolerables.
4. Suelos marginales.
5. Suelos inadecuados.

Además de estos cinco tipos de suelos descritos en la norma, hemos de distinguir otras dos clases, roca y tierra
vegetal que, debido a características especiales de excavación o utilización, se hace necesaria su individualización.
Una vez que los materiales de la Excavación están definidos para los diferentes tipos de Rellenos, procederemos
a definir las prioridades de compensación con el fin de reservar los materiales de mayor calidad cuyo uso está más
restringido que los que disponen de características intrínsecas inferiores. A modo de explicación, se resumen dichas
prioridades de arriba hacia abajo, en la Figura 1:

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Figura 1 - Prioridades de Compensación entre Materiales de Excavación y Rellenos

3.3 Variables en el Método iCom


Con el objetivo de demostrar la validez del El Método iCom, propuesto en este estudio, se han considerado variables
de las tres limitaciones en la gestión de proyectos:

a) Coste, considerando las variables el volumen del material a transportar (m3) y la distancia de transporte (m),
y como resultado el coste del suplemento del transporte (€/m3 · Km).
b) Ámbito, considerando por un lado el cumplimiento de la normativa existente – en el caso de estudio recogido
en diferentes leyes – y aspectos medioambientales – las emisiones de CO2 (Kg CO2/Km) y la disminución
del material de rechazo (m3).
c) Tiempo, medido mediante la variable plazo de ejecución (h).

VOLUMEN DE MATERIAL A TRANSPORTAR. El volumen de material que ha de ser transportado viene dado en
metros cúbicos y, será la suma de los volúmenes involucrados en todos los movimientos resultantes. Este dato será
la base del cálculo y determinará los pares excavación-relleno.

DISTANCIA DE TRANSPORTE (D). Es el valor absoluto de la diferencia entre puntos kilométricos de gravedad de dos
áreas que intervienen en un movimiento. El Momento de Transporte (MTk) expresa la distancia de transporte de los
metros cúbicos de material correspondientes al movimiento Mk a lo largo del número de metros (D, m). Esta variable
(expresada en m3·m) permite comparar distintas compensaciones y una cierta optimización: a menor número de
movimientos, de mayor entidad, y de menor distancia, más eficiente será el movimiento de tierras.

COSTE DEL SUPLEMENTO DE TRANSPORTE (Ct). Consiste en asignar un coste (dependiendo del tipo de vehícu-
lo) a cada m3 de material transportado por cada metro de distancia, obteniendo un factor que nos permite comparar
económicamente cada alternativa considerada. Distinguiremos entre los dos tipos de vehículos de transporte que
se nos pueden presentar en un movimiento de tierras: vehículos Viales o Extraviales, según puedan o no transitar
por vías públicas. Para el coste utilizaremos los datos a los que recurre habitualmente la administración para valorar
suplementos de transporte.

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EMISIONES DE CO2. Las emisiones de CO2 a la atmósfera por los vehículos de transporte, se calculan utilizando
la Suma de Momentos de Transporte, el volumen transportado por un camión en cada viaje de material y los datos
de emisiones (datos oficiales MMA). Como datos de capacidad de los camiones, se especificará un volumen para
vehículos Extraviales y otro para Viales, según el tipo de camiones de que se disponga en la obra. Para este estudio
se han considerado volúmenes de 30 m3 para vehículos Extraviales y de 15 m3 para vehículos Viales. De esta forma,
obtenemos los km totales recorridos para el transporte del conjunto de material de la obra, obteniendo los Kg de CO2
emitidos por los vehículos. Este factor es notorio para poder comparar la diferencia entre ambos métodos.

TIEMPO DE EJECUCIÓN. Se trata de cuantificar la duración que se empleará en el transporte de material, partiendo
de dos datos, el volumen de material a transportar y el rendimiento que prevemos por unidad de tiempo, en horas
o días de trabajo. El rendimiento dependerá del número y tipo de equipos de carga de que se disponga y, permitirá
extrapolar los Costes de Operación (OPEX) a lo largo del tiempo que dure la obra, y así comparar datos cuantitativos
entre todas las alternativas posibles.

3.4 Cálculo de la compensación de tierras optimizada con el Método iCom


Para el cálculo de la compensación mediante el Método iCom, tendremos la posibilidad de “personalizar” el proceso
con la modificación de los siguientes parámetros:

• Compensación ABIERTA o CERRADA (préstamos y vertederos)


• Sentido de la Compensación (Izda.-Dcha. o Dcha.-Izda.)
• Distancias Máximas de Transporte (Extraviales)
• Esponjamiento del Material
• Prioridad en finalizar en primer lugar Desmontes, Terraplenes, Tronco…
• Suelos excluidos en la compensación
• Estabilizado de Suelos

4. RESULTADOS
Vistas las variables presentes y los cálculos que realiza el Método iCom, en el presente apartado analizaremos la
información que proporciona como resultado. Una vez realizada la compensación, podemos obtener las vinculaciones
entre las subáreas que relacionan los movimientos de tierra desde el origen a su destino. Junto con el listado de los
movimientos dispondremos del Diagrama de Masas, distribuidos por ejes.

Por otro lado, obtendremos las distancias medias de transporte referidas al tronco y, por separado, las distancias a
préstamos, vertederos y acopios. También dispondremos del volumen total de material tanto compensado como el
que no se ha podido compensar, si es que existe.

Además, aplicando los valores vistos anteriormente sobre los costes de operación y suplemento de transporte, así
como los de emisiones de CO2 y rendimiento de volumen de carga de material, logramos obtener el tiempo de eje-
cución de la obra, coste de suplemento de transporte, coste de operación y las emisiones de CO2 según utilicemos
vehículos viales o extraviales. Podremos calcular tantas alternativas como consideremos oportunas, comparar los
resultados obtenidos en cada una de ellas y elegir la más propicia.

A modo de resumen, a continuación, se describen de forma esquemática los resultados obtenidos de acuerdo a las
Áreas y las Subáreas definidas inicialmente:

1. Relación de Compensaciones (Vinculación entre Áreas y Subáreas)


2. Diagrama de Masas Compensado
3. Distancia Media de Transporte (m)
4. Volumen Total, Compensado y No Compensado (m3)
5. Tiempo de Ejecución (h)
6. Coste:
-- Suplemento de Transporte (€/m3·Km)
-- Coste de Operación (€/h)

7. Emisiones de CO2 (Kg CO2/Km)

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En la Figura 2 se representa mediante un diagrama de bloques todo el proceso llevado a cabo en el Método iCom
para el cálculo de la compensación optimizada de masas en obras lineales:

Figura 2 - Prioridades de Compensación entre Materiales de Excavación y Rellenos

Una vez realizada la compensación, y llegado el caso de que no sea posible la realización de algún movimiento de
tierras previsto, tendremos la posibilidad de recalcular individualmente cada subárea con el fin de compensar el con-
junto.

Aplicación web: Método iCom


El Método iCom ha sido plasmado en una aplicación web, o aplicación informática a la que se accede a través del sitio
web “www.metodoicom.com”, dónde el usuario puede entrar y realizar los cálculos de la compensación optimizada de
tierras, de forma análoga a un simulador. La Figura3 representa las capturas de pantalla de la aplicación web Método
iCom, donde podemos observar en un ejemplo, el diagrama de masas obtenido al realizar la compensación de tierras
y un resumen de los resultados obtenidos con dicho método. Como ya se comentó anteriormente, el programa permi-
te simular tantas alternativas como queramos y posteriormente compararlas para elegir la más idónea.

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Figura 3 - Aplicación Método iCom: Diagrama de Masas y Resultados

El Método iCom se encuentra avalado con dos trabajos científicos en JCR, el primero publicado en junio de 2017 y el
segundo actualmente en revisión. A modo de resumen se citan a continuación:

- Con fecha 28 de febrero de 2017 fue aceptado en la revista “Informes para la Construcción”, el artículo “MÉTODO
iCom: COMPENSACIÓN OPTIMIZADA DE MASAS EN OBRAS LINEALES”, para su publicación en junio de 2017,
en el que se describen los principales detalles de esta novedosa metodología.

- Este trabajo se completa con la redacción de un segundo artículo en la revista “Road Materials and Pavement De-
sign” de fecha 5 de octubre de 2017, actualmente en revisión. En él se lleva a cabo el análisis y comparación de los
resultados obtenidos a través de procedimientos tradicionales y mediante el Método iCom. Se llega a demostrar que
el ahorro económico que obtenemos como consecuencia del empleo del Método iCom, lo podemos cifrar entre un
5%-15%, con respecto a los procesos de cálculo tradicionales.

5. CONCLUSIONES
Dentro de una obra lineal, el movimiento de tierras supone un significativo esfuerzo, no solo en el aspecto técnico,
sino también en la planificación de la obra y, especialmente en el control de costes, dos de las tres limitaciones de
cualquier proyecto, y que tienen especial incidencia en el consumo de recursos.

El movimiento de tierras en una obra lineal supone un problema de ingeniería de compleja solución, y de su correcta
optimización dependen variables como costes, tiempo, alcance técnico y medioambiental.

La dificultad de este tipo de labores aumenta además con los imprevistos que puedan surgir en el devenir de la obra
y, que pueden suponer modificaciones con respecto al plan original de las explanaciones.

El método de optimización presentado en este trabajo supone un paso significativo en la aplicación de inteligentes
soluciones, considerando el tipo de material y de esta forma optimizar su uso. Igualmente, este uso repercute en un
menor desplazamiento y rechazo de material y por lo tanto una directa medida hacia la sostenibilidad en este tipo de
obras y proyectos.

El método iCom consigue de una manera simple y precisa el máximo aprovechamiento de los materiales existentes
en la traza, reduciendo al mínimo la necesidad de vertederos o préstamos de tierra, disminuyendo el volumen de
residuos generados. Se ha cumplido estrictamente con los criterios de calidad exigidos en la normativa vigente y,
además, se han reducido las distancias de transporte y el plazo de ejecución, lo que supone una reducción del coste
y, por lo tanto, una mejora económica en el resultado final de la obra.

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Analizando los resultados, expuestos en el apartado anterior, en el que se comparaban los métodos de compensación
de tierras “Tradicional” e “iCom”, podemos llegar a las siguientes conclusiones:

1. Al tener en cuenta como criterio principal del movimiento de tierras, la clasificación de los materiales según la nor-
mativa vigente, tendríamos como primera consecuencia el cumplimiento de la normativa relativa a los materiales per-
mitidos a emplear en los distintos tipos de rellenos, obedeciendo así a las exigencias estrictas en materia de calidad
impuestas por la Dirección de Obra.

2. El método iCom simplifica el proceso del cálculo de la compensación de tierras con respecto a los procesos de
cálculo convencionales. Asimismo, se obtienen resultados más precisos que con los métodos tradicionales, ya que se
tienen en cuenta todo tipo de variables desde el inicio del cálculo.

3. La sencillez del método facilita la adaptación a los imprevistos en obra de una manera rápida, permitiendo de esta
forma mantener actualizada la planificación en el movimiento de tierras. El Método iCom ofrece una mayor versatili-
dad, ya que permite recalcular la compensación, añadiendo en cualquier momento los imprevistos que surgen en una
obra de estas características.

4. Basándonos en los resultados obtenidos en más de una veintena de obras estudiadas, llegamos a la conclusión de
que el Método iCom reduce los costes entre un 5%-15%, con respecto a los procesos de cálculo tradicionales. Esta
reducción dependerá de factores propios de cada obra y se cuantifica en cuanto a una menor distancia de transporte,
volumen de material, plazo de ejecución y consumos.

5. Como consecuencia de la disminución significativa de los parámetros señalados en el punto anterior, se ven re-
ducidas también las emisiones de gases nocivos para la atmósfera generados por la maquinaria pesada. Asimismo,
también decrece el número de préstamos y/o vertederos y, por lo tanto, la generación de menor volumen de residuos,
contribuyendo de forma positiva al medioambiente.

Es importante reseñar que el acceso a esta metodología, a través de la aplicación web, es asequible para cualquier
usuario, sin necesidad de disponer de programas topográficos complejos y caros que requieren de una formación
muy específica.

Esto supone una ventaja incuestionable frente a los mencionados programas, ya que permite el acceso desde cual-
quier terminal en cualquier punto de la geografía del planeta.

Su aplicación e integración de los algoritmos de cálculo recogidos en el presente trabajo, junto con tecnologías de
información y comunicación (TIC) permite establecer y estandarizar este sistema para el cálculo y estimación de los
movimientos de tierra en cualquier obra lineal, considerando en cada caso las diferentes legislaciones y normativas.

Esta aplicación está ideada para su uso en cualquiera de los ámbitos de la construcción de obras lineales, ya sea en
la fase inicial de diseño y proyecto, como en las siguientes de estudio de licitaciones, ejecución, control o inspección
de obra.

En definitiva, el Método iCom supone una importante innovación en el ámbito del cálculo de las compensaciones de
tierras y una herramienta tremendamente útil al alcance de cualquiera, desde cualquier parte y en cualquier momento.

6. BIBLIOGRAFÍA
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ment. 114(4): 641-655.

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y Recursos Minerales
251
LA VOLADURA COMO ESTRATEGIA DE OPTIMIZACIÓN – UN MÉTODO
SIMPLIFICADO
Couceiro, Pauloa, Lopez Cano, Manuelb, Jafa, Asimc
a MAXAM Terra Solutions, Avda del Partenon, 16. Madrid, email: pcouceiro@maxam.net; b MAXAM Terra Solutions,
Avda del Partenon, 16. Madrid, email: mlopez@maxam.net; c MAXAM Terra Solutions, Avda del Partenon, 16. Ma-
drid, email: ajafa@maxam.net

RESUMEN: La optimización de las operaciones mineras a través de la minimización del consumo energético es
clave para la sostenibilidad de cualquier emprendimiento. Siendo pues, las voladuras muchas veces la primera etapa
de este proceso extractivo, el entendimiento, medición y predicción del impacto que pueden tener las voladuras en
las operaciones unitarias posteriores son indiscutiblemente necesarios. Como parte del proceso, la fragmentación
y formato de la pilla de escombro generadas por las voladuras son dimensionadas con el objetivo de maximizar el
rendimiento de la trituradora y mantener los ciclos de carga óptimos, a la vez que se minimiza el esfuerzo requerido
por las palas en el proceso de la excavación del material fragmentado. De forma simplificada, el diseño de la voladura
se debe basar en la evaluación del tipo de macizo rocoso, altura de banco, especificaciones de los equipos de car-
ga, transporte y machacadora a ser usadas, entre otros factores como el control de los efectos medioambientales y
resultados deseados. Dada tal combinación de factores, la cantidad de energía y su distribución en el macizo rocoso
es determinante. Pasada la voladura, los resultados de la fragmentación así como los rendimientos de las palas y
machacadora son evaluadas en una consistente base sistémica de mejora continua, lo que permite ajustar cualquier
parámetro del diseño para obtener una mejora en el próximo ciclo operativo. Por lo tanto, se presentará la base sim-
plificada de un método de minimización del coste total en base a la búsqueda del diseño ideal de la voladura. Tras
la calibración de los resultados obtenidos de los modelos predictivos en cada ciclo de la operación, esta herramienta
permitiría proponer el óptimo diseño de la voladura para el siguiente ciclo, en una secuencia en que cada ciclo tiende
a predecir los resultados de forma más cercanas a la realidad.

PALABRAS CLAVE: Diseño de voladura, fragmentación, rendimientos, optimización.

1. INTRODUCCIÓN
Uno de los más importantes requerimientos en la optimización de los procesos mineros, o partes del mismo, es la
habilidad de predecir o modelar los fenómenos involucrados. Esta tarea requiere un profundo conocimiento de los
procesos que componen cada etapa de la explotación y sus sensibilidades, además de la identificación y conse-
cuente parametrización de las interfaces o interdependencias entre las distintas operaciones unitarias del proceso
minero. Asimismo, se entiende que la optimización energética de los procesos mineros se puede lograr a través de
tres principales estrategias (CEEC, 2017):

(1) voladuras de alta energía selectiva o inteligentes;


(2) procesos de pre-concentración; y
(3) desarrollo de nuevas tecnologías y equipos de conminución

En este sentido, actuando sobre la estrategia de las voladuras de alta energía selectiva, la calidad y el grado de la
fragmentación obtenida en la voladura y su influencia en las operaciones unitarias siguientes se fortifica como una
de las posibles vertientes de optimización energética en las operaciones mineras.

Por otro lado, todos los esfuerzos dirigidos a los trabajos de optimización necesitan ser integrados en un robusto
proceso de mejora continua donde las varias partes involucradas en el proyecto trabajen de forma armoniosa. Como
parte de este proceso, existe la necesidad de aplicar herramientas o modelos calibrables que sean capaces de pre-
decir, en la fase de diseño, el potencial impacto que puede tener una voladura en las demás operaciones unitarias,
para que, en cada ciclo, una vez contrastada y calibrada con los resultados reales, se pueda acercase cada vez más
a la configuración optima de energía.

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La estructura del modelo de optimización presentada en este trabajo tiene el objetivo de ilustrar la importancia de mo-
delar las distintas operaciones unitarias como consecuencia de los resultados de las voladuras e integrarlas a través
de un método simplificado de cálculo a un proceso de mejora continua, con el fin de minimizar el consumo energético
o los costes.

2. LA VOLADURA COMO MECANISMO DE INFLEXIÓN ENERGÉTICA


El objetivo básico de la voladura es lograr la fragmentación del macizo rocoso en una distribución granulométrica ade-
cuada. Conjuntamente a la disposición de la pila de escombro y su esponjamiento, la fragmentación resultante tiene la
capacidad de impactar de forma significativa en el desempeño de las operaciones unitarias siguientes. En este senti-
do, un resultado de voladura ideal, adecuada al carguío, machaqueo y molienda, lograría reducir el consumo energé-
tico yconsumo
de los costes de energía totales,ocurreuna vez en que
estas el últimas
mayor consumo operaciones de energía unitarias. ocurre en estas últimas operaciones unitarias.
consumo de energía ocurre en estas últimas operaciones unitarias.
El efecto de la acción dinámica de la detonación durante el proceso de fragmentación y su influencia en la
El efecto de la acción dinámica de la detonación durante el proceso de fragmentación y su influencia en la molienda
molienda
El efecto dees laobjeto acciónde investigación
dinámica desde hacedurante años. Mientras que de por un lado el yefecto de la macro-
es objeto de investigación desde hacede la detonación
años. Mientras que por unellado proceso
el efecto fragmentación
de la macro-fragmentación su influencia en enlas laope-
fragmentación
molienda es objeto en lasde operaciones
investigación unitarias
desdesiguientes hace años. a laMientras voladuraque es evidente,
por un lado la micro-fisuración,
el efecto de lapor otro,
macro-
raciones unitarias siguientes a la voladura es evidente, la micro-fisuración, por otro, sigue en amplio desarrollo. Una
sigue en amplioendesarrollo.
fragmentación las operaciones Una forma de cuantificar
unitarias siguientes el aposible la voladura impacto es de las acciones
evidente, dinámicas delpor
la micro-fisuración, proceso
otro,
formadedelacuantificar
fragmentación el posible
en laimpactodebilitación de las acciones
interna de los dinámicas deles proceso de la fragmentación en La la debilitación
sigue en amplio desarrollo. Una forma de cuantificar elmateriales
posible impacto a través
de las delaccionesWork dinámicas
Index, 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊. del proceso relación
interna de los
entre materiales
la cantidad de esenergíaa través usadadel Work eninterna Index, . La
la voladura y el relacióncomportamiento entre la cantidad del 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 de energía usada en la voladura
de la fragmentación en la debilitación de los materiales es a través del es Work frecuentemente
Index, 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊. Lareportada relación
y el comportamiento
(Workman y Eloranta del es frecuentemente
2003), usada (Katsabanis reportada
et al. 2004, (Workman y Eloranta 2003), (Katsabanis et al.en 2004, 2008),
entre la cantidad de energía en la voladura y el2008), comportamiento apuntando reducciones significativas
del 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 es frecuentemente el Work
reportada
apuntando
Index reducciones
a la medida significativas
que se aumentan en ellosWork
consumos Index
(Workman y Eloranta 2003), (Katsabanis et al. 2004, 2008), apuntando reducciones significativas en el Work a la
específicos. medida que se aumentan los consumos específicos.
Index a la medida que se aumentan los consumos específicos.
Por loPor tanto,
lo tanto,la contribución
la contribución de la deenergía
la energía liberada
liberada enen la lavoladura voladura y ydeldelcorrespondiente
correspondientegrado gradode defragmentación
fragmentación en
la reducción
en la
Por del Wi
reducción
lo tanto, puede serpuede
del 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
la contribución una
de función
laser
energía una defunción
la energía
liberada en específica
de la voladuraenergía de la voladura
específica
y del de ElaB. voladura
correspondiente En elgrado presente . En
𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵de estudio,
el presente
fragmentación el com-
portamiento
estudio,
en del
la reducción Workdel
el comportamiento Index𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊del material
puede del ser
Work volado
una Indexfunción BWi
del materialesdeasumido
la energía volado serespecífica
una
𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊función dedescrita
es asumido ser por
la voladura unalafunción
𝐸𝐸𝐸𝐸siguiente
𝐵𝐵𝐵𝐵 . En descrita
el ecuación:
presente por
la siguiente
estudio, ecuación:
el comportamiento del Work Index del material volado 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 es asumido ser una función descrita por
la siguiente ecuación:
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 𝑏𝑏𝑏𝑏
𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 = 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � �𝑏𝑏𝑏𝑏 (1) (1)
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆
𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 = 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � � (1)
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊
Donde 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 es el Work Index del material volado; 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 es el Work Index del material in-situ; 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 es el índex
Donde BWi es
operacional
Donde el Work
𝐵𝐵𝐵𝐵𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 de
es la el Index
Work del
voladura material
Indexteórica volado;
de
del material referencia; Wi es 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊
volado; el𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
Work
es es el Index índice
el Work del material
operacional
Index delin-situ;
de la Oi
material s es
voladura el índex
in-situ; 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 operacional
estudiada; es el índex 𝑎𝑎𝑎𝑎 e 𝑏𝑏𝑏𝑏 de
la voladura
son teórica
contantes de de referencia;
ajuste. La Oi
operacional de la voladura teórica de referencia; 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 es el índice operacional de la voladura estudiada; 𝑎𝑎𝑎𝑎 ajuste.
es
ecuación el índice
(1) es operacional
apenas válida de la paravoladuralas estudiada;
configuraciones a e b
en sonque contantes
el 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 es de
igual e 𝑏𝑏𝑏𝑏o
superior
La ecuación al
(1) es
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 .
apenas válida para las configuraciones
son contantes𝑆𝑆𝑆𝑆 de ajuste. La ecuación (1) es apenas válida para las configuraciones en que el 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 es igual o en que el Oi es igual o superior al Oi s .
superior al 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 .
El índex
El índex operacional
operacional la de
Oi de𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 la voladura,
voladura, a su vez, a su se vez, se define
define como:como:
El índex operacional 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 de la voladura, a su vez, se define como:
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 = 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 𝑐𝑐𝑐𝑐 (2)
𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊 = 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 𝑐𝑐𝑐𝑐 (2) (2)
Donde 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 es la energía especifica de la voladura (kwh/ton), calculada a partir del consumo específico y
energía𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵efectiva
Donde es la energía del explosivo; especifica 𝑐𝑐𝑐𝑐 esdeuna constante.
la voladura (kwh/ton),El 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 escalculada el índexaoperacionalpartir del consumo definido específico como aquel y
Donde EB es la
resultante
energía energía
de la voladura
efectiva especifica
del teórica
explosivo; de la voladura
𝑐𝑐𝑐𝑐que
es presenta
una constante.(kwh/ton),
la misma calculada
El 𝑂𝑂𝑂𝑂𝑊𝑊𝑊𝑊𝑆𝑆𝑆𝑆 es ade
entropía elpartir deloperacional
consumo
la distribución
índex de específico
los bloquescomo
definido y in-situ.
energía aquel efec-
tiva del explosivo;
resultante de la c es una constante.
voladura teórica que OiS es el la
El presenta índex misma operacional entropía de definido como aquel
la distribución de los resultante
bloquesde in-situ. la voladura
teórica3. que presentaSIMPLIFICADO
MODELO la misma entropía DEde la distribución de
MINIMIZACIÓN ENERGÉTICA los bloques in-situ.
El objetivo
3. MODELO es encontrar
SIMPLIFICADO el diseño DE de la voladura que
MINIMIZACIÓN ENERGÉTICA ayude a minimizar el consumo de energía total del
proceso
3. MODELO
El objetivo minero.
SIMPLIFICADO
es encontrar Desde elluego, DE esdeuna
MINIMIZACIÓN
diseño tarea ENERGÉTICA
la voladura deque extrema ayude complejidad a minimizar el porconsumola cantidad de energía de variables total dele
incertidumbres
El objetivo
proceso minero.involucradas.
es encontrar el diseño
Desde deSin
luego, la es embargo,
voladura
una tarea que al ayude simplificar
de extrema a minimizar el sistema el consumo
complejidad por unas ecuaciones
pordelaenergía cantidad totalde paramétricas
delvariables proceso mine- ey
calibrables
ro. Desde luego,que
incertidumbres es una se permitan
involucradas.
tarea de extrema crear
Sin interfases
embargo,
complejidad deal dependencia
simplificar
por la cantidad el entre deuna
sistema operación
por
variables unas unitaria y otra,
ecuaciones
e incertidumbres paramétricas teniendo en
involucradas. ySin
cuentas
calibrables
embargo, de que
al simplificar las suposiciones
seelpermitan
sistemacrear de dada
por unas modelo,
interfases
ecuaciones dese puede
dependencia
paramétricas ajustar yelcalibrables
entre diseño
una operaciónde que
la voladura
seunitaria
permitanhacia
y otra, la dirección
crear teniendo
interfases de de
en
la optimización
cuentas
dependencia de
entre lasuna energética.
suposiciones
operación de dada ymodelo,
unitaria otra, teniendo se puede en ajustar cuentaselde diseño de la voladura
las suposiciones de hacia
dada modelo, la dirección de
se puede
ajustarla optimización
el diseño de la energética.
voladura hacia la dirección de la optimización energética.
Las ecuaciones que componen el modelo simplificado de minimización energética se acoplan de tal forma
paraecuaciones
Las
Las ecuaciones constituir que componen laquefunción
componen objetivo
el el modelo
modelo asimplificado
minimizar. simplificado deElminimización
modelode minimización de energética
optimización se con
energética acoplan restricciones
se acoplan
de tal forma deambicionatalpara
forma cons-
solucionar
para constituir el problemala función encontrando
objetivo ael vector
minimizar. solución
tituir la función objetivo a minimizar. El modelo de optimización con restricciones ambiciona solucionar el problema El 𝑋𝑋𝑋𝑋 que
modelo minimiza
de localmente
optimización la
con función
restriccionesescalar 𝑓𝑓𝑓𝑓 teniendo
ambiciona
en cuenta
solucionar
encontrando las
el el vector restricciones
problema solución permitidas
encontrandoque minimiza a 𝑋𝑋𝑋𝑋: localmente
el vector solución 𝑋𝑋𝑋𝑋laque función minimiza escalar localmente
teniendo la función
en cuenta escalar teniendo
las 𝑓𝑓𝑓𝑓restricciones
en cuenta
permitidas a : las restricciones permitidas a 𝑋𝑋𝑋𝑋:
min 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑋𝑋𝑋𝑋) (3)
min 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑋𝑋𝑋𝑋) (3)
Donde 𝑓𝑓𝑓𝑓 es la función objetivo y 𝑋𝑋𝑋𝑋 es el vector solución.
Donde 𝑓𝑓𝑓𝑓 es la función objetivo y 𝑋𝑋𝑋𝑋 es el vector solución.
En el presente trabajo, la función objetivo es preparada de tal forma para minimizar el coste total, siendo
definida
En como latrabajo,
el presente suma lineal de los objetivo
la función costes de escada etapa del
preparada de proceso. tal formaLuego, teniendo en
para minimizar el cuenta
coste total, la limitación siendo
intrínseca de los modelos utilizados, se pueden acoplar las proceso. formulaciones matemáticas de cadalaetapa para

XIV
definida como la suma lineal de los costes de cada etapa del Luego, teniendo
Congreso Internacional de Energía en cuenta limitación
construir lade
intrínseca función
los modelos objetivoutilizados,
del problema se pueden 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝐶𝐶𝐶𝐶𝑇𝑇𝑇𝑇 ): acoplar las formulaciones matemáticas de cada etapa para
construir la función objetivo del problema 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝐶𝐶𝐶𝐶𝑇𝑇𝑇𝑇 ): y Recursos Minerales
cuentas de las suposiciones
incertidumbres involucradas. de
Sindada modelo,alse
embargo, puede ajustar
simplificar el diseño
el sistema porde la voladura
unas haciaparamétricas
ecuaciones la dirección de y
la optimización
calibrables energética.
que se permitan crear interfases de dependencia entre una operación unitaria y otra, teniendo en
cuentas de las suposiciones de dada modelo, se puede ajustar el diseño de la voladura hacia la dirección de
Las
la ecuacionesenergética.
optimización que componen el modelo simplificado de minimización energética se acoplan de tal forma
para constituir la función objetivo a minimizar. El modelo de optimización con restricciones ambiciona
Las ecuaciones
solucionar que componen
el problema el modelo
encontrando el vector simplificado de minimización
solución 𝑋𝑋𝑋𝑋 que energética
minimiza localmente se acoplan
la función de𝑓𝑓𝑓𝑓tal
escalar forma
teniendo
para constituir
en cuenta la función objetivo
las restricciones a minimizar.
permitidas a 𝑋𝑋𝑋𝑋: El modelo de optimización con restricciones ambiciona
solucionar el problema encontrando el vector solución 𝑋𝑋𝑋𝑋 que minimiza localmente la función escalar 𝑓𝑓𝑓𝑓 teniendo
en cuenta las restricciones permitidas a 𝑋𝑋𝑋𝑋: min 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑋𝑋𝑋𝑋) (3)
(3)

Donde 𝑓𝑓𝑓𝑓 es la función objetivo y 𝑋𝑋𝑋𝑋 es el vector min 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑋𝑋𝑋𝑋)


solución. (3)
Donde ƒ es la función objetivo y Χ es el vector solución.
En el presente
Donde trabajo,
𝑓𝑓𝑓𝑓 es la función la función
objetivo objetivo
y 𝑋𝑋𝑋𝑋 es el vector es solución.preparada de tal forma para minimizar el coste total, siendo
En eldefinida
presente como trabajo, la función
la suma lineal deobjetivo
los costes es preparada
de cada etapa de tal
delforma para
proceso. minimizar
Luego, el coste
teniendo total, siendo
en cuenta definida
la limitación
comoEn laelsuma
intrínseca
presente lineal
de los de los costes
modelos
trabajo, de cada
utilizados,
la función seetapa
objetivo puedenes del proceso.
acoplar
preparada lasLuego,
de teniendo
formulaciones
tal forma en cuenta la
paramatemáticas
minimizar limitación
el de cada
coste intrínseca
etapa
total, para de
siendo
los modelos
definida
construircomoutilizados,
la suma
la función se lineal
pueden
objetivo de acoplar
del los costes
problema las𝑓𝑓𝑓𝑓(𝐶𝐶𝐶𝐶
de formulaciones
cada
𝑇𝑇𝑇𝑇 ): etapa del matemáticas de cada
proceso. Luego, etapaen
teniendo para construir
cuenta la función
la limitación
intrínseca
objetivo de los modelos
del problema ƒ(CT): utilizados, se pueden acoplar las formulaciones matemáticas de cada etapa para
construir la función objetivo del problema 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝐶𝐶𝐶𝐶+𝑇𝑇𝑇𝑇 ):
𝐶𝐶𝐶𝐶 = 𝐶𝐶𝐶𝐶 𝐶𝐶𝐶𝐶 + 𝐶𝐶𝐶𝐶 + 𝐶𝐶𝐶𝐶 + 𝐶𝐶𝐶𝐶 (4)
𝑇𝑇𝑇𝑇 𝐷𝐷𝐷𝐷 𝐵𝐵𝐵𝐵 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑂𝑂𝑂𝑂

Donde 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑇𝑇𝑇𝑇 es el coste total; 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐷𝐷𝐷𝐷 , 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐵𝐵𝐵𝐵 ,𝐶𝐶𝐶𝐶𝑇𝑇𝑇𝑇𝐶𝐶𝐶𝐶𝐿𝐿𝐿𝐿=y𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶


𝐷𝐷𝐷𝐷 +son 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐵𝐵𝐵𝐵 +los
𝐶𝐶𝐶𝐶𝐿𝐿𝐿𝐿 costes
+ 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 + de (4) (4)
𝐶𝐶𝐶𝐶𝑂𝑂𝑂𝑂 perforación, voladura, carga y conminución,
𝐶𝐶𝐶𝐶
respectivamente; el coste de conminución 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 es la suma de todas las etapas consideradas en el proceso; 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑂𝑂𝑂𝑂
Donde 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑇𝑇𝑇𝑇 es costes
serian otros el coste total;los
como , 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐵𝐵𝐵𝐵 , 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐿𝐿𝐿𝐿dey administración,
𝐶𝐶𝐶𝐶𝐷𝐷𝐷𝐷gastos 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 son los costes de perforación,
estructura, etc., novoladura, cargaeny el
consideradas conminución,
modelo. La
Donde CT es el coste
representación
respectivamente; total; CD,de
esquemática
el coste CB,conminución
del CL modelo
y CC sonde los costes
𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶optimización
es la suma de perforación,
es todas
de presentada lasvoladura, carga1.
y conminución,
en la consideradas
etapas Figura respectiva-
en el proceso; 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑂𝑂𝑂𝑂
mente; el coste de conminución C C es la suma de todas las etapas consideradas en el proceso; CO serian otros costes
serian otros costes como los gastos de administración, estructura, etc., no consideradas en el modelo. La
como los gastos deesquemática
representación administración, del estructura,
modelo de optimización etc., no consideradas es presentada en el en
modelo. La representación
la Figura 1. esquemática
del modelo de optimización es presentada en la Figura 1.

Figura 1: Concepto del modelo de optimización por voladuras de alta energía selectiva.

Dada que Figura


la estrategia 1: Concepto del modelo
del modelo de optimización
es la optimización poroperación
de la voladurasminera
de altaaenergía
través deselectiva.
las voladuras, las
variables de decisión son definidas como aquellas que caracterizan el diseño de la voladura, o sea: diámetro,
Dada que la espaciamiento,
piedra, estrategia del modelo es ladensidad
retacado, optimización de la operación
y energía minera a través
de los explosivos, etc. de las voladuras,
Como las variables
consecuencia, las
de decisión son definidas como aquellas que caracterizan el diseño de la voladura,
restricciones del modelo se definen en base a las relaciones mínimas y máximas entre los parámetros de o sea: diámetro, piedra, espa-
ciamiento, retacado, densidad y energía de
voladura, referenciadas a la dimensión de la piedra. los explosivos, etc. Como consecuencia, las restricciones del modelo se
definen en base a las relaciones mínimas y máximas entre los parámetros de voladura, referenciadas a la dimensión
de laSepiedra.
asume, además, que los parámetros de funcionamiento de las demás operaciones unitarias no se
modifican entre un escenario de voladura y otro. Las formulaciones matemáticas y las interfaces entre cada
Se asume,
una deademás,
las etapas quedeben
los parámetros de funcionamiento
ser definidas. de las
La solución del demás operaciones
problema, finalmente, es unitarias
obtenidano se modifican
a través de laentre
un escenario
aplicacióndedevoladura y otro.
un solver Las formulaciones matemáticas y las interfaces entre cada una de las etapas deben
no lineal
ser definidas. La solución del problema, finalmente, es obtenida a través de la aplicación de un solver no lineal
3.1 Modelo de Perforación y Voladura
3.1. El parámetro
MODELO DEque normalmente se
PERFORACIÓN utiliza para evaluar el desempeño de la perforación es la perforación
Y VOLADURA
específica,
El parámetro que (m/m3). Se trata
𝑆𝑆𝑆𝑆𝐷𝐷𝐷𝐷normalmente de la cantidad
se utiliza de metros
para evaluar perforado
el desempeño depor metro cubico
la perforación esde roca. Por otro
la perforación lado, la SD
específica,
(m/mvoladura
3 puede
). Se trata de la ser caracterizada
cantidad de metrospor el consumo
perforado especifico
por metro o energéticamente
cubico de roca. Por otro lado, a la
través de la
voladura energía
puede ser ca-
específica
racterizada por𝐸𝐸𝐸𝐸el𝐵𝐵𝐵𝐵 ,consumo
que vieneespecifico
definida por:
o energéticamente a través de la energía específica EB, que viene definida por:

𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 = 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 (5) (5)

Donde 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 es el consumo especifico de la voladura (kg/m3); y 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 es la energía efectiva (kwh/kg).

3.1.1 Modelo de Fragmentación por Voladura


En las últimas décadas, diversos modelos de predicción de la distribución granulométrica resultante de las
voladuras han sido propuestos, tales como el conocido Kuz-Ram (Cunningham, 2005) y más recientemente
www.congresomineriasevilla2018.org
o Xp-Frag (Sanchidrían y Ouchterlony, 2016). Por su sencillez y fácil parametrización, el modelo Kuz-Ram es
el elegido para acoplarse al modelo de optimización del presente trabajo.
El 3.1 Modelo
parámetro quede Perforaciónse
normalmente y Voladura
utiliza para evaluar el desempeño de la perforación es la perforación
El parámetro que
3 normalmente se utiliza para evaluar el desempeño de la perforación es la perforación
específica, 𝑆𝑆𝑆𝑆𝐷𝐷𝐷𝐷 (m/m ). Se trata de la cantidad de metros perforado por metro cubico de roca. Por otro lado, la
específica,
voladura puede 𝑆𝑆𝑆𝑆𝐷𝐷𝐷𝐷 (m/m 3
). Se trata depor
ser caracterizada la cantidad de metros
el consumo perforado
especifico por metro cubicoa de
o energéticamente roca.de
través Porlaotro lado, la
energía
voladura𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵puede
específica , que viene ser caracterizada
definida por: por el consumo especifico o energéticamente a través de la energía
específica 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 , que viene definida por:
𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 = 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 (5)
𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 = 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 (5)
Donde Pƒ es el consumo especifico de la voladura (kg/m3); y Q3e es la energía efectiva (kwh/kg).
Donde 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 es el consumo especifico de la voladura (kg/m ); y 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 es la energía efectiva (kwh/kg).
Donde 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 es el consumo especifico de la voladura (kg/m3); y 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑒𝑒𝑒𝑒 es la energía efectiva (kwh/kg).
3.1.1. MODELO DE FRAGMENTACIÓN POR VOLADURA
3.1.1 Modelo de Fragmentación por Voladura
En lasEnúltimas
3.1.1 décadas,
las últimas Modelo diversos modelos
de Fragmentación
décadas, diversos de por
modelos predicción
Voladura
de predicción de la distribución de la distribución granulométrica resultante
granulométrica de las voladuras
resultante de las
han sido propuestos,
En las últimas tales como
décadas, el conocido
diversos Kuz-Ram
modelos de (Cunningham,
predicción
voladuras han sido propuestos, tales como el conocido Kuz-Ram (Cunningham, 2005) y más recientemente de 2005)
la y más
distribución recientemente
granulométrica o Xp-Frag
resultante (Sanchi-
de las
drían o
y Ouchterlony,
voladuras han2016).
sido Por su
propuestos, sencillez
tales y fácil
como parametrización,
el conocido
Xp-Frag (Sanchidrían y Ouchterlony, 2016). Por su sencillez y fácil parametrización, el modelo Kuz-Ram es Kuz-Ram el modelo Kuz-Ram
(Cunningham, es el
2005)elegido
y más para acoplarse
recientemente
al modelo de optimización
o Xp-Frag
el elegido para del presente
(Sanchidrían
acoplarse aly modelo trabajo.
Ouchterlony, 2016). Por del
de optimización su sencillez
presenteytrabajo. fácil parametrización, el modelo Kuz-Ram es
el elegido para acoplarse al modelo de optimización del presente trabajo.
Básicamente,
Básicamente,el modelo Kuz-Ram
el modelo Kuz-Ram combina la predicción
combina la predicción del tamaño del tamaño promedio y el índex
promedio y el de uniformidad
índex de uniformidadcon la con
distri-
buciónlade probabilidad
Básicamente,
distribución acumulada
deel modelo Kuz-Ram
probabilidad de Rosin–Rammler,
acumuladacombina o Weibull, para
delaRosin–Rammler,
predicción del tamaño describir
o Weibull, la granulometría
promedio para ydescribir resultante
el índex de la vola-
de granulometría
la uniformidad con
la distribución
dura. Luego,
resultantela ecuación dedelprobabilidad
de la voladura. tamañoLuego, laacumulada
medio (ecuacióndel
ecuación dedetamañoRosin–Rammler,
de Kuznetzov) medio (ecuación es opresentada
Weibull, de de para
por describir es
Cunningham
Kuznetzov) la granulometría
(1987) como:
presentada
porresultante
Cunningham de la(1987)
voladura.
como: Luego, la ecuación del tamaño medio (ecuación de de Kuznetzov) es presentada
por Cunningham (1987) como:
115 19/30
𝑋𝑋𝑋𝑋50 = 𝐴𝐴𝐴𝐴 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 −4/5 𝑄𝑄𝑄𝑄1/6 � 115 � 19/30 (6) (6)
𝑋𝑋𝑋𝑋50 = 𝐴𝐴𝐴𝐴 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 −4/5 𝑄𝑄𝑄𝑄1/6𝑅𝑅𝑅𝑅𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � � (6)
𝑅𝑅𝑅𝑅𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
Donde 𝑋𝑋𝑋𝑋50 = tamaño medio (cm); 𝐴𝐴𝐴𝐴 = Factor de Roca; 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 = Consumo especifico (kg/m3); Q = Cantidad de
Donde
X50
Dondeexplosivo 𝑋𝑋𝑋𝑋50
= tamaño(kg);=RWS tamaño
medio medio
=(cm);
Energía A =(cm);
Factor
relativa 𝐴𝐴𝐴𝐴 de
=en Factor
masade
Roca; =Roca;
Sƒ(ANFO=100).
Consumo 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑓𝑓𝑓𝑓 = Consumo
especifico
Por otro lado, especifico
(kg/mel 3
Q (kg/m
); índex de);uniformidad
3
= CantidadQ =de Cantidad de de
explosivo
(kg); RWS explosivo
versión= Energía
de 1987 (kg);esRWSen
relativa = masa
Energía relativa en Por
(ANFO=100). masa otro (ANFO=100).
lado, el índexPor de otro
uniformidadlado, el de índex de uniformidad
versión de 1987 es de
versión de 1987 es
0.1
𝐵𝐵𝐵𝐵 1 + 𝑅𝑅𝑅𝑅 0.5 𝑊𝑊𝑊𝑊 𝑙𝑙𝑙𝑙 𝐿𝐿𝐿𝐿
𝑛𝑛𝑛𝑛 = �2.2 − 14 �𝐵𝐵𝐵𝐵� 1 +�𝑅𝑅𝑅𝑅 �1 0.5 − �𝑊𝑊𝑊𝑊� +𝑙𝑙𝑙𝑙 0.1� 0.1 𝐿𝐿𝐿𝐿 (7)
𝑛𝑛𝑛𝑛 = �2.2 − 14 � �𝐷𝐷𝐷𝐷 2 � �1 − � � + 0.1� 𝐵𝐵𝐵𝐵 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝐻𝐻𝐻𝐻 (7)(7)
𝐷𝐷𝐷𝐷 2 𝐵𝐵𝐵𝐵 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝐻𝐻𝐻𝐻
Donde 𝐵𝐵𝐵𝐵 = Piedra (m); 𝐷𝐷𝐷𝐷 = Diametro del barreno (mm); 𝑅𝑅𝑅𝑅 = Relación entre espaciamiento/Piedra; 𝐻𝐻𝐻𝐻 = Altura
de Donde
banco 𝐵𝐵𝐵𝐵(m);= Piedra (m); 𝐷𝐷𝐷𝐷 = Diametro
𝑊𝑊𝑊𝑊 = Desviación estándar delde barreno
la perforación (mm); 𝑅𝑅𝑅𝑅 = (m); Relación entre espaciamiento/Piedra;
𝐿𝐿𝐿𝐿 = Longitud de carga (m); 𝑛𝑛𝑛𝑛 = índice 𝐻𝐻𝐻𝐻 = Altura
de
Bde= Piedra
Dondeuniformidad.
banco(m); (m);D𝑊𝑊𝑊𝑊
= Diametro
= Desviación del barreno
estándar (mm);de la R =perforación
Relación entre 𝐿𝐿𝐿𝐿 = Longitud de cargaH(m);
(m); espaciamiento/Piedra; = Altura
𝑛𝑛𝑛𝑛 = de banco
índice de
(m); W =uniformidad.
Desviación estándar de la perforación (m); L = Longitud de carga (m); n = índice de uniformidad.

Por fin, la distribución granulométrica de la voladura es, entonces, obtenida al combinar las ecuaciones (6) y (7) con
la función deladistribución
Por fin, distribucióndegranulométrica
probabilidad acumulada de Rosin-Rammler:
de la voladura es, entonces, obtenida al combinar las ecuaciones (6) y
(7) con la función de distribución de probabilidad acumulada de Rosin-Rammler:
Por fin, la distribución granulométrica de la voladura es, entonces, obtenida al combinar las ecuaciones (6) y
(7) con la función de distribución de probabilidad acumulada de 𝑋𝑋𝑋𝑋 Rosin-Rammler:
𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑃𝑃𝑃𝑃 = 100 × �1 − exp �−0.693 � � 𝑛𝑛𝑛𝑛�� (8) (8)
𝑋𝑋𝑋𝑋50
𝑋𝑋𝑋𝑋
𝑃𝑃𝑃𝑃 = 100 × �1 − exp �−0.693 � � �� (8)
Donde 𝑋𝑋𝑋𝑋50 = tamaño medio; 𝑃𝑃𝑃𝑃 = porcentaje acumulada; 𝑋𝑋𝑋𝑋 =𝑋𝑋𝑋𝑋50 tamaño pasante en 𝑃𝑃𝑃𝑃.
Donde X50 = tamaño medio; P = porcentaje acumulada; X = tamaño pasante en P.
Donde 𝑋𝑋𝑋𝑋50 = tamaño medio; 𝑃𝑃𝑃𝑃 = porcentaje acumulada; 𝑋𝑋𝑋𝑋 = tamaño pasante en 𝑃𝑃𝑃𝑃.
3.2 Modelo de Carguío y Transporte
3.2. MODELO
La DE CARGUÍO Y TRANSPORTE
3.2operación
Modelounitaria de Carguío consecutivay Transporte a la voladura es normalmente el carguío y transporte. El desempeño del
La operación
carguío, unitaria
lo que consecutiva
La operación unitaria consecutiva aresultados
a corresponde a a la
los voladura la voladura es de normalmente
la voladura,
es normalmente eles carguío y transporte.
directamente
el carguío El desempeño
y influenciada
transporte. pordesempeño
El del carguío,
la distribución del
granulometría
a lo que corresponde y esponjamiento/forma
a los resultados de de
la la
voladura, pila de es escombro;
carguío, a lo que corresponde a los resultados de la voladura, es directamente influenciada por la distribución directamente así que propiedades
influenciada por relacionadas
la distribución al diseño
granulometría de
la voladura
y esponjamiento/forma pueden depresentar
la pila de fuertes
escombro; correlacionesasí que
granulometría y esponjamiento/forma de la pila de escombro; así que propiedades relacionadas al diseño de con
propiedadesla productividad relacionadas de la excavación.
al diseño de la voladura pueden
presentar fuertespueden
la voladura correlaciones
presentar confuertes
la productividad correlaciones de lacon excavación.
la productividad de la excavación.
En base a la información recolectada en previas operaciones mineras (Segarra et al, 2010), se ha establecido
un
En modelo
En base a la a
base laalternativo
información
información para
recolectada estimar
recolectada enelpreviasdesempeño
en previas operaciones del carguío
operaciones mineras en minas
mineras (Segarra metálicas.
(Segarra et et La productividad
al,al,2010),
2010), se
sehahaestablecidode las un
establecido
excavadoras
modelo alternativo es definida
para estimar como el una
desempeño función del
del tipo:
carguío
un modelo alternativo para estimar el desempeño del carguío en minas metálicas. La productividad de las en minas metálicas. La productividad de las excavadoras
es definida
excavadorascomo una función del
es definida como tipo: una función del tipo:
𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = 𝑉𝑉𝑉𝑉 𝛼𝛼𝛼𝛼1 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 𝛼𝛼𝛼𝛼2 𝐻𝐻𝐻𝐻𝛼𝛼𝛼𝛼3 𝐴𝐴𝐴𝐴′ 𝛼𝛼𝛼𝛼4 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 𝛼𝛼𝛼𝛼5 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) (9)
𝛼𝛼𝛼𝛼 𝛼𝛼𝛼𝛼
𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = 𝑉𝑉𝑉𝑉 𝛼𝛼𝛼𝛼1 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 𝛼𝛼𝛼𝛼2 𝐻𝐻𝐻𝐻𝛼𝛼𝛼𝛼3 𝐴𝐴𝐴𝐴′ 4 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 5 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) (9) (9)
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = productividad del carguío (m3/h); 𝐻𝐻𝐻𝐻 = altura del banco (m);𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 = capacidad del cazo (t); 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 =
energía
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄específica (kJ/m3); 𝐴𝐴𝐴𝐴′ = factor de (mroca, tal=como propuesto por(m);𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐
Segarra et al (2010); = parámetros
delα cazo
𝐿𝐿𝐿𝐿 = productividad del carguío /h); 𝐻𝐻𝐻𝐻 altura del banco = capacidad (t); 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 =
3
Dondede Qajuste
energía non-lineal;
L = productividad
específica del
𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥)
(kJ/m 3 = otros
carguío
); 𝐴𝐴𝐴𝐴′
= (mparámetros
3
factor/h); H
de = altura
roca, o factor
taldel como de
banco calibración/eficiencia.
propuesto (m); B C capacidad del cazo (t); EB energía específica
por Segarra et al (2010); α = parámetros
(kJ/mde3
Aˈ = factor
); ajuste de roca,𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥)
non-lineal; tal como= otrospropuestoparámetros poroSegarra factor deetcalibración/eficiencia.
al (2010); α = parámetros de ajuste non-lineal; ƒ(x) =
otrosUna consecuencia
parámetros o factor directa de una mayor (menor) productividad de la excavación en el transporte del material,
de calibración/eficiencia.
asumiendo
Una consecuencia que todos los demás
directa de unaparámetros mayor (menor) se mantienen
productividad constantes, tales como
de la excavación en elhabilidad y eficiencia
transporte del material, del
Una operador
consecuencia del camión,
directa distancias
de una mayor de los viajes,
(menor) entre
productividad
asumiendo que todos los demás parámetros se mantienen constantes, tales como habilidad y eficiencia del otros, es de quela el camión
excavación necesitaría
en el estar
transporte en
del posición
material, deasu-
carga
miendo por un menor
los (mayor)
demás cantidad
parámetros se de tiempo.
operador del camión, distancias de los viajes, entre otros, es que el camión necesitaría estar en posición dedel
que todos mantienen constantes, tales como habilidad y eficiencia del operador
carga por un menor (mayor) cantidad de tiempo.
3.3 Modelo del Proceso de Conminución
Dada
3.3 una Modelo configuración
del Proceso o circuito de conminución, se hace necesario el desarrollo de modelos predictivos de
de Conminución
cada una de las etapas del
Dada una configuración o circuito de conminución, proceso. Sin embargo, sees hace fundamental necesario la identificación
el desarrollo de los parámetros
de modelos predictivos de de
interfaz o interdependencia entre una operación
cada una de las etapas del proceso. Sin embargo, es fundamental la identificación de los parámetros y otra, de forma que un cambio ocurrido en un proceso de

XIV
anterior
interfaz o pueda reflejar una consecuencia
interdependencia entre una operación en el proceso y otra, de posterior. Congreso
forma En un
que general, se ocurrido
Internacional
cambio necesitan ende un modelos
de Energía
proceso
calibrables para la capacidad y el consumo energético para llevar a cabo el proceso de mejoras. Asímodelos
que se
anterior pueda reflejar una consecuencia en el proceso posterior.
presentan modelos simplificados para el machaqueo, molienda
y Recursos
SAG
En general,
y de
Minerales
bolas
se necesitan de
utilizados en el presente
calibrables para la capacidad y el consumo energético para llevar a cabo el proceso de mejoras. Así que se
excavadoras es definida como una función del tipo:
𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = 𝑉𝑉𝑉𝑉 𝛼𝛼𝛼𝛼3 1 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 𝛼𝛼𝛼𝛼2 𝐻𝐻𝐻𝐻𝛼𝛼𝛼𝛼3 𝐴𝐴𝐴𝐴′ 𝛼𝛼𝛼𝛼4 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 𝛼𝛼𝛼𝛼5 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) (9)
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = productividad del carguío (m /h); 𝐻𝐻𝐻𝐻 = altura del banco (m);𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 = capacidad del cazo (t); 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 =
energía específica (kJ/m3); 𝐴𝐴𝐴𝐴′ = factor 𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿 = de𝑉𝑉𝑉𝑉roca,𝛼𝛼𝛼𝛼1 𝛼𝛼𝛼𝛼tal
3 𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐻𝐻𝐻𝐻 𝐴𝐴𝐴𝐴
2 como 𝛼𝛼𝛼𝛼3 ′ 𝛼𝛼𝛼𝛼4propuesto 5 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) por Segarra et al (2010); α = parámetros
𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 𝛼𝛼𝛼𝛼del (9)
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄 𝐿𝐿𝐿𝐿 = productividad
de ajuste non-lineal; 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) 3= otros del carguío
parámetros (m /h); o 𝐻𝐻𝐻𝐻
factor = altura
de calibración/eficiencia.banco (m);𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 = capacidad del cazo (t); 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 =
energía específica (kJ/m ); 𝐴𝐴𝐴𝐴 = factor de roca, tal como propuesto por Segarra et al (2010); α = parámetros

Donde
de
Una ajuste
consecuencia = productividad
𝑄𝑄𝑄𝑄𝐿𝐿𝐿𝐿non-lineal; 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) de
directa del
= otros
una carguío
parámetros
mayor (m3/h);
(menor) o factor 𝐻𝐻𝐻𝐻 = altura
productividad delde
de calibración/eficiencia. banco la excavación(m);𝐵𝐵𝐵𝐵𝑐𝑐𝑐𝑐 = en capacidad del cazo
el transporte (t); 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐵𝐵𝐵𝐵 =
del material,
energía específica (kJ/m 3
); 𝐴𝐴𝐴𝐴′
= factor de
asumiendo que todos los demás parámetros se mantienen constantes, tales como habilidad y eficiencia del roca, tal como propuesto por Segarra et al (2010); α = parámetros
de ajuste
Una
operador consecuencia
del non-lineal;
camión, 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑥𝑥𝑥𝑥) =
directa
distancias deotros una de parámetros
mayor
los viajes, (menor) o factor
entre productividad
otros, de calibración/eficiencia.
es que deellacamión excavación necesitaría en el transporte
estar del material,
en posición de
camión, distancias
asumiendo de los viajes, entre otros, es que el camión necesitaría estar en posición de carga por un menor
carga por unque menor todos (mayor) los demás cantidad parámetros
de tiempo. se mantienen constantes, tales como habilidad y eficiencia del
(mayor) Unacantidad
operador consecuencia del decamión,
tiempo. directa distanciasde unademayor los viajes, (menor) entre productividad
otros, es que de el la camión
excavación necesitaría en el transporte
estar en del material,
posición de
asumiendo
carga por un que
menor
3.3 Modelo del Proceso de Conminución todos (mayor) los demáscantidad parámetros de tiempo. se mantienen constantes, tales como habilidad y eficiencia del
3.3. MODELO
operador DEL PROCESO
del camión, DE CONMINUCIÓN
distancias de conminución,
los viajes, entre
Dada una configuración o circuito de se otros, hace necesario es que el el camióndesarrollo necesitaría de modelosestar predictivos
en posiciónde de
Dadacadauna
carga
3.3 configuración
por
Modelo un menor
del o circuito
(mayor)
Proceso de conminución,
cantidad
de Conminución de tiempo.
una de las etapas del proceso. Sin embargo, es fundamental la identificación de los parámetros de se hace necesario el desarrollo de modelos predictivos de cada
una de las etapas
Dada
interfaz una del proceso.oSin
configuración
o interdependencia embargo,
circuito
entre de
unaconminución, es fundamental
operación y se otra, hace la de identificación
necesario
forma que elde los
desarrollo
un cambio parámetros de de en
modelos
ocurrido interfaz o interde-
predictivos
un proceso de
3.3
pendencia
cada Modelo
entre
una una
de lasdel
operación Proceso
etapas y
delotra,de Conminución
de
proceso. forma Sin
anterior pueda reflejar una consecuencia en el proceso posterior. En general, se necesitan de modelosque embargo, un cambio es ocurrido
fundamental en un laproceso
identificación anterior pueda
de los reflejar
parámetros una con-
de
Dadaenuna
secuencia
interfaz
calibrables el
o proceso configuración
interdependencia
para posterior.
la capacidad o circuito
En
entre de
y elgeneral,
una
consumo conminución,seenergético
operación necesitan yseotra, hace
de modelos
para necesario
dellevar forma acalibrables
que
cabo el desarrollo
un cambio
el proceso parade lademodelos
capacidad
ocurrido enpredictivos
mejoras. yunel proceso
Así consumo
que se de
cada
anterior
energético
presentan una
parapueda de
modelos las
llevar reflejar
a caboetapas eluna
simplificados del
proceso proceso.
consecuencia
de mejoras.
para Sin
el machaqueo, embargo,
en Así el proceso que se es moliendafundamental
posterior.
presentan SAG En
modelos la
y de identificación
general, simplificados
bolas de los
se necesitan
utilizados para parámetros
de
en elel modelos
machaqueo,
presente de
moliendainterfaz
trabajo.SAG oy de
calibrables interdependencia
parabolas utilizadosentre
la capacidad una
y elelconsumo
en presente operación energético
trabajo. y otra, para dellevar formaa que caboun cambio ocurrido
el proceso de mejoras.en un Asíproceso
que se
anterior pueda
presentan modelos reflejar simplificadosuna consecuencia para el machaqueo, en el proceso molienda posterior. SAGEny de general, bolas se necesitan
utilizados en de modelos
el presente
calibrables
trabajo.
3.3.1.3.3.1
ESTIMACIÓN Estimación paraDE la capacidad
LA
de la ENERGÍA
Energía y el consumo energético para llevar a cabo el proceso de mejoras. Así que se
presentan
La tercera teoríateoría
La tercera modelos
de la conminución simplificados
de la conminución de Bond para
de(1952) Bondel machaqueo, permitepermite
(1952) estimar molienda el consumo
estimar SAG y de
el consumo deenergía bolas de utilizados
necesario
energía en
parael recudir
necesario presente
paralos
trabajo.
3.3.1
fragmentos
recudirdesde Estimación
los fragmentos el 80% pasante de la
desde el Energía
de80% la alimentación
pasante de al la 80% alimentación pasante al del80% producto. pasante Esta delecuación
producto.esEsta definida como:
ecuación
Ladefinida
es tercera como: teoría de la conminución de Bond (1952) permite estimar el consumo de energía necesario para
3.3.1 los
recudir Estimaciónfragmentos dedesde la Energía el 80% pasante de la alimentación al 80% pasante del producto. Esta ecuación
La tercera
es definida como: teoría de la conminución de Bond (1952) 1 permite 1 estimar el consumo de energía necesario para
recudir los fragmentos desde el 80% 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑐𝑐𝑐𝑐pasante
= 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊de � la alimentación − � al 80% pasante del producto. Esta (10)
(10)ecuación
�𝑃𝑃𝑃𝑃180 �𝐹𝐹𝐹𝐹180
es definida como: 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑐𝑐𝑐𝑐 = 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � − � (10)
Donde 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑐𝑐𝑐𝑐 es la energía consumida (kwh/ton); 𝑃𝑃𝑃𝑃80 y�𝐹𝐹𝐹𝐹𝑃𝑃𝑃𝑃80 80 son �𝐹𝐹𝐹𝐹 los 80 tamaños pasantes en 80% para el producto y
Donde WC es la energía
alimentación, consumida (kwh/ton);
respectivamente. El work P80 y 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 F80 asume son1 los el tamaños 1 pasantes en 80% para el producto y alimen-
𝑊𝑊𝑊𝑊𝑐𝑐𝑐𝑐index
= 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � − valor � estimado en la ecuación (1). Finalmente, (10) la
tación,Donde
respectivamente.
energía total𝑊𝑊𝑊𝑊 𝑐𝑐𝑐𝑐 es la energía El work consumida
index
consumida en el circuito de conminución Wi(kwh/ton);
asume el 𝑃𝑃𝑃𝑃 valor
80 �𝑃𝑃𝑃𝑃80 y 𝐹𝐹𝐹𝐹
80estimadoson
𝐸𝐸𝐸𝐸𝑐𝑐𝑐𝑐 es los
�𝐹𝐹𝐹𝐹definida
80
tamaños
en lacomo:ecuación pasantes (1). en 80% para la
Finalmente, el energía
productototal y
alimentación,
consumida en el circuito respectivamente.
de conminución El work
EC esindex definida 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 como: asume el valor estimado en la ecuación (1). Finalmente, la
Donde 𝑊𝑊𝑊𝑊
energía total𝑐𝑐𝑐𝑐 es consumida
la energía consumida en el circuito (kwh/ton);de conminución 𝑃𝑃𝑃𝑃80 y 𝐹𝐹𝐹𝐹80𝐸𝐸𝐸𝐸son 𝑐𝑐𝑐𝑐 es los tamaños
definida como: pasantes en 80% para el producto y
alimentación, respectivamente. El work 𝐸𝐸𝐸𝐸𝑐𝑐𝑐𝑐 =index 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶1 +𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶2asume + ⋯ + el 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛valor estimado en la ecuación (1). Finalmente, (11) la
energía total consumida en el circuito de conminución 𝐸𝐸𝐸𝐸𝑐𝑐𝑐𝑐 es definida como: (11)(11)
𝐸𝐸𝐸𝐸𝑐𝑐𝑐𝑐 = 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶1 + 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶2 + ⋯ + 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛
Donde 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶1 … 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛 son las energías consumidas en cada una de las etapas del circuito.
𝐸𝐸𝐸𝐸𝑐𝑐𝑐𝑐 = 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶1 + 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶2 + ⋯ + 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛 (11)
Donde Modelo
3.3.2 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶1 … 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛de son las energías consumidas
Machacadora en cada una de las etapas del circuito.
Donde EC1... ECn son las energías consumidas en cada una de las etapas del circuito.
La capacidad máxima de la machacadora 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐1 (t/h) puede ser estimada a través del modelo propuesto por
Donde
3.3.2
Rose 𝐸𝐸𝐸𝐸Modelo
y English𝐶𝐶𝐶𝐶1 … 𝐸𝐸𝐸𝐸𝐶𝐶𝐶𝐶𝑛𝑛𝑛𝑛 de
(1967): sonMachacadora
las energías consumidas en cada una de las etapas del circuito.
3.3.2. La
MODELO
capacidad DE máxima
MACHACADORA de la machacadora 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐1 (t/h) puede ser estimada a través del modelo propuesto por
3.3.2 y English
La capacidad
Rose Modelo(1967):
máxima de delaMachacadora
machacadora (t/h) puede ser estimada 𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 0,5 a través del modelo propuesto por Rose y English
(1967):La capacidad máxima 𝑄𝑄𝑄𝑄 = 2820𝑣𝑣𝑣𝑣�𝐿𝐿𝐿𝐿
𝑐𝑐𝑐𝑐1 de la machacadora 𝑊𝑊𝑊𝑊(2𝐿𝐿𝐿𝐿 +
𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐1 (t/h) 𝐿𝐿𝐿𝐿 )
𝑇𝑇𝑇𝑇 puede �
� 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑃𝑃𝑃𝑃𝐾𝐾𝐾𝐾 )𝑓𝑓𝑓𝑓(𝛽𝛽𝛽𝛽)𝑆𝑆𝑆𝑆 (12)
𝑇𝑇𝑇𝑇 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 − 1 0,5estimada ser a través
𝐶𝐶𝐶𝐶 del modelo propuesto por
Rose y English (1967): 𝑅𝑅𝑅𝑅 𝐶𝐶𝐶𝐶
𝑄𝑄𝑄𝑄 = 2820𝑣𝑣𝑣𝑣�𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 𝑊𝑊𝑊𝑊(2𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛 + 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 ) � � 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑃𝑃𝑃𝑃𝐾𝐾𝐾𝐾 )𝑓𝑓𝑓𝑓(𝛽𝛽𝛽𝛽)𝑆𝑆𝑆𝑆𝐶𝐶𝐶𝐶 (12)
Donde 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 = ancho del 𝑐𝑐𝑐𝑐1 paso; 𝑊𝑊𝑊𝑊 = ancho de las placas𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶de − las 1 0,5 mandíbulas; 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛 = posición cerrada (closed
𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶
𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐1paso;
= 2820𝑣𝑣𝑣𝑣�𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 𝑊𝑊𝑊𝑊(2𝐿𝐿𝐿𝐿 + placas 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 ) � de las � 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑓𝑓𝑓𝑓(𝑃𝑃𝑃𝑃𝐾𝐾𝐾𝐾 )𝑓𝑓𝑓𝑓(𝛽𝛽𝛽𝛽)𝑆𝑆𝑆𝑆 (12)(12)
Donde 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 = ancho del 𝑊𝑊𝑊𝑊 = ancho de las
𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 − 1 mandíbulas; 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚
𝐶𝐶𝐶𝐶
𝑛𝑛𝑛𝑛 = posición cerrada (closed

Donde 𝐿𝐿𝐿𝐿 𝑇𝑇𝑇𝑇 = ancho del paso; 𝑊𝑊𝑊𝑊 = ancho de las placas de las mandíbulas; 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛 = posición cerrada (closed
Donde LT = ancho del paso; W ancho de las placas de las mandíbulas; Lmin = posición cerrada (closed set); RC = ratio de
reducción del equipo; PK = parámetro dependiente de la fragmentación de alimentación; β = parámetro dependiente
del X50 y ; Lmin = PS densidad del material; SC = factor de calibración; v = es la relación entre la velocidad de rotación
actual y rotación critica.

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set); 𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 = ratio de reducción del equipo; 𝑃𝑃𝑃𝑃𝐾𝐾𝐾𝐾 parámetro dependiente de la fragmentación de
alimentación; 𝛽𝛽𝛽𝛽 =parámetro dependiente del X50 y 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛 ; 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 = densidad del material; 𝑆𝑆𝑆𝑆𝐶𝐶𝐶𝐶 = factor de
set); 𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 =𝑣𝑣𝑣𝑣 =es
calibración; ratiola relación de reducción entre la del velocidad equipo; de rotación 𝑃𝑃𝑃𝑃𝐾𝐾𝐾𝐾 parámetro actual y rotación dependiente critica.de la fragmentación de
alimentación; 𝛽𝛽𝛽𝛽 =parámetro dependiente del X50 y 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛 ; 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 = densidad del material; 𝑆𝑆𝑆𝑆𝐶𝐶𝐶𝐶 = factor de
3.3.3. MODELO set);
calibración; 𝑅𝑅𝑅𝑅𝐶𝐶𝐶𝐶 DE MOLINOS
= 𝑣𝑣𝑣𝑣ratio=es Molinos laderelación SAGentre la
reducción del equipo;de𝑃𝑃𝑃𝑃rotación
velocidad 𝐾𝐾𝐾𝐾 parámetro actual ydependiente rotación critica. de la fragmentación de
3.3.3
La capacidad alimentación; Modelo
de los molinos𝛽𝛽𝛽𝛽de=parámetro SAG es SAG estimada en base
dependiente del X50 al modelo y 𝐿𝐿𝐿𝐿𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑛𝑛𝑛𝑛propuesto
; 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑠𝑠𝑠𝑠 = densidad por Austin del(Gupta material; y Yan, 𝑆𝑆𝑆𝑆𝐶𝐶𝐶𝐶2016)
= factor parade el
cálculoLade capacidad
la potencia
calibración;
3.3.3 Modelo
deconsumida
𝑣𝑣𝑣𝑣 =es
los molinospartida
de laMolinos
relación SAG
SAG es
entrepor
estimada
la energía
la velocidad
en por base
de rotación
al modelo
tonelada actual definida propuesto
y rotación por lapor Austin (Gupta
ecuación
critica. (10). Luego, y Yan,tenemos2016)
que: para La capacidad
el cálculo de la potencia consumida partida por la energía por tonelada definida por la ecuación (10).
Luego, tenemosde que: los molinos SAG es estimada en base al modelo propuesto por Austin (Gupta y Yan, 2016)
3.3.3
para el cálculo Modelode delaMolinos
potenciaSAG consumida partida por la energía por tonelada definida por la ecuación (10).
La
Luego, capacidad tenemos de que: los molinos SAG es estimada en base 𝐿𝐿𝐿𝐿 al modelo0.1 propuesto por Austin (Gupta y Yan, 2016)
� � 𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �1 − 9−10𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �
para el cálculo de la potencia 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐2 = 10.6𝐷𝐷𝐷𝐷 consumida 3,5 (1 partida
− 𝐴𝐴𝐴𝐴𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶 )𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐 por 𝐷𝐷𝐷𝐷 la energía 2 por tonelada definida por la ecuación (10).
Luego, tenemos que: 𝐿𝐿𝐿𝐿 0.1 (13)(13)
� � 𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �11 − 9−10𝜑𝜑𝜑𝜑 1 𝑐𝑐𝑐𝑐 �
𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐2 = 10.6𝐷𝐷𝐷𝐷 3,5 (1 𝐶𝐶𝐶𝐶
− 𝐴𝐴𝐴𝐴𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶 )𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐹𝐹𝐹𝐹 𝐷𝐷𝐷𝐷
10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � −2 �
𝐿𝐿𝐿𝐿 �𝑃𝑃𝑃𝑃80 1 � 0.1 𝐹𝐹𝐹𝐹80
1 (13)
3,5 (1 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐹𝐹𝐹𝐹�10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
𝐷𝐷𝐷𝐷
� 𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 � �1 −
2 − 𝑐𝑐𝑐𝑐 ��
9−10𝜑𝜑𝜑𝜑
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄 es la capacidad𝑄𝑄𝑄𝑄del 𝑐𝑐𝑐𝑐2 = molino 10.6𝐷𝐷𝐷𝐷SAG (t/h); − 𝐴𝐴𝐴𝐴𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶𝐷𝐷𝐷𝐷, )𝜌𝜌𝜌𝜌𝐿𝐿𝐿𝐿
𝑐𝑐𝑐𝑐 diámetro � interno
𝑃𝑃𝑃𝑃80 �y𝐹𝐹𝐹𝐹longitud del molino; 𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 relación entre
Donde QC2 es la𝑐𝑐𝑐𝑐2capacidad del molino SAG (t/h); diámetro interno y longitud 1 del 80
1 molino; ϕC relación entre la(13)
velocidad
la velocidad actual y critica de rotación del molino; 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐹𝐹𝐹𝐹coeficiente 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � de−calibración; � 𝐴𝐴𝐴𝐴 constante con valor 1.03;
actual y Donde critica de 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐2rotación
es volumen
la capacidaddel molino; Cmolino
delporciónF coeficiente SAG de (t/h); calibración; diámetro A constante
�𝑃𝑃𝑃𝑃interno con
�𝐹𝐹𝐹𝐹y80 valor 1.03;
longitud JC fracción del volumen
𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶 fracción del de la cilíndrica del𝐷𝐷𝐷𝐷, 𝐿𝐿𝐿𝐿molino relleno 80 con la carga del (roca molino;y bolas).𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 relación
Austinentreha
de la porción la cilíndrica
velocidad actual del molinoy critica rellenode con la del
rotación carga molino; (roca𝐶𝐶𝐶𝐶y𝐹𝐹𝐹𝐹 bolas). coeficiente Austin de ha propuesto 𝐴𝐴𝐴𝐴laconstante
calibración; siguiente expresión con para
valor 1.03;
propuesto la siguiente expresión para el cálculo de 𝜌𝜌𝜌𝜌
el cálculo 𝐽𝐽𝐽𝐽Donde
𝐶𝐶𝐶𝐶 de PC𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐2 es
fracción dellavolumen capacidad dedel la molinoporciónSAG (t/h); 𝐷𝐷𝐷𝐷,
cilíndrica del 𝐿𝐿𝐿𝐿 diámetro
𝑐𝑐𝑐𝑐
molino relleno internocon y longitud
la carga del(rocamolino; 𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 relación
y bolas). Austin entre
ha
la velocidad
propuesto la actual
siguiente y critica
expresión de rotación para eldel 𝜌𝜌𝜌𝜌molino;
cálculo 𝑅𝑅𝑅𝑅 de 𝐶𝐶𝐶𝐶
𝜌𝜌𝜌𝜌 𝐹𝐹𝐹𝐹
𝑐𝑐𝑐𝑐
coeficiente 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅
de calibración; 𝐴𝐴𝐴𝐴 constante con valor 1.03;
𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶 fracción del volumen de la = (1 − 𝜑𝜑𝜑𝜑)
𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐 porción � � 𝐽𝐽𝐽𝐽𝐶𝐶𝐶𝐶 +
cilíndrica del0,6𝐽𝐽𝐽𝐽 𝐵𝐵𝐵𝐵 �𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 −
molino relleno � (14)
𝑀𝑀𝑀𝑀𝑅𝑅𝑅𝑅𝜌𝜌𝜌𝜌 𝑀𝑀𝑀𝑀𝑅𝑅𝑅𝑅𝜌𝜌𝜌𝜌 con la carga (roca y bolas). Austin ha
propuesto la siguiente expresión 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐 para
= (1 − el 𝜑𝜑𝜑𝜑)
cálculo� �de
𝑅𝑅𝑅𝑅 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐0,6𝐽𝐽𝐽𝐽 �𝜌𝜌𝜌𝜌 − 𝑅𝑅𝑅𝑅
𝐽𝐽𝐽𝐽 + � (14)
(14)
Donde 𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵 fracción del volumen de la porción cilíndrica 𝑀𝑀𝑀𝑀𝑅𝑅𝑅𝑅 𝐶𝐶𝐶𝐶 del 𝐵𝐵𝐵𝐵molino 𝑏𝑏𝑏𝑏
𝑀𝑀𝑀𝑀
relleno con bolas; 𝑀𝑀𝑀𝑀𝑅𝑅𝑅𝑅 fracción de la masa
𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅𝑅𝑅𝑅𝑅
de roca de la masa total; 𝜑𝜑𝜑𝜑 porosidad 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑐𝑐𝑐𝑐 = (1del bed;
− 𝜑𝜑𝜑𝜑) � 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅�,𝐽𝐽𝐽𝐽𝜌𝜌𝜌𝜌𝐶𝐶𝐶𝐶𝑏𝑏𝑏𝑏+densidad 0,6𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵 �𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 de − la �roca y bolas, respectivamente. (14)El work
index Donde 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 𝐵𝐵𝐵𝐵 fracción
𝐽𝐽𝐽𝐽asume el del volumen
valor estimado de en lalaporción
ecuación
𝑀𝑀𝑀𝑀cilíndrica
𝑅𝑅𝑅𝑅 (1). del molino𝑀𝑀𝑀𝑀relleno 𝑅𝑅𝑅𝑅 con bolas; 𝑀𝑀𝑀𝑀𝑅𝑅𝑅𝑅 fracción de la masa
Donde Jde B fracción roca dedel la volumen
masa total; de la 𝜑𝜑𝜑𝜑 porción
porosidad cilíndrica
del bed; del𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅molino
, 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 densidad relleno de conlabolas; roca yMbolas,
R fracción de la masa de roca
respectivamente. El work de
la masaindex Dondetotal; 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
ϕ𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵porosidad
fracción
asume del
del bed;
volumen P , Pde densidad
la porción de la
cilíndrica roca y
del bolas, molino respectivamente.
relleno con bolas; El work
𝑀𝑀𝑀𝑀 index
fracción Wi de asume
la masa el
deelMolinovalor estimado de Bola en la ecuación (1).
R B 𝑅𝑅𝑅𝑅
3.3.4 de rocaModelo delalaecuación masa total;
valor estimado en (1).𝜑𝜑𝜑𝜑 porosidad del bed; 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑅𝑅𝑅𝑅 , 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 densidad de la roca y bolas, respectivamente. El work
Dependiendo del tamaño del molino, Austin et al (1984) proponen utilizar ecuaciones ligeramente distintas
index 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊Modelo
3.3.4 asume el valor estimado en la ecuación (1).
para la estimaciónde deMolino
la capacidad de Bola del molino de bolas:
3.3.4. MODELO Dependiendo DE MOLINO del tamaño DEdel BOLA molino, Austin et al (1984) proponen utilizar ecuaciones ligeramente distintas
Dependiendo 3.3.4 ladel
para Modelotamañodedel
estimación Molino
de molino,
la capacidad deAustin Boladeletmolino al (1984) de proponen utilizar 2 ecuaciones 0.1 ligeramente distintas para la
𝐿𝐿𝐿𝐿 bolas: (𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵 − 0.937𝐽𝐽𝐽𝐽 𝐵𝐵𝐵𝐵 )𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �1 − 29−10𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �
estimación Dependiendo de la capacidad 𝑄𝑄𝑄𝑄del tamaño
𝑐𝑐𝑐𝑐3 = �6.13del molino del molino,
(𝐷𝐷𝐷𝐷<3.81)de bolas:
𝑜𝑜𝑜𝑜 8.01 Austin et al (1984) proponen utilizar ecuaciones
(𝐷𝐷𝐷𝐷>3.81) � � � 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 0.1 ligeramente distintas
𝐷𝐷𝐷𝐷 𝐿𝐿𝐿𝐿bolas:(𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵 − 0.937𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵2 )𝜑𝜑𝜑𝜑 1 𝑐𝑐𝑐𝑐 �1 −1 9−10𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 � (15)
para la estimación de la capacidad del molino de 𝐶𝐶𝐶𝐶 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � − 2 �
𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐3 = �6.13(𝐷𝐷𝐷𝐷<3.81) 𝑜𝑜𝑜𝑜 8.01(𝐷𝐷𝐷𝐷>3.81) � � � 𝜌𝜌𝜌𝜌𝑏𝑏𝑏𝑏 𝐹𝐹𝐹𝐹
� 𝑃𝑃𝑃𝑃 1 �𝐹𝐹𝐹𝐹80 (15)
𝐷𝐷𝐷𝐷 (𝐽𝐽𝐽𝐽𝐵𝐵𝐵𝐵 − 2 80 1 0.1 �
𝐿𝐿𝐿𝐿 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐹𝐹𝐹𝐹0.937𝐽𝐽𝐽𝐽
10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � 𝐵𝐵𝐵𝐵 )𝜑𝜑𝜑𝜑𝑐𝑐𝑐𝑐 �1−− 29−10𝜑𝜑𝜑𝜑 � 𝑐𝑐𝑐𝑐
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐3 es la 𝑄𝑄𝑄𝑄 capacidad
𝑐𝑐𝑐𝑐3 = �6.13del molino de (𝐷𝐷𝐷𝐷>3.81)
𝑜𝑜𝑜𝑜 8.01 bolas (t/h). � � �Los 𝜌𝜌𝜌𝜌 demás parámetros �𝑃𝑃𝑃𝑃80 son �𝐹𝐹𝐹𝐹80los mismos definidos para el
(𝐷𝐷𝐷𝐷<3.81)
𝐷𝐷𝐷𝐷 𝑏𝑏𝑏𝑏 en la ecuación 1(1). 1 (15)
(15)
molido SAG. El work index 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 asume el valor estimado 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐹𝐹𝐹𝐹 10𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 � − son�los mismos definidos para el
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐3 es la capacidad del molino de bolas (t/h). Los demás parámetros
�𝑃𝑃𝑃𝑃80 �𝐹𝐹𝐹𝐹80
molido SAG.
4. CASO DE ESTUDIO – EJEMPLO DE APLICACIÓN El work index 𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊 asume el valor estimado en la ecuación (1).
Donde 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐3 es la capacidad del molino de bolas (t/h). Los demás parámetros son los mismos definidos para el
El
Donde Q4. modelo
esCASO laSAG. de optimización
capacidad delindex
molino propuesto de bolas se(t/h).
puede Los aplicar
demásaen distintas configuraciones
parámetros son(1). los mismos mineras.
definidos Enpara el presente
el molido
molido
C3
DE El ESTUDIO
work –𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊𝑊
EJEMPLO asume elDE valor APLICACIÓN estimado la ecuación
trabajo,
SAG. ElEl work se
index aplica asume la metodología
el valor estimado a un proceso
en la ecuación minero simplificado
(1). de extracción de oro con una producción
de 7,0M modelo ton de de mineraloptimización por año, propuesto
en el cual seincluye
puede operaciones aplicar a distintas unitarias configuraciones
tales como la perforación mineras. Eny el presente
voladura,
4. CASO
trabajo, se DE ESTUDIO
aplica la metodología – EJEMPLO a un DE APLICACIÓN
proceso minero simplificado de extracción de oro con una producción
4. CASOcarguío y transporte, y su posterior conminución, en un circuito que contempla una machacadora primaria,
El DE
de modelo
7,0M ESTUDIO tonde de – EJEMPLO
optimización
mineral por año, propuestoDE en APLICACIÓN
se puede
el cual incluyeaplicar operaciones a distintas unitarias configuraciones como lamineras.
tales conceptual. perforación En el presente
y voladura,
molino
El modelo SAG
de optimización y molino de bolas. La Figura 2 representa este proceso de forma Etapas referentes
trabajo,
carguío se
y aplica la propuesto
transporte, metodología
y su posterior se apuede un aplicarminero
proceso
conminución, a distintas
en un simplificado
circuitoconfiguraciones que decontempla mineras.
extracción de oro
una En el
con
machacadora presente
una producción trabajo,
primaria,
a los
se aplica ciclones y machacadoras pebbler, además de de las etapas de referentes a laproducción
concentración no están
dela7,0M
molino metodología
SAG ton de y molino a unde
mineral proceso
por bolas. año,minero La en Figura
el cualsimplificado
2incluye
representa operaciones extracción
este proceso unitarias oro
de con una
tales
forma como
conceptual. la perforación Etapasde 7,0M ton de
yreferentes
voladura,
consideradas en el proceso.
mineral a carguío
por losaño, ciclones yen transporte,
el cual y su posterior
incluye
y machacadoras operaciones conminución,
pebbler, unitarias
además endeun
tales como
las circuito etapas quereferentes
la perforación contempla a una
y voladura, machacadora
carguío y transporte,
la concentración primaria,
no están
y su posterior molinoconminución,
consideradas SAG y en molino el endeunbolas.
proceso. circuito Laque Figura 2 representa
contempla una machacadora este procesoprimaria, de formamolino conceptual. SAG yEtapas molinoreferentes de bolas.
Recientemente, la nueva gerencia ha lanzado un proyecto para optimizar los costes de la mina, donde una
La Figura a 2 losrepresenta
ciclones este y machacadoras
proceso de forma pebbler, conceptual.ademásEtapas de lasreferentes etapas referentes a los ciclones a la yconcentración
machacadorasno están
pebbler,
de las líneas de acción trata de estudiar el posible impacto de voladuras de alta energía selectiva. Como
además consideradas
de las
Recientemente, etapas en la el nueva
referentes proceso. a la
gerencia concentración ha lanzado no unestán proyecto consideradas para optimizar en el proceso.
los costes de la mina, donde una
consecuencia, se ha llevado a cabo una auditoria de los procesos actuales, caracterizando la situación actual
de las líneas de acción trata de
de la operación, así como las características generales del proceso considerado, como las dimensiones de estudiar el posible impacto de voladuras de alta energía selectiva. Como
Recientemente,
consecuencia, selaha nueva
llevado gerenciaa cabo ha lanzado unde proyecto para optimizar los costes de ladonde lamina, donde una
Recientemente,
los equiposlautilizados. nueva gerencia
El resultado ha lanzado deuna auditoria
un
la auditoria proyecto es presentado los procesos
para optimizar enactuales, lalos costes
Tabla caracterizando
1. de la mina, situación una actual
de las
de las líneas de acción trata de estudiar
líneas de acción trata de estudiar el posible impacto de voladuras de alta energía selectiva. Como consecuencia, de
la operación, así como las características el posible
generales impacto del de
proceso voladuras considerado,de alta energía
como las selectiva.
dimensiones Como se
consecuencia, se ha llevado a procesos
cabode una auditoria de los procesosla actuales, Tablacaracterizando la situación así actual
Lalosvoladura
ha llevado aequipos
cabo una utilizados.
actual auditoria paraElde elresultado
los
mineral está laactuales,
auditoria
diseñadacaracterizando es para presentado un consumo en la especifico
situación 1. dede0,70
actual la operación,
kg/m3, donde como
la
de la operación,
las características generales así como
del proceso las características generales las del proceso considerado, como las dimensiones de
fragmentación P80 promedio es deconsiderado, 628mm. Dada como la configuración dimensiones de de la los
boca equipos
del primario, utilizados. ajustada El resultado
para
de la auditorialos
La equipos
voladura utilizados.
actual paraEl resultado
el mineral de la
está auditoria
diseñada es
Tabla 1. genera un 14,8% de sobre-tamaños, lo que acarrea la necesidad dela presentado
para un consumo en la Tabla 1.
especifico de 0,70 kg/m 3
, donde
900mm, es la presentado
fragmentación en la resultante
fragmentación
realizar una fragmentación secundaria. P80 promedio es de 628mm. Por otro Dadalado, la configuración tras una campaña de la boca de del primario,
voladuras ajustada para
especialmente
La
900mm, voladura la actual para elresultante
fragmentación mineral está genera diseñada un 14,8% paradeunsobre-tamaños, consumo especifico lo que 3de 0,70 kg/m
acarrea la
3
, donde de
necesidad la
La voladura
diseñadas, actuallos para modelos el mineral está diseñada
de predicción de lapara fragmentación un consumo especifico
resultante y su deimpacto
0,70 kg/m en ,las donde demás la fragmentación
operaciones
fragmentación
realizares una P80
fragmentación promedio es
secundaria. de 628mm. Dada la configuración de la boca del primario, ajustada para
P80 promedio
unitarias han desido 628mm. Dada la
calibrados. Se ha podido, Por
configuración de otro
además, la boca lado,
inferir delel tras
primario, una campaña
comportamiento ajustada del dework
para voladuras
900mm,indexlapara especialmente
fragmentación
una serie
900mm,
diseñadas, la los
fragmentación
modelos de resultante
predicción genera
de la un 14,8% deresultante
fragmentación sobre-tamaños, y su lo queen
impacto acarrea
las demás la necesidadoperaciones de
de voladuras
resultante genera un con distintas
14,8% de sobre-tamaños, energías específicas, lo que acarrea donde la necesidad las voladuras de realizar de unaaltafragmentación
energía selectiva secundaria. han
realizar
unitarias una
han fragmentación
sido calibrados. secundaria.
Se ha podido, Por además, otro lado, inferir tras el una campaña del
comportamiento de work voladuras index especialmente
para una serie
proporcionado
Por otro lado, tras una una campaña mayor de debilitación
voladurasinterna especialmente del material diseñadas, volado.los Luego, modelos la información
de predicción mínima necesaria
de laoperaciones
fragmenta-
diseñadas,
de voladuras los modelos con distintas de predicción energías de la fragmentación resultante y su impacto en las demás
para
ción resultante calcular y su el
impacto diseño endelas voladura demás que seespecíficas,
operaciones acarrearía unitarias undonde coste
han
las voladuras
mínimo
sido calibrados. global de dela alta
Se haoperaciónenergía
podido, estáselectiva
además, disponible.
inferir
han
el
unitarias han sido
proporcionado unacalibrados.
mayor debilitación Se ha podido, interna además, del material inferir volado. el comportamiento Luego, la información del work index mínima para necesaria
una serie
comportamiento de voladuras del work index para una serie de voladuras con distintas energías específicas, donde las voladuras
para calcular elcon diseño distintas
de voladura energías que se específicas,
acarrearía donde un costelas mínimo voladuras global de de la alta energíaestá
operación selectiva
disponible.han
proporcionado una mayor debilitación interna del material volado. Luego, la información mínima necesaria
para calcular el diseño de voladura que se acarrearía un coste mínimo global de la operación está disponible.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
de alta energía selectiva han proporcionado una mayor debilitación interna del material volado. Luego, la información
mínima necesaria para calcular el diseño de voladura que se acarrearía un coste mínimo global de la operación está
disponible.

Figura 2: Concepto simplificado del proceso minero.

Tabla 2: Resultado del estado operativo de la operación minera


Macizo Rocoso Perforación y Voladura Carguío y Transporte Conminución
Propiedades Diseño de la Voladura Excavadora Machacadora
= 2,7 g/cm3 H = 10 m Liebherr 994B Gape 900 mm
USC = 100 MPa D = 165 mm Payload = 45 t CSS 90 mm
A = 11 B = 4,7 m QL = 3301 t/h OSS 200 mm
S = 5,4 m Qc1 = 855 t/h
T = 4,0 m Camión Molino SAG
J = 0,9 m CAT 789 Diámetro 10,7 m
Payload = 181 t Longitud 5,6 m
PF = 0,70 kg/m3 Trayecto 13 km Tamaño Bolas 125 mm
EB = 2036 kJ/m3 Veloc. media 20 k/h Veloc. Crítica 0,67
QL = 265 t/h Carga de Bolas % 15,3 %
P80 = 628 mm Qc2 = 1089 t/h
Molino de Bolas
Sobre Diámetro 6,7 m
Tamaño 14,8 % Longitud 11,1 m
Tamaño Bolas 80 mm
Veloc. Crítica 0,78
Carga de Bolas % 32,2 %
Qc3 = 1193 t/h

Simulaciones de los posibles diseños de voladura sugieren que las configuraciones alternativas reducirán los so-
bre-tamaños y el P80 considerablemente. Aunque la reducción del P80 no afectará directamente el desempeño de la
molienda SAG debido a que la machacadora irá machacando el material a los mismos tamaños, importantes mejoras
en la productividad de la excavación y transporte pueden ser apreciados. Adicionalmente, diseños de alta energía
incrementaran la cantidad de finos y la micro-fisuración del material volado, lo que permitirá obtener importantes be-
neficios en las moliendas a la vez que se necesitará consumir menos energía en la conminución, excepto la energía
requerida para transportar el material.

Por lo tanto, la aplicación del modelo permite encontrar el diseño que conducirían a una potencial mejora global de los
costes. La Tabla 2 presenta los resultados comparativos entre los diseños de voladura actual, intermediaria y optimi-
zada, según nuestro modelo. Como la función objetivo se estructurada en los costes por tonelada, se ha considerado
el coste de la perforación como 15 USD/m, los costes de explosivo y accesorios por barrenos como 600 USD/ton y
18 USD/barreno, respectivamente. El coste de sobre-tamaños se basa en el uso de un rompedor hidráulico. Por otro

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lado, basándose en un criterio de costes horarios, se establece los costes correspondientes por tonelada procesada
para las operaciones unitarias posteriores a la voladura.

Tabla 2: Comparación de los diseños de voladuras


Parámetros Escenario actual Escenario Escenario
Intermedio Optimizado
H= 10 m 10 m 10 m
D= 165 mm 165 mm 165 mm
B= 4,7 m 3,8 m 3,5 m
S= 5,4 m 4,4 m 4,6 m
T= 4,0 m 3,2 m 1,8 m
J= 0,9 m 0,8 m 1,1 m

SD = 0,0431 m/m3 0,0641 m/m3 0,0691 m/m3


ED = 0,009 kWh/ton 0,013 kWh/ton 0,014 kWh/ton

PF 0,70 kg/m3 1,15 kg/m3 1,49 kg/m3


EB = 0,21 kWh/ton 0,34 kWh/ton 0,45 kWh/ton
P80 628 mm 409 mm 301 mm

Diferencias % - -35,0 % -52,1 %


Sobre-tamaños = 14,78 % 0,03 % 0,00 %

Se observa una mejora de 52,1% en el P80 sobre la fragmentación actual al pasar de un consumo específico de
0,70 a 1,49 kg/m3. Por otro lado, como consecuencia de una mejor fragmentación, la incidencia de sobre-tamaños
se elimina. Las consecuencias de la voladura optimizada en los costes operativos unitarios en carguío, transporte,
conminución y totales son presentadas en la Tabla 3. Se observa una mejora potencial de costes operativos totales
de 9,7% en comparación al escenario actual de la mina mientras que los costes de mina se mantienen en niveles
similares. Esto supondría casi 3,5M de USD/año en ahorros como consecuencia de una optimización a través de
voladuras de alta energía selectiva. Un mapa de los costes estimados para cada rango de consumos específicos es
presentando en la Figura 3.

Figura 3: Distribución de costes versus consumo específico con el coste óptimo localizado.

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La implementación de la voladura optimizada requiere cuidados específicos principalmente en cuanto a los posibles
efectos adversos como las proyecciones o vibraciones. Por otro lado, la configuración de los equipos de conminución
(velocidad de rotación de los molinos, concentración de agua, solidos, etc.) deben mantenerse los mismos para que
las mediciones de los consumos y productividades reales puedan ser compatibles con los criterios de predicción del
modelo de optimización empleado. Sin embargo, las limitaciones implícitas y explicitas de los modelos predictivos
empleados se deben tener en cuenta durante el despliegue del programa de optimización.

Tras la medición de los resultados reales obtenidos, se procede a la recalibración de los modelos de predicción de
la fragmentación, rendimiento de las palas y desempeño de la machacadoras y molinos, bajo una base sistémica
de mejora continua, para refinar los parámetros del diseño de la voladura para obtener una mejora consistente en el
próximo ciclo operativo, en una secuencia en que cada ciclo tiende a predecir los resultados de forma más cercanas
a la realidad. Finalmente, dentro del programa de mejora continua en que está sumergido el proyecto de optimización,
se requiere la completa colaboración de los distintos sectores de la mina y planta de conminución.
Tabla 3: Estimación costes operativos de la mina para 7,0M ton de mineral por año.

Escenario Actual Escenario Intermediario Escenario Optimizado

Consumo Específico = 0,70 kg/m3 1,15 kg/m3 1,49 kg/m3

Coste Perforación + Voladura = 0,42 USD/ton 0,65 USD/ton 0,76 USD/ton

Coste sobre-tamaños = 0,18 USD/ton 0,04 USD/ton 0,00 USD/ton

Coste Carguío + Transporte = 1,01 USD/ton 0,91 USD/ton 0,85 USD/ton

Coste de Mina 1,61 USD/ton 1,60 USD/ton 1,60 USD/ton

Diferencias % - -0,7 % -0,5 %

Coste Conminución = 3,47 USD/ton 3,14 USD/ton 2,98 USD/ton

Coste Operativo TOTAL 5,08 USD/ton 4,74 USD/ton 4,59 USD/ton

Diferencias % - -6,7 -9,7 %

Costes totales = 35.578.785 USD/año 33.207.447 USD/año 32.109.903 USD/año

Ahorros potenciales - 2.371.338 USD/año 3.468.882 USD/año

5. CONCLUSIONES
La sostenibilidad de los emprendimientos mineros se basa, en una de sus líneas de acción, en la capacidad de op-
timizar el uso de los recursos disponibles. En este sentido, la optimización del consumo de energía, y consecuente-
mente de los costes, juega un papel definitivo en la gestión del cambio hacia la sostenibilidad. Con este objetivo, se
ha presentado un modelo simplificado de optimización de los procesos mineros a través del uso de las voladuras de
alta energía selectiva. El modelo permite acoplar distintos sub-modelos predictivos para cada una de las operaciones
unitarias que componen el proceso, lo que permite una gran flexibilidad de aplicaciones. La capacidad del modelo,
teniendo en cuenta las limitaciones que conllevan, es ejemplificada en una mina de oro a cielo abierto. Como conse-
cuencia, el grado de energía necesario en la voladura para optimizar los costes totales es identificado, con un impacto
potencial de casi 3,5M USD/año en ahorros. Sin embargo, el proceso de optimización debe ser aplicada bajo un siste-
ma de mejora continua, donde cada etapa es evaluada y confrontada con las predicciones teóricas. Esta sistemática
de trabajo permitirá calibrar los sub-modelos empleados, mejorando la capacidad predictiva de los mismos en los
pasos hacia la optimización energética del emprendimiento minero.

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6. BIBLIOGRAFÍA

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252
PLANIFICACIÓN DE CONSTRUCCIÓN DE TÚNELES CON MÉTODOS
ESTOCÁSTICOS.
Vargas, Juan Pablo a; Muñoz, Angélica Patricia a; Hurtado, Juan Pablo a; Jara, Pamela a; Pérez, Sebastián a
a Universidad de Santiago de Chile, Avenida Libertador Bernardo O´Higgins 3363, Estación Central, Santiago Chile,
email: juan.vargas@usach.cl

RESUMEN: En Chile, la minería subterránea construye más de 70,000 metros de labores horizontales por año, lo
que significa una inversión superior a los 70 millones de dólares en el mismo periodo. Por otro lado, considerando la
importancia operativa que tiene este tipo de infraestructuras, ya que sirve de acceso a los cuerpos mineralizados y
preparación de las unidades de explotación, hace que la planificación tome vital importancia.

La presente investigación propone una metodología de simulación mediante el método de Monte Carlo y procura ser
un apoyo a la planificación, permitiendo obtener una estimación más certera de los tiempos de construcción de este
tipo de infraestructuras.

Para el uso del método de Monte Carlo, se identifican las operaciones unitarias que comprenden el ciclo de construc-
ción del túnel mediante perforación y tronadura, y se les asignan distribuciones de probabilidad, las que mediante la
generación de números aleatorios hace posible simular el tiempo total de construcción.

Los resultados obtenidos mediante la metodología planteada se contrastan con un caso real donde se puede obser-
var que los plazos obtenidos por la simulación, se ajustan mejor a los tiempos reales de construcción del túnel que los
planificados mediante métodos convencionales.

PALABRAS CLAVE: Túneles, Minería, Planificación, Montecarlo, Simulación.

1. INTRODUCCIÓN
La construcción de labores horizontales o túneles resulta de alta importancia, en especial en minería, ya que el cum-
plimiento de las meta de producción se encuentra fuertemente ligado a la disponibilidad de las labores que permite el
acceso a las zonas mineralizadas, estos accesos se constituyen por túneles. (Suorineni et al., 2008)

Uno de los componentes más relevantes dentro del costo de construcción de un túnel corresponde al costo de perso-
nal y equipos, y a su vez este costo está muy relacionado con el tiempo de construcción.

El personal en minería generalmente trabaja por sistema de turnos, los que tienen diversas extensiones en horas
trabajadas por turno y en días trabajados de forma continua. Las combinaciones de turnos utilizadas para este estudio
son las permitidas por la legislación Chilena (Gobierno de Chile, 2012), esto no excluye poder aplicar esta metodolo-
gía a otros sistemas de turno no contemplados en este estudio.

En la presente investigación se realizará un análisis de sensibilidad de las diversas configuraciones de turnos me-
diante Simulación de Monte Carlo.

Las simulaciones se realizarán mediante el algoritmo planteado por Vargas et al.(2014) y Vargas et al. (2015), y
esquematizado en la figura 1, el cual permitirá determinar el tiempo de construcción del túnel y asociado a esto que
configuración de turno es la que más favorece al desarrollo del proyecto considerando la velocidad de construcción.

2. CONSTRUCCIÓN DE TÚNELES
Para realizar este tipo de obras, existen varios métodos de desarrollo, el presente estudio se enfoca en la construc-
ción de túneles mediante perforación y tronadura. Esta técnica consiste en un ciclo de excavación compuesto por
distintas actividades, Suorineni et al. (2008) menciona las siguientes operaciones unitarias: perforación del frente de
trabajo, carguío de explosivos y tronadura, ventilación (considerado como interferencia dentro del ciclo), acuñadura y
retiro del material tronado, y fortificación (perno, malla, shotcrete entre otros).

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Se debe considerar que, aún conociendo la incidencia en el ciclo de excavación de cada una de las operaciones, es
muy difícil poder conocer con exactitud el tiempo total de duración éste, y por consecuencia el tiempo que tardará
en terminar la construcción del túnel, esto debido principalmente a que todas las actividades tienen variaciones que
dependen de sucesos no previstos pero que si se pueden asociar a una probabilidad de ocurrencia.
Para la realización del presente estudio se han considerado las operaciones unitarias descritas por Vargas et al.
(2014), las que corresponden a: perforación de la frente de trabajo, carguío de explosivos y tronadura, ventilación,
marina, acuñadura y fortificación. Se debe considerar que la duración del ciclo es la suma de todas las operaciones
unitarias antes mencionadas y es por este motivo que la duración del turno incide directamente en la planificación de
la construcción del túnel.

Figura 1 - Esquema de algoritmo de simulación de tiempos de construcción de túneles.

3. ALGORTIMO DE SIMULACIÓN

Para simular este tiempo de construcción, se ha estimado conveniente utilizar el Método de Monte Carlo como herra-
mienta de predicción de tiempos en la construcción de túneles, teniendo en consideración que es una simulación es-
tocástica que permite analizar sistemas complejos con varios grados de libertad, utilizado comúnmente para resolver
problemas matemáticos complejos mediante muestreo aleatorio [4], pasando a ser uno de los métodos más comunes
para realizar este tipo de análisis (Chiwaye & Stacey, 2010; Ghasemi, et al., 2010; Khalokakaie et al., 2000; Morin
& Ficarazzo, 2006;Sari et al., 2010) y consiste en generar números aleatorios o seudo aleatorios, los que ingresan a
una función de distribución inversa, entregando como resultado tantos escenarios como número de simulaciones se
realicen (Sobol, 1994). Las estimación será más precisa mientras más iteraciones se puedan efectuar.

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Para el uso del Método de Monte Carlo, se identifican las operaciones unitarias, antes descritas y se les asignan
distribuciones estadísticas dependientes de la naturaleza de la operación unitaria y producto de la toma de muestras
en terreno.

Si se alimentan las funciones de distribución de probabilidad (PDF) de cada una de las operaciones del ciclo de exca-
vación con números aleatorios, estás arrojarán como resultado el tiempo de duración de cada operación. Si se suma
cada uno de los tiempos obtenidos se tendrá la duración total del ciclo de excavación.

Ahora bien, ya conocido el tiempo de duración de ciclo de excavación, también se debe considerar otra variable muy
importante, que es la longitud de avance o avance real después de la tronada (Le). Esta longitud también tiene rela-
cionada una PDF, ya que corresponde al largo de perforación (Lp) afecto por la eficiencia del disparo (fd%) (Le = Lp
x fd%), el largo de perforación es un valor fijo, que depende de las características del equipo de perforación, pero la
eficiencia del disparo depende de las condiciones de la roca, estructuras, explosivos, entre otras, lo que hace que este
parámetro varíe tronada a tronada.

Entonces si se conoce el tiempo de duración de todos los ciclos de excavación y sus correspondientes longitudes
de avance, se puede conocer el tiempo de duración de la construcción del túnel. Si se realiza esta operación tantas
veces como nos sea posible se construirá una gran cantidad de escenarios, generando una PDF de la duración de la
construcción del túnel.

El algoritmo (ver figura 1) se compone de tres bucles, los que controlan el número de simulaciones requeridas, el largo
del túnel solicitado y la relación existente entre la duración del turno de trabajo y la del ciclo de excavación del túnel,
este punto es fundamental para este trabajo, ya será muy importante al momento de elegir la mejor configuración de
turno a utilizar. Todos estos ítems son los necesarios para poder simular el tiempo total de construcción.

El esquema propuesto consta de tres bucles incluyentes y dependientes entre sí, la forma de operar es que el primer
bucle, que contiene a los otros dos, controla el número de simulaciones requeridas, sabiendo que cada simulación
será la construcción del túnel con el largo a estudiar.

El segundo bucle controla que la construcción no supere el largo de túnel definido, y cada avance será estimado por la
PDF del rendimiento del disparo por el largo de perforación. El largo de la perforación es un valor fijo, y será sumado
consecutivamente hasta lograr el largo de túnel requerido.

Por último, el tercer bucle tiene la función de ir sumando consecutivamente los tiempos de las operaciones del ciclo
con el fin de construirlo y ver su relación con el turno de trabajo dispuesto, aspecto fundamental para este trabajo.

Este último bucle es clave en la simulación puesto que construye el ciclo dentro del turno. Esta construcción se realiza
mediante el uso del Método de Monte Carlo donde se aplican las PDF asociadas a los tiempos de ejecución de las
operaciones unitarias utilizadas para la construcción del túnel. Los tiempos obtenidos de esta simulación son suma-
dos, y según corresponda se discrimina si el ciclo alcanza a finalizar durante el turno de operación o no.

En la figura 2 se muestra un esquema que señala la construcción de la PDF del ciclo de excavación. A partir de ésta,
se simulan los tiempos de ciclo que se desarrollan durante los días trabajados, la duración de estos tiempos de ciclos
pueden coincidir o no con el día de trabajo.

La finalización de cada ciclo de excavación implica un avance en el desarrollo del túnel (ver figura 2) a su vez el avan-
ce esta también determinado por la PDF de la eficiencia de la tronadura.

El algoritmo modelado tiene como parámetro de entrada la longitud total del túnel, por tanto simulará ciclos construc-
tivos hasta alcanzar la longitud señalada.

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Figura 2 - Esquema generación de tiempos de ciclos de excavación simulados y su interacción con los días de
trabajo y el avance del túnel.
4. ANÁLISIS CASO BASE

Minera San Pedro Limitada (MSP) posee varios yacimientos con minerales de cobre en el distrito de Lohpan Alto,
localizado en la Cordillera de la Costa de Chile Central, en las formaciones Lo Prado y Veta Negra. Uno de estos
yacimientos es Mina Romero, del que se extraerá el mineral mediante minería subterránea, utilizando el método de
explotación Shrinkage.

Para dar acceso y preparar el cuerpo mineralizado para su posterior explotación, MSP ha planificado la construcción
de un túnel de acceso de 560 metros sin pendiente y en línea recta, de una sección aproximada de 3.5 m x 3.0 m.

Para estimar la duración en la construcción de este túnel, SMP según su experiencia en proyectos similares, ha
considerado que por cada 3 turnos de trabajo, con una duración de 9 horas efectivas cada uno, es capaz de realizar
4 ciclos considerando un largo de perforación de 1.8 m, lo que arroja una razón de avance por turno de 2.4 m, y al
considerar dos turnos de trabajo por día, se tiene un avance de 4.8 m/día.

5. IMPLEMENTACIÓN DE LA METODOLOGÍA DE SIMULACIÓN PARA LA EXCAVACIÓN DE TÚNELES


MINERAL SAN PEDRO.
Considerando lo antes expuesto, MSP ha estimado que el proyecto debería tardar 117 días, aunque experiencias
anteriores, en minas cercanas a Mina Romero, ha evidenciado que esta planificación es poco precisa, ya que existen
retrasos no muchas veces considerados a la hora de planificar.

Para poder aplicar la metodología propuesta, se ha considerado la toma de datos en zonas de iguales características
tanto geológicas como operacionales a las que se enfrentará en Mina Romero, para este propósito se cuenta con
algunos túneles de exploración realizados en la parte superior del yacimiento, con la misma sección del que se cons-
truirá y que se emplazan en rocas de similares características al del túnel de acceso de Mina Romero.

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Para este propósito se ha dividido el ciclo en 5 actividades; perforación (drill), carguío de explosivos y voladura (load
& blasting), ventilación, acuñadura (scale) y retiro de marina (mucking). No se considera la actividad de fortificación
debido a la buena calidad de la roca.

Luego de un periodo de medición de tiempos operacionales del ciclo en las labores exploratorias, de similares ca-
racterísticas a las que se simularán, que fue guiado por el Departamento de Ingeniería y Planificación de MSP, se
caracterizó cada una de actividades, realizando un análisis estadístico, que permitió determinar la distribución de
probabilidades que mejor se ajusta al comportamiento de cada una de las operaciones unitarias. En la Tabla 1, se
muestra un resumen del análisis estadístico con la respectiva distribución de probabilidades (DP) asignada.

Tabla1- Estadística de los Datos y Ajustes de Curvas de Distribución de Probabilidad.

La ventilación se mantuvo como un tiempo constante, esto se debió a que la minera por seguridad tiene un tiempo de
ventilación sobrestimado, el que no se disminuye por ningún motivo.

Las distribuciones señaladas en la Tabla 1 son las que se utilizaron en la elaboración del algoritmo y que darán lugar
a los tiempos simulados de construcción del túnel mediante Monte Carlo.

En general las curvas presentadas en la Tabla 1, son obtenidas de los datos producto de la toma de muestra realiza-
das en terreno y los ajustes los realizó MSP, siendo de exclusiva responsabilidad de ellos el manejo de la información,
pero se puede agregar que el ajuste de las curvas de distribución de probabilidad se hizo con el método de Ander-
son-Darling, explicado con anterioridad.

Para realizar la simulación, se consideró efectuar desde 105 iteraciones hasta 106 de iteraciones. Se pudo ver que
la variabilidad entre la primera simulación y la última no fue significativa si se considera la media y la moda de los
resultados obtenidos (ver Tabla 2) entonces se puede pensar que sobre 105 iteraciones los resultados entregados por
la simulación son buenos.

Como se planteó en el modelo de simulación, cada evento simulado consiste en la construcción de un túnel del lar-
go indicado, tomando en cuenta la duración del turno, y la “tolerancia” (Tolerance Tabla 2) a finalizar las actividades
dentro del ciclo. Esto significa que de quedar menos tiempo del estipulado en este ítem, para finalizar la duración del
turno, las actividades se suspenden para ser retomadas en el turno siguiente.

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Tabla 2 - Análisis de Sensibilidad para Determinación de Número de Iteraciones de la Simulación.

Por último también es necesario considerar el tiempo de “reinicio” (Reset Tabla 2) de las actividades, que correspon-
de al tiempo requerido para retomar las actividades si la operación se ve interrumpida por el fin de turno.

Tanto la “tolerancia” como el “reinicio” pasan a ser una aplicación de las cadenas de Markov (Hillier & Lieberman,
2010), ya que el éxito o fracaso de un evento repercute en el siguiente.

Para la simulación, se considera una labor de 3,5m x 3,0m con un largo de 560 m, y se trabajó con dos turnos por
día, cada turno tendrá una duración de 540 minutos, con una tolerancia de 60 minutos, lo que representa el tiempo
existente entre el término de un ciclo y el término del turno. Si el tiempo de tolerancia es inferior a 60 minutos las ac-
tividades se terminan y se realizan actividades de servicio o anexas a la operación, como limpieza u otras.

Se considera 30 minutos para tiempo de reinicio de actividades, lo que implica que de durar el tiempo del ciclo más
que el tiempo de turno, se adhiere este valor al tiempo de ciclo, esto se debe a que todas las distribuciones presen-
tadas en la Tabla 1 consideran el tiempo de inicio de la actividad, pero no un reinicio producto del cambio de turno.
Los valores considerados obedecen a datos expertos extraídos de la experiencia que tiene el área de operaciones
de MSP.

6. PLANIFICACIÓN DE EXCAVACIÓN DE TÚNELES UTILIZANDO SIMULACIÓN ESTOCÁSTICA


Según los datos expuestos en la Tabla 2, y considerando la simulación con 105 iteraciones, ya que la variación con
respecto a la simulación con 106 iteraciones es despreciable, y es de más fácil manejo para cualquier software de
estadísticas, en la figura 3 se muestra la distribución de probabilidades obtenida.

A diferencia del método convencional de planificación, que determina solo un valor para la cantidad de turnos nece-
sarios, una de las ventajas que ofrece el método de simulación para tiempos de construcción de túneles planteado en
el presente estudio, es que es posible obtener escenarios tanto pesimistas como optimistas con respecto a la canti-
dad de turnos necesarios para el desarrollo de las labores. Estos escenarios se pueden considerar como los limites
inferiores y superiores del intervalo de confianza que describe el tiempo de realización en turnos del túnel en estudio.

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Figura 3 - Distribución de Probabilidad del Evento Simulado.

7. ANÁLISIS DE RESULTADOS
La simulación arroja un histograma con una media de 266.89 turnos, moda de 267 turnos, mediana de 267 turnos,
desviación estándar de 2.31, mínimo 257 y máximo 277, como se puede ver es una distribución simétrica. Este histo-
grama se ajusta a una distribución Beta (figura 3) la que se representa con los siguientes parámetros; α1 = 7.4145,
α2 = 8.4196, a = 257 (mínimo) y b = 277 (máximo), el método utilizado para ajustar la curva fue Anderson-Darling,
señalado con anterioridad.

Para el caso estudiado, se consideró 267 turnos que es el valor de la media y que es igual al de la moda y la mediana,
se decidió utilizar este valor ya que representa de buena manera el caso simulado debido a que es el valor que más
se repite. Además se debe considerar que tiene una probabilidad de éxito de 0.6 (60%) (ver figura 4) y esto tomando
en cuenta que la desviación estándar es bastante baja, no superando los tres turnos (2.31 shifts) lo que en términos
prácticos son casi dos días, considerando que en MSP se desarrollan dos turnos por día. En relación al valor utilizado
para estimar el tiempo de construcción, se debe mencionar que la ocurrencia de cualquier valor entre 257, que es el
valor mínimo, y 267 que es el escogido y el que más se repite (moda), tiene un 60% de probabilidades de ocurrir o
de éxito.

Una vez efectuada la construcción del túnel, el que demoró 133 días, se pueden comparar las medias resultantes
de la simulación, con la planificación de MSP y los datos reales (Tabla 3), se obtuvo un porcentaje de error de 0.37%
comparado con el tiempo real, mientras que con el método convencional de planificación utilizado por MSP alcanza
el 12.28% con respecto al tiempo real de construcción. Esta diferencia resulta significativa ya que al traducirla en días
de ejecución se observa que la metodología convencional de planificación utilizada por MSP subestima en 16.5 días
menos que el tiempo requerido realmente, mientras que la simulación determinó una media que se diferenció del
tiempo real de ejecución en solo un día, y al momento de considerar la desviación estándar, se tiene una herramienta
bastante precisa al momento de planificar, ya que el valor considerado es 267 ± 3 turnos.

Ahora bien, es necesario mencionar que la planificación realizada por el Departamento de Ingeniería y Planificación
de MSP no se encuentra representada por el histograma aquí presentado, si se hace un análisis más acucioso, se
puede decir que no existe ningún evento similar a lo planificado, y que es muy difícil que ocurra el evento planificado
por la minera.

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Figura 4 - Distribución Acumulada de Datos Simulados.

Como se ha visto, se plantea una metodología de simulación basado en el método de Monte Carlo, capaz de estimar
los tiempos requeridos para la construcción de un túnel utilizado en la minería subterránea.

Tabla 3 - Comparación Datos Planificados, Reales y simulados.

8. CONCLUSIONES
El análisis de datos obtenidos en MSP demuestra que esté tipo de simulación estocástica es una herramienta muy
efectiva para la planificación de los tiempos de construcción de un túnel.

Más allá de la certeza de las medias, resulta interesante el rango de mínimos y máximos obtenidos desde la simula-
ción, el cual entrega un parámetro potencialmente práctico para establecer criterios de planificación.
En base al rango mínimo y máximo que se obtienen de la simulación, se pueden plantear escenarios optimistas y/o
pesimistas que sirvan como antecedente para tomar decisiones en la planificación minera.

Debido a la naturaleza aleatoria de los tiempos de ejecución de las actividades que comprenden la construcción de
labores minera, se determinó que una metodología de planificación en base al método de Monte Carlo, se ajusta mu-

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cho mejor a la realidad que una metodología convencional, ya que al operar mediante distribuciones de probabilidad
se incorpora la variabilidad propia de los procesos a la planificación.

Mediante la incorporación de la variabilidad en la planificación es posible conocer con mayor certeza los rangos en
que fluctúan los plazos de ejecución de las labores, mediante esto es posible disminuir los riesgos financieros que
implica un error en la planificación y al mismo tiempo maximizar la utilización de los recursos.

9. NOMENCLATURA DIAGRAMA DEL ALGORITMO


i: Número de simulaciones en progreso
nsim: Número de simulaciones
ltunnel: Largo túnel (metros)
dev: Variable auxiliar con valor inicial 0, que se incrementa en relación a los avances por tronada.
operation: Identificador de la operación unitaria.
shift: Variable que suma el número de turnos trabajados.
av: Variable que muestra el avance del túnel en metros.
t: Variable auxiliar usada para almacenar la suma de los tiempos de las operaciones unitarias.
dt: Duración del turno de trabajo (minutos)
beg: Reseteo a 0 del tiempo
tol: Tolerancia para iniciar la próxima operación unitaria al inicio del turno de trabajo (minutos)
DI.op.n: Distribución inversa de la operación “n”
DI.op.rec: Distribución inversa del avance por tronada (%)
rand#: Número aleatorio entre 0 y 1
s(i): Dato matricial, número de turnos de trabajo necesarios para construir el túnel.

10. AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue apoyado por DICY/Universidad de Santiago de Chile, USACH (código 051515VN)

11. BIBLIOGRAFÍA
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262
“GUÍA SOBRE CONTROL GEOTÉCNICO EN MINERÍA SUBTERRÁNEA”
Berrocal, Aránzazu; Vázquez, Daniel; Martínez, Antonio.
lom@lom.upm.es, Universidad de León, Inproobras.

RESUMEN: El objetivo principal de la guía es orientar, ofrecer consejos prácticos y proporcionar información e in-
dicaciones a los profesionales que se inician en las labores de diseño, inspección y control de obras subterráneas.
Se presentan distintos capítulos de caracterización geotécnica, sostenimientos, fenómenos de inestabilidad y control
geotécnico. Además se incorporan varios anexos con los que se pretende dar un mayor alcance a los contenidos
teóricos, así como unas fichas orientativas básicas para efectuar una correcta actuación en la inspección y control
geotécnico de las labores.

PALABRAS CLAVE: geotecnia, inspección, auscultación, sostenimiento.

1. INTRODUCCIÓN
La “Guía sobre control geotécnico en minería subterránea”, se realizó en el año 2015 promovida por la Secretaría de
Estado de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través de un convenio de colaboración con la Uni-
versidad Politécnica de Madrid, en un intento de reducir la siniestralidad en minería y pretendiendo ser un referente
de apoyo de cara a las inspecciones geotécnicas en las excavaciones.

Previamente al desarrollo de la guía, se introduce un análisis resumido de la siniestralidad en minería que constituye
el pilar fundamental para la realización del presente trabajo.

El documento “La Seguridad Minera en España. Análisis y Propuestas” (1997), indicaba como causas más frecuentes
de accidentes con un 45% del total los “Derrabes y desprendimientos de minerales y rocas, hundimientos de techo,
arrastres de muro o deslizamientos de taludes de cortas y escombreras”.

En el periodo 2004-2014, analizando las tipologías de accidentes más comunes en la minería española, como se
puede observar en la Figura 1, se ha comprobado que la existencia de inestabilidades en el terreno, continúan siendo
unas de las principales causas de accidente.

Figura 1 - Causas de accidente más frecuentes periodo 2004-2014.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
2. TEXTO PRINCIPAL
La minería, a diferencia de lo que sucede con otras actividades industriales, ha sido siempre objeto de una legislación
especial, ya que debido a los métodos de trabajo, va ligada a muchos factores peligrosos que generan accidentes y
ponen en riesgo las vidas de los trabajadores o la seguridad de las instalaciones.

A lo largo de la guía se exponen los principales factores que intervienen en el origen y desarrollo de inestabilidades
en la minas, y que deben ser tenidos en cuenta para evitar y/o corregir posibles riesgos.

En este sentido, a lo largo del texto, se realiza un recordatorio sobre las propiedades y parámetros geológicos-geo-
técnicos que permiten caracterizar y conocer el comportamiento el macizo rocoso, como un medio heterogéneo y
complejo, en los que basarse para confeccionar el diseño apropiado a cada explotación minera.

En el capítulo de caracterización geotécnica, se describen unas nociones básicas sobre mecánica de rocas y diferen-
tes metodologías para conocer la calidad geotécnica del macizo rocoso, como paso previo a realización de las inspec-
ciones, haciendo especial hincapié a la necesidad del conocimiento del terreno para llevar a cabo un control correcto.

Por otra parte, se desarrollan otros factores que influyen en la resistencia de los macizos rocosos, como son el estado
tensional de la zona excavada, su modificación y su deformabilidad o el efecto escala, mostrado en la Figura 2.

Figura 2 – Efecto escala, desde roca intacta hasta un macizo rocoso muy fracturado.

Dentro de la caracterización geotécnica se describe, al mismo tiempo, el tema de las estructuras de la roca, que es
uno de los principales factores que afectan a la estabilidad minera.

Además, se realiza un repaso sobre la influencia de la presencia de agua en los macizos rocosos, así como los fac-
tores a tener en cuenta en las labores mineras, desde control de niveles piezométricos, identificación de zonas de
mayor riesgo de filtraciones, hasta existencia, por ejemplo de aguas ácidas.

Se pretende dejar claro que el estudio del agua subterránea en la minería resulta de gran importancia, ya que la ma-
yoría de los yacimientos se encuentran por debajo del nivel piezométrico o influyen en él, pudiendo ocasionar graves
problemas durante el avance en las labores.

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Figura 3 – Presencia de agua en excavaciones mineras.

Otro de los capítulos que componen la guía se fundamenta en la elección del método de sostenimiento.

Se realiza, además, un repaso de los elementos de sostenimiento disponibles en la actualidad: hormigón, bulones,
cuadros metálicos (Figura 4) y madera, aportando instrucciones y criterios para su correcta colocación, así como
recomendaciones para su control e inspección una vez instalado.

Figura 4 – Entibación con cuadros metálicos.

Se añade una base teórica sobre los diseños de sostenimiento conforme a las exigencias de la ITC proporcionando,
entre otras, la formulación necesaria para determinar la presión máxima que aquellos pueden aportar y la rigidez
elástica de los mismos y, se incluyen, los aspectos fundamentales de los distintos métodos utilizados actualmente
para cálculo de sostenimientos mineros (analíticos, observacionales, empíricos y numéricos).

De los métodos citados, la guía se centra con mayor amplitud en el uso de las clasificaciones geomecánicas como
herramienta de sencilla aplicación, como por ejemplo el Q de Barton que se muestra en la Figura 5, recordando que

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Se añade una base teórica sobre los diseños de sostenimiento conforme a las exigencias de la ITC
en su utilización, se requiere un minucioso reconocimiento geológico, ya que, al no cuantificarse el factor de seguri-
proporcionando, entre
dad, existen ciertas otras, la formulación necesaria para determinar la presión máxima que aquellos pueden
limitaciones.
aportar y la rigidez elástica de los mismos y, se incluyen, los aspectos fundamentales de los distintos métodos
utilizados actualmente para cálculo de sostenimientos mineros (analíticos, observacionales, empíricos y
numéricos).
De los métodos citados, la guía se centra con mayor amplitud en el uso de las clasificaciones geomecánicas
como herramienta de sencilla aplicación, como por ejemplo el Q de Barton que se muestra en la Figura 5,
recordando que en su utilización, se requiere un minucioso reconocimiento geológico, ya que, al no
cuantificarse el factor de seguridad, existen ciertas limitaciones.

Figura 5 – Sostenimientos según el índice Q, Barton, 2000.

A lo largo del capítulo de fenómenos


Figura 5 de inestabilidad sesegún
– Sostenimientos han ido desgranando
el índice los 2000.
Q, Barton, principales factores que intervienen
A lo largo del capítulo de fenómenos de inestabilidad se han ido desgranando los ser
el en origen y desarrollo de las inestabilidades en las obras subterráneas y que deberán tenidos en
principales cuenta para
factores que
evitar y/o corregir los posibles riesgos.
intervienen el en origen y desarrollo de las inestabilidades en las obras subterráneas y que deberán ser tenidos
en cuenta para evitar y/o corregir los posibles riesgos.
Parapoder
Para poder tomar
tomar medidas
medidaspreventivas, la la
preventivas, guía
guíacontempla la necesidad
contempla de planificar
la necesidad e implantar
de planificar un sistema
e implantar de aus-
un sistema
de auscultación que verifique el comportamiento del terreno y del sostenimiento aplicado, aportandodeuna
cultación que verifique el comportamiento del terreno y del sostenimiento aplicado, aportando una relación los
equipos de instrumentación como los de la Figura 6, que pueden utilizarse y los principios de funcionamiento e inter-
relación de los equipos de instrumentación como los de la Figura 6, que pueden utilizarse y los principios de
pretación de los utilizados generalmente en minería de interior.
funcionamiento e interpretación de los utilizados generalmente en minería de interior.

Figura 6 – Distinta instrumentación utilizada para control de desplazamientos y tensiones en minería.


Figura 6 – Distinta instrumentación utilizada para control de desplazamientos y tensiones en minería.
En el último capítulo de la guía se propuso un control de cara a la autoridad minera con las siguientes fases:
• Fase Inicial: comprende la recopilación y verificación documental de datos de la mina, como el
proyecto de explotación, plan de labores, estudios geológico-geotécnicos, proyecto de sostenimiento,
incidentes e accidentes ocurridos, la instrumentación implantada, etc. Conocidas las características
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de la explotación y la problemática asociada a la misma, sería idóneo establecer un listado de
actividades a realizar y zonas a controlar durante la inspección en consenso con el Director
En el último capítulo de la guía se propuso un control de cara a la autoridad minera con las siguientes fases:

Fase Inicial: comprende la recopilación y verificación documental de datos de la mina, como el proyecto de explota-
ción, plan de labores, estudios geológico-geotécnicos, proyecto de sostenimiento, incidentes e accidentes ocurridos,
la instrumentación implantada, etc. Conocidas las características de la explotación y la problemática asociada a la
misma, sería idóneo establecer un listado de actividades a realizar y zonas a controlar durante la inspección en con-
senso con el Director Facultativo.

Fase de desarrollo: supone el análisis de los diversos factores para verificar la correcta estabilidad geotécnica de la
mina, las condiciones de inestabilidad, zonas de riesgos geotécnicos así como el estado del sostenimiento. Se reco-
mienda la utilización de las fichas de control básico de los anexos como la que se presenta en la Figura 7.

Fase de evaluación: en la que se procesa la información obtenida de las inspecciones, y la elaboración del informe
donde se reflejen recomendaciones y prescripciones a implantar con el fin de intentar subsanar o evitar situaciones
de riesgo.

Figura 7 – Modelo de ficha de control a utilizar en la fase de desarrollo de la inspección.

A modo resumen se presenta un cuadro tipo en la Figura 8 de las fases de control y seguimiento, en el que queda
reflejada la actuación ideal a nivel de control geotécnico y control de sostenimientos en minería subterránea.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Figura 8 – Modelo de fases de control y seguimiento en obras subterráneas.

3. OBSERVACIONES FINALES
La reglamentación sobre seguridad minera española establece pocos requisitos específicos aplicables al control de
riesgos provocados por la inestabilidad de los terrenos. El Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad
Minera, en su capítulo IV sobre labores subterráneas, únicamente dedica 2 artículos para establecer prescripciones
de seguridad relacionadas con la estabilidad de la explotación.

Adicionalmente, en los apartado 6.2 y 6.3 de la “ITC 04.6.02 Seguridad de personal” se establece la necesidad del
reconocimiento de las labores en previsión del riesgo de desprendimiento, y de una inspección periódica de los sos-
tenimientos y saneos de la zona de trabajo, pero sin ninguna referencia a un método de evaluación. Los mayores
requerimientos se establecen en la “ITC 04.6.05 Sostenimientos de obras”, aunque dirigidos fundamentalmente para
la fase de proyecto de la excavación.

Analizando las tipologías de accidentes más comunes en la minería española en los últimos años, se evidenció que
una de las principales causas de los mismos, era la existencia de inestabilidades en el terreno. Debido a ello, es
primordial que el sostenimiento se adecúe en cada situación al tipo de terreno así como a sus características geome-
cánicas y deformacionales. Además, una vez instalado, será de suma importancia efectuar inspecciones periódicas
sobre su estado y de esta manera detectar posibles anomalías y fallos del terreno.

Por lo tanto, desde un punto de vista de la Seguridad Minera, la inspección y vigilancia regular de las labores mineras
es una necesidad, ya sea mediante los controles que realizan los propios responsables de la mina, o por las inspec-
ciones oficiales de los Servicios Mineros de las Comunidades Autónomas.

La carencia de referencias normativas concretas a la hora de establecer los programas de inspección de estos luga-
res de trabajo, dificulta de manera importante la actuación inspectora de la Autoridades Mineras, por ello, la “Guía so-

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bre control geotécnico en minería subterránea”, pretende ser un referente que ayude a efectuar un correcto proceder
en la inspección y el control geotécnico de las labores en una mina.

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SPLIT SET MINING SYSTEMS, BULTEK, MAXMEN S.L., MECANIZACIÓN Y MINERÍA S.A., SIREG SPA, GIS
IBÉRICA S.L., CONTROLS S.A., DAEDONG INSTRUMENTS, SENSOGEO S.A..

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264
XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
SEVILLA, DEL 10 AL 13 DE ABRIL DE 2018
LA RAMPA DE CABANASAS: DESAFÍOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA
RAMPA DE ACCESO Y EXTRACCIÓN DE MINERAL DE MINA CABANASAS
(ICL IBERIA SÚRIA & SALLENT)

Caballero, Francesc Xavier a, Sánchez, Albert a, Saavedra, Carlos a.


a
ICL Iberia Súria & Sallent, Afores, s/n, 08260 Súria (Barcelona); FrancescXavier.Caballero@icl-group.com

RESUMEN: El presente trabajo pretende exponer y compartir con la Comunidad Minera, dentro del foro del XIV Con-
greso Internacional, las experiencias obtenidas en las diferentes fases del proceso constructivo, así como los retos
técnicos que se han debido salvar durante la ejecución de la Rampa de acceso a la Mina de potasa de Cabanasas,
que se está llevando a cabo en las instalaciones de Iberpotash, en el municipio de Súria (Barcelona), dentro de la
zona geológica conocida como Cuenca Potásica Catalana. Para ello se han creado cuatro bloques temáticos que se
desarrollan de manera independiente con el objetivo de poder profundizar en cada uno de ellos y destacar los factores
más significativos en cada ámbito. Los bloques temáticos son: Geología e Hidrogeología, Cruce de la Falla del Tordell
e inyecciones de impermeabilización, Geotecnia y Gestión del proyecto.

PALABRAS CLAVE: Túnel minero, rampa, pendiente, extracción, potasa.

1. INTRODUCCIÓN
La Rampa de Cabanasas contará con más de cinco kilómetros de longitud, descendiendo unos 800 m, llegando a los
920 m de cobertera.

La construcción de la Rampa es fundamental para el desarrollo y viabilidad de los planes futuros de la compañía.
Esta construcción permitirá dar un salto en la capacidad productiva del complejo de Súria. La Rampa incrementará
cualitativa y cuantitativamente la operativa actual de la Mina de Cabanasas, permitiendo:

-- Incrementar significativamente la capacidad de producción de la Mina de Cabanasas.


-- Incrementar la seguridad y facilitar la evacuación de la Mina en caso necesario.
-- Aumentar el caudal de ventilación, necesario para cumplir con el aumento de la producción estimada en con-
diciones seguras y confortables.
-- Introducir la maquinaria a la explotación por sus medios, sin tener que ser despiezada y bajada en los skips de
los pozos, y re-ensamblada en la mina como se hace actualmente.
-- Eliminar la circulación de un importante número de camiones/día a través del municipio de Súria.

La Rampa de Cabanasas discurre por materiales sedimentarios hasta su llegada a los materiales evaporíticos del
Eoceno, ya en la formación salina, en el entorno de los 900 m de profundidad, Figura 1. La complejidad técnica se ha
agrupado en 4 bloques temáticos a lo largo de la traza del proyecto:

I) Geología local, presencia de importantes accidentes tectónicos que han llevado a cambios de trazado para
adaptar el diseño a las mejores condiciones geológicas y compleja hidrogeología, que causó importantes
infiltraciones de aguas subterráneas, que han requerido técnicas de tratamiento y control, durante el avance
de la excavación y en las fases posteriores.

II) Cruce de una importante zona de falla, de escala regional (Falla del Tordell) que requirió diversas técnicas
de pre-sostenimiento.

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y Recursos Minerales
III) Macizo de pobres características geomecánicas, poca resistencia y variaciones importantes propias de
estas zonas de falla, e importantes coberteras.

IV) Gestión del proyecto, Seguridad y Organización durante la ejecución, simultaneidad de actividades de ex-
cavación y de instalación de las infraestructuras definitivas, en una obra lineal con un solo acceso, en fondo
de saco y con pendientes pronunciadas de hasta el 21 %.

2. GEOLOGÍA E HIDROGEOLOGÍA
La estratigrafía del entorno de la Rampa de Cabanasas consiste básicamente en lutitas, limolitas, margocalizas y
calizas poco potentes de origen lacustre y edad Terciaria (Eoceno).

Estructuralmente, y en general, la serie está muy poco plegada y se dispone de modo horizontal o casi.

Existen algunas estructuras tectónicas importantes, como, por ejemplo, la Falla del Tordell. Esta falla es un cabalga-
miento de dirección aproximada N65ºE, vergente al N y buzando unos 20-30º al S. La Falla del Tordell tiene un salto
de falla vertical de hasta 500 m, presenta una roca de falla muy potente (brecha y milonita arcillosa), de unos 30 m de
potencia real y 45 m de potencia aparente en el trazado de la Rampa.

Desde el punto de vista hidrogeológico, la roca en la Rampa de Cabanasas tiene permeabilidades muy bajas, excep-
tuando los niveles de calizas con permeabilidades de tipo fisural algo mayores.

Figura 1 – Corte geológico del trazado de la Rampa de Cabanasas.

La Falla del Tordell supone un límite entre dos dominios hidrogeológicos no conectados entre sí. Al S de la falla, en
el bloque cabalgante, con recarga meteórica y permeabilidades mayores; y al N de la falla, sin recarga meteórica y
permeabilidades muy bajas.

Otra estructura geológica de importancia es el Anticlinal de Cabanasas, donde principalmente se desarrollan los tra-
bajos de minería y por tanto donde existe mayor subsidencia minera.

También, al N del anticlinal de Cabanasas, existen algunos cabalgamientos, de vergencia S, que provocan pliegues
de arrastre, verticalizando, en ocasiones, la estratigrafía y arrastrando brechas y niveles evaporíticos que la Rampa
ha de atravesar en su desarrollo.

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3. CRUCE DE LA FALLA DEL TORDELL E INYECCIONES DE IMPERMEABILIZACIÓN
CRUCE DE LA FALLA DEL TORDELL
Las caracteristicas litologicas de los materiales atravesados en la zona de la Falla del Tordell son:

Lutitas negras y láminas de yesos bandeados (U-5, Suprasalino), muy fracturado y con aporte de agua (zona de
pre-falla), y

brecha de matriz arcillosa y lutitas fracturadas, con calidad de suelo residual (zona de falla).

La sección excavada fue de unos 60 m2 y se realizó mecánicamente, con retro-excavadora, con una longitud de pase
de 1.5 m, dejando un machón central en el frente (Figura 2 – a).

El sostenimiento se basó en dos tipos de paraguas:


Autoperforantes y cerchas TH-21 (Figura 2-b), y micropilotes y cerchas HEB-160 (Figura 2-c).

Figura 2 – Etapas del avance y sostenimiento en la zona de la Falla del Tordell.

Los auto-perforantes de Φ44 mm se usaron en la zona de pre-falla, donde abundaban las filtraciones de agua. Se
inyectaron con resina no expansiva para realizar una impermeabilización de la corona del túnel y por su resistencia
a compresión.

Los micropilotes de Φ90 mm, L=15 m, acero TM-80 y e=7 mm se utilizaron en la Zona de falla (terreno arcilloso, suelo
residual).

El hormigón proyectado fue del tipo SR, con una resistencia a compresión de 30 Mpa, aplicando un espesor de 0.30
m.

Previamente a la ejecución de los paraguas, en la zona de los autoperforantes, se realizaron las impermeabilizacio-
nes con lechada de micro-cemento, creando un cono de inyección de 5 m. Esto tenía dos funciones: una de ellas era
impermeabilizar la zona de trabajo, y la otra mejorar las propiedades del macizo rocoso de esta zona de muy mala
calidad geotécnica.

Se realizó un análisis tenso-deformacional con el software Phase 2.8 de elementos finitos, para la valoración del
sostenimiento, Figura 3.

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Figura 3 – Modelo numérico de elementos finitos de la zona de la Falla del Tordell.

Uno de los resultados de dicho cálculo fue confirmar la necesidad de realizar contraboveda en toda la zona de pre-fa-
lla y falla. Se realizó un refuerzo mediante una losa de 0.5 m de espesor, armada con acero Φ20 mm. Se instalaron
también tuberías de PVC, al hacer las losas, ante la posibilidad de tener que realizar inyecciones posteriores, Figura
4.

Figura 4 – Trabajos para la instalación de la contrabóveda en la zona de falla.

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INYECCIONES DE IMPERMEABILIZACIÓN
El control de las filtraciones de agua subterránea en la Rampa tiene una importancia relevante debido a los posibles
impactos que pueden causar en la mina, de modo que lo que se pretende es limitar la entrada de agua mediante
preinyección de lechada de cemento con anterioridad a la excavación en el frente.

Los elementos de inyección utilizados fueron micro-cementos y resinas bi-componentes con y sin carácter expansivo.

El procedimiento empleado en el tratamiento del frente de avance consistió en la inyección de micro-cemento, a una
determinada presión, en los taladros perforados a 64 mm. de diámetro.

La perforación se realizó con tres longitudes: 9, 14 y 18 m, desde el frente, con un solape respecto a la impermeabi-
lización anterior de tres metros (Figura 5). Las perforaciones exteriores tenían un desvío de 11º y 6º respecto al eje
del túnel para que la inyección abarcara el radio plástico del túnel, así como la longitud de los bulones colocados. Se
realizaban 23 barrenos de contorno y 7 barrenos interiores, de los cuales uno de ellos se utilizaba como registro para
medir caudales y presión.

Figura 5 – Inyecciones empleadas en el avance. Vista en planta y esquema de perforación en el frente

En la Figura 6 se puede observar la perforación y la situación de los packers en el frente para evitar la salida de agua.
La inyección se realizaba a través de una maquina inyectadora de cemento que consta de una mezcladora, un agita-
dor y una bomba de presión.

Figura 6 – Perforación en el frente y packers instalados para la inyección.

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Los aspectos importantes a considerar en la inyección de microcementos fueron:

• Consideraciones sobre las presiones de inyección, donde una presión mayor puede conducir a un riesgo de
hidrofracturacion o bien a situar la lechada lejos de la ubicación deseada.
• Criterios en el orden de inyección de los taladros.
• Secuencias de inyección en caso de llegar a unas cantidades de microcemento por taladro.
• Comprobaciones posteriores a la inyección para verificar la calidad de esta.
• El diseño de la mezcla de lechada para adaptarse a la penetración requerida y la resistencia a corto plazo y
las propiedades a largo plazo. Los factores que afectan a la penetrabilidad son:
mmLa distribución del tamaño de grano de la mezcla, que tiene un carácter decisivo para la impregnación en
los granos de un suelo o roca.
mmEl estado de la fisuración en el macizo rocoso. Al igual que el anterior tiene que considerarse la penetra-
bilidad en las juntas de poca apertura.
mmLa viscosidad, que tiene un componente importante, ya que en función de las fisuras o tamaños de grano
tendrá una influencia en el esfuerzo cortante de la lechada.
mmLa estabilidad de la mezcla, que influye en la cantidad de cemento que penetra en las fisuras.

La pre-inyección con microcementos también aporta una estabilización del terreno y una mejora de las condiciones
geotécnicas, lo que aumenta las condiciones de seguridad para la excavación y el sostenimiento.

Otros tratamientos realizados implicaron el uso de resinas bi-componentes.

Estas resinas son unas espumas a base de silicato, con 2 componentes (A y B). El componente A es un silicato y el
componente B es un isocianato, que después de mezclarse, en una proporción volumétrica de 1:1, forman una espu-
ma sólida en segundos.

En nuestro caso se utilizaron dos tipos de resina: resina de inyección con una rápida y gran expansión; y resina de
inyección no expansiva y con buena adherencia a superficies.

La primera se utilizó para atajar flujos de agua a gran presión y caudal y a una cierta distancia del contorno del túnel;
y la segunda se utilizó en filtraciones que no habían quedado bien selladas con el tratamiento de impermeabilización
con microcementos.

4. GEOTECNIA
La caracterización geotécnica del macizo rocoso durante la fase de anteproyecto se realizó en base a los datos ob-
tenidos en las diferentes estaciones geomecánicas y los proporcionados por los ensayos in situ y de laboratorio reali-
zados sobre los testigos de los sondeos de investigación, así como por la sísmica y testificación geofísica realizadas.

A partir de estos datos, y teniendo además en cuenta las características litológicas, estructurales y geomecánicas
del macizo rocoso, se definieron 23 unidades geotécnicas que serían atravesadas por el trazado de la Rampa de
Cabanasas. Las diferentes unidades geológicas están formadas por sucesiones de materiales sedimentarios, hasta
llegar a las capas salinas. El contacto entre las rocas sedimentarias y las salinas lo conforma una unidad denominada
Suprasalino (U-5), formada por una mezcla heterogénea de lutitas, yesos y sales. Esa gran heterogeneidad genera
la necesidad de una constante adaptación del proceso constructivo.

Además de las campañas de reconocimiento desde superficie, a través de sísmica de reflexión en 2D y 3D y sondeos
con recuperación de testigo, hidrofracturación, etc., se han realizado sondeos largos desde el interior de la Rampa,
en la misma dirección que la traza, para obtener muestras de los materiales que realmente se cortarían, en base a lo
cual se definen los parámetros de roca a introducir para crear los modelos matemáticos mediante los programas de
cálculo de sostenimientos RS2 para las secciones estándar y FLAC 3D para las cavernas, pilares, conexiones entre
galerías auxiliares, etc.

Siguiendo la secuencia de ejecución del avance lineal y atendiendo a la orientación de las discontinuidades, inicial-
mente se dividió el trazado de la Rampa en cuatro tramos. La última versión del trazado, para adaptarse a las mejores
condiciones de roca, está constituida por siete tramos y diferentes dominios estructurales en función de la orientación
del eje del trazado.

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En el primer tramo y parte del segundo, previo a la Falla del Tordell, se atravesaron limolitas y areniscas con lutitas
intercaladas, además de yesos masivos y yesos de techo del Suprasalino. La resistencia a compresión simple de la
roca excavada fue inferior a la prevista en proyecto. En el PK 0+640 se atravesaron una serie de bancos calcáreos
e intercalaciones de calizas de alta permeabilidad, que provocaron importantes filtraciones de agua a la Rampa y
causaron problemas sustanciales en la excavación y sostenimiento. Posteriormente, en el PK 1+150 se intersectó la
Falla del Tordell, que constituye el principal accidente tectónico de la zona.

Una vez atravesada la falla, en el tramo 2 se atravesaron las formaciones características de las Capas de Súria
hasta llegar a la Unidad Lacustre del Tordell, denominada Unidad 6, formada por limolitas y margas con niveles de
calizas, la cual se atraviesa durante más de 2000 metros. Al igual que sucede con el tramo anterior, la resistencia de
la roca encontrada ha sido inferior que la prevista en proyecto, lo que ha obligado a realizar diversas modificaciones
en el proceso constructivo de la Rampa. Finalmente, se prevé que de los últimos 300 metros de túnel los materiales
excavados sean unos 100 m en Suprasalino (U-5) y unos 200 m en la Sal de techo, halita finamente bandeada con
láminas de arcillas.

La estratificación, la cual tiene un importante papel en el comportamiento del terreno, pasa de ser perpendicular al
túnel con un buzamiento de 20º a paralela en los tramos 5 y 6 con buzamientos comprendidos entre los 20 y 70º

La monitorización de la excavación del túnel se realiza pase a pase, mediante levantamientos geológico-geotécni-
cos de cada frente, en los cuales se determina la caracterización del macizo siguiendo los parámetros reconocidos
internacionalmente, RQD, RMR, Q y GSI. Una vez excavado y sostenido el túnel, se realiza la evaluación de la defor-
mación mediante estaciones de medición de convergencias, que son medidas con cinta extensométrica de precisión
para determinar sus movimientos relativos y mediante topografía para determinar el movimiento o desplazamiento
espacial.

Como complemento del sistema convencional de medición de convergencias, se han instalado secciones instrumen-
tadas con extensómetros de varillas, células de presión para el hormigón proyectado, células de presión en bulones y
extensómetros de cuerda vibrante para cuantificar las deformaciones en los perfiles metálicos y para determinar cuál
es el efecto sobre los elementos del sostenimiento y el comportamiento del macizo circundante. Con toda la informa-
ción facilitada por dichos equipos y procedimientos, se evalúa, en tiempo real el comportamiento del túnel en cada
sección, y se definen los parámetros de sostenimiento “as you go”, adaptándose, en cada caso, a las necesidades del
tramo analizado. Para ello se integra el comportamiento real del Túnel medido, con la geología determinada por los
levantamientos de frente y con la prevista en base a los sondeos de reconocimiento por delante del frente; posterior-
mente se realizan back analysis para calibrar los modelos y adaptarlos, en caso necesario.

En general, el comportamiento del Túnel ha sido muy “noble” hasta el entorno del PK 2+400, donde se cruza la char-
nela del Anticlinal de Cabanasas. A partir de entrar en el flanco norte de dicho anticlinal y junto con el descenso en
cota, que implica aumento de cobertera, el comportamiento cambia significativamente.

Además de las Ingenierías especializadas en trabajos subterráneos que colaboran en el desarrollo del proyecto for-
mando parte del equipo, se ha trabajado con una larga lista de expertos consultores en situaciones concretas y que
han colaborado en la toma de decisiones y en la definición de las soluciones junto con el equipo del Proyecto, entre
los que cabe destacar por su reconocido prestigio: Dr. Evert Hoek, Dr. Walter Wittke, Dr. Ricardo Laín, Dr. Eduardo
Alonso, y otros muchos que no por ser menos conocidos han colaborado de igual modo en el desarrollo del proyecto.

5. GESTIÓN DEL PROYECTO


La aparición de numerosos acontecimientos imprevistos, hizo que el proyecto se fuera definiendo según un proceso
“as you go”, adaptando el proceso constructivo en base a la caracterización obtenida de los sondeos por delante del
frente. Esta cuestión ha hecho del proyecto un banco de pruebas muy exigente, donde aplicar los criterios común-
mente aceptados, las experiencias previas, así como las nuevas perspectivas aportadas por el equipo y por expertos
de primer orden y de reconocido prestigio, y todo ello manteniendo el ritmo de producción en avance al más alto nivel
posible.

Además de la excavación del túnel y en paralelo, se están construyendo las instalaciones de extracción definitivas,
Figura 7, las cuales se llevan a cabo con un modelo de contratación tipo self-performing, con más de una veintena de

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diferentes contratistas a parte del contratista principal; lo que implica otro hándicap en la organización y la logística
dentro del túnel, todo ello integrado dentro de un marco de respeto estricto y absoluto por las normas de seguridad.

Figura 7 – Zona de transferencia entre cintas transportadoras

Para el control del proyecto se estableció un sistema de seguimiento y monitorización de las actividades del frente
principal de avance. Los datos capturados se registran en una base de datos con la que se confecciona un estudio
de métodos y tiempos y en base a él se han ido optimizando las actividades que conforman el ciclo de excavación
hasta su máxima operatividad. Por otro lado, se declaran las incidencias que penalizan el avance, de este modo, con
los datos obtenidos se genera información valiosa que sirve de ayuda en la toma de decisiones. Dicha información se
emplea en el proceso de mejora continua en el que se basa la gestión del proyecto.

El objetivo de la Dirección del Proyecto no ha sido otro que el de tratar de reducir la incertidumbre del proceso cons-
tructivo a la propia del macizo rocoso, procediendo a adecuar todas las actividades para que faciliten el avance del
frente principal, sin dejar de llevar a cabo el resto de actividades, pero sin que éstas afecten al proceso constructivo.
Dejando que la roca y su comportamiento marquen el tempo del proyecto.

Toda esta labor no hubiera sido posible sin un riguroso sistema de control y gestión de actividades basado en la ex-
periencia y estricta dedicación del equipo.

Por lo que hace a la gestión de la Seguridad, factor clave y requisito indispensable para poder llevar a cabo el pro-
yecto, con pendientes continuadas de hasta el 21 %, el trabajo en fondo de saco de casi 5 km, la simultaneidad de
múltiples actividades,… no hubiera sido posible de no haberse realizado una importante labor de integración de
procedimientos y estándares de obligado cumplimiento con los específicos de las diversas compañías participantes,
empezando por los estándares de prevención consolidados de Iberpotash como empresa minera concesionaria y
promotora del proyecto, con una vasta experiencia en gestión de la prevención y seguridad en labores mineras, las
aportaciones de los estándares internacionales del grupo ICL, junto con la experiencia en obra civil y construcción de
la empresa contratista principal.

Desde la Dirección Facultativa se impulsó la gestión de la acción preventiva integrándola en un grupo de trabajo multi-
disciplinar formado por todos los técnicos y responsables de la gestión del proyecto y liderado por los prevencionistas
de Iberpotash y la contrata principal, que son los que se encargan de la implementación de medidas y su seguimiento,
haciendo partícipes de manera transversal al resto de la organización.

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Según las características de la Rampa y la propia complejidad de la obra, se ha tenido que prestar especial atención
a los posibles accidentes y emergencias que se pudieran producir, pudiendo estos además tener graves consecuen-
cias para el personal que trabaje en él. Así, se han analizado los riesgos y emergencias derivados de su ejecución
teniendo en cuenta, además, de que se trata de trabajos muy especializados y sistematizados. El objetivo ha sido
potenciar la labor de concienciación de los trabajadores inculcándoles la necesidad de valorar, de la misma manera,
el cumplimiento y conocimiento de las normas de seguridad derivadas de la realización del trabajo que la propia
actividad. Esto, e inculcar la cultura preventiva en los mandos, han sido los principales objetivos desde la Dirección
Facultativa en general y desde el Departamento de Seguridad en particular. Para conseguirlo se establecieron reu-
niones específicas de seguimiento semanales entre mandos y Dirección, redacción de procedimientos e instrucciones
de seguridad, implantación de sistemas dinámicos de comunicación de incidentes, exposición pública de las mejoras
implementadas, charlas multidisciplinarias con los trabajadores, etc.

Se ha trabajado mucho en la instrucción de los trabajadores sobre el cómo actuar en caso de emergencia en el túnel,
el principal objetivo consiste en que el personal tenga la preparación y equipos necesarios para poder actuar de forma
segura, comunicar, controlar o eliminar con la mayor celeridad posible la emergencia y confinarse en un lugar seguro.
Para ello se ha dotado de una serie de recursos humanos, brigadas de salvamento, bombero profesional, recursos
preventivos,… y materiales, tales como por ejemplo ambulancia, refugios contraincendios, sistemas de comunicación
redundantes, sistemas de extinción de incendios, señalética, iluminación, … Con esta idea se ha redactado un plan
de emergencia donde se compila y se especifica la organización, personal y equipos para la implantación y desarrollo
de su contenido. Todo ello dentro de un sistema de mejora continua que ha servido para detectar y analizar nuevas
situaciones y riesgos que en un principio no se habían detectado y por consiguiente mejorar las condiciones de se-
guridad.

6. CONCLUSIONES
De todo lo expuesto, se concluye que La Rampa de Cabanasas no es un túnel convencional ya que, aun formando
parte de la Mina, no aplican los criterios de laboreo minero de la minería potásica; pero tampoco los criterios de
ejecución de túneles carreteros o ferroviarios convencionales, ya que es infraestructura minera. Aunque es sabido
que no hay dos túneles iguales, en este túnel ha habido diferentes túneles, con sus variadas problemáticas, aguas
subterráneas de infiltración, cruce de accidentes geológicos, su gran profundidad, su longitud, su pendiente, sus in-
fraestructuras, etc. En definitiva, una gran obra de ingeniería.

7. AGRADECIMIENTOS
A todo el equipo que integra el “Ramp Team”, Albert S, Judit P, Enric C., Daniel G., Emma C., José A. (Pepín), Adrián
C., Javi B., Sergio S. y a Carlos C y Roger C,, aunque ya no estén en el equipo.

A todos los miembros de la empresa que nos han ayudado, Oficina Técnica, especial mención para David R, al Dpto
de Servicios Técnicos y Geología liderado por Carlos S., a la Dirección de Minería, Contabilidad, ... a OPEX & CA-
PEX, a los que continúan y a los que se fueron, a todos.

A la Asistencia Técnica, CRS, y en particular a Justí A, Camino V. y Luis de F, que están en el barro con nosotros.

A Subterra Ingeniería, por su colaboración en todos los aspectos multidisciplinares que les hemos solicitado.

A los que nos han “marcado el rumbo”, la Cátedra de la EPSEM, Lluis S, y al equipo de Infraplan.

A todos los asesores externos que de una manera u otra han colaborado con nosotros con el objetivo de mejorar los
procedimientos. Especial mención para el Dr. Evert Hoek, que aún en su jubilación ha tenido a bien ayudarnos de una
manera muy enérgica y participativa.

A todos los contratistas que de una manera más o menos relevante nos están ayudando a llevar a cabo este ambi-
cioso proyecto.

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8. BIBLIOGRAFÍA
• A.C. Houlsby. Construction and Design of Cement Grouting. A guide to grouting in rock foundations.
• Henri Cambefort. Inyección de suelos.
• Manual de Túneles y obras subterráneas. Volumen-2. Capitulo-34 Túneles en terrenos con fallas. Héctor Vélez
Perez, Pedro Caro Perdigón.
• RS2 9.0 2D finite element program for soil and rock applications. Rocscience Inc. Canada.
• Evert Hoek, Rafael Guevara Briceño. Overcoming squeezing in the Yacambu-Quibor tunnel, Venezuela. Rock Me-
chanics and Rock Engineering, February 2009.
• Hoek E., Carter, T.G., Diederichs, M.S. Quantification of the Geological Strength Index Chart. 47th US Rock Me-
chanics/ Geomechanics Symposium held in San Francisco, CA, USA. June 23-26, 2013.
• E. Hoek, Fracture of Anisotropic Rock. South African Council for Scientific and Industrial Research. Journal of the
South African Institute of Mining and Metallurgy. Volume 64, Pages 501-518, No. 10, May 1964.
• FLAC3D, (Fast Lagrangian Analysis of continua in 3D) is numerical modeling software for geotechnical analyses of
soil, rock, groundwater, constructs, and ground support.

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274

INNOVACIÓN EN LA MEDICIÓN DE DESVIACIÓN DE BARRENOS


ASCENDENTES EN MINAS POR SUBLEVEL STOPING
Sr. Javier Orive1, Sr. Jesus F. Domingo1, Sr. John Sadek2
1
Maxam Europe S.A., Madrid, España, 2Minas de Aguas Teñidas, S.A., Huelva, España

ABSTRACT: Los avances tecnológicos de la minería en el siglo XXI han permitido la viabilidad de proyectos en todo
el mundo, hace unas décadas considerados antieconómicos. La desviación de barrenos, en relación con su diseño
proyectado, da lugar a grandes costes y problemas de seguridad. La precisión de la perforación limita fuertemente la
factibilidad del proyecto (es decir, la recuperación de minerales en las cámaras, el control de la dilución y la estabili-
dad de pilares causados por daños por las voladuras), el consumo explosivo y la fragmentación. Las desviaciones de
perforación son responsables de las deficiencias en el resultado al generar variaciones respecto a la malla de diseño.
Esto puede generar pérdidas por dilución (overbreak), pérdidas (underbreak) y daños por voladura que tienen un im-
pacto negativo en los resultados económicos y generan problemas de estabilidad, operacionales y de seguridad. En
la Faja Pirítica, se están desarrollando trabajos de bombeo y carga de barrenos perforados en anillos de 360º en las
minas subterráneas de Aguas Teñidas y Magdalena. Para la ejecución de estos trabajos se utilizan carriers equipados
con unidades de bombeo automatizadas para asegurar el llenado de los barrenos. Un nuevo sistema de medición ha
sido implementado en unidades de carga de explosivos para monitorear la precisión de la perforación. La innovación
del proyecto es la implementación de un sensor acoplado a la manguera para que las mediciones se tomen automá-
ticamente mientras justo antes de colocar el booster en el barreno.

El sistema se ha utilizado todavía para monitorear 30 barrenos en los que las desviaciones medidas en el fondo eran
15 ± 5% de su longitud (media y desviación estándar).

Esta herramienta es el punto de partida para el establecimiento de un sistema de QA / QC para lograr la excelencia
operacional y tomar decisiones en línea para reducir las desviaciones de los taladros, modificar diseños o tipos de
explosivos. Otras pruebas están planificadas en otras minas para validar el sistema.

1. INTRODUCCIÓN
Los avances tecnológicos en el software de diseño de voladuras y la mayor precisión en las mediciones topográficas
en las minas subterráneas han permitido en las últimas décadas mejoras sustanciales en la ubicación espacial de los
barrenos perforados. Además, los sistemas de posicionamiento del equipo de perforación reducen el error de ubica-
ción del emboquille, así como otros errores como la dirección y la longitud del taladro.

Los errores más comunes en las operaciones de perforación incluyen la ubicación de la boca del barreno y ajuste de
su dirección, de acuerdo al plan de perforación. Sin embargo, las incógnitas persisten sobre la trayectoria y el punto
final del taladro real.

En muchos casos, esto se debe a la tecnología utilizada (sistemas giroscópicos o magnetométricos) y al alto costo
que supone la medición de la desviación (medios mecánicos y humanos).
Maxam ha desarrollado un sistema de medición de la desviación del taladro (Fig. 2), que incorpora el sensor en la
unidad de carga con el objetivo de medir la desviación de forma automática.

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Los errores más comunes en las operaciones de perforación incluyen la ubicación de la boca del
barreno y ajuste de su dirección, de acuerdo al plan de perforación. Sin embargo, las incógnitas
persisten sobre la trayectoria y el punto final del taladro real.

En muchos casos, los resultados del análisis del rendimiento de la voladura en cuanto a la
recuperación del mineral y la geometría de la cámara sólo pueden explicarse por el efecto de la
desviación de la trayectoria del barreno perforado respecto al diseño (Fig. 1).

Figura 1. Trayectoria de los barrenos perforados frente al diseño.

Se sabe que la desviación esFigura 1. Trayectoria


causada de los barrenos
por numerosos perforados
factores frente
tales comoal diseño.
el diámetro de la barra de perforación, la
tasa de penetración del taladro, la geología de la roca y la experiencia de perforación (Orpen, 2005).

Aunque el valor económico de las pérdidas producidas por este efecto puede ser muy alto, es difícil encontrar son-
das de investigación que se adapten a las necesidades de la industria minera, particularmente aquellas destinadas
a evaluar barrenos ascendentes.

En muchos casos, esto se debe a la tecnología utilizada (sistemas giroscópicos o magnetométricos) y al alto costo
que supone la medición de la desviación (medios mecánicos y humanos).
Maxam ha desarrollado un sistema de medición de la desviación del taladro (Fig. 2), que incorpora el sensor en la
unidad de carga con el objetivo de medir la desviación de forma automática.

Figura 2. Sistema Riosensor de medición de la desviación.

2. SERVICIOS MAXAM EN LA MINA AGUAS TEÑIDAS


Maxam ofrece servicios denominados PUMP AND GO en las minas de MATSA para la carga de barrenos en anillos
de 360º (Fig.3).

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Además, se proporciona un servicio de verificación de los barrenos perforados, que consiste en
Figura 3. Carga de barrenos ascendentes en anillos.
un informe detallado del estado de los taladros antes de la carga, indicando la presencia de
bloqueos, longitudes totales y de
Además, se proporciona un servicio de verificación desviaciones
los barrenos de la trayectoria.
perforados, que consiste en un informe detallado
del estado de los taladros antes de la carga, indicando la presencia de bloqueos, longitudes totales y desviaciones
de la trayectoria.Las unidades de carga de explosivo a granel UG han incorporado una sonda acoplada a la
manguera que se inserta en el barreno. Un elemento empujador guía la sonda en su camino has
Las unidades de carga de explosivo a granel UG han incorporado una sonda acoplada a la manguera que se inserta
el elemento
en el barreno. Un final delempujador
taladro, realizando puntos
guía la sonda en sude medición
camino hasta cada
el final2 del
metros o según
taladro, necesidad.
realizando puntos de
medición cada 2El brazo
metros de elevación
o según de la grúa levanta el equipo de medición para alinearlo con el barreno,
necesidad.
luego el empujador automático de la manguera inserta el instrumento hasta el final del taladro
El brazo de elevación de lasegrúa
mientras levanta
realiza el equipo de
la medición medición
(Fig. 4). para alinearlo con el barreno, luego el empujador
automático de la manguera inserta el instrumento hasta el final del taladro mientras se realiza la medición (Fig. 4).

Figure
Figure 4. Operación de4.medición
Operaciónde
de barrenos
medición de barrenos

La sonda recoge lecturas de acimut, inclinación, temperatura de los sensores y componentes de los campos gravita-
La sonda recoge lecturas de acimut, inclinación, temperatura de los sensores y componentes
torio y magnético. de
los campos gravitatorio y magnético.

El software de comunicación procesa de la información recogida por la sonda que es validada


por el operador en tiempo real (Fig. 5).
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El software de comunicación procesa de la información recogida por la sonda que es validada por el operador en
tiempo real (Fig. 5).

Figure 5. Proceso de validación de datos

De acuerdo con los fundamentos de la operación de la sonda, cuando los sensores inerciales son afectados por las
aceleraciones debidas al movimiento del equipo, o las interacciones magnéticas locales interfieren con los magnetó-
metros, los valores de inclinación o acimut son rechazados.

Las variables medidas en cada barreno son (Tabla 1):


- Error de longitud= valor medido – valor de diseño
- Error de inclinación= valor medido – valor de diseño
- Azimuth error: = valor medido – valor de diseño
- Error de desviación en x, y, z: punto final del barreno real – punto final barreno de diseño

Table 1. Resultados de mediciones en la cámara AL 900-850.


Date: blast hole end offset
depth (m) inclination (º) azimuth (º)
2017, mar 8 (m)
BLAST
stope measure design error measure design error measure design error delta x delta y delta z
HOLE
b0106 18.2 17.0 1.2 151.7 152.6 0.9 174.8 171.0 3.8 0.0 -2.0 0.3
b0107 19.1 19.2 -0.1 144.7 148.8 4.1 175.8 171.0 4.8 0.2 -1.8 -1.4
AL b0108 21.7 20.3 1.5 140.5 144.3 3.8 172.5 171.0 1.5 0.4 -2.9 -0.6
900-
850 b0110 22.3 22.9 -0.6 132.5 135.9 3.4 174.6 171.0 3.6 -0.8 -1.8 -2.8
b0112 22.3 23.4 -1.1 124.8 128.2 3.4 177.0 171.0 6.0 -1.8 -1.0 -3.0
b0113 20.1 22.5 -2.4 123.2 121.0 2.2 175.2 171.0 4.2 -1.1 -1.9 1.7

Cada barreno está representado gráficamente de acuerdo con las secciones S-N y W-E (Figura 6), sin embargo, se
pueden hacer otros tipos de representaciones de acuerdo con el eje de la galería en las que se perforan los abanicos.
Esto facilita la visualización de las pérdidas o aumentos de la piedra real y el espaciamiento en relación con el del
diseño.

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Figura 6. Representación gráfica de acuerdo con secciones N-S y W-E.

La representación tridimensional de los taladros planificados frente a los reales medidos, permite la visualización de
la desviación encontrada (Fig. 7).

Figura 7. Graphic representation in 3D views

3. PRECISIÓN Y CONFIANZA EN EL MODELO

Una de las principales limitaciones de las sondas de medición de perforación es demostrar la exactitud y precisión de
los resultados en comparación con los parámetros de diseño.

Los valores obtenidos por la sonda sin tener en cuenta los errores, producen un efecto acumulativo en las mediciones
posteriores. La trayectoria del barreno se determina añadiendo vectores con origen en los puntos de medición; el
punto de inicio de un nuevo vector es el punto final de la anterior. Los datos no validados podrían dar lugar a resulta-
dos inexactos.

Con el fin de compensar las lecturas fuera de rango y mejorar la precisión, las mediciones se toman a lo largo del ba-
rreno desde el emboquille hasta el fondo, y luego también se toman cuando la manguera se retira, en sentido inverso.

Algunos de los errores aleatorios y sistemáticos que afectan al sistema son:

Una de las principales limitaciones de las sondas de medición de perforación es demostrar la exactitud y la precisión
de los resultados en comparación con los parámetros de diseño.

Los valores devueltos por la sonda sin tener en cuenta los errores producen un efecto acumulativo en las mediciones
posteriores. La vía del agujero se determina añadiendo vectores entre los puntos de medición; el punto de inicio de
un nuevo vector es el punto final de la anterior. Los datos no son válidos para dar lugar a resultados inexactos.

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Con el fin de compensar las lecturas fuera de rango y mejorar la precisión, las mediciones se toman en el largo del
agujero de la explosión de cuello en la extremidad, y luego también se toman como manguera se retiran desde el
agujero hasta el cuello.

Algunos de los errores aleatorios y sistemáticos a los que se enfrenta el sistema son:

- Error de alineación con el eje del pozo por la presencia de desprendimientos o huecos en él, fuerzas tangenciales
debidas al empuje de la manguera o deformación del centro de la sonda. Para evitar esto, como regla general, se
realizan mediciones en orificios de perforación que se han comprobado previamente. Además, la unión entre la man-
guera y la sonda tiene un acoplamiento tipo cardán que previene la distorsión lateral y los dispositivos de centrado se
reemplazan regularmente.
- Error de posición de profundidad: fallos en el dispositivo empujador y el medidor, deslizando la manguera sin girar el
dispositivo cuenta metros. Esto se reduce con un mantenimiento y una calibración regulares.
- Error del dispositivo: la precisión inherente del dispositivo de acuerdo con las especificaciones del fabricante. Este
error es menor, comparado con el resto de magnitudes.
- Error por magnetismo local: la presencia de elementos ferromagnéticos produce una perturbación en el campo
magnético terrestre que distorsiona las lecturas. Como criterio general, adoptado por el Departamento de Geología
de Matsa, un valor por defecto de la declinación magnética se fija en -3º como referencia. Para discriminar lecturas
afectadas por alteraciones de campo magnético local, la sonda mide una variable de control en cada estación, que
es el ángulo entre el vector de campo geomagnético y el vector de gravedad. En ausencia de anomalías locales, este
ángulo depende de la latitud geográfica. Si el ángulo reportado en este área minera es significativamente diferente de
la cifra esperada, 52º +/- 5%, entonces es probable que exista una interferencia magnética, o una aceleración lineal
durante la medición, o que el dispositivo no esté funcionando correctamente.
Como una consideración adicional, se lleva a cabo el monitoreo estadístico de los registros, analizando su variabilidad
y comprobando independientemente si los valores de G y H se mantienen entre un rango de +/- 5% de sus valores de
referencia en el área que son 9,8 m/s, y 0,48 Gauss. Esto conduce al rechazo automático de esos valores atípicos,
como se muestra en la Tabla 2.

Tabla 2: Rechazo de lecturas no válidas.


TimeS- Inclination AccelTemp MagTemp GTOT HTOT
VALUE Azimuth (º) DipAngle
tamp (sec) (º) (ºC) (ºC) (m/s) (gauss)
REJECT 0.5 151.684 175.01 40.427 27 26.5 1.001 0.4
REJECT 1 150.176 174.724 55.273 27 26.5 0.998 0.461
OK 1.5 149.119 180.265 54.607 27.2 26.5 0.994 0.493
OK 2 148.059 172.93 53.151 27 26.5 0.994 0.486
OK 2.5 148.005 181.374 51.156 27.2 26.5 1.008 0.482
OK 3 146.377 180.933 51.034 27 26.5 1.011 0.479

Periódicamente se realiza una calibración de la medición de la desviación, consistente en muestreo de barrenos


“con cale”. Es decir, se miden emboquilles y cales por medios topográficos aquellos barrenos que alcanzan un área
accesible de la mina. Las medidas tomadas por los métodos topográfico y de sonda se comparan, como se muestra
en la Tabla 3.

Tabla 3. Precisión de la medida de control


Blast hole end offset (m) % error
Length (m) delta x (m) delta y (m) delta tot (m)
17.0 -0.21 -0.28 0.35 2.05%
18.5 -0.10 -0.45 0.46 2.49%

Todas las cuestiones mencionadas anteriormente llevan a la conclusión de que el método puede calibrarse para re-
flejar con confianza la trayectoria real del taladro.

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4. IMPACTO ECONÓMICO EN UN PROYECTO MINERO.
A través de la recolección de datos en diversos proyectos mineros, Maxam ha creado un modelo estadístico aplicable
a cualquier otra obra minera, con el objetivo de cuantificar el impacto económico de la desviación del pozo.

Este modelo se basa en el análisis de los valores de desviación de un conjunto de barrenos examinados y su com-
paración con el diseño.

En este caso, la evaluación estadística del conjunto de datos recogidos demuestra que (Tabla 4):

- El valor del sesgo estándar está dentro del rango esperado para los datos de una distribución normal.
- El valor de kurtosis estándar está dentro del rango esperado para los datos de una distribución normal. Por lo tanto,
cualquier prueba estadística con referencia a la desviación estándar se puede realizar.

Table 4. Resultados de la desviación real vs diseño.


Depth (m) Inclination (º) Azimuth (º) End offset (m) Error
BLAST Total
Measure Design Error Survey Design Error Survey Design Error ∆X ∆Y ∆Z
HOLE (m)
B0106 18,2 17 1,2 151,7 152,6 0,9 174,8 171 3,8 0 -2 0,3 2,02
B0107 19,1 19,2 -0,1 144,7 148,8 4,1 175,8 171 4,8 0,2 -1,8 -1,4 2,29
B0108 21,7 20,3 1,5 140,5 144,3 3,8 172,5 171 1,5 0,4 -2,9 -0,6 2,99
B0110 22,3 22,9 -0,6 132,5 135,9 3,4 174,6 171 3,6 -0,8 -1,8 -2,8 3,42
B0112 22,3 23,4 -1,1 124,8 128,2 3,4 177 171 6 -1,8 -1 -3 3,64
B0113 20,1 22,5 -2,4 123,2 121 2,2 175,2 171 4,2 -1,1 -1,9 1,7 2,78
A5B12 12,5 12,4 0,1 144,7 144,8 0,1 79,8 80 0,2 -0,6 0,8 0,3 1,04
A5B13 8,7 8,9 -0,2 131,6 132,3 0,7 84,3 83,6 0,7 -0,3 -0,1 0,1 0,33
A5B15 7 7,3 -0,3 98,1 98,2 0,1 89,2 89 0,3 -0,3 0,1 -0,3 0,44
A6B3 21,2 20,4 0,8 167,1 164,1 3 301,4 299,5 1,9 1,3 0,4 1 1,69
A6B6 20 20 0 167,8 167,2 0,6 48,1 51,6 3,6 -1,4 1,2 -0,1 1,85
A6B7 21,3 20,7 0,6 160,1 160,4 0,3 66,2 66,8 0,6 -1,4 2,3 0,4 2,72
A6B8 22 22,1 -0,1 156,8 153,1 3,7 73,8 73,9 0,1 -2,6 2,1 0,4 3,37
A7B2 17,1 19,9 -2,8 161,6 165,2 3,6 305,5 307 1,4 1,8 -0,1 -2,7 3,25
A7B4 17,1 19,6 -2,5 161,5 170,3 8,9 24,2 21,7 2,6 1,2 1,1 -2,9 3,33
B01 17 17,9 17,7 0,2 150,2 150,2 0 245,8 249,4 3,6 0,7 -2,1 0 2,21
B01 14 13,8 15,1 -1,3 167,5 173,7 6,2 200,3 198,9 1,4 -0,58 -1,03 -1,47 1,89
B01 13 15,2 15,2 0 170,5 170,5 0 156,1 148,9 7,2 -1,04 -0,86 -0,02 1,35
B01 10 17,9 18,5 -0,6 149,4 146,5 2,9 108,4 103,1 5,3 -1,68 -0,78 0,24 1,87
B01 08 10,9 10,2 0,7 125,9 125,3 0,6 93,3 94,3 1 -0,08 0,39 0,13 0,42
B02 19 9,7 8,6 1,1 125 127,4 2,4 257,5 266,9 9,4 0,08 -1,38 -0,18 1,39
B02 17 18,2 17,3 0,9 148,8 150,5 1,7 241 247,9 6,9 0,7 -3,25 -0,2 3,33
B02 14 15,1 14,9 0,2 167,1 175,5 8,4 204,1 207,2 3,1 -0,78 -1,71 -0,27 1,90
B02 10 18,4 18,6 -0,2 152,8 146,8 6 99,6 96,1 3,5 -1,76 0,17 1,02 2,04

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Figura 8. Representación de datos según una distribución Normal

Dado que los datos provienen de una distribución normal (la población de la que proviene la muestra puede ser repre-
sentada por la distribución normal), los intervalos de confianza se pueden calcular en consecuencia. El intervalo de
confianza para la media en el 95% es [-0,686; 0,277] y el intervalo de confianza para la desviación estándar al 95%
es [0,886; 1.600].

Tabla 5. Valores estadísticos de los cálculos.

Extrapolando los parámetros estadísticos obtenidos, Tabla 5, se pueden estimar las pérdidas de mineral y dilución.

Mediante la adición o sustracción de las desviaciones medias del agujero a un diseño de anillo, se obtiene el siguiente
gráfico (Fig.9). La superficie de dilución se muestra como un color gris claro y la superficie debido a las pérdidas en
gris oscuro.

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Figura 9. Dilución y pérdida de la modelización del área de un anillo.

En este caso, el área de sección transversal del anillo es de 387,0 m2, mientras que el área real proyectada es de
358,3 m2. La diferencia neta de 28,7 m2 consta de una pérdida de 30,6 m2 (o sub-ruptura potencial) y 1,9 m2 de
dilución (o sobre-ruptura potencial).

Para una carga de 2,45m y una densidad de 4,2 t / m3, la pérdida potencial y la dilución por anillo son aproximada-
mente 315 toneladas y 20 toneladas, respectivamente. Si este potencial se realiza completamente a lo largo de toda
una cámara, esto equivale a una pérdida del 8% de mineral y un incremento de dilución del 0,5% únicamente relacio-
nado con la precisión del taladro, Fig. 10.

Figura 10. Representación del volumen de dilución y pérdidas en un anillo.

5. CONCLUSIONES
El importante impacto potencial de la precisión de los agujeros en la pérdida y dilución de mineral resalta la impor-
tancia de este tipo de estudio y la necesidad de herramientas de medición precisas. La automatización del sistema
de medición con una interrupción mínima de las tareas operativas normales es una característica de la herramienta
descrita en el presente documento.

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Este sistema no sólo proporciona datos útiles para una evaluación detallada y una mejora continua potencial, sino
que lo hace de forma automática como parte de las tareas normales de carga utilizando el equipo existente. Esto
contribuye a la seguridad, a los resultados inmediatos ya los ahorros de tiempo; todos los atributos esenciales de la
minería moderna.

En las minas donde se ha realizado este estudio, se ha establecido un procedimiento para la voladuras de produc-
ción. Una vez perforados los agujeros y antes de cargarlos, se limpian y luego se miden para verificar la exactitud de
la perforación. Con este método, la unidad de carga se utiliza como un elemento adicional para medir los agujeros
de modo que no se pierda tiempo antes de cargar. Se evitan esfuerzos innecesarios y se ahorra tiempo. Además de
estos elementos, los parámetros de diseño del taladro pueden modificarse para optimizar el procedimiento y evitar la
dilución y la pérdida, mejorando así la eficiencia operativa.

6. REFERENCIAS
• Killeen, P G, Bernius, G R and Mwenifumbo, C J, 1995. Surveying the path of boreholes: a review of orientation
methods and experience, Geological Survey of Canada, Natural Resources Canada, Ottawa.
• Orpen, J, 2005. Introducing the borehole surveying benchmarking project, Institute of Mine Surveyors of South
Africa Colloquium, Voorspoed Mine, Belmont, Republic of South Africa, 5 to 6 May.

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321
CONSTRUCCIÓN DE UNA RAMPA EN SENTIDO ASCENDENTE, EN ROCA
SALINA, DESDE EL INTERIOR DE MINA
Sánchez Comellas, Albert a
a
ICL Iberia Súria & Sallent, Afores, s/n, 08260 Súria (Barcelona); Albert.Sanchez@icl-group.com

RESUMEN: En las galerías construidas en rocas salinas, y dentro de estas, con sales de baja calidad geotécnica,
como es una sal de estratos finos separados por juntas arcillosas y con alternancias de carnalita; se puede producir
una importante velocidad de creep y problemas de sostenimiento. Este artículo expone las consideraciones a tener
en cuenta para la ejecución de una galería, basados en los ensayos de creep y la modelización, mediante elementos
finitos, para poder monitorear la deformación de la galería, incluida la plasticidad, mecánica de fracturas, la visco-elas-
ticidad y el estado tensional.

PALABRAS CLAVE: Creep, sal, minador, suprasalino, bulones.

1. INTRODUCCIÓN
En la cuenca potásica catalana nos encontramos con un depósito salino que contiene dos capas potásicas explota-
bles: capas A y B. A piso de la primera se encuentra la sal vieja y la sal de muro por orden de deposición. Las capas
potásicas están separadas por un paquete de sal que puede alcanzar los 8 m de grosor. A techo de la capa B se
encuentran capas de carnalita con las sales de techo: estratos finos de sal con intercalaciones de arcilla. Figura 1.

La rampa se inicia en las galerías de infraestructura de la mina (situada en sal vieja, con una cobertera de 850 m),
con una pendiente ascendente de 21% y una longitud de 220 m. La rampa asciende hasta el contacto con la unidad
denominada “suprasalino” (margas yesíferas con mezclas de sal con arcillas y margas).

El propósito de la rampa es:

• Mejorar la ventilación de la Mina, considerando que de los dos pozos actuales uno de entrada y otro de salida
de aire. Se pasaría a dos pozos de entrada y la rampa como salida de ventilación, por lo que el caudal de aire
podría ascender a 360 m3/seg.
• Suprimir el cuello de botella que es el pozo de extracción, teniendo un circuito “continuo” de extracción. Las
cintas transportadoras tendrán una capacidad de extracción de 1.200 t/hora.
• Suprimir el tránsito de camiones por el interior del pueblo de Súria, lo que mejora la calidad, tanto medioam-
biental como en seguridad.

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Sal joven y carnalita

Capas potásicas A y B

Figura 1- Corte geológico de la rampa en su tramo salino.

2. GEOLOGÍA Y GEOTECNIA
Las características geo-mecánicas de la sal se demuestran en su baja porosidad y permeabilidad, textura compacta
y sus fuertes propiedades reológicas. Estas propiedades son necesarias para realizar un análisis de estabilidad de
cualquier diseño en ingeniería realizado en sal. Además, se debe tener en cuenta que las rocas salinas exhiben un
comportamiento característico de creep bajo unas determinadas condiciones de humedad, temperatura y el estado
tensional.

Los parámetros que hacen variar el comportamiento de la sal bajo unas mismas condiciones son: densidad, porosi-
dad, recristalización de la sal, presencia de carnalita y tamaño de grano.

El comportamiento de deformación de la sal está sujeto a los procesos:

• Hidráulicos: En la (EDZ ó Excavation Disturbed Zone), los efectos de presión de poro cambian el campo ten-
sional y reducen la resistencia dependiendo de la porosidad y de la conductividad hidráulica.
• Térmicos: Un incremento térmico provoca una disminución de la viscosidad.
• Químicos: Este proceso, asistido por un fluido, implica una transferencia de disolución-precipitación a través
de los límites de grano.

Los mecanismos de deformación se agrupan en cinco categorías. De estos cabe mencionar el creep por dislocación,
mecanismo de deformación por excelencia, que sucede por el desplazamiento de la parte intercristalina de la red de
la sal (movimiento de dislocaciones).

Los materiales que conforman el yacimiento son las siguientes:

• Sal vieja: es la roca de la zona inferior de la explotación y está constituida por unos 150 m de sal gema masiva.
Es una unidad más o menos masiva y libre de intercalaciones con pequeño tamaño de grano. Los techos en
esta sal representan las condiciones más favorables y es donde se instalan las galerías de infraestructura de
la mina.
• Sal de muro: esta unidad comprende los 10-12 m por debajo de la capa A: Son capas de halita de 5-10 cm
de grosor, con cristales grandes, lo que favorece la progresión rápida de las dislocaciones. Estas capas están
separadas por intercalaciones de arcillas. Es una unidad más o menos menos compacta.

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• Capa A: formada por estratos alternantes de silvinita (potasa) y halita, con potencias variables, pero típica-
mente de orden decimétrico.
• Sal entre-dos: tal y como su nombre indica es un nivel de sal que se encuentra entre las dos capas, A y . Está
formado por estratos de sal de 5-10 cm de potencia separados por arcillas, hasta completar la potencia total
de la unidad, de unos 5 m.
• Capa B: es la capa potásica superior. Presenta con un tamaño de estrato de unos 10 cm de grosor separados
por arcillas. La potencia típica de la capa B es de unos 2 metros.
• Carnalita: tiene una potencia de 3-5 metros y se muestra más compacta y masiva que el paquete productivo.
También dispone de algunas intercalaciones de marga arcillosa.
• Sal joven o sal de techo: formada por niveles de halita de unos 5 cm de espesor con intercalaciones de arcilla
en láminas milimétricas.

3. METODOGÍA
A la hora de aplicar una metodología de trabajo para excavar rocas salinas de baja calidad y con esta cobertera
debemos tener en cuenta: La magnitud de la convergencia de la galería, el ratio de deformación y la extensión de la
zona afectada o dañada, que dependen de las condiciones geológicas y geotécnicas, como es el estado tensional y
la resistencia de la roca. El creep contempla la velocidad de deformación con el tiempo, y a menudo depende en gran
medida de las técnicas de excavación y del sostenimiento utilizado.

El creep se define como la deformación de la roca dependiente del tiempo bajo una carga constante, que es menor
que la resistencia a corto plazo de la roca, Figura 2. La deformación del creep raramente puede recuperarse comple-
tamente cuando se eliminan las cargas, por lo que es, en gran parte, una deformación plástica.

En el anillo exterior de la galería se desarrolla un creep de condiciones severas debido a la fluencia de la masa rocosa
circundante, cuyo movimiento es muy difícil de controlar (EDZ). En nuestro caso, además del movimiento, se produce
una separación de los estratos de la sal por las juntas arcillosa, lo que conduce a una convergencia excesiva y unos
considerables movimientos absolutos de piso, techo y hastiales.

Estos factores son los que marcan el diseño de la galería, los métodos de excavación, y el sostenimiento empleado,
tanto provisional como definitivo.

Figura 2 - Curva de creep típica de la sal

Con el fin de atenuar las deformaciones producidas en el creep primario y transitorio, la estrategia de ejecución del
túnel, en la roca salina, consiste en realizar una galería piloto con una sección de 21 m2 hasta acercarse a la unidad
5 (suprasalino), y una vez completada esta primera fase se deja que la galería realice la deformación durante un
periodo de tiempo de 5-6 meses, que correspondería con el tramo de creep secundario de la curva en la Figura 2. El
resultado es que las tensiones en la roca circundante de la excavación provocan que las micro-fisuras y los estados
de creep aumenten hasta llegar al daño, Figura 3. Para mitigar estas deformaciones se utiliza, en primera instancia,
un sostenimiento a base de bulones de fibra de vidrio de 2.40 m de longitud y un diámetro de 20 mm. La utilización

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de este tipo de bulones (de fibra de vidrio) es debido a que la galería debe volverse a excavar tras el periodo de de-
formación.

Figura 3 – Rampa con estado avanzado de creep secundario.

La redistribución de tensiones después de la excavación es inmediata y el proceso de fallo empieza con el desarrollo
de micro-grietas que crecen con el tiempo. por lo tanto, se va produciendo una debilitación del techo y se acelera el
proceso de creep, de modo que es necesario aplicar un sostenimiento de forma inmediata. Una vez se ha realizado
el avance correspondiente al día se prosiguen con los trabajos de mantenimiento del minador, conjuntamente con el
sostenimiento provisional con bulones de fibra de vidrio, Figura 4.

Figura-4 – Bulón de fibra de vidrio

El diseño de la galería está considerado en base a las necesidades expuestas anteriormente mediante una sección
de 45 m2. En este momento se está modelizando la sección con los parámetros característicos de los diferentes tipos
de sal con el “Institut für Gebirgsmechanik GmbH Leipzig”- IfG, para ver su comportamiento dependiente del tiempo.

La sección inicial de excavación de la galería es de 21m2. Esta se realiza con un minador de ataque puntual modelo
Sandvik (AM-50), Figura 4. Para el transporte de la sal arrancada se usa una pala cargadora de perfil bajo (LHD). El
rendimiento de avance es de unos 3.5 m/día.

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Figura 4 - Minador continuo de ataque puntual en rampa Cabanasas AM-50de Sandvik

Cabe distinguir, en las minas profundas de sal, las zonas afectadas por el creep alrededor de la galería, en hastiales
son: zona fracturada, distensionada, plastificada y elástica; y en techos: zona distensionada, plastificada y elástica.
Estas son las zonas más deterioradas debido al creep y que corresponden a las partes más externas de la galería
donde se realiza el tratamiento de la segunda excavación. La sección definitiva del túnel debe ser de 45 m2, Figura 5.

Figura 5 - Sección de 45 m2

Como alternativa a esta sección, en caso de no alcanzar las condiciones de estabilidad, se pasaría a estudiar la
posibilidad de dos galerías paralelas de 32 m2 cada una, Figura 6, con lo cual se cumpliría con las necesidades ex-
presadas anteriormente para una sola galería.

Figura 6- Diseño de dos galerías con sección de 32 m 2.

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Estas secciones, así como la distancia entre ellas, debido a su interacción tensional, se modelizarían en FLAC-3D con
los diferentes parámetros de la sal, para ver su comportamiento.

Para el sostenimiento se aplicará el diseño de “construcción de vigas”, que es uno de los mecanismos de mejora del
macizo rocoso. Este sistema se basa en “unir” una cantidad de estratos delgados y débiles en un estrato más grueso y
resistente, que tiene por efecto crear una viga compuesta. Los bulones intersectan estas capas y los hacen “trabajar”
unidos por lo que tienden a moverse juntos con el mismo desplazamiento, Figura 7. De acuerdo con este modelo,
los bulones se hacen cargo de los esfuerzos de tracción y cizalla que se transmiten alrededor del hueco excavado.
Además, por medio de los bulones se produce una reducción de la longitud de pandeo y un aumento en el momento
de inercia del refuerzo efectuado.

Figura7- Efecto viga del sostenimiento mediante bulones.

Para el sostenimiento final se utilizarán bulones de 3 metros de longitud y ϕ-22 mm, con un tipo de acero que permite
cierta elongación. El diseño de mallado del sostenimiento vendrá dado por los estudios de IfG.

4. CONCLUSIONES
Nos encontramos en la construcción de un túnel profundo con una roca de escasa capacidad geotécnica y deforma-
ciones importantes. El estudio geotécnico de este túnel presenta particularidades que lo hacen diferente a los realiza-
dos con el medio convencional, sobre todo en el aspecto de sostenimiento. En este momento se está llevando a cabo
el estudio y el modelizado de la galería por el “Institut für Gebirgsmechanik GmbH Leipzig”, de Alemania.

5. BIBLIOGRAFÍA
• The mechanical behavior of salt, varios volúmenes y autores.
• Institut für Gebirgsmechanick Gmbh (IfG Leipzig). (2017). Geomechanical expert opinion for the dimensioning of
the mine openings in the North field of the ICL Iberia’ Cabanasas mine. Leipzig. Informe inédito.
• Engineered Rocks Structures in Mining and Civil Construction. R.N. Singh. A.K. Ghose
• FLAC3D, (Fast Lagrangian Analysis of continua in 3D) is numerical modeling software for geotechnical analyses of
soil, rock, groundwater, constructs, and ground support.

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XIV CONGRESO INTERNACIONAL EN ENERGÍA Y RECURSOS
MINERALES
Sevilla, del 10 al 13 de abril de 2018
ANÁLISIS FORENSE DE LAS CAMPAÑAS DE CARACTERIZACIÓN
GEOTÉCNICA EN UNA EXPLOTACIÓN SUBTERRÁNEA DE FLUORITA
Ugarte, Luis Carlosa, González Nicieza, Celestinob, Marín, Joséa, Álvarez Fernández, M. Inmaculadab, Alonso,
Diegoa, Villa, Luis a
a
Grupo Minersa, Villabona (Llanera, Asturias), carlos.ugarte@minersa.com
b
Universidad de Oviedo, EIMEM, C/Independencia 13, 33004, Oviedo, celes@git.uniovi.es,

RESUMEN: En este trabajo se describen los trabajos efectuados para ampliación de una mina subterránea de fluo-
rita, propiedad de Grupo Minersa. Debido al agotamiento de los paneles de explotación existentes se efectuó una
campaña de sondeos para reconocer la parte del yacimiento que aún no ha sido explotado. Dados los resultados
positivos de esta campaña prospectiva se efectuaron una serie de ensayos en el laboratorio a partir de las muestras
obtenidas en los sondeos para conocer las propiedades resistentes de los materiales que constituyen el macizo roco-
so previamente al diseño de la futura explotación. En una segunda fase se excavaron unas galerías de investigación
hasta la zona de interés, donde se realizó una segunda caracterización mediante ensayos in situ, análisis directo de
discontinuidades y sondeoscopias en la propia zona donde se ubicaría el futuro panel de explotación. De esta forma
se ha podido llevar a cabo un análisis comparativo de ambas campañas, evaluando la representatividad de la primera
respecto a la realidad observable in situ mediante las galerías de investigación.

PALABRAS CLAVE: Cámaras y pilares, caracterización geotécnica, mecánica de rocas, daño por voladuras.

1. INTRODUCCIÓN
El Grupo Minersa se dedica a la extracción y beneficio de minerales de fluorita ininterrumpidamente desde 1957 en el
Principado de Asturias. En el año 2011 adquirió la titularidad de la mina Grupo Villabona en Llanera.

La mina prácticamente había llegado a los límites de mineralizaciones reconocidas por lo que fue preciso que el
departamento de Geología y Recursos Minerales del Grupo Minersa realizase una intensa campaña de sondeos
prospectivos para reconocer el ámbito del depósito que aún no había sido explotado.

Dados los resultados positivos de esta campaña prospectiva, en el año 2012 se iniciaron las labores mineras de in-
vestigación para poder acceder a un nuevo panel reconocido por los sondeos.

Al mismo tiempo, el Grupo Minersa inició una colaboración con el Grupo de Ingeniería del Terreno, adscrito al Depar-
tamento de Explotación y Prospección de Minas de la Universidad de Oviedo, para estudiar el comportamiento geo-
técnico de los diferentes materiales en dicho panel. Este estudio, extensivo a las cuatro litologías más representativas
(mineralización, techo inmediato, techo superior y muro), se hizo en dos fases:

• En una primera, utilizando para caracterizar el terreno los testigos obtenidos en la campaña de prospección.
Para ello se efectuó una campaña consistente en 81 ensayos de laboratorio para determinar las propiedades
resistentes y deformacionales de las cuatro litologías.
• En una segunda fase, y una vez que se pudo acceder al futuro panel de explotación, se realizó una segunda
caracterización mediante ensayos in situ, análisis directo de discontinuidades y sondeoscopias en la propia
zona de explotación. Estas sondeoscopias, consistentes en la monitorización con una cámara de video de una
serie de sondeos ubicados en el techo de las cámaras, permitió comprobar a una escala real el estado de di-
chos techos, evaluando los espesores de techo inmediato, la presencia de fracturas y el estado de la interfase
entre techo inmediato y techo superior.

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2. CONTEXTO GEOLÓGICO
El yacimiento de fluorita de Villabona se localiza en la parte occidental de la cuenca permotriásica asturiana, concreta-
mente en el Distrito Minero Villabona-Arlós, donde la serie estratigráfica presenta una disposición sub-horizontal con
un buzamiento que no supera los 20º (véase la Figura 1).

Figura 1 – Estructura geológica del yacimiento

El yacimiento presenta una morfología estrato-ligada a un nivel de calizas o brechas calcáreas ricas en mineral, que
se encuentra a diferentes niveles de profundidad como consecuencia de pequeños desplazamientos que producen
una serie de fallas que lo cortan, hundiendo progresivamente la mineralización hacia el Norte.

La paragénesis está formada por fluorita y sílice con barita, calcita y óxidos de hierro. Entre los sulfuros la pirita es
el más característico y abundante, pudiendo aparecer trazas de calcopirita y galena y minerales oxidados de cobre
asociados a la presencia de calcopirita.

Por encima de las calizas mineralizadas existe un paquete de areniscas rojas de aproximadamente 0,5 m de espesor
que no presenta continuidad lateral. El techo inmediato de la mineralización está formado por calcarenitas rosadas
con margas verdes que, por encima, presentan un paquete de margas rojas nodulosas. El muro inmediato está for-
mado por areniscas grises de naturaleza calcárea que, a mayor profundidad, pasa a conglomerados de naturaleza
silícea.

La mineralización presenta espesor variable de entre 2 y 5 m y una distribución de espato-flúor irregular, existiendo
variaciones de entre un 10 y un 50 % de CaF2.

3. CAMPAÑA DE RECONOCIMIENTO PREVIO


Con el fin de caracterizar el macizo rocoso en la zona de interés se perforaron una serie de sondeos que permitieron
precisar la potencia de la mineralización, así como obtener muestras para la determinación de la ley mineral y la rea-
lización de ensayos de resistencia en el laboratorio.

En la Figura 2 se muestra la columna estratigráfica tipo en el entorno del futuro panel de explotación. Como se puede
apreciar, inmediatamente por encima de la mineralización existe una capa de areniscas de 0,5 m de potencia. Debido
a su escasa continuidad lateral y al riesgo de desprendimientos que podría suponer dejar dicha capa en el techo de
las galerías, se decidió eliminarla cuando se aborden los trabajos de excavación de las galerías destinadas a la ex-
tracción del mineral, razón por la cual no se efectuaron ensayos de laboratorio en la misma.

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Figura 2 – Columna estratigráfica tipo

En cada uno de estos litotipos (exceptuando las areniscas rojas) se efectuaron ensayos de compresión simple, com-
presión triaxial y tracción indirecta, además de la determinación de los pesos específicos de las muestras. A este
respecto debe señalarse que los testigos de techo inmediato presentan variaciones significativas en la proporción
de arcillas, aspecto que influye notablemente en los resultados obtenidos de modo que, a medida que aumenta el
contenido arcilloso, disminuye el peso específico y la resistencia a compresión simple, produciéndose la rotura de la
muestra a lo largo de los planos de debilidad definidos por las arcillas. Algo similar sucede con las calizas mineraliza-
das, siendo menor la resistencia de aquellas de naturaleza brechificada que la de las masivas.

En la Tabla 1 se resumen los valores medios obtenidos mediante los ensayos de tracción indirecta y compresión con
medida de la deformación, así como el peso específico de cada uno de los litotipos.

Tabla 1 – Ensayos de compresión y tracción indirecta


Litotipo y(kN/m3) σt (MPa) σc (MPa) El (GPa) Et (GPa) v
Techo superior 25,8 4,02 73,20 43,66 195,30 0,30
Techo inmediato 25,9 5,30 73,50 36,10 177,05 0,47
Mineralización 26,1 7,73 76,67 59,53 238,89 0,13
Muro inmediato 25,8 8,50 120,65 73,75 447,55 0,18

A partir de los estos valores y junto con los resultados obtenidos de los ensayos de compresión triaxial se ha emplea-
do el programa RocLab, de la casa Rocscience, para calcular la envolvente de rotura de Hoek-Brown para cada litolo-
gía. Aproximando dicha envolvente por una recta, pueden estimarse los valores de cohesión y fricción característicos
del material (criterio de Mohr-Coulomb). En la Tabla 2 se presentan los valores de resistencia a compresión uniaxial
de la roca intacta (σc) y el parámetro mi (constante del material) para el criterio de rotura de Hoek-Brown, así como
los valores de cohesión (c) y fricción (φ) para el criterio de rotura de Morh-Coulomb, para cada una de las litologías
ensayadas.

Tabla 2 – Parámetros resistentes de la roca intacta


Litotipo Criterio de Hoek-Brown Criterio de Mohr-Coulomb
σc(MPa) mi c (MPa) ϕ(º)
Techo superior (Margas) 54,63 12,29 8,85 54,7
Techo inmediato (Calcarenitas con margas) 79,21 15,69 11,48 58,3
Mineralización (Caliza masiva) 80,72 9,44 14,7 51,3
Mineralización (Brecha calcárea) 45,14 10,89 7,71 52,7
Muro inmediato (Areniscas y conglomerados) 109,56 12,24 17,76 55,3

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Tras el cálculo de los parámetros resistentes de la roca intacta se analizaron los testigos obtenidos con los sondeos
de exploración para evaluar la calidad del macizo rocoso. Para ello se empleó el índice GSI propuesto por Marinos y
Hoek para macizos heterogéneos tipo Flysch. Se trata de una clasificación cualitativa obtenida a partir de la obser-
vación visual del macizo rocoso o de sondeos y basada en el grado de fracturación del macizo y la condición de las
juntas. Este índice varía entre 1 y 100, de manera que valores próximos a 1 corresponden a macizos rocosos de mala
calidad, mientras que los valores próximos a 100 implican macizos de muy buena calidad.

Teniendo en cuenta la valoración así obtenida se han calculado las propiedades resistentes del macizo rocoso de
acuerdo al criterio de rotura de Hoek-Brown. En la Tabla 3 se muestra el índice GSI obtenido para cada uno de los li-
totipos estudiados junto con la resistencia a compresión simple del macizo rocoso (σcm), la constante del material (mb)
y los parámetros de cohesión (c) y fricción (φ) obtenidos, al igual que para la roca intacta, aproximando la envolvente
de rotura de Hoek-Brown por una recta.

Tabla 3 – Parámetros resistentes del macizo rocoso


Criterio de Hoek-Brown Criterio de Mohr-Coulomb
Litotipo GSI
σcm(MPa) mb c (MPa) ϕ(º)
Margas rojas (Techo superior) 60 5,85 2,95 0,88 55,42
Calcarenitas con margas (Techo inmediato) 70 14,89 5,37 1,82 60,40
Mineralización (Caliza masiva) 65 11,46 2,70 1,65 55,44
Mineralización (Brecha calcárea) 65 6,41 3,12 0,98 53,96
Areniscas y conglomerados (Muro inmediato) 90 62,85 4,21 9,32 57,38

Finalmente se completó la caracterización previa del macizo mediante la realización de una serie de ensayos de
corte directo en juntas, encaminados a obtener la cohesión y fricción de aquellas discontinuidades más significativas
observadas en los testigos de los sondeos.

A este respecto, las juntas más importantes desde el punto de vista de la estabilidad de los techos de la mina son las
juntas subhorizontales del techo inmediato (asociadas a planos de debilidad margosos) ya que, al encontrarse muy
próximas al techo de las galerías, pueden intersectar con otras discontinuidades y generar caídas de bloques.

Cuando se realiza un ensayo en este tipo de juntas, se observa que, a medida que se inicia el desplazamiento cortan-
te, las irregularidades de la superficie de la junta se truncan como consecuencia de la baja resistencia a compresión
simple del material, de manera que se genera una superficie de ensayo con menor rugosidad de la inicial. Como
consecuencia se obtiene un valor de resistencia pico al inicio del ensayo, momento en el cual se produce la rotura del
material y la reordenación del mismo. Posteriormente, se produce el deslizamiento de las dos superficies a través del
nuevo plano de corte, el cual da lugar a un valor de resistencia menor, conocido como resistencia residual, tal y como
se puede observar en la Figura 3.

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Pantalla Ecológica

Figura 3 – Fenómeno de corte en las juntas de techo inmediato

En este tipo de juntas no ha sido posible determinar el ángulo de rozamiento interno pues éste depende, en gran
medida, de la disposición final de los fragmentos de rugosidad arrancados durante el corte, por lo que no ha sido po-
sible establecer una relación fidedigna entre unos ensayos y otros. En la Tabla 4 se muestran los valores de cohesión
obtenidos en las juntas de techo inmediato, los cuales oscilan entre 0,50 MPa y 2,39 MPa.

Tabla 4 – Resultado obtenido en las juntas del techo inmediato


Tipo de junta c (MPa)
Junta de estratificación horizontal, superficie cóncavo convexa, rugosa ondulada, sin relleno ni altera- 2,39
ciones
Junta de estratificación horizontal, rugosa ondulada, sin relleno ni alteraciones 2,32
Junta de estratificación horizontal, rugosa ondulada, sin relleno ni alteraciones 1,05
Junta de estratificación horizontal, rugosa ondulada, sin relleno ni alteraciones 0,59
Junta de estratificación horizontal, rugosa ondulada, sin relleno ni alteraciones 0,50

4. CAMPAÑA DE RECONOCIMIENTO IN SITU. GALERÍAS DE INVESTIGACIÓN


Durante la excavación de las galerías de investigación realizadas en el futuro panel de explotación se efectuó un
seguimiento de las principales discontinuidades presentes en el macizo rocoso y se efectuaron estimaciones de la
resistencia a compresión in situ, mediante un esclerómetro de mano o Martillo Schimidt. Los valores obtenidos con
dicho dispositivo varían entre 45 y 60 MPa, aunque puntualmente se alcanzaron valores de hasta 80 MPa.

Se trata por tanto de resultados sensiblemente inferiores en general a los obtenidos en el laboratorio. Estas diferen-
cias pueden deberse a que, en la mayoría de los puntos donde se realizaron estos ensayos la superficie se encon-
traba alterada a consecuencia de las voladuras. Este decrecimiento tan marcado de los valores de la resistencia a
compresión da una idea del grado de alteración del terreno (parámetro D del criterio de rotura de Hoek-Brown), lo cual
deberá ser tenido en cuenta a la hora de calcular las propiedades del macizo rocoso.

Además de estas pruebas de resistencia in situ, se efectuó una cartografía de las juntas observadas en los hastiales y
techos de las galerías con el objeto de conocer su tipología y orientaciones, lo que permitirá prever futuros problemas
de inestabilidades. De este modo se ha realizado un análisis estadístico de las mismas que ha permitido agruparlas
en tres familias principales, cuya proyección estereográfica se muestra en la Figura 4.

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Figura 4 – Proyección estereográfica y polar de los planos medidos en el campo

Desde el punto de vista de la estabilidad del macizo rocoso la familia de juntas F1 (270/70) es la más importante, pues
define una serie de planos de elevada persistencia y continuidad que son paralelos a las fallas principales que afectan
al yacimiento, definiendo un abanico de falla.

Además de esta red de fracturas, otras de las discontinuidades a tener en cuenta desde el punto de vista de las esta-
bilidad son los planos de estratificación y juntas subhorizontales del techo inmediato. Con el fin de analizar su estado,
especialmente desde el punto de vista de su posible apertura o grado de alteración, se empleó una cámara de vídeo,
diseñada por el Grupo de Ingeniería del Terreno de la Universidad de Oviedo, para monitorizar dos barrenos ascen-
dentes perforados en el techo de una de las galerías.

Durante las sondeoscopias no se observaron síntomas de apertura, circulación de agua ni degradación en ninguno
de estos planos. A modo de ejemplo, en la Figura 5 se muestra una imagen tomada en el interior de uno de estos
barrenos, donde se puede apreciar el tránsito entre las calcarenitas del techo inmediato y las margas rojas del techo
superior.

Figura 5 – Contacto entre las calcarenitas con margas verdes y las margas rojas

A partir de los ensayos efectuados con el Martillo Schmidt y del análisis de las discontinuidades se ha clasificado
el macizo de acuerdo al índice RMR (Rock Mass Rating) de Bieniawski. Esta clasificación contempla cinco clases
diferentes de macizo según el valor obtenido, variando la calificación entre Macizo Rocoso de Clase I (muy bueno)

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a Clase IV (muy malo). Además, Bieniawski proporciona unos indicadores sobre la cohesión y fricción del macizo
rocoso en función de su clasificación.
En la Tabla 4 se resumen los valores de RMR estimados para cada uno de los litotipos que constituyen el macizo
rocoso.

Tabla 4 – Valores de RMR para los litotipos estudiados


Litotipo RMR Clase Descripción c (MPa) ϕ(º)
Margas rojas (Techo superior) 62 II Bueno 0,3-0,4 35-45
Calcarenitas con margas (Techo inmediato) 75 II Bueno 0,3-0,4 35-45
Mineralización 67 II Bueno 0,3-0,4 35-45
Areniscas y conglomerados (Muro inmediato) 85 I Muy Bueno >0,4 >45

Como se puede observar los materiales de la mineralización y del techo de la misma presentan valores de RMR que
varían entre 62, en los materiales margosos de techo, y 75, en las calcarenitas con margas verdes de techo inmedia-
to, presentando la mineralización un valor de 67. Estos materiales constituyen un macizo rocoso de Clase II que, por
definición, corresponde a un macizo de “buena calidad”.

Por otro lado, las areniscas del muro de la mineralización alcanzan un RMR de 85, por lo que constituyen un Macizo
de Clase I, de “muy buena calidad”.

Como se puede comprobar, se trata de resultados muy similares a los obtenidos mediante el índice GSI durante la
campaña de reconocimiento previa (véase Tabla 3). Por tanto, puede deducirse que dicha exploración previa resultó
adecuada para estimar la calidad del macizo rocoso, pero no tuvo en cuenta el daño que se induce al terreno como
consecuencia de las voladuras empleadas para la excavación de las galerías, y que resulta en una disminución de
la resistencia a compresión simple de la roca tal y como se pudo comprobar mediante las pruebas efectuadas en las
galerías de investigación con el Martillo Schimdt.

Como consecuencia, a la hora de calcular las propiedades resistentes del macizo rocoso, debe estimarse el grado de
alteración o disturbance (D) introducido por Hoek-Brown en su criterio de rotura.

De acuerdo a este criterio de rotura, este parámetro varía entre 0, cuando el macizo no se encuentra alterado, y 1,
cuando se produce una degradación máxima del mismo. Así, a la mineralización y a las calcarenitas con margas ver-
des del techo inmediato se les ha asignado un valor de D=1 (máxima proximidad a la voladura y por tanto, máximo
daño), a las margas rojas de techo superior (más alejadas) un valor de D=0,5 y a las areniscas carbonatadas de muro
un D=0,7.

En la Figura 6 se muestra a modo de ejemplo la envolvente de rotura de Hoek-Brown obtenida para las calcarenitas
del techo inmediato junto con los resultados de laboratorio efectuados en la roca intacta. Se puede apreciar, de esta
forma, la reducción en las propiedades desde las de partida (roca matriz) a las finales representativas del macizo
rocoso.

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Figura 6 – Envolvente de rotura de Hoek-Brown para las calcarenitas del Techo Inmediato

A partir de la envolvente de Hoek-Brown, se pueden determinar, entre otros, la resistencia a compresión simple del
macizo rocoso (σcm) y la constante del material (mb). Ajustando esta envolvente con una recta (criterio de Mohr-Cou-
lomb), se obtienen los valores de los valores de cohesión (c) y fricción (φ) de cada uno de los niveles litológicos
analizados.

En la Tabla 5 se resumen las propiedades geotécnicas obtenidas para cada uno de los litotipos estudiados siguiendo
esta metodología.

Tabla 5 – Propiedades geotécnicas del macizo rocoso


Litotipo cm (MPa) t (MPa) mb c (MPa)
Margas rojas (Techo superior) 3,73 0,14 1,83 0,65 52,39
Calcarenitas con margas (Techo inmediato) 6,46 0,29 1,84 0,98 54,18
Brecha mineralizada 2,42 0,15 0,89 0,51 45,2
Caliza masiva mineralizada 4,32 0,31 0,78 0,78 47,55
Areniscas y conglomerados (Muro inmediato) 53,07 3,64 7,01 7,96 56,84

5. RESUMEN Y CONCLUSIONES
A partir de los testigos de los sondeos perforados para la investigación del yacimiento se ha efectuado una extensa
campaña de ensayos de laboratorio para caracterizar las litologías más influyentes desde el punto de vista de la es-
tabilidad de la futura explotación.

Esta campaña de laboratorio se ha complementado con un reconocimiento de campo mediante la excavación de dos
galerías de investigación, con el fin de evaluar in situ las propiedades y calidad del macizo rocoso involucrado.

De esta forma se ha podido llevar a cabo un análisis comparativo de ambas campañas, evaluando la representativi-
dad de la primera respecto a la realidad observable en las galerías de exploración e identificando las causas de las
posibles discrepancias. A este respecto destaca la diferencia observada en los valores de resistencia a compresión
simple entre los ensayos de laboratorio, efectuados en los testigos de sondeos obtenidos durante la campaña de
exploración, y los resultados de las pruebas realizadas con el Martillo Schmidt en las galerías de investigación, donde
se alcanzaron valores sensiblemente inferiores. Dado que los índices de calidad del macizo rocoso estimados en la
campaña de reconocimiento son muy similares a los obtenidos posteriormente tras la observación directa del terre-

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no en las galerías de investigación, la mencionada reducción en la resistencia a compresión simple de la roca debe
achacarse al grado de alteración inducido al macizo mediante las voladuras efectuadas para la excavación de las
galerías. Se trata por tanto de un aspecto clave a considerar en el cálculo de las propiedades resistentes del terreno
que no había sido tenido en cuenta en la campaña de reconocimiento.

Con los datos así obtenidos se han estimado los parámetros resistentes de los distintos litotipos definidos durante
los trabajos de exploración, utilizando para ello metodologías y formulaciones reconocidas a nivel internacional en la
Mecánica de Rocas.

Finalmente, basándose en los resultados de la investigación efectuada se ha podido realizar el diseño de la futura
explotación subterránea.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Bieniawski, Z.T. (1989). Engineering Rock Mass Clasifications. John Wiley and sons, Inc. (Eds.).
• Brady, B.H.G., Brown, E.T. (1994). Rock Mechanics for Underground Mining. Chapman & Hall (Eds.). London.
• Ferrer, M. y González de Vallejo L.I. (1999) Manual de Campo para la Descripción y Caracterización de Macizos
Rocosos en Afloramientos. Instituto Tecnológico GeoMinero de España (Ed.). Madrid.
• González Nicieza, C., Álvarez Fernández, M.I., Menéndez Díaz, A., Álvarez Vigil, A. E. (2006). Modification of Rock
Failure Criteria Considering the RMR Caused by Joints. Computers and Geotechnics, 33, 419-431.
• González Nicieza, C., Álvarez Fernández, M.I., Menéndez Díaz, A., Álvarez Vigil, A. E. (2006). A Comparative
Analysis of Pillar Design Methods and its Application to Marble Mines. Rock Mechanics and Rock Engineering, 39(5),
421-444.
• Hoek E. (2007). Practical Rock Engineering Course Notes. Retrieved from http://www.rocscience.com/hoek/Practi-
calRockEngineering.asp
• Hoek, E., Carranza-Torres, C., Corkum, B. (2002). Hoek-Brown Failure Criterion – 2002 Edition. Proc. 5th North
American Rock Mechanics Symposium (pp 267-273). Toronto.
• Hoek, E., Kaiser, P. K., Bawden, W. F. (1995). Support of Underground Excavations in Hard Rock. A. A. Balkema
(Eds.). Rotterdam, Netherlands.
• Hoek, E.; Marinos, P. (2007). A Brief History of the Development of the Hoek-Brown Failure Criterion. Soils and
Rocks, 2.
• Marinos, P. & Hoek, E. (2001). Estimating the geotechnical properties of heterogeneous rock masses such as Fly-
sch. Bulletin of Engineering Geology and the Environment. 60, 85-92.
• Marinos, V., Marinos, P., Hoek, E. (2005). The Geological Strength Index: Applications and Limitations. Bulletin of
Engineering Geology and the Environment, 64, 55-65.
• Ramírez Oyanguren, P., De La Cuadra Irizar, I., Laín Huerta, R., Grijalbo Obeso, E. (1984). Mecánica de rocas
aplicada a la minería metálica subterránea. Instituto Geológico y Minero de España (Ed.). Madrid.
• Sheorey, P.R. (1997). Empirical rock failure criteria. Balkema (Ed.). Rotterdam.

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Barcelona, España, c.pujol@pervosa.com

RESUMEN: El proyecto consistió en la realización de 8 voladuras de producción en material calizo con la utilización
de detonadores electrónicos Riotronic X y 7 con detonadores no eléctricos Rionel en un mismo frente y con la misma
geometría, consumo específico y carga operante para posteriormente analizar los siguientes parámetros: vibraciones,
fragmentación y consumo energético del triturador primario.

PALABRAS CLAVE: Riotronic X, seguridad, voladura, fragmentación, vibraciones.

1. INTRODUCCIÓN
El presente estudio tuvo lugar en la Cantera La Fou, en el municipio de Vallirana, Barcelona. En esta explotación se
extrae roca caliza por el método de perforación y voladura para su posterior machaqueo, cribado y su transporte a la
fábrica cementera que la empresa Cementos Molins Industrial, S.A tiene en Sant Viçenç dels Horts.
El proyecto conjunto entre MAXAM, PERVOSA y CMI pretendía introducir mejoras operativas y de resultados en las
voladuras. Para ello se realizaron un total de 15 pruebas.

2. MATERIALES
Sistema de iniciación electrónico.
RIOTRONIC es el sistema de detonación electrónico de MAXAM que consiste en:

• Detonador, en el que el elemento de retardo convencional se sustituye por un chip electrónico.


• Equipo de programación y testeo, Logger, empleado para la asignación de tiempos y la comprobación de los
mismos, así como de la voladura.
• Equipo de disparo, Blaster, chequea la voladura, aporta la energía, comunica los tiempos a los detonadores y
realiza el disparo.
• Software de diseño, RIOTRONIC SW.
• Accesorios: línea de conexión y conectadores.

Perfilómetro.
Se ha utilizado un perfilómetro 2D modelo 300 de MDL y software 2D PROFILER.

Cámara fotografía digital.


Se ha empleado una cámara digital para fotografiar la superficie de las pilas de material volado con el objetivo de
estudiar la fragmentación.

Sismógrafos.
Un sismógrafo Vibratech y dos sismógrafos Instantel fueron con los que se realizaron mediciones de las vibraciones
generadas por las voladuras.

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Partes de trabajo.
Se han utilizado los partes diarios de trabajo de los operadores de la explotación para extraer la información necesaria
a procesar posteriormente.

PLC.
Se ha extraído la información de los partes generados por el PLC que gobierna la planta de beneficio de mineral de
la concesión minera en la que se realizó el estudio.

3. METODOLOGÍA
Con objeto de analizar los resultados, se han realizado una serie de mediciones antes, durante y después de las
voladuras. El objetivo era evaluar los resultados en base a las variaciones introducidas en su secuenciación.

Perfilometría.
En primer lugar, se ha monitorizado el frente de la cantera en cada voladura (figura 1), empleando el perfilómetro 2D.
Éste nos permite conocer la forma del frente de cantera, evaluar la piedra metro a metro y detectar la presencia de
huecos o salientes que pudieran afectar al resultado de la voladura.

Figura 1 - Perfilado del frente de cantera.

Sistema de iniciación electrónico.


La principal característica del sistema es la programabilidad de los detonadores de 0 a 14 segundos, en intervalos
de 0,5 ms.

Los cambios se han centrado únicamente en la modificación de tiempos en base a la versatilidad del sistema de ini-
ciación. A continuación, vemos una imagen del proceso de programación de los detonadores electrónicos (figura 2).

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Figura 2 - Programación de detonadores RIOTRONIC.

Fragmentación.
Se ha realizado el análisis de fragmentación de las voladuras empleando el método de foto análisis de la pila de
material volado (figura 3). Las fotos tomadas son sólo de la superficie (no se han hecho fotos del núcleo), con lo que
los resultados obtenidos no reflejan el 100% de la pila de material. No obstante, se considera que es un buen dato
de comparación.

Figura 3 - Evaluación de la fragmentación empleando fotogrametría.

También se realizaron cambios basados en los cálculos de tiempos apoyándonos en el modelo de fragmentación
KUZ-RAM modificado.

Se trabajó en conseguir una mejora de la fragmentación, reduciendo los parámetros X50, X80 y a la vez el porcentaje
de finos.

Finalmente, otro método empleado en el complejo estudio consistió en analizar exhaustivamente los partes diarios
que los maquinistas, tanto de las palas cargadoras como de la excavadora frontal, en los que aparecían el número
de bloques calizos apartados, definiendo como tales los mayores de 1 m3 y a los cuales se les ha asignado para los
cálculos el valor de 1,5 toneladas. Con este dato y con el de la producción pasada por báscula tras cargar, transportar
y procesar (trituración y cribado) se obtiene el porcentaje de piedras respecto al tonelaje total de la voladura.

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Vibraciones.
Tres fuentes diferentes realizaron mediciones de vibraciones en todas las voladuras empleando sismógrafos:

• Mediciones en dos puntos habituales de control por parte de Cementos Molins Industrial: Pantalla ecológica y
exterior zona de explotación (figura 4).
• Mediciones de MAXAM en un punto móvil. Siempre por detrás de la voladura a distancia variable.

Figura 4 - Ubicación de sismógrafos.

El análisis de vibraciones se ha realizado según los siguientes pasos:

• Se han tomado los datos medidos por Cementos Molins Industrial en las voladuras realizadas con detonadores
no eléctricos y se ha obtenido la ley de amortiguación.
• Posteriormente, se comparan los resultados de las voladuras con electrónicos medidos tanto por Cementos
Molins Industrial como por MAXAM, con la ley de amortiguación previamente obtenida.

Medición de la velocidad de propagación (Vp).

A la vez que se hicieron las mediciones de vibraciones anteriormente mencionadas, se realizó también una medida de
la Vp, entendiendo por Vp la velocidad de transmisión de las ondas sísmicas a través de la roca en la que se produce
la voladura. Saber este valor es útil para poder mejorar la fragmentación a través de la selección de tiempos, reducir
las vibraciones y para decidir qué tipo de explosivo es el óptimo (impedancia acústica).

De esta manera, mediante el uso de geófonos se mide la velocidad de las ondas P que se producen debido a una
voladura. Estas ondas viajan a través del macizo rocoso a una velocidad determinada e influyen en la cantidad de
energía que se transmite desde el barreno a sus alrededores, incidiendo por ende en la fragmentación obtenida.

A mayor densidad de la roca, el valor de Vp y por lo tanto la energía transmitida desde el explosivo al terreno será
mayor, obviamente sin tener en cuenta otro tipo de factores que afectan al porcentaje de energía transmitida.

De esta manera, la velocidad sísmica del macizo rocoso se midió con un sismógrafo de 8 canales colocando un geó-
fono a 76 metros y el segundo a 138m. La velocidad sísmica obtenida fue de 4.337 m/s.

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Consumo energético del triturador primario.
Existen tres equipos de carga, dos palas cargadoras sobre ruedas, Caterpillar 990 y Komatsu WA-600 (Z-84), y una
excavadora de orugas de carga frontal, O&K RH40E (Z-78), los cuales cargan indistintamente en los frentes de pro-
ducción.

Se dispone de 5 dúmpers para realizar el transporte desde el frente hasta la machacadora primaria, 4 TEREX TR60
y 1 TEREX TR70.

El frente de carga en el que se centró el estudio fue el denominado “Lateral 1”.

El mineral se tritura en un triturador impactor Larón IM-17, de 970 CV, y dos placas de impacto. La abertura de salida
se regula para que salga la distribución granulométrica necesaria en cada período de consumo, según necesidades.

La sección de cribado consta de dos cribas Mogensen modelo S2046D2, capaces de igualar la producción nominal
de nuestro triturador, con capacidad de producción de 500 t/h cada una. Estas cribas están totalmente carenadas.

El PLC que gobierna la planta de beneficio de mineral de la concesión minera en la que se han desarrollado los tra-
bajos motivo del presente proyecto, es un PLC Simens S7-416.

4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Perfilometría
A continuación (figura 5), se muestra el resultado de la perfilometria en uno de los barrenos.

Figura 5 - Perfil 2D obtenido.

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Fragmentación
Seguidamente vemos una tabla (tabla 1) de los resultados de la fragmentación.

Tabla 1- Resultados de Fragmentación.


Fecha Voladura nº X50 X80
160629 1 590 mm 1050 mm
160810 2 494 mm 902 mm
160830 3 325 mm 514 mm
160906 4 - -
160913 5 242 mm 402 mm
160922 6 218 mm 369 mm
161003 7 - -
161018 8 339 mm 550 mm

También se muestra la tabla resumen (tabla 2) con las fechas de las voladuras, el número de bloques calizos que se
extrajeron de cada una de ellas, el peso de los bloques calizos, la producción real de la voladura (datos extraídos de
los partes diarios de los operarios de la explotación), el % de bloques calizos por voladura y el consumo energético del
triturador primario (kWh/t), también de cada una de ellas. En la parte inferior de la tabla se observan los promedios del
% de bloques calizos diferenciando entre voladuras con detonadores no eléctricos (VDNE) y voladuras con detona-
dores electrónicos (VDEL) y apreciándose que con DEL obtenemos un 64% menos de bolos que con DNE. También
se calcula otro promedio que nos indica que con DEL consumimos un 1% menos de energía en el triturador primario.

Tabla 2 – Datos de las voladuras objeto de estudio.


Consumo
Nº Bloques Producción real % Bloques energético
Día Voladura Peso (tn)
Calizos (tn) Calizos triturador
(KWh/t)
03/05/2016 150 225,0 41.738,40 0,54% 0,41
19/05/2016 260 390,0 38.312,90 1,02% 0,42
02/06/2016 490 735,0 37.838,60 1,94% 0,36
29/06/2016 260 390,0 47.061,10 0,83% 0,39
19/07/2016 350 525,0 50.802,80 1,03% 0,40
10/08/2016 285 427,5 55.176,90 0,77% 0,41
30/08/2016 145 217,5 49.643,40 0,44% 0,39
22/09/2016 210 315,0 48.484,00 0,65% 0,42
03/10/2016 210 315,0 44.373,40 0,71% 0,44
18/10/2016 240 360,0 47.271,90 0,76% 0,41
07/11/2016 275 412,5 41.474,90 0,99% 0,48
30/11/2016 415 622,5 49.379,90 1,26% 0,47
22/12/2016 140 210,0 50.539,30 0,42% 0,46
10/01/2017 660 990,0 37.996,70 2,61% 0,41
19/01/2017 270 405,0 42.054,60 0,96% 0,38
Promedio VDNE 1,26% 0,419
Promedio VDEL 0,77% 0,415

Posteriormente mostramos dos gráficos (figuras 6 y 7) cuyos datos los extraemos de la tabla anterior:

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Figura 6 – Gráfico del % de bloques calizos por voladura.

En el gráfico anterior vemos como la línea de tendencia de las voladuras con detonadores electrónicos tiene mucha
menos pendiente que la que representa las voladuras con detonadores no eléctricos. Esto viene dado, tal y como
hemos comentado anteriormente, por tener un 64% menos de bloques calizos con DEL que en las voladuras que
utilizamos DNE.

Por otro lado, teniendo en cuenta este 64% menos de producción de bloques por voladura y que anualmente pro-
ducimos unos 2.000.000 de tn, si utilizásemos DNE producimos aproximadamente 25.200 tn en bloques y con DEL
15.400 tn. Una diferencia de 9.800 tn/año.

Si tomamos un precio medio por picar con un martillo de taqueo estos bloques de 75 €/h y es capaz de picar 100
bloques/h, es decir, 150 tn/h, tenemos un coste de 0,50 €/tn.

Por lo tanto, tendríamos un ahorro por utilizar DEL del orden de 4.900 €.

Para una producción de 2.000.000 tn al año, gastaríamos aproximadamente 5.062 detonadores. Si éstos fuesen no
eléctricos tendríamos un coste de 27.385,42 € y si fuesen electrónicos de 82.156,26 € (tomando siempre valores me-
dios de mercado), lo que supone una inversión de más de 54.770 €. A este sobrecoste le deberíamos restar el ahorro
mencionado anteriormente, quedando finalmente un coste extra de 47.470 €.

Económicamente hablando no sale rentable esta inversión, pero se tendría que valorar si por motivos ambientales (de
vibraciones fundamentalmente hablamos) deberíamos utilizar este método de iniciación.

Vibraciones.
A continuación, vemos una tabla (tabla 3) con los registros de las voladuras y seguidamente, 2 gráficos (figuras 7 y 8)
donde se representan los datos de los sismógrafos.

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Tabla 3 – Datos de los diferentes registros de los sismógrafos de las voladuras de estudio.

Figura 7- Comparativo registros de vibraciones de voladura con DEL versus ley de transmisión.

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Figura 8- Vibraciones representadas según los tiempos utilizados.

Consumo de energía del triturador primario.


Como se puede apreciar en el siguiente gráfico (figura 9) las dos líneas de tendencias tienen prácticamente la misma
pendiente, esto nos indica lo que hemos podido comprobar en la tabla 1, que sólo hay 1% de diferencia en cuanto a
consumo energético del triturador se refiere. El ahorro económico que supone este 1% es del orden de 2.400 €/año.

Figura – 9 Gráfico con el consumo energético del triturador en KWh/t.

5. CONCLUSIONES
En primer lugar, el uso de detonadores electrónicos Riotronic X permite chequear, y por tanto conocer, en todo mo-
mento el estado del sistema hasta el disparo, lo cual mejora enormemente la seguridad en la voladura minimizando
la posibilidad de la aparición de barrenos fallidos, con los riesgos que ello conlleva.

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Por otra parte, se confirmó que el uso de detonadores electrónicos versus la utilización de los detonadores no eléctri-
cos Rionel nos ofrece una reducción de entorno al 25% en lo referente al valor pico de las vibraciones por voladura.

También, el uso de estos detonadores electrónicos mejora la fragmentación de la voladura, generando un 64% menos
de bolos por voladura que utilizando detonadores no eléctricos.

Por último y haciendo un estudio económico se observó que el consumo eléctrico del triturador primario se reduce
entorno al 1% cuando machacamos material volado con detonadores electrónicos con respecto a cuando lo hacemos
con material volado utilizando detonadores no eléctricos.

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores de la presente comunicación mostramos nuestro más sincero agradecimiento a todas y cada una de las
personas que de una u otra manera han participado en el desarrollo del proyecto, desde la planificación a la ejecución,
así como nos gustaría dejar patente la gran implicación de las tres compañías fundamentales en el estudio, Cementos
Molins Industrial, S.A., PERVOSA y MAXAM.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Blaster’s Handbook, 18th Edition, ISEE.
• Vibrations from blasting, David E. Siskind, Ph.D.
• Blast vibration monitoring and control, Charles H. Dowding.
• Ground vibrations in blasting, Langefors, Ulf, Kihlstrom, B. & Westerberg H.
• Manual de perforación, explosivos voladuras, Carlos López Jimeno, Emilio López Jimeno, Pilar García Bermúdez.
• Vibraciones generadas por voladuras, Manual formación para Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Paulo Cou-
ceiro.
• Case Study- Vibrations Study in New Panama Canal, Paulo Couceiro, Manuel López Cano.

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372
DEMOLICIÓN CON EXPLOSIVOS, EFECTUADA DE FORMA SOSTENIBLE,
DE LAS INSTALACIONES DE BENEFICIO DE MINERAL EN LA
CONCESIÓN MINERA CAN MONTANÉ
Ramos, José Maríaa, Arenas, Luisa.
a
Cementos Molins Industrial, S.A, Carretera N-340 Km 1.242,3 Nº 2-38, 08620 - Sant Vicenç dels Horts, Barcelona,
España, jmramos@cmi.cemolins.es
a
Cementos Molins Industrial, S.A, Carretera N-340 Km 1.242,3 Nº 2-38, 08620 - Sant Vicenç dels Horts, Barcelona,
España, larenas@cmi.cemolins.es

RESUMEN: El objetivo del presente proyecto fue la demolición mediante explosivos de las instalaciones fijas de ma-
chaqueo y almacenamiento de material calizo en la concesión minera de Can Montané mediante voladura. El proyec-
to constó de tres voladuras. La primera consistió en la demolición de la cinta transportadora que unía el primario con
el silo de hormigón, a continuación, los silos metálicos delanteros de almacenamiento del material calizo de mayor
granulometría y una grúa metálica; y por último la demolición del silo de hormigón que almacenaba la fracción más
fina de caliza. El proyecto de voladura fue el complemento a uno previo de demolición mecánica.

PALABRAS CLAVE: Demolición, estructura, explosivos, voladura, CCL.

1. INTRODUCCIÓN
El proyecto consistía en la realización de 3 demoliciones con explosivos de la antigua instalación de beneficio de ma-
terial calizo de la cantera Can Montané, situada en Vallirana, Barcelona, propiedad de Ciments Molins Industrial, S.A.

La primera de ellas tenía como objetivo la demolición de la cinta transportadora de 55 metros de longitud situada a 60
metros de altura. Para esta voladura se utilizó un explosivo de uso militar, las llamadas Cargas de Corte Lineal (CCL),
las cuales se utilizan para demoliciones de estructuras metálicas y que producen un corte limpio en la estructura.

La segunda voladura que se realizó fue la de los silos metálicos delanteros de la instalación y la grúa metálica que
estaba anclada a estos silos y al silo de hormigón. Ésta también se realizó con CCL ya que la demolición consistía
en “cortar” los pilares delanteros y la grúa a una altura de 10 metros, pero el resultado no fue el esperado porque las
CCL sólo fueron capaces de cortar 1 de los 3 pilares y por consiguiente la estructura no venció. Dentro de lo que su-
pone una demolición fallida, la estructura quedó lo suficientemente estable como para poder nuevamente realizar los
trabajos preparativos y volver a realizar otra voladura, esta vez con unas CCL más potentes y debilitando, también,
los pilares traseros. En esta ocasión el resultado fue un éxito.

Por último, el proyecto contemplaba la demolición del silo de hormigón de 60 metros de altura. Siendo ésta la voladura
más compleja de las tres por la peculiar arquitectura del silo, ya que éste reposaba sobre una losa de hormigón, que,
a su vez, se apoyaba en 5 pilares centrales y 2 medias lunas exteriores. Además, estaba recubierto de chapa metálica
por fuera y por dentro, por lo que se debía de retirar, con el riesgo que conlleva siempre entrar en un silo de alma-
cenaje de material calizo. En cuanto al uso de explosivo, se realizó una cuña en el propio silo por encima de la losa,
realizando unas ventanas previas y demoliéndolas con explosivos junto con los 5 pilares y la media luna delantera.

A continuación, se muestra la situación de las obras de Can Montané (figura 1):

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Figura 1 - Plano de situación de las obras de Can Montané.

2. MATERIALES
2.1. DEMOLICIÓN DE LA CINTA METÁLICA
El explosivo que se utilizó en la voladura de la cinta transportadora fue el siguiente:

• 14 Cargas de Corte Lineal (CCL). Éstas tenían unas dimensiones de 30x200 mm con un peso de 230 gramos,
es decir, se utilizaron 3,22 kg de este explosivo (figura 2). El explosivo que componen estas cargas es la Pen-
tolita (explosivo de alta potencia, con una velocidad de unos 7.300 m/s) de antiguo uso militar y lleva acoplado
a él una lámina de cobre que es el encargado de “cortar” el hierro de las vigas de la cinta.

Figura 2 – Vista frontal de la CCL donde se aprecia el explosivo y la lámina de cobre.

• 18 Detonadores Eléctricos. Éstos eran del número “0”, es decir, instantáneos y altamente insensibles. Se uti-
lizan todos del mismo número porque no se pueden secuenciar las cargas debido a la proximidad entre ellas.
Si las secuenciáramos correríamos el riesgo de que la detonación de una desplazase a las contiguas y éstas
no cortarían correctamente.

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• 20 metros de Cordón Detonante. El cordón detonante que se utilizó fue de gramaje 40 (gr/m). Se ha utilizado
para asegurar la detonación de las CCL.

2.2. DEMOLICIÓN DE LOS SILOS METÁLICOS Y GRÚA METÁLICA


El explosivo que se utilizó para esta demolición fue el siguiente:

• 4 Cargas de Corte Lineal de 30x200 mm (CCL). Éstas son exactamente igual que en la demolición de la cinta
transportadora, explicadas en el punto 2.1.
• 14 Cargas de Corte Lineal de 50x200 mm (CCL). La composición de estas cargas es idéntica a las de 30x200
mm, pero con una capacidad de corte de hasta 50 mm y un peso de 520 gramos. A continuación, vemos una
imagen (figura 3) de la diferencia entre las 2 CCL.

Figura 3 – CCL utilizadas en la demolición.

• 6 Detonadores eléctricos. Se han escogido detonadores del número “0”, instantáneos e insensibles para los 2
pilares delanteros y en la grúa y el resto del número 2 (50 ms de retardo) para los pilares exteriores y traseros.
• 20 metros de Cordón Detonante. El cordón detonante que se utilizó fue de gramaje 40 (gr/m). Se ha utilizado
para asegurar la detonación de las CCL.

2.3. DEMOLICIÓN DEL SILO DE HORMIGÓN


El explosivo que se utilizó para esta demolición fue el siguiente:
• 75 Kg de Riodin He. Este explosivo es el comúnmente llamado dinamita, y se utilizó en forma de cartuchos de
26 mm de diámetro y 200 mm de longitud, con un peso unitario de 156 gr.
• 115 Detonadores Electrónicos. Éstos se utilizaron para los pilares de la base y la media luna delantera a razón
de 1 detonador por barreno. Por otra parte, se utilizaron 6 detonadores más para iniciar la línea maestra de
cordón detonante que a su vez iniciaron los barrenos de los machones.
• 80 Detonadores No Eléctricos. Éstos se utilizaron para iniciar el explosivo de los barrenos de los machones, a
razón de 1 detonador por barreno.
• 28 metros de Cordón Detonante. El cordón detonante que se utilizó para iniciar los barrenos de los machones.

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3. METODOLOGÍA
Demolición cinta transportadora
Trabajos de debilitamiento de la estructura
Se realizaron una serie de cueles en las vigas HEB220 tanto superior como inferior para asegurar que el explosivo
realizara un corte limpio en la estructura como vemos en la siguiente imagen (figura 4). Estos cueles se realizaron el
mismo día de la voladura.

Figura 4 – Cueles realizados en las vigas HEB220 superior e inferior.

Preparación de las cargas


A cada una de las cargas se les “pegó” 30 cm de cordón detonante en la parte superior de la misma.

Colocación de las cargas


Las cargas se sujetan a las vigas con bridas y se les añade el detonador a cada una de ellas. A continuación, se les
añade una espuma fijadora y se cubre toda la zona de la viga con cargas con una lona de goma (ver figura 5).

Figura 5 – Cargas cubiertas con la espuma fijadora.

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3.2. DEMOLICIÓN DE LOS SILOS METÁLICOS Y GRÚA METÁLICA
Brevemente comentar que esta voladura cuando se realizó por primera vez no obtuvimos el resultado que espe-
rábamos y los silos y la grúa no cedieron como hemos mencionado en la introducción. A continuación, explicamos el
proceso que seguimos para el segundo intento de esta voladura.

Trabajos de debilitación de la estructura y de restauración


La principal labor que se realizó desde la demolición fallida hasta la nueva fue la restauración de las superficies de
los pilares, ya que como podemos ver en la siguiente imagen (figura 6) no es posible volver a colocar las cargas en
el corte lineal sobre los pilares.

Figura 6 – Estado de los pilares después de la segunda demolición.

Los trabajos que se realizaron en las alas de los pilares consistieron en repasar con una radial toda la zona afectada
por las CCL de la pasada demolición hasta dejar todo el corte plano para que se pudieran volver a colocar las CCL.

La siguiente labor que se realizó fue ampliar las ventanas y los cueles de los pilares (figura 7) con la finalidad de
colocar las CCL por encima de los cortes realizados en la segunda demolición para que las propias CCL trabajaran
sobre la superficie nueva.

Preparación de las cargas


Primero de todo se prepararon las cargas para el pilar central delantero que consistieron en unir 3 CCL de 50x200 mm
unidas por 1 trozo de cordón detonante de 1,35 metros, figura 12.

A continuación, se prepararon las 2 CCL de 50x200 mm para el pilar delantero exterior con un trozo de 1,35 metros
para asegurar que los dos pilares delanteros detonen en el mismo instante.

Por último, se prepararon las 4 CCL de 30x200 mm para los 2 pilares exteriores traseros y para la grúa unidas con
1,35 metros de Cordón Detonante.

Colocación de las cargas


Previamente a la colocación de las cargas se prepararon unos tablones de madera con bridas para asegurar la suje-
ción de éstas a los pilares, figura 7.

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Figura 7 – Colocación de las CCL en los pilares delanteros.

3.3 Demolición del silo de hormigón


Refuerzo en la parte posterior del silo
Para asegurar que el silo una vez detonadas las cargas gira lo suficiente sobre si mismo como para que el centro de
gravedad se sitúe fuera y caiga, hay que colocar un refuerzo en la parte posterior del silo basado en las vigas metá-
licas de los silos metálicos de la anterior demolición. Una vez éstas están colocadas de forma vertical y horizontal se
le añade un material estéril entre el silo y el talud de la montaña (figura 8).

Figura 8 – Colocación del refuerzo en la parte posterior del silo.

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Apertura de las ventanas en el fuste del silo
Para garantizar el vuelco del silo se decidió subir la cuña de corte del silo, de sólo los pilares y la media luna hasta la
cota 12 metros. Esto conlleva la colocación de explosivos en el fuste del silo. Para reducir el número de barrenos y
de explosivos se abrieron 6 ventanas dejando 5 machones que serán los que serán destruidos con explosivos. Estas
ventanas se abrieron con hilo diamantado (figura 9). Previamente se retiró el recubrimiento externo e interno de chapa
metálica. La apertura de las ventanas no supone ningún riesgo en la estructura, como lo demuestra un estudio de
elementos finitos realizado por la Universidad de Oviedo, la cual también determinó un intervalo de 2 segundos entre
la detonación de los machones y la media luna delantera y los pilares exteriores y centrales.

Figura 9 - Fuste del silo con las ventas hechas y sin el recubrimiento de chapa metálica.

Perforación de los barrenos y colocación de las protecciones


Una vez hechas las ventanas procedimos a realizar la perforación de los barrenos. En total se realizaron 188 barrenos
de diferentes longitudes y diámetros según su ubicación. Los pilares exteriores tenían un ᴓ de 37 mm y 140 cm de
longitud. Los pilares centrales tenían un ᴓ de 32 mm y una longitud de 70 cm. Los de la media luna se realizaron con
un ᴓ de 37 mm y una longitud de 145 cm y por último los barrenos de los machones fueron de ᴓ 32 mm y 70 cm de
distancia. Los barrenos de los pilares exteriores y media luna tienen mayor diámetro porque van entubados con tubo
omega para garantizar el espaciamiento entre cartuchos. Los pilares de la media luna y los machones fueron horizon-
tales, de este modo se ahorró en número de barrenos y por lo tanto en detonadores y explosivo.

Una vez realizados los barremos se colocaron las protecciones que consistió en la colocación de un geotextil y enci-
ma una malla metálica por la que puedan salir los gases, pero no posibles proyecciones de hormigón. A continuación,
vemos una imagen (figura 10) de un pilar exterior con los barrenos realizados y las protecciones colocadas.

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Figura 10 - Perfil exterior con los barrenos realizados y las protecciones colocadas.

Colocación de las cargas


La carga y posterior demolición se realizó en dos días para asegurar que todo el explosivo se colocaba de forma
correcta y la conexión de los detonadores electrónicos se realizaba correctamente. Como se ha comentado anterior-
mente los pilares exteriores se cargaron con tubo omega y 3 cartuchos de Riodin, un espaciado de 25 mm, un reta-
cado de 30 mm y cebados en fondo con 1 detonador electrónico. Los pilares centrales se cargaron con 2 cartuchos
de Riodin, sin espaciamiento, con un retacado de 30 mm y cebados en fondo con 1 detonador electrónicos. La media
luna se cargó tubo omega, 3 cartuchos de Riodin, un espaciado de 30 mm, un retacado de 25 mm y cebados con 1
detonador electrónico. Y, por último, los machones se cargaron con 2 cartuchos de Riodin, sin espaciamiento, con un
retacado de 30 mm y cebados en fondo con 1 detonador no-eléctrico.

Iniciación de las cargas


Todos los detonadores electrónicos de los pilares centrales y exteriores junto con la media luna se unen a la línea
maestra de conexión. Los detonadores no eléctricos de cada machón se unen a una línea de cordón detonante que
se encuentra en el centro de cada machón, en la punta de cada línea de cordón detonante se acopla un detonador
electrónico y este a la línea maestra de conexión.

Primero de todo se detonan los machones y 1800 milisegundos después cuando el silo ha empezado a volcar se
detonan la media luna delantera y los pilares exteriores y centrales.

4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


4.1. DEMOLICIÓN DE LA CINTA TRANSPORTADORA
A continuación, vemos una imagen (Tabla 1) de los resultados de los diferentes sonómetros que se colocaron estraté-
gicamente para monitorizar la demolición. Como vemos el hecho de que el explosivo estuviese al aire y no confinado
en un barreno, provocó que la onda aérea fuese muy potente.

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Tabla 1 – Resultados de los diferentes sonómetros.
Localización Carga Explosivo Qeq (Kg) Distancia (m) Onda aérea Sb (dB)
Morro Norte 4,28 450 135,0
Oficina La Fou 4,28 315 142,8
Báscula 4,28 80 143,4
Punto disparo 4,28 360 140,5

4.2. DEMOLICIÓN DE LOS SILOS METÁLICOS Y GRÚA METÁLICA


Seguidamente, como en el punto anterior, vemos una imagen (tabla 2) de los resultados de los diferentes sonómetros
que se colocaron estratégicamente para monitorizar la demolición.

Tabla2 – Resultados obtenidos de los diferentes sonómetros.


Localización Carga Explosivo Qeq (Kg) Distancia (m) Onda aérea Sb (dB)
Oficina La Fou 7,7 315 139,5
Taller La Fou 7,7 350 125,9
Punto disparo 7,7 360 140,0
Báscula 7,7 80 < 140,0
Morro Norte 7,7 450 132,9

4.2. DEMOLICIÓN DEL SILO DE HORMIGÓN


A la hora de presentar esta Comunicación, lamentablemente todavía no se ha podido proceder al disparo de la vola-
dura del silo de hormigón, estando todos los trabajos de preparación realizados y tan sólo a la espera de una última
autorización administrativa que contemple la posibilidad (por motivos de seguridad) de realizar la voladura en dos
días diferentes, uno para la carga del explosivo y otro para el disparo. Esperamos poder mostrar los resultados (y
deseamos que satisfactorios) de la voladura en la presentación de la Comunicación en el Congreso.

5. CONCLUSIONES
Los resultados de las diferentes voladuras, a excepción de la segunda, fueron inmejorables. En todas ellas el explo-
sivo funcionó como se predijo en los diferentes estudios y las estructuras vencieron con el sentido deseado.
A continuación de cada una de las dos primeras voladuras las labores que se tuvieron que llevar a cabo consistieron
en el corte de la chatarra para su posterior transporte a los centros gestores correspondientes y autorizados, y des-
pués de la voladura del silo el procesado de hormigón, el cual se pudo aprovechar en nuestra planta. Esto nos alinea
en la economía circular.

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores de la presente comunicación mostramos nuestro más sincero agradecimiento a todas y cada una de las
personas que de una u otra manera han participado en el desarrollo del proyecto, y especialmente a dos personas, a
Miquel Esteve y a Javier Esparza. También nos gustaría dejar patente la gran implicación de las tres compañías más
representativas del presente proyecto presentado, Cementos Molins Industrial, S.A., AFESA y MAXAM.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Voladuras controladas en zonas urbanas. M. Abad Fernández.
• Demoliciones por voladura. Esteban Langa Fuentes.
• Técnica sueca de voladuras. Rune Gustafsson.
• Respuesta estructural según el medio transmisor para vibraciones por voladura de pequeña carga. Emilio Hidalgo
Bayo
• Demoliciones y su seguridad. Joaquín Perona Lucas
• Manual de empleo de explosivos. Unión Española de Explosivos.
• Manual de medidas para la correcta manipulación de los explosivos y accesorios. Unión Española de Explosivos.

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386
UTILIZACIÓN DE UAVS EN ESPACIOS SUBTERRÁNEOS

Espada Moreno, Francisco J., Martínez de la Calle, Mª Pilar


Hovering Solutions Ltd. Office P0194. 265-269 Kingston Road. Wimbledon. SW19 3NW London (UK) f.espada@
hoveringsolutions.com;
Hovering Solutions España. Avda. del Llano Castellano 13, 2ª planta. 28034 Madrid (España) http://pilar.martinez@
hoveringsolutions.com
Subárea: 1.5. Técnicas de Excavación en Minería y Usos Civiles. Explosivos.

RESUMEN: La utilización de drones (UAVs) en diferentes campos de actividad está creciendo vertiginosamente en
los últimos años, sin embargo, su empleo en espacios subterráneos no está generalizada debido a las dificultades de
posicionamiento en ausencia de señal GNSS. Hovering Solutions ha desarrollado la tecnología que permite la utiliza-
ción de UAVs en este tipo de emplazamientos aumentando considerablemente los campos de aplicación.

PALABRAS CLAVE: UAV, RPA, dron, espacio subterráneo, mapeo 3D, auscultación, ingeniería, UAV túnel

1. INTRODUCCIÓN
Durante los últimos años los drones han aportado números avances en múltiples y variados campos de la industria,
entre ellos en ingeniería civil y en minería a cielo abierto. Las aplicaciones fundamentales en este sector se basan en
sistemas de topografía e inspección de estructuras en espacios exteriores, donde los vehículos se posicionan fácil-
mente gracias a la señal GNSS (Global Navigation Satellite System) recibida desde los satélites.

También los vehículos no tripulados pueden utilizarse para la inspección y auscultación de infraestructuras subterrá-
neas, aportando los mismos beneficios que están demostrando en escenarios en el exterior. Sin embargo, la mayoría
de vehículos disponibles en el mercado no están diseñados para volar en el interior de espacios cerrados por la
ausencia de señal GNSS que es el principal indicador de posición horizontal en los algoritmos que se utilizan para
controlar y estabilizar el vehículo en el aire. Algunos de los vehículos que si tienen capacidad para operar en espacios
subterráneos disponen de sensores basados en sistemas de control de flujo óptico para su posicionamiento, pero es-
tos sistemas ocasionan una gran dependencia de la luz existente (origen e intensidad) en el escenario de operación,
por lo que no resultan adecuados en obras civiles y/o mineras en interior donde la cantidad de luz suele ser pobre y
de naturaleza intermitente.

Por otra parte, los vuelos en interior se encuentran con el inconveniente de las restricciones de espacio, lo que no
ocurre al aire libre, donde una desviación de metros puede no ser significativa. En un entorno cerrado, los sensores
de los que está dotado el vehículo deben permitir reconocer el escenario, ser capaces de evitar colisiones con objetos
presentes y mantener una distancia de seguridad a los límites físicos del mismo.

En el año 2016, Hovering Solutions comenzó a poner en práctica la tecnología necesaria para realizar vuelos con
drones en el interior de túneles y estructuras similares, con el objetivo de realizar modelos tridimensionales del entor-
no con gran nivel de detalle, solventando gran parte de las carencias de la tecnología de ámbito general utilizada en
drones hoy en día. Los resultados obtenidos, principalmente utilizados en la generación de nubes de puntos de alta
densidad, escenarios de realizad virtual, herramientas de auscultación e integración con sistemas BIM, han demos-
trado las enormes ventajas de la herramienta con respecto a las técnicas tradicionalmente utilizadas hasta la fecha.

2. METODOLOGÍA
El nacimiento de la metodología es relativamente reciente; año 2015. En el segundo semestre del año 2016, se utilizó
por primera vez un dron en un túnel ferroviario urbano para la captura de datos destinados a utilizar posteriormente
en labores de mantenimiento. La ventaja de esta técnica fue la reducción considerable de tiempo de toma de datos y,
por tanto, de permanencia en el túnel, en comparación con técnicas convencionales.

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Figura 1: Resultado mapeo 3D túnel (año 2016)

La solución tecnológica desarrollada por Hovering Solutions permite la captura de datos en entornos subterráneos en
ausencia de señal GNSS, de forma efectiva y precisa, evitando en la medida de los posible la intervención humana y,
por ende, el pilotaje manual de la aeronave.

El modo de operación precisa que el vehículo se ubique en el interior del escenario y conozca su posición relativa
respecto a un punto de inicio. La nube de puntos resultado de la exploración puede referenciarse con coordenadas
absolutas si se dispone de base topográfica.

El hecho de capturar datos destinados a la realización de modelos tridimensionales obliga a tener una visión del
entorno desde el vehículo en todo momento, lo cual imposibilita, por ejemplo, el empleo de las típicas protecciones
mecánicas que se utilizan en operaciones de interior sencillas, en las que el operador está a cargo del pilotaje del
dron en todo momento. Por ello, los sistemas a bordo del UAV, están formados por sensores de distinta naturaleza
y algoritmos potentes de procesamiento de abordo, que permiten el posicionamiento del vehículo, evitar colisiones y
controlar su dirección, sentido y velocidad de avance.

Figura 2: Ejemplo de sistemas de posicionamiento relativo desarrollados por Hovering Solutions para el uso de
UAVs en espacios cerrados

Los sistemas de abordo no necesitan referencias externas, lo que posibilita la ejecución de operaciones fuera del
alcance de visión desde el punto de partida, sin la necesidad de establecer un enlace radio con el vehículo. Gracias
al grado de automatización conseguido es posible realizar los vuelos en espacios cerrados de forma totalmente au-
tónoma, es decir, sin necesidad de piloto ni estación de tierra, lo que aporta grandes ventajas desde el punto de vista
operacional y añaden flexibilidad al uso de este tipo de plataformas, por ejemplo, para la inspección y caracterización

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de entornos totalmente desconocidos (edificios con riesgo de derrumbe, redes de colectores, etc.) sin necesidad de
intervención humana.

No obstante, las características de los escenarios subterráneos presentes en obra civil y minería, con presencia de
polvo, agua, humedad, corrientes de aire, etc., afectan negativamente a los sistemas de posicionamiento de abordo
y a la captura de datos, por lo que se necesita emplear sensores y sistemas de captura de datos de gran robustez y
fiabilidad, además del uso de técnicas de redundancia.

Figura 3: Vehículo aéreo realizando el escaneo 3D de un túnel en construcción (Hovering Solutions Ltd., Londres,
Sept. 2016). All images are copyright protected by © Crossrail Ltd.

Una vez realizada la captura de datos, sus aplicaciones fundamentales son;

Topografía
Generación de modelos 3D para plataformas de realidad virtual, inspección y BIM
Auscultación superficial

Topografía
Es posible generar nubes de puntos georeferenciados de alta densidad, partiendo de los datos capturados por los
sensores de abordo. La información se genera en formatos de intercambio de datos estándar que pueden importar-
se con los softwares tradicionales de interpretación y funcionalidad, así como compartirlos en plataformas online de
última generación.

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Figura 4: Nube de puntos densa generada a partir de los datos capturados mediante UAV en infraestructura subte-
rránea. All images are copyright protected by © Crossrail Ltd.

La precisión de las nubes de puntos obtenidas con UAV aún está lejos de la precisión que se obtiene con la utilización
de técnicas convencionales. La Figura 5 muestra una comparativa entre dos nubes de puntos, una de ellas capturada
con UAV y la otra con estación láser estática georreferenciada (en 3 sets). En el 80% de los puntos, la diferencia entre
uno y otro modelo es inferior a los 20 mm.

A pesar de este margen de error, la técnica continúa siendo viable para la mayoría de los objetivos que se buscan
al realizar un reconocimiento de un entorno subterráneo, contando, además, con las siguientes ventajas frente a los
métodos tradicionales:

• Disminución del tiempo necesario para el levantamiento.


• Disminución del trabajo manual y el esfuerzo físico.
• El coste por unidad lineal o volumétrica disminuye.
• La preparación del personal para realizar el trabajo de captura disminuye.

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Figura 5: Comparativa de desviación radial entre nube de puntos tomadas con UAV y nube de puntos generada con
estación láser convencional (estática).

II. Generación de modelos 3D para plataformas de realidad virtual, inspecció y BIM.


El tratamiento posterior de la nube de puntos permite obtener modelos 3D georeferenciados. La aplicación de texturas
de alta resolución a los modelos 3D posibilita su integración en plataformas de navegación e inspección de infraes-
tructuras, basadas, fundamentalmente, en sistemas de realidad virtual. La rapidez en la captura de datos redunda en
la posibilidad de realizar análisis diferenciales de diferentes capturas en poco tiempo.

Por otra parte, todos los datos pueden integrarse con facilidad en sistemas BIM (Building Information Modelling). La
georreferenciación específica de objetos permite su vinculación a las bases de datos, aportando información tanto en
la etapa de construcción como en la de operación y mantenimiento.

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Figura 6: Herramienta de inspección y auscultación de túneles basada en realidad virtual (Clicks+Links http://clic-
ksandlinks.com/showcase/crossrail/) izquierda). Modelo texturizado de alta resolución (derecha) y gran nivel de
inmersión. All images are copyright protected by © Crossrail Ltd.

Dada la rapidez en la toma de datos con UAV, los fenómenos de aparición de desperfectos, grietas, corrosión o hu-
medad pueden ser identificados fácilmente realizando la comparativa de escaneos diferenciales que permiten obtener
los modelos georreferenciados.

La siguiente figura se muestran las desviaciones existentes entre el modelo CAD/BIM y el modelo real obtenido por
la captura de datos mediante UAV. Los objetos identificados en el modelo BIM pueden vincularse directamente a los
modelos 3D texturizados.

Figura 7: Herramienta de realidad virtual utilizada para la comparación del modelo CAD / BIM y el modelo real obte-
nido mediante UAV

Los nuevos desarrollos de Hovering Solutions, han permitido la captura de datos incluso en total oscuridad. Esta
funcionalidad resulta muy útil no sólo en interior de minas y túneles con escasa o nula iluminación, sino también en el
reconocimiento de habitáculos de instalaciones urbanas e industriales, normalmente, con poca iluminación y en los
que es necesario la identificación de objetos de cara a su modelización e integración en BIM.

La figura siguiente muestra los resultados de la modelización y texturización de una nube de puntos 3D obtenida en
un escenario en ausencia de iluminación.

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Figura 8: Caracterización de redes de suministro mediante el modelado 3D de estructuras en edificación. Toma de
datos con UAV realizada en total oscuridad
Auscultación Superficial.

La posibilidad de realizar la captura de datos con resolución milimétrica y posterior texturización del modelo 3D, per-
mite la auscultación de superficies. Esto posibilita la detección de defectos tales como grietas, corrosión o humedad,
para los cual hay que disponer de modelos con nivel de detalle milimétrico.

La Figura 9 muestra un modelo 3D generado a partir de la captura de datos con UAV en el interior de una infraestruc-
tura. El objeto del reconocimiento era la identificación de grietas y defectos en la superficie (resolución aproximada
1 mm). La modelización tridimensional que se realizó de la nube de puntos permitió analizar exhaustivamente las
posibles deformaciones en la superficie de partes críticas.

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Figura 9: Modelo 3D de alto nivel de detalle destinado a la auscultación de superficies (5cm de paso entre tubos
aproximado)

Otra de las posibilidades, sin duda muy ventajosa, que ofrecen los modelos 3D para la auscultación superficial es la
posibilidad de realizar un abatimiento en referencia a un eje de coordenadas. La Figura 10 muestra el abatimiento de
los hastiales de un túnel ferroviario tomando como traza la vía.

Figura 10: Representación de datos en plano para auscultación superficial

El uso de estas técnicas permite simplificar enormemente la caracterización y análisis superficial mediante:
la geolocalización de zonas (áreas superficiales) en 2 dimensiones, y
la eliminación de la deformación por perspectiva (intrínseca de la fotografía tradicional), facilitando el cálculo de áreas
destinado por ejemplo a labores de mantenimiento, reparación o evaluación de daños.

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3. CONCLUSIONES
Los desarrollos llevados a cabo por Hovering Solutions con UAVs en entornos subterráneos han mostrado muchas
ventajas, lo mismo que sucede en sus aplicaciones al aire libre.

Las ventajas por destacar del uso de esta tecnología son, principalmente;

• Reducción de riesgos durante captura de datos. Con relativa frecuencia la toma de datos en espacios subter-
ráneos implica riesgos al personal que lleva a cabo los trabajos. En ocasiones, la carencia de luz y oxígeno
incrementan las posibilidades de sufrir un accidente. El uso de aeronaves no tripuladas permite el acceso sin
riesgo a zonas insalubres.
• Prevención de riesgos gracias a la posibilidad de realizar una captura de datos de una forma más sencilla,
puesto que el proceso puede realizarse de forma recurrente, y con una mayor frecuencia. Este factor posibilita
realizar un análisis sobre la evolución de la infraestructura, mucho más detallado y frecuente, lo cual permite
realizar con mayor anticipación un análisis de riesgos preventivo, en función de la evolución de los posibles
defectos detectados en cada escenario en particular.
• Reducción considerable de costes y tiempo. La aeronave puede ser preparada en pocos minutos para llevar
a cabo una toma masiva de datos. Además del importante ahorro de tiempo durante el proceso de captura,
el uso de un UAV disminuye los trámites necesarios en cuanto a protocolos de seguridad y salud se refiere,
gracias a la reducción del personal y el riesgo involucrado en la actividad.
• El sistema es capaz de alcanzar zonas de difícil acceso, tales como pozos verticales, conductos de ventilación
o sumideros. Este hecho supone una ventaja, tanto en la disminución de riesgos como un ahorro en la infraes-
tructura necesaria para este tipo de trabajos, tales como mecanismos de elevación, sujeciones y personal
especializado en trabajos en altura.
• La captura de datos, incluyendo texturas de alta resolución, en zonas sin iluminación permite una auscultación
superficial si necesidad de trasladar sistemas de iluminación al escenario.
• El uso de un vehículo con 6 grados de libertad permite una toma de datos desde cualquier ángulo, evitando
zonas de sombra y aportando un mayor nivel de detalle (ver Figura 11).

Figura 11: Escaneo 3D de un túnel ferroviario con estación láser (izquierda). Se aprecian zonas de sombra. Esca-
neo 3D del mismo escenario utilizando un UAV (derecha). Las sombras desaparecen gracias a la toma de datos
desde un gran número de ángulos.

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393
COMENTARIOS AL NUEVO REGLAMENTO DE EXPLOSIVOS

Muñiz Hevia, Eugenio


Dr. Ingeniero de Minas
Camino de la Huerta, 42
28109, Alcobendas (Madrid)
emuhev@gmail.com

RESUMEN: El nuevo Reglamento de Explosivos, aprobado el 24 de Febrero de 2017, sustituye al hasta ahora vi-
gente, de 1998.

Llama la atención en primer lugar su gran extensión, que supera con creces a la de cualquier otro reglamento cono-
cido sobre esta materia, conservando las limitaciones e irregularidades de la reglamentación anterior.

A pesar de las numerosas protestas de los usuarios de explosivos, persisten las limitaciones de los horarios de aper-
tura de los polvorines y distribución de explosivos introducidas en el reglamento anterior, impidiendo el transporte
a las horas de mayor fluidez del tráfico, con el riesgo que entraña esta operación a las horas de mayor congestión,
además de perjudicar los intereses de los usuarios de explosivos.

Como gran novedad, incorpora la fabricación de explosivos en unidades móviles (MEMUs), tecnología utilizada en
todo el mundo desde hace más de 30 años, de la que se ha visto privada nuestro país, principal consumidor de ex-
plosivos de la Comunidad Europea, a pesar de las grandes ventajas que reporta de toda índole, lo que ha colocado
al sector de la minería española en clara desventaja con sus competidores extranjeros.

Sin embargo introduce limitaciones y trabas que entorpecerán el desarrollo de esta importante tecnología, entre las
que destaca el retraso de su entrada en vigor al año 2019.

Se observa en general un carácter eminentemente restrictivo, con importantes limitaciones, lo que supone un obstá-
culo a la libre competencia en el mercado de los explosivos de uso civil.

1. INTRODUCCIÓN.
En el nuevo Reglamento de Explosivos persisten las restricciones y limitaciones del anterior Reglamento, lo que
representa un obstáculo para el desarrollo de las actividades de fabricación y utilización de explosivos civiles, restrin-
giendo la libre competencia.

Por otra parte no aborda adecuadamente el uso de las unidades de fabricación móviles (MEMUs), en detrimento de
las ventajas de esta importante tecnología, retrasando además su implantación.

A continuación se exponen los principales problemas derivados de su promulgación.

2. EXTENSIÓN DEL REGLAMENTO


La gran extensión del nuevo Reglamento, más de 400 pg., comparadas con las 83 del de 1998, dificulta su manejo,
incorporando además cuestiones que poco tienen que ver con el mundo de los explosivos, como la ITC 26, “Manifes-
taciones festivas con uso de armas de avancarga”.

A pesar de ello el tiempo concedido por la Administración para las alegaciones de los afectados, de tan solo diez días,
ha sido insuficiente para su detenido examen, teniendo en cuenta la extensión y complejidad del texto.

3. INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO DE DEFENSA


El nuevo Reglamento mantiene la intervención del Ministerio de Defensa (establecida por primera vez en el precons-
titucional Reglamento de 1978), en el proceso de autorización de las fábricas y depósitos de explosivos, incluidas
las unidades móviles de fabricación, así como en el proceso de control de las fábricas, en razón al “cumplimiento

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de salvaguardar la defensa nacional”, lo que no tiene sentido en pleno siglo 21 y más aún, cuando este Reglamento
se refiere exclusivamente a la fabricación y almacenamiento de explosivos civiles, que nada tienen que ver con la
defensa nacional.

Estas intervenciones alargan innecesariamente los ya complicados trámites de autorizaciones de fábricas y depósitos
de productos explosivos.

La intervención del Ministerio de Defensa solo estaría justificada en el caso de fabricación y almacenamiento de ex-
plosivos militares o de doble uso.

4. ALMACENAMIENTO OBLIGADO EN DEPÓSITOS


Al igual que en el Reglamento del 98, se sigue exigiendo que con carácter previo a su comercialización o utilización
por los consumidores, los explosivos tengan que ser almacenados en un polvorín autorizado, lo que impide el sumi-
nistro directo desde las fábricas, o desde otros países de la UE, a las voladuras.

Esta medida, que se pretende justificar en base al control de la tenencia de explosivos, constituye una flagrante
restricción a la libertad de mercado al impedir que los productos explosivos transferidos, que cumplen toda la norma-
tiva europea para su puesta en el mercado, puedan utilizarse directamente por los consumidores de explosivos sin
depósito de consumo, que es la situación más generalizada en nuestro país, ya que los requisitos establecidos para
las transferencias de estos productos garantizan su adecuado control.

Por otra parte es preciso señalar que la excepción de esta obligación para los explosivos a granel ha sido hecha para
subsanar las irregularidades producidas durante el periodo de vigencia del Reglamento del 98, en que se estuvieron
suministrando miles de toneladas de estos explosivos directamente en camiones tolva desde las fábricas a las vola-
duras, sin su almacenamiento previo en polvorines autorizados, infringiendo la normativa entonces vigente, a pesar
de haber sido puesto reiteradamente en conocimiento de las autoridades competentes.

Finalmente, carece de sentido incluir en las excepciones a las unidades MEMU, ya que, por definición, solo los fabri-
can los explosivos durante el proceso de carga de las voladuras.

5. APROBACIÓN DE LOS SUMINISTROS CON 48 HORAS DE ANTICIPACIÓN


Se sigue exigiendo solicitar a la Guardia Civil la autorización de los suministros de explosivos con 48 horas de anti-
cipación.

En el plan de seguridad preceptivo deben figurar la clase y cantidades de explosivos transportados, siendo en muchos
casos imposible su determinación con tanta anticipación, al depender las cantidades y tipos de diversos factores,
entre los que destacan los meteorológicos, lo que hace que puedan faltar o sobrar explosivos o detonadores en los
suministros directos a las voladuras, dando lugar a faltas o sobrantes, con el riesgo que ello implica.

Con los avances producidos en los últimos años en los sistemas informáticos y de comunicación, parece un ana-
cronismo seguir manteniendo este plazo de 48 horas, que viene del Reglamento del 98, y debe ser reducido, como
máximo, a 24 horas, lo que redundará en una mayor precisión a la hora de determinar la clase y cantidades de ex-
plosivos requeridos.

6. RESTRICCIONES EN LOS HORARIOS DE LOS DEPÓSITOS PARA LA CARGA Y TRANSPORTE


Persisten las restricciones introducidas en el Reglamento del 98 en los horarios de los depósitos de explosivos, limi-
tando su apertura para la carga de los vehículos a las 6 de la mañana y la salida de los transportes a las 7.

Como ya se ha dicho en multitud de ocasiones estas restricciones representan una clara limitación de la competencia,
que solo favorece a la empresa con posición dominante en el mercado de explosivos industriales.

La salida de los transportes de explosivos a partir de las 7 produce los graves problemas, entre los que destacamos
los siguientes:

• Impide la llegada de los explosivos a las voladuras a primera hora de la mañana, que es cuando deben iniciarse los
trabajos de carga de los barrenos para poder organizar con seguridad estas delicadas operaciones.

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• La llegada de los explosivos al final de la mañana en verano, por la tardía hora de salida de los polvorines,
aumenta el riesgo en la manipulación de los explosivos debido a las elevadas temperaturas que se producen
en nuestro país.
• Impide el suministro con el mismo vehículo a más de una voladura, lo que se traduce en un mayor número de
vehículos circulando con explosivos por nuestras carreteras y un encarecimiento innecesario del transporte.
• Este horario de salida de los polvorines obliga a que los camiones circulen por las vías públicas a las horas
de mayor congestión del tráfico, coincidiendo con transportes escolares y grandes atascos en las vías de cir-
cunvalación de las ciudades, lo que impide que se puedan tomar las más elementales medidas de emergencia
en casos de incidentes graves, como puede ser un incendio en el vehículo o en sus proximidades.
• Además, al tener que circular los vehículos con explosivos a las horas de mayor tráfico, la duración de los
transportes y del riesgo asociado es mucho mayor.

Por todos estos motivos en el resto del mundo el transporte de explosivos tiene lugar preferentemente de madrugada,
sin limitación alguna en el horario de apertura de los polvorines ni de los transportes de explosivos, llegando a las
voladuras antes de que se intensifique el tráfico.

Este mismo criterio fue sustentado por la Dirección General de Tráfico en Diciembre de 1996, ante la solicitud de
Unión Española de Explosivos de prohibir el tráfico nocturno de explosivos, oponiéndose por escrito a tal pretensión
y aconsejando todo lo contrario, el transporte nocturno de estas mercancías debido a la mayor fluidez del tráfico
a esas horas.

Como una de las prioridades de los usuarios de explosivos es que estos lleguen al lugar de la voladura lo antes posi-
ble, se ven obligados a consumirlos del depósito más próximo, lo que entorpece la libre competencia.

Estas limitaciones a los horarios de apertura de los polvorines e iniciación de los transportes de explosivos no son
más que un subterfugio para favorecer los intereses de la empresa que domina el mercado español de explosivos,
que con una extensa red de polvorines comerciales está en las mejores condiciones para llegar más pronto a los
lugares de consumo merced a esta normativa.

Es de hacer notar que se ha producido un importante cambio con respecto al documento que nos fue entregado
para ejercitar las alegaciones, en el que la salida de los transportes podía hacerse a partir de las 6. Sin embargo el
Reglamento aprobado retrasa esta hora hasta las 7, ¡para que lleguen más tarde todavía a las voladuras!, perma-
neciendo los camiones cargados en los depósitos desde las 6.
Como puede explicarse esto, si no es para favorecer descaradamente a la entidad dominante del mercado español
de explosivos civiles, que cuenta con la más extensa red de polvorines comerciales?

Y este cambio de última hora se hace con tanta premura que el “legislador” no se percata de que el punto 1.4 de la
ITC 11 sigue diciendo que los transportes deberán hacerse de acuerdo con el horario indicado en el punto 1.2, que
especifica que es a partir de las 06:00 horas.

Es necesario insistir que estas limitaciones a los horarios de iniciación de los transportes de explosivos no existen
en el resto del mundo civilizado y deben desaparecer para eliminar los problemas y riesgos que hemos indicado. Y lo
que parece un descaro es que se haya aprovechado la oportunidad de las alegaciones al proyecto para endurecer,
aún más, los horarios de salida de los transportes.

7. EMPLAZAMIENTO DE LOS POLVORINES TRANSPORTABLES


Dado lo limitado de las superficies de terreno disponibles en las obras públicas para el emplazamiento de polvorines
transportables y su accidentada orografía, especialmente en las embocaduras de los túneles, es preciso establecer
una normativa que, sin menoscabo de la seguridad, permita reducir la distancia entre el polvorín de detonadores y
el de explosivos.

Esta posibilidad está basada en la pequeña cantidad de explosivos almacenados en el polvorín de detonadores, 1
g por detonador, lo que permite reducir la distancia entre ambos polvorines de forma tal que la explosión accidental
del polvorín de detonadores no se transmita al de explosivos, al igual que ocurre en la normativa de los polvorines
auxiliares de distribución, donde la distancia entre dos polvorines conteniendo explosivos es de 8m, mientras que la
de un polvorín de detonadores a un polvorín con explosivos es de solo 1,5m.

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Aplicando el mismo criterio a los polvorines transportables la separación entre un polvorín con 10.000 detonadores
y el de explosivos debería ser inferior 7m en vez de los 17m exigidos por la administración, al considerar que esta
distancia viene determinada por la capacidad del polvorín de explosivos (5.000 kg). La posibilidad de que la explosión
accidental del polvorín con explosivos se transmita a la del polvorín con detonadores no altera la distancia de segu-
ridad al exterior.

8. HERRAMIENTAS DE ATAQUE A LOS POLVORINES TRANSPORTABLES


En los ensayos para la homologación de los polvorines transportables no se excluyen las herramientas térmicas de
corte/fusión, a diferencia con lo que se ha hecho para los polvorines auxiliares de distribución. A quien se le puede
ocurrir utilizarlas en el ataque a un polvorín conteniendo explosivos?

La utilización de estas herramientas incrementa innecesariamente el peso y coste de estos polvorines.

9. RESISTENCIA AL FUEGO
El Reglamento exige que los polvorines transportables tengan una determinada resistencia frente a posibles fuegos
exteriores para lo cual se les exige superar una prueba de transmisión de calor.

Esta prueba, desproporcionada, solo es explicable si lo que se pretende es poner obstáculos al desarrollo de este tipo
de polvorines, que tanto han facilitado el suministro de explosivos a las obras públicas especialmente en la ejecución
de túneles. La exigencia de estar sometidos a un calentamiento de 6000C durante 2 horas sin que la temperatura
de la cara interna pase de 1200 contrasta con lo prescrito en el ADR para las cajas de los vehículos de transporte
de explosivos EX III (hasta con 16 t de explosivos), que tan solo requieren como protección contra fuegos exteriores
tableros de 10mm de espesor, siendo mucho mayor la probabilidad de verse sometidos a la influencia de una fuente
de calor exterior que los polvorines transportables.

Por otra parte no se entiende que sean los polvorines transportables los únicos que tengan que estar protegidos
frente a posibles fuegos exteriores cuando la mejor forma de conseguirlo es alejándolos adecuadamente de cualquier
fuente de calor, al igual que el resto de polvorines.

10. DISTANCIAS DE DISTRIBUCIÓN


Al igual que en el Reglamento del 98, el nuevo Reglamento mantiene la posibilidad de que se regulen las distancias
de distribución, lo que supondría una limitación de la competencia en el mercado de explosivos, favoreciendo con ello,
una vez más, a la empresa con posición de dominio en este mercado.

11. LIMITACIONES Y TRABAS EN LAS OPERACIONES CON MEMUS


No se puede entender que después de estar esperando más de 20 años a que el Reglamento de Explosivos contem-
ple la fabricación de explosivos en unidades móviles, lo que constituye el desarrollo más importante de la tecnología
de explosivos de uso civil de las últimas décadas, haya que esperar casi dos años para su aplicación, sin motivación
alguna, privando durante este tiempo a nuestras empresas de las importantes ventajas de su utilización, no solo eco-
nómicas sino de seguridad, industrial, vial y ciudadana.

Por otra parte se introducen limitaciones y trabas que perjudican sus ventajas, entre las que destacamos las siguien-
tes:

• Restricciones en los horarios. En el punto 4. Horarios, del Anexo VIII de la ITC 1 se establece que pueden
empezar a fabricar y circular a partir de las 6 de la mañana, lo que no deja de ser una limitación arbitraria e
innecesaria, sin precedentes en el resto de países, pero resulta que en el párrafo siguiente se indica que no
pueden salir hasta las 7, lo que constituye una descomunal incongruencia. Si no pueden salir hasta las 7, como
van a poder circular y fabricar a partir de las 6?
• Para poder empezar a fabricar a partir de las 6 (el producto solo se fabrica al mismo tiempo que se descar-
ga directamente en los barrenos), las MEMUs tienen que empezar a circular antes de esa hora por lo que lo
congruente sería salir antes de las 6 para poder empezar a fabricar a dicha hora.
• Las medidas de protección humanas de las MEMUs son superiores a las de los vehículos que transportan ex-
plosivos convencionales donde uno de los dos vigilantes-conductores puede realizar labores de desestiba en
la voladura, mientras que en las MEMUs ambos tienen que estar dedicados exclusivamente a la protección (y,

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además, uno de ellos con escopeta de postas), lo que representa un encarecimiento innecesario con respecto
a un transporte con 16 t de dinamita.
• Siendo desde el punto de vista del orden público el transporte de explosivos convencionales mucho más
peligroso que el de una MEMU, que no contiene ningún producto explosivo, va contra el sentido común que
las medidas de protección de estas sean mayores.
• Las MEMUs que fabrican explosivos in situ están exentas de residuos explosivos, por lo que no tiene sentido
asignarles la cantidad de 100 kg a efectos de distancias, ni tampoco estar sometidas al complejo tratamiento
de explosivos sobrantes. Esto solo debe ser aplicable a las operaciones con camiones tolva, que transportan
y cargan en las voladuras productos explosivos terminados, en los que sí se producen cantidades importantes
de sobrantes explosivos.
• También carece de sentido la exigencia de instalar un depósito de productos terminados en las fábricas
móviles, cuando en la mayoría de los casos las MEMUs que fabrican in situ no los necesitan, y si depósitos
auxiliares de materias intermedias.

10.- CARNÉ DE ARTILLERO


Imposibilidad de que el Director Facultativo pueda disponer del Carné de Artillero, cuando es autónomo, que es el
caso más normal, a pesar de tener la titulación académica adecuada para acceder a ello, ya que por imperativo le-
gal tiene que estar dado de alta en el Régimen Especial de Trabajador Autónomo y no en el Régimen General de la
Seguridad Social.

Es particularmente interesante lo indicado a este respecto en el Dictamen del Consejo de Estado.....”en cuanto a
los titulados técnicos universitarios con competencia en explosivos (apartado 8.8) la convalidación debería
ser automática.......no tiene sentido que quien está habilitado por su titulación para desempeñar la dirección
facultativa de una voladura asumiendo la dirección (y responsabilidad) de todos los procedimientos técni-
cos, no lo esté para obtener el carné de artillero (que solo exige estudios primarios y una formación teórica y
práctica que totaliza treinta horas)”.

Otro tema de interés es la falta de concreción sobre el habilitador de la formación de especialistas en unidades móvi-
les de fabricación. Teniendo en cuenta las importantes diferencias en la tecnología y operatividad de estas unidades
de los distintos fabricantes y las frecuentes mejoras que se están introduciendo, no cabe duda de que la certificación
de esta habilitación le corresponde al fabricante, lo que debería estar recogido en el Reglamento.

12. CONCLUSIONES
Se aprecian en el nuevo Reglamento importantes trabas que dificultan el trabajo racional con los explosivos civiles,
muchas de las cuales afectan a la seguridad y deben desaparecer.

Una gran parte de las modificaciones necesarias están contenidas en las ITCs, por lo que con su modificación se
podría conseguir una mejora sustancial de la racionalidad y operatividad del Reglamento y esto sería posible hacerlo
mediante órdenes ministeriales, sin necesidad de un nuevo decreto.

Se propone un proceso de revisión con participación de expertos en la fabricación y utilización de explosivos, con el
fin de modificar las ITCs y poder superar los problemas a que hemos aludido.

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COMUNICACIONES ÁREA 2
Área 2.1

359 LA MINA DE PENOUTA: UNA REALIDAD DE MINERÍA SOSTENIBLE


Dra. Teresa Llorens1, Dr. Francisco García Polonio1, Dr. Francisco Javier López Moro1, Dr.
Félix A. López2, Dra. Irene García Díaz2
1
Strategic Minerals Spain, S.l., Penouta (viana Do Bolo), , 2Centro Nacional de Investigacio-
nes Metalúrgicas, CENIM-CSIC , Madrid,

282 ANÁLISIS DE LA CONTRIBUCIÓN DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA DE ROCAS Y MINERA-


LES INDUSTRIALES A LA RIQUEZA DE LOS CIUDADANOS
Sr. César Luaces Frades1
1Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

407 DIAGNÓSTICO DE LA MINERÍA EN ASTURIAS


Santiago Berjano Serrano1, José Manuel Embil Fanjul1
1
DG de Minería y Energía. Consejería de Empleo, Industria y Turismo. Gobierno del Principa-
do de Asturias, ,

288 EL SECTOR DE LOS ÁRIDOS ESPAÑOL EN 2016 Y PERSPECTIVAS 2017


Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

289 EVOLUCIÓN ECONÓMICA DEL SECTOR DE LOS ÁRIDOS EN EUROPA. MACROTEN-


DENCIAS DEL MERCADO DE LOS ÁRIDOS
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

Área 2.2
243 LA GESTIÓN MINERO METALÚRGICA SOSTENIBLE: UN TREN EN MARCHA
Sr. Vicente Gutierrez Peinador1, Sr Daniel Massó Aguado2, Sr Jose María Sánchez Jiménez3,
Sr Agustín Calle de Miguel4
1
CONFEDEM, Madrid, España, 2UNE, Madrid, España, 3Grupo Soil, Madrid, España,
4
Applus+, Madrid, Madrid

302 PURIFICACIÓN DE SILICIO DE CALIDAD METALÚRGICA


Sr. Rubén Coto González1, Sr. Alejandro Souto Serantes2, Sra. Lorena Fernández Noval1, Sr
Álvaro Miranda Vázquez2, Sr José Manuel Artimez Encina1, Sr. Javier Bullón Camarasa2, Sr.
Ramón Ordás Badía2
1
ITMA Materials Technology, Avilés, España, 2FERROGLOBE, Arteixo, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
304 DESARROLLO DE ESPUMAS DE MATRIZ METÁLICA EMPLEANDO COMO REFUERZO
CERÁMICO Y COMO AGENTE ESTABILIZADOR LAS CENIZAS VOLANTES
Sra. Lorena Fdez Noval1
1
Fundación ITMA, Avilés,

311 HYDROMETALLURGY IN THE IBERIAN PYRITE BELT: PAST, PRESENT, AND FUTURE
Sr. Carlos Frias Gomez1, Sr. Enrique Delgado Palomo1
1
Cobre Las Cruces, S.A., Gerena, Sevilla, España

312 PRESENTE Y FUTURO DEL ACERO COMO MOTOR DE LA ENERGÍA EÓLICA MARINA
Sr. Jose Manuel Puente Martinez1, Sr José Abelardo Arancón Alvarez, Sr Gabriel Bonet Braña
1
Arcelormittal Global R&D España, Avilés, España

322 HYDROMETALLURGY: A KEY SOLUTION FOR THE NEW TIMES


Sr. Jaime Calvo Catalan1, Sra. Ana Belén Mejías Cordero1, Sr. Emilio Pecharromán Merca-
do1, Sr. Carlos Aivarez Carreño1
1
Técnicas Reunidas, S. A., Madrid, España

326 PRELIMINARY STUDY OF THE TREATMENT OF FLASH FURNACE FLUE DUSTS BY HYDRO-
METALLURGICAL METHODS
Sr. Guillermo Rios1, Sra. Irene Ruiz Oria1, Sr. Antonio Roca Vallmajor2, Sra. Nuria Llorca
Isern2, Sra. Montserrat Cruells Cadevall2, Sr. Oriol Rius2
1
Atlantic Copper, Huelva, España, 2Universitat de Barcelona, Facultad de Química, Barcelo-
na, ESpaña

357 ACERINOX, LA SOSTENIBILIDAD EN EL ACERO INOXIDABLE


Sr. Juan F. Almagro Bello1
1
Acerinox Europa, S.A.U., Los Barrios (cádiz), España

374 USO DEL HIDROGENO COMO REDUCTOR EN FUNDICIONES DE COBRE.


Dr. Carlos Funez Guerra1, Sra. María Jaén Caparrós1, Dr. Emilio Nieto Gallego1, Sra.
Beatriz Nieto Calderón1, Dra. Carmen Clemente-Jul2, Dr. Lorenzo Reyes-Bozo3, Dr. Álex Go-
doy-Faúndez4, Dr. Eduardo Vyhmeister5
1
Centro Nacional Del Hidrogeno, Puertollano, España, 2Departamento de energía y combusti-
bles. Escuela de Minas y Energía. Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Madrid, España,
3
Universidad Central de Chile, Santiago de Chile, Chile, 4Centro de Investigación en Sustenta-
bilidad y Gestión Estratégica de Recursos, Facultad de Ingeniería, Universidad del Desarrollo,
Santiago de Chile, Chile, 5Departamento de Energía y Mecánica, Universidad de las Fuerzas
Armadas, ESPE, Latacunga, Ecuador

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291 PLANTA PILOTO HIDROMETALÚRGICA PARA LA EXTRACCIÓN DE CU-ZN Y EL PRETRA-
TAMIENTO DE MINERALES AURÍFEROS, EN SULFUROS POLIMETÁLICOS DE LA FAJA
PIRÍTICA IBÉRICA
Sr. Santiago Del Barrio Martín1, Sr. Victor Contreras Gonzalez del Pozo2, Sr. Jose Manuel
Baltuille Martín1, Sr. Roberto Martinez Orio1, Sr. Alejandro Toscano Becerra2
1
Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Madrid, España, 2PROTON INGENIEROS,
SLP., Cadiz, España

Área 2.3
242 THE BENEFITS OF INCORPORATING ADMIXTURES INTO MINE PASTE BACKFILL
Sr. Gabriel Pardo Fernandez1
1
Sika S.A.U., Madrid, España

328 CEMENTO TRANSPARENTE


Sr. Juan Raúl Crespo Rosal1, Sr. José Antonio Hurtado Hurtado1
1
HeidelbergCement Hispania, Málaga, España

373 TECNOLOGÍA MICROONDAS COMO ALTERNATIVA PARA LA OBTENCIÓN DE MATE-


RIALES DE CARBONO EFICACES EN ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA
Prof. Rosa Menéndez López1, Dr. Zoraida González Arias1, Dr. Georgeta Predeanu2, Dr. Sorin Axin-
te3, Dr. Juan José Fernández4, Ioan Calinescu2, Petre Chipurici2, Valerica Slavescu2, Marius
Dragoescu3, Dr. Beatriz Acevedo5, Dr. Sonia Melendi-Espina5, Prof. Grazyna Gryglewicz6
1
Instituto Nacional Del Carbón (INCAR-CSIC), Oviedo, España, 2University Politechnica of
Bucharest, Bucharest, Romania, 3Claudiu TopRom SRL, Bucharest, Romania, 4Industrial Química
del Nalón, S.A, Trubia-Oviedo, España, 5University of East Anglia, Norwich, United Kingdom,
6
Wroclaw University of Technology, Wroclaw, Poland

349 COMPOSITES HÍBRIDOS BASADOS EN GRAFENO, TI Y CO. ESTUDIO DE SU ACTIVI-


DAD CATALÍTICA EN REACCIONES ELECTROQUÍMICAS DE INTERÉS ENERGÉTICO
Sr. José Manuel Luque Centeno1,2, Dra. Maria Victoria Martinez Huerta2, Dr. David Sebas-
tián del Río1, Dra. Elena Pastor Tejera3, Dra. Maria Jesus Lazaro Elorri1
1
Instituto de Carboquimica (CSIC), Zaragoza, España, 2Instituto de Catálisis y Petroleoquímica
(CSIC), Madrid, España, 3Universidad de La Laguna, La Laguna, España

398 MODULACIÓN DE LAS PROPIEDADES MECÁNICAS Y DE TRANSPORTE EN COMPOSI-


TES SILICONA/GRAFENO
Rosa Menéndez López1, Rubén Sánchez-Hidalgo1, Raquel Verdejo2, Clara Blanco1, Miguel
Ángel López-Manchado2
1
Instituto Nacional Del Carbón (INCAR-CSIC), Oviedo, España, 2Instituto de Ciencia y Tecno-
logía de Polímeros (ICTP-CSIC) , Madrid, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Área 2.4
343 USOS POTENCIALES DEL SILICATO DE HIERRO OBTENIDO EN EL PROCESO DE LA
FUNDICIÓN DE COBRE

Sr. Juan Antonio Suárez Cabezas1, Sr. Pedro Mora Peris, Sr. Miguel Ángel Sanjuán Barbudo
1
Atlantic Copper, S.L.U., Madrid, España, 2Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas
y Energía, UPM, Madrid, España, 3IECA, Madrid, España

284 LA ECONOMÍA CIRCULAR APLICADA AL SECTOR DE LOS ÁRIDOS


Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

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359
LA MINA DE PENOUTA: UNA REALIDAD DE MINERÍA SOSTENIBLE
Llorens, Teresa1, García Polonio, Francisco1, López-Moro, Francisco Javier1, Mateos Aquilino, Verónica1,
López, Félix A.2, García-Díaz, Irene2
1
Strategic Minerals Spain, S.L., Crta. OU-901 Km 14, 32558 Penouta - Viana do Bolo (Ourense), email: tllorens@
strategicminerals.com; 2 Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas CENIM-CSIC, Avd. Gregorio del Amo, 8,
28040 Madrid.

RESUMEN: La Mina de Penouta (Viana do Bolo, Orense) fue una de las minas de estaño más importante de España
hasta su clausura en 1985. Se trata de un leucogranito albítico con una mineralización diseminada de casiterita y, en
menor proporción, óxidos de Ta-Nb, y de un greisen apical con venas de cuarzo que contienen una importante minera-
lización de casiterita. La explotación de la mina se realizó a cielo abierto y de manera muy poco selectiva, depositando
los residuos mineros en balsas de lodos y escombreras, actualmente sin ningún tipo de restauración ecológica, las
cuales presentan concentraciones interesantes de estaño, tantalio y niobio, así como minerales industriales. Strategic
Minerals Spain (SMS) obtuvo los permisos mineros y ambientales, para el Aprovechamiento de la Sección B Penouta
en 2013. Desde entonces SMS ha realizado numerosos estudios de investigación minera para determinar el mejor
método de aprovechamiento de los metales y minerales industriales, siempre desde el punto de vista de la recupe-
ración de un entorno minero ambientalmente degradado y socialmente deprimido. Aquí, se expone cómo el Proyecto
Mina de Penouta pretende ser un referente, no solo como proyecto minero, sino como ejemplo de proyecto sostenible,
en el cual un residuo abandonado puede reconvertirse y generar beneficios económicos, ambientales y sociales; esto
se conoce hoy en día como “Economía Circular”.

PALABRAS CLAVE: Penouta, investigación, metalurgia, revalorización, economía circular.

1. INTRODUCCIÓN
Los indicios de antiguos trabajos de extracción en la Mina de Penouta se remontan a la época de los Romanos, sin
embargo, los primeros registros de trabajos datan de 1929 en la “Mina Olga”, donde se explotaban los filones de cuar-
zo mineralizados con casiterita del recubrimiento aluvial. Estas primeras extracciones tuvieron poca entidad debido a
los escasos medios y conocimientos de la época.

Un hito de crucial relevancia en la Mina de Penouta fue el descubrimiento de estaño en el granito subyacente a las
rocas anteriormente explotadas. Este granito contiene una mineralización diseminada de casiterita y de columbo-tan-
talita (mena de tantalio y niobio), aunque de esta última no se tuvo constancia en un principio. Este descubrimiento
data de 1965, llegándose a explotar 700.000 t de granito en el periodo comprendido entre los años 1965 y 1971.

La Mina de Penouta fue la mina más importante de estaño de España, y tuvo varios cambios de propietarios a lo lar-
go de su vida, clausurándose definitivamente en 1985, cuando era RUMASA la propietaria, a la cual fue expropiada.
Penouta pasó, entonces, a ser una sociedad participada de Minas de Almadén y Arrayanes (Mayasa), filial de SEPI
(Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). En el año 2009, el Consejo de Ministros permitió a la SEPI disolver
y liquidar simultáneamente la Sociedad Centro Minero Penouta S.A.

Ante este panorama, SMS inició en junio de 2012 los trámites para obtener la autorización administrativa del Proyecto
de Aprovechamiento de la Sección B “Penouta”, consiguiendo en abril de 2013 la Declaración de Impacto Ambiental
positiva y posteriormente, en mayo, la Autorización de Industria.

La explotación de la Mina de Penouta, se realizaba a cielo abierto y se utilizaban equipos de arranque mecánico
como palas y scrapers, equipos de extracción y de transporte del material arrancado hasta la Planta de Proceso, la
cual carecía de trituración y molienda previa, por lo que solo trataban material menor de 2 mm. Las granulometrías
mayores pasaban directamente de la criba de entrada a la planta a la escombrera, por lo que se dejaron sin tratar
aproximadamente 15 Mt con una ley media similar a la del yacimiento primario (Fig. 1).

Algo similar ocurrió con las fracciones menores de 1,5 mm, que eran arrastradas por el agua de lavado, depositán-
dose en las balsas de decantación. Los trabajos de investigación llevados a cabo en 1984 y 1985 por ENADIMSA

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
(Empresa Nacional Adaro de Investigaciones Mineras, SA) acerca de la viabilidad económica de la explotación de
las balsas de estériles, confirmaron la posibilidad de explotar el material existente en las mismas con rendimientos
mineralúrgicos que estaban comprendidos entre el 50-70% para el estaño y el 20-30% para el tantalio, siempre que
se mejorase el método de tratamiento utilizado hasta entonces.

Ante estos datos SMS inició una extensiva campaña de investigación y elaboración de estudios destinados al diseño
de la explotación y de la ingeniería de detalle con el objetivo de disponer de un proceso óptimo, eficaz y eficiente, que
permitiera el máximo aprovechamiento y valorización de dichos residuos.

Figura 1 – Estado inicial de las antiguas balsas de lodos (izquierda) y frente minero con escombreras (derecha).

2. METODOLOGÍA
SMS ha realizado en estos años un gran esfuerzo por conocer en profundidad la problemática del yacimiento y su
entorno, llevando a cabo numerosas campañas de exploración e investigación geológica para la determinación de los
recursos explotables:

• Estudios topográficos
• Cartografía geológica de detalle
• Estudios geotécnicos
• Calicatas
• 17.000 m de sondeos con recuperación de testigo y circulación inversa
• Análisis geoquímicos de los metales de interés, trazas y roca total
• Estudios petrográficos y mineralógicos
• Ensayos metalúrgicos y mineralúrgicos
• Análisis de estabilidad de la balsa de estériles
• Modelización del yacimiento

Todo ello combinado con exhaustivos estudios de mercado y valoración de la viabilidad económica. Paralelamente se
ha realizado un extenso estudio ambiental pre-operacional de manera voluntaria para conocer el estado ambiental de
partida, así como un estudio del entorno social y económico en la zona de influencia del proyecto minero.

Estos estudios se han realizado contando con los mejores laboratorios internacionales acreditados (ALS para los
análisis químicos; Mintek, FLSmidth para ensayos metalúrgicos), así como con numerosas universidades y centros
de investigación, tanto nacionales como internacionales, mediante diversos proyectos de I+D+i (Universidad de Sa-
lamanca y Universidad Politécnica de Cataluña para estudios petrográficos y mineralógicos, Escuela Politécnica de
Mieres para ensayos metalúrgicos, Universidad de A Coruña para análisis de caracterización de aguas, Universidad
de Vigo para estudiar la estabilidad de la balsa de lodos, Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas del CSIC
para ensayos pirometalúrgicos e hidrometalúrgicos).

Gracias a esta colaboración con organismos de investigación, se han podido emplear, además, una gran variabilidad
de técnicas científicas para la caracterización completa del depósito y los minerales formadores, como son la micro-

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sonda electrónica en la Universidad de Oviedo, microscopio electrónico en la Universidad de Salamanca, o LA-ICP-
MS en la Universidad del País Vasco.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El yacimiento de la Mina de Penouta es actualmente el escenario más favorable para el beneficio del Sn y el Ta en
el territorio español, y posiblemente europeo, y la razón no es otra que sus leyes y el relativamente alto volumen de
material a extraer. Este aspecto se ha constatado con la modelización del depósito realizado en base a los datos
geoquímicos de Sn, Ta y Nb obtenidos en las diferentes campañas prospectivas, y considerando sondeos de explo-
ración de más de 250 m de profundidad realizados con el afán de caracterizar la mena en profundidad. Este modelo
conceptual también se ha confirmado con un modelo de bloques.

Para el caso de la balsa mejor estudiada (Balsa Grande) el modelo de bloques pone de manifiesto que la zona po-
tencialmente más favorable para su explotación es la parte sur de la misma, que coincide con la zona de aporte de
material de la antigua mina. Este modelo también revela la falta de interés de la zona más distal (parte más septen-
trional) al presentar leyes muy bajas, si bien hay que decir que la proporción de material de escaso valor es propor-
cionalmente muy pequeña.

La combinación de todos estos estudios ha permitido llevar a cabo el cálculo de los recursos disponibles y su certifi-
cación bajo la norma canadiense NI 43-101 (en torno a 12 Mt de recursos Indicados e Inferidos).
Con todo ello ha sido posible diseñar un proceso de explotación óptimo, eficaz y eficiente de los recursos, que permi-
te el máximo aprovechamiento y valoración de los metales y minerales industriales, desde la materia prima hasta la
puesta en el mercado de un producto altamente cualificado. Este proceso consta de:

3.1. Planta gravimétrica


La planta de procesamiento de minerales de SMS cuenta con una capacidad de producción de 1 millón de toneladas
anuales para separar los metales de interés de los minerales industriales. La tecnología empleada para la extracción
del Sn, Nb y Ta tanto de las balsas como de las escombreras consiste en un proceso sencillo, exento de productos
químicos y residuos nocivos para el medio ambiente. Las etapas principales del proceso son:

• Molienda: En esta etapa se produce una molienda del mineral para llegar a su tamaño de liberación y proceder
posteriormente a su concentración.
• Concentración gravimétrica: Etapas de concentración de minerales por diferencias de densidades con ayu-
da de la fuerza de la gravedad. Los minerales de interés tienen elevada gravedad específica por lo que son
concentrados por estos métodos.
• Espirales: Esta es la primera parte de la concentración gravimétrica, consiste en varias etapas de espirales en
las que se va retirando el material estéril de menor densidad para concentrar los minerales de interés.
• Mesas de sacudidas: Esta es la segunda parte de la concentración, consiste en varias etapas de mesas de
sacudidas donde se clasifican los minerales en función de su densidad relativa.
• Separación magnética de baja intensidad: Etapa para la separación del hierro tanto mineralógico, no asociado
a la columbotantalita, como de desgaste de elementos de molienda.
• Secado: etapa de secado del concentrado previo a empaquetado y venta.

1.2. Planta pirometalúrgica


Con el fin de ir un paso más allá en la obtención de productos para su venta en un mercado de consumidores finales,
obteniendo con ello un mayor valor añadido y una mayor capacidad de amortiguación de las fluctuaciones de precio
en el mercado de los metales, se planteó la necesidad de realizar un estudio en profundidad, tras la etapa de gra-
vimetría, mediante la investigación de técnicas pirometalúrgicas e hidrometalúrgicas. En el primer caso se llevará a
cabo la reducción carbotérmica de una mezcla del concentrado de Sn-Nb-Ta con determinados aditivos y fundentes
a temperaturas superiores a 1000 ºC, obteniéndose un lingote de estaño con pureza superior al 98%. El residuo
resultante de la fusión de este concentrado es una escoria donde se encuentran, entre otros componentes, el Nb y
Ta, este último en porcentajes próximo al 25 % de concentración, lo que supone ya en sí mismo un producto vendi-
ble a un precio similar al del concentrado de tantalita. Este proceso se realizará en un horno de gas especialmente
diseñado para este material.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
1.3. Planta hidrometalúrgica
Actualmente es posible disolver, separar y precipitar el Nb y Ta contenido en estas escorias, obteniéndose un produc-
to de mucho más valor en el mercado que el concentrado gravimétrico de Nb-Ta o el de las escorias de fusión del Sn.
Este proceso se llevaría a cabo mediante técnicas de lixiviación, filtrado, extracción y precipitación de los metales de
interés, obteniendo óxidos de Ta y de Nb como productos finales, con una pureza del 99%.

1.4. Planta de flotación


Los ensayos llevados a cabo con los estériles procedentes de la planta de tratamiento gravimétrica han puesto de
manifiesto las elevadas posibilidades de beneficio de los minerales industriales contenidos en estos materiales. A
partir de un proceso de flotación relativamente sencillo es posible separar cuarzo, feldespatos y mica, además de
caolín en determinadas zonas del yacimiento, y todo ello con un coste de producción no demasiado elevado.

La granulometría que presentan los estériles al final del tratamiento de la mena es ya óptima para la entrada de estos
materiales a la planta de tratamiento de minerales industriales, sin necesidad de remoliendas que encarecerían el
procesado del producto.

La calidad de los minerales industriales obtenidos en este proceso es semejante y, en algunos casos, notoriamente
mejor que la de productos ya disponibles en el mercado nacional, máxime cuando las propiedades físicas y químicas
determinadas han de tomarse como una primera aproximación, ya que los ensayos se realizaron con el único fin de
disponer de una estimación cualitativa y cuantitativa de los minerales beneficiables.

Con todo ello, en la Figura 2 se recoge un esquema global del proceso de obtención de Sn-Nb-Ta de las arenas de
balsas y escombreras de la antigua Mina de Penouta.

Figura 2 – Esquema global del procesamiento de balsas y escombreras de la Mina de Penouta.

Con este proceso se realiza un uso eficiente de los recursos hídricos, ya que se recircula el 75% del agua emplea-
da, y se reduce la generación de estériles en un 85%, lo que facilitará la tarea de restauración ambiental posterior e
integración del actual medio degradado, permitiendo así la mejora de la calidad ecológica del lugar.

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Cabe mencionar que el tratamiento de los “estériles” generados en el procesado de la mena metálica no sólo repre-
senta en sí mismo una manera de mejorar la viabilidad económica del estudio minero, sino también del propio pro-
ceso de restauración, ya que se aprovecha una parte muy importante de los materiales que en otras explotaciones
mineras similares constituye un material estéril.

Actualmente se ha finalizado la puesta en marcha de la planta gravimétrica, lo que ha supuesto la creación de más
de 50 puestos de trabajo directos. La compañía mantiene, además, un fuerte compromiso con el entorno social, fa-
voreciendo la formación y contratación de personal local, de modo que, en la actualidad, más del 50% de la plantilla
de SMS procede del entorno más próximo a la mina (Concello de Viana do Bolo) y de la provincia de Orense.

Los procesos piro- e hidrometalúrgicos serán implementados en instalaciones independientes a la mina de Penouta,
con el fin de no introducir ningún condicionante que pueda desequilibrar el entorno ambientalmente sostenible que
SMS ha logrado implementar a lo largo de todo este tiempo.

4. CONCLUSIONES
Aunque con el tratamiento gravimétrico de las arenas de la balsa de estériles se obtiene un concentrado de Sn, Nb
y Ta vendible, se ha constatado que existe, no obstante, un margen importante de mejora al incorporar la etapa de
separación mediante técnicas pirometalúrgicas e hidrometalúrgicas, aportando un elevado valor añadido a los pro-
ductos finales de estos procesos y valorizando al máximo un residuo minero abandonado, como son las balsas y
escombreras de la Mina de Penouta.

Por lo tanto, resulta evidente la viabilidad de las técnicas de obtención de los productos metálicos de Sn, Nb y Ta,
bien mediante la ruta metalúrgica clásica por sí sola, o bien extendiendo el proceso hacia una ruta siderúrgica, que
habitualmente no forma parte del entorno minero como tal.

Todo ello, unido a unos bajos costes de inversión inicial, una excelente calidad de los productos finales, una mejora
del medio ambiente y los usos del suelo tras los procesos de restauración ambiental y la dotación de empleo al en-
torno social más próximo, hacen que el proyecto de la Mina de Penouta sea un claro ejemplo de Economía Circular.

1. BIBLIOGRAFÍA
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1984). Informe sobre la situación actual y alternativas de
actuación en el Centro Minero Penouta, SA (Orense). Informe interno, Madrid, 161 pp.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1984). Valoración de la balsa grande de estériles del
Centro Minero Penouta. Viana del Bollo (Orense). Informe de Resultados, Madrid, 43 pp.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1984). Reservas Centro Minero Penouta (C.M.P.). Informe
de Resultados, Madrid, 51 pp.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1985). Valoración de la balsa grande de estériles del
Centro Minero Penouta. Viana del Bollo (Orense). Informe interno, Madrid, 688 pp.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1985). Investigación minera del yacimiento de Penouta.
Informe interno, Madrid. Nueve volúmenes.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1985). Investigación de una nueva estructura situada en
las concesiones del Centro Minero Penouta. Informe interno, Madrid, 16 pp.
• Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras (1985). Estudio de prefactibilidad del yacimiento de Penou-
ta. Informe interno, Madrid, 81 pp.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
282
ANÁLISIS DE LA CONTRIBUCIÓN DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA
DE ROCAS Y MINERALES INDUSTRIALES A LA RIQUEZA DE LOS
CIUDADANOS
Autor
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La comunicación expone las conclusiones de un estudio realizado por la Confederación de Industrias
Extractivas de Rocas y Minerales Industriales – COMINROC, para determinar el alcance de esta industria extractiva,
a veces infravalorada respecto a otras, en cuanto a su potencialidad de generación de riqueza para los ciudadanos.

La contribución a la riqueza local, el desarrollo de sectores clientes, la creación de puestos de trabajo de calidad,
estables, con alta cualificación son, asimismo, objeto de estudio.

La metodología y las conclusiones del estudio son perfectamente extrapolables a otros entornos y países, además de
mostrar a una industria básica para la economía nacional.

PALABRAS CLAVE: Rocas y minerales industriales; Valor añadido; Empleo;

1. INTRODUCCIÓN:
La Confederación de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales – COMINROC-, con sede en Madrid
está constituida desde 2009 por las siguientes asociaciones:

• Agrupación Empresarial Innovadora de la Piedra Natural - Clúster de la Piedra, (piedra Natural).


• AINDEX – Asociación de Industrias Extractivas y Afines, (minerales Industriales).
• ANCADE – Asociación Nacional de Fabricantes de Cales y Derivados de España, (cales y derivados).
• ATEDY – Asociación Técnica y Empresarial del Yeso, (yeso).
• FdA - Federación de Áridos, (áridos).
• Federación Natural de la Pizarra, (pizarra).
• HISPALYT – Asociación española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, (productos cerámicos)
• OFICEMEN - Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, (cemento).
• IBERSIL, (arenas silíceas y cuarzo).

Representa los intereses comunes de los sectores de la industria extractiva de rocas y minerales industriales.

La constitución de la COMINROC por las Federaciones y Asociaciones que representan a la industria extractiva
vinculada a la producción de materias primas para la construcción y para otras industrias, ha sido necesaria para
establecer una nueva vía de representación y de defensa de los legítimos intereses empresariales. COMINROC su-
pone un salto de calidad en la representación empresarial de la industria extractiva, en defensa de valores modernos,
técnicamente rigurosos y acordes con el desarrollo sostenible.

A lo largo de esta comunicación se exponen los resultados obtenidos en un estudio que COMINROC realiza para
conocer el alcance de la industria extractiva, en cuanto a su capacidad de generar riqueza para los ciudadanos.

www.congresomineriasevilla2018.org
Entre otros asuntos, son objeto de este estudio: el destino de los productos, el impacto económico y social (local y
autonómico), la evolución del número de explotaciones en los últimos años, el impacto económico y social Nacional,
la importación y el impacto económico y social local.

2. EL
1. SECTOR
EL SECTOR DE ROCAS
DE ROCASY MINERALES
Y MINERALES INDUSTRIALES
INDUSTRIALES ENEN CIFRAS
CIFRAS
Algunas cifras
Algunas importantes
cifras que que
importantes hay hay
que que
conocer sobre
conocer el sector
sobre de ladeindustria
el sector extractiva
la industria en España
extractiva son:son:
en España

1. 2.
DESTINO
DESTINO DE LOSDE LOSPRODUCTOS
PRODUCTOS CONSTRUCCIÓN
CONSTRUCCIÓN / USOS
/ USOSINDUSTRIALES
INDUSTRIALES 20142014
En elEnaño 2014,
el año la totalidad
2014, de lade
la totalidad producción de arcillas
la producción se destinó
de arcillas a la construcción.
se destinó El 89%
a la construcción. El de
89% la de
producción de rocas
la producción
de rocas ornamentales
ornamentales se destinó a la seconstrucción
destinó a la yconstrucción
un 11% a layexportación.
un 11% a laEn exportación.
el caso de Enlos el casose
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un 85%
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la construcción, un 11%a la aconstrucción, un 11% yaotros
los usos industriales los usos
usosindustriales
y un 4% a lay exportación.
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usosdeindustriales
las cales, el 5% se
y otros destina
usos a construcción,
y el 12% el
a la exportación.
83% se destina a usos industriales y otros usos y el 12% a la exportación.

Arcilla 100 0

Rocas ornamentales 89 0 11

Áridos 85 11 4

Cementos 55 0 45

Yeso 54 0 46

Arenas silíceas 47 43 10

Minerales industriales 10 60 31

Cales 5 83 12

Promedio Rocas y Minerales Industriales 55 25 20

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Construcción Usos industriales y otros usos Exportación

Figura
Figura1:
1:Destino
Destino de
de los
los productos
productos de construcción/usos industriales
de construcción/usos industriales 2015
2015

Como se puede ver en la gráfica de la figura 2, finalmente los datos promedio son: el 55% del promedio
de rocas y minerales industriales se destinan a la construcción, el 25% se destina a usos industriales y
otros usos, y un 20% se destina a la exportación.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Como se puede ver en la gráfica de la figura 2, finalmente los datos promedio son: el 55% del promedio de rocas
y minerales industriales se destinan a la construcción, el 25% se destina a usos industriales y otros usos, y un
20% se destina a la exportación.

Exportación
20%

Usos Construcción
industriales 55%
25%

Figura 2. Porcentaje promedio destino de rocas y minerales industriales 2015

Otros datos importantes a tener en cuenta son:


Figura
• 2. Porcentaje
80% orientado alpromedio destino de rocas y minerales industriales 2015
consumo nacional.
• Materias primas de calidad a precios competitivos y ajustados.
o Desde 3,9 €/t.
portantes a tener
• endecuenta
Suministro proximidad,son:
minimizando costes de transporte, consumos energéticos, emisiones, etc.
o Permite desarrollar una importante industria transformadora.
ientado
• al consumo nacional.
Ayudamos a fijar a la industria, evitando deslocalizaciones.
as primas de calidad a precios competitivos y ajustados.
3. IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL LOCAL Y AUTONÓMICO
DesdeEn 3,9 €/t. al impacto económico y social local y autonómico, hay que tener en cuenta que las rocas y minerales
lo referente
industriales son:
stro de• proximidad, minimizando costes de transporte, consumos energéticos, emisiones
Principal nº de explotaciones en 17/17 CCAA (100,0%).
Permite
• desarrollar una
Principal fuente importante
de empleo industria
minero en 16/17 transformadora.
CCAA (94,1%).
• Principal industria extractiva por valor de la producción en 14/17 CCAA (82,4%).
mos a fijar• aUnala industria
industria, evitando deslocalizaciones.
extendida por todo el país.
• Suministro local.
Fija empleo y crea riqueza en áreas rurales.
ECONÓMICO Y SOCIAL LOCAL Y AUTONÓMICO

al impacto económicoEMPLEO
4. EXPLOTACIONES, y social local Yy PRODUCCIÓN
DIRECTO autonómico, hay que tener en cuenta que las roca
VENDIBLE
strialescolores:
son: el porcentaje de explotaciones (en verde), el porcentaje de empleo directo creado8 en naranja), y en morado
El mapa de la figura 3 representa por Comunidades Autónomas a través de distintos gráficos, y usando un código de

al nº de explotaciones
el porcentaje envendible
de producción 17/17(enCCAA
morado).(100,0%).
al fuente de empleo minero en 16/17 CCAA (94,1%).
al industria extractiva por valor de la producción en 14/17 CCAA (82,4%).
dustria extendida por todo el país.
stro local.
mpleo y crea riqueza en áreas rurales.

CIONES, EMPLEO DIRECTO Y PRODUCCIÓN VENDIBLE


igura 3 representa por Comunidades Autónomas a través de distintos gráficos, y usando
es: el porcentaje de explotaciones (en verde), el porcentaje de empleo directo creado8 e
morado el porcentaje de producción vendible (en morado).
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Figura 3: Distribución en España de las explotaciones, empleo directo y producción vendible

En el mapa destacan comunidades como Galicia, Madrid, Comunidad Valenciana, Islas Canarias, Islas Baleares,
Murcia o País Vasco que se encuentran al 100% en los tres parámetros.

5. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE EXPLOTACIONES 1980 - 2015

La evolución del número de explotaciones desde 1980 a 2015 es la que se puede observar en la figura 4. De la gráfica
se deduce que el sector de las rocas y minerales industriales es el que ha sufrido un descenso mayor en lo que se
refiere a número de explotaciones, seguido del sector de la minería metálica y los recursos energéticos.

Figura 4: evolución del número de explotaciones 1994-2015

6. IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL NACIONAL


La figura 5 representa cual es el impacto económico de la industria extractiva a nivel nacional, sabiendo que el 70%
de la industria europea depende de los recursos minerales, tanto los productos transformados, como los de primer
uso y los mercados directos o indirectos.

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y Recursos Minerales
Figura 5: Impacto económico y social Nacional

A continuación, se comparan algunos datos de estudios realizados en Reino Unido y Alemania con Datos de la Indus-
tria extractiva española:

• Factores multiplicadores VAB 1ª manufactura: Estudios en R. Unido y Alemania


o Productos energéticos: 10,5.
o Minerales metálicos: 19,0.
o Minerales industriales: 16,1.
o Productos de cantera: 13,0.
• VAB industria extractiva española 1ª transformación.
o Total: 48.325 M€.
 4,61% del PIB.
o Rocas y Minerales Industriales: 30.750 M€ (63%).
 2,93% del PIB.

2. MULTITUD DE CLIENTES
A continuación, se citan algunos de los potenciales clientes de la industria extractiva de rocas y minerales industriales.
• Industrias de la construcción.
o Cemento.
o Hormigón.
o Cal.
o Yeso.
o Cerámica (plana, ladrillo, teja, refractaria, ...).
o Vidrio plano.
o Mortero.
o Prefabricado.
o Mezclas asfálticas.
o Talleres de roca (bloque, cubiertas, tablas, pavimentos, ...).
o Empresas constructoras.
• Industria
o Cargas.
o Química (Sosa).
o Papel.
o Metalurgia básica (fundentes).
o Fundiciones (arenas de moldeo).
o Fertilizantes

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o Vidrio.
o Pinturas.
o Loza y cerámica.
o Pigmentos.
o Absorbentes.
o Filtrantes.
o Refractarios.
o ...
• Agricultura y alimentación.
o Corrección de suelos.
o Fertilizantes.
o Cargas para piensos.
o Filtrado de bebidas.
o Sales.
o ...
• Medio ambiente.
o Control de emisiones.
o Neutralización de aguas ácidas.
o Filtrado y depuración de aguas.
o ...

7. IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES 2016 (ICEX)


Según datos de la entidad pública ICEX España Exportación e Inversiones, entidad pública empresarial de ámbito
nacional que tiene como misión promover la internacionalización de las empresas españolas para contribuir a su
competitividad y aportar valor a la economía en su conjunto, así como atraer inversiones exteriores a España, algunos
datos relevantes sobre importaciones y exportaciones en la industria extractiva de rocas y minerales industriales, son
los que refleja la tabla de la figura 6.

Figura 6: Importaciones y exportaciones 2016 (ICEX)

• Balanza comercial positiva:


o Extracción de rocas y minerales industriales: 118,3 M€
o Productos de primera transformación: 3.885 M€
• Permite reducir la dependencia exterior

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8. EVOLUCIÓN DEL EMPLEO DIRECTO
La gráfica de la figura 7 muestra la evolución del empleo directo desde 1980 hasta 2015. Como se deduce en la ima-
gen, el empleo en el sector de los recursos energéticos ha descendido un 89%, en el caso de los minerales metálicos
el empleo directo ha sufrido un descenso del 42%, y por último en el caso de las rocas y minerales industriales el
empleo directo ha disminuido un 20%.

Figura 7: Evolución del empleo directo 1994-2015

Algunos datos relevantes sobre empleo en rocas y minerales industriales son los que refleja la tabla de la figura 8.

Ratio /explota-
Trabajadores
ción
Directos Directos 16.595 5,9
S u b c ontr atas
5.229 1,8
mineras
Indirectos otros 37.339 13,32
Indirectos
Transporte ex-
6.433 2,3
terno

Nº trabajadores totales 65.595 23,2


Figura 8: Datos empleo rocas y minerales industriales

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9. EVOLUCIÓN DEL VALOR DE LA PRODUCCIÓN
La evolución de los datos de productividad, entre 2006 y 2015, se recoge en la figura 9.

Figura 9: Evolución del valor de la producción 1980-2015

10. RATIOS PRODUCTIVOS


La evolución de los datos de productividad, entre 2006 y 2015, se recoge en la figura 9.

Figura 10: Evolución de indicadores de productividad 1994-2015

11. CONCLUSIONES:
En resumen, en cuanto al impacto económico y social producido:
 Fomenta el desarrollo social y económico de las regiones donde opera
 Una industria fundamental para fijar el empleo directo e indirecto
 Fijación de población en áreas rurales
o Ayuda en la lucha contra la despoblación de las áreas rurales
o Estratégico en muchas CCAA
 Contribución económica (impuestos, tasas, salarios y consumos locales)
 Desarrollo vertical con industrias downstream
 Escasa ocupación de suelo (<0,1%) y muy poco en relación con otras industrias o actividades (agricultura o
silvicultura)
 Gran potencial para contribuir positivamente al concepto de economía circular y a la conservación de la na-
turaleza

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407
“DIAGNOSTICO MINERO DE ASTURIAS”
Autores: Santiago Berjano Serrano y José Manuel Embil Fanjul
DG de Minería y Energía. Consejería de Empleo, Industria y Turismo. Gobierno del Principado de Asturias

La presente ponencia recoge la situación del sector minero en Asturias y permite establecer un diagnóstico del mis-
mo, a partir de la antigua minería del cobre, pasando por la época de auge de la minería del carbón y hasta llegara a
la situación actual, con ejemplos de postminería, cierre de minas y otros recursos en investigación o explotación. Así
mismo, se resumen las principales actuaciones mineras de futuro en el Principado de Asturias.

1. NECESIDAD DE MINERALES
La evolución del hombre corre paralela a su capacidad para aprovechar los recursos que le ofrece la naturaleza. La
agricultura, la ganadería, el aprovechamiento forestal y por supuesto la minería son necesarios para el desarrollo
humano.

El sector primario, y en nuestro caso la industria extractiva, es sin duda un pilar indispensable en nuestro modo de
vida. Los europeos consumimos 5 t/habitante y año de áridos y casi 15 t de materias primas en total, consumos que
siguen manteniéndose constantes pese a la crisis económica en general y del sector en particular.

El papel de Asturias en esa minería ha sido preponderante durante muchos años. Es importante recordar que hace ya
2.500 años había explotaciones de cobre en el Aramo, y está documentada la minería romana del oro, que siembra de
restos gran parte de nuestra geografía. En 1593, Felipe II otorga en Arnao (Castrillón) la primera licencia para explotar
“Piedra Negra”, la primera mina de carbón en España.

En Asturias se identifica la minería con el carbón, pero Asturias no es solo carbón. No podemos desde luego olvidar
el importante volumen de empleo que en su día alcanzó los más de 52.000 mineros, la aportación económica ge-
nerada y el valor estratégico añadido, además de la determinante influencia sobre entornos geográficos concretos
como son las Comarcas Mineras, las Cuencas, pero ahora Asturias camia hacia una minería sostenible técnica, social
económica y medioambientalmente y de futuro. La minería pues sigue siendo una actividad significativa y estratégica
en el Principado de Asturias. En los 10.500 Km2 de extensión que tiene el Principado está establecida una minería,
energética, en la que se explota carbón y antracita, minería metálica (oro, plata, cobre), y la de rocas y minerales
industriales (caliza, sílice, dolomía, arcillas, caolín, espato flúor), además de otros recursos minerales tales como las
aguas minerales y termales, la geotermia de baja entalpía o la geotermia de agua de mina, que son también minería.

En 2016 se produjeron 540.000 t de carbón, pero se ha explotado también oro (450.000 t de mineral en 2016 con
previsiones de aumentar a 700.000 en 2017, lo que refleja bien a las claras la importancia y el prometedor futuro de
esta minería en Asturias). Se han explotado más de 4.5 millones de t caliza, 415.000 t de espato (que han dado un
concentrado de fluorita de unas 130.000 t), 126.000 t de caolín y arcilla, sílice, rocas ornamentales, azabache, etc.…
Conviven minas tradicionales con nuevas explotaciones. Hay otras zonas del mundo con mayores reservas, pero
en nosotros está el aprovechamiento de lo que tenemos, y para ello necesitamos, necesitaremos, la tecnología más
avanzada y los mejores métodos y sistemas de explotación.

Teniendo en cuenta esta variedad y posibilidades, la actividad investigadora no ha cesado, como lo prueba el hecho
de que nos estamos acercando al número de 31.000 de registros mineros que nos sitúa, con gran diferencia, como
la provincia con más registros mineros de España. A día de hoy, hay 42 Permisos de Investigación (PI) otorgados en
diferentes anualidades de investigación. De estos PI cuatro son de geotermia y uno de hidrocarburos. Por otra parte
hay 26 PI en tramitación. Y no solo se investiga en los ya citados minerales, también en plata, cobre y wolframio,
pizarras o feldespatos.

Pero la minería como industria extractiva no se debe de medir solo, aunque no sea desdeñable, por el volumen de
empleo o por su aportación directa al PIB, sino por su valor estratégico, la actividad inducida generada, y la alimenta-
ción de los sectores industriales derivados. Baste citar como ejemplo que la minería del Oro actualmente representa
un empleo directo de 450 personas, con un empleo indirecto por encima de las 2000 personas.

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Pero entre el público en general se percibe que se minusvalora el recurso minero, que comprende también las aguas
minerales y termales. Más aún cuando Asturias ha tenido una cierta relevancia histórica en termalismo (Las Caldas)
pero también con otros balnearios (Prelo, Ardines, Mestas, etc.).

Actualmente están en funcionamiento cuatro yacimientos de aguas minerales (Fuensanta, Borines y Cuevas y Galea)
aunque hay otros cuatro con declaración de recurso de la Sección B) –aguas minerales naturales.

En cuanto a termalismo actualmente hay dos yacimientos declarados como agua termal: Las Caldas y La Casona de
Mestas y actualmente en actividad. La Administración Minera del Principado de Asturias encargó al IGME un estudio
en profundidad para determinar el potencial de las aguas minerales y termales de la región, seleccionándose 39 ya-
cimientos abandonados y olvidados, dispersos desde Ribadedeva hasta Tapia de Casariego, en 29 municipios y eli-
giendo 18 yacimientos que se consideraron de mayor interés para las distintas aplicaciones: termales y terapéuticas,
envasadas y minero-industriales.

En la actualidad hay dos Concesiones de Explotación de Geotermia: “Barredo Norte” nº 30.781-A y “Barredo Sur” nº
30.785-A, estando concentrados los trabajos de explotación como recurso geotérmico de las aguas del Pozo Barredo-
sin actividad desde 2005- en la Concesión activa “Barredo Norte”.

Y no podemos olvidar la postminería, un recurso minero más. Durante años, desde el Gobierno del Principado de
Asturias se invirtieron elevadas sumas de dinero, con actuaciones en escombreras (como las muy significativas de
Pampiedra o San Pedro), antiguas minas (por ejemplo las de cobre del Aramo), restauración de instalaciones mi-
neras o de castilletes (zona del Pozo Espinos o Pozo San Fernando), priorizando la seguridad pero también dando
utilidad al suelo o a las instalaciones (suelo industrial, ocio, plantaciones, etc.), con actuaciones en todos los muni-
cipios carboneros. Hoy las dificultades presupuestarias limitan el número de actuaciones, pero aun así cada año se
siguen realizando tareas de rehabilitación de antiguas explotaciones para preservar la seguridad, reducir afecciones
medioambientales y proteger el patrimonio histórico industrial.

2. FUTURO
Además de los recursos y explotaciones mineras destacados, están también las propuestas de post-minería. Por
ejemplo, las posibilidades de la economía circular verde, con el aprovechamiento de escombreras y subproductos
mineros; en restauración o rehabilitación de espacios mineros degradados (que no deja de ser una gran obra minera);
en el aprovechamiento de los embalses subterráneos que conforman el subsuelo de las cuencas, como agua de uso
industrial o para generación de energía mediante aprovechamiento geotérmico o hidráulico; con el posible diseño
de nuevas infraestructuras energéticas aprovechando las existentes y complementando con embalses, y, en fin, con
muchas otras actuaciones que aprovechen el conocimiento y experiencia mineros.

3. CONCLUSIONES
Por eso no podemos perder la memoria y debemos reivindicar el papel de la minería, de pasado, presente y futuro.
Una minería sostenible técnica, social, económica y medioambientalmente. Son las actuaciones que se plasman en
una frase propia de los ingenieros de todo el mundo: todo lo que no se cultiva, se explota por minería.

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288
EL SECTOR DE LOS ÁRIDOS ESPAÑOL EN 2016 Y PERSPECTIVAS 2017

Autor César Luaces Frades


Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La comunicación expone la evolución estadística del sector de los áridos en España, en los últimos años,
así como sus perspectivas de futuro a corto plazo.

Se analizan los efectos de la falta de inversión en obra civil por parte de las Administraciones y cómo la iniciativa
privada está sosteniendo la escasa actividad de las empresas.

El desplome del sector de la construcción que se está viviendo desde 2007 se ha caracterizado por un ajuste abrupto
de la edificación y por unas grandes reducciones de las inversiones en obra civil que han tenido severas implicaciones
para el conjunto de esa industria y, por lo tanto, para el sector de los áridos, ocasionando una drástica disminución del
volumen de consumo. Como muestra, el consumo de áridos per capita, se ha reducido por debajo de las 2 toneladas
/ habitante /año, datos muy inferiores a la media de los países de la UEPG (5,0 t/hab. /año) y mucho más propios de
países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE. España ocupa en
consumo per capita el puesto 37 de los 39 países analizados por la UEPG.

1. INTRODUCCIÓN:
El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, para
la edificación, para la industria y para la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de industria
estratégica.

Es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y cada español ha consumido, en 2016,
unos 2.070 kilogramos anuales, es decir 5,7 kilogramos diarios (en 2007 se consumieron cerca de 33 kilogramos
diarios).

Los áridos se emplean en estas obras, como hormigón preparado, prefabricados de hormigón (el 80% del hormigón
son áridos), mortero, aglomerados asfálticos (el 95% son áridos), construcción de carreteras (el 94% de los materiales
necesarios para una carretera son áridos), ferrocarriles (balasto), etc.

• DATOS BÁSICOS DEL SECTOR


 1.730 explotaciones de áridos, más del 60% del total de la industria extractiva. Entre 2014 y 2015, el número de
explotaciones de áridos activas ha descendido en 16, un -0,9%.

 7.750 trabajadores directos en operaciones de extracción y primer tratamiento, el 37% del total de la industria
extractiva. Entre 2014 y 2015, el número de trabajadores directos del sector de los áridos ha crecido levemente en
104, un +1,4%. Además, hay que sumar otros 9.700 indirectos, para un total de 17.450.

Los datos definitivos de consumo de áridos para la construcción, para 2015, alcanzaron los 99,3 millones de tonela-
das, con un crecimiento del +7,1% respecto al año anterior.

Para el año 2016, las estimaciones de ANEFA muestran que se ha cerrado el ejercicio con un retroceso del -2,7%,
para un consumo total de áridos para la construcción de 96,6 millones de toneladas, todavía con variaciones territo-
riales muy importantes y algunas Comunidades Autónomas todavía en decrecimiento.

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 Todavía un -80,1% por debajo de lo registrado antes de la crisis.
 Se han consumido cerca de un millón de toneladas de áridos reciclados.
 Ligero incremento en el consumo de áridos para aplicaciones industriales y otras como agricultura o medio am-
biente, tales como cementos, vidrios, cargas, filtros, industria química, siderurgia y metalurgia, etc., hasta los
24,0 millones de toneladas (+4,3%).

Por lo tanto, el consumo total de áridos, en el año 2016, ha sido de unos 120,6 millones de toneladas.
Se estima en 465 millones de euros el volumen de negocio del sector de áridos para la construcción, excluido el trans-
porte. La caída acumulada en términos constantes, desde 2007 hasta 2015, es del -84,0%.

Consumo de áridos para la construcción por Comunidades Autónomas


(Millones de toneladas)
2016
Consumo
Variación 16/15
2015 2016 Toneladas por
%
habitante
Andalucía 13,9 12,8 -7,5% 1,50
Aragón 3,4 3,5 3,3% 2,68
Asturias 3,1 3,0 -5,2% 2,83
Islas Baleares 2,5 2,6 2,9% 2,36
Islas Canarias 2,2 2,6 19,0% 1,24
Cantabria 2,7 2,1 -22,2% 3,63
Castilla y León 10,4 10,6 2,1% 4,34
Castilla - La Mancha 5,4 5,6 2,5% 2,72
Cataluña 18,1 18,5 2,3% 2,46
C. Valenciana 5,0 5,6 13,0% 1,14
Extremadura 2,6 2,0 -23,7% 1,84
Galicia 9,6 7,7 -19,7% 2,85
Madrid 7,1 7,4 4,6% 1,15
Murcia 2,4 2,7 12,3% 1,83
Navarra 4,2 3,7 -13,3% 5,71
País Vasco 5,2 4,9 -5,8% 2,24
La Rioja 1,4 1,2 -12,8% 3,88
Total 99,3 96,6 -2,7% 2,07

Aunque, en 2016, el consumo de áridos para la construcción se mantiene en algo más de 2 toneladas / habitante / año
(en concreto 2,07), sigue netamente por debajo de la media europea (5,0 toneladas / habitante / año). Estos valores
son más propios de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE
como la española.

Actualmente, España – que se encontraba en segunda posición en 2006 – ocupa el noveno lugar de Europa en pro-
ducción total de áridos, por detrás de Alemania, Rusia, Turquía, Francia, Polonia, Reino Unido, Italia y Austria, casi a
la par que Rumanía.

De los 39 países europeos para los que la UEPG elabora estadísticas, España ocupa el antepenúltimo puesto, úni-
camente por delante de Macedonia y Grecia, en consumo de áridos por habitante y año.

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2. EVOLUCIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN EN 2016
A diez años del inicio de la crisis del sector de la construcción, en 2016, la recesión del sector de la obra pública
en España se ha vuelto a ver seriamente agravada al experimentar un desplome sin precedentes, por la parálisis
política experimentada al estar en funciones el Gobierno durante casi todo el año, por la necesidad de embridar el
déficit público con un recorte adicional de 5.000 millones de Euros y por la incertidumbre de financiación del resto de
Administraciones.

Respecto a 2015, la contratación de obras por el Sector Público ha caído el -32% y la licitación, por su parte, un -4%
en obra civil y un -74% en concesiones, según SEOPAN. Estos datos (3.280 M€, 6.066 M€ y 166 M€, respectivamen-
te), constituyen el mínimo histórico de sus series, representando, en el caso de las contrataciones, la quinta parte de
lo adjudicado en 2007.

La inversión pública en España cayó en 2016 al 1,9% del PIB, el mínimo histórico de la serie que arranca en 1995,
solo por delante de Portugal y lejos de la media europea del 2,7%, lo que está llevando al deterioro de sus infraes-
tructuras y a la pérdida de valor del patrimonio, tal y como han alertado distintos organismos, como el Foro de Davos.

Como única cifra positiva, en 2016, se registra la actividad residencial, que crece un 28,9% (64.038 visados), con
respecto al año anterior, pero que todavía es un 71% inferior al dato de 1992 (inicio de la serie estadística).

La licitación oficial en construcción, en 2016, alcanzó un pequeño repunte (+1,6%), hasta alcanzar los 9.324 millones
de Euros para el conjunto de Administraciones, distribuidos como sigue: Administración General del Estado un -23,1%
(3.131 M€), las Comunidades Autónomas un -13,9% (2.895 M€) y las Locales un +28,7% (3.298 M€).

Evolución del consumo de otros productos de construcción:


 Consumo de cemento (OFICEMEN): 11.140.639 toneladas (-3,1%).
 Consumo de hormigón preparado (ANEFHOP): 16.349.000 m3 (+0,4%).
 Mezclas asfálticas (ASEFMA): 13,2 millones de toneladas (-19,5%).
Según los nuevos datos sobre morosidad de la Central de Balances del Banco de España, el periodo medio de pago
a proveedores sigue manteniéndose en cotas fuera de la legalidad vigente, con 162 días (dato provisional). El baró-
metro de la PMcM establece en 169 días el periodo de pago de las empresas del IBEX 35.
Al mismo tiempo, prosigue la tendencia suicida de las bajas de adjudicación de obras del Estado, alcanzando el gra-
do de temerarias con valores que rebasan con creces el 35% y se acercan, en muchos casos, al 50%. Algo similar
sucede con las Administraciones Autonómicas y Locales que, al igual que el ejercicio anterior, siguen experimentando
unas bajas cercanas al 30%.

3. PERSPECTIVAS PARA 2017


 El año 2017 parte de una licitación que cerró 2016 con un leve crecimiento, pero con el valor mínimo desde 1996,
en términos constantes, y con un nuevo retroceso en obra civil del -3,0%.
 Aunque las incertidumbres políticas se han diluido en cierta medida, siguen siendo una amenaza para la evo-
lución del sector que no hay que despreciar, ya que todavía no están aprobados los Presupuestos Generales
del Estado del ejercicio, a inicios de mayo de 2017. La obra civil está pendiente de dicha aprobación y, según
SEOPAN, podría todavía retroceder un -12% en el ejercicio.
 Las necesidades de inversión en mantenimiento de infraestructuras son cada vez más acuciantes, ante el impor-
tante deterioro que están experimentando en lo últimos años
 Por otro lado, los indicadores relacionados con edificación (visados, viviendas iniciadas, precio de la vivienda,
acceso a la financiación, etc.) seguirán comportándose positivamente, lo que inducirá el alza de la demanda y
compensarán, en cierta medida, la situación en obra civil.
 Euroconstruct estima que, en 2017, puede haber un pequeño repunte de la construcción en torno al +3,0%.
 Los primeros datos registrados en 2017 son mejores de lo esperado: incremento del +20,8% de la licitación a
febrero y el consumo de cemento también creció el +14,1% en el primer trimestre.
Con todos estos datos, se espera que 2017 sea ligeramente positivo para el consumo de áridos para la construcción,
con un crecimiento estimado de +2,5%, hasta los 100 millones de toneladas.

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4. CONCLUSIONES:
La situación del sector de los áridos sigue siendo de profunda crisis de consumo, en niveles todavía de -80% respecto
a 2006.

Los tímidos indicios de inicio de la recuperación se van produciendo en determinadas áreas y con dilaciones propias
de la debilidad de las políticas de inversión en infraestructuras y en su mantenimiento.

En consecuencia, el consumo de áridos per capita, se ha reducido por debajo de las 2 toneladas / habitante /año,
datos muy inferiores a la media de los países de la UEPG (5,0 t/hab. /año) y mucho más propios de países subdesa-
rrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE. España ocupa en consumo per capita
el puesto 37 de los 39 países analizados por la UEPG.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
289
EVOLUCIÓN ECONÓMICA DEL SECTOR DE LOS ÁRIDOS EN EUROPA.
MACROTENDENCIAS DEL MERCADO DE LOS ÁRIDOS
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La comunicación desarrolla en profundidad la evolución de los datos estadísticos del sector de los áridos
en Europa, poniendo el énfasis en los mercados de los diferentes países, en los productos de los sectores clientes, en
la evolución de las prácticas constructivas y en la progresión de áridos de fuentes secundarias, en cuanto a la cuota
de mercado.

Analiza el impacto de todos estos factores sobre el sector de los áridos, a lo largo de los últimos años y establece
unas conclusiones para el futuro.

PALABRAS CLAVE: Áridos; reciclado; artificiales; empleo; explotaciones; aplicaciones

1. INTRODUCCIÓN:
Para la elaboración de la presente comunicación, se han tomado en consideración los datos de los 28 países de la
Unión Europea, 3 países del Acuerdo Europeo de Libre Comercio (AELC) – Islandia, Noruega y Suiza y otros 8 países
(Albania, Bosnia – Herzegovina, Israel, Macedonia, Montenegro, Rusia, Serbia y Turquía, para un total de 39 países.

En Europa (EU-28+AECL), en 2014, se consumieron 2.647 millones de toneladas de áridos producidos por 14.888
empresas de áridos, en sus 25.513 explotaciones, con 207.577 trabajadores.

Tras varios años de caídas, se ha detenido el retroceso del sector, con un pequeño crecimiento del +1,53% en 2014,
que se espera que se confirme en los próximos años.

En 2014, España se encontraba en novena posición de Europa en cuanto a consumo total de áridos, y en el último
puesto de los 39 países analizados en cuanto a consumo de áridos por habitante y año.

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Datos de evolución económica
Los datos de consumo nacional de áridos correspondientes al año 2014 se recogen en la tabla siguiente.

Consumo de áridos en Europa 2014


Millones de toneladas
Áridos Áridos
Áridos
Arena y Roca tritu- Áridos Áridos reciclados reciclados
reutilizados Total 2014
grava rada marinos artificiales (Plantas (Plantas
(rellenos)
fijas) móviles)
Alemania 240,0 211,0 10,0 30,0 34,0 34,0 5,0 564,0
Rusia 250,0 300,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 550,0
Turquía 45,0 430,0 1,5 0,0 0,0 0,0 0,0 476,5
Francia 120,0 199,0 7,0 3,0 20,0 0,0 5,0 354,0
Reino Unido 49,0 113,0 12,0 10,0 26,0 25,0 2,0 237,0
Polonia 146,0 64,0 0,8 10,0 4,0 3,0 6,0 233,8
Italia 60,8 86,2 0,0 0,0 2,0 3,0 0,0 152,0
Austria 63,0 33,0 0,0 2,0 1,5 2,5 0,0 102,0
España 20,0 71,0 0,0 0,3 0,8 0,3 0,0 92,3
Rumanía 51,5 30,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 82,0
Noruega 13,6 66,0 0,0 0,0 2,3 0,0 0,0 81,9
Bélgica 13,4 45,2 6,4 1,0 10,0 5,0 0,0 81,0
Finlandia 32,0 47,0 0,0 0,0 0,0 1,4 0,3 80,7
Suecia 10,7 66,3 0,0 1,7 0,0 0,0 0,0 78,7
Países Bajos 33,6 0,0 14,1 0,0 21,4 3,8 0,0 72,9
Hungría 49,0 14,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 63,0
República Checa 18,0 36,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 54,0
Suiza 41,8 5,2 0,0 0,0 5,0 0,0 0,0 52,0
Israel 46,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 46,0
Dinamarca 33,2 0,2 5,4 0,0 0,0 2,0 0,0 40,8
Grecia 0,2 37,5 0,0 0,0 0,3 0,0 0,0 38,0
Bulgaria 11,0 19,2 0,0 0,0 0,0 1,3 0,0 31,5
Portugal 6,0 22,7 0,0 0,0 0,1 0,1 0,0 28,9
Irlanda 5,0 21,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 26,0
Eslovaquia 10,0 14,4 0,0 0,2 0,1 0,1 0,6 25,4
Serbia 11,0 6,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 17,0
Croacia 2,8 14,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 16,8
Letonia 11,5 2,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 13,5

Bosnia-Herzegovina 9,0 3,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 12,0

Estonia 6,5 4,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 11,4


Eslovenia 2,8 8,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 10,9
Lituania 7,2 3,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 10,3
Albania 7,5 2,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 10,0
Macedonia 4,0 2,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,0
Chipre 0,0 4,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 4,0
Luxemburgo 0,2 0,9 0,0 2,9 0,0 0,0 0,0 4,0
Islandia 1,8 0,4 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 2,6
Montenegro 1,0 1,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,0
Malta 0,3 0,9 0,0 0,0 0,1 0,1 0,2 1,6
Total 39 Países 1.434,4 1.985,2 57,6 61,0 127,6 81,6 19,1 3.766,5
Distribución (%) 38,1% 52,7% 1,5% 1,6% 3,4% 2,2% 0,5% 100,0%
EU-28 + AECL 1.060,9 1.240,7 56,1 61,0 127,6 81,6 19,1 2.647,0
Distribución (%) 40,1% 46,9% 2,1% 2,3% 4,8% 3,1% 0,7% 100,0%

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
En el año 2014, se consumieron en Europa (EU-28+AECL) 2.647 millones de toneladas de áridos (+1,53%). De esta
cantidad, 289 millones de toneladas (el 10,93%) procedieron de fuentes secundarias (reciclados, artificiales, rellenos).
En ese año, España ocupó, nuevamente, el noveno puesto en cuanto a consumo.

La producción de áridos en Europa retrocedió un -28,18% entre 2006 y 2014, lo que muestra claramente el impacto
de la crisis sobre el sector. Para 2015 y 2016, las perspectivas son, en general, de estancamiento, con un mínimo
crecimiento.

Puede comprobarse que en el periodo 2007 a 2014, las variaciones interanuales del consumo de áridos han sido en
general negativas, excepción hecha de 2011 donde se experimentó un ligero crecimiento y de 2014 donde a pesar de
que se esperaba un pequeño retroceso, finalmente se produjo un débil crecimiento, mientras que en 2015 y 2016 se
prevé crecer una media del 2% anual.

Como puede comprobarse en el gráfico posterior, existe un grupo de países que experimentaron unos retrocesos
importantes en el consumo de áridos entre 2013 y 2014 (Estonia, Chipre, Polonia, Israel, Suiza, Finlandia, Francia e
Italia) mientras que otros crecieron por encima del 10% (Luxemburgo, Hungría, Grecia, Eslovenia, Eslovaquia, Países
Bajos, Turquía y Reino Unido).

Por tercer año consecutivo, España ocupó, en 2014, el último puesto de los 39 países europeos en consumo de ári-
dos por habitante y año, por detrás de países mucho menos desarrollados como Albania, Montenegro o Serbia. La
media europea (EU+AECL) se situó en 4,9 toneladas por habitante y año, la primera vez registrada que desciende
por debajo de 5 toneladas por habitante y año.

La distribución del consumo es muy diferente de unos países a otros, en cuanto a las fuentes de procedencia de los
áridos.

En conjunto, los áridos procedentes de rocas trituradas son los más consumidos (46,9%), seguidos por las arenas
y gravas (40,1%) y los áridos marinos (2,1%). En cuanto al consumo de áridos de fuentes secundarias, los áridos
reciclados y reutilizados representaron el 8,6% mientras que los artificiales alcanzaron el 2,3%.

Entre 2011 y 2014, se observa que las arenas y gravas siguen una tendencia descendente, mientras que la roca tritu-
rada se mantiene con un ligero incremento. Los áridos reciclados y artificiales experimentan una lenta pero sostenida
subida.

Entre 2008 y 2014, la evolución del consumo de áridos marinos en Europa ha seguido retrocediendo de forma impor-
tante (-29,63%).

Por el contrario, entre 2008 y 2014, la evolución del consumo de áridos artificiales en Europa ha seguido una línea
muy irregular, con máximos en el entorno de los 70 millones de toneladas y mínimos de unos 50 millones de tonela-
das.

Mientras que el consumo de áridos reciclados prosigue con su lenta tendencia ascendente.

Tres países de muy singulares características (dos islas y un país con gran escasez de materias primas), Países
Bajos, Malta y Reino Unido, lideran el consumo de áridos reciclados en términos porcentuales respecto al total del
consumo de áridos, con valores por encima del 20%.

En 2014, 14.888 empresas se dedicaron a la producción de áridos, incluyendo los áridos reciclados y artificiales. El
país con mayor número de empresas es Polonia, con más de 1.700.
Entre 2008 y 2014, el número de empresas se ha reducido en un -12,3%.

El número de explotaciones de áridos en 2014 ha sido de 25.513, incluyendo las dedicadas a los áridos reciclados y
artificiales. El número de explotaciones se ha incrementado, entre 2008 y 2013, un +6,3%.

Por tipo de explotación, en 2014, las graveras han representado el 59%, mientras que las canteras han alcanzado el
35%.

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Son interesantes los datos sobre la evolución de sectores afines como el cemento o de sectores clientes como el del
hormigón preparado.
Según CEMBUREAU, el consumo de cemento en Europa ha caído el -39,62% entre 2007 y 2014, si bien ha crecido
un 3,23% en 2014.

Asimismo, según datos de ERMCO, el consumo de hormigón preparado cayó en Europa un -45,18%, en ese mismo
periodo 2007 – 2014, con un mínimo retroceso en 2014 del -0,78%.

El análisis de los ratios PIB por habitante (1000€ / habitante) y consumo de áridos per capita (toneladas / habitante);
densidad de población y el consumo de áridos per capita (toneladas / habitante) y rugosidad topográfica de los países
y el consumo de áridos per capita (toneladas / habitante) muestra claramente que España se encuentra fuera y muy
alejado de los valores esperados por sus características que serían entre 4 y 6 toneladas por habitante y año.
Se observa que el consumo de áridos crece con el PIB de los países y con su relieve, mientras que decrece con la
densidad de población.

Fruto de la crisis del sector, el empleo se ha reducido en casi un -50%, aunque este dato debe ser tomado con cautela,
según manifiesta la UEPG. En 2014, 207.577 trabajadores estuvieron empleados en el sector de los áridos, 1,65%
más que en 2013.

El 72% del empleo es directo, siendo el 28% restante el procedente de las subcontratas.

Dentro del análisis económico, algunos ratios interesantes son los recogidos en la siguiente tabla:
Graveras Canteras Promedio
Toneladas por empresa 122.242,31 251.085,77 168.987,84
Explotaciones por empresa -- -- 1,76
Productividad por trabajador 15.223,21 18.807,30 16.966,13
Trabajadores directos por empresa 7,40 11,81 9,96

Las empresas de canteras con una producción media de más de 250.000 toneladas, son un 108% mayores que las
de graveras (algo más de 120.000 toneladas).

 El ratio de explotaciones por empresa es de 1,76.


 La productividad de los trabajadores de canteras es un 24% superior a los de las graveras.
 EL número de trabajadores directos por empresa de canteras es un 60 % superior a los de las graveras.

Por último, las previsiones que se formularon para 2015 siguen mostrando una Europa de dos velocidades.

2. CONCLUSIONES:
En Europa (EU-28+AECL), en 2014, se consumieron 2.647 millones de toneladas de áridos producidos por 14.888
empresas de áridos, en sus 25.513 explotaciones, con 207.577 trabajadores.

Tras varios años de caídas, se ha detenido el retroceso del sector, con un pequeño crecimiento del +1,53% en 2014,
que se espera que se confirme en los próximos años.

En 2014, España se encontraba en novena posición de Europa en cuanto a consumo total de áridos, y en el último
puesto de los 39 países analizados en cuanto a consumo de áridos por habitante y año.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
243
LA GESTIÓN MINERO METALÚRGICA SOSTENIBLE, UN TREN EN MAR-
CHA.
Calle de Miguel, Agustín; Gutiérrez Peinador, Vicente; Massó Aguado, Daniel; Sánchez Jiménez, J.María;
Tejera Oliver, J.Luis.
Applus+, C/Campezo, 1 - PE Las Mercedes, Madrid, a.calledm@gmail.com
CONFEDEM, Guzmán el Bueno 135, Madrid, peinador54@telefonica.net
UNE, Génova 6, Madrid, dmasso@une.org
Grupo Soil, C/ Marqués del Riscal, 1, Madrid, jmphmsh@arrakis.net
ETSIMEM, Alenza 1, Madrid, jolutejera@hotmail.com

RESUMEN: El artículo presenta brevemente la situación actual de los esquemas de gestión sostenible en Europa y
resto del mundo que están teniendo empuje, y cómo en España, desde CONFEDEM, apoyados por EUROMINES,
se puede plantear una certificación voluntaria, basada en normas técnicas, susceptible de exportarse al resto de la
Unión Europea.

Los puntos de soporte de este esquema son:

La certificación basada en las normas técnicas UNE 22470 y UNE 22480 de Gestión Minera Sostenible (GMS), por
ser la única que define la sostenibilidad mediante una cuantificación basada en indicadores y que, por tanto, permite
un control objetivo externo con posibilidad de comparación, mejorando así a otros esquemas internacionales existen-
tes.

Al igual que “Sustainable Forest”, puede dar a nuestra industria el apoyo necesario para convencer a los diferentes
“Grupos de Interés”, en particular Administración y sociedad civil, bajo una Marca de Calidad “GMMS®” (Gestión
Minero Metalúrgica Sostenible).

Estas normas UNE tienen, además, la particularidad de estar establecidas a nivel nacional y referenciadas en un
boletín oficial. Otras iniciativas o esquemas son privados. La industria minero metalúrgica española debe aprovechar
esta ventaja.

Una norma voluntaria (como las ISO) sólo llega a tener importancia si hay un número suficiente de usuarios. Nuestro
reto es certificarnos para demostrar que lo que se hace, se hace bien y bajo un principio de transparencia y de manera
sostenible.

PALABRAS CLAVE: Minería Sostenible, certificación, normalización, indicadores, Grupos de Interés

1. INTRODUCCIÓN

Cada vez que se plantea la posibilidad de una instalación minera la sociedad se enfrenta a un dilema de solución
incierta y tiende a polarizarse entre partidarios y detractores. Por una parte, las explotaciones mineras aportan em-
pleos e ingresos económicos a las comarcas en las que se asientan. Por contra, la minería lleva asociados ciertos
puede tener unos impactos ambientales. Para complicar el panorama, nuestra sociedad es absolutamente depen-
diente de los recursos minerales. Basta pensar que para fabricar cualquier Smartphone se consumen más de 200
minerales.

Si no estamos dispuestos a renunciar a las comodidades de nuestra vida actual y tampoco queremos asumir los
posibles impactos adversos de la actividad minera, tenemos pocas alternativas. Básicamente, podemos mirar para
otra parte y traer los minerales de países re- motos, o bien podemos exigir requisitos para que la explotación sea
sostenible.

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Explotar minerales en otros países significa renunciar a los beneficios que nos aporta esa industria, a su control y de
algún modo asumir posibles impactos adversos que, al estar lejos, concebimos erróneamente como que no nos afec-
tan. Esta postura puede ser algo hipócrita y es como decir que no tenemos responsabilidad ni capacidad de actuar,
lo que no es cierto.

Una alternativa plausible consiste en promover la sostenibilidad en las explotaciones mineras. Esto no es tarea fácil,
pero las normas de gestión minera sostenible son una herramienta que se ha creado para ayudar a conseguir equi-
librar estas necesidades.

2. LA NORMALIZACIÓN: UN MODELO LLENO DE VENTAJAS

En el mundo ya hay varios esquemas para evaluar la sostenibilidad de la minería, pero cada uno de ellos responde a
unas necesidades particulares. Por ejemplo, Equator Principles lo promueven entidades que financian las actividades
mineras. La iniciativa Better Coal está en manos de los grandes productores y consumidores de carbón. Otros esque-
mas están centrados en empresas grandes o sólo son aplicables a los miembros de una determinada asociación por
lo que, en definitiva, resultan demasiado especialistas o específicas

En nuestro país, la mayoría de las explotaciones mineras son pymes para las cuales no resultan adecuados los es-
quemas anteriores. Sobre estos esquemas existentes las normas aportan algunas ventajas clave. La primera ventaja
es la confianza que transmite el proceso de normalización, puesto que las normas:

• Se elaboran en comités abiertos, con una representación equilibrada de todas las partes interesadas; industria,
Administración pública, ONG, consultoras, universidades etc.
• Se basan en el consenso y se desarrollan siguiendo reglas claras y transparentes.
• Están abiertas a comentarios de cualquier interesado, a través de un servidor de acceso público gratuito, tras la
publicación de su referencia en el BOE.

Frente a los esquemas existentes las normas aportan ventajas en cuanto su proceso de creación, su compatibilidad
con otros sistemas de gestión y su potencial de utilización universal.

Por otra parte, el contenido de las normas de GMS aúna el conocimiento del sector minero de nuestro país con la
experiencia de UNE {Asociación Española de Normalización}, el organismo español de normalización, desarrollando
y validando normas y sistemas de gestión. Como resultado, las normas de GMS:

• Son fáciles de implementar, al ser compatibles con los sistemas de gestión más habituales; ISO 9001 de gestión
de la calidad, ISO 14001 de gestión ambiental y la inminente ISO 45001 de seguridad y salud en el trabajo.
• Son adecuadas para explotaciones de cualquier tamaño y sector.
• Los indicadores están alineados con las exigencias legales, facilitando su cumplimiento.
• Incorporan la mayoría de indicadores de los otros esquemas antes mencionados.

La implantación resulta especialmente sencilla para aquellas empresas que ya tengan implantado un sistema de
gestión según la ISO 9001, ISO 14001 u OHSAS 18001, puesto que al final de la norma de requisitos se incluye una
tabla de equivalencias entre ellas.

3. LAS NORMAS ACTUALES Y SU RECORRIDO

Actualmente en nuestro país contamos con dos normas de gestión minera sostenible que son pioneras en el mundo,
se trata de:

• UNE 22470:2015 Sistema de gestión minera sostenible. Indicadores.


• UNE 22480:2015 Sistema de gestión minera sostenible. Requisitos.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Las normas fueron elaboradas en el comité técnico de normalización CTN 22 “Minería y explosivos” y concretamente,
dentro del subcomité SC 3 “Gestión minera sostenible”. Ambas normas tienen un largo recorrido. Su primera edición
se publicó en el año 2008 y con la experiencia adquirida durante su aplicación, se decidió comenzar una revisión,
que concluyó al publicarse la segunda edición a finales del 2015.

Estas normas fueron seleccionadas por la Comisión Europea como un ejemplo de buenas prácticas dentro del sector
minero. A raíz de dicho reconocimiento se propuso transformar las normas españolas en normas europeas. La pro-
puesta se canalizó a través de un proyecto llamado Stand4Mines, aprobado por la Comisión Europea. Actualmente
se está buscando apoyo para dar los siguientes pasos, de la mano de EUROMINES, y proponer estas normas es-
pañolas junto con una serie de indicadores metalúrgicos, como base para esquemas GMMS de ámbito europeos o
internacionales.

4. LAS NORMAS EN ACCIÓN: MEJORANDO LA SOCIEDAD

Las normas de GMS cumplen los siguientes principios generales:

• La sostenibilidad incluye los aspectos económicos, sociales y ambientales.


• Se fijan criterios generales, cuyo cumplimiento se verifica a través de indicadores.
• Los indicadores son medibles, fáciles de interpretar y sus resultados soportados por evidencias.
• Exige la identificación y cumplimiento de la legislación vigente.
• Se persigue la mejora continua.

En consecuencia, la aplicación de las normas a las explotaciones mineras tiene muchas ventajas para toda la socie-
dad:

• Contribuye a minimizar el impacto ambiental y gestionar adecuadamente los residuos.


• Aumenta la implicación del entorno socioeconómico de las explotaciones y mejora el entendimiento y la aceptación
entre sociedad y empresa.

La aplicación adecuada de las normas beneficia a toda la sociedad, pero conviene preguntarse ¿qué es una aplica-
ción adecuada? Para responder a esta pregunta, en nuestro país tenemos una “infraestructura de la calidad” muy
bien establecida. En ella se definen los roles y requisitos que tienen los organismos; normalización, evaluación de la
conformidad, acreditación y metrología.

En consecuencia, la forma más extendida y más práctica para verificar una adecuada implantación de la GMS es
mediante la evaluación por parte de un organismo independiente, que adicionalmente, esté acreditado por la Entidad
Nacional de Acreditación, ENAC. Por lo tanto, lo lógico es que las empresas implanten las normas y demuestren que
su implantación es adecuada a través de una certificación realizada por una tercera parte independiente.

5. EL IMPULSO NECESARIO

Las normas son voluntarias y su implantación tiene un coste para las empresas. La experiencia muestra que general-
mente las empresas no suelen invertir en este tipo de actividades salvo que tengan un beneficio que puedan asociar
directamente a esta implantación. El beneficio, sin embargo, no siempre es fácilmente medible, aunque es real, y
puede ser un mejor posicionamiento estratégico, un ahorro de costes, una optimización de procesos, una mejora de
la imagen, dar respuesta a una demanda social, etc.

La experiencia también muestra que para generalizar la implantación de estos sistemas de gestión es necesario que
haya, al menos, un agente impulsor. En este caso, de momento es difícil que los consumidores hagan de impulsor,
por lo que solo nos queda la propia industria y la administración pública. La primera ya ha dado los primeros pasos,
puesto que ya hay varias empresas con las normas implantadas y se está trabajando en una mayor difusión y expan-
sión de las mismas.

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La experiencia y el éxito de una marca de calidad, como la Pan EuropeanForestCertification (PEFC, https://www.
pefc.org) ha determinado que CONFEDEM, la Asociación de Empresas de Minería y Metalurgia Españolas, haya
registrado a finales del 2016 la marca de calidad “GMMS®“, Gestión Minero-Metalúrgica Sostenible. Cabe incidir
en que la legislación relativa a bosques es bastante similar a la minera. Los pasos a seguir se muestran a continua-
ción, en el Cuadro 1.

CUADRO 1. Pasos a seguir para la definición de la marca de calidad GMMS

Desarrollo de la marca de calidad


• Esquema de certificación
o Basado en las normas UNE 22470 y UNE 22480 (para la Ind.Extractiva, GMS)
o Indicadores específicos para la metalurgia
o Logo
• Compromiso de las empresas auditoras para acreditarse ante ENAC (SGS, Bureau Veritas,
AENOR?, APPLUS+? :), etc.)
• Compromiso de los socios de CONFEDEM (y posiblemente COMINROC…) para certificarse
• Preparar una certificación voluntaria, a nivel Europeo, en GMMS para:
o Mejorar la percepción y aceptación pública de la industria de materias
primas minerales
o Generar la confianza de los grupos de interés
o Facilitar el acceso a los recursos

Este paso implica, por un lado, definir un esquema público de certificación basado,sobre todo, en las actuales UNE
22470:2015 y UNE 22480:2015, (las de GMS citadas antes) junto a nuevos indicadores específicos de la metalurgia
que no están recogidos en ellas. Por otro lado, la Asociación Minera Canadiense (MAC) está difundiendo su esquema
privado, “Towards Sustainable Mining” (TSM) con interés especial en la UE. Finlandia ya ha acordado con ellos una
adaptación y CONFEDEM ha firmado, en Mayo de 2017, una Carta de Intenciones, (Cuadro 2) en la que se describen
los pasos y tiempos para que GMMS sea compatible con TMS pudiendo certificarse un esquema refundido, tomando
las partes comunes (la mayoría) y adaptando las mejores prácticas del resto.

Para ello, se han elaborado una serie de benchmarks entre los principios básicos de TSM y los de GMMS, tomando
como referencia las normas ISO 14001, OHSAS 18001 e ISO 50001, las directivas Natura 2000 y Hábitats y la legisla-
ción española que las desarrolla, junto a la gestión de crisis (plan de autoprotección). Todos estos principios, además
de los citados Equator o Bettercoal, forman parte del esquema final de GMMS/TSM.

El empuje final desde la industria de materias primas minerales, tiene que venir apoyado por EUROMINES. En su
último Comité de Política, se han identificado posibles planteamientos, basados en TSM, GMMS y otras propuestas
menos organizadas, que servirán para su presentación en la próxima asamblea general de noviembre, en la que se
concretarán los pasos siguientes, de cara a un posible esquema europeo, con el que la industria y las administracio-
nes de los países miembros estén suficientemente de acuerdo.

La administración pública también tiene un papel crucial, impulsando el uso de las normas y marcas de calidad. En
este sentido, parece que se está moviendo algo, ya que en las últimas jornadas de gestión minera sostenible, varios
Directores Generales de Minas de diferentes CCAA, han ofrecido su apoyo al uso de las normas, cómo el caso de la
CA de Murcia, en cuyas licitaciones del sector, ya se puntúa la certificación GMS. (Madrid también, según licitación
que te comenté que nos pasó CLARIANT).Por ejemplo por parte de la Comunidad de Madrid como se recge en el
concurso de Detechos Mineros de diciembre de 2016.

La actividad minera está ampliamente regulada por la administración pública, incluyendo tanto el proceso de autori-
zación como el control periódico. El hecho de que las normas de GMS contemplen el cumplimiento de la legislación
e incluyan indicadores medibles que persigan la mejora continua, es una gran oportunidad para que la administración
aligere y modernice el control que ejerce sobre el sector minero. Para ello, puede apoyarse en las garantías que brin-
da la “infraestructura de la calidad” y sustituir parte de los controles reglamentarios por los recogidos en el sistema de
gestión, o rebajar su carga apoyándose en el uso de estas normas. De esta forma se puede cumplir el doble objetivo

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
de incentivar la implantación del sistema de gestión y de hacer un control más efectivo y eficiente de la actividad
minera.

Cuadro 2. Carta de intenciones MAC/CONFEDEM (texto original en inglés)

How TSM® would integrate with GMMS®


WORKPLAN (KEYSTONES)
1) Establish an industry-level set of guiding principles 
2) Establish and implement performance indicators 
3) Commit to facility level report on those indicators
4) Undertake independent or third party verification of the results
5) Publicly report those results
6) Establish participation in the standard as a condition of membership within the Association
7) Develop a Community of Interest Advisory Body to support the implementation of TSM 
Green = OK, DONE
1) Guiding principles already included in UNE 22470
4) TSM verification to be integrated into GMMS certification audit to avoid any additional burden
Blue = After implementation at enough certified companies with a 5 year goal

Brown = To be included into the new Mining Law

2) Gap assessment between TSM & EU Directives/Spanish laws on:


a) Tailings management, H&S/ISO 18.001 (by MAC)

b) GHG, Energy/ISO 50.001, Biodiversity, Crisis (by CONFEDEM)

c) Optional on Mining Closure (CONFDEM with FINMIN)

3 & 5) Facility reporting on TSM indicators relevant in Spain to be incorporated into GMMS.

Reporting obligation would be included into GMMS “Company Policy” for certified companies to report by
facility.

 TO BE REVIEWED BY NOVEMBER’17 AND AGREEMENT SIGNED BY MARCH’18

A modo de ejemplo se enumeran en el Cuadro 3, algunos de los aspectos en los que esta norma podría sustituir total
o parcialmente los ejercidos por la administración:

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Requisitosadministrat Posible uso de las normas

Análisisdeviabilidadysolvenciaen Incorporar en la valoración (o sustituir por) los


el indicadores
otorgamiento de derechos degestióneconómica,deempleoydeformación.
Considerar indicadores específicos de seguridad y
Plan de seguridad y
saludlaboral. salud de los trabajadores de lasnormas.

Garantíasfinancierasexigi Reducción de los avales exigibles (p.e. aval


bles. derestauración), o posible reducción paulatina si
Plan anual se cumple la mejora con-
delabores.
Incorporar(osustituirpor)losindicadoresdeG
MS.

Cuadro 3. Posibles ejemplos de 3.


Cuadro uso en laejemplos
Posibles Administración.
de uso en la Administración.

6. 6.CONCLUSIONES
CONCLUSIONES

Las normas de gestión minera sostenible son una herramienta que puede contribuir decisivamente a mejorar la ges-
Lastiónnormas de gestión
y la percepción minera
social de una actividadsostenible son una
de la que no podemos herramienta
prescindir, la minería. que puede contribuir
decisivamente a mejorar la gestión y la percepción social de una actividad de la que no podemos
prescindir, la minería.
La aplicación de las normas se debe verificar apoyándose en la “infraestructura de la calidad” establecida.

Pedir el uso de estas normas está en manos de todos pero, en mayor medida, es responsabilidad de la propia indus-
La tria
aplicación de las normas
minera y metalúrgica apostar se debe verificar
decididamente por su apoyándose
implantación y suen la “infraestructura
extensión decon
a norma europea lalacalidad”
amplia-
establecida.
ción posterior a ISO .

De el
Pedir igual
usomodo, la Administración
de estas normas estápuedeen
mejorar
manos el necesario
de todos control
pero,deen
la mayor
actividadmedida,
de nuestraes
industria de materias
responsabilidad
primas minerales y a la vez impulsar su sostenibilidad, simplificando determinados procedimientos administrativos a
de las
la empresas
propia industria minera y metalúrgica apostar decididamente por su implantación y su
que tengan implantada adecuadamente la GMS.
extensión a norma europea con la ampliación posterior a ISO .
La certificación en Gestión Minera Sostenible (GMS) basada en las Normas UNE 22470 y UNE 22480 es la única
De que
igual modo,todos
cuantifica la Administración puedeun
sus indicadores y permite mejorar el necesario
control externo controldede
con posibilidades la actividad
comparación, de nuestra
mejorando a los
otros esquemas del mercado.
industria de materias primas minerales y a la vez impulsar su sostenibilidad, simplificando
determinados procedimientos administrativos a las empresas que tengan implantada
Al igual que “Sustainable Forest”, ‘GMMS®’ puede dar a nuestra industria el apoyo necesario para atraer, o al menos
adecuadamente la GMS.
equilibrar, las opiniones de los diferentes grupos de interés, incluyendo a la administración y a la sociedad civil, al
colocarse bajo una garantía de calidad.
La certificación en Gestión Minera Sostenible (GMS) basada en las Normas UNE 22470 y UNE
Un esquema voluntario, al igual que una norma (como ISO) llega tener peso si hay suficiente número de usuarios.
22480 es la única que cuantifica todos sus indicadores y permite un control externo con
Nuestro reto es certificarnos para demostrar que lo que se hace, se hace bajo los principios de respeto, transparencia
posibilidades de comparación,
y mejora continua, mejorando
más allá de los requisitos a los otros esquemas del mercado.
legales.

Al igual que "Sustainable Forest", 'GMMS®' puede dar a nuestra industria el apoyo necesario
para atraer, o al menos equilibrar, las opiniones de los diferentes grupos de interés, incluyendo
a la administración y a la sociedad civil, al colocarse bajo una garantía de calidad.

XIV
Un esquema voluntario, al igual que una norma (como ISO) llega tener
Congreso peso si hay
Internacional de suficiente
Energía
número de usuarios. Nuestro reto es certificarnos para demostrar que
y Recursos lo que se hace, se hace
Minerales
1. BIBLIOGRAFÍA

• Massó Aguado, Daniel. Un necesario punto de equilibrio: Normas de Gestión Minera


• Sostenible. Revista Forum Calidad, nº275, Octubre 2016, pág 31-35.
• Gutiérrez Peinador, Vicente et al. Gestión Minera Sostenible: Normas UNE, Revisión 2015.Presentación en el MMH
Sevilla, 5 nov. 2015.
• Gutiérrez Peinador, Vicente, Sánchez Jiménez, José Mª y Calle Miguel, Agustín. Gestión Minera Sostenible, Nor-
mas UNE 22470 y UNE 22480 (2015). Revista Industria Minera Nº 399, Diciembre 2015.

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302
PURIFICACIÓN DE SILICIO DE CALIDAD METALÚRGICA
Coto, Rubéna, Souto, Alejandrob, Fernández, Lorenaa, Miranda, Álvarob, Artimez, José Manuela, Bullón, Ja-
vierb, Ordas, Ramónb
a
ITMA Materials Technology, Parque Empresarial Principado de Asturias, c/Calafates 11, 33417, Avilés-Asturias,
email: r.coto@itma.es
b
FERROGLOBE, Polígono de Sabón s/n, 15142, Arteixo-A Coruña

RESUMEN: FERROGLOBE e ITMA Materials Technology han colaborado extensamente en la investigación y el


desarrollo de un proceso metalúrgico de purificación de silicio de calidad metalúrgica (MG-Si, 98,5% de pureza) con
el objetivo de alcanzar el grado de silicio de calidad solar (SoG-Si>99,9995% de pureza), idóneo para fabricar células
solares fotovoltaicas. Las investigaciones se han desarrollado empleando diversas tecnologías: hornos de inducción,
tratamientos de vacío y con atmósferas controladas, sistemas de segregación rápida, solidificación direccional, etc., y
asegurando en todo momento la incorporación de componentes compatibles que no contaminen el silicio, y por tanto
aseguren la pureza requerida para el producto final. Asimismo, los desarrollos tecnológicos han permitido identificar
varias calidades intermedias de alto valor añadido, idóneas para nuevas aplicaciones del silicio: ánodos de baterías
de litio, generadores termoeléctricos (TEG), cerámicas especiales (Si3N4, SiC, C-C/SiC), nanosilicio, etc.

PALABRAS CLAVE: silicio, metalurgia, energía solar fotovoltaica.

1. INTRODUCCIÓN
Las energías renovables desempeñan un rol fundamental en la generación de energía necesaria para satisfacer las
necesidades crecientes del planeta, siendo sus beneficios fundamentales la ausencia de emisiones contaminantes y
de gases de efecto invernadero, durante la generación de electricidad, así como la existencia de recursos ilimitados.

La presencia de este tipo de energías renovables: solar, eólica, geotérmica, biomasa, etc. en el mercado se está
incrementando notablemente, desplazando paulatinamente a fuentes de energía más tradicionales, basadas en com-
bustibles fósiles: carbón, petróleo, gas, etc., dotadas de recursos limitados, cada vez más escasos.

La energía solar fotovoltaica, basada en el aprovechamiento de la radiación solar para producir electricidad ha incre-
mentado notablemente su presencia en el mercado durante los últimos años, identificándose habitualmente como una
de las energías renovables candidata a ser un referente en la generación de energía durante las próximas décadas
[1].

Actualmente, existen dos tecnologías disponibles para generar electricidad a partir de la radiación solar: mediante el
empleo de un dispositivo semiconductor, denominado habitualmente célula fotovoltaica, o a través de la deposición
de metales sobre un sustrato: célula solar de película fina.

Independientemente de la tecnología, el reto fundamental de la energía solar fotovoltaica reside en la necesidad de


desarrollar células que maximicen su eficiencia o rendimiento y simultáneamente minimicen su coste de fabricación.

La investigación y el desarrollo de células dotadas de un rendimiento máximo [2], con unos costes de fabricación
amortizables en periodos razonables de tiempo, permitiría a corto plazo incrementar notablemente el ratio de intro-
ducción en el mercado de esta fuente de energía basada en la radiación solar.

El silicio es el elemento más abundante en el planeta, tras el oxígeno, si bien en la naturaleza se encuentra habitual-
mente en forma de dióxido de silicio (SiO2) o diferentes silicatos, por lo que sus procedimientos de obtención precisan
de procesos de reducción en hornos eléctricos, que permiten convertir la materia prima de partida, habitualmente
cuarzo, en silicio metálico.

El silicio metálico está disponible en varias purezas y diversos formatos, en función de sus múltiples aplicaciones en
diversos mercados: siderurgia, fundiciones de aluminio, componentes de caucho de siliconas, espumas de uretano,

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
selladores, adhesivos, lubricantes, aditivos alimentarios, revestimientos, esmaltes y cosméticos, hormigones y morte-
ros, cerámicas avanzadas, ánodos de baterías, pirotecnia, etc.

El silicio de calidad metalúrgica MG (“Metallurgical Grade”), elaborado habitualmente mediante un proceso de reduc-
ción en horno eléctrico, tal y como se ilustra en la figura 1, posee un 98,5% de pureza, idónea en la mayor parte de las
aplicaciones del producto, pero que resulta insuficiente para aplicaciones fotovoltaicas, que precisan silicio de calidad
solar SoG (“Solar Grade”) dotado de una pureza superior al 99,9995.

Figura 1 – Proceso industrial de fabricación de silicio de calidad metalúrgica MG [3]

La fabricación de silicio SoG requiere aplicar posteriormente complejos procesos de purificación al silicio de calidad
metalúrgica (MG), que permitan eliminar la casi totalidad de sus impurezas, fundamentalmente: boro, aluminio, calcio,
hierro, carbono y fósforo, para incrementar la pureza inicial del 98,5% y alcanzar el umbral del 99,9995% requerido
para aplicaciones fotovoltaicas.

Desde mediados del siglo XX, el proceso de purificación más habitual en el mercado es un proceso químico de purifi-
cación desarrollado por Siemens, que permite fabricar silicio policristalino a partir de una mezcla de silicio metalúrgico
granulado con cloruro de hidrógeno, que es procesada en un reactor para formar el peligroso, corrosivo y altamente
volátil triclorosilano. Posteriormente, los contaminantes se eliminan mediante una destilación multifásica, y finalmente
el triclorosilano se reduce a silicio policristalino a 950ºC en una atmósfera de hidrógeno.

El proceso Siemens de fabricación de silicio policristalino, sigue vigente en la actualidad, si bien lógicamente los
desarrollos tecnológicos alcanzados durante las últimas décadas, han permitido su optimización, existiendo diversas
modificaciones del procedimiento original [4], orientadas fundamentalmente a minimizar el impacto medioambiental y
el coste energético del proceso químico de purificación.

A lo largo de los últimos años, FERROGLOBE e ITMA Materials Technology han colaborado extensamente en la in-
vestigación y el desarrollo de un proceso metalúrgico óptimo de purificación de silicio MG, que permita alcanzar las
especificaciones de la calidad solar.
Los resultados de las investigaciones permiten disponer de silicio de calidad solar SoG minimizando el impacto
medioambiental respecto al silicio policristalino generado mediante el proceso químico de purificación desarrollado
por Siemens, concretamente se reduce un 50% la huella de carbono [5].

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La alta pureza del silicio elaborado mediante este novedoso proceso, permite su uso como materia prima en los
hornos de cristalización para la obtención de las obleas de las placas solares, sin necesitar su mezcla con otros ma-
teriales o aditivos.

Actualmente, FERROGLOBE está construyendo unas instalaciones productivas que permitirán la industrialización
del proceso experimental desarrollado durante la presente investigación, y que permitirán alcanzar una producción
estimada de aproximadamente 1400 toneladas/año, en su primera fase.

2. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
FERROGLOBE cuenta con numerosas instalaciones industriales y una dilatada experiencia en la fabricación de sili-
cio de calidad metalúrgica, empleando habitualmente hornos eléctricos de arco, dotados de electrodos compuestos
(ELSA), tecnología desarrollada y patentada por la multinacional, e ITMA Materials Technology posee una planta pilo-
to de fusión que permite la investigación y el desarrollo de productos y procesos metálicos en lotes reducidos, idóneos
para optimizar procesos metalúrgicos minimizando la inversión.

El procedimiento experimental de la presente investigación se ha realizado en la citada planta piloto de fusión de ITMA
Materials Technology, que cuenta con varios hornos de inducción, que permiten elaborar coladas experimentales de
silicio de 25 gramos, idóneas para las etapas iniciales de la investigación, y alcanzar los 50 kilogramos, que permiten
un posterior escalado industrial de los resultados.

Asimismo, los hornos disponibles en la planta piloto cuentan con un diseño modular que permite adaptar las elabo-
raciones experimentales a las condiciones de operación de las instalaciones industriales, facilitando enormemente el
posible escalado industrial posterior, de los resultados obtenidos en la planta piloto.

El procedimiento experimental desarrollado durante la presente investigación, incluye todas las etapas y tecnologías
que requiere el proceso metalúrgico de purificación del silicio MG hasta alcanzar la calidad de elevada pureza SoG:
materias primas, marchas metalúrgicas de fusión y proceso de colada.

El diseño del proceso metalúrgico de purificación, ha requerido evaluar la influencia en la calidad del producto final
de las múltiples variables que intervienen durante los procesos de fusión y colada, siendo preciso adaptar e integrar
diversas tecnologías: hornos de inducción, tratamientos de vacío y atmósferas inertes de cobertura, sistemas de se-
gregación rápida, solidificación direccional, etc., que permitan asegurar las especificaciones requeridas por el silicio
de calidad solar SoG.

La figura 2 muestra, a modo de ejemplo, una imagen representativa de una prueba de purificación (izquierda) realiza-
da en un horno de inducción dotado de atmósfera protectora (dcha.), durante el proceso completo de fusión y colada.

Figura 2 – Proceso experimental de purificación (izd.) elaborado en horno de atmósfera controlada (dcha.)

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y Recursos Minerales
Lógicamente, durante el diseño del proceso metalúrgico de purificación, se ha asegurado en todo momento que los
elementos en contacto con el caldo metálico: útiles y/o herramientas, atmósfera, crisol, etc. no incorporen al caldo
elementos no compatibles que contaminen el silicio y degraden su pureza final requerida.

Los lotes de silicio de calidad metalúrgica MG, empleados como materia prima durante la presente investigación,
proceden de las instalaciones industriales de FERROGLOBE, donde asimismo se ha realizado la caracterización de
los lotes experimentales de silicio de calidad solar SoG elaborados en la planta piloto de fusión de ITMA Materials
Technology, con el objetivo de emplear equipos y procedimientos idénticos a los industriales.

3. RESULTADOS
Las investigaciones y desarrollos de la presente colaboración entre ambas entidades, ha generado un destacable
know-how así como numerosos resultados experimentales, detallándose a continuación algunos de los más destaca-
bles, lógicamente obviando detalles que pudieran comprometer la confidencialidad inherente al proyecto de industria-
lización, actualmente en marcha por parte de la compañía.

El presente artículo muestra los resultados más relevantes de 3 etapas fundamentales del proceso metalúrgico de
purificación de silicio MG, la caracterización de la materia prima de partida, la purificación por lixiviación ácida y la
solidificación direccional.

La obtención de un silicio de calidad solar SoG mediante un proceso metalúrgico de purificación, requiere una de-
tallada caracterización de la materia prima de partida: el silicio MG fabricado en las instalaciones industriales de la
compañía FERROGLOBE.

El objetivo fundamental de la caracterización del silicio metalúrgico es identificar los elementos no deseables exis-
tentes en el material, y que requieren ser eliminados del mismo con el objetivo de satisfacer los requisitos composi-
cionales de la calidad solar SoG.

La tabla 1 muestra un análisis químico típico de silicio de calidad metalúrgica (MG-Si), obtenido mediante la tecnolo-
gía de fuente de ionización de plasma de acoplamiento inductivo dotada de un espectrofotómetro de emisión atómico
(ICP-OES).

Estos análisis composicionales requieren una disolución previa de las muestras de silicio de calidad metalúrgica MG,
en una mezcla ácida compuesta por ácido fluorhídrico y ácido nítrico.

Tabla 1 – Composición típica (ppm en peso) del silicio de calidad metalúrgica


Al Ca Fe Ti P B Cu Cr K V Ni Na
394,7 96,2 2371,4 16,2 12,3 37,8 1,7 11,9 10,3 13,0 1,7 8,1

La figura 3 muestra dos micrografías de detalle obtenidas mediante microscopia electrónica de barrido en el silicio MG
empleado como materia prima: en la imagen de la izquierda se aprecia la presencia de una inclusión en la muestra
de silicio, y a la derecha se muestra la morfología de una junta de grano.

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Figura 3 – Detalles de la presencia de inclusiones (izd.) y juntas de grano (dcha.), detectados mediante microscopia
electrónica de barrido en el silicio metalúrgico empleado como materia prima

La presencia puntual de inclusiones, así como las juntas de grano, son considerados dos constituyentes microes-
tructurales habituales en el silicio de calidad metalurgica MG, si bien su presencia eliminarse durante el proceso de
purificación para la obtención de la calidad solar, ya que están habitualmente asociados a la presencia de elemantos
no deseables.

La figura 4 ilustra la imagen representativa de un mapping, o análisis químico semicuantitativo, de una inclusión
presente en el silicio de calidad metalúrgica MG, realizado mediante una sonda de espectrometría de dispersión de
energía de rayos X (EDS) acoplada a un microscopio electrónico de barrido.

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y Recursos Minerales
Figura 4 – Análisis EDS de una inclusión presente en el silicio de calidad metalúrgica MG

La tabla 2 muestra los valores composicionales asociados a los colores del mapping, o análisis químico semicuanti-
tativo, realizado sobre la inclusión presente en el silicio de calidad metalúrgica MG mostrada en la figura 4, pudiendo
apreciarse las desviaciones existentes entre su composición química y la inherente a la matriz de silicio de calidad
metalúrgica, lo cual motiva la necesidad de evitar su presencia si se desea alcanzar la pureza requerida por el silicio
de calidad solar SoG, superior al 99,9995.

Tabla 2 – Análisis químico semicuantitativo EDS (% en peso) de una inclusión presente en el silicio MG
Código de color Si Al Fe Ti Ca
Azul 99,2 <0,5 <0,3 <0,3 <0,3
Naranja 50-70 5-15 20-30 1-5 ---
Amarillo 49,3 6,6 42,7 0,7 0,6
Rojo 31,6 14,5 51,9 0,3 1,9
Verde 28,3 1,0 40,0 30,4 <0,4

Las caracteristicas inherentes a cada una de las impurezas presentes en el silicio MG, motivan la necesidad de desar-
rollar un procedimiento de purificación del silicio basado en una secuencia de varias etapas, optimizadas para eliminar
una impureza en cada cada una de ellas.

Tal y como se ha denotado anteriormente, el presente artículo muestra los resultados más relevantes de las tecnolo-
gías empleadas en dos de las etapas más relevantes de la secuencia de purificación del silicio de calidad metalúrgica:
la lixiviación ácida y la solidificación direccional.

La etapa de purificación del silicio MG mediante lixiviación ácida, persigue la disolución selectiva de impurezas en
medios ácidos, en los cuales el silicio es estable y totalmente insoluble.

Durante la presente investigación, se ha desarrollado un nuevo procedimiento experimental de purificación mediante


lixiviación ácida en ácido fluorhídrico al 20%, cuyos resultados más relevantes se ilustran en la tabla 3.

Concretamente, se muestran los valores composicionales (ppm) alcanzados mediante el nuevo procedimiento expe-
rimental de lixiviación ácida, en función del tamaño del silicio metalúrgico procesado. Los resultados se corresponden

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a un procedimiento experimantal elaborado en muestras de 10 kilogramos de silicio, empleando un crisol de teflón, y
con una duración óptima de la etapa de purificación de 6 horas.

Asimismo, la tabla 3 revela los valores originales referentes al contenido de cada una de las impurezas, en función del
tamaño del silicio metalúrgico, pudiendo apreciarse el destacable ratio de purificación alcanzado durante la presente
etapa experimental de purificación del silicio MG.

Tabla 3 – Contenido (ppm) de elementos presentes en el silicio tras el proceso experimental de purificación
Tamaño <63µm 63-125µm 125-250 µm 250-500 µm
Composición original final original final original final original final
Al 2600 434,2 2300 392,0 2500 267,0 2500 263,0
Ca 1850 26,3 1900 51,0 2350 70,0 2900 58,5
Fe 5600 382,9 3800 318,0 2900 314,0 2800 218,0
Ti 211 4,2 175 3,6 162 13,0 153 13,0
P 22 19,0 16 28,3 14 15,0 16 18,0
B --- 226,3 --- 41,0 --- 43,0 --- 45,5
Cu 22 0,9 18 8,0 15 14,0 12 9,2
Cr 115 31,0 34 13,0 15 5,0 12 1,7
V 18 0,5 14 <0,1 13 1,0 13 2,2
Ni 500 14,3 100 7,0 24 6,7 12 2,9
Na --- 14,0 --- 37,0 --- 0,1 --- 3,5
Mg 10 0,1 4 2,0 4 0,7 4 0,1
Mn 70 1,8 48 12,0 40 5,4 39 1,4

Por último, la tabla 4 muestra los valores composicionales (ppm) alcanzados tras la etapa experimental de puri-
ficación mediante solidificación direccional, optimizada durante la presente investigación, así como los valores de
referencia, previos a la aplicación de la citada tecnología, pudiendo destacarse la purificación obtenida mediante la
aplicación de la citada tecnología.

Tabla 4 – Composición química (ppm) previa y tras del proceso experimental de solidificación direccional
Elemento Al Ca Fe Ti P B Cu Cr K V Ni Na
Original 1430,2 533,4 4873,1 397,3 40,2 31,0 15,3 101,3 65,7 23,7 14,9 30,3
Final 136,5 23,0 144,5 28,1 23,0 29,0 1,3 2,7 2,7 0,4 0,7 1,4

La solidificación direccional se basa en aprovecharse de los fenómenos de segregación, inherentes a las aleaciones
metálicas, que motivan la tendencia de determinadas impurezas o elementos residuales a permanecer en el silicio en
estado líquido durante el proceso de solidificación.

La optimización y posterior aplicación experimental de la tecnología de solidificación direccional, ha permitido maxi-


mizar la concentración de la impurezas en las últimas fracciones del líquido, lo cual ha permitido su eliminación, ma-
ximizando por tanto los ratios de purificación del silicio metalúrgico, durante esta etapa de solidificación direccional.

4. CONCLUSIONES
FERROGLOBE e ITMA Materials Technology han colaborado en la investigación y desarrollo a escala planta piloto
de un novedoso proceso metalúrgico de purificación del silicio MG, que permite elaborar silicio de calidad solar SoG
de alta pureza, minimizando el impacto ambiental y los costes de otros procesos de purificación alternativos, basados
fundamentalmente en el proceso de purificación química Siemens.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Actualmente, la compañía está construyendo unas instalaciones industriales que permitirán introducir el novedoso
producto en el mercado, estimándose una producción inicial durante la primera fase de aproximadamente 1400 to-
neladas/año.
Por último, los desarrollos tecnológicos resultado de la colaboración han permitido identificar varias calidades inter-
medias de alto valor añadido, idóneas para nuevas aplicaciones del silicio: ánodos de baterías de litio, generadores
termoeléctricos (TEG), cerámicas especiales (Si3N4, SiC, C-C/SiC), nanosilicio, etc.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores del presente artículo agradecen a las instituciones europeas, nacionales y regionales, el soporte financie-
ro recibido durante las diferentes fases del proyecto de investigación y desarrollo.

6. BIBLIOGRAFÍA
• [1] Schmalensee, R. & Bulovic, V., (2015). The future of solar energy. An interdisciplinary MIT study. Energy Initiative
Massachusetts Institute of Technology. http://energy.mit.edu/publication/future-solar-energy/
• [2] Milenkovic, N., Driessen, M., Steinhauser, B., Benick, J., Lindekugel, S., Hermle, M., Janz, S. & Reber, S.,
(2017). 20% efficient solar cells fabricated from epitaxially grown and freestanding n-type wafers. Solar energy
materials and solar cells, 159, 570-575.
• [3] Schei, A., Tuset, J., & Tveit, H., (1998). Production of high silicon alloys. Tapir Forlag. Trondheim, Norway.
• [4] Geng, S. & Yu, A., (2011). Production of polysilicon using a modified siemens process. Hands-on systems engi-
neering project report. A. James Clark School of Engineering. University of Maryland.
• [5] Gobierno de España, (2016). Guía para el cálculo de la huella de carbono y para la elaboración de un plan de
mejora de una organización. Versión 3. Oficina Española de Cambio Climático. Ministerio de Agricultura, Alimenta-
ción y Medio Ambiente.

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304
DESARROLLO DE ESPUMAS DE MATRIZ METÁLICA EMPLEANDO COMO
REFUERZO CERÁMICO Y COMO AGENTE ESTABILIZADOR LAS CENIZAS
VOLANTES
L.fernandeza, R.Cotoa, J.Artimeza, A.L. Álvarezb, F. Béjarb
a ITMA Materials Technology, Parque Empresarial Principado de Asturias, C/Calafates 11, 33417, Avilés-

Asturias, email: l.fernandez@itma.es


b EDP, 33007, Oviedo, Spain

RESUMEN: Los materiales metálicos convencionales tienen limitaciones para conseguir una buena combinación
de resistencia, dureza, rigidez y densidad. Para superar estas deficiencias y satisfacer la demanda del mercado, las
espumas metálicas son unos buenos candidatos.

Las espumas de aluminio son materiales que tienen una combinación de propiedades físicas y mecánicas, tales como
alta rigidez conjuntamente con un peso específico muy bajo.

En este trabajo se desarrollan espumas metálicas por diferentes procesos de fabricación y posteriormente se caracte-
rizan mecánicamente. Los procesos de fabricación empleados se han clasificado atendiendo al estado de agregación
en el cual se procesa el metal. Las espumas de aluminio pueden desarrollarse directamente por inyección directa de
gas o por la adición de agentes espumantes en el aluminio fundido. También pueden elaborarse por otros métodos
partiendo del aluminio es estado fundido o del aluminio en polvo.

Por otro lado, las aplicaciones comerciales de estas espumas metálicas están limitadas en virtud de su elevado coste,
en comparación con otros materiales convencionales, debido principalmente al elevado coste de las partículas cerá-
micas empleadas como estabilizador y a los costes de proceso.

Las cenizas volantes son un residuo que se forma durante la combustión del carbón en centrales térmicas, disponi-
bles en grandes cantidades, por lo que su empleo como refuerzo cerámico y agente estabilizador en las espumas de
matriz metálica resulta muy interesante para conseguir que estos materiales tengan un mayor campo de aplicación.

El presente trabajo describe la viabilidad de desarrollar espumas metálicas de matriz de aluminio reforzados con
cenizas volantes generadas en la central térmica de Aboño, EDP Asturias – España, mediante la ruta del fundido y la
ruta pulvimetalúrgica.

PALABRAS CLAVE: aluminio, cenias volantes, residuo, espumas, agente estabilizador.

1. INTRODUCCIÓN
El interés en las espumas metálicas se ha incrementado notablemente durante las últimas décadas, debido funda-
mentalmente a su baja densidad combinada con sus propiedades relativas únicas o su elevada capacidad de absor-
ción de energía, por ejemplo, lo cual confiere a estos materiales la posibilidad de ser incorporados a componentes de
los vehículos tanto de aplicación civil como militar.

Sin embargo, existen otras posibles aplicaciones de estas calidades metálicas de estructura celular: implantes biomé-
dicos, intercambiadores, elementos de construcción, etc., si bien aún no han sido tan analizadas.

El consumo y el precio del combustible se han incrementado notablemente durante los últimos años, y se espera que
la tendencia se mantenga en el futuro, debido al notable incremento de la demanda especialmente en los países en
vías de desarrollo.

La mayor parte de los medios de transporte depende considerablemente de la gasolina y el gasoil, no residiendo úni-
camente la problemática en el incremento del coste y en la reducción de las reservas de los yacimientos petrolíferos;
durante los últimos años, las emisiones contaminantes generadas por los medios de transporte y su contribución al

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calentamiento global, han sido tomadas en consideración, lo cual convierte en un objetivo fundamental de las nacio-
nes la reducción de las emisiones contaminantes generadas por los vehículos, para lo cual se incrementa notable-
mente el esfuerzo anualmente.

Actualmente, están disponibles en el mercado vehículos híbridos y eléctricos, pero sus ventas son de momento muy
residuales respecto a los vehículos que emplean los combustibles tradicionales.

Posiblemente, uno de los mercados automovilísticos con un mayor potencial de introducción de estos novedosos ve-
hículos es el norteamericano, en el cual durante el año 2012, únicamente un 3,4% de los vehículos nuevos matricula-
dos eran de este tipo (eléctrico o híbrido), lo cual indica claramente su mínima presencia actualmente en el mercado,
a pesar de las cada vez más habituales ayudas institucionales disponibles para este tipo de vehículos.

Las principales alternativas para reducir el consumo de combustible de los vehículos son las siguientes:

• Incrementar la eficiencia de los vehículos existentes actualmente: mejoras en el rendimiento del motor, optimi-
zación aerodinámica, etc.
• Desarrollar combustibles o fuentes de energía alternativas: vehículos eléctricos, híbridos, hidrógeno, etc.
• Reducción del peso de los vehículos: independientemente de las mejoras en la eficiencia o en la introducción
de fuentes de energía alternativas, tal y como se ha mencionado anteriormente, la minimización del peso de
los vehículos conlleva una reducción proporcional de su consumo energético.

El desarrollo e incorporación de espumas metálicas de baja densidad es una de las prioridades del sector automovilís-
tico. Se presentan como una alternativa razonable al acero y composites, debido a su mínima densidad y a su elevada
capacidad de absorción de energía en caso de impacto, asociadas ambas a su morfología celular.

El sector del transporte constituye un claro ejemplo para comprender la importancia que están adquiriendo los mate-
riales de baja densidad en la actualidad, ya que los avances en los desarrollos experimentales de este tipo de calida-
des metálicas pueden conllevar la posibilidad de introducir estos materiales en aplicaciones o componentes que hasta
ahora han sido fabricados a partir de materiales convencionales.

El acero es el material de referencia en casi todas las aplicaciones y sectores, incluido lógicamente el sector transpor-
te, y resulta complejo para la mayoría de las calidades alternativas introducirse en el mercado a un coste competitivo.

Asimismo, el acero puede ser procesado mediante casi todos los métodos termomecánicos existentes en la metalur-
gia: fusión y moldeo, extrusión, laminación, forja, etc., debido fundamentalmente al notable conocimiento adquirido
por las empresas siderúrgicas durante las últimas décadas, especialmente asociado a la fuerte inversión de las mis-
mas en I+D+i. Sin embargo, el desarrollo de nuevos materiales dotados de una aceptable conformabilidad a un coste
razonable podría desplazar al acero en ciertos componentes/aplicaciones, debido fundamentalmente a la elevada
densidad del acero (7,7-8,1 g/cm3), respecto a sus competidores, por ejemplo aluminio (2,7 g/cm3) y magnesio (1.7
g/cm3).

Los costes de los componentes fabricados a partir de estos materiales más ligeros suelen ser mayores, si bien el
posterior ahorro en combustible asociado a la disminución del peso del vehículo, pueden justificar su introducción en
el sector, si bien actualmente está prácticamente limitado a los vehículos de alta gama.

Las espumas metálicas se clasifican en tres tipos: celda abierta, celda cerrada y espuma fabricada mediante la adi-
ción de partículas huecas.

La figura 1 muestra un esquema con las morfologías de los diferentes tipos de espumas, pudiendo apreciarse las di-
ferencias entre ellas: la interconexión existente en los poros de las espumas de celda abierta, la ausencia de continui-
dad en la porosidad de las espumas de celda cerrada y las partículas huecas presentes en las espumas sintácticas.

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1
Figura 1. Representación esquemática de las diferentes morfologías de las espumas metálicas.

Por su parte, las espumas reforzadas, contienen partículas habitualmente cerámicas, de tamaño nano o microscópico
que actúan como refuerzo microestructural de la matriz metálica.

Las cenosferas presentes en las cenizas volantes generadas en las centrales térmicas de carbón, constituyen un
residuo muy abundante asociado a la generación eléctrica que podría ser empleado en la elaboración de espumas
metálicas sintácticas, debido a su geometría esferoidal hueca. La bibliografía existente estima un contenido habitual
de cenosferas en las cenizas volantes generadas en las centrales térmicas de carbón, situado en el intervalo: 0.01-1
% en peso. Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que el empleo únicamente de las cenosferas, permitiría aprove-
char sólo una pequeña parte (0.01-1 % en peso según la bibliografía) de las cenizas volantes como materia prima en
la elaboración de espumas metálicas.

Sin embargo, las cenizas volantes pueden emplearse como agente estabilizador de todos los tipos de espumas, así
como de refuerzo en las espumas-composite.

La figura 2 muestra todos los procesos de fabricación de los materiales celulares, espumas metálicas.

Figura 2. Procesos de fabricación de materiales celulares.

Tras el estudio de varios procesos de fabricación mostrados en la figura 2 se seleccionaron dos métodos, el primero
por ruta del fundido (Infiltración de rellenos removibles RP-infiltración) y el segundo por la ruta pulvimetalurgica (sin-
terización-disolución Space holderl) para la elaboración de las espumas metálicas reforzadas con cenizas volantes
generadas en la central térmica de Aboño, EDP Asturias – España.

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En la ruta del fundido las espumas metálicas se fabrican a partir de la matriz de aluminio en estado líquido. Esta vía
presenta una serie de dificultades:

• Dificultad en la adición de partículas cerámicas, debido a la escasa mojabilidad entre las mismas y el metal
fundido.
• Dificultad de alcanzar una distribución homogénea de las partículas cerámicas, debido a la baja mojabilidad
mencionada anteriormente, y a la tendencia a formar “clusters” o aglomeraciones.
• Incremento de la viscosidad del caldo metálico tras la adición de las partículas cerámicas, lo que dificulta el
posterior proceso de colada, especialmente por gravedad.
• Posibles heterogeneidades composicionales asociadas a la probable reacción entre los refuerzos cerámicos y
el caldo metálico, debido a las elevadas temperaturas y altos tiempos de mantenimiento del proceso

Sin embargo, la vía del fundido presenta dos grandes ventajas, especialmente frente a la alternativa de la metalurgia
de polvos, que son el coste de fabricación y la posibilidad de fabricar componentes de un tamaño considerable, lo
cual hace de este proceso una alternativa muy interesante para la fabricación de espumas metálicas base aluminio.
El método seleccionado por esta vía es el RP-infiltración.

Los procesos de fabricación de espumas metálicas por la ruta sólida (pulvimetalurgica) resultan bastante intere-
santes, debido a la excelente homogeneidad de los metales celulares generados, respecto a la ruta del fundido. No
obstante, ha de tenerse en cuenta que habitualmente resulta más compleja y por tanto más costosa y que resulta
aplicable a componentes de menor tamaño.

Cabe destacar, que los procesos pulvimetalúrgicos se han ido posicionando como los de mayor investigación y
evolución, aunque tal y como se ha denotado previamente, no son los más económicos a la hora de implementarse
industrialmente.

En la preparación del precursor, algunos de los parámetros de mayor relevancia son el contenido de agente espuman-
te, la presión y la temperatura de compactación.

Cabe destacar que la fácil oxidación del polvo de aluminio, debido a su granulometría (elevada relación superficie/
volumen) y a su naturaleza, puede motivar la presencia de alúmina superficial que afecte notablemente a la compac-
tación y/o posterior sinterizado. Para evitar la posible oxidación del polvo de aluminio, se realizaron las mezclas y se
homogeneizaron bajo atmósfera protectora de nitrógeno.

Las condiciones de compactación tienen un efecto importante sobre la cinética del proceso de espumación, siendo
posible obtener una descomposición considerablemente mayor a la misma temperatura, cuando se ha realizado una
compactación con presiones superiores.

Asimismo, resulta fundamental minimizar la porosidad existente para que el gas generado no se desplace a esos
poros previos, sino que genere nuevas celdas, dotando al material de la estructura porosa deseada.

Uno de los efectos más importantes sobre la estabilidad de la espuma y sus propiedades mecánicas, tal y como se ha
mencionado anteriormente, está relacionado con las partículas cerámicas adicionadas, habitualmente SiC o Al2O3,
y en el presente trabajo cenizas volantes, cuya función fundamental es reforzar y estabilizar la estructura celular de
las espumas metálicas.

En cuanto al agente espumante, en el caso de las aleaciones base aluminio, suelen usarse cantidades inferiores al
1% en peso, y habitualmente se emplea el TiH2. Se han realizado también pruebas con porcentajes superiores.

Debe tenerse en cuenta que, aunque los polvos de TiH2 comienzan su descomposición en el entorno de los 380ºC y
continúa por encima de los 570ºC, su comportamiento puede variar cuando se encuentra mezclado y compactado con
los polvos de la aleación y el refuerzo cerámico, liberando más gas y a mayor velocidad a temperaturas más elevadas.
El método seleccionado en esta vía fue Space Holderl.

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2. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
El método RP-infiltración consiste en introducir en un molde un agente de relleno, en nuestro caso sal común, y un
composite (MMCs) formado por la aleación EN AW 6061 y las cenizas volantes. Se cierra el molde y se introduce en
un horno eléctrico. El molde va conectado a una bomba de vacío y a una corriente de nitrógeno. Se fija la temperatura
de la prueba a una temperatura por debajo de la temperatura de fusión del NaCl (Tfusión NaCl= 801ºC) y superior o
igual a la temperatura de fusión del aluminio (Tfusión Al = 660ºC). Se mantiene el horno a esta temperatura durante
aproximadamente dos horas con el molde en su interior y vacío. Una vez pasado el tiempo, se hace una sobrepresión
con el objetivo de que el aluminio fundido se infiltre por la sal común obteniendo como resultado una preforma. Para
eliminar la sal común se realiza un proceso de disolución.

Se trabajó con sal de diferentes granulometrías para ver si afecta a las propiedades de las espumas elaboradas. Hay
que tener en cuenta que en este método las cenizas volantes son el refuerzo del composite de partida. Se analizará
si afecta o no la presencia de las cenizas volantes.

En la tabla 1 se muestran las pruebas realizadas mediante el método RP-infiltración.

Tabla 1. Pruebas realizadas método RP-infiltración.


Codificación Materia Prima
RP-1 MMCs + sal granulometría mayor
RP-2 MMCs + sal granulometría mayor
RP-3 MMCs + sal granulometría menor
RP-4 Aleación 6061+CV+sal granulometría mayor + granulometría menor
RP-5 Al + CV+ sal granulometría mayor + granulometría menor
RP-6 MMCs+ sal granulometría menor
RP-7 Al+ sal granulometría menor
RP-8 Al+ granulometría mayor
RP-9 Al+ sal granulometría menor + granulometría mayor

Una vez elaboradas las espumas mediante la ruta del fundido se procedió a la elaboración de las espumas mediante
el método Space Holderl, ruta pulvimetalurgica. Este método consiste en la mezcla homogénea de polvos de aluminio
o de aleación de aluminio (EN AW 6061) con cenizas volantes y un agente de relleno, en nuestro caso sal común.
Una vez mezclados se procede a la compactación, obteniéndose una preforma que posteriormente pasa a ser sinte-
rizada a una temperatura por debajo de la temperatura de fusión del NaCl (Tfusión NaCl= 801ºC) y cercana o igual a
la temperatura de fusión del aluminio (Tfusión Al = 660ºC). Luego se procede a la disolución del NaCl en agua para
obtener la esponja de aluminio.

En la tabla 2 se muestran las pruebas realizadas mediante el método Space Holderl. La diferencia entre las pruebas
realizadas es el porcentaje de agente de relleno (sal común) y la granulometría de la sal empleada.

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Tabla 2. Pruebas realizadas método Space Holderl.
PRUEBA COMPOSITE MMCS TIPO DE SAL
Polvo de aluminio + cenizas
SH-1-1 sal granulometría mayor
volantes sin preselección
Polvo de aluminio + cenizas
SH-1-2 sal granulometría menor
volantes sin preselección
SH-S-1-1 Polvo de aluminio sal granulometría mayor
SH-S-1-2 Polvo de aluminio sal granulometría menor
Polvo de aluminio + cenizas
SH-2-1 sal granulometría mayor
volantes sin preselección
Polvo de aluminio + cenizas
SH-2-2 sal granulometría menor
volantes sin preselección
SH-S-2-1 Polvo de aluminio sal granulometría mayor
SH-S-2-2 Polvo de aluminio sal granulometría menor
Polvo de aluminio cenizas vo-
SH-3-1 sal granulometría mayor
lantes sin preselección
Polvo de aluminio + cenizas
SH-3-2 sal granulometría menor
volantes sin preselección
SH-S-3-1 Polvo de aluminio sal granulometría mayor
SH-S-3-2 Polvo de aluminio sal granulometría menor

En los dos métodos se emplea como aleación base la Calidad EN AW 6061.

3. RESULTADOS
Una vez elaboradas las espumas metálicas por las dos rutas se procedió a la caracterización de las mismas.
En la figura 3 se muestran las espumas elaboradas mediante el método RP-infiltración.

1 2 3 4 5

6 7 8 9
Figura 3. Espumas elaboradas método RP-infiltración.

En la figura 4 se muestran las espumas elaboradas mediante observación con lupa estereoscópica.

1 2 3 4 5

6 7 8 9
Figura 4. Espumas observadas mediante lupa estereoscópica.

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Una vez observadas se analizó la densidad de las espumas elaboradas. En la tabla 3 se muestra las densidades
obtenidas mediante el picnómetro de Helio.

Tabla 3. Densidades (gr/cm3).


MUESTRA DENSIDAD
RP-1 0.93
RP-7 1.38
RP-9 1.30
RP-10 1.12
RP-11 1.11
RP-12 1.28
RP-15 1.15
RP-16 1.18
RP-17 1.17

Posteriormente se realizaron ensayos de compresión en una maquina universal para ensayos dinámicos de capa-
cidad 100 KN. En la figura 5 se muestra un gráfico en el que se indica la resistencia a compresión de las espumas
elaboradas.

Figura 5. Resistencia a la compresión.

Se observa que las espumas metálicas que presentan mayor resistencia a la compresión son las que emplean como
agente de relleno la sal común con 50% de sal con menor granulometría y 50% de mayor granulometría. También se
observa que con un tiempo de vacío de 2.5 horas se consigue una espuma con mayor resistencia a la compresión
que con un tiempo de vacío menor.

Cabe destacar que las espumas metálicas con cenizas volantes como refuerzo tienen mejor resistencia a la compre-
sión que las espumas no reforzadas con cenizas volantes.

Por otro lado, cabe mencionar que no es necesario partir de composite previamente desarrollado si no que se puede
aportar el refuerzo cerámico (cenizas volantes) en el mismo desarrollo de la espuma. Se consigue una resistencia a
la compresión muy similar que si se parte de un composite (véase resistencia a la compresión de las pruebas RP 4 y
RP 5). Se consiguen espumas metálicas con una densidad un 56% menor que el aluminio (2.7 gr/cm3).

A continuación se muestran en la figura 6 las fotos de las espumas elaboradas mediante Space Holder.

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●de las espumas elaboradas.

Figura 7. Espumas observadas mediante lupa estereoscópica.

A continuación se detallan en la tabla 4 las densidades de las espumas obtenidas mediante el picnómetro de Helio.

Tabla 4. Densidades (gr/cm3).


MUESTRA DENSIDAD
SH11 2.15
SH12 1.98
SHS11 2.06
SHS12 1.73
SH21 1.28
SH22 1.15
SHS21 1.75
SHS22 1.15
SH31 1.51
SH32 1.49
SHS31 1.73
SHS32 1.18

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En la figura 8 se muestra un gráfico en el que se indica la resistencia a la compresión de las espumas elaboradas.

Se observa que las espumas metálicas que presentan mayor resistencia a la compresión son las que emplean como
agente de relleno la sal con granulometría gorda.
Cabe destacar que las espumas metálicas con cenizas volantes como refuerzo tienen mejor resistencia a la compre-
sión que las espumas no reforzadas con cenizas volantes.
Se elabora el composite en el mismo proceso de la espuma. Se consiguen espumas metálicas con menor densidad
que el aluminio (2.7 gr/cm3). Espumas con una densidad un 41% menor que el aluminio.

4. CONCLUSIONES
Se han elaborado varias espumas metálicas experimentales por las dos vías de fabricación: fundido y pulvimetalurgia,
y se ha probado que las propiedades mecánicas superan en general a los de la aleación sin la adición de los refuerzos
cerámicos.

Adicionalmente, se detallan a continuación las conclusiones específicas de la elaboración de las espumas experimen-
tales base aluminio reforzado con cenizas volantes procedentes de las centrales térmicas de carbón de EDP, situadas
en Aboño y Soto de Ribera, mediante las dos rutas analizadas:

● Vía del fundido


Con el método RP-infiltración se han conseguido espumas estables. Con este método cabe destacar que se obtienen
buenos resultados con las cenizas volantes sin preseleccionar el tamaño de partícula, lo que permite aprovechar el
100% de las cenizas volantes.

Se consiguen espumas con una densidad un 51% menor que la densidad del aluminio con gran resistencia a la com-
presión. Observándose que las cenizas volantes aportan mejora a compresión frente a las espumas metálicas que no
poseen cenizas volantes como refuerzo.

No es necesario partir de composite previamente desarrollado si no que se puede aportar el refuerzo cerámico (ceni-
zas volantes) en el mismo proceso de elaboración de la espuma.

● Ruta pulvimetalúrgica
En cuanto a la ruta pulvimetalúrgica, el proceso resulta también sencillo y permite desarrollar espumas metálicas,
si bien existe una limitación con el tamaño de las espumas elaboradas. Con el método Space Holder, se obtienen
espumas con una densidad un 41% menor que el aluminio, sin preseleccionar el tamaño de partícula, lo que permite
aprovechar el 100% de las cenizas volantes.

La metalurgia de polvos sería ideal para grandes series de pequeñas piezas que serían conformadas inicialmente con
una geometría muy próxima a la final de la aplicación.

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Las espumas metálicas que presentan mayor resistencia a la compresión son las que emplean como agente de relle-
no la sal común con granulometría gorda. Las espumas metálicas con cenizas volantes como refuerzo tienen mejor
resistencia a la compresión que las espumas no reforzadas con cenizas volantes.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren agradecer las facilidades ofrecidas en todo momento por la empresa EDP, para la realización de
este artículo, así como su colaboración en la ejecución del proyecto de investigación. Asimismo se agradece a la Con-
serjería del Principado de Asturias la subvención otorgada para la realización de este proyecto. Por último agradecer
la colaboración de todo el personal de la Fundación ITMA que ha contribuido en la realización del mismo.

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HYDROMETALLURGY IN THE IBERIAN PYRITE BELT: PAST, PRESENT,
AND FUTURE
Frías Carlos, Delgado Enrique
Cobre Las Cruces, S.A., Ctra. SE-3410, Km 4,100, Gerena, 41860 Sevilla.
carlos.frias@fqml.com, enrique.delgado@fqml.com.

SUMMARY: A historical review of the main industrial plants and projects developed in the past (modern) times and
present times in the Iberian Pyrite Belt (IPB) utilizing hydro- and biohydro- technologies is outlined in this paper. A
special attention is also paid to new technological developments and applications based on hydrometallurgy, which is
expected to provide suitable solutions to benefit efficiently polymetallic and complex sulphide ores in the IPB in short
term and long term.

KEY WORDS: Iberian pyrite belt, hydrometallurgy, gold, silver, copper.

1. INTRODUCTION
The Iberian Pyrite Belt (IPB) is located in the south-west of the Iberian Peninsula and spreads over Spain and Portugal
covering a territory of 240 km long by 35 km wide. The IPB is one of the most important volcanogenic massive sulphide
(VMS) districts in the world. Estimated current resources are over 1,500 million tonnes of VMS ores (Tornos, 2008).

In addition to massive sulphide ores, in the IPB there are important deposits of stockwork ores containing sulphidic
minerals (the largest one is Cerro Colorado in Rio Tinto).

On the other hand, the supergene alteration of VMS originated oxidised gossan minerals usually enriched in Au and
Ag, which usually covers the massive sulphides and have been exploited since ancient times, while large scale ben-
eficiation was started in 1971 in Rio Tinto´s cyanidation plant, and further, in other mines in Huelva province including
for instance La Lapilla (Alosno) and Filón Sur (Tharsis).

The IPB has been mined for more than 5,000 years and more than 200 mines were open along the time (Carrasco,
2000). Most important mines in the IPB are:

• Spanish territory: Rio Tinto, Aguas Teñidas, Aznalcollar-Los Frailes, Sotiel-Migollas, Tharsis, La Zarza and Co-
bre las Cruces.
• Portuguese territory: Neves Corvo, Aljustrel, Lagoa Salgada and Sao Domingos.

Relevant deposits discovered along last years include La Magdalena (near to Aguas Teñidas orebody) and Semblana
and Monte Branco (near to Lombador orebody in Neves Corvo mine), which is a good indication of IPB high potential
for new discoveries in spite of its millennial mining development and operations.

A historical review of the main projects developed in the IPB in the last quarter of the past century and the present
times utilizing hydro- and biohydro- technologies are outlined in this paper. A special attention is also paid to new tech-
nological solutions and applications which are currently in development and will open future opportunities to benefit
efficiently polymetallic and complex sulphide ores in short term and long term.

2. INDUSTRIAL PLANTS AND PROJECTS


Hydrometallurgy and, in less extension, Bio-Hydrometallurgy played a very relevant role in mining-metallurgical proj-
ects developed and implemented in the IPB since the 70´s of the past century:

• Calcined and oxidised copper ores leaching and cementation with iron were broadly applied in many mines in
Spain and Portugal.
• Dump bioleaching and cementation with iron of low-grade copper ore was running in Rio Tinto along thirty years
(shut down in 2001).

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• Gold and silver recovery through cyanidation process was running in Rio Tinto over thirty years (shut down in
2002) and other minor operations were also successfully operated in La Lapilla (Alosno) and Filon Sur (Tharsis).
• The company Elansa (Electroquímica del Andévalo, S.A.) was created in 1993 by Minas de Almagrera and
Asociación Española de Acerías Eléctricas aiming to build a hydrometallurgical plant in Sotiel devoted to recy-
cle secondary zinc and other metals from electric arc furnace dusts. The construction of that new facility was
cancelled due to a (political) decision that finally authorised the disposal of those metallurgical wastes in the
Basque Country.
• Many technologies and projects were developed in the period 1970-2010 trying to achieve a suitable solution to
benefit polymetallic ores. Some references are: Comprex process (pressure leaching of bulk concentrates from
Tecnicas Reunidas), Ibes process (bioleaching of bulk concentrates from University of Seville), Cuzclor process
(chloride-based technologies to deal low-grade and bulk cocnentrates from Tecnicas Reunidas), etc.
• Cobre Las Cruces is a good example of the most advanced hydrometallurgical technology (licensed by Outotec)
to produce in-situ highest quality “five-nines” copper cathodes.

2.1. COPPER CEMENTATION PLANTS

Innumerable facilities applying cementation of copper with iron scrap were running in the IPB aiming to recover valu-
able copper from acid mine drainage and also by means of heap or dump leaching of calcined and oxidised copper
ores. It was an easy way to get money from copper bearing acidic waters and other diverse copper secondary ma-
terials such as “morrongos” (calcined ores) or “negrillos” (local name of copper enriched chalcocite and oxide family
minerals). As an example, in the early 80´s of the past century, over 3,000 t/y of copper contained in copper cement
(named “cascara de cobre”) was produced in several cementation plants located in Riotinto, Herrerías, Tharsis and
Concepción mines in Huelva.

Some of the copper cementation facilities were rudimentary but others were more sophisticated such was Cerro
Colorado cementation plant in Riotinto which was running since 1972 until 2001; a general view of cementation vats
cascade and iron scrap handling section is shown in the Figure 1 (Llorente, 1991).

Figure 1 – General view of electromagnetic crane and cementation vats

Main characteristics of Cerro Colorado cementation plant and the associated mining and dump areas are as follows:

• The Process: A combination of chemical leaching and bioleaching. The bioleaching of the copper
ore was not so effective because the recycled solution contained 100% Fe(II), and
therefore, main role of the bacteria was Fe(II) to Fe(III) oxidation but not the attack
and oxidation of copper sulphides matrix.

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• Feed Materials: (i) Over 30 million tonnes of as-mined copper stockworks containing < 0.2% Cu.
(ii) Copper bearing acidic waters from old mines and from Atlantic Copper refinery.

• Life of Operations: 30 years.

• Production: Variable along the time. Highest production accounted 1,500 t/y contained copper
in copper cement (70-75% Cu tenor). Estimated total copper production during the
life of this project: 25,000 t Cu metal.
2.2. GOLD AND SILVER CYANIDATION PLANTS

The supergene alteration of massive sulphides ore-bodies in the IPB originated large cap-rocks of gossan ores en-
riched in Au and Ag. Gossan secondary materials can be found in all historical mines discovered and exploited in the
IPB. Anyway, particularly important is the huge cap-rocks of gossan in Riotinto mine accounting for more than 100
million tonnes of oxidised gossan ores that were beneficiated through cyanidation process. Next is described some
relevant gossan processing plants in the IPB.

Gold and Silver Recovery Plant in Riotinto

The gossan at Riotinto is an oxidised ore that consists mainly of hematite, goethite, and alpha-quartz. In preference,
gold is associated to iron oxides and silver to plumbo-jarosites or argento-jarosites.

Riotinto gossan cyanidation plant was started up in 1971 having the objective to pay for clearing away the upper cap-
rock of gossan ores prior to exploit the Cerro Colorado copper stockworks. However, the story of that cyanidation plant
changed 180 degrees when the copper price was totally depressed and the gold price was in continuous rising in the
period 1970-1980, for instance: 230 $/ounce (1970), 800 $/ounce (1975), 2150 $/ounce (1980). As a result, copper
flotation plant was shut down in Riotinto for many years, while gossan plant was the main business of Riotinto Com-
pany along 30 years. In next Figure 2 and 3 is shown the yearly gold and silver production along the life of the project:

Figure 2 – Historic gold production in Riotinto gossan plant

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Figure 3 – Historic silver production in Riotinto gossan plant

Main characteristics of gossan cyanidation plant in Riotinto are as follows:

• The Process: A conceptual scheme of that gold and silver recovery plant is depicted in Figure 4
(Minas de Rio Tinto S.A.L., 1995) and included the main sections:
- Two lines of primary crushing and desliming (fines removal).
- Secondary and tertiary crushing area.
- Grinding area including rod mil and sequential ball mills and hydrocyclones.
- Cyanidation in stirred tanks with air injection.
- Separation and washing of leached pulp in a CCD circuit.
- Pregnant solution purification and de-aeration.
- Au and Ag recovery through cementation with zinc dust (Merrill Crowe process).
- Precious metals cement calcination and purification with sulphuric acid.
- Purified precious metals cement melting and casting to yield bullion ingots.

Figure 4 – Conceptual scheme of gold and silver recovery plant in Riotinto

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• Feed Materials: (i) Over 90 million tonnes of gossan ores containing as average 1.0-2.5 g/t Au and
50-70 g/t Ag.
(ii) Old roman slags and other old roasted and calcined secondary materials.
(iii) Gossan ores from external mines: Lomero-Poyatos, Sao Domingos, etc.

• Life of Operations: 31 years.

• Production: It was variable over time. Highest production in the period 1987-1994, accounting
almost 7,000 kg/y Au and 165,000 kg/y Ag contained in bullion ingots.
Estimated precious metals production within project life: 110 t Au, 2000 t Ag.
Gold recovery was in the range 80-90% and silver 40-50% (Argento-jarosite was
rather refractory to cyanidation).

Gold and Silver Recovery Plant in Filón Sur, Tharsis

The gossan at Filon Sur in Tharsis is formed in a major extension by goethite mineral accompanied by other mineral
species such as kaolinite, quartz, jarosite and hematite.

Filón Sur gossan cyanidation plant was started up around 1985 and ended in 2001 due to low gold content in the
existing reserves.
Main characteristics of gossan cyanidation plant in Filón Sur, Tharsis, are as follows:

• The Process: A photo of gossan heaps treated by cyanidation is shown in Figure 5 (Amigos de
Tharsis, 2011). That gossan cyanidation plant included the main sections:
- Primary and secondary crushing plant.
- Agglomeration drum adding lime and cement to yield 5-20 mm pellets.
- Stacking of agglomerated ores in heaps having approximated square dimension of 100 x
70 metres and a height of 4 metres.
- Irrigation of the heaps with sodium cyanide solutions and collecting of the pregnant liquors.
- Pregnant solution purification and de-aeration.
- Au and Ag recovery through cementation with zinc dust (Merrill Crowe process).
- Precious metals cement calcination and further melting and casting to yield bullion ingots.

Figure 5 – Gossan heaps treated by cyanidation in Filón Sur, Tharsis

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y Recursos Minerales
• Feed Materials: (i) Over 7 million tonnes of gossan ores containing as average 1.5-2.5 g/t Au and
20-30 g/t Ag.
(ii) Old roasted and calcined secondary materials.

• Life of Operations: 16 years, approx.

• Production: It was variable over time. Highest production in the period 1988-90, accounting
1000000 tonnes a year of gossan ores.
Approximated precious metals production within project life: 5 t Au, 25 t Ag. Gold
recovery ranged 40-50%.

2.3. COBRE LAS CRUCES HYDROMETALLURGICAL PLANT

The Las Cruces ore body includes primary massive sulphides, stockworks, and high-grade secondary copper sulphi-
des and overlying gossan (Nieves et al., 2011). To now, the mining method used in Las Cruces to exploit the secondary
copper ores is open pit, which maximises copper extraction out of the ores and at the same time improves geotechni-
cal control and work safety conditions.

Las Cruces is one of the richest secondary copper sulphides deposit in the world; having an initial estimate of 17 Mt
and 6.2% Cu. Beneficiation of secondary copper sulphide ores was started up in 2009 and will be end in 2021. Cobre
Las Cruces is a unique business case integrating the mine and the hydrometallurgical copper refinery on site, produc-
ing copper cathodes of the maximum purity, 99.999% Cu.

Main characteristics of Cobre Las Cruces hydrometallurgical plant are as follows:

• The Process: A photograph of Atmospheric Leaching reactors is shown in Figure 6 (Delgado et


al., 2013). Main sections of that hydrometallurgical refinery are:
- Primary, secondary and tertiary crushing plant.
- Grinding area including a ball mill and hydrocyclone.
- Direct atmospheric leaching of ground ores with ferric sulphate, sulphuric acid and oxygen
injection.
- Separation and washing of leached pulp in automatized press filters.
- Copper separation and purification by means of Solvent Extraction.
- Copper Electrodeposition to yield “five nines” Cu cathodes.

Figure 6 – General view of atmospheric leaching reactors in Cobre Las Cruces

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• Feed Material: 1.6 million tonnes a year of secondary copper sulphide ores containing 5.2% Cu.

• Life of Operations: 12 years, approx.

• Production: After a long ramp up period, the hydro plant reached its nominal capacity in 2014.
Production in 2016 accounted over 73000 t of grade A copper cathodes.
Estimated copper production within project life: 0.7 million tonnes of Cu cathodes.
Average copper recovery ranged 90-93%.

3. EMERGING HYDROMETALLURGICAL TECHNOLOGIES


Historically, polymetallic sulphides have been beneficiated in the IPB applying selective flotation processes. However,
selective flotation is usually complex and presents difficulties to produce commercial qualified concentrates, in partic-
ular lead concentrates. On the other hand, obtained concentrates contains high level of detrimental impurities such as
Hg, As, Sb, Bi, Tl, etc., incurring penalties in toll smelting contracts.

To overcome the above mentioned deficiencies, Cobre Las Cruces is developing an innovative technological solution
based on the SICAL (Silver Catalysed Atmospheric Leaching) Process to exploit its reserves of primary polymetallic
ores (Frias et al., 2014, 2015).

In next Figure 7 is shown a conceptual diagram of the new Cobre Las Cruces technology approach named “Poly Met-
allurgical Refinery” including a suitable integration and combination of the next process stages:

• Bulk flotation of the polymetallic ores to collect all valuable metals into a bulk concentrate aiming to recover 90%
of the mean metals Cu, Zn, Pb and Ag.

• Atmospheric leaching in ferric sulphate media of the bulk concentrates injecting oxygen in the reactors cascade
aiming to extract 90-95% of Cu and Zn. Some silver is added to catalyse oxidation reactions.

• Copper recovery by means of Solvent Extraction and Electrowinning to produce Grade A Cu cathodes.

• Zinc recovery by means of Solvent Extraction and Electrowinning to produce SHG Zn cathodes.

• Hot brine leaching of prior atmospheric leaching residue in sodium chloride media aiming to extract 95-98% of
Pb and Ag. A portion of the recovered silver is recycled to the atmospheric leaching reactors to catalyse chal-
copyrite reaction.

Figure 7 – Conceptual diagram of Cobre Las Cruces “Poly Metallurgical Refinery”

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After covering successfully laboratory metallurgical testwork programme, Cobre Las Cruces designed and implement-
ed a Pilot Plant facility having a capacity of one tonne per hour of polymetallic ores and including the next three main
sections (A photograph of the flotation section of the pilot plant is depicted in Figure 8):

• Ore grinding and bulk flotation.


• Ferric atmospheric leaching to release copper and zinc into solution.
• Hot brine leaching of prior residual solid to recover lead and silver products.

Figure 8 – Cobre Las Cruces flotation pilot plant facilities

The Pilot Plant has been running along 10 months and more than 5,000 tonnes of primary sulphide ores were pro-
cessed (Frias et al., 2017). Next points can be highlighted:

• Results of flotation pilot plant are rather positive; it has been demonstrated that is feasible to reach Cu, Zn, Pb
and Ag metals recovery in a range of 85-90% into a bulk concentrate.

• Grade of produced bulk concentrate samples varies from 9% to 14% regarding Cu+Zn+Pb contained metals.

• Pilot plant leaching and metals extraction from bulk concentrate samples has provided efficient results, yielding
90-95% metals recovery according to specific operating conditions.

The pilot plant outcomes allow demonstrating and validating the hydrometallurgical technologies proposed by Cobre
Las Cruces. Gathered results and outputs will be useful to get required process parameters and technical information
to undertake engineering definition and design of the future commercial plant.

4. CONCLUSIONS
In this paper is highlighted the relevancy and crucial role that hydrometallurgical technologies have played along last
fifty years in mining projects and mining operations in the Iberian Pyrite Belt. Also, bio-hydrometallurgy has been ap-
plied in some specific operations, for instance, in Cerro Colorado copper cementation plant in Riotinto.

Now is the moment to take a look ahead to the future and state that novel hydrometallurgical technologies based on
“Mine-to-Metal” concept, such as Cobre Las Cruces hydrometallurgical plant, represent the most sustainable and
suitable solution to deal efficiently with complex and polymetallic ores which are so abundant in the Iberian Pyrite Belt.

In conclusion, the future may be a reality thanks to the new hydrometallurgical solutions under development by Cobre
Las Cruces which leads to the most advanced and innovative concept, the “Poly Metallurgical Refinery”, which allows
to recover in-situ the four metals: Cu, Zn, Pb and Ag, and potentiality to extract also gold metal and other valuable
components of the raw materials.

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5. ACKNOWLEDGEMENT
Pilot plant project in Cobre Las Cruces has received funding from the European Union’s Horizon 2020 research and
innovation programme under grant agreement No: 689515.

The authors show their gratitude to Cobre Las Cruces S.A. to facilitate the dissemination of the information presented
in this paper.

6. REFERENCES
• Asociación Amigos de Tharsis “Ernesto Deligny” (2011). http://amigosdetharsis.blogspot.com.es/2011/03/filonsur.
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process improvements implementation. In Copper International Conference 2013 (pp. 25-42). December 1-4, San-
tiago, Chile.
• Dreisinger, D. (2004). New developments in hydrometallurgical treatment of copper concentrate. In Engineering and
Mining Journal, 205, 2004 (pp. 32-35).
• Frias, C., Delgado, E., Gotor, J. (2014). Processing of polymetallic sulphides from the Iberian Pyrite Belt. In 7thInter-
national Symposium on Hydrometallurgy, Hydro-2014, Vol.1 (pp. 771-782). June 22-25, 2014, Victoria BC, Canada.
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Cruces mine. In Lead & Zinc International Conference 2015, Vol.1 (pp. 549-560). June 14-17, 2015, Dusseldorf,
Germany.
• Frias, C., Blanco, J, Vera, E., Romero, A., Gotor, J. Sanchez, F. (2017). Polymetallic ores hydroprocessing at Cobre
Las Cruces. Flotation pilot plant outcome. In Lead & Zinc International Conference 2017, Vol.2 (pp. 715-725). June
25-28, 2017, Leipzig, Germany.
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9788478400829.
• Minas de Rio Tinto, S.A.L. (1995). Memoria Anual de la compañía, 1995.
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deposit (SW Spain). In Revista Sociedad Española de Mineralogía, Macla nº 15, Septiembre 2011, (pp. 131-132).
• Tornos, F. (2008). La Geología y Metalogenia de la Faja Pirítica Ibérica. In Revista de la Sociedad Española de
Mineralogía, Macla nº 10, Noviembre 2008, (pp. 13-23).

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y Recursos Minerales
312
PRESENTE Y FUTURO DEL ACERO COMO MOTOR DE LA ENERGÍA
EÓLICA MARINA
Puente Martínez, José Manuel a ; Arancón Alvarez, José Abelardo ; Bonet Braña, Gabriel
a
ArcelorMittal Global R&D Asturias, c/Marqués de Suances, s/n, 33400 – Avilés(Asturias) – Spain, jose-manuel.puen-
te@arcelormittal.com

RESUMEN: El sector eólico marino está experimentando un crecimiento muy importante es estos últimos años en
el Norte de Europa y Mar Báltico, lo que ha implicado instalaciones de parques de aerogeneradores con estructuras
de acero, ancladas al fondo marino, y en el que las calidades de acero son de tipo estructural S355 NL y calidades
navales NV36. En los próximos años, la tendencia es a instalar los aerogeneradores en aguas más profundas, ale-
jadas de las costas, lo que implica el desarrollo de estructuras flotantes, en las que se emplean aceros soldables
de mayores prestaciones mecánicas y alta tenacidad. Para satisfacer estas nuevas necesidades del sector eólico
marino, ArcelorMittal ha planificado inversiones en sus instalaciones que permitan ese salto tecnológico requerido y
que afectan a las instalaciones de colada continua y del tren de chapa gruesa. Una vez que estas inversiones estén
finalizadas, ArcelorMittal ofertará calidades de acero laminado por proceso termomecánico de alta resistencia en el
rango de espesores que demanda la industria eólica marina.

PALABRAS CLAVE: Aceros, resistencia mecánica y a la fatiga, energía eólica, ambiente marino.

1. INTRODUCCIÓN
La energía eólica marina está jugando un papel fundamental en el desarrollo de las energías renovables. El recurso
eólico en el mar es superior al terrestre y de mejor calidad por lo que es posible instalar generadores eólicos de mayor
potencia y eficiencia. Además, el impacto ambiental, visual, de ruido, etc. se reduce notablemente cuando se compara
con sus competidores terrestres.

La reducción de costes asociados a la energía eólica marina, con respecto a la terrestre, debería constituir la fuerza
motriz que permita aumentar la potencia instalada en un futuro, tanto en Europa como a nivel español. Para conse-
guir dichos objetivos, los nuevos aceros y recubrimientos constituyen un pilar fundamental ya que permitirán obtener
estructuras más ligeras y con diseños más eficientes que los actualmente utilizados.

La contribución de ArcelorMittal a esta industria energética es fundamental, ya que el acero es el material más em-
pleado en la construcción de las estructuras eólicas. Se utiliza en la estructura sumergida, en la pieza de transición,
el fuste (la torre, tanto en los anillos exteriores como en otros elementos internos) y en algunas partes de la góndola
(zona superior que alberga el generador).

Los parques eólicos marítimos son los que presentan los mayores desafíos para el acero: las mareas altas, los efec-
tos del agua salada y, en algunos sitios, las temperaturas especialmente bajas.

El acero juega con ventaja sobre otros materiales (como el cemento) a la hora de construir torres eólicas, ya que tiene
una probada resistencia al paso del tiempo y, sobre todo, permite un montaje notablemente más rápido. Además, el
impacto ambiental motivado por la instalación y desmontaje de la estructura es mucho menor, ya que el acero es un
material que puede reciclarse un número infinito de veces.

Precisamente, es el respeto al medio ambiente la principal baza de la energía eólica frente a otras formas tradiciona-
les de generación eléctrica y su garantía de futuro. Se trata de una energía inagotable y limpia que permite reducir la
dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo además a reducir las emisiones de CO2.

ArcelorMittal es y seguirá siendo unos de los principales proveedores de acero para esta industria de futuro. Sus
plantas de chapa gruesa repartidas en Estados Unidos, Sudáfrica y Europa (España, Francia, Rumania y Polonia) le
permiten mantener su privilegiada posición de proveedor global de este material.

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2. ACEROS EN PROYECTOS EÓLICOS MARINOS ACTUALES : PROYECTOS WIKINGER / HYWIND.
El acero estructural ha sido, tradicionalmente, el material utilizado para la construcción de las torres de sujeción de
los aerogeneradores, tanto marinos como terrestres. El acero es un material estructural por excelencia, relativamente
barato, con buenas prestaciones mecánicas y técnicas constructivas dominadas.

ArcelorMittal fabrica la chapa gruesa con destino al sector eólico en 13 trenes de laminación, repartidos en 3 continen-
tes (Europa, Norte América y Sudáfrica), con una capacidad de fabricación de 5 millones de toneladas al año. El rango
dimensional de estas instalaciones permite suministrar productos en espesores entre 5 y 1000 mm, anchos hasta 5
m y pesos de chapa hasta 90 tn. En el caso concreto del tren de chapa gruesa de Gijón (Asturias), es un tren cuarto
reversible y los rangos dimensionales serían los siguientes : espesores entre 5 y 150 mm, anchos de hasta 3.3 m y
pesos de chapa de hasta 15 tn, con una capacidad anual de fabricación de 600.000 tn /año.

En los proyectos actuales que se están poniendo en marcha, la mayoría de la chapa gruesa está fabricada en calidad
S355 NL – un acero estructural de grano fino y soldable. Dependiendo del comportamiento requerido, las propiedades
de estos aceros se pueden garantizar hasta temperaturas de 50ºC bajo cero. Las características mecánicas y la com-
posición química viene fijada por la euronorma UNE-EN 10025-3. Igualmente hay clientes que suelen solicitar aceros
estructurales de grados navales, por ejemplo, NV36, descritos en las normas americanas ASTM A131.

Existen varias rutas de fabricación dentro del mismo tren de laminación (AR, N, CR, TM) , y dependiendo de cada
una de ellas (Fig.1), nos conducirá a materiales con distintas características, en cuanto a propiedades mecánicas y
tenacidad:

Figura – 1 – Tipos de laminación en caliente de un tren de chapa gruesa.

ArcelorMittal ha suministrado 23.000 toneladas de chapa gruesa para el parque eólico Wikin-
ger en el mar Báltico, en las costas de la isla alemana de Rugen. El acero S355 NL, en espesores en-
tre 19 y 60 mm, y fabricado en la planta de Gijón, se usó para la fabricación de las estructuras de ancla-
je de los aerogeneradores de esta instalación de 350 MW, y que ha entrado en funcionamiento en 2017.
Desarrollado por la compañía eléctrica española Iberdrola, este parque eólico marino ha sido diseñado para sumi-
nistrar energía para más de 350.000 hogares alemanes y contribuirá al ahorro de 600.000 toneladas de CO2 al año
(Fig.2).

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ArcelorMittal ha suministrado 23.000 toneladas de chapa gruesa para el parque eólico Wikinger en el mar
Báltico, en las costas de la isla alemana de Rugen. El acero S355 NL, en espesores entre 19 y 60 mm, y
fabricado en la planta de Gijón, se usó para la fabricación de las estructuras de anclaje de los
aerogeneradores de esta instalación de 350 MW, y que ha entrado en funcionamiento en 2017.
Desarrollado por la compañía eléctrica española Iberdrola, este parque eólico marino ha sido diseñado para
suministrar energía para más de 350.000 hogares alemanes y contribuirá al ahorro de 600.000 toneladas de
CO2 al año (Fig.2).

Figura
Figura –
–22–
– Proyecto
Proyecto Wikinger
Wikinger (IBERDROLA)
(IBERDROLA) :: Estructura
Estructura de
de anclaje
anclaje al
al fondo
fondo marino
marino (Jacket).
(Jacket).

El proyecto
El proyecto Wikinger
Wikinger estáestá ubicado
ubicado a unosa unos
75 km75de
kmdistancia
de distancia
de lade la costa
costa alemana,
alemana, cercacerca
de lade
islalade
isla de Rugen
Rugen donde la
profundidad del agua oscila entre 37 y 43 metros. El emplazamiento cubre un área de unos 34 kilómetros34
donde la profundidad del agua oscila entre 37 y 43 metros. El emplazamiento cubre un área de unos cuadrados
kilómetros
en los cuadrados
que la compañía en los que
eléctrica la compañía
ha instalado eléctrica ha instalado
70 aerogeneradores 70 aerogeneradores
de 5 MW de 5 MW
de capacidad unitaria y unadesubestación
capacidad unitaria y una subestación marina. Para la construcción de las estructuras de anclaje (jackets)
marina. Para la construcción de las estructuras de anclaje (jackets) Iberdrola ha firmado un contrato con la UTE for-
Iberdrola ha firmado un contrato con la UTE formada por la empresa pública española dedicada a la
mada por la empresa pública española dedicada a la construcción naval Navantia y, Windar Renovables una empresa
construcción naval Navantia y, Windar Renovables una empresa fabricante de torres de aerogeneradores y
fabricante de torres de aerogeneradores y cimientos submarinos. La ingeniería alemana Grupo Bilfinger realizó las
cimientos submarinos. La ingeniería alemana Grupo Bilfinger realizó las pruebas para confirmar el diseño de
pruebas para confirmar
las estructuras el diseño
de anclaje deellas
para estructuras
parque eólico de anclaje
marino, para el parque
comprobando eólico marino, comprobando
el comportamiento de las mismas el compor-
tamiento de las mismas contra las cargas estáticas, dinámicas y cíclicas para cumplir con los requisitos de prueba de
carga estipulados por la autoridad alemana de navegación (BHS).

ArcelorMittal, a través de su tren de chapa gruesa de Gijón (Asturias), ha suministrado entre diciembre 2015 y mayo
2016, 5.300 toneladas de chapa gruesa al consorcio formado por Navantia y Windar para fabricar cinco estructuras
del primer parque eólico flotante (Fig.3), a construir en aguas de Escocia. 

El parque eólico ha sido encargado a Navantia y Windar por Hywind Scotland, filial de la compañía noruega de ener-
gía Statoil. El parque estará situado en Buchan Deep, a 25 kilómetros de la costa nororiental escocesa. Cada uno
de los cinco aerogeneradores del parque tiene una potencia de 6MW y suministrará energía limpia a unos 200.000
hogares escoceses.

La chapa gruesa naval suministrada por la factoría de Gijón para este proyecto, de grados NV36D and NV36E, forma
parte de las subestructuras flotantes del parque. Su construcción, que supuso unas 450.000 horas de trabajo, se llevó
a cabo en las instalaciones de Navantia Fene (Ferrol). Las estructuras son grandes cilindros de acero compuestos
por varias secciones de anillos reforzados interiormente. Cada estructura pesa 3.500 toneladas, mide 91 metros de
longitud y tiene un diámetro de 14,4 metros en su zona más ancha. Su interior dispone de dos compartimentos estan-
cos. El inferior alberga en su mayor parte lastre a granel para proporcionar al conjunto final la suficiente estabilidad
flotante, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas adversas en las que estos aerogeneradores deberán
operar durante su ciclo de vida. ArcelorMittal formó parte de este proyecto gracias a la cercanía de sus instalacio-
nes respecto a las del cliente, el plazo de suministro acordado y la confianza depositada por Navantia y Windar en la
calidad de nuestros aceros, así como por nuestra rápida capacidad de respuesta ante los cambios que pudieran surgir
durante la ejecución del proyecto.

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Figura -3 – Proyecto HYWIND (STATOIL): Estructura flotante.

3. PROYECTOS SIDERÚRGICOS PARA LA FABRICACIÓN DE LOS ACEROS CON DESTINO AL SECTOR


EÓLICO MARINO.
Con el fin de cumplir los requerimientos cada vez más exigentes de la industria eólica, ArcelorMittal ha decidido abor-
dar una serie de inversiones, algunas ya realizadas a lo largo de este último año y otras serán abordadas en estos
próximos años, que nos permitirán estar en una situación tecnológicamente puntera. Entre estas inversiones, desta-
camos dos, que nos permitirán dar este salto tecnológico: modificación de la colada continua 2 con “soft reduction” y la
instalación de una máquina de ultrasonidos en continuo. En el caso de la reforma de la colada continua 2 nos permitirá
ir a desbastes de mayor tamaño , con el consiguiente ahorro en soldaduras en cliente, y también evitar la segregación
central que se podría dar en los grados de acero utilizados en estas aplicaciones, esta inversión está programada en
2018. En el caso de la máquina de ultrasonidos, ya instalada a principios de 2017, nos permite garantizar a los clien-
tes una total ausencia de microgrietas u otros defectos internos (alúminas) que pudiesen generar problemas durante
la vida en servicio de la estructura eólica.

Modificación Colada Continua 2: La acería de ArcelorMittal en Avilés arrancó en el año 1986. Dispone de dos má-
quinas de colada continua, cada una de ellas equipada con dos líneas de colada. Originalmente las dos máquinas
eran idénticas, siendo los moldes en ambas máquinas de tipo “curvo”. Este tipo de moldes presenta algunas ventajas
para la producción de los grados de acero normalmente utilizados en el sector eólico. Por un lado, los desbastes
nacen ya curvos, no sufriendo por tanto un proceso de curvado en el que existen riesgos de generación de grietas.
Por otro lado, permiten un radio de curvatura mayor (10,5 metros en el caso de la acería Avilés), lo que reduce las
deformaciones sufridas por el desbaste en el proceso de enderezado. Los moldes curvos, aunque presentan las ven-
tajas mencionadas anteriormente para los aceros estructurales, tienen sin embargo algunas desventajas en el caso
de aceros que tienen unas exigencias de limpieza interna muy elevadas. Este es el caso sobre todo de los aceros
utilizados para las partes expuestas del automóvil (chapa Z) y para los envases de hojalata. Por este motivo, a finales
de 2016 la máquina de colada CC1 se sustituyó por una de molde vertical. La parte vertical del molde y de los prime-
ros segmentos (un total de 2,5 metros en la nueva máquina de Avilés) da un tiempo suficiente para la flotación de las
inclusiones y permite trabajar a unas velocidades mayores de colada.

La siguiente figura (Fig.4) muestra esquemáticamente los distintos tipos de máquinas de colada continua existentes.
Se puede ver que los desbastes no sufren un doblado en las máquinas de molde curvo. Tanto el doblado como el
enderezado se intenta hacer siempre lo más progresivo posible.

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Figura – 4 – Tipos de colada continua en acerías LD.

Los mayor parte de los grados de acero para el mercado eólico se siguen fabricando en la máquina antigua de molde
curvo. Aparte de la obsolescencia de algunos elementos con el paso del tiempo, esta máquina de colada continua 2
presenta dos desventajas principales para el sector eólico:

-- Limitación en el ancho y espesor de los desbastes (actualmente el ancho está limitado a 1600 mm, mientras
que el máximo espesor es de 280 mm). Esto hace que el peso máximo de las chapas gruesas fabricadas con
desbastes de Avilés sea entorno a las 9.5 toneladas.
-- El tipo de segmento existente en la máquina actual no permite realizar “soft reduction”, lo que limita la calidad
obtenida en cuanto a segregación central y limpieza de los aceros.

Para solucionar estos dos problemas está prevista la actualización de la máquina de colada CC2 en el último trimestre
del año 2018. La nueva máquina permitirá fabricar desbastes de hasta 2200 mm de ancho y 365 mm de espesor. Con
estas dimensiones será posible suministrar chapas gruesas de hasta 20 toneladas de peso.

En cuanto a la segregación central, ésta es debida a la tendencia de algunos elementos (típicamente azufre y manga-
neso) a concentrarse en el acero líquido según avanza la solidificación. Esto hace que tengamos una alta concentra-
ción de estos elementos en la parte central del desbaste, debido a que esta zona es la última en solidificar. El grado
de segregación central se controla con unos ensayos (Baumann o macro-ataque) y se evalúa con una escala normali-
zada (Mannesmann). La siguiente figura (Fig.5) muestra varias muestras con un nivel distinto de segregación central.

Figura – 5 – Macrografía con distintos grados de segregación central.

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Una de las estrategias seguidas para reducir el nivel de segregación central consiste en aplicar una presión muy alta
sobre el desbaste en la zona final de solidificación (proceso conocido como “soft reduction”, Fig.6). Esta acción ex-
pulsa el acero líquido con una concentración elevada de sulfuros de manganeso de la zona central del desbaste. La
siguiente imagen muestra el principio de funcionamiento de esta técnica.

Figura – 6 – Colada continua con “dynamic soft reduction”

Los segmentos de la máquina actual de molde curvo están equipados con rodillos continuos, apoyados solamente
en los extremos. Esto no permite aplicar la presión necesaria para realizar una reducción efectiva de espesor. Por el
contrario, la nueva máquina estará equipada con rodillos partidos con dos apoyos centrales y con la presión hidráulica
necesaria para realizar la “soft reduction”.

Aparte de la configuración mecánica e hidráulica necesaria, la nueva máquina de colada dispondrá de un modelo de
solidificación que permitirá conocer el punto final de solidificación en las distintas condiciones de velocidad de cola-
da, temperaturas, grados de acero, etc. Esto permitirá aplicar la presión en el punto correcto en todo momento. Esta
variante de la técnica es conocida como “dinamic soft reduction”.

Debido a estas limitaciones, la máquina de colada curva actual permite obtener un índice Mannesmann en un nivel
estándar, el máximo permitido para aplicaciones off-shore es 2. La máquina nueva permitirá alcanzar incluso el nivel
1, exigido para calidades API con resistencia a productos ácidos.

En definitiva, la nueva máquina de colada continua permitirá suministrar desde comienzos de 2019 chapa gruesa con
el peso y calidad recomendable para el sector de la energía eólica marina.

DEFECTOPLATE - Máquina de ultrasonidos en continuo (tren de chapa gruesa): Como comentábamos en el


apartado anterior, durante la colada continua podrían crearse microgrietas internas durante la solidificación, y también
atrape de óxidos, principalmente alúminas, que podrían ocasionar problemas de fatiga en servicio en las estructu-
ras eólicas marinas. Cada vez en mayor medida, los clientes de eólica marina exigen certificados de inspección por
ultrasonidos según la Euronorma 10160. En este sentido, se ha instalado una máquina de ultrasonidos en continuo
a principios de 2017, que llamamos Defectoplate, entre la cabina de inspección y la zona de corte del tren de chapa
gruesa de Gijón, con una inversión de 3 millones de euros.

Los palpadores se han colocado por la cara inferior de la chapa gruesa, para poder cubrir el ancho completo de las
mismas se han colocado 74 de 5 MHz , tipo T1R3 (1emisor y 3 receptores), sobre 2 carros longitudinales (35 pal-
padores /carro) y en 2 carros verticales (2 palpadores/carro) para el chequeo de los bordes. Se emplea agua como
liquido de acoplamiento entre los transductores y la chapa. Se inspeccionan chapas en el rango de espesores entre
5 y 80 mm, a unas velocidades máximas de 60 m/min. La temperatura de la chapa debe de estar entre 0 y 110ºC. La
señal de ultrasonidos se conduce mediante fibra óptica hasta el pupitre del inspector , el cual mediante el software
adecuado ve en la pantalla el perímetro de la chapa gruesa inspeccionada, con los distintos defectos detectados y de
esta forma clasificarlos según los estándares internacionales (Fig.7).

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Figura – 7- DEFECTOPLATE – Máquina de ultrasonidos

4. NUEVOS ACEROS PARA EL FUTURO MERCADO EÓLICO MARINO


La energía eólica marina presenta grandes ventajas respecto a la terrestre. Los vientos costeros suelen ser vientos
fuertes y constantes en el tiempo lo que permite la instalación de aerogeneradores de alta potencia con un impacto
ecológico razonablemente limitado, siempre y cuando las condiciones batimétricas de la costa lo permitan. Las limi-
taciones tecnológicas actuales permiten realizar instalaciones de generación costeras siempre que la profundidad
sea inferior a unos 50 m. La profundidad media de los parques eólicos completados en 2016 fue de 26 m, con una
distancia media a la costa de 38 Km. Según se van solucionando retos tecnológicos, los parques marinos se van
desplazando a mayores cotas de profundidad y distancia de la costa. Se prevé que entorno al 2020 se mantendrán
distancias a la costa superiores a los 40-50 Km, con profundidades superiores a los 100 m. Por encima de los 50-60
m de profundidad, las estructuras ancladas al fondo marino empiezan a ser inviables, técnica y económicamente, pa-
sando a ser del tipo flotante, con fijación al fondo marino mediante sistemas de fondeo, cables y anclajes (Fig.8). Las
alternativas flotantes básicas, basadas en los desarrollos de la industria petrolera marina (offshore) son: estructuras
cilíndricas verticales y lastradas tipo SPAR, estructuras semisumergibles estabilizadas por flotadores y estructuras
TLP con flotabilidad positiva amarradas al lecho marino. Obviamente, los costes de instalación son elevados por la
complejidad de las cimentaciones y anclajes necesarios, pero la vida útil de la instalación también es mayor por lo que
éstas son altamente competitivas.

Figuro – 8 – Estructuras eólicas marinas en función de la profundidad.

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La necesidad de aumentar la potencia unitaria por instalación, con el fin de reducir costes, lleva aparejado consigo un
aumento de las solicitaciones estructurales de todos sus componentes, fundiciones, torre, palas, etc. El aumento pro-
gresivo de la longitud de las palas y de la altura de la torre produce un aumento no-lineal de las solicitaciones a las que
se encuentran sometidos los materiales. Tradicionalmente, el acero ha sido el candidato idóneo para la construcción
de las torres de aerogeneradores marinos y terrestres por sus buenas prestaciones mecánicas, su conformabilidad,
soldabilidad, resistencia al impacto, etc., y su reducido coste. Sin embargo, el anteriormente mencionado aumento de
las solicitaciones asociadas al incremento de potencia justifica la necesidad de disponer de nuevos aceros estructu-
rales con elevada resistencia mecánica y a la fatiga, a la par que resistencia en ambientes agresivos, como el marino,
sin olvidar que los costes pueden ser enormemente limitantes a la hora del proceso de selección del material.

Así , estaríamos hablando de aceros de alta resistencia fabricados mediante el proceso de laminación termomecá-
nica con un enfriamiento acelerado controlado. Atendiendo a la euronorma UNE-EN 10225, en la que se describen
los aceros estructurales soldables para estructuras eólicas offshore, tenemos las siguientes referencias S420 G1+M,
S420 G2+M,…

En este marco de trabajo para los futuros parque eólicos marinos flotantes, ArcelorMittal está implementando en sus
trenes de laminación de chapa gruesa (Fig.9) tecnologías de enfriamiento acelerado controlado (ACCTec: Accelera-
ted Cooling Technologies), que combinados a la laminación termomecánica nos permitirán poner en el mercado estas
nuevas calidades, en los espesores que requiere este mercado eólico flotante.

Figura – 9 – Layout del tren de chapa gruesa de ArcelorMittal Burns Harbor (USA)

El enfriamiento acelerado da lugar a una microestructura más fina, lo que conlleva que el material presente una re-
sistencia mecánica y al impacto superior a los aceros convencionales y que sea posible fabricar chapas de mayor
espesor por vía termomecánica, con una buena planitud. Por ello, el enfriamiento acelerado es una tecnología clave
para desarrollar grados de acero de alto valor añadido.

El enfriamiento acelerado es un tratamiento online que empieza justo después del acabado, a una temperatura mayor
de Ar3, y termina a una temperatura entre 450-600°C. Como resultado de este tratamiento, se pasa de tener una
microestructura ferritoperlítica a conseguir una mezcla de ferrita, perlita y bainita.

Este tratamiento es interesante porque consigue productos con mayor resistencia, reduce costes debido a la reduc-
ción de los elementos de aleación, aumenta la productividad por tener una temperatura mayor en el acabado y evita
una línea de tratamiento térmico, una de las ventajas es que se mejora el rendimiento y las propiedades del producto
al aumentar el límite elástico, la resistencia frente al impacto y la soldabilidad, esta última se consigue al reducir el
carbono equivalente.

El tratamiento consta de dos partes (Fig.10), la primera es una sección de alto enfriamiento (fast cooling) con 2 mó-
dulos, cada uno de ellos con 4 cabezales de enfriamiento, que proporcionan un enfriamiento rápido y homogéneo

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
que garantizan una buena planitud del material. La segunda sección consiste en cuatro módulos que proporcionan un
enfriamiento lento (soft cooling), cada uno de estos módulos tienen 5 cabezales de enfriamiento por las caras superior
e inferior de la chapa , permitiendo mantener la temperatura de la superficie constante mientras que la temperatura
del centro está disminuyendo.
ArcelorMittal ha presentado una patente internacional para proteger esta nueva tecnología de enfriamiento acelera-
do.

Figura -10- Sistema de enfriamiento acelerado (ACCtec)

5. CONCLUSIONES
El sector de energías renovables marinas está experimentando un fuerte crecimiento en Europa, en ese sentido es
importante estar preparado para satisfacer los requerimientos, en cuanto a materiales se refiere, de este sector. Arce-
lorMittal, como suministrador global de chapa gruesa, está abordando las inversiones tecnológicas necesarias para
poder suministrar los nuevos aceros, mediante fabricación termomecánica en el rango de espesores requeridos por el
sector eólico marino. Así, en su tren de chapa gruesa de Gijón (Asturias) durante 2017 puso en marcha la instalación
de inspección por ultrasonidos en continuo requerida por múltiples clientes offshore. A lo largo de 2018, se abordará
la modificación de la colada continua 2 de la acería de Avilés (Asturias) para poder suministrar chapas gruesas de
mayores dimensiones y con la limpieza interna adecuada para los nuevos aceros. Por último, se está haciendo la
puesta a punto de los nuevos procesos de enfriamiento acelerado controlado, que combinado con la laminación ter-
modinámica, nos permitirá ampliar nuestra cartera de calidades de acero offshore.

6. AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer la colaboración de José Díaz (ArcelorMittal Global R&D Asturias) por su información sobre la
modificación de la colada continua de la acería de Avilés y a Efrén Palacios (Equipo técnico Tren de Chapa Gruesa
de Gijón) por sus explicaciones de la máquina de inspección por ultrasonidos en continuo.

7. BIBLIOGRAFÍA
• III Marine Energy Week, Bilbao, 27-31 Marzo 2017.
• DYNA, Ingenieria e Industria. “El primer parque eólico flotante ya suministra energía”, 23/10/2017.
• Wind Europe, “Floating Offshore Wind Vision Statement”. June 2017.
• World Steel Association, “Steel solutions in the green economy. Wind turbines”. 2012.

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322
HYDROMETALLURGY: A KEY SOLUTION FOR THE NEW TIMES
Jaime Calvo, Ana Belen Mejías, Emilio Pecharroman, Carlos Álvarez Carreño
Tecnicas Reunidas
C/Arapiles, 13; Madrid; Spain

ABSTRACT: Environment conditions for zinc refineries are growingly difficult due to different circumstances, being
global over-capacity, increasingly complex raw materials, environmental and sustainability requirements the most
relevant. This paper shows the last technical developments, some already commercialized, some still at development
stage, performed by TR to reply to different zinc refinery’s needs. The technological developments have been perfor-
med looking for increasing refineries feasibility as well as valorisation of secondary raw materials and wastes helping
to solve present environmental issues in the metallurgical sector.

KEY WORDS: Hydrometallurgy, Zinc, Smelter, Refinery

1. INTRODUCTION: ANALYSIS OF MARKET CONDITIONS FOR ZINC SMELTERS


Zinc smelters have seen in the past two decades a slow but constant shift of their power in the negotiation table towards
zinc miners [1]. The benefits share in the value chain of zinc metal production has dropped from a 42% average in the
decade of 1990 to 2000 to an expected 23% average in the period of 2016 to 2020. This situation is mostly evident
in the evolution of Treatment Charges (TCs), the fee miners pay to smelters to cover the cost of turning concentrates
into metal. The share of TCs in smelters’ revenues has dropped from 65% to 45% in the decade from 2002 to 2012 [2].

Smelters will probably not take back positions in the negotiation table until the cycle, led by high prices and low TCs,
has pushed up again the production of concentrates. Nevertheless, today the market seems to be in the opposite
position, with 2015 and 2016 scoring records of y-o-y cutbacks in mining capacities [3,1], although in 2017 a strong
rebound might be seen.

The low investment in the search for new deposits and new mining projects has also led to a constant decrease in the
quality of the raw materials, in such way that the average zinc ores have lowered their grade in the decade of 2000 to
2010 from 6.9% to 5.9% [4]. The level of impurities accompanying the feed materials of zinc smelters has also been
impaired for the same reason. In this regard, more and more, the market is supplied with zinc concentrates, which
content of lead can barely be processed in conventional roasters.

In addition to the above, the mining projects that are in the pipeline -many with notable delays in their implementation-
will present a number of technical challenges to the existing smelters, avid for raw material. Projects like Dugald River
(Australia) and Gamsberg (South Africa), called to replace the recently closed mines of Century Mine (Australia) and
Lisheen (Ireland) [5], have very high contents of Manganese and Magnesium, affecting again the costs of zinc produc-
tion. Finally, there is also the case of the large mining project Ozernoye (Russia), in which lead and zinc can barely be
separated in the concentration stage.

The issues caused by impurities take also place when feeding secondary feeds. The increasing availability of secon-
dary raw materials coming from the recycling of steel scrap, mostly in the form of electric arc furnace dusts processed
to waelz oxydes, contains high levels of Halides. These affect negatively in the Electrowinning stage of conventional
RLE smelters, impairing zinc quality and increasing maintenance costs [6].

On the demand side, the cooling down of Chinese economy, which has been the dominant driver of the metals market
growth since the early 1990s [5, 7], leaves the market with low y-o-y growing rates, and smelting overcapacities in
areas like China itself.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
This scenario, nevertheless, gives also a number of opportunities to smelters that would bet for differentiation:

In first place, smelters that would be willing to specialise in the treatment of the growingly available penalised feeds:
concentrates with high lead or manganese, recycled feeds, etc, which are cheaper to purchase, and which processing
through conventional smelters is limited due to their contained impurities. This opportunity could be double in the case
of vertical integration (raw materials producer integrated with metal producer) -or long-term supply contracts- to exploit
In third place,and
synergies the growing
gain bonus
all the benefit of theobtained
value chain.in the sale of by-products, which is filling the hollow in
by low TCs [2] will make smelters evolve to rather complex facilities, or networks of facilities, capa
ering In secondmore
many place, the growing
metals environmental
than only zinc.regulations will impose a rejuvenation
The opportunity of smelting
will be there to facilities.
be taken Those
bythat will orga
those
adopt new environment friendly technologies will take the share (in form of raw materials) of those that stick to older
can recover, not only
and more polluting Lead,InSilver,
processes. Copper,
this technological etc.,
cycle, but
Direct alsofacilities
leaching thosewillvaluable by-products
have a technological of techno
advantage
(Indium,
over lithium, rare and
roasting facilities earths, etc.)
these over ISFwhich
smelters.are present in the raw material in very low quantities
provide a significant additional benefit.
In third place, the growing bonus obtained in the sale of by-products, which is filling the hollow in revenues left by low
In theTCs
case [2] of
will Europe, Reach
make smelters Regulations
evolve arefacilities,
to rather complex an opportunity forfacilities,
or networks of Zinc producers. In 2013,
capable of recovering many the Euro
icals Agency
more metals decided
than only to include
zinc. hexavalent
The opportunity chromium
will be there to be takeninbythe
thoseReach Regulation
organizations (Reach
that can recover, Regulatio
not only
Lead, Silver, Copper, etc., but also those valuable by-products of technological value (Indium, lithium, rare earths, etc.)
as carcinogenic and mutagenic. Because of this decision, compounds containing chromium (VI
which are present in the raw material in very low quantities, but still can provide a significant additional benefit.
pletely forbidden within the EU and surface coatings based on hexavalent chromium will be n
givingInan
theopportunity
case of Europe,to ZincRegulations
Reach based coatings.
are an opportunity for Zinc producers. In 2013, the European Chemicals
Agency decided to include hexavalent chromium in the Reach Regulation (Reach Regulation Annex XIV) as carci-
nogenic and mutagenic. Because of this decision, compounds containing chromium (VI) will be completely forbidden
REQUIRED
within the STRATEGIES IN REPLY
EU and surface coatings TO THEchromium
based on hexavalent MARKET will beSCENARIO
not available; giving an opportunity to Zinc
based coatings.
Zinc smelting sector is evolving to overcome the above described threats and to benefit from the o
The action lines used
2. REQUIRED to thisINaim
STRATEGIES areTO
REPLY Capacity
THE MARKET utilization,
SCENARIO Adding value and Cost efficiency. The
of oneZinc
or smelting
more of these
sector action
is evolving lines leads
to overcome to smelters
the above that are
described threats and less vulnerable
to benefit to tightening
from the opportunities. The mark
action lines used to this aim are Capacity utilization, Adding value and Cost efficiency. The development of one or more
Manyofofthese
these action
action lines
lines leads require
to smelters thatof
arealess
technological approach
vulnerable to tightening marketto the threat/ opportunity. In oth
conditions.
approach is fully commercial, but even then, the use of the most suitable technology can be of g
This paper
Many of presents, withrequire
these action lines examples, the technology
of a technological developments
approach to the threat/ opportunity.of
In Tecnicas Reunidas
other cases the approach that h
is fully commercial, but even then, the use of the most suitable technology can be of great value.
successfully develop these action lines.
This paper presents, with examples, the technology developments of Tecnicas Reunidas that help smelters success-
fully develop these action lines.

Capacity
utilization

Added Cost
value efficiency

Figure 1: The development of one or more of these action lines leads to smelters less vulnerable to (tightening)
Figure 1: The development of one or more of these
market action lines leads to smelters less vulnerabl
conditions
ing) market conditions

Capacity utilization
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The scarcity of raw materials hinders in first place the yearly rate of plant utilization. This notably
CAPACITY UTILIZATION
The scarcity of raw materials hinders in first place the yearly rate of plant utilization. This notably weakens the eco-
nomic results of the smelter. The market serves a number of examples of smelters that reacted to low availability of
raw materials with diverse solutions:

• Specialising in specific raw materials: Adapting the design of a smelter to make it able of treating a defined raw
material at lower costs than other smelters due to specialisation will make it highly probable to compete with
advantage for the purchase of its feed materials. If in addition, the smelter specialises in successfully treating
raw materials that are penalised -cheaper- (due to high levels of impurities), then the benefit is double. This
nevertheless has the disadvantage of having a facility that could be to some extent captive by the specific sup-
ply. TR has developed a number of applications specific for secondary zinc raw materials and concentrates with
high Manganese that give its smelters this type of advantage.
• Making plants more flexible for the treatment of different types of raw materials: Here the strategy is quite the
opposite and the aim is to be able to treat whichever raw material is available. This way the plant can purchase
at all times those feeds that are available in the market. Technologies able to treat materials with little impact
from changing amounts of impurities are required, but these plants have the disadvantage of reaching high
complexity, which means high investment costs. It also is relevant to design plants that are flexible in terms of
capacity, so that a limited access to feeds does not mean that plant must be stopped, and production ratio can
be adjusted. In this regard, the ZINCEXTM Solvent Extraction technology has proven to be very flexible in terms
of applicability to feeds of very different impurity tenors, as well as easiness to adapt to different capacity needs,
or even to starts and stops. Another relevant development for flexibilization of smelters is the direct leaching.
Reducing the limitations of lead and copper content in the feed as well as providing flexibility in terms of capacity
utilization makes it a technology that is a lot more flexible than roasting.
• Vertical integration with the feed provider or long term contracts for feed supply: In this way many companies en-
sure that there will be sufficient feed for the plant operation, and in the case of full integration, this gives access
to a larger portion of the value chain. If there is a good integration, many synergies can be found for additional
value creation (environmental, cost reduction, elimination of excess of quality in intermediate stages, etc.). Also
smelters can specialise in the feed material to save costs.

Another relevant issue when it comes to maximize plant utilization comes with the stops for maintenance. Technology
licensors and equipment constructors must ensure that full maintenance can be performed with plant in operation.
Roasting has big disadvantages in this side compared to purely hydrometallurgical technologies. TR runs a program
for continuous improvement of its proprietary equipment design to minimize maintenance and, as far as possible,
reduce stops.

ADDING VALUE
Technology developments provide at least three main ways for smelters to increase their revenues and their added
value.
• Allowing for the production of valuable by-products: The main by-products accompanying zinc in most raw
materials, in addition to lead, silver, copper, are Germanium, Indium, Gallium, Cobalt and in some cases Man-
ganese and Magnesium [8]. TR has developed technologies for the recovery of lead, silver, copper, cadmium,
and to a lesser extent Indium and Rare Earths. Other elements are also studied case by case in its continuous
improvement policy.
• Improving final product quality: It is very important that zinc smelters have consistent SHG Zinc production
without impact of changes in the feed or other variables. To ensure that the bonus of SHG zinc is permanently
achieved, the robustness of the technologies used in the leaching, purification and electro-winning stages must
be increased. Some of the smelters that use TR technologies, in addition, have produced consistently SSHG, a
grade used for domestic battery production, which has a higher bonus. This opportunity should also be studied
with eventual local buyers of SSHG zinc.
• Increasing overall plant recoveries: This is the most direct way to increase revenues with the only cost of OPEX,
keeping raw material costs. To a big extent, this is related to a good operation, but new technologies can also
help reaching higher recoveries. TR plants normally work with lower concentration solutions. Solutions are far
from saturation point and therefore higher raw material depletion is possible, as well as higher efficiency of the
chemical reactions of leaching stages. On the other side, there is a negative impact in terms of volume (reactors
and piping CAPEX and pumps OPEX), but still the balance has proven to be very positive.

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y Recursos Minerales
COST REDUCTION
Despite cost reduction cannot be considered a strategy as self, Technology developers must not cease their efforts to
reduce the cost of the industrial processes as well as being constantly alert to know what costs should have priority
in the research for cost reduction.
Regarding operation costs, the most important costs on which actions should be made are energy (with an increasing
share of overall operation costs), and labour (despite a decreasing share of the overall operation costs) [2]. TR has
performed a number of designs in both lines:

• Energy costs account for 40-50% of overall OPEX of a zinc smelter. This notably depends on the area where the
smelter is located and the cost of energy as a service. Nevertheless it is also important that smelters consume
less energy. Zinc electro-deposition is the major energy consumer. The quality of the electrolyte is the key, along
with other operational factors, to have low energy consumption in cell house. ZINCEXTM Solvent extraction
has the capacity to remove from the electrolyte all impurity elements, and not only those removed by zinc dust
purification, producing an electrolyte that allows for higher efficiency and lower voltage zinc electro-winning. In
addition no zinc dust is required for purification with Solvent Extraction, therefore an average 10% savings in
electro-winning energy is obtained.
• Labour costs account for 20-30% of overall OPEX of a zinc smelter. Labour reduction is a constant in the indus-
trial sector, due to the constant automation. Zinc smelters also require technologies that are largely automated.
The major recent advance has been the change from manual to automated zinc stripping in cell houses. In this
regard it must also be taken into account that personnel requirements are not directly proportional to the size
of a new smelter. Here scale economy notably helps, or presents a disadvantage in the case of small smelters
and recycling plants (normally of small comparative size). All TR processes are designed to be fully automated
and require minimum personnel.

Regarding capital costs, technology developers must focus on reducing process stages and making stages and equip-
ment more and more efficient:

• Since the pyro-hydrometallurgical route (Roasting-Leaching-Electrowinning) became a standard of the zinc


metal refining industry, the most important process simplification has come with the implementations of direct
leaching stages, which remove the need of a roaster. The advantages of direct leaching are multiple including
environmental and in terms of plant flexibility. In addition, this new process stage has a great potential to reduce
the CAPEX of new zinc smelters as the available direct leaching technologies get optimized.
• Technological innovations follow the trend to reduce the required footprint for a given capacity. To some extent
this comes together with a trend of smelters to grow in capacity [2]. Tecnicas Reunidas has also reduced the
required size of its ZINCEXTM Solvent Extraction trains with the new generation of the technology, which enables
a 33% capacity growth in the same plant.

ZINCEXTM: A BASE FOR THE DEVELOPMENT OF THOSE STRATEGIES


Técnicas Reunidas S.A is one of the main engineering and construction companies in the sectors of oil and gas, re-
fining, petrochemical and energy generation, and it has constructed more than 1,000 industrial plants in more than
50 countries. The proprietary technology development division of TR, by means of its technology center in Madrid,
has been working since 1971 in different technological fields related to metallurgy and hydrometallurgy, chemical and
electrochemical processes, urban and industrial effluents treatment and recycling, energy storage and production,
materials and nanomaterials and biopolymers among others.

In the field of hydrometallurgy, TR has become a reference in the implementation of the proprietary zinc technologies
for alternative raw materials. The ZINCEXTM technology has been implemented at industrial scale since 1976. Since
mid 80’s and more intensively since mid 90’s the ZINCEXTM technology has been considered for large-scale min-
ing-metallurgical projects, in particular for treating primary oxidised zinc ores and concentrates.

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Leaching Residue
(Lead product)
H2SO4

S
ZINC LEACHING ZINC
ZINC SHG
OXIDES NEUTRALISATION SX EW ZINC
L

Lime
BLEED Effluent to the sea
TREATMENT or to evaporation
Zn dust

Cement White
gypsum

Figure 2: Conceptual block diagram of ZINCEXTM Process application to zinc oxides [8].

The first single and big industrial application was the Skorpion zinc refinery in Namibia, with a nominal capacity of
150,000 t/a of SHG zinc, which is in operation since May 2003. The treated ore, mostly a mixture of silicates and car-
bonates containing 10.5% Zn, is fed directly to the plant without any previous concentration. The overall zinc recovery,
from mine to ingots, exceeds 90%. The zinc production cost declared by the former owner Anglo American is among
the lowest in the world, below USD 350 per ton of zinc.
Some latest references are Akita Zinc Recycling in Japan, with a capacity of 20,000 t/y zinc from zinc secondary ma-
terials in operation since 2010. Glencore´s Portovesme in Italy with a capacity of 52,500 t/y zinc in operation since
2013 and Horsehead Corporation in USA with a capacity of 140,000 t/y zinc, all three treat zinc secondary materials,
mainly waelz oxides [9].

CASES OF APPLICATION OF TECHNOLOGY-BASED STRATEGIES


The above described theoretical advantages that could be implemented by smelters using innovative technologies is
presented bellow in form of executed and operating or designed plants.

SMELTER FOR ZINC CONCENTRATES WITH HIGH MN TENOR


The Skorpion zinc refinery, which is operated in Namibia by Namzinc, part of Vedanta International is going through a
conversion project to be adapted from a primary oxides smelter to primary concentrates smelter.

This plant, in operation since 2003, is fully vertically integrated with the Skorpion mine to produce 150.000 t/y SHG
zinc. Its configuration follows a scheme of Neutral leach of the oxidic ores, ZINCEXTM Solvent extraction to remove im-
purities and concentrate the leach solution to produce an ultra-pure electrolyte, Standard Electrowinning and Melting
and Casting.

Today, approaching the end of mine, the smelter is getting prepared to become a toll refinery, but specialised in the
treatment of concentrates from relatively close Gamsberg mine in South Africa, also property of Vedanta International.
Gamsberg mine is an under-development project designed to reach in its first phase a capacity of 250.000 t/y zinc
concentrates [10]. Gamsberg concentrates have notably high tenor of manganese, reason that prevented the project
to be developed earlier. To this aim the plant will change its configuration to a scheme of Roasting of the concentrates
and Sulfuric acid production plant, Soft Leaching of the calcines and Strong Leaching of the ferrites, ZINCEXTM Sol-
vent extraction to remove impurities and concentrate the leach solution to produce an ultra-pure electrolyte, Standard
Electrowinning and Melting and Casting.

TR has performed the Basic Engineering Design of the conversion project related to stages Leaching and Solvent
Extraction with the following features:

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y Recursos Minerales
• Solvent Extraction capacity is to be increased by 33% at minimum CAPEX, i.e. without modification of the mixer
settlers or main equipment.
• Capacity switch must be possible with plant online.
• The plant must be ready for a period of declining feed of oxides and increasing feed of concentrates (both raw
materials to be fed to the plant in parallel).
• Future switch of raw materials, oxides to concentrates and vice-versa must be possible with plant online.
The designed plant will have the following strategical advantages:

Figure 3: Block Diagram of Skorpion conversion project


• The converted Skorpion refinery will be -in praxis- vertically integrated. This will multiply the chances of having
raw material availability for full capacity feeding.
• ZINCEXTM Solvent Extraction very effectively removes Manganese, making the plant highly specialised Gams-
berg concentrates, reducing costs of raw material processing despite its penalties.
• Skorpion smelter will be capable to add limitless oxides -primaries or secondaries- to the feed to adapt to even-
tual changes in feed policy. As the switch of feed is possible online, costs are also cut back.
• Lead, silver and rare earths recovery is technically feasible in this smelter with TR technologies.
• Skorpion mine and smelter generate an important share of Namibia´s GDP, and count with strong governmental
support. It also performs a very active Social Responsibility policy, making this a talent attracting company.
• Conversion and capacity upgrading costs of Solvent Extraction and Electrowinning are very low because up-
graded technologies will be implemented in the existing infrastructures.
• Solvent extraction capacity design up 33% at low CAPEX, keeping the same OPEX.
• Design nominal recoveries very high.

LEAD AND SILVER RECOVERY IN SECONDARIES SMELTER


ECOLEADTM is a process developed by Técnicas Reunidas (TR), as an eco-efficient way to recover lead and silver
from a wide range of materials, especially residues from zinc refineries. It is conceived as a simple, clean and proficient
process adding value to the overall revenue of base metals production factories. This process can be installed as an
annex to existing plants and would be practically independent of the main facilities.

ECOLEADTM is a chloride-based technology, capable of separating lead and silver from other components by selec-
tive dissolution of chloro-complexes and precipitation with carbonate. It yields a high-purity concentrate that can be
readily fed to secondary smelters, where it will render the lead and silver metal with high efficiency and low energy
consumption.

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TR has adapted the ECOLEADTM process to the requirements of ZINCEXTM smelters fully devoted to the treatment of
zinc secondaries.

After extensive research and pilot demonstration, TR’s lead and silver recovery technology has recently been imple-
mented for the first time on an industrial scale at Horsehead’s Mooresboro plant in North Carolina. This facility has a
capacity to produce 5600 t/y of lead and 14.5 t/y of silver contained in the final concentrate by 2015. This auxiliary plant
treats the residue generated from leaching Waelz oxides within the main zinc refinery.

Given the good economic figures of this facility, which improve the overall expected economics of the smelting com-
plex when it runs at full capacity, Tecnicas Reunidas expects new implementation opportunities for this technology [11].

CAPEX REDUCTION OF ZINCEX TM SOLVENT EXTRACTION PLANTS


Tecnicas Reunidas has a long term policy of continuous improvement of its technologies. The plants of Quimigal
(Portugal), Metalquimica del Nervion (Spain) had the first technology configuration of the ZINCEXTM Technology. The
plants of Pilagest (Spain), Skorpion (Namibia), Akita (Japan), Portovesme (Italy) and Mooresboro (USA) implemented
the second generation of this technology which notably reduced CAPEX and OPEX.

The design of the process to be implemented on the converted plant of Skorpion counts with the third generation of
the technology, which upgrades the solvent extraction plant capacity from 150.000 t/y SHG zinc to 200.000 t/y SHG
zinc. This upgrading will be performed without any major modifications in the existing Solvent Extraction train and with
installation of a reduced number of new equipment.

For new green field projects, the CAPEX of a solvent extraction plant is reduced by at least 20% comparing third to
second generation, taking into account the most conservative estimates. OPEX remains the same.

RECOVERY OF RARE EARTHS FROM ZINCEX TM SMELTERS


Solvent extraction process extracts mainly zinc from other metallic impurities, however trivalent cations as iron, alu-
minium, rare earths, etc. are also captured by the organic phase. Iron and aluminium are removed by the adequate
organic regeneration process, which is always included in the ZINCEXTM specific process design.

In addition, if rare earths elements are present in the raw materials, they would be recovered making ZINCEXTM Plants
more economically feasible and increasing its range of applicability. Furthermore, the rare earths removal cleans the
organic phase making it more efficient and improving overall process performance.

Rare Earth Elements and their compounds (REE) are essential for a diverse and expanding array of high-technology
applications which constitute an important part of the modern industrial economy. REE are used as catalysts in hydro-
gen storage and secondary batteries and as manufacture material in laser or optical fibber components. In addition
REE are mostly produced and used within China, forming a captive market, which makes highly probable that prices
will grow in the future.

TR has carried out a series of developments and experimental studies in order to determine the potentiality of the
recovery of rare earths from the organic phase. As a result of the performed work on several process configurations to
recover rare earths, which were comparatively studied, finally one was selected and defined. Those technical alterna-
tives recover rare earth elements such as Y, Yb, Sc, U and Er in pairs or individually. Precipitation, complexation and
solvent extraction techniques were used obtaining efficiencies above 90% [12].

ZINCEXTM TECHNOLOGY ADAPTATION TO SMALL SIZED PLANTS


TR is adapting its ZINCEXTM Technology to the requirements of ZAR, the Swiss Development center for sustainable
management of recyclable waste and resources. The project is built on environmental drivers, rather than industrial,
i.e. the focus is to recycle waste recovering the whole contained value. It is a public-sponsored project with private
investment.

The project is defined for a total production of 2,200 t/y of SHG Zinc and Lead concentrates from a number of urban
waste incineration plants.

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y Recursos Minerales
TR has performed a number of adaptations in the implementation of the ZINCEXTM process for this application like
making the process ready for heterogeneous feeds (urban waste materials). This will ensure consistent performance
of the plant despite the high variability of the feed material.

3. CONCLUSIONS
In the near future smelters will require configurations more complex than today and clear policies of differentiation in
order to survive to tightening market conditions.

Smelters will have to be either flexible to produce from varied raw materials or highly specialised in specific raw mate-
rials, as well as have a very clearly developed raw material acquiring policy.

Smelters will also have to be clean and environmentally friendly, with good CSR and attractive for talent.

In addition to adding more value to the main product, zinc, they will have to produce more and more valuable by-prod-
ucts and do this at lower costs.

TR has presented in this paper its developments, with existing cases of application, to take the ideas described above
to the next step of reality [13].

Figure 4: The future of smelters

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4. REFERENCES
• [1] Andrew, T. (2016): Zinc – Are we there yet? – Wood Mackenzie LME Forum.
• [2] Anderson, J. (2013): Zinc Smelting : Challenges & Opportunities for this segment of the value chain – Metal
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• [3] Metal Bulletin Magazine. March 2016 edition: Lead and Zinc: Tightening up slowly.
• [4] White, P. (2013): Longer Term Requirements for Global Zinc Mine Supply – Metal Bulletin 17th Annual Zinc &
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y Recursos Minerales
326
PRELIMINARY STUDY OF THE TREATMENT OF FLASH FURNACE FLUE
DUSTS BY HYDROMETALLURGICAL METHODS
Ríos, Guillermoa, Ruíz, Irenea, Roca, Antoniob, Cruells, Montserratb, Llorca, Núriab, Rius Oriolb
a Atlantic Copper,Avda. Francisco Montenegro s/n 21003 Huleva, e-mail: griosran@fmi.com; iruizori@fmi.com
b Universitat de Barcelona, Facultad de Química, Martí Franqués 1, 08028 Barcelona, e-mail: roca@ub.edu;
mcruells@ub.edu; nullorca@ub.edu; oriolriusayra@ub.edu

ABSTRACT: In copper concentrate smelters, the dust produced in the Flash Smelting Furnace (FSF) is normally trea-
ted by recirculation within the same furnace in order to recover the copper it contains. However, this practice increases
the amount of impurities in the concentrate blend fed to the furnace; thus, it is necessary to bleed this dust in order to
treat concentrates with a higher content of impurities. This communication presents a study of the alternative actions
for processing FSF dusts at Atlantic Copper’s smelter in Huelva. We also present the results of the characterization
of the dusts studied, and the preliminary results from leaching tests carried out with different sulfuric acid solutions at
laboratory scale.

KEYWORDS: Leaching, Flue dusts, weak acid bleed, copper

1. INTRODUCTION/OBJECTIVES
In pyrometallurgical processes, the distribution of products of the furnace and its chemical content depends mainly
on the type of furnace. In a flash furnace the dusts contain approximately 1% copper of the concentrate, 35-80% As,
15-65% Bi, 25-60% Cd, 5-25% Sb and 5-40% Pb (Davenport et al, 2002). For copper recovery, a total or partial recir-
culation of the dusts is carried out directly to the furnace. In case of high amounts of minor elements part of the dusts
are bled and the obtained materials need to be treated. The processes for the treatment of copper smelter dusts have
the objective of recovery of valuable elements (Cu, Zn…) and removal of elements such as As, Sb, Bi and others.
The processes at industrial level or at laboratory or pilot plant are hydrometallurgical in nature (using acid or alkaline
reagents or by bioleaching); some of them are pyrometallurgical or mixed (roasting, leaching, roasting and leaching
or smelting and leaching).

1.1 STUDIES OF COPPER SMELTER DUSTS LEACHING IN ACID SYSTEM


The majority of works published by several authors are based in an acid leaching process using sulfuric acid. Mohri
and Yamada (1976) leached the dusts with 100 g/L sulfuric acid at 90ºC. Cu, Zn, Cd were solubilized obtaining an
insoluble residue of lead sulfate (50% Pb). Part of the copper was precipitated as sulfide and the rest by cementation.
The remaining solution was neutralized; iron and arsenic were oxidized by air and then precipitated as iron arsenate.

Reynolds and Coltrinari (1981-1) patented a process in which iron (II) sulfate was used at 140ºC, an oxygen overpres-
sure of 7.3·10-3 Pa, 1 h. The extraction of copper was 91% and of arsenic was 21%. A variation of the process (Reyn-
olds and Coltrinari, 1981-2) used an iron (II) sulfate acid solution at 100ºC and an overpressure of oxygen (7.3·10-3
Pa), 3 h. An extraction of 92%Cu and 6.7-34% As were obtained.

Pardo (1988) proposed a leaching process using sulfuric acid and sulfur dioxide. Arsenic precipitates from the
solution as arsenic oxide (III). Sulfur dioxide contributes to the reduction of As(V) to As (III).

Rivera and Morales (1984) leached the smelter flue dusts with water at room temperature. The maximum solubi-
lization of the sulfatated species was achieved. The residue obtained was leached with sulfuric acid (160 g/l) at
85ºC and 2 h. A third leaching step was carried out with 180 g/l sulfuric acid and 45 g/l Fe(III) at 85ºC, 2h. Arsenic
was precipitated from solutions in an autoclave. The Fe/As molar ratio was 2.5, the residence time was 1 h, at
125ºC and an oxygen pressure of 3.9·10-4 Pa.

Shibasaki and Hasegawa (1992) used 200 g/l of sulfuric acid at 80ºC, 4-6 h. These conditions were used when
flue dusts were treated mixed with copper dross from a lead smelter. The leach residue was recycled to the lead
operation plant. Cu from the liquids was recovered by neutralization and Cd by cementation.

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Cáceres et al (2012) carried out a study for copper and zinc recovery from continuous furnace dusts. The dusts were
leached with sulfuric acid (initial concentration 0.2 mole/L), 60 min, solid-liquid ratio of 1/5 and room temperature. After
solid-Iiquid separation, liquids were ozonized to oxidize As (III) to As (V) and heated at 80°C to promote the precipita-
tion of an amorphous iron arsenate, inertized by precipitation of scorodite or arsenical natroalunite. After separation,
the copper leached was recovered by electrolysis.

Converter dusts from the copper smelters are rich in bismuth and other valuable metals. Leaching was carried out us-
ing a combination of H2SO4 and NaCl with a leaching efficiency of 92% under the optimum conditions. Small amount of
impurities such as Ag, Pb, Te and Se were removed from the leach solution by SO2 reduction. Bismuth was separated
from the leach solution as crude BiOCl (Tae Kyung Ha, 2015).

1.2 STUDIES OF COPPER SMELTER DUSTS LEACHING IN OTHER SYSTEMS


Nadkarni et al (1978) patented a process for removing As and Sb contained in copper smelter flue dusts consisting
on leaching with sodium sulfide and sodium hydroxide solution. The obtained compounds were Na3AsS4 and Na3SbS4
that were transformed to arsenate and antimonate and then precipitated with Fe (III). The leaching agents were regen-
erated and reused in another leaching cycle.

Gabler and Jones (1988) leached secondary copper converter dusts with ammoniacal carbonate solution at room
temperature to solubilize Zn and ZnO. Some Cu, Pb, Sn, and most of the Zn were dissolved. These elements were
recovered in the cement product. Zn was precipitated by pH adjustment to neutral using CO2. The Zn salt was flltered
from solution and roasted to give high-purity ZnO.

Morales et al (2009) proposed an ammoniacal leaching of copper smelter dusts with simultaneous Cu precipitation
as sulfide by using SO2. The global solids are recycled to the furnace and liquids are neutralized for As precipitation.
These solids need to be transformed to scorodite, beudantite or alunite.

Alguacil et al (2013) developed a process relating the Cu recovery from a Chilean copper flue dust. The process con-
sists in the leaching of material with ammonium chloride solution, the dissolution of Cu via either of its ammoniacal
complexes. Cu is recovered by a solvent extraction/electrowinning process.

Other authors (Massinaie et al, 2006, Bakhtiari et al, 2008, and Bakhtiari et al, 2011) uses biological systems in the
recovery of copper and other elements from copper smelter dusts.

1.3 PROCESSES DEVELOPED AT INDUSTRIAL PLANT LEVEL


Proposals for a hydrometallurgical treatment have been already applied at industrial level (Larouche, 2001). In Codelco
El Teniente, the process includes acid leaching of dusts, and As precipitation as amorphous ferric arsenate; leaching
residue is recycled to the furnace and solution sent to the SX-EW plant used to treat acid drainage. The final residue
not reached the EPA TCLP test for Cd, regarding the handling of dangerous wastes (Orellana et Hormazabal, 2006).

EcoMetales Limited (2013) developed a process for the treatment of flue dusts and other wastes at Chuquicamata.
Dusts from Chuquicamata, Potrerillos and Ventanas smelters are leached with sulfuric acid. After leaching, the residue
is sent back to the smelter, while leach solution is treated with a ferric salt to precipitate As at atmospheric pressure as
Scodorite (crystalline ferric arsenate) together with Sb. Cleaned solution is sent to the SX-EW facilities at Chuquica-
mata, while final stabilized residue is sent to disposal to meet regulations.

Xstrata Copper Chile developed an industrial process for the treatment of the furnace dusts consisting in leaching with
weak acid (arsenical effluents from sulfuric acid plant). The leaching residue is recycled to the furnace. The pregnant
solution containing 28%Cu, 90%As and 85%Bi is processed in a SX-EW plant for copper recovery (Resolución exenta
0301/2007).

Other industrial plants in operation or that operated in the past are at Dowa-Kosaka and at Kennecott copper smelter
(Larouche, 2001). In Dowa-Kosaka plant, the dusts were leached with sulfuric acid from weak acid and from electrolyte
bleed. The residue, rich in Pb and precious metals was recycled to the lead smelter plant and copper precipitated as
sulfide and recycled to the copper smelter. Arsenic was precipitated as iron arsenate. Excess iron was precipitated
as hydroxide for disposal. In Kennecott copper smelter, the process applied was quite similar. The differences in Ken-

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necott plant were: 1) leaching was carried out in a first step with water and in a second step with sulfuric acid and 2)
arsenic was precipitated as sulfide.

Leaching liquids contain variable amounts of As, that it is necessary to remove from them previously to Cu recovery.
Arsenic can be precipitated as calcium arsenate, arsenical ferrihydrite, amorphous iron arsenate, scorodite or alunite
(Dutrizac and Jambor, 1987, Riveros et al, 2001, Bluteau and Demopoulos, 2007, Viñals et al, 2010, Sunyer et al,
2013).

The objective of this work is to develop a study of the alternative actions for processing Flash furnace dusts at Atlantic
Copper’s copper smelter in Huelva. We also have carried out a characterization of the dusts studied, and the prelimi-
nary results from leaching tests carried out with different sulfuric acid solutions at laboratory scale.

2. MATERIALS AND EXPERIMENTAL PROCEDURE


2.1. ORIGINAL MATERIAL
The sample used in this study was generated in the Atlantic Copper FSF, and was formed by mixing 70% boiler dusts
and 30% electrofilter dusts. The characterization techniques were Inductively Coupled Plasma – Optical Emission
Spectrometry (ICP-OES), and Mass Spectrometry (ICP-MS), X Ray Diffraction (XRD), Reflection Optical Microscopy
(ROM), Scanning Electron Microscopy coupled with Energy Dispersive Spectroscopy detector (SEM-EDS) and X-Ray
Fluorescence (XRF).

2.2. CHEMICAL CHARACTERIZATION OF WAB (WEAK ACID BLEED)


For leaching experiments in acid media, a sample of wab from the sulfuric acid plant was used. The chemical compo-
sition of this sample as well as the its acid concentration were determined.

2.3. EXPERIMENTAL PROCEDURE


The leaching experiments carried out were:

- Leaching of dusts in two steps


In the experiments of leaching in two steps, the first one was a water leaching process by using a solid - liquid ratio
(S/L, weight/weight) of 1/3, 15 min reaction time and mechanical agitation at 500 min-1. The experiment with water
started at room temperature but the exothermic nature of the reactions involved, increased the temperature up to 35-
37ºC in few minutes. In the second step, the residue obtained after leaching with water, was treated with 2M sulfuric
acid solution (wab) at a temperature of 80˚C, with a solid/liquid ratio (S/L) of 1/2, during 15 min reaction time and with
mechanical agitation at 500 min-1.

- Leaching of dusts in one step


In the experiment of leaching carried out in one step, dissolution 1.25M in sulfuric acid was used. This dissolution was
obtained with an initial sulfuric acid concentration of 0.56M (that corresponds to the acid concentration of electrolytic
effluent) plus wab. A solid-liquid ratio of 1:3, 15 min reaction time and mechanical agitation of 500 min-1 were used. The
experiment started at 49ºC, but the exothermic nature of the reactions involved increased the temperature up to 60ºC.

3. RESULTS AND DISCUSSION


3.1. CHARACTERIZATION OF THE ORIGINAL MATERIAL

- Chemical characterization
Solids used in this study have been characterized using ICP-OES and ICP-MS, previous dissolution with aqua regia.
Results obtained are shown in Table 1. Some elements analyzed by X-Ray Fluorescence (XRF) are also included.

- Mineralogical characterization by XRD


Figure 1 is a X-ray diffractogram of the original sample. The main phases detected were: chalcocyanite, ferrites, dela-
fossite, arsenolite, cuprite, anglesite, doleraphanite and probably euchroite.

- Mineralogical characterization by ROM and by SEM-EDX

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Figures 2a and 2b are images obtained by optical microscopy in which it can be seen that the Flash furnace dusts
present a particle size very small, in most cases submicrometric. Particles of tens of micrometer are magnetite and
copper (zinc) ferrites.

Figures 3a and 3b are SEM images obtained by backscattered electrons (BSE) corresponding to two ferrite particles
showing different morphologies. Bright particles are PbSO4 (anglesite). Arrows in Figure 3b indicate the presence of
some amounts of copper sulfate surrounding the ferrite particle (see Figure 4). Figure 5 is an EDX diagram represen-
tative of copper-zinc ferrite particles.

Figure 6 is a SEM-BSE image of a metallic copper particle, wiht an EDX diagram of this particle (Figure 7), surrounded
by silicates.

Table 1. Chemical analysis of the original sample of Flash furnace dusts

Element Weight (%) Element Weight (%) Element Weigh (%) *XRF

Cu 21.7 Ca 0.583 Hg 6.50 ppm

Fe 14.4 Mo 0.473 Ag 87.3 ppm

S 10.7 Cd 0.343 Au 5.98 ppm

Zn 2.39 Mg 0.207 Si* 1.53

As 1.92 Bi 0.200 Al* 0.324

Pb 1.52 Sn 0.0750 Ti* 0.0779

K 0.646 Sb 0.0312 Co* 0.0169

Na 0.594 Mn 0.0309

Figure 1 - X ray diffractogram of the original sample of Flash furnace dusts

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Figures 2a and 2b– ROM images of Flash furnace dusts

Figures 3a and 3b – SEM-BSE images of ferrite particles (arrows: copper sulfate)

Figure 4 - EDX diagram of copper sulfate Figure 5 – EDX diagram of ferrite particle

Figure 6 –SEM-BSE image of bright metallic Figure 7 – EDX diagram of the copper particles
copper particles

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3.2 CHEMICAL CHARACTERIZATION OF WAB
Table 2 shows the chemical composition of wab obtained by ICP. Chlorides content and free acid content were deter-
mined by titration.
Table 2. Chemical composition of wab (ICP)

Element g/L Element g/L


S 128 Cu 0.130
As 6.45 Fe 0.105
Zn 0.725 B 0.480
Si 0.320 Ca 0.460
Cd 0.260 Mg 0.330
Cl 2.5 Free acidity 4M ((≈32% weight).

3.3 LEACHING OF FLASH FURNACE DUSTS IN TWO STEPS


- Leaching with water
The experiment started at 26.8ºC and increased to 40ºC after 5 min reaction time. After 15 min reaction time pH de-
creased from about to 5 until to 2.1. Table 3 includes the concentration values of different elements obtained versus
time. As it can be observed the reaction took place rapidly during the first 5 min and an increase of 10˚C for tempera-
ture was observed.
Table 3. Concentration values for the main elements after leaching with water

Element Time (min) Leaching Washing


(g/L) 5 10 15 liquid liquid
Cd 0.980 0.940 0.910 0.990 0.200
Cu 52.6 51.8 49.3 53.9 12.1
Zn 4.31 4.13 3.97 4.32 0.820
K 2.14 2.14 1.97 2.27 0.560
Fe 5.44 5.19 4.99 5.47 4.46
Mo 0.140 0.0900 0.0600 0.0700 1.73
As 0.520 0.460 0.420 0.500 4.55
S 34.7 34.3 31.9 36.3 22.8

The dissolution of the main elements in water was produced in the first five minutes reaction time arriving after 15
minutes to the stabilization of the dissolution level. The residue obtained was of 42% with respect to the original solids.
- Leaching with wab
Leaching with wab (2M in sulfuric acid) was carried out over the residue obtained after water leaching, with S/L ratio
of 1/2, 80ºC and 15 min reaction time. Final residue after leaching with water and with wab was of 27% with respect to
the original solids. Solids obtained are adequate for recycling them to the Flash furnace.
Table 4 includes the results obtained during wab leaching. At the end of the experiment the equivalent acidity was of
1M. Liquids obtained are adequate for removing iron, arsenic, antimony and bismuth previously to the application of
an electrolytic process for copper recovery.

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Table 4. Concentration of different elements achieved after leaching with wab
Element Time (min) Leaching Washing
(g/L) 5 10 15 liquid liquid

Cu 26.0 31.6 37.1 38.0 5.78


Fe 18.1 21.9 25.8 26.0 3.90
As 23.8 24.8 25.7 25.2 3.20
S 122 129 131 128 47.4
Ca 0.740 0.743 0.770 0.757 0.589
Mg 0.114 0.131 0.137 0.130 <0.0200
Zn 1.07 1.14 1.24 1.24 0.175
K 0.333 0.370 0.445 0.320 0.269
Mo 4.91 5.07 5.22 5.20 0.640
Sb 0.0563 0.0684 0.0710 0.0799 0.0143
Bi 1.55 1.53 1.57 1.47 0.260
Cd 0.251 0.258 0.266 0.261 0.0620

3.4 LEACHING OF FLASH FURNACE DUSTS IN ONE STEP


Table 5 includes the concentration values obtained versus time. The experiment started at 49ºC and after

Table 5. Concentration of different elements achieved in test carried out in one step.
Time (min) Washing
Element (g/L) Leaching liquid
5 10 15 liquid

Ca 0.830 0.830 0.800 0.750 0.800


Mg 0.460 0.480 0.510 0.450 0.0700
Cd 1.08 1.09 1.11 1.05 0.200
Cu 59.4 62.2 63.9 61.1 7.58
Zn 4.93 5.03 5.07 4.87 0.560
K 1.85 1.92 1.96 1.88 0.340
Fe 9.20 9.95 10.4 10.2 1.34
Mo 1.40 1.44 1.46 1.42 0.19
As 6.16 6.49 6.73 6.50 0.910
S 75.2 76.3 78.4 73.4 26.3
Bi 0.250 0.262 0.262 0.246 0.269
Mn 0.0257 0.0278 0.0274 0.0252 0.00663
Sb 0.0151 0.0169 0.0179 0.0179 0.00723

2-3 min, increased to 60ºC. As it can be observed the reaction takes place rapidly during the first 5 min and it implies
an increase of 11˚C for temperature. The residue obtained was 37% with respect to the original Flash furnace dusts.
Solids obtained are adequate for recycling them to the Flash furnace.

Table 6 includes the extraction values of different elements obtained after two and one step leaching process, for
comparative purposes. Leaching in two steps leads to obtain higher element solubilization level for copper, iron, zinc,
antimony and bismuth. Further investigation is required to determine the optimum leaching method.

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Table 6. Extraction values obtained in two and one steps

Element extrac- Two steps One step


tion (%)
Cu 88 83
Fe 38 20
As 94 92
Zn 60 53
Mo 91 90
Sb 42 22
Bi 71 54

4. CONCLUSIONS
• The majority of works published by several authors are based in a leaching process using sulfuric acid. Pro-
cesses applied at industrial plants use this reagent, or weak acid bleed or electrolyte bleed as leaching agent.
• Copper recovery in almost all the processes is carried out by electrowinning. In some cases, this element can
be recovered by cementation or by copper sulfide precipitation from liquids. Arsenic is removed from leaching
liquids by precipitation of scorodite. Some other proposed processes are the precipitation as calcium arsenate,
arsenical ferrihydrite, an amorphous iron arsenate, or as alunites.
• The main elements in the studied flue dusts from Atlantic Copper sample are: copper (21.3%); iron (14.4%); sul-
fur (10.7%); zinc (2.39%); arsenic (1.92%) and lead (1.52%). Other interesting elements detected are bismuth
(0.2%); antimony (0.0312%); tin (0.0750%); mercury (6.50 ppm); silver (87.3 ppm) and gold (6 ppm).
• The majority species in Flash furnace flue dusts are: copper sulfate and ferrites; the minority species are: arse-
nic oxides, zinc sulfate, lead sulfate, copper oxide, delafossite, dolerophanite and possible euchroite.
• The main impurities in the wab are arsenic (6.45 g/l); zinc (0.73 g/l); silicon (320 ppm); cadmium (260 ppm);
copper (130 ppm) and iron (105 ppm). Wab contains 128 g/L sulfur and 2.5 g/L chlorides. The free acidity is
equivalent to 4M in sulfuric acid (≈32% weight).
• The particles detected in Flash furnace have sizes of few micrometers and lower, except for ferrite particles (20
µm or higher). Some particles of metallic copper have been detected.
• Leaching the flash furnace in two steps (water and wab) leads to obtain high extraction levels for copper, zinc,
arsenic, molibdenum and bismuth and moderate extraction level for antimony and iron. The total extraction of
the main elements was: 88%Cu; 94%As; 91%Mo; 71%Bi, 60%Zn, 38%Fe and 42%Sb. Final residue was of
27% with respect to the original solids.
• In the leaching of Flash furnace dusts in one step (1.25M sulfuric acid), the extraction level obtained were:
83%Cu; 92%As; 90%Mo; 54%Bi; 53%Zn; 20%Fe and 22%Sb. Final residue was 37% with respect to the orig-
inal Flash furnace dusts.
• The extraction level of the main elements was higher when the process used was in two steps, but it requires
more unitary operations and time for leaching purposes. Further investigation is required to determine the opti-
mum leaching method.

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357
ACERINOX, LA SOSTENIBILIDAD EN EL ACERO INOXIDABLE
Almagro, Juan F.a
a
ACERINOX EUROPA, S.A.U., Avda. ACERINOX EUROPA, s/n. 11379-LOS BARRIOS (Cádiz), correo-e: juan.alma-
gro@acerinox.com

RESUMEN: El acero inoxidable es un producto típico del siglo XX y desde que existen estadísticas, en torno a 1950,
su producción crece a un ritmo medio anual del 6 %. Ello se debe a una combinación de factores relacionados, prin-
cipalmente, con sus propiedades y su facilidad de manejo. Conforme ha ido creciendo la demanda mundial, ha sido
necesario mejorar las tecnologías de fabricación para hacerlas más eficientes. Durante el siglo pasado la mayoría
de los esfuerzos iban dirigidos a aumentar las capacidades de producción y a desarrollar nuevos tipos de aceros
capaces de enfrentarse a nuevos escenarios y aplicaciones. En este siglo, la mayoría de los esfuerzos se dirigen a
aumentar la eficiencia de los procesos y su sostenibilidad. La industria del acero inoxidable es básicamente recicla-
dora, la materia prima principal para la fabricación de acero inoxidable es la chatarra de acero inoxidable (se estima
que se recicla más del 80 % del inoxidable producido), además, el inoxidable puede reciclarse un número infinito de
veces y cada una de ellas se consigue un producto con la misma calidad que la primera vez. Durante este siglo los
mayores esfuerzos se dirigen a obtener un producto mejor, que consuma menores cantidades de materias primas
nuevas (principalmente minerales metálicos transformados para la acería, ferroaleaciones), y menos recursos como
agua y energía. Desde su fundación y puesta en marcha en los años 70 del siglo pasado, ACERINOX se ha conver-
tido en uno de los actores principales del sector de los aceros inoxidables a nivel mundial, siendo el mayor productor
de inoxidable del mundo en 2006. En la disyuntiva entre seguir creciendo y tener más volumen o ser más eficientes,
ACERINOX optó por la eficiencia. En la actualidad es el único productor global de aceros inoxidables, con fábricas en
4 continentes. En este documento se explica el camino recorrido por ACERINOX para mantenerse como una referen-
cia en el sector de los inoxidables a escala global.

PALABRAS CLAVE: acero inoxidable, sostenibilidad, reducción emisiones.

1. INTRODUCCIÓN
Los aceros inoxidables son aceros con un contenido en cromo superior al 10,5 % y que puede contener muchos otros
elementos que le ayudan a definir sus propiedades definitivas de cara a multitud de usos. Entre estos elementos,
los más significativos que pueden citarse son el níquel, el molibdeno, el titanio, el silicio y el nitrógeno. Diferentes
miembros de esta familia de aceros fueron descubiertos y patentados de forma independiente entre 1904 y 1920 en
Alemania, Reino Unido y Estados Unidos (Beddoes, J. & Parr, J.G., 1999). Los aceros inoxidables comienzan a ser
importantes desde el punto de vista industrial en la década de los años ’50 y desde entonces existen estadísticas que
muestran el auge de este material en el mundo moderno, Figura 1.

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y Recursos Minerales
Figura 1 – Evolución de la producción mundial de acero inoxidable

La facilidad del acero para ser reciclado ha facilitado que, conforme se fabricaba más y más acero inoxidable nuevo,
se desarrollara un mercado de chatarras de aceros inoxidables para reciclar.

Para aquellos familiarizados con el sector del acero está claro que el sector de los aceros inoxidables es de tamaño
muy reducido respecto al de los aceros no inoxidables. Este menor tamaño justifica que la tectología más usada para
fabricar aceros inoxidables es la de hornos de fusión eléctricos, que reciclan chatarra. Una instalación eléctrica típica
tiene una capacidad de producción de un millón de toneladas al año, mientras que la acería integral más utilizada
mundialmente en los aceros no aleados, tiene capacidades de entre 4 y 12 millones de toneladas anuales (Hidalgo
de Calcerrada, A., 2017). En los hornos eléctricos se combina la chatarra con la cantidad adecuada de otros aleantes
(cromo, níquel, molibdeno, etc.) para obtener las características y propiedades necesarias para cada tipo de inoxida-
ble.

El uso de la vía eléctrica, frente a la integral, para producir acero (inoxidable en este caso), tiene dos ventajas desde
el punto de vista ambiental. La primera es su carácter circular: recicla chatarra de acero evitando que se envíe a
vertederos y minimizando el uso de recursos naturales. La segunda es la reducción de las emisiones de CO2. Para
producir acero a partir de minerales (óxidos mayoritariamente) es necesario un proceso de reducción para eliminar el
oxígeno; esto se hace combinándolo con carbono, lo que ineludiblemente provoca la formación de CO2 que se emite a
la atmósfera. Por el contrario, la fusión de chatarra en horno eléctrico sólo genera CO2 de manera indirecta, el emitido
en la generación de energía eléctrica (dependiendo de la tecnología empleada para ello).

De esta forma, la misma curva de crecimiento en la producción de acero inoxidable, Figura 1 (anterior) puede dibujar-
se para representar el reciclado de este acero. Se estima que más del 80 % de acero inoxidable se recicla al llegar al
final de su vida útil (ISSF, 2015), aunque una parte menor, en torno al 12 % es degradado y reciclado como acero al
carbono (Reck, B.K., Chambon, M., Hashimoto, S. & Graedel, T.E., 2010).

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2. ORIGEN Y CRECIMIENTO DE ACERINOX
El origen y los primeros años del Grupo ACERINOX han sido descritos en numerosas ocasiones (Fernández, P.,
2016; Hidalgo de Calcerrada, A., 2017; Muñoz, V., 2009). La historia de cómo lo que podía haber sido una más de
las inversiones japonesas en España en los años 70 se ha convertido en un gigante del sector de acero inoxidable
es conocida. Sin embargo es necesario resaltar algunos hitos importantes que marcaron esta trayectoria de manera
especial.

- Construcción de la Primera Factoría Integral de Acero Inoxidable


Hasta la fecha en que se completó la factoría de ACERINOX en el Campo de Gibraltar, no existía ninguna planta
integral de acero inoxidable plano en el mundo. Las producciones eran pequeñas y estaba muy fraccionada, esto
provocaba unos costes financieros y logísticos muy altos y la producción era muy poco eficiente.

La finalización de la Factoría del Campo de Gibraltar, del Grupo ACERINOX, en 1985 (con la puesta en servicio del
tren de laminación en caliente) supuso un cambio de paradigma en la fabricación de inoxidables, facilitando la amplia-
ción del mercado a usos de gran demanda. Coincide con la globalización en el uso de utensilios domésticos de acero
inoxidable (electrodomésticos, menaje de hogar, etc.) en los que el acero inoxidable tiene innumerables ventajas de
higiene y facilidad de uso sobre los materiales empleados anteriormente. Además, la disposición de la acería y la
laminación en caliente en la misma ubicación permite la fabricación de ciertos grados de nuevos aceros. En la Figura
2 se incluye el esquema de producción actual en la factoría del Grupo ACERINOX en el Campo de Gibraltar.

Figura 2 – Esquema de producción de la factoría ACERINOX EUROPA

- Puesta en Servicio de una Acería con Capacidad para Un Millón de Toneladas


Como indicaba en el apartado anterior, la fabricación de inoxidable estaba hace 50 años muy fraccionada. Mientras
que, por otra parte, la siderurgia es un negocio que requiere de grandes inversiones, por tanto, necesita generar mu-
cha actividad para poder bajar costes.

Cuando se diseñó la acería de esta planta ya se hizo de manera de que fuera escalable hasta un millón de toneladas.
En el año 2001 se logró, por primera vez en el mundo, el objetivo de fabricar un millón de toneladas en una acería de
inoxidable. Este hito supuso aplicar las ventajas del escalado en la adquisición de las materias primas (p.e. Figuras
3, chatarra de inoxidable, y 4, diversas calidades de ferrocromo, en los parques de materias primas de la factoría de
ACERINOX EUROPA, en el Campo de Gibraltar) y en la etapa de mayor consumo energético.

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Figura 3 – Chatarra de acero inoxidable en el parque de materias primas de ACERINOX EUROPA

Figura 4 – Diversas calidades de ferrocromo en el parque de materias primas de ACERINOX EUROPA

- Internacionalización. Fabricación a Escala Global


Una de las claves del éxito de ACERINOX como fabricante global, y su sostenibilidad, recae en su temprana interna-
cionalización.

El Grupo nació con una evidente vocación exportadora. Cuando en 1970 se colocó en Los Barrios (Cádiz) la primera
piedra de lo que en unos años sería su primera fábrica (Campo de Gibraltar), ésta fue diseñada para producir diez
veces más acero inoxidable del consumido en aquella época en España. Esta factoría se inaugura en 1973 y en
1975 ya cuenta con 4 Delegaciones situadas en las proximidades de grandes centros de consumo nacional, Bilbao,
Barcelona, Madrid y la propia factoría. En este mismo año, 1975, se abre la primera filial comercial europea en París.
En 1979 se cruza el charco y se abre la primera delegación americana en Chile. Cuando se completa la puesta en
servicio de la factoría integral, en 1985, ACERINOX tiene delegaciones en 9 países de Europa, América y Asia. En
1990 (cuando comienza la construcción de una nueva factoría en Estados Unidos), ya cuenta con delegaciones en 8
países europeos, 8 americanos y 2 asiáticos; la mayoría de estas delegaciones cuenta con almacenes o centros de
servicios propios.

En la actualidad el Grupo ACERINOX es el único productor global de acero inoxidable que existe. Cuenta con fá-
bricas de producto plano en 4 continentes, en Europa (ACERINOX EUROPA, Campo de Gibraltar, España) desde
1970, América (NAS, Kentucky, EEUU) desde 1990, África (COLUMBUS, Middelburg, Sudáfrica) desde 2002 y Asia
(BAHRU Johor, Malasia) desde 2009; y con fábricas de producto largo en Europa (ROLDÁN, Ponferrada, e INOXFIL,
Igualada, España) y América (NAS, Kentucky, EEUU). Con una capacidad de acería total instalada de 3.5 millones de
toneladas; en 2006 fue el mayor productor mundial de acero inoxidable.

A finales de 2016, el Grupo ACERINOX estaba presente en 48 países y suministraba sus productos en 82 países, la
Figura 5 muestra la presencia en el mundo del grupo ACERINOX.

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Figura 5 – Presencia del Grupo ACERINOX en el mundo

3. FABRICACIÓN SOSTENIBLE EN ACERINOX


La compañía concibe su política ambiental como ZET o Zero Emissions Target, cuyo objetivo es la reducción de todas
las emisiones tanto en términos absolutos como en términos específicos. El informe de sostenibilidad de ACERINOX
incluye toda la información los consumos de las factorías del grupo, así como sobre los parámetros de control que se
emplean y su relación con su entorno y el sector en que se encuadra (ACERINOX, 2017).

De acuerdo con la información disponible (ISSF, 2015; Reck, B.K., Chambon, M., Hashimoto, S. & Graedel, T.E.,
2010; Reck, B. & Graedel, T.E., 2013) aproximadamente el 50 % de la carga de horno para fabricar acero inoxidable
nuevo es acero inoxidable reciclado y otro 28 % es chatarra de acero al carbono; el resto son ferroaleaciones y otros
minerales obtenidos del medio natural. La cantidad promedio de chatarra de acero inoxidable en la carga de los hor-
nos de las acerías del Grupo ACERINOX, supera el 60 % (debido a las características del mercado europeo, esta
cifra es aún mayor en el caso de la factoría del Campo de Gibraltar). Según los datos de la asociación sin ánimo de
lucro Bureau of International Recycling, “El reciclaje de una tonelada de acero permite ahorrar 1100 kilogramos de
mineral de hierro, 630 kilogramos de carbón y 55 kilogramos de caliza” (BIR, 2017). Sólo esas cifras permiten estimar
el impacto medioambiental positivo que implica el uso de chatarra en la fabricación de acero inoxidable nuevo.

Respecto a las emisiones de CO2, el Grupo ACERINOX se posiciona de nuevo como una de las empresas más
eficientes del sector, de acuerdo con los datos del ISSF, 2015, la intensidad de emisión directa es un 20 % inferior
al promedio de los demás fabricantes de acero a nivel mundial. Esto es posible gracias al empleo de mecheros
regenerativos de gas natural, las mejoras en los hornos de laminación en caliente y la instalación de calderas de
recuperación de calor en las factorías del grupo. En este apartado es necesario resaltar que, incluso en la factoría
de Estados Unidos se aplican las mismas prácticas de reducción de emisiones que en la factoría europea y se están
logrando emisiones de CO2 específicas (por tonelada de acero producido) similares a las del Campo de Gibraltar,
todo eso considerando que Estados Unidos es un país que no ha firmado los convenios internacionales de reducción
de emisiones. La aplicación de diferentes medidas de eficiencia energética en las factorías del grupo ha permitido en
2016 un ahorro de 51000 toneladas de CO2.

La actividad del Grupo ACERINOX lleva asociada un uso intensivo de agua. Esto implica una lucha continua en dos
frentes, reducir el consumo y devolver al medio ambiente el agua con la misma calidad que fue captada. El consumo
varía mucho según las fábrica como consecuencia de las diferencias en la temperatura ambiente (y por tanto en la
evaporación) y de las necesidades de refrigeración de los diferentes equipos y los productos fabricados. Consideran-
do que en 2016 se aumentó la producción respecto al año anterior, es significativo que en el mismo año ser redujera
el consumo de agua del grupo en 377000 m3. El agua ahorrada por el Grupo equivale al 85 % del consumo de la
factoría de Bahru.

El residuo más importante, en volumen, generado en la fabricación de acero inoxidable es la escoria de proceso
(generada en la acería). Por cada tonelada de acero inoxidable producido se generan, aproximadamente, 250 kg, es

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y Recursos Minerales
decir, el 25 % en peso. Esta escoria arrastra una pequeña fracción de acero atrapado en su interior. El valor de este
acero atrapado es muy alto (más arriba se comenta que la chatarra de inoxidable es la materia prima principal de
la acería), por tanto, la escoria es procesada para recuperar ese metal atrapado. De esta manera, en 2016, se han
recuperado en las tres acerías del Grupo un total de 137826 toneladas de metales. Este material es directamente
empleado, como materia prima, en la fabricación de nuevos aceros inoxidables. La escoria restante se considera un
residuo no peligroso. El siguiente residuo en importancia son las cascarillas (es decir, los óxidos metálicos generados
en el proceso). Estas cascarillas una vez retiradas son valorizadas mediante la fabricación de briquetas en las que se
combinan con elementos reductores y son aprovechadas en la propia acería como parte de la carga de los hornos de
fusión, es decir, se reciclan de forma continua, entrando a formar parte de nuevos aceros inoxidables.

4. CONCLUSIONES
- La industria de los aceros inoxidables se desarrolla de una manera sostenible gracias, entre otras razones, al
desarrollo de un mercado de chatarra de aceros inoxidables reciclados.
- El grupo ACERINOX se sitúa a la vanguardia de la industria mundial del inoxidable a partir de una concepción
amplia de la sostenibilidad que consigue con una distribución equilibrada de sus centros de producción por
todo el mundo, con un ratio de consumo de chatarra de inoxidable muy superior a la media del sector y con
una gestión eficiente de los recursos naturales más escasos.
- Las prácticas operativas son revisadas de forma continua para lograr reducciones significativas, de manera
continuada, en las emisiones de CO2, consumo de agua y reducción de los residuos generados. Muchos de
estos residuos son valorizados en la misma factoría volviendo a formar parte de nuevo de la cadena de pro-
ducción y empleándose en la fabricación de nuevos aceros inoxidables.

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International Stainless Steel Forum (ISSF) and Team Stainless, Yale University.

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374
USO DEL HIDROGENO COMO REDUCTOR EN FUNDICIONES DE COBRE.
Fúnez Guerra, Carlosa, Jaén Caparrós, Maríaa, Nieto Gallego, Emilioa, Nieto Calderón, Beatriza Clemente-Jul,
Carmenb, Reyes-Bozo, Lorenzoc, Godoy-Fáundez, Álexd, Vyhmeister, Eduardoe.
a
Centro Nacional del Hidrógeno, Prolongación Fernando el Santo S/N. 13500. Puertollano. Ciudad Real, España,
carlos.funez@cnh2.es.
a
Centro Nacional del Hidrógeno, Prolongación Fernando el Santo S/N. 13500. Puertollano. Ciudad Real, España,
maria.jaen@cnh2.es.
a
Centro Nacional del Hidrógeno, Prolongación Fernando el Santo S/N. 13500. Puertollano. Ciudad Real, España,
emilio.nieto@cnh2.es.
a
Centro Nacional del Hidrógeno, Prolongación Fernando el Santo S/N. 13500. Puertollano. Ciudad Real, España,
beatriz.nieto@cnh2.es.
b
Departamento de energía y combustibles. Escuela de Minas y Energía. Universidad Politécnica de Madrid (UPM),
Rios Rosas, 21, Madrid, España. carmen.clemente@upm.es.
c
Universidad Central de Chile, Toesca 1783, Santiago, Chile. lorenzo.reyes@ucentral.cl.
d
Centro de Investigación en Sustentabilidad y Gestión Estratégica de Recursos, Facultad de Ingeniería, Universidad
del Desarrollo, Av La Plaza 700, Las Condes, Santiago, Chile. alex.godoy@ingenieros.udd.cl.
e
Departamento de Energía y Mecánica, Universidad de las Fuerzas Armadas, ESPE, extensión Latacunga, Ecuador.
eduardo.vyhmeister@gmail.com.

RESUMEN: La industria minera y metalúrgica tiende a ser considerada por la sociedad como una actividad ambien-
talmente poco amigable. Esta percepción negativa, se basa esencialmente en 2 razones: primero en su carácter poco
sostenible debido a la explotación de un recurso considerado como no renovable y segundo en la gran cantidad de
residuos que genera a lo largo de los distintos procesos involucrados. La última etapa en la producción de cobre me-
tálico de alta pureza consiste en una refinación electrolítica, proceso durante el cual se remueven todas las impurezas
aún presentes en el ánodo de cobre y donde se recuperan los metales preciosos.

En la actualidad, la reducción del cobre blíster se realiza con diésel, gas natural o mezclas de gas natural y vapor de
agua, generando una gran cantidad de emisiones a la atmósfera. En este trabajo, se plantea la opción de reducir el
cobre blíster mediante hidrógeno generado a partir de energías renovables, eliminando las emisiones contaminantes
originadas por los combustibles fósiles que habitualmente se utilizan como reductores.

El hidrógeno se producirá mediante un electrolizador polimérico, al cual se alimentará electricidad de origen renovable
y agua para la generación de hidrógeno, oxígeno y calor. El hidrógeno será el agente reductor utilizado en hornos
de refinación y el oxígeno se utilizará en otras etapas del proceso de refinación del cobre, al ser un subproducto del
proceso de electrólisis del agua. El electrolizador se instalará en la fundición suministrando en línea el hidrógeno
necesario, eliminando de esta forma la necesidad de transportar hidrocarburos líquidos o gaseosos desde sus cen-
tros de origen hasta las fundiciones, reduciendo de esta forma las emisiones en el transporte, así como el tráfico en
carreteras.

El objetivo de este trabajo fue realizar un estudio de viabilidad técnico-económico del uso de hidrógeno como agente
reductor para reemplazar el diésel y el gas natural utilizados en el proceso de oxidación de un horno anódico de refi-
nación de cobre blíster.

La principal conclusión del presente trabajo es que la sustitución de los reductores convencionales en las fundiciones
de cobre para el proceso de afino del cobre en los hornos anódicos, como es el caso del gas natural y/o el diésel
por hidrógeno, es técnicamente viable y económicamente atractiva para las actuales fundiciones, las cuales, pueden
considerar el uso del hidrógeno en sus programas de inversión y mejora ambiental de las fundiciones.

Desde el punto de vista económico, cuando se sustituye el gas natural por hidrógeno se obtiene un actualizado neto
de 2.186.268 €, un pay-back de 8,13 años, una tasa interna de retorno del 15% y una reducción anual de toneladas
de CO2 de 8.719 t/año. De la misma forma, cuando se sustituye el diésel por hidrógeno se obtiene un actualizado neto

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y Recursos Minerales
de 4.097.620 €, un pay-back de 6,79 años, una tasa interna de retorno del 19% y una reducción anual de toneladas
de CO2 de 9.542 t/año.

PALABRAS CLAVE: hidrógeno, cobre, reducción, horno de afino, emisiones.

1. INTRODUCCIÓN
La industria minera y metalúrgica tiende a ser considerada como ambientalmente poco amigable. Esta percepción
negativa se basa esencialmente en 2 razones: primero en su carácter poco sostenible debido a la explotación de
un recurso considerado como no renovable y segundo en la gran cantidad de residuos que genera a lo largo de los
distintos procesos involucrados [1].

Si bien, es difícil discutir el carácter no renovable del recurso, es importante señalar que los recursos metálicos son
generalmente reciclables, lo cual, permite asegurar que el recurso extraído hoy quedará, al menos en parte, disponi-
ble para las generaciones futuras. La sostenibilidad debe entonces ser analizada bajo algunos criterios más especí-
ficos como son: eficiencia en el uso de los recursos naturales, eficiencia energética y minimización de los residuos y
de su impacto [2].

La gran cantidad de recursos generados, es una característica intrínseca de los procesos mineros. En el caso de
los minerales de cobre, el metal de interés se extrae a partir de un mineral sulfurado en el cual se encuentra en una
concentración del orden de 1%. Esto significa que, para producir una tonelada de cobre, se generan como mínimo 99
toneladas de residuos los que están constituidos por todos los otros elementos presentes en el mineral. A estas 99
toneladas se deben añadir los estériles que deben ser removidos para acceder al mineral.

La primera etapa importante en el procesamiento de minerales consiste en una reducción del tamaño del mineral
en los procesos de trituración y molienda. Luego, en el proceso de flotación se separa la fase mineralizada (sulfuros
metálicos) de los minerales de la ganga mediante una separación de fases basada en las propiedades superficiales
de los minerales. De este proceso, se obtiene un concentrado de cobre sulfurado que se alimenta a la fundición y un
rechazo que se dispone en el tranque de residuos líquidos.

En el proceso de fundición, se elimina el hierro en una escoria de descarte y el azufre en forma de dióxido de azufre
gaseoso. Se obtiene como producto cobre blíster o cobre anódico.

La última etapa en la producción de cobre metálico de alta pureza consiste en una refinación electrolítica, proceso
durante el cual se remueven todas las impurezas aún presentes en el ánodo de cobre y donde se recuperan los
metales preciosos. La figura 1 muestra las principales etapas del proceso clásico de producción de cobre a partir de
minerales sulfurados.

Figura 1 - Etapas del proceso clásico de producción de cobre a partir de minerales sulfurados.

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Las principales emisiones atmosféricas asociadas a estos procesos mineros y metalúrgicos del cobre son, por un
lado, todas las emisiones de partículas, producto de las operaciones de extracción, procesamiento y transporte de los
productos minerales y, por otro lado, las emisiones de polvos, monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de
azufre y compuestos metálicos volátiles como el trióxido de arsénico, asociadas a las fundiciones [3].

Dentro de los diferentes procesos de la fundición de cobre, en este trabajo se estudia el horno de refinación, en el
cual el cobre blíster se reduce para reducir la cantidad de oxígeno presente, hasta los límites adecuados para pasar
a la rueda de moldeo. En la actualidad, la reducción del cobre blíster se realiza con diésel, gas natural o mezclas de
gas natural y vapor de agua, generando una gran cantidad de emisiones a la atmósfera.

En este trabajo, se plantea la opción de reducir el cobre blíster mediante hidrógeno generado a partir de energías
renovables, eliminando las emisiones contaminantes originadas por los combustibles fósiles que habitualmente se
utilizan como reductores.

2. REFINACION A FUEGO DEL COBRE.


Las operaciones involucradas en la refinación del cobre blíster son: carguío de cobre blíster, refinación por oxidación,
vaciado de escoria y reducción. La operación varía de una fundición a otra siguiendo un patrón común, con diferen-
cias debido a condiciones locales, tipo de horno, calidad del cobre blíster y especificación del producto.

La mayor parte de las fundiciones producen ánodos de cobre, que son posteriormente electrorrefinados y comerciali-
zados como cátodos de alto grado. Otras fundiciones, también producen cobre refinado (FRC) y comercializado como
producto final. Desde 1985 se emplean hornos basculantes (cilíndricos) para producir ánodos, por lo que reciben el
nombre de horno de ánodos o anódico.

Anteriormente se usaban también hornos reverberos pero fueron desplazados por las mayores ventajas de los bas-
culantes. La capacidad de los hornos varía desde las 200 a 400 t, con dimensiones entre 4 a 7 m de largo por 4 a 5 m
de diámetro. Existen aún hornos reverberos en algunas fundiciones, pero se usan ocasionalmente para tratar cargas
sólidas, tales como circulantes internos, o blíster proveniente de otras fundiciones. Las dimensiones de estos hornos
son 15 m de largo, 5 m de ancho y 3 m de alto, con una capacidad de carguío de cobre de 200 a 400 t [4].

El cobre refinado se vacía en lingoteras que están montadas en carruseles de moldeo, que pueden moldear normal-
mente desde 50 a 70 toneladas por hora. Posteriormente los ánodos son levantados y colocados en una nave de
electrorrefinación para producir cátodos de cobre.

En el proceso químico de la refinación se pueden distinguir dos etapas:


• Oxidación.
• Reducción.

En la etapa de oxidación se sopla aire de proceso al cobre fundido para remover selectivamente por oxidación y
escorificación impurezas tales como Fe, Zn, Si, Al, Mg, mientras otras son fijadas en la fase gaseosa, principalmente
S, y algo de Pb, Zn, Cd, los cuales son parcialmente volatilizados. Otros elementos, tales como, As y Sb, solo pue-
den eliminarse escorificándolos con fundentes, tales como, CaO y Na2O. Industrialmente, la forma más eficiente de
agregar fundentes es la inyección neumática mediante lanzas o toberas, bajo la superficie del baño, donde entra en
contacto directo con el metal, previniendo su descomposición y dilución antes que reaccione efectivamente con las
impurezas, y así evitando también su arrastre como polvo en los gases de salida. Para eliminar Pb, Sn, Ni y Sb desde
el cobre fundido se usan otros fundentes, tales como: Fe2O3-SiO2, Na2O-CaO, Fe2O3-CaO y Fe2O3-P2O5.

La escoria es retirada al final del período de oxidación, el cual continúa hasta que no hay más formación de escoria
y empieza a notarse el óxido cuproso líquido sobre el baño. Este líquido tiene aspecto aceitoso y su presencia indica
que la oxidación se ha completado y que el baño está saturado con oxígeno en la forma de óxido cuproso (Cu2O) lo
que corresponde a aproximadamente 0,6 a 0,9% C (o 6 a 10% de Cu2O) a la temperatura de trabajo (1.150-1.200ºC).

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y Recursos Minerales
En esta etapa de la oxidación se toman muestras y se dejan solidificar, la apariencia de su superficie y fractura de ella
indica la condición del baño. Si se ha alcanzado el grado de saturación en oxígeno el aspecto es de color rojo ladrillo,
toscamente cristalino, opaco y quebradizo. Este recibe el nombre de “set copper”.

Cuando la oxidación llega a su fin, si es necesario, se agrega carbonato sódico y carbonato de calcio para eliminar
As, estos compuestos pasan a la escoria.

Durante la desulfurización el oxígeno es inyectado dentro del baño fundido, el oxígeno disuelto reacciona con el azu-
fre disuelto formando SO2, lo cual puede formar burbujas y dejar el baño.

La presión de SO2, puede tomar los valores de 0,21, 0,1 y 0,01 atm dependiendo del aire inyectado. Para una presión
parcial de SO2 fija, el contenido de oxígeno disuelto aumentará al disminuir el contenido de azufre remanente. Sin
embargo, a presiones de SO2 (0,01 atm) menores el contenido de oxígeno final será menor [5].

Si la reacción es 100% eficiente, el oxígeno inyectado será completamente convertido a SO2. Sin embargo, para cal-
cular el oxígeno requerido se debe tomar en cuenta la solubilidad del oxígeno en el cobre. El oxígeno sin reaccionar
puede disolverse en el cobre hasta saturarse, alcanzando las 7.000 a 13.000 ppm dependiendo de la temperatura de
operación. La inyección en exceso de oxígeno sobre el valor de saturación formará una fase escoria separada. Esta
escoria puede disolver componentes del refractario, y ocurrirá una corrosión del refractario cerca de la tobera, aun
cuando el oxígeno promedio disuelto no alcance la saturación.

Después de la refinación oxidante del cobre, ante el ingreso de oxígeno este queda con un contenido entre 0,7 a 1
% en peso de oxígeno, el cual se encuentra disuelto en el metal y no como gas. Al bajar la temperatura este oxígeno
reaccionara con el metal produciendo óxido cuproso.

También el contenido de oxígeno en el cobre controla el “set” del producto solidificado mediante la formación de gases
SO2 y H2O para compensar la disminución del volumen durante la solidificación.

El exceso de óxido de cobre en el ánodo es problemático porque es fácilmente disuelto por el ácido sulfúrico en los
tanques de electrorrefinación formando sulfato de cobre y aumentando el contenido de cobre en el electrólito. La
refinería electrolítica opera normalmente con 40 a 50 kg/m3 de cobre. El exceso de oxígeno en el ánodo promueve
también la pasivación del ánodo (no se disuelve) con la consecuente pérdida de eficiencia de corriente.

La etapa de reducción tiene como objetivo remover el exceso de oxígeno contenido en el cobre fundido, para así
obtener un cobre sólido producto con una superficie y propiedades físicas adecuadas para su uso. En el ánodo el con-
tenido final de oxígeno es del orden de 1.200 a 1.800 ppm (partes por millón), mientras que para un cobre refinado a
fuego (FRC) se debe alcanzar de 300 a 500 ppm. Esto se lleva a cabo utilizando agentes reductores, sólidos, líquidos
o gaseosos, los cuales directa o indirectamente suministran CO, H2 y C.

La reducción del óxido cuproso es efectuada por la introducción de un reductor (petróleo, gas natural, palos de
eucaliptos verdes (poling) en el baño). Los gases reductores reducen el óxido cuproso a cobre metálico. El grado
de reducción o desoxidación del baño se controla por la apariencia de las muestras tomadas. Cuando el baño está
suficientemente desoxidado la muestra tiene color lustre metálico y color rosado. Este cobre se conoce como “tough
pitch”. Durante la etapa final el baño se cubre con una capa de carbón de leña o coque de bajo contenido de azufre,
para prevenir la reoxidación. El cobre “tough pitch” contiene alrededor de 0,05% de oxígeno.

A escala industrial se emplean diferentes tipos de reductores: en algunos casos se han empleado troncos de euca-
liptus, los cuales actualmente han sido reemplazados por hidrocarburos líquidos o gaseosos (LPG, kerosene, diésel
o petróleo) o por amoniaco. La selección de un agente reductor particular es una materia de conveniencia, dispo-
nibilidad y costos. Por lo anterior, los troncos de eucaliptus han sido reemplazados por razones de seguridad, baja
eficiencia (20%) y ecológicas. Una consideración adicional es el contenido de azufre del agente reductor, lo cual de-
termina el contenido final del azufre en el cobre refinado a fuego o ánodo de cobre. Para el último, se puede aceptar
un combustible hasta con un 2% de azufre. Para un cobre refinado a fuego (FRC) es deseable usar un combustible
bajo en azufre, al menos en la etapa final de la desoxidación, tal como kerosene, LPG o gas natural.

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Cuando se usa un hidrocarburo directamente como un agente reductor, generalmente ocurre un craqueo térmico an-
tes que este reaccione con el oxígeno contenido en el baño fundido, disminuyendo su eficiencia, produciendo hollín
con la subsecuente emisión de humos negros. Para evitar o minimizar estos efectos, se usan mezclas de vapor de
agua con el agente reductor para reformarlo.

Se recomienda un 20% en exceso de vapor sobre el estequiométrico para completar la reacción, reportándose un
50% de eficiencia. La mezcla vapor / reductor es generalmente inyectada al horno basculante por toberas, las cuales
pueden estar compuestas por dos tubos concéntricos, mejorando su desempeño y vida.

Varias otras alternativas de agentes reductores han sido estudiadas a escala laboratorio, tal como coque o carbón
inyectado con aire o nitrógeno al baño fundido. Las eficiencias de estos reductores alcanzaron del 34 a 95%. Para la
producción de ánodos de cobre el uso de carbón está limitado a su contenido de azufre.

3. USO DE HIDROGENO RENOVABLE COMO AGENTE REDUCTOR.


Tal y como se ha comentado en el apartado anterior, la etapa de reducción del cobre dentro de la etapa de refinación
a fuego del mismo, consiste en la eliminación del oxígeno presente, para lo cual se utilizan de forma convencional
agentes reductores como madera, hidrocarburos líquidos e hidrocarburos gaseosos, el cual se lleva a cabo en el
horno de ánodos o anódico [6].

En este trabajo se propone utilizar hidrógeno electrolítico como agente reductor en el horno anódico. El hidrógeno se
producirá mediante un electrolizador polimérico, al cual se alimentará electricidad de origen renovable y agua para la
generación de hidrógeno, oxígeno y calor. El hidrógeno será el agente reductor utilizado en dichos hornos y el oxíge-
no se utilizará en otras etapas del proceso de refinación del cobre, al ser un subproducto del proceso de electrólisis
del agua. El electrolizador se instalará en la fundición suministrando en línea el hidrógeno necesario, eliminando de
esta forma la necesidad de transportar hidrocarburos líquidos o gaseosos desde sus centros de origen hasta las fun-
diciones, reduciendo de esta forma las emisiones en el transporte, así como el tráfico en carreteras [7].

De la misma forma al utilizar hidrógeno como reductor, no se generarán emisiones de gases de efecto invernadero y
se reducirá el contenido en azufre en el horno de ánodos o anódico, lo cual hará que la siguiente etapa de electrorre-
finación sea más eficiente.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que el proceso que se lleva a cabo en el proceso de refino de cobre a fuego, se
trata de dos etapas discontinuas o batch, una en la que se oxida y otra en la que se reduce. En esta segunda etapa,
al utilizar hidrógeno, que es el reductor universal, dicha reducción será más eficiente, con la consiguiente reducción
de tiempo del proceso de oxidación, traduciéndose esto en que un mismo horno de ánodos o anódico puede tener
mayor producción al utilizar hidrógeno como agente reductor, lo que se traduce en un incremento de la productividad
y por lo tanto en un incremento de las toneladas de cobre que dicho horno puede procesar [8].

4. METODOLOGIA.
El objetivo de este trabajo fue realizar un estudio de viabilidad técnico-económico del uso de hidrógeno como agente
reductor para reemplazar el diésel y el gas natural utilizados como agentes reductores en el proceso de oxidación de
un horno anódico de refinación de cobre blíster.

Para el caso en el que se sustituye gas natural por hidrógeno como agente reductor, se consideran los siguientes
datos:
• Caudal de gas natural (Nm3/min): 8,72.
• Tiempo de proceso de reducción (min): 100.
• Caudal de gas natural por ciclo (Nm3/ciclo): 872.
• Caudal de gas natural horario (Nm3/h): 523,2.
• Número de horas de funcionamiento anuales del horno anódico (h): 7.500.
• Coste del gas natural (€/Nm3); 0,585.
• Equivalencia entre Nm3 de hidrógeno y Nm3 de gas natural: 0,45.

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Para el caso en el que se sustituye diésel por hidrógeno como agente reductor, se consideran los siguientes datos:
• Caudal de diésel (l/t): 6.
• Cantidad de material en cada proceso discontinuo (t): 220.
• Tiempo de proceso de reducción (min): 105.
• Caudal de diésel por ciclo (l/ciclo): 1.320.
• Caudal de diésel horario (l/h): 754,3.
• Número de horas de funcionamiento anuales del horno anódico (h): 7.500.
• Coste del diésel (€/litro); 0,5.
• Equivalencia entre litro de diésel y Nm3 de hidrógeno: 1,73.
Los datos de los equipos de electrólisis que se utilizarán como sustituto de los reductores convencionales comenta-
dos anteriormente, son los siguientes:
• Eficiencia del equipo de electrólisis (%): 76,5 – 70%.
• Degradación del stack del equipo de electrólisis (μV/hora): 2.
• Reemplazo del stack (% degradación del stack): 10.
• Se considera la utilización del subproducto oxígeno para otros procesos de la fundición de cobre.
• No se considera la valorización del calor residual.
• No se considera en el estudio el aumento de la productividad del horno anódico como consecuencia de la
mayor eficiencia del proceso de reducción.
• 30% del coste de capital con recursos propios y 70% del coste de capital con un préstamo Frances a 10
años.
• Coste de adquisición del sistema de electrolisis: 750 €/kW.
• Coste de sistemas auxiliares del sistema de electrólisis: 15% del coste de inversión.
• Coste de operación y mantenimiento anual de 1,5% de la inversión inicial. Adicionalmente se considera un
coste de reemplazo del stack de un 30% de la inversión inicial.
• Coste MWh electricidad (€/MWh): 35.
• Coste del agua (€/m3): 2,5.
• Coste de personal (€/año): 250.000.
• Coste alquiler terreno (€/año): 100.000.
• WACC: 8%.
• Tasa de inflación (%): 1,5.
• Periodo de estudio: 25 años.
• Coste de la tonelada de CO2 (€/t): 30

A partir de los datos anteriores, se analizan parámetros como el valor actualizado neto (VAN), el periodo de retorno
de la inversion (Pay-Back) y la tasa interna de retorno (TIR), con el objeto de analizar la rentabilidad la sustitución de
diésel por hidrógeno en fundiciones que utilizan como agente reductor diésel, así como la sustitución de gas natural
por hidrógeno en fundiciones que utilizan como agente redactor gas natural.

En el caso de los estudios comparativos entre gas natural e hidrógeno y entre diésel e hidrógeno, para el estudio téc-
nico-económico se considera como gastos de la planta de electrólisis el coste del agua, coste de electricidad, coste de
mantenimiento de la instalación, coste de personal, coste de alquiler del terreno y costes financieros. Como ingresos
de la planta de electrólisis se considera la misma cantidad que se gasta anualmente para comprar gas natural y/o
diésel, la misma cantidad que se gasta anualmente en oxígeno y el ahorro de toneladas emitidas de CO2 anualmente.

5. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Los resultados técnico-económicos del estudio para la sustitución del gas natural por hidrógeno en el proceso de
reducción de cobre en la etapa de afino que se lleva a cabo en el horno anódico, son los siguientes:
• Valor Actualizado Neto: 2.186.268 €.
• Pay-Back: 8,13 años.
• Tasa Interna de Retorno: 15%.
• Toneladas de CO2 ahorradas anualmente: 8.719 t/año.

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Figura 2: Valor Actualizado Neto acumulado a lo largo del tiempo hidrógeno frente a gas natural.

Los resultados técnico-económicos del estudio para la sustitución del diésel por hidrógeno en el proceso de reducción
de cobre en la etapa de afino que se lleva a cabo en el horno anódico son los siguientes:

• Valor Actualizado Neto: 4.097.620 €.


• Pay-Back: 6,79 años.
• Tasa Interna de Retorno: 19%.
• Toneladas de CO2 ahorradas anualmente: 9.542 t/año.

Figura 3: Valor Actualizado Neto acumulado a lo largo del tiempo hidrógeno frente a diésel.

Como se puede observar, en ambos casos, se obtienen valores actualizados netos mayores a cero, pay-backs infe-
riores a 10 años y tasas de retorno superiores al 10%, lo cual indica que se trata de inversiones que tienen interés
desde el punto de vista económico. De la misma forma, se observan reducciones de gases de efecto invernadero
importantes, que en ambos casos son superiores a 8.700 t/año, dato nada despreciable, lo cual permitiría que el
cobre vendido por la fundición tenga menos emisiones de gases de efecto invernadero que cobre vendido por otras
fundiciones, con la ventaja competitiva que ello supone.

2. CONCLUSIONES
La sustitución de los reductores convencionales en las fundiciones de cobre para el proceso de afino del cobre en
los hornos anódicos, como es el caso del gas natural y/o el diésel por hidrógeno, es viable desde el punto de vista
técnico-económico, siendo por tanto algo a tener en cuenta para las fundiciones actuales en sus próximos programas
de inversión y mejora de las fundiciones.

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En caso de que una misma compañía tenga varias fundiciones que utilicen gas natural y diésel como agentes re-
ductores en el proceso de afino de cobre en los hornos anódicos, y que tenga limitado los recursos para inversión
y/o mejora, es más interesante cambiar primero las fundiciones que utilizan diésel como agente reductor que las que
utilizan gas natural, por el mayor beneficio que supone la sustitución del diésel por hidrógeno desde el punto de vista
económico y ambiental.

El uso del hidrógeno como agente reductor hace que el proceso de reducción sea más eficiente y que, por lo tanto,
el tiempo necesario para el proceso de reducción de afino del cobre en el horno anódico es menor aumentando de
dicha forma la productividad del horno anódico y por tanto el beneficio económico de la fundición. Este aspecto no ha
sido considerado en el estudio técnico-económico.

La producción del hidrógeno renovable que se generará para ser utilizado como agente reductor en el proceso de
afino a fuego en los hornos anódicos, se realizará in-situ, lo que supone la eliminación de los camiones que suminis-
tran actualmente diésel y/o gas natural a las fundiciones para su uso como reductor, lo cual, representa una ventaja
ambiento-social asociada al movimiento de caminones,

3. BIBLIOGRAFÍA
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processing of copper slag from smelter, In Journal of Cleaner Production, Volume 164, 2017, Pages 534-542, ISSN
0959-6526, https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2017.06.209.
• [2]`D.O. Okanigbe, A.P.I. Popoola, A.A. Adeleke, Characterization of Copper Smelter Dust for Copper Recove-
ry, In Procedia Manufacturing, Volume 7, 2017, Pages 121-126, ISSN 2351-9789, https://doi.org/10.1016/j.
promfg.2016.12.032.
• [3] Archana Agrawal, Sarita Kumari, D. Bagchi, V. Kumar, B.D. Pandey, Hydrogen reduction of copper bleed solution
from an Indian copper smelter for producing high purity copper powders, In Hydrometallurgy, Volume 84, Issues
3–4, 2006, Pages 218-224, ISSN 0304-386X, https://doi.org/10.1016/j.hydromet.2006.05.010.
• [4] Maryam Ghodrat, M. Akbar Rhamdhani, Geoffrey Brooks, Syed Masood, Glen Corder, Techno economic analy-
sis of electronic waste processing through black copper smelting route, In Journal of Cleaner Production, Volume
126, 2016, Pages 178-190, ISSN 0959-6526, https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2016.03.033.
• [5] Jian-hua Liu, Wei-hua Gui, Yong-fang Xie, Chun-hua Yang, Dynamic modeling of copper flash smelting process
at a Smelter in China, In Applied Mathematical Modelling, Volume 38, Issues 7–8, 2014, Pages 2206-2213, ISSN
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• [6] Niamh Kennedy, Chunqiong Miao, Qibai Wu, Yaodong Wang, Jie Ji, Tony Roskilly, Optimal Hybrid Power System
Using Renewables and Hydrogen for an Isolated Island in the UK, In Energy Procedia, Volume 105, 2017, Pages
1388-1393, ISSN 1876-6102, https://doi.org/10.1016/j.egypro.2017.03.517.
• [7] F.J. Vivas, A. De las Heras, F. Segura, J.M. Andújar, A review of energy management strategies for renewable
hybrid energy systems with hydrogen backup, In Renewable and Sustainable Energy Reviews, Volume 82, Part 1,
2018, Pages 126-155, ISSN 1364-0321, https://doi.org/10.1016/j.rser.2017.09.014.
• [8] Tanay Sıdkı Uyar, Doğancan Beşikci, Integration of hydrogen energy systems into renewable energy systems
for better design of 100% renewable energy communities, In International Journal of Hydrogen Energy, Volume 42,
Issue 4, 2017, Pages 2453-2456, ISSN 0360-3199, https://doi.org/10.1016/j.ijhydene.2016.09.086.

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291
PLANTA PILOTO HIDROMETALÚRGICA PARA LA EXTRACCIÓN
DE CU-ZN Y EL PRETRATAMIENTO DE MINERALES AURÍFEROS
REFRACTARIOS, EN SULFUROS POLIMETÁLICOS DE LA FAJA PIRÍTICA
IBÉRICA
Del Barrio, Santiagoa; Contreras, Víctorb; Baltuille, José Manuela; Martínez Orio, Roberto a y Toscano, Alejan-
dro b.
a
Instituto Geológico y Minero de España, calle Ríos Rosas, 23 E-28003 Madrid, s.delbarrio@igme.es
b
Protón Ingenieros, SLP., calle Manantial,13 of.123. E-11500 El Puerto de Santa María (Cádiz), victor.contreras@
proton-ing.com

RESUMEN: Se expone en el trabajo el diseño de una Planta Piloto Hidrometalúrgica para el tratamiento de sulfuros
polimetálicos, y más concretamente, un proceso de lixiviación química, utilizando sulfato férrico como agente oxi-
dante, a presión atmosférica y operando a temperaturas inferiores a 100ºC. Dicho proceso se encuentra en fase de
tramitación de patente.

PALABRAS CLAVE: procesos hidrometalúrgicos, planta piloto, sulfuros polimetálicos, Faja Pirítica

1. INTRODUCCIÓN
Las características específicas de los minerales de la Faja Pirítica hacen precisa la I-D+i de forma que se consigan
avances tecnológicos que permitan un mejor aprovechamiento de los metales contenidos en estos minerales, incre-
mentando por tanto su valor. Las reservas de sulfuros masivos se estiman en 100 Mt, con una composición media de
44-48% S, 39-44% Fe, 2-6% Cu+Pb+Zn, 5-30 g/t Ag y 0,2-1,5 g/t Au.

Parte de la labor de I+D+i que el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha llevado a cabo en el campo del
beneficio de minerales, se ha centrado en la búsqueda de tratamientos alternativos de los sulfuros polimetálicos de
la Faja Pirítica Española, contemplando simultáneamente la recuperación del oro contenido en dichos sulfuros así
como la extracción de cualquier otro metal presente en el mineral susceptible de beneficio económico, que contribuya
a minimizar los costes de explotación.

Como respuesta a la problemática que plantea el aprovechamiento metalúrgico de los sulfuros polimetálicos y la
importancia de sus reservas, se ha dedicado gran atención a su estudio, especialmente al de su beneficio por vía
hidrometalúrgica. Los procesos hidrometalúrgicos presentan ventajas importantes tales como su capacidad para
el tratamiento de menas pobre (cada vez más abundantes en el caso del cobre) así como para el tratamiento de
concentrados globales de flotación y un control más fácil de los subproductos lo cual permite mejorar los aspectos
medioambientales.

2. METODOLOGÍA
La lixiviación directa de sulfuros metálicos es un proceso químico de disolución mediante el cual, en presencia de un
agente oxidante adecuado, los sulfuros se disuelven en ácidos minerales para proporcionar una disolución de sales
metálicas, siendo el factor determinante del proceso la cinética de la reacción entre los diferentes sulfuros y el agente
lixiviante seleccionado.

El sulfato férrico en medio ácido presenta un amplio campo de aplicación como agente lixiviante aprovechando la fácil
reducción de la sal férrica para provocar la oxidación de otros compuestos pero, para conseguir un alto rendimiento,
se necesita una elevada concentración de iones férrico. El ataque del ion férrico a los sulfuros metálicos tiene lugar
a partir de un mecanismo de naturaleza electroquímica, estando la cinética de estas reacciones muy influenciada por
la temperatura.

Durante el proceso de lixiviación, el ion férrico se reduce a ion ferroso, siendo necesario oxidar este ion ferroso. La
regeneración del agente lixiviante se realiza con dos propósitos. El primero, para su posterior recirculación al proceso

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y, en segundo lugar, para evitar interferencias en la etapa de extracción con disolventes para la recuperación del zinc
y posterior electrólisis.

Este oxidante puede ser el oxígeno, tanto en forma de aire atmosférico o como en forma más pura del oxígeno. Sin
embargo, se requieren condiciones especiales para conseguir la reacción entre el hierro soluble y el oxígeno con un
coste eficaz. Un acercamiento posible es usar una alta temperatura, por encima del punto de ebullición normal del
agua, en un recipiente de reacción presurizado para conseguir una velocidad de reacción aceptable y el alcance de
la utilización de oxígeno en la reacción entre el oxígeno y el hierro soluble. La oxidación del ferroso a férrico puede
llevarse a cabo rápidamente con aire, a presión atmosférica a baja temperatura y a un pH determinado precipitándose
el férrico como hidróxido y redisolviéndose posteriormente con el retorno del electrolito de zinc para su recirculación
a la lixiviación.

Figura 1. Diagrama cualitativo del proceso

Características de la Planta Piloto

La figura 2 muestra el diseño modular de la Planta Piloto de lixiviación.


• Capacidad de tratamiento: 15 Kg/h.
• Producción: Licor rico en Cu2+ y Zn2+ para posterior electro deposición.
• Módulos: Alimentación, Lixiviación, Filtrado y Regeneración de férrico.
• Diseño flexible y modular, que permite reconfigurar el proceso y adaptarse a un mineral específico.
• Diseño portátil que permite una instalación inmediata y no requiere de obra civil ni proyecto de legalización.
• Remolque acondicionado 12 m + armario reactivos + cisterna 24 m3 (5 días de operación).
• Explotación (servicio/alquiler):
o Oficinas / Aseos / Almacén
o Laboratorio (servicio externo)
o Consumo (agua, electricidad), dos operarios por turno.

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Figura 3. Diseño modular de la Planta Piloto de Lixiviación

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3. RESULTADOS

En la Tabla 1 se muestran los resultados obtenidos en concentrados de flotación y mineral todo uno procedentes de
diversas instalaciones mineras ubicadas en la Faja Pirítica.

Tabla 1. Resultados obtenidos

4. CONCLUSIONES
Los resultados experimentales permiten concluir lo siguiente:
• Se diseña un proceso hidrometalúrgico capaz de lixiviar los sulfuros polimetálicos de una manera rápida
y económica.
• Planta modular, económica, móvil, centrada en el proceso hidrometalúrgico (no extracción, electrolisis).
• Instalación inmediata. No requiere de proyecto de legalización.
• Posibilidad de analizar explotaciones en cualquier parte del mundo.
• Los inversores pueden comprobar la viabilidad del proceso hidrometalúrgico. desarrollado por IGME/
Protón aplicada a los sulfuros polimetálicos de un explotación en particular de forma rápida y sencilla.

5. BIBLIOGRAFIA
• Alvarez, J.L. 1996. Revisión crítica de los procesos de beneficio de los sulfuros complejos. Boletín Geológico y
Minero. 107-3, 359-372
• Espí, J.A.; Rodriguez, A.; Bonilla, A.; Castroviejo, R.; Vazquez, F.; Bel-lan, A.; Barrio, S.; Martín, J.A.; Sanchez, A.;
Coullot, J.L.; Elorza, F.J. (2008). El tratamiento integral de los sulfuros masivos: un reto para la mineralogía y para
la geometalurgia, analizado a partir de la Faja Pirítica Ibérica. XIII Congreso Latinoamericano de Geología – XIV
Congreso Peruano de Geología, Perú, 1-8.
• Estudio técnico-económico de valoración de sulfuros polimetálicos de la Faja Pirítica Ibérica. 1985. Colaboración
E.D.M.A. R.T.M. Vol.1
• Estudio mineralúgico preliminar de recuperación de oro contenido en el carbonatado de Tharsis, Enero, 1994.
• Minería Química. 1994. Instituto Tecnológico Geominero de España ITGE
• Tratamiento en Planta Piloto de Concentrados de cobre de Migollas, Proceso Brisa, Informe IGME, 1997.
• Investigaciones tecnológicas en Planta Piloto Hidrometalúrgica de Tharsis aplicable a los minerales de la Faja Pirí-
tica, Informe IGME, Julio, 2203, Junio 2004, Diciembre 2006.

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242
THE BENEFITS OF INCORPORATING ADMIXTURES INTO MINE PASTE
BACKFILL
Fabian Erismann1*, Shawn O’Hara2, Dr. Christophe Kurz3, Martin Hansson4, Gabriel Pardo5
Sika Tunnelling and Mining,1 Switzerland, 2 Canada, 3 Switzerland, 4 Sweden, 5 Spain*.
*
Sika Tunnelling and Mining, Market Field Manager Mining, Tüffenwies 16, 8048 Zurich. Email: erismann.fabian@
ch.sika.com, pardo.gabriel@es.sika.com

1. ABSTRACT
The benefits of incorporating chemical admixtures into mine paste fill designs are numerous and cost effective, es-
pecially when incorporating metrics such as energy- and cement consumption, reduced dewatering costs, reduced
downtime and pipe blockages as well as reduced plant maintenance costs into the equation. The addition of admixtu-
res is a tool to optimize the backfill product in order to have a direct feedback on the backfill quality and numerous ope-
rating cost centres. Using admixtures provides the paste fill engineer with a tool to adjust and modify many variables
of the paste mix. The following variables can be modified in order to obtain a cost performing backfill paste: enhanced
rheological behaviour (better thixotropic profile, improved slump, better pumpeability), reduced water content, reduced
cement content or change of cement type, increased solid content, improved compressive strength and improved cure
time. An adjustment to any of the mix design variables can result in significant improvements of the paste cost-perfor-
mance and reduction in overall operational expenses. Test results have proven that the addition of a single admixture
at relatively low dosage of 1% to 3% by weight of cement can have powerful effects in modifying the parameters listed
above. A prerequisite for good results is a good understanding about the mineralogy and granulometry of the ore host
and therefore the source of the tailing material which leads to a customized adjustment of the used admixture in any
given paste backfill operation. This paper outlines results from different mine backfill pastes and how to come up with
the right admixture choice.

2. INTRODUCTION
The number of mine paste fill operations is increasing globally, backed by increased environmental concerns of above
ground storage of fined grained mine waste as well as by the utilization of modern and cost efficient paste backfill
plants. The motivations for using admixtures in paste backfill are manyfold, including the increasing cost component
over recent years due to higher binder consumption in addition to increasing equipment costs. Reducing binder con-
sumption is hence the foremost motivating factor to assess the use of chemical admixtures in a backfill operation. The
characteristics of the backfill material are as diverse as the nature of the ore deposits themselves, leading to a strong
diversity of the paste mix for each single paste backfill operation. This diversity has in turn a very strong influence on
the choice of the right admixture which is the main topic of this paper. Recent research and on site mine trials have
shown, that the approach: “one product fits all” is wrong when it comes to paste backfill admixtures. By choosing the
right type of admixture, it is possible to greatly influence the rheological properties of the paste and hence optimize the
cost and performance of the mix.

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3. ORIGIN OF THE PASTE – IT DOES MATTER…..
Ore deposits are formed by different physical and chemical processes in the earth crusts from its origin through to its
deformation history. These processes are the defining steps for the formation of the specific characteristics of each
deposit type. A paste derived from a copper gold skarn that might have a relatively coarse ore mineral composition and
a chemistry dominated by the calcareous environment it was formed in, will react very differently to a given admixture
than deposits formed in an epithermal setting were the ore needs to be finely ground due to the possible refractory
nature of the metals of interest and the completely different chemical composition of the alteration regime. Such mi-
neralogical and geochemical differences influence success or failure of a chosen admixture and therefore each case
needs to be assessed carefully in order to come up with the best suited admixture. Onsite mine trials as well as lab
trials with paste material from different mine sites all around the globe have shown that pastes derived from different
generic types of ore deposits respond differently to different admixtures. The following generic types of deposits have
been assessed so far, where underground paste fill applies:

• Polymetallic VMS (Volcanogenic Massive Sulfides) deposits


• Polymetallic SEDEX (Sedimentary Exhalatives) deposits
• Orogenic, greenstone hosted gold deposits
• Epithermal silver and polymetallic deposits
• Copper-Gold Skarn deposits

These different ore deposit types include the vast majority of the worlds cut and fill and long-hole stoping and fill
operations where cemented paste backfill is usually utilized. The goal of this work was to identify which chemical
admixture interacts best with the granulometry and mineralogy of the different pastes as well as the binders used in
order to achieve the maximum plasticizing effect which is key to optimizing the cost performance of a given paste mix
as outlined below. The key characteristics of the five tested generic ore deposit types shall be discussed briefly, giving
priority to the parameters that are likely to affect the admixture performance in pastes. An overview of the generic
deposit types is given in figure 1.

Polymetallic VMS (Volcanogenic Massive Sulfides) deposits:


VMS deposits are formed on and below the sea-floor along ocean ridges where oceanic plates diverge. VMS deposits
are a major source for lead, zinc and silver. Leaching of the mafic or felsic host rocks by circulating seawater, pow-
ered by the magmatic heat source, leads to a distinct mineralization and alteration pattern including intense chlorite
alteration as well as the formation of other phyllosilicates such as sericite, biotite and others. Calcite and quartz are a
common part of the ore composition. Mineralogy is usually relatively coarse (>90 microns).

SEDEX (Sedimentary Exhalatives) deposits:


SEDEX deposits are similar to VMS deposits in terms of the metal mix but a direct link to a magmatic source is gener-
ally missing. The alteration regime is less pronounced than with VMS deposits and distinct clay horizons are common
(Goodfellow et al., 1993). Extensive zones of silicification may be present (Moore et al., 1986) In terms of the grain
size, SEDEX deposits are generally finer grained than VMS deposits and barite can be closely associated with the ore
(Robb, 2005)

Orogenic, greenstone hosted gold lodes:


Orogenic, greenstone hosted gold deposits are a major source of gold. Despite being located in a variety of host rocks
ranging from felsic to mafic composition, from sedimentary to plutonic rocks (Hagemann and Cassidy 2000), the min-
eralogy is dominated by quartz and in some cases calcite that hosts the gold and other minor by products in form of
distinct veins. Alteration is present and can compose of intense chloritization and carbonation, sericite, biotite or strong
hematization. Grainsize can vary strongly from sub 50 microns to well above 100 micron size.

Epithermal deposits:
Epithermal deposits are a major source for silver, gold and many additional by products. Acidic fluids are capable of
leaching most of the major elements from the host volcanic rocks (Robb 2005). Mineralogy is usually complex, orig-
inating from hydrothermal fluids derived from a magmatic or meteoric source including alunite, kaolinite, sericite and
potassic overprints (Arribas et al. 1995). Grain size varies strongly depending on the refractory nature of the metals
of interest.

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Skarn deposits:
Skarn type deposits are a major source for copper and gold as well as zinc, lead and other by-products. Skarn min-
eralogy can be described as complex including distinct alteration zonation depending where the skarn was formed.
Common is a mineral paragenesis of calc-silicate minerals within the intrusive rocks or adjacent sedimentary pack-
ages. Frequent alteration minerals include garnet, pyroxene, amphibole and epidote (Einaudi et al, 1982). Also biotite
and quartz is common. Grainsize is usually relatively coarse.

Figure 1: Schematic profile through the earth’s crust and upper mantle with location of most common ore deposits:
1) VMS 2) SEDEX 3) Orogenic Gold 4) Epithermal 5) Skarn 6) Layered intrusions 7) Sedimentary hosted (MVT) 8)
Porphyry

4. HOW TO CHOOSE THE RIGHT ADMIXTURE


The idea behind the use of admixture in mine backfill operations is their ability to plasticise the paste backfill mix and
hence to reduce the water content of the paste by keeping the workability. This principle is the core behind standard
concrete technology and describes the strong effect of a reduced water-binder ratio on the final strength of the con-
crete (figure 2) which has been known for over 100 years (D.A. Abrams 1918). Most recent types of “superplastizisers”
are based on polycarboxylate ethers (PCE’s). As described by Giraudeau et al. 2009, the effectiveness of the PCE’s
on cement pastes is based on negatively charged polycarboxylate backbone chains that interact with the positively
charged cement particles. At the same time, these backbone chains are creating a steric repulsion effect that dispers-
es the cement particles from each other.

But what is actually influencing the rheological behaviour of concrete? Grain size plays an important role as Van der
Waals, electrostatic forces (surface charge), viscous drag, inertia and gravity play its role differently at different grain
sizes (Giraudeau et al. 2009). This fact is particularly important when dealing with fine grained mine waste where fines
play a vital role due to the large surface area available for particle interaction. Like in concrete, where a certain yield
stress has to be overcome to make a concrete flow, the very same is true for a backfill paste. Finding the right “dis-
persant” at the right dosage in order to maximise water-binder ratio reduction, to minimize cement consumption for a
specific strength requirement, is the main goal to achieve.

As well as this theory is understood for concrete, it is not the case for a highly complex paste mixes. Compared to
a concrete, a cemented paste contains too little cement (usually between 3-8% of the total weight) in order for the
admixture to just interact with the cement particles. A useful admixture needs to interact with all or at least a certain
percentage of the total fines portion of a paste in order to be of sufficient use at economic dosages.

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y Recursos Minerales
Figure 2: Left side: Water/binder ratio vs compressive strength after 28 days from different mine paste samples. Ri-
ght side: Development of the compressive strength over curing time of the mine paste (after Benzaazoua et al. 2003)
To find the most effective admixture for a certain paste mix, a good understanding of the mineralogical composition
of the paste mix and its effect on a certain admixture is important. As shown later in this paper, there is a very large
variation in results when screening different PCE’s and older dispersants such as lignosulfonates and naphthalene
based products (figure 6). This is not surprising when comparing the composition of different pastes with each other.
A more or less inert, quartz rich paste from a high grade orogenic gold lode will interact much different with a given
admixture than a complex paste derived from a strongly altered and pyllosilicate rich VMS deposit.

5. CASE STUDIES
Paste from a polymetallic VMS deposit, Europe
The paste from this mine is heavy in iron rich sulphides, which make up to 75% of total mass. Chlorite and Muscovite
are the dominant phyllosilicate phases, as detected with a XRD (X-ray diffraction analytics, figure 3), which influence
the rheological properties of the paste significantly. The paste needs to be engineered to reach the 28-day strength
of 1.6 MPa at a cement dosage of 4.5%. Total solid content of the paste ranges between 78 to 84% and the required
slump should be in the order of 18-20 cm to ensure pumpeability. Grain size is relatively fine with 90% passing 50
microns.

Figure 3: XRD analytical results from the VMS paste. A D8 ADVANCE from Bruker GmbH was used in the Sika labo-
ratories in Zurich. Note the large and pronounced peaks of iron sulphides (mainly pyrite). Mineralogical composition:
78.5% Pyrite, 11.3% Quartz, 5.3% Muscovite, 2.6% Chlorite

It was not possible for the mine to reach the required strength with the current mix design of the paste. Hence, several
admixtures were screened and it was found that by using the Sika® Stabilizer-302 MBF at a dosage of 1.8% bwoc (by
weight of cement) the slump of the paste could be increased dramatically (figure 4) by keeping the original mix design
constant. In a next step it was possible to reduce the water content in the tailings mix by around 30-40% which reduced
the water-binder ratio to such degree that the required 28 day strength of 1.6 MPa could be easily reached. Binder

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consumption could be reduced by 25-30% and there is the possibility to change to a cheaper binder type available in
the region. Bleeding was reduced to non-observable levels.

Figure 4: Paste mix from the mortar cone testing before adding admixtures (left) and after adding 1.8% Sika® Stabili-
zer-302 MBF

Paste from epithermal silver deposit, Latin America

This paste has a solid content of 77-80% and the tails are relatively coarse with 90% passing 220 microns. Strength
requirements are between 0.35-1.75 MPa depending if the paste is used for primary plug filling or second pours as
well as the fill occurs in the primary or secondary stopes. Original mix designs were based on 6% binder for the low
strength fill and up to 15% binder for the high strength fill. A slump of 22 cm is usually required to enable pumping of
the mix. Mineralogy of the paste is complex and dominated by quartz and calcite phases. Sericite and biotite as well
as kaolinite and to a lesser extend chlorite are present. Using 3% Sika® Stabilizer-301 MBF (bwoc), it was possible to
increase the slump by more than 100% (figure 5) by keeping the original mix constant. Backed by this strong plasticiz-
ing effect (figure 5), cement could be gradually removed up to 50% while remaining within the slump requirements. No
bleeding occurred with the optimized mix and the 1.5 MPa target at 28 days could be achieved by dosing 6% cement
which is half the original cement dosage.

Figure 5: Paste mix from the mortar cone testing before adding admixtures (left) and after adding 3% Sika® Stabili-
zer-301 MBF

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Figure 6: Screening of different polymers until the right one is found. Note the strong increase in slump (more than
100%) when finding the right admixture. Both water and binder content have been kept constant throughout the
screening.

Orogenic Gold deposit, West Africa


The paste from this long-hole stoping operation had originally a solid content of 80% and a required slump of 20-22.
The paste is blended with crushed waste rock (figure 7) and to prevent segregation of the aggregates out of the fine
paste matrix, the fill needs to be stable enough to maintain this coarser fraction within the mix. Mineralogy is typical for
West African, Birimian gold lodes and dominated by quartz, Iron oxides and carbonaceous material to a lesser extent.
Binder content varies depending on the 28 day strength requirement, which is 1 MPa at around 6% binder dosage for
the secondary stopes and 2 MPa at around 8-9% binder content for the primaries and plugs. By using 2% (bwoc) of
Sika® Stabilizer-305 MBF, the slump could be increased 3 fold by keeping the initial mix constant (figure 7). During the
next step, cement content of the paste could be reduced by 25-30 percent and the targeted 28 strength was reached
while maintaining well within the workability guidance of the paste plant (figure 8). Furthermore, the solid content of the
paste increased, the bleeding was reduced to non-detectable levels and the combined aggregate-paste mix showed
to be extremely stable (figure 8).

Figure 7: Paste mix from the mortar-cone testing before adding admixtures (left) and after adding 2% Sika® Stabili-
zer-305 MBF (middle). In the right image, note the very homogeneous distribution of the added crushed aggregates
when cutting the cured paste after 28 days.

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Figure 8: Reducing the amount of water in the paste mix leads to a strong loss of workability which is indicated by
the strongly reduced slump (“Reference with reduced water”). By adding Sika® Stabilizer-305 MBF at low dosage,
workability gets back to the required level (red line) while maintaining the required 28 day compressive strength of 1
MPa but at a much lower cement content.

6. CONCLUSIONS
Backfill is a critical and costly component to underground cut and fill and long-hole stoping operations. With the current
downturn in commodity prices, miners watch for any opportunity to improve efficiencies and reduce costs in order to
optimize their resource. Chemical, polymer based admixtures present a viable option to optimize the cost performance
in modern day paste backfill operations worldwide. Lab and on site mine trials have shown the powerful effect of the
right admixture on the rheology of a given paste mix. A 30-40% binder reduction is very often well within the achiev-
able limits at moderate admixture dosages. However, a fundamental understanding of the mineralogy, the particle size
distribution and binder behavior of the paste is key, in order to find the right paste backfill admixture solution. By doing
so, a whole range of parameters can be greatly improved including reduced maintenance costs for the paste fill infra-
structure and equipment, improved pumpeablity, improved rheology, reduced binder consumption, increase in solids,
increase in compressive strengths and the reduction in cure time.

7. REFERENCES
• Abrams D.A. 1918, Design of Concrete Mixture, Bulletin 1, Structural Materials Research Laboratory, Lewis Ins-
titute.
• Arribas A., Hedenquist, J.W., Itaya, T.,Okada, T.Concecion, R.A. and Garcia, J.S. 1995, Contemporaneous forma-
tion of adjacent porphyry and epithermal Cu-Au deposits over 300 ka in northern Luzon, Philippines. Geology, 23,
337-40.
• Belem T., Benzaazoua M. 2004, An overview on the use of paste backfill technology as a ground support method in
cut-and-fill mines. Proceedings of the 5th Int. Symp. on Ground support in Mining and Underground Construction.
Villaescusa & Potvin (eds.),28-30 September 2004, Perth, Western Australia, Australia, Tayler & Francis Group,
London, pp. 637 – 650.
• Einaudi M., Meiner, L.D. and Newberry, R.J. 1981, Skarn Deposits. Economic Geology, 75th Anniversary
• Volume, 317-91.

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y Recursos Minerales
• Giraudeau C., Espinose de Lacaillerie, J.B., Souguir, Z., Nonat, A., Flatt, J.R. 2009, Surface and Intercalation che-
mistry of polycarboxylate copolymers in cementitious systems. J. Am. Ceram. Soc., 92 2471-2488.
• Goodfellow W.D., Lydon, J.W., Turner, R.J.W. 1993, Geology and genesis of stratiform sediment hosted
• (SedEx) zinc-lead-silver sulfide deposits. Geological Association Canada, Special paper, 40, 201-52.
• Hagemann, S.G. and Cassidy, K.F. 2000, Archean orogenic lode gold deposits. Review in Economic Geology, 13,
9-68.
• Moore D.W., Young, L.E., Modene, J.S., Plahuta, J.T. 1986, Geologic setting and genesis of the Red Dog zinc-lead-
silver deposit, Western Brooks range, Alaska. Economic Geology, 81, 1696-727. Robb, L.J. 2005, Introduction to
ore forming processes.

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328
CEMENTO TRANSPARENTE
Crespo Rosal, Juan Raúla; Hurtado Hurtado, José Antoniob
aHeidelbergCement Hispania, Ctra. Almería, km 8, 29720, Málaga, España, correo-e: r.crespo@fym.es; bHeidelber-
gCement Hispania, Ctra. Almería, km 8, 29720, Málaga, España, correo-e: j.hurtado@fym.es

RESUMEN: La posibilidad de tratar la luz en proyectos de edificación, mediante paneles de hormigón con gran su-
perficie translucida, obtenida mediante la repetición de gran número de pequeños insertos y con el mayor nivel posible
de prefabricación, es una opción muy deseada por los prescriptores. HeidelbergCement Group desarrolló sus paneles
i.light con este objetivo. En este tipo de productos de propiedades especiales, las prestaciones que pueden aportar
los áridos de gran calidad y algunos subproductos de minería, como cargas minerales o para potenciar la actividad
del cemento, están siendo ampliamente valoradas por su contribución a la sostenibilidad en la construcción.

PALABRAS CLAVE: Hormigón, transparente, paneles, fachadas, prefabricados.

1. INTRODUCCIÓN
El hormigón arquitectónico es muy valorado y utilizado por los arquitectos gracias a sus posibilidades de texturización,
pigmentación, cualidades hápticas, durabilidad y, más recientemente, por nuevas prestaciones como la descontami-
nación y la autolimpieza, gracias a la fotocatálisis.

La prefabricación de paneles de hormigón es de gran interés por la rapidez de ejecución de las fachadas, así como
por la reducción de defectos frente a la ejecución in-situ. Sin embargo, la posibilidad de tratar la luz en proyectos de
edificación quedaba reducida al uso de celosías y de paneles de hormigón con inserciones de materiales translúcidos
y transparentes, de tamaño mediano-grande, o con adición de fibra óptica.

HeidelbergCement Group (anteriormente Italcementi Group) desarrolló sus paneles i.light con el objetivo de conse-
guir paneles con gran superficie translucida, obtenida mediante la repetición de gran número de pequeños insertos y
con el máximo nivel de prefabricación posible.

2. MATERIALES
Como base para el desarrollo de estos paneles se utilizaron los morteros cementosos de muy altas prestaciones que
el grupo ha ido desarrollando para distintos usos.

HeidelbergCement Group ha desarrollado distintos morteros de altas prestaciones para piezas y paneles prefabri-
cados de muy altas calidades estéticas y hápticas, así como prestaciones mecánicas elevadas. En el desarrollo de
dichos morteros se requiere, además de una estudiada dosificación de cemento y aditivos, la selección y utilización de
áridos muy homogéneos en sus propiedades físicas y químicas, que favorezcan y mejoren las prestaciones mecáni-
cas y reológicas de la pasta cementicia. Estas formulaciones buscan conseguir una gran compacidad en el esqueleto
granular del mortero, permitiendo además ciertos grados de libertad para conseguir alcanzar una fluidez adecuada
en la mezcla con agua. Estas dosificaciones suelen ser muy sensibles a variaciones en la distribución de tamaños
de cada fracción granulométrica, por lo que se buscan materiales inertes capaces de garantizar un control estricto de
esos indicadores.

En algunos casos esas fuentes de cargas minerales pueden ser subproductos de minería u otros sectores, siempre
que se garanticen las adecuadas condiciones de suministro para su utilización. En el caso de subproductos que
puedan sustituir a otros recursos minerales u optimizando las propiedades del conglomerante, evitando las sobredo-
sificaciones innecesarias de cemento, estamos además contribuyendo a una mayor sostenibilidad del sector de la
construcción y valorizando residuos que son generados por otras industrias. Otras veces, ese recurso mineral tiene
un papel fundamental por el color, blancura o textura que puede aportar al acabado.

En el caso objeto de este estudio, se buscaba diseñar un mortero de gran fluidez y viscosidad controlada, que facili-
tase la ejecución de los paneles manteniendo la retracción controlada, para evitar la fisuración propia del mortero y la
pérdida de sujeción de los insertos translucidos a recubrir. También eran necesarias unas altas cualidades estéticas,

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tanto por la distribución granulométrica como por el color de los áridos que lo conforman, y, por último, asegurar una
resistencia mecánica suficiente para la fabricación, manipulación y uso previstos del panel, con una durabilidad com-
parable a la de cualquier panel prefabricado tradicional de hormigón arquitectónico.

Por tanto se buscaba un árido de calidad homogénea, con disponibilidad de distintas granulometrías muy controladas,
de color blanco y con brillo. El esqueleto granulométrico se diseñó de forma que la compacidad fuese máxima para
mejorar la durabilidad del material y para que el esqueleto minimizará en lo posible los fenómenos de retracción y
deformación diferida, asociados a la matriz del conglomerante hidráulico. Esa matriz y el esqueleto granular debería
ser lo suficientemente fluida, pero a su vez con el grado de viscosidad suficiente como para asegurar el rellenado
del molde, pasando a través de la red de insertos, sin que se produjesen huecos, oclusión de aire, ni segregación
dinámica o estática.

Para ello se utilizó una mezcla de aditivos capaz de proporcionar de forma robusta todas estas prestaciones a la mez-
cla de cemento, árido y agua. Estos aditivos colaborarán con el esqueleto granular del árido para reducir las defor-
maciones a todas las edades, tanto a muy temprana edad como a muy largo plazo (fluencia), puesto que la adhesión
entre insertos y la matriz del mortero debe mantenerse durante toda la vida útil de los paneles.

El mortero incluye también fibras de acero inoxidable, para mejorar la ductilidad del panel y por tanto su comporta-
miento a esfuerzos de flexotracción y fibras poliméricas para reducir el riesgo de microfisuración. Ambas fibras contri-
buyen a garantizar la integridad del panel una vez ejecutado, aunque sea golpeado accidentalmente.

En lo referente a los insertos, se buscaban aquellos que permitiesen el mayor índice de transparencia posible, sopor-
tando los procedimientos de fabricación y manipulación a los que se verían expuestos y garantizando la misma du-
rabilidad. Entendiendo por durabilidad tanto la integridad de los insertos como el mantenimiento de la transparencia,
especialmente frente al envejecimiento producido por los rayos ultravioletas. Se escogió la utilización de resinas poli-
méricas frente a la fibra óptica, por razones económicas y por la amplitud del cono de luz, que permite que podamos
reconstruir imágenes de los objetos situados detrás del panel y sin cambio de color.

3. METODOLOGÍA
Además de la selección y diseño de los materiales descritos hubo que diseñar la forma de ejecutar los paneles,
destacando los procesos de colocación de insertos, el colado del mortero fresco y el pulido de las piezas fabricadas.
El amasado de estos morteros de altas o muy altas prestaciones requiere la utilización de amasadoras muy eficaces,
capaces de proporcionar la suficiente energía de amasado. Normalmente son amasadoras de eje vertical, con palas
de agitación forzada o inerciales. No en todos los casos estas últimas son suficientes (ver en la figura 1 un ejemplo
de amasadora con palas inerciales).

Figura 1. Amasadora vertical

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Una vez fabricado el mortero se comprueba que su consistencia se encuentra dentro de los parámetros establecidos
y que no se observa en el frente de avance del mortero ningún indicio de sangrado (exudación) o segregación de sus
componentes (ver figura 2).

Figura 2. Ensayo de consistencia

Una vez aprobado el mortero, se vierte en el molde donde previamente se han colocado los insertos. Se diseñó un
método de colocación que garantizase una productividad adecuada y una perfecta alineación de los insertos, para
obtener siempre el mismo patrón de dibujo en el panel. Ese método de montaje debía asegurar la estabilidad de los
insertos durante la operación de vaciado del mortero sobre el molde, que se rellena hasta recubrir totalmente los in-
sertos previamente colocados (ver figura 3).

Figura 3. Rellenado de los moldes

Una vez completada la operación de colado, los paneles son cubiertos con un material plástico para asegurar que el
mortero pierde la menor cantidad de agua posible, garantizado así que todo el conglomerante encuentra la suficiente
agua para completar su hidratación. Esta operación de cubrir el molde es común para los productos donde es muy
baja relación agua/conglomerante, pues conviene reducir la desecación al máximo para evitar fisuraciones iniciales,
aunque se puede obtener un mejor resultado metiendo las piezas fabricadas en una bolsa cerrada. De igual forma, si
es posible, las piezas se conservarán en esas condiciones al menos 7 días, en un entorno protegido de la radiación
solar y en condiciones de temperatura controlada. Un curado a temperaturas próximas a los 70ºC contribuye a ace-
lerar el desarrollo de resistencias, mejorando las prestaciones mecánicas para la manipulación a tempranas edades.

Una vez curados los paneles, se procede a su pulido por ambas caras. El pulido consta de una primera operación de
calibración o pulido grueso y posteriormente un pulido fino. Primero se pule la cara superior del vertido, puesto que
la inferior tiene una planicidad adecuada al haber estado en permanente apoyo sobre molde y/o la mesa de fabrica-
ción. Posteriormente se apoya la cara superior en la mesa de pulido y se procede a pulir la cara inferior del panel.
Al realizarse ese pulido se elimina la capa externa del mortero, donde como en cualquier otro hormigón predominan

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los finos del cemento y el árido utilizado, de forma que al eliminar esa capa podemos observar todos los matices de
colores del esqueleto granular del árido seleccionado. Ver en la figura 4 el lado izquierdo acabado en blanco y lado
derecho acabado en color gris.

Figura 4. Superficie de acabado de los paneles

Una vez concluida esta operación, lo que queda es diseñar el sistema de agarre de los paneles o subestructura, que
dependerá de las características de cada obra y que se estudia por el equipo de montaje conjuntamente con los di-
señadores del edificio.

4. RESULTADOS
Las características técnicas del mortero, de la resina y de los paneles fabricados (panel estándar) son las que se
pueden observar a continuación en las tablas 1 a 3.

Tabla 1. Prestaciones del mortero


Parámetro (Norma de ensayo) Valor
Resistencia a compresión (EN 12390-3) ≥ 60 MPa
Resistencia a flexión (EN 12390-5) ≥ 8 MPa
Módulo elástico (UNI 9771) 38.000 MPa

Tabla 2. Prestaciones de los insertos de resina polimérica


Parámetro (Norma de ensayo) Valor
Factor de transmisión óptica (DIN 5036) 92%
Resistencia a la tracción (ISO 527-1/-2) 65 MPa
Módulo de elasticidad (ISO 527-1/-2) 3.200 MPa
Deformación de rotura (ISO 527-1/-2) 3%
Clase de reacción al fuego (DIN 4102) B2

Tabla 3. Prestaciones y dimensiones del panel i.light estándar (modelo Shangai)


Parámetro (Norma de ensayo) Valor
Espesor 50 mm
Longitud 1000 mm
Ancho 500 mm
Peso Aprox. 50 kg
Tamaño máximo árido ≤ 3 mm
Límite elástico (método interno) 1,92 MPa
Carga máxima a flexión 3 puntos (método interno) (no se observa insertos
7.70 MPa
sueltos/separados durante la fase posterior a la carga máxima)
Endurecimiento por deformación: comporta-
Comportamiento tras carga máxima
miento plástico

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En las siguientes figuras, 5 y 6, podemos ver una aplicación en el Pompidou Centre de Málaga, donde los arquitec-
tos responsables del diseño constructivo y museístico del edificio eligieron estos paneles sustituyendo unas piezas
acristaladas, para gestionar el nivel adecuado de iluminación natural en las salas de exposición y accesos del museo.
Los paneles se realizaron con unas grandes dimensiones por requisitos del proyecto: paneles de 2.840 x 1.200 mm y
paneles de 2.000 x 1.200 mm. Para aligerar el peso de dichos paneles, se redujo el espesor a 30 mm, lo cual supuso
un reto adicional en las operaciones de montaje, pues hubo que extremar las precauciones durante su manipulación.
(https://youtu.be/VBj1OzCSRfo).

Figura 5. Fase de montaje con detalles de los soportes al techo

Figura 6. Vistas de acabado: izquierda desde el interior del patio central y derecha desde el interior de la sala del
museo

5. CONCLUSIONES
El resultado ha sido el diseño de unos paneles de hormigón prefabricado denominados i.light, con áridos seleccio-
nados de alta calidad y homogeneidad en sus prestaciones, que transmiten no sólo la luz directa sino también la
indirecta y la reflejada.

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Esa transmisión de luz no se refiere sólo a dejar pasar la luz natural o artificial, sino que llega al grado de permitir
ver imágenes y objetos situados detrás del panel con una gran sensación de transparencia. Estas cualidades han
despertado gran interés por parte de los prescriptores, tanto para su uso en exterior, como para su uso en particiones
interiores e incluso para diseñar mobiliario y elementos que permitan “jugar” con la luz.

Además de estas características estéticas, no hay que olvidar las ventajas que estos paneles aportan a la sostenibili-
dad, al permitir disminuir la demanda energética del edificio: reduciendo las necesidades de iluminación artificial y de
demanda térmica, mejorando la habitabilidad del espacio al permitir un uso más racional de luz natural.

Como reto, estamos abordando el integrar una mayor proporción de materiales reciclados o subproductos minerales
para hacer más sostenible la fabricación de estos morteros. Por ejemplo, en el producto denominado i.active BIODY-
NAMIC, utilizado para la fabricación de la envolvente del Palazzo Italia en la Expo2015 de Milán (figura 7), se diseñó
un mortero ultrafluido y de elevadas cualidades estéticas para el vertido mediante bombeo en los moldes encofrados
a dos caras. En el diseño de este innovador producto se ha incluido el rechazo de los cortes del mármol de Carrara
hasta en un 80% del total del árido empleado.

Figura 7. Palazzo Italia, envolvente de paneles i.active BIODYNAMIC

En referencia al producto i.light objeto de este artículo, otros retos son conseguir con los insertos otros patrones
geométricos y poder diseñar paneles que no sean planos, resolviendo la mayor complejidad a la hora del vertido y,
sobre todo, del pulido (ver figura 8).

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Figura 8. Panel curvo i.light (prototipo)

6. AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a la empresa KENIUS (Povoletto, Italia) las fotos del panel curvo y del montaje del i.light en el Pompi-
dou Centre de Málaga.

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373
TECNOLOGÍA MICROONDAS COMO ALTERNATIVA PARA LA OBTENCIÓN
DE MATERIALES DE CARBONO EFICACES EN ALMACENAMIENTO DE
ENERGÍA
González, Zoraidaa; Predeanu, Georgetab; Axinte, Sorinc; Fernández, Juan Joséd; Calinescu, Ioanb; Chipuri-
ci, Petreb; Slavescu, Valericab; Dragoescu, Mariusc; Acevedo, Beatrize; Melendi-Espina, Soniae; Gryglewicz,
Grazynaf; Menéndez, Rosaa
a
Instituto Nacional del Carbón (INCAR-CSIC), Francisco Pintado Fé, 26, 33011, Oviedo, España zoraidag@incar.
csic.es; b University Politechnica of Bucharest, 1 Polizu St., 011061, Bucarest, Rumania, gpredeanu@gmail.com;
c
Claudiu TopRom SRL, 111 Soseua Pantelimon, 02159, Bucarest, Rumania, sorinaxinte@yahoo.com; d Industrial
Química del Nalón, S.A., Barrio Nalón s/n, 33100, Trubia-Oviedo, España, juanjo@nalonchem.com; e University of
East Anglia, Earlham Road, NR4 7TJ, Norwich, Reino Unido, S.Melendi-Espina@uea.ac.uk; f Wroclaw University of
Technology, Wybrzeze Wyspianskiego, 27, 50-370, Wroclaw, Polonia, grazyna.gryglewicz@pwr.edu.pl

RESUMEN: En este trabajo se propone el uso de aceite de antraceno (AO, de sus siglas en inglés) como producto de
partida de bajo valor añadido (líquido derivado del carbón) para la producción de precursores carbonosos tipo brea.
Dichos precursores posteriormente serán empleados en la síntesis de materiales activos de electrodo tales como
carbones activados (ACs), grafeno (G) y materiales compuestos (AC/G) para sistemas electroquímicos de almacena-
miento de energía como son los supercondensadores (SCs) y sistemas híbridos condensador/batería. Si bien la poli-
merización del AO habitualmente se realiza mediante un tratamiento térmico oxidativo, en este trabajo se propone un
método alternativo “más limpio” basado en el uso de la tecnología de microondas y caracterizado por su menor coste
energético y por sus menores tiempos de procesado. Finalmente se compararán las características de los materiales
de carbono producidos mediante ambas tecnologías en términos de valores de área superficial específica, química
superficial y conductividad eléctrica, lo que nos permitirá diseñar dispositivos de almacenamiento de energía capaces
de cubrir las necesidades de potencia y energía de la vida diaria atendiendo así a la creciente demanda energética.

PALABRAS CLAVE: tecnología microondas, precursores carbonosos, carbón activado, grafeno, almacenamiento
de energía.

1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años nuestra sociedad ha experimentado un creciente interés no sólo en el desarrollo de nuevas
fuentes de energía sino también de dispositivos avanzados capaces de almacenarla. De esta forma de acuerdo con
el trabajo de Conway (1999) se pretende, fundamentalmente, hacer frente a uno de los principales problemas aso-
ciados a la red de distribución eléctrica: las fluctuaciones entre la oferta y la demanda. En este contexto los sistemas
electroquímicos de almacenamiento de energía, entre los que destacamos los SCs, surgen como dispositivos prome-
tedores. De acuerdo con Burke (2000) la mayor parte de los SCs emplean materiales de carbono como electrodos,
debido principalmente a su bajo coste y durabilidad, siendo los ACs los comúnmente usados debido a su elevada área
superficial. Sin embargo, según Huang, Zeng, Fan, Liu y Zhang (2012) en los últimos años los materiales grafénicos
han aparecido como potenciales materiales de electrodo.

Si bien los ACs pueden prepararse a partir de diferentes precursores carbonos, Zhang, Hong, Cao, Kang y Yang
(2012) se centran en el empleo de líquidos derivados del carbón de bajo valor añadido como materiales de partida. Tal
y como recogen Sevilla y Mokaya (2014) existen diferentes métodos de activación, como la activación física o química
cuya selección depende del tipo de precursor. Es por ello que, con el objetivo de sintetizar materiales de carbono que
resulten activos como electrodos, se están investigando diferentes condiciones de activación de precursores deriva-
dos de los citados líquidos del carbón.

En lo referente a la preparación de materiales grafénicos con características adecuadas a la aplicación final, la ruta
química a partir de grafito parece ser la que más ventajas ofrece. Botas et al. (2013) han demostrado la posibilidad
de emplear líquidos derivados del carbón (como el aceite de antraceno) para producir coques/grafitos que, a su vez,
servirán de materiales de partida para la obtención de materiales grafénicos.

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De este modo, no sólo se plantea la posibilidad de obtener materiales con un alto valor tecnológico a partir de líquidos
del carbón, sino que dichos materiales vienen a competir en un mercado hasta ahora dominado por los productos
derivados del petróleo.
En lo que respecta al procesado de los materiales, actualmente está adquiriendo cierta relevancia la tecnología
microondas la cual ofrece numerosas ventajas sobre el calentamiento convencional destacando el control sobre la
velocidad y el tiempo de calentamiento. Así es posible reducir el consumo energético lo que a su vez permite diseñar
equipos más pequeños. Es por ello que en las últimas décadas han aparecido numerosos trabajos, como es el caso
del de Yang, Yoon, Lee, Lee y Kim (2002), en los que se describen la síntesis de numerosos materiales de carbono
a partir de esta tecnología.

2. MATERIALES
A partir de un mismo aceite de antraceno se obtuvieron diferentes precursores carbonosos tipo brea siguiendo el
método convencional descrito por Fernández, Granda, Bermejo y Menéndez (2000) o bien mediante calentamiento
microondas. A partir de los diferentes precursores se obtuvieron, ya mediante calentamiento convencional (450 °C),
los coques verdes CQ-1 (a partir del precursor convencional) y CQ-2 (a partir del precursor microondas) los cuales se
activaron químicamente (KOH, 1:3), obteniéndose los carbones activados AC-1 y AC-2.
Por otro lado, y a partir de los mismos precursores tipo brea (“convencional” y “microondas”), se obtuvieron coques
a mayor temperatura (1000 °C) que posteriormente fueron grafitizados (2800 °C). Los grafitos obtenidos se oxidaron
siguiendo el método de Hummers modificado, dando lugar a los óxidos de grafito correspondientes. Siguiendo el
procedimiento descrito por Álvarez et al. (2015), éstos fueron exfoliados y posteriormente reducidos térmicamente a
1000 ºC dando lugar a los materiales grafénicos TRGO1-1000 y TRGO2-1000.

3. METODOLOGÍA
Los distintos materiales obtenidos fueron caracterizados mediante microscopía electrónica de barrido (SEM), isoter-
ma de adsorción de N2 a 77 K y análisis elemental. Su comportamiento electroquímico fue evaluado en celdas de 2-3
electrodos mediante experimentos de cronopotenciometría galvanostática (GCPL) y voltamperometría cíclica (CV) en
sistemas simétricos (mismo material activo en ambos electrodos empleando H2SO4 1,0 M como electrolito.

4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Las principales características tanto de los ACs como de los materiales grafénicos se muestran en la Tabla 1. Los
parámetros texturales (principalmente la mayor área superficial específica, SBET) y el menor contenido en oxígeno del
AC-2 explican el mejor rendimiento electroquímico del carbón activado obtenido a partir del precursor derivado de la
tecnología microondas (Figura 1) tanto en términos de valores de capacidad específica del sistema simétrico corres-
pondiente (C) como en la evolución de dicha C con la corriente de descarga (caídas del 68 y del 52 % para AC-1 y
AC-2, respectivamente).

Tabla 1 - Características de los materiales obtenidos


SBET VT Vmicro Vmeso O
MATERIAL (m2 g-1) (cm3 g-1) (cm3 g-1) (cm3 g-1) (wt. %)
AC-1 2458 1,1 0,.88 0,22 7,2
AC-2 2871 1,52 0,93 0,59 4,7
TRGO1-1000 477 1,87 0,18 1,69 1,3
TRGO2-1000 492 1,41 0,17 1,24 0,8

En lo que respecta a los TRGOs-1000, tanto sus características texturales/químicas como sus rendimientos electro-
químicos como electrodos en los sistemas simétricos evaluados son comparables, experimentando C caídas alrede-
dor del 30 % (Figura 1). Si bien los valores de C para estos materiales, alrededor de 11 F/g, son muy inferiores a los
correspondientes a los ACs (peor rendimiento como electrodos tipo condensador), la estabilidad de dichos valores
con las corrientes de

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y Recursos Minerales
Figura 1 - Evolución de la capacidad con la corriente de descarga (a 1.0 V) de los diferentes sistemas simétricos
evaluados empleando H2SO4 1,0 M como electrolito

5. CONCLUSIONES
A la vista de los resultados presentados en este trabajo la tecnología de calentamiento microondas se presenta como
una alternativa prometedora al calentamiento convencional para la obtención de precursores de materiales de carbo-
no (breas, coques) a partir de líquidos derivados del carbón de bajo valor añadido como el aceite de antraceno. De
esta forma es posible no sólo reducir los tiempos de procesado sino también diseñar reactores de menor tamaño que
a su vez generen menos residuos. A partir de dichos precursores es posible producir diferentes materiales de carbo-
no como carbones activados y materiales grafénicos los cuales son susceptibles de ser usados como electrodos en
diferentes dispositivos de almacenamiento energía (SCs y sistemas híbridos).

6. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Unión Europea (RFCR-CT-2015-00006), al Principado de Asturias (GRUPIN 14-118) y al
MINECO (MAT2013-48107-C3-1-R) por la financiación recibida.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Álvarez, P., Blanco, C., Santamaría, R., Blanco, P., González, Z., Fernández-García, L., Sierra, U., Granda, M.,
Páez, A., Menéndez, R. (2015). Tuning graphene properties by a multi-step thermal reduction process, Carbon 90,
160-163.
• Botas, C., Álvarez, P., Blanco, P., Granda, M., Blanco, C., Santamaría, R., Romasanta, L.J., Verdejo, R., López-Man-
chado, M.A., Menéndez, R. (2013). Carbon 65, 156-164.
• Burke, A. (2000). Ultracapacitors: why, how, and where is the technology. Journal of Power Sources 91, 37-50.
• Conway, B.E. (1999). Electrochemical Supercapacitors: Scientific Fundamentals and Technological Applications,
New York: Kluwer Academic Publishers/Plenum Press.
• Fernández, A.L, Granda, M., Bermejo, J., Menéndez, R. (2000). Air-blowing of anthracene oil for carbon precur-
sors. Carbon 38, 1315-1322.
• Huang, X., Zeng, Z., Fan, Z., Liu, J., Zhang, H. (2012). Graphene based electrodes. Advanced Materials 24, 5979-
6004.
• Sevilla, M., Mokaya, R. (2014). Energy storage applications of activated carbons: supercapacitors and hydrogen
storage. Energy & Environmental Science 7, 1250-1280.
• Yang, K.S., Yoon, Y.J., Lee, M.S., Lee, W.J., Kim, J.H. (2002). Further carbonization of anisotropic and isotropic
pitch-based carbons by microwave irradiation. Carbon 40, 897–903.
• Zhang, W., Hong-Huang, Z., Cao, G., Kang, F., Yang, Y. (2012). Coal tar pitch-based porous carbon by one dimen-
sional nano-sized MgO template. Journal of Physical Chemistry Solids 73, 1428-1434.

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349
COMPOSITES HÍBRIDOS BASADOS EN GRAFENO, TI Y CO. ESTUDIO DE
SU ACTIVIDAD CATALÍTICA EN REACCIONES ELECTROQUÍMICAS DE
INTERÉS ENERGÉTICO.
Luque-Centeno, J. M.a,b, Martínez-Huerta, M. V.b, Sebastián, D.a, Pastor, E.c, Lázaro, M. J.a
a
Instituto de Carboquímica (CSIC), Miguel Luesma Castán 4, 50018 Zaragoza, España, email: mlazaro@icb.csic.es
b
Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (CSIC), Marie Curie 2, 28049 Madrid, España.
c
Universidad de la Laguna, Instituto de Materiales y Nanotecnología, Dpto. Química U.D., Ap. Postal 456, 38206 La
Laguna (Tenerife), España.

RESUMEN: El desarrollo de catalizadores eficientes, resistentes y baratos, basados en elementos abundantes en


la tierra, para las reacciones de reducción de oxígeno (ORR) y de evolución de oxígeno (OER) es esencial para el
desarrollo de nuevas tecnologías basadas en energías renovables. En este trabajo se ha desarrollado un método de
síntesis sencillo y en una sola etapa, para la obtención de composites basados en óxido de grafeno reducido y dopa-
do con nitrógeno (NrGO) modificado con metales no preciosos. Estos composites han sido estudiados como cataliza-
dores bifuncionales para la ORR y la OER en medio alcalino. En este estudio, el efecto de la adición de Ti y Co a la
estructura, y el rendimiento del dopado con nitrógeno han sido investigados. Para ello se han preparado catalizadores
monometálicos con Ti (Ti/NrGO) y con Co (Co/NrGO) y bimetálicos a distintas temperaturas (TiCo/NrGO-800 y TiCo/
NrGO-700). El estudio electroquímico de los catalizadores ha mostrado buenos resultados en todos ellos, tanto para
la ORR como para la OER, siendo la muestra TiCo/NrGO tratada a 800ºC la que mejores resultados ha presentado.
Los datos de actividad de TiCo/NrGO-800 muestran un potencial de inicio de reacción en la ORR de 0.93V vs. RHE
y de 1.51V vs. RHE para la OER. Los resultados de actividad demuestran la importancia de la presencia de especies
de Co metálico junto con Co3O4, así como la presencia de enlaces Co-N en la estructura del material.

PALABRAS CLAVE: Electrocatálisis, Energía, Electrólisis de Agua, Pilas de Combustible, Grafeno.

1. INTRODUCCIÓN
El uso de dispositivos electroquímicos como las pilas de combustible regenerativas para la generación de energía
eléctrica a partir de hidrógeno y viceversa se ha presentado como un prometedor sistema de producción de energía
alternativa de cara al futuro. En los últimos años destaca el desarrollo de pilas de combustible con membranas poli-
méricas de naturaleza alcalina, que conllevan una menor corrosión de los soportes carbonosos y permiten el uso de
catalizadores basados en metales no nobles al aumentar la cinética de las reacciones, en comparación con el uso de
membranas ácidas (Wang, Leung, Xuan, & Wang, 2016).

El uso de grafeno como electrocatalizador está siendo ampliamente estudiado debido a sus buenas propiedades
tanto conductoras como de resistencia mecánica. Así mismo, en los últimos años ha crecido el número de estudios
dedicados a la búsqueda de nuevos metales no nobles, como es el caso del Ti o sus derivados como TiN y TiC que,
en combinación con otros metales como Co, consiguen un aumento de la actividad y estabilidad de los catalizadores
(Roca-Ayats, Herreros, García, Peña, & Martínez-Huerta, 2016).

El objetivo de este trabajo es la síntesis de composites híbridos basados en grafeno dopado con nitrógeno y mo-
dificado con nanopartículas de Ti y Co y su investigación para las reacciones de reducción de oxígeno (ORR) y de
evolución de oxígeno (OER).

2. MATERIALES
Los materiales empleados para la síntesis de los composites han sido: Grafito en polvo (pureza >99.8%), KMnO4
(pureza >99.8%), cloruro de cobalto (II) hexahidratado (CoCl2·(H2O)6 , pureza >97%), urea (CH4N2O, pureza >98%)
e hidróxido de sodio (NaOH, 99.99%) fueron adquiridos en Sigma-Aldrich. H2SO4 (96%) y H2O2 (30% v/v) de Merck
and Foret, respectivamente. N-butóxido de titanio (IV) (Ti[O(CH2)3CH3][Hummers, 1958 #155]4, pureza >99%) y óxido
de iridio (IV) (IrO2, pureza >99%) de Alfa Aesar. Etanol Absoluto (CH3CH2OH, 96%) adquirido en Panreac. Un catali-
zador comercial Pt/C con un contenido del 20 wt.% de Pt fue adquirido de la casa Johnson Matthey Corp. Todos los

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y Recursos Minerales
reactivos químicos adquiridos fueron empleados sin purificación posterior. Agua ultrapura (18.2 MΩ cm) fue obtenida
a través de un sistema Millipore (Milli-Q®) para la realización de todos los ensayos.

3. METODOLOGÍA
Para la síntesis de los composites se ha empleado óxido de grafeno como material carbonoso de partida, sintetiza-
do por el método de Hummers modificado (Hummers & Offeman, 1958). A partir del cual, aprovechando la reacción
de hidrólisis de un alcóxido de titanio en etanol, se prepara un gel en presencia de un precursor de cobalto. El gel
preparado se calcina posteriormente a distintas temperaturas de reacción, durante 2 horas, con el fin de estudiar la
influencia del proceso de síntesis en la actividad catalítica. Para estudiar la influencia de ambos metales por separado
en las propiedades catalíticas de los composites preparados, se han preparado composites en ausencia de titanio y
de cobalto, respectivamente.

Para la caracterización de los composites obtenidos se han empleado técnicas físico-químicas como análisis ele-
mental (EA), espectrometría de emisión óptica con plasma acoplado inductivamente (ICP-OES), difracción de rayos
X (XRD), microscopía electrónica de transmisión (TEM), espectroscopía Raman y espectroscopía fotoelectrónica de
rayos X (XPS).

La actividad catalítica de los catalizadores frente a la ORR y la OER ha sido analizada usando un sistema de tres
electrodos, usando como electrodo de trabajo un electrodo rotatorio de disco anillo (RRDE) de carbón vítreo (disco) y
platino (anillo), así como un electrodo reversible de hidrógeno (RHE) como electrodo de referencia. Como electrolito
soporte se ha empleado una disolución de NaOH 0.1M.

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. CARACTERIZACIÓN FISICO-QUÍMICA.
Las temperaturas seleccionadas para la síntesis de los composites han sido de 700 y 800 ºC, obteniéndose 2 com-
posites distintos que se han llamado TiCo/NrGO-700 y TiCo/NrGO-800 respectivamente. Por otro lado, las muestras
preparadas con un único metal se han nombrado Ti/NrGO y Co/NrGO.
La composición de todos los composites preparados ha sido determinada por EA y por ICP-OES, obteniéndose los
resultados mostrados en la tabla 1.

Tabla 1 – Composición elemental en porcentaje en peso y relación elemental en peso de los elementos, determina-
da por análisis elemental.
Muestra C (%) N (%) Ti (%) Co (%) N/C Ti/C Co/C
TiCo/NrGO-700 21 2 24 11 0.1 1.1 0.5
TiCo/NrGO-800 37 4 12 27 0.1 0.3 0.7
Ti/NrGO 54 2 22 - 0.04 0.4 -
Co/NrGO 59 9 - 25 0.15 - 0.4

Tanto la muestra TiCo/NrGO-800 como la muestra Co/NrGO presentan porcentajes parecidos de Co (en torno al
25%). Por otro lado, el composite preparado a 700 ºC, muestra un porcentaje de Ti más parecido al que se obtiene
en el composite Ti/NrGO. En cuanto al porcentaje de nitrógeno, se puede observar que aquellos materiales que pre-
sentan un mayor porcentaje de Co, muestran también un porcentaje de nitrógeno más alto, siendo el composite Co/
NrGO el que mayor cantidad de nitrógeno tiene.

La estructura cristalina de los composites y del óxido de grafeno preparados (GO) fue investigada por XRD (Figura 1).

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Graphite TiO2 (Anatase)  TiO2 (Rutile)  Cobalt


 TiCo/NrGO - 800
   
   

TiCo/NrGO - 700
Intensity

Ti/NrGO

Co/NrGO

GO

5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80
2Theta / Degrees
Figura 1 – Difractograma de rayos-X de los distintos composites preparados.

La muestra de GO muestra un pico intenso a 2θ = 10.8º correspondiente al aumento del espacio interplanar entre
las capas grafíticas por la presencia de grupos funcionales basados en oxígeno y de agua, intercalados entre dichas
capas (Kaniyoor, Baby, Arockiadoss, Rajalakshmi, & Ramaprabhu, 2011). Sin embargo, después del proceso de cal-
cinación de todos los composites, el pico de difracción asociado al grafeno se ha desplazado considerablemente a
ángulos de 2θ = 26.6º, lo cual puede ser asociado a la salida de los grupos funcionales del espacio entre las capas
grafíticas, permitiendo que las capas estén más juntas (Liu, Yuan, Jiang, & Yao, 2014). Esto significa que el GO ha
sido reducido (rGO). Por otro lado, las muestras TiCo/NrGO 800 y la muestra Co/NrGO presentan picos de difracción
que se corresponden con cobalto metálico con estructura cúbica centrada en las caras (JCPSD 15-0806). No se ob-
serva la presencia de óxido de cobalto en estas muestras. Así mismo, los composites TiCo/NrGO-800 y Ti/NrGO pre-
sentan picos de difracción correspondientes a la presencia de TiO2-Anatasa (JCPDS 89-4921) y TiO2-Rutilo (JCPDS
89-4202). Destaca la aparición de picos de difracción correspondients al CoTiO3 (JCPDS 77-1373) en el composite
preparado a 700 ºC, en el cual además no aparece ninguna fase cristalina de cobalto metálico, ni de óxido de cobalto.

Las características morfológicas y estructurales de los materiales fueron estudiadas más a fondo usando la espec-
troscopía Raman. Los espectros correspondientes a los composites Co/NrGO y Ti/NrGO se muestran en las figuras
2A y 2B, respectivamente, mientras que los espectros correspondientes a los composites TiCo/NrGO 800 y TiCo/
NrGO 700, se representan en las figuras 2C y 2D, respectivamente. Todos los composites muestran dos picos bien
definidos que se corresponden a las bandas D y G del grafeno, alrededor de 1350 cm-1 y 1580 cm-1, respectivamente
(Kudin et al., 2008).

Por otro lado, en los composites Co/NrGO y TiCo/NrGO-800 podemos encontrar distintas bandas entre 476 y 693 cm-1
que se asocian a los modos de vibración F12m y A1g del Co3O3, material que no se había visto previamente por XRD.
En el caso de la muestra TiCo/NrGO-800 aparece un pico a 143 cm-1, presente también en la muestra Ti/NrGO, que
se relaciona con la presencia de titanio en forma anatasa, como ya se había visto anteriormente por XRD. En el caso
de la figura D, las bandas obtenidas se corresponden con los modos de vibración de la estructura ilmenita del CoTiO3,
por lo que queda confirmada la presencia de esta estructura cristalina en la muestra tratada a 700 ºC.

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D G (A) 611 (B)
442
143

2D
243

681
476
D G
Intensity / a.u.

2D

(C) 696 (D)


607
D G 338
269

239 386

516
674 2D 445 D G
2D
693
476
143 635

500 1000 1500 2000 2500 3000 500 1000 1500 2000 2500 3000

Figura 2 – Espectros Raman para Co/NrGO (A), Ti/NrGO (B), TiCo/NrGO-800 (C) y TiCo/NrGO-700 (D).

Con el fin de entender mejor la química superficial de la muestra, se llevaron a cabo estudios XPS de alta resolución
para las bandas de N 1s, Ti 2p y Co 2p. En la tabla 2 se pueden encontrar las energías de ligadura (B.E.) a las que
aparecen los diferentes elementos encontrados en los composites estudiados.

Tabla 2 – Energías de ligadura de los distintos elementos obtenidas mediante XPS.

BE (eV) BE (eV) BE (eV)


Composite
N1s Co2p3/2 Ti2p3/2

396.5
398.1
456.9
Ti/NrGO 399.3 -
459.1
400.7
401.9
398.2
781.1
399.3
Co/NrGO 784.5 -
400.8
787.5
402.1
398.2
399.4 781.2
TiCo/NrGO-800 401.1 784.3 457.9
402.97 787.6
405.09
398.1
399.5 781.1
TiCo/NrGO-700 458.1
401.1 786.7
402.9

En concreto, el espectro de alta definición del orbital 1s del nitrógeno muestra 4 contribuciones principales que apare-
cen en todos los composites, en torno a 398.1, 399.3, 401.1 y 402 eV, que se corresponden con la presencia de N-pi-
ridínico, N-pirrólico, N-cuaternario y nitrógeno unido a grupos muy electronegativos como oxígeno, respectivamente.

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Sin embargo, la muestra Ti/NrGO presenta una contribución adicional 396.5 eV y que se ha asignado a la interacción
entre el Ti y el N. En el caso del espectro XPS 2p del Co, para las 3 muestras con cobalto en su estructura, encon-
tramos una contribución principal a 781.1 eV asociada a la presencia de Co3+. En el caso de las muestras Co/NrGO
y TiCo/NrGO-800 aparecen además otras dos señales a 784.5 y 787.5 eV que se corresponden con la presencia de
Co2+ y de enlaces Co-N (Elbaz, Korin, Soifer, & Bettelheim, 2010). Analizando el orbital 2p del Ti para los composites,
se puede ver que la contribución predominante es aquella que aparece en torno a 458 eV, y que ha sido asignada a
la presencia de Ti4+ (Boppella et al., 2017).

4.2. CARACTERIZACIÓN ELECTROQUÍMICA.


Una vez conocida la naturaleza y composición de los materiales preparados, se llevó a cabo la caracterización de
la actividad catalítica de los mismos frente a las reacciones de reducción y de evolución de oxígeno. Para ello se ha
empleado un sistema de 3 electrodos, usando NaOH 0.1M como electrolito soporte. Para la realización del estudio
electrocatalítico, se han realizado barridos electroquímicos de 1.1V a 0.2V (en sentido negativo), saturando previa-
mente el electrolito con O2, para el caso de la ORR; y barridos de 0.7V a 1.8V (en sentido positivo), con el electrolito
desaireado, para el caso de la OER. Para eliminar la influencia de la difusión en la reacción, se ha recurrido a un
RRDE, el cual se ha rotado con una velocidad de 1600 rpm para realizar el ensayo. Los resultados obtenidos con los
composites preparados se pueden observar en la figura 3.
12
(B)
TiCo/rGO-800
10 TiCo/rGO-700
8
Co/rGO
Ti/rGO
6 Pt/C

4
J / mA·cm-2

0
(A)
-2

-4

-6
0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6
E / V vs RHE
Figura 3 – Estudio de la ORR (A) y la OER (B) a 1600rpm, con una velocidad de barrido de 10 mV/s.

Como se puede observar en la Figura 3, el composite que ha obtenido los mejores resultados tanto para la ORR como
para la OER ha sido el TiCo/NrGO-800. Se observa una mayor una densidad de corriente en ambas reacciones, en
comparación con el resto de los composites incluyendo el catalizador de Pt/C comercial, con un 20% de Pt. En el
caso de los monometálicos, el composite de Co/NrGO ha sido el que mejores resultados ha presentado frente al Ti/
NrGO, que presenta una buena densidad de corriente para la ORR, pero sin embargo una muy baja actividad en la
OER. El material que peores densidades de corriente ha registrado ha sido el composite binario calcinado a 700 ºC,
por lo que se deduce que la presencia de CoTiO3 disminuye notablemente la cantidad de sitios activos, y por tanto la
densidad de corriente es mucho menor.

Para determinar la capacidad de intercambio electrónico se llevó a cabo el estudio de la respuesta electroquímica a
distintas velocidades de rotación del electrodo. Aplicando la ecuación de Koutecký-Levich, se obtienen los datos que
se muestran en la tabla 3.

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y Recursos Minerales
Tabla 3 – Resumen de resultados obtenidos en el estudio de la actividad electrocatalítica.

Muestra Eonset ORR (V) E1/2 (V) n (electron transfer) Eonset OER (V)

Ti/NrGO 0.85 0.75 3.5 1.65

Co/NrGO 0.95 0.81 3.6 1.51

TiCo/NrGO-800 0.95 0.83 3.3 1.51

TiCo/NrGO-700 0.91 0.76 2.9 1.6

Pt/C 1.00 0.85 4.0 -

La tabla 3 muestra que todos los catalizadores que contienen cobalto presentan un potencial de inicio de reacción
(Eonset) muy parecido, y a su vez, muy cercano al que se obtiene con un catalizador comercial de Pt. Así mismo, aque-
llos materiales que presentan estructuras de cobalto tales como cobalto metálico y Co3O4, como es el caso de las
muestras TiCo/NrGO-800 y Co/NrGO son las que mejores resultados dan para ambas reacciones, con una capacidad
de intercambio cercana a los 4 electrones. También podemos confirmar que el peor catalizador es el TiCo/NrGO-700
ya que presenta una capacidad de intercambio por debajo de los 3 electrones.

5. CONCLUSIONES
Los cuatro catalizadores presentados en este trabajo han sido sintetizados por un método de síntesis en un solo paso
a través de la reacción del GO con urea y un precursor metálico. La introducción del metal en la matriz C-N usando
grafeno ha inducido cambios en la química superficial con la creación de enlaces metal-nitrógeno, como se ha podido
ver por XPS. El efecto sinérgico entre el grafeno dopado con nitrógeno, y la presencia de especies Co/Co3O4, así
como la interacción entre las partículas de Co y las de TiO2, ha promovido la creación de sitios activos y facilitado la
conversión en las reacciones de evolución y reducción de oxígeno.

En este caso en concreto, el catalizador bimetálico preparado a 800 ºC ha sido el que mejores resultados ha pre-
sentado para estas reacciones, postulándose como un buen sustituto de los catalizadores comerciales basados en
metales preciosos, en medio alcalino.

6. AGRADECIMIENTOS
Este trabajo está financiado por fondos del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO), bajo el proyecto
ENE2014-52158-C2-1R y 2-R (co-financiados por FEDER). Así mismo José Manuel Luque Centeno y Giovanni Le-
mes Pacheco, agradecen al MINECO y al Gobierno de Aragón la financiación recibida a través de sus programas de
becas para la formación de doctores.

7. BIBLIOGRAFÍA[BOPPELLA, 2017 #165]


• Boppella, R., Lee, J.-E., Mota, F. M., Kim, J. Y., Feng, Z., & Kim, D. H. (2017). Composite hollow nanostructures
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sheet composites and their supercapacitive properties. J. Nanomaterials, 2014, 151-151. doi:10.1155/2014/190529
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part-A: Unitized regenerative proton exchange membrane fuel cells. Renewable and Sustainable Energy Reviews,
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XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
398
MODULACIÓN DE LAS PROPIEDADES MECÁNICAS Y DE TRANSPORTE
EN COMPOSITES SILICONA/GRAFENO
Sánchez-Hidalgo, Rubéna,b, Verdejo, Raquel b; Blanco, Claraa; López-Manchado, Miguel Ángel b; Menéndez,
Rosaa
a
Instituto Nacional del Carbón INCAR-CSIC. Calle Francisco Pintado Fe, 26 33011 Oviedo, email: rosmenen@incar.
csic.es;.b Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros ICTP-CSIC Calle Juan de la cierva 3, 28006 Madrid, e-mail:
lmanchado@ictp.csic.es

RESUMEN: En este trabajo se prepararon materiales compuestos de un elastómero de silicona reforzados con ma-
teriales grafénicos obtenidos por reducción térmica de óxido de grafeno (TRGOs) a varias temperaturas y que poseen
diferente composición química y estructura. Las propiedades reológicas y mecánicas de los materiales compuestos
muestran una gran dependencia con la dispersión del material, así como con la cantidad de oxígeno presente en el
plano basal de los materiales grafénicos. Por otro lado, la conductividad eléctrica mejora hasta en doce órdenes de
magnitud empleando grafenos con gran área superficial y con una restauración aromática parcial. Sin embargo, la
conductividad térmica parece estar determinada mayoritariamente por la estructura intrínseca del TRGO, obtenién-
dose mejoras en torno a un 100% para grafenos con alta restauración aromática. La versatilidad del TRGO permite
modular las propiedades de los composites en función de la aplicación.

PALABRAS CLAVE: grafeno, silicona, conductividad eléctrica, conductividad térmica, composite

1. INTRODUCCIÓN

Los elastómeros de silicona son materiales ampliamente empleados como componentes electrónicos para proteger
y permitir un rendimiento eficiente de los dispositivos. Poseen una gran estabilidad estructural además de una buena
resistencia química. Sin embargo, presentan una baja conductividad térmica lo que implica una mala disipación del
calor generado en los dispositivos electrónicos.(Shit & Shah, 2013) Para mejorar sus propiedades de transporte se
han empleado diversas cargas como grafito, negro de carbono, nitruro de boro y nanotubos de carbono.(Kim, Kwon,
Lee, Yoon, & Jin, 2008; Shang, Gan, Yuen, Jiang, & Mei Luo, 2014; Ziraki, Zebarjad, & Hadianfard, 2016) El grafeno
se ha convertido en un material muy atractivo para ser empleado como refuerzo de este tipo de matriz polimérica
puesto que puede, no solo mejorar la conductividad térmica sino también su comportamiento eléctrico y mecánico.

En los últimos años, varios autores han empleado óxidos de grafeno reducidos térmicamente (TRGOs) como refuerzo
en elastómeros. Li et al. emplearon TRGO con una temperatura de reducción entre 120ºC y 220 ºC mostrando una
buena dispersión en la matriz polimérica con una disminución de la resistividad eléctrica de cuatro órdenes de mag-
nitud a campos eléctricos elevados. (Li, Gedde, & Hillborg, 2016). Bai et al. estudiaron las propiedades mecánicas
y la estabilidad térmica de materiales compuestos de silicona reforzados con TRGOs obtenidos a temperaturas de
350ºC, 750ºC y 1050ºC. Observaron un incremento de un 190% en la resistencia a tracción y una gran mejora en la
elongación a rotura haciendo el material más plástico (Bai, Cai, Qiu, Fang, & Zheng, 2015).

Sin embargo, no está claro cómo afectan las propiedades estructurales y la composición química de los TRGOs a
las propiedades mecánicas y de transporte de los materiales compuestos silicona/TRGOs. En estudios previos, han
demostrado la posibilidad de producir materiales de grafeno con propiedades controladas, i.e., área superficial, con-
tenido en oxígeno, tamaño lateral, variando la temperatura de exfoliación del óxido de grafeno, las temperaturas de
reducción posteriores y el grafito de partida usado. (Álvarez et al., 2015; Botas et al., 2012; Botas, Álvarez, Blanco,
Granda, et al., 2013).

En este trabajo, se seleccionaron cinco materiales grafénicos con diferencias significativas en su área superficial y
composición química para evaluar la influencia de sus propiedades en las propiedades mecánicas y de transporte de
los materiales compuestos silicona/TRGO.

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2. MATERIALES

El elastómero seleccionado para este estudio es una metilvinil silicona BLUESIL MF 135U suministrada por
Bluestar Silicones France S.A.S. Como agente de curado se empleó el peróxido de dicumilo (DCP) en una relación
en peso de 100:0,6.

Los reactivos empleados en la obtención de los TRGOs (ácido sulfúrico 98%, permanganato potásico, nitrato sódico,
grafito sintético (<20 µm) fueron suministrados por Sigma-Aldrich.

3. METODOLOGÍA
El óxido de grafito se preparó a partir de grafito sintético comercial empleando el método de Hummer’s modificado
(Botas et al., 2012; Botas, Álvarez, Blanco, Santamaría, et al., 2013; Hummers & Offeman, 1958). El primer trata-
miento, una exfoliación por calentamiento rápido a 300ºC, se llevó a cabo en un horno vertical bajo atmósfera de N2
(100 mL min-1).(Álvarez et al., 2015). El material exfoliado se trató a diferentes temperaturas (400ºC, 500ºC, 700ºC
and 1000ºC) en horno horizontal bajo atmósfera de N2 (100 mL min-1) con una velocidad de calentamiento de 5ºC/min
hasta la temperatura seleccionada. El tratamiento a 2000ºC se realizó en un horno de grafitización (Pyrox VI 150/125)
en atmósfera de Ar (3 L min−1) con una velocidad de calentamiento de 5ºC/min hasta 800ºC y después de 10ºC/min
hasta los 2000ºC. Esta temperatura se mantuvo durante 1h. Las muestras obtenidas se designaron como TRGO-T
donde la T es la temperatura de reducción.

Los TRGOs se dispersaron en la silicona usando un mezclador de dos rodillos (Comerio Ercole S.P.A.). El contenido
de TRGO fue de 1, 3 y 5% en peso respecto a la silicona. Las muestras fueron vulcanizadas en una prensa hidráulica
(Gumix TP300/450/1) a 160ºC y 200 bar de presión al t90 determinado mediante test reológico. Los ensayos reológicos
se llevaron a cabo en un analizador RPA 2000 (Alpha Technologies) con una deformación de 6.98% con una frecuen-
cia de 1.667Hz a 160ºC durante 45 min. La dispersión de los TRGOs se estudió, además, mediante microscopía
electrónica de transmisión empleando un equipo TEM JEOL 2000 EX-II a 160keV.

Las medidas de conductividad eléctrica fueron determinadas en un analizador dieléctrico de alta resolución (ALPHA,
Novocontrol Technologies GmbH) con amplitudes de voltaje de 1V en un intervalo de frecuencia de 10-1 – 107 Hz a
temperatura ambiente.

Las medidas de conductividad térmica se estudiaron en un equipo de flujo estacionario (LaserComp FOX50) en el
intervalo de temperaturas de 15ºC-75ºC.

Los ensayos mecánicos se llevaron a cabo en un dinamómetro uniaxial INTROM a temperatura ambiente, con una
velocidad de 500 mm/min según las especificaciones recogidas en la norma ASTM D412.

4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Los materiales grafénicos empleados en este estudio difieren significativamente, tanto en su composición química
como estructural, como consecuencia de las diferentes temperaturas de reducción empleadas en su obtención. El
área BET, determinante para la dispersión en el polímero, varía desde 161 m2/g para TRGO-2000 hasta un máximo
de 487 m2/g para TRGO-700 (Tabla 1).

El torque máximo registrado durante el proceso de vulcanización ofrece información sobre la dispersión del TRGO en
la matriz, así como del grado de interacción TRGO-silicona. Los mayores valores de torque obtenidos corresponden
con los composites reforzados con TRGO-700 y TRGO-1000, siendo 13,52 y 20,25 dNm respectivamente (Tabla 2).
Estos valores de torque indican una buena dispersión del TRGO en la matriz polimérica debido a sus elevadas áreas
BET. Este hecho parece confirmarse, además, con los resultados obtenidos en las propiedades mecánicas donde se
observa que el material más rígido corresponde a TRGO-1000 seguido de TRGO-700, con elongaciones a la rotura
(eb) de 246 y 346% respectivamente. (Tabla 2).

En la Figura 1 se muestran las imágenes tomadas por microscopía electrónica de transmisión de alta resolución
(TEM-HR) de los materiales compuestos reforzados con un 5 % en peso de los diferentes TRGOs. En microescala
no se observaron diferencias significativas entre las muestras donde se observa una distribución homogénea ,con
la excepción de TRGO-2000 donde se observa, tanto en microescala como nanoescala, diferencias significativas.
Los materiales reforzados con TRGO-400, 500, 700 y 1000 forman una red interconectada con pequeñas distancias

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y Recursos Minerales
entre los agregados. Por el contrario, con TRGO-2000 se observa grandes agregados con gran orden estructural y
con mayor distancia de separación y mayor número de capas lo que previene la formación de redes interconectadas.

Figura 1 – Imágenes TEM-HR de los materiales compuestos de silicona reforzados con un 5% en peso de TRGO-
400 (a), TRGO-500 (b), TRGO-700 (c), TRGO-1000 (d) y TRGO-2000 (e).

La conductividad eléctrica de los materiales compuestos está fuertemente influenciada por la dispersión del material
en la matriz polimérica. Los mejores resultados en conductividad eléctrica se obtuvieron para los materiales refor-
zados con un 5 % en peso de TRGO-1000 (3.4·10-5 S/cm) debido a la gran dispersión del material que favorece la
conducción eléctrica vía túnel entre las láminas. En el caso de TRGO-2000, que presenta una mayor restauración
estructural, se obtiene una peor dispersión, como se observa también en el torque máximo alcanzado, lo que dificulta
el transporte de electrones entre las láminas (1.7·10-14 S/cm).

La conductividad térmica de los materiales compuestos reforzados con TRGOs depende de numerosos factores
como la morfología, el número de defectos estructurales como vacantes atómicas, el contenido de oxígeno, rugo-
sidad de las láminas, dispersión del material en la matriz y cantidad de TRGO empleado. Los mejores resultados
se obtuvieron empleando un 5% en peso de TRGO-2000 y TRGO-1000, consiguiendo una mejora del 107% y 55%
respectivamente. A pesar de que TRGO-1000 dispersa significativamente mejor que TRGO-2000 (ver Smáx en Tabla
2), este último presenta un mayor incremento de la conductividad térmica como consecuencia de la gran restauración
aromática alcanzada, lo que facilita el transporte de fonones. Como se observa en la Figura 2, los valores de conduc-
tividad térmica disminuyen con la temperatura de ensayo en todos los casos. Este comportamiento está relacionado
con el fenómeno conocido como “coeficiente de temperatura positivo” (PTC), que atribuye esta disminución de la con-
ductividad térmica al aumento de la distancia entre las redes macromoleculares como consecuencia de la expansión
térmica del polímero.(Agari & Uno, 1985)

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SR TRGO-400 TRGO-500 TRGO-700 TRGO-1000 TRGO-2000

a) 10-4
b) 0.36
10-5 0.34
10-6

Thermal Conductivity (W/mK)


0.32
10-7
10-8 0.30
10-9 0.28
σDC (S/cm)

10-10 0.26
10-11
0.24
10-12 TRGO-400
10-13 TRGO-500 0.22
TRGO-700
10-14 TRGO-1000 0.20
10-15 TRGO-2000
SR 0.18
10-16
0.16
10-1 100 101 102 103 104 105 106 107 10 20 30 40 50 60 70 80
Frequency (Hz) Temperature (ºC)
Figura 2 – a) Variación de la conductividad eléctrica con la frecuencia y b) conductividad térmica de los materiales
compuestos con un 5 % en peso de material grafénico.

Tabla 1 – Relación atómica C/O y área superficial BET de los TRGOs


TRGO C/O SBET (m2/g)
400 4.21 374
500 4.66 384
700 11.38 487
1000 98.60 467
2000 498.50 161

Tabla 2 – Propiedades mecánicas materiales compuestos reforzados con un 5 % en peso: a) torque máxido b) es-
fuerzo a tracción máximo y c) elongación máxima a rotura
TRGO Smáx(dNm)a σmáx(MPa)b eb(%)c
Silicona 8.03 7.28 742
400 8.43 4.19 701
500 10.48 4.12 558
700 13.53 3.73 342
1000 20.25 6.00 246
2000 10.99 5.99 584

5. CONCLUSIONES
Las propiedades de los materiales compuestos de silicona muestran gran dependencia con la composición química y
estructura de los TRGOs empleados. Los estudios de TEM-HR muestran unas dispersiones homogéneas y desorde-
nadas del material grafénico con pequeñas distancias entre láminas en el caso de TRGOs con elevada área super-
ficial BET, demostrando que éste es un parámetro clave en la dispersión del material grafénico en el polímero. Este
hecho contribuye de manera significativa al aumento de la rigidez del sistema, así como la mejora de las propiedades
dieléctricas. Además, la influencia entre la cantidad de oxígeno del TRGO y las propiedades mecánicas del material
compuesto parece corroborarse con los ensayos reológicos, donde se observa que a mayor cantidad de oxígeno más
plasticidad presenta el sistema.

El comportamiento dieléctrico parece estar determinado por la estructura del material grafénico, así como su distri-
bución en la matriz polimérica, siendo óptimo en el caso de TRGO-1000 al 5 % en peso debido a su elevada área
superficial. Por otro lado, en el caso de TRGO-2000 no se observa percolación en ningún caso a pesar de presentar
una estructura aromática muy restaurada, debido a su pobre dispersión. Este hecho sugiere que la morfología más
apilada de TRGO-2000 promueve la formación de grandes agregados sin interconexión como se ha observado por
TEM-HR.

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y Recursos Minerales
Por otro lado, la conductividad térmica parece estar determinada por la restauración aromática del TRGO empleado,
siendo óptimo en el caso del material compuesto reforzado con un 5 % en peso de TRGO-2000 el cual presenta un
incremento de un 107% respecto a la silicona sin reforzar.

Se ha demostrado la posibilidad de modular las propiedades de un elastómero de silicona variando la morfología del
grafeno empleado como refuerzo, así como la cantidad empleada.

4. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen la financiación al Ministerio de Economía y Competitividad a través del proyecto MAT2013-
48107-C3. R. Sánchez-Hidalgo agradece al MINECO la financiación del contrato predoctoral BES-2014-070802.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Agari, Y., & Uno, T. (1985). Thermal conductivity of polymer filled with carbon materials: Effect of conductive
particle chains on thermal conductivity. Journal of Applied Polymer Science, 30(5), 2225-2235. doi:10.1002/
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• Álvarez, P., Blanco, C., Santamaría, R., Blanco, P., González, Z., Fernández-García, L., . . . Menéndez, R. (2015).
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• Bai, Y., Cai, H., Qiu, X., Fang, X., & Zheng, J. (2015). Effects of graphene reduction degree on thermal oxidative
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• Botas, C., Álvarez, P., Blanco, C., Santamaría, R., Granda, M., Gutiérrez, M. D., . . . Menéndez, R. (2013). Critical
temperatures in the synthesis of graphene-like materials by thermal exfoliation-reduction of graphite oxide. Carbon,
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• Botas, C., Álvarez, P., Blanco, P., Granda, M., Blanco, C., Santamaría, R., . . . Menéndez, R. (2013). Graphene
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343
USOS POTENCIALES DEL SILICATO DE HIERRO OBTENIDO EN EL
PROCESO DE LA FUNDICIÓN DEL COBRE
Suárez, Juan Antonioa, Mora, Pedrob, Sanjuán, Miguel Ángelc
a
Atlantic Copper, S.L.U., Avenida Francisco Montenegro, s/n, 21001 Huelva, correo-e: jsuarezc@fmi.com; b ETSI
Minas y Energía UPM, C/ Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: pedro.mora@upm.es; c Instituto Español del Ce-
mento y sus Aplicaciones (IECA), C/ José Abascal, 53, 28003 Madrid, correo-e: masanjuan@ieca.es.

RESUMEN: El silicato de hierro es el producto de la escoria metalúrgica que se genera en el Horno Eléctrico dentro
del proceso de obtención del cobre. En particular, se obtiene en la fase de fusión del concentrado de cobre al añadirse
sílice como fundente para separar el hierro y obtener así un producto final químicamente estable. El objetivo funda-
mental del trabajo es la caracterización del material y la evaluación de su posible utilización como corrector de hierro
de la harina de crudo para la producción de clínker de cemento Portland, como agente abrasivo y como material de
relleno en obras de ingeniería hidráulica. Los métodos químicos y físicos que se han empleado para la realización del
presente trabajo han sido los siguientes: Los análisis químicos se han realizado mediante FRX y por vía húmeda con-
forme con la norma UNE-EN 196-2; los métodos de ensayo para abrasivos no metálicos empleados en la preparación
de superficies por chorreado empleados son los recogidos en las distintas partes de la Norma ISO 11127; el análisis
granulométrico del silicato de hierro se ha realizado conforme con la UNE-EN 933-1; finalmente, los ensayos que se
han realizado para evaluar la capacidad del silicato de hierro como material de relleno son los requeridos por la nor-
ma armonizada UNE-EN 13242. El silicato de hierro contiene pequeñas cantidades de silicatos de aluminio y calcio,
junto con trazas de elementos metálicos en forma metálica, formando parte de minerales o incluidos en las fases del
silicato. La caracterización físico-química del material mostró que los metales traza están firmemente interconectados
entre sí en las estructuras de vidrio/cristal del silicato y otras fases minerales. Como consecuencia de estas caracte-
rísticas microestructurales, este material presenta una reducida solubilidad en el agua de los metales traza presentes
en la matriz, por lo que la liberación de éstos está muy limitada. Comparando dos clínkeres, el primero fabricado sin
emplear el silicato de hierro objeto del presente artículo, y el segundo fabricado sin él, se observó que en la utilización
del silicato de hierro como corrector del hierro no se apreciaba un cambio significativo en la composición química del
clínker ya que todos los valores de los compuestos principales se encuentran en el mismo orden de magnitud. Con
relación a los compuestos minoritarios, éstos se encuentran en valores inferiores en el clínker fabricado con el sili-
cato de hierro que en el clínker fabricado con otros correctores de hierro como la limonita, pirita, etc. Esto es debido
a que este material no presenta las impurezas típicas de los minerales naturales. Por tanto, se puede decir que la
utilización de silicato de hierro como corrector del hierro en la fabricación del clínker del cemento Portland tiene un
impacto ambiental positivo que se suma al debido a que se evita la contaminación producida en la extracción minera,
y su transporte desde la cantera hasta la fábrica de cemento, de los correctores habituales de hierro utilizados en la
fabricación de clínker Portland. El silicato de hierro se puede emplear para reemplazar a los materiales abrasivos no
metálicos destinados a la preparación de superficies por chorreado. La capacidad abrasiva del silicato de hierro se
ha constatado con la realización de una serie de ensayos para comprobar que se cumplen las especificaciones de la
UNE-EN ISO 11126-3. El silicato de hierro también se puede utilizar para reemplazar materiales de relleno naturales
extraídos de canteras, evitándose la utilización de los áridos naturales que habitualmente se emplean como material
de relleno drenante, ya que este material es conforme con la norma UNE-EN 13242.

PALABRAS CLAVE: Silicato de hierro, fundición de cobre, clínker, abrasivo, relleno.

1. INTRODUCCIÓN
El silicato de hierro es el producto de la escoria metalúrgica que se genera en el Horno Eléctrico dentro del proceso de
obtención del cobre electrolítico (Figura 1). Éste se obtiene en la fase de fusión del concentrado de cobre al añadirse
sílice como fundente para separar el hierro y obtener un producto final químicamente estable. Contiene principal-
mente silicato de hierro y pequeñas proporciones de silicatos de aluminio y calcio. También hay trazas de metales en
forma metálica, formando parte de minerales o integrados en las fases de silicato. Los metales traza están firmemente
interconectados entre sí en las estructuras de vidrio/cristal del silicato y otras fases minerales. Como consecuencia de
estas características microestructurales, presenta una reducida solubilidad en el agua de los metales traza presentes
en la matriz, por lo que la liberación de éstos está muy limitada.

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y Recursos Minerales
Figura 1 – Silicato de hierro resultado de la escoria metalúrgica que se procesa en el Horno Eléctrico dentro del
proceso de obtención del cobre de alta pureza.

El objetivo fundamental de este trabajo es la caracterización del material y la evaluación de su posible utilización en
tres aplicaciones diferentes: como corrector de hierro en la harina de crudo para la producción de clínker de cemento
Portland, como agente abrasivo para la limpieza de barcos y como material de relleno en obras de ingeniería hidráu-
lica.

2. MÉTODO EXPERIMENTAL
Los métodos químicos y físicos que se han empleado para la elaboración del presente trabajo se detallan a conti-
nuación. Los análisis químicos se han realizado mediante FRX y por vía húmeda conforme con la norma UNE-EN
196-2. Por otro lado, los métodos de ensayo para abrasivos no metálicos empleados en la preparación de superficies
por chorreado se encuentran recogidos en las distintas partes de la Norma ISO 11127. El análisis granulométrico del
silicato de hierro se ha realizado conforme con la UNE-EN 933-1. Finalmente, los ensayos que se realizan para eva-
luar la capacidad del silicato de hierro como material de relleno son los requeridos por la norma armonizada UNE-EN
13242 “Áridos para capas granulares y capas tratadas con conglomerados hidráulicos para uso en capas estructura-
les de firmes”.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El silicato de hierro es una sustancia inorgánica compleja que, en el ámbito de la legislación europea sobre produc-
tos químicos, es una sustancia UVCB (sustancias de composición desconocida o variable, productos de reacción
complejos o materiales biológicos). El silicato de hierro contiene pequeñas proporciones de silicatos de aluminio y
calcio, además de trazas de elementos metálicos en forma metálica. La caracterización físico-química del material
ha demostrado que los metales traza están firmemente interconectados entre sí en las estructuras de vidrio/cristal
del silicato y otras fases minerales, por lo que la liberación de éstos es muy reducida. La Figura 2 muestra el análisis
químico mensual del silicato de hierro que se realiza sobre una muestra que se conforma con submuestras que se
toman diariamente.

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Figura 2 – Análisis mensual del silicato de hierro (enero 2014 – septiembre 2016)

3.1 FABRICACIÓN DE CLÍNKER


El silicato de hierro es un material que se viene utilizando desde hace varios años de forma sistemática como correc-
tor de hierro en la industria del cemento española. El silicato de hierro reemplazaría la utilización de minerales de
hierro tales como la limonita (FeO(OH)•nH2O) y la pirita (FeS2, disulfuro de hierro (II)), rocas como la pizarra y otros
aportadores de hierro reciclado como la cascarilla hierro y las cenizas de pirita. El clínker del cemento Portland es el
constituyente principal del cemento Portland y se produce mediante un proceso de sinterización en las fábricas inte-
grales de cemento. Está formado por una mezcla de silicatos, aluminatos y ferritoaluminatos de calcio y se fabrica a
partir de la denominada harina de crudo.

Aunque el clínker es el constituyente principal en la fabricación del cemento Portland, su nivel de especificación no es
tan elevado o exigente como el del producto final. Las especificaciones del cemento se encuentran en la norma UNE-
EN 197-1 y en los documentos regulatorios en donde se encuentran los requisitos reglamentarios que le atañen, es
decir, las Instrucciones del hormigón y del cemento, EHE-08 y RC-16, respectivamente, entre otros. La especificación
de sus constituyentes está regulada únicamente por la norma UNE-EN 197-1, permitiendo al fabricante aplicar su
conocimiento y experiencia propia en el proceso de fabricación. La norma UNE-EN 197-1 exige que el clínker esté
constituido por, al menos, en dos tercios de su masa, por silicatos de calcio (C3S y C2S), estando constituido el resto
por fases del clínker conteniendo aluminio y hierro, y por otros compuestos. La relación en masa CaO/SiO2 no debe
ser menor de 2,0. El contenido de óxido de magnesio no debe exceder del 5,0% en masa.

Ninguna de estas especificaciones tiene relación con el contenido de hierro excepto en el caso de los cementos
resistentes a los sulfatos SR y SRC y cementos resistentes al agua de mar, MR, en los que el contenido de alumi-
nato tricálcico, C3A, y, en algunos casos, el contenido de ferrito aluminato tetracálcico, C4AF, está limitado por las
normas UNE-EN 197-1 (SR), UNE 80303-1 (SRC) y UNE 80303-1 (MR). Este contenido de C3A se calcula por medio
de una fórmula que resta el contenido de óxido de aluminio menos el de óxido férrico que viene determinado por los
correctores de hierro, entre los que se encontrará el silicato de hierro. Es decir, los correctores de hierro contribuyen
positivamente a limitar la cantidad de C3A en determinados cementos (y clínkeres) donde la cantidad de aluminato
tricálcico debe controlarse por las especificaciones ya citadas. Por ejemplo, en el caso de los cementos resistentes a
los sulfatos, SR, de la norma europea UNE-EN 197-1, deben cumplir los siguientes requisitos: CEM I: 0%, 3% ó 5%
según corresponda; y en CEM IV, 9%.

La Tabla 1 compara dos clínkeres, el primero fabricado sin emplear el silicato de hierro y el segundo fabricado con él.
Se observa que la utilización de silicato de hierro como corrector del hierro no se produce ningún cambio significativo
en la composición del clínker ya que todos los valores de los compuestos principales se encuentran en el mismo or-

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y Recursos Minerales
den de magnitud. Con relación a los compuestos minoritarios, éstos se encuentran en valores inferiores en el clínker
fabricado con silicato de hierro que en el clínker fabricado con otros correctores de hierro como la limonita, pirita, etc.
Esto es debido a que este material no presenta las impurezas típicas de los minerales naturales (limonita, piritas, etc.).
Por tanto, se puede decir que la utilización de silicato de hierro como corrector del hierro en la fabricación del clínker
del cemento Portland tiene un impacto ambiental positivo que se suma al debido a que se evita la contaminación
producida en la extracción minera, y su transporte desde la cantera hasta la fábrica de cemento, de los correctores
habituales de hierro utilizados en la fabricación de clínker Portland (limonita, pirita, etc.). Por tanto, se puede concluir
que la utilización de silicato de hierro para la fabricación de clínker de cemento Portland (clínker 2 de la Tabla 1) tie-
ne un impacto positivo tanto ambiental como sobre la salud humana al reemplazar otros materiales con un impacto
menos favorable.

Tabla 1 – Composición de dos clínkeres de cemento Portland: A) fabricado sin emplear el silicato de hierro, B) fabri-
cado con silicato de hierro
Elemento Clínker 1 Clínker 2
(%) SIN silicato de hierro CON silicato de hierro
Al2O3 4,42 4,78
Fe2O3 2,66 3,09
CaO 65,27 65,63
MgO 1,53 1,53
SO3 1,17 1,76
K2O 0,98 0,93
Na2O 0,16 0,09

La Tabla 2 muestra el histórico de consumo de los correctores de hierro de los diez últimos años, en donde se com-
prueba que el silicato de hierro ocupa el segundo lugar después de las pizarras desde el año 2014. Por otro lado,
la Figura 3 presenta la producción de clínker gris frente a la utilización de correctores de hierro desde el año 2006
hasta el año 2015. Se observa una clara relación lineal entre ambos parámetros, por lo que la previsión de consumo
futuro de correctores de hierro va ligada al aumento de la producción de clínker de cemento Portland en las fábricas
españolas a medio plazo.

Tabla 2 – Utilización de correctores de hierro en fábricas de cemento integrales de España desde el año 2006 hasta
el año 2015
(Datos en tone-
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
ladas)
Minerales de hie-
283.041 282.502 489.241 429.750 176.605 136.652 199.405 154.524 149.893 171.577
rro
Piritas 115.121 93.975 45.856 45.628 49.599 43.010 12.042 14.100 14.056 18.152
Pizarras 489.358 408.180 418.534 286.210 338.280 299.450 254.139 242.623 283.572 336.228
Cascarilla hierro 74.315 62.928 74.757 64.256 101.641 66.565 17.632 13.559 17.695 39.919
Silicato de hierro 90.489 68.346 42.778 33.228 84.636 100.353 157.201 153.884 185.364 176.125

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32.000.000

Producción de clínker gris (t) 30.000.000


28.000.000
26.000.000
24.000.000
22.000.000
20.000.000
18.000.000
16.000.000
14.000.000
400.000 600.000 800.000 1.000.000 1.200.000
Correctores de hierro (t)

Figura 3 – Producción de clínker gris frente a la utilización de correctores de hierro desde el año 2006 hasta el año
2015
3.2 AGENTE ABRASIVO
El silicato de hierro se puede emplear para reemplazar a los materiales abrasivos no metálicos destinados a la pre-
paración de superficies por chorreado. En particular, se utiliza el silicato de hierro para:
• Tratamiento superficial y aplicación de pinturas en tanques estructurales de carga y de lastre y en otras es-
tructuras del buque.
• Tratamiento superficial y aplicación de pinturas en otras estructuras metálicas.
Concretamente se evitaría la utilización de recursos naturales tales como:
• Arena de sílice.
• Óxido de aluminio fundido.
• Arena de olivino.
• Estaurolita.
• Granate.

Figura 4 –Ejemplo de tratamiento de superficies

Con objeto de evaluar su capacidad abrasiva, se han realizado una serie de ensayos para comprobar que se cumplen
las especificaciones de la UNE-EN ISO 11126-3: Preparación de sustratos de acero previa a la aplicación de pinturas
y productos relacionados Especificaciones para materiales abrasivos no metálicos destinados a la preparación de
superficies por chorreado. Parte 3: Escoria del refinado de cobre. Estos requisitos son aplicables, exclusivamente, a
los abrasivos en su condición de suministro, es decir, que poseen la condición de “nuevos”. No son aplicables a los

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abrasivos durante o después de su utilización. Se emplean unas 8.885 toneladas/año como material abrasivo desti-
nado a la preparación de superficies.

La Tabla 3 presenta los valores analizados en la escoria del refinado de cobre de Atlantic Copper que se pretende
emplear como material abrasivo conforme con la UNE-EN ISO 11126-3.

Tabla 3 – Valores analizados en la escoria del refinado de cobre de Atlantic Copper, S.L.U. que se pretende emplear
como material abrasivo conforme con la UNE-EN ISO 11126-3
Propiedad Valor Método de ensayo
Intervalo de tamaño de partícula y su distribución Véase la Fig. 5 ISO 11127-2
Densidad aparente, kg/m 3
1,6-1,9 × 10 3
ISO 11127-3
Dureza Mohs 1)
6,6-7,5 ISO 11127-4
Dureza Vickers, kg/mm2 > 660 ISO 11127-4
Humedad, % (m/m) < 0,2 ISO 11127-5
Conductividad del extracto acuoso, mS/cm < 25 ISO 11127-6
Conductividad del extracto acuoso, µS/cm < 150 ASTM D-4940
Cloruros solubles en agua, % (m/m) <10ppm ISO 11127-7
1)
Puede ser usado otro método para determinar la dureza, con
unos requisitos mínimos apropiados, por acuerdo entre las par-
tes interesadas.

Tabla 4 – Utilización de silicato de hierro como material abrasivo en España desde 2011 hasta 2015
(Datos en toneladas) 2011 2012 2013 2014 2015
Silicato de hierro 5.367,75 12.382,36 7.441,65 5000 8.855

3.3 MATERIAL DE RELLENO


El silicato de hierro también podría utilizarse para reemplazar materiales de relleno naturales extraídos de canteras.
En particular se evitaría la utilización de recursos naturales tales como los áridos naturales empleados como material
de relleno drenante. Para ello, se ha caracterizado su curva granulométrica (Figura 5) y se ha comprobado que cum-
ple con los requisitos de la norma armonizada UNE-EN 13242.

Curva granulométrica
% que pasa

Tamaño de partículas (mm)


Figura 5 – Análisis granulométrico del silicato de hierro (escoria de cobre) utilizada como granalla de hierro como
agente abrasivo (UNE-EN 933-1)

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El silicato de hierro de Atlantic Copper, S.L.U. tiene marcado CE conforme con el Reglamento de productos de la
Construcción (RPC). Tiene un Certificado de conformidad de control de producción en fábrica 0099/CPR/A60/0697
emitido por primera vez el 22 de enero de 2008 y con una fecha de expiración del 22 de enero de 2020. Por tanto, se
realizan todos los ensayos obligatorios para el mantenimiento de dicho marcado conforme con la norma armonizada
UNE-EN 13242 “Áridos para capas granulares y capas tratadas con conglomerados hidráulicos para uso en capas
estructurales de firmes” (Tabla 5).

Los ensayos de lixiviación del material realizados conforme con la norma alemana DIN 38414 S-4 por GEOCISA
(Ref. 272/3280/97), permiten comprobar que se cumple con los requisitos exigidos por la normativa del Real Decreto
849/1986. Por tanto, se puede concluir que no tiene ningún impacto ambiental negativo derivado del uso del silicato
de hierro como material de relleno en obras civiles.

Tabla 5 – Resultados de los ensayos de autocontrol de los últimos cuatro años que se realizan al silicato de hierro
con relación al marcado CE de áridos para capas granulares y capas tratadas con conglomerados hidráulicos para
uso en capas estructurales de firmes (UNE-EN 13242:2003)
2013 2014 2015 2016  
Nombre del Frecuencia
Normas de Ensayo 1er 2º 1er 2º 1er 2º 1er 2º Valores
Ensayo de ensayo
semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre semestre límite

PROPIEDADES GEOMÉTRICAS DE LOS ÁRIDOS 


Determinación
de la
UNE-EN 933-1:1998
granulometría de
1 / semana Realizado semanalmente  
las partículas
PROPIEDADES QUÍMICAS DE LOS ÁRIDOS
Contenido total
Apdo. 11 1 / año 2,2 0,8 0,1 0,4 0,1 ≤2%
en azufre
Sulfatos solubles
Apdo. 12 1 / año 0,6 0,8 0,3 0,3 0,0 ≤ 1%
en ácido
UNE-EN Desintegración
Apdo. No
1744- del silicato 2 / año Est. Est. Est. Est. Est. Est. Est.
19.1 desintegra
1:1999 bicálcico
Apdo. Desintegración No
2 / año Est. Est. Est. Est. Est. Est. Est.
19.2 del hierro desintegra
Apdo. Estabilidad de
2 / año 1,6 1,1 1,3 0,0 0,0 0,1 ≤ 5%
19.3 volumen
PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS ÁRIDOS
Determinación
3,6-4,0 g/
UNE-EN 1097-6:2014 de la densidad 1/año 3,8 3,7 3,8 3,7 3,7
cm3
de partículas
Determinación
UNE-EN 1097-6:2014 de la absorción 1/año 0,2 0,3 0,2 1,0 0,3 0,3 ≤ 0,5%
de agua
DESCRIPCIÓN PETROGRÁFICA DE LOS ÁRIDOS
Descripción
UNE-EN 932-3/ 1 cada 3
petrográfica DP Realizado
A1:2004 años
simplificada

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El silicato de hierro se utilizará para reemplazar a los materiales de relleno de origen natural que tradicionalmente se
utilizan como relleno de terrenos y para la preparación de “camas” para las canalizaciones. En particular, se evitaría
la utilización de recursos naturales tales como los áridos utilizados como relleno: arenas de diferente naturaleza. En
particular, los áridos de cuarzo y caliza se encuentran en grandes cantidades por todo el planeta.

En la instalación en zanja de tuberías, se puede prever una cama de apoyo de la tubería para evitar problemas de
asentamientos, que puede estar compuesta por una capa de arena o de otro material como el silicato de hierro de 10
a 20 cm de espesor, en función del diámetro de la tubería (Figura 6).

Los rellenos se pueden completar con material seleccionado compactado del material procedente de la excavación
o con material de aportación. El tipo y espesor de estos rellenos variará en función del material de la tubería. En los
casos de tuberías de PVC y acero se rellenará con este material hasta 20 cm por encima de la generatriz superior de
la tubería, y en el caso del hormigón armado, 10 cm por encima de la generatriz superior de la tubería.

Posteriormente, se completan los rellenos con material seleccionado hasta 30 cm por encima de la anterior. Los re-
llenos de la zanja se pueden completar con un relleno ordinario procedente de la propia excavación hasta la cota del
terreno o con material de aportación.

La norma UNE-EN 1610 “Construcción y ensayos de desagües y redes de alcantarillado”, especifica un espesor míni-
mo de relleno de 15 cm por encima de la parte superior de la tubería y de 10 cm por encima de la junta (Figura 6). El
espesor del relleno de la primera zona cuando se emplea silicato de hierro es de unos 30-50 cm según se especifique
en cada proyecto. El silicato de hierro empleado como relleno envolvente es capaz de proporcionar una estabilidad y
capacidad portante adecuadas para las canalizaciones enterradas.

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Figura 6 – Ejemplos de colocación del silicato de hierro en obra

La Tabla 6 muestra el histórico de consumo de silicato de hierro como material de relleno en los últimos años.

Tabla 6 – Utilización de silicato de hierro como material de relleno en España en 2015 y 2016
Material (Datos en toneladas) 2015 2016
Silicato de hierro como material de relleno 2.751 2.605

4. CONCLUSIONES
El silicato de hierro se utiliza en la actualidad como corrector de hierro en la fabricación del clínker del cemento Port-
land en sustitución de recursos naturales tales como los minerales de hierro. La previsión de consumo futuro va ligada
al aumento de la producción de clínker de cemento Portland en las fábricas españolas a medio plazo. El silicato de
hierro como corrector de hierro tiene un doble papel:
• Desde el punto de vista del control de proceso, el silicato de hierro contribuye a que el módulo de fundentes se
sitúe en la especificación deseada por el fabricante.
• Desde el punto de vista de las especificaciones del clínker de los cementos resistentes a los sulfatos, SR y
SRC, y del clínker de los cementos resistentes al agua de mar, MR, el silicato de hierro ayuda a que dichos
clínkeres tengan un reducido contenido de C3A conforme con los requisitos de las normas de especificaciones
de cementos aplicables.
Comparando el clínker fabricado con silicato de hierro con el clínker fabricado con otros correctores de hierro como la
limonita, pirita, etc. Se comprueba que los compuestos minoritarios se encuentran en valores inferiores en el primer
caso. Esto es debido a que este material no presenta las impurezas típicas de los minerales naturales (limonita, piri-
tas, etc.). Por tanto, se puede decir que la utilización de silicato de hierro como corrector del hierro en la fabricación

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del clínker del cemento Portland tiene un impacto ambiental positivo, que se suma al debido al evitar la contaminación
producida en la extracción minera, y su transporte desde la cantera hasta la fábrica de cemento, de los correctores
habituales de hierro utilizados en la fabricación de clínker Portland (limonita, pirita, etc.).

La granalla de silicato de hierro se usa como material abrasivo en la limpieza de barcos de forma respetuosa con el
medio ambiente. La utilización del silicato de hierro como material abrasivo en la limpieza de barcos evita el consumo
de recursos naturales que son escasos tales como el granate (granalla garnet).

El silicato de hierro se emplea como material de relleno drenante en obras hidráulicas en la construcción de “camas”
para las tuberías. La utilización del silicato de hierro como material de relleno evita el empleo de áridos silíceos o
calizos (arenas naturales). Este material de relleno se emplea de igual manera que cualquier otro material de relleno.
Los ensayos de lixiviación realizados conforme con la norma alemana DIN 38414 S-4 han permitido la comprobación
del cumplimiento de los requisitos exigidos por el Real Decreto 849/1986. Por tanto, se puede concluir que no tiene
ningún impacto ambiental ni sobre la salud humana negativo derivado del uso del silicato de hierro como material de
relleno en obras civiles.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Atlantic Copper, S.L.U. la información facilitada para la realización de esta ponencia.

6. BIBLIOGRAFÍA
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ropeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE, sobre los residuos. Bruselas, 2.12.2015.
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capas estructurales de firmes”.
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• UNE-EN 196-2:2014 “Métodos de ensayo de cementos. Parte 2: Análisis químico de cementos”.
• UNE-EN 197-1:2011 “Cemento. Parte 1: Composición, especificaciones y criterios de conformidad de los cementos
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Press.

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284
LA ECONOMÍA CIRCULAR APLICADA AL SECTOR DE LOS ÁRIDOS
Autores: César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La Comisión Europea ha desarrollado un paquete de medidas para impulsar la economía circular, como
una “respuesta estratégica a la nueva realidad de la globalización y crecientes presiones sobre los recursos naturales
que son escasos y limitados”, que se apoya en diferentes elementos.

Esta iniciativa ha venido a confirmar algo que, desde la UEPG, la FdA y ANEFA, se lleva años anunciado: la firme y
decidida voluntad de las instituciones europeas y de los Estados Miembros de potenciar el reciclado y la valorización
de los residuos con objeto de minimizar el consumo de “nuevas materias primas”, reduciendo al mínimo los residuos
destinados a vertedero.

Este concepto, muy novedoso en el mundo, pero con un recorrido imparable que tendrá consecuencias importantes
en el modelo económico del sector de los áridos irá, progresivamente, implantándose en todos los países del mundo.
La comunicación aplica los conceptos de la economía circular al sector de los áridos y estudia sus repercusiones
sobre éste.

PALABRAS CLAVE: Economía Circular; Reciclado; Materias Primas; Productos; Áridos

1. INTRODUCCIÓN:
El Comisario de medio ambiente, Janez Potočnik, ha presentado, en 2015, un paquete de medidas para impulsar la
economía circular, como una “respuesta estratégica a la nueva realidad de la globalización y crecientes presiones
sobre los recursos naturales que son escasos y limitados”, que se apoya en diferentes elementos. Esta iniciativa ha
venido a confirmar algo que, desde la UEPG, la FdA y ANEFA se lleva años anunciado: la firme y decidida voluntad
de las instituciones europeas y de los Estados Miembros de potenciar el reciclado y la valorización de los residuos
con objeto de minimizar el consumo de “nuevas materias primas”, reduciendo al mínimo los residuos destinados a
vertedero.

Esquema de la economía circular aplicada a los áridos

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Existe una firme y decidida voluntad de las instituciones europeas y de los Estados Miembro de potenciar el recicla-
do y la valorización de los residuos con objeto de minimizar el consumo de “nuevas materias primas” y de reducir al
mínimo los residuos destinados a vertedero.

• COMUNICACIÓN COM (2014) 398 FINAL HACIA UNA ECONOMÍA CIRCULAR: UN PROGRAMA DE
CERO RESIDUOS PARA EUROPA
Esta comunicación establece un enfoque global hacia la economía circular: mantiene el valor añadido de los pro-
ductos el mayor tiempo posible y excluye los residuos. Funciona reteniendo los recursos en la economía cuando un
producto ha llegado al final de su vida, de modo que puedan continuar utilizándose con provecho una y otra vez para
crear más valor, reduciendo la dependencia de ciertos suministros. La transición a una economía más circular exige
la introducción de cambios en todas las cadenas de valor, desde el diseño de los productos hasta los nuevos mode-
los de gestión y de mercado, desde los nuevos modos de conversión de los residuos en un activo hasta las nuevas
formas de comportamiento de los consumidores.

Ejemplos de los objetivos que se persiguen son los siguientes:

 Reducción de la cantidad de materiales necesarios para la prestación de un servicio concreto (aligeramiento


del peso).
 Alargamiento de la vida útil de los productos (durabilidad).
 Reducción del consumo de energía y de materiales en las fases de producción y de uso (eficiencia).
 Reducción del uso de materiales peligrosos o difíciles de reciclar en productos y procesos de producción (sus-
titución).
 Creación de mercados para materias primas secundarias (recicladas) (basados en normas, en la contratación
pública, etc.).
 Diseño de productos que sean más fáciles de mantener, reparar, actualizar, reelaborar o reciclar (diseño eco-
lógico).
 Incentivación de los sistemas de separación y recogida que reduzcan al mínimo los costes de reciclado y reu-
tilización.
 Facilitación de la agrupación de actividades para impedir que los subproductos se conviertan en residuos (sim-
biosis industrial).

Puede comprenderse fácilmente que muchos de estos objetivos tendrán un impacto potencial muy importante sobre
la industria de los áridos.

2. COMUNICACIÓN COM (2014) 445 FINAL OPORTUNIDADES PARA UN USO MÁS EFICIENTE DE LOS
RECURSOS EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
La construcción y el uso de edificios en la UE representan alrededor de la mitad de los materiales que se extraen y de
la energía que se utiliza y aproximadamente un tercio del agua consumida. El sector genera asimismo en torno a un
tercio de todos los residuos y contribuye a las presiones ambientales que se producen en las diferentes fases del ciclo
de vida de los edificios, incluida la fabricación de productos de construcción, la construcción de edificios, la utilización,
la renovación y la gestión de residuos de la construcción.

En consecuencia, los principales objetivos de esta iniciativa son fomentar una utilización más eficiente de los recursos
que consumen los edificios comerciales, residenciales y públicos, nuevos y renovados, y reducir su impacto ambiental
global durante todo el ciclo de vida. El uso de los recursos viene determinado en gran medida por las decisiones sobre
el diseño y la elección de los materiales de construcción.

Las principales implicaciones de esta Comunicación son:

 Reducir el uso de recursos y su impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida de un edificio pueden lograrse
mediante:
– La mejora del diseño, que contraponga el uso de los recursos a las necesidades y la funcionalidad de la
construcción y considere escenarios de demolición, la mejora de la planificación de los proyectos, que
garantice un mayor uso de productos eficientes desde el punto de vista de los recursos y la energía, el
fomento de una fabricación de productos de construcción más eficiente en el uso de los recursos.

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y Recursos Minerales
– El reciclado o reutilización de materiales o incluso de productos enteros está adquiriendo una importancia
cada vez mayor como medio para mejorar el uso eficiente de los materiales y evitar los efectos negativos
asociados al material virgen. No obstante, el equilibrio general depende en gran medida de la existencia
de un sistema de reciclaje eficiente a nivel local, regional o nacional que constituya una alternativa atrac-
tiva y rentable al depósito en vertederos. El atractivo de las alternativas de reciclaje está determinado
por la distancia de transporte hasta los emplazamientos de reciclado, la consecución del nivel de pureza
necesario de los materiales reciclados y los procesos de producción y reciclado.

 Mejorar el funcionamiento del mercado de los materiales de construcción reciclados, para lo que la Comisión
destinará sus esfuerzos al aumento del uso de materiales reciclados y a la reducción de residuos de construc-
ción y demolición, que constituyen un tercio del total de residuos generados en la UE.

– El coste del daño ambiental no se internaliza en las tasas por utilización de vertederos ni en el precio del
material virgen, lo que puede dar lugar a que el coste del material reciclado sea más elevado que el del
material virgen; y
– La división de incentivos en la cadena de valor de esos residuos, donde el coste de desmantelar, separar
y transformar los residuos se produce principalmente en la fase de demolición, mientras los eventuales
beneficios derivados de la utilización de materiales reciclados se acumulan en la fase de producción.

3. CERRAR EL CÍRCULO: LA COMISIÓN EUROPEA ADOPTA LAS NUEVAS MEDIDAS SOBRE LA ECO-
NOMÍA CIRCULAR
La Comisión Europea ha adoptado, a finales de 2015, un ambicioso paquete de nuevas medidas sobre la economía
circular para ayudar a las empresas y los consumidores europeos en la transición a una economía más sólida y circu-
lar, donde se utilicen los recursos de modo más sostenible. Las acciones propuestas contribuirán a «cerrar el círculo»
de los ciclos de vida de los productos a través de un mayor reciclado y reutilización, y aportarán beneficios tanto al
medio ambiente como a la economía. Estos planes extraerán el máximo valor y uso de todas las materias primas,
productos y residuos, fomentando el ahorro energético y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las propuestas abarcan la totalidad del ciclo de vida: de la producción y el consumo a la gestión de residuos y el
mercado de materias primas secundarias.

Entre las medidas clave ya adoptadas o que van a aplicarse dentro del mandato de la actual Comisión figuran, entre
otras:

 Elaboración de normas de calidad para las materias primas secundarias a fin de reforzar la confianza de los
operadores en el mercado interior;
 Medidas en el plan de trabajo sobre diseño ecológico para 2015-2017 tendentes a promover la reparabilidad,
durabilidad y reciclabilidad de los productos, además de la eficiencia energética;
 Una serie de acciones sobre la reutilización del agua, incluida una propuesta legislativa relativa a los requisitos
mínimos para la reutilización de las aguas residuales.

La propuesta legislativa revisada relativa a los residuos fija unos objetivos claros de reducción y establece una senda
a largo plazo ambiciosa y creíble para la gestión de los residuos y el reciclado. Para garantizar su aplicación efectiva,
los objetivos de reducción de residuos van acompañados en la nueva propuesta de medidas concretas para abordar
los obstáculos sobre el terreno y las distintas situaciones que existen en los Estados miembros. Entre los elementos
clave de la propuesta sobre residuos revisada figuran, entre otros:

 Un objetivo común de la UE para el reciclado del 65 % de los residuos municipales de aquí a 2030;
 Un objetivo vinculante de reducción de la eliminación en vertedero a un máximo del 10 % de todos los residuos
de aquí a 2030;
 Una prohibición del depósito en vertedero de los residuos recogidos por separado;
 La promoción de instrumentos económicos para desalentar la eliminación en vertedero;
 Una simplificación y mejora de las definiciones y una armonización de los métodos de cálculo de los porcentajes
de reciclado en toda la UE;
 Medidas concretas para promover la reutilización y estimular la simbiosis industrial, convirtiendo los subproduc-
tos de una industria de materias primas de otra;

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 Incentivos económicos para que los productores pongan en el mercado productos más ecológicos y apoyo a los
regímenes de recuperación y reciclado (por ejemplo, de envases, baterías, aparatos eléctricos y electrónicos,
vehículos).

Como en el caso de la propuesta anterior anulada en 2014, esta nueva iniciativa tendrá un gran impacto sobre el
sector de los áridos, ya que, además, las comunicaciones aprobadas en aquella ocasión siguen vigentes.

4. PLAN ESTATAL MARCO DE RESIDUOS (2015)


 El Plan Estatal Marco de Residuos (PEMAR) de 2015, elaborado por la Dirección General de Calidad y Eva-
luación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente establece que
más del 50% de los residuos se generaron en los Servicios, la Construcción y la minería, según Eurostat, por
lo que ambas son áreas clave para la consecución de los objetivos de mejora en la gestión. Está directamente
inspirado en las Comunicaciones de la Comisión antes citadas.
 Además, dado que un porcentaje muy importante de los productos del sector tienen por destino la construcción,
las empresas productoras de áridos están llamadas a jugar un papel esencial en la mejora de la gestión de los
residuos de construcción y demolición.
 A esto hay que añadir la capacidad de reciclaje y puesta en el mercado de los materiales reciclados de varios
de los sectores a los que representan, así como la disponibilidad de huecos resultantes de la extracción de re-
cursos naturales que tienen un enorme potencial a efectos de valorizar determinados tipos de residuos inertes
o no peligrosos en las operaciones de restauración de estos espacios.

5. POSIBLES INSTRUMENTOS PARA PROMOVER EL RECICLADO


El PEMAR y la estrategia del MAPAMA están analizando la posibilidad de poner en marcha diversos instrumentos
para la promoción del reciclado.
 A la generación (productores de RCD)
– Incremento de tasas de admisión y vertido en vertedero en función de la calidad del RCD
– Mejora de la trazabilidad del RCD
– Avales para los productores de residuos
– Obligación de planes de Gestión
– Fomento de proyectos que minimicen la producción de RCDs o que incluyan valorización
 Al consumo de Áridos Reciclados
– Bolsas de tierras y piedras limpias de excavación
– Orden de materiales excavados MAGRAMA
– Fomento de proyectos que integren el uso de RCDs (% de RCDs en una obra) – Pliegos
– Alteraciones del mercado de los áridos naturales
– Acuerdos sectoriales

6. POLÍTICAS SECTORIALES EUROPEAS


6.1. POSICIÓN DE LA UEPG
Desde 1996, fecha en la que se creó un Grupo de Trabajo sobre áridos reciclados, la Unión Europea de Productores
de Áridos – UEPG, Asociación que cuenta con 35 países miembro, ha considerado la producción de áridos reciclados
a partir de los residuos de construcción y demolición, no como una actividad competidora sino como una parte más
de la industria, complementaria de la producción de áridos naturales.

 Apoya el uso de materiales reciclados


– Siempre que se cumplan los estándares técnicos requeridos
– Y que sea ambiental y económicamente viable.
 Apoya el objetivo general europeo de alcanzar una tasa de reciclaje del 70%
– Aunque defiende que esto puede lograrse únicamente bajo condiciones específicas
 Constata que la sustitución de áridos naturales por áridos reciclados no representaría más allá del 7 – 15 % de
la demanda total de áridos para la construcción
 Grupo de Trabajo sobre áridos reciclados (1996 - 2008)
 Recycling Task Force (desde 2008)

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6.2. OBJETIVOS DE UEPG SOBRE RECICLADO

 Fomentar el reciclado de una manera sostenible (económica y ambientalmente adecuada)


 Compartir las mejores prácticas
 Tomar en consideración los asuntos relacionados con la promoción de áridos reciclados desarrollados por las
instituciones comunitarias

El folleto sobre Eficiencia de recursos, reciclado y criterios de fin de residuo para los áridos reciclados recoge los
objetivos y los siete mensajes clave del sector europeo de los áridos representado por la UEPG:

 Promover eficiente y sosteniblemente el uso de materias primas para alcanzar la economía circular;
 Apoyar el desarrollo de criterios de fin de residuos para los residuos de construcción y demolición (RCD);
 Asegurar que los áridos naturales, artificiales y reciclados se someten a los mismos requisitos ambientales y de
calidad en sus aplicaciones respectivas;
 Mejorar el conocimiento sobre el uso de áridos reciclados en aquellas aplicaciones donde sea económica, técni-
ca y medioambientalmente viable;
 Apoyar a los Estados Miembro en su ambición de lograr un mayor uso de áridos reciclados en las aplicaciones
adecuadas o en alcanzar tasas superiores de reciclado y valorización.

Los siete mensajes clave de la industria de los áridos respecto al reciclado dejan meridianamente clara la posición
proactiva del sector:

 Fomentar la aplicación de una filosofía de diseño óptimo de la construcción para asegurar la vida útil más larga
que sea posible, para minimizar el consumo inicial de materiales, para incrementar la adaptabilidad y para que
la demolición sea la mínima, al final de su ciclo vital.
 Disponer de un criterio Europeo de fin de residuo, común para los Estados Miembro.
 Trabajar con los órganos políticos y normativos para determinar qué tipo de medidas para promover los áridos
reciclados funcionarían mejor en cada Estado Miembro. Los proyectos nacionales para promover el reciclaje de
residuos de construcción y demolición deben considerar la infraestructura física necesaria para el reciclaje, la
viabilidad económica de reciclar y la educación de los clientes sobre los beneficios del uso de materiales reci-
clados.
 Promover la recopilación de estadísticas precisas para mostrar la disponibilidad de áridos reciclados y realizar el
seguimiento de las mejoras alcanzadas en su aplicación por los Estados Miembro.
 Apoyar que la Comisión Europea reconozca que los áridos reciclados son productos y asumir los Protocolos de
Calidad de los Estados Miembro que desarrollen el criterio de fin de residuo en sus mercados. Esto, sin embar-
go, implica la promoción de los áridos reciclados allá donde sean económica, medioambiental y técnicamente
viables, siempre dentro del marco de las normas técnicas existentes.
 Asegurar que la Directiva Marco de Residuos reconozca que los residuos de unos procesos puedan ser las
materias primas de otros y que todas las actuales barreras innecesarias que restringen el movimiento de estos
materiales sean suprimidas rápidamente para poder alcanzar una economía circular.
 En la práctica, ni la cantidad disponible de áridos reciclados, ni su calidad permitirán una completa sustitución de
los áridos naturales. Incluso en el caso de que se alcanzara el reciclado total de todos los RCD, únicamente se
cubriría entre el 12 y el 20% de la demanda total de áridos.

6.3. POSICIÓN DE LA MINERALS PRODUCT ASSOCIATION (REINO UNIDO)


Como no puede ser de otra manera, la Minerals Product Association (Reino Unido) tiene perfectamente integrado el
reciclado entre las actividades de sus empresas.

6.4. POSICIÓN DE LA UNION NATIONALE DES PRODUCTEURS DE GRANULATS (FRANCIA)


Análogamente, la Union Nationale des Producteurs de Granulats (Francia) dispone de políticas activas para la pro-
moción del reciclado.
El 50% de los áridos reciclados de Francia se producen por fabricantes de áridos naturales.

Objetivo 2020: reciclar 20 Mt adicionales, para un total de 35 Mt, que es menos del 10% de las necesidades totales
de áridos del país.

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Consideran que deben darse siete condiciones para potenciar el reciclado:

 Empleo de la red de explotaciones de áridos para la gestión de RCDs


 Incentivos a la demolición selectiva
 Integración de los áridos reciclados y artificiales en el cuerpo normativo
 Incentivar licitaciones que empleen áridos reciclados
 Divulgar las posibilidades de uso de los áridos reciclados entre los arquitectos, aparejadores e ingenieros de
caminos
 Desarrollo de instrumentos económicos
 Desarrollo de observatorios regionales

7. ÁRIDOS RECICLADOS ¿AMENAZA U OPORTUNIDAD PARA EL SECTOR DE LOS ÁRIDOS?


7.1. CUANTO CUESTA RECICLAR?

El cuadro siguiente muestra que el coste de reciclado (flechas verdes) está inversamente relacionado con las inver-
siones realizadas en las etapas previas. Además, el coste recae sobre actores diferentes, sin relación entre ellos.

Por tal motivo, ¿puede afrontarse la cuestión como un problema parcial de una de las etapas o debe de hacerse de
una forma integral?

Las condiciones de contorno que se presenten en un área geográfica concreta serán decisivas a la hora de poder
afrontar el reciclado de forma económica.

Por el contrario, aunque desde el punto de vista económico haya varios interrogantes a resolver, existen otras fuentes
de áridos que no hay que ignorar, ya que las políticas europeas y, por extensión las nacionales y las autonómicas irán
en esa dirección en los próximos años, en detrimento del consumo de áridos naturales.

La nueva generación de normas europeas de especificaciones para áridos, actualmente en fase de encuesta, cuen-
tan con un Anexo A denominado “materiales de origen para áridos”, donde puede encontrarse el siguiente cuadro de
potenciales de fuentes de áridos reciclados o secundarios.

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7.2. VALOR AÑADIDO DEL SECTOR DE LOS ÁRIDOS A LA GESTIÓN DE RCD
En primer lugar hay que resaltar que la aplicación de las políticas europeas y nacionales para promover la gestión de
RCD van a desembocar en un incremento del consumo de áridos de fuentes secundarias que irán, paulatinamente,
sustituyendo parcialmente a los áridos naturales. La gráfica siguiente muestra la evolución potencial de los escenarios
de consumo hasta 2050.

Siendo consecuente, el sector de los áridos habrá de posicionarse adecuadamente en la actividad de gestión de RCD.

El sector de los áridos puede contribuir decisivamente al cumplimiento de los objetivos de gestión de residuos de
construcción y demolición, gracias a los siguientes aspectos:

 El Real Decreto 105/2008, por el que la utilización de residuos inertes procedentes de actividades de construc-
ción o demolición en la restauración de un espacio ambientalmente degradado, en obras de acondicionamiento o
relleno, podrá ser considerada una operación de valorización, y no una operación de eliminación de residuos en
vertedero, cuando se cumplan los requisitos establecidos en esa disposición.
o a) Que el órgano competente en materia medioambiental de la comunidad autónoma así lo haya declarado
antes del inicio de las operaciones de gestión de los residuos.
o b) Que la operación se realice por un gestor de residuos sometido a autorización administrativa de valoriza-
ción de residuos. No se exigirá autorización de gestor de residuos para el uso de aquellos materiales obteni-
dos en una operación de valorización de residuos de construcción y demolición que no posean la calificación
jurídica de residuo y cumplan los requisitos técnicos y legales para el uso al que se destinen.
o c) Que el resultado de la operación sea la sustitución de recursos naturales que, en caso contrario, deberían
haberse utilizado para cumplir el fin buscado con la obra de restauración, acondicionamiento o relleno.
Los requisitos establecidos en el apartado previo se exigirán sin perjuicio de la aplicación, en su caso, del Real
Decreto 2994/1982, de 15 de octubre, sobre restauración de espacios naturales afectados por actividades extrac-
tivas, derogado por el RD 975/2009. Esta aclaración viene a indicar que se precisa el cumplimiento de los Planes
de restauración aprobados. En caso de no considerarse en éstos esta opción de empleo de RCDs, será preciso
modificarlos, con la pertinente aprobación por la autoridad competente.
o El RD 975/2009, establece, en su artículo 13.1.d. d) que Cuando la entidad explotadora rellene con residuos
de procedencia no minera el hueco de explotación, ya sea en superficie o por laboreo de interior, registrará y certifi-
cará, sin perjuicio de la normativa vigente de residuos y, en particular, la correspondiente a la eliminación mediante
depósito en vertedero, que les será de aplicación, el origen y naturaleza de estos residuos, anotándose en el Libro de
Registro definido en el artículo 32, que estará a disposición de la autoridad competente.
o Las administraciones públicas promoverán acuerdos voluntarios entre los responsables de la correcta gestión
de los residuos y los responsables de la restauración de los espacios ambientalmente degradados, o con los titulares
de obras de acondicionamiento o relleno. Se abre una puerta para el establecimiento de acuerdos voluntarios entre
el sector y los gestores de RCDs.
o El desarrollo de actividades de valorización de residuos de construcción y demolición requerirá autorización
previa del órgano competente en materia medioambiental de la comunidad autónoma, en los términos establecidos
por la Ley 10/1998, de 21 de abril, derogada por la Ley 22/2011 de residuos
 Por otro lado, los áridos reciclados obtenidos como producto de una operación de valorización de residuos de
construcción y demolición deberán cumplir los requisitos técnicos y legales para el uso a que se destinen. Esto
deja claro que los áridos reciclados deberán contar con marcado CE para aquellas aplicaciones recogidas en las
normas armonizadas.
 Existencia de una importante red de explotaciones de áridos que cubre el 100% del territorio nacional, favorecien-
do una gestión de proximidad, minimizando costes de transporte (económicos y medioambientales) a centros de
valorización más lejanos.
 Disponibilidad de huecos mineros que, en función de sus correspondientes planes de restauración (RD 975/2009)
tienen que ser rehabilitados, de acuerdo con un procedimiento totalmente pautado y periódicamente controlado.
 Vinculación directa del sector de los áridos con el sector de la construcción, generador de los residuos.
 El sector puede aportar un elevado nivel de inversión preexistente, además de un equipo de profesionales espe-
cializados.
 Experiencia en la producción de áridos conformes a la reglamentación de productos de construcción y la produc-
ción y comercialización de áridos con el obligatorio marcado CE.
 Existencia de una autoridad específica para el control de las explotaciones de áridos.

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 Disponibilidad de las instalaciones de producción necesarias que únicamente requerirían de unas inversiones
menores para su adaptación al proceso de valorización de RCD y producción de áridos reciclados
 Sinergias en el transporte, ya que los mismos camiones que distribuyen áridos naturales a la obra, podrían hacer
los viajes de retorno a la explotación cargados en lugar de en vacío, reduciendo a la mitad los costes económicos
y ambientales de transporte (los camiones de áridos no volverían en vacío y los que trajeran los RCD no volverían
en vacío)
 Reducción de las distancias medias de transporte (menores emisiones y menores costes de transportes).
 Gestión comercial de la venta de los áridos reciclados: los empresarios de áridos naturales tienen la cartera de
clientes por lo que la gestión de la venta sería mucho más eficaz.
 La legislación establece que las administraciones públicas promoverán acuerdos voluntarios entre los responsa-
bles de la correcta gestión de los residuos y los responsables de la restauración de los espacios ambientalmente
degradados, o con los titulares de obras de acondicionamiento o relleno. Se abre una puerta para el estableci-
miento de acuerdos voluntarios entre el sector y los gestores de RCDs.
 El desarrollo de las normas armonizadas, depende del Comité Europeo de Normalización CEN/TC 154 Aggre-
gates con la supervisión, para el caso de España, del AEN/CTN 146 Áridos cuya secretaría ocupa la Federación
de Áridos, lo que viene a reforzar la vinculación directa entre el sector de los áridos naturales y de los áridos
reciclados.

Otros aspectos destacados son:


 (1) Corregir los efectos negativos permanentes de los huecos mineros, que se rellenarían y se rehabilitarían in-
tegralmente.
 (2) Disminuir las afecciones, las superficies ocupadas y los lugares con impacto en el medio ambiente como con-
secuencia de ubicar los vertederos dentro de los huecos mineros.
 (3) Contribuir a la adecuada ordenación del territorio.
 (4) Crear sinergias. Mejorar la rentabilidad de las empresas mineras y de las productoras de residuos (En el caso
de las empresas mineras mejorar la rentabilidad puede significar aumento de reservas).
 (5) Agilizar los procesos administrativos de tramitación de proyectos de minas y de vertederos (En estos momen-
tos están durando aproximadamente el doble del tiempo mínimo exigido por la legislación vigente).

Por otro lado, y a mayor abundamiento, el PEMAR prevé Desarrollar acuerdos o convenios sectoriales entre las
industrias extractivas y el MAGRAMA, con objeto de promover el uso de los huecos mineros disponibles para la va-
lorización de residuos en operaciones de recuperación de espacios degradados, en el marco del artículo 13 del Real
Decreto 105/2008 8, de 1 de febrero, por el que se regula la producción y gestión de los residuos de construcción
y demolición (RCD), de forma que se coordinen acciones de ámbito nacional para favorecer el cumplimiento de los
objetivos de gestión de residuos establecidos en cada caso. Estos acuerdos o convenios sectoriales podrán o no
complementarse con un desarrollo específico autonómico en función de las circunstancias concretas.

Por otro lado, aplicando el principio de jerarquía de la gestión de residuos, la posibilidad de valorizar los residuos en
las operaciones propuestas se incrementa exponencialmente.

El Real Decreto 975/2009, sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas, de protección y de rehabilitación
del espacio afectado por las actividades mineras, establece los requisitos para poder valorizar residuos en operacio-
nes de rehabilitación.

En los países europeos más avanzados en la gestión de residuos, esta es una herramienta complementaria que mul-
tiplica exponencialmente la eficacia de las acciones de las Administraciones y del resto de actores sociales afectados
en cada caso.

7.3. BARRERAS AL USO DE ÁRIDOS RECICLADOS


 Calidad (y calidad percibida)
– Los áridos reciclados únicamente pueden competir si su calidad es equivalente a la de los áridos naturales
– Percepción de baja durabilidad
 Economía, que depende de:
– Aceptación del producto en el mercado
– Ubicación – elevados costes de transporte implican que el uso será local
– Incentivos económicos: costes de vertido elevados

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y Recursos Minerales
 Ambientales: emisiones, residuos, energía, …
 Legislación
 Ausencia de una política integrada (residuos, agua, marcado CE, …)
 Necesidad de un criterio de fin de residuo
 Asumir las limitaciones del reciclado: NO puede reemplazar el suministro de áridos naturales
 Comunicar a los potenciales usuarios información clara sobre los usos y disponibilidad de áridos reciclados

7.4. BARRERAS A LA ENTRADA DEL SECTOR DE LOS ÁRIDOS


 El sector de los áridos no lo siente como una actividad propia
 Gestión de permisos y autorizaciones
– Gestión de RCD
– Minas (posibles modificaciones del proyecto de explotación y del de restauración)
 Adaptación técnica de instalaciones
 Preparación del hueco minero
 Complejidad de la legislación de residuos
 Barreras al acceso (concesiones de centros de gestión)
 El lobby del sector del reciclado
 Mercado actual del reciclado casi inexistente

8. CONCLUSIONES:
A pesar de la complejidad de la cuestión y de las dificultades, las políticas irán creando un espacio para la introducción
de áridos de fuentes secundarias que irán erosionando las necesidades de áridos naturales. Al igual que en los países
más avanzados de Europa, las empresas de áridos deberán empezar a asumir la producción y comercialización de
estos áridos como algo propio para no perder una cuota significativa de sus mercados.

Individual o coordinadamente, las empresas fabricantes de áridos deberán analizar sus circunstancias específicas
para conocer la oportunidad de introducirse en esta nueva área de negocio.
Es el momento de empezar a caminar para que el futuro no se escape.

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COMUNICACIONES ÁREA 3
Área 3

332 INTEGRACIÓN DE RENOVABLES A PARTIR DE CENTRAL HIDROEÓLICA EN EL SISTEMA


ELÉCTRICO DE EL HIERRO
Sr. Rubén Corujo de León1, Sr. Agustín Marrero Quevedo2
1
Red Eléctrica de España , San Cristobal de La Laguna, España, 2Instituto Tecnológico de
Canarias - Gorona del Viento, Las Palmas de Gran Canaria, España

350 ¿ESTÁ EN TRANSICIÓN HACIA LA DESCARBONIZACIÓN EL SISTEMA ELÉCTRICO ES-


PAÑOL EN 2017?
Sr. Francisco Silva Castaño1
1Iberdrola España, Ames, España

387 CARACTERIZACIÓN PRELIMINAR Y MUESTREO DE MANIFESTACIONES HIDROTERMA-


LES ASOCIADAS AL CAMPO GEOTÉRMICO “LA PRIMAVERA” (JALISCO, MÉXICO).
Dr. Mario Alberto Hernández Hernández1, Ing. María del Mar Navarro Farfán1
1
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, México

254 USE OF ABANDONED UNDERGROUND MINES FOR CONSTRUCTION OF


PUMPED-STORAGE HYDRO POWER PLANTS AND THEIR INFLUENCE ON THE ELECTRI-
CAL SYSTEM
Sr. Javier Menendez Rodriguez1, Dr. Jorge Loredo2
1
SADIM, S.A., Ciaño (Langreo), España, 2UNIVERSIDAD DE OVIEDO, Oviedo, ESPAÑA

331 52.000 KM DE CONDUCCIÓN ELÉCTRICA EN GALICIA: ALGUNAS CONCLUSIONES


D. Francisco Silva Castaño1
1
Iberdrola España, Ames, España

266 ANDALUCÍA Y EL DÉFICIT ESPAÑOL EN GAS Y PETRÓLEO


Sr. Wenceslao Martínez Del Olmo1
1
Oil & Gas Capital. S.L., Madrid, España

267 NUEVOS OBJETIVOS EXPLORATORIOS EN EL MIOCENO DE LA CUENCA DEL GUADAL-


QUIVIR
Sr. Wenceslao Martínez Del Olmo1
1
Oil & Gas Capital. S.L., Madrid, España

296 LA CENTRAL TERMICA LA PEREDA: INVESTIGACION Y EVOLUCION


Sr. Luis Diaz Fernandez1, Sra. Maria Lorenzo Conto1
1Hunosa, Mieres , España

www.congresomineriasevilla2018.org
330 PLANTA PILOTO DE CAPTURA DE CO2 DE LA CENTRAL TÉRMICA LA PEREDA.
Sr. Luis Diaz Fernandez1, Sra. Maria Lorenzo Conto1
1
Hunosa, Mieres , España

356 IGME PARTICIPATION IN ENERGY RELATED EUROPEAN PROJECTS


Sr. Ricardo Molinero Molinero1, Sra. Alicia Arenillas González1, Sr. Roberto Martínez Orío1,
Sr Celestino García de la Noceda Márquez1, Sra. Paula Fernández-Canteli Álvarez1
1
Instituto Geológico Y Minero De España, Madrid, España

361 LOS HIDROCARBUROS NO CONVENCIONALES (HNC), PASADO, PRESENTE Y FUTURO


Sr. Juan García Portero1, Sr. Isaac Álvarez1, Sr. Harald Stockhausen1
1
Grupo Estudios Hidrocarburos No Convencionales (GEHNC), Madrid, España

367 LA INVESTIGACIÓN DE GAS EN CAPAS DE CARBÓN DE LA CUENCA CARBONÍFERA


CENTRAL ASTURIANA
Sr. Noel Canto Toimil1, Sr. Juan Álvarez1, Sr. Fernando Martínez Cienfuegos2, Sr. Javier Álva-
rez Álvarez3, Sr. Isaac Álvarez Fernández2
1
Grupo Hunosa (SEPI), Oviedo, España, 2Volta Energy Resources, S.L., Madrid, España, 3Pe-
troleum Engineering Consulting,S.L., Madrid, España

268 GEOLOGÍA, CAMBIO CLIMÁTICO Y CÓMO TRATAR DE AMINORARLO


Sr. Wenceslao Martínez Del Olmo1
1
Oil & Gas Capital. S.L., Madrid, España

380 CAMBIOS EN EL CONSUMO DE COMBUSTIBLES EN EL FUTURO. CONSECUENCIAS


EN LA EXPLORACIÓN Y EL REFINO DEL PETRÓLEO
Sr. Angel Cámara Rascón1, Sr. Jesús Guinea Rodríguez
1
Upm, Madrid,

401 SITUACIÓN DE EMISIONES EN ESPAÑA Y EUROPA. PREVISIONES PARA 2020 Y 2030


Sr. Angel Cámara Rascón1, Sr. Jesús Guinea Rodríguez
1
Upm, Madrid,

272 COMMERCIAL THERMAL ENERGY STORAGE IN CONCENTRATED SOLAR POWER


PLANTS: STEAM VS. MOLTEN SALTS
Dra. Cristina Prieto Ríos1, Ing. Fco. Javier Ruiz-Cabañas1, Ing. Alfonso Rodríguez-Sánchez1,
Ing Jesús Santos Egea1
1
Abengoa, Sevilla, España

316 COMPARACIÓN DE BATERÍAS DE IONES DE LITIO Y DE FLUJO REDOX


Sr. Luis Manuel Santos Moro1
1
EDP, Oviedo, España

www.congresomineriasevilla2018.org
318 PROJECT REDOX2015
Sr. Luis Manuel Santos Moro1
1
EDP, Oviedo, España

340 GEMASOLAR, CENTRAL SOLAR TERMOELÉCTRICA CON ALMACENAMIENTO DE ENER-


GÍA
Sr. Raúl Mendoza Ruiz1
1
Torresol O&M, Fuentes de Andalucía, España

314 SPANISH ENERGY STORAGE INTERPLATFORMS GROUP


Sr. Luis Manuel Santos Moro1
1
EDP, Oviedo, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
332
INTEGRACIÓN DE RENOVABLES A PARTIR DE CENTRAL HIDROEÓLICA
EN EL SISTEMA ELÉCTRICO DE EL HIERRO
Corujo de León, Rubén a, Marrero Quevedo, Agustín b
a Red Eléctrica de España, Paseo Conde de los Gaitanes, 177, 28109 Alcobendas (Madrid), correo-e: rcorujo@ree.
es; b Instituto Tecnológico de Canarias – Gorona del Viento, Calle Cebrián nº 3, 35003 Las Palmas Gran Canaria,
correo-e: amarrero@itccanarias.org

RESUMEN: La operación de un sistema eléctrico aislado, en el que confluyen los factores de un reducido tamaño
y un alto contingente de generación renovable no gestionable instalada, implica grandes retos. El presente artículo
describe las características del sistema eléctrico de El Hierro, plantea los desafíos que presenta la integración de
renovable en la operación del sistema derivados de la alta variabilidad de la generación eólica y, por último, muestra
los resultados obtenidos en los primeros años de explotación de la Central Hidroeólica de El Hierro.

PALABRAS CLAVE: Renovables, Almacenamiento, Bombeo, Operación, Islas.

1. INTRODUCCIÓN
En la isla de El Hierro, la más pequeña y sudoccidental del archipiélago canario, se dan varias circunstancias que
provocan que la operación de su sistema eléctrico represente todo un desafío.

En primer lugar se trata de un sistema aislado de reducido tamaño, tanto desde el punto de vista geográfico como
del eléctrico. La isla cuenta con aproximadamente unos 269 km² de superficie y una población censada de 10587
habitantes (ISTAC, 2016). Desde el punto de vista eléctrico, tiene la menor punta de demanda eléctrica en potencia
de todas las Islas Canarias (el máximo histórico es de únicamente 8,6 MW) y la menor demanda de energía eléctrica
anual que, en 2016, fue de aproximadamente 44 GWh. Por otro lado, la potencia demandada en los periodos de me-
nor consumo diario se sitúa actualmente en el entorno de los 3 MW.

En segundo lugar, desde la inauguración a finales de junio de 2014 de la Central Hidroeólica de El Hierro, propiedad
de Gorona del Viento, la potencia eólica instalada en la isla pasa a ser de 11,5 MW, es decir, casi 1,5 veces la máxima
punta de demanda registrada y hasta 4 veces la potencia mínima diaria que se consume durante algunos periodos
del año. Resulta habitual que, durante muchísimas horas, la potencia eólica sea más del doble de la demanda insular.

En este contexto Red Eléctrica de España, en el desempeño de su papel como operador del sistema eléctrico de El
Hierro, tiene como objetivo maximizar la integración de la generación renovable producida en el sistema en condicio-
nes de seguridad, garantía del suministro eléctrico y minimización de los costes de generación de energía eléctrica.

2. DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA ELÉCTRICO DE EL HIERRO


La demanda anual del sistema eléctrico de El Hierro en 2016 fue de aproximadamente 44 GWh y la mayor punta de
demanda histórica registrada fue de 8,6 MW, a las 21:41 horas del 05/07/2013. Para cubrir la demanda de energía en
la actualidad se dispone de la central de generación térmica de Llanos Blancos y de la denominada Central Hidroeó-
lica de El Hierro (CHE), inaugurada en 2014.

La central térmica cuenta con 9 grupos diésel que suman una potencia instalada total de 11,18 MW. El tamaño de los
grupos varía entre los 0,67 MW y 1,9 MW.

La CHE está constituida por un parque eólico y una central hidráulica con plantas de bombeo y turbinación indepen-
dientes, a través de la cual circula el agua disponible en dos embalses de almacenamiento de agua (ver Figura 1).

El parque eólico está compuesto por 5 aerogeneradores de 2,3 MW. Los generadores eólicos están muy próximos
entre sí, a unos 150 m de distancia, en unas cotas que varían entre los 483 m y 533 m. La planta de bombeo, de 6,44
MW, cuenta con 2 bombas regulables de 1,6 MW y 6 bombas fijas de 0,54 MW, que permiten bombear agua desde el

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embalse inferior al embalse superior. La planta de turbinación cuenta con 4 turbinas Pelton de 2,83 MW, lo que suma
una capacidad de generación de potencia eléctrica mediante turbinación de 11,32 MW.

El embalse superior, que aprovecha una caldera volcánica, se encuentra a una cota de 710 m y cuenta con una capa-
cidad de 380 dam³. La balsa inferior se encuentra a una cota de 56 m y cuenta con una capacidad de 149 dam³. De
esta manera el embalse inferior es aproximadamente unas 2,5 veces menor que el embalse superior. El salto de agua
de la central hidráulica es de 655 m. Con este dimensionamiento, y las características de los grupos hidráulicos, la
capacidad energética máxima de la central es de unos 234 MWh. El factor limitante de esta capacidad de turbinación
y por lo tanto, de la operación de la central en sí, es el tamaño del embalse inferior; 234 MWh representan aproxima-
damente la demanda de energía eléctrica de 2 días en El Hierro.

Figura 1 - Sistema eléctrico de El Hierro

El mix de generación del sistema eléctrico de El Hierro incluye, por tanto, generación eólica, hidráulica y térmica y
cada uno de estos tipos de generación tiene sus propias características. La generación eólica entra dentro de las
denominadas tecnologías no gestionables, dado que la disponibilidad del recurso primario necesario para la pro-
ducción de energía eléctrica, el viento, no está disponible de manera firme y controlable en cualquier momento. Las
generaciones hidráulica y térmica sí son gestionables, si bien la primera requiere de la existencia de un volumen de
agua previamente almacenado en el embalse superior. La restitución del agua de este embalse depende a su vez
del bombeo que se haya dado en el periodo considerado, derivado de emplear el excedente de energía eólica no
integrable directamente.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, para cubrir la demanda de energía eléctrica de la isla de El Hierro, se debe
combinar el uso de las diferentes tecnologías de generación en las proporciones oportunas en cada circunstancia,
teniendo en cuenta criterios tanto técnicos como económicos, dado que las diferentes tecnologías de generación no
sólo se comportan de distinto modo, y presentan diferentes características desde el punto de vista eléctrico, sino que
también implican costes diferentes para el sistema.

Desde el punto de vista técnico, el sistema debe de contar con generación síncrona acoplada (generación hidráulica
o térmica) suficiente en todo momento, que aporte la reserva de generación, potencia de cortocircuito, respuesta iner-
cial, etc. necesarias para el funcionamiento seguro del sistema. Por ejemplo, se requiere reserva primaria de genera-
ción, para hacer frente a los cambios que se produzcan en la demanda de electricidad del sistema o para compensar
las fluctuaciones que se producen en la generación eólica con motivo de las variaciones en el viento.

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Desde el punto de vista económico, en el sistema eléctrico de El Hierro, la producción de energía eléctrica mediante
generación eólica o turbinación tiene un coste variable menor para el sistema que la producción con los grupos diésel.
La operación se realiza maximizando la generación renovable; es decir, cuando hay recurso eólico suficiente y agua
en el embalse superior que lo permita, la demanda se trata de satisfacer minimizando la utilización de generación
térmica. Conforme el recurso eólico va disminuyendo, y/o se va agotando el agua del embalse superior, es necesario
introducir grupos térmicos priorizando aquellos que minimizan los costes variables de generación.

En condiciones de recurso eólico alto, se dan excedentes de generación eólica, que no son integrables directamente
en el sistema eléctrico. Para aprovechar al máximo esta energía renovable este excedente se utiliza para bombear
agua desde el embalse inferior hasta el embalse superior y, de esta manera, almacenar energía (en forma de energía
potencial del agua). Esta energía almacenada se utiliza para satisfacer la demanda eléctrica cuando el recurso eólico
es menor, a través de las turbinas y con criterios de optimización económica del despacho de producción.

La pregunta que cabría hacerse, por tanto, es hasta qué punto se puede prescindir de la generación térmica, más cara
y medioambientalmente más contaminante, para cubrir la demanda de energía eléctrica en El Hierro. Si el recurso
eólico disponible fuese suficientemente alto y la capacidad para almacenar el excedente de energía eólica, en forma
de energía potencial mediante agua disponible en el embalse superior, también fuera suficiente, podría llegar a plan-
tearse un sistema en el que la presencia de energía de origen fósil fuese mínima. Sin embargo, la disponibilidad del
recurso primario, la variabilidad del mismo y la capacidad limitada de los embalses implica que la generación térmica
siga siendo necesaria para poder garantizar en todo momento el suministro de energía del sistema eléctrico de El
Hierro.

3. CARACTERÍSTICAS DE LA GENERACIÓN EÓLICA EN EL HIERRO


La generación eólica en el sistema de El Hierro se caracteriza por ser muy variable y difícil de predecir. Esta variabi-
lidad se debe, en gran medida, a que la generación se encuentra localizada en un único emplazamiento. Al existir un
solo parque compuesto por 5 aerogeneradores, la generación no se encuentra distribuida a lo largo del territorio como
puede suceder en otros sistemas eléctricos y, por tanto, no hay ningún efecto compensatorio de la eventual bajada de
unos parques con la subida de otros y la producción eólica queda completamente condicionada por las rachas locales
de viento que puedan aparecer. Los cambios en intensidad y dirección del viento locales en este emplazamiento se
traducen directamente en variabilidad de la generación eólica del sistema.

En cuanto a la variabilidad, se distingue entre variabilidad en un plazo temporal amplio, por ejemplo 1 día, y la ins-
tantánea, con ámbito temporal de segundos. Estas fluctuaciones instantáneas provocan desequilibrios en el balance
generación/demanda que deben ser corregidos rápidamente por el resto del parque generador para mantener las
condiciones de seguridad en el funcionamiento del sistema.

La Figura 2 muestra un ejemplo en el que la generación eólica varía desde valores de producción muy altos a valores
bajos, que incluso llegan a cero durante algunas horas, en repetidas ocasiones a lo largo del día. Este comportamien-
to de la energía eólica exige una atención dedicada y constante, por parte del centro del control, y un uso muy rápido
e intensivo en cuanto a acoplamiento y desacoplamiento de las turbinas y de las bombas para mantener el necesario
equilibrio entre la generación y la demanda.

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Figura 2 – Variabilidad eólica en el día

La Figura 3 muestra un ejemplo en el que la variación en magnitud no es tan acusada a lo largo del día pero sí que
existe una fuerte variabilidad en periodos de tiempo muy cortos que comprometen la calidad y estabilidad de la fre-
cuencia. Se han dado casos de rampas de potencia eólica muy acusadas, mayores que el valor de demanda valle del
sistema, como la que se incluye en la Figura 4.

Figura 3 - Variabilidad rápida de eólica

Figura 4 - Rampa eólica

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Por otro lado, a lo largo del año se presentan periodos con una generación eólica muy elevada (meses de junio a
septiembre) y otros con producciones eólicas muy bajas (meses de octubre a diciembre) conforme al régimen de
viento de los Alisios.

Figura 5 - Ejemplos extremos de producción eólica

En cuanto a la predicción, o previsión, del comportamiento de la generación eólica, pese a que constantemente se
mejoran los modelos de previsión incorporando nuevos métodos y técnicas, ésta resulta mucho más difícil que la pre-
visión de la producción agregada de un conjunto amplio de parques eólicos como ocurre en otros sistemas eléctricos
más grandes, principalmente en lo que tiene que ver con las rachas fuertes en su magnitud e instante. Lo que supone
un reto adicional en la operación de este sistema.

4. IMPLICACIONES DE LA VARIABILIDAD DE LA GENERACIÓN EÓLICA EN EL SISTEMA ELÉCTRICO


La frecuencia es una variable de control de la seguridad de un sistema eléctrico. La variabilidad de la generación
eólica tiene una relación directa con la calidad de la frecuencia del sistema eléctrico de El Hierro. En la Figura 6 se
evidencia el impacto en la frecuencia del sistema comparando un día previo y otro posterior a la puesta en servicio
de la CHE.

Figura 6 - Frecuencia del sistema de El Hierro antes y después de la CHE

Los días de variabilidad eólica instantánea elevada son muy frecuentes en El Hierro, por lo que se puede asegurar
que la integración masiva de energía renovable en esta isla ha supuesto una mayor fluctuación en la frecuencia del
sistema, sin que, no obstante, se haya traducido en ningún caso, en riesgo para la seguridad del suministro.

Para corregir los desvíos de frecuencia, en especial las subfrecuencias provocadas por caída rápida de la generación
eólica, se han incorporado las bombas de la central al plan de deslastre por subfrecuencia. De este modo, cuando

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se produce una caída en la frecuencia de cierto nivel, se desconectan del sistema las bombas equilibrando de nue-
vo la generación y la demanda, estabilizando la frecuencia y permitiendo su recuperación. En la Figura 7 se incluye
la evolución de potencias de generación y consumo, así como la frecuencia del sistema, durante una rampa eólica
cuando la demanda de unos 5.8 MW estaba cubierta por la central Hidroeólica, sin grupos térmicos acoplados. Ante
una caída eólica del entorno de 2 MW, se produce un deslastre de 0.5 MW de bombeo y el resto de la potencia es
aportada por las turbinas hidráulicas.

Figura 7 - Potencias y frecuencia del sistema durante rampa eólica

A través de esta medida de salvaguarda se ha hecho posible compatibilizar la integración de grandes contingentes de
energía renovable con la seguridad del suministro. En la actualidad el disparo de bombas en el sistema en condicio-
nes de eólica variable es frecuente. REE y Gorona del Viento están trabajando conjuntamente en la implementación
de medidas (reducción de la variabilidad de la potencia eólica, mejora de la respuesta inercial del sistema, de la regu-
lación primaria de las turbinas, etc.) para mejorar la estabilidad de la frecuencia en El Hierro.

5. EXPLOTACIÓN Y RESULTADOS
REE, en su calidad de operador del sistema eléctrico de El Hierro, tiene como función principal garantizar la continui-
dad y seguridad del suministro eléctrico, asegurando la correcta coordinación del sistema de producción a través del
despacho técnico y económico para el suministro de energía eléctrica. Para ello, realiza un despacho de los grupos
de generación de El Hierro (grupos de turbinación y grupos térmicos) en distintos horizontes temporales, teniendo
en cuenta la previsión de producción eólica. Dicho despacho (combinación de Unit Commitment y Power Dispatch)
se realiza con una herramienta de optimización que permite determinar para cada hora cuáles deben ser los grupos
generadores acoplados y a qué nivel de potencia. La herramienta utilizada devuelve el despacho con menor coste
económico de generación, que cumpla los requisitos de maximizar la integración renovable (dando prioridad a la ge-
neración eólica) en condiciones de seguridad y garantía de suministro para el sistema eléctrico. El algoritmo que hay
detrás de la herramienta tiene en cuenta, entre otros, la previsión de producción eólica disponible, el nivel de agua en
cada uno de los embalses y las curvas de coste de los grupos térmicos, a partir de las cuales se determina el coste de
la energía generada por cada uno de los grupos en función de su punto de funcionamiento (Pezic, M., Moray Cedrés,
V., 2013).

Conforme mayor es la previsión de producción eólica, y cuanto más tiempo se prevea que dicha producción eólica se
va a mantener en el tiempo, menor será la participación de la generación térmica en la cobertura de la demanda del
periodo. Dado que el coste variable de generación de origen térmico es el más caro, resulta más económico para el
sistema minimizar el uso de ese tipo de unidades, principalmente el de aquellos grupos que presentan unos costes
variables más elevados. En dicho proceso es necesario tener en consideración el tamaño y estado de los embalses.
Evidentemente la mayor o menor necesidad de energía de origen fósil dependerá en último término de la disponi-
bilidad del recurso eólico. La energía eólica producida se emplea para cubrir una parte de la demanda de la isla de
El Hierro, siendo necesario, por motivos de seguridad, que a partir de cierta potencia una fracción de la misma sea
utilizada para bombear agua al embalse superior.

La instalación hidráulica de la CHE resulta absolutamente imprescindible para la integración masiva de la energía
renovable producida por el parque eólico. Como se ha apuntado, aporta seguridad, haciendo posible la integración
de la energía eólica y, por otro, maximiza su producción. En este sentido, cuando la producción eólica es superior a
la demanda, o a la técnicamente integrable en el sistema, el uso del bombeo y el almacenamiento energético evita
su vertido, posibilitando mediante las turbinas la integración en el sistema cuando se den las mejores condiciones.

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La CHE fue inaugurada el 27 de junio de 2014, si bien no estuvo disponible al 100% hasta julio de 2015. Desde en-
tonces se ha ido ganando experiencia y confianza sobre su funcionamiento e introduciendo sucesivas mejoras, dando
como resultado que la integración de energía renovable en el sistema eléctrico de El Hierro haya aumentado año tras
año. En 2015, aunque sólo estuvo completamente operativa la segunda mitad del año, el porcentaje de cobertura de
la demanda de energía eléctrica con energía de origen renovable fue de un 19,2%, mientras que en 2014 esta cifra
había sido sólo de un 2%.

El primer año completo con la central totalmente operativa fue 2016. En ese año el resultado de cobertura anual con
energía renovable en El Hierro alcanzó el 40,68% de la demanda.

En el periodo de enero a octubre de 2017 el resultado de cobertura con energía renovable ha sido de un 49,18%. Si
bien es cierto que no están incluidos los meses del último trimestre del año, que en Canarias se caracterizan por ser
de baja producción, estas cifras de producción renovable son notablemente superiores a las alcanzadas en 2016 en
el mismo periodo, continuando así con la senda ascendente que se inició en 2015 con la entrada en funcionamiento
de la central.

A nivel mensual cabe destacar que en el mes de julio de 2017 se cubrió el 79,36% de la demanda con energía reno-
vable.

Adicionalmente, es interesante destacar los periodos en los que la cobertura de la demanda de energía eléctrica en
El Hierro se ha realizado únicamente con energía renovable, es decir, periodos “100% renovable” en los que no había
ningún grupo térmico acoplado en el sistema, con los correspondientes beneficios económicos y medioambientales
que esto conlleva. La primera vez que esto ocurrió fue el 9 de agosto de 2015, y fue durante dos horas. Desde en-
tonces esta situación se ha alcanzado en numerosas ocasiones de diversa duración, sumando hasta la fecha más de
1.300 horas siendo “100% renovable”. En la actualidad el periodo de tiempo consecutivo más largo en esta situación
fue el ocurrido desde el 1 de junio de 2017, cuando el régimen de altos viento sostenido de manera continua permitió
permanecer durante 8 días consecutivos suministrando toda la energía eléctrica de la isla únicamente con energía
renovable.

Todo lo anterior, ha supuesto que en el periodo junio 2014 – octubre 2017 se haya evitado la emisión de 29.490 to-
neladas de CO2.

Por ultimo indicar que, tras la realización de un benchmarking internacional, los autores no conocen referencia mun-
dial de un sistema aislado similar, en el que la integración masiva de energía renovable no gestionable haya alcanza-
do los niveles registrados en El Hierro gracias a la CHE.

6. CONCLUSIONES
Desde la entrada en servicio de la Central Hidroeólica de El Hierro la operación de dicho sistema eléctrico se ha
convertido en todo un reto. Al hecho de que se trate de un sistema aislado de tamaño muy reducido, se le añade que,
con la entrada en servicio de la CHE, la potencia eólica instalada en la isla es casi 1,5 veces mayor que la máxima
demanda de potencia registrada en la isla y casi 4 veces la potencia mínima consumida en algunos periodos del año.
La fuerte variabilidad de esta fuente de generación no gestionable, unido a la difícil predictibilidad de la misma, hacen
que las incertidumbres que se presentan a la hora de tomar decisiones en el proceso de la programación de la gene-
ración de la isla hayan aumentado considerablemente y requiera de una atención constante y una rápida actuación
por parte del operador del sistema y de las centrales de la isla.

El operador del sistema se enfrenta al reto de maximizar la integración de energías de origen renovable realizando
una programación del resto de la generación que suponga el menor coste económico para el sistema, y siempre en
condiciones de seguridad. Lo anterior a pesar del desafío que estas energías pueden implicar en ciertas circunstan-
cias.

A pesar de todas estas cuestiones, desde la entrada en servicio de la CHE la cobertura de la demanda de energía
eléctrica de la isla de El Hierro a partir de fuentes de energía con origen renovable se ha venido incrementando año
tras año, alcanzándose en 2016 un 41,83% de la demanda, cifra que se espera poder superar nuevamente en 2017.
Esta evolución positiva en los porcentajes anuales de integración se ve también reforzada por los periodos horarios,

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diarios e incluso ya en el rango de las semanas, en los que la cobertura de la demanda eléctrica de la isla se ha reali-
zado al 100% a través de la CHE con energías renovables, con los consecuentes beneficios económicos y medioam-
bientales que eso conlleva y para los que no se conoce referencia similar.

Sin duda una de las claves que ha permitido que se hayan alcanzado estos buenos resultados, y que permitirá seguir
mejorándolos en el futuro, es la colaboración de los diferentes actores que intervienen en el sistema eléctrico de El
Hierro. En este sentido Gorona del Viento, como propietaria de la CHE y Red Eléctrica de España como operador
del sistema, vienen trabajando en diferentes líneas de actuación que permitan mejorar los parámetros de seguridad
del sistema y el comportamiento de la central. Todo ello con el objetivo final de seguir aumentando la integración de
energías renovables en la isla, garantizando en todo momento el suministro y la seguridad del sistema eléctrico de
El Hierro.

7. BIBLIOGRAFÍA
• ISTAC, 2016, Instituto Canario de Estadística. http://www.gobiernodecanarias.org/istac/
• Pezic, M., Moray Cedrés, V., 2013, Unit Commitment in fully Renewable, Hydro-Wind Energy System.

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350
¿ESTÁ EN TRANSICIÓN HACIA LA DESCARBONIZACIÓN EL SISTEMA
ELÉCTRICO ESPAÑOL EN 2017?
Silva Castaño, Francisco
Iberdrola España, Oliveira 96, 15895 Ames (A Coruña), fsilva@iberdrola.es

RESUMEN: El sistema eléctrico español tiene una situación ambiental mejor que la media europea, por lo que está
muy bien situado para enfrentarse a la gran transición energética hacia la descarbonización total de la UE en 2050.
Económicamente, tiene un problema originado por costes elevados ajenos al suministro, que, en cambio, es barato y
eficiente. Aún se está a tiempo de realizar, mediante un gran pacto energético, una auténtica reforma eléctrica a largo
plazo, que establezca las líneas maestras de la gran transición hacia la descarbonización, de la manera más favora-
ble y menos costosa posible para los consumidores y los productores y de modo que favorezca el desarrollo tecno-
lógico y la creación masiva de empleo sostenible y de calidad. El sector eléctrico, el energético en su conjunto, toda
la industria y toda la economía y la sociedad españolas se enfrentan a uno de los mayores retos jamás abordados a
escala global: el paso en pocas décadas de la edad del petróleo a la edad de la energía sostenible, limpia y renovable.

PALABRAS CLAVE: cambio climático, transición energética, sistema eléctrico

1. INTRODUCCIÓN: LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA Y EL FUTURO DEL SECTOR ELECTRICO ESPAÑOL


El objetivo ambiental prioritario de la UE, en la actualidad, es la transición energética hacia la descarbonización
total, en la práctica, en 2050 (figura 1), con el fin de evitar el calentamiento del planeta hasta niveles peligro-
sos.

Las implicaciones técnicas, industriales, financieras, económicas, ambientales y sociales de este ambicioso y comple-
jísimo reto son descomunales y de que se realice correctamente dependerá el bienestar y el progreso de toda Europa
(y de España) durante muchas décadas.

Figura 1 – Emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) en Europa (EEA 2017)

Elemento clave de esta transición es la electrificación acelerada y masiva de la economía, combinada con la gene-
ración renovable y competitiva, que en el momento actual pasa por la eólica (terrestre y marina), la fotovoltaica y la
hidroeléctrica, cuyos costes ya son comparables con los de la generación tradicional con combustibles fósiles.

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La figura 2 representa el nuevo mundo que viene de la mano de la transición energética, con generación renovable
a gran escala (eólica en este caso), autoconsumo doméstico fotovoltaico (y microeólico) en viviendas efi-
cientes e inteligentes, y con el vehículo eléctrico como sustituto de los vehículos con motores de explosión.

Figura 2 - Vivienda bioclimática del Parque Eólico Experimental Sotavento y vehículo eléctrico
(Xermade, Lugo, noviembre de 2016)

2. SITUACIÓN GENERAL DEL SISTEMA ELÉCTRICO ESPAÑOL


Todo sistema eléctrico debe dar respuesta a sus tres retos principales:
• Calidad y seguridad del suministro: la luz se debe encender instantáneamente cuando accionamos el inte-
rruptor. Nuestro sistema eléctrico sigue cumpliendo en la actualidad los requisitos de fiabilidad y calidad exigi-
bles en los países avanzados. Para mantener estos niveles en el futuro es necesario reconocer una retribución
adecuada a las redes de distribución, con el fin de que puedan hacer frente a los nuevos retos que afrontan, y
a las tecnologías de generación que proporcionan firmeza y flexibilidad de suministro.
• Precio asequible: asunto esencial, ya que incide en la competitividad internacional de todo el país y en la
economía de todas las familias. El coste de la electricidad tiene un efecto multiplicador sobre la economía y el
empleo: si el coste es bajo, las empresas, muy especialmente las industriales, pueden vender sus productos
en mejores condiciones. Como vemos en la figura 3, la evolución de los precios industriales de la electricidad
en España ha sido similar a la de la UE en los últimos años. También es cierto que la entrada de las renovables
ha provocado una subida general de precios en toda Europa, lo que ha ocasionado una sensación de carestía
con tensiones y quejas de usuarios.

Figura 3. Precios industriales de la electricidad en la UE y en España (Eurostat 2017).

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Con respecto a los precios domésticos, la evolución no ha sido tan favorable y estamos aún por encima de la media
de la UE (que también ha subido considerablemente).
• Sostenibilidad ambiental: el sistema eléctrico debe cumplir las exigencias ambientales que establecen los
organismos internacionales y las autoridades, y que, en la actualidad, son, por orden de prioridad:
-- a. La lucha contra el cambio climático
-- b. La reducción de la contaminación atmosférica

El sistema eléctrico español sigue siendo, ambientalmente, uno de los más avanzados del mundo y continúa por
encima de la media europea en cuanto a la proporción de energías renovables (figura 4). No sucede lo mismo con el
transporte por carretera en España, uno de los que menos renovables utiliza en Europa.

Es obligado reconocer el papel positivo que desempeña la generación nuclear para alcanzar los objetivos europeos
de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que no produce ni CO2 ni NOx.

Figura 4: Porcentaje de las renovables en la generación eléctrica y en el transporte (Eurostat 2017)

3. LA DEMANDA ELÉCTRICA EN ESPAÑA Y LA COBERTURA DE LA DEMANDA: “MIX” DE PRODUCCIÓN


La demanda en España ha seguido la curva de la figura 5, reflejo de la grave crisis económica que hemos sufrido, y
de la que aún parece que cuesta salir.

Figura 5: Demanda eléctrica total nacional

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Las previsiones realizadas antes de la crisis (mayo de 2008) en la planificación de los sectores de la electricidad y el
gas no se han cumplido.

La estructura de la cobertura de la demanda en España (“mix” energético), ha cambiado fuertemente en las últimas
décadas: se ha pasado de un modelo muy centralizado, con pocas tecnologías de generación (carbón, hidráulica y
nuclear casi exclusivamente) y pocas empresas productoras, con relativamente escasas instalaciones de generación
(de tamaño generalmente mediano-grande), a una nueva situación con una gran diversidad de fuentes de gene-
ración, con un papel muy relevante de las renovables (especialmente la eólica y la hidráulica), y con un parque de
generación de miles de empresas e instalaciones productoras de electricidad.

En España, en este momento, hay más de 65.000 instalaciones de producción eléctrica, que están en manos de miles
de empresas: algo muy alejado de un supuesto oligopolio.

En las figuras 6 y 7 se observa claramente este cambio en el “mix”, apreciándose además, en la figura 6, la paraliza-
ción casi total de la construcción de nueva potencia renovable desde 2012.

En favor de la economía de las grandes instalaciones de producción de electricidad interviene (e intervendrá) el factor
de escala, común a todos los procesos industriales: los costes fijos y totales unitarios se reducen drásticamente al
aumentar el tamaño de la planta y su producción.

No obstante, el reciente y espectacular abaratamiento de ciertas tecnologías de producción de electricidad como


los paneles solares, y las baterías de acumulación, ya permite hacer relativamente competitiva, en ciertos casos, la
producción eléctrica a muy pequeña escala (<10kW) en viviendas o empresas. Esto supondrá un importante desafío
para los gestores de las redes de distribución, al pasar de un sistema en el que se distribuía energía proveniente de
unas pocas y grandes instalaciones, a otro sistema en el que se debe equilibrar, dentro de la propia red, la demanda
con la generación producida en numerosas plantas.

Figura 6: Potencia instalada desglosada por tecnologías

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Figura 7: Generación por tecnologías

Además, dado el carácter no gestionable de la energía solar y la eólica (no se puede controlar a voluntad su produc-
ción) seguirá siendo necesario el respaldo que proporcionan la red y la generación a partir de fuentes firmes y flexi-
bles, sin las cuales los usuarios no podrían disfrutar de los altos niveles actuales de calidad y seguridad de suministro.

En las figuras anteriores se puede observar el importante esfuerzo inversor realizado en la instalación de ciclos com-
binados y su bajo funcionamiento actual debido al hundimiento de la demanda y al incremento de generación reno-
vable. No obstante, los ciclos combinados siguen siendo necesarios por la potencia firme y flexible que aportan para
cubrir las fluctuaciones instantáneas de la demanda y de la generación no gestionable (solar y eólica).

4. COSTES REGULADOS, INGRESOS REGULADOS, DÉFICIT DE TARIFA Y PEAJES DE ACCESO


El gobierno define la naturaleza y las cantidades de todos los ingresos y costes regulados del sistema eléctrico, cuyas
sumas deberían ser exactamente iguales (déficit cero). Los costes regulados ascienden al 70% del total de los costes
(incluidos los impuestos). El coste de la energía (liberalizado en el mercado eléctrico o “pool”) alcanza sólo el 30%
del total del sistema.

Los costes del suministro (energía, transporte, distribución y comercialización) ascienden al 48% del total, siendo el
restante 52% costes no vinculados al suministro (impuestos, subvenciones a renovables, políticas sociales, gastos
financieros generados por los déficits de años anteriores, extrapeninsulares, etc.)

Si por decisiones del gobierno español, los ingresos regulados son inferiores a los costes regulados, lo que ha sido
el caso desde el año 2000 hasta el 2013, aparece el déficit de actividades reguladas (“déficit de tarifa”) que ha sido
asumido, inicialmente, por las empresas eléctricas y que el estado avala y admite como propio. Desde el año 2014 el
sistema eléctrico tiene superávit (figura 8).

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Figura 8: Evolución del déficit/superávit del sistema eléctrico español

A pesar de los recientes superávits, siguen siendo imprescindibles las aportaciones externas de la Ley de Medidas
Fiscales, subastas de CO2, presupuestos generales del Estado, etc. para equilibrar los costes regulados, por la in-
suficiencia de los peajes y accesos que pagan los consumidores y productores. Hay que señalar que gran parte de
estos ingresos externos los aportan las empresas eléctricas a través de distintos impuestos sobre la generación que
erosionan la rentabilidad de las instalaciones. Concretamente, las centrales nucleares se encuentran en situación de
pérdidas debido a la alta presión fiscal, que no se puede repercutir en precio, por lo que para poder seguir contando
con ellas en el futuro será necesario reducir dicha presión fiscal o diseñar un nuevo esquema retributivo que las haga
viables.

El enorme volumen acumulado del déficit de tarifa (más de 23.000 M€ de saldo vivo a finales de 2016) ha ocasionado
la aparición de unas pesadísimas cargas financieras sobre el sistema eléctrico, que han representado 2.852 millones
de euros durante 2016.

5. TECNOLOGÍAS DE PRODUCCIÓN Y COSTES ASOCIADOS


El relativo problema de precios que existe en el sistema español se puede comprender mejor si observamos los cos-
tes medios y totales estimados de las distintas tecnologías de producción que intervienen en nuestro “mix” energético
(figuras 9 y 10).

Al observar estas figuras, comprobamos cómo algunas tecnologías de producción (nuclear, hidráulica) resultan clara-
mente beneficiosas para el sistema y para el consumidor eléctrico desde el punto de vista económico.

Es de notar que el supuesto oligopolio eléctrico recibe, en realidad, un precio en el mercado muy inferior al de muchos
pequeños y medianos productores, subvencionados, que tienen, además, garantizada la venta de su producción.

Los ingresos que perciben algunas tecnologías necesarias para el sistema son insuficientes para recuperar sus cos-
tes: en el caso de la nuclear, por la alta presión fiscal, y en el de los ciclos combinados, por su baja utilización. Es
necesario desarrollar nuevos esquemas retributivos que garanticen su permanencia. Mantener la generación firme
y libre de emisiones de las centrales nucleares requiere reducir la presión fiscal, o complementar su retribución, por
ejemplo, con un contrato por diferencias que garantice un nivel mínimo de ingresos, al igual que se ha hecho en otros
países. La firmeza y flexibilidad que aportan los ciclos frente a las fluctuaciones de demanda y generación no gestio-
nable debe ser retribuida mediante un pago de capacidad que complemente los ingresos del mercado hasta un nivel
razonable.

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Figuras 9: Coste estimado para el consumidor eléctrico según tecnología

Figura 10: Producción y retribución total en el sistema eléctrico según tecnologías

Según Eurostat (2017), el mercado eléctrico español es, además, de los menos concentrados (oligopolísticos) de
Europa según la cuota de mercado del mayor generador. De 29 países europeos analizados en 2015, España es el
tercero con la menor cuota: 25% (Francia 85% y Alemania 32%).

6. LA TRANSICION ENERGÉTICA DEL SISTEMA ELÉCTRICO ESPAÑOL


En la figura 11 podemos ver una previsión de la evolución en el sistema energético español del consumo de energía
final por tipo de vector energético, para alcanzar el cumplimiento de los objetivos europeos en 2050. La electricidad
pasa a tener el papel relevante que hoy ocupan los derivados del petróleo. En las figuras 12 y 13 podemos ver una
simulación de la evolución de la potencia instalada, cuyo total se triplica, y de la producción eléctrica, que se dupli-
ca, y que puede llegar a ser en un 95% renovable en 2050.

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No obstante, la transición a un sistema energético limpio y competitivo exige afrontar adecuadamente varios desafíos:

• La inversión en energías renovables debe hacerse con arreglo a un plan prudente, estable y creciente en el
tiempo
• Asegurar la generación de respaldo a las renovables requiere desarrollar un mecanismo de pagos de capaci-
dad que retribuya la disponibilidad de potencia firme flexible
• El esfuerzo inversor debe acompañarse del reconocimiento del papel de la generación nuclear, libre de emi-
siones y garante de la seguridad de suministro
• El reto de adaptar las redes de distribución al nuevo contexto marcado por la alta penetración de renovables y
la atomización de la generación debe ser reconocido en su retribución
• Es necesario limpiar la tarifa eléctrica y distribuir la financiación de las renovables con cargo a todas las en-
ergías (también petróleo y gas natural)

Figura 11 – Consumo de energía final en España 2015-2050 (Iberdrola SA, 2017)

Figura 12 – Evolución del mix de potencia instalada en España (Iberdrola SA, 2017)

Figura 13 - Evolución de la producción eléctrica en España (Iberdrola SA, 2017)

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7. CONCLUSIONES
-- El sistema eléctrico español está por encima de la media europea en cuanto a su situación ambiental (propor-
ción de renovables), por lo que se encuentra muy bien situado para enfrentarse a la gran transición energética
hacia la descarbonización total de la UE en 2050 mediante:
mm La electrificación masiva de la economía española: multiplicación por tres de la potencia instalada en la
actualidad (mediante nueva potencia renovable) y duplicación del consumo eléctrico
mm Implantación general del vehículo eléctrico
-- La transición energética tendrá además algunos efectos sumamente favorables sobre la economía y la socie-
dad españolas:
mm Mejora drástica de la calidad del aire en las ciudades y de la salud pública. Reducción del ruido.
mm Creación de empleo sostenible de calidad y de alta cualificación tecnológica en la generación renovable
con alta proporción del empleo en zonas rurales: reequilibrio territorial
mm - Reducción casi total de las importaciones energéticas: incremento de la seguridad del suministro y de
la autonomía energética
-- Sin embargo, la evolución favorable de la penetración de renovables se ha ralentizado en los últimos años, con
una paralización casi total de la inversión en generación limpia. En 2017 se ha dado además un paso atrás por
la influencia adicional de la sequía.
-- Parece imprescindible mantener la producción nuclear, reducir la térmica más contaminante e incrementar las
renovables competitivas (eólica, fotovoltaica, hidráulica) a la vez que se mantiene la generación de respaldo
necesaria para su correcta operación si se quiere continuar bajando las emisiones de carbono sin riesgos de
apagones o excesivos incrementos de precio. Ello requiere garantizar la viabilidad económica de la generación
nuclear y desarrollar nuevos mecanismos de pagos por capacidad para los ciclos combinados.
-- Serán necesarias inversiones en mejora de las redes y en almacenamientos energéticos (bombeos hidráulicos
y otros).
-- Los precios industriales españoles de la electricidad han subido en los últimos años, pero están en torno a la
media europea (que también ha subido). Los precios domésticos están por encima de la media UE y no ayu-
dan a una recuperación fuerte de la demanda, que sigue débil.
-- Sigue siendo necesaria, por tanto, la limpieza de la factura eléctrica de las cargas no relacionadas con el
suministro eléctrico (que es competitivo) y que superan el 50% de los costes totales del sistema, con el fin de
reducir los precios finales de los consumidores.
-- El sistema eléctrico español es uno de los menos concentrados (y oligopolísticos) de Europa.
-- Los costes de la lucha contra el cambio climático y de la transición energética hacia la descarbonización no
deben ser soportados casi en solitario por el sistema eléctrico. Los combustibles fósiles (petróleo y gas natural)
deben contribuir según sus emisiones, ya que siguen teniendo una situación muy ventajosa, difícil de entender,
además, en un país sin petróleo o gas natural, pero con abundantes recursos renovables.
-- Debe aplicarse el principio: “el que contamina paga” a todas las emisiones de carbono. El CO2 debe tener un
precio que desincentive realmente la contaminación.
-- Existe en el sistema eléctrico inseguridad jurídica, regulatoria y retributiva que dificulta las necesarias inversio-
nes en nueva potencia renovable, redes, etc., al ser imposible calcular adecuadamente la rentabilidad de una
inversión a medio o largo plazo:
-- Aún se está a tiempo de realizar, mediante un gran pacto energético, una auténtica reforma eléctrica, que
establezca las líneas maestras de la gran transición hacia la descarbonización, de la manera más favorable y
menos costosa posible para los consumidores y los productores y de modo que favorezca el desarrollo tecno-
lógico y la creación masiva de empleo sostenible y de calidad.
-- El sector eléctrico, el energético en su conjunto, toda la industria y toda la economía y la sociedad españolas
se enfrentan a uno de los mayores retos que se hayan abordado nunca a escala global: el paso en pocas
décadas de la edad del petróleo a la edad de la energía sostenible, limpia y renovable. Si este “tsunami” ener-
gético que se avecina se aprovecha correctamente, España dará un paso de gigante hacia su progreso en
todos los campos. Si no somos capaces de adaptarnos, el choque será tan brutal como destructivo para varias
generaciones.

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8. AGRADECIMIENTOS
Agradezco a las direcciones de Cambio Climático, Regulación, Comercial y Relaciones Institucionales de Iberdrola su
magnífica colaboración en todas las fases de este trabajo.

9. BIBLIOGRAFÍA
• CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (2017). Acceso a: https://www.cnmc.es/ambi-
tos-de-actuacion/energia/mercado-electrico
• EEA, European Environment Agency (2017). Trends and projections in Europe 2017. EEA Report No 17/2017.
Copenhague. EEA.
• Eurostat, Statistical Office of the European Union (2017). Acceso http://ec.europa.eu/eurostat
• Iberdrola SA (2017). Ley de Cambio Climático y Transición Energética: Liderazgo de Iberdrola. Comunicación in-
terna.
• MINETAD, Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital (2017). Acceso a http://www.minetad.gob.es/energia/
es-ES/Paginas/index.aspx
• REE, Red Eléctrica Española (2017). Acceso a http://www.ree.es/es/estadisticas-del-sistema-electrico-espanol
• Silva Castaño, Francisco (2017). El sistema eléctrico español en 2016: ¿Hacia la descarbonización? Dínamo Té-
cnica, Revista Gallega de Energía, Nº 20, mayo. (pp. 18-23).
• OMIE, Operador del Mercado Ibérico Español (2017). Acceso a: http://www.omie.es/inicio

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y Recursos Minerales
387
CARACTERIZACIÓN PRELIMINAR Y MUESTREO DE MANIFESTACIONES
HIDROTERMALES ASOCIADAS AL CAMPO GEOTÉRMICO “LA
PRIMAVERA” (JALISCO, MÉXICO).
Hernández Hernández, Mario Albertoa; Navarro Farfán, María del Marb
a Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Ciudad Universitaria, Morelia, Michoacán, México, albertohh@
live.com
b Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Ciudad Universitaria, Morelia, Michoacán, México, mar.far-
fan@hotmail.com

RESUMEN: Conocer el estado inicial, inalterado o natural de un sistema geotérmico es fundamental para determi-
nar el grado de afección o cambio que se produce a través del tiempo. Para establecer este grado de afección, es
necesario conocer el funcionamiento natural del sistema y, a partir de él, comparar y registrar los cambios que se van
produciendo en el campo. Caracterizar y evaluar las condiciones iniciales del campo geotérmico La Primavera, ubica-
do al poniente de la ciudad de Guadalajara (Jalisco, México), permitirá determinar el estado inalterado de sus condi-
ciones hidrotermales e hidrogeológicas (condición previa a la explotación del sistema para la generación de energía
eléctrica), así como cuantificar las alteraciones sobre las manifestaciones hidrotermales actuales. Como metodología
de trabajo se siguieron distintas técnicas de muestreo (de gas y agua), recolectando muestras de diferentes sitios
alrededor del campo geotérmico. El análisis de estas muestras será útil en la determinación de las concentraciones
de elementos y compuestos químicos, que puedan ser considerados como la hidrogeoquímica de base del sistema
previo a su explotación. Otras técnicas de análisis deben realizarseen laboratorios especializados, con objeto de de-
terminar la composición isotópica de las muestras de gas y agua recolectadas.

PALABRAS CLAVE: Manifestación hidrotermal, fumarolas, manantiales calientes, producción geotérmica.

1. INTRODUCCIÓN
Determinar las condiciones iniciales o inalteradas de un sistema hidrotermal depende de la realización de múltiples
análisis que deben llevarse a cabo sobre la zona de estudio, su geología y su relación con las fuentes de agua con
que interacciona. Conocer distintos parámetros del campo geotérmico de interés (de tipo geológico, geoquímico e
hidrológico), será útil en la determinación del estado inicial del yacimiento y sus posibles afecciones tras la puesta en
marcha del campo (extracción de vapor, usado para la generación de energía eléctrica y la re-inyección de salmueras
provenientes de la condensación de vapor usado para el turbinado de las plantas generadoras de energía eléctrica).

Un apartado de interés es la determinación del flujo subterráneo hacia el sistema geotérmico, que consiste en de-
terminar el volumen de recarga proveniente de la cuenca hidrológica asociada (considerando sus flujos locales y
regionales y su relación con el campo geotérmico). La relación del agua de recarga con la formación geotérmica
subyacente propicia un intercambio de calor, llegando una pequeña porción de esta a partes profundas del sistema (a
través de fallas y fracturas locales), formando parte posteriormente del acuífero hidrotermal. Durante el recorrido del
agua a través del subsuelo, ésta adquiere una composición química particular, la cual puede ser medida y caracteriza-
da, mediante el uso de distintas técnicas de análisis (geoquímico) y mediante el auxilio de diagramas de clasificación
química de las aguas muestreadas (de tipo ternario, PIPER ó de tipo poligonal, STIFF). La clasificación química de
las aguas, representada por el análisis de aniones y cationes mayores presentes en las aguas de la zona permitirá
definir el estado actual (en equilibrio) de las aguas que actualmente descargan por las distintas fuentes hidrotermales
circundantes y su relación con la recarga actual que recibe el sistema, las formaciones geológicas que atraviesan y
las características químicas que absorben en su contacto y paso a través del sistema hidrogeológico subterráneo.

Otra forma de definir el estado inicial de un sistema geotérmico es mediante la caracterización isotópica de las aguas

superficiales, subterráneas y las provenientes del propio campo geotérmico. Para llevar a cabo esta caracterización
es necesario determinar los isótopos estables del agua (18O y 2H) para distintas muestras de la zona de interés o
mediante el análisis de la isotopía de gases nobles (He, Ne, Ar, Kr, Xe, Rd). La relación entre los isótopos del agua es
un indicador de una mayor o menor periodo de estadía del agua en el subsuelo, su interacción con fuentes de calor

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y/o fuentes específicas de compuestos y elementos presentes en el subsuelo. Su variación en el tiempo puede ser
usado como un indicador de las alteraciones de la composición isotópica del agua y su tiempo de residencia en el
subsuelo o su paso a través de las fuentes de calor que producen las fuentes hidrotermales. Por su parte, los gases
nobles resultan buenos trazadores (poco o nulamente reactivos) y son usados en la interpretación y análisis de múl-
tiples reacciones químicas que suceden en profundidad entre la fuente de calor y el agua que circula en el sistema.

Este trabajo se centra en presentar las metodologías usadas para la recolección y muestreo de gas y agua, prove-
nientes de distintas fuentes hidrotermales asociadas al campo geotérmico La Primavera (Jalisco, México). Para el
muestreo de gas proveniente de fumarolas y manantiales, así como de los pozos exploratorios del campo geotérmico,
se utilizaron dos técnicas distintas; para las dos primeras fuentes, se utilizó un embudo, puesto de manera invertida,
para captar el gas proveniente de la manifestación; para el caso del pozo exploratorio, se requirió el uso de un sepa-
rador bifásico portátil, para separar y condensar el vapor de agua respecto de los otros gases que provienen del fondo
del pozo exploratorio. En el caso del muestreo de agua, se utilizaron botellas plásticas y de vidrio, según el tipo de
análisis que se deba realizar en dichas muestras, tomando agua condensada en el caso de las fumarolas y los pozos
exploratorios y directamente de la fuente en el caso de los manantiales.

En el apartado de zona de estudio se presenta una descripción generalizada de la zona (su ubicación y su relación
con el campo geotérmico), las condiciones actuales de producción eléctrica del campo y su relación con las necesi-
dades locales y regionales. En el apartado de metodología se presentan a detalle las técnicas de muestreo usadas
para la recolección de agua y gas en las manifestaciones hidrotermales. Posteriormente son presentados algunos
resultados preliminares y se discute sobre las necesidades futuras de muestreo y análisis. Finalmente, en el apartado
de conclusiones se presentan algunas recomendaciones sobre la necesidad de trabajos futuros a realizar para lograr
el objetivo de caracterizar el estado inicial del campo geotérmico La Primavera.

2. ZONA DE ESTUDIO
El campo geotérmico La Primavera (también conocido como Cerritos Colorados), está ubicado geográficamente en la
zona centro-occidentes de México (Figura 1), dentro del Estado de Jalisco, a escasos 5km de la ciudad de Guadala-
jara, la segunda zona urbana más grande del país (superior a 4 millones de habitantes). Geológicamente, el campo
se ubica dentro de la Faja Volcánica Transmexicana (Figura 1), en la intersección de 3 grandes fracturas regionales:
la de Colima (orientación N-S), la de Chapala (orientación E-W) y la de Tepic-Zacoalco (orientación NW-SE). Debido a
la cercanía del campo a la ciudad de Guadalajara, su acceso es relativamente fácil, siendo la población más cercana
la del Ejido Adolfo López Mateos, ubicada dentro del área natural protegida del Bosque La Primavera (CFE-a, 1994,;
CFE-b, 2007).

Figura 1 – Ubicación del campo geotérmico La Primavera (Jalisco, México), junto con los principales sistemas de fallas
del Mioceno-Cuaternario y el volcanismo de la Franja Volcánica Transversal Mexicana (tomado de Rocha-Ruiz, 2013).

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En cuanto a la delimitación hidrográfica, la zona de estudio se encuentra dentro de tres cuencas hidrográficas inde-
pendientes (la del Río Grande de Santiago, la del Río Ameca y la del Río San Marcos), relacionadas con tres forma-
ciones acuíferas poco profundas (Tesistán-Atemajac-Toluquilla, Anahualulco-Río Salado-Ameca y San Marcos).Los
manantiales termales presentan una tendencia estable en su descarga durante los meses de estiaje, por lo que se
infiere que gran parte del volumen de agua proviene de un acuífero regional profundo, controlado por el fracturamien-
to asociado al régimen tectónico regional en niveles superficiales y profundos, existiendo un acuífero somero local de
menor temperatura, contenido dentro de una estructura altamente permeable (toba Tala) y un acuífero regional con
profundidades superiores a los 1000m, ubicado en andesitas donde el agua circula a través de fallas con dirección
NW-SE (CFE-b).

De acuerdo a estudios realizados por la Universidad Autónoma de Chapingo, el Colegio de Posgraduados y la Comi-
sión Federal de Electricidad (CFE-b, 2007), la superficie requerida para la puesta en marcha de la primera planta de
producción eléctrica en Cerritos Colorados (de 25MW, en su primera etapa) es de 18.3ha, afectando en una porción
poco significativa el Área Natural Protegida (ANP) del Bosque La Primavera, principalmente con la construcción de
caminos de acceso y para el tendido de las líneas de transmisión, resultado un dato importante, debido a la preocu-
pación local de la explotación eléctrica dentro de un ANP visto como pulmón verde para la Ciudad de Guadalajara
que cada vez tiene mayores problemas de contaminación ambiental, expansión de su mancha urbana y presión sobre
sus recursos circundantes.

Por otro lado, de acuerdo a CFE-b (2007) e INEGI (2006), el Estado de Jalisco cuenta con una capacidad instalada
de producción eléctrica de 414 MW, generando en 2015 apenas el 4.4% de sus necesidades, sin embargo, ésta es la
tercera zona de mayor actividad industrial de México y la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ocupa el segundo
lugar a nivel nacional, lo que representa una mayor presión sobre la demanda de servicios, entre ellos, el consumo de
energía eléctrica. Históricamente el estado ha tenido un balance anual negativo (entre 4,500 y 12,500GWh) en cuanto
a la generación eléctrica y su consumo o venta, cubriendo su déficit con energía que se produce en los 5 estados
colindantes, con las consiguientes pérdidas por transmisión de energía eléctrica por el tendido. El 65% de la energía
demandada la consume la ZMG (6,560GWh), esperando una tasa media de crecimiento anual de entre el 3.9% y el
5.7% (POISE 2007-2016). Por tanto, el incremento anual de consumo eléctrico de la zona metropolitana podría cubrir-
se parcialmente con la entrada en operación de 2 unidades generadoras (de 25MW y 50MW, equivalentes a 197GWh
y 394GWh respectivamente), con lo que se contribuiría a atender el déficit presente en la ZMG (CFE-c, 2015).

3. METODOLOGÍA
La metodología seguida en este trabajo presenta una revisión del estado actual de la zona de estudio, la ubicación
de las manifestaciones hidrotermales y su proceso de muestreo, utilizando distintas técnicas para ello, las cuales son
descritas brevemente en tres apartados separados. Adicionalmente, se presenta una tabla a manera de resumen de
la caracterización realizada en el proceso de muestreo de las manifestaciones asociadas al campo geotérmico La
Primavera. Los resultados de análisis de las muestras de gas y agua no se presentan en este trabajo, pues están en
proceso de análisis; se espera sean presentados en posteriores publicaciones.

3.1. MUESTREO DE AGUA EN MANANTIALES CALIENTES


La recolección de muestras de agua se hizo en botellas de Nalgene® y viales de vidrio, para las 3 zonas de descarga
de manantiales calientes, conocidos como Río Caliente, Los Volcanes y Las Tinajas; los dos últimos sitios están aso-
ciados con balnearios de aguas termales actualmente en funcionamiento, por lo que se solicitó acceso para la toma
de muestras directamente del nacimiento de dichos manantiales. Para el muestreo se utilizó el extensor de muestreo
(Figuras 2a y 2b), que permite llegar de manera segura al punto de extracción de las muestras de agua, para su pos-
terior depósito en los recipientes de plástico y vidrio. En el caso de los viales (usados para determinar la composición
isotópica del agua), se tuvo el cuidado de no dejar burbujas de aire dentro de las mismas, para evitar dilución de
oxígeno en la muestra y reducir el riesgo de obtener una medición errónea de los isótopos18O y 2H.

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Figuras 2a y 2b – Recolección de muestras de agua en manantiales calientes en Las Tinajas y Río Caliente, asocia-
dos al campo geotérmico La Primavera.

3.2. MUESTREO DE GAS EN FUMAROLAS


La toma de muestras de gas proveniente de fumarolas dentro del campo geotérmico se realizó siguiendo los pasos
a continuación descritos: (i) Se identificaron las fumarolas con mayor salida de vapor y gases; (ii) se adecuó una
apertura en el terreno, colocando un embudo invertido para propiciar la recolección de vapor y gas, sellándolo por su
circunferencia con material de la misma zona (Figuras 3a y 3b); (iii) Se verifica que exista un flujo de vapor y gases
a través de la manguera plástica de 2m de largo, colocada en la salida del embudo de recolección; (iv) la manguera
plástica debe estar sujeta al embudo mediante abrazaderas metálicas que limiten la contaminación por aire atmosfé-
rico hacia la dirección del flujo y toma de muestras; (v) en la salida de la manguera se coloca un tramo de tubería de
cobre, previamente sujetado por prensas metálicas (sujetas a su vez en una barra de aluminio), usadas por la técnica
de muestreo y fijado a la manguera por medio de una abrazadera metálica; (vi) tras dejar circular el vapor y gas por el
tubo de cobre, rápidamente se sellan las prensas metálicas del extremo más alejado de la fumarola, haciendo uso del
desarmador eléctrico y llaves manuales (Figura 3c); (vii) se sella la segunda prensa metálica en el otro extremo del
tubo de cobre, verificando que no exista salida de gases desde las partes extremas del tubo metálico, introduciendo
cada punta en un recipiente con agua, para corroborar el sellado de las prensas metálicas (Figura 3d); (viii) una vez
selladas ambas prensas, se deben retirar las abrazaderas metálicas que unen la manguera y la tubería de cobre y
etiquetar debidamente la muestra; (ix) se repite el procedimiento de toma de muestras para un segundo tubo de cobre
previamente sujeto a la barra de aluminio y sus prensas metálicas.

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Figuras 3a, 3b, 3c y 3d – Recolección de muestras de gas en tubos de cobre, proveniente de fumarolas cercanas al
campo geotérmico La Primavera.

3.4. MUESTREO DE GAS EN POZOS PRODUCTORES


Para el muestreo de los pozos productores se requirió el uso de un separador bifásico, para lograr la separación de la
mezcla proveniente del pozo profundo (la parte líquida descargando por una válvula y el vapor de agua y otros gases
por otra), acoplando dicho separador a una válvula de salida de mezcla del pozo. En una de las salidas del separador
se le debe conectar un tramo de tubería de cobre para realizar la toma de muestras de gas, la cual es sujetada y
aislada por prensas metálicas (Figuras 4a, 4b, 4c y 4d).

El procedimiento que se sigue para evitar contaminación atmosférica en las muestras de gas tomadas en tubos de
cobre es el siguiente: (i) el separador bifásico debe instalarse directamente en el cabezal del pozo productor, utili-
zando llaves, tramos de tubería galvanizada, reducciones y conexiones (Figura 4a); (ii) se corta un tramo de tubo de
cobre de la longitud requerida para lograr el muestreo en condiciones de terreno estable (Figura 4b); (iii) un extremo
del tubo de cobre de 3/8” se conecta directamente a la válvula de paso fijada al separador bifásico, el otro extremo
se debe montar en la barra de aluminio de apoyo para el muestreo; (iv) se abre la válvula del separador bifásico de
manera lenta, permitiendo que el vapor fluya por el tubo de cobre hasta que se estabiliza el flujo; la estabilización
del dispositivo se logra cuando el separador manda únicamente vapor por la salida de vapor y el resto del agua sale
por la válvula de líquidos del propio dispositivo (Figura 4c); (v) con el desarmador eléctrico se cierran los tornillos de
la prensa más alejada de la válvula, con lo que se sella el paso de gas por el tubo de cobre; (vi) una vez usada la
herramienta eléctrica, el cierre completo de las prensas debe verificarse y terminarse de manera manual, mediante
llaves o dados de 7/16”, verificando que las rondanas puestas entre las prensas sujetadoras queden inmóviles (Figura
4d); (vii) terminado el procedimiento en la primera prensa, se procede de inmediato a repetir la operación en la otra
prensa, usando primero el desarmador eléctrico y posteriormente la llave o dado para rematar el cierre de manera

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manual; (viii) una vez sellado el tubo de cobre, se debe cerrar la válvula de paso que da flujo al tramo de tubo de co-
bre, cortando el exceso de tubo; (ix) se procede a tomar una segunda muestra en la tubería de cobre, siguiendo las
mismas indicaciones; (x) cada una de las muestras de gas permanecen montadas en su respectiva barra de aluminio,
pudiendo etiquetar directamente sobre la barra o el tramo de tubo de cobre.

Figuras 4a, 4b, 4c y 4d –Separador bifásico y conexión con la tubería de cobre de muestreo de gas en pozos pro-
ductores del campo geotérmico La Primavera.

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Actualmente la Comisión Federal de Electricidad (CFE-d, 2005), cuenta con 15 pozos profundos perforados en la
zona de estudio, con los que se ha corroborado la existencia de un yacimiento geotérmico con potencial para la ge-
neración de energía eléctrica. Los pozos exploratorios tienen profundidades entre 1215 y 2986m. Estudios previos
realizados en el campo, estiman la posible producción de un volumen de fluidos de179.83 millones de toneladas
de vapor, suficientes para generar 100MW por un periodo de 17 años (Kruger et al., 1988). Otros estudios indican
que en el campo geotérmico se han registrado temperaturas mayores a 190°C y observaciones recientes (medidas
en los pozos de producción), han registrado temperaturas de descarga de 98°C (Gutiérrez-Negrín, 1988). A manera
de corroboración y de acuerdo con los datos registrados en esta campaña de muestreo, se pudo constatar que las
manifestaciones hidrotermales al Sur y Oeste del campo (nacimiento de manantiales termales y fumarolas), regis-
tran temperaturas entre 92 y 97°C en superficie (Hernández-Hernández, 2017), lo que les confiere un alto grado de
explotabilidad para la producción de vapor, al suponer una temperatura mayor en profundidad que lo pueda generar,
aunado a las características de alta permeabilidad presentes en la zona, que aseguran un flujo continuo de agua
hacia el campo geotérmico.

Un análisis de concentración de Boro (en las muestras recogidas de los pozos productores), han permitido establecer
un modelo preliminar del comportamiento del campo geotérmico, considerando los límites del yacimiento (alrededor

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de unos 500m), que junto con las concentraciones de algunas especies químicas (Na+, K+, Ca++, Cl-, SiO2, P, C,
etc.), permiten explicar las formaciones de contacto del campo y el origen de los flujos de agua en los pozos de pro-
ducción (Villa et al., 1987).

Diversos estudios realizados por Wright (1981) y Maciel-Flores (1992), indican que si se considera una porosidad
promedio del 10% (para zonas volcánicas no alteradas hidrotermalmente), el posible volumen de fluidos geotérmicos
para el campo de estudio sería de 0.68km3 (a una temperatura mínima de 250°C). Además, considerando que la
porosidad de la fracción alterada del yacimiento es del 19.5% y de la roca no alterada del 10%, es posible inferir una
porosidad promedio del yacimiento del orden del 47.8%. Este último dato es útil en el análisis de flujos hidrológicos
subterráneos en el área, relacionando los resultados geoquímicos y geológicos en la interpretación del funcionamien-
to hidráulico actual del sistema.

Como resultados de los muestreos llevados a cabo en la campaña del 20 al 22 de Febrero de 2017, en el Campo
Geotérmico La Primavera (Jalisco), se incluyen los siguientes datos tomados en campo (Tabla 1): nombre de la zona
de muestreo, coordenadas UTM y elevación, tipo de zona de muestreo, fecha de muestreo y tipo de muestra tomada.
Otros parámetros tomados en campo fueron la temperatura, la conductividad eléctrica y pH de cada muestra de agua
recolectada. Respecto a los resultados de análisis de las muestras, estas han sido enviadas a distintos laboratorios de
universidades en Estados Unidos de América y Canadá, con quienes actualmente se colabora en varios proyectos de
investigación para el Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (CeMIEGeo), entre ellas, la Universidad
de Michigan, la Université du Québec à Montréal, la Universidad de Toronto, la Universidad McGill y la Universidad
de Waterloo.

Tabla 1 - Zonas de muestreo en el Campo Geotérmico de La Primavera (Jalisco)


Temperatura Coordenadas UTM
Nombre Tipo de zona Fecha Tipo de muestra
(°C) X Y Z (msnm)
PR-11 71 653681 2283740 1883 Pozo productor 20-02-17 Agua y gas
PR-01 76 653668 2284482 1837 Pozo productor 20-02-17 Agua y gas
RC (Río Caliente) 71 648333 2286860 1505 Manantial caliente 21-02-17 Agua
RC (Las Tinajas) 43 647569 2290051 1505 Manantial caliente 21-02-17 Agua
Los Volcanes 56 649211 2275448 1665 Manantial caliente 21-02-17 Agua
La Azufrera 92 649213 2275450 1734 Fumarola 22-02-17 Gas
Cañón-PR-06 96 654110 2284065 1848 Fumarola 22-02-17 Gas

En cuanto a los sistemas de flujo, el acuífero somero es de tipo termal (Rocha-Ruíz, 2013), registrando temperaturas
de 70-120°C, contenido en ignimbritas (de la Toba Tala), con un nivel de 1570-1600 msnm (en la zona de los pozos
geotérmicos), siendo su área de recarga la parte central de la Sierra La Primavera. De acuerdo a los datos medidos
en campo, a este sistema pertenecen las descargas de manantiales calientes asociadas Los Volcanes y Las Tinajas,
con temperaturas que oscilan entre los 43°C y los 56°C.

Según Cerriteño (1991), el acuífero somero tiene sus zonas de recarga relacionadas con los basaltos y andesitas del
Volcán de Tequila y los domos riolíticos de la caldera de La Primavera y se ha estimado la base del acuífero a una
altitud de 1400-1410 msnm, profundizándose más hacia la zona centro de la caldera (con 1150 msnm), cercano a los
pozos PR-4 y PR-5. En la zona de pozos (productores y de inyección), las temperaturas registradas para las descar-
gas de agua oscilan entre los 71 y 76°C, posiblemente enfriada en su proceso de ascenso por el sistema de tuberías
que componen los pozos productores y de descarga hacia los embalses de decantación de salmuera; no obstante,
es de esperarse temperaturas cercanas al punto de ebullición en este sitio, al estar relacionado directamente con el
campo geotérmico, lo cual no sucede.

Respecto al acuífero profundo, sus descargas se manifiestan mediante manantiales calientes y fumarolas en la zona,
estando contenido en andesitas que afloran al SE de la caldera y se profundizan en dirección a ella, lo que propicia
un flujo subterráneo de SE a NW, quedando la zona de recarga al SE de Cajititlán y El Salto, Jalisco (Venegas et al.,
1988); adicionalmente, la presencia del Río Grande de Santiago constituye otra fuente de recarga, así como las tobas
que rellenan gran parte del Valle de Toluquilla. Asociado a este sistema acuífero, se encuentran las fumarolas de La
Azufrera y el Cañón, con temperaturas que oscilan entre los 92 y 96°C (las mayores reportadas en esta actividad de

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campo) y las descargas de manantial hacia el Río Caliente, que registran temperaturas de 71°C y un volumen de
descarga muy superior a los de otras zonas relacionadas al campo geotérmico.

Se espera que una vez se inicie la puesta en marcha de la producción de vapor en la central geotermoeléctrica de
La Primavera, los caudales que actualmente se descargan y son tributarios a esta corriente superficial (Río Caliente),
se vean afectados significativamente, así como sus correspondientes afecciones medioambientales locales. Otras
zonas que posiblemente sean afectadas directamente por una reducción en el flujo de agua termal son los balnearios
comunitarios de “Las Tinajitas”, “El Cañón de las Flores” y “Mazatepec” (Balnearios, 2017), los cuales se encuentran
circundando la zona del Bosque La Primavera, al Norte y sur del campo geotérmico.

5. CONCLUSIONES
Los objetivos de este trabajo fueron cumplidos en su totalidad, logrando un entendimiento del funcionamiento actual
de la estructura volcánica asociada al campo geotérmico, visualizando, entrenando y ensayando las distintas técnicas
de muestreo de gas y agua usadas en la zona, para su posterior aplicación en otros campos geotérmicos. Inicialmente
se planteó realizar el muestreo de 2 pozos productores del campo geotérmico La Primavera y de manifestaciones
hidrotermales (manantiales calientes y fumarolas), lo cual se cubrió al 100%, logrando recolectar lo siguiente:

• 6 muestras de agua en pozos geotérmicos productores en botellas de 1 litro de Nalgene® y 4 muestras de


agua en viales de vidrio.
• 6 muestras de gases en pozos geotérmicos productores, 3 para cada pozo, en tubos de cobre.
• 6 muestras de agua en 3 manantiales calientes en botellas de 1 litro de Nalgene® y 6 muestras en viales de
vidrio.
• 7 muestras de gases en fumarolas en tubos de cobre.

Los estudios y análisis pendientes a realizar de la zona están sujetos a la obtención de los resultados de análisis
químicos e isotópicos llevados a cabo por los distintos laboratorios nacionales y en el extranjero (en colaboración
con el CeMIEGeo en México y universidades extranjeras en USA y CAN), los cuales serán presentados en una co-
municación posterior. Finalmente, el uso de la geotermometría, de acuerdo a Maciel-Flores (1992), permite inferir la
geoquímica de los campos geotérmicos y para determinar correlaciones geoquímicas, es necesario realizar campa-
ñas de muestreo en la zona, tomando muestras representativas de fluidos provenientes de pozos de generación de
vapor y de re-inyección. También es importante tomar muestras de las manifestaciones hidrotermales y fumarolas en
la zona, pues mediante análisis de agua y gas es posible determinar la composición química de la mezcla proveniente
del yacimiento geotérmico, datos que resultarán útiles en la explicación del funcionamiento del flujo hidrotermal del
campo analizado.

6. AGRADECIMIENTOS
Para la realización de las actividades de campo, se agradece a las autoridades de la Gerencia de Proyectos Geo-
termoeléctricos de la Comisión Federal de Electricidad (ubicadas en Morelia, Mich.), a las autoridades y personal
de la Residencia de La Primavera, el acceso a los pozos y el apoyo técnico durante el trabajo de campo. De igual
manera se agradece a la investigadora a cargo, la Dra. Aída López H., por las facilidades otorgadas en el proceso
de aprendizaje en campo de las técnicas de muestreo y análisis hidrogeológico en campos geotérmicos asociados a
sus proyectos de investigación del CeMIEGeo, así como a los técnicos de la UMSNH que colaboraron activamente
durante la campaña de muestreo. Finalmente, se agradece a Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT)
y al Fondo de Sustentabilidad Energética de la Secretaría de Energía (SENER), por el apoyo y financiamiento otor-
gado al Proyecto Postdoctoral #272697, dirigido por el Dr. Mario A. Hernández H., como parte del Fondo Sectorial
CONACYT-SENER-SUSTENTABILIDAD ENERGÉTICA, en su convocatoria 2015-07.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Balnearios (2017). Información web de los balnearios localizados en la zona del Bosque La Primavera, asociados
al campo geotérmico Cerritos Colorados. https://mexico.pueblosamerica.com/i/las-tinajitas-balneario/
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Electricidad-CFE. Informe interno 12/91, 12pp.
• CFE-a. Comisión Federal de Electricidad-CFE & Colegio de Postgraduados-CFE (1994). Restauración de la zona
geotérmica del bosque de La Primavera, Jalisco. Informe interno de CFE. Subdirección de Construcción. Gerencia
de Proyectos Geotermoeléctricos.

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tos Colorados Geothermal Field, Jalisco State, Mexico. Draft Final Report. Japan. 60p.
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• Hernández-Hernández, M. A., Flores-Fernández, G. (2017). Evaluación de las condiciones iniciales del sistema
geotérmico La Primavera (Jalisco). 5th International Water Association Congress – Young Water Professionals.
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254
USE OF ABANDONED UNDERGROUND MINES FOR CONSTRUCTION OF
PUMPED-STORAGE HYDRO POWER PLANTS AND THEIR INFLUENCE
ON THE ELECTRICAL SYSTEM
Menéndez, Javiera, Loredo, Jorgeb
a SADIM, S.A., Jaime Alberti, 2, 33900 Ciaño (Asturias), email: javier.menendez@sadim.es; b UNI-
VERSITY OF OVIEDO, Independencia, 13, 33004 Oviedo, e-mail: jloredo@uniovi.es

ABSTRACT: By 2020 it is intended that the country produces 20% of its energy from renewable sources, therefore
replacing the energy based on coal and gas. Then, one of the main challenges for making this happen is the energy
storage system, which creates a robust network that balances surplus and peaks of energy demand over short co-
verage intervals. Pumped storage hydroelectricity (PSH) from mine water in the closured mines has proved to be an
effective solution for this purpose. Presently, the pumping of the infiltrated waters is considered an important cost for
the mines, with a very important amount of pumped water per year. Before this, to optimize the use of the economic
resources, a first option of cessation of the pumping in the closed shafts was studied, proceeding to the flood of the
mining hole. However, this solution is not always applicable due to the uniqueness of the mines, the interconnections
created during the exploitation phase and the proximity of the mines to populated areas. When mines finish their ac-
tivity, mine water can be used as an important resource, converting mining exploitations into storage and production
facilities of renewable energy and generating new economic activities in the mining regions. The installed electrical
power could reach 30MW per facility.

KEYWORDS: Renewable energy, hydroelectricity, pumped-storage, underground mine, mine water.

1. INTRODUCTION
Over 81% of the total energy consumed in the world, of which 58% is represented by electricity generation in the coun-
tries members of the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), is obtained from fossil fuels
(IEA, 2016). This dependence is not sustainable because fossil fuels are limited and impact the environment (e.g., the
greenhouse effect). It is therefore necessary to develop renewable sources of energy to replace the electricity obtained
from fossil fuels in the near future.

The European energy and climate policies have as one of their targets 20% of final energy from renewable origin by
2020. This target entails an even higher penetration of renewable energy in the electricity mix, possibly between 35
and 40%, and a high component of this will be non-dispatchable1 renewables such as wind and solar. Moreover, the
EU’s 2050 decarbonisation objectives, with a target of 80-95% reduction in greenhouse gas emissions, will require a
significantly higher share of renewables in the electricity mix.

The most important concern with respect to some forms of renewable energy, such as solar and wind energies, is
their intermittence and the fact that their production over time cannot be matched to variations in demand. Therefore,
energy storage systems have become the key to improve the efficiency of renewable energy and increase its utilization
(Gebretsadik et al., 2016). Energy storage systems allow the production of electricity to be managed according to the
demand (Mason IG, 2015, Delfanti et al., 2015). Pumped Storage Hydropower (PSH) is one of the most commonly
used storage systems (Zhang et al., 2016) because it allows large amounts of electricity to be stored and produced.

2. UNDERGROUND COAL MINES


The Asturian Central Coal Basin (ACCB) is located in northern Spain (Figure 1). It has been exploited for more than
200 years through open pit and underground mining, with indoor mining predominating in the last decades. It was
one of the most important economic activities in the Principality of Asturias and an outstanding source of employment
creation, which therefore contributed to the current development of the surrounding towns.

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Figure 1. Asturian Central Coal Basin location

Underground coal mines have a depth of up to 300-600m, with a main infrastructure composed of one or several verti-
cal shafts, used for mineral extraction and for access of personnel and materials. It has a network of horizontal tunnels
at different levels, with an average separation between levels of 80-100m (Figure 2).

Figure 2. Typical scheme of shafts and tunnels network in coal mines

On the other hand, one of the main conditions of the mining exploitation occurs on the water network. The long history
of the Asturian mining has caused a strong alteration in the potentiometric levels and in the natural flow of the aquifers
in the affected areas. The exploitations have generated to a triple porosity aquifer (Pendás et al., 2002). Where pre-
viously there were small aquifers in sandstone of a small-scale multilayer system, mining tunnels and fractured zones
have now been created, that work as aquifers assimilable to the karsts (Pendás and Loredo, 2006). In fact, all the gaps
caused by coal mining in the Asturian Central Basin operate as a large underground water reservoir.

Most of the mining work, whether open or underground, intercepts the piezometric level and forces the establishment
of a pumping system, which, if interrupted after the closure of the activity, will bring with it a partial or total flood of the
mining tunnels.

Presently, the pumping of the infiltrated waters is considered an important cost for the mines, with an average flow of
40 Mm3 per year. Before this, to optimize the use of the economic resources, a first option of cessation of the pumping
in the closed shafts was studied, proceeding to the flood of the mining hole. However, this solution is not always appli-
cable due to the uniqueness of the mines, the interconnections created during the exploitation phase and the proximity
of the mines to populated areas.

3. UNDERGROUND PUMPED STORAGE HIDROPOWER (UPSH)


Pumped hydroelectric energy storage is a large, mature, and commercial utility-scale technology currently used at
many locations in the world. Pumped hydro employs off-peak electricity to pump water from a reservoir up to another
reservoir at a higher elevation. When electricity is needed, water is released from the upper reservoir through a hy-
droelectric turbine into the lower reservoir to generate electricity.

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Because most low-carbon electricity resources cannot flexibly adjust their output to match fluctuating power demands,
there is an increasing need for bulk electricity storage due to increasing adoption of intermittent renewable energy.
This technology can be the backbone of a reliable renewable electricity system.

The first idea of exploiting a disused mine as an underground reservoir dated from 1960 (Harza, 1960) and it was
developed by several studies and technical reports but not accompanied by functioning pilot projects (Pickard, 2011).
Mount Hope project, located in northern New Jersey was initially proposed in 1975. It intended to use the facilities of
an abandoned iron mine as a lower reservoir but it was never developed (Dames and Moore, 1981). The feasibility
of using some of the current coal mining facilities in the Ruhr region as lower reservoir for a pumped storage project
has been currently analyzed by a group of five partners in Germany (University Duisburg Essen, Ruhr University Bo-
chum, Rhine Ruhr Institute for Social Research and Political Consultancy RISP, RAG AG and DMT), supported by the
European Union. Madlener and Specht (2013) presented an extremely interesting techno-economical analysis of the
possible construction of underground PHES in Abandoned Coal Mines in the Ruhr area (Germany).

Also in the Ruhr area, Alvarado et al (2015) presented a project of the possible construction of underground pumped
storage power plant in Prosper Haniel mine in Bottrop (North-Rhine Wesphalia), using existing coal mine infrastruc-
ture. This storage concept presents several advantages in comparison with conventional PHES, as for example the
higher possibility of social acceptance and the larger number of potential sites. From a technical point of view, even
though the construction of an underground storage reservoir is possible, the main limit is the need of competent rock,
especially at reservoir depths.

An interesting unconventional pumped hydro project, proposed in Estonia (Project ENE 1001, 2010), is that of Muuga
whose completion is expected in 2020. The peculiarity of this project is that it combines two different unconventional
reservoirs: the sea as upper reservoir and underground chambers, resulting from granite excavations, as lower reser-
voir.

The economic feasibility of the project should be analyzed taking into account two energy markets in Spain. These
markets are the Spot Market (for energy trading) and the secondary control power market (providing electricity balan-
cing services). In Spain the energy managed in the balancing services in 2016 was 21.351 GWh with a very outstan-
ding participation by the pumped-storage plants, due to its dual role of generation and consumption of energy. PSH
facilities are the most technologically advanced, widely available resources to provide balancing and integration of
variable renewable technologies, such as wind and solar.

4. DESCRIPTION
The tunnel network of a mining facility has an unusual geometry for a storage system. Nevertheless, such storage
volumes, combined with the depths at which some of these facilities are located and the high flows of mine water, can
be sufficiently appealing to establish a PSH project with a Francis turbine-pump. The most relevant technical aspect is
related to the storage structure for the lower reservoir. In a typical hydropower pumped storage project, the two reser-
voirs are located on the surface level. In contrast to a conventional PSHP plant, the upper reservoir of an Underground
PSH power plant is the smaller problem, as it can basically be established on the surface. If an abandoned coal mine
is envisaged, the (potentially large) area of the former mine may be available for use In the generally densely popu-
lated Asturian Central Coal Basin, at least small- and medium-sized storage reservoirs on the surface, may often be
done without too much conflict with settlement areas. In the surroundings of the shafts there exist buildings that are
protected as industrial heritage, which cannot be demolished.

The power of the turbine can be calculated according to the following expression, with η the global plant efficiency, Q
the flow (m3/s), g the acceleration due to gravity (m2/s), Hnet the net head available at the turbine (m).

The storable amount of energy depends on the head and the water mass moved. The initial approach is to use the
main shaft to introduce the hydraulic and electric equipment and materials. If the dimensions of the shaft are not enou-
gh, we can make a new access drift, between the outside and the power house. The dimensions of this drift would be
5 meters wide and 4.5 meters high. Table 1 reports on selected possible heads in relation to different masses of water
plotted and the resulting capacity in each case for the efficiency assumed. Table 2 shows the power of the Francis
turbine-pump for a cycle time of 6 hours day-1.

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Table 1 – Storage capacity (storable amount of energy) of a PSHP plant [in MWh]
Water Mass [Mt]
Head [m]
0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3
100 12,36 24,71 37,07 49,43 61,78 74,14
200 24,71 49,43 74,14 98,85 123,56 148,28
300 37,07 74,14 111,21 148,28 185,35 222,41
400 49,43 98,85 148,28 197,70 247,13 296,55
500 61,78 123,56 185,35 247,13 308,91 370,69
600 74,14 148,28 222,41 296,55 370,69 444,83

Table 2 – Turbine power (cycle time 6h day-1) [kW]


Water Mass [Mt]
Head [m]
0,05 0,1 0,15 0,2 0,25 0,3
100 2.043,75 4.087,50 6.131,25 8.175,00 10.218,75 12.262,50
200 4.087,50 8.175,00 12.262,50 16.350,00 20.437,50 24.525,00
300 6.131,25 12.262,50 18.393,75 24.525,00 30.656,25 36.787,50
400 8.175,00 16.350,00 24.525,00 32.700,00 40.875,00 49.050,00
500 10.218,75 20.437,50 30.656,25 40.875,00 51.093,75 61.312,50
600 12.262,50 24.525,00 36.787,50 49.050,00 61.312,50 73.575,00

The Figure 3 shows a general scheme of the project with the main components, and Figure 4 reflects the underground
power house with the penstock, the inlet valve, the draft tube, the Francis turbine-pump with vertical axis and the sy-
nchronous motor-generator.

Figure 3. Schematic configuration of main components

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Figure 4. Power house scheme. Francis turbine and motor-generator

The penstock is located inside the main shaft. It is a vertical pipeline. If the diameter of the penstock is reduced, the
load losses increase. If the penstock’s diameter is reduced, the head and the output of the turbine are reduced also.
The switchyard would be located on the surface, and the rated voltage would be 11,000-30,000 kV.

5. CONCLUSIONS
The implementation of an underground PSH project using coal mine facilities, is an appealing option for energy stora-
ge, particularly in Spain where the underground mining is currently phased out, with an expected closure date at the
end of 2018. Also, the significant reduction of the adverse impacts on the landscape and local residents, could be an
advantage.

The water necessary for the initial filling of the reservoirs as well as for the replacement of the losses by evaporation,
will be taken from the runoff of the mine, so a public water course is not necessary

The most relevant technical aspect is related to the storage structure for the lower reservoir. Based on the techno-eco-
nomic evaluation, it has been concluded that it is necessary to build a new network of tunnels for the lower reservoir.

PSH can provide many services to the power system, as flexibility of operation and speed to vary the power delivered
to the grid. This aspect is fundamental to deal with the variations in production due to fortuitous failures in the thermal
power plants and of any significant variations in the production of intermittent renewable power generation.

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6. REFERENCES
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• Gebretsadik Y, Fant C, Strzepek K, Arndt C. Optimized reservoir operation model of regional wind and hydro power
integration case study: Zambezi basin and South Africa. Appl Energy 2016;161:574–82.
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fico-Técnica “Gestión del agua en los procesos de cierre de minas”. E.T.S. Ingenieros de Minas. Universidad de
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• Dames and Moore. An assessment of hydroelectric pumped storage. 1981. National hydroelectric power resources
study. The U.S. Army Engineer Institute for water resources, pp. A-95-96.
• Madlener, R., Specht, J.M., 2013. An Exploratory Economic Analysis of Underground PumpedStorage Hydro Power
Plants in Abandoned Coal Mines, FCN Working Paper No. 2/2013.
• Alvarado, R., Niemann, A., Wortberg, T. (2015). Underground pumped-storage hydroelectricity using existing coal
mining infrastructure. In: E-proceedingsof the 36th IAHR world congress, 28 June–3 July, 2015. the Netherlands:
The Hague.

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331
52.000 KM DE CONDUCCIÓN ELÉCTRICA EN GALICIA: ALGUNAS
CONCLUSIONES
Silva Castaño, Francisco
Iberdrola España, Oliveira 96, 15895 Ames (A Coruña), fsilva@iberdrola.es

RESUMEN: En este artículo se describe una prueba real de circulación por las carreteras de Galicia de un vehículo
100% eléctrico con autonomía extendida (Range Extender, REX) durante 24 meses y 52.140 km. El resultado princi-
pal de la prueba es la constatación de que los coches eléctricos comerciales ya son una alternativa real al coche tra-
dicional con motor de explosión, y, además de sus aplastantes ventajas ambientales, de salud pública y de eficiencia
energética, ofrecen mejor conducción y comportamiento que sus homólogos de combustibles fósiles. Las previsiones
de disrupción tecnológica e implantación acelerada parecen más que posibles y permitirán en España niveles de
autoabastecimiento energético y de seguridad del suministro totalmente desconocidos hasta el momento. Además,
se favorecerá el reequilibrio territorial mediante la creación, en el campo de la generación renovable, de numerosos
puestos de trabajo de calidad y con contenido tecnológico en zonas rurales. Se incluyen también algunos comentarios
sobre las barreras que ralentizan la rápida implantación de este sistema de movilidad sostenible.

PALABRAS CLAVE: electromovilidad, vehículo eléctrico, salud pública, cambio climático, seguridad suministro

1. INTRODUCCIÓN: EL TRANSPORTE POR CARRETERA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO


El gran reto ambiental al que se enfrenta nuestro mundo es la lucha contra el cambio climático provocado por las
emisiones de gases de efecto invernadero, originadas por el empleo de combustibles fósiles. El vehículo eléctrico,
propulsado con energía procedente de fuentes renovables, es una de las grandes palancas para la transición ener-
gética, ya en marcha, hacia una economía descarbonizada.

Figura 1 - El vehículo eléctrico de la prueba (izquierda) en el parque eólico de Iberdrola de Monte Treito.
(Lousame, A Coruña). Octubre de 2017.

El transporte por carretera es el principal emisor de gases de efecto invernadero en España, con un 31% del
total de las emisiones del sector energético en 2013 (Deloitte, 2016). Los coches, camiones y demás vehículos (figura
2) emitieron más que la producción de electricidad (24% del total) y la industria (18%), y sus emisiones sólo se han

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reducido un 5% desde 2000 hasta 2013, frente a un 36% de reducción en las procedentes de la producción eléctrica
o un 29% en las de la industria (Deloitte 2016).

En cuanto al uso de energías renovables, su historial es aún peor: frente a un 39% de participación de las renovables
en la generación eléctrica peninsular en 2016 (REE 2017), el porcentaje de renovables en los combustibles para ve-
hículos alcanzó en España un 1,7% en 2015, uno de los peores porcentajes en la UE (Eurostat 2017).

Figura 2 – Emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores energéticos. Deloitte 2016.

2. EL TRANSPORTE POR CARRETERA Y LA SALUD PÚBLICA


Los vehículos de combustión interna son, también, la principal fuente de contaminantes en la atmósfera de las
ciudades, ya que emiten más de 1.000 sustancias nocivas (US-EPA, 2017). Las principales son:

• CO, gas tóxico que impide la oxigenación de la sangre y produce ozono.


• NOx, gases tóxicos, producen ozono y ácido nítrico. También producen efecto invernadero.
• Partículas sólidas PM10 y PM 2,5 (inquemados, hollín, etc.). Producen ozono con los NOx. Son muy nocivas
para las vías respiratorias y son cancerígenas.
• Hidrocarburos. Nocivos, producen ozono.
• COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles). Formaldehído, dioxinas, furanos, cetonas, etc. Nocivos y canceríge-
nos en algunos casos.
• SO2, NH3, metales pesados.
• CO2. Principal gas de efecto invernadero.

Las emisiones de los vehículos diésel han sido clasificadas recientemente como carcinógenas del grupo 1, el de sus-
tancias de mayor efecto (AIIC-OMS, 2012).

La Agencia Europea del Medio Ambiente (European Environment Agency, EEA) resalta, en sus informes más recien-
tes, el elevadísimo porcentaje de la población urbana de la UE que está expuesta a niveles muy altos de diversos
contaminantes, que en una gran proporción provienen de las emisiones de los vehículos con motores de explosión
(Figura 3). Estos contaminantes son responsables anualmente de cientos de miles de muertes prematuras en la UE.

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Figura 3 – Porcentaje de la población urbana en la UE que está expuesta a concentraciones de contaminantes
atmosféricos superiores a los valores guía de la OMS (EEA, 2017)

3. EL VEHÍCULO ELÉCTRICO Y LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA


Desde los puntos de vista de la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático (acuerdo de Paris,
COP21, y posteriores) y la salud pública (clasificación AIIC-OMS), la reducción progresiva (y sensata) de todos
los vehículos con combustibles fósiles parece un hecho cierto y deseable, que encaja plenamente en la tran-
sición hacia una economía descarbonizada en 2050 en la UE.

Si comparamos las emisiones de un vehículo convencional y las de uno eléctrico (figura 4) se comprende inmediata-
mente la importancia de la apuesta por la movilidad eléctrica como vector fundamental de la lucha contra el cambio
climático.

Figura 4 – Comparación de las emisiones de gases de efecto invernadero (Tm CO2 equiv.) de un turismo durante su
vida útil en varias situaciones (Deloitte, 2016)

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En la figura 5 observamos una previsión de la evolución del parque español de turismos según el combustible utili-
zado.

Figura 5 – Evolución del parque de turismos en España (Deloitte, 2016)

Aunque el vehículo eléctrico puro es el llamado a predominar de forma mayoritaria, a causa de los problemas prácti-
cos que aún presenta su empleo (autonomía limitada, escasez de puntos públicos de recarga, etc.), deberá convivir,
durante un periodo de transición, con los híbridos, especialmente los enchufables, y, con los vehículos eléctricos
con autonomía extendida (Range Extender o REX), cuyas características se aclaran más adelante.

En la actualidad, el vehículo eléctrico ya es una realidad viable. Muchas empresas con políticas ambientales, entre
ellas Iberdrola, han comenzado ambiciosos programas por etapas para dotarse de vehículos eléctricos, y existen
iniciativas en numerosas ciudades para ir sustituyendo progresivamente el contaminante transporte con combustibles
fósiles por la movilidad verde eléctrica.

4. DESCRIPCION DEL VEHICULO PROBADO


Para realizar la prueba de conducción que se propone en este artículo se ha utilizado un vehículo BMW i3, 100% eléc-
trico, equipado con un motor térmico de respaldo (de gasolina) opcional: REX (Range Extender). Sus características
técnicas principales son:

• Tracción 100 % eléctrica permanente mediante motor-generador síncrono de 170 CV, alimentado desde las
baterías a través de un inversor-cargador
• Baterías de iones de litio de 18,8 kWh (situadas en el suelo del vehículo) con tiempo de recarga completa (0%
a 100%) de 5-6 h en enchufes estándar (Schuko)
• Grupo térmico REX de 34 CV, que genera electricidad para alimentar las baterías, con depósito de 9 l para
gasolina sin plomo 95.
• Autonomía eléctrica aproximada: 150 km. Autonomía del REX: 150 km. Autonomía total estimada: 300 km
(variable, según el régimen de conducción, entre 250 y 350 km)

El grupo REX de respaldo entra en funcionamiento automáticamente al descender el nivel de carga de las baterías
por debajo de un umbral establecido (o a voluntad del conductor).

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Esquema de funcionamiento del vehículo en el Funcionamiento del vehículo en modo auto-
modo habitual (100% eléctrico): las baterías (en nomía extendida (REX): el grupo electrógeno
el suelo del coche) alimentan el inversor y éste auxiliar de gasolina de 34 CV (en naranja)
al motor eléctrico de 170 CV, a la reductora, alimenta las baterías y éstas el motor eléctrico y
diferencial, palieres y ruedas. las ruedas.

Figura 6 – Esquemas de funcionamiento del ordenador de a bordo del vehículo probado

5. PRUEBA DE CONDUCCIÓN
Desde la entrega del vehículo en octubre de 2015 hasta la finalización de la prueba (octubre de 2017) se han recorrido
52.140 km en 24 meses. Los recorridos han sido casi exclusivamente interurbanos, por carreteras y autopistas, y el
coche ha funcionado como medio de transporte único de trabajo de la Delegación de Iberdrola en Galicia.

Los desplazamientos han incluido amplias zonas de Galicia, desde Ribadeo hasta Baiona y hasta O Barco de Valdeo-
rras, así como amplias zonas de Asturias y de Castilla-León. El mayor recorrido realizado en un solo día ha sido de
592 km, desde A Coruña hasta Madrid.

En ningún momento el vehículo se ha quedado sin reservas (eléctricas o de gasolina) para continuar la marcha.

Figura 7 – El vehículo de la prueba en la Central Hidroeléctrica de Santo Estevo de Iberdrola.


Nogueira de Ramuín, Ourense (junio 2017)

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6. RESULTADOS DE LA PRUEBA
Desde marzo hasta mayo de 2016 se ha realizado un control de los parámetros del vehículo con los siguientes resul-
tados (de carácter preliminar, y válidos sólo como estimación de la situación real):

• Recorrido controlado: 3.184 km


• Consumo total de gasolina 95: 54,53 l (1,71 l/100km)
• Velocidad media: 58,4 km/h
• Consumo eléctrico total medio: 18,6 kWh/100km (en la salida de baterías)
• Desglose del consumo: 50,4 % eléctrico y 49,6 % fósil directo (gasolina aportada)
• Empleo de energías renovables: 28,8 % renovable y 71,2 % resto, usando el mix medio de Galicia en 2014
(57,2%, REE). 18,8 % renovable y 81,2 % resto, usando el mix medio de la península en 2015 (37,4%, REE)
• Emisiones de CO2 estimadas en la conducción real: 61 g/km. Por debajo del objetivo UE para 2025 (70 g/km,
en circuito de pruebas).

Las emisiones de CO2 están calculadas con las emisiones medias del sistema eléctrico español en el primer trimestre
de 2016: 115 g/kWh (WWF España, 2016).

Como referencia de comparación se ha tomado el dato de la tabla del IDAE (2017) de un coche de potencia equiva-
lente (2.0 TDI 150CV): 125 g CO2/km.

En los cálculos se ha utilizado un rendimiento estimado del motor térmico del 19% (tanque-ruedas, US-EPA, 2017).
Se debe recordar que los valores mencionados de los vehículos diésel se han obtenido en pruebas según normas,
por lo que son muy inferiores a los que se obtienen en conducción real.

En la figura 8 podemos ver la utilización de las energías renovables en el transporte durante la prueba, comparada
con el uso de renovables en un vehículo convencional.

Figura 8 – Consumo de energías renovables (Eurostat, CORES, elaboración propia, 2017)

En figura 9 vemos las emisiones de CO2 en la prueba (en verde) comparadas con el valor IDAE (2017) de un vehículo
diésel (según normas) y una estimación de la US-EPA (2017) para un utilitario medio. También se han comparado
las emisiones con las de un vehículo diésel de potencia similar (194 g CO2/km) usado en condiciones parecidas en
Galicia durante los meses de octubre y noviembre de 2017.

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Figura 9 – Comparación de las emisiones durante la prueba del vehículo eléctrico REX con valores teóricos y reales
de vehículos diésel (IDAE, US-EPA, elaboración propia, 2017)

Las emisiones de CO2 evitadas respecto a un utilitario medio con combustibles fósiles (según normas) han sido, du-
rante la prueba de 3.184 km, de 203 kg y durante un año de circulación (aprox. 25.000 km) de 1,6 Tm de CO2. Todos
los resultados deben considerarse como estimaciones útiles para la toma de decisiones.

7. REDUCCIÓN DEL CONSUMO Y AUMENTO DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA


En las siguientes figuras (10 y 11) se presentan el consumo energético total y el rendimiento del vehículo eléctrico
(REX), calculados durante la prueba, comparados con los valores obtenidos en una prueba de conducción de un
vehículo diésel de potencia similar y conducido en condiciones similares.

Ambos son claramente mejores en el vehículo eléctrico debido al muy superior rendimiento de los motores eléctricos
respecto a los motores térmicos, y por la considerable recuperación de energía producida en las frenadas y en los
descensos, con el motor principal actuando como generador de carga para las baterías.

Figura 10 – Comparación de consumos energéticos en pruebas de conducción real y con valores de catálogo
(BMW, elaboración propia, 2017)

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Figura 11 – Comparación de rendimientos en pruebas de conducción reales y valores de referencia (US-EPA, elabo-
ración propia, 2017)

8. CONCLUSIONES OPERATIVAS DE LA PRUEBA


Las conclusiones principales obtenidas de la prueba de conducción realizada son las siguientes:

• El coche ha funcionado perfectamente durante 24 meses como vehículo único de trabajo de la Delegación de
Iberdrola en Galicia, siendo la práctica totalidad de los recorridos realizados de tipo interurbano (por autopista
y carretera).
• El BMW i3 REX es un coche eléctrico de baterías con grupo térmico de respaldo: no es un híbrido enchufable.
La tracción siempre es 100% eléctrica. El REX sólo entra en funcionamiento al descargarse la batería (o a
voluntad) en los viajes largos.
• La recarga ha sido casi exclusivamente privada: en el domicilio y en el trabajo.
• La electricidad ya está en todas partes. No parece difícil realizar un gran despliegue de puntos de recarga en
corto-medio plazo. En situaciones esporádicas se pueden usar incluso una gran parte de las instalaciones
existentes.
• Menores desgastes de los frenos convencionales (zapatas y discos) gracias al electrofreno.
• Menores costes de funcionamiento tanto energéticos como de mantenimiento. Los motores eléctricos son
muchísimo más simples mecánicamente que los motores de explosión.
• Mayor confort y dinamismo de la conducción: suavidad (no hay cambios de marchas) y ausencia de ruido,
fuerte capacidad de aceleración (elevado par desde bajas revoluciones), excelente estabilidad y comporta-
miento (centro de gravedad muy bajo).
• Se puede concluir que el coche eléctrico es mejor que el de combustión interna en muchos aspectos (en
igualdad de condiciones)

En el momento actual, el grupo térmico de respaldo REX (Range Extender) parece muy recomendable para realizar
una conducción interurbana normal (sin “ansiedad de batería”), ya que existen muy pocos puntos de recarga pública.
El REX es una excelente solución práctica para la transición desde el vehículo convencional al eléctrico puro. En
conducción urbana no parece necesario.

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Figura 12 - El vehículo de la prueba en el embarcadero turístico del embalse de la Central de Santo Estevo de Iber-
drola. Zona de Especial Conservación ZEC-Red Natura 2000 del Cañón del Sil Ribeira Sacra, Nogueira de Ramuín,
Ourense. Septiembre de 2016

9. BARRERAS PARA LA IMPLANTACIÓN RÁPIDA DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO


Se admite de forma general hoy en día que existen importantes barreras para la implantación masiva y acelerada
del coche eléctrico en casi todos los países, en particular en el nuestro: precio elevado, escasez de infraestructuras
de recarga pública (especialmente en ruta), escasa autonomía, escasez de las ayudas para la adquisición, etc., etc.

Sin negar estos problemas, se puede decir, sin embargo, que existen otras circunstancias que afectan igual o más
que las anteriores a la lentitud de la expansión de la movilidad eléctrica:

-- La rapidísima evolución de la tecnología, que puede actuar en este momento, desgraciadamente, como una
barrera para la adquisición de un vehículo eléctrico, ya que el cliente potencial no compra hoy un coche si con-
sidera que dentro de unos meses habrá modelos mucho más avanzados, con más autonomía y quizás más
baratos. Este problema disminuirá cuando las prestaciones avancen suficientemente y la evolución se estabilice.
-- La gran escasez de modelos disponibles en comparación con los existentes de combustible fósil. En el mo-
mento actual los modelos comerciales accesibles y viables no superan mucho la decena frente a los cientos de
modelos existentes de motor de explosión. Numerosos nichos de mercado de clientes potenciales quedan sin
cubrir.
-- La escasez de modelos disponibles es especialmente aguda en relación con una de las mejores tecnologías
para la época de transición: la autonomía extendida (Range Extended, REX) ya comentada. El número de mo-
delos con REX o similar (no híbridos) disponibles es extremadamente reducido (inferior a cinco en España en
noviembre de 2017). Este hecho es particularmente grave porque, como hemos visto, el REX permite solventar
casi totalmente los problemas de la escasez de autonomía y la ausencia de puntos públicos de recarga.
-- Falta de expectativas de implantación a corto plazo de normativas realmente restrictivas de la circulación de
los vehículos contaminantes de motor térmico en las grandes ciudades. Se da con frecuencia por hecho que en
nuestro país no se implantarán ese tipo de restricciones durante muchos años (o décadas) debido a la escasa
prioridad otorgada a las cuestiones ambientales en los distintos niveles de la administración, en comparación con
países más desarrollados de nuestro entorno, mucho más concienciados al respecto.
-- Las continuas variaciones e interrupciones de los programas públicos de ayudas económicas a la adquisición
de vehículos eléctricos. Los compradores potenciales nunca están seguros de si habrá ayudas mejores en unos
meses, o si, por el contrario se retirarán ciertos apoyos. Esta incertidumbre y falta de seguridad regulatoria y
retributiva actúa como un desincentivo muy potente durante el largo y complejo proceso de compra de un coche
eléctrico.

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10. CONCLUSIONES
El coche eléctrico aúna una serie realmente impresionante de ventajas de todo tipo que hacen pensar que, a pesar
de los problemas y barreras, estamos delante de una de las grandes disrupciones tecnológicas que permitirá, duran-
te las próximas décadas, la mayor electrificación de la economía y la lucha con éxito contra el cambio climático. El
vehículo eléctrico ofrece, a la vez:

* Mejora del medio ambiente y avance en la lucha contra el cambio climático:


mm aumento del uso de las energías renovables en el transporte por carretera
mm fuerte reducción en el consumo de combustibles fósiles
mm menores emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, NOx, otros)
mm menores vertidos de lubricantes, combustibles, partículas de pastillas de frenado, etc.
* Eficiencia energética superior:
mm reducción drástica del consumo total de energía: fuertes mejoras de los rendimientos
mm recuperación importante de la energía en las frenadas y descensos
* Mejora de la salud pública en las ciudades:
mm eliminación de la contaminación atmosférica local (del propio vehículo) compuesta de emisiones can-
cerígenas (las del diésel son Grupo 1 OMS), alergénicas, etc. (CO, NOx, COVs, inquemados, partículas,
más de 1000 sustancias nocivas)
mm reducción del ruido
* Mejora estratégica de la autonomía energética y de la seguridad del suministro:
mm mayor utilización de energías renovables autóctonas (solar, eólica, hidráulica, etc.)
mm reducción de las costosas importaciones de combustibles fósiles y de los riesgos de la dependencia del
exterior
* Creación y mantenimiento de empleo sostenible de calidad en la generación renovable:
mm Empleo de alta cualificación y alto contenido tecnológico
mm Empleo con estabilidad y condiciones laborales superiores a la media
mm Empleo en zonas rurales con baja densidad de población: reequilibrio territorial
* Menores costes de funcionamiento: combustible, mantenimientos, revisiones, aceite, frenos, etc.
* Impulso de la conciencia ecológica de la población
* Mejores sensaciones de conducción: suavidad, silencio, aceleración muy aumentada (elevado par a bajas revo-
luciones) y estabilidad (baterías en el suelo)

11. AGRADECIMIENTOS
Agradezco muy especialmente a Carlos Bergera, responsable de Movilidad Verde de Iberdrola, a las Direcciones de
Cambio Climático, Regulación, Comercial, Renovables, Generación y Relaciones Institucionales y a los responsables
del concesionario de BMWi, Amiocar SA, su apoyo permanente.

12. BIBLIOGRAFÍA
• AIIC-OMS, Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer, Organización Mundial de la Salud. (2012).
Acceso en noviembre 2017: https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2012/pdfs/pr213_S.pdf
• BMW AG (2014). Nuevo BMW i3. Múnich, Alemania. BMW AG.
• CORES, Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (2017). http://www.cores.es/es
• Deloitte (2016). Un modelo energético sostenible para España en 2050. Recomendaciones de política energética
para la transición. Madrid. Deloitte Consulting, S.L.U.
• EEA, Agencia Europea del Medio Ambiente, European Environmental Agency (2017). Acceso en noviembre 2017:
https://www.eea.europa.eu/es
• Eurostat, Statistical Office of the European Union (2017). Acceso a http://ec.europa.eu/eurostat
• IDAE, Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (2016). http://www.idae.es/
• REE, Red Eléctrica Española (2017). Acceso a http://www.ree.es/es/estadisticas-del-sistema-electrico-espanol
• Silva C., F. (2016). Conducción, en condiciones reales de Galicia, de un vehículo eléctrico con autonomía extendi-
da. Dínamo Técnica, Revista Gallega de Energía, Nº 19, noviembre (pp. 12-15)

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• US-EPA, United States Environmental Protection Agency (2017). Overview of Air Pollution from Transportation.
https://www.epa.gov/air-pollution-transportation/learn-about-air-pollution-transportation
• WWF, World Wildlife Fund España (2016). Observatorio electricidad abril 2016. Acceso en noviembre 2017.: https://
d80g3k8vowjyp.cloudfront.net/downloads/oe_abril_2016.pdf

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ANDALUCÍA Y EL DÉFICIT ESPAÑOL EN GAS Y PETRÓLEO
Martinez del Olmo, Wenceslaoa, Martín Sánchez, Daniela, Jiménez Beltrán, Marianoa
a Oil &Gas Capital s.l. (OGC), Calle Ángel Muñoz 3, Madrid, wmartinez@oilandgascapital.com; dmartin@oilandgas-
capital.com; marianojimenez@oilandgascapital.com

RESUMEN: Las cifras proporcionadas por diferentes organismos gubernamentales para el año 2017 vienen a resal-
tar que, para el caso de España, pionera en renovables y deficitaria en hidrocarburos, el consumo de los combustibles
fósiles alcanza porcentajes de 42,3 petróleo, 19,9 gas y 11,6 carbón (73,8% de las necesidades) siendo la aportación
de nuclear y renovables de tan solo un 26,2%. Si petróleo y gas suman 62,2% nuestra producción nacional se cifra
en el 0,47%, lo que equivale a una factura de nuestras importaciones que, a los actuales bajos precios, es del orden
de 32.000 millones de € / año, pero que llegó a duplicarse apenas 2 años atrás.

Los 60 años de exploración del área España nos llevaron a conocer que ella contiene ocho sistemas petrolíferos y
que tres de ellos están en Andalucía, poco y mal explorados.

Si por extensión y clima, Andalucía es una prometedora fuente de renovables, su deficiente nivel de exploración per-
mite aventurar un potencial de recursos de gas y quizás petróleo en tres segmentos geológicos que hacen objeto de
esta comunicación: 1) El Mioceno de la cuenca del Guadalquivir-Cádiz. 2) El Mesozoico cubierto por los olistostromas
y 3) Las subcuencas del Carbonífero-Pérmico.

PALABRAS CLAVE: Andalucía, exploración hidrocarburos, recursos.

1. INTRODUCCIÓN
Los 60 años de exploración del área España permiten conocer que ella contiene ocho sistemas petrolíferos promovi-
dos por rocas madre del Carbonífero (Gaviota), Jurásico Inferior (Ayoluengo), Jurásico Superior (Amposta), Cretácico
Inferior (Prebético), Cretácico Superior (Castillo), Paleógeno (Serrablo), Mioceno Inferior (Casablanca), Tortoniense
(Guadalquivir-Golfo de Cádiz); tres de ellos están en Andalucía insuficientemente explorados, lo que abre la puerta a
un potencial de reservas de gas y quizás petróleo en los tres grandes segmentos geológicos, objeto de esta comuni-
cación, conocidos como:

• El Mioceno Superior de la cuenca Guadalquivir-Golfo de Cádiz.


• Las series sedimentarias del Mesozoico ocultas por los olistostromas miocenos.
• Las sub-cuencas del Carbonífero-Pérmico.

Figura 1 – Los sistemas petrolíferos de la Península. Nótese la concentración de sondeos en las cuencas Cantábri-
ca, Pirineos, Golfo de Valencia y Guadalquivir-Cádiz.

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2. EL MIOCENO SUPERIOR DE LA CUENCA GUADALQUIVIR-GOLFO DE CÁDIZ
La cuenca Guadalquivir-Golfo de Cádiz se localiza entre el borde sur del Paleozoico del Cratón Ibérico y los aflo-
ramientos del Olistostroma que en dirección Sur preceden a los también alóctonos del Subbético, motivos que la
definen como cuenca de tipo ante-país de la Cordillera Bética. En superficie es una cuenca de forma trapezoidal de
orientación SO-NE y a ella puede asignarse un área mínima de 25.000 Km2, que por su superficie y suave topografía
atrajo, muy pronto, la atención de la exploración de hidrocarburos, y gracias a ella, sondeos y líneas sísmicas (Figs.
1 a 4), conocemos sus datos más significativos:

• Siete Secuencias deposicionales llamadas Atlántida 1 a 3, Bética, Andalucía, Marismas y Odiel, de edades
comprendidas entre el Langhiense y el Cuaternario.
• Numerosas turbiditas arenosas, que albergan los yacimientos de gas en las Formaciones Arenas del Guadia-
na (Golfo de Cádiz) y Arenas del Guadalquivir (Guadalquivir).
• Una roca madre inmadura generadora de gas biogénico, y una migración vertical, temprana y de corta distan-
cia.
• Una exigua deformación estructural que ocasiona que la totalidad de los descubrimientos en ella realizados
sean entendidos como de tipo estratigráfico, lo que conduce a una exploración sofisticada basada tanto en la
detección directa por métodos geofísicos como en el conocimiento de la geometría de las arenas turbidíticas
(canal, canal-levee, lóbulo) que promueven las sutiles trampas, creadas, más por compactación diferencial
arena-arcilla que por deformación compresiva o extensiva (Martínez del Olmo et al. 1984., Suarez Alba et al.
1989., Riaza y Martínez del Olmo, 1996., García Mojonero y Martínez del Olmo, 2001., García Mojonero et al.
2003).

Desde 1943 en el que la compañía Nacional ADARO inició su exploración, el área ha sido investigada por 97 sondeos
exploratorios, que pueden ser ordenados en cinco etapas (Martínez del Olmo y Motis, 2012) que utilizaron metodolo-
gías muy diferentes, lo que condujo a resultados, también muy diferentes:

• 1943-1959. Diecisiete sondeos, con muy deficientes o inexistentes líneas sísmicas, muy limitados conceptos
geológicos y con pruebas de producción en pozo abierto. A pesar de ello, los sondeos de Baeza-1 a 4 y Salte-
ras-1, demostraron que la cuenca era generadora de gas metano.
• 1959-1967. Siete nuevos sondeos con apoyo sísmico acorde con la época, que conducen en 1959 (Casas
Nieves-1) a la constatación de la primera impregnación de gas en arenas del Mioceno. En ese tiempo, España
no tenía infraestructura ni consumo de gas, motivo por el que la exploración en tierra sufre un breve impase.
• 1968-1979. La actividad se desplaza al Golfo de Cádiz (Fig.5) donde primero SHELL, después CAMPSA y
ENIEPSA perforan 16 sondeos que conducen a 5 descubrimientos de gas, de los que tan sólo dos (Golfo de
Cádiz B-3 y Atlántida-2-1) serán puestos en producción 20 años más tarde y renombrados Poseidón Norte
y Sur. En este tiempo la malla y calidad de la sísmica marina permite interpretar las anomalías de amplitud
simple que se corresponden con delgadas arenas impregnadas en gas.
• 1980-1988. Es la fase de mayor actividad, tanto marina como terrestre que lleva a la perforación de 34 nuevos
sondeos que conducen a 20 nuevos yacimientos (7 marinos y 14 terrestres). Lo aprendido en la fase anterior
(anomalías de amplitud) lleva a que la sísmica en tierra (Figs. 6 y 7) sea tratada en procesados especiales
(Amplitud Versus Offset / AVO) que conducen a un éxito exploratorio próximo al 75%. Excepto uno (Sevilla-4)
todos los descubrimientos terrestres serán puestos en producción y conectados a la red de gasoductos que
España ya ha desarrollado. Dados los volúmenes de gas recuperable de los yacimientos marinos y los eleva-
dos costos de su desarrollo comercial, tan sólo uno (Atlántida 2-2) sería en 1997 desarrollado junto al Atlántida
2-1 en el ahora llamado Poseidón Norte.
• 1988-1996. Con la exploración marina paralizada, se continúa en tierra con la perforación de 12 nuevos
sondeos que conducen a siete yacimientos, cinco de ellos entraron en producción. En esta etapa se instala la
conciencia de que los yacimientos del Guadalquivir son pequeños y a pesar de que se conocen decenas de
prospectos que podrían recibir sondeos exploratorios, la exploración se detiene hasta el año 2007 en el que
se perforaron los tres últimos sondeos que resultaron tres nuevos descubrimientos.

Si de este breve histórico (Martínez del Olmo y Mallo García, 2001) descontamos los 17 sondeos, de aquellas primera
y segunda fases, por la inexistente o muy deficiente calidad de las secciones sísmicas utilizadas y las impregnaciones
de gas ensayadas en pozo no entubado y sobre largos intervalos que contenían arenas con gas y arenas en agua,
ejemplos de Casas Nieves-1, Baeza 1-2, Salteras-1 y Castilleja de la Cuesta-1, podemos resumir que en la cuenca
Guadalquivir-Cádiz se han perforado 80 sondeos que han dado 44 descubrimientos de gas, lo que la lleva a un por-

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centaje de éxito exploratorio global del 55 % y a unas reservas recuperables totales del orden de 5.400-5.500 MNm3
de metano.

Los segmentos marino y terrestre caracterizan costes de exploración y desarrollo muy diferentes, motivo por el que
11 yacimientos del Golfo de Cádiz que acumulan unos 1.400 MNm3 recuperables no han sido puestos en producción.
Por el contrario 22 de los 29, más pequeños yacimientos del Guadalquivir, que acumulan del orden de 1.350 MNm3
recuperables fueron conectados a la red de gasoductos y en una mínima parte su gas se transformó en electricidad.

Desde 1998 a hoy la actividad exploratoria está prácticamente paralizada por las dificultades surgidas por las campa-
ñas mediáticas que propugnan la llamada “descarbonización”. Para dar una idea de este incomprensible paro en un
país que importa el 99,7 % del gas que consume, baste decir que la última campaña de adquisición sísmica se realizó
en la proximidad de la ciudad de Sevilla en el año 2014.

No es nada fácil estimar el potencial remanente de la cuenca, pero si una reciente campaña sísmica de tan sólo 97
Km de trazado ha puesto en evidencia que 12-14 prospectos cumplen todos los requisitos ahora exigidos (AVO positi-
vo y volumen esperado) es posible estimar que en las áreas cubiertas por Permisos vigentes y en las enormes super-
ficies sin ellos, el Guadalquivir pueda albergar más de 40-70 nuevos prospectos a profundidades que varían entre los
850-900 m para los más meridionales del S-SO de Sevilla, y de 300-500 metros para los localizados entre Sevilla y las
Lomas de Baeza-Úbeda, y conviene recordar que el histórico éxito exploratorio pasó del 5 % de las etapas iniciales a
otro del 73-74 % conseguido a partir de 1982 con la introducción del procesado en AVO.

El potencial remanente en el Golfo de Cádiz es más fácil de estimar, porque se parte de una densa malla sísmica, por
lo que sus posibilidades futuras se fijan en:
• Los 11 descubrimientos que acumulan 1.400 MNm3, muy próximos y en línea con los gasoductos que eva-
cuan Poseidón Norte y Poseidón Sur. Yacimientos que podrían ser desarrollados con umbilicales submarinos
o desde un jackup central en aguas de 50 metros y sondeos desviados.
• Lo surgido de una nueva sísmica 3D que reconociese las aguas aún más someras del Norte, pues ella pondría
en valor las delgadas arenas con gas, reconocidas por los viejos sondeos Golfo de Cádiz C-5, D-1 y D-2.
• Es así como es posible aventurar que un mínimo de 12-14 nuevos yacimientos, más pequeños que Poseidón
Norte y Sur puedan ser encontrados y puestos en producción.

B
A

Figura 2 – Base de datos de sísmica y sondeo y principales detalles del relleno sedimentario de la cuenca Guadal-
quivir-Cádiz (desde Martínez del Olmo y Martín 2016).

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Figura 3 – Esquema sedimentario y localización de los niveles arenosos de las Formaciones Arenas del Guadalqui-
vir y del Guadiana que contienen los yacimientos de la cuenca y esquemas estructurales mostrando los diferentes
rellenos sedimentarios y estilos de deformación de los segmentos marino y terrestre. (desde Martínez del Olmo et
al.1998 y 2005)

Figura 4 – Sondeos y descubrimientos más representativos esquematizados en una transversal desde el Golfo de
Cádiz hasta el Alto Guadalquivir en la provincia de Jaén. Nótese las grandes (Guadalquivir) y mínimas (Golfo de
Cádiz) diferencias en la profundidad de los niveles productores.

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Figura 5 – Sondeos y yacimientos, desarrollados y no desarrollados comercialmente y las técnicas utilizadas en el
histórico exploratorio (desde Martínez del Olmo y Motis, 2012)

Figura 6 – Las anomalías de amplitud del yacimiento Poseidón Norte en el Golfo de Cádiz.

Figura 7 – Izquierda, línea sísmica y procesado AVO de un yacimiento al SO de la ciudad de Sevilla. Derecha, pro-
cesado AVO definiendo prospectos al NE de Sevilla que esperan autorización para ser perforados.

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3. EL MESOZOICO OCULTO POR LOS OLISTOSTROMAS BÉTICOS
En una extensa superficie de orientación SO-NE en las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Cádiz (Figs.8 y 9) los
caóticos y arcilloso-salinos olistostromas miocenos, constituyen un inmejorable sello y ocultan una cuenca que alcan-
za los 4.000-5.000 m de espesor y que se interpreta como la prolongación hacia el O-SO de la plataforma externa,
talud y cuenca del paleo-margen, pasivo o atlántico, que conformaron con espesor creciente de Norte a Sur los Domi-
nios Geológicos conocidos como Cobertera Tabular de la Meseta, Prebéticos Externo e Interno, Dominio Intermedio
y Subbético.

Figura 8 – La extensa área de interés y los cinco sondeos que la investigaron en Andalucía.

Con la excepción de la Cobertera Tabular, del extremo Norte, los restantes Dominios fueron muy deformados por las
fases compresivas que produjeron numerosos cabalgamientos, la mayoría ciegos, de vergencia N-NO, y de edades
comprendidas entre el Burdigaliense y el Tortoniense, y que, a la luz de los modernos reprocesados de las viejas
líneas sísmicas, conforman trampas estructurales de notable volumen que afectan a espesas y/o delgadas series
sedimentarias, según sea la penetración del cabalgamiento que las produce, fold bend fault tipo, y su original localiza-
ción paleogeográfica, pero ya sean delgadas o gruesas, estas columnas sedimentarias, contienen almacenes, sellos
y rocas madres pertenecientes a los diferentes Dominios Geológicos arriba citados.

Como suele ser usual en un sistema de cabalgamientos en secuencia, nacidos de una cizalla basal y regional, y de
un original prisma sedimentario que creció en espesores de Norte a Sur, las unidades cabalgantes son más espesas
cuando provienen del meridional transito talud-Dominio Intermedio definido por los sondeos Río Segura G-1, Río
Guadalquivir H-1 y Nueva Carteya-1, lo que les confiere un más alto grado de maduración geoquímica, y ello las hace
especialmente interesantes para la exploración de gas húmedo y quizás, petróleo (Motis y Martínez del Olmo, 2012
y 2013).

Desde muestreos geoquímicos de sondeo y de superficie, columnas litológicas e indicios de hidrocarburos registra-
dos, se constata (Fig.9) la existencia de rocas madres en el Lías-Dogger y el Neocomiense y almacenes carbonata-
dos en numerosos niveles del Jurásico y el Cretácico.

El área de interés se extiende por más de 60.000 Km2 y ha sido investigada por seis sondeos exploratorios, cinco en
Andalucía y uno en la vecina Murcia, lo que le confiere un muy bajo grado de exploración, del orden de 1 sondeo por
cada 10.000 Km2.

Es fácil entender que a pesar de su bajo grado de exploración, con los datos actuales, el área sea considerada de
medio-alto riesgo exploratorio, pero dada la experiencia aportada por los modernos reprocesados de las viejas líneas
sísmicas (Fig.10) y los posibles volúmenes de trampa visualizados, no cabe la menor duda de que es merecedora de
un nuevo esfuerzo exploratorio que, como mínimo, debería comenzar por un completo programa de reprocesados
sísmicos, programa que puede abrir la puerta a la exacta definición de 6-8 trampas estructurales a profundidades que
fluctúan entre 1.500 y 3.500 metros, con recursos potenciales que podrían alcanzar considerables volúmenes de gas
y petróleo con los que aminorar la abultada factura de nuestras importaciones.

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Figura 9 – Esquema sedimentario previo a la deformación de la transversal Cobertera Tabular-Dominio
Intermedio oculto por los olistostromas béticos, reconstruido desde los datos de sondeo y detalle de los sondeos
realizados, el afloramiento de Jódar y lo deducido de una línea sísmica muy próxima al mismo.

Figura 10 – El sistema de cabalgamientos sobre el autóctono (Cobertera Tabular) en la región del Alto Guadalquivir
y moderno reprocesado sísmico mostrando el Mesozoico objetivo, bajo el Olistostroma.

4. LAS INEXPLORADAS SUBCUENCAS DEL CARBONÍFERO-PÉRMICO


En las líneas sísmicas del Guadalquivir no cubierto por el Olistostroma, es posible observar la presencia de esporá-
dicas sinformas (Motis and Martínez del Olmo, 2013) que, por su localización y discordancias de techo y base, son
atribuidas a subcuencas del Carbonífero-Pérmico en todo semejantes a las que afloran en las serranías de Sevilla (El
Viar, Villanueva del Río y Minas) y Córdoba (Bienservida, Guadalcanal, Benajarafe, Valdeinfierno, Peñarroya-Belmez)
entre otras y principalmente.

Desde los afloramientos de estas cuencas, ricas en hullas grasas, y los diferentes trabajos geológicos que las descri-
ben, es posible interpretar que sus secciones sedimentarias con espesores que frecuentemente superan el millar de
metros (Fig.11) contienen tanto capas de carbón, pizarras y arcillas carbonosas, como areniscas, conglomerados y
calizas fracturadas; razón por la que, desde el más estricto punto de vista de la Geología del Petróleo, se consideran
de interés por sus posibilidades de almacenes y rocas madres.

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Figura 11 – Las cuencas con carbones y la localización del sondeo El Ciervo-1 productor de mezclas de gases
biogénico y termogénico en dos capas de Arenas del Guadalquivir y un resumen litoestratigráfico de las series del
Visense, Westfaliense y Estefaniense-Pérmico presentes en las cuencas productivas de Andalucía.

De otra parte, el sondeo El Ciervo-1, próximo a una de estas subcuencas (Fig.11) produjo mezclas de gas biogénico y
temogénico, desde dos capas de turbiditas miocenas. Bien es verdad que es el único sondeo del Guadalquivir-Golfo
de Cádiz donde esta mezcla de gases ha sido encontrada, pero es una señal inequívoca de que el Carbonífero-Pér-
mico expulsó gas termogénico y que su migración, en vertical, alcanzó al Mioceno.

No existen muchos datos que reporten el nivel de maduración de estas rocas madres, pero los que se poseen testifi-
can (Fig. 12) que el sistema Estefaniense-Pérmico es más rico y menos maduro que el sistema Visense-Westfalien-
se, y que la proximidad de la muestra analizada a las intrusiones volcánicas modifica sustancialmente los niveles de
maduración (Tmax) reportados en los análisis tipo pirólisis.

No son muchas las líneas sísmicas (Fig. 13) que permiten interpretar la existencia de estas subcuencas del Car-
bonífero-Pérmico, que no han sido investigadas por sondeo alguno, pero es indudable que merecen una atención
especial por contener almacenes, sellos y rocas madres con diferentes grados de maduración que pueden dar lugar
a yacimientos convencionales de petróleo y gas.

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Figura 12 – Geoquímica de los carbones y arcillas del Visense-Westfaliense, Stefaniense-Pérmico y Westfaliense
de la cuenca del Río Guadiato.

Figura 13 – Expresión sísmica de las cuencas del Carbonífero-Pérmico bajo la Arena de Base del Mioceno del Guadalquivir.

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5. CONCLUSIONES
Por sus excepcionales condiciones climatológicas, sol y vientos, Andalucía es una potencial fuente para el desarrollo
de las energías renovables; pero además, su bajo nivel de exploración (número de sondeos por Km2) y los diferentes
objetivos exploratorios, bien o parcialmente definidos, presuponen magníficas oportunidades para la búsqueda de
gas natural y, en menor medida, petróleo. Circunstancias que dada la deficiencia energética de España, aconsejan
una nueva y más agresiva actividad exploratoria.

En otro contexto, esta actividad podría agregar enormes sinergias económicas relacionadas con el almacenamiento
de gas natural y el secuestro de los gases responsables del efecto invernadero en trampas geológicas profundas y
someras, las primeras de alta y las segundas de baja capacidad.

6. BIBLIOGRAFÍA
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• Suárez Alba, J., Martínez del Olmo, W., Serrano Oñate, A. y Leret Verdú, G. (1989): Estructura del sistema turbidí-
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Geofísicos Españoles del Petróleo. AGGEP. Madrid. 123-132.

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267
NUEVOS OBJETIVOS EXPLORATORIOS EN EL MIOCENO DE LA CUENCA
DEL GUADALQUIVIR
Martinez del Olmo, Wenceslaoa, Martín Sánchez, Daniela, Jiménez Beltrán, Marianoa
a Oil &Gas Capital s.l. (OGC), Calle Ángel Muñoz 3, Madrid, wmartinez@oilandgascapital.com; dmartin@oilandgas-
capital.com; marianojimenez@oilandgascapital.com

RESUMEN: El Mioceno Superior de la cuenca del Guadalquivir contiene una columna sedimentaria con dos inter-
valos arenosos con alta porosidad y permeabilidad, conocidos como Arenas de Base y Arenas del Guadalquivir. El
segundo de ellos ha provisto 29 yacimientos de metano biogénico que permitieron desarrollar una red de gasoductos.
Desde el descubrimiento en 1984 del yacimiento Palancares-1 en las Arenas del Guadalquivir, la exploración, se fo-
calizó en ella. Por el contrario, las Arenas de Base, que frecuentemente registran notables indicios de gas, han sido
poco exploradas y en consecuencia no han ocasionado ni un solo yacimiento comercial de gas.

Una reciente campaña sísmica, localizada en la proximidad de Sevilla, enseña dos nuevos datos de interés que hacen
el objeto principal de esta comunicación: 1) Que las Arenas de Base muestra posibilidades exploratorias en posicio-
nes estructurales que cumplen con la necesaria trampa contra falla hundiendo al margen N-NO que este continuo
almacén necesita para promover un yacimiento. 2) Que las Arenas del Guadalquivir puede ser segregada en dos
modelos sedimentarios diferentes. Un sistema turbidítico tipo canal-levee-lóbulo, con dirección de flujo NE-SO, que
ha producido los 29 yacimientos descubiertos, y otro sistema, tipo turbiditas de pie deltaico procedente del margen
N-NO, que no ha sido investigado por sondeo.

PALABRAS CLAVE: Cuenca del Guadalquivir, nuevas posibilidades.

1. INTRODUCCIÓN
Entre los años 1981 y 1996 la cuenca miocena del Guadalquivir fue objeto de una exploración continuada que con-
dujo a la realización de 45 sondeos exploratorios que obtuvieron 26 yacimientos de gas (Fig-1). Sin embargo, a pesar
de este evidente éxito, la exploración fue interrumpida hasta el año 2007, en la que tres nuevos sondeos llevaron a
tres nuevos descubrimientos. Desde entonces a hoy, llevamos 10 años de exploración paralizada en una Comuni-
dad Autónoma y un país que importa el 99,7% del gas que consume. Para explicar esta extraña historia, no puede
únicamente aducirse el interés económico que promueve el pequeño volumen de las reservas recuperables de los
descubrimientos realizados, pues de los 29 yacimientos descubiertos, 23 fueron incorporados a la red de gasoductos
y 6 transformados en electricidad. Es por ello, que los motivos de esta parálisis exploratoria deben buscarse en cau-
sas ajenas al potencial económico-exploratorio, tales como, las dificultades de obtención de nuevos datos sísmicos,
motivados por la intensa agricultura del área donde reside el interés exploratorio, y las propiciadas por las campañas
mediáticas que propugnan el abandono de los combustibles fósiles. Campañas que difunden que todo tipo de explo-
ración precisa de la reprobada fracturación hidráulica y es así como están consiguiendo extender el área sin explora-
ción a grandes superficies prospectivas en las que ni LICS, ni ZEPAS, ni PARQUES NATURALES están presentes.

Figura 1 – Resultados de la exploración realizada en la Cuenca Guadalquivir-Cádiz en el periodo 1954-2007.

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2. GEOLOGÍA Y GEOFÍSICA
La cuenca miocena del Río Guadalquivir contiene dos intervalos arenosos conocidos como Arenas de Base y Arenas
del Guadalquivir (Fig-2) separados por 80-140 metros de arcillas (Margas Azules-1) que constituyen la roca madre
que expulsó el gas biogénico de los yacimientos (Martínez del Olmo y Martín, 2016). Yacimientos que están alberga-
dos en sutiles trampas de tipo mixto, estructural-estratigráfico (Suárez Alba et al, 1989) que son difíciles de localizar
sin el concurso de los procesados en Amplitud Versus Offset (AVO), metodología que ha conducido a un histórico
éxito exploratorio mayor del 70% (Martínez del Olmo et al, 1998; García Mojonero et al, 2003)

Figura 2 – Izquierda, litoestratigrafía del Neógeno de la cuenca del Guadalquivir (roca madre, indicios e intervalo producti-
vo. Derecha, porcentajes de éxito exploratorio (sin y con) metodología de procesado en Amplitud Versus Offset (AVO)

Sorprendentemente, desde una roca madre que separa ambas formaciones arenosas todos los descubrimientos se
han producido en la más someras turbiditas de las Arenas del Guadalquivir, dato que implicaba que la migración del
gas sólo se produjo en vertical y hacia arriba. Este hecho indujo a investigar el porqué de esta migración de hidrocar-
buro, que en muchas otras cuencas semejantes no se producía, ya que en ellas el hidrocarburo se encuentra tanto
por arriba como por debajo de la roca madre que lo expulsó, más aún cuando los almacenes pre-roca madre están
tan próximos de ella como lo están en el Guadalquivir (Martínez del Olmo et al. 1984; Riaza y Martínez del Olmo,
1996; Ledesma, 2000). Esta inusual migración del gas, en una cuenca con generación probada, llevó a preguntarnos
sus posibles causas, y es así como a partir de los numerosos datos de sísmica y sondeo analizados para investigar
esta anomalía, no se llegó a conclusiones definitivas, pero se abrió la puerta (Fig-3) a un nuevo impulso exploratorio
cifrado en los siguientes conceptos:

• Que las Arenas de Base son un almacén continuo que para acumular un yacimiento necesita una trampa por
falla que hunda al margen norte del monoclinal que la formación dibuja y que su salto sea igual o mayor que
su espesor, o en su caso, una trampa con cierre en cuatro direcciones; tipo estructural que difícilmente han
controlado dos de los 76 sondeos realizados en el segmento terrestre de la cuenca.
• Que la migración del gas biogénico es sin-sedimentaria o precoz, y ello puede significar que es útil para los
cuerpos arenosos de las Arenas del Guadalquivir de su entorno próximo, y no lo es para las trampas por falla
de las Arenas de Base, porque estas son tardías.
• Dado el estilo monoclinal, es anormal que no exista una migración del gas hacia su margen N-NO y N-NE pues
ellos ocupan las posiciones estructurales más altas.
• Y si la migración fue muy precoz, es igualmente difícil que, dado el basculamiento tardío de la cuenca, no se
produjese una dismigración de los precoces yacimientos que tuvo; más aún cuando las trampas de tipo mixto,
estratigráfico-estructural, tienen relieves tan insignificantes que no superan los 10-12 metros.

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Figura 3. Esquema estructural ilustrando las posibles vías de migración del gas desde el

segmento S-SE, al segmento N-NO, de la Cuenca del Guadalquivir.

De otra parte, la revisión de los cientos de kilómetros de líneas sísmicas disponibles y el reprocesado en AVO (año
2012) de las viejas líneas sísmicas (PF y HV) que enseñaba anomalías AVO positivas respectivamente perforadas
(yacimientos de San Juan V-1 y V-6) y no perforadas (Fig-4), llevó a la conclusión de que tan sólo dos sondeos de los
realizados en la cuenca ofrecían ciertas garantías de haber investigado una trampa por falla en la Arena de Base. Si
a ello se agrega la presencia de generación-migración de gas desde el Carbonífero (sondeo El Ciervo-1) y probables
acumulaciones de gas (sondeos de Baeza 1-4) en la Arena de Base y/o su substrato Triásico, las dudas se disiparon
y se decidió abordar la exploración del poco explorado (tan solo 2-3 sondeos) margen Norte de la cuenca, motivo por
el que se solicitaron los Permisos de Investigación Penélope, Penélope Este, Lola 1-2 e Himilce 1 a 3 (Fig-5). A día
de hoy, tan sólo Penélope ha sido Otorgado, y es por ello por lo que mostrar lo aprendido de la campaña de vibro-sís-
mica en él realizada (97 Km) constituye el motivo principal de esta comunicación porque de ella pueden extraerse
conclusiones exploratorias de interés.

Figura 4- Procesados en AVO realizados por Oil and Gas Capital (año 2012) sobre viejas líneas sísmicas en el
entorno próximo (yacimientos San Juan V-1 y V-6) y dentro del permiso Penélope que no ha sido investigado por
sondeo.

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Figura 5- Los Permisos de Investigación solicitados: Penélope, Penélope Este,
Lola 1 y 2, e Himilce 1 a 3 en el poco explorado margen norte.

3. LA FORMACIÓN ARENAS DE BASE


En este septentrional margen de la cuenca miocena, la Fm. Arenas de Base, interpretada como un cortejo transgre-
sivo (TST) que alberga de 3 a 5 secuencias positivas de variada litología (arenas, arcillas y ocasionales calizas y
conglomerados de matriz arenosa) no muestra noticiables diferencias con las reconocidas en numerosos sondeos de
la cuenca, pero si algo puede destacarse es:

• Que en contadas ocasiones muestra facies con apariencia canalizada.


• Que en otras enseña anomalías AVO positivas (amplitud x gradiente) en el labio alto de una falla que hunde
al margen N-NO (Fig-6).

Se conoce que la Arena de Base genera, quizás por su litología, falsas anomalías AVO, pero las aisladas y vistosas
anomalías que se han encontrado y la posibilidad, ya aludida, de una migración vertical, de corta distancia o lateral, de
media-larga distancia, son hipótesis de trabajo que, sin duda, merecen una investigación por sondeo, pues un primer
éxito exploratorio en ella, podría abocar a un nuevo potencial exploratorio en la cuenca del Guadalquivir.

Figura 6. Anomalías AVO positivas en las Arenas de Base controladas por pequeñas fallas que hunden al Norte

4. LA FORMACIÓN ARENAS DEL GUADALQUIVIR- 1 Y 2


La original Fm. Arenas del Guadalquivir-1 se corresponde con un complejo sistema turbidítico de dirección de flujo
y progradación NE-SO, sensiblemente paralela al actual Río Guadalquivir, de ahí su nombre, que inicia su depósito
al pie del paleo-delta de Iznatoraf en la extremidad NE de la cuenca (Martínez del Olmo y Díaz Merino, 2004) y es
sin-sedimentaria con el deslizamiento de las masas caóticas que caracterizan al Olistostroma, dato corroborado por
algunas líneas sísmicas que enseñan sus depósitos tanto sobre como bajo el Olistostroma.

Sus afloramientos en las Lomas de Baeza-Úbeda y los datos de sísmica y sondeo la definen depositada en un cortejo
sedimentario de alto nivel marino (HST) que contiene numerosos niveles arenosos cuyo origen no ha sido investigado
con el necesario detalle, pues estos flujos de arena pueden corresponderse tanto con aportes de tipo climático o hi-
perpicnico, caso más probable, como con pequeños descensos del nivel marino que activan la erosión de sus puntos
de aporte sedimentario.

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Figura 7 – Esquema de distribución de las Fms. Arenas del Guadalquivir 1 y 2.

A pesar de la compleja distribución de sus facies tipo canal-dique o levee-lóbulo que diferencia flujo abajo o hacía el
S-SO, la Formación ha sido la única que ha provisto yacimientos de gas, comerciales y no comerciales.

La campaña sísmica realizada en 2014 al norte de la ciudad de Sevilla, ha venido a enseñarnos que otros locales
paleo-deltas, procedentes del borde N-NO de la cuenca miocena, generan otro sistema turbiditico de tipo pie deltaico,
de la misma edad (Figs- 7, 8 y 9) que la original Fm. Arenas del Guadalquivir-1 (flujo NE-SO) y que estas Arenas del
Guadalquivir-2 no han sido investigada por sondeo alguno.

Este nuevo sistema turbiditico, posiblemente local por su dependencia de focales puntos de aporte del margen N-NO
de la cuenca, es advertido por las líneas sísmicas como:

• Depositada al pie de los foreset de aportes deltaicos procedentes del margen N-NO.
• Quizás por su proximidad al foco de aporte sedimentario, la nueva Fm. Arenas del Guadalquivir-2 no diferencia
vistosas geometrías canal-dique-lóbulo, sino cuerpos tabulares con notable continuidad lateral en sentido SO-
NE y con espesor, difícil de calcular, pero no inferior a 10-15 metros.
• Preferencialmente sus flujos arenosos se ubican en un intervalo entre 50 y 200 metros por encima de las Are-
nas de Base.
• Con un área de depósito más septentrional que las conocidas Arenas del Guadalquivir-1, con la que, en ciertos
enclaves, llegan a intercalarse.
• Contiene hasta cinco-seis episodios de aporte sedimentario. Hecho que nos hace pensar que existe una es-
trecha relación genética (flujos hiperpícnicos) con la original Fm. Arenas del Guadalquivir-1 pues los episodios
climáticos dejarían su impronta en todos los puntos de aporte sedimentario de la cuenca.

Si a ello añadimos que la exploración está paralizada desde el año 2007 y que el procesado en AVO de las Arenas de
Base y estas nuevas Arenas del Guadalquivir-2, muestran vistosas anomalías positivas, no cabe la menor duda que
investigar por sondeo este inexplorado segmento, podría abrir la puerta a una nueva etapa que daría un renovado
impulso al potencial de reservas de gas de Andalucía.

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Figura 8 – Línea sísmica mostrando los dos sistemas turbiditicos de procedencia N-NO y NE-SO, y los límites de las
Secuencias Deposicionales Bética, Andalucía y Marismas, esquematizadas en la figura-2.

Figura 9 – Líneas sísmicas SSO-NNE y O-E enseñando el pequeño intervalo sedimentario que separa las dos for-
maciones arenosas objetivo: Arenas de Base y Arenas del Guadalquivir-2.

5. PROGRAMA EXPLORATORIO
Como ya anticipado, el segmento de interés exploratorio se localiza en un área en la que un único sondeo perforado
en 1959 (Salteras-1) del que no se disponen diagrafías de pozo, impide valorar la petrofísica de estas nuevas Arenas
del Guadalquivir-2 depositadas en el margen norte de la cuenca. Y más aún, pues en verdad no sabemos si Salte-
ras-1 cortó nuestras arenas objetivo, porque los indicios de gas reportados no precisan si se registraron en las Arenas
de Base o en las del Guadalquivir-2, cosa que nos parece improbable a la luz de una línea sísmica de las entonces
utilizadas, que aunque reprocesada recientemente, no alcanza la definición necesaria para solventar nuestra duda y
porque la salinidad del agua de formación que acompañaba al gas (7 gramos / litro) es característica de la Arena de
Base. Para completar la ausencia de información petrofísica, agreguemos que no conocemos afloramiento alguno al
que podamos atribuir las nuevas turbiditas objetivo.

En el Permiso Penélope se han seleccionado 12 localizaciones de sondeo (Fig.10) que pretenden explorar anomalías
AVO visibles en las Arenas del Guadalquivir-2 y en las Arenas de Base. Tres de ellas iniciaran la nueva fase explora-
toria prevista para el verano del 2018.

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Figura 10 – Izquierda, las campañas sísmicas usadas para seleccionar doce localizaciones de sondeo explorato-
rio en el Permiso de Investigación Penélope. Derecha, las columnas y objetivos previstos en cinco de los sondeos
programados para una primera fase exploratoria.

La selección de estas cinco implantaciones de sondeo se ha basado en:

• Considerar objetivo principal a la Fm. Arenas del Guadalquivir-2, ya que es difícil obviar el histórico exploratorio
de la cuenca.
• La calidad de la anomalía AVO, visible en muy diferentes offset y en tres procesados diferentes.
• La también visible anomalía en las líneas en Amplitud Preservada (PAM).
• La posibilidad de investigar 2-3 capas de Arenas del Guadalquivir-2 en el sondeo.
• La oportunidad de investigar, en la misma vertical, la Arena de Base en una posición estructural que la malla
sísmica disponible muestra un probable cierre contra falla o una suave deformación tipo antiforma.
• La localización en terrenos libres de cultivos de regadío y alejados de núcleos urbanos.

Figura 11 – Líneas sísmicas definiendo el prospecto Penélope-1:


Mapa estructural a la Fm. Arena de Base y diagrama AVO mostrando la saturación en gas.

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Figura 12 – Procesado en PSTM y AVO mostrando con flechas las anomalías positivas en las Arenas del Guadal-
quivir-2 y Arena de Base en los prospectos Penélope-2 y 3.

Cuando se trata de explorar una formación como esta, de la que no se poseen datos que nos faciliten su litología y
caracteres petrofísicos, se asume un riesgo exploratorio que principalmente ciframos en:

• Posibilidad de pertenencia a un delta de grano grueso.


• Posibilidad de que contenga niveles carbonatados con escasas propiedades de almacén.
• Posibilidad de que aunque sean arenas, su arcillosidad sea elevada.

Por el contrario, el riesgo exploratorio puede ser minusvalorado si se tiene en cuenta que las anomalías AVO positivas
no son una exclusiva de las Arenas del Guadalquivir-1, pues en muchas otras cuencas sedimentarias, con diferentes
edades, litologías y profundidades de los objetivos mucho mayores que las ahora planteadas, el procesado en AVO
conduce a éxitos significativos.

Figura 13 – Procesados AVO de los prospectos Penélope-A Norte y A-Sur (5 y 4 de la figura 10) que completarían
la primera fase de exploración. Perforados en desviación desde una obra civil común para no afectar a una parcela
con naranjos.

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Figura 14- Líneas sísmicas y esquema estructural de los prospectos Penélope 1, A Norte y A Sur.

Figura 15. Procesado AVO del prospecto Penélope 9 a realizar en una segunda fase de exploración. Pequeñas
flechas señalando anomalías AVO positivas (localización en figura 10).

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Figura 16 – Los prospectos Penélope 10 y 11 en la proximidad del sondeo Salteras-1 (realizado en 1959
que contiene un yacimiento no comercial en la Arena de Base) que se incluirían en una segunda fase exploratoria:
Arriba, mapa estructural a la Arena de Base. Abajo, líneas sísmicas con procesado en AVO.

6. CONCLUSIONES
Una campaña de vibrosísmica adquirida con 20 x 20 metros entre grupos y puntos de tiro, con vibración al centro,
procesada en Pre Stack Time Migration (PSTM) y Amplitud Versus Offset (AVO) por tres consultores diferentes, ha
permitido visualizar un atractivo potencial exploratorio en dos intervalos sedimentarios: Arenas de Base y Arenas del
Guadalquivir-2, presentes en el inexplorado margen norte de la cuenca miocena del Río Guadalquivir.

Para validar estas posibilidades exploratorias se han programado cinco sondeos que de obtener resultados positivos,
sea en el nuevo sistema turbiditico, y especialmente, en las regionalmente continuas Arenas de Base, proporciona-
rían a la Comunidad Autónoma de Andalucía un nuevo impulso exploratorio y económico en una gran superficie de
la cuenca.

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7. BIBLIOGRAFÍA
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LA CENTRAL TERMICA LA PEREDA: INVESTIGACION Y EVOLUCION
Diaz Fernandez, Luisa, Lorenzo Conto, María
a Hunosa, C.T. La Pereda, Cardeo s/n, 33682 Mieres, Asturias, LuisD@hunosa.es
b Hunosa, C.T. La Pereda, Cardeo s/n, 33682 Mieres, Asturias, MariaLorenzo@hunosa.es

RESUMEN: Desde su origen, la Central Térmica de La Pereda, dado su carácter innovador, siendo la primera ins-
talación de generación eléctrica de España dotada con tecnología de lecho fluido circulante atmosférico, ha venido
desarrollando una constante actividad investigadora. En el presente trabajo se pretende resumir algunos de los pro-
yectos más significativos de los últimos años.

PALABRAS CLAVE: Minería, Residuos, Experimental, Medioambiente, Sostenible.

1. INTRODUCCIÓN
El origen de la Central Térmica de La Pereda tiene como premisas fundamentales la diversificación de actividades
de HUNOSA (eminentemente minera) y la eliminación de residuos de la actividad principal que en grandes depósitos
(escombreras) están dispersos por las cuencas mineras asturianas, con el consiguiente valor añadido de liberación
del suelo aprovechable, medio ambiente, etc. Sin olvidar, por supuesto, el negocio de la producción eléctrica, cerran-
do el ciclo energético.

En congruencia con este planteamiento se eligió una tecnología de combustión que permite la utilización de materia
prima de muy bajo poder calorífico, siendo a la vez respetuosa con el medio ambiente en lo relativo a emisiones,
denominada de LECHO FLUIDO CIRCULANTE ATMOSFERICO, manteniendo el ciclo agua-vapor de tipo convencio-
nal, así como el resto de los equipos auxiliares no pertenecientes a la caldera.

El combustible que consume “La Pereda” es básicamente una mezcla de estériles de escombrera y de carbón bruto
de mina, con unas cenizas finales de casi el 63% y un poder calorífico superior de unas 2.200 kcal/kg.

Los estériles de escombrera son un residuo de la actividad minera que puede considerarse un recurso energético
marginal, y cuya proporción en el combustible final asciende aproximadamente al 61% en peso.

El carbón, procedente de los centros de producción de la propia empresa (HUNOSA), llega a la Central Térmica tal y
como lo producen las minas, sin más tratamiento que un cribado en seco a tamaños menores de 8 mm. La proporción
de carbón en la mezcla es del 39% en peso aproximadamente.

La tecnología de lecho fluido circulante atmosférico consiste, de forma resumida, en quemar la mezcla de combus-
tible en una situación en que las partículas están en suspensión por la acción de una corriente de aire ascendente
(fluidización) con velocidad suficiente para poner la masa en suspensión, pero sin llegar a la velocidad de transporte
neumático. La granulometría del combustible difiere de las centrales convencionales, estando comprendida entre 0 y
4 mm, con un d50 entre 500 y 800 Nm. Así, la caldera consta de tres partes bien diferenciadas: el hogar, dos ciclones
y la zona de recuperación de calor.

Es una tecnología eficiente por cuanto sus buenas prestaciones desde el punto de vista medioambiental no suponen
una penalización del rendimiento térmico como ocurre cuando se incorporan desulfuraciones por lavado de gases y,
además, el proceso de lecho Fluido Circulante posibilita elevados rendimientos de combustión incluso con combus-
tibles poco reactivos.

Un lecho fluido se consigue al hacer pasar un fluido (normalmente aire), en dirección ascendente, a través de un lecho
de partículas sólidas. Cuando la velocidad del fluido excede el umbral de la velocidad mínima de fluidización (que
depende entre otros factores, de la naturaleza del sólido y de su tamaño medio), se forman burbujas de aire y el lecho
se expande de forma progresiva.

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A mayores valores de velocidad (por encima de 4 m/s) las partículas sólidas son arrastradas por el fluido y, si bien en
el recorrido ascendente parte de ellas vuelven a caer al lecho, a la salida del reactor (hogar de la caldera) el arrastre
es tan importante que se requiere un dispositivo de separación sólido/aire (ciclón) que permita devolver los sólidos al
lecho, formando así un lazo cerrado. Esta configuración de lecho se denomina Lecho Fluido Circulante.

Cuando se alimenta con carbón un combustor (hogar) de Lecho Fluido, se calienta rápidamente por encima de
su temperatura de ignición, y se quema formando parte de la masa del lecho. Los caudales de aire y combustible
alimentados al lecho se controlan de acuerdo a la cantidad requerida de calor a liberar en el hogar. Debido a
que el tiempo de residencia del combustible en el lecho es considerable y a que el proceso de transferencia de calor
es alto, el carbón puede quemarse de una manera eficiente a temperaturas mucho más bajas que en procesos de
combustión convencionales.

Las partículas de carbón permanecen en la zona densa del lecho hasta que son arrastradas por los gases de combus-
tión o evacuadas del lecho por el sistema de drenaje del mismo. A medida que las partículas se queman, su tamaño
se reduce hasta alcanzar un valor en el que su velocidad terminal y la de fluidización se igualan, momento en el que
son arrastradas por el gas. Así, el tiempo de residencia es función del tamaño inicial del combustible y su reducción
como resultado de la combustión y los fenómenos de atrición, estando afectado también por la eficiencia del mecanis-
mo separador de las mismas (ciclón) y por su índice de circulación. Como resultado de la recirculación, el tiempo de
residencia de las partículas es mucho mayor que el del gas de combustión. El tiempo de residencia alto hace posible
utilizar mayores tamaños de partícula, reduciendo el coste de molienda del combustible.

La concentración de carbón en la fase densa del lecho es normalmente muy baja, del orden del 1%. El resto de las
partículas del lecho está formado por las cenizas del carbón y la caliza cuando se alimenta esta al lecho para capturar
el azufre, sulfato cálcico y arena u otro material inerte cuando no se añade sorbente al combustible. El rendimiento de
la combustión se acerca a valores próximos al 100% para carbones reactivos y es mayor del 98% para combustibles
menos reactivos. La composición de lecho que se ha mencionado hace que este sistema de combustión sea mucho
menos sensible que otros al tipo y calidad del carbón.

Una de las ventajas principales de la combustión en lecho fluido es la posibilidad de reducir el dióxido de azufre (SO2)
formado en la combustión a partir del contenido de azufre del combustible, añadiendo al lecho un material absorbente
barato, como caliza o dolomía.

La temperatura del lecho está por debajo del punto de reblandecimiento de las cenizas, por lo que la formación de
escorias es un fenómeno inexistente. En alguna ocasión, y en puntos concretos, puede aparecer dicho fenómeno en
función de las condiciones de operación.

El ciclo de vapor es convencional, por lo que el rendimiento es similar al de las centrales convencionales.

A continuación se describen algunos de los proyectos de investigación mas significativos desarrollados en la C.T. La
Pereda.

2. ECO-COMBOS: DESARROLLO TECNOLÓGICO EN TODA LA CADENA DE VALOR DE EQUIPAMIEN-


TOS PARA CO-COMBUSTIÓN DE MATERIAS PROCEDENTES DE OPERACIONES EN BOSQUES
2.1. MATERIALES
Este proyecto se financió a través de la figura de los Proyectos Singulares Estratégicos (PSE) que desapareció en
2010. Se le dio continuidad parcialmente a través del programa INNPACTO.

El objetivo del proyecto ECO-COMBOS era potenciar el uso de la biomasa forestal residual como combustible en
procesos de co-combustión en centrales térmicas.

Se entiende por co-combustión el uso combinado de biomasa con un combustible fósil en centrales térmicas para
generar electricidad.

En los estudios desarrollados en el ECO-COMBOS, la biomasa analizada es la que proviene de los residuos proce-
dentes de las masas forestales de la cornisa cantábrica, y el combustible fósil, el carbón.

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El proyecto ECO-COMBOS potencia el conocimiento en el sector energético del comportamiento de las diferentes
tecnologías de co-combustión. Con estas medidas se consigue potenciar el uso de la biomasa y, de este modo, redu-
cir la emisión de gases de efecto invernadero, mejorar el grado de autoabastecimiento energético nacional y generar
empleo en el entorno rural, con el consiguiente aumento de la población en esta zona.

PARTICIPANTES:
Se realizó gracias a la cooperación entre empresas, centros de investigación, universidad y otras entidades. Está fi-
nanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)
y por el Gobierno del Principado de Asturias.

Los participantes y las funciones de los mismos en los diferentes subproyectos de eco-combos fueron los siguientes:

MONRA FORESTAL: Diseño, fabricación y montaje de un prototipo de equipos compactadores de biomasa. CETE-
MAS: Colaboración en la puesta en marcha del prototipo de MONRA. FUNDACIÓN ASTURIANA DE LA ENERGÍA:
Incrementar el aprovechamiento de la biomasa como recurso autóctono así como fomentar la mejora de la producti-
vidad de la industria forestal, extractiva y la transformación de energía regional. INSTITUTO CERDÁ: Desarrollar un
sistema logístico para el aprovechamiento de los residuos forestales. INSTITUTO NACIONAL DEL CARBÓN: Mejorar
el grado de desarrollo tecnológico nacional, fomentando la realización de tareas de investigación. SERVICIO RE-
GIONAL DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AGROALIMENTARIO: Desarrollar la logística de la biomasa residual
como fórmula de Protección ambiental y de cultivos energéticos forestales. SERESCO: Desarrollar un sistema de
trazabilidad de la biomasa con la que se asegure el origen de la misma. PELLETS ASTURIAS: Adaptar la maquinaria
de producción para obtener como producto pelets para quemar en centrales eléctricas ESCAN: Desarrollar una pla-
taforma logística que proporcione soluciones ‘on line’ a los problemas de residuos existentes. EMPRESA NACIONAL
DE CELULOSA DE ESPAÑA: Aplicar maquinaria y técnicas forestales para optimizar el aprovechamiento forestal, y
mejorar la trazabilidad de los productos. DINGOMA, S.A.: Desarrollar nueva maquinaria forestal para el procesamien-
to de la biomasa residual. HULLERAS DEL NORTE S.A.: Aumentar el uso de biomasa en la térmica de la Pereda.
HC – ENERGÍA: Desarrollar la co-combustión en su central térmica de Aboño.

SUBPROYECTOS:
El Ecocombos estaba estructurado en seis subproyectos, cada uno centrado en una temática diferente, que presen-
taban objetivos específicos pero compartiendo el objetivo final del proyecto. Los subproyectos en los que participó
Hunosa fueron:

PSS2 (LOGIFOR-TRAZADOR): Optimización de la logística y gestión de la biomasa forestal residual y sistemas de


caracterización de materias primas. Optimización de procesos de pretratamiento del combustible.

El subproyecto Logifor-Trazador tenía como principal objetivo diseñar, desarrollar y probar una logística que permita
valorizar energéticamente la biomasa forestal residual. Para ello, se hacía necesario estudiar y analizar las variables
que inciden en la productividad y costos de los procesos de corta, empacado, almacenamiento, pretratamiento y
transporte del residuo biomásico que se prevé utilizar como combustible para cocombustión en centrales térmicas o
como materia prima en plantas de peletización.

Se preveía desarrollar un sistema informático de gestión de la empresa que midiese entre las explotaciones forestales
y las empresas consumidoras de biomasa forestal residual. La finalidad era optimizar y rentabilizar el funcionamiento
de la empresa encargada de asegurar el abastecimiento a los centros de consumo.

Además, se preveía establecer un sistema de trazabilidad de la biomasa.


Participantes: Escan, HUNOSA, INSTITUTO CERDÁ, SERIDA, INCAR Y SERESCO.

PSS3 (CO-COM): Definición de procesos de co-combustión en caldera.


El subproyecto COCOM constituía la fase final a la que se encaminaban los esfuerzos y actividades del resto de los
subproyectos que integraban el ECO-COMBOS: la co-combustión en calderas de centrales eléctricas de carbón y
residuos forestales. Su objetivo era el análisis y definición de la utilización de biomasa procedente de residuos fores-
tales y cultivos de naturaleza leñosa en centrales térmicas que emplean carbón como combustible.

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Para la consecución de este objetivo se abrían dos vías de investigación:
-- Estudios de procesos que analizasen tanto la cocombustión del gas de biomasa con carbón, como la cocom-
bustión de la biomasa sólida con carbón en la caldera del grupo I de la central térmica de Aboño de carbón pul-
verizado. Para ello, se optimizaban los balances energéticos mediante el desarrollo de modelos de combustión
que consideren su comportamiento con biomasa por comparación con el resto de combustibles empleados en
la caldera. Además, se investigaba la adaptación de los quemadores existentes a las nuevas condiciones o el
diseño de unos nuevos.
-- Estudios sobre el efecto real en los balances energéticos de la caldera de la Central Térmica de La Pereda,
de lecho fluido circulante atmosférico, de la cocombustión de biomasa sólida con carbón. En este caso, se
analizaban las adaptaciones necesarias para optimizar el proceso.

Participantes: HC-ENERGÍA, HUNOSA, INCAR.

2.2. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN (LOGIFOR-TRAZADOR)


A lo largo de la segunda quincena de mayo y primera de junio se recibieron en La Pereda, unas 268 toneladas de
biomasa forestal triturada de tres calidades diferentes y perfectamente separadas; concretamente fueron 101 t de
castaño, 101 t de pino y 66 t de eucalipto.

El objetivo de esta fase de almacenamiento era ver la evolución de la biomasa a la intemperie a lo largo de unos
meses, los de verano, para a continuación, una vez pasado este periodo, empezar a hacer ensayos de las siguientes
fases de tratamiento y co-combustión, aproximadamente a partir de la segunda quincena de septiembre.

El lugar de almacenamiento fue en la parcela adyacente a la del Grupo Termoeléctrico. Para ello se preparó una cama
uniforme de cenizas de fondo, con el fin de evitar que la biomasa se contaminase con otros materiales (piedras,…),
capaces de generar problemas en las fases posteriores de tratamiento y co-combustión.

La forma de acopio fue en pilas alargadas de unos 10 metros de longitud, con una sección con forma entre triangular
y trapezoidal de 1,5 a 2 m de altura.

2.3. CONCLUSIONES (LOGIFOR–TRAZADOR)

La evolución de la humedad muestreada en distintos puntos de las pilas no ha sido uniforme como era de esperar.
En la superficie la tendencia fue a perder humedad (en algunos casos hasta 16 puntos porcentuales respecto a la
de acopio), apreciándose que incluso después de haber llovido se pierde la humedad adquirida en pocos días si las
condiciones atmosféricas son favorables (días soleados). Por el interior, en cambio, la tendencia fue a humedecerse
aún más, llegando a alcanzar en algunas zonas valores superiores a los que se midieron cuando se acopió (con di-
ferencias en los casos más extremos de hasta 25 puntos porcentuales sobre la humedad de acopio). Hay que tener
presente que aunque el ensayo se hizo en verano, éste fue bastante lluvioso.

No parece conveniente almacenar la biomasa, ya triturada, a la intemperie formando pilas. Se ha observado que en
la zona superficial, que es la más aireada, la biomasa pierde buena parte de su humedad intrínseca, pasando luego
a depender la humedad que tenga de la frecuencia de lluvia. En cambio, en el interior de las pilas en lugar de dismi-
nuir lo que hace es aumentar por efecto de la lluvia, manteniéndose esta humedad muy alta por estar esta zona peor
aireada.

Debido a que esta humedad se mantiene interiormente bastante uniforme y en unos niveles altos la biomasa empieza
a sufrir un proceso de “compostaje”. El compostaje es un proceso biológico aeróbico mediante el cual unos microor-
ganismos actúan sobre la materia orgánica descomponiéndola y formando el “compost” utilizado como abono. Para
que esto ocurra, además de necesitar una humedad mayor del 40%, también son necesarios una temperatura míni-
ma de unos 20 º C (que en verano se alcanza sin problemas) y oxígeno suficiente. Un síntoma muy claro de que se
está produciendo este fenómeno son las altas temperaturas medidas en determinadas zonas de las pilas, motivadas
porque el proceso de descomposición genera calor.

Parece por tanto más razonable que el almacenamiento de la biomasa se haga sin trituración previa, con el fin de ace-
lerar el proceso de desecación, perdiendo así cuanto antes su humedad intrínseca y entorpeciendo de esta manera
el fenómeno de compostaje y de pérdida de masa asociada a agentes bióticos, fenómeno este último que ocurre más

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rápido cuanto mayor es la humedad. Para evitar que se moje, por efecto de las lluvias, habría que buscar la manera
más económica de cubrirla.

Como ya se dijo, la biomasa va perdiendo masa con el tiempo. Por este motivo hay que tener muy presente este
concepto y los tiempos de almacenamiento a la hora de fijar los precios de la misma.

Durante el periodo de almacenamiento se estima que la perdida de materia seca para los tres tipos de biomasa estu-
vo entre el 20 y el 25 %. Para los cálculos se eliminaron tanto las cenizas iniciales (las que tenía la biomasa cuando
se acopió) como las finales, bastante más altas debido a la contaminación sufrida durante la manipulación de las
mismas.

2.4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN (CO-COM)


El Grupo Termoeléctrico La Pereda, se caracteriza por tener una caldera de lecho fluido circulante atmosférico. Esta
tecnología permite el uso de combustibles de bajo poder calorífico.

A lo largo de la historia del Grupo, el combustible más habitual ha estado formado por una mezcla del 60% de estériles
de escombrera y un 40% de carbón. Puntualmente y en pequeños porcentajes se ha quemado biomasa, fundamen-
talmente corteza de pino.

Según las especificaciones del tecnólogo de la caldera, Foster Wheeler, la caldera está preparada para quemar un
combustible formado por 40% de carbón, 55. 1 % de estéril y 4.9% de biomasa.

El objetivo de los ensayos previstos de co-combustión pretende alcanzar en torno a un 5% de biomasa sobre el com-
bustible total durante unas 24 horas. Se trata de repetir los ensayos tres veces, uno para cada tipo de biomasa (pino,
castaño y eucalipto).

2.5. CONCLUSIONES (CO-COM)


Básicamente se llega a la conclusión de que los principales problemas que se han detectado durante estos ensayos
de 24 horas de duración cada uno, están relacionados con la mezcla de combustible: su homogeneización, la preci-
sión de los porcentajes de la mezcla y el desarrollo de algún sistema que pueda orientar sobre el caudal másico real
que están introduciendo los alimentadores en caldera.

Todos estos inconvenientes se podrían controlar más fácilmente con una instalación independiente que introdujese la
biomasa directamente a los alimentadores, sin falta de tener que mezclarla previamente con el resto del combustible.
Obviamente el coste de la inversión sería muy superior comparado con los planteamientos de pequeñas reformas que
se han propuesto, que mantienen como base las instalaciones actuales.

Además de todo lo mencionado anteriormente no se puede dejar de comentar, que si a la biomasa se la sometiera a
un proceso de secado aprovechando el calor residual de los gases de combustión, se conseguiría un ahorro energé-
tico importante y se obtendría además una biomasa que tendría un PCI por tonelada mucho más estable.

3. PELETIN (PROGRAMA INNPACTO): “DESARROLLO DE PELET PARA COMBUSTIÓN EN INSTALA-


CIONES INDUSTRIALES”
3.1. MATERIALES
El objetivo fundamental del proyecto es el diseño y fabricación de un pelet para ser utilizado como combustible en
aplicaciones industriales.

En el contexto actual, se hace necesario desarrollar tecnología nacional asociada al aprovechamiento energético
de la biomasa que permita, en primer lugar, obtener biomasa para cubrir la demanda nacional y, en segundo lugar,
exportar biomasa a mercados internacionales.

A partir de los conocimientos y experiencia adquirida en el desarrollo del PSE Ecocombos, y en particular en el sub-
proyecto BIOSOL, ‘Técnicas de alimentación de biomasa sólida en calderas’, se propone el proyecto ‘Desarrollo de
pelet para combustión en instalaciones industriales (PELETIN)’ cuyo objetivo es el diseño y fabricación de un pelet,
fundamentalmente de madera, formado por mezclas de biomasas y con unas características de calidad suficientes
para ser utilizado en aplicaciones industriales. Se propone fabricar un pelet industrial, más barato que el obtenido para

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el sector doméstico, para ser utilizado como combustible en centrales eléctricas o en calderas industriales en aque-
llos lugares en los que hay que realizar largos desplazamientos de biomasa. También pueden suponer una solución
para aquellas instalaciones en funcionamiento que se proponen utilizar biomasa y quieren o bien asegurar que se la
suministren bajo unas condiciones de homogeneidad y bajo unos parámetros físicos y químicos muy definidas o bien
aprovechar los equipos y sistemas de alimentación a la caldera en operación.

Además, para buscar una solución que se pueda implementar lo más generalizadamente posible en calderas indus-
triales, se propone investigar no sólo pelets industriales obtenidos a partir de mezclas de madera sino también pelets
industriales de biomasa torrefactada. En este sentido se abrirá una línea de investigación que determiné los cambios
experimentados en las características de la biomasa al torrefactarla y su comportamiento en los sistemas de alimen-
tación y combustión.

Los participantes del proyecto fueron: Pellets Asturias, S.L Fundación Asturiana de la Energía. Instituto Nacional del
Carbón. Hulleras del Norte, S.A (Empresa pública)

El plan de trabajo del proyecto PELETIN comprende una serie de tareas, las cuales serán llevadas a cabo por los
diferentes participantes en el mismo.

48. Elaboración de pelet a escala semipiloto (INCAR)


49. Elaboración de pelet a escala industrial (PELETS ASTURIAS, S.L)
50. ruebas reales de uso de pelet en instalación industrial (HUNOSA)
51. Estudios de mercado e internacionalización (FAEN)

La tercera tarea, comprende una serie de pruebas se realizarán en la central térmica de La Pereda de la empresa
HUNOSA.

En estos ensayos se prevé determinar la respuesta tanto de las instalaciones de la central como del propio combusti-
ble. En las instalaciones de la central se propone ver el comportamiento del nuevo sistema de alimentación, una vez
realizadas las obligadas modificaciones según los resultados obtenidos en el Ecocombos. Por otra parte, se pretende
comprobar la respuesta de la caldera al introducir el pelet como combustible. Además, es interesante conocer el
comportamiento del pelet, su combustibilidad, la reacción de elementos dentro de la caldera o la composición de las
cenizas y gases que genere.

Se proponen tres campañas de pruebas a realizar en los meses previos a la parada técnica anual de la central, com-
prendiendo el 10, 20 y 30 % de la alimentación con pellets en términos de energía. Se realizó una cuarta campaña
para confirmar resultados.

3.2. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Para el proyecto PELETIN, HUNOSA llevó a cabo la ejecución del montaje de launa instalación auxiliar de biomasa
en las instalaciones de La Central Térmica de La Pereda desde finales de Mayo hasta finales de Junio de 2011. Di-
cha instalación estuvo destinada específicamente a la realización de diversos ensayos con el fin de determinar la
respuesta tanto de las instalaciones de la central, como del propio combustible. Gracias a esta instalación, pudieron
realizarse las diversas pruebas de cocombustión directa del combustible habitual de La Pereda con los pellets fabri-
cados, y así poder comprobar el comportamiento y la idoneidad de los mismos para su uso industrial.

La finalidad de esta nueva instalación fue dotar a La Central Térmica de La Pereda de un sistema de alimentación
auxiliar independiente y seguro, que alimentase biomasa a la caldera, añadiéndose esta justo en el punto final de los
alimentadores de combustible habitual ya existentes en la planta.

En relación con el funcionamiento del sistema auxiliar de alimentación, se ha optado por el izado de big-bags desde
el suelo con un polipasto para descargarlos sobre un tolvín auxiliar situado ligeramente por encima de la planta de los
alimentadores existentes. La extracción del tolvín se realiza a través de un tornillo sinfín que vierte sobre un repartidor
vibrante para dividir la biomasa entre los dos alimentadores centrales de la caldera. Dado que los alimentadores de
caldera están presurizados, se utilizarán válvulas alveolares para intentar garantizar la máxima estanqueidad posible
durante los periodos de alimentación de la biomasa, así como dos válvulas de aislamiento (tajaderas) para aislar la
instalación de alimentación auxiliar en caso necesario.

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Se realizaron a lo largo del proyecto un total de cuatro tandas de pruebas, distribuidas de la siguiente manera (tabla 1):

Tabla 1
Pellets Tm/h Tm totales Valor energético %
PRUEBA 1 3 144 10
PRUEBA 2 6 288 20
PRUEBA 3 9 350 30
PRUEBA 4 5 150 17

Entre los cambios experimentados en las instalaciones de la Central Térmica de La Pereda, cabe destacar el necesa-
rio reajuste de las condiciones de extracción de cenizas de fondo para mantener las condiciones del lecho del hogar.

El combustible habitual empleado en La Pereda (formado por una mezcla de carbón, estéril y caliza) tiene un con-
tenido en cenizas superior al 60% sobre bruto, que es asumible en La Pereda al poseer esta una caldera de lecho
fluidizado circulante. Las cenizas que se extraen de la caldera pueden proceder del lecho del hogar (cenizas de fon-
do), o bien de la zona de recuperación de calor, del precalentador y del precipitador electrostático (cenizas volantes).

Los pelets que fueron suministrados tenían un contenido en cenizas menor del 1% (en algunos casos incluso inferior
al 0,5%). Esto supone un déficit en las cenizas aportadas en el proceso, especialmente en el caso de las cenizas de
fondo. Al apreciarse esta disminución notable en las mismas, fue necesario el mencionado reajuste de las condicio-
nes de extracción, éste hecho se vio proporcionalmente incrementado con cada prueba, siendo más acentuado el
reajuste cuanto más se aumentaba el caudal de pellets aportado, ya que a mayor caudal de pellets, mayor déficit de
cenizas en el proceso.

3.3. CONCLUSIONES
Con respecto a la carga aportada por el generador, cabe reseñar que esta se mantuvo estable en el entorno de sus
valores habituales.

En cuanto a los resultados de las mediciones de gases, a lo largo de las diferentes pruebas, no se apreciaron cam-
bios especialmente reseñables, solamente en algún caso y de manera muy puntual, no siendo susceptible de ser
representativo.

Únicamente fue repetitiva una ligera disminución en el caso de las emisiones de determinados metales como en el
caso del níquel, el plomo y el cinc, y también se repitió el comportamiento ligeramente ascendente de las emisiones
de amoniaco.

Lo más destacable en lo referente a emisiones que se ha observado fue un aumento observado en el SO2 durante el
desarrollo de la prueba de 9t/h, de mayor caudal y duración. El incremento de las emisiones de SO2 puede explicarse
por la disminución de aporte de combustible habitual de La Pereda, el cual está compuesto como se ha mencionado
con anterioridad por carbón, estéril y también caliza. Esta última se emplea en el proceso precisamente con el ob-
jetivo de conseguir la desulfuración del combustible en la fase de combustión, disminuyendo las emisiones de SO2
en los gases de combustión resultantes (el azufre del combustible, reaccionando con el O2 produce el SO2 que se
combina con el CaO resultante de la calcinación de la caliza formando sulfato cálcico que se extrae conjuntamente
con la ceniza).

Al descender el aporte de combustible, desciende la cantidad proporcional de caliza aportada, con lo que se dismi-
nuye el efecto de desulfuración, a la vez que se produce una menor cantidad y circulación de cenizas en el sistema.
Estos dos factores conjuntamente son los que provocan el aumento observado en las emisiones de SO2.

La Central Térmica de La Pereda cuenta con un sistema independiente de alimentación directa de caliza a la propia
caldera, con lo que este aumento de emisiones de SO2 sufrido durante las pruebas pudo corregirse directamente con
aporte de caliza mediante este sistema, volviendo a los valores normales de emisión en operación ordinaria, por lo
que no supuso ninguna perturbación al proceso.

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De todas formas, como se ha indicado, dichas variaciones han sido muy leves, no llegando a existir ni detectarse
grandes diferencias en las emisiones de gases con respecto a una combustión ordinaria.
Tras todas las pruebas realizadas a lo largo del proyecto peletin puede concluirse:

• El aporte de pellets en co-combustión con el combustible habitual de La Central Térmica de La Pereda, repre-
sentando hasta el 30% del aporte energético necesario en la caldera, tiene escasa influencia en los gases de
combustión emitidos.
• Es muy destacable la estabilidad de la carga entorno a sus valores habituales durante la duración de la prueba
y la estabilidad en general de todo el proceso, a pesar de que ya nos encontramos ante un caudal de aporte
de pellets bastante significativo, lo cual es un aspecto verdaderamente positivo.
• Se han alcanzado valores de aporte energético por encima de los esperados, con una buena respuesta por
parte del proceso productivo.

4. MERCURYCAP: SORBENTES DE ALTA CAPACIDAD Y OPTIMIZACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE


CONTROL DE LA CONTAMINACIÓN EXISTENTES PARA LA CAPTURA DE MERCURIO EN SISTEMAS
INDUSTRIALES DE COMBUSTIÓN.

4.1. MATERIALES
Los objetivos principales del programa de investigación son los siguientes:

Desarrollar aún más los sorbentes derivados de diversos residuos de combustión, con estudios fundamentales para
optimizar su rendimiento y comprender el efecto de los componentes de los gases de combustión (SO2, NOx, HCl) y
la composición de cenizas volantes en su actuación. El desarrollo optimizado de los sorbentes será probado amplia-
mente en los sistemas de carbón pulverizado y combustión en lecho fluidizado para evaluar su rendimiento bajo las
condiciones reales de la central.

Comprender la oxidación del mercurio en la reducción catalítica selectiva (con y sin catalizadores de MnO2) para
maximizar la retención de mercurio en los actuales dispositivos de control de la contaminación del aire. Los estu-
dios fundamentales a escala de laboratorio serán acoplados con las pruebas en las unidades de combustión para
comprender el impacto de los actuales dispositivos de control de la contaminación del aire en términos de alterar las
proporciones de mercurio gaseoso y mercurio particulado.

En concreto, el principal objetivo directamente relacionados con HUNOSA sería la demostración de la viabilidad téc-
nica del sistema desarrollado para reducir las emisiones de mercurio en las tecnologías de lecho fluidizado.

Esto se llevaría a cabo mediante el estudio de la influencia de la composición de los gases de combustión y la es-
peciación del mercurio en la capacidad de absorción de los diferentes tipos de sorbentes en una escala de lecho
fluidizado burbujeante. También mediante la demostración de la viabilidad técnica de los sorbentes de mercurio de-
sarrollado en pruebas en un lecho fluidizado burbujeante, la comparación del comportamiento de los sorbentes de
mercurio en las tecnologías de lecho fluidizado burbujeante y circulante y evaluando la comercialización potencial de
los sorbentes propuestos.

Participantes: Centro de Investigaciones Científicas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Hulleras del Norte,
S.A. (HUNOSA). Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Universidad de Nottingham, Reino Unido
(UNOTT). Ente Nazionale per L’Energía Elettrica (ENEL). ECN Energy Technology. Johnson Matthey (JM). Universi-
dad de Sttutgart, Alemania (USTUTT).

El plan de trabajo del proyecto MERCURY CAP comprende una serie de tareas, las cuales serán llevadas a cabo por
los diferentes participantes en el mismo.

Desarrollo y estudios fundamentales sobre sorbentes de bajo coste derivados de diversos residuos de combustión
(ECN, UNOTT, CSIC).

Desarrollo y estudios fundamentales de los catalizadores de oxidación del mercurio (JM, UNOTT, CSIC).

Programa de pruebas de combustión en sistemas de carbón pulverizado (USTUTT, ENEL, UNOTT).

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Programa de pruebas en lecho fluidizado (CIEMAT, HUNOSA, CSIC, UNOTT).

Programa de pruebas de catalizadores de oxidación de mercurio (USTUTT, JM, UNOTT).

Coordinación de proyecto (UNOTT, ENEL, CSIC, HUNOSA, ECN, CIEMAT, USTUTT, JM).

Planificación (de la tarea de pruebas en lecho fluidizado en la que participa HUNOSA):

2008: Estudio del comportamiento del mercurio en condiciones de combustión en lecho fluidizado burbujeante y com-
bustión en lecho fluidizado circulante (CIEMAT, HUNOSA, CSIC).

Definición de las condiciones de operación para las pruebas de inyección del sorbente del mercurio (CIEMAT, HU-
NOSA, CSIC).

2009 y 2010: Demostración de pruebas a escala en lecho fluidizado burbujeante y lecho fluidizado circulante de la
inyección del sorbente del mercurio (CIEMAT, HUNOSA, CSIC).

4.2. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


Para el estudio del comportamiento del mercurio en condiciones de combustión en lecho fluido circulante se realiza-
ron dos campañas de pruebas en la C.T La Pereda, la primera con combustible formado por una mezcla de carbón
nacional y estériles de escombrera y la segunda con la mezcla anterior mas un 5% en peso de biomasa (astillas). Los
análisis del combustible en cuanto a su contenido en mercurio para cada una de las dos campañas (valores medios)
pueden verse en la tabla 2.
Tabla 2
CAMPAÑA 1 Hg ppm CAMPAÑA 2 Hg ppm
Estéril villallana 0.28 Estéril villallana 0.36
Estéril batán 0.12 Estéril batán 0.18
Caliza 0.36 Caliza 1.11
Carbón 0.12 Carbón 0.16
Biomasa 0.04

Se tomaron muestras de ceniza en diversos puntos de la instalación, aplicando el reparto valorado de cada uno de
los puntos conocido por la experiencia de operación de la central, y muestras de gases en chimenea, obteniéndose
los resultados medios reflejados en la taba 3.

Tabla 3
Hg in (g/h) Hg en CF (g/h) Hg en CV (g/h) Hg gas (g/h)
CAMPAÑA 1 10.9 0.01 9.24 0.85
CAMPAÑA 2 14.5 0.01 14.1 0.83

Para probar los sorbentes desarrollados en las primeras etapas del proyecto, por otros socios, y dada la pequeña
cantidad disponible de los mismos, insuficiente para realizar las pruebas a escala real, se preparó un modelo a escala
del lecho, por el que se hizo circular un caudal de 40 Nm3/h, probando el sorbente Filtracarb D47 con diferentes cir-
cunstancias, según figura en la tabla 4.

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Tabla 4
PRUEBA CONDICIONES Hg in (ng/h) Hg out (ng/h) Eficiencia %
1 Standard 1 h 76 3 96
2 Standard 6 h 85 6 93
3 Standard 12 h 73 5 93
4 Standard 24 h 63 3 95
5 Caudal gas 30 Nm3/h 54 4 93
6 Caudal gas 20 Nm3/h 91 6 93
7 Combustible modificado 1 85 4 95
8 Combustible modificado 2 78 7 91
9 Fluidizando con gas 94 3 97
10 Fluidizando con aire 67 3 95

4.3. CONCLUSIONES
De las campañas de muestreo de las especies de mercurio en toda la caldera se concluye la esperada distribución
del metal, que se retiene básicamente en las cenizas volantes del proceso, lo cual parece común a todos los metales
pesados.

De las campañas con el sorbente se observa que la modificación de las condiciones de combustión no modifican
significativamente la eficiencia del mismo, siempre situada por encima del 90 %.

5. BIBLIOGRAFÍA
No existen referencias bibliográficas, ya que todos los experimentos reflejados en la presente comunicación han sido
realizados por personal de la C.T. La Pereda y las conclusiones referidas sólo nacen de los propios ensayos.

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330
PLANTA PILOTO DE CAPTURA DE CO2 DE LA CENTRAL TÉRMICA DE LA
PEREDA
Lorenzo Conto, Maríaa, Luis Díaz Fernándezb
aHulleras del Norte, S.A., Avenida de Galicia 44, 33005, Oviedo (Asturias), marialorenzo@hunosa.es
bHulleras del Norte, S.A., Avenida de Galicia 44, 33005, Oviedo (Asturias), luisd@hunosa.es

RESUMEN: La Planta Piloto de Captura de CO2 se encuentra en el interior de las instalaciones de La Central Térmica
de La Pereda (una central de 50MWe). Se trata de una planta experimental con una capacidad de hasta 1,7 MWt,
que empleará los gases de combustión reales procedentes de carbón de la propia central para probar la tecnología
de carbonatación-calcinación aplicado a la captura de CO2. El hecho de utilizar gases de combustión de un proceso
industrial real, permite garantizar unas condiciones de operación similares a las de una posible aplicación final a
gran escala. Además, la planta está diseñada con una gran flexibilidad, capaz de trabajar prácticamente en todas
las condiciones operativas de interés, lo cual es muy positivo al permitir obtener diversos resultados de esta planta
experimental de cara a reducir incertidumbres en el proceso de escalación de la tecnología.
Lo que se pretende en todos los procesos de captura es obtener CO2 concentrado para su posterior secuestro. El
proceso de la Planta Piloto de La Pereda pretende conseguir esto separando el CO2 de una corriente de gases pro-
cedente de una combustión convencional, que contienen sólo entre un 12 y un 15% de CO2.

PALABRAS CLAVE: Investigación, captura, emisiones, CO2, flexibilidad.

1. INTRODUCCIÓN
Las importantes cantidades de los llamados gases de efecto invernadero (CO2, metano, óxido nitroso, gases fluora-
dos), producidos en su mayor parte por la actividad humana, se unen a los generados ya de por sí de manera natural
en la atmósfera, generando un aumento del calentamiento global y del efecto invernadero.

El CO2 es uno de estos gases de efecto invernadero fundamentalmente producido por la actividad humana y amplia-
mente relacionado con el incremento del uso de combustibles fósiles, de los cuales uno de los sectores más depen-
dientes es el energético. Este gas, es el responsable del 63% del calentamiento global causado por el hombre. En la
actualidad, su concentración en la atmósfera es un 40% superior al nivel que se registraba en la época preindustrial.

En este contexto, la UE ha desarrollado una serie de estrategias y objetivos climáticos destinados a reducir progresi-
vamente estas emisiones de efecto invernadero hasta el año 2050.

De esta forma, los objetivos más destacables actualmente son el paquete de medidas sobre clima y energía hasta
2020 y el marco sobre clima y energía para 2030. Estos objetivos tienen como finalidad generar cambios en toda la
UE para conseguir alcanzar una economía baja en carbono en el año 2050.

Los objetivos fundamentales del paquete de medidas para el año 2020 consisten en reducir un 20% las emisiones de
gases de efecto invernadero (en relación con 1990), contar con una representación de energías renovables del 20%
en la UE, y un 20% de mejora en la eficiencia energética. Para 2030, estos porcentajes llegarían a ser del 40%, 27%
y 27% respectivamente. De esta forma progresiva, se conseguiría en 2050 una reducción en las emisiones del 80%.
Para ello se destaca que se necesita ayuda desde todos los sectores, siendo esta una transición viable y económica.

Ante la tesitura internacional y la gran preocupación existente por la mejora de las condiciones medioambientales y
reducción sustancial de las emisiones, en línea con alcanzar una mayor eficiencia energética de los procesos, surgie-
ron con fuerza en todo el mundo la investigación en procesos de producción de energía sin emisiones de CO2.

Además, el despliegue de estas tecnologías vendría de la mano de un importante mercado tecnológico y de conoci-
miento para el que los países más desarrollados llevan años preparándose mediante diversos proyectos de investi-
gación.

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Existe una clara apuesta Europea por procesos de captura más económicos y energéticamente eficaces. Una de las
líneas desarrolladas es la de los procesos de carbonatación-calcinación. En este ámbito, HUNOSA colabora junto
con otras entidades en el desarrollo de estos procesos para la captura de CO2 en postcombustión desde el año 2008.

Estas colaboraciones, desembocaron en la propuesta del diseño, construcción e instalación de una planta experimen-
tal (escala de 1 MWt, que finalmente aumentó hasta 1,7MWt), la cual permitiese validar la tecnología de los ciclos de
carbonatación calcinación para captura de CO2 en plantas industriales de combustión de carbón a un tamaño signifi-
cativo para su posterior escalación a nivel industrial.

2. MATERIALES
El concepto que se ha validado en la Planta Piloto de Captura de CO2 se representa en la siguiente figura:

Figura 1 – Esquema del sistema de carbonatación-calcinación para gases de combustión de una Central Térmica
existente.

En la Planta Piloto de la Central Térmica de La Pereda tendrá lugar un proceso de captura de CO2 utilizando una
reacción de carbonatación-calcinación. El proceso se basa en utilizar el óxido de calcio como transportador de CO2,
dado que a bajas temperaturas el óxido de calcio reacciona con el CO2 para producir carbonato cálcico, reacción que
se invierte ( descomposición del carbonato en óxido de calcio más CO2) a altas temperaturas. Utilizando esta pro-
piedad del óxido de calcio, se puede realizar la separación del CO2 de la corriente de gases separando un sólido (el
carbonato cálcico formado) de un gas (resto de gases sin CO2).

La implementación en la planta piloto se lleva a cabo mediante sucesivos ciclos de carbonatación-calcinación, em-
pelando dos lechos fluidizados interconectados entre sí: un carbonatador y un calcinador, donde se utilizará oxicom-
bustión de carbón para suministrar calor a la etapa de calcinación necesaria del CaCO3 en atmósfera pura de CO2 a
temperaturas en torno a 950⁰C. En el carbonatador el CaO reacciona con el CO2 a unos 625⁰C para formar CaCO3.
El CaO se regenera en el calcinador a partir de la descomposición del CaCO3, generando una corriente muy rica en
CO2 con condiciones adecuadas para su envío al almacenamiento geológico. En el contexto actual, este concepto de
sistema de captura de CO2 es uno de los más prometedores, ya que se estima que reduce el coste del CO2 capturado
en un 30% con respecto a tecnologías de captura de primera generación.

Cómo ya se ha mencionado con anterioridad, la Planta Piloto de Captura de CO2 se ubica en las instalaciones de la
Central Térmica de La Pereda, esto hace que pueda disponer de todas las necesidades básicas para un proyectos
de investigación de esta envergadura: suelo industrial, energía eléctrica, agua, aire de instrumentos, vapor y sobre
todo gases de combustión real para los ensayos, lo cual acerca el proceso a la realidad industrial y la integra dentro
de la Central Térmica.

Dentro de las instalaciones de la CT La Pereda, la Planta Piloto de Captura se encuentra en una zona aledaña a la
chimenea, foco de emisión de los gases de combustión, de los cuales toma una porción de un 1% aproximadamente.
La ubicación de la Planta Piloto puede verse en la siguiente imagen:

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Figura 2 – Vista general de la CT La Pereda con la Planta Piloto de Captura.

Además, como se aprecia en el siguiente esquema, el proceso de la planta se encuentra completamente integrado
con el proceso de la CT de La Pereda.

Figura 3 – Esquema de la Planta Piloto de Captura interconectada con la CT La Pereda.

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La Planta Piloto se compone de diversos sistemas, de los cuales, los principales aparecen en el siguiente plano:

Figura 4 – Plano de la Planta Piloto de Captura.

Como se puede apreciar en los gráficos, la gran parte central y primordial de la Planta Piloto está ocupada por los
reactores: el carbonatador y el calcinador, con sus respectivos ciclones:

Figura 5 – Vista 3D de los reactores de carbonatación- calcinación.

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En ellos es donde tiene lugar la parte principal del proceso de captura. Dichos reactores se encuentran ampliamente
instrumentalizados (a lo largo de sus 15 metros de altura) al igual que el resto de la planta, con diferentes tomas de
presión, temperatura, medidas de caudal, medidas de gases etc. Toda esta instrumentación es la que permite, a tra-
vés del sistema de control, la obtención de diversidad de datos, los cuales son realmente valiosos en el desarrollo de
la tecnología.

A los reactores les acompañan otros sistemas como el de almacenamiento, transporte y alimentación de carbón y cali-
za, materiales necesarios para llevar a cabo toda la experimentación, un sistema de aporte de gas propano compues-
to por un tanque y unos quemadores para iniciar la combustión y coger temperatura previamente al aporte en continuo
de carbón, un sistema de recogida de las cenizas generadas en el proceso, un sistema de soplantes para aportar aire
en diferentes puntos del proceso y una planta de gases (de O2 y CO2) dispuesta principalmente para emplear ambos
gases en las pruebas de oxicombustión ( el CO2 también se emplea en el sistema de transporte de carbón).

Todo ello es manejado desde el sistema de control situado en la sal de control ubicada en la propia planta.

3. METODOLOGÍA
La creación, evolución y desarrollo de la Planta Piloto de Captura de CO2 de La Pereda ha estado directamente ligada
desde su inicio a diferentes proyectos de investigación amparados dentro de los diversos programas promovidos por
la Unión Europea.

De esta manera, HUNOSA, en una agrupación económica con ENDESA y el CSIC y junto con otros socios, presentó
dentro del VII Programa Marco el proyecto CaOling, aprobado en el año 2009 por la CE.

Este ambicioso proyecto, el cual comenzó en Junio de 2009 y se extendió hasta Mayo de 2013, tenía como objetivo
principal el desarrollo de la tecnología de captura de CO2 en postcombustión con CaO (obtenido a partir de caliza, un
material económico y abundante) en una instalación piloto.

Este proyecto CaOling fue reconocidamente ambicioso, ya que comprendía en un primer término el diseño, la cons-
trucción y puesta en marcha de la planta piloto y posteriormente sus primeras campañas experimentales, operando
tanto en modo aire como en modo oxicombustión (combustión en presencia de exceso de oxígeno).

Durante la fase experimental, se llevaron a cabo diversas campañas en las que se operó La Planta Piloto de La
Pereda bajo condiciones de funcionamiento similares a las esperadas en grandes sistemas de captura de CO2 en
postcombustión en cuanto a temperaturas, velocidades de gas, composición de sólidos y velocidades de circulación
y atmósfera de reacción. Los resultados obtenidos en la planta piloto de 1,7MWt confirmaron que la postcombustión
con la tecnología del Calcium Looping es una tecnología prometedora para los procesos de captura de CO2, siendo
beneficiosa para ampliarse a partir del conocimiento existente sobre las tecnologías de combustión del lecho fluidiza-
do circulante (la misma tecnología que emplea la caldera de la propia Central Térmica de La Pereda).

Se han alcanzado eficiencias de captura superiores al 90% y eficiencias de desulfuración del 95%, operando en una
amplia gama de condiciones experimentales, con diferentes velocidades de reacción, combustión en el calcinador
presencia de aire y combustión en modo oxicombustión en el mismo.

Con este proyecto, se adquirió una valiosa base de datos para realizar modelos de validación y propuestas de esca-
lado de esta tecnología.

La experiencia positiva extraída en este proyecto en la Planta Piloto de Captura de CO2 de La Pereda, de 1,7 MWt ga-
rantizaba la posibilidad de ampliar esta nueva tecnología y proporcionar la confianza necesaria para la demostración
de la tecnología del Calcium Looping, utilizando la experiencia disponible en términos de combustión de lecho fluido
circulante, y desarrollando aún más la tecnología para su perfeccionamiento y optimización.

Posteriormente, parte de los miembros del Proyecto CaOling diseñaron nuevos programas de pruebas, con la idea de
mejorar y optimizar todo el proceso, explorando nuevas y diferentes vías y opciones, aprovechando las posibilidades
que ofrecía la planta y modificando en algunos casos ciertos aspectos para hacerla aún más flexible.

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De esta forma, la Planta Piloto continuó su actividad experimental amparada en diferentes proyectos de investigación
aprobados por la CE dentro del programa RFCS.

Así tuvo lugar el proyecto ReCaL, cuyo principal objetivo era el mayor desarrollo de la tecnología del Calcium Looping
para la captura de CO2 en postcombustión, demostrando ser una tecnología de alta eficiencia y de bajo coste de cap-
tura de CO2 para los gases de combustión del carbón. Para ello se investigó y se llevaron a cabo diversas campañas
de experimentación probando técnicas de reactivación y regeneración del sorbente con la finalidad de minimizar la
aportación del mismo. Así se podría reducir el consumo de caliza y utilizar la propia purga del sistema para la desul-
furación del gas de combustión, haciendo esta tecnología de captura más competitiva.

Para este proyecto, la planta piloto fue ligeramente modificada, haciendo que una parte de la misma trabajase como
un posible nuevo tercer reactor, y se demostró la posibilidad de llevar a cabo un método de reactivación de la caliza
mediante recarbonatación en este nuevo reactor compacto. En este proyecto se demostró la posibilidad de operar el
sistema con un caudal mínimo de aporte de caliza, lo que añadiría una ventaja económica al proceso.

En la línea de continuar con la optimización y mejora del proceso, nació el proyecto CaO2. Este proyecto tenía dos
objetivos principales. En un primer lugar, demostrar la posibilidad de minimizar el coste de capital (mediante tamaños
reducidos del reactor calcinador y de la unidad de separación de aire vinculada al calcinador) y reducción del coste
operativo (reduciendo las necesidades de combustible en el calcinador). Y en segundo lugar probar en el reactor cal-
cinador una combustión con unas altas concentraciones de oxígeno, alcanzando reducciones de hasta un 20-30% en
la penalización energética asociada a la generación de O2 para el calcinador.

Para poder operar el calcinador bajo condiciones de O2 ultra rico, el suministro de comburente de la instalación fue
modificado, para que la planta trabajase en condiciones más seguras y cómodas ante el reto de aumentar sustancial-
mente las concentraciones de oxígeno. En este proyecto, llegaron a alcanzarse óptimos resultados de captura con
concentraciones de oxígeno que llegaron hasta el 75%, siendo un gran logro y avance conseguir estabilizar estas
condiciones en una instalación de estas características.

El último proyecto aprobado para la continuación en la experimentación en la Planta Piloto de La Pereda, es el deno-
minado FlexiCal, el cual se extenderá hasta Junio de 2019. Con él se pretende mejorar la flexibilidad de las centrales
eléctricas de carbón con captura de CO2 mediante el rediseño de los sistemas de Calcium Looping para que sean
capaces de responder a diferentes cambios de carga en los gases de combustión. El proyecto pretende culminar con
un estudio de diseño e ingeniería de plantas innovadoras a gran escala, con énfasis en flexibilidad y eficiencia.

4. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN


A continuación se muestran algunos de los resultados obtenidos durante las campañas de experimentación de la
Planta Piloto de Captura de CO2.

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Figura 6 – Resultados de pruebas en la Planta Piloto en estado estacionario.

En la Figura 6 se muestran los resultados de una prueba en estado estacionario. Puede apreciarse como se reducen
en el reactor carbonatador las emisiones de CO2 desde un 12% (lo emitido por la Central Térmica de La Pereda)
hasta unos valores que rozan en algunos momentos el 1-2% (el tramo del entorno de las 18:00 horas se debe a una
interrumpibilidad en el aporte de gases desde la Central Térmica).

Se observa a su vez la sustancial reducción de las emisiones de SO2 hasta que se convierten en prácticamente 0%.
Así mismo, aparece reflejada la eficiencia de captura, que alcanza los mencionados niveles superiores al 90%.

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Figura 7 – Resultados de pruebas en la Planta Piloto en modo oxicombustión.

En la Figura 7 se muestran los resultados de una prueba en modo oxicombustión, se aprecia nuevamente la alta
eficacia de este proceso de captura.

5. CONCLUSIONES
La Planta Piloto de Captura de CO2 de 1,7 MWth fue puesta en operación en el año 2012, alcanzando hasta la fecha
más de 4500 horas de operación. A partir de los resultados obtenidos, puede decirse que la Planta Piloto de La Pereda
demuestra la viabilidad del Calcium Looping como una tecnología competitiva para la captura de en postcombustión
de CO2, con las eficacias de captura obtenidas superiores al 90%, además de eficiencias de desulfuración del 95%.
Todo ello bajo diferentes condiciones de operación, como métodos de regeneración de sorbente, operación la planta
en modo oxicombustión con elevadas concentraciones de oxígeno, diferentes velocidades de operación etc. De este
modo, puede afirmarse que no existen obstáculos en el desarrollo de esta tecnología, ya que además de haber sido
demostrada su viabilidad, puede optimizarse tanto tecnológicamente como económicamente.

6. AGRADECIMIENTOS
Los resultados obtenidos a lo largo de los diferentes proyectos llevados a cabo en la Planta Piloto de Captura de CO2
de La Pereda, han sido posibles gracias a la financiac>ión obtenida de la Comisión Europea. Así mismo, HUNOSA
agradece el esfuerzo, la dedicación y la constancia de sus socios durante los sucesivos proyectos: ENDESA e IN-
CAR-CSIC.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Arias, B., Diego, M.E., Abanades, J.C., Lorenzo, M., Díaz, L., Martínez, D., Alvarez, J., Sánchez-Biezma, A. (2013).
Demonstration of steady state CO2 capture in a 1.7 MWth calcium looping pilot. Int. J Greenhouse Gas Control
2013; 18:237-45
• Sánchez-Biezma, A., Paniagua, J., Díaz, L., Lorenzo, M., Alvarez, J., Martínez, D., Arias, B., Diego, M.E., Aba-
nades, J.C., (2013). Testing postcombustion CO2 capture with CaO in a 1.7 MWth pilot facility. Energy Procedia,
2013; pp 1-8
• Diego, M.E., Arias, B., Grasa, G., Abanades, J.C., Díaz, L., Lorenzo, M., Sánchez-Biezma, A. (2014). Calcium
Looping with enhanced sorbent performance: experimental testing in a large pilot plant. Energy Procedia 63 (2014)
2060-2069.
• Arias, B., Diego, M.E., Méndez, A., Abanades, J.C., Lorenzo, M., Díaz, L., Sánchez-Biezma, A. (2016). Opera-
ting experience in La Pereda 1.7 MWth Calcium Looping Pilot. 13th International Conference on Greenhouse Gas
Control Technologies, GHGT-13, 14-18.

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356
IGME PARTICIPATION IN ENERGY RELATED EUROPEAN PROJECTS
Molinero, Ricardo1, Arenillas, Alicia1, Martínez, Roberto1, García de la Noceda, Celestino1, Fernández-Canteli,
Paula1.
1 Instituto Geológico y Minero de España (Geological Survey of Spain), Ríos Rosas 23 28003, r.molinero@igme.es.

ABSTRACT: The Geological Survey of Spain (IGME) is a Public Research Institution and National Geological Service
depending of the Ministry of Economy, Industry and Competitiveness that supplies knowledge and information to the
Public Administrations and the society regarding Earth Sciences and Technologies. IGME has participated in three EU
energy related projects supplying datasets and publicly available information. These projects are: 1) Assessment of
CO2 Storage Potential in Europe (CO2StoP), 2) Energy Storage Mapping and Planning (ESTMAP) and 3) European
Unconventional Oil and Gas Assessment (EUOGA).
CO2StoP mapped the potential CO2 storage resources in Europe providing a database of CO2 storage locations, a
Geographic Information System (GIS) with Data Analysis/Interrogation tool, and a tool to compute storage capacities
and injection rates.
ESTMAP studied the distributed potential to deploy energy storage and demonstrates how this information can be
used for analyzing future energy scenarios.
EUOGA is an inventory of existing published knowledge on shale oil and gas resources in Europe.

KEY WORDS: CO2StoP, EUOGA, Energy, ESTMAP, Storage.

1. INTRODUCTION
During the last decade, the European Union (EU) with the 7th Framework and the Horizon 2020 Program has funded
projects for the development of European databases and common methodologies for all state members in energy and
environmental related topics creating a knowledge infrastructure that can and should be used in future projects. The
Geological Survey of Spain, being of the European Geological Surveys (EGS), has participated in several projects,
among them stand out: “Assessment of CO2 Storage Potential in Europe”, “Energy Storage Mapping and Planning”
and “European Unconventional Oil and Gas Assessment”. These projects have created databases and developed
common methodologies to be used by European state members. This information would be useful for policy makers
in the future.

2. EUROPEAN ENERGY RELATED PROJECTS


Assessment of CO2 Storage Potential in Europe (CO2StoP)
The main objective of the CO2StoP project (Jan.2012-March 2014) was to assess the European capacity for geological
storage of CO2 providing the data that will be held in the European Commission (EC) Joint Research Center (JRC)
database. The project was coordinated by the Geological Survey of Denmark and Greenland (GEUS) in consortium
with the British Geological Survey (BGS) and the Netherlands Geological Survey (TNO) with the cooperation of the
EGS and the European network of excellence on the geological storage of CO2 (CO2GeoNet). 27 countries participa-
ted in the project.

CO2StoP project provided a database, a geographical information system (GIS) (ESRI’s ArcGIS 10) and calculation
engine capable of performing probabilistic estimates of CO2 storage capacity. The Data Analysis/Interrogation Tool is a
combination of Microsoft Access (Data Interrogation tool), and Excel (StoreFit tool) with external code (linked to Excel)
that performs calculations including storage capacity, injection rates and stochastic analyses of storage capacity and
injection rates (Figure 1). CO2StoP methodology complies with the Carbon Sequestration Leadership Forum (CLSF)
recommendations. The methods and calculations for determining the fractions of the resource, used in the CO2StoP
project, also align with the recent International Energy Agency (IEA) proposals for harmonizing CO2 storage capacity
estimation methodologies (Heidug, 2013). The CO2StoP methodology may be used to calculate the technically acces-
sible CO2 storage resource (TASR) and the storage resource in structural and stratigraphic traps (later divided into two
subsets – hydrocarbon fields and aquifer daughter units) (Poulsen, et.al. 2015). The CO2StoP and TASR estimates
produced results that are sufficiently similar to allow them to be compared even though the CO2StoP adds the storage
capacity of hydrocarbon fields to that of saline aquifers.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Figure 1 – CO2StoP project schematic representation of the Database Analysis/Integration Tool, showing the GIS
and the StoreFit analysis tool. Arrows indicate data exchange between separate elements of the tool. From Poulsen,
et. al, (2014).

Energy Storage Mapping and Planning (ESTMAP)


The ESTMAP project (Jan. 2015-Dec. 2016) objective was to develop a geographical database with key characte-
ristic of existing and potential future energy storage options in Europe and perform and energy system analysis and
modelling. The project was led by TNO in consortium with the French Geological Survey (BRGM), Czech Geological
Survey (CGS), ECOFYS, Flemish Institute for Technological Research (VITO) with the cooperation of the EGS and the
European Network for Research on Geo-Energy (ENeRG). 33 countries participated in the project.

The project focused on the collection and compilation of publicly available spatial information on existing energy stora-
ge sites and future storage potential in Europe. It developed a harmonized database for maintaining, integrating upda-
ting and disseminating this information, and demonstrated how this database can be used for European and regional
energy system modelling studies. In the database, an energy storage site is described by two interlinked components:

1) The actual storage facility or storage plant, and 2) one or more natural or artificial reservoir, either above ground or
subsurface.

Geological and technical institutes delivered the available knowledge and information on subsurface-related energy
storage developments as well as a characterization and evaluation of the reservoirs that were considered potentially
suitable for future storage development. It included information provided by the 2013 Joint Research Center - Institute
for Energy and Transport (JRC-IET) pumped hydro storage assessment study and complementary data from several
public databases including the Gas Infrastructure Europe and the Department of Energy (DOE) global energy storage
database. All information was collected and processed for consistent integration into a harmonized database. The
spatial GIS database with the existing energy storage sites, potential sites and future capacities was considered in
pan-European and regional analyses, ensuring that the cost and performance attributes of existing facilities complied
with the analysis tool and parametrized future storage facilities by translating the potential storage reservoir informa-
tion. The data model included performance and cost parameters tailored for the analysis tools (TIMES AND POWER-
FYS). Future facilities parametrization was determined from reservoir data and literature-based values (Van Gessel
and Meinke, 2017) (Figure 2).

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Figure 2: ESTMAP project schematic representation in which database and models are combined.
(Van Gessel and Meinke, 2017)

European Unconventional Oil and Gas Assessment (EUOGA)


The EUOGA project (Sept.2015 – March 2017) was an independent, scientifically based and coherent assessment of
shale oil and gas resources in Europe. The project was led by GEUS with the cooperation of the EGS. 26 countries
were included in the project.

The project compiled data from European countries defining a common resource assessment methodology making
the results available in an interactive GIS system (Figure 3) (Schovsbo, et. al, 2017).

Figure 3: EUOGA project overview of the identified basins within the 21 participating countries.

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Geological surveys submitted a general geological description of basins and shale gas and oil layers that were later
compiled and homogenized, setting special focus on the description of risk components that were incorporated in the
final assessment of the layers. A common European methodology for resource estimation was established meeting
several prerequisites such as calculation of gas/oil initially in place, addressing and visualizing uncertainties at diffe-
rent scales, dealing with a wide range of data availability and detail, and the possibility to rescale the calculated gas/
oil initially in Place (GIIP/OIIP) values to total recoverable resources. Geological maps were compiled and presented
in a web-portal with an overview of relevant shale layer characteristics including resource estimation (Schovsbo, et.
al, 2017)

3. GEOLOGICAL SURVEY OF SPAIN PARTICIPATION IN THE EUROPEAN ENERGY PROJECTS


CO2StoP:
IGME supplied data, acquired during the “Plan de Selección y Caracterización de Áreas y Estructuras Favorables para
el Almacenamiento Geológico de CO2 en España” (IGME 2010-2014), for the CO2Stop Project database. The informa-
tion is publicly available at the IGME website http://info.igme.es/algeco2/. The data included potential formations for
CO2 storage in deep saline aquifers in four Spanish geological domains. These domains are: Cantabrian Range and
Duero Basin, The Pyrenees and Ebro Basin, Iberian Range and Tajo and Almazan Basins, and the Betic Range and
Guadalquivir Basin. A description of the four geological domains with identified geological storage and seal formations
for each basin was provided including the location of reservoir and seal units, characteristics of reservoir and seal
units, and capacity (Figure 4).

Figure 4 – CO2StoP project data entry system for a Spanish formation. Modified from Poulsen et al, (2014).

Due to the limited information available for susceptible saline formations in Spain, the storage capacity was estimated
from the bulk volume of the saline formation, average porosity and a storage efficiency factor using a simplified version
of Bachu, et. al, (2007) model.

ESTMAP
IGME provided data regarding facilities and reservoir locations, characteristics, feasibility and capacity obtained from
public sources such as the Geocapacity project, the Ministry of Energy, Tourism and the Digital Agenda, the Global
Energy Storage Database and the Gas Storage Map Europe (Figure 5). The information supplied included depleted
reservoirs for natural gas storage sites and potential aquifers as well as one abandoned coal mine that were in use
for gas storage or that may be useful for future development. The information on aquifers and depleted reservoirs in-
cluded a description of the lithology its current development and future possibilities for different energy storage types.
Also, in the depleted reservoirs information, the total area, possible gas volume and feasibility ware included. Regar-
ding the facilities, location, and required development is mentioned as well as its operational status.

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Figure 5: ESTMAP project GIS interface showing data provided by the Spanish Geological Survey.

EUOGA
IGME compiled a general and systematic description of the basins and shale layers according to the set requirements
of the EUOGA project, with some limitations due to information and data availability. The IGME proposed 8 basins
and 16 possible layers for the study, based on the ACIEP-Gessal preliminary evaluation of prospective conventional
and unconventional hydrocarbon resources in Spain (Gessal, Aciep, 2013). The information included the geographical
extent of the basins and the geological and structural setting including a description and properties of the organic-rich
shales in each basin (layers). IGME also provided the location of all publicly available hydrocarbon wells drilled in the
basins. A critical parameter template provided by the EUOGA project was filled with the available information for each
shale layer with information about the basin and shale layer as well as numerical parameter describing the shale layer
(Figure 6).

Figure 6 – EUOGA project critical parameter template for the Basque Catabrian Basin, Lower Jurassic

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y Recursos Minerales
4. RESULTS
CO2StoP
Assessment of CO2 geological storage resources is currently at a provisional level. Large differences exist between
the type and quality of the available data for each country. Reservoir parameters in most of the countries are uncertain,
and its acquisition will require geological mapping campaigns and characterization of the storage capacity. Establi-
shing a common methodology is a significant progress towards establishing probabilistic estimates of CO2 storage
resources in Europe. A final product of the project is the European CO2 Storage Atlas.

For Spain, 45 storage units were defined with a total user estimate storage capacity of 5930 Mt. Using the storage
efficiency method with efficiency factor of 1% and 2% the calculated storage capacity was 453 Mt and 906 Mt respec-
tively.

ESTMAP
The database contains information of more than 4200 reservoirs and subsurface formations in 33 European countries
with deployed storage or potential future storage development as well as 700 existing or planned storage facilities.
Each site is characterized by a set of attributes describing geographical, geological and physical aspects as well as
current use and assessed potential for various energy storage technologies. Two thirds represent above ground lakes
while in the subsurface the dominant type of reservoirs are aquifers, hydrocarbon fields and salt formations mostly
deployed or planned for underground gas storage.

The facility grid-connection cost was calculated using GIS modelling. The functionality of ESTMAP database was tes-
ted in energy system modelling using the European TIMES model. A more detailed TIMES model with higher temporal
resolution was carried in three countries (Germany, Netherlands and Belgium). The output of this configuration for year
2050 was used as input for Powerfys dispatch model calculating the optimum dispatch and operation of the future
electricity system minimizing operational costs.

In Spain: 1) Aquifers: several regional-defined aquifers were regarded as primary target for CO2 storage but may po-
tentially host Underground Natural Gas Storage (UGS). This should be confirmed by site-specific assessment. One
local-defined UGS has been developed. Theoretically, the aquifers also define the scope for hydrogen storage (HES)
and underground thermal storage (UTES) based on generic geological assumptions. Information for estimating poten-
tial capacities is very limited. 2) Hydrocarbon reservoirs:

Four local-defined hydrocarbon reservoirs have existing UGS development. Prospectivity for additional sites is limited
and future assessment is needed to determine potential for HES. One aquifer was already developed for UGS. 3) Salt
formations and Caverns: No entries available in ESTMAP, however, subsurface salt deposits are known. Information
on energy storage is potential is not publicly available or has not been assessed. 4) Host rock, caverns, mines: One
abandoned mine has been developed for UTES. Only limited information is available to estimate the capacity. Howe-
ver additional storage potential is considered, but no public information exists or has not been assessed. 5) Lakes: No
entries in ESTMAP. Data is not publicly available. Huge potential for Pumped Hydro Storage (PHS) with 165 existing
sites based on two nearby lakes and 639 sites based on one existing lake. ESTMAP contains information on 19 PHS
existing facilities and on planned.

EUOGA
EUOGA involved the development of a unified EU-wide evaluation method combining pre-screening, analogy and vo-
lumetric methods. The final results are in GIIP/OIIP. The method identified and visualized uncertainty at different scales
and dealt with the wide range of data availability. A risk assessment and ranking for each of the identified shale gas/
oil layers was made as well as a detailed calculation for top ranking shales. 82 hydrocarbon bearing shale formation
within the 21 countries were assessed for their resource potential amounting to 89,23 tcm of gas in place and 311.4 bb
of oil in place. The results were delivered in a common European Geological Data Infrastructure database and fed into
the EU OpenECHO portal. A European database of unconventional hydrocarbon wells was also provided for future
reference. All geographic information linked to the database is featured in an online European Atlas of Unconventional
Hydrocarbon Resources. A full bibliographic reference database with over 240 references comprising the current state
of the art of scientific research of Europeans shale gas and oil was also created during the project (Schovsbo, et. al,
2017).

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The total calculated gas in place (GIIP) for Spanish basins was 3473.72 bcm. Nevertheless, the lack of information of
some shale layers prevented the calculation of the GIIP. All the information provided by the Spanish Geological Survey
was included into the European Atlas of Unconventional Hydrocarbon Resources.

5. CONCLUSIONS
The development of common methodologies and databases in the European Union allows the comparison between
different regions and is useful for policy makers for the development of future energy plans for each of the countries.
This data is the basis for future projects and a start-point of site-specific energy–related actions. IGME delivered useful
information for these projects regarding the location and characteristics of several sites, basins and formations as well
as geological descriptions that were included in the European databases.

CO2StoP
The project calculated storage resources in the participating countries, no reserves were calculated because a very
high level of technical, economic, legal and socio-economic assessment is needed and can only be demonstrated in a
commercial or demonstration project. The project shows a broad picture of storage capacity in Europe, however, many
knowledge gaps still exist that must be filled by further data entry or geological studies. The common methodology
established in the project is a significant step towards comparing storage capacities with other regions of the world and
will also be useful for policy makers.

The complete methodology and results of the CO2StoP project can be reviewed in the EU CO2StoP final report: https://
ec.europa.eu/energy/en/studies/assessment-co2-storage-potential-europe-co2stop.

ESTMAP
The ESTMAP database provides a comprehensive overview of energy storage potential across Europe. The provided
information is useful for energy system analyses. It includes geographical and site-specific aspects into the pan-Eu-
ropean modelling context. The ESTMAP database may become a common standard for future energy modelling stu-
dies and should be maintained and upgraded. The database can be used in a regional context but it is not suited for
site-specific modelling and storage development. The assumed facility parameters do not represent optimal or viable
solutions for local development which require detailed and site-specific investigation of techno-economic viability and
performance. The evaluation of subsurface energy storage is still under research and progress differs from country
to country. The results helped in identifying and prioritizing areas where significant upgrades are needed to achieve a
levelled overview of Europe´s potential.

More information about the project can be found at: http://www.estmap.eu/home.html. The GIS viewer can be acces-
sed by:

http://tno.maps.arcgis.com/apps/webappviewer/index.html?id=937305e2273847e0bc16503990f79d77.

EUOGA
A common EU resource assessment methodology for shale gas and oil was developed together with an assessment
of shale gas an oil resources. A web based interactive database and map application was provided for future use in
other projects creating the first European Atlas of Unconventional Hydrocarbons. A systematic description and data
compilation of basins and shale gas and oil layers was provided and made available to the public and interested par-
ties. The common methodology and calculations allow comparisons between different regions. The data provided is
useful for policy makers and future energy related projects.

More information about the project can be found at the EU OpenECHO portal:
https://ec.europa.eu/jrc/en/openecho/projects-deliverables
The atlas and database can be found at: https://openecho.jrc.ec.europa.eu/.

6. ACKNOWLEDGEMENTS
The projects were funded by the European Commission contracts No ENER/C1/154-2011-SI2.611598, No. ENER/
C2/2014-640/S12.698827 and EC JRC-IET Contract No. JRC/PTT/2015/F.3/0027/NC.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
7. BIBLIOGRAFÍA
• Bachu,S., Bonijoly, D., Bradshaw, J., Burruss, R., Christensen, N.P. Holloway, S. & Mathiassen, O.M. (2007): Esti-
mation of CO2 storage capacity in geological media – phase 2. Work under the auspices of the Carbon Sequestra-
tion Leadership Forum (www.cslforum.org). Final report from the task force for review and identification of standards
for CO2 storage capacity estimation, 43 pp. Washington: Carbon Sequestration Leadership Forum.
• Gessal, ACIEP (2013). Evaluación preliminar de los recursos prospectivos de hidrocarburos convencionales y no
convencionales en España.
• Heidug, W (Ed.) (2013). Methods to assess geologic CO2 storage capacity: status and best practice. International
Energy Agency Workshop Report, 44p.
• IGME (2010-2014). Plan de Selección y Caracterización de Áreas y Estructuras Favorables para el Almacenamien-
to Geológico de CO2 en España emplazamientos de almacenamiento geológico de CO2 (Plan ALGECO2). http://
info.igme.es/algeco2.
• Poulsen, N., Bocin-Dimitriu, A., Holloway, S., Kirk, K., Neele, F. & Smith, N. (2015). Reserves and resources for CO2
storage in Europe: the CO2StoP project. Geological Survey of Denmark and Greenland Bulletin, 33, 85-88.
• Poulsen, N., Holloway, S., Neele, F., Smith, N.A., Kirk, K., (2014). Assessment of CO2 storage potential in Europe
(CO2StoP) European Commision project No ENER/C1/154-2011-SI2.611598. Retrieved from https://ec.europa.eu/
energy/en/studies/assessment-co2-storage-potential-europe-co2stop.
• Schovsbo, N.H., Doornenbal, H., Nelskamp, S., Pedersen, C.B., Tougaard, L., Zijp, M. & Anthonsen, K.L (2017).
European Unconventional Oil and Gas Assessment (EUOGA). JRC-IET Contract No. JRC/PTT/2015/F.3/0027/NC.
Retrieved from: https://ec.europa.eu/jrc/en/openecho/projects-deliverables.
• Van Gessel, S., Meinke, Frank. (2017). Energy Storage Mapping and Planning (ESTMAP).European Commision
project No. ENER/C2/2014-640/S12.698827. Retrieved from http://estmap.eu/deliverables.html.

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361
LOS HIDROCARBUROS NO CONVENCIONALES (HNC), PASADO,
PRESENTE Y FUTURO
García-Portero, Juanab, Stockhausen, Haraldc, Álvarez, Isaacdb
a
Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, S.A (SHESA) correo-e: jgarcia@eve.eus, bGrupo de Estudios de Hidrocarbu-
ros No Convencionales (GEHNC), cRepsol,S.A. correo-e: hstockhausenn@repsol.com, dVolta Energy Resources S.L.
correo-e: ialvarez@voltaenergy.es.

RESUMEN: Se pretende dar una panorámica general del futuro de los hidrocarburos, y en particular de los no con-
vencionales, siguiendo la metodología clásica basada en el análisis de las circunstancias actuales de la industria y
los mercados, junto con una extrapolación razonable a futuro. Se concluye que los hidrocarburos no convencionales
están contribuyendo a que la oferta de hidrocarburos sea hoy más abundante, segura y diversificada que nunca.

PALABRAS CLAVE: hidrocarburos-no-convencionales, producción, consumo, previsiones, futuro.

1. INTRODUCCIÓN
Para la elaboración de esta comunicación se ha revisado la documentación proveniente de diversos organismos,
agencias y compañías tales como la International Energy Agency (OECD/IEA), Energy Information Administration
(EIA) de los EEUU, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Greenpeace, British Pretroleum
(BP), entre otros muchos, así como artículos de otros autores centrados en la prospectiva de las diversas fuentes de
energías, particularmente las fósiles y dentro de ellas los hidrocarburos.

La volatilidad ha sido uno de los signos del mercado de los hidrocarburos en el último medio siglo, y particularmente
en las últimas décadas, dando una importante señal de incertidumbre. Figura 1

Figura 1.- Cotización del crudo Brent al mes M+1en US$/barril. Fuente: Financial Times

Por el contrario, existe una considerable correlación entre el consumo de energía y el crecimiento del Producto Interior
Bruto (PIB), a todas las escalas, desde la regional, pasando por la nacional, hasta la global, donde alcanza un coefi-
ciente de correlación del 99%. Figura 2.

Estos dos hechos, junto con el papel preponderante que tiene el precio del crudo como referencia para los precios de
las otras energías, tienen una implicación determinante en la evolución de los ciclos económicos.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Periodos con precios baratos del petróleo, comparativamente con otros bienes, y consecuentemente energía barata,
propician ciclos expansivos de la economía, con incrementos del consumo de energía y paralelamente del Producto
Interior Bruto (PIB). Por el contrario, épocas con petróleo caro dan lugar a ciclos contractivos de la economía, con
reducciones en el consumo de energía y en el PIB.

Figura 2.- Evolución del PIB mundial en función del consumo agregado de energía primaria. Fuente: Tverberg, 2016

En la última década la brusca irrupción de los Hidrocarburos No Convencionales (HNC) ha producido una notable
revolución en el campo de la energía. En 2007 la producción de HNC era anecdótica. En 2014 la producción mundial
de gas no convencional alcanzó los 701 BCM/año y la de petróleo no convencional los 7,1 millones de barriles/día,
representando respectivamente el 20% y el 8% de las producciones mundiales de gas y de petróleo.

En siete años la producción de HNC se ha convertido en una realidad, que ha alterado el mercado petrolífero mundial,
históricamente controlado por la OPEP.

El rápido desarrollo tecnológico en la producción de HNC, sus considerables recursos (estimados en 3.370 * 109
barriles de petróleo y 334 TFC de gas) y su dispersa distribución geográfica en países no-OPEP, han encendido las
alarmas de los grandes productores, más concretamente de la OPEP y Rusia.

2. LAS TENDENCIAS EN LOS HIDROCARBUROS CONVENCIONALES


Volviendo la vista atrás, se observa cómo entre noviembre de 2010 y septiembre de 2014, la industria de los hidrocar-
buros vivió 47 meses dulces, casi cuatro años, con precios superiores a los 90 US$/barril, lo que unido a una impor-
tante oferta monetaria y a la implementación de nuevas tecnologías de producción para los HNC, dio lugar a una fuer-
te inversión en el desarrollo de nuevos proyectos de hidrocarburos, tanto convencionales como no convencionales.

La consecuencia lógica fue una creciente oferta de hidrocarburos. En el caso del crudo, el exceso era absorbido de
forma voluntaria por Arabia Saudita, simplemente reduciendo su producción. En el caso del gas natural, el desgracia-
do accidente de Fukushima en marzo de 2011, obligó a Japón a comprar repentinamente volúmenes considerables
de gas para abastecer sus centrales de ciclo combinado y sustituir la producción de sus centrales nucleares, absor-
biendo así el exceso de Gas Natural Licuado (GNL) que existía en el mercado y creando una situación de precios
elevados también para el GNL.

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El dulce periodo de precios altos se interrumpió por el inesperado cambio en la política comercial de los saudís y la
vuelta a la normalidad en el mercado de GNL. Arabia Saudita decidió priorizar el volumen de sus ventas en lugar del
precio. Con una doble pretensión:

Defender su histórica participación en los tradicionales mercados, que estaban siendo canibalizados por otros produc-
tores, en particular por los de HNC en los EEUU.

Simultáneamente con la bajada del precio, hundir a la industria de los HNC haciéndola no rentable, buscando asestar
un duro golpe a aquellas compañías de exploración-producción que se habían endeudado para hacer frente a sus
inversiones.

Una de las consecuencias de la brusca caída de los precios del petróleo en 2014 ha sido el descenso histórico de las
inversiones petroleras en los años 2015, 2016 y no se descarta que también en 2017, tanto en exploración como en
el desarrollo de nuevos campos. La industria ha reaccionado cancelando y retrasando sine díe multitud de inversiones
a la espera de tiempos mejores. Figura 3.

La reducción de inversiones ha sido liderada fundamentalmente por las compañías internacionales en el campo de
los hidrocarburos convencionales y las medianas compañías de los EEUU que centraban su actividad en los HNC.

Figura 3.- Evolución de la inversión en exploración y producción. Fuente: OECD/IEA, 2016

Algunos de los países productores, como Rusia y Arabia Saudita, han mantenido la inversión. Por dos razones, la
primera es que a 50 US$ barril sus campos son rentables y, la segunda, que son países en donde la producción de
hidrocarburos es un sector estratégico, casi un “monocultivo”. Esos países necesitan los ingresos de las ventas de
hidrocarburos para hacer frente a los presupuestos del estado, consecuentemente precisan un mayor volumen de
ventas para obtener ingresos similares a los que obtenían cuando los precios eran altos.

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Figura 4.- Inversión mundial el exploración de hidrocarburos. Fuente: OECD/IEA, 2017

Durante el periodo de precios elevados habido entre 2010 y 2014, la inversión en nuevos proyectos exploratorios se
incrementó un 53%, pasando de 83 *109 US$ en 2009 a 127 *109 US$ en 2014. Ver Figura 4.

Sin embargo los resultados exploratorios para los hidrocarburos convencionales no acompañaron al incremento de la
inversión realizada, línea roja en la Figura 5, que muestra una sistemática disminución de los recursos descubiertos
entre los años 2010 y 2016, siendo claramente inferior a la media obtenida entre los años 2000 y 2010, lo que implica
un sistemático incremento del coste de descubrimiento.

Figura 5.- Evolución de los recursos descubiertos y aprobados para ser puestos en desarrollo. Fuente: OECD/IEA,
2017

¿Por qué entre 2010 y 2014 se estaba invirtiendo más y se descubría menos? El motivo muy probablemente es doble.
Por un lado, en un escenario continuado de precios altos, el filtro que las compañías imponen en la selección de sus

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proyectos exploratorios es menos exigente, con lo cual se perforan objetivos de menor calidad y mayor riesgo. Un
elevado precio del crudo soporta un elevado coste de descubrimiento.

Figura 6.- Evolución de los recursos convencionales descubiertos. Fuente: Wood Mackenzie, 2017

La otra razón, probablemente la más relevante, es la ley de los rendimientos decrecientes que acompaña a la explora-
ción de todos los recursos no renovables y que, en este caso, se termina poniendo de manifiesto cuando las cuencas,
hoy por hoy las convencionales, comienzan su declino. Figura 6.

Consecuentemente a partir de septiembre de 2014, con el precio del crudo derrumbándose, las compañías frenaron
la inversión exploratoria, como se muestra en la Figura 4.

No debe olvidarse que la inversión exploratoria fallida, en conformidad con la vigente normativa internacional conta-
ble, se anota como pérdida en la cuenta de resultados del año correspondiente. Las ya muy deterioradas cuentas de
resultados de las compañías productoras, no podían soportar otra erosión adicional derivada de los malos resultados
exploratorios, de ahí la dramática reducción de la inversión exploratoria.

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3. EL FUTURO ROL DE LOS HIDROCARBUROS NO CONVENCIONALES
Nuestra sociedad industrial y desarrollada tiene una enorme dependencia de los combustibles fósiles. Figura 7.

Figura 7.- Consumo de Energía primaria en el mundo en millones de Tep. Fuente: BP, 2017

La considerable expectativa de crecimiento de la renta y del PIB de los países en vías de desarrollo, que toman como
modelo a los países desarrollados, ver Figura 8, va a hacer extremadamente difícil prescindir de los combustibles
fósiles en las próximas décadas.

Figura 8.- Uso final de energía per cápita y mix de energía utilizada, en algunos países de renta baja, media y alta.
Se observa como el uso y el mix están fuertemente influenciados por el nivel de renta. Fuente: OECD/IEA, 2017

En consecuencia, es necesario racionalizar y reducir el consumo de energía, incrementar la eficiencia energética,


incrementar al máximo la participación de las energías renovables, y dar un mayor protagonismo, dentro de las ener-

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gías fósiles, a las que como es el gas natural son más benignas desde el punto de vista medioambiental. Pero el
camino de la transición a un nuevo modelo energético no va a ser rápido.

En un escenario de “business as usual”, con una mejora de las condiciones de vida de los países en vías de desarro-
llo, con un incremento de su nivel de renta y con el consecuente incremento en el consumo de energía, las energías
fósiles van a seguir teniendo una participación relevante.

En ese sentido, es razonable pensar que los hidrocarburos convencionales no van a poder satisfacer el crecimiento
de la demanda, ni en el medio ni en el largo plazo.

No en el medio plazo, porque la actual reducción de inversiones en nuevos desarrollos va a impedir disponer de la
necesaria nueva producción y paralelamente porque la capacidad excedentaria que actualmente se tiene en la pro-
ducción de hidrocarburos, será adsorbida por la creciente demanda. Los largos plazos y las considerables inversiones
que requiere el ciclo de los hidrocarburos convencionales, desde que se inicia la exploración, se descubre, se evalúa,
se obtiene la financiación y se desarrolla un campo, como muestra la Figura 9, no se pueden acortar de un modo vo-
luntarista, el vacío en el descubrimiento y puesta en producción de nuevas reservas que se está creando en el periodo
2015-2017 tendrá su impacto en los próximos dos o tres años.

Figura 9.- Ciclo de la exploración producción de un campo convencional. Fuente: Höök M, et alt., 2009

Tampoco en el largo plazo, porque la ley de los rendimientos decrecientes de la exploración convencional no está
permitiendo reponer los hidrocarburos convencionales producidos con los nuevos descubrimientos. Y este no es un
hecho nuevo, es así desde medidos de los años 80 con un agudizamiento progresivo como se observa en las Figuras
5 y 6.

4. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
La primera conclusión es que una parte importante de la creciente demanda de hidrocarburos deberá ser cubierta
por los HCN, fundamentalmente por las razones que se mencionan en anteriores epígrafes: existir un considerable
volumen de recursos disponibles, tener una notable dispersión geográfica de los mismos y disponer una tecnología
segura y probada, con un coste competitivo de extracción. En esto coincidimos con una de las conclusiones del re-
ciente “World Energy Outlook 2017” de la AIE.

En algunos escenarios se prevé que la aportación de los HNC en 2040 a la producción de gas podría representar
en torno al 33% de la producción mundial de gas y la de petróleo no convencional en torno al 15% de la producción
global de petróleo.

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El desarrollo tecnológico y la reducción de los costes de extracción de los HNC han sido más rápidos de lo esperado.
Hoy EE.UU. con 9,2 millones de barriles/día producidos, de los cuales casi 5 millones son de petróleo no convencio-
nal, está entre los tres mayores productores mundiales de petróleo, junto con Rusia y Arabia Saudita.

Hoy día, en el año 2017, el umbral de rentabilidad para el petróleo no convencional en EEUU se sitúa entre los 40 y
47 $/barril, dependiendo de los campos. Con los precios actuales, 50-60 $/barril, prácticamente toda la producción
americana de petróleo no convencional es rentable. Con el gas no convencional sucede lo mismo.

En la última década, el empleo de gas no convencional para la generación eléctrica en EEUU está reduciendo las
emisiones de CO2 del país en cifras del orden de 150 a 200 megatoneladas por año. Siendo un ejemplo para países
como China, Rusia, India y Australia entre otros.

La segunda conclusión es que no se descarta un periodo de incremento sustancial de precios de los hidrocarburos
en los próximos dos o tres años, semejante a los que se han visto en el pasado, debido al notable descenso de las
inversiones en el desarrollo de nuevos campos, ocurrida en los tres últimos años y a la notable rigidez en la demanda.

Aquí discrepamos del reciente “World Energy Outlook 2017” de la AIE, que augura un largo periodo de precios mo-
derados, motivado fundamentalmente por la oferta competitiva de los HNC y a la moderación en el crecimiento de la
demandan derivado de la introducción de los vehículos eléctricos.

Aunque se comparte la tesis de la AIE para el largo plazo, en el corto y medio plazo consideramos que va a ser difícil
que las tecnologías de extracción de los HNC se extiendan geográficamente para hacer frente a la demanda, debido
a la notable reluctancia que aún existe en muchos países para su implementación y paralelamente porque la intro-
ducción del coche eléctrico no crece al ritmo deseable.

Lo que sí es cierto, y está sería nuestra tercera conclusión, es que la producción de HNC está contribuyendo a que la
oferta de hidrocarburos sea hoy más abundante, segura y diversificada que nunca.

5. BIBLIOGRAFÍA
• BP (2017). Statistical Review of World Energy. 46 pp
• FinancialTimes:https://www.markets.ft.com/data/commodities/tearsheet/summary?c=Brent+Crude+Oil.
• Cunningam, N. (2016). Oil and gas industry dealing with an ‘unprecedent` decline in investment. The Fuse. Igniting
conversations and commentary about energy, September 14, 2016.
• Höök, M., Davidsson, S., Johansson, S. & Tang, X. (2017). Decline and depletion rates of oil production: a compre-
hensive investigation. 21 pp. Philosophical Transactions of The Royal Society.
• Tverberg, G. (2016). The coming oil price crash. The No 1 Source for oil & Energy news. Oct., 12, 2016, from https://
www.oilprice.com.
• OECD/IEA INTERNATIONAL ENERGY AGENCY (2016). World Energy Outlook 2016. 667 pp.
• OECD/IEA INTERNATIONAL ENERGY AGENCY (2017). World Energy Outlook 2017. 763 pp.
• WOOD MACKENZIE. ENERGY RESEARCH & CONSULTANCY, from https://www.woodmac.com.

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367
LA INVESTIGACIÓN DE GAS EN CAPAS DE CARBÓN DE LA CUENCA
CARBONÍFERA CENTRAL ASTURIANA
Canto, Noel a, Álvarez, Juan b, Álvarez, Javier c, Martínez-Cienfuegos, Fernando d, Álvarez, Isaac e
a
Grupo Hunosa, correo-e: NoelCanto@hunosa.es; bGrupo Hunosa, correo-e: jenriquea@hunosa.es; cPetroleum En-
gineering Consulting, S.L correo-e: javieralvarezalvarez@hotmail.com;cVolta Energy Resources, S.L. correo-e: fmci-
enfuegos@voltaenergy.es; dVolta Energy Resources, S.L. correo-e: ialvarez@voltaenergy.es.

RESUMEN: Se muestran los resultados del Estudio realizado por HUNOSA y VOLTA con el fin de valorar la viabilidad
técnico-económica de un proyecto para la extracción del gas asociado a las capas de carbón o Coal Bed Methane
(CBM), centrado principalmente, pero no solo, en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana (CCCA). Las conclusiones
del Estudio son que tanto el volumen de los recursos contingentes de gas, como los análisis económicos y de riesgo
avalan abordar el proyecto exploratorio.

PALABRAS CLAVE: metano, carbón, recursos, riesgo, rentabilidad

1. ANTECEDENTES
Entre 2015 y 2016 se realizó por parte del Grupo HUNOSA y Volta Energy Resources S.L. (VOLTA) un Estudio con el
fin de valorar la viabilidad técnico-económica de un proyecto para la extracción del gas asociado a las capas de car-
bón o Coal Bed Methane (CBM), centrado principalmente, pero no solo, en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana
(CCCA). Para lo cual se revisó prácticamente toda la bibliografía ( ENADIMSA (1971), AIRNC (1985), AITEMIN (1990),
IGME (1984), IGME-ETSIMO (2004), Sáenz de Santa María Benedet (2002), IGME (2003), Zapatero et al., (2004),
Fernández Fernández (2006), Loredo et al. (2006), Sáenz de Santa María Benedet y Gutiérrez Claverol (2013). rele-
vante, poniendo especial énfasis en las evaluaciones efectuadas de los recursos de carbón inventariados, con el fin
de estimar el potencial de gas. En el mismo sentido se analizaron los resultados de los sondeos Asturias Central 1 y
Modesta 1 perforados en 1992 y 1993 respectivamente por la asociación Union Texas (operador) y Hunosa.

La última valoración del IGME estima los recursos de gas in situ en aproximadamente 24 BCM (Billion Cubic Meteres
(BCM), billones anglosajones, o miles de millones de metros cúbicos de gas europeos). La cantidad mencionada nos
parecía extremadamente conservadora, habría que sumar el gas existente en las capas menores de 50 cm (no teni-
das en cuenta) y el de las capas carbonosas, carboneros, lutitas y areniscas de las series estratigráficas westfalienses
de la citada CCCA.

Adicionalmente, para estimar los recursos de CBM existentes en Asturias, habría que añadir los provenientes de las
otras áreas productivas no valoradas, como es el caso del área de La Camocha y el de zonas no explotadas, por estar
cubiertas por la serie mesozoica, pero que poseen la misma estratigrafía que la CCCA y La Camocha, tal es el caso
de las Cuencas Carboníferas Ocultas (CCOA), así como el gas existente en los estratos inferiores de las estructuras
sinclinales de la CCCA.

En resumen, promediando superficies productivas, litotectos pendientes de valoración, y zonas no investigadas en


minería, los recursos de gas in situ podrían triplicarse.

Paralelamente, desde hace unas décadas, se han desarrollado técnicas que permiten al CBM llegar a la superficie
de un modo seguro y controlado. La perforación dirigida y las técnicas estimulantes de la desorción, han creado una
nueva metodología sobradamente probada, con un cuerpo doctrinal científico y técnico respetuoso con el medio
ambiente, que transforma en activos extensas zonas carboníferas. Así es el caso de EEUU, Australia y Canadá, que
actualmente se está extendiendo a otros países como China, Polonia y el Reino Unido, entre otros.

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2. METODOLOGÍA PARA LAS ESTIMACIÓN DE LOS RECURSOS DE GAS EN LA CUENCA CARBONÍFE-
RA CENTRAL ASTURIANA (CCCA)
Para la estimación de los recursos contingentes en el Estudio se han utilizado las definiciones y la metodología
contempladas en el sistema de clasificación de recursos y reservas, aceptado por la industria internacional de los
hidrocarburos, denominado “Sistema de Gestión de Recursos Petrolíferos de SPE/WPC/AAPG/SPEE”(Guidelines for
Application of the Petroleum Resources Management System. (SPE-PRMS) Noviembre 2011. Con la colaboración de
la: Society of Petroleum Engineers (SPE), American Association of Petroleum Geologists (AAPG), World Petroleum
Council (WPC), Society of petroleum Evaluation Engineers (SPEE) y la Society of Exploration Geophysicists (SEG).
http://www.spe.org/industry/reserves.php).

En la Tabla 1 adjunta se refleja la síntesis de las cinco zonas analizadas, con una estimación media de recursos con-
tingentes de 5,5 BCM y estimaciones de 11,5 BCM en el Caso Alto, y de 2,1 BCM en el Caso Bajo.

Tabla 1- Estimación de recursos contingentes para los casos Alto, Medio y Bajo en la CCCA
IGIP CASO FACTOR DE RECURSOS
CASO ALTO DATOS ORIGINALES IGME FACTORES MULTIPLICADORES Factor ALTO RECOBRO CASO ALTO
Contenido Espesor de Porosidad de Gas en Multiplic.
10 6 Tm m3/Tm 6
10 m3 gas 6
10 m3 gas % 10 6 m3 gas
en gas carbòn los cleats encajantes Total
SAMA_ELENTREGO_SAN MAMES 1.240 9,7 12.057 1,7 1,2 1,2 1,4 3,43 41.320 14% 5.785

LA JUSTA_ARAMIL 169 8,2 1.384 1,7 1,2 1,2 1,4 3,43 4.742 14% 664

BARREDO_POLIO_TRES A._TURON_URB 570 6,9 3.935 1,7 1,2 1,2 1,4 3,43 13.485 14% 1.888

ALLER 260 6,8 1.769 1,7 1,2 1,2 1,4 3,43 6.064 14% 849

OLLONIEGO_NICOLASA_RIOSA 769 6,3 4.811 1,7 1,2 1,2 1,4 3,43 16.487 14% 2.308

Totales 3.008 8,0 23.955 82.099 11.494

IGIP CASO FACTOR DE RECURSOS


CASO MEDIO DATOS ORIGINALES IGME FACTORES MULTIPLICADORES Factor MEDIO RECOBRO CASO MEDIO
Contenido Espesor de Porosidad de Gas en Multiplic.
10 6 Tm m3/Tm 10 6 m3 gas 10 6 m3 gas % 10 6 m3 gas
en gas carbon los cleats encajantes Total
SAMA_ELENTREGO_SAN MAMES 1.240 9,7 12.057 1,5 1,15 1,1 1,2 2,28 27.453 10% 2.745

LA JUSTA_ARAMIL 169 8,2 1.384 1,5 1,15 1,1 1,2 2,28 3.151 10% 315

BARREDO_POLIO_TRES A._TURON_URB 570 6,9 3.935 1,5 1,15 1,1 1,2 2,28 8.960 10% 896

ALLER 260 6,8 1.769 1,5 1,15 1,1 1,2 2,28 4.029 10% 403

OLLONIEGO_NICOLASA_RIOSA 769 6,3 4.811 1,5 1,15 1,1 1,2 2,28 10.954 10% 1.095

Totales 3.008 8,0 23.955 54.546 5.455

IGIP CASO FACTOR DE RECURSOS


CASO BAJO DATOS ORIGINALES IGME FACTORES MULTIPLICADORES Factor BAJO RECOBRO CASO BAJO
Contenido Espesor de Porosidad de Gas en Multiplic.
10 6 Tm m3/Tm 10 6 m3 gas 10 6 m3 gas % 10 6 m3 gas
en gas carbon los cleats encajantes Total
SAMA_ELENTREGO_SAN MAMES 1.240 9,7 12.057 1,3 1,1 1 1 1,43 17.241 6% 1.034

LA JUSTA_ARAMIL 169 8,2 1.384 1,3 1,1 1 1 1,43 1.979 6% 119

BARREDO_POLIO_TRES A._TURON_URB 570 6,9 3.935 1,3 1,1 1 1 1,43 5.627 6% 338

ALLER 260 6,8 1.769 1,3 1,1 1 1 1,43 2.530 6% 152

OLLONIEGO_NICOLASA_RIOSA 769 6,3 4.811 1,3 1,1 1 1 1,43 6.879 6% 413

Totales 3.008 8,0 23.955 34.256 2.055

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3. METODOLOGÍA PARA LA ESTIMACIÓN DEL VALOR ECONÓMICO DEL PROYECTO, SIN RIESGO
En general la rentabilidad de una explotación de CBM depende de algunos factores críticos entre los que destacan:
la potencia de las capas de carbón, el contenido en gas, la presión de confinamiento, la permeabilidad de las capas
de carbón, obviamente la extensión de las mismas y los conocimientos previos sobre el área.

Otras variables importantes son: la profundidad de las capas, la facilidad para el tratamiento y desecho del agua, el
coste de los sondeos, el acceso a los mercados o gasoductos y el precio del gas. Estos factores afectan a los otros
riesgos del proyecto distintos de exploratorio.

En el Estudio se tomaron de un modo reiterado y como referencia, los datos de las explotaciones de CBM de los
EEUU, concretamente las de edad Pensilvaniense, muy semejantes a las que nos ocupan.

Con el fin de realizar la valoración económica del proyecto de extracción de CBM, se elaboró un modelo económico
basándose, como se mencionó anteriormente, en datos de EEUU, pero con criterios más conservadores.

Así por ejemplo, si un pozo en la cuenca carbonífera de Warrior cuesta 300.000 US$ equipado y conectado a la red
de recogida, se ha asumido un coeficiente para incrementar los costes de un 250 %, con el fin contemplar las posibles
contingencias, por ejemplo las derivadas de realizar el proyecto en la CCCA en capas verticales.

También los costes operativos (opex) se han estimado en línea con los americanos, pero con un coeficiente en el
entorno del 200% para incrementar los opex. Se han tenido en cuenta los costes de tratamiento de agua y de un
trasporte de gas hasta la red regional.

El precio de venta del gas se ha utilizado un rango entre el precio medio de aprovisionamiento de España en el mer-
cado internacional y el precio de venta a consumidores mayoristas de gas. Se han realizado sensibilidades en tres
escenarios: 7, 10 y 13 US$/mmbtu (Million of british thermal units (mmbtu), unidad de calor equivalente a 0,252164
kilocalorías).

Para la ejecución de los sondeos de desarrollo se ha asumido que se dispone de una torre de perforación, capaz de
perforar y completar cuatro pozos por año, hasta un total de 48 pozos a lo largo de los primeros 12 años, que consti-
tuiría un módulo de extracción.

También se ha estimado un coeficiente de aprendizaje en la perforación, de modo que al cabo de 8 años se alcance
una eficiencia en costes semejante a la americana pero ligeramente menor.

Un factor importante es la bonificación fiscal, derivada del factor de agotamiento. En este sentido, se han contemplado
los dos casos, con y sin, bonificación fiscal.

Tendría toda la lógica aplicar la deducción fiscal derivada del factor de agotamiento, al tener la perforación de los
pozos de extracción de CBM un notable componente exploratorio.

En el modelo se han analizado tres casos para el volumen extraído de gas en el módulo de 48 pozos: Bajo, Medio y
Alto, con valores totales de 0,4, 0,70 y 1,2 BCM producidos respectivamente, lo que correspondería con una Estima-
ted Ultimate Recovery (EUR) o recuperación última por pozo de 9, 15 y 25 x106 m3 para el caso Bajo, Medio y Alto
también respectivamente.

Se considera que el módulo puede ser aplicado en una zona de unos 200-250 Km2 y se podría replicar en otras zonas,
muy posiblemente 3 o 4, dentro de la CCCA y de las CCOA.

No se ha incluido un proyecto-piloto en los cálculos económicos, ni se ha asumido ningún efecto de apalancamiento


financiero del proyecto.

En las Tablas 2 y 3 se reflejan los resultados económicos para el precio de venta de gas de 7 y 10 US$/mmbtu res-
pectivamente y para los casos Bajo, Medio y Alto.

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Tabla.2- Resumen de resultados económicos para el precio de 7 US$/mmbtu (En la notación se utiliza indistinta-
mente mm y MM para los millones. BOE es barril equivalente de petróleo o Barrel Oil Equivalent. VAN es Valor
Actual Neto. TIR es Tasa Interna de Retorno)

TABLA RESUMEN
UNIDADES BAJO MEDIO ALTO
PRODUCCIÓN BCM 0,4 0,7 1,2
PRODUCCIÓN MM SCF 14.798 24.663 41.928
PRECIO us$/mmbtu 7 7 7
NÚMERO DE POZOS núnero 48 48 48
EUR Media por pozo MILL. m3 9 15 25
EUR Media por pozo MM SCF 308 514 873
INVERSIÓN EXPLORATORIA MMUS$ 7,4 10,4 15,6
Coste de Descubrimiento Unitario US$/mmbtu 0,50 0,42 0,37
INVERSIÓN INSTALALACIONES MMUS$ 4,4 7,4 12,6
INVERSIÓN POZOS MMUS$ 29 29 29
Coste de Desarrollo Unitario US$/mmbtu 2,26 1,48 0,99
TOTAL INVERSIÓN (CAPEX) MMUS$ 41,4 47,3 57,6
INVERSIÓN UNITARIA US$/mmbtu 2,95 1,98 1,40
Costes Operativos (OPEX) MMUS$ 22,4 27,3 36,0
COSTES OPERTIVOS UNITARIOS US$/mmbtu 1,71 1,19 0,89
COSTE TECNICO (CAPEX+OPEX) US$/mmbtu 4,67 3,16 2,29
COSTE TECNICO (CAPEX+OPEX) US$/BOE 28,0 19,0 13,7
Paridad US$/€ US$/€ 1,10 1,10 1,10
VAN al 8% real MMUS$ 3 17 43
VAN al 8% real MM € 2 16 39
VAN al 8% real utilizando fact. de agot. MMUS$ 9 32 72
VAN al 8% real utilizando fact. de agot. MM € 8 29 65
TIR % 10% 15% 20%
TIR UTILIZANDO EL FACT. AGOT. % 13% 20% 26%
VAN al 0% real MMUS$ 28 69 140
VAN al 0% real MM € 26 63 128
VAN al 0% real utilizando fact. de agot. MMUS$ 42 102 206
VAN al 0% real utilizando fact. de agot. MM € 38 92 188

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Tabla.3- Resumen de resultados económicos para el precio de 10 US$/mmbtu.

TABLA RESUMEN
UNIDADES BAJO MEDIO ALTO
PRODUCCIÓN BCM 0,4 0,7 1,2
PRODUCCIÓN MM SCF 14.798 24.663 41.928
PRECIO us$/mmbtu 10 10 10
NÚMERO DE POZOS núnero 48 48 48
EUR Media por pozo MILL. m3 9 15 25
EUR Media por pozo MM SCF 308 514 873
INVERSIÓN EXPLORATORIA MMUS$ 7,4 10,4 15,6
Coste de Descubrimiento Unitario US$/mmbtu 0,50 0,42 0,37
INVERSIÓN INSTALALACIONES MMUS$ 4,4 7,4 12,6
INVERSIÓN POZOS MMUS$ 29 29 29
Coste de Desarrollo Unitario US$/mmbtu 2,26 1,48 0,99
TOTAL INVERSIÓN (CAPEX) MMUS$ 41,4 47,3 57,6
INVERSIÓN UNITARIA US$/mmbtu 2,95 1,98 1,40
Costes Operativos (OPEX) MMUS$ 22,4 27,3 36,0
COSTES OPERTIVOS UNITARIOS US$/mmbtu 1,71 1,19 0,89
COSTE TECNICO (CAPEX+OPEX) US$/mmbtu 4,67 3,16 2,29
COSTE TECNICO (CAPEX+OPEX) US$/BOE 28,0 19,0 13,7
Paridad US$/€ US$/€ 1,10 1,10 1,10
VAN al 8% real MMUS$ 16 40 81
VAN al 8% real MM € 15 36 74
VAN al 8% real utilizando fact. de agot. MMUS$ 28 65 128
VAN al 8% real utilizando fact. de agot. MM € 26 59 116
TIR % 17% 23% 27%
TIR UTILIZANDO EL FACT. AGOT. % 22% 30% 35%
VAN al 0% real MMUS$ 59 121 228
VAN al 0% real MM € 54 110 208
VAN al 0% real utilizando fact. de agot. MMUS$ 87 178 336
VAN al 0% real utilizando fact. de agot. MM € 79 162 305

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4. METODOLOGÍA PARA LA REALIZACIÓN DEL ANÁLISIS DE RIESGOS
En base a los datos económicos, en el Estudio se realizó un análisis de riesgo probabilístico, del modo casi estanda-
rizado para la industria de los hidrocarburos, al objeto de estimar el valor con riesgo del proyecto. A modo de ejemplo
se adjuntan las Tablas 4 y 5 para el escenario de precios de 10US$/mmbtu.

Si se asume una probabilidad de fracaso conservadora, del 70%, de que la exploración sea fallida, y para el escenario
de éxito, una probabilidad complementaria de un 10% para cada uno de los casos Alto, Medio y Bajo. El Valor Actual
Neto (VAN) en esperanza matemática y descontado al 8% real sería de 6,4 MMU$, lo cual es indicativo de que habría
que abordar el proyecto.

La probabilidad de fracaso que hace cero el valor presente neto en esperanza matemática es del 82%, que teniendo
en cuenta los conocimientos del área, parece extremadamente pesimista.

Tabla.4- Estimación del VAN del proyecto con riesgo para el caso Medio y de la probabilidad de fallo que haría nulo
el valor del proyecto con riesgo. Sin la bonificación fiscal del factor de agotamiento.
VAN en ESP.
ESCENARIO MEDIO PROBABILIDAD VAN @ 8%
MATEMATICA
MMUS$ MMUS$
EXPLORACION FALLIDA 70% -10,4 -7,3
CASO BAJO 10% 16,0 1,6
CASO MEDIO 10% 39,8 4,0
CASO ALTO 10% 81,3 8,1

SIN BONIFICACION FISCAL 100% 6,4

PROBABILIDAD DE CORTE PROBABILIDAD VAN @ 8% VAN en ESP.


MATEMATICA
MMUS$ MMUS$
EXPLORACION FALLIDA 82% -10,4 -8,5
CASO BAJO 6,2% 16,0 1,0
CASO MEDIO 6,2% 39,8 2,5
CASO ALTO 6,2% 81,3 5,0

SIN BONIFICACION FISCAL 100% -0,0

Si asumimos la deducción fiscal por efecto del factor de agotamiento, la economía del proyecto mejora notablemente,
como se puede observar en la Tabla 5. El VAN en esperanza matemática y descontado al 8% real, se duplica y más,
pasando a 14,8 MMUS$.

La probabilidad del corte para el caso de fracaso que hace el VAN en esperanza matemática nulo, sería casi un 88%,
lo que resulta poco realista, también por excesivamente pesimista.

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Tabla.5- Estimación del VAN del proyecto con riesgo para el caso Medio y de la probabilidad de fallo que haría nulo
el valor del proyecto con riesgo. Con la bonificación fiscal del factor de agotamiento.
VAN en ESP.
ESCENARIO MEDIO PROBABILIDAD VAN @ 8%
MATEMATICA
MMUS$ MMUS$
EXPLORACION FALLIDA 70% -10,4 -7,3
CASO BAJO 10% 28,3 2,8
CASO MEDIO 10% 64,6 6,5
CASO ALTO 10% 128,1 12,8

CON BONIFICACION FISCAL 100% 14,8

PROBABILIDAD DE CORTE PROBABILIDAD VAN @ 8% VAN en ESP.


MATEMATICA
MMUS$ MMUS$
EXPLORACION FALLIDA 88% -10,4 -9,1
CASO BAJO 4,1% 28,3 1,2
CASO MEDIO 4,1% 64,6 2,7
CASO ALTO 4,1% 128,1 5,3

CON BONIFICACION FISCAL 100% 0,0

En definitiva, el análisis de los datos económicos es estimulante y anima a seguir avanzando en el proyecto.

5. CONCLUSIONES GENERALES
Las principales conclusiones del Estudio, y que por la limitación de espacio se exponen de un modo sucinto, pero que
deseamos compartir mediante esta comunicación son:

a) En primer lugar, es conveniente la utilización la terminología estandarizada en la industria de los hidrocarbu-


ros en lo que recursos y reservas se refiere, para evitar confusión en cuanto a las estimaciones de potencial
de la zona a evaluar.

b) Las cuencas asturianas son similares en lo referente a rangos de los carbones, edad, potencia media de las
capas, contenido en gas y probablemente en cuanto a permeabilidad, a los carbones de las cuencas apala-
chenses de los EEUU de edad Pensilvaniense, donde se han realizado miles de pozos para CBM con gran
éxito. Únicamente existen diferencias relevantes en lo que a estructuras tectónicas se refiere. Por tanto, el
apalachense sirve como modelo teórico y experimental hasta disponer de datos propios más precisos.

c) Hay recursos contingentes de gas que ameritan el proyecto exploratorio. Así por ejemplo el IGME (2004)
estimaba en 24 BCM el gas in situ susceptible de ser explotable por CBM en la CCCA, aunque sin tener
en cuenta:
• El potencial de metano de los carboneros que contribuyen al suministro de gas.
• El papel que las rocas porosas de caja de los carbones, que pueden jugar como almacén de metano desor-
bido de los carbones, en el tiempo geológico.
• El hecho de que las medidas de contenidos en metano, tomadas en el frente de mina, son más bajos que
las reales, por estar desgasificadas debido a la despresurización que producen las labores mineras.
El gas in situ para la CCCA se evalúa entre los 34 y 90 BCM con una mejor estimación centrada en los 55 BCM. Los
cuales en función del factor de recobro aplicado, darían lugar a unos recursos contingentes estimados entre 2 y 14
BCM, con una mejor estimación centrada en los 5,5 BCM, siempre siguiendo criterios de prudencia.

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d) Los sondeos Asturias Central 1 y Modesta 1 no son concluyentes para dar por finalizada la exploración del
CBM en la CCCA. Se han estudiado los datos disponibles de los sondeos Asturias Central 1 y Modesta 1,
llegando a las siguientes conclusiones:
• En el Asturias Central 1 las numerosas dificultades técnicas en la perforación impidieron el adecuado reco-
nocimiento de la serie atravesada.
• En el Modesta 1, fue bien ejecutada la perforación, probó gas, pero no fue concluyente el resultado de las
pruebas. Se considera muy mejorable el programa de test y su realización.

e) Existe dos retos importantes a abordar en la exploración:


• La verticalidad de la capas asturianas que induce a considerar como más adecuado el modelo de perfora-
ción y completación multicapa perpendicular a la estratificación, similar al que se emplea con éxito en las
cuencas apalachenses americanas.
• La permeabilidad del carbón, que es crítica.

f) Se han definido una serie de zonas prospectivas de mayor interés: Zona Nalón Norte y Noreste, en los flan-
cos de los grandes pliegues; Zona Olloniego-El Viso, Zona de Pampiedra y Zonas de “cielos abiertos” de La
Matona-Las Mozquitas, aun cuando estén abandonados. Los criterios que se han utilizado son:
• Reconocer los paquetes Sotón y María Luisa en el Nalón, y el paquete Canales en la Unidad Riosa-Ollo-
niego, por su mayor espesor de carbón acumulado. En ellos el rango de los carbones es el adecuado, y se
esperan contenidos en gas y permeabilidades apropiados para la exploración de CBM.
• Investigar áreas en las que el acceso a macizos de carbón “virgen” (no explotado por minería de interior)
sea relativamente poco costoso, mediante sondeos no profundos, iniciando la prospección entre los 400 y
700 m.

g) Desde el punto de vista económico, se ha realizado una modelización siguiendo también el criterio de
prudencia. Ante la dificultad de establecer costes en España y ante la falta de datos primordiales, como
permeabilidades, curvas tipo, anisotropías direccionales, presión de formación, configuración geológica de
detalle, etc., se han tomado parámetros y costes de en EEUU, incrementándolos hasta un 200% los costes
operativos y hasta un 250% la inversión en perforación.
• Para un proyecto teórico de 48 pozos, y un precio de venta de gas de 10 US$/mmbtu, se obtienen, en los
tres escenarios analizados: Bajo, Medio y Alto, unas TIR reales de 17%, 23% y 27% respectivamente, con
un VAN descontado al 8% real de: 15, 36 y 74 MM€ también respectivamente para cada uno de los tres
casos
• Estas tasas internas de retorno se incrementan en un 6% a 7% si se aplican los beneficios fiscales deri-
vados del factor de agotamiento. Alcanzando el VAN descontado al 8% real los 26, 59 y 116 MM€ también
respectivamente para cada uno de los tres casos.

El análisis de los datos económicos valida la realización del proyecto exploratorio.

h) Entre los aspectos científico-técnicos, destacar que en afloramientos puntuales y muestras de carbón se
ha comprobado la existencia un diaclasado ortogonal, los denominadas cleats de la literatura anglosajona,
que permiten afirmar que el carbón se encuentra fracturado, existiendo – al menos localmente- un sistema
de permeabilidad primaria (sistema ortogonal de cleats), que constituye la principal vía de salida del gas
adsorbido en los microporos del carbón.

i) Con el fin de mostrar la robustez económica del proyecto, se ha realizado una sensibilidad para el caso
Medio y con 10 US$/mmbtu de precio de gas, asumiendo que el coste de los sondeos es un 500% superior
al de los EEUU, obteniendo una TRI real de 17%, que se eleva al 22% con la ventaja fiscal del factor de
agotamiento, y un VAN descontado al 8% de 24 MM€, que se eleva a 42 MM€ si también se tiene en cuenta
el factor de agotamiento, lo cual avala la solidez del proyecto.

Oviedo y Madrid a 22 de noviembre de 2017

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268
GEOLOGÍA, CAMBIO CLIMÁTICO Y CÓMO TRATAR DE AMINORARLO
Martínez del Olmo, Wenceslao Oil &Gas Capital s.l. (OGC), Calle Ángel Muñoz 3, 28043 Madrid.
wmartinez@oilandgascapital.com

RESUMEN: Desde que en 1950, Ch. D. Keeling consiguió medir la cantidad de CO2 presente en la atmósfera te-
rrestre y con ello demostrar su incremento desde la revolución industrial a hoy, el CO2 emitido por la industria ha sido
considerado el único responsable del cambio climático. La información geológica, obtenida tanto de los registros
sedimentarios del Planeta como de los testigos cortados en el hielo antártico, confirman ese incremento, pero tam-
bién indican que la quema de combustibles fósiles solo ha sido responsable de una modesta aceleración del periodo
inter-glacial que vive el planeta Tierra. Las concentraciones de CO2 en los últimos 400.000 años, muestran que los
episodios glacial (frio) e inter-glacial (cálido) se han alternado en cuatro ocasiones, y que las concentraciones del
CO2 atmosférico han pasado de las 290 partes por millón (ppm) de los máximos cálidos, a las 450 ppm actuales.
Pero no es menos cierto que esas 450 ppm son muy inferiores a las 3.500 registradas en el comienzo del Tercia-
rio. En resumen, la quema de combustibles fósiles ha incrementado las concentraciones de CO2 atmosférico de un
inter-glacial, y estas un notable efecto invernadero contra el que estamos obligados a luchar, sin olvidar que: 1) Un
moderado efecto invernadero es necesario para no convertir al Planeta en una bola de hielo. 2) La lucha, no puede
hacerse destruyendo el estado del bienestar que tanto costó conseguir. 3) La pelea ha de ser global. 4) La Tierra se
recuperó de cambios climáticos mucho más severos que acabaron con el 90% de las especies vivas. 5) Suprimir en
un corto plazo los combustibles fósiles, que aportan el 86,5% de la energía necesaria, parece un imposible. Es así
por lo que se impone: economizar energía mediante un cambio de conducta individual y familiar, cambiar a térmicas
de ciclo combinado de gas el mayor número posible de las de carbón, promover en todo el Planeta, el desarrollo de
las energías renovables, impulsar el parque automovilístico híbrido y eléctrico, incentivar la captura y el secuestro del
CO2 emitido por las centrales térmicas e industrias, y dedicar recursos a su secuestro en trampas geológicas.

PALABRAS CLAVE: Cambios climáticos, soluciones y deberes.

1. INTRODUCCIÓN
Desde que Ch. D. Keeling midió la cantidad de CO2 presente en la atmósfera terrestre y presentó la llamada curva del
“palo de golf” (Keeling, 1978) que muestra el aumento del mismo desde la revolución industrial a hoy, el CO2 emitido
por la quema del Carbono ha sido atribuido como único responsable del cambio climático por el efecto invernadero
que promueve su alta concentración en la atmosfera. Una verdad a medias que admite numerosos matices, a los que
dedicaremos algunas líneas y figuras.

Uno de los desastres producidos por el calentamiento se fija en el ascenso del nivel marino, sin embargo, cuando se
revisan los datos procedentes del conocimiento geológico derivado de los registros sedimentarios del planeta (Haq,
et al. 1987) se advierte que el nivel marino ha sido un continuo vaivén, y que de sus ascensos y descensos no puede
culparse a la emisión del CO2 procedente de la entonces inexistente industria. Lo que traduce que el planeta mani-
fiesta un ritmo propio que no podemos obviar y que en gran medida es independiente de la llamada culpabilidad del
carbono o de los combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas. Matiz, frecuentemente olvidado por aquellos que, ni
estudian, ni leen, ni Geología, ni astronomía.

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Figura 1 – La curva conocida como del palo de golf. Relación temperatura / CO2 y ascenso del nivel del mar.

Figura 2 – Astronomía para entender el gobierno del clima del Planeta (desde Milankowitch, 1920)

¿Estamos viviendo un ciclo de 400.000 años? Sabéis que numerosos paleontólogos aseguran que el crecimiento
de la capacidad cerebral (Australopitechus, Antecesor, Heidelberg y Sapiens) fue inducida por ciclos climáticos de
400.000 años. Pues si es así, no hay mal que por bien no venga y “nos crecerá el cerebro”

Si ponemos en duda los datos geológicos, el avance tecnológico que propició la revolución industrial, permite desde
los testigos tomados en el hielo antártico, remontarnos a las concentraciones de CO2 en los últimos 400.000 años
(Petit et al. 1990; Etheridge et al.1996). Ellas muestran que los episodios glacial e inter-glacial de este tiempo pre-in-
dustrial se han sucedido hasta en un mínimo de cuatro grandes ocasiones (Günz, Mindel, Riss y Würm) y que las
concentraciones del CO2 atmosférico han variado sustancialmente desde los fríos episodios glaciales a los cálidos
interglaciares.

Desde estos 400.000 años puede establecerse que la línea base (partes por millón del CO2 atmosférico) de los
periodos cálidos ha pasado de los 0,22-0,36 ppm/año de ritmo de crecimiento, a los 0,50 ppm/año (Martinez del
Olmo, 2007) ocurridos tras la revolución industrial. Pero del mismo modo, no puede negarse que discurrimos por un
inter-glacial cálido que aún no ha alcanzado su cenit, y que si no se rompe el ritmo de los últimos cuatro inter-glacia-
les, podría todavía durar entre 6.000 y 12.000 años más. Cifras que dejan claro que el tiempo humano, es apenas un
suspiro del tiempo geológico.

En conclusión, no puede negarse que el CO2 humano acelera un cambio climático natural, pero tampoco puede
negarse que cambios climáticos precedentes (Zachos, et al., 2001; Tripati, et al., 2009) no han sido producidos por
la quema del carbono, y es así como la llamada a la “descarbonización” deja dudas sobre su viabilidad y sobresalta,
pues no se debe olvidar que el carbono es base de los aminoácidos y estos de la vida.

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Figura 4 – Los cuatro grandes cambios climáticos de los últimos 400.000 años, la duración de los cálidos intergla-
ciales y el incremento del CO2 desde la revolución industrial.

Los isotopos de Boro presentes en las conchas de los moluscos y foraminíferos marinos fósiles nos han permitido
retroceder hasta 55 millones de años (Pagani et al., 2005). Esta marcha atrás en el tiempo, vuelve a plantearnos
preguntas, que para algunos resultan incómodas y para otros, los menos egocéntricos, no lo son tanto. Una de ellas
es ¿qué pudo pasar en el llamado Paleoceno-Eoceno Máximo Termal (PETM) para que se produjera un drástico des-
censo del CO2 (de 4.000 a 600 ppm)? Más adelante contaremos algo sobre este evento que nos gustaría reproducir
sin pasarnos de la raya, porque pasarla convertiría al Planeta en una blanca bola de hielo, pues un moderado efecto
invernadero es necesario.

Para dar muchos más pasos atrás en el tiempo, tenemos que servirnos del conocimiento geológico de los registros
sedimentarios que la historia del Planeta nos ha dejado. Cuando desde ese, a veces olvidado y frecuentemente igno-
rado conocimiento geológico, se trabaja la historia de la Tierra, se constata que la frecuencia de los cambios del nivel
del mar se ha reducido progresivamente desde los 5-5,5 millones de años del Cámbrico-Ordovícico a los 0,8 millones
de años del Plioceno-Pleistoceno (Haq et al., 1987; Martínez del Olmo, 2015) lo que nos lleva a hacernos algunas
preguntas de interés:

• ¿Se acelera la dinámica de los mares del Planeta?


• ¿Mejoramos nuestro análisis geológico cuando el registro sedimentario es más moderno?
• ¿La aceleración de los cambios del nivel marino indican la autodestrucción del Planeta?

La respuesta a la primera pregunta es obviamente si, a la segunda también, porque aunque es cierto que es más fácil
interpretar un sedimento actual que uno de 400 millones de años atrás, las cifras son tan exageradamente diferentes
que no dejan lugar para las dudas. Para responder a la tercera pregunta habría que interrogar a expertos en termo-
dinámica y astrofísica.

Figura 5 – Concentraciones de CO2 desde el Máximo termal del Paleoceno-Eoceno hasta el año 2017 y aumento de
la frecuencia de los cambios del nivel marino desde el Cámbrico al Pleistoceno.

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De lo que tampoco se puede dudar es que acontecimientos no relacionados, fueron eventos que consiguieron alterar
y cambiar la biodiversidad, pero la vida se adaptó, se recuperó en un tiempo breve y la evolución orgánica siguió su
curso, razón por la que estamos aquí.

• Masa forestal del Carbonífero.


• Extinción biológica masiva en el Triásico, causada por el volcanismo de la Meseta del Dekan.
• Espectacular desarrollo de la vida en la llamada green house del Cretácico, coincidente con altísimos contenidos
atmosféricos de CO2 y el más alto nivel del mar de la historia del Planeta.
• Extinción de los dinosaurios por el impacto de un meteorito.
• Un ártico con agua dulce hace apenas un suspiro (Backman, et al. 2004; Bujak, 2006)
• La expansión del Homo Sapiens gracias a la creación de helados puentes intercontinentales.

Figura 6 – Acontecimientos de interés y duración de los ciclos eustáticos completos (bajada, ascenso y alto nivel del
mar en barras verticales).

Las figuras precedentes parecen indicar que salvo en el excepcional caso del Triásico Superior, se asiste tanto al in-
cremento de la frecuencia con la que se producen los cambios de nivel marino, como a la reducción de la duración de
los ciclos eustáticos (del Cámbrico al Carbonífero, del Pérmico al Triásico Medio, y desde el Jurásico al Cuaternario)
lo que permite interpretar que la dinámica de los mares del Planeta sufre una aceleración progresiva en un super-ci-
clo de 55 millones de años enfriando (Bujak, 2006) y con descenso del nivel marino, grafico que ilustra que nuestra
observación del cambio climático la realizamos a escala humana y no planetaria.

Figura 7 – CO2, temperatura (isótopos de Oxígeno) niveles de mar y glaciaciones.

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2. EL OCÉANO ÁRTICO
Desde hace unos años el slogan “salvar el Ártico” ha sido acompañado por la famosa foto del oso polar que, buscando
la banquisa donde cazar focas ha inundado los medios ecologistas, y ha llegado hasta conseguir que se otorgase un
Premio Nobel en el año 2007. Sin embargo, pocos conocen, o si lo saben, lo silencian, que el Océano Ártico estuvo
prácticamente incomunicado y con agua dulce hace unos 55 millones de años (Pearson and Palmer, 2000; Backman
et al. 2004; Pagani et al. 2005; Heather, 2006; Bujak, 2006, 2007) estadio que propició una brusca caída del CO2
(de 3.500 a 600 ppm) que fue producida por un importante aumento de la biomasa, que es conocido como el evento
Azolla, acontecimiento puesto de manifiesto por un crucero geológico-oceanográfico sobre la cordillera submarina
conocida como Lomonosov Ridge. La perforación realizada reconoció 8-10 metros con más del 90 % de Azolla en
láminas, capa que se correlacionó con 800.000 años de un ártico incomunicado, con agua dulce y anoxia. Excelente
roca madre para hidrocarburos que explica porque los países se disputan la soberanía de territorios del ártico y plan-
tan sus banderas.

Figura 8 – Contenido de CO2 (ppm) y su drástica caída de hace 50 M años conocida como evento Azolla.

El Azolla, que no ha cambiado su fenotipo desde el Cretácico, es un helecho flotante de agua dulce que dobla su bio-
masa en dos días, consume 1.482 Tm de CO2 por Km2/año, fija el Nitrógeno y es cultivada en Asia como fertilizante.
Su elevado consumo de CO2 (Bujak & Bujak, 2013) nos podría llevar a proponer una solución al problema al que nos
enfrentamos, “inundar y cultivar Azolla sobre el 60% de la superficie agrícola del Planeta”. Actividad que produciría
una importante y rápida caída de las concentraciones del CO2 de la atmósfera y una, más que probable, generalizada
hambruna.

3. EMISIONES DE CO2 DESDE ECONOMÍAS RICAS Y POBRES


Según a quién se pregunte, la pasada cumbre de París del 2015 es considerada, un éxito o un fracaso, motivo por el
que parece necesario comentar cómo llegaron a ella 176 países:

• Todos concienciados sobre la necesidad de aminorar el cambio climático, y todos culpando de su aceleración al
efecto invernadero producido por el aumento del CO2 en la atmósfera.
• Las economías ricas, las más emisoras de CO2, aduciendo que para mantener su previsible creciente consumo
eléctrico, no pueden, de la noche a la mañana, dejar de quemar combustibles fósiles, en especial, el accesible y eco-
nómico carbón del que disponen algunas de ellas.
• Los países en desarrollo y en vías de hacerlo, argumentando que ellos no son los responsables del panorama actual
y que es injusto que renuncien al bienestar que proporciona la electricidad.

La Secretaría de Cambio Climático de Naciones Unidas (SCCUN) estima que mantener los 445 ppm (partes por
millón) de CO2 costaría el 3% del PIB (producto interior bruto) mundial, pero si se reducen las emisiones entre el
50-75% el precio sería del 0,12% del PIB mundial, cifras nada despreciables, pero asumibles para algunos países e
inasumibles para otros, que también firmaron los acuerdos de Paris.
Los ecologistas, no sin razón, convencidos de sus argumentos y datos, califican a Paris de fracaso porque no obliga
a los países desarrollados a reducir sus emisiones de CO2. Expresaban así, algo muy parecido a la famosa novela

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“crónica de una muerte anunciada”, y dieron en el clavo, porque muy recientemente, EEUU se ha desmarcado de los
acuerdos por puros e incomprensibles, para un país tan rico, motivos económicos.
Podemos decir que París no fue un fracaso por:
• Su unánime llamada de atención.
• Por no llevar al mundo a una nueva y más profunda recesión económica que perjudicaría tanto a los países desa-
rrollados como a los que están en vías de hacerlo.
• Porque con o sin EEUU muchos van a cumplir el tratado.

Figura 9 – Emisiones de las 176 economías que se dieron cita en Paris 2015.

El gráfico anterior evidencia que seis economías (China, EEUU, Iindia, Rusia, Japón y Europa) emiten el 62 % del
total, 20 países emiten un 6 % y 151 emiten el 38 %. Queda así meridianamente claro que:

• Emisiones y desarrollo son, por el momento, inseparables.


• Que la lucha para la reducción debe estar dirigida a no más de 20-25 países.

De otra parte, las cifras proporcionadas por diferentes organismos gubernamentales y privados (British Petroleum,
2013; International Energy Outlook, 2016) vienen a indicar que los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) pro-
porcionan el 87% de la producción energética mundial, siendo del 74% para el caso de España, país considerado
pionero y desarrollado en la producción desde las renovables. Sea el 87 o el 74 %, se antoja evidente que suprimir
los combustibles fósiles, en un corto tiempo, es una misión imposible, pero reducir, no es lo mismo que suprimir en
su totalidad.

4. BUSCANDO SOLUCIONES
Es evidente que estamos obligados a reducir las emisiones de CO2 del modo más rápido y eficiente posible, pero
también lo es, que no podemos paralizar o destruir una gran parte de todo aquello que conforma el estado del bien-
estar: industria, transporte, energía, agricultura y vivienda para una población que no deja de crecer y que se estima
alcanzará los 10.000 millones en el año 2050.

Cuando se atisban las previsiones de crecimiento de las emisiones mundiales en la próxima década, se advierte que
todas crecerán a ritmos nada despreciables, por el efecto llamada que provocan los bajos precios de los combustibles
fósiles. De ser así, si no incrementamos la producción desde las renovables, la aceleración del cambio climático, que
queremos detener, no dejará de crecer mientras dure el interglacial que vivimos.

Al revisar los cinco grandes sectores del estado del bienestar, es no solo razonable, sino también ético, que dos de
ellos no admitan actuaciones que mermen su crecimiento: agricultura para alimentar a la creciente población, y cons-
trucción para dar vivienda digna a una inmensa población que carece de ella. Por ello, se impone reducir emisiones
en tres sectores: industria (cemento, acerías y fábricas de todo tipo que deben ser adaptadas a la normativa Europea
DEI /2016), transporte (cambios al coche eléctrico, híbrido o a gas) y energía, para la que ya hay soluciones con tec-
nología probada (renovables, térmicas de gas) y aquí surge otra pregunta incómoda. ¿Suprimir el carbón, ya que su
quema, es con gran diferencia, el mayor emisor de CO2?

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En el año 2014 las emisiones de CO2 procedentes de la industria (térmicas, refino, cementeras y siderurgia) alcanza-
ron el 48 % de las emisiones totales (British Petroleum, 2013). Secuestrar estas emisiones en trampas geológicas es
posible, gracias a los 100 años de exploración de hidrocarburos, porque no es un problema tecnológico, sino de pre-
cio. Baste decir que en yacimientos de hidocarburos agotados, muchos países que son y fueron grandes productores
de petróleo y gas, conocen tampas geológicas con capacidad de secuestro para 100 años de lo que emiten ellos y
sus vecinos. Es decir, el problema sólo está en los todavía experimentales procesos (oxicombustión-calcinación, car-
bonatación y adsorción física y química) de captura en las plantas emisoras, y de transporte y monitoreo del secuetro,
que aún mantienen precios que inhiben el deseado secuestro.

Un último problema es calcular. cuantos años ¿8.000-20.000? tendremos que estar capturando y secuestrando CO2
hasta que el interglacial cálido cambie a uno frio.¿Demasiado tiempo para encontrar capacidad mundial constatada
para esa inyección-secuestro tan voluminosa y continuada? Sé que he exagerado, porque 100 años de homo sapiens
pueden promover cambios sustanciales, pero no viene mal hacerlo para ilustrar el problema.

El crecimiento del transporte urbano, no industrial, se estima que alcanzará 2.000 millones de vehículos en el año
2035, de los que tan solo el 10,5 % seran del tipo menos contaminante: 2,5 % eléctricos y 8,0 % híbridos.

La recarga de un coche eléctrico (año 2016) se calcula en una media de 15 Kw/hora/día, lo que significaría que habría
que añadir a la generación eléctrica unos nuevos 18.000.000.000 de Kwh, cifra que prácticamente se duplicaría en
el año 2035. Este incremento del 12-20 % anual de la generación eléctrica, con el actual mix de producción, repre-
sentaría emitir cada año entre 8.000 y 13.000 millones de nuevas toneladas de CO2. Cantidad, poco importante, si se
compara con los 41.000 millones de toneladas que se emiten a la atmósfera, pero dados los beneficios y la posibili-
dad de incrementar las renovables, incentivar el cambio a lo eléctrico, sin duda que es una mágnífica opción. Así las
cosas, parece que la más económica y rápida solución es la promoción del coche híbrido, ya que una vez recargado,
se autoabastece.

5. LAS ENERGÍAS RENOVABLES Y SUS SERVIDUMBRES


Las renovables, eólica, solar, y si queremos incluir a la nuclear, porque la consideremos segura, producen el 14 % de
la energía mundial, lo que significa que para alimentar el Planeta con sólo energías renovables se deberían mutiplicar
por ocho, sus hoy activos, centros de producción. Este aumento parece imposible en un corto plazo; pero si supri-
mirlas totalmente es imposible, reducirlas sustancialmente se puede lograr si se adoptan las medidas económicas
necesarias.

Las apreciadas y verdaderas renovables (eólica, solar, hidroeléctrica) tienen una servidumbre, que no es otra, que
necesitar una central térmica de reemplazo para cuando la ausencia de lluvía, viento y sol, fallan por cortos o largos
periodos de tiempo.

No he encontrado una estadística mundial del número de plantas renovables que existen en el mundo, pero si toma-
mos España como ejemplo, podemos calcular que para alcanzar el 100 % eólico necesitariamos pasar de los 13.000
aerogeneradores en funcionamiento a la respetable cifra de 65.000, lo que lleva a preguntarse si hay espacio para
ello y si para encontrarlo tendríamos que recurrir a la franja marina, próxima a costa, donde su precio de instalación
se incrementa y donde habría que convencer a la industria turística de que no se destruiría el atractivo paisaje que
la sustenta.

Volviendo a España, es bueno conocer que tenemos 26 centrales termosolares y fotovoltáicas que proporcionan el
5% del consumo, de tal forma que para que desde ellas llegasemos al 100% de la generación eléctrica necesitaría-
mos construir 520 nuevas plantas como las que ya tenemos, o 200 como la mayor construida (Marruecos) que ocu-
parian una superficie de 800 Km2 y evitarían la emisión de 48.000.000 toneladas de CO2 año.

6.TÉRMICAS DE CARBÓN Y GAS


La quema del carbón representa el 30 % de la producción mundial de energía; de ahí que la cumbre de París no se
atreviese a imponer su prohibición, y ello, aunque conociese que su uso en las centrales térmicas es, sin duda y con
diferencia, el mayor emisor mundial de CO2. Las emisiones estan lideradas por EEUU y China que son los grandes
consumidores de carbón, pues entre ambas queman el 70-80% del carbón extraído del Planeta. Esta política basada
en claves económicas es seguida por aquellos que como EEUU y China poseen enormes reservas y bajos precios
de extracción a cielo abierto.

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Recientemente EEUU, apoyado en la producción de gas no convencional, ha empezado a cambiar muchas de sus
viejas térmicas y con ello ha conseguido reducir un 20% el volumen de sus emisiones de CO2, cambio estructural que
parece abortado por el nuevo gobierno.

Una central térmica de gas emite un 66 % menos CO2 que una de carbón (Termuehlen, 2001) luego con sólo cambiar
las térmicas de carbón a los ciclos combinados, conseguiríamos reducir el 60-65 % de las emisiones mundiales de
CO2, y con ello surgen otras tres preguntas:

• ¿Hay reservas mundiales de gas para promover esta transformación? Respuesta positiva a escala mundial porque
hay más de 125 años de reservas probadas.
• ¿Se justifica el aumento del precio del Kwh? Si estamos concienciados que lo importante es reducir emisiones, sin
duda que si.
Por último, como estamos en Sevilla, dejaré algunos datos de la situación en España:
• La que podemos llamar “España Verde” estaría conformada por solar, aerogeneradores, hidroeléctrica, y si nos olvi-
damos de Chernobil y Fukushima, la nuclear, conjunto que en 2015 producejeron el 59 % de la electricidad consumida
y posiblemente necesaria.
• Para producir el 100 % de esa electricidad desde cada una de esas fuentes, necesitaríamos 30 nuevos reactores
nucleares, 52.000 nuevos aerogeneradores,10.500 nuevos saltos hidraúlicos y 650 nuevas plantas termosolares
como las ya existentes.

Cuando se analiza el mix eléctrico español, se aprecia que aquella generación que menos emisiones de CO2 produce,
que consideramos no peligrosa y capaz de desarrollarse en un corto tiempo, tales como cogeneración, gas en ciclo
combinado y termosolar, vemos que están infradesarrolladas (27 % del mix) lo que hace que implementar su desarro-
llo presuponga una oportunidad a tener muy en cuenta.

De otra parte, la generación individual, solar o eólica, puede impulsarse si se legisla adecuadamente, porque unos
miles de tejados, no parecen una cifra imposible en la soleada España del Sur y en la ventosa España del Norte.

Con un consumo de gas natural mayor del 99,2 % de la producción nacional y con unas reservas estimadas para un
mes de consumo, parece evidente que si se decidiese sustituir el carbón por el gas natural, al menos, en las térmicas
que queman carbón importado, para de esta forma reducir un 66 % las emisiones de CO2, habría que fomentar la
exploración nacional de este combustible.

6. CONCLUSIONES
Es evidente que ante un problema tan complejo, y tan fácil de opinar, con o sin argumentos y datos sólidos, establecer
conclusiones que satisfagan a todos, no es nada fácil, pero las páginas y figuras precedentes permiten glosar que:
• La aceleración de un cambio climático natural por el CO2 humano es incontestable.
• Sabemos que transitamos por un periodo interglaciar cálido que aún puede durar unos miles de años.
• En ocasiones, el Planeta lo pasó peor y se recuperó en un tiempo breve. Hay que creer en él, y al mismo tiem-
po, no tirar la toalla en la lucha por su defensa.
• El crecimiento de la población y la conservación y desarrollo del estado del bienestar apuntan a que las emi-
siones procedentes de los combustibles fósiles aumentaran en un 40-60 % en una década, lo que hace pensar
que la “descarbonización” en corto plazo, es muy difícil o imposible.
• ¿Qué podemos hacer para combatir los problemas?
• Economizar energía con un cambio de costumbres individuales y familiares.
• Promover el desarrollo de las energías renovables en todo el Planeta, especialmente en aquellos países
donde su crecimiento es más factible, y si es necesario importar desde ellos, y pagar, la electricidad limpia.
Solución que junto a la nuclear parece haber adoptado Francia al prohibir la exploración en todo su territorio.
¿Qué hacer cuando los productores no tengan reservas que exportar o aprovechen los déficits para incremen-
tar su precio?
• Legislar medidas económicas que faciliten la cogeneración.
• Desarrollar el parque automovilístico híbrido y, en menor medida, el eléctrico, porque el primero se recarga.
• Acelerar las tecnologías de captura del CO2 en industrias, especialmente en las térmicas de carbón y abaratar
los precios del secuestro en trampas geológicas.
• Incrementar hasta donde sea posible los parques eólicos y termosolares.
• Cambiar a térmicas de ciclo combinado de gas el mayor número posible de las de carbón.

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Establecer fuentes de financiación mucho mayores que las establecidas en Paris 2015, para así poder aplicar la tec-
nología conocida y la que vendrá, y promover el sustancial desarrollo del I+D+I.
Del mismo modo, es evidente que nuestro reto y deber es:
1. Suministrar energía a una población creciente para no paralizar o inhibir su desarrollo económico.
2. Obtener el suministro energético en las condiciones más compatibles con la conservación del medioambiente.
3. Discutir, con argumentos, las campañas mediáticas que, desde la ignorancia y la ausencia de datos científicos y
económicos, paralizan posibles soluciones. Es difícil, porque es muy fácil asustar, pero individual y colectivamente
debemos intentarlo.
4. Resolver los numerosos conflictos existentes por la vía de la cooperación y el diálogo y no del enfrentamiento. Ni
todo es blanco o verde, ni todo es rojo o azul.
5. Establecer un uso racional de todas las fuentes de energía.

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• 380
• Cambios en el consumo de Combustibles en el futuro. Consecuencias en la exploración y el refino del petróleo
• Sr. Angel Cámara Rascón1, Sr. Jesús Guinea Rodríguez
• 1Upm, Madrid,

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380
CAMBIOS DE COMBUSTIBLES EN EL FUTURO.
Cámara Rascón, Ángela, Guinea Rodríguez, Jesús Franciscob
Catedrático de Universidad. E.T.S.I. de Minas y Energía. UPM, angel.camara@upm.es
Técnico independiente de Petroquímica y Refino, jeguinear@gmail.com

RESUMEN: En esta ponencia se analizan las expectativas de cambio en el consumo de combustibles en el horizonte
próximo año 2020 y en el horizonte 2030-2040 y como puede influir en el esquema de refino de Europa y de Estados
Unidos, considerando el incremento en el consumo de gasolinas y gasóleos fundamentalmente en los países asiáti-
cos y, bastante menos, en los africanos en contraposición a la disminución esperada en Europa. Para el desarrollo del
trabajo se han utilizado las previsiones de compañías energéticas, de la eia (US energy information administration),
de la AOP (Asociación española de operadores de productos petrolíferos), de ANFAC (Asociación nacional de fabri-
cantes de automóviles y camiones) y de las propias compañías automovilísticas. Para el esquema de refino se han
empleado datos específicos del sector.

PALABRAS CLAVE: Hidrocarburos, refino, combustibles y cambio climático.

1. INTRODUCCIÓN:
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronostica que para 2040 el consumo energético aumentará en un 30%.
Compaginar este dato con el compromiso de cumplimiento del Acuerdo de París no se imagina fácil salvo que el sec-
tor energético viva profundos cambios en cuanto a fuentes y potencias de producción y, aun así, no es factible que se
alcance la tasa de reducción de emisiones prevista. La mejora en la intensidad energética, la irrupción y consolidación
del motor eléctrico e híbrido, la evolución de los motores Diesel y de gasolina y su influencia en el consumo mundial
de crudo y gas natural a nivel mundial y regional, son algunos de los factores a considerar para poder establecer un
modelo que permita pronosticar el futuro del sector de los combustibles.

2. SITUACIÓN ACTUAL DE LA DEMANDA DE COMBUSTIBLES. INFLUENCIA EN LOS ESQUEMAS DE


REFINO EUROPEOS Y AMERICANOS:
La entrega neta en los años 2015 y 2016 de gasolinas de automoción y de aviación en Estados Unidos más que du-
plican las de gasóleos (1) siendo la relación de naftas+ gasolinas a destilados medios (keroxeno+ gas-oil) del 156%,
mientras que en Europa OCDE representan sólo un 40% de la demanda de gasóleos (2). Esto implica que las unida-
des de refino americanas buscarán producir mucho más naftas y gasolinas que las europeas que estarán mucho más
orientadas a la producción de destilados medios.

Se favorece en las refinerías norteamericanas de alta conversión, las unidades de FCC que trabajarán a máximo de
naftas alimentando gasoil ligero y pesado de topping (descolgando la máxima cantidad posible) con gasoil ligero y
pesado de vacio e incluso un determinado porcentaje de Crudo Reducido, Se completarán con unidades de hidrotra-
tamiento y reformado catalítico y de isomerización y/ o de alquilación alimentando en estas últimas nafta ligera para
mejorar el RON y MON de las gasolinas, completándose con unidades de producción de mejoradores octánicos del
tipo TAME. Aunque el esquema de refino dependerá en gran medida del tipo de crudos de alimentación, lo habitual
sería completar con un hidrocracker para tratar residuos pesados, aunque tiene una gran flexibilidad en la alimenta-
ción. Si hay unidad de visbreaking posiblemente se pasará una parte de las gasolinas con limitado índice de octano
por el FCC.

En las refinerías europeas, de elevada conversión, las unidades de FCC trabajarán a máximo gasoil, alimentando un
porcentaje más elevado de crudo reducido y gasoil ligero y pesado de vacío, así como gasoil de coque si existe esta
unidad. Existirán también las unidades de reformado catalítico, aunque serán de menor capacidad y tendrán alguna
unidad de isomerización y/ o de TAME. Si existe hidrocracker su alimentación será entre otras corrientes, residuos
pesados y nafta de coque.

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3. EVOLUCIÓN DE LOS MOTORES DIESEL Y DE GASOLINA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS EMI-
SIONES.
La industria europea desarrolló fundamentalmente los motores Diesel y la industria americana los motores de ga-
solina. La situación en USA es que, un poco como pasó en Gran Bretaña, donde la penetración del motor Diesel ha
aumentado hasta ser ya del 50%, la volatilidad del precio del gasoil entre estaciones de servicio es bastante elevada,
hasta 0,5US$ por galón en parte por una demanda mucho menor que la de las gasolinas.

Un motor turbo-diesel de 1,6 litros tiene una mayor potencia que uno igual de gasolina y con un tamaño inferior. La
realidad es que desde el punto de vista europeo, el diésel se adapta bien al modo de conducir estadounidense, con
mucha potencia disponible a pocas revoluciones por minuto, una combinación idónea para utilizar en tramos largos
de autopista.

Las emisiones de CO2 tienen que ver con el consumo de energía o combustible por vehículo. El motor diésel es un
30% más eficiente por kilómetro recorrido que el de gasolina, y trasladando el precio a US$ por galón esto es un ele-
mento importante, emitiendo además menos CO2. El problema del motor de gasoil desde el punto de vista medioam-
biental es fundamentalmente la emisión de óxidos de nitrógeno y de partículas, necesitando sistemas de tratamiento
de residuos y partículas. En Europa se encuentran gasóleos con mayor número de cetano que en USA, lo que favore-
ce el tratamiento de óxidos de nitrógeno. Por otro lado, los motores diésel son más caros que los de gasolina debido
a sus sistemas turbo y de inyección, y en principio son menos competitivos, aunque a largo plazo sean rentables.

De cualquier forma, la comparación de especificaciones europeas entre el gasóleo y la gasolina muestran lo dicho
anteriormente, ver figura 1 y fijándonos en los contenidos de óxidos de nitrógeno, tenemos que la especificación del
Euro 6 fija los óxidos de nitrógeno en 80 mg/km y la emisión de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos en 170 mg/km.
El límite de emisión de CO2 es la mitad en los motores de gasoil que en los de gasolina.

Figura 1: Evolución especificaciones gasolinas y gasóleos. Centro Tecnología Repsol (CTR)

4. POSICIONAMIENTO DE LA INDUSTROIA EUROPEA Y AMERICANA EN L DESARROLLO DE LOS MO-


TORES DE COMBUSTIÓN
Las líneas estratégicas y la política comunitaria energética apuntan a una disminución drástica de las emisiones de
gases de efecto invernadero, con objetivos para el 2020 y 2030. En esta descarbonización paulatina tiene una gran
influencia el sector transporte, que viene a representar un 21% de las emisiones de CO2 y un 30% del consumo de
energía. El transporte por carretera viene a ser un 94% de las emisiones del sector transporte y de aquí la flota de
vehículos turismos representa el 60% de éste, los vehículos industriales pesados (camiones y autobuses) un 25 %
y el 15% restante los vehículos industriales ligeros (furgonetas). La utilización de los vehículos es otro elemento de
mejora a considerar y que comentaremos más adelante.

La AOP española (Asociación de operadores de productos petrolíferos) considera que para la obtención de los ob-
jetivos de reducción deben seguirse criterios de factibilidad técnica, viabilidad económica, y neutralidad tecnológica
y fiscal con el fin de que el coste para la sociedad sea el más bajo posible. También que desde el punto de vista de

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eficiencia energética debe tenerse en cuenta toda la cadena, desde el pozo de petróleo hasta el vehículo, en inglés
(Well to Wheel). La tendencia de mejora debe ser a través de una mejora de eficiencia y del uso de otros combustibles
alternativos.

El objetivo que deben cumplir los vehículos puestos a la venta en 2020 es de 95 g CO2/km, un 30% menos que la
existente en 2010. En la figura 1, se indica la evolución de los límites de homologación y en la figura 2 del Centro
Tecnológico de Repsol puede verse que la capacidad de mejora de eficiencia de los segmentos de coches pequeños,
medianos y parte de los grandes (segmento D) permite el cumplimiento de la especificación de emisiones en 2.020.

Figura 2: Previsión del cumplimiento en emisiones de motores en función del peso del vehículo. CTR

La tendencia en los vehículos más pequeños es el uso mayoritario del motor de gasolina. El motor Diesel aumenta su
penetración en los sectores de coches de mayor tamaño, aunque para los sectores de alta gama E y F lo previsto al
día de hoy es que haya que ir a vehículos híbridos.

En definitiva, los motores de combustión interna en el futuro en Europa (gasolina o gasóleo de inyección directa
2020+) disminuirán las emisiones y el consumo de energía en un 25-30% respecto a 2010. Si a un motor de gasolina
evolucionado se añade un sistema de hibridación eléctrica la mejora puede ser de otro 34% adicional, total 64% frente
a 2010 y haciendo lo mismo en un motor Diesel, la mejora es de otro 25% adicional, total 50% frente a 2010.

Considerando otros combustibles, el GLP es favorable, desde el punto de vista de emisiones y de consumo, frente al
motor de gasolina (10-15%) pero no frente al motor diésel. EL GNC, gas natural comprimido, tiene un 20% menos de
emisiones que el motor de gasolina pero un 20% más que el Diésel.

La otra vía de mejora es la modificación de los combustibles. El etanol solo puede usarse en motores de gasolina
antiguos hasta el 5%, porque ataca a las juntas de goma y en motores modernos hasta el 10%( E10), aunque podrá
llegarse a un 20%( E20). En estos últimos casos, la reducción de emisiones de CO2 es del 4% y del 8% respectiva-
mente. En relación con el FAME, biodiesel, su utilización está limitada al 7%; por limitaciones de presión y temperatu-
ra del motor, y la reducción de emisiones es del 3,5%.El uso del HVO, aceite vegetal hidrotratado, no tiene restricción
en los motores Diésel y las reducciones son muy importantes en emisiones entre el 35% y el 95% dependiendo del
tipo de aceite base empleado.

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5. LA CRISIS DE LOS MOTORES DIESEL.
En septiembre de 2015 se supo en los medios de comunicación que  Volkswagen  había instalado ilegalmente
un software para modificar los resultados de los controles técnicos de emisiones en unos 11 millones de automóviles
con motor Diésel en todo el mundo, vendidos entre 2009 y 2015. Como resultado de esta manipulación, sus motores
habían superado las pruebas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, conocida como EPA. Los
vehículos implicados emitían entre 10 y 40 veces el límite legal de óxidos de nitrógeno.

Volkswagen reconoció su culpabilidad en esta fecha, septiembre de 2015, en relación con las afirmaciones realizadas
por la EPA estadounidense, sobre la manipulación del software.

En octubre de 2016, esta compañía llegó a un acuerdo extrajudicial con las autoridades de Estados Unidos, que entre
otras cosas contemplaba pagar 17.500 millones de USD como compensación a los propietarios de los vehículos afec-
tados y a los concesionarios. El coste global para la compañía alemana se ha estimado en unos 18.000 millones de €.

Si bien las ventas del grupo Volkswagen caen en 2015 de los 10,14 millones de vehículos en 2014 a 9,93 millones
por el escándalo mencionado del trucaje del software, en 2016 las ventas del grupo suben un 3,8% hasta los 10,3
millones de vehículos, gracias a la demanda en China (un 12.2% más de ventas) y al aumento en Europa (+4%), que
compensan las dificultades en América del Sur (-25%) y en Estados Unidos (-2.6%).

En Estados Unidos, esta compañía no pudo vender coches con motores Diesel desde septiembre de 2015 hasta que
se alcanza el acuerdo extrajudicial en octubre de 2016 con la EPA, porque no recibió la certificación para comerciali-
zar nuevos modelos. Por todo ello, se generó un stock elevado unas 72.000 unidades paralizadas en aparcamientos
como el del estadio de Pontiac Silverdrome (Detroit)

Sin embargo, la cantidad de entregas netas de gasóleos en 2015 y 2016 en Estados Unidos (3) vienen a ser en ambos
años del 24% del total de las entregas de productos petrolíferos en ese país y lo mismo ocurre con las gasolinas que
representan alrededor del 51% en los dos años, por lo que parece que lo que ha existido es un traspaso de ventas de
una marca a otra de coches de gasoil.

6. EL COCHE CON MOTOR ELÉCTRICO Y EL COCHE HÍBRIDO


El motor eléctrico es una realidad y la mayor parte de marcas disponen ya de modelos de coches eléctricos. La limita-
ción actual es el coste, la autonomía y el tiempo de carga de las baterías; así como la falta de una red de estaciones
de carga de alta intensidad, donde en un tiempo de 15-30 min pueda cargarse completamente la batería, mientras
que con una toma de corriente doméstica puede llevar unas 6h.

En la actualidad existen modelos con baterías de 60, 75, 80 90 y 100 kWh, que dependiendo de la potencia que de-
sarrollen y el tiempo de aceleración de 0 a 100km/h, pueden tener autonomías entre los 400 y los 600 km. Citemos
como ejemplos Tesla Model S P100D, Tesla Model X P100D, Opel Ampera-e con batería de 60, Renault ZOE Z.E. con
batería de 41kWh con autonomía de 400 km, etc

El motor hibrido de aire comprimido-motor de combustión quedó desechado a principios de 2015 por PSA Citroën–
Peugeot por los elevados costes de ingeniería y desarrollo, unos 500 MUS$, y la falta de un socio que asumiera parte
de la financiación de dichos costes de desarrollo; si bien este motor podría reducir el consumo de combustible en has-
ta un 45% y podría llegar a tener cero emisiones al utilizar el aire previamente presurizado por el motor de combustión.

Abortada la opción anterior, el motor hibrido que se ha impuesto es el de un motor eléctrico junto con un motor de
combustión. Los coches híbridos suelen recargar el motor eléctrico con la energía cinética del coche por lo que no
es preciso enchufar el motor. Los precios son más razonables que los eléctricos y a partir de los 22.000 € se pueden
encontrar modelos como el Hyundai Ioniq o el Toyota Auris Híbrido con consumos de 3,4l-3,5/100 km y autonomías
conjuntas de 1400 km. En la alta gama, tenemos el Range Rover Sport Hibrid aunque a un precio cercano a los
100.000 € Su mecánica entrega una potencia combinada de 340 CV, lo cual le permite acelerar de 0 a 100 km/h en
tan solo 6,7 segundos a pesar de tener un peso que supera ampliamente las dos toneladas.

Las perspectivas de BP a nivel global es que el número de coches eléctricos pase de 1,2 millones en 2015 a 100
millones en 2035, un 6% de la flota; de ellos el 75% son vehículos eléctricos con baterías y el 25% son híbridos.
Exxon hace su proyección entre 2014 y 2040 y espera un incremento muy importante de las ventas en híbridos con-

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vencionales, que podrían pasar del 2% en 2014 al 40% en 2040 y estima que las ventas de híbridos eléctricos con
enchufe(plug-in) y los completamente eléctricos no superarán el 10%.

La situación varía por marcas. Así el presidente de BMW espera vender en 2025 un 20-25% de coches eléctricos,
aunque todo está muy condicionado al desarrollo de la infraestructura en postes de carga rápida en las distintas
vías. En España y para un horizonte temporal menor, ANFAC (Asociación nacional de fabricación de automóviles
y camiones) fija como objetivo pasar la cuota de vehículos eléctricos e híbridos de un 2,6% de las ventas totales en
2016 a un 10% en 2020.

7. TENDENCIAS EN LA MOVILIDAD. CONSUMO DE COMBUSTIBLES EN LAS CIUDADES.


Es bastante probable que durante el período considerado y en los países OCDE entre los que se encuentra España
haya serias limitaciones a la circulación de vehículos con combustibles convencionales dentro de las ciudades. Entre
los factores que pueden influir, probablemente con medidas fiscales de estímulo a tomar por los Ayuntamientos o los
Estados, se encuentran los siguientes:

a) Vehículos autónomos, conducidos sin conductor. Se supone que cada uno de estos coches pueden tener
un consumo de combustible inferior en un 25% al de un coche convencional. Esta puede ser una vía para
la resolución de la distribución logística en los centros urbanos.

b) El car sharing o alquiler de coche de forma instantánea, con duración breve y a demanda. Puede suponer
duplicar el número de kilómetros de un coche convencional.

c) El ride pooling, o compartir un vehículo para un trayecto determinado: Se estima que un 40% de los itinera-
rios urbanos se utilizan en pool y de estos un 25% de los kilómetros recorridos por cada coche son urbanos
por lo que si se supone que se incrementan en 2 el número de pasajeros, el efecto será de un 5%.

La revolución digital y la revolución de movilidad con coches eléctricos o híbridos pueden suponer una disminución
en el consumo de combustibles convencionales de unos 7,4 Mbbl/d.

8. PERSPECTIVAS DE LA EXPLORACIÓN MUNDIAL DE HIDROCARBUROS Y AFECCIÓN AL ESQUEMA


DE REFINO.
El incremento en el consumo de hidrocarburos líquidos, según BP (Figura 3), en el 2035 frente a 2015 es de unos
15 Mbbl/d, un crecimiento de un 0,7% al año y este incremento está localizado fundamentalmente en China. En los
países OCDE se prevé una disminución del consumo en el periodo 2015-2035 en unos 8 Mbbl/d. Dado el muy bajo
incremento de la demanda de crudo, lo normal es que se cubra con crudo de bajo coste de extracción, probablemente
de Oriente Medio y/ o Rusia.

Los “drivers” en China y África son, el crecimiento con productividad y con una renta per cápita que se pondrá a nive-
les de países OCDE para la primera, mientras que en África el incremento de población supondrá el 50% del mundial
con sólo una contribución del 10% en el producto interior bruto mundial.

En lo que coinciden las previsiones de las empresas más representativas relacionadas con el sector es en un cre-
cimiento muy importante del gas natural. Según BP crecerá un 1,6 % anual entre 2015 y 2035, representando un
25% de la energía primaria en 2035 y Exxon también da un crecimiento de un 1,6% entre 2014 y 2040, siendo un
26% del total de energía primaria. También coinciden en un incremento notable de los usos de no combustibles con
crecimiento importante en petroquímica y en lubricantes con un incremento anual del 2,1% según BP y terminando
en 2035 con un 7% del uso total.

Las energías renovables pasan de representar un 3% a suponer un 10% en 2035 En el grupo de combustibles no
fósiles, donde se incluye además, la energía nuclear y la hidroeléctrica, el total a final del periodo es de un 22%. El
carbón disminuye su importancia relativa, perdiendo un 5%, y pasando a representar el 24%,

Por otro lado, Exxon estima que en 2.040 la producción global de líquidos subirá un 20% respecto a 2014 y de ésta la
producción de NGL representará un 15% del total, y la parte de crudo convencional será sólo de alrededor del 55%.
Existe diferencia en lo que puede suponer el crudo en la matriz de energía primaria, para BP en 2035 representará
un 29% del total y para Exxon en 2040 supondrá el 32% del total.

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Figura 3: Previsiones de matriz primaria de consumo energético periodo 2015-2035. (BP Energy Outlook 2017)

El crecimiento global en el consumo energético, según BP, es de un 1,3% anual en el período considerado versus
un 2,2% anual en el intervalo 1995-2015. De este incremento en energía 2/3 partes van a acabar en producción de
energía eléctrica, con una fuerte descarbonización en el uso final de la energía, incrementándose la energía eléctrica
en un 1,9 % anual, situándose en un 47% del total. El crecimiento en el producto interior bruto en el período 2015-
2035, se prevé que casi se duplica pasando de 105 a 204 miles de billones US$, mientras el consumo de energía
solo sube un 31%.

Por otro lado, las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía en el periodo 2010 a 2040 indican (como
puede verse en las figura 4) que se producirá un cambio muy importante la demanda global de productos petrolífe-
ros, así como en la demanda por continentes. Existe un incremento en el porcentaje que suponen en la demanda las
naftas y gasolinas en un 1% y en el porcentaje que representan los destilados medios (keroxenos +gasóleos) que es
también del 1%. Se incrementa la demanda de LPGs del 7 al 10%.

Figura 4: Cambios previstos en el consumo de combustibles en 2040 (agencia internacional de la energía)

Las refinerías a nivel mundial incrementarán su procesamiento en unos 0,3Mbbl/d en este periodo y considerando
que ya existen incrementos de capacidad en curso de unos 8 Mbbl/d y que existe una sobrecapacidad en las refine-
rías chinas no parece que se vayan a acometer nuevas ampliaciones de capacidad.

La tendencia es que continuarán aquellas refinerías con elevados grados de conversión, cerrando las menos com-
petitivas como las refinerías de hidroskimming y probablemente en la mayor parte de los casos se maximizará la
alimentación a las unidades de conversión disminuyendo la alimentación a las unidades de crudo.

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Dado que no se esperan cambios importantes en la demanda de combustibles salvo un aumento en el porcentaje de
diésel a nivel global según Exxon, que pasaría del 35% de la energía total utilizada en el transporte al 40%, creemos
que lo indicado en la situación actual sobre los esquemas de refino es aplicable en general en el futuro.

9. CONCLUSIONES
Existe una fuerte descarbonización, incrementándose la energía eléctrica como uso final en un 1,9 % anual, situándo-
se en un 47% del total. Sube también el consumo de Gas Natural, el combustible fósil con menor cantidad de carbono,
en un 1,6% anual,

Se espera una mejora drástica en la intensidad energética en los próximos años. Mientras que el producto interior
bruto casi se duplica, el consumo de energía primaria por mejora de eficiencia solo sube un 31%.

La tendencia en el mundo del motor motivada por el cambio de especificación en Europa el 2020 a 95g CO2/km su-
pone ir a motores de gasolina en los tamaños de coche pequeños, en tamaños medios, por aumento de eficiencia, a
motores de gasolina y de gasoil y en los motores de vehículos de alta gama probablemente haya que ir a soluciones
de tipo hibrido.

El incremento de vehículos eléctricos puede ser al menos de unos 100 millones en 2035. Las limitaciones para su
desarrollo son además del coste, la necesidad de infraestructura de postes de carga de alta intensidad

Desde el punto de vista de mejora de combustibles, el uso de etanol en motores de gasolina, de FAME y de aceites
hidrotratados en los motores Diésel son alternativas para la disminución y mejora de emisiones.

El incremento de crudo según BP en el periodo 2015 2035 es escaso de unos 20 Mbbl/d y según Exxon algo mayor,
aunque con los incrementos previstos de aumento de capacidad en las refinerías hasta 2.020 y con la capacidad
ociosa de refino en China no se acometerán ampliaciones de capacidad adicionales, aunque sí se racionalizará su
funcionamiento.

La tendencia es dentro de una disminución en países OCDE del consumo de hidrocarburos líquidos aumentar el por-
centaje de demanda de gasolinas en Norteamérica y de gasóleos en Europa. Habrá que ver si pueden adaptarse los
esquemas de refino y posiblemente haya flujos de intercambio entre países para cargas a conversión y de productos
finales.

10. BIBLIOGRAFÍA:
• Web : World Energy Outlook 2.015, International Energy Agency.
• Web: Informe anual 2016, COREX.
• Web: Combustibles de automoción, febrero 2.016, AOP, (Asociaciación española operadores de productos
petrolíferos).
• Web: BP Energy Outlook 2.017.
• Web: 2.016 Outlook for Energy Exxon Mobil.
• Web: 2017 Statoil Energy Perspectives.
• Web: Annual Energy Outlook 2.017. US energy international administration.
• Web: Memoria 2016 ANFAC( Asociación española de fabricantes de automóviles y camiones).
• Web: Oil Market Outlook, August 2.017, DNB-Bank-ASA
• Refino del Petroleo, Gas Natural y Petroquímica, Miguel Ángel Ramos Carpio, Fundación Fomento Innovacción
Industrial, 1.997
• Petroleum Refining, Technology & Economics, James H. Gary y Glenn E. Handwerk, 4ª edición, 2001, Marcel
Dekker INC
• El Petroleo, Refino y tratamiento Químico, Pierre Wuithier, 1971, Ediciones CEPSA

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• Manual del Ingeniero Químico, John H. Perry, 3ª edición, Reimpresión 1.979, Unión Tipográfica Editorial Hispa-
no-Americana.
• Operaciones Básicas de la Ingeniería Química, George Granger Brown, Editorial Marín, 1.965
• 401
• Situación de emisiones en España y Europa. Previsiones para 2020 y 2030
• Sr. Angel Cámara Rascón1, Sr. Jesús Guinea Rodríguez
• 1Upm, Madrid,

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401
SITUACIÓN DE EMISIONES EN ESPAÑA Y EUROPA
Cámara Rascón, Ángela, Guinea Rodríguez, Jesús Franciscob .
(a) Catedrático de Universidad. E.T.S.I. de Minas y Energía. UPM, angel.camara@upm.es, (b) Técnico independiente
de Petroquímica y Refino, jeguinear@gmail.com

RESUMEN: En esta ponencia se analiza la situación de emisiones en España y Europa, los objetivos 2.020 y 2.030
y las proyecciones de las mismas en distintos horizontes temporales distinguiendo entre los sectores difusos y los
sometidos al Comercio de emisiones. Para ello se analizan las Directivas europeas y su trasposición al marco legal
español. Finalmente, se hará una referencia al Comercio de Emisiones y a las Mejores técnicas disponibles (MTD)
de Refino de Petróleo y Gas Natural cuyas conclusiones se aprobaron en octubre de 2.014 por la Comisión europea.

PALABRAS CLAVE: Emisiones, MTD, BREF, Clima, Comercio Emisión

1. LAS DIRECTIVAS IPPC Y DE EMISIONES INDUSTRIALES DE LA UNIÓN EUROPEA.


Los procesos industriales de producción son responsables en forma importante de la contaminación global, debido a
sus contribuciones de gases de efecto invernadero, de substancias ácidas, de aguas y de residuos. En diciembre de
2007, la Comisión europea hizo una propuesta sobre las emisiones industriales en la que revisa las siete directivas
previas y las convierte en un único elemento legislativo, la nueva directiva IPPC sobre prevención y control de la con-
taminación integrados, conocida como Directiva 2008/1/EC.

Su objetivo es minimizar la contaminación proveniente de distintas fuentes industriales y por ello, las instalaciones
industriales incluidas en el Anejo 1 de la Directiva deben obtener un permiso medioambiental que conceden las au-
toridades de cada país. Se estiman en unas 52.000 las instalaciones industriales europeas sometidas a la directiva.

Previamente, otra directiva, la Directiva 96/61/EC obligaba al cumplimiento desde el 30 octubre de 1999 a las nuevas
instalaciones y a las existentes que realizaran cambios importantes. El resto de instalaciones tenían que cumplir con
la directiva antes del 30 de octubre de 2.007.

La Directiva 2.008/1/EC se fundamenta en los siguientes principios: a) aproximación integral b) mejores técnicas dis-
ponibles c) flexibilidad d) participación pública.

La aproximación integral implica que el permiso tenga en consideración la actuación de la instalación sobre el
medioambiente en su conjunto, considerando las emisiones a la atmósfera, al agua y al suelo así como, la genera-
ción de residuos, la utilización de materias primas, la eficiencia energética, el ruido, los sistemas de prevención de
accidentes y la restauración del sitio después del cierre. Los límites de emisión que indicará el permiso deben basarse
en las mejores técnicas disponibles (MTD o BAT en inglés) que están publicados por la Comisión como BAT Refe-
rence Documents, también conocidos por BREFS (en español, Documentos de Referencia de las mejores técnicas
disponibles).

En el permiso, las autoridades pueden tener en cuenta elementos de flexibilidad como son las características técnicas
de la instalación, la situación geográfica y las condiciones locales medioambientales. Además, la directiva asegura la
participación pública en el proceso de toma de decisiones.

Posteriormente, la Directiva 2010/75/UE sobre emisiones industriales introduce diversas modificaciones en la legisla-
ción de prevención y control integrados de la contaminación en actividades industriales con objeto de mejorar la salud
pública y el medioambiente. Refunde también siete directivas (incluida la propia IPPC) y es el principal instrumento
regulador de la UE sobre emisiones contaminantes, reforzando la aplicación de las MTD en la Unión, al restringir la
divergencia de las MTD a casos concretos y poniendo un mayor énfasis en la justificación de las condiciones estable-
cidas en los permisos. Trata de lograr un nivel alto de protección a la salud humana y al medioambiente disminuyendo
las emisiones dañinas y utilizando como instrumento fundamental las MTD.

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Entró en vigor el 6 de enero de 2.011 y tenía que estar traspuesta por los estados miembros antes del 7 de enero de
2013. Esta directiva se basa en los mismos cuatro pilares en que se fundamentaba la IPPC, 2008/1 y además, los
datos de emisión informados por los estados miembros son públicos y deben estar en un registro europeo donde se
puedan consultar los de las principales actividades industriales.

2. MARCO LEGISLATIVO ESPAÑOL.


La legislación española ha incorporado las directivas mencionadas anteriormente, IPPC (2.008/1/EC) y Emisiones
Industriales (2010/75/UE), a través de distintas revisiones de la ley IPPC española, la última por la ley 5/2.013, que se
completa con el Real Decreto 815/2013 que aprueba el Reglamento de emisiones industriales y con el Real Decreto
508/2007 sobre el suministro de información (Reglamento E-PRTR) y las autorizaciones ambientales integradas.

Los temas más relevantes de la ley para las Administraciones son: a) Introducir el concepto de las Mejores Técnicas
Disponibles (MTD). Será la referencia fundamental para establecer los Valores límites de Emisión (VLE), b) establecer
la Autorización Ambiental Integrada (AAI), que coordina los procedimientos y autorizaciones existentes, c) facilitar el
dialogo y el intercambio de información entre las administraciones y sectores industriales, d) establecer el principio de
transparencia informativa, como el registro PRTR-España y otros mecanismos de información

Para las industrias supone: a) conocer las conclusiones sobre MTD definidas para su sector, b) la simplificación de
los trámites administrativos, c) mediante el registro PRTR-España, junto a otros mecanismos, transparencia informa-
tiva de los complejos industriales hacia el público y las demás partes interesadas.

Cabe destacar que la legislación española concreta más el concepto de mejores técnicas disponibles y el papel de los
documentos BREF, determina la obligatoriedad de las “conclusiones sobre MTD” y en caso de que las condiciones en
las Autorizaciones Ambientales Integradas estén fuera del ámbito de aplicación de las mejores técnicas disponibles
deberán ser debidamente justificadas e incluso documentadas.

Un análisis de la nueva legislación indica que hace más estrictos los actuales valores límite de emisión europeos,
que serán mínimos para algunos sectores (por ejemplo, las grandes instalaciones de combustión, adaptándolos a las
MTD), de manera que se pueda avanzar en el cumplimiento de los objetivos de la UE; introduce requisitos mínimos
relativos a la inspección y revisión de las condiciones del permiso y los informes de cumplimiento y proporciona in-
centivos para la innovación ecológica y apoya la creación de mercados de vanguardia;

Amplía el ámbito de aplicación de la Directiva IPPC para cubrir instalaciones adicionales y lo concreta más en rela-
ción con determinados sectores (por ejemplo, tratamiento de residuos); dispone normas relativas a la protección del
suelo y las aguas subterráneas, todo ello con el objetivo de aumentar la consistencia y la coherencia de las prácticas
actuales en el otorgamiento de las Autorizaciones Ambientales Integradas.             

3. OBJETIVOS DE REDUCCIÓN DE EMISIONES EN EUROPA Y ESPAÑA.


La Unión Europea en el año 2008, estableció un compromiso de reducción de emisiones  para el período 2013 –
2020. En el conjunto de la Unión deben reducirse en un 20% respecto a las del año 1990. Este periodo de ocho años,
2013-2020, coincide con el segundo periodo del Protocolo de Kioto. Para conseguir este objetivo el “Paquete Europeo
de Energía y Cambio Climático”, fija sub-objetivos concretos a alcanzar en el año 2020 en energías renovables, efi-
ciencia energética y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La forma de lograr estas reducciones es
teniendo dos tipos de actuaciones, una sobre los sectores más intensivos en el uso de energía y otra sobre el resto
de sectores o sectores difusos.

El objetivo de los sectores más intensivos en el uso de la energía es lograr en 2020 una reducción de sus emisiones
de CO2 del 21% respecto a sus niveles del año 2005. Este objetivo es sectorial y global a nivel europeo. Los sectores
afectados son los que se encuentran sometidos al comercio europeo de derechos de emisión (Directiva 2.003/87/CE)
encontrándose entre otros los siguientes: generación de energía eléctrica, refino, siderurgia, fabricación de cemento,
papel y cartón, vidrio y productos cerámicos.

En cada uno de estos sectores, se plantea cual es el nivel de partida o año base de actividad para las emisiones
2.013-2020, que en el caso de Refino es la media de los años 2.005-2.008 o la media 2.009-2.010; aunque si ha
habido posteriormente cambios de actividad, se tendrán en cuenta. En el Refino europeo, Concawe, la patronal del
sector, fija el criterio de tonelada de crudo homogénea (CWT) como criterio de comparación en el benchmark. Sólo el

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10% de las 98 refinerías del bench, las mejores, tienen derechos libres de emisión en ese periodo, con un valor de
29,5 t CO2/ CWT frente a la media de todas las refinerías 37t CO2/CWT. Al no incluir la electricidad, el esfuerzo del
sector es muy superior a ese 20% aparente de reducción.

Las emisiones de los sectores restantes, excluidos del ámbito del comercio de emisiones, tienen también un objetivo
en el año 2020 y es una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero comunitarias del 10% respecto
a los niveles del año 2005. El esfuerzo para conseguir esta reducción global se reparte entre los distintos estados
miembros. En concreto, a España le corresponde conseguir una reducción del 10%.

Para el período 2021 – 2030, los objetivos de reducción de emisiones a 2030 quedan recogidos en las Conclusiones
del Consejo Europeo de octubre de 2014. En éstas se aprobó el Marco de Políticas de Energía y Cambio Climático
2021-2030 (“Marco 2030”) con el fin de dar continuidad al Paquete Europeo de Energía y Cambio Climático anterior.
Como principales objetivos vinculantes de dicho Marco 2030, se encuentran:

a) Reducción de, al menos, un 40% de gases de efecto invernadero en comparación con 1990.
b) Participación de, al menos, un 27% de energías renovables en el consumo de energía.
c) Mejora de la eficiencia energética en, al menos, un 27%.
d) La consecución urgente, a 2020, del actual objetivo de interconexiones de electricidad del 10%, en particular
para los Estados Bálticos y la península ibérica, y de alcanzar el 15% de aquí a 2030.

La Unión europea ha fijado una disminución conjunta del 30% respecto al año 2.005 para lograr en el año 2.030 la
reducción del 40% de las emisiones del año1.990 que indicábamos antes y según lo comprometido en el acuerdo del
clima de Paris. A España para los sectores difusos, entre los que se encuentra la vivienda, el transporte, la agricultura
y la gestión de residuos le ha correspondido una disminución de un 26% respecto del 2.005, frente al 30% global.

Por otro lado, la Unión ha fijado para el año 2030 una reducción del 43% de emisiones respecto al año 2005 para los
sectores sometidos al régimen de Derechos de Comercio de Emisión, entre los que se encuentra el Refino.

Por último, cabe destacar la Comunicación realizada por la Comisión Europea en el año 2011, consistente en una
Hoja de ruta hacia una economía baja en carbono y competitiva en 2050. En ésta se establecen los elementos clave
que deberían estructurar la acción climática para que la Unión Europea pueda convertirse en una economía baja en
carbono y competitiva de aquí a 2050. Si bien no establece objetivos vinculantes, indica cómo la Unión Europea debe
reducir sus emisiones un 80% por debajo de los niveles de 1990 a través de reducciones domésticas, estableciendo
hitos intermedios (reducciones del orden del 40% en 2030 y 60% en 2040), para la consecución de dicha economía
baja en carbono.

4. PROYECCIONES DE EMISIONES EN ESPAÑA.


En este epígrafe, utilizaremos las Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera en España para el periodo 2015-2050
realizadas por el Sistema Español de Inventarios y Proyecciones (SEI), de la Dirección General de Calidad y Eva-
luación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que es el
organismo competente.

De los resultados de las Proyecciones de Emisiones de gases a la atmósfera desde el año 2015 y para los horizontes
temporales 2020, 2030 y 2050 nos centraremos sobre todo en las previsiones para el 2.020 y 2.030, dado que las
estimaciones a partir del 2.030 apenas contemplan medidas de mitigación adicionales a las conocidas en el momento
de la estimación. Las Proyecciones parten de los datos de emisiones del Inventario Español para la serie 1990-2014
y se supone de acuerdo con esos datos un crecimiento estable y continuo en el periodo 2015-2050, por lo que la
generación de emisiones subirá, aunque se realiza una corrección a la baja por las políticas y medidas de reducción
previstas.

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En las figuras 1 y 2 puede verse los datos de emisiones proyectadas a 2020 y 2030 y cuál es el principal sector emisor
y el segundo en importancia.

Variación Emisiones Proyectadas Contaminantes


Periodo SOx NMVOC NOx NH3 PM 2,5
Variación 2020 vs 2.005 -85% -23% -51% -2% -24%
Variación anual entre 2015 y 2020 -6,10% 1,50% -3,30% 0,40% -1,30%
Gen. Electricidad Uso Disolventes Residencial
Principal actividad emisora 2020 Transporte (38%) Cultivos (51%)
(36%) (50%) Comercial (43%)
Energía en Energía en
2ª Principal actividad emisora 2020 Ganadería (13%) Ganadería (44%) Residuos (29%)
industrias (28%) industrias (21%)
Figura 1. Datos emisiones proyectadas año 2020

A continuación, pasamos a indicar y comentar los resultados de las proyecciones de emisiones para cada uno de los
gases y contaminantes estudiados.

En la proyección de las emisiones de óxidos de azufre (SOx) se estima que en 2030 sus emisiones disminuyan un
44% comparadas con las del año 2015 (-88% respecto al año 2005), consecuencia de la introducción de medidas de
reducción de emisiones, especialmente en el sector energético y en las grandes instalaciones de combustión, a lo
que no es ajeno los incrementos del Gas Natural y de los combustibles no fósiles en la matriz de energía primaria y
las especificaciones restrictivas del contenido de azufre en los combustibles.

En la proyección de las emisiones de óxidos de azufre (SOx) se estima que en 2030 sus emisiones disminuyan
un 44% comparadas con las del año 2015 (-88% respecto al año 2005), consecuencia de la introducción de medidas
de reducción de emisiones, especialmente en el sector energético y en las grandes instalaciones de combustión, a lo
que no es ajeno los incrementos del Gas Natural y de los combustibles no fósiles en la matriz de energía primaria y
las especificaciones restrictivas del contenido de azufre en los combustibles.

Variación Emisiones
Contaminantes
Proyectadas
Periodo SOx NMVOC NOx NH3 PM 2,5
Variación 2030 vs
-88% -23% -58% -2% -38%
2.005
Variación anual entre
-4,4% 0,00% -1,30% 0,00% -1,90%
2020 y 2030
Principal actividad Energía en industrias Uso Disolventes
Transporte (29%) Cultivos (51%) Residuos
emisora 2030 (35%) (50%)
(36%)
2ª Principal actividad Gen. Electricidad Energía en industrias Residencial Comer-
Ganadería (13%) Ganadería (44%)
emisora 2030 (18%) (25%) cial(29%)
Figura 2. Datos emisiones proyectadas año 2030

Respecto a la proyección de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM) se prevé
que las emisiones globales aumenten un 7% en 2030, comparadas con las del año 2015 (-23% respecto al año 2005).
Las emisiones se basan en un previsible incremento del consumo de los productos que las generan, si bien se incluye
una disminución por las normativas dirigidas a la limitación del uso de disolventes.

En cuanto a la proyección de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) hasta el año 2030 se reducen las emi-
siones un 28% respecto a 2015 (-58% respecto al 2005) por efecto de medidas de mitigación en el transporte por
carretera y grandes instalaciones de combustión

En relación con la proyección de las emisiones de amoniaco (NH3), se considera muy estable a lo largo del todo
periodo, prácticamente manteniendo los niveles de 2015. Estos resultados se basan en la evolución prevista de la
cabaña ganadera y del consumo de fertilizantes nitrogenados.

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En la proyección de las emisiones de partículas (PM2,5) hasta el año 2030 se reducen las emisiones un 24% res-
pecto a 2015 (-38% respecto al año 2005) por la puesta en marcha de medidas de mitigación en el sector residencial
y comercial. Nuestra opinión es que a partir de 2.030 las estimaciones son discutibles, ya que se encontrarán nuevas
vías de actuación.

Para terminar, la proyección de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hasta el año 2030 prevén una
reducción ligera en las emisiones (-1%), esencialmente por el efecto de los cambios en el mix energético y de las
medidas de mitigación.

5. COMERCIO DE EMISIONES. SITUACIÓN ACTUAL.


El sistema de comercio de derechos de emisión tiene su origen en los Estados Unidos a mediados de los años 70,
cuando la EPA(Environmental Protection Agency) propone a las industrias reducir sus emisiones más que los límites
legales. Realizadas por las industrias las inversiones de reducción, la EPA certificó esas reducciones adicionales
como “créditos de reducción de emisiones” que podían transferirlos a las nuevas industrias que querían instalarse en
la zona.

Este sistema se ha empezado a aplicar en programas de reducción de CO2 y otros gases de efecto invernadero,
concretamente en el Comercio de derechos de emisión del Protocolo de Kioto, 2005 y en el Sistema europeo de Co-
mercio de Derechos de Emisión (EU ETS).

El Protocolo de Kioto supone que una serie de países se comprometen de forma vinculante a reducir un 5% las emi-
siones de seis gases de efecto invernadero en el periodo 2008-2015 respecto a 2005. A los distintos países firmantes
se les asigna una serie de derechos de emisión (AAU) equivalente cada uno a 1t de CO2, tomando como referencia
el año 1.990. Los países podían comprar derechos de emisión (AAUs) a otros países con compromisos de reducción
(mecanismo de comercio de emisiones), financiar nuevos proyectos de reducción de emisiones (mecanismo de de-
sarrollo limpio) en países sin compromisos de limitación a cambio de beneficiarse de los créditos obtenidos (CERs)
por esos proyectos y financiar proyectos de reducción de emisiones (mecanismo de aplicación conjunta) ejecutados
en países con compromisos vinculantes, a cambio de los créditos obtenidos (ERUs) por esos proyectos.

El problema surge cuando los países del antiguo bloque soviético tienen una asignación de derechos mucho mayor
que lo que necesitan una vez que reforman su industria con nuevas instalaciones eficientes y poco contaminantes.
También en la Unión Europea con motivo de la crisis y de la estrategias de reducción, promoción de energías reno-
vables, eficacia energética y Comercio de derechos de emisión. La Unión habrá reducido sus emisiones aproximada-
mente un 27%, superando claramente su objetivo del Protocolo del 8% frente a 1.990. El comercio internacional de
AAUs entre las Partes no ha sido nada trasparente por el fuerte desequilibrio entre oferta y demanda por las razones
comentadas.

Una de los temas más complicados en la cumbre de Doha del Clima de 2013 fue cómo tratar los excedentes de AAUs
que existían unos 13.000 millones del primer periodo, de ellos de la UE 4.100 millones, cuyo comercio estaba permi-
tido por el Protocolo para el cumplimiento de los compromisos del segundo periodo. Este volumen de excedentes de
AAUs representa un 17% de las emisiones estimadas en el 2020 de los países adheridos al segundo periodo, con lo
que si se llevaba a cabo ese comercio se dinamitaba el sistema y sus objetivos.

Finalmente, se limitó la compra de excedentes al 2% de las AAUs del primer periodo y además, países como Austra-
lia, la Unión Europea, Japón, Noruega y Suiza declararon que no utilizarían AAUs del primer periodo, con lo que pue-
de volverse a encarrilar los mecanismos del comercio de emisión, que debe seguir jugando un papel muy importante
para el cumplimiento de la reducción de emisiones en 2.030 en los sectores más intensivos en el consumo de energía.

6. LOS DOCUMENTOS DE LAS MEJORES TÉCNICAS DISPONIBLES. EL CASO DE REFINO.


Existen documentos de referencia BREFs a nivel nacional y a nivel europeo para los distintos sectores. El análisis a
nivel europeo de los BREFS lo tiene encomendado el Instituto de Estudios Tecnológicos Prospectivos, Oficina Euro-
pea de IPPC en Sevilla. Tanto en uno como en otro caso son documentos voluminosos de más de 600 o 700 páginas
que suelen comenzar describiendo, la situación del sector en España o en Europa. En las industrias energéticas y
concretamente en el sector del Refino, analizan las distintas unidades de proceso que existen en las refinerías del
marco geográfico de que se trate y la situación medioambiental actual de cada una de ellas. Concawe, ha facilitado
datos estadísticos y de benchmark al ponente del BREF.

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Así en el caso del Refino, el documento de referencia es el borrador de BREF de julio de 2013. Ahí se describe la
situación del sector en Europa, el número de refinerías, la capacidad global instalada, la situación de márgenes histó-
ricos e incluso se cita los distintos tipos de configuración de refinerías. Partiendo de los principales temas medioam-
bientales, emisiones a la atmósfera y al agua, generación de residuos, contaminación del suelo y de las aguas sub-
terráneas y otros temas, se inicia el análisis con una relación y descripción de los procesos fundamentales( entrega
de crudo, carga, hornos de proceso ), los procesos de separación( topping, vacío, unidad de tratamiento de gases),
procesos de conversión( cracking térmico, visbreaking, FCC, hidrocracking, reformado, alquilación, MTBE, coker,
isomerización etc.), los procesos de refinado (hidrotratamiento, endulzado, lavado de gases), los procesos extractivos
y otras unidades como la red de antorcha, las unidades de blending (mezcla) y las de gas exhausto y si su afección
es importante, pequeña o nula al aire, al agua, a la generación de residuos o al suelo.

Después analizan la situación medioambiental actual y los consumos energéticos por las distintas tecnologías en
cada unidad de proceso de las mencionadas en el párrafo anterior.

Centrándonos en las emisiones al aire, (lo mismo podríamos hacer con las demás contribuciones al medio), se en-
cuentran las emisiones de CO2, NOx, partículas, SO2 y VOCs a la atmósfera. Se saca la estadística de emisiones
globales de las refinerías en estos compuestos, y se ven las unidades de proceso y equipos que son los contribu-
yentes fundamentales. En el caso de emisiones de CO2, estas se encuentran entre 0,11-0,39 t/t de crudo procesado,
media 0,22, siendo los contribuyentes principales los hornos de proceso y calderas, turbinas de gas, regeneradores
de FCC, y los sistemas de antorcha e incineradores. En relación con las emisiones de NOx hay bastante variación
entre refinerías ya que se encuentra entre 100 y 450 g/t de crudo siendo los contribuyentes fundamentales los hornos
de proceso y calderas( pueden suponer un 50-80% del complejo), el FCC( entre el 15-25%) y los cokers (pueden
llegar hasta un 40% del total) y se analiza la influencia del mix de combustibles de la refinería siendo importante el
contenido de nitrógeno y de hidrógeno en el mismo y si se utilizan combustibles sólidos o líquidos pesados o gas
natural. En relación con las emisiones de partículas, su importancia lo es desde el punto de vista de salud de las
personas, y la mayor parte de las refinerías se encuentran entre 4 y 75 g/t de crudo, siendo los equipos y unidades
contribuyentes los hornos de proceso y calderas, fundamentalmente los que tienen como combustible fuel oil pesado,
los regeradores de catalizador del FCC, las plantas de coke y el decoquizado de hornos y antorcha. Respecto a la
emisión de SO2 conviene hacer el balance entre el S contenido en el crudo, el que sale con los productos y el que se
retira en las unidades de recuperación de azufre. El porcentaje de S emitido al aire puede ser del 4,4% y el recuperado
el 44,7% de la entrada de S con el crudo. Los equipos fuente de SO2 son los hornos de proceso y calderas (48% del
total), las unidades de recuperación de azufre (16%), FCC (11%), antorchas (20%) , stripping de aguas residuales,
incineradores de gases incondensables y operaciones de decoquizado. Para terminar, y en relación con la emisión
de los compuestos orgánicos volátiles(VOC), que es un término que se aplica a todos los compuestos que contengan
carbono y se evaporen a temperatura ambiente, principalmente se deben a las emisiones fugitivas(fugas en unidades
y bridas de tuberías) y los sellos de tanques de techo flotante. Puede suponer desde 50 a 1000 t de VOCs por millón
de toneladas de crudo procesado.

Después se describen las técnicas o combinación de las mismas para tener una buena protección medioambiental.
Las técnicas incluyen la tecnología, la forma de diseño, la construcción, el mantenimiento, la operación y su cierre o
desmontaje y consideran como principios rectores la minimización de residuos y el reciclado. El análisis se efectúa
por cada una de las unidades de proceso indicadas al principio de este apartado.

Finalmente, se sacan conclusiones sobre cada una de las mejores técnicas en cada una de las unidades de proceso;
así en el caso del FCC, indican las mejores técnicas para la disminución de NOx, p.ej. promotores selectivos de la
oxidación de CO y para bajar la oxidación del N2, no basados en platino y establece para las nuevas unidades unos
límites de emisión como media mensual de <30 – 100 mg/Nm3 y para las existentes entre <100-400 mg/Nm3. Si-
guiendo con el ejemplo del FCC, continúa con la emisión de partículas y metales en el regenerador, después con las
emisiones de SOx y luego con la emisión de dioxinas PCDD/F al aire.

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7. CONCEPTO DE BURBUJA EN EL BREF. USO EN LAS EMISIONES DEL COMPLEJO.
Se contempla en el BREF la utilización de este concepto para la evaluación y monitoreo de las emisiones a la atmós-
fera de una refinería. Debe basarse siempre en la concentración y en los rangos específicos de emisión que deben
cumplir todas las instalaciones sometidas a las MTDs e implica realizar los siguientes pasos:

a) Identificación exhaustiva y mapeo geográfico de todas las fuentes de emisión.


b) Determinación de las contribuciones volumétricas esperadas de emisión de gas de todas las fuentes.
c) Determinación de las contribuciones másicas esperadas de emisión de gas de todas las fuentes.
d) Determinación del régimen de monitoreo asociado a la burbuja.

Los detalles de cálculo y la información detallada están en un anexo del BREF.

Conviene indicar que un operador puede cumplir las emisiones chimenea por chimenea o bien tener un único valor de
emisión para un contaminante para todo el Complejo; en definitiva una única chimenea virtual. La conveniencia de la
utilización de este concepto es la complejidad de la refinería con múltiples unidades de combustión y sus alimentacio-
nes interrelacionadas, los ajustes de proceso por cambios en la calidad del crudo y la necesidad técnica de quemar
parte de los residuos de la refinería. Una condición “sine qua non” para poder aplicar el concepto de burbuja es que la
suma de todas las emisiones cumpliendo los límites de emisión AELs o NEA (niveles de emisión autorizados) de las
MTDs sea superior al utilizado en el concepto de burbuja. Los compuestos cubiertos dentro del concepto de burbuja,
en principio, serían el NOx y el SO2 y el anexo contempla la media anual como periodo más representativo. Pese al
razonamiento anterior, la Comisión no ha aprobado explícitamente este concepto.

8. APROBACIÓN DE LAS CONCLUSIONES DEL BREF DE REFINO. APLICACIÓN AL FCC.


Las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles (MTD) conforme a la Directiva 2010/75/UE del Parlamento
Europeo y del Consejo, sobre las emisiones industriales procedentes del Refino de Petróleo y del Gas se aprueban
por una Decisión de Ejecución de la Comisión del 9 de octubre de 2.014.

Entre los considerandos del documento de aprobación, se indica que las «conclusiones sobre las MTD» constituyen
el elemento principal de los documentos de referencia MTD y establecen las conclusiones sobre las mejores técnicas
disponibles, su descripción, la información para evaluar su aplicabilidad, los niveles de emisión correspondientes a
las mejores técnicas disponibles, las monitorizaciones asociadas, los niveles de consumo asociados y, si procede, las
medidas de rehabilitación del emplazamiento de que se trate. Las conclusiones sobre las MTD deben constituir la re-
ferencia para el establecimiento de las condiciones del permiso. Además, la autoridad competente ha de fijar valores
límite de emisión que garanticen que, en condiciones de funcionamiento normal, las emisiones no superan los niveles
de emisión asociados a las mejores técnicas disponibles; si bien, se contempla la posibilidad de permitir excepciones
pero solo si los costes derivados de la consecución de los niveles de emisión son desproporcionadamente elevados
en comparación con el beneficio ambiental. Los requisitos de control incluidos en el permiso se deben basar en las
conclusiones sobre la monitorización recogidas en las conclusiones sobre las MTD. 28.10.2014 L 307/38 Diario Oficial
de la Unión Europea.

En un plazo de cuatro años a partir de la publicación de decisiones relativas a las conclusiones sobre las MTD, la
autoridad competente debe revisar y, si fuera necesario, actualizar todas las condiciones del permiso y garantizar que
la instalación cumpla dichas condiciones.

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En relación con las MTD del FCC, distingue la técnica, la descripción y su aplicabilidad:

I) Técnicas primarias o relacionadas con el proceso, como las siguientes:

a.1) Optimización del proceso: Combinación de condiciones operativas orientadas a reducir la formación de
NOX, por ejemplo disminuyendo el exceso de oxígeno en el gas de salida en modo de combustión com-
pleta, estratificación del aire de la caldera de CO en el modo de combustión parcial. Aplicable con carácter
general.
a.2) Promotores de la oxidación del CO de bajo NOX. Uso de sustancias que promuevan selectivamente la com-
bustión únicamente del CO y que eviten la oxidación del nitrógeno que contiene intermedios a NOX, como,
por ejemplo, los promotores sin platino. Aplicable solo en el modo de combustión total para la sustitución de
promotores de CO a base de platino. Puede ser necesaria una distribución apropiada del aire en el regene-
rador.
a.3) Aditivos específicos para la reducción de NOX. Uso de aditivos catalíticos específicos que estimulan la re-
ducción del NO por el CO. Aplicable únicamente en el modo de combustión total y con exceso de oxígeno
alcanzable. La aplicabilidad de aditivos en base cobre para la reducción de NOX puede estar limitada por la
capacidad del compresor de gas.

II) Técnicas secundarias o al final del proceso, como las siguientes:

a.1) Reducción catalítica selectiva (SCR). Para evitar el ensuciamiento aguas abajo, puede ser necesario ins-
talar más filtros aguas arriba del sistema de SCR. En unidades existentes, la aplicabilidad puede verse
limitada por la disponibilidad de espacio.
a.2) Reducción no catalítica selectiva (SNCR) .En el caso de FCC de combustión parcial con calderas de CO
hace falta un tiempo de residencia suficiente En el caso de FCC de combustión total, puede ser necesario
inyectar más combustible (por ejemplo, hidrógeno) para adaptarse a un margen de temperaturas más bajo.
a.3) Oxidación a baja temperatura. Hace falta más capacidad de lavado. Hay que abordar debidamente la ge-
neración de ozono y la gestión del riesgo asociado. La aplicabilidad puede verse limitada por la necesidad
de un tratamiento más amplio de aguas residuales y por un suministro insuficiente de oxígeno líquido. La
aplicabilidad puede verse limitada por el espacio.

Niveles de emisión asociados a las MTD para las emisiones de NOX procedentes del regenerador. NEA-MTD
(media mensual) mg/Nm3 NOX, expresado como NO2. Unidad nueva/todos los modos de combustión < 30 – 100.
Unidad existente/modo de combustión total < 100 – 300. Unidad existente/modo de combustión parcial 100 – 400.

9. CONCLUSIONES.
Las Directivas 2.008/1/EC(IPPC) y la 2010/75/UE de Emisiones industriales (IE) se fundamentan en los principios de
aproximación integral de la instalación, cómo afecta al medioambiente en su conjunto (autorización ambiental integra-
da), en el empleo de las mejores técnicas disponibles para cada tipo de instalación, en una aplicación flexible teniendo
en cuenta criterios geográficos y de la propia instalación y en asegurar la participación pública.

La legislación española ha incorporado las directivas anteriores a través de distintas revisiones de la ley IPPC, la últi-
ma la ley 5/2.013, y se completa con el Real Decreto 815/2013 que aprueba el Reglamento de emisiones industriales
y con el Real Decreto 508/2007 sobre el suministro de información y las autorizaciones ambientales integradas.

Los objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea referidos al año 2005 actúan sobre dos bloques dis-
tintos: a) sobre los sectores de alto consumo de energía y sometidos al Comercio de Emisiones, donde fija para el
2020 una reducción del 21% y para el 2030 del 43% b) sobre los sectores difusos, con un valor global para la Unión
y parcial para los distintos países; se fija un objetivo global de un 10% para el 2020 y de un 30%para el 2.030, corres-
pondiendo a España un 10% y un 27% respectivamente.

La proyección de reducción de emisiones realizada por el gobierno español es optimista respecto al cumplimiento en
el año 2020 y también, aunque algo menos, en el 2030 al considerar un crecimiento continuo de la economía.

El Comercio de emisiones (ETS) tras la crisis del sistema por una mayor oferta que demanda debe volver a jugar un
papel importante en la consecución de los objetivos.

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Los documentos de referencia de las mejores técnicas disponibles ( BREFs) son auténticos tratados sobre el sector,
donde se analiza desde la posición de competitividad del mismo, a la descripción de las distintas unidades y al análi-
sis desde el punto de vista de intensidad energética y de afección al medioambiente. La Comisión suele aprobar las
conclusiones sobre las MTD y los niveles de emisión que se encuentran en el borrador final del BREF.

Los BREFs fijan unos límites de emisión ambiciosos si no inicialmente, al distinguir entre instalaciones nuevas y anti-
guas, sí en un plazo medio y además, se deben revisar a los cuatro años. Nuestra opinión es que una refinería o una
petroquímica que tuviese implantadas todas las MTDs estaría como mínimo en el 10% de las mejores en el bench y
probablemente sería la best in class, aunque en el Refino el reto fundamental es la integración y eficacia energética.

10. BIBLIOGRAFÍA:
• Web: Summary of Directive 2008/1/EC concerning integrated pollution prevention and control (the IPPC Directive),
Unión Europea.
• Web: Summary of Directive 2010/75/EU on industrial emissions, Unión Europea.
• Web: Marco legislativo de la Prevención y el Control Integrados de la Contaminación, Ministerio de Agricultura y
Pesca, Alimentación y Medio ambiente.
• Web: Proyección Emisiones en España, Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural,
2016.
• Web: Hoja de ruta Sectores Difusos 2020. Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio ambiente.
• Web: Marco sobre el Clima año 2030. Comisión Europea.
• Web: Guía de Mejores Técnicas Disponibles en España del Sector Refino, Ministerio de Medio Ambiente, 2007
• Web: BREF document for the Refining of Mineral Oil and Gas, Final Draft July 2013, IPPC Bureau, Seville
• Web: Decisión de Ejecución de la Comisión de 9 de octubre de 2014 sobre el BREF de Refino y Gas. Diario Oficial
de la Unión Europea, 28 de octubre 2014.
• Web: Energía y Cambio Climático, Eduardo González, Oficina española de cambio climático, febrero 2017.
• Política y Geopolítica de la Energía, Samuele Furfari, ediciones Technip, 2012.
• Comercio de Derechos de Emisión, Documento Funseam, Jesús Abadía, 2014.

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272
COMMERCIAL THERMAL ENERGY STORAGE IN CONCENTRATED
SOLAR POWER PLANTS: STEAM VS. MOLTEN SALTS
Prieto, Cristina a; Ruiz-Cabañas, F. Javier a; Rodríguez-Sánchez, Alfonso a ; Santos, Jesús a
a Abengoa Energía, C/ Energía Solar n1, 41014 Sevilla. cristina.prieto@abengoa.com

RESUME: Thermal energy storage (TES) systems are key components of concentrating solar power plants(CSP) in
order to offer energy dispatchability to adapt the electricity power production to the curve demand. This study presents
a review of the current commercial thermal energy storage systems used in solar thermal power plants: steam accu-
mulators and molten salts. It describes the mentioned storage concepts and the results of their economic evaluation.

KEYWORDS: Thermal Energy Storage(TES), Concentrated Solar Power plant (CSP), Steam Accumulator, Molten
Salt.

1. INTRODUCTION
Energy storage systems are designed to accumulate energy when production exceeds demand and to make it avai-
lable at the user’s request. They can help match energy supply and demand, exploit the variable production of re-
newable energy sources (e.g. wind and solar), increase the overall efficiency of the energy system and reduce CO2
emissions [1].

Due to diversified demand profiles regarding to type, amount and power of needed energy, each energy storage
system (electrical, thermal, mechanical or chemical) requires a specific, optimal solution regarding efficiency and
economics. The easy integration of TES makes CSP dispatchable and unique among all other renewable energy
generating sources. From some years ago there is a very big increase of thermosolar power generation industry and
its associated TES systems. They are crucial to ensure the success of the technology allowing dispatchability enough
to supply energy when demanded.

A TES system mainly consists of three parts [2]: (i) the storage material, (ii) the heat transfer equipment, and (iii) the
storage tank. The thermal energy storage material stores the thermal energy either in the form of sensible heat, latent
heat of fusion or vaporization, or in the form of reversible chemical reactions. The heat transfer equipment supplies or
extracts the heat from the storage material. The storage tank holds the storage material insulating the storage material
from the surroundings. It can be easily understood that more than one storage technology is needed to meet different
applications. Consequently, a broad spectrum of storage technologies, materials and methods are needed. The overall
target in designing TES systems is the reduction of investment cost and the enhancement of efficiency and reliability.
To achieve these objectives, material, design and system integration aspects have to be considered in equal measure.

Two different thermal energy storage technologies are currently implemented in commercial solar thermal electricity
plants: (i) the steam accumulator for direct steam generation (DSG) plants, and (ii) the double tank of molten salts
either for parabolic trough with thermal oil or the molten salt tower technology. Abengoa is the only company whose
portfolio includes different thermal energy storage concepts that have been already commercially proven. Based in this
experience, the aim of this study is to confirm the need of having different storage technologies available in the market
to better adapt the needs of demand/supply balance. The study compares both steam accumulator and molten salt
technologies. A cost comparison between the concepts is presented in this paper in order to provide an assessment
of the current commercial thermal energy storage systems used in CSP plants.

2. THERMAL ENERGY STORAGE SYSTEMS


2.1. THERMAL ENERGY STHERMAL ENERGY STORAGE WITH MOLTEN SALTS
Molten salt is the most widespread heat transfer fluid for thermal energy storage in CSP commercial applications due
to its good thermal properties and reasonable cost. Nowadays, molten salts provide a thermal storage solution for the
two most mature technologies available on the market (e.g. parabolic trough and tower) and could be used as direct
and indirect storage depending of the selected plant philosophy. Both, trough and tower technologies, use double tank
system as thermal storage configurations.

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The molten salt fluids commonly used are nitrate mixtures with a weight composition of 60%wt NaNO3 and 40%wt
KNO3, also called solar salt, which optimizes cost and thermal properties. Their prices are significantly stables in the
market. However, corrosion phenomena should be taken into account regarding material compatibility due to impurity
contents of these mixtures. Nevertheless, good performance with the most common materials used in the industry can
be assured. In general, molten salt storage systems offer the possibility to supply electrical production at constant
conditions thanks to maintain the storage material in different tanks when it is charged or discharged. It also becomes
an interesting option as storage material because it has high energy density per specific volume and very high thermal
inertia due to its high heat capacity and low thermal conductivity.

2.2. MOLTEN SALT INDIRECT THERMAL ENERGY STORAGE FOR OIL PARABOLIC TROUGH TECHNO-
LOGY [3]
An oil parabolic trough solar plant consists of a large field of parabolic trough collectors, a heat transfer fluid/steam
generation system, and a Rankine steam turbine/generator cycle. Thermal oil operation temperatures used to be be-
tween 290ºC and 390ºC approximately, being nitrate molten salts efficient and operable enough within this range of
temperatures. The power cycle used with this system usually includes preheater, evaporator, superheater and rehea-
ter. Depending on the cycle design common efficiencies reached with this technology are around 37% [4].

Synthetic oil circulates through the collectors and heats the oil up to 393ºC. The absorbed heat is exchanged in a
steam generator in the power block, where the fluid is used to generate high-pressure superheated steam (100 bar,
approx. 380ºC) that is fed into a conventional reheat steam turbine to produce electricity. During summer months, the-
se plants can typically operate around 10-12 hours a day at full-rated solar energy electric output. To achieve electric
production during overcast or night time periods, thermal storage is integrated into the plant to allow solar energy to
be stored and dispatched when power is required by the grid. Using this configuration, the heat transfer fluid from the
solar field is diverted through a heat exchanger that is used to charge the thermal storage system, heating molten salt
from the cold storage up to 390ºC and storing it in the hot salt storage tank. When the storage system is discharged,
molten salt from the hot storage tank is sent back to the oil-to-salt heat exchanger and is used to heat cold HTF. The
heated oil is then sent back to the power plant. The cooled salt is returned to the cold storage tank at temperature
around 290ºC.

Synthetic oil does not allow working at temperatures higher than 400ºC due to thermal instability, which means that
the vapor quality is moderate and consequently low Rankine cycle efficiencies are possible. The used thermal energy
storage system consists of the following elements: (i) nitrate salt inventory, (ii) hot and cold storage tanks, (iii) the oil-
to-salt heat exchanger, and (iv) the molten salt circulation pumps.

2.3. MOLTEN SALT DIRECT THERMAL ENERGY STORAGE FOR TOWER TECHNOLOGY [3]
A solar tower plant consists of a large field of heliostats, a heat transfer fluid/steam generation system, and a Rankine
steam turbine/generator cycle. As parabolic trough plants, optional thermal storage systems can also be added. The
direct double tank molten salt storage system is the most used.

Compared to the technology used in commercial parabolic trough plants with storage, thermal oil is substituted by
molten salts. Up to date only nitrate mixtures are used in commercial plants, being able to withstand thermal and
chemically temperatures up to 565ºC. Above this temperature, nitrate mixtures are not proven to be thermally stable.
From power cycle point of view, depending on the availability of cooling water at the site, the condenser in Rankine
plant is cooled with either wet or dry cooling towers. A molten-salt tower uses a tubular-type receiver mounted on top
of a tower where the reflected solar energy from a heliostat field heats the molten salt receiver; molten salts are heated
from 290°C to 565°C in the receiver and then enter into the hot thermal storage tank. Later, hot salts are pumped from
the storage system to generate steam within a molten salt steam generator in the power block, where the molten salts
are used to generate steam that is fed into a conventional reheat steam turbine to produce electricity. The cooled salt
is returned through the thermal storage system to the receiver [5] .

The thermal storage system buffers the molten salt steam generator from solar transients and also supplies energy
during periods of no insolation, at night or on partly cloudy days. Since the salt remains in a single liquid phase throu-
ghout the process, and because of its relatively high heat capacity, it is stored in compact storage tanks. Compared to
synthetic oil, molten salts allow working at higher temperatures, which means higher steam turbine inlet temperature
and higher Rankine cycle efficiencies. The hot salt temperature of 565°C enables steam production at temperatures
and pressures typical of those used in conventional subcritical Rankine plants, commonly superheated steam at

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540ºC and 130 bar and reheat steam conditions of 538ºC and 30 bar approximately. The charge is always done in the
receiver located on the top of the tower not suffering any hysteresis between the charge and the discharge, thus the
discharge is able to generate power at nominal conditions.

2.4. THERMAL ENERGY STORAGE WITH STEAM ACCUMULATOR


Molten salt is the most used thermal energy storage medium. However, water can also be used as storage medium in
solar thermal power plants installing equipment called steam accumulators. Currently the best option is the use of a
steam accumulator storage system for the thermal storage needs in for DSG power plants.

A steam accumulator is a direct storage system eliminating intermediate equipment like heat exchangers or steam
generators. It is based on the Ruth accumulator system [6] where the steam is directly stored at high pressure in ac-
cumulator tanks. Steam accumulators are not old fashioned relics from the past. Indeed, and far from it, these storage
systems have been (and are being) used since many years in process industry and power generation plants to balance
demand and generation of steam. DSG is a commercial technological option in solar tower plants as it eliminates the
need for intermediate heat transfer liquids while increasing overall plant efficiency as well as reducing cost, increasing
performance and becoming a more environmentally friendly technology. This is due, in part, to the fact that the water
inside the receiver tubes absorbs the concentrated solar energy, and changes from liquid state into saturated steam
and, subsequently, into superheated steam. The steam produced in the receiver is fed directly to the turbine without
the need of any heat exchanger. Compared to the other commercial technologies available in the market, it eliminates
the oil/water heat exchanger train or the molten salt/steam generator, incorporating water/steam separators. In addi-
tion, the limitations on the maximum trough solar field temperature imposed by the degradation of the thermal oil (up
to 400 ºC) or the limitation of the working temperature of nitrate molten salts in solar tower power plants (up to 565ºC)
disappear and, therefore, the technology allows access to more efficient high temperature power cycles. Furthermore,
investment costs are reduced due to the elimination of intermediate equipment.

From design point of view, steam accumulators use sensible heat storage in pressurized saturated liquid water [6],
where liquid and gas phases are in thermodynamic equilibrium. They profit from the high volumetric storage capacity
of liquid water for sensible heat due to its high specific heat capacity [7]. Water is used as both storage medium and
working fluid, so high discharge rates are possible, while the storage capacity is limited by the pressure vessel volume.

The steam accumulator consists of cylindrical or spherical pressure vessels partially filled with water, at a point be-
tween 50% and 90% full depending on the application. The accumulator system is charged with the surplus saturated
steam produced at maximum pressure in the evaporator receiver. This surplus steam is injected into a mass of water
stored under pressure by a distribution manifold, which is fitted with a series of steam injectors. The stored water con-
tent will increase in temperature, pressure and level until it finally achieves the saturation temperature for the pressure
at which the plant is operating. If the steam accumulator is charged using saturated steam, there may be a small gain
in water due to the radiation losses from the vessel. During the discharge, steam is produced by lowering the pressure
of the saturated liquid during discharge. When the pressure inside the tank drops, flash steam evaporation is genera-
ted at the rate demanded by the power block. The water level will fall during the discharging. If superheated steam is
desired, a secondary storage system is needed to increase the temperature of the steam.

Thus, it is possible to superheat the discharged saturated steam coming from one accumulator using a higher pressure
saturated stream coming from a second accumulator, increasing the efficiency of the TES system as well as the cycle
efficiency during the discharge.

Focusing on the design concept of steam accumulators used in superheated steam towers, the used thermal energy
storage system consists of the following elements: (i) steam accumulator tank, (ii) foundations, and (iii) heat exchanger
to superheat the saturated stream.

3. COST ANALYSIS FOR TES COMPARISON

The aim of this study is to perform a cost comparison between the two commercial thermal energy storage systems
available in the market for CSP plants. Three reference systems are chosen: (i) parabolic trough power plant with
synthetic thermal oil and two-tank molten salt storage, (ii) molten salt tower plant with direct molten salt storage, and
(iii) direct steam tower with steam accumulator storage.

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The following main assumptions have been considered for the design of the storage system for the three plants analy-
sed in this study: The same electrical gross output is delivered by the plant, and equal to 100 MWe. The same storage
capacity in terms of discharging hours at equivalent full nominal conditions is assumed in 1h, 2h, 5h, 9h

It is assumed a similar power cycle, at least from operating conditions point of view. The molten salt tower and direct
steam power cycle are set up with a subcritical Rankine turbine operating at 540ºC and 130 bar. In the case of the
direct steam tower, the discharge from steam accumulators ranges from the maximum operating pressure (130 bar)
and the minimum working pressure assumed by the turbine which is supposed to be 2 bar. On the other hand, the
power cycle working conditions for the parabolic trough plant with synthetic oil and molten salt storage are set up with
a subcritical Rankine turbine operating at 380ºC and 100 bar.

It has been considered 4 cases related to the charging hours in order to analyse the impact of size in the storage total
cost. In the case of molten salt thermal energy storage, depending on the salt volume, it has been considered different
number of tanks. Table 1 shows the number of molten salt tanks used for each case.

Oil Parabolic Trough with Molten Salt TES Molten Salt Tower with Molten Salt TES
Storage hours 1 2 5 9 1 2 5 9
Number of cold tanks 1 1 2 3 1 1 1 1
Number of hot tanks 1 1 2 3 1 1 1 1
Table 1 Number of molten salt storage tanks considered for each case in the study

For the direct steam storage with steam accumulators, the storage cost will consider the following items: (i) pressure
vessel tanks, (ii) foundations, (iii) heat exchanger for superheating, (iv) piping and mechanical erection, and (v) electri-
cal and I&C. Storage medium is not considered as being water, hence negligible from cost point of view.

For molten salt two tank storage, it is considered (i) molten salt storage tanks (which includes the hot storage tanks,
cold storage tanks and molten salt pumps, among others), (ii) molten salt medium inventory, (iii) molten salt melting
system, (iv) piping and mechanical erection, (v) electrical and I&C, and (vi) civil works. Insulation and foundation are
included in the cost of both hot and cold storage tanks. In the case of the parabolic trough plant the oil-to-salt heat
exchanger is included within the equipment item.

Figures 1 to 3 represents the energy cost per item considered for the steam accumulator and molten salt storage sys-
tems for each STE plant. The comparison is done for the four cases depending on the discharging hours at full load
capacity.

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Figure 1 TES energy cost breakdown per item for a direct Figure 2 TES energy cost breakdown per item for an
steam tower of 100 MW with steam accumulator TES oil parabolic trough plant of 100 MWe with molten
(DSGT: Direct Steam Generation Tower) salt TES (PTC: Parabolic Trough Collector)

Figure 3 TES energy cost breakdown per item for a molten salt tower of
100 MWe and molten salt TES (MST: Molten Salt Tower)

In the case of steam accumulator TES, the main cost is related to the pressure vessel tanks, reaching values between
60 and 70% of the TES total costs defined as US$/kWhth. That means, that the larger the thermal capacity is needed,
the higher percentage will be.

The cost of storage medium is very important. Lots of research is currently being done to search and develop new
solutions to store energy at low cost in order to reduce the LCOE of STE plants. However, with the current molten salts
used in the STE industry, it is difficult to get an accurate cost because industrial salts are produced on a regional level
and producers compete directly with each other setting the price. In this study, material costs, melting system costs
and handling costs have been considered. Considering the molten salt storage system, it can be seen that the storage
capacity significantly affects the molten salt inventory increasing its thermal storage energy cost, while the equipment
thermal cost reduces going to higher storage capacities. For the oil parabolic trough plant, this increment is even hi-
gher because molten salt inventories are much bigger compared to a similar gross power molten salt tower plant. Also
the storage tanks item tend to reduce significantly because the number of tanks, pumps, etc, remains more less the
same. In the case of the molten salt tower, the cost of storage tanks reaches almost 50% for low storage capacities,
reducing up to 40% when having 9 hours storage discharge. No significant changes occur because the number of
tanks as well as other equipments, like the molten metal pumps, remains the same. On the other hand, the thermal
cost of molten salt inventory increases from almost 10% up to 28% while increasing storage capacity from 1 to 9 hours.

Figure 4 represents a comparative between the energy cost of the different TES cases analyzed in this study. An oil
parabolic trough 50 MW plant with 6 hours of storage using a two-tank molten salt TES system has been used as
baseline in order to compare the energy cost. In all the three technologies compared in the study, the energy cost de-
creases when storage capacity increases. Results show that this is more relevant in the case of the TES for molten salt
tower, where energy cost can be reduced around 68%, while the TES for parabolic trough and TES for direct steam
tower reduce around 41% and 35%, respectively.

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Steam accumulators have lower thermal energy costs than molten salt TES for oil parabolic trough plants. However, it
is important to mention that thermal-to-electric efficiencies are slightly different between them.

Figure 4 Relative energy cost of the thermal energy storage systems used within this study

The economic value of the TES system is assessed by the Levelized Cost of Electricity (LCOE) calculation. LCOE is
commonly used in power generation as an economic performance metric in order to compare cost of electricity among
different power generation sources. Lots of studies have been done in the past to compare the LCOE of a complete
solar thermal power plant using or not molten salt storage systems [4] [8]. However, there are no specific studies rela-
ted to the thermal energy storage levelized cost of electricity itself. This study is focused on the comparison of the TES
LCOE, which cost is determined using the following equation:

The investment cost relates to the investment of the TES system which includes the items described previously, inclu-
ding material, installation labour, but do not include engineering, procurement, construction management, or indirect
costs. The fixed charge rate is an economic factor which converts the capital cost to an equivalent annual expense
[34]. For this study a representative value of 10% is used. Annual O&M costs are exclusively the costs for the TES
system. In this case, no fuel cost has been considered as there is no back-up storage from a boiler. Lower O&M costs
for steam accumulators are considered compared to molten salt storage mainly because the energy consumption of
pumping the storage fluid is almost negligible compared to a molten salt pump. Also heat tracing system is not requi-
red in steam accumulator thermal energy storage systems neither in pipes nor tanks. This TES O&M cost decreases
when storage capacity in terms of discharging hours increases. It has been estimated a TES O&M cost range of 6.0
to 7.2 $/MWhe for the steam accumulator TES system. For the indirect molten salt TES for parabolic trough the range
of TES O&M cost has been estimated in 10.5 to 12.6 $/MWhe, while for the direct molten salt TES for tower the range
is between 9.0 to 10.8 $/MWhe. The denominator shows the sum of the real energy produced from the TES system
throughout one year.

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Figure 5 represents the relative TES Levelized Cost of Electricity for the different cases analyzed in this study. It has
been considered a comparison between each case taking as reference an oil parabolic trough 50 MW plant with 6
hours of storage using a two-tank molten salt TES system.

Figure 5 Comparison of Thermal Energy Storage LCOE

According to Figure 5, molten salt storage using a two-tank configuration is economically attractive if the storage
system has a minimum size in order to compensate the extra costs of using smaller tanks which also involve higher
equipment costs per kWh. In addition, the high cost of the oil-to-salt heat exchanger is penalized for small storage ca-
pacities. The TES LCOE reduction for the two-tank molten salt storage system is around 22% and 24%, respectively,
for the molten salt tower and the oil parabolic trough plant increasing storage capacity from 2 hours up to 9 hours. In
the case of steam accumulators for direct steam tower, this TES LCOE reduction is around 11%. It can be seen that
the TES LCOE for steam accumulator thermal energy storage system is higher than molten salt storage systems and
mainly due to the higher investment cost required and a lower production from TES. Nevertheless, a higher TES LCOE
does not mean that the steam accumulator technology cannot compete with the molten salt storage system. For a
complete assessment of the TES system, several parameters need to be taken into consideration to select the best
appropriate thermal energy storage system: power and efficiency of the cycle, location of the plant, demand profile
and market conditions, storage hours, material costs, integration and operation strategies of the TES system into the
power plant, O&M costs, among others.

4. CONCLUSIONS
This paper presents a technical and economical assessment of the commercial thermal energy storage systems used
in solar thermal electricity plants. Cost analysis is conducted to evaluate the economic comparison of the steam accu-
mulator and two-tank molten salt thermal energy storage concepts for each plant configuration.

From the economic point of view, the main cost of a steam accumulator TES is related to the pressure vessel tanks,
reaching values between 60 and 70% of the TES total thermal costs defined as US$/kWhth. The possibility of cost
reduction is directly related to the cost of the material of pressure vessels which is a market price. It can be seen that
for low storage capacities the thermal cost for a steam accumulator TES system is lower than the indirect or direct
molten salt storage. This is mainly due to the high cost that both molten salt storage systems have per molten salt
volume stored. In addition for the parabolic trough plant, the cost is even higher for a small storage system due to the
high cost of heat exchangers.

In the case of the molten salt storage system one of the major cost drivers is the salt medium, where its thermal cost
reaches values between 25 to 40%, and 10 to 30%, from 1 to 9 hours for the indirect and direct storage, respectively.
It can be seen that the storage capacity affects significantly the molten salt inventory while the storage tanks thermal
cost reduces going from low to higher storage capacities because the number of tanks, pumps, etc, remains more less
the same. For the oil parabolic trough plant, this increment is even higher because molten salt inventories are much
bigger compared to a similar gross power molten salt tower plant due to a lower temperature gradient in the salts.

In the case of the direct molten salt storage, the cost of storage tanks reaches almost 50% for low storage capaci-
ties, reducing up to 40% when having 9 hours storage discharge. On the other hand, the thermal cost of molten salt
inventory increases significantly from almost 10% up to 28% while increasing storage capacity from 1 to 9 hours. The

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great potential of direct molten salt TES is even more representative for large storage capacities, as the salt inventory
volume decreases significantly due to the higher energy density stored compared to the other commercial storage
systems. The system is relatively simple and a well understood technology. Not using heat exchangers and the smaller
storage size needed for the same capacities due to the bigger temperature gradients are the most important benefits
for the direct molten salt storage system.
In all the three technologies compared in the study, the cost decreases when storage capacity increases. Results
show that this is more relevant in the case of the TES for molten salt tower, where energy cost can be reduced around
68%, while the TES for direct steam tower and TES for parabolic trough reduce around 35% and 41%, respectively.
Steam accumulators have lower thermal energy costs than molten salt TES for oil parabolic trough plants. However, it
is important to mention that thermal-to-electric efficiencies are slightly different between them.

The TES LCOE analysis confirms that the lowest electricity prices are reached with the direct molten salt storage for
the whole storage capacity cases. The TES LCOE reduction for the indirect molten salt storage system is around 22%
while for the direct molten salt storage rises up to 24% increasing storage capacity from 2 hours up to 9 hours. In the
case of steam accumulators for direct steam tower, this TES LCOE reduction is around 11%.

This study confirms that steam accumulator thermal energy storage system represents an attractive option as a buffer
instead of large capacity storages facilitating the operation of CSP plants protecting the turbine from transients. This
benefit is more representative when decreasing the power of the plant where the molten salt storage is even more
cost affected. On the other hand, molten salt storage system represents the best option for large storage capacities.

However, for a complete assessment of the total LCOE of the plant, several parameters need to be taken into conside-
ration to select the best appropriate thermal energy storage system: power and efficiency of the cycle, location of the
plant, demand profile and market conditions, storage hours, material costs, integration and operation strategies of the
TES system into the power plant, O&M costs, among others. Tailored design of storage systems is key in the commer-
cial storage solution. Abengoa is able to solve different thermal storage solutions, thermoelectric, thermochemical, in
all ranges of needs, adapting us to the most competitive solution.

References

• [1] Internatinal EnergyAgency, IEA, «World Energy Outlook Report 2015: Energy and Climate Change - Executive Summa-
ry».
• [2] S. Kuravi, J. Trahan, D. Y. Goswami, M. Rahman y E. Stefanakos, «Thermal energy storage technologies and systems for
concentrating solar power plants,» Progress in Energy and Combustion Science , vol. 39, nº 4, pp. 285-319, 2013.
• [3] Gil, A, M. Medrano, I. Martorell, A. Lázaro, P. Dolado, B. Zalba y L. Cabeza, «State of the art on high temperatura for power
generation. Part 1: concepts, materials and modelization,» Renew Sustain Energy Reviews, vol. 14, pp. 31-55, 2010.
• [4] U. Herrmann, B. Kelly y H. Price, «Two-tank molten salt storage for parabolic through solar power plants,» Energy, vol. 29,
pp. 883-893, 2004.
• [5] U. Herrmann, .. Geyer y D. Kearney, Overview on thermal storage systems.Workshop on thermal storage for trough power
plants, FLABEG Solar International GmbH, 2006.
• [6] G. Walter, Steam storage installations, Berling/Göttingen/Heidelberg: Springer-Verlag OHG, 1970.
• [7] W.-D. Steinmann y M. Eck, «Buffer storage for direct steam generation.,» Solar Energy, vol. 80, nº 10, pp. 1277-1282,
2006.
• [8] C. Parrado, A. Marzo, E. Fuentealba y A. Fernández, « 2050 LCOE improvement using new molten salts for thermal en-
ergy storage in CSP plants,» Renewable and Sustainable Energy Reviews, vol. 57, pp. 505-514, 2016.

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316
COMPARACIÓN DE BATERÍAS DE IONES DE LITIO Y DE FLUJO REDOX
Santos Moro, Luis Manuel
EDP, Plaza de la Gesta, 2, lsantos@edpenergia.es

RESUMEN: El objetivo de la comunicación es probar la hipótesis de que las baterías de iones de Litio y las de flujo
redox presentan características muy diferentes y por lo tanto no se puede decir que ninguno de los dos sistemas sea
mejor que el otro para todos los usos. Para ello se han comparado las baterías de Iones de Litio con las baterías de
flujo redox, fijando la atención en cuatro parámetros que caracterizan a ambas tecnologías: la eficiencia, el tiempo de
respuesta, el número de ciclos y la vida útil

PALABRAS CLAVE: Baterías, Ion Litio, Flujo redox.

1. INTRODUCCIÓN
La disparidad de tecnologías de almacenamiento de energía plantea el problema de elegir cuál de ellas es la mejor
para un desempeño en concreto. El insuficiente grado de madurez de muchas de esas tecnologías lleva a sus fa-
bricantes a defender el argumento de que con la misma batería se pueden prestar servicios diferentes (control de
frecuencia, recorte de puntas de demanda, arbitraje de energía, etc.) lo que permite aumentar la rentabilidad de los
sistemas.
Sistema de Generación
Sin embargo, cada tecnología presenta distintos grados de desempeño, que las harían óptimas para según qué tipo
de aplicaciones y no competitivas para otros usos. El uso de elementos específicos por cada una de esas tecnologías
(Litio en un caso y Vanadio en el otro) hace que sea relevante, desde el punto de vista del aprovechamiento de los
recursos minerales, el grado de éxito comercial que puedan presentar cada una de estas tecnologías, y de ahí el
interés de presentar esta comunicación al Congreso.

El objetivo de la comunicación es probar la hipótesis de que las baterías de iones de Litio y las de flujo redox presen-
tan características muy diferentes y por lo tanto no se puede decir que ninguno de los dos sistemas sea mejor que el
otro para todos los usos.

Para ello se han comparado las baterías de Iones de Litio con las baterías de flujo redox, fijando la atención en cuatro
parámetros que caracterizan a ambas tecnologías: la eficiencia, el tiempo de respuesta, el número de ciclos y la vida
útil.

La elección de esos parámetros y no otros obedece a que se trata de los factores que permiten tener en consideración
los costes operativos (eficiencia), el desempeño (eficacia) y la permanencia (vida útil) en el proceso de valoración de
una tecnología de almacenamiento para un uso específico.

2. OBTENCIÓN DE DATOS PARA LAS COMPARACIONES


El método utilizado para la comparación ha sido la obtención de datos tras realizar una consulta al mercado y la elabo-
ración, para cada uno de los cuatro parámetros, de diagramas de caja mediante los cuales se visualiza la distribución
de los conjuntos de datos obtenidos y permite comparar los valores máximo, mínimo la mediana y los percentiles 25
y 75.

Se realizaron consultas a 12 fabricantes de baterías redox flow obteniéndose datos de 17 modelos. En relación a la
tecnología de Li-ion se realizaron consultas a 10 fabricantes, obteniéndose datos de 15 modelos correspondientes a
3 subcategorías de este tipo de tecnología.

3. COMPARACIÓN DEL RENDIMIENTO


El primero de los parámetros comparado es el rendimiento (indicado en la figura 1 como “performance”). Este pará-
metro es muy importante a la hora de comparar tecnologías de almacenamiento de energía, pues incide como factor
multiplicador a la hora de determinar la eficiencia total de un sistema de generación, transporte, distribución, almace-
namiento y transformación de la energía eléctrica en la forma de uso final de la energía.

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En la figura 1 se puede apreciar como los valores inferiores del rendimiento de las baterías de Li-ion son incluso su-
periores a los máximos valores del 80% referenciados para las baterías de flujo de Vanadio.

Figura 1- Comparación de rendimiento

4. COMPARACIÓN DEL TIEMPO DE REACCIÓN


El segundo parámetro objeto de comparación fue el tiempo de reacción, definido este como el tiempo que tarda la
batería en ofrecer su potencia nominal cuando pasa de estar en espera a estar en modo descarga.

El tiempo de reacción es el parámetro crítico a considerar en aplicaciones de garantía de suministro y mantenimien-


to de la frecuencia. El resultado de la comparación de los datos obtenidos es abrumadoramente favorable para las
baterías de flujo. En la figura 2 se puede ver que los peores tiempos de respuesta de las baterías de flujo están en el
orden de los 100 ms, por debajo de los mejores tiempos de las baterías de Li-ion que no bajan de los 200 ms.

El hecho de que en las baterías de flujo la potencia venga dada por el número de agrupaciones de celdas (o stacks)
mientras que la cantidad de energía disponible dependa de la masa de electrolito almacenada en un depósito por
cada una de las dos polaridades hace que el ámbito de aplicación convencional de las baterías de flujo sea el alma-
cenamiento de grandes cantidades de energía. Sólo hace falta disponer, para una potencia determinada, de un mayor
volumen de electrolito almacenado en dos depósitos.

Sin embargo, como se puede ver se trata de baterías muy rápidas, lo que las hace atractivas también en aplicaciones
en las que el factor crítico sea garantizar la continuidad de suministro.

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Figura 2- Comparación de tempos de respuesta

5. COMPARACIÓN DE LA VIDA ÚTIL


Los datos obtenidos de la vida útil medida en años para las baterías de flujo, ofrecen una abrumadora concentración
en el valor de 20 años (Figura 3). Quizá ese hecho sea debido a que se trata de valores estimados por los fabricantes,
dada la escasa madurez comercial de esta tecnología. En el caso de las baterías de Li-Ion la dispersión es mayor,
aunque alrededor de valores inferiores de la mediana (entre 10 y 15 años).

Figura 3 – Comparación de vida de diseño en años

Procede por tanto intentar comparar la vida útil empleando otro parámetro. En este estudio se ha utilizado el núme-
ro de ciclos estimado por los fabricantes. Los resultados se ofrecen en la figura 4. En este caso se ha considerado
oportuno desglosar los datos correspondientes a las baterías de Li-ion en tres subcategorías. Se puede apreciar
como las baterías de flujo ofrecen valores de números de ciclo muy superiores a la subcategoría de baterías de Li-ion

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convencional, de forma que incluso los valores inferiores de las baterías de flujo son mejores que los mayores valores
del Li-Ion.

Sin embargo, la subcategoría de baterías con ánodo de titanato de Litio ofrece una distribución de número de ciclos
muy similar a la de las baterías de flujo. Y la subcategoría de baterías de Li-ion con electrolito inorgánico prometen
valores de números de ciclos de 50.000, casi el doble de los mejores valores obtenidos por las baterías de flujo.

Figura 4 – Comparación de vida de servicio en número de ciclos

6. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Los resultados mostrados por los diagramas de cajas permiten evidenciar que las baterías de Iones de Litio presentan
una eficiencia superior a las de flujo, pero unos tiempos de respuesta muy inferiores. Respecto al número de ciclos,
la muestra de datos de las baterías de flujo muestra menor dispersión respecto a la mediana de 20.000 ciclos que las
baterías de iones de litio, pero es necesario considerar las distintas subcategorías de la tecnología de Li-Ion pues los
nuevos desarrollos tecnológicos prometen valores completamente disruptivos.

Los resultados no pueden ser concluyentes, dado el tamaño de la muestra de datos obtenida, pero sí permiten reducir
la incertidumbre de la hipótesis planteada sobre la ausencia de un ganador absoluto. Será necesario actualizar estas
comparaciones a medida tanto de que vayan apareciendo en el mercado nuevos fabricantes de baterías de flujo como
de que la tecnología de los electrolitos inorgánicos en las baterías de Li-ion confirme su excelente comportamiento
en número de ciclos.

La impresión que presentan estos resultados es que ambas tecnologías ofrecen prestaciones muy diferentes, por
lo que no es aceptable pensar que una batería pueda mantener un desempeño óptimo ante exigencias de uso di-
ferentes. Esa conclusión avala la hipótesis de que para que un sistema de almacenamiento pueda prestar servicios
diferentes debe estar compuesto por una hibridación de tecnologías.

7. BIBLIOGRAFIA
• Huggins, R. (2010), “Energy Storage”, Springer/Stanford University

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318
PROJECT REDOX2015
Santos Moro, Luis Manuel
EDP, Plaza de la Gesta, 2, lsantos@edpenergia.es

RESUMEN: A paper presenting Redox2015 project was already presented at the CIERM 2013 congress, four years
ago. The objective of this communication is to provide the congress with an update of the project and of results. The
aim of the project was to design, build and test a Vanadium redox flow battery (VRFB) by Spanish partners.

PALABRAS CLAVE: Redox Flow, Battery, Vanadium.

1. INTRODUCTION AND PROJECT OBJECTIVES


Project REDOX2015 is an example of efforts to improve performance of one storage technology. The objective of the
project was two-fold. On the one side, some industrial and technical partners had the goal to design, build and test a
Vanadium Redox Flow battery. The project consortium was made by EDP Spain, ZIGOR, ISASTUR, Oviedo Universi-
ty, TECNALIA, IREC, INCAR and TEKNIKER. The project is funded by the Economy and Competitiviness Ministry of
Spain with FEDER funding from the European Commission.

For this purpose, EDP Spain carried out a study to find the best location in its grid to perform the tests of the system
according to the battery size and other constraints. ZIGOR, one of the industrial partners, designed with TEKNIKER
the whole system and build a charger/discharger prototype, doing some flow dynamics modelling and optimizing tests.
ISASTUR carried out the programming of several operation strategies at the local computer controlling the system.

The second objective was to improve the performance of the next generation of redox flow batteries. For this goal
several technical centres focused on developing and testing material for the different components. INCAR (The na-
tional coal institute) made some promising findings using graphite felts modified with metals. This will provide cheap
electrodes with a performance equivalent to that of expensive nanomaterials.

IREC (The Catalonian Energy Research Centre) focused in other materials for electrodes and electrolytes. They have
found that some additives improve current density and ciclyng. TECNALIA CORPORATION worked choosing the
appropriate membrane, testing it at the single cell level and conducting research on plasma activated modification on
exchange membrane for vanadium crossover removal.

Figure 1 – Redox flow battery diagram

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2. DEPLOYMENT OF THE SYSTEM
EDP Spain carried out a study to find the best location in its grid to perform the tests of the system according to the ba-
ttery size and other constraints. The selected location was near a HV/LV substation called Pumarin in Gijón (northwest
Spain) and connected to the LV grid (Figure 1) through a small MV/LV substation in order to feed a building of EDPs
offices. Image 1 show the battery location.

Image 1 – Location of Redox2015 battery

In order to have a better understanding of the behaviour of the battery, a self-contained solution was discarded. Using
an old building out of service (Image 2) and fully dedicated for the battery was considered a better solution. The battery
building had been used for HV/LV transformers maintenance but it was no longer used for this purpose.

Image 2 – Building devoted for transformers maintenance and used now as battery building

The REDOX2015 battery, with a 27 kW rated power, is composed of one power cabinet holding one set of stacks and
two electrolyte tanks holding 2.000 l of electrolyte with a 3.000 l capacity each one. Figure 2 and Image 3 shown the
battery layout. Some important improvements over the original expected performance of the system could be obtained
thanks to changes in system design and materials. The most outstanding of these improvements is the reduction from

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12 stacks to 6 to provide the same rated power.This allowed to reduce the number of cabinets initially planned (Figures
2 and 3) from 2 to 1 (Image 3).

Figure 2 – Initial battery layout: tanks and two cabinets holding stacks

Image 3 - Battery layout: tanks and one cabinet holding six stacks

Although H2 generation likelihood was very low for this technology, this risk was even more reduced thanks to the
building dimensions (Figure 3) that guaranteed a large volume of air.

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Figure 3 – View of the battery building.
In order to prevent any possibility of electrolyte leakage, a specially reinforced tray was built. The tray has been dimen-
sioned to hold the total amount of electrolyte for the two tanks (Image 4 and 5) and epoxy painting was used to avoid
any potential leakage.

Image 4. View of the two 3.000 l tanks for electrolyte.

Image 5.Detail of piping for the electrolyte circuit

In the commissioning phase, some problems came up regarding electrolyte precipitation. This was caused by low
temperatures during the stocking of electrolyte before commissioning. This made advisable to replace the electrolyte
for a new one during 2015.

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y Recursos Minerales
3. MODELLING AND OPERATION OF THE SYSTEM IN REAL CONDITIONS
Regarding the connection of the battery, the system is connected to the low voltage grid of a small substation. Figure
4 shows that this small substation has two feeders: one specially devoted to the battery and a second one feeding a
EDP Spain office building.

Figure 4 – Battery connected at LV in SS

This arrangement allowed to test two operation strategies. The first is the simplest strategy: to put a cap on the power
provided by the transformer. So, when demand goes over the cap the battery supplies the difference and provides
relief to the transformer. And in any other situation the battery charges or discharge itself following its optimal State of
Charge.This strategy helps the DSO to use the battery as a life increasing mechanism for the transformer.

In Figure 5 we can see results from modelling of that strategy. The battery SOC increases when the load is under the
upper limit of the power provided by the transformer: that is the battery is charging. And every time the load demand
goes over the limit the battery discharges and provides the difference.

We also can see how the battery follows its optimal SOC situation at any other moment. One important thing learned
is that the initial SOC determines the performance of the battery.

In this graph the SOC is very low at the very begining and the power demanded (red line) is under the power provided
by the transformer (blue line) so the battery charges itself. When demand goes under the cap the battery charges
itself following its optimal SOC. But before reaching that point demand goes over the transformer cap so the battery
discharges providing relief to the transformer. When demand goes down, the battery goes back to the optimal SOC
this time charging itself and so on.

But this strategy is far from been optimal because when the battery charges itself it is competing with the load for the
transformer capacity. That situation aggravates the problem of the transformer congestion. A smarter operation stra-
tegy is needed.

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Figure 5 – Operation strategy #1 Power cap

To take into account that situation and to increase the complexity of the modelling we have the peak shaving mode or
operation strategy #2. It is a bit more complex than transformer limit but basically is the same idea: transformer limit
with a cap and a floor. Figure 6 shows how the SOC is again very low at the very begining and the power demanded
(red line) is over the power provided by the transformer (blue line) so the battery discharges itself to provide power
instead of the transformer. When demand goes under the cap the battery charges itself following its optimal SOC.

But before reaching that point demand goes over the transformer cap again so the battery discharges providing relief
to the transformer. When demand goes down the battery goes back to the optimal SOC this time charging itself and
so on.

But in this case there is a second condition because now we also have a floor apart from the cap. So the battery
charges when power is below the floor (and not competing with the load) and discharges when power is over the cap.

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Figure 6 – Operation strategy #2 Power cap and floor

4. RESULTS AND CONCLUSIONS


At the moment of producing this paper the system is under a preliminary test phase. During this phase several impro-
vements in stack design have been noticed and the consortium needs to clarify the roadmap to follow in order to inclu-
de those improvements or not. After that decision, real operation tests to verify the behavior of the system according
to the operation strategies already modelled have to be conducted.
As a general conclusion, VRFB is a technology with a maturity level that is improved with projects as Redox2015 but
there is still room for new tests that take into account knowledge acquired in these projects before reaching the market.

5. BIBLIOGRAPHY
• E.A. Kaminski, R.F. Savinell, 1983, “A Technique for Calculating Shunt Leakage and Cell Currents in Bipolar
• Stacks Having Divided or Undivided Cells” J. Electrochem. Soc. vol 130(5): 1103-1107.
• J. Coto, C. Sanchez 2015, “ Price-based control strategies for electric energy storage system in distribution
• networks “, Proceedings CIRED conference, 2015, paper 0763.

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340
GEMASOLAR, CENTRAL SOLAR TERMOELÉCTRICA CON
ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA
Mendoza, Raúl
Torresol Energy Investments, C/ Cervantes, 8 – 48930 Las Arenas – Getxo (Bizkaia)
email: raul.mendoza@torresolenergy.com

RESUMEN: Uno de los principales hándicaps de las energías renovables es su dependencia de recursos primarios,
ya sea viento o radiación solar, que escapan al control de los procesos productivos y en cuya ausencia no es posi-
ble para dichos procesos continuar en generación. Como consecuencia, las energías renovables cuentan con una
escasa o nula gestionabilidad. En el sector termosolar esta limitación se ha superado gracias al empleo de sistemas
de almacenamiento de energía térmica. Ejemplo de ello es Gemasolar, primera planta termosolar a nivel comercial
con tecnología de receptor central y almacenamiento de energía en sales fundidas, lo que le permite permanecer en
generación hasta 15 horas en ausencia de sol, incluyendo periodos nocturnos.

PALABRAS CLAVE: Energía renovable, termosolar, almacenamiento, gestionabilidad, medio ambiente.

1. INTRODUCCIÓN
La capacidad de producción de energía de origen renovable fotovoltaica, eólica y termosolar se ha incrementado
exponencialmente a nivel mundial en los últimos años, tendencia que aún se mantiene, de tal manera que en muchos
países estas energías ya constituyen un porcentaje muy elevado respecto al total de generación energética. Este
incremento se está produciendo en gran medida gracias a la considerable reducción de los costes de generación que
se ha originado a medida que las diferentes tecnologías maduraban y se consolidaban.

Sin embargo, una de las áreas de desarrollo de estas tecnologías, y que actualmente supone un factor limitante, es la
falta de gestionabilidad de la producción, como consecuencia de la incapacidad de generar en ausencia del recurso
primario de energía, ya sea radiación solar o viento. Es evidente que la demanda energética de una región o país no
puede ser dependiente de factores temporales o meteorológicos, quedando sin cubrir por las noches, en transitorios
nubosos o en momentos en los que no hay suficiente viento.

En el sector termosolar esta falta de gestionabilidad se ha logrado solventar mediante el desarrollo de sistemas de
almacenamiento de energía térmica, implementados con éxito a escala comercial. Un ejemplo de ello es la central
solar termoeléctrica Gemasolar, la cual cuenta con un sistema de almacenamiento de energía térmica por medio de
sales de nitrato fundidas que le permite producir energía eléctrica y suministrarla a la red peninsular durante periodos
sin radiación solar (nublados y noches) de hasta 15 horas, de tal manera que es capaz de enlazar varios días en pro-
ducción continua empleando el sol como única fuente primaria de energía, pudiendo suministrar a la red en función
de la demanda, convirtiendo así la energía solar en gestionable.

2. MÉTODO
Gemasolar es una central termosolar de generación con 19,9 MW de potencia, que es capaz de suministrar 80.000
MWh de energía eléctrica anualmente, energía suficiente para cubrir el consumo de hasta 25.000 hogares, lo que
equivale a una reducción de más de 30.000 Tn de emisiones de CO2.

La energía termosolar por concentración emplea la radiación solar directa, usando espejos para concentrar los rayos
del sol en un punto a través del cual circula un fluido que adsorbe la radiación solar calentándose. Este calor sirve a su
vez para generar vapor de agua a alta presión y temperatura, que se hará circular a través de una turbina conectada
a un generador, produciendo así energía eléctrica. En las plantas de torre central, los espejos (heliostatos) concentran
la radiación solar en un receptor situado en lo alto de una torre y por el que circula el fluido.

El proceso es sencillo, si bien ha supuesto importantes desarrollos e innovaciones para llegar a ser escalado desde
los prototipos de demostración hasta su instalación comercial. Así, Gemasolar es la primera planta termosolar en el
mundo con tecnología de torre central, campo de heliostatos y almacenamiento de energía. Las instalaciones ocupan

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y Recursos Minerales
una superficie circular de 195 hectáreas, de las cuales la mayor parte corresponden al denominado campo solar, en
el cual que hay instalados 2.650 heliostatos. Los heliostatos, que se encuentran distribuidos en anillos en torno a
la torre, estando el más alejado a una distancia aproximada de 1 km, son estructuras compuestas por 35 facetas o
espejos que suman una superficie reflectante de 120 m2 por heliostato, acumulando por tanto más de 300.000 m2
de superficie reflectante para todo el campo solar. Cada heliostato varía de forma independiente su orientación a lo
largo del día en función de la trayectoria solar y las condiciones meteorológicas (viento, nubes, etc.) con el objetivo
de reflejar la radiación normal directa procedente del sol y concentrarla en un único punto, el receptor. Esta técnica
de concentración solar requiere de un alto grado de precisión de apunte para su correcto funcionamiento, lo que se
consigue mediante el mecanismo de actuación de dos ejes de alta precisión que incorpora cada heliostato, los cuales
se controlan en remoto y de forma automática a través de un innovador sistema de control y apunte.

El receptor, de forma cilíndrica, se encuentra situado en lo alto de una torre de 140 m de altura, estando formado por
16 paneles de tubos por cuyo interior circula una mezcla eutéctica de sales de nitrato de sodio y nitrato de potasio
fundidas, es decir, en estado líquido. Las sales son bombeadas desde un tanque de sales “frías” a 290 ºC, ligera-
mente por encima de su punto de fusión, y a su paso por el receptor incrementan su temperatura hasta los 565 ºC,
absorbiendo la energía térmica concentrada procedente del campo solar, y son circuladas hasta el tanque de sales
“calientes”. Este sistema de captación de energía térmica y almacenamiento está funcionalmente separado del siste-
ma de generación eléctrica (figura 1), de tal manera que la energía almacenada puede ser consumida en el momento
que sea preciso, siguiendo las curvas de demanda de la red, e independientemente de la disponibilidad de la fuente
solar primaria.

Dicha generación eléctrica se consigue mediante intercambiadores térmicos de tipo tubo-carcasa, en los cuales las
sales bombeadas desde el tanque de sales “calientes” ceden calor al agua para producir vapor sobrecalentado a
500ºC, que es conducido a una turbina conectada a un generador eléctrico. Las sales son devueltas al tanque frío a
290ºC en un ciclo cerrado sin pérdida de masa, ni deterioro en su composición o propiedades físico-químicas.

La capacidad del sistema de almacenamiento de sales es de 8.000 toneladas, lo que le confiere a la planta una
autonomía de 15 horas de producción eléctrica en ausencia de radiación solar. Ello permite su producción continua
24h a potencia nominal en los meses de verano, así como evitar interrumpir la generación durante los transitorios
nubosos, con el consiguiente impacto positivo tanto en la eficiencia de los sistemas como en la durabilidad de los
equipos (figura 2).

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Sistema de Captación y Almacenamiento Sistema de Generación

Figura 1.- Proceso de producción de Gemasolar.

Figura 2.- Producción continua durante 48 horas de energía de origen solar.

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3. CONCLUSIONES
Gemasolar lleva en operación comercial desde Abril de 2011, superando las prestaciones para las que fue diseñada.
Los principales retos de esta tecnología han sido el diseño del receptor, capaz de soportar un elevado estrés térmico;
el diseño de los heliostatos, cuya altísima precisión permite concentrar el máximo de energía en el receptor evitando
el desbordamiento; y el ajuste del sistema de apunte del campo solar, que mantiene la temperatura del metal de los
tubos del receptor controlando el desapunte de aquellos heliostatos que pudieran provocar puntos calientes.

Si bien la principal ventaja de esta tecnología es su gestionabilidad, es decir, su capacidad de predecir la producción
de energía eléctrica así como su facilidad de modificarla en función de la demanda de la red, posee otras caracterís-
ticas positivas que cabe mencionar y enumeramos a continuación.

Capacidad de almacenamiento de alta temperatura:


-- Gracias al sistema de almacenamiento, la operación de la turbina no se ve afectada por una nube o un fuerte
viento repentino.
-- La turbina no se detiene cada noche, reduciéndose el número de ciclos de marcha/paro anuales, lo que alarga
su vida.
-- Se maximiza el rendimiento de la planta.

Bajo riesgo operacional:


-- No hay sistema móvil de tuberías ni aceite térmico.
-- Todos los fluidos se concentran en una misma área, lo que reduce las pérdidas térmicas y los costes de man-
tenimiento.
-- El mismo fluido se emplea para almacenamiento y como fluido de transferencia térmica, por lo que hay menos
intercambio de calor.

Un ciclo de mayor eficiencia:


-- El fluido térmico, las sales fundidas, alcanzan mayor temperatura que con otras tecnologías, lo que maximiza
la eficiencia termodinámica del proceso.

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314
SPANISH ENERGY STORAGE INTERPLATFORMS GROUP
Santos Moro, Luis Manuel
EDP, Plaza de la Gesta, 2, lsantos@edpenergia.es

RESUMEN: This paper shows the rationale behind the Energy Storage Inter-Platform Group, known as GIA for its
Spanish initials.The GIA is comprised of a number of spanish institutions that are linked to energy storage one way or
another. This includes public and private bodies that are engaged in business and research activities. Findings regar-
ding energy storage projects breakdown and research capabilities is Spain are also provided in the paper.

PALABRAS CLAVE: Energy Storage, Technical Platforms.

1. INTRODUCTION
Energy storage is becoming a key factor in the energy transition to a zero carbon society, particularly with regard to
intelligent electricity grids, which are faced with the challenge of catering for new social demands.

The European Commission has acknowledged the upcoming relevance of storage in its Horizon 2020 research and
development programme, and is planning to invest significant efforts towards developing storage technology in the
field of smart grids. The 2007 SET Plan already foresaw the need to make progress in terms of storage profitability,
and considered it a challenge to be solved by the EU in the decade of 2007 to 2017. Subsequently, in 2011, the Eu-
ropean Energy Research Alliance launched a Joint Energy Storage Programme to back the development of projects
in this field.

In spite of this, Spain did not house at that time any initiatives that include all of the key players on the energy storage
scene and, as the sector gains ground, it has become necessary to coordinate the work of the various institutions
involved in it, though without creating yet another platform.

It was in this scenario that the Storage Inter-Platform Group (Figure 1), known as GIA for its Spanish initials, was born
at the end of 2013 as an spinoff of the Spanish Smart Grids Technological Platform (FUTURED) with EDP Spain in
the role of coordinator.The GIA is comprised of a some 60 institutions that are linked to energy storage one way or
another. This includes public and private bodies that are engaged in business and/or research. This way, it looks out
for the interests of all of the sectors involved.

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Figure 1 - Energy Storage Inter-Platform Group State of the art document
The first outcome of GIA was a paper named “State of the art of energy storage regulations and technology” available
for downloading at the FUTURED website at http://www.futured.es/documento/energy-storage-gia.

2. GIA INTERNAL ORGANIZATION


To tackle with the variety of different energy storage technologies, the Energy Storage Inter-Platform Group, is orga-
nized into 7 sub-groups according to the various objectives pursued. Every sub-group has a technological centre as
a leader.

• Regulation Sub-Group: This group takes care of the regulatory aspects concerning energy storage in Spain,
Europe and the whole world.
• Grid Integration and Applications Sub-Group: This group looks into the factors involved in integrating energy
storage technologies in the grid.
• Energy Storage Technology Sub-Groups: These groups have been studying the different types of existing tech-
nologies from a critical standpoint, defining their operational costs and the main challenges they face in order
to become competitive technological options in the future. These groups are:
mmElectrochemical Storage
mmChemical Storage
mmThermal Storage
mmMechanical Storage
mmMagnetic Storage

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Figure 2 – Agents leading GIA sub-groups

3. RESEARCH CAPABILITIES
GIA conducts two technological surveillance activities on a regular basis with the information provided by its members.
The outcome of both activities is available at FUTURED’s website. The first activity is an overview of the capabilities of
Spanish Technical centers regarding energy storage. Figure 3 shows the geographical distribution of agents in Spain.
For every agent in the energy storage ecosystem there is a record with detailed information about resources (Figure
4). This information is a good source to look for partners in order to arrange new energy storage projects.

Figure 3 – Capabilities map in energy storage technologies for Spain

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Figure 4 – Technological capabilities inventory

4. ENERGY STORAGE PROJECTS INVENTORY


The second surveillance activity aims to have a big picture of energy storage projects conducted by Spanish agents.
Figure 5 shows a double breakdown according to technologies and funding of a set of more than 200 energy storage
projects with Spanish entities involved that have been recorded by GIA in its database. From that breakdown we can
identify the typical project as one of electrochemistry with national public funding. One interesting finding is that there
is a not negligible amount of projects (25) with private funding only. This is a clear sign of the interest of several agents
in bringing to the market these technologies.

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Figure 5 – Project inventory by GIA

5. CONCLUSIONS
The need to have an initiative that includes all key players on the energy storage scene in Spain has been satisfied
with GIA since 2013. This forum provides the Spanish ecosystem with useful information about technological capabi-
lities and an inventory of projects. As more members join GIA the information included in its databases will hold more
value for all agents involved in the initiative.

6. BIBLIOGRAPHY
GIA (2016) “State of the art of energy storage regulations and technology”, FUTURED

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COMUNICACIONES ÁREA 4
Área 4

256 CARACTERIZACIÓN HIDROQUÍMICA E ISOTÓPICA AMBIENTAL DE LAS AGUAS SUBTE-


RRÁNEAS DEL VALLE DE EL GOLFO (ISLA DE EL HIERRO)
Sra. Elzbieta Skupien Balon1, Sr. Roberto Poncela Poncela2, Sr. Enrique Martín de Lorenzo
Cáceres3, Sr. Guillermo Álamo Álvarez4, Sra. Tania González Brito5
1
Consultora, Dra. Ingeniera de Minas, S/C Tenerife, , 2Geólogo Consultor, S/C Tenerife, ,
3
Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias, S/C Tenerife, , 4Consejo Insular de
Aguas de El Hierro, Valverde, , 5Agrupación de Comunidades de Aguas de El Golfo, Fronte-
ra,

342 THERMAL FLOWMETER FOR MEASURING VERY SMALL FLOW RATES IN BOREHOLES
Sra. Ursula Rösli1, Sr. Thomas Trick1, Sr. Axel Fabritius2
1
Solexperts AG, CH-8617 Mönchaltorf, Switzerland, 2GTC Kappelmeyer GmbH, D-76131
Karlsruhe, Germany

265 PRESIÓN DE AGUA CON VARIACIÓN PIEZOMÉTRICA “ROTURA POLIGONAL Y RELE-


VO DISCONTINUO” EN TALUDES
Dr. Antonio Daza Sánchez1, Dr. Jesús Gutíerrez-Ravé Caballero1, Sr. Gabriel Aroca Casti-
llejos1, Sr. Manuel Carreras Medina1, Sr. Antonio Viñals Moreno1
1
Universidad de Córdoba (departamento Mecánica), Belmez (córdoba), España

295 EL ESTUDIO HIDROGEOLÓGICO COMO HERRAMIENTA IMPRESCINDIBLE EN LA PLANI-


FICACIÓN HIDROLÓGICA: APLICACIÓN A LA CARACTERIZACIÓN Y EVALUACIÓN DE
LA AMPLIACIÓN DE LAS MASAS DE AGUA SUBTERRÁNEA DE NIEBLA Y LEPE-CARTAYA
EN LA DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA DEL TINTO, ODIEL Y PIEDRAS.
Sr. Fidel Espigares Hurtado1, Sr. Manuel López Rodríguez2, Sr. Eduardo Navarrete Maza-
diegos3, Sr. Francisco Abel Jiménez Cantizano3, Sr. Tomás García Ruiz4, Sr. Julián Huer-
ta Carmona4
1
GEOSMA , Lebrija , , 2Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, , , 3Agen-
cia de Medio Ambiente y Agua, Sevilla, , 4Compañía General de Soporte a la Ingeniería, S.
L. CGSi, Madrid,

335 LA GESTION PUBLICA O PRIVADA DE LOS RECURSOS HIDRICOS: DEL MARCO LEGISLA-
TIVO A LA EXPERIENCIA PRÁCTICA
Sr. Ángel Manuel Arias Fernandez1
1
Consultoria Y Bufete De Diego Arias Sl, Madrid,

278 GESTIÓN DEL AGUA EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS EUROPEAS. CONCLUSIONES


DEL INFORME SECTORIAL DE LA UEPG
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

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y Recursos Minerales
395 HIGH RESOLUTION MONITORING UNDERPINS IMPLEMENTATION OF COST EFFECTI-
VE GROUNDWATER CONTROL MEASURES DURING CONSTRUCTION OF NEW AC-
CESS DECLINE, CABANASAS MINE, SÚRIA, CATALUNYA, SPAIN
Sr. Rowan McKittrick1, Sr Carlos Saavedra2, Sr Justi Asbert3
1
Piteau Associates Uk Ltd, Shrewsbury, United Kingdom, 2ICL Iberia Súria & Sallent, , Afores,
s/n, 08260 Súria , Spain, 3CRS Ingeniería, Madrid, Spain

405 AGUAS DE BEBIDA ENVASADA Y AGUAS PREMIUM


Jose Angel Diaz Muñoz, Eulogio Pardo Igurquiza, María del Mar Corral Lledo, María Ele-
na Galindo Rodriguez, Carlos Ontiveros Beltranena
1
IGME, MADRID, ESPAÑA

363 UNA PROPUESTA PARA MEJORAR LA GESTIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES DEPURA-
DAS (REGENERADAS) UTILIZANDO LOS ACUÍFEROS Y SU CAPACIDAD DE ALMACENA-
MIENTO
Juan Antonio López Geta1
1
GRUPO ESPACIALIZADO DEL AGUA. ANIM, MADRID, ESPAÑA

294 WIRELESS REAL TIME MONITORING FOR AGUAS TEÑIDAS TAILINGS DAM
Sr. David Gomez1, Sr. Juan Perez-Arcas1, Sra. Claudia Abancó1
1
Worldsensing, Barcelona, España

379 GESTIÓN DEL AGUA EN UN DEPÓSITO SALINO ACTIVO. CASO DE LOS DEPÓSITOS
DE LA MINERÍA DE LA POTASA DEL COGULLÓ Y DEL FUSTERET EN SALLENT Y SÚRIA
(CATALUÑA, ESPAÑA)
Dr. Alex Sendros Brea-Iglesias1, Dr. Mahjoub Himi Benomar2, Sr. Raúl Lovera Carras-
co2, Dr. Albert Casas Ponsatí2, Sr. Lluís Fàbrega Martín1
1
ICL Iberia, Súria, España, 2Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada/
Universitat de Barcelona, Barcelona, España

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
256
CARACTERIZACIÓN HIDROQUÍMICA E ISOTÓPICA AMBIENTAL DE
LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS DEL VALLE DE EL GOLFO (ISLA DE EL
HIERRO)

Skupien, Elzbietaª, Poncela, Robertob, Martín, Enriquec, Álamo, Guillermod, González, Taniae
aDra. Ingeniera de Minas-Consultora, c/ Moreiba 2, 5ºB, 38111 S/C Tenerife, elzsku2006@yahoo.es; bDr. Hidrogeólo-

go Consultor, c/ Moreiba 2, 5ºB, 38111 S/C Tenerife, rponcela@gmail.com, cIngeniero Caminos, Canales y Puertos,
Dirección General de Aguas de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias,
dConsejo Insular de Aguas de El Hierro, c/Constitución 27, 38900 Villa de Valverde (El Hierro), eAgrupación de Comu-

nidades de Aguas de El Golfo, Las Puntas, s/n (El Hierro).

RESUMEN: Se presenta una caracterización hidroquímica e isotópica ambiental preliminar de las aguas subterrá-
neas del Valle de El Golfo, en la isla volcánica de El Hierro, a partir de los datos analíticos físico-químicos e isotó-
picos de las muestras recogidas entre abril y junio de 2016, y analizadas en laboratorios acreditados. Las aguas
subterráneas se corresponden con tres facies hidroquímicas principales: bicarbonatada sódica, bicarbonatada cál-
cico-magnésica y clorurada y/o sulfatada sódica. De acuerdo con la conductividad se distinguen dos grupos: aguas
de mineralización baja (CE < 500 µS/cm) y aguas de mineralización media (CE entre 500 y 1.500 µS/cm). Asimismo,
las determinaciones isotópicas ambientales de las aguas subterráneas han permitido definir preliminarmente la pri-
mera recta meteórica local en El Hierro, con un exceso de deuterio d = +15 (típico de islas oceánicas abiertas) y las
rectas altitudinales en función de la desviación delta de cada especie isotópica, así como los respectivos gradientes
altitudinales esperables. El contenido en Tritio ha permitido diferenciar, al menos, dos sistemas principales de flujo
subterráneo: sistemas regionales caracterizados por tiempos de renovación lentos, de varias décadas como mínimo,
y sistemas locales caracterizados por tiempos de renovación rápidos, con poca o nula interacción agua-roca.

PALABRAS CLAVE: El Hierro, Valle de El Golfo, aguas subterráneas, hidroquímica, isótopos ambientales.

1. INTRODUCCIÓN
Los acuíferos que se pueden encontrar en el ámbito minero son semejantes a los que en muchas ocasiones son
objeto de bombeo para satisfacer demandas de agua para abastecimiento urbano, agrícola o industrial, por lo que el
conocimiento de dichos acuíferos, especialmente en rocas volcánicas, tiene un valor inapreciable.

En la isla de El Hierro se han realizado diferentes estudios dentro de los objetivos de la planificación hidrológica, de-
rivados de la trasposición de la Directiva Marco del Agua (DMA) al ordenamiento jurídico español y de la Comunidad
Autónoma de Canarias; entre ellos, el seguimiento periódico de la calidad de las aguas subterráneas, fundamental-
mente de su composición físico-química, a través del programa de control de vigilancia y operativo de aguas subte-
rráneas, en cumplimiento del vigente Plan Hidrológico Insular de El Hierro.

Si bien la DMA no incluye la obligación de aplicación de caracterización isotópica de las aguas subterráneas, cada vez
más la legislación española y canaria exigen en sus requerimientos dichas técnicas para estudios hidrogeológicos.

En El Hierro las determinaciones isotópicas (Oxigeno 18, Deuterio y Tritio, entre otras) de sus aguas subterráneas son
casi inexistentes hasta la fecha, a pesar de su gran interés como herramienta hidrogeológica, ya sea con fines de in-
vestigación (mejora del modelo conceptual del sistema acuífero) o para resolver problemas reales, por lo que esta ca-
rencia abre la posibilidad de mejora conceptual del sistema hidrológico insular, especialmente en lazona de El Golfo.

2. SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y MARCO GEOLÓGICO-HIDROGEOLÓGICO


La Isla de El Hierro, con una extensión de 268,71 km2, es la más pequeña de las siete islas principales del Archipié-
lago de las Islas Canarias, próximas al margen occidental del continente africano, ubicadas entre las latitudes 27º 37’
y 29º 25’ Norte (situación subtropical) y las longitudes 13º 20’ y 18º 10’ al oeste de Greenwich (Figura 1).

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2.1. MARCO GEOLÓGICO
El archipiélago canario, situado en el Océano Atlántico y próximo al margen continental occidental africano, constitu-
ye la parte emergida de una formación volcánica emplazada sobre la litosfera oceánica, en el dominio intraplaca del
borde occidental de la placa africana. Su génesis está asociada con la dinámica alpina, que tuvo su paroxismo en
esta zona durante el Mioceno (hace unos 20 Ma) asociada, a su vez, a las tectonofases dinámicas del Atlas africano y
desplazamiento del este hacia el oeste de un punto caliente (“hotspot”) del manto, actualmente situado en el extremo
occidental del archipiélago (Carracedo, 2011).

Figura 1 – Situación geográfica de la zona de estudio. Base cartográfica: SITCAN- GRAFCAN (Gobierno de Canarias).

De acuerdo con el APHH (2013), y basado en la información aportada en Carracedo et al. (2001) y Carracedo (2008,
2011), la isla de El Hierro se asienta sobre una corteza oceánica Jurásica de unos 150 Ma y con profundidades entre
3.700-4.000 metros. De las dataciones realizadas de los materiales de formación aérea, se establece una alta veloci-
dad en su formación (unos 1,12 Ma). Durante ese periodo, se suceden la construcción de tres volcanes superpuestos
que crecieron hasta situaciones inestables, produciéndose colapsos laterales y creando depresiones calderiformes:
Tiñor, El Golfo y “Rifts” (Fig.2).

Figura 2 – Mapa geológico simplificado de la isla de El Hierro. Fuente: extraído de APHH (2013).

Los sucesivos edificios volcánicos fueron ocupando los espacios producidos en estos colapsos. Debido a la rapidez
del crecimiento insular, se produjeron inestabilidades en las laderas del edificio Tiñor que dieron lugar al deslizamiento
de su flanco occidental, oculto actualmente por las emisiones subsiguientes del Edificio El Golfo-Las Playas y por el
volcanismo de Las Dorsales. Además, hay que tener en cuenta la existencia en este edifico de varias fracturas de
componente noreste-suroeste que compartimentan este dominio.

Aunque El Golfo supuso el mayor volcán en escudo en la evolución de El Hierro, apenas quedan restos visibles, bien
porque la mayor parte se precipitó al océano, o bien porque está cubierto por las erupciones recientes de los Rifts.
Los afloramientos más visibles se encuentran en los acantilados de El Golfo y Las Playas.

Coetáneamente comienza la emisión del edificio volcánico que se ha denominado como Volcanismo de las Dorsales
o de los ejes estructurales, desarrollado a partir de unas bandas estrechas o ejes estructurales que convergen en el

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centro de la isla con ángulos de 120º (Carracedo et al., 2001), y es en ellos donde se concentra la máxima actividad
volcánica, todavía persistente en la actualidad.

El crecimiento de la isla se ha ido produciendo por sucesivas emisiones en torno a esos ejes, configurando un edificio
insular con forma triangular. En superficie estos ejes se manifiestan por la elevada concentración de edificios volcáni-
cos, que definen las alineaciones tectónicas principales.

2.2. MARCO HIDROGEOLÓGICO


Las captaciones de la zona de estudio presentan sus alumbramientos en las masas ES70EH001.- Acuí-
fero Valle de El Golfo y ES70EH002.- Acuífero Valverde-Zona Oriental. No obstante, la zona de cumbres
está en el tránsito a la masa ES70EH003.- Acuífero El Julán-Zona Sur (Figura 3) por lo que para una co-
rrecta caracterización hidrogeológica se ha incluido en esa franja.

Figura 3 – Situación de los puntos de captación de la zona de estudio (Poncela y Skupien, 2016) y masas de agua subterránea
de El Hierro (APHH, 2013)

A continuación, se describen las principales características de las masas de agua subterránea de El Hie-
rro (extraído de APHH, 2013):

- ES70EH001.- Acuífero Valle de El Golfo. Dentro de esta masa se pueden distinguir 2 dominios con
comportamiento hidrogeológico diferente, a pesar de la homogeneidad geológica y de la recarga:

 Zona oriental, por la que entra por la base de la pared oriental del escarpe de El Golfo un cauda-
loso flujo de agua de excelente calidad, procedente del exterior (meseta de Nisdafe), única franja
en la que, por la orientación de los diques y fisuras abiertas, el valle está conectado con el resto
de la isla.
 Zona occidental, con presencia de aguas subterráneas con elevados contenidos en bicarbonatos
dado que las precipitaciones que se infiltran atraviesan las lavas jóvenes y un sector con fuerte
ascenso de CO2 (volcanismo de la cabecera de El Golfo), por lo que se cargan de bicarbonatos.
Además, la cercanía a la costa favorece los procesos de intrusión marina. Más al oeste, la recar-
ga es algo menor y la calidad del recurso no aconseja su utilización.

- ES70EH002.- Acuífero Valverde-Zona Oriental. El aporte de agua infiltrada que se dirige hacia el NE
atraviesa una zona afectada por el ascenso de CO2, lo que condiciona su calidad, con presencia tam-
bién de bicarbonatos. Cuanto más al SE los recursos son más limitados como consecuencia de esta
actividad volcánica remanente.
- ES70EH003.- El Julán-Zona Sur. Zona de recarga natural reducida, siendo la dirección de descarga sub-
terránea hacia el sur. El contenido inicial de bicarbonatos aumenta al atravesar el área de volcanismo ac-
tivo del vértice Sur, lo que empeora la calidad del agua. Además, la elevada permeabilidad existente en la
franja litoral determina que casi todas las captaciones presenten fenómenos de intrusión marina.

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3. METODOLOGÍA
Se ha realizado una campaña de muestreo entre abril y junio de 2016 en la que se han recogido muestras para
analítica físico-química e isotópica ambiental de diferentes galerías, manantiales y pozos operativos en el ámbito de
estudio, así como fuera de él para disponer de puntos de contraste, en captaciones estratégicas. Todas las determina-
ciones se han realizado en los laboratorios especializados, acreditados a los fines propuestos, debido al alto grado de
precisión y fiabilidad de la instrumentación (> 95 % análisis FQ, ±0,025 ‰ para δ18O, ±0,1 ‰ para δD y ± 0,2 UT para
el tritio). Con la información obtenida se ha caracterizado la composición físico-química de las aguas subterráneas
muestreadas mediante la utilización, por su fácil interpretación, de diagramas hidroquímicos, entre otras técnicas
(Custodio, 1978; Custodio y Llamas, 1983).

Para la mejora del conocimiento hidrogeológico actual del sistema acuífero asociado al Valle de El Golfo
también se ha tenido en cuenta la información hidroquímica histórica disponible y facilitada por el Conse-
jo Insular de Aguas del Hierro (en delante CIAH), así como la existente en SPA-15 (1975); ITGE (1990) y
EGDHH (2009).

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. HIDROQUÍMICA
Los datos de los análisis físico-químicos realizados para las captaciones del Valle del Golfo y de las zo-
nas próximas ponen de manifiesto que las aguas subterráneas alumbradas se corresponden con tres
tipologías diferenciadas, destacando las siguientes facies hidroquímicas (Figura 4):

FIGURA 4 – ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LOS SISTEMAS DE FLUJO SUBTERRÁNEO (IZQUIERDA) EN ZONA DE


RECARGA NATURAL Y EN ZONA COSTERA. DIAGRAMAS DE PIPER Y CHADHA DE LAS AGUAS MUESTREADAS
(PONCELA Y SKUPIEN, 2016).

-- Clorurada y/o sulfatada sódica: Fuente Mencáfete, Fuente Isora, Fuente San Lázaro, Pozo Tamaduste (frente)
y Pozo La Frontera (en bombeo).
-- Bicarbonatada sódica: Pozo Los Padrones (frente, cierre 1 y cierre 2), Pozo Tigaday y Pozo Tamaduste (mitad
de la galería).
-- Bicarbonatada cálcica y/o magnésica: Fuente Lomo y Fuente Julán.

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Teniendo en cuenta los análisis históricos de cuatro pozos (facilitados por el CIAH): Los Padrones, Fron-
tera, Tigaday y Tamaduste, se confirma la misma tipología de distribución de aguas en las cuatro capta-
ciones.
Asimismo, de acuerdo con la conductividad eléctrica teniendo en cuenta la conductividad eléctrica de las
aguas subterráneas muestreadas, se pueden establecer dos grupos:

 Aguas de mineralización baja (CE < 500 µS/cm): Fuente El Lomo, Fuente Mencáfete, Fuente de Isora, Los Pa-
drones frente, Los Padrones cierre 1 y Los Padrones cierre 2.

 Aguas de mineralización media (CE entre 500 y 1.500 µS/cm): Fuente San Lázaro, Fuente Julán, Pozo Tama-
duste (frente y mitad de la galería), Pozo La Frontera y Pozo Tigaday.

4.2. DETERMINACIONES ISOTÓPICAS


Los isótopos estables del agua han demostrado ser de gran utilidad para el estudio de numerosos problemas hidro-
lógicos relacionados con las aguas subterráneas (Gonfiantini, 1973; Custodio, 1978; Custodio y Llamas, 1983), espe-
cialmente relevantes en las Islas Canarias Occidentales (Skupien, 1998; Veeger, 1991; Custodio y Manzano, 1992;
ITGE, 1993; Skupien, 2005; Skupien y Poncela, 2007; Poncela, 2015; Poncela et al., 2015; Poncela y Skupien, 2016).
Sin embargo, para la Isla de El Hierro la información sobre isótopos ambientales estables en aguas subterráneas es
prácticamente inexistente (cuando no inexistente), por lo que hasta la fecha no se disponía ni de su distribución en
comparación con la recta meteórica mundial, ni de las rectas altitudinales.

Los resultados de oxígeno-18 respecto al estándar VSMOW en las aguas subterráneas en las captaciones muestrea-
das oscilan en un intervalo comprendido entre -3,03 y -4,75 ‰, mientras que los valores de deuterio presentan valores
entre -5,3 y -19,4 ‰, poniendo de manifiesto las variaciones en los procesos de recarga natural.

En la figura 5 se han representado los valores obtenidos en la campaña de muestreo, mediante un gráfico que relacio-
na en abscisas la δ18O (‰) y, en ordenadas, la δ2H (‰). Ello permite obtener la distribución en desviaciones isotópicas
y su relación geométrica con la recta meteórica mundial.

Figura 5 – Relación δ Oxígeno-18 - δ deuterio.

La recta de ajuste promedio para las aguas subterráneas alumbradas en la zona de Valle de El Golfo se ajusta razo-
nablemente bien para 7 puntos de muestreo (Fuente Lomo, Fuente Isora, Pozo Tamaduste y Pozo Los Padrones) a
la ecuación meteórica local:

δ D (º / oo ) =·8·δ 18O (º / oo ) + 15

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Para los restantes 3 puntos: Fuente Mencáfete, Pozo Tigaday y Pozo Frontera se observa que los puntos represen-
tativos de la composición isotópica quedan fuera de la recta meteórica local. Probablemente, Fuente Mencáfete res-
ponda a aguas meteóricas locales, mientras que los Pozos Tigaday y Frontera, dadas sus “desviaciones negativas”
parece que están relacionadas con la zona de recarga (zona de cumbres), no descartando la posible influencia de
procesos de intercambio con CO2 de origen volcánico.

Otro aspecto importante derivado de la desviación delta es su relación con la altura de recarga natural y, por lo tanto,
indicativo del origen de la misma. Aunque el número de muestras es muy reducido, se han establecido con carácter
preliminar, las siguientes rectas altitudinales para la Isla del Hierro:

Altura (m) = −439,88·δ 18O (º/ oo ) − 681,82


Altura (m) = −98,68·δ D (º/ oo ) − 473,68

En la Figura 6 se presentan dichas rectas altitudinales δ O18 (‰) y δD (‰) versus altura, respectivamente. El punto
marcado se corresponde con el punto de toma y, por intersección sobre la recta se situaría la zona probable de recar-
ga, si bien existen todavía incertidumbres (Fuente Mencáfete y Fuente Lomo) dado el escaso número de muestras
representativas para la confección de las rectas altitudinales. En este caso, la altura probable a la que se ha producido
la recarga natural se sitúa:

• Entre 800 y 900 m para el Pozo Tamaduste.


• Entre 1.000 y 1.100 m para el Pozo Los Padrones.
• Entre 1.300 y 1.400 m para los Pozos La Frontera y Tigaday.

Por lo tanto, se puede concluir que estos valores, en función de la disposición de las captaciones y de sus puntos de
toma, son identificables con flujos subterráneos regionales en sistema acuífero insular.

Figura 6 – Relación dO18 (‰) - altura (m) (izquierda) y relación δD (‰) - altura (m) (derecha).

En el caso de Fuente de Isora, la muestra está tomada a cota topográfica, casi igual a su cota teórica de recarga, por
tanto, característica de recarga natural local (flujos subterráneos locales).

Los puntos correspondientes a Fuente Lomo y Fuente Mencáfete indican muestras tomadas a cota topográfica su-
perior a la cota de recarga que en teoría les correspondería. Se trata de un efecto aparente posiblemente debido a la

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influencia del origen de masas nubosas que dieron origen a las precipitaciones que realmente recargaron esos sis-
temas locales (aguas meteóricas). En el caso de Fuente Mencáfete, posiblemente relacionada con el mar de nubes,
que suele presentar una composición isotópica “más pesada”.

Junto a la toma de muestras para isótopos estables e hidroquímica, se han tomado también muestras para caracteri-
zar el contenido en tritio del agua de las captaciones del Valle de El Golfo.

Aunque el número de muestras es limitado, con los datos obtenidos, que oscilan entre 0 y 1,6 UT, se puede afirmar
razonablemente la existencia de dos grupos de captaciones:

-- Sin presencia de tritio (en torno a 0,0 UT): Pozos Los Padrones, Tamaduste, Frontera y Tigaday. Su nulo o muy
bajo contenido en Tritio se puede interpretar como indicativa de tiempos de renovación superiores a 50 años
(aguas de origen de la era prenuclear, posiblemente con mezclas de aguas más recientes), lo que caracteriza
una circulación lenta en el acuífero. Ello confirma que los tiempos de renovación de las aguas subterráneas
alumbradas en las captaciones, con la actual disposición, es suficientemente lento, con lo que el esquema
de partida sería el de una circulación general del flujo subterráneo desde la zona de cumbres o zonas más
elevadas hacia la zona costera, y descarga al mar. En los sistemas regionales de flujo subterráneo es espe-
rable una escasa contribución directa de tritio actual de las precipitaciones en el agua subterránea alumbrada
directamente en las captaciones.
-- Con presencia de tritio (entre 0,9 y 1,6 UT): se corresponden con los nacientes o manantiales Fuente El Lomo,
Fuente Mencáfete y Fuente de Isora. Se trata de los sistemas de flujo locales, de corto recorrido y tiempo de
tránsito, que contienen tritio detectable. Son aguas asociadas a nacientes y/o a mayor cota cuyo contenido en
tritio es indicativo de tiempos de circulación más rápidos y, por consiguiente, de mayor influencia directa de las
precipitaciones locales en la recarga natural.

5. CONCLUSIONES
Del análisis de la información disponible y de la que se ha generado para este estudio, incluyendo la caracterización
hidroquímica e isótopos ambientales, se han obtenido las siguientes conclusiones:

Las aguas subterráneas del Valle de El Golfo se alimentan de la recarga natural procedente la infiltración de las pre-
cipitaciones en zona de cumbres y medianías altas, facilitando un esquema general de circulación subterránea de
cumbres a mar, interrumpido por la presencia de diques que actúan de pantalla y sobreelevan el nivel piezométrico.

Las aguas subterráneas del Valle de El Golfo y zonas aledañas estudiadas permiten caracterizar tres facies hidroquí-
micas: clorurada y/o sulfatada sódica, bicarbonatada sódica y bicarbonatada cálcica y/o magnésica. En función de
la conductividad eléctrica se agrupan en dos tipologías: aguas de mineralización baja (CE < 500 µS/cm) y aguas de
mineralización media (CE entre 500 y 1.500 µS/cm), con influencia de CO2 de origen volcánico en aguas de algunas
captaciones.

Se ha definido preliminarmente la recta meteórica local en El Hierro, que presenta en promedio un exceso de deuterio
d = +15 (típico de islas oceánicas abiertas):

δ D (º / oo ) =·8·δ 18O (º / oo ) + 15

Las rectas altitudinales preliminares caracterizan unos gradientes altitudinales de -0,22 dO18 (‰)/100 m y δD (‰)/100
m, respectivamente, que responden a las siguientes ecuaciones:

H (m) = −439,88·δ 18O (º/ oo) − 681,82 H (m) = −98,68·δD (º/ oo) − 473,68
y

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El contenido en Tritio ha permitido diferenciar dos sistemas principales de flujo subterráneo:

• Sistemas regionales (en torno a 0,0 UT) caracterizados por tiempos de renovación lentos, con interacción
agua-roca, y que suponen aguas infiltradas anteriores a la era prenuclear (tiempos de tránsito entre varias
décadas y, posiblemente, varias centurias). En este grupo están los Pozos Los Padrones, Tamaduste, Frontera
y Tigaday.
• Sistemas locales (entre 0,9 y 1,6 UT) caracterizados por tiempos de renovación rápidos, corto recorrido, con
poca o nula interacción agua-roca, y que suponen aguas infiltradas recientes, con breve tiempo de tránsito.
En este grupo están Fuente El Lomo, Fuente Mencáfete y Fuente de Isora. Suelen ser muy influenciables
por episodios tormentosos que contribuyan de manera directa a la recarga natural del sistema acuífero y a la
influencia del mar de nieblas.

6. AGRADECIMIENTOS
El trabajo que ha servido para elaborar la presente comunicación ha sido financiado por la Consejería de Agricultu-
ra, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias (Proyecto HR-132-8-CM) en colaboración con el Consejo
Insular de Aguas de El Hierro. Los autores agradecen el apoyo técnico a D. Juvenal Gullón Nieto (anteriormente en
Comisión de Servicio en la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias) y a D. José Juan Medina
Alejandro (anteriormente en Comisión de Servicio en el Consejo Insular de Aguas de El Hierro).

7. BIBLIOGRAFÍA
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TEC. Consejo Insular de Aguas de El Hierro. 61 pp + Anexo cartográfico.
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Madrid.
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La Mina y El Molinillo (T.M. de Tejeda, Gran Canaria). En María del Carmen Cabrera, Tatiana Cruz-Fuentes, Vanes-
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gestión del agua en terrenos e islas volcánicas”. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. 21 al 23 de enero
de 2015, pp: 255-262. ISBN 978-84-938046-4-0.

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gía, Geofísica y Protección del Ambiente. Universidad AGH. 121 pp.
• Skupien, E. (2005). Aplicación de los isótopos estables en los recursos hídricos de la Isla de Tenerife. Dirección
General de Universidades e Investigación. Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.
38 pp. Informe inédito.
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acuífero de Cumbre Nueva asociado al túnel de trasvase (Isla de La Palma). XII Congreso Internacional de Energía
y Recursos Minerales. Oviedo, 7 a 11 de octubre de 2007. Libro de resúmenes pp: 400-401. Texto completo en CD:
Área III.- Tecnología y usos del agua, III.1.- Hidrogeología. 13 pp.
• SPA-15 (1975). Estudio científico de los recursos de agua en las Islas Canarias. SPA/69/515. Minist. Obr. Públ. Dir.
Gral. Obr. Hidrául. UNESCO. Madrid-Las Palmas.
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Ph.D. Dissertation. Department of Hydrology and Water Resources. University of Arizona. 239 pp.

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342
THERMAL FLOWMETER FOR MEASURING VERY SMALL FLOW RATES IN
BOREHOLES
Rösli, Ursulaa, Axel, Fabritiusb, Trick, Thomasa
a Solexperts AG, Mettlenbachstrasse 25, 8617 Mönchaltorf, Switzerland, ursula.roesli@solexperts.com;
b GTC Kappelmeyer GmbH, Heinrich-Wittmann-Strasse 7a, 76131 Karlsruhe, Germany, fabritius@gtc-info.de

ABSTRACT: Distributed temperature sensing (DTS) with fibre optic (FO) cables to characterize borehole flow con-
ditions has recently been used and verified by different authors. It represents a cost-efficient and reliable method to
detect temperature variations, to monitor heat dissipation and to determine flow rates and their type and direction in
dams and along boreholes. DTS is based on Raman spectroscopy and was already developed in the 1980’s. Different
methods have been applied to determine the flow conditions the underground. One method includes the lowering of a
heat source into the borehole and the monitoring of the heat plume with DTS during pumping which provides the flow
direction and the type and amount of flow from the formation. Another method often used in shallow boreholes is ba-
sed on a DTS cable including a heatable cable which heats the entire requested borehole section. When the required
differential temperature is obtained, the temperature recovery is recorded yielding indications on flow directions and
flow rates in and out of the formation. The thermal flow meter with DTS can be successfully applied in tailings dams
to monitor dam performance or in boreholes to provide inexpensive but valuable information on subsurface hydrology.
The data finally can be used for the design of hydraulic test campaigns with double packer systems for more detailed
reservoir characterization and for the implementation of multi-level monitoring systems for long-term monitoring of
pressures, temperatures, physico-chemical parameters and for water sampling in layered aquifers.

KEY TERMS: Fibre optic distributed temperature sensing, in-well thermal flowmeter, groundwater hydrology, tailings
dam survey, hydraulic conductivity.

1. INTRODUCTION
The survey of the hydraulic conditions both in the formation and in artificial dams is essential to obtain information on
the horizontal or vertical flow conditions in fractured rocks or on flow anomalies in tailing and other artificial dams. Fai-
lure of tailing dams or pollution of ground water reservoirs might cause irremediable damage to the environment and
the local population. In dams the main causes for failure are leakages along fissures and internal erosion processes.
Therefore, a leakage survey method is essential for a long dam life time. A most reliable and cost-effective method for
ground water flow evaluation and for tailing dam survey is the observation of temperature variations vs. depth with time
which yields fast information on subsurface anomalies.

In 1955, Kappelmeyer (1957) was the first who used ground temperature measurements for the detection of leakages
within and under the embankment dams of the Dortmund-Ems Channel in Germany. At that time Kappelmeyer was
using conventional temperature sounding methods. However, until the mid 1990’s distributed temperature sensing
technology was developed and became economically feasible for the application of temperature measurements along
boreholes and in dams. The German GTC Kappelmeyer company founded by Kappelmeyer in 1992 installed many
leakage detection monitoring systems since 1996 worldwide and performed formation and groundwater monitoring in
shallow and deep boreholes.

2. TEMPERATURE AS TRACER FOR LEAKAGE DETECTION


The principle of using the temperature for leakage detection and ground water monitoring is to apply temperature as
a tracer for the characterization of groundwater flow paths. Temperature gradients between the surface water and the
ground, which are due to the yearly cyclic variations, might be used to detected temperature anomalies along and
below a retaining system (see Figure 1).

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Figure 1 – Temperature anomaly in a ground temperature depth profile. Red line indicates the natural temperature
distribution. The blue line indicates a leakage zone in a depth between about 8 and 12 m

This method is suitable for surface-near ground water levels and for regions with sufficient temperature variations
during the cold and warm seasons. However, in deeper boreholes and in tropical and subtropical climates the tempe-
rature variations are too small for this method. Therefore, the heat pulse method was developed which is based on the
generation of a heat disturbance of the ground with a line heat source (Patent No. DE19825500). The best practice
is to use electrical wires for the heat source. As soon as the heat source is switched on, the temperatures within the
measuring device quickly rise and then tend towards some asymptotic values – the final temperature (see Figure 2).
According to its thermal conductivity, the material surrounding the temperature measuring device dissipates the indu-
ced heat. The final temperature is rather high when no fluid flows and it will theoretically never reach a constant value
when heat is solely transported by conduction. The larger the pore velocity is, the larger the heat dissipation, i.e. the
lower the final temperature. A similar phenomenon is observed when switching off the heat source (relaxation): No
fluid flow generates a slow cooling process and the undisturbed ground temperature is reached after a long time. An
existing fluid flow results in a fast adaptation to undisturbed ground temperatures.

Figure 2 – Example of a temperature evolution with the heat pulse method

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3. DISTRIBUTED TEMPERATURE MEASUREMENT METHOD, FIBRES AND CABLES
Fibre optic temperature sensing operates by sending a short laser pulse (< 10 ns) into an optical fibre. The backscatte-
red light is analysed with Raman spectroscopy, providing Stokes and anti-Stokes intensities (see Figure 3). The ratio of
Stokes to anti-Stokes intensities is proportional to the temperature at the scattering point (equals the measuring point,
see Figure 4). The localisation of the measuring point is the distance along the fibre calculated from the duration the
backscattered light needed and the velocity of light. The Raman backscattering effect was first described by Smekal
(1923) and was proofed by Raman and Krishnan in 1928. The application of this effect provides a temperature profile
distributed along the entire optical fibre.

Figure 3 – Schematic drawing of the DTS method: The backscattered light is analysed with Raman spectroscopy
providing Stokes and anti-Stokes intensities which are proportional to the temperature at the scattering point

Figure 4. Schematic drawing of the scattering point or measuring point where the light is backscattered

The distributed fibre optic temperature sensing method enables high resolution temperature measurements along a
conventional optical fibre with a length of up to 12 km with a spatial resolution of about 0.5 m. The temperature reso-
lution in general ranges between about 0.1°C and 0.05°C depending on the measurement time. This means that the
method is very sensitive to small temperature variations and therefore suitable to detect even small leakages. Longer
distances up to 50 km are possible with a lower temperature resolution.

The fibres are very delicate and their application requires multiple protection layers. Generally a fibre optic cable
consists of a core (single or multiple), the cladding and the buffer coating (see Figure 5). The cables are available in
two versions, one for absolute temperature measurements with fibres in a central stainless steel tube, and the other,
hybrid cables for artificially induced temperature increases with additional coaxial layers of electrical conductors. The
electrical conductors are used to heat the cable for the heat pulse method (active method) (Dornstädter et al., 2010).

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Figure 5 – Schematic drawing of the fibre optic cable

4. DTS MONITORING SYSTEM IN BOREHOLES


The DTS method is used in boreholes to estimate both the formation properties and the water flow in both shallow and
deep boreholes. For that a hybrid FO cable is installed together with the installation rods (Figure 6). The hybrid FO ca-
ble contains minimum two electrical conductors beside the glass fibres. The electrical conductors form a loop at the far
end of the cable and at the near end (well head) electrical power is supplied into the conductor loop generating heat all
along the hybrid cable. The temperature increase along the cable is measured as a profile over time by the glass fibre
(Figure 7, left) and the analysis of the temperature evolution over time leads to the effective thermal conductivity over
the length of the cable. The effective thermal conductivity is a superposition of the thermal conductivity of the material
(sediment/rock) and the advective heat transport (flow in sediments or along fractures/joints in hard rock). Therefore
flow phenomena can be analysed as shown for a groundwater flow in sediment in Figure 7, right. Figure 8 provides
the example graphs for the heating and the subsequent cooling phase and the calculated effective heat conductivity
in a 250 m geothermal borehole. The hybrid cables can be permanently installed in the borehole and a survey can be
made at regular time intervals.

Figure 6 – Schematic set-up of the DTS for a geothermal probe installation

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Figure 7 – Temperature / heat conductivity vs. depth profile with calculated Darcy velocity of water bearing formation

Figure 8 – Temperature profiles during (left) and after (middle) heating and calculated thermal conductivity (right)

5. DTS MONITORING SYSTEM OF EMBANKMENTS AND DAMS


Common monitoring methods for dams and embankments are piezometers, inclinometers, survey monuments and
geophysical methods. In addition, the DTS method provides fast and cost-effective information on water levels and
anomalies in water outflow.

Internal erosion is one of the most frequent reasons of failure and deterioration of embankment dams. Internal erosion
is controlled by construction properties (e.g. filter and drain design, grain and pore sizes) and hydrodynamic conditions
within the dam. While construction properties are usually known, poor information is available on the local hydrody-

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namic situation inside the embankment. Hydrodynamic parameters strongly vary inside the dam due to local inhomo-
geneities. The most critical hydrodynamic parameter inducing internal erosion (material transportation phenomena) is
the pore velocity of the seeping water. The onset of internal erosion starts at low pore velocities. Thus a method for the
detection of seepage zones of low pore velocities can prevent the development of damages (Figure 9).

Figure 9 – Example of a tailings dam failure in South Africa

Present research state that the critical pore velocity initiating material transportation phenomena inducing deterioration
of dams is of the order of 10-3 m/s. Using the temperature of seepage water as a tracer showed to be a reliable method
to detect leakage zones and monitor in-situ flow velocities of orders > 10-7 m/s (pore velocity). The monitoring of the
seepage flow conditions leads to the detection of internal erosion at an early stage of development. The computation
of flow velocities is the qualification for the automatic release of an alarm – either by indicating a change in flow velo-
cities, i.e. in flow conditions, or by exceeding a threshold of a fixed critical velocity. The detection of seepage zones of
low pore velocities and their monitoring can prevent the development of damage and possible failure of the structure.

FO-DTS cables can be integrated along interfaces and behind sealing elements during the construction of new em-
bankments. Surveillance of internal erosion processes with FO-DTS cables in existing dams is a recent development
by GTC Kappelmeyer (Patent No. DE19621797, 2011). The new technology was successfully applied during the last
years at several embankments in different European countries.

The key to the new solution are bend-optimized fibres which can be bent to a very small radius without too much at-
tenuation of light intensity when a laser pulse travels through them. The cable with a typical outer diameter of 4 to 6
mm including armouring and water-tight protection has a minimum of two fibres inside. At the far end of such a cable
one of the internal fibres is bent through 180° and welded to a second fibre by fusion splicing. This optic loop is then
protected against mechanical damage by a cover with a typical outer diameter of 8 mm. The cable with fibre optic loop
at the end is inserted into the small diameter tube of a temperature probe that has been previously installed into the
dam (Dornstädter et. al., 2017).

Individual fibre optic cables are inserted in each probe and a connecting cable runs in a shallow cable trench from
probe to probe and finally to the instrumentation cabinet. The fibres of each individual probe are spliced to the fibres of
the connecting cable in a way that allows the laser pulse from the DTS instrument to travel along the connecting cable,
running down and up each probe from one end of the dam to the other as shown in Figure 10.

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Figure 10 – Example sketch of a typical layout of fibre optic cabling

The carrier of the FO-DTS cables are small diameter, high grade steel tubes which are vibrated into the earth fill dam
and its foundation along the dam axis from its crest. Maximum depth ever reached is 45 m. The probes are rammed
vertically into the dam at regular intervals (Dornstädter, 1997).

An example for a FO-DTS internal erosion surveillance system during a dam rehabilitation phase is the embankment
of the river in the southern parts of France (Dornstädter et al., 2017). The embankment is about 11 m high and has a
long history of leakage and transport of fines. For the detection of the leakage zones inside the embankment and its
foundation, a total of 37 temperature probes where installed to a depth of 16 m along a 430 m long section of the dam.
The array runs along the downstream edge of the embankment crest. Fibre optic cables were installed in all probes
and connected by a connecting cable in a small trench. Since the site was having leakage problems combined with
transport of fines, the client decided to build a slurry trench cut-off wall in spring 2015. The temperature evolution be-
fore, whilst and after the construction of the cut-off wall was remotely monitored with automatic data analysis. During
the construction work the client followed the success of the procedure by the automatic temperature monitoring system
(remote condition monitoring).

The 2-dimensional temperature distribution about 3 weeks before the beginning of the construction of the cut-off wall
is shown in Figure 11. A strong temperature anomaly is indicated in the centre by blue colours corresponding to low
water temperatures of the river in winter. The strongly percolated area extends from probe T6 to Probe T21 from 7
m to 14 m depth below crest level, showing severe leakage flow through the lower part of the dam and through its
foundation. Two minor percolated areas are seen at T2/T3 and from T5+ to T7+ at the interface of the embankment
and its foundation.

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Figure 11 – Temperature distribution before construction of the cut-off wall; low water temperature

Figure 12 shows the temperature distribution some months after completion of the cut-off wall constructed from probe
T0 to probe T2+. The results show the disappearance of the anomalies seen before and confirm the successful insta-
llation of the new cut-off wall.

Figure 12 – Temperature distribution after construction of the cut-off wall, high water temperature (red)

6. CONCLUSIONS AND FURTHER DEVELOPMENTS


Thermal flowmeter measurements are used since the 1980’s with great success to identify hydraulically active fractu-
res/joints/sediment layers and allow the quantitative calculation of flow rates. This can be applied both to dam monito-
ring and to the estimation of the subsurface groundwater flow conditions.

During the last few years a new development from GTC-Kappelmeyer for the retrofit of two dimensional FO tempera-
ture measurements in existing embankments was applied. This novel approach facilitates FO-DTS dam safety moni-
toring with a high temperature and spatial resolution at a relatively low cost.

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A further new development is the use of hybrid FO cables as thermal flowmeter in shallow to deep boreholes to deter-
mine the apparent heat conductivity of the formation and the water-bearing levels from the heating and cooling curves
along the cable.

Further currently ongoing developments of FO distributed sensing include thermal tracer tests with point heat sources
to estimate flow direction and velocities in a borehole without and with pumping. The combination of both methods
can lead to a better characterization of the borehole which might be used for the design of hydraulic test campaigns
with double packer systems for more detailed reservoir characterization and for the implementation of multi-level
monitoring systems for long-term monitoring of pressures, temperatures, physico-chemical parameters and for water
sampling in layered aquifers.

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Deutsches Patent- und Markenamt, Munich.

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PRESIÓN DE AGUA CON VARIACIÓN PIEZOMÉTRICA “ROTURA
POLIGONAL Y RELEVO DISCONTINUO” EN TALUDES
DAZA Antonio, GUTIÉRREZ-RAVÉ Jesús, AROCA Gabriel, CARRERAS Manuel y VIÑALS Antonio
Seminario Antonio Carbonell ”RNM244”.EPS de BELMEZ-Universidad de Córdoba. correo-e: me1dasaa@uco.es

RESUMEN: Se ha desarrollado una hoja de cálculo para el análisis del equilibrio límite en la rotura poligonal de ta-
ludes con cinco dovelas que admiten diferentes presiones de agua con variación de isopiezas y acuífero multicapa.
También cualquier rango de continuidad estructural en el relevo de la superficie de rotura de las dovelas. El método
desarrollado en la Escuela Politécnica Superior de Belmez permite el análisis geotécnico y el seguimiento retrospecti-
vo del coeficiente de seguridad, se pueden optar por el desmonte en coronación o el empuje horizontal de estructuras
de contención. Calcula el drenaje y se valora independiente la 1ª dovela activa con grieta de tracción en la franja de
alteración-infiltración con un acuífero superficial.

PALABRAS CLAVE: Rotura poligonal, relevo discontinuo, presión de agua, isopiezas, acuífero multicapa.

1. INTRODUCCIÓN
La estabilidad de taludes requiere un modelo de cálculo ante la posibilidad de un deslizamiento rotacional del terreno,
conociendo la influencia del agua, la tensión natural y la caracterización geomecánica. En modelos de equilibrio límite
se debe requerir la condición de equilibrio de fuerzas horizontales y la corrección del movimiento, éste es el objetivo
de este método de “Rotura poligonal y relevo discontinuo” donde el inicio de la fractura por la base de las dovelas
requiere un porcentaje de continuidad en el relevo de una conocida superficie de rotura, que depende de la inclinación
y resistencia al corte de los planos de discontinuidad, pero también de la presión de agua y de la deformación. El aná-
lisis geotécnico considera que no se moviliza la fuerza cortante vertical entre las cinco dovelas (la 1ª inicia el empuje
activo), asegurando la estabilidad al deslizamiento global del talud basado en la resistencia y parámetros del terreno
con las diversas permeabilidades multicapa, de poro y fractura. La investigación geomecánica de diversos taludes de
baja permeabilidad con deslizamientos poligonales (Benamejí, Lignitos de Meirama, concesiones mineras…) y sobre
todo la vigilancia e instrumentación de los taludes mineros con roturas globales en la cuenca carbonífera del Guadia-
to (San Ricardo, Cervantes, San Antonio…) ha permitido conocer la deformación y cuantificar la presión hidrostática
con piezómetros, influidos por las lluvias con la variación freática de la saturación del talud, y la dificultad de drenajes
que rebajan la presión y el nivel freático. Las inestabilidades locales y deformaciones lentas evolucionan a la rotura
poligonal rotacional por el pie o por el fondo del talud. Con técnicas sísmicas y ensayos se deduce la resistencia al
corte de discontinuidades, la tensión lateral natural y el nivel freático. La estabilidad requiere de la sectorización del
terreno y considerar las discontinuidades, fracturas, la presión de agua, el peso y ángulo del talud, también un control
de vibraciones evita dañar la roca remanente en los taludes.

2. MATERIALES
Después de una sectorización del terreno se inicia la operación y seguimiento de la estabilidad de los taludes, me-
diante la observación del comportamiento en superficie es posible detectar inicialmente los desplazamientos del
inicio de la fractura, el control topográfico se establece repetidamente en un número suficiente de puntos de control
cuando existan dudas sobre la estabilidad. Necesitamos conocer la dirección y velocidad de los desplazamientos
que aportan la inclinación del plano de fractura de las dovelas inestables. La presencia de una grieta de tracción con
desarrollo significativo en la coronación del talud requiere una vigilancia con las convergencias, y ello hasta que esté
suficientemente claro el mecanismo de rotura que origina el movimiento de las dovelas activas del terreno sobre el
plano de rotura conocido. El análisis directo de taludes debe conocer los parámetros geomecánicos de cohesión y
ángulo de fricción, y también las tensiones y los módulos de deformación, que es posible obtener con técnicas sísmi-
cas, para ayudar a predecir el desplazamiento o deformación. El análisis inverso de taludes se realiza retrospectivo
“a posteriori” después de la construcción podemos medir las tensiones y la deformación o convergencias, a partir de
desplazamientos reales y con las tensiones hallamos los módulos de deformación y también se pueden cuantificar los
parámetros geomecánicos resistentes.

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En el macizo rocoso si no disponemos de piezómetros se hace difícil reconocer presiones de agua diferentes a la freá-
tica. Así cuando el terreno de baja permeabilidad contiene agua y apenas se permite su circulación se mantiene esta
presión de agua en el macizo rocoso cuando posee discontinuidades cerradas. El drenaje con sondeos horizontales
puede eliminar el agua hacia el pie del talud, minimizando los efectos negativos, la evacuación sostenida de unos 10
l/min rebaja el nivel freático y disminuye la presión de agua (poro, filtración e hidrostática), pudiendo prevenir un flujo
ascensorial o sifonamiento.

El drenaje en el pie del talud reduce la carga que actúa en el terreno, se estima que un sondeo horizontal con una
profundidad de 30 m drenaría el talud y la separación horizontal entre dos drenes se considera como la longitud ho-
rizontal media de una dovela. Podría existir agua colgada o confinada en fracturas en alguna dovela y es importante
conocer la distribución de presiones de agua en la pre-rotura, ello permite la efectividad del drenaje. La instrumenta-
ción piezométrica en la cuenca del Guadiato ha aportado presiones de agua hasta de 7 kg/cm2 a 100 m de profundi-
dad, que pueden drenar caudales en el pie y es importante disminuir esta presión del agua con drenes. La variación
del nivel piezométrico puede iniciar la fractura en terrenos de baja permeabilidad o con variadas permeabilidades en
acuíferos multicapa que afectan a dovelas y niveles de terreno, drenando por la base de la rotura. Se puede configu-
rar isopiezas al menos en periodos seco y húmedo (de varios años) estableciéndose el freático con una determinada
saturación, los aportes normales de lluvia suben el freático y la saturación podría justificarse en el 30%, que puede
ser suficiente para iniciar la fractura de un talud en el equilibrio límite, ya que se conforma un frente húmedo que hace
subir el freático, con aportes altos de lluvia se deduce una elevación de la saturación del talud al 50%.

Se ha introducido el término “relevo discontinuo” en el inicio de la fractura por el pie o por el fondo del talud como por-
centaje de la continuidad del plano de rotura inicial de cada una de las cinco dovelas consideradas en las figuras 1 y
2, junto a la rotura poligonal se presenta el dibujo del ajuste con una curva (figura 3). Un relevo discontinuo inferior al
30% representa juntas muy rugosas y cerradas que rompen a través del macizo rocoso masivo (tabla 1); en el rango
de relevo discontinuo del 30 al 50% tenemos juntas rugosas y abiertas que consideran la fractura pico; los planos
de fractura que poseen discontinuidades entre el 50 y 70% son poco rugosos, muy juntos y se aplican parámetros
geomecánicos residuales con corte artificial o triturado compactado <1 cm. Por último en el relevo discontinuo del 70
al 90% las juntas son pulidas y los valores residuales de resistencia al corte se obtienen de arcilla de falla húmeda
(tabla 1).

3. METODOLOGÍA
La aplicación del método “Rotura poligonal y relevo discontinuo” en distintos terrenos o macizos rocosos para rotura
poligonal/curva permite la corrección del movimiento y un desmonte en coronación o el empuje horizontal sobre un
muro o pilotes, y es útil en cimentaciones con la carga portante como una sobrecarga vertical de las dovelas pasivas.
Las dovelas activas y pasivas cumplen el equilibrio de fuerzas incluyendo las horizontales exteriores. Se admiten
variables de presión de agua como un nivel freático de multicapa que puede afectar a las cinco dovelas de distinta
permeabilidad (figura 3), además el acuífero superficial de alteración en la 1ª dovela (grieta de tracción) incremen-
taría un 10% su saturación, también algún acuífero confinado puede conectar con la rotura e incrementa la presión
de agua en la dovela afectada. Conociendo las fuerzas que actúan y la resistencia al corte se determina el empuje
horizontal en el análisis de equilibrio límite que debe predecir las variables con los tanteos, por ello es útil para aná-
lisis retrospectivos sin considerar la deformación del terreno. El coeficiente de seguridad “FS” se puede determinar
con el cociente entre el sumatorio de la resistencia del terreno al deslizamiento y el sumatorio de fuerzas cortantes
desestabilizadoras, para cada aumento de porcentaje de continuidad del plano de fractura de cada dovela supone
un sistemático decrecimiento de la cohesión y del ángulo de fricción (tabla 1) hasta llegar a la inestabilidad global o
no convergencia del sistema de relevo discontinuo en la rotura inicial de las dovelas, así valores de FS inferiores al
equilibrio límite supone un incremento de desplazamientos del talud.

El ángulo de buzamiento de la fractura “Ψ” en la base de las dovelas es desde la horizontal en el mismo sentido, en
las dovelas pasivas sí Ψ > 90º tenemos negativa la presión del agua y la cohesión, sí Ψ < 90º se debe introducir en
negativo. La superficie de rotura por el pie o el fondo de talud es automática en el perfil de la figura 3, con la inclina-
ción de la rotura “Ψ” y la distancia en la base “D” de las dovelas hasta disponer la altura del talud “H” y el área de las
dovelas “S”, se introducen en la hoja de cálculo de las figuras 1 y 2. Esto junto a los parámetros geomecánicos del
relevo discontinuo (tabla 1) permite conocer el proceso de reducir la resistencia al corte en la pre-rotura. El método se
ha implantado en una hoja de cálculo, la metodología consiste en el análisis mecánico de cada dovela en que se ha
dividido el talud deslizante y según las fuerzas desde las dovelas activas hacia las pasivas (figura 3), supone que no
se movilizan tensiones cortantes en las caras verticales de contacto de las dovelas que subestima el factor de seguri-

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dad. Introduciendo la inclinación y distancia de la base de rotura se tiene la superficie deslizante de forma cualquiera,
también la altura de la grieta de tracción inicia la 1ª dovela e influye en la altura y ángulo de talud. La separación de
la 2ª y 3ª dovela fija la cabeza de talud y su pie entre las dovelas pasivas 4ª y 5ª.

Variables de cada dovela son la presión de agua y el relevo discontinuo en rotura (tabla 1), con la saturación desde
condiciones secas/drenadas a saturadas al 90%. La presión de agua “u” puede ser la hidrostática (freática) obtenida
en la hoja de cálculo de la figura 3, la fuerza hidrostática en el plano de rotura “U” es el producto de la presión “u”
por la distancia en la base de rotura “D”. La cohesión “C” y el ángulo de fricción básico “Ø” (entre efectivo y residual)
dependen del porcentaje de relevo discontinuo en las dovelas. Cuando el freático es inferior a la horizontal del pie del
talud en las dovelas pasivas se tiene presión de agua nula.

El flujo hacia el pie del talud indica el nivel freático y porcentaje de saturación (figura 3), obteniendo la presión de agua
hidrostática en la base de fractura de las dovelas, también para terreno multicapa se introduce la permeabilidad lateral
“K” en cada dovela para obtener el caudal de circulación o dren “Q” en el pie (Q=Lmedia Qfiltración/m), estimando la
separación entre drenajes como la longitud horizontal media de una dovela “Lmedia”. La potencia mojada “e” es la
medida en la vertical de la cabeza del talud desde el freático a la fractura, y el gradiente hidráulico “i” es la relación
entre la diferencia de potencial o carga hidráulica “H-h” (altura de talud menos la profundidad menor del freático) y
la longitud horizontal recorrida hasta el pie “L”. La velocidad de filtración media “Vm” (Vm=K i / n) es la relación entre

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la velocidad de descarga de Darcy y la porosidad “n”, la baja porosidad del terreno fracturado indica velocidad de
filtración alta y gran distancia.

Q = área [K (H-h) / L] = e L [K (H-h) / L] = K e (H-h)

En la hoja de cálculo de la figura 3 se representa la línea de flujo del acuífero freático según la isopieza de saturación
(%) del talud, que es introducida en una selección desplegable, y la permeabilidad lateral del terreno en cada dovela
que es la suma de la K de poro o terreno intacto y la K de falla o discontinuidad abierta. Si a mayor profundidad existe
un macizo rocoso más impermeable “K2” se presupone un ángulo de incidencia “i” de líneas de corriente con ángulo
de refracción “t” sub-vertical en profundidad (tg i / tg t=K/K2) que no da red de filtración al pie de talud, por el contrario
si en el terreno inferior a la superficie de rotura la permeabilidad es mayor entonces la red de flujo de filtración se
transmite o refracta adoptando la posición sub-horizontal hacia la base del talud. La profundidad de la referencia que
delimita la red de flujo paralela al nivel freático se ha estimado como la superficie de rotura en las dovelas pasivas.

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4. RESULTADOS
El caudal de drenaje en el pie del talud con sondeos horizontales contemplado en la hoja de cálculo de la figura 3 per-
mite bajar el nivel freático y la presión de agua en terrenos de baja permeabilidad, un pequeño flujo drenado obtiene
gran disminución de la presión de agua.

Los datos en el contorno de dovelas y los resultados están implantados en dos hojas de cálculo, “Rotura poligonal y
relevo discontinuo” y “Rotura poligonal con isopieza de saturación y drenaje”. El peso de la dovela “W” es el producto
de la densidad aparente “γ” por la superficie “S”, la fuerza normal en la base de fractura es “N” (N=W cosΨ) y la fuer-
za tangencial en la rotura T =W senΨ=N tgΨ. La fuerza de resistencia al corte en la fractura R =C D+[N-U] tgØ (con
sentido contrario al movimiento), siendo la fuerza normal efectiva “N-U”. Obtenemos para el equilibrio los sumatorios
de fuerzas resistentes FR = Σ [R cosΨ] y de fuerzas desestabilizadoras FM = Σ [N senΨ].

Σx=0 R cosΨ – N senΨ = 0


Σy=0 W – T senΨ – N cosΨ = 0

El coeficiente de seguridad es “FS”: FS = Σ[R cosΨ] / [Σ[N senΨ]+TH]

Otro coeficiente de seguridad es el optado para obtener el empuje horizontal “EH” que soportaría un muro o la com-
ponente horizontal de un anclaje en el pie: FS = Σ[R cosΨ] / [Σ[N senΨ]+TH-EH]

La tensión lateral natural puede introducirse como tensión horizontal “TH” cuando no se ha medido y se desea
considerar, también puede incrementarse con la tensión cortante o aceleración horizontal de ondas sísmicas de un
terremoto. Opcionalmente, si introducimos un determinado coeficiente de seguridad, podemos resolver el empuje
horizontal “EH” (EH=FM-[FR/FS]+TH) a aplicar en el pie del talud con un muro o las toneladas de terreno excavadas
en desmonte “Wdesmonte” en coronación por metro de talud, siendo “W1final” la diferencia del peso de la 1ª dovela “W1”
menos “Wdesmonte”.

T1final = (T1 cosψ1 – EH) / cosψ1 W1final=T1final / senψ1 = (T1 cosψ1 – EH) / (cosψ1 senψ1)

Wdesmonte=W1 -(T1 cosψ1 –EH)/(cosψ1 senψ1)=W1 –[T1 cosψ1 –(N1 senψ1-(R1 cosψ1 / FS)+TH)]/(cosψ1 senψ1)

5. OBSERVACIONES FINALES
Se ha implantado el método de “Rotura poligonal y relevo discontinuo” en dos hojas de cálculo para taludes donde
puedan ocurrir deslizamientos rotacionales con influencias hidráulicas, justifica caudales de drenaje y presiones de
agua, la condición de equilibrio de fuerzas horizontales permite aplicar estructuras de contención, además de otras
opciones correctoras de excavación en coronación del talud para estabilizar y planificar un talud más profundo. Las
características hidrogeológicas que influyen en la estabilidad y deben ser cuantificadas son el nivel freático, la presión
de agua y la permeabilidad, pueden deducirse estas características hidrogeológicas con la Geotecnia Sísmica. El
método “Rotura poligonal y relevo discontinuo” desarrollado en está comunicación está disponible para los asistentes
a este Congreso de Minería.

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XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
295
EL ESTUDIO HIDROGEOLÓGICO COMO HERRAMIENTA
IMPRESCINDIBLE EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA: APLICACIÓN
A LA CARACTERIZACIÓN Y EVALUACIÓN DE LA AMPLIACIÓN DE LAS
MASAS DE AGUA SUBTERRÁNEA DE NIEBLA Y LEPE-CARTAYA EN LA
DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA DEL TINTO, ODIEL Y PIEDRAS.
Espigares Hurtado, Fidel (a), López Rodríguez, Manuel (b), Navarrete Mazariegos, Eduardo (c), Francisco
Abel Jiménez Cantizano (c), Tomás García Ruiz (d), Julián Huerta Carmona (e).
GEOSMA. C/Cataño 1 Lebrija (Sevilla). f.espigares@geosma.es.
(a) Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. manuel.lopez.rodriguez@juntadeandalucia.es.
(b) Agencia de Medio Ambiente y Agua. C/ Johan G. Gutenberg, 1. Isla de la Cartuja 41092 Sevilla. eduardo.navarre-
te@juntadeandalucia.es, fabel.jimenez@juntadeandalucia.es.
(c) Compañía General de Soporte a la Ingeniería, S. L. CGSi. Calle Blasco de Garay 76, Bajo D. 28015 Madrid, Es-
paña. t.garcía@cgsingenieria.com.
(d) Asesor geología regional. julhuerta1961@gmail.com.

RESUMEN: Las aguas subterráneas, como componente fundamental de ciclo del agua, juegan un papel indispensa-
ble en la gestión hídrica y hacen del estudio hidrogeológico una herramienta imprescindible en la Planificación Hidro-
lógica. A su vez la necesidad de disponer de un conocimiento, lo más exhaustivo y preciso posible, de la estructura
y litología del subsuelo, no sólo de los acuíferos más someros conocidos, sino también para la investigación de los
más profundos, hace necesaria la disponibilidad, integración e interpretación de datos de sondeos y geofísica que
aporten información en profundidad del subsuelo y permitan establecer el modelo geológico e hidrogeológico de las
masas de agua subterránea. La realización de un completo estudio hidrogeológico de las masas de agua subterránea
de Niebla y Lepe-Cartaya, integrando las técnicas habituales con la información disponible de la investigación petro-
lífera profunda del subsuelo, ha permitido avanzar en el conocimiento de los recursos, reservas y balance hídrico de
dichas masas, y, como consecuencia, y conjuntamente con criterios de preservación de la calidad y de sostenibilidad
medioambiental, en la determinación de su potencial utilización en la Planificación Hidrológica, tal y como se recoge
en los correspondientes Planes de Explotación elaborados. En esta comunicación se presenta una síntesis de la me-
todología empleada en las masas de agua subterránea (MASb) estudiadas y los resultados obtenidos.

PALABRAS CLAVE: Hidrogeología, planificación, explotación, Lepe-Cartaya, Niebla.

1. INTRODUCCIÓN
Las aguas subterráneas son un elemento fundamental e imprescindible para el mantenimiento de la vida en todas
sus manifestaciones, así como para el desarrollo de la sociedad. En nuestro país se estima su uso en 6.500 Hm3/
año, lo que supone más del 20% del total la demanda hídrica que se cifra en unos 30.000 Hm3/año. Es de destacar
el incremento espectacular del uso del agua subterránea en España, pues se estima que desde 1.960 hasta la actua-
lidad se ha producido un gran aumento en su utilización, desde los 2.000 Hm3/año, a los actuales 6.500 Hm3/año.
Además el agua subterránea juega un papel muy importante en el mantenimiento de ecosistemas naturales, por lo
que es fundamental considerar las áreas de protección de estos ecosistemas, en función de las características del
régimen de funcionamiento de las aguas subterráneas, lo que justifica también la necesidad de tener un conocimiento
profundo de las mismas.

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Según el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas,
en concreto en el Título III que se refiere a la Planificación Hidrológica, en su artículo 40.bis se presentan una serie de
definiciones donde se incluye el concepto legal de masa de agua subterránea. En concreto estas definiciones vienen
recogidas en los siguientes apartados:

a) aguas subterráneas: todas las aguas que se encuentran bajo la superficie del suelo en la zona de saturación
y en contacto directo con el suelo o el subsuelo.

b) acuífero: una o más capas subterráneas de roca o de otros estratos geológicos que tienen la suficiente po-
rosidad y permeabilidad para permitir ya sea un flujo significativo de aguas subterráneas o la extracción de
cantidades significativas de aguas subterráneas.

c) masa de agua subterránea: un volumen claramente diferenciado de aguas subterráneas en un acuífero o


acuíferos.

De estas definiciones se deduce que es preciso conocer adecuadamente los sistemas acuíferos y su interconexión
y funcionamiento, para poder identificar y diferenciar en ellos las masas de agua subterránea, pues para un uso
sostenible y una gestión adecuada del recurso hídrico subterráneo es imprescindible contar con un conocimiento
detallado de la estructura geológica que las alberga y de la dinámica física y química que gobierna su evolución y fun-
cionamiento. Para obtener este conocimiento necesario de una MASb es fundamental realizar un adecuado estudio
hidrogeológico de la misma aplicando diferentes técnicas de caracterización disponibles.

Dentro del ciclo de planificación hidrológica 2015 – 2021, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Te-
rritorio (CMAOT) de la Junta de Andalucía, ha promovido estudios complementarios con el objetivo de mejorar el
conocimiento y gestión de los recursos hídricos. Encuadrado en estos trabajos se aplicó una metodología para la
caracterización, delimitación y evaluación de masas de agua subterránea (MASb) que se aplicó a dos MASb definidas
en el interior de la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras, en el margen occidental de Andalucía, todo
ello recogido en el estudio “Caracterización y Evaluación de la ampliación de las nuevas masas de agua subterránea
Niebla y Lepe Cartaya”.

El objetivo principal de esta comunicación es describir la metodología seguida en el referido estudio, y exponer los
resultados obtenidos por aplicación a las dos MASb estudiadas. Con la realización del estudio se ha actualizado el
conocimiento hidrogeológico de las dos MASb de Niebla y Lepe Cartaya, delimitando su extensión y sus caracterís-
ticas, a la vista de los nuevos datos obtenidos. Como consecuencia de lo anterior se ha alcanzado un conocimiento
más preciso, tanto del balance hídrico, como de la caracterización de la calidad del recurso y de su relación con los
distintos ecosistemas, lo que ha permitido establecer las normas de explotación de los acuíferos correspondientes,
con criterios de sostenibilidad medioambiental, en el contexto de la Planificación Hidrológica.

Los trabajos de campo y gabinete fueron realizados en 2015, y como empresas colaboradoras para la realización del
estudio han participado GEOSMA y Compañía General de Soporte a la Ingeniería, S.L. (CGSi).

Los resultados más relevantes obtenidos en el estudio realizado han sido la ampliación del área de las masas de
agua subterránea estudiadas, en relación con las superficies consideradas anteriormente, lo que ha permitido la ac-
tualización del balance hídrico de dichas masas, y, como consecuencia de ello, la propuesta del Plan de Explotación
de las mismas, así como la identificación de lagunas de información que requieren la realización de actividades com-
plementarias al estudio realizado.

Estos resultados se recogen detalladamente en la propia memoria del estudio “Caracterización y Evaluación de la
ampliación de las nuevas masas de agua subterránea Niebla y Lepe Cartaya” y también de forma sintética en los
documentos “Caracterización y evaluación de la ampliación de la masa de agua de Niebla (Demarcación Hidrográ-
fica Tinto, Odiel y Piedras)” y “Caracterización y evaluación de la ampliación de la masa de agua de Lepe Cartaya
(Demarcación Hidrográfica Tinto, Odiel y Piedras)”, realizados por los mismos autores de esta comunicación y que
se citan en la Bibliografía adjunta.

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2. METODOLOGÍA EMPLEADA
La caracterización de una masa de agua subterránea, dada su amplitud, implica efectuar una serie de actividades que
obligan a combinar técnicas de observación y medidas puntuales, análisis geológico estructural (de superficie y a par-
tir de prospecciones) y cierres de balances. La metodología utilizada para la elaboración del estudio hidrogeológico,
dirigido a caracterizar y evaluar masas de agua subterránea como herramienta dentro de la planificación hidrológica,
consistió en las siguientes fases:

1.-Recopilación de la información hidrogeológica: Inicialmente fue preciso realizar una recopilación, análisis y síntesis
de toda la información hidrogeológica disponible en los principales Organismos competentes, como son la Junta de
Andalucía y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).Esta etapa es básica para obtener los objetivos previs-
tos en un estudio hidrogeológico. Entre la información de interés recopilada en el IGME cabe destacar la cartografía
geológica a escala 1:50.000 de la serie MAGNA, los sondeos de la litoteca, inventario de aguas minerales, Red de
Hidrocarburos (columnas, sondeos, geofísica), inventario de puntos de agua, Mapa GEODE vectorial 1:50.000. Minis-
terio de Medioambiente: Inventario de sondeos. Datos de sondeos petrolíferos e investigación geofísica profunda en
publicaciones, entre otras, del Ministerio de Industria, Planes Hidrológicos de la Demarcación de estudio, Estudios y
Atlas Hidrogeológicos realizados por el IGME, y en general estudios e informes generados en la zona por los distintos
Organismos competentes en materia de agua.

2.-Incorporación de geofísica y sondeos profundos procedentes de investigaciones petrolíferas: El valor añadido que
aporta esta información respecto a la investigación hidrogeológica convencional está basado en la mayor amplitud y
precisión de los datos obtenidos sobre la litología y estructura del subsuelo, pues el mayor coste económico de estas
tecnologías queda justificado por el objetivo y el sector económico al que originalmente van dirigidos: La investiga-
ción y explotación de hidrocarburos. La densidad de información en una zona de estudio es función del número de
investigaciones tanto de geofísica como de sondeos profundos que se hayan efectuado en la misma. La información
geofísica para petróleo se refiere tanto a geofísica de superficie en campañas de sísmica de reflexión, recogida en
sismogramas, así como la de la geofísica de pozos en registros (“logs”) realizadas en la propia perforación.

3.- Análisis y síntesis de la información recopilada: Una vez recopilada toda la información es preciso proceder a su
clasificación en las diferentes áreas temáticas del estudio y efectuar el análisis de la misma, observando la coherencia
interna, la calidad de la documentación y sintetizando todos los datos obtenidos, tratando de completar series históri-
cas de distintos parámetros (meteorología, piezometría, calidad química, etc.).

4.- Campaña de toma de datos en campo: Una vez que se dispone de la síntesis de la información recopilada se pue-
de elaborar una estrategia para la planificación de las campañas de campo, en función de los datos básicos que es
preciso obtener. Las campañas a realizar pueden clasificarse en dos tipos: Campaña de toma de datos para caracte-
rización hidrogeológica propiamente dicha (revisión y actualización del inventario de puntos de agua, medición de ni-
veles piezométricos, revisión de la cartografía geológica, tanto litológica, como estructural, toma de muestras de agua
subterránea para análisis “in situ” y en laboratorio, etc.), así como la campaña de toma de datos para la planificación
(inventario de focos de contaminación, identificación de zonas de humedales, cartografía de usos de suelos, etc.).

5.- Definición del modelo geológico e hidrogeológico: Acorde con los objetivos del estudio se ha actualizado el modelo
geológico que define la geometría, estructura y litología de las diferentes formaciones geológicas que constituyen
los acuíferos de las masas de agua subterránea estudiadas. Para la definición del modelo geológico es fundamental
el empleo de herramientas informáticas del tipo ARCGIS aplicadas tanto a la cartografía geológica digital 1:50.000
GEODE del IGME. Una novedad importante en este estudio es que para conocer las estructuras geológicas se han in-
corporado datos de sondeos y geofísica profunda, correspondiendo esta información a estudios previos de investiga-
ción petrolífera. Aplicando estos resultados a los límites de las MASb a los límites considerados al inicio del estudio es
posible obtener los nuevos límites ampliados, sobre los que se calcula posteriormente el balance hídrico actualizado.

6.- Balance hídrico: Mediante la integración de todos los datos hidrogeológicos obtenidos, en los apartados anteriores
en los que se delimita la extensión actualizada del dominio de la MASb, conjuntamente con los datos meteorológicos,
hidrológicos e hidrogeológicos correspondientes, es posible establecer un balance hídrico preciso y poder disponer
de criterios coherentes para la propuesta de normas de explotación de las masas de agua subterránea estudiadas.

7.- Propuesta de Plan de Explotación: Se realiza sobre la base de tres aspectos: Balance hídrico, preservación de
la calidad del agua subterránea y criterios de sostenibilidad ambiental en relación con los ecosistemas asociados a

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las aguas subterráneas. El resultado de la aplicación de estos criterios es una zonificación de la MASb donde poder
aplicar condiciones de gestión que permitan asegurar un uso racional del recurso.

3. EJEMPLOS DE APLICACIÓN METODOLÓGICA AL ESTUDIO REALIZADO


MODELO GEOLÓGICO E HIDROGEOLÓGICO
Para poder realizar las estimaciones de los diferentes términos del balance hídrico de las MASb estudiadas fue nece-
sario necesario conocer la estructura y litología de los acuíferos donde está integrado el volumen de las MASb consi-
deradas. En primer lugar se definió el modelo geológico. Un procedimiento adecuado para ello fue integrar y adaptar
los datos de la cartografía 1:50.000 de la serie MAGNA realizada por el IGME adaptándola a la actual cartografía
digital 1:50.000 GEODE elaborada por ese mismo Organismo y actualizada recientemente.

Posteriormente y con el empleo de ARCGIS se procedió a un análisis de la estructura geológica en profundidad para
lo cual se consideró además de la información anteriormente referida del IGME, todas las columnas de sondeos me-
cánicos de los que se disponía procedentes de las distintas fuentes (Ministerio de Medioambiente, Confederaciones
Hidrográficas, IGME, Corporaciones y particulares, etc.). También se incorporó la información que se disponía de la
zona referente a estudios de investigación profunda del subsuelo, tanto de geofísica (perfiles sísmicos, etc.) como
de sondeos profundos. Esta información se consultó en el IGME y en aquellos organismos competentes en materia
de Industria y Energía que disponen de información de actividades de este tipo realizadas en el área estudiada. El
análisis tridimensional de la información implementada en ARCGIS permitió determinar la continuidad en profundidad
de las diferentes formaciones y sus límites, estableciendo mapas de isobatas e isopacas.

Una vez identificadas las distintas formaciones litológicas se procedió a incorporar las características hidrogeológi-
cas de los mismos en función del conocimiento del comportamiento hidrodinámico e hidroquímico de los distintos
materiales, considerando no sólo los datos de inventario, piezometría y ensayos de bombeo que se habían obtenido
en las campañas de campo, sino también a aquellos otros que corresponden al análisis y síntesis de la información
recopilada.

Cuando ya se definieron los nuevos límites y la morfología de MASb estudiadas y las correspondientes modificacio-
nes de su superficie y volúmenes se estuvo en condiciones de poder ajustar y actualizar los términos de los balances
hídricos correspondientes.

BALANCE HÍDRICO
En las siguiente figura 1 se muestran los términos y la ecuación genéricos del balance hídrico de una MASb. Como se
observa en la figura lo habitual es que el balance presente un error, en función de la incertidumbre que se disponga de
ciertos términos del balance, como son las transferencias laterales entre acuíferos y las descargas de agua subterrá-
nea al mar y a los cursos superficiales. Los dos primeros en general vienen determinados por la limitación de los pun-
tos de observación existentes y las series de registros piezométricos en las correspondientes redes de control y de
intrusión, y el segundo por la falta de estaciones de aforos que permitan calcular los hidrogramas correspondientes.

En un régimen natural teórico, sin ninguna influencia antrópica no se produciría almacenamiento y las entradas al
sistema estarían equilibradas con las salidas.

Figura 1. Ecuación y términos del balance hídrico.

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Para el cálculo del balance hídrico es fundamental conocer la superficie de recarga, tal y como se establece en el mo-
delo geológico e hidrogeológico. Esta superficie es un dato básico que se debe conocer de la MASb estudiada, dado
que las entradas al sistema por recarga por infiltración en el terreno de agua de lluvia es el término más importante
en el apartado de entradas, especialmente en el caso de que la MASb tenga una gran extensión de afloramiento.

Para el cálculo de la recarga por pluviometría en el estudio realizado se ha partido de los datos meteorológicos de
la Consejería de Medioambiente (Red Rediam), evaluando la evapotranspiración potencial mediante el método de
Thornthwaite y los propios mapas de la Consejería. A partir de estos datos mediante el balance hidrometereológico
se calculó la lluvia útil, valor al que se aplicó la metodología del “número de curva” desarrollada por el Servicio de
Conservación de Suelos de los Estados Unidos (SCS 1964) y descrito por el CEDEX, en el que se considera el tér-
mino de “umbral de escorrentía”.

Mediante los registros de consumo de aprovechamiento de aguas de riego y los informes de extracciones de agua
subterránea realizados por Confederación e IGME se calcularon las entradas por retorno de riego y salidas por bom-
beo, respectivamente. Respecto a la relación con las aguas superficiales, las salidas a ríos y manantiales vienen
definidas en función de las estaciones foronómicas disponibles que permitan realizar el cálculo y descomposición del
hidrograma. También es necesario conocer los datos de control de embalses para evaluar la infiltración a los acuíferos
procedentes de este tipo de masas de agua superficial.

Dadas las incertidumbres que existen en todo balance el cierre del mismo suele completarse realizando una distri-
bución ponderada del error que se detecte entre los diferentes términos del mismo. El valor absoluto del error y la
distribución en los distintos componentes pondrá de manifiesto la identificación de las lagunas de información y de
infraestructura de captura de datos (redes piezométricas, estaciones de aforo, etc.).

PLANES DE EXPLOTACIÓN
Una vez que se disponía de los resultados del estudio hidrogeológico y del balance hídrico se estaba en condiciones
de aplicar estos resultados a la Planificación Hidrológica por medio de los Planes de explotación. Tres han sido los
criterios que básicamente se han empleado en el estudio realizado para incluir los recursos hídricos subterráneos
en los Planes de Explotación: Explotación sostenible desde el punto de vista cuantitativo de de los recursos de agua
subterránea, garantía de que el aprovechamiento se realice preservando la calidad del recurso y aseguramiento de
la inexistencia de impactos medioambientales sobre los ecosistemas a los que están asociados las masas de agua
estudiadas.

Respecto al criterio cuantitativo de sostenibilidad, se establece de forma genérica que el volumen máximo de explota-
ción de aguas subterráneas que asegura la sostenibilidad medioambiental del sistema en el tiempo no debe superar
al 80% del total de los recursos, pues se considera que el 20% restante debe ser suficiente para asegurar el buen
estado de la masa de agua, evitando daños significativos a los ecosistemas terrestres asociados.

En cuanto a la preservación de la calidad del recurso, se ha tenido en cuenta que los criterios a considerar en los
Planes de Explotación para garantizar que el aprovechamiento se realice adecuadamente, deben considerar que, en
todas las masas de agua subterránea, hay que evaluar y gestionar los riesgos de conexión hidráulica entre acuíferos
y de contaminación en zonas vulnerables y sensibles. Conviene indicar que la aplicación efectiva de estos criterios
va a requerir la presencia de técnicos competentes y empresas de perforación de sondeos debidamente cualificadas,
pues es fundamental controlar el diseño de las captaciones de aguas subterráneas, en aquellas zonas donde se su-
perponen varios acuíferos y en zonas vulnerables y sensibles. El diseño de las captaciones debe asegurar un perfecto
aislamiento del tramo del acuífero superficial, mediante inyección de bentonita o cemento en el espacio anular. Los
emboquilles se deben ejecutar, entre otras funciones, para aislar los acuíferos superficiales, con una profundidad y
diámetro que asegure el aislamiento y su sellado. Las deficiencias en la construcción de sondeos, emboquilles o sella-
dos, se puede establecer mediante identificación de la posición de zonas filtrantes (registros videográficos), geofísica
de sondeos (perfiles de conductividad / temperatura, etc.), mezcla de calidad de agua, niveles piezométricos colgados
o anómalos, etc. El registro videográfico es una herramienta fundamental en el control de calidad de la construcción
de un sondeo.

En una masa de agua subterránea con riesgo de intrusión, como sucede en el estudio realizado, se deben tomar me-
didas adicionales a las indicadas en el anterior párrafo y es conveniente establecer una zona de protección que viene
determinada por aquellas áreas donde han tenido lugar estos procesos históricamente y que, en el estudio realizado,

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se ha estima que corresponde aproximadamente con una banda de 2 km de ancho, paralela a todo el borde costero
atlántico de la masa de agua. Las captaciones situadas en esta zona, no deberían tener una profundidad mayor a la
correspondiente a la cota “0” m.s.n.m.

Finalmente cabe resaltar que la observación del criterio ambiental es especialmente importante debido a la gran can-
tidad de zonas existentes con diferente grado de protección. Algunas de estas figuras de protección, tienen planes de
ordenación de los recursos naturales y de uso y gestión (PORN y PRUG), que permiten el aprovechamiento de los
recursos subterráneos, siempre y cuando no se produzca afección y deterioro al medio. Por lo tanto, los aprovecha-
mientos situados en estas zonas, deberán estar sujetos a estudios específicos que evalúen el impacto a la calidad y
cantidad de las aguas subterráneas y superficiales. Las zonas de especial protección son: Abastecimientos urbanos,
zonas vulnerables, zonas sensibles, zonas de protección de hábitat o especies, zonas húmedas y otras figuras de
protección (paisajes protegidos, reservas naturales, etc.).

4. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos con la realización de este estudio han sido, entre otros:

• Actualización del modelo conceptual geológico e hidrogeológico de las masas de agua subterránea estudia-
das, y como consecuencia de ello la ampliación actualizada de la superficie de las mismas.
• Cálculo del balance hídrico que permite la determinación cuantitativa de los recursos actualizados de agua
subterránea que pueden ser empleados de forma equilibrada para cubrir las demandas requeridas.
• Establecimiento de medidas que aseguren la preservación de la calidad de las aguas subterráneas de los
acuíferos explotados.
• Definición de criterios de gestión del uso de los recursos hídricos subterráneos que garanticen la sostenibilidad
medioambiental de los ecosistemas, humedales, y zonas protegidas en general, relacionados con las aguas
subterráneas de las masas estudiadas.

La MASb Niebla con una superficie considerada al inicio del estudio de 213,2 Km2 ha aumentado la misma hasta
558,8 Km2, como resultado del estudio. Análogamente en la MASb Lepe-Cartaya la superficie se ha ampliado de
472 Km2 a 612 Km2 con el correspondiente incremento en las superficies de recarga a considerar para establecer el
nuevo balance hídrico.

Teniendo en cuenta el criterio general cuantitativo de sostenibilidad medioambiental, en la MASb de Niebla se esta-
blece que el volumen máximo de explotación de aguas subterráneas debe de estar comprendido entre 17,8 – 18,2
hm3/año para toda la masa de agua, repartido respectivamente para los acuíferos Detrítico basal, Plioceno y Cua-
ternario, con los volúmenes anuales de 9,6 hm3, 0,7 hm3 y 7,2 hm3. En lo referente a la MASb Lepe – Cartaya,
el volumen máximo de explotación debe de estar comprendido entre 31,7 – 32,3 hm3/año para esta masa de agua
subterránea, distribuidos sectorialmente para la zona con funcionamiento hidrodinámico libre de 18,6 hm3/año y para
la zona mixta de 13,5 hm3/año.

En la MASb de Lepe-Cartaya para controlar el riesgo de intrusión marina, además del criterio general de sostenibili-
dad medioambiental se ha establecido una zona de protección definida por una banda de 2 km de ancho, paralela a
todo el borde costero atlántico de la masa de agua, donde las captaciones situadas en esta zona, no deberían tener
una profundidad mayor a la correspondiente a la cota “0” m.s.n.m. En la MASb de Niebla las zonas de especial pro-
tección son: 11 abastecimientos urbanos, zonas vulnerables situadas en el límite inferior oriental, zonas sensibles
situadas en la Marisma del Odiel y en la desembocadura del río Tinto, zonas de protección de hábitat o especies,
zonas húmedas y otras figuras de protección (paisajes protegidos, reservas naturales, etc.). En la MASb de Lepe-Car-
taya las zonas de especial protección son: 4 abastecimientos urbanos, zonas de producción de especies acuáticas
económicamente significativas en la Marisma del río Piedras, zonas de agua de uso recreativo (200 m de protección
en zona de baño costero y 50 m en el resto), zonas vulnerables en el límite suroccidental de la masa de agua, zonas
sensibles en la Marisma del Odiel y en la desembocadura del río Tinto, zonas de protección de hábitat o especies
(entorno de las Marismas del río Piedras – Odiel, Laguna del Portil, Marismas de las Carboneras, Enebrales de Punta
Umbría, etc.), y 20 zonas húmedas y otros espacios naturales protegidos. Algunos de los humedades existentes en
esta masa de agua, no disponen de planes de ordenación ni zonas de protección o salvaguarda, por lo que deberán
disponer de una zona de protección.

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Finalmente la integración de resultados obtenidos en el estudio ha permitido la formulación de una propuesta, cohe-
rente y argumentada, plasmada en el Plan de Explotación, donde queda de manifiesto la importancia del papel de las
aguas subterráneas para la gestión conjunta del total de recursos hídricos disponibles.

La realización del estudio también ha puesto de manifiesto la necesidad de mejora de la información relacionada con
las aguas subterráneas en lo referente a la implantación de estaciones de aforo en cauces superficiales para identifi-
car y evaluar el drenaje de aguas subterráneas a dichos cauces, obtención de registros de aprovechamiento de aguas
subterráneas, ampliación de la red de control piezométrico en áreas localizadas de carencia de datos. En concreto
se considera necesario realizar 11 nuevos piezómetros en la MASb de Niebla y 14 en la MASb de Lepe-Cartaya.
También es necesario realizar 4 nuevos piezómetros de control en la red de intrusión salina, donde convendría llevar
a cabo registros sistemáticos de conductividad. También es preciso un estricto control de volúmenes de extracción en
los pozos operativos y proceder a realizar el sellado de los pozos que se encuentren inutilizados, con el fin de evitar
afecciones a los acuíferos.

Durante la realización de este estudio y por extensión y analogía, se ha puesto de manifiesto una necesidad general
de actualización de los balances hídricos y otros parámetros hidrogeológicos de los distintos acuíferos que constitu-
yen las MASb en nuestro país, puesto que en muchos casos esta actualización no se ha realizado desde los estudios
del Plan de Investigación de Aguas Subterráneas (PIAS) realizados por el IGME. Con este objetivo es muy importan-
te, como se ha hecho en este estudio, incorporar la posible información existente al subsuelo profundo y que se haya
generado en el curso de estudios de investigación de hidrocarburos. De acuerdo con la importancia de las aguas
subterráneas en la gestión y la planificación hídrica, es imprescindible que se tomen las medidas necesarias para que
se disponga de técnicos competentes hidrogeólogos tanto en las distintas administraciones, como en las empresas
consultoras, y así mismo, que se desarrolle la necesaria normativa y protocolos para el diseño y ejecución de las
obras de captación de aguas subterráneas, impulsando la tecnificación de las empresas de perforación existentes en
nuestro país. También una presencia adecuada de hidrogeólogos en la actividad de investigación y explotación de las
aguas subterráneas permitiría la ampliación de los medios habitualmente utilizados en estas actividades a las labores
de interpretación de trabajos realizados en el campo de la investigación de hidrocarburos en el subsuelo en nuestro
país, de los que se dispone información accesible de gran interés y cuya existencia en muchos casos es totalmente
desconocida. La utilización de estas técnicas de investigación de subsuelo profundo aplicadas a la hidrogeología po-
sibilitaría no sólo el conocimiento cuantitativo y cualitativo del potencial de acuíferos profundos, sino también ampliar
el conocimiento del potencial de muchas masas de agua subterránea de carácter más somero que se explotan en la
actualidad.

5. AGRADECIMIENTOS
Los equipos técnicos de las empresas consultoras que han desarrollado este estudio han contado en todo momento
con la colaboración y el apoyo del personal de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio (CMAOT)
de la Junta de Andalucía, en particular de los técnicos de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía y por
ello se considera que es preciso dejar constancia de esta labor en un proyecto que ha integrado la ampliación del
conocimiento hidrogeológico con la aplicación de técnicas innovadoras en este campo.

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LA GESTION PUBLICA O PRIVADA DE LOS RECURSOS HIDRICOS: DEL
MARCO LEGISLATIVO A LA EXPERIENCIA PRÁCTICA
Angel Manuel Arias; Dr. Ingeniero de Minas. Abogado,
Área: Hidrología Superficial y Subterránea. Gestión de los recursos hídricos
Palabras clave: Gestión, agua, legislación, pública, privada

INTRODUCCIÓN: La polémica respecto a las ventajas e inconvenientes de la forma de gestión pública o privada de
los recursos hídricos se replantea con asiduidad en círculos tanto académicos como sociopolíticos.
No parece posible desligar los factores tecnológicos, que han transformado el tratamiento y aplicación de las fuentes
hidrológicas, de la asignación económica del coste del ciclo hídrico entre sus beneficiarios y usuarios, y todo ello, sin
descuidar los factores jurídicos, sociales, e incluso deontológicos, que afectan a un recurso tan sensible.

COMPLEJIDAD DEL MARCO LEGAL GENERAL: La gestión por una empresa privada del ciclo del agua está
sometida a permanente polémica. Hay una línea argumental que conduce, con aparente solidez, desde la incontro-
vertible realidad de que se trata de un elemento sustancial para la vida, a su consideración como bien público y a que,
puesto que el acceso al agua ha de estar garantizado, su gestión debe ser pública y, el servicio para el ciudadano,
gratuito.

No es posible, sin embargo, resolver la cuestión de ofrecer un servicio eficiente -y sanitariamente aceptable- que
incluya, no solo la oferta de agua potable al alcance de todo ciudadano (y, preferiblemente, en su propio domicilio),
sino también la realización de la depuración de la consumida, para devolverla en condiciones de posteriores usos al
cauce público.

Si, además, no solamente se considera el consumo como “agua de boca”, sino los empleos agrícolas (que conforman
el grueso de usuarios) o industriales (que son los más contaminantes del fluido), la complejidad de la cuestión no
permite resolverla con simples voluntarismos que se concentren en lo que sería deseable, menospreciando lo que
resulta factible.

La interferencia del precio del agua para cada tipo de usuario (lo que cuesta, lo que puede pagar, la rentabilidad que
obtiene por el agua, el coste y consecuencias de tratamientos ausentes o insuficientes, etc.) abre un abanico amplio
de discusión, en la que es habitual mezclar cuestiones políticas o ideológicas, argumentos temperamentales y subor-
dinar a ellas los aspectos económicos y técnicos.

La expectativa de ventajas economicas para la Administracion publica es, con carácter general, la fórmula de pre-
sentacion con la que se justifica la privatizacion de la gestión del agua. Se argumenta, que, como resultado de la
óptima gestión y la aplicación de la mejor tecnología disponible, debería ahorrarse entre el 10 y el 5% del costo. Aun
sin necesidad de entrar a matizar estas cifras, la incorporación del empresario privado a la gestión, con exigencia
de renovación de equipos o construcción de nuevas instalaciones, que deberán ser quizá financiados con mejores
condiciones, pero deberán ser amortizadas con cargo al servicio, tiene una doble lectura: no será necesario asumir
su realización con cargo a presupuestos públicos, pero incrementarán el precio del agua.

El peligro potencial es que la deficiencia en el control y seguimiento de la actuación del empresario por la Autoridad
se traduzca en la pérdida de la visión de cómo se está ejecutando el servicio, y los responsables públicos encuentren
que la información de que disponen es insuficiente e indirecta. La regulación de la Unión Europea (Eurostat) viene a
enfatizar que las ventajas para la Administración resultan verdaderamenre efectivas si el riesgo de la evolución del
mercado no regulado, o de la variación de los precios de los elementos que integran las obras a realzar, son sopor-
tados por el concesonario. No es sencillo poner en práctica este propósito, pues si el mercado resulta imprevisible a
medio plazo, es más cierto que las Administraciones tienen, en la regualción de los precios públicos, un instrumento
extremadamente versátil para paliar incertidumbres.

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1. LA GESTIÓN PRIVADA DEL AGUA. UNA APROXIMACIÓN A LA REALIDAD
Según datos de la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento, el porcentaje de poblaciones para las que
la gestión de agua se ha desplazado a empresas privadas, ha aumentado consistentemente desde mediados de los
90 del siglo pasado, pasando de un 37% a un 53%. Aunque la tendencia parece clara, los detractores de la privatiza-
ción de la gestión (fundamentalmente, asociaciones ecologistas y partidos más escorados hacia la izquierda) esgri-
men con inocultada satisfacción, que se ha recuperado ya la gestión por los organismos públicos (los Ayuntamientos,
ya que la gestión del agua es responsabilidad de las Administraciones locales) en varias localidades, asegurando que
el cambio de sesgo es inminente y, por supuesto, positivo para el servicio. Los casos de Manacor, Torrelavega Arteixo
o Medinasidonia, y del consorcio Aguas del Huesna, se cuentan entre los citados reiteradamente.

El análisis de la escasa casuística revela, sin embargo, que no se trata de núcleos de población importantes y que la
recuperación (“remunicipalización”) tiene, en general, como fundamento, más que motivos ideológicos, la detección
de incumplimientos graves por parte de la concesionaria, o la denuncia de irregularidades en el propio proceso de
adjudicación. Esta última circunstancia se ha llevado a la consideración de los tribunales de justicia, no exactamente
por la Administración pública, sino por otros licitantes que valoraban que su oferta se ajustaba mejor a los Pliegos de
licitación o era más ventajosa que la presentada por la adjudicataria.

Es cierto que ha aumentado en España la resistencia a la privatización de la gestión del agua, y se han paralizado
o desestimado proyectos de privatización de la gestión. Y no puede verse, sin más, como algo positivo. Gestionar el
recurso no puede limitarse a utilizar las infraestructuras existentes y solucionar bajo presión los problemas que se
presenten. Se precisa disponer de planes que prevean inversiones de ampliación y renovación de infraestructuras,
y atender a sus plazos de ejecución y puesta en servicio. Es imprescindible mantener en uso correcto las instala-
ciones depuradoras y, en su caso, las estaciones desaladoras y potabilizadoras. Las controversias ideológicas -que
una nueva sensibilización social, innegablemente positiva- afectan a todos los órdenes de desempeño de la función
administrativa, no pueden ignorar los aspectos técnicos o económicos.

En Europa, la recuperación de la gestión municipal del agua por parte de la Comuna de París parece haber venido
a potenciar la reversión del modelo de gestión privada del agua. Sucede después de un largo período en el que esa
referencia sirvió de magnífica plataforma publicitaria para los dos campeones mundiales de la gestión del agua (Lyon-
naisse des Eaux y Compagnie Generale des Eaux). Como también es el caso de los solventes municipios alemanes,
el tamaño del emprendimiento y el alto precio del agua que sus poblaciones abonan sin mayor controversia, permitirá
seguir resolviendo sin dificultad los problemas que, por falta de tamaño crítico y recursos para alcanzar la eficiencia,
perjudican a la mayoría de las poblaciones españolas, en las que aún hoy la discusión se centra, para muchas de
ellas, en si el agua debiera o no ser gratuita.

Capítulo aparte merece el tratamiento de la gestión del agua en las ciudades de países en desarrollo (o con bajos
niveles de producto interior bruto per cápita). Falta reglamentación y marco legal y el llamado empoderamiento de la
población (tantas veces con escasa formación y nula información) no permite abordar con serenidad las propuestas
de cambio.

Existen notables diferencias entre países respecto a la legislación, reglamentación y puesta en práctica de los prin-
cipios de una buena gestión de los recursos hídricos. Junto a la consideración del mapa efectivo de la distribución
y tipología de las fuentes de agua -marinas o continentales, superficiales o subterráneas-, (por avanzar una somera
clasificación), las cuestiones de propiedad y, junto a ellas, las de gestión, están vinculadas al coste de la adecuación
del recurso a la utilización pretendida (extracción, aducción, desalación o desalinización, potabilización, distribución,
embotellamiento, análisis de calidad, etc.)

Pero, si bien el coste de las operaciones de puesta en valor económico del recurso puede ser calculado, en la fuente,
con precisión, y también lo pueden ser los costes de su distribución y puesta al servicio del usuario, la consideración
completa del ciclo del agua y su afección sociológica implica responder a otras interrogantes. La valoración y cargo
económico de la depuración y de las tasas por contaminación del medio natural de las aguas servidas, y la distri-
bución de los costes totales o parciales del ciclo entre los beneficiarios o usuarios del recurso, son cuestiones, en
ámbitos locales, que pueden ser prioritarias o muy importantes.

Cabe señalar, por ejemplo, la dificultad en resolver la competencia, aplicando precios uniformes, entre el destino para
agua de boca o para riego y la necesidad de realizar una distribución del coste total de los ciclos entre los usuarios

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-domésticos, comerciales o públicos- que atienda a imperiosas necesidades de justicia y deontología en la asignación
de precios o tasas finales.

2. CRÍTICAS A LA PRIVATIZACIÓN DE LA GESTIÓN MUNICIPAL


En España, como en muchos otros países, el debate sobre la óptima gestión del agua se concentra en la que se
realiza para los municipios, y en el coste del servicio se repercute directamente a los ciudadanos. Está por resolver
el precio justo del agua de regadío (muy por debajo del coste real, en especial, si se tuvieran en cuenta las inversio-
nes en infraestructuras y su renovación, o se vinculara el mismo al consumo real o al rendimiento obtenido y no se
menospreciara el deterioro de los cauces públicos por el uso de fertilizantes). Tampoco forma parte de este trabajo el
análisis del precio del agua para usos industriales, con consumidores de cantidad tan variados como los frigoríficos
portuarios, las acerías y metalúrgicas, las granjas y mataderos, o las instalaciones de curtido y mantequerías.

El principal reproche esgrimido por los contrarios a la privatización es el aumento del precio del agua al usuario. Al
tratarse de un precio público, es decir, regulado, se encuentra referido al coste del servicio, independientemente de
la gestión pública o privada. No existen razones objetivas para admitir, como premisa, que la avidez económica del
empresario privado aumente artificialmente los costes del servicio. Por tanto, hay que detectar si la presentación del
caso no corresponde a una falsificación de la realidad.

Sucede que, como resultado de la privatización de la gestión, se espera que la empresa concesionaria opere el mila-
gro de mejorar la calidad de infraestructuras y del abastecimiento sin incrementar el coste del servicio para el usuario.
Ese es normalmente el argumento político utilizado para lanzar la licitación de privatización de gestión del agua. Pero
lo habitual es que se exija la incorporación de inversiones o tareas que antes no se llevaban a efecto (como dar ser-
vicio a nuevas zonas, acometer la depuración de las aguas residuales, realizar obras de aducción o renovación de
tuberías).

La oferta de gestión privada tiene, desde luego, en cuenta -a veces de forma demasiado optimista- la reducción de
costes al eliminar la contaminación de ciertos defectos que suelen pesar negativamente sobre la economía del ser-
vicio: exceso de personal, dejación en la gestión de cobro por los servicios (deficiencias en el Padrón de abonados,
pérdidas de agua no computadas, obsolescencia o ausencia de contadores, etc.).

Pero las mayores carencias de la gestión del agua pública derivan de las insuficientes inversiones y las mejoras del
servicio debieran descansar en acometerlas obras necesarias. Sin excluir que algunas posibles deficiencias (espe-
cialmente, en las localidades de menos de 50.000 habitantes) pueden derivarse de déficits técnicos, resultantes de
la creciente tecnificación y complejidad de los servicios, paralelos con el aumento de los parámetros de exigencia por
parte de la ciudadanía o de la propia legislación, déficits que, por mucho que se esfuercen, los funcionarios municipa-
les no pueden, objetivamente, resolver.

La legislación sobre tratamiento de aguas residuales implica un crecimiento del coste del ciclo del agua, lo que ha
provocado que la parte del ciclo que corresponde al abastecimiento se haya igualado con la de saneamiento y de-
puración. Son cifras cuantitativamente menores, en relación con otros servicios (electricidad o telefonía), porque no
suelen superar los 2 euros/m3, que para una familia y consumos normales (4 personas, 120 l/persona-día) implica
una factura anual de 340 euros/año, perfectamente asumible, al menos para la inmensa mayoría de los ciudadanos
habitando en zonas desarrolladas.

Con estos antecedentes, hay que mantener prudencia al acoger sin matices el esquema de que la cooperación PPP
es propia de un escenario en el que todos ganan (tipo win-win), pues debe tenerse en cuenta la naturaleza propia de
cada parte. La Adminisitración pública está orientada al bien publico y la gestión de sus recursos debe responder a las
necesidades de toda la población (con atención preferente a los más desfavorecidos y a cubrir objetivos mínimos). Si
no puede hacerlo con sus propios recursos, caben soluciones imaginativas, pero no milagros. La empresa privada se
rige por maximizar el beneficio para sus accionsitas o propietarios. Hay, por consiguiente, que atajar un doble peligro:
el de fijar cotas inalcanzables para el servicio (que el ciudadano de esté dispuesto a pagar) y que el rendimiento se
deteriore como consecuencia de haber generado una situación de monopolio a favor del contratista.

Las Constituciones o Normas Fundamentales hacen descansar en el poder soberano del pueblo la adopción de las
decisiones fundamentales que afecten a la gestion de los recursos del Estado. Cuando los recursos públicos son utili-
zados como campo de colisión o confusión entre intereses públicos y privados, debe evitarse cuidadosamenrte que la

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Administración pierda la influencia en el destino fundamental de aquellos y en juzgar la eficiencia conseguida. Puede
darse el caso de que los gestores privados tomen decisiones que afecten negativamente a la comunidad, derivando
en beneficio exclusivo del empresario.

Dos riesgos aparecen vinculados al deficiente control: a) el secretismo por parte del empresario que se niegue a ofre-
cer datos sobre la rentabilidad del proyecto, (problema tìpico entre agente y principal cuando disponen de informacion
asimetrica) y b) el peligro de endeudameento oculto de la Administración, que debe cuidar de que las obligaciones
de pago en que incurra unilateralmente el empresario no deriven en responsabilidades para la Administración. La
quiebra o insolvencia del empresario tampoco debe tener influencia negativa sobre el servicio.

3. EL FACTOR COBRANZA
La Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) ha puesto de mani-
fiesto que apenas la décima parte de la gestión del agua las 400 mayores ciudades del mundo se encuentra privati-
zada. No debe menospreciarse la cifra, pero, además de enfatizar la importancia del tamaño mínimo, la gestión debe
vincularse a la calidad del servicio, que es muy variable según las regiones del globo, y que depende directamente
del precio del agua y la función de cobranza del mismo.

En las áreas de mayor nivel de vida (renta per cápita), el tamaño de la población es determinante, puesto que los
ingresos del servicio son solo dependientes del número de habitantes, al ser la tasa de cobro (facturas cobradas/
facturas emitidas) prácticamente igual a la unidad. Tanto en las ciudades de la Comunidad Europea como en las nor-
teamericanas, con una eficiencia de cobro cercana al 100% (para una renta media de 25.000 euros/persona-año, la
factura del agua no supera el 1 ó 2%), es factible realizar una impecable planificación del servicio en relación con las
previsiones de ingresos, y proponer aumentos anuales del precio del agua por encima del índice de precios general,
que resultarán imperceptibles para el consumidor.

La posible privatización de la gestión del agua suele contar, además, con la resistencia de los propios trabajadores
del servicio, asimilados a funcionarios o con contratos laborales ventajosos, que se resisten a pasar bajo la autoridad
de la empresa privada y temen perder algunas prebendas. En Italia se votó mayoritariamente en 2011 la negativa a la
privatización de los servicios de agua, incluso aunque se incluía, como garantía -y también como límite- un beneficio
del siete por ciento respecto a la inversión. En un ya lejano trabajo que presenté en el Congreso que el Banco Mundial
celebró en Valencia (1991) me atreví a proponer el 6% de los ingresos como beneficio fijo a la gestión privada del
servicio público.

En ciudades en desarrollo o en aquellas en donde la crisis económica azota singularmente, no es extraño encontrar
tasas de cobro inferiores al 50%. En estos casos, de poco sirve hablar de cifras de facturación del servicio, sino que
es obligatorio referirse a las tasas de cobranza, y atender a que éstas serán variables por barrios. Las conexiones
fraudulentas a la red y los déficits de cobro serán, además, mayores en las zonas más pobres, en donde las instala-
ciones casi con seguridad estarán en peor estado.

Si se quiere que el servicio no entre o discurra por persistente bancarrota, los usuarios de las zonas más favorecidas
del municipio, con mayores ingresos familiares, deberán soportar la mayor parte del coste del servicio. Es habitual
disponer de varias tarifas o precios por zonas o penalizar, escalonándolo por cantidades, el agua consumida (si es
que se dispone de medidores y éstos son fiables), generando una forma de facturación que puede ser bastante com-
pleja, que debe realizarse con programas informáticos y de una manera adaptativa.

La incidencia del tamaño de la población aparece, así como un requisito, junto a la tasa de cobranza, para conse-
guir calcular un coste total del servicio a distribuir entre los usuarios, según nivel de renta y categorías de consumo.
Esta, junto con la medida del consumo, es la base para planificar una buena gestión desde el punto de vista técnico,
y garantizar ingresos suficientes con aumentos tolerables del precio del agua, que permitan mantener y mejorar las
infraestructuras, de forma planificada y transparente.

Se debe tener especial cuidado con la difusión, con fines de ejemplaridad, de algunos casos especiales surgidos en
países en desarrollo. En mi experiencia como consultor internacional, he podido constatar los terribles déficits de in-
fraestructura, calidad y salubridad de las aguas, la ausencia de recursos económicos y el desorden en la gestión que,
no siempre han de ser achacables a la carencia de formación técnica del jefe de servicio o de insuficiente personal
cualificado, pero que agarrotan la eficiencia de muchos servicios municipales, que ni pueden dar agua todos los días,

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ni cuando la ofrecen, tiene la calidad requerida para un consumo sin riesgo…sin hablar de la ausencia prácticamente
general de la depuración de los residuales, e incluso de las conducciones de saneamiento.

Una gran difusión alcanzó en su momento, la resistencia a la privatización del suministro de agua en Cochabamba
(Bolivia), que había sido concedido al consorcio Aguas de Tunari, en el que participaban, junto al municipio, las em-
presas Bechtel y Abengoa. La adjudicación se realizó sin que concurrieran otros licitadores, lo que se estimó como
un incumplimiento legal. Las obras que se preveía realizar obligaban a duplicar las tarifas, lo que se aplicó antes de
que la población viera resultados, por lo que entendió que se le estaba cobrando por un agua que era suya. Hubo
revueltas graves, heridos y un muerto. El contrato se rescindió casi de inmediato (en el año 2000). El agua de Cocha-
bamba sigue siendo de muy mala calidad, casi la mitad del agua distribuida no se cobra y el desequilibrio económico
del servicio es crónico.

¿Será más eficiente la gestión pública o la privada, si se atiende a presupuestos de racionalidad? No tiene por qué
obtenerse una respuesta general. Depende. La movilización de algunas asociaciones y partidos que defienden la
supremacía de la gestión pública con el argumento de que la empresa privada engaña sistemáticamente, no debiera
tener fundamento real. Mas bien, lo que podría estar sirviendo a la causa de la remunicipalización o rescate de algu-
nos servicios, cuando se extinga el período concesional (pretenderlo antes de su término supondría costes de resar-
cimiento, abono de lucro cesante y seguramente, largos litigios), es recuperar el poder de actuación sobre el servicio
por parte de los mandatarios públicos, y no siempre para favorecer los intereses generales.
La buena gestión de la macroempresa Canal de Isabel II que opera en Madrid y en casi 120 municipios de la Comu-
nidad se suele poner como ejemplo a favor de la gestión pública.

No se discute el alto nivel profesional de la empresa, que ha servido de escuela de formación a no pocos técnicos
que trabajan o trabajaron luego en el sector privado. No queda empañada esta valoración por haber salido a la luz
recientemente algunos presuntos actos de corrupción en los niveles de la gestión política. Se trata de una empresa
saneada, con ingresos garantizados y claros beneficios (que, en sentido estricto, para los encarnizados defensores
del precio justo al agua, resultaría una anomalía) que, cuando existían recursos dinerarios excedentarios en las
grandes empresas privadas (FCC, Dragados, Aguas de Barcelona, ACS, …), animaba a estudiar la posibilidad de
una adquisición total o parcial de la misma, calculando el valor actualizado neto de los esperados beneficios futuros.

Un asunto cuyo tratamiento conceptual es muy delicado, como también lo fueron los propósitos -con poco recorrido
real- de entrar en competencia con las empresas privadas para optar a la licitación por la gestión del ciclo del agua de
otros municipios fuera de la Comunidad de Madrid, que, de realizarse a riesgo y ventura, podrían acabar afectando
negativamente a los ciudadanos madrileños.

4. LOS MODELOS COMUNES DE GESTIÓN PÚBLICO-PRIVADA


La gestión privada del bien público agua gira en torno a la elección correcta del modelo de colaboración entre la
Administración pública y la empresa. Denominados genéricamene como Modelos de Participación Público-Privada
(Public-private-Partnership, PPP) han de estar regulados mediante un contrato. Jurídicamente, se entienden como
una fórmla de cooperación destinada a cumplir un fin determinado.

La Comisión de la Unión Europea, en marzo de 2003, publicó las „Directrices para el éxito del los proyectos PPP“, con
el objetivo de establecer un marco general para gestionar este tipo de proyectos, y facilitar el encaje de la colabora-
ción entre los entes públcos y privados. La cuestión financiera afecta directamente a estos esquemas de cooperación,
por lo que la politica del Banco Central Europeo de implementar bajos tipos de interés (el coste del dinero ha llegado
a ser nulo, y algunas entidades de crédito incluso trabajan o trabajaron con tipos negativos) interfirió en la concreta
plasmación del modelo.

En teoría, el objeto de esa cooperación es la ejecución satisfactoria de un servicio u obra públicos, de acuerdo con un
propósito fijado por la Administración. Lo concreto de la definición oculta la ambigüedad de sus términos. En especial,
la condición de „satisfactorio“ apunta a elementos subjetivos y a apreciaciones controvertibles. Aunque el contratante
del servicio u obra imponga condiciones de calidad (porcentaje de horas de suministro, calidad de las aguas servidas
o depuradas, tasas de cobro, etc.), es posible que la empresa adjudicataria, desde su experiencia y conocimientos,
ajuste el cumplimiemto de esos parámetros con márgenes de conveniencia que no son fáciles de detectar si no se
dispone de medios de control.

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La cuestión del control por parte de la Administración es un punto delicado. Si bien se suele hablar vulgarmente de
„privatización del servicio“, incluso en el caso más extremo, la facultad de control por parte de la Administación no
se enajena nunca. Pertenece de forma inherente a la función pública, y los gestores políticos son responsables de
su ejecución frentre a la ciudadanía. En términos políticos, los votantes emitirán su juicio de valor cada legislatura,
respecto a la ejecución de esa encomienda legalmente irrenunciable, por parte del partido o agrupación política que
haya detentado el poder de decisión.

Pero, ¿por qué privatizar el servico de aguas? Durante décadas, y hasta épocas recientes, la fórmula de coopera-
ción tomó mayor auge como consecuencia del aumento de la deuda pública, y resultar insuficientes los recursos
financieros, por la vía presupuestaria y con el tope de endeudamiento admisible por ley, para cubrir las necesidades
crecientes de inversiones y gastos públicas. Se dieron también casos aberrantes, como consecuencia de una laxitud
o tolerancia crónicos: el precio del agua servía para cubrir necesidades ajenas al servicio (o al contrario), o la privati-
zación se vio como una oportunidad de hacer caja a cuenta de beneficios futuros, que podían abarcar, no ya la propia
legislatura, sino hasta 20 o 25 legislaturas (¡99 años!), que se convirtieron en elemento clave para decidir la licitación,
solicitando a las empresas que concurrieran ofreciendo un „canon adelantado“ lo más alto posible.

La cooperación fue vista así como una opción financiera por parte de los responsables públicos, que les permitiría
hacer obras o mejorar la calidad del servicio que no podrían acometer o llevar a cabo con los presupuestos anuales y
recursos disponibles. Los responsables políticos de las administraciones aumentaban la carga presupuestaria futura,
incorporando a su legislatura logros inmediatos de gestión.

Como existían recursos ociosos -en las grandes empresas y en las entidades financieras-, esta perversión conceptual
de extraer recursos de previsiones futuras, se exacerbó y las previsiones fantasiosas de crecimiento de población, y
reducción de costes del servicio en el futuro, pasaron a ser los elementos claves en los que las empresas gestoras
de agua apoyaban sus ofertas. Un escenario que, no siendo opaco, no fue siempre explicado, y vino a adulterar la
percepción ciudadana respecto al coste real de la prestación. Si a la situación de partida se añade, como es habitual,
que el adjudicatario se compromete a realizar determinadas obras de mejora, el coste del servicio se deberá incre-
mentar para recuperar la inversión. Quedaba así fundamentada la mediática conclusión de que „el coste del servicio
de aguas“ aumentó con la privatización en x euros por metro cúbico“, enfatizando el encarecimiento del mismo, sin
tomar en consideración los factores de coste añadidos.

5. LA CUESTIÓN DE LA SATISFACCION FRENTE A LA EFICIENCIA


En relación con la asunción de responsabilidades, la empresa adjudicataria asume en el proceso la responsabilidad
de llevar a cabo la encomienda, de manera eficiente. El ente público, que es quien debe fijar los fines y la ineludible
orientación de los mismos hacia el bien común, al encargarse de realizar el control del adjudicatario, debe comprobar
que se cumplen las condiciones y objetivos del contrato, estando facultado, además, en el ejercicio de su poder san-
cionador, para imponer penalizaciones para el caso de incumplimiento (llegando a la máxima sanción de cancelación
del contrato y resarcimiento de daños), sin perjuicio de la supervisión por la jurisdicción competente.

Aunque en sus inicios, la colaboración se restringía a la asunción del servicio en marcha, o a la ejecución de una obra
concreta con pago diferido que incluyera la recuperación de la inversión y la gestión de la misma, las necesidades
financieras de las Administraciones y la opción de que el agente privado liberara a éstas, al asumirlos en su propio
Balance, de los costes financieros, resutó en la aparición, de una situación, con amplias repercusiones jurídicas que
han dado lugar a variada jurisprudencia, por la que la rentabilidad del proyecto pasó a ser responsabilidad privada.
Apareció así un tercero en el esquema, la entidad financiera, que obligó a la pignoración de todos o parte de los
ingresos futuros, y a que la Administración tuviera que renunciar a su derecho de excusión en algunos supuestos.

El contrato de adjudicación se convierte en la garantía y cuando el empresario subroga o traslada sus expectativas
de cobro a la entidad financiera, ha de quedar claro el derecho del Ayuntamiento a oponerse a cualquier acuerdo en
el que no sea partícipe que pueda afectar a la ejecución del servicio. La cuestión de la responsabilidad de los bienes
del servicio en relación con el posible incumplimeinto de las prestaciones previstas abre complicaciones legales que
deben preverse. Debe descartarse que la Adminsitración aparezca como responsable indirecto de incumplimientos
imputables al prestatario del servicio. La pignoración de los ingresos ha de supeditarse a dejar a salvo aquellos que
se consideren imprescindibles para continuar con la normal prestación del servicio y, tiene que eliminar el riesgo de
que el incumplimiento por la prestataria de sus obligaciones afecte en lo más mínimo a las responsabilidades del ente
público.

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El modelo inicial, de simple colaboración Público-Privada, que resultaba asimilable a figuras jurídicas habituales,
(contrato de arrendamiento o leasing de equipos e instalaciones, sujeto a responsabilidades y controles especiales,
que serían ejercidos por el propietario de aquellos), fue adquiriendo una creciente complejidad, incorporando las
opciones de „financiación del proyecto sin recurso propio“, „control por parte del agente financiero de la ejecución“, y
otros, desplazando a la Administración pública de su papel de garante máximo, e incorporando en contratos laterales,
obligaciones multilaterales.

En todo modelo de colaboración, se espera que cada uno de los contratantes aporta lo que es consustancial a su
naturaleza: la Administración aportaría la garantía de que los recursos necesarios para ejecutar la obra o servicio que
han detectado como necesidad pública, se encontrarán disponibles y la empresa privada pondría a disposición de la
encomienda su experiencia y saber hacer. El aplazamiento en la obtención de esos recursos (por la vía del precio del
agua, por ejemplo, o de aportaciones presupuestarias futuras), implica la financiación de los costes e inversiones por
el adjudicatario o un tercero. Con mayor razón, los acuerdos de entrega de un canon a cuenta de beneficios futuros,
implican la asunción de responsabilidades que implicarán a terceros y comprometen la gestión a medio o largo plazo.

No deberían entrar dentro de la figura de PPP, en concreto, ni la financiación de la obra pública por parte de la empre-
sa privada ni la recuperación de un canon adelantado a cuenta de los beneficios futuros. Tampoco aparecería como
una genuina colaboración encajable en el tipo, el contrato de leasing de la maquinaria o equipamiento, por parte del
empresario a la administración, para que ésta ejecute una obra o servicio.

La amplia versatilidad del modelo, sin embargo, ha permtiido que proliferen tipos muy diversos de contratos relacio-
nados con la gestión pública de agua. Se puede privatizar la gestión de tareas concretas (por ejemplo, la depuración
de las aguas residuales de la población, la lectura de consumos y el cobro de los recibos), contratar la ejecución de
una obra, includa en su caso, su financiación (presa de abastecimiento, depuradora, renovación de las canalizacio-
nes, etc. ). Estos casos corresponderían a lo que un sector de la doctrina entiende como „privatización material“, ya
que el objeto del contrato queda definido en concretos términos físicos, sin posible controversia respecto al resultado.

En estos casos, la responsabilidad de una ejecución impecable, cumpliendo el contrato en sus términos, descansa en
el contratista,al entenderse que la ejecución puede llevarse a cabo de distintas manereas, cuya elección depende de
la empresa. El control por parte de la Administración se limitará a realizar la revisión de calidad al término del contrato
o del período previsto, y a abonar el precio convenido. No excluye realizar revisiones intermedios, que permtian con-
trastar opiniones entre los técnicos de la Administración y los de la contratista, pero no aparecen como sustanciales.
Si el objeto del contrato es complejo, la Adminsitración suele recurrir a un tercero que certifique, como instituto ade-
cuado, el final de la obra y su satisfactoria realización.

Existen, junto a éstas, otras opciones en las que la privatización es „ formal“, ya que se traslada al empresario un
servicio ya existente, encomendándole su gestión, subrogando al personal por un período de tiempo y cediéndole
la gestión de las infraestructuras que sirven a la ejecucón del servicio, expresando en el contrato, que las obras de
nueva ejecución quedarán como propiedad pública al terminar el período concesional.

En la modalidad concesional, el empresario se hace cargo de una infraestruvctra pública preexistente, o asume la
contstrucción de la misma (en todo o en parte) y la gestiona, construye y financia a su propio riesgo y ventura (aun-
que algunos contratos incorporan la figura del „equilibrio económico del servicio“, para limitar éstos). Para evitar el
contagio de las responsabilidades económicas con la empresa matriz, se suele crear, bien una empresa específica
para asumir rel contrato, o una agrupación temporal de empresas. El precio público aparece como garantía de que
se cubrirán los costos de gestión, de inversión y renovación de infraestructura, y el beneficio empresarial. Su carácter
de precio reglado, sometido a publicidad y obligado a una justificación precisa, aparece como garantía de seriedad y
regularidad, no siempre admitida.

La delicada cuestión de ceder personal e infrastructuras a una empresa privada para llevar a cabo un servicio público
de primera necesidad, ha conducido a algunas administraciones a constituir empresas mixtas (normalmente, creando
primero una empresa pública y vendiendo posteriormente parte de las acciones). El objetivo es mantener una mayor
capacidad de decisión en temas que se consideren sustanciales (contratación de personal, licitación de obras), ade-
más de tener así acceso directo a la economía y vicisitudes financieras del proyecto. No ha sido siempre satisfactoria
esta formula, ni para la adminsitración ni para el empresario, por las dificultades de encontrar un equilibrio entre la
necesidad de control y la libertad de actuación en la gestión que pretende la parte privada.

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En cualquier caso, la supervisión adminstrativa, cualquiera que sea el modelo de PPP elegido, como vengo resaltan-
do, no puede alienarse y la capacidad de control del ente público debe permanecer vigente como ´´ultima palabra“.
Madrid/Sevilla, 30 de noviembre de 2017

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GESTIÓN DEL AGUA EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS EUROPEAS.
CONCLUSIONES DEL INFORME SECTORIAL DE LA UEPG
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

Rosa Carretón Moreno


Ingeniero de Minas
Coordinadora Técnica de ANEFA
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
ctecnica@aridos.org

RESUMEN: La gestión del agua en las explotaciones de áridos está adquiriendo una gran relevancia por las pre-
siones existentes sobre este recurso en toda Europa, por la incidencia que tiene sobre la industria y por las políticas
aplicadas a su gestión que hacen que, cada vez, sea más importante realizar una aproximación integral por parte de
las empresas del sector.

Entre 2016 y 2017, la Unión Europea de Productores de Áridos – UEPG, ha coordinado una encuesta de ámbito eu-
ropeo sobre las pautas de consumo, reciclado y eficiencia que se aplican por las empresas. Este trabajo, realizado
bajo la coordinación del autor, con la participación de más de 100 explotaciones de diversos países, ha dado pie a
la elaboración de un completo informe de resultados y de recomendaciones, que se resume en el presente trabajo.
Las conclusiones son extrapolables a todas las explotaciones de áridos y permiten mejorar la gestión del agua en el
sector.

PALABRAS CLAVE: Agua, aguas subterráneas, aguas superficiales, eficiencia, reciclado, MTD

1. INTRODUCCIÓN:
La industria europea de los áridos reconoce la importancia del agua como recurso natural y se compromete a trabajar
activamente en la promoción de un uso adecuado y sostenible en todas las explotaciones del sector. En ese sentido
el sector se compromete a participar activamente en el cumplimiento de los objetivos de la Directiva 2000/60/EC por
la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas y de la Directiva 2006/118/
EC relativa a la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro.

2. AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SUPERFICIALES


2.1. AGUAS SUBTERRÁNEAS
Las aguas subterráneas son principalmente aguas intersticiales contenidas en ciertas rocas porosas y cavidades. En
función del tipo de explotación, de las condiciones hidrogeológicas o de la naturaleza del mineral, entre otros factores,
la administración puede autorizar la extracción por encima o por debajo del nivel freático. La gestión de las aguas
subterráneas y su influencia directa sobre los permisos de explotación es una cuestión muy importante para muchas
canteras y graveras.

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En muchos casos sucede que las aguas subterráneas que se alumbran, con las debidas medidas preventivas, no
ven alterada su calidad por las labores de extracción, siendo reinyectadas, tan pronto como sea posible, dentro del
acuífero bajo un estricto control.

Esta es una condición necesaria, pues las aguas subterráneas son un recurso natural protegido por disposiciones
legales de ámbito europeo, nacional y, en ocasiones, regional o local, que establecen unos límites para las sustan-
cias vertidas. Al igual que en muchos países europeos, existen planes específicos de protección de los acuíferos y
estudios sobre su vulnerabilidad.

Los trabajos que se desarrollan en una explotación de áridos, por su propia naturaleza, consisten en la remoción de la
cubierta de tierra vegetal, de los estériles de la cobertera y la propia extracción del recurso. Es evidente que estas acti-
vidades podrían modificar las características de recarga de los acuíferos existentes e incrementar su vulnerabilidad si
no se pusieran en práctica las oportunas medidas preventivas. En función de la posición relativa del hueco de explo-
tación respecto del nivel freático, puede ser necesario poner en marcha un plan de control de las aguas subterráneas
y/o un sistema para evacuar las aguas que afloren, todo ello con las pertinentes autorizaciones. Está demostrado que
el impacto de las canteras y graveras sobre los recursos de aguas subterráneas puede prevenirse o mitigarse gracias
a una adecuada planificación, al diseño de la explotación y a la aplicación conjunta de buenas prácticas operativas.

2.2. AGUAS SUPERFICIALES


Las aguas superficiales tienen una gran importancia en la mayoría de las explotaciones mineras, por su incidencia di-
recta en la propia zona de extracción y por ser necesarias para muchas de las operaciones. Es más, en determinados
casos, la extracción de áridos se realiza extrayendo el material directamente de áreas anegadas, mediante dragas,
dragalinas o retroexcavadoras.

Sin embargo, es necesario destacar que la extracción de áridos no produce ninguna sustancia peligrosa, ya que
todas las rocas y minerales existentes son considerados como inertes de acuerdo con el desarrollo del Real Decreto
975/2009. En todo caso, las posibles afecciones a la calidad de estas aguas tendrían más relación con la composi-
ción física que con la modificación de sus características químicas. En una cantera o gravera de áridos, cuando se
requiere controlar la calidad de las aguas se analizan básicamente tres parámetros: el pH, los sólidos en suspensión
y la Demanda Bioquímica de oxígeno (D.B.O.), que pueden verse modificados por operaciones como el lavado de los
productos, entre otras.

Las variaciones del valor del pH en el agua, que no son frecuentes en el sector de los áridos, están íntimamente rela-
cionadas con el tipo de materia prima existente en la explotación. La extracción de rocas ácidas puede ocasionar, en
ausencia de medidas preventivas, la generación de aguas ácidas.

La composición química de los efluentes autorizados varía en función de las características de las masas de agua
receptoras de los vertidos y de otros factores. Es esencial conocer los límites prescritos en cada caso concreto para
poder adoptar las medidas oportunas para mantener los efluentes bajo control.

Otro riesgo potencial para las aguas superficiales está relacionado con la posibilidad de vertidos accidentales de
hidrocarburos procedentes de equipos, instalaciones o depósitos. Cabe destacar que, cada vez más, se emplean
aceites biodegradables que evitan la contaminación a largo plazo en caso de accidente. También, se previene la
posibilidad de vertido ubicando los depósitos de hidrocarburos en áreas confinadas que permiten la retención de los
líquidos en caso de derrame.

Las aguas procedentes de las etapas de lavado normalmente se recirculan para su reutilización, tras un adecuado
tratamiento, por lo que los vertidos son, en estos casos, inexistentes o muy reducidos. En los casos en los que se
autoriza un vertido controlado de estas aguas, el tratamiento previo al que se le somete puede llegar a hacer que la
calidad del efluente sea superior a la del curso de agua en el que se vierte.

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3. EL AGUA EN LAS EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS
3.1. ASPECTOS GENERALES
El agua existente en una explotación de áridos tiene una procedencia que varía sustancialmente en función de las
características de ésta:

• Aguas de drenaje (subterráneas y pluviales), función de las características de la explotación (meteorología,


naturaleza de los acuíferos, morfología de la zona de extracción,...)
• Captación de agua subterránea mediante perforación.
• Captación de las aguas superficiales (ríos u otros cursos de agua).
• Suministro de la red pública de agua.
• Reciclaje de las aguas de proceso en circuito cerrado tras la decantación (balsas, decantadores / espe-
sadores,...).

El consumo de agua, en las explotaciones de áridos, puede ser muy variable dependiendo de circunstancias tales
como que el proceso de tratamiento se realice en vía húmeda o en vía seca, la climatología de la zona, etc. Las prin-
cipales actividades que pueden requerir agua son:

• Lavado de los áridos (proceso en vía húmeda).


• Prevención del polvo (pulverización de las instalaciones, riego de las pistas (automático o cisterna móvil), riego
de la carga de los camiones, limpieza de la planta y de los camiones, etc.
• Instalaciones auxiliares (laboratorio, talleres, vestuarios).
• Riego de la vegetación.

Debe destacarse el hecho de que la extracción de áridos no se liberan sustancias peligrosas, tratándose más de
una cuestión de modificaciones transitorias de las características físicas del agua (que deben ser evitadas) que de
alteraciones de su composición química. En estos efluentes no se encuentran sustancias contaminantes tales como
cianuros o metales pesados y sus componentes.

Es conveniente resaltar que la extracción de áridos no genera contaminantes peligrosos en el medio. Únicamente, se
generan modificaciones temporales de las características físicas del agua, por partículas en suspensión, no causando
variaciones en la composición química de la misma.

Dentro de la normativa europea y estatal, se establecen los criterios de control y seguimiento de los vertidos realiza-
dos al dominio público hidráulico. Los límites máximos de emisión dependerán de la naturaleza del vertido, los cuales
vendrán determinados en la autorización de vertido pertinente.

Los niveles de sólidos en suspensión son el elemento que habitualmente puede presentar niveles más altos en un
vertido de una gravera, por ello, junto con los niveles de D.B.O. (Demanda Bioquímica de Oxígeno), D.Q.O. (Deman-
da Química de Oxígeno), pH, temperatura y color, serán los que deberán controlarse al ser susceptibles de verse
afectados transitoriamente por la actividad extractiva.

2.2. EL AGUA EN LOS PROCESOS DE EXTRACCIÓN


En numerosas explotaciones, la totalidad del proceso de extracción de los materiales se desarrolla sin necesidad de
alcanzar el nivel freático, por lo que el agua que se debe gestionar es el procedente de las precipitaciones y de la
escorrentía.

En otros casos, cuando el nivel freático se encuentra muy próximo a la superficie o cuando el recurso explotable
presenta una gran potencia, el control de las aguas subterráneas que se alumbran requiere la aplicación de técnicas
específicas. En estos casos, la extracción puede realizarse en seco, mediante la depresión artificial del nivel freático,
o bajo la lámina de agua que se origina, con medios mecánicos tales como las dragalinas, las dragas, las cucharas
de arrastre o retroexcavadoras.

2.2.1. EXTRACCIÓN POR ENCIMA DEL NIVEL FREÁTICO


Es el caso más frecuente hoy en día, bien porque las materias primas objeto de la explotación se encuentran por
encima del nivel freático, bien porque las limitaciones que se imponen por las administraciones competentes impiden
cualquier actuación por debajo de aquel, aunque a mayor profundidad pudiera haber materiales explotables.

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Para numerosos especialistas, este tipo de restricciones han quedado desfasadas por la evolución de las técnicas
mineras y de las buenas prácticas aplicadas que permiten extraer los recursos mineros preservando la calidad de
las aguas subterráneas. Es más, este tipo de restricciones son contrarias a los principios de eficiencia en la gestión
de materias primas que se impulsan desde la UE, por no permitir la extracción del 100% de los recursos existentes.

2.2.2. EXTRACCIÓN CON DEPRESIÓN DEL NIVEL FREÁTICO


Cuando se requiere y se cuenta con las debidas autorizaciones, la depresión del nivel freático puede realizarse me-
diante una de las siguientes variantes o combinación de éstas:

• Conjunto de pozos de bombeo perimetrales al área de explotación.


• Red de zanjas excavadas por debajo del nivel de extracción.
• Pantallas de impermeabilización.

En cualquiera de las alternativas es preciso disponer de un equipo de bombas para mantener el nivel del agua a la
altura deseada.
Las principales ventajas que presenta este método de extracción son:

• Menor superficie afectada por la actividad de extracción de áridos.


• Mejores condiciones de trabajo de los equipos convencionales de extracción al estar el material drenado.
• Mayor precisión en la extracción, al poderse ver el contacto entre materiales de diferentes características.
• Mejor aprovechamiento del depósito al poderse observar el fondo del yacimiento.

Los principales inconvenientes que puede conllevar este método son:

• Inversión en equipos de bombeo y red de captación del agua, zanjas o pozos.


• Coste de extracción del agua durante la operación.
• Gestión del caudal de agua extraído y su vertido a un cauce próximo o a huecos excavados anteriormente, o
bien reinyección en el sustrato, lo que puede ocasionar un riesgo de retorno del agua hacia el área de trabajo,
por filtración a través del propio acuífero.

2.2.3. EXTRACCIÓN BAJO LÁMINA DE AGUA


Cuando se extrae bajo la lámina de agua, se emplean equipos mecánicos de elevado alcance como son las dragali-
nas, las dragas, las cucharas de arrastre o las retroexcavadoras.

Este tipo de procedimiento tiene las siguientes ventajas:

• Menores costes de inversión y operativos, por no ser necesarios los dispositivos de bombeo.
• Menor producción de efluentes.
• Asimismo, los inconvenientes son los siguientes:
• Peores condiciones de trabajo de los equipos convencionales de extracción, al estar el material sumergido y
saturado en agua, lo que afecta al rendimiento de la operación.
• Menor precisión en la extracción, al no poderse ver el contacto entre materiales de diferentes características
pueden producirse pérdidas o la contaminación temporal de dichos materiales por arcillas y limos
• Peor aprovechamiento del depósito al no poderse observar correctamente el fondo del yacimiento.
• Transporte de material saturado en agua a la planta de tratamiento.
• La calidad del agua presente en las zonas de extracción se ve temporalmente alterada por la presencia de
materias en suspensión.

2.2.4. EXPLOTACIÓN DE ÁRIDOS EN PROXIMIDAD DE CURSOS DE AGUA O DE HUMEDALES


Por su especificidad, a la hora de plantear una extracción de áridos en proximidad de cursos de agua o humedales,
hay considerar que se deberán establecer medidas que prevengan el deterioro de los ecosistemas acuáticos, la ve-
getación de ribera y proteger el régimen de las corrientes en avenidas.

El mantenimiento de la calidad de las aguas es otra de las prioridades que deben atenderse. Por tanto, debe vigilarse
que la actividad a desarrollar no afecte negativamente a ninguna de estas funciones. En el caso del control de aveni-

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das, cumpliendo con todas las exigencias del Organismo de cuenca establecidas en la autorización, una extracción
adecuada siguiendo los criterios técnicos necesarios puede ayudar a la regulación de futuras avenidas en la zona.

2.2.5. EXTRACCIÓN DE ÁRIDOS EN ZONAS DE CAUCE O DE POLICÍA


Por su propia naturaleza, la extracción de áridos en zonas de cauce y policía es susceptible de generar impactos
ambientales, si no se siguen unas buenas prácticas en el transcurso de la actividad. Dichas prácticas deberán esta-
blecerse en función de las características específicas del entorno y del tipo de explotación.

Tal y como establece la legislación aplicable, además de requerirse la autorización especial necesaria a la Cuenca
Hidrográfica, será obligatorio establecer las garantías necesarias para la restitución del medio, una vez finalizada la
actividad, en los aspectos hidráulicos, ecológicos y paisajísticos sobre los que la actividad tendrá incidencia.

Las propias modificaciones del terreno originadas por el avance de las explotaciones propician, cuando la gestión
es adecuada, la aparición de hábitats nuevos y diversificados donde tanto las especies animales como las vegetales
encuentran refugio.

2.3. EL AGUA EN LOS PROCESOS DE TRATAMIENTO


En función de las características de yacimiento y, por lo tanto, del material, el tratamiento de áridos puede realizarse
en vía seca – sin necesidad de lavado –, o en vía húmeda – cuando se precisa lavado para separar materiales perju-
diciales como limos, arcillas u otras impurezas.

Cuando el tratamiento es en vía seca, el consumo de agua se reduce sustancialmente, pues únicamente se requiere
para otro tipo de procesos complementarios como el lavado de equipos e instalaciones, el control de las emisiones de
polvo, el riego de la vegetación o los usos domésticos y sanitarios propios de cualquier lugar de trabajo.

En los casos de vía húmeda, además de los usos mencionados en el párrafo anterior, se requiere de una serie de
equipos de lavado y separación de los materiales indeseados, que emplean agua como elemento para lograr estos
propósitos. Adicionalmente, la planta incorpora otros equipos que conforman, en su conjunto, un ciclo del agua que
puede ser abierto o con recirculación.

2.4. EL AGUA EN LA REHABILITACIÓN DEL ESPACIO AFECTADO POR LA ACTIVIDAD EXTRACTIVA


El agua es un factor muy importante a la hora de planificar los trabajos de rehabilitación de los espacios afectados por
la actividad extractiva, ya sea en explotaciones que se realicen íntegramente por encima del nivel freático, donde ha-
brá que tener en cuenta la configuración final de la explotación en relación con las aguas de escorrentía y su influencia
sobre la estabilidad de los taludes a largo plazo, o en explotaciones bajo el nivel freático donde además habrán de
adoptarse medidas para que la configuración final sea la más adecuada para las aguas subterráneas.

Las graveras son lugares ideales para ser convertidos en espacios naturales, ya que, a partir de un ambiente genera-
do por ellas, se puede crear en pocos años una buena variedad de hábitats acuáticos y terrestres, convirtiéndose en
un interesante y rico ambiente natural.

En referencia a las posibles afecciones al agua durante la rehabilitación y el posterior abandono de una explotación
de áridos, se procurará que:

• Al término de la actividad se deje asegurado el libre escurrimiento de las aguas superficiales, en condiciones
similares a las iniciales.
• Se mantengan los niveles de aguas subterráneas, así como la cantidad y calidad de los flujos de recarga de
los acuíferos.
• Se conserve, en la medida de lo posible, la capacidad de circulación de las aguas subterráneas en el terreno,
especialmente, en los casos de relleno total o parcial del hueco.
• Se eviten las variaciones en el curso del agua en acuíferos y eliminen puntos de infiltración.
• Se establezca una red de drenaje del agua, cualquiera que sea su origen, en la explotación, especialmente
para proteger la estabilidad de los taludes finales.
• Se realice una correcta rehabilitación, en su caso, de las balsas y/o presas de lodos y de los pozos.
• Se asegure la protección de los cursos del agua y se limite la erosión.

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4. PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA GESTIÓN DEL AGUA
Es fundamental que las empresas del sector integren, dentro de su actividad diaria, una serie de principios ambienta-
les que favorezcan el establecimiento de medidas o instrumentos que garanticen la protección ambiental de las aguas
superficiales y subterráneas.

Estos principios, que han sido consensuados por el Grupo de Trabajo sobre Gestión del Agua del Comité de Medio
Ambiente de la Unión Europea de Productores de Áridos – UEPG – son:

• Adoptar las medidas preventivas necesarias para prevenir la contaminación de las aguas superficiales y sub-
terráneas.
• Implementar una estrategia de eficiencia en el consumo de agua, utilizándola de forma racional, evitando su
despilfarro o su uso inadecuado.
• El proyecto de explotación y el plan de gestión de agua de la cantera o gravera deben ser sostenibles a lo largo
de su ciclo de vida y respecto al ciclo hidrológico natural.
• Desarrollo de medidas de mantenimiento de las estructuras relacionadas con el ciclo del agua.

5. BUENAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN DEL AGUA


De los principios sectoriales sobre la gestión del agua en las explotaciones de áridos, emergen las buenas prácticas
que se indican a continuación que pueden ser aplicadas por los empresarios, técnicos y trabajadores, con objeto de
prevenir o minimizar los efectos de la actividad sobre las aguas subterráneas y superficiales.

5.1. BUENAS PRÁCTICAS GENERALES


Durante el proceso de extracción del material deberán promoverse medidas que garanticen la conservación de los
valores naturales de la zona, promoviendo acciones que minimicen los impactos ambientales susceptibles de gene-
rarse.

Las características específicas de cada cantera, gravera o planta de tratamiento – dimensión, ubicación, geología,
etc. – serán quienes determinen cuales de las buenas prácticas que se proponen deben ser aplicadas en cada caso
concreto.

La legislación minera establece la obligatoriedad de contar con un proyecto de explotación aprobado que tiene que
recoger, entre otros, los estudios hidrogeológicos e hidrológicos de la explotación, donde se caracterice todo aquello
relativo a las aguas superficiales y subterráneas.

Además de los aspectos específicamente recogidos en el proyecto, con motivo de la concesión de la autorización,
la Administración puede establecer prescripciones adicionales de obligatorio cumplimiento relacionadas con el agua.

Partiendo de la base de cumplimiento de las obligaciones legales citadas, pueden llevarse a la práctica las siguientes
medidas:

5.1.1. PLANIFICACIÓN Y EVALUACIÓN

• Identificar la situación de partida de la zona donde se van a realizar la actividad extractiva y llevar un segui-
miento de la situación de la gestión del agua durante el proceso.
• Elaborar un plan para minimizar los problemas potenciales que pudieran ocasionarse a las aguas y para cum-
plir con las condiciones y prescripciones de la autorización.
• Establecer la ubicación, la extensión y la profundidad de las zonas de extracción para asegurar que no se
producen impactos significativos sobre las aguas subterráneas, aún en los casos en los que se pueda extraer
bajo el nivel freático.
• En su caso, definir y evaluar el régimen hidrogeológico, en la explotación y en su entorno.
• Emprender un diseño integral de los sistemas de gestión del agua.

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5.1.2. MINIMIZACIÓN DE LOS EFLUENTES Y CONTROL DE LOS VERTIDOS AUTORIZADOS

• Durante las etapas de diseño de la explotación, analizar la opción de vertido cero y el reciclado integral de las
aguas.
• Obtención de las licencias para cualquier tipo de vertido de efluentes convenientemente tratados a las aguas
superficiales o subterráneas.
• Realización de un estudio sobre la calidad de las aguas de los medios receptores de los vertidos autorizados,
para conocer su estado inicial y la evolución de su calidad a lo largo del ciclo de vida de la explotación.
• Estudiar cuidadosamente los puntos de vertido, tanto a las aguas superficiales como a las subterráneas, para
reducir en lo posible los efectos sobre el medio receptor.

5.1.3. MONITORIZACIÓN Y CONTROL


La monitorización y control continuado de los siguientes aspectos relacionados con las aguas es otra cuestión que
ha de preverse:

• Nivel de las aguas subterráneas.


• Nivel de los depósitos, balsas y presas.
• Captaciones colindantes.
• Cantidad y calidad de los flujos de recarga.
• Posibles afecciones a núcleos urbanos cercanos.
• Seguimiento de las posibles afecciones a los terrenos de cultivo, a los caminos vecinales y a la fauna y flora
del entorno.
• Composición de los efluentes, atendiendo a los parámetros mencionados en el capítulo 6. También puede
requerirse el control de las partículas en suspensión, del pH y de las características químicas del agua a lo
largo del ciclo.
• Puede ser interesante para la empresa disponer de un sistema de control de la calidad de las aguas, aguas
arriba y abajo, con objeto de poder acreditar la inocuidad de la explotación.

5.1.4. FORMACIÓN Y PROCEDIMIENTOS DE TRABAJO


La formación y sensibilización del personal sobre las mejores prácticas operativas es imprescindible para prevenir la
contaminación de las aguas y para realizar una adecuada gestión.

• Se recomienda desarrollar procedimientos de trabajo simples y eficaces.

5.1.5. PROTECCIÓN DEL AGUA EN LA EXPLOTACIÓN

• Control de la escorrentía de las aguas superficiales.


• Prever unas márgenes y zonas de protección suficientes en las proximidades de cursos de agua, humedales
y otras áreas sensibles.
• Emplear sistemas de recarga de agua u otro tipo de medidas, cuando se prevea que la explotación pudiera
potencialmente afectar a los niveles de las aguas superficiales de cursos de agua, lagos, lagunas y humedales
colindantes.
• Estudiar el efecto de la acción del agua sobre la estabilidad de los taludes de frentes, pistas e instalaciones
de residuos.

5.1.6. PREVENCIÓN DE LA EROSIÓN

• Rápida revegetación de las áreas expuestas a la acción del agua.


• Revegetación de los taludes de escombreras y cordones de tierra vegetal.
• Rehabilitación de las áreas ya explotadas.

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5.1.6. ADOPCIÓN DE UNA APROXIMACIÓN INTEGRAL A LA GESTIÓN DEL AGUA EN LA PLANTA DE
TRATAMIENTO

• Aplicar buenas prácticas a la gestión del agua de lavado.


• Asegurar una limpieza y un mantenimiento periódico de los sistemas y dispositivos relacionados con la gestión
del agua.
• Dotar de medidas de control de la contaminación a las zonas de almacenamiento de combustibles y productos
químicos.
• Cuando proceda, sistemas de ciclo cerrado para reutilizar las aguas empleadas en el lavado de ruedas o de
los equipos móviles.
• Optimización del consumo de agua en los sistemas de control del polvo.
• Instalación de dispositivos de riego por goteo en las zonas con vegetación.

5.2. EQUIPOS DE LAVADO DE ÁRIDOS


Existen diferentes equipos y sistemas para el lavado y la clasificación de los áridos, que permiten separar el producto
final de las posibles impurezas que pudieran acompañarlo. En ese proceso se produce un rechazo formado por una
pulpa compuesta por agua, partículas en suspensión, lodos y barro que debe ser tratada tal y como se describe en
6.3.

El diseño de la planta de lavado y el tipo y disposición de los equipos dependen de la composición específica de los
áridos, de las propias impurezas, del diseño del propio circuito de agua, de la disponibilidad de agua para el proceso,
de las restricciones de superficie, de la calidad de los productos que se desea obtener, etc.

• A continuación, se citan los sistemas más comunes para las operaciones de lavado y clasificación de los
áridos:
• Cilindros lavadores o trómeles.
• Lavadores de piedras (Log-washer).
• Cribas convencionales y cribas de alta frecuencia.
• Escurridores vibrantes.
• Hidrociclones y grupos compactos de hidrociclonado.
• Rejillas curvas.
• Hidroclasificadores.
• Norias decantadoras.
• Clasificadores de espiral.

En el proceso lavado y clasificación de los áridos se produce un efluente en forma de líquido o de pulpa que se trata
convenientemente para separar el agua de los sólidos. Este tipo de efluente puede también originarse de otras ope-
raciones como son la recogida de aguas procedentes de:

• Redes de drenaje y desagüe de las aguas superficiales y subterráneas.


• Sistemas de limpieza de la planta de tratamiento y de los equipos.
• Sistemas de tratamiento y acabado de los productos finales.
• Sistemas de transporte del recurso minero.

En cuanto al tratamiento de las aguas del circuito de lavado de áridos, las principales opciones disponibles son entre
otras:

• Instalaciones compactas de tratamiento.


• Balsas ubicadas en huecos de la excavación.
• Presas de lodos.

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En cualquiera de estos casos, los sistemas deben reunir las siguientes condiciones:
• Estar adecuadamente dimensionados a las necesidades reales.
• El tiempo de sedimentación es adecuado o, si fuera necesario, pueda forzarse ésta mediante el uso de flocu-
lantes inertes y biodegradables o por medios mecánicos.
• Han de mantenerse y limpiarse adecuadamente.
• Deben contar con sistemas que permitan el control de los procesos de clarificación.
• En el caso de presas de lodos, tienen que tener un sistema para controlar la estabilidad de la estructura.

5.3. SEGURIDAD Y ESTABILIDAD EN LAS PRESAS


Las presas para la clarificación de las aguas de lavado tienen que diseñarse, dentro del proyecto inicial, considerando
la vida útil de la explotación.

También hay que evitar ubicar las presas de lodos en lugares con pendiente para prevenir la posibilidad de desliza-
miento y de colapso de la estructura de contención, especialmente en áreas de elevada pluviosidad.

La adecuada ubicación de las balsas y las presas es una de las medidas más eficaces y mejores para prevenir los
impactos sobre la calidad de las aguas. Por ello, la elección del emplazamiento respecto a la topografía, los sistemas
de drenaje y los cursos de agua, juega un papel esencial.

Es importante que las instalaciones (presas) se diseñen considerando el futuro cierre de la explotación, de forma que
permanezcan estables, seguras y libres del riesgo de contaminación, con unas exigencias mínimas de mantenimien-
to.

Un factor decisivo en el diseño de la presa de lodos es su estabilidad desde un punto de vista geotécnico:

• Altura y pendientes de los elementos estructurales.


• Resistencia y grado de compactación de los terraplenes.
• Permeabilidad de la estructura.
• Posición del nivel freático.
• Resistencia y compresibilidad de los cimientos.
• Por ello se debe estudiar el comportamiento estructural de la instalación teniendo en cuenta las situaciones de
inestabilidad global, inestabilidad local, erosión superficial y posibles deformaciones, así como la aparición de
situaciones extraordinarias debido a seísmos, sobreelevación del nivel de líquidos en el caso de balsas, etc.

5.4. GESTIÓN DEL AGUA EN BALSAS Y PRESAS


La gestión de las aguas en las balsas y las presas se basa en los siguientes principios:

• Prevención de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.


• Recogida y tratamiento de las aguas de lavado y de los lixiviados.
• Minimización del volumen de agua que requiere tratamiento.

Entre las medidas que se pueden emplear para controlar las filtraciones de balsas y presas figuran las siguientes:

• El control de la disposición de los lodos dentro de la balsa o de la presa.


• El acondicionamiento de la base de la estructura con un sellado de material impermeable, de origen natural o
artificial.
• Construcción de una red de drenaje y recogida de lixiviados por debajo de la estructura, que permite la recu-
peración de aguas y su recirculación a la planta de lavado.
• Minimizar la percolación al subsuelo y a las aguas subterráneas, mediante un substrato de baja permeabilidad.
• Minimizar las filtraciones a través de las estructuras de contención.
• Recoger las filtraciones mediante un sistema de captación y de tratamiento.
• Minimizar los aportes de la escorrentía superficial, protegiendo la estructura mediante redes de drenaje super-
ficial dispuestas perimetralmente.
• Maximizar la circulación de las aguas de proceso.

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5.5. PLANES DE GESTIÓN DEL AGUA
La preparación y desarrollo de un plan de gestión del agua, tanto superficial como subterránea, incluido dentro de
la planificación general de la explotación, permite establecer claramente los principios de cómo controlar el agua y
preservar su calidad. Este tipo de planes deben considerar:

• Profundidad de la explotación, en relación con el nivel freático.


• Un plano de la explotación que muestre todos los puntos con presencia de agua, incluyendo los procesos
donde se utiliza o recupera, así como los instalaciones y equipos relacionados con su gestión.
• Todos los puntos de captación y de vertido, considerando la red de captación de las aguas de escorrentía y
circuitos asociados.
• Balances de los flujos de agua.
• Control químico de las aguas, incluyendo las partículas en suspensión, en los puntos críticos de la explotación.
• Sistemas de contención y de retirada de posibles contaminantes, debidos a accidentes (aceites, gasóleo, etc.).
• Uso del agua en la planta de lavado y tratamiento de los efluentes, incluyendo los procedentes del lavado de
equipos e instalaciones y los sanitarios.
• Otros usos del agua como el control del polvo, el riego de la vegetación, etc.
• Procedimiento de mantenimiento y limpieza de los sistemas, circuitos e instalaciones relacionados con el ciclo
del agua.
• Los sistemas de gestión medioambiental como la ISO 14001 son de gran utilidad para la mejora del consumo
de agua en las explotaciones.
• Las normas del Sistema de gestión minera sostenible UNE 22480 y UNE 22470 permiten realizar de manera
sistemática el seguimiento y control de indicadores de sostenibilidad, útiles para el establecimiento de obje-
tivos de mejora continua en la gestión del agua.

6. CONTROL DE LOS EFLUENTES EN LA INDUSTRIA DE LOS ÁRIDOS


6.1. AUTORIZACIÓN DE VERTIDO
Tanto la legislación europea como la nacional establecen los valores límites de emisión en los vertidos de agua al
Dominio Público Hidráulico:

• Las aguas continentales (lagos, embalses y lagunas), tanto las superficiales como las subterráneas reno-
vables con independencia del tiempo de renovación.
• Los cauces de corrientes naturales, continuas o discontinuas.
• Los lechos de los lagos y lagunas y los de los embalses superficiales en cauces públicos.
• Los acuíferos subterráneos, a los efectos de los actos de disposición o de afección de los recursos hidráulicos

Está prohibido con carácter general el vertido directo o indirecto de aguas y productos residuales susceptibles de
contaminar las aguas continentales o cualquier otro elemento del DPH, salvo que se cuente con la previa autorización
de vertido que tiene como objeto la consecución de los objetivos medioambientales establecidos.

De acuerdo con el procedimiento, lo habitual es que junto con la Resolución autorizando el vertido figuren las condi-
ciones impuestas al titular de la autorización.
El condicionado de la autorización consta de los siguientes 11 apartados
tal como señala el art. 251 del RDPH.

• Origen de las aguas residuales y localización geográfica del punto de vertido.


• Caudal y valores límite de emisión de los parámetros característicos del vertido.
• Instalaciones de depuración y evacuación.
• Fechas y plazos de iniciación y terminación de las obras e instalaciones, fases parciales previstas, y medidas
a adoptar en caso necesario para reducir la contaminación durante el plazo de ejecución de las obras.
• Elementos de control de las instalaciones de depuración y los sistemas de medición del caudal y de la toma de
muestras. Periodicidad de análisis y acreditación de las condiciones en las que vierte.
• Plazo de vigencia.
• Importe del canon de control de vertidos, especificando su cálculo mediante el precio unitario y sus compo-
nentes.
• Causas de modificación y revocación.
• Actuaciones y medidas, en casos de emergencia.

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y Recursos Minerales
• En su caso programas de reducción de la contaminación: plazos y programas de reducción para la progresiva
adecuación a los límites de emisión (fijados en el apartado b), si fuera necesario.
• Otras condiciones a juicio del Organismo de Cuenca.

6.2. CONTROL DE LOS EFLUENTES


Asimismo, la legislación española establece los criterios técnicos para la valoración de los daños al dominio público
hidráulico y las normas sobre toma de muestras y análisis de vertidos de aguas residuales. Es importante que los
empresarios tengan en cuenta que los daños en la calidad del agua por vertidos de aguas residuales se valorarán
atendiendo al coste del tratamiento del vertido, a su peligrosidad y a la sensibilidad del medio receptor.

Los valores límite de emisión en los vertidos de una explotación determinada se especifican normalmente en las con-
diciones que acompañan a la preceptiva autorización y están relacionados con la masa de agua receptora y con la
naturaleza del efluente. Asimismo, el Organismo de Cuenca puede determinar condiciones específicas.

Todo vertido autorizado tiene pues que controlarse en lo referente a la cantidad y calidad del efluente, con arreglo a
las condiciones de la autorización, con objeto de velar por que no se rebasen los límites establecidos.

Un primer aspecto a determinar, es el caudal del efluente, esto es la cantidad de agua que fluye por unidad de tiempo
(m3/s) en el momento de la extracción de la muestra y el caudal total del vertido en m3.

Aunque la relación de contaminantes que tiene en cuenta la legislación es mucho más extensa, en el caso de vertidos
procedentes de una cantera o gravera de áridos, los principales parámetros a mantener bajo control, todos ellos en
el grupo C (otros contaminantes menos peligrosos) son:

• pH.
• Materia sólida en suspensión.
• Sustancias que ejercen una influencia desfavorable sobre el balance de oxígeno (y computables mediante
parámetros tales como la Demanda Bioquímica de Oxígeno - DBO - o la Demanda Química de Oxígeno –
DQO – ).
• Temperatura.
• Color.

7. CONCLUSIONES:
La gestión del agua en las explotaciones de áridos, reviste una importante complejidad, pero técnicamente está sufi-
cientemente resuelta la problemática asociada.

El hecho de gestionar un recurso que es generalmente inerte, y que no sufre procesos de concentración reduce la
problemática a una cuestión de prevención de la contaminación, mejora de la eficiencia del proceso, especialmente
cuando existe planta de lavado y, sobre todo a una adecuada planificación de la explotación desde la fase de proyecto
para prevenir o minimizar las afecciones a las aguas superficiales y subterráneas.

El sector europeo, a través de la Unión Europea de Productores de Áridos – UEPG, ha coordinado una encuesta de
ámbito europeo sobre las pautas de consumo, reciclado y eficiencia que se aplican por las empresas. Este trabajo,
realizado bajo la coordinación del autor, con la participación de más de 100 explotaciones de diversos países, ha
dado pie a la elaboración de un completo informe de resultados y de recomendaciones, que se resume en el presente
trabajo.

Las conclusiones son extrapolables a todas las explotaciones de áridos y permiten mejorar la gestión del agua en el
sector.

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395
HIGH RESOLUTION MONITORING UNDERPINS IMPLEMENTATION OF
COST EFFECTIVE GROUNDWATER CONTROL MEASURES DURING
CONSTRUCTION OF NEW ACCESS DECLINE, CABANASAS MINE, SÚRIA,
CATALUNYA, SPAIN
McKittrick, Rowan a, Saavedra, Carlos b, Asbert, Justí c
a Piteau Associates UK Ltd, Canon Court West, Shrewsbury, SY25DE, UK; rmckittrick@piteau.com
b ICL Iberia Súria & Sallent, Afores, s/n, 08260 Súria (Barcelona); Carlos.Saavedra@icl-group.com
c CRS Ingeniería, Raimundo Fdez. Villaverde No 53, 1 Izda, 28003, Madrid; jasbert@crsingenieria.es

KEY WORDS: Groundwater monitoring; vibrating wire piezometers; pre and post cover pressure grouting.

SUMMARY: Since the flooding and consequent abandonment of the Cardona mine in Northern Catalunya Spain in
1985, potash mine operators in the upper Llobregat and Cardener river valleys have been keenly aware of the asso-
ciated risks of groundwater flooding and importance of implementation of effective groundwater control measures to
minimize inflows to underground mine operations. ICL Iberia Súria & Sallent (ICL) are currently implementing a mine
expansion project to increase annual potash production to 1.0 Mt KCL at Cabanasas mine in Súria, Northern Cata-
lunya, Spain. A key element of the Phoenix Project includes the construction of a new decline to provide more ready
access and transport of ore between the underground mine and the Suria process plant. The decline will extend 5 Km
and to a total depth of 914 m, from portal elevation at 338 masl to -456 masl, where it will tie into the existing under-
ground mine.

A comprehensive groundwater monitoring programme was initiated in March 2013 to better characterize associated
groundwater conditions along the projected alignment of the decline. To date this programme has included the cons-
truction and instrumentation of 10 conventional piezometers and 4 multilevel vibrating wire piezometers in vertical
boreholes from surface, and 12 multipurpose sub-horizontal drains of which 5 are dual completions to facilitate me-
asurement of drainage flows and piezometric levels from underground. High resolution groundwater monitoring data
(groundwater levels and groundwater quality) from the surface and underground monitoring network has been used to
better define the main sources of groundwater inflow and to plan and implement effective groundwater control measu-
res. Together, site specific drain holes from underground, pre and post cover grouting campaigns and in situ pumping
of residual inflows have helped to improve rates of decline construction and reduce pumped rates of discharge of
highly saline brines from the decline. Between July 2014 and August 2015 groundwater inflows and therefore pumped
discharges have reduced from a maximum of 74 l/s to 12 l/s (Figure 1). The reduction of inflows has continued since
2014. Higher than average rainfall and groundwater recharge were recorded in 2014/2015 which has led to conti-
nuous rise in observed groundwater levels in a majority of surface and underground piezometers since August 2014.

This paper describes the benefits of high resolution groundwater monitoring at the Cabanasas Mine and how this has
facilitated improved characterization of groundwater conditions and supported key decisions in planning and construc-
tion of the ramp, and in the application of cost effective groundwater control measures.

1. INTRODUCTION
ICL Iberia – Suria & Sallent (ICL) are currently developing the Phoenix mine expansion project to increase annual
potash production to 1.1 Mt KCL at the Las Cabanasses mine in Suria, Northern Catalunya, Spain. A key element of
the Phoenix project is the construction of a new decline to improve access and transport of ore between the under-
ground mine and the process facility in Suria. The decline will extend a distance of 5 Km from portal elevation at +338
to -456 masl where it will tie into the existing underground mine. Within 3 months of the start of construction, the rate
of advance was significantly hampered by increasing volumes of groundwater inflow, approaching the upper limits of
ICL’s licensed discharge consent.

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2. HYDROGEOLOGICAL SETTING
The host geology of all three potash mines of ICL Iberia is dominated by the evaporitic deposits of the Cardona For-
mation (Saline Formation) and the overlying Tertiary deposits which together comprise a sequence of low permeability
mudstones, marls, siltstones of significant thicknesses and occasional interbedded sandstone and limestone units.
The limestone units associated with the Lacustre Tordell (Unit 6) and the Calizas de Cogullo (Unit 9), Calizas del Mas
Torquer (Unit 11a) and Calizas de Castillo (Unit 11b) are the only bedrock units demonstrated to support flow and
storage of groundwater in the Vilafruns, Suria and Cabanasas mines. These limestone units form a multilevel system
separated and confined by significant thicknesses of very low permeability marls, mudstones and siltstones.

The majority of recorded cases of groundwater ingress to the Enrique, Vilafruns, Suria and Cabanasas mines have
been related to the limestones of Unit 6 (Lacustre de Tordell). Until the recent experience of higher groundwater inflows
(up to 74 l/s) during construction of the Cabanasas ramp, maximum groundwater flows of 15 l/s were recorded at the
Enrique mine before it was closed in 1974 and maximum total inflows recorded at the Vilafruns, Suria and Cabanasas
mines have been approximately 1 l/s or less.

At surface the Quaternary alluvial deposits form the most important aquifers particularly where these are in direct
continuity with the major surface water courses of the Llobregat and Cardener Rivers and their respective tributaries.

The stratigraphic units along the projected alignment of the ramp include materials of Tertiary age and continental-la-
custrine origin, and the upper part of the Cardona evaporite sequence. Table 1 presents a summary of the main litho-
logies of the units and corresponding hydrogeological significance. In general, the geological units along the ramp
alignment are of medium to low permeability, due to the predominance their clay-marl lithologies, within which are thin,
interbedded limestone units of medium to high permeability, depending on the degree of fracturing and development
of secondary fissures. In the case of the U6 (Lacustre Tordell), 5 interbedded limestone units of higher permeability
have been identified and these have contributed the most significant groundwater inflows during development of the
ramp. In sequential order, as encountered during driving of the ramp, these limestone units include:

• Level 1, fissured brown limestones, 2-3 m in thickness;


• Level 2, fissured brown limestones, up to 4 m in thickness;
• Level 2bis, competent brown limestones of up to 2 m in thickness;
• Level 3, sequence of interbedded limestones and marls up to 20 m in thickness;
• Level 4, brown limestones of 4 m thickness with interbedded gray marls.

The units with gypsum intercalations are generally of low to medium permeability, and are susceptible to dissolution.
La Estación gypsum unit (U7), presents significant thicknesses of massive gypsum of low to medium permeability. The
underlying unit Gypsum ceiling of the Salt (U5) is predominantly of shales with thin interbedded units of gypsum and
salt of millimeter thickness. These are considered to be of low to very low permeability and behave as potential con-
fining units. Although, the thin layers of gypsum may easily dissolve the shales remain as insoluble and impermeable.
Finally, intact salt units (U1-Basal Anhydrite, U2-Salt Wall, U3-Silvinite Layers, U4-Roof Salt), are considered to have
a very low permeability. Only in contact with fresh groundwaters of low total dissolved solids might these salt units be
at risk of dissolution and become more permeable.

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Table 1. Hydrostratigraphic units and properties
Geological unit Hydrogeological unit
Geological unit Permeability
code type
U13 Súria beds Low-Medium Aquitard
U11b Castillo limestones Medium-High Aquifer
U11a Mas Tosquer limestones Medium-High Aquifer
U10 Súria beds Low-Medium Aquitard
U9 Cogulló limestones Medium-High Aquifer
U8 Súria beds Low-Medium Aquitard
U7 Estación gypsum beds Low-Medium Aquitard
U6 Lacustre del Tordell unit Low-Medium Aquitard
U5 Techo de la Sal gypsum beds Low Aquiclude
U4 Sal de Techo – Salt-carnalite Low-Medium Aquitard
U3 Silvinite beds - Silvinite – salt Low-Medium Aquitard

The area of the ramp alignment (Figure 2) may be divided into two hydrogeological domains separated by the Tordell
fault: in the footwall to the North is the Cabanasas anticline and in the hanging wall to the South is the Suria Dome.

Within the footwall domain to the North of the Tordell fault the host lithologies of the most significant length of the
ramp comprise the Suria beds of interbedded marls, siltstones and sandstones of low to very permeabilities. At depths
below approximately -200 masl within the footwall domain, host lithologies have an increasing proportion of soluble
units of gypsum, limestone and salts. The host lithologies of the hanging wall units to the South are generally of low
permeability with some interbedded gypsum and limestone units of higher permeability. The Tordell Fault behaves as
a confining unit or barrier to groundwater flow, separating the hanging wall and footwall hydrogeological domains to
its South and North.

3. HIGH RESOLUTION MONITORING


A comprehensive groundwater monitoring program was initiated in July 2013 to better characterize associated ground-
water conditions along the alignment of the decline (Figure 3). The hydrogeological investigation has continued in
parallel with ramp construction. To date 7 piezometers (L1, L2, L3, L4, L5, L6, L7) have been constructed from south
to north and in parallel to section 2 of the ramp; and 5 piezometers (T1, T2, T3, T4, and T5) in the transverse direction
of section 2 of the ramp. Piezometers L3, L5, L6, and L7 are constructed as multi-level vibrating wire piezometers
and others are constructed as conventional piezometers, each with slotted PVC located to monitor the corresponding
limestone levels of units U6 and U13. In parallel to the hydrogeological investigation program from the surface, 4 pie-
zometers have been constructed - sub-horizontal drains (RC-1, RC-2, RC-3, RC-4, RC-5, RC -6 and RC-7), of north
direction, from the bypass of the ramp. These sub-horizontal drains and piezometers target level 3 (RC-1 and RC-2),
level 4 (RC-3) limestones of unit U6 of the hanging wall domain; the Tordell fault (RC-4); and U13 (RC-5), U10 (RC-6),
U7 and U6 (RC-7) of the footwall domain. The construction of the sub-horizontal drain-piezometers (RC-1, RC-2), from
the first bypass of section 2, has facilitated better control of piezometric levels - water pressures, for level 3 limestones,
at the corresponding elevation of development of the ramp

4. UNDERGROUND DRAINAGE AND IN-SITU PRESSURE GROUTING


High resolution monitoring of groundwater levels, inflows and quality has supported improved characterization of
hydrogeological conditions and the main sources of groundwater inflow, and to facilitate timely design and implemen-
tation of effective groundwater control measures. Site specific drain holes from underground, pre and post pressure
cover grouting campaigns (Figure 4) and in situ pumping of residual inflows have helped to eliminate delays to decline
construction and reduce pumped discharge of highly saline brines from the decline. The pre and post cover grouting
campaign was planned and implemented between April and October 2014. A conventional method of precover drilling
and pressure grouting was deployed in advance of driving the ramp through the higher permeability limestone beds of
U6 in the hanging wall and through the Tordell Fault (Figure 5). A combination of grout products was injected, including
an estimated 430 tons of micro-cement; 120 tons of cement; and 125 tons of resin (Geo-Foam) based grout. Between
July 2014 and October 2017 groundwater inflows and pumped discharges from the Cabanasas ramp have been redu-
ced by over 80% from 75 l/s to 12 l/s (Figure 1). The most significant reduction of inflows continued throughout 2014

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y Recursos Minerales
and 2015 in spite of increased rainfall and groundwater recharge resulting in a steady rise in groundwater levels in both
surface and underground piezometers in the hanging wall units, since August 2014 (Figure 5).

5. CONCLUSIONS
1) The construction of the ramp for access and direct conveyor transport of potash mineral to the Suria process
plant, constitutes a critical component of ICL Iberpotash’s expansion project for the Cabanasas underground
potash mine operation.

2) Since March 2013 when the excavation of the ramp crossed the first interbedded limestone horizons of the
U6 hanging wall unit, limestone level 1, at chainage 640 m, groundwater inflows of up 60 l/s were recorded,
significantly greater than initial design study estimates of 10 to 15 l/s.

3) In addition to the challenge of managing these significant groundwater inflows, excessive dissolved ion con-
centrations and electrical conductivities (EC = 10 to 20 mS/cm) further limited management alternatives to
costly reverse osmosis treatment and / or disposal to the brine collector pipeline.

4) From September 2013 and in parallel to construction of section 2 of the ramp, an exhaustive hydrogeological
campaign was carried out, from the surface and from the interior of the ramp. The main purpose of the cam-
paign was to provide reliable data on hydrogeological conditions along the alignment of the ramp and thus
be able to plan and implement effective control measures of groundwater inflows.

5) Hydrogeological monitoring data collected to date from the network of surface and underground piezome-
ters shows no direct evidence of hydrogeological continuity between the alluvial aquifer system of either the
Cardener River or Tordell stream and the Unit 6 limestones of the hanging wall sequence.

6) The corresponding decline of piezometric levels registered in all piezometers completed within the hanging
wall domain, indicate apparent connectivity between the various limestone levels of U6. Similarly, the corres-
ponding decline in piezometric levels at Tordell Fault piezometer (L3) suggests hydrogeological continuity
between the limestone level 3 of U6 and the Tordell Fault zone.

7) Within the hanging wall domain and to the south of the Tordell Fault groundwater associated with limesto-
ne levels 1, 2 and 2 bis of U6 is of relatively high electrical conductivities of (4 to 57 mS/cm) and high total
dissolved solids concentrations (4.2 to 40.4 g/l); indicating a groundwater system of limited active recharge.
In contrast, groundwater of the limestone unit level 3 of U6, with a conductivity of 1.5 to 4 mS/cm, and total
dissolved solids of 2.1 to 6.9 g/l, reflects a groundwater system of more active recharge.

8) To the north and within the footwall domain of the Tordell Fault groundwater associated with limestone units
of U14, U11 and U9, generally show higher electrical conductivities and total dissolved solids concentrations,
representing connate type groundwaters with no active recharge. The Cogulló limestones (U9) typically
show highly hypersaline groundwaters with electrical conductivities (180-220 mS/cm) and total dissolved
solids (171-255 g/l).

9) Tritium isotope concentrations for samples taken from limestone levels of U6 in the hanging wall domain,
generally indicate more modern groundwaters and with recent recharge (<5 years) and tritium in groundwa-
ters for the footwall domain limestone (U9 and U11) generally suggest these are considerably older, over 60
years in age.

10) In situ, pre and post cover grouting campaigns of hanging wall limestones (U6) have reduced groundwater
inflows to the Cabanasas decline by over 80%, from 75 to 12 l/s.

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11) High resolution groundwater monitoring at the Cabanasas Mine has facilitated improved characterization
of groundwater conditions and supported key decisions in planning and construction of the decline, and in
the application of cost effective groundwater control measures. Associated benefits to the Cabanasas Mine
decline project have included:

a. Significant reduction in groundwater inflows during decline construction;


b. Reduced impacts to associated groundwater resources;
c. Elimination of need for high cost treatment of saline groundwater prior discharge to the environment;
d. Improved rate of decline construction in potential areas of higher groundwater inflow;
e. Reduced risk of groundwater flooding of the decline and mine.

100
l/s 2013
l/s 2014 Pre and post grouting campaigns
90 l/s 2015
l/s 2016
80 l/s 2017
The 1st level of limestones. Pk.0+640
The 2nd Level of limestones by-pass pk.0+045
70 The 2nd Level of Limestones pk.0+733
Decline pumping rates (l/s)

The 2nd bis Level of Limestones pk.0+742


60 The 2nd bis Level of Limestones by-pass pk.0+070
The 3rd Level of Limestones pk0+765
The 4th Level of Limestones pk0+900
50 Target = 15 l/s

40

30

20

10

0
26/01/2013
25/02/2013
27/03/2013
26/04/2013
26/05/2013
25/06/2013
25/07/2013
24/08/2013
23/09/2013
23/10/2013
22/11/2013
22/12/2013
21/01/2014
20/02/2014
22/03/2014
21/04/2014
21/05/2014
20/06/2014
20/07/2014
19/08/2014
18/09/2014
18/10/2014
17/11/2014
17/12/2014
16/01/2015
15/02/2015
17/03/2015
16/04/2015
16/05/2015
15/06/2015
15/07/2015
14/08/2015
13/09/2015
13/10/2015
12/11/2015
12/12/2015
11/01/2016
10/02/2016
11/03/2016
10/04/2016
10/05/2016
09/06/2016
09/07/2016
08/08/2016
07/09/2016
07/10/2016
06/11/2016
06/12/2016
05/01/2017
04/02/2017
06/03/2017
05/04/2017
05/05/2017
04/06/2017
04/07/2017
03/08/2017
02/09/2017
02/10/2017
01/11/2017
Figure 1. Pumping rates registered during development of Cabanasas mine decline

Figure 2. Location of Cabanasas mine decline and groundwater monitoring network

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y Recursos Minerales
Figure 3. Piezometers along alignment of Cabanasas ramp

Figure 4. Pre-cover pressure grouting of hanging wall limestones (U6) and Tordell Fault

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Daily precipitation (l/m 2)
Daily precipitation (l/m 2)
Daily precipitation (l/m 2)

90
80
70
60
50
40
30
20
10
90
80
70
60
50
40
30
20
10

0
0
VWP at 167.5 m depth
90
80
70
60
50
40
30
20
10
11-12-17

0
21-12-17 26-11-17 12-10-17
22-10-17 27-09-17 13-08-17
23-08-17 29-07-17 14-06-17
24-06-17 30-05-17 15-04-17
25-04-17 31-03-17 14-02-17

VWP at 196 m
24-02-17 30-01-17 16-12-16
26-12-16 01-12-16 17-10-16
27-10-16 02-10-16 18-08-16
28-08-16

Piezometer L7

Piezometer T2
03-08-16 19-06-16
Piezometer L3
VWP at 112.5 m depth

29-06-16
30-04-16
04-06-16 20-04-16
01-03-16 05-04-16 20-02-16
01-01-16 05-02-16 22-12-15
02-11-15 07-12-15 23-10-15
03-09-15 08-10-15 24-08-15

VWP at 119 m
05-07-15 09-08-15 25-06-15
06-05-15 10-06-15 26-04-15
07-03-15 11-04-15 25-02-15
06-01-15 10-02-15 27-12-14
VWP at 47.5 m depth

07-11-14 28-10-14
12-12-14
08-09-14 29-08-14
10-07-14 13-10-14
14-08-14 30-06-14
11-05-14 01-05-14
12-03-14 15-06-14
16-04-14 02-03-14
11-01-14
12-11-13 01-01-14
15-02-14
13-09-13 02-11-13
17-12-13
03-09-13
310
300
290
280
270
260
250
240
230
220
210
200
190
180
170
160
150
140

370
350
330
310
290
270
250
230
210
190
170
150

280

275

270

265

260

255

250
Phreatic Level (masl)
Piezometric levels (masl)
Phreatic levels (masl)

Daily precipitation (l/m 2)


Daily Precipitation (l/m 2) Daily precipitation (l/m 2)

90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
90
80
70
60
50
40
30
20
10

11-12-17
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0

0
21-12-17 31-12-17 12-10-17
VWP at 448m

22-10-17 01-11-17 13-08-17


23-08-17 14-06-17
02-09-17
24-06-17 15-04-17
25-04-17 04-07-17 14-02-17
24-02-17 05-05-17 16-12-16
26-12-16 06-03-17 Piezometer T1 17-10-16
27-10-16 05-01-17 18-08-16
28-08-16
Piezometer L2

19-06-16
Piezometer L6

29-06-16 06-11-16
20-04-16
VWP at 393m

30-04-16 07-09-16
20-02-16
01-03-16 09-07-16 22-12-15
01-01-16 10-05-16 23-10-15
02-11-15 11-03-16 24-08-15
03-09-15 25-06-15
05-07-15 11-01-16
12-11-15 26-04-15
06-05-15
07-03-15 25-02-15
13-09-15
06-01-15 27-12-14
15-07-15 28-10-14
VWP at 188m

07-11-14 16-05-15
08-09-14 29-08-14
10-07-14 17-03-15 30-06-14
11-05-14 16-01-15 01-05-14
12-03-14 17-11-14 02-03-14
11-01-14 01-01-14
18-09-14
12-11-13 02-11-13
20-07-14 03-09-13
13-09-13
295
270
245
220
195
170
145
120

-5
-30
95
70
45
20

276

271

266

261

256

251

246
275
270
265
260
255
250

Piezometric levels (masl)


Phreatic level (masl) Phreatic levels (masl)

Precipitation (l/m 2) Daily precipitation (l/m 2)


Daily precipitation (l/m 2)
90
80
70
60
50
40
30
20
10

90
80
70
60
50
40
30
20
10

90
80
70
60
50
40
30
20
10
0

1-12-2017 21-12-17 31-12-17


2-10-2017 22-10-17
3-8-2017 23-08-17 01-11-17
VWP at 721.7 m
VWP at 252.7 m

4-6-2017 24-06-17
5-4-2017 25-04-17 02-09-17
4-2-2017 24-02-17
6-12-2016 26-12-16 04-07-17
27-10-16
Piezometer L8 bis

7-10-2016
8-8-2016 28-08-16
Piezometer L4

05-05-17
Piezometer L1

9-6-2016 29-06-16
10-4-2016 30-04-16
01-03-16 06-03-17
10-2-2016
12-12-2015 01-01-16
13-10-2015 02-11-15 05-01-17
14-8-2015 03-09-15
15-6-2015 05-07-15 06-11-16
16-4-2015 06-05-15
VWP at 791.7 m

07-03-15
VWP at 628.7m

15-2-2015 07-09-16
17-12-2014 06-01-15
18-10-2014 07-11-14 09-07-16
19-8-2014 08-09-14
20-6-2014 10-07-14
11-05-14 10-05-16
21-4-2014
20-2-2014 12-03-14
11-01-14 11-03-16
22-12-2013
23-10-2013 12-11-13
24-8-2013 13-09-13 11-01-16
450
400
350
300
250
200
150
100
325
325
324
324
323
323
322
322
321
321
320
280
275
270
265
260
255
250

Phreatic level (masl) Piezometric levels (masl)


Phreatic level (masl)

Figure 5. Piezometric level response to ramp construction and pre and post cover grouting campaigns

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
405
AGUAS DE BEBIDA ENVASADAS Y AGUAS PREMIUM
José Ángel Díaz Muñoz a; Eulogio Pardo Igúzquiza b; María del Mar Corral Lledó c; Elena Galindo Rodrí-
guez d; Carlos Ontiveros Beltranena e
a,b,c,d,e Instituto Geológico y Minero de España, C/ Ríos Rosas 23. 28003. Madrid. España.
a email: j.diaz@igme.es; b email: e.pardo@igme.es; c email: mm.corral@igme.es; d email: e.galindo@igme.es; e
email: c.ontiveros@igme.es.

RESUMEN: A lo largo del siglo XXI, en España, se viene constatando un incremento en el consumo de aguas mine-
rales, así como la creación de nueva marcas de aguas envasadas tanto nacionales como internacionales. Tradicio-
nalmente, las aguas envasadas eran fundamentalmente aguas de origen subterráneo; sin embargo, en la actualidad
es posible encontrar un mercado de aguas de muy diversos orígenes, como aguas procedentes de iceberg, glaciares,
agua de lluvia, etc. Su precio es muy variable, y abarca un intervalo muy amplio, pudiendo llegar incluso a estar res-
tringido a una minoría social que quiera llegar a pagarlas. Son las conocidas como “aguas Premium”.

La pregunta que cabe plantearse es si existe, en función de su composición química, una justificación de su alto
precio, o si por el contrario su precio corresponde realmente a una labor de marketing y publicidad, o a lo exótico de
su origen.

PALABRAS CLAVE: agua mineral natural, agua de manantial, agua envasada, agua “Premium”, composición quí-
mica, IGME.

ABSTRACT: Throughout the twenty-first century there has been an increase in the consumption of mineral waters
and the creation of new national and international brands. Traditionally the origin of bottled water has been under-
ground, now it is possible to find waters from icebergs, glaciers, rain, etc. There is a wide range of prices, some of
which are restricted only for social minorities who can afford them. Those waters are known as “Premium” waters.
 
The question that arises is whether there exists, in terms of its physicochemical composition, an economic justification
of some of the existing brands; or if the price corresponds to an important job of marketing, advertising or the exotic
of its origin.

KEYWORDS: mineral water, spring water, bottled water, “Premium water”, chemical composition, IGME.

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1. INTRODUCCIÓN
Desde el comienzo del siglo XXI en España se ha producido un importante incremento en el consumo de las aguas
minerales envasadas. Este hecho puede ser debido a dos factores, por un lado al mayor poder adquisitivo del con-
sumidor y por otro a la constatación de relación directa de consumo de dicho producto alimentario con la salud y el
bienestar. Estas son las causas fundamentales por la que un consumidor está dispuesto a pagar un agua embotella-
da como garantía de una calidad óptima. Este consumo se produce en mayor medida en zonas urbanas, los cuales
extienden dicho hábito a sus destinos vacacionales.

Como consecuencia de dicha tendencia, se ha producido un incremento en el consumo de aguas minerales, así como
una proliferación de nuevas marcas de aguas envasadas de origen nacional e internacional, a las que se les asocia
una suprema calidad del producto y que son denominadas con el término inglés “Premium”. Esta tipología específica
de aguas minerales goza de un mayor prestigio o “glamour”.

La pregunta que se suscita tras estos hechos, es si realmente existe una relación justificable referente al incremento
de precios de estas aguas en base a criterios de calidad que les aporten un valor añadido.

2. ¿QUÉ SON LAS AGUAS PREMIUM?


Dentro de las diferentes modalidades de abastecimiento de agua potable a la sociedad, existe un amplio abanico
de situaciones, las cuales oscilarían desde la ausencia de agua potable en cantidad y/o calidad en países en vías
de desarrollo, a situaciones de máxima disposición, con agua de buena calidad en la red de distribución y/o con la
posibilidad de consumir agua embotellada.

Existe una extensa gama de aguas envasadas a disposición del consumidor, tales como las aguas minerales na-
turales, aguas de manantial o quizás las que se consideran el máximo exponente de calidad, las “aguas Premium”.

Años atrás, las “aguas Premium” eran un producto poco frecuente, cuya demanda estaba asociada a una población
con muy altos recursos, a un uso muy restringido y con connotaciones tendentes a la extravagancia. Sin embargo,
debido a conceptos como calidad, salud y sobre todo a un importante trabajo de marketing y publicidad, hoy en día
existe un amplio abanico de marcas, en las que se introducen conceptos como: baja o alta mineralización, gas natural
o añadido, aromatizadas, con oxígeno u ozono añadido y otras singularidades como su origen: agua de iceberg, de
origen glaciar, o agua de lluvia.

Actualmente, para ser considerada “agua Premium”, el agua tiene que provenir de una fuente natural, la cual podrá
ser subterránea o no, con un alto estándar de calidad y embotellada en origen, preservándose así sus características
de pureza. Este concepto de producto excepcional que puede parecer novedoso y restringido a una elite social, siem-
pre ha existido, siendo las propias aguas minero-medicinales el producto “Premium” de épocas pasadas, con todas
las connotaciones sociales y económicas asociadas que ello conllevaba.

Los consumidores ven a esta agua “gourmet” un referente de estatus, moda y lujo; pero también como sinónimo de
vida saludable. Detrás del éxito del “agua Premium” están las buenas estrategias mercantiles de la marca así como
de diseño y marketing. Quizás el elemento más determinante para captar a nuevos consumidores sea la botella. El
envase pone al producto en valor de máxima calidad y asigna el máximo reconocimiento social, transmitiendo conno-
taciones de exclusividad, que muchas veces es lo que el consumidor demanda.

De esta forma diseñadores de prestigio trabajan en la creación y diseño de botellas únicas que aporten una identidad
a la marca; como Neil Kraft, director creativo de Calvin Klein, para la marca Voss o el arquitecto Anti Ekland para la
marca Venn. Se recurre a estrategias comerciales de diseño de envases como el de la marca Finé, realizado con
vidrio de Nihon Yamamura, el cual goza de gran reconocimiento y está considerado el mejor vidrio de Japón; o el di-
seño exclusivo del agua Bling H20, cuyas botellas son decoradas de forma manual mediante incrustaciones de cristal
Swarovsky; o el Acqua di Cristallo, Tributo a Modigliani, quizás una de las aguas más cara del mundo, cuya botella
está hecha de oro sólido que pesa 24 quilates y de la que existen diferentes versiones: oro mate, plata, plata mate,
cristal y una variedad de combinaciones de todos estos.

Todo ello contribuye a que estas aguas puedan ser consideradas como un producto exclusivo, y se encuentren en
tiendas gourmet y/o en los restaurantes más prestigiosos. Sin embargo, la pregunta que se suscita es ¿qué es más
valioso, el contenido o el envase?

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3. TIPOS DE AGUAS ENVASADAS
En la actualidad, las aguas envasadas se rigen por dos reales decretos: el Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciem-
bre de 2010, por el que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manan-
tial envasadas para consumo humano y el Real Decreto 1799/2010, de 30 de diciembre de 2010, por el que se regula
el proceso de elaboración y comercialización de aguas preparadas envasadas para el consumo humano. En dichos
reales decretos se definen y establecen los criterios de calidad para los distintos tipos de aguas envasadas que se
comercializan en nuestro país. Las aguas envasadas se clasifican en:

Aguas minerales naturales: Son aquéllas bacteriológicamente sanas, que tienen su origen en un estrato o yacimiento
subterráneo, y que broten de un manantial o puedan ser captadas artificialmente mediante sondeo, zanja o galería
o bien, la combinación de cualquiera de ellos. Se distinguen del resto por su naturaleza, constancia química y pureza
original.

Aguas de manantial: Son las de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se
captan mediante labores prácticadas al efecto, con las características naturales de pureza que permiten su consumo.

Tanto las aguas minerales naturales como las aguas de manantial pueden someterse a tratamientos autorizados para
eliminar elementos naturales inestables (hierro, azufre, manganeso, etc.) a condición de que no modifiquen los cons-
tituyentes del agua que le confieren sus propiedades esenciales y que no tengan efectos desinfectantes.

Aguas preparadas: No son aguas minerales. Pueden tener cualquier tipo de procedencia y se someten a los trata-
mientos fisicoquímicos autorizados necesarios para que reúnan las características de potabilidad. Se clasifican en
los siguientes tipos:

-- Aguas potables preparadas: son aquellas que pueden tener cualquier tipo de procedencia, subterránea o su-
perficial y que han sido sometidas a tratamiento para que sean potables. Todas estas aguas perderían así, si la
tuviesen, la calificación de agua de manantial o agua mineral natural, pasando a denominarse aguas potables
preparadas.
-- Aguas de abastecimiento público preparadas: son aquellas aguas que tienen dicha procedencia, y que se
someten a tratamiento para mejorar su calidad.

Aguas de consumo público: son aquellas procedentes de la red de abastecimiento público, envasadas conforme a la
normativa que regula los materiales en contacto con alimentos, de forma coyuntural para su distribución domiciliaria
y gratuita, con el único objeto de suplir ausencias o insuficiencias accidentales de la red pública.

4. OTRAS DENOMINACIONES
Existe otra terminología, de carácter internacional, ajeno a la recogida en la normativa española y que corresponde a
la denominación existente en el lugar de origen, como son:

Agua artesiana - “Artesian water”: Corresponde con las aguas procedentes de una captación cuyo nivel piezométrico
está por encima del nivel topográfico del terreno. La explotación del acuífero ha de ser sostenible con esta situación,
no pudiendo disminuir el nivel por debajo de la superficie del acuífero.

Este tipo de captaciones al corresponder a localizaciones más restringida en la naturaleza les hace ser más exclusi-
vas, lo que les aportaría un supuesto valor añadido. Son ejemplos de aguas artesianas el agua Fiji de las islas Fiji y
el agua Voss de Noruega.

Agua de fuente no artesiana – “Well Water”: Dichas captaciones precisan de la realización de un pozo o sondeo para
su extracción. En España numerosas aguas minerales naturales se obtienen así, alcanzando la máxima calidad den-
tro de un agua mineral, debido a la mayor protección contra posibles contaminantes; sin embargo, a nivel internacio-
nal se percibe de diferente manera. Es esa la razón por la cual en las etiquetas de las botellas no se hace referencia
a este origen.

Agua de lluvia- “Rain Water”: Corresponde a aguas envasadas cuyo origen es el agua de lluvia y que se logra a partir
de un dispositivo de recogida y filtrado. Son aguas de baja mineralización en las que se asegura la no incorporación
de elementos resultantes del tránsito del agua a través de las formaciones geológicas. Este tipo de aguas gozan de

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alto valor de exclusividad. Algunos ejemplos de estas aguas son las aguas: Cape Grim, Cloud Juice, Tasmanian Rain
y dentro de las representantes españolas aguas de lluvia de Bilbao.

Agua de niebla: Podría considerarse como una variante del agua de lluvia. Este agua se obtiene directamente de las
nubes generada por los vientos Alisios, (estratocúmulos orográficos), denominados como “mar de nubes”, muy fre-
cuentes en las cumbres de Gran Canaria, en el Océano Atlántico. Se origina a partir de unos captadores que recogen
gota a gota esta agua de mineralización muy débil y posteriormente se somete a diversos procesos de microfiltrado
y posteriormente se trata mediante luz ultravioleta para asegurar su inalterabilidad. Un ejemplo de estas aguas es
Aliseos Mist Water.

Agua de glaciares - “Glaciar Water”: Se trata de agua procedente de la fusión de un glaciar cuyo origen se remonta
a varios miles de años. Se caracteriza por tener bajo contenido en minerales, menos de 5 mg/l, debido a que en el
proceso de congelación no se incorpora estas moléculas en la estructura del hielo, pudiendo considerarse como un
proceso de purificación. Una de las aguas más afamadas es “Ice Age”.

Agua de Iceberg - “Iceberg Water”: Corresponde a una variante de la tipología anterior. El origen es similar pero con
la singularidad de ser un gran bloque de hielo y que es trasportado, derretido y embotellado. Un ejemplo es “Iceberg
Water”. Recientemente se está comercializando en el Harrods “Food Hall” botellas de 750 ml de la marca Svalbardi
por unos 90 euros, un producto elitista reservado para unos pocos. Curiosamente, en España, estas variedades co-
mentadas anteriormente, se clasifican o embotellan bajo la denominación de “agua potable preparada”, las cuales
gozan de una menor aceptación por el consumidor nacional. Sin embargo, la percepción del consumidor en otros
países es muy distinta pudiendo llegar a ser muy aceptada y consumida incluso el agua tratada o de grifo como suce-
de en Estados Unidos, donde el 25% del agua embotellada tiene esta procedencia. El consumidor no busca grandes
características organolépticas sino la garantía del producto.

5. METODOLOGÍA Y RESULTADOS
Con la finalidad de establecer alguna comparación que aporte alguna similitud entre la composición físico química de
las aguas “Premium” y las aguas minerales de producción nacional (aguas mineral natural y agua de manantial), se
ha procedido a realizar una recopilación de las marcas correspondientes a una y otra clase, con sus correspondientes
analíticas.

Para el caso de las aguas “Premium” se ha partido de la información existente en la página web de finewaters.com.
De esta forma, se han recopilado 112 marcas correspondientes a las diferentes tipologías existentes. A efectos de
establecer una comparativa y proceder a la clasificación por facies se ha considerado las 79 marcas correspondientes
a aguas de origen subterráneo; desestimando el resto de aguas como Rain Water, Glaciar Water, etc.

Para las marcas nacionales se dispone de la información existente en el IGME, fruto de las encuestas remitidas anual-
mente a las plantas de envasado, en la que se solicitan datos socioeconómicos, técnicos y administrativos, dentro
del marco de sucesivos convenios con la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Energía,
Turismo y Agenda Digital.

Para establecer una primera comparativa entre ambos grupos, se decidió agruparlas a partir de los parámetros ma-
yoritarios, según sus facies hidroquímicas. Para lo cual se representaron los aniones mayoritarios [Cl-, SO4= y (CO3=
+ HCO3-)] y los cationes mayoritarios [Ca2+, Mg2+ y (Na+ + K+)] en diagramas Piper utilizado el paquete INAQUAS.

A la vista de los valores aportados en ambas tablas, es apreciable la amplia heterogeneidad de los datos de ambas
poblaciones. En el caso de las agua Premium, la variabilidad de los datos, obviamente, corresponde a la procedencia
de países muy distintos y en el caso de las aguas españolas, responde a la amplia variación de ambientes geológicos
existentes dentro de nuestra geografía.

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6. ¡ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Se plantea un análisis estadístico a partir de sus componentes mayoritarios. Del análisis descriptivo de ambas pobla-
ciones se obtienen las siguientes tablas:

Tabla. indicadores estadísticos para poblaciones de aguas minerales españolas y aguas Premium.

Se van a comparar ambas poblaciones utilizando métodos estadísticos de tres tipos:

1. Test de similitud de medias de las dos poblaciones considerando elemento a elemento, esto es, un test
univariante.

2. Test de similitud de medias de las dos poblaciones considerando conjuntamente todas las medias de los 8
aniones y cationes utilizados en la comparación. Es este un caso de test multivariente.

3. Calculando la “similitud” o “distancia” entre aguas y verificando si para cada agua Premium hay un agua
española que es “similar”.

En todos los casos se los datos se han transformado calculando el logaritmo de modo que se consiguen que los
histogramas sean más simétricos o gausianos y que todas las variables tengan un peso similar en el cálculo de la
“distancia” entre aguas.

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1) COMPARACIÓN DE LAS MEDIAS DE LAS AGUAS ESPAÑOLAS Y PREMIUM VARIABLE POR VARIA-
BLE

Esta comparación se ha efectuado mediante la aplicación de un test estadístico de hipótesis, donde la hipótesis nula
es que las medias son iguales, frente a la hipótesis alternativa de desigualdad de medias. El estadístico utilizado es:

Dónde:

Media de una variable (por ejemplo cloruros para las aguas españolas y es la media de la misma
variable pero las aguas Premium.

y son el número de datos (aguas analizadas) para las aguas españolas y Premium respectivamente.

: es una estimación de la varianza agregada de las aguas españolas y Premium.

Si la hipótesis nula es cierta, el estadístico anterior se distribuye con una distribución t de Student con
grados de libertad.

Los resultados obtenidos de la aplicación del test se muestran en la tabla siguiente para los ocho elementos químicos
considerados. Se puede observar que hay diferencias significativas en las medias para Cl, NO3 y Mg, con un nivel de
significación de 0.01, esto es, con un nivel de confianza del 99%. Se puede concluir que, en media, las aguas espa-
ñolas tienen un contenido algo superior en estos elementos.

No obstante, es de interés el poder examinar si las dos poblaciones son diferentes si las 8 medias se consideran
simultáneamente. Esto se hace mediante un test F de Snedecor, que se describe en la siguiente sección.

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Figura 2. Resultados del análisis estadístico t de Student para elementos mayoritarios.

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Hay diferencias significativas en Cl, NO3 y Mg.

2) COMPARACIÓN DE LAS MEDIAS DE LAS AGUAS ESPAÑOLAS Y PREMIUM EN EL CASO MULTIVA-


RIANTE

El test estadístico multivariante que se utiliza asume que la hipótesis nula es que no hay diferencias significativas en
el vector de medias de ambas poblaciones, mientras que la hipótesis alternativa es que existen diferencias significa-
tivas.

El estadístico F que se utiliza se define como:

Donde es el estadístico de Hotelling:

es el número de variables utilizado (ocho elementos químicos en nuestro caso).

y son los vectores de dimensión 8x1 con las medias de los 8 elementos para las aguas españolas y las
Premium respectivamente.

: es la matriz de covarianzas agregada para aguas españolas y premium.

El superíndice -1 indica matriz inversa.

El apóstrofe ‘ indica matriz o vector transpuesto.

Si la hipótesis nula es cierta, el estadístico F sigue una distribución F de Snedecor con 8 y 174 grados de libertad.

El valor experimental de estadístico F ha sido de 0.4020, mientras que el valor de la distribución F con 8 y 174 grados
de libertad para un nivel de significación del 0.01 vale 2.51. Por lo tanto no puede rechazarse la hipótesis nula de que
las medías de ambas poblaciones son iguales.

3) COMPROBACIÓN DE SI PARA CADA AGUA PREMIUM HAY UN AGUA ESPAÑOLA “SIMILAR”.

Se ha diseñado la siguiente metodología para comprobar si para ver si para cada agua Premium hay un agua espa-
ñola similar.

Se define la distancia entre dos aguas (i y j) como la distancia euclidea multivariante a partir de las 8 variables ana-
lizadas:

Se calcula el histograma a partir del cálculo de todas las distancias entre las aguas españolas.

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Se calcula para cada agua Premium el agua española más próxima (la que está a una distancia más pequeña). ¿Es
esta distancia lo suficientemente pequeña como para considerarse similares el agua Premium y la española?

Por tanto se ha de definir un umbral de distancia que define la similitud, de tal modo que si la distancia entre dos aguas
es más pequeño que ese umbral, ambas aguas pueden considerarse como similares.

Este puede ser un percentil dado del histograma de distancias entre las aguas de España, por ejemplo el percentil
25, 50, 75 o cualquier otro.

Los resultados (abajo) muestran que para cada agua Premium hay un agua española similar en prácticamente todos
los casos.

Figura 3. Histograma de distancias entre las aguas españolas.

Por ejemplo, la mediana tiene un valor 3.404 y el percentil 25 tiene un valor de 2.35. Es decir, el 50% de las distancias
tienen un valor menor a 3.404 y el 25% de las distancias tienen un valor menor a 2.35. Ambos son valores poco res-
trictivo y más restrictivo para medir la distancia característica que define si dos muestras están próximas.

Figura 4. Porcentaje de aguas Premium que tienen un agua española similar de acuerdo al percentil de distancias
entre aguas españolas que se considere para definir la proximidad.

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Si se toma la mediana (percentil 50) como distancia que define la proximidad, se obtienen que el 98.5% de las aguas
Premium tiene un agua española similar. Si se toma el percentil 25 como distancia que define la proximidad, se obtie-
nen que el 94.1% de las aguas Premium tiene un agua española similar.

7. ANÁLISIS HIDROQUÍMICO
La clasificación de un agua se realiza atendiendo al anión y catión que supere el 50% en miliequivalentes por litro del
total de la mineralización. En el caso de que ninguno de ellos supere este porcentaje, se tomarán los dos aniones y
cationes que se encuentren en mayor proporción (Anderson, 1966; Custodio, 1983).

La representación gráfica de los análisis químicos anteriores indicados, aguas nacionales e internacionales, resulta
muy útil entre otros, para visualizar la clasificación de las aguas, para poner de manifiesto algunas características y
establecer comparaciones. El método de representación empleado ha sido el diagrama de Piper y cabe indicar, a la
vista de los resultados, que la mayor parte de las analíticas procedentes de muestras de aguas envasadas españolas
son bicarbonatadas cálcicas. Dato previsible ya que las facies predominantes de las aguas subterráneas españolas
se agrupan en tres grandes familias: bicarbonatadas, cloruradas y sulfatas, correspondiendo el 67 % de las aguas
minerales al primero de estos grupos, el 17,7 % al segundo y el 15,3 % al tercero (López Geta et al, 2006).
Las aguas minerales naturales envasadas y minero-medicinales de los acuíferos del territorio peninsular tiene una
composición química análoga al de las aguas continentales: bicarbonatada cálcica predominante; y una salinidad
inferior a 1000 mg/l en más del 90% de los casos (Redondo, R et al, 2006).

En la siguiente figura se muestra los diez tipos diferentes de facies hidroquímicas, cuyo porcentaje en conjunto del
territorio nacional supera el 98,5 %. (Corral et al, 2010).

Figura 5. Principales facies hidroquímicas de las aguas subterráneas en España.

Tras la representación de las de analíticas correspondientes a ambas poblaciones, se aprecia como en ambos casos
las facies bicarbonatadas cálcicas son las más frecuentes. Este hecho, únicamente es indicativo de que en ambas
poblaciones pueden tener cierta similitud, aunque por sí solo no constituye un elemento diferenciador concluyente.

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Figura 6. Diagramas de Piper de las aguas Premium.

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Figura 7. Diagramas de Piper de las aguas minerales envasadas en España.

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y Recursos Minerales
8. CONCLUSIONES
Los consumidores perciben el agua Premium como una cuestión de estatus, lujo y vida saludable. Estableciendo
un símil o paralelismo con el mundo de la moda, un agua Premium es la máxima expresión de una firma, donde se
aúna el diseño y la marca al líquido elemento y cuyo objetivo es dotar al producto de un “glamour” que lo posicione
en círculos sociales de exclusividad.

Esta tipología de aguas tiene su nicho de mercado y son una opción válida para el consumidor en la medida que
satisfaga la expectativa demandada. Probablemente, una de las características verdaderamente diferenciadora sea
su precio, el cual suele ser notablemente más elevado y quizás sea en sí mismo el que le aporte ese elemento dife-
renciador, reservándolo únicamente para una minoría.

No se ha valorado la calidad de uno u otro grupo, ya que esto le correspondería al consumidor, que aunque en al-
gunos casos no tenga elementos tangibles para su valoración si tienen unos objetivos o parámetros subjetivos que
satisfacer. En este caso, el concepto de calidad más que una valoración desde el punto de vista del producto corres-
pondería a un enfoque de percepción de los clientes.

Se ha constatado que aproximadamente el 95% de las muestras de las aguas Premium consideradas tendrían un
agua con una analítica similar al grupo de aguas minerales envasadas en España. El porcentaje de similitud o seme-
janza, entre ambos tipos de aguas, varía entre el 98,5 y 94.1 %; dependiendo de si se toma la mediana (percentil 50)
como distancia que define la proximidad (98.5%) o si se toma el percentil 25 como distancia que define la proximidad
(94.1%).

Si se hiciese una valoración de la relación existente entre composición química y el precio, no se justificaría su ad-
quisición ya que siempre existe otras marcas cuya facies hidroquímicas y relaciones iónicas son similares y cuyos
precios son mucho más bajos; oscilando aproximadamente entre 3.30 y 0.50 euros el litro.
En un mercado tan amplio como el existente y con la globalización existente, donde es posible consumir agua hasta
de las antípodas, todas las opciones son válidas y todo producto tendrá su mercado. Aunque parece que lo más razo-
nable para la elección de un agua sería a partir de sus elementos físico-químicos y criterios de constancia y pureza.

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363
UNA PROPUESTA PARA MEJORAR LA GESTIÓN DE LAS AGUAS
RESIDUALES DEPURADAS (REGENERADAS) UTILIZANDO LOS
ACUÍFEROS Y SU CAPACIDAD DE ALMACENAMIENTO
López-Geta, Juan Antonio
Dr. Ingeniero de Minas. Hidrogeólogo
jalopezgeta@gmail.com

RESUMEN: Entre los problemas más frecuentes que se recogen en los planes hidrológicos, se encuentra el déficit
o falta de disponibilidad de recursos hídricos en algunas zonas de la geografía española, que impide satisfacer las
demandas originadas por el regadío y el abastecimiento humano. Para subsanar esos déficits, coyunturales o es-
tructurales en algunos casos, se plantea mejorar la gobernanza de los recursos hídricos. En un repaso rápido a esos
planes, se echa en falta la incorporación real y práctica de las aguas subterráneas en ellos, sin estos difícilmente
se cumplirán los objetivos marcados. Basta ver algunas cifras que ponen de relieve su importancia, como que el 70
por ciento de los núcleos urbanos y que algo más del 30 por cierto de la superficie de regadío se abasten con aguas
subterráneas. Además del aprovechamiento del recurso hídrico, el acuífero o estructura subterránea puede utilizarse
como embalse subterráneo por su capacidad de almacenamiento para regular las escorrentías sobrantes: superficia-
les, desaladas y residuales regeneradas. De estas últimas, es una realidad que pueden aprovecharse directamente
en agricultura o en riego de jardines o campos de golf, entre otros usos. Este aprovechamiento se encuentra con la
única dificultad de vencer cierto rechazo social, además de las limitaciones de la Unión Europea para algunos culti-
vos. Este rechazo puede mejorar incorporándolas a la fase subterránea del ciclo del agua, mediante recarga artificial,
y su posterior extracción para su aprovechamiento, lo que mejoraría la percepción social sobre estas aguas. Por otro
lado, ajusta la oferta a la demanda; favorecida por el bajo impacto ambiental de las instalaciones y por un bajo coste
de implementación. Estas medidas pueden ser muy favorables en España, al disponerse de más de 700 masas de
aguas subterráneas distribuidas prácticamente por todo el territorio nacional, con una capacidad de almacenamiento,
que, para todos los acuíferos, está evaluada en más de 300.000 hm3. Su implementación es sencilla, disponiéndose
de un nivel tecnológico contrastado en otros países, y de un bueno conocimiento hidrogeológico, aunque, en algunos
casos, sería necesario hacer estudios complementarios. Además, habría que acompañarlo de una mejorar del marco
legal aplicable y de una agilización de la administración.

PALABRAS CLAVE: aguas regeneradas, recursos hídricos, acuíferos, gestión, alternativas

1. INTRODUCCIÓN
La Directiva de política del agua en la Unión Europa (DMA 60/2000/CE), contempla la realización de planes hidroló-
gicos de las diferentes Cuencas Hidrográficas, inter o intracomunitarias, con el compromiso de su revisión periódica,
de acuerdo con unos plazos establecidos en esa Directiva. En España se han aprobado los correspondientes a los
ciclos: 2009-2013 (aprobado en 2016, por retrasos en su elaboración) y al periodo 2016-2021. Uno de los objetivos
de estos planes es diagnosticar el estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua subterráneas (Masb), y
establecer las actuaciones que hay que llevar a cabo para subsanar cada uno de los problemas diagnosticados;
contemplándose un capítulo especial, Programa de medidas, donde se definen los objetivos y tareas a realizar, y se
cuantifica el coste económico para corrección.

Entre los problemas más frecuentes recogidos en esos planes, está el déficit o falta de disponibilidades de recursos
hídricos en algunas zonas de la geografía española que impide satisfacer las demandas originadas por el regadío y el
abastecimiento humano. Para eliminar esos déficits, coyunturales o estructurales en algunos casos, se plantea mejo-
rar la gobernanza de los recursos hídricos, lo que conlleva una buena administración, el seguimiento y protección de
los recursos mediante los sistemas de control adecuados (contadores, redes de aforos o piezométricas y de calidad,
entre otros), así como gestionar las demandas de agua y la construcción de nuevos embalses de superficie o mejora
de las redes de distribución.

En un repaso rápido al contenido de los planes, se echa en falta la incorporación real y práctica de las aguas subte-
rráneas para cumplir con los objetivos planteados, especialmente en lo que se refiere a la gobernanza. Esta ausencia

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de las aguas subterráneas es algo que se viene repitiendo desde hace varias décadas, a pesar de la insistencia de
algunos colectivos en demostrar esa ausencia y demostrar su importancia poniendo de relieve ciertas cifras como que
el 70 por ciento de los núcleos urbanos y que algo más del 30 por cierto de la superficie de regadío se abasten con
aguas subterráneas (López-Geta et al. 2001 y 2009).

2. OBJETIVOS
El papel de las aguas subterráneas y los acuíferos puede ser muy diverso, pudiendo destacar entre estos los siguien-
tes:

• Suministro continuo de agua a las poblaciones. Ya se han comentado las cifras de empleo de las aguas sub-
terráneas. El margen es grande teniendo en cuenta que de los 110.000 hm3/a de aportación hídrica total, entre
20.000 hm3/a y 25.000 hm3 /a, corresponden a aguas subterráneas, de los que se explotan, como se indica
más adelante, unos 5.000 hm3/año (López-Geta et al, 2001 y 2009). Hay por tanto un margen para incremen-
tar su aprovechamiento, incluso deduciendo los caudales ambientales, estimados en los planes hidrológico
entre el 20 y el 40 por ciento, de cada masa de agua subterránea.
• Como recurso estratégico en periodos de sequía (López-Geta,2007). Las sequias vienen siendo preocupación
en los Organismos de cuenca del Estado, y algunas comunidades autónomas con responsabilidades en esta
materia. Dedican algunos capítulos a los planes de sequía en los diferentes ciclos de planificación, en los que
inciden especialmente en los aspectos relacionados con la prevención y alerta. Es una realidad palpable que
en estas situaciones de sequías se suele recurrir a intensificar la explotación de las aguas subterráneas, espe-
cialmente para abastecimiento humano, mediante obras de captación: pozos, sondeos o galerías entre otros
sistemas de explotación. Las referencias sobre estos episodios son numerosas; un ejemplo, en la sequía del
año1992 que duro hasta 1995, se superó en más de 1.000 hm3 la cifra que normalmente se viene explotando
de aguas subterráneas para todos los usos (entre 5500 y 6000 hm3/a);
• El acuífero como elemento del sistema de regulación. Los acuíferos deben integrarse como un elemento más
del binomio oferta-demanda (oferta: embalses de superficie, sondeos, plantas desaladoras, EDARs; deman-
das: abastecimientos urbanos, agrícolas, industriales, ganadería, etc. y usos lúdicos), aplicando las técnicas
de uso conjunto (Sahuquillo, A. 1991) mejorando así la situación del sistema.
• El acuífero como embalse subterráneo. Aprovechar su capacidad de almacenamiento para regular las escor-
rentías superficiales sobrantes o los recursos hídricos no convencionales, como son las aguas desaladas y
las residuales regeneradas, sobre los que se ha actuado poco, a pesar de la importancia que pueden tener a
corto y medio plazo (López-Geta, J.A. y Murillo, J.M., 1993 y López-Geta, 2005).

Sobre este último objetivo, centraremos esta comunicación, que acomete exponer brevemente el papel de los acuí-
feros o estructuras subterráneas por su capacidad de almacenamiento, en la mejor gestión y modo de opera en este
tipo de aguas.

3. MANEJO DEL ACUÍFERO COMO EMBALSE DE REGULACIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES REGE-
NERADAS
3.1. ANTECEDENTES
Los recursos no convencionales, especialmente las aguas regeneradas, en los recientes planes hidrológicos aproba-
dos en su segundo ciclo (2016-2021), se le dan un protagonismo importante en cuanto a su posible utilización como
recurso para disminuir el déficit hídrico de algunas demarcaciones hidrográficas o regiones. Hay algunos ejemplos de
interés de estos aprovechamientos como pueden ser los casos de las Cuencas Mediterráneas andaluzas, con una
utilización actual de aguas regeneradas de 21 hm3/año, proponiéndose pasar a 158 hm3/año en el año 2027; en las
Cuenca Atlántica del Guadalete-Barbate, se plantea en 2021 llegar a los 29,10 hm3; en la Cuenca Hidrográfica del
Guadalquivir, está previsto publicitar un concurso de adjudicación de este recurso; en la Confederación Hidrográfica
del Júcar se indica que actualmente se depuran 470 hm3/año, de ellos directamente 147 hm3/año, proponiéndose
incrementar a lo largo de dicho ciclo, y en las Cuencas Fluviales de Cataluña, con un aprovechamiento importante
actualmente, se prevé mejorar su uso, intensificando el aprovechamiento de las EDAR de Figueres, Roses, Besos,
Prat de Llobregat entre otras más.

En España, la utilización de las aguas regeneradas según la Asociación Española de Reutilización Sostenible del
Agua (ASERSA), en su boletín de información, ofrece unos datos del Workshop organizado por la Comisión Europea
en diciembre de 2014, basado en el periodo 2012-2014. En él se recoge que el caudal de agua reutilizada puede
estimarse 550 hm3/año, dándose una previsión de 700 hm3 para el año 2018 y para ese mismo año una cifra más

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optimista de 1200 hm3. La fundación AQUAE proporciona unos datos para España de una disponibilidad de más de
5000 hm3/año de aguas residuales, de los cuales se reutilizan solo 450 hm3 , es decir un 13 %, siendo el uso más
importante el agrario con un 25%. Como se puede ver las cifras son poco consistentes, para subsanar esta diferencia
de cifras, ASERSA ha lanzado una encuesta a todo el sector, que seguro aclarará el panorama. Es una realidad que
las aguas residuales depuradas se aprovechan, especialmente en agricultura y en los riegos de parques, jardines o
campos de golf, estos últimos obligados por ciertas normativas municipales. Así, en la región de Murcia se reutilizan
hasta el 97 por ciento de las aguas depuradas (Simón, P. 2017). Para intensificar su utilización la única dificultad que
hay que vencer es el rechazo social que se observa en ocasiones y las limitaciones de la Unión Europea para ciertos
cultivos. Para mejorar la opinión pública se está haciendo un esfuerzo de investigación científica y tecnológica muy
importante, dirigida a mejorar los sistemas de depuración, desarrollando tratamientos muy avanzados. Sobre estos
tratamientos puede consultarse la página web www.clubdelaguasubterranea.org, en la que se puede examinar las
ponencias de las últimas jornadas celebradas en noviembre de 2017, sobre la “Gestión de las aguas regeneradas
mediante recarga inducida y artificial “.

Estas aguas como el resto de recurso hídricos, para gestionarlos hay que tener en cuenta que el caudal de produc-
ción, por las características de funcionamiento de los sistemas de depuración y por el aporte continuo de caudal al
sistema, tiene un régimen continuo a lo largo de todo el año, salvo en algunas zonas costeras donde el turismo puede
originar un incremento importante, lo que produce una cierta irregularidad temporal en su producción. Frente a esta
producción continua, la demanda es irregular, teniendo en cuenta que una parte importante se utiliza en agricultura,
con periodos muy determinados de aprovechamiento, lo que conlleva un volumen de agua sobrante importante que
carece en la mayoría de los casos de regulación. Para conseguir ese objetivo, hay diversos métodos (Diputación
Alicante-IGME, 1995), entre ellos el empleo de los acuíferos como almacén. Este sistema operativo contribuye a
mejorar su gestión, ajustando la disponibilidad del recurso con la demanda que pueda existir. El manejo de esta al-
ternativa se ve muy favorecida por el bajo impacto ambiental de las instalaciones y por el reducido coste económico
de implementación.

3.2. METODOLOGÍA
El esquema operativo de implementación del sistema y el manejo del mismo puede valorarse como sencillo de apli-
cación, disponiéndose de una tecnología muy conocida y contrastada, muy aplicada en otros países (Ramos, G. y
Sánchez Guzmán, J. 2005). Esto no sucede España, donde no existe ninguna aplicación, no por falta de tecnología
conocida, como se ha comentado anteriormente, sino por disposición a hacerlo por parte de los que pueden decidir-
lo. Su implementación conlleva disponer de un acuífero con una capacidad de almacenamiento cuantificada, y con
unos parámetros hidrogeológicos que faciliten la operación de inyección del efluente en el acuífero y su posterior
extracción, en ambas fases empleando una batería de sondeos construida con ese fin. En la figura 1, se puede ver el
esquema de proceso completo, y el objetivo perseguido.

Figura 1. Esquema de la operación oferta- demanda, mediante la inyección


y extracción del agua almacenada (IGME, 2006, Sánchez Guzmán et al, 2008)

La existencia de un acuífero que reúna las condiciones idóneas para aplicar la operación del sistema, es la condición
más importante. España es un país con una geología e hidrogeología muy propicia para la disponibilidad de forma-
ciones o estructuras geológicas que reúnan esas condiciones, para que sea posible la aplicación de este sistema

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de regulación. Están catalogadas más de 700 masas de aguas subterráneas (Masub) distribuidas prácticamente por
todo el territorio nacional, peninsular e insular, como puede verse en la figura 2. Esa distribución espacial permite que
muy próximo a los puntos de producción del agua regenerada, se encuentre un acuífero con una capacidad de alma-
cenamiento, evaluada para el conjunto de todas las masas de aguas subterránea en más de 300.000 hm3, muy su-
perior a los 50.000hm3 que se dispone de capacidad superficial de almacenamiento (López-Geta et al. 2001 y 2009).

Figura 2. Distribución de las masas de aguas subterráneas, a lo largo y ancho de la España


peninsular e insular.

3.3. IMPLANTACIÓN DEL SISTEMA


El proceso operativo del sistema consiste, en la recarga en el acuífero de las aguas a regular mediante uno o varios
sondeos, y su posterior extracción, también mediante el numero de sondeos que sean necesarios, para cubrir la de-
manda existente.

Para la implementación del sistema operativo de almacenamiento del fluido, se contemplan varias fases (Ramos,
2003 y Berreteaga et al, 2012), que en resumen pueden concretarse en:

Una primera fase de conocimiento del acuífero. El objetivo principal es conocer la existencia de una formación con
unos parámetros hidráulicos y una capacidad de almacenamiento adecuada al fin perseguido. En España, el conoci-
miento de los acuíferos es muy irregular dependiendo de la Cuenca hidrográfica, y de la masa de agua subterránea
considerada; en cualquier caso, se requirieren estudios precisos de la formación geológica, especialmente de sus
límites, geometría, parámetros hidrogeológicos y composición natural de sus aguas, con el fin de estudiar su compa-
tibilidad con el fluido a inyectar y las posibles reacciones que puedan producirse. Toda la información hay que inte-
grarla en un Sistema de información (SIG), que permitan construir modelos geológicos e hidrogeológico en 3D, como
el recogido en la figura 3, que suministraran información sobre los niveles de almacenamiento, sus profundidades,
espesor de los niveles, coeficiente de almacenamiento de los mismos, distribución espacial y geográfica y parámetros
hidrogeológicos. Con ello se selecciona el emplazamiento, la compatibilidad del fluido con la formación y la curva
profundidad- volumen disponible.

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Figura 3. Ejemplo de una estructura geológica profunda modelada en 3D

Una segunda, que consiste en el diseño del pozo y del sistema de monitoreo y la construcción y operación del siste-
ma. Contempla entre otras cosas el establecimiento de las características técnicas de los sondeos de inyección y de
extracción, como tipo de máquina perforadora, profundidad del sondeo, entubados, obturadores, características de la
tubería, espesor de las mismas, cementaciones, pruebas de estanqueidad y de bombeo para establecer el programa
de inyección y extracción, diseño del sistema de control o monitoreo del sistema (niveles a controlar, cementaciones,
calidad de las aguas y gases y fugas), con la disponibilidad de sondeos especiales para el mismo ( Figura 4).

Figura 4. Características de los sondeos. Diseño (Ramos González, 2012)

Se comentaba anteriormente, la facilidad de llevar a cabo el sistema operativo al disponerse de una tecnología muy
contrastada y un conocimiento relativamente importante de las estructuras geológicas y los acuíferos, sin embargo,
esto choca con la poca agilidad administrativa y las limitaciones que impone la Ley de Aguas (Texto refundido de la
Ley de Aguas de 2004) y sus reglamentos y el Real Decreto de reutilización (RD 1620 /2007). Se plantean muchas
dudas en cuanto a su aplicación. Basta ver algún ejemplo para entenderlo; así, en la operación de almacenamiento,
se requiere la recarga artificial como instrumento para almacenar estas aguas (Fernández Escalante, A.E. y García
Rodríguez, M., 2006). En este caso, como recarga artificial hay que solicitar autorización, pero no parece obvio que
la solicitud deba hacerse como vertido. Y en el supuesto de aprovechar estas aguas una vez almacenadas, surgen
dudas como quien asume los costes económicos de la operación y si se tiene que cobrar el agua extraída o cómo
hacerlo. Ambas cuestiones no están muy claras .

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4. CONCLUSIONES
La escasez de agua en determinados momentos, por problemas coyunturales o estructurales puede deberse, bien a
fenómenos de sequía meteorológica, es decir pocas precipitaciones en unos periodos de tiempo, lo que conlleva una
disminución de aportaciones hídricas a los embalses superficiales y una disminución de la recarga de los acuíferos, o
a una no muy buena gestión de los recursos hídricos, derivada del escaso control de la demanda de agua, de medidas
de ahorro y de optimización de sus usos.

De esas causas principales, la mejora de las aportaciones hídricas procedente de las lluvias en condiciones adversas
solo es posible si mejoran las condiciones meteorológicas. Sin embargo, sobre la falta de una gestión adecuada si se
puede actuar. Mejorar la gobernanza y aplicar medidas que optimicen los recurso disponibles como el uso conjunto
o integrados de las diferentes fuentes de agua, pasando por la aplicación de controles y medidas más precisas de
la demanda, como ahorro de agua o sistemas de riego más adecuados, hasta incorporar otras fuentes alternativas,
como las aguas subterráneas, que siempre están ahí, pero ocultas a los planificadores, o incorporando las aguas
residuales regeneradas y desaladas de mar o nuevos embalses superficiales, con el rechazo de ciertos colectivos, o
por la falta de cerradas adecuadas y por generar cierto impacto ambiental.

La incorporación de las aguas desaladas es muy interesante, solo con el problema de su alto coste de producción y
en consecuencia de utilización, especialmente para agricultura. Su gestión es sencilla, dada que su producción es
más ágil, adaptándose a la demanda. No ocurre lo mismo con las aguas residuales regeneradas, al ser la producción
de la EDARs continua, y la demanda principal variable, lo que supone un caudal disponible superior a la demanda,
que debe ser regulado.

Se plantea como sistema de regulación, utilizar la capacidad de almacenamiento de los acuíferos. El almacenamiento
de fluidos en acuíferos es una tecnología suficientemente conocida y contrasta, ya que son muchos los países que
lo vienen practicando, destacando los EE. UU., algo que no sucede en España donde su aplicación es nula. La legis-
lación existente, no contempla adecuadamente la posibilidad de implementar este sistema operativo, lo que conlleva
una dificultad administrativa para su aplicación.

Hay más de 700 masb en España distribuidas por todo el territorio nacional, cubriendo más del 75% del mismo, si-
tuadas prácticamente al lado de cada centro de producción y consumo, con una capacidad de almacenamiento total
para todo el territorio nacional, evaluada para una profundidad del orden de los cien metros en más de 300.000 hm3,
casi 10 veces mayor que la capacidad total de los embalses de superficie.

5. OBSERVACIONES FINALES
Se puede decir que:
La gestión de los recursos hídricos en España no puede utilizarse como ejemplo de algo bien hecho en España, son
reiterativos los problemas de escasez de agua tanto coyuntural como estructural. Es la gran asignatura pendiente.

En el siglo XXI, la gestión exige una gobernanza acorde a los retos actuales y aplicar métodos y técnicas modernas,
y recursos humanos suficientes y especializados. Esto debe ser algo a resolver en los próximos años. Métodos como
el uso conjunto de las aguas y la aplicación de nuevas tecnologías como la utilización del subsuelo en la gestión de
los recursos hídricos, son ejemplo que seguir e implementar, aunque ni los medios humanos especializados ni la
legislación contribuyan a su aplicación. 

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6. BIBLIOGRAFÍA
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aguas residuales en la provincia de Alicante. Diputación de Alicante. Madrid.56 pp.
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Serie Hidrogeología hoy. Titulo, 3. Madrid.137 pp.
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oa.upm.es/173/).
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para la protección de los recursos del subsuelo. En: López Geta, Rubio Campos y Martín Machuca (ed.), VI Sim-
posio del Agua en Andalucía. IGME, Madrid. Serie: Hidrogeología y Aguas Subterráneas nº 14.Tomo II,. 903-914.
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gestión de las aguas regeneradas mediante recarga inducida y artificial. www.clubdelaguasubterranea.org

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294
WIRELESS REAL TIME MONITORING FOR AGUAS TEÑIDAS TAILINGS
DAM
Gómez, Davida, Perez-Arcas, Juanb, Abancó, Claudiac,
a,b,c Worldsensing, C/Viriat, 47 10th floor, 08014 Barcelona, Spain, dgomez@worldsensing.com

SUMMARY: Failures of tailings dams are amongst the most hazardous incidents that can occur at a mine. Failures
can originate from overloads, anomalous behaviour of the material used to build the dam (normally tailings), or from
problems with the drainage mechanisms, which result in an increase of pore water pressure and, therefore, a loss of
resistance. Prevention and protection are hence crucial. Monitoring with geotechnical sensors in tailings dams brings
valuable information about the safety factor of the stability of the dam. The automation of such sensors permits obtai-
ning data at high frequency and in real time remotely, so when predefined alarm or alert thresholds are exceeded, an
alarm signal is activated. LS-G6 is a wireless low power monitoring solution, consisting of a data acquisition system
which collects data from the sensors and sends it wirelessly to the gateway (central station). This system has been
installed in the tailings dam of the Aguas Teñidas mine (Spain) to automatically acquire data from 8 piezometers. An
analysis of the quality of the radio transmission between the data loggers and the gateway, separated between 1.6 and
1.9 km, is presented in this paper. Results on the performance of the radio indicated high quality data transfer where 90
to 100% of the radio packages have been sent and received successfully. Also, data from sensors that were collected
with hourly to daily frequencies are presented.

KEYWORDS: monitoring, hydrology, dams, safety

1. INTRODUCTION
Tailings dam failures are amongst the most hazardous events that can cause extensive loss to life, property and
health. The mining industry has experienced several significant tailings dam failures over past decades: Merriespruit,
South Africa, 1994 (Strydom & Williams 1999), (Figure 1), Omai, Guyana, 1994 (Haile 1997); Aznalcollar, Spain, 1998
(Alonso & Gens 2006a; 2006b), Sullivan, Canada, 1991 (Davies et al. 1998); Aitik, Sweden, 2000 (Göransson et al.
2001); Bento Rodrigues, Brazil, 2015 (Hinman 2015). Historical records of disastrous events in tailings dams show
that about 20 incidents occur per decade, with a tendency to shift from developed countries to developing countries.

Figure 1. Aerial view of the Merriespruit dam after it had collapsed. Image from Tailings.info n.d., Merriespruit Tailings
Dam Failure, Virginia, South Africa

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To maintain the impoundment integrity is one of the most challenging tasks in mine waste management. Failures
can originate from overloads, anomalous behaviour of the material used to build the dam (normally tailings), or from
problems with the drainage mechanisms, which cause a raise in pore water pressure and a loss of resistance (Van-
den-Berghe et al. 2011). Prevention and protection are therefore crucial, and real time monitoring and improvement of
dam construction are key tools for the safe management of the embankments.

For decades, tailings dam checks consisted of periodical visits to boreholes to perform manual measurements with a
variety of instruments, such as water level meters, piezometers in open wells, or inclinometers. Manual data acquisi-
tion systems provide scarce data and takes a long time, which is a disadvantage since a dam could lose resistance
rapidly and the measurements may not avert a crisis. An automatic sensor network makes it possible to get data very
fast. The measured parameters are directly related to soil shear strength, and by measuring automatically and conti-
nuously, information regarding the safety of the dam and expected deformations is available in real time.

Most tailings dams have water level meters and inclinometers installed in boreholes to enable periodic measurements.
Piezometers provide pore water pressures, whereas inclinometers measure the lateral displacements at depth. Other
sensors that may be of interest are waste management gauges to measure the water level in dams, or settlement cells
to monitor settlement processes of the walls and surroundings. Meteorological stations to measure rainfall may be a
critical consideration in new climatic scenarios.

The development of a consistent monitoring strategy is crucial. Wireless monitoring solutions consist of data acquisi-
tion systems which collect the data from the sensors and send it wirelessly to the gateway (central station). Automati-
cally, the gateway uploads the data to the internet or an intranet. The system presented in this paper has a long range
radio communication capability between the data loggers (placed next to the sensors) and the gateway, which make
this system a powerful solution for monitoring many sensors in multiple areas simultaneously.

The long range communication between the gateway and data loggers could range up to 15 km in an optimal situation
(line-of-sight). In the context of a mine, this means that the gateway could be placed at the mine’s central office and
still reach almost any point at the mine where a sensor is placed. In addition, data loggers use embedded batteries that
make the system autonomous up to 10 years, which enhances maintenance cycles of the monitoring system.

The data collected are compared to pre-established thresholds in order to achieve an indicator of the stability of the
dam. Hence, the network is also used as a low power warning system for the embankment stability. The monitoring
system has been installed successfully on several mine sites over the world to provide a real time monitoring of the
main tailings dam. Furthermore, many other sensors have been integrated during additional phases to monitor mine
hydrology and the stability of the open pit process area and access roads (Figure 2).

Figure 2. Schematic drawing showing the capacity of the wireless monitoring system presented in this paper to mo-
nitor several assets in an open pit mine

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The objective of this work is to describe the technical features of a long range wireless low power monitoring system
and its implementation at the tailings dam of the Aguas Teñidas mine in Spain (Figure 3).

Figure 3 Aerial view of the Aguas Teñidas mine, South of Spain

2. AGUAS TEÑIDAS MINE: METHODS


The Aguas Teñidas mine (Figure 3) is located in the South of Spain, in the Iberian Pyrite Belt (Figure 4). The Iberian
Pyrite Belt is one of the zones that divides the South Portuguese Zone, the most meridional terrain in the European
Variscan Belt. The massive sulphide deposits at the north of the Iberian Pyrite Belt, where the Aguas Teñidas mine is
located, are placed in felsic volcanic rock with a low percentage of shales (Tornos Arroyo 2008).

Figure 4 Location of the Aguas Teñidas mine, in the South of Spain (source: Google Earth). In the right upper corner,
the location of the mine (dot) in a detailed geological map of the Iberian Pyrite Belt (source: geology.gsapubs.org)

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The area is rich in mineral ore, which includes gold, silver, copper, tin, lead and iron, making it interesting for mining
exploitation since the Roman era. Aguas Teñidas is an underground exploration mine orebody in a mining district ex-
ceeding 250 km where copper and zinc are mined.

The tailings dam is designed to have a maximum height of 36 m (Figure 5) and has been designed as a dual lift. It has
been constructed using paste tailings and rock fill, and the slopes are 2Horizontal:1Vertical upstream and 2.5Horizon-
tal:1Vertical downstream, with a crest of 6 m in width. The external layer of paste tailings is approximately 3 m thick.
Currently the dam is constructing Phase I, with a maximum height of 20 m.

Figure 5 Transverse section of the Aguas Teñidas tailings dam (source: Martínez-Santamaría et al. 2008)

3. MONITORING SYSTEM
3.1. SENSORS
There are several sensors installed around the tailings dam of the Aguas Teñidas mine. A total number of 9 piezome-
ters have been installed between the crest and the base of the dam (Figure 6). The piezometers installed are vibrating
wire piezometers, manufactured by Geokon (4500S), with a range of 0.35, 0.7 and

1.0 MPa. The piezometers have been connected to automated monitoring systems and provide the frequency of the
vibrating wire which relates to the pore water pressure, and temperature data using a thermistor.

Figure 6. Location of 8 of the 9 piezometers located at the tailings dam of the Aguas Teñidas mine (here only the 8
piezometers that are being monitored with the wireless system are located)

The piezometers are installed at different depths between 1 and 35 m around the dam coronation.
Besides the installed piezometers, there are other existing sensors in the surrounding area of the dam, which may be
included in the automated monitoring network in the future.

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3.2. WIRELESS LONG RANGE AND LOW POWER MONITORING SYSTEM
Loadsensing LS-G6 is a system of dataloggers and gateways equipped with long range wireless communications.
The dataloggers are designed to obtain data from a variety of sensors (voltage, digital, vibrating wire etc.). Data is
transmitted wirelessly through radio communications to the gateway, which makes the data available to the clients
through the internet.

In this project, the eight piezometers were connected to four wireless dataloggers, allowing remote connectivity to the
piezometers through a gateway for internet access. The system architecture is shown in Figure 7.

Figure 7 Overview system architecture

The Loadsensing LS-G6 series is designed for data acquisition from sensors with several types of outputs such as
vibrating wire, analogue and digital outputs. The vibrating wire datalogger reads the data from the piezometer using
spectral analysis (Chirp z-transform). The datalogger is powered by four 3.6 Volt batteries (standard C type). The bat-
teries power the datalogger to execute the measurements and store them, but also power the sensor. The resolution of
the datalogger readings is 0.12 Hz, and the accuracy is 0.018% of the full scale. The datalogger performs the readings
of the vibration frequency of the vibrating wire and thermistor.

The dataloggers are weatherproof (IP68), re-casing is not required (Figure 8(a)).

Figure 8. (right) External and internal view of one of the Loadsensing LS-G6 datalogger; (left) view of the Android
application DLOG

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The configuration of both the piezometers and the dataloggers was done with an Android software (Figure 8(b)).
This application permits simple and fast connection to the LS-G6, and the configuration of the sensors and datalogger
parameters, such as the sampling frequency.

The data logger networks are structured with a star topology, centered in the gateway (Figure 9). In contrast to other
wireless solutions with mesh topology, this product does not require repeaters between the sensors and gateway,
since the gateway connects and communicates directly to each datalogger. This is possible due to the long range
communications capability that characterizes the WS Sub 1GHz radio system.

Figure 9 Star topology of Loadsensing networks

Thanks to the long range technology, the relative positions of the gateway and data logger is not a determining factor
in the installation. The location of the gateway at the Aguas Teñidas mine offices was sufficient to cover all the commu-
nication nodes at the waste dam.

4. RESULTS: MONITORING IN THE TAILINGS DAM


4.1. WIRELESS COMMUNICATION PERFORMANCE
The wireless sensor network in the Aguas Teñidas mine (Figure 10) was deployed gradually, starting on September
2015 and continued over the following months until eight data loggers were deployed by 5 November 2015. The
gradual increase of the monitoring network did not require any change of the central station (gateway). As the data
loggers were being configured for inclusion in the network (using the specific secure settings of the radio system), they
were automatically appearing in the network management software.

Figure 10 Location of the LS-G6 wireless dataloggers (serial number indicated) and the gateway (at the mine office)

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The sampling rates for piezometers PC-1, PC-2, P-1, P-2, P4 were established at 24 hours, while piezometers PC-3
and PC-4 were sampled every hour. Data received from the day of installation of each data logger have been analyzed
to compare the number of packages received by the gateway against the number of packages transmitted.

Table 1. Details on the installation, sampling rates and parameters of the performance of the radio according the
number of packages expected and received
No. of No. of readings % of
Datalogger Distance to Installation Sampling
Sensor readings (until received (until readings
SN gateway (km) date rate
04/02/2016) 04/02/2016) receiv

PC-1 1627 1.62 05/11/2015 24 h 92 92 100


PC-2 1627 1.62 05/11/2015 24 h 92 92 100
PC-3 1616 1.83 30/09/2015 1h 3408 3090 90.67
PC-4 1565 1.92 16/09/2015 1h 3329 3256 97.81
P-1 1627 1.62 05/11/2015 24 h 92 92 100
P-2 1627 1.62 28/09/2015 24 h 92 92 100
P-4 1587 1.78 05/11/2015 24 h 92 86 93.48
P-5 1627 1.62 05/11/2015 24 h 92 92 100

The radio received between 90 and 100% of the transmitted packages. The data logger that showed the lowest per-
formance is connected to PC-3, which is not the furthest data logger from the gateway. However, this data logger was
placed inside a manhole (Figure 11). The manhole cover screened the signal and many transmitted packages were
lost. Even with this limitation, 90% of the radio packages were received by the gateway.

Figure 11 Location of datalogger 1616, connected to PC-3

4.2. FIRST RESULTS


The sensors were installed at Aguas Teñidas mine between 2008 and 2010. Prior to automated monitoring, the data
was manually collected every week or month. The alarm capabilities of a system that is read only once a week or mon-
th is limited since tailings dam instability can occur in hours or days. In Figure 12 it can be observed that manual mo-
nitoring of the piezometer levels, the data apparently did not exceed the hypothetical alert threshold for several years.

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Figure 12 Data from the piezometer PC4 collected since its installation until the 4 February 2016.
One hour sampling rate

However, once the data started to be automatically acquired (1 hour sampling rate), hypothetical alert messages were
issued. Mine personnel responsible for the monitoring system received notification of the anomalous behaviour, and
were able to investigate the causes.

The data of the piezometer P1 (Figure 13) is collected automatically at a 24 hours sampling rate, allowing the mine
services to have information to compare against the established alarm threshold. Since the system was installed in
November 2015, the readings never exceeded the fixed threshold.

Figure 13 Example of data from piezometer collecting data at 24 hours sampling rate

5. CONCLUSION
In this paper, the results acquired at the Aguas Teñidas mine situated in the Iberian Pyrite Belt are presented. The
wireless sensor network installed between September and November 2015 has shown that the radio performed with
a 90 to 100% reliability in terms of the packages received until 4 February 2016. Moreover, a comparison between the
monitored data before the installation of the data loggers and the data acquired from November onwards has provided
results for alarm capabilities of the system. This provides the opportunity to have detailed data of any potential occu-
rrence of instability at the crest of the mine or the surrounding area.

The case study presented in this work provides information on the capability of the wireless, low power system, which
has demonstrated that it is a reliable and robust solution. The advantages of the long range wireless system are effi-
ciency, safety, robustness and flexibility. The network is also easy to upscale and use, and cost effective compared to
cable or manual data collection.

6. ACKNOWLEDGEMENT
The authors acknowledge the valuable collaboration of Angel Zambrano (Aguas Teñidas Mine) for sharing the infor-
mation published in this paper.

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7. BIBLIOGRAFY
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379
GESTIÓN DEL AGUA EN UN DEPÓSITO SALINO ACTIVO. CASO DE
LOS DEPÓSITOS DE LA MINERÍA DE LA POTASA DEL COGULLÓ Y DEL
FUSTERET EN SALLENT Y SÚRIA (CATALUÑA, ESPAÑA)
Sendros, Alexa, Himi, Mahjoub b, Lovera, Raúl b, Casas, Albert b, Fàbrega, Lluísa
a ICL Iberia Súria & Sallent, Afores, s/n, 08260 Súria (Barcelona), alex.sendros@icl-group.com; b Depto. de Mineralo-
gía, Petrología y Geología Aplicada, Universitat de Barcelona, Facultad de Ciencias de la Tierra, Martí Franqués s/n,
08028 Barcelona (Barcelona)

RESUMEN: La gestión de los depósitos salinos de la minería de la potasa requiere un adecuado programa de inves-
tigación sobre la incidencia del vector agua en su entorno. Los objetivos son minimizar la entrada de agua dulce en
el sistema, captar las aguas salinas generadas y preservar el aprovechamiento futuro del material almacenado. Con
esta finalidad, ICL Iberia tiene como prioridad llevar a cabo una eficiente gestión de los materiales salinos mediante
la aplicación de las mejores técnicas disponibles en forma de medidas preventivas y correctivas. Las medidas son
diseñadas a partir de una detallada caracterización geológica e hidrogeológica del subsuelo, usando técnicas directas
e indirectas. Esta metodología ha permitido incrementar de manera significativa la captación y eliminación de aguas
salinas, evidenciándose una mejora también continua en la calidad del medio hídrico local.

PALABRAS CLAVE: Gestión del agua, potasa, depósito salino

1. INTRODUCCIÓN
La producción de potasa (KCl) genera gangas ricas en sales sódicas que se suelen almacenar en forma de grandes
acumulaciones de sedimentos en superficie. Las acumulaciones (depósitos salinos) contienen más de un 90% de
sales, que pueden suponer un recurso económico futuro. Por este motivo, mantener accesibles los materiales de-
positados en ellos puede ser un objetivo deseable. No obstante, los depósitos salinos generan lixiviados de elevada
salinidad que, en caso de no ser bien gestionados, pueden provocar alteraciones en el medio hídrico circundante
(JRC, in press).

La empresa minera ICL Iberia Súria & Sallent (antiguamente Iberpotash) gestiona en la actualidad los depósitos
salinos activos del Cogulló y del Fusteret (Figura 1) en la comarca del Bages (NE de la Península Ibérica). Los dos
acopios de materiales salinos se iniciaron en la década de los 50’ (Fusteret) y finales de la década de los 70’ (Cogulló),
en tramos de antiguos valles encajados cuando las restricciones medioambientales eran significativamente menores
a las actuales, y en las cuales tiene especial importancia la adecuada gestión del vector agua.

Figura 1. Localización de la zonas de estudio sobre base topografica 1:250000 (ICGC, 2017).

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Actualmente, ICL Iberia realiza una gestión de aguas utilizando las mejores técnicas disponibles (JRC, 2009), ba-
sadas en los principios de la mejora continua, adaptadas a las condiciones de contorno locales y con dos objetivos
principales:

- Evitar la entrada de aguas dulces del entorno hacia los depósitos.

- Captar y gestionar las aguas salinas ricas en cloruro de sodio.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
La gestión del agua, en los depósitos salinos gestionados por ICL Iberia, implica la utilización combinada de medidas
preventivas tanto de carácter general, como metodologías correctivas de ámbito puntual y específico. Como medidas
preventivas se dispone de dos redes de canales perimetrales para cada depósito. Las redes están formadas por un
canal externo excavado en el terreno natural, con el objetivo de evitar la entrada de agua dulce del entorno hacia los
depósitos, y una red interna de canales de lámina PEAD y/o hormigón, con el objeto de recolectar todas las aguas
salinas que circulan por el nivel más superficial del depósito. Para captar las aguas que circulan en la base del depó-
sito se dispone además de un sistema de drenaje interno que fue instalado al inicio de los acopios. Además, en las
nuevas zonas de aporte se realiza una impermeabilización de la base asegurando en todo momento la estabilidad y
el drenaje para la captación total de las aguas salinas generadas.

Como medidas correctivas se han construido pozos, zanjas-dren y drenes californianos en aquellos puntos, donde
se ha detectado riesgo de que las aguas salinas entren en contacto con el medio hídrico local. Para el diseño de las
medidas correctivas se elabora una caracterización del subsuelo siguiendo las siguientes etapas:

- Recopilación de antecedentes y de datos geológicos e hidrogeológicos históricos.

- Elaboración de cartografías geológicas de detalle (escala 1:5000) en la zona de la Cuenca Potásica del Bages y de
escala 1:1000 en las zonas más próximas a los depósitos salinos activos.

- Perforación de sondeos de investigación a rotopercusión y sondeos con recuperación de testigo continuo, posterior-
mente habilitados como piezómetros. Los sondeos con toma de testigo continuo se perforan cuando el objetivo prin-
cipal es la caracterización de detalle de la estratigrafía y los sondeos a rotopercusión y en seco se perforan cuando el
objetivo principal es discriminar las zonas de entrada de agua durante la perforación. Una vez perforados los sondeos,
se equipan con rejilla en zonas con entrada de agua durante la perforación o zonas susceptibles de transmitir agua,
debido a la presencia de fracturas o de contactos entre unidades geológicas con comportamiento hidrogeológico
diferenciado.

- Ejecución de ensayos de bombeo y recuperación. Se llevan a cabo en aquellos sondeos con presencia de agua y se
toman muestras de agua durante los ensayos para su caracterización hidroquímica. Para el diseño de las captaciones
se han interpretado los resultados con el método Cooper-Jacob (Custodio y Lamas, 2001).

- Realización de estudios geofísicos complementarios mediante la adquisición de secciones de tomografía de resisti-


vidad eléctrica. El objetivo de las investigaciones geofísicas es la correlación y extrapolación de los resultados de tipo
puntual proporcionados por sondeos y observaciones de afloramientos rocosos en superficie. La tomografía eléctrica
es un método geofísico no invasivo que permite obtener una representación bidimensional con una alta resolución,
tanto vertical como horizontal, del subsuelo, diferenciando los contrastes de resistividad eléctrica. Es una técnica muy
versátil y con una larga lista de antecedentes en estudios relacionados con la caracterización del subsuelo (Ward,
1990; Slater, 2000; Casado et al. 2015; Lecocq y Camelbeeck, 2017).

Una vez diseñadas y construidas las medidas correctivas, las aguas salinas captadas, junto con la de las medidas
preventivas, son caracterizadas desde el punto de vista hidroquímico y contabilizadas con contadores volumétricos,
son enviadas a la planta de procesado de la potasa, donde pueden ser aprovechadas en parte para el proceso in-
dustrial, y el resto se envía al mar mediterráneo a través de un colector de salmueras. El agua que va al colector es
mezclada con el efluente de distintas plantas de potabilización y tratamiento de aguas antes de ser vertida al mar a
través de un emisario submarino.

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3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Hasta la fecha se han perforado más de 50 sondeos de investigación en el entorno de los depósitos. De ellos, 30
han sido habilitados como piezómetros para la medida de nivel piezómetro y el muestreo. Todos los piezómetros han
pasado a formar parte de la red de control, para evaluar la eficacia de las medidas preventivas y en su caso, para
diseñar las medidas correctivas.

Los sondeos de investigación han mostrado que el subsuelo del entorno de los depósitos salinos activos está formado
por una sucesión de sedimentos de edad terciaria. Los sedimentos están dispuestos en forma alternancia de lutitas,
arcillas, margas, areniscas y calizas con predominio de las compuestas por sedimentos de grano fino.

Los ensayos de bombeo realizados en las perforaciones muestran unos valores de trasmisividad hidráulica (T) bajos,
aunque localmente se han registrado zonas con T medias. Las T más altas probablemente están vinculadas a fractu-
ras, más o menos continuas en las unidades de calizas, donde los valores pueden aumentar hasta 3 órdenes de mag-
nitud respecto al valor regional definido por los niveles sedimentarios de gran parte de la Cuenca Potásica Catalana.

En las zonas donde los valores de T son más elevados y donde la geología presenta una interpretación más compleja,
debido a la presencia de estructuras geológicas con una continuidad mayor (como la Falla del Guix-Sallent), se ha
realizado una campaña de investigación con un nivel de detalle mayor.

En la zona geológicamente más compleja se han adquirido 6 perfiles de tomografía eléctrica con una distancia entre
electrodos de 5 metros y una longitud de 235 metros, alcanzando una profundidad de investigación cercana a los 50
metros. Los perfiles de resistividad eléctrica han sido adquiridos con un dispositivo electródico Wenner-Schlumberger
(Dahlin y Zhou, 2004) que presenta como principal ventaja una mayor profundidad de investigación por unidad de
separación de los electrodos y mantiene una elevada resolución lateral (Martorana et al, 2009). Las medidas expe-
rimentales de resistividad aparente han sido tratadas con el software RES2DINV para la obtención de las secciones
bidimensionales de resistividad del terreno que una rutina de inversión matemática no lineal de optimización por mí-
nimos cuadrados (Loke y Barker, 1996). Las secciones han sido integradas para su representación en forma de una
única sección concatenada.

En la sección se identifican valores de resistividad eléctrica de entre 5 Ω·m y 1000 Ω·m, distribuidos de un modo
heterogéneo tanto en vertical como en horizontal (Figura 2). Estos valores han sido correlacionados con datos de la
geología de superficie y con datos de sondeos (Figura 3). A partir de esta correlación se pueden atribuir los valores
de resistividad más bajos a la respuesta debida a la presencia de sedimentos de grano fino y yesos y los valores
más altos son atribuibles a la presencia de calizas y margas. Las zonas con gran contraste en sentido horizontal se
asocian a la presencia de fallas, que pueden ser transmisoras de agua en caso de disponer de recarga y de no estar
rellenas con sedimentos finos.

Figura 2. Sección geoeléctrica concatenada adquirida en las instalaciones de ICL Iberia de Sallent (Falla del Guix).

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Figura 3. Ejemplo de interpretación de las principales estructuras geológicas en profundidad (líneas en rojo) usando
la información de la sección geoléctrica de la Figura 2 e información geológica de superficie (líneas en negro).

En el caso de la zona con valores de T más elevados, se han perforado y equipado diez piezómetros separados 30
metros entre sí con profundidades de entre 11 y 85 metros. Los sondeos han sido perforados siguiendo una línea
perpendicular a la dirección de máximo buzamiento de una de las unidades de calizas de la zona. En los piezómetros
se ha identificado la presencia de aguas hipersalinas ([Cl-]>50 gr/l) a una profundidad de entre 3 y 8 metros, con una
gran estabilidad química durante la perforación y la ejecución de los ensayos de bombeo y recuperación. Los resul-
tados de los ensayos muestran valores de T de entre 0.3 y 30 m2/día estando los sondeos muy próximos entre si y
caracterizando la misma unidad geológica (Figura 4).

Piezómetro T (m2/día)
0 0.03
1 0.1
2 10
3 0.3
4 7-29
6 0.02
7 0.01
8 0.2
9 0.2

Figura 4. Derecha: Posición de los piezómetros perforados en el límite Noreste del depósito salino del Cogulló
(coordenadas UTM en m). Izquierda: Resultados de los ensayos de bombeo y recuperación.

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Estos resultados han permitido el diseño y dimensionado de una nueva zanja-dren de 240 metros de longitud y una
profundidad entre 7 y 10 metros, siguiendo la traza marcada por la línea de piezómetros. Las aguas hipersalinas de
la nueva captación se han incorporado al sistema de gestión de ICL Iberia.

Por otro lado, los resultados del control volumétrico de la evolución de la captación de aguas salinas y la evolución
hidroquímica de la red de control han permitido evidenciar los efectos de la mejora continua en la gestión que realiza
ICL Iberia de los depósitos salinos.

Por ejemplo, en el depósito del Cogulló, se ha pasado de captar y gestionar del orden de 110000 m3 en el año 2005
a 250000 m3 en el año 2014, evitando que todo este volumen de aguas salinas entrara en contacto con el medio
natural. La mejora también se ha identificado en la calidad del agua en puntos más alejados de los depósitos e his-
tóricamente afectados por altas concentraciones de salinidad. Los resultados de la evolución de la hidroquímica del
piezómetro S-2 (Figura 5) evidencian por un lado la mejora en el medio hídrico y por otro lado la baja conductividad
hidráulica del medio, ya que esta disminución se identifica en estas zonas más alejadas en el medio-largo plazo (años
y hasta décadas).

Figura 5. Evolución de las concentraciones iónicas del agua subterránea en el piezómetro S-2 (Riu d’Or-Santpedor).

4. CONCLUSIONES
La gestión de los depósitos salinos del Fusteret y del Cogulló requiere un adecuado programa de investigación sobre
la incidencia del vector agua en su entorno. Los objetivos son minimizar la entrada de agua dulce en el sistema, cap-
tar las aguas salinas generadas y preservar el aprovechamiento futuro del material depositado. En este sentido ICL
Iberia está desarrollando un plan de gestión de los mencionados depósitos salinos que incorpora las mejores técnicas
disponibles en forma de medidas tanto preventivas como correctivas.

Para la evaluación y el diseño de las medidas preventivas y correctivas se ha realizado una detallada caracterización
geológica e hidrogeológica del subsuelo del entorno de los depósitos salinos usando técnicas directas e indirectas.

Las técnicas de reconocimiento directo, como son la obtención de testigos geológicos de los sondeos, la ejecución de
ensayos de bombeo y recuperación son técnicas imprescindibles para una caracterización de detalle. No obstante,
y dada la heterogeneidad del subsuelo en las zonas de estudio, el uso de técnicas indirectas, como es la tomografía
de resistividad eléctrica, ha mostrado su utilidad proporcionado información muy valiosa de forma no destructiva, es
decir sin necesidad de realizar nuevas perforaciones en el terreno.

Durante los últimos años, la mejora continua en la gestión de los depósitos salinos, y en el conocimiento del com-
portamiento hidrológico e hidrogeológico del depósito, ha permitido incrementar de manera significativa la captación
y gestión de aguas salinas, evidenciándose una mejora, también continua, en la calidad del medio hídrico local y la
generalmente baja trasmisividad hidráulica del medio subterráneo, que condiciona la rápida evolución de las mejoras
en el medio.

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5. BIBLIOGRAFÍA
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Belgium). Data in Brief 11, 1-4.
• Loke, M.H. y Barker, R.D. (1996). Rapid least-squares inversion of apparent resistivity pseudosections by a qua-
si-Newton method. Geophysical Prospecting, 44, 131–152.
• Martorana R., Fiandaca G., Casas A., Cosentino P.L. (2009). Comparative tests on different multi-electrode arrays
using models in near-surface geophysics. Journal of Geophysics and Engineering, 6 (1), 1-20.
• Slater, L.D. y Sandberg, S.K. (2000). Resistivity and induced polarization monitoring of salt transport under natural
hydraulic gradients. Geophysics, 65 (2), 408-420.
• Ward, S.H. (1990). Resistivity and induced polarization methods. Washington: Society of Exploration Geophysicists.
Geotechnical and Environmental Geophysics, 147-190.

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COMUNICACIONES ÁREA 5
Área 5

276 POSIBLES ESTRATEGIAS DEL SECTOR EXTRACTIVO ANTE LOS PROCESOS PARTICIPATI-
VOS Y LAS PLATAFORMAS ANTI-MINERÍA
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

344 ESTABLECIMIENTO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL CÁLCULO DE LOS FACTORES DE


EMISIÓN ATMOSFÉRICA EN EL SECTOR CEMENTERO
Sr. Pedro Mora Peris, Sra. Sonia Silva Segovia, Sra. Esther Gil Tomé
1
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, UPM, MADRID, España, 2OFI-
CEMEN, Madrid, España, 3Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía,
UPM, Madrid, España

355 DESARROLLO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS DE RIESGOS AMBIENTALES


EN FÁBRICAS DE CEMENTO Y SU HERRAMIENTA INFORMÁTICA ASOCIADA
Sr. Pedro Mora Peris1, Sra. Marina Romay Díaz2, Sra. Marta Quirós Rodriguez1
1
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, UPM, Madrid, España, 2OFICE-
MEN, Madrid, España

368 NUEVAS REALIDADES DE GESTIÓN AMBIENTAL


Sra. Carmen Navarro Mariscal1
1
Sibelco Minerales S.A, Arcos de La Frontera, España

370 INNOVACIONES TECNICAS EN EL TRATAMENTO DE AGUAS ACIDAS DE MINA CON


RECUPERACION DE SUBPRODUCTOS CON VALOR ECONOMICO
Sr. Osvaldo Aduvire1
1
SRK Consulting Peru S.A., Lima,

406 REDUCCIÓN DE LA HUELLA HÍDRICA Y ECOLÓGICA DE LA ACTIVIDAD MINERA ME-


DIANTE LA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS AGUAS
Sra. Estela González Vázquez1
1
Minas de Aguas Teñidas Sau, Almonaster La Real, España

415 SOSTENIBILIDAD EN L A ACTIVIDAD MINERA. MECANISMOS LEGALES ACTUALES Y


FUTUROS.
Sr. Carlos de Miguel Perales
Profesor de Derecho Civil y del Medio Ambiente, ICADE

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238 EL SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL EMAS COMO MTD EN EL SECTOR MINERO Y
SU POSIBLE APLICACIÓN EN ANDALUCÍA
Sr. Vicente Castaño Torres1
1
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Junta de Andalucía, Sevilla,

240 MANTENIMIENTO SOSTENIBLE DE LAS SALINAS MEDITERRÁNEAS


Sr. Alfredo Ruiz Rodríguez1
1
Ingeniero de Minas, Torrevieja, España

287 CASOS DE ÉXITO DE GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS


Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

290 EL PRIMER INVENTARIO DE CANTERAS HISTÓRICAS DE PIEDRA NATURAL ASOCIADAS


AL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE ANDALUCÍA. UNA APLICACIÓN DEL PROYEC-
TO INCHAPA
Sr. José Manuel Baltuille Martín1, Dr. Enrique Álvarez Areces1, Dr. Jorge Fernández Suárez1,
Sr. Iván Maldonado Vidal2, Sr. Ángel Alberto Martínez Girón2, Dr. Javier Martínez mMartínez1
1
Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Madrid, España, 2Junta de Andalucía, Sevi-
lla, España

338 LA RESPONSABILIDAD AMPLIADA DEL PRODUCTOR: MOTOR DE LA MINERIA URBANA


Sr. Juan Carlos Mampaso1
1
SIGRE MEDICAMENTO Y MEDIO AMBIENTE, Madrid, ESPAÑA

348 LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA EN UN PROYECTO MINERO DE URANIO-CASO RE-


TORTILLO
Sra. Cristina Gonzalez Garrido1, Sr Francisco Bellon1, Sr Javier Colilla Peletero1
1
Berkeley Minera España Sl, Salamanca, España

375 LA IMPLANTACION DEL SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL Y GESTIÓN MINERA SOS-


TENIBLE EN BERKELEY MINERA ESPAÑA
Srta. Lucía García Hernández1, Sr. Francisco Bellón del Rosal1
1
Berkeley Minera España S.L, Retortillo (Salamanca), España

389 PROPUESTAS Y EJEMPLOS DE IMPLEMENTACIÓN DE ACTIVIDADES TURÍSTICAS EN


MINERÍA ACTIVA
Sra. Montserrat Trío Maseda1, Sr. Ángel García-Cortés1, Sr. Bruno Martínez Plédel1
1
Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, España

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411 INCORPORACIÓN DE LA VARIABILIDAD EN EL BALANCE DE AGUAS DEL DEPÓSITO DE
ESTÉRILES DE MINAS DE RIOTINTO
Vicente, Danielaa, Hartley, Stuartb, Darby, Adamc.
a Golder Associates S.A., Santiago, Chile, correo-e: dvvicente@golder.com; b Golder Asso-
ciates S.A., Santiago, Chile, correo-e: shartley@golder.com; cGolder Associates S.A., Santia-
go, Chile, correo-e: adarby@golder.com.

230 SISTEMAS DE GESTIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA INDUSTRIA METALÚRGI-


CA. EL CASO DE ATLANTIC COPPER.
Sr. Antonio De La Vega Jiménez1
1
Atlantic Copper SLU, Huelva, España

283 LA PROBLEMÁTICA SOBRE LA SÍLICE CRISTALINA RESPIRABLE EN LA INDUSTRIA EX-


TRACTIVA DE LOS ÁRIDOS
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

351 OBSERVATORIO DE LA RSC EN LA INDUSTRIA CEMENTERA


Sr. Dimas Vallina García, Sr. Sergio Cuadrado Iglesias, Sr. Pedro Mora Peris
1
Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA), Madrid, España,
2
Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA), Madrid, España,
3
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, UPM, Madrid, España

384 ANÁLISIS MULTICRITERIO RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA EN GRAN MINE-


RÍA DEL COBRE EN CHILE
Sra. Angélica Patricia Muñoz Lagos1, Sr. Juan Pablo Vargas Norambuena1
1
Universidad De Santiago De Chile, Santiago, Chile

392 EXPERIENCIAS PRÁCTICAS EN SEGURIDAD Y FORMACIÓN EN MINERÍA METÁLICA.


MINA DE AGUABLANCA.
Sr. Víctor Ángel Contreras Del Castillo1, Sr Antonio García2, Sr. Maximino Franco Dos Santos2
1
Empresa Portuguesa De Obras Subterrâneas S.A, sucursal en España.. (epos), Madrid, Espa-
ña, 2Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A., Porto Salvo, Portugal

323 LÍNEAS ACTUALES DEL SALVAMENTO MINERO


Sr. Sergio Tuñón Iglesias
1
HUNONSA/ Brigada Central de Salvamento Minero, Asturias,

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
412 MEJORAS OPERATIVAS Y DE SEGURIDAD EN EL RECRECIMIENTO DEL DE-
PÓSITO DE ESTÉRILES DE TRATAMIENTO DE MINAS DE RIOTINTO
Errazuriz, Tomása, Darby, Adamb, Diaz Riopa, Fernandoc, Gonzalo Cachero, Félixd.
a
Golder Associates, Magdalena 181, Las Condes, Santiago, Chile, correo-e: jerrazuriz@
golder.com;
b
Golder Associates, Magdalena 181, Las Condes, Santiago, Chile, correo-e: adarby@gol-
der.com;
c
Atalaya Mining, La Dehesa s/n. 21660 Minas Riotinto, Huelva, España, correo-e: fernando.
diaz@atalayamining.com>;
d
Atalaya Mining, La Dehesa s/n. 21660 Minas Riotinto, Huelva, España, correo-e: felix.
gonzalo@atalayamining.com>;

315 START-UPS EN EL ÁMBITO DE LA ENERGÍA


Sr. Luis Manuel Santos Moro1
1
EDP, Oviedo, España

399 MATSA:MINERÍA SEGURA Y PREPARADA PARA LAS EMERGENCIAS


Sra. Isabel Zamora Francisco1
MATSA, Almonaster la Real, España

248 TENSIONES ENTRE LA LEY DE MINAS Y LAS NORMATIVAS ESTATAL Y AUTONÓMICAS


DE ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS. LÍNEAS DE LA JURISPRUDENCIA EN ESPAÑA
Y EN EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA.
Sr. Carlos Ramirez Sánchez-maroto1
1
Afa-andalucia, Málaga ,

249 EL FRACKING Y LAS TENSIONES AMBIENTALES EN EL ESTADO DE LAS AUTONOMIAS


Sr. Carlos Ramirez Sánchez-maroto1
1
Afa-andalucia, Málaga ,

255 LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LA LEGISLACIÓN MINERA. AGUAS MINERALES Y


TERMALES
Sr. Miguel Uceda Rozas1
1
Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, Madrid, España

277 PLAN DE ACCIÓN UEPG SOBRE MEJORA DEL CUMPLIMIENTO Y APLICACIÓN DE LA


LEGISLACIÓN - LUCHA CONTRA LA COMPETENCIA DESLEAL
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

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286 LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS. UNA ACTIVIDAD
COMPATIBLE CON LOS ESPACIOS PROTEGIDOS
Sr. César Luaces Frades1
1Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

305 GUÍA DE ESTABLECIMIENTOS DE BENEFICIO


Sr. Fernando Javier Pérez Fernández1
1
Laboratorio Oficial J.Mª de Madariaga, Madrid,

365 RESULTADOS DE LA NUEVA ORDENACIÓN MINERA BALEAR


Dr. Luis Vizcaíno Pérez1
1
DG Política Industrial Gobierno Islas Baleares, Palma De Mallorca, España

410 INFLUENCIA DE LA GRANULOMETRÍA SOBRE LA CLASIFICACIÓN DE SÓLIDOS


SUSCEPTIBLES A LA AUTOCOMBUSTIÓN
Javier García Torrent
Afiliaciones: Departamento de Energía y Combustibles. ETSI Minas y Energía. UPM.

I. Ámez Arenillas
Afiliaciones: Departamento de Energía y Combustibles. ETSI Minas y Energía. UPM.

Lilijana Medic Pejic


Afiliaciones: Departamento de Energía y Combustibles. ETSI Minas y Energía. UPM.

Blanca Castells Somoza


Afiliaciones: Departamento de Energía y Combustibles. ETSI Minas y Energía. UPM.

250 MEDIDAS CON EFECTOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL EN LAS LEYES MINERAS EN EL


SIGLO XIX EN ESPAÑA.
Sr. Carlos Ramirez Sánchez-maroto1
1
Afa-andalucia, Málaga ,

270 EL DERECHO A LA INDEMNIZACION DE LOS TITULARES DE DERECHOS MINEROS


AFECTADOS POR SUELOS RURALES DE ESPECIAL PROTECCIÓN EN LA DOCTRINA DE
LOS TRIBUNALES
Sr. Carlos Ramirez Sánchez-maroto1
1
Afa-andalucia, Málaga , ESPAÑA

313 ASPECTOS BÁSICOS PARA UNA ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE LAS INDUSTRIAS DE LAS
MATERIAS PRIMAS MINERALES DEL SIGLO XXI
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
319 CRITERIOS CONSENSUADOS PARA UNA NUEVA LEY DE BASES DE RÉGIMEN MINERO
PARA ESPAÑA
Sr. César Luaces Frades1
1
Anefa / Fda / Cominroc, Madrid,

333 MIN-GUIDE: AN ANSWER TO THE NEED FOR A SECURE AND SUSTAINABLE SUPPLY
OF MINERALS IN EUROPE
Sr. Luis Jorda1, Sr. Manuel Maria Regueiro1, Sr. Andreas Endl2, Sr. Gerald Berger2
1
Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, España, 2WU. Wirtschaftsuniversität Wien.
Vienna University of Economics and Business, Viena, Austria

292 IDENTIFICACIÓN DE PATRONES DE CONSUMO EN SISTEMAS DE CLIMATIZACIÓN A


TRAVÉS DE LA TEMPERATURA MEDIA DIARIA
D. Pablo Aparicio-Ruiz1, D. Luis Onieva Giménez1, Dña. Elena Barbadilla-Martín1, Dña. Ma-
ría Rodríguez-Palero1
1
Universidad de Sevilla, Sevilla, España

381 GESTIÓN ENERGÉTICA EN PLANTAS METALÚRGICAS. EL CASO DE ATLANTIC COPPER


Sr. Jose María Tejera Arcenillas1, Sr. Tasio Martínez Martín1, Sr. Guillermo Rios Ransanz1, Sr.
Miguel Palacios Gómez1
1
Atlantic Copper, S.l.u., Huelva, España

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276
POSIBLES ESTRATEGIAS DEL SECTOR EXTRACTIVO ANTE LOS
PROCESOS PARTICIPATIVOS Y LAS PLATAFORMAS ANTI-MINERÍA
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

Jaume Puig i Canal


Gerente del Gremi d’Àrids de Catalunya
Secretario General de la Federación de Áridos
Rambla Catalunya, 127 3-1
08008 – Barcelona (España)
T: +34 934 156 483
jpuig@gremiarids.com

RESUMEN: La creciente presión de la ciudadanía sobre las actividades que considera molestas, la exacerbación
del fenómeno NIMBY, el crecimiento de movimientos que anteponen la visión populista a los intereses generales y el
cortoplacismo de las estrategias políticas, están poniendo en riesgo la viabilidad de explotaciones mineras en diver-
sos países.

Este fenómeno es creciente en Europa y, en particular, en países como España, donde ya se cuenta con varios casos
tipo donde esta problemática ha llevado a cercenar el futuro de explotaciones de todo tipo, incluidas las de áridos.
El sector español ha creado un grupo de trabajo multidisciplinar para abordar esta problemática, estableciendo líneas
de actuación para prevenir estas situaciones conflictivas, donde los procesos participativos basados en plantea-
mientos demagógicos poco fundados y post-verdades llegan a rebasar los procedimientos legalmente establecidos,
dejando en la total indefensión a las empresas promotoras.

La comunicación desarrolla las conclusiones alcanzadas, así como el Plan de Acción propuesto para el sector.

1. INTRODUCCIÓN:
La creciente presión de la ciudadanía sobre las actividades que considera molestas, la exacerbación del fenómeno
NIMBY, el crecimiento de movimientos que anteponen la visión populista a los intereses generales y el cortoplacismo
de las estrategias políticas, están poniendo en riesgo la viabilidad de explotaciones mineras en diversos países.

El sector español ha creado un grupo de trabajo multidisciplinar para abordar esta problemática, estableciendo líneas
de actuación para prevenir estas situaciones conflictivas, donde los procesos participativos basados en plantea-
mientos demagógicos poco fundados y post-verdades llegan a rebasar los procedimientos legalmente establecidos,
dejando en la total indefensión a las empresas promotoras.

• ANTECEDENTES RECIENTES SOBRE PROCESOS PARTICIPATIVOS RELACIONADOS CON LAS INDUS-


TRIAS (EXTRACTIVAS Y OTRAS). ESPAÑA Y OTROS PAÍSES

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Entre los antecedentes que han dado origen a la necesidad de abordar la problemática de forma sistematizada des-
tacan los siguientes:

• El caso Cervelló (Barcelona)


• Consulta pública para directrices del paisaje. Galicia

• Tierras raras. Ciudad real

• Mina de uranio de Salamanca

• Consulta estrategia de recursos minerales de Castilla y León

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2. EL FENÓMENO NIMBY Y LA INDUSTRIA
• La industria extractiva no está sola

Lista Amor/ Odio del NIMBY ¿Razones para oponerse a una explotación?

¿Por qué este rechazo social?


• Innegables efectos de la actividad sobre el medio ambiente
• Actitud tradicionalmente reactiva de la industria
• Crecimiento de la sensibilidad medioambiental de la sociedad
• Incremento de las restricciones sobre el suelo y del valor económico de los terrenos
• Desconocimiento de la sociedad sobre:
mmLa relación entre la explotación y los bienes de consumo
mmLa realidad de la industria

3. ESTUDIO SOBRE LOS PROCESOS PARTICIPATIVOS: PROCEDIMIENTOS DE PARTICIPACIÓN BASE


JURÍDICA QUE SUSTENTE LOS PROCEDIMIENTOS DE PARTICIPACIÓN
3.1. PROCEDIMIENTOS QUE BORDEAN LO LEGAL Y LA PREVARICACIÓN

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Se valoran actuaciones pasadas del sector ajustadas a la legalidad vigente en aquel momento, con los paradigmas de hoy
• Referendum. Problemática
mmLa empresa y el sector se ven obligados a jugar a la contra
mmProcedimientos que bordean lo legal y la prevaricación
mmEl que lo convoca tiene una preferencia por un resultado y aplica sus recursos para lograrlo
• Técnicas de pregunta
• Manipulación de la formulación de la pregunta
• Dominio de los tiempos
• Acceso al censo
• Índice de participación para que sea vinculante
· Efectos contraproducentes de las movilizaciones
• Exclusión del interesado de los órganos de control (junta electoral y mesas politizadas)
• Exclusión del interesado de los mecanismos de comunicación
• Conflicto entre licencia social y Estado de Derecho y Seguridad Jurídica
• Efecto de contagio: mancha de aceite
mmProblema de los precedentes

Constitución española Artículo 9.2


• artículo 9.2, en “facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y so-
cial”, reconoce entre los derechos fundamentales de los ciudadanos el de “participar en los asuntos públicos,
directamente o por medio de representantes libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio univer-
sal” (artículo 23.1).

Base jurídica que sustente los procedimientos de participación


• Legislación de transparencia y de participación ciudadana
• Leyes autonómicas:
mmCataluña: Ley 10/2014, de 26 de septiembre, de consultas populares no referendarias y otras formas de
participación ciudadana.
• Disposiciones de ámbito municipal

4. ANÁLISIS DE MECANISMOS DE RESPUESTA DEL SECTOR. PREVENTIVOS, REACTIVOS, COMUNI-


CACIÓN, BÚSQUEDA DE APOYOS
4.1. GUÍA PARA LAS RELACIONES CON EL ENTORNO SOCIAL

• Realizada en 2010 por ANEFA


• Cofinanciada por la Fundación Biodiversidad
mmFondo Social Europeo: Empleaverde
• Elegida por la Comisión Europea como una de las 20 mejores buenas prácticas europeas dentro de la Inicia-
tiva de las Materias Primas, por su contribución positiva a la gobernanza empresarial

La guía

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• Iniciativa del Comité de Imagen
• Proporciona:
mmArgumentos
mmMensajes
mmPropuestas
mmPautas de actuación
mmHerramientas y recursos de comunicación sencillos
• Al alcance de cualquier tipo de empresa

Algo más que una necesidad


• Difícil de abordar para la mayoría de las empresas Intereses contrapuestos (al menos en apariencia)
mmDesconocimiento mutuo
mmInseguridad jurídica
mmOpacidad de la información
mmDiferencia de lenguajes de comunicación
mmFalta de interlocutores
mmCarencia de mensajes a transmitir
• Mecanismo para la resolución de conflictos

Una buena aproximación

Construcción de una imagen positiva

• ¡Huir del Green Washing!


mmComunicar hechos
• Análisis de los puntos fuertes propios
mmCumplimiento legal
mmControl administrativo
mmBuenas prácticas aplicadas
• Reflexión sobre las posibles debilidades
• Plan de acción para la mejora
• Implicación activa de los trabajadores y otros apoyos
• Formación de los trabajadores
• Participación activa en campañas sectoriales
• Apoyo a las iniciativas locales
• Contribución a la colectividad
• Patrocinios
• Identificación de los interlocutores
• Búsqueda de apoyos
mmTrabajadores
mmClientes directos
mmClientes indirectos

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Preparación de un plan de acción con los stakeholders (interlocutores sociales)

• Enfoque sistemático
mmIdentificación de los interlocutores prioritarios y de las acciones que se esperan
mmIntegración de acciones en una planificación estratégica
mmDesarrollo de un plan de acción
mmEvaluación de la efectividad del plan

Adaptación del mensaje a los interlocutores


• Identificación de los destinatarios
• ¿Qué mensajes se desea transmitir?
• Planificación de la estrategia de comunicación
• Elaboración de los mensajes
• Lenguaje a emplear
• Adaptación del mensaje
• Elección del medio
• Transmisión de los mensajes
• Evaluación de la efectividad

Comunicación de los objetivos y las metas alcanzadas


• Informes de sostenibilidad – responsabilidad social corporativa
mmCore values /principios básicos
mmProducción y consumo sostenible
mmCambio climático y energía
mmRecursos naturales y acciones para la protección del medio ambiente
mmCreación/contribución de/a comunidades sostenibles
• S&S
• Empleo
• Competencia / Formación
• Trabajo con la comunidad
• Colaboración con los agentes sociales
mmDesarrollo de indicadores
• UEPG SDI desde 1998
• Establecimiento de canales permanentes de comunicación y participación
mmGrupos de seguimiento
mmIniciativas de transparencia
mmJornadas de puertas abiertas
mmSistema de recepción de quejas y sugerencias
• Publicitar los logros
mmAnuncios
mmCarteles informativos
mmEn reuniones de seguimiento
mmPublicidad
mmRedes sociales

Prevención y resolución de conflictos


• Empatía de la empresa
• La consulta como herramienta preventiva
• Saber escuchar
• Información sobre hechos relevantes
• Atención y resolución de quejas
• La mediación de terceros
• Reuniones y foros de comunicación

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mmPreparación de la reunión
• Tipo de reunión (bilateral, colectiva, debate, etc.)
• Asunto
• Logística de la reunión
• Identificación de posibles puntos conflictivos
• Debates. Preguntas y respuestas
• Credibilidad, transparencia, objetividad y sencillez: cuatro armas esenciales
mmDesarrollo de la reunión
mmCumplimiento de acuerdos
• ¿Cómo atender a los medios de comunicación?
mmPreparación previa
mmConcisión
mmSolidez
mmAnálisis de las circunstancias y de los riesgos
mmActuaciones posteriores
• ¿Qué hacer ante una situación de crisis?
mmAplicación de los planes de actuación
mmElección de un portavoz
mmCoordinación de los mensajes

Organización de visitas a la explotación


• Preparativos
mmApariencia de las instalaciones
mmAnálisis de puntos fuertes y débiles
mmProgramación del itinerario de la visita. Elaboración del guión
mmMateriales necesarios
• Acogida de los visitantes
• Seguridad en la visita
• Proceso de producción
mmExtracción
mmTratamiento
mmOtras instalaciones
• Actividades programadas
• Finalización de la visita

Explicación de la actividad

Explicar cuestiones difíciles- fichas


• ¿Qué son los áridos? Características
• Importancia de los áridos
• Beneficios para la Comunidad
• ¿Por qué esta explotación está aquí?
• Proceso de extracción
• Proceso de tratamiento
• Otras instalaciones
• Polvo
• Ruido
• Voladuras y vibraciones
• Agua
• Residuos
• Restauración
• Impacto visual
• Biodiversidad

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
• Seguridad y salud
• Energía
• Tráfico
• Arqueología

Materiales de apoyo
• Videos divulgativos
• Fichas informativas
• Carteles
• Cuadernos de campo

4.2. OTRAS INICIATIVAS


Webs y presencia en las redes sociales

Día de los árboles, los áridos y la biodiversidad


• Desde 2008 (X ediciones)
• Cada año (media)
mm3.000 escolares
mm40 explotaciones
mm5.000 árboles
mmColocación de nidos, suelta de aves, ...

Concurso nacional de dibujo

Iniciativas voluntarias
• Acuerdos voluntarios
mmDonación de terrenos restaurados a la Comunidad
mmRestauración de explotaciones antiguas abandonadas
• Promoción de actividades sociales
mmConservación del patrimonio
mmPatrocinio: Actividades deportivas o actividades culturales

Iniciativas voluntarias
• Apoyo a fundaciones sin ánimo de lucro
mmTheodora, Entorno, ...
• Acuerdos con asociaciones protectoras de la naturaleza
mmSEO Birdlife (ANEFA)
mmFundación Tormes (ANEFA)
mmCountdown 2010 (IUCN - UEPG)
mmWWF (Austria, Bulgaria, …)
• Acuerdos de diálogo social
mmNEPSI - Respirable Crystalline Silica Agreement
• Implicación en comités y foros
mmSectoral Social Dialogue Committee for the Extractive Industry

5. PROPUESTAS DE ACCIONES SECTORIALES


La importancia de una estrategia
Sun Tzu (400 A.C.): “ Ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos a tu lado”

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Acciones específicas de cada caso
• Caso por caso: Diferencias muy marcadas entre unos y otros proyectos
• Desarrollo de alianzas
mmSinergias con otros sectores
• Valoración de las fuerzas de las partes (pro y contra). Análisis:
mmEconómico
mmPolítico:
• Contexto local y regional
• Equilibrios de Gobierno
• Utilización política del caso
mmDeterminación de los líderes del conflicto
• Identificación de los interlocutores ciudadanos (no necesariamente los partidos políticos)
mmIdentificación de apoyos de terceros que alimentan a la oposición (manos negras)
mmSocial
mmMedios de comunicación
mmSensibilidad del conflicto: Puntos de unión y de desunión
mmAnálisis de los municipios colindantes
• Análisis profundo del marco jurídico específico aplicable
• Análisis de riesgos sobre la exposición mediática
mmDefinición de una estrategia de comunicación
• Información vs Desinformación
• Postverdad
mmRevisión de la política de comunicación
• Empresa
• Sector
mmForética del Siglo XXI
• Replicar (copiar) la estrategia de “guerra de guerrillas”
Protocolo de actuación empresa
Preventivo
Reactivo
Mecanismos de actuación sectorial

Acciones generales sectoriales


• Análisis profundo del marco jurídico aplicable
mmGeneral
mmEspecífico de cada caso
mmLey de bases del régimen local
mmLegislación de transparencia
mmLegislación de consultas ciudadanas
mmSoporte legal de los procesos
• Acciones de consolidación del marco legal de las licencias y de su integración en un proceso único de autori-
zación
• Análisis de los riesgos de:
mmDeclaraciones de impacto social:
• Introducción de riesgos sociopolíticos
mmLicencia social:
• Aceptación vs Aprobación
• Percepción del proyecto por parte de los interesados
• Acciones para lograr la “Licencia social”
• Preventivas (M/P y L/P)
mmEstrategia de comunicación del sector
• Insuficiencia de los mecanismos de comunicación de las empresas y del sector: Inversión
• Páginas web de buenos ejemplos en minería

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
• Lenguaje y mensajes proactivos
mmEducación de futuras generaciones
• Acciones ante el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: Temarios básicos en los colegios
• Acciones ante las Consejerías de Educación
• Acciones ante editoriales de libros de texto
mmBúsqueda de alianzas globales
• AAPP. Solicitud de mayor implicación
• FEMP
• Organizaciones Sindicales
• ONGs

6. CONCLUSIONES:
Los paradigmas de la comunicación están cambiando, a causa de las redes sociales, a una velocidad que supera la
capacidad de respuesta de empresas y administraciones.

La industria extractiva tiene que adaptar sus mensajes y sus estrategias de comunicación para poder posicionarse
ante una sociedad de la que forma parte y a la que provee de materias primas esenciales.

Las organizaciones del sector, que llevan años actuando en la materia, se ven en la necesidad de actualizar perma-
nente los planteamientos de trabajo para lograr que el sector pueda seguir siendo un pilar de la economía.

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344
ESTABLECIMIENTO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL CÁLCULO DE LOS
FACTORES DE EMISIÓN ATMOSFÉRICA EN EL SECTOR CEMENTERO
Mora Peris, Pedroa, Silva Segovia, Soniab, Gil Tomé, Estherc
a
ETSI Minas y Energía UPM, C/ Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: pedro.mora@upm.es; b Agrupación de fa-
bricantes de cemento de España (OFICEMEN), C/ José Abascal, 53, 28003 Madrid, correo-e: ssilva@oficemen.com;
c
ETSI Minas y Energía UPM, C/ Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: esther25gt1995@gmail.com

RESUMEN: El objeto del presente trabajo es establecer una metodología general para el sector cementero que per-
mita calcular de forma consistente, transparente y homogénea los factores de emisión de sustancias contaminantes a
la atmósfera del sector cementero para cualquier inventario de emisiones atmosféricas. Esta metodología y sus resul-
tados son aplicables a cualquier parque cementero mundial que tecnológicamente tenga implementadas las Mejores
Tecnologías Disponibles, según se recogen en el documento BREF del sector publicado por la Comisión Europea.

En el proceso de elaboración de esta metodología se han calculado factores propios para las emisiones de los hornos
del sector cementero español, teniendo en cuenta la realidad de la industria cementera española tanto desde el punto
de vista tecnológico como ambiental.

Para el cálculo de los factores de emisión se han seleccionado las normas analíticas de medición existentes y reco-
nocidas a nivel nacional e internacional. Posteriormente, se han desarrollado campañas de medición en todas las
fábricas de las empresas cementeras españolas.

Esta información incluye el valor de la concentración media anual por contaminante de cada horno de las fábricas en
mg/Nm3, calculada a partir de la concentración de sustancia contaminante corregida al 10% de O2 y en base seca,
el caudal anual de cada horno de las instalaciones en Nm3/año corregido al 10% de O2 y en base seca y los datos
reales de producción de clínker por honro de cada una de las plantas cementeras.

Con esta base de información se ha desarrollado una metodología, en base a criterios internacionalmente reconoci-
dos, que permite calcular el factor de emisión de cada contaminante para cada horno y cada fábrica tanto anual como
quinquenal.

Tras el estudio estadístico de los datos se ha determinado que el factor de emisión sectorial más robusto es el repre-
sentado por la media móvil quinquenal para cada contaminante, ponderado según los caudales de emisión y el dato
de actividad de cada horno.

Se considera que los factores de emisión calculados se ajustan mejor a las características propias del sector que
otros factores teóricos procedentes de otras fuentes, ya que han sido calculados a partir de la información proporcio-
nada por la práctica totalidad de las fábricas cementeras españolas y para una serie de años suficientemente larga
y reciente.

PALABRAS CLAVE: Emisiones atmosféricas, factores de emisión, metodología general.

1. INTRODUCCIÓN
Conocer las emisiones atmosféricas, su origen por sector de actividad, las cantidades emitidas de cada contaminante,
y su evolución en el tiempo, constituye una información básica para la planificación estratégica de la gestión de la
calidad del aire, y la reducción y control de la contaminación. La eficacia de las medidas preventivas o correctoras que
puedan impulsarse depende en buena parte de la cantidad y la calidad de la información disponible. En este sentido,
los inventarios de emisiones constituyen una herramienta fundamental.

La elaboración periódica de inventarios de emisiones de contaminantes a la atmosfera se inició en la mayor parte de


los países de la OCDE hace tres décadas al objeto de cumplir los compromisos de información contraídos en el marco
de la Unión Europea y en diversos Convenios Internacionales, así como para servir de fuente esencial de información

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
para el conocimiento del estado del medio ambiente y, el diseño y seguimiento de políticas y medidas medioambien-
tales, y en particular de las referidas al medio atmosférico.

La producción de clínker forma parte de las actividades industriales incluidas en este marco legal, debiendo suminis-
trar información sobre las emisiones generadas periódicamente por cualquier contaminante emitido en sus instalacio-
nes, en cualquier etapa del proceso de producción, y debe facilitar otros datos ambientales relevantes, como pueden
ser el consumo o la producción anual.

La consideración de distintos alcances, definiciones, umbrales, objetivos, métodos de obtención, etc, de los diferentes
instrumentos legales que obligan al suministro de información, es una de las razones fundamentales, si no la principal,
para que la información disponible pueda no tener la calidad necesaria. El sector del cemento, como tantos otros, es
un buen ejemplo. Existen diversos instrumentos legales, de diferentes ámbitos, con diferentes objetivos, y para los
que se debe suministrar información a las administraciones competentes. No siempre, al final, la información que se
utiliza y publica en cada caso es coherente y comparable. Pero las fuentes de la que proceden la información nece-
saria es la misma.

Así, establecer criterios homogéneos y coherentes, asumiendo que los objetivos ambientales puedan diferir para un
mismo sector en función del marco o instrumento legal que sea, es quizá una obligación más que un reto.

Sirva como ejemplo, para el sector cementero español, los diferentes criterios aplicados para el cálculo de emisiones
en el Inventario Nacional de Emisiones (basados especialmente en factores de emisión, a veces bibliográficos), o los
requeridos en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, PRTR-España, en el cual pueden facilitarse
valores medidos, calculados o estimados, con el requisito de especificar el método o metodología utilizada. En cam-
bio, en otros ámbitos como pueda ser la legislación relativa al comercio de emisiones y asignación de derechos de
emisión para el CO2, se dan unas orientaciones muy específicas de cómo calcular las emisiones generadas.

En este trabajo, se recogen los factores de emisión propios para el sector cementero calculados en base a medicio-
nes realizadas por el propio sector en los hornos de cemento teniendo en cuenta la realidad de la industria cementera
tanto desde el punto de vista tecnológico como ambiental. Para ello, se ha utilizado la información más reciente dis-
ponible sobre las emisiones a la atmósfera de las fábricas de cemento en España.

El objetivo final es que estos factores se apliquen de forma estándar para cualquier requisito de información reque-
rido, de tal forma que independientemente de sus objetivos, la información relativa a las emisiones atmosféricas del
sector cementero sea coherente. Y sobre todo que la información que se ponga a disposición del público a través de
cualquier Inventario nacional e internacional no sea contradictoria.

Además, se establecen criterios sobre la monitorización de las emisiones generadas por el sector de fabricación de
cemento, basados en el conocimiento de operación del proceso. El principal objetivo es definir las características
específicas de monitorización del sector en relación con las emisiones generadas a la atmosfera, y como estas ca-
racterísticas deben de considerarse a la hora de aplicar criterios de gestión y verificación de los resultados de las
emisiones y su aplicación para la valoración del cumplimiento del valor límite de emisión (VLE). Es decir, identificar
aspectos de la operatividad del proceso que condicionan la representatividad de esos resultados.

2. METODOLOGÍA
En este trabajo se intenta definir el procedimiento de construcción y tratamiento de los datos relativos a las emisiones
a la atmosfera generados por los distintos sistemas de medición utilizados dentro del programa de vigilancia ambien-
tal.

La caracterización completa de las emisiones a la atmosfera requiere, para cada uno de los focos de emisión, la
determinación de la concentración de los contaminantes característicos de una serie de parámetros necesarios para
caracterizar la corriente emisora y de parámetros necesarios para determinar el flujo volumétrico de emisión (caudal).

El criterio general establecido en la legislación vigente es que las mediciones de las emisiones y los informes resultan-
tes que se lleven a cabo en el marco de los controles externos e internos se realizarán de acuerdo a la norma UNE-EN
15259:2008 ‘Calidad del aire. Emisiones de fuentes estacionarias. Requisitos de las secciones y sitios de medición y
para el objetivo, plan e informe de medición’. Las instalaciones deberán disponer de sitios y secciones de medición

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conforme a la citada norma. El muestreo y análisis de los contaminantes y parámetros complementarios, así como
los métodos de medición de referencia para calibrar los sistemas automáticos de medición, se realizarán con arreglo
a las normas del Comité Europeo de Normalización (CEN) existentes. No obstante, se ha previsto que puedan esta-
blecerse otras especificaciones técnicas equivalentes, así como las especificaciones técnicas y requisitos relativos a
los procedimientos de control de las emisiones difusas.

Los sistemas de medición y control de emisiones a la atmosfera existentes son básicamente de dos tipos: medición
en continuo, a través de sistemas automáticos de medida (SAM), y medición en discontinuo. En general, en el caso
del sector cementero, la obligación de disponer de SAM para un determinado contaminante o de realizar medidas
puntuales viene recogida en la autorización ambiental de la instalación. El volumen de datos obtenido y su procesado,
tanto para evaluar el cumplimiento de los valores límite de emisión (VLE) como para evaluar la carga contaminante
emitida en un periodo de tiempo determinado, presenta importantes diferencias en función de la tipología del sistema
de medición utilizado en el control de los diferentes parámetros.
Para determinar, a partir de factores de emisión, la cantidad total anual de emisión de una determinada
sustancia contaminante (en kg/año), tal y como es habitualmente publicados estos datos, se puede partir de
Paraladeterminar, a partir de factores de emisión, la cantidad total anual de emisión de una determinada sustancia con-
siguiente ecuación:
taminante (en kg/año), tal y como es habitualmente publicados estos datos, se puede partir de la siguiente ecuación:

Ecuación nº 1: Carga contaminante anual a partir de factores de emisión

𝑘𝑘𝑘𝑘𝐶𝐶𝐶𝐶
𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝐶𝐶𝐶𝐶𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝐶𝐶𝐶𝐶𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝑎𝑎𝑎𝑎𝐶𝐶𝐶𝐶𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝐶𝐶𝐶𝐶 (𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 ) = 𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 ∗ 𝐷𝐷𝐷𝐷𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑎𝑎𝑎𝑎𝑐𝑐𝑐𝑐𝑎𝑎𝑎𝑎𝑐𝑐𝑐𝑐𝑎𝑎𝑎𝑎
𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐

Considerando:
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 = Factor de emisión para el contaminante i. En general, con la única excepción del
CO2, se expresa en kg de contaminante/t clínker, o en kg de contaminante/t cemento.
𝑫𝑫𝑫𝑫𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒂𝒂𝒂𝒂𝒄𝒄𝒄𝒄𝒂𝒂𝒂𝒂𝒄𝒄𝒄𝒄𝒂𝒂𝒂𝒂 = datos de la actividad. En general, a excepción del CO2, será la producción anual de clínker
(en t clínker/año) o la producción anual de cemento (en t cemento/año).
Por Por
esteeste
motivo es, es,
motivo porpor
lo que, enen
lo que, la la
medida
medidadedeloloposible,
posible,los
losfactores
factoresdedeemisión
emisión deberían
deberían ser representativos del
sector
delindustrial y estar basados
sector industrial en
​​ datosenreales
y estar basados datosde actividad.
reales Sin embargo,
de actividad. en la práctica,
Sin embargo, no es raro
en la práctica, no que factores
es raro que de
factores
emisión de emisiónpara
determinados determinados
una situación para una situación
específica y muy específica
concreta se y utilicen
muy concreta se utilicen
posteriormente posteriormente
como referencia para
otrascomo referencia ypara
circunstancias otras con
sectores circunstancias
actividades ysimilares.
sectores Para
con actividades
los hornos de similares. Para losabundantes
clinker, existen hornos de referencias
clinker,
existen abundantes
bibliográficas de factores dereferencias bibliográficas
emisión propuestos de factores de
por organismos dereconocido
emisión propuestos por organismos de
prestigio internacional.
reconocido prestigio internacional.
Por Por
ello ello basándonos
basándonos en laen la premisa
premisa de obtener
de obtener unos unos factores
factores de emisión
de emisión atmosféricos
atmosféricos representativos
representativos del ce-
del sector
sectorencementero
mentero en la
la actualidad, actualidad,
hemos hemos
procedido a laprocedido
elaboración a la
deelaboración
una metodologíade una metodología
estadística estadística
de cálculo decual
con la
cálculo
obtener los con la cual pretendidos.
resultados obtener los resultados pretendidos.
Se establecieron en primer lugar realizar una revisión bibliográfica de la información disponible y en segundo
lugar determinar,
Se establecieron en función
en primer lugarde los datos
realizar una de actividad
revisión y de la legislación
bibliográfica vigente,disponible
de la información cuáles sony las
en sustancias
segundo lugar
determinar, en función de los datos de actividad y de la legislación vigente, cuáles son las sustanciasen
contaminantes más significativas emitidas a la atmósfera por las fábricas de cemento, para, su caso,
contaminantes
determinar los correspondientes factores de emisión representativos del sector cementero.
más significativas emitidas a la atmósfera por las fábricas de cemento, para, en su caso, determinar los correspon-
De la revisión bibliográfica realizada, recopilando la legislación aplicable al sector cementero en temas de
dientes factores de emisión representativos del sector cementero.
emisiones y requisitos de información las sustancias más significativas son:
o Óxidos de nitrógeno (NOx) y otros compuestos de nitrógeno
o Dióxido de azufre (SO2) y otros compuestos de azufre
o Partículas, incluyendo partículas en suspensión totales (TSP), partículas finas, de diámetro
aerodinámico inferior a 10 micras (PM10) y también partículas de diámetro aerodinámico inferior a 2.5
micras PM2,5 (presentes en el Inventario Nacional de Emisiones).
o Carbono orgánico total (COT)
o Policlorodibenzodioxina y policlorodibenzofuranos (PCDD y PCDF)
o Fluoruro de hidrógeno (HF)
o Cloruro de hidrógeno (HCI)
o Monóxido de carbono (CO)
o Dióxido de carbono (CO2)
o Compuestos orgánicos volátiles no metánico (COVNM)
o Amoníaco (NH3)
o Policlorobifenilos (PCB)
o Antraceno
o Benceno
o Naftaleno
o Ftalato de bis (2-etilhexilo) (DEHP)

XIV
o Cianuro de hidrógeno (HCN)
Congreso Internacional de Energía
o Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
o Metales y sus compuestos: Arsénico (As), Cadmio (Cd), Cromo y Recursos
(Cr), CobreMinerales
(Cu), Mercurio (Hg), Níquel
De la revisión bibliográfica realizada, recopilando la legislación aplicable al sector cementero en temas de emisiones
y requisitos de información las sustancias más significativas son:

• Óxidos de nitrógeno (NOx) y otros compuestos de nitrógeno


• Dióxido de azufre (SO2) y otros compuestos de azufre
• Partículas, incluyendo partículas en suspensión totales (TSP), partículas finas, de diámetro aerodinámico in-
ferior a 10 micras (PM10) y también partículas de diámetro aerodinámico inferior a 2.5 micras PM2,5 (presentes
en el Inventario Nacional de Emisiones).
• Carbono orgánico total (COT)
• Policlorodibenzodioxina y policlorodibenzofuranos (PCDD y PCDF)
• Fluoruro de hidrógeno (HF)
• Cloruro de hidrógeno (HCI)
• Monóxido de carbono (CO)
• Dióxido de carbono (CO2)
• Compuestos orgánicos volátiles no metánico (COVNM)
• Amoníaco (NH3)
• Policlorobifenilos (PCB)
• Antraceno
• Benceno
• Naftaleno
• Ftalato de bis (2-etilhexilo) (DEHP)
• Cianuro de hidrógeno (HCN)
• Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
• Metales y sus compuestos: Arsénico (As), Cadmio (Cd), Cromo (Cr), Cobre (Cu), Mercurio (Hg), Níquel (Ni),
Plomo (Pb), Zinc (Zn), Talio (Tl), Antimonio (Sb), Cobalto (Co), Manganeso (Mn), Vanadio (V) y Selenio (Se).

En el caso del CO2 existe una legislación muy concreta y específica marcada fundamentalmente por la legislación de
gases de efecto invernadero por el cual se establece una metodología muy particular para el cálculo de las emisiones
generadas por dicho contaminante. Es este motivo por el cual el CO2 no se considerará en el análisis.

Tras la identificación de las principales sustancias contaminantes emitidas por las fábricas de cemento, se ha proce-
dido al diseño y elaboración de la metodología de análisis a partir de la cual poder determinar los factores de emisión
específicos para la producción de cemento y clínker, basados en datos reales de actividad de las fábricas que compo-
nen el parque de estudio, dotando al mismo de un gran nivel de representatividad y realismo. Los pasos posteriores
para el correcto desarrollo de la novedosa herramienta de cálculo quedan marcados a continuación:

1. Definición de la metodología estadística a calcular.


2. Establecimiento de la información básica a utilizar:

• Estudio de los métodos aplicables para el cálculo o estimación de emisiones


• Identificación de los requisitos de información
• Identificación de los datos de información o actividad necesarios procedente de las instalaciones industriales
dentro del marco de estudio

3. Recopilación de la información:

• Realización de cuestionarios, posteriormente presentados a las empresas, para la reportación de la informa-


ción por parte de las instalaciones.
• Diseño de modelos estadísticos y herramientas de procesamiento de datos
• Recepción de la información solicitada

4. Procesamiento y análisis de los datos


5. Cálculo de los factores de emisión y comparación con otros factores
Para el cálculo de los factores de emisión se ha dispuesto la siguiente información, proporcionada por las empresas:
Concentración media anual del contaminante cada horno (media móvil quinquenal), en mg/Nm3, calculada a partir
de la concentración del contaminante corregida al 10% de O2 y en base seca. Para todos aquellos contaminantes en

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los que la fábrica mide en continuo, la concentración media anual se ha obtenido a partir de los datos medidos con el
Sistema Automático de Medida (SAM). Para aquellos contaminantes que no se miden en continuo, se han utilizado
los informes de los análisis de las emisiones a la atmosfera realizados por organismos de control autorizados (OCA),
laboratorios acreditados y entidades de inspección acreditadas por ENAC.

Caudal anual de cada horno para ese periodo, en Nm3/ano corregido al 10% de O2 y en base seca.

Datos reales de producción de clinker por horno correspondientes a ese periodo de cada una de las empresas.

El universo de la muestra abarco el 100% la producción de clínker en España.

Tabla 1: Representatividad de la muestra


Media 2011 - 2015
Contaminante Nº Hornos % Represent
Polvo (PST) 54 100,0%
Amoniaco (NH3) 38 70,4%
Compuestos de Cloro (como HCl) 49 90,7%
Compuestos de Flúor (como HF) 49 90,7%
Dióxido de Azufre (SO2) 54 100,0%
Monóxido de Carbono (CO) 54 100,0%
Óxidos de nitrógeno (como NO2) 54 100,0%
Antimonio (Sb) 47 87,0%
Arsénico (As) 48 88,9%
Berilio (Be) 3 5,6%
Cadmio (Cd) 48 88,9%
Cobalto (Co) 46 85,2%
Cobre (Cu) 48 88,9%
Cromo (Cr) 48 88,9%
Estaño (Sn) 21 38,9%
Manganeso (Mn) 48 88,9%
Mercurio (Hg) 47 87,0%
Níquel (Ni) 48 88,9%
Plomo (Pb) 48 88,9%
Selenio (Se) 13 24,1%
Talio (Tl) 48 88,9%
Teluro (Te) 5 9,3%
Vanadio (V) 46 85,2%
Zinc (Zn) 31 57,4%
Benceno (C6H6) 29 53,7%
BTEX 7 13,0%
Compuestos Orgánicos Totales (COT) 46 85,2%
Dioxinas y Furanos (PCDD/F) 47 87,0%
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) 26 48,1%
Metano (CH4) 13 24,1%
Policlorobifenilos (PCBs) 25 46,3%
Antraceno 24 44,4%
HCN 25 46,3%
N2O 23 42,6%
Naftaleno 23 42,6%
NMVOC 23 42,6%
PM10 15 27,8%
Ftalato de Bis (2-etilhexilo) DEHP 24 44,4%

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y Recursos Minerales
HCN
Antraceno 25 46,3%
24 44,4%
N2O
HCN 23 42,6%
25 46,3%
Naftaleno
N2O 23 42,6%
23 42,6%
NMVOC
Naftaleno 23 42,6%
23 42,6%
PM10
NMVOC 15 27,8%
23 42,6%
Ftalato
PM10 de Bis (2-etilhexilo) DEHP 24 44,4%
15 27,8%
Ftalato de Bis (2-etilhexilo) DEHP 24 44,4%
ConCon
los datos recopilados,
los datos se diseñó
recopilados, una una
se diseñó herramienta estadística
herramienta que que
estadística permitiera realizar
permitiera el cálculo
realizar de los
el cálculo defactores
los
de emisión
factores(carga contaminante
de emisión media quinquenal
(carga contaminante sectorial, ponderadas
media quinquenal por la producción
sectorial, ponderadas de clínker,dey clínker,
por la producción tamaño de
Con para
muestra los datos recopilados, se mediante
diseñó una herramienta estadística que permitieraecuaciones:
realizar el cálculo de los
y tamañocada contaminante),
de muestra para cada la aplicación
contaminante), secuencial
mediante ladeaplicación
las siguientes
secuencial de las siguientes
factores de emisión (carga contaminante media quinquenal sectorial, ponderadas por la producción de clínker,
ecuaciones:
y tamaño
Ecuación nº 2:de muestra
Cálculo para
de la cada
carga contaminante),
contaminante mediante
específica porlahorno,
aplicación secuencial
contaminante de las siguientes
y año
ecuaciones:
ParaEcuación nº 2:
cada horno, contaminante y año:
Cálculo de la carga contaminante específica por horno, contaminante y año
Para cada horno, contaminante y año:
Ecuación nº 2: Cálculo de la carga contaminante específica por horno, contaminante y año
Para cada horno, contaminante y año:
𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑝𝑝𝑝𝑝𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ∶
𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑝𝑝𝑝𝑝𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 −6𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ∶
𝐶𝐶𝐶𝐶𝑐𝑐𝑐𝑐𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ 𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ 10
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) =
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐
𝐶𝐶𝐶𝐶𝑐𝑐𝑐𝑐 10−6
𝑄𝑄𝑄𝑄𝑐𝑐𝑐𝑐𝑥𝑥𝑥𝑥 𝑐𝑐𝑐𝑐,∗ 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) =
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
Considerando:
FE horno i, año x = Carga contaminante específica o factor de emisión del horno i para el año x (en kg de
Considerando:
contaminante/t de clínker).
FE i, año x = Carga contaminante específica o factor de emisión del horno i para el año x (en kg de
Ci xhorno = Concentración media del contaminante en el horno i en el año x, en mg/Nm3, calculada a partir
contaminante/t de clínker).
de la concentración del contaminante corregida al 10% de O2 y en base seca, incluida en la base de
Ci x = Concentración media del contaminante en el horno i en el año x, en mg/Nm3, calculada a partir
datos de Oficemen.
de la concentración del contaminante corregida al 10% de O2 y en base seca, incluida en la base de
𝑸𝑸𝑸𝑸𝒄𝒄𝒄𝒄𝒙𝒙𝒙𝒙 = caudal anual del horno i en el año x, en Nm3/año corregido al 10% de O2 y en base seca,
datos de Oficemen.
incluido en la base de datos de Oficemen.
𝑸𝑸𝑸𝑸𝒄𝒄𝒄𝒄𝒙𝒙𝒙𝒙 = caudal anual del horno i en el año x, en Nm3/año corregido al 10% de O2 y en base seca,
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = producción de clínker del horno i en el año x, en t clínker/año.
incluido en la base de datos de Oficemen.
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = producción de clínker del horno i en el año x, en t clínker/año.
Ecuación nº 3: Cálculo de la carga contaminante específica por fábrica, contaminante y año
Ecuación nº 3: Cálculo de la carga contaminante específica por fábrica, contaminante y año
Para cada fábrica, contaminante y año:
ParaEcuación
cada fábrica, nº 3:contaminante Cálculo de lay carga año: contaminante específica por fábrica, contaminante y año
Para cada fábrica, contaminante y año:
𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑝𝑝𝑝𝑝𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:
𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑓𝑓𝑓𝑓 𝑝𝑝𝑝𝑝𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) = ∑ 𝑐𝑐𝑐𝑐 (𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 ∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘
1 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐
𝑥𝑥𝑥𝑥 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )𝑐𝑐𝑐𝑐,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
𝑐𝑐𝑐𝑐, ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) = ∑
1 ∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 ℎ𝑐𝑐𝑐𝑐𝑜𝑜𝑜𝑜𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
Considerando:
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝒇𝒇𝒇𝒇á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica o factor de emisión de la fábrica f en el año x, (en
Considerando:
kg
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 de contaminante/t clínker).
𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica o factor de emisión de la fábrica f en el año x, (en
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝒇𝒇𝒇𝒇á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 = Carga contaminante específica del horno i para el año x (en kg de contaminante/t
kg 𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄
de contaminante/t 𝒄𝒄𝒄𝒄,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙
clínker).
clínker).
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica del horno i para el año x (en kg de contaminante/t
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Producción de clínker del horno i en el año x (en t clínker/año)
clínker).
𝒄𝒄𝒄𝒄 = número de hornos existentes en la fábrica “f” en el año x.
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝒉𝒉𝒉𝒉𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Producción de clínker del horno i en el año x (en t clínker/año)
𝒄𝒄𝒄𝒄 = número de hornos existentes en la fábrica “f” en el año x.

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Ecuación nº 4: Cálculo de la carga contaminante específica por media del sector por contaminante y
Ecuación
Ecuación
año nº 4:nºCálculo
4: Cálculo
de ladecarga
la carga contaminante
contaminante específica
específica por media
por media del sector
del sector por contaminante
por contaminante y añoy
año
ParaPara
cadacada
contaminante y año:
contaminante y año:
Para cada contaminante y año:

𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:


𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:
𝑓𝑓𝑓𝑓 (𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) = ∑ 𝑓𝑓𝑓𝑓 (𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜
∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑐𝑐𝑐𝑐á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓, 𝑓𝑓𝑓𝑓á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜
𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓,𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
(𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ) = ∑ 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
1 ∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑐𝑐𝑐𝑐á𝑏𝑏𝑏𝑏𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜𝑜 𝑓𝑓𝑓𝑓, 𝑐𝑐𝑐𝑐ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
1
Considerando:
Considerando:
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica o factor de emisión del sector en el año x (en kg de
= Carga contaminante específica o factor de emisión del sector en el año x (en kg de
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 clínker).
contaminante/t
contaminante/t
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 clínker).
𝒇𝒇𝒇𝒇á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica o factor de emisión de la fábrica f en el año x (en kg
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 𝒇𝒇𝒇𝒇á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga
de contaminante/t contaminante específica o factor de emisión de la fábrica f en el año x (en kg
clínker).
de contaminante/t
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷 𝒇𝒇𝒇𝒇𝒄𝒄𝒄𝒄á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇, 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = clínker).
producción de clínker de la fábrica f en el año x (en t clínker/año).
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷= 𝒇𝒇𝒇𝒇𝒄𝒄𝒄𝒄á𝒃𝒃𝒃𝒃𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉
𝒇𝒇𝒇𝒇 número 𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉𝒉 𝒇𝒇𝒇𝒇, de 𝒙𝒙𝒙𝒙 = producción
𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄fábricas de x.
en el año clínker de la fábrica f en el año x (en t clínker/año).
𝒇𝒇𝒇𝒇 = número de fábricas en el año x.
Ecuación
Ecuación nº 5:nº Cálculo 5: Cálculo de la carga de lacontaminante
carga contaminante
específicaespecífica media quinquenal
media quinquenal del sector pordelcontaminante
sector por (al
Ecuación
contaminante nº 5:(al Cálculo
año
año x se le asigna la correspondiente al periodo x-4 a x) x se de
le la carga
asigna la contaminante
correspondiente específica
al periodo media
x-4 a x) quinquenal del sector por
contaminante
Para cada contaminante
Para cada contaminante y quinquenio: (al año x se
y le asigna
quinquenio: la correspondiente al periodo x-4 a x)
Para cada contaminante y quinquenio:

𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑞𝑞𝑞𝑞𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑞𝑞𝑞𝑞𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:
𝐹𝐹𝐹𝐹𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑒𝑒𝑒𝑒𝑐𝑐𝑐𝑐ó𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑞𝑞𝑞𝑞𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑞𝑞𝑞𝑞𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥:
𝑥𝑥𝑥𝑥 (𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘
�𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝑄𝑄𝑄𝑄 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 � = ∑ 𝑥𝑥𝑥𝑥 (𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 ∗ 𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒,𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒,𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒,𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )
𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥
�𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝐹𝑄𝑄𝑄𝑄 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 � = ∑ 1
1 ∑ (𝑃𝑃𝑃𝑃𝑘𝑘𝑘𝑘 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒,𝐶𝐶𝐶𝐶ñ𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑥𝑥𝑥𝑥 )

Considerando:
Considerando:
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑸𝑸𝑸𝑸 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Carga contaminante específica o factor de emisión quinquenal (media móvil) del
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑸𝑸𝑸𝑸
sector𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄
en el año 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 =
x, Carga
(en kg contaminante
de contaminante/t específica o factor de emisión quinquenal (media móvil) del
clínker).
sector en el𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 año 𝒙𝒙𝒙𝒙 = x, (en
Carga kg de contaminante/t
contaminante clínker).
específica o factor de emisión del sector en el año x (en kg de
= Carga contaminante específica o factor de emisión del sector en el año x (en kg de
𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭𝑭 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 clínker).
contaminante/t
contaminante/t
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷 clínker).
𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Producción de clínker del sector en el año x, (en t clínker/año).
𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷𝑷 𝒔𝒔𝒔𝒔𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄𝒄,𝒄𝒄𝒄𝒄ñ𝒄𝒄𝒄𝒄 𝒙𝒙𝒙𝒙 = Producción de clínker del sector en el año x, (en t clínker/año).
En cuanto a los métodos de medida resulta imprescindible tener conocimiento de sus limitaciones respecto a
En
En cuantocuanto
la concentración
a los a los métodos métodos
más baja dede medida
que
medida pueden resulta imprescindible
detectar.
resulta tener
Debido a tener
imprescindible ello conocimiento
enconocimiento delos
la mayoría dede sus limitaciones
casos
sus respecto
se diferencia
limitaciones entre
respecto aa la
la concentración
límite de detección más (LOD) baja yque
límitepueden
de detectar.
cuantificación Debido
concentración más baja que pueden detectar. Debido a ello en la mayoría de los casos se diferencia entre límite de (LOQ).a ello en la mayoría de los casos se diferencia entre
límite
Límitede dedetección
detección (LOD) y La límite de cuantificación (LOQ). de un compuesto
detección (LOD) y límite(LOD): de cuantificación cantidad más baja detectable
(LOQ).
Límite de cuantificación
detección (LOD): La cantidad más baja detectable
(LOQ): La cantidad más baja cuantificable de un decompuesto
un compuesto
Límite
En de cuantificación
general, es una buena (LOQ):
práctica La utilizar
cantidad unmás
métodobajadecuantificable
medida conde unun compuesto
límite de detección inferior al 10% del
Límite de detección (LOD): La cantidad más baja detectable de un compuesto
En general,
valor límite de es emisión una buena práctica utilizar
establecido para elun método de medida con un límite de detección inferior al 10% del
proceso.
valor
El límitede
límite de emisión cuantificación establecido para el proceso.
(la cantidad más baja cuantificable de un compuesto) normalmente es
Límite
El de cuantificación
límite de cuantificación (LOQ): La(la cantidad
cantidadmásmás baja cuantificable
baja de un compuesto
significativamente mayor que el límite de detección, del cuantificable
orden de 2 a 4de un compuesto) normalmente es
veces.
significativamente
El ‘Documento de mayor referencia quede el límite de detección,
los Principios del orden
Generales de 2 a 4 veces.
de Monitorización’ propone las siguientes opciones
En general,
El
para es unade
‘Documento
el tratamiento buena referencia
de los práctica deutilizar
valores los un método
Principios
por debajo de medida
Generales
del límite dede con un límite de
Monitorización’
detección: detección
propone las inferior al 10%
siguientes del valor
opciones
límite de el
para emisión
tratamiento establecido de los para
valoresel proceso.
por debajo del límite
• Usar en los cálculos el valor del límite de detección. Esta opción tiende a sobreestimar los resultados.de detección:
• Usar en los cálculos el la valor
mitaddeldellímite
límitede dedetección.
detección Esta opción
(u otra tiende
fracción a sobreestimar
predefinida). Este los resultados.
método puede
El límite de cuantificación
• Usar
tanto en
sobreestimar los cálculos (la cantidadla mitad
como másdelbaja
subestimarlímite cuantificable
el de detección
resultado. de(uun compuesto)
otra normalmente
fracción predefinida). es método
Este significativamente
puede
mayor que• el tanto
Usar límite sobreestimar
en delosdetección,
cálculoscomo eldel orden deEste
subestimar
valor cero. 2 ael4método
veces. tiende a subestimar el resultado.
resultado.
• Usar la ensiguiente los cálculos el valor cero. Este método tiende a subestimar el resultado.
ecuación:
• Usar la siguiente ecuación:

Valor a utilizar = (100% - A) * LD


Valor a utilizar = (100% - A) * LD

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y Recursos Minerales
En cuanto a los métodos de medida resulta imprescindible tener conocimiento de sus limitaciones respecto a
la concentración más baja que pueden detectar. Debido a ello en la mayoría de los casos se diferencia entre
límite de detección (LOD) y límite de cuantificación (LOQ).
Límite de detección (LOD): La cantidad más baja detectable de un compuesto
Límite de cuantificación (LOQ): La cantidad más baja cuantificable de un compuesto
En general, es una buena práctica utilizar un método de medida con un límite de detección inferior al 10% del
valor límite de emisión establecido para el proceso.
El límite de cuantificación (la cantidad más baja cuantificable de un compuesto) normalmente es
El ‘Documento de referencia
significativamente mayor dequelos
el Principios Generalesdel
límite de detección, deorden
Monitorización’ propone las siguientes opciones para el
de 2 a 4 veces.
tratamiento de los valores
El ‘Documento por debajo
de referencia de losdelPrincipios
límite de Generales
detección: de Monitorización’ propone las siguientes opciones
para el tratamiento de los valores por debajo del límite de detección:
• Usar en los
• Usar encálculos el valor
los cálculos del límite
el valor de detección.
del límite EstaEsta
de detección. opción tiende
opción a sobreestimar
tiende los resultados.
a sobreestimar los resultados.
• Usar en los
• Usar encálculos la mitad
los cálculos del del
la mitad límite de detección
límite de detección(u otra fracción
(u otra fracciónpredefinida). Este
predefinida). método
Este métodopuede
puedetanto
sobreestimar como subestimar
tanto sobreestimar el resultado.
como subestimar el resultado.
• Usar en los
• Usar encálculos el valor
los cálculos cero.cero.
el valor Este Este
método tiende
método a subestimar
tiende el resultado.
a subestimar el resultado.
• Usar la siguiente
• Usar ecuación:
la siguiente ecuación:

Valor a utilizar = (100% - A) * LD

En donde:
LD = límite de detección del parámetro medido.

A = porcentaje de las muestras medidas con resultados inferiores a LD.

El cálculo de los factores de emisión propios del sector cementero en este trabajo se ha realizado utilizando la última
opción. Además, en aquellos casos en los que para un mismo contaminante se dispone de varias mediciones y en
algunas de ellas los valores obtenidos están por debajo del límite de detección no siendo este el mismo en todas las
mediciones, se ha propuesto seguir la siguiente metodología:

Para cada una de las muestras, el valor a utilizar será:

Cuando el valor proporcionado por el laboratorio se encuentra por debajo del límite de detección, esta metodología
propone utilizar la formula en cada una de las muestras:

‘Valor a utilizar = (100% - A) * LD’

El valor de ‘A’ para cada muestra será el porcentaje de muestras disponibles que se encuentran por debajo del límite
de detección que el laboratorio que ha realizado las mediciones haya proporcionado para dicha muestra.

Cuando el valor proporcionado por el laboratorio se encuentre por encima del límite de detección, esta metodología
propone utilizar dicho valor directamente.

El valor medio que se asigna al contaminante es:

Cero (0) cuando el valor medio de los valores a utilizar en cada muestra es inferior al menor límite de detección que
ha proporcionado el laboratorio.

El valor medio de los valores estimados, cuando este valor es superior o igual al menor límite de detección propor-
cionado por el laboratorio.

El menor límite de detección será aquel con un valor más bajo de entre los proporcionados por el laboratorio para
todas las muestras.

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3. RESULTADOS OBTENIDOS
A partir de todos los datos disponibles para cada uno de los contaminantes seleccionados y tras la aplicación de la
metodología anteriormente desarrollada, se obtienen los factores de emisión atmosféricos propios de cada sustancia,
a excepción del caso del dióxido de carbono (CO2), donde se debe utilizar el método establecido por la legislación
vigente para el cálculo de las emisiones de este contaminante en el marco del comercio de emisiones de gases de
efecto invernadero:

Factor De Emisión
Contaminante
(Kg/T Clínker)
Monóxido de Carbono (CO) 2,108
Óxidos de Nitrógeno (NOx – Como NO2) 1,79
Óxido Nitroso (N2O) 0,00473
Amoniaco (NH3) 0,029
Óxidos De Azufre (SOx – como SO2) 0,137
Cloro y Compuestos Inorgánicos (HCl) 0,0046
Flúor y Compuestos Inorgánicos (HF) 0,000416
Arsénico y Compuestos (As) 5,8 · 10-6
Cadmio y Compuestos (Cd) 4,38 · 10-6
Cromo y Compuestos (Cr) 3,17 · 10-5
Cobre y Compuestos (Cu) 3,22 · 10-5
Níquel y Compuestos (Ni) 2,79 · 10-5
Plomo y Compuestos (Pb) 4,33 · 10-5
Talio y Compuestos (Tl) 1,43 · 10-5
Antimonio y Compuestos (Sb) 7,66 · 10-6
Cobalto y Compuestos (Co) 4,95 · 10-6
Vanadio y Compuestos (V) 5,97 · 10-6
Manganeso y Compuestos (Mn) 2,68 · 10-5
Selenio y Compuestos (Se) 1,82 · 10-5
Mercurio y sus Compuestos (Hg) 2,05 · 10-5
Zinc y sus Compuestos (Zn) 1,22 · 10-4
Partículas Totales en Suspensión (PST) 0,025
Partículas PM10 0,009
Compuestos Orgánicos Volátiles Distintos del Metano (COVNM) 0,0175
Antraceno 1,44 · 10-6
Benceno 0,00192
Naftaleno 4,80 · 10-5
Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP) 1,26 · 10-5
Dioxinas y Furanos (PCDD y PCDF) 2,73· 10-5
Policlorobifenilos (PCB) 2,48 · 10-9
Di-Etil-Hexil-Ftalato (DEHP) 3,81 · 10-6
Cianuro de Hidrógeno (HCN) 1,42 · 10-4
Carbono Orgánico Total (COT, Como C total) 0,0431
Metano (CH4) 0,0029

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y Recursos Minerales
4. CONCLUSIÓN
El sector cementero detectó que los factores de emisión bibliográficos utilizados tradicionalmente en los inventarios
nacionales, europeos y de protocolos internacionales, no se ajustaban a las técnicas actualmente implementadas en
las fábricas y a los problemas ambientales existentes. Existía así una necesidad de desarrollar factores de emisión
propios sectoriales, con los que se consiguiera que las emisiones calculadas fueran más ajustadas a cada una de las
fábricas y que hicieran los resultados comparables entre ellas

Para ello, tras la selección de los contaminantes emitidos a la atmósfera por los hornos de clínker más significativos,
se diseñó la metodología de cálculo de los factores de emisión. Para la recogida de información (concentración media
anual del contaminante y caudal de cada horno, así como producción de clínker) se distribuyó un cuestionario entre
todas las empresas. El tratamiento de la información y el cálculo de los factores de emisión (carga contaminante me-
dia quinquenal sectorial) se realizó mediante una herramienta estadística desarrollada específicamente en base a la
metodología propia desarrollada.

Los resultados obtenidos a partir del método descrito anteriormente proporcionan un registro más preciso de las
emisiones de la industria cementera en comparación con los factores de emisión teóricos obtenidos en distintas pu-
blicaciones. Esto se debe fundamentalmente a las diferencias presentes a la hora de la toma de los datos de partida
ya que los datos considerados para este análisis se basan en condiciones reales de operación registradas durante un
número suficiente de años en plantas que cuentan con tecnologías incluidas en el listado de mejores técnicas disponi-
bles. A su vez, también presentan un avance respecto a los factores existentes con anterioridad ya que estos factores
obtenidos se pueden actualizar anualmente, en base a la información más reciente disponible de las instalaciones
(utilizando la media móvil de 5 años, siguiendo la metodología propuesta), mientras que por el contrario los factores
teóricos se mantienen estáticos a pesar del paso de los años y de las innovaciones introducidas en la industria ce-
mentera. Por lo tanto, al determinar la carga contaminante anual correspondiente, la actuación ambiental real realiza-
da por las instalaciones se reflejará adecuadamente, ya que todas las técnicas medioambientales desarrolladas en
términos de reducción y control de emisiones al aire se toman en cuenta desde el inicio de su implementación. Con
todo ello se puede afirmar que, dicha metodología permite obtener datos más realistas sobre las emisiones contami-
nantes causadas por la industria del cemento y clínker.

Con la elaboración de este trabajo el sector cementero dispone de una herramienta consistente por su metodología y
representativa por la muestra temporal y de instalaciones para armonizar criterios en cuanto a metodología de medi-
ción y de factores de emisión atmosféricos sectoriales tanto a nivel nacional como internacional.

La metodología ha sido validada por las autoridades competentes españolas y se utiliza oficialmente en los reportes
sectoriales a los distintos Inventarios y Registros atmosféricos nacionales y europeos. Los factores de emisión pueden
ser utilizados a nivel internacional en países donde su parque cementero sea tecnológicamente análogo al español.

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5. BIBLIOGRAFÍA
• Amec Foster Wheeler Environment & Infrastructure UK Ltd. (2016). Assessment and Sumary of Member States
implementation reports for the IED, IPPCD, SED and WID para la Comisión Europea.
• Canales Canales, C., Giménez Pérez, O., Avellaneda Bargués, A., Monfá Obach, E., Silva Segovia, S., Mora Peris,
P., Romay Díaz, M., Serra Biarnés, M.A. (2004). Guía de Mejores Técnicas Disponibles en España de Fabricación
de Cemento. Ministerio de Medio Ambiente. Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental. ISBN: 84-8320-
264-6.
• Comisión Europea. (2013). Decisión de ejecución de la comisión 2013/163/UE de 26 de marzo de 2013 por la que
se establecen las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles (MTD) para la fabricación de cemento, cal y
óxido de magnesio conforme a la Directiva 2010/75/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre las emisiones
industriales. DOUE nº L100/1, de 9 de abril de 2013.
• Comisión Europea. (2007). Decisión 2007/589/CE de la Comisión, de 18 de julio de 2007, por la que se establecen
directrices para el seguimiento y la notificación de las emisiones de gases de efecto invernadero de conformidad
con la Directiva 2003/87/CE. DOUE nº L229/1, de 31 de agosto de 2007.
• Comisión Europea. Dirección General de Medio Ambiente. (2006) Guía para la implantación del E-PRTR.
• European Environment Agency. (2013) “EMEP/EEA air pollutant emission inventory guidebook 2013”. “Manufactu-
ring industries and construction (combustion)” and “Cement production”.
• Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. (2012). “Inventario de emisiones a la atmósfera de Es-
paña. Directiva Techos: Sumario de resultados. Edición correspondiente a la serie 1990-2011”.
• Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. (2013). “Inventario de emisiones de España. Comunica-
ción a la Secretaría del Convenio de Ginebra y al Programa EMEP”.
• Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. (2011). “Inventarios Nacionales de Emisiones a la Atmósfera
1990-2009. Documento resumen”.
• Ruiz M. Luisa et al., 2005. Estudio y resultados de la Participación del Sector Cementero Español en el Inventario
Nacional de. Dioxinas y Furanos (2000-2003). CIEMAT.
• Schorch, F., Kourti, I., Scalet, B., Roudier, S. Y Delgado Sancho, L. (2013). “(BAT) Reference Document for the
production of Cement, Lime and Magnesium Oxide” (documento BREF del cemento, cal y óxidos de magnesio).
doi:10.2788/12850.
• United States Environmental Protection Agency. (1995). “AP-42 Compilation of Air Pollutant Emisión Factors, Chap-
ter 11.6 Portland Cement Manufacturing”.
• United States Environmental Protection Agency (EPA). (1998). “Locating and Estimating Air Emissions from Sources
of Polycyclic Organic Matter, chapter 4.8 – Portland Cement Manufacturing”. L&E (Locating and Estimating).
• Verein Deutscher Zementwerke (VDZ). (2010). “Environmental Data of the German Cement Industry 2010”.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
355
DESARROLLO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS DE RIESGOS
AMBIENTALES EN FÁBRICAS DE CEMENTO Y SU HERRAMIENTA
INFORMÁTICA ASOCIADA.
Mora Peris, Pedroa, Romay Díaz, Marinab, Quirós Rodríguez, Martac
a ETSI Minas y Energía UPM, C/ Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: pedro.mora@upm.es; b Agrupación de
fabricantes de cemento de España (OFICEMEN), C/ José Abascal, 53, 28003 Madrid, correo-e: mromay@oficemen.
com; c ETSI Minas y Energía UPM, C/ Ríos Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: 22marta9@gmail.com

RESUMEN: Se plantea un proyecto para desarrollar una metodología sectorial para abordar los análisis de riesgos
medioambientales con el objetivo de que todos los operadores de las fábricas de cemento dispongan de una me-
todología simplificada y ordenada para realizar Análisis de Riesgos Ambientales (ARA), así como una herramienta
informática que permita una mejor gestión del riesgo ambiental.

La metodología cubre específicamente los riesgos de las instalaciones en las fases de operación o explotación. El
tipo de riesgos analizados para dichas fases, parte de la identificación de peligros según el esquema propuesto por
la UNE 150008:2008.

Tras un análisis preliminar del sector se realizó una propuesta de Modelo Conceptual y una definición de fábrica tipo
con la que se pudieron determinar los aspectos más relevantes de una fábrica de cemento.

Como resultado de esta primera tarea, se realizó un Modelo Conceptual, en el cual se especificaban Escenarios Cau-
sales y Escenarios de Consecuencias de cada fábrica.

A partir de ahí se determinan una serie de Sucesos Iniciadores Propuestos y peligros que puedan crear daños al
medioambiente, considerando que un suceso iniciador es un suceso genérico de pérdida de contención de producto
u otro agente causante de daño asociados a una zona o equipo.

Tras un proceso de descarte o cribado, se llega a la identificación de las causas y los peligros más representativos
del sector, y la propuesta de sucesos iniciadores que servirán para seleccionar los Sucesos Iniciadores Tipo (SIT) en
la siguiente fase.

Para realizar la definición de escenarios se llevó a cabo un análisis de la secuencia de eventos o alternativas posibles
que, a partir de la ocurrencia del SIC, pueden dar lugar a distintos escenarios accidentales (EA), sobre los que poste-
riormente se estimarán las consecuencias o daños que se pueden producir en los receptores identificados.

Se desarrolló un protocolo para la metodología seguida para definir la probabilidad del escenario accidental que se
basa en el desarrollo de árboles que determinan las causas del SIC (árboles de fallos) y de árboles que determinan
cómo puede evolucionar el evento desde que tiene lugar el SIC hasta que se desencadena/n el/los escenario/s acci-
dental/es final/es (árboles de sucesos), lo que se conoce como Análisis de Causas y Consecuencias (ACC).

La herramienta informática recoge todos los datos de entrada de los Escenarios Accidentales más relevantes del
sector y, mediante un motor de cálculo de las unidades biofísicas afectadas por los escenarios, y una conexión con
el Servicio MORA del Ministerio de Medio Ambiente, ofrece una valoración de la garantía financiera mínima requeri-
da seleccionando los escenarios de menor coste asociado que agrupen el 95 por ciento del riesgo total, y establece
como propuesta el valor del daño ambiental más alto entre los escenarios accidentales seleccionados.

Se trata de una metodología que permite llevar a cabo una evaluación de los riesgos ambientales de cualquier insta-
lación que pertenezca a este sector de actividad, con base en la casuística general del mismo.

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El resultado de la aplicación de la metodología propuesta proporciona al operador las bases y la información ne-
cesaria (probabilidad de ocurrencia frente a gravedad de las consecuencias) para implantar o mejorar las medidas
necesarias para la gestión de los riesgos ambientales derivados de su instalación.

PALABRAS CLAVE: Análisis de riesgos ambientales, metodología simplificada, fábrica de cemento, sucesos inicia-
dores.

OBJETIVO
Se plantea un proyecto para desarrollar una metodología sectorial para abordar los análisis de riesgos medioambien-
tales con el objetivo de que todos los operadores de las fábricas de cemento dispongan de una metodología simpli-
ficada y ordenada para realizar Análisis de Riesgos Ambientales (ARA), así como una herramienta informática que
permita una mejor gestión del riesgo ambiental.

Esta comunicación, se centrará en los aspectos que describen el esta metodología para las fábricas de cemento y en
las potencialidades de la herramienta informática, incluyendo, al final de la misma, un ejemplo de Análisis de Riesgos
Ambientales de una fábrica tipo.

1. METODOLOGIA DESARROLLADA PARA EL ANÁLISIS DE RIESGOS AMBIENTALES DE LAS FÁBRI-


CAS DE CEMENTO
La metodología cubre específicamente los riesgos de las instalaciones en las fases de operación o explotación. El
tipo de riesgos analizados para dichas fases, parte de la identificación de peligros según el esquema propuesto por la
UNE 150008:2008. Se centra en los principales aspectos ambientales obeto de la normativa:

• Emisiones a la atmósfera y el consumo de energía.


• El almacenamiento y la manipulación de combustibles (gasoil, fuel oil o combustibles alternativos) son una
fuente potencial de contaminación del suelo y de las aguas subterráneas.

1.1. DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO TERRITORIAL


En esta sección se describe una metodología de trabajo para el establecimiento del Estado Básico Ambiental (EBA)
del entorno de cualquier instalación del sector, de cara a que posteriormente sea utilizado por las instalaciones par-
ticulares en el desarrollo de sus Análisis de Riesgos Ambientales (ARAs) correspondientes, definido como “cualquier
daño medioambiental que produzca efectos adversos significativos” en: las aguas, el suelo, la ribera del mar y de las
rías, las especies de flora y fauna silvestres y el hábitat de especies silvestres autóctonas.

Por “estado básico” se entiende: aquél en que, de no haberse producido el daño medioambiental, se habrían hallado
los recursos naturales y los servicios de recursos naturales en el momento en que sufrieron el daño, considerado a
partir de la mejor información disponible.

Por lo tanto, la determinación o establecimiento del EBA de una instalación consistirá en definir mediante indicadores
cualitativos y, preferiblemente cuantitativos, las cualidades ambientales de su entorno potencialmente afectable en lo
que respecta al suelo, las aguas (superficial, subterránea o costera), especies silvestres y hábitat.

Debe delimitarse explícitamente el alcance de la diagnosis del entorno, justificándolo al menos según el ámbito
geográfico de las instalaciones o procesos y la postulación de los sucesos iniciadores. A priori, sobre la base del
conocimiento del equipo de trabajo en aspectos ambientales del sector, el radio de estudio será de 10Km. en aguas
superficiales, costeras y de transición; 2,5Km en aguas subterráneas y 5Km. en atmósfera.

Para la determinación del EBA será necesario identificar, caracterizar y determinar la capacidad de acogida de los
recursos naturales susceptibles de verse afectados por la materialización de un riesgo. Durante esta determinación
se han de llevar a cabo:

• Recopilación de información disponible de la instalación: Estudio de Impacto Ambiental, Informe preliminar


de suelos, estudios geotécnicos, caracterizaciones de calidad de suelos, planos cartográficos y fotos aéreas.
• Recopilación de información de bases de datos públicas: cartografías temáticas, relación de especies sil-
vestres protegidas, mapas geológicos e hidrogeológicos.

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• Estudio del medio: Climatología y calidad del aire, geografía, geología, hidrogeología, hidrología, especies
silvestres y hábitat.

• Determinación del EBA: Definición de las cualidades ambientales del entorno potencialmente afectable por
lo que respecta al suelo, las aguas (superficial y subterránea), ribera del mar y las rías, especies silvestres y
hábitat, determinación del estado de calidad ambiental mediante indicadores cualitativos y, preferiblemente,
cuantitativos como: número de individuos, densidad o extensión de su presencia, capacidad de regeneración
de poblaciones.

1.2. ESQUEMA METODOLÓGICO PARA EL ANÁLISIS DE RIESGOS


Tras un análisis preliminar del sector se realizó una propuesta de Modelo Conceptual y una definición de fábrica tipo
con la que se pudieron determinar los aspectos más relevantes de una fábrica de cemento.

• Condiciones habituales de funcionamiento sobre las que se lleva a cabo el análisis de la información y los
supuestos de accidentes.
• Identificación preliminar de peligros y sus posibles causas: se identificaron las posibles fuentes de peligro
relacionados principalmente con las sustancias utilizadas, las condiciones y actividades de almacenamiento,
procesamiento y eliminación, y con las fuentes de energía que se utilizan. Se valoraron también otras fuentes
de peligro que puedan estar relacionadas con el factor humano, con la propia actividad o con elementos exter-
nos a la instalación como los aspectos naturales.
• Identificación preliminar de posibles sucesos iniciadores e identificación de factores condicionantes. De ma-
nera transversal a la identificación preliminar de peligros, se llevó a cabo una definición preliminar de posibles
sucesos iniciadores de accidente.
• Situaciones anteriores de peligro o accidente.
• Información del entorno de las instalaciones.

Como resultado de esta primera tarea, se realizó un Modelo Conceptual, en el cual se especificaban Escenarios Cau-
sales y Escenarios de Consecuencias de cada fábrica.

A partir de ahí se determinan una serie de Sucesos Iniciadores Propuestos y peligros que puedan crear daños al
medioambiente, considerando que un suceso iniciador es un suceso genérico de pérdida de contención de producto
u otro agente causante de daño asociados a una zona o equipo.

Tras un proceso de descarte o cribado, se llega a la identificación de las causas y los peligros más representativos
del sector, y la propuesta de sucesos iniciadores que servirán para seleccionar los Sucesos Iniciadores Tipo (SIT) en
la siguiente fase.

Esquema metodológico
i) identificación de causas y peligros;
ii) identificación de Sucesos Iniciadores Propuestos (SIP), sobre los que se lleva a cabo una preselección | descarte
y posterior cribado para;
iii) seleccionar los Sucesos Iniciadores Tipo o comunes a todo el sector (SIT) y finalmente definir una serie de Suce-
sos Iniciadores Concretos (SIC);
iv) definir los Escenarios Accidentales (EA);
v) desarrollar los árboles de causas y consecuencias (ACC) y definir la probabilidad de ocurrencia de los SIC;
Además, se han desarrollado protocolos para:
vi) asignar la probabilidad de ocurrencia de los Sucesos Iniciadores Concretos (SIC) y Escenarios Accidentales (EA)
y
vii) cuantificar y evaluar la significatividad del daño.

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Integración de la información y programación de Herramienta Informática.

En la Figura 1, se resume el esquema general empleado para el desarrollo de esta metodología, que es además el
esquema propuesto a emplear en cada instalación particular para la realización de los ARAs.

El resultado se ha implementado en una herramienta informática, denominada ARACEA (Análisis de Riesgos Am-
bientales en el sector del cemento y áridos) que permite cuantificar el riesgo asociado a diferentes escenarios acci-
dentales.

Figura 1. Metodología para la elaboración de los Análisis de Riesgos Ambientales

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2. DETALLES DE LA METODOLOGÍA PROPUESTA
2.1. SELECCIÓN DE SUCESOS INICIADORES
Los Sucesos Iniciadores Propuestos tras el estudio citado anteriormente eran 27 (Siendo PC: pérdida de carga y VFE:
vertido fuera de especificaciones).

SIP 1. PC de agua amoniacada/urea en tanque aéreo.


SIP 2. PC de aditivo sólido desde el parque de almacenamiento (sulfato ferroso).
SIP 3. PC de materia prima secundaria (corrector de hierro).
SIP 4. PC en tanque de almacenamiento de combustible líquido de sustitución.
SIP 5. PC de combustible desde tanque de almacenamiento subterráneo (gasoil).
SIP 6. Incendio en nave de almacenamiento de combustible fósil sólido bruto.
SIP 7. Incendio en nave de almacenamiento de combustible sólido de sustitución.
SIP 8. Explosión/incendio en tanques de almacenamiento superficial de combustible fósil líquido.
SIP 9. Explosión/incendio en parque de almacenamiento de combustible líquido de sustitución.
SIP 10. Incendio en molino de carbón/coque por ser ATEX.
SIP 11. Incendio en silo de carbón/coque por ser ATEX.
SIP 12. Incendio en filtros del molino de carbón/coque por ser ATEX.
SIP 13. PC de combustible (fueloil) en tubería.
SIP 14. PC de combustible líquido de sustitución en tubería aérea.
SIP 15. PC durante los procesos de carga/descarga de combustible fósil líquido.
SIP 16. PC durante carga/descarga de combustible líquido de sustitución.
SIP 17. PC de aceite hidráulico en camiones.
SIP 18. PC en los procesos de descarga de combustible en el puerto.
SIP 19. PC de aditivo líquido en transporte.
SIP 20. PC de aditivo sólido en procesos de carga/descarga.
SIP 21. PC en procesos de carga/descarga de agua amoniacada/urea.
SIP 22. PC durante los procesos de carga/descarga de aditivos de molienda líquidos.
SIP 23. Emisión de compuestos microcontaminantes (MP, COT, dioxinas, furanos) por introducción de materias pri-
mas o combustibles no adecuados.
SIP 24. VFE en cuanto a temperatura (aguas de refrigeración).
SIP 25. VFE en cuanto a plantas de ósmosis inversa en desaladoras.
SIP 26. Emisión de NOx/NH3 fuera de especificaciones.
SIP 27. Emisión sin depuración a la atmósfera de partículas.

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Para facilitar el cribado se recomienda llevar a cabo una valoración cualitativa en cuanto a probabilidad de ocurrencia
y consecuencias de cada uno de los SIP (ver Tabla 2).

Tabla 1. Criterios para valoración cualitativa de probabilidad y consecuencias


PROBABILIDAD (Fuente: TNO)
Casi Seguro (A) Muy probable (B) Probable (C) Poco probable (D) Raro (E)
El incidente puede ocu- El incidente ocurre varias Ha ocurrido este Ha ocurrido en la in- Altamente improbable
rrir varias veces al veces al año en el sector. tipo de incidente dustria pero es poco que ocurra. Nunca se
año en la instalación. Posibilidad de incidentes con anterioridad probable que ocurra ha oído en la industria.
El incidente puede repetirse aislados en la instalación. en la compañía. en la instalación. Casi imposible que ocu-
Podría ocurrir en rra en la instalación.
la instalación.
CONSECUENCIAS (Fuente propia)
Insignificante (1) Menor (2) Moderado (3) Grave (4) Catastrófico (5)
No causa un impacto El daño se locali- Daños con posi- Daño siginificativo Daño significativo
significativo sobre el es- za dentro de los lími- bles efectos fuera con consecuencias al entorno con posi-
Medio Ambiente

tado básico ambiental. tes de la instalación. de la instalación. a nivel local (fuera ble extensión (ma-
El daño se limita al entor- Medidas de recuperación Medidas de recu- de la instalación). yor área de afección).
no más próximo del foco. necesarias dentro de un peración dentro de Medidas de recupe- Necesarias medidas de
No son necesarias me- mes desde que se produ- un año tras produ- ración en un periodo recuperación con tiem-
didas de recuperación ce el daño. cirse el daño. superior a un año pos superiores al año.
tras producirse el
daño.
Temporal. Temporal. Corto plazo. Impacto a largo Daño a nivel local a Daño regional a largo
El impacto puede ser plazo pero contro- largo plazo, impacto plazo. Impacto imposi-
Reputación

controlado dentro de la lable imposible de contro- ble de controlar.


normalidad operativa de lar
la instalación

El riesgo ambiental a calcular se define como el producto de la probabilidad de ocurrencia de un determinado Esce-
nario Accidental y los daños del mismo sobre los recursos naturales.

En función del valor cualitativo asignado a estos dos parámetros, el SIP quedará representado gráficamente dentro
de un área de riesgo, entendiéndose el riesgo ambiental como el resultado de la combinación de la probabilidad de
ocurrencia y las consecuencias sobre el entorno natural y la reputación de la compañía (Riesgo = probabilidad x
consecuencias del daño). Como ejemplo, las áreas de riesgo consideradas en el MIRAT se incluyen en la Figura 2.

Figura 2. Matriz de Riesgo Cualitativo. Cribado y Selección de SIT

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De este modo, durante el proceso de cribado, los SIP se catalogan como seleccionados o no, en función de su nivel
de relevancia de riesgo, dando lugar a los Sucesos Iniciadores Tipo (SIT). Para cada uno de los SIT seleccionados,
se define su causa de manera más concreta para facilitar la asignación de una probabilidad de ocurrencia. Un SIT
puede dar lugar a varios Sucesos Iniciadores Concretos, habiéndose identificado de modo general 8 SIC para las
fábricas de cemento (Tabla 3).

Tabla 2. Descripción de Sucesos Iniciadores Concretos para cada SIT


SIT SIC
Pérdida de contención de combustible líquido de sustitución
1.1
en operaciones de carga/descarga de pequeña magnitud
PC de combustible líquido de sustitución en ope-
1 Pérdida de contención de combustible líquido de sustitución
raciones de carga/descarga (SIP 16).
1.2 en operaciones de carga/descarga de gran magnitud (rotura
cisterna)
Incendio en almacenamiento de combustible só-
2 2.1 Incendio en almacenamiento de combustible sólido
lido (SIP 6)
Pérdida de contención de agua amoniacada/urea en opera-
3.1
Pérdida de contención de agua amoniacada/urea ciones de carga/descarga de pequeña magnitud
3
en operaciones de carga/descarga (SIP 21). Pérdida de contención de agua amoniacada/urea en opera-
3.2
ciones de carga/descarga de gran magnitud
Pérdida de contención de fuel desde tubería (SIP 4.1 Pérdida de contención de fuel desde tubería aérea
4
13). 4.2 Pérdida de contención de fuel desde tubería enterrada
Emisión sin depuración a la atmósfera de partí- Emisión sin tratar de partículas a la atmósfera por fallo de
5 5.1
culas (SIP 27). equipos de depuración

2.2. DEFINICIÓN DE ESCENARIOS ACCIDENTALES


Para realizar la definición de escenarios se llevó a cabo un análisis de la secuencia de eventos o alternativas posibles
que, a partir de la ocurrencia del SIC, pueden dar lugar a distintos escenarios accidentales (EA), sobre los que poste-
riormente se estimarán las consecuencias o daños que se pueden producir en los receptores identificados. Para ello
se deberá tener en cuenta el papel que juegan los factores condicionantes (FC) tanto de las causas como de las
consecuencias. En el primer caso, condicionan la probabilidad de ocurrencia del SIC, y en el segundo pueden mitigar
o empeorar las consecuencias del EA.

Por tanto, para definir los EA se han tenido en cuenta:

• Los sucesos iniciadores concretos (SIC), causas y factores condicionantes (FC) más comunes y relevantes
del SIT.
• Los Agentes Causantes del Daño o CDI más comunes.
• Los posibles medios receptores que pudieran verse afectados y los sistemas de transporte o vectores de di-
fusión de contaminantes.
• Las cantidades de producto/sustancia implicada en cada uno de los escenarios.

En función de estos factores se seleccionan los escenarios accidentales más representativos.

Con carácter general se han contemplado los siguientes factores condicionantes de las causas:

• Nivel de estrés/experiencia del personal de la instalación.


• Riesgo climatológico.
• Riesgo sísmico.
• Tipología, edad y número de equipos.
• Prácticas operativas.
• Mantenimiento de las instalaciones/equipos.

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Con carácter general se han considerado los siguientes factores condicionantes de las consecuencias:

• Detección temprana y actuaciones de control (tiempos de detección y corte)


• Condiciones meteorológicas favorables o desfavorables
• Contención primaria.
• Existencia de suelo pavimentado.
• Conducción a cauces superficiales

El anterior análisis se completa con el detalle de los medios receptores afectados para cada escenario, y las proba-
bilidades de ocurrencia.

2.3. ASIGNACIÓN DE PROBABILIDAD – ANÁLISIS DE CAUSAS Y CONSECUENCIAS


Se desarrolló un protocolo para orientar a los operadores en el proceso de asignación de la probabilidad de los dis-
tintos escenarios accidentales del ARA de su instalación, de acuerdo a la metodología establecida en la norma UNE
150008:2008. Esta metodología seguida para definir la probabilidad del escenario accidental se basa en el desarrollo
de árboles que determinan las causas del SIC (árboles de fallos) y de árboles que determinan cómo puede evolu-
cionar el evento desde que tiene lugar el SIC hasta que se desencadena/n el/los escenario/s accidental/es final/es
(árboles de sucesos), lo que se conoce como Análisis de Causas y Consecuencias (ACC). En la Figura 3 se muestra
un ejemplo.

ESCENARIOS CAUSALES S.I.C ESCENARIOS DE CONSECUENCIAS

Sistema de tratamiento antes de vertido


Detección tempreana y actuaciones de

Existencia de suelo pavimentado


Medidas de contención primaria

Rotura parcial
del brazo de
control

carga

Rotura parcial
de la manguera
de carga

SI E1

SIC 3.1: PC de agua SI


CAUSAS

amoniacada/urea en NO E2

Error humano operaciones de


o SI E...
carga/descarga de pequeña
magnitud NO
NO E...

E1- Derrame de agua amoniacada/urea de pequeña magnitud por


Fallo de bomba rotura parcial de la manguera/brazo de carga

E2- Escenario o escenarios particularizados en función de modelo


conceptual del emplazamiento
Fallo en el
sistema de Nivel de estrés/experiencia del personal
control de
llenado Tiempo por carga (minutos)
Número de cargas/descargas por año
Número de bombas
Protección de bombas
Edad de los equipos
Posibles modificadores a la
probabilidad del SIC Existencia de zona delimitada para carga/descarga

Mantenimiento del equipo/instalación

Figura 3: Estructura de análisis de causas y consecuencias planteados

Para conocer las probabilidades de los sucesos se obtuvieron mediante cuestionario las probabilidades de ocurren-
cia, así como sus factores condicionantes, representativos del sector. Asimismo, se consultaron otras bases de datos
de frecuencias de fallo de componentes y bases de datos de accidentes para la determinación de las frecuencias
concretas de los sucesos. En cada ARA el valor sectorial debería ser ajustado a las condiciones particulares de cada

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instalación. Esto se puede hacer para los escenarios relevantes mediante la herramienta informática ARACEA, que
lleva programadas una serie de probabilidades en función de los sucesos y las características de la instalación, de
acuerdo con el Protocolo propuesto.

Figura 4. Esquema del Protocolo de asignación de probabilidad

2.4. CUANTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DEL DAÑO AMBIENTAL


Se han seleccionado los protocolos para cuantificar y evaluar la significatividad del daño ambiental.

La cuantificación de los daños se puede realizar mediante modelos, tanto para los daños de tipo químico: (mediante
modelos de simulación de flujo y transporte (en atmósfera, aguas y suelos), como de tipo físico (incendio). Estos mo-
delos han sido programados por Advisian en la herramienta informática ARACEA.

El riesgo se define como el producto de la probabilidad por la consecuencia. Las consecuencias pueden medirse en
términos de:
(1) extensión y gravedad del daño, (a veces medida con índices de peligrosidad –IP- o índice de concentración
en el receptor en relación a una concentración de referencia) y
(2) coste monetario, es decir, coste asociado a la recuperación del medio.

El riesgo se calcula partiendo de las consecuencias en términos de coste monetario asociado a las medidas de recu-
peración primaria. Para estos cálculos se propone la metodología de selección de modelos de transporte, para la es-

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timación de la extensión del daño en unidades biofísicas y el cálculo de la concentración de cada CDI en los distintos
receptores considerados cuando proceda.

Las concentraciones de referencia dependen de la tipología de receptor y su sensibilidad y suelen corresponderse


con estándares de calidad. La comparación entre las concentraciones estimadas para cada CDI (mediante los mo-
delos de transporte) y los distintos valores de referencia o estándares de calidad, sirven al operador para determinar
la intensidad del daño o el Índice de Peligrosidad de cada CDI.

3. CÁLCULO DE LA CUANTÍA DE LA GARANTÍA FINANCIERA.


La herramienta informática ARACEA recoge todos los datos de entrada de los Escenarios Accidentales más relevan-
tes del sector y, para una instalación concreta, calcula las unidades biofísicas afectadas por los escenarios accidenta-
les que se caractericen para esta. La herramienta posee una conexión con el Servicio Modelo de Oferta de Respon-
sabilidad Ambiental (MORA) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que es una herramienta
que estima los costes de las medidas de reparación de los recursos naturales y los servicios que éstos prestan a su
estado original. La normativa de desarrrollo de la Ley 27/2006 de responsabilidad medioambiental establece que la
garantía financiera mínima requerida se obtiene seleccionando los escenarios de menor coste asociado que agrupen
el 95 por ciento del riesgo total, y establece como propuesta el valor del daño ambiental más alto entre los escenarios
accidentales seleccionados. A ello habría que añadir un el coste de prevención y evitación de los daños que se puede
estimar en un 10%.

En la Figura 5 se muestra un ejemplo de riesgo acumulado de los escenarios evaluados en un caso práctico.

Figura 5. Porcentaje de riesgo acumulado de los escenarios evaluados.

4. EJEMPLO DE ANÁLISIS DE RIESGOS AMBIENTALES DE UNA FÁBRICA


A continuación, se muestra un ejemplo de aplicación de la herramienta en una fábrica.

Fruto de la metodología presentada, a partir de los SIC identificados en el apartado anterior se definen los Escenarios
Accidentales (EA) más relevantes. Entendiendo por escenario relevante aquel que sea común en la mayoría de las
actividades pertenecientes al sector.

Para definir los EA se ha tenido y se deberá (por parte del operador de cada instalación) tener en cuenta una serie
de aspectos como los Factores Condicionantes (FC) de cada suceso, los posibles medios receptores del daño am-
biental, los Compuestos de Interés (CDI), la cantidad de producto/sustancia implicado en cada uno de los escenarios,
entre muchos otros de carácter similar a los citados. Como consecuencia de todo ello, se obtienen como resultado los
siguientes Escenario Accidentales:

1.1: Derrame de combustible líquido de sustitución de pequeña magnitud por rotura parcial de la manguera/
brazo de carga.
1.2: Derrame de combustible líquido de sustitución de gran magnitud por rotura total de la cisterna de carga.
2.1: Vertido de aguas de extinción de incendio a masa de agua superficial por incendio en almacenamiento de
combustible sólido.

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2.2: Propagación fuera de la instalación de incendio en almacenamiento de combustible sólido con afección a
recursos naturales.
3.1: Derrame de agua amoniacada/urea de pequeña magnitud por rotura de la manguera/brazo de carga.
3.2: Derrame de agua amoniacada/urea de sustitución de gran magnitud, por rotura total de la cisterna de carga.
4.1: Derrame de fuel por rotura total de la línea.
4.2: Derrame de fuel de larga duración (no detectado) por orificio por corrosión en tubería enterrada.
5.1: Emisión sin tratar a la atmósfera de partículas por fallo de equipos de depuración con condiciones de viento
de peor caso posible.

Se ha asignado mediante la metodología propuesta a cada uno de ellos una probabilidad de ocurrencia y unos facto-
res y parámetros del entorno, de los cuales dependerán cada uno de ellos, con el fin de estimar el coste de devolver
los daños ocasionados al medioambiente en términos económicos, así como establecer una garantía financiera en
cada instalación.

Como resultado de la evaluación de consecuencias, se obtendrían las siguientes unidades biofísicas afectadas:
Unidades biofísicas    
Escenario Probabilidad Masa de suelo impactado T Volumen de agua subterránea impactada m3 Hectáreas
01.1 9,95E-05 7,94 0
01.2 0,0002 2503,4 3083,26
02.1 4,32E-05
02.2 0,000432 15
03.1 3,99E-05 25478,86
03.2 0,0002 0
04.1 1,5E-05 73,54 0
04.2 0,907 94,22 0

las siguientes especies animales y vegetales afectadas.

VEGETALES:
-- Arbutus unedo estado latizal: se ven afectados 60 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Cornus sanguinea estado latizal: se ven afectados 30 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Crataegus lacinata estado latizal: se ven afectadas 60 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Erica arborea estado latizal: se ven afectadas 60 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Pinos estado fustal: se ven afectados 1800 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Rhamnus alaternus estado latizal: se ven afectados 30 ejemplares en el escenario 2.2.
ANIMALES:
-- Felis silvestris: no se ve afectado.
-- Lutra lutra (Muerte): no se ve afectado.
-- Otras Aves (Muerte): se ven afectados 35 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Otros Anfibios (Muerte): se ven afectadas 38 ejemplares en el escenario 2.2.
-- Otros Reptiles (Muerte): se ven afectados 2002 ejemplares en el escenario 2.2.

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El gráfico de riesgo resultante, en términos de probabilidaes y consecuencias en €, sería el siguiente:


Este escenario accidental 4.2 sería el relevante para establecer la garantía financiera, ser el de mayor coste de repa-
ración de los que suman más del 95% del riesgo.

5. CONCLUSIONES
Se trata de una metodología que permite llevar a cabo una evaluación de los riesgos ambientales de cualquier insta-
lación que pertenezca a este sector de actividad, con base en la casuística general del mismo.

Mediante la aplicación de la metodología general propuesta, cada operador, de forma independiente, debería poder
cuantificar monetariamente las reparaciones primarias a que darían lugar los escenarios de accidentes identificados
y analizados comunes al sector.

Por otro lado, el resultado de la aplicación de la metodología propuesta proporciona al operador las bases y la infor-
mación necesaria (probabilidad de ocurrencia frente a gravedad de las consecuencias) para implantar o mejorar las
medidas necesarias para la gestión de los riesgos ambientales derivados de su instalación, tales como:

• efinición de mejoras en las instalaciones y prácticas operativas,


D
• Diseño de sistemas de seguimiento de la calidad ambiental,
• Diseño de planes de contingencia y áreas o medidas de actuación.

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6. AGRADECIMIENTOS
Empresas asociadas a Oficemen
Garrigues Medio Ambiente
WorleyParsons-Advisian

7. BIBLIOGRAFÍA
• LEY 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental.
• REAL DECRETO 2090 /2008, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo parcial de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental.
• AENOR 2008. Norma UNE 150008:2008. Análisis y evaluación del riesgo ambiental.
• AENOR 2005. Guía UNE-ISO/IEC GUÍA 73:2005 IN “Gestión del riesgo”. Vocabulario. Directrices para la utilización
en normas
• Orden ARM/1783/2011, de 22 de junio, por la que se establece el orden de prioridad y el calendario para la apro-
bación de las órdenes ministeriales a partir de las cuales será exigible la constitución de la garantía financiera
obligatoria, previstas en la disposición final cuarta de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Me-
dioambiental.
• Guía Técnica. Metodología para el análisis de riesgos, visión general.
• INSHT NTP 333: Análisis probabilístico de riesgos: Metodología del “Árbol de fallos y errores”
• Real Decreto1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los
accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.

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NUEVAS REALIDADES DE GESTIÓN AMBIENTAL
García Fuentes, Antonioa, Navarro Mariscal, Carmenª
a Sibelco Minerales S.A, Ctra.Arcos – El Bosque km 5,5 Arcos de la Frontera (Cádiz), email: carmen.navarro@
sibelco.com

RESUMEN: Considerar la sostenibilidad como un valor a incrementar de manera coherente, es para Sibelco un ob-
jetivo tanto en el proceso de restauración actual, como en los escenarios en activo. Para ello, la compañía emprende
una estratégica selección de actuaciones que conforman el Plan de Gestión de la Biodiversidad con la finalidad de
mantener el equilibrio ecológico de los terrenos. Orientar las labores de restauración de cara a una mejor adecuación
a las necesidades de los futuros ecosistemas/antroposistemas da como resultado un mayor rendimiento social, eco-
nómico y ecológico de la inversión.

PALABRAS CLAVE: rehabilitación, reintegración, conectividad, compromiso, biodiversidad.

1. INTRODUCCIÓN
La actividad minera desarrollada por Sibelco genera nuevos hábitats con una diversificación de las especies de la
flora y fauna en los terrenos en que se asientan, funcionando de manera simultánea como punto de origen y destino
de biodiversidad durante el proceso de restauración integrada.

Una adecuada gestión ambiental adaptada a la realidad actual ha supuesto para la compañía el punto de partida en
la creación de modelos encaminados a la rehabilitación, gestión y conservación de los valores naturales.

La mejora de las relaciones con el entorno incluye el medio natural pero no se debe olvidar la realidad social. Son
numerosas las actividades que se desarrollan desde Sibelco en el municipio de Arcos de la Frontera que favorecen
las relaciones positivas y se retroalimentan con iniciativas de la población local.

De igual forma, se fomenta la comunicación con los grupos de interés prestando especial atención al ámbito local:
ayuntamientos, mancomunidades, asociaciones y fundaciones, centros educativos y vecinos, potenciando la difusión
de las actuaciones de Responsabilidad Social Corporativa que abarcan este aspecto.

2. MATERIALES Y METODOLOGÍA
Las acciones definidas para cumplir con el objetivo propuesto son:

-- Definición de un Plan de Gestión de la Biodiversidad.


-- Participación en el proyecto Quarry-Connect
-- Iniciativas de valor social

3. PLAN DE GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD (PGB)


Las actuaciones recogidas en este documento se han agrupado en siete bloques temáticos que responden a similitu-
des en la metodología de trabajo y en los elementos destinatarios de las mismas.

Bloque 1. Clasificación delimitación y vocación potencial de áreas y hábitats.


En esta primera fase se ha desarrollado una cartografía ecológica específica a través de materiales del Plan Nacional
de Ortografía Aérea (PNOA) del Instituto geográfico Nacional y del Centro de Información Cartográfica.

Bloque 2. Acciones sobre la vegetación.


En este apartado se incluyen actuaciones cuyo principal objetivo está destinado a la mejora de la cobertura vegetal
del terreno.

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Bloque 3. Acciones sobre la fauna.
Se proponen diversas actuaciones para el fomento de diversos grupos taxonómicos cuya presencia estabiliza las
relaciones intercosistémicas y prevén/minoran la aparición/presencia de plagas, al fomentar el equilibrio de los eco-
sistemas.

Bloque 4. Acciones sobre el suelo.


Aquí se recogen una serie de acciones encaminadas a acelerar la mejora edafológica de zonas sometidas a fuertes
procesos de erosión. La redistribución de sustratos es una baza importante en este sentido al convertir estas zonas
en áreas colonizables por comunidades de plantas pioneras y ruderales.

Bloque 5. Conectividad ecológica.


Las vías pecuarias existentes en el territorio son uno de los diversos ejemplos de corredores ecológicos. En este
bloque se analiza el acondicionamiento de estos trazados para incrementar sus nichos ecológicos.

Bloque 6. Acciones sociales


Son numerosas las actividades que se desarrollan desde Sibelco en el municipio de Arcos de la Frontera cuyo esce-
nario es la zona rehabilitada para uso público “Pinar de la Plata”.

La gran aceptación que tiene este entorno como uso educativo y recreativo han motivado a la compañía a realizar
numerosos eventos que fortalecen los vínculos con la población.
En este bloque se contempla la dotación de infraestructuras para mejorar el conocimiento y uso de los recursos en la
zona, así como la concienciación sobre su estado de conservación.
La realización de actividades saludables para todo tipo de público, promoviendo la interacción social y la promoción
del deporte y el respeto y cuidado del medio natural, promocionando el conocimiento y la observación de avifauna.

Bloque 7. Plan de Comunicación


La biodiversidad es un valor en alza en la que trabajar desde una planificación estratégica. Es por tanto necesario
potenciar la visibilidad de aquellas actuaciones que ya se están desarrollando en favor del entorno natural y social.

4. PROYECTO QUARRY-CONNECT
Sibelco, en colaboración con la Fundación Tormes EB y con el apoyo de Fundación Biodiversidad (Ministerio de
Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), participa en un proyecto pionero a nivel nacional sobre los
beneficios de la gestión de la biodiversidad en zonas mineras que operan bajo el nivel freático.

Se estudia la evolución de terrenos rehabilitados como humedales a partir de las zonas activas mediante dragado,
albergando una nutrida comunidad de aves acuáticas. Todas ellas se benefician del corredor ecológico que conecta
el sistema lagunar restaurado y el frente activo con varios espacios cercanos.

Primeras estructuras en España diseñadas con áridos para nidificación de abejaruco y avión zapador.

Una de las acciones más novedosas de este proyecto, es la creación de taludes artificiales para la nidificación despla-
zada del avión zapador (Riparia riparia). En las últimas décadas la destrucción de su hábitat natural en las márgenes
de los ríos y arroyos ha recluido a esta ave a los frentes mineros de áridos de estas características.

Los taludes naturalizados, que cuentan con un diseño específico en cuanto a su emplazamiento, la disposición de los
distintos materiales y de la orientación de las caras de anidación, ofrecen zonas de reproducción seguras y estables
para el avión zapador.

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Imagen 1: Uno de los taludes de áridos levantado para avión zapador (Riparia riparia) y abejaruco (Merops apias-
ter) en Andalucía Arcos de la Frontera (Cádiz).

Mejora y creación de hábitats temporales para anfibios en las graveras.

Los anfibios suelen ser los más limitados en cuanto a capacidad de dispersión de individuos entre dos zonas. Por
ello el proyecto Quarry Connect le ha otorgado una atención especial a los hábitats efímeros de las zonas mineras en
activo, que son de gran valor estratégico para este grupo faunístico.

En este sentido se están analizando las posibles conexiones entre las áreas húmedas favorables a la reproducción
dentro de las canteras de áridos. Esta información permite diseñar y desarrollar sistemas de balsas de poca profun-
didad adaptados a las necesidades de cada una de las especies en zonas que suponían obstáculos o limitaciones a
la dispersión.

Imagen 2: Implantación de charcas para anfibios. Arcos de la Frontera (Cádiz)

5. INICIATIVAS DE VALOR SOCIAL


Dentro de los posibles destinos que puede tener un terreno ya restaurado, Sibelco ha optado por la rehabilitación
ecológica e integración paisajística y la adecuación para un rendimiento social como zona de ocio, cultural, deportiva
o semejante.

En la zona rehabilitada como Pinar de uso público se ha tenido en cuenta su funcionalidad posterior como bien de
interés social. Esta elección ha implicado una clara direccionalidad en el proceso de restauración, orientando de ma-
nera eficiente los esfuerzos técnicos y económicos.

En el área rehabilitada como Sistemas lagunares, se conjugan dos destinos: la reintegración paisajística orientada a
la conservación de la biodiversidad y su aprovechamiento desde el punto de vista educativo y turístico.

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Para la dinamización de estos espacios, se proponen iniciativas destinadas a todos los estratos poblaciones de la lo-
calidad. Los beneficios sociales han de ser intergeneracionales y orientados a centros de interés diferenciados: ocio,
cultura, deporte, turismo y educación.

Estas actuaciones han de ser comunicadas por todos los medios disponibles, prensa, radio, televisión, redes sociales,
publicaciones especializadas, sin olvidar la comunicación interna de la propia empresa.

Imagen 3: IV Cross Pinar de la Plata

Imagen 4: Romería 2017 Imagen 5: Ayudas material escolar 2017

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Imagen 6: Fiesta de la bicicleta 2017

Imagen 7: European Minerals Day

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Imagen 8: Concurso dibujo “Día del Árbol 2017”

Imagen 9: Proyecto parque periurbano “Pinar de la Plata”

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6. RESULTADOS Y/O DISCUSIÓN

CENSO DE MAMÍFEROS ACUÁTICOS

Imagen 6.Identificación de poblaciones y corredores ecológicos potenciales de nutria (Lutra lutra L.)

CENSO DE AVES TROGLODITAS

Imagen 7.Censo de avión zapador (Riparia riparia) y abejaruco (Merops apiaster).

CENSO DE AVES ACUÁTICAS

Garceta común Focha común Garceta imperial


Egretta garzetta Fulica atra Ardea purpurea

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ACCIÓN DE DIVULGACIÓN:PROGRAMA VOLUNTARIADO EDUCATIVO BIODIVERSIDAD
Programa piloto de voluntariado destinado a grupos sociales de poblaciones de influencia  Centro Ocupacional
Juan Candil (Arcos de la Frontera, Cádiz)

ACCIÓN DE DIVULGACIÓN:PROGRAMA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL


Programa de educación ambiental destinado a escuelas de poblaciones de influencia  CEIP San Francisco , Arcos
de la Frontera (Cádiz)

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7. CONCLUSIONES
Estos primeros datos de los muestreos arrojan un total de 50 especies de aves en los terrenos de la cantera, hecho
que permite anticipar lo acertado de la inclusión de la gestión de la biodiversidad en la política ambiental de Sibelco
en Arcos de la Frontera.

Por lo tanto el presente plan se puede considerar una apuesta y compromiso de Sibelco con la Estrategia española de
conservación y uso sostenible de la diversidad biológica buscando una aportación al siglo XXI desde la investigación
aplicada en canteras de áridos.

8. BIBLIOGRAFÍA
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370
INNOVACIONES TECNICAS EN EL TRATAMENTO DE AGUAS ACIDAS
DE MINA CON RECUPERACION DE SUBPRODUCTOS CON VALOR
ECONOMICO
OSVALDO ADUVIRE
Doctor Ingeniero de Minas
SRK Consulting (Peru) S.A.
Jefe del Area Asuntos Ambientales
e-mail: oaduvire@srk.com.pe

Súbarea: 5.1. Sistemas de gestión medioambiental y de minería sostenible.

1. INTRODUCCION
La aplicación de técnicas innovadoras permiten consideran a los residuos generados en la operación minera como
recursos de segunda generación con posibilidades de aprovechamiento y recuperación para obtener subproductos
con valor económico. Esta metodología integral permite aprovechar mejor los recursos naturales, alargar la vida de
los depósitos de residuos y reducir la descarga de residuos sólidos y líquidos al ambiente.

Para ello, nuestro grupo de trabajo ha venido desarrollando una serie de proyectos de investigación aplicada en don-
de se han ido poniendo a punto y/o convalidando innovadoras técnicas y procesos encaminados a la búsqueda de
nuevas aplicaciones y aprovechamiento de los residuos para nuevos usos, así como a la recuperación de metales y/o
subproductos de los efluentes de mina

2. OBJETIVOS
Describir técnicas de caracterización y diagnóstico de la calidad de los efluentes de mina basado en el contenido de
acidez y las concentraciones de metales presentes en el agua, cuyo objetivo es que los sistemas de remediación
de efluentes de mina requieran menor cantidad de reactivos en los procesos de tratamiento y por otro, permita en lo
posible la recuperación de metales como subproductos con valor económico.

3. METODOLOGIA
Para desarrollar una metodología que permita aprovechar y recuperar subproductos de los residuos mineros ya sean
sólidos o líquidos, se ha revisado las normas ambientales de control y gestión de residuos en el sector minero de
Perú, además de revisar el estado del arte a nivel mundial sobre las últimas innovaciones tecnológicas en control,
tratamiento y recuperación de subproductos con valor económico obtenidos de las aguas ácidas de mina.

La parte experimental ha incluido la caracterización de efluentes mediante mediciones directas de parámetros fisico-
químicos y la determinación del contenido de metales totales y disueltos. Seguidamente se han realizado una serie de
ensayos de neutralización y precipitación a nivel laboratorio aplicando procesos de neutralización directa y secuencial
o por etapas. Para ello, se tomaron muestras de 50 litros para realizar ensayos de neutralización y precipitación (Fig.
1) con mediciones directas de pH, Eh, Conductividad eléctrica y Sólidos totales durante los ensayos complementado
con análisis químico de las alícuotas resultantes.

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Figura 1. Curvas de dosificación en tres procesos de neutralización, en la columna de la derecha se muestran los
resultados obtenidos en ensayos de neutralización directa mientras que en la columna de la izquieda de muestra
los resultados de neutralización por etapas, en estas últimas se consume menor reactivo hasta alcanzar pH de 8 a 9
respectivamente.

Ensayos de Neutralización Directa Ensayos de Neutralización por Etapas

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4. TRATAMIENTO Y RECUPERACIÓN DE METALES DE LAS AGUAS ACIDAS DE MINA
Una vez caracterizado el agua de mina se procede a dimensionar su sistema de tratamiento y a estudiar la posibilidad
de recuperar metales y/o subproductos con valor económico durante el tratamiento.

Una variable importante en el diseño de los sistemas de tratamiento de aguas de mina es el consumo de material
reactivo necesario para alcanzar la neutralización de los efluentes. Esta tasa de consumo experimental junto con las
características hidráulicas y geoquímicas ayuda a determinar el tamaño de los dispositivos de tratamiento. La dosis
de consumo de material reactivo obtenida, también determina la secuencia de la operación, los tiempos de tratamien-
to y el volumen de lodos a generarse durante el tratamiento.

En los ensayos experimentales también se tiene en cuenta los caudales a tratar y las concentraciones presentes en
los efluentes, estos últimos determinan si se realizará solo tratamiento o se realizará tratamiento con recuperación
de metales. Si se elige solo tratamiento el proceso será en una sola etapa (Proceso Directo), pero, si se opta por la
recuperación de subproductos con valor económico el tratamiento será por etapas con separación de fases sólidas
(Proceso por Etapas). Los equipos utilizados en laboratorio incluye pHmetro, vaso de precipitados, agitador magnéti-
co, balanza de precisión, medidor del potencial redox, test de jarras, conos imhof, etc.

4.1. DISEÑO DEL SISTEMA DE TRATAMIENTO DE AGUAS ÁCIDAS MEDIANTE PROCESO DIRECTO.
Las curvas experimentales del consumo de reactivo requerido para abatir la acidez de las aguas de mina hasta su
neutralización y eliminación de la carga contaminante, se realizaron mediante ensayos de neutralización y precipita-
ción en donde se emplearon cal, NaOH como reactivo, floculantes y otros.

Para el diseño, por lo general se realizan un gran número de ensayos, considerando muestras independientes y mez-
clas representativas en las mismas proporciones de los drenajes de mina, por tanto se obtienen numerosas Curvas
de Neutralización en donde se detectan las zonas de hidrólisis y/o de tamponamiento principalmente de los elemen-
tos Fe, Al y otros con presencia significativa, identificando los tramos de las curvas en donde se formarían las fases
sólidas (hidróxidos, hidroxisulfatos y otros), condición básica en donde se puede realizar la separación sólido-líquida.

Los ensayos de neutralización y precipitación se realizan cumpliendo parámetros de calidad que cuiden la originali-
dad y representatividad de las muestras de agua de mina recolectadas en campo y en una sola etapa van a alcanzar
valores de pH de 8 o 9, en donde, después de un tiempo de decantación se produce la separación sólido-líquido.
Este proceso funciona de forma similar a las plantas de tratamiento de aguas acidas en operación en las distintas
explotaciones mineras. Las aguas tratadas deben cumplir con los Límites Máximos Permisibles (LMP) contemplados
en la legislación vigente, entendiendo LMP como la concentración o contenido de elementos, sustancias o paráme-
tros físicos, químicos y biológicos, que caracterizan a un efluente, que al ser excedido causa o puede causar daños
a la salud, al bienestar humano y al ambiente. Su cumplimiento es exigible legalmente por la respectiva autoridad
competente.

En el caso de Perú, estos LMP para efluentes líquidos a descargar hacia el ambiente por las instalaciones minero-me-
talúrgicas nuevas o en operación están contemplados en el D.S. 010-2010-MINAM, y deben medirse en los puntos de
descarga a fin de determinar la concentración de cada uno de los parámetros regulados y el volumen de descarga en
metros cúbicos por día. Finalmente, el volumen de los efluentes determinará la frecuencia del monitoreo, así como la
periodicidad del monitoreo que se suele reportar a la autoridad correspondiente.

4.1.1. COMPARACIÓN DE PROCESO DIRECTO Y POR ETAPAS. CASO 1.


En la Tabla1 se presenta la calidad de un drenaje de mina cuyo pH<3 con contenidos de Fe, Mn, Zn entre otros, para
tratar esta agua se han realizado una serie de ensayos exprimentales orientados a obtener unas concentraciones
finales que cumplan con los LMP de la legislación vigente para el sector minero-metalúrgico. A continuación se pre-
senta el estimado del consumo de cal para los tratamientos mediante ensayo directo y por etapas.

Tabla 1. Características del drenaje de mina antes del tratamiento.


Fe Al Mn Mg Pb Zn
pH mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l
Concentraciones Totales
2.3 259 18.1 353 98 2.8 50

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La primera alternativa es realizar ensayos de neutralización mediante proceso directo, en donde se incrementan el pH
de 2.3 hasta llegar a pH 10, en la Tabla 2 se puede ver las concentraciones al final del proceso de neutralización, en
donde aun se evidencia contenidos de Mn. Lo que indicaría que para seguir retirando Mn de agua se debería conti-
nuar con el proceso y añadir floculantes u otros reactivos para hacer que el Mn pase a fase sólida. El consumo de cal
en la alternativa del Caso 1 (Ensayo Directo) para obtener lo resultados de la Tabla 2 alcanzo los 620 mg/l.

Tabla 2. Características del drenaje ácido después de la neutralización directa.


Concentraciones Finales
Parámetro Unidad
Totales Disueltos
pH u.e 10
Fe mg/l 1.5 0.9
Al mg/l 1.02 0.8
Mg mg/l 6.5 4.3
Mn mg/l 180 166
Pb mg/l 0.09 0.02
Zn mg/l 1.1 0.72

La segunda alternativa de tratamiento del agua de mina y teniendo en cuenta las concentraciones presentes en la
muestra (Tabla 1) se ha diseñado un tratamiento en dos (2) etapas, en la primera etapa se alcanzó pH 5.5 y se retira-
ron los lodos principalmente de Fe y en menor cantidad de Al, en la segunda etapa el tratamiento alcanzo el pH 10 en
donde se obtuvo un sedimento con importante contenido de Zn y Mn con posibilidades de recuperación del primero.

En las Figuras 2 se pueden observar las curvas de consumo de cal y de la evolución del redox durante el proceso de
neutralización. Evidenciandose las zonas de formación de fases sólidas o tamponamiento debido a la hidrólisis de
Fe, Al, Zn y Mn principalmente, estas zonas corresponden con los rangos de pH en donde se forman fases sólidas
de estos elementos. Según se incrementa el pH en el tratamiento del drenaje de mina, los valores de Eh descienden
hasta valores menores a 80 mV que corresponden a aguas naturales sin afección.

Figura 2. Curva de neutralización y zonas de formación de fases sólidas de Fe, Al, Zn y Mn.

En estos ensayos, las zonas de hidrólisis en rango ácido correspondiente al Hierro (pH 2.5 - 3,7) y al Aluminio (pH
4,5 – 5,5), representa el retiro de carga metálica del agua que a su vez genera acidez, dando como resultado el tam-
ponamiento temporal del sistema.

A partir del pH 6.5 hasta pH 8 y pH 10 también se ve un tamponamiento del sistema en este caso inducido por el
contenido de Zn y Mn presentes en el efluente, éste último presenta pendiente menos pronunciada asociada a la me-
nores velocidades de reacción correspondientes a la formación de oxihidróxidos de Mn. A diferencia del tratamiento
directo en donde se obtiene un solo lodo, en el tratameitno por etapas se obtiene dos a más lodos, por tanto, una vez

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finalizada la primera etapa se retira el lodo, luego se continúa con el proceso con adición de reactivo neutralizante
hasta llegar al pH final donde concluye la segunda etapa de neutralización, luego de la cual también se requeriran los
sólidos formados.

Los resultados obtenidos en el ensayo por etapas son bastante claros en cuanto a la efectividad del retiro de carga
metálica del agua. La Tabla 3 muestra las concentraciones de metales en el agua después de las 2 etapas de trata-
miento, consiguiendo la remoción efectiva de Zn y Mn, resultado que no se logro con el esnayo directo.

Tabla 3. Características del drenaje ácido luego de cada etapa de neutralización


Concentración Etapa 1 Concentración Etapa 2
Parámetro Unidad
Total Disuesta Total Disuelta
pH u.e 4.5-5.0 5.5-10
Fe mg/l 0.29 0.1 0.08 0.06
Al mg/l 1.07 1.08 0.06 0.03
Mg mg/l 59 51.5 3.9 3.56
Mn mg/l 305 266 0.963 0.153
Pb mg/l 1.03 0.98 <0.01 <0.01
Zn mg/l 49.3 17.8 0.13 0.035

El balance de masas realizado como parte del seguimiento de las reacciones involucradas en el proceso, tal como lo
muestra la Fig. 3, evidencian también la remoción de los metales de interés en cada etapa de la prueba.

Figura 3. Variación del contenido másico de Fe, Zn y Mn entre otros menores en el ensayo tipo por etapas.

El consumo de cal en la alternativa del Caso 1 (Ensayo por Etapas) para obtener los resultados de la Tabla 4, es el
siguiente: 260 mg/l en la Primera Etapa y 240 mg/l en la Segunda Etapa, alcanzando un consumo total de cal de 500
mg/l. Como resultado de la comparación de los tratamientos directo y por etapas, en este último se logra mejores
resultados en la remoción de carga metálica, además de consumir 120 mg/l menos de cal.

4.1.2. Comparación de proceso Directo y por Etapas. Caso 2.


Para esta comparación se ha elegido un efluente de mina denominado Nv 2 que tiene un pH de 3.5, la conductividad
eléctrica supera los 4170 µS/cm y algunos valores de los elementos mayoritarios medidos en concentraciones totales
y disueltas (mg/l) superan los LMP de referencia según la legislación peruana vigente (D.S. N°010-2010-MINAM) para
la descarga de efluentes líquidos procedentes de instalaciones minero-metalúrgicas.
Los resultados obtenidos en los ensayos para determinar el consumo de reactivo de neutralización, dan los siguientes
resultados: en el caso del ensayo directo o neutralización directa, se ha estimado un consumo de cal de 1080 mg/l

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para alcanzar un pH de 8.5, mientras que para el ensayo por etapas el consumo de cal para alcanzar un pH=8.5 fue
de 820 mg/l (Fig. 4).

Tabla 4. Efluente de mina para los ensayos experimentales


Muestreo pH STS As Cr Cu Fe Pb Zn Al Mn
Parámetros u,e mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l
Nv 2C (Conc.Total) 3.5 382 0.94 0.108 10.67 210.3 7.06 936.8 72.14 14
Nv 2B (C. Disuelta) 3.5 382 0.01 0.067 10.38 51.24 1.96 891.6 64.61 14

LMP 6-9 50 0.1 - 0.5 2 0.2 1.5 - -

Figura 4. Consumo de cal en el ensayo directo y en el ensayo por etapas.

Comparando los consumos de cal obtenidos en proceso de neutralización directa y el de neutralización por etapas,
se deduce que para efluentes con carga metálica significativa resulta que la neutralización por etapas consume 260
mg/l menos de reactivo, lo que representa un ahorro apreciable en el consumo de cal, cuando se trata de importan-
tes volúmenes de agua de mina a tratar. Por ejemplo, si consideramos implementar una planta de neutralización por
etapas de 500 l/s y que el costo de cal es de 0.5 US$/kg, al año se obtiene un ahorro de 4’043,520 kg de cal, lo que
equivalente a un ahorro de 2’021,760 US$/año.

Esto redundará en tener un proceso de menor costo de tratamiento del agua de mina, pero, además hay mejoras aña-
didas como la obtención de subproductos con posibilidades de aprovechamiento económico, menor requerimiento en
el manejo de lodos, ente otras ventajas secundarias.

4.2. Recuperación de metales de aguas ácidas mediante Proceso por Etapas.


Cuando las concentraciones de metales (Al, Cu y Zn) presentes en el agua de mina tienen valores significativos
(superior a 300 o 500 mg/l), es viable estudiar la recuperación de estos elementos como subproductos, los ensayos
experimentales deben ser por etapas a objeto de obtener en cada etapa un lodo con elevado contenido metálico, que
podía enviarse a la planta concentradora o a un proceso similar para su recuperación, y en algunos casos destinarlos
a una nueva aplicación como los lodos con elevada contenido de aluminio que puede enviarse a mina para la mejora
del Anfo como explosivo y obtener anfo aluminizado.

4.2.1. Ensayos de neutralización y recuperación en tres etapas.


En la Tabla 5 se muestra la carga metálica mayoritaria y el pH de un drenaje de mina, al que se le ha realizado ensa-
yos de neutralización en tres etapas a fin de obtener tres subproductos con altos contenidos de Fe, Al y Zn.

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Tabla 5. Características de un drenaje de mina antes de la neutralización.

Fe Al Mn Mg Pb Zn
pH
mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l
Concentraciones Totales
2,9 180 90 95 70 5 1200

La zona de tamponamiento e hidrólisis se pueden observar en las curvas de consumo de cal tanto en función al pH
como del potencial redox. La Figura 5 muestra la evolución del redox durante el proceso de neutralización, en donde
los valores de Eh descienden hasta valores de 50 mV que corresponden a aguas naturales sin afección.

Figura 5. Evolución del Eh en el tratamiento.

En la Foto 1 se muestra los lodos obtenidos en un ensayo de neutralización de tres etapas: en la primera etapa se al-
canzo el pH 4 y se retiraron lodos de color ocre naranja (M-1) que corresponderían a hidróxidos de Fe principalmente,
en la segunda etapa se continuo con el proceso de neutralización hasta alcanzar el pH 5,5 en donde se obtuvieron
lodos de color blanquecino (M-2) correspondiente a los hidróxidos de Al mayoritariamente, y finalmente en la tercera
etapa de tratamiento el pH alcanzo valores superiores a 8,5 en donde se recupero un lodo marrón oscuro a negro
(M-3) que correspondería a las fase sólidas de Zn como compuesto mayoritario y en menor proporción al resto de
elementos como Mn, Mg, Pb presentes en el agua de mina que pasaron a fase sólida a pH superiores al neutro.

Si no se retiran los lodos de Fe y Al del proceso de tratamiento, a pH superiores al rango de movilización de estos
elementos 4 y 5,5 respectivamente, estas fases sólidas formadas se redisuelven y pasan nuevamente al agua, por lo
que se requeriría añadir mayor cantidad de material alcalino (cal) para hacer que formen nuevamente fases sólidas
(pH 8) y poder retirarlos del agua, lo que hace que en el proceso incremente el consumo de cal, además de requerir en
algunos casos añadidos de floculantes, coagulantes y secuestrantes, por tanto, el costo de tratamiento de las aguas
ácidas de mina sea más elevado.

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Foto 1. Fases sólidas obtenidas en un ensayo secuencial por etapas retirando fases sólidas.

Los lodos obtenidos en el tratamiento del agua de mina mediante un sistema de 3 etapas, podrían tener las siguien-
tes aplicaciones: el lodo con contenido de Fe (M-1) se podría aprovechar como pigmento de cerámicas, el lodo con
aluminio (M-2) se emplearía en los trabajos de voladura mejorando los explosivos, y el lodo al alto contenido de Zn
(M-3) serviría para obtener un concentrado de zinc.

4.3. Operaciones unitarias que conforman un sistema de tratamiento por Etapas.

Las principales Operaciones Unitarias involucradas en un sistema de tratamiento por etapas son: Disolución (de
reactivos de proceso), Agitación y Decantación (Fig. 6) en cada etapa y están complementadas por operaciones se-
cundarias que permiten controlar el proceso.

Al aplicar sistema de tratamiento de aguas ácidas por etapas, permite obtener lodos con características bien definidas
y de iguales particularidades, con posibilidades de recuperar metales de los lodos de proceso.

Figura 6. Operaciones unitarias que conforman un sistema de tratamiento por etapas.

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El agua del proceso de tratamiento se puede descargar a un curso de agua natural del lugar (cuerpo receptor), previo
control de su calidad a fin de causar el mínimo impacto ambiental, mientras que los lodos que no tengan interés de
recuperación se almacenarán en depósitos adecuados para ello o enviados generalmente al depósito de relaves u
otro depósito preparado para este cometido. Luego de la etapa experimental se debe llevar un pilotaje que permita
dimensionar adecuadamente del sistema de tratamiento para cada tipo de agua de mina.

5. CONCLUSIONES
Caracterizar las aguas ácidas de mina en función a la acidez ayuda a estudiar las posibilidades de recuperación de
subproductos con valor económico y a elegir el sistema de tratamiento más idóneo y eficiente, ya sea mediante siste-
mas activos o pasivos, porque además de la acidez protónica se incluye la acidez mineral, aspecto que por lo general
no se considera en los métodos clásicos de caracterización.

El dimensionado del sistema de tratamiento para aguas ácidas basado en el contenido de acidez y por etapas, por un
lado, permite aprovechar mejor los recursos gastando menos cal en el proceso de neutralización, y por otro, permite
recuperar metales de los lodos del proceso. Esto hace que los tratamientos de aguas ácidas sean más eficientes, de
menor costo y de mayor control ambiental.

La obtención de subproductos con valor económico puede tener una recursión económica directa al consumir menor
cantidad de cal, pero, también conlleva otros beneficios añadidos como: se reduce el volumen de lodos a trasladar
a los depósitos para su almacenamiento, por tanto, aumenta la vida de estos depósitos y se reduce los costos de
operación, entre otros.

6. REFERENCIAS.
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Construcción y Restauración de Escombreras. Ed. ETSIM-UPM. 633pp. ISBN: 84-96140-20-2.
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406
REDUCCIÓN DE LA HUELLA HÍDRICA Y ECOLÓGICA DE LA ACTIVIDAD
MINERA MEDIANTE LA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS AGUAS
González Vázquez, Estela; Ferrero Calabuig, Guillermo
Minas de Aguas Teñidas S.A.U. (MATSA) Almonaster la Real (Huelva)
estela.gonzalez@matsamining.com; Guillermo.ferrero@matsamining.com

RESUMEN: Desde el inicio de su actividad, el compromiso ambiental de Minas de Aguas Teñidas S.A.U. (MATSA)
además de cumplimiento de las obligaciones legales está enfocado en la mejora continua y la gestión sostenible de
los recursos, así como la sensibilización de todo el personal con respecto al uso de dichos recursos para minimizar o
evitar impactos en el entorno.

Fruto de esta preocupación por la sostenibilidad y la mejora continua, MATSA ha puesto en marcha mejoras en su
Sistema de Gestión Sostenible del Agua (en adelante SGSA) que ha permitido la reducción en un 80% el consumo de
agua procedente de fuentes externas desde el año 2015, a través de la implementación de mejoras en el uso de los
recursos hídricos utilizados en la operación minera que ha repercutido en la reducción de la huella hídrica de nuestra
operación minera.

Este importante logro ha sido posible gracias a la infraestructura hidráulica que ha desarrollado la empresa, que per-
mite minimizar la cantidad de agua externa usada a lo largo de todo el proceso minerometalúrgico.

PALABRAS CLAVE: agua, huella hídrica, reutilización, sostenibilidad, gestión

1. INTRODUCCIÓN
Minas de Aguas Teñidas, S.A.U., (MATSA) es una empresa minera española moderna y sostenible titular de los
derechos de explotación de la mina de Aguas Teñidas y mina Magdalena en Almonaster la Real y de la mina Sotiel
localizada en el término municipal de Calañas, Huelva.

La actividad de MATSA consiste en la investigación y explotación de yacimientos minerales y su tratamiento en la


planta de procesamiento, ubicada al norte de la Faja Pirítica Ibérica, en el municipio de Almonaster la Real, provincia
de Huelva, Andalucía.

Se trata de un distrito minero de más de 250 km. de longitud, activo desde los tiempos fenicios, hace más de 2.500
años. Las minas producen concentrado de cobre, zinc y plomo.

MATSA es una filial de TM Mining Ventures SL, una empresa participada conjuntamente al 50% por Mubadala Invest-
ment Company, inversor global pionero que utiliza su capital con integridad y creatividad para acelerar el crecimiento
económico y el beneficio a largo plazo de Abu Dhabi, y por Trafigura, empresa líder en el mercado mundial de mate-
rias primas.

La explotación subterránea en Minas de Aguas Teñidas se explota, principalmente, por el método de cámaras prima-
rias y secundarias que posteriormente se rellenan con una pasta producida con los propios estériles sobrantes del
proceso de tratamiento del mineral en la planta. Esta moderna planta de tratamiento cuenta con una capacidad para
procesar entre 4,3 hasta 4,6 millones de toneladas de mineral al año que opera durante 24 horas los 365 días del año.

La necesidad de grandes cantidades de agua para la actividad minera es un factor común a todas las explotaciones
a lo largo del tiempo, tanto para los procesos de extracción y transformación del mineral.

Históricamente, esta dependencia del agua generó que las instalaciones mineras se ubicaran próximas a cauces de
ríos en épocas más remotas, así como la construcción de grandes presas para el suministro de agua a los procesos
mineros en los siglos XIX y XX.

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y Recursos Minerales
Sin embargo, debido a la actual conciencia ambiental sobre el consumo de recursos naturales en general, y del agua
en particular, las empresas mineras han apostado por sistemas de gestión del agua más sostenibles, potenciando la
recirculación de aguas y la minimización del consumo de agua fresca en las diferentes etapas del proceso, reducien-
do de esta forma la huella hídrica de la actividad en todas sus etapas de desempeño.

Fruto de su preocupación por el medio ambiente, en el año 2015 MATSA implantó un “Sistema de Gestión Sostenible
de las Aguas” con el objetivo de reducir el consumo de agua procedente de fuentes externas mediante la puesta en
marcha de un plan para el uso eficiente y sostenible de este recurso.

Según la Water Footprint Network (WFN), la huella hídrica de un producto se define como el volumen de agua con-
sumido tanto directa como indirectamente para su producción. El consumo directo para la fabricación de un producto
incluiría el agua utilizada durante el proceso de fabricación y el agua incorporada en el propio producto. Mientras que
el consumo indirecto, correspondería a toda el agua necesaria para producir las diferentes materias primas utilizadas
en el proceso (productos de la cadena de suministro).

La huella hídrica se compone de tres tipos diferentes de indicadores en función de su procedencia:

-- Agua verde: agua procedente de las precipitaciones retenidas en el suelo.


-- Agua azul: agua de los ríos, lagos y acuíferos.
-- Agua gris: agua necesaria para que el medio receptor asimile los contaminantes vertidos por la actividad.

Mediante la puesta en marcha de una serie de medidas a las que se denomina SGSA, se contribuye a la reducción
de la huella hídrica de MATSA.

2. SITUACIÓN INICIAL
La producción comercial se inició en el año 2009, con una capacidad de tratamiento de mineral en la planta entonces
existente de 1,7Mt/año. En los últimos 10 años MATSA ha incrementado su capacidad de tratamiento, a la vez que
se han modernizado y ampliado tanto la planta de procesamiento de mineral como el resto de instalaciones auxiliares
del emplazamiento minero.

El agua necesaria para el desarrollo de la actividad de MATSA se obtiene del Embalse de Olivargas, para lo cual se
cuenta con una concesión administrativa para el uso industrial de 1.400.000 m3 anuales.
Al inicio de la actividad, el 100% del agua empleada tanto en el tratamiento de mineral como en las labores mineras
y resto de actividades auxiliares, consistía en agua fresca procedente del citado embalse.

El agua bombeada desde el interior de la mina era tratada en una planta de tratamiento de aguas y vertida a cauce
público, mientras en la planta de procesamiento de mineral se recirculaba el agua en circuito cerrado
Sin embargo, esta situación generó complicaciones operativas en la operación minera:

-- El volumen de agua de contacto generada por las precipitaciones sobre los acopios de materiales mineros y
en las propias balsas de acumulación de aguas de proceso, era superior al consumido por la planta de pro-
cesamiento de mineral en épocas lluviosas, por lo que se hacía necesario la acumulación de agua en dichas
infraestructuras. De esta forma, la sostenibilidad de la operación minera dependía en gran medida de la me-
teorología, que supone un factor externo, fuera del control de la operación.
-- La recirculación del agua de proceso en circuito cerrado suponía el incremento en la concentración de diversos
elementos, generando, entre otros, problemas de incrustaciones en las tuberías de la planta de procesamiento
de mineral.
-- La calidad cambiante del agua bombeada desde el interior de la mina dificultaba su tratamiento, aún más
teniendo en cuenta la tecnología e infraestructura con la que se contaba, generándose un riesgo indeseado
de vertido con concentraciones de ciertos parámetros por encima de los límites legales establecidos en la
autorización de vertidos vigente.

Por todo ello, en el proyecto de ampliación de la capacidad de tratamiento a 4,4 Mt/año, iniciado en 2011, se contem-
plaron ciertos cambios en la gestión de las aguas, tales como la obtención de una autorización de vertidos para aguas

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de proceso, y la adecuación de las instalaciones tanto de mina como de planta para la recirculación del agua tratada
y la sustitución de agua fresca por dicha agua tratada.

Para hacer posible la pretendida gestión era necesario contar con un tratamiento adecuado de las aguas, que permi-
tiera obtener un agua tratada de calidad tal que pudiese ser empleada en la operación minera y en el procesado del
mineral, sustituyendo al agua fresca, sin poner en riesgo dichos procesos productivos.

De esta forma, en el citado proyecto de ampliación se incluyó la construcción de dos plantas de tratamiento de aguas
con una tecnología más adecuada a la calidad de las aguas a tratar, así como cuatro balsas de regulación de apoyo
a la operación de dichas plantas y una central de distribución de aguas, junto a otras instalaciones asociadas.

3. SISTEMA DE GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS AGUAS


En la operación de MATSA, el agua es utilizada en múltiples procesos. El objetivo general a alcanzar con la implan-
tación del SGSA es minimizar la cantidad de recursos hídricos empleados en estos procesos, haciendo que la ope-
ración sea cada vez más autosuficiente en cuanto al consumo de este recurso.

Para ello, la compañía cuenta con una moderna infraestructura hidráulica para el tratamiento, regulación y manejo de
las aguas, que ha sido optimizada en los últimos años, tal como se ha descrito en el apartado anterior.

La estrategia desarrollada por la empresa se ha basado en las siguientes líneas de actuación, vinculada cada una de
ellas a un tipo de huella de las que integran la huella hídrica:

-- Huella verde: reducción del consumo de agua por tonelada de mineral tratado. Se ha realizado una pro-
funda revisión del consumo de agua en cada etapa del proceso, elaborándose a continuación la determinación
de áreas de mejora de las instalaciones sobre las que actuar para lograr una reducción de dicho consumo.
-- Huella azul: maximización del reciclaje del agua. Se ha implementado un sistema de tratamiento de aguas
innovador desde el punto de vista tecnológico, que permite obtener una calidad del agua tratada óptima para
sustituir completamente al agua fresca en el proceso minerometalúrgico.
-- De igual forma, el agua de achique de mina es tratada y recirculada para su empleo en las propias labores
mineras.
-- Huella gris: mejoras en el tratamiento. La investigación para mejorar el proceso de depuración del agua es
continua en MATSA, un trabajo que se realiza de forma coordinada por parte del equipo técnico especializado
en esta materia de la plantilla de la empresa.
mmLa generación de un efluente de agua tratada con una calidad muy por encima de lo exigido para su ver-
tido o para su empleo en el propio proceso productivo, supone una importante reducción del impacto
ambiental de la empresa:
mmUn vertido de mejor calidad contribuye a la mejora de la calidad del cauce al que se realiza la descarga,
que, en este caso, se trata de un curso fluvial que aguas arriba atraviesa antiguas zonas de escombre-
ras y cortas mineras abandonadas que le aportan pH ácido y elevadas concentraciones de sulfatos, hie-
rros y otros metales.
mmEl aporte de aguas procedentes del vertido de MATSA produce la neutralización del agua del cauce y la
precipitación de algunos metales, lo cual genera una mejora en la calidad del citado cauce aguas abajo.
mmLa producción de agua tratada de calidad óptima para el proceso productivo permite la sustitución de agua
fresca en la operación de la planta de tratamiento de mineral y otros procesos auxiliares, favoreciendo la
disminución en el consumo de agua procedente de fuentes externas.

3.1. MINIMIZACIÓN DEL CONSUMO DE AGUA.

La implicación de los responsables de los diferentes procesos desarrollados principalmente en el área de planta,
aunque también en otras como la planta de pasta o las labores de mina, ha sido fundamental para detectar áreas de
mejora en cuanto a la reducción del consumo de agua.

Mediante la implementación de un plan de acción dirigido a corregir las áreas de mejora detectadas, se ha conseguido
reducir el consumo promedio desde 0,47 m3/t de mineral procesado a principios de 2013 a 0,31 m3/t en la actualidad.

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Figura 1 – Evolución del consumo de agua por tonelada de mineral tratado 2013-2017

Esta reducción en el consumo de agua por mineral tratado crea un precedente a nivel internacional, dónde se mane-
jan consumos cercanos e incluso superiores a 1m3/t según la bibliografía consultada.

Figura 2 – Evolución del consumo anual de agua fresca frente al consumo de agua tratada en la
Planta de Tratamiento de Mineral 2015-2017

3.2. MAXIMIZACIÓN DEL RECICLAJE DEL AGUA.


Para lograr la sustitución del agua fresca por agua tratada, además de conseguir una calidad de agua tratada apro-
piada para su empleo en los diferentes procesos productivos, se han realizado modificaciones en las infraestructuras
de manejo y distribución de aguas, contando con instalaciones más versátiles que se pueden adaptar más fácilmente
a las necesidades de la producción, tales como el centro de distribución de aguas, en la que se disponen de tanques
con diferentes calidades de aguas para su uso en los distintos procesos que lo requieran.

A su vez, cada área ha realizado un gran esfuerzo en la identificación de actividades que consumían agua fresca y la
adaptación de las mismas, en los casos que haya sido necesario, para el empleo de agua tratada.

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En muchos casos se han superado prejuicios sobre la calidad del agua adecuada para su empleo en actividades
críticas, tradicionalmente asociadas al uso de agua de buena calidad, como la preparación de reactivos, el sello de
bombas o el lavado de telas de filtrado.

En la actualidad, el 100% del agua tratada en las instalaciones de MATSA es consumida en los diferentes procesos
productivos desarrollados.

3.3. MEJORAS EN EL TRATAMIENTO.


El empleo de la tecnología adecuada para el tratamiento de las diferentes calidades de aguas generadas en los
procesos desarrollados por MATSA, así como las infraestructuras necesarias para su manejo y gestión, han sido
fundamentales para el éxito del SGSA.

Actualmente, se dispone de dos plantas de tratamiento, denominadas PTA1 y PTA2, así como cuatro balsas para la
regulación de las aguas. También se integran en este sistema las plantas de agua periféricas para el tratamiento de
las aguas de mina generadas en las otras dos operaciones mineras de MATSA: Sotiel Coronada y Mina Magdalena.

Las cuatro plantas están completamente automatizadas, y son controladas por los operadores mediante sistemas
de control remoto a través de SCADA, lo cual permite controlar y supervisar los procesos de tratamiento a distancia,
unificándose la supervisión en la sala de control de la PTA2.

A continuación se describen los tratamientos llevados a cabo en las instalaciones de Aguas Teñidas:

PTA1. Dispone de dos líneas de tratamiento, en las que actualmente se tratan aguas procedentes del interior de mina
y aguas de contacto procedentes del depósito de estériles respectivamente.

-- PTA1L1: el agua bombeada desde el interior de mina es tratada en esta línea dónde se realiza la adición de
cal para la regulación del pH y la eliminación de metales en un primer reactor, desde donde el agua pasa a un
segundo reactor en el que se añade floculante y de ahí a un clarificador. El agua clarificada se devuelve a un
aljibe para su empleo en las labores mineras, mientras que el lodo se envía al depósito de estériles.
-- PTA1L2: el agua de contacto generada por las lluvias sobre el depósito de estériles es tratada en esta línea,
en la que se mejora ligeramente su calidad para su empleo en el anillo de agua de proceso de la planta de
procesamiento de mineral. Esta mejora disminuye las necesidades de consumo de agua de mejor calidad, bien
sea fresca o tratada, para refrescar el sistema cuando éste se satura, lo cual se refleja en la disminución del
consumo global de agua fresca conseguido por MATSA.

PTA2. En esta planta se tratan fundamentalmente aguas procedentes del depósito de estériles. El agua se recibe en
una balsa denominada BA-201, desde donde se bombea a la primera línea de tratamiento (PTA2L1), en la que se
adiciona peróxido de hidrógeno para la oxidación de las tiosales presentes en el agua, y cloruro férrico, que actúa
como catalizador de la reacción.

Una vez clarificada, el agua pasa a la balsa BA-202, dónde se agota la reacción generada por el peróxido. Desde
ahí el agua se bombea a la segunda línea de tratamiento (PTA2L2), en la que se lleva a cabo un innovador proceso
mediante la adición de aluminato sódico para la conformación de etringita, un compuesto muy complejo que reduce
la concentración de sulfatos en el agua, hasta alcanzar valores muy por debajo del límite permitido por la legislación
vigente en materia de vertidos.

Se realiza un ajuste de los parámetros en el agua clarificada antes de su envío a una balsa para su distribución al
vertido o al consumo del proceso de producción, en función de las necesidades del mismo.
El agua clarificada de la PTA2L2 es enviada a la balsa denominada BA-210, desde donde se recircula a la planta de
procesamiento de mineral, sustituyendo de esta forma al agua fresca .

Cuando se generan excedentes de agua por elevadas precipitaciones, el agua acumulada en la BA-210 puede ser
vertida a cauce público, con totales garantías de cumplimiento de los límites establecidos para los diferentes paráme-
tros regulados en la autorización de vertidos vigente.

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Un preciso control interno durante el proceso de tratamiento del agua hace posible el ajuste casi inmediato de los di-
ferentes parámetros mediante la adecuada dosificación de reactivos, lo cual permite una optimización en el consumo
de reactivos, evitando su despilfarro, a la vez que se consigue que el agua tratada tenga la calidad esperada.

Recientemente se ha incorporado a la PTA2 un sistema de filtros para el filtrado de los lodos resultantes del tratamien-
to de las aguas. De esta forma, se consigue un alto porcentaje de secado del lodo cercano al 85%, disminuyendo por
lo tanto el volumen generado de este residuo, e incrementando la producción real de agua tratada que será empleada
de nuevo en el proceso productivo.

Figura 3 – Detalle de la planta de tratamento PTA2

4. MEJORA CONTINUA
La preocupación de MATSA por el medio ambiente y más concretamente por la mejora de la calidad de las aguas y
la reducción del consumo no queda aquí.

La empresa está envuelta en un proceso de mejora continua que le lleva a participar con empresas de ámbito inter-
nacional en el desarrollo de pruebas y pilotajes encaminados a la mejora de los efluentes mineros y la reducción del
consumo de recursos naturales.

Actualmente la empresa está desarrollando a escala de pruebas un nuevo proyecto del que se espera conseguir óp-
timos resultados en los que apoyar su ejecución a mayor escala para la mejora de su huella ecológica.

Se trata de un proyecto piloto para comprobar la eficacia del empleo de humedales (Wetlands) en el tratamiento de
aguas de contacto generadas en las instalaciones de MATSA, mediante un tratamiento pasivo de aguas en el que
se emplean plantas para la reducción de las concentraciones de sulfatos y metales principalmente en las aguas de
origen minero. Esta tecnología tiene bajos costes de operación y mantenimiento, por lo que se considera sostenible
a largo plazo, y entre sus beneficios adicionales destacan su alta capacidad de autorregulación, la perdurabilidad
de estos sistemas en el tiempo, y la oportunidad de creación de hábitats para el desarrollo de especies animales y
vegetales.

Actualmente se está realizando una prueba a media escala, para la cual se emplean contenedores de gran tamaño, y
otras dos a escala de campo, para las cuales ha sido necesaria la construcción de pequeñas balsas por las cuales se
hace pasar un pequeño flujo del agua a tratar, realizándose un exhaustivo control de las características del efluente
a la entrada y la salida del sistema.

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Figura 4 – Prueba piloto de wetlands a escala media.

El objetivo de este proyecto es conocer el comportamiento y mejora de las condiciones hidroquímicas de agua de
diferente calidad al hacerla pasar por estos humedales y determinar si el rendimiento que se obtiene se puede ampliar
y alargar en el tiempo.

5. RESULTADOS
Mediante la puesta en marcha del innovador Sistema de Gestión Sostenible del Agua descrito, MATSA ha conseguido
reducir en un 80% el consumo de agua procedente de fuentes externas desde el año 2015, realizando un uso eficien-
te de los recursos hídricos utilizados en la operación minera que ha repercutido en la reducción de la huella hídrica y
ecológica de su actividad minera.

En líneas generales, MATSA ha realizado un gran esfuerzo técnico y económico para lograr un tratamiento adecuado
a las características de las aguas contaminadas por su proceso productivo, consiguiente una calidad tal que permite
tanto su vertido al medio con plenas garantías de cumplimiento más allá de los límites legales impuestos en la auto-
rización de vertidos, como su utilización en el proceso productivo sustituyendo el aporte de agua fresca procedente
de fuentes externas.

Estas mejoras en el tratamiento consiguen reducir el impacto ambiental de la actividad de la empresa, produciendo
un vertido que no solo no genera impacto si no que en cualquier caso mejora la calidad del cauce al que se descarga,
así como minimizando el consumo de agua.

De esta forma se consigue la reducción del impacto ambiental mediante el empleo de tecnologías innovadoras que
permiten a MATSA disminuir su huella hídrica y ecológica, y adaptarse a los nuevos tiempos marcados por la amena-
za del cambio climático y la escasez de recursos.

6. CONCLUSIONES
El sistema de tratamiento del agua de MATSA es una muestra de la transformación que ha experimentado la industria
minera. Hace años, era habitual hacer un uso excesivo de este recurso. En la actualidad, la minería no se concibe
si no es absolutamente respetuosa con el medio ambiente, una realidad en la que el control del agua tiene un papel
destacado y en la que MATSA ocupa una posición de referencia.

La reducción del consumo de agua por parte de MATSA garantiza la reserva del recurso para épocas menos favora-
bles desde el punto de vista meteorológico, tales como futuras sequías, más aún en el contexto de cambio climático
actual, haciendo compatible el uso del agua destinada a la actividad minera con el de otras actividades desarrolladas
en el entorno en el que se ubica la empresa, bien sea económica como la agricultura o la ganadería, o lúdicas como
la pesca, fomentando de este modo los valores de solidaridad y convivencia social, sin menoscabo de la conservación
de la biodiversidad que supone la garantía del nivel de llenado del embalse dentro de los límites ecológicos.

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De forma adicional, una disminución en el consumo de agua supone una menor necesidad de bombeo de aguas des-
de el embalse Olivargas, lo cual se traduce en una reducción del consumo energético por parte de esta instalación,
disminuyendo el impacto ambiental derivado de este proceso y reduciendo la huella de carbono asociada al mismo.

Esta reducción del consumo de agua se traduce en una reducción de la huella hídrica de la actividad minera de MAT-
SA, desde el inicio de la explotación a la actualidad.
Actualmente la empresa está realizando un procedimiento de cálculo de la huella hídrica azul, verde y gris de su
proceso productivo, que se ha reforzado por la adhesión de la misma a la red EsAgua una plataforma web de comu-
nicación cuyo objetivo es posicionar a las empresas españolas como referentes en huella hídrica y en el ámbito de la
sostenibilidad. MATSA es la primera empresa andaluza en formar parte de esta iniciativa pionera en España.

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415
SOSTENIBILIDAD EN LA ACTIVIDAD MINERA. MECANISMOS LEGALES
ACTUALES Y FUTUROS. TRANSICIÓN ENERGÉTICA, CAMBIO
CLIMÁTICO Y ECONOMÍA CIRCULAR
Carlos de Miguel Perales Abogado, Uría Menéndez
Profesor de Derecho Civil y del Medio Ambiente, ICADE

SUMARIO: 1. Exigencias legales de sostenibilidad a día de hoy. 1.1. El desarrollo sostenible como punto de partida.
1.2. Artículo 45 CE y normativa minera. 1.3. Otra normativa de interés para el sector minero. 2. Nuevos riesgos y
oportunidades. 2.1. Transición energética y cambio climático. 2.2. Economía circular. 3. Conclusión

1. EXIGENCIAS LEGALES DE SOSTENIBILIDAD A DÍA DE HOY


1.1. EL DESARROLLO SOSTENIBLE COMO PUNTO DE PARTIDA.
La actividad minera, como cualquier otra, está sujeta a controles cuya finalidad es compatibilizar su desarrollo con
una adecuada protección del medio ambiente. Se trata de hacer efectivo el principio de desarrollo sostenible, esto es,
aquel que satisface las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades (Ver el V Programa Comunitario de Política y Actuación en Materia de Medio
Ambiente y Desarrollo Sostenible (DOCE de 17 de mayo de 1993, p. 12). Se puede encontrar así un punto de equi-
librio entre los extremos nunca deseables de desarrollismo absoluto, sin tener en cuenta ninguna otra consideración,
y de protección a ultranza del medio ambiente por encima de cualquier otra cuestión (incluida la supervivencia y el
bienestar del hombre).

En concreto por lo que se refiere a la actividad minera, la cuestión se planteó ya en los inicios de la aplicación de
nuestra Constitución, en la sentencia del Tribunal Constitucional 64/1982.

En esta sentencia se hace referencia a la necesidad de compaginar la protección del medio ambiente y el desarrollo
del sector económico minero. Y se afirma entre otras cosas que esa compaginación supone ponderar en cada caso
la importancia para la economía nacional de la explotación minera de que se trata y del daño que pueda producir al
medio ambiente, y requiere también entender que la restauración no podrá ser siempre total y completa, sino que
ha de interpretarse un criterio flexible. La sentencia afirmaba algo que hoy ya es obvio: no puede considerarse como
objetivo primordial y excluyente la explotación al máximo de los recursos naturales o el aumento de la producción a
toda costa, sino que se ha de armonizar la utilización racional de los recursos con la protección de la naturaleza, todo
ello para el mejor desarrollo de la persona y para asegurar una mejor calidad de la vida. A estos efectos, el Tribunal
Constitucional trae a colación, además del artículo 45 de la Constitución a que me referiré a continuación, al artículo
130.1 del mismo texto, que impone el deber de atender al desarrollo de todos los sectores económicos. La conclusión
que extrae en Tribunal Constitucional es que la compaginación citada debe hacerse en la forma que en cada caso
decida el legislador competente.

Recuérdese que el artículo 149.1 de la Constitución Española establece que el Estado tiene competencia exclusiva
sobre las siguientes materias: … 16.ª Sanidad exterior. Bases y coordinación general de la sanidad … 22.ª La legisla-
ción, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una
comunidad autónoma … 23.ª Legislación básica sobre protección del medio ambiente, sin perjuicio de las facultades
de las comunidades autónomas de establecer normas adicionales de protección. La legislación básica sobre montes,
aprovechamientos forestales y vías pecuarias … 25.ª Bases de régimen minero y energético …

Y de acuerdo con su artículo 148.1, las comunidades autónomas podrán asumir competencias en las siguientes ma-
terias: … 3.ª Ordenación del territorio, urbanismo … 8.ª Los montes y aprovechamientos forestales. 9.ª La gestión en
materia de protección del medio ambiente. 10.ª Los proyectos, construcción y explotación de los aprovechamientos
hidráulicos, canales y regadíos de interés de la comunidad autónoma; las aguas minerales y termales. 11.ª La pesca
en aguas interiores, el marisqueo y la acuicultura, la caza y la pesca fluvial … 21.ª Sanidad e higiene. Termina este ar-
tículo estableciendo en su apartado 2 que transcurridos cinco años, y mediante la reforma de sus estatutos, las comu-
nidades autónomas podrán ampliar sucesivamente sus competencias dentro del marco establecido en el artículo 149.

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y Recursos Minerales
Puede decirse con carácter general que a día de hoy todas las comunidades autónomas han asumido amplias com-
petencias en materia de medio ambiente.

Y por lo que se refiere a los municipios y provincias, véanse los artículos 140 y 141, sobre la base del artículo 137 (el
Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las comunidades autónomas que se constituyan.
Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses).

Sobre el reparto de competencias en general, pueden consultarse entre otras las SSTC 170/1989 y 90/2000, y las
SSTS de 23.5.97, 26.7.06, 30.1.08, 9.12.09, 8.6.12 y 21.4.15. A partir de aquí, es numerosa y compleja la jurispruden-
cia sobre competencias sectoriales.

1.2. ARTÍCULO 45 CE Y NORMATIVA MINERA.


No por ser conocido por todos debe dejar de mencionarse, como pilar básico de nuestro ordenamiento jurídico am-
biental, el artículo 45 de la Constitución.

Este artículo establece el derecho de todos a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la per-
sona, así como el deber de conservarlo; la obligación de los poderes públicos de velar por la utilización racional de
todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio
ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva; y las sanciones penales o, en su caso, administrati-
vas, así como la obligación de reparar el daño causado para aquellos que no cumplan con sus deberes respecto del
medio ambiente, en los términos que la ley fije (Junto con este artículo puede citarse el artículo 37 de la Carta de los
derechos fundamentales de la Unión Europea, de acuerdo con el cual las políticas de la Unión integrarán y garanti-
zarán con arreglo al principio de desarrollo sostenible un alto nivel de protección del medio ambiente y la mejora de
su calidad).

Como puede apreciarse, el mandato del Tribunal Constitucional en su sentencia 64/1982 suponía una aplicación
cabal de la Constitución, y puede decirse que se ha cumplido: son numerosas las normas que tienen como objetivo
compaginar el medio ambiente y el desarrollo económico. A continuación hago una breve mención a algunas normas
básicas estatales vigentes que tienen más relevancia para la actividad minera.

Es forzoso empezar haciendo una mención al artículo 5.3 de la Ley 22/1973, de minas: el Ministerio de Industria
realizará los estudios oportunos para fijar las condiciones de protección del ambiente, que serán imperativas en el
aprovechamiento de los recursos objeto de esta Ley y se establecerán por Decreto, a propuesta del Ministerio de
Industria, previo informe de la Comisión Interministerial del Medio Ambiente y de la Organización Sindical.

Teniendo en cuenta que se trata de una Ley de casi 35 años, es meritorio que ya entonces recogiera una previsión
de este tipo, por muy escueta que fuera. Pero es que la Ley de Minas incluye además otras previsiones directamente
dirigidas a proteger el medio ambiente. Así, el artículo 74 en materia de aguas y el artículo 81 en materia de daños, a
los que me referiré más adelante.

En sede de régimen sancionador, la Ley de minas contempla varias infracciones relacionadas con el medio ambien-
te. Así, es infracción grave la inadecuada conservación y mantenimiento de las explotaciones e instalaciones si de
ello puede resultar un riesgo grave para las personas o el medio ambiente; también lo es el incumplimiento de las
obligaciones incluidas en el plan de restauración sin la autorización del órgano que lo aprobó, así como las infraccio-
nes que, suponiendo un incumplimiento en materia de seguridad minera, supongan un riesgo para las personas o el
medio ambiente; y la comisión de una infracción leve cuando se aprecien circunstancias de reincidencia o de riesgo
grave para las personas o el medio ambiente (artículo 121.2, apartados e) a h)). Y es muy grave la comisión de una
infracción grave cuando se aprecien circunstancias de reincidencia o de riesgo muy grave para las personas o el
medio ambiente (artículo 121.1).

Si se habla de sostenibilidad en la regulación minera debe hacerse referencia, junto a la Ley de minas, al Real De-
creto 975/2009, sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas y de protección y rehabilitación del espacio
afectado por actividades mineras.

Este Real Decreto traspone en España la Directiva 2006/21/CE del Parlamento y del Consejo, de 15 de marzo de
2006. Entre otros aspectos, se basa en (i) un concepto amplio de aprovechamiento, que engloba el conjunto de activi-

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dades destinadas a la explotación, preparación, concentración o beneficio de un recurso mineral, incluyendo las labo-
res de rehabilitación del espacio natural afectado; (ii) la necesidad de proteger los recursos naturales como base del
desarrollo económico y social e invertir la actual tendencia hacia su degradación gestionándolos de modo sostenible
e integrado; (iii) la necesidad de prevenir o reducir los efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana
derivados de la gestión de residuos de industrias extractivas; y (iv) la necesidad de guardar el preciso equilibrio entre
la obtención de recursos naturales y la práctica de tecnologías de rehabilitación de entornos, que obliga al estudio
particular de cada caso.

Sobre esta base, el Real Decreto 975/2015 establece la obligación de realizar los trabajos de rehabilitación del es-
pacio natural afectado por las labores mineras y sus servicios e instalaciones anejas, incluyendo aquellas donde se
hayan de depositar los residuos mineros, y regula la gestión de los residuos de las industrias extractivas. El público
debe ser informado de toda solicitud de autorización de plan de restauración, que incluye el plan de gestión de resi-
duos; y el público interesado debe ser consultado antes de la concesión de una autorización del plan de restauración.

1.3. OTRA NORMATIVA DE INTERÉS PARA EL SECTOR MINERO.


Junto a esta normativa estrictamente minera hay otra que también afecta de forma directa a las actividades de este
sector. Solo por apuntar algunas hay que citar las siguientes:

(i) Ley 26/2007, de responsabilidad medioambiental. Según su exposición de motivos, esta Ley vino a satisfacer la
necesidad de contar con una legislación ambiental que instrumentara nuevos sistemas de responsabilidad que previ-
nieran eficazmente los daños medioambientales y, para los casos en los que estos llegaran a producirse, aseguraran
una rápida y adecuada reparación.

Cabe dudar de si esta intención se ha materializado. Lo que no es dudoso es que esta norma afecta a la actividad
minera, ya que se aplica a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que tales daños ocurran,
cuando hayan sido causados por cualesquiera actividades económicas o profesionales, si bien las enumeradas en el
anexo III (que incluye la gestión de los residuos de las industrias extractivas) están sujetas a un régimen más estricto
que el general en algunos aspectos concretos (por ejemplo, presunción de causalidad o mayor ámbito de la respon-
sabilidad objetiva).

En línea con esta Ley de responsabilidad ambiental cabe traer a colación el artículo 81 de la Ley de minas, que impo-
ne a todo titular o poseedor de derechos mineros la responsabilidad por los daños y perjuicios que ocasione con sus
trabajos, así como de los producidos a aprovechamientos colindantes por intrusión de labores, acumulación de agua,
invasión de gases y otras causas similares y de las infracciones que cometa de las prescripciones establecidas en el
momento del otorgamiento para la protección del medio ambiente.

(ii) Ley 21/2013, de evaluación ambiental. Su exposición de motivos dice que la evaluación ambiental resulta indis-
pensable para la protección del medio ambiente, facilita la incorporación de los criterios de sostenibilidad en la toma
de decisiones estratégicas a través de la evaluación de los planes y programas, y a través de la evaluación de pro-
yectos garantiza una adecuada prevención de los impactos ambientales concretos que se puedan generar, al tiempo
que establece mecanismos eficaces de corrección o compensación.

Esta Ley se basa, entre otros, en los principios de protección y mejora del medio ambiente; acción preventiva y
cautelar; prevención y corrección y compensación de los impactos sobre el medio ambiente; quien contamina paga;
participación pública; desarrollo sostenible; e integración de los aspectos ambientales en la toma de decisiones.

Como proyectos sometidos a evaluación ambiental ordinaria se encuentran los incluidos en el grupo 2 del anexo I
(Industria extractiva); por su lado, como proyectos sometidos a evaluación ambiental simplificada se encuentran los
incluidos en el grupo 3 del anexo II (Perforaciones, dragados y otras instalaciones mineras e industriales, que inclu-
ye por ejemplo las explotaciones de áridos no incluidas en el anexo I que se hallen ubicadas en terreno de dominio
público hidráulico para extracciones superiores a 20.000 metros cúbicos anuales, o en zona de policía de cauces y
su superficie sea mayor de 5 ha.).

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(iii) Real Decreto Legislativo 1/2001, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de aguas. Este texto legal
es uno de los pilares de la normativa medioambiental española, e incluye preceptos de relevancia para la actividad
minera. Por solo citar algunos, podemos hacer referencia a los siguientes:

-- la compatibilidad de la gestión pública del agua con la conservación y protección del medio ambiente y la res-
tauración de la naturaleza como uno de los principios rectores de la gestión en materia de aguas (artículo 14);
-- el derecho de los titulares de los aprovechamientos mineros a utilizar las aguas que capten con motivo de las
explotaciones para dedicarlas a finalidades exclusivamente mineras a través de la correspondiente concesión
(artículo 57);
-- los objetivos de la protección de las aguas y del dominio público hidráulico (artículo 92);
-- los objetivos medioambientales (artículo 92 bis); y
-- la prohibición de ciertas actuaciones contaminantes (Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 100, que regula
la autorización de vertido.) tales como acumular residuos sólidos, escombros o sustancias que constituyan o
puedan constituir un peligro de contaminación de las aguas o de degradación de su entorno, o efectuar accio-
nes sobre el medio físico o biológico afecto al agua, que constituyan o puedan constituir una degradación del
mismo.

En línea con la protección del dominio público hidráulico que constituye el objeto de este texto refundido, cabe citar
el artículo 74 de la Ley de minas. Este artículo establece que los titulares de concesiones de explotación deben noti-
ficar cualquier captación de aguas que realicen como consecuencia del desarrollo de sus trabajos, y pueden utilizar
para otros usos las aguas sobrantes, ponerlas a disposición del Estado o verterlas a los cauces públicos, previas las
autorizaciones que procedan, con atención especial a la protección del medio ambiente; y si las labores proyectadas
pudieran afectar al régimen de manantiales y alumbramientos de aguas de cualquier naturaleza, se condicionará su
aprobación al cumplimiento de prescripciones especiales que garanticen la conservación de aquéllos y exigirá, en
su caso, la fianza que proceda. Finalmente, cuando se hubieran cortado aguas que alimenten manantiales, alumbra-
mientos o aprovechamientos preexistentes de cualquier naturaleza, debidamente legalizados, o se perjudicaran los
acuíferos, los titulares de la concesión estarán obligados a reponer en cantidad y calidad las aguas afectadas y, en
todo caso, a abonar las correspondientes indemnizaciones por los daños y perjuicios causados.

(iv) Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del patrimonio natural y de la biodiversidad. Esta Ley establece el régimen
jurídico básico de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad
española. Se inspira en principios tales como los de mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales y de los
sistemas vitales básicos; preservación de la diversidad biológica, genética, de poblaciones y de especies; preser-
vación de la variedad, singularidad y belleza de los ecosistemas naturales, de la diversidad geológica y del paisaje;
prevalencia de la protección ambiental sobre la ordenación territorial y urbanística; precaución; promoción de la utili-
zación ordenada de los recursos para garantizar el aprovechamiento sostenible del patrimonio natural; integración de
los requerimientos de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y la biodiversidad
en las políticas sectoriales; y garantía de la información y participación de los ciudadanos en el diseño y ejecución de
las políticas públicas.

Aparte de otras reglas relevantes dentro de esta Ley, destaca una probablemente ya conocida: cualquier plan, progra-
ma o proyecto que, sin tener relación directa con la gestión de un espacio de la Red Natura 2000, o sin ser necesario
para ella, pueda afectar de forma apreciable a los citados lugares, ya sea individualmente o en combinación con otros
planes, programas o proyectos, se someterá a una adecuada evaluación de sus repercusiones en el lugar, de forma
que las comunidades autónomas correspondientes sólo manifestarán su conformidad con dicho plan, programa
o proyecto tras haberse asegurado de que no causará perjuicio a la integridad del lugar en cuestión y, si procede, tras
haberlo sometido a información pública.

(v) Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados. Esta Ley orienta la política de residuos conforme al principio de
jerarquía en su producción y gestión, maximizando el aprovechamiento de los recursos y minimizando los impactos
de la producción y gestión de residuos. Es preciso destacar no obstante que esta Ley no será de aplicación, entre
otros, a los residuos resultantes de la prospección, de la extracción, del tratamiento o del almacenamiento de recursos
minerales, así como de la explotación de canteras cubiertos por el Real Decreto 975/2009 en los aspectos ya regula-
dos por otra norma comunitaria o nacional que incorpore a nuestro ordenamiento normas comunitarias (a. 2.2.d)). A
pesar de ello, parece que debe entenderse aplicable en el ámbito de la minería principios básicos como los

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recogidos en el artículo 8, sobre jerarquía de residuos (De acuerdo con el art. 8 de la Ley, las administraciones deben
aplicar la jerarquía de residuos por el siguiente orden de prioridad: prevención; preparación para la reutilización; reci-
clado; otro tipo de valorización, incluida la valorización energética; y eliminación.).

En materia de residuos destacamos el art. 17.1 del Real Decreto 975/2009, de acuerdo con el cual la entidad explota-
dora realizará un plan de gestión de residuos mineros enfocado a su reducción, tratamiento, recuperación y elimina-
ción teniendo en cuenta el principio de desarrollo sostenible; y de acuerdo con el apartado 2 de este mismo artículo,
los objetivos del plan de gestión de residuos mineros serán: a) prevenir o reducir la producción de residuos mineros
y su nocividad, en particular teniendo en cuenta, entre otros elementos, el relleno con residuos mineros del hueco
de explotación y el recubrimiento del terreno afectado por la investigación y aprovechamiento con la tierra vegetal
original; y b) fomentar la recuperación de los residuos mineros.

Como decimos, solo se ha pretendido dar un apunte mínimo sobre alguna legislación básica estatal de interés en el
sector minero. Hay que tener en cuenta otra normativa que pueda ser relevante, tanto a nivel estatal (por ejemplo, la
Ley 27/2006, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la
justicia en materia de medio ambiente; y el Real Decreto Legislativo 1/2016, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de prevención y control integrados de la contaminación) como, sin duda, a nivel autonómico.

2. NUEVOS RIESGOS Y OPORTUNIDADES.


Como puede observarse, no son pocas las normas que se preocupan de asegurar un desarrollo sostenible que se
aplican a las actividades mineras. Tampoco son normas poco exigentes: imponen multitud de obligaciones y requisi-
tos antes, durante y después de desarrollar la actividad.

Pero esto no es todo. En la actualidad la Unión Europea, y por supuesto España, está embarcada en el desarrollo
de dos conceptos que de implementarse de forma completa supondrán una revolución al menos económica y social,
y que afectarán también al sector minero. Me refiero a la transición energética y a la economía circular tal como se
están tratando en España a la fecha presente (febrero 2018).

2.1. TRANSICIÓN ENERGÉTICA Y CAMBIO CLIMÁTICO.


A día de hoy el Gobierno de España está elaborando un anteproyecto de Ley de cambio climático y transición energé-
tica con el fin de cumplir los objetivos en materia de energía y clima de la Unión Europea y los recogidos en el Acuerdo
de París de 2015, y en concreto establecer el marco hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima.

Es de esperar que la Ley recoja objetivos cualitativos y cuantitativos, y no limitarse a ser una mera ley programática.
Entre los objetivos cualitativos estarían los tres siguientes: facilitar el cumplimiento de España con sus compromisos
internacionales y europeos en materia de cambio climático y de energía; promover las actuaciones con mayor capa-
cidad para alcanzar los compromisos al menor coste posible, de manera que la política energética y de cambio climá-
tico favorezca la actividad económica, la competitividad y el empleo y asegure la sostenibilidad financiera del sistema
energético; y establecer los principios rectores que guiarán las actuaciones de los poderes públicos y del conjunto de
la sociedad. Además, deberá quedar reflejado el carácter transversal de la Ley.

Entre los objetivos cuantitativos estarían una senda de descarbonización a 2050 para reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero entre un 80% y un 95% respecto de 1990, en línea con lo señalado en la Hoja de ruta de la
Comisión Europea a 2050. Se tendrán que definir otros objetivos, como los relacionados con eficiencia energética y
energías renovables.

Además la Ley debería tener en cuenta y regular otras cuestiones relevantes como las referidas a la adaptación al
cambio climático, aspectos fiscales, creación de una base adecuada de seguimiento y control del conocimiento, me-
didas especiales para las pymes y sectores desfavorecidos, y aspectos financieros (para lo cual sería preciso incluir
previsiones, entre otras cuestiones, sobre un sistema de evaluación de riesgos y vulnerabilidades, obligación de
información, seguros y – si fuera posible - una definición de “financiación verde”).

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2.3. ECONOMÍA CIRCULAR.
También son importantes las acciones que está tomando el Gobierno en relación con la economía circular. Por tal
se entiende aquella en la que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía
durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduzca al mínimo la generación de residuos (Ver la comunicación
de la Comisión al Parlamento Europeo al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones “Cerrar
el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular”, COM(2015) 614 final, Bruselas 2.12.15, p. 2.). Se
dice (Ibídem.) que esta concepción de la economía es una contribución esencial a los esfuerzos de la Unión Europea
para lograr una economía sostenible, hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos y competitiva; que impulsará
la competitividad de la Unión al proteger a las empresas contra la escasez de los recursos y la volatilidad de los
precios, y contribuir a crear nuevas oportunidades

empresariales, así como maneras innovadoras y más eficientes de producir y consumir; creará puestos de trabajo a
escala local, ahorrará energía y contribuirá a evitar daños irreversibles causados en lo relativo al clima y biodiversi-
dad, y a la contaminación del aire, el suelo y el agua; y reducirá los actuales niveles de emisión de CO2.

Dicho esto, es preciso reconocer que el concepto de economía circular no es nuevo. Forma parte del concepto más
amplio de desarrollo sostenible, referido en especial al uso de los recursos naturales y a la producción y tratamiento
de los residuos, y por tanto también coherente con el mandato del artículo 45 de nuestra Constitución al que me he
referido antes.

El que no sea un concepto nuevo no significa que no deba prestársele atención: el debate sobre la economía circu-
lar está impulsando actuaciones de las autoridades que tendrán su incidencia en los agentes económicos. No cabe
descartar incluso que se adopten medidas legislativas, si bien es cierto que no son pocas las normas ya vigentes
que recogen preceptos en línea con la idea de economía circular: además del artículo 45 CE y las normas mineras y
restantes ya citadas, pueden mencionarse, por llamar la atención solo sobre algunas, la Ley

22/1988 de costas (Por ejemplo, el apartado 3 de su art. 13 bis, que determina en su párrafo tercero que en las obras
de reparación, mejora, consolidación y modernización de obras e instalaciones que tras la revisión del deslinde se
incorporen a la zona de servidumbre de protección, se emplearán los mecanismos, sistemas, instalaciones y equi-
pamientos individuales y/o colectivos que supongan un ahorro efectivo en el consumo de agua. En el caso de que
afecten a jardines y espacios verdes, para su riego fomentarán el uso de recursos hídricos marginales, tales como
aguas regeneradas o aguas de lluvia almacenadas.), el Real Decreto Legislativo 1/2016, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley de prevención y control integrados de la contaminación (Por ejemplo, su artículo 4 con-
tiene los principios informadores de la autorización ambiental integrada, y entre ellos se incluyen (i) el fomento de
la prevención en la generación de los residuos o, en su caso, que éstos se gestionen con el orden de prioridad que
dispone la jerarquía establecida en el artículo 8 de la Ley 22/ 2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados,
o (ii) la utilización de la energía, el agua, las materias primas y otros recursos de manera eficiente. Ejemplo concreto
de estos principios puede encontrarse en el art. 12.1.a.7º del mismo Real Decreto Legislativo, que determina que la
solicitud de la autorización ambiental integrada contendrá entre otra documentación un proyecto básico que incluirá
a su vez, entre otros aspectos, la tecnología prevista y otras técnicas utilizadas para prevenir y evitar las emisiones
procedentes de la instalación o, y si ello no fuera posible, para reducirlas, indicando cuales de ellas se consideran
mejores técnicas disponibles de acuerdo con las conclusiones relativas a las MTD.), y el Real Decreto Legislativo
7/2015, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana (Así, su art. 3 establece
que las políticas públicas relativas a la regulación, ordenación, ocupación, transformación y uso del suelo tienen como
fin común la utilización de este recurso conforme al interés general y según el principio de desarrollo sostenible, y que
en virtud del principio de desarrollo sostenible, esas políticas públicas deben propiciar el uso racional de los recursos
naturales armonizando los requerimientos de la economía, el empleo, la cohesión social, la igualdad de trato y de
oportunidades, la salud y la seguridad de las personas y la protección del medio ambiente).

Centrándonos en las actuaciones administrativas, debe hacerse referencia a la Estrategia Española de Economía
Circular. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) comenzó su elaboración
en 2017; actualmente está siendo impulsada conjuntamente por el MAPAMA y el Ministerio de Economía, Industria
y Competitividad, con la colaboración de otros siete ministerios (Hacienda y Función Pública; Fomento; Empleo y
Seguridad Social; Energía, Turismo y Agenda Digital; Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Presidencia y Adminis-
traciones territoriales; e Interior.), la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, las comunidades autónomas y
la FEMP.

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Un punto de partida relevante a los efectos de este trabajo se contiene en la p. 28 de la Estrategia. Se afirma que la
huella ecológica de la población española viene excediendo su biocapacidad, lo que supone que las necesidades de
la economía española están siendo importadas (La biocapacidad se define como la superficie productiva disponible
de un país. Por huella ecológica debe entenderse la demanda de recursos naturales (p. 26)). Se concluye que el con-
sumo de recursos naturales en España no es sostenible, ya sea por agotamiento o por emisiones a la atmósfera (p.
28). Creo que este punto es relevante para encontrar justificación a varias de las propuestas que se contienen
en la Estrategia.

La Estrategia tiene una visión a largo plazo (2030), y se ejecutará mediante planes de acción de corto plazo. El primer
plan de acción abarca los años 2018 a 2020. Identifica cinco sectores prioritarios de actividad: construcción, agroa-
limentación, industria, bienes de consumo y turismo. No cita de forma expresa el sector minero, si bien algunos de
los identificados como prioritarios tienen sin duda relación estrecha con aquel, notablemente los de construcción e
industria.

El plan de acción 2018-2020 cuenta con cinco líneas principales de actuación: producción, consumo, gestión de resi-
duos, materias primas secundarias y reutilización del agua. Además, se incorporan tres más con carácter transversal:
sensibilización y participación; investigación, innovación y competitividad; y empleo y formación. Siendo relevantes
todas las líneas sectoriales, cabe anticipar que para el sector minero serán de especial interés las referidas a gestión
de residuos, materias primas secundarias y reutilización del agua.

Este primer Plan de Acción incluye 70 actuaciones a poner en marcha durante el periodo 2018-2020, y cuenta con un
presupuesto de más de 836 millones de euros. A continuación destacamos algunas consideraciones a la luz del Plan
que pueden ser de especial relevancia para el sector minero:

-- Se resalta que la transición hacia una economía circular exige la adopción de innovaciones tecnológicas,
organizativas y sociales imprescindibles para impulsar el cambio necesario en los modelos de producción y
consumo.
-- En línea con lo anterior, la economía circular presenta para las empresas oportunidades, como el surgimiento
de nuevas líneas de negocio y servicios (p. 12). Es preciso aprovechar estas oportunidades para compensar
posibles riesgos.
-- En varias ocasiones se destaca la importancia de la contratación pública dentro de la Estrategia (por ejemplo,
pp. 30, 55, 91).
-- Es fundamental minimizar el impacto del sector de la construcción en materia de sostenibilidad y garantizar la
introducción de tecnologías y prácticas que contribuyan a la economía circular. Los residuos de construcción
y demolición constituyen una de las áreas prioritarias a nivel europeo, con un amplio potencial de mejora a
través de técnicas de reciclado (p. 39).
-- Se señalan como objetivos estratégicos, entre otros, la reducción del uso de recursos naturales no renovables
y la reutilización en el ciclo de producción de los materiales contenidos en los residuos como materias primas
secundarias (objetivo nº 1); favorecer la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promo-
viendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo
su trazabilidad (objetivo nº 3); y promover pautas que incrementen la innovación y la eficiencia global de los
procesos productivos, mediante la adopción de medidas como la implantación de sistemas de gestión ambien-
tal (objetivo nº 4) (p. 51).
-- Como políticas ambientales para el cambio se señalan entre otras impulsar la contratación pública ecológica
como pieza clave del consumo (política nº 3); e impulsar la aprobación de la consideración de subproductos y
establecer los criterios específicos para la determinación del fin de condición de residuo (política nº 6) (p. 55).

3. CONCLUSIÓN
A día de hoy existe una profusa normativa que afecta a la actividad del sector minero y tiene como objeto conseguir
un desarrollo sostenible. En este trabajo se han apuntado algunas de las normas básicas estatales más relevantes,
a las que hay que añadir el resto de normas estatales y todas las autonómicas que resulten de aplicación. El marco
actual es exigente.

En el corto plazo previsible se van a dar pasos hacia una mayor exigencia. Se trata de la probable aprobación de una
Ley de transición energética y cambio climático, y de la aprobación de una Estrategia Española de Economía Circular.
Estas iniciativas plantean riesgos pero también oportunidades que hay que saber aprovechar.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
238
EL SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL EMAS COMO MTD EN EL SECTOR
MINERO Y SU POSIBLE APLICACIÓN EN ANDALUCÍA
Castaño Torres, Vicente.
Secretaría General de Medio Ambiente y Cambio Climático, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territo-
rio, Junta de Andalucía.
Avda. Manuel Siurot, 50 CP 41013 Sevilla.
vicente.castano@juntadeandalucia.es

RESUMEN: La presente comunicación versa sobre los sistemas de gestión ambiental como mejores tecnologías
disponibles en el sector de la minería. En concreto, del sistema de auditoría y gestión ambiental EMAS, sistema
creado y avalado por la Comisión Europea, y cuya implantación en las empresas mineras puede derivar en aspectos
favorables para éstas más allá del carácter MTD del sistema.

PALABRAS CLAVE: EMAS, Gestión Ambiental, Ley GICA, Instrumentos Voluntarios, MTD.

1. INTRODUCCIÓN
Un instrumento voluntario puede definirse como un planteamiento estratégico, por parte de los actores implicados,
para alcanzar los objetivos en materia de medio ambiente mediante la colaboración y asociación con las empresas
por parte de la Administración.

La Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, recoge, en su Título V, la existencia de
una serie de instrumentos voluntarios para la mejora ambiental del comportamiento de las empresas sujetas a esta
norma (artículos 111 a 118). Así, en su Capítulo II se recogen, expresamente, los Controles Voluntarios, entre los que
destaca el sistema de gestión ambiental EMAS.

EMAS es el acrónimo de Eco-Management and Audit Scheme, una herramienta voluntaria de gestión para em-
presas y otras organizaciones, regulada por la Comisión Europea a través de un Reglamento Europeo, que permite
evaluar, mejorar y dar a conocer su comportamiento ambiental. Actualmente, la norma vigente que regula EMAS es
el Reglamento (CE) nº 1221/2009, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, relativo a
la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales
(EMAS), y por el que se derogan el Reglamento (CE) nº 761/2001 y las Decisiones 2001/681/CE y 2006/193/CE de
la Comisión, cuyos anexos han sido modificados por el Reglamento (UE) 1505/2017 de la Comisión, de 28 de agosto
de 2017, por el que se modifican los anexos I, II y III del Reglamento (CE) n.º 1221/2009 del Parlamento Europeo y
del Consejo, relativo a la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría
medioambientales (EMAS). Dicho Reglamento (como ya se ha citado, modificado en agosto de 2017 en sus anexos)
es el tercero de los aprobados y publicados respecto al citado sistema de gestión ambiental; el primero, data del año
1993.

Además de ser considerada una herramienta muy importante para la referida mejora ambiental de las empresas, y
cuyo objetivo principal consiste en promover mejoras continuas del comportamiento medioambiental de las Orga-
nizaciones mediante el establecimiento y la aplicación de un sistema de gestión medioambiental, la evaluación del
comportamiento de tal sistema, la difusión de información sobre comportamiento medioambiental, el diálogo abierto
con el público y otras partes interesadas y la implicación activa del personal, se ha definido como una de las Mejores
Tecnologías Disponibles para el Sector de la Minería por parte de la Comisión Europea. Todo ello, con el aval de la
propia Comisión respecto a la gestión ambiental de la empresa de que se trate.

El objetivo de la presente comunicación es poner en valor el sistema de gestión ambiental EMAS desde una doble
perspectiva: una, la de la propia gestión sostenible de la empresa; la otra, como MTD del sector minero, a partir de
los estudios desarrollados hasta la fecha.

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2. MATERIALES Y MÉTODOS
Para el desarrollo del presente trabajo, se ha partido del marco legal que define y regula el sistema de gestión am-
biental EMAS, en concreto, del Reglamento (CE) nº 1221/2009, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de
noviembre de 2009, relativo a la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión
y auditoría medioambientales (EMAS), y por el que se derogan el Reglamento (CE) nº 761/2001 y las Decisiones
2001/681/CE y 2006/193/CE de la Comisión, y su reciente modificación por el ya citado Reglamento 1505/2017, así
como del Documento de Referencia sobre MTD del sector minero y la experiencia acumulada por parte del Organis-
mo Competente en la materia, en este caso, la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental de la Consejería
de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

La aplicación de sistemas de gestión medioambiental, en general, ha demostrado su eficacia a la hora de promover


mejoras en el comportamiento medioambiental de las organizaciones. Especialmente, se pretende favorecer el ejer-
cicio de la responsabilidad compartida entre las Administraciones públicas y la sociedad en la protección del medio
ambiente, con nuevos instrumentos recogidos en la Estrategia de Desarrollo Sostenible marcada por el VI Programa
de la Unión Europea.

Estos instrumentos tienen, entre sus objetivos, favorecer el ejercicio de la responsabilidad compartida entre las Ad-
ministraciones públicas y la sociedad en la protección del medio ambiente, con nuevos instrumentos en el marco del
desarrollo sostenible. En contraposición con la estrategia normativa tradicional, estos instrumentos no conllevan la
regulación de un determinado sector o recurso ambiental, imponiendo prohibiciones, requisitos o sanciones en caso
de infracción, sino que persiguen la mejora, de manera voluntaria, del comportamiento ambiental de sus procesos
o de los productos o servicios puestos en el mercado. La diversidad de instrumentos voluntarios contemplados no
implica una gestión administrativa ni regulación aislada a modo de compartimentos estancos. Por el contrario, deben
estar vinculados entre sí, siendo el uso combinado de estos instrumentos la mejor opción.

La transparencia y crédito de las organizaciones que utilizan sistemas de gestión medioambiental se incrementan
cuando su sistema de gestión, su programa de auditoría y su declaración medioambiental son verificados, de ahí el
interés mostrado por aquéllas para implantar dicho sistema, único reconocido y respaldado por la Unión Europea,
usado para acreditar el compromiso para con el medio ambiente.

Las organizaciones que participan en este sistema obtienen numerosos beneficios y ventajas, entre las que desta-
can por su recurrencia:

1. Reducción de los costes económicos por un aumento de la eficiencia.


2. Reducción de los incidentes negativos, por una mejora en la gestión de los riesgos, especialmente por la
necesidad de realizar un análisis ambiental de la actividad de la Organización
3. Mejora las relaciones de las partes interesadas (clientes, comunidad local, organismos reguladores y socie-
dad en general), especialmente importante en una sociedad como la actual, cada vez más concienciada con
el acceso a la información que le afecta directa e indirectamente

La importancia del sistema y el interés de las Organizaciones en el mismo queda puesta de manifiesto en que EMAS,
a lo largo de sus más de 20 años de existencia, ha ido abriéndose desde el sector industrial (Reglamento EMAS I) a
todas las organizaciones con múltiples centros situados en un Estado miembro de la UE y el EEE (Reglamento EMAS
II) y, con la aprobación del Reglamento EMAS III, a Organizaciones de dentro y fuera de la UE. Este último avance es
fundamental en el crecimiento e internacionalización de todas las Organizaciones, ya que proporciona una herramien-
ta que les permite alcanzar un alto nivel de comportamiento medioambiental que puede ser reconocido públicamente
por las partes interesadas de la Comunidad Europea.

Para inscribirse en el registro EMAS, una organización debe realizar los siguientes pasos:

• Realizar un análisis medioambiental teniendo en cuenta todos los aspectos ambientales de sus actividades,
productos y servicios, los métodos para evaluarlos, el marco jurídico y normativo, así como las prácticas y
procedimientos de gestión ambiental existentes.
• Adoptar una política ambiental comprometiéndose a cumplir con toda la legislación ambiental pertinente y a
llevar a cabo una mejora continua de su comportamiento ambiental.

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y Recursos Minerales
• Desarrollar un programa ambiental que englobe información sobre los objetivos específicos y las metas am-
bientales a alcanzar. Para la organización, el programa ambiental es una herramienta que ayuda a planificar
el trabajo y ejecutar las mejoras.
• Establecer un sistema de gestión ambiental (SGA) destinado a aplicar la política ambiental de la organiza-
ción y mejorar su comportamiento ambiental continuamente. El sistema de gestión debe definir las responsa-
bilidades, los medios para alcanzar los objetivos, procedimientos, necesidades de formación, y sistemas de
control y comunicación.
• Llevar a cabo una auditoria ambiental interna, concretamente, evaluar que el SGA se ha realizado conforme
a la política y el programa de la organización. Además, esta auditoria comprueba el cumplimiento de la norma-
tiva medioambiental aplicable a la organización.
• Realizar una declaración pública de su comportamiento ambiental, que presente los resultados obtenidos en
relación con los objetivos ambientales marcados, así como las medidas que se tomarán para mejorar conti-
nuamente dicho comportamiento.
• Obtener una verificación independiente por un verificador EMAS. El análisis ambiental, el SGA, el procedi-
miento de auditoria y la declaración ambiental deben ser aprobados por un verificador acreditado, que com-
prueba que el sistema está correctamente implantado, cumple con los compromisos de la política ambiental y
es válido para la consecución de los objetivos y metas establecidas.
• Inscribirse en el Registro EMAS. La declaración ambiental validada, junto con la demás documentación ne-
cesaria, debe ser enviada al organismo competente EMAS para su evaluación así como para comprobar el
cumplimiento de todos los requisitos establecidos, para así proceder a la inscripción en el Registro de Centros
Ecoauditados, quedando la declaración ambiental a disposición del público. Sólo entonces la organización
podrá emplear el logo EMAS.

Como ya se ha citado, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio es el organismo competente para
la planificación, dirección y ejecución de las inscripciones en el sistema comunitario de gestión y auditoría medioam-
biental (EMAS), conforme a lo dispuesto en el Decreto de estructura vigente de esta Consejería. En concreto, le co-
rresponde dicha labor a la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental, Órgano Directivo responsable de la
aplicación de dicho Reglamento y del mantenimiento del Registro de Centros Ecoauditados de Andalucía, en el cual
se inscriben las Organizaciones que cuentan con dicho sistema implantado. Este registro es de carácter público y a
él pueden acceder cuantas personas e instituciones deseen conocer el estado de la aplicación del citado Reglamento
en Andalucía.

Por otro lado, desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se participa en varios proyectos eu-
ropeos relacionados con la implantación de EMAS en Organizaciones así como la búsqueda de ventajas e incentivos
para éstas una vez tengan implantado dicho sistema. Así, dos son los proyectos actualmente en ejecución: Proyec-
to ENHANCE (https://www.interregeurope.eu/enhance/) y Proyecto BRAVER (http://www.lifebraver.eu/), habiéndose
participado también en un tercer proyecto, ya finalizado, sobre la temática, el Proyecto BRAVE (http://www.bravepro-
ject.eu/). En conjunto, con estas iniciativas se pretende apoyar a las entidades certificadas en EMAS, ISO 14001 y
Eco-label para reducir su impacto ambiental, simplificar los costes administrativos y garantizar el cumplimiento de la
legislación ambiental, con el objetivo de implementar algunas de ellas en la legislación, tanto a nivel europeo, nacional
como regional)

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3. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
A nivel europeo, y según datos extraídos de la Decisión 2013/131/UE de 4 de marzo de 2013, por la que se estable-
ce la Guía del usuario en la que figuran los pasos necesarios para participar en el EMAS con arreglo al Reglamento
1221/2009, relativo a la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría
medioambientales (EMAS), se ha realizado un estudio sobre los beneficios que ha reportado el citado sistema a las
empresas que lo han implantado, observándose lo siguiente (tabla 1):

Tabla 1 – Beneficios de la implementación del Sistema EMAS


Actuación Mejora
Ahorro financiero 9%
Mejora de la productividad 11%
Aumento de las oportunidades de mercado 12%
Mejora de las relaciones com las partes interesadas 17%
Reducción de los incidentes negativos 18%
Ahorro de energía y recursos 21%
Mejora de la contratación/retención de personal 8%
Otros 4%

Es decir, el margen de beneficios de la implantación de EMAS no sólo es ambiental sino también redunda en la cuenta
de resultados de la empresa así como en el mantenimiento de sus recursos humanos.

Con respecto a las medidas que se han adoptado por parte de la Administración Pública competente en la materia de
que se trate, caben destacar, entre otras, las siguientes:

-- Facilitar el acceso a las deducciones fiscales, de acuerdo con lo dispuesto en la normativa vigente
-- Fiscalidad ecológica
-- Reducción en algunas tasas administrativas
-- Incremento en los plazos de concesión administrativa
-- Apoyo económico en la implantación de este sistema en las Organizaciones que operan en Andalucía (y, pre-
visiblemente, continuación de la misma)
-- Búsqueda de nuevas vías, dentro del marco normativo vigente y que sea de aplicación, para fomentar la im-
plantación de EMAS en las empresas andaluzas, investigando en qué trámites administrativos se podría con-
ciliar una posible flexibilización de los mismos con la implantación y mantenimiento del mencionado sistema
de gestión ambiental, especialmente en el marco de la legislación sobre la prevención y el control integrados
de la contaminación o mediante la creación de diferentes incentivos que animen a las empresas andaluzas a
desarrollar una política empresarial acorde a nuestro tiempo, en el que los diferentes actores que participan de
la vida diaria de dichas Organizaciones puedan manifestar sus dudas, ideas o críticas al sistema.

El objetivo de EMAS, como instrumento voluntario fomentado por la propia Unión Europea, consiste en promover me-
joras continuas del comportamiento medioambiental de las organizaciones mediante el establecimiento y la aplicación
por su parte de sistemas de gestión medioambiental, redundando en su competitividad; la evaluación sistemática,
objetiva y periódica del funcionamiento de tales sistemas, la difusión de información sobre comportamiento medioam-
biental y logros alcanzados, el diálogo abierto con el público y otras partes interesadas, y la implicación activa del
personal en las organizaciones, aspecto éste fundamental ya que ello aumenta la satisfacción en el trabajo y el cono-
cimiento de cuestiones medioambientales, que puede reproducirse dentro y fuera del entorno laboral.

No hay que olvidar que la sociedad actual asiste a un nivel creciente de concienciación ambiental; el principal reflejo
de esta toma de conciencia, en el ámbito concreto del mercado de bienes y servicios, es la valoración del compromiso
ambiental de las empresas. En este escenario, los efectos ambientales que las empresas causan antes, durante y
después de la producción de bienes o la prestación de servicios se convierten en un factor de competitividad. Median-
te su compromiso, estas entidades apuestan por minimizar los efectos de sus actividades en aspectos tales como la
contaminación atmosférica, contaminación de las aguas, generación de residuos, consumo energético y de agua, etc.

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y Recursos Minerales
De ahí que la implantación de un sistema de gestión ambiental se erija en un buen indicador del grado de esfuerzo
y compromiso que las empresas en general, y del sector minero en particular, realizan para demostrar públicamente
su excelencia ambiental. Especialmente hoy en día donde existen numerosos proyectos mineros en marcha o con
perspectivas de iniciarse debido al nuevo entorno socioeconómico en el que nos encontramos, con una revalorización
de determinados metales así como por el importante desarrollo tecnológico del sector, que permite la extracción de
mineral a bajo coste, algo impensable hace 15 ó 20 años.

En definitiva, animar a las Organizaciones del Sector a participar en la implantación de EMAS, a realizar una apuesta
decidida por la mejora de su comportamiento medioambiental; a cambio, éstas podrían recibir como contraprestación,
en términos de control reglamentario, ahorro de costes y una mejoría en su imagen pública, especialmente tras el
reconocimiento de EMAS como MTD para el sector. No hay que olvidar que, de entre todos los sistemas de gestión
ambiental existentes en el mercado, EMAS es el único que cuenta con el aval de la propia Comisión Europea.

4. BIBLIOGRAFÍA
• Reglamento (CE) nº 1221/2009, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, relativo a
la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales
(EMAS), y por el que se derogan el Reglamento (CE) nº 761/2001 y las Decisiones 2001/681/CE y 2006/193/CE
de la Comisión
• Reglamento (UE) 1505/2017 de la Comisión, de 28 de agosto de 2017, por el que se modifican los anexos I, II y III
del Reglamento (CE) n.º 1221/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a la participación voluntaria de
organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS).
• Decisión 2013/131/UE de 4 de marzo de 2013, por la que se establece la Guía del usuario en la que figuran los
pasos necesarios para participar en el EMAS con arreglo al Reglamento 1221/2009, relativo a la participación vo-
luntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS)
• Real Decreto 239/2013, de 5 de abril de 2013, por el que se establecen las normas para la aplicación del Regla-
mento (CE) nº 1221/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a la participación voluntaria de organi-
zaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambiental (EMAS), y por el que se derogan el
Reglamento (CE) nº 761/2001 y las Decisiones 2001/681/CE y 2006/193/CE de la Comisión
• Documento de Referencia sobre Mejores Tecnologías Disponibles del sector minero.
• Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental.
• Decreto 53/1999, de 2 de marzo, por el que se establecen normas para la aplicación del Reglamento (CEE)
1836/1993, del Consejo, por que se permite que las empresas del sector industrial se adhieran con carácter volun-
tario a un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales
• Conclusiones del I Foro de Organizaciones EMAS (Sevilla, abril 2017), organizado por la Consejería de Medio
Ambiente y Ordenación del Territorio, Junta de Andalucía.
• Norma UNE-EN ISO 14001:2015 Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso (ISO
14001:2015)
• Norma UNE 150008:2008 Análisis y evaluación del riesgo ambiental

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MANTENIMIENTO SOSTENIBLE DE LAS SALINAS MARINAS
Alfredo Ruiz Rodríguez. Ingeniero de Minas
Dr. Mariano Ruiz, 37. 03183 Torrevieja, Alicante Spain email: arrpms@hotmail.com

RESUMEN: Las salinas marinas presentan un valor ecológico y cultural incuestionable. Desde mediados del siglo XX
se vienen cerrando paulatinamente las pequeñas salinas, a pesar de los esfuerzos de la administración y de iniciati-
vas privadas para conservar el ecosistema. El trabajo analiza las causas de estos cierres y presenta algunas posibles
actuaciones para que puedan mantenerse de forma sostenible.

PALABRAS CLAVE: Salinas, Ecosistemas, Mantenimiento sostenible.

1. INTRODUCCIÓN. EL CIERRE DE LAS SALINAS. LA PÉRDIDA DE ECOSISTEMAS SINGULARES.


Las salinas marinas son ecosistemas de gran valor medioambiental, con un acervo cultural e histórico único. Además
de las grandes salinas, estabilizadas y rentables, con producciones de centenares de miles de toneladas al año, hay
multitud de salinas, generalmente pequeñas, de producciones de apenas unos miles de toneladas al año que en gran
parte han sido abandonadas con la consiguiente degradación del sitio. Los argumentos en contra de la viabilidad de
las pequeñas salinas “unless it is considered as a traditional activity within folklore”, (Monier, 1999) son demoledores.

Si la actividad es insostenible o bien queda el terreno baldío o bien es cambiada por otra rentable: agricultura, acua-
cultura, urbanizaciones, polígonos industriales, vertederos de residuos incluso.

Los cierres de las pequeñas salinas se producen por motivos como:

• El costo final de la sal, comparados con los de grandes salinas, con economías de escala.
• La competencia en un mercado globalizado, fatal para las pequeñas salinas de mercado de proximidad.
• Especulación urbanística, pasando algunas salinas a ser terrenos urbanizables.
• Presiones como las turísticas, dejando la explotación de sal económica y socialmente, marginal.
• Estancamiento en la innovación tecnológica, que limita el desarrollo integral de las explotaciones.
• Aparición y desarrollo de acuacultura, en antiguas salinas.
• Cambios climatológicos e hidrológicos.
• Vacíos y voluntarismo en la idea de integración medioambiental.

La gran oleada de cierres de pequeñas salinas se produce a partir de mediados del siglo XX, aunque este sector ha
vivido en un estado de crisis y evolución permanente (Hérault 1995, Rodrigues, Bio, Amat & Vieira, 2011, Coelho, da
Cunha & Nuno 2015). La situación es global, por ejemplo:

En Grecia al comienzo del siglo XX había 16 salinas pequeñas y con una producción muy baja. En la década de 1920
a 1930 el número de salinas aumentó a 25. El aumento en número y capacidad continuó hasta la década de los 50, en
que se inició a una decadencia: en 1986 solo quedaban 12 y en 2006 estaban reducidas a 8 (Crisman, Takavakoglou,
Alexandridis, Antonopoulos & Zalidis. 2009).

En Portugal, en 2007 solo el 3,3 % de las salinas de Aveiro estaban activas o semi activas, 5,2 % eran salinas inac-
tivas, 16,1 % se dedicaban a la acuicultura y un 72 % estaban totalmente abandonadas En el 2011 solo quedaban
activas 8 salinas de Aveiro con una producción que no alcanzaba las 1.000 t/año, a comparar de las casi 270 que
existían en 1970, con una producción del orden de 60.000 t/año. La superficie había pasado de 1661 ha a unas 10
ha (Rodrigues et al., 2011).

En el área de Tianjin (China) (Hui W, Xuegong X & Gaoru Z, 2015) imágenes de satélite de 1979, 1988, 1999, 2008,
y 2013 muestran un incremento de actividad y superficie de salinas de 60 km2 en 1979 a 457,8 km2 en 1988 y un
descenso dramático de 1988 a 2013, perdiéndose 167,3 km2, el 36,5 % de la superficie.

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2. POSIBLES ACTIVIDADES A DESARROLLAR.
Para mantener los valores de biodiversidad, paisaje, historia y cultura, de las salinas en un marco de sostenibilidad
es importante mantener la actividad salinera.

Exponemos a continuación algunas posibles actividades a desarrollar en las pequeñas salinas, que contribuyan a
posibilitar el mantenimiento sostenible del enclave cultural, ecológico y económico, dentro de las que se deberán
adoptar las mejor adaptadas a las condiciones socio-económicas del sitio, que en algún caso puede ser una produc-
ción familiar reforzada puntualmente.

2.1. PAPEL DE LA ADMINISTRACIÓN.


Con carácter previo hay que señalar el importante papel que desempeña la administración, para el mantenimiento
sostenible de los espacios naturales que conforman las salinas, por si misma o apoyando iniciativas privadas, apli-
cando soluciones imaginativas, como por ejemplo:

• Suplir la iniciativa privada impulsando la recuperación de las salinas, ya sea por si misma o a través de fondos
público-privados, que derive en salinas restauradas, explotadas en alquiler por concurso público, por socie-
dades mixtas para la explotación de las salinas, etc.
• Convenios de carácter medio ambiental, turístico y cultural, acuerdos internacionales (Graham 2002, López
& Correas, 2003). El convenio de Ramsar y sus sucesivos Planes Estratégicos pueden ser una guía y herra-
mienta para conservar estos humedales.
• Fomentar el patronazgo en la conservación de estos espacios.
• En casos especiales aportación de ayudas públicas iniciales para rehabilitar instalaciones y equipos.
• Promocionar los productos: sal, peces, ostras, algas, artemia, etc., de características propias protegidas
(ecológicos, denominación de origen, etc.).

2.2. ACUICULTURA
A desarrollar en las grandes balsas, calentadores, donde tiene la primera evaporación del agua de mar y las salmue-
ras tienen una relativamente baja concentración en sales.

La producción puede ser extensiva como la tradicional “despesca” de los peces de estero (lenguado, dorada, lisa,
robalo, lubina, anguila, mújol, besugo, platija, etc.).

Con un tratamiento similar, está el cultivo y producción de crustáceos (cangrejos, camarones, cigalas, gambas, lan-
gostinos, etc., además de la artemia), moluscos (berberechos, almejas, navajas, ostras, etc.), y otros mariscos espe-
cíficos en las primeras balsas de las salinas.

2.3. ARTEMIA SALINA


La literatura sobre el cultivo de la artemia salina, amplísima, incluyendo la referida a su cultivo en salinas y sus efectos
en la producción de sal (Van Stappen, 1996, Rahman & Jeyalakshmi, 2009, etc.).

El desarrollo de la artemia necesita unas condiciones que se dan fácilmente en las salinas, como: temperatura ade-
cuada, mejor inferior a 40º C, salinidad entre 100 g/l y 200 g/l, movimiento de aguas que renueve el hábitat y aporte
oxígeno y nutrientes, etc. La producción puede ser de menos de 5 kg/ha/mes hasta los 40 kg/ha/mes. En condiciones
óptimas se llega a producciones de hasta 150 kg de quistes (en seco) por ha y periodo productivo (3 a 4 meses).

En algunas pequeñas salinas artesanales es la producción de artemia o la de la sal el subproducto en función de los
precios del mercado (Van Stappen & Sorgeloos, 2012, Van Hoa N. & Sorgeloos P. 2014).

2.4. MICROALGAS.
Las micro algas y bacterias contribuyen a mejorar la cantidad y la calidad de la sal, a la vez que representan un valor
añadido que se está desarrollando y del que ya hay producción comercial.

La industria de microalgas comenzó en los años 60 del pasado siglo con la Chlorella, seguido en los años 70 con la
Spirulina y los 80 con la Dunaliella salina (Castelo et al.) para la producción de beta-caroteno, glicerol para productos
cosméticos, complementos alimenticios y dietéticos, acuicultura, alimentación de animales de granja, agricultura,

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biomasa, tratamiento de aguas, etc. La Dunaliella soporta salmuera próxima a la saturación, siendo óptimo el cultivo
para salinidades entre 60 y 120 g/l y temperatura entre 20º y 35º.
Hay más de 30.000 especies conocidas de las cuales solo unas pocas tienen posible interés comercial. Los cultivos
en sistema abierto necesitan de grandes superficies, para producciones relativamente pequeñas.

2.5. HALOBACTERIAS.
Cómodas de cultivar y con escasos requerimientos nutricionales. Su tolerancia a altas salinidades reduce los riesgos
de contaminaciones en laboratorio, lo que permite su aplicación como alternativa a la Escherichia coli en la produc-
ción de proteínas recombinantes (Ramírez, Sandoval & Serrano, 2004).

En salinas del sur de España, se han aislado 122 cepas de bacterias halófilas moderadas, capaces de producir dife-
rentes hidrolasas: amilasas, lipasas, proteasas, nucleasas y pululanasas (Sánchez-Porro, Martín, Mellado & Ventosa
A, 2004). Como aplicaciones posibles podemos señalar:

• Las enzimas de las salinas soportan valores extremos de temperatura, pH o salinidad. Se han descrito hidro-
lasas de interés industrial del tipo de las amilasas, proteasas, nucleasas nucleotidasas, producidas por bacte-
rias halófilas. La nucleasa H, producida por Micrococcus varians, subsp. halobius, por ejemplo, es interesante
en la producción de agentes aromatizantes.
• Los polímeros bacterianos, por sus propiedades surfactantes y emulsionantes tienen aplicación en la in-
dustria petrolera, especialmente en condiciones de una elevada salinidad. Halobacterias como H. eurihalina
sintetizan polímeros de interés en farmacología
• Solutos compatibles. Acumulados en el citoplasma de bacterias halófitas tienen aplicaciones en tecnología
enzimática (biosensores, PCR, etc.) y en la industria farmacéutica y cosmética. Algunos solutos compatibles,
poseen un marcado efecto protector sobre las enzimas lábiles, que los hace útiles como agentes protectores
del calor y en los procesos de congelación y descongelación.
• Biodegradación de residuos. Las bacterias halófilas son una alternativa a los tratamientos microbiológicos
convencionales en procesos industriales que generan aguas residuales hipersalinas, en la producción de
diversas sustancias químicas como los pesticidas, determinados productos farmacéuticos y herbicidas com-
puestos organofosforados, metales pesados, los procesos de extracción de petróleo y gas, así como en la
descontaminación de terrenos.
• Alimentación Las bacterias halófilas moderadas tienen aplicaciones en el campo de la alimentación, como es
en la fermentación lácteos de productos con un contenido en sal (quesos yogures, etc.).

2.6. ALGAS Y PLANTAS HALÓFILAS.


Productos que puede cultivarse en las salinas como la salicornia, o espárrago de mar, con su sabor salado caracte-
rístico, muy apreciada en gastronomía, junto con otras algas, para ensaladas y platos especiales.

Son vegetales que necesitan muy poca agua y soportan mayor salinidad que otros. El cultivo no es tan simple como
puede parecer: por ejemplo la Arthrocnemum macrostachyum se desarrolla en suelos secos con alta concentración
de sales: con más humedad es el hábitat idóneo para la Sarcocornia fruticosa. (Zafrilla, B., Martínez-Espinosa, R. M.,
Alonso M. A., Bonete M. J. 2010).

En una salina se podría pensar en una pequeña planta desaladora aprovechando energía solar; con el agua dulce se
podría cultivar un huerto de plantas halófilas y la salmuera alimentaría la salina.

2.7. SALMUERAS DE LAS DESALADORAS.


Donde existan una salina y una planta desaladora, se puede producir una simbiosis de ambas actividades que con-
tribuya de una manera formidable al mantenimiento sostenible de pequeñas salinas, multiplicando su capacidad de
producción de sal. El rechazo de la desaladora es salmuera a añadir al circuito de la salina en función de su densidad,
disminuyendo sus vertidos al ambiente.

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2.8. SALES ESPECIALES
Representan un nicho de negocio interesante para las pequeñas salinas. Se pueden producir:

• Sales ricas en magnesio, donde el sabor “amargo” del magnesio hace que sea necesaria menor cantidad de
sal, para el mismo efecto (Tanii, 2009).
• Sales bajas en sodio, donde el NaCl está sustituido parcialmente por KCl, (con un contenido en silvinita, NaCl.
KCl) se están comercializando (tecnología patentada por CSIR / CSMCRI).
• Sales ricas en sulfato y cloruro de magnesio y de potasio, o incluso sales de bromo, para su utilización en
jabones, talasoterapia, baños, etc., así como en acuarios para la reconstrucción de agua de mar.
• Sales refinadas. Sal de gran pureza, del orden del 99,6 %.
Flor de sal.

2.9. APLICACIONES DE LAS AGUAS MADRE.


La concentración de sal en las aguas madres es del orden de 20 veces la del agua de mar. Su utilización es muy
variada, como tales salmueras o para obtención de otras sales. Por ejemplo:

• Salmueras para el deshielo Son ricas en sales de magnesio y potasio, Por ejemplo con una densidad de
32,2º Bé, contienen, en moles por cada 1000 mol de H2O: 16,82 de MgS04 15,57 de NaCl 38,75 de MgCl2, y
4,36 de KCl. Presentan ventajas en la viabilidad invernal, en carreteras y aeropuertos (Luna 2012):
-- Son menos contaminantes que el NaCl y ricas en sales de K y Mg, útiles como fertilizantes o correctoras de
suelos.
-- Su punto de congelación es más bajo que el obtenido con el NaCl.
-- Su forma líquida proporciona una acción más rápida que la del NaCl sólido, lo que es eficaz en casos como de
las peligrosas delgadas capas de hielo,”hielo negro”, aeropuertos, etc.
-- Reduce los costes de las operaciones. Las aguas madres son un producto barato ya preparado.
-- La higroscopicidad de las sales de las aguas madre mantiene el efecto durante más tiempo.
• Obtención de otras sales y metales. La obtención de otras sales o metales de las aguas madre presenta un
problema de escala, ya que se requiere, en el estado actual de la técnica, de relativamente altas inversiones.
No obstante hay estudios y trabajos dirigidos a una recuperación selectiva que puede aplicarse en pequeña
escala por ejemplo a la obtención de Li, Br, etc., mediante membranas o resinas.
• Desecantes y refrigerantes. Eliminación de polvo. La higroscopicidad de las salmueras concentradas se
puede utilizar como elemento desecante del ambiente en países húmedos y cálidos, incluidos invernaderos
(Lychnos, Fletcher, & Davies, 2010), así como en la eliminación de polvo en caminos y viales.

2.10. TALASOTERAPIA. FITOTERAPIA. HELIOTERAPIA. BALNEARIOS


Las aplicaciones de las salinas en talasoterapia, como método de terapia basado en diferentes medios marinos,
juntos o por separado: agua de mar, salmueras, algas, barros, sol, etc., están en desarrollo (Lemko, I. S. et al. 2009,
Glavaš & Kovač 2015,). La literatura es muy abundante

Los baños pueden ser desde agua de baja concentración como sería el agua de mar, hasta salmueras de muy alta
concentración (aguas madres). Las salmueras pueden calentarse hasta la temperatura más adecuada a cada trata-
miento utilizando la energía solar.

Los tratamientos con barros pueden utilizar los distintos tipos de lodos de las salinas, desde los arcillosos a aquellos
en que predomina el yeso, todos con altos contenidos en sales cálcicas, sódicas, magnésicas y potásicas, así como,
en menor proporción yodo y bromo.

La proximidad al mar significa un complemento de un turismo sanitario, capaz de competir con el turismo de balneario
de interior. Puede completarse con la fitoterapia, a partir de las plantas halófilas de las salinas.

2.11. ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE.


Las salinas son unos espacios húmedos artificiales, creados y mantenidos por la actividad salinera, constituyendo
unos enclaves ecológicos, de excepcional importancia. Concepto válido para todo tipo de salinas, tiene especial im-
portancia para las pequeñas; más que enclave son en muchos casos un reducto.

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2.12. VALOR CULTURAL. EJEMPLO DE LAS SALINAS DEL MEDITERRÁNEO
Las salinas del Mediterráneo constituyen un paisaje singular, y forman parte de una herencia cultural que hay que
conservar. Son la más importante actividad industrial no contaminante de la zona.

Aunque la técnica es similar en todas, la adaptación a las particularidades geológicas, climáticas, humanas han lleva-
do a desarrollar una diversidad en arquitectura, instalaciones, equipos, materiales, artesanía, etc., y hasta un lenguaje
y una particular forma de vida salinera.

Conocidas desde el comienzo de la civilización cuentan con una diversidad paisajística, una amplia variedad de so-
luciones técnicas, una riqueza en terminología. La base de la tecnología permanece básicamente: tanto en el diseño
formado por una serie de balsas calentadores, evaporadores, depósitos de cabecera, cristalizadores, completadas
con canales, compuertas, diques puentes, acueductos, etc., como en la producción de sal, movimientos de aguas,
etc.

2.12. VALOR ECOLÓGICO.


• Las salinas constituyen humedales, hábitat de múltiples especies, fundamentales desde el punto de vista de
la conservación de la naturaleza. Solo su funcionamiento permite la existencia de estos humedales en los que
se ha desarrollado una fauna y flora específicas (Lombardo, Messina, Pezzino, Montesanto, Caruso 2012,
Santulli, 2014), algunas endémicas, otras poco conocidas, alguna desconocida (Troia, 2009) o en peligro de
extinción. En resumen, se tiene la presencia de:
• Especies raras de organismos unicelulares adaptados a la alta salinidad, que influyen unos en la calidad de
la sal: cianobacterias como Aphanotheca, algas como la Dunaliella salina, halobacterías, etc., y otros en la
cantidad, al contribuir al sellado de las balsas disminuyendo las pérdidas por filtraciones
• Una interesante flora halófila, tanto acuática como terrestre.
• Invertebrados, terrestres o acuáticos tolerantes para diversas salinidades.
• Una considerable diversidad de aves acuáticas y de humedal, como residencia permanente, o de paso dentro
de las rutas migratorias.
• En las primeras balsas, peces adaptados a una salinidad superior a la del mar y a aguas calientes.
• De nichos de una rica biodiversidad adaptada a la diversa salinidad de las distintas balsas.
• El entorno de las salinas es un hábitat especial de especies vegetales y animales adaptadas al medio
• Hay un esfuerzo internacional a favor del mantenimiento de estos espacios y de su diversidad, promoviendo
simposios y grupos de trabajo donde intervienen expertos de distintas ramas (historiadores, etnólogos, ecólo-
gos) así como propietarios y autoridades locales. A este respecto hay que señalar:
• La iniciativa de algunos gobiernos regionales en la recuperación de algunas salinas abandonadas, como en
Andalucía por tratar de recuperar algunas salinas en la provincia de Cádiz.
• El desarrollo sostenible e inteligente de salinas, combinando su aprovechamiento con turismo suave respetuo-
so con el medio ambiente.
• Iniciativas como “Salt Routes” de la UNESCO, el proyecto ALAS, la Mediterranean Wetland Initiative (MedWet).
• Iniciativas privadas de particulares y de las compañías explotadoras, sin un beneficio económico directo, pero
cuya imagen representa un valor añadido (Sejourne, 2015, Zeno 2015).

Lo expuesto tiene una lectura trágica: estos espacios de alto valor ecológico se mantienen mientras se mantenga
la actividad salinera, manejada y conducida por expertos cualificados para esta actividad y están desapareciendo al
desaparecer las salinas.

2.13. TURISMO.
El territorio donde se asientan las salinas es especial, salino, con botánica y zoología específicas, en ocasiones con
especies endémicas, con una atmósfera propia, que cuenta con un valor histórico y cultural no siempre conocido. Un
ejemplo es el acequión la obra más antigua de Torrevieja, que podría ser un símbolo de la ciudad salinera.

Apoyadas en las salinas, en ocasiones de espaldas a ellas, se desarrollan actividades como:

• Parques naturales y centros de interpretación. Observatorios de aves.


• Museos de la sal, de los métodos, técnicas, herramientas, y la historia asociada a los valores del lugar.
• Visitas guiadas, tanto para un público general, como específicas: culturales. centros escolares, etc.
• Talasoterapia. Balnearios. Aprovechando las salmueras de alta concentración como los barros salinos.

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y Recursos Minerales
2.14. PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Actividades relacionadas con la obtención de energía, sobre la que hay muchos trabajos y literatura, (Garrett, 1983,
Lu, Walton & Swift, 2000, Jayanthi, Jawahar, Johnson & Kannadevan, 2005, Babalola, 2009, Lammayot, Rittidech &
Wiriyaumpaiwong 2012, Alenezi, 2012, Kernan A. 2015, etc.) son quizás menos evidentes salvo condiciones particu-
lares. Algunos ejemplos

• Acumulación de calor en salmueras y producción de energía eléctrica. Solar Ponds


• Una balsa de salmuera es un elemento capaz de almacenar la energía del sol. Las balsas diseñadas y equipadas
con esta finalidad se denominan SGSP, iniciales de salinity gradient solar pond.
• Ya en 1902 Kalecsinsky en el lago Medve de Transilvania, midió temperaturas de 70º C a una profundidad de 1,32
m al final del verano, donde al comienzo de la primavera la temperatura era de 26º C. Israel en 1960 realizó un
primer ensayo en una superficie de 600 m2 alcanzándo una temperatura de 95º C. En 1975 en otra balsa de 100
m2 en el Mar Muerto se alcanzaron los 103º C. El proyecto mayor en esta serie fue en 1975 una balsa de 7.000 m2,
que alimento de forma continuada una turbina produciendo 35 kWh.
• Este aprovechamiento de energía se ha ensayado como complemento en otras actividades como el procesado
de sulfato sódico en Turquía, o de carbonato sódico en Owens Lake, California (Moinier), o en combinación con la
desalinización de salmueras, como por ejemplo en la planta El Paso Solar Pond Project.
• El estudio de esta técnica ha continuado en el siglo XXI en países como EEUU, Australia e Israel, existiendo una
abundante bibliografía. Se patentó alguna variante como la utilización de balsas de salmuera saturada para obte-
ner un precalentamiento del agua en una central térmica.
• Potencia del gradiente de salinidad
• Para la producción de energía eléctrica aprovechando la diferencia de salinidad entre dos fluidos, hay dos proce-
dimientos:
• Pressure Retarded Osmosis (PRO) que utiliza membranas semipermeables entre el agua salada y el agua dulce;
el agua dulce incrementa la presión en la cámara con agua salada, incremento de presión que es utilizado para
mover una turbina y producir electricidad.
• Reversed Electro Dialysis (RED), utiliza el transporte de iones a través de un paquete de membranas cargadas
alternativamente como cátodos y como ánodos, con el espacio entre membranas lleno, también alternativamente,
de agua dulce y salada. El gradiente de salinidad es una fuerza motriz que mueve los iones creando una diferencia
de potencial y una corriente eléctrica.
• Ambos sistemas necesitan de una gran cantidad de membranas, lo que limita su aplicación (Kempener & Neu-
mann, 2014). Por ejemplo, el rendimiento superficial de las membranas en el sistema PRO puede alcanzar, en
ensayos de laboratorio, los 16 W/m2, mientras que en el sistema RED es del orden de 4 W/m2. Se estima que a
partir del año 2020 puede ser una fuente de energía competitiva y ecológicamente inocua.
• Esta tecnología, puede tener su aplicación utilizando las aguas madres, como disoluciones concentradas.

3. PURIFICACIÓN DE AGUAS RESIDUALES


Algunos autores proponen la utilización de salinas abandonadas como balsas para la decantación de aguas proce-
dentes de diversas actividades (Crisman, 2000)

4. AGRUPACIÓN DE SERVICIOS
La agrupación de servicios parece indispensable en aspectos como denominación de origen protegida, comercializa-
ción conjunta, especialización de producciones, lavado y refinado de sal, aprovechamiento de las aguas madre, etc.

5. EJEMPLOS DE POSIBLES APROVECHAMIENTOS


Son muy numerosos. Entresacamos algunos.

Tianjin. China
La administración china ha planteado un modelo de desarrollo de la zona, basado en la simbiosis de economía,
industria y medio ambiente, que propone la integración de producción de sal y desalinización del agua de mar con
actividades relacionadas como: maricultura, refrigeración de centrales de energía, cultivo de artemia, extracción de

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bromo, industria química derivada de la sal, cero descargas de líquidos, etc., en un ejemplo de aprovechamiento
integral de las salinas, resumido en el siguiente esquema:

Fig. 1- Ejemplo de aprovechamiento integral de las salinas. (Hui et al., 2015)

Salinas de Guérande. Francia


Ejemplo de muy pequeñas salinas sostenibles en condiciones difíciles, dando un producto de características únicas,
unido a una buena gestión comercial y de imagen, conseguido por la suma de factores: una cultura tradicional de sa-
lineros, interés de las autoridades regionales, asociaciones y cooperativas, existencia de familias con oficio, actividad
turística, etc.

Salinas de Piran – Eslovenia.


Es un ejemplo de mantenimiento de la actividad salinera, por una acción estatal, dentro de un parque natural, con
actividades complementarias: comercialización de sales especiales, turismo, talasoterapia, etc.

Corredor da Cobra Figueira da Foz. Portugal.


Proyecto llevado a cabo por la municipalidad con la finalidad de constituir un ecomuseo, completado con una actividad
salinera y turística y otras como el cultivo de especies halófitas.

Salinas de Aveiro. Portugal.


Otro ejemplo de mantenimiento de las salinas, aplicando criterios de aprovechamiento integral para una actividad
sostenible (Rodrigues et al., 2011).

Salinas de Cádiz.
En la bahía de Cádiz y sus alrededores hay múltiples salinas pequeñas, que permitirían una explotación, familiar,
donde la producción de una sal artesanal, unos pocos miles de toneladas al año, se podría complementar con la
piscifactoría (peces de estero, crustáceos), la producción de artemia salina, cultivos halófitos y visitas turísticas. Hay
iniciativas de la administración y privadas, con resultados variables.

Salinas de Agua Amarga. Alicante.


Antiguas salinas, cuya infraestructura es claramente visible, abandonadas a la espera de una especulación urbanís-
tica las haga desaparecer. Situadas al lado de unas plantas desaladoras cuya salmuera de rechazo se envía al mar.
Una parte de esta salmuera podría utilizarse en las salinas que recuperarían su viabilidad.

6. CONCLUSIONES.
Es posible el mantenimiento de los valores ecológicos y culturales de las salinas mediante una actividad sostenida si
se incorporan a la producción de sal otros recursos adecuados al sitio dentro de un amplio abanico de posibilidades.

Esta incorporación de otros recursos ya se está aplicando en algunas salinas mediterráneas, con buenos resultados.
Los ejemplos y estudios son numerosos y la biografía es muy extensa

Aunque los esfuerzos de la administración y de iniciativas privadas no siempre alcanzan el éxito, hay ejemplos de
aprovechamiento con criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental.

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La actuación de la administración es fundamental, gestionando los recursos y apoyando iniciativas realistas, que
aporten de forma sostenida beneficios sociales, económicos y medioambientales.

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y Recursos Minerales
287
CASOS DE ÉXITO DE GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN
EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: Un número cada vez más importante de empresas de áridos aplica planes, programas y estrategias
para la promoción de la biodiversidad en las explotaciones a su cargo, aspecto éste, crucial para poder proseguir
con la actividad, especialmente en entornos que, por el nivel de protección o por las especies existentes, resulta muy
complejo poder operar.

Esta comunicación presenta casos prácticos concretos de empresas españolas, ampliamente documentados.

PALABRAS CLAVE: Biodiversidad; Áridos; Especies; Espacios Protegidos; Compatibilidad; Medio Ambiente

1. INTRODUCCIÓN:
Hoy en día, se demuestra que es posible satisfacer las necesidades de acceso a los recursos, a través de la industria
extractiva, evitando los efectos negativos sobre la naturaleza y la biodiversidad.

Pero yendo más allá, la industria extractiva no energética está haciendo un esfuerzo importante no sólo para redu-
cir sus impactos, sino también para contribuir a la conservación de la biodiversidad, concretamente mediante una
gestión adecuada durante la actividad, la rehabilitación de las explotaciones y, en su caso, la aplicación de medidas
compensatorias relacionadas con la biodiversidad. La industria extractiva, con una adecuada planificación y gestión,
no solamente es compatible con la biodiversidad, sino que tiene el potencial de crearla, antes, durante y después de
las fases de extracción.

Como ya se ha dicho, muchas de las áreas de red Natura 2000 han sido designadas sobre explotaciones mineras
activas o inactivas, lo que habla por sí solo del papel tan importante que juega el sector a favor de la biodiversidad.

La evidencia más contrastada que puede existir sobre esta compatibilidad es la Guía de la Comisión Europea “Ex-
tracción de Minerales No Energéticos y Natura 2000” redactada entre 2008 y 2010 y presentada en el marco de la
Conferencia Europea de los Minerales Madrid 2010, organizada por COMINROC, dentro del marco de los actos de la
Presidencia Española de la Unión Europea, por el hoy presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

2. LA GESTIÓN INTEGRADA DE LA BIODIVERSIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN


Un creciente número de proyectos de investigación y de estudios de campo están demostrando que la adecuada
gestión de las explotaciones mineras permite crear nuevos hábitats para especies protegidas a lo largo de su ciclo de
vida completo, logrando un beneficio neto global para la biodiversidad. Ejemplos de esto son los nuevos humedales
aptos para diferentes especies de anfibios y aves o los nuevos acantilados que ofrecen posibilidades de anidamiento
a las aves. Las canteras a cielo abierto pueden constituir asimismo un hábitat adecuado para diferentes insectos y
reptiles, como escarabajos termófilos, arañas, abejas y lagartijas, mientras que las galerías abandonadas pueden ser
colonizadas por murciélagos.

Las propias modificaciones del terreno originadas por el avance de las explotaciones propician, cuando la gestión
es adecuada, la aparición de hábitats nuevos y diversificados donde, tanto las especies pioneras animales como las

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vegetales encuentran refugio. Por ejemplo, en un simple frente de explotación, con sus bermas y taludes, pueden
encontrarse biotopos diferentes donde pueden convivir anfibios, reptiles, insectos, pájaros, flores y otras plantas.

Por eso, un signo de buena práctica medioambiental, en las explotaciones activas, es la biodiversidad que albergan,
muestra de que la extracción de rocas y minerales no sólo no es perjudicial para su entorno, sino que puede ser be-
neficiosa cuando se gestiona convenientemente. Es muy frecuente encontrar numerosas especies que permanecen
desde el inicio de la explotación o que la han colonizado y que conviven habitualmente con la presencia de los equi-
pos de trabajo y los trabajadores.

Es evidente que las técnicas empleadas para proteger la biodiversidad deben estar adaptadas a cada situación y al
tipo de hábitat existente. Es tarea de la empresa, con el asesoramiento de expertos, determinar los procedimientos
a aplicar en cada caso.

Por otro lado, no hay que ignorar que la presencia de la empresa extractiva ejerce una labor de protección y vigilancia
de esa parte del territorio, frente a intrusos o agresiones externas por lo que, en entornos presionados, las explota-
ciones suelen convertirse en refugio de la fauna amenazada que las coloniza espontáneamente. En muchos casos,
las explotaciones mineras actúan como un refugio para la fauna, por la prohibición de la actividad cinegética dentro
de éstas.

El número de explotaciones de la industria extractiva que, voluntariamente, van desarrollando Planes de gestión de la
biodiversidad es cada vez mayor. Como ejemplo, la Cement Sustainability Initiative tiene una Guía para la elaboración
de Planes de gestión de la biodiversidad.

La cercanía entre explotaciones pertenecientes a un mismo yacimiento, lejos de ser una amenaza, es una oportu-
nidad para la conectividad y la creación de corredores ecológicos (corredores verdes) con el objetivo de frenar la
pérdida de biodiversidad, preservando o reestableciendo una coherencia y continuidad ecológica entre espacios
protegidos. El sector puede coadyuvar, de forma muy importante, al desarrollo de la infraestructura verde que permita
dotar a la sociedad de elementos para combatir el cambio climático y estableciendo nuevas rutas migratorias.

No hay que olvidar la relevancia de la actividad minera como generadora de lugares de interés geológico como valo-
res que enriquecen la red Natura 2000.

Asimismo, las explotaciones adecuadamente gestionadas pueden ser una gran oportunidad para la puesta en valor
de la geodiversidad. Además de generar importante conocimiento acerca de la geología local durante su fase de ex-
plotación, pueden convertirse en importantes museos acerca de la historia del lugar donde se ubican que está escrita
en las rocas y minerales durante esta fase y también en la fase de abandono. De esta manera se generan vínculos
entre la explotación y la sociedad.

La adopción de medidas compensatorias relacionadas con la biodiversidad es una práctica utilizada por la industria
extractiva no energética, cuando no es posible contrarrestar temporalmente los impactos de sus actividades sobre la
biodiversidad. Estas medidas pueden ofrecer, asimismo, oportunidades para mejorar los hábitats y las poblaciones
de especies en Europa.

También se están realizando esfuerzos notables de aplicación de planes de rehabilitación destinados a reintroducir,
en las explotaciones, hábitats y comunidades originales de ese entorno. En estos casos, se emplea como técnica
la reproducción de plantas nativas y endémicas en viveros (incluso dentro de la propia explotación), lo que exige la
recogida de semillas sobre el terreno y la replantación de la zona en condiciones medioambientales favorables (por
ejemplo, suelo, humedad, exposición, etc.).

Cada día son más las empresas que cooperan proactivamente con ONGs medioambientales, Universidades, Centros
de Investigación y Agentes Sociales en la mejora del conocimiento científico sobre la biodiversidad, pues las explo-
taciones son un laboratorio natural donde se pueden analizar y desarrollar diferentes estrategias de promoción de la
biodiversidad.

La industria extractiva contribuye a la difusión de la importancia de la naturaleza, organizando días de puertas abier-
tas donde se celebran talleres y actividades sobre biodiversidad para los niños de los colegios que participan.

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Las Asociaciones de la industria extractiva recopilan, divulgan y promueven la aplicación de mejores prácticas sobre
biodiversidad entre sus empresas, transfiriendo conocimiento y experiencia.

Algunos ejemplos:

• Estudios realizados en Francia y Alemania en zonas de extracción han demostrado que ciertas especies raras
protegidas buscan refugio en los nuevos hábitats resultantes de antiguas explotaciones. Un estudio ecológico
realizado en 35 grandes canteras de roca en Francia (de las cuales la mitad aún se encontraban en funciona-
miento) reveló que esas explotaciones acogen a cerca del 50 % de las especies de aves, reptiles, anfibios y
saltamontes que se encuentran actualmente en territorio francés.
• La explotación de una cantera de yeso crea condiciones favorables que pueden proporcionar hábitats para
especies raras.
• Otro estudio realizado en 17 graveras distribuidas en las seis cuencas fluviales francesas dio porcentajes si-
milares en lo referente a la cría de especies de aves, reptiles, anfibios y libélulas, incluidas algunas especies
raras y amenazadas.
• Antiguas canteras y minas han sido incluidas en la red Natura 2000, debido precisamente a que ahora acogen
especies de interés comunitario raras y amenazadas: Las antiguas canteras pueden ser utilizadas por espe-
cies de aves protegidas, como Bubo bubo, Falco tinnunculus y Falco peregrinus. Las explotaciones de arena
y arenisca son posibles lugares de anidamiento de Merops apiaster, Riparia riparia o Upupa epops, siempre
que durante su época de nidificación (marzo agosto) al menos una parte del lugar con un frente “escarpado”
se mantenga aislada de la excavación. Los nuevos hábitats acuáticos creados en canteras constituyen lugares
adecuados para la reproducción de especies anfibias incluidas en el anexo II de la Directiva de Hábitats, como
Bufo calamita, Pelodytes punctatus, Bombina variegata, Alytes obstetricans, Triturus alpestris, Triturus crista-
tus, Salamandra salamandra, etc. Los estanques temporales y otros humedales, los bosques de ribera, las
praderas, los brezales, los bosques de robles y fresnos, entre otros tipos de hábitats, han quedado asentados
satisfactoriamente gracias a una rehabilitación bien planificada de minas y canteras en Europa.

3. LA REHABILITACIÓN DE LAS EXPLOTACIONES


La rehabilitación de las explotaciones durante y al final del ciclo del proyecto es otra de las formas que tiene la indus-
tria extractiva no energética para contribuir positivamente a la conservación de la biodiversidad. 

En toda Europa hay numerosos casos de éxito de explotaciones ubicadas dentro de la red Natura 2000 que han sido
rehabilitadas y se han convertido en zonas integradas dentro de la red Natura 2000, ya que la biodiversidad que ha
aparecido después de la rehabilitación es de una calidad más elevada de la que había antes de la propia explotación.
Cuando eso se lleva a cabo en un medio natural ya empobrecido, los lugares rehabilitados pueden prestar una con-
tribución positiva neta a la biodiversidad al proporcionar nuevos hábitats a los ecosistemas.

Una gestión adecuada, tutelada por especialistas en biodiversidad permite mejorar los ecosistemas en comparación
con los existentes antes de la explotación.

4. EL COMPROMISO FIRME Y DECIDIDO: DECLARACIÓN DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA EUROPEA


DE ROCAS Y MINERALES INDUSTRIALES SOBRE LA BIODIVERSIDAD
Por todo lo anterior, las empresas de la industria extractiva europea, que gestionan cerca de 30.000 explotaciones a
cielo abierto, reconocen:

• Que cada explotación, en ausencia de medidas preventivas y correctoras, puede tener un impacto potencial
sobre la biodiversidad.
• La importancia de la biodiversidad en cada una de las etapas que conforman la actividad de producción, antes,
durante y después de la extracción, lo que permite la creación de nuevas áreas naturales y nuevos hábitats.
• Que el impacto de las áreas naturales creadas con motivo de la actividad extractiva es positivo para las co-
munidades y especies locales gracias, entre otros aspectos, a su amplia variedad (por ejemplo, acantilados,
zonas húmedas, depósitos de agua).
• Para apoyar estas consideraciones, las Asociaciones de la industria extractiva no energética europea se com-
prometen a:
• Asegurar el cumplimiento de la legislación vigente en el ámbito de la diversidad biológica.

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• Fomentar la mejora continua en la aplicación de buenas prácticas en cada explotación, incluida la incorpo-
ración de las consideraciones relativas a la biodiversidad, en la gestión ambiental y en la formación de los
trabajadores.
• Difundir entre sus miembros buenas prácticas para el fomento de la conservación de la biodiversidad.
• Promover el diálogo con las partes interesadas, incluidas las instituciones de la Unión Europea, las organiza-
ciones no gubernamentales (ONG), expertos científicos y las comunidades locales.
• Colaborar activamente en la consecución de los objetivos de la biodiversidad de la Unión Europea.
• Defender la compatibilidad de las explotaciones con las áreas de la red Natura 2000.

5. ACUERDOS DE COLABORACIÓN ENTRE EL SECTOR Y ONG MEDIOAMBIENTALES


Hoy en día, numerosas empresas españolas y europeas tienen acuerdos de colaboración con ONG medioambienta-
les para desarrollar numerosas iniciativas conjuntas como, por ejemplo, programas de protección de la biodiversidad
o de seguimiento de su evolución.

Entre estos acuerdos destacan, entre otros, los alcanzados con organizaciones internacionales como Birdlife (Seo-
Birdlife en España), World Wildlife Found – WWF, Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza – IUCN, o
nacionales como Fundación Tormes, ...

Fruto de estos acuerdos, existen numerosas iniciativas y proyectos, en las que biólogos especialistas están gestio-
nando la evolución de las explotaciones y la eficacia de las medidas propuestas para proteger o potenciar la biodi-
versidad.

COMINROC, gracias a un acuerdo con TRAGSA y con FECOMA, distribuyó y plantó cerca de 300.000 árboles en 200
explotaciones, en los años 2010 y 2011.

Estos acuerdos están desembocando, asimismo, en programas de investigación específicos y en acuerdos entre em-
presas y Universidades. Como ejemplos, las Asociaciones alemana MIRO y francesa UNPG han desarrollado sendos
inventarios de especies y hábitats en canteras de áridos, habiendo sido desarrollado el último con el apoyo del Museo
de Historia Natural. La industria ha desarrollado varios proyectos LIFE+ sobre biodiversidad, como Ecoquarry, Life in
quarries, Ecomining, ...

En nombre de todo el sector de áridos europeo, la Asociación Europea de Productores de Áridos – UEPG – ha firma-
do, en 2008, un acuerdo marco de colaboración con la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza para
promover activamente la implicación del sector en la mejora de la biodiversidad.

6. COLABORACIÓN CON LAS ADMINISTRACIONES


La industria extractiva del Reino Unido participa en el Comité que supervisa la estrategia sobre biodiversidad del país.

El Gremi d’Àrids de Catalunya desarrolla desde 2014 un proyecto de colaboración con la Administración Medioam-
biental de esa Comunidad Autónoma para el estudio de los hábitats del águila perdiera y la collalba negra, y su
compatibilidad con las actividades extractivas. Mediante radio-seguimientos, y censos de ejemplares, se programan
políticas de compensación que favorezcan a estas especies protegidas.

Heidelberg Cement y Vicat son miembros plenos de la Plataforma Business & Biodiversity de la Comisión Europea,
donde la industria extractiva es uno de los sectores prioritarios.

7. PUBLICACIONES DE BUENAS PRÁCTICAS Y PROYECTOS DE PROMOCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD


Las Asociaciones sectoriales de la industria extractiva están desarrollando programas para la sensibilización empre-
sarial a favor de la biodiversidad, como es el caso del proyecto GAP Áridos de ANEFA, financiado y apoyado por la
Fundación Biodiversidad y el Fondo Social Europeo, en el que ha colaborado activamente la Federación de Áridos
– FdA.

La Guía sobre la Evaluación de Impacto Ambiental y Social (Cement Sustainability Initiative), el folleto Canteras,
graveras y biodiversidad (UEPG y FdA), la Guía Gestión de la Biodiversidad en Explotaciones de Áridos (FdA), la
Guía Gestión de la biodiversidad en los sectores del cemento y de los áridos (IUCN) o el folleto ¿Porqué le interesa
la biodiversidad? (ANEFA) son ejemplos de difusión de buenas prácticas.

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8. SISTEMAS DE GESTIÓN AMBIENTAL EN LA INDUSTRIA EXTRACTIVA
Hoy en día son cada vez más numerosas las empresas de la industria extractiva que han desarrollado sistemas de
gestión ambiental conformes con normas reconocidas, lo que permite acreditar, ante terceros, que su preocupación
por un adecuado cuidado del entorno va más allá del estricto cumplimiento de la legalidad vigente. Entre estas nor-
mas destacan:

• La norma UNE EN ISO 14001.


• La verificación medioambiental mediante el sistema EMAS, esquema voluntario de ecogestión y auditoría
promulgado por la Unión Europea y definido en el Reglamento (CE) nº 1221/2009.
• Sistema de gestión minera sostenible, según la norma UNE 22480.

9. ESTABLECIMIENTO DE SISTEMAS DE INDICADORES PARA LA BIODIVERSIDAD


Un número muy importante de sectores extractivos europeos han desarrollado modelos de indicadores para la ges-
tión de la biodiversidad. Ejemplos de esto son:

Marco de indicadores para la gestión de la biodiversidad en las canteras de yeso de Europa.


Indicadores de biodiversidad de la UEPG o de CSI.

10. DIFUSIÓN DE LA BIODIVERSIDAD. DÍA DE LOS ÁRBOLES, LOS ÁRIDOS Y LA BIODIVERSIDAD


Anualmente, desde 2007, se celebra el Día de los Árboles y los Áridos, evento de gran repercusión que tiene por obje-
tivo fundamental la promoción de la actividad, favorecer el acercamiento a la sociedad e inculcar a los niños la impor-
tancia de cuidar y respetar el medio ambiente. Desde 2014, este acto cambió de nombre, pasando a denominarse Día
de los Árboles, los Áridos y la Biodiversidad dadas las numerosas actividades que se realizaban sobre esta materia.

En sus nueve primeras ediciones, cerca de 27.000 niños de colegios próximos han visitado unas 340 explotaciones
de explotaciones de las 17 Comunidades Autónomas, para plantar más de 250.000 árboles, junto con representantes
de la administración, alcaldes de los municipios, directores de los colegios y profesores. La mayoría de esos niños
han participado también en las ediciones del Concurso Nacional de Dibujo del Día de los Árboles, los Áridos y la Bio-
diversidad celebradas hasta la fecha.

En ediciones anteriores, esta acción se ha integrado en el acuerdo “Countdown 2010 - Save Biodiversity”, por el cual
el sector europeo de los áridos se comprometió a promover activamente la protección de la biodiversidad y, también,
en la campaña europea de puertas abiertas European Minerals Day.

11. PREMIOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE – CATEGORÍA BIODIVERSIDAD


Varios sectores, como el de los minerales industriales y el de los áridos cuentan con Premios Nacionales y Europeos
de Desarrollo Sostenible, en una categoría especial sobre biodiversidad. La Gravera El Puente, S.L. (LafargeHolcim)
o la Gravera Sotopajares (CEMEX) han recibido el primer premio europeo, por la calidad y riqueza de los proyectos
realizados en relación con la biodiversidad.

La Comisión Europea ha seleccionado para los premios Natura 2000 del año 2016, en la categoría “Reconciliando
intereses y percepciones”, a la propuesta de CEMEX “Rompiendo los estereotipos: ONG y empresas preservando
juntos Natura 2000”, que quedó en segundo lugar de su categoría.

HeidelbergCement organiza “The Quarry Life Award”, certamen internacional con el que, premiando a estudiantes y
científicos que presentan proyectos aplicados que incrementen la biodiversidad, pretende impulsar las buenas prác-
ticas de biodiversidad y sostenibilidad medioambiental, en torno a las actividades del grupo en los cuatro continentes
donde opera.

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CONCLUSIONES:
La industria extractiva está cada vez más implicada en la prevención de los efectos de la actividad sobre el medio
ambiente y, en particular, en la gestión de la biodiversidad.

Entre las medidas y actuaciones que destacan figuran las que se desarrollan en la comunicación:

• La gestión integrada de la biodiversidad durante la explotación


• La rehabilitación de las explotaciones
• El compromiso firme y decidido: declaración de la industria extractiva europea de rocas y minerales indus-
triales sobre la biodiversidad
• Acuerdos de colaboración entre el sector y ONG medioambientales
• Colaboración con las administraciones
• Publicaciones de buenas prácticas y proyectos de promoción de la biodiversidad
• Sistemas de gestión ambiental en la industria extractiva
• Establecimiento de sistemas de indicadores para la biodiversidad
• Difusión de la biodiversidad. Día de los árboles, los áridos y la biodiversidad
• Premios de desarrollo sostenible – categoría biodiversidad

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EL PRIMER INVENTARIO DE CANTERAS HISTÓRICAS DE PIEDRA
NATURAL ASOCIADAS AL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE
ANDALUCÍA. UNA APLICACIÓN DEL PROYECTO INCHAPA
Baltuille Martín, José Manuela; Álvarez Areces, Enriquea; Fernández Suárez, Jorgea; Maldonado Vidal, Ivánb;
Martínez Girón, Ángel A.b y Martínez-Martínez, Javiera
a Instituto Geológico y Minero de España, Rios Rosas nº 23 E-28003 Madrid, jm.baltuille@igme.es
b Dirección General de Industria, Energía y Minas-Junta de Andalucía, Avda. Albert Einstein-Isla de la Cartuja E-41092
Sevilla, ivan.maldonado@juntadeandalucia.es

RESUMEN: Se presenta una metodología de investigación propia para la localización y estudio de las canteras his-
tóricas asociadas al patrimonio arquitectónico monumental que se aplicará, de forma sistemática, a todo el territorio
nacional y, más concretamente, en la Comunidad de Andalucía. También se propone la creación, por parte de las au-
toridades competentes, de una figura de protección específica para las canteras históricas de cara a facilitar su perdu-
rabilidad y así contar con la posibilidad de disponer del material original en aquellas intervenciones que lo demanden.

PALABRAS CLAVE: Canteras históricas, figura de protección, inventario, piedra natural, Andalucía.

1. INTRODUCCIÓN
El Instituto Geológico y Minero de España (IGME), desde su creación por la Reina Isabel II en 1849, basa sus princi-
pales líneas de trabajo en tres aspectos fundamentales: la cartografía geológica del territorio, la exploración de sus
recursos minerales y los estudios hidrogeológicos para el alumbramiento de las aguas subterráneas.

En la década de los 70 del siglo pasado, y con la puesta en funcionamiento por parte del gobierno de dos Planes
de Desarrollo, como el PNAMPM (Plan Nacional de Abastecimiento de Materias Primas Minerales) y el PNIM (Plan
Nacional de Investigaciones Mineras), la actividad minera nacional se incrementa fuertemente y es el IGME quien
actúa como correa de transmisión de esa política de desarrollo minero. Así, sus proyectos en el sector de la Piedra
Natural, como las investigaciones en las pizarras de la zona de Valdeorras (Orense) y de Los Oscos (Asturias-León) y
en los granitos de Porriño (Ourense) ayudaron a la transformación de la cantería tradicional en una potente industria
moderna, como se conoce hoy día. Posteriormente, la realización de los Catálogos de Granitos, Mármoles y Pizarras
de España, representaron un instrumento novedoso e imprescindible para potenciar comercialmente la Piedra Natural
española, tanto en el mercado interior como en el exterior.

A finales del siglo XX el IGME inicia una actualización de sus líneas clásicas de investigación y, sin abandonar éstas,
apuesta por otras cuya presencia demanda cada vez más la sociedad: riesgos naturales, medioambiente, Piedra
Natural y patrimonio arquitectónico, almacenamiento de CO2, patrimonio geológico y minero, etc.

Contando con su reconocida experiencia en el campo de las rocas ornamentales (Baltuille Martín & López López,
2005) se desarrolló una línea propia de investigación: “la Piedra Natural como elemento constitutivo del patrimonio
monumental y localización, caracterización y preservación de canteras históricas y áreas extractivas empleadas en la
construcción del patrimonio arquitectónico nacional”.

2. PROYECTO INCHAPA. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN


Con el objetivo de localizar y caracterizar las canteras históricas asociadas a la construcción de patrimonio arquitec-
tónico nacional, para posteriormente preservarlas y ponerlas en valor, el IGME inicia en 2014 en colaboración con las
comunidades autónomas un proyecto de ámbito nacional, el Inventario Nacional de Canteras Históricas asociadas
al Patrimonio Arquitectónico (INCHaPA), con el que se pretende cubrir de forma sistemática la totalidad del territorio
nacional (Baltuille Martín et al., in press.). Dicho proyecto se inicia en la Comunidad de Extremadura, estando ya fina-
lizado el inventario correspondiente a dicha Comunidad.

El resultado final del proyecto será obtener una cartografía sistemática de las canteras históricas, cuyos datos de
carácter patrimonial, geológico e histórico se cargarán en una potente base de datos asociada a un SIG polivalente.

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El conjunto de esta información será de utilidad para administraciones y profesionales del sector de la piedra natural,
de la rehabilitación del patrimonio, la arqueología, la historia, el turismo, etc.

2.1. Canteras históricas. Utilidad y protección


Las canteras históricas son las áreas de donde se extrajo el material pétreo para la construcción del patrimonio arqui-
tectónico. Su estudio, que debe ser afrontado por equipos multidisciplinares como la mayoría de los trabajos relacio-
nados con el patrimonio cultural, aporta información básica para el conocimiento global del bien patrimonial, debiendo
enfocarse no sólo desde la perspectiva histórico-cultural sino también desde la geológico-constructiva.

Diversos son los factores que influyen en la conservación de las canteras históricas: tamaño, ubicación respecto a
poblaciones y nudos viales, características intrínsecas de la roca, etc. La proximidad a núcleos urbanos o zonas de
elevado tránsito suele ser un factor de alto riesgo, pues el crecimiento urbano y el desarrollo poblacional facilitan la
desaparición de muchas canteras, transformándose los huecos mineros en vertederos de residuos sólidos incontro-
lados, o arrasados por construcciones o ampliaciones viales e infraestructurales (Figura 1).

Figura 1. Dos ejemplos de canteras históricas de los alrededores de Trujillo (Cáceres) en peligro de desaparición,
por la presión inmobiliaria (a la izquierda) y por el vertido incontrolado de residuos urbanos (a la derecha).

¿Pero cuál es el interés de estas canteras?, ¿realmente es necesario protegerlas? Estas preguntas resumen toda la
problemática que rodea a las canteras históricas y que trataremos de contestar.

Las canteras históricas, hasta hace muy poco tiempo y salvo excepciones, han sido un elemento desconocido y
menospreciado en los estudios patrimoniales; y aquellas que han sido estudiadas lo han sido desde la óptica concreta
del elemento constructivo y no con una visión regional y mediante una sistemática específica.

La aportación principal del estudio de las canteras históricas es localizar y conocer las áreas de donde se extrajeron los
materiales pétreos con los que se construyó el elemento patrimonial estudiado (Colucci & Baltuille, 2009); teniendo en
cuenta que, generalmente, una cantera o área extractiva proporciona material a varios monumentos y que la mayoría
de estos están construidos con distintas variedades de piedra y, por lo tanto, provienen de canteras diferentes.
Disponer de la localización de la cantera histórica permite, al responsable de la intervención sobre el patrimonio,
utilizar el material original en cualquier actuación que necesite realizar: sustitución de elementos pétreos, realización
de ensayos de caracterización petrofísica o de envejecimiento, según recoge explícitamente el Proyecto COREMANS
(Laborde Marqueze et al., 2013).

Pero ligado al conocimiento litológico del material pétreo explotado se encuentra el análisis de las diversas herramientas
empleadas en la extracción junto con las técnicas de beneficio minero utilizadas. La mayoría de los frentes históricos
de explotación presentan una serie de huellas e improntas que permiten, en muchos casos, conocer la tecnología
minera empleada y la capacitación técnica de los operarios (ver Apartado 3). Una adecuada excavación en las
canteras permitirá recuperar los utensilios empleados en la extracción de los bloques y así, además de completar
el conocimiento general del bien patrimonial estudiado, permitirá evaluar el volumen de roca extraída y, por tanto,
estimar la producción de la cantera e, indirectamente, su importancia económica. Bien conocido es que la presencia

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de áreas con riqueza extractiva en una comarca o región representaba, para la localidad de quien dependían, una
fuente de riqueza y desarrollo socio-político que la situaba en una posición privilegiada en su entorno geográfico y
cultural (Álvarez Areces, 2015 y 2016).

Toda esta información recuperada o inferida va a permitir engrosar el conocimiento etnológico de la zona y, por tanto,
situar al elemento patrimonial más enraizado en su contexto social. En los últimos años las canteras históricas se
incluyen en el catálogo turístico de las poblaciones, complementando rutas monumentales con explicaciones sobre
los procesos de extracción, transporte y construcción (Fernández Suárez et al., 2017).

Como anteriormente se ha expuesto los expertos recomiendan la utilización de la piedra original (Laborde Marqueze
et al., op. cit.) para sustituciones y ensayos petrofísicos, y cuando no se encuentre o no sea posible utilizarla se
sustituirá por otra procedente de la misma formación geológica y de características petrológicas y petrofísicas
similares. Normalmente la mayoría de las canteras históricas son de pequeña extensión, uno o dos bancos de 1-2 m
de altura y una superficie de unos pocos cientos de metros cuadrados, y por tanto ocupan superficialmente una parte
mínima de su litotecto, por lo que es viable localizar el material original y extraerlo, si fuese necesario, sin necesidad
de actuar directamente sobre el área de cantera propiamente dicho.

Por lo tanto, y para poder dar cumplimiento a las necesidades de utilización del material pétreo original, se propone la
necesidad de definir una figura de protección para las canteras históricas empleadas en la construcción del patrimonio
arquitectónico monumental. Teniendo en cuenta que la problemática que afecta a estas canteras tiene una doble
vertiente, la minera y la patrimonial, es indispensable que las distintas administraciones con competencias en cultura
y en minas trabajen conjuntamente en el diseño y desarrollo de esta figura de protección.

2.2. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN


El IGME ha diseñado una metodología sistemática propia que abarca desde el estudio documental y geológico de los
monumentos y las áreas extractivas, pasando por los ensayos tecnológicos sobre las muestras recogidas, la com-
paración de los resultados buscando la correlación de los mismos y de sus “áreas fuente”, hasta la integración de la
información en el Archivo Nacional de Canteras Históricas Asociadas al Patrimonio Arquitectónico (Figura 2).

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Figura 2. Esquema metodológico.

En este esquema metodológico, la primera etapa es la localización de los huecos de extracción. Hay que tener pre-
sente que nos estamos refiriendo, en la mayoría de los casos, a canteras y áreas extractivas de pequeña extensión
(unos centenares de metros cuadrados), con frentes de explotación inferiores a los 5 m de altura y bancos que oscilan
entre 1-1,5 m.

Tras la localización de las canteras, una de las etapas más importantes es la de la caracterización de las mismas.
Para ello es imprescindible la identificación y catalogación de las huellas e improntas localizadas en los frentes de ex-
plotación, así como el estudio de la distribución espacial de las mismas dentro del área de explotación. A continuación
veremos algunos de los principales tipos:

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Tras la localización de las canteras, una de las etapas más importantes es la de la caracterización de las
mismas. Para ello es imprescindible la identificación y catalogación de las huellas e improntas localizadas en
Marcas sobre el macizo rocoso
los frentes de explotación, así como el estudio de la distribución espacial de las mismas dentro del área de
explotación. A continuación veremos algunos de los principales tipos:
• Marcas
Las marcas
sobre de cuñas, rocoso
el macizo también conocidas como improntas de mortajas, son el resultado de la utilización de
cuñas
 Las o plumas
marcas de (Figura
cuñas,3a). Se trata
también de herramientas
conocidas muy básicas
como improntas que se
de mortajas, sonhan utilizadode
el resultado a lo
la largo de la historia
utilización
para de
dividir
cuñaslosograndes bloques3a).
plumas (Figura piedra. Se encuentran
Se trata de herramientas alineadas a distancias
muy básicas que seregulares y tienen
han utilizado formas varia-
a lo largo
das, de
en la
función
historiadel material
para congrandes
dividir los que están hechas
bloques y la Se
piedra. época de la extracción.
encuentran alineadas a distancias regulares y
tienen formas
• Las marcas de rozavariadas, en función
representan del material
un estado con que están
más avanzado de lahechas y la época
extracción de losdebloques,
la extracción.
pues suponen un
proceso de unión, mediante rozado, de las alineaciones de cuñas. Se reconocen comobloques,
 Las marcas de roza representan un estado más avanzado de la extracción de los un surcopues de profundi-
suponen que
dad variable un proceso de la
marcaría unión, mediante
división rozado,
de sillar. de lastambién,
Existen, alineaciones
rozasdeprevias
cuñas. para
Se reconocen
delimitarcomo un de corte
la línea
surco de profundidad variable que marcaría la
y generar una superficie apta para el hincado de las cuñas. división de sillar. Existen, también, rozas previas para
delimitar la línea de corte y generar una superficie apta para el hincado de las cuñas.
• Las marcas de barreno son marcas circulares, con profundidades variables, producidas por la incisión de
 Las marcas de barreno son marcas circulares, con profundidades variables, producidas por la incisión
grandes barras (“barrenos”)
de grandes en la roca
barras (“barrenos”) mediante
en la percusión,
roca mediante para la para
percusión, inserción de elementos
la inserción explosivos que
de elementos
permiten la separación
explosivos de loslabloques
que permiten que de
separación luego
los son trabajados
bloques que luegode forma manual (Figura
son trabajados de forma3b).manual
Corresponden
a épocas
(Figurahistóricamente recientes
3b). Corresponden (a partir
a épocas de mediados
históricamente del s. XVI).
recientes (a partir de mediados del s. XVI).

a b

c d
Figura 3. Distintas
Figura improntas
3. Distintas improntas en canterashistóricas.
en canteras históricas.
(a): (a):
JerezJerez
de losde los Caballeros
Caballeros (Badajoz);(Badajoz); (b):de
(b): San Pedro San Pedro de la
la Mata
Mata (Sonseca,
(Sonseca, Toledo);
Toledo);(c): (c):
Yacimiento arqueológico
Yacimiento de Las Mesas
arqueológico de Lasde Mesas
Villaverde
de(Bobastro, Málaga);
Villaverde (d): Mata
(Bobastro, de Alcántara
Málaga); (d): Mata de
(Cáceres).
Alcántara (Cáceres).
Marcas sobre el sillar
Marcas sobre
 Lasel sillar de herramientas son frecuentes en las litologías más blandas que permiten la utilización
marcas
• Las marcas de herramientas
de herramientas manuales sonpara
frecuentes en las litologías
su extracción, más blandas
como pícolas, martillos,que permiten
picos, barras,la utilización
mazas y de her-
ramientas manuales
picachones. Estaspara
marcassu se
extracción, como pícolas,
pueden encontrar tanto enmartillos,
el macizopicos,
rocosobarras,
como en mazas y picachones. Estas
el sillar.
 Lasse
marcas marcas
pueden de cantero
encontrarsontanto
una serie
en el de señales
macizo y símbolos
rocoso como impresos en los sillares (generalmente en
en el sillar.
una única
• Las marcas decara). La tipología
cantero son unadeserie
estosdesignos es muy
señales diversa: letras,
y símbolos diferentes
impresos en lostipos de cruces,
sillares símbolos en una
(generalmente
únicageométricos, etc. y su
cara). La tipología defunción no está
estos signos essuficientemente clara.diferentes
muy diversa: letras, Inicialmente se de
tipos pensó en que
cruces, podíangeométri-
símbolos
cos, etc. y su función no está suficientemente clara. Inicialmente se pensó en que podían definirestas
definir al obrero que colocó el sillar y así éste cobrar los jornales (aunque hay muchos sillares sin al obrero que
4

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colocó el sillar y así éste cobrar los jornales (aunque hay muchos sillares sin estas marcas), o bien representar
el taller de cantería, o la cantera o zona de procedencia de la piedra, o ser marcas religiosas, conmemorativas
o mágicas.

Sillar adosado al macizo


En ocasiones se aprecia la existencia de elementos pétreos, preferentemente sillares, en avanzado estado de labra
que, por algún motivo, no han terminado de ser extraídos (Figura 3c). Estos sillares proporcionan importante informa-
ción sobre la época de extracción, gracias a su tamaño y forma, y de las técnicas extractivas y herramientas utilizadas.
Si el sillar ha sido extraído suelen aparecer marcas en negativo de extracción de bloques, donde se pueden advertir
los trabajos de explotación, diferenciándolas de los procesos naturales de fracturación de las rocas. Son frecuentes
en muchas canteras los bloques sueltos extraídos, más o menos desbastados, y los sillares abandonados (Figura 3d).

Finalmente, para la representación de las canteras históricas o áreas de extracción se emplea una herramienta in-
formática desarrollada por el IGME, el INGEOTAB, que almacena la información geológica, las ortofotos o imágenes
satelitales y la georreferenciación de todas las huellas localizadas, permitiendo delimitar geoespacialmente las áreas
históricas de extracción (Figura 4).

Figura 4. Área de explotación histórica de la Virgen del Puerto (Plasencia, Cáceres), dónde se recogen las diversas
tipologías de improntas identificadas y su georreferenciación

3. INVENTARIO DE CANTERAS HISTÓRICAS DE ANDALUCÍA


La existencia de canteras históricas asociadas al patrimonio arquitectónico en el territorio andaluz es algo conocido
desde hace décadas, gracias a diferentes trabajos y a la acción continuada de la Junta de Andalucía a través del
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).

Como en el resto del país los estudios han estado centrados, mayoritariamente, en las canteras romanas; aunque con
la particularidad, en esta comunidad, de la presencia de las canteras califales. Es el caso de las canteras romanas de
Loma de los Castillejos y Los Covachos en Huelva, Chipiona y Baelo Claudio en Cádiz, la Villa del Cortijo del Canal,
Gerena y las de Osuna (aunque estas se inician previamente) en Sevilla y las de Carchuna en Granada, entre otras.
Respecto a la época de Al-Ándalus resaltamos las califales de Almería, las de Medina Azahara o Madīnat al-Zahrā’ en
Córdoba y las de Bobastro en Málaga.

Pero toda ésta labor se ha realizado al margen de una sistematización de la investigación, centrada en la cantera
histórica como eje del trabajo y no como elemento secundario del mismo. Así mismo ésta sistematización también

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afecta al territorio que, por primera vez, deja de ser un elemento pasivo y pasa a ser el eje vertebrador de la meto-
dología de trabajo. El Proyecto INCHaPA, al tener entre sus objetivos dotar al Estado de un inventario nacional de
canteras históricas, para lo cual necesita de la colaboración de las diferentes comunidades autónomas, permite, entre
otras muchas cosas, complementar la información de las diferentes canteras y de sus construcciones asociadas, sin
importar su ubicación a un lado o a otro de un límite provincial o de comunidad.

Tal es el caso de las canteras de San Nicolás del Puerto (Sevilla), de las que tuvimos referencia al trabajar en la zona
de Llerena (Badajoz), durante la elaboración del INCHaPA en Extremadura. Tras el correspondiente análisis histórico,
para localizar la arenisca que se utilizó para la elaboración de las columnas de los soportales de la Plaza Mayor de
Llerena (Carrasco García, 1985), se encontraron referencias que identifican a esta arenisca con una variedad de la
zona de San Nicolás del Puerto denominada “trigo dorado”.

Las canteras de San Nicolás del Puerto se encuentran situadas al sureste de Llerena, a una distancia actual por
carretera de más de 54 km. Estos materiales, correspondientes al Carbonífero superior-Pérmico inferior, aparecen
en afloramientos irregulares distribuidos a lo largo del norte de Sevilla y sur de Extremadura, siendo los mayores
los situados al noreste de la localidad. Se han individualizado hasta cuatro áreas de extracción que explotaron esta
arenisca, de grano fino, estratificada en capas de diferente potencia y, cuya coloración original es blanca, siendo la al-
teración la que proporciona a los materiales pétreos las tonalidades doradas. La zona de explotación más importante
corresponde al área de extracción “Cortijo de los Cuartejones” (Figura 5), donde es posible reconocer un importante
frente de explotación histórico, cuya altura supera los 3 m, así como otros de menor entidad; cubierto de marcas de
extracción de picos y “cuñeras”, para la separación de los bloques. En la extensión de esta área es posible reconocer
bloques abandonados, así como sillares terminados que no fueron utilizados en las obras.

Figura 5. Frente de explotación situado en el “Cortijo de los Cuartejones” (San Nicolás del Puerto, Sevilla).

Para poder llevar a cabo la realización del Primer Inventario de Canteras Históricas de Piedra Natural asociadas al
Patrimonio Arquitectónico de Andalucía, el IGME ha llegado a un acuerdo con la Consejería de Empleo, Empresa y
Comercio de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, para su realización
a través de un amplio convenio de colaboración entre ambas instituciones. También, y para poder afrontar con mayor
efectividad la definición y desarrollo de una figura de protección específica para las canteras históricas, como se ha
enunciado anteriormente, se han establecido contactos de colaboración con la Consejería de Cultura y el IAPH de
cara a su incorporación al proyecto.

Finalmente, y para estimar la magnitud del proyecto, el total de bienes inmuebles catalogados como Bienes de Interés
Cultural ubicados en Andalucía asciende a 2.971, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La distribu-
ción provincial es la siguiente: Almería (299), Cádiz (409), Córdoba (331), Granada (546), Huelva (206), Jaén (491),
Málaga (324) y Sevilla (365).

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4. CONCLUSIONES
El estudio de las canteras históricas asociadas al patrimonio es hoy un elemento imprescindible para el mejor cono-
cimiento de los trabajos de patrimonio arquitectónico y monumental. Su interés, desde el punto de vista constructivo
(facilitar la rehabilitación con el material originario), tecnológico (útiles y metodologías de extracción), etnológico y
socio-económico (las canteras como polos históricos de desarrollo social-regional), así lo atestiguan.

Este tipo de trabajos, que deben afrontarse con equipos multidisciplinares de expertos, tiene que enfocarse de forma
sistemática y con una metodología específica y compleja, que aúne los elementos geológicos y del medio físico (mor-
fología, relieve, paisaje) con los histórico-arqueológico-culturales que cada entorno posee.
Para preservar estas áreas extractivas el IGME propone, a las administraciones competentes, la necesidad de crear
una figura de protección específica para ellas; teniendo en cuenta que hay que asegurar la dualidad CONSERVA-
CIÓN-EXPLOTACIÓN, algo que es posible y necesario para la preservación de los bienes patrimoniales arquitectóni-
cos y para su utilización como espacios socio-culturales o de ocio.

5. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, en la persona de
la Directora General de Industria, Energía y Minas, todos los esfuerzos realizados para poder llevar a cabo el proyecto
del Primer Inventario de Canteras Históricas de Piedra Natural asociadas al Patrimonio Arquitectónico de Andalucía.
Igualmente, hacemos extensibles los agradecimientos, a la Dirección del Instituto Geológico y Minero de España
por apoyar la realización y desarrollo de la línea de investigación: “la Piedra Natural como elemento constitutivo del
patrimonio monumental y localización, caracterización y preservación de canteras históricas y áreas extractivas, em-
pleadas en la construcción del patrimonio arquitectónico nacional”, sin cuyo soporte no habría sido posible llevar a
cabo ni el proyecto ni la publicación.

6. BIBLIOGRAFÍA
• Álvarez Areces, E. (2015). Caracterización y procedencia de las rocas sedimentarias empleadas en la construcción
del patrimonio arquitectónico del Camino de Santiago. Oviedo: Departamento de Explotación y Prospección de
Minas. Universidad de Oviedo. 272 pp. y anexo (Tesis Doctoral).
• Álvarez Areces, E. (2016). De Piedra. Cómo el estudio de los materiales pétreos de construcción ofrece una nueva
visión del legado cultural del camino de Santiago. Madrid: Instituto Geológico y Minero de España-Editorial Catara-
ta. Colección Planeta Tierra, Vol. 15, 127 pp.
• Baltuille Martín, J.M. & López López, Mª.T. (2005). Propuesta de un protocolo para la racionalización y el desarrol-
lo de una política nacional de Rocas y Minerales Industriales. La Ficha-tipo del ANARMIN de España. Actas XVI
Congreso Geológico Argentino (pp.653-659). La Plata, Buenos Aires: Asociación Geológica Argentina.
• Baltuille Martín, J.M., Álvarez Areces, E., Fernández Suárez, J. & Martinez-Martinez, J. (in press.). Proyecto: Inven-
tario Nacional de Canteras Históricas asociadas al Patrimonio Arquitectónico. Comunidad Autónoma de Extrema-
dura. Centro de documentación Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.
• Carrasco García, A. (1985). La plaza mayor de Llerena y otros estudios. Madrid: Ediciones Tuero. 223 pp.
• Colucci, M.F. & Baltuille, J.M. (2009). Metodología de estudio de las canteras históricas de Aragón (España). X
Congreso Internacional de Patrimonio Geológico y Minero. Libro de Resúmenes (pp. 54-54). Coria, Cáceres: So-
ciedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero.
• Fernández Suárez, J., Álvarez Areces, E., Baltuille Martín, J.M. & Martinez-Martinez, J. (2017). Identificación, estu-
dio preliminar y puesta en valor de las canteras históricas de San Ciprián (Lugo). Boletín Geológico y Minero, 128
(2), 485-498.
• Laborde Marqueze, A., Cirujano Gutiérrez, C., Alonso Rodríguez, F.J., Blanco Domínguez, M., Fort González, R.,
Jiménez Cuenca, C., Herráez Ferreiro, J.A., Lasagabaster Gómez, J.I., Arroyo Marcos, I., Rodríguez Nuere, B.,
Escudero Remírez, C., Navarro Gascón, J.V., Pardo San Gil, G., Escartín Aizpurúa, E., García Martínez, E., Gisbert
Aguilar, J., Yanguas Jiménez, N., Bouzas Abad, A., Adrover Bía, I., Baltuille Martín, J.M. & Amador Moscardó, R.
(2013). Criteria for intervening in stone materials. In Laborde Marqueze, A. (Coord.) COREMANS Project: Criteria
for working in stone materials (pp. 39-106). Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
338
LA RESPONSABILIDAD AMPLIADA DEL PRODUCTOR: MOTOR DE LA
MINERÍA URBANA
Mampaso Martín-Buitrago, Juan Carlos
SIGRE Medicamento y Medio Ambiente, S.L. (SIGRE), María de Molina, 37, 2º, 28006, Madrid, jcmampaso@sigre.es

RESUMEN: Ante la carencia de recursos naturales frente al crecimiento demografico y al desarrollo tecnológico, se
estima fundamental la implementación de actividades de minería urbana, a través de la cual se obtendrían materia
primas secundarias mediante el reciclado/recuperación de los diferentes residuos producidos. La “responsabilidad
ampliada del productor” que involucra a éstos en el ecodiseño y gestión de los residuos resultantes se configura como
una herramienta de desarrollo de la Economía Circular y por tanto como motor de la Minería Urbana. La gestión de
distintos residuos a través de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor demuestra la posi-
bilidad de obtener mayores cantidades de materias primas secundarias de calidad. Las perspectivas de su extensión
de forma voluntaria u obligatoria abren un amplio potencial de desarrollo para la Minería Urbana.

PALABRAS CLAVE: economía circular, minería urbana, residuo, materias primas secundarias,
responsabilidad ampliada del productor.

1. INTRODUCCIÓN
En 2014 (últimos datos disponibles), la cantidad total de residuos generados en la EU-28 por la totalidad de activida-
des económicas y hogares ascendió a 2.503 millones de toneladas, de las cuales aproximadamente 1.600 millones
no se reutilizaron ni reciclaron. Además, la UE sufre una relativa carencia de recursos naturales. De hecho, importa
seis veces más de los que exporta. Ante la expansión de la clase media en todo el mundo, la competencia por los
recursos probablemente afectará a nuestra economía además de al entorno mundial.

Ante este panorama, el Parlamento Europeo ha aprobado una serie de medidas para poner en marcha la denominada
economía circular. El modelo de economía circular busca conseguir que los productos, los materiales y los recursos
se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, y reducir todo lo posible la generación de residuos,
lográndose así una economía sostenible, hipocarbónica, más competitiva y eficiente en el uso de los recursos.

En este contexto, la Minería urbana puede llegar a desempeñar un importante papel en la consecución de esta efi-
ciencia, en su papel de catalizadora en la conversión de los residuos en recursos, contribuyendo al incremento del
reciclaje/recuperación de las materias primas incluidas en los residuos.
En la UE se aplica como herramienta de gestión para determinados flujos de residuos destacables por su relevancia,
el principio de responsabilidad ampliada del productor (RAP), en virtud de la cual los productores de productos que
con su uso se convierten en residuos y en aplicación del principio de “quien contamina paga”, quedan involucrados en
la prevención y en la organización de la gestión de los mismos a través de un marco legal sistematizado y coherente.

Esta RAP se configura como un motor de la minería urbana al potenciar, entre otros aspectos, que los producto-
res tengan más en cuenta la reciclabilidad y la posibilidad de reutilización a la hora de diseñar sus productos y como
un elemento facilitador para que una mayor cantidad de residuos sean entregados en mejores condiciones para su
óptimo tratamiento medioambiental a través de su recogida selectiva.

2. DEL SIG AL SCRAP COMO REFLEJO DE LA EVOLUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD AMPLIADA DEL


PRODUCTOR EN EL MARCO NORMATIVO DE LA UNIÓN EUROPEA Y EN ESPAÑA
La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) es una estrategia de política ambiental que consiste en considerar
que el productor tiene una responsabilidad sobre su producto que va más allá del momento de venta y llega al fin de
su vida útil. Las políticas de Responsabilidad Ampliada del Productor se caracterizan por un traslado de responsabi-
lidades (física y/o económicamente; total o parcialmente) desde las administraciones públicas o los usuarios finales
del producto a los productores.

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La RAP se basa en el principio de “quien contamina paga”. Este principio fue creado en los años 90 del siglo pasado
por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y se configuró como una vía para disuadir
del incumplimiento de la normativa medioambiental y acercarse al modelo de desarrollo sostenible.

La regulación de la RAP ya se apuntaba en la Directiva 94/62/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 20 de di-
ciembre de 1994 relativa a los envases y residuos de envases: […] Considerando la necesidad de que todos aquellos
que intervienen en la producción, el uso, la importación y la distribución de envases y productos envasados adquieran
mayor conciencia del grado en que dichos envases se transforman en residuos, y de que acepten, de conformidad
con el principio de que «quien contamina paga», la responsabilidad de dichos residuos […].

En el Artículo 7 de esta Directiva se contempla que los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para
que se establezcan sistemas de:

a) devolución o recogida de envases usados o de residuos de envases procedentes del consumidor, de cual-
quier otro usuario final o del flujo de residuos, con el fin de dirigirlos hacia las alternativas de gestión más
adecuadas;
b) reutilización o valorización, incluido el reciclado, de los envases o residuos de envases recogidos, que per-
mitan cumplir los objetivos establecidos en la presente Directiva.

En este marco, tras su obligada transposición al derecho interno español a través de la Ley 11/1997, de 24 de abril,
de Envases y Residuos de envases –LERE-, nacen en España los conocidos como “Sistemas Integrados de Gestión”
(SIG). Si bien no existe una definición legal de carácter genérico, estos SIG podrían definirse como “sistemas para
garantizar la gestión adecuada de los residuos de envases, y que se crea por acuerdo entre los agentes económicos
responsables del envasado y comercialización de productos envasados, correspondiendo su gestión y administración
a una entidad con personalidad jurídica propia y carente de ánimo de lucro. Estos sistemas tienen como finalidad la
recogida periódica de envases usados y residuos de envases, en el domicilio del consumidor o en sus proximidades,
debiendo ser autorizados por el órgano competente de cada una de las Comunidades Autónomas en los que se im-
planten territorialmente”.

Los SIG que tienen su origen en la LERE son los siguientes: ECOEMBES (para envases ligeros y papel-cartón), ECO-
VIDRIO (envases de vidrio), SIGRE (envases vacíos o con restos de medicamentos de origen doméstico) y SIGFITO
(envases de productos fitosanitarios).

Además de los ya citados, actualmente en España existen otros SIG creados posteriormente en virtud de las legisla-
ciones específicas para cada flujo de residuos, distintos a los envases:

• EUROPEAN RECYCLING PLATFORM y FUNDACIÓN ECOPILAS (pilas y acumuladores).


• SIGNUS ECOVALOR, SL y TRATAMIENTO NEUMÀTICOS USADOS, SL (neumáticos fuera de uso).
• SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN DE ACEITES USADOS, SL y SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN
PRODUCTORES INDEPENDIENTES, SL (aceites industriales usados).
• AMBILAMP, ECOASIMELEC, ECOFIMÁTICA, ECOLEC, ECOLUM, ECO-RAEE’S, ECOTIC, ERP, REINICIA,
FUNDACIÓN CANARIA PARA EL RECICLAJE Y EL DESARROLLO, SUNREUSE (para residuos de aparatos
eléctricos y electrónicos –RAEE-).
• SIGRAUTO (vehículos fuera de uso).
• Etc.

Sin embargo, no es hasta la llegada de la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos donde se introduce formalmente
el concepto de «responsabilidad ampliada del productor»

[…] Artículo 8 Responsabilidad ampliada del productor

1. Para mejorar la reutilización, la prevención, el reciclado y la valorización de los residuos, los Estados
miembros podrán adoptar medidas legislativas o no legislativas para garantizar que cualquier persona física o
jurídica que desarrolle, fabrique, procese, trate, venda o importe productos de forma profesional (el productor
del producto) vea ampliada su responsabilidad de productor. Dichas medidas podrán incluir, entre otras cosas,
la aceptación de los productos devueltos y de los residuos que queden después de haber usado dichos pro-

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ductos, así como la subsiguiente gestión de los residuos y la responsabilidad financiera de estas actividades.
Estas medidas podrán incluir la obligación de ofrecer información accesible al público sobre en qué medida el
producto es reutilizable y reciclable. […]

La transposición de esta Directiva en el ordenamiento jurídico interno de España se lleva a cabo a través de la Ley
22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. Esta Ley delimita el ámbito de esta responsabilidad,
estableciendo las obligaciones a las que, mediante el correspondiente desarrollo reglamentario, pueden quedar so-
metidos los productores, tanto en la fase de diseño y producción de sus productos como durante la gestión de los
residuos que deriven de su uso.

Entre estas medidas se encuentran algunas estrechamente relacionadas con el concepto de minería urbana:

• Desarrollar, producir, etiquetar y comercializar productos duraderos, que puedan prepararse para la reutiliza-
ción, se puedan separar por materiales y que sean fácilmente reciclables.
• Aceptar la devolución de productos reutilizables, la entrega de los residuos generados tras el uso de los pro-
ductos, asumiendo la subsiguiente gestión de los mismos y la responsabilidad financiera de estas actividades.
• Establecer sistemas de depósito que garanticen la devolución de las cantidades depositadas y el retorno del
producto para su reutilización o del residuo para su tratamiento.
• Responsabilizarse, total o parcialmente, de la organización de la gestión de los residuos, pudiendo estable-
cerse que los distribuidores de dicho producto compartan dicha responsabilidad.
• Utilizar materiales procedentes de residuos en la fabricación de productos.
• Proporcionar información sobre la puesta en el mercado de productos que con el uso se convierten en resi-
duos y sobre la gestión de éstos, así como realizar análisis económicos o auditorías.

Éstas y otras obligaciones para los productores pueden ser cumplidas de manera individual o mediante los denomi-
nados sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP).

Dado que la citada Ley 22/2011 establece un nuevo modelo y marco jurídico para los sistemas colectivos de respon-
sabilidad ampliada, tras la revisión de las normas específicas de cada flujo de residuos para hacerlas coherentes con
la nueva ley, los sistemas integrados de gestión vigentes en la actualidad tendrán que ir adaptándose y cumpliendo
con los nuevos requisitos para operar bajo el régimen de un SCRAP, como ha ocurrido en el caso de los SIG de RAEE
tras la publicación del Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.

3. MATERIAS PRIMAS SECUDARIAS OBTENIDAS POR LA MINERÍA URBANA EN LOS PRINCIPALES


SCRAPS
Pese a que la propia Comisión Europea reconoce que la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor es
una de las herramientas que puede ser de mayor utilidad para avanzar en la transición hacia una economía circular
y que las próximas propuestas legislativas referentes a residuos deben ser también una buena oportunidad para for-
talecer las medidas para promover la prevención de residuos y los sistemas de RAP, debe notarse que la aplicación
de la RAP solamente ha sido establecida hasta la fecha como obligatoria para los residuos de aparatos eléctricos y
electrónicos, pilas y acumuladores y vehículos fuera de uso.

Para otras fracciones de residuos, la legislación europea incluye una mención específica a la opción de los Estados
Miembros de promover la RAP, como para los residuos de envases o aceites, pero finalmente la aprobación de la RAP
depende de la legislación nacional. Además de las tres fracciones de residuos para las cuales es obligatoria, otras
fracciones en las que la RAP es frecuente (aprobada como mínimo en 10 Estados Miembros) son: envases (27 EM),
neumáticos (20), papel prensa (11), aceites usados (10) y medicamentos 10).

En la siguiente tabla (Tabla 1), se muestran aquellos flujos de residuos que cuentan para su gestión con un número
significativo de sistemas (tanto individuales como colectivos) de RAP, así como la cantidad de residuos generados de
cada uno de estos flujos:

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Tabla 1. Flujos de residuos que cuentan para su gestión con un número significativo de sistemas (tanto individuales
como colectivos) de RAP, así como la cantidad de residuos generados de cada uno de ellos en la UE-27 y Croacia
Cantidades generadas
Flujo de residuos Nº de SCRAPs existentes
UE 27 (en toneladas)
Aparatos eléctricos y electrónicos 28 10.000.000
Pilas y acumuladores 28 1.720.000
Vehículos fuera de uso 27 7.334.930
Envases 27 78.3672.423
Neumáticos 20 3.250.000
Papel prensa 11 51.400.000
Aceites 10 3.000.000
Medicamentos 10 240.000

La tabla que se muestra a continuación (Tabla 2) recoge las distintas materias primas secundarias incluidas en ocho
flujos de residuos, los posibles usos de las mismas tras su reciclaje, reutilización o valorización y algunas ventajas
que se obtienen al proporcionarse una segunda vida a estos residuos.

Tabla 2. Fracciones contenidas en ocho flujos de residuos, posibles usos de las mismas y
algunas ventajas obtenidas de su reciclaje/valorización.
Materias primas
Flujo de residuos Posibles usos Ventajas
secundarias
Los metales de hierro
Metales básicos como el reciclados se usan en la Una importante compañía
cobre, estaño, metales industria del acero. Tras la tecnológica de USA
especiales como el purificación y fundición de recuperó casi una tonelada
cobalto, indio y antimonio, los metales que no son de métrica de oro mediante
Aparatos eléctricos y
y metales preciosos como hierro -cobre, estaño, zinc el reciclaje que hizo en
electrónicos
la plata, oro y paladio, y los metales preciosos 2016 de sus propios
tierras raras, polímeros, como el oro y la plata- se productos obsoletos (valor
vidrios, madera, caucho, reciclan y sirven para de mercado aprox. 35,4
cartón, etc. fabricar cables y nuevos millones de euros)
componentes eléctricos.
Los materiales
valorizables obtenidos en
el proceso de reciclaje
Una sola pila de mercurio
Mercurio, cadmio, litio, son metales férricos,
mal gestionada podría
Pilas y acumuladores manganeso, plata, zinc, no férricos y plásticos
contaminar hasta 600.000
níquel, plomo, etc. que tienen las mismas
litros de agua.
utilidades que estos
materiales derivados de
otros residuos.
Los catalizadores son
elementos de
Plásticos, vidrio, aceites, fácil recuperación y cuya
combustibles, baterías, parte fundamental, en
Actualmente es posible
Vehículos fuera de textiles, neumáticos, cuanto a su recuperación,
el reciclado del 78,5% en
uso componentes electrónicos, radica en la obtención de
peso de los vehículos.
chatarra férrica y no materiales semipreciosos
férrica, etc. de alto valor económico,
como el paladio, el platino
y el rodio.

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Materias primas
Flujo de residuos Posibles usos Ventajas
secundarias
Se ahorra
El reciclado del aluminio
aproximadamente el 95%
Vidrio, papel y cartón, da lugar a un producto
de energía al producir
madera, plástico, metales prácticamente igual que
aluminio reciclado en
Envases férreos y no férreos, el original por lo que sus
comparación con la
cerámica, corcho, textiles, usos son equivalentes a
utilizada durante la
etc. los productos obtenidos a
producción de aluminio
partir del material virgen. 
primario.
Aquellos neumáticos
clasificados como de
segunda mano y los que
El recauchutado implica
han sido recauchutados se
un uso de 5,5 litros de
Caucho natural y sintético, vuelven a introducir en el
petróleo, en lugar de
azufre, óxido de zinc, mercado.
Neumáticos los 35 litros necesarios
silicio, silano, resinas, Aquellos que son
para la fabricación de un
aceites, textiles, acero, etc. triturados: mezclas
neumático nuevo para un
bituminosas para
turismo.
pavimentos de carreteras,
superficies de parques de
juegos infantiles, etc.
De acuerdo con la
Environmental Protection
Agency (EPA), más de Reciclar el papel ahorra un
Grapas, plásticos ,fibras 5.000 productos pueden 80% de agua con respecto
Papel
de papel, tintas, etc. hacerse a partir de papel a la producción a partir de
reciclado, incluidos fibra virgen
productos que no son de
papel.
Mezclas complejas de
derivados orgánicos Además de la obtención
Con 3 litros de aceite
oxidados, partículas de bases regeneradas, en
usado se obtienen 2
procedentes del el proceso de regeneración
litros de aceite nuevo,
desgaste de metales de se obtienen, entre otros,
Aceites industriales ahorrándose los 140 litros
la maquinaria y otros productos bituminosos que
de petróleo necesarios
elementos químicos pueden tener aplicación en
para producir esa
procedentes de los la fabricación de productos
cantidad.
aditivos utilizados, (zinc, asfálticos.
cloro, fósforo, azufre, etc.).
Los restos de
medicamentos no
La incorrecta gestión
peligrosos y los residuos
medioambiental de los
de envases que no
Vidrio, plásticos, metales, antibióticos sobrantes
pueden ser reciclados
materiales compuestos, es una fuente de nuevos
Medicamentos y sus pueden ser sometidos a un
elastómeros, papel, cartón, microorganismos
envases proceso de elaboración de
sustancia medicamentosa, resistentes, afectando
Combustible Derivado de
etc. tanto al medio ambiente
Residuos (CDR) para ser
como a la salud animal y
utilizados en el proceso de
humana.
Co-incineración en hornos
industriales.

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Como ya se adelantó anteriormente, la RAP dentro de la política de residuos de la UE está actualmente reducida a
un número significativo de productos pero muy limitado en cuanto a tipologías. En algunos casos, los productos sin
RAP son un porcentaje importante de la generación de residuos (residuos de construcción y demolición, muebles,
textiles, torres y palas eólicas, biorresiduos, etc.). En otros casos, estos productos no son muy relevantes en peso,
pero ecológicamente muy problemáticos y/o de muy costosa gestión, como por ejemplo: pañales, compresas, toalli-
tas, chicles, colillas de cigarrillos, etc.

A modo de ejemplo de lo anterior, los residuos de construcción y demolición (RCD) debido a su volumen suponen el
mayor flujo de residuos de la UE, representando aproximadamente un tercio de todos los residuos generados en la
Unión. Teniendo en cuenta que una tonelada de esta tipología de residuos puede valer aproximadamente 10 euros,
cada año podrían ahorrarse en la UE unos 7.500 millones euros utilizando mejor los materiales procedentes de los
RCD.

Otro ejemplo significativo se encuentra en el despilfarro alimentario, que solo en la UE alcanza los 179 kilogramos por
habitante y año. Cada año, los alimentos producidos sin ser consumidos causan un gasto de agua equivalente al cau-
dal anual del Volga en Rusia y generan en la atmósfera 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero.

Un caso de éxito es la gestión de los residuos de pañales. Se calcula que cada niño genera unos 1.129 kg de
residuos de pañales durante sus 2,5 primeros años de vida y que las personas con incontinencia pueden
generar entre 550 y 1.207 kg de residuos de pañales al año. El problema de los pañales viene por partida doble: por
un lado, están hechos con varios tipos de plásticos diferentes y, por otro, contienen residuos orgánicos. Hasta ahora
la solución pasaba por los pañales lavables de tela, muy ecológicos pero menos prácticos para los padres. Pero a
finales de octubre de 2017 se inauguró en Italia la primera planta industrial de reciclaje de pañales y compresas del
mundo.

4. CONCLUSIONES
En la actualidad, la UE depende en gran medida de las importaciones y necesita el doble de la superficie total de la
Unión para satisfacer su demanda de recursos. Cada vez resulta más obvio que el modelo de desarrollo económico
predominante en Europa, basado en el uso intensivo de los recursos, la generación de residuos y la contaminación
resultante, no puede sostenerse a largo plazo, siendo necesario una transición hacia un modelo de economía circular,
basado en la eficiencia en el uso de los recursos y de los residuos.

La minería urbana debe desempeñar un papel relevante en este nuevo escenario debido al doble impacto positivo
que tiene: 1) permite recuperar materiales que son cada vez más escasos y cuya obtención, a través de los medios
tradicionales, genera un alto impacto ambiental y social y 2) al mismo tiempo frena el impacto medioambiental que la
degradación en el medio natural de los componentes de los residuos conlleva.

Bajo este nuevo paradigma, la minería urbana ha encontrado un elemento facilitador de su actividad y promovido
desde la propia UE: la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).

La RAP establece las obligaciones a las que, mediante el correspondiente desarrollo reglamentario, pueden quedar
sometidos los productores, tanto en la fase de diseño y producción de sus productos como durante la gestión de los
residuos que deriven de su uso. Tal y como ha quedado descrito en la presente Comunicación, entre estas medidas
se encuentran algunas muy ligadas con el concepto de minería urbana.

La posibilidad existente de que estas obligaciones pueden ser cumplidas mediante los denominados sistemas co-
lectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) potencia estas sinergias con la minería urbana, espe-
cialmente en dos ámbitos: 1) ecodiseño 2) generación de flujos de residuos de alta calidad para su reutilización y
recuperación debido a la recogida selectiva de los mismos.

Por último, y si bien a lo largo de la presente Comunicación se han mostrado los beneficios de apostar por la sinergia
entre los SCRAP y la minería urbana, debe notarse que en la actualidad la RAP se limita a un número aún muy res-
tringido de productos.

Esta realidad presenta un escenario favorable para el desarrollo de la minería urbana y su contribución a una gestión
más eficiente de los residuos, en cuanto existe todavía un gran potencial de recuperación de materias primas secun-

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darias existentes en muchos de los flujos de residuos, y que podrán ser más fácilmente re-introducidas en el mercado
gracias a la implementación, tanto voluntaria como obligatoria, de la RAP para los mismos.

5. BIBLIOGRAFÍA
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ropeo y al Comité de las Regiones (2015). Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular.
• Comisión Europea (2014). Development of Guidance on Extended Producer Responsibility (EPR). Final Report.
• Directiva 94/62/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 1994, relativa a los envases y
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Comunidades Europeas
• Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008, sobre los residuos y
por la que se derogan determinadas Directivas. Publicado en: «DOUE» núm. 312, de 22 de noviembre de 2008,
páginas 3 a 30 (28 págs.). Unión Europea
• Eurostat (2017). Estadísticas sobre residuos. Obtenido de http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.
php/Waste_statistics/es#M.C3.A1s_informaci.C3.B3n_de_Eurostat
• Ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y Residuos de Envases. Publicado en: «BOE» núm. 99, de 25 de abril de
1997, páginas 13270 a 13277 (8 págs.) Jefatura del Estado.
• Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. Publicado en: «BOE» núm. 181, de 29 de julio de
2011, páginas 85650 a 85705 (56 págs.) Jefatura del Estado
• Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (2017). Información sobre las características de
cada flujo de residuos y su gestión. Obtenido de http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/
temas/prevencion-y-gestion-residuos/flujos/

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348
LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA EN UN PROYECTO MINERO DE
URANIO-CASO RETORTILLO
González Garrido, Cristina / Bellon del Rosal, Francisco / Colilla Peletero, Javier, ,
a Berkeley Minera España S.L, cgonzalez@berkeley.es, Berkeley Minera España S.L

RESUMEN: El trabajo presentado comprende los aspectos más importantes en materia de seguridad y protección
radiológica al público, medioambiente y trabajadores en el caso del proyecto minero metalúrgico de uranio de Retor-
tillo. El trabajo realiza un recorrido por la legislación vigente, el proceso de licenciamiento de la instalación radiactiva
de primera categoría del ciclo de combustible “Planta Retortillo”, así como una evaluación del impacto radiológico
potencialmente producido por el proyecto. Se concluirá finalmente, tras la evaluación, que el Proyecto Retortillo es
totalmente compatible con el medio circundante ya que no genera impacto radiológico significativo, y el mismo se
encuentra sensiblemente por debajo de los límites permitidos. Se trata brevemente, las condiciones de accidentes y
la gestión de los residuos radiactivos generados durante el proceso, ya que, por sus características, constituyen una
parte importante del proceso de licenciamiento.

PALABRAS CLAVE: Protección radiológica, minería, uranio, instalación radiactiva, residuos radiactivos.

1. INTRODUCCION
El objeto de este trabajo es realizar un breve recorrido por los aspectos más relevantes en materia de protección
radiológica en la futura instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible Planta Retortillo titularidad
de Berkeley Minera España (en adelante BME).

BME es Titular de la concesión derivada de explotación denominada “RETORTILLO-SANTIDAD” nº 6.605-10, para


recursos de la sección D (minerales de uranio) mediante otorgamiento de fecha 8 de abril de 2014 por parte de la Di-
rección General de la Energía y Minas de la Junta de Castilla y León. Esta concesión está formada de 87 cuadriculas
mineras en los términos municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes en la provincia de Salamanca.

En este marco BME tiene previsto la explotación de dichos minerales de uranio y su posterior tratamiento metalúrgico,
con objeto de obtener un producto final concentrado, denominado torta amarilla o yellowcake (y formada aproxima-
damente por más del 90% de U3O8). Este producto final se obtiene mediante lixiviación en pilas y posterior proceso
de extracción y purificación del uranio (extracción con solventes, precipitación de Diuranato de Amonio, centrifugado,
secado) del mineral extraído de la corta a cielo abierto, y triturado y clasificado hasta un tamaño óptimo para la lixivia-
ción. La trituración se realiza en dos etapas: primaria (trituradora de mandibulas), y secundaria (trituradora de conos),
y una posterior etapa de aglomerado en la que se añade la mayor cantidad del reactivo lixiviante (ácido sulfúfico).

El proceso hidrometalúrgico del proyecto, es decir la planta de tratamiento y concentrado del mineral es considerada
por la legislación vigente como una instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible nuclear, defi-
nida así mediante el artículo 34 del RD 1836/1999.

El Proyecto minero-metalúrgico generará residuos radiactivos de muy baja actividad, formados en su mayoría por el
mineral agotado tras su lixiviación, denominado también ripios. Estos residuos son posteriormente encapsulados en
el hueco minero explotado, junto con los residuos mineros, por lo que el hueco de mina una vez relleno también se
considera parte de la instalación radiactiva de primera categoría, y estará sometido a unos controles extremadamente
rigurosos por parte de los organismos competentes.

2. PROYECTO MINERO METALURGICO RETORTILLO


El proyecto minero metalúrgico en su conjunto, consiste en la explotación a cielo abierto del depósito de mineral de
uranio Retortillo, su posterior beneficio mediante lixiviación estática (o lixiviación en pilas) y el acondicionamiento y
almacenamiento definitivo de los residuos radiactivos generados en la planta de tratamiento en el hueco de mina
previamente creado. La rehabilitación y restauración se realizará mediante minería de transferencia.

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El Proyecto global se basa en un yacimiento con un inventario minero de 20,0 Mt, con una ley media de 306 ppm de
U3O8 y una ley de corte de 100 ppm de U3O8. Esto supone un total de 13,4 Mlbs de U3O8, de las que 11,4 (5.167 t)
serán recuperadas y comercializadas en forma de U3O8. Se prevé que la explotación cubra un periodo temporal de
10 años.

La explotación minera generará varios tipos de materiales, que se resumen a continuación, así como la gestión de
los mismos:

• Mineral, es el material que tiene un beneficio económico. Su ley se encuentra por encima de la ley de corte
(100ppm). Una vez que es extraído de la corta se llevará a la etapa de trituración o al acopio de mineral, para
comenzar su proceso de beneficio.
• Estériles Oxidados: Depósitos terciarios, metasedimentos y granitos de la zona totalmente oxidada. Concen-
traciones de U3O8 <40 ppm. Son materiales inocuos y que no son potencialmente generadores de aguas
acidas. Una vez estos materiales son extraídos de la corta se acopian en una escombrera especifica (denomi-
nada escombrera permanente), o bien se utilizan en las labores de restauración y rehabilitación. La mayoría
de estos materiales se devolverán al hueco en las labores de restauración, pero una parte quedará acopiada
permanentemente en la denominada escombrera permanente, que será a su vez debidamente restaurada,
tal y como se recoge en el Plan de Restauración del Proyecto, debidamente aprobado por los organismos
competentes.
• Estériles Sulfurosos: Metasedimentos y granitos de las zonas mixta y reducida. Concentraciones de U3O8
<40 ppm. Son materiales potencialmente generadores de aguas acidas. Estos materiales serán debidamente
acopiados en la denominada escombrera temporal, la cual para evitar potenciales impactos al medio será de-
bidamente impermeabilizada en su base. La totalidad de estos materiales serán debidamente encapsulados
en el hueco de mina debidamente encapsulado.
• Estéril de baja ley: Todos los estériles con una ley de U3O8>40 ppm y menores que la ley de corte (100 ppm).
Son materiales con un contenido significativos de uranio pero menor que la ley de corte. Se tratan de la misma
manera que los estériles sulfurosos.
• Ripios: Es el material agotado tras la lixiviación estática. Como se ha incluido anteriormente son considerados
residuos radiactivos de muy baja actividad. Serán debidamente encapsulados en el hueco de mina, lo que
genera que el hueco de mina una vez relleno sea considerado una instalación radiactiva de primera categoría.

Una vez el mineral es extraído de la corta comienza el proceso de beneficio, que contempla las siguientes etapas:

Etapas que no constituyen instalación radiactiva de primera categoría

Trituración primaria y transporte:

• Trituración secundaria
• Clasificación

Etapas que constituyen instalación radiactiva de primera categoría:

• Aglomerado
• Lixiviación en pilas on/off con ácido sulfúrico
• Extracción con Solventes
• Precipitado, Secado y Envasado
• Planta de tratamiento de aguas

Todas las etapas del proceso (tanto las radiactivas como las no radiactivas) serán realizadas de manera que se mi-
nimice al máximo cualquier potencial impacto que se pudiera generar y que pudiera derivar en riesgos radiológicos a
los distintos medios receptores. En este sentido las etapas propiamente minera contaran con sistemas de supresión
y/o captación de polvo, mediante riego u otros sistemas que minimicen el polvo generado. Además tras la lixiviación
todas las etapas de tratamiento del mineral se realizarán por vía húmeda, por lo que se evita la generación de polvo.

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3. MARCO LEGISLATIVO EN MATERIA RADIOLOGICA
El marco legislativo más importante para el Proyecto de Retortillo en materia radiológica lo marca el Real Decreto
1836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas y que
tiene por objeto la regulación del régimen de autorizaciones administrativas, tanto para las instalaciones nucleares y
radiactivas como para otras actividades específicas relacionadas con la aplicación de radiaciones ionizantes.

Siguiendo este RD, la planta de fabricación de concentrados de uranio Planta Retortillo, así como el almacenamiento
definitivo de los residuos radiactivos en el hueco minero debidamente acondicionado constituyen una instalación
radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible nuclear, que siguiendo el artículo 37 del citado reglamento
necesitan para su funcionamiento el otorgamiento por parte del MINETAD previo informe del Consejo de Seguridad
Nuclear 3 autorizaciones previa, de construcción, explotación.

La legislación de referencia en materia de Protección radiológica es el Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que
se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, que tiene por objeto establecer
las normas relativas a la protección de los trabajadores y de los miembros del público contra los riesgos que resultan
de las radiaciones ionizantes.

En materia de generación y gestión de residuos radiactivos la legislación de referencia la marca el RD102/2014, de


21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos cuyo
objeto es la regulación de la gestión responsable y segura de los residuos radiactivos cuando procedan de actividades
civiles, en todas sus etapas, desde la generación hasta el almacenamiento definitivo, con el fin de evitar imponer a
las futuras generaciones cargas indebidas, así como la regulación de algunos aspectos relativos a la financiación de
estas actividades.

4. ETAPAS DE LICENCIAMIENTO
Las etapas en el proceso de licenciamiento para la instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combus-
tible “Planta Retortillo” vienen marcadas, como se ha incluido anteriormente por el RINR. Se explica a continuación
brevemente las distintas etapas del proceso:

a) Autorización previa o de emplazamiento: es un reconocimiento oficial del objetivo propuesto y de la idonei-


dad del emplazamiento elegido, cuya obtención faculta al titular para solicitar la autorización de construcción
de la instalación e iniciar las obras de infraestructura preliminares que se autoricen.
b) Autorización de construcción: faculta al titular para iniciar la construcción de la instalación y para solicitar la
autorización de explotación.
c) Autorización de explotación: faculta al titular a introducir sustancias nucleares en la instalación, y a operar
la instalación dentro de las condiciones establecidas en la autorización.
f) Autorización de desmantelamiento: una vez extinguida la autorización de explotación, faculta al titular a
iniciar las actividades de descontaminación, desmontaje de equipos, demolición de estructuras y retirada de
materiales, para permitir, en último término, la liberación total o restringida del emplazamiento. El proceso
de desmantelamiento terminará en una declaración de clausura, que liberará al titular de una instalación
de su responsabilidad como explotador de la misma y definirá, en el caso de la liberación restringida del
emplazamiento, las limitaciones de uso que sean aplicables y el responsable de mantenerlas y vigilar su
cumplimiento.
g) Autorización de desmantelamiento y cierre: En las instalaciones para el almacenamiento definitivo de com-
bustible nuclear gastado y de residuos radiactivos, faculta al titular a iniciar los trabajos finales de ingeniería
y de otra índole que se requieran para garantizar la seguridad a largo plazo del sistema de almacenamiento,
así como las actividades de desmantelamiento de las instalaciones auxiliares que así se determinen, per-
mitiendo, en último término, la delimitación de las áreas que deban ser en su caso objeto del control y de la
vigilancia radiológica, o de otro tipo, durante un periodo de tiempo determinado, y la liberación del control
de las restantes áreas del emplazamiento. El proceso de desmantelamiento y cierre terminará en una de-
claración de cierre emitida por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, previo informe del Consejo de
Seguridad Nuclear.

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5. CONSIDERACIONES EN MATERIA DE PROTECCION RADIOLOGICA AL PÚBLICO Y MEDIOAMBIENTE
El aspecto más importante dentro del ámbito radiológico del proyecto es garantizar que el proyecto cumple con toda
la legislación nacional e internacional así como con las recomendaciones y las mejores prácticas en materia de pro-
tección radiológica de forma que se garantice que el proyecto en términos radiológicos no genera ningún impacto y
no supone ningún detrimento a la salud y al medioambiente debido a las actividades realizadas.

Bajo esta premisa se enmarca el Estudio Analítico Radiológico (EAR), documento requerido dentro del proceso de
licenciamiento y cuyo principal objetivo es estimar de forma teórica el impacto radiológico potencial de la instalación
sobre la población y el medio ambiente y justificar que la instalación no presenta un riego indebido para la población
y el medioambiente durante su funcionamiento normal.

Para ello se ha realizado la estimación del impacto radiológico, expresada en términos de dosis efectiva a los recep-
tores individuales en las inmediaciones de la instalación partiendo de un conjunto de estudios y modelos físico-mate-
máticos realizados con parámetros propios de la instalación y de la zona donde se ubica esta.

El EAR debe de servir de base para el Programa de Vigilancia Radiológico Ambiental pre-operacional (PVRA)
cuyo principal objetivo es establecer el nivel de referencia o fondo radiológico de la zona vigilada del entorno de la
instalación de cara a la determinación y cuantificación de potenciales futuros impactos radiológicos y la planificación
de la futura restauración y desmantelamiento de las instalaciones o la descontaminación en caso de descargas acci-
dentales. Se tratará este aspecto más adelante.

Se presentan en esta sección la metodología, resultados y conclusiones más importantes del EAR para el proyecto
de Retortillo (incluyendo actividades mineras e instalación radiactiva), en el cual, tras la obtención de resultados, se
concluye (y así lo ha informado favorablemente el organismo regulador) que el Proyecto Retortillo, no supondrá im-
pacto alguno en términos de protección radiológica a los miembros del público ni al medioambiente.

Se cita a continuación la reglamentación de referencia, nacional e internacional, en la realización del Estudio Analítico
Radiológico:

• Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra
radiaciones ionizantes
• CSN/TGE/AEIR/06/1926 y el Informe técnico del CSN 25.2010 sobre la metodología para valorar la dosis efec-
tiva debida a la exposición derivada del funcionamiento rutinario de las instalaciones nucleares
• CSN. Guía 4.1. “Diseño y desarrollo del Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental para centrales
nucleares” Junio 1993.
• US NRC (*). (US NRC. US Nuclear Regulatory Commissioning. Es el organismo competente en materia de
seguridad nuclear en Estados Unidos) Regulatory Guide 4.14, “Radiological Effluent and Environmental Moni-
toring at Uranium Mills” Revision 1. Abril 1980
• US NRC. NUREG/CR-2011. “MILDOS A Computer Program for Calculating Environmental Radiation Doses
from Uranium Recovery Operations”. April 1981.
• Oak Ridge National Laboratory and Argonne National Laboratory for US DOE RSIC Computer Code Collection
CCC-608: “MILDOS-AREA Calculation of Radiation Dose from Uranium Recovery Operations for Large-Area
Sources”. Rev. 1. Junio, 1992.
• US NRC RG 3.59. “Methods for estimating radioactive and toxic airborne source terms for uranium milling
operations”. Marzo, 1987.
• US NRC RG 3.51. “Calculation models for estimating radiation doses to man from airborne radioactive mate-
rials resulting from uranium milling operations”. March, 1982.

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La siguiente figura incluye un diagrama de proceso de la metodología seguida en la estimación del impacto radiológico

Figura 1: Metodología en la estimación del impacto radiológico

Para la estimación del impacto radiológico se comienza por la estimación del término fuente que dependen de la
cantidad de material radiactivo, superficie expuesta al viento, tipo de proceso en el que está implicado y factores mo-
dificantes tales como los de reducción. Posteriormente, mediante el código MILDOS-AREA, que incluye un modelo
de transporte del tipo pluma gaussiana, se han estimado las concentraciones en el aire (Bq/m3) y las concentracio-
nes en suelo (Bq/m2) de los distintos radionuclidos de interés. Con estas concentraciones y utilizando los factores
de conversión a dosis, las tasas de respiración vigentes en la legislación española y las tasas máximas de consumo
alimentario se realiza la estimación de las dosis, que sirven de parámetro indicativo para la estimación del potencial
impacto radiológico.

Como se ha incluido anteriormente la estimación de las concentraciones se ha realizado con el código MILDOS-AREA
herramienta utilizada por la USNRC para estimar el riesgo radiológico de las actividades realizadas en las minas y
plantas de uranio. Para la determinación del potencial detrimento radiológico se han utilizado todas las vías de exposi-
ción posibles, incluyendo la inhalación de polvo y radón, exposición directa, ingestión debida a los efluentes gaseosos
y líquidos producidos durante la operación normal de las actividades. La siguiente figura incluye las vías de exposición
consideradas. Se define vía de exposición como cualquier camino por el cual el material radiactivo puede entrar en
contacto con el ser humano.

Existen dos aspectos clave a la hora de realizar la estimación del impacto radiológico; el primero es utilizar en la
medida de lo posible datos reales del emplazamiento y de la instalación, y el segundo es siempre que puedan existir
indefinición de parámetros, realizar cálculos que sean realistas pero conservadores. Para la estimación del impacto
radiológico de las actividades mineras y de planta en el Proyecto de Retortillo, se han utilizado los datos meteoroló-
gicos reales del emplazamiento, y se ha realizado la estimación en el año de mayor actividad de la explotación, de
forma que los resultados obtenidos se pueden considerar como un límite superior de todos los años de actividad del
proyecto.

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Figura 2: Vias de exposicion

Tras la realización del EAR se ha determinado que el potencial detrimento radiológico al que está sometido un miem-
bro del público que habite los 365 días del año en la zona de la explotación, y cuyos hábitos de vida y hábitos alimen-
ticios sean totalmente autóctonos de la zona, es 0.15 mSv, valor que es equivalente una radiografía de tórax, es la
mitad del límite impuesto por el organismo regulador, es un 15% del límite de dosis al público, y es menos del 5% del
valor del fondo radiológico natural. Con estos valores se puede concluir que el potencial detrimento radiológico
no es significativo.

Este valor de fondo radiológico natural se determina, como se ha incluido anteriormente, mediante el Programa de
Vigilancia Radiológico Ambiental (PVRA) pre-operacional, que al igual que el EAR es un requisito exigido por la le-
gislación. En este aspecto BME, lleva desde finales de 2012 tomando con carácter mensual, trimestral y en algunos
casos semanal, muestras de las diferentes matrices naturales que pueden verse afectadas debido a las actividades
minero-metalúrgicas, para su análisis radiológico. Las matrices analizadas son agua (potable, superficial, subterrá-
nea), calidad de aire, suelos y sedimentos, organismos indicadores, flora y fauna, alimentos, concentración de radón
en aire, radiación gamma ambiental etc, con objeto de establecer el fondo radiológico de la zona vigilada del entorno
de la instalación de cara a la determinación y cuantificación de potenciales futuros impactos. El programa de vigilancia
consta de distintas fases, que se ajustan a las fases del proyecto, es decir pre-operacional, operacional y post-ope-
racional, de forma que se vigile la zona que puede verse potencialmente afectada durante toda la vida operativa del
proyecto. El proyecto está enmarcado en una zona de alto fondo radiológico, tal y como demuestra el estudio MARNA
del CSN, sobre radiación gamma ambiental,

6. CONSIDERACIONES EN MATERIA DE PROTECCION RADIOLOGICA A LOS TRABAJADORES


Al igual que para los miembros del público, BME tiene un fuerte compromiso con la protección de sus trabajadores en
materia de protección radiológica. La legislación requiere en términos de protección radiológica la clasificación de las
zonas y vigilancia de los trabajadores frente a los riegos derivados de las radiaciones ionizantes.

La vigilancia de los trabajadores (trabajadores de categoría A o categoría B) se realizará en base al detrimento radio-
lógico al que estén expuestos. Se realizará un estudio pormenorizado para cada área de la instalación con el fin de
clasificar las zonas radiológicamente en función si son zonas de libre acceso, zona vigilada, zona controlada, o zona
de permanencia limitada

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La vigilancia operacional de los trabajadores expuestos se ha basado en los siguientes principios:

• Evaluación previa de las condiciones laborales para determinar la naturaleza y magnitud del riesgo radiológico
y asegurar la aplicación del principio de optimización.
• Clasificación de los lugares de trabajo en diferentes zonas teniendo en cuenta la evaluación de las dosis
anuales previstas, el riesgo de dispersión de la contaminación y la probabilidad y magnitud de exposiciones
potenciales.
• Clasificación de los trabajadores expuestos en diferentes categorías según sus condiciones de trabajo.
• Aplicación de las normas y medidas de vigilancia y control relativas a las diferentes zonas y a las distintas
categorías de trabajadores expuestos, incluida en su caso la vigilancia individual.
• Vigilancia sanitaria.

Tras la evaluación del potencial detrimento radiológico a los trabajadores, se ha concluido, que la zona cuyo detrimen-
to radiológico puede ser mayor es la zona de secado y envasado del producto. No obstante la instalación prevista por
BME es totalmente automática en esta área y no prevé que existan puestos fijos en la zona de secado y envasado,
reduciendo de forma muy significativa las dosis. No obstante todos los trabajadores de BME con riesgo a exposición
a radiaciones ionizantes serán clasificados como trabajadores de categoría B y sometidos a un control dosimétrico.

7. ANÁLISIS DE ACCIDENTES
Dentro del proceso de licenciamiento se requiere evaluar los posibles incidentes y accidentes con consecuencias ra-
diológicas que de manera creíble se puedan producir en la explotación minera y en el proceso de beneficio. Para ello
se evalúan los posibles incidentes/accidentes por separado, los riesgos radiológicos y no radiológicos que conllevan
y las consecuencias sobre los trabajadores de la instalación, y el público en general, expresado en términos de dosis
a los individuos expuestos.

Los materiales radiactivos que se manejan en la explotación de uranio tienen una actividad específica relativamente
baja. Esta baja concentración requiere que para que se produzca un accidente de grandes consecuencias, se tuviese
que liberar una gran cantidad de material. De hecho al analizar instalaciones similares, se ha visto que incluso aunque
se produjeran accidentes importantes, la exposición a la radiación sería demasiado baja como para causar efectos
perjudiciales en la salud de la población.

Dentro del análisis se han analizado los aspectos relativos a la operación minera y a la planta de beneficio. El análisis
de accidentes tiene como objetivo la identificación de todos los sucesos iniciadores, la evaluación de los posibles
escenarios que incluyan todas las posibles fuentes de exposición y los cálculos de las dosis que recibirían tanto los
trabajadores de la instalación, como el público en general en situación de accidente. Para realizar la identificación de
los sucesos iniciadores y el análisis de los mismos se ha utilizado como base el NUREG-0706 de la NRC. Se han
identificado los posibles incidentes:

• Accidentes triviales: son causados por errores humanos y no implican una emisión de radiactividad al medio
ambiente, aunque si pueden producir una liberación de material radiactivo fuera de los equipos y sistemas
de confinamiento de la planta, pero bien sea porque la magnitud del escape sea pequeña o porque esta libe-
ración queda confinada dentro de los límites de la instalación, no se producen fugas al exterior. Se incluyen
los derrames y la ruptura de tanques o tuberías que contengan soluciones radiactivas o tóxicas, y fallos en la
centrifugadora previa a la etapa de secado del concentrado, que dan lugar a derrames líquidos en el interior
de naves o edificios (cubetos) que actúan como segunda barrera de confinamiento (por detrás de las propias
tuberías o equipos), evitando así la contaminación del medio ambiente.
• Accidentes que producen pequeñas emisiones: pueden estar causados o bien por errores humanos o bien por
fallos de estos equipos y/o componentes que pueden producir pequeñas emisiones de radiactividad al me-
dioambiente (aire o agua) que no se esperan sean mayores a las emisiones producidas durante la operación
normal de la mina y la planta.
• Incendio o explosión en el sistema de extracción con solventes: Este accidente se trata como un accidente
envolvente de la instalación, es decir es el accidente que desde un punto de vista radiológico tendría un
mayor impacto relativo en la dosis en la población. La probabilidad de ocurrencia de este tipo de accidentes
es muy baja siendo del orden de 4E-04 a 1E-02 por año. Es conservador suponer, de acuerdo a la referencia
citada, que si se produjera un gran incendio, este afectaría a la totalidad del inventario de la fase orgánica, y
se dispersaría como mucho un 1% del contenido radioactivo presente en los tanques. El contenido liberado

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se considera que es soluble, y la inhalación será la vía de incorporación. La dosis obtenida en el límite del
emplazamiento a una distancia de 400 m (donde no existe una residencia permanente) es menor de 0.3 mSv
(límite impuesto por el CSN), mientras que la dosis estimada en el primer núcleo semipermanente habitable
es menor de 0.05mSv, por lo que se concluye que el impacto radiológico causado por el accidente critico es
despreciable.

8. GESTION DE RESIDUOS RADIACTIVOS GENERADOS EN EL PROCESO


Se trata a continuación el tema de la gestión de residuos radiactivos generados en el Proyecto.

Como se ha incluido en secciones anteriores, se consideran como residuos radiactivos de muy baja actividad el mine-
ral agotado tras su lixiviación (ripios), que serán devueltos al hueco minero previamente explotado en lo que se define
como minería de transferencia.

Un parámetro de diseño muy importante en la planta de concentrado y en el proceso de explotación del yacimiento,
es que la extracción se realiza mediante lixiviación estática, lo que produce un estéril “seco” (ripio), frente al estéril
de tipo lodo que se produce en la lixiviación dinámica, siendo el estéril seco más seguro y menos perjudicial para el
medioambiente, ya que no existe un sistema de almacenamiento tipo presa de lodos estériles y por lo tanto no existe
la posibilidad de que se produzcan accidentes relativos a dicho sistema.

Esta opción de minería de transferencia:

• Es la opción recomendada por el RD 975/2009, permite la rehabilitación temprana y minimiza la huella minera
• Es la opción principal del 10 CFR 40: opción principal para el almacenamiento definitivo de los residuos es la
colocación por debajo del nivel, en huecos minas o pozos especialmente excavados. Esta opción, elimina la
necesidad de cualquier estructura de retención especialmente construida.
• Es la opción preferida por OIEA Technical Report Series nº 362 “Decommissioning of Facilities for Mining and
Milling of Radioactive Ores and Closeout of Residues
• Además la Guía de Seguridad WSG1.2 sobre la gestión de los residuos radiactivos generados en las labores
de explotación y concentración de minerales (Management of Radioactive Waste from Mining and Milling ore)
incluye específicamente en su epígrafe 4.14 que: “El principio de que no se deben imponer cargas indebi-
das a las generaciones futuras lleva a la conclusión de que es preferible un enfoque pasivo para diseñar el
cierre a un diseño que necesita mantenimiento significativo y continuo. Tal pasivo enfoque generalmente se
logra mejor mediante la eliminación en huecos excavados específicamente para este propósito, en minas o
minas subterráneas vacías geológicamente estables. Esta opción puede eliminar o reducir significativamente
la necesidad de superficie para el almacenamiento de los residuos. La disposición de residuos por debajo del
nivel del suelo es generalmente menos susceptible a la erosión de la superficie del material al medio ambiente
y a la intrusión, y generalmente requiere menos mantenimiento que los almacenamientos superficiales”.

Los ripios junto con los estériles de corta serán debidamente encapsulados en la corta, previamente acondicionada
con materiales impermeables (arcilla+ lamina PEAD) de tal forma que se asegure que no se producirán a corto ni a
largo plazo impactos sobre el medio circundante, incluyendo agua subterránea, suelo, exhalación de radón…

En términos radiológicos, y como ya se ha citado anteriormente, el almacenamiento definitivo de los residuos genera-
dos será considerado parte de la instalación radiactiva, y estará sujeta al licenciamiento previsto para la misma y a los
controles permanentes dispuestos por el Consejo de Seguridad Nuclear. Además la vía mas importante del potencial
detrimento radiológico, una vez cesadas las operaciones extractivas y de proceso, corresponde a la exhalación de
radón del almacenamiento de residuos. Con respecto a este aspecto, dos cuestiones a destacar:

• Se ha previsto dentro del encapsulamiento una barrera para minimizar la exhalación de radón.
• Además se ha evaluado la exhalación de Rn-222 de la corta, mediante el código WISE, y se ha concluido que
el detrimento radiológico del almacenamiento, es muy inferior que si los residuos se dispusiesen en superficie
e igualmente muy inferior al límite establecido de 20pCi/m2s.

Por lo que con la información anteriormente citada se concluye que el almacenamiento definitivo de los residuos no
supondrá impacto radiológico en el corto plazo ni en el largo plazo.

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Los demás residuos radiactivos que se puedan generar durante la vida de la mina, y especialmente en las etapas de
desmantelamiento y cierre, serán gestionados acorde a la legislación, y serán desmantelados y descontaminados
siempre que se pueda hasta valores que se puedan considerar como residuo convencional con objeto de minimizar
la generación de residuos radiactivos. Si el desmantelamiento y descontaminación no es posible serán gestionados
como residuos radiactivos y dispuestos como tal.

9. CONCLUSIONES
La conclusión principal en términos de protección radiológica que se puede derivar de este trabajo, así como del
proceso de licenciamiento de la instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible Planta Retortillo,
es que el Proyecto Retortillo, en todo su conjunto incluyendo labores mineras y etapas metalúrgicas no supone en
términos radiológicos ningún detrimento a la población, medioambiente o trabajadores, ya que no genera, en
ningún modo de operación, impactos que se puedan consideran como significativos.

El proceso de licenciamiento de la instalación radiactiva, es un proceso, complejo y multidisciplinar que engloba todas
las etapas de la vida productiva del proyecto, así como todas las áreas del mismo, incluyendo geología, hidrogeolo-
gía, hidrología, meteorología, explotación minera, etapas de procesado de mineral, gestión de residuos, medioam-
biente, asegurando así el carácter global de los estudios y conclusiones obtenidas.

El Consejo de Seguridad Nuclear, único organismo competente en España en esta materia, establece los principios,
criterios y normativa que regulan la seguridad nuclear. Su actividad reguladora abarca todas las fases de la vida de
las instalaciones nucleares y radiactivas: ubicación, proyecto, control y correcto funcionamiento, y desmantelamiento,
incluidas las actividades del ciclo del combustible nuclear, que se lleva a cabo en España, por lo que el Proyecto Re-
tortillo, ha estado, está y estará continuamente bajo la supervisión e inspección del CSN, garantizando así la máxima
seguridad para el público, el medioambiente y los trabajadores.

10. BIBLIOGRAFIA
• Real Decreto 1836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre instalaciones nucleares y
radiactivas. Publicado en el BOE nº 313 de 31 de diciembre de 1999.
• Real Decreto 35/2008, de 18 de enero, por el que se modifica el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Ra-
diactivas, aprobado por Real Decreto 1836/1999, de 3 de diciembre. Publicado en el BOE nº 42 de 18 de febrero
de 2008.
• Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y
los residuos radiactivos
• Proyecto de Explotacion_del yacimiento de Uranio Retortillo-Santidad
• Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra radia-
ciones ionizantes.
• Real Decreto 1439/2010, de 5 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento sobre protección sanitaria
contra radiaciones ionizantes, aprobado por Real Decreto 783/2001, de 6 de julio.
• CSN. Informe Técnico 25.2010: “Estimación de las dosis a la población por la exposición debida al funcionamiento
de las instalaciones nucleares y radiactivas del ciclo del combustible y a la radiación nuclear”. Análisis realizados
en el marco del estudio epidemiológico.
• CSN. Guía 4.1. “Diseño y desarrollo del Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental para centrales nucleares”
Junio 1993.
• US NRC. Regulatory Guide 4.14, “Radiological Effluent and Environmental Monitoring at Uranium Mills” Revision
1. Abril 1980
• US NRC RG 3.59. “Methods for estimating radioactive and toxic airborne source terms for uranium milling opera-
tions”. March, 1987.
• US NRC RG 3.51. “Calculation models for estimating radiation doses to man from airborne radioactive materials
resulting from uranium milling operations”. March, 1982.
• USNRC NUREG 0706. “Final Generic Environmental Impact Statement on Uranium milling”. Rev. 0. Septiembre,
1980.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
375
LA IMPLANTACION DEL SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL Y GESTIÓN
MINERA SOSTENIBLE EN BERKELEY MINERA ESPAÑA
García, Lucía
Bellón, Francisco
BERKELEY MINERA ESPAÑA, S.L., Ctra. SA-322, km-30, CP 37495, Retortillo, Salamanca, lgarcia@berkeley.es
BERKELEY MINERA ESPAÑA, S.L., Ctra. SA-322, km-30, CP 37495, Retortillo, Salamanca

RESUMEN: La minería es una actividad imprescindible para el desarrollo de la sociedad, proporcionando los re-
cursos minerales necesarios para satisfacer la demanda de la población actual pero que a su vez puede ocasionar
un impacto ambiental y social. Berkeley Minera España (BME), conocedora de los impactos que su actividad puede
generar, y consciente de la necesidad de desempeñar dicha actividad considerando los principios de una minería sos-
tenible (medioambientales, sociales y económicos) apuesta por la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental
y de Minería Sostenible (‘SGAMS’), conforme a los requisitos de las NORMAS ISO 14001, UNE 22470/22480. La
implantación de este Sistema, garantiza el compromiso de Berkeley con la prestación de un servicio de calidad y res-
peto al Medio Ambiente, demostrando que la actividad minera es compatible con el desarrollo sostenible, generando
confianza y contribuyendo a la mejora de su imagen externa.

PALABRAS CLAVE: Berkeley, SGAMS, sostenibilidad, compromiso, respeto.

1. INTRODUCCIÓN / OBJETIVO
BME, consciente de la necesidad de planificar su actuación integrando, en todos sus ámbitos, la consideración de los
criterios ligados al desarrollo sostenible (medioambientales, sociales y económicos) ha llevado a cabo la implantación
de un Sistema de Gestión Ambiental y de Minería Sostenible (‘SGAMS’), conforme a los requisitos de las NORMAS
ISO 14001, UNE 22470/22480, y que viene siendo certificado por la empresa acreditada AENOR desde el año 2012.

BME forma parte del reducido número de empresas mineras en España, concretamente 6, y la única en minería
metálica, que cuenta con las certificaciones de Gestión Minera Sostenible y de Gestión Ambiental. Ha formado parte
además del grupo de trabajo creado por el subcomité AEN/CTN 22”Minería y Explosivos/SC3”Gestión Minera Sos-
tenible” de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) para la revisión de las Normas y cuya
participación dio lugar en 2015 a la publicación de las nuevas UNE 22470/UNE 22480 que anulan y sustituyen las
publicadas en 2008.

Además y como muestra de su compromiso con las Normas, desde BME se han divulgado en numerosas ocasiones
a través de comunicados de prensa, participación en foros, etc.

En el marco del Sistema y a fin de garantizar que las actividades se realizan de manera responsable con el entorno,
Berkeley decidió establecer una política ambiental y minera sostenible, en la que se compromete a cumplir con la
legislación que le es de aplicación, prevenir y minimizar la contaminación aplicando las medidas preventivas y correc-
toras necesarias, mejorar de forma continua la eficacia del Sistema, velar por la salud y seguridad del personal, así
como mantener la comunicación y transparencia con las comunidades en las que realiza su actividad.

El alcance inicial de la certificación fue la derivada de las actividades de investigación, el cual recientemente ha sido
ampliado a las labores de construcción, y próximamente incluirá las de explotación. De esta manera, se identifican y
controlan de manera sistemática todos los impactos que la actividad de BME puede generar al Medio.

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2. METODOLOGÍA
La implantación del SGAMS puede resumirse en un ciclo de cuatro fases que se llevan a cabo sucesivamente con el
objetivo de mejorar continuamente el Sistema (Figura 1).

La fase inicial del ciclo consiste en una planificación, en la que se define la política ambiental y minera sostenible con
la que se compromete la empresa, se identifican los aspectos ambientales e indicadores mineros afectados por su
2. METODOLOGÍA
actividad, los requisitos legalesdel
La implantación de SGAMS
aplicación
puedey se establecen
resumirse los objetivos
en un ciclo de cuatro y el programa
fases a llevar
que se llevan a cabo.
a cabo
sucesivamente con el objetivo de mejorar continuamente el Sistema (Figura 1).
Tras ella le sigue Lala fase inicial del ciclo consiste en una planificación, en la que se define la política ambiental y minera
implementación, en la que se elaboran y distribuyen los procedimientos a las personas compe-
sostenible con la que se compromete la empresa, se identifican los aspectos ambientales e indicadores
tentes, se identifican los afectados
mineros recursos, porsesu designan
actividad, loslas funciones
requisitos legalesyderesponsabilidades, se los
aplicación y se establecen forma y conciencia
objetivos y el al personal.
programa a llevar a cabo.
Tras ella le sigue la implementación, en la que se elaboran y distribuyen los procedimientos a las personas
Posteriormente una fase de verificación
competentes, en recursos,
se identifican los la que se se realiza
designanun lasseguimiento del Sistema asetravés
funciones y responsabilidades, forma de
y la evaluación de
los aspectos ambientales
conciencia alepersonal.
indicadores mineros, del cumplimiento legal, de la detección de no conformidades, del
Posteriormente una fase de verificación en la que se realiza un seguimiento del Sistema a través de la
control de registros y de la realización de auditorías que comprueban su correcto funcionamiento.
evaluación de los aspectos ambientales e indicadores mineros, del cumplimiento legal, de la detección de no
conformidades, del control de registros y de la realización de auditorías que comprueban su correcto
funcionamiento.
Finalmente la Dirección de la empresa debe revisar el Sistema a intervalos planificados, para asegurarse de su con-
Finalmente la Dirección de la empresa debe revisar el Sistema a intervalos planificados, para asegurarse de
veniencia, adecuación y eficacia,
su conveniencia, trabajando
adecuación siempre
y eficacia, trabajandoa siempre
favor de la mejora
a favor continua.
de la mejora continua.

1. PLANIFICACIÓN
- Política del Sistema de Gestión Ambiental y Minera Sostenible
- Requisitos legales
- Aspectos Ambientales
- Indicadores de Gestión Minera Sostenible
- Objetivos, metas y programas

2. IMPLANTACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
- Recursos, funciones, responsabilidad y autoridad.
- Competencia, formación y toma de conciencia.
4. MEJORA DEL SGMA/SGMS
- Comunicación
- Revisión por la Dirección - Documentación del SGMA y SGMS
- Control de documentos
- Control de operaciones
- Preparación y respuesta ante emergencias

3. VERIFICACIÓN
- Seguimiento y medición
- Evaluación del cumplimiento legal
- No conformidad, acción correctiva, acción preventiva
- Control de los registros
- Auditoría internas del SGMA y SGMS

Figura
Figura 1 –7 Modelo
– Modelo del
delSGMA/SGMS
SGMA/SGMS
Durante la primera fase de planificación, una vez definida la Política ambiental y de minería sostenible, se
Durante la primeraprocede a laplanificación,
fase de identificación deuna
requisitos legales de la
vez definida aplicación
Políticay ambiental
otros requisitos conminería
y de los que BME se
sostenible, se procede a
comprometa (minería, urbanismo, protección radiológica y medioambiental) y se evalúa su cumplimiento por
la identificación delosrequisitos
responsableslegales
de área. de aplicación y otros requisitos con los que BME se comprometa (minería, urba-
nismo, protecciónEsteradiológica y medioambiental)
procedimiento y sedeevalúa
supone una herramienta enormesu cumplimiento
utilidad a la hora darpor los responsables
cumplimiento con todos de área.
aquellos condicionantes que son de aplicación. Concretamente y en el ámbito ambiental, la ORDEN
FYM/796/2013, de 25 de septiembre, por la que se dicta la Declaración de Impacto Ambiental sobre el
Este procedimiento supone
Proyecto una herramienta
de Explotación de enorme
Retortillo-Santidad, utilidad
establece a lade
una serie hora dar cumplimiento
requisitos con todos
que además de tener que aquellos condi-
cionantes que sonreportar ante la Administración
de aplicación. son auditados
Concretamente como
y en elparte del Sistema.
ámbito ambiental, la ORDEN FYM/796/2013, de 25 de sep-
Además, se facilita el acceso a la legislación, mediante la creación de una base de datos actualizada donde
tiembre, por la quetodos
se dicta la Declaración
los trabajadores de Impacto
pueden consultar Ambiental
la normativa vigente desobre el Proyecto
aplicación de Explotación
así como aquéllos documentos de Retortillo-Santidad,
establece una serie de requisitos
interés que además
que paulatinamente de tener que
se van incorporando para reportar
cada una deante
las la Administración
materias. son auditados
Así mismo, cuando se como parte
identifica una nueva normativa de aplicación, esta es comunicada al departamento afectado y se determinan
del Sistema. los requisitos que se deben cumplir.
Una parte de suma importancia dentro del Sistema está basada en la identificación y evaluación periódica de
los Aspectos Ambientales e Indicadores de Gestión Minera Sostenible afectados por nuestra actividad. A
Además, se facilita el acceso a la legislación, mediante la creación de una base de datos actualizada donde todos los
cada aspecto e indicador se le asigna un responsable para su medición y control, lo cual implica la
trabajadores pueden consultar
coordinación la normativa
y colaboración de granvigente de aplicación
parte del personal de BME. así como aquéllos documentos de interés que pau-
latinamente se vanConcretamente,
incorporando para los
se definen cada una de
Aspectos las materias.
Ambientales Así mismo,
como el inventario cuandoproductos
de actividades, se identifica una nueva normativa
y servicios
de la empresa que influyen sobre el medio ambiente.
de aplicación, esta es comunicada al departamento afectado y se determinan los requisitos que se deben cumplir.

Una parte de suma importancia dentro del Sistema está basada en la identificación y evaluación periódica de los
Aspectos Ambientales e Indicadores de Gestión Minera Sostenible afectados por nuestra actividad. A cada aspecto
e indicador se le asigna un responsable para su medición y control, lo cual implica la coordinación y colaboración de
gran parte del personal de BME.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Concretamente, se definen los Aspectos Ambientales como el inventario de actividades, productos y servicios de la
empresa que influyen sobre el medio ambiente.

Los aspectos ambientales se dividen en directos, cuya identificación se realiza mediante examen de las actividades
desarrolladas por BME, tanto en condiciones normales y anormales de operación, como en situaciones de emer-
gencia e indirectos, producidos como consecuencia de las actividades, productos o servicios que pueden producir
impactos ambientales significativos y sobre los que la empresa no tiene pleno control de la gestión. A continuación
(figura 2) se muestran todas las categorías de Aspectos Ambientales identificados.

Figura 2 – Aspectos Ambientales

Con el fin de determinar cuáles de los aspectos ambientales directos en situación normal/anormal son significativos,
se evalúa cada uno de ellos de acuerdo a unos criterios objetivos, en base a la Magnitud (cantidad, volumen, dura-
ción…) y la Importancia (el grado de incidencia puede ser baja, media o alta), resultando un aspecto significativo si
la multiplicación “Valoración = Magnitud x Importancia” es mayor de 4. La valoración de cada aspecto potencial en
situación de emergencia vendrá determinada por el Factor de Gravedad en función de los valores obtenidos para
la Severidad de las consecuencias del accidente y la Frecuencia de ocurrencia del mismo, y se calcula mediante la
expresión “Factor de Gravedad=Frecuencia x Severidad”.

De la identificación de aspectos directos en situación normal/anormal para la actividad desarrollada por BME, tanto
en campañas de investigación como en la fase de construcción de la futura explotación minera, resultan un total de
37 aspectos ambientales de los cuales se establecen como significativos: 6 comunes a ambas actividades (vertido de
aguas sanitarias, consumo de combustible, consumo de tóner/cartuchos, generación de residuos de tubos fluores-
centes/otros residuos que contienen mercurio, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas) uno específico para labores
de investigación (consumo de combustible por contrata) y 3 correspondientes a la fase de obras (consumo de com-
bustible por contrata, generación de aceites y filtros usados).

En cuanto a los aspectos ambientales de situación de emergencia son 11 los identificados, resultando 3 aspectos sig-
nificativos: 2 de ellos para labores de investigación (derrames de sustancias peligrosas y condiciones meteorológicas
extremas) y 1 de ellos para la fase de obras (derrames de sustancias peligrosas).

Aquellos aspectos ambientales significativos serán considerados en el establecimiento de objetivos y metas.

La evaluación del Sistema de Gestión Minera Sostenible (SGMS) se realiza a través de la identificación, seguimiento
y evaluación de Indicadores de tipo económico, social y ambiental (figura 3).

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Figura 3 – Indicadores de Gestión Minera Sostenible

Indicadores económicos. Medida de los impactos causados en las circunstancias económicas de las partes
interesadas, a través de la propia componente
Figura económica
3 – Indicadores de la Sostenible
de Gestión Minera sostenibilidad, así como en su ámbito de
influencia socioeconómico. Los indicadores económicos de aplicación a la actual actividad de BME son
Indicadores
los que siguen (figuraeconómicos.
4): Medida de los impactos causados en las circunstancias económicas de las partes
interesadas, a través de la propia componente económica de la sostenibilidad, así como en su ámbito de
influencia socioeconómico. Los indicadores económicos de aplicación a la actual actividad de BME son los
que siguen (figura 4):

Figura 4 4– –Indicadores
Figura Económicos
Indicadores Económicos

Como muestra, el Indicador I+D recoge todo el gasto destinado a campañas de investigación así como los
Como muestra, el Indicador I+D recoge todo el gasto destinado a campañas de investigación así como los servicios
servicios de consultoría/laboratorio de análisis en las áreas de minería, metalurgia, medio ambiente y
de consultoría/laboratorio de análisis en las áreas de minería, metalurgia, medio ambiente y protección radiológica.
protección radiológica.
La gráfica expuesta a expuesta
La gráfica continuación (figura 5)
a continuación muestra
(figura la evaluación
5) muestra anual
la evaluación realizada
anual realizada a principios
principios dede año,
año, queque se tradu-
se traduce
ce en un incremento en un incremento
significativo de lasignificativo
inversión de enlainvestigación,
inversión en investigación, de aproximadamente
de aproximadamente un 79%. un Este
79%. Este
aumento corres-
aumento corresponde a las campañas de investigación y el desarrollo de los Proyectos de Explotación de
ponde a las campañas de investigación y el desarrollo de los Proyectos de Explotación de Zona 7 y Retortillo-San-
Zona 7 y Retortillo-Santidad, lo cual ha requerido del trabajo de renombrados consultores, estudios de
tidad, lo cual ingeniería
ha requerido del trabajo
y laboratorios de renombrados consultores, estudios de ingeniería y laboratorios de análisis.
de análisis.

Inversión en I+D (€)

4.500.000
4.013.362,73 €
4.000.000
3.392.344,33 €
3.500.000
2.999.657,92
3.000.000
2.500.000 2.237.339,01 €

2.000.000
1326953,16 Junio 2017
1.500.000 1.112.247,31

1.000.000
500.000
0
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

Figura 5–
Figura 5 –Indicador económico:
Indicador económico: I+DI+D

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Actualmente, tras la adaptación a la Norma 22470:2015 este indicador queda dividido en dos: I+D+i, el cual cuantifica
las inversiones de la empresa dirigidas a mejorar sus procesos con los consiguientes beneficios medioambientales y
para la sociedad, y el IGEO, el cual cuantifica las inversiones de la empresa dirigidas a lograr un mayor conocimiento
del Actualmente, tras lamejorando
recurso a explotar, adaptación a la
sus Norma y22470:2015
procesos esteelindicador
disminuyendo queda dividido
riesgo económico en dos: I+D+i,
de la actividad, lo queelacual
su vez
cuantifica las inversiones de la empresa
facilita el desarrollo económico del entorno. dirigidas a mejorar sus procesos con los consiguientes beneficios
medioambientales y para la sociedad, y el IGEO, el cual cuantifica las inversiones de la empresa dirigidas a
lograr un mayor conocimiento del recurso a explotar, mejorando sus procesos y disminuyendo el riesgo
Indicadores Sociales. Medida de los impactos causados en los sistemas sociales sobre los que se actúa, identificando
económico de la actividad, lo que a su vez facilita el desarrollo económico del entorno.
para BME los siguientes (figura 6):
Indicadores Sociales. Medida de los impactos causados en los sistemas sociales sobre los que se actúa,
identificando para BME los siguientes (figura 6):

Figura 6 – Indicadores Sociales


Figura 6 – Indicadores Sociales
Como ejemplo de indicador social, las inversiones hacia la Comunidad consisten en aportaciones en fiestas locales,
premios
Comoorganizados
ejemplo deen medios social,
indicador de comunicación de lahacia
las inversiones zona,la
apoyo a actividades
Comunidad deportivas,
consisten etc., así como
en aportaciones patroci-
en fiestas
nioslocales,
en diversos actos festivos/deportivos en la provincia de Salamanca.
premios organizados en medios de comunicación de la zona, apoyo a actividades deportivas, etc.,
así como patrocinios en diversos actos festivos/deportivos en la provincia de Salamanca.
Como puede
Como observarse
puede (figura
observarse 7), durante
(figura los últimos
7), durante años años
los últimos la gráfica muestra
la gráfica una tendencia
muestra positivapositiva
una tendencia del indicador,
del
siendo durante el año 2016 de un 25% superior a la realizada en 2015.
indicador, siendo durante el año 2016 de un 25% superior a la realizada en 2015.

Inversiones en actividades de interés público, social o de


interés para la comunidad (€)

120.000 109.510,85
100.000
80.000
60.000
29.815,72
40.000 19.310,02 16.099,98 18.715,52 23.533,26 Octubre 2017

20.000
0
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

FiguraFigura
7 – Indicador social:social:
7 – Indicador inversiones e actividades
inversiones de interés
e actividades público,
de interés social social
público, o de interés para lapara
o de interés comunidad
la
comunidad

Indicadores Ambientales. Medida de los impactos de las actuaciones ambientales sobre los espacios
naturales, los ecosistemas, la tierra, el aire y el agua y los recursos naturales. Concretamente, para la
actividad desarrollada por BME se establecen (figura 8):

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Indicadores Ambientales. Medida de los impactos de las actuaciones ambientales sobre los espacios naturales, los
ecosistemas, la tierra, el aire y el agua y los recursos naturales. Concretamente, para la actividad desarrollada por
BME se establecen (figura 8):

Figura 88 –– Indicadores
Figura IndicadoresAmbientales
Ambientales

ComoComo
muestra (figura
muestra 9), el9),
(figura indicador de eficiencia
el indicador energética
de eficiencia midemide
energética el consumo directo
el consumo anual
directo de energía.
anual En la
de energía. Engráfica
se identifica el traslado de las oficinas de Salamanca a Retortillo a través de un descenso del consumo
la gráfica se identifica el traslado de las oficinas de Salamanca a Retortillo a través de un descenso del energético en
el año 2013, desde
consumo entonces
energético en elelaño
indicador se haentonces
2013, desde mantenido prácticamente
el indicador se ha constante.
mantenido prácticamente constante.

CONSUMO ENERGETICO (Ud. Energía/nº trabajadores)

60.000 57.723,88 56.886,86

49.506,37
50.000

40.000 35.240,62
32.922,52 32.809,08
30.634,16
30.000

20.000 Junio 2017

10.000

0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

Figura 9 – Indicador
Indicador ambiental:
ambiental:consumo
consumoenergético
energético

Una Una vez identificados


vez identificados los indicadores
los indicadores debe debe determinarse
determinarse cuálescuáles de aquellos
de aquellos implantados
implantados tienentienen
mayormayor
margen de
margen
mejora con elde
finmejora con el fin como
de identificarlos de identificarlos
prioritarioscomo prioritarios
a la hora a la hora
de establecer de establecer
objetivos y metas. objetivos y metas.
El análisis El
del margen de
análisis del margen de mejora de cada uno de los indicadores identificados debe conducir a establecer de
mejora de cada uno de los indicadores identificados debe conducir a establecer de forma razonada, en qué medida
forma razonada, en qué medida la organización tiene capacidad de actuación sobre el ámbito de aplicación
la organización tiene capacidad de actuación sobre el ámbito de aplicación del indicador.
del indicador.
Para el caso de BME, el control y evolución de los indicadores aplicables, se ha realizado satisfactoriamente
Para mediante
el caso deun BME, el control
registro en ely que
evolución de los indicadores
se recogen aplicables,con
todos los parámetros se ha
susrealizado
medidas, satisfactoriamente mediante
expresión y cálculo,
un registro en el que se recogen todos los parámetros con
unidades, periodicidad, responsable y fuente de información. sus medidas, expresión y cálculo, unidades, periodicidad,
responsable
Así pues, y fuente de información.
considerando el total de las actividades previstas se estiman márgenes de mejora altos para:
producción anual, actividades hacia la comunidad, inversiones en la comunidad, consumibles en el ámbito
Así pues,
local considerando
(BME/contratas), el total de lasdeactividades
servicios previstas
ámbito local, empleosedirecto,
estimanempleo
márgenes de mejora
indirecto, índicealtos para: producción
de estabilidad,
mano
anual, de obra hacia
actividades local, la
gasto total en medio
comunidad, ambiente
inversiones y superficie
en la comunidad, afectada/rehabilitada.
consumibles en el ámbito local (BME/contratas),
El establecimiento de los objetivos, metas y programas de Medio Ambiente y Gestión Minera Sostenible se
realiza en base a los aspectos ambientales evaluados como significativos, los indicadores de gestión minera
prioritarios, el cumplimiento de los requisitos legales, requisitos operacionales, la disponibilidad económica/
requisitos financieros, el compromiso de prevención de la contaminación y el compromiso de la mejora del
sistema de gestión.
Continuando con la implantación y funcionamiento del Sistema, los procedimientos de aplicación recogen:

XIV
recursos (humanos, conocimientos y habilidades especializadas,
Congreso Internacional de Energía
• Recursos, funciones, responsabilidad y autoridad. La dirección asegura la disponibilidad de los
y Recursos Minerales
tecnológicos y financieros)
servicios de ámbito local, empleo directo, empleo indirecto, índice de estabilidad, mano de obra local, gasto total en
medio ambiente y superficie afectada/rehabilitada.

El establecimiento de los objetivos, metas y programas de Medio Ambiente y Gestión Minera Sostenible se realiza
en base a los aspectos ambientales evaluados como significativos, los indicadores de gestión minera prioritarios, el
cumplimiento de los requisitos legales, requisitos operacionales, la disponibilidad económica/ requisitos financieros,
el compromiso de prevención de la contaminación y el compromiso de la mejora del sistema de gestión.

Continuando con la implantación y funcionamiento del Sistema, los procedimientos de aplicación recogen:

• Recursos, funciones, responsabilidad y autoridad. La dirección asegura la disponibilidad de los recursos (hu-
manos, conocimientos y habilidades especializadas, tecnológicos y financieros) necesarios para establecer,
implementar, mantener y mejorar el Sistema.
• Competencia, formación y toma de conciencia. La dirección asegura que cualquier persona que realice tareas
para ella (o en su nombre), que potencialmente pueda afectar tanto a aspectos ambientales significativos
como a indicadores de gestión minera sostenible prioritarios, sea competente tomando como base una educa-
ción, formación o experiencia adecuados.
• Comunicación. Se establecen, implementan y mantienen los procesos necesarios para las comunicaciones
internas y externas pertinentes al Sistema que incluyan qué, cuando, a quién y cómo comunicar.
• Documentación del SGMA y SGMS. El Sistema incluye toda la información documentada requerida por las
Normas ISO 14001, UNE22470/22480, así como la información documentada definida por BME para la efica-
cia del Sistema.
• Control de documentos. Mediante el control de la información documentada se asegura su disponibilidad e
idoneidad para su uso, así como una adecuada protección de la misma.
• Control de operaciones. Se establecen, implementan, controlan y mantienen los procesos necesarios para
satisfacer los requisitos del Sistema, mediante la creación de criterios de operación para los procesos y en
consecuencia el control de los mismos.
• Preparación y respuesta ante emergencias. Se establecen, implementan y mantienen los procesos necesarios
acerca de cómo prepararse y responder a situaciones potenciales de emergencia.

En cuanto a la verificación del Sistema, se traduce en la implantación de:

• Seguimiento y medición. Se establecen, implementan y mantienen procedimientos para llevar a cabo el se-
guimiento y medición regular de las características fundamentales de las operaciones llevadas a cabo, su
posterior análisis y evaluación del desempeño ambiental.
• Evaluación del cumplimiento legal. En coherencia con su compromiso de cumplimiento, se establecen, imple-
mentan y mantienen procedimientos para la evaluación periódica del cumplimiento de los requisitos legales
de aplicación.
• No conformidad, acción correctiva, acción preventiva. Se establecen, implementan y mantienen procedimien-
tos para el tratamiento de las no conformidades reales y potenciales, quejas y reclamaciones, para la adopción
de las correspondientes acciones preventivas y correctivas.
• Control de los registros. Se establecen y mantienen los registros necesarios (en cualquier tipo de soporte) a fin
de demostrar la conformidad con los requisitos del Sistema y las normas de aplicación.
• Auditoría internas del SGMA y SGMS. Se llevan a cabo auditorías internas a intervalos planificados para ve-
rificar la conformidad con los requisitos propios establecidos para el Sistema, los requisitos de las normas de
aplicación, así como para evidenciar si el Sistema se implementa y mantiene de forma eficaz. Desde BME se
ha trabajado intensamente los dos últimos años en la formación de un equipo auditor interno cualificado para
la ejecución del Programa de auditoria definido anualmente.

Finalmente la mejora del Sistema se efectúa a través de la Revisión por la Dirección, en la cual se analiza periódica-
mente el funcionamiento global del Sistema, para ello la Dirección junto con el responsable del Sistema de Gestión
evalúan el desempeño de todos los procesos del Sistema y se definen los objetivos a alcanzar acorde a la Política
de BME.

Las conclusiones quedan incluidas en el Acta de Revisión del Sistema al que se anexa el programa de objetivos apro-
bados, cuyo cumplimiento será revisado semestralmente.

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3. CONCLUSIONES
La implantación del Sistema provee a la empresa de una herramienta de gran utilidad para fomentar un compor-
tamiento responsable, a través fundamentalmente del control de los aspectos ambientales, indicadores de gestión
minera así como los requisitos legales que le son de aplicación. Gracias al SGAMS, Berkeley se asegura de que:

• Identifica y controla las afecciones al medio ambiente y a la comunidad local


• Cumple con la toda la legislación preceptiva y con su política
• Aplica las medidas preventivas, correctoras y compensatorias adecuadas
• Controla sus consumos y gestiona adecuadamente sus residuos

Esto garantiza el compromiso de Berkeley con la prestación de un servicio de calidad y respeto al Medio Ambiente y
Social, demostrando que la actividad minera es compatible con el desarrollo sostenible, lo cual proporciona confianza
en la empresa y mejora su imagen externa.

4. AGRADECIMIENTOS
A Vanesa Casado, anterior responsable del Sistema de gestión ambiental y minera sostenible de BME y cuya contribu-
ción al presente documento ha sido de suma utilidad.

5. BIBLIOGRAFIA
• Norma UNE-EN-ISO 14001:2015. Sistemas de Gestión Ambiental.
• Norma UNE 22480:2015. Sistema de Gestión Minera Sostenible. Requisitos.
• Norma UNE 22470:2015. Sistema de Gestión Minera Sostenible. Indicadores.
• Procedimientos del Sistema integrado de BME

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
389
PROPUESTAS Y EJEMPLOS DE IMPLEMENTACIÓN DE ACTIVIDADES
TURÍSTICAS EN MINERÍA ACTIVA
Trío Maseda, Montserrata; García-Cortés, Ángelb, Martínez-Plédel, Brunoc
a m.trio@igme.es; b garcia.cortes@igme.es; c b.martinez@igme.es
Instituto Geológico y Minero de España; C/ Ríos Rosas 23, 28029-Madrid;

RESUMEN: La actividad extractiva adolece de una mala imagen generalizada en la sociedad europea y encuentra
dificultades para desarrollar su actividad, lo que contrasta con la utilización intensiva que esta sociedad hace de los
recursos minerales, tanto en las infraestructuras y bienes de equipo convencionales como en los más modernos
dispositivos, tales como electrónica y telefonía móvil o los equipamientos para la producción de energías renovables.

Una de las mejores maneras para acercar el mundo de la minería al gran público y dar a conocer la utilidad y necesi-
dad de los productos minerales en su vida cotidiana es la organización permanente de visitas guiadas que muestren
la realidad de las explotaciones mineras a los visitantes, informen de la importancia de estos recursos y de la necesi-
dad ineludible de su extracción para el abastecimiento a la industria, las obras públicas y la construcción.

En esta comunicación se plantea una metodología para el desarrollo de destinos turísticos en las explotaciones mine-
ras, en paralelo con la actividad extractiva, adecuando itinerarios, miradores y centros de interpretación y acogida de
visitantes. Se pretende con ello socializar y hacer más transparente la actividad minera, para contribuir a la mejora de
la imagen de este sector industrial, cuyas especificidades son poco conocidas o mal percibidas por la gran mayoría
de la población.

A partir de las experiencias recopiladas a nivel nacional e internacional, se indican los elementos para diseñar circui-
tos turísticos en las explotaciones activas y centros de interpretación y acogida de visitantes y los elementos principa-
les y diferenciadores del discurso expositivo.

PALABRAS CLAVE: Turismo minero, Turismo industrial; Visita de empresa

1. INTRODUCCIÓN
Los viajes ilustrados del siglo XVIII y las grandes exposiciones universales son muestras del gran interés cultural que
despertaron los avances de la técnica desde los comienzos de la industrialización. Los grandes cambios sociales que
la acompañaron siguen teniendo sus ecos en nuestros días, con muchas cuestiones candentes, aún hoy sin resol-
ver. Por ello no debe sorprender el creciente interés por conocer los procesos técnicos utilizados para desarrollar la
actividad económica cotidiana y por comprender sus efectos sobre el territorio y el medio ambiente y su papel en el
desarrollo individual, social y cultural de las comunidades humanas implicadas.

La minería está íntimamente relacionada con el desarrollo cultural de los pueblos. Los enseres más humildes de
barro, las herramientas de cualquier oficio, la construcción de todo tipo de habitaciones, los objetos de culto, los
indicadores de rango social o de riqueza más refinados, y los materiales más modernos que hacen posibles las nue-
vas tecnologías y los modos de vida actuales, se obtienen básicamente transformando los recursos minerales. Ese
oscuro vínculo con las entrañas de la tierra y sus misteriosas y casi mágicas transformaciones para posibilitar desde
lo más básico hasta los más altos logros de las civilizaciones, sitúan a la minería en una posición excepcional como
atractivo de lo que hoy llamamos turismo industrial.

Hasta tiempos muy recientes, la posibilidad de vincular el turismo con la minería era algo excepcional. Sin embargo,
ya en el siglo XIX se inició lo que se puede considerar una cierta forma de turismo industrial con las grandes exposi-
ciones industriales. El Palacio de Velázquez, que se encuentra situado en el Parque del Retiro de Madrid (España)
fue construido entre los años 1881 y 1883, para la celebración de la primera Exposición Nacional de Minería, Artes
Metalúrgicas, Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales de 1883. En esta exposición ya se recogían los principales
elementos que podrían resultar de interés para las empresas expositoras y para el público visitante (Vestañas, 23 de
Septiembre de 1883).

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La minería en España ha sido la industria histórica por excelencia, con un peso relativo mucho mayor que en otros
lugares de Europa. La mayor parte de lo que podemos englobar en el turismo minero se desarrolla en lugares en los
que la actividad minera ha cesado, con la musealización de antiguas explotaciones o la protección y adecuación de
sus restos para usos turísticos. En (Puche Riart, Hervás Exojo y Mazadiego, 2011) se resume la situación del patri-
monio histórico minero-metalúrgico en España y de las iniciativas e instituciones que han impulsado su protección y
puesta en valor. (Cueto Alonso, 2016) revisa las distintas tipologías de aprovechamiento turístico de antiguas minas,
indicando los factores de éxito y algunos aspectos problemáticos. El estudio de las relaciones entre turismo de pa-
trimonio industrial y la sostenibilidad en los parques mineros de Riotinto y de Almadén, se analiza en (Pardo Abad,
2017), con propuestas concretas de componentes e indicadores de sostenibilidad turística del patrimonio industrial.

Esta comunicación se centra en las posibilidades turísticas de las minas activas, lo que conceptualmente corresponde
con la visita a empresa o el factory tour. Un resumen de las iniciativas internacionales más emblemáticas que ofrecen
visitas a minas activas, tanto a cielo abierto como de interior, se recoge en (Carbajal Gómez, 2010).

Las visitas de empresa en muchos casos tienen por finalidad la venta de productos. En el caso de la minería, las vi-
sitas pueden tener un enfoque de tipo cultural y ofrecer una vivencia directa de la geología del terreno, que es la que
proporciona los recursos, y de las dinámicas sociales que se generan o están vinculadas con la actividad económica
realizada para valorizar estos recursos naturales. Desde esta perspectiva se esboza un esquema para poder desa-
rrollar este tipo de visitas de empresa.

2. PREPARACIÓN DE LA VISITA
La visita a la empresa minera comparte muchos aspectos de las visitas a otros tipos de empresas, como los que que-
dan recogidos en el Manual de FUNDESA y la Cámara Huesca, disponible en la siguiente página oficial del Congreso:

http://www.fundesa.org/wp-content/uploads/2013/03/Manual-para-activar-el-turismo-industrial-en-la-pyme.pdf.

De forma general, en la tabla 1 se han sintetizado los distintos elementos a tener en cuenta para poder planificar una
visita a una empresa minera. Este esquema se presenta con la intención de ordenar las consideraciones generales
que hay que tener en cuenta para poder ofertar una visita minera y facilitar así la identificación de posibilidades con-
cretas. Podría ser la base para un análisis DAFO. En las filas analizamos quién, qué, en qué circunstancias, por y para
qué ofrecer la visita, y en las columnas las etapas en que se puede diferenciar el análisis y el desarrollo de la visita.

Tabla 1 – Ayuda para planificar una visita de empresa


ORIENTARSE DIALOGAR VIVENCIAR
¿QUIÉN Tipología del visitante: Alicientes para el visitante: Necesidades de personal:
VISITA? Familia, colegios, turistas Entretenimiento, conocer el entorno, Quién guía/acompaña, quién está
activos, personas con movili- formarse, conocer los productos, trabajando, quién está disponible,
dad reducida, profesionales, conocer los procesos, conocer la quién cuida/supervisa
científicos. historia, conocer la organización, Marco legal
conocer a las personas… Normas internas
Seguros

¿QUÉ Objetos de interés Dar nombres a lo que se vaya a Definir, adecuar y limitar los ac-
MOSTRAR? Espacios visitables mostrar para que el visitante pueda cesos y recintos visitables:
recorridos reconocer los materiales, las insta- Describir
miradores laciones y los procesos: Señalizar
Vocabulario adecuado Hacer cierres adecuados
Explicaciones claras
Maquetas, planos, fotografías. Disponibilidad de:
Folletos, paneles accesos,
infraestructuras (aparcamientos,
servicios.)

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¿DÓNDE, Dónde se muestra qué: Cómo se muestra qué: Cuándo:
CÓMO, Espacio de acogida Articular un relato Periodicidad
CUANDO? durante el recorrido Itinerarios Fechas/horarios
espacio para interpretación Estaciones Sistema de reservas
Equipamiento Demostraciones
Adiestramiento Actividades

¿POR Y PARA Sentido de la empresa: Contexto: Objetivo de la visita, COMPREN-


QUÉ? Por qué existe la empresa La actividad minera en su entorno DER
Para qué existe la empresa territorial, medio ambiental, cultural la naturaleza,
Recursos naturales y necesi- y social el sentido,
dades humanas Otras actividades: culturales, socia- el valor social y cultural
les, medio ambientales... de la actividad minera concreta
INTERÉS SIMPATÍA MOTIVACIÓN

Para estructurar este esquema nos hemos inspirado en el proceso de aprendizaje y conquista de facultades que
realiza el niño en sus tres primeros años de vida (Steiner, 1990). El primer año consigue andar, ser autónomo y orien-
tarse libremente en el espacio. Esa es la base para poder aprender a nombrar las cosas de su entorno y empezar
a comunicarse por medio del habla. Con estas facultades puede ir avanzando en la comprensión de lo que le rodea
y hacer suya la experiencia que ese entorno le brinda. La evolución implícita en el desarrollo de las facultades de
andar, hablar y pensar de los tres primeros años de vida, se relaciona con los procesos que realizará el visitante de
poder orientarse y moverse con suficiente libertad, percibir y dialogar con el entorno, y poder tener una vivencia propia
enriquecedora.

¿Quién nos visita? El visitante también se encuentra en una situación nueva y vulnerable, abierto al aprendizaje,
en la que hay que prever los medios para que se pueda sentir autónomo, ofrecerle alicientes durante la visita,
acompañarle adecuadamente y proporcionar condiciones seguras. Todo ello va a depender en primera instancia del
tipo de visitante. Y a su vez el tipo de visitante va a delimitar el contenido que le podamos presentar y el alcance de
la visita. Un tipo de visita que merece especial atención es la visita didáctica dirigida a alumnos locales.

Los posibles interlocutores que van a recibir, guiar y acompañar al visitante serán determinantes en la calidad de
la experiencia y en las impresiones que el visitante se lleve de la empresa. Los trabajadores involucrados en la
visita, con sus capacidades para acoger las críticas, explicar y mostrar con claridad su papel y el del resto de sus
compañeros en la actividad minera, así como las implicaciones para el entorno social, inmediato o lejano, directas o
indirectas, serán quienes impriman el carácter diferenciador a la visita y posibiliten el encuentro humano con base en
el conocimiento, la objetividad y cómo no, en el entusiasmo. Mostrar el trabajo, en directo o de forma representativa,
con su estrecha vinculación a la naturaleza del yacimiento, los oficios especializados y las técnicas desarrolladas para
adaptarse a las condiciones variables del recurso, y si es posible, permitir algún tipo de participación, aviva el interés
del visitante y estrecha los vínculos con la actividad.

¿Qué? La visita se tiene que desarrollar en espacios concretos, en el ámbito de la empresa minera. Entre los posibles
elementos a mostrar hemos de considerar los recursos explotados, las instalaciones y los procesos. Será necesario
delimitar claramente los espacios visitables, teniendo en cuenta los posibles recorridos por el interior y por el exterior
de los terrenos e instalaciones. En las explotaciones mineras será especialmente útil localizar miradores, desde los
que se pueda observar la organización espacial y alguna actividad concreta, por ejemplo, voladuras, operaciones de
carga y desplazamientos de materiales y otras actividades representativas, propias de la minería o de la explotación
concreta.

El vocabulario a utilizar tiene que ser profesional, a la vez que comprensible y común para todos los implicados.
Por ello la labor preparatoria de “dar nombres” a los espacios y elementos presentados en las posibles visitas será
fundamental, tanto para los visitantes como para los organizadores y para todas las personas que se puedan ver
involucradas directa o indirectamente en la visita. Además servirá para la confección de la señalización, paneles,
folletos y demás elementos informativos que se pongan a disposición del visitante. También será el soporte del relato
para la visita y de los textos a utilizar para otros medios de difusión.

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Los espacios, las estaciones y los recorridos por los que transcurra la visita deben estar claramente definidos y
descritos, para el uso normal de las visitas y para posibles eventualidades y emergencias. La señalización y los
cierres también han de ser adecuados para visitas.

Es conveniente mostrar los recursos explotados, si es posible, in situ, en afloramientos o en frentes y labores de
explotación y, si no es posible, en acopios o en espacios dispuestos específicamente para ello. Esto permitirá
profundizar en las condiciones particulares y específicas de la explotación, con su situación geográfica y geológica
determinantes, y evitar caer en discursos abstractos que puedan resultar repetitivos para el turista minero. Es
importante identificar los alicientes específicos de la mina, que puedan hacer de la visita una experiencia única para
el visitante.

¿Dónde, cómo, cuándo? Una vez identificados los elementos de interés para la visita, habrá que precisar las
circunstancias concretas en que se van a presentar, elaborando el relato y articulándolo espacial y temporalmente en
el marco de la visita. La forma de presentar estos elementos ha de ser veraz, clara, coherente y lógica. En la medida
de lo posible se ha de cuidar la estética y la visita ha de hacerse con arte. Un exceso de erudición o de tecnicismo,
o la falta de conocimiento, puede ser tan perjudicial como la frialdad o el exceso de entusiasmo. El arte consistirá
en mostrar bellamente la realidad de la explotación y en entablar una relación que el visitante pueda sentir como
verdadera y esclarecedora.

De un modo general se puede estructurar la visita en tres fases acordes con el esquema de la tabla 1.

• acogida para orientar al visitante: darle la bienvenida, indicarle las pautas de conducta, equiparlo y adiestrarlo
si es necesario, y esbozar a grandes rasgos el plan de la visita.
• recorrido que fundamente el relato, por medio de estaciones, con información, demostraciones o actividades
que puedan ayudar a conocer la actividad. El itinerario para visitantes, normalmente guiado, debe cumplir con
los condicionantes y normativas de seguridad que se exige a la actividad extractiva. Por ello, debe aprovechar
recorridos perimetrales, adaptándose a las morfologías existentes y a las características de cada explotación.
Se hace especial hincapié en la localización de puntos seguros y óptimos de observación que permitan al visi-
tante apreciar los elementos y operaciones más sobresalientes de la explotación, que variarán según el tipo de
minería o de material extraído (por ejemplo, miradores para la observación a distancia de voladuras y plantas
de tratamiento en explotaciones de minería metálica o áridos de machaqueo), observar materiales en frentes
y acopios, o productos elaborados en el caso de explotaciones de roca ornamental, etc.
• interpretación que desarrolle el relato, contextualice la actividad extractiva y permita integrar la experiencia
y acercarla a la vida cotidiana del visitante. Los centros de visitantes, pueden ser análogos a los centros
de interpretación de la naturaleza o de otras temáticas, adaptado en este caso a la minería. En caso de
no existir una instalación específica se podrá realizar la interpretación en la última estación del recorrido.
El planteamiento general, aunque puede ser común a todas las iniciativas de este tipo, debe ser diferenciado
según la experiencia propia de la mina visitada, y puede basarse en los siguientes aspectos y en las polarida-
des implícitas:
mmEl elemento natural: la especificidad del yacimiento y de la sustancia explotada y de los métodos de explo-
tación; las implicaciones medioambientales; la localización geográfica definida por la naturaleza de los
recursos minerales y el comercio global como actividad humana.
mm
mmEl elemento humano: los oficios y la evolución tanto de la comunidad humana que posibilita la explota-
ción, como la de la que demanda los productos mineros; división del trabajo y especialización, interde-
pendencia social.
mmLos retos sociales: los recursos naturales son la base de la actividad económica, que nace al utilizarlos,
transformarlos o comerciar con ellos. Las formas de accesión, explotación y disfrute de los recursos
minerales exigen el desarrollo e implantación de regulaciones justas, base de la paz social. El desarro-
llo cultural y civilizatorio depende de los excedentes de la economía real y de que éstos puedan afluir a
la esfera educativa y a la esfera cultural en general (Steiner, 1996).

Ideas abstractas como la omnipresencia de sustancias de origen mineral en los bienes que nos rodean y que utili-
zamos a diario, la relación entre explotación de estos recursos y el progreso evolutivo del ser humano, y el papel de
la explotación de los recursos minerales en el desarrollo y avance de la sociedad, pueden cobrar vida en los casos
reales y concretos que se presenten en el marco de la visita.

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Puesto que muchos aspectos, ambientales, humanos y sociales -y la conciencia que se tiene de ellos- evolucionan
en el tiempo, se ha de posibilitar, en las situaciones concretas que se presenten al visitante, la contemplación de
esos procesos en evolución. De modo que se muestren los avances y los medios específicos empleados para apro-
vechar las oportunidades y solucionar los desafíos o las limitaciones de la actividad minera en el tiempo, ilustrando
la situación, la evolución y los planes y medidas concretas. En todo caso el discurso específico debería centrarse en
las particularidades propias de cada explotación y de la o las sustancias producida, y para no perder de vista el hilo
conductor, la visita podría cerrase con la entrega a los visitantes de una pequeña muestra del material extraído, o
elaborado, como recuerdo.

¿Por y para qué? Esta cuestión debe ser respondida tanto desde el punto de vista del visitante, para quien la visita
tiene que tener algún sentido, como por la empresa minera, que debe tener claro el sentido de su propia actividad
productiva y el sentido de acoger visitantes.

La autenticidad, veracidad, claridad de exposición serán fundamentales para la confianza, el aprovechamiento de la


visita y la tranquilidad del visitante.

Es recomendable centrar el enfoque en los aspectos positivos de la minería, como su contribución al progreso,
su utilidad social, o los grandes avances que se han producido en todo el proceso productivo para minimizar los
impactos ambientales, con la economía circular, y los trabajos de restauración, por ejemplo, y mostrar cómo la
actividad extractiva puede y debe llevarse a cabo con prácticas sostenibles, tanto desde el punto de vista ambiental,
como el humano y social. En este sentido es de gran valor conocer y aplicar las iniciativas concretas que fomentan
las buenas prácticas en la minería, internacionales, locales y sectoriales. Ejemplos de ello son la colaboración del
International Council on Mining and Metals (ICMM) con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN) (IUCN), en aras de la biodiversidad (ICMM), la adopción por esta última de Principios que reconocen las
iniciativas para establecer estándares internacionales: http://www.icmm.com/en-gb/members/member-commitments/
icmm-10-principles o la difusión y promoción de las prácticas relacionadas con la sostenibilidad realizada por las
asociaciones sectoriales (Unión Europea de Productores de Áridos, 2015).

La contemplación de todos estos factores, esquematizados en la tabla 1, deberá permitir que:

• el visitante tenga suficiente autonomía y se sienta libre para ir descubriendo los distintos aspectos
• se estimule su interés por descubrir o conocer mejor la actividad,
• llegue a comprender de forma más amplia el sentido, el valor y los retos de la actividad extractiva.
• En la última fila de la tabla se enuncian lo que podrían ser los frutos de la visita:
• más interés,
• más simpatía y
• nuevas motivaciones.

Oportunidades y ejemplos de usos turísticos de explotaciones mineras. Ejemplos en España


El «Turismo industrial» en su doble faceta, «Turismo de patrimonio» y «Turismo de visita de empresa», constituye una
oferta reciente con un gran potencial de crecimiento vinculado al elevado peso de las actividades culturales realizadas
por viajeros y turistas en sus desplazamientos. (Zárate Martín, 2011, p. 300). En España el turismo representa más
del 10% del PIB. La visita de empresa tiene un potencial insuficientemente aprovechado y la apertura al público de
instalaciones mineras puede responder a las nuevas formas de demanda turística. En este contexto las administra-
ciones, especialmente los ayuntamientos y las Cámaras de Comercio e Industria, las redes y asociaciones de turismo
industrial y algunos agentes turísticos, elaboran guías y ofrecen nuevos canales a los empresarios para difundir sus
ofertas de visitas o incluirlas en circuitos más amplios, tanto de turismo en general, como de turismo industrial, y a
diverso nivel geográfico, internacional, nacional o local (Turespaña), (RETISPAIN), (B-INDUSTRIAL 2018).

Los Congresos de Minería, como el presente, siguen ofreciendo oportunidades para realizar visitas técnicas a empre-
sas, en este caso, a la Mina y Museo de Riotinto, a la Mina de Cobre Las Cruces, a la Mina de Aguas Teñidas (MAT-
SA), y a la Fundición Atlantic Copper y Almacenamientos de Impala en el Puerto de Huelva, según recoge la página
web http://www.congresomineriasevilla2018.org/visitas-tecnicas.html. En el caso de estas grandes empresas, el éxito
de las respectivas experiencias de visitas regulares corrobora el interés que despierta la actividad minera.

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Hace pocos años, nadie se hubiese planteado hacer una feria de turismo en un pozo minero, pero este es el caso
excepcional de Pozo Sotón, que es además la primera explotación de interior activa en Europa que ofrece visitas
turísticas de relieve europeo (La Nueva España, 5 de abril de 2017).

Como ejemplo también excepcional y con características muy peculiares queremos hacer referencia a las explotacio-
nes de mármol de Macael. Con la participación de numerosos agentes sociales ha conseguido popularizar las visitas
al Centro del Mármol, habilitar miradores y un recorrido por las minas con el patrocinio del Ayuntamiento de Macael:
http://macaelturismo.com, e incluso la celebración de eventos deportivos, como la carrera por montaña homologada
por la Federación Andaluza de Montañismo, que aparece publicada en su página web:http://fedamon.com/index.
php/noticias-carreras-por-montana/2283-la-fam-homologa-la-cxm-macael-marmol-trail. Además ha sido capaz de in-
tegrarse en las rutas europeas del mármol fundadas por la Comisión Europea: http://www.marbleroutes.eu/.

3. CONCLUSIONES
Un análisis de las posibilidades de planificar visitas puede ayudar a identificar los valores de la empresa minera, a
mejorar su propio conocimiento y a fortalecer las relaciones con su entorno social.

Se esboza una metodología para el diseño de visitas a explotaciones activas. La visita de empresa ofrece oportunida-
des y retos para integrar la minería en la vida cotidiana de las personas, para reflexionar y para motivar la difusión de
buenas prácticas empresariales. Los frutos del esfuerzo de implementación redundarán en una mejora de la relación
de la empresa con su entorno y un cambio positivo de actitud hacia la minería en general, que se podrá plasmar en
los indicadores de comunicación social con la población y del grado de aceptación de la actividad extractiva. De este
modo, la visita puede ser una fuente de motivación, tanto para la empresa como para los visitantes.

4. REFERENCIAS
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viembre de 2017 de http://b-industrial.elgenerador.cat/es
• Carbajal Gómez, D. J. (2010). Minería, patrimonio minero y turismo minero: una alianza estratégica. En E. Romero
Macías (Ed.), Collectanea: Vol. 152. Patrimonio Geológico y Minero. Una apuesta por el desarrollo local sostenible
(pp. 929–935). Huelva: Servicio de Publicaciones, Universidad de Huelva. Recuperado el 15 de noviembre de 2017
de http://www.sedpgym.es/index.php/publicaciones/actas-congresos
• Cueto Alonso, G. J. (2016). Nuevos usos turísticos para el patrimonio minero en España. PASOS, 14(4), 1013‑1026.
Recuperado el 15 de noviembre de 2017 de http://wwww.pasosonline.org/Publicados/14416/PS416_15.pdf
• ICMM. Guía de Buenas Prácticas para la minería y la biodiversidad. Recuperado el 15 de noviembre de 2017 de
https://www.oficemen.com/wp-content/uploads/2017/05/Gu%C3%ADa-de-buenas-pr%C3%A1cticas-para-la-mi-
neria-y-la-biodiversidad.pdf
• IUCN. Business and Biodiversity. Recuperado el 15 de noviembre de 2017 de https://www.iucn.org/theme/bu-
siness-and-biodiversity/our-work/business-partnerships/international-council-mining-and-metals
• La Nueva España. (5 de abril de 2017). El Pozo Sotón, distinguido con la máxima calificación por la Ruta Europea
de Patrimonio Industrial.
• Pardo Abad, C. J. (2017). Sostenibilidad y turismo en los paisajes culturales de la industrialización. Arbor, 193(785),
400. https://doi.org/10.3989/arbor.2017.785n3006
• Puche Riart, O., Hervás Exojo, A. y Mazadiego, L. F. (2011). El patrimonio histórico minero-metalúrgico en España:
su impacto en el turismo cultural. De Re Metallica, (17), 27–46.
• RETISPAIN. Turismo industrial en España. RETI, Red Española de Turismo Industrial. web Oficial de la Red Na-
cional de Turismo Industrial Española RETI. Spanish Network of Industrial Tourism. European Industrial Tourism.
Recuperado el 15 de noviembre de 2017 de http://www.turismoindustrial.es/
• Steiner, R. (1990). Gehen - Sprechen - Denken: Drei Etappen des Erwachens der menschlichen Seele ; ein Vortrag
(Einzelausg., 2. Aufl.). Dornach/Schweiz: Rudolf-Steiner-Verl.
• Steiner, R. (1996). Nationalökonomischer Kurs: Vierzehen Vorträge, gehalten in Dornach vom 24. Juli bis 6. August
1922 für Studenten der Nationalökonomie (Ungekürzte Ausg., Taschenbuchausg., 1. - 5. Tsd). Taschenbücher aus
dem Gesamtwerk / Rudolf Steiner: Vol. 731. Dornach/Schweiz: Rudolf-Steiner-Verl.

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• Turespaña. Turismo industrial en España. | spain.info España. Recuperado el 15 de noviembre de 2017 de http://
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rado el 15 de noviembre de 2017 de www.uepg.eu/uploads/Modules/Publications/uepg_brochure_2015.pdf
• Vestañas, L. (23 de Septiembre de 1883). Exposición Nacional de Minería II. El Pirineo Aragonés. Recuperado
el 15 de noviembre de 2017 de http://www.elpirineoaragones.com/system/pdfs/123/original/18830923_0_00075.
pdf?1250599498
• Zárate Martín, M. A. (2011). La visita de empresa, otra forma de hacer turismo The factory tours, another way of
tourism. Estudios Geográficos, LXXII(270), 291–321.

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411
INCORPORACIÓN DE LA VARIABILIDAD EN EL BALANCE DE AGUAS
DEL DEPÓSITO DE ESTÉRILES DE MINAS DE RIOTINTO
Vicente, Danielaa, Hartley, Stuartb, Darby, Adamc.
a Golder Associates S.A., Santiago, Chile, correo-e: dvvicente@golder.com; b Golder Associates S.A., Santiago, Chi-
le, correo-e: shartley@golder.com; cGolder Associates S.A., Santiago, Chile, correo-e: adarby@golder.com.

RESUMEN: Se presentan los aspectos principales del análisis de balance de aguas de los depósitos de estériles
de tratamiento de Minas de Riotinto, conducentes al establecimiento de reglas de operación para la gestión de sus
aguas, de tal forma de asegurar el correcto funcionamiento de las instalaciones en el marco de la variabilidad inhe-
rente de muchos de los flujos involucrados. En particular, se presenta la incorporación de la variabilidad de la preci-
pitación esperada, mediante una modelación estocástica de la operación usando el software GoldSim®. A partir de
los resultados obtenidos, y en comparación con la implementación de un modelo determinístico (los cuales todavía
son ampliamente utilizados) se expone en qué medida la incorporación de la variabilidad de la precipitación brinda
información adicional de gran valor para el proceso de toma de decisiones para establecer reglas operacionales que
maximicen la seguridad en la operación, aumentando la distancia de lagunas a los muros y evitando el requerimiento
de realizar descargas al exterior, contribuyendo a una gestión de los residuos que es capaz de anticipar una amplia
gama de combinación de escenarios posibles y clasificados según su probabilidad de ocurrencia, otorgando un grado
de robustez y confianza de operación según los más altos estándares de análisis de la industria.

PALABRAS CLAVE: GoldSim; Balance de aguas; Estocástico; Depósito de estériles, Precipitación.

1. INTRODUCCIÓN
Tras las recientes fallas en los depósitos de estériles de Mount Polley y Samarco, la modelación del balance de aguas
se ha vuelto uno de los elementos críticos en la aprobación de las autoridades para nuevos proyectos y operaciones,
así como para ayudar a los operadores a comprender los riesgos existentes y futuros de sus operaciones.

Los balances de aguas son modelos matemáticos que simulan el movimiento del agua dentro de un sistema como
un depósito de estériles o incluso todo el sitio de la mina. Estos modelos generalmente incluyen muchas incógnitas
donde no conocemos el valor real de estas variables o parámetros y únicamente es posible estimar un rango. Históri-
camente, estos modelos se han desarrollado en una hoja de cálculo, simulando un caso base y luego ejecutando un
análisis de sensibilidad de los parámetros clave desconocidos. Sin embargo, en la actualidad existen software espe-
cializados que permiten la simulación de sistemas que incorporan la variabilidad y el riesgo potencial en el modelo.

Para la realización del presente análisis, se ha puesto el énfasis en la variable precipitación, que corresponde a una
variable crítica, cuya deficiente representación en el balance de aguas puede generar una subestimación o sobre
estimación de los volúmenes de agua en el sistema en estudio, pudiendo generar serios trastornos para la operación
minera. Esta variable será analizada bajo dos enfoques en la modelación, determinística (utilizando serie de precipi-
tación diaria histórica) y estocástica (incorporando la inherente variabilidad de esta variable en el balance de aguas,
utilizando un modelo de precipitaciones basado en análisis de frecuencias de las precipitaciones históricas).

2. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO RIOTINTO


El Proyecto Riotinto operado por Atalaya Mining (Atalaya) ubicado en La Dehesa, Huelva (España) posee en la
actualidad tres depósitos de estériles de tratamiento denominados Cobre, Aguzadera y Gossan, cuyas operaciones
se encontraban detenidas hasta agosto de 2015. En el ámbito de la reanudación de la operación, se ha diseñado
la operación del proyecto de largo plazo considerando maximizar la capacidad de almacenamiento que proveen las
elevaciones de muros aprobadas, tanto para los estériles de tratamiento como para el manejo de aguas. Para el largo
plazo se considera la utilización de los depósitos de estériles de la siguiente manera:

• Cobre: El depósito de Cobre es utilizado para almacenar los estériles de tratamiento descargados con el
porcentaje de sólidos que salen de la flotación (alrededor de 35%) y administrar agua de contacto a la planta
de tratamiento de mineral;

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• Aguzadera: El depósito de Aguzadera recibirá las aguas de contacto que no se pueden almacenar en Gossan
y a su vez, proveerá de agua a Gossan cuando exista déficit en este;
• Gossan: El depósito de Gossan recibe las aguas de contacto que no pueden ser almacenadas en Aguzadera y
Cobre (en caso de emergencia) y además, mantiene volumen de agua para abastecer la demanda de la planta
de tratamiento de mineral. Este depósito cuenta con un vertedero de evacuación.

La planta de tratamiento de mineral tiene una demanda de agua de 2,04 m3/tonelada de mineral procesado, que se
debe satisfacer utilizando agua recirculada desde Cobre y/o Gossan y/o utilizando agua fresca provenientes de dos
embalses llamados Campofrío y Aguas Limpias (embalses excluidos de la modelación).

La operación de los depósitos de estériles debe dar cumplimiento a los siguientes requerimientos:

1. Asegurar el abastecimiento de agua a la planta de tratamiento de mineral;


2. Asegurar que el vertedero de evacuación existente en el depósito de Gossan no sea utilizado frente a even-
tos menores a la crecida de 1 en 500 años (aporte de 801.765 m3);
3. Asegurar que exista una distancia mayor o igual a 50 metros entre el agua embalsada en los depósitos de
Cobre y Aguzadera con el muro de contención correspondiente (criterio de operación definida para mante-
ner la laguna alejada de los muros, de tal forma de no promover condiciones en que se pudieran desarrollar
alzas de niveles freáticos en los muros).

3. DESCRIPCIÓN DEL MODELO DE BALANCE DE AGUAS


El modelo de balance de aguas considera la interacción entre los depósitos de estériles, los cuales se han definido
en su conjunto como “sistema”. El “sistema” tiene entradas y salidas de flujo hacia el exterior de este, tal y como se
esquematiza en la Figura 1.

Figura 1 – Conceptualización del modelo de balance de aguas

Las entradas al sistema (flechas azules de Figura 1) corresponden a la precipitación y a la entrada de agua que viene
junto a los estériles de tratamiento. Las salidas del sistema (flechas naranjas de Figura 1) corresponden a evapo-
ración, flujo de agua necesario para alimentar la planta de tratamiento de mineral y la potencial salida de agua por
vertedero existente en Gossan (flujo que por requerimientos del proyecto debe ser nulo frente eventos menores a la
crecida de 500 años).

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La interacción entre los depósitos, denominado “sistema” se presenta a continuación en la Figura 2.

Figura 2 – Diagrama de flujos general

La Figura 2 presenta las distintas opciones consideradas para el trasvasije de agua para un manejo que asegure que
se cumplan los requerimientos del proyecto.

Los estériles son depositados únicamente en el depósito Cobre, por lo que en el interior de este, ocurren una serie de
interacciones modeladas en el modelo de balance de aguas presentadas en la Figura 3.

Figura 3 – Diagrama de flujos propios de un depósito de estériles

Nota: La playa activa corresponde a la fracción de la superficie de estériles por donde escurren activamente los es-
tériles recientemente depositados.

El modelo descrito se ha simulado de dos formas. La primera, corresponde a una modelación determinística, que
utiliza las precipitaciones históricas comprendidas entre octubre del año 2009 a febrero del año 2016 (6 años com-
pletos). Se realizan 6 realizaciones diferentes, en cada realización se analiza la serie de precipitaciones históricas
diarias comenzando a partir de un año particular. Se ha modelado la primera realización con la precipitación histórica

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correlativa comenzando por el año 2010, para la realización siguiente se consideró la precipitación histórica diaria
correlativa comenzando por el año 2011 y así sucesivamente. La segunda simulación, consiste en la modelación del
balance de aguas estocásticamente con múltiples realizaciones (10.000), el cual utiliza un submodelo de precipita-
ciones estocásticas.

4. INCORPORACIÓN DE VARIABILIDAD USANDO GOLDSIM


La ventaja de la utilización del software GoldSim para la realización del balance de aguas radica en que es un sof-
tware especializado que utiliza el método de Montecarlo, técnica numérica utilizada para calcular probabilidades
utilizando secuencias de números aleatorios.

Para incorporar variabilidad en la precipitación en el modelo, se realizó un submodelo de precipitaciones estocásticas,


basado en las precipitaciones históricas de la estación meteorológica Riotinto. Este submodelo recrea la frecuencia
de días con lluvias observados en la serie histórica y recrea la magnitud de las precipitaciones para distintos periodos
de retorno. Con el submodelo de precipitaciones calibrado, es posible modelar el sistema de depósitos de estériles
de Ríotinto para múltiples realizaciones (se realizan 10 000 realizaciones), de manera de conocer el comportamiento
del sistema frente a 10 000 escenarios de precipitaciones posibles (años secos, años húmedos, años normales, pre-
cipitaciones extremas etc.).

GoldSim, luego de terminada la simulación, para cada paso de tiempo y para cada variable, ordena todos los valores
para las 10 000 realizaciones generando percentiles. En donde, por ejemplo el percentil 10% de una variable en un
momento específico del tiempo representa el valor bajo el cual se encuentran 1 000 de los 10 000 resultados.

Las series de tiempo resultantes para un percentil específico implican seleccionar, para una variable dada, valores
asociados a realizaciones posiblemente diferentes para cada paso de tiempo, en donde dichos valores seleccionados
se asocian al percentil específico, no representando necesariamente una evolución realista del sistema. Cuando se
construye de esta forma un percentil específico, la causalidad se pierde, al provenir los valores para cada paso de
tiempo de diferentes realizaciones. Al hablarse de precipitación, se tiene que para percentiles bajos (por ejemplo,
15%), las lluvias tomarán valores que no son excedidos el 15% de las realizaciones (o bien, son excedidos el 85% del
tiempo), es decir, se asocian a una condición hidrológica seca. Por otra parte, percentiles altos (por ejemplo, el 85%),
se asocian a lluvias que no se logran exceder el 85% de las realizaciones, es decir, valores excepcionalmente altos,
asociados a una condición hidrológica húmeda.

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5. RESULTADOS
En primera instancia, se modeló el sistema para un conjunto de reglas de operación las cuales se definieron utilizando
el modelo determinístico. Estas reglas son necesarias para el manejo de las aguas entre los distintos depósitos. Las
reglas de operación de primera instancia se presentan en la Figura 4.

Figura 4 – Reglas de operación para bombeo a planta de tratamiento de mineral – primera instancia

Las reglas utilizadas para el trasvasije de agua entre depósitos corresponden a las siguientes:

• Se utilizará el vertedero de Gossan a Aguzadera en caso que el nivel del agua llegue al coronamiento de este;
• Se utilizará el vertedero de emergencia de Cobre a Gossan en caso que el nivel del agua llegue al corona-
miento de este;
• Existe flujo de bombeo entre Aguzadera y Gossan de acuerdo a la capacidad de bombeo que exista y cor-
responde al mínimo entre dicha capacidad y el flujo necesario para que Gossan alcance un volumen objetivo
de 2 Mm3 y el flujo necesario para que la distancia entre la laguna de Aguzadera y el muro de contención sea
mayor a 50 m.

Una vez definidas las reglas de operación utilizadas en primera instancia, se presentan los resultados obtenidos para
los distintos tipos de simulación. De la modelación determinística, se presenta aquella realización (de las 6 realizadas)
cuyo resultado es más desfavorable y para el caso estocástico, se presenta la gama de percentiles obtenidos de las
10 000 realizaciones. Los resultados presentados corresponden a aquellos que muestran si los requerimientos de
modelación se cumplen.

La Figura 5 presenta los resultados de la modelación determinística y estocástica para el abastecimiento de la deman-
da de agua en la planta de tratamiento de mineral.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
La Figura 5 presenta los resultados de la modelación determinística y estocástica para el abastecimiento de
la Figura
La demanda de agua los
5 presenta en resultados
la planta dedetratamiento de mineral.
la modelación determinística y estocástica para el abastecimiento de
la demanda de agua en la planta de tratamiento de mineral.

Figura 12 – Comparación abastecimiento de agua para la planta de tratamiento de mineral – primera


instancia.
Figura 12 – Comparación abastecimiento de agua para la planta de tratamiento de mineral – primera
Figura 5 – Comparación abastecimiento de agua para la planta de tratamiento de mineral – primera instancia.
instancia.
EnFigura
En la la Figura 6 se
6 se presentan
presentan loslos resultados
resultados para
para la distancia
la distancia entre
entre laguna
laguna y muro
y muro en Aguzadera.
en Aguzadera.
En la Figura 6 se presentan los resultados para la distancia entre laguna y muro en Aguzadera.

Figura
Figura13
6–– Comparación
Comparación distancia
distancia entre
entre laguna
laguna yy muro
muroen
enAguzadera
Aguzadera–– primera
primerainstancia.
instancia.
Figura 13 – Comparación distancia entre laguna y muro en Aguzadera – primera instancia.
EnFigura
En la la Figura
7 se7 presentan
se presentan los resultados
los resultados de lade la modelación
modelación determinística
determinística y estocástica
y estocástica para
para la la distancia
distancia entre laguna
y muro enlaguna
entre Cobre.y muro en Cobre.
En la Figura 7 se presentan los resultados de la modelación determinística y estocástica para la distancia
entre laguna y muro en Cobre.

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Figura
Figura14
7 –– Comparación
Comparación distancia
distancia entre
entre laguna
laguna yy muro
muroen
enCobre
Cobre–– primera
primerainstancia.
instancia.

PorPor último,
último, se debe
se debe chequear
chequear queque el vertedero
el vertedero de Gossan
de Gossan no vierta
no vierta hacia
hacia el canal
el canal perimetral
perimetral y losyresultados
los de am-
bosresultados de ambos tipos
tipos de modelación, de modelación,
arrojaron arrojaron
que no existen que nodesde
vertimientos existen vertimientos
el vertedero desde el vertedero de
de Gossan.
Gossan.
A partir de los resultados, se aprecia que el modelo estocástico arrojó una serie de escenarios posibles en los cuales
no se estarían cumpliendo los requerimientos del proyecto, estos escenarios de precipitación posibles no eran posi-
A partir de los resultados, se aprecia que el modelo estocástico arrojó una serie de escenarios posibles en
bles de observar en el modelo determinístico. Los resultados estocásticos arrojaron que existe la posibilidad de no
los cuales no se estarían cumpliendo los requerimientos del proyecto, estos escenarios de precipitación
cumplir con la demanda de agua de procesos (Figura 5), lo que implica que los depósitos están secos y eventos en
los posibles
cuáles lano eran posibles
distancia de observar
entre laguna y muroeneselmayor
modelo determinístico.
a 50 m (Figuras 6Los resultados
y 7), estocásticos
resultados arrojaron
que implican depósitos con
que de
exceso existe la posibilidad de no cumplir con la demanda de agua de procesos (Figura 5), lo que implica que
agua).
los depósitos están secos y eventos en los cuáles la distancia entre laguna y muro es mayor a 50 m (Figuras
6 y 7), resultados
Se modifican quedeimplican
las reglas operacióndepósitos con exceso
a las reglas finales de agua).8) y se simula el modelo nuevamente para los dos
(Figura
tipos de simulación. Los resultados obtenidos arrojan que se cumple la demanda de la planta de procesos bajo todos
los Se
escenarios
modifican posibles de de
las reglas precipitación
operaciónparaa laslas 10 000
reglas realizaciones
finales (Figura 8) yenseelsimula
caso estocástico y para el modelo
el modelo nuevamente paradeter-
minístico en sus 6 realizaciones, Las distancias entre laguna y muro de contención tanto en Cobre como en Aguza-
los dos tipos de simulación. Los resultados obtenidos arrojan que se cumple la demanda de la planta de
dera se mantienen a una distancia superior a los 50 m en todas las realizaciones para los dos tipos de simulación.
procesos bajo todos los escenarios posibles de precipitación para las 10 000 realizaciones en el caso
Las reglas de operación de trasvasije entre depósitos en primera instancia se mantienen igual salvo que el volumen
estocástico
mínimo y para
en Gossan se el
fijamodelo determinístico
en 1,5 Mm 3 en susse6 presenta
. A continuación realizaciones,
en la Las distancias
Figura entrede
8 las reglas laguna y muro
operación de
definitivas.
contención tanto en Cobre como en Aguzadera se mantienen a una distancia superior a los 50 m en todas
las realizaciones para los dos tipos de simulación. Las reglas de operación de trasvasije entre depósitos en
primera instancia se mantienen igual salvo que el volumen mínimo en Gossan se fija en 1,5 Mm3. A
continuación se presenta en la Figura 8 las reglas de operación definitivas.

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y Recursos Minerales
Figura 8 – Reglas de operación para abastecimiento de agua en planta de tratamiento de mineral – Final.

Los resultados de la distancia mínima entre Aguzadera y el muro de contención se presentan en la Figura 9.

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Figura 15 – Reglas de operación para abastecimiento de agua en planta de tratamiento de mineral – Final.

Los resultados de la distancia mínima entre Aguzadera y el muro de contención se presentan en la Figura 9.

Figura 9 – Comparación distancia entre laguna y muro en Aguzadera – Final.


Figura 16 – Comparación distancia entre laguna y muro en Aguzadera – Final.
LosLos resultados
resultados dedistancia
de la la distancia mínima
mínima entre
entre Cobre
Cobre y el ymuro
el muro de contención
de contención se presentan
se presentan en laen la Figura
Figura 10. 10.

Figura 17
Figura 10 –– Comparación
Comparación distancia
distancia entre laguna yy muro
entre laguna muro en
en Cobre
Cobre –– Final.
Final.

Finalmente,
Finalmente, se verifica
se verifica parapara ambas
ambas simulaciones
simulaciones queque
no no existe
existe descarga
descarga porpor el vertedero
el vertedero de de Gossan
Gossan hacia
hacia el el
canal
canal perimetral
perimetral bajorealización
bajo ninguna ninguna realización
en los dosen losde
tipos dossimulaciones.
tipos de simulaciones.

6. CONCLUSIONES
7. CONCLUSIONES
La incorporación de la
La incorporación devariabilidad de lade
la variabilidad precipitación en elen
la precipitación balance de aguas
el balance resultó
de aguas una pieza
resultó claveclave
una pieza a la hora
a la de de-
finirhora
el funcionamiento
de definir el funcionamiento del sistema de depósitos de la operación Riotinto, ya que permitió operación
del sistema de depósitos de la operación Riotinto, ya que permitió generar reglas de
adecuadas, que logran dar cumplimiento a los requerimientos del proyecto.
generar reglas de operación adecuadas, que logran dar cumplimiento a los requerimientos del proyecto.

Se ha mostrado cómo un modelo determinístico por si solo permitiría establecer reglas poco adecuadas y
falibles, al contrario de las reglas de operación que se pueden establecer con el modelo estocástico, para
asegurar en un amplio rango de casos y considerando los eventos más extremos una correcta gestión de las
aguas, con lagunas a más de 50 m y la ausencia de descargas al exterior.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos
Los sistemas reales, como lo son un sistema de depósitos de relaves, Minerales
se encuentran gobernados por
Se ha mostrado cómo un modelo determinístico por si solo permitiría establecer reglas poco adecuadas y falibles, al
contrario de las reglas de operación que se pueden establecer con el modelo estocástico, para asegurar en un amplio
rango de casos y considerando los eventos más extremos una correcta gestión de las aguas, con lagunas a más de
50 m y la ausencia de descargas al exterior.

Los sistemas reales, como lo son un sistema de depósitos de relaves, se encuentran gobernados por variables que
son difíciles o imposibles de predecir, por lo que contar con una herramienta que permita realizar análisis dinámicos
y probabilísticos como se ha presentado, permite asegurar con mayor seguridad que los diseños y reglas operativas
son adecuados para su uso.

7. BIBLIOGRAFÍA
• GoldSim Technology Group. User’s Guide, 18-19. Consultado el 06 de diciembre, 2017 de https://www.goldsim.
com/web/customers/education/documentation/.

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230
SISTEMAS DE GESTIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA
INDUSTRIA METALÚRGICA. EL CASO DE ATLANTIC COPPER.

De la Vega Jiménez, Antonio


Atlantic Copper, S.L.U.
adelaveg@fmi.com

RESUMEN: Tras recorrer brevemente los distintos sistemas de acreditación en gestión de la Responsabilidad Social,
pasando por una aproximación al concepto de la misma y del desarrollo sostenible, intentaremos dar una respuesta a
la pregunta de si la orientación empresarial al aspecto social de su actividad responde a una moda o se ha convertido
en un factor estratégico más de la gestión de las empresas. Nos centraremos para ejemplificarlo en el caso de una
empresa del sector minero-metalúrgico, que acreditó en 2014 su sistema de gestión de la Responsabilidad Social
mediante el estándar IQNet SR10, convirtiéndose así en una de las primeras empresas metalúrgicas del mundo en
obtener la certificación otorgada por AENOR-IQNet.

PALABRAS CLAVE: Responsabilidad Social, Estándar IQNet SR10, Certificación, Metalurgia, Atlantic Copper.

1. INTRODUCCIÓN.
1.1 RESPONSABILIDAD SOCIAL
Sobre la Responsabilidad Social, bien sin más añadidos o con algunos calificativos al uso (Empresarial, Corporativa,
etc.), mucho se ha escrito, y seguramente se seguirá escribiendo. Son muchas las referencias que incluso se remon-
tan al año 50 a.C. para fijar sus antecedentes mediante la cita de Cicerón afirmando que manifestó que “la justicia es
indispensable para la realización de los negocios”.

Al igual ha ocurrido, aunque de manera más reciente, sobre el concepto de Desarrollo Sostenible.
Referentes de ambos conceptos los tenemos variados. Véase algunos en relación con la Responsabilidad Social en
la tabla 1.

Tabla 1 – Definiciones de la Responsabilidad Social


Fuente Definición

Conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades ten-
gan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que
Organización Internacional
se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás
del Trabajo
actores. La Responsabilidad Social es una iniciativa de carácter voluntario.

Responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasio-
Norma UNE-
nan en la sociedad y el medio ambiente, y ello mediante un comportamiento ético y transparente.
ISO-26000:2012

La responsabilidad social de la empresa es, además del cumplimiento estricto de las obligacio-
nes legales vigentes, la integración voluntaria por parte de la empresa, en su gobierno y gestión,
Estrategia Española de en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales, laborales, ambien-
Responsabilidad Social de tales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparentes
las Empresas con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y de los impactos que
derivan de sus acciones.

Conjunto de compromisos de orden económico, social y medioambiental adoptados de forma


Estrategia Industrial de
voluntaria por las empresas y que constituyen un valor añadido al cumplimiento de sus obligacio-
Andalucía 2020
nes legales.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Fruto de la variedad de aproximaciones al concepto de Responsabilidad Social, algunos autores se han centrado en
determinar qué no es Responsabilidad Social. De los ejemplos que hemos conocido, nos parece relevante destacar el
de Manuel Bestratén Belloví y Luis Pujol Senovilla, recogida en la NTP 643: Responsabilidad social de las empresas
(I): conceptos generales, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, año 2003.

Puede observarse dicho ejercicio en la figura 1, donde ambos autores diferencian la Responsabilidad Social Empre-
sarial de las actuaciones filantrópicas y de lo que se denomina “marketing con causa” (utilización de las acciones so-
ciales para publicitar la imagen de empresa), mediante la conjunción de los niveles de implicación de la organización
con los factores de compromiso social e de interés por el negocio.

Figura 1 - Matriz diferencial entre Responsabilidad Social y otras situaciones “empresariales”

Como puede comprobarse, nos acercaremos al verdadero ejercicio de la Responsabilidad Social tanto más cuanto
más y mejor conjuguemos el interés por nuestra actividad empresarial con el compromiso social, pasando a con-
templar en el desarrollo de las actividades de cada organización los tres tipos de responsabilidades empresariales
identificadas por los autores referenciados en la NTP 644: Responsabilidad social de las empresas (II): tipos de res-
ponsabilidades y plan de actuación, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, año 2003 y que se
detallan en la figura 2.

Figura 2 – Diferentes tipos de responsabilidades empresariales

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1.2 DESARROLLO SOSTENIBLE
En relación con las definiciones sobre Desarrollo Sostenible, parece haber un cierto consenso tras el Informe Brundt-
land de 1987, elaborado por distintas naciones, y que se refiere al tipo de desarrollo que satisface las necesidades de
la generación presente, al mismo tiempo que no compromete la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer
sus propias necesidades.

Como representación gráfica del mismo en conjunción con la Responsabilidad Social, parece acertada la imagen
atribuida a Silvana Lara. En la figura 2 puede observarse como sólo en la conjunción de los tres pilares básicos de la
gestión empresarial responsable podemos encontrar al Desarrollo Sostenible.

Figura 3 – Gestión empresarial sostenible

Aquellas empresas que fijen su territorio de actuación en la intersección de esos tres pilares básicos, serán capaces
de crear valor compartido y ser sostenibles en el tiempo. Así lo manifiesta, entre otras voces, la de Francisco Román,
Presidente de la Fundación SERES (Fundación Sociedad y Empresa Responsable), en su Memoria de 2016: “Crear
valor compartido significa responder a una necesidad social con un modelo de negocio de manera que lo hagamos
sostenible”. E insiste: “La única garantía de equilibrio y éxito: la creación de valor responsable”.

2. SISTEMAS DE GESTIÓN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL. EL CASO DE ATLANTIC COPPER.


2.1 SISTEMAS DE GESTIÓN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
Como antecedente de los sistemas de gestión de la Responsabilidad Social, debemos hacer referencia al Pacto Mun-
dial. El Pacto Mundial (Global Compact) es un instrumento de las Naciones Unidas anunciado por el secretario gene-
ral de las Naciones Unidas Kofi Annan en el Foro Económico Mundial (Foro de Davos) en su reunión anual de 1999.

Su fin es promover el diálogo social para la creación de una ciudadanía corporativa global, que permita conciliar los
intereses de las empresas, con los valores y demandas de la sociedad civil, los proyectos de la ONU, sindicatos y or-
ganizaciones no gubernamentales, sobre la base de 10 principios en áreas relacionadas con los derechos humanos,
el trabajo, el medio ambiente y la corrupción.

Aunque sólo prevé la adhesión al mismo y no es certificable, puede considerarse un verdadero precursor de la norma
ISO 26000.

XIV Congreso Internacional de Energía


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Los principales sistemas normalizados de gestión de la Responsabilidad Social pueden observarse en la tabla 2.

Tabla 2 – Sistemas normalizados de gestión de la Responsabilidad Social


Sistema Características
Norma UNE- Norma que recoge recomendaciones sin formular requisitos y que, por tanto, no es auditable ni certifi-
ISO-26000:2012 cable. Avalada por la entidad internacional de estandarización (ISO) con amplio alcance en más de 190
países.

SA 8000:2014 Orientada a la Responsabilidad Social Corporativa en su dimensión social interna. Muy enfocada a los
derechos humanos y laborales de los empleados. Avalada por la ONG Social Accountability Internatio-
nal.

IQNet SR10:2015 Estándar internacional, desarrollado por IQNet. IQNet es una entidad certificadora de ámbito internacio-
nal, que agrupa a más de 30 de los principales organismos certificadores de diferentes países. Recoge
los principios y recomendaciones de la Norma UNE-ISO-26000, los convierte en requisitos y permite a
las organizaciones ser auditadas y certificadas. En España es gestionado por AENOR.

Desarrollada por Forética, asociación de empresas y profesionales de la responsabilidad social empre-


SGE 21 (2016) sarial / sostenibilidad en España y Latinoamérica. Con gran semejanza con la Norma UNE-ISO-26000 y
con el Estándar IQNet SR10.

2.2 CASO DE ATLANTIC COPPER


Cuando nos planteamos en Atlantic Copper la posibilidad de certificar nuestra gestión de la Responsabilidad Social,
analizamos los sistemas anteriormente expuestos en la tabla 2 y nos decantamos por IQNet SR10 por varias razones.
La principal fue que casi todos nuestros sistemas de gestión (Calidad, Medio Ambiente y Gestión Energética) estaban
auditados y certificados por AENOR y en relación con normas ISO. Ello nos permitiría una coordinación con los mis-
mos y una relevante eficiencia y ahorro documental al poder compartir procedimientos. De hecho, nuestro Sistema de
Gestión de la Responsabilidad Social solamente cuenta con cinco procedimientos específicos, además de una serie
de tamaño medio de otros documentos complementarios.

Al mismo tiempo, desde el inicio del proceso, quisimos dejar clara nuestra posición ante la disyuntiva apuntada en
el apartado resumen: la Responsabilidad Social como moda o factor estratégico de gestión. Así, el proyecto de im-
plantación y certificación de un sistema de gestión de la Responsabilidad Social en Atlantic Copper se integró en la
Estrategia 2013-2015 como uno más de los quince proyectos que la componían. Pueden verse en la tabla 3 sus fases.

Tabla 3 – Fases del proyecto de certificación del Sistema de Gestión de la Responsabilidad Social
• Diagnóstico: octubre 2013.
• Desarrollo documentación: de octubre a diciembre de 2013.
• Apoyo a la implantación: de enero a mayo de 2014.
• Apoyo a la certificación: de mayo a septiembre de 2014.
• Auditoría interna: Junio/Julio de 2014.
• Auditoría AENOR: Septiembre/Octubre 2014.
• Certificación IQNet SR 10: 28 de Octubre de 2014

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3. RESULTADOS Y CONCLUSIONES.
3.1 SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
A nuestro juicio, la respuesta al interrogante es clara: la Responsabilidad Social se ha convertido en factor integrante
de la estrategia de la empresa. En este sentido de nuevo tenemos que citar a Francisco Román, Presidente de la
Fundación SERES, cuando indica en el “III Informe del impacto social de las empresas”, realizado conjuntamente con
Deloitte, que el valor compartido es un elemento estratégico indispensable en las empresas.

Elemento estratégico que, como tal, aporta beneficios a las organizaciones. Así, en el Informe elaborado por Fun-
dación SERES y KPMG “RSE. Manual para Consejeros”, se pone de manifiesto que los beneficios del desarrollo de
programas de responsabilidad corporativa aparecen a corto plazo como generadores de confianza, a medio plazo
otorgando capacidades distintivas, a largo plazo siendo atributo de longevidad y de forma permanente generando
valor para los inversores. Es decir, caminando hacia la excelencia organizativa.

Coincide el anterior informe con el estudio llevado a cabo de nuevo por Manuel Bestratén Belloví, esta vez acompaña-
do de Xavier Poy Quintana, y recogido en la NTP 1.043: Eficacia preventiva y responsabilidad social empresarial (I),
del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, año 2015, cuando se destaca como principal razón para
ser la empresa socialmente responsable el alcanzar la excelencia como organización. Pueden analizarse el resto de
motivaciones en la figura 4.

Figura 4 - Principales motivaciones hacia la Responsabilidad Social

3.2 SOBRE LOS SISTEMASDE CERTIFICACIÓN


Los Sistemas de Gestión de la Responsabilidad Social pueden ser considerados el “cierre” lógico al resto de los sis-
temas de gestión y, al estar dirigidos a todos los grupos de interés, pueden sustentarse en y complementase con los
otros sistemas de gestión.

La certificación de la gestión de la Responsabilidad Social a través de una norma o estándar acreditable internacio-
nalmente en la industria minero-metalúrgica no sólo es posible sino muy conveniente.

Para una mejor y más operativa implantación, es recomendable tener implantados previamente otros sistemas de
gestión con fundamento en normas tales como las ISO 9000, 14000 y 50000, o la norma OHSAS 18000 para la ges-
tión de la prevención de los riesgos laborales.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
3.3 Sobre el caso de Atlantic Copper
La implantación de un sistema de gestión de la Responsabilidad Social nos ha otorgado una visión global de las ne-
cesidades y expectativas de nuestros grupos de interés.

Al mismo tiempo, nos ha facilitado diseminar en la organización una sensación de gestión integrada de todas las
áreas, ayudando a superar/prevenir los posibles casos de “departamentos silo” y los efectos de la diferente ubicación
territorial de algunas áreas de gestión.

La implantación de un Sistema de Gestión de la Responsabilidad Social es perfectamente compatible con la actividad


minero-metalúrgica.

4. BIBLIOGRAFÍA.
• Organización Internacional del Trabajo. ILO Helpdesk Factsheet No. 1. La OIT y la responsabilidad social de la
empresa (RSE).
• http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_emp/---emp_ent/---multi/documents/publication/wcms_142694.pdf
• Pacto Mundial de las Naciones Unidas. 10 Principios.
• http://www.pactomundial.org/category/aprendizaje/10-principios
• International Organization for Standardization. ISO 26000 - Social responsibility.
• https://www.iso.org/iso-26000-social-responsibility.html
• Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas (CERSE). Dirección General del Trabajo Autónomo,
de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas, perteneciente al Ministerio de Empleo y
Seguridad Social. Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas.
• http://www.empleo.gob.es/es/rse/eerse/index.htm
• Junta de Andalucía. Estrategia Industrial de Andalucía 2020.
• http://www.juntadeandalucia.es/organismos/sobre-junta/planes/detalle/95604.html
• Bestratén, M., Pujol, L. (2003) NTP 643: Responsabilidad social de las empresas (I): conceptos generales (p. 7).
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
• Bestratén, M., Pujol, L. (2003) NTP 644: Responsabilidad social de las empresas (II): tipos de responsabilidades y
plan de actuación (p. 2). Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
• Fundación SERES y KPMG “RSE. Manual para Consejeros” (2014). Resumen ejecutivo (p.4)
• Bestratén, M., Poy, X. (2015) NTP 1.043: Eficacia preventiva y responsabilidad social empresarial (I) (pp. 7-8).
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
• Fundación SERES. Memoria 2016. Carta del Presidente (p.5).
• Fundación SERES. Valor Social 2016.III Informe del impacto social de las empresas. Introducción (p.3).

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283
LA PROBLEMÁTICA SOBRE LA SÍLICE CRISTALINA RESPIRABLE EN LA
INDUSTRIA EXTRACTIVA DE LOS ÁRIDOS
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La Unión Europea está finalizando la tramitación de una Directiva Europea que establece que la Sílice
Cristalina Respirable generada en procesos de trabajo es una sustancia cancerígena a efectos de la protección de la
salud de los trabajadores. No se trata de un hecho aislado, ya que la OSHA de Estados Unidos también ha avanzado
en ese sentido.

Esta comunicación recoge la problemática para la industria de los áridos y para sus sectores clientes que se deriva
de esta declaración, así como las herramientas de protección y de prevención que deben aplicarse por las empresas
de áridos para operar conforme a los estándares requeridos para garantizar la salud de los trabajadores.

El autor es el presidente del Comité de Seguridad y Salud de la Asociación europea y, por tal motivo, está directa-
mente involucrado en la tramitación de la Directiva y en la preparación de la estrategia sectorial para preparar a las
empresas.

PALABRAS CLAVE: Sílice, Cristalina, Respirable, Salud, Cancerígeno

1. INTRODUCCIÓN:
Esta comunicación parte del supuesto de la inminente (cuestión de semanas a la fecha de redacción) inclusión de la
sílice cristalina respirable como sustancia cancerígena dentro del marco de la Directiva 90/394/CEE, de 28 de junio,
relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos
durante el trabajo.

Además, se toma en consideración la posible modificación de los valores límite de exposición de los trabajadores,
con dos hipótesis:

• 0,1 mg/m3 para las fracciones respirables de Sílice Cristalina y de Cuarzo α y de 0,05 mg/m3 para la fracción
respirable de Cristobalita, que es el valor actualmente vigente en España para las actividades dentro del marco
del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera. Esta hipótesis no modificaría las condi-
ciones actuales de la industria extractiva, en cuanto a valores límite de exposición.
• 0,05 mg/m3 para las fracciones respirables de Sílice Cristalina y de Cuarzo α y de 0,05 mg/m3 para la fracción
respirable de Cristobalita, que es el valor actualmente vigente en España para todas las actividades excepto
aquellas que se encuentran dentro del marco del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Mine-
ra. Esta hipótesis modificaría sustancialmente las condiciones actuales de la industria extractiva, al reducirse
al 50% los valores límite de exposición.

2. ¿QUÉ ES LA SÍLICE CRISTALINA RESPIRABLE?


Durante muchos años, se ha sabido que la inhalación de polvo fino que contiene una proporción de sílice cristalina
puede provocar enfermedades de pulmón (silicosis). De hecho, la silicosis es la enfermedad laboral más antigua
conocida en todo el mundo. Sin embargo, los riesgos médicos asociados a la exposición al polvo de sílice cristalina

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
pueden controlarse y, mediante medidas adecuadas, reducirse o eliminarse por completo. Sólo se trata de evaluar el
riesgo y adoptar las medidas adecuadas.

Sílice es el nombre que recibe un grupo de minerales compuestos de silicio y oxígeno, los dos elementos más abun-
dantes de la corteza terrestre (compone aproximadamente el 12% de la corteza terrestre). A pesar de su simple
fórmula química, SiO2, la sílice existe en diferentes formas. Por lo general, la sílice se encuentra en estado cristalino,
aunque también está en estado amorfo (no cristalino). La sílice cristalina es dura, químicamente inerte y su punto de
fusión es elevado. Estas son cualidades apreciadas en diferentes usos industriales.

Presencia de sílice libre cristalina en rocas y minerales (Fuente: Health and Safety Executive – Reino Unido)
Porcentaje de sílice cristalina
Minerales y rocas
%
Arcilla plástica 5 – 50
Basalto ≤5
Diatomea natural 5 – 30
Dolerita ≤ 15
Sílex > 90
Granito ≤ 30
Gravilla > 80
Minerales de hierro 7 – 15
Caliza <1
Cuarcita > 95
Arena > 90
Arenisca > 90
Esquisto 40 – 60
Pizarra ≤ 40

En este documento, sólo se tratan tres de las diferentes formas de la sílice cristalina, es decir los minerales cuarzo,
cristobalita y tridimita. No incluye la sílice amorfa, la sílice fundida ni otros minerales de sílice. A menudo, se hace
referencia al cuarzo, la cristobalita y la tridimita como tipos de sílice cristalina “libre”, porque la sílice cristalina no se
combina químicamente.

El cuarzo es, con diferencia, la forma más común de sílice cristalina. Es el segundo mineral más común de la superfi-
cie de la tierra y se encuentra en casi todos los tipos de roca, p. ej. ígneas, metamórficas y sedimentarias. Puesto que
es tan abundante, el cuarzo está presente en casi todas las operaciones mineras, en las relacionadas con el transpor-
te y uso de las materias primas minerales, así como en cualquier actividad que incida directamente sobre la corteza
terrestre, como, por ejemplo, la construcción o la agricultura. Independientemente de las actividades industriales, la
sílice cristalina respirable está presente en el entorno ambiental.

La cristobalita y la tridimita no son abundantes en la naturaleza. Sin embargo, se encuentran en algunas rocas íg-
neas. En circunstancias industriales, la cristobalita también se obtiene cuando se calienta el cuarzo (a temperaturas
superiores a 1400 °C), por ejemplo, durante la producción y el uso de materiales refractarios. La cristobalita también
se forma cuando la sílice amorfa o la sílice vítrea se calientan a altas temperaturas.

2.1. MECANISMOS DE LA TOXICIDAD


No todo el polvo procedente de materiales con contenido en sílice tiene potencialidad tóxica, pues ésta es función
de los diferentes tamaños de partículas, a las que se hace referencia como fracciones de polvo. Cuando se inhala el
polvo, el punto de sedimentación en el sistema respiratorio humano depende de la gama de tamaños de partículas
presentes en el polvo.

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Existen tres fracciones de polvo: inhalable, torácica y respirable, que se definen en la norma europea EN481. En el
caso de la sílice cristalina, la fracción respirable del polvo es la que puede tener efectos sobre la salud.

El polvo respirable puede penetrar profundamente en los pulmones. Los mecanismos de defensa natural del cuerpo
pueden eliminar la mayor parte del polvo respirable inhalado. Sin embargo, en casos de exposición prolongada a
niveles excesivos de este polvo, se hace difícil su eliminación de los pulmones y una acumulación del mismo puede
a largo plazo, ocasionar efectos irreversibles sobre la salud.

Las partículas de polvo respirable son tan pequeñas que no pueden verse. Una vez en el aire, el polvo respirable tarda
mucho tiempo en posarse. Una única emisión de polvo en el aire del lugar de trabajo puede provocar una exposición
ocupacional significativa. De hecho, en situaciones en las que el aire está constantemente agitado y no entra aire
fresco, el polvo respirable puede permanecer suspendido en el aire del lugar de trabajo durante días.

El siguiente diagrama explica las diferencias entre las distintas fracciones de polvo:

Boca y
Ambiente Laringe Bronquios
nariz

No inhalable

Aerosol total Extra torácico

Inhalable Traqueobronquial

Torácico
Respirable

1.2. Efectos
2.2. EFECTOS sobre la salud
SOBRE humana
LA SALUD HUMANA
La silicosis es uno de los
silicosis es uno de los tipos más comunes detipos más comunes de neumoconiosis.
neumoconiosis. Es una Esfibrosis nodular progresiva
una fibrosis provocada porprovoc
nodular progresiva
la sedimentación de partículas respirables de sílice cristalina en los pulmones. La fibrosis resultante en la parte más
la sedimentación de partículas
interna de los pulmones respirables
puede provocar de de
dificultades sílice cristalina
respiración en loscasos,
y, en algunos pulmones. LaLasfibrosis
la muerte. partículasresultante
más e
te más grandes
interna(no derespirables)
los pulmones puede
tienen más provocar
probabilidad dificultades
de posarse en las vías deprincipales
respiración y, enrespiratorio
del sistema algunos ycasos, pueden la mue
s partículas más grandes (no respirables) tienen más probabilidad de posarse en las vías principales
ser eliminadas mediante la acción de las mucosas (HSE 1998).
ema respiratorio y pueden ser eliminadas mediante la acción de las mucosas 2 .
La silicosis es una de las enfermedades laborales más antiguas conocida en todo el mundo y es provocada por la
silicosisinhalación
es unadedesílice lascristalina
enfermedades laborales
respirable (Stacey más
P. 2005). La antiguas
silicosis puedeconocida en todo el
variar notablemente de mundo
intensidad, y des-
es provoc
la inhalación de sílice
de una “silicosis cristalina
simple” respirable
a una “fibrosis
3
. La silicosis
masiva progresiva”. puedeenvariar
En general, notablemente
la bibliografía se describende tresintensidad,
tipos de de
a "silicosis simple" a una "fibrosis masiva progresiva". En general, en la bibliografía se describen tres ti
silicosis (EUR 14768; INRS 1997):
silicosisLa4 :silicosis aguda se produce como resultado de una exposición extremadamente alta a la sílice cristalina respirable
La silicosis
duranteaguda
un periodose de
produce como resultado
tiempo relativamente corto (en de unaLa
5 años). exposición extremadamente
situación provoca rápidamente la faltaalta a la sílice crista
de respiración
respirable durante un periodo de tiempo relativamente corto (en 5 años). La situación prov
progresiva y la muerte, normalmente a los pocos meses de diagnosticada la enfermedad.
rápidamente la falta de respiración progresiva y la muerte, normalmente a los pocos meses
La silicosis acelerada puede desarrollarse dentro de los 5 a 10 años de exposición a elevados niveles de sílice cris-
diagnosticada la enfermedad.
talina respirable. Los síntomas incluyen tener muy poco aliento, debilidad y pérdida de peso. El inicio de los síntomas
La silicosis
tarda más acelerada
tiempo quepuedeen el casodesarrollarse dentro de los 5 a 10 años de exposición a elevados niveles
de la silicosis aguda.
sílice cristalina respirable. Los síntomas incluyen tener muy poco aliento, debilidad y pérdida de peso
inicio de los síntomas tarda más tiempo que en el caso de la silicosis aguda.
La silicosis crónica se describe a menudo como el resultado de la exposición a bajos niveles de sí
cristalina respirable, durante largos periodos de tiempo Congreso (duración de exposición de superior a 10 añ
Muchos autores describen a la silicosis crónica/clásica, ylaRecursos XIV más común,
exposiciones moderadas o bajas a la sílice cristalina respirable. Los síntomas asociados con la silico
Internacional Energía
ocurre con 15 a 20 años
Minerales
La silicosis crónica se describe a menudo como el resultado de la exposición a bajos niveles de sílice cristalina res-
pirable, durante largos periodos de tiempo (duración de exposición superior a 10 años). Muchos autores describen
a la silicosis crónica/clásica, la más común, ocurre con 15 a 20 años de exposiciones moderadas o bajas a la sílice
cristalina respirable. Los síntomas asociados con la silicosis crónica pueden ser o no ser evidentes; por lo tanto, los
trabajadores necesitan hacerse una radiografía del pecho para determinar si se han dañado los pulmones. A medida
que avanza la enfermedad, el trabajador puede perder el aliento cuando hace un esfuerzo o tener indicaciones clí-
nicas de un intercambio insuficiente de oxígeno y dióxido de carbono. En las fases posteriores, el trabajador puede
sentirse cansado, tener poco aliento, dolor de pecho o insuficiencia respiratoria.

Los futuros casos de silicosis pueden reducirse y evitarse implementando medidas adecuadas para reducir la ex-
posición al polvo que contenga sílice. Estas medidas incluyen buenas prácticas de trabajo, controles de ingeniería,
empleo de equipos de protección respiratoria y programas de formación.

En 1997, un grupo de trabajo del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIIC), que no tiene poder
reglamentario en la Unión Europea, pero es una autoridad en el campo de la investigación del cáncer, decidió, ba-
sándose en la bibliografía especializada, que la sílice cristalina respirable inhalada en entornos ocupacionales es
cancerígena para los humanos.

Al realizar esta evaluación, el grupo de trabajo de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer – IARC –
también indicó que la acción cancerígena no se detectó en todas las circunstancias industriales estudiadas y puede
depender de características inherentes de la sílice cristalina o de factores externos que afectan la actividad biológica.

En junio de 2003 el Comité científico para los límites de exposición ocupacional a agentes químicos de la UE (SCOEL)
adoptó una recomendación (SUM DOC 94 final). Las principales conclusiones fueron las siguientes:

“El principal efecto de la inhalación de polvo de sílice respirable en los humanos es la silicosis. Existe información
suficiente para concluir que el riesgo relativo de adquirir cáncer de pulmón aumenta en personas con silicosis (y, apa-
rentemente, no ocurre así en trabajadores sin silicosis expuestos al polvo de sílice en canteras y en la industria de la
cerámica). Por lo tanto, la prevención del comienzo de silicosis también reducirá el riesgo de cáncer. Puesto que no
se puede identificar un umbral claro para el desarrollo de la silicosis, cualquier reducción de la exposición reducirá el
riesgo de adquirirla”.

2.3. RELACIÓN DOSIS – RESPUESTA


Los trabajadores están raras veces expuestos a la sílice cristalina pura. El polvo que se respira en el lugar de trabajo
está normalmente compuesto por una mezcla de sílice cristalina y otros materiales.

1. La respuesta de un individuo probablemente dependerá de:


2. La naturaleza y el contenido en sílice del polvo.
3. La fracción de polvo.
4. El grado y naturaleza de la exposición individual (duración, frecuencia e intensidad, sobre los que pueden
influir los métodos de trabajo).
5. Las características fisiológicas individuales.
6. Los hábitos de fumador.

La silicosis, como enfermedad, tiene un periodo de latencia extremadamente largo, por lo que el reducido número de
casos de silicosis que se detectan en la actualidad, han sido originados, en su gran mayoría, cuando el VLA-ED era
> 0,1 mg/m3 y cuando las medidas preventivas no eran las actuales.

3. ANTECEDENTES
Existe consenso internacional en que la exposición a elevados niveles de sílice libre respirable produce silicosis.

Sin embargo, del estudio de la literatura publicada sobre los efectos de la sílice cristalina respirable sobre la salud,
se desprende que algunas áreas requieren más investigación y que todavía no es bien conocida la relación entre el
cáncer de pulmón en no fumadores y la exposición al polvo de sílice, pues existen muchas incertidumbres.

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Además, el Advisory Commitee for Safety and Health at Work de la Comisión Europea está trabajando en la revisión
de los valores actualmente en vigor, pero no ha adoptado ninguna decisión al respecto, lo que sugiere que la decisión
de rebajar los niveles en España es prematura, pues rompe el proceso armonizador europeo. Ante esta situación,
si en la UE todavía no se ha considerado la necesidad de rebajar los límites vigentes, se entiende que se debe a la
ausencia de justificación o al resto de cuestiones que aquí se exponen, por lo que parece temerario que el legislador
español adopte, en ausencia de argumentos concretos, posiciones más restrictivas que las adoptadas por los Esta-
dos Miembros para la protección de los trabajadores.

De hecho, la segunda fase de consulta de la Comisión Europea sobre la revisión de la Directiva de agentes carcinóge-
nos ya no menciona explícitamente la sílice cristalina y reconoce la firma de NEPSI como una vía eficaz para controlar
esta cuestión. Aun así, en desde 2012 se está debatiendo un valor límite para la sílice libre cristalina que se incluirá
en los próximos días en la Directiva de cancerígenos.

Por lo tanto, se concluye que la opción más acertada para asegurar la protección de los trabajadores es la combina-
ción de dos aspectos:

• El mantenimiento de los valores actuales de 0,1 mg/m3 para las fracciones respirables de Sílice Cristalina y
de Cuarzo α y de 0,05 mg/m3 para la fracción respirable de Cristobalita, de forma coherente con los existentes
en Europa.
• La aplicación conjunta de buenas prácticas para la prevención y reducción de la exposición, la medición regu-
lar del riesgo de exposición, el desarrollo de protocolos de vigilancia de la salud para los trabajadores expues-
tos y el fomento de programas y acciones de formación y sensibilización.

Se constata, de manera objetiva, el compromiso de los sectores objeto de estudio con la aplicación del Acuerdo para
la protección de la salud de los trabajadores a través del buen manejo y uso de la sílice cristalina y de los productos
que lo contienen y la aplicación de buenas prácticas en sus centros de trabajo.

A pesar de la difícil situación económica, los sectores han seguido avanzado en la implantación del Acuerdo y las bue-
nas prácticas lo que se ha visto reflejado en la mejora en, prácticamente, todos los indicadores de clave de actuación.

La experiencia de los sectores afectados pone de manifiesto la efectividad de la aplicación de las buenas prácticas,
para eliminar o reducir el riesgo de exposición a la sílice cristalina. Lo que se ha traducido en una mejora de las con-
diciones de seguridad y salud de los trabajadores.

Aunque los resultados en los sectores analizados son muy positivos se debe seguir trabajando en ciertas áreas con-
cretas en las que todavía hay una importante margen de mejora como por ejemplo en formación e información sobre
buenas prácticas, en la vigilancia de la salud o en la aplicación de buenas prácticas organizativas.

4. EL ACUERDO NEPSI
NEPSI es el acrónimo de la Red Europea resulta para la sílice formado por el empleado y las asociaciones europeas
del sector han firmado el Diálogo Social “Acuerdo sobre Protección de la Salud de los trabajadores mediante la ma-
nipulación y el buen uso de la sílice cristalina y productos que lo contienen” el 25 de abril 2006, en representación de
15 sectores de industria, es decir más de 2 millones de empleados y un negocio superior a € 250 mil millones.

Las 17 organizaciones firmantes iniciales representan los agregados, cemento, cerámica, fundición, de fibra de vidrio,
vidrios especiales, envases de vidrio, vidrio plano, los minerales industriales, la lana mineral, piedras naturales, mor-
tero minería y prefabricados de sectores concretos.

Las patronales firmantes de NEPSI estuvieron de acuerdo en aumentar los esfuerzos para incluir más información de
proyectos en I+D en el área de exposición a SCR en el próximo resumen ejecutivo, concretamente en relación a los
avances en I+D sobre sustitución de procesos, si ha lugar.

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y Recursos Minerales
4.1. ACUERDO - OBJETIVOS
Los objetivos del acuerdo NEPSI son los siguientes:

• La protección de la salud de los Trabajadores y otras personas expuestas en el lugar de trabajo a la SCR pro-
veniente de materiales / productos / materias primas que contienen sílice cristalina
• La minimización de la exposición a la SCR en el lugar de trabajo mediante la aplicación de las Buenas Prácti-
cas establecidas en este documento para prevenir, eliminar o reducir los riesgos ocupacionales para la salud
relacionados con la Sílice cristalina respirable 
• Incrementar el conocimiento de los efectos potenciales sobre la salud de la SCRy de las Buenas Prácticas

4.2. ACUERDO - PRINCIPIOS

• Mejorar el conocimiento de los efectos sobre la salud de la SCR, en particular mediante la investigación, la
supervisión y la difusión de Buenas Prácticas
• Crear una estrategia europea de prevención de la SCR
• Implantación de buenas prácticas
• Todas las Explotaciones implementarán un sistema de supervisión para la aplicación de las Buenas Prácticas
• Informes bienales de mejora: 2008, 2010, 2012, 2014, 2016 

4.3. ESQUEMA DE NEPSI


El acuerdo se plasma en una guía NEPSI de buenas prácticas, de 173 páginas y traducida a 22 idiomas, con la si-
guiente estructura:

Parte 1: Conocimientos básicos sobre la sílice cristalina respirable 

• 1. Introducción
• 1.1 ¿Qué es la sílice? 
• 1.2 Sílice cristalina respirable 
• 1.3 Exposición ocupacional a la sílice cristalina respirable  
• 2. La sílice y la industria de sílice
• 2.1 Dónde se encuentra la sílice
• 2.2 Actividades que implican el uso de materiales que contienen sílice cristalina 
• 3. La sílice cristalina respirable y sus efectos sobre la salud
• 3.1 Sílice cristalina respirable
• 3.2 Efectos sobre la salud de la sílice cristalina respirable
• 4. Gestión de riesgos: ¿Qué es necesario hacer?

Parte 2: Manual de Fichas de Buenas Prácticas con 35 fichas diferentes


Toda la información sobre NEPSI está disponible en: www.nepsi.eu, incluyendo videos explicativos

5. LA SITUACIÓN EN EUROPA, ANTES DE LA PRÓXIMA MODIFICACIÓN DE LA DIRECTIVA


El actual valor que aplica en España de 0,1 mg/m3 es uno de los más restrictivos de Europa.

Efectivamente, la mayor parte de los 28 Estados Miembro de la Unión Europea tienen actualmente valores iguales o
superiores a 0,1 mg/m3 y solamente 3 Estados (y no precisamente los que se más distinguen por su rigor en la pro-
tección de la salud de los trabajadores), tienen un límite inferior.

Por lo tanto, desde el año 2009 se está analizando en la Unión Europea la conveniencia de fijar un límite armonizado
para toda Europa. El Comité Científico sobre Límites de Exposición Profesional de la UE (SCOEL) elaboró un estudio
en el que analizó los valores 0,025 mg/m3, 0,05 mg/m3 y 0,1 mg/m3 trasladando sus resultados al Comité Consultivo
para la Seguridad y la Salud en el Trabajo de la UE (Administraciones, agentes sociales y Comisión Europea) que
acordó su opinión, en diciembre de 2012, con el siguiente texto: “se acuerda que para la SCR un límite obligatorio de
exposición profesional de 0,1 mg/m3 está justificado” el Comité también reconocía que el valor de 0,05 mg/m3 sería
posible aunque su análisis coste/beneficio no lo justificaba. Además, este Comité reconocía que existen diferentes
posibilidades legales para adoptar el valor límite: Directiva de Agentes Químicos o Directiva de Cancerígenos, hoy en
día todavía en estudio.

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En consecuencia, la Comisión Europea tiene abierto un proceso normativo, a punto de culminar, para establecer un
valor límite de exposición profesional de sílice cristalina respirable a escala europea.

El objetivo de eliminar o reducir los riesgos ocupacionales para la salud relacionados con la sílice cristalina respirable
se consigue a través de la aplicación combinada de un valor de exposición profesional a la sílice cristalina respirable
(SCR) de 0,1 mg/m3 junto con la implantación de buenas prácticas para minimizar la exposición a la SCR en el lugar
de trabajo.

6. REFERENCIAS LEGALES
La legislación directamente aplicable a la sílice cristalina respirable es, básicamente, la siguiente:

6.1. LEGISLACIÓN GENERAL, APLICABLE A TODAS LAS ACTIVIDADES Y, POR LO TANTO, A LA IN-
DUSTRIA EXTRACTIVA
• Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, que traspone la Directiva del Consejo
89/391/CEE, 12 de junio de 1989, relativa a la aplicación de las medidas para promover la mejora de la segu-
ridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo, que contiene el marco jurídico general en el que opera la
política de prevención comunitaria.
• Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, modificado por el Real Decreto 1124/2000 y el Real Decreto 349/2003,
sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes canceríge-
nos durante el trabajo (texto consolidado), que trasponen las Directivas 90/394/CEE, de 28 de junio, 90/394/
CEE, de 28 de junio, 97/42/CE, de 27 de junio y 1999/38/CE, de 29 de abril, relativas a la protección de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo.
• Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo, ya que los agentes químicos cancerígenos y
mutágenos forman parte de los agentes químicos considerados como peligrosos, y las disposiciones del Real
Decreto 374/2001, que no estén incluidas de forma más específica o rigurosa en el Real Decreto 665/1997,
también deberán ser aplicadas en los casos de riesgo por exposición a cancerígenos o mutágenos durante el
trabajo.
• Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

6.2. LEGISLACIÓN ESPECÍFICA APLICABLE A LA INDUSTRIA EXTRACTIVA:


• Real Decreto 863/1985, de 2 de abril, por el que se aprueba el Reglamento General de Normas Básicas de
Seguridad Minera.
• Real Decreto 1389/1997, de 5 de septiembre, por el que se aprueban las disposiciones mínimas destinadas
a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en las actividades mineras, ), que traspone la Directiva
92/104/CEE, del Consejo, de 3 de diciembre, relativa a las disposiciones mínimas destinadas a mejorar la
protección en materia de seguridad y de salud de los trabajadores en las industrias extractivas a cielo abierto
o subterráneas.
• ORDEN ITC/2585/2007, de 30 de agosto, por la que se aprueba la Instrucción técnica complementaria 2.0.02
“Protección de los trabajadores contra el polvo, en relación con la silicosis, en las industrias extractivas”, del
Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera.

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7. ¿QUÉ EMPRESAS ESTÁN AFECTADAS POR LA NUEVA REGLAMENTACIÓN?
Aquellas empresas con procesos de trabajo donde se genere sílice cristalina respirable y en las que los trabajadores
estén o puedan estar expuestos a ese agente clasificado como cancerígeno o mutágeno como consecuencia de su
trabajo.

8. LAS OBLIGACIONES DE LAS EMPRESAS

Información a las Información y


Identificación y
autoridades formación de los
evaluación de riesgos.
competentes. trabajadores

Sustitución de agentes
cancerígenos o Consulta y
mutágenos Documentación participación de los
(En la medida en que sea trabajadores
técnicamente posible)

Prevención y reducción Vigilancia de la salud de


de la exposición los trabajadores

Medidas contra
Medidas de higiene exposiciones
personal y de accidentales y
protección individual exposiciones no
regulares

Cuando los niveles de exposición en un determinado puesto de trabajo se aproximen al 80% del VLA-ED, la empresa
pondrá en marcha el siguiente protocolo específico:
Cuando los niveles de exposición en un determinado puesto de trabajo se aproximen al 80% del VLA-ED, la
empresa pondrá en marcha
• Incremento el siguiente
de la frecuencia protocolo específico:
de medición.
 Incremento de la frecuencia de medición.
• Vigilancia de la salud especializada en afecciones pulmonares, para los trabajadores expuestos.
 Vigilancia dedelalasalud
• Revisión especializada
evaluación de riesgos deen afecciones
ese pulmonares,
puesto de trabajo, para
en relación losemisión
con la trabajadores
de polvo deexpuestos.
sílice.
• Establecimiento,
 Revisión en su caso,
de la evaluación dederiesgos
medidas de
preventivas
ese puestoespecíficas para mantener
de trabajo, el riesgocon
en relación bajolacontrol
emisión de polvo
de sílice.
9. CONCLUSIONES:
Establecimiento,
 Esta modificación legalen su caso,en
consistente delamedidas preventivas
incorporación específicas
a la legislación de agentes para mantener
cancerígenos delelpolvo
riesgo bajo control
de Sílice
Cristalina Respirable generado en procesos de trabajo cambiará el panorama de la gestión de este riesgo para la
salud de los trabajadores en las industrias extractivas.
CONCLUSIONES:
Se abre un periodo
Esta modificación legalde adaptación para
consistente lasincorporación
en la empresas del sector.
a la Aunque esta industria
legislación ya cuenta
de agentes con larga experien-
cancerígenos del polvo de
cia en la prevención de este riesgo, gracias a la aplicación sistemática de la legislación de seguridad minera.
Sílice Cristalina Respirable generado en procesos de trabajo cambiará el panorama de la gestión de este
riesgo para la salud de los trabajadores en las industrias extractivas.
Se abre un periodo de adaptación para las empresas del sector. Aunque esta industria ya cuenta con larga
experiencia en la prevención de este riesgo, gracias a la aplicación sistemática de la legislación de seguridad
minera.

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351
OBSERVATORIO DE LA RSC EN LA INDUSTRIA CEMENTERA
Vallina García, Dimasa, Cuadrado Iglesias, Sergiob, Mora Peris, Pedroc
a y b Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA), C/José Abascal 53,28003 Madrid;
correo-e: dimasvallina@fundacioncema.org, scuadrado@fundacioncema.org; c ETSI Minas y Energía UPM, C/ Ríos
Rosas, 21, 28003 Madrid, correo-e: pedro.mora@upm.es

RESUMEN: El observatorio de la RSC en la industria cementera tiene como objetivo principal proporcionar infor-
mación detallada del sector respecto a su contribución a la economía, la sociedad y el medio ambiente en el que se
desarrolla su actividad y establecer una hoja de ruta realista para el avance de la RSE en la industria cementera.
La metodología seguida para llevar a cabo el observatorio incluyó una fase de consulta en la que participaron los 9
grupos cementeros que operan en España, así como una dinámica de reuniones con participación también de repre-
sentantes de los dos sindicatos mayoritarios del sector. El resultado final es un informe bienal donde se recoge un
análisis actualizado de la evolución de la RSE en la industria cementera, junto con indicadores y casos de éxito. La
presente comunicación resume los aspectos más destacados de dicho informe.

PALABRAS CLAVE: RSE, RSC, sostenibilidad, biodiversidad, cemento.

1. INTRODUCCIÓN:
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) consiste en gestionar de forma responsable una empresa al incorporar
aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno de forma transversal en cada una de las funciones del negocio.
Implica, asimismo, mantener un comportamiento ético con los empleados, los clientes y en la relación con todos sus
grupos de interés. A lo largo de esta comunicación se emplearán de manera equivalente los términos RSE y RSC
(Responsabilidad Social Corporativa).

Para dar una respuesta sectorial al reto de la RSE, la Fundación laboral del cemento y el medio ambiente (CEMA),
en colaboración con Forética, publicó en 2016 el informe “Estudio sobre la RSE en el sector cementero” en el que
se realizaba un primer análisis del estado de la Responsabilidad Social Empresarial en la industria del cemento, con
el objetivo de poner en valor la contribución del sector en su conjunto al bienestar de las comunidades donde opera

En 2018 se presenta la segunda edición del estudio con el propósito de dar seguimiento a los trabajos realizados,
estudiando el avance de las empresas del sector en materia de RSE, aportando una mayor visibilidad a una de las
temáticas más relevantes para la industria, la biodiversidad y dando a conocer buenas prácticas en este ámbito.

Es importante destacar que la Fundación CEMA es en sí misma una iniciativa de RSE, puesto que la triple dimensión
de la misma: económica, social y ambiental se encuentra integrada tanto en los propios estatutos de la Fundación,
como en el desarrollo de sus actividades. En el patronato de la Fundación CEMA figuran no sólo representantes de los
nueve grupos cementeros que operan en España, sino también de los dos sindicatos mayoritarios del sector, CCOO
de Construcción y Servicios y UGT-FICA, lo que pone de manifiesto que nuestra industria entendió hace tiempo que
los accionistas no eran su único grupo de interés.

2. PRINCIPALES HITOS DE LA RSE EN EL SECTOR:


A continuación, en la Figura 1, se recoge la valoración media en relación con aspectos claves de sostenibilidad (eco-
nómicos y de buen gobierno en azul, ambientales en verde y sociales en naranja) por parte de los responsables de
RSE de las empresas consultadas.

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y Recursos Minerales
Figura 1 – Análisis de materialidad de la industria cementera

La primera observación a la hora de analizar el gráfico es que todas las temáticas están valoradas por encima de 3
y, por tanto, todas son significativas para las organizaciones. Las más importantes se mantienen constantes respecto
al anterior informe, refrendándose que la sostenibilidad es un elemento de largo plazo. Se integran en este grupo la
“utilización de combustibles y materias primas”, “salud y seguridad de los empleados”, así como tres temáticas con in-
terrelación evidente, las “emisiones a la atmósfera”, la nueva temática incluida en esta edición del informe la “energía
eléctrica” y el “cambio climático”. En contraposición, la gestión del agua sigue sin ser prioritaria para las empresas del
sector, a pesar de ser un recurso necesario en sus cadenas de valor (hormigón) y el hecho de encontrarse localizadas
en un país con un estrés hídrico notable.

A continuación, se presentan algunos de los resultados clave del diagnóstico sectorial:

La industria cementera destaca por su importancia e impacto positivo a nivel local:

Perspectiva de largo plazo. Más del 20% de las fábricas tienen más de 100 años de presencia en el territorio.

Vinculación con el entorno rural. Permite la creación de empleo en zonas rurales y con baja densidad de población,
situándose el 70% de las fábricas en localidades con menos de 12.000 habitantes.

Contribución económica a nivel local. Una fábrica de cemento, de media, contribuye con más de 2 millones de euros
anuales en concepto de impuestos, especialmente locales y autonómicos.

Creación de empleo estable. El 94% de los contratos son indefinidos y el salario bruto medio anual duplica la retribu-
ción media en España. El salario bruto medio anual en España, según el INE, fue de 22.858,17 euros por trabajador
en el año 2014.

Generación de valor al país. En 2015, y según datos de Eurostat, el sector generó un valor añadido bruto a la econo-
mía española de 538,5 millones de €.

Desarrollo de políticas de RSE en auge. El sector ha avanzado en la formalización de políticas de RSE de manera
significativa, y continúa siendo un área de trabajo prioritaria para aquellas empresas que aún no han documentado
sus compromisos.

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Creciente estructuración de la RSE a nivel interno. Las empresas del sector avanzan hacia una mayor estructuración
interna de la RSE, lo que se refleja en un mayor número de empresas con comités de RSE específicos. Cada fábrica
dedica en media entre 5 y 6 trabajadores a temas directamente relacionados con la RSE.

La sistemática de gestión, como elemento de mejora continua. La filosofía de mejora continua a través de los siste-
mas de gestión se mantiene como uno de los elementos más relevantes del sector.

Favorecer la salud y seguridad de los empleados, gran distintivo del sector. La cementera es una industria compro-
metida con la seguridad y salud de sus trabajadores, cada empresa invierte más de un millón de euros al año en esta
área.

El medio ambiente, elemento clave de gestión. Se invierten más de 3 millones de euros anuales por empresa en
proyectos medioambientales; cerca de un 14% de ellos en proyectos de biodiversidad.

Compromiso con la biodiversidad. Casi el 80% de las empresas del sector están comprometidas en materia de biodi-
versidad, tanto a nivel formal como por las acciones que están llevando a cabo.

El enfoque de la economía circular, esencial para las empresas cementeras. El sector ha evitado, mediante la valori-
zación material y energética, que 2,3 millones de toneladas de residuos se entierren en vertederos (cantidad equiva-
lente a casi 700 piscinas olímpicas).

3. PRINCIPALES RETOS Y TENDENCIAS DE SOSTENIBILIDAD DEL SECTOR CEMENTERO:

La industria cementera es una industria clave, con un alto valor estratégico para un país y con un claro efecto multipli-
cador sobre el resto de la economía. El hormigón, principal producto derivado del cemento, es el material estructural
más utilizado a nivel mundial y de gran importancia para el desarrollo de infraestructuras de transporte, edificación o
que permiten el suministro de materias primas, como el agua o el gas natural. Por tanto, más allá de su importancia
a nivel económico, su relevancia para la sociedad es clara.

El sector cementero, al igual que muchos otros sectores de actividad empresarial, se enfrenta a numerosos desafíos
en materia de sostenibilidad que no sólo se localizan durante la fase de producción del cemento, sino también aguas
arriba y abajo de la misma, a lo largo de toda su cadena de valor. Desde la extracción de las materias primas al pro-
ceso de expedición y transporte del producto final, existen significativos impactos ambientales y sociales.

A nivel ambiental, los principales impactos se deben a la extracción de las materias primas en las canteras, afectando
al paisaje y a la naturaleza del área de la explotación. El proceso industrial de transformación de las materias primas
en fábricas está altamente regulado y monitorizado, y los principales impactos provienen básicamente de los consu-
mos de energía, y de la generación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Por otro lado, el impacto social del proceso productivo está vinculado principalmente a la generación de empleo esta-
ble a nivel local. Las fábricas permanecen de media casi 80 años en las comunidades donde se instalan, dinamizando
la economía local. Por otro lado, al tratarse de una industria pesada, pueden surgir reticencias por parte de población
local o de organizaciones ecologistas.

Desde una perspectiva global, estos y otros muchos desafíos –al igual que los del resto de sectores de la economía-
se encuentran enmarcados en una de las iniciativas globales más relevantes en el ámbito de la sostenibilidad: los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. A pesar de que su principal propósito está dirigido a
la activación de las agendas de las administraciones públicas en materia de desarrollo sostenible a 2030, el papel de
la empresa es absolutamente necesario para su consecución.

A continuación, se muestra la relación inherente entre el sector cementero y los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
a través de su cadena de valor. Existen 4 objetivos que son transversales y estratégicos para todas las fases de la
cadena (ODS9. Industria, Innovación e Infraestructura; ODS11. Ciudades y Comunidades Sostenibles; ODS12. Pro-
ducción y consumo responsables y ODS13. Acción por el clima) y otros que son más específicos a cada una de ellas.

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El impacto sobre la biodiversidad
La pérdida de biodiversidad es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la Tierra y la humanidad. El Índice
Planeta Vivo 2016, elaborado por la organización ecologista WWF, ha revelado que la biodiversidad mundial se ha
reducido en un 58% entre 1970 y 2012 debido a las actividades humanas, previéndose una disminución de hasta un
67% hasta 2020.

El sector cementero, dados los efectos de sus actividades sobre el medio natural, ha entendido y aceptado el desafío
de la pérdida de diversidad biológica y supone un ejemplo para otros sectores que impactan sobre el medio ambiente.

Más del 55% de las empresas cementeras cuenta con un compromiso formal con la biodiversidad.

La inversión en proyectos vinculados específicamente a biodiversidad supone un 14% del total de la inversión en
medio ambiente

En cada cantera se han restaurado 140 ha de media desde el inicio de la actividad

Un 67% de las empresas colabora en proyectos de biodiversidad con Universidades, ONG`s y otros grupos de interés

Los tipos de restauraciones más frecuentes son: la creación de bosques naturales, la recuperación de hábitats natu-
rales, la agricultura tradicional o la creación de ecosistemas acuáticos.

Extracción de recursos naturales


A nivel global, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta nuestro planeta es la creciente explosión demográ-
fica. La perspectiva es que en los próximos 40 años la población se incremente en un 50% respecto a 2009, alcan-
zándose los 9.100 millones de habitantes en 2050.

Este aumento poblacional tendrá numerosas consecuencias entre las que la necesidad de mayor extracción de re-
cursos naturales será predominante. Según Naciones Unidas, se espera que el 70% de la población mundial viva en
áreas urbanas en apenas 30 años, por lo que este último punto afecta de manera directa al sector de la construcción
y subsidiariamente, al sector cementero que, como se ha mencionado anteriormente, requiere de materias primas
como la caliza o la arcilla para el proceso productivo.

En 2016 se consumieron 31,8 millones de toneladas de materias primas para fabricar cemento; un 4,5% procedía de
residuos o subproductos industriales, equivalente a 21 estadios de fútbol llenos de residuos destinados a vertederos
y equivalente a evitar la explotación de recursos naturales en una cantera tipo durante casi 2 años de operación.

Dado que las materias primas son cada vez más escasas y que la economía continuará en permanente expansión,
parece claro que un modelo de producción lineal, como el actual, no tendrá continuidad. Por ello ha resurgido como
tendencia el concepto de economía circular. Un concepto en el que el valor de los productos, componentes y mate-
riales se mantienen en el ciclo productivo durante el mayor tiempo posible a niveles de máxima utilidad y en el que la
generación de residuos se reduce al mínimo. El sector de la construcción y la demolición se ha identificado, además,
como uno de los cinco sectores prioritarios para la Comisión Europea en materia de economía circular. Adicionalmen-
te la Comisión Europea publicó en enero de 2017 una Comunicación sobre el papel de la valorización energética en la
economía circular: “The role of waste-to-energy in the circular economy” donde se hace una mención directa al papel
que juega la industria del cemento en la economía circular.

El sector cementero tiene, por tanto, a su disposición muchas oportunidades asociadas a la economía circular que
permitan dar respuesta a un reto de este calibre.

El cambio climático, el reto global


El Acuerdo de París supuso la demostración global de la magnitud del reto del cambio climático, estableciéndose
objetivos ambiciosos para la reducción de las emisiones de GEI globales y limitar el aumento de la temperatura en
menos de 2ºC.

La industria cementera es un gran emisor de GEI debido principalmente a los elevados consumos energéticos y
al proceso de transformación de la piedra caliza (descarbonatación). Desde hace años, el sector cementero está

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trabajando en soluciones innovadoras que reduzcan su impacto ambiental, así como desarrollando productos más
sostenibles y que mitigan los efectos del cambio climático.

Por ejemplo, el creciente uso de combustibles alternativos tiene un impacto positivo inmediato sobre la huella de
carbono del sector. Más del 20% de los combustibles utilizados por la industria cementera en España es biomasa,
como es el caso de las harinas animales y los lodos de depuradora. Adicionalmente, se utilizan otros combustibles al-
ternativos que contienen un alto porcentaje de biomasa, incluyendo fracciones de madera, celulosa o caucho natural.

En 2016, la industria cementera utilizó más de 787.000 toneladas de combustibles recuperados, un 25% de la energía
consumida por los hornos de clínker, equivalente a 394.000 toneladas de petróleo. Esta sustitución de combustible
fósil por otros alternativos supone una disminución del 11% de CO2 en combustión respecto a 1990. Esto supone
690.000 t de CO2 evitadas, lo equivalente a lo capturado por 136.000 hectáreas arboladas, aproximadamente el 0,3%
de la superficie de España.

Ciudades más sostenibles: perspectiva social y ambiental


Una ciudad sostenible no es únicamente una ciudad más verde o más eficiente energéticamente, sino también una
ciudad resiliente, capaz de adaptarse a los cambios globales, favorecer la calidad de vida de sus habitantes y cuya
planificación y gestión permita que esta perspectiva se tenga en cuenta.

El sector cementero tiene mucho que decir y hacer para dar respuesta a los desafíos a los que se enfrentan las ciu-
dades del futuro. Por un lado, el hormigón es un material con una serie de características específicas (resistencia y
durabilidad, versatilidad, bajo mantenimiento, efecto albedo, etc.) muy útiles para incrementar la sostenibilidad de las
ciudades, teniendo un papel esencial en la cadena de valor de la construcción de infraestructura y edificación.

El programa de medio ambiente de Naciones Unidas (UNEP), apunta que entre el 80 y el 90% de los impactos am-
bientales de un edificio suceden durante su fase de uso. Entre el 8 y el 12% son producidos durante la fase de cons-
trucción. Solamente el 2 o 3% de los impactos son debidos a los materiales.

Según datos del Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones (IECA), un edificio con contorno de hormigón aho-
rra hasta el 70% del consumo de energía de climatización. Los pavimentos de hormigón suponen un ahorro de hasta
el 6,7% del consumo de combustible de los camiones.

Por otro lado, a nivel social, la industria del cemento aporta una fuente estable y duradera de empleo a las zonas
de baja densidad de población (como las zonas rurales), actuando como un contrapeso a la tendencia global de po-
larización urbana. Además, la implicación a largo plazo con las comunidades locales es una seña de identidad del
sector. Así, la edad media de una fábrica de cemento en nuestro país es de 80 años y 7 de las 33 fábricas integrales
de cemento operativas tienen más de 100 años.

El agua, un recurso escaso


Entre los recursos naturales, el agua es el más empleado a nivel global y su gestión es uno de los mayores desafíos
en sostenibilidad. A día de hoy, la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y según Naciones
Unidas, se espera que, para 2050, al menos una de cada cuatro personas probablemente viva en un país afectado
por escasez crónica y retirada de agua dulce.

En España, el estrés hídrico se sitúa entre los más elevados de la Unión Europea. Además, el clima mediterráneo
seco y semiárido, en el que se sitúan algunas regiones de España, es el escenario más vulnerable a los efectos del
cambio climático.

El agua en el sector cementero puede analizarse desde dos perspectivas. Por un lado, los materiales derivados del
sector que se emplean en el desarrollo de infraestructuras que permiten el abastecimiento y el saneamiento del agua
(canalizaciones, instalaciones de depuración, embalses, etc.), imprescindibles para hacer llegar el agua potable a la
población mundial y mejorar su calidad de vida. Por ejemplo, en el caso de España, se estima que es necesario cons-
truir nuevas depuradoras que sean capaces de atender a las necesidades de 12 millones de habitantes equivalentes.

Por otro lado, el sector no es intensivo en lo que respecta al consumo de agua. El 100% de las fábricas de cemento
de España cuentan con un proceso de producción por vía seca, limitándose el uso del agua a actividades auxiliares

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(limpieza, refrigeración…), sistemas de control de emisiones, etc. Además, no se producen vertidos de aguas indus-
triales ya que el agua utilizada se vuelve a recircular en el proceso.

No obstante, el reto asociado a la escasez del agua en España y el hecho de que el consumo de este recurso en la
cadena de valor del cemento sea un factor relevante (supone en torno al 6% de las mezclas de hormigón) hace que
la sensibilidad del sector al reto del agua esté aumentando progresivamente.

Las palancas de tracción sobre la demanda


La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un elemento de toma de decisión y es positivamente valorado
por los diferentes grupos de interés dentro de la cadena de valor del cemento.

Los inversores, por una parte, han ido integrando de manera creciente criterios ASG (ambientales, sociales y de buen
gobierno) a la hora de seleccionar sus inversiones. En este sentido, la sostenibilidad supone un criterio cualitativo
para la selección de activos.

Las Administraciones Públicas, por su parte, avanzan paulatinamente hacia la integración de criterios sociales y am-
bientales en las compras públicas a nivel local, regional y nacional. Con la trasposición de la Directiva Europea de
Compras Públicas en la Ley de Contratos del Sector Público -aún en proyecto de ley- se está buscando impulsar la
transparencia en la contratación pública, conseguir una mejor relación calidad-precio y e incluir cláusulas relaciona-
das con aspectos ambientales, sociales y de innovación en las licitaciones.

Las compras públicas suponen un 16% del PIB en Europa y son el agente principal en el desarrollo de infraestruc-
turas, por lo que este desarrollo tiene importantes consecuencias en la demanda de materiales de construcción. Por
este motivo, la citada Directiva Europea hace referencia expresa señalando que, “para los proyectos de construcción
del sector público y concursos de diseño, los estados miembros pueden exigir el uso de herramientas especiales,
tales como son las herramientas de modelado de información de construcción o similares”.

4. CONCLUSIONES:
La primera fábrica de cemento de nuestro país data del año 1.898. Esta industria lleva más de cien años contribuyen-
do al desarrollo económico y social de las comunidades en las que opera, y tiene incontables ejemplos de acciones
de compromiso con su entorno, mucho antes de que se acuñase en los últimos años el término de “Responsabilidad
Social Empresarial”. La realización de este observatorio, en un momento en el que la industria empieza a recuperarse
poco a poco de la peor crisis económica de su historia, pone de manifiesto el compromiso a largo plazo de la industria
del cemento con la RSE. La batería de indicadores que figura en la tabla 1 cubren los aspectos económicos, sociales,
ambientales y de buen gobierno, resume y cuantifica la contribución de nuestra industria a la RSC.

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Tabla 1 Indicadores de RSE para el sector cementero
  DATO 2014 DATO 2016
INDICADORES ECONÓMICOS    
1. Producción de cemento + exportación de clínker (t) 19.532.796 19.703.658
2. Sistemas de gestión de la calidad (% fábricas certificadas) 89% 89%
3. Valor añadido bruto (millones de €) 515,7 538,5
4. Empleo directo (nº empleos) 4.139 4.255
5. Empleo indirecto (nº empleos) 11.589 11.914
6. Contratación indefinida (%) 95% 94%
INDICADORES SOCIALES
7. Índice de frecuencia de accidentes con incapacidad temporal 6,35 7,78
8. Sistemas de gestión de la salud y seguridad en el lugar de trabajo
60% 66,7%
(% fábricas certificadas OSHAS 18001)
9. Inversión en la comunidad: Patrocinio y Mecenazgo.
1.800.000 € 1.649.341 €
Colaboración con entidades sociales (€)
10. Horas de formación anuales 121.230 142.910
11. Mujeres empleadas (%) n.d. 13%
INDICADORES AMBIENTALES
12. Emisiones de CO2 por tonelada de producto (t de CO2 / t clínker) 0,828 0,829
13. Emisiones de NOx por tonelada de producto (kg/ t clínker) 1,94 1,79
14. Emisiones de partículas por tonelada de producto (kg/ t clínker) 0,028 0,025
15. Uso de combustibles alternativos (%) 23,1% 25,0%
16. Consumo de energía térmica por tonelada de clínker (MJ/t clínker) 3.710 3.735
17. Sistemas de gestión ambiental (% fábricas certificadas) 100% 100%
18. Inversión en mejora y protección del medio ambiente (€) n.d. 29.578.287 €
19. Área total de cantera restaurada (ha)d n.d. 1.579,91
20. Consumo medio de agua por tonelada de cemento producida (litros) n.d. 270
INDICADORES DE BUEN GOBIERNO
21. Adhesión a iniciativas externas de RSE (%) 70% 67%
22. Compromiso del máximo responsable en RSE (política/estrategia RSE) (%) 60% 89%
23. Publicación de memorias de sostenibilidad / RSE (%) 50%c 56%
24. Integración de la función de RSE en el organigrama (%) 60% 89%

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5. BIBLIOGRAFÍA:

• European Commission DG Environment News Alert Service, edited by SCU, The University of the West of England,
Bristol. (2015). Science for Environment Policy
• Forética. (2014) La senda de la Biodiversidad. Madrid: Forética
• Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2016). Objetivos de desarrollo sostenible. Obtenido en sep-
tiembre de 2017 de http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
• Tenorio, J.A., Vega, L., Turmo, J., Burón, M., Alarcón, A., Martín-Consuegra, F., Burón, A., D’Andrea, R. (2010).
Los requisitos del Código Técnico de la Edificación. Eficiencia energética e incremento de la sostenibilidad. Aplica-
ción a los edificios de hormigón. Revista Técnica CEMENTO HORMIGÓN, 937, 60-81
• United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2015). World Population Pros-
pects: The 2015 Revision, Key Findings and Advance Tables. Working Paper No. ESA/P/WP.241.
• WBCSD. (2010) Vision 2050: The New Agenda for Business. Geneva: World Business Council for Sustainable
Development
• WWF. (2016). Informe Planeta Vivo 2016. Riesgo y resiliencia en el Antropoceno. WWW International, Gland, Suiza.

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384
ANÁLISIS MULTICRITERIO RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
EN GRAN MINERÍA DEL COBRE EN CHILE.
Muñoz, Angélica Patricia a; Vargas, Juan Pablo a
a Universidad de Santiago de Chile, Avenida Libertador Bernardo O´Higgins 3363, Estación Central, Santiago Chile,
email: juan.vargas@usach.cl

PALABRAS CLAVE: RSC, Minería, Sustentabilidad, Cobre.

1. INTRODUCCIÓN
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se define como la contribución voluntaria y activa que realiza una cor-
poración para el mejoramiento social, económico y ambiental.

Considerando que, la gran minería del cobre ha tenido y seguirá teniendo un peso importante en PIB (Producto In-
terno Bruto) de Chile, con un 13% de participación en PIB Minero, posicionando a esta industria como la de mayor
influencia en el crecimiento económico y social del país. Por lo anterior, esta industria genera externalidades que
afectan a los entornos tanto ambientales como a las comunidades y personas en particular.

Es por lo anterior que, para realizar un análisis, desde una perspectiva Multicriterio de la Responsabilidad Social Cor-
porativa en la gran minería del Cobre, teniendo en cuenta que es un polo de desarrollo de esta actividad, ya que se
concentran gran cantidad de proyectos de estas características.

2. METODOLOGÍA UTILIZADA
La metodología utilizada para este estudio será el de “Estudio de Casos” (Bonache, 1998) y análisis de datos
entregados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Con esto se tratará de evidenciar que la minería es importante para el desarrollo económico, a partir de las conside-
raciones de la comunidad en torno a las expectativas de distribución responsable de los beneficios.

Además considerando la misma metodología, se pretende mostrar el estado del arte de la RSC en Chile, en relación
a la industria minera. Esto cobra vital importancia debido a que en nuestro país no se ha evidenciado una actividad
colaborativa entre las comunidades y las corporaciones mineras que operan.

3. LA INDUSTRÍA MINERA EN CHILE, MODELO DE NEGOCIOS.


La industria minera en Chile, se caracteriza principalmente por la explotación de minerales de cobre mediante minería
a cielo abierto y minería subterránea, siendo Chile el principal país productor del metal rojo, con un 30% de la pro-
ducción mundial (Cochilco, 2017 a).

Por otro lado, Chile ha logrado una eficiencia laborar, que lo hace competir con países desarrollados, ya que se
encuentra en el 3er puesto, después de Estados Unidos y Canadá, y sobre Australia (Cochilco, 2017 a). Este es un
factor importante al considerar la competitividad de esta industria a nivel mundial. Lo anterior también conlleva a que
Chile se encuentre entre los tres primeros puestos de rendimiento de mano de obra por tonelada de cobre fino produ-
cida, solo superada por Australia y Estados Unidos (Cochilco, 2017 a).

Es así, como el cobre ha sido considerado como “la viga maestra” del desarrollo económico chileno, y También suele
llamarse “el sueldo de Chile”. Podría decirse que el cobre ha desempeñado en el siglo XX un rol fundamental en el
nivel de ingreso per cápita alcanzado por Chile (Cochilco, 2013).

La demanda mundial de cobre fino para el año 2017 se prevé cercano a 23,6 millones de toneladas, representando
un crecimiento de 1,5% con respecto al año anterior, y Chile prevé alcanzar una producción de 5,6 millones de tone-
ladas de cobre, con un crecimiento con respecto al año anterior de 0,8% (Cochilco, 2017 b). Lo anterior, evidencia

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que la minería en Chile no crecerá al mismo nivel de la demanda mundial, pero seguirá teniendo una participación de
aproximadamente 23,7% en la oferta.

Según Newbold (2003), para el caso de la Región de Antofagasta, esta depende casi exclusivamente de la actividad
minera la cual es responsable de un 30% de las exportaciones del país, si bien esto ha traído beneficios a la región,
también ha generado algunas problemáticas las cuales se han abordado a través de nuevas leyes y reglamentos. Sin
embargo, los problemas humanos son un desafío aún mayor.

Muchas ciudades mineras fueron abandonadas con consecuencias devastadoras. El desafío ahora es proteger la
región y las personas de una reiteración de los efectos sociales y económicos, frente a la naturaleza fluctuante de
dicha industria.

En este contexto, los pasivos sociales, ambientales y económicos, que han acompañado a la minería a lo largo de la
historia se multiplican, pese a la modernización de los procesos, como consecuencia de ello, surge una preocupación
cada vez mayor por determinar quién debe pagar el precio de la sobreexplotación de los recursos minerales e hídri-
cos; el aumento de la contaminación-en proporción directa al incremento de la producción-, y de los desplazamientos
de la población.

Esta industria, se caracteriza por altas inversiones y extensos períodos de tiempo para realizar estudios iniciales
de prospección a fin de determinar la viabilidad económica que puede llegar a tener un potencial yacimiento. En tal
escenario, considerando los montos de inversión asociados, las empresas tienen como objetivo estratégico extender
el máximo posible la existencia de la mina, lo cual se traduce en extender la vida útil de la misma, en tanto busca
permanecer durante un largo periodo en el lugar de operación donde se encuentra el yacimiento, a fin de justificar las
altas inversiones en infraestructura y estudios técnicos y hacer que sea un negocio viable en el largo plazo.

La minería a diferencia de la mayoría de la industria productiva, posee algunas características que en su conjunto la
distinguen:

1.- Intervención; en zonas donde opera


2.- Tiempo; extenso
3.- Recursos No Renovables
4.- Geográficamente Estático
5.- Construcción de curva oferta en base a costos
6.- Incertidumbre en la calidad y cantidad de la materia prima.

Dadas las características del modelo de negocio que rige a la minería, y considerando los aspectos antes menciona-
dos, se hace indispensable para sostener la actividad en el tiempo, preocuparse de la RSC.

4. RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA (RSC) EN MINERÍA


La Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial, tiene un sinnúmero de definiciones, considerando sus 5 dimen-
siones; relación de partes, económicas, voluntariedad, medio ambiente y social (Dahlsrud, 2008).

En consideración al trabajo desarrollado por Dahlsrud (2008) se ha estimado utilizar la definición efectuada por el
Gobierno del Reino Unido en el año 2001, ya que tiene las 5 dimensiones expresadas por Carroll & Shabana (2010),
donde se reconoce que los intereses comerciales de las corporaciones privadas requieren administrar y gestionar su
impacto en la sociedad y en el medio ambiente en el sentido más amplio. Lo anterior requiere que se establezca un
diálogo activo entre las partes interesadas, siendo estos; clientes, inversionistas, empleados, proveedores y la comu-
nidad. La RSC va más allá de las obligaciones legales, considerando siempre un compromiso voluntario liderado por
las corporaciones privadas, dando prioridad a las características del negocio, así como factores sectoriales y locales.

De esta última expresión, es que vemos la necesidad de trabajar en el concepto específico de “Responsabilidad So-
cial Corporativa en Minería” ya que las características del sector productivo lo hacen de una complejidad importante
en las 5 dimensiones expresadas por Dahlsrud (2008) & Carroll & Shabana (2010).

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Si analizamos las características antes señaladas, es posible ver la necesidad de generar parámetros de multicriterio
para poder analizar si la industria minera es responsable socialmente, bajo los criterios definidos por Carroll & Sha-
bana (2010).

¿Por qué debería la minería aplicar RSC? Quizás esta pregunta sea casi evidente, pero es necesario poder analizarlo
más detalladamente.

La minería, como vemos en los principales puntos que la distinguen, es geográficamente estática, lo que nos indica
que en el lugar donde se encuentran las reservas explotables, es el lugar físico donde se desarrollará la actividad,
es por los anterior que no es posible cambiarse si existen problemas con los “vecinos” es más, debemos lograr una
convivencia adecuada, para que todos los actores que se encuentran geográficamente unidos puedan convivir.

En Chile, si bien es una problemática en ascenso, no ha impedido, hasta ahora, la explotación de recursos, pero
esto no es garantía que en el futuro esto no ocurra. Junto con lo anterior, es necesario revisar los casos de estudios
en países vecinos, como Perú, donde hoy es un inconveniente, tanto para las empresas productoras como para las
comunidades aledañas, esto ha sido evidenciado por Bebbington et a. (2008) y Bury (2005).

Ahora bien, porque estas características son tan relevantes al minuto de analizar el RSC en minería. Ser geográfi-
camente estático hace que las comunidades y la industria deban convivir obligadamente, por los cual no hay otra
salida para la minería que tener una buena relación a largo plazo con las comunidades. En Chile, muchas mineras
han incentivado políticas orientadas a mejorar y hacer de largo plazo las buenas relaciones con las comunidades,
por ejemplo, Codelco (Corporación Nacional del Cobre) ha generado políticas orientadas a una buena relación con
la comunidad, conocidas como “Programa Codelco Buen Vecino” (Codelco, 2017), estos no han sido los únicos en
generar políticas de buena convivencia, en la cual procura hacerse responsable de su relación con la comunidad.
Hoy en día esta relación no está referida solo a una buena convivencia, sino también a un involucramiento con el
desarrollo social y económico de la comunidad aledaña.

Por otra parte, sabemos que la minería hace una intervención en las zonas donde opera, esto de la mano con la rela-
ción geográfica con las comunidades hace más necesaria mantener una buena relación, junto además con lo extenso
que pueda ser la explotación. Pero lo anterior tiene una doble lectura, ya que, al ser un recurso natural no renovable,
al acabarse el recurso quedarán solamente los indicios de una explotación minera.

Es además sabido que la explotación de recursos naturales no renovables, pueden traer bonanza o pobreza a las
zonas en que se realizan, es así como Sachs & Warner (2001) expresan una relación entre estos recursos y una
maldición, que no permite tener un desarrollo social y económico sustentable en el tiempo.

Considerando que la minería tiene un modelo de consumo de recursos, que puede extender por años las explotacio-
nes, esto viene de la mano con las condiciones cambiantes del mercado y la aparición de nuevas tecnologías, que
a la vista siempre extienden la vida útil de los yacimientos, lo anterior hace necesario generar una relación de largo
plazo con las comunidades.

Como hemos visto, RSC en minería es una necesidad imperiosa para que las compañías mineras puedan operar y las
comunidades no sean sometidas frente a una actividad tan intensiva con el medio ambiente y con todo a su alrededor.

5. ESTUDIO DE CASO – SIERRA GORDA.


La localidad de Sierra Gorda, ubicada en la Comuna de Sierra Gorda de la Región de Antofagasta en Chile, es una
zona en la donde existe una concentración megaproyectos de extracción de cobre, los que se individualizan en:

Sierra Gorda, KGHM INTERNATIONAL LTD. [KGHM International Ltd (55%), Sumitomo Metal Mining (31,5%) y Su-
mitomo Corporation (13,5%)].

Proyecto Centinela (Antofagasta Minerals)

Minera Gaby (Codelco Chile)

Spence (BHP Billiton)

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Según Cochilco, la producción de cobre fino de Chile para el año 2016 fue de 5.552,6 kMT, si consideramos la produc-
ción de los proyectos ya mencionados, ubicados en Sierra Gorda, este fue de 567,6 kMT lo que equivale al 10,22%
de la producción chilena, por otro lado, si tomamos la producción mundial de cobre fino para el mismo periodo que
fue de 20.719,9 kMT, la localidad de Sierra Gorda tiene el 2,74% de la producción mundial.

Es por lo anterior que la localidad de Sierra Gorda tiene una gran importancia para el desarrollo del negocio minero,
pero también al momento de analizar la RSC en minería. Para lo anterior utilizaremos el Estudio de Caso como es-
trategia de construcción teórica con el método de entrevistas y la metodología cualitativa de preguntas abiertas en
muestras reducidas (Bonache, 1998).

Sierra Gorda es una localidad, dentro de la comuna de Sierra Gorda, que cuenta con aproximadamente 700 habitan-
tes, con la participación de 4 empresas mineras activas en la zona, previamente identificadas, que materializan una
inversión total de US$ 9.200 millones, se espera además en los próximos 6 a 8 años una inversión aproximada de
US$ 9.600 millones en proyectos de expansión (Ministerio de Economía, 2017).

Como hipótesis de nuestro planteamiento, tenemos: El desarrollo sustentable transicional según Han Onn & Woodley
(2014) tiene como pilar la RSC, lo que aseguraría las buenas relacones entre los agentes involucrados, particular-
mente empresa, comunidad y gobierno.

Han Onn & Woodley (2014) definen desarrollo sustentable transicional como aquel que se centra en la distribución in-
tergeneracional de beneficios para la sociedad y el medio ambiente, incluso después de que cese la actividad minera.

Como caso de éxito, podemos tomar la interacción de las empresas mineras presentes en la localidad de Sierra Gor-
da, la comunidad y el gobierno local, lo que se materializa en una mesa de diálogo conocida como “Mesa del Buen
Vecino” (Consejo Minero, 2015).

El primer objetivo de la instancia antes mencionada, fue tener acercamiento con dirigentes y organizaciones sociales
de la localidad de Sierra Gorda, a fin de establecer un programa de apoyo a la comunidad en materia de medio am-
biente, y así mejorar la calidad de vida de los vecinos.

De las entrevistas efectuadas según Bonache (1998) se pudo ver que la instancia “Mesa de Buen Vecino” es un caso
de éxito que cuenta ya con 14 años, y ha logrado sistematizar e institucionalizar una relación, entre las comunidades,
los municipios y las empresas que operan en la zona.

Esta interacción opera bajo el formato de una reunión de trabajo de carácter formal donde asisten representantes de
los tres estamentos, en particular las empresas nombran un representante bajo el cargo de, en el caso de Codelco,
Director de Sustentabilidad, y otras empresas nombran un encargado bajo el cargo de Encargado de Comunicaciones
o Superintendente de Comunicaciones y Asuntos Públicos.

Es en esta instancia donde se trabaja en desarrollar un plan de trabajo con proyectos en específico, a través de los
representantes de cada empresa involucrada, sus integrantes, todos con derecho a voz y a voto se reúnen men-
sualmente. Los acuerdos, que de esta instancia resulten, todos en materia de compromiso con el bienestar de la
comunidad, quedan consignados en documento que debe ser presentado al Servicio de Estudio Ambiental regional
SEA, el cual opera bajo la Ley 19.300 (Biblioteca el Congreso Nacional de Chile, 2016), la cual establece que todo
proyecto nuevo debe ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) presentando; Una Declaración
de Impacto Ambiental (DIA), en el caso de que la faena tenga un beneficio igual o menor a 5.000 toneladas métricas
mensuales de mineral, o Un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en caso que su beneficio sea mayor a 5.000 tone-
ladas métricas mensuales.

Ya sea mediante una DIA o un EIA, las empresas mineras adquieren compromisos ambientales con el Estado. Entre
ellos, se encuentran aquellos concernientes a la etapa de cierre de la faena Ley 20.551 (Biblioteca del Congreso Na-
cional Chile, 2015), tales como monitoreo de aguas, suelos, calidad de aire, revegetación, y otros.

Con todo, las empresas requieren, para poder ejecutar sus proyectos el pronunciamiento de dicha instancia de go-
bierno, la cual se materializa con la emisión de una Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Es en esta instancia
donde la “Mesa del Buen Vecino”, a través de la Municipalidad de la localidad, tiene la potestad de presentar obje-

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ciones al Servicio de Impacto Ambiental (SEA) a través de Oficios, los cuales pueden implicar la demora o incluso
la negación de la emisión de dicha resolución, en el caso de que las empresas no cumplan con los compromisos
acordados en las instancias de reuniones.

En la Figura 1 se muestra un diagrama de flujo que da cuenta de la forma en que procede y se coordina la actividad
de aprobación de una RCA para proyectos nuevos en Sierra Gorda.

EVALUACIÓN PROYECTO DE INVERSIÓN MINERO PARA EMISIÓN DE UNA RCA


RELACIÓN COMUNIDAD –EMPRESA – GOBIERNO

Empresa

DIMENSIONES

Dimensión Relación con la Comunidad


Comunidad
Mesas de dialogo
Gobierno – Comunidad - Empresa

Dimensión SEIA Ley 19.300 Rechazo


Medio DIA - EIA
Ambiente Aceptación

SERNAGEOMIN
R.C.A. Plan de cierre Ley 20.551 Inversión

Dimensión
Económica Perfil Pre-Factibilidad Factibilidad

Estudio de Factibilidad
Fin Proyecto

Figura 1- Evaluación Proyecto de Inversión Minero para Emisión de una RCS.

Según las entrevistas realizadas, a dirigentes comunales y profesionales residentes en la zona, esta instancia ha
mejorado la calidad de la comunicación y por consiguiente los acuerdos entre los vecinos, las empresas y el gobierno
local de Sierra Gorda, generando una conciencia de convivencia con la industria minera, donde prevalece el con-
vencimiento de que, la sostenibilidad de esta actividad va de la mano con su progreso y la férrea voluntad de verse
beneficiados todos por esta actividad.

6. CONCLUSIONES
Los resultados de este estudio muestran que las dimensiones expresadas por Carroll & Shabana (2010), respecto del
concepto de Responsabilidad Social Corporativa, donde se reconoce que los intereses comerciales de las corporacio-
nes privadas requieren administrar y gestionar su impacto en la sociedad y en el medio ambiente en el sentido más
amplio. Particularmente en la dimensión abordada por este estudio, “Comunidad”, se evidencia que la sustentabilidad
de un proyecto minero, dadas sus características, anteriormente detalladas, requiere como factor crítico de éxito el
considerar que, la RSC tiene un rol fundamental. En este sentido, el contar con instancias formales de dialogo entre
las partes involucradas, y un compromiso más allá del cumplimiento de las obligaciones legales es una de las claves
para la continuidad del negocio en el sentido más amplio del concepto de sostenibilidad transicional, la cual se centra
en la distribución intergeneracional de beneficios para la sociedad y el medio ambiente, incluso después de que cese
la actividad minera.

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y Recursos Minerales
7. BIBLIOGRAFÍA
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392
EXPERIENCIAS PRÁCTICAS EN SEGURIDAD Y FORMACIÓN EN MINERÍA
METÁLICA. MINA DE AGUABLANCA.

Garcia, Antónioa, Franco dos Santos, Maximinob, Contreras, Víctorc


a EPOS – Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A., Lagoas Park, Edifício2, Porto Salvo, Portugal, ajg@
epos.pt; b EPOS – Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A., Lagoas Park, Edifício2, Porto Salvo, Portugal,
mfs@epos.pt; c EPOS - Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A. Sucursal en España, Avda. Alberto Alco-
cer, N.º 24, Planta 7, Madrid, España, vcc@epos.pt

RESUMEN: EPOS - Empresa Portuguesa de Obras Subterráneas, S.A. es una empresa líder en la ejecución de
grandes contratos de trabajos subterráneos de la mas diversa índole, y poseedora de amplia experiencia en este tipo
de obras. El presente artículo viene a ilustrar la forma en que EPOS ha enmarcado e implementado la formación y
el desarrollo de competencias de los trabajadores afectos a la empresa en la Mina de Aguablanca (Badajoz), como
medio de prevención de riesgos, potenciando de esta forma que la siniestralidad laboral de la obra en cuestión, la cual
es de elevada complejidad y de alto riesgo, ha sido reducida a valores que pueden ser considerados de excelencia.

PALABRAS CLAVE: Formación; Competencias; Prevención; Seguridad, Subterráneo.

1. INTRODUCCIÓN
EPOS – Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A. es una empresa especialista y líder en la ejecución de
grandes contratos subterráneos, con amplia experiencia en obras realizadas en distintos países.

Presenta como puntos fuertes, entre otros:

• Elevada tecnología en los medios de producción;


• Equipos especializados y multidisciplinares;
• Amplia gama de maquinaria, equipos y soluciones técnicas;
• Sistema de Gestión Integrada con certificaciones ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001 e NP 4457;
• Experiencia de mas de 30 años;
• Implantaçión internacional.

Fundada en 1986, EPOS reafirma su confianza en el futuro, reforzando su liderazgo a través de una apuesta perma-
nente por la calidad, la seguridad, la vanguardia tecnológica, el respeto por el medio ambiente y por la responsibilidad
social, así como una mejora continua de su rentabilidad, garantía de satisfacción de clientes, accionistas e inversores.

En su experiencia acumulada de mas de 30 años, EPOS presenta hoy trabajos realizados en Portugal, España,
Argelia, Venezuela y Perú, y cuenta con presencia también en Brasil y Colombia. Aporta un equipo de profesionales
perfectamente cualificados, que une los medios técnicos mas modernos, con una larga experiencia, haciendo de
EPOS hoy, una referencia reconocida en el mercado.

A lo largo de mas de tres décadas de experiencia en los más variados tipos de trabajos subterráneos, EPOS se ha
ido adaptando a la creciente complejidad y exigencia técnica de las diferentes obras. La constante preocupación por
la mejora en las condiciones de seguridad y de calidad de las empresas, ha llevado a EPOS a mantener un papel
siempre activo en el desarrollo de nuevas técnicas y soluciones capaces de mejorar el desempeño de la actividad en
estas dos vertientes tan sensibles.

Hoy, EPOS es reconocida por la elevada tecnología de sus medios de producción, tanto humanos como
de la maquinaria y de las técnicas de construcción utilizadas, que se hace patente en la calidad de sus obras.
De entre sus principales logros, destaca una permanencia continua durante mas de tres décadas en contratos de
desarrollo minero. En este sector, EPOS ha excavado cientos de kilómetros de galerías y túneles, además de la eje-
cución de otras obras relevantes, entre las que destaca la construcción de un pozo minero de 630 m de profundidad.
Su cartera incluye la construcción de los túneles ferroviarios y carreteros mas importantes de Portugal. Asimismo,

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EPOS está presente en el campo de la obra subterránea hidráulica, a través de múltiples intervenciones realizadas
en proyectos de aprovechamiento hidráulico e hidroeléctrico.

La diversidad de obras realizadas a lo largo de su existencia, motivo la creación de áreas complementarias de nego-
cio, capaces de abastecer tanto a la producción de la propia EPOS, como de atender a otras solicitudes del mercado.

EPOS asume como valores aquellos por los que se rige la actividad del Grupo Teixeira Duarte, en el que está inte-
grado. Estos valores – Ingenio, Verdad y Compromiso -, configuran el modo de actuar de la empresa y el de todos
sus trabajadores, caracterizando su relación con todas las partes implicadas y constituyendo las bases de su Código
de Conducta.

Como consecuencia de la aplicación de estos principios, EPOS fundamenta su actividad en la solidez de las bases
que, desde siempre, orientan el desarrollo de su proyecto empresarial:

EXPERIENCIA, potenciando el capital de conocimiento adquirido a lo largo de 30 años;

CALIDAD, buscando la máxima satisfacción del Cliente a través de elevados patrones de competencia;

SEGURIDAD, con intransigencia absoluta ante cualquier factor de riesgo;

MEDIO AMBIENTE, a través de un riguroso cumplimiento de la normativa legal en cada caso;

COMPETÊNCIA, apostando por la permanente cualificación y actualización técnica de todos los trabajadores;

DESARROLLO SOSTENIBLE, produciendo de forma eficiente y éticamente responsable;

PROGRESO SOCIAL Y ECONÓMICO, atendiendo a las preocupaciones de desarrollo de las comunidades donde se
actúa y de sus trabajadores;

ESTABILIDAD, respetando su historia, y asociándola al futuro.

Estas referencias, que integran la cultura de EPOS desde su fundación, son responsables de sus principales ventajas
competitivas, base de su crecimiento pasado y futuro.

Para la empresa, la Gestión Integrada de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud, Investigación Desarrollo e
Innovación, teniendo como referencias los índices ISSO 9001, ISSO 14001, OHSAS 18001 y NP 4457, se entiende
como una forma de buscar sin descanso una mejora continua, estableciéndose una Política dirigida al cumplimiento
de los siguientes objetivos:

• Maximizar la satisfacción de los colaboradores, clientes accionistas y de las entidades con que se relaciona;
• Planificar, ejecutar, verificar y actuar eficientemente en todos los componentes de su actividad comercial, té-
cnica, de producción, administrativa, económica, financiera y social;
• Integrar el respeto por el medio ambiente y la gestión de los aspectos ambientales en todas sus actividades,
mejorando continuamente su comportamiento ambiental, actuando en la eliminación o minimización de sus
impactos;
• Promover la salud, proporcionando un ambiente de trabajo seguro y saludable a sus colaboradores, clientes,
subcontratistas, proveedores y visitantes, innovando en metodologías de planificación y de control operacio-
nal que promuevan la eliminación de todas las condiciones y actos inseguros inherentes a la ejecución de los
trabajos subterráneos;
• Profundizar en el desarrollo de las cualificaciones y competencias técnicas, relacionales y cognitivas de sus
colaboradores. La valorización del liderazgo, del compromiso y del conocimiento organizacional son condi-
ciones esenciales para la concienciación y concreción de la “estrategia EPOS”;
• Potenciar las actividades de investigación, desarrollo e innovación, desafiando la capacidad creativa de sus
trabajadores, el intercambio de conocimiento y la uniformidad de las mejores prácticas por todas las áreas de
intervención de EPOS;

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• Mantener y reforzar las relaciones de proximidad entre los trabajadores y la gerencia de la empresa, de forma
de enraizar el “Orgullo de ser de EPOS”.

2. ÁMBITO DE LOS TRABAJOS
El ámbito de los trabajos cubre el desarrollo horizontal, el desarrollo vertical y la explotación del cuerpo mineral sub-
terráneo de la Mina de Aguablanca, en un período de aproximadamente 40 meses.
 
Incluye:

El saneo mecánico y manual

La perforación, la carga, el sostenimiento, la aplicación de hormigón proyectado/gunita, colocación de malla electro


soldada, etc.

Remoción, carga y transporte del estéril y del mineral desde los frentes de trabajo.

El transporte del mineral desde los distintos subniveles de trabajo.

La instalación de cables para sostenimiento en las cámaras y ocasionalmente en el desarrollo

Raras veces la instalación de cuadros metálicos (cerchas).

El concepto de desarrollo en minería subterránea incluye la construcción de galerías a partir de una rampa principal
para acceder al mineral, creando múltiples frentes de trabajo en una fase temprana.

Tabla 1 – Datos principales del Proyecto


Item Descriptiono
Contrato EJECUCION DE LABORES MINERAS DE INTERIOR EN LA MINA DE “AGUABLANCA”
Modalidad CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE OBRAS
Cliente RIO NARCEA RECURSOS S.A.
Empresa contratista EPOS – Empresa Portuguesa de Obras Subterrâneas, S.A.- SUCURSAL EN ESPAÑA
Valor del contrato 57 Millones €
Firma del contrato 07 de Abril de 2015
Comienzo de los trabajos April 2015
Plazo de ejecución 40 meses

Los trabajos comenzaron en abril de 2015, y a finales de ese mismo año, se paralizaron por falta de DIA específica
para los trabajos de explotación por interior. Actualmente, aunque se ha resuelto el tema de la DIA, los trabajos siguen
detenidos.

Año 2015– Cantidades Excavación/Mineral/Sostenimiento          


Escavación en galería 2.980 m ~ 74.500 m3
Retirada de mineral 108.000 t ~ 36.000 m3
Transporte y aplicación de hormigón proyectado 5.900 m3      
Aplicação de bulones split-set y de resina 17.900 un      
Perforación e instalación de anclajes 5.500 m ~ 534 ud.

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Mano de Obra:

En 2015 había 155 personas, la mitad de ellas española y la otra mitad portuguesas. Los españoles eran casi todos
andaluces, de Huelva y Sevilla.

• Equipos Principales:
• Jumbos de Perforación; 7 unidades, Atlas Copco y Sandvik.
• Plataformas Elevadoras; 3 unidades, Normet Charmec
• Multicargadoras; 4 unidades, Manitou.
• Excavadoras Giratorias; 4 unidades, tipo Komatsu PW98.
• Palas Cargadoras; 3 unidades Volvo L 220
• Palas cargadoras tipo scooptam; 3 ud. LH 514 y TORO 1250.
• Dumpers; 15 unidades Volvo A40, Volvo A25/35.
• Robots proyección hormigón; 4 unidades, Sika PM 500 /Meyco Potenza.

3. PROBLEMÁTICA
La profundización y el progreso de las competencias de los trabajadores de EPOS, más que un imperati-
vo legal o un requisito de los clientes, se afrontan como un valor estratégico por parte de la organización.
Para el desarrollo de las cualificaciones y competencias técnicas, relacionales y cognitivas de sus traba-
jadores, la permanente puesta en valor del Capital Humano y del conocimiento de la organización es una
condición esencial para la concreción de los objetivos y estrategia de EPOS. De esta forma, se poten-
cia el aumento de la calidad del desempeño de los trabajadores y el aumento de la productividad y compe-
titividad de la empresa, con implicaciones directas en la calidad del producto final a disposición de los clientes.
El perfeccionamiento profesional de los trabajadores implica mejorar las competencias profesionales, actualizar los
conocimientos, ampliar la gama de actividades realizadas o el nivel correspondiente y, en general, responder a pro-
blemas y fallos de ejecución de los trabajos. Debe, por lo tanto, estar marcadamente orientado a la mejora de desem-
peño de las funciones ejercidas o a ejercer, por los trabajadores activos.
[1]

Sin embargo, Portugal generalmente se presenta como uno de los países de la UE donde las empresas realizan me-
nos formación, aunque se estima que el retorno de esta inversión es de aproximadamente 9% (Carneiro y Almeida,
2008), tanto o más positivo que el obtenido con la educación o la inversión física.(Budria, 2004). [2]

En el contrato en cuestión, había varias dificultades y limitaciones que surgieron desde el inicio del proyecto, a saber:

• Elevado número de contratación de mano de obra local;


• Plazo escaso para realizar el reclutamiento y selección de los trabajadores;
• Ausencia de mano de obra especializada para garantizar los standards de seguridad establecidos;
• Contratación de técnicos y supervisores de primera línea para llevar a cabo el contrato;
• Plazo de ejecución de la obra con poco o ningún margen de maniobra para paradas e interrupciones;
• En general, sociedad no demasiado preocupada con la prevención de riesgos laborales.

Sin embargo, a la vista de estas limitaciones, la dirección de EPOS tomó decisiones que resul-
taron decisivas para que el proyecto se desarrollara de la mejor manera y para que el proce-
so formativo tuviera el impacto deseado, especialmente en lo que se refiere a la prevención de riesgos.
Para ello, se necesitó el compromiso a todos los niveles en la Empresa de la importancia de las competencias indivi-
duales para la ejecución del contrato. También fue necesario un rigor y liderazgo efectivo del proceso de gestión de
la formación y desarrollo de competencias para la elaboración, aprobación e implementación del Plan de Formación,
Información, Sensibilización y Desarrollo de Competencias de los Trabajadores. En el caso de la construcción de un
equipo interno competente y experimentado para el ámbito de la formación, se ha de establecer el establecimiento
de reglas rigurosas para admisión de trabajadores en obra, de forma que se rentabilicen los recursos formativos al
máximo.

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Las principales premisas que determinaron el desarrollo del proyecto formativo fueron:

• Elaboración de Plan de Formación, Información, Sensibilización y Desarrollo de Competencias de los


Trabajadores ajustado a las necesidades y limitaciones del proyecto;
• Focus group definidos (en particular, operadores de equipos móviles de producción);
• Desarrollo de actividades formativas de carácter poco teórico y con gran protagonismo de las actividades
productivas;
• Seguimiento continuo de las actividades formativas;
• Evaluación del proceso formativo y de su transferencia a las actividades y lugares de trabajo.

A la vista de lo anteriormente explicado, se creó el Plan de Formación, Información, Sensibilización y Desarrollo de


Competencias de los Trabajadores, que, en general se desarrolló con recursos internos, basado en los siguientes
cursos, o temáticas formativas:

• Instrucción Técnica Complementaria 02.1.02 “Formación preventiva para el empleo del trabajo”, del Regla-
mento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, aprobada por la Orden ITC / 1316/2008, de 7 de
mayo;
• Curso Básico en Prevención de Riesgos Laborales - Recurso Preventivo;
• Primeros auxilios;
• Perfeccionamiento Conductores Operadores - Metodología de Trabajo (Equipos Móviles de Producción);
• Formación Práctica en Contexto de Trabajo (FPCT) - Conductor Manipulador Equipos Móviles de Producción;
• Tutoría - CM Equipos Móviles de Producción (formación / coaching en contexto de trabajo);
• Formación práctica conducción equipos industriales para operadores mantenimiento;
• Operador de Explosivos;
• Sensibilización para la Responsabilidad Social (SA 8000);
• Acciones de sensibilización / información específicas dirigidas a las actividades de prevención y de protección
contra riesgos profesionales;
• Formación específica por grupos de trabajadores y actividades a desarrollar;
• Charlas diarias / Reuniones de Seguridad.

Vamos a desarrollar seguidamente algunos de los programas formativos que mas impactos tuvieron en la prevención
de riesgos y en los aumentos de productividad verificados.

Formación: Instrucción Técnica Complementaria 02.1.02 «Formación preventiva para el desempeño del pues-
to de trabajo», del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, aprobada por la Orden
ITC/1316/2008, de 7 de mayo
Principales objetivos: Identificar y aplicar las normas y procedimientos de seguridad adecuados para la prevención
de los riesgos generalizados asociados al desempeño de trabajos subterráneos, respetando las normas y los proce-
dimientos de prevención y seguridad en el trabajo definidos internamente, así como identificar y aplicar las prácticas
ambientales definidas por la Empresa, y tomar conocimiento de la política del Sistema de Gestión Integrado.

¿Cómo se ejecuta?: Formación inicial en la obra, así como de las reglas de seguridad a cumplir y aplicar, con una
duración de 20 horas y realizada en la primera semana de trabajo, impartida por equipo formador debidamente ha-
bilitado.

Formación: Curso Básico en Prevención de Riesgos Laborales - Recurso Preventivo


Principales objetivos: Mediante este curso se capacitará al alumno para el desempeño de las funciones de nivel bá-
sico en prevención de riesgos laborales (de acuerdo al RD 39/97 Reglamento de los Servicios de Prevención, según
el vigente Convenio general de la Construcción y según el acuerdo estatal del metal de 20 de marzo de 2009) en el
sector de la construcción y poder desempeñar las funciones de recurso preventivo en obras de construcción.

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¿Cómo se ejecuta?: Formación b-learning administrada por entidad formadora debidamente acreditada, con una du-
ración de 60 horas, destinada a trabajadores que desempeñan funciones de recurso preventivo.

Formación: Perfeccionamiento Conductores Operadores – Metodología de Trabajo (Equipos Móviles de Pro-


ducción)
Principales objetivos: Proporcionar a los participantes conocimientos que permitan reducir pérdidas de productividad
a través de la correcta utilización de los equipos móviles de producción, en particular a nivel de la prevención de ries-
gos de accidentes y en el mantenimiento de primer nivel.

¿Cómo se ejecuta?: Formación realizada con el propósito de proporcionar a los participantes conocimientos que per-
mitan reducir pérdidas de productividad a través de la correcta utilización de los equipos móviles de producción, en
particular a nivel de la prevención de riesgos de accidentes y en el mantenimiento de 1er nivel (formación que, varía
en la duración, entre 2 a 5 días). En algunas situaciones se trabajó en asociación con los proveedores de los equipos,
reforzando así las alianzas creadas.

Formación: Formación Práctica en Contexto de Trabajo (FPCT) - Conductor Manipulador Equipos Móviles de
Producción
Principales objetivos: Mejora de las competencias técnicas en la operación, mantenimiento y seguridad de equipos
móviles de producción.

¿Cómo se ejecuta?: Formación realizada en contexto real de trabajo con el objetivo de la mejora de las competencias
técnicas en la operación, mantenimiento y seguridad de equipos móviles de producción. Su realización es individual o
en pequeños grupos (formador / trabajador (es), siendo su duración variable dependiendo del grado de competencia
del operador y de las dificultades analizadas por el formador (por regla general puede variar desde 1 hora a 1 sema-
na).

Formación: Tutoría - CM Equipos Muebles de Producción (formación / coaching en contexto de trabajo)


Principales objetivos: Implementación de una metodología de formación sostenida en el modelo de formación en
contexto real de trabajo, también reconocido como formación on the job, flexible e interactiva, centrada en la dinámica
personal y profesional de cada individuo, y enmarcada en un proceso de gestión de las competencias y los aprendi-
zajes organizacionales y los profesionales.

¿Cómo se ejecuta?: Desarrollo e implementación de un modelo de coaching organizacional, realizado en contexto


real de trabajo, capaz de potenciar, por un lado, las competencias de los trabajadores con menor experiencia y capa-
cidad, así como proporcionar la integración de nuevos elementos en los equipos de trabajo y, por otro lado, fomentar
y valorar las competencias y conocimientos adquiridos a través de la experiencia acumulada de los tutores que encie-
rran en su práctica cotidiana un know-how difícil de equiparar (realización individual, tutor / trabajador), coordinados
por el formador (por regla general tiene una duración de aproximadamente 1 mes).

Formación: Operador de explosivos (preparación para el acceso al carnet de manipulador de sustancias


explosivas. Carnet de artillero)
Principales objetivos: Proporcionar a los alumnos conocimientos sobre las reglas de manipulación y empleo de sus-
tancias explosivas, así como las normas de seguridad y la legislación en vigor asociadas.

¿Cómo se ejecuta?: Formación presencial, con duración de 20 horas y preparación para examen, realizada en sala
equipada para el efecto con componente teórico. La evaluación es formativa y continua mediante la observación de
los alumnos y se tendrá en cuenta que es necesaria una frecuencia de asistencia superior o igual al 80%. La asi-
duidad es obligatoria en todos los módulos. Se aplicarán pruebas escritas y se analizarán situaciones simuladas. La
evaluación de la eficacia de la formación se llevará a cabo con los exámenes de acceso al de operador de sustancias
explosivas; carnet de artillero.

Charlas / Reuniones de Seguridad


Iniciativa destinada a promover la discusión y el intercambio de información sobre la salud y la seguridad en los luga-
res de trabajo con el fin de mejorar los conocimientos de todos los trabajadores sobre los riesgos para la seguridad y
la salud, así como las medidas de protección y prevención y la forma en que se aplican, tanto en lo que se refiere a la
actividad desarrollada, como en relación con la empresa, el establecimiento o el servicio. Práctica iniciada en EPOS

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en junio de 2008, habiéndose divulgado hasta la fecha más de 150 temas de discusión. Los aspecto de mayor valor
de esta metodología son:

• Promoción y difusión de información alineada con la política del sistema de gestión integrada (calidad, medio
ambiente, seguridad y salud en el trabajo, investigación, desarrollo e innovación);
• Establecimiento de objetivos y metas concretas y medibles;
• Integración de las charlas / reuniones de seguridad en la identificación de peligros y evaluación de riesgos;
• Implementación, elaboración y divulgación periódica de charlas / reuniones de seguridad con eficiencia;
• Verificación y seguimiento de la implementación de las charlas / reuniones de seguridad.

Mensualmente, se incluyen en el SGD - Sistema de Gestión Documental de EPOS dos nuevos temas para las
charlas / reuniones de seguridad, en los ámbitos de calidad, medio ambiente, seguridad y salud en el trabajo, in-
vestigación, desarrollo e innovación. La elección de los temas persigue la implementación, mantenimiento y me-
jora continua del Sistema de Gestión Integrada. La difusión de los mismos en obra se realiza a través de los su-
pervisores, divulgando esta información, ya sea charla o reunión de seguridad, por todos los equipos de trabajo
afectados. La divulgación se realiza al inicio de cada turno de trabajo, y se estima una duración media de 15 a 20
minutos para su comprensión y análisis. Al final de la divulgación firman el supervisor y los trabajadores presentes.
Esta iniciativa de éxito, tiene varios ámbitos de aplicación:

• Divulgación mensual de acuerdo con los procedimientos establecidos (dos / mes);


• Divulgación en acciones de formación (acciones de acogida / inducción de seguridad);
• Divulgación en acciones de información (por ejemplo: después de aparición de incidentes, después de detec-
ción de actos inseguros y / o condiciones inseguras);
• Fijación en lugares de trabajo (lugares destinados a la divulgación de información en los ámbitos de la seguri-
dad, la higiene y la salud en el trabajo).

Figura 2: Ejemplos de temas debatidos en las Reuniões/Charlas de Seguridad

Evaluación y Transferencia de la Formación


El reconocimiento de la importancia estratégica de la formación dio lugar a una fuerte inversión financiera y un esfuer-
zo considerable en la formación de los trabajadores por parte de las organizaciones. Por su parte, la elevada inversión
financiera de los últimos años en actividades formativas ha venido a intensificar la presión para que se demuestre de
qué forma la formación contribuye, efectivamente, al desarrollo de las competencias profesionales de los individuos
y, consecuentemente, al desarrollo de las organizaciones. [3]

A raíz del esfuerzo formativo iniciado, EPOS ha desarrollado metodologías eminentemente prácticas para evaluar de
qué forma los aprendizajes se estaban introduciendo en las prácticas cotidianas de sus trabajadores, en particular a
nivel de la operación de equipos industriales, y la denominó Evaluación de Competencias en la Operación de Equipos
(ACOE).

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El proceso de Evaluación de Competencias en la Operación de Equipos (ACOE) se basa en un método de evaluación
/ certificación práctica en contexto real de trabajo con el uso de checklists propios para los diversos equipos, donde
se evalúan competencias técnicas relacionadas con la implementación de los procedimientos de trabajo para la eje-
cución en seguridad de las diversas operaciones y tareas de los trabajadores afectados, proponiendo valorara el nivel
de competencia de cada trabajador asociado a la maniobra de los equipos móviles de producción. Si el operador tiene
una valoración inferior a un valor determinado (generalmente inferior al 75%), no podrá operar el equipo hasta recibir
mayor formación específica y ser evaluado nuevamente.

4. CONCLUSIONES
El hecho de que EPOS haya optado por tener formadores / monitores internos para las áreas de: equipos de trabajo,
explosivos, calidad, ambiente, seguridad y salud en el trabajo investigación, desarrollo e innovación; ha sido de extre-
ma utilidad en los procesos de reclutamiento y selección, así como en los procedimientos formativos y de evaluación
de las competencias técnicas de los operadores. Se destacan las siguientes ventajas:

• Conocimiento técnico de los equipos utilizados por EPOS;


• Conocimiento de la cultura EPOS (trabajadores con largos años de pertenencia a la empresa);
• Adaptabilidad a los horarios / turnos practicados en EPOS;
• Respeto y reconocimiento por parte de los trabajadores (se seleccionaron para formadores /monitores
trabajadores con amplia experiencia, que ejercían funciones de supervisión).

En la prevención de riesgos, las ventajas obtenidas se aprecian claramente a nivel de:


• Disminución significativa de actos inseguros;
• Minimización de actos inseguros reincidentes;
• Optimización del control operativo;
• Selección natural de los colaboradores que merecen seguir desempeñando funciones en la empresa;
• Transparencia en la evaluación de desempeño de los colaboradores.

Principales indicadores de la obra Mina de Aguablanca (de 07/2013 a 09/2015)

Tabla 2 – Indicadores Formacón

ÁREAS DE FORMACIÓN N.º ACCIONES N.º PARTICIPANTES N.º HORAS VOLUMEN DE FORMACIÓN

SST y Medio Ambiente 67 250 1365 5635


Equipos Móviles de Producción 84 173 1006 1451
Explosivos 4 55 81 1000
Total 155 478 2452 8086

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Las inversiones realizadas por EPOS en Formación y Desarrollo de Competencias, Seguridad, Higiene y Salud en el
Trabajo, y Medio Ambiente, se reflejan en la Tabla 3.

Tabla 3 – Inversiones llevadas a cabo por EPOS

Item 2012 2013 2014 2015 2016

Formación y Desarrollo de
358.438,00€ 275.972,36€ 267.236,61 € 317.843,36 € 281.246,05 €
Competencias

Seguridad, Higiene y Salud en


724.964,00€ 1.072.400,24€ 877.149,64 € 882.089,00 € 650.338,37 €
el Trabajo

Medio Ambiente 93.499,36€ 106.108,07€ 110.153,45 € 370.086,64 € 106.822,97 €

Inversión en Formación, SHST


y Medio Ambiente vs. Factura- 1,57% 1,89% 1,76% 1,56% 3,35%
ción anual de la empresa

Tabla 4 – Datos relativos a la Seguridad y la Salud en el Trabajo


Datos relativos a la Seguridad y la Salud en el Trabajo 2013 2014 2015 2016

Nº medio de trabajadores x mes 231 706 1 468 30

Nº total de hombres x hora trabajada de EPOS 30 029 81 765 148 939 3 347

Nº total de hombres x hora trabajada de subcontratados 5 915 26 951 57 557 0

% hombres x hora trabajadas de subcontratados 0,20 0,33 0,39 0,00

N.º de accidentes de trabajo mortales comunicados a la entidad aseguradora 0 0 0 0

N.º de accidentes de trabajo no mortales comunicados a la entidad aseguradora,


1 0 1 0
con baja
N.º de accidentes de trabajo no mortales comunicados a la entidad aseguradora,
0 0 1 0
sin baja

N.º total de accidentes de trabajo 1 0 2 0

N.º de días de trabajo perdido con los accidentes de trabajo no mortales 22 0 29 0

IF - Índice de frecuencia (1000000 hht) 27,82 0,00 4,84 0,00

IF - Índice de frecuencia (200000 hht) 5,56 0,00 0,97 0,00

IG - Índice de gravedad 0,61 0,00 0,14 0,00

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Fotografía 1 – Evidencia del récord de días sin accidentes de trabajo

“Apostar por el desarrollo de las cualificaciones y competencias técnicas, relacionales y cognitivas de sus trabajado-
res, en la valorización del Capital Humano y del Conocimiento de la organización, es una condición esencial para la
concreción de los objetivos y estrategia de EPOS”. [4]

5. BIBLIOGRAFÍA
• [1] Cardim, J. – Gestão da Formação nas Organizações, Lidel – Edições Técnicas, 2009, 176 p.
• [2] Dias, P; Alves, R., “Investir em Formação Profissional”, Boletim Mensal de Economia Portuguesa, 2013, n.º 11,
GEE|GPEARI, pp. 43-47
• [3] Velada, R. - Avaliação da Eficácia da Formação Profissional: Factores que afectam a transferência da Formação
para o local de trabalho, ISCTE, 2007, 192 p.
• [4] Política de EPOS, mayo de 2017

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323
LÍNEAS ACTUALES DEL SALVAMENTO MINERO.
Tuñón, Sergio.
HUNONSA/ Brigada Central de Salvamento Minero, Barrio del Fondón s/n 33900 SAMA DE LANGREO -ASTURIAS,
email: sergiotiglesias@hunosa.es.

PALABRAS CLAVE: Salvamento Minero, emergencias, rescates, intervenciones.

1. INTRODUCCIÓN / OBJETIVO
El objetivo de la ponencia es revisar los campos de actuación del Salvamento Minero, tanto los referidos a las emer-
gencias y rescates, como los trabajos especiales realizados.

Se analizarán los campos de aplicación potencial del conocimiento y la práctica del rescate minero tanto en su medio
habitual –la minería-, como en otros ámbitos con condiciones muy similares.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
Se repasan y describen las últimas intervenciones, las dificultades en la operación, materiales y soluciones implemen-
tadas, así como las desechadas o erróneas, al objeto de acumular conocimientos para futuros escenarios.

Colapsos y atrapamientos.

• Trabajos en espacios confinados tóxicos y potencialmente explosivos.


• Colapsos en estructuras naturales con ramificaciones en estructuras mineras.
• Revisión de espacios subterráneos inestables.

Incluye una visión comparativa con otras soluciones empleadas en escenarios similares por otros elementos de res-
cate minero y no minero.

Especial importancia a las situaciones de emergencia enfocadas como fuera la práctica común que obliga a solucio-
nes y actuaciones con elevado grado de incertidumbre, por tanto de riesgo y en un terreno fuera del ámbito reglado.

3. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Se expondrá con visión crítica y constructiva los resultados y conclusiones derivados del desarrollo global de las in-
tervenciones, los cambios y modificaciones implementados en la operativa de trabajo tras las diferentes experiencias,
así como su trasposición al ámbito formativo para compartir el conocimiento adquirido tanto de los nuevos materiales
utilizados, como de los cambios en la metodología en las operaciones de rescate y trabajos especiales.

I. ¿POR QUÉ UNA “BRIGADA”?.


En primer lugar y fundamental porque así lo exige la ley, nuestro Reglamento de Normas Básicas de Seguridad Mine-
ra. En este caso el Capítulo III, en su epígrafe 3.2 Estaciones de salvamento, estipula que:

Artículo 18. Toda actividad subterránea con peligro de incendios, desprendimientos de gases o polvos explosivos,
contará con una estación de salvamento provista del material preciso para hacer frente a las situaciones de emer-
gencia. Podrán establecerse estaciones de salvamento comunes a varias actividades si lo permitiesen la situación y
facilidad de comunicación entre los Centros de trabajo atendidos por la estación de salvamento común.

Es importante el matiz de “actividad subterránea”, pues la especialización que confieren los trabajos mineros dotan de
la habilidad necesaria para afrontar las situaciones críticas que pueden presentarse. Tomando como base las labores
diarias en los frentes, el minero adquiere las herramientas y habilidades básicas a la hora de enfrentarse a trabajos
especiales y emergencias. Esa particularidad los diferencia de otros cuerpos de intervención y rescate, el trabajo
diario es la primera habilitación, luego se hace necesario dotar de estructura para nuclear una brigada.

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y Recursos Minerales
Tras esos gérmenes y con el paso del tiempo, las Brigadas Mineras han ido acumulando conocimiento y sobre todo
experiencia en el desarrollo de trabajos e intervenciones en emergencias en el ámbito subterráneo, que la deriva de
otros sectores (obra civil, turismo,…) hacia el espacio subterráneo ha puesto en valor convirtiéndolo en un activo más
para la sociedad.

II. LA BRIGADA CENTRAL DE SALVAMENTO MINERO.


Todo lo expuesto anteriormente sigue vigente desde 1912, año de fundación de la Brigada Central de Salvamento
Minero –BCSM- y posteriormente, en 1920, para poder dotar de cobertura a explotaciones de pequeño tamaño a la
Asociación de Salvamento en las Minas –ASM-.

La relación con la BCSM se estable por 2 vías: la de Asociado y la de Convenio de Colaboración, siendo más estrecha
la primera. En la actualidad componen la ASM las siguientes empresas y entidades:

• PRINCIPADO DE ASTURIAS.
• HUNOSA –SEPI.
• CARBONAR, S.A.
• OROVALLE ESPAÑA S.L.
• MINERSA.
• MPD FLUORSPAR SLU.
• IBÉRICA DE SALES.
• SACYR-VALORIZA.

Los pilares en los que la BCSM sustenta su trabajo diario son los siguientes:

1º) Promover el perfeccionamiento de los medios de salvamento en las minas de los miembros asociados o en las
infraestructuras de terceros con los que exista un convenio de colaboración.

2º) Prestar auxilio a las personas e instalaciones de las minas de los miembros asociados, de otras minas por reque-
rimiento de la Autoridad Minera, o de terceros con convenio de colaboración.

3º) Transmitir el conocimiento y entrenamiento sobre las técnicas en las que la BCSM está especializada a otros
cuerpos de intervención en emergencias.

4º) Disponibilidad para intervenir en emergencias nacionales e internacionales en las que la especialización de la
BCSM sea de vital importancia o sirva de apoyo a otros cuerpos de intervención.

III. LÍNEAS ACTUALES.


Desde hace 106 años, el punto de arranque de la BCSM es el conocimiento funcional y operativo de los equipos de
protección respiratoria en circuito cerrado (ERACC), vital para el trabajo en atmosferas nocivas y peligrosas con la
necesaria autonomía.

Ese conocimiento ha cimentado las operaciones de sofocación y extinción de incendios en minería de carbón desde
el comienzo de su actividad. Directamente asociado a su uso, la realización de tabiques de presión nula, y su posterior
sellado con espumas. Operaciones muy sensibles al confinarse el foco del calor y los gases y vapores potencialmente
explosivos generados, siendo igualmente peligrosas cuando fueron necesarias, las aperturas de los tabiques.

El trabajo en ambientes con elevado estrés térmico tuvo como derivada la extensión de la BCSM como un cuerpo
de intervención más asociado al Servicio de Emergencias del Principado de Asturias –SEPA-, y por extensión a la
implementación de formación abierta tanto a otras Brigadas como a Bomberos tanto de España como del extranjero.
Esa disponibilidad de la BCSM se plasmó al ser requerida en emergencias fuera del ámbito estrictamente minero.

Con el desarrollo de la tecnología minería y los cambios en el laboreo, los desarrollos mineros cambiaron de los tra-
dicionales de la minería: pozo vertical, labores de infraestructura y explotación con secciones pequeñas, transporte
por vía, cinta, etc. Se generalizaron las rampas de acceso, los vehículos pesados, las grandes secciones,… y con ello
surgieron nuevos escenarios y se presentaron nuevas situaciones de emergencia que desgraciadamente generaron
fatalidades. Fue necesario el uso de nuevas herramientas propias de otros ámbitos de rescate –excarcelación de

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vehículos- y el uso de otros elementos en los rescates –caso de gunitas de rápido fraguado, para sostenimientos de
urgencia-.

En estos años también han confluido por una parte el mayor uso e interés del medio subterráneo, como la gestión de
los huecos mineros creados tras siglos de explotación intensiva en distintos puntos de la geografía española. Nueva-
mente un escenario no habitual ha acarreado fatalidades en las que la BCSM ha sido requerida para asesorar en las
labores a desarrollar en el espacio subterráneo.

Una línea de creciente importancia en la actividad de la BCSM es el ámbito industrial. En los últimos años se ha ve-
nido repitiendo la misma secuencia. Al ser requeridos como última opción para determinados trabajos especiales y
comprometidos, éstos han proporcionado visibilidad a la labor desarrollada por la BCSM durante este siglo de vida,
abriendo y ampliando sus horizontes de actuación.
Los entornos peligrosos y/o con riesgos múltiples, has constituido una nueva cara de las múltiples de la BCSM.

Mención especial debe tener al glosar la labor de la BCSM la vía Formativa, no solo por ser la más satisfactoria si no
por constituir un pilar fundamental en el día de hoy de la BCSM. La trasposición del aprendizaje surgido de lo ante-
riormente expuesto, da un plus a la formación genérica que se imparte en la BCSM.
Tanto en el ámbito minero, como de los Bomberos o los Cuerpo y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Para nosotros constituye un orgullo los puentes y lazos tendidos con todas las entidades y organizaciones que pasan
por nuestras instalaciones, pero sobre todo con sus integrantes. Ellos constituyen la cara más agradable de nuestra
labor, una labor de servicio público disponible para lo que pueda aportar al conjunto de la sociedad.

(Padre, ¿Quiénes son esos?)


¿Qué monstros son aquellos que agobiados
entre sacos y férreas botellas
Marchan con lucecitas como estrellas
nariz prensada, hocicos abultados?.

Son tan solo seis u ocho mal contados,


Puntos de azul son en sus rostros huellas
¿es que huestes tan chicas como aquellas
vencerán a elementos desatados?.

Vencerán, sí, esas huestes aguerridas


al oxido, al metano, a los derrabes,
pasarán por labores medio hundidas…
Corto quedas por mucho que alabes
¿Qué misión tienen, dices?, ¿no lo sabes?

Salvar quizás un día nuestras vidas!!.

VICENTE SOLANO POLANCO


Ingeniero de Minas

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412
MEJORAS OPERATIVAS Y DE SEGURIDAD EN EL RECRECIMIENTO DEL
DEPÓSITO DE ESTÉRILES DE TRATAMIENTO DE MINAS DE RIOTINTO
Errazuriz, Tomása, Darby, Adamb, Diaz Riopa, Fernandoc, Gonzalo Cachero, Félixd.
a Golder Associates, Magdalena 181, Las Condes, Santiago, Chile, correo-e: jerrazuriz@golder.com;
b Golder Associates, Magdalena 181, Las Condes, Santiago, Chile, correo-e: adarby@golder.com;
c Atalaya Mining, La Dehesa s/n. 21660 Minas Riotinto, Huelva, España, correo-e: fernando.diaz@atalayamining.
com>;
d Atalaya Mining, La Dehesa s/n. 21660 Minas Riotinto, Huelva, España, correo-e: felix.gonzalo@atalayamining.
com>;

RESUMEN: El Proyecto Riotinto operado por Atalaya Mining ha reanudado la operación de sus depósitos de estéri-
les de tratamiento que en el pasado fueron gestionados mediante la clasificación de los estériles producidos, donde
los recrecimientos de los muros fueron construidos a partir de la fracción gruesa del estéril (arena), descargando al
interior de la cubeta la fracción fina (lamas) y la fracción no clasificada. En el marco de la reanudación de las opera-
ciones, se efectuó un análisis integral de las condiciones del depósito y del sitio con objeto de identificar el concepto
de gestión de los estériles que mejor se ajustara a las condiciones del proyecto, maximizando la operatividad y segu-
ridad de las instalaciones, dando como resultado la definición de un concepto mejorado para la gestión en el corto y
largo plazo, que utiliza material estéril de mina en los recrecimientos y un esquema de depositación de estériles en
la cubeta que facilita la gestión de las aguas y la maximización de la capacidad de almacenamiento. Los principales
condicionantes para la elección del concepto y los aspectos geotécnicos del diseño de los recrecimientos y el análisis
de los muros existentes son expuestos, con énfasis en la importancia de un análisis enfocado a las condiciones es-
pecíficas del proyecto para la elección del concepto y las singularidades relevantes a ser consideradas en el análisis
geotécnico para incrementar la seguridad del depósito.

PALABRAS CLAVE: Depósito de estériles de tratamiento, Gestión de estériles de tratamiento, diseño geotécnico,
Seguridad.

1. INTRODUCCIÓN
La reanudación del Proyecto Riotinto por parte de Atalaya Mining ha considerado la ejecución de una serie de medi-
das de acondicionamiento de los depósitos de estériles de tratamiento, con objeto de garantizar la seguridad de estas
instalaciones frente a la reanudación de la operación, las cuales se han definido en base a extensivas campañas de
investigación geotécnica y en concordancia con las exigencias de las entidades reguladoras nacionales para extender
los permisos de reanudación correspondientes.

En este contexto, y en base a un análisis de las condiciones del sito y del proyecto existente, se han identificado
mejoras operativas y de seguridad para la gestión de los estériles de tratamiento referentes al recrecimiento de las
presas y gestión de las aguas en el corto y largo plazo del proyecto, que junto a su justificación técnica, constituyen
el objeto de este comunicado.

2. CONDICIONES DEL PROYECTO Y CONCEPTO DE GESTIÓN DE ESTÉRILES DE TRATAMIENTO


En la Figura 1 se presenta una vista en planta de la configuración de los depósitos de estériles de tratamiento existen-
tes, Cobre y Aguzadera, donde se proyecta reanudar la operación. El depósito Cobre tiene una superficie de estériles
de tratamiento depositados de 1,8 km2 y el depósito Aguzadera una superficie de 1,4 km2. En términos hidrológicos,
el sitio del proyecto tiene una precipitación media anual de 772 mm y una evaporación en lago media anual de 1015
mm, con cuencas aportantes de reducida área respecto al total del área de los depósitos. La precipitación asociada
a un periodo de retorno de 500 años es de 225 mm en 24 horas. En términos de entorno sismogénico, la norma de
construcción sismoresistente española NCSE-02 indica una aceleración sísmica de diseño para el sitio de 0,07 g.

La reanudación de la operación considera la depositación de estériles de tratamiento con una tasa de 20 ktpd, cre-
ciente hasta alrededor de 26 ktpd. Los estériles de tratamiento del proyecto tienen un peso específico de alrededor de

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2,9 y se componen predominantemente por un 35% de arenas y un 65% de partículas con tamaños inferiores a 0,074
mm, clasificando como un limo arenoso de baja plasticidad.

Como antecedente de la operación pasada, se tiene que las densidades secas de los estériles de tratamiento deposi-
tados en superficie estaban en torno a 1,54 t/m3, habiéndose descargado a la cubeta estériles de tratamiento con un
contenido de sólidos en peso (Cp) de alrededor de 30%, e incluyendo también la descarga de la fracción fina (lamas)
de dichos estériles, producto de la clasificación de arenas para la construcción de muros.

La cimentación de los muros del depósito –de altura máxima inferior a los 100 m– y en general del depósito, está
constituida por pizarras, grauvacas y siltitas con grado de alteración variable en superficie y decreciente en profundi-
dad, que constituyen una base competente en términos geomecánicos y de baja permeabilidad.

El cuerpo de los muros está constituido desde su base por un de núcleo de estéril mina (Gossan) y un espaldón de
refuerzo de material de escollera, que continúa en altura con una combinación de arenas clasificadas y espaldón
de escollera, para finalizar en los últimos metros exclusivamente con arenas clasificadas (Ver Figura 2). Los flujos
infiltrados desde el depósito a través de los muros son capturados en piscinas a los pies de los muros y bombeados
nuevamente hacia el interior del depósito.

Los muros de los depósitos Cobre y Aguzadera se encuentran instrumentados, incluyendo 34 hitos topográficos, 6
inclinómetros y 35 piezómetros. El monitoreo de las presas a partir de esta instrumentación ha sido realizado regu-
larmente por Atalaya Mining, incluyendo el periodo previo a la reanudación. Los resultados indican que en cuanto a
desplazamientos verticales y horizontales los muros no han mostrado movimientos significativos (es decir, son tan
pequeños como la exactitud de los equipos de medición). En cuanto a niveles freáticos, se detectó previo a la rea-
nudación la existencia de algunos niveles por sobre el rango ideal planificado, ejecutándose por esto las medidas
correctoras pertinentes, que consistieron en la construcción de tacones de refuerzo de escollera con sistemas de
drenaje adicional.

En complemento a la medida correctora mencionada, y en concordancia con los requerimientos de las autoridades
reguladoras, Atalaya Mining ejecutó otras medidas relativas a asegurar de forma integral el correcto desempeño de
las instalaciones frente a la reanudación, como la remodelación de las playas de estériles de tratamiento depositado
de Cobre y Aguzadera para mantener de manera uniformemente alejada las acumulaciones de agua (lagunas) al
menos 50 m de los muros, la ampliación del canal perimetral norte hasta una capacidad de 30,2 m3/s, y la implemen-
tación de un plan de monitoreo de aguas subterráneas incorporando piezómetros aguas arriba y aguas abajo de las
instalaciones.

Los análisis de estabilidad de los muros en su condición pre-reanudación, desarrollados con datos obtenidos a partir
de extensivas campañas geotécnicas y de las mediciones de niveles freáticos en los muros, indicaron que los muros
contaban con los factores de seguridad exigidos por la normativa nacional.

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Figura 1 – Vista en planta de los depósitos de estériles de tratamiento existentes del proyecto

En base a los análisis desarrollados previos a la reanudación, se concluyó que el estado de las instalaciones es apto
para la reanudación de la operación. Así mismo, en base a las condiciones del proyecto y de sitio descritas, se pue-
den establecer características fundamentales del concepto de gestión de los estériles de tratamiento, las cuales se
presentan a continuación:

• En términos de promedio anual de tasa de precipitación y evaporación, el sitio presenta un balance hídrico
negativo, lo que en conjunto con la condición de que las cuencas aportantes de los depósitos son de baja ma-
gnitud, permite la posibilidad de plantear una gestión de aguas en los depósitos que prescinda de descargas
hacia el exterior.
• Las dimensiones de los depósitos y la tasa de descarga de estériles de tratamiento implican una tasa de cre-
cimiento de la superficie de estériles de tratamiento en la cubeta de alrededor de 4 m por año, lo cual permite
considerar como factibles variadas alternativas respecto a métodos de recrecimiento de muros, ya que esta no
significa una tasa de crecimiento especialmente alta.
• Las playas de estériles de tratamiento depositados, con más de 500 m largo (y naturalmente inclinadas en la
dirección de su depositación), permiten generar una amplia geometría de embalse de aguas en su interior, con
el potencial de regular y almacenar posibles superávits de aguas por efecto de eventuales series largas de
años húmedos o eventuales precipitaciones extremas, manteniendo una distancia suficiente entre la laguna y
los muros.
• Aunque el método de recrecido de muros empleado en el periodo pre-reanudación, que usó exclusivamente
arenas clasificadas en sus últimas fases constructivas, muestra factores de seguridad adecuados, se distingue
un potencial para el incremento de la seguridad y resiliencia de las presas, relacionado con la posibilidad de
continuar del refuerzo de escollera existente para los recrecimientos futuros – Incluso, el significativo ancho
del refuerzo de escollera existente presenta potencial para desarrollar múltiples recrecimientos continuando
con dicho refuerzo.
• Respecto a los estériles de tratamiento, al ser predominantemente limos arenosos de baja plasticidad, no se
proyecta que tiendan a presentar propiedades de sedimentación y consolidación con grados de complejidad
mayor al interior del depósito, por lo que es esperable que alcancen densidades superficiales finales una vez
depositados en tiempos compatibles con la tasa de crecimiento del depósito – así como también se espera que
exhiban una separación sólido-agua suficientemente eficiente al interior del depósito.

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3. MEJORAS OPERATIVAS Y DE SEGURIDAD
El análisis de las condiciones del sitio y del proyecto existente, descritas en el punto anterior, permite explorar el
potencial de establecer mejoras operativas y de seguridad en la gestión de los estériles de tratamiento del Proyecto
Riotinto. Los principales hallazgos en cuanto a mejoras operativas y de seguridad identificadas se presentan y justi-
fican a continuación.

3.1. ALTERNATIVA DE RECRECIMIENTO DE MURO SELECCIONADA – USO DE MATERIAL ESTÉRIL


MINA EN REEMPLAZO DE LAS ARENAS CLASIFICADAS
Como alternativa para el recrecido de muros, se evaluó dar continuidad a las arenas clasificadas según el método
aguas arriba con que el proyecto se desarrollaba antes de cesar su operación. En la Figura 2 se muestra la configu-
ración de esta alternativa para llegar a la elevación de muro considerada para la operación del corto y mediano plazo
(perfil según sección indicada en la Figura 1). Así mismo, en la Figura 3 se presenta el análisis de estabilidad estático
de dicha configuración, con las propiedades resistentes de los materiales establecidad en base a las campañas de
terreno desarrolladas y las mediciones del nivel fréatico obtendias del monitoreo de los piezómetros Casagrande
instaldos en los muros. El factor de seguridad estático de esta configuración cumple con las exigencias normativas,
siendo 1,4 – así mismo, cumple con el factor mínimo para el caso sísmico.

Figura 2 – Sección de muro en depósito Cobre – Recrecido con arenas clasificadas

Figura 3 – Superficie de falla con mínimo factor de seguridad estático caso arenas clasificadas – FS=1,4

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No obstante, a pesar de que la continuidad del recrecimiento tal como se venía desarrollando cumple con los factores
de seguridad exigidos, se identificó la ventaja operativa y de seguridad de plantear los siguientes recrecimientos en
base a estéril mina (material rocoso). La justificación para optar por un recrecimiento con estéril mina, en reemplazo
del uso de arenas clasificadas, de se describe a continuación:

• Incorporar la continuidad del refuerzo de escollera existente con material rocoso (estéril mina) tiene mayor
resiliencia, lo cual corresponde a la habilidad de un diseño de mantener el desempeño seguro de la instalación
a pesar de que desviaciones respecto a las condiciones esperadas del proyecto o a las predicciones de resis-
tencia de materiales puedan ocurrir. Esto es una tendencia de la práctica internacional del diseño de muros,
en que se establecen medidas de mitigación en caso de que hipótesis primarias del diseño, aunque bien fun-
damentadas, puedan no cumplirse. Por ejemplo, ante una condición de alza en el nivel freático en las arenas
o un comportamiento de resistencia de la arena distinto al esperado por diseño (como licuación estática), el
refuerzo de escollera provee un refuerzo redundante de material drenante y resistente.
• Un material rocoso como el estéril mina, presenta mayor resistencia geomecánica que una arena (frecuen-
temente hasta 30% más alta o más, en base comparaciones sobre una gran base de datos de materiales
rocosos y arenas, Leps, 1970). Las mediciones de resistencia de la roca que constituye el material esteril mina
del poryecto a ser utilizado indican resistencias en torno a 40 MPa (resistencia a la compresión no confinada)
y las densidades que es posible lograr con la colocación de este material se han medido en torno a 2,1 t/m3, lo
que lo permite configurar un enrocado denso y de alta resistencia.
• El análisis de estabilidad de una configuración de recreimiento en base a esteril mina, en reemplazo de las
arenas ciclonadas, y con una geometría que continua el refuerzo de escollera (como se muestra en la Figura
4) presenta un factor de seguridad estático de 1,9, es decir, 36% mayor al que se obtiene con el recrecimiento
en nas a arenas clasificadas, como se muestra en la Figura 5.
• La configuración mostrada en el Figura 5, con material rocoso y berma de refuerzo que continua escollera, es
estable incluso considerando escenarios post-licuación, en que se simula licuación en arenas existentes y en
estériles de tratamiento; así mismo, cumple con factor de seguridad exigido para condición sísmica – conside-
rando el sismo máximo creíble estimado para el sitio, con una aceleración máxima de 0,14 g.
• En términos operativos, el recrecimiento en base a material de préstamo estéril mina es una tecnología bien
conocida tanto por los contratistas locales como los organismos de control técnico, existiendo disponibilidad
de material adecuado, el cual es producido en la explotación de las cortas cercanas al depósito. La implanta-
ción de los sistemas necesarios para realizar la clasificación de los estériles de tratamiento complejizarían la
operatividad del depósito, al incluir controles de la presión de alimentación de los ciclones y el contenido de
sólidos para poder generar arenas de calidad adecuada, sin obtener un aumento de la seguridad de la instala-
ción (como se ha justificado en los puntos anteriores). En el caso de la construcción con material de préstamo
estéril mina, se independiza el recrecido de la operación de descarga continua de estériles al depósito, lo que
permite tener un control de calidad más exhaustivo de los materiales durante la construcción, sin estar sujeto
a las variabilidades del material estéril de tratamiento producido diariamente. Así mismo, la construcción con
estéril mina evita la necesidad de gestionar las aguas que la depositación hidráulica de las arenas clasificadas
involucra, con sistemas de drenaje especialmente dedicados para ello sobre el muro existente.
• Finalmente, con un recrecido en base a material rocoso, se preparan las presas para cierre al proveer una
cubierta a las arenas existentes

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Figura 4 – Sección de muro en depósito Cobre – Recrecido con estéril mina

Figura 5 – Superficie de falla con mínimo factor de seguridad estático caso estéril mina – FS=1,9

3.2. ESQUEMA DE DEPOSITACIÓN DE ESTÉRILES DE TRATAMIENTO – SELECCIÓN DEL CONTENIDO


DE SÓLIDOS EN LA DESCARGA Y OPTIMIZACIÓN LA GESTIÓN DE LAS AGUAS Y CAPACIDAD DE
ALMACENAMIENTO
En términos del esquema y filosofía de depositación de estériles de tratamiento, un aspecto operacional y de diseño
clave para favorecer la seguridad del depósito y aumentar su resiliencia, es el manejo de las acumulaciones de agua
al interior del depósito, de tal forma de minimizar su volumen y aumentar su distancia a los muros.

En el ámbito de minimizar el volumen de laguna al interior del depósito, existen dos variables a ser gestionadas: El
agua de procesos que ingresa con los estériles de tratamiento depositados y el aporte de las aguas lluvias.

La primera variable, el agua de procesos, a su vez, puede ser gestionada de dos formas. Una consiste en extraer
parte del agua de procesos previo a la descarga en el depósito, con la inclusión de sistemas de espesamiento aguas
debajo de la planta de flotación, y la otra, consiste en extraer parte del agua de procesos posterior a la descarga,
desde el interior del depósito, con sistemas de bombas posicionados en las lagunas formadas. La equivalencia de
estas dos formas de lograr el objetivo de minimizar las acumulaciones de agua al interior del depósito depende de las
condiciones particulares de cada proyecto, así como de las propiedades específicas de sus estériles de tratamiento.

En fases iniciales del proyecto de reanudación se postuló el uso de la primera forma señalada, incorporando un sis-
tema de espesamiento que alcanzara al menos un Cp de 50% para el periodo de reanudación inicial. Sin embargo,
como parte de los estudios más avanzados para la reanudación, se identificó la posibilidad de optar por la segunda
forma señalada para reducir volúmenes de laguna como una mejora operativa al proyecto. La implantación de un
sistema de espesamiento significaría incorporar un proceso adicional, no exento de complejidades operativas, y que
se demostró, puede ser reemplazado por las capacidades de los sistemas de recirculación de aguas desde lagunas
existentes en el proyecto. El aspecto esencial para considerar la inclusión de esta mejora operativa, es la justificación
técnica relativa a que su implantación no merma la seguridad del depósito, al no implicar necesariamente la genera-

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ción de mayores acumulaciones de aguas en el depósito o una menor densidad de depositación de los estériles de
tratamiento en la cubeta.

En la Figura 6 se muestra un ejemplo del resultado de dos ensayos de sedimentación y consolidación por peso propio
para estériles de tratamiento del proyecto, en donde una columna de 35 cm de estériles de tratamiento depositados
con Cp 35%, al cabo de 2 horas, alcanza gran parte de su densidad consolidada al igual que el caso de una columna
de 35 cm con estériles de tratamiento depositados con Cp 50%. Este comportamiento, en conjunto con que la tasa de
crecimiento del depósito es significativamente más lenta que el proceso de sedimentación y consolidación observado
en el ensayo, implica que las densidades a ser alcanzadas en el depósito al descargar estériles de tratamiento con
Cp 35% o Cp 50% serán similares.

El exceso de agua liberado por los estériles de tratamiento con Cp 35%, en relación con la condición Cp 50%, podrá
ser efectivamente recirculado hacia la planta con el sistema de bombas en la laguna de operación, y la laguna no
aumentará de tamaño por efecto de descargar con menor espesamiento. Dicho de otro modo, los análisis indican
que se puede retornar a la planta la misma cantidad de agua de procesos requerida para minimizar el volumen de la
acumulación de aguas al interior del depósito, solo que en vez de venir del en parte desde el rebose de un espesador
y en parte desde la laguna en depósito, únicamente vendrá desde la laguna. Esta equivalencia es posible porque
que el comportamiento de separación sólido-líquido de los estériles de tratamiento del proyecto es suficientemente
eficiente para generar esta condición, al ser principalmente limos arenosos de baja plasticidad, y porque la capacidad
de bombeo instalada para la recirculación es capaz de absorber el mayor caudal a recircular.

Como nota al margen, cabe señalar que el hecho de que los estériles de tratamiento con Cp 50% alcancen una ligera
mayor densidad final que en el caso de Cp 35% en los resultados de la Figura 6, está influenciado porque los ensayos
se realizaron a altura de pulpa constante y no a altura de solidos constante, lo que implica que la columna con Cp
50% tiene una mayor cantidad de sólidos y por ende, mayor cantidad de peso propio para compactarse. No obstante,
en la cubeta se tiene una condición de altura de sólido constante, ya que la tasa de producción en sólidos diaria es
la misma sin importar la cantidad de agua que contenga, por lo que la ligera diferencia de densidad observada en el
ensayo no debe interpretarse como una condición esperable en depósito.

Figura 6 – Ensayo de sedimentación en columna de 35 cm de altura de pulpa – Caso Cp 35% y Cp 50%

En particular, y en el ámbito de las mejoras a la operatividad, el esquema de depositación de los estériles de trata-
miento puede ser planteado de tal forma que sea funcional al objetivo de obtener una densidad similar en los estériles
de tratamiento depositados y mantener la laguna suficientemente alejada de los muros y de manera uniforme. Se
tiene que al contar con una tasa de crecimiento que no es especialmente alta, una evaporación media anual de 1015
mm que es mayor a la precipitación y una geometría de los depósitos que permite implantar puntos de descarga peri-
metrales a lo largo de un extenso perímetro, es posible adoptar un esquema de depositación sectorizada y en capas
delgadas, que favorezca la consolidación y el secado de playas – el esquema de descarga perimetrales considerado,
dada la configuración de los depósitos (Figura 1), es el esquema que maximiza la distancia de acumulaciones de
agua a los muros y que maximiza la capacidad de almacenamiento dada una elevación constante de muro.

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La depositación sectorizada en capas delgadas, que permiten ciclos de secado en ausencia de precipitaciones, se
materializa con mediante la operación de 3 puntos de descarga simultaneo espaciados cada 50 m, los cuales permiten
minimizar la energía de flujo (al dividir en 3 el caudal) y favorecer un mayor esparcido de los estériles de tratamiento
en la cubeta. La operación de 3 puntos simultáneos rota en sentido de giro fijo, de tal forma que se maximiza el tiem-
po de inactividad de cada sector y por ende la consolidación y el secado. El tiempo de operación en cada sector es
lo suficientemente breve para generar una capa delgada depositada y no desplazar la laguna de su posición central.
De acuerdo a mediciones in-situ durante la reanudación, las densidades secas en superficie alcanzadas pocos días
posterior a una descarga activa varían entre 1,47 t/m3 y 1,57 t/m3, con una humedad de alrededor de 7% (es decir, en
torno a 22% de saturación), lo cual indica que una condición de retracción máxima por efecto de secado atmosférico
es posible de alcanzar (con superficie de playa transitable cerca de los muros). En cuanto a porosidad, la densidad
de estos estériles equivale a una pulpa con Cp 76%.

La segunda variable mencionada en el ámbito de minimizar el volumen de laguna al interior el depósito, las aguas
lluvias, también han sido sujetas a mejoras operativas de mejoras operativas y de seguridad. Se realizó un análisis
de balance de aguas estocástico, en que la variable “precipitación” se caracterizó probabilisticamente en base a los
registros de precipitación diaria del sitio del proyecto, permitiendo simular una gran cantidad de casos según probabi-
lidad de ocurrencia. Este análisis condujo a la implementación de una serie de obras de traspaso entre los depósitos
del proyecto y reglas operacionales tanto para la operación de estos trapasos como para el uso de agua fresca, en
función de los volúmenes observados en los depostos, de tal forma de asegurar que que los volúmenes de agua en
el sistema se encuentran bien distrubioidos para maximizar la distancia entre laguna y muro en ambos depósitos y
aseguara que ante series de presipitaciones con gran periodo de retorno, la distancia mínima entre laguna y muro no
es inferiro a los 50 m y que el sistema no presenta necesidad de realizar descargas al exteriror. Así mismo, con las
reglas operacionales se asegura que los consumos de agua fresca son los óptimos para maximizar el uso de agua
recirculada en los proceseso y manter lagunas mínimas. Se presenta aparte en esta conferencia un comunicado es-
pecíicamente enfocado al tema del balance de aguas con modelo estócastico del proyecto.

3.3. RECRECIMIENTOS DE MUROS PROYECTADOS – ASPECTOS DEL DISEÑO GEOTÉCNICO


Como ya se ha descrito, los recrecimientos de muros se proyectan con material estéril mina procedente de las cortas
en operación. De igual forma, las propiedades superiores del material estéril mina en cuanto a resistencia mecánica y
a constituir un material drenante – así como sus ventajas operativas en términos de construcción – han sido expues-
tos previamente. En la Figura 7 se presenta a modo de ejemplo el diseño de muro en la sección señalada en la Figura
1, para su primer recrecimiento proyectado. Los principales aspectos geotécnicos del diseño se enfocan a aumentar
la resiliencia de los recrecimientos y se exponen a continuación.

Para tener diseño redundante ante una condición de cercanía de laguna a muro fuera de lo proyectado, de tal forma
de incorporar resiliencia a la instalación, se ha considerado en el diseño la inclusión de una geomembrana de po-
lietileno de alta densidad (PEAD) para constituir una lámina impermeable, de tal forma que los flujos de agua desde
una laguna cercana hacia el muro, deban recorrer una trayectoria de flujo de mayor longitud, disminuyendo su carga
hidráulica, y por tanto, el nivel freático al interior del muro en dicha condición de cercanía y alza en un nivel de laguna.

Una particularidad geotécnica es el apoyo del muro de enrocado en arenas previas. Estas arenas se han investigado
mediante extensivas campañas geotécnicas, incluyendo recientes campañas con sondajes piezocono (CPTu). De
esta forma se han podido identificar, el estado de estas arenas, encontrándose de forma mayoritaria estados densos.
Por lo anterior, y en la línea de la incorporación de resiliencia a la estructura, se ha tomado como criterio de diseño el
definir las geometrías del recrecimiento y sus bermas de refuerzo (como la de 22 m en la figura 7) de tal forma que
sean estables incluso ante la ocurrencia de fenómenos de licuación tanto en las arenas del muro como en los estériles
de tratamiento en la cubeta. De esta forma, el diseño es resiliente respecto al estado de densidad tanto de las arenas
como de los estériles de tratamiento.

Se incorpora en el talud aguas arriba un sistema de materiales de filtro para preservar la condición drenante de los
rellenos de estéril mina (evitando la potencial migración de partículas más finas desde la cubeta hacia el cuerpo del
muro por efecto de gradientes hidráulicos)

Los análisis de estabilidad estáticos y pseudo estáticos cumplen con la normativa vigente. Así mismo la instrumenta-
ción de los muros se mantiene, incluyendo además los hitos correspondientes al nuevo coronamiento.

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Figura 7 – Sección de diseño de muro – primer recrecimiento proyectado.

En base a la morfología del depósito (de anillo circular) y la disponibilidad de un extenso ancho de berma de escollera
existente, se ha considerado mantener una construcción de recrecimiento según eje central. Este método provee un
prisma resistente de material rocoso que hace que la estabilidad del muro se influencia más por la resistencia del
material rocoso que lo constituyen, más que por la resistencia de los estériles de tratamiento que contiene, y mante-
niendo los criterios de inclusión de bermas de refuerzo suficientes para mantener la configuración estable incluso ante
eventos de licuación de las arenas de muro y estériles de tratamiento. Un ejemplo de esta configuración de diseño
para el largo plazo se muestra en la Figura 8.

En materia de uso del material rocos estéril mina, este se utiliza en el largo plazo para genera berma de acceso al
centro del depósito Cobre para mantener laguna centrada y con distancia máxima de los muiros, así como para berma
de protección de laguna para facilitar el bombeo de la misma con escasos nivel de volumen de agua.

Los análisis de estabilidad estáticos y pseudo estáticos cumplen con la normativa vigente. Así mismo la instrumenta-
ción de los muros se mantiene y se amplía, con hitos topográficos e instalación de piezómetros de cuerda vibrante.

Figura 8 – Sección de diseño de muro – recrecimientos al largo plazo.

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4. CONCLUSIONES
Se ha expuesto en este comunicado cómo la consideración y el análisis de las condiciones de sitio y las particulari-
dades del proyecto de reanudación de la operación de Minas de Riotinto, fue un aspecto clave para implementar los
elementos de diseño y planificación operacional específicos para asegurar, por una parte, la integridad estructural
de la instalación y su operación, y por otra, el aprovechamiento de las oportunidades de aumento de eficiencia en la
gestión de los residuos. El concepto de resiliencia para la gestión integral de los estériles de tratamiento y sus aguas,
y el diseño obras estructurales, ha sido el foco del diseño – la resiliencia se ha impuesto como un concepto esencial
para el diseño de presas de estériles de tratamiento, que por la inherente variabilidad de su operación requiere tener
amplia capacidad de adaptación a los cambios y tener la redundancia adecuada para absorber cualquier desviación,
esperado o no esperada. Los recrecimientos de muro se han basado en las excelentes propiedades del material ro-
coso estéril mina, que permite generar prismas y bermas de gran resistencia y con la propiedad de ser naturalmente
drenante, de esta forma, el diseño geotécnico de los recrecimientos ha sido ideado para aprovechar al máximo estas
propiedades, delegando el máximo de responsabilidad estructural a este material, y permitiendo que aún ante esce-
narios de resistencia residual de arenas y estériles de tratamiento, la configuración de muros permanezca estable
– gracias a la inclusión sistemática de bermas de refuerzo en el talud aguas debajo de los muros. El esquema de
disposición de estériles de tratamiento planificado, de geometría perimetral, sectorizada, en capas delgadas y con
posibilidad de generar ciclos de secado, ha sido funcional para mejorar el manejo de aguas y la densidad de los esté-
riles de tratamiento depositados, con énfasis en mantener las mínimas lagunas posibles y lo más distante posible de
los muros, en complemento de obras de trasvase interior (entre depósitos) y reglas operaciones de gestión de aguas
para minimizar el efecto de las lluvias en la acumulaciones de aguas en el depósito.

5. BIBLIOGRAFÍA
• Leps. T. (1970). “Review of Shearing Strength of Rockfill.” Journal of the Soil Mechanics and Foundations Division.
ASCE. Vol. 96. No 4. pp. 1159-1170.
• Been, K, Obermeyer, J, Parks, J and Quinonez, A. (2012). Post liquefaction undrained shear strength of sandy silt
and silty sand tailings. Proc. Tailings and Mine Waste ’12, 14–17 October, Keystone, Co., USA., pp.

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315
STARTUPS EN EL ÁMBITO DE LA ENERGÍA
Santos Moro, Luis Manuel
EDP, Plaza de la Gesta, 2, lsantos@edpenergia.es

RESUMEN: El sector energético no es ajeno a la proliferación de nuevas empresas innovadoras, y de hecho EDP
ha identificado tres tendencias, o brechas, que explican las oportunidades de transformación tecnológica que las
start-ups ofrecen a las empresas consolidadas del sector energético. Esta comunicación explica esas tendencias y
analiza datos del número y composición de start-ups en el sector energético y ofrece una interpretación de los visibles
desequilibrios en cuanto a cierta clasificación según áreas tecnológicas.

PALABRAS CLAVE: Start-up, empresas emergentes, transformación digital.

1. INTRODUCCIÓN
España acabó 2016 con un total de 2.633 start-ups (empresas de menos de cinco años con soluciones innovadoras),
según el informe Startup Ecosystem Overview elaborado por la fundación Mobile World Capital. España se sitúa
como el cuarto destino tecnológico a nivel europeo para el talento empresarial.

El sector energético no es ajeno a esta proliferación de nuevas empresas innovadoras, y de hecho EDP ha identifica-
do tres tendencias, o brechas, que explican las oportunidades de transformación tecnológica que las start-ups ofrecen
a las empresas consolidadas del sector energético.

Esta comunicación explica esas tendencias y analiza datos del número y composición de start-ups en el sector ener-
gético y ofrece una interpretación de los visibles desequilibrios en cuanto a cierta clasificación según áreas tecnoló-
gicas.

La influencia que tendrán estos nuevos modelos de negocio y de cooperación entre empresas en la forma de afrontar
los retos de las transformaciones tecnológicas renovable y digital, supone un hecho que debe ser considerado en
los procesos de definición de estrategias empresariales. De ahí la relevancia de esta comunicación para el área de
Gestión Empresarial del Congreso.

2. LAS AREAS ESTRATÉGICAS DE INNOVACIÓN DE EDP


EDP ha estructurado su estrategia de Innovación en cinco líneas estratégicas:

• Cleaner Energy. Tecnologías de generación de energía eléctrica de origen renovable o de origen térmico que incor-
poren innovaciones para mitigar los efectos ambientales.
• Smarter Grids. Tecnologías de permitan la construcción, operación y mantenimiento de las redes eléctricas del
futuro.
• Client Focused Solutions. Desarrollo de soluciones tecnológicas que coloquen al cliente en el centro de los proce-
sos de la empresa eléctrica y le habiliten a tomar mejores decisiones de forma más rápida y ágil.
• Data Leap. Transformación digital de las actividades y aprovechamiento de las oportunidades que ofrece la dispo-
nibilidad de grandes cantidades de datos de fuentes distribuidas, formatos heterogéneos y a tasas de adquisición
cada vez mayores.
• Energy Storage. Tecnologías de almacenamiento de energía para facilitar la descarbonización de la sociedad me-
diante la integración total de las fuentes de energía de origen renovable.
Esa misma taxonomía de áreas tecnológicas la ha empleado EDP España para clasificar a dos conjuntos de startups
activas en el sector energético. Uno de los conjuntos está formado por las startups que ha ido identificando EDP en
España. El objeto de este trabajo es comparar la distribución de ambas clasificaciones y analizar las posibles dife-
rencias para de ese modo poder extraer conclusiones sobre la mayor o menor intensidad de aparición de empresas
correspondientes a cada una de las clases.

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3. CLASIFICACIÓN DE START-UPS EN FUNCIÓN DEL PAÍS DE ORIGEN
El primer conjunto de datos corresponde a las 100 start-ups identificadas en el informe elaborado en Marzo de 2017
por la Agencia Alemana de Energía (DENA) “The 100 start-ups from a global initiative. “Start Up Energy Transition”.

El informe de DENA incluye a empresas de Alemania, Estados Unidos, Francia, India, Reino Unido, España, Nigeria,
Países Bajos, China, Israel, Brasil, Suecia, Sudafrica, Suiza, Portugal, Finlandia, Austria, Australia, Ucrania, Grecia,
Bangladesh, Lesoto, Pakistán, Kenia, Estonia y Uganda. En la figura 1 puede verse la distribución por países del
número de startups incluidas en el informe.

El hecho de que más de un 25% de las empresas correspondan al país de origen de la agencia elaboradora del es-
tudio, superando incluso a Estados Unidos (con Silicon Valley y el hervidero californiano de startups en el ámbito del
cleantech), evidencia cierto sesgo de disponibilidad en los datos. España, con 5 startups, ocupa el puesto número
6 de los 26 países incluidos en la muestra del estudio de DENA. Llama poderosamente la atención que entre los 26
países no figuren ni Japón ni Corea del Sur, sobre todo teniendo en cuenta que esos dos países lideran el número
de empresas propietarias de patentes en las tecnologías de baterías de iones de Litio. También es muy llamativo que
Nigeria presente más empresas (5) que China (4) o Isarel (3), otra de las áreas de mayor densidad de startups.

Figura 1 - Distribución por países del número de startups del informe de DENA

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4. CLASIFICACIÓN DE START-UPS EN FUNCIÓN DE LAS AREAS ESTRATÉGICAS DE EDP
Analizando las propuestas de valor de cada una de las 100 empresas referenciadas en el informe, se puede asignar
cada una de ellas a una de las cinco prioridades de innovación de EDP. En este caso ha sido necesario incluir una
sexta clase (electric vehicle). La clasificación ofrece los resultados mostrados en la tabla 1:

Tabla 1- Desglose de startups del informe de DENA según área estretégica


Área estratégica de Innovación % de startups
Cleaner Energy 29
Client Focused Solutions 25
Data Leap 21
Energy Storage 13
Electric Vehicle 7
Smarter Grids 5
Total 100

A la vista de este desglose llama la atención que el número de startups correspondientes a la clase Smarter Grids
sea el menor de todas las categorías y tan bajo en relación a otras categorías como Client Focused Solutions o Clea-
ner Energy. Resulta paradójico que la categoría Energy Storage ofrezca casi tres veces más empresas que Smarter
Grids, pues a lo largo de los últimos 150 años las redes eléctricas han sido mucho más eficientes que las baterías a
la hora de suministrar energía eléctrica a los consumidores finales. El desequilibrio observado en esta muestra es un
indicador de la transformación tecnológica a la que estamos asistiendo en el siglo XXI.

Una posible explicación a este bajo número de empresas en la categoría Smarter Grids podría ser el hecho de que
los negocios de transporte y distribución de energía eléctrica han sido tradicionalmente muy conservadores a la hora
de adoptar nuevas tecnologías. El concepto de producto mínimo viable choca con la mentalidad del producto máximo
fiable.

Por otro lado, no sorprende el elevado número de empresas asociadas a la clase Data Leap dado que dentro de este
epígrafe se engloban un conjunto de tecnologías de digitalización (Big Data, Analytics, Deep Learning, Smart Devi-
ces, Sensors, etc) de alcance transversal.

5. DIFERENCIAS ENTRE LAS DOS MUESTRAS ESTUDIADAS


El segundo conjunto de empresas emergentes ha sido elaborado por EDP España de acuerdo a fuentes propias que
le han servido para promover iniciativas como el EDP Acceleration Program y está formado, a la fecha de elaboración
de esta comunicación, por 139 empresas españolas. La clasificación de acuerdo con las mismas áreas estratégicas
empleada anteriormente, arroja los resultados que se muestran en la tabla 2:

Tabla 2- Desglose de startups de la muestra de EDP según área estratégica


Área estratégica de Innovación % de startups Número de startups
Data Leap 27 37
Cleaner Energy 23 32
Client Focused Solutions 22 30
Smarter Grids 15 21
Energy Storage 11 15
Electric Vehicle 3 4
Total 100 139

La muestra de EDP España comparte con la de DENA las mismas tres clases dominantes respecto a las demás (Data
Leap, Cleaner Energy y Client Focused Solutions), con un 72% de las empresas. En el caso de España, la clase Data
Leap es la más numerosa, lo que confirma su carácter transversal y es una señal de la buena salud innovadora del
ecosistema español que es capaz de generar iniciativas emprendedoras en este tipo de nuevas tecnologías emer-
gentes.

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En la muestra española llama la atención que la categoría de Smarter Grids tenga un peso tres veces mayor que el
equivalente a la muestra mundial de DENA. Esto podría parecer una contradicción con el argumento explicativo que
se dio al evaluar el bajo valor en la muestra mundial, pues la causa estructural de prudencia tecnológica en el ámbito
de la distribución no parece que esté afectada por matices regionales.

Sin embargo, el resultado observado en la muestra española es coherente con el esfuerzo que han realizado de forma
singular las empresas eléctricas españolas en dotar a las redes eléctricas de tecnología. También es coherente con el
hecho de que una de las plataformas tecnológicas españolas en energía más activas sea Futured, que ha mantenido
durante los últimos diez años un impulso sostenido a la generación de proyectos y oportunidades de colaboración
entre empresas eléctricas, universidades, centros de investigación y pymes.

Ya en 2008 UNESA había elaborado un estudio que evidenciaba el efecto tractor que las empresas eléctricas espa-
ñolas tienen sobre el ecosistema innovador, al convertirse en prescriptoras para fabricantes y centros tecnológicos.
En la figura 2 se indica el porcentaje de gasto en I+D+i de los distintos agentes del sector eléctrico en 2008. Ahora,
casi diez años después parece que se recogen los frutos de ese esfuerzo.

Figura 2 - Efecto tractor de las empresas eléctricas

6. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Las conclusiones de este estudio reflejan que las start-ups que pretendan desarrollar productos y servicios innova-
dores en el ámbito de las redes eléctricas se enfrentan a obstáculos estructurales que no tienen que superar otras
empresas de otros ámbitos. Las medidas para superarlos dependen del ecosistema innovador del sector energético
(empresas consolidadas, universidades, centros tecnológicos) y sobre todo del efecto tractor de las empresas eléctri-
cas, siendo el caso español una clara muestra de esa relación.

7. BIBLIOGRAFÍA
• Altran (2008), “I+D+i de la electricidad en España 2008.” UNESA.
• DENA (2017), “The 100 start-ups from a global initiative. “Start Up Energy Transition”, Agencia Alemana de Energía
DENA.
• Fundación Mobile World Capital (2017) “Informe Startup Ecosystem Overview”, Fundación Mobile World Capital.

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399
MINERIA SEGURA Y PREPARADA PARA LAS EMERGENCIAS
Isabel Zamora, Santiago Blanco, Manuel Martín
MATSA Minas de Aguas Teñidas
Manuel.martin@matsamining.com
Isabel.zamora@matsamining.com

RESUMEN: La minería subterránea requiere de equipos especiales, bien equipados, preparados, con un gran co-
nocimiento, es decir altamente capacitados, para atender situaciones de emergencia donde se necesite rescatar a
personas en la instalación minera, así como para desarrollar intervenciones técnicas en interior de mina donde se re-
quiera del uso de equipos de respiración autónoma, para ello MATSA tiene constituida la Brigada de Rescate Minero
desde el año 2009. En esta comunicación se desarrolla la evolución y crecimiento de la Brigada de Rescate Minero
(BRM) de Aguas Teñidas-Magdalena y el apoyo a la formación y asesoramiento para la BRM de mina Sotiel.

PALABRAS CLAVE: Estación de salvamento, Emergencias, Brigada de rescate minero, Capacitación.

1. INTRODUCCIÓN
Minas de Aguas Teñidas, S.A.U., (MATSA) es una empresa minera española moderna y sostenible titular de los
derechos de explotación de la mina de Aguas Teñidas y mina Magdalena en Almonaster la Real y de la mina Sotiel
localizada en el término municipal de Calañas, Huelva.

La actividad de MATSA consiste en la investigación y explotación de yacimientos minerales y su tratamiento en la


planta de procesamiento, ubicada al norte de la Faja Pirítica Ibérica, en el municipio de Almonaster la Real, provincia
de Huelva, Andalucía.

Se trata de un distrito minero de más de 250 km. de longitud, activo desde los tiempos fenicios, hace más de 2.500
años. Las minas producen concentrado de cobre, zinc y plomo.

MATSA es una filial de TM Mining Ventures SL, una empresa participada conjuntamente al 50% por Mubadala Invest-
ment Company, inversor global pionero que utiliza su capital con integridad y creatividad para acelerar el crecimiento
económico y el beneficio a largo plazo de Abu Dhabi, y por Trafigura, empresa líder en el mercado mundial de mate-
rias primas.

La explotación subterránea en Minas de Aguas Teñidas se explota, principalmente, por el método de cámaras prima-
rias y secundarias que posteriormente se rellenan con una pasta producida con los propios estériles sobrantes del
proceso de tratamiento del mineral en la planta. Esta moderna planta de tratamiento cuenta con una capacidad para
procesar entre 4,3 hasta 4,6 millones de toneladas de mineral al año que opera durante 24 horas los 365 días del año.

Desde el reinicio de la explotación de Aguas Teñidas, MATSA constituyó una estación de salvamento minero dotada
de personal voluntario de MATSA y equipación específica para apoyar el salvamento de personas en caso de emer-
gencia en interior de mina que identificó como Brigada de Rescate Minero (en adelante, BRM). Desde entonces la
BRM ha crecido y adaptado a los cambios y necesidades de las explotaciones.

El objeto de esta comunicación es describir la evolución y adaptación de la actual BRM Aguas Teñidas-Magdalena
que ha tenido de acuerdo al crecimiento de la propia mina de Aguas Teñidas, así como con la apertura de mina Mag-
dalena y el reinicio de mina Sotiel.

2. BRIGADA DE RESCATE MINERO AGUAS TEÑÍDAS-MAGDALENA


La mina de Aguas Teñidas inicia en 2006 un nuevo proyecto que culmina en enero de 2009 con el arranque de la
producción para alimentar de mineral un establecimiento de beneficio. El proyecto representaba un gran desafío para
la minería española en ese momento: la extracción de 1,7 millones de toneladas anuales de mineral y sacarlo a su-
perficie mediante camiones, así como el empleo de la pasta para el relleno de las cámaras primarias y secundarias
creadas con la extracción del mineral. Esta pasta procedente de los estériles de la planta de tratamiento, mezclada

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con cemento ha supuesto el relleno que garantiza un alto rendimiento y permite lograr así una mayor recuperación
del yacimiento. A partir de 2011, las producciones se estabilizaron por encima de dos millones de toneladas año, al-
canzando los tres millones de toneladas en 2015, una media de 8400 toneladas al día. Además desde 2011, algo más
de un millón de toneladas de pasta se introducen anualmente en la mina, permitiendo la recuperación de cámaras
primarias y reduciendo el impacto medioambiental.

Con esta situación MATSA necesitaba también disponer de una BRM preparada y adaptada a las necesidades y
ritmo de la mina, por lo que en el año 2009 se forma con personal voluntario de diferentes áreas: mina, operación y
seguridad entre otras y con una dotación de medios acorde a las necesidades de entonces.

Con el crecimiento de la mina y las nuevas explotaciones, la BRM de Aguas Teñidas, pasó a ser la BRM Aguas Te-
ñidas-Magdalena, que actualmente está formada por 26 voluntarios, formados todos en la Brigada Central de Salva-
mento Minero de Asturias, lo que les acredita con una capacitación de alto nivel.

Así mismo la dotación en equipación para atender emergencias se ha ido incrementado en base al crecimiento de
las minas y en estos momentos dispone de varias unidades móviles con alta presión agua-espuma para extinción de
incendios en interior, tanto en interior de mina, como en superficie, herramientas para la excarcelación de personas
en vehículos, unidad de recarga de botellas de gases respirables (central de recarga de botellas a presión), medios
materiales para el rescate en altura, cámaras térmicas para la identificación de incendios y la localización y rescate
de heridos, incluso una unidad de generación de humo frío sintético para los entrenamientos, entre otros.

Por otro lado, Sotiel ha constituido también su BRM, apoyada por la de Aguas Teñidas-Magdalena y que en caso
de necesidad constituyen un cuerpo de actuación ante emergencias en interior de mina con una alta preparación y
conocimiento en rescate. Ésta está constituida por ocho brigadistas del contratista.

Desde inicio del proyecto en mina de Aguas Teñidas, MATSA, visualiza la necesidad de disponer, aparte de los me-
dios de emergencias ya existentes en ese momento, de una Brigada de Rescate Minero totalmente preparada para
atender cualquier situación con medios propios y con capacidad para llevar a cabo con éxito las situaciones más
adversas que se pudieran tener: como atrapamiento, incendios o un golpe de techo, donde sólo con un alto grado de
entrenamiento y conocimiento de la mina el rescate de personas tuviera resultados positivos.

2.1 PORQUÉ UNA BRM CON PERSONAL PROPIO


El Reglamento general de normas básicas de seguridad minera marca el camino que se debe llevar: “Toda minería
subterránea con peligro de incendios, desprendimiento de gases o polvos explosivos dispondrá de una estación de
salvamento provista del material preciso para hacer frente a las situaciones de emergencia” y del peligro que se tiene
al existir la explotación; por lo tanto, MATSA con su política fuerte y visible en seguridad definió por un lado que quería
tener una brigada con su propio personal, es decir personal de MATSA para rescate de personas. Que el personal
brigadista tenía que ser voluntario y que dichos brigadistas tenían que estar preparados y disponer de los medios para
poder actuar sobre el resto de personas.

MATSA dispone de una política fuerte y visible de seguridad, para evitar cualquier accidente o emergencia, sin em-
bargo la empresa también pone en valor la necesidad de tener un equipo especializado y cualificado para afrontar las
diferentes emergencias que pudieran generarse en sus minas y así minimizar cualquier daño, inicialmente sobre las
personas, pero también sobre la propia instalación.

MATSA por su emplazamiento al Sur de la península, tan lejos de una brigada de salvamento minero formada y prepa-
rada como podía ser la Brigada Central de Salvamento en Asturias y sobre todo sin otros referentes cercanos cuando
inició su andadura en 2006, optó por tener autonomía en sus actuaciones ante posibles emergencias.

Las minas subterráneas a nivel mundial, disponen de este equipo de salvamento por la dificultad que entrañan las
emergencias en el subsuelo, desde extinción de incendios en kilómetros de galerías, comportamiento del humo, bús-
queda y rescate de trabajadores extraviados y/o atrapados, accidentes de circulación de maquinaria y/o vehículos,
etc. La BRM está preparada para dar auxilio en diferentes emergencias, así como para llevar a cabo intervenciones
técnicas a la operación de mina, existiendo un fuerte compromiso entre MATSA y los componentes de la BRM, al ser
operadores mineros / técnicos voluntarios.

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Esto se traduce en que todos los meses los componentes de la BRM dejan su actividad (operación mina, planifica-
ción, geotecnia, ventilación, seguridad o representante de los trabajadores, entre otros) y realizan el entrenamiento
que les corresponde en base a la planificación anual que define el jefe de brigada.

2.2 EQUIPAMIENTO
Equipos de respiración autónoma
La BRM de Aguas Teñidas-Magdalena, dispone de equipos de emergencia para el trabajo de rescate y de salvamen-
to. Partiendo siempre de la base de la protección personal de los propios brigadistas MATSA dispone de equipos de
respiración autónoma de circuito cerrado y de circuito abierto. Siendo de especial mención el de circuito cerrado, pues
ofrece una autonomía de trabajo de 4 horas, lo que supone una garantía en intervenciones en interior de mina en las
que pudiera haber presencia de gases tóxicos: SO2, CO o NOx.

ERACC: Equipo de Respiración Autónoma de Circuito Cerrado, marca dräger modelo BG4.
Autonomía de 4 horas de uso / Autonomía marcada por el filtro de cal sodada.

Recirculación de la exhalación.

Uso de oxígeno puro.

Reacción exotérmica del filtrado de la exhalación y elementos de enfriamiento.

Estos equipos disponen de un elemento de comprobación del buen funcionamiento integrado en el equipo, el cual
avisa de cualquier situación insegura sobre mismo antes de ser utilizado, así como durante su uso (Bodyguard), en
el que se marca la presión del O2 y tiempo de disponibilidad. Esto depende de cada usuario: esfuerzo, complexión o
capacidad pulmonar, entre otras variables personales.

Estos equipos de respiración, tras ser utilizados, bien como intervención, bien como durante las prácticas, requieren
de una desinfección y limpieza a fondo, así como la correspondiente comprobación de estanqueidad, con equipo
específico.

Figura 2- Central de recarga de botellas de


gases respirables.
Figura 1 – Equipo BG4 Dräger (circuito cerrado)

ERACA: Equipo de Respiración Autónoma de Circuito Abierto.


• Autonomía según respiración de aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
• Exhalación sale al exterior del circuito respiratorio.
• Uso de aire respirable: 6,8 litros de aire por botella y 2 botellas por equipo.
• Suministros de aire comprimido / aire frio.

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Estos equipos tienen una autonomía más reducida, tiempos más cortos para el uso en búsqueda y rescate en espa-
cios con gases tóxicos y poca o nula visibilidad. La desinfección y limpieza es sencilla y se hace especial hincapié al
pulmo-automático.

Vehículos y equipos móviles de extinción

Es importante contar con medios móviles para la extinción de incendios sobretodo, y para otras emergencias. MATSA
cuenta en la BRM Aguas Teñidas-Magdalena con dos vehículos todo terrenos tipo pick up con una capacidad de 500
litros de agua y espuma a alta presión, lo que permite reducir tiempos de intervención.

También cuenta con un camión URO con capacidad de 3000 litros de agua y motobomba para solventar las interven-
ciones con gran potencia de fuego.

Figura 3 – Camión todo-terreno de extinción con motobomba-espumógeno

Otras equipaciones
Medios de excarcelación: colchones de elevación, puntales de inmovilización, cizallas combi y equipo hidráulico de
apertura de huecos. Medios para la inmovilización de heridos: tableros y dama de elche, camillas de pala, camillas
nido para el trasporte, colchón de vacío, fernokit para inmovilización de columna. Herramientas específicas como
aquellas para el cierre de galerías tales como globo hinchable e inflador específico para Aguas Teñidas y Magdalena,
que permite aislar una zona de gran sección en un corto periodo de tiempo.

Figura 4 - Cámara térmica Figura 5 - Rescate en altura en interior de mina

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y Recursos Minerales
Así mismo se dispone de generador de humo para simulacros y entrenamientos en espacios confinados y para
para búsqueda
búsqueda de personas
de personas o cámaras
o cámaras térmicastérmicas para búsqueda
para búsqueda de personas
de personas en interior
en interior de mina.de mina.

En elEn el año
año 2013,
2013, MATSA
MATSA optóoptó
por por acreditarse
acreditarse comocomo empresa
empresa de de recarga
recarga dede botellas
botellas dede equiposa apresión
equipos presiónpara gases
para gases respirables para uso propio: aire comprimido y oxígeno, lo que permitió ser más eficaces
respirables para uso propio: aire comprimido y oxígeno, lo que permitió ser más eficaces y tener la autonomía y su-
tener la autonomía suficiente y disponibilidad sin necesidad de duplicar o triplicar la dotación en
ficiente y disponibilidad sin necesidad de duplicar o triplicar la dotación en BG4 y ERA y mantener de este BG4 y modo el
ERA y mantener de este modo el número de entrenamientos mensuales
número de entrenamientos mensuales
Evolución de la BRM Aguas Teñidas-Magdalena
Evolución de la BRM Aguas Teñidas-Magdalena
Desde la creación
Desde de la de
la creación BRM la Aguas Teñidas-Magdalena
BRM Aguas Teñidas-Magdalenacon 10 con
voluntarios hasta lashasta
10 voluntarios actuales 26 personas,
las actuales 26 25 hom-
brespersonas,
y 1 mujer,25elhombres
camino ha y 1sido deeltrabajo
mujer, caminoy ha
aprendizaje constante
sido de trabajo para adaptase
y aprendizaje constantea las necesidades
para de las minas
adaptase a las
de Aguas Teñidasdey las
necesidades de minas
Magdalena y preparar
de Aguas Teñidasa ylos
de brigadistas
Magdalena para mina aSotiel.
y preparar En el siguiente
los brigadistas gráfico,
para mina Figura 6, se
Sotiel.
puede Enver que la evolución
el siguiente de la composición
gráfico, Figura 6, se puede verdequela BRM con el número
la evolución de brigadistas
de la composición de la ha
BRMsido proporcional
con el número al desar-
rollo de
en brigadistas ha sido
interior de mina conproporcional al desarrollo
un hito clave, como ha sido en interior de en
la puesta mina con un hito
explotación declave, como ha sido
mina Magdalena la todo con
sobre
puesta
la Masa 2. en explotación de mina Magdalena sobre todo con la Masa 2.

Evolución del Número de Brigadistas Matsa


30

25

20

15

10 Evolución

0
Año Final Año Año Año Año Año Año Año Año
2009 Año 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
2009
Figura 6 – Crecimiento y evolución de los miembros de la BRM Aguas Teñidas-Magdalena
Figura 6 – Crecimiento y evolución de los miembros de la BRM Aguas Teñidas-Magdalena
Asimismo, el equipamiento y dotación se ha incrementado tanto en los equipos personales de intervención, como en
Asimismo, siendo
los colectivos, el equipamiento
estos losyque
dotación se ha incrementado
proporcionan tanto en
una autonomía los equipos
completa personales
en ambas de tal
minas, intervención,
y como se indica Con
en formato:
como7.
la Figura enEntre
los colectivos,
los que se siendo estos trajes
destacan: los queignífugos,
proporcionan unade
cascos autonomía completa
intervención, en ambas
equipos minas, talautónoma,
de respiración
y como yse
mangueras indicadeenextinción,
lanzas la Figuracamillas,
7. Entre equipos
los que de
se testeo
destacan: trajes ignífugos,
y comprobación, cascosmóviles
equipos de intervención,
de intervención tipo
equipos de respiración autónoma, mangueras y lanzas de extinción, camillas, equipos de testeo y
camión y lanzaderas, cámaras térmicas, sistema de lavado de equipos y material de rescate en altura entre otros.
comprobación, equipos móviles de intervención tipo camión y lanzaderas, cámaras térmicas, sistema de
lavado de equipos y material de rescate en altura entre otros.

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Incorporaciones en equipamiento BRM Matsa
50
45
40
35
30
25
20 Evolución
15
10
5
0
Año Año Año Año Año Año Año Año Año
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Figura
Figura 7 – Crecimiento
7 – Crecimiento de la dotación
de la dotación dedemedios
de medios la BRMde la BRM
Aguas Aguas Teñidas-Magdalena.
Teñidas-Magdalena.

Por otro
Por otro lado,lado, una brigada
una brigada especializada
especializada necesita
necesita de preparación
de preparación constante
constante y MATSA
y MATSA facilitó
facilitó desdedesde el
el comienzo que
comienzo
se llevara quede
a cabo seforma
llevaracontinua
a cabo de forma
y de continua
acuerdo a lasynecesidades
de acuerdo aenlas necesidades
cada momento.enFigura cada 8.momento.
En este sentido la
Figura tras
formación 8. Enlos
este sentido la formación
entrenamientos tras los entrenamientos
de preparación de preparación
para nuevos brigadistas quepara nuevosen
se reciben brigadistas
la propiaque
instalación se
culminan con un adiestramiento en la Brigada Central de Salvamento Minero en Asturias con Salvamento
se reciben en la propia instalación se culminan con un adiestramiento en la Brigada Central de fuego real en túneles,
Minero en Asturias con fuego real en túneles, finalizando en el túnel de 600 m en el denominado Tunnel
finalizando en el túnel de 600 m en el denominado Tunnel Safety Testing, donde se entrenan bomberos de Madrid,
Safety Testing, donde se entrenan bomberos de Madrid, Barcelona y otros cuerpos a nivel nacional como
Barcelona y otros
los TEDAX cuerpos
de la Guardiaa Civil,
nivelasí
nacional como los TEDAX
como internacionales, dede
tanto la Europa,
Guardiacomo
Civil,de
asíotras
como internacionales,
partes del mundo tanto de
Europa, como de otras partes
como los bomberos de Israel. del mundo como los bomberos de Israel.

También, formación
También, por elpor
formación Consorcio de Bomberos
el Consorcio de Huelva,
de Bomberos por personal
de Huelva, sanitariosanitario
por personal de la propia
de lainstalación
propia para la
asistencia y soporte
instalación a los
para la enfermeros
asistencia o para
y soporte intervención
a los autónoma
enfermeros si las condiciones
o para intervención autónoma no si
permiten acceso a personal
las condiciones
sanitario y entrenamiento
no permiten mensual sanitario
acceso a personal impartidoy por los mandosmensual
entrenamiento de la propia BRM.por los mandos de la propia
impartido
BRM.

Figura 9-Imagenes entrenamiento en el TST


Figura 9-Imagenes entrenamiento en el TST

El incremento de formación
El incremento de formaciónentre loslos
entre años 2015
años 2015y y2016
2016hahasido
sidopara
paracompletar
completar la BRM con
la BRM con alalmenos
menosdos
dos brigadis-
tas por relevo con el inicio de la explotación de mina Magdalena, lo que supuso un gran esfuerzo para
brigadistas por relevo con el inicio de la explotación de mina Magdalena, lo que supuso un gran esfuerzo la compañía.
Paralelamente
para la compañía. Paralelamente se ha participado del conocimiento de otras brigadas como en las de Portugal o
se ha participado del conocimiento de otras brigadas como en las de Ajustrel, Somincor en
Skyline en USA,
Ajustrel, entre en
Somincor otras.
Portugal o Skyline en USA, entre otras.

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y Recursos Minerales
Formaciones Prácticas BRM Matsa
30

25

20

15 Externos

10 Internos

0
Año Año Año Año Año Año Año Año Año
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Figura 8de
Figura 8 –Evolución –Evolución deenlalaformación
la formación BRM Aguasen la BRM Aguas Teñidas-Magdalena
Teñidas-Magdalena

En las
En las siguientes
siguientes imágenes
imágenes enen
3D3Dy yenenplanta,
planta,figuras
figuras 10
10 yy 11
11 se
se indica
indicalos
losdesarrollos
desarrollosdede
mina dede
mina Aguas
Aguas Teñidas
Teñidasactualmente.
existentes existentes actualmente.

Figura 10 - Mineralización y desarrollos en mina de Aguas Teñidas

Figura 10 - Mineralización y desarrollos en mina de Aguas Teñidas

Figura 11 – Imagen en planta de los desarrollos en mina de Aguas Teñidas

Figura 11 – Imagen en planta de los desarrollos en mina de Aguas Teñidas

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2. ESTUDIO DE PROPAGACIÓN DEL HUMO EN INTERIOR DE MINA
La situación de emergencia más desfavorable ante el humo es un incendio en una rampa de mina con entrada prin-
cipal de aire fresco desde el exterior, ya que se produce el efecto chimenea hacia interior de la propia mina, con dos
parámetros que complican la situación como son el consiguiente aumento de temperatura, así como el aumento de
los gases de combustión hacia el fondo de mina. Por lo que es necesario determinar la potencia máxima de fuego
(carga de fuego) que se produciría, para ello se tendrá en cuenta al tipo de equipo que se incendia (en nuestra si-
tuación: camión de transporte de mineral) en la rampa, el cual proporcionaría un caudal de humo entre 60 a 90 m3/s
(fuente Aitemin, 2011); y por otro lado, la entrada de aire por rampa santa Bárbara para mina de Aguas Teñidas con
un caudal medio de 158 m3/s en el primer tramo recto de dicha rampa. Nos indica que todo el caudal de humo de un
camión ardiendo pasa al fondo de mina o a una parte en base al esquema de ventilación, sin intervenir el sentido de
la ventilación. Esto supone que la potencia máxima de un fuego de un camión en la rampa puede alcanzar los 431
MW, superior al equivalente a una cisterna de combustible ardiendo.

 Velocidad entrada de aire en RSB = 5,24 m/s

 Sección tipo = 30,13 m2

 Q entrada aire = 157,89 m3/s


Sección tipo RSB
 Potencia max. para RSB = 431 MW ~ camión cisterna
cargado de combustible
Figura 14 - Carga máxima de fuego en rampa santa Bárbara.

Esta situación se produjo en el culatón 6 de rampa santa Bárbara en el año 2012 y fue atendido por la BRM con re-
sultado satisfactorio para los trabajadores.

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3. CONCLUSIONES
Sólo si se está preparado ante las emergencias en minería subterránea se pueden obtener los resultados sin vícti-
mas. Una BRM altamente capacitada y dotada de medios permite hacer frente a cualquier situación inesperada de
emergencia. El camino para llegar a tener esta capacitación debe ser planificado y acorde a la evolución y crecimiento
de la mina, para que una improvisación en una actuación no sea tal.

Los entrenamientos programados, la participación en simulacros, la formación especializada, el compromiso de los


trabajadores que componen la brigada y una política visible en seguridad por parte de la dirección de la empresa,
hacen que una intervención de emergencia quede en un incidente, de consecuencias menores.

4. BIBLIOGRAFIA
• De la Herrán, A. et al (2015). Manual de Incendios. Incendios en Túneles. Grupo Tragsa y CEIS Guadalajara. Ed
2015-10.05, parte 4.
• Fuentes-Cantillana, J.L., (2011). Jornada Técnica de Fuegos en Túneles. Barcelona, 5 mayo 2011.
• García-Zapata, C., (2012). Formación de Cuadrillas de Rescate en Minas Subterráneas, Rev. Seguridad Minera.
Perú 22 de marzo de 2012.
• http://genwebv3.upc.edu/etcg/estudios/aula-paymacotas/fuego/ponencias-05-05-2011/fuentes.pdf

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248
TENSIONES ENTRE LA LEY DE MINAS Y LAS NORMATIVAS ESTATAL Y
AUTONÓMICAS DE ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS. LÍNEAS DE
LA JURISPRUDENCIA EN ESPAÑA Y EN EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE
LA UNIÓN EUROPEA.
RAMIREZ SANCHEZ MAROTO, CARLOS
Licenciado en Derecho, Director general de AFA-ANDALUCIA
EMPRESA AFA-ANDALUCIA
EMAIL afa.andalucia@gamil.com

PALABRAS CLAVE: minería, ponderación, medio ambiente, espacios protegidos, irreversibilidad

1. INTRODUCCIÓN
El interés del tema se debe a los constantes conflictos, entre la vigente Ley de Minas de 1973 de 21 de julio, y las
normativas estatales y autonómicas de protección de espacios naturales protegidos. En tal sentido, hay una evolu-
ción de las distintas normativas de protección de espacios protegidos y una línea jurisprudencial asentadas de cómo
interpretar la legislación sea en el ámbito estatal o en el autonómico. El objeto del articulo ha consistido en investigar
las servidumbres y prohibiciones a las actividades mineras en espacios naturales protegidos, así como los pronun-
ciamientos de la jurisprudencia en las tensiones entre espacios protegidos y actividades mineras. La hipótesis verifica
las normativas estatales establecen limitaciones y prohibiciones a las actividades mineras que son generalizadas, y
con más rigor en la mayoría de las Comunidades Autónomas, sumado a que la línea jurisprudencial tiende a posturas
ambientalistas. Se ha aplicado un método deductivo, y a partir de la investigación de una teoría se empleó el proceso
de verificación y sus distintas fases. El ámbito espacial es el territorio español en el siglo finales del siglo XX y XXI.
En la investigación se ha acudido a fuentes documentales de información jurídica primarias secundarias y terciarias.
Se ha analizado centenares de sentencias dictadas en relación al objeto de este trabajo. Las técnicas de observación
han sido fuentes primarias, secundarias, datos e informaciones, documentos originales y otras fuentes impresas. Los
principales resultados derivados de la aplicación de la metodología de desarrollo propuesta, son que la normativa
estatal de espacios naturales protegidos establece limitaciones y prohibiciones a las actividades mineras; en el ámbito
autonómico, en la práctica, se prohíben el ejercicio de las actividades extractivas en áreas declaradas como espacios
naturales protegidos; el Tribunal Constitucional ha creado doctrina, estableciendo la ponderación de intereses, de
actividades extractivas, y admitiendo la prioridad de la protección ambiental en los espacios naturales protegidos; la
jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia Europeo es proteccionista en relaciona a la posibilidad de afección
significativa de todo plan o proyecto presentado cuando el mismo pueda comprometer los objetivos de conservación
del espacio integrantes de la Red Natura 2000.

2. TITULO
Tensiones entre la Ley de Minas y las normativas estatal y autonómicas de espacios naturales protegidos.
Líneas de la jurisprudencia en España y en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea
1.1.- LAS NORMATIVAS AMBIENTALES ESTATAL Y AUTONÓMICAS DE ESPACIOS NATURALES PRO-
TEGIDOS.
Junto a la previsión establecida en el artículo 122 de la Ley de Minas, en la legislación ambiental, tanto estatal como
autonómica, encontramos restricciones importantes, e incluso prohibiciones genéricas, a la posibilidad de desarrollar
actividades mineras en los espacios naturales.

En el articulado de la actual Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, se establece un régimen que prohíbe las
actividades incompatibles con las finalidades que hayan justificado su creación, y, además, establece de conformidad
con el art. 6.3 de la Directiva Hábitats, un procedimiento riguroso para cualquier proyecto que pueda afectar de forma
apreciable a las especies o hábitats de los citados espacios, se someta a una evaluación de sus repercusiones en la
Ley 21/2013, de Evaluación Ambiental, de 9 de diciembre. La Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales
considera como actividades incompatibles en estos espacios naturales protegidos a las explotaciones y extracciones
mineras, de hidrocarburos, áridos y canteras. Este régimen de protección es singularmente estricto, en consonancia

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y Recursos Minerales
con la especial relevancia de los valores ecológicos que justifican su declaración, lo que lleva a la Ley a declarar la
incompatibilidad con de cualquier actividad minera. Esta incompatibilidad absoluta se configura como uno de los re-
querimientos territoriales para que un área pueda ser declarada Parque Nacional. Así lo establece el art. 6 de la Ley,
que enuncia como uno de los “requisitos que deber reunir un espacio para que pueda ser declarado parque nacional”,
el que “no podrá contener actividades extractivas o explotaciones de áridos, arenas o minerales”.

Asentada la competencia autonómica en la declaración y gestión de todas las figuras de espacios naturales las leyes
autonómicas de espacios naturales protegidos concretan, normalmente mediante los planes de ordenación de los
recursos naturales (PORN) pero en algún caso directamente, el régimen aplicable a los aprovechamientos mineros
en los espacios naturales protegidos. En otros supuestos, además, las leyes autonómicas amplían el catálogo de
espacios naturales recogido en la Ley de Protección de la Naturaleza y de la Biodiversidad, creando otros espacios a
los que aplican un régimen de protección singular.

En Andalucía, la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de espacios naturales protegidos de
Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección, además de las figuras de espacios protegidos
establecidas en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, crea tres regímenes específicos de protección: los Parajes
naturales, los Parques periurbanos y las Reservas naturales concertadas. De estas tres figuras, la de los Parques
periurbanos, y cuyo objetivo es que se utilicen para las “necesidades recreativas de las poblaciones”, es la que mayor
flexibilidad ofrece para la autorización de actividades económicas, incluso de carácter minero. Los Parques Naturales
son, sin duda, la “figura estrella” de espacio natural protegido y la Ley remite también a los instrumentos de ordena-
ción de los recursos naturales la determinación del “régimen de actividades” (art. 13.1). Sin embargo, en el Decreto
Legislativo 1/2014, de 15 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Conservación de la Naturaleza
del País Vasco, esta norma consagra un “principio de incompatibilidad” de las actividades mineras con los Parques
naturales en cuanto figura que goza de mayor protección, si bien, al igual que en las anteriores leyes que acabamos
de citar, serán los instrumentos de planificación y/o gestión de cada espacio natural protegido los que determinen
motivando adecuadamente la citada incompatibilidad y los criterios de protección de dichos espacios y de sus zonas
de afección.

Una ley que contiene una determinación concreta es la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza
y de Espacios Naturales de Extremadura. Esta norma, establece un régimen jurídico general de usos en un espacio
natural protegido con la consideración de “permitidos”, “incompatibles” y “autorizables” y se consideran incompatibles
los usos y actividades establecidos en el instrumento de planeamiento correspondiente no acordes con las finalida-
des de protección de cada Espacio Natural establecidos en el instrumento de planeamiento correspondiente. Así, las
leyes autonómicas no precisan, en general, cuáles son las actividades permitidas en cada figura de protección y es
preciso, por ello, acudir a las leyes de declaración o/y a los instrumentos de planificación. Se pueden destacar algunos
aspectos comunes relativos a la figura de los Parques Naturales, que es normalmente la dotada de mayor protección
ambiental. En primer lugar, cuando los PORN llevan a cabo una zonificación del Parque normalmente se consideran
incompatibles las actividades mineras en las superficies calificadas como de valor ambiental “muy alto” o zonas de
protección especial, si bien no es infrecuente que se respeten las actividades mineras preexistentes (aunque exclui-
das de la posibilidad de renovación). En otros casos, los PORN prohíben la actividad minera en todo el territorio del
Parque Natural, si bien se respetan los aprovechamientos legales preexistentes. En otros Parques Naturales, los
PORN permiten las actividades extractivas en las zonas de menor protección ambiental o bien en la totalidad de su
territorio, pero sometidas siempre a previa evaluación ambiental, Interesa señalar que la evaluación ambiental previa
para cualquier actividad autorizable en un parque natural resultará siempre aplicable, aunque no estuviera prevista en
el PORN, por aplicación de lo dispuesto en la Ley 13/2015, de Evaluación de Impacto Ambiental, que exige someter a
evaluación de impacto ambiental ordinaria cualquier proyecto de “explotaciones y frentes de una misma autorización
o concesión a cielo abierto de yacimientos minerales y demás recursos geológicos de las secciones A, B, C y D cuyo
aprovechamiento está regulado por la Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas y normativa complementaria. En algunos
parques, por último, para que las actividades extractivas resulten tolerables no solo han de situarse en las zonas de
menor protección sino además realizase con la finalidad exclusiva de aprovechamiento vecinal.

En cuanto a los lugares de la Red Natura 2000, interesa señalar que la Ley establece, de conformidad con el art.
6.3 de la Directiva Hábitats, que cualquier plan, programa o proyecto que sin tener relación directa con la gestión del
lugar o sin ser necesario para la misma, pueda afectar de forma apreciable a las especies o hábitats de los citados
espacios, ya sea individualmente o en combinación con otros planes, programas o proyectos, se someterá a una
adecuada evaluación de sus repercusiones en el espacio; esta situación que se llevará a cabo siguiendo los pro-

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cedimientos de evaluación ambiental estratégica y de evaluación de proyectos establecidos en la Ley 21/2013, de
Evaluación Ambiental.

2.2.- La jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo sobre minería y espacios naturales
protegidos.
La relación entre la legislación básica estatal y las leyes autonómicas que establecen prohibiciones o cargas adicio-
nales para el otorgamiento de autorizaciones y concesiones mineras en los espacios naturales protegidos ha dado
lugar a numerosos conflictos competenciales, mucho de los cuales ha sido resueltos por el Tribunal Constitucional.
Procede recordar, con carácter previo, que si bien son varios los Estatutos de Autonomía que atribuyen a las Comu-
nidades Autónomas competencia exclusiva en materia de espacios naturales protegidos, el ejercicio de esta com-
petencia exclusiva ha de respetar el marco jurídico básico estatal sobre protección del medio ambiente. El Tribunal
Constitucional en la Sentencia 102/1995 resume la doctrina establecida en sentencias anteriores sobre la materia
indica que al Estado le corresponde, el dictado de la legislación básica en la materia, compuesta fundamentalmente
en la actualidad por las ya citadas Ley del Patrimonio Nacional y la Ley de Parques Nacionales.

Partiendo de este marco de delimitación competencial, veamos cómo ha resuelto el Tribunal Constitucional los con-
flictos suscitados, en concreto, sobre las restricciones de las actividades mineras introducidas por las leyes autonó-
micas de espacios naturales protegidos. De las sentencias STC 64/1982 de 4 de noviembre, y STC 170/1989, de 19
de octubre, se deriva que las Comunidades Autónomas, en la regulación de sus espacios naturales protegidos, no
pueden establecer una prohibición general de las actividades mineras de las secciones C y D de la Ley de Minas.
La primera de las sentencias citadas asentó la idea central de la necesaria armonización en la “utilización racional
de esos recursos con la protección de la naturaleza, todo ello para el mejor desarrollo de la persona y para asegurar
una mejor calidad de la vida”, afirmando que la preocupación ecológica recogida en el art. 45, no podía considerarse
como objetivo primordial y excluyente la explotación de los recursos naturales. Esta doctrina es reiterada en la STC
170/1989, de 19 de octubre, que resolvió el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 1/1986, de la Comunidad de
Madrid, de creación del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Sin embargo, en este caso, el Tribunal
Constitucional respaldó la legalidad del artículo 14.2.c) de dicha ley autonómica, que prohibía las actividades extrac-
tivas en las zonas declaradas de reserva natural, ya que en este supuesto la prohibición se limitaba a unos terrenos
muy concretos. Esta línea doctrinal continua en jurisprudencia posterior, como la STC 106/2014, de 24 de junio de
2014.

Por su parte, en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, los pronunciamientos son homogéneos, y avalan la necesi-
dad de que la Administración autorizante lleve a cabo, en cada caso, un juicio de ponderación entre valores medioam-
bientales y los valores económicos en juego, pudiendo denegar las concesiones o autorizaciones mineras, cuando
la actividad minera suponga un riesgo o menoscabo de los valores medioambientales objeto de protección. Entre los
pronunciamientos del Tribunal Supremo sobre la ponderación de los intereses en conflicto citamos la STS 2099/2005,
de 4 de abril, ( Nº de Recurso 5431/2002), en relación a la resolución de la Dirección General de Industria, de 24 de
noviembre de 1999, que autorizó la prórroga de vigencia de la autorización de explotación de una cantera emplazada
en un paraje natural. La Sala declara improcedente acordar la prórroga al no cumplir con la obligación de verificar
que las condiciones necesarias para la protección del medio ambiente no se habían modificado y “(…)que no puede
equiparse el Plan de restauración, a la Declaración de Impacto ambiental.”.

Así, en relación al control por los tribunales ordinarios de la concurrencia de las causas que inciden en la no apro-
bación de un proyecto minero en un espacio de la Red Natura 2000, la STS de 25 de mayo de 2010 (Nº de Recurso
2185/2006), confirma íntegramente la sentencia del TSJ de Madrid que anuló el Decreto 131/2001, del Consejo
de Gobierno de la Comunidad, por el que se declaró la prevalencia del interés general de la actividad minera de
explotación de granito, en terrenos de propiedad municipal, incluido en el catálogo de montes de utilidad pública. La
declaración de impacto ambiental (en adelante, DIA) emitida con ocasión del proyecto fue negativa, por la afección de
los valores ambientales del monte, hallándose incluido en una zona de especial protección para las aves (en adelante,
ZEPA), y formando parte de la propuesta de lista regional de lugares de importancia comunitaria (en adelante, LIC).
La anulación del decreto es confirmada por el Tribunal Supremo, que declara que en el ejercicio de tal potestad se
ha producido una clara y evidente infracción de la normativa medioambiental nacional y europea, por la manifiesta
insuficiencia de las medidas compensatorias adoptadas. Esta línea doctrinal se mantiene en sentencias posteriores.
Así, en la sentencia 6279/2012, de 30 de noviembre de 2010( Nº de Recurso 53/2008), el Tribunal Supremo avala
la denegación por la Administración de una actividad extractiva, con base en la irreversibilidad de su impacto en el

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medio ambiente. Otro pronunciamiento interesante es el contenido en la STS 2870/2013, de 22 de mayo, (Nº de
Recurso 5892/2009), que resuelve el recurso de casación contra una sentencia que desestimó el recurso contra
el Decreto 4/2004, de 13 de enero, por el que se aprueba el PORN y el PRUG del Parque Natural de las Sierras
Subbéticas. La Sala de instancia considera razonable que en la zona de reserva se prohíba la extracción minera, pues
supone una mínima parte de la superficie total del Parque Natural, y además de conformidad con la Ley 4/1989 de
27 de marzo, de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres. Y en la sentencia 4064/2016,
de 19 de septiembre de 2016, ( Nº de Recurso 2081/2015), el Tribunal Supremo declara que ha lugar al recurso de
casación formulado por la Generalidad de Cataluña y la Diputación de Barcelona, contra la sentencia de instancia del
TSJ de Cataluña que declaró la nulidad del artículo 96 del Plan Especial impugnado. La sentencia de instancia había
estimado que la prohibición sentada por el artículo 96 del Plan tenía un carácter genérico proscrito por la legislación
estatal de minas lo que abona su nulidad.

2.3. La Jurisprudencia del Tribunal Justicia de la Unión Europea sobre minería y espacios naturales protegi-
dos.
Atendiendo a lo dispuesto en el artículo 46.4 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, modificado por la Ley 33/2015, de
21 de septiembre, que incorporaba lo dispuesto en el artículo 6.3 de la Directiva 92/43/CEE, Directiva Hábitats, con un
procedimiento de protección singular, en relación a que “Cualquier plan, programa o proyecto que, sin tener relación
directa con la gestión del lugar o sin ser necesario para la misma, pueda afectar de forma apreciable a los citados
lugares, ya sea individualmente o en combinación con otros planes o proyectos, se someterá a una adecuada evalua-
ción de sus repercusiones en el lugar(…). A la vista de las conclusiones de la evaluación de las repercusiones en el
lugar(…)los órganos competentes (…)solo podrán manifestar su conformidad con los mismos tras haberse asegurado
de que no causará perjuicio a la integridad del lugar en cuestión y, si procede, tras haberlo sometido a información
pública”, resulta de interés el discernir cuando estamos ante una afección “apreciable”.

Tal cuestión ha sido asentada por la jurisprudencia, especialmente la emanada del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea (en adelante TJUE). Así, dada la obligatoria aplicación del Derecho de la Unión Europea por los distintos
órganos jurisdiccionales de los Estados miembros, corresponde al TJUE velar por una aplicación e interpretación
uniforme del mismo en todos éstos., la Jurisprudencia del Tribunal Justicia de la Unión Europea ha asentado una
interpretación del concepto de “afección apreciable”. Se parte del principio de presunción de afección significativa
de todo plan o proyecto presentado cuando el mismo pueda comprometer los objetivos de conservación del espacio
integrantes de la Red Natura 2000, y del deber de someter el mismo a la evaluación a la luz del principio de cautela
comunitario. Se consagra, además, una línea jurisprudencial de control periódico de evaluación dinámica del espacio,
y la viabilidad del plan sujeto a la ausencia de perjuicio a la integridad del lugar en cuestión, previa, en su caso a la
información pública. Al respecto, la STJCE de 7 de septiembre de 2004, C-127, señala que no cabe considerar que
un plan o proyecto pueda afectar de manera significativa al lugar de que se trate cuando no pueda comprometer los
objetivos de conservación de dicho lugar. Esta sentencia parte del principio de presunción de afección significativa
de todo plan o programa presentado cuando el mismo pueda comprometer los objetivos de conservación del espacio
integrante de la Red Natura 2000, y además aplica el denominado “principio de evaluación dinámica del espacio”,
es decir la necesidad de establecer un control periódico de las actuaciones que se proyectan sobre un espacio en
concreto, que conlleva la necesidad de una evaluación continua de la actividad en cuestión. Con posteridad, la STJ-
CE de 14 de septiembre de 2006 (TJCE/2006) y otros, C-244/05, gradúa el perjuicio o alteración exigiendo que sea
“significativo” respecto a las características del lugar. En este sentido, también se pronuncia la Sentencia.

3. CONCLUSIONES
En el articulado de la legislación estatal de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, se establece un régimen que pro-
híbe las actividades incompatibles con las finalidades que hayan justificado su creación, e indica de conformidad con
la Directiva Hábitats, un procedimiento riguroso para cualquier proyecto que pueda afectar de forma apreciable a las
especies o hábitats de los citados espacios, se someta a una evaluación de sus repercusiones en la Ley 21/2013, de
Evaluación Ambiental, de 9 de diciembre. La Ley de Parques Nacionales considera como actividades incompatibles
en estos espacios.

La mayoría de las leyes autonómicas no precisan, en general, cuáles son las actividades permitidas en cada figura de
protección y es preciso, por ello, acudir a las leyes de declaración o/y a los instrumentos de planificación. Cuando los
PORN llevan a cabo una zonificación del Parque normalmente se consideran incompatibles las actividades mineras
en las superficies calificadas como de mayor valor ambiental o zonas de protección especial, si bien no es infrecuente
que se respeten las actividades mineras preexistentes, excluyendo la posibilidad de renovación.

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El Tribunal Constitucional en sus pronunciamientos ha aceptado como única excepción constitucional a la prohibición
general de vedar las actividades extractivas por razones ambientales se hallaría en aquellos casos en los que la
legislación del Estado hubiera declarado el espacio ambiental como prioritario. En el ámbito autonómico, en la prác-
tica, es generalizado que las Comunidades Autónomas prohíban el ejercicio de las actividades extractivas en áreas
declaradas como espacios naturales protegidos.

La jurisprudencia de los tribunales ordinarios ha otorgado, generalmente, validez general a la prohibición de activi-
dades mineras en espacios naturales protegidos al estimar que van en contra de objetivos, finalidades y valores de
la norma que los crea y gestiona. En tal sentido, no estaría respetando en su totalidad la doctrina constitucional ni
tampoco con lo establecido en el artículo 122 de ley de minas.

La Jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia Europeo ha venido perfilando una doctrina de las actividades
mineras en espacios naturales protegidos y como debe interpretarse la afección apreciable previsto en la Directiva
Hábitats, sin que se permitan decisiones generales sino caso a caso, con el fin de compatibilizar los dos intereses en
tensión.

BIBLIOGRAFIA
• LOZANO CUTANDA, B (2014): “Tratado de Derecho Ambiental”. En: Capítulo IV, Editorial CEF, Madrid, pp. 233 y
ss.
• DEL CASTILLO MORA, D.(2016): Las tensiones entre la minería y espacios naturales protegidos: su considera-
ción en la jurisprudencia del Tribunal Supremo y en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En: Revista Anda-
luza de Administración Pública. Número 96, septiembre-diciembre, pág 180.,

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
249
EL FRACKING Y LAS TENSIONES AMBIENTALES EN EL ESTADO DE LAS
AUTONOMIAS
RAMIREZ SANCHEZ MAROTO, CARLOS
Licenciado en Derecho, Director general de AFA-ANDALUCIA
EMPRESA AFA-ANDALUCIA
EMAIL afa.andalucia@gamil.com

RESUMEN: El interés del tema se debe a las constantes tensiones y, conflictos judiciales al más alto nivel entre
diversas Comunidades autónomas y el Estado en contra de la técnica del fracking, e incluso de ayuntamientos. Las
autonomías han considerado que en atribución de materia de ordenación del territorio y del litoral, urbanismo y vivien-
da, y de la protección del medio ambiente, tal técnica invade sus competencias. Además, ha defendido, en especial,
la finalidad de protección del medio ambiente, en la que la Comunidad Autónoma puede imponer requisitos y cargas
para el otorgamiento de autorizaciones y concesiones no previstos por la legislación estatal. La hipótesis verifica
que las normativas estatales que permiten y regulan la técnica del fracking, han originado un gran conflicto en sede
judicial que ha propiciado que el Tribunal Constitucional asiente una línea doctrinal que reafirma las competencias del
Estado. Para ello se ha aplicado un método deductivo, y a partir de la investigación de una teoría se empleó el pro-
ceso de verificación y sus distintas fases. En la investigación se ha acudido a fuentes documentales de información
jurídica primarias secundarias y terciarias, además se han analizado sentencias dictadas en relación al objeto de este
trabajo. Las técnicas de observación han sido fuentes primarias, secundarias, datos e informaciones, documentos
originales y otras fuentes impresas. Los principales resultados derivados de la aplicación de la metodología de desa-
rrollo propuesta han sido que la regulación por la normativa estatal sectorial de la técnica del fracking exige de una
previa declaración de impacto ambiental favorable para su actividad, y que en el ámbito autonómico, ha habido un
rechazo a tales técnicas, estableciendo en varias Comunidades la prohibición de éstas técnicas, que ha sido origen
de una línea doctrinal del Tribunal Constitucional estableciendo el respeto al ámbito competencia de la legislación
estatal en la materia.

PALABRAS CLAVE: fracking, medio ambiente, prohibición, Suelo no urbanizable. Normativa básica estatal

1. INTRODUCCION
Las normativas estatales que posibilitan y regulan la técnica del fracking, han originado un rechazo en gran número
de Comunidades Autónomas, y algunos ayuntamientos, llegando a la judicialización del conflicto a niveles del Tribunal
Constitucional y del Tribunal Supremo. El objetivo es saber las motivaciones jurídicas de ambas partes en conflicto
y si la jurisprudencia ha solventado de forma unánime o con variaciones su línea jurisprudencial, de tal forma que el
posicionamiento de la jurisprudencia, de obligado cumplimiento, ha dado soluciones nítidas a estas tensiones com-
petenciales desde distintas administraciones públicas que han pretendido impedir tal técnica en su ámbito territorial.

2. TEXTO PRINCIPAL
El Estado, al amparo de sus competencias sobre régimen minero y energético y ordenación general de la economía,
ha establecido como normativa básica la posibilidad de utilizar la técnica de la fractura hidráulica, y sometida a la exi-
gencia de una previa declaración de impacto ambiental favorable. la Ley 17/2013, de 29 de octubre, para la garantía
del suministro e incremento de la competencia de los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares que introduce
por primera vez el sometimiento a evaluación ambiental de los proyectos de exploración o explotación de hidrocar-
buros que utilicen la técnica de fracturación hidráulica, y la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental
incluye entre los proyectos sometidos a evaluación ambiental, los consistentes en la realización de perforaciones para
la exploración, investigación o explotación de hidrocarburos que requieran técnicas de fracturación hidráulica.

El rechazo a tales posibilidades de actuaciones en territorios autonómicos ha originado un nivel de conflictividad tan
elevado que ha llegado a las más altas instancias jurisdiccionales, debiendo de resolver el Tribunal Constitucional.

Analizamos, no todas las sentencias, pues desbordaría el objeto de esta Comunicación, pero si las más significativas
con los posicionamientos de las distintas administraciones públicas en conflicto. Un variado número de sentencias del

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Tribunal Constitucional, las SSTC 106/2014, 134/2014, 208/2014, y 73/2016, han abordado el problema desde una
perspectiva jurídico-competencial. Y en el ámbito del Tribunal Supremo la STS 5027/2014, de 19 de noviembre de
2014, la STS 136/2016, de 26 de enero y la STS 1748/ 2016, de 25 de abril.

Un variado número de sentencias, las SSTC nº106/2014, nº134/2014  y nº 208/2014 han abordado el problema de la


fracturación hidráulica desde una perspectiva jurídico-competencial. El Tribunal reiteró en todas ellas que prohibición
absoluta e incondicionada de la técnica de la fractura hidráulica en todo el territorio autonómico, prevista en leyes de
Cantabria, La Rioja y Navarra– “contradecía de manera radical e insalvable lo dispuesto en el apartado 5 del art. 9 de
la  Ley del sector de hidrocarburos” y, con ello, invadía las competencias estatales ex art. 149.1.13 y 25 CE.

La SSTC nº106/2014 sentó doctrina a las siguientes sentencias. La STC 106/2014, de 24 de junio, hace referencia
al recurso de inconstitucionalidad contra la  Ley del Parlamento de Cantabria 1/2013, de 15 de abril , por la que se
regula la prohibición en el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria de la fractura hidráulica como técnica
de investigación y extracción de gas no convencional. La parte recurrente invoca las competencias exclusivas que
el  Estatuto de Autonomía para Cantabria le atribuye en materia de ordenación del territorio y del litoral, urbanismo y
vivienda (art. 24.3 EACant), para considerar el empleo de la técnica del fracking como infracción urbanística (art.3) y
ordenar a las autoridades y funcionarios de la Administración autonómica y de las entidades locales de Cantabria que
adopten las medidas oportunas para la paralización de las actividades que se realicen contraviniendo la prohibición
del fracking (art. 2).Además, invocó la finalidad de protección del medio ambiente, en la que la Comunidad Autónoma
puede imponer requisitos y cargas para el otorgamiento de autorizaciones y concesiones no previstos por la legis-
lación estatal. Así el recurso de inconstitucionalidad se fundamentó esencialmente en la inconstitucionalidad en que
incurrió la ley impugnada en su integridad al entrar en contradicción insalvable con la normativa básica. El Abogado
del Estado afirmaba que incurría en inconstitucionalidad mediata, porque entra en insalvable contradicción con las
bases estatales, Además, considera vulnerados los arts. 128.1 y 130.1 de la CE.

El Alto Tribunal asumió sus motivaciones contra preceptos de la ley se basaron(FJ 8) en que la prohibición absoluta
e incondicionada de la técnica de la fractura hidráulica en todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria
“contradice de manera radical e insalvable lo dispuesto en el apartado 5 del art. 9 LSH, añadido por la citada Ley
17/2013, en cuya virtud se autoriza la aplicación de la técnica de la fractura hidráulica en el desarrollo de los trabajos
de exploración, investigación y explotación de hidrocarburos no convencionales, precepto formal y materialmente
básico ex art. 149.1.13 y 25 CE”, y que “no puede consi derarse como una norma adicional de protección en materia
medioambiental” dictada por la Comunidad Autónoma de Cantabria al amparo de su competencia de desarrollo y
ejecución de la legislación básica del Estado, en los términos que la misma establezca (art. 25.7 EACant).

La doctrina asentada por las dos resoluciones del Pleno de este Tribunal precitadas, son de aplicación en la STC
(Sala Segunda) 208/2014, de 15 diciembre, en relación al recurso de inconstitucionalidad del Gobierno, en relación
con los artículos 1, 2 y 3, la disposición transitoria única y la disposición final única, de la  Ley Foral 30/2013, de 15
de octubre , por la que se prohíbe en el territorio de la Comunidad Foral de Navarra el uso de la fractura hidráulica
como técnica de investigación y extracción de gas no convencional. El Abogado del Estado invocó en su defensa
las  SSTC 106/2014, de 24 de junio , y  134/2014, de 22 de julio, que ya declararon la inconstitucionalidad, con
nulidad, de leyes de contenido sustancialmente idéntico a la que aquí se aborda, a fin de alcanzar aquí la misma
solución(FJ1). El Letrado del Parlamento de Navarra, (FJ1) en su escrito de alegaciones postula una modificación
de dicha doctrina constitucional, a fin de que se dicte una Sentencia interpretativa que permita desplegar los efectos
previstos en los preceptos impugnados, en todos los casos en que el proyecto obtenga una evaluación ambiental
«negativa o desfavorable», con desestimación por tanto del recurso interpuesto. Sin embargo la  Ley Foral 30/2013 
que se impugna, al constatar el Tribunal “sustancial identidad (de normas impugnadas y de motivos de impugnación),
con la  Ley del Parlamento de Cantabria 1/2013  y la  Ley del Parlamento de La Rioja 7/2013  ambas declaradas
inconstitucionales y nulas, respectivamente, por las ya citadas  SSTC 106/2014, de 24 de junio , y  134/2014, de 22
de julio, estima los motivos del Abogado del Estado, de igual contenido a los formulados en este recurso(FJ 2).

Las sentencias anteriores serán reproducidas por el Tribunal Constitucional, en la Sentencia núm. 134/2014 de 22
julio, acerca de la Final del formulario
49 FRACKING
Ley del Parlamento de La Rioja 7/2013, de 21 de junio ,que se re-
gula la prohibición en el territorio de la Comunidad Autónoma de La Rioja de la fractura hidráulica como técnica de
investigación y extracción de gas no convencional. El Alto Tribunal recuerda(FJ2) la reciente STC 106/2014, de 24 de

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y Recursos Minerales
junio , concluyendo en la inconstitucionalidad de la  Ley de La Rioja 7/2013, de 21 de junio  , por las mismas razones
que fundamentaron la  STC 106/2014, de 24 de junio.

Otra sentencia del Alto Tribunal en Pleno, es la núm. 73/2016, de 14 abril, en la que estimaba parcialmente el recurso
de inconstitucionalidad interpuesto del Gobierno en relación al art. 167.1 de la Ley 2/2014, que añade un apartado
10 al art. 47 del Texto Refundido de la Ley de Urbanismo de Cataluña (TRLUC) y disposición transitoria 8ª de la Ley
2/2014, de 17 de enero, de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público de Cataluña y los decla-
ra inconstitucionales nulos y desestima en lo referente a la disposición transitoria 5ª.

La argumentación de la abogacía de la Generalidad (FJ5) se basaba, por un lado, en que el legislador estatal no
atribuye un derecho subjetivo a la obtención del título habilitante de la exploración, investigación o explotación co-
rrespondiente en la fracturación hidráulica y de otra que la concesión se halla en todo caso sujeta a la evalua-
ción de impacto ambiental (DF 3ª de la  Ley 17/2013 ) y a las determinaciones resultantes de la correspondiente
planificación estratégica.). Además, se admite que el precepto impugnado adolece de cierta indeterminación, ya que
prevé la denegación de la autorización urbanística del fracking en suelo no urbanizable si causa efectos negativos
sobre las características geológicas, ambientales, paisajísticas o socioeconómicas de la zona o en relación con
otros ámbitos competenciales autonómicos. Los Letrados del Parlamento de Cataluña se basan(FJ6) tanto en que el
precepto impugnado sería incompleto y, por tanto, debería interpretarse en el marco normativo existente que prevén
la intervención de la Comunidad Autónoma, que la regulación impugnada no establecería pues la prohibición que sí
recogían las  Leyes 1/2013 de Cantabria   y  7/2012 de La Rioja  declaradas inconstitucionales en  SSTC 106/2014 
y  24/2014 , respectivamente. Y aunque cupiera otra interpretación del precepto impugnado, correspondería en todo
caso elegir la que acaba de exponerse en razón del principio de conservación de la ley. El posicionamiento del
Abogado del Estado era que el art. 47.10  TRLUC   incumpliría la legislación básica estatal por transformar el manejo
de la tecnología de la fracturación hidráulica en una posibilidad verdaderamente excepcional. Así incluiría un elenco
de condiciones tan amplio e indeterminado que supondría la virtual derogación del régimen básico de libertad (FJ 9).

La postura del Alto Tribunal (FJ 9) es que el art. 47.10 TRLUC, “no introduce sólo un cambio de perspectiva”, sino que
da pie a una “interpretación manifiestamente contraria a la legislación básica estatal”; el fracking queda prohibido con
carácter absoluto en el territorio de Cataluña siempre que su utilización concierna cualquier “ámbito competencial” de
la Generalidad. Además, la prohibición de esta tecnología en relación con cualesquiera “ámbitos competenciales de
la Generalidad” o ante “efectos negativos” sobre las características “socioeconómicas de la zona”, “reducen, dificultan
o impiden su eficacia”. Y si bien reconoce (FJ 9) que “la interpretación propuesta por los Letrados autonómicos
salvaría ,en efecto, toda contradicción entre el precepto autonómico controvertido y la legislación básica estatal”, sin
embargo, tal interpretación lo transforma “en una norma muda,” y el aceptar aquella interpretación supondría dificultar
los objetivos de claridad y seguridad jurídica que ha perseguido específicamente el legislador estatal en este caso
amparándose válidamente en los apartados 13, 23 y 25 del art. 149.1 CE.

En el ámbito de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, hay varias sentencias, que se analizan a continuación.

La STS 5027/2014, de 19 de Noviembre. La Sentencia resuelve el recurso contencioso-administrativo interpuesto por


el Ayuntamiento de Kuartango contra el acuerdo del Consejo de Ministros de 30 de agosto de 2013, por el que no se
autoriza a este Ayuntamiento la celebración de una consulta popular relativa a si el plan general de ordenación urbana
debía recoger como uso autorizado del suelo, el de la prospección o extracción de hidrocarburos mediante fractura
hidráulica (fracking). La sentencia desestima el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el Ayuntamiento.

La cuestión principal a dilucidar en esta Sentencia es si los municipios disponen o no de competencias en esta mate-
ria. El Ayuntamiento de Kuartango sostiene que se trata de un asunto de competencia municipal. Para ello, alega el
principio de participación ciudadana en general y su concreción en materia urbanística, e invoca la Ley vasca 2/2006,
de 30 de junio, de suelo y urbanismo, y 3.2. del Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio, por el que se aprueba
el Texto refundido de la Ley del suelo. En relación con que sea un asunto de carácter local, entiende que la consulta
versa sobre una materia cuyo objeto o alcance no trasciende más allá del término municipal. En cambio, el Abogado
del Estado se opuso a la demanda por considerar que esta materia es de competencia estatal, pues se trata de cues-
tiones que corresponden a la normativa sobre régimen energético y a las bases de la ordenación económica general,
dada la trascendencia de la materia energética sobre la economía general del país y la consulta pretendida versa
sobre una materia respecto a la que el Ayuntamiento carece de competencias, por mucho que se enmarque dentro
del ámbito de una competencia municipal como lo es el plan de ordenación urbana.

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El Tribunal Supremo acoge los argumentos del Abogado del Estado y con una posición similar a la mantenida por
el Tribunal Constitucional en relación con las comunidades autónomas en las Sentencias 106/2014, de 24 de junio,
134/2004, de 22 de julio, y 208/2014, de 15 de diciembre, recaídas, respectivamente, sobre las leyes prohibitorias del
fracking de Cantabria, La Rioja y Navarra, negando la competencia municipal para celebrar esta consulta.

La STS 136/2016, de 26 de enero desestima el recurso contencioso contra el Real Decreto 1781/2009, de 13 de
noviembre por el que se otorgan a una empresa dos permisos de investigación de hidrocarburos, interpuesto por el
Ayuntamiento de Valdeprado del Río (Cantabria). El Ayuntamiento recurrente argumenta varias cuestiones insistiendo
en la ausencia de documentación en el expediente y que en la concesión del permiso se ha prescindido del procedi-
miento establecido.

En la STS 1748/ 2016, de 25 de abril, conoce la Sala del recurso contencioso administrativo formulado por la Aso-
ciación “Ecologistas en Acción de Guadalajara” contra el Real Decreto 317/2013, de 26 de abril, por el que se otorga
el permiso de investigación de hidrocarburos denominado «Cronos», que abarca el territorio de las Comunidades
Autónomas de Castilla-La Mancha y Castilla y León. La Sentencia desestima el recurso contencioso-administrativo
interpuesto.

En la fecha de aprobación del Real Decreto 317/2013, de 26 de abril no había entrado en vigor la Ley 17/2013, de
29 de octubre, que introduce el sometimiento a evaluación ambiental de los proyectos de exploración o explotación
de hidrocarburos que utilicen la técnica de fracturación hidráulica, ni tampoco la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de
evaluación ambiental, que incluye entre los proyectos sometidos a evaluación ambiental, los consistentes en la reali-
zación de perforaciones para la exploración, investigación o explotación de hidrocarburos (…) que requieran técnicas
de fracturación hidráulica, no quedando incluidas en este ámbito las perforaciones de sondeos de investigación que
tengan por objeto la toma de testigos previos a proyectos de perforación que requieran la utilización de esta técnica.

La Administración no dispensa de la obligación de someter las actividades específicas que se fueran desarrollando a
los procedimientos de evaluación de impacto ambiental. Seguidamente, la STS 1989/2016, de 29 de abril, resuelve
el recurso interpuesto por la Asociación Desarrollo Verde contra el Real Decreto 317/2013, que otorga permisos de
investigación de Hidrocarburos. El Tribunal Supremo reproduce la citada Sentencia de 25 de abril de 2016 en todos
sus extremos materiales. Por último, la STS 1996/2016, de 6 de mayo, resuelve los recursos interpuestos por los
Ayuntamientos de varios municipios de la provincia de Guadalajara contra el Real Decreto 317/2013, de 26 de abril,
por el que se otorga el permiso de investigación de hidrocarburos denominado «Cronos», desestimándolo en todos
sus extremos por las mismas razones que en las Sentencias citadas anteriormente, a la evaluación de impacto am-
biental y a la publicidad requerida.

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y Recursos Minerales
3. CONCLUSIONES
El Tribunal Constitucional en sus pronunciamientos ha asentado una línea doctrinal que reafirma las competencias del
Estado normativa sobre régimen energético y a las bases de la ordenación económica general, dada la trascendencia
de la materia energética sobre la economía general del país y no ha atendido a la invocación de las competencias
exclusivas que los estatutos de autonomía atribuyen en materia de ordenación del territorio y del litoral, urbanismo y
vivienda, para considerar el empleo de la técnica del fracking como infracción urbanística. Además, tampoco ha asu-
mido la invocación de la protección del medio ambiente, en la que la Comunidad Autónoma puede imponer requisitos
y cargas para el otorgamiento de autorizaciones y concesiones no previstos por la legislación estatal, considerando
que no puede considerarse como una norma adicional de protección en materia medioambiental dictada por la Comu-
nidad Autónoma al amparo de su competencia de desarrollo y ejecución de la legislación básica del Estado.

4. BIBLIOGRAFIA
• Ley 34/1998, de 7 de octubre, del sector de hidrocarburos
• Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental
• SSTC número 106/2014 ,de 24 de junio
• SSTC número 134/2014, de 22 de julio,
• SSTC número 208/2014, de 15 diciembre
• SSTC número 73/2016, de 14 abril
• STS número 5027/2014, de 19 de Noviembre
• STS número 136/2016, de 26 de enero
• STS 1748/ 2016, de 25 de abril

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LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LA LEGISLACION MINERA AGUAS
MINERALES Y TERMALES
Miguel Uceda Rozas
Asesor Jurídico del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas

I. PRESENTACIÓN
Las aguas subterráneas, entre las que se encuentran las minerales y termales, no dejan de ser un recurso geológico,
en cuya investigación y aprovechamiento se aplica técnica minera, como expresa la propia ley, quedando por tanto
sometidas a la legislación minera, aunque no siempre ha sido así, como a continuación expondré.

La naturaleza jurídica de estas aguas, también tiene una gran trascendencia, pues no es lo mismo que las mismas
tengan un carácter privado, quedando sujetas derecho de propiedad, o un carácter público, quedando reguladas en
este caso por el derecho público, lo que tiene importantes consecuencias.

Pues de todo ello y del conflicto de competencias entra la administración del Estado y la Autonómica en esta materia,
es de lo que va a tratar mi ponencia, que finalizaré refiriéndome a su sometimiento, en lo que a medidas de seguridad
se refiere, al Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, al aplicarse la técnica especifica minera
en todo lo relacionado con el aprovechamiento de estas aguas.

El régimen de las aguas subterráneas en general y las minerales y termales en particular, es una materia discutida
y discutible, por su doble regulación en la Legislación de Aguas y en la Minera, habiendo saltado de una a otra a lo
largo de la historia.

II. NATURALEZA JURÍDICA


Las aguas minerales son aguas, en su mayoría subterráneas, con unas características especiales que permiten su
utilización para usos médicos o terapéuticos (aguas minero-medicinales), industriales (aguas minero industriales) o
como fuente de energía limpia y poco contaminantes (aguas termales).

La Ley de Aguas de 1866 declaró de dominio público la mayor parte de las aguas superficiales. La intervención admi-
nistrativa venia justificada por la necesidad de garantizar el uso común de un recurso limitado. Sin embargo excluyó
a las aguas subterráneas, que siendo consideradas entonces aguas de escasa calidad, la sujetó aun régimen de
propiedad privada.

Dos años después, el Decreto Ley de 29 de diciembre de 1868 sobre régimen minero, separaba la propiedad del
suelo y del subsuelo, declarando este último de dominio público del Estado. En consecuencia el derecho a alumbrar
y aprovechar aguas subterráneas, al igual que el resto de las sustancias minerales- de sección tercera, en la que
expresamente se incluían, no pertenecía al propietario de la superficie sino al Estado, a quien en todo caso corres-
ponde otorgarlo mediante una concesión, expropiando si fuera necesario la superficie. Por ello, los expedientes para
el alumbramiento de aguas subterráneas debían sujetarse a lo establecido en la Ley de Minas, que derogo en este
sentido lo dispuesto por la Ley de aguas.

La Ley de aguas de 1879 volvió a romper el equilibrio entre los intereses del propietario del suelo y los del alumbrador
a favor de los primeros. Es decir esta ley volvió a sujetar a las aguas al régimen de propiedad privada.

Pero el equilibrio fue de nuevo roto por la Ley de Minas de 1944 que declaró de dominio público todas las sustancias
minerales cuya explotación requiriese técnica minera, entre las que se incluyeron las aguas medicinales e industria-
les. Tras esa declaración parecía obvio que las aguas minerales habían salido de la regulación de la Ley de Aguas,
si no hubiera sido porque la propia Ley de Minas que derogó todas las anteriores disposiciones en materia de minas,
declaro vigente la Ley de Aguas. La jurisprudencia resolvió esta contradicción distinguiendo las aguas medicinales de
las industriales y mientras las primeras siguieron rigiéndose por la Ley de Aguas de 1879, las aguas minero industria-
les pasaron a regirse por la Ley de Minas, integrándose de esta forma en el demanio minero.

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y Recursos Minerales
La vigente Ley 22/1973 de Minas declaró de dominio público, los yacimientos de origen natural y demás recursos
geológicos existentes en el territorio nacional, entre los que están comprendidos las aguas minerales y termales,
quedando la investigación y aprovechamiento de estas regulado por la Ley de Minas.

Posteriormente la Ley de Aguas de 1985 declaro la unidad del ciclo hidrológico, pasando a ser todas las aguas pú-
blicas, ya que se incluyeron en el dominio público hidráulico tanto las aguas superficiales como las subterráneas,
excluyendo expresamente (artículo 1) de su regulación a las aguas minerales y termales que remite a su legislación
específica.

La unidad del ciclo hidráulico justifica que las aguas minerales queden incluidas en el dominio público estatal aunque
en atención a sus especiales características su aprovechamiento se sujetó a la Legislación minera. Situación que
persiste en la actualidad al ser respetada por las distintas modificaciones de la Ley del 85.

III. REGULACIÓN. LEGISLACIÓN MINERA


Las aguas minerales y termales se encuentran reguladas en la vigente Ley de Minas 22/73, de 21 de julio, más con-
cretamente en el Capítulo II del Título IV – artículos 23 y ss- (autorizaciones de aprovechamiento de recursos de la
Sección B)), junto con los yacimientos de origen no natural y las estructuras subterráneas, formando parte a su vez de
la gran clasificación de “Yacimientos minerales y demás recursos geológicos” que efectúa la Ley de Minas, teniendo
todos ellos un denominador común como es su relación con la minería, al tratarse de recursos geológicos.

Por otro lado, el artículo 1 del Reglamento General para el Régimen de la Minería, incluye entre los trabajos en que se
requiere la aplicación de técnica minera a todos los que se realicen en las salinas marítimas y lacustres, y en relación
con las aguas minerales y termales.
Concepto.

Según el artículo 3.1 en relación con el 23 de la Ley de Minas y el artículo 5.1 en relación con el 38 del Reglamento
General para el Régimen de la Minería, pertenecen a la sección B):

1º.- Las aguas minerales. Pueden ser marítimas o terrestres (artículo 5.1 R
y comprenden:

• Las aguas minero – medicinales, son aquellas que, alumbradas natural o artificialmente, se declaran de utili-
dad pública por sus características y cualidades.
• Las aguas minero – industriales, son aquellas que permiten el aprovechamiento racional de las sustancias que
contengan, estando incluidas en este grupo las aguas tomadas del mar a estos efectos.
• Las aguas termales, son aquellas cuya temperatura de surgencia sea superior, al menos en cuatro grados
centígrados a la media anual del lugar donde se alumbren, siempre que, caso de destinarse a usos indus-
triales, la producción calorífica máxima sea inferior a quinientas termias por hora.

Por tanto las aguas minerales, son bienes de dominio público que se rigen en cuanto a su aprovechamiento a la le-
gislación específica minera.

El problema es precisamente que la Ley de Minas no regula el permiso de investigación de las aguas minerales; en
consecuencia se debe entender que cuando el alumbramiento no es espontaneo la solicitud del permiso de inves-
tigación de las aguas subterráneas se hará al amparo de la legislación de aguas. Si bien por motivos de Seguridad
deberá intervenir la autoridad minera pues como dice el artículo 1 del Reglamento General de Normas Básicas de
Seguridad Minera (R.G.N.B.S.M.) (Ámbito de Aplicación) previene que “el presente Reglamento Básico establece las
reglas generales mínimas de seguridad a que se sujetarán las explotaciones de minas, canteras, salinas marítimas,
aguas subterráneas, recursos geotérmicos, depósitos subterráneos naturales o artificiales, sondeos, excavaciones
a cielo abierto o subterráneas, siempre que en cualquiera de los trabajos citados se requiera de aplicación de técnica
minera o el uso de explosivos, y los establecimientos de beneficio de recursos geológicos en general en los que se
apliquen técnica minera.

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Declaración de agua mineral.
Por otro lado, conforme dispone el artículo 24 de la Ley de Minas y el Artículo 39 de su Reglamento, será requisito
previo para poder solicitar la autorización del aprovechamiento minero de unas aguas determinadas, que se haya
declarado previamente la condición mineral de las mismas.

Esta declaración puede acordarse de oficio o a instancia de cualquier persona que reúna las condiciones necesarias
para ser titular de derechos mineros.

Una vez declarada la condición mineral de unas aguas determinadas, la persona que hubiese iniciado el expediente,
tendrá opción durante el plazo de un año a solicitar la oportuna autorización de aprovechamiento.

Derecho de Preferencia (Artículo 40 Reglamento)


Una vez declarada la condición mineral de las aguas, La Ley de Minas y su Reglamento reconocen u derecho pre-
ferente de aprovechamiento transmisible a terceros en favor de quien fuera propietario de las aguas en el momento
de su declaración. Este derecho preferente solo afecta a las aguas ya alumbradas y aprovechadas al amparo de la
anterior legislación y cuyos titulares hayan optado por mantener un régimen privado, y que sean declaradas minera-
les una vez aprobada la Ley de Aguas de 1985. El resto de aguas el derecho preferente corresponde a quien hubiera
instado la declaración de demanialidad. Sin embargo teniendo en cuenta la posibilidad de que exista un permiso de
-investigación parece lógico conceder a su titular u derecho de aprovechamiento de las aguas minerales en la misma
línea que los permisos de investigación mineros regulados en la Ley de Minas.

En ambos casos, el derecho preferente se extinguirá al año de haberse efectuado la notificación de la resolución
declarando la condición de mineral.

Si las aguas son privadas y el propietario no ejercita su derecho preferente, personalmente o cediendo sus derechos,
o le sea denegada la solicitud, previo el oportuno expediente, se abrirá un nuevo plazo de seis meses a favor de la
persona o entidad que hubiese incoado la declaración de mineral para solicitar- a su nombre la autorización de apro-
vechamiento, derecho que decaerá si no se ejercita o deniega la oportuna solicitud.

Para el supuesto que ni el propietario de las aguas ni el promotor de la declaración de mineral de las mismas haga
uso de su derecho de prioridad para solicitar la autorización o en el caso de caducidad de una autorización de aprove-
chamiento, la Ley autoriza al Estado para que saque a concurso público el aprovechamiento de las aguas minerales
que manan o han sido alumbradas en fundos privados.

La Ley de Minas reconoce dos títulos de aprovechamiento de aguas minerales: la autorización y la concesión. La pri-
mera, como ocurre con los recursos minerales clasificados en la Sección A), permite el aprovechamiento al titular de
las aguas, mientras que la concesión administrativa legitima el aprovechamiento de las aguas nacidas en terrenos de
dominio público o que naciendo en propiedad privada son aprovechadas por personas distintas al dueño cuando este
no le has transmitido el derecho. Después de la Ley de Aguas de 1985, al ser todas las aguas minerales de dominio
público el único título legítimo para su aprovechamiento es la concesión.

La concesión confiere a su titular el derecho a utilizar las aguas de forma exclusiva en las condiciones y tiempos
establecidos en la concesión.

Perímetros de protección.
La regulación de los perímetros de protección de las aguas minerales contenidos en los artículos 16 y 28 de la Ley
de Minas y sus correlativos del reglamento. El establecimiento del perímetro de protección concede a su titular la
posibilidad de impedir la realización, dentro de dicho perímetro cualquier trabajo o actividad que pudiera perjudicar
al acuífero o su normal -aprovechamiento. Además obliga a los titulares de las propiedades privadas situadas en su
interior a obtener una autorización administrativa previa a la ejecución de cualquier trabajo subterráneo que se quiera
realizar. Finalmente concede al titular de la explotación de las aguas minerales la posibilidad de aprovechar todas las
aguas de esta naturaleza que se encuentren dentro del perímetro de protección, siempre que pertenezcan al mismo
acuífero.

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y Recursos Minerales
Pese a las grandes limitaciones que recaen sobre los titulares de derechos situados en el interior del perímetro de
protección, el ordenamiento jurídico no reconoce el derecho a obtener una indemnización que recompense el deber
de soportar tales limitaciones, por tratarse de una limitación al derecho de propiedad de carácter general.

IV. COMPETENCIAS COMPARTIDAS ENTRE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO Y LAS CCAA.


Las aguas minerales y termales han recibido un tratamiento constitucional específico. Entre las materias de com-
petencia exclusiva de las Comunidades Autónomas, el artículo 148.1.10 incluye las aguas minerales y termales so-
bre las cuales las Comunidades Autónomas podrán ejercer competencias legislativas y de ejecución. Sin embargo,
dada la remisión de la Ley de Aguas a la legislación- específica minera para la regulación de las aguas minerales y
termales resulta necesario poner en conexión el precepto anterior con el artículo 149.1.25 que atribuye al Estado la
competencia exclusiva para fijar las bases del régimen minero y energético, de donde se deriva que las Comunidades
Autónomas deberán ejercer la competencia exclusiva sobre aguas minerales y termales en el marco de la legislación
básica Estatal en materia de recursos mineros y energéticos.

El problema radica en determinar lo que se entiende por bases de régimen minero energético, ya que por razones
cronológicas la Ley de Minas no plantea esta cuestión, ni el legislador Estatal ha procedido en la actualidad a elaborar
una norma básica en esta materia.

No obstante el Tribunal Constitucional ha sentado la doctrina de que, esos principios o criterios básicos, estén o no
formulados como tales, son los que racionalmente se deducen de la legislación vigente”, sea ésta “anterior o posterior
a la Constitución”.

Es decir se trata de principios o normas que por criterios de la lógica se considera que deben ser de aplicación en
todo el territorio nacional.

Por tanto, si el fin que se persigue con la atribución al Estado de las competencias para aprobar la legislación básica
de una determinada materia es el establecimiento de una regulación uniforme y general para todo el país, es indiscu-
tible que en este caso debe ser considerado como básico:

• La determinación del concepto jurídico de las aguas minerales.


• Además a través de este título competencial, será también básico los requisitos básicos que debe contener
el procedimiento dirigido a calificar unas aguas como minerales. La razón no es otra que las importantes
consecuencias que se desprende de dicha calificación, pues de ello depende que pasen a ser consideradas
como recursos mineros, siendo en su consecuencia excluidas de la Ley de Aguas, variado la administración
que es competente para su gestión.
• En tercer lugar hay que entender que también corresponde al Estado, y por tanto debe entenderse como bási-
co los requisitos esenciales para proceder a la explotación de la aguas minerales, entre los que se encuentra
la necesidad de obtener una concesión administrativa; así como la necesidad de obtener el informe del IGME
respecto del perímetro de protección que se solicita para las aguas minerales.
• Finalmente la regulación de los perímetros de protección de las aguas minerales contenidos en los artículos
16 y 28 de la Ley de Minas y sus correlativos del reglamento deben entenderse como básico, sin perjuicio
de las facultades de las Comunidades Autónomas de establecer una regulación complementaria sobre los
perímetros de protección.

Lo absurdo, es que aunque el Tribunal Constitucional, con carácter general, le atribuye al Estado la titularidad de
todas las aguas, no le concede más competencia sobre las mismas que las residuales a que se refiere el artículo
149.1.22 CE , que son aquellas que las Comunidades Autónomas no se hayan atribuido estatutariamente.

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V. LA APLICACIÓN DE LA TÉCNICA MINERA EN LA CAPTACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS. EL
REGLAMENTO GENERAL DE NORMAS BÁSICAS DE SEGURIDAD MINERA.
El art. 1 del Reglamento de Normas Básicas de Seguridad Minera, establece que se sujetarán a este las explotacio-
nes de aguas subterráneas, los sondeos y las excavaciones subterráneas siempre que se requiera la aplicación de
técnica minera o el uso de explosivos. El Reglamento General para el Régimen de la Minera enumera en su artículo
1.4 los trabajos para los que se entiende necesaria la aplicación de técnica minera, entre los que no se encuentran
los trabajos relativos a las aguas subterráneas pero si los relacionados con las termales y minerales.

Lo que no cabe es entender que los únicos supuestos en que se emplea técnica minera son los recogidos en el citado
artículo 1.4. Esta interpretación supondría un error de bulto, pues en el artículo 1.4 se establecen supuestos de traba-
jos que quedan fuera del ámbito de aplicación de la Ley de Minas, en concreto los ocasionales y de poca importancia
técnica que no requieran de técnica minera, señalándose a continuación los que se consideran que sí requieren de
dicha técnica. Pero obviamente, ello no significa que los que no se encuentren en dicho listado no requieran de téc-
nica minera.

Es decir, no resulta aceptable que se considere que, si la investigación no va dirigida al aprovechamiento de aguas
minerales, sean termales o no, que no se trata en todo caso de “una investigación para el aprovechamiento de re-
cursos minerales”, y por lo tanto que no se requiere del uso de técnica minera puesto que entonces tal distinción se
realizaría en función de las características del uso o destino de las aguas alumbradas, lo que se contradice con la
definición de técnica minera.

En efecto, una cosa es que la ley de minas prevea una clasificación específica para las aguas minerales y termales, y
otra bien distinta es que las aguas que no obtengan aquella calificación se considere que no requieren para su apro-
vechamiento de técnica minera, pues para su alumbramiento es requisito previo, en ambos casos, la realización de
trabajos subterráneos de captación mediante sondeos. Y ello es así porque la declaración de la condición de mineral
o termal de las aguas alumbradas es independiente de las labores de captación y se realiza en un trámite posterior
previsto en el artículo 39 y siguientes del Reglamento General para el Régimen de la Minería, en función de sus ca-
racterísticas físico-químicas, y no en función del sistema empleado para su captación que como hemos visto es el
mismo.

Por ello, en lo que a seguridad se refiere, a este tipo de proyectos, consistentes en la realización de obras para in-
vestigar o aprovechar aguas subterráneas, le es de aplicación el art. 108 del R. D. 863/1985, de 2 de abril, por el que
se aprueba el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera y siempre al amparo de la Instrucción
Técnica Complementaria 06.0.07 (Seguridad en la Prospección y Explotación de Aguas Subterráneas) aprobada por
Orden de 2 de octubre de 1985 (B.O.E. 9-10-85) y redactada la Instrucción conforme a la Orden de 3-6-86 (B.O.E.
6-6-86).

Consiguientemente, si bien la autoridad minera no es el órgano sustantivo competente en materia de autorización de


proyectos de investigación y captación de aguas subterráneas, excepto las minerales y termales, su intervención se
hace preciso desde el punto de vista de la seguridad de personas y cosas, en los trabajos que se desarrollan, en los
que sin duda, como hemos razonado, es imprescindible la aplicación de técnica minera.

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277
PLAN DE ACCIÓN UEPG SOBRE MEJORA DEL CUMPLIMIENTO Y
APLICACIÓN DE LA LEGISLACIÓN - LUCHA CONTRA LA COMPETENCIA
DESLEAL
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

Mónica Maceda Alonso


Adjunta al Departamento Técnico de ANEFA
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
tecnico-adjunto@anefaonline.es

RESUMEN: La Visión de la UEPG es “Una Industria de los Áridos Sostenible para una Europa Sostenible”. En con-
secuencia, las Asociaciones miembro de la UEPG invierten una parte significativa de sus recursos en la promoción
de los mejores estándares de seguridad y salud, el acceso sostenible a los recursos locales, el reciclaje, la excelencia
en la gestión ambiental y la biodiversidad, etc.

Uno de los principios básicos de la UEPG es que “La UEPG y sus miembros están totalmente en contra de la com-
petencia desleal”, tal y como se corroboran en estos Extractos de la Visión 2020 de la UEPG: Ambición #5: Crear y
mantener la igualdad de oportunidades a través de aplicación uniforme de la legislación Europea.

Sin embargo, en algunos países, los operadores ilegales, las malas praxis o el vertido ocasional de residuos crean
una distorsión intolerable de la competencia. Además, el coste de cumplimiento de la legislación está creciendo per-
manentemente lo que erosiona la competitividad de las empresas y hace más necesario la exigencia de cumplimiento
homogéneo de las normas legales.

Por eso, con el objetivo de lograr la aplicación uniforme de la legislación nacional y europea existente en 2020, la
UEPG ha creado un Grupo de Trabajo, coordinado por el autor, que ha puesto en marcha una gran iniciativa Europea
para, primero, identificar y cuantificar el problema y, posteriormente, elaborar un plan de acción.

Se han identificado 12 áreas en las que la falta de control en la aplicación de la legislación, es generadora de com-
petencia desleal:

• Extracción y producción ilegal de áridos


• Extracción de áridos en la obra pública
• Vertido ilegal de residuos en el hueco
• Bajo cumplimiento medioambiental y rehabilitación deficiente o inexistente
• Condiciones de trabajo inseguras y poco saludables
• Empleo ilegal o alegal
• Mercado negro y economía sumergida
• Contabilidad irregular e incumplimiento de las normas financieras
• Aplazamiento de pagos ilegal
• Transporte ilegal (sobrecarga y excesos en el tiempo de trabajo)

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• Venta de áridos que no cumplen con el marcado CE (para los usos establecidos en las normas armonizadas)
o con otros requisitos de calidad nacionales obligatorios
• Importación de productos que no cumplen con las normas europeas de fabricación y/o de producto
• La UEPG ha elaborado una encuesta con el método Delphi, en la que han participado un número importante
de países. Con los resultados obtenidos, tras cuantificar y evaluar el impacto de cada problema, se está ela-
borando un plan de acción específico.
• Las conclusiones son extrapolables a todos los países y permiten adoptar medidas sectoriales para abordar
este complejo problema.

PALABRAS CLAVE: Legislación, cumplimiento, competencia desleal, vigilancia, control, plan de acción

1. INTRODUCCIÓN:
El sector de los áridos es el principal proveedor de materias primas para la economía española y en los últimos años
se ha convertido en el pilar fundamental de la industria extractiva europea y mundial.

Uno de los principios básicos de la UEPG es que “La UEPG y sus miembros están totalmente en contra de la com-
petencia desleal”, tal y como se corroboran en estos Extractos de la Visión 2020 de la UEPG: Ambición #5: Crear y
mantener la igualdad de oportunidades a través de aplicación uniforme de la legislación Europea

Con el objetivo de lograr la aplicación uniforme de la legislación nacional y europea existente en 2020, la UEPG ha
creado un Grupo de Trabajo, coordinado por el autor, que ha puesto en marcha una gran iniciativa Europea para,
primero, identificar y cuantificar el problema y, posteriormente, elaborar un plan de acción.

2. ANTECEDENTES
En el año 2012, la Asociación Nacional de Fabricantes de Áridos- ANEFA, con el apoyo de la Federación de Áridos-
FdA, pone en marcha el Plan Estratégico del sector de los Áridos 2012-2025.

La situación del sector de los áridos en 2012, asolado por una profunda crisis financiera internacional y nacional que
había provocado el desplome de la construcción, pone al descubierto las debilidades de un sector muy heterogéneo
y atomizado, con empresas muy bien estructuradas que conviven con centenares de micro-PYME con una ínfima es-
tructura técnica y una concepción de la industria poco avanzada. En los últimos años de bonanza el modelo de nego-
cio de las empresas de áridos se centró en aumentar la capacidad de los medios productivos y dejó de lado la mejora
de la competitividad. Se dio prioridad a la producción en volumen frente a la producción eficiente de áridos de mayor
valor añadido. Todas estas circunstancias provocan la necesidad de tomar medidas para llevar a cabo una estrategia
a medio y largo plazo, para aumentar la probabilidad de que las explotaciones mineras salgan reforzadas de la crisis.

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En el despliegue de la estrategia de este Plan, se definieron 5 ejes estratégicos, de los que se desprenden 30 líneas y
éstas, a su vez, en un plan de 107 acciones concretas, que permiten poner en práctica el plan. La figura 1 ejemplifica
el despliegue de la estrategia.

Figura 1: Despliegue de la estrategia.


(Fuente: Plan Estratégico 2012-2025 del sector de los áridos. Resumen Ejecutivo)

El eje 1: Incremento de la rentabilidad de las empresas, consiste en ayudar a incrementar la rentabilidad de las em-
presas y para ello se establecieron 4 objetivos principales:

• Impulsar procesos de mejora de la competitividad y la productividad de las empresas.


• Fomentar procesos de reestructuración sectorial.
• Eliminar prácticas de competencia desleal sectoriales.
• Incrementar el volumen de negocio de las empresas.

Este eje se compone de 6 líneas estratégicas, de las cuales la L1: Presión contra la competencia desleal, fue con-
siderada por el GT de expertos del Plan Estratégico, la de mayor impacto con un 9,33 sobre 10. A su vez y tras la
priorización de líneas estratégicas, ésta quedó en segunda posición, sólo por detrás de la L6: incremento de la cifra
de negocios de las empresas. Además, el eje 1 fue considerado el de mayor dificultad de implantación.

Esta cuestión no era nueva para ANEFA, ya que, desde sus orígenes, ha trabajado de manera constante para tratar
de erradicar este problema a través de las siguientes líneas de actuación:

• Denuncias sistemáticas a explotaciones ilegales.


• Exposición del problema a las Administraciones.
mmPriorizar el cumplimiento de lo existente sobre el desarrollo de nuevas obligaciones.
mmPropuestas para lograr la homogeneidad de cumplimiento legal.
• Desarrollo de medidas efectivas (legislación, vigilancia, sanción) por minas y medio ambiente entre otros.
• Solicitud de acciones para incrementar el control de productos en mercado.
• Emprendimiento de demandas contra grandes empresas por morosidad.
• Integración en la Plataforma Multisectorial Contra la Morosidad.
• Modificación (vía CEPCO) del texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, para contribuir a la
reducción de la morosidad de las empresas.
• Difusión de la campaña contra los productos de construcción ilegales, en defensa del Marcado CE.
• Actuaciones jurídicas frente a Administraciones Públicas, (informe jurídico potestades de control, autorización
y vigilancia de préstamos de obra pública).

No obstante, se constata la importancia de dar un enfoque más integral del problema, identificando sus raíces, plan-
teando líneas de acción más dirigidas, específicas y coordinadas entre sí.
Por eso, una vez realizado el Plan Estratégico del Sector de los Áridos 2012-2025 por ANEFA (con el apoyo de la
FdA), éste sirve como motivación, para profundizar más en esta línea de acción.

Visión 2020 para una Industria de los Áridos Sostenible


A raíz de la elaboración de diversos planes sectoriales como el anteriormente referido de ANEFA y otros (Francia,
Alemania, Noruega, etc.), la Asociación Europea de Fabricantes de Áridos- UEPG, decide establecer unas líneas
estratégicas comunes para el sector europeo que se plasman en su publicación: “Visión 2020 para una Industria de

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los Áridos Sostenible” donde, respecto al tema que nos ocupa, se deja claro que: “En algunos países los operadores
ilegales, las malas praxis o el vertido ocasional de residuos crean una distorsión intolerable de la competencia”. Ésta
es una de las 10 ambiciones principales, que sería deseable conseguir para lograr tener una industria sostenible de
los áridos en 2020, según esta publicación.

En consecuencia, desde la Asociación Europea de Fabricantes de Áridos– UEPG, se inició una línea de trabajo para
lograr un cumplimiento homogéneo de las normas legales, entre empresas, sectores y países, ya que el coste del
cumplimiento de la legislación crece de forma permanente, lo que deteriora la competitividad de las empresas.

Como consecuencia de todo lo anterior, ANEFA, a través de la FdA, traslada a la UEPG la necesidad de impulsar un
plan de trabajo sobre competencia desleal. Aprobado por el Board y con el apoyo pleno del presidente y del secretario
general, el Comité Económico de la Asociación Europea, crea una Task Force “Better Implementation and Regulatory
Enforcement”, ad-hoc, designándose al director general de ANEFA y FdA como “chairman”.

En este Grupo de Trabajo, se decide plantear una estrategia de diagnosis para, con los resultados de la misma, poder
trazar un Plan de Acción Europeo.

3. ENCUESTA EUROPEA “BETTER IMPLEMENTATION AND REGULATORY ENFORCEMENT”


La encuesta a través de la cual se realizó la diagnosis, fue elaborada por el Grupo de Trabajo y se estructuró en 12
problemas principales:

• La extracción y producción ilegal de áridos.


• La extracción de áridos en la obra pública.
• Vertido ilegal de residuos en el hueco.
• Bajo cumplimiento medioambiental y rehabilitación deficiente e inexistente.
• Condiciones de trabajo inseguras y poco saludables.
• Empleo ilegal o irregular.
• Mercado negro y economía sumergida.
• Contabilidad irregular e incumplimiento de las normas financieras.
• Transporte ilegal (sobrecarga y excesos en el tiempo de trabajo)
• Venta de áridos que no cumplen con el Marcado CE (para los usos establecidos en las normas armonizadas)
o con otros requisitos de calidad nacionales obligatorios.
• Importación de áridos desde países que no cumplen con las normas europeas de fabricación y/o de producto.

4. RESULTADOS DE LA DIAGNOSIS
En el mapa de la figura 2, se muestran en color verde los 21 de los 27 países miembro de la UEPG que participaron
en la encuesta (lo que suponía el 94.1% de la producción).

En amarillo se muestran aquellos países que no participaron en la encuesta como Islandia, Dinamarca, Letonia, Li-
tuania, Luxemburgo, Eslovaquia y Eslovenia.

Y en último lugar, sombreado en un tono verde más claro se encuentra Noruega que participó de la encuesta aunque
no respondió a todos las preguntas.

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Figura 2: Países de la UEPG que participan en la encuesta

Entre los resultados globales obtenidos más destacados:

• A 3 de los países que participaron, no les afecta ningún problema.


• 8 países están afectados por uno o más problemas.
• 10 países están afectados por más de 6 problemas.
• 5 países están afectados por más del 75% de los problemas.

Con todos los resultados obtenidos se realizó un análisis estadístico, gracias al que se pudo hacer una priorización de
los problemas, establecer cuáles eran las ventajas competitivas más importantes y cuáles eran los impactos negati-
vos más relevantes ocasionados al sector de los áridos y al conjunto de la sociedad. Además, se calculó el porcentaje
de producción afectado.

Gracias a este análisis se pudieron definir las acciones que componen el Plan de Acción que se describe a continua-
ción.

4.1. RESULTADOS EN ESPAÑA


A partir de los resultados obtenidos, región por región en España, se ha realizado una priorización de los temas, tal y
como se puede ver en la tabla de la figura 3. Para dicha priorización se han tenido en cuenta los datos recogidos en
el análisis de este capítulo: relevancia del problema, (si es significativo o no), impacto por número de Comunidades
Autónomas, porcentajes de producción ilegal o incumplidora, porcentaje de producción perjudicado y porcentaje de
producción no afectado, ventajas competitivas, impacto sobre el sector e impacto sobre la sociedad.

Destacan temas con prioridad muy alta como son:

• La extracción de áridos en la obra pública.


• La extracción y producción ilegal de áridos.
• La venta sin Marcado CE.
• Aplazamiento ilegal de pagos.
• Bajo cumplimiento medioambiental y rehabilitación deficiente o inexistente.
• Mercado negro y economía sumergida.
• Con prioridad alta:
• Vertido ilegal de residuos en el hueco.
• Condiciones de trabajo inseguras y poco saludables.

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Con prioridad media:
• Transporte ilegal.
• Contabilidad irregular y/o incumplimiento de las normas financieras.
• Con prioridad baja:
• Distorsión de la unidad de mercado desde otras CCAA.
• Con prioridad muy baja:
• Empleo ilegal o irregular.
• Importación de áridos con menos requisitos.

Figura 3: Priorización global de los temas

4.2. RESULTADOS EN EUROPA


En este capítulo se muestra un análisis elaborado a partir de los resultados obtenidos en la encuesta europea. En
este caso el análisis es global y no se hace un análisis detallado por países, tal y como se ha hecho por Comunidades
Autónomas en el caso español, ya que la Junta Directiva de la UEPG, ha decidido realizar un análisis global, evitando
mostrar los resultados por países.

• 3 países (14,3%) no se ven afectados por ningún tema (o no tienen conocimiento de ello).
• 18 países (85,7%) se ven afectados por uno o más temas.
• 10 países (47,6%) se ven afectados por 6 o más temas.
• 5 países (28,6%) se ven afectados por más del 75% de los temas.

En la tabla de la figura 4, se ha hecho una priorización de los temas atendiendo al porcentaje de países afectado por
cada uno de los temas y el porcentaje de producción ilegal o incumplidor, más el porcentaje de producción perjudica-
do. Se distinguen tres niveles de prioridad:

• Muy alto. En este nivel se encuentran 4 temas, que de mayor a menor orden de prioridad son:
mmVertido ilegal de residuos en el hueco.
mmExtracción de áridos en la obra pública.
mmTransporte ilegal.
mmBajo cumplimiento medioambiental y rehabilitación deficiente o inexistente.
• Alto. En este nivel se encuentran 3 temas, que ordenados de mayor a menor orden de prioridad son:
mmExtracción ilegal.
mmAplazamiento ilegal de pagos.
mmMercado negro y economía sumergida.
• Medio. En este nivel se encuentran 3 temas, que ordenados de mayor a menor prioridad son:
mmVenta de áridos sin Marcado CE.
mmEmpleo ilegal o irregular.
mmCondiciones de trabajo inseguras y poco saludables.

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• Bajo. En este nivel se encuentran 2 temas, ordenados de mayor a menor prioridad:
mmImportación de áridos que no cumplen con las normas europeas.
mmContabilidad irregular y el incumplimiento de las normas financieras.

% Producción ilegal o
% de países afectados incumplidor
Prioridad
por cada asunto + % Producción perju-
dicado

Vertido ilegal de residuos en el hueco 68,4% 84,7% 1

Extracción de áridos en la obra pública 70,0% 73,8% 2


Muy
Transporte ilegal (sobrecarga y excesos en el
52,6% 57,3% 3 alta
tiempo de trabajo)

Bajo cumplimiento medioambiental y rehabili-


57,9% 39,3% 4
tación deficiente o inexistente

Extracción Ilegal 47,6% 39,1% 5

Aplazamiento ilegal de pagos 42,1% 44,4% 6 Alta

Mercado negro y la economía sumergida 42,1% 34,0% 7

Áridos sin marcado CE 42,1% 32,7% 8


Empleo ilegal o irregular 42,1% 27,2% 9
Media
Condiciones de trabajo inseguras y poco salu-
36,8% 26,2% 10
dables

Importación de áridos que no cumplen con las


26,3% 30,1% 11
normas europeas
Baja
Contabilidad irregular y el incumplimiento de
26,3% 9,1% 12
las normas financieras
Figura 4: Priorización de temas

5. PLAN DE ACCIÓN
Este plan de acción será aplicado por la Asociación Europea de Fabricantes de Áridos– UEPG, como hoja de ruta
para progresar en la erradicación de la competencia desleal dentro de la industria extractiva y más concretamente en
el sector de los áridos.

Las acciones previstas se recogen en 5 grupos fundamentales, con un total de 66 acciones, distribuidas en tres ámbi-
tos distintos: el ámbito Europeo, el ámbito Nacional y el ámbito Regional, de manera que en función de esto, existirán
una o varias entidades responsables de llevar a cabo estas acciones. En el ámbito Europeo, la organización respon-
sable de llevar a cabo las distintas acciones será la UEPG, y en el ámbito Nacional, la organización sectorial que co-
rresponda, al igual que sucede en el ámbito regional. Los 5 grupos de acciones que se han definido en este plan son:

• G1: Medidas preliminares generales.


mm3 acciones de ámbito Europeo.
mm2 acciones de ámbito Nacional.
mm1 acción de ámbito Regional.
• G2: Acciones de comunicación.
mm1 acción de ámbito Europeo.
mm4 acciones de ámbito Nacional (Se consideran las mismas que en el ámbito Regional).

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• G3: Propuesta de modificaciones legales.
mm1 acción de ámbito Europeo.
mm18 acciones de ámbito Nacional.
mm5 acciones de ámbito Regional.
• G4: Otras propuestas a las Administraciones Públicas.
mm1 acción de ámbito Europeo.
mm16 acciones de ámbito Nacional.
mm9 acciones de ámbito Regional.
• G5: Propuesta de acciones asociativas.
mm1 acción de ámbito Europeo.
mm7 acciones de ámbito Nacional.
mm4 acciones de ámbito Regional.

6. CONCLUSIONES:
En la Europa del siglo XXI, el exceso de regulación y los débiles mecanismos existentes para verificar el cumplimiento
efectivo de la reglamentación, hace que se produzcan fenómenos de falta de aplicación que derivan en distorsiones
de la competencia a favor de las empresas que incumplen, Esta iniciativa de la UEPG, coordinada por el autor, es
extremadamente novedosa y busca poner de manifiesto el problema existente, demostrando que no es patrimonio
de determinados países, sino un fenómeno global, y proponiendo soluciones que deben ser promovidas ante las
Administraciones públicas.

Se ha comprobado que, en algunos países, los operadores ilegales, las malas praxis o el vertido ocasional de re-
siduos crean una distorsión intolerable de la competencia. Además, el coste de cumplimiento de la legislación está
creciendo permanentemente lo que erosiona la competitividad de las empresas y hace más necesario la exigencia de
cumplimiento homogéneo de las normas legales.

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y Recursos Minerales
286
LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN EXPLOTACIONES DE ÁRIDOS.
UNA ACTIVIDAD COMPATIBLE CON LOS ESPACIOS PROTEGIDOS
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La correcta gestión de los recursos geológicos permite compatibilizar las actividades extractivas y la
promoción de la biodiversidad, incluso en áreas protegidas.

En el ámbito de la biodiversidad, la rehabilitación de las explotaciones durante y al final del ciclo del proyecto es una
de las vías utilizadas por la industria extractiva no energética para contribuir a su conservación.

De hecho, en España y en Europa existen numerosos casos de éxito de explotaciones que han sido rehabilitadas
y se han convertido en áreas integradas dentro de la propia red Natura 2000, mejorando incluso la biodiversidad
preexistente en la zona, especialmente en el caso de medios naturales empobrecidos, en los que los procesos de
rehabilitación prestan una contribución positiva neta al proporcionar nuevos hábitats a las especies.

Con este tipo de iniciativas, la industria extractiva destina además una parte de sus recursos económicos a la con-
servación de la naturaleza, reduciendo la dotación de recursos públicos necesaria para tal fin. Estas actividades se
realizan, no solo a través de la inversión en mejoras sobre el terreno, sino también mediante la financiación de pro-
yectos concretos de asociaciones conservacionistas de ámbito local y nacional, lo que permite incrementar y mejorar
las zonas de anidamiento de aves, la reforestación con especies autóctonas o la creación de ecosistemas idóneos
para la pervivencia de especies locales amenazadas, entre otros.

Esta comunicación recoge las estrategias sectoriales para hacer compatible la explotación de áridos con la biodiver-
sidad, así como ejemplos de las iniciativas desarrolladas por las Asociaciones españolas y europeas.

PALABRAS CLAVE: Biodiversidad; Áridos; Especies; Espacios Protegidos; Compatibilidad; Medio Ambiente

1. INTRODUCCIÓN:
LA NECESIDAD DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA PARA LA CREACIÓN DE RIQUEZA Y EL BIENESTAR DE LOS
CIUDADANOS EUROPEOS
La industria extractiva proporciona a la industria europea las materias primas básicas para cubrir las necesidades de
los ciudadanos. Uno de los objetivos estratégicos de la Unión Europea es que, en 2020, la industria europea repre-
sente el 20% de su Producto Interior Bruto. Este objetivo será de imposible cumplimiento sin la contribución activa de
la industria extractiva.

Según la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo, la iniciativa de las materias primas (cu-
brir las necesidades fundamentales en Europa para generar crecimiento y empleo), el “70% de la industria europea
depende de la extracción de recursos naturales”. En ese sentido se pronunció el Dictamen del Comité Económico y
Social Europeo sobre “La minería no energética en Europa”, que señalaba la necesidad de fomentar la explotación de
los recursos naturales existentes en el territorio europeo de una manera sostenible con el entorno.

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La importancia económica de esta industria queda de manifiesto por ser proveedora de materias primas de nume-
rosos sectores industriales: Cemento, cales, cerámica, hormigón, mortero, ladrillos, vidrio, construcción, siderurgia,
industria química, generación de energía, alimentación, medio ambiente, etc.

Al igual que en toda Europa, en el caso de España, la industria extractiva de rocas y minerales industriales, es un
sector estratégico, absolutamente imprescindible para el desarrollo de la actividad económica de España, poniendo
en valor más de 60 tipos diferentes de rocas y minerales.

Además, la industria extractiva permite paliar el déficit de materias primas del país, equilibrando la balanza comercial.
El 20% de las rocas y minerales extraídos se destinan a la exportación, con un volumen de exportación de unos 1.500
M€ provenientes, principalmente, de las rocas ornamentales, de algunos de los minerales industriales y del cemento.

Queda pues de manifiesto que las rocas y minerales son imprescindibles en el mundo moderno y, sin ellos, la socie-
dad del bienestar en la que vivimos no sería posible. Aprender a valorarlos y comprender que es necesario extraerlos
para poder utilizarlos es esencial para que el sistema sea sostenible a largo plazo, evitando comprometer el futuro de
las nuevas generaciones. Sin los minerales y las rocas industriales, no es posible mantener un mínimo nivel de vida
para los ciudadanos.

La industria extractiva juega un papel estratégico en toda Europa, presentando un gran potencial para contribuir
positivamente al concepto de economía circular y a la conservación de la naturaleza, a través de la ejecución de los
proyectos adecuados.

Además de estar en el origen de las economías nacionales, la industria extractiva fomenta el desarrollo social y eco-
nómico de las regiones donde opera. Efectivamente, el valor que crea la industria extractiva queda, en su mayor par-
te, en el entorno local inmediato de donde está ubicada y, dado que habitualmente, está en áreas poco desarrolladas,
constituye una industria fundamental para fijar el empleo en zonas que de otra manera estarían más despobladas,
peor atendidas y menos desarrolladas, algo que, sin duda, tendría un impacto negativo en la propia conservación de
la naturaleza.

2. LA INDUSTRIA EXTRACTIVA NO ENERGÉTICA EUROPEA. UNA ACTIVIDAD MUY REGULADA Y CON-


TROLADA MEDIOAMBIENTALMENTE
La industria extractiva constituye un caso excepcional entre los sectores industriales, ya que su ubicación viene de-
terminada por la presencia de las materias primas en la corteza terrestre.

La enorme cadena de valor que es esencial para la economía y para el bienestar los ciudadanos, se basa en una
industria extractiva que tiene una pequeñísima ocupación del territorio, del 0,01%.

La gran mayoría de las cerca de 30.000 explotaciones de la industria extractiva no energética que existen en Europa
son de pequeñas dimensiones y gestionan recursos que son mayoritariamente inertes o no peligrosos.

Aun así, es una de las actividades industriales más regulada y controlada, desde todos los puntos de vista y, en parti-
cular, desde el punto de vista medioambiental. A diferencia de otras actividades, la actividad extractiva tiene regulada
la recuperación ambiental de los espacios alterados desde inicios de los años 1980. Así pues, desde hace décadas,
no es posible iniciar una nueva explotación minera sin la aprobación de un proyecto de restauración de los terrenos
afectados, por las Administraciones competentes.

En consecuencia, las industrias extractivas están sometidas a un complejo procedimiento de autorizaciones y conce-
siones que requiere, en resumen:

• Elaboración de un proyecto de explotación que incluye un proyecto de restauración de los espacios naturales
afectados por la actividad extractiva.
• Sometimiento al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.
• Constitución de una garantía financiera para la restauración de los espacios naturales afectados.
• Todo ello es aprobado y, posteriormente, controlado permanentemente por la Administración Minera y la Me-
dioambiental.

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La elaboración de proyectos mineros que conjuguen racionalmente la necesidad del acceso a los recursos geológicos
con la consideración de todas las medidas técnicas necesarias para la conservación del medio ambiente es la condi-
ción necesaria e imprescindible para asegurar la compatibilidad de la actividad con su entorno.

Más allá del cumplimiento de los requisitos legales, un muy importante número de empresas aplican políticas soste-
nibles orientadas, entre otros objetivos, a la protección de las especies e, incluso, a promover el desarrollo de éstas.

Hoy en día, la industria extractiva europea y, por supuesto, la española, considera que la biodiversidad y su adecuada
gestión, es una parte intrínseca, o debe serlo, del proceso productivo de la industria extractiva, algo que hace 20 años
era impensable. Hay un número importante de sinergias entre esta industria y la conservación de la naturaleza, como
lo demuestran los muchos casos en los que se han generado nuevos ecosistemas que permiten el asentamiento de
nuevas especies y un aumento de la diversidad medioambiental.

La colaboración activa entre las empresas del sector y los especialistas en materia de biodiversidad tiene necesaria-
mente por objetivo la adopción de estrategias de actuación para el aprovechamiento sostenible de los recursos mine-
rales, permitiendo reconstruir y crear hábitats que pueden favorecer la biodiversidad y potenciar, al mismo tiempo, los
objetivos de conservación y desarrollo de especies prioritarias.

3. PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA Y LA RED NATURA 2000


De acuerdo con las Directivas de Hábitats y de Aves, en la red Natura 2000 pueden desarrollarse actividades y pro-
yectos de forma coherente con los valores de la red, siempre que se garanticen los objetivos de conservación.

La red Natura 2000 no aboga por la creación de santuarios naturales ajenos al ser humano, sino que promueve que
la conservación de la naturaleza vaya acompañada de la obtención de beneficios para los ciudadanos y para la eco-
nomía en general.

Lejos de ser un obstáculo para el desarrollo socioeconómico, la red Natura 2000 ofrece nuevas oportunidades para
el desarrollo de actividades productivas tradicionales (siendo la extractiva la más tradicional de todas), actividades
recreativas y turísticas. Aporta un nuevo enfoque de conservación, integrando y reconociendo determinadas activida-
des humanas presentes en el territorio y su papel en la conservación del mismo.

Por otro lado, la superficie ocupada por la industria extractiva (0,01% de la superficie), es ínfima comparada con el
27% del territorio español que está declarado como área de la red Natura 2000.
Sin embargo, tanto en Europa como en España, se están produciendo graves problemas en la aplicación de las dos
Directivas:

3.1. APLICACIÓN INADECUADA DE LAS DIRECTIVAS DE HÁBITATS Y DE AVES

• Interpretación errónea de los objetivos de la Directiva aplicando un criterio de exclusión de la actividad extrac-
tiva:
mmÁrea de Natura 2000 = Zona sin actividad extractiva o con grandes limitaciones.
mmEstablecimiento de zonas “ocultas” (shadow areas) en las proximidades de las áreas de la red Natura
2000 (por ejemplo, justificando que se trata de áreas no definidas de dispersión de especies).
• Establecimiento y aplicación de criterios técnicos desconocidos, sujetos a la interpretación subjetiva.

3.2. CONFLICTO CON LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS PREEXISTENTES


Aunque cada país ha designado sus áreas de red Natura de acuerdo con criterios científicos y con la información
disponible sobre biodiversidad, normalmente, en el caso de España y de los otros países, no se ha tenido en cuenta
la realidad preexistente, lo que ha desembocado en conflictos innecesarios con actividades económicas como la agri-
cultura, la ganadería, la explotación forestal, el urbanismo, las infraestructuras, la industria, la industria extractiva, etc.

La industria calcula que, en toda Europa, entre un 20 y un 25% de las explotaciones mineras se encuentran dentro
de áreas de red Natura 2000. Es, por lo tanto, una evidencia que muchas de las áreas de red Natura 2000 han sido
designadas sobre explotaciones mineras activas o inactivas, tolerando las mismas y valorando el papel éstas juegan
a favor de la biodiversidad.

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Sin embargo, las actividades económicas dentro de las áreas de red Natura 2000 son, habitualmente, consideradas
como perjudiciales para los objetivos de conservación. Esto se traduce en planes de gestión que no integran adecua-
damente a las actividades económicas existentes y, en particular, a las explotaciones mineras. Por ejemplo:

• En las áreas donde se prohíbe o se restringe la extracción, las empresas pierden sus reservas mineras (equi-
valente a expropiación de derechos adquiridos), incurren en costes de desplazamiento a otras zonas, las re-
habilitaciones se ven paralizadas y cualquier modificación del proyecto, se somete a procesos de autorización
eternos.
• En las áreas donde la extracción es posible, pero se establecen nuevas limitaciones (por ejemplo, en la profun-
didad explotable o en la definición de perímetros de protección) o se obliga a la introducción de nuevas MTD,
se producen alteraciones que desvirtúan lo previsto en el proyecto de explotación inicial comprometiendo la
viabilidad de las empresas.

De lo anterior se derivan los siguientes problemas:

• Para la red Natura 2000:


mmPérdida de riqueza
mmDificultades económicas para su mantenimiento
mmIncumplimiento de los objetivos de conservación
• Para la industria extractiva preexistente (explotaciones con vida media de varias décadas):
mmDificultades para modificaciones de proyectos
mmMedidas restrictivas sobrevenidas que comprometen la viabilidad de los proyectos
• Para la industria extractiva de nueva implantación, grandes restricciones que imposibilitan nuevas explota-
ciones en la práctica.

4. NECESIDADES DE LA INDUSTRIA EXTRACTIVA EN RELACIÓN CON LAS POLÍTICAS EUROPEAS Y


NACIONALES SOBRE NATURA 2000
A pesar de que, para los legisladores europeos no debe ser así, la aplicación de las Directivas de Aves y de Hábitats
por las Administraciones que tienen que adoptar las decisiones sobre los proyectos que se ubican en red Natura
2000 son, demasiado frecuentemente, negativas afectando gravemente a la obtención de permisos y autorizaciones,
aplicando unos criterios de NYMBY lejanos de la voluntad de los legisladores y creando multitud de áreas donde no
es posible la actividad extractiva.

4.1. SITUACIONES PREEXISTENTES


La red Natura 2000 se ha ido desarrollando desde mediados de los años 1990 y, todavía en 2017 se siguen desig-
nando nuevas áreas. Por lo tanto, un caso muy habitual es el de explotaciones preexistentes, autorizadas con ante-
rioridad, conforme a la legislación vigente en su momento.

La definición de las áreas de red Natura 2000 o la elaboración de los planes de gestión, no puede, en ningún caso,
limitar los derechos preexistentes, ya que eso vulneraría los principios de seguridad jurídica. No obstante, las em-
presas que gestionan dichas explotaciones deben, voluntariamente y en aplicación del principio de responsabilidad
social corporativa, adoptar las medidas que fueran viables para alinear su gestión medioambiental con los objetivos
definidos en la gestión de la biodiversidad de esa área. Palabras como consenso, sinergia, colaboración, proactividad
o sensibilidad medioambiental deben cobrar toda su fuerza en ese contexto.

4.2. PLANIFICAR CONJUNTAMENTE PARA LA BIODIVERSIDAD Y PARA LA INDUSTRIA


Cuando se evalúe la posibilidad de acceso al terreno para una nueva explotación dentro de la red Natura 2000, es
evidente que las especies y hábitats que se mencionan en las Directivas de Aves y de Hábitats deben ser objeto de
protección completa. Sin embargo, cuando sea demostrable que los objetivos de conservación de la biodiversidad y
la actividad extractiva pueden ir de la mano, los Estados Miembro deben garantizar que la flexibilidad existente en las
Directivas se aplique en el ámbito nacional, para evitar perjudicar innecesariamente a esta industria.

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La Guía de la Comisión Europea “Extracción de Minerales No Energéticos y Natura 2000” proporciona una base muy
útil para realizar estas evaluaciones de forma objetiva. En ese sentido:

• Análisis caso por caso.


• Todo plan o proyecto que pueda tener un efecto significativo sobre el área, tanto individual como en combina-
ción con otros planes o proyectos, debe someterse a una evaluación adecuada sobre sus implicaciones sobre
los objetivos de conservación.
• Las autoridades competentes deben aprobar el proyecto o el plan si la integridad del área está garantizada.

El desarrollo de una Guía Europea sobre criterios de compatibilidad, sería importante para reforzar los mecanismos
de decisión con unos criterios más objetivos y alineados con la intención del legislador.

4.3. SEGUIMIENTO Y CONTROL DE LA CORRECTA APLICACIÓN DE LAS DIRECTIVAS. ACCIONES DE


COMUNICACIÓN
La industria extractiva considera necesario mejorar los mecanismos de la Comisión Europea para el seguimiento y
control de la correcta aplicación de las Directivas de Aves y de Hábitats. En este sentido, la Comisión Europea dis-
pone de diversas herramientas (como la Guía citada en el punto anterior) cuya existencia y necesidad de uso deben
ser comunicadas de forma más intensa. Puede ser preciso el desarrollo de elementos adicionales más sencillos de
manejar, como resúmenes de los aspectos esenciales.

La organización de reuniones informativas – nacionales, regionales o locales – donde participen las Administraciones
involucradas, las ONGs medioambientales y la industria extractiva, permitiría aclarar los criterios de implementación
de estas Directivas, tanto en relación con cuestiones de ámbito general como con las más específicas.

Es más, la industria extractiva anima a que la Comisión Europea promueva la difusión de las mejores prácticas en
la aplicación de las Directivas, entre los diferentes Estados Miembros, organizando un Foro de Trabajo en Bruselas,
donde implique a los especialistas más reputados, junto a la industria y a los Grupos de Interés.

4.4. HOMOGENEIDAD EN LA APLICACIÓN


En la aplicación de las Directivas de Aves y de Hábitats por los diferentes Estados Miembro, es esencial que los prin-
cipios de homogeneidad de criterios y, por lo tanto, de trato se apliquen a escala de sectores y de países:

• Sectores: Es importante que todos los sectores que tengan un impacto sobre la naturaleza (incluidos las in-
dustrias, la ganadería, la agricultura y la explotación forestal, entre otros) tengan que cumplir con los mismos
requisitos, para asegurar la igualdad de oportunidades entre ellos. De esta forma, la Comisión Europea debe
impedir que los Estados Miembro eximan a ciertos sectores de cumplir con determinadas obligaciones deriva-
das de la aplicación de las Directivas.
• Países: Al asegurar que todos los Estados Miembro aplican las Directivas de forma idéntica y uniforme, se
garantiza la igualdad de oportunidades para las empresas, independientemente del país donde se encuentren.

Esta es una cuestión crítica, especialmente para las industrias ubicadas en países con elevados porcentajes de su-
perficie del territorio dentro de áreas de red Natura 2000, como es el caso de España.

3.5. PLANES DE ACCIÓN PARA LAS ESPECIES


La situación de ciertas especies puede variar sustancialmente de una región de Europa a otra. Son numerosos los
casos de especies que, siendo raras en una región, son abundantes en otra. Por tal motivo, el desarrollo de “Planes
de Acción sobre Especies” de ámbito regional o nacional, basados en evidencias contrastadas, que permitieran de-
finir en la práctica el “estado favorable de conservación” y trasladarlo a la planificación y gestión de las áreas de red
Natura, asegurando una aplicación más adecuada y proporcional para alcanzar los objetivos de conservación de las
especies y poblaciones concernidas. Estos planes deberían tener un enfoque meta-poblacional y orientarse a la con-
servación de las especies de población de acuerdo con su funcionalidad ecológica, su rango y su viabilidad genética.
No deben orientarse a proteger a cada individuo, salvo cuando esto sea preciso para mantener y asegurar un nivel
de conservación favorable.

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3.6. DISPONIBILIDAD DE RECURSOS ECONÓMICOS
Una de las cuestiones principales que afectan a la naturaleza en toda Europa es la falta de recursos económicos
para promover y mantener la conservación de la biodiversidad. Por lo tanto, tanto la Unión Europea como los Estados
Miembro tienen que adoptar medidas para fomentar la dotación de recursos económicos públicos y privados para la
naturaleza. Además, los criterios para la asignación de estos recursos deben mejorarse para poder asegurar que se
hace el mejor uso de los fondos existentes, que éstos se distribuyen por todos los Estados Miembro y para promover
las inversiones en, por ejemplo, la restauración y la rehabilitación en beneficio de la conservación de la naturaleza.

Coadyuvando a lo anterior, la industria extractiva, como actividad generadora de riqueza, ofrece la oportunidad de
orientar una parte de sus recursos económicos a la conservación de la naturaleza y a la promoción de la biodiversi-
dad.

5. LA GESTIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD: UN ALIADO SOCIAL, ECONÓMICO Y AM-


BIENTAL DE LAS EMPRESAS PRODUCTORAS DE ÁRIDOS
En 2015, ANEFA y la Fundación Tormes han desarrollado un acuerdo para promover la biodiversidad entre las em-
presas del sector que, como primera acción ha creado un folleto divulgativo muy sencillo.

5.1. ¿POR QUÉ LE INTERESA LA BIODIVERSIDAD?


La demanda social y legal de una correcta gestión de la Biodiversidad es una cuestión a la que atender con profesio-
nalidad. Las empresas productoras de áridos han mejorado en los últimos años los múltiples aspectos que marca la
normativa ambiental. Dentro de esta área la Biodiversidad es un valor en alza en el que trabajar desde una planifi-
cación estratégica.

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Las graveras y canteras son escenarios que generan nuevos hábitats con una diversificación de las especies de la
flora y la fauna en los terrenos en que se asientan. Estos cambios son, en numerosas ocasiones, positivos, lo que
contrasta con la imagen negativa que se asocia a esta actividad empresarial. Un adecuado manejo del entorno antes,
durante y después del aprovechamiento extractivo ofrecerá credibilidad frente a los clientes, la administración y la
sociedad en general. A la vez, facilitará las intervenciones de los planes de rehabilitación reduciendo potencialmente
sus costes. Las mejoras que se produzcan en el paisaje, como consecuencia de este compromiso, redundarán en el
incremento del valor patrimonial de las fincas suponiendo un valor añadido al propietario.

Se hace necesario destacar que todas las medidas encaminadas a la recuperación, gestión y conservación de los
valores naturales suponen una mejora de la calidad del producto de venta. Es hecho se convierte en una clave de
competitividad en el momento económico, social y ambiental actual.

6.1.1. ... PORQUE LA SOCIEDAD HA DE PERCIBIR UNA IMAGEN POSITIVA DE NUESTRAS EMPRESAS
El desarrollo de infraestructuras de interés ciudadano ha permitido una mejora en la calidad de vida, siendo nuestra
actividad el punto de partida de este necesario proceso. La producción de áridos genera materias primas que son
utilizadas por amplios sectores empresariales y públicos en beneficio de la sociedad.

Esta realidad queda eclipsada por la imagen negativa de las canteras y graveras como actividades de alto impacto
ambiental. Es por tanto necesario potenciar la visibilidad de aquellas actuaciones que ya se están haciendo en favor
del medio natural y el entorno social en el que se encuentran las empresas. Hay que recordar la máxima de que
“aquello que no se comunica no existe”.

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Para ello se debe mejorar la comunicación con los grupos de interés prestando especial atención al ámbito local:
ayuntamientos, mancomunidades de poblaciones, centros educativos y vecinos. Es muy conveniente potenciar ac-
tuaciones de Responsabilidad Social Corporativa adaptadas a las capacidades económicas de cada empresa. “La
Guía para las relaciones con el entorno social” publicada por ANEFA y declarada buena práctica de referencia para la
Comisión Europea, ofrece pautas para avanzar en este objetivo.

No debemos olvidar que la conservación de Biodiversidad es una necesidad percibida socialmente, que dicha so-
ciedad demanda y estima positivamente. Por tanto, la Biodiversidad ha de ser el enlace de las explotaciones con el
medio natural y la sociedad.

6.1.2. ... PORQUE CON UNA CORRECTA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD INCREMENTAMOS LA CRE-
DIBILIDAD CON LA ADMINISTRACIÓN
Todas las empresas, para el cumplimiento de sus obligaciones ambientales, han adquirido en mayor o menor medida
nuevos protocolos de trabajo en los últimos 10 años. La adaptación e incorporación de pautas innovadoras para la po-
tenciar la conservación de la biodiversidad no tienen por qué demandar cuantiosas inversiones y, en cambio, sí pue-
den generar algunos beneficios añadidos. Una correcta gestión ambiental y una adecuada gestión de la biodiversidad
son condicionantes legales cuyo cumplimiento con transparencia genera confianza con las distintas administraciones.

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La aprobación de algunos proyectos de explotación, de provisión de reservas o de rehabilitación han sufrido limita-
ciones y condicionantes debido a deficiencias en los aspectos relacionados con el manejo del entorno natural. Consi-
derar este punto como un aspecto de referencia en la empresa es un cambio de actitud y posición que será valorado
positivamente por la administración competente. Generar este clima de confianza y transparencia facilitará el enten-
dimiento y el diálogo a la hora de agilizar las tramitaciones, descongestionando el exceso de burocracia ambiental.

Invertir en este compromiso supone prevenir problemas y conflictos que siempre son más gravosos para los presu-
puestos a corto plazo.

6.1.3. …PORQUE EL VALOR DE LA NATURALEZA SE AÑADE AL DEL PRODUCTO DE VENTA


La competencia en los próximos 5 años se jugará en el marco de la sostenibilidad de las extracciones. Es decir, en
el cumplimiento y divulgación de sus apuestas por la conservación de los recursos naturales. Aquellas empresas que
no mejoren sus políticas ambientales y apuesten en esta dirección, estarán en desigualdad de condiciones dentro del
mercado.

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La competencia desleal de las empresas al margen de la legalidad ha de ser combatida desde diferenciación con
una gestión de calidad y una imagen amigable con el entorno. En la actualidad las licitaciones que aportan un “plus
ambiental” o de compromiso con la biodiversidad presentan mejor acogida, bajo las mismas condiciones presupues-
tarias, que aquellas que ofrecen un producto tradicional.

La sociedad actual considera la conservación de medio natural como un asunto de necesidad muy vinculado a su
calidad de vida y a la salud de sus entornos familiares. Este hecho va a incrementar la legislación ambiental tanto en
el nivel nacional como en el marco europeo. Dejarse asesorar por entidades especializadas es una medida inteligente
y necesaria para adaptarse a los tiempos.

Son numerosas las ONGs integradas por profesionales con experiencia en la gestión de la biodiversidad. Contar con
sus servicios aportará soluciones técnicas y abrirá un diálogo con los grupos de interés social.

6.1.4. ...PORQUE INCREMENTA EL VALOR PATRIMONIAL DE LA PROPIEDAD UNA VEZ FINALIZADA LA


EXPLOTACIÓN
Una buena labor en el manejo de las especies de flora y fauna va a propiciar valores que mejoren el paisaje global de
las explotaciones una vez finalizada la extracción.

El incremento de estos recursos naturales durante la extracción eleva su valoración económica frente a fincas sin
un plan de biodiversidad, cuyo resultado final refleja escenarios deteriorados o con rehabilitaciones legales aunque
insuficientes.

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Si la propiedad del terreno es de la empresa, su valor de venta al cierre de la gravera o cantera supondrá un claro
beneficio económico si las condiciones paisajísticas son atractivas desde el punto de vista del comprador.

Si la orientación posterior de la propiedad va a tener fines agrícolas, ganaderos o cinegéticos, un adecuado plan en
esta línea va a facilitar réditos tangibles de cara a dichos potenciales usos.

El valor patrimonial de una propiedad rural va intrínsecamente asociado a su calidad paisajística y la fertilidad de sus
tierras. Todo trabajo en pos de la biodiversidad cotizará literalmente a favor de ambos valores.

6.1.5. ...PORQUE EXISTE UNA POTENCIAL REDUCCIÓN DE LOS COSTES DE REHABILITACIÓN A TRA-
VÉS DE UNA PLANIFICADA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
Un análisis de la vocación ecológica del lugar de extracción previo a la finalización el aprovechamiento minero, opti-
miza los resultados de las labores de recuperación del lugar.

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6. CONCLUSIONES:
Pensar desde el principio en “Clave de Biodiversidad” va a evitar la acometida de trabajados duplicados sobre las
mismas áreas de las fincas, es decir, evitará deshacer actuaciones realizadas con anterioridad, con el consiguiente
ahorro económico y de tiempo. Las labores de rehabilitación de las canteras y graveras serán más rentables ecológi-
ca y económicamente si se considera de manera global el objetivo de mejorar las condiciones de habitabilidad tanto
para la vegetación como para la fauna.

Un manejo adecuado de la morfología y biodiversidad de los bancos y bermas, así como de los huecos de excavación
en las graveras, simplifica las actuaciones posteriores del proyecto de rehabilitación.

Aplicar de manera mecánica planes de restauración no adaptadas a las características de cada entorno natural de
trabajo, provoca pérdidas económicas por falta de eficiencia. Minimización de los impactos a rehabilitar siempre es
una medida rentable.

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305
GUÍA DE ESTABLECIMIENTOS DE BENEFICIO
Pérez Fernández, Fernando J.
Área de Servicios Técnicos
Laboratorio Oficial J.M. Madariaga, LOM
C/Eric Kandel 1, Tecnogetafe;
email: lom@lom.upm.es

PALABRAS CLAVE: equipos, verificación, requisitos, usuario, fabricante

RESUMEN: La Guía de Establecimientos de Beneficio presenta como objeto, describir y analizar los principales
equipos fijos constitutivos de un Establecimiento de beneficio verificando el cumplimiento y estado de los requisitos
y medidas esenciales de seguridad y salud de dichos equipos, adecuados a la legislación vigente (dos ámbitos de
aplicación, los usuarios de los equipos y los fabricantes de los equipos) desde el punto de vista del usuario.

1. INTRODUCCIÓN
Antes de realizar el desarrollo sobre la Guía, se trató de establecer un marco de referencia o alcance ya que el
concepto de Establecimiento de beneficio es amplio y heterogéneo, con gran variedad de instalaciones y clases de
equipos bajo su paraguas definitorio, y podría dar lugar a cierta confusión en su desarrollo.

La Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas, considera un Establecimiento de Beneficio como aquel establecimiento
destinado a la preparación, concentración y beneficio de los recursos minerales (introducir en la definición el término
a definir remarca cierta redundancia y falta de concreción). El RGNBSM en su capítulo II, art. 158, si concreta y de-
termina que tipos de instalaciones se consideran Establecimiento de beneficio. De todos los tipos enumerados es el
primero (Instalaciones de quebrantado, clasificación y concentración de minerales, rocas o residuos minerales) el que
posee un mayor grado de identificación con el término.

En esta Guía se utilizará el término “tratamiento” como aquel que engloba (procesos) la preparación, concentración y
beneficio, que se aplican a los recursos minerales, incluidos los de explotación de canteras y graveras, con el fin de
extraer el mineral y que incluye el cambio de tamaño, la clasificación, la separación, el lixiviado y el reprocesamiento
de residuos previamente desechados, pero excluye las operaciones de fusión, los procesos industriales térmicos
(distintos de la incineración de piedra caliza) y los procesos metalúrgicos.

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2. JUSTIFICACIÓN
Una vez definido el marco sobre el que se iba a desarrollar la Guía, el parámetro selectivo y justificativo en el
estudio será la siniestralidad (los datos de siniestralidad en el sector, Figura 1).

Figura 1 Evolución de los accidentes en el sector minero Periodo 2004-2015

La siniestralidad en el sector minero tiene en las instalaciones de beneficio minero uno de los principales focos de
localización de accidentes laborales.

De la estadística general del periodo 2004-2015 filtrada por “lugar de accidente” (Figura 2) nos ofrece el resultado:

● En accidentes graves: Instalaciones de tratamiento ≈ 25 %


Galerías principales/secundarias (minería subterránea) ≈ 20 %
Frentes de arranque de interior, 17,13 %
● En accidentes mortales: Instalaciones de tratamiento e observa ≈ 24 %
Galerías principales/secundarias (minería subterránea) y pistas circulación (explota
ciones a cielo abierto), 15,56 %
Frentes de arranque de interior, 10,37 %

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Figura 2 Clasificación de siniestralidad por lugares en el sector minero Periodo 2004-2015

Y dentro de las instalaciones de tratamiento el análisis de las causas y focos con mayor incidencia pone de manifiesto
que son los equipos fijos el punto más problemático y con mayor participación en los accidentes, tanto de tipología
grave como mortal (Figura 3).

Dentro del análisis del lugar (Inst. Tratamiento) por equipos con mayor incidencia en la siniestralidad se obtiene:
• En accidentes graves: cinta, accesos, molino, elementos metálicos, tolva
• En accidentes mortales: cinta, tolva, accesos, molinos

Figura 3 Porcentajes de accidentes por equipos en instalaciones de tratamiento Periodo 2004-2015

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De todos los factores de riesgo en lo que se considera establecimientos de beneficio (instalación de tratamiento) los
equipos/máquinas fijas son los principales generadores de accidentes; el sumatorio cintas, tolvas y molienda suponen
el 53.3 % de los accidentes mortales (si le añadimos los accesos más del 62%).

Como causa de accidentes, tanto graves como mortales, el atrapamiento, caídas y golpes conforman los principales
peligros (Figura 4).

Figura 4 Número de accidentes por causas según tipo y equipo en instalaciones de tratamiento Periodo 2004-2015

Las causas de accidentes en Instalaciones de Tratamiento son:


• Accidentes graves: Atrapamiento (≈47 %), caída de personas a distinto nivel (23%), golpes por objetos (11 %).
• Accidentes mortales: Atrapamiento (≈44 %), caída de personas a distinto nivel (19%), golpes por objetos (6 %).

Estos antecedentes determinaron la iniciativa del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, a través de los
Convenios realizados con el Laboratorio Oficial Madariaga (Universidad Politécnica de Madrid), de elaborar una guía
enfocada a la seguridad de los equipos fijos en estas instalaciones.

3. ESTRUCTURA DE LA GUÍA
La estructura de la Guía se resume en:
• Definición de concepto de establecimiento de beneficio y clasificación de equipos implementados en estable-
cimientos de beneficio
• Selección de equipos a desarrollar en la Guía
mmRelación de equipos:
Tolva, cinta, silo.
Conminución: Equipos Trituración primaria: machacadora, triturador giratorio
Equipos Trituración Secundaria
Equipos Molienda (molinos)
Clasificación Directa: cribas y trómel.
Clasificación indirecta hidráulica: hidrociclón, tanque espesador.
Filtración: filtros prensa y Concentración: Celdas de flotación.
• Medidas preventivas en equipos:
mm Diseño
mm Técnicas de seguridad y/o medidas de protección suplementarias
• Para cada equipo seleccionado se reseña:
mm Descripción genérica.
mm Peligros significativos por equipo
mmPrincipales Técnicas de seguridad y dispositivos a considerar
mm  Principales riesgos laborales asociados a dichos equipos y medidas preventivas genéricas
mm  Legislación y normativa aplicable
mm  Tabla de verificación individual de los requisitos y medidas técnicas de seguridad.

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4. DESARROLLO
El proceso de desarrollo, de forma sinóptica, consistirá en enumerar peligros de los equipos, vincular el análisis con
la correspondiente norma UNE del equipo (si existe) que los determina, y con su correspondiente técnica preventiva
que lo mitiga o elimina, junto con el requisito legal en materia de seguridad y salud que cubre (por parte del usuario).

Para implementar la evaluación y la reducción del riesgo de un equipo, atendiendo a la norma UNE-EN ISO 12000:2012,
se deben tomar las siguientes acciones, en el orden dado:

1. Determinar los límites de la máquina, que incluyen el uso previsto y cualquier mal uso razonablemente previsible
de la misma.
2. Identificar los peligros y las situaciones peligrosas asociadas a ellos.
3. Estimar el riesgo, para cada peligro y situación peligrosa identificados.
4. Valorar el riesgo y tomar decisiones sobre la necesidad de reducir el riesgo.
5. Eliminar el peligro o reducir el riesgo asociado a dicho peligro mediante medidas preventivas.

Se realiza una enumeración y explicación de los diferentes tipos de peligros que afectan a cada uno de los equipos
de la relación enumerada para el posterior análisis de medidas preventivas, tomando como referencia normativa
la mencionada UNE-EN ISO 12100:2012 Seguridad de las máquinas. Principios generales para el diseño. Eva-
luación del riesgo y reducción del riesgo y otras normas armonizadas específicas de algunos equipos (UNE-EN
620:2002+A1:2011 Equipamiento y sistemas de manutención continua. Requisitos de seguridad y de compatibilidad
electromagnética (CEM) para cintas transportadoras fijas para productos a granel; UNE-EN 617:2002+A1:2011 Equi-
pamiento y sistemas de manutención continua. Requisitos de seguridad y de compatibilidad electromagnética (CEM)
para el equipamiento de almacenamiento de materiales a granel en silos, tanques, depósitos y tolvas.).

Figura 5 Análisis de peligros para equipos fijos

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En cuanto a los requisitos legales se diferencian:

• Por el vector fabricante (diseño, comercialización y puesta en servicio): Los fabricantes deben tener en cuenta
las prescripciones de la Directiva 2006/42 de 17 de mayo de 2006 relativa a las máquinas y su transposición
a la legislación nacional Real Decreto 1644/2008, de 10 de octubre, por el que se establecen las normas para
la comercialización y puesta en servicio de las máquinas (requisitos de seguridad y salud en su anexo I que
deberán ser cumplidos). Los equipos para ser puestos en mercado están sujetos a un Control interno de fabri-
cación como procedimiento de evaluación de conformidad (la conformidad con las normas UNE da presunción
de conformidad para el marcado CE y declaración de conformidad CE).
• Por el vector Usuario: Los usuarios deben aplicar los requisitos de seguridad establecidos en el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la
utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo (Anexo I), transposición de la Directiva 89/655/CEE,
de 30 de noviembre, modificada por la Directiva 95/63/CE, de 5 de diciembre. (Derogada por la Directiva
2009/104/CE del Parlamento europeo y del Consejo de 16 de septiembre de 2009)

Ambos conjuntos de requisitos, que son complementarios, se toman como referencia base para relacionar las técni-
cas y dispositivos de protección que aseguran su cumplimiento, y para elaborar la tabla de evaluación individual de
cada equipo, principalmente los requisitos de usuario.

La verificación de requisitos de seguridad, por parte del usuario de equipos, recogidos en el Real Decreto 1215/1997
debe suponer una ayuda en la prevención de accidentes laborales en el entorno de los establecimientos de beneficio
minero, además de una comprobación de la conformidad veraz de los equipos de este sector comercializados actual-
mente (de igual modo para equipos antiguos que requieran una adecuación).

Para el fabricante, las medidas preventivas a implementar en un equipo destinado a realizar su función en un centro
minero deben ser concebidas, primeramente desde el diseño de éste, tratando de eliminar el mayor número de peli-
gros inherentes al equipo; para aquellos peligros que no puedan ser mitigados en la fase de diseño, se aplicarán en el
resto de fases del ciclo de vida del equipo, las técnicas y dispositivos de protección para su eliminación; cómo último
recurso, se aplicarán medidas de información ante peligros de complicada o nula posibilidad de eliminación.

Figura 6 Requisitos mínimos legales en materia de seguridad y salud para equipos fijos

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Las medidas preventivas son una combinación de medidas aplicadas por el fabricante y por el usuario, pero siempre
las más efectivas son las implementadas en la fase de diseño que las que pueda aplicar el usuario (siempre de ca-
rácter organizativo, EPI´s, formativos, …):

• Medidas de diseño inherentemente seguro (enumeración y descripción)


• Técnicas de seguridad/Medidas preventivas: Resguardos y dispositivos de protección (Figura 7)

Figura 7 Técnicas de seguridad y dispositivos de protección

El resultado final del proceso es la implementación y aplicación de las técnicas (dispositivos y resguardos) en la má-
quina (nueve tipos de dispositivos en el sistema de mando; resguardos en la parte operativa accionadores+elementos
de transmisión de potencia y elementos de trabajo).

Ese resultado es el que trata de analizarse utilizando un resumen recopilatorio en formato tabla por equipo (Figura 8),
que permita un seguimiento de la verificación de los puntos recogidos, para el usuario final.

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Figura 8 Ejemplo Tabla de verificación de requisitos para un equipo fijo de establecimiento

5. CONCLUSIONES
La Guía de Equipos fijos de Establecimientos de Beneficio trata de ser un compendio, desde el punto de vista infor-
mativo, de técnicas de seguridad en equipos fijos de establecimientos de beneficio, constituyendo un recurso docu-
mental comparativo, didáctico y de consulta, útil a diferentes ámbitos profesionales (tanto a técnicos, profesionales,
Autoridad Minera y empresarios del sector) para la verificación y el cumplimiento de requisitos de seguridad en la
adecuación legal de equipos fijos a implementar en establecimientos de beneficio, así como un apoyo en el estudio
de viabilidad técnica en materia de seguridad y salud en los equipos ya implementados ante posibles controles de
mercado, recuperación y mantenimiento de equipos, o evaluación de riesgos por parte del servicio de prevención
propio o ajeno, inspecciones de la autoridad, puestas en servicio, …

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365
RESULTADOS DE LA NUEVA ORDENACIÓN MINERA BALEAR
Dr. Vizcaíno Pérez, Luis
Dirección General de Política Industrial, Comunidad Autónoma Islas Baleares, C/Bastió d’en Sanoguera,2. 07580.
Palma. correo-e: lvizcaino@dgindust.caib.es

RESUMEN: Se realiza una comparativa, entre la situación de la ordenación minera Balear anterior a la aprobación
de la Ley 10/2014 de ordenación minera de las Islas Baleares (LOMIB) y la situación actual, tras sus primeros años
de implantación.

Para ello se analizan una serie de indicadores obtenidos de los datos oficiales obrantes en la Administración, la ma-
yoría de ellos públicos y accesibles por el portal electrónico del Gobierno balear o del Ministerio de Energía, Turismo
y Agenda Digital.

PALABRAS CLAVE: LOMIB, ordenación, comparativa, SIG, Baleares.

1. INTRODUCCIÓN
En el caso de Baleares, la Administración autonómica había iniciado un trabajo de regulación de la actividad minera,
en el ámbito de sus competencias, mediante el Plan director sectorial de canteras de 1997 y su revisión de 1999
(PDSPIB), centrando sus esfuerzos en fomentar la restauración y en armonizar la minería con las primeras leyes
autonómicas de espacios naturales y el régimen urbanístico.

La LOMIB es la segunda ley autonómica minera del país tras la que en el año 2008 se aprobó en la Comunidad Au-
tónoma de Galicia.

Las cimientos de la nueva norma balear son el establecimiento claro de las competencias estatales, autonómicas y
locales asumiendo la importancia de ayuntamientos, consejos insulares, administración ambiental y participación ciu-
dadana en la vida de las explotaciones mineras; la creación del Consejo de la Minería balear como órgano colegiado
de participación, consulta y asesoramiento en la materia; la creación del Registro Minero balear que es público y ac-
cesible por internet y que trata de utilizar un lenguaje comprensible por el público general en el que se prima las imá-
genes visuales con la transparencia como objetivo; la implantación de un procedimiento unitario para el otorgamiento
de derechos de explotación; y por último el control efectivo de las explotaciones mineras mediante la potenciación de
la inspección tanto por parte de las Administraciones como por Entidades Colaboradoras de la Administración.

También destacar de la nueva ley, su Disposición transitoria primera (DT1) de la LOMIB la cual establece un procedi-
miento para resolver las discrepancias existentes y conocidas por la Administración entre la autorización minera y los
derechos mineros incluidos en la explotación realmente ejecutada.

Finalmente, su Disposición transitoria segunda (DT2) obliga a que todas las explotaciones mineras pasen el corres-
pondiente trámite ambiental, de manera que se asegura la compatibilización de la actividad minera con la protección
del medio ambiente.

Si bien los plazos de la importante DT1 acaban el 16 de julio de 2018, ya se puede hacer un primer análisis de los
resultados tanto de la LOMIB, en general, como de la DT1 en particular.

2. MATERIALES Y MÉTODOS
El análisis de estos primeros años de vigencia de la LOMIB se realiza desde un prisma eminentemente práctico.
La LOMIB aprovecha de forma masiva las nuevas tecnologías (SIG, registro público informatizado, tramitación elec-
trónica) lo que permite una visualización de las diferentes fases de la explotación minera por toda la sociedad, desde
la autorización pasando por el desarrollo de la misma, y culminando con la restauración del espacio minero.
En una primera aproximación al problema, los funcionarios de las Administraciones públicas parecerían tener una
clara ventaja en cuanto a la obtención de datos mineros de forma masiva en todo el país.

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No obstante, se ha preferido prioritariamente utilizar datos que son públicos y fácilmente accesibles no solo para el in-
vestigador especializado sino para el ciudadano en general. Se consigue de esta manera destacar también de forma
consciente la diferencia entre la accesibilidad de datos mineros en Baleares antes y después de la LOMIB y el claro
posicionamento de la Administración minera en cuanto al uso de la electrónica, la gobernanza participativa, la gestión
del cambio en las administraciones públicas y el cumplimiento del objetivo de mejora en el ámbito de la transparencia.
Así, se estudian una serie de indicadores, a partir de datos tomados directamente de los archivos de la autoridad
minera balear, de manera que pongan de manifiesto el nivel de control efectivo de la actividad minera. Se eligen de
manera que sean fácilmente comprensibles no sólo para las autoridades mineras y los explotadores, sino también
para el resto de la sociedad.

3. RESULTADOS
El perfil medio de la explotación minera balear es una autorización de explotación de áridos de construcción, perte-
neciente a una micro o pequeña empresa, (figura 1), con una producción minera del año 2015 de 76.090 toneladas
y unos 29 millones de euros lo que representa un 0,96% del total nacional, basado principalmente en los áridos para
la construcción (figura 2) con un consumo de 2,36 toneladas por habitante, lo que se sitúa por encima de la media
nacional que es de 2,07 toneladas por habitante.

Figura 1 – Número de empresas por franja de trabajadores. 2017. Fuente: Estadística Minera de España

Figura 2 – Porcentaje de empresas por recurso 2017. Fuente: Estadística Minera de España

A continuación se analizan una serie de indicadores comparativos en cuanto a datos anteriores a la entrada en vigor
de la ley y el momento actual.

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En cuanto a producción, se observa una tendencia al incremento del consumo de áridos de un 2,9% entre el 2016 y el
2015 y de un 22,3% entre el 2015 y 2014, la mayor del periodo del país. A largo plazo, no obstante, se ha producido
un decremento de un 78,9 % en la última década.

Dada la importancia del producto de cantera para la construcción de Baleares, se analizan los indicadores de vivienda
nueva sin vender. Así, el stock acumulado de vivienda nueva entre el 2013 y 2014 cayó un 17,1%. También la tasa
de desocupación de vivienda nueva pasó en el 2015 de un 19 % a un 16% en 2016, con lo que, según TINSA, se
detecta un patrón en los últimos años de bajo nivel de stock y reactivación de la construcción por falta de excedentes,
especialmente en Ibiza cuya capital cuenta con un año de suelo finalista y un nivel de stock de vivienda nueva de
solo un 6%. En 2017 hay en el conjunto de las Islas un total de 32.056 viviendas pendientes de venta en solares y un
tiempo medio de absorción de suelo finalista de 6,5 años. La tasa de visados durante la vigencia de la ley se mantiene
al rededor de los 1000 anuales. En cuanto a la principal industria de Baleares, el turismo, se ha producido un repunte
de las inversiones en Baleares, siendo de 400 Millones de euros sólo en 2014 según Hosteltur.

Todo este consumo se ha traducido en un incremento de producción medida en euros de un 52 % ente 2013 y 2015.

En cuanto al impacto de la ley sobre las empresas mineras y el empleo, como se puede observar en la tabla 1, se
mantienen aproximadamente el número total de explotaciones, mientras se ha incrementado el número de empleos
en un 18%. Así, las explotaciones con menos de 10 trabajadores han disminuido en un 32% y las entre 10 y 19 se han
incrementado en un 33%, es decir, principalmente las microempresas (de menos de 10 trabajadores), han crecido y
pasado a ser pequeñas empresas (de menos de 50 trabajadores, según el Reglamento UE 651/2014 de la Comisión).

Tabla 1 – Evolución del empleo por tipo de explotación balear. Fuente: Estadística Minera de España

El Consejo de la Minería está formado por representantes de Minas, Medio Ambiente, ayuntamientos, Consejos
Insulares, sindicatos, asociaciones empresariales, asociaciones de minería y por asociaciones de protección del
medio ambiente, con un total de 82 miembros. Hasta el momento ha habido 7 reuniones en pleno, en las que se han
analizado al menos una vez todas las explotaciones activas y en restauración de las Islas.

Figura 3 – Reuniones Consejo de la Minería. Fuente: Actas Consejo de la Minería

Por decreto 6/2015, de 20 de febrero, se creó el Comité técnico permanente de restauración, formado por un total
de cinco miembros que son dos representantes de la Dirección general de política industrial, del órgano ambiental
(Comisión balear de Medio Ambiente), del Consell de Mallorca i de l’Ajuntament de Palma, todos ellos técnicos, que
junto con representantes de ambas canteras e invitados externos, da una idea de lo interdisciplinar de este Comité
y su cariz absolutamente técnico. El primer trabajo encargado por el Consejo de la Minería a su Comité técnico es

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el análisis de la restauración de dos explotaciones mineras de las 11 que están paralizadas por diversas razones
actualmente (el 18% del total).

El Registro minero es una herramienta pública en la que se visualiza en cada momento los datos más importantes
de la Minería balear, como es su situación, planimetría (donde se distingue la superficie concedida, la autorizada, la
explotada y la restaurada año por año hasta la fecha y la prevista para explotar durante el plan de labores actual),
estado, recurso, maquinaria, superficie y volumen autorizado, así como la fecha de fin de la autorización.

En el momento actual hay un total de 23 explotaciones que aparecen en la página WEB del visualizador de Infraes-
tructura de datos espaciales SIG Balear (IDEIB).

Figura 4 – Vista del avance de restauración de una explotación en el Registro minero balear. Fuente: IDEIB

La LOMIB obliga a que en julio de 2018 el 100% de las explotaciones mineras de Baleares que hayan tramitado la
DT1 estén completamente registradas, y también se registran el resto de explotaciones activas y en restauración. Por
otrolado, se ha comenzado a registrar las más de 1000 explotaciones que aparecen listadas en el PDSPIB de 1999 y
que están actualemente inactivas.

En cuanto a nuevas explotaciones mineras autorizadas en Baleares en este tiempo de crisis, se han autorizado 2 ex-
plotaciones nuevas y se ha acabado la restauración y se han caducado 4 explotaciones que se encontraban activas,
por lo que el número total de explotaciones se ha mantenido prácticamente constante, con una disminución de las
activas de un 4%. Señalar que la disminución de explotaciones activas se ha detenido en el último año.

No obstante, el número total de explotaciones registradas ha aumentado, debido a la revisión de todos los datos de
todas las explotaciones mineras de Baleares según la DT1 incluidas antiguas explotaciones inactivas que se han
puesto en restauración, como puede verse en la figura siguiente.

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Figura 5 – Estado de las explotaciones según el Registro minero balear

La DT1 y la DT2 de la LOMIB obligan a la actualización tanto del proyecto de explotación como del plan de restaura-
ción de las explotacions mineras de Baleares.

Así, el 100% de las explotaciones mineras activas o en restauración han de pasar trámite ambiental. En el momento
actual, ya el 60% de las explotaciones han pasado ese trámite. El resto están en proceso, tal y como se observa en
la figura siguiente.

Figura 6 – Estado del trámite ambiental de las explotaciones mineras baleares.Fuente: Servicio de Minas

Sobre la actualización del plan de restauración por un lado en cuanto al método,en las explotaciones de áridos se ha
pasado del concepto de restauración al final de la explotación a un concepto general de restauración conjunta con la
explotación, realizada por fases y con una fase cero de amortiguación del impacto visual anterior al inicio de la explo-
tación. En el caso de las salinas se introduce el concepto de mantenimiento del espacio natural creado por éstas en
caso de su abandono.

Por otro lado, en cuanto a la actualización de las fianzas correspondientes, en las explotaciones que ya se han re-
gistrado completamente se ha observado un incremento de casi diez veces la cuantía de la fianza total actualmente
depositada, si bien dado el concepto de restauración por fases, la cantidad mínima a depositar se corresponde con
un 44% más que lo depositado hasta ahora, lo que asegura por un lado la viabilidad de la explotación, y por otro,
mediante la inspección de la restauración, la restauración efectiva del espacio explotado.

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Un caso a mencionar de actualización de proyecto de restauración es la reutilización del espacio minero, que consiste
en la modificación del Plan de restauración por un nuevo proyecto para realizar otras actividades diferentes de las
extractivas en el espacio ocupado por la cantera. En este periodo, si bien se tramitan más reutilizaciones, sólo una
explotación ha obtenido las autorizaciones correspondientes.

En cuanto a la actualización del proyecto de explotación, revisadas las superficies, se ha incrementado la superficie
autorizada en un 17%, si bien la superficie explotable efectiva solo se ha incrementado en un 11%, y el volumen en
un 15%.

También durante el proceso de actualización y registro se obliga a que los establecimientos de beneficio y la maqui-
naria minera en general cumplan todas las normativas que les corresponden.

En cuanto al control de las explotaciones, la LOMIB la basa en tres ejes fundamentales: la inspección realizada por
Entidades Colaboradoradoras de la Administración (obligatoriamente del 100% de las explotaciones cada año duran-
te la confrontación del plan de labores, del estado de la restauración y de la documentación necesaria la puesta en
servicio y a disposición de los trabajadores de cada máquina o instalación e ITV), las inspecciones del Servicio de
Minas (se centran en denuncias, fin de la restauració y explotaciones no autorizadas) y las inspecciones subvencio-
nadas por el Ministerio (del Laboratorio Oficial Madariaga o del Instituto Nacional de la Silicosis).

Figura 7 – Inspecciones realizadas por la administración en Baleares: Fuente Servicio de Minas

En cuanto a la actividad del Servicio de Minas durante el periodo de vigencia de la Ley, se ha observado un claro
incremento del número de registros tanto de entradas como de salidas en comparación con los años anteriores.

Figura 8 – Número de registros en el Servicio de Minas balear: Fuente Servicio de Minas

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La figura siguiente representa el número y el tanto por mil de trámites mineros con respecto al total de los trámitados
por la Unidad de Información y Trámite (UDIT) del Gobierno Balear. Señalar que se ha pasado de haber cinco tipos
de trámites mineros disponibles en la página WEB de la UDIT en el año 2013 un total de 13 en el 2017.

Figura 9 – Trámites UDIT de Minas: Fuente UDIT

En cuanto a las inversiones, en la figura siguiente se observan datos de la Estadística minera de inversiones en, por
ejemplo, sal marina, de los años 2014 y 2015 en euros.

Figura 10 – Inversiones en explotaciones de sal marina: Fuente Estadística Minera de España

Es de destacar el esfuerzo realizado en inversión por los salineros de Baleares en seguridad (28,7%), investigación
(37,3%) y Medio ambiente (34%) según los datos de Estadística Minera.

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4. CONCLUSIONES
Durante los primeros tres primeros años del periodo de vigencia de la LOMIB:

Se ha incrementado el consumo de áridos en más de un 25%, siendo una de las comunidades que más lo han hecho,
lo que ha coincidido con una disminución del stock de viviendas nuevas vacías y de la reforma hotelera en Baleares.

En cuanto a la salud del sector, el número de explotaciones ha disminuido un 4%, mientras que se ha incrementado
el empleo en un 18% y también el tamaño de las empresas, de manera que más de un 30% de las microempresas
explotadoras baleares han pasado de ser microempresas a pequeñas empresas.

En cuanto a la transparencia, los detalles del 100% de las explotaciones baleares activas que tramitan la DT1 han
sido analizados y debatidos publicamente con participación de todos los sectores implicados, en el seno del Consejo
de la Minería, en un total de siete reuniones públicas trasmitidas por video conferencia a las cuatro islas. También se
han celebrado ya tres reuniones del Comité Técnico de Restauración sobre un 18% de las explotaciones paralizadas
en la actualidad. Los datos del 60% de las explotaciones son ya públicos en el Registro Minero Balear.

En cuanto al control, el 100% de las explotaciones mineras son inspeccionadas anualmente lo que convierte a la
minería balear en una de las industrias más controladas del país, lo que da seguridad a los explotadores y a sus
trabajadores pero también a las otras Administraciones (territoriales y ayuntamientos y ambientales), así como a los
agentes sociales (defensa del medio, asociaciones vecinales).

En cuanto al respeto al medio, todas las explotaciones mineras de Baleares han de pasar trámite ambiental antes del
fin del plazo de la DT1, lo que implica información pública, y su estudio por la Comisión Balear de Medio Ambiente,
las Administraciones previsiblemente afectadas y los diferentes interesados. En el momento actual, el 60% de las
explotaciones cuentan ya con este trámite y un 13% están ya en la fase de análisis por el Órgano Ambiental, lo que
implica un salto cualitativo en este aspecto.

En cuanto a la restauración, la modificación de los proyectos de explotación y el concepto de restauración por fases,
por un lado han supuesto un ligero incremento de superficie, el 11% y de volumen explotable, el 15%. Por otro lado ha
implicado un incremento significativo de las fianzas correspondientes, lo que asegura la restauración de la explotación
minera en todo momento.

En cuanto a la actividad de la Administración minera balear, indicar que ha incrementado el número de registros de
entrada y salida en un 15,7%, el número de trámitaciones mineras en un 65,8% y en un 44,5% la proporción de trá-
mites mineros con respecto al total de trámites UDIT de Baleares, con un incremento del número de trámites mineros
disponibles en la WEB de la UDIT de un 260%.

Es de destacar el esfuerzo inversor de los explotadores mineros para poder alcanzar el objetivo impuesto por la so-
ciedad balear de actualización de las explotaciones mineras de las islas, con actualización no solo documental sino
de maquinaria, instalaciones y formación del trabajador.

Finalmente, señalar que el hecho de que en breve plazo de tiempo el 100% de las explotaciones mineras pasen
trámite ambiental y tengan los proyectos de explotación y restauración actualizados, y con todos los permisos co-
rrespondientes, incluidos los territoriales, y con un efectivo control inspector, otorga al explotador, trabajador minero,
administraciones y a la sociedad en general una serie de seguridades, principalmente desde el punto de vista jurídico,
de buenas prácticas técnicas y ambientales y laboral.

La conclusión es que se ha puesto a disposición de toda la sociedad balear una serie de efectivas herramientas que
permiten un mejor control de la actividad minera, con los beneficios que esto reporta desde el punto de vista de la
seguridad, del uso efectivo de la mejor técnica disponible y del incremento de la competitividad del sector mediante el
progreso continuo de la calidad del producto y una esperable mejora de la imagen del sector en las Islas,.

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formes%2F2017%2FInforme-radiografia-stock-2016-tinsa.pdf&usg=AOvVaw2KhJqQzDAEyHpZuhazEMK2

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410
INFLUENCIA DE LA GRANULOMETRÍA SOBRE LA CLASIFICACIÓN DE
SÓLIDOS SUSCEPTIBLES A LA AUTOCOMBUSTIÓN
Castells Somoza, B.; Medic Pejic, L.; Ámez Arenillas, I.; García Torrent, J.
Departamento de Energía y Combustibles. ETSI Minas y Energía. UPM.
Laboratorio Oficial J.M. Madariaga. UPM.

RESUMEN: El principal objetivo de este trabajo es poner de manifiesto cómo puede influir el tamaño de partícula
sobre los fenómenos de autocombustión, llegando a ser decisivo en algún producto a la hora de establecer su clasi-
ficación para el transporte.

La tendencia a la autocombustión de productos sólidos puede medirse determinando la Temperatura de Autoignición


(TAI) cuando se trata de estudiar el almacenamiento de grandes cantidades de producto, o mediante la prueba N4 de
la clasificación ONU para el transporte de mercancías peligrosas. En ambos casos, la granulometría puede tener un
efecto importante ya que afecta a la llegada del oxígeno a la superficie de la sustancia, modificando las características
de la propagación de la combustión.

Para obtener una primera aproximación, se han sometido a ensayo distintas sustancias en tres granulometrías:
sustancia en su forma comercial, fracción gruesa (inferior a 1 mm) y fracción fina (inferior a 0,075 mm). En dos de
los productos estudiados se ha obtenido una clasificación ONU distinta en función de la granulometría que presente.

1. INTRODUCCIÓN
La combustión espontánea, o ignición espontánea, es un proceso por el cual una sustancia entra en combustión sin
una fuente inflamable externa. Es decir, la combustión sucede por autocalentamiento cuando se aumenta la tempera-
tura debido a reacciones exotérmicas internas que elevan la velocidad de oxidación del material. Además, el aumento
de temperatura puede producir reacciones de descomposición que también favorecen la inflamación de la sustancia.
Por consiguiente este proceso supone un peligro desde punto de vista de seguridad industrial, así como durante el
almacenamiento y transporte se refiere.

Cualquier material que pueda resultar oxidado por el aire puede llegar a alcanzar la combustión espontánea. El primer
paso es un proceso lento, que corresponde a la oxidación exotérmica del material. Esto producirá un desprendimiento
de calor que, si no se disipa hacia su entorno, puede producir un aumento de temperatura. Al aumentar la tempe-
ratura, aumenta la velocidad de la reacción de oxidación, lo que supone una mayor producción de calor, que puede
acelerarse rápidamente hasta alcanzar altas temperaturas que lleven a la ignición de ese material.

Existen otras fuentes de calor interno que pueden favorecer el autocalentamiento [1]:

• resencia de compuestos más oxidables que el propio material, bien sea por contaminación del producto o de
P
forma natural (caso de la presencia de piritas en carbones).
• Fermentación bacteriana aerobia o anaerobia.
• Fijación de una sustancia gaseosa, puesto que el calor de adsorción o de condensación es elevado. Por ejem-
plo, la fijación del vapor de agua de ciertos disolventes sobre carbón activo.

Para determinar el inicio del proceso se han desarrollado y puesto a punto diversos métodos basados en técnicas de
análisis térmico, como la termogravimetría y la calorimetría diferencial de barrido, así como técnicas experimentales
basadas en la descomposición térmica y emisión de volátiles inflamables o en la reacción exotérmica frente al ataque
con peróxido [2][3].

Un método muy valioso para cuantificar el riesgo de autocombustión es la determinación de la temperatura de au-
toignición, TAI [4]. El método se basa en obtener la temperatura ambiental a partir de la cual el calor generado por
los procesos exotérmicos supera el calor emitido hacia el exterior, de forma que la acumulación de calor acelera la
reacción de oxidación hasta producir la ignición. Esta temperatura depende del volumen de producto sometido a esas

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condiciones, de forma que cuanto mayor es el volumen, menor es la temperatura de autoignición, pero mayor es el
tiempo de inducción, o período de tiempo necesario para que la temperatura del producto llegue a superar (en más de
60 K) la temperatura ambiental. La metodología experimental consiste en determinar la TAI para distintos volúmenes
de muestra sometida a condiciones isotermas y extrapolar los resultados para predecir a qué temperatura entrará en
ignición un cierto volumen de producto, y al cabo de cuánto tiempo eso ocurrirá. Es, por tanto, muy útil para aplicarlo
a procesos de almacenamiento de grandes cantidades de producto.

Este método se ha utilizado anteriormente para la caracterización de la autoignición de materiales agrícolas alma-
cenados en silos [5], carbones de diferentes rangos y procedencias [6], biomasas [7] y lodos secos de depuradora
procedentes de secado térmico [8]

Otro método de caracterizar el riesgo de autocombustión de distintos materiales es determinar ciertos niveles de peli-
grosidad en el transporte, relacionados con el volumen de material y la forma de envasado o embalaje utilizado para
el transporte. Esto es algo universalmente utilizado para los diferentes riesgos que pueden presentar las sustancias
(explosión, inflamación toxicidad, corrosión, radiactividad, etc.) y existen numerosos procedimientos o pruebas para
asignar a las sustancias una clasificación que facilite la consecución de un nivel de seguridad aceptado para transpor-
tar esos materiales [9]. El Acuerdo europeo sobre el transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera
(ADR) asigna la clase 4.2 a las materias que pueden experimentar inflamación espontánea.

En el caso de los sólidos, los criterios para la clasificación de sustancias que experimentan calentamiento espontáneo
están basados en la temperatura de inflamación espontánea del carbón vegetal, que se establece en 50ºC para una
muestra cúbica de 27m3 [10]. La metodología de ensayo, denominada prueba N4, se basa en aplicar esos datos a un
volumen de 1 L, al que le correspondería una temperatura de autoignición de 140 ºC. Esta prueba se emplea también
como criterio en el código para el transporte marítimo de mercancías peligrosas [11].

Al aplicar este método a algunos lodos secos de aguas residuales, considerados como biomasas de creciente interés
por su aplicación energética, se han obtenido resultados positivos, de forma que sólo quedan exentos de clasificación
si se transportan en bultos de menos de 3 m3. [12]

Una forma rápida y directa para detectar el inicio de los procesos de autocombustión es analizar el aire junto al
producto almacenado o transportado para detectar la presencia de gases, como el CO o el CO2, que son productos
característicos de las reacciones de combustión. Mediante una metodología novedosa se ha podido determinar pre-
cozmente los procesos incipientes de oxidación [13].

Los parámetros que influyen en la autoinflamación de las sustancias son múltiples y variados, y cada uno de ellos
afecta en mayor o menor medida a las diversas variables medidas para caracterizar el proceso. En este estudio se
busca conocer la influencia que presenta uno de ellos en particular: la granulometría. El tamaño de partícula afecta
también a la compactación, densidad o agregación de las partículas, de modo que tendrá una repercusión en la hu-
medad de las muestras. Por lo general, cuanto mayor es la densidad o compactación de una muestra, menor es la
humedad residual.-

La humedad es uno de los parámetros más importantes en la inflamabilidad de sólidos pulverulentos, y de los más
difíciles de estudiar ya que puede favorecer o dificultar la ignición de los mismos. Se ha observado que pequeñas
cantidades de humedad pueden favorecer la reacción y que la reabsorción de humedad es un fenómeno exotérmico
que puede acelerar el aumento de temperatura en un proceso de autocombustión [14], pero en general, al aumentar
su contenido se hace mayor la importancia del papel como sumidero térmico que supone el calentamiento del agua,
retrasando el inicio del calentamiento de la materia orgánica.

Por su parte, el efecto de la granulometría como tal es simple: las partículas finas favorecen la ignición del polvo, pero
si éstas son muy pequeñas y la desvolatilización no controla el ratio de explosión, no se producirá un aumento en el
ratio de combustión a menor tamaño.

El tamaño de partícula es un parámetro esencial para todos los procesos de inflamación que tienen lugar cuando el
producto está dispersado en el aire formando una nube. En esas condiciones, la reacción de oxidación, que tiene
lugar sobre la superficie de las partículas, se ve rápidamente acelerada cuanto mayor es el área superficial dispo-

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nible, resultando ser la granulometría un factor clave para determinar tanto la sensibilidad a la inflamación como la
severidad de explosión.

En el caso de de productos depositados en forma de capa o como una gran acumulación, la importancia de la gra-
nulometría no es tan clara. La influencia del grado de compactación se ha estudiado en relación a la susceptibilidad
térmica analizada mediante termogravimetría [15], observando que la compactación de las muestras aumenta su
reactividad en el proceso de pirolisis debido probablemente a un aumento en la conductividad térmica. En grandes
volúmenes de producto almacenado, la accesibilidad reducida del oxígeno a la superficie interior del material puede
predominar haciendo que se retrase la reacción de oxidación.

Es algo aceptado que el progreso de la reacción se ve afectado por la disponibilidad del oxígeno, de forma que la
mayor compactación de una capa o un montón de producto dificultará el progreso de la reacción de oxidación. Por
otra parte, la compactación produce un aumento en la densidad y en la conductividad térmica, lo que disminuirá la
tendencia a la autocombustión, ya que el producto puede evacuar con más facilidad el calor generado, retrasando
por tanto la autoignición.

Al estudiar la influencia de la granulometría sobre la temperatura mínima de inflamación en capa [16], se ha observa-
do que ésta disminuye al aumentar el espesor de la capa de producto depositado, al disminuir el tamaño de partícula
y al aumentar la compactación del producto. El comportamiento de una capa de producto depositada sobre una su-
perficie caliente es diferente al de un gran montón de producto, como sería el caso de una parva, ya que en el primer
caso el factor clave es la propagación de la reacción térmica, dado que hay un gran aporte de calor a través de la
superficie caliente, mientras que en el segundo caso el acceso de oxígeno es lo esencial para el inicio de la reacción.

2. METODOLOGÍA Y ENSAYOS
El procedimiento seguido para la realización del estudio consiste en la realización de tres ensayos: análisis granulo-
métrico, análisis de humedad y ensayo ONU N4 División 4.2. Las distintas sustancias que se han muestreado inclu-
yen biomasa forestal, biomasa agrícola y carbones entre otros, y son las que siguen: viruta de pino, paja, pellets de
olivo, briquetas de carbón para barbacoas y pienso para perros.

Se han estudiado tres tamaños diferentes: producto grueso en su forma comercial, producto triturado con tamaño
menor de 1 mm y fracción fina menor de 0,075 mm. Para la molienda de las distintas muestras se han utilizado
molinos de cuchillas y trituradoras de mandíbulas. Posteriormente se ha realizado el tamizado con el objeto de ob-
tener dos fracciones claramente diferenciadas: la fracción gruesa con un tamaño de partícula inferior a 1 mm, y la
fracción fina con un tamaño de partícula inferior a 75 µm. A continuación, se ha realizado un análisis granulométrico
mediante difracción láser para obtener una curva granulométrica precisa, y se ha utilizado un analizador halógeno
para determinar la humedad de las muestras. Para el caso de los tamaños grandes de las sustancias en su forma
comercial no es posible utilizar la difracción láser, de modo que se han realizado las curvas separando fracciones
de forma manual utilizando tamices, o en el caso de los materiales más gruesos se han medido directamente sus
dimensiones. Los códigos con los que se han clasificado las muestras, y con los que se identificarán de ahora en
adelante pueden verse en la Tabla 1.

Una vez que se han preparado las muestras en los tamaños correspondientes, y que se han determinado las dos
características básicas mencionadas previamente, tamaño de partícula y humedad, se han sometido al ensayo N4
4.2 del Manual de Pruebas y Criterios de Naciones Unidas. Este ensayo tiene como finalidad determinar aquellas
sustancias que pueden calentarse espontáneamente en contacto con el aire sin aporte alguno de energía. Este tipo
de sustancias se inflaman cuando se encuentran en grandes cantidades y pasado cierto tiempo (horas o días). Para
ello se ensayan muestras en forma de cubos de 100 o 25 mm de lado, en estufas a temperatura constante de 100,
120 o 140ºC (por convección) durante un periodo de 24h. El esquema a seguir para la clasificación de las sustancias
que experimentan un calentamiento espontáneo puede verse en la Figura 1.

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Tabla 1: Códigos de muestras
Tipo de muestra Granulometría Código
Gruesa BCS – 2
Viruta de Pino < 1mm BCS – 1
< 75 µm BCS – 3
Gruesa BCS – 4
Paja < 1mm BCS – 5
< 75 µm BCS – 6
Gruesa BCS – 7
Carbón de Barbacoa (Marca 1) < 1mm BCS – 8
< 75 µm BCS – 9
Gruesa BCS – 10
Carbón de Barbacoa (Marca 2) < 1mm BCS – 11
< 75 µm BCS – 12
Gruesa BCS – 13
Pienso para Perros
< 1mm BCS – 14
Gruesa BCS – 15
Pellets de Olivo de Invernadero < 1mm BCS – 16
< 75 µm BCS – 17

Con la ayuda de un termopar, se obtendrá la temperatura de la muestra, del lado izquierdo del horno y del lado dere-
cho del horno, a lo largo de 24 horas, de modo que se puede construir una curva que represente este calentamiento.

Figura 1: Esquema test ONU N4 División 4.2

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3. RESULTADOS
Los resultados que se han obtenido en el análisis previo de las características anteriormente mencionadas pueden
verse en la Tabla 2:
Tabla 2: Granulometría y humedad de las muestras
Análisis granulométrico [µm]
Muestra Humedad [%]
d10 d50 d90
BCS – 2 Tamaño medio: 8 mm 7.7
BCS – 1 241.9 637.7 1302.7 7.9
BCS – 3 9.5 48.7 138.2 6.2
BCS – 4 Tamaño medio: 1.2 mm 7.8
BCS – 5 68.7 298.1 890.9 7.1
BCS – 6 5.0 9.9 93.8 6.6
BCS – 7 Tamaño medio: 5600 mm 6.0
BCS – 8 56.3 364.5 879.7 5.9
BCS – 9 3.8 24.2 73.8 6.0
BCS – 10 Tamaño medio: 5400 mm 4.7
BCS – 11 4.5 22.8 101.6 5.0
BCS – 12 3.9 17.6 51.8 4.7
BCS – 13 Tamaño medio: 1800 mm -
BCS – 14 22.8 217.3 712.7 7.0
BCS – 15 Tamaño medio: 5 mm -
BCS – 16 111.6 415.5 1052.0 7.3
BCS – 17 3.9 41.2 104.3 7.0

Los resultados obtenidos al someter las muestras el ensayo N4 4.2 de la ONU son curvas que relacionan tiempo y
temperatura como la que puede verse en la Figura 2:

Figura 2: Curva BCS-1 (celda de 100mm a 140ºC)

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La mayoría de las muestras ensayadas han dado lugar a un resultado negativo. Esto es que la muestra no experi-
menta un calentamiento espontáneo peligroso cuando se somete a la prueba y que, por consiguiente, no es necesario
clasificar la sustancia según la normativa de la división 4.2.

Los resultados completos pueden verse en la Tabla 3:

Tabla 3: Resultados del ensayo ONU N4 División 4.2


Muestra Resultado del ensayo
BCS – 2 No se clasifica
BCS – 1 No se clasifica
BCS – 3 No se clasifica
BCS – 4 No se clasifica
BCS – 5 No se clasifica
BCS – 6 No se clasifica
BCS – 7 No se clasifica
BCS – 8 No se clasifica
BCS – 9 Exenta si se transporta en bultos < 3m3
BCS – 10 No se clasifica
BCS – 11 Exenta si se transporta en bultos < 3m3
BCS – 12 Exenta si se transporta en bultos < 3m3
BCS – 13 No se clasifica
BCS – 14 No se clasifica
BCS – 15 No se clasifica
BCS – 16 No se clasifica
BCS – 17 No se clasifica

Llaman la atención los resultados de una de las marcas de briquetas de carbón muestreadas (muestras BCS–6 a
BCS-8), en el que puede verse cómo la granulometría influye directamente en la clasificación de las sustancias. En el
caso en el que se someten a ensayo las briquetas en su tamaño original (previas a la molienda) el resultado obtenido
es negativo de modo que no se clasifica, no obstante, cuando la misma muestra se ensaya con una granulometría
inferior (en el caso de BCS–7 el tamaño de partícula es inferior a 1 mm) sí que se produce un calentamiento espontá-
neo y su clasificación difiere del resto, ya que sólo queda exenta de la misma si se transporta en bultos cuyo volumen
sea inferior a 3m3.

En la siguiente gráfica (Figura 3) puede verse la evolución de la temperatura durante 24h de las muestras BCS–6 a
BCS-8 en sus tres tamaños (BCS-7 inferior a 1mm, BCS-6 en briquetas y BCS-8 inferior a 75 µm):

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Figura 3: Evolución de la temperatura para las muestras BCS – 6…8

Algo similar sucede con la otra muestra de carbón (BCS-9…12) la cual no se clasifica en los casos en los que se
transporte en tamaño habitual o en polvo (< 1mm) pero sí lo hace cuando se somete a ensayo la fracción fina.

4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Como se ha explicado en la introducción, la prueba N4 es realmente una simplificación del ensayo completo de tem-
peratura de autoignición, por lo que es interesante relacionar los resultados presentados en el párrafo anterior con
la TAI. Para la determinación de la misma se realiza un ensayo más complejo y una extrapolación de los volúmenes
muestreados ya que se emplea en cuestiones de almacenamiento, mientras que el ensayo de la ONU está destinado
a transporte. En cualquier caso, ambos determinan de algún modo la susceptibildad térmica.

Para poder realizar una comparativa entre ambos ensayos se han utilizado los datos presentados en [6], en los que
se determina la TAI para paja en polvo (Tabla 4):

Tabla 4: TAI de polvo de paja


Volumen (cm )3
Volumen (L) TAI (ºC)
50 0.05 187.5
150 0.15 177.5
350 0.35 167.5
1500 1.5 152.5

Por consiguiente, la TAI para 1L de paja en polvo sería superior a los 152.5ºC, lo cual concuerda con los resultados
obtenidos para las muestras BCS-5 y BCS-6, las cuales no sufren combustión espontánea cuando están sometidas
al ensayo a 140ºC.

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Si en cambio se toman datos de carbón en polvo, las temperaturas a las que se produce la autoignición resultan ser
mucho menores como puede verse en la Tabla 5:

Tabla 5: TAI de polvo de carbón


TAI (ºC)
Vo l u m e n IMV-1 IMV-2 IMV-3 IMV-6 IMV-7 IMV-8
(cm3) Subbituminoso Subbituminoso Bituminoso Semi-antracita Bituminoso Bituminoso
17 140 140 180 220 160 140
120 120 120 160 200 140 120
240 120 120 150 190 130 120
1000 110 110 140 170 120 110

Excepto para la muestra IMV-6, los demás carbones tienen una temperatura menor o igual a 140ºC cuando se
muestrean celdas de 1L, y lo mismo sucede con el carbón vegetal BCS-6 y BCS-8. No obstante, cuando se realiza el
ensayo a la misma temperatura (140ºC) pero menor volumen (celda de 15.625 cm3) no se produce la autoignición de
la muestra ya que las TAI son superiores.

Como se ha visto en el caso de las muestras BCS-6…12, el tamaño de la partícula puede resultar determinante a
la hora de establecer la clasificación para el transporte de acuerdo con los criterios de la ONU y, por consiguiente,
también tendrá un efecto importante sobre la TAI. Además, como la granulometría no ha tenido el mismo efecto sobre
todas las muestras puede ser interesante estudiar otros parámetros de las mismas, como pueden ser la densidad o
el grado de compactación, para determinar qué sustancias son susceptibles de variar su clasificación en función de
su tamaño de partícula, y cuáles se mantendrán constantes.

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5. REFERENCIAS
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• García Torrent, J; Cámara Rascón, A.; Querol Aragón, E. (2002). Nuevas aplicaciones de técnicas termogravimétri-
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Minería y Metalurgia. Zaragoza.
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mogravimetric and differential scanning calorimetry techniques. V International Symposium on Hazards, Prevention
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• Norma EN 15188:2005. Determination of the spontaneous ignition behaviour of dust accumulations.
• Ramírez, Á, García-Torrent, J., & Tascón, A. (2010). Experimental determination of self-heating and self-ignition
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als, 175(1), 920-927.
• García-Torrent, J., Ramírez-Gómez, A., Querol-Aragón, E., Grima-Olmedo, C., & Medic-Pejic, L. (2012). Determi-
nation of the risk of self-ignition of coals and biomass materials. Journal of Hazardous Materials, 213-214 
• García Torrent, J.; Fernandez Añez, N.; Medic Pejic, L.; Montenegro Mateos, L. (2015). Assessment of self-ignition
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• MEDIC PEJIC L.; FERNÁNDEZ ÁÑEZ, N.; MONTENEGRO MATEOS, L.; GARCIA TORRENT J.; RAMÍREZ GÓ-
MEZ, A. (2014). Characterization of spontaneous combustion tendency of dried sewage sludge. X International
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• Naciones Unidas. (2015). Recomendaciones relativas al transporte de mercancías peligrosas. Manual de Pruebas
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• Jones, J.C.; García Torrent, J.; Pro González, O.; Conde Lázaro, E. (1999). Fundamentos teóricos y métodos de
ensayo para establecer la tendencia de los carbones al calentamiento espontáneo. Industria y Minería, Nº. 336,
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• International Maritime Organization (IMO). International Maritime Dangerous Goods Code.
• Medic Pejic, L., Fernandez Anez, N., García Torrent, J., & Ramírez-Gómez, A. (2016). Determination of sponta-
neous combustion of thermally dried sewage sludge. Journal of Loss Prevention in the Process Industries, 36 
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incipient self-ignition process in solid fuels. Tenth International Symposium on Hazards, Prevention, and Mitigation
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• Montenegro Mateos, L.; Querol Aragón, E.; Medic Pejic, L.; García Torrent, J. (2012). Influential factors in deter-
mination of biomass thermal susceptibility by thermal analysis. National Symposium on Handling and Hazards of
Materials in Industry. Satellite event to the International Congress of Chemical Engineering. Sevilla.
• Fernández Áñez, N.; Garcia Torrent J.; Medic Pejic L.; Grima Olmedo, C. (2014). Influence of grain size and com-
paction of different solid fuels on the layer ignition temperature. II International Symposium on Handling and Haz-
ards of Materials in Industry. Madrid.

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250
MEDIDAS CON EFECTOS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL EN LAS LEYES
MINERAS EN EL SIGLO XIX EN ESPAÑA.
RAMIREZ , CARLOS, SANCHEZ MAROTO,
EMPRESA AFA-ANDALUCIA
EMAIL afa.andalucia@gamil.com

1. RESUMEN
El objetivo ha sido doble, en primer término, las respuestas del derecho minero que favorecieran la protección de
la naturaleza en las zonas afectadas por explotaciones mineras, y en segundo lugar la aplicación de las normas
mineras por la administración pública. La hipótesis verifica que hubo algunas medidas con efectos de protección a
la salud humana, a los campos y a ríos en diversas normas mineras, pero que fueron insuficientes para el elevado
número de explotaciones y sus externalidades negativas en el territorio español en el siglo XIX. Al respecto, se ha
aplicado un método deductivo, y a partir de la investigación de una teoría se ha empleado el proceso de verificación
y sus distintas fases. En la investigación se ha acudido a fuentes documentales de información jurídica primarias se-
cundarias y terciarias. Las técnicas de observación han sido fuentes primarias, secundarias, datos e informaciones,
documentos originales y otras fuentes impresas. Han sido variados los resultados concretados en que el Real De-
creto de 1825 impulsó la minería privada e introdujo algunas medidas en salubridad, como una incipiente obligación
de resarcimiento de daños y perjuicios que se ocasionaren en las labores mineras; La Instrucción Provisional, de 18
de diciembre de 1825, introdujo la obligación de que las minas se mantuvieran limpias, desaguadas y ventiladas; La
Ley de Minas 1849, estableció la responsabilidad de las empresas en caso de daños producidos por el desarrollo
de sus actividades, el resarcimiento de daños y la obligación al pago de compensaciones, siendo algunos de sus
preceptos posteriormente desarrollados por la Ley de Minas de 1859 y la Ley de Minas de 1868; La Ley de Minas
de 1859, estipuló las obligaciones de salubridad y supuestos concretos de indemnización a los mineros, por conve-
nio o por tasación pericial, los daños y perjuicios que causaren a intereses ajenos, dentro o fuera de las minas. Su
introducción constituyó una excepción del principio de responsabilidad por culpa que se aplicaba antes y después de
la aprobación de esta ley de minas; La Ley de Minas de 1868, distinguió entre las industrias mineras y las industrias
de beneficio del mineral. Estas últimas se regulaban con arreglo al derecho común y a las disposiciones de Policía y
Sanidad. Además, indicaba que debían ser los tribunales civiles los responsables de la tramitación de las demandas
de compensación por daños. El gobierno español fue partidario de promover acuerdos entre las partes por medio de
las indemnizaciones por daños a través de una doble vía administrativa y la judicial, con ello se establecieron dos vías
indemnizatorias que estuvieron hasta la ley de minas de 1973.

PALABRAS CLAVE: minería, compensaciones, contaminación, responsabilidad, salubridad

2. INTRODUCCION
El periodo del siglo XIX en la minería en España corresponde a un auge excepcional y una paulatina caída de las
minas que ocasionaron externalidades negativas en el medio natural. El objetivo es el investigar las respuestas del
derecho minero respecto a la protección de la naturaleza en las zonas afectadas por explotaciones mineras, y en
segundo lugar la aplicación de las normas mineras por la administración pública.

TEXTO PRINCIPAL
1.- El Real Decreto de 1825.
A inicios del siglo XIX se mantiene la competencia del control municipal en tema de la salubridad, conforme a lo dis-
puesto en el apartado primero del artículo 321 de la Constitución Española de 1812.

La aprobación del Real Decreto de 1825, de 4 de julio de 1825, la primera ley de minas, supuso un impulso a la
minería, para las pequeñas empresas. Se regulaba, por primera vez, la concesión de explotación de las minas me-
diante un procedimiento administrativo. En primer lugar, el artículo 13 punto 2, en el que el término “restauración”
tenía un significado que se refiere a una especie adecuación o preparación para nuevas tareas en labores mineras
en una explotación que ha sido abandonada. En el artículo 24 se establecía un límite para los edificios que hayan de

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construirse, en la extensión de la entrada de las minas, bocas de las minas, según a juicio de inspectores de minas,
“entendiéndose lo mismo del uso y aprovechamiento de aguas y del terreno necesario para los caminos respectivos”.
Es decir, un doble control, si se suma al citado de las ordenanzas locales para uso y aprovechamiento de aguas, para
paliar así, probablemente, los escasos medios que los ayuntamientos debían tener para inspección.

En relación por aspectos de cierto contenido ambiental, la Instrucción Provisional de 18 de diciembre de 1825, en su
Tercera parte, denominada “de los Inspectores de distrito”, en su artículo 98, en relación con el punto 4 del artículo
30 del Real Decreto de 1825, indicaba que “a un denunciante o solicitante de un derecho, que se comprometa a
realizar una obligación de desagüe, se le exija fianza, bajo pena de perder el gasto y de restituir lo extraído o su valor
al anterior poseedor”. Y es oportuno comentar, los artículos 116 y 117. El artículo 116 estableció la obligación de que
las minas “se mantengan limpias, desaguadas, ventiladas”, es decir, un deber de salubridad en las minas de materia-
les metálicos, con limpieza en las zonas de explotación y que “su laborio debe coordinarse de modo que se faciliten
sus faenas y maniobras, y lo haga más subsistente y durable”. En el artículo siguiente, se fijaba una obligación para
los inspectores de procurar visitar las minas subterráneas. En este periodo, la minería de los metales logró un gran
desarrollo, por la demanda en el mercado exterior, destacando el plomo debido con un gran incremento en la produc-
ción y la multiplicación del número de explotaciones y de fundiciones hasta finales de los años sesenta de este siglo.
Durante estos años es cuando encontramos el primer expediente administrativo, relacionado con la contaminación
minera, en el que se obligaba a una empresa titular de la mina al pago de resarcimientos por los perjuicios económi-
cos causados a un agricultor cercano.

A finales de mitad de siglo se aprobaron las primeras disposiciones relevantes, unas veces con rango de ley para
establecer el principio de responsabilidad y las indemnizaciones consiguientes, y otras con normas de rango inferior,
para la adopción de medidas de control en las industrias mineras. Las de carácter legislativo iban dirigidas, en primer
lugar, a establecer el principio de responsabilidad y las indemnizaciones que puedan ocasionar las actividades mi-
neras, reconociéndose en la Ley de Minas de 11 de abril de 1849, y posteriormente en la Ley de Minas de 6 de julio
de 1859. Las normas de rango inferior al legislativo, de forma paulatina fueron imponiendo medidas de control en las
industrias mineras, con el objeto de reducir los efectos de las emanaciones de humos. Así, la Real Orden de 30 de
septiembre de 1848, con el objeto de evitar los efectos negativos a la salud de vecinos, de sus tierras o ganadería,
regulaba las condiciones que tenían que cumplir las empresas metalúrgicas respecto a los gases sulfurosos, arseni-
cales y antimoniales y fijaba las condiciones que para la construcción de las nuevas instalaciones en las afueras de
los núcleos de población. Esta norma fue objeto de ampliación en la Real Orden de 30 de mayo de 1849 en la que,
el legislador consciente de la peligrosidad de los humos para la salud pública, agricultura, ganadería, establecía el
instalar en las citadas empresas, cámaras de condensación, y que la construcción de las nuevas instalaciones sea en
las afueras de los núcleos de población a partir de la vigencia de la Real Orden.

2.- Las leyes de Minas de 1849, de 1859 y de 1868.


En la ley de Minas de 1849 se establecía, por primera vez en una ley de minas, la responsabilidad de las empresas
en caso de daños producidos por el desarrollo de sus actividades y el resarcimiento de daños y la obligación al pago
de compensaciones. Aunque estas disposiciones, sean quizás vagas en su contenido, en algunos de sus preceptos
quedan ya establecidos estos deberes, que serían posteriormente desarrollados por la Ley de Minas de 1859 y la Ley
de Minas de 1868.

A su vez, se estipuló, por primera vez, el aprovechamiento de las escorias. En el Capítulo V “Sobre la concesión de
aprovechamiento de los escoriales y terrenos antiguos”, así, el artículo 28 permitía el aprovechamiento de escoriales,
siendo desarrollado en el Reglamento de la citada ley, en el Real Decreto y Reglamento para ejecución de la Ley de
Minería de 11 de abril de 1849, en su Capítulo VIII, artículos 105 a 111. El objetivo, parece que era dar solución a un
problema de los residuos salidos de miles de hornos, facilitando la actividad económica a empresas interesadas en
esas escorias. El efecto ambiental, aunque no fuera el objetivo previsto, hubo de ser evidente. En este sentido estos
capítulos citados de la Ley de 1849 y de su Reglamento, suponen un anticipo a posteriores normas aprobadas en el
último tercio del siglo XX que abordan específicamente los usos y valorizaciones de las escorias.

La Ley de Minas de 1859, supuso un avance respecto al anterior texto legal, regulándose con mayor precisión la
responsabilidad de las empresas en caso de daños producidos por el desarrollo de sus actividades, el resarcimiento
de daños y la obligación al pago de compensaciones; así como una regulación más concreta de las escombreras. In-
trodujo la obligación a las empresas mineras a indemnizar, por convenio o por tasación pericial, los daños y perjuicios
que causaren a intereses ajenos, dentro o fuera de las minas. Esta obligación constituyó una excepción del principio

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y Recursos Minerales
de responsabilidad por culpa que se aplicaba antes y después de la aprobación de esta ley de minas. Cabe men-
cionar, por su contenido de seguridad en las labores, el artículo 12 que establecía medidas similares a las que cien
años después se van a fijar en el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres y Peligrosas de 30 de noviembre
de 1961 contemplaba en el artículo 4 del RAMINP, y en el artículo 3 y 4.1 de Reglamento General para el Régimen
de la Minería de 1978*.

Se establecía las obligaciones de los titulares de minas, para la reparación de daños de “aguas en curso para abas-
tecimiento de alguna población o para riego”, incluyendo responsabilidad civil, e incluso criminal. También, son de
interés las redacciones de los artículos 62, 63 y 65 de la Ley de Minas, que reflejan orientaciones de seguridad y con
ciertos criterios ambientales, teniendo su desarrollo en el Reglamento, de 5 de octubre de 1859.

En lo relacionado con “establecimientos de beneficio”, es decir altos hornos ó forjas catalanas, u otras oficinas de
beneficios, que requieran salto de aguas, donde se transformas minerales y que ocasionan humos y gases, el artículo
74 establecía la obligatoriedad de indemnización, indicando como derecho supletorio a esta norma el derecho común,
siendo de cumplimiento los reglamentos y órdenes de sanidad y policía.

Con el auge de la minería metálica y sus continuos aumentos de niveles de producción aumentaron los conflictos
sociales que obligan, al legislador, a la aprobación de varias disposiciones específicas en la década de los sesenta,
como son las relacionadas para fábricas de yeso, máquinas de vapor o para almacenes de pólvora. En tal sentido, se
aprobó la Real Orden de 11 de noviembre de 1861, para establecimiento de fábricas de yeso, fijando una distancia de
150 metros de toda zona habitada para su instalación y a menos de 50 metros de toda carretera o ferrocarriles. Y en
la Real Orden, el 21 de diciembre de 1863 se establecía de forma taxativa la obligación para las empresas de instalar
cámaras de condensación en sus fundiciones, y “(…) Esta medida insiste en la obligación de instalar condensadores
a los que complementen largos canalizaciones de, como mínimo, 2 km “haciendo cetas (sic), curvas u otra cualquier
forma”. Se impone un plazo de un año y si entonces no se ha procedido a la instalación, la fábrica se podría cerrar.
El contenido de la Real Orden puso en evidencia las dificultades de aplicación de este tipo de medidas de carácter
técnico, no sólo por la renuencia de las empresas, sino también por las dudas que el Ingeniero de Minas Provincial o
la Junta de Sanidad han mostrado al respecto, en relación especialmente a la elevación de costes que supone.

La Ley de Minas de 1859, fue reformada por la Ley de 4 de marzo de 1868, y tuvo vigencia hasta el año 1944. Esta-
bleció que debían ser los tribunales civiles los responsables de la tramitación de las demandas de compensación. Un
elemento muy significativo, por su ámbito de aplicación y la competencia para su inspección y control, aparece en el
Capítulo X “De las oficinas de beneficio de materiales”, que distinguió en primer lugar entre las industrias mineras y
las industrias de beneficio del mineral. A éstas últimas tan sólo se les dedica el artículo 74, para hacer constar que no
caen bajo la esfera de aplicación de la Ley de Minas, y en su virtud tales industrias se regirán con arreglo al derecho
común y a las disposiciones de Policía y Sanidad. Respecto del Reglamento de la Ley, su artículo 66, regulaba las
labores mineras, incluyendo la salubridad y limpieza.

El auge de la producción de plomo cobre y, sobre todo, de hierro, supuso un aumento de los conflictos sociales de
origen ambiental en las cuencas mineras y sus entornos cercanos, de las décadas anteriores. La contaminación at-
mosférica a medio y largo plazo afectaría a toda la sociedad de las zonas donde llegasen por los vientos los humos y
gases. Sin embargo, la falta de una voluntad intervencionista del Estado, en estos años, se hizo evidente. La permisi-
vidad de la Administración respecto a las actividades de las compañías extranjeras mineras y al escaso cumplimiento
que hacen las empresas de minería metalúrgica y metálica respecto de la normativa minera y demás disposiciones
específicas, fueron notas características en este último tercio de siglo. Al respecto, las calcinaciones de mineral al aire
libre trajeron las primeras lluvias ácidas en la historia España”, con un resultado de cosechas seriamente afectadas,
suelos improductivos y la corta desproporcionada de árboles para provocar la combustión del mineral. El fenómeno
de la degradación ambiental y sus efectos en las ciudades industriales. Estás situaciones de degradación ambiental
progresiva con graves perjuicios a la agricultura onubense ocasionaron el nacimiento de las denominadas “ligas
antihumos”, que eran asociaciones de propietarios de tierras afectadas por la calcinación del mineral al aire libre.
Unos hechos sirvieron de revulsivo a las “ligas antihumos”, la Real Orden de 22 de julio de 1879, que ratificaba que
el sistema de calcinaciones no afectaba a la salud pública, y la “Declaración de Utilidad Pública” de las minas, de 28
de enero de 1880, que permitía la expropiación de las tierras colindantes por parte de las compañías mineras. Así, a
partir de 1886, “varios ayuntamientos de la cuenca, encabezados por Calañas, decidieron prohibir las calcinaciones
en sus términos municipales, considerándolas nocivas para la salud y al tiempo se organizó una Liga Antihumista, que
estaba dirigida por los grandes propietarios de la zona”.

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Con posterioridad se aprobó el “Reglamento Provisional para la indemnización de los daños y perjuicios causados
a la agricultura por las industrias mineras”, de 18 de diciembre, que configuraba un sistema de indemnización de los
daños y perjuicio derivados del laboreo minero, incluidos los efectos de sus materiales residuales. Respecto de este
Real Decreto comenta PÉREZ CEBADA que: “supone un importante cambio de orientación pues hasta entonces
los problemas de contaminación se dirimían en los tribunales. Esta ley abre la vía administrativa en este campo al
considerar que “por provenir el daño de uso de una concesión administrativa…habrán de reconocerse la naturaleza
administrativa del asunto y las facultades de la administración para dictar reglas sobre el mismo”. Esta norma supu-
so un retroceso ambiental al derogar el Decreto de 29 de febrero de 1888, que fue la respuesta del legislador a los
trágicos acontecimientos de febrero de 1888, en la Cuenca pirítica minera de Huelva, y que obligaba a la suspensión
de las actividades de calcinación,

Por otra parte, en desarrollo de las bases contenidas en el Decreto Ley de 29 de diciembre de 1868, se aprueba una
norma de contenido preventivo en el ámbito laboral de la minería, el Reglamento de Policía Minera, promulgado el
15 de julio de 1897. Se regulaban aspectos de seguridad y salud de la mina, un régimen de obligaciones y deberes,
las principales características se centraron en:

1º) La inspección y vigilancia del cumplimiento de las normas Preventivas.


2º) Normativa en materia de seguridad e higiene.
3º) Salud laboral.
4º) La integración en el proceso productivo de la prevención

El elenco de disposiciones normativas relacionadas con la minería, vigentes en el país también se cumplían igual-
mente en los territorios de ultramar. Sin embargo, a pesar de la continuidad de los graves conflictos sociales en las
diversas cuencas mineras, que afectaban de forma negativa a la salud pública, agricultura, y al medio ambiente, con
pérdidas de suelos, y erosiones y otros efectos, los gobernantes no llegaron a aprobar normas con medidas de pre-
vención y protección ambientales, en general, y menos aún para la restauración ambiental.

3. CONCLUSIONES
En un periodo histórico en el que se ha investigado escasamente las medidas con efectos de incipiente protección
ambiental, como sus efectos, y cuyas problemáticas aún no se han analizado totalmente.

Constituye una etapa en el que la minería alcanzó gran esplendor, en un sistema de economía basado en el libera-
lismo económico y la escasa intervención administrativa. Así, se aprobaron diversas leyes y reglamentos que impul-
saron tanto la minería privada como su regulación, incluyendo medidas de control y prevención en salubridad y del
entorno natural, que fueron insuficientes en especial en las cuencas de minería metálica, en unos contextos de gran
escasez de medios por la Administración.

Las disposiciones específicas aprobadas para las industrias de fundiciones de minerales persiguieron mitigar, los
efectos negativos sobre las personas, la agricultura y ganadería, sin embargo, indirectamente, al regularse ciertas
prohibiciones y limitaciones, debieron tener un efecto positivo en salubridad y al medio ambiente.

En el último tercio del siglo se agravaron los conflictos sociales por el aumento de la contaminación de las actividades
industriales y de los residuos, especialmente en las cuencas mineras. Los distintos gobiernos en vez de estipular
nuevas medidas de salubridad y en protección de la naturaleza en leyes mineras, optaron por mecanismos legales en
dos vías institucionales, la judicial y la regulatoria, dirigida fundamentalmente a las compensaciones de los afectados.

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4. BIBLIOGRAFÍA
• Gaceta de Madrid 1895.
• FERNANDEZ ESPINAR Y LÓPEZ.(1986): El conflicto de intereses entre el medio ambiente y el desarrollo del sec-
tor económico minero. Revista de Administración Pública, núm 111 Editorial: CEPC - Centro de Estudios Políticos
y Constitucionales. Pag 244 y ss.
• LÓPEZ-MOREL, MA y otros.(2006): “Minería y desarrollo económico en España”. En: Capitulo XII relaciones labo-
rales y Contaminación en la minería del cobre. Editorial síntesis . pag 129 y ss.
• MORENO, R.(204): “1888. El año de los tiros”. 2ª Edición Junta de Andalucía. Pag 8 y ss.
• PEREZ CEBADA, J.D.(1999). Una ciudad envuelta en una nube de polvo’: los ingleses y la contaminación en Huel-
va en la primera mitad del siglo XX. UNIA. pag 140.
• PEREZ CEBADA, J.D.(2008): Historia de la contaminación minera en España -med. S. XIX-med. S. XX . En: Bo-
letín Geológico y Minero, 119 (3), pág 385 y ss.
• PEREZ CEBADA, J.D.(2011): XIII Congreso de Historia Agraria Congreso Internacional de la SEHA.XIII. Sesión 2.
Derechos de propiedad, desigualdades sociales y crecimiento económico. Los mundos ibéricos. La “causa de la
propiedad”: agricultores, mineros y derechos de propiedad. pag 6
• PÉREZ CEBADA, J.D.(2005): “La oposición a los vertidos mineros en las grandes ciudades industriales en el siglo
XIX: el caso de Paris“. Ecología Política, 29: s, pag 148.

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270
EL DERECHO A LA INDEMNIZACION DE LOS TITULARES DE DERECHOS
MINEROS AFECTADOS POR SUELOS RURALES DE ESPECIAL
PROTECCIÓN EN LA DOCTRINA DE LOS TRIBUNALES
RAMIREZ SANCHEZ MAROTO, CARLOS
Licenciado en Derecho, Director general de AFA-ANDALUCIA
EMPRESA AFA-ANDALUCIA
EMAIL afa.andalucia@gamil.com

1. RESUMEN
El interés del tema se trata en exponer la doctrina de los tribunales en relación a las constantes tensiones y conflictos
judiciales en los que se dirime la responsabilidad de la administración y los derechos de indemnización de titulares
de derechos mineros afectados por suelos rurales de especial protección. La hipótesis verifica que los requisitos
van siendo unánimes en los pronunciamientos jurisprudenciales. Se ha aplicado un método deductivo, y a partir de
la investigación de una teoría se empleó el proceso de verificación y sus distintas fases. En la investigación se acude
a fuentes documentales de información jurídica primarias secundarias y terciarias. Se ha analizado centenares de
sentencias dictadas relacionadas con el objeto de este trabajo. Las técnicas de observación han sido fuentes prima-
rias, secundarias, datos e informaciones, documentos originales y otras fuentes impresas. Los principales resultados
derivados de la aplicación de la metodología de desarrollo propuesta son que la normativa estatal y autonómica exige
unos requisitos muy similares y tasados para exigir la responsabilidad a la administración pública por los afectados en
sus actuaciones, y que la jurisprudencia marca una línea doctrinal de exigencia de derechos consolidados anteriores
a la aprobación de normas limitadoras de actividades mineras.

PALABRAS CLAVE: indemnización, títulos administrativos, suelos rurales de especial protección, derechos conso-
lidados, perjuicio individualizado.

2. INTRODUCCIÓN
La expropiación de terrenos de u aprovechamiento minero, aunque no lo estuvieran en la fase de tramitación del
expediente concitan dudas y conflictos entre el posicionamiento de la administración interesada y el expropiado, en
defensa cada una de sus legítimas aspiraciones en la consecución de la resolución del expediente. Al igual que no
se puede obviar la realidad jurídica de zona de finca objeto de expropiación, el foco de conflicto surge con la cuan-
tificación de la indemnización, pues las tasaciones se efectuarán con arreglo al valor que tengan los bienes o dere-
chos expropiables al tiempo de iniciarse el expediente de justiprecio, sin tenerse en cuenta las plusvalías que sean
consecuencia directa del plano o proyecto de obras que dan lugar a la expropiación y las previsibles para el futuro.
Es cierto que el justiprecio se dirige a conseguir la indemnidad patrimonial del afectado, mediante una equilibrada
compensación por la privación singular de la que ha sido objeto de manera coactiva en razón del interés público, y
así la jurisprudencia ha marcado una línea de la procedencia de valorar el recurso minero de la totalidad de la finca
afectada por la expropiación, haciéndolo a través del concepto de la privación del derecho potencial de aprovecha-
miento del recurso, al que se suma el valor del suelo, el lucro cesante y otros existentes.

Vamos a analizar cuál ha sido la interpretación jurisprudencial para posibilitar la indemnización a titulares de derechos
mineros afectados en suelos no urbanizables de especial protección en los que existe un aprovechamiento minero,
para ello partimos de la a STC 61/1997, de 20 de marzo asentó que las Comunidades Autonómicas definían en última
instancia el modelo urbanístico que se debe implantar en su respectivo ámbito territorial, condicionado por el manato
de protección ambiental constitucional.

En el régimen urbanístico, la Ley del suelo 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y valoraciones, reconocía la
indemnización por limitaciones singulares, para los supuestos en que las ordenaciones lleven consigo una restricción
del aprovechamiento urbanístico del suelo que no pueda ser objeto de distribución equitativa entre los interesados.
En la Ley 8/2007, de 28 de mayo, de Suelo, preveía como supuestos indemnizatorios la modificación o extinción de
los títulos administrativos habilitantes de obras y actividades. El vigente Real Decreto Legislativo 7/2015 de la Ley de
Suelo y Rehabilitación Urbana, de 30 de octubre, incluye en los supuestos indemnizatorios la modificación o extinción

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de la eficacia de los títulos administrativos habilitantes de obras y actividades, determinadas por el cambio sobreve-
nido de la ordenación territorial o urbanística.

La jurisprudencia ha abordado el tema de las limitaciones singulares de derechos reales que suponen una lesión
efectiva para los titulares, por afectar a facultades en ejercicio cuyo contenido esté permitido y consolidado y ha ido
fijando unos criterios de indemnización en suelos rurales de especial protección.

Las sentencias del Tribunal Supremo han facilitado respuestas indicando la exigencia de una concreta ponderación
de los intereses en cada caso en juego, creándose una doctrina acerca de criterios unánimes para admitir supuestos
indemnizatorios concretos, en las que las limitaciones establecidas en el artículo 122 de la Ley de Minas son matiza-
dos en la interpretación de su aplicación.

En la STS 5488/2010, de 14 de octubre de 2010, considera la Sala que la legislación urbanística no obliga a pronun-
ciarse de forma expresa sobre las zonas de uso extractivo ni a otorgar derechos de explotación, afirmándose por la
Sala de instancia que la titularidad de derechos mineros no se erige como límite para la modificación del planeamiento
respecto, en este supuesto, de Suelo No Urbanizable de Especial Protección de Cauces y Riberas”, así como que
no puede hablarse de “(…)derechos mineros adquiridos que puedan impedir o dificultar la revisión o modificación
del planeamiento, ya que ello, en su caso, habría de tener el correspondiente tratamiento a través de los supuestos
indemnizatorios(…)”.

En la STS 464/2013, de 7 de febrero de 2013, hace referencia a la reclamación de responsabilidad patrimonial por los
daños derivados de la imposibilidad de explotación de la concesión minera en un monte de titularidad municipal, al
aprobarse las Normas Subsidiarias de planeamiento, cuyo articulado consideraba usos prohibidos en suelo no urba-
nizable de especial protección. El tribunal reconoce que a pesar de que las Normas no fueran impugnadas ni directa
ni indirectamente por la parte recurrente, ésta podía desde el momento de la publicación de las Normas Subsidiarias
de planeamiento que prohibía el ejercicio de la actividad extractiva en ese tipo de suelo, ejercitar la acción de res-
ponsabilidad patrimonial “sin tener que esperar a la resolución singular que le denegase la autorización urbanística
precisamente por su oposición con dichas normas de planeamiento.” Y en la STS 5056/2016, de 17 de noviembre de
2016 (recurso de casación 3895/20159), en la que el tribunal considera respecto de los derechos extractivos que la
recurrente nunca ha llegado a consolidar por falta de unos de los requisitos legalmente exigible, como son las precep-
tivas licencias del ayuntamiento, para realizar las actividades autorizadas por la administración minera.

En el ámbito de los Tribunales Superiores de Justicia, su posicionamiento sigue la línea anterior, en la necesidad de
la existencia de derechos consolidados para que fuera procedente el derecho a ser indemnizado, la necesidad de
licencia de actividad.

Resulta significativo el supuesto examinado en la STSJ CL 2891/2000, de 30 de mayo, que estimando la pretensión
de la recurrente al verse perjudicada con el Acuerdo de la Comisión Provincial de Urbanismo de León, de 16 de
noviembre de 1993, por el que se aprobaron definitivamente las Normas Subsidiarias de Planeamiento municipal
de Bembibre, declarando los arts. 83 y 86 contrarios al ordenamiento jurídico, al impedir el ejercicio de la actividad
minera, donde todas las explotaciones e industrias mineras se encuentran en suelo catalogado como no urbanizable
protegido, por la única limitación de existencia de “laderas pronunciadas”. La causa se debe a la incongruencia con
la Memoria del Plan, que indicaba como uno de los objetivos del mismo potenciar los recursos energéticos mineros
y lo incumplía de forma notoria.

En la Comunidad Autónoma de Andalucía, la ponderación de los intereses en juego , al igual que en otras Comu-
nidades , no es un criterio limitado al campo de la actividad minera, sino que se aplica de forma casi similar en otro
tipo de actividades que pueden poner en peligro los valores ambientales de una determinada zona, así, la STSJ
AND 7094/2012, de 25 de junio considera que son indemnizables las limitaciones singulares de derechos reales que
supongan una lesión efectiva para los titulares, por afectar a facultades en ejercicio cuyo contenido está permitido
en suelo no urbanizable. Esta línea sigue la STSJ AND 2836, de Andalucía, de 7 de octubre de 2013, que resuelve
la reclamación efectuada por la recurrente en concepto de responsabilidad patrimonial por los daños que entiende
derivan de la perdida de los aprovechamientos existentes tras la aprobación del nuevo PORN y PRUG del Parque
natural de la Sierra de Castril. La Sala afirma que para reconocer derecho a indemnización ha de constatarse la exis-
tencia de un daño real y efectivo. La sentencia indica la ausencia de acreditación de tales puntos y que no cabe una
indemnización, pues no hay daño efectivo ocasionado en una actividad.

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Con similar posicionamiento, la STSJ AND 994/2014, de 7 de abril, en el que el recurrente reclama responsabilidad
patrimonial por los daños en su patrimonio por la pérdida de aprovechamientos ganaderos, mineros y de caza dejados
de obtener por el PORN y PRUG del Parque Natural de Sierra de Castril, aprobado por Decreto 98/2005 de 11 de
abril. La Sala niega al demandante pago de la cantidad reclamada al pasar sus propiedades del grado de protección
medio en el Plan de 1994 al nivel máximo, incompatible. El tribunal razona que la actividad minera no estaba per-
mitida con anterioridad, que la actividad ganadera y el uso de caza siguen siendo compatibles, por lo que no cabe
indemnización alguna.

La STSJ CV 6002/2016, de 22 de diciembre, la sentencia desestima el recurso contencioso-administrativo interpues-


to, contra el silencio administrativo de la Conselleria ante la reclamación de responsabilidad patrimonial que presentó
la mercantil como consecuencia de la aprobación del PGOU de Vilafamés que califica el ámbito de la concesión
minera como suelo no urbanizable de Protección Paisajística y Ecológica. Basándose la Sala en la necesidad de
la existencia de derechos consolidados para que fuera procedente el derecho a ser indemnizado y dado que en el
presente caso era incontrovertida la existencia de una concesión minera que pierde su eficacia por la aprobación del
PGOU, considera la Sala fundamental que el derecho no se ha patrimonializado por ausencia de licencia de actividad,
y el daño no se ha materializado por no haberse iniciado la actividad extractiva.

3. CONCLUSIONES
La jurisprudencia ha abordado el tema de las limitaciones singulares de derechos reales que suponen una lesión
efectiva para los titulares de derechos mineros, por afectar a facultades en ejercicio cuyo contenido esté permitido y
consolidado y ha ido fijando unos criterios de indemnización en suelos rurales de especial protección a titulares de
derechos mineros.

La doctrina de los tribunales ordinarios está caracterizada por estimar la legalidad en la denegación de autorización
de actividades extractivas por estar en los suelos clasificados como no urbanizables protegidos o con otra denomi-
nación. Además la jurisprudencia considera que la legislación urbanística no obliga a pronunciarse de forma expresa
sobre las zonas de uso extractivo ni a otorgar derechos de explotación, afirmándose que la titularidad de derechos
mineros no se erige como límite para la modificación del planeamiento respecto, así como que no puede hablarse de
derechos mineros adquiridos que puedan impedir o dificultar la revisión o modificación del planeamiento, ya que ello,
en su caso, habría de tener el correspondiente tratamiento a través de los supuestos indemnizatorios

Los criterios generales de los tribunales ordinarios son que el titular del derecho minero no tiene derecho de indemni-
zación de lucro cesante, si no ha habido privación singular alguna de derechos consolidados ni de expectativas cier-
tas y seguras, y no ha existido un perjuicio evaluable económicamente e individualizado, y por tanto tampoco un daño
real y efectivo. espacio, no cabe indemnización. Y respecto de los permisos de investigación, en general los tribunales
consideran que el titular del citado derecho investigación no tiene derecho de indemnización de lucro cesante, sino
hay privación singular alguna de derechos consolidados ni de expectativas ciertas y seguras, y no existe perjuicio
evaluable económicamente e individualizado. Igualmente, en relación a los supuestos indemnizatorios por responsa-
bilidad patrimonial, el criterio es que las actividades mineras que no cuentan con derecho consolidado vigente y con
los requisitos previos a la declaración de la protección del espacio, no cabe indemnización.

Los pronunciamientos de los tribunales superiores de justicia son muy similares a la de los tribunales ordinarios, por
tanto, se requiere para el derecho de indemnización que se acredite privación singular de derechos consolidados, y
que exista un perjuicio evaluable económicamente e individualizado. Se exige para la indemnización la acreditación
de la preexistencia de derechos consolidados de una explotación minera, para comprobar la existencia de tales limi-
taciones singulares, con la existencia verificable e un daño real y efectivo.

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4. BIBLIOGRAFIA
• Ley del suelo 6/1998, de 13 de abril
• Ley 8/2007, de 28 de mayo, de Suelo,
• Real Decreto Legislativo 7/2015 de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, de 30 de octubre
• Ley de Minas de 21 de julio de 1973.
• STSJ CL 2891/2000, de 30 de mayo
• STS 5488/2010, de 14 de octubre
• STS 464/2013, de 7 de febrero
• STS 5056/2016, de 17 de noviembre de 2016
• STSJ AND 7094/2012, de 25 de junio
• STSJ AND 2836, de 7 de octubre de 2013
• STSJ AND 994/2014, de 7 de abril
• STSJ CV 6002/2016, de 22 de diciembre

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ASPECTOS BÁSICOS PARA UNA ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE LAS
INDUSTRIAS DE LAS MATERIAS PRIMAS MINERALES DEL SIGLO XXI
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: Las patronales de la industria extractiva española llevan años trabajando para proponer al Gobierno una
Estrategia Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales, moderna y orientada a satisfacer las expec-
tativas de esta industria para el siglo XXI.

El actual marco en el que se desenvuelve la industria extractiva española, requiere una decidida iniciativa política para
que España sea más activa en la toma en consideración de las directrices e iniciativas que al respecto emanan desde
la Unión Europea y que están aplicando ya muchos otros de los Estados miembros, también poseedores de reservas
geológicas explotables de materias primas.

España, además de tener reservas geológicas importantes, dispone de conocimientos técnicos y tecnológicos de
primer orden, de personal altamente cualificado a todos los niveles, de dilatada experiencia colectiva y de capitales
interesados en llevar a cabo el incremento de actividad de la industria extractiva que es deseable y posible para coad-
yuvar al desarrollo económico del país, a la creación de empleo y a la generación de riqueza, impulsando el bienestar
social de todos los ciudadanos del Estado español.

Esta comunicación recoge los aspectos fundamentales que deberían considerarse en esta Estrategia.

PALABRAS CLAVE: Estrategia; Materias Primas; Áridos; Recursos Minerales; Unión Europea; Planificación; Polí-
ticas mineras

1. INTRODUCCIÓN:
En Europa, desde hace décadas, se ha carecido de una estrategia concreta y definida para lograr el abastecimiento
sostenible de materias primas minerales, lo que ha llevado a levantar una maraña legal que dificulta en extremo el
acceso a los recursos. Desde 2008, la Unión Europea ha lanzado la iniciativa de las materias primas sobre la que se
está construyendo toda una política dirigida a cambiar la situación descrita, pues se ha tomado conciencia de la de-
pendencia de la economía europea respecto a las rocas y minerales. Por ello, se describen las principales iniciativas
de la Comisión Europea que buscan no solo dinamizar el acceso a los recursos, sino desarrollar políticas de eficiencia
a lo largo de su ciclo de vida, buscando crear una economía circular.

Fruto de esta nueva orientación, numerosos países están implementando planes mineros nacionales, en los que las
Administraciones van de la mano de los sectores empresariales. Este trabajo, también aborda someramente las lí-
neas maestras de las estrategias nacionales, deteniéndose especialmente en las propuestas que se están intentando
promover en España.

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2. SITUACIÓN DE PARTIDA
• Orillamiento de la legislación minera y yuxtaposición a la legislación medioambiental y de urbanismo sin meca-
nismo de coordinación. El derecho del acceso a los recursos mineros es prácticamente inexistente.
• El uso minero ha de estar protegido, sin prevalencia sobre otros usos, pero coexistiendo.
• De otra forma, se produce una pérdida de riqueza “irracional”.
mmEjemplo: En un suelo con una simple calificación urbanística de protección agrícola, aunque no tenga un
valor especial, se puede impedir el acceso a yacimientos mineros de elevado valor
• Por otro lado, el acceso a las materias primas es crucial para la prosperidad de la UE:
mmValor añadido: 1.300.000 M€
mmEmpleo: 30 millones
• Los mercados globales de materias primas se ven cada vez afectados por distorsiones y turbulencias
• Las actividades de exploración y explotación están afrontando una competencia creciente de los usos del
suelo y de una compleja legislación medioambiental
• Un asunto tan crucial para Europa no había recibido una respuesta integrada
• Por lo tanto, se conforma como prioridad 1: Acceso sostenible a los recursos – Estrategia de las Materias
Primas
mmIncremento de la competencia para diferentes usos del suelo
mmMarco legal altamente intrincado
mmProcesos de solicitud de permisos y autorizaciones muy complejos y costosos
mmLas áreas de Natura 2000 se han convertido frecuentemente en zonas vetadas para la industria
mmFalta de consideración de las materias primas
mmOportunidad de incrementar la eficiencia en los recursos y el reciclado
Otro foco adicional de situaciones problemáticas es la Red Natura 2000.
• Red Natura 2000 en la UE, basada en las Directivas de Aves y de Hábitats
• Existen un total de 26.000 áreas que cubren 1M km2 en tierra y 0.2M km2 en el mar, con cerca del 18% de la UE
mmEspaña tiene uno de los % mayores y la mayor superficie
mmCastilla y León: 26,13%

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2.1. RETOS DE LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL
En Europa, las rocas y minerales no están adecuadamente considerados en los esquemas de planificación de los
usos del suelo nacionales, regionales y/o locales, y el horizonte de planificación debe ser a medio y largo plazo para
garantizar el acceso a los recursos.

Políticas de planificación de los usos del suelo:

Los esquemas de planificación de los usos del suelo nacionales, regionales y locales de las rocas y minerales tienen
que tener en cuenta:

• Geología local
• Áreas potencialmente sensibles (aunque como la propia RMI establece, no hay incompatibilidades a priori)
• Los proyectos de extracción tienen que tener el mismo nivel de importancia que los otros usos del suelo
• Las infraestructuras para el transporte de las materias primas desde el punto de extracción hasta el de uti-
lización
• Para el caso concreto de los áridos, el acceso local es crucial por cuestiones logísticas

2.2. RETOS DEL SISTEMA DE AUTORIZACIONES Y CONCESIONES


Los estados miembro no vinculan los sistemas de concesiones y autorizaciones a los planes de usos del suelo.

Pocos estados miembros tienen un sistema de ventanilla única para autorizaciones y concesiones, ya que en la ma-
yoría, existe un solapamiento de organismos vinculados con autorizaciones y concesiones, y los procedimientos son
normalmente complejos y muy lentos (se recomienda el establecimiento de limitaciones temporales claras para la
tramitación de proyectos).

En algunos casos, los inadecuados sistemas de autorizaciones y concesiones favorecen la aparición de operadores
ilegales

Desde la UEPG (Asociación Europea de Productores de Áridos), debido a la importancia del tema, se han realizado
varias campañas de “Acceso a los Recursos” que se recogen a continuación:

• 2006: Adopción de la campaña de la UEPG “Acceso a los recursos” como alta prioridad
• Recolección de ejemplos de empresas europeas con dificultades de acceso a los recursos y presentación en
distintos grupos de trabajo de la Comisión Europea
• 2007: Reunión con el Vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Empresa & Industria Günter
Verheugen

Esto, junto al lobby de otras organizaciones, dio lugar a que en Noviembre de 2008 se publicara la Comunicación de
la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo denominada “La iniciativa de las materias primas: cubrir las necesi-
dades fundamentales en Europa para generar crecimiento y empleo

ESTRATEGIAS EUROPEAS
Desde 2008, la Unión Europea ha promovido numerosas políticas destinadas a impactar positivamente en la industria
extractiva europea, que se resumen en la figura siguiente:

2.3. DICTAMEN DEL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO SOBRE “LA MINERÍA NO ENERGÉTI-
CA EN EUROPA”
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «La minería no energética en Europa» -2008 y publicado en
febrero de 2009

“En la actualidad el 70 % de la industria europea depende de sustancias extraídas del subsuelo …”


El CESE insta a los Estados Miembros a legislar mejor mediante:

• Una mejora del marco jurídico y el sistema de concesión de permisos y autorizaciones


• El intercambio de mejores prácticas en las políticas de planificación territorial
• La eliminación del exceso de cargas administrativas en la expedición de permisos

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y Recursos Minerales
• La simplificación de los procedimientos para las actividades de exploración
• La promoción del desarrollo sostenible en la ampliación de las explotaciones
• La protección de los yacimientos minerales
mmPara evitar su “esterilización” por otros usos del suelo

Resalta la necesidad de incrementar la compatibilidad de la extracción de recursos minerales con la protección del
medio ambiente:

• Ampliando las mejores prácticas


• Coordinándose con Natura 2000
• Defendiendo el principio de proximidad a los centros de consumo para reducir la contaminación y los costes
• Mejorando el acceso a los recursos
• Incrementando la información sobre las rocas y los minerales en la Unión Europea

2.4. COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO LA INICIATIVA DE


LAS MATERIAS PRIMAS: CUBRIR LAS NECESIDADES FUNDAMENTALES EN EUROPA PARA GENE-
RAR CRECIMIENTO Y EMPLEO
En Noviembre de 2008, la Comisión Europea ha aprobado y publicado la “Comunicación de la Comisión al Parlamen-
to Europeo y al Consejo la iniciativa de las materias primas: cubrir las necesidades fundamentales en Europa para
generar crecimiento y empleo” (COM (2008) 699 final)

El Raw Materials Supply Group gestiona la Iniciativa de las Materias Primas:

• Estados Miembros
• Industria

Una estrategia europea, basada en 3 pilares:

• Pilar 1: Asegurar el acceso a las materias primas en los mercados internacionales en condiciones de igualdad
que otros competidores.
• Pilar 2: Establecer unas condiciones marco adecuadas, en el seno de la UE para potenciar el suministro soste-
nible de materias primas de yacimientos europeos.
• Pilar 3: Promover la eficiencia en la gestión de los recursos naturales así como el reciclado para reducir el
consumo de materias primas en la UE y reducir la dependencia de las importaciones. Este principio entronca
con los posteriores de economía circular.

10 líneas de actuación en la Raw Materials Initiative- RMI:

• Pilar 2: Condiciones marco para el suministro de yacimientos europeos

• 6.- Mejora del marco normativo de acceso al terreno


mmPromoción del intercambio de buenas prácticas en la planificación de los usos del suelo y en las condicio-
nes administrativas para la exploración y la explotación
mmDesarrollo de una guía sobre NEEI y áreas de red Natura 2000
mmIncremento de la implicación de los Institutos Geológicos en la planificación de los usos del suelo dentro
de los Estados Miembro
mmDesarrollo de una estrategia para integrar los recursos geológicos dentro de los SIG

• 7.- Promoción de una mayor cooperación entre Institutos Geológicos Europeos


mmPara mejorar el conocimiento sobre los recursos geológicos

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• 8.- Incremento de la formación y la investigación
mmAcuerdos para la formación entre Universidad – Empresas – Institutos Geológicos
mmPromoción de investigación sobre:
• Tecnologías innovadoras de exploración e investigación
• Reciclado
• Sustitución de materiales
• Eficiencia en la gestión de los recursos
Debido a la Raw Materials Initiative- RMI, y haciéndolo coincidir con la presidencia española europea, se celebró la
Conferencia Europea de los Minerales, en Madrid en 2010, del 16 al 18 de junio, organizado por el MITYC, IGME y
COMINROC, con 350 asistentes de 30 países (Comisión Europea, Estados Miembro, Otras Administraciones, Indus-
tria Extractiva, Stakeholders).

En dicha Conferencia, se tuvo la presencia y el apoyo del Vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, el
Ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián y representantes del Parlamento Europeo.

Por parte del comisario Tajani, se tuvo un gran apoyo con una intervención muy comprometida a favor de la industria
extractiva, y la decisión elevar en la agenda política de la UE la RMI.

Durante la Conferencia se presentaron y debatieron los informes derivados de la RMI:

• Critical Raw Materials for the EU Report


• Improving Framework Conditions for Extracting Minerals for the EU

Además, también se presentó y debatió:


• Guía: Non Energy mineral Extraction and Natura 2000
mmDestacando la positiva contribución de la NEEI a la Biodiversidad Europea
mmAplicación de buenas prácticas
mmLa extracción SÍ es posible en Red Natura 2000

Y además, se elaboró, como conclusión del acto, la Declaración de materia primas Madrid 2010:
• Propuestas de la industria en relación con la RMI
• Previamente a la revisión de la Comisión Europea (finales de 2010)
• Una excelente oportunidad de revisar el desarrollo de la Comunicación y de sus beneficios para la industria y
para la economía Europea.

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y Recursos Minerales
2.4. COM (2011) 25 FINAL ABORDAR LOS RETOS DE LOS MERCADOS DE PRODUCTOS BÁSICOS Y DE
LAS MATERIAS PRIMAS, DE 2 DE FEBRERO DE 2011.
Analiza el desarrollo de la Iniciativa Europea de Materias Primas:

• Lista de materias primas fundamentales y metodología de determinación:


mmRiesgo particularmente elevado de escasez de abastecimiento para los próximos diez años (producción
concentrada en pocos países y escasa estabilidad político-económica de algunos de éstos)
mmParticularmente importantes para la cadena de creación de valor

Orientaciones futuras de la Iniciativa de materias primas:

• La Comisión considera particularmente importante:


mmDefinir una política nacional de minerales que garantice que los recursos minerales se exploten de forma
económicamente viable, en armonía con otras políticas nacionales, basada en los principios del desarro-
llo sostenible e incluyendo un compromiso para proporcionar un marco jurídico e informativo adecuado;
mmEstablecer una política de planificación de explotación del suelo para los minerales que incluya una base
de conocimientos geológicos digitales, una metodología transparente de identificación de los recursos
minerales, previsiones a largo plazo de la demanda regional y local e identificación y protección de los
recursos minerales (teniendo en cuenta otros usos posibles del suelo);
mmPoner en marcha un proceso de autorización de la exploración y extracción de minerales que sea claro,
comprensible, proporcione certeza y contribuya a racionalizar el proceso administrativo (p.ej., introdu-
ciendo plazos de ejecución, posibilidad de aplicaciones en paralelo y ventanillas únicas).

Orientaciones futuras de la Iniciativa de materias primas:

• Impulsar la eficiencia de recursos y fomento del reciclado


mmRevisión de la estrategia temática de prevención de residuos y reciclado
mmApoyar la investigación y las acciones piloto de eficiencia de recursos y promover incentivos económicos
para sistemas de reciclado o devolución
mmRevisar el plan de acción de consumo y producción sostenibles 
mmDesarrollar instrumentos de diseño ecológico para:
• Impulsar un uso más eficiente de materias primas,
• Garantizar la posibilidad de reciclado y durabilidad de los productos
• Fomentar el uso de materias primas secundarias en los productos

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2.5. COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO: UNA EUROPA
EFICIENTE CON LOS RECURSOS- INICIATIVA EMBLEMÁTICA DENTRO DE LA ESTRATEGIA 2020.
Enlaza con parte de los objetivos de la RMI
• Acceso a los recursos
• Eficiencia:
mmRecursos naturales
mmEnergía
mmAgua

• Prevención de residuos y reciclado

Oportunidad para la industria:

• Reducción de consumos específicos por unidad producida (agua, energía, …)


mmArgumento para el suministro de proximidad

• Valorización de subproductos y de residuos:


mmDe industrias extractivas
mmDe construcción y demolición

• Nuevas líneas de negocio


mmGestión de residuos
mmReciclado

• Mejora de la competitividad
• Incremento del valor añadido de la actividad
• Nuevos servicios vinculados al hueco minero

2.5. PAQUETE SOBRE ECONOMÍA CIRCULAR


• Cerrar el círculo: la Comisión adopta un ambicioso paquete de nuevas medidas sobre la economía circular
para impulsar la competitividad, crear empleo y generar crecimiento sostenible
• Una oportunidad para el sector

2.6. POLÍTICAS DE REINDUSTRIALIZACIÓN

• Comunicación de la Comisión, de 10 de octubre de 2012, titulada «Una industria europea más fuerte para
el crecimiento y la recuperación económica. Actualización de la Comunicación sobre política industrial»
(COM(2012)0582)
• Resolución del Parlamento Europeo, de 15 de enero de 2014, sobre la reindustrialización de Europa para
promover la competitividad y la sostenibilidad
• Estrategia de «Renacimiento de la industria para una Europa sostenible» (RISE)
• Comunicación de la Comisión, de 13 de septiembre de 2017, Invirtiendo en una industria sostenible, inteligente
e innovadora – Una renovada Estrategia Política Industrial para la UE (COM(2017) 479 final)
• Recuperar el 20% del PIB industrial (15% en la actualidad), para 2020
• Fundamental para prosperidad a largo plazo y resolver el problema del desempleo
mm1 empleo en industria genera 2 en suministros y servicios
mmY el 70% de la industria depende de las materias primas (CESE 2008)

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y Recursos Minerales
ESTRATEGIAS NACIONALES
El desarrollo sostenible en los objetivos de la RMI

Ejemplos de Planes Mineros Nacionales

• Finlandia – Estrategia de los Minerales


• Alemania – Fundó “Deutsche Rohstoffagentur)
• Lituania – Estrategia para minerales subterráneos
• Noruega – desarrollando una estrategia nacional de los minerales
• Reino Unido – El British Geological Survey coordina los asuntos sobre Minerales & Planificación
• Francia – “Livre Blanc”, 22 propuestas para una industria sostenible de los áridos en 2030

Desarrollo de estrategias de materias primas en Europa:

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2.7. ANTECEDENTES EN ESPAÑA

• Programa Nacional de Investigación Minera (1969).


• Orientaciones básicas para plantear el abastecimiento de primeras materias minerales (1974).
• Plan Nacional de Abastecimiento de materias primas minerales (1979-1987).
• Sin embargo, desde hace varias décadas, España carece de una planificación o estrategia que permita confi-
gurar y vertebrar un marco estable para el acceso a las materias primas minerales y el desarrollo de la industria
extractiva.
• Desarrollo de estrategias autonómicas
mmCastilla y León
mmAndalucía
mmCastilla La Mancha
mmCataluña (áridos)

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS RELACIONADOS CON EL ACCESO A LOS RECURSOS


• Establecimiento de una política minera española de desarrollo sostenible de recursos minerales, previa consul-
ta a las Comunidades Autónomas.
• Análisis y modernización del marco legislativo de acceso a los recursos, a través de un marco básico general,
en el que las Comunidades Autónomas integren sus propias iniciativas.
• Establecimiento de la relación de materias primas críticas, económicamente muy importantes y económica-
mente importantes.
• Planificación de las necesidades presentes y futuras de suministro sostenible de materias primas minerales
para el desarrollo económico de España y de sus ciudadanos.
• Desarrollo de medidas de apoyo a la inversión en exploración y explotación de recursos minerales.
• Fortalecimiento de la seguridad y estabilidad jurídica de las empresas.
• Racionalización y simplificación de cargas administrativas, y diseño de procedimientos de control e inspección
efectivos por la Administración.
mmLey de unidad de mercado y otras iniciativas de la AGE
• “El acceso a los productos básicos y a las materias primas es esencial para mantener la capacidad productiva
de la economía y garantizar el bienestar de los ciudadanos”

3. CONCLUSIONES:
Líneas de acción europeas a impulsar en España

• Impulsar el abastecimiento sostenible de recursos naturales procedentes de la UE


• Potenciar la eficiencia de recursos y fomentar la economía circular
• Asegurar que la protección de la naturaleza no excluya a la industria extractiva
• Mejora del acceso a los recursos mineros:
mmProtección del uso minero, sin prevalencia sobre otros usos, pero coexistiendo
mmSimplificación del marco jurídico y del sistema otorgamiento de concesiones y autorizaciones
• Reducción de los tiempos de tramitación (5-10 años), inadmisibles para la iniciativa privada
mmIntercambio de mejores prácticas en el diseño de la ordenación del territorio
• Concediendo una mayor prioridad en los usos del suelo a los minerales no energéticos
• Protección de los yacimientos minerales a largo plazo
mmPara evitar que sean inutilizados por otros usos
• Necesidad de incrementar la compatibilidad de la extracción con la protección del medio ambiente:
mmIntegración de las explotaciones mineras y la red Natura 2000
mmDefendiendo el principio de proximidad a los centros de consumo minimizando el transporte a fin de redu-
cir la contaminación y los costes medioambientales y económicos

“El acceso a los productos básicos y a las materias primas es esencial para mantener la capacidad productiva de la
economía y garantizar el bienestar de los ciudadanos”

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y Recursos Minerales
319
CRITERIOS CONSENSUADOS PARA UNA NUEVA LEY DE BASES DE
RÉGIMEN MINERO PARA ESPAÑA
César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas
Director General de ANEFA
Director General de la Federación de Áridos
Secretario General Técnico de COMINROC
Plaza de las Cortes, 5 – 7ª Planta
28014 – Madrid (España)
T: +34 915 021 417; F: +34 914 339 155
cluacesfrades@aridos.org

RESUMEN: La Ley del 1973 está rebasada parcialmente por la organización del Estado, por los desarrollos legisla-
tivos derivados de la Unión Europea y por nuevos y recientes mecanismos de participación ciudadana en la toma de
decisiones que colocan a la industria en situaciones difíciles para el acceso a los recursos y para el desarrollo de una
actividad que debe contar con una estabilidad reglamentaria y una seguridad jurídica a largo plazo.

Recientes acciones autonómicas en Galicia, Baleares, intentos en la C. Valenciana, Andalucía y otras Comunidades
para modificar el marco regulatorio intentando fragmentariamente resolver los actuales problemas, no harían más que
venir a complicar todavía más la situación actual.

Y todo ello a espaldas de las directrices de la Unión Europea sobre acceso a los recursos.

Entre los objetivos que deberían ser cubiertos por una futura Ley, destacarían el diseñar una regulación moderna,
acorde con los tiempos y con la realidad actual (y probablemente futura) de la actividad, pasando del concepto de mi-
nería al de industria extractiva, asumida como tal en los países más avanzados, impulsando el derecho minero como
objeto sustantivo de la regulación minera.

Esta comunicación toma como punto de partida la posición del sector ante el anteproyecto de Ley de Minas de 2014
y ante las otras iniciativas de leyes de minas autonómicas, como el anteproyecto de Ley de Minería Sostenible de la
Comunidad Valenciana de 2016 y de 2017, para establecer los criterios de mínimos consensuados por las patronales
del sector agrupadas en COMINROC y acordados con CONFEDEM.

PALABRAS CLAVE: Legislación, recurso minero, derecho minero, acceso a los recursos, procedimientos

1. INTRODUCCIÓN:
La Ley de 21 de julio de 1973 de Minas, supuso, un revulsivo para la industria extractiva de este país, incorporando
figuras e instituciones, que tendían a dinamizar este sector estratégico y primario, de la económica española.

Esa Ley, avanzada para su tiempo, fue una de las primeras normas sectoriales, en recoger la necesidad de conjugar
la industria extractiva con la protección del medio ambiente, concepto éste, que se abordaba en repetidas ocasiones
y, que posteriormente, ha sido desarrollado reglamentariamente, siendo aplicado a todas las industrias extractivas
del país.

Actualmente, es una norma consolidada y pulida en el tiempo (a través de la jurisprudencia y reformas legislativas),
cuyas instituciones han percolado en la sociedad y, en los distintos agentes llamados a aplicarla, consiguiéndose con
ello, en no poca medida, la deseable seguridad jurídica, proclamada por la Constitución Española, como uno de sus
principios fundamentales.

Sin embargo, desde su entrada en vigor hasta la fecha, se han producido cambios sustanciales, que determinan la
conveniencia de redactar una nueva norma, acorde con el innovado marco regulatorio concurrente.

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Por una parte, la Constitución española y la vertebración territorial del Estado en Comunidades Autónomas, ha su-
puesto una profunda innovación, en cuanto al marco competencial en la gestión de este bien de dominio público, que
es el demanio minero. Recientes acciones autonómicas en Galicia, Baleares, intentos en la C. Valenciana, Andalucía
y otras Comunidades para modificar el marco regulatorio intentando fragmentariamente resolver los actuales proble-
mas, no harían más que venir a complicar, todavía más, la situación actual.

Además, la entrada de España en la Unión Europea, ha supuesto la incorporación de un acervo comunitario, que
afecta de lleno al ejercicio y regulación de la actividad minera. De este modo, la irrupción de regulaciones transversa-
les, como la protección del medio ambiente y de sus distintos factores ambientales, la delimitación de amplios espa-
cios protegidos, a través de figuras como la Red Natura 2000, a la par que otras políticas europeas, plasmadas entre
otras, en la iniciativa de materias primas, determinan la necesidad de abordar un nuevo marco regulatorio minero,
conforme con esos otros ámbitos normativos.

Si bien el artículo 38 de la Constitución Española, recoge como derecho de los ciudadanos la libertad de empresa en
el marco de la economía de mercado, no lo es menos, que el artículo 45 de ese mismo texto constitucional, recoge
como principio rector de la política social y económica, el derecho de todos a disfrutar de un medio ambiente adecua-
do, para el desarrollo de la persona y el deber de conservarlo, confiando a los poderes públicos, la obligación de velar
por la utilización racional de los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida, así como la
obligación de defender y restaurar el medio ambiente.

A lo anterior, debe unirse, una mayor concienciación de la sociedad y del sector empresarial minero, sobre la ineludi-
ble necesidad de abastecer a la sociedad de las materias primas mineras, que le resultan necesarias, en términos de
sostenibilidad, con atención y respeto a los valores concurrentes.

El recurso minero es un bien de dominio público, estratégico y primario, cuya ubicación no depende de la voluntad
humana, sino de donde lo colocaron, en su día, complejas fuerzas de la naturaleza, a través de la evolución geológica
de la Tierra.

El fenómeno de la globalización, también incide en el ámbito de la normativa minera. Cada vez es más frecuente que
capitales y empresas, se desplacen para la explotación de un determinado recurso geológico, a otros países, en el
que existan yacimientos explotables. Ni Europa ni España, son ajenas a este fenómeno, que debe ser considerado
en la norma.

La vigente ley de minas de 1973, no recoge adecuadamente aquellos principios constitucionales, ni las innovaciones
legislativas transversales que inciden en su ámbito regulatorio, ni la globalización del mercado de la industria extrac-
tiva. Por ello, se hace preciso articular un nuevo marco jurídico, en el que se garantice el derecho a la libertad de
empresa en el ámbito minero, se proteja adecuadamente este dominio público garantizando su uso racional, se ga-
rantice el acceso al recurso minero en términos de buena gobernanza, se otorgue seguridad jurídica a las iniciativas
industriales mineras, sean nacionales o extranjeras, se eviten y proscriban actuaciones especulativas, y todo ello, en
el justo equilibrio con la ordenación del territorio, la necesaria protección del medio ambiente, la seguridad y salud de
los trabajadores y, en definitiva, la sostenibilidad.

Se considera necesaria una nueva ley de minas, imbuida de la idea de que la obtención de un recurso natural, como
es el producto minero, sólo debe comprometer en la menor cuantía posible la utilización y conservación de otros bie-
nes, como el espacio en el que se sitúan las explotaciones, procurando, al mismo tiempo, que las legítimas medidas
de protección de dichos bienes han de evitar ser excesivamente maximalistas, de tal forma que no hagan económica
o técnicamente inviable el desarrollo de las actividades extractivas, ya que ello supondría un importante deterioro
social y económico que el país no puede permitirse. La necesidad de guardar el preciso equilibrio entre los dos fines
indicados, obliga al estudio particular de cada uno, con objeto de ponderar las numerosas y muy diversas circunstan-
cias -algunas de ellas difícilmente posibles de prever- que concurren en cada explotación y, los requerimientos que se
derivan de las características de su entorno natural, que presentan grandes diferencias de un lugar a otro.

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2. OBJETIVOS Y CRITERIOS PARA UNA FUTURA LEY DE MINAS DEL SIGLO XXI
Entre los objetivos que deberían ser cubiertos por una futura Ley, destacarían el diseñar una regulación moderna,
acorde con los tiempos y con la realidad actual (y probablemente futura) de la actividad, pasando del concepto de mi-
nería al de industria extractiva, asumida como tal en los países más avanzados, impulsando el derecho minero como
objeto sustantivo de la regulación minera.

Más en detalle:

• Proponer una regulación moderna, acorde con los tiempos y con la realidad actual (y probablemente futura)
de la actividad.
• Progresar desde el concepto de minería al de industria extractiva.
• Regular el derecho minero como objeto sustantivo de la regulación minera. Se propone que la Ley contemple
como objeto no sólo las explotaciones mineras y los recursos mineros en sí, sino también el derecho minero
como objeto regulatorio, incluyendo en el mismo el derecho de acceso a los recursos mineros, con indepen-
dencia de su naturaleza y clasificación, así como las relaciones de este derecho con otros intereses públicos,
como los medioambientales y los urbanísticos.
• Mantener una serie de cuestiones básicas, aceptadas y asumidas por la industria como, por ejemplo, la clasi-
ficación de los recursos, mecanismos de reclasificación de recursos, la demarcación de los recursos mineros,
las cuadrículas, la concentración, paralización y suspensión de labores...
• La expropiación forzosa debe ser revisada, ya que no funciona bien el actual sistema. No debe conferirse ese
derecho con carácter general. Habría que cualificarlo.
• Actividad menos intervenida y más ágil en la tramitación. Consolidar la seguridad jurídica a través de la sim-
plificación y modernización del marco administrativo y mediante la aplicación de procedimientos modernos de
tramitación administrativa que propugna la UE. Acotar la duración de los trámites, aplicando los principios de
ventanilla única y subsidiaridad, en los tres ámbitos, cuando sea necesario, nacional, autonómico y municipal,
eliminando redundancias, definiendo modificaciones sustanciales salvaguardando siempre los derechos de
todas las partes.
• Resolver cuestiones específicas relacionadas con el acceso a los recursos y la tramitación de autorizaciones
y concesiones.
• Regulación de requisitos procedimentales: de restauración, de caducidad, de otorgamiento etc…
• Empleo de las declaraciones responsables o las comunicaciones previas en sustitución de licencias. En este
sentido, digitalización de los procedimientos, integración de registros y catastros mineros, así como de la es-
tadística minera.
• Además de lo propuesto anteriormente, eliminar la inseguridad jurídica que existe en el sector, en particular
con la obtención de licencias municipales, adoptando medidas legislativas dictadas con la finalidad de propi-
ciar la regularización de las explotaciones mineras existentes, fuera de ordenación sobrevenida, siempre que
dispongan de la debida autorización de la autoridad minera y puedan adaptarse a los imperativos urbanísticos
y/o medioambientales y a las normativas sectoriales (Confederaciones Hidrográficas, Vías Pecuarias, etc.) de
aplicación.
• Introducción de mecanismos de auto-regulación sectorial que permitan la prevención de comportamientos y
actividades especulativos en torno a los permisos de investigación y de exploración, estudiando si procede
una unificación de estas figuras y endureciendo las condiciones para el mantenimiento en el tiempo (actuando
sobre los parámetros duración y coste anual, entre otros).
• Analizar la problemática de los concursos de derechos mineros (automatización) y de las caducidades propo-
niendo soluciones.
• Mejora de los mecanismos de compatibilidad entre recursos de las diferentes secciones.
• Mejora de los procedimientos para las prórrogas de las secciones C.
• Aclarar las responsabilidades y competencias de las Administraciones sustantivas, dotándolas de contenido.
• Necesidad de implementar efectivamente las políticas de la Unión Europea para las industrias extractivas de
materias primas minerales. En este sentido: integración en una Planificación o Estrategia Nacional de Materias
Primas Minerales, como tienen otros estados miembros de la UE como son Alemania, Reino Unido, Austria,
Polonia, Portugal y otros, conforme a las Directrices de la UE y alineada con dichas políticas.
• Creación de una Conferencia Nacional de la Industria Extractiva, a semejanza de otras existentes, de carácter
tripartito, como foro de la Estrategia Española de Materias primas, para abordar integradamente, los aspectos
anteriores y establecer las propuestas para resolver el cruce de competencias entre las Administraciones cen-
tral, autonómicas y locales.

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• Fomentar la sostenibilidad y la competitividad para contribuir a la generación de riqueza y empleo para España.
• Establecer un marco general que posibilite y, en su caso, incentive la inversión nacional y extranjera.
• Actualmente, el procedimiento necesario para obtener el reconocimiento y titularidad del derecho minero es
innecesariamente complejo, costoso y de una duración indebida y excesiva, lo que lo hace en muchas oca-
siones inviable para los empresarios.
• Entre otras muchas cuestiones, se propone que se simplifiquen lo más posible los requisitos procedimentales,
proponiendo para ello que se introduzca la figura del silencio positivo en los Recursos de la Sección A), dada
la existencia en los mismos de derechos privados preexistentes que limitan la naturaleza demanial, y una du-
ración máxima de los plazos de tramitación.
• Integrar convenientemente la explotación de recursos naturales que supone el uso extractivo con los restantes
usos del suelo no urbanizable para que, a la hora de planificar la ordenación del territorio, sea tenida en cuenta
la riqueza minera.
• Revisar la procedencia y utilidad del Plan de Labores y, en caso de ser un elemento necesario, elevar su nivel
para que tenga alguna utilidad real.
• Mejorar los mecanismos y procedimientos para prevenir y erradicar la competencia desleal ocasionada por las
extracciones no autorizadas de recursos geológicos.
• Evitar lesionar la competitividad de la industria extractiva por aplicación de impuestos, cánones, gravámenes o
convenios que lastren su puesta en el mercado en condiciones de igualdad con los recursos de otros países.
Asimismo, establecer las condiciones marco para potenciar la unidad de mercado evitando las distorsiones
derivadas de requisitos diferentes para el acceso a los recursos, pero considerando el respeto a las compe-
tencias de las CCAA en la materia.
• Sentar las bases para el fomento del desarrollo de la iniciativa empresarial y de la I+D+i.
• Fomentar, mediante incentivos a determinar (económicos o procedimentales) la sostenibilidad, en sus tres
pilares, social, ambiental y económico, de forma equilibrada.
• Promover las empresas medioambientalmente responsables y la plena aplicación de las estrategias de eficien-
cia, reciclado y reutilización, en el marco de una economía circular.
• Establecer las condiciones necesarias para ser titular de derechos mineros. Aquilatar los requisitos, haciendo
referencia a la Ley de contratos del sector público y a la legislación europea sobre la materia.
• Se deben enfatizar otras instituciones, como el registro de derechos mineros, que ha demostrado ser una ne-
cesidad para la planificación y ordenación de la minería.

3. CONCLUSIONES:
Una ley moderna debe recoger los principios de la Comunicación de la Comisión Europea al Parlamento y al Consejo
“Iniciativa de las materias primas: cubrir las necesidades fundamentales en Europa para generar crecimiento y em-
pleo”, impulsada como necesidad imperiosa, para llevar a cabo la reindustrialización de Europa, ya que el acceso a
las materias primas minerales y su obtención a unos precios asequibles, son fundamentales para un buen funciona-
miento de la economía de la Unión Europea, puesto que esta industria contribuye decisivamente, al desarrollo social
y económico de las regiones y países donde tiene lugar.

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y Recursos Minerales
333
MIN-GUIDE: AN ANSWER TO THE NEED FOR A SECURE AND
SUSTAINABLE SUPPLY OF MINERALS IN EUROPE
Jordá – Bordehore, Luisa, González – Barros, Manuel Maríab, Endl, Andreasc, Berger, Geraldd
a Instituto Geológico y Minero de España, Calle Rios Rosas 23, 28003, Madrid, email: l.jorda@igme.es; b Instituto
Geológico y Minero de España, Calle Rios Rosas 23, 28003, Madrid;
c WU. Wirtschaftsuniversität Wien. Vienna University of Economics and Business. Welthandelsplatz 1, Building D1, A-1020 Vienna, Austria

d WU. Wirtschaftsuniversität Wien. Vienna University of Economics and Business. Welthandelsplatz 1, Building D1, A-1020 Vienna, Austria

KEY WORDS: Raw materials, minerals, policy, network, stakeholders

ABSTRACT: The MIN-GUIDE project addresses the need for a secure and sustainable supply of minerals in Europe
by developing a ‘Minerals Policy Guide’. The functioning of European economies and, consequently, the well-being
of societies is highly dependent on the long-term supply of natural resources and raw materials for production and
use. However, access to non-energy mineral raw materials that constitute the basis of industrial value-chains is not
stable and secure. To secure minerals supply in Europe we would need a policy framework promoting innovative and
sustainable approaches to tackles challenges in the mining value chain. The MIN-GUIDE project has been designed
to comprehensively tackle these challenges. The project will link to the European Innovation Partnership on Raw
Materials (EIP) by feeding back its results into EU policy process, and supports outreach activities and community
building. MINGUIDE is a EU Horizon 20202 founded project that lasts from February 2016 to January 2019. The main
objectives are:

Providing guidance for EU and Member States on minerals policy and legislation

1. Facilitating minerals policy decision making


2. Fostering network-building for co-management and knowledge co-creation in minerals policy

The methodology will be based on stakeholder’s questionnaires, desktop research and five “Policy Laboratory” work-
shops. The main “product” of the project is the online Mineral Policy Guide, MIN-GUIDE seeks to achieve greater
transparency of European and national minerals policies. The online knowledge repository allows to outline the inno-
vation potential of those policies and to highlight good practice examples along the whole chain of mining activities.
The stakeholder network will be enhanced by organizing a series of three annual conferences, MIN-GUIDE will in-
crease the outreach to a larger and diverse stakeholder audience; contextualize minerals policy in a broader setting;
enable a mining value chain perspective; and integrate the mining value chain into the circular economy approach.
At the end of the project, MIN-GUIDE will deliver: deeper understanding on good practice policies and practical expe-
riences for policy implementation and transferability; increased policy knowledge and understanding policy impacts on
innovation; insights into the projects results on policies in all EU Member States that foster innovation in exploration,
mining, processing and waste management; training and guidance (online and onsite) to use the Minerals Policy
Guide in your professional environment; knowledge exchange that supports networking, deliberation, and mutual
learning among different stakeholders; targeted and wide-spread dissemination and promotion of latest scientific re-
sults on minerals policy issues and industrial innovation.

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1. INTRODUCTION AND SCOPE
MIN-GUIDE: an answer to the need for a secure and sustainable supply of minerals in Europe.

The MIN-GUIDE project addresses the need for a secure and sustainable supply of minerals in Europe by developing
a ‘Minerals Policy Guide’. The functioning of European economies and, consequently, the well-being of societies is
highly dependent on the long-term supply of natural resources and raw materials for production and use. However,
access to non-energy mineral raw materials that constitute the basis of industrial value-chains is not stable and secure.

To secure minerals supply in Europe we would need a policy framework promoting innovative and sustainable ap-
proaches to tackles challenges in the mining value chain. The MIN-GUIDE project has been designed to comprehen-
sively tackle these challenges. The project will link to the European Innovation Partnership on Raw Materials (EIP) by
feeding back its results into EU policy process, and supports outreach activities and community building.

THREE MAIN OBJECTIVES


1. Providing guidance for EU and Member States on minerals policy and legislation
By developing an online Mineral Policy Guide, MIN-GUIDE seeks to achieve greater transparency of European and
national minerals policies. The online knowledge repository allows to outline the innovation potential of those policies
and to highlight good practice examples along the whole chain of mining activities.

2. Facilitating minerals policy decision making


Through the creation of the Minerals Policy Guide, MIN-GUIDE will profile the European Member States minerals
policies, identifies the needs for future policy development, explores legal frameworks for cross-border exploitation
and reviews minerals database standardisation and systematisation. All these activities are important to facilitate an
efficient and effective policy decision making.

3. Fostering network-building for co-management and knowledge co-creation in minerals policy


MIN-GUIDE foresees numerous activities (Annual Conferences and Policy Laboratories) and tools (Collaborative
Spaces) to create a community of key stakeholders that are engaged and committed to build an inclusive stakeholder
community for sustainable minerals policy. Both tools and activities are essential to guarantee the participation and the
exchange of expertise of all the stakeholders.

2. METODOLOGY
THREE KEY ACTIVITIES
1.- Profiling Minerals Policy in Europe
MIN-GUIDE aims at developing a comprehensive, customizable, user-friendly and up-to-date “Minerals Policy Guide”.
This online knowledge repository will be based on up-to-date and comparable information on minerals policy and re-
lated policy areas at EU level and in the 28 EU Member States.

2.- Knowledge co-creation with minerals policy decision makers


MIN-GUIDE will conduct interactive knowledge co-creation and learning processes in five “Policy Laboratory” work-
shops along the mineral production chain. This approach will allow decision makers to get an in-depth understanding
of good practice policies on success factors, enabling framework conditions, and levers for transferability in different
national contexts.

3.- Forming a sustainable minerals policy stakeholder network


By organising a series of three annual conferences, MIN-GUIDE will increase the outreach to a larger and diverse
stakeholder audience; contextualize minerals policy in a broader setting; enable a mining value chain perspective; and
integrate the mining value chain into the circular economy approach.

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Figure 1. actions in the MINGUIDE project

Figure 2: interactive co-working during a Policy Lab

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The five laboratories will focus on different aspects across the minerals industry value-chain: mineral policy gover-
nance and framework; exploration extraction and cross-border exploitation; mineral and metallurgical processing;
waste management and mine-closure; standardisation and systematisation of raw materials information.

• The first Policy Laboratory focussing on innovative minerals policy governance took place on 4-5 October 2016
in Vienna.
• The second Policy Laboratory focussing on innovative exploration and extraction took place on 21-22 March
2017 in Leoben, Austria.
• The third Policy Laboratory focussing on innovation and supporting policies for mineral and metallurgical pro-
cessing took place on 18-19 May 2017 in Luleå, Sweden.
• The fourth Policy Laboratory focussing on innovations and supporting policies for waste management and mine
closure took place on 21-12 September 2017 in Athens, Greece.
• The fifth Policy Laboratory focusing on mineral data and knowledge in Europe will tahe place in Madrid in March
or April 2018.

STAKEHOLDERS AND ADDED VALUE


The MIN-GUIDE project aims at benefitting a wide range of stakeholders comprising not only mineral-policy makers
and geological surveys but also business, research institute as well as civil society organisations.

At the end of the project, MIN-GUIDE will deliver: deeper understanding on good practice policies and practical expe-
riences for policy implementation and transferability; increased policy knowledge and understanding policy impacts on
innovation; insights into the projects results on policies in all EU Member States that foster innovation in exploration,
mining, processing and waste management; training and guidance (online and onsite) to use the Minerals Policy
Guide in your professional environment; knowledge exchange that supports networking, deliberation, and mutual
learning among different stakeholders; targeted and wide-spread dissemination and promotion of latest scientific re-
sults on minerals policy issues and industrial innovation.

3. PRELIMINARY RESULTS
The results of the project can be followed through the website and are mainly addressed in two “products”:

• Annual conferences
• Project Deliverables

The content of the three Annual Conferences reflects the life of the project. The Opening Conference, “European
minerals policy: Stock-taking and revealing the governance framework”, sets the scene for the “Minerals Policy Guide”
by revealing insights of minerals policy and governance frameworks in Europe and propose features of its usability for
different stakeholders groups. The Mid-term Conference, “Good practice minerals policy transitioning the minerals
production value-chain”, engages stakeholders in an integrated and systemic perspective along the whole minerals
production value-chain. The Closing Conference, “The future perspective of minerals production in the circular econ-
omy”, puts the knowledge co-created throughout the project in a holistic framework by investigating the potential of the
minerals sector in achieving a circular economy.

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At this stage of the project the following deliverables have been completed:

D1.1 MIN-GUIDE Common Approach V.1


D1.2 The Policy Guide Framework and Features
D2.1 Taking stock of EU and Member States Mineral Policy and Legislation
D2.2 Good practice cases on minerals policy governance
D3.1 Policy and Legislation Framework for Innovative Exploration and Extraction
D3.2 Report on Innovative Exploration and Extraction
D3.3 Report on Innovative Legislation and Policies in Subsurface and Deep Sea Mining
D3.4 Innovative Exploration and Extraction - Guidelines and recommendations for future policy and legislation
D4.1 Report on the policy framework for processing
D4.2 Report on Innovation Promotion and Inhibiting Factors and Examples of Best Practices
D5.1 Innovative Waste Management and Mine Closure
D5.2 Report on innovation evaluation criteria and best case practices in waste management and mine closure

4. REFERENCES
• MINGUIDE project. http://www.min-guide.eu/

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292
IDENTIFICACIÓN DE PATRONES DE CONSUMO EN SISTEMAS DE
CLIMATIZACIÓN A TRAVÉS DE LA TEMPERATURA MEDIA DIARIA
Aparicio-Ruiz, Pablo a, Onieva, Luis a, Barbadilla-Martín, Elena a, Rodríguez-Palero, María a
a Dpto. de Organización Industrial y Gestión de Empresas II. Escuela Técnica Superior de Ingeniería. Universidad de
Sevilla. Camino de los Descubrimientos S/N, 41092 Sevilla. pabloaparicio@us.es

RESUMEN: La identificación y reconocimiento de patrones en el contexto de la construcción es una necesidad que


surge cuando se quieren crear edificios inteligentes. Se están desarrollando y potenciando los sistemas con elemen-
tos de aprendizaje para tomar decisiones. En este documento se presenta un sistema para la identificación y el reco-
nocimiento de patrones con la finalidad de detectar los elementos que permitan predecir el consumo basándose en
el comportamiento humano en el edificio. La temperatura exterior media diaria es una de las variables con incidencia
en el confort humano debido a la adaptación climática de los usuarios. En este trabajo se analiza el consumo en una
oficina con respecto a la temperatura interna y la temperatura media diaria a través de técnicas de clúster o agrupa-
miento, la respuesta de esta técnica se puede utilizar como una previsión del consumo.

PALABRAS CLAVE: Reconocimiento de patrones, identificación, clúster, energía, confort.

1. INTRODUCCIÓN
La identificación y reconocimiento de patrones en el contexto de la construcción surge cuando se quieren diseñar
edificios inteligentes. Para ello se utilizan sistemas con elementos de aprendizaje a partir de los cuales tomar deci-
siones. En este caso se pretenden detectar aquellos elementos que permitan predecir los comportamientos humanos
dentro del edificio. La temperatura media diaria es una de las variables con incidencia en el confort humano debido
a la adaptación climática de los usuarios. En este trabajo se analiza el consumo en función de la temperatura interna
y de la temperatura media diaria.

Las recientes normas ISO 15251 (ISO Standard, 2008), CIBSE (CIBSE, 2015), ASHRAE (ASHRAE, 2013) y otras
referencias, demuestran que el comportamiento dinámico de las temperaturas de confort varía a lo largo del año a
medida que las personas se adaptan a los cambios en las temperaturas exteriores. Esta adaptación es diferente en
edificios con sistema de climatización en verano o en edificios de funcionamiento libre donde el objetivo principal es
proporcionar a los ocupantes del edificio un ambiente interior térmicamente confortable utilizando un consumo de
energía mínimo a través de técnicas de construcción para mantener o mejorar el rendimiento. Por esta razón, se
decide utilizar la temperatura media diaria en el análisis del consumo.

Los datos sobre el comportamiento del sistema en el edificio se pueden utilizar en la predicción y los patrones de
comportamiento pueden ayudar a cumplir con el consumo para tomar decisiones importantes, incluyendo decisiones
sobre la compra y generación de energía eléctrica y conmutación de carga.

Existen muchos métodos para la predicción a corto plazo: técnicas estadísticas, algoritmos de inteligencia artificial,
redes neuronales, lógica difusa, sistemas expertos, etc. El análisis de clúster es un procedimiento matemático para
identificar agrupaciones naturales de objetos, clúster, de tal manera que las características de los objetos pertene-
cientes al mismo clúster son muy similares. Cada clúster de datos está definido por los objetos miembros pertene-
cientes al clúster y por su centroide o centro. El centro de cada grupo es el punto donde la suma de las distancias de
todos los datos en ese grupo se minimiza. Se pueden definir diferentes parámetros o criterios para el agrupamiento,
como el consumo total de energía por unidad de superficie o el consumo energético específico de los edificios.

El experimento se aplicó a un conjunto de datos de forma simple y eficiente, mediante la metodología de c-means.
Para entender la metodología, remitimos al lector a (Gentle, Kaufman, & Rousseuw, 1991; Sarle, Jain, & Dubes, 1990)
para una revisión sobre el análisis con clúster. El alcance de esta investigación está dirigido a la aplicación de técnicas
de agrupamiento en una base de datos en una oficina para la previsión de consumo. Se analizan los esquemas de
clasificación para cada caso: demanda de calefacción y demanda de refrigeración.

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El establecimiento de estas clasificaciones permitirá el análisis del consumo a corto plazo. El análisis se basa en el
uso del sistema de climatización de los edificios. El objetivo de esta investigación es proponer una metodología para
la clasificación y mejora del rendimiento energético en los edificios de oficinas.

Supongamos que desarrollamos un sistema, cuya entrada corresponde a la pregunta de confort ¿Cómo se siente
ahora?, en lugar de una temperatura para seleccionar. Se podría desarrollar un sistema inteligente que decida las
acciones a tomar con bajo consumo y alto confort, aplicaciones sobre el confort se han desarrollado aplicando esta
técnica (Aparicio-Ruiz, Guadix, Onieva, Cortés, & Muñuzuri, 2017).

El problema de confort térmico en los edificios y consumo de los sistemas de climatización en las oficinas depende
de muchos factores. Considerando que los límites de confort son difusos, parece lógico usar un modelo basado en
clúster, para definir el estado de la oficina.

El experimento se realizó utilizando datos reales de un proyecto que se estaba desarrollando. Por tanto, se ha apli-
cado una metodología de análisis con datos reales tanto de encuestas realizadas como de datos obtenidos por sen-
sores durante un año de estudio. La metodología fue aplicada a un conjunto de datos difusos, para detectar patrones
de confort y consumo que se presentan en una oficina. La técnica puede ser útil para el desarrollo de un sistema de
control basado en preguntar al usuario sobre su sensación térmica, si bien, también se puede aplicar al consumo
energético, para permitir al usuario seleccionar una temperatura de la oficina teniendo en cuenta el consumo, esta
técnica puede unirse con otras técnicas de pronóstico y de inteligencia artificial.

2. METODOLOGÍA
La metodología se basa en tres variables: en primer lugar, se conoce el consumo de energía en el sistema HVAC
durante un período de 1 hora, la temperatura interior en este período y la temperatura exterior media diaria. En el
sistema, los datos se guardan en la base de datos, las temperaturas exteriores se obtienen de una estación meteo-
rológica en el edificio. Los datos del sistema HVAC se obtienen de un sistema de automatización de edificios, modo
HVAC (refrigeración o calefacción), modo ON-OFF, temperatura y el consumo. El resto de datos se obtienen a partir
de una red de sensores instalada en el edificio, como se expresó anteriormente.

En (Barbadilla-Martín, Salmerón-Lissén, Guadix, Aparicio-Ruiz, & Brotas, 2017) se desarrolló y se presentó el ex-
perimento. Parte de los datos de este experimento han servido para probar esta metodología. El primer paso fue la
definición de la base de datos y la construcción del sistema. Tras un año de estudio, y el desarrollo de una campaña
experimental, se analizó el conjunto de datos en un año. Se filtraron los datos en dos grupos, uno para el modo de
verano o de enfriamiento del edificio, y el otro para el modo de invierno o calefacción. Ambos grupos se usan para el
análisis mediante clúster.

Se propone una metodología que aplica el concepto de clúster, aunque no en el sentido de análisis de clúster como
una técnica de clasificación no supervisada, sino en el sentido de aplicarlo en un conjunto de datos donde los pa-
trones quieren ser descubiertos, por tanto, esta metodología se utiliza como análisis discriminantes para crear un
modelo de predicción que se pueda utilizar para clasificar situaciones de un conjunto de datos en función de las
características que se observan en ellas. En este caso, la variable dependiente es la variable de agrupamiento, que
identifica a qué grupo y situación pertenece. Esta variable de agrupamiento es conocida al principio, el rango definido
de consumo permite definir una clasificación previa y conocida de los elementos del conjunto de datos (consumos de
0, 0 a 2, 2 a 4, 4 a 6 y más de 6 kWh). En este sentido, es definitivamente el centroide de cada rango, y la predicción
la que permite analizar mediante fuzzy c-means (Bezdek, Ehrlich, & Full, 1984) el consumo del edificio.

El algoritmo K-means, analiza cada situación y a partir de esta se clasifica como perteneciente a un solo grupo, y los
centroides se actualizan en función de las muestras clasificadas. Una variación de este enfoque conocido como fuzzy
c-means (Jain, Murty, & Flynn, 1999), permite calcular todos los vectores que tienen un grado de pertenencia para
cada grupo, y los respectivos centroides en base a el grado de pertenencia. En el algoritmo K-means se calcula el
promedio de los vectores en un clúster como el centro de este. En esta metodología, los fuzzy c-means encuentran
el centro como un promedio ponderado de todos los puntos, utilizando las probabilidades de pertenencia para cada
punto como ponderaciones. Los vectores con una alta probabilidad de pertenecer a la clase tienen pesos más gran-
des y más influencia en el centroide.

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Figura 1 – Conjunto de datos de aprendizaje.

En la Figura 1 se pueden observar los datos usados para el aprendizaje del sistema. Estos datos, son los datos de
consumo del edificio durante las 24h del día. Es decir, se incluyen datos de consumo nocturno, que son situaciones de
consumo 0 kWh, por ejemplo, para un día con temperatura media diaria de aproximadamente 17ºC, el edificio alcanza
una temperatura interior de 14ºC, durante la noche, y por tanto no existe consumo, durante el día, los valores de tem-
peratura interior cambian en parte por la inercia térmica del edificio. Pero para alcanzar el confort, se requiere también
de un cierto consumo en el edificio. Las necesidades de confort del edificio son definidas en la Figura 1, mediante
una ley de confort adaptativa, que será explicada mas adelante, y con la cual se compara la situación de consumo.

Después del análisis del conjunto de datos de aprendizaje, se definen los centroides utilizados para clasificar. Fuzzy
c-means clustering se ha desarrollado a partir de skfuzzy.cmeans (The scikit-fuzzy Documentation, 2016). El resul-
tado de esta función, los centroides, se han representado en la Figura 2. Desde un punto de vista puramente algorít-
mico, la agrupación de c-means se puede describir de la siguiente manera. En primer lugar, se debe fijar la cantidad
de clústeres, en nuestro caso, definida por cada rango de consumo. Entonces, cada uno de los clusters está repre-
sentado por un prototipo que queremos agrupar. Estos prototipos se eligen al azar al comienzo. Luego, se asigna al
prototipo más cercano (con respecto a la distancia euclídea). En cada prototipo se sustituye el centro de gravedad de
los datos que se le asignan. La asignación alterna datos al prototipo más cercano y la actualización de los prototipos
como centros de clúster se repite hasta que el algoritmo converge, es decir, no ocurren más cambios. Este algoritmo
también se puede ver como una estrategia para minimizar la función objetivo.

El algoritmo de predicción funciona repitiendo el agrupamiento con centros fijos (Medrano-E’Vers, Morales-Hernán-
dez, Valencia-López, & Hernández-Salcedo, 2017), y luego encuentra eficientemente el centro de la nube difusa de
puntos. Y se puede proponer clasificar los nuevos datos de la Figura 3, de acuerdo con los clústeres calculados (tam-
bién conocidos como predicción) mediante skfuzzy.cmeans_predict (The scikit-fuzzy Documentation, 2016).

En la Figura 2, aparece el centroide del conjunto de datos de la Figura 1. Los datos se clasificaron en 4 rangos de
consumo en un período de una hora. El primero, sin consumo 0 kWh, el segundo bajo consumo, un rango entre 0 y
2 kWh, luego 2-4 kWh, en el penúltimo 4-6 kWh y el último es más de 6 kWh. En el edificio, el último rango es poco
significativo, por lo que finalmente fue eliminado para invierno.

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Figura 2 – Ejemplo de centroides basado en el consumo en modo calefacción.

En la Figura 3 se muestran los conjuntos de datos que se utilizan para analizar la respuesta cuando se aplica el mé-
todo. Al mismo tiempo, se analizó el requisito de confort para esta confluencia de datos, del análisis de las encuestas
se obtuvo un alto confort en el edificio.

 
Figura 3 – Conjunto de datos de prueba para analizar la detección en función del consumo en modo calefacción.

En la Figura 4 se muestra la solución del clúster en modo de calefacción. Claramente, el sistema detecta los dife-
rentes rangos. En este caso, en el modo de invierno, el sistema aprendió a detectar el consumo (kWh en una hora)
cuando la temperatura interior es baja no se refleja consumo, por dos motivos, la temperatura durante la noche no re-
quiere consumo, y, por otra parte, si la temperatura media exterior es fría, no se requiere consumo para compensar la
inercia térmica del edificio. Por otra parte, a mayor temperatura media exterior se necesita menos consumo, porque el
edificio se favorece de la temperatura exterior. Si bien, se puede observar un rango amarillo, cuyo centroide coincide
con el verde, se trata de una franja de temperaturas con un consumo menos significativo. Si bien, podemos encontrar
un amplio rango donde el consumo es más alto. En la Figura 4, se ha representado la ley de confort del edificio, esta

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ley se ha obtenido en base a análisis de la temperatura del edificio, siguiendo la norma European Standard EN 15251
(ISO Standard, 2008), calculada para esta zona climática. La ley es definida en (Barbadilla-Martín, Salmerón-Lissén,
Guadix, Aparicio-Ruiz, & Brotas, 2017) como:

Tc = 0.24·Trm + 19.3 (1)

Donde la temperatura de confort es Tc y Trm es la temperatura media exterior de los días previos. En dicho estándar,
se indica que existen una variación de tres grados sobre el valor de confort. Esto nos indica que la aceptabilidad de
la temperatura se podría definir en invierno, sobre la franja inferior, y por tanto las necesidades de consumo son infe-
riores a las que encontramos en el edificio. Por ejemplo, si el edificio trabaja en el rango inferior, con una temperatura
media diaria de 17ºC, el consumo be ser bajo, sin embargo, a 15ºC el consumo es medio. Pero si aplicamos la tem-
peratura de confort oficial, existirá periodos con un consumo alto. Destáquese que, en esta metodología, se detecta
la necesidad de consumo en base a la temperatura exterior media diaria anterior.

Figura 4 – Resultado de la clasificación.

En la Figura 5, se presentan los datos de verano, en este caso, existe una alta necesidad de consumo cuando la
temperatura media del día es superior a 28ºC, a partir de esa situación el consumo de energía del edificio es mayor,
si bien, el consumo se minimiza si se aplica la temperatura máxima que indica la ley de confort adaptativa de los
edificios. Sin embargo, si la temperatura se intenta bajar por debajo de la temperatura de confort que indica la ley
adaptativa, el consumo es mucho mayor. Si bien habría que destacar que el consumo a una temperatura superior se
reduce en verano, quedando dentro de los límites del confort.

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Figura 5 – Proceso metodológico para los datos de verano.

3. CONCLUSIONES
El análisis mediante clúster se puede utilizar para la extracción de datos y toma de decisiones. Especialmente en
la predicción de consumo basado en la previsión meteorológica, esta técnica se puede unir con otras técnicas de
previsión e inteligencia artificial. La técnica fue utilizada en los datos de un estudio en edificios de oficina en Sevilla.
Los resultados muestran que puede servir como un método para identificar patrones de consumo en el futuro. Los
resultados se pueden utilizar en la toma de decisiones sobre almacenamiento de energía, en las decisiones sobre
acciones en el control de edificios y en futuros sistemas inteligentes.

4. AGRADECIMIENTOS
Los autores desean agradecer el apoyo financiero del proyecto DACAR: Distritos de Balance Energético Nulo Me-
diante Algoritmos de Confort Adaptativo y Gestión Óptima de Redes Energéticas (Ref. BIA2016-77431-C2-1-R) fi-
nanciado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad
(MINECO) y el proyecto ME4CA: Mejora de la Eficiencia Energética en Edificios Existentes Mediante Algoritmos de
Confort Adaptativo (Ref. P11-TEP-7247) financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo,
Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía.

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5. BIBLIOGRAFÍA
• Aparicio-Ruiz, P., Guadix, J., Onieva, L., Cortés, P., & Muñuzuri, J. (2017). Identification of Patterns of Consumption
through the Daily Mean Outdoor Temperature. World Journal of Engineering and Technology, 5(3), 20–28. http://
doi.org/10.4236/wjet.2017.53B003
• ASHRAE. (2013). Standard 55-2013: Thermal environmental conditions for human occupancy. (R. and A. condition-
ing E. American Society of Heating, Ed.).
• Barbadilla-Martín, E., Salmerón-Lissén, J. M., Guadix, J., Aparicio-Ruiz, P., & Brotas, L. (2017). Field study on
adaptive thermal comfort in mixed mode office buildings in southwestern area of Spain. Building and Environment,
123, 163–175. http://doi.org/10.1016/j.buildenv.2017.06.042
• Bezdek, J. C., Ehrlich, R., & Full, W. (1984). FCM: The fuzzy c-means clustering algorithm. Computers & Geosci-
ences, 10(2–3), 191–203. http://doi.org/10.1016/0098-3004(84)90020-7
• CIBSE. (2015). Guide A: Environmental Design. Retrieved November 21, 2017, from http://www.cibse.org/getat-
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• Gentle, J. E., Kaufman, L., & Rousseuw, P. J. (1991). Finding Groups in Data: An Introduction to Cluster Analysis.
Biometrics, 47(2), 788. http://doi.org/10.2307/2532178
• ISO Standard. (2008). ISO 15251: Indoor environmental input parameters for design and assessment of energy
performance of buildings addressing indoor air quality, thermal environment, lighting and acoustics.
• Jain, A. K., Murty, M. N., & Flynn, P. J. (1999). Data clustering: a review. ACM Computing Surveys, 31(3), 264–323.
http://doi.org/10.1145/331499.331504
• Medrano-E’Vers, A., Morales-Hernández, A. E., Valencia-López, R., & Hernández-Salcedo, D. R. (2017). Enferme-
dad granulomatosa crónica. Medicina Interna de Mexico, 33(3), 407–414. http://doi.org/10.1007/s13398-014-0173-
7.2
• Sarle, W. S., Jain, A. K., & Dubes, R. C. (1990). Algorithms for Clustering Data. Technometrics, 32(2), 227. http://
doi.org/10.2307/1268876
• The scikit-fuzzy Documentation. (2016). Retrieved from https://media.readthedocs.org/pdf/scikit-fuzzy/stable/scikit-
fuzzy.pdf

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381
GESTION ENERGETICA EN PLANTAS METALURGICAS.
EL CASO DE ATLANTIC COPPER
Tejera, Jose Maríaa, Martínez, Tasioa, Rios, Guillermoa, Palacios, Miguela.
a Atlantic Copper, S.L.U., Avda. Francisco Montenegro s/n 21001 Huelva (España), jtejeraa@fmi.com

RESUMEN: La gestión energética busca la mejora continua de la eficiencia energética de las organizaciones. Las
plantas metalúrgicas, en general, son grandes consumidoras de energía. Por esta razón la eficiencia energética pue-
de ser una parte importante de la eficiencia del proceso y de la rentabilidad del negocio. Describimos en este docu-
mento el caso de la gestión energética realizada en los últimos años en la Fundición y Refinería de Cobre de Atlantic
Copper, y cuyo principal objetivo ha sido y es asegurar la sostenibilidad del negocio sobre la base de una optimización
de costes y uso de recursos naturales (energéticos). La herramienta principal para acometer esta iniciativa es la apli-
cación de la norma internacional ISO50.001-2011 Sistemas de Gestión Energética. Sus requisitos y recomendacio-
nes, aunque necesariamente muy generales por ser la norma de aplicación a todo tipo de organizaciones, constituyen
una buena guía o punto de partida para diseñar la gestión energética también en el caso de una planta metalúrgica.

En 10 años (2006-2016) hemos alcanzado un 28% de reducción del consumo específico de energía por tonelada de
materia prima procesada. Esta reducción es comparable con los mejores resultados obtenidos por las instalaciones
certificadas por el programa SEP (Superior Energy Performance) del Departamento de Energía de los Estados Uni-
dos de América. Esta reducción de consumo ha venido acompañada de un 40% de reducción de emisiones directas
de CO2. Orientar la Gestión Energética como un servicio a las Operaciones ha proporcionado un excelente resultado.
Cabe resaltar que la vinculación entre el desempeño energético y los demás objetivos de la organización favorece las
sinergias y el trabajo en equipo, y acelera el proceso de mejora continua de la misma.

En esencia se puede concluir que la decisión tomada en su día de impulsar la Gestión Energética mediante la im-
plantación de un Sistema de Gestión formal ha sido determinante en el desempeño de Atlantic Copper en la última
década.

PALABRAS CLAVE: Gestión Energética, Eficiencia, Sostenibilidad, CO2, Metalurgia del Cobre.

1. INTRODUCCIÓN
La gestión energética busca la mejora continua de la eficiencia energética de las organizaciones. Las plantas metalúr-
gicas, en general, son grandes consumidoras de energía. Por esta razón la eficiencia energética puede ser una parte
importante de la eficiencia del proceso y de la rentabilidad del negocio.

Las fundiciones de cobre desempeñan un papel relevante en la metalurgia extractiva del cobre de tal modo que, ac-
tualmente, un 80% de la producción minera se procesa en las fundiciones primarias hasta llegar al cátodo de cobre,
mientras que el 20 % restante se refina en plantas hidrometalúrgicas a pie de mina.

La energía puede representar más de un tercio de los costes de operación en las fundiciones de cobre, por lo que una
adecuada gestión de la misma es de vital importancia para asegurar su sostenibilidad en un entorno cada vez más
competitivo en lo económico y más exigente en el respeto al medio ambiente.

En este artículo se describe el caso de la gestión energética realizada en los últimos años en la Fundición y Refinería
de Cobre de Atlantic Copper y cuyo principal objetivo ha sido y es asegurar la sostenibilidad del negocio sobre la base
de una optimización de costes y uso de recursos naturales (energéticos). En la misma se expondrán las distintas fa-
ses del proyecto desde el planteamiento inicial, pasando por las acciones concretas de mejora realizadas, hasta los
resultados conseguidos.

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Las herramientas utilizadas han sido las propias necesarias para la gestión del cambio, y específicamente la metodo-
logía de la mejora continua que implica aplicar la norma internacional ISO 50.001:2011 Sistemas de Gestión Energé-
tica. Sus requisitos y recomendaciones, aunque necesariamente muy generales por ser la norma de aplicación a todo
tipo de organizaciones, constituyen una buena guía o punto de partida para diseñar la gestión energética también en
el caso de una planta metalúrgica. Es necesario hacer especial hincapié en que la gestión de la energía no debe ser:

• Solamente un método de conseguir fondos para modificar las instalaciones. Invertir en modificaciones es una
parte de la gestión, pero no lo es todo.
• Una herramienta útil solamente en organizaciones con muy baja eficiencia por razones de obsolescencia de
las instalaciones o gestión deficiente.
• Y más importante, no debe ser una formalidad adicional que incrementa el trabajo administrativo y genera
resultados dudosos.

Simplemente se trata de mirar desde un nuevo punto de vista la gestión de los costes, de las capacidades, de las
producciones, de las compras, de las inversiones, de los planes de mantenimiento, del desempeño ambiental… Dicho
de otra manera, la energía no es algo gestionable aisladamente. De hecho, forma parte consustancial de todas las
funciones de la organización: Operaciones, Mantenimiento, Planificación, Compras, Ingeniería, etc. Por eso gestio-
narla es necesariamente una labor de equipo.

En definitiva, el reto de un Sistema de Gestión Energética es la incorporación del criterio energético como uno más,
con el peso que merece, en los centros de decisión de la organización.

2. PRESENTACION DE LA EMPRESA
Atlantic Copper S.L.U. es una empresa con domicilio social y fiscal en Huelva, España, UE, cuyo accionista único,
Freeport McMoran Copper & Gold (FCX), es un líder mundial en la industria de la minería metálica con importantes
operaciones en cuatro continentes y uno de los mayores productores mundiales de cobre, oro y molibdeno. En su
Complejo Metalúrgico de Huelva (CMH), Atlantic Copper trata más de un millón de toneladas de concentrado de co-
bre procedentes tanto del grupo FCX como de otras operaciones mineras, siendo su principal producto el cátodo de
cobre de alto grado. Otros productos generados son ácido sulfúrico y silicato de hierro, material este último que se
utiliza como abrasivo y en el sector de la construcción. En la figura 1 se recogen los principales datos de producción
del CMH.

P roducciones 2016

Concentrados 1.099 ktpa

H2SO4 1.107 ktpa


Chatarra Cobre 5 ktpa

Silicato Hierro 672 ktpa

Fundición
Anodos 9,2 ktpa

Refinería Catodos 285,8 ktpa

Oro (en lodos) 6,9 tpa

Plata (en lodos) 76,5 tpa

Figura 1 - Producciones 2016

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y Recursos Minerales
El CMH está constituido por las unidades de proceso listadas a continuación y representadas en la Figura 2:

• Fundición, equipada con un horno flash licencia Outokumpu (actual Outotec), cuatro convertidores Peir-
ce-Smith, tres hornos de afino y dos ruedas de moldeo.
• Refinería electrolítica de cobre, con tecnología ISA de cátodo permanente.
• Tres plantas de producción de ácido sulfúrico de tecnología Lurgi (actual Outotec), con catalizadores de alta
eficiencia, doble absorción y circuito cerrado de lavado de gases.
• Una central térmica, con una turbina de vapor de 11,5MW de potencia nominal que produce aproximadamente
el 20% de la energía eléctrica consumida en el complejo.

Todas las tecnologías utilizadas en el CMH representan el “estado del arte” y son una referencia internacionalmente
reconocida, lo que le permite a Atlantic Copper producir cobre de forma competitiva y con los mejores estándares de
calidad, y al mismo tiempo hacer compatible su actividad con el respeto y la conservación del medio ambiente.

Figura 2 - Esquema de las instalaciones del CMH

3. GESTION ENERGETICA. PRIMER PASO. GENERAR EXPECTATIVAS


Atlantic Copper es un negocio muy intensivo en energía. Esto es común a todas las fundiciones de cobre, y en
general aplicable a toda la industria metalúrgica. En concreto, los datos económicos anuales de Atlantic Copper co-
rrespondientes al año 2009 indicaban que los costes energéticos suponían un 30% del total de costes operativos del
Complejo Metalúrgico de Huelva.

Además, se trata de una planta industrial con muchos años de funcionamiento, que en el caso de Atlantic Copper ya
supera los 40años de experiencia operativa.

Estas son características muy comunes en la industria europea en general. Lógicamente estas características del
negocio conllevan un alto interés por mantener optimizados los costes operativos, en particular los energéticos, que
permitan mantener una posición competitiva en un entorno competitivo global. Lo habitual es que las organizaciones
de este tipo lleven muchos años monitorizando y optimizando sus consumos energéticos, normalmente basados en
sistemas de medida maduros, reportes de distribuciones de costes energéticos bastante detallados por unidades de
proceso o centros de coste, y proyectos de mejora de eficiencia basados en mejoras tecnológicas de la maquinaria.

Por estas razones, y a pesar de las informaciones publicadas en multitud de foros relativas al alto potencial teórico
de reducciones de coste atribuibles a una buena gestión energética, lo habitual es considerar que el potencial de
mejora de coste energético en una planta metalúrgica madura (esto significa ya optimizada) ha de ser muy inferior al
promedio conseguible en la industria en general.

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El primer paso debía ser establecer una referencia de consumo de energía alcanzable y derivar de este dato el po-
tencial de mejora por comparación con el nivel de consumo real de las instalaciones. Para este objetivo realizamos 3
aproximaciones diferentes:

• Benchmarking
• Revisión de estudios teóricos.
• Revisión y actualización del balance de materia y energía global de la instalación.

-Benchmarking
De acuerdo con WoodMacKenzie (antigua Brook-Hunt) en su informe del año 2007, realizado con datos del año 2006,
la fundición de Atlantic Copper ya está posicionada entre las 5 más eficientes.

Si bien todas estas comparativas no son sencillas de realizar, y requieren una estandarización de los datos para
homogeneizar las ratios por diferencias en el alcance, en tecnologías, en diagramas de proceso, etc., la conclusión
lógica a la vista del resultado es que el potencial de mejora en eficiencia energética por benchmarking no puede ser
muy elevado.

-Revisión de estudios teóricos.


En teoría existe un valor base de consumo específico de energía alcanzable por una fundición de cobre que depende-
rá fundamentalmente de la tecnología de proceso utilizada. Para calcular este valor, además del balance de materia
y energía del proceso, deben tenerse en cuenta multitud de aspectos necesarios en una instalación real como son
las eficiencias tecnológicas de los equipos y maquinaria utilizada, los requisitos de servicios generales como son las
redes de suministro de aire comprimido, agua de refrigeración, etc.

Siguiendo esta metodología, llegar a un valor realista de consumo específico alcanzable es un trabajo bastante com-
plejo. Afortunadamente ya existen trabajos publicados en este sentido que pueden dar luz sobre el asunto.

En concreto, en Atlantic Copper realizamos un ejercicio consistente en adaptar a nuestra instalación los resultados de
un estudio de Xstrata-Universidad de Toronto publicado en Copper 2010.

Los resultados de este ejercicio están resumidos en la Figura 3. Las conclusiones principales son:

• Para las tecnologías de proceso de los años 70 del siglo XX se obtiene unas líneas base de consumo signifi-
cativamente superiores a las tecnologías del siglo XXI. La planta de Atlantic Copper se diseñó en los años 70.
• Dicho de otra manera, son de esperar mejores ratios de consumo en aquellas fundiciones cuyo diseño y
puesta en marcha se ha realizado recientemente, por lo que la competitividad de las viejas fundiciones puede
verse afectada.
• El desempeño energético actual de Atlantic Copper (2009) es significativamente mejor que la línea base de
referencia alcanzable calculada para su tecnología (Outokumpu Flash) según la metodología de Xstrata-Uni-
versidad de Toronto.

Diseños años 70 (Según Kellogg and Henderson)


Reverbero 1514
Outokumpu Flash 883
Mitsubishi 1083
Noranda 795

Atlantic Copper
744
(Consumo energético real 2009 normalizado)

Diseños siglo XXI (Según Xstrata- Univ.Toronto)


Flash-Flash 531
Isasmelt 680
Mitsubishi 590
Noranda-Teniente 654

Figura 3 - Línea base teórica. Consumo anual de energía teórico en GWh para diferentes tecnologías. Derivado de
un estudio de Xstrata-Universidad de Toronto.

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En resumen, tampoco podemos augurar un potencial de mejora de la eficiencia energética muy elevado para Atlantic
Copper basándonos en esta línea base teórica.

-Revisión y actualización del balance de materia y energía global de la instalación.


Llegados a este punto, la única alternativa a renunciar a mejorar significativamente la eficiencia energética de nuestra
instalación era realizar internamente un análisis exhaustivo del balance de materia y energía de la planta, establecien-
do una línea base alcanzable por cambios tecnológicos o de gestión. Para ello se realizaron las siguientes acciones:

-Contabilizar y Reportar los consumos de energía en unidades de energía. Históricamente los análisis de consumos
y costes se han realizado reportando con bastante detalle los consumos en las unidades físicas consumidas. Esto
tiene la ventaja evidente de la cercanía con las variables operativas manejadas (potencia eléctrica demandada, gas-
tos horarios de combustible, etc.) y proporciona una visión comparativa de los costes de los distintos suministros. Por
otro lado, no permite comparar en términos energéticos cantidades de energía consumidas procedentes de diferentes
suministros o informar del coste unitario de cada tipo de energía consumida. Este es un primer paso para detectar
oportunidades de mejora de coste por diferencias de precios energéticos o establecer prioridades de análisis por
volúmenes energéticos utilizados.

-La segunda acción fue extender y detallar esta visión energética de los consumos a los distintos subprocesos de la
instalación, lo que posibilita comparar tamaños energéticos de cada subproceso y determinar cuánto aporta al balan-
ce energético de cada subproceso los distintos suministros de energía.

-La tercera acción consistió en incorporar al balance tanto la energía recuperada del propio proceso como la energía
aportada por las materias primas. Esto requiere actualizar el balance de materia y energía de la instalación. En plan-
tas con una vida extensa como la que nos ocupa, por lo general esta información no existe, o está fraccionada en
múltiples documentos, o no está actualizada por haberse realizado a lo largo del tiempo múltiples modificaciones y
ampliaciones de las instalaciones, cuyo impacto individual no era suficientemente significativo como para actualizar el
balance completo de la instalación. Es deseable mantener en todo momento suficientemente actualizado un balance
global de materia y energía del proceso.

4. VISION GLOBAL
Los resultados del análisis anterior proporcionan una visión diferente de los consumos y los costes energéticos. Se
trata de una visión energética global, detallable por subprocesos, y que da cuenta de todos los flujos de energía que
se producen en la instalación. De esta manera se modifica la importancia energética de cada subproceso percibida
en la organización, pueden evaluarse los flujos de energía reales, las cantidades de energía disipada, realizar mapas
que detallen origen y destino de la energía suministrada al proceso, etc. Adicionalmente, puede relacionarse de forma
bastante inmediata el balance de energía con otros aspectos ambientales como los consumos de agua por necesida-
des de refrigeración, y sobre todo abre la puerta a investigar las posibilidades reales de disminuciones significativas
de consumos o de recuperaciones de energía del proceso.

En la Figuras 4 se muestran la distribución de energía total global y el desglose por subprocesos. Hay que hacer notar
que el “tamaño energético” de los distintos subprocesos considerando solamente suministros de energía externos (las
compras de energía) es muy diferente del resultado considerando todas las fuentes de energía existentes realmente.
También es significativo el hecho de que la energía involucrada en los procesos prácticamente triplica el valor de la
energía comprada. Visto así, sí puede concluirse que, aun teniendo Atlantic Copper un desempeño energético mejor
que el de la mayoría de las fundiciones de cobre, y mejor que la línea base calculada teóricamente para su tecnolo-
gía, es esperable la existencia de oportunidades significativas de disminución de consumos que merece la pena ser
investigadas.

Todo esto puede considerarse que es la parte esencial de la “revisión energética” que demanda la norma ISO 50.001
de Sistemas de Gestión Energética en sus requisitos, o una “auditoría energética” según especifica la Directiva de
Eficiencia Energética de la Unión Europea, y que actualmente es de obligado cumplimiento para todas las grandes
empresas ubicadas en la Unión Europea.

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700
Consumos Energia recuperada Energía en Cdos.
600

500

400

300

200

100

-100

-200

-300

Figura 4 – Energía total desglosada por subprocesos

5. LA IMPLANTACION
En el año 2010 Atlantic Copper toma la decisión de desarrollar e implementar un sistema de gestión energética for-
mal, siendo la primera fundición de cobre en el mundo en obtener la certificación ISO 50001.

Los objetivos eran principalmente 2: El primero reducir el coste energético, aumentando así la competitividad del
negocio. Este aspecto es importante en un escenario globalizado, en el que las fundiciones ubicadas en los países
occidentales deben de competir en costes con aquellas localizadas en los países emergentes, y a la vez mantener un
claro compromiso con el respeto al medio ambiente.

Como segundo objetivo nos planteamos avanzar en aspectos de Responsabilidad Social, como son hacer un uso
responsable de los recursos naturales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente el CO2
asociado a los consumos de energía. Dado que estos objetivos y metodología son coincidentes con los de la norma
ISO 50.001 “Sistemas de Gestión Energética”, decidimos guiarnos por sus prescripciones para la implantación y pos-
teriormente certificar el Sistema de Gestión.

Atlantic Copper fue bastante pionera en este asunto. Por esta razón tuvimos que desarrollar y decidir multitud de
detalles no especificados en la norma, que es muy abierta por tener la vocación de ser aplicable a todo tipo de organi-
zaciones. Por estos motivos aún no había desarrolladas guías de implantación, ni existían consultores especializados
con experiencia en la gestión energética de la industria metalúrgica para ayudarnos.

Afortunadamente esto ha cambiado sustancialmente, y actualmente existe mucha ayuda de calidad disponible, todo
lo cual simplifica el trabajo, reduce el esfuerzo requerido y aumenta las posibilidades de éxito del sistema diseñado.

6. EL EQUIPO
Para conseguir este objetivo, una implantación efectiva de la gestión energética, lo principal es el apoyo decidido de
la Dirección. Además, se requiere crear un equipo de trabajo que lo lidere. Para tener éxito, este equipo debe cumplir
una serie de características:

-Credibilidad en la organización, pues debe ser el motor del cambio.

-Mantener una visión global para que la estrategia en eficiencia energética sea coherente con la de la empresa, y
por otra parte debe asegurar que las acciones individuales sean compatibles entre sí, y coherentes con la estrategia.
Además, en una instalación con subprocesos fuertemente interrelacionados como en este caso, y redes de servicios
comunes compartidas, resulta bastante obvio que el óptimo global no es la suma de óptimos locales, por lo que es
clave mantener esta visión global y analizar siempre las implicaciones en toda la instalación de las modificaciones
que se proponen.

-Carácter multidisciplinar. La gestión de la energía no es independiente de la gestión del resto de aspectos del nego-
cio. De hecho, su misión es conseguir que los gestores de los distintos aspectos del negocio colaboren en el objetivo

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de la organización de mejorar su desempeño energético. Por ello, el equipo de trabajo debe disponer de experiencia
no solo en Sistemas de Gestión, también en Operaciones, Mantenimiento, Planificación, Ingeniería de Procesos,
Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Automatización, Suministros, Gestión de Proyectos, etc… Y también lo que normal-
mente es conocido como conocimientos “en energía”.

7. INTEGRACION EN LA ORGANIZACION
La integración de la gestión energética en la organización es una de las claves para que la implantación tenga éxito,
por lo que debe adaptarse cuidadosamente a las características de la organización. Deben tenerse en cuenta 2 ver-
tientes:

-Integración en la jerarquía. En Atlantic Copper la gestión de la energía se lidera desde la Dirección de Planificación
y Control de Procesos. Consideramos que es la opción más adecuada dadas las características de consumo de la
instalación, donde el factor más importante que marca el consumo es la gestión de los procesos. De este modo, la
monitorización de los consumos, el desarrollo y seguimiento de los indicadores energéticos, o las reuniones de revi-
sión de resultados se integran en los sistemas y rutinas de control de proceso. Esto simplifica la gestión y facilita la
integración de la gestión de la energía en la marcha diaria de la organización.

-Integración formal del sistema de gestión. Atlantic Copper disponía de una larga experiencia previa en Sistemas de
Gestión de Calidad, Medioambiente y Seguridad. Por esta razón, no tenía mucho sentido diseñar toda la colección
de Procedimientos e Instrucciones requeridos por el Sistema de Gestión Energética partiendo desde cero. La opción
seleccionada ha sido “compartir” las Instrucciones ya existentes, modificándolas en lo necesario para incluir los re-
quisitos de gestión energética. Tan solo se desarrollaron media docena de documentos específicas para la gestión
energética.

La simplicidad es importante, y aún más teniendo en cuenta que el desempeño energético a fin de cuentas es el
resultado de toda la gestión de la organización. No es adecuado establecer requisitos de gestión energética en docu-
mentos desvinculados y posiblemente incoherentes con los requisitos de otros documentos que especifican requisitos
de gestión de otros aspectos como la Calidad o el Medioambiente.

8. MEDIR
No hablaremos en este documento extensamente de la necesidad de medir. Tanto la norma ISO como las guías de
implantación y todos los expertos en el tema hacen bastante hincapié en el asunto y lo aclaran suficientemente. Tan
solo puntualizar algunos aspectos:

-No se trata de medir solamente los consumos de energía con precisión, periodicidad y nivel de detalle suficientes.
También deben medirse todas aquellas variables que inciden en el desempeño energético. Esto puede incluir multitud
de parámetros operativos, así como producciones, calidad de la materia prima, etc.

-Todas estas medidas de campo deben ser procesadas y transformadas en información útil mediante la creación de
un sistema de indicadores. A la hora de seleccionar un sistema de monitorizado, de los muchos que se han desarro-
llado en los últimos años, debe tenerse en cuenta que en la industria metalúrgica los indicadores son habitualmente
ratios de consumo específico, es decir involucran al menos una medida de consumo energético y una variable no
energética. El sistema de monitorizado debe ser capaz de aceptar las medidas no energéticas y realizar los cálculos
necesarios, a menudo complejos, para mostrar los indicadores deseados. En Atlantic Copper se realizó este trabajo
internamente, utilizando la infraestructura IT existente para el monitorizado de los procesos. Tampoco tuvimos otra
opción, pues en el año 2009 no existían en el mercado sistemas de monitorizado de energía suficientemente desarro-
llados como para dar cuenta de la complejidad requerida en la gestión energética de una fundición de cobre.

9. DEFINIR EL PLAN DE ACCION


Habitualmente se entiende que definir el plan de acción consiste en decidir qué vamos a modificar. Realmente, al
implantar un sistema de gestión energética, es más importante y previo a lo anterior, decidir qué vamos a investigar.
Esto se vuelve crítico teniendo en cuenta que los inicios siempre son con recursos muy limitados. Para esto, partimos
de la visión energética global que detallamos en el apartado 4, complementada con 2 herramientas: Un listado de
potenciales herramientas para la mejora de la eficiencia de las muchas que existen en el mercado, y un mapa de flujos
de energía. Dado que mejorar la eficiencia en realidad consiste en la búsqueda y reducción de la energía disipada, es

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decir las pérdidas de energía, se trata de hacer un mapa que muestre precisamente esto. En la figura 5 se muestra
un ejemplo de este mapa estimado realizado para el CMH.

Clasificamos las pérdidas en 3 tipos: Transformación, Distribución, Proceso. En Atlantic Copper las mayoritarias son
las pérdidas de proceso, con gran diferencia. De hecho, duplican a la energía comprada.

Suministros vs energía global del sistema

Suministros: Energía utilizable:


-Electricidad -Vapor, calor, Materia prima
-Combustibles -Aire comprimido… Demanda del 1200
-Utilities (oxígeno…) -Otros utilities proceso GWh/a

Productos
Transformación Distribución 700

600
Consumos Energia recuperada Energía en Cdos.

500

400

750 GWh/a Proceso


300

Fugas de vapor, aire, 200

100

Rendimiento de agua. 0

-100

equipos Perdidas de calor por -200

-300

aislamiento…
Energía
a productos
1500 GWh/a

Pérdidas Pérdidas Energía


transformación distribución disipada
250 Gwh/a

Central
Térmica
Energía recuperada

Figura 5. Mapa de flujos de energía del CMH

Como resultado de este análisis, obtenemos un plan de acción – estrategia cuys líneas maestras son:

-Integrar la energía en el cuadro de mando. Búsqueda del óptimo global mirando todos los kpi de la casa.

-Estabilizar la producción: Evita sobreconsumos y aumenta la producción anual, por lo que la mejora es doble en
términos de consumo específico de energía por unidad de materia prima procesada, que es nuestro indicador global
de eficiencia. Esto incluye la gestión dinámica de los cuellos de botella y la optimización de los ciclos de parada de
mantenimiento

-Reducir la demanda de proceso. Por la vía operativa mediante selección del punto operativo más económico y por
la vía de los cambios tecnológicos.

-Aumentar la recuperación de energía del proceso. En nuestro caso lo más complejo es seleccionar los usos más
adecuados para la energía recuperada, junto a la disponibilidad de tecnologías capaces de recuperar energía de
gases metalúrgicos muy agresivos.

-Y por último otras mejoras de eficiencia vía automatización, reposición de maquinaria ineficiente, etc.

10. RESULTADOS
En 10 años (2006-2016) mediante las ya mencionadas mejoras en la gestión, acompañadas por un esfuerzo inversor
significativo para acometer modificaciones en planta con ratios financieros atractivos (payback promedio del orden de
2 años) hemos alcanzado los siguientes resultados:

-Reducción del 28% en consumo específico de energía por tonelada de materia prima procesada. Este resultado
es comparable con lo obtenido por las mejores instalaciones certificadas por el programa SEP (Superior Energy

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Performance) del Departamento de Energía de EE.UU. Y nos coloca como la tercera fundición con menor consumo
específico de energía del mundo según los datos de WoodMackenzie correspondientes al año 2014.
-Reducción del 40% en emisiones directas de CO2.

11. CONCLUSIONES
Una buena gestión energética es un proceso, no un proyecto o una sucesión de proyectos. Orientar la Gestión Ener-
gética como un servicio a las Operaciones nos ha dado buen resultado. Y resaltar la vinculación entre el desempeño
energético y los demás objetivos de la organización favorece las sinergias y el trabajo en equipo, y acelera el proceso
de mejora continua.

Nuestra conclusión principal es que implantar formalmente la Gestión Energética es bueno para el negocio.

Las oportunidades de mejora no son siempre por invertir en maquinaria o procesos más eficientes. Las mejoras por
cambios en la gestión suelen ser más rentables por requerir poca o nula inversión, y pueden implicar impactos signi-
ficativos en reducción de consumo.

Las oportunidades de mejora deben evaluarse globalmente, analizando además de los efectos energéticos, las im-
plicaciones operativas, en mantenibilidad, medioambientales, etc. No es descartable que los “efectos secundarios”
complementen lo suficiente al ahorro energético como para volver atractiva una inversión que no lo sería solo por
ahorro energético. Y viceversa, no todas las posibles mejoras energéticas en principio económicamente rentables son
viables si se tienen en cuenta todos los efectos en la organización.

Resumidamente, entendemos que las claves han sido cambiar:

• De gestionar suministros a gestionar energía.


• De mirar a las instalaciones a mirar a los procesos.
• De explicar las facturas a planificar las producciones teniendo en cuenta el consumo de energía.
• En definitiva: de solo “invertir para ahorrar” a también “operar para ahorrar”.
• Seguir la norma ISO50.001 y Certificar el Sistema de Gestión nos ha ayudado a:
• No dejar desatendidas parcelas de la gestión energética con potencial.
• Asegurar la continuidad y seguimiento de acciones y resultados.
• Divulgar los resultados.
• Captar la atención de los gestores y facilitar la concienciación de las personas que, como siempre, son la clave.

12. AGRADECIMIENTOS
Los agradecimientos son obligados por merecidos, y numerosos.

Agradecemos al Consejero Delegado de Atlantic Copper, D. Javier Targhetta Roza, y a la Dirección General de Meta-
lurgia el promover, impulsar y apoyar la implantación de la Gestión Energética. Dado el carácter transversal de esta
iniciativa, que afecta a prácticamente todas las direcciones funcionales de la organización, su apoyo es imprescindi-
ble.

Agradecemos a todos los trabajadores de Atlantic Copper su entusiasmo y la naturalidad con la que cada uno ha ido
incluyendo el criterio energético como uno más a tener en cuenta a la hora de tomar las decisiones del día a día en
su área de responsabilidad.

Y agradecemos a nuestros proveedores de soluciones energéticas su colaboración y profesionalidad, sin las cuales
no habría sido posible implantar los cambios con mínimas interferencias en producción, asegurando la mantenibilidad
de las instalaciones y cumpliendo las expectativas económicas.

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13. BIBLIOGRAFÍA
• International Organization for Standarization. ISO50001 – Energy Management. Consultado el 7-12-2017 en
http://www.iso.org/iso/home/standards/management-standards/iso50001.htm
• José Maria Tejera, Guillermo Rios, Tasio Martínez and Miguel Palacios (2017). Energy Management Systems
in Copper Smelting: The Atlantic Copper Case Study. Energy Efficiency in the Minerals Industry. Best Practices
and Research Directions, 251-272.
• Pascal Coursol, Phillip Mackey, Carlos Diaz (2010). Energy Consumption in Copper Sulphide Smelting. Pro-
ceedings of the 7th International Copper-Cobre Conference 2010 (pp.649-668). Hamburg, Germany
• U.S. Department of Energy. Superior Energy Performance: Certified Facilities. Consultado el 7-12-2017 en-
http://energy.gov/eere/amo/certified-facilities

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ÍNDICE DE AUTORES
Nº DE Nº DE
NOMBRE NOMBRE
COMUNICACIÓN COMUNICACIÓN
A
Abancó, Claudia 294 Arancón Alvarez, José Abelardo 312
Acevedo, Beatriz 373 Arenas Nieto, Luis 360, 372
Aduvire, Osvaldo 370 Arenillas González, Alicia 356
Aivarez Carreño, Carlos 322 Arias Fernandez, Angel Manuel 335
Almagro Bello, Juan F. 357 Aroca Castillejos, Gabriel 265
Alonso, Diego 253,341 Arroyo - González, Adrián 233
Alvarez Fernandez, Inmaculada 253 Artimez Encina, José Manuel 302
Amor Castillo, Celso Antonio 309 Asbert, Justi 395
Aparicio-Ruiz, Pablo 292 Axinte, Sorin 373

Á
Álamo Álvarez, Guillermo 256 Álvarez Fernández, Mª. Inmaculada 303
Álvarez, Isaac 361 Álvarez Fernández , Martina Inmaculada 334, 341,371
Álvarez, Juan 367 Álvarez Rueda, Juan José 409
Álvarez Álvarez, Javier 367 Ámez Arenillas, I. 410
Álvarez Areces, Enrique 290
Álvarez Fernández, Isaac 367

B
Baltuille Martín, José Manuel 290,291 Berrocal Sánchez, Aránzazu 262
Barbadilla-Martín, Elena 292 Blanco, Clara 398
Bel-lán Ballester, Alejandro 320 Boixereu, Ester 377
Bellon, Francisco 348 Bonet Braña, Gabriel 312
Bellón del Rosal, Francisco 375 Buelga Diaz, Arturo 337
Berger, Gerald 333 Bullón Camarasa, Javier 302
Berjano Serrano , Santiago 407

C
Caballero Romero, Francesc Xavier 264 Clemente-Jul, Carmen 374
Calero de Hoces, Francisca Mónica 309 Colilla Peletero , Javier 348
Calinescu, Ioan 373 Contreras Del Castillo, Víctor Ángel 392
Calle de Miguel, Agustín 243 Contreras Gonzalez del Pozo, Victor 291
Calvo Catalan, Jaime 322 Corpas Martínez, José Raúl 309
Cámara Rascón, Angel 380, 401 Corral Lledo, María del Mar 405
Canto Toimil, Noel 367 Corujo de León, Rubén 332
Carreras Medina, Manuel 265 Coto González, Rubén 302
Casas Ponsatí, Albert 379 Couceiro, Paulo 251
Castaño Torres, Vicente 238 Coullaut Santurtún, Juan Ignacio 408
Castañón Fernández, César 337 Crespo Rosal, Juan Raúl 328
Castells Somoza, Blanca 410 Cruells Cadevall, Montserrat 326
Chipurici, Petre 373 Cuadrado Iglesias, Sergio 351
Chochulski, Wojciech 360 Cuervas- Mons, José 233

D
Darby, Adam 411,412 Diaz Muñoz, Jose Angel 405
Daza Sánchez, Antonio 265 Díaz Muñoz, Lara 360
De La Vega Jiménez, Antonio 230 Diaz Riopa, Fernando 412
De Miguel, Carlos 415 Diego Alvarez, Isidro 337
Del Barrio Martín, Santiago 291 DÍEZ GONZÁLEZ, Julián 376,378
Delgado Palomo, Enrique 311 Domingo, Jesus F. 274
Diaz Fernandez, Luis 296, 330 Dragoescu, Marius 373

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José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera

Antonio Jesús García Guerrero


Decano-Presidente del ilustre Colegio Oficial
NOMBRE
Nº DE de Geólogos de Andalucía
NOMBRE
Nº DE
COMUNICACIÓN COMUNICACIÓN

José Antonio García Mendoza


E
Decano-Presidente
Elez, Javier del Colegio Oficial de
324Ingenieros Espada
de Minas delFrancisco
Moreno, Noreste J. 386
Embil Fanjul, José Manuel 407 Espigares Hurtado, Fidel 295
JuanAndreas
Endl, Ramón García Secades 333 Esteve Tarrés, Miguel 360
Errazuriz, Tomás 412
Consejero Delegado de SEDES S.A
F
José Francisco
Fàbrega Martín, Lluís González Fernández 379 Fernandez Rodriguez, Isla 391
Secretario
Fabritius, Axel del Consejo Superior de Colegios
342 de Ingenieros deRodriguez
Fernández Minas , Román 371
JoséNoval,
Fdez LuísLorena
Leandro 304 Fernández Suárez, Jorge 290
Fernández, Juan José 373 Fernández-Canteli Álvarez, Paula 356
Decano del Consejo de Colegios de Ingenieros
Fernández Fonseca, Carlos 271
Técnicos de Minas
Franco Dos Santos, Maximino 392
FERNANDEZ HOMAR, JAIME 364 Frias Gomez, Carlos 311
Juan Antonio
Fernández López Geta
Leyva, Concepción 377 Funez Guerra, Carlos 374
Presidente Grupo Especializado del Agua de ANIM
Fernández Noval, Lorena 302

G
Juan Manuel Manrubia Conesa
GALERA FERNANDEZ, JOSE MIGUEL 236 Godoy-Faúndez, Álex 374
Decano-Presidente
Galindo del Colegio Oficial de
Rodriguez, María Elena 405Ingenieros Gomez,
de MinasDavidde Levante 294
García, Antonio 392 González Arias, Zoraida 373
Rafael
García Monsalve
de la Romero
Noceda Márquez, Celestino 356 González Brito, Tania 256
García Díaz, Irene 359 Gonzalez Garrido, Cristina 348
Decano-Presidente del Colegio Oficial de
García Fernández, Carmen Covadonga 334
Ingenieros Gonzalez
de Minas del Centro
Nicieza, Celestino 253,341,334, 371
García Hernández, Lucía 375 González Vázquez, Estela 406
Richard
García Oldcorn
Menéndez, Juan Ramón 334 Gonzalo Cachero, Félix 412
Managing
García Polonio,Director
Francisco and Corporate Consultant.
359 SRK Consulting
Gonzalo Corral, Francisco Javier 308, 324
García Portero, Juan 361 Gryglewicz, Grazyna 373
García Ruiz, Tomás 295 Guerrero Miguel, Diego José 371
José Luís Parra
García-Cortés, Ángel y Alfaro 389 Guinea Rodríguez, Jesús 380, 401
Director
García de Javier
Torrent, la Escuela Técnica Superior de 410IngenierosGutierrez
de Minas y Energía
Peinador , Vicentede Madrid (UPM) 243
Gil Tomé, Esther 344 Gutíerrez-Ravé Caballero, Jesús 265
Jesús Portillo García-Pintos
H
Vicedecano Colegio Oficial de Ingenieros
HARO SOTOCA, Luis 310
de Minas del Sur
Himi Benomar, Mahjoub 379
Hartley, Stuart 411 Huerta Carmona, Julián 295
Javier Targhetta
Hernández Roza
Hernández, Mario Alberto 387 Hurtado Hurtado, José Antonio 328
Consejero Delegado de Atlantic Copper382
Herrero, Hernando

I
José Luís
Iglesias Tejera
Martínez, Mario Oliver 229 IZQUIERDO MIGUEL, ALFONSO 376, 378
Profesor Doctor Ingeniero de Minas y Energía
J

Verónica Rona
Jaén Caparrós, María 374 Jorda, Luis 233, 333
Jafa, Asim 251 JUAREZ FERRERAS, Rafael 376,378
Jiménez Cantizano, Francisco Abel 295

K
Kristek, Frank 388

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COMITÉ CIENTÍFICO
Nº DE Nº DE
PRESIDENTE
NOMBRE
COMUNICACIÓN
NOMBRE
COMUNICACIÓN

Javier Vega de Seoane Azpilicueta


L
Laín Huerta, Carlos 303 López Geta, Juan Antonio 363
VICEPRESIDENTE
Laín Huerta, Ricardo 303 López Moro, Francisco Javier 359
Laymen Garay, Paulo 408 López Rodríguez, Manuel 295
Miguel Ángel
Lazaro Elorri, Paradinas
Maria Jesus Márquez 349 López-Manchado, Miguel Ángel 398
León Marco, Pascual 307 Loredo, Jorge 254

PRESIDENTES DE ÁREAS
Llorca Isern, Nuria 326 Lorenzo Conto, Maria 296, 330
Llorens, Teresa 359 Lovera Carrasco, Raúl 379
Juan Ramón
Locutura García
Rupérez, Juan Secades 320 Lozano Murillo, Manuel 354
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
279, 282, 288,
289, 284, 278,
López, Félix A. 359 Luaces Frades, César 276, 287, 283,
Javier Targhetta Roza 277, 286, 313,
319
Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN
Lopez Cano, Manuel 251 Luque Centeno, José Manuel 349

José
M Luis del Valle Doblado
Maldonado Vidal, Iván 290 Martínez Pelayo, Manuel 397
Área 3.- ENERGÍA
Mampaso, Juan Carlos 338 Martínez Plédel, Bruno 389
MAQUEDA JIMÉNEZ, SHEILA 310 Massó Aguado, Daniel 243
Juan
MarínAntonio
, José López Geta 341 MAYORAL FERNÁNDEZ, Gonzalo Roberto 310
Área 4.-
Marrero AGUAAgustín
Quevedo, 332 McKittrick, Rowan 395
Martín de Lorenzo Cáceres, Enrique 256 Medic Pejic, Lilijana 410
MARTÍN FERNÁNDEZ, Lucía 310 Mejías Cordero, Ana Belén 322
José Luis Tejera Oliver
Martín Lara, María de los Ángeles 309 Melendi-Espina, Sonia 373
Área 5.- SISTEMAS
Martín Méndez, Iván DE GESTIÓN Y MARCO
320 NORMATIVO
Mendoza Ruiz, Raúl 340
Martín Rodríguez, Justo Manuel 403 Menéndez López , Rosa 373, 398

COORDINADORES DEL COMITÉ CIENTÍFICO


MARTÍN RODRÍGUEZ, JUSTO MANUEL
Martínez Cienfuegos, Fernando
376, 378
367
Menendez Rodriguez, Javier
Martínez de la Calle, María Pilar
254
386
Martínez Del Olmo, Wenceslao 266, 267, 268 Miranda Vázquez, Álvaro 302
Ángel Cámara
Martínez Rascón
Girón, Ángel Alberto 290 Molías Conte, Francisco 403,376,378
Martínez Gómez, David 263 Molinero Molinero, Ricardo 356
Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas
343, 344, 355,
Martínez Hernández, Antonio 262 Mora Peris, Pedro
351
Jesús Portillo
Martinez Huerta,García-Pintos
Maria Victoria 349 Muñiz Hevia, Eugenio 393
Martínez Martín, Tasio 381 Muñoz Lagos, Angélica Patricia 252, 384
Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur
Martínez Martínez, Javier 290 Martinez Orio, Roberto 377,291, 356

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera

Antonio Jesús García Guerrero


Nº DE Nº DE
Decano-Presidente
NOMBRE del ilustre Colegio Oficial
COMUNICACIÓNde Geólogos
NOMBREde Andalucía COMUNICACIÓN

José Antonio García Mendoza


N
Decano-Presidente
Navarrete del Colegio Oficial
Mazadiegos, Eduardo de
295Ingenieros Navarro
de Minas del Carmen
Mariscal, Noreste 368
Navarro Domínguez, Rafael 309 Nieto Calderón, Beatriz 374
Navarro Farfán, María del Mar 387 Nieto Gallego, Emilio 374
Juan Ramón García Secades
Consejero Delegado de SEDES S.A
O
Obis Sanchez, Joaquin 366 Ordás Badía, Ramón 302
José Francisco
Onieva Giménez, Luis GonzálezFernández 292 Orive, Javier 274
Ontiveros Beltranena, Carlos 405
Secretario del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas
José Luís Leandro
P
Decano
Palacios del Consejo
Gómez, Miguel de Colegios de Ingenieros
381 Técnicos dePoncela,
Poncela MinasRoberto 256
Pardo Fernandez, Gabriel 242 Pous de la Flor, Juan 303
Juan Antonio López Geta
Pardo Igurquiza, Eulogio 405 POZO ROMERO, VANESA 236
Pastor Tejera, Elena 349 Predeanu, Georgeta 373
Presidente Grupo Especializado del Agua322de ANIM Prieto Ríos, Cristina
Pecharromán Mercado, Emilio 272
Peguero Baeta, Juan Carlos 403 Prinz, Thomas 388
JuanFernández,
Pérez ManuelFernando
Manrubia
Javier Conesa 305 Puente Martinez, Jose Manuel 312
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Pujol
Pérez Muñoz, Antonio 309 de Minas deCarles
Montaner, Levante 360
Perez-Arcas, Juan 294 Prieto-Portugués, Roberto J. 325

Rafael
Q Monsalve Romero
Quirós Rodriguez, Marta del Colegio Oficial de
Decano-Presidente 355Ingenieros de Minas del Centro

Richard Oldcorn
R
Ramírez Galán, Diego 340 RODRIGO RODRÍGUEZ, CARLOS 236
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting
248, 249, 250,
Ramirez Sánchez-maroto, Carlos Rodríguez-Palero, María 292
270
José Fernández,
Ramos Luís Parra JoséyMaría
Alfaro 360, 372 Rodríguez-Sánchez, Alfonso 272
Director de la Escuela Técnica Superior de IngenierosRojas,
Raventós Fornós, Josep 297 de Minas y Energía de
Francisco Madrid (UPM) 382
Regueiro, Manuel Maria 333 Rojas Benjumea, Francisco 383
Regueiros González-Barros, Manuel 366 Romay Díaz, Marina 355
Jesús Portillo
Reyes-Bozo, LorenzoGarcía-Pintos 374 Rösli, Ursula 342
Vicedecano
Río García, Luis Colegio Oficial de Ingenieros
263de Minas del
RuizSur
Oria, Irene 326
Rios, Guillermo 326 Ruiz Rodríguez, Alfredo 240

Javier Targhetta Roza


Rios Ransanz, Guillermo 381 Roca Sant, David 263
Rius, Oriol 326 Roca Vallmajor, Antonio 326
Consejero Delegado de Atlantic Copper272
Ruiz-Cabañas, Fco. Javier

José
S Luís Tejera Oliver
Profesor Doctor Ingeniero de Minas y Energía
Saavedra, Carlos 395 Santos Moro, Luis Manuel
314, 316, 318,
315
Saavedra González, Carlos 263, 264 Sanz Contreras, José Luis 390
Verónica
Sadek, John Rona 274 Sebastián del Río, David 349
SALAS ARAGÓN, JORGE 236 Sendros Brea-Iglesias, Alex 379
San Miguel Til, Fernando 307 Silva Castaño, Francisco 331, 350
Sánchez, Ciscu 297 Silva Rodríguez, Pedro 394
Sánchez Comellas, Albert 264, 321 Silva Segovia, Sonia 344
Sánchez Jiménez, Jose María 243 Skupien Balon, Elzbieta 256
Sánchez-Hidalgo, Rubén 398 Slavescu, Valerica 373
Sancho Calderón, Diego 388 Souto Serantes, Alejandro 302
Sanjuán Barbudo, Miguel Ángel 343 Stockhausen, Harald 361
Santos Egea, Jesús 272 Suárez Cabezas, Juan Antonio 343

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COMITÉ CIENTÍFICO
Nº DE Nº DE
PRESIDENTE
NOMBRE
COMUNICACIÓN
NOMBRE
COMUNICACIÓN

Javier
T Vega de Seoane Azpilicueta
Tejera Arcenillas, Jose María 381 Trío Maseda, Montserrat 389
Toscano Becerra, Alejandro 291 Tuñón Iglesias, Sergio 323
VICEPRESIDENTE
Trick, Thomas 342

Miguel Ángel Paradinas Márquez


U
Uceda Rozas, Miguel 255 Ugarte Tundidor, Luis Carlos 253
PRESIDENTES DE ÁREAS
Ugarte, Luis Carlos 341

Juan
V Ramón García Secades
Área 1.-
Vallina EXPLORACIÓN
García, Dimas Y EXPLOTACIÓN DE
351 LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
Villa , Luis 341
Vargas Norambuena, Juan Pablo 252, 384 Villar Suarez, Yago 246
Vázquez Silva, Daniel 262 Viñals Moreno, Antonio 265
Javier Targhetta Roza
VEGA, DULCE 404 Vizcaíno Pérez, Luis 365
Área 2.-
Verdejo, MATERIAS PRIMAS
Raquel Y SU TRANSFORMACIÓN
398 Vyhmeister, Eduardo 374
Vicente Fernández, Arturo 390 Vicente, Daniela 411

José Luis del Valle Doblado


Z
Área 3.- ENERGÍA
Zamora Francisco, Isabel 399

Juan Antonio López Geta


Área 4.- AGUA

José Luis Tejera Oliver


Área 5.- SISTEMAS DE GESTIÓN Y MARCO NORMATIVO

COORDINADORES DEL COMITÉ CIENTÍFICO

Ángel Cámara Rascón


Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
SLOPE STABILITY SYMPOSIUM
2018

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ORGANISING COMMITTEE
Felipe Lobo Ruano
Dean of Official Professional Association of Mining Engineers of the South and President of the
Regional Group of Mining Engineers of the South

Daniel Fernández de la Mela Jambrina


Treasurer of the XIV International Congress on Energy and Mineral Resources

Rafael Pérez-Quevedo Gómez


General Coordinator of the XIV International Congress on Energy and Mineral Resources

Ángel Cámara Rascón


Dean-President of the High Council of Professional Associations of Mining Engineers

Ivan Carrasco Martiañez


Chief Mining Engineer – FQML (Las Cruces Mine)

José Miguel Galera Fernández


Professor for the Technical University of Madrid, Department of Geological Engineering and Mining

Max Brown
SRK Consulting. Principal Consultant (Geotechnics)

Richard Oldcorn
Richard Oldcorn
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting

Stephen Cooper
Chief Geotechnical Engineer – FQML (Las Cruces Mine)

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
SCIENTIFIC COMMITTEE
EUROPEAN ZONES

Stephen Cooper José Chacón Montero


FIRST QUANTUM MINING LIMITED UNIVERSITY OF GRANADA

Jose Miguel Galera Fernández Ricardo Laín


TECHNICAL UNIVERSITY OF MADRID TECHNICAL UNIVERSITY OF MADRID

Max Brown Leandro Alejano


SRK CONSULTING UNIVERSITY OF VIGO

Iván Carrasco Martiañez Juan José Durán


FIRST QUANTUM MINING LIMITED IGME

Patrick Ebeling Joaquín Mulas


HOLCIM IGME

Vanesa Pozo Mercedes Ferrer


SUBTERRA IGME

Marnie Pascoe Áurea Perucho


AMC CONSULTANTS CEDEX

Rory O’Rourke Jordi Corominas


DATUM MONITORING SERVICES LIMITED TECHNICAL UNIVERSITY OF MADRID

Mike Jefferies Claudio Olalla


GOLDER ASSOCIATES TECHNICAL UNIVERSITY OF MADRID

Rowan McKittrick Pedro Velasco


INDEPENDENT CONSULTANT ITASCA

Xander Gwynn María Dolores Rodríguez del Pino


ROYAL HASKONING FIRST QUANTUM MINING LIMITED

Miguel Cabal Lorenzo


AMINER

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INTERNATIONAL ZONES

South America South Africa


Fernando Vilegas Allendes Sandy Etchells
CODELCO CHUQUICAMATA AEL MINING SERVICES

Esteban Hormazabal Rob Armstrong


SRK CONSULTING SRK CONSULTING

Guillermo Ibarra Phil Carvill


SUBTERRA CARVILL GEOTECHNICAL CONSULTING

Alejo Sfriso Australia


SRK CONSULTING
Marc Ruest
David Córdoba UNIVERSITY OF QUEENSLAND
TECHNICAL NATIONAL UNIVERSITY
Emerich Hamman
North America/Canada ANGLO GOLD ASHANTI

Doug Stead Phil de Graaf


SIMON FRASER UNIVERSITY DE BEERS MINING GROUP

Mark Hawley Martyn Robotham


PITEAU ASSOCIATES RÍO TINTO

Michael Levy Jeff Price


JDS ENERGY & MINING INC SRK CONSULTING

Harvey Mcleod Dr. Ali Tolooiyan


KLOHN CRIPPEN BERGER Deputy director of Geotechnical and Hydrogeological
Marc Rougier Engineering Research Group (GHERG) at
GOLDER ASSOCIATES Federation University Australia

Dr. Debashish Chakravarty


Doctor of Geotechnical Engineering at the Indian
Institute of Technology Kharagpur.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
KEYNOTE SPEAKERS
Phil Dight
UNIVERSITY OF WESTERN AUSTRALIA

Pedro RamÍrez Oyanguren


TECHNICAL UNIVERSITY OF MADRID

Rodrigo Silva Mandiola


CIA MINERA D INÉS DE COLLAHUASI

Geoff Beale
PITEAU ASSOCIATES

John Read
INDEPENDENT CONSULTANT

John Sjöberg
ITASCA CONSULTANTS AB, SWEDEN

Derek Martin
Professor Geotechnical
PROFESSOR Engineering,
GEOTECHNICAL Dept. Civil &DEPT.
ENGINEERING, Environmental Engineering, University of Alberta,
CIVIL & ENVIRONMENTAL
ENGINEERING,
Edmonton, UNIVERSITY OF ALBERTA, EDMONTON, CANADA.
Canada.

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THEMES
1. Blasting and slope stability

2. Pit slope monitoring and processing of geotechnical data

3. FE/FD analysis techniques and their selection

4. Geotechnical and geological modelling in mine planning and operative mining

5. Ground Control and Rockfall Management: Risk quantification and acceptance criteria

6. Open pit and underground mining interactions: assessment of reliability and safety of methods.

7. Risk assessment and management of effects of groundwater in mining pits.

8. Slope failure management and remediation

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
KEYNOTE LECTURES
01. JOHN READ

02. GEOFF BEALE

03. PEDRO RAMÍREZ

04. JONNY SJOBERG, DIEGO LOPE ÁLVAREZ, PATRICIO GÓMEZ, PER-IVAR MARKLUND

AND SARA SUIKKI

05. P.M. DIGHT AND M. SALVONI

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KEYNOTE TALK

JOHN READ, JOHN R READ ASSOCIATES PTY LIMITED, ROBINA, QUEENSLAND, AUSTRALIA
Developments in Open Pit Slope Design since 2009

ABSTRACT
The objectives of Slope Stability 2018 are to i) consolidate the knowledge gained and show how techniques have im-
proved since the book Guidelines for Open Pit Slope Design was published in 2009, ii) to provide real and evidenced
results, and iii) to provide direction for further improvements beyond 2018. The objective of this keynote address is to
set the scene for the conference by over-viewing what has taken place in the open pit slope design world since 2009
by critically examining what has worked, what is not working, and what is considered to be the best approach to satisfy
best practice beyond 2018

1. INTRODUCTION
Slope Stability 2009 marked the publication of the book Guidelines for Open Pit Slope Design (Figure 1). The objective
of Slope Stability 2018 is to consolidate the knowledge gained and show how techniques have improved since then to
provide real and evidenced results: it also aims to provide direction for further improvements beyond 2018.

The guidelines book was an outcome of the CSIRO Australia research project the Large Open Pit (LOP) project. The
project commenced in April 2005. Its purpose was to address critical gaps in the industry’s knowledge and understan-
ding of the relationships between the strength and deformability of rock masses and the likely mechanisms of failure
of rock slopes in large open pit mines. The 2005 agreement envisaged the project would last for at least four years.
In the event, it continued until June 2014, courtesy of the support of 12 international large open pit mining companies.
Since then it has entered Phase II with the support of the University of Queensland and funding from eight international
mining companies.
Figure 1: Guidelines for Open Pit Slope Design (source: CSIRO Publications)
When setting up the project, feedback from mining companies and slope design practitioners indicated without ques-
tion that the time had come for the preparation and publication of authoritative, new generation pit slope design guide-
lines that linked innovative mining geomechanics research with best practice and clearly outlined the best approach to
satisfy best practice in a range of situations.
The subsequent success of the book underlines how correct this feedback was. Another key to the success was that
the book brought together the experience of the sponsors and a number of industry and academic practitioners who
willingly shared their knowledge and experience by either preparing or contributing their knowledge to chapters in the
book. It is noteworthy that although a great deal of the information in the book was drawn from material published by
academics, none of the research was done by or in universities.
I have been asked and it is my privilege to set the scene for the conference by overviewing how the geomechanics
world has fared in the open pit mining industry in the years since 2009. I will do so first by outlining what in 2009 was
considered to be the standard approach to data gathering and then by outlining what I consider to be significant ad-
vances and significant shortcomings since then, and what I consider to be the best approach to satisfying future best
practice.

2. INVESTIGATION METHOD
Geotechnical investigations are an integral part of large open pit mine development. They should follow an orderly
path of data gathering aimed at providing as much information as possible about the engineering characteristics of the
ore body, which is encapsulated within the four parts of the geotechnical model illustrated in Figure 2; the geological,
structural, rock mass, and hydrogeological models.

Figure 2: Component information and output from the geotechnical model (source: Read & Stacey, 2009)

As indicated in Figure 2, the key information included in any slope stability analysis can be grouped as follows.
The material type(s), including weathering and alteration variants (type and/or degree).

The orientation, spatial distribution and shear strength values for the major structures, including the shear strength of
the individual faults, bedding planes and any laminated structures associated with metamorphic rocks such as slate,
phyllite and schist that are continuous along strike and down dip within each domain.
The orientation, spatial distribution and shear strength values for the rock fabric within each domain, including the
strength of micro-bedding, minor faults, joints, schistosity and cleavage.

The rock mass strength values, including the point load (Is50), uniaxial and triaxial strength test values for the intact
rock, the rock mass classification information and the estimated shear strength values of the rock mass.

The elastic moduli values for the rock mass in each domain, for use in the numerical slope stability analyses.

The pore water pressure data derived from regional, mine and pit slope scale groundwater flow models that have been
calibrated with pore pressures observed in vertically discretised slope piezometers during mining.

Ultimately, the assembled information is used in limiting equilibrium and numerical stability analyses that, in parallel
with cost benefit and risk analyses, are aimed at estimating the optimum wall design. The final part of the package
normally will include recommendations for monitoring pit wall performance, rainfall and groundwater during mining.

The question is, what have we done since 2009 to improve the certainty of the data collected in the Geotechnical Mo-
del and increase the reliability of our slope designs?

3. SIGNIFICANT ADVANCES

SYNTHETIC ROCK MASS MODEL


The rock mass phi and cohesion values used in limiting equilibrium and numerical stability analyses of rock slopes
usually are obtained empirically from one of a selection of rock mass classification schemes, of which the Hoek-Brown
GSI criterion (Marinos & Hoek, 2000; Hoek et al. 2005) is usually the criterion of choice. In this empirical world rock
bridges that occur between intersecting structures in the rock mass are assigned empirical phi and cohesion values
and are assumed to behave as a continuum, that is, they do not break up.

Unfortunately, in deforming rock slopes the empirical approach does not represent geological reality. In the real world
rock bridges within the rock mass do break up, either in tension or across the joint fabric within them, which highlights
a fundamental need to look beyond Hoek-Brown and i) create an “equivalent material” that honours the strength of
both the intact rock and the joint fabric with the rock bridges, and ii) simulate the brittle fracturing that occurs within the
rock bridge as the rock mass deforms (Read & Stacey, 2009).

In response to this need the LOP project initiated a research program that went back to basics to seek a more geolo-
gical approach to the brittle fracture of the rock bridges. This lead to the application of the Synthetic Rock Mass Model
(SRM), initially developed by the Itasca Consulting Group, Inc. (Itasca), for block caving applications to the brittle
fracture process (Pierce et al. 2007).

In the SRM model the intact rock is represented by an assemblage of bonded particles numerically calibrated using
UCS, modulus, and/or Poisson’s ratio values to those measured for an intact sample (Potyondy & Cundall, 2004;
Figure 3, lower left). A discrete fracture network (DFN, Figure 3, upper) that captures the geometry and connectivity
of the fracture network within the rock bridges is then imported into the particle assembly. In the model the fractures
are represented by a smooth joint model (Figure 3, lower right) that allows associated particles to slide through, rather
than over, one another and so represent joints that slide and open in the normal way.
Figure 3: Synthetic rock mass (SRM) assemblage (source: courtesy Itasca Consulting Group, Inc.).

As demonstrated during laboratory testing, the SRM approach is able to supply information that is missing from empi-
rical strength estimates. Notably, it provides (Read & Stacey, 2009):

a constitutive model (strength envelope) for the material in the rock bridges that is not reliant on either Mohr-Coulomb
or Hoek-Brown criteria;

a strength envelope that honours the strength of the material in the rock bridges at different scales;

a strength envelope from which the Hoek-Brown parameters can be derived, that is, it provides a means of calibrating
the Hoek-Brown strength envelope.

In a review of the SRM model for block caving studies being performed by the Mass Mining Technology project (MMT
II), Evert Hoek and Derek Martin (Hoek & Martin, 2010) noted that “the SRM approach has provided an outstanding
set of tools which promise a far more realistic and reliable method of modelling rock mass behaviour than has been
available in the past. At the very least this approach should enable us to calibrate traditional rock mass classification
approaches used to estimate rock mass properties, but the approach also has the potential, in the long run, of repla-
cing these empirical approaches”.

Studies of slope failures at project sponsor mine sites using the 3D numerical modelling code Slope Model, develo-
ped by Itasca for the LOP project (Beale & Read, 2013, Appendix 6), together with Slope Model validation studies
(Damjanac, 2013), demonstrated that the Slope Model/SRM approach does capture the correct physics of rock mass
behaviour. The studies also demonstrated that validation of the DFN model and its ability to truly represent the bench
scale structural fabric within the rock bridges was a challenging task, being totally reliant on data provided by high
quality bench-scale structural mapping.

As discussed in the Significant Shortcomings section of the paper, high quality bench-scale structural mapping is an
under-performing aspect of the today’s field data gathering process and is restricting our ability to prepare the neces-
sary DFN models. In turn, this is holding back the full potential of the SRM approach for estimating the geological 3D
strength of a rock mass. Long familiarity with the less exacting Hoek-Brown and other empirical rock mass strength
criteria may also be creating a road block. However, although empirical methods may suffice for shallow pits where
an experienced practitioner is preparing the strength estimates, they definitely do not suffice when we are dealing with
pit slopes that are now ranging in heights upwards of 1200 m.

REAL TIME SUBSURFACE DEFORMATION MONITORING


Standard methods of monitoring surface displacement in open pits, including visual observations at the surface, me-
asuring pins and extensometers on observed tension cracks at the surface, total station survey monitoring of surface
prisms, and radar monitoring, collectively can provide a trustworthy real-time 3D record of any surface movements that
may be taking place in the walls of the pit.

Conversely, instruments used to monitor subsurface displacements, typically including shear strips and/or TDRs, ex-
tensometers and inclinometers, rarely, if ever, are able to detect in real time subsurface deformation when it develops
and propagates to the surface.

To overcome this limitation, a subsurface deformation system has been developed in Chile in a joint venture between
CSIRO Australia and the University of Chile, with sponsorship from mining companies in Chile. The system is based
on subsurface Smart Markers that are used for monitoring ore recovery performance in block caves. The manufactu-
rers have enhanced the Smart Marker’s on-board radio transmitters to enable the markers to be networked in a chain
located behind the pit wall. Every marker in the chain measures the strength of the radio signal between other markers
in the chain. Changes in radio signal strength over time track changes in the alignment and distance between the
markers, so locating the nature and extent of the deformation. This information is reported in real time by “hopping”
it from marker to marker to the surface reader (Figure 4). A feature of the system is continuous operation during cut-
backs: although the cutback will remove the markers closest to the pit benches (right hand schematic in Figure 4), the
remainder of the system will continue working after the cutback due to the continuing wireless communication between
the remainder of the markers in the chain (Read, 2013).

The initial trial of the system behind a vertical double bench at a mine site in Chile (Figure 5), successfully demonstra-
ted that a chain of markers can be grouted into location in vertical boreholes behind a pit wall, record the deformation
information, and report it to the surface as mining progresses (Fredes, 2016; Hölk, 2016; Widzyk-Capehart, 2018).
Figure 4: Smart Marker chain installed within the slope to detect subsurface deformation (source: Read, 2013)
Figure 5: Trial Smart Marker site. 2x marker chains installed behind the vertical double bench on the LHS of the photo
(source: Fredes, 2016)

Since the trial accelerometers and pore pressure sensors have been added to the markers and, together with impro-
vements in movement accuracy and range, the system is now able to i) provide real time identification of when and
where subsurface deformation behind a pit wall develops, ii) provide real time measurement of any pore pressures
associated with the deformation and iii), transmit that information to the surface as it propagates to and ultimately is
observed at the surface. These outcomes provides a major breakthrough in identifying and linking deformation and
associated pore pressure changes at depth behind a pit wall in real time.

PORE PRESSURE MONITORING USING GROUTED-IN VIBRATING WIRE PIEZOMETERS


The presence of groundwater and the potential detrimental effects of the resulting pore pressures on the performance
of open pit slopes has long been recognised, but it is not so long ago that estimating the pore pressure distribution with
any certainty was something of a black art. Estimates could be made provided the elevation of the water table was
known. But that was not always the case, so assumptions were made and applied to the stability analyses. A default
frequently applied to the analyses was that the slopes were “dry” and should water be encountered it would be possi-
ble to “drain” them by some means, usually assumed to be horizontal drain holes. This inadequate understanding of
pore pressures led not to over-designed slopes that were flatter than necessary but mostly to steeper, under-designed
slopes that failed.

Probably, many of you, like me, began life installing simple standpipe piezometers such as that exampled in Figure 6a.
We then progressed to the use of a sealed filter pack (Figure 6b) as we gained more experience and understanding
of the need to prevent cross-connections or determine the pore pressure where, for whatever reason, heads varied
with depth. If we were very clever, we graduated to multi-level sealed filter packs, as in Figure 6c: given that mostly
we were dealing with deep, diamond drilled boreholes, not relatively shallow RC boreholes, this was rarely the case.
Figure 6: Standpipe piezometer installations (source: Beale & Read, 2014)

Life became easier with the introduction of vibrating wire piezometers (VWPs) and a simpler installation of the sensor
within bentonite sealed filter packs, as in the left hand side of Figure 7. Yet it remained a field intensive, time con-
suming and expensive operation which, unless owners had hands-on experience of under-designed slopes that had
failed, made it difficult to convince them either of its rightful place in the slope design studies or its cost effectiveness.
How often have you arrived on a site to review the investigation and slope design procedures to find only a handful
of piezometers and an inadequate “best guess” at the groundwater levels, or where the discovery of water came as a
surprise?
Figure 7: LHS, Vibrating wire piezometers in sand packs; RHS, Grouted-in vibrating wire piezometers (source:
Beale & Read, 2013)
The game changer was the introduction of grouted-in VWPs in the late 1990s, which enabled the installation of a string
of sensors without the use of a filter pack, as illustrated in the right hand side of Figure 7. Vibrating wire piezometers
are now routinely installed by piggy-backing on exploration or geotechnical boreholes rather than in dedicated bore-
holes, which has reduced costs significantly and made it possible to install many sensors rapidly at any given mine
site (Beale & Read, 2013). This has not just benefited slope designs at individual mine sites. Data gathered from
mine sites worldwide by the Large Open Pit project since 2009 has enabled us to improve our understanding of the
occurrence and the role of pore pressures in pit slope engineering, as will be outlined by Geoff Beale in his keynote
address at this conference.

RISK AWARENESS
Section 9.4 in the Open Pit Slope Design book (Read & Stacey, 2009), addressed the need to quantify the risks that
may be associated with slope failure, outlining risk model procedures that had the objective of providing a basis for
management decision by:

• defining the risk in terms of safety and economics;


• quantifying the risk levels for different slope configurations
• quantifying the economic value added for increased levels of risk.

Since the book was published there has been a concerted geotechnical effort to follow these procedures, recognising
that safety must not be compromised as the economic value of selected slope angles is optimised. Operational risk
management and decision making processes such as those illustrated in Figure 8 are now required standard practice:
hazard management plans that include at a minimum hazard inventory, risk reduction procedures, trigger action res-
ponses (TARPS), and emergency response procedures are mandatory.

Figure 8: An operational risk management decision-making process (source: Read & Stacey, 2009, Figure 13.4;
courtesy Newcrest Mining Limited)

In the exploration field, codes for reporting exploration results, mineral resources and ore reserves to the stock ex-
change have also been updated, as for example in Australia where the 2004 JORC code (JORC 2004) was updated in
2012 (JORC 2012) with the expressed intent of ensuring that the code’s defined terms were aligned to the Committee
for Mineral Reserves International Reporting Standards (CRIRSCO) Standard Definitions as revised in October 2012.
After a transition period the 2012 Edition of the JORC code came into mandatory operation in Australia from December
1st 2013.

4. SIGNIFICANT SHORTCOMINGS
FIELD MAPPING
As pointed out in by Read and Stacey (2009, Section 2.2), outcrop mapping is fundamental to all activities pursued
by the teams responsible for designing and managing the pit slopes. This includes not just regional and mine-scale
surface outcrop mapping during development prior to mining, but bench and inter-ramp scale mapping as mining pro-
gresses. In particular, as hard rock slope failures will always be controlled by the nature of the defects that occur in the
wall (cf., Figure 2), constant field mapping and updating of the structural model is a must for the geotechnical section.
In a large open pit this necessary but time consuming activity can be a daunting task, even for a well-resourced geo-
technical group. The 3D digital photogrammetric and laser imaging technologies that are now firmly established as
routine methods that back-up structural mapping at bench and inter-ramp scale can and do reduce field mapping time.
They also help meet current OH&S field mapping safety requirements. But this does not entirely resolve the human
resource issue; there are two Catch 22s.

1. Geological maps prepared by digital photogrammetric and/or laser imaging must be ground proofed. More
often than not the co-dependent issues of time and resources have led to a map that has been prepared re-
motely in the office being committed to the database without adequate and, in some instances, any ground
proofing having been performed. The potential consequences of this short coming are a diminished hands-on
understanding and ownership of the structural model, and a structural database lacking in quality and practical
value.

2. Digital photogrammetric and laser imaging mapping techniques do provide reliable defect orientation, frequen-
cy, and spacing data. They do not provide reliable information on the persistence, roughness, aperture width
and nature of infilling of defects. This information is required at both inter-ramp and bench scale to i) provide
reliable structural models for LE and/or numerical stability analyses and ii) reliably characterise the connec-
tivity of the fracture network assembled within the DFN model used in the SRM approach to estimating the
geological 3D strength of a rock mass.

In my view, the widespread use of digital photogrammetric and laser imaging mapping has inevitably led to what I will
call a “smart technology mindset” amongst some practitioners, where the emphasis is on office rather than field based
activities.

A stand-out example is the current application of radar (RAR and SAR) in slope monitoring and the management of the
software that is used to help identify potential slope failures. First introduced into open pit operations in 2002, its main
use has been for production-critical monitoring where potential slope instabilities are located above mining activities.

The software used for operating the radar and reducing the data is not straightforward and usually is managed 24/7
by an on-site team of contracted specialist technicians reporting to the geotechnical superintendency. An unintended
consequence of this procedure is that increasingly, rather than being the production-critical monitoring tool it was inten-
ded to be, radar data is being used as a diagnostic tool for potential structurally controlled slope failure mechanisms.
This trend includes a research project recently initiated by the LOPII project to collect point cloud data from laser scans
and then process them in a semi-automatic way to characterise the main structural features. The initiating project
proposal included the statement that, once identified and characterised, the structures could also (my emphasis) be
validated through a comparison with data acquired by conventional geomechanical surveys (Farina et al. 2016). In
my view the outcome of this mindset not only puts the cart before the horse, but effectively has geotechnical person-
nel spending more time sitting behind a computer in the office rather than being in the pit mapping the benches and
inter-ramp slopes, gaining an understanding of the geology that drives structurally controlled slope failures. The site
ownership gap will become even wider if recent moves by some companies to move the radar monitoring team off-site
continue. I agree with and strongly support the concept that smart technologies and keyboard expertise are a “must
have” in the geotechnical toolbox, but I also consider there is absolutely no substitute for observant, well trained and
well equipped boots on the ground who can read a compass and follow a map (Figure 9).
Figure 9: Co-dependent activities (sources: LHS, internet photo: RHS, J Read)
EDUCATION AND TRAINING
A concern related to the technology mindset issue, but which is not a Catch 22, is that many mine site “geotechnical
engineers” have been educated as mining engineers, or sometimes as civil engineers, not geological engineers (aka,
engineering geologists). Consequently, they lack core geological skills, particularly field mapping skills. Which raises
the question, what is an engineering geologist’s skill set?

The question of what constitutes good engineering geology has been discussed by Baynes who, in a paper addres-
sing engineering geology and quality (Baynes, 1999), listed five guiding principles that are central to how engineering
geology is practiced.

1. Geological knowledge (regional and site specific).


2. Spatial and temporal distribution of the geological attributes (the model).
3. Encoding of data in geotechnical language (engineering geological description systems).
4. Transformation into an engineering framework (application of soil and rock mechanics).
5. Communication of knowledge in cognisance of the project objectives and limitations due to any uncertainties
attached to knowledge.

These principles are part and parcel of the studies for a degree in engineering geology, which usually will take an un-
dergraduate student four years to complete. In contrast, a mining or civil engineering undergraduate will be fortunate
if he is subjected to one semester dealing with “Geology for Engineers”. Their background training is so different that
expecting mining or civil educated geotechnical engineers to perform engineering geological related tasks such as
outcrop mapping and/or ground proofing digitally prepared geological maps is akin to expecting to receive pennies
from heaven.

Section 2.2.1 of Read & Stacey (2009) noted that preferably, outcrop mapping and logging should be carried out only
by properly trained geologists, engineering geologists, geological engineers or specialist geotechnicians, assisted by
specialists from other disciplines as needed. In hindsight, the use of the word preferably was a mistake.

USE OF KRIGING
Kriging is a form of regression analysis which estimates that the value at an unknown point should be the average
of the known values at its neighbours, weighted by the neighbours’ distance to the unknown point (Matheron, 1993).
Figure 10 examples a simple one-dimensional data interpolation by Kriging.

Figure 10: Simple example of one-dimensional data interpolation by Kriging, with confidence intervals. Squares
indicate the location of the data (source: Wikipedia; example.krig.png)
Kriging and variograms are essential tools for ore body block modelling, where grade information is obtained from drill
holes set out in orderly and closely spaced grids: typically, drill hole spacings are 25 m to 50 m.

Kriging has become popular with statistically minded geotechnical engineers, but caution must be exercised if it is to
be used to help prepare a Rock Mass Model. Statistically, the process is not suited to geotechnical applications, where
information, be it for RMR, RQD or fracture frequency, typically is obtained from scattered and/or widely dispersed and
differently oriented drill holes. As pointed out by Read and Stacey (2009, Section 7.2.4), such values are calculated
from a range of overlapping data sets, some with well-defined domains and others with poorly defined variability. Kri-
ging of such data is unlikely to produce a meaningful result.

DRILLING AND CORE LOGGING


Methods of core drilling and logging are explicitly set out in Section 2.4 of Read and Stacey (2009), and are well su-
pported across the industry by in-house manuals prepared by mining companies and geotechnical consultants. Des-
pite the ready availability of this information, regrettably my experience and that of many others is that the quality of
core drilling and logging too often can only be described as inadequate. Given that core drilling is the most commonly
used means of obtaining the geotechnical relationships and engineering properties of the rocks that will form the walls
of the pit, this situation is indefensible.

An example of this state of affairs is given in Figure 11. Much of the broken core in the interval shown (110 m to 127
m) was caused by poor drilling, despite the use of triple-tube core barrels. Close inspection of the core showed that
many of the fragments had been ground and rounded, which could only have been caused by poor drilling, not the
occurrence of poor quality rock. This situation had not been recognised by the loggers. To add to the logger’s diffi-
culties, although recorded on the core blocks, core losses had been spaced up by the drillers, not blocked out. Given
that the loggers were recording RQD per metre drilled, this resulted in numerous errors in the depths registered on the
logs, compounding the already incorrect RQD values recorded: I will leave it to the reader’s imagination to visualize
the representativeness of the final logs

Figure 11: Drill core between approximate depths of 110 m and 127 m (source: J Read)
The question is, why did this occur? I consider that answers to this question can be grouped under three main hea-
dings: the competence of the drillers; core recovery procedures; and the competence of the loggers.

DRILLING COMPETENCE
Geotechnical drilling in civil engineering has long been a specialised field, in Australia dating back to the 1960s when
Longyear triple-tube core barrels with split inner tubes were adopted by the Australian Snowy Mountains Hydro Elec-
tric Authority (SMHEA) to ensure that core was extracted with minimum loss and remained undisturbed when placed
in the core box (Moye, 1967, Endersbee, 1999). Regrettably, the expertise developed by the SMHEA has never been
transferred efficiently to the mining industry, and for that matter was a long time coming into civil engineering practice
in North and South America and other countries, where double-tubed core barrels sometimes still are used. In this
context it is always worth remembering that RQD, long since adopted by the geotechnical community as a rock mass
quality parameter, originally was introduced in 1964 by Don Deere and his colleagues not as rock mass parameter but
simply to account for core loss (Deere et al. 1967, Deere & Deere, 1988): core loss remains a common event when
single and double-tubed core barrels are used.

Poor drilling results in the acquisition of poor geotechnical data. Selection of a properly experienced drilling contractor
and the maintenance of appropriate QA/QC contract procedures is the responsibility of the owner.

CORE RECOVERY PROCEDURES


Understandably, mining industry drilling focusses primarily on exploration. Good recovery is stated to be a prerequi-
site, but ensuring that the core is not disturbed when placed in the core box often is not of concern to the drillers who
are aware that, when logged, most likely the core will be split for assay and thus completely disturbed: hence, carefully
boxing the core is not foremost on their list of priorities. Additionally, double-tubed core barrels are often the norm, so
that many drillers have little experience in the use and purpose of triple-tubed barrels with split inner tubes.
The quality of the geotechnical logging data very largely depends on the core being kept as nearly as possible in its
original state. When removing the core from the split inner tube of a triple-tube core barrel QA procedures must be
followed strictly if the core is to remain as undisturbed as possible. Standard QA procedures are outlined in Section
2.4.7.1 of Read and Stacey (2009), and I specifically repeat two important ones here.

1. When transferring the core to the core tray, the best results are obtained by replacing the upper split with a PVC
pipe that has been cut in half, rolling the combination over to transfer the core from the split tube into the cut
PVC pipe, then placing the cut PVC pipe containing the core directly into the core tray.
2. Spacers such as the red coloured PVC sticks shown in Figure 12 must be used to mark core loss zones. In
Figure 11 spacers have not been used, with the lengths of core retained and lost in the run being written on
the core lift markers, which have been closed up. Closing up core lift markers so that only the length of core
retained is visible fails to highlight the core loss and potentially introduces measurement errors when logging.
Figure 12: Core loss zones marked by red coloured lengths of PVC (source: D Martin)
LOGGING COMPETENCE
Core loggers must have a geological background and be professionally trained not just to collect the required geo-
technical data, but also to recognise bad drilling such as that in Figure 11 when confronted with it. They must also
have the presence of mind to draw on other available sources of data to help them overcome difficulties such as those
presented by the broken core in Figure 11.

As an example of utilising other sources of data, it transpired that the drill hole from which the core in Figure 11 was
recovered had been logged with a televiewer (Figure 13), which enabled a more reasonable evaluation of the rock
mass than could be provided by the core logs.

The televiewer log showed core loss at approximate depths of 105.8 m to 106.7 m, 112.0 m to 112.5 m, 118.0 m to
119.0 m and below 124 m, and small losses elsewhere. Otherwise, the wall rock appeared to be intact, with structu-
res and fracture frequency recorded. This information provided a clearer understanding of the rock mass properties
than was possible from the drill hole log. In addition to the structural information gained, because the televiewer log
recorded fracture frequency, it was possible to use Bieniawski’s method to make an empirical estimate of the RQD of
the rock mass in the badly broken section of the core.
Figure 13: Televiewer log of core in Figure 11 between depths of 102 m and 124 m (source: Andes Geofísica S.A.)
5. SATISFYING FUTURE BEST PRACTICE

TRAINING
As highlighted in the Significant Shortcomings section of the paper, quality field mapping, including mine-scale, in-
ter-ramp and bench-scale structural mapping, is an under-performing aspect of today’s field data gathering process.
In my view, this can only be resolved by corrective skills training on site, not off-site.

Off-site training and course work has a number of drawbacks. It reduces the site resources, the question always be-
ing, “can he/she be spared”? And the learning gained tends to benefit the individual not the site team, as it is often not
transferred to the team members when the individual returns to the site.

On-site training brings the trainer to the site, which enables the training to be directed at and performed as part of the
day-to-day activities: for example, inter-ramp and bench mapping, and core logging. This will not only enable the
building of both individual and team skills, but will help build an understanding and ownership of the site geotechnical
model. It will also build the confidence of the planning and operations groups in the skills of the geotechnical team.

RESEARCH
The outcomes of the LOPI project clearly demonstrated that, to be effective, future applied research must be a part-
nership between sponsoring mining companies, industry and academic practitioners, and the researchers; it will not
be advanced in the isolated corridors of academia.

The research initiated and promulgated by the LOPI project is being continued by the LOPII project. Ongoing LOPII
research projects include: the use of data from different mine sites in Bayesian and empirical approaches to estimate
geotechnical uncertainty in risk-based slope designs; combining numerical modelling and field data to provide practical
guidelines for quantifying the empirical Hoek-Brown wall damage factor “D”; and the aforementioned application of
radar, integrated with laser and total station data, to support structural mapping. A detailed monitoring guidelines book
is also being prepared, with publication intended towards the end of 2018.

Currently, the LOPII Sponsor Management Committee is assessing future research priorities and funding to enable the
LOPII project to be succeeded by an LOPIII project. I would strongly urge mining companies to continue their support
of these initiatives so that the link between innovative geomechanics research and best practice forged by the publi-
cation of the open pit slope design guidelines book and the subsequent LOPI project publications can be maintained.

TECHNOLOGY APPLICATION
Since the 1960s there have been a number of key step changes in the equipment used by civil and mining geotechni-
cal engineers to obtain geotechnical data from outcrop mapping and drilling. Foremost was Longyear’s development
in the 1960s of triple-tube core barrels with split inner tubes to ensure that core could be extracted with minimum loss
and remained undisturbed when placed in the core box. The parallel development by the SMHEA in conjunction with
Triefus Pty. Ltd. of a spring loaded extending nose cone attached to the triple tube core barrel to help retain undis-
turbed samples of completely to highly weathered rock within intervals of fresher rock (granite) was an associated step
change.

Other key step changes have included: the adoption in the early 1990s of downhole televiewers, first developed by
the oil industry (ATV, 1960s; OTV, 1980s); the introduction of 3D digital and laser mapping technologies in the early
2000s (Sirovision, 2001; Adam 3DM Analyst, 2003); and slope instability radar (2002).

The two technologies that I believe will provide step changes in the future are the Smart Markers outlined earlier in the
paper and drones (UAVs).

The step change provided by the Smart Markers is their ability not just to record in-ground deformation behind the pit
wall as it occurs and report it to the surface in real time but also, with the addition of pore pressure sensors, record
and report in real time any pore pressures changes that are associated with the deformation. This outcome is not just
a breakthrough, but a step change as, for the first time, it enables us to link deformation with pore pressure changes
in real time.
Surfing the net whilst preparing this paper I came across a 2014 article that cited 192 future uses for UAVs listed in
24 categories, ranging from early warning systems through emergency services, delivery, business activities and
marketing, to farming. One potential hazardous material delivery mechanism that caught my eye was the UAV with a
robotic arm pictured in Figure 14.

Figure 14: UAV with robotic arm (source: www.futuristspeaker.com)

The only mining related use of UAVs listed in the business activities category was geological mapping, but if you brow-
se through some of the mining company web sites you will find a wide range of UAV activities cited. Commonly, these
will include the provision of real time aerial footage and 3D site maps, measuring stockpiles, traffic monitoring, and
safety monitoring activities. Notably, a high proportion of the activities cited highlight the UAV’s contribution to one of
a mine manager’s key performance activities, cost savings.

Given the proliferation of UAVs in mining you may wonder why I have included them in the step change category. I
do so with one particular application in mind, pit wall mapping. I have already lamented that high quality structural
mapping of our benches and inter-ramp slopes is an under-performing aspect of today’s field data gathering process.
I believe this is one area where UAVs can be not just a cost saver, but a game changer that helps site teams improve
the quality of the information held in the structural model.

Discussions with hands-on users of the technology indicate that it adds significant new dimensions to current wall
mapping practices (P Craine, M Zelic, RTIO, Western Australia, pers.comm.), particularly the following.

1. The ability to observe images across a range of scales without loss of resolution.
2. Multipoint image capture, enabling:
a) the change of perspective and the elimination of shadows. Digital 3D mapping images (Sirovision and/or
AdaTech) are recorded from one position, usually the pit floor, making berms invisible and/or leaving certain
parts of the wall in shadow;
b) the mapping and measuring of linear structural features such as a fold plunge, a striation on a fault plane,
and mineral lineation. Mapping linear features is critical for understanding structural architecture and poten-
tial wall instabilities. When looking only at photographs it is an extremely difficult task.
In the discussions it was emphasized that the accuracy of UAVs is not the same without survey ground controls. Al-
though the need for ground controls may not meet short term objectives of reducing costs by removing people from the
pit, in my view the improved accuracy and reduced uncertainty in the structural model, together with the consequent
long term gains in the reliability and safety of the pit walls, far outweigh such concerns.

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HOW OUR UNDERSTANDING OF WATER AND SLOPE STABILITY HAS
IMPROVED SINCE 2009
Geoff Beale, Piteau Associates

1. ABSTRACT
An objective of the Large Open Pit (LOP) Project was to improve the understanding of the occurrence and the role of
pore pressures in pit slope engineering. New ideas have been developed and investigated by analysing geotechnical
and hydrogeological monitoring data from many mine sites worldwide. Standard methods have been developed for
inputting pore pressures into slope stability analyses, to investigate the sensitivity of slopes to water pressure, and the
cost-benefit of implementing slope drainage systems. The importance of hydromechanical coupling in low permeability
rock masses in which pore pressures are influenced by changes in in-situ stress and dilation of the rock mass as it is
mined is now better understood. There is better appreciation of the need to optimise the mine site layout and minimize
the extent to which seepage from mine facilities impacts the pit slopes. There is also better awareness of the need for
good surface water management to minimize the development of transient pore pressures.

2. PORE PRESSURE CONDITIONS


Pore pressure is the only parameter in a pit slope that can be readily changed. To enable optimization of the slope
design and improve the performance of the excavated slopes, an increasing number of mines are incorporating con-
trols on pore pressure (slope depressurization) into their basic mining cycle. The cost of reducing pore pressure is
invariably small compared with the cost of buttressing, unloading or other forms of remediation or mitigation to improve
slope instability.

At any given point below the water table, the water pressure acting on the pore spaces or fractures may be defined as
vertical height of the column of water acting through the interconnected pore spaces or fractures on that point, multi-
plied by its unit weight (9.81 kN/m3). Pore pressure is positive below the water table, zero at the water table, and zero
or slightly negative above the water table.

However, most geological sequences typically exhibit poor or incomplete vertical hydraulic connection, so the pore
pressure increase with depth below the water table is usually not linear, and conditions are not “hydrostatic”. This is
particularly evident around active mine sites where there are large hydraulic stresses acting on the groundwater sys-
tem. Vertical components of the pressure gradient develop because of flow towards the pit or to the dewatering system
(Figure 1), and are a fundamental component of the hydrogeology model. The use of hydrogeological cross sections
is often a preferred method for presentation and analysis of vertical gradients.

Around active mining operations, it is not uncommon for vertical (downward) hydraulic gradients to be higher than late-
ral hydraulic gradients. Downward pore pressure gradients are termed “sub-hydrostatic”, and often occur in the upper
to middle parts of the pit slope. Upward pore pressure gradients most often occur in the toe of the slope, particularly
during periods of rapid sinking of the pit floor. These may create destabilizing forces in the lower pit walls.
Figure 1: Diagrammatic cross section illustrating how geological conditions and groundwater flow create complex
vertical hydraulic gradients behind most pit slopes (reproduced from Beale and Read, 2013)

3. ROLE OF WATER IN SLOPE ENGINEERING


In any pit slope, a change in pore pressure will cause a change to the resistive forces, and a change to the driving
forces.

Changes to the resistive forces are captured in the effective stress term. A decrease in pore pressure results in an in-
crease in effective stress and shear strength, and hence, an increase in the resistive forces. Although mine dewatering
often causes a slight reduction in total stress (the weight of water is small compared with the total weight of rock, even
in porous materials), it can also cause a large decrease in the pore pressure and an increase in effective stress. The
effective stress concept is illustrated in Figure 2, before and after dewatering.

Figure 2: Diagram illustrating changes to the effective stress before and after depressurization. Note that dewatering
also reduces total stress by a relatively small amount (reproduced from Martin and Stacey, 2018)
Figure 3 shows an inclined surface before depressurization (left) and after depressurization (center and right). De-
pressurization increases the effective stress acting normal to the failure plane. On most failure surfaces that derive at
least a portion of their shearing resistance from friction, the resisting force is a function of the effective normal stress,
so increasing the effective normal stress results in an increase in shearing resistance. In addition, water pressure also
acts as a driving force, and decreasing the pore pressure decreases the driving forces.

As shown in Figure 4, natural drawdown induced by the mine excavation results in a pore pressure gradient towards
the slope face (gradient=A/X). As mining of a new pushback occurs, there may be an overall reduction in pore pressure
due to seepage/drainage towards the face, but the pushback increases the pore pressure gradient towards the slope
(new gradient=B/Y>A/X) and may therefore increase the driving forces.

Figure 3: Illustration of how depressurization increases the resistive forces (RP, center diagram) and reduces driving
forces (DP, right-hand diagram) (reproduced from Beale and Read, 2013)

Figure 4: Mining of a pushback may create a reduction in pore pressure due to seepage but may also increase the
gradient, and hence driving pressure towards the slope (reproduced from Beale and Read, 2013)

The increasing hydraulic gradient is often greatest across a structure or other discrete discontinuity plane. Water pres-
sures often become “stair-stepped” across structures. Creation of driving pressure gradients across adversely oriented
structures is one of the key risks of instability for slopes excavated in strong rock. The pushback removes confinement,
and drainage to the slope (or to drain holes) in front of the structure creates the driving pressure gradient.

4. HOW DOES DEPRESSURIZATION OCCUR?


A goal of the LOP project was to provide improved insight on how depressurization of a rock mass occurs. The ‘A-B-
C-D’ concept of fracture flow was proposed (Figure 5), which is linked to the principle of a size-order relationship
within the fracture network. A typical fracture network might comprise a few highly-transmissive and pervasive ‘first
order’ fractures (A), many more less transmissive second order fractures (B), and so on for third (C) and fourth (D)
order fractures. In more porous rocks, or rock types containing a pervasive network of micro-fractures, ‘D’ may also be
considered as the rock matrix. The permeability of the fracture network is dependent on the scale of this distribution.

At the scale of most analysis and modelling, and for the majority of hydrogeological settings, most rock types are per-
vasively fractured. Pore pressure is distributed throughout the entire rock mass, not just around the main faults and
fractures. Even the smallest aperture low order fractures contain pore pressure.

Figure 5: Illustration of fracture-controlled (dual-porosity) drainage response due to (a) groundwater flow and (b)
unloading response in a fractured rock mass (reproduced from Read & Stacey, 2009)

Research involving a review of pit slopes from over 80 mining projects has shown that the biggest factor influencing
pore pressure is the wider-scale hydrogeology setting, and particularly, the sources of recharge. Estimating the sour-
ces of groundwater recharge is a fundamental part of any pit slope analysis. Recharge may be derived from adjacent
groundwater units outside the pit, infiltration of precipitation on the slope itself, or surface water run-on to the slope.
A key issue for many mines is the recharge derived from mine facilities in the project area, including tailings facilities,
leach pads, leaky pipes and tanks, process areas, stormwater drains and ponds, etc. A challenge that faces the indus-
try is the improvement of the site layout to minimize the risk of artificial groundwater recharge influencing the pit slopes.
Because of the pervasive nature of fracturing in most settings, “off-the-shelf” equivalent porous medium (EPM) codes
are appropriate for virtually all practical modeling situations. Detailed models can be created using EPM codes by po-
pulating the model grid with anisotropy in permeability and porosity, discrete fractures, fault zones, permeable horizons
and other features based on the hydrogeological interpretation, and dual porosity flow characteristics. There is rarely
(if ever) a need to construct fracture flow models.

5. INPUTTING PORE PRESSURES INTO A GEOTECHNICAL ANALYSIS


There are three main methods to incorporate pore pressure into a geotechnical analysis. These are:

• Ru values
• Water tables or phreatic surfaces (created analytically or using numerical models)
• Pore pressure grids (created analytically or using numerical models)

An essential first step is for the hydrogeological and geotechnical groups to work together to identify the key controls
for geotechnical stability. This will help ensure that the specific goals and required outputs of the hydrogeological
analysis are clearly defined. It often advisable that the geotechnical model is first used for an initial screening analysis
to evaluate the sensitivity of the slope materials to water and to identify the most important and sensitive areas in the
slope. The screening analysis can be used to define the priority slope sectors for hydrogeological analysis (and also
those sectors that may be of lesser concern).

Ru is defined as the ratio between the total upward force due to water pressure and the total downward force due to
the weight or overburden pressure. A value can be calculated for any point where the pore pressure and the properties
of the overlying materials can be estimated. If the rise in transient pore pressure can be measured (or estimated), the
Ru values can calculated and entered directly into the inter-ramp scale or bench scale geotechnical analysis.

The Ru approach may be appropriate for early-stage analysis, investigating the sensitivity of the geotechnical analysis
to water, and estimating the effects of transient pore pressures where surface water infiltrates into shallow joints and
fractures that are above the main water table. It is particularly useful for simulating pore pressures that result from
perched groundwater zones in interbedded stratigraphy.

The use of a water table (phreatic surface) may be appropriate where the vertical component of the hydraulic gradient
is relatively small, where there is a limited amount of data available, or where a relatively rapid analysis is required
to evaluate the sensitivity of the slope to water. Phreatic surfaces for 2D geotechnical models may be created easily
and are therefore widely used. Unless otherwise constrained, they assume hydrostatic conditions below the phreatic
surface. The sensitivity to vertical gradients can be simulated by reducing the pore pressure below the phreatic surface
to say 75% or 50% of hydrostatic in certain hydrogeological units, in defined zones, or globally. Where conditions are
known and the analysis can be constrained, the zonation of sub-hydrostatic conditions can be an extremely useful and
robust method for inputting pore pressure to the geotechnical analysis.

The level of required pore pressure analysis will typically increase as the project develops. The hydrogeology results
need to feed into the geotechnical analysis, and there is often insufficient time to carryout detailed numerical analysis
in the early stages of an investigation. For early project stages, there is seldom enough data to justify detailed nume-
rical modelling.

Development of pore pressure grids using numerical analysis may be appropriate where multi-level piezometers are
installed in the main hydrogeological units and on key identified cross sections, and if there is a sufficient amount of
supporting data to justify the model. If numerical analysis is to be considered, there should be some form of hydraulic
stress and response data with which to calibrate the model.

It may be possible to use a trend analysis to forward-predict the future decline in pore pressure for each piezometer,
based on future drainage assumptions. This approach may provide an alternative to numerical modelling. A num-
ber of mine operators have prepared pore pressure grids for snapshots in future time by contouring the results of
forward-predicted piezometer hydrographs.
6. HYDROMECHANICAL COUPLING
Geotechnical theory shows that the removal of material by mining reduces the total stress on the materials remaining
within the slope, so their volume slightly expands. The pore spaces and/or fracture apertures will therefore increase
slightly. Consequently, there will be a tendency for the pressure of the water to reduce (solid to fluid coupling). Where
the permeability of the formation is low enough such that groundwater flow is negligible, the response to the stress
change is taken up entirely by the formation and is termed an “undrained response”.

However, for most pit slopes, particularly those excavated in strong rocks, the evidence shows that an undrained res-
ponse is observed only when the permeability of the units within the zone of relaxation is low. Experience has shown
that, where the permeability of the formation is greater than about 10-8 m/s, or where there is any significant recharge
to the slope materials (i.e. the majority of groundwater settings), the influence of groundwater flow (drained response)
becomes increasingly dominant, and the effect of deformation on reducing pore pressure becomes less. The decrea-
se in head within the zone of relaxation will cause water to move in quickly from surrounding material unaffected by
the decrease in total stress, damping the undrained response. Therefore, for most settings, depressurization occurs
because of groundwater flow.

Where hydromechanical coupling is evident, there is often a stepped response that correlates to mining of individual
benches (Figure 6). However, there is still a limited amount of worldwide empirical data with which to validate respon-
ses. A key issue for feasibility studies is that it is not possible to obtain actual site-specific data until the mining starts,
and there is limited worldwide experience to provide support for the study.

Figure 6: Stepped response to hydromechanical coupling from mining a slope in theory (left) and observed data
(right). In hard rock settings, a strengthening downward hydraulic gradient may be observed because of the coupling
processes

The presence of preferential groundwater flow paths and increased hydraulic diffusivity in low permeability materials is
important for damping undrained responses. These factors are often overlooked in geomechanical studies, particularly
where parameter values have been averaged. In many settings, the presence of closely spaced exploration drill holes
creates enhanced vertical permeability and is often a significant factor.
Monitoring

Hydrogeological monitoring is an integral component of any pit slope, and may take the form of boreholes that are
temporarily left open (with or without liner pipe), standpipe piezometers or observation wells (single or multi-level),
vibrating wire piezometers (VWPs) placed in sand packs, grouted-in VWPs, horizontal piezometers, or specialist
Westbay piezometers. The piezometer provides a means to measure the pore pressure and the total groundwater
head at any given location.

Since the late 1990s, the mining industry has pioneered the application of grouted-in VWPs to provide multi-level pore
pressure monitoring to help understand the complex heterogeneities and compartmentalisation common to pit slopes.
The grouted-in method allows a large number of piezometer sensors to be instrumented in a single borehole to mea-
sure pore pressure and hydraulic response at various discrete depths, and to understand the vertical gradients. The
increasing use of grouted-in VWPs has greatly increased the general understanding of mine hydrogeology.
Figure 7 shows an example of multiple grouted-in VWP sensors. Typically, 2-5 sensors are placed in the hole but, in
some cases, it is possible to install six or more sensors in HQ or RC holes, and some operators have pioneered the
installation of as many as ten. However, where field experience at a given site is limited, it is usually sensible to start
off with fewer instruments in the hole (say two to three) and to slowly increase this once the site-specific conditions are
better understood, and when site-specific installation procedures are developed by the mine operator. Grouted-in VWP
installations are frequently made by piggy-backing on mineral exploration or geotechnical drill holes. Consequently,
the cost is low, and it is often not necessary to drill a dedicated hole. Many installations can therefore be made rapidly
at any given mine site.

Figure 7: Examples of vibrating-wire piezometer installations. The grouted in approach has been pioneered by the
mining industry and is now used worldwide (reproduced from Beale and Read, 2013)

The relatively small diameter of the VWP sensors and cables leaves space within the borehole for additional geote-
chnical instruments, such as inclinometer casing, TDR cables, accelerometer arrays and borehole extensometers.
The frequency of pore pressure readings is often modified to match the monitoring frequency for the geotechnical
instruments. There is an increasing tendency to integrate plots of geotechnical parameters from radar, prisms, TDRs,
inclinometers or extensometers with pore pressure hydrographs, pumping hydrographs, timing of horizontal drain
installations and precipitation data.

7. SURFACE WATER AND TRANSIENT PORE PRESSURE


Slope instability most frequently occurs at shallow levels in the slope (within say 50 m) where disturbed conditions
exist and where confining stresses are low. Shallow water pressure is often a contributing factor. The less the confining
stress, the greater the potential influence of the pore pressure change. Transient pore pressure changes may occur
in materials that are already saturated (and therefore have positive pore pressure) or are unsaturated (and therefore
have zero or slightly negative pore pressure).

Transient pore pressure changes may be observed due to a number of factors, including:
Blasting (very rapid response, potentially milliseconds, possibly creating water hammer effects in strongly jointed rock)

• Deformation or failure of the slope materials (often a rapid response during failure, potentially minutes)
• Changes in rainfall patterns (often causing an hourly or daily response)
• Seasonal changes (often causing a daily to monthly response)
• Mining related deformation of the slope materials (potentially on the scale of a week in areas of rapid mining,
but generally longer term)
Shallow pore pressure changes are usually related to the infiltration of surface water. The infiltration may be derived
from surface water run-off due to precipitation on the slope itself, run-off from above the crest of the wall (channels,
overland flow, shallow sub-surface interflow), uncontrolled groundwater seepage from higher up the slope, or water
from wells and horizontal drains that have no reticulation. It is also common that shallow pore pressure changes are
caused by leakage from pipes, tanks or other mine facilities.

A change in shallow pore pressure influences the effective stress and resistive forces. In porous materials, changes
in water content and consequent volumetric changes of the materials may also influence their strength, and may in-
fluence the total stress acting on the underlying materials. Instability in weak rocks, or toppling in sandstones and other
jointed rocks, can be triggered by transient pore pressure caused by recharge.

In settings with high rainfall or rapid melting of snowpack, it may be advantageous to install shallow piezometers above
the water table to monitor transient pore pressures close behind the slope in rocks that are normally dry (Figure 8).
Piezometers that go dry as the dewatering program progresses should be retained if there is a potential for seasonal
re-saturation and transient pore pressure.

Input of transient pore pressure to the geotechnical analysis can use an R(u) analysis, pore pressures applied speci-
fically along potential failure surfaces, zones of transient pore pressure applied through the entire rock mass, or con-
toured piezometer data. As for any analysis, the geotechnical modelling has much more value if it can be constrained
by real data collected from shallow piezometers, and if the sensitivity of the analysis to water pressure is investigated.

Figure 8: Example of transient pore pressure from two piezometer sensors in the same borehole. The piezometers
originally measured permanent saturation, but went dry because of the dewatering program. The upper sensor
shows the transient pore pressure effect of individual rainfall events. The lower season show a seasonal transient
pore pressure change (reproduced from Beale and Read, 2013)

8. KEY INDUSTRY CHALLENGES


There are a number of common hydrogeological challenges to the mining industry. Discussion amongst the LOP spon-
sor groups has indicated the following concerns:

1. Improving groundwater characterization


2. Integrating pore pressure with the geotechnical analysis
3. Providing better support for feasibility studies
4. Adopting a “mine, monitor and adjust” philosophy
5. Laying out the mine site to reduce the influence of facility leakage
6. Prioritizing the surface water and groundwater management plan

IMPROVING GROUNDWATER CHARACTERIZATION


Historically, packer testing has been widely used to characterize the permeability of the site materials. However,
conventional packer testing only provides characterization of a very small volume of material immediately adjacent
to the borehole. For the majority of groundwater settings, these “point-scale” permeability tests have little bearing on
the overall groundwater flow system, which is more commonly controlled by wider-scale connectivity of the fracture
systems, the locations of faults or lithological contacts (Figure 9), and the wider-field influences. Recharge and “water
availability” is usually more important than local-scale permeability.

Figure 9: Illustration of how groundwater is controlled by wider-scale features rather than “point-scale” permeability
(reproduced from Beale and Read, 2013)

The interpretation of piezometer responses to short or long-term changes in hydraulic stress allows a more realistic
assessment of the wider-scale groundwater setting. Therefore, it is important to carry out as many “groundwater stress
tests” as possible, where the response to the hydraulic stress is measured at surrounding observation points. “Cross
hole testing” allows characterization of the wider flow system rather than the “point-scale” permeability.

INTEGRATION OF PORE PRESSURE WITH THE GEOTECHNICAL ANALYSIS


At all stages, it is normally advisable to use a range of water conditions for input to the geotechnical analysis, rather
than “absolute” conditions. This allows the sensitivity of the slope to be understood, and allows the slope depressuri-
zation program to be focussed. Where there is insufficient time or supporting data, alternatives to numerical modelling
should be considered. If numerical modelling is carried out, critical validation of the results is essential prior to use in
the geotechnical analysis.

PROVIDING BETTER SUPPORT FOR FEASIBILITY STUDIES


One of the goals of the LOP project has been to provide guidelines on the data required for each stage of project de-
velopment. This includes the hydrogeology program. Many feasibility studies in low permeability settings are difficult
to support because they do not include empirical response data. Cross-hole testing at a local scale (10-20 m hole se-
paration) is being increasingly used to provide piezometer response data with which to validate the studies. The LOP
has also defined the importance of benchmarking with as many sites as possible in similar hydrogeological settings.
WHEN TO ADOPT A “MINE, MONITOR AND ADJUST” PHILOSOPHY
The inherent local scale variability of mine geology often makes precise geotechnical or hydrogeological modelling
difficult. Analytical or numerical model results require careful interpretation to determine their applicability at a local
scale. Where conditions are uncertain, the observational (“mine, monitor and adjust”) approach is often used, in part,
because of the increasingly high quality of monitoring data (Figure 10).

Figure 10: Example of using radar monitoring to constrain the slope depressurization program (courtesy of Steve
Borron, Todd Ashinhurst and Jeremy Dowling; reproduced from Martin and Stacey, 2018)

LAYING OUT THE MINE SITE TO REDUCE THE INFLUENCE OF FACILITY LEAKAGE
At many mining operations, elevated pore pressure conditions in some slopes are “self-inflicted” and occur because of
uncontrolled leakage losses and infiltration from mine site facilities. A key challenge is to optimize the site layout, and
to create good construction control on facilities that surround the pit (or will surround the future pit).

Pit expansions are inevitable, and many of the issues occur due to historic facilities, or because multiple expansions
have progressively moved the pit crest closer to the artificial recharge source. Any effort to define and control the re-
charge sources in advance may help reduce the burden of slope depressurization.

PRIORITIZING THE SURFACE WATER AND/OR GROUNDWATER MANAGEMENT PLAN


An on-going challenge for the mining industry is the smooth link between “engineering” and “operations”. In some
situations, surface and groundwater designs are only implemented and maintained if the maintenance group has
adequate resources. At operations where resources may be limited, it is often difficult to prioritize the construction and
maintenance of water management facilities that may have a slow rate of economic return.

Water management has become an integral part of the mining cycle and often requires similar attention and mainte-
nance as all other mining systems and equipment. Regular (systematic) field inspections and on-going maintenance is
a key factor. At many operations, the primary purpose of the surface water management system is to protect the pit slo-
pes. As such, the surface water program should often be led by the by the geotechnical group. Mine geotechnical staff
should be responsible for the design and regular inspection of the system, and for driving the maintenance program.

7. ACKNOWLEDGEMENT
Much of the material within the paper has been sourced from the publications sponsored by the LOP project and pu-
blished by CSIRO Publishing and CRC Press/Balkema.

Technical review of this document has been provided by PM Hawley of Piteau Associates.
8. REFERENC ES

• Beale, G. and Read, J. 2013.


• Guidelines for evaluating water in pit slope stability. CSIRO Publishing and CRC Press/Balkema
• Domenico, P A and Schwartz, F W, 1997
• Physical and chemical hydrogeology (2nd edn), Wiley, New York.
• Martin, D and Stacey, P. 2018.
• Guidelines for slope design in weak rocks. CSIRO Publishing and CRC Press/Balkema
• McKenna GT (1995). Grouted-in installation of piezometers in boreholes. Canadian Geotechnical Journal 32(1),
355–363.
• Mikkelsen PE & Slope Indicator (2000). Grouting-in piezometers. Available from <http://www.clopeindicator.com/>
• Read, J. and Stacey, P. 2009.
• Guidelines for open pit slope design. CSIRO Publishing and CRC Press/Balkema
SLOPE STABILITY PROBLEMS AT THE IBERIAN PIRITIC BELT AND THE
OSSA MORENA GEOLOGICAL ZONES
Pedro Ramírez Oyanguren
Emeritus Professor
Polytechnic University of Madrid

ABSTRACT
The purpose of this paper is to present some problems of slope stability that have occurred in the Iberian Pyritic Belt
and the Ossa Morena geological zones and the solutions that have been given to them. It is intended to guide future
open pit miners so they can design stable slopes in both zones. Four mines are studied: Cobre Las Cruces,
Aguablanca, Atalaya and Aznalcóllar. The slope stability problems that have been faced in these mine are as follows:

Las Cruces: the ore body is overlain by 140-150 m of Tertiary marls. These marls constitute a more problematic unit
from the geotechnical point of view as they have very low strength.

Aguablanca: the central and southern areas of the open pit are made up of very strong gabbro, but the rock mass
has many unfavourable joints in the South slope that resulted in many instabilities.

Atalaya: the South slope of Atalaya pit is deforming towards the pit bottom due to excavation of slates of the Culm
formation, carried out in the Southeast corner of the open pit to extract gossan; in addition, old underground filled
workings, eroded by runoff water are a contributory factor, aggravate the problem.

Aznalcóllar: the problems of stability of the Southern slope of the Aznalcóllar open pit were mainly due to the fact
that the strong N-S stresses existed in the area produced a weakening of the foliated rock mass, the issue was further
aggravated by water pressures.

COBRE LAS CRUCES


1. INTRODUCTION
Cobre Las Cruces is an open pit measuring 1600 m by 900 m (final pit shell) with a maximum depth of 250 m. The
mine is located in the Iberian Pyritic Belt (IPB) near Gerena (Sevilla), and exploits a copper ore body in the same
Palaeozoic volcano sedimentary sequence that hosts the Atalaya and Aznalcóllar mines. The Palaeozoic is
comprised of slates, tuffs and porphyric rocks. The ore is overlain by 140-150 m of Tertiary marls known as
“Guadalquivir Blue Marls”. Below the marls there is a sandy formation that constitutes, jointly with the weathered top
part of the Palaeozoic sequence, a regional aquifer known as “Niebla Posadas”. The water table is 30 m below the
surface (Cooper, et al. 2015).

To obtain access to the mineralization a pre-stripping excavation of the marls is required. These marls constitute a
more problematic unit from the geotechnical point of view as they have very low strength. This has strongly influenced
the pit geometry requiring an overall slope of 28º from the surface down to -45 m level and of 31º from that level to -
150 m, while in the Palaeozoic the slopes are considerably steeper, reaching 50º (inter-bench) in the massive
sulphates. The individual benches in the marl slope are of 10 m height and 60º inclination, except the first two benches
in which a 45º inclination has been adopted.

The marls correspond to a marine Tertiary formation. From the geotechnical point of view, they constituted a more
problematic lithology as they present a weak strength, low permeability, as well as discontinuities, bedding planes
and other vertical joints.

GEOTECHNICAL CHARACTERIZATION OF THE MARLS


Visually the marls seem to be homogeneous but a detailed analysis allows the distinction with depth sections of
different geo-mechanical characteristics. Table I shows the stratigraphy of the marls, indicating the typical thickness
of each unit. Figure 1 shows the change of UCS with depth. and Table II shows the main geo-mechanical values of
each horizon.
Table I: Depth and thickness of variously lithologies within the mine pit. (S. Cooper, et al. 2015)

Typical
Typical Depth Thickness
Lithological Description Designation Depth
(top –m) (m)
(base -m)

Weathered
Brown, highly weathered. MET1 0 10 10
Marls

Brown mottled blue,


MET2 10 23 13
weathered.

Blue mottled brown,


MET3 23 31 9
moderately weathered.

Blue, very weak, without


Fresh Marls LEVEL 1 31 80 49
observable weathering.

Blue, weak, without


LEVEL 2 80 110 30
observable weathering.

Blue, weak, without


LEVEL 3 110 120 10
observable weathering.

Sandy Marls, transition zone


SANDY MARLS 120 125 5
to aquifer
0

MET-1

10

MET-2
20

MET-3
30

40
Profundidad de la muestra (respecto a cota 35 m.s.n.m.)

50

NIVEL-1

60

70

80

90

NIVEL-2

100

110
NIVEL-3

120

NIVEL-4
130

140
Proyecto
Seguimiento Margas arenosas
150
0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000 4.500 5.000 5.500

RCS (kPa)

Figure 1 - Compressive strengths of the marls (Galera et al. 2009a)


Tabla II: Geo-mechanical values for each geotechnical horizon – Tertiary. (S. Cooper, et al. 2015)

Depth c  p   PI
Horizon ci (kp/cm2) m s
(m) (kp/cm2) (º) (t/m3) (t/m3) (%) (%)
MET-1 0-10 3.5 2 1 1.10 22 2.714 1.415 30.3 34.3
MET-2 10-23 3.8 4 1 1.50 21 2.714 1.459 28.5 30.2
MET-3 23-31 3.8 4 0.07 1.50 21 2.714 1.496 27.1 30.8
LEVEL-1 31-80 4.0 6 0.05 2.1 20 2.714 1.528 25.5 38.1
LEVEL-2 80-110 4.0 6 0.05 2.7 18 2.714 1.585 24.2 39.1
LEVEL-4 115-130 6.0 6 0.01 2.8 18 2.714 1.579 24.2 38.5

The marls present a strain-softening behaviour when compressed. In accordance with the progressive failure of the
marls a strain-softening constitutive model has been used to obtain marls strength parameters. The cohesion, friction
angle and dilation of piecewise-linear function of softening parameters measuring the plastic shear strain have been
defined. Figure 2 (Galera et al. 2009) show the results of the compression tests as well as the average strain-
softening model adopted in each case.

Figure 2 - Uniaxial Compressive Strength Test Measuring Post-failure behaviour (Galera et al. 2009a)
2. DESIGN OF THE SLOPES
Over the last 14 years the initial geotechnical model and design has been refined. The additional information obtained
in 2012 during a pit optimization programme was subsequently used to undertake a 3D finite difference stress-strain
hydro-mechanically coupled analysis of the entire pit in 2014.

Using FLAC3D, successful modelling was achieved of the hydrological complexities introduced by pit decompression,
low permeability of the marls, and the use of a system of water extraction and reinjection put in place to obtain a
drawdown on the water table.

During 2007 the first detailed hydro-mechanical calibration of the pore pressure after the finalization of the pre-
stripping of the marls was undertaken (Galera et al. 2016). In 2012, during an operational optimization of the pit the
decision was made to refine the geotechnical pit model. Re-analysis of the pit slope was undertaken using 2D limit
state methods as show in Figure 3. Modification introduce on the marl behaviour modelling consisted of incorporating:

Figure 3 - Example profile from 2012 stability analysis (S. Cooper, 2015)
 Bedding planes and sub-vertical structures. Although few instabilities at greater than a bench level were
observable associated with bedding planes. Analysis of bedding plane displacements on the range of 100 to 200
mm were observed with inclinometers and were therefore included in the global analysis (Cooper et al. 2011).
The bedding planes in marls were observable both implicitly via movement within inclinometers and explicitly
every 5 to 6 m on the slopes. These planes are usually closed without fill material and dip around 3º to the south.
 Recognition of a significant transition in resistance parameters between the upper and lower marls with a transition
zone around 80 m depth. This resulted in the theoretical slope design angle being increased from 28º to 31º at
this depth.

THE ROLE OF BEDDING PLANES ON THE SLOPE STABILITY


The role of the bedding planes is shown by two different cases of localised displacement: one superficial concerning
no more than two benches and the other one at 42 mbgl. concerning three benches of 10 m height located on the
north slope of the pit.

This superficial failure was produced by water pressure in the vertical joints of the marl which forced the marl block
to slide on the bedding plane.

In the second case the toe of the instability, although it did not develop into a failure in its final configuration, was
detected at a platform level at approximately -42 masl. Finally, this movement halted creating some cracks in the
slopes. Displacement was measured via installation of three inclinometers and of a number of topographical and
crack opening measurements (Cooper, S. 2011). The slope was monitored during several months until the velocities
measured tended towards negligible values. Photograph 1 shows the aspects of the instability on the surface of the
benches as a series of tension cracks and manifesting as a ground hump in the platform.

Photograph 1. General views of the head and toe of the instability located at the North part of the pit (S. Cooper et
al. 2011).

A back analysis using the results of monitoring for calibration purposes was completed. The analysis was solved
using FLAC 2D considering a strain softening constitutive model, with specific interfaces for the bedding planes and
ubiquitous joints dipping 70º against the slope inclination.

PIT MONITORING
Intensive monitoring of the slopes was conducted from the very first stages of pre-stripping. The instrumentation
implemented were based on two types of measurements: deformation using inclinometers and topographical surveys
and pore pressure using wire-vibrating piezometers.

The most recently installed system of survey represented a significant advance enabling direct laser measurement
of the slope surfaces instead of installed prisms.

Predominate use has been made of conventional inclinometer system comprising continuous metal tubes installed
to depths of up to 140 m. In the key areas of the pit more technically advanced inclinometers were installed. This
system enables continuous information to be gathered, as well as displacement exceedance alerts (Cooper, S. 2015).
AGUABLANCA OPEN PIT
3. INTRODUCTION
The Aguablanca deposit (AB) that was exploited by the company Río Narcea Recursos, S.A. (RNR), subsidiary of
Lundin Mining Corporation, is located about 100 km north of Seville within the municipality of Monesterio, in the
province of Badajoz.

Unlike volcano-sedimentary deposits such as those that exist in the Iberian Pyrite Belt, the Aguablanca deposit is of
magmatic origin. The central and southern area of the deposit is made up of gabbro and the north by marbles. In the
central part of the deposit there is a breccia of sulfides and mafic rocks, where the mineral bodies are found, with
near vertical orientation. In the Aguablanca deposit there are nickel, copper and platinum group (PGM) minerals.

The open pit, currently inactive, is approximately circular, about 325 m radius. (Figure 4). Initially, it had been thought
to reach a level of 106mAOD, that is to say, at a depth of about 350 m on average, since surface level is approximately
460mAOD. This design depth was reduced over time as a number of problems of stability of the slope began to
manifest; the final level reached was therefore 181mAOD (around 275 m average). The average slope of the global
slope designed at the beginning was 55º; the banks were practically vertical, 16 m high with 10 m wide catchment
berms. This design was modified as a consequence of a series of landslips that occurred on the South slope of the
pit, the only one aspect that manifested significant stability issues.

Figure 4 – Geological view of the Aguablanca open pit (Río Narcea Recursos, S.A.)
On May 21, 2010 there was an instability between levels 362 m and 410 m in the south slope of the pit after blasting
between levels 362 m and 370 m. The phenomenon repeated again in July, between the same levels but in a
separate and distinct area of the slope. In both cases, the instabilities were associated with a principal geological
fault and recent rains.

At the beginning of December 2010, as a result of prolonged rains, a fall of ground of the main access ramp took
place, forcing mining operations to stop until August 2011 with the completion of remedial works

In May 2012 there was a further episode of heavy rains, as a result of which cracks appeared in the auxiliary ramp
of the southern slope of the pit. To control the slope, a rock fill abutment was built. From the buttress itself, as height
was gained, cable anchors were placed to reinforce the slope. Subsequently part of the buttress was removed.

In October 2012 another episode of intense rains took place, which again produced instabilities in the South slope,
with displacement peaks of 40 cm / day, and with total displacements of more than 2 m recorded in some points. To
control these instabilities, it was decided to leave a safety berm at the 330 m level, set back and reinforce the southern
slope from its coronation to 330 m level.

In Photograph 2 a general view of the South slope is shown.

Photograph 2. General view of the Aguablanca South slope (Ricardo Laín).

4. GEOLOGY
The Aguablanca deposit is located to the Northwest of the Santa Olalla plutonic complex, on the southeast flank of
the Olivenza-Monesterio antiform, in the tectonic zone known as Ossa Morena, of the Iberian Massif, which has an
absolute age in the order of 338 M years.

The deposit is embedded in the intrusive gabbro along the entire northern contact of the Santa Olalla plutonic
complex. The plutonic complex intrudes in the Upper Precambrian-Middle Cambrian, consisting mainly of
metasedimentary and metavolcanic rocks. The intrusion consists of medium grain gabbro and gabronorite. When the
basaltic magma rose to the crust, it cooled slowly and to a certain depth the gabros formed, which is the source rock
of the Aguablanca mineralization. The mineralization is generally lodged in the gabbro within chaotic magmatic
breccia, rich in fragments, in the matrix of which semi-massive sulphides can be found. A clear transition from the
mineralized semi-massive breccia in the central part of Aguablanca to disseminated mineralization on both sides of
the central breccia suggests a vertical mineralized body. This consists of two elongated subparallel masses in an
east-west direction and sub-vertical dip. The main zone, to the South, is the largest and has a continuity of about 400
m in the N-115º direction, with a dip of 75º to 80º North. This area has a thickness of about 100 m and reaches depths
of more than 600 m. The North zone contacts with the metamorphic rocks of the surroundings and also has a course
of N-115º and a length of about 125 m according to the course, 50 m of thickness and extends to a depth of more
than 300 m.
The main lithological units found in the open pit are:

• Limestone and marble: This unit is located in the northern half of the exploitation.
• Contact Gabro: This unit, constituted by a fine-grained rock, with a brechoid texture, emerges at the contact
between the sedimentary rocks (limestone) and the intrusion of gabbro.
• Plagioclásico-pyroxene gabbro: Outcrops in the southern half and in the central part of the mine. In this lithological
unit the two mineralized bodies of the open pit are located.

As a consequence of the superficial weathering of the gabbro, what has been called jabres in the Aguablanca mine
has been formed. These materials retain their original position and consist of more or less argillaceous sands that
include blocks of greater or lesser size of original gabbro in the transit towards the unaltered rock. The “jabre” reach
greater thickness in the areas where the gabbro is more faulted and fractured; its depth does not normally exceed
20 m.

The main faults that have been identified in the mine and its environment have similar or greater dimensions to those
of the open pit (see Figure 4).

The following table shows the denomination of the main faults and their orientation, given by their direction of dip and
by their dip.

Discontinuity Dip Direction Dip


Fi 150º 70º
F2 125º 85-90º
F4 320º 70-75º

The Fi fault marks the West boundary of the Southern Body and seems to be a good water circulation path. Fault F2
cuts and displaces the Southern Body. It has a width of about 8 m. Fault F4 is located in the eastern part of the mine,
in the zone of sterile gabbro. Its width is, on average, of the order of 5 m.

The outcrops are fed by rainwater or surface water. Its permeability bears some resemblance to that of detrital
materials, although it is inferior and more irregular, since it depends on the fracturing of the parent rock from which
the “jabre” was formed. The water appears at a depth of about 4 m.

Under the jabre, there is the fresh gabbro that constitutes a hydrological system linked to the network of fissures and
receives feed from rainwater, surface runoff and infiltration.

The circulation of water in a fresh rocky massif such as gabbro is very complex. In some geological fractures there
is water circulation and in others no. The permeability, in general very low, depends on the block size delimited by
geological discontinuities, which is variable from some areas of the open pit to others, and the hydrogeological
characteristics of the joints and faults. The piezometers placed in the vicinity of the mine indicate that the water
pressure in the fresh “jabre” is high and that the water table is close to the slope. The methods of drainage of the
gabbro put into practice to date: wells in the periphery of the open pit and drills from the slopes and from the research
gallery, have had some success.

STABILITY OF THE OPEN PIT


The stability of the Aguablanca open pit is controlled by the structure of the rock mass and by its hydrogeology; the
resistance of the rock materials is not relevant since the gabbro is a rock that exceeds 100 MPa of uniaxial
compressive strength. When a slope undercuts one or several discontinuities, planar or wedge-like instabilities can
occur. The risk of falling of a block or a wedge depends on the relationship between the shear strength and the shear
stress induced in the plane or planes on which the block or wedge slides. The normal stress, the friction angle, the
cohesion and the water pressure influences the strength of the discontinuities. In the first years of the exploitation
there were several slides of blocks and wedges on the AB slopes; no block overturns or significant circular breaks
have been detected.

At the beginning of May 2010, as a result of heavy rains, instability occurred between 362 m and 410 m levels, after
the blasting of the bench located between the 362 m and 370 m levels. Subsequently, on July 13 another instability
took place in the same sector although somewhat further towards the South, between the same levels. In both cases,
although the triggering factor was water, the instability arose as a result of the proximity of the F4 fault.
At the beginning of December 2010, as a result of prolonged rains, the main access ramp to the mine was broken,
forcing the mining operation to stop until August 2011.

In May 2012, as a result of heavy rains, cracks appeared in the auxiliary ramp of the south slope of the open pit. To
control the section of the slope that was sliding, a buttress of loose rock was built. As this buttress was taking height
they were installing anchor cables to support the slide. Part of this buttress was later removed.

In October 2012, after a new period of heavy rains, a section of the South slope mobilized again. The movements
reached a speed of 40 cm / day and there were some control prisms that moved up to about 2 m in the period when
it rained the most. Both in these phenomena of instability and in the previous ones, the predominant failure
mechanism was the sliding of a mass of rocks on one or several planes of discontinuity and the triggering factor was
the water pressure in the joints.

In Photograph 3 the structure of the rock mass in the South slope is shown.

Photograph 3. Geological structure of the rock mass at Aguablanca South slope (Ricardo Laín).

In order to eliminate the destabilised areas of the South slopes and improve stability, a limited setback was carried
out due to the impossibility of extending the mine to the South for various reasons: existence of an adjacent stream,
a public pathway and an electric line, and principally due to third party ownership of the adjacent lands. The two or
three first benches, in jabre, of this setback, which were 8 m high and 38º dip, with berms 8 m wide, were covered
with geogrid to prevent erosion by runoff water.

The setback in fresh gabbro was made with benches 8 m high and of 55 ° inclination, leaving berms of 5 m between
benches. Although it was intended to set back the slope in gabbro up to 330 m level; due to the inability to start from
a distance sufficiently far from the crowning of the pit, only the 346 m level was achievable. From this level, as there
was no space left to continue to push back the slope, work was focused on reinforcement.

A barrier berm of about 20 m wide was left at 330 m level in the South slope and excavation continued from this level
until 181 m with benches of 16 m in height and 65º dip, leaving berms of 8 m width between benches. To ensure the
stability of this slope, the usual reinforcement elements continued to be applied: bolts, anchor cables, mesh and
shotcrete, and appropriate drainage systems: galleries and drainage holes. The highest drain gallery is accessed
from the berm at 315 m level and the lowest from 227 m level in the research gallery; from both galleries drainage
drills were made.

Between 202 m and 181 m levels, support was achieved via the placement of four-cable anchors and the pre-pinning
cemented bolts, shown in Figure 5.
Figure 5 – Support of the Aguablanca South slope benches
Monitoring of the AB open pit

The purpose of the instrumentation installed was to know the movement of the slopes, both in surface and in depth,
and the evolution of the piezometric levels during the exploitation of the deposit.

In the case of the AB mine, the monitoring was of special importance. Given the geometric limitations that existed for
carrying out the setback of the South slope, the instrumentation needed to function as a system for verification and
control of the efficiency of the reinforcements and drains installed to ensure that the slopes were stable. For this, the
displacement and water pressures data must be obtained in a continuous and automated way, so the sensors must
be enabled for remote controlled transmission of data.

In the Aguablanca mine the following monitoring equipment was placed:

• Vibrating wire piezometers. Five inclined vibrating wire piezometers were installed. The situation of the 4 sensors
of each piezometer was chosen after interpreting the data supplied in each survey by the "Televiewer" geophysical
probe.
• Open piezometers, Diver and Level Troll probes. These are probes that measure the variations of water levels in
open piezometers. Three Level Troll probes and three Diver probes were placed.
• Rod extensometers. They were installed from the inclined plane of investigation and the rods are cemented at
various depths in 2 boreholes of 40 m in length each, with an ascending inclination of 20º.
• Multipoint extensometers (Mpbx-YieldPoint). Three were installed in the Southeast area of the mine. These are
single-rod extensometers 24 m long and with 8 anchor points.
• Crackmeters. These instruments are used to measure the displacements that occurs between both sides of
cracks. They are equipped with vibrating wire sensors connected by cable to a data log box. Four instruments of
these characteristics were placed on the South slope.
• Total stations. Two Leica TM 30 robotic total stations were installed to control the displacements of the slopes by
132 reflective prisms placed on them.
• IDS radar. A radar that uses the interferometric technique was installed at the crest of the pit so that it could
measure the movements of the South slope, with a precision that can reach 0.1 mm.

5. CONCLUSIONS
The problems of stability that occurred in the South slope of the Aguablanca mine have consisted basically in slides
of blocks or rock masses along the line of maximum inclination of geological planes of discontinuity or along the
intersections of said plans. To the occurrence of these slides has contributed the pressure of the water in the
discontinuities since they have all occurred during periods of intense rainfall. The forces necessary to hold the blocks
increase with increased water pressure in the discontinuities that delimit them, so that the reduction or elimination of
these pressures by drainage favoured considerably the stability of the slope. The bolts were complemented with
anchor cables, cemented steel bars, mesh and shotcrete.

ATALAYA OPEN PIT


6. INTRODUCTION
The Atalaya open pit is located in the Minas de Riotinto municipality of the province of Huelva. After a prolonged
period of underground exploitation in the San Dionisio mass, the Atalaya open pit began in 1907 and ceased to be
exploited in 1990, when it had deepened to the 136 m level. The shape of the mine is approximately elliptical, with a
major axis of about 1200 m in the direction of approximately E-W and a minor axis of about 900 m. The maximum
height of the slopes, which is reached on its northern flank, is 350 m. The materials in which the open pit is excavated
are, simplifying: slates, massive sulfides of the San Dionisio mass and volcanic rocks. The slopes have an average
angle of about 45º in the area of volcanic rocks, north slope, and about 35º in the slate of the South.

During the years 1996 and 1997, a mass of gossan was extracted from the eastern slope, for which an excavation
of about 70 m deep was required that left a narrow and long notch in the slope.

The slopes studied were mainly the North in volcanic rocks and the South in shales. The Volcanic rocks have a
resistance that, on average, approaches 100 MPa; the slates resist in the order of half this value. Photograph 4
shows an aerial view of the Atalaya pit in which the North slope is clearly visible.

Photograph 4. Aerial view of Atalaya open pit (Atalaya Mining)


SLOPE STABILITY
When studies began on the North slope, excavated in volcanic rocks, it had a depth of 260 m and a global slope of
about 45 °, and was stable. The purpose of the geotechnical studies was to find out if it was possible to continue
deepening the mine up to about 300 m without modifying the angle of the slope. These studies are summarized in
Figure 6 of the book Rock Slope Engineering (Hoek and Bray, 1974), which contains the following information:

 Stable and unstable slopes angles excavated in volcanic rocks in the area of Minas de Ríotinto.
 Height curves against slope angles for different safety factors, obtained based on the following hypotheses:
drained slope, plane failure, tension crack in critical position and friction angle of 35º and cohesion of 140 kPa in
the plane of sliding, which was assumed to be situated in the most unfavorable position.

Figure 6 – Height curves against slope angles for different safety factors in volcanic rocks at the Iberian Pyritic Belt
(Hoek and Bray, 1974)
It was considered that the design curve should use the safety factor 1.3, in which, as can be seen in Figure 6, the
angle of the slope hardly changes when passing from 250 m to 300 m depth. Consequently, it was decided that the
planned depth increase would not significantly reduce the stability of the North slope, so that the mine could be
continued deepening with the same slope as it already had, that is, 45º.

Towards 1973, when the South slope in slates of the Culm formation had reached a depth of about 230 m, there
appeared, almost 200 m from the coronation, a crack in the surface of the natural terrain that continued towards one
of the slate dumps that existed to the South of the open pit. A monitoring system composed of: 22 topographic control
points, 4 inclinometers and 8 piezometric probes was installed in this slope. In addition, six horizontal drainage
boreholes were carried out from level 260 of the mine.

At the end of 1987, as a consequence of the instability detected in the South slope due to the heavy rains that took
place on November 15 and 16, the dumps near the coronation were removed, and superficial drainage works and
horizontal drainage boreholes were carried out. When these works ended, the movement of the slope was stopped,
but when, over the years, the drainage condition deteriorated, movements on the slope began again after periods of
heavy rains.

As a result of an excavation that was carried out in the southeast corner of the open pit to extract gossan, years after
the pyrite extraction was stopped in the Atalaya mine, deformations developed towards the hole created by said
excavation in the slates of the South slope that were in contact with the mineral. Currently, overturning and sliding
movements can be observed in favour of the schistositic planes of these slates towards old underground filled
workings that are being eroded by the runoff water, as can be seen in Photograph 5.

Photograph 5. Southeast corner of the Atalaya open pit

AZNALCÓLLAR OPEN PIT


7. INTRODUCTION

The Aznalcóllar open pit is located in the municipality of Aznalcóllar, which is about 40 km from Seville, adjacent to
the road that goes to the town of Gerena. The company Boliden-Apirsa S.L. mined several tabular masses of complex
sulphides at the site and in 1996 the activity in the open pit ceased.

The mine has a length of about 1300 m in the E-W direction, and about 600 m in the perpendicular direction. Its depth
is about 275 m (between 100 mAOD and -175 mAOD). The only slope of the open pit that has had stability problems
during the excavation has been on the South aspect, where the average inclination is about 30º.

The South slope is constituted by vitreous tuffs and by the mineralized series, consisting mainly of massive sulfides,
slates and phyllites of the Paleozoic. On the initial surface formations, a Miocene covering of hard brown and red
sandy clays is present with a thickness of about 15 m.
The South slope had problems of stability almost from its beginning. The most frequent consisted of breakages of a
bench by sliding of rock blocks along foliation planes undercut by the excavation. In some cases, rock wedges,
delimited by a foliation plane and by some of the secondary discontinuities existing in the rock mass, were detached.
Although, in general, these breaks affected only one bench, as mentioned, there were sometimes several of this
magnitude that slipped.

From the end of 1979, there were also phenomena of global instability of the South slope, which was only 50 meters
high. These phenomena coincided sometimes with heavy rainfall and sometimes not, and gave rise to cracks in the
crown of the open pit and breaks in the Miocene, but the Paleozoic itself did not experience large landslides, although
it suffered significant fractures observable during visual inspections. The last of these important movements took
place in July 1992, during a very dry period, and the displacement reached a speed of 66 mm / h at the peak of the
phenomenon. The mass of rock involved in these processes of global instability was estimated at 5 to 10 million m3.

The exploitation of the mine was completed in October 1996 to make way for the new Los Frailes open pit and then
Aznalcóllar was filled with waste material from the development of the Los Frailes pit. Photograph 6 shows both
flooded mines.

Photograph 6. Aznalcóllar and Los Frailes flooded open pits (Minera Los Frailes).

GEOLOGY OF OPEN PIT

The mine is located at the eastern end of the Iberian Pyrite Belt (IPBI), in the foothills of the Sierra Norte de Sevilla,
in predominantly Palaeozoic formations. The open pit has been excavated in the Vulcano Sedimentary Complex
(CVS) and in the metamorphic materials of the Filítico-Cuarcítico Group (PQ). The CVS is found between the shale
and grauvaca formations of the PQ group to the north and the black slates to the south, which form two direction
bands approximately E-O and north dip. Within the CVS there are the mineralized masses.

The Palaeozoic lithological units have an approximate E-W strike and a dip that oscillates between 45º and 60º
towards the North, although both are highly variable due mainly to the lenticular nature of said units.
The slates and phyllites show a foliation parallel to the lithological contacts, that is, with the same direction as the
South slope and with an angle of 45º to 70º towards the North on average, although locally it is outside this range.
The spacing of these planes ranges between 0.5 and 2 m and their dimension in the direction of foliation exceeds 80
m. The foliation surfaces are smooth and undulating or stepped (JRC = 3). There are several families of
discontinuities, but these are of lesser importance than the foliation, which provides the dominant geological
discontinuity, the dimensions of these secondary discontinuities do not exceed 6 m.

Palaeozoic rocks are relatively unweathered (grade II weathering), that is, with oxide on discontinuity surfaces. The
weathering increases in the vicinity of the mineral, next to the contact with the Miocene and near the faults.

The uniaxial compressive strength of slates and phyllites reaches 50 MPa when they are unweathered but is
substantially reduced as alteration increases. The strength of the pyrite usually exceeds 100 MPa.

There are two phreatic surfaces in the southern slope: one associated to the Miocene and the other to the Palaeozoic.
The latter, which is the most important for global stability, responds quickly to rainfall changes. It is important to note
that the Palaeozoic materials of the CVS constitute fractured discontinuous bodies with a permeability (10-5-10-6 m/s)
and storage capacity superior to the enclosing medium of slates and grauvacas, which has a permeability of 10-7 to
10-9 m/s.

The existence of a flow of water that goes from the Palaeozoic formations to the Aznalcóllar open pit makes it act as
a drainage sump for the groundwater and that there is a higher water pressure behind the slopes than there is inside
the open pit.

STABILITY OF SOUTHERN SLOPE


If the orientation and angle of the foliation surfaces are compared with that of the benches, it is evident that these
discontinuities are under-cut, so that by having a friction angle lower than their dip, block slippage can occur along
them even in the absence of water. Therefore, it is logical that bench breakages occurred during the excavation of
the mine.

The overall stability of the South Slope is, however, a different problem, since its inclination is less than the dip of the
foliation planes it is not undercuted. If the Paleozoic is contemplated at the scale of the whole slope, its geological
complexity is clearly shown, both by the various lithologies that constitute it and by the many families of discontinuities
present. In front of a rock mass of these characteristics it is not possible to imagine a mechanism of simple failure,
but it is necessary to suppose that the surfaces of failure that have given rise to the phenomena of instability observed
following some stretches of the planes of discontinuity, especially the foliation, while that in others they cross the rock
mass. Water pressure often plays an important role in this type of failure, as could be observed in this case.

Due to the phenomena of instability that had been taking place in the South slope, Boliden Apirsa, S.L. established
in the last years of the life of the mine three new monitoring systems in order to obtain the necessary information to
understand the failure mechanism of the slope and have an alarm network that would prevent the landslides that
could occur.

The first monitoring system consisted of 2 extensometers of a single anchor (E 2 and E 3), of 125 and 110 m in length
respectively, and 7 hydraulic levelling stations. Actually, 3 extensometers were installed, but the first of them was
subsequently encapsulated by a localised landslip. These devices were positioned in the berm at a height of -125 m.
The extensometers were installed in boreholes with an ascending angle of 10º to detect the movement of the south
slope towards the North, that is, towards the open pit.

By means of the hydraulic levelling stations, the changes in the elevation of the -125 m berm as a result of the
movement of the unstable rock mass of the slope were measured. In the extensometers acoustic and luminous
alarms were established that would activated should daily displacement exceeded 10 mm.

The second surveillance system consisted of a theodolite of the total station type, with infrared rays for night reading,
the Leica brand, which automatically measured the movement of the observation stations, provided reflection prisms,
which were installed on the slope.

The third surveillance system consisted of three vertical inclinometers (I-1, I-2 and I-3), the first two with 68 m depth
and the third with 120 m, and two open piezometers also vertical (PZ-1 and PZ-2) of 50 m. The first two inclinometers
and the piezometers were installed in the berm at a height of -125 m. The third inclinometer (I-3) was halfway up the
slope, approximately at level zero. A third piezometer was installed near it and was cut at a height of -50 m by a
sliding surface.

The first two inclinometers, which, as indicated, were located in the berm at a height of -125 m, detected a breaking
surface at about 40-50 m depth. The inclinometer I-3 indicated the existence of two breaking surfaces: one at 50 m
from the borehole mouth and the other at 100 m. In no case did the displacement speed reach the first activation
level.

A section by profile 213.300 is shown in Figure 7, which shows the location of inclinometers I-1 and I-3,
extensometers E-1 and E-2, piezometric levels and two possible surfaces of failure according to the inclinometer
measurements.

Figure 7. Vertical section of the South slope of the Aznalcóllar open pit

It was considered that the mechanism of failure of the rock mass was too complex for the safety factor to be evaluated
in advance by calculations and that the monitoring and control measures previously described were the best way to
know the degree of stability of the slope in a given moment. Therefore, it was decided that all mining activity would
cease when the movements of the slope were excessive or when the established monitoring systems did not work.
Also it was decided to leave a considerable thickness, greater than 10 m, of massive sulfides without extracting in
the East zone of the South slope, which contributed very positively to its stability due to the high mechanical strength
of the mineral. In addition, an important mass of sulfides was abandoned in the western boundary of the East zone,
which constitutes an important reinforcement of the South slope in its central part.

Sjöberg made in 1998 a numerical model of the South slope of the open pit using the finite difference code FLAC
2D, marketed by ITASCA. In the eastern part of the slope, the model confirmed that the mineral that has been left in
the foot acts as a buttress and prevents the failure of the slope. As for the central part of the slope, where the 1992
movement took place, which occurred in the dry season with a remarkable speed of displacement, the model offered
an explanation of what happened.
This model could not simulate the progressive failure of the slope that would start at its foot. To simulate this type of
behaviour, constitutive strain-softening post-breakage equations should be used instead of Mohr-Coulomb with
perfect plasticity, but the square elements of 5m side by means of which the models have been built were too large
to reproduce reliable strain-softening behaviour. On the other hand, models with strain-softening are difficult to use
and calibrate because the post-breakage behaviour of rock masses is one of the most important unresolved problems
of rock mechanics.

The filling of the open pit with materials from the mine of Los Frailes and from the material derived from the elimination
of the spillage that occurred when the Aznalcóllar tailings pond broke, has definitively stabilized the South slope.

8. CONCLUSIONS
The problems of stability of the southern slope of the Aznalcóllar open pit were mainly due to the fact that the strong
N-S stresses existing in the area produced a weakening of the foliated rock mass aggravated by the water pressures.
The mechanism of the failure that was occurring in the slope is undoubtedly complex, as the geological structure of
the Paleozoic, and insufficiently known. In this type of situations, it is usually assumed that the breaking surface is of
a "circular" or mixed type, that is, a combination of planes that coincide with the discontinuities and shearing surfaces
that cross the rock material itself. The difficulty of defining the failure surface is usually added to determine the
resistance of the rock mass along the same and the pressure exerted on it by the water. Therefore, when it comes
to a slope in these conditions, it is usual to have a monitoring system that, in addition to providing information on the
mechanism and the location of the failure, allows to avoid the consequences on the safety of people and equipment
of the precariousness of the available geotechnical data. This work methodology is the one used in the Aznalcóllar
and the one that led them to implement complete monitoring systems based on the experience accumulated during
8 years.

As the Aznalcóllar mine is partially filled, the stability of the South slope has increased considerably because the fill
material forms a buttress in its foot preventing any further movement.

9. REFERENCES

 Cooper, S., Pérez, C. and Vega, L., 2011. The Role of Bedding Planes in Guadalquivir Blue Marls on the
Slope Stability in Cobre Las Cruces Open Pit. Proceedings of Slope Stability 2011: International Symposium
on Slope Stability in Open Pit Mining and Civil Engineering. Vancouver, Canada (September 18-21, 2011).

 Cooper, S., Rodríguez M.S., Pozo, V. and Galera J.M., 2015. Stablity considerations for slopes excavated in
fine hard solils/soft rocks at Cobre Las Cruces, Sevilla, Spain. Proceedings of Slope Stability 2015. The
Southern African Institute of Mining and Metallurgy. pp 731-751.

 Galera, J.M., Montero, J., Pérez, C., Vega, L. and Varona, P., 2009. Coupled hydromechanical analysis of
Cobre Las Cruces open pit. Proceedings of Slope Stability 2009. Santiago Chile, November.

 Galera, J.M., Checa, M., Pérez, C. and Pozo, V., 2009a. Enhanced characterization of a soft marl formation
using in situ and lab tests, for the pre-stripping phase of Cobre Las Cruces open pit mine. In Proceedings of
Slope Stability 2009. Santiago Chile, November.

 Hoek, E. and Bray, J.W., 1981. Rock Slope Engineering. 3rd edn. The Institution of Mining and Metallurg,
London. p.171
ANALYSIS OF LARGE-SCALE PIT SLOPE STABILITY — THE AITIK MINE
REVISITED
Jonny Sjöberg, Itasca Consultants AB, Sweden
Diego Lope Álvarez, SKB, Sweden (formerly Itasca Consultants AB)
Patricio Gómez, Itasca S.A., Chile
Per-Ivar Marklund, formerly at Boliden AB, now retired
Sara Suikki, Itasca Consultants AB, Sweden

1. INTRODUCTION
Analysis of the stability of overall slopes is an important issue for large open pits worldwide. The push towards lar-
ger, and deeper pits, further underlines the need for reliable and precise design tools. The methods and practices
employed for large-scale stability assessment have evolved over the past decades, from simple empirical and limit
equilibrium methods to sophisticated numerical computer modelling. This development has been augmented through
the rapid increase in computer capacity, but also an increased understanding of the behaviour of large-scale slopes
— although we are still severely data- and knowledge-constrained. This paper further explores this subject, using the
Aitik open pit mine in northern Sweden as a case in point. The development of design tools and their usage, as well as
data collection and improved knowledge through research and development work, is presented. An outlook and vision
for the future concludes the paper.

2. THE AITIK MINE — BACKGROUND AND SETTING


The Aitik mine is the largest open pit metal mine in Europe, and the only large-scale open pit mine in Sweden. The
mine is situated near the city of Gellivare in northern Sweden, approximately 60 km north of the Arctic Circle and 1200
km north of Stockholm. The copper mineralization at Aitik was first discovered in the 1930s, but it was not until 1968
that mining commenced. Initially, annual ore production was a modest (by current standards) 2 Mton.

Annual production was increased in stages, reaching 6 Mton in the 1970s and 18 Mton in year 2000 (with an accom-
panying 22 Mton of waste rock mined). The mine then embarked on a larger expansion project, with a new mill and
concentrator constructed, thus ramping up ore production to nearly 40 Mton per years (as of 2016). The pit currently
measures approximately 3000 m in length and 1000 m in width, with the currently deepest mining level at 435 m (with
the ground surface at about the 40 m level), see and Figure 2 View of the footwall slope of the Aitik open pit, as of Sep-
tember 2016.. A satellite pit called Salmijärvi is also being mined since a few years ago, but so far to shallower depths.

The copper mineralisation at Aitik occurs as disseminated thin veinlets of chalcopyrite, along with minor contents of sil-
ver and gold. Ore grade mineralisation is hosted in the main ore zone gneiss, with minor mineralisation in the footwall
gneiss. The mineralization strikes nearly north-south and dips around 45° toward west. The ore zone can be divided
into two portions; in the northern section, ore grades are relatively constant with depth, whereas they decrease with
depth in the southern section.

Figure 1 View of the hangingwall of the Aitik open pit, as of September 2016.
Figure 2 View of the footwall slope of the Aitik open pit, as of September 2016.

The major rock types at Aitik are metamorphic igneous rocks with various mica content (gneiss and schist). The
dominant footwall rocks are diorite (particularly in the southern section) and biotite gneiss, generally of fairly high
strength. The contact between the footwall rocks and the mineralization is not distinct; it is based on cutoff grade. The
hangingwall contact toward the ore zone is an old thrust contact. Consequently, the economic ore boundary toward
the hangingwall is sharp. The thrust contact has been subjected to intense shearing. Clayey material is occasionally
found in this zone.

The majority of the rocks exhibit a well-defined foliation (preferred alignment of mica minerals). In the footwall, diorite
rock with only weakly developed foliation is also present. The dominant jointing are foliation planes, but cross-joints
and subvertical joint sets also exist. The majority of the pre-existing joints are short. Aside from the hangingwall thrust
contact, no large-scale structures have been verified.

3. DESIGN HISTORY AND DESIGN EVOLUTION


The trend of increasing production at Aitik follows that of many other mine sites, and in particular open pits, during the
last decades. This increase also necessitates a stringent and robust design methodology for the pit slopes. Several
design studies have been conducted at Aitik, but with no updates carried out during the last 10 years. The potential
pit deepening in the life-of-mine plan thus warranted a revisit to Aitik. During 2016, a major project was undertaken as
part of the strategic plan for the mine, with the objective of updating the design criteria for mining beyond 750 m pit
depth. In the following sections, the historic work on slope design is described, followed by a presentation of the latest,
state-of-the-art design analysis for deep open pit mining.

THE EARLY STAGES


The first design criteria for the Aitik mine was developed through two major studies in 1976 and 1985 (West et al.,
1985). These criteria included recommended effective bench face angles, catch bench widths, and interramp slope an-
gles. The design was largely based on mapped pre-existing joints and the probability of structurally controlled failures
at bench-scale. The mine was divided into six design sectors in which geological conditions and pit wall orientations
were judged similar ( ).
Footwall South Hangingwall South

Footwall Middle
Hangingwall Middle

Footwall North Hangingwall North

North

Figure 3 Design sectors used at the Aitik mine (photo as of 2007), with dotted lines showing end sectors added since
the first years.

The double bench geometry used at Aitik involves two 15-m high benches between each catch bench. In the original
design, a small drilling offset was left between the upper and lower single bench. For the footwall, this offset was cho-
sen to 5.5 m, so that approximately the same foliation plane would cut through the toe of both single benches. This
was based on a foliation dip angle of 69° in the north and middle footwall. The effective bench face angle is flatter than
this angle, due to backbreak from blasting at the crest. The governing criterion for catch benches was that the width
should be 11 m (or more) for 90% of the benches (i.e. over the total length of the bench slopes). This criterion is based
on providing enough catchment for falling rocks.

This kinematic design approach is “standard” for many open pits, in particular for bench- and interramp slopes; howe-
ver, the tools used today are more sophisticated. A review of bench slope design at Aitik is provided in an accompan-
ying paper (Ortiz et al., 2018). These initial design criteria were developed with the notion that the risk for large-scale
failure was small. No large-scale structural features were identified and the planned pit depth was limited. The overall
slope angle for the footwall and hangingwall slopes, including ramps, came out as approximately 45° for this design.
The analyses to assess the large-scale stability were, however, also limited in both scope and detail. As the pit was
planned to larger depths, this constituted a large uncertainty in the design work.
BLASTING CAN MAKE THINGS BETTER
During the 1990s, an extensive project on smooth blasting was conducted, with the objective to develop smooth
blasting techniques (for final pit walls) to improve bench slope geometry and thus fulfil the stipulated design criteria.
Some of the findings from this work was that: (i) vertical blast damage was a major factor causing crest damage of the
benches, (ii) differences in blasting results could be correlated to variations and imprecision in staking of the borehole
positions (quality control issue), and (iii) one to three rows of small-diameter holes, combined with decoupled charge
in the contour holes, were required to achieve acceptable results. This work also resulted in the development of a blast
damage model, including criteria for various types of blast damage and a site scaling law. Together, these form a tool
for designing smooth blasting patterns, including adjustments to local rock conditions.

In the mid 2000s, a new blasting project was conducted (Marklund et al., 2007). Follow-up of the as-built slope geo-
metry (using aerial photographs) showed that the design criteria have been fulfilled to an increasing extent. However,
this also indicated the need for even better control of the backbreak. Building upon previous development work, new
field trials were conducted. These trials quantified the limits in terms of achievable bench face angles and amount of
backbreak. For the footwall, presplit blasting in inclined (70°) holes over the full (30 m) double-bench height, proved
to be suitable in terms of both achievable bench slope geometry, and production concerns. For the hangingwall, a
presplit blast design is used in specific areas to ensure that sufficient ramp width is achieved. It was also shown that
small-scale structures had little influence on the blasting result, whereas slickensided structures with thicker gouge
had a large effect on bench face geometries, regardless of blasting pattern. Fallouts along these structures cannot be
avoided even with very light smooth blasting, and contingency plans for such failures must be in place. The practical
experiences of using this design have generally been good, with presplitting reducing backbreak, as well as the zone
of vertical blast damage ( ). With less loose rock on the bench faces, it has also improved working safety.

Figure 4 Pre-split blasting on the footwall (September, 2016).

LARGE-SCALE AND 2D
The design criteria developed above, based on kinematics, were used more-or-less without exceptions, until 1999.
Following a major project on large-scale slope stability of open pits, with particular application to the Aitik mine, a revi-
sion of the overall slope angles was implemented. This revision was based on three major ingredients: (i) an empirical
case study database, (ii) an updated geomechanical model of the site, and (iii) 2D numerical modelling of current and
alternative pit slope geometries (Sjöberg, 1999; Sjöberg, 2001, Sjöberg & Norström, 2001).

For the rock conditions at hand, and the mining depths reached, no large-scale failure had yet occurred at that time in
Aitik (this is still the case today). Hence, it was not possible to calibrate numerical models against failure observations
(other than that no failure should develop for current mining geometries). One remedy for this deficiency was to deve-
lop a methodology for modelling and parameter assessment that was used at several sites with failures. Once proven,
the methodology could then, with some confidence, be applied also at Aitik. Nevertheless, the lack of site validation
remains a major uncertainty.

The modelling approach used was state-of-the-art at that time, employing two-dimensional continuum and (to some
extent) discontinuum models. For the continuum models, equivalent rock mass strength properties were used, repre-
senting the large-scale rock mass strengths. For the discontinuum models, the effect of including foliation planes was
investigated. No large-scale structures (except for the hangingwall contact) were included in these models. Parameter
assessment was done using the Hoek-Brown failure criterion with input from rock mass classification schemes.

With the potential of a failure in this type of rock being rapid and uncontrollable, the chosen design methodology must
be conservative. One example of this is that the disturbance factor (D) in the Hoek-Brown criterion was set to 1.0 (fully
disturbed) for the entire rock mass, regardless of proximity to the slope face. These strength estimates were consi-
dered to be representative of average post-failure conditions (residual strengths reached for a fully developed failure
surface) for large-volume rock masses.

The results of the above work showed that a steepening of both the interramp and the overall slope angles was
possible under the assumption that the slopes were drained. These results led to the decision of mining the northern
hangingwall with a 5° increase in interramp slope angle (56°). This was implemented starting with the fourth pushback
in 2000, accompanied by a drainage program. The overall slope angles were only slightly affected by this change, as
ramp widths were increased at the same time as interramp angles were steepened. The footwall interramp slope angle
was not changed at this stage.

Additional stability analyses, using numerical modelling, were conducted during the years to follow, first for mining
to the 600 m level, and later also for mining to the 750 m level in the northern portion of the pit (Sjöberg & Marklund,
2008). These analyses showed that mining even to depths of 750 m can be done with stable overall slope angles of
45° for the footwall and 50° for the hangingwall, provided that depressurized conditions for at least 150 m horizontal
distance from the slope face can be achieved. The analysis also indicated that hangingwall failure (toppling type) can-
not be excluded for this geometry, in cases with very persistent foliation ( ). Overall failure did not result for a 600 m
deep pit, although significant deformations developed.
Figure 5 Calculated shear strain (indicating location of potenial failure surfaces) for the case of persistent foliation in
hangingwall and mining to 750 m depth and 50° overall slope angle.

The developed design criteria are summarized in . For the bench face angle on the footwall, inclined pre-split blasting
in 70° holes over 30 m height is assumed. No limit on the maximum interramp height was given in the original criteria.
However, since the interramp slopes are significantly steeper than maximum allowed overall slope angles, the maxi-
mum height must be limited. Previous experiences have shown that heights of up to 6–7 double benches are stable.

Table 1 Design criteria for bench, interramp, and overall pit slopes at Aitik
(FN = Footwall North, FM = Footwall Middle, FS = Footwall South,
HN = Hangingwall North, HM = Hangingwall Middle, HS = Hangingwall South,
NE = North End, SE = South End; cf. ;)

Design Sector
Parameter
FN FM FS HN HM HS NE SE
Bench face angle – median (°) 70 70 70 80 84 80 84 84
Catch bench width – 90% > (m) 11 11 11 11 11 11 11 11
Interramp slope angle (°) 48 48 48 56 56 53 56 56
Maximum interramp height (m) 200 200 200 200 200 200 200 200
Overall slope angle (°) 45 45 45 50 50 50 50 50

WHAT CAN WE ACCEPT?


The term “failure” is not easily defined in open pit mining, as it may occur gradually. Determining at which stage a
slope is no longer acceptable for its intended use can be very subjective. In reality, the definition of “failure” should be
economical and thus set by the owners. This may, e.g., imply that pit walls are stable for the life of mining or at least,
that any instability is manageable (Wesseloo & Read, 2009).
Performance of open pit mine slopes is often measured on the basis of an allowable Factor of Safety (FoS), which is
the ratio of the capacity and the demand of the system. In limit equilibrium analysis, factor-of-safety calculations rests
on the assumption that the shear strength is fully mobilized along the entire failure surface, and progressive failure
mechanisms cannot be considered. This is an overly simplistic approach for large-scale rock slopes. However, using
the strength reduction technique (see e.g., Dawson et al., 1999) and a numerical modelling tool, these limitations are
overcome and a more realistic factor-of-safety calculation obtained.

Alternative acceptance criteria include e.g., probability of failure (PoF), the consequences of slope displacement on
mine operations, and risk. These have become increasingly used during the last decades, in particular for bench slope
design (Wesseloo & Read, 2009). However, for large-scale slopes, there are fewer examples compared to FoS-analy-
sis, and calculations tend to be extremely time-consuming (unless severe simplifying assumptions are made).

For the previous analyses and design work concerning the large-scale slope stability at Aitik, it was assumed that a
potential large-scale failure would be rapid and uncontrollable, implying that there will be little or no time for remedial
measures. It follows that pit slopes at Aitik were to be designed to prevent any large-scale failure from occurring. The
proposed design parameters were chosen conservatively but safety margins were not specifically quantified (Sjöberg,
1999).

The question of what levels of factors-of-safety are acceptable remains to be addressed. Hoek (1991) proposed diffe-
rent design safety factors for different types of rock engineering problems, ranging from FoS > 1.0 for extreme loading
of gravity dams, to FoS > 1.5 for permanent rock slopes and up to FoS > 2.0 for block fall-outs in shallow tunnels.
Priest & Brown (1983) provided more precise values on both FoS and PoF for different types of rock slopes (noncritical
benches, semi-permanent slopes, high/ permanent slopes). Wesseloo & Read (2009) summarized these and others
and suggested values ranging from FoS ≥ 1.1 for benches (with low consequence of failure) to FoS ≥ 1.15–1.5 for
interramp and overall slopes. These are currently the most widely accepted criteria.

Based on the discussion above, and as a starting point for more detailed work on defining design acceptance criteria,
we have assumed that for overall slopes at Aitik, a factor-of-safety larger than 1.2 is required (FoS ≥ 1.2). This was
thus used for future design analyses at the mine.

2D AND DEEPER – AND THE IMPORTANCE OF “DISTURBANCE”


The most recent efforts on quantifying the large-scale stability for the Aitik pit included 2D numerical analysis, following
essentially the same modelling methodology and tools as used previously. With no large-scale structures identified,
the analysis was focused on possible rock mass failure. Four different design sections ( ) were chosen for the analysis,
with the lithology taken from the Aitik lithological model.

Recent experiences and research results were incorporated into a slightly updated methodology. One of the most im-
portant aspects was parameter assessments and choice of constitutive model. The mechanical properties of the rock
mass were estimated empirically based on rock mass characterization data and intact rock strength data, following the
traditional Hoek-Brown approach. However, the choice of the value for the disturbance factor was different this time.

The disturbance factor in the Hoek-Brown criterion (D) is related to the disturbance of the rock mass due to the effects
of blasting and stress relaxation (Hoek et al., 2002). The factor varies between 0.0 for “undisturbed” rock masses and
1.0 for “very disturbed” rock masses. Based on our experience from analysis of many open pit slopes worldwide, an
approach was selected with a “damage zone” in which D varies linearly between 1.0 at the slope face and 0.0 at depth.
The width of the “damage band” is 15 meters at the ground surface, and around 0.3 times the slope height at the slope
toe, up to a maximum value of 150 meters (Silva & Gómez, 2015), see .
Mine North
77.75°
+X
+Y
Geographic
North

PROFILE A PROFILE B
PROFILE PROFILE
Y4000 Y4500

Figure 6 Design sections (profiles) at the Aitik mine, plan view of one alternative future pit geometry.

15 (m)

H (m)
D=1

D=0

Figure 7 Damage zone with linearly varying D-factor (based on Silva & Gómez, 2015).

For historical reasons, a second approach has been analysed as well, in which D was set to 1.0 (fully disturbed/poor
blasting) near the slope and to 0.7 (moderate disturbance/ good blasting) further away. This is similar to the methodo-
logy used previously at Aitik, in which fully disturbed conditions were assumed for the entire rock mass. Analyses were
run primarily using a Hoek-Brown material model, but a few cases with an equivalent Mohr-Coulomb model were also
analysed for comparative reasons. Both material models used were perfectly-plastic.
According to international experience, heterogeneous rock masses do not behave as homogeneous materials defined
by mean properties (Jefferies et al., 2008). Instead, heterogeneous rock masses behave as if they are composed of
homogeneous materials represented by GSI and σci that are selected to give 30–35 percentile values. For a uniform
distribution, this can be translated into practice assuming that the design values on GSI and σci are obtained by the
following equations (Jefferies et al., 2008):

GSI]design = GSI]mean – 0.5*GSI]std.deviation (1)


σci]design = σci]mean – 0.5*σci]std.deviation (2)

A large set of models were analysed, with some additional variations in rock mass properties to assess sensitivity, as
well as different hydrogeological scenarios. Previous observations and conducted drainage drilling have shown that
the upper portion of the slopes is reasonably drained, to approximately 100 meters horizontal distance — at least for
the footwall. However, face seepage has been observed in the lower part of the slopes. Based on this, a reasonable
hydrogeological scenario is that represented in , in which depressurized conditions are assumed for the upper two-
thirds of the slope height to a horizontal distance of 100 meters. For the lower one-third of the slope height, the water
table is assumed to follow the slope face. This scenario is assumed also for future mining, on both the footwall and
hangingwall side.

Hydrostatic pore pressures are assumed to exist below the water table. A larger depressurized horizontal zone of 150
m distance was also studied as well as slopes with more extensive depressurization in the lower one-third the slope
height. It should be noted that achieving depressurization in the lower portion may require significant efforts in terms of
drainage drilling and/or pumping, but it is important to establish the limits with respect to slope stability to form a basis
for design decisions.

Water table level

Water table level H/3


100 m

Figure 8 Hydrogeological scenario with standard drained horizontal zone (100 m) for the upper 2/3 of the slope
height.

A Factor-of-Safety analysis was performed for some of the analysed cases, using the strength reduction technique
(see e.g., Dawson et al., 1999). Thus, no trial failure surfaces need to be defined beforehand, and acting effective
stresses and material deformability is automatically considered. The results proved to be generally in line with previous
studies, and allowing for fairly steep overall slope angles. Instabilities were also indicated when weak planes (foliation
planes) are included in the analyses, with two main deformation patterns arising: (i) “underdip” failure in the footwall
slope, and (ii) “toppling” failure in the hangingwall slope. The “underdip” phenomenon is more of a deformation (rather
than failure) mechanism, and is judged less likely since large deformations develop in models also for the current slope
geometry, contrary to observations. Large-scale toppling failure in the hangingwall is more plausible, which has been
accounted for when deriving the updated design recommendations.
Depressurization proved to be, not unexpectedly, a very important factor for the large-scale stability, and in particular
for the deeper mining options. The results further showed, that for many of the cases, full depressurization to a hori-
zontal distance of 150 m is required for at least two-thirds of the slope height, and in some cases also for the full slope
height. Based on these results, an overall slope angle of 47° is acceptable for the footwall even when mining to 850
m depth and with a 150 m depressurized zone. For the hangingwall, a 50° overall slope angle is stable for the same
depth and drainage conditions. The current design with multiple ramp access to the ore should be maintained. A single
ramp access system is not recommended, since even minor failures at the wrong location, may sterilize large portions
of the mineralization.

2D OR 3D? OR BOTH?
The Aitik pit geometry would appear to be quite amenable to a two-dimensional representation in models. This simplifi-
cation allowed a wider range of parameters to be studied. The question remains though – would the stability conditions
improve to any significant degree if we were to use a full three-dimensional model instead?

We studied this for a selected case, with a pit depth of 700 m, and using the same parameter values as in the co-
rresponding 2D-models. The pit geometry was slightly simplified to represent an overall pit slope, with no individual
benches (although the capability to model benches and ramps also exists today). The model geometry is shown in .
A Factor-of-Safety analysis was carried out, but only for undrained conditions at this stage, and the results compared
to the corresponding 2D-models.

Interestingly, but perhaps not too surprising, the calculated factor of safety was around 2.0 in the 3D-model, to be
compared with 1.2 in the 2D-models for the same cases. It should be noted that 100 m depressurization was also
included in the 2D-analyses. It appears that there is quite a large margin of safety in this particular case, and when
basing design decisions on 2D-analysis results. The failure mechanisms and deformation patterns were, however,
similar in 2D and 3D.

Figure 9 3D model geometry of the Aitik pit.

There are other examples in the literature that support these findings (see e.g., Pyke, 2017), but one should not draw
too many conclusions from this simple comparison. What is true, in this and many other cases, is that “geometry mat-
ters” (a lot!). It is thus crucial, whether this be 2D or 3D, to account for geometrical detail in numerical models. This also
includes the geometrical representation of the lithology. But this will automatically also lead us to the need for more
data, including hydrogeology, as discussed next.
OUR NEED FOR DATA
The Aitik design work described above involved a compilation of all existing data, including all information that was not
available for the design work conducted previously. Some supplementary data collection was also undertaken, mainly
core logging. The geotechnical data available at Aitik is generally considered fairly comprehensive, with a fair amount
of core logging data. The coverage in terms of fracture frequency (RQD) is particularly good. However, additional rock
mass characterization logging of core would be beneficial to further validate the geomechanical model as used in this
work. Selected bench face mapping of GSI should also be considered to further validate rock mass characterization
values for the different lithological units. For a deeper future pit, additional drilling and core logging should be conduc-
ted to fill in the gaps in terms of spatial resolution in the core logging data. This should probably focus on the northern
portion of the pit, as this is where the pit will be deepened the most.

This task also involved assessing the data coverage for a feasibility-level design of the overall pit slopes, following
generally accepted guidelines for data precision, and incorporating Itasca’s experiences from other operations. Upon
review, it is clear that there does not exist a widely accepted definition of the maximum uncertainty and or required
reliability in geotechnical data for different design stages. Based on e.g., Read & Stacey (2009), Thibodeau & Har-
ding (2008), Dunn (2015), and our own experiences, the required maximum uncertainty in the geomechanical for a
pre-feasibility level design is somewhere between 20 and 50%. For a feasibility level design, the maximum uncertainty
should be ± 10–30 %. The lower numbers are very high targets demands and require extensive, tightly spaced drilling,
detailed characterizations studies and field work, etc.

One may wonder whether the above targets are realistically attainable using currently available techniques and
cost-constraints? Our appetite for rock mechanics data never seems to be satisfied, but are we using the right tools
for obtaining data? Vatcher (2017) makes an interesting case of this, in which “non-conventional” data are explored
to see what gaps they can fill. The reported case is for an underground mine, but the methodology as such is equally
applicable to open pit environments. It was shown how data collected for other purposes, e.g., laser scanning of drift
geometry, proved to have value also for rock mechanics purposes. The use of “unconventional” data in many cases
also increased the volumetric coverage of the rock mass. For open pits, one may for instance need to consider using
geophysical techniques in a different manner, as well as geometrical data routinely collected in most operations, as
“proxies” for certain rock mechanics parameters. A large dose of creativity and non-judgmental engineering will be
required to lead the way here – because we all agree that we need more and better data to pursue open pit mining at
larger depths.

4. WHAT WILL THE FUTURE HOLD?


Numerical modelling is currently the preferred tool for stability assessments of large-scale slopes, whereas various
forms of analytical methods (e.g., kinematic analysis) remain the de facto standard for bench-scale design. The case
study presented in this paper is a good example of where we are today in terms of methodology, procedures, and
capability. The results for the Aitik Mine case study showed that a deepening of the ultimate pit to total slope height
in excess of 800 m appears possible, while maintaining overall slope angles of 45–50°. However, a fairly aggressive
depressurization scheme is required to achieve an adequate safety margin for large-scale stability. Depressurization
through drainage drilling is already on-going at the site, but additional improvements may be necessary for future,
deeper, mining. All in all, the future for the Aitik open pit is bright!

However, it is also clear that there is room for much improvement and additional developments in the field of numerical
modelling for slope stability applications. Computational speed is less of an issue today, as very large and detailed
models can be constructed and solved. With the current advances in cloud computing, it is predicted that this will be
of even less concern in the future. More important issues are data collection and model validation. The issue of data
collection was touched upon above, and its importance cannot be overstated. In general, advances in data collection
have not kept up with the advances in numerical modelling capabilities. Rock mechanics problems largely remain
“data limited”. The current trend of increased information use within the industry (“IoT”, “Industry 4.0”, “big data”, etc.)
is yet to transfer to use for rock mechanics purposes. There is a potential for using much more data, including “un-
conventional” data to advance this field, even in the very near future. It is important that the rock mechanics society is
involved in this process, to a much larger extent than has been the case so far.

Given sufficient amount of data, another important topic for the future is the need for validation of models. Most mo-
delling programs in use are well verified, i.e., ensured that the model is an accurate implementation of the underlying
mathematical model. Validation, in particular for large-scale problems, is more rare. Validation is the process of ensu-
ring that the model also represents the real world accurately ( ).

Confirmation
Reality of
Interest

Mathematical
Simulation
Validation Model
Outcomes

Computer Model Verification

Assessment Activities

Modeling, Simulation &


Experimental Activities

Figure 10 Verification and validation in modeling.

There is a definite need for stringent validation of numerical models, although it is implicitly understood that complete
geometry and properties of the rock mass will never be fully known (see e.g., Jing, 2003). One also needs to unders-
tand that validated properties for a particular model are only representative and of value for that particular model;
they do not represent the “real” rock mass characteristic. Solutions arrived at may also be non-unique, but none of
this should stop us from trying to do more in terms of validation! Even a partial validation, adding more knowledge on
governing mechanisms will be of great value. The need for validation may thus be formulated as the need for “defining
a set of acceptance criteria for validation of slope stability modelling”.

5. ACKNOWLEDGEMENTS
The work presented in this paper was funded by the Boliden mining company. The review comments provided and the
permission publish this paper is greatly appreciated.

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M. Salvoni Formerly The University of Western Australia, Pells Sullivan Meynink Pty Ltd

1. INTRODUCTION
Movements, instability and failures in open pit mines can pose important geotechnical problems, leading to major
impacts on the safety of personnel and the mining operations. If the deformation is not elastic, it must be attributable
to the slope no longer being in equilibrium. As geotechnical engineers, we are responsible to collect, analyse and
regularly review a variety of information during the lifetime of the operation (e.g. geology, structural geology, material
properties, observations and monitoring data) to recognise and/or anticipate possible instability/failure mechanisms
(Cawood and Stacey, 2006; Read, 2007; Stacey, 2009).

With the advent of tools such as ground-based radar and terrestrial laser scanners these now support more traditional
visual inspections and surveyed geodetic prisms to assess slope performance exposure (Little, 2006; Harries et al.,
2006; Hutchison et al., 2015). These recent technologies offer a wider coverage of the pit wall and almost real-time
monitoring, allowing a rapid identification of unstable areas and helping to reduce and/or manage safety and opera-
tional issues.

Although all these tools are extremely important on a daily basis and long-term management of an operation, they can
only provide information of near-surface displacements and engineers often have to make assumptions on rock mass
behaviour at depth (Salvoni and Dight, 2016). In some cases, traditional subsurface monitoring (e.g. inclinometers,
piezometers, time domain reflectometry (TDR) and/or extensometers) can provide valuable information. However,
these instruments cannot cover the three-dimensional volume of the rock slope (Lynch and Malovichko, 2006) and
require safe access for the drilling, installation of the system and also for data collection, if the instruments cannot be
read remotely.

In this paper, experiences gained during the last three years on a case study of a large-scale unstable rock slope at
MMG Century Mine will be discussed. The project has challenged one of the most common assumptions made when
dealing with geotechnical problems and treated the idea that near-surface behaviour can be used to understand the
rock mass response at depth.

2. GEOLOGICAL–GEOTECHNICAL OVERVIEW
The Century mine is an open pit mine owned and operated by MMG Limited. The mine is located near Lawn Hill in
North Queensland, approximately 250 km northwest of Mount Isa, close to the Northern Territory border (Figure 1a).
The Century deposit represents one of the major sediment-hosted zinc, lead and silver deposits of the Mount Isa inlier
and McArthur Basin (Andrews, 1998; Broadbent et al., 2002). When mining operations ceased at the end of 2015,
the pit was approximately 2.5 km long by 1.5 km wide at the surface, with a final depth of 320 m. Figure 1b shows a
plan of the pit and the area which was the target of this investigation. A view of the target site can be seen in Figure 2.
Figure 1 a) Location of Century’s operations: the mine at Lawn Hill and the associated dewatering and ship loading
facilities at Karumba; b) Century Mine plan at March 2015 and area of the project

Figure 2 Front view of the target site on the southwest pit wall at November 2013 showing the main geotechnical
units and structural features; LFW – lower footwall shale; UFW – upper footwall shale; CBX – carbonated breccia;
CLS – Cambrian limestone
Since 2009, the Southwest (SW) Corner of the pit has presented an ongoing challenge for site personnel, with several
multibatter failures, interpreted to be associated with continuous bedding planes (Sweeney and Abbott, 2016). The pit
wall is a 300 m high slope with an overall angle of 40° developed within the footwall sequence (Figure 2). The units
are characterised by the presence of thinly bedded shales, exhibiting a highly anisotropic behaviour and affected by
continuous fracturing and occasional bedding plane shears (Kurukuk and Sweeney, 2012). In addition to bedding there
are three main geological structures, named Pandora’s Fault, Page Creek Fault and Creek Fault which bounded the
area and have contributed to local rotation and folding of the bedding planes. Finally, a massive block of carbonate
breccia (CBX), extending over five benches is fully exposed along Pandora’s Fault. The unit has been interpreted as
a result of a large fault jog or dilation related to Pandora’s Fault (Salvoni and Dight, 2016).

3. OBSERVATIONS, SOME QUESTIONS AND HYPOTHESIS


Examination of the historical deformation trend recorded by the prisms showed that the rock mass near the surface
was no longer moving in the elastic range with real displacements as shown in Figure 3. It also shows a time-depend-
ent behaviour (creeping), with rapid acceleration triggered by rainfall events.

Generally, the pit wall experienced periods of rapid acceleration (up to 10 mm/day) during the wet season and steady
trend movements (less than 1 mm/day) during the dry season (Figure 3). Major concerns at the mine started to arise
during the 2012–13 wet season, with an increase of acceleration and the development of tension cracks up to 30
m behind the pit crest. A numerical analysis (Sainsbury et al., 2013) supported the concept of a deep-seated failure
mechanism, unravelling along Page Creek Fault and potentially extending along Pandora’s Fault (Figure 4). Based on
that advice the mine decided to leave a buttress at the toe of the slope (~28°) to manage the observed progressive
movement in the slope above the CBX block. Despite the change in the design, the slope continued to move (Sal-
voni and Dight, 2016; Sweeney and Abbott, 2016). Hence, based on surface monitoring alone the slope was not in
equilibrium and there was an interpretation of a deep-seated failure developing. Such a failure would have potentially
catastrophic consequences.

Figure 3 Ground displacements recorded by the prism monitoring and daily rainfall between October 2010 and
December 2013 in different areas of the slope
Figure 4 Possible failure scenarios based on 2013 studies and numerical modelling (after Lucas 2013)

Prior to this study, the weathering of the lower footwall (LFW) shales had been ignored. This was confirmed by re-
examination of core where, after exposure, the LFW tended to rapidly break up and deteriorate due to the high clay
mineral content (montmorillonite) and sulphide mineral pyrite (FeS2) (Figure 5). Taylor and Smith (1986), Walkinshaw
and Santi (1996), Marques et al. (2005) have all highlighted how in low-durability materials like shales, mechanisms of
slaking, erosion and surface creep are dominant. Understanding this, perhaps the large deformations observed near
the surface did not truly reflect the proposed deep-seated mechanism behind the pit wall (Figure 4).

Figure 5 An example of the degradation process of the LFW shales when exposed; (a) Photo taken at the time of
drilling (hole CEGT005; drilling program 2011); (b) Photos taken after a few months
Working on an active slide is tenuous at best, and in the case at Century, it was never going to be allowed. Hence,
there was limited access to install traditional subsurface monitoring. Even slope depressurisation using sub-horizontal
drillholes had to be ceased due to the inferred danger to personnel and equipment. In order then to obtain an un-
derstanding of the likelihood of a catastrophic failure, a microseismic system was proposed and subsequently imple-
mented in November 2013. The aim of the project was to provide early warning of the development of the deepseated
failure and to understand how deep into the wall the rock mass was being damaged.

4. STRUCTURAL MODEL AND IN SITU STRESS


A review of the general structural model was undertaken to better understand the possible contribution of structures
to the instability in the SW Corner. Due to the limited access, most of the analysis was based on available core photos
intercepting the faults, an early report written by King (1998) in the feasibility study and some regional studies in the
area of the deposit (Broadbent et al., 2002; Ord et al., 2002; Feltrin, 2008).

The investigations highlighted that there were some issues with the interpretation of some of the faults, in particular
Page Creek Fault. Figure 6 shows a plan view of the major geological structures, which affect the SW Corner and a
trace stereonet.

The dominant fault in the province is Termite Range Fault running close to the deposit and oriented approximately
80°/225°. The structure influences the regional geology of the area, determining positive and negative flower struc-
tures where mineralisation such as Century took place. Similarly oriented smaller scale structures have also been
mapped by Broadbent et al. (2002) at the deposit scale. Pandora’s Fault in this sense has been interpreted as a
parasitic fault originated from Termite Range Fault, which has caused the offset of the deposit into two major blocks
(Andrews, 1998; Broadbent, et al. 2002).

A structure missing in the previous geotechnical model was the Creek Fault. The trace of the structure was reported by
King (1998), in one of the earlier structural investigation reports, but not included in later structural models. King (1998)
was able to map this steep-dipping northeast strike-slip fault, based on aerial photogrammetry and field observations.
The fault orientation is coherent with the northeast steep-dipping faults that have also been recognised at the deposit
and regional-scale by Bresser (1992) and Broadbent et al. (2002).
Figure 6 Stereoplot indicating the orientation of the major fault systems (above); Plane view showing the pit
geometry in February 2014 and the location of the same faults (below)

Creek Fault exhibits dextral shearing which, according to King (1998), appears to have offset the northern section of
Pandora’s Fault. Some of the work conducted by Feltrin (2008) agrees with this interpretation. In fact, all northeast
regional faults appear to be from a later (Cambrian) deformation stage, synchronous with repeated reactivation of the
Termite Range Fault and with dextral strike-slip or oblique movement. This would then mean Page Creek Fault may be
an extensional fault, which splayed from Pandora’s Fault in order to accommodate the relative displacement caused
by Creek Fault. Some confirmation on the origin of Pandora’s and Page Creek Faults can be deduced from the type of
infill observable in the core available for Pandora’s and Page Creek Fault. Pandora’s Fault represents a major shear
structure. Looking at the core available intercepting the fault, often a combination of clay rich shearing and CBX is
observed (Figure 7). Most likely the clay originates from large displacement along the shear, whereas the breccia may
have intruded at a later time when the tectonic stresses changed.

Figure 7 Example of core available at the interception of borehole MMG948 with Pandora’s Fault. The combination
of highsheared material and CBX can be seen

This would suggest that Pandora’s Fault is predominantly shear of origin, but at the same time in the SW Corner, the
variation of the orientation has created a large-scale fault jog, with local extensional conditions. The boreholes which
intercept Page Creek Fault, show no indication of the presence of clay gouge minerals or slickenside/shearing. The
rock appeared more ‘crushed’ and often the zone is associated with narrow veins of calcite. A possible explanation is
that the fault originated as a splay or extensional fault in order to accommodate the movements on Pandora’s Fault,
maybe related to the later offset stage on Creek Fault.

We contend that no numerical modelling should be accepted if there are no stress measurements to confirm the state
of stress. At Century, the in situ stress was determined using available oriented core samples of the CBX unit using
Deformation Rate Analysis (DRA). The CBX was chosen as the approach for determining the in situ stress requires
subsampling of the core. This was not possible in the shales for the same reason stated before that the shales de-
teriorate in the presence of water. DRA relies on measuring the change in inelastic strain between two successive
loading cycles of the stress–strain curves determined from uniaxial tests on rock samples (Yamamoto et al., 1990).
The technique has been the object of several studies (Kuwahara et al., 1990; Yamamoto et al., 1990; Hunt et al., 2003;
Villaescusa et al., 2003; Dight 2006; Hsieh et al., 2013).

Core samples from a depth of approximately 224 m below surface were tested. The maximum principal stress σ1 has
a shallow plunge of 10° towards 073° – an angle which is slightly flatter than the bedding dip and orientation at approx-
imately 30° to the dip direction of the bedding. The intermediate principal stress σ2 has a plunge of 32° towards 170°
which is approximately along bedding, while σ3plunges steeply at 56° towards 327° which is at about 30° from normal
to bedding. The results the ratios σ1/σ3 = 3.4 and σ2/σ3 = 2.6 which is quite normal for shallow stress measurements
in Australia. The results are shown in Figure 8. Importantly the stress orientations are consistent with the structural
geology of the major faults associated with the deposit as discussed above and which are shown together in Figure 9.
Figure 8 Stress measurement results obtained using the DRA technique and measured from available samples of
CBX units

Figure 9 The relationship between the major extensional faults (in green) and shears (in red) and the measured in
situ stress and shown
5. GEOTECHNICAL MODEL
A series of geotechnical investigations (2010 and 2011) had been carried out, including 11 diamond drill boreholes
(Figure 10). Core was oriented using a simple downhole spear device. Kurukuk and Sweeney (2012) noted that the
bedding orientation in the area was affected around major structures, making it difficult to reconstruct geometrically.

Figure 10 Mine plan in November 2013 with the location of drilling boreholes available in the area. The holes
designated CEG0015 to CEGT0018 were navi-drilled for the microseismic installation

Four additional navi-drilled boreholes were drilled behind the pit crest to enable the installation of the microseismic sys-
tem (Figure 10). These holes were geotechnically logged and the core was partially oriented. In addition, the terrestrial
digital photogrammetry (TDP) technique was used to measure the variation of bedding trends both on the surface and
at depth. A photogrammetry survey was undertaken for the entire SW Corner of the pit. This involved merging 73 im-
ages taken with a 200 mm focal length lens from different positions within 1 km of the wall, with targets surveyed using
a total station (TS) (Figure 11). The interpretation was performed using the software Sirovision© (Datamine 2017) and
was focused on three main areas, where discontinuity traces were well exposed. Windows A and B were within the
LFW unit, while Window C was in the buttress (UFW unit).

Plane traces of bedding were systematically mapped along benches using the TDP point cloud. These data were
integrated with borehole information, providing a total of 146 measured points. To eliminate bias from mapping of the
southwest wall (Window A), the south wall (Window B) was also mapped. Traces of the discontinuities were better
exposed than in the SW Corner, where the presence of the CBX block and the buttress prevented any measurements
for the LFW unit.
Figure 11 Photogrammetric image of the SW Corner and south wall used for mapping the discontinuities

The discontinuity analysis from the large-scale photogrammetry allowed evaluation of the spatial distribution of the
bedding planes across the wall and with depth. For each mapping window, different subsets were recognised based
on mapping observations and an analysis of the clustering properties was performed in Dips© 7.0 (Rocscience Inc.,
2016). For each cluster, the mean orientation of the bedding planes was obtained and the statistical variability in terms
of Fisher constant (K) and angular variability limit was measured (Table I). The first value gives an estimation of the
dispersion of the data, with a higher K indicating a more tightly-clustered set (Fisher 1953). Angular variability instead
expresses the aperture of cones in which the poles are expected to fall within a specific probability (Priest 1985). Fig-
ures 12 and 13 show the stereographic plot of the data for the three windows.

Figure 12 Equal-angle, lower hemisphere stereoplots (poles of individual discontinuities and mean set planes)
showing the orientation of bedding planes of subset in the LFW unit (Table I)
Figure 13 Equal-angle, lower hemisphere stereo plots (poles of individual discontinuities and mean set planes)
showing the orientation of bedding planes of subset in the UFW unit (Table I)

Table I Orientation and statistics on bedding plane subsets for the different mapping windows
WINDOW BEDDING NO. OF ORIENTATION ANGULAR
FISHER K
# PLANES SAMPLES DIP/DIP DIR. VARIABILITY AT 2Σ
BD1 24 47°/060° 84 15°
A
BD2A 24 46°/095° 51 19°
BD2A 25 46°/106° 108 13°
B BD2B 16 33°/110° 154 11°
BD2C 16 24°/099° 147 11°
C BD3 41 41°/111° 77 16°

From the stereographic projections, it can be observed that bedding orientation has been affected by large-scale fold-
ing, with the dip direction changing up to 35°. A first hinge can be identified roughly in the middle of the upper section
of the pit wall (Window A), where the orientation varies from 46°/095° up to 47°/060° (Figure 12). A second hinge can
also be observed in corresponding to Page Creek Fault, where the bedding plane trend changes again to 46°/106°.

The south wall exposure shows the general trend in the inclination of the strata with depth. The mapping from Window
B shows that the bedding dip changes with depth. At level 1015RL, the average dip changes from 46° to 33°, while at
level 946RL from 33° to 24° (Figure 13). In the buttress, the orientation of the bedding planes remains constant with
an average orientation of 44°/111°.

A preliminary analysis of structurally controlled failure modes was conducted using the stereographic data (Goodman,
1989; Wyllie and Mah, 2004). It was found that around Page Creek Fault, the intersection between this structure and
rotated bedding planes could generate wedge failures at bench and multi-bench scales (Figure 14). In the section
of the pit wall comprising the CBX block, the bedding is flatting with depth. This could result in local daylighting and
consequent planar failure. However, the presence of the CBX block and the buttress seem to constrain this type of
mechanism from fully developing (Figure 15 ).

Figure 14 Details of the photogrammetric mapping for Window A. It can be seen that the trend of the bedding planes
changes roughly in the middle of the pit wall, indicating some large-scale folding. Potential wedges form with the
intersection of bedding and Page Creek Fault

Figure 15 Details of the photogrammetric mapping for Window B. The bedding tends to become flatter with depth. In
the upper section the dip is approximately 46°, while in the lowest section it is only 24°
Figure 16 (a) Kinematic slope stability analyses for the area around Page Creek Fault; a typical bench angle of 60°
has been used; (b) Kinematic analysis for the main section of the pit wall; an overall angle of 40° has been used

Photogrammetric data has also been used to determine the persistence and the spacing between bedding planes.
Previous investigations suggested the bedding spacing is between 20 and 500 mm, but these investigations did not
discriminate between persistent bedding and discontinuous bedding. Looking at Figure 17, it is evident that the slope
is characterised by the presence of large-scale continuous bedding shears, which extend across several benches, with
an average spacing of 10 m. These geological features are most likely to play an important role in the stability problem.

Figure 17 Photogrammetric image of the south wall showing the presence of slope-scale continuous bedding shear
structures

Close observation of the continuous bedding planes showed the presence of thick clay infill on some portions of these
bedding planes indicating shearing. These structures were also characterised by large-scale angulation or waviness
(Figure 16). Shears with clay gouge are typically aseismic, so it is possible to expect that shearing along infilled bed-
ding planes are also more likely to be aseismic, in other words, not able to generate a considerable amount to micro-
seismic activity. On the other hand, the portions of these structures with local variation of bedding planes or cross-bed-
ding structures are more prone to experience intact rock breakage and therefore to generate microseismic activity.
6. MICROSEISMIC DATA
Microseismic (MS) and acoustic emission (AE) monitoring have found many uses in the geotechnical field (Xiao et al.,
2016). Examples of applications are reported for rockburst risk assessment, caving monitoring, rock slope monitoring,
laboratory tests, and in the oil and gas field. The technique is based on the recording of the radiated seismic energy
generated by brittle fracturing of rock to estimate 3D location and parameters at the source. The general idea is that
as seismicity can be recorded at low/infinitesimal strain, strain near the onset of instability could be detected before
surface deformation would eventually be observed. However, in the open pit environment and in natural rock slopes,
the number of case studies where it has been successfully implemented are still limited and the technique has not
reached sufficient maturity to be used as a routine method, requiring a great deal of interpretation (Wesseloo and
Sweby, 2008; Wesseloo et al., 2009).

The microseismic array deployed at Century comprised 16 sensors located in the volume of rock behind the south-
west wall. As shown in Figure 18, the system tends to follow the slope curvature, as the existing pit geometry and
accessibility represented major constraints for installing the sensors. Navi-drilled boreholes behind the pit crest were
the only option to get the instruments sufficiently close to the pit wall and the expected area of instability. The system
was operative from November 2013 to February 2016, when it was decommissioned. More details on the system are
provided by Salvoni et al. (2016).

Figure 18 Microseismic array configuration showing the location and type of geophones installed. Plan view (above)
and section view (below). In the section view it can be noticed that the array takes advantage of pit geometry in
order to try to avoid planar array
The majority of seismic data was recorded between February and April 2014, and followed a few days of heavy rainfall,
along with a rapid acceleration of surface deformation. The slope experienced a total cumulative displacement up to
several metres with localised small instabilities and the partial detachment of the CBX block. During this time the sys-
tem recorded more than 2 300 microseismic events ranging from a moment magnitude of -2 to 0.2. Looking at Figure
19, there is a good correspondence between spatial and temporal distribution of microseismic and slope deformation
activity (Figure 20). The following points are made:

From 15 February, seismic events started to be recorded behind the pit wall, with a rate of approximately 11 events
per day. The activity was mainly concentrated in the lower section of Page Creek Fault, in the wedge failure sector and
behind the CBX block (Figure 19a).

On 23 and 24 February, two main event clusters were observed. The first one corresponded to a localised planar
failure in the lower section of Page Creek Fault, while the second occurred in the buttress, where the slip zone was
observed. A generalised increase in seismic activity was recorded (~20 event per day), with events also being detected
in the upper section of the wall (Figure 19b).

From the middle of March to the middle of April, the seismic activity rate reached its peak, with more than 30 events per
day. Activity was mainly localised in the wedge failure sector, behind the CBX block and in the upper section of the wall.
Events were also recorded in the right corner at the base of the CBX block and along Pandora’s Fault (Figure 19c).

Gradually, from the middle of April, events were mainly concentrated in the wedge failure sector and behind the CBX
block. Activity progressively slowed down, reaching only a few events every week by the end of May (Figure 19d).

Figure 19 (a, b, c, d) Seismic events recorded from February to May 2014 behind the southwest wall. 3D view
showing the seismic activation sequence for different time windows (seismic events are coloured and sized by
moment magnitude)
Figure 20 February to May 2014 instability reactivation. a) Localised planar failure along the lower section of Page
Creek Fault; b) Shallowslip zone in the buttress; c) CBX block active passive wedge mechanism, with rotation and
consequent detachment

7. ROCK MASS DAMAGE AT DEPTH


Important information of the rock mass behaviour at depth can be extrapolated from the distribution of the microseis-
mic activity. Figure 21 shows a section through the pit wall representing the seismic events coloured by distance from
the surface and sized by moment magnitude. Seismicity tends to be concentrated within a narrow band between 20
and 40 m from the surface and behind the CBX block. Particularly interesting is also the reduction of seismic activity
in the lower section of the wall near-surface. A similar characteristic was also observed in another section view along
the wedge failure sector.
Figure 21 Section through the distribution of the distance of seismic events from the surface for the upper section of
the pit wall (above) and for the wedge failure area (below)

The data do not reveal any sign that a deep-seated instability/failure is developing, as predicted by the numerical anal-
ysis (Sainsbury et al., 2013). More importantly, the data confirm the hypothesis that different instability mechanisms
are affecting the slope behaviour. The material, close to the surface, is characterised by intensely broken/weathered
rock mass and is no longer able to produce and propagate much seismic energy (i.e. it is an aseismic zone). This area
is subjected to creep-driven movements that are always present even in dry conditions and characterised by an accel-
eration in movement related to seasonal rainfall. As it is now much more broken up, it is also much more permeable
and with rainfall the influence of effective stress is leading to the unravelling. Even though it is permeable, this does
not mean it ‘dries out’ in the dry season. This shallow instability has caused the observed displacement of the CBX
block and triggered further deformation at depth at the toe of this block, where between 20 and 40 m of rock mass is
progressively fracturing and may potentially develop into a multi-batter failure involving the upper section of the pit wall.
An incorrect diagnosis of the instability based on the surface monitoring led to leaving a buttress and consequential
loss of reserve.

Clustering of microseismic data is often used by underground mine geotechnical personnel to show where fractur-
ing is occurring. As such, it is important to understand the type of fracturing occurring – is it extensional, shear or a
combination of both? Typically, this is considered by looking at the Es/Ep ratio. When this is less than three, it is con-
sidered to be extensional, or if it is greater than 10 it is considered to be shear. Between these two it is considered to
be a combination. Here, the clustering is seen parallel to the bedding. However, shouldn’t the bedding be shearing?
As described previously, a detailed investigation was undertaken of the pit wall exposures to ascertain whether the
bedding planes exposed were continuous and, if so, over what sort of dip length. This examination showed that the
‘continuous’ bedding had a signature spacing of 10 to 20 m. Now when planes shear (as in the bedding, shears or
faults) the response is often aseismic. This then presents a dilemma as aseismic responses will not show up in the
clustering! So what is the cause of the microseismic activity? We attributed this to interblock (i.e. between continuous
bedding planes) fracturing.

In the original numerical analysis (Sainsbury et al., 2013), it was assumed that the vertical in situ stress was lithos-
tatic and the maximum horizontal in situ stress magnitude was two times the vertical stress magnitude acting east–
west. These assumptions were based on the Northwest Queensland stress measurements database compiled by Lee
(2015) but ignored the local tectonics, which are a function of near-faulted systems and directly related to ore place-
ment (Bogacz, 2001,; Dight, 2006). While recent publications, e.g. Hoek et al. (2009), argue that stress measurements
in open pits are not necessary and that it has been assumed that in situ or regional stresses do not have an impact on
pit wall instabilities, this is clearly not the case at Century.

8. STRESS MODELLING
A series of simple 2D finite element numerical modelling was carried out. The final model assumed a plastic layer of
approximately 10 m of affected material characterised by the weathering. An additional surface was also introduced
to reproduce the effect of rainfall water during the raining season. The derived Mohr–Coulomb failure criteria, with no
postpeak dilatancy and cohesion loss were then assigned to the constitutive model for the fresh shale and the CBX
unit based on laboratory testing (Salvoni et al., 2015). For the shales, a joint model (Goodman et al., 1968; Hammah
et al., 2008) was built in order to explicitly simulate the effect of the continuous bedding plane shears, which most likely
represent the major structural control of the slope.

Final results are shown in Figure 22. This numerical analysis suggests that the assumed geometry and a 10 m thin
layer of weathered rock can create a toppling mechanism on the CBX, with progressive shearing at the contact be-
tween the shale and breccia units and progressive damage at 30–40 m below the pit surface. The weathered material
has a timedependent type of behaviour and is subjected to continuous unravelling associated with rapid acceleration
triggered by the rainfall.

Figure 22 Final numerical analysis results, with the slope affected by a 10 m weathered zone with a plastic behaviour
and progressive shearing developing at depth where microseismic data were recorded

These results support the field observations. They also confirm that while a deep-seated failure could have occurred
at some future time with a deepening of the pit, it was not present at the time of closure.
9. CONCLUSION
Large unstable rock slopes can pose significant hazards for personnel and operations in open pit mines/road cuttings
and a complete understanding of failure mechanisms and the state of the rock mass requires an analysis of a compre-
hensive dataset. However, in many cases information is limited to the surface displacement and engineers can only
make assumptions about the rock mass behaviour at depth. Although in many cases rigid block movement is a rea-
sonable assumption, in others it can lead to misleading interpretation/numerical analysis of the instability mechanisms.

In the case study presented, a combination of critical thinking, geotechnical and monitoring data helped excluding
the development of a deep-seated failure and damage in the lower sector of the wall. Instead, the analysis provided
evidence of how the slope does not act as a rigid block, but is characterised by different levels of deformation. A first
shallow zone within 9–13 m is characterised by creep movements and most likely influenced by the weathering de-
terioration and acceleration in response to rainfall events. This zone has caused the progressive rotation and partial
detachment of the CBX block and the following development of a much deeper instability surface at depth (30–40 m).

The outcomes of the project not only provide an insight into the possible applications of microseismic data in open pits,
but also highlight the importance of looking at different perspectives when analysing a geotechnical problem. Some-
times in the processing or chasing an answer, we tend to grab the easiest solution and only scratch the surface of the
problem. However, as this case study has demonstrated, it is of upmost importance to go back to the basic approach
of observations, hypothesis and reality check to truly unveil instability mechanisms.

10. ACKNOWLEDGEMENT
The support of MMG Limited and their personnel is gratefully acknowledged.

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ORAL FINAL PAPERS
SESSION 1

• J.M. Seery, C. Franklin and E.C.F. Hamman


MANAGEMENT OF GEOTECHNICAL DATA – ANGLOGOLD ASHANTI EXPERIENCE
• Msc. Tatiana Barreto dos Santos1, Msc. Larissa Regina Costa Silveira1,
PhD. Milene Sabino Lana1, PhD. Tiago Martins Pereira1
EVALUATION OF GEOMECHANICAL PARAMETERS THROUGH FACTOR ANALYSIS
• C. Cancino, C. Álvarez, C. Orrego, M. Díaz & R. Ledezma
APPLICABILITY OF STRAIN SOFTENING MODELS TO SLOPE STABILITY ANALYSES
• N.D. Rose, M. Scholz, J. Burden, M. King, C. Maggs and M. Havaej
QUANTIFYING TRANSITIONAL ROCK MASS DISTURBANCE IN OPEN PIT SLOPES RELATED
TO MINING EXCAVATION
• Trevor G. Carter – Golder Associates, Toronto , Canada
SUGGESTED STANDARDS FOR IMPROVING STRUCTURAL GEOLOGICAL DEFINITION FOR
OPEN PIT SLOPE DESIGN
• Bruce Murphy and Wayne Barnett
APPROACH TO GEOTECHNICAL CHARACTERIZATION AND SLOPE DESIGN DATA AC-
QUISITION PROGRAMS IN DIFFERENT DEPOSIT TYPES
• Marcelo Llano-Serna and David J Williams
THE APPLICATION OF RUN-OUT ANALYSIS TO MINE SITE LANDSLIDES

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
MANAGEMENT OF GEOTECHNICAL DATA – ANGLOGOLD ASHANTI
EXPERIENCE

J.M. Seery, C. Franklin and E.C.F. Hamman

ABSTRACT
A recent critical observation of geotechnical practice by Jakubec (2013) highlighting “…the accuracy of input data
for… models based on core and outcrop observations, is not improving.”, and “…data quality is getting worse” has
been a motivator for the development of globalized geotechnical data management processes at AngloGold Ashanti
operations and projects.

The availability of suitable and accurate high quality geotechnical data is critical to achieving a reliability based design
for open pit slopes with an educated understanding of the geotechnical hazards and potential risk mitigation strategies
associated with those designs.

To assist in understanding data reliability and associated confidence as applied to geotechnical design, AngloGold
Ashanti has embedded a standardized data management framework across the majority of international operations
and projects in South America, Australia and Continental Africa. This has been achieved through the development
and implementation of the GeotAgg database and reporting tools, which guides the geotechnical data management
process with the objectives of:

• Supporting geotechnical inputs into the development of geotechnical models and design,
• Being customizable for our required outcomes, with in-house support and development, and
• Increased accessibility to the data, reducing time taken for geotechnical inputs into studies.

The key framework for the process includes five elements associated with geotechnical data including collection, se-
curity, reporting, validation and distribution.

Using the techniques of committing, validating and owning the data, we can build a foundation to enhance the un-
derstanding and confidence in the management of geotechnical hazards in our designs and operations. Of particular
importance to AngloGold Ashanti is the pursuit of understanding spatial aspects of data density, confidence and re-
liability matched with the inherent statistical characteristics into probabilistic design and geotechnical hazard and risk
analyses.

This paper will introduce and illustrate concepts of geotechnical data management using the GeotAgg database and
reporting tools, as well as demonstrating benefits and limitations of each of the tools, through the examination of the
practical application and management of data as an input to slope stability analyses within AngloGold Ashanti’s ope-
rations and projects.

KEYWORDS: Data management process, reliability, geotechnical modelling, geotechnical hazard and risk analyses.

1. INTRODUCTION
A critical observation of geotechnical practice in the industry by Jakubec (2013) highlighting ‘…the accuracy of input
data for… models based on core and outcrop observations, is not improving.’ and ‘…data quality is getting worse’ has
been a significant motivator for the development of globalized geotechnical data management processes at AngloGold
Ashanti operations and projects.

In 2014, the geotechnical data for the AngloGold Ashanti operations and projects were located in numerous site data-
bases, spreadsheets and PDF files. A solution was sought to adopt a standardized approach to geotechnical manage-
ment and as such, the geotechnical data management framework was conceived to aggregate this very valuable data
in a central corporate repository and underlying data collection practices.

The availability of suitable and accurate high quality geotechnical data is an important foundation to achieving a re-
liability based design for open pit slopes coupled with an educated understanding of the geotechnical hazards and
potential risk mitigation strategies associated with these designs. To assist in understanding data reliability and asso-
ciated confidence as applied to geotechnical design, AngloGold Ashanti has, to date, embedded a standardized data
management framework across the majority of its international operations and projects in South America, Australia
and Continental Africa.

This paper will introduce and illustrate concepts of geotechnical data management using the internally developed
Geotechnical Aggregator (GeotAgg) database and reporting tools. These concepts are not limited to slope stability
analyses, but are also used in underground mine design for multiple mining methods.

Standardised Geotechnical Data Management Framework

The GeotAgg database and reporting tools developed and implemented by AngloGold Ashanti in 2014 guides the
geotechnical data management process across the operations and projects with the objectives of:

Supporting geotechnical inputs into the development of geotechnical models and design

Being customizable for our required outcomes, with in-house technical support and development

Increased accessibility to the data, reducing the time taken for geotechnical inputs to become readily available for
further evaluations and analyses.

The key framework for the geotechnical data process underlying the development of the GeotAgg database includes
the five elements associated with geotechnical data including collection, security, reporting, validation and distribution
as presented in Figure 1.

Figure 1: AngloGold Ashanti Geotechnical Data Management Framework.

2. DATA COLLECTION
Two forms of geotechnical logging data are collected in AngloGold Ashanti operations and projects, namely:

• Legacy logging data, hereafter referred to as Legacy:


❍ Typically following the system of logging presented by Dempers et al. (2010).
❍ Interval logging and structural data types are logged in one data table.
❍ Numeric logging types are used to represent observations.

• AngloGold Ashanti (AGA) Global Geotechnical logging standard, hereafter referred to as the Standard:
❍ Based on separation of interval logging data type and structural point logging data types as presented in
Westgate and Kettle (2015).
❍ Observations are recorded as alphanumeric codes based on International Society of Rock Mechanics
(Ulusay and Hudson 2007, 2016) and Norwegian Geotechnical Institute (2015) codes.
❍ Additional observations based on the principles of Palmstrom (2001) are also incorporated.

The Standard methodology was introduced in 2015 as a method of eliminating duplication of logging effort found in the
Legacy logging methodology, such as logging structural information twice, and focussing efforts towards the dominant-
ly structural controlled failure mechanisms of the operations and projects whilst retaining key aspects of observations
for rock mass characterization. The Standard methodology also includes provisions for logging of soil material. Ob-
servations taken from scanline or cell mapping methodologies concurrently developed from 2015 onwards, were also
aligned to the Standard methodology. This alignment is intended to provide a more holistic approach to development
of geotechnical models to minimise limitations or constraints of any one data collection method.
Historically, data collection across AGA operations and projects has been conducted on paper which has presented
unique problems and errors such as lost logging sheets, incorrect values, inverted numeric codes, non-compliant co-
des and illegible hand writing. Whilst paper-based collection is still occurring on some sites, there is a requirement to
progress to digital data being collected. Digital data collection enables the data collected to be constrained by business
validation rules, such as no logging beyond total borehole depth or constraining logging codes to specific values at
the point of capture by using a local, or corporate networked, or standalone logging profile that synchronises across
multiple data collection devices via a local database. This eliminates duplication of effort, for example transcription of
written notes, and meets all validation rules required by the data repository.

Having a data collection tool that is flexible to meet the needs of different project requirements means standardization
can be achieved without removing specific data collection requirements as well as integrating with existing company
standards and systems. The GeotAgg database has the flexibility to accommodate both Legacy and Standard data
combining the two data types in a common geotechnical characterization methodology.

3. DATA SECURITY
Typically there is only one opportunity to collect geotechnical observations from diamond-drilled core or face mapping,
so it is of paramount importance that the data is secured as physically close to the source of origin, to ensure it is not
lost or at risk of being modified unintentionally at a later time. The Standard methodology is intended to be secured at
an operation or project directly into a local Microsoft SQL database, where upon connection to a Local Area Network
(LAN) or Wireless Area Network (WAN) the data is synchronized with an intermediate server-based database from
which integration with the GeotAgg database is completed.

Data security refers not only to the objectives of preservation of data, but also to the administration and sharing of that
data, hence the application of computer level security access through the use of the Microsoft Active Directory services
to administer which personnel have permissions to access the data for further evaluations and analyses.

Data is secured in a Microsoft Structured Query Language (SQL) server-based GeotAgg database after aggregation
from local site databases, where it is possible to apply several layers of access, such that a Database Administrator
has ownership or read-write permissions, a Principal group may access all global data using read-only permissions,
and operations personnel would access data for their operation only, similarly with read-only permissions.

The GeotAgg database has the functionality to record changes made to data in the efforts of data validation, including
the three fundamental actions of database record management, i.e. inserting records, updating records and deleting
records.

4. DATA REPORTING
Data reporting concerns the compilation of pre-defined and template methods of assessing the conformance or
otherwise of the data to data quality standards. The reports within GeotAgg utilize Stored Procedures and Defined
Functions within the SQL database to manipulate data into transformed data or to aggregate data into groups of data
that can be used to further explain and describe that data.

The data reporting was originally conceived to analyse and report on the Legacy logging data, however can also be
employed on the Standard data. It has been observed that the number of errors with Standard data are typically much
lower than for the Legacy data. This is due to the concept that validation rules are embedded into a digital Data Entry
Object on a laptop or Toughbook at a logging site prior to commitment to the main GeotAgg database and as such the
errors are addressed at the core tray. These rules are difficult to implement for a paper-based system, where signifi-
cant scrutiny and efforts are required to assure data quality and significant amounts of time may have passed since
the data was collected.

In order to assign a reliability to data, such that the quality of the data can be easily communicated, the data records
are assessed by geotechnical professionals for completeness and accuracy.

Completeness refers to how well the records have been entered and how well the records meet with the Standard
codes and constraints. Two concepts are important for completeness:
• Database and data management - refers to whether the database caters for all the data to be collected and that
all records have been collected and adequately entered.

• Spatial distribution - the interpretation of the density of geotechnical data and the relationship to the level of
confidence in a design is beyond the scope of this paper, needless to say that the database plays a significant
role in aiding the understanding of that relationship.

Accuracy refers to the concepts that a consistent approach is taken to the collection of recorded data and that this
data reflects the actual observed conditions. There is a significant amount of subjectivity associated with geotechnical
observations, so the roles of the Senior Geotechnical discipline leadership becomes important in maintaining a con-
sistent approach to accuracy in data collection.

5. DATA VALIDATION
Validation requires an understanding of the data collection methodologies employed, the empirical relationships and
associated limitations associated with the methodologies and the experience and understanding of data and obser-
vations from similar rock masses.

The typical validation assessments undertaken by AGA are expanded further:

6. VALIDATION REPORT
The validation report is one of the first reports prepared upon commitment of data to the GeotAgg database. The report
utilizes stored procedures in the GeotAgg database to transform data to query specific record values against other
record values. The purpose of the report is to highlight errors associated with the principles of geotechnical logging
data or to check aspects of common problems likely to be encountered in the interaction of the data into mine planning
software. Key validation checks include:

• Problematic depth values e.g. exceeding borehole total depth, non-consecutive intervals
• Missing logging data e.g. Lithology, weathering and strength
• Incorrectly logged codes
• Principles of measurement for Rock Quality Designation (RQD) e.g. RQD is not greater than 100%, or pieces
not logged less than 10 centimetres

The validation report is executed from the Microsoft SQL Server Reporting Services web-based platform.

Figure 2 presents a typical text-based output of the validation report.

Following review of the validation report and errors that have been identified, the validation process can commence to
try to rectify the problems. This may include reviewing if data hasn’t been synchronized yet, re-logging intervals if the
core is available or re-interpreting RQD measurements if the core photograph is the only available information.

A validation report indicating no problems is an equally useful output. It communicates to the designer that the review
has been undertaken and the confidence to use that data is higher than for data that does contain problems which
haven’t been addressed.
AGA Geotechnical Logging Valida�on Check
Undertaken on dataset/borehole: Dempers Logging/
ACDD0001 - 260.2m depth Check RQD meets the principle of RQD measurement.
-------------------------------------------------------------------------------- ACDD0001; 46.6; 49.5; RQD percent is greater than 100%.
Check that geotechnical logging does not exceed borehole ACDD0001; 64.7; 66.6; RQD percent is greater than 100%.
TotalDepth. --------------------------------------------------------------------------------
Geotechnical logging does not extend past borehole TotalDep-
th. Check sets are correctly logged.
-------------------------------------------------------------------------------- All sets are correctly logged.
Check for non-consecu�ve intervals. --------------------------------------------------------------------------------
ACDD0001; 131.3; 134.4 Check micro-roughness codes are correctly logged.
-------------------------------------------------------------------------------- All micro-roughness codes are correctly logged.
Check for intervals not logged for rock type. --------------------------------------------------------------------------------
ACDD0001; 8; 9.5; NULL Check macro-roughness codes are correctly logged.
ACDD0001; 12.5; 14; NULL All macro-roughness codes are correctly logged.
-------------------------------------------------------------------------------- --------------------------------------------------------------------------------
Check for intervals not logged for weathering. Check infilling codes are correctly logged.
ACDD0001; 0; 2; NULL All infilling codes are correctly logged.
ACDD0001; 2; 2.9; NULL --------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------- Check defect altera�on codes are correctly logged.
Check for weathering codes incorrectly logged. All defect altera�on codes are correctly logged.
All weathering codes correctly logged. --------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------- Check matrix zones (par�al intervals) are logged within inter-
Check for intervals not logged for hardness. vals.
ACDD0001; 40.7; 43.6; 0 All matrix zones (par�al intervals) are logged within intervals.
-------------------------------------------------------------------------------- --------------------------------------------------------------------------------
Check for hardness codes incorrectly logged. Check matrix types (par�al intervals) are correctly logged.
All hardness codes correctly logged. All matrix types (par�al intervals) are correctly logged.
-------------------------------------------------------------------------------- --------------------------------------------------------------------------------
Check for T1_30, T2_60 and T3_90 values incorrectly logged. Check matrix types (whole intervals) are correctly logged.
T1_30, T2_60 and T3_90 values correctly logged. All matrix types (whole intervals) are correctly logged.
-------------------------------------------------------------------------------- --------------------------------------------------------------------------------
Valida�on checks completed.
-------------------------------------------------------------------------------

Figure 2: Example of the typical output of a validation report.

A limitation with the validation report is that the report can only highlight if certain numeric rules have not been met or
if codes were incorrectly entered. Consider two cases:

RQD measured on a three metre interval as 3.2 metres of sound core pieces greater than 10cm in length (i.e. 107%
RQD). This error would be identified in the validation report.

RQD measured on a three metre interval as 2.35 metres of core pieces greater than 10cm in length (i.e. 78% RQD),
however the core was drilled in an R0 weak unsound rock with no structure. The error in application of the principles of
Deere and Deere (1989) are not identified in the validation report. Further validation of the RQD is undertaken through
review of drill core or if unavailable through core photographs. The RQD and estimated average spacing of defects can
be calculated and compared to empirical understanding as highlighted in the following section.

Considerable effort is required to compile the SQL scripting for this report and so another limitation to this compilation
is to understand the significance of calculations and transformations of data into an interpretation of engineering prin-
ciples and to script these in a manner that the problems are identified and that the identification method is sufficiently
detailed to allow the engineer to correct the error.

7. RQD/SPACING CHART
The dominant observed errors or problems with logging data using the Legacy methodology has been the interpre-
tation and measurements associated with Rock Quality Designation (RQD). A validation check on the quality of RQD
measurements can be made by graphing the calculated RQD percentage against the calculated mean discontinuity
spacing for each interval using a chart modified after Bieniawski (1989). Duran (2015) presented the principles of the
assessment of blockiness for use in rock mass quality assessments in this manner.
Figure 3 presents an RQD/Spacing chart compiled using the open source QGIS (2017) software. The benefits of using
this software include:

Connectivity directly to the GeotAgg database, where all necessary spatial adjustments are implemented as database
functions to reference the logged intervals in a 2D projected space allowing overlay onto a digitized framework for the
RQD/Spacing empirical relationship chart.

Categorization of point symbols according to a database field, such as rock type presented as different coloured sym-
bols in Figure 3.

Labelling of symbols, such as interval depth from and to values as shown in Figure 3.

Visibility filtering functions.

Construction of heat maps for density and cluster analysis.

Reproducible template based reporting.

Access to Python scripting to automate functions.

Whilst there may be many permutations for the graphical patterns of point data, Figure 3 specifically highlights that
there is a population of data located to the right and below the RQD/Spacing empirical chart that warrants further ex-
planation. The key question here, is whether or not the RQD length of core pieces greater than 10cm was measured
correctly, or whether or not the estimation of structure quantities within the interval was observed correctly.

This manifestation will then inform decision-making regarding whether or not to accept the data as-is or to ideally re-re-
view the core, or if not available, review the core photos and re-assess the inputs to the two calculations.

The limitations associated with this chart include:

Not accounting for the potential for clustering of higher fracture frequency zones within a logging interval.

The methodology for calculating the spacing, such as inverse of fracture frequency and aspects of angle of incidence
of a structure to the core axis.

Aspects of soundness of core pieces.

These can be addressed by the application of rules of logging into the Standard or by further review or core photogra-
phs and logging details.

Either way, this chart will provide a useful indication of the compliance of geotechnical logging data to the principles
presented in Bieniawski (1989).
Figure 3: Chart comparing the calculated RQD (%) value against the calculated mean discontinuity
spacing (mm) for each logging interval. Modified after Bieniawski (1989).

8. STEREOPLOTS
Structural information is considered as a critical input into slope stability analyses for hard rock mines. Stereoplots are
generated for each borehole, with an orientation bias zone overlain to assist in the assessment of potential missing
information. This follows the overlay principles set out by Fowler (2013). Whilst that reference recommends 15°, the
example in Figure 4 overlays a 20° blind zone. In this example, the stereoplots have been compiled using the RocS-
cience Dips software (RocScience Inc. 2016).

The stereoplots can also be used to check for the manifestation of beta smearing, whereby the beta reference line may
rotate around the core axis with progression of drilling. This is usually presented as a doughnut shaped ring of structu-
re poles around the borehole axis (small red cross in Figure 4) and through comparison with other data sources such
as mapping or televiewer interpretations. Interested readers are encouraged to refer to Davis (2012) for an example
of the impact of this artefact of this problem.

The major limitation of the stereoplot is that is essentially a flat view of the distribution of oriented structures such that
all structures over the elevation range of the borehole are plotted in the one space however the drill trace is spatially
variable in three dimensions. The stereoplot is a useful summary report, and further works in the 3-dimensional space
is required to fully appreciate the structural fabric patterns particularly between structural domains.
Figure 4: Typical stereoplot presentation highlighting the bias zone, borehole attitude, pole density contours and
structure type.
9. CAI GSI CHART
The purpose of the Cai GSI chart is to provide a means of verifying the calculated GSI outputs for each interval with
the method presented in Cai et al. (2004). This methodology follows the principles of Duran (2016), where interval
data can be referenced in the context of the graphical framework presented in Cai et al. (2004). The interval points are
plotted using the QGIS (2017) software, overlaying a digitized geo-referenced raster image chart of spacing or block
volume (as the y-axis) plotted against a joint condition factor (as the x-axis) as presented in Figure 5.

As mentioned for the RQD/Spacing chart one of the attractive features of the QGIS software is the ability to construct
a heat map as shown in Figure 5, allowing for the assessment of density of data within an area of the chart, where
points may be obscured underneath each other, or to identify clustering of data points and to obtain a sense of the
homogeneity (or otherwise) of the rock mass conditions.

Figure 5: Chart of calculated Cai GSI input parameters overlaying the contextual graph presented by Cai et al.
(2004). Calculated spacing represented on the y-axis and joint condition represented on the x-axis.
The limitation of the Cai GSI chart is that subjective pigeon-holing nature of defect characterization manifests itself
as vertically arranged lines of point data, with there being obvious and distinct step change differences in the defect
characteristics. This could be perceived as a useful validation tool, however, if the logging methodology is suspected
of applying generic defect conditions, rather than logging the defect conditions for what they are actually then further
decisions can be made regarding the data collection methodologies.

10. Q’ FACTOR CHART


In a similar manner, as highlighted in Duran (2016), whereby the axes of the GSI graphs are related to numerical equi-
valents of block size and joint condition, a Q’-Factor chart has been graphically geo-referenced using the QGIS (2017)
software, with block size represented by the ratio of RQD/Jn on the y-axis and the ratio of Jr/Ja on the x-axis, allowing
for analysis of the distribution of Q Prime (Q’). Figure 6 presents an example of this graph. Reference should be made
to Norwegian Geotechnical Institute (2015) for a description of terms used.
Figure 6: Chart of the two factors for the calculation of Q’, namely RQD/JN ratio (proxy for block size) on the y-axis
and JR/JA ratio (proxy for structure condition) on the x-axis.

Similar to the Cai GSI chart, a limitation of the Q’ Factor chart is that subjective pigeon-holing nature of defect charac-
terization manifests itself as vertically arranged lines of point data, with there being obvious and distinct step change
differences in the defect characteristics.

Another limitation of the Q’ factor chart is that it is limited to the four parameter Q’-Value, and that for some operations
and projects, the six parameter Q-Value, incorporating the product of Q’-Value and the Joint Water Reduction Factor
to the Stress Reduction Factor ratio, may be considered more important in understanding population differences.
11. DOWNHOLE BOREHOLE LOGS
The downhole geotechnical borehole log is compiled to assess the distribution of as-logged input parameters as an
input into various rock mass classification schemes, as well as output calculated values, with these factors being pla-
ced into the context of lithology or structural information. The primary purpose of this log is to assist in the identification
of geotechnical domains and patterns of geomechanical characteristics. An example borehole log, created using Ad-
vanced Logic Technologies (2017) WellCAD software, is represented in Figure 7 for the presentation of RMR89 and
GSI and associated input parameters.

Figure 7: Downhole borehole log highlighting key aspects such as structure type, weathering, field estimated
strength, calculated RQD, calculated spacing, defect characteristics and calculated RMR89 and GSI values.
A limitation of the borehole log is that it is once again a flat view of geotechnical parameters and calculated numeri-
cal equivalents of a 3-dimensional spatially variable drill trace. Like the stereoplot, it is a useful summary report, and
further works in the 3-dimensional space is required to fully appreciate the distribution of geotechnical characteristics
into rock mass domains.

12. HISTOGRAMS
Histograms are a convenient method to display the statistical distribution of the individual parameters that make up the
inputs into rock mass classification schemes such as RMR89/GSI as shown in Figure 8. Limited statistical information
is also presented to assist in the assessment of applying reliability and confidence decisions to the data.

The histograms use multiple stored procedures and functions within the GeotAgg database to prepare and aggregate
the data prior to presentation on the individual graphs. The histograms have been setup such that domains can be
assessed, say within specific zones within a single borehole, or across multiple similar zones in multiple boreholes.
This will aid in the evaluations of rock mass characterization.

The histograms report is executed from the Microsoft SQL Server Reporting Services web-based platform.
Figure 8: Histograms of the individual input parameters and the final calculated RMR89 and GSI values based on
geotechnical logging data.
The major limitation of the histograms is that the aggregation process used to represent rock mass information has the
potential to effectively dilute the important controls on the stability of an excavation and the individual histograms have
no links to one another. For example, Figure 8 highlights a very small percentage of intervals with an RQD calculated
at between 0 and 10%. Fundamentally, that low RQD material could be considered to be related to low Intact Rock
Strength, very small calculated spacing or highly weathered rock.

13. CORE PHOTOGRAPHS


For completeness and accessibility to the visual foundation information, the core photographs are unwarped and
trimmed for perspective typical to core photographs using the Basrock (2017) PicSure software. These transformed
photographs are then stitched together into a single image for a borehole, much like a panorama of photographs, these
being horizontally arranged, the core photographs are stacked vertically, such that the borehole collar core trays are
located at the top of the image and end of borehole photographs at the bottom of the image. This makes it convenient
to scroll through the connected core tray photographs in one image if a review is required or if specific poorer quality
zones are required to be delineated in the context of other geotechnical information. Figure 9 presents two views of
the same stitched core photographs served through a web browser.

Figure 9: Two views of the same stitched core photographs viewed in Google Chrome. The view on the left is the
image presented as initially served by the web-page and the image on the right is zoomed in after left-clicking on the
image, where the user can scroll up or down through the image to review the core trays as one image.

A major limitation of the core stitching process includes that it can be a time-intensive process to trim and unwarp pho-
tographs, however with the use of macro software, the processing time can be optimized. For long length boreholes,
for example more than 800-1,000 metres, typically these need to be separated into two stitched photographs if the
JPEG format is used as the stitched photograph.

14. DATA DISTRIBUTION


Whilst it is important to understand the quantum of data available to a design engineer, it is equally important to un-
derstand the spatial context of that data. The data is required to be accessible and readily available from the GeotAgg
database, not located in separate unsecured spreadsheets, with uncertainties associated with whether or not all data
has been secured or located on an external consultant’s server.
AngloGold Ashanti utilize the open source Boundless (2017) GeoServer software to display the spatial representation
of key elements of the GeotAgg database in a familiar web-based environment, placing the geotechnical data in the
context of other spatial information as presented in Figure 10 including:

• Geotechnical borehole collars and projected (2D) traces - magenta circles and black lines respectively
• Rockfall observations - coloured stars
• Current mine design strings - grey lines -
• Aerial photography - transparent image underlay
• Unmanned Aerial Vehicle (UAV) photography - opaque image overlay

The use of the Boundless (2017) GeoServer software takes advantage of a feature of the Microsoft SQL Server da-
tabases to project data from local mine grid co-ordinates to a data type referred to as Geometry, which can then be
projected into other GIS software with ease.

The data is accessible from a web page which serves two purposes:

• Provision of a visual status of the geotechnical data for a project or operation allowing tracking and manage-
ment of validation activities.
• Provision of access for any geotechnical professional in AngloGold Ashanti with appropriate security access to
download the latest geotechnical information for an operation or project.

Figure 10: Web-based presentation of multiple sources of geotechnical and hydrogeological data in the context of
mine design strings and aerial/UAV imagery.
15. BENEFITS OF GEOTAGG DATABASE
The GeotAgg database and reporting tools uses multiple software looking at the one dataset, all reports being con-
nected in a fashion, such that the important aspects of the validation of data are not based solely on one report and
involves an experienced design engineer making informed decisions regarding the fitness for purpose of the data for
further evaluations and analyses. This includes whether or not to accept the data as-is and apply external engineering
judgement, or apply decision regarding investment in further data acquisition or data quality improvement.

The combination of a base GeotAgg database to other software including Microsoft SQL Server Reporting Services,
Advanced Logic Technologies WellCAD, Rocscience Dips and QGIS has seen the benefits to management of geote-
chnical data including:

• Accessibility to geotechnical data through a standardized central geotechnical data warehouse and associated
function and procedures.
• Direct connection to the SQL database for some software, typically connection through Comma Separated
Values (CSV) files.
• Customizable, repeatable and auditable automated and semi-automated processing functions.
• A familiar web-based visual frame of reference, in that the spatial attributes of the data can be overlain onto ae-
rial photography, UAV photography and placed in the context of open pit and underground mine design strings.

The specific benefits of using the QGIS software includes:

• Connectivity directly to multiple database formats.


• Spatial visualization of geotechnical data elements.
• Categorization of point symbols according to a database field.
• Labelling of symbols.
• Visibility filtering functions.
• Construction of heat maps for density and cluster analysis.
• Reproducible template based reporting.
• Access to Python scripting to automate functions.

Whilst it is recognized that the use of scale-dependent and interval specific values in geotechnical design is recom-
mended to be used with appropriate caution, it is proposed that these tools are relevant in the context of providing a
reasonable foundation for understanding uncertainty and distribution of rock mass characteristics.

The final product is a set of records in the GeotAgg database that are flagged with a validation record and status of
Fitness for Purpose, such that a design engineer can have the confidence to apply engineering judgement in the use
of that data in evaluations and analyses for open pit slope stability models or underground mine design. The visual
representation of the status of the borehole from planning, through to validated and signed off is one of the most im-
portant features to highlight in this framework as presented in Figure 11.
Figure 11: Distribution of the spectrum of validation states for each borehole of the Tropicana Gold Mine with
geotechnical data associated with that borehole, ranging from Planned, through to Validated: Signed-off. Refer to the
legend on the right-hand side for a full description of available statuses.

16. CONCLUSION
In conclusion, the framework for geotechnical data management employed at AGA, has included the implementation
of standards for collection, security, reporting, validation and distribution of geotechnical data using the Geotechnical
Aggregator database (GeotAgg) as a data repository, and associated reporting tools and familiar visualization tools in
multiple software platforms to access that data for further evaluations and analyses.

The development of the geotechnical data management process has been progressively implemented across sites
and projects and has assisted specifically in assessments including:

• Gramalote Project (Open Pit) Pre-Feasibility Study inputs.


• Tropicana Gold Mine Long Island (Open Pit) Study.
• Siguiri Gold Mine (Open Pit) Feasibility slope designs.
• Sadiola Gold Mine (Open Pit) pit slope design optimization.
• Geita Gold Mine (Underground – 8 mining areas) mine design.
• Quebradona Project (Underground Block Cave) Conceptual Study.
• Sunrise Dam Gold Mine (Underground) 3D Geotechnical Model.
• Mina Serra Grande (Underground) optimization of Stope and Pillar Design.

Whilst there is an investment in time and resources to conduct each step of the geotechnical data management pro-
cess, through correcting data errors and validating missing information, the benefits associated with gaining reliable
data an engineer can confidently use in achieving a reliability based design is demonstrated. Through rigorous applica-
tion of the Standard methodology and the adoption of automated database and reporting technologies, the time taken
for the validation of the data is minimized and that time can now be spent on the higher value engineering thinking
actions and analyses associated with geotechnical design.
Using the techniques of committing, validating and owning the data, we can build a foundation to enhance the un-
derstanding and confidence in the management of geotechnical hazards in our designs and operations. Of particular
importance to AngloGold Ashanti is the pursuit of understanding the spatial aspects of data density, confidence and
reliability matched with the inherent statistical characteristics into probabilistic design and geotechnical hazard and risk
analyses. Refer to the keynote address for Deep and High Stress by Hamman et al. (2017) for further presentation of
the application of that data into geotechnical models.

There will always be a human-based requirement for a senior geotechnical professional to oversee geotechnical data
collection activities to ensure that the principles of our geotechnical predecessors are accurately honoured. The fra-
mework of the GeotAgg database and associated reporting tools is not seen to detract from the engineering judgement
requirements, but rather is intended to be used to efficiently highlight errors and problems with the data in an auditable
and repeatable manner, such that the data quality can be described and communicated to designers relying on that
data as an input into further studies.

The challenge for the future will be the accommodation of the data associated with the Internet of Things, with a
specific focus on collection of data derived from geotechnically important sources such as, prism monitoring, radar
monitoring, hydrogeological monitoring, Multi-Point Borehole Extensometers, SMART cables, core orientation devi-
ces, laboratory and field test equipment. The methodology is demonstrated to be flexible enough to adopt to these
developments in the near future.

17. ACKNOWLEDGEMENT
This work has been developed through the input of various practitioners within AngloGold Ashanti as well as industry
peers. The authors gratefully acknowledge the contribution of their peers and colleagues, and the management of
AngloGold Ashanti for the opportunity to present this work.

18. REFERENCES
• [1] Advanced Logic Technology, 2017. WellCAD. Luxembourg.
• [2] Bieniawski, Z.T., 1989. Engineering rock mass classifications. A Complete Manual for Engineers and Geologists
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• [4] Boundless, 2017. Boundless GeoServer. New York City.
• [5] Cai, M., Kaiser, P.K., Uno, H., Tasaka, Y. and Minami, M., 2004. Estimation of Rock Mass Deformation Modulus
and Strength of Jointed Hard Rock Masses using the GSI System. International Journal of Rock Mechanics and
Mining Sciences, vol. 41 (2004). pp 3-19.
• [6] Dempers, G.D., Seymour, C.R.W. and Harris, M.B., 2010. Optimizing Geotechnical Logging to Accurately Repre-
sent the Geotechnical Environment. Proceedings of Second Ground Control in Mining Conference, Sydney, 23-24
November 2010. Australian Institute of Mining and Metallurgy. Melbourne.
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find_blog/2012/11/12/drill-core-orientation---an-inconvenient-truth-(part-3-of-3) [Accessed 9 September 2017].
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89-1.
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Slope Stability 2015. The Southern African Institute of Mining and Metallurgy, Cape Town.
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Australia, 2016.
• [11] Fowler, M.J., 2013. Structural Data Bias in the Digital Age. Proceedings from Slope Stability 2013, Perth, Aus-
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• [12] Hamman, E.C.F, du Plooy, D.J. and Seery, J.M., 2017. Data Management and Geotechnical Models. Procee-
dings of the Eighth International Conference on Deep and High Stress Mining. J. Wesseloo (ed). Australian Centre
for Geomechanics, Perth. https://papers.acg.uwa.edu.au/p/1704_33.2_Hamman/
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Symposium on Ground Support in Mining and Underground Construction. 13-15 May 2013, Ground Support 2013
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• [1] Ulusay, R., Hudson, J.A., 2007. The Complete ISRM Suggested Methods for Rock Characterization, Testing and
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• [18] Ulusay, R., Hudson, J.A., 2016. The Complete ISRM Suggested Methods for Rock Characterization, Testing
and Monitoring:2007-2014, Compilation arranged by the ISRM Turkish National Group, Ankara, Turkey.
• [18] Westgate, B. and Kettle, R., 2015. Unified Rock Mass Classification Systems: A Smart Data Management Tool.
Proceedings of SAIMM Slope Stability 2015. 12-14 October 2015, Cape Town, Southern African Institute of Mining
and Metallurgy.
EVALUATION OF GEOMECHANICAL PARAMETERS THROUGH FACTOR
ANALYSIS

Msc. Tatiana Barreto dos Santos1, Msc. Larissa Regina Costa Silveira1,
PhD. Milene Sabino Lana1, PhD. Tiago Martins Pereira1
1
Federal University of Ouro Preto, Ouro Preto, Brazil,
Graduate Program in Mineral Engineering
Campus Universitário s/n - Morro do Cruzeiro Zip code: 35.400-000
Ouro Preto-MG, Brazil Tel/fax: +55 31 3559 1593

ABSTRACT: This paper applies Factor Analysis in geomechanical variables which are used to calculate RMR
geomechanical classification. Factor Analysis is a multivariate statistical technique that provides knowledge of the
structure of a dataset and offers the possibility of reducing data dimensionality without significant loss of dataset
structure. A dataset with 102 rock slopes is used in this study. The variables considered were some of those
traditionally surveyed in geotechnical surveys. The Factor Analysis provides interpretable factors which were labeled
according to their influence on rock mass behavior. Factor 1 was named weathering degree factor, once weathering
of the rock mass and groundwater parameters were significant in this factor. Factor 2 was named fracturing degree
factor, once persistence and spacing of the discontinuities were significant in Factor 2. Finally, Factor 3 was named
strength factor, just once the intact rock strength parameter was significant in this factor.
Key words: Factor Analysis, geomechanical parameters, rock slopes.

1. INTRODUCTION
The Rock Mass Rating (RMR), proposed by Bieniawski (1973) and later modified by the same author (1976, 1989),
is one of the most known and widely used geomechanical classifications for rock masses. It has been used all over
the world and in open pit mine projects, especially as a way to quantify Hoek & Brown constants of rock masses. The
variables used to determine basic RMR are: uniaxial intact rock strength; RQD; discontinuity spacing; discontinuity
conditions, (persistence, aperture, roughness, filling and weathering wall rock) and groundwater conditions.

For each parameter mentioned above, a score is assigned and the final value of RMR is the sum of these scores.
Adjustments in the RMR basic value can be applied to take into account the effects of orientation discontinuity on the
excavation and blasting.

Rating parameters and interval boundaries have been improved by Bieniawski based on its engineering application.
Besides many other authors have proposed modifications in the original classification to extend its use for different
problems.

Despite the large acceptance of RMR by the geotechnical community, there has been much discussion between
experts along its application history. Drawbacks associated to empirical methods are common and are normally
associated to subjectivity and the idea of oversimplification of complex rock mass behaviour. On the other hand these
empirical methods play an important role in understanding and quantifying rock mass behaviour by considering the
connection between many important variables influencing the rock mass quality. Thereby, it is very important to
understand and explain the real contribution of each variable analysed in the condition and quality of the rock mass.

In this research a multivariate statistical technique, factor analysis, is used to understand the interrelationships among
variables and to propose interpretable factors that most influence the rock mass condition and quality.

2. MATERIAL AND METHODS


DATABASE DESCRIPTION AND HANDLING
The original database consists of 102 slopes with very varied geomechanical characteristics. It was built using
information of 88 mine slopes and few urban and highway slopes. Among the mine slopes 84 case studies were
gently provided by Zare Naghadehi (2016). This database was organized by Zare Naghadehi et al. (2013) to propose
a mine slope instability index.

A careful study of this original database was performed to achieve those more influencing variables which should
have been considered in this study. Firstly the variables used to determine the basic RMR were taken; other variables
considered by Zare Naghadehi et al. (2013) were neglected.
 
 
RQD was not considered in this study because it is a function of discontinuity spacing; another variable that has been
already considered.

All other variables used to determine RMR were tested to verify sampling adequacy in order to apply the model of
factor analysis, as explained further ahead.

The adequate variables to use in factor analysis model after this initial study were: uniaxial compressive strength
(P1), discontinuity spacing (P2) and discontinuity persistence (P3) of the main discontinuity set, weathering degree
(P4) and groundwater (P5).

The database was built according to the clues presented on Table 1. In case of quantitative variables, the original
values of the parameters were used. For ordinal qualitative variables, ratings were assigned ranging from 1 to 5,
where higher values are associated to better rock mass quality.

Table 1: Values assigned to variables.


Variable Variable type

P1 Uniaxial Compressive Strength (MPa) Quantitative

P2 Spacing of the main discontinuity set (m) Quantitative

P3 Persistence of the main discontinuity set (m) Quantitative

P4 Weathering degree (ISRM, 1989)


Fresh Slightly Moderately Highly Completely
Paramet Qualitative
weathered weathered weathered weathered
er ordinal
(W1) (W2) (W3) (W4) (W5)
Rating 5 4 3 2 1

P5 Groundwater (Bieniawski, 1989)


Paramet Completely Qualitative
Damp Wet Dripping Flowing
er dry ordinal
Rating 5 4 3 2 1

FACTOR ANALYSIS
Factor Analysis is an interdependence technique whose primary purpose is to define the underlying structure among
the variables in the analysis (Hair et al., 2010). It is capable to define sets of variables that are strongly interrelated.
These sets of variables are named factors.

Before performing factorial analysis, the database used must meet some requirements. According to Hair et al.
(2010), the sample must have size of at least 5 times more observations than the number of variables to be analyzed.
In addition, the variables must present significant correlations for the application of the multivariate analysis, verified
through the Bartlett’s Test (1951).

Bartlett’s test (Bartlett, 1951) was carried out to verify if the database is suitable for the application of multivariate
statistical techniques. Bartlett’s test provides information about the presence of significant correlation between the
variables. The test consists of the comparison of the correlation matrix of the p variables to the identity matrix
(Equation 1). The selection of the correlation coefficient type is related to the type of variables. If all variables are
quantitative, Pearson’s correlation coefficient should be used. However, when there are also quantitative ordinal
variables, Spearman’s correlation coefficient should be used.

 
 
1 ��� ��� … ��� 1 0 0 … 0
� � �0
���� 1 ��� … ��� � 1 0 … 0�
���� � �
��� 1 … ��� � = �0 0 1 … 0� [1]
� � �⋮ ⋮ ⋮ ⋱ ⋮�
� ⋮ ⋮ ⋮ ⋱ ⋮ �
���� ��� ��� … 1 � �0 0 0 … 1����
���

Where: ��� is the correlation coefficient between the variable i and variable j, � = 1� �� … � � and � = 1� �� … � � .
Since the null hypothesis assumes that the correlation matrix is equal to the identity matrix, we have:
H0: R = I, there is not enough correlation for multivariate technique application;
Ha: R ≠ I, there is sufficient correlation for the multivariate technique application.
The statistical test is given by Equation [2]. (Bartlett, 1951).

����
� � = − � ( � − 1) − � ��|�| [2]

Where:
� is the sample size;
� is the number of variables;
|�| is the determinant of the correlation matrix.
�(���)
The statistical test presents a chi-square distribution with degrees of freedom equal to �� = .

So, the null hypothesis H0 is rejected when the p-value is less than 0.05.

In case of this research, the correlation coefficient used in the Bartlett’s test was the Spearman’s correlation
coefficient, once exists some variables that are qualitative ordinal such as: roughness and infilling of main
discontinuity set, weathering of the rock mass, groundwater and blasting method. The Spearman’s correlation
coefficient measures the correlation intensity between two variables. It uses the order of observations instead of the
observed values.

The estimator of Spearman’s correlation coefficient is given by Equation [3].

� ∑� �
��� ��
�� = 1 − [3]
�(�� ��)
Where:
�� is the Spearman correlation coefficient;
�� is the difference between the two ranks of each observation;
� is the number of observations.
Besides Bartlett’s test, a coefficient named Kaiser-Meyer-Olkin (MSA) must be used to identify the level of
intercorrelation between the variables and the sample adequacy for performing the factorial analysis. The database
should always have a general MSA value above 0.50 before proceeding with factorial analysis and variables with
MSA less than 0.5 should be removed. MSA coefficient is obtained by Equation [4].


∑��� ∑��� ���
��� = ∑ � � [4]
��� ∑��� ��� �∑��� ∑��� ���

Where:
��� is the correlation coefficient between variables i and j;
��� is the off-diagonal element of the correlation anti-image matrix (which corresponds to the partial correlation
coefficient between the variables i and j, with the sign reversed).
 
 
���� ��� ��� ��� ⋯ ��� ��� �
� � ���� �̂� , ��� �̂� , … , ��� �̂� � � ���� ��� ��� ��� ⋯ ��� ��� � [7]
� �
� ⋮ ⋮ ⋱ ⋮ �
���� ��� ��� ��� ⋯ ��� ��� �

Where:
� is the number of variables;
� is the number of principal components used;
�̂� is the ith eigenvector of correlation matrix of database, � � �,�, … , ��
�� is the ith eigenvalue referring to the ith eigenvector of correlation matrix of database, � � �,�, … , ��

Once the matrix of factor loadings is known, it is possible to calculate the specific factors vector by Equation [8].

� � ������ � � �� �
� [8]
Where:
� is the vector of specific factors;

� is the covariance matrix;
� is the matrix of factor loadings.

Then, the matrix of common factors can be obtained and the interpretation of the factors is performed. To facilitate
the interpretation, the factors are usually rotated; in this research, the rotation method used was a method named
VARIMAX. Significant factor loads were those that presented values greater than 0.55, since the sample used has
around 100 slopes. In this point, variables with significant factor loads are grouped in the same factor and it is possible
to define the underlying structure among the variables. After the interpretation of the factors, these are labeled and
the scores of the factors are estimated for each slope by minimum squares method.

The application of the factor analysis in the database was carried out using the statistical software R, developed
by R Development Core Team (2011).

3.RESULTS AND DISCUSSION

DATABASE
The database of 102 slopes was built using the clues presented in Table 2. Table 3 presents 10 slopes of the
database for knowledge.

 
 
Table 3: 10 slopes of the database

Spacing of Persistence
Uniaxial
main main Weathering of
Slope compressive Groundwater
discontinuity discontinuity the rock mass
strength (MPa)
set (m) set (m)
1 73 0.75 12.5 2 5

2 100 0.75 25 3 5

3 20 0.80 10 3 3

4 100 1.50 7.5 4 5

5 60 3.00 17.5 4 4

6 20 0.75 22.5 3 5

7 130 0.55 0.64 2 2

8 145 2.00 10 5 5

9 88 3.00 3.5 4 4

10 130 0.82 0.91 3 3

Bartlett test was carried out in the Spearman correlation matrix of the studied data. The Spearman’s correlation
coefficient was used due to the existence of qualitative ordinal variables. Figure 1 presents the correlation matrix of
the database.

Figure 1: Spearman correlation matrix between variables P1 to P5.

The results of Bartlett test are shown in Table 4. Once the p-value approaches zero, the null hypothesis is rejected
and it is possible to affirm that there is sufficient correlation between the data. Therefore, the database is suitable for
application of multivariate statistical techniques.

 
 
Table 4: Bartlett test results.
Parameter Value

ܺଶ 83,80

݂݀ 66

p-value 8,99 x 10-14

Kaiser-Meyer-Olkin (MSA) coefficient, global and for each variable, was calculated (Table 5). Suitable variables for
application of Factor Analysis should present a MSA coefficient greater than 0.5. All variables are suitable for
application of Factor Analysis.

Table 5: MSA coefficient.


Variable MSA MSA Global

Uniaxial Compressive Strength 0,69

Spacing of main discontinuity set 0,76

Persistence of main discontinuity set 0,65 0,67

Weathering of rock mass 0,63

Groundwater 0,65

Factor Analysis was carried out in the database. The method used to extract the factors was the method of Principal
Components. Figure 2 presents the matrix of factor loadings of the database. The number of extracted factors was
three.

Figure 2: Matrix of common factors.

 
 
Significant factor loads were those that presented values greater than 0.55. Table 6 presents the factors and
significant variables in each of them with their respective factorial load.

Table 6: Factors generated by Factorial Analysis.

Factors Significant variables Factor load

Weathering of the rock Mass 0.76


F1
Groundwater 0.90

F2 Persistence of the main discontinuity set 0.81

Spacing of the main discontinuity set 0.81

F3 Uniaxial compressive strength 0.93

The factors were labelled based on geotechnical knowledge. The first factor is labelled as degree of weathering. It is
known that rock weathering and groundwater flow are correlated. According to Wyllie and Mah (2004), groundwater
flow can have an effect on the stability and quality of rock masses and one of the main factors that leads to this is
rock weathering.

The second factor consists of persistence and spacing of the main discontinuity set. The persistence and spacing of
the discontinuities determine the size of the rock blocks that will be formed on the slope. Therefore, Factor 2 is
labelled as degree of rock fracturing (Wyllie and Mah, 2004).

The third factor is composed only by the uniaxial compressive strength of the intact rock and therefore was labelled
as intact rock strength.

Furthermore, factor analysis has good quality if the value of common factors of the variables is bigger than the specific
factors of each variable. Table 7 shows the values of common factors and specific factors of each variable.

Table 7: Values of common factors and specific factors of each variable.

Common factors

Uniaxial Spacing of the


Persistence of the Weathering of
compressive main discontinuity Groundwater
main discontinuity set the rock mass
strength set

0,91 0,76 0,76 0,78 0,82


Specific factors

Uniaxial Spacing of the


Persistence of the Weathering of
compressive main discontinuity Groundwater
main discontinuity set the rock mass
strength set

0,09 0,24 0,24 0,22 0,18


 
 
4. CONCLUSION
This paper proposes a way of reducing the subjectivity of the scores assigned to the parameters in geomechanical
classifications systems. After all, this could be a first step to create a new system. For this, multivariate statistical
techniques were used to understand the interrelationships between variables and to propose interpretable factors for
groups of parameters, applying Factor Analysis.

This analysis did not use all the variables traditionally considered in the basic RMR. The removal of some parameters,
in the case RQD, opening and filling, was careful and based on discussions of the literature, in the geotechnical
experience for this type of geomechanical classification and also the results provided by Factor Analysis.
The factors generated by the Factor Analysis were easily labeled, because there was consistency between the
variables that were considered in each factor. In this case, the degree of weathering is related to the water condition
and both were in Factor 1; the spacing and persistence of the discontinuities can indicate the fracturing condition of
a rock mass and together they formed Factor 2. The UCS is the intact rock strength and, alone, formed the Factor 3.
The use of multivariate statistical techniques proved to be a strong tool to solve problems related to the subjectivity
of geomechanical classifications, because the same technique used helped to define which are the variables that
are really important for this type of analysis and how much important they are. With this, it is possible to think about
using these multivariate techniques in order to better portray the reality and the quality of rock masses.

5. ACKNOWLEDGEMENTS
The authors wish to thank CNPq (National Counsel of Technological and Scientific Development) and Fapemig
(Foundation for Research Support of Minas Gerais) for supporting this work.

6. REFERENCES
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 ZARE NAGHADEHI, 2016. Personal communication.

 
 
APPLICABILITY OF STRAIN SOFTENING MODELS TO SLOPE STABILITY
ANALYSES

C. Cancino, C. Álvarez & C. Orrego


Itasca S.A.
christian.cancino@itasca.cl

M. Díaz & R. Ledezma


CODELCO, División Chuquicamata, Chile

ABSTRACT
The main scope of the current work is to study the use of advanced constitutive models considering strain softening
behaviour, such as Itasca´s CaveHoek model, within the context of slope stability analyses. The CaveHoek model
was developed specifically by Itasca Consulting Group to describe the rock mass behaviour under caving operations.
This paper contributes to the understanding of a unified constitutive model that can be applied in underground mining
as well as in open pit mining. In this work, different two-dimensional numerical models were constructed for a slope
comparing the model response between CaveHoek model and a more “standard” constitutive model (Modified Hoek-
Brown with damage). The results were similar at overall scale for a 500 m-high slope comprised of moderate quality
rock mass. In the case of very good quality rock mass, degradation of the strength properties did not develop due to
lack of plastic strain. In the case of poor quality rock masses, hardening of the properties may take place if the residual
curve is stronger than the peak curve, in particular at very low confinement. In addition, several sensitivity analyses
were carried out for key parameters of the CaveHoek model, such as the residual strength envelope.

Finally, a real case application was carried out by studying a representative section of the west wall in Chuquicamata
Mine. A good calibration was obtained for the condition observed in June of 2016, showing a marginal equilibrium
condition and a failure mechanism in accordance with the field observations. In subsequent work, the modelling was
extended to a full 3D representation of the pit, obtaining a reasonable agreement for the current condition reproducing
the relative behaviour, in terms of mobilized areas, between different sectors of the west wall.

1. INTRODUCTION
In slope stability analyses, the “standard” approach is to predefine a damage factor to simulate the rock mass distur-
bance due to mining (blasting and stress relaxation), by using classical constitutive models based on Hoek-Brown fai-
lure criterion through the Disturbance Factor, D. On the other hand, the strain softening models provide a considerable
advantage for predictive analyses, since the damage is generated as an emergent behaviour of the model, defined
through the softening of the strength properties.

In underground mining, a numerical approach to cave assessment has been developed by Itasca over the past 17
years through the industry-funded International Caving Study (ICS I & II) and Mass Mining Technology (MMT) pro-
jects. The procedure has been implemented successfully in the calibration and simulation of cave responses at many
existing and planned caving projects (Sainsbury, et al., 2011). The algorithm to simulate caving has been implemented
within the three-dimensional, continuum based program, FLAC3D (Itasca Consulting Group, Inc., 2012) and recently
for the 3-Dimensional Distinct Element Code 3DEC (Itasca Consulting Group Inc., 2013). This algorithm simulates a
strain softening behaviour by using the so-called CaveHoek Model.

This paper focused on exploring the applicability of CaveHoek Model to slope stability analyses. Simple and real case
applications are studied in order to provide basic guidelines for its use and shortcomings.

2. THE CAVEHOEK CONSTITUTIVE MODEL


A unique characteristic of cave mining is that the rock mass is exposed to more strain and damage than in any other
mining methods. Essentially, the initial rock mass is disaggregated as a result of stress changes at the cave back.
Itasca uses a strain softening constitutive model to represent this behaviour. The constitutive relation of strain sof-
tening (shown simplified in Figure 1), allows to represent the nonlinear weakening behaviour of materials based on
prescribed variations of properties of models such as Mohr-Coulomb (cohesion, friction and tensile strength) as a
function of the plastic strain.

Figure 1Strain softening behaviour.

The CaveHoek Model allows for representation of elastic modulus softening, density adjustment, variable dilation,
dilation shutoff, scaling properties to zone size, tension weakening, cohesion weakening and frictional strengthening.
In cases where the open joints controlling rock mass strength have a preferred orientation, ubiquitous joints can be
activated within the model with orientations that reflect the true orientation distribution. This approach, referred to as
the Ubiquitous Joint Rock Mass (UJRM) model, originally was conceived by (Clark, 2006) as a mean to account for the
impact of jointing on rock mass strength more explicitly within FLAC (Itasca Consulting Group Inc., 2011) by assigning
unique joint orientation to each zone. Since then, it has been extended and applied in FLAC3D to the study of cave
propagation (Pierce, et al., 2006), (Sainsbury, et al., 2008), (Board & Pierce, 2009). The implementation of ubiquitous
joints in this manner introduces scale effects, anisotropy and variability. In cases where the jointing is expected to be
more isotropic in orientation, the ubiquitous joints are not used.

STRAIN SOFTENING BEHAVIOUR IN CAVEHOEK MODEL


When the stress has exceeded the elastic limit, it yields by fracture without losing all its cohesion. It then continues to yield until
the peak strength is reached before it begins to fail. Thereafter the strength properties are reduced but the samples still have some
load carrying capacity.

Within a strain softening material model the post-peak strength behaviour is a function of plastic shear strain-dependent rock mass
cohesion and tensile strength. Accumulated plastic shear strain (more specifically, the second invariant of the deviatoric plastic
strain tensor) is a common metric for irreversible shear strains in geo-materials and, in a more general sense, can be considered as
a measure of damage. The plastic shear strain required to degrade the strength of a rock mass from a peak value to a residual value
representative of the disaggregated rock mass (characteristic of caving operations), called critical strain, defines the brittleness of
the rock mass failure and it is usually estimated using the following relation (Lorig & Pierce, 2000):

[1]

with d = zone size.


3. CAVEHOEK MODEL APPLIED TO SLOPE STABILITY ANALYSIS
Different numerical models for a two-dimensional slope were constructed using FLAC3D, to compare results between
CaveHoek Model and a classical constitutive model such as the Modified Hoek-Brown Model with damage (Disturban-
ce Factor). The models were analysed in terms of Factor of Safety (FS) through the Shear Strength Reduction Method
(Zienkiewicz, et al., 1975). The models were constructed according to slope height and rock mass quality. Two slope
heights of 250 m and 500 m were considered in order to simulate behaviour at inter-ramp and global scale. Rock mass
strength was classified according to 3 categories (very poor, moderate and good quality) as shown in Table 1, where
two cases are defined for the moderate level.

Table I. Rock mass qualities tested.

The Modified Hoek-Brown (mHoek) constitutive model was implemented with the Disturbance Factor (D) introduced
by (Hoek, et al., 2002), where the damage definition follows the modelling methodology proposed by (Silva & Gómez, 2015).
The resulting damage band in the FLAC3D model is shown in Figure 2, where D is assumed to vary linearly between 1.0 at the
surface and 0.0 at depth. The maximum depth of disturbance is estimated at approximately 1/3 of the slope height, up to a maxi-
mum value of 150 m.

With regards to the modelling methodology, the models were developed following the guidelines proposed in the Chapter 10 of
the book “Guidelines for Open Pit Slope Design” by (Lorig, et al., 2009).

Figure 2 Definition of the Disturbance Factor (D) in the slope for the Modified Hoek-Brown Model.
The results discussed next represent the best comparison between CaveHoek and mHoek, which is obtained for mo-
derate rock mass quality slope at global scale.

SENSITIVITY ANALYSES
Several sensitivity analyses were carried out with CaveHoek, being the most relevant for this study, the critical strain
definition and the rock mass dilation. The former is available in FLAC3D as a multiplier for the critical strain defined by
default in Eq.(1). This represents the limiting strain for the rock mass to achieve residual strength properties, with low/
high values representing brittle/ductile rock mass behaviour.

Figure 3 shows results with CaveHoek under different multipliers for the critical strain for moderate rock mass quality
slope at global scale. In comparison to mHoek, the best fit is obtained with a multiplier of 0.5, indicating the need to
include a more brittle rock mass behaviour for results to be similar. This critical strain multiplier provides enough flexi-
bility as to reproduce failure at different depths, such as shown by the mHoek results.

Figure 3 Results for moderate quality rock mass slope (GSI 45) of 500 m high, using mHoek with damage and
CaveHoek with different critical strain multipliers.

Regarding the rock mass dilation angle, CaveHoek considers different flow rules for its definition. The results shown
here assumed a non-associated flow rule with constant dilation and a dilation shut-off when the critical strain is rea-
ched. CaveHoek results under different dilation values are given in Figure 4, showing variability with respect to different
failure surface at depth. The result with 0° dilation seems too aggressive at the surface, while the 10° dilation result is the opposite
response.

The dilation angle is a key parameter for strain softening models, because the dilation controls the bulk behaviour in the post-peak.
In light of the results, it seems necessary to include more complex dilation models as presented by (Alejano & Alonso, 2005) (Zhao
& Cai, 2010) and (Walton & Diederichs, 2015), where the peak dilation angle gets defined as a function of confinement, UCS and
friction angle, and then this peak value decays to a residual value in line with plasticity.
Figure 4. Results for moderate quality rock mass slope (GSI 45) of 500 m in height, using mHoek with damage
and CaveHoek under different rock mass dilation angles.

BEST CASE RESULTS


In terms of FS and failure surfaces, the best match between CaveHoek and mHoek models is obtained for the mo-
derate rock mass quality slope at overall scale (500 m) as shown in Figure 5. This is an expected result, since the strain
softening model requires plasticity to induce damage in the rock mass, which is absent or limited at very good quality rock masses
and/or lower slopes. In the case of very poor quality rock mass, the peak envelope is very similar or in some cases, weaker that the
default CaveHoek residual strength (for cave mining simulations), which consist of a purely frictional material of 43°, resulting
in a hardening effect.

Figure 5. Results for moderate quality rock mass slope (GSI 45) of 500 m high, using mHoek with damage and
CaveHoek with a critical strain multiplier of 0.5 and 10° dilation.

In Figure 5, an overestimation of the FS due to the default definition of the CaveHoek residual envelope can be observed, which
considered a total disaggregated rock mass (maximum rock mass porosity of 40%). This is not realistic in slope stability where the
rock mass experiences less damage than in underground operations like caving. In accordance, the CaveHoek residual envelope
was redefined considering the methodology proposed by (Barton, 2008), where the rockfill shear strength is based primarily on
particle roughness and particle strength. Barton’s failure criterion is defined by
[2]

Where is normal stress, R is the equivalent particle roughness coefficient, S is particle intact strength and Øb is the
basic friction angle (generally around 30 degrees).

Figure 6 shows the nomogram that Barton developed to relate rockfill porosity and value as a function of
porosity and particle origin, roundedness and smoothness.

Figure 6. An empirical method for estimating the equivalent roughness R of rockfill as a function of porosity
and particle origin, roundedness and smoothness (Barton & Kjærnsli, 1981).

This failure criterion was used as a guideline for estimating residual rock mass strength assuming that the residual
strength of a rock mass is defined as a rock mass that has bulked to the extent that all rock bridges have been elimina-
ted but rock blocks are still in a state of interlocking. Hoek-Brown parameters then need to be fit to the Barton rockfill
shear strength failure curve that meets this definition (i.e. low porosity rockfill with very angular particles that interlock).

Extrapolation of Barton’s nomogram to 20% porosity is reasonable and results in a roughness coefficient of about 10
– 11 for very angular and rough particles. Basic friction is assumed to be 30 degrees. The parameter is equivalent to
intact block strength (60 MPa for the rock mass with GSI 45). The resulting shear strength envelope in normal stress
space is shown as the red curve in Figure 7.
Figure 7. Barton rockfill shear strength failure envelopes for very angular particles at very low porosity (R=15) for
peak strength (green), at 20% porosity and high interlock (red) and at 45% porosity and low interlock (blue).

CaveHoek residual properties must be defined in terms of Hoek-Brown parameters , and . Fitting these parameters to
the Barton shear strength envelope at 20% porosity results in the following values:

mb= 1.8 α = 0.71 s= 0


Figure 8 shows how the various shear strength envelopes compare for a rock mass of moderate quality (GSI 45).
Note that at very low confinement, the Hoek-Brown envelope with D equal to 1.0 is quite similar to the envelope at
20% porosity.

Figure 8. Shear strength curve comparison for moderate quality rock mass. mHoek with D=1 is shown in green.
Figure 9 now shows the results with the re-definition of the CaveHoek residual envelope at 20% porosity,
indicating a very good match with mHoek model results.

Figure 9. Results for moderate quality rock mass slope (GSI 45) of 500 m in height, using mHoek with damage and a
residual envelope at 20% porosity for CaveHoek with a critical strain multiplier of 0.2 and 10° dilation.

A CASE STUDY: CHUQUICAMATA MINE, CODELCO, CHILE


Chuquicamata Mine is one of the largest open-pit mines in the world, which is currently being the focus of multiple stu-
dies due to the planned transition into an underground operation. The pit behaviour is studied in terms of a representa-
tive section as given by Section P3 in Figure 10. This profile was previously studied by (Lorig & Calderón, 2002) using
a creep constitutive model in order to capture the time dependent behaviour of the west slope. The purpose in this
application was to calibrate the P3 Profile response for the June 2016 pit geometry in terms of the CaveHoek model.

Figure 10. Plan view of Chuquicamata mine defining Section P3 according to (Lorig & Calderón, 2002).
Figure 11 shows the geotechnical units along with descriptive data about monitoring information for the first semester
of 2016. The area defined as Zone 2 in that figure has been characterized by a series of past instabilities, with signs of
fracturing in the RQS unit (mostly Q=S) located below the West Fault. This unit has a brittle behaviour and has been
understood as the material that provide support to the west slope. Note that slope behaviour has been historically
affected by the presence of the West Fault and the adjacent zone of sheared rock. Deformation of these materials
is expressed in toppling behaviour farther upslope. Iso-contours of deformation rates are also provided in Figure 11,
indicating that the slope within Zone 2 can be related to FS around 1.00-1.05, representing a marginal equilibrium
condition.

Figure 11. June 2016 pit geometry describing the geotechnical units and monitoring data. The analysis
section P3 is also defined.

The P3 profile was constructed by using the three-dimensional distinct-element code 3DEC in plane strain mode. The main struc-
tures whose dip direction does not differ more than 30 degrees respect to the dip direction of the slope have been included. The
toppling behaviour observed in the upper slope relates to the anisotropy within the GDF units which has been implemented using
ubiquitous joints. Initially all the materials were represented by CaveHoek, including the sheared zone, which is comprised by the
intense shear zone (ZCI) and the moderate shear zone (ZCM) units. However, the initial analyses indicated an over-representation
of the failure surface, extending beyond the sector considered in marginal equilibrium, and including entirely failure of the RQS
pillar located below the West Fault. Since the sheared zone can be considered as ductile material already in a residual condition,
it seems more appropriate to use a modified Hoek-Brown model with damage. For historical monitoring reasons, the damage
definition corresponds to a 130 m strip from the slope face having D equal to 1. The following figure shows CaveHoek’s residual
curve (20% porosity) compared to peak envelopes with (D = 1) and no damage to the ZCI unit, where it can be observed that the
residual curve is stronger than the current damage condition provided by mHoek. In retrospective, a better adjustment of the resi-
dual properties (higher porosity) may have sorted out the discrepancy, along with finer tuning of other parameters (critical strain)
so that the disturbed area in the sheared rock is also reproduced.
Figure 12. Comparison showing failure envelope for the residual CaveHoek with 20%, mHoek with
D=1 and mHoek with D=0 for the shear zone (ZCI).

The model results in terms of FS contours is given in Figure 13, showing a marginal equilibrium condition (FS between
1.0 and 1.05), and a failure surface in accordance with field observations as described before. As already mentioned,
the marginal equilibrium condition should involve only the materials above the West Fault and not the RQS pillar. This
failure surface was not straight forward to obtain and further adjustments were required for the strength properties of
the sheared units, resulting in lower properties (15% lower than the average values) for them.

Figure 13. FS contours for June 2016 pit geometry. Marginal equilibrium relates to FS around 1.0.

The extension of this work into a full 3D model as the one presented in Figure 11 was carried out later, obtaining also
a reasonable match with field observations in terms of mobilized areas. The results are presented in Figure 14 for a
model with shear strength reduction (SSR) of 1.1. The results are given in terms of velocity contours, which in 3DEC
is a metric to evaluate stability, showing in red the unstable sectors. These sectors match reasonably the mobilized
area (identified by the iso-contours) which are concentrated around Zone 2. Note that the model is stable under no
reduction of properties.
Figure 14. Velocity contours for June 2016 pit geometry showing unstable sectors in red. Model with SSR=1.1.

4. CONCLUSIONS
In this work, different numerical models were constructed for a two-dimensional slope, to compare results between
strain-softening models and “standard” constitutive model (Modified Hoek-Brown with damage). The results were
obtained in terms of factor of safety (FS) and failure surface. The results were similar at overall scale for a 500 m high
slope made of moderate quality rock mass. In the case of very good quality rock mass, degradation of the strength
properties did not develop due to lack of plastic strain. In the case of poor quality rock masses, hardening of the pro-
perties may take place if the residual curve is more resistant than the peak curve, in particular at very low confinement.

In addition, several sensitivity analyses were carried out for key parameters of the CaveHoek model. The main impact
relates to the definition of the CaveHoek residual envelope, considering the methodology proposed by Barton, which
is based on the rock mass maximum attainable porosity. As it is expected in caving, the default definition of the resi-
dual envelop simulates the behaviour of broken rock (maximum porosity of 40-45%), which is not representative for
slopes. In the current work, the residual envelope was redefined considering a 20% maximum porosity. In addition, it
was observed that the critical strain (plastic strain at which the residual properties are reached) and the dilation are
relevant parameters for this type of analyses. Thus, in the future, a deeper understanding and computation of these
parameters is required.

A real case application was carried out by studying a representative section of the west wall in Chuquicamata Mine.
A good calibration was obtained for the condition observed in June of 2016, showing a marginal equilibrium state (FS
between 1.0 and 1.05), and a failure surface in accordance with field observations (prism and radar measurements).
The extension of this work into a full 3D model was also in accordance with field observation providing even further
evidence on the applicability of CaveHoek.

Thus, this work validates the used of advanced constitutive models with strain softening to slope stability analyses at
global scale (over 500 m slope height), in the range of rock masses of moderate quality (GSI 40-60); along with an
adequate definition of the residual strength relevant for slope behaviour.
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QUANTIFYING TRANSITIONAL ROCK MASS DISTURBANCE IN OPEN PIT SLOPES RELATED TO
MINING EXCAVATION

N.D. ROSE, M. SCHOLZ, J. BURDEN, M. KING, C. MAGGS AND M. HAVAEJ


Piteau Associates Engineering, Ltd., North Vancouver, BC, Canada
Key terms: Transitional rock mass disturbance, disturbance decay function, gradational D factor, disturbance rating
system, exponential decay curves, large open pit mines, discrete element numerical modelling.

ABSTRACT
Design of large open pit mine slopes requires consideration of the effects of blasting and stress relief on the strength
of the rock mass and geologic structure. The effects of blasting and excavation can lead to tensile or shear damage
and a reduction or loss of shear strength that diminish progressively with increasing confinement and greater distan-
ce or depth away from an excavation. The 2002 Hoek-Brown strength criterion is widely used in rock mechanics, in
particular the mining industry, to characterize the strength of jointed rock masses, and incorporates a disturbance (D)
factor as an input parameter to quantify the effects of blasting and stress relief on rock mass strength. Depending on
the scale of the mining excavation, stress relief can have a significant effect on the strength degradation of the rock
mass. This is particularly pronounced in open pit slopes characterized by high groundwater levels, weak rock mass
conditions, high in situ or induced stresses, poor blasting controls, and/or unfavourably oriented geological structure.

This paper describes 20 years of experience by the main authors using calibrated discrete element numerical models
to simulate the strain-induced degradation (disturbance) of the rock mass that occurs in open pit slopes as a result
of stress relief and relaxation in response to mining. Transitional disturbance relationships can be estimated by fitting
exponential decay curves to the percent distribution of yielded zones and residual contacts from calibrated discrete
element models, as a function of depth behind the pit wall. Hoek-Brown non-linear strength envelopes can be modified
to incorporate these decay functions to account for a gradually reducing D factor ranging from fully disturbed near sur-
face to undisturbed at a defined depth behind the slope. This approach can provide useful input into limit equilibrium
models that are not capable of evaluating peak and residual strength relationships based on the evolution of stress
and strain conditions in a slope. Selection of an appropriate range of depth or stress defining the disturbance transition
requires consideration of whether slope stability conditions are dominated by geologic structure, rock mass conditions,
groundwater, in situ stresses, slope geometry, poor blasting, or a combination of these factors. Examples are provided
to illustrate the application of transitional disturbance strength relationships in stability analysis models from different
engineering geology environments. The combined results of a series of case examples have been used to develop a
generalized empirical rating system to estimate the effects of rock mass disturbance for consideration in the develop-
ment of transitional rock mass strength envelopes for stability analysis and design.

1. INTRODUCTION
In jointed rock masses, structural geology often plays an important, if not controlling, role in slope stability. Represen-
ting the influence of structural discontinuities in the design of stable bench, interramp and overall slope geometries can
be critical in defining and optimizing slope angles. Where geologic structure is discontinuous and involves interaction
with the rock mass, complex failure modes may occur, such as step path or complex wedge failures that combine
shear or tensile failure through intact rock or rock bridges along the failure path. Limit equilibrium analysis methods are
not able to assess the deformation and strain related changes in shear strength and rock mass conditions that precede
progressive failure development and therefore require estimates of shear strength defined from numerical modelling or
empirical methods. Recognizing and characterizing the potential adverse effects of damage from mining-induced stra-
in is important in defining appropriate design strength parameters, and hence, successful geotechnical slope designs.

This paper describes the use of calibrated discrete element UDEC (Itasca, 2014) modelling from different geological
environments to define transitional rock mass strength relationships based on the percentage of yielded finite diffe-
rence zones (representing the rock mass) and contacts (representing the structure) as a function of depth behind the
slope face. The results of a series of case examples have been compiled into an empirical classification system to aid
in the estimation of transitional strength relationships where calibrated numerical modelling may not be possible or
available.
2. DISCRETE ELEMENT MODELLING OF COMPLEX SLOPE STABILITY AND DEFORMATION

BACKGROUND
Discrete element numerical modelling codes such as UDEC and its threedimensional equivalent 3DEC (Itasca, 2016),
provide the ability to model complex geological structure, rock mass and groundwater conditions, the interaction of
mining activity and related displacement behaviour, and the potential for progressive failure development. Due to
the considerable number of input parameters required in discrete element models, a high level of input data quality
is required. A more detailed description of the UDEC numerical modelling methodology summarized in this paper is
presented in Rose and Scholz (2009) and Rose (2011).

MODEL REPRESENTATION OF PHYSICAL SLOPE CONDITIONS

Structural discontinuity fabric and shear strength

Development of structural fabric in discrete element models requires scaled representation of semi-continuous to con-
tinuous structural features that are important to kinematically possible failure modes or may influence slope deforma-
tion. Nonimportant structural features such as discontinuous joints are generally accounted for in the characterization
of rock mass strength, as represented by finite difference zones. Peak and residual strength conditions should be
incorporated to account for the effects of shear strain on discontinuity shear strength. Figure 1 illustrates the modelling
of discontinuities that exhibit peak-residual behaviour such as joints, as compared to major fault zones that may only
exhibit residual shear strength behaviour.

Figure 1. Illustration of peak and residual Mohr-Coulomb strength relationships for major and minor discontinuities.
Solid lines represent faults and dashed lines represent joints (Rose, 2011).
Rock Mass Strength Conditions and Yield Softening Criteria

As illustrated in Figure 2, rock mass behaviour in model finite difference zones is governed by the Hoek-Brown elas-
tic-plastic constitutive model. Strain softening of the rock mass is simulated using FISH (a scripting language in UDEC)
routines to change the rock mass strength conditions of yielded finite difference zones after each excavation from un-
disturbed to disturbed, defined by Hoek-Brown D factors of 0 and 1, respectively. Softening of rock mass modulus (Em)
from undisturbed to disturbed values is carried out following each excavation stage for each finite difference zone that
is indicated to be in a current state of yield or has yielded in the past. Rock mass dilation angle is generally approxi-
mated as one-quarter to one-eighth of the rock mass friction angle, except for fault zones or low quality rock masses
where the dilation angle is zero. Poisson’s ratio is estimated using laboratory testing results or empirical estimates.

This overall methodology was first used 20 years ago by the main authors in the investigation of slope stability condi-
tions at the Palabora mine in South Africa (Stewart et. al, 2000) and the Goldstrike mine in Nevada, USA (Sharon et.
al, 2005). At that time, the Hoek-Brown (1997) criterion did not account for the application of disturbed rock conditions
in the development of rock mass strength, as compared to the previous Hoek-Brown (1988) criterion that included
disturbance. To accommodate disturbance in the numerical models, the equations for the Hoek-Brown (1997) criterion
were adapted to incorporate a D of 1 as defined by Hoek-Brown (1988). Disturbed moduli were estimated at 45% of the
undisturbed moduli. These adjustments were discussed with Dr. E. Hoek (Rose-Hoek, personal communication, 2000)
prior to development of the Hoek-Brown (2002) strength criterion which has subsequently been used since that time.

As illustrated on the stress plot in Figure 2, the transition between disturbed and undisturbed conditions (blue dashed
line) in an excavated slope occurs as a function of the tensile or shear damage (i.e., disturbance) that develops from
stress relief and slope relaxation during mining. This transition can occur over significant depths and is sensitive to the
structural, rock mass, in situ stress, groundwater, and blasting conditions in the slope.

Figure 2. Illustration of transitional rock mass strength conditions represented in finite difference zones with Hoek-
Brown (2002) strength criteria to define undisturbed and disturbed conditions (solid lines) (after Rose, 2011).

UDEC Model Calibration


Rock mass disturbance resulting from stress relief is estimated from UDEC modelling results using a bench-by-bench
excavation sequence to simulate the stress changes and deformations in response to mining. A methodology descri-
bing the detailed calibration of UDEC models based on slope monitoring displacement data is presented in Rose and
Scholz (2009) and Rose (2011) and illustrated on Figures 3 and 4. The associated tensile or shear damage (strain
softening) that develops from mininginduced stress relief is related to “disturbance” of the rock mass based on peakre-
sidual strength criteria (Figure 2). Pre-mining rock mass strength conditions are represented by peak (undisturbed,
D = 0) rock mass strengths. After each model excavation, model elements (finite difference zones) that have yielded
(i.e., the material strengths are exceeded causing element failure) are assigned residual (disturbed, D = 1) rock mass
strength using a FISH routine. A transition between the fully disturbed limit (FDL) and the undisturbed limit (UDL) can
be defined from the model as a function of depth (stress) to estimate the amount of tensile or shear damage occurring
due to stress relief and slope relaxation during mining (dashed blue line on the inset graph in Figure 2).
Figure 3: Illustration of bench-by-bench modelling approach to calibrate model displacements
with slope monitoring data (Rose, 2011).

Figure 4 is an example of a calibrated UDEC model for a 425 m high slope on the southeast wall of the Highland Va-
lley Copper (HVC) Lornex Pit showing calibrated prism displacements, contours of total horizontal displacement, and
plasticity indicators representing the distribution of rock mass yielding behind the slope.

The rock mass on the southeast wall occurs predominantly in Skeena Quartz Diorite (SQD) with an approximately 200
m wide Quartz Porphyry Dyke (QPD) in the lower slope. The rock masses are defined by a Rock Quality Designation
(RQD, Deere et al., 1967) block model with five ranges of RQD in 20% intervals and associated average Rock Mass
Rating (RMR, Bieniawski, 1976) and unconfined compressive strength (UCS) parameters. Each of the SQD and QPD
rock masses are characterized by RQD ranges of 0-20, 20-40 and 4060% RQD defining RMRs of 28 to 45, and UCSs
of 33 to 53 MPa in SQD; and RMRs of 31 to 45, and UCSs of 33 to 46 MPa in QPD. Major continuous faults dip at 75°
to the east and west (into the wall and towards the pit) at spacings of 20 and 30 m, respectively. A discontinuous joint
set dips west at 45° at an average spacing of 15 m.

Calibration of the model response to historic slope movements is achieved by refining the structural continuity and
spacing of the main discontinuity sets until a good match is achieved for multiple monitoring locations on the slope and
at locations of subsurface monitoring, if it is available. Multiple prism monitoring installations occur at each monitoring
elevation and therefore calibration requires matching the pattern of modelled displacements within the range of moni-
tored displacements. The selected calibration of monitoring points reflect the range of deformation conditions on the
slope. As seen on Figure 4, over 60 m of slope deformation occurred during mining on the southeast wall up to 2008.
The slope deformation did not result in catastrophic failure, but resulted in significant ravelling and deterioration of the
pit wall, with few benches remaining intact in the mid to upper slopes.
Figure 4: Example of calibrated UDEC model from the southeast wall of the HVC Lornex Pit showing a)
actual prism monitoring data (grey) versus UDEC displacements (blue); b) contours of total horizontal
displacement; and c) model plasticity indicators.

Characterizing the Distribution of Yielded Elements to Estimate Rock Mass Disturbance


To quantify the amount of yielding and/or slip that has occurred as a function of depth behind the pit wall, the number
of yielded zones and contacts are sampled at equal depth intervals and cumulated as a percentage of all the zones
and contacts within each depth interval. Figures 5a and 5b show an exponential decay relationship fit to the distribu-
tion of yielded finite difference zones and joint elements in UDEC models for the southeast wall of the HVC Lornex
Pit (Figure 4) and the northeast wall of the HVC Valley Pit (Figure 6). Both slopes occur in intrusive rock masses with
similar structural orientations and slope heights, but with different major structural spacing, groundwater levels and
rock mass strengths. In the case of the Lornex southeast wall, yielding is dominated by the rock mass (purple) as a
result of deepseated toppling instability associated with closely spaced faults, whereas on the northeast wall of the
Valley Pit, yielding is dominated by a combination of the rock mass and structure (blue).

Figure 6 shows the distribution of yielded rock mass zones in the HVC Valley Pit northeast wall UDEC model. In Figure
5b, the distribution of yielded zones in the Bethsaida Granodiorite (BGD) rock mass is presented as a function of depth
normal to the pit wall. Rock mass strength parameters for the BGD are also characterized by a geotechnical block
model based on RQD. On the northeast wall, block model RQD ranges between 60-80 and 80-100% defining average
RMRs of 55 to 73, and UCSs of 72 to 81 MPa. Major faults dip to the east (into the wall) at an average dip of 63° and
spacings of 40 to 60 m, just below the threshold for deep-seated toppling. Two sets of joints dip to the west (towards
the pit) at average dips of 75 and 48° and spacings of 20 to 30 m.
Figure 5: Disturbance decay functions fit to: a) rock mass yield versus depth on the southeast wall of the HVC
Lornex Pit; and b) rock mass/structure yield on the northeast wall of the HVC Valley Pit. Disturbance limits (FDL and
UDL) are labelled.

Figure 6: Plot of plasticity indicators (coloured symbols) in UDEC model of the HVC Valley Pit northeast wall
illustrating relative distribution of yielding in finite difference zones (grey). The target depressurization water table for
the ultimate pit is shown in blue.
José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera
As seen on Figures 5b and 6, the percentage of yielded zones in the northeast UDEC model decrease with depth from
the FDL near the slope
Antonio face to the UDL at a depth approximately equal to the slope height.
As seen on Jesús
FiguresGarcía
5b and 6,Guerrero
the percentage of yielded zones in the northeast UDEC model decrease with depth from
Decano-Presidente
the FDL near the slopedel
faceilustre
to the Colegio
UDL at a Oficial de Geólogos
depth approximately de to
equal Andalucía
the slope height.
Development of Transitional Non-Linear Strength Relationships
Development
José Antonio of Transitional Non-Linear Strength Relationships
García strength
Mendoza
Development of non-linear curves that incorporate transitional HoekBrown (2002) D factor for limit equilibrium
Decano-Presidente
analysis can incorporate del Colegio
a transitionalOficial de Ingenieros
disturbance de Minas
decay function baseddel Noreste
on the decay curve that relates the depth of
Development of non-linear strength curves that incorporate transitional HoekBrown (2002) D factor for limit equilibrium
disturbance (i.e., yielding), in a direction normal to the pit wall, as a function of the overall slope height (H) as follows:
analysis can incorporate a transitional disturbance decay function based on the decay curve that relates the depth of
Juan Ramón
disturbance (i.e., García
yielding),Secades
in a direction normal to the pit wall, as a function of the overall slope height (H) as follows:
Consejero Delegado de SEDES S.A

José Francisco González Fernández


Secretario del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas
José Luís Leandro
Decano del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos de Minas

Juan Antonio López Geta


Presidente Grupo Especializado del Agua de ANIM

Juan Manuel Manrubia Conesa


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas de Levante

Rafael Monsalve Romero


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro

Richard Oldcorn
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting

José
For
For Luís Parra
calculation
calculation of y Alfaro (2002)
of Hoek-Brown
Hoek-Brown (2002) rock
rock mass
mass shear
shear strengths,
strengths, the
the following
following relationships
relationships can
can be
be assumed
assumed for
for input
input
into
into limit equilibrium
limit
Director equilibrium stability
stability
de la Escuela analyses
analyses
Técnica in the
in the absence
Superior absence of a
of a numerical
numerical
de Ingenieros model,
model,
de Minas assumingde
assuming
y Energía original
original
Madrid ground
ground surface
surface existed
(UPM) existed
at or
at or near
near the
the upper
upper elevation
elevation of
of the
the pit
pit slope:
slope:

Jesús Portillo García-Pintos


Minor principal
Minor stress (σ3́ ) = γH
principal stress [3]
Vicedecano Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur
Where:
Javier Targhetta Roza
■ γ=unit weight

Consejero Delegado de Atlantic Copper

■ H=overall slope height
Joséconditions
Slope
Slope Luís Tejera
conditions on Oliver
on the
the northeast wall
northeast wall of
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the HVC
HVC Valley
Valley PitPit defi
define ne a a unique
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the upper 225 m
225 m Ingeniero
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weights areare 25% lower than
25% lower than the be-
the be-
drock units (i.e., 19.5
drock units (i.e., 19.5 kN/m 3 versus
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26 kN/m3).
kN/m3). Stress
Stress conditions
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the northeast
northeast wall
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derived from
from UDEC
UDEC and
and were
were estimated
estimated using
using the
the following
following relationships
relationships

for limit
limit equilibrium
equilibrium analyses:
analyses:
Verónica Rona
for

Minor principal
Minor stress (σ3́)=
principal stress ⅓ γ H cos α [4]

Where:

■ γ=unit weight

■ H=overall slope height
■ α=overall slope angle

www.congresomineriasevilla2018.org
■ α=overall slope angle
Non-linear shear strengths incorporating a transition function for disturbance can be developed using a shear-normal
function defined by a series of points representing a range of minor principal stresses defined at incremental slope
heights based on the equations for shear and normal stresses defined in the Hoek-Brown (2002) strength criterion
and Equations 1, 2 and 3. This approach is illustrated by the selection of 100 points defining a shear-normal function
on Figure 7 for input into limit equilibrium models. Nominally, five to ten points are used to define the tensile to UCS
range, and the increments between normal stresses are progressively increased to provide a greater density of points
in the lower stress ranges.

Figure 7: Example of a shear-normal function defined by 100 points for input into limit equilibrium models.

VERIFICATION OF SHEAR STRENGTH RELATIONSHIPS BASED ON BACK ANALYSIS


Verification of rock mass strengths using a D-factor decay function was achieved using a cross-validation approach
for analyses in Slide version 6 (Rocscience, 2015). Figure 8a is a Slide model developed from UDEC modelling re-
sults where rock mass strengths in Slide are represented by either D=1 or D=0 conditions, based on the distribution
of UDEC yielded and non-yielded elements, respectively. Figure 8b illustrates a zoned D-factor modelling approach
defined with constant D values of 1.0, 0.85 and 0.7 for depth intervals of 0-50; 50-125 and >125 m, respectively. Figure
8c illustrates analysis results using a D-factor decay function approach based on a FDL of 25 m and a UDL of 420 m
equal to the slope height.
Figure 8: Slide anisotropic stability analyses from the northeast wall of the HVC Valley Pit incorporating: a) yield
distribution from UDEC; b) zoned D-factor according to depth intervals; and c) a D-factor decay function.
As shown on Figure 8b, the FoS results from the zoned D-factor model are within 9 to 3% of the UDEC equivalent Slide
results. In comparison, the D-factor decay function results are within -2 to +1% of the UDEC equivalent Slide results
providing closer agreement using this approach (Figure 8c). These results indicate that with appropriate cross-vali-
dation or back analysis to confirm strength conditions, a decay function approach provides a better representation of
strength conditions as a function of depth behind a pit slope than using set depth intervals of D factor.

3. ASSESSMENT OF FACTORS CONTRIBUTING TO ROCK MASS DISTURBANCE


Figure 9 shows examples of exponential decay curves from 10 calibrated UDEC models developed over the last 20
years at six open pit mines with different structural, rock mass, and groundwater conditions. Fully disturbed conditions
range from depths of 7 m (1% of slope height) on the north wall of the Palabora mine in South Africa to over 200 m
(45% of slope height) on the southeast wall of the HVC Lornex Pit (Figure 4) in Canada. Curves shown as solid lines
are characterized by depths of disturbance equal to the full height of the slope. Curves shown as dashed lines are
characterized by disturbance depths that extend to half the slope height. These latter cases are from metasedimen-
tary-hosted gold mines in Nevada in the southwest USA under fully drained (dry) slope conditions. These mines are
situated in an extensional stress environment in the Basin and Range Structural Province and may represent a unique
set of conditions as compared to the other mine sites.

Figure 9. Percentage of zone and contact yield versus a) depth; and b) normalized depth/height (%) for 10 open pit
mine slopes in varying geological environments.

EMPIRICAL RATING SYSTEM TO ESTIMATE LIMITS OF ROCK MASS DISTURBANCE


To investigate whether different geological, structural, hydrogeological, and blasting conditions can be evaluated to de-
termine the level of expected disturbance for geotechnical design, an empirical disturbance rating system was develo-
ped to quantify the limit of fully disturbed conditions as a percentage of the overall excavation slope height. Parameters
that were evaluated included rock mass quality, UCS, structural geology (discontinuity shear strength, continuity, and
spacing), groundwater levels, blasting, stress confinement related to slope curvature, and in situ stress. Each set of
conditions was given a range of point ratings that are cumulated to a maximum rating of 100. The Disturbance Rating
(DR) divided by 100 is used to estimate the percentage depth of the overall slope height that defines the FDL (i.e., DR
= FDL/H; or decay = ln(DR) in Equation 2). The overall rating system is summarized in Table I and the parameters are
described in the following sections.

Rock Mass Quality


RMR according to Bieniawski (1976) or Geological Strength Index (GSI) (Hoek et al., 2013) are assessed using a
six-category scale defining minimum and maximum ratings of 0 and 15 for conditions ranging from extremely good to
very poor, respectively.
UCS
The UCS is evaluated based on six categories with minimum and maximum ratings of 0 and 15 for UCS ranging from
>250 MPa to between 0 and 5 MPa, representing extremely strong to very weak conditions, respectively.

Structural geology
Structural conditions were assessed based on continuity, shear strength and structural orientation according to the
following three categories:

• Fore-dipping structure that strikes subparallel to the pit wall and dips towards the pit defines potential for shear
stress development along the major principal stress direction (i.e., ±30° to slope angle). Ratings range from 0
for random, discontinuous, non-daylighting structure to 10 for continuous faults that daylight on the slope face.
It is assumed that kinematic analyses have been conducted to define stable slope configurations that do not
result in daylight of large-scale planar or wedge failures.
• Back-dipping structure that strikes subparallel to the pit wall and dips steeply (i.e., > 65°) into the slope defines
potential for deep-seated toppling and development of obsequent scarps. Ratings range from 0 for random or
discontinuous structure to 10 for closely spaced continuous faults with low shear strength and low modulus.
• Release structures that strike sub-perpendicular (60 to 90° oblique) to the pit wall provide a greater degree of
freedom for displacements to develop towards the pit. Ratings range from 0 for random discontinuous structure
to 10 for closely spaced continuous faults.

Groundwater Pressure
Groundwater conditions are assessed based on minimum and maximum ratings ranging from 0 to 20, representing dry
to saturated (high pressure) conditions, respectively. Consideration needs to be given as to whether pore pressures
are important relative to the strength of the rock mass. For example, nearsaturated conditions may not have a signifi-
cant impact on slope stability and disturbance if the rock mass strength is sufficiently high.

Controlled Blasting
The effects of blasting are rated on a scale of -15 to 10, ranging from mechanical excavation to production blasting
with no controlled blasting measures, respectively. Judgement is required to assess the potential impacts of blasting
on slope performance based on review of slope conditions and displacement monitoring.

Estimates of the influence of blast damage can be assessed by relationships proposed by Hoek and Karzulovic (2000)
that relate the effects of blasting as a function of the bench excavation height, the blasting method, and the depth
behind the slope face. The range of depth behind the slope face for the blast damage zone is estimated to range from
0.3 to 2.5 times the height of the blasted bench, but can extend to as deep as 100 m behind the slope face.

Slope Curvature (Confinement)


The effects of slope confinement are evaluated on a scale ranging from -15 to 10, representing perfectly circular pit
walls to convex slopes that define noses or convexities that result in loss of confinement, respectively. If significant
concave or convex curvature is present, 3D numerical modelling is recommended.

In situ Stress Ratio Factor and Total Ratings


The summation of all the category ratings is multiplied by the in situ horizontal to vertical stress ratio (ko) to determine
the final Disturbance Rating (DR).

MINE CASE EXAMPLES


Examples of the empirical parameters defining the maximum fully disturbed depth as a percentage of overall slope
height are summarized in Table II. Slope conditions range from strong at the Palabora mine to weak and prone to
deep-seated toppling at the HVC Lornex Pit. Disturbance Rating values from these operations range from a minimum
of 1% to a maximum of 45%, respectively. Over the course of the mine lives, displacements in these pit walls have
ranged from about 0.5 m to in excess of 60 m, respectively. The mine case examples in Table II and on Figure 9 have
been grouped into five categories and are summarized in the following sections. The range of rock mass strength con-
ditions presented in the following categories are summarized from the centre of the deposits to the surrounding host
rocks (e.g., RMR 80 (centre) to 70 (host rock)).
Category 1: Strong Rock Mass, Favourable Structure, Moderate Groundwater

Category 1 is represented by very favourable slope conditions at the Palabora mine in South Africa. Rock mass con-
ditions are strong throughout the orebody and host rocks. Confinement effects were present in the lower interramp
slopes, but were not considered to limit the UDEC models based on 3D modelling results. Slope conditions included:

• RMR/GSI 80 to 70 (very good to good), UCS 127 to 86 MPa (very strong to strong) with favourable structure
and moderately high groundwater conditions. Drainage of the lower slopes is provided by underground mining.
• Steep (58°) to shallow (37° in the upper benches near the pit crest) interramp slope angles (IRAs) defining
overall slope angles (OSAs) of 46 to 50°.
• Pre-split controlled blasting measures with 30 m benches.
• UDLs of 720 to 825 m equal to 100% of slope height.
• DRs of 1 to 3 (1 to 3% of H) defining FDLs of 7 to 25 m.

Category 2: Strong/Moderate Rock Mass, Favourable Structure, Moderate Groundwater

Category 2 is represented by favourable to moderate slope conditions at the Porgera mine in Papua New Guinea.
Rock mass strength conditions are strong in the core of the orebody, but reduce progressively into the surrounding
host rocks. Slope conditions included:

• RMR/GSI 84 to 75 (very good to good), UCS 116 to 26 MPa (very strong to moderately strong) with favourable
structure and moderately high groundwater conditions. Drainage of the lower slopes is provided by under-
ground mining.
• Intermediate (49°) to shallow (38° in the upper slopes) IRAs controlled by bench designs in the lower slope and
structural/rock mass conditions in the upper slopes comprising an OSA of 42°.
• Pre-split controlled blasting measures with 30 m benches.
• UDL of 580 m equal to 100% of slope height.
• Average DR of 10 (10% of H) defining an FDL of 56 m.
Table I: Parameters Defining Rock Mass Disturbance Rating (DR)
Category 3: Moderate Rock Mass, Moderate Structure, Fully Drained

Category 3 is represented by favourable to moderate slope conditions at the Goldstrike and Cortez mines in Nevada,
USA. Rock mass conditions are stronger in the deeper metasedimentary and intrusive units and are progressively
weaker higher in the stratigraphy. Slight curvature effects in the lower slopes were accommodated by varying structu-
ral spacing during model calibration. Slope conditions included:

• RMR/GSI 63 to 31 (good to poor), UCS 60 to 24 MPa (strong to weak) with moderate structure. Drainage of
the slopes is provided by underground mining and deep well drilling defining fully drained (dry) groundwater
conditions.
• Intermediate (44°) to shallow (35°) IRAs controlled by bench designs and structural/ rock mass conditions with
OSAs of 34 to 39°.
• Trim blasting measures with 12 to 15 m benches.
• UDLs of 210 to 325 m equal to 50% of slope height.
• DRs of 8 to 11 (8 to 11% of H) defining FDLs of 34 to 50 m.

Category 4: Strong/Moderate Rock Mass, Deep-Seated Toppling Potential, Enhanced Depressurization

Category 4 is represented by favourable to moderate slope conditions at the HVC Valley Pit, BC, Canada. Rock mass
conditions are generally stronger with depth in the centre of the deposit and are weaker at higher elevations. Slope
conditions included:

• RMR/GSI 73 to 46 (good to fair), UCS 81 to 65 MPa (strong) with structure defining potential for deep-seated
toppling and enhanced depressurization where deep-seated toppling potential exists.
• Intermediate (48°) to shallow (39°) IRAs controlled by bench designs and potential for deep-seated toppling in
some pit sectors defining OSAs of 37 to 41°.
• A transition from trim to pre-split blasting measures occurred in 2015 with 15 m single benches.
• UDLs of 420 to 810 m equal to 100% of slope height.
• DRs of 6 to 11 (6 to 11% of H) defining FDLs of 25 to 89 m.

Category 5: Weak Rock Mass, Deep-Seated Toppling Potential, Enhanced Depressurization

Category 5 is represented by moderate to poor slope conditions at the Lornex Pit, BC, Canada. Rock mass conditions
are generally weak in the centre of the deposit from alteration and along major fault zones and dykes. Slight curvature
effects are present on the lower south wall and were accommodated by varying the model structural spacing in the
lower slope during model calibration. Slope conditions included:

• RMR/GSI 28 to 45 (poor to fair), UCS 33 to 53 MPa (moderately strong) with structure defining potential for
deep-seated toppling and significant enhanced depressurization to control deep-seated toppling.
• Shallow to intermediate (35 to 40°) IRAs controlled by deep-seated toppling with OSAs of 31 to 35°.
• Trim blasting measures with 15 m benches.
• UDLs of 450 to 470 m equal to 100% of slope height.
• DRs of 24 to 45 (24 to 45% of H) defining FDLs of 113 to 203 m.
Table II: Parameters Defining Disturbance Ratings for Ten Open Pit Mine Slopes
4. CONCLUSI ONS AND RECOMMENDATIONS
Disturbance of rock masses related to stress relief and slope relaxation involves the complex interaction of the rock
mass, geologic structure, groundwater levels, confinement, in situ and induced stresses, and blasting. Carefully cons-
tructed and calibrated numerical models provide the ability to simulate evolution of stresses, strains and displace-
ments in a slope, thereby allowing the distribution of disturbed and undisturbed conditions to be effectively evaluated.
Limitations of limit equilibrium analyses prevent the ability to define appropriate levels of disturbance for design and
often require arbitrary selection of single D factor values based on assumptions. Representation of discrete zones of
disturbance based on defined depth intervals provides a pseudo-representation of decreasing disturbance with depth,
but introduces artificial strength-contrast boundaries.

UDEC numerical modelling can be used to simulate the effects of rock mass disturbance, and D factor transition func-
tions can be developed by fitting decay function curves to the distribution of yielded zones and contacts as a function
of depth behind the slope face. This approach has been cross-validated with limit equilibrium analyses in Slide to
simulate the zones of disturbance from UDEC output which supports the use of decay functions to characterize rock
mass strengths.

An empirical rock mass disturbance rating system is proposed to assist with initial scoping of the potential fully dis-
turbed limit or depth behind the slope face. Assumptions for the depth of the disturbance transition are required, but the
depth of the undisturbed limit can be assumed to equal the overall slope height in the absence of numerical modelling
results. The empirical rock mass disturbance rating system presented in this paper is in the early stages of develop-
ment and will require refinement as it is developed further. However, it provides a simple evaluation of the potential
range of disturbance conditions that could be encountered in a slope if numerical modelling results are not available
or are impractical to develop due to limitations in the level of geotechnical, geological and hydrogeological information
that is available. Application of this system is not recommended for slopes that are unstable. Ultimately, numerical mo-
dels, calibrated to surface and subsurface displacements, provide the best approach to investigate and characterize
rock mass disturbance for geotechnical design purposes.

5. ACKNOWLEDGMENTS
The authors of this paper thank Teck Highland Valley Copper Partnership, Barrick Gold Corporation and Barrick Niu-
gini Limited for the permission to publish the enclosed content relating to the Valley, Lornex, Goldstrike, Cortez and
Porgera open pits. Information pertaining to the Palabora mine was previously described in Stewart et al. (2000).

6. REFERENCES

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Littleton, CO: Society for Mining, Metallurgical and Exploration (SME), pp. 177-181.
SUGGESTED STANDARDS FOR IMPROVING STRUCTURAL GEOLOGICAL DEFINITION FOR OPEN PIT
SLOPE DESIGN

Trevor G. Carter – Golder Associates, Toronto , Canada

ABSTRACT
In recent years, with several well publicized large scale, full height pit wall failures having occurred on structural fabrics
not well addressed by routine methods of (i) stereonet kinematic analysis of joint fabrics or (ii) 2D full height limit equili-
brium analyses of overall slope geometry, increasing reliance is being placed on use of ever more intensive numerical
modelling as basis for the next generation of slope designs. While much better appreciation of failure mechanisms
and interactions is being achieved through use of these codes so much so that in some circles they seem to be gaining
widespread acceptance almost as a surrogate for in-depth physical fieldwork, seemingly not as much attention is being
given to uncertainties inherent in the base data and assumptions going into the models built with these sophisticated
codes. Forensic back-analysis of failure cases points to the need for even greater attention being given to improving
basic geological recognition approaches for finding what might be “hidden” but important, structural features. Given
that it is widely recognized that irrespective of however sophisticated modern analysis approaches may become, the
literature suggests that some focus seems to have been lost that the results remain only as good as the base structural
geology understanding on which the analyses were built.

As it appears that the need for undertaking reality checks is oft forgotten, if not ignored, this paper tries to address
the disconnect between Owners and Designers employing significantly increased sophistication in design procedures
and modelling without implementing an equally increased effort in attempting to improve engineering geological un-
derstanding. Some simple guidelines are laid out for (i) undertaking reality checks for successive phases of increased
analysis sophistication and (ii) for extracting more from basic geological data, such as televiewer logs and structural
mapping information. The need for more robust calibrations and benchmarking of these increasingly sophisticated
design tools is stressed. To this end, to assist dialogue between geologists mapping and evaluating cores and bench
faces and engineers building and running design models a scale of suggested standard structural geological reliability
terminology is presented, aimed at regularizing and quantifying uncertainty in geological interpretation, along similar
lines to the nomenclature utilized and now codified into the CIM 43-101 and JORC codes for reporting resource esti-
mates.

1. INTRODUCTION
With ever greater heights and steeper slopes becoming a target for many open pits in order to maintain profitability
and reduce stripping ratios, increasingly reliance is being placed on the results of sophisticated numerical analysis
approaches as justification for slope steepening and geometrical layout improvements. While the geomechanics eva-
luation mathematics and basic physics incorporated into the program codes being utilized for arriving at these steeper
slope configurations may be entirely valid for defining key mechanistic behaviour, and the programs also may be at the
leading edge of state-of-the-art analytical approaches to definition of problematic rock bridge and fracture breakage
mechanisms, many of the resulting, more aggressive, new slope design geometries are “pushing the envelope” with
respect to documented case record precedence. This is an issue that cannot be resolved by more analysis – it is an
issue requiring updated evaluation to real experience, drawn from appropriate analogues.

Given the reality that this challenge to precedent stability experience has resulted in recent years in a number of unex-
pectedly large pit slope failures; some, on hitherto perceived unlikely geometries, it seems critical that the industry
address, not just why these slides occurred, but why there was insufficient understanding of their controlling failure
mechanics, such that evaluation of available slope movement monitoring data proved inadequate to provide appro-
priate forewarning of impending failure behaviour.

2. INSUFFICIENCY OF GEOLOGICAL DEFINITION


Classic open pit slope design has advanced significantly through various industry-funded collaborative efforts, starting
in the 1960’s and 1970’s (and formally documented in the landmark Hoek & Bray textbook, first published in 1974),
and enhanced and improved through to the Large Open Pit collaborative studies of the mid 2000’s (these latter studies
being largely formalized into the current state-of-the-art Open Pit Handbook, edited by Read and Stacey, 2009). The
increased sophistication generally evident today, industry-wide, attests to these texts having dramatically improved
geological data collection and evaluation approaches as basis for pit slope design.

The concept that geological understanding is anticipated to grow hand in hand with improvements in basic data is
firmly entrenched, with the expectation that pit slope designs should progressively improve as they incorporate an
ever more accurate comprehension of subsurface conditions pertinent to the most relevant zones around the pit
that influence stability. However, arguably this is not in fact the situation, as, despite major improvements in general
standards of pit slope design and operational optimization methods now employed industry-wide, many unexpected
failures, including several of landslide proportions have occurred in recent years at major operating pits.

With clear industry trends towards deeper pits and more complex interaction with underground operations, failure risk
will continue to rise unless action is taken to not only improve geological understanding of the mechanisms and struc-
tures controlling stability of these ever increasing height slopes, but also to communicate this knowledge to Designers
and Owners so that general awareness levels are also improved. Not every slope behaves the same way – and
understanding the basics of likely behaviour is key to appreciating potential maximum slope height, H, and maximum
slope angle, Θ, limitations. Some concept of the influence that these differences in rockmass competence and basic
structural geology exert on achievable slope geometry can be appreciated from the extremely wide range of rockmass
competence and geological characteristics illustrated in the suite of open pit and natural slope images included across
Figure 1),

Figure 1. Influence of Rock Mass Competence & Structure on Natural & Open Pit Slope Stability.

As structural features are known to have influenced and in many cases fully controlled slope behaviour of a large per-
centage of the documented failure cases plotted in the well-known slope height vs slope angle charts (Hoek and Bray,
1981, Sjöberg, 2000 etc), as updated in Figure 2; this paper proposes a back-to-basics approach to re-examining the
pitfalls of incomplete understanding of uncertainty in geological data collection. As basis for improving geological un-
certainty in a pit slope context a standardized scale of uncertainty levels in structural geology is suggested in this paper
as basis for improving future Open Pit design analyses. This suggestion is made in a hope to refocus Owners, Opera-
tors and Designers to spend more effort and money on some good “old-fashioned” geological mapping and structural
evaluation as a “new” improved design basis, to help reduce failure risk and increase appreciation of basic uncertainty
in geological understanding, rather than just continuing to spend time and effort on more and more sophistication in
rockmass data quantification and classification as a basis for block modelling and then intense numerical evaluation
of mechanistic behaviour. While these comments may seem to be advocating against the trend that appears to be
prevalent industry-wide to more and more utilization and ever heavier reliance on sophisticated numerical modelling,
the criticism of this paper is rather more directed towards rectifying the lack of equal effort being made to improve
our means and methods for gaining better geological base data understanding – and that is not just by making better
syntheses of collected data, nor even by conducting more and better collection of field data. The thrust of this paper
is towards a renewed focus being given to improving both engineering geological and structural geological understan-
ding with the aim being to gain better appreciation of real geologic uncertainty, as basis for new and better future and
ongoing slope designs.
With the vast improvements that have occurred in recent years in computing capability and particularly in enhance-
ment of display graphics for even the most basic numerical analysis codes, Designers now have the ability to generate
slope stability models that, with the right base data, are capable of significantly improving our understanding of mecha-
nistic controls. Nevertheless, these models still rely on an adequate base compilation of appropriate geological data
on the rockmass and on controlling structures – and this is not just the pervasive through-going, well-known faults that
exhibit ore offsets, and thus are of importance for exploration, but also the shears and lithological contacts, as well
as those potential embryonic and speculative fault structures that might be adversely oriented, and may thus affect
stability. Uncertainty in geological understanding needs to be rationally incorporated into slope design models so as
to truly reflect best estimates of interpreted reality – but appropriately weighted in the models to match uncertainty in
level of understanding of absolute position and geometry), ie., their continuity, attitude and roughness etc., and their
shear strengths.

Typically moving from exploration through to production and thence into more specific pushbacks and slope modifi-
cations through the operating phase, some key gaps in early understanding easily get forgotten as mining personnel
move from one project to another. Often, as a result, some key aspects are not progressed to an equivalent degree
of understanding compared with other aspects of ongoing data collection that end up generating so much information
that it is difficult to sort the wood from the trees. With industry trends for the future now heavily focussed towards the
generation of synthetic rockmass models formulated almost entirely from rockmass characterization approaches as
basis for undertaking complex three-dimensional numerical analysis for designing these higher and steeper new slope
configurations, the worry is that their sophistication and very convincing computer graphics portrayals of movement
behaviour in many such cases might not truly reflect reality.

Key geological structures may not have been appropriately incorporated and basic information on controlling fabric
may be missing from the models. Modelling structures with an over-extended degree of continuity of discrete elements
can be as bad or worse than non-inclusion of such structure elements, so it is in-depth geological understanding that
needs improvement, not just data acquisition (and this is not restricted to open pit situations, this problem is equally
developing in underground mine design, Carter, 2015, 2016 as well as in many other geotechnical discipline areas).
Editors of key geotechnical journals have indeed already also noted this worrying trend of increased sophistication in
numerical modelling-based design, yet without an equivalent improvement in calibration to real geological appreciation
through more detailed mapping and interpretation of actual rockmass conditions. The problem has become so acute
that Journal editors have started rejecting papers on the basis of inadequate demonstrated calibration alone (Barla et
al, 2013).

This paper therefore attempts to set forth some suggestions for not only addressing this deficiency but also for achie-
ving greater understanding of how key structural geological controls that might affect stability can be better addressed
in these new powerful modelling approaches. Some standards for characterizing and identifying uncertainty in geolo-
gical models and rockmass characterization are also suggested.

As basis for implementing these proposed improvements for future SRM modelling-based design, it is instructive to
first undertake a retrospective evaluation of why, with all this enhanced sophistication, a change is needed back to a
greater emphasis on observational methods being applied – prior to, – during and – post completion of any numerical
modelling exercise in rock engineering. The fact that program codes have become more versatile and easier to use,
means that more education is also needed on the how’s and why’s of collecting reliable input data. This problem was
apparent in the 1980’s when computers first appeared on the scene, but the words of Peck, then, when writing in 1985
still aptly address the issue that seems again to be becoming a problem with the next step in sophistication in computer
codes and graphics outputs … … “Sophis�cated calcula�on is too o�en subs�tuted for painstaking subsurface inves�ga�on”.

3. ASSESSING GEOLOGICAL RISK


Appropriate conventional measures for assessing geological risk in an open pit stability assessment context have
been laid out in the LOP Handbook (Read and Stacey, 2009), with the need for preparation of a comprehensive geote-
chnical model being expounded as the fundamental essential component that must be in place before conducting any
slope design computations, particularly for high slopes in complex geological conditions. The building blocks needed
for developing the geotechnical model are identified to comprise four component parts: (i) the geological model, (ii)
the structural model, (iii) the rock mass model, and (iv) the hydro-geological model. As arguably the geological and
structural model and to a degree the rockmass model can realistically be considered all as part of an overall Engi-
neering Geological Model, with the hydro-geological model largely just bringing in the influence of water, the principal
focus for risk minimization devolves to examination of those key aspects of “fatal flaw” definition that are not trivial to
determine – viz., defining the location and characteristics of hidden and obscured faults that may be adversely oriented
with respect to pit wall geometry.

3.1. IDENTIFYING FATAL FLAWS


Given that the key purpose of compiling an Engineering Geological Model (which the Structural Geological Model
forms part of) is as an aid for identifying “fatal flaws”, the structural model should document not just the obvious, defi-
nitive information, but also should provide a realistic framework of lesser credibility probable and possible structures
that might have geological credibility but are only indicated, or could be postulated from indirect data - such as from
photo-lineaments and/or from satellite imagery traces.

Structural Model Definition


True risk definition requires tremendous insight. The Structural Model must not only be robust enough to definitively
identify the configuration and character of known (mapped or drill-proven) major and minor structural features, but
must document lower credibility possibilities that might also have geological validity.

The structural model, for instance, should incorporate “best estimate” configurations for potential hidden or obscured
faults that might correspond with photo-lineaments and/or satellite imagery trends but have not been proven by dri-
lling, so could be ranked of low likelihood. However, if such structures, albeit of low probability of existence, but with
potential for geological validity, (ie., would fit within the envisaged structural geological framework - eg., consistent
with Reidel features sympathetic to the inferred structural domain) are proven of consequence to pit stability through
sensitivity / “what-if” analyses, then such structures would immediately become targets for definition drilling, aiming to
increase or negate confidence in the probability of their existence.

Such features arguably could be considered of “interpreted only” credibility, thus of much lower reliability than those
drilled and proven, but if adversely oriented they still present features warranting detailed assessment as a main focus
for design studies within “what-if” scenario checks, (extending out from the definitive to the speculative). Figure 2 right
diagram (from Fookes, 1968) encapsulates the essence of this need for “proper and realistic risk/reliability evaluation”
of even remotely possible, adversely oriented geological features. This appreciation, taken together with the concept
portrayed in the left diagram in the same figure (from Carter, 1992), which examines uncertainty with respect to “hard”
geological engineering data, together provide a framework for defining where the Rockmass Model and the Structural
Model should be sitting with respect to proposed stability analysis evaluations and final reporting of project risk.

Figure 2. Project Risk with Relation to Uncertainty in Available Geological Data [Left diagram with respect to adequacy
of expenditure on site investigation (after Carter, 1992), and right diagram (after Fookes, 1968) for sequential Stages
of Project Development, for 4 typical projects, with one not identifying critical information till too late.]
Essentially, a good Engineering Geologic Model (which incorporates the Structural Model and the Rockmass Model)
should be providing a “dart board” that arrows can be thrown at – not to undermine the credibility of any aspect of the
models, or the competence of the individuals responsible for formulation of the models, but to assess and evaluate
credible “what if” scenarios – so that “Failure under Operating Conditions” – per Fookes, 1968, Figure 2, right diagram,
Case 4, does not happen, because it has already been analyzed for – and a strategy developed to deal with the po-
tential issue.

Consequences of Inadequate Understanding


It is well known in geomechanics circles, that good geotechnical engineering (and by inference, development and
incorporation of a “robust” Structural Geological Model into the Engineering Geological database of information for
any open pit project), is seldom adequately appreciated, as, by definition, its value is “invisible” – not just to the casual
observer, but also to many, even quite experienced Mining and Civil personnel. It is not until a major failure has been
experienced that many non-geotechnical folk eventually come to understand the depth of “invisible” study necessary to
avoid that “too late” circumstance – as highlighted with Case 4 in Figure 2, right diagram. The consequences arising
from inadequate geotechnical understanding as basis for even sophisticated analyses, by contrast, are obvious to
all, and when large enough, catch media attention – the Bingham, Grasberg and Palabora failures are cases in point.

The dilemma always is – how can geological risk be realistically minimized without spending a fortune drilling every
possible lineament? Answers to this question obviously depend on project stage. At the concept and pre-feasibility le-
vel, reliance should be placed on checking the envisaged geological situation for the proposed pit and its planned geo-
metry against comparative precedent experience, conditioned by best estimate matching of geological environment.
With transition from concept stage to pre-feasibility and feasibility and thence to production and operation, increased
attention must be focussed towards gaining as comprehensive an understanding of both pit and regional scale local
structural geology as feasible - not just the structure relating to the ore zone emplacement, but concentrating more on
late stage brittle deformation structures that may also affect the country rockmass that will form the pit walls.

Maximizing Observational Feedback


Once into the operating phase, emphasis should be placed on maintaining a good, up-to-date pit map, (with ideally
quarterly updating) showing major scale structural features and updated structural domain areas, constantly updated
to reflect movement behaviour records. Basic structural geological data for the pit scale map would be envisaged to
come from routine cell mapping of benches as basis for updating the map and also keeping updated the discontinuity
fabric (stereonet) plots that may have been produced at the design stage, with the aim in both cases always being to
identify any “odd-ball” structures not previously envisaged.

With increased sophistication in movement data acquisition (eg., utilizing in-pit terrestrial LiDAR or Slope Stability
Radar (SSR) methods, as described by Harries et al, 2006, or Satellite inSAR approaches, eg., Colombo and MacDo-
nald, 2015, in-conjunction with routine prism measurements), definition of surface movement zones and correlations to
mapped structural features becomes a valid methodology for establishing potential failure extents for rigorous stability
analyses. Used in conjunction with application of microseismic monitoring techniques, the potential exists for extra-
polation of developing failure mechanisms into the third dimension (Lynch et al, 2006, Wesseloo and Sweby, 2008).
Application of such microseismic monitoring to a couple of active open pit movement zones reported by Lynch et al,
for example suggest that biplanar styles of ploughing failure geometries (Hawley et al., 1986) might be more common
than generally thought, with early progression of microseismicity clearly more evident on generally backward dipping
steep geological structures present in the toe zone of the observed movement zones rather than early headscarp
tensional cracking dominating the measured microseismicity.

While collecting data from all these sources can individually and in conjunction aid identification of developing pro-
blems, just keeping track of and synthesizing the kernel of key information from the vast amount of data that such
approaches generate, can be overwhelming. In consequence, all these types of data thus need consolidating on a
regular basis into the structural and rockmass models and then correlating with previous design assumptions, incorpo-
rating any insight gained in particular from any adverse movement behaviour, especially from rigorous back-analyses
of any significant multi-bench failures that may have developed. Any failures of significant scale should be very care-
fully back-analysed based on actual rockmass and geological structural conditions exposed in the field. Back-analysis
should be performed not just from a stability assessment viewpoint to attempt to better define shear strength on any
identified controlling structures and for the failure zone rockmass, but also, more importantly from a geological struc-
tural framework perspective to establish geometry and inter-relationships with any hidden or unsuspected structures.
Field examination should concentrate on not just the large scale structure or structures that may have influenced the
failure, but should carefully examine small scale jointing fabrics and interplay with the larger scale structure. Only by
examination of the interaction between the various scales of controlling structural geometry will enhanced understan-
ding be gained of geological fabric control that should also be seen in the numerical models being performed to assess
larger volume failure potential for the pit slopes. Keeping all this information updated on maps and plans should be
an essential requirement for guiding any ongoing slope design that may be needed for evaluation of pit deepening
or pushbacks as well as for establishing potential zones around the pit where structural controls are not adverse and
where IRA steepening may be feasible.

Forecasting for Early Design


While considerable sophistication in building understanding of actual rockmass behaviour is possible through eva-
luation of physical investigation and monitoring data in the Operating Phase, typically far less understanding exists
in earlier design phases. Reliance must therefore be placed on precedent experience to guide validation of design
assumptions and numerical and analystical stability assessments. Guidance can come from use of the classic slope
height vs slope angle charts included in the excellent compilations of precedent data on failed and stable open pit
slope configurations available in publications by Sjöberg, 2000 and more recently by Whittall, 2017, both of which are
complete with extensive source reference citation listings. While the charts and background data listings in these pu-
blications also include significant data on natural slopes, very informative additional pertinent material on large moun-
tain-scale rock mass movements that can also usefully guide understanding of mechanisms that may be of controlling
importance for any of the newer, higher, pit slope geometries can be found from the excellent descriptions and data
listings in sources such as Voight and Pariseau, 1978 and Eisbacher and Clague, 1984 and in many of recent landslide
conference proceedings. These sources, in addition to those listed in Sjöberg, 1999, 2000 and Whittall, 2016, 2017
have been utilized in the compilation of the slope height versus slope angle plots included as Figure 3.

Figure 3. Classic Slope Height vs Slope Angle Charts - [L] for Pit Slopes and [R] for Natural Slopes

It should be appreciated that this plot and similar, incredibly useful, compilation diagrams, which synthesize and allow
us to understand basic precedence behaviour, also unfortunately mix many behavioural mechanisms. This is because
they include case records from a very wide variety of rock types, each with quite different characteristics, spreading
right across the spectrum of conditions observable in the images in Figure 1. While most of the open pit failure and
stable data case points summarized in the Pit slope height versus overall slope angle diagram on the left side of Figure
3 derive from the extensive compilation by Sjöberg, 1999 as part of his doctoral thesis, additional case information has
been added from Whittall, 2017, with additional cases from Zermatten and Terbrugge, 2015 and from Moss et al, 2006
and from many other sources, including a number of unreferenced confidential failure cases.

As is evident the plot also includes the well-known limit line established in the 1970’s by Lutton and adopted by Hoek
and Bray 1981 as a guideline for subsequent slope height-slope angle design charts. The position of this line however
highlights one of its criticisms, namely that many stable cases (including the well-known Palabora (pre-block cave) pit
wall stable slope cases, ref. Figure 1 within Moss et al, 2006) plot on the “wrong side” of the line. Similar problems are
found when overlaying even the upper limit lines from Haines and Terbrugge’s 2005 chart when replotted in a slope
height versus slope angle geometry.

In consequence of the fact that one of the major problems of defining a stability limit line from these dataset plots
is that there is such a wide mix of behavioural cases within the data, Sjöberg and others have attempted to sort the
case records by discontinuity dip, using documented foliation or jointing fabric information from the case records.
Sjöberg, 2000 derived ten sorted data set graphs from his main compilation in an attempt to define better groupings
and division/limit lines based on whether the fabric dipped into or out of, or oblique or perpendicular to the slope face.
Unfortunately, while some of the plotted trends seem to show potential, nothing definitive and consistent seemed
transferable from one plot to the next, primarily due to variability in base characteristics. Taking these plots for this
paper and attempting to extending the estimated limit lines was also found difficult because additional data points
outside the listings could not be easily found due to lack of detailed backup information on actual failure behaviour,
often presumably for confidentiality reasons, but oftentimes information even in published source listings was devoid
of information on rock fabric and competence.

Fortunately though, for some cases significant additional information on failure mechanics and other salient features
could be found by interrogating the background references listed in the summaries. In these cases the cited literature
provided detailed enough descriptions of controlling geology and regional setting, and sufficient details on the failure
itself, to be able to extract a reasonable idea of controlling mechanics. But these cases with significant detail were
rare. Mostly, the published papers cited as background for the summary listings were found to contain insufficient
details of the actual structural geology and mechanics of the failure geometry to be able to undertake any rigorous
forensic back-analysis. Enough data was usually included to get a general sense of controlling fabric, but hardly ever
was any raw stereonet data provided in the reviewed published papers. Rarer still were papers found where extensive
detailed results of back-analysis assessments of complex unexpected failures were published, albeit there exist a few
notable exceptions, including the two papers on the Betze-Poste Pit by Rose and Sharon, 2000 and Sharon, 2000
which include detailed stereonet data and back-analysis evaluation results for the analyzed complex bi-planar failure
geometry that was eventually deduced from field observations.

As a consequence, little comprehensively has been gleaned on a sufficient number of the pit slope failure and stable
cases to be able to do more than group them by general mechanisms and competence in order to attempt to subdivide
and understandably sort the available data. There is a need for industry to better document and share real detail on
failure cases regarding precisely what contribution structural features or shear strength or ground water exerted in con-
trolling individual failures. Usually confidentiality or legal reasons are cited for withholding this type of more detailed
information that may actually have been collected on the individual failures, but is withheld from being reporting in the
public domain. As Zermatten and Terbrugge (2015) also note, this reluctance to document lessons learnt is unfortu-
nate, as only by improved understanding of such events and sorting the wood from the trees will industry progress to
a skill level sufficient to avoid or mitigate future similar recurrences.

Fortunately there is far less reluctance to publishing information on natural slope failure events in the landslide literatu-
re. In fact the obverse to the pit situation often exists in that not infrequently technical papers exist providing extremely
comprehensive information on failure behaviour gained from field observations. Often there is sufficient data presen-
ted to allow detailed back-analysis of mechanism controls.
3.2. UTILIZING PRECEDENT DATA
While it is generally agreed that precedent experience provides the best litmus test for any design, this maxim is only
valid if precedent and proposed cases are sufficiently analogous as to be truly comparable. Given that modern open
pit mining is forever pushing the limits, it is not only difficult to find benchmark cases that exceed the highest current
open pit slope configurations, but there is lack of precision in our current approaches for ensuring comparability. Many
consulting reports and operating mines’ slope design documents utilize the classic slope height versus slope angle
diagram for benchmarking their new designs - overlaying proposed new slope geometries over the Sjöberg or Hoek
charts as base information and typically making some comparison to a typical stability limit line, such as that first
developed in the 1970’s as part of the Royal School of Mines’ collaborative slope stability initiative (ref. left diagram,
Figure 3).

Not only is there a lack of precision for ensuring compatibility, more serious still is the lack of comparative excavated
slope precedent case data for very high stable open pit slopes, other than a half dozen cases encompassing for exam-
ple the non-failed walls at Palabora (pre-initiation of cave mining) and those at Chuquicamata and Bingham Canyon
(elsewhere than the Manafay failure). These cases plot right at the top of the data set shown in the left plot in Figure
3. With so few cases available for benchmarking our ever increasing height new design slopes, reliance industry wide
has typically had to be placed on extending the Lutton/Hoek-Bray types of limit line upwards almost asymptotically, as
drawn as a dashed extension line in the left diagram in Figure 3. Based on the trend of this limit line, all other factors
being equal, the typical assumption, at least on an initial design basis, would suggest that very high slopes can be
excavated and remain stable as long as they are not steeper overall than some limiting angle in the 30°-40° range,
akin perhaps to the Byerlee base friction angle for the controlling rock type (Byerlee, 1978).

However, with an increased number of failures of high slopes in recent years even this practise has come under scru-
tiny as there is concern that these precedent cases may not truly be transferrable case to case. Experience for higher
slopes than such cases must thus come from natural analogues , but here again there is also a problem in defining
what is truly analogous, as most stable natural slopes have developed over eons, on a timescale far longer than the
lifespan of a typical open pit slope.

Glaciated Natural Slope Analogues


Glaciated natural slopes arguably provide the best analogue for benchmarking design of ever higher open pit slopes,
as these have, geologically at least, been rapidly downcut. However, some glaciated valley side slopes (such as the
1200m high, ±85°OSA El Capitan rock wall in Yosemite National Park - leftmost image in Figure 1), are perhaps un-
realistic analogues as they are so spectacularly steep, cut into rockmasses of much greater competence than most,
if not all, open pit mine rockmasses. In many other places around the world in glaciated terrain, similarly downcut
slopes are characterized by numerous major failures - as shown in the rightmost image in Figure1. These dramatic
differences in behaviour are rock-competence and geologic structure dependent. In some rocks the original, glacially
cut U-shape still remains 10,000 years after the ice has receded. In other cases worldwide, ongoing and even some
new major failures are recordable in locations where slopes have been glacially oversteepened to angles beyond the
inherent stability of the local particular rock competence. These two extremes clearly exist in the data in the right hand
chart in Figure 3.

In this right hand diagram in Figure 3, the collected data points for the variety of specifically selected natural slopes are
plotted in the same style of slope height vs slope angle chart as the Pit slopes. Three distinct groupings of data points
have been recognized on this plot. Many of the data points on the left side of the chart relate to low to moderate com-
petence rockmasses, derived from well documented case study papers on European and North American landslides.
However more than a dozen data points in this region of the chart also reflect slope geometries for competent rock
slopes exhibiting high to very high, semi-stable, Alpine “sackung” behaviour, (ie., slopes showing classic creep failure
mechanisms, such as illustrated in the cross-section diagram included in the lower right hand corner of Figure 4).

On the extreme right of the chart in Figure 3 however the dozen or so plotted stable points all derive from data collec-
ted on the world’s very highest, glacially-carved, yet stable, rock cliffs, as documented from a number of extreme rock
climbing web pages including – www.mountainproject.com. As is evident from the points plo�ed in this region of Figure 3,
these stable rock climbing points all plot way to the right and towards the top of the slope angle range - with several points plo-
�ng with slope heights in excess of 1000m and face angles in excess of 80°, so obviously they do not correspond at all with any
of the classic slope height vs slope angle limit lines that have been tradi�onally drawn on these types of charts.
Between these two data sets are plo�ed a third, quite interes�ng suite of specifically selected data points.

This third set of data points define a suite of specifically selected, seemingly height-limited, structurally dominated natural slope
cases, which appear to exhibit slopes that are dominated by blocky rockmasses exhibi�ng moderate to steeply inclined folia�on
and/or join�ng fabrics (slates, phyllites, and other foliates in the main). Many of these mountain slopes thus exhibit similar
rockmass characteris�cs as o�en observed in open pit slopes, which also for many mines worldwide are excavated in phylli�c
rockmasses. Interes�ngly enough therefore as might be expected the approximate upper bound values of this group of data
points fall neatly beneath the Lu�on/Hoek-Bray limit line. Their rock mass characteris�cs however differ markedly from the
other two groups in the right hand chart in Figure 3 in being far more competent than the rockmasses represented by the data
points towards the le� of the chart (ie., they have competences more akin to the rockmasses on the right of the plot), but they
are extensively dislocated by obliquely dipping structure that is generally completely absent from the cases on the right hand
side of the plot.

The definite mixing of failure mechanism and stable slope behavioural types illustrated by this chart suggests the possibility that
there may be a Jaeger style of discon�nuity angle controlled rock-type dependency rela�on evident in this data, as sketched per
the black curve overlaid across the diagram.

Mixed Competence Complications


The dilemma of mismatching of traditional limit lines such as shown in the left chart diagram in Figure 3 with the natural
slope data points plotted in the right hand chart diagram in Figure 3 is even clearer when the high mid angle range
natural slope data on the left side of Figure 4 (as collected by Sjöberg, 2000) are considered.

Figure 4. Slope Height vs Slope Angle Charts for Natural Slope Topography (Norwegian High Slope Data Cases, from
Sjöberg, 2000, after Dahlø, 1976), alongside illustration of High Valley - Mountain Edge Topography – exhibiting very
steep margin rock walls, with indications of embryonic low angle, mountain crest-parallel basal shear development.

If these high rockmass quality natural slope data points are combined with the data points already plotted within the
right hand plot in Figure 3, including the very high, extreme climbing rock wall data points, the data spread from the
combined information almost completely populates every part of the slope angle vs slope height diagram, making
prognosis of any controlling Lutton/Hoek-Bray styles of limit line relationships extremely problematic. Obviously some
further subdivision characteristic than just slope angle and slope height is needed for realistic differentiation. Accor-
dingly, as some reasonable rock-type specific limit lines had been developed by Sjöberg et al, 2000 for trying to un-
COMITÉ CIENTÍFICO
derstand
derstandthe thebehaviour
behaviourofofaanumber
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viz.,

PRESIDENTES DE ÁREAS
Juan Ramón García Secades
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
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depthofofmaximum
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shear
shear 2.- MATERIAS
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involvement,
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typically1/10
1/10 ofofthe
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José Luis del Valle Doblado
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Área 3.- ENERGÍA
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database.
Juan Antonio López Geta
Área 4.- AGUA

José Luis Tejera Oliver


Área 5.- SISTEMAS DE GESTIÓN Y MARCO NORMATIVO

COORDINADORES DEL COMITÉ CIENTÍFICO

Ángel Cámara Rascón


Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

Figure
Figure5.5.Variation
Variationofofmi andσσ
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Metamorphic&&Sedimentary
Sedimentaryrock rocktypes
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(modified
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Carterand
and
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Diederichs,2013)2013)

Similarly,
Similarly,rockmass
rockmasscompetence
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databa-
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sparsely,medium
mediumand andheavily
heavilyjointed,
jointed,with
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RMRorientation
orientationderating
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applieddepen-
depen-

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
ding on documented prevailing structural fabric orientation (dipping into or out of the slope face etc). The GSI values
estimated from this procedure were then cross-checked, where possible, with the tabulated listings of general com-
petence, in terms of the ISRM R2, R3, R4, R5 etc strength scale included in the summary tables compiled by Whittall,
2015. Where feasible, these definitions of GSI were further refined based on other available background reference
data on the listed suite of documented slope cases. On completion of the rankings, six ranges of colour coding were
then established for these mb es�mates, ranging from mb<1 to mb>20, as shown in the legends within Figure 3 and Figure 6.

Unfortunately, no clear pa�ern emerges from this exercise of colour coding the Open Pit slopes case record data points in the
le� hand plot in Figure 3, but some indica�ons do arise out of this competence coding of the Natural Slope cases (as is apparent
from the chart on the le� side of Figure 6). This la�er chart duplicates the right hand chart shown in Figure 3, but adds in all the
Sjöberg/Dahlø mid angle high natural slope data points that are included within the chart on the le� side of Figure 4. As is readily
evident from the colour coded data points in Figure 6, very dis�nc�ve banding of the coloured data points, from orange to blue,
reflec�ng an increase in rock competence moving across the chart, is clearly apparent.

Figure 6. Possible influence of discontinuity geometry, block size and rock strength on potential maximum stable
slope heights for a given rock type and slope angle configuration. Left chart: Natural Slope Database (stable and
failed cases subdivided by mb). Right top diagram – composite pit slope failure mechanisms controlling slope
height for a given slope angle (from Hoek et al, 2000) & Right lower diagram – possible influence of fabric and
discontinuities on rock mass and material strength – potentially controlling slope height for specific fabric angle
(modified from Jaeger, 1960 and Hoek & Brown, 1980).

Intuitively, the mb colour band es�mates in the main chart in Figure 6 would be expected to create a family of U-shaped Jaeger
style curves that could be drawn across the chart, reflec�ng each cri�cal slope height for each different rockmass competence
grade. In concept, much as sketched in the lower right hand diagram in Figure 6, for a series of different rock type tests for diffe-
rent strengths, with σCa> σCb> σCc, and with different fabric ß angles, the resul�ng plot should show a series of overlapping
curves more or less oblitera�ng iden�fica�on of any specific low spot in any one U-shaped graph, but genera�ng a mean lower
bound envelope reflec�ng the reduced strength part of each U-curve for each rock type (consistent with the cri�cal ß=45°±φ/2°
range, where discon�nuity fabric would dominate strength behaviour).

Given the expecta�on of being able to discern in Figure 6 a series of U-type Jaeger-style curves, one for each rock mass com-
petence grade, of immediate concern is the fact that almost all of the dashed upper limit line curves sketched within the figure
seem to be devoid of evidence of much of a high end angle upturn in the U-shaped geometry. In fact, the dashed upper bound
limit lines drawn for each mb range, (with the excep�on, perhaps, of the upper limit line to the very best quality strength/compe-
tence rockmass), all generally appear as “half-U” curves. This may well be explainable conceptually, as none of the lesser compe-
tence rockmasses might actually be strong enough to sustain very high slope geometry configura�ons with subver�cal structure.
The limit lines perhaps realis�cally, should not therefore be expected to be complete U-curves. Rather it would make sense that
most of the curves would be devoid of the right hand part of the U-shape. In fact, this right hand part of the U-curve probably
only should validly exist if the rock competence grade is of sufficient quality that the rockmass can be considered “intact” and
competent enough to stand ver�cally to great heights without compression failure.

Unfortunately, although simple in concept, globally this analogy is likely flawed also, except perhaps for foliated rockmasses, as
ubiquitous structure in real slopes is generally an abnormality on a large scale. In most cases unique cross cu�ng major fault
structures also exist, making any assump�on of a single parameter ra�ng, such as mb, as hypothesized in Figure 6, unlikely to
be effec�ve as a comprehensive measure for adequately and uniquely characterizing slope geometry for each case record data
point. Nevertheless given the quite well segregated groupings in Figure 6, it would seem that the approach may have a modicum
of credibility, and thus perhaps worthy of more detailed future evalua�on.

Influence of Failure Mechanics


Inspection of the precedent case failure records in Figure 7, (as compiled from the two slope height versus slope angle
plots in Figure 3, predominately plotting the failure data listings from Whittall, 2015 where failure mechanism informa-
tion is summarized), suggests that there is a complete mishmash of mechanistically different failure types included in
the charts. In fact, the data suggests that there is a complete split existing between those cases which comply with the
assumptions necessary for valid use of the Hoek-Brown strength criteria (ref. constraints on applicability in right hand
diagrams in Figure 5), versus those cases which exhibit failure mechanics that are completely structurally controlled,
thus negating typical Hoek-Brown assumptions that would need to be fastidiously maintained for ensuring a totally
“valid” slope height vs slope angle plot.

Figure 7. Open Pit and Natural Slope Failure Cases from Case Record Database, subdivided by Inferred
predominant Failure Mechanisms and Overall Slope Angles.

While the structurally dominated cases in the database have not been individually separated out from those where
pseudo pit-scale heterogeneity might be valid (a la the constraints for valid use of the Hoek-Brown failure criterion,
per Figure 5, right hand diagram), some data sorting has been undertaken in Figure 7 aimed to shed light on possible
controlling behavioural trends. As is evident from the colour coding, this diagram shows a histogram plot of the seven
most commonly identified failure mechanisms plotted as a function of overall slope angle, subdivided into eight slope
angle ranges in the stacked chart columns. Inspection of the distributions in the chart however shows that not only
is there a very wide range of mechanisms mixed in the data sets, but there is also no clear pattern to the structural
geologic relationships controlling each of the various failure types. Apart from a significantly higher percentage of ba-
sal structure cases, and fewer than expected examples of truly soil-like fully circular failure geometries, the data plot
suggests that there is an almost equal split of cases exhibiting each of the other four defined mechanisms.
Given that all failures, by definition, are unexpected, but in an open pit context, some are more manageable than
others, winnowing these database cases by mechanism is however useful as a means to gain some idea of what the
percentage split might be between manageable / predictable instability cases (ie., those exhibiting slow progressive
disruption due to flexural toppling styles of dislocation, resulting in slow bench face ravelling and overturning, even if
of multi-bench or even of complete wall scale), versus those of a more catastrophic failure character, which would be
expected to show rapid degeneration with increasing deformation, as well characterized by inverse velocity methods of
failure timing prediction (eg., Saito, 1969, Zavodni and Broadbent, 1980, Ryan and Call, 1992, Rose and Hungr, 2007,
and Newcomen and Dick, 2015).

Although no attempt has been made in this paper to rigorously sort the data points plotted in the graphs in Figure 3
and Figure 6 into these two groups with respect to influence of dominant geological structure and fabric control, which
might significantly help in refining the probable geometry of the Jaeger U-shape curve relationships postulated in Fi-
gure 6, sufficient screening has been carried out of the background papers to establish that there is an almost 20:80
split between the manageable and the uncontrollable failure cases. This screening also suggests that way more than
half of the more rapid failure cases show some evidence of their actual failure mechanics having been influenced, if
not totally controlled by the presence of major geological structure, most often described in the records as “unknown”
before the failure occurred.

Addressing this lack of prior understanding of such obviously important structural geological controls is the focus of
the next few sections of this paper.

Some methods and approaches are then highlighted that hopefully can be utilized throughout the progression from
exploration to operation to help better identify and quantify the likelihood of significant failures occurring on probable,
possible or indeed speculative geological structures identified in the Structural Model as potentially occurring in adver-
se configurations detrimental to pit wall stability.

4. IMPRO VING GEOLOGICAL UNDERSTANDING


Geological understanding for a typical Operating Pit generally progresses from an early exploration stage conceptual
geological model (based on drill indicated ore distribution data), through to a detailed model of the emplacing structure,
sufficient for not only helping define additional exploration targets, but also for establishing limits for refinement through
definition drilling. On completion of this phase of definition drilling usually enough data has typically been collected
to adequately quantify the worth of the deposit, certainly sufficient for moving it forward into the pre-feasibility design
stage where economics and development logistics need study to establish production viability.

INCLUDING BRITTLE PHASE STRUCTURE IN EXPLORATION ASSESSMENTS


Nowadays, by the completion of the exploration stage, a well-developed 3D rendition of the economically important
aspects of the geology of the proposed deposit are usually available in Leapfrog, DataMine, GEMS, Vulcan or one or
other of the host of other ore evaluation program codes. While such 3D models are often very impressive and see-
mingly comprehensive in their portrayal of deposit geology, unfortunately, all too often, even for the most sophisticated
development projects, little detail is actually included in these models regarding any of the late stage brittle phase
structural fabric of the country rocks as these later era geological features are generally deemed to be of no importan-
ce to ore zone definition, unless they offset the deposit configuration.

Usually though, a sufficiency of physical core may have actually been collected through the exploration drilling phase
to be able to at least comment on, and in many cases actually model any significant brittle phase structural geological
features that would transect the host rocks within which the pit shell must be created, but unfortunately even today
often no geotechnical logging, of even RQD is performed.

All too often, no consideration or modelling of brittle phase structures gets undertaken for the country rock zone as
gaining this understanding of brittle phase structure is not generally seen as being of much importance to the task in
hand – which is defining economic viability. Accordingly, project decisions to move to production may actually be made
with a more significant measure of unanticipated geological uncertainty relating to the geomechanics of actually mining
the deposit than is understood at this decision stage. This lack of attention to examining brittle phase structure that
may transect the pit shell inevitably is seldom addressed even in economic viability assessments (except perhaps as
a data gap risk).
There perhaps should be a formal documentable requirement to look at the geological structure that might slice the pit
shell in areas away from the ore zone. The focus for the exploration geological team is typically directed elsewhere,
on other issues, yet they possess the insight that could help identify troublesome structures and fabrics way early in
the design process, thereby possibly being able to better engineer the slopes to avoid instability issues. Problems
in ensuring that key exploration insight is documented at this early stage and carried forward into planning decisions
through into the operating phase is further compounded by the fact that seldom is there any continued involvement of
the exploration team with developing the geological models they created from the early exploration data and improving
them through production. Their initial geological insight, that could subsequently have helped pit design process thus
gets lost! Changing this modus operandi should in fact be viewed as the real starting point for improving structural
geological understanding for future pit shell design.

MAINTAINING EXPLORATION INSIGHTS THROUGH INTO THE DESIGN PHASES


As part of the preparation of the economic evaluation assessment report (which typically these days is prepared to
satisfy the Canadian 43-101 or the Australasian JORC regulatory requirements, CIM, 2014, JORC, 2012), it should
be mandatory that a section of text gets written on the envisaged brittle fabric characteristics and principal geological
structures within that fabric that might transect the proposed pit shell. The exploration geology team should basically
be tasked with, at the very minimum, addressing and documenting the brittle fabric structures observed in the coun-
try host rocks from the core logging programs, with ideally also providing detailed discussion of more important fault
structures and their possible geometric interaction with the envisaged pit shell configuration. Some discussion should,
in addition, be included regarding the geological origin and probable geologic palæo-stress history responsible for
generation of any brittle phase structures, as this will help guide geotechnical engineers in their efforts to subsequently
attempt to ascribe shear strengths to these structures for stability evaluation purposes.

Typically, in 43-101 style evaluation reports prepared at the end of the exploration phase, there is a surfeit of infor-
mation on the ductile deformation fabric and on major structures that are deemed of importance for defining ore em-
placement scenarios for proper deposit value evaluation, but oftentimes these fabrics and structures are completely
irrelevant for defining pit shell geology and on occasion totally misleading as a useful representation of the prevailing
geology needed to help pit design engineers subsequently trying to assign geomechanical properties to the non-mi-
neralized host rocks forming the pit shell. Cases exist, where individual laboratory data needed for input into stability
analyses were wrongly grouped in summary tabulations simply because of a confused perception of controlling pit
shell geology and misunderstandings between ductile and brittle phase structure relevance.

SEPARATING DATA DEFICIENCIES FROM GEOLOGICAL UNCERTAINTIES


Dealing with real geological uncertainty is difficult enough without adding an extra level of complication due to misun-
derstandings related to data deficiencies or the relevance of specific aspects of the project’s geologic reporting. A
typical unrecognized data deficiency for example at an exploration phase might be the bias introduced into the struc-
tural model understanding resulting from an almost complete lack of down dip and along strike drilling data. While
economic evaluation of the deposit might be well accomplished by cross dip drilling, such holes may completely miss
late brittle stage dip-parallel or strike-parallel structure of importance to pit shell stability. In worst case scenarios this
type of “hidden” data bias deficiency can remain a significant unknown that was never considered in validating the
economic model till way into the operating stage when problematic stability issues start to affect production targets.

Similarly much more early attention needs to be addressed to establishing geomechanical uncertainty. Many of the
geostatistical techniques at the heart of the decision-making process for transitioning from exploration to production,
which conventionally are solely aimed at evaluating geological (ore deposit) uncertainty that might affect economic
viability, have application also for evaluating geomechanics uncertainty. Seldom though is the same rigour applied to
establishing this aspect of the project’s uncertainty roster, yet oftentimes overall pit slope geometry ultimately beco-
mes the controlling factor governing economic viability. This need for assessing geomechanical uncertainty (as well
as, if not better than establishing deposit geology uncertainty) doesn’t change through the operations phase. Rather,
the need for establishing and continually updating geomechanical uncertainty and understanding actually becomes
even more of a vital task for most operating open pit mines, as stripping ratios so govern economics that maintaining
inter-ramp slope angles as steep as possible oftentimes become the paramount control for ensuring continuing eco-
nomic viability.

Defining a reasonable estimate of the degree of uncertainty existing in a stability prediction evaluation is however
slightly different again from, and often even less straightforward than determining geological uncertainty in an eco-
nomic evaluation, even when significant analysis has been undertaken. Some of the most comprehensive published
back-analyses of the well-defined block cave-induced wall failure at Palabora attest to this difficulty (eg., Brummer &
Moss, 2006, Elmo et al, 2010; Severin et al, 2010, Vyazmenky et al, 2010, Woo et al, 2012, 2013).

5. INSTA BILITY AND FAILURE


By definition, failure, in a collapse sense, means that “a structure loses its ability to perform its design func�on.” In the context
of open pit economics the consequences of a pit slope collapse can range from merely the costs and delays associated with the
clean-up and rehab costs to get back into produc�on, right through to essen�ally a force majeure situa�on of forced pit closure
because the failure has sterilized sufficient ore reserves as to completely compromise economic viability, irrespec�ve of the cost
and delay associated with clean-up. Instability, on the other hand, can be defined as “manageable collapse”, where perhaps
catch benches are of sufficient width to allow debris build up without compromising produc�on or clean-up can be expedited as
part of rou�ne pit opera�ons without significant produc�on down�me.

This failure type dis�nc�on is of importance with respect to the geomechanics defini�ons u�lized in the context of Figure 7, in
that almost all of the creeping styles of failure can be reasonably easily “managed” providing sufficient resources can be brought
to bear to perform the clean-ups efficiently, and providing the economics s�ll remain valid even with the extra imposed opera-
�onal costs.

High velocity collapse-styles of failures, especially with significant runout and even worse with no prior warning, by contrast, can
be truly catastrophic. Depending on the magnitude of collapse (ie., volume) and the disrup�on impact to pit opera�ons, even
sizeable failures can be dealt with, as has recently been demonstrated by the efficient clean-up of the Manefay mega-slide at
Bingham (Ross, 2017). O�en�mes though, these events leave precariously unstable adjacent abutment segments either side of
the collapse. These slope segments must now be addressed as serious issues in their own right as they can pose an even greater
stability risk to in-pit personnel than the original failure, as, if a decision is made to clean up the main failure, such areas have to
be stabilized first before any work can be done to remediate the actual failure site. Simply abandoning the failure area doesn’t
always deal adequately with any abutment instability issues, either; in fact these areas can remain a serious stability concern for
the remaining pit life.

EXTENDING PREDICTION TO MINIMIZE SURPRISE


Much discussion abounds in the literature regarding the feasibility of predicting slope failure events. With increased
application of sophisticated monitoring methods (as already being applied in many of the larger open pit operations,
as summarized in Newcomen and Dick, 2015), once instability is detected and potential failure extent defined, the
armoury of numerical modelling tools available today should ideally allow reasonable enough deduction of mechanism
to allow impending time to failure for evacuation planning to be predicted ahead of time. Gaining sufficient time for
proper pre-planning unfortunately still only seems achievable for instabilities with slow to moderate movement rates
and creep style behaviour, where pre-cursor warning of impending failure develops slowly enough that it can be picked
up and monitored in real time by movement sensors and imagery. The problem of predictability for any very rapidly
developing failure is compounded by the alacrity with which such failure can occur on undetected structural features.

Predicting the likelihood for a sudden, very rapid failure event to occur in any open pit mining situation thus comes back
full circle to being able to pre-define candidate potential problem geological structures in adverse locations around
the pit with characteristics capable of allowing brittle shear. No amount of post-event back-analysis can help with this
definition. Effective structural understanding is what is necessary.

CIRCUMVENTING BLACK SWAN EVENTS


It is argued by Ross (2017) that the Manefay failure at Bingham was unpredictable in the context of the definition of a
classic, “Black Swan” event, based on Taleb’s 2007 definitions of being …highly improbable, with three principal cha-
racteristics: (i) unpredictability; (ii) massive impact and (iii) the first recorded instance; yet as Taleb elsewhere suggests
in his classic book on the subject, the absolute degree of unpredictability associated with any event actually depends
on the observer, the facts available to the observer, and the observer’s previous experience. To a major extent the
boundaries of unpredictability change also with the state of technology and information reliability for the day. For ins-
tance, what may have seemed a Black Swan surprise of a violent hurricane appearing out of nowhere for a sea captain
of a sailing ship at the Turn-of-the-19th Century, would now, with modern weather radar satellite forecasting tools, be
seen ahead of time as reasonably definable, even if details of the storm extent and intensity might still not be 100%
predictable. Nowadays, even some earthquake and volcanic eruption forecasting is achievable, whereas a century
ago, prediction of such events would have been seen as totally inconceivable.
Reality however, in geomechanics and in nature in general, is that almost nothing is truly unpredictable — rather it is
our lack of knowledge that makes events appear unpredictable. Indeed, it must be remembered that it was merely the
lack of information in 16th Century Europe that black swans existed that gave rise to the assumption that swans were
always white and total surprise when black swans were found in Australia.

In an Open Pit context, decreasing uncertainty and achieving greater predictability of previously considered surprise
events can be anticipated will continually improve with more pits implementing improved microseismic monitoring
(eg., Lynch et al, 2006) as this technique, like deep underground mining usage, may allow predictive assessment of
potential future problems as opposed to hindcast assessment as always is the case with movement monitoring. Mi-
crosesimic monitoring of the ground response to mining allows much earlier definition of events and may thus provide
a better means to improve understanding of the possibilities for hidden structures to mobilize, allowing time to assess
their likelihood for potential adverse kinematic dislocation. Similarly, better appreciation of the influence of stress-dri-
ven change on structure mobilization with ever increasing pit depth as intimated by Stacey et al, 2003 and Stacey and
Xianbin, 2004 is also an area that, with further study and greater appreciation of stress effects on pre-existing geologi-
cal structure brought about by stress-driven change, may also yield major improvements in insight.

Application of these types of new and/or improved monitoring and modelling techniques however must be matched by
equal advances towards gaining better appreciation of structural geological controls important to stability. At present
there does not seem to be any substitute for improving understanding except by painstaking fieldwork to build an ade-
quate structural model. Tools and techniques to help improve mapping and data synthesis are helping (eg photogram-
metric measures for pit wall mapping), but it is advances towards improved understanding that are needed - and this
realistically means greater education of operations geologists and geotechnical staff in structural geology and greater
education of exploration geologists in geomechanics. Only with such cross-discipline educational improvements can
the major technological advances that are occurring in modelling and monitoring methods be harnessed properly to
affect a real decrease in likelihood for future black swan events recurring

6. IMPROVING PREDICTABILITY
Great sophistication is now possible in Open Pit geomechanics modelling and analysis approaches to allow very
reasonable prediction of potential pit wall behaviour under most operating conditions, provided that the modelled rock-
mass fabric and structural framework is truly representative of the physical rockmass. Significant problems of incorrect
predictability of impending stability issues rarely these days are due to incorrect application of a particular constitutive
model, or inadequate replication of mechanistic processes of failure initiation, although imprecision in definition of
parameters and boundary conditions still plagues many designs. Generally the most significant problem resulting in
incorrect predictability still is lack of adequate definition of large scale geological structure and imprecise understan-
ding of rockmass competence and inherent fabric variability extending deep into the pit walls.

ASSESSING ROCKMASS COMPETENCE


Adequately, yet cost-effectively, defining enough about the governing structural framework and about the anisotropic
variability of rockmass fabric and competence across the entire “donut”-shaped zone of the rockmass that will be mi-
ned as the pit shell is developed, presents a major investigation and evaluation challenge. This challenge changes in
scope but does not diminish in importance at every stage from exploration to full production; realistically continuing as
a major ongoing task far into the life of mine under operating conditions.

Determining the presence of structural features that may prove crucial to stability needs to be a key component of even
the earliest concept stage investigations. This demands specific focussed drilling, with drill layouts based on a good
conceptual model of the most likely structural geology of the pit shell “donut”.

Defining variability in rockmass characteristics sufficient to identify where each domain around a pit shell may lie within
the complete spectrum of rockmass competence encapsulated in Figure 6, is of importance, most particularly if pit wall
rockmass conditions are envisaged to significantly stray away from the middle of the road, blocky styles of typical rock-
masses, where Hoek-Brown equivalence likely would remain valid (per concept diagrams on the right side of Figure 5).
Precision, in determining where, on the competency scale, each segment of the pit wall would likely lie, should be an
early goal at concept and pre-feasibility stages, as this will allow credible estimates to be made for initial design slope
heights and angles. Developing a robust design moving through into operation demands a more in depth appreciation
be gained of large and small scale structure interaction than simply assessing mb values and using the chart in Figure 6 as
a guide for slope configura�on layout.

IDENTIFYING KEY ROCK COMPETENCY CONTRASTS


Early identification of pit wall rock competency is key to establishing final pit wall slope behaviour. The colour zoning
by mb of the spectrum of glacially oversteepened natural stable and failing rock slopes plo�ed in Figure 6 provides guidelines
for defining such competency. The plo�ed slope geometry data points range from very shallow dipping, yet extraordinarily high
creeping cases exhibi�ng complex flexural toppling styles of distor�on in weak to moderately competent rock masses through to
equally high, incredibly steep, “rock climbing quality” slopes in very competent, only very sparsely jointed rockmasses. The case
records summarized in this chart however show that these very high very steep competent rock slopes may reach limi�ng heights
where the mechanism of failure changes to a low angle basal release surface undermining the very high, incredibly steep front
“wall face”. The Chabenac slide in competent gneisses and diorites in the French Alps, as shown in cross sec�on in the lower right
side of Figure 4 illustrates this complex toppling transi�on, where the very high front face toppling columns of competent granite
near the valley wall are sliding and toppling towards the valley on a very low angle shear release surface.

These two mechanisms in fact commonly seem to be at play - and not just evident in the natural cases. Analogous complex block
toppling behaviour through to flexural toppling has been observed also for many open pit rockmass cases, but mainly towards
the lower end of the competency scale, eg., Lornex (ref. Figure 5.7 from Sjöberg, 2000). Bi-planar and ploughing styles of failures
of slopes with in-dipping structure arguably may par�ally also originate as back-plane toppling failure release, thence leading to
toe crushing and shear release on orthogonal pre-exis�ng structure. For all these types of slopes major structure is in-dipping
or oblique or perpendicular to the slope, thus does not dominate slope geometry. Thus these observed changes in behavioural
characteris�cs depend solely on rock competency and slope height and this of course will be reflected in their failure behaviour.
If the rockmass is of high competency, with a high mb value it will plot towards the upper right of Figure 6, and likely fail with
significant speed. By contrast rockmasses with low to moderate competency will exhibit low mb values and should thus plot to
the le� side of Figure 6 and be characterized by slow, not catastrophic failure behaviour if slope height exceeds the strength limit
line, always provided no other major structure exerts control.

APPLYING BACK-ANALYSIS INSIGHTS


Major structural control is however the main bugbear of utilizing ubiquitous assumptions (such as the mb value zona�on
of the natural slope dataset in Figure 6) as basis for design. This is a common problem across all rock mechanics prac�se because
of the focus over the last four decades on u�lizing characteriza�on approaches to codify and quan�fiably describe rockmasses for
design purposes. Applying most of the well-known classifica�on methods (eg., Q, RMR etc) usually forces study of a rockmass of
interest at a joint scale, without major considera�on of big scale structure. Joint scale however for large open pits is generally too
a small for representa�veness, as suggested by the diagrams on the right side of Figure 5. A scale dependent GSI however can
however be es�mated for any rockmass at any scale using the observa�onal GSI chart, rather than the quan�fied chart (Carter
and Marinos, 2014). This, in fact, has been the approach taken in assigning GSI values to each of the case records in the database,
so as to develop the mb values used to plot the chart data points in Figures 3 and 6.

While this approach appears to have some credibility for zoning and grouping the various natural slope case records, the almost
complete mishmash of different coloured data points plo�ng on top of each other towards the centre of the Pit Slope chart on
the le� side of Figure 3 a�ests to the pit failure cases not being well grouped u�lizing mb alone. It would appear that while these
types of classic slope height versus slope angle charts do provide remarkable insight if only cases with the same rock type or
failure mechanism are plo�ed together, increasing the number of precedent case data points to now over 300 data points with
>80 failure cases, as has been done in the le� diagram in Figure 3 is complica�ng apprecia�on of any trends with mb as indeed
more and more of the data points are reflec�ng mixed modes of failure behaviour, as well illustrated in the histograms in Figure
7, but also with most showing significant influence of major structure.

Inevitably the influence of major structure, even when not specifically adversely oriented o�en governs failure loca�on and geo-
metry. The three photos in Figure 8 illustrate clear bounding structures that have influenced failure geometry.
Figure 8. Examples of Well Defined Structural Controls on the margins of Open Pit Failures (images from Eberhardt,
2015; Otago Times, 2016 and Stead et al, after Lorig, 2014)

Most of these types of fault structure that obliquely transect the pit shell and extend through to surface are readily ob-
servable and tend to get accounted for in pit design. What are more difficult to find and document are blind and hidden
faults (ie., those not daylighting in the pit shell or not evident due to overburden cover or offsetting by other faults).
Fault features that subparallel pit walls but do not daylight are of particular concern, irrespective of their dip angle, as
such features can, if adversely located, in concert with both in-dipping or out-dipping structure, or due to ploughing or
toe crushing lead to bi-planar styles of failure mechanism (such as occurred for the Betse-Poste failures described by
Rose and Sharon, 2000). Identifying and documenting the possibilities of encountering these types of hidden struc-
tures, however speculative they may be, should be a principal target for inclusion in any structural model. Kinematic
methods of analysis in early stages of design should also focus attention on identifying such possibilities, which then
should be drilled for, in order to confirm or otherwise their presence and shear strength characteristics.

APPLYING WEIGHTING METHODS WITHIN KINEMATIC ANALYSES


Defining the location and character of potential hidden faults that could be of concern to pit stability can be onerous,
but should be undertaken as part of routine domaining of stereonet plots of collected discontinuity data as a basic
input to slope design. Based on historical review of “surprise” failures in the database, arguably of most importance
are odd-ball planar structures that subparallel the slope face and are hidden ether below the pit floor extending up well
behind a section of pit wall, due to shallower dip than the wall IRA, or do not outcrop in the wall because they subpa-
rallel the face or are steeper than the OSA.

One such example that provides some useful insight into how routine kinematic analysis approaches can be extended
to check for potential odd-ball structural features that may pose serious stability risk is forensically back-analysed
below. The case described relates to a major multi-bench scale failure, where the structural trend controlling the fai-
lure only became apparent after the event. Furthermore, the problem structural fabric was so poorly represented in
pre-failure stereonet data as to be completely missed as a significant structural set in routine domain screening. The
approach as outlined in the various contoured stereonet plots included in Figure 9 illustrates how the power of statis-
tical weighting methods can help identify such potential candidate problem conditions so that they might be targeted
for enhanced investigation.

Referring to the stereonets on the left side of Figure 9 it is evident from the pre-failure mapping and drilling data co-
llected for this forensic back-analysis failure case, (as shown in the contoured stereonets included on the left side of
Figure 9, in particular diagrams 1a and 1b), hardly any poles exist in the area of the nets where post-failure mapping
subsequently showed the main concentration of controlling base plane structure actually existed (ref. stereonet dia-
gram 2a in particular, on the right hand side of the figure). Given the preponderance in the pre-failure stereonet of
steep E- and W-dipping, NE-trending structure slicing almost at right angles into the slope, (Figure 9, diagram 1a),
but with no major evidence for a significant concentration of outward-dipping, slope-parallel planar types of structures,
south dipping wedge release would be identified as the main type of instability risk that would need consideration in
slope design. This kinematic condition is clearly reflected in the stereonet included as diagram 1b. It is only when the
post-failure mapping data is analyzed (as per the stereonet included in Figure 9 as diagram 2b) does the likelihood for
significant plane failure risk get highlighted.
Figure 9. Example Comparison of Pre- and Post-Failure Structural Fabric Data back-analysed by Adverse Parameter
Weighting Methods based on application of OKAPI 25M Document Retrieval approach as basis for highlighting
“missing” adverse pole concentration

With 20:20 hindsight and using techniques of data weighting commonly applied within Google-style search engine
document scanning approaches specifically aimed towards finding answers to odd-ball, needle-in-the-haystack, end
member, low probability queries, (Hawking, 2011, Silverstein et al, 1999), selective winnowing of the pre-failure ste-
reonet dataset can be undertaken that results in effective highlighting of the planar joint set that actually proved pro-
blematic (ref stereonet diagrams 1c and 1d in Figure 9). Basically, the approach for finding and highlighting the poles
of concern for analysis from the pre-failure data set, but which were missing from the original domaining, follows the
same heuristic rules listed by Hawking, 2011 for document retrieval purposes, but which have been “translated” from
document retrieval nomenclature to stereonet pole concentration and kinematic characteristic terminology, as follows:

HEURISTIC RULES (AFTER HAWKING, 2011)

1. The more occurrences of a query term in a document, the more likely it is that the document is relevant
By analogy - the more fatal flaw poles there are in a joint set the more likely that set is important
2. A long document containing the same number of occurrences of a query term as a short one is less likely to be
relevant. By analogy - a joint set with many total poles with the same number of fatal flaw poles as a joint set
with fewer total poles, but with an equal number of fatal flaw poles, the less likely that the larger set is important.
3. The more documents in the collection which contain a query term, the less weight should be attached to that
document in determining relevance. By analogy - the more joint sets in the population that contain a fatal flaw
pole, the less weight needs to be attached to the sets containing such fatal flaw poles

For applying these rules to the pre-failure stereonet data, so that the pole data could be processed in the same way
that Google-style search engines attempt to find documents relevant to a search query, one of the most common pro-
babilistic framework algorithms for document retrieval, the Okapi BM25 weighting function equation, was specifically
reformulated in order to analyse the pre-failure stereonet data. Basically, the procedure for adapting the equation
has been to convert the basic heuristic rules for document retrieval on which the algorithm is based and re-assign the
COMITÉ CIENTÍFICO
terms in the equation with respect to analogous requirements for searching through the stereonet dataset, in the same
PRESIDENTE
way as a search engine would look for query terms in every document of a library of documents in order to find the
important rare document.
Javier Vega de Seoane Azpilicueta
The reformulated weigh�ng func�on expression is as follows:
VICEPRESIDENTE
Miguel Ángel Paradinas Márquez

PRESIDENTES
…where: DE ÁREAS
Juan Ramón García Secades
Wp = Relevance Weight assigned to each pole for the defined characteristics of concern, specifically in this
Área 1.-case,
EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN
for low friction DE LOS
angle, ie. ϕ_p<25°),, (),RECURSOS MINERALES.
and thick gouge RELACIÓN CON EL TERRITORIO
infill (T >100mm)
G

WϕpeakTarghetta
Javier = basic weighting
Roza for all discontinuities to accentuate any low peak friction angle characteristics,
defi ned by
Área 2.- MATERIAS ϕpeak = tan-1(Jr/Ja)
PRIMAS with assigned weightings of 5<20°, 4≈25°, 3≈30°,2≈35°and 1>35°;
Y SU TRANSFORMACIÓN
WT = specific weighting for gouge thickness, Tmm further accentuating any adverse discontinuities with low
JoséG Luis strength
del Vallegouge
Doblado
and with wide gouge zone infill thickness, with assigned weighting =Tmm /100
Área 3.- ENERGÍA

number of poles with ϕpeak <25° and TG>100mm within Daylight Envelope;
Juan Antonio López Geta
Área 4.- AGUA
N = total number of poles within entire stereonet dataset;
n = average
José number
Luis Tejera of poles circumscribed by mean contour for typical joint sets within stereonet;
Oliver
Área 5.- SISTEMAS DE GESTIÓN Y MARCO NORMATIVO
number of poles within daylight envelope within ±20°window angle, and
COORDINADORES DEL COMITÉ CIENTÍFICO
total number of poles within complete daylight envelope.

The original
Ángel Cámara version of this expression, termed the Okapi BM25 weighting function equation, OKAPI = Online Keyword
Rascón
Access to Public Information,
Presidente del Consejo Superiorand BM de
= Best Matching,de
Ingenieros asMinas
utilized in Google style search engines for document retrie-
val, was developed in the 1970s and 1980s by Robertson and Spärck-Jones and others at London’s City University
(Hawking, 2011). The reformulated version developed here and coded into Excel® to selectively winnow specific
Jesús Portillopole
discontinuity García-Pintos
data from a listing of the overall stereonet database, maintains the same form and configuration of
Vicedecano
the del Colegio
standard equation Oficial
but with de Ingenieros
terminology modified tode Minas
allow del Sur use of the expression for searching for all
straightforward
rogue poles within the pre-failure stereonet database that represent discontinuities with adverse characteristics of wide
gouge infills of low shear strength material which dip at the most unfavourable orientation for planar sliding instability,
ie., they fall directly within the centre of the daylight envelope to the overall pit slope geometry. Then, using the import/
export functionality of Rocscience’s DIPs® program to and from MS Excel ®, all poles satisfying these adverse criteria
in the database of points included in the pre-failure stereonet were then weighted with respect to other poles in the data
set according to their gouge width dimension and their ascribed surface condition (as defined by the Jr/Ja quotient).

To generate a new DIPs file with each pole assigned the appropriate weighting, each data point with adverse charac-
teristics was selectively assigned a new quantity value (corresponding to the appropriate weighting) thereby appro-
priately accentuating the presence of these adversely defined poles in the overall pole population. Once updated, the
pre-Failure DIPs file was then re-contoured, as shown in the central stereonet in diagram 1c in Figure 9, compared to
diagram 1a.

As is clearly evident the problematic pole concentration becomes clearly highlighted as a significant joint set worthy of
contouring and “picking” if original domaining were to be redone using this revised net.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Application of this type of approach has particular merit when pit wall structural fabrics are first being analyzed, often
from pole data collected from televiewer or oriented core surveys, as the technique will perhaps also highlight “blind
zones” in the data due to insufficient spread in drillhole angles.

7. APPLYIN G THE TERMINOLOGY OF UNCERTAINTY


All of these approaches are all well and good provided adequate dialogue occurs between geologists mapping and
evaluating cores and bench faces and engineers building and running design models. To this end in this conclusions
section of this paper a scale of suggested standard terminology is presented aimed at regularizing and quantifying
uncertainty in geological interpretation along similar lines to the nomenclature utilized and now codified into the CIM
43-101 and JORC codes for reporting resource estimates. As background for introducing this suggested terminology
it is instructive to look for a moment at the reason codification became so rigid in the Mineral Resource sector.

Driven by the need to come to grips with the degree of financial risk involved in the transition from exploration to a
production decision, which usually is accompanied by floating the stock on one of the major exchanges, considerable
uncertainty of financial risk became apparent due to misconceptions of meaning between different observers. There
were also some cases of fraudulent misrepresentation of supposed facts. As a consequence, much effort was directed
by various organizations within the Mineral Resource industry and also by governing bodies from various stockmarkets
towards increasing the precision with which actual reporting of information about a potential deposit was to be stated,
particularly with respect to its economic viability. Some of the codified terminology introduced in the 1970’s by Mc-
Kelvey, 1972 in the form of the classic box diagram shown in the top right of Figure 10, was endorsed and other new
nomenclature was introduced with the overall aim being to designate specific terms for quantifying Mineral Resource
Estimates so as to increase public and investor awareness of degree or lack of certainty. As is however evident from
Figure 10 a plethora of different charts and subdivision definitions now exist that may again add confusion.

Figure 10. Example Resource/Reserve Nomenclature Charts from various sources, including JORC.

Nevertheless, the fact that some major measure of standardization has been achieved has resulted in much more
consistent terminology and meaning now being common, industry-wide. Mostly the detailed codifications entrench
the basic divisions starting from the 1970’s concepts and nomenclature, with two of the better known codes, the Ca-
nadian 43-101 (CIM, 2014), and the Australasian JORC code (JORC, 2012) both formally listing a suite of rules for
how financial and justification documents (each prepared and signed by a certified Qualified/Competent person) must
now be submitted.
While similar published quantitative criteria are not known to exist for definition of Geological Structural Fabric compo-
nents or defining Rockmass Characterization Domains, much the same approach seems worthy of serious conside-
ration for better subdividing data collected as part of the structural and geomechanical assessment of any deposit. To
this end it is suggested that the published resource and reserve model of confidence/reliability definitions, as encoded
in the CIM guidelines for preparation of NI-43.101 reports for ore reserve estimation be extended and applied in the
context of what is needed to define reliability for interpreted structural features and for rockmass domain characteri-
zation.

An attempt has accordingly been made in Table 1 to establish just such a reliability/confidence ranking, such as could
routinely be applied for ranking uncertainty in the reliability of each structural feature, projected into the Pit walls, inclu-
ding those considered speculative.

TABLE 1: Suggested Scale for Ranking Reliability/Confidence and Uncertainty in Structural Feature and Rock Mass
Characterization Domaining Definition

It is to be hoped that use of this table and subsequent improvements will allow be�er apprecia�on and standardiza�on indus-
try-wide of defini�ons of uncertainty in base data - specifically structural feature defini�on of con�nuity, planarity, shear strength
and associated rockmass characteriza�on informa�on.

If applied consistently, use of these defini�ons should remove some of the data bias problems created by inconsistencies amongst
geotechnical or geologist teams or individual specialists crea�ng structural geological models – with the two extremes being ….
significantly over-interpre�ve, (embodying too much “geofantasy” and hence not reliable enough to be u�lized as a basis for
realis�c numerical modelling); or much too factual, without incorpora�ng any extrapola�on or interpreta�on (and hence also of
li�le to no conjectural interpreta�ve “help” for the design team, who basically need to know “best-es�mates” of what might be
in the ground within the donut of unknown rockmass in which the pit shell must be excavated.).

This is not a new problem, but one that appears to be ge�ng worse with the increasing use of synthe�c rockmass models and
DFN’s which rely on good structural geological data as basis for building the subsequent heavy duty sophis�cated analy�cal and
numerical evalua�ons. It is counter-produc�ve for such models to be built with all faults (however specula�ve) being assumed
totally con�nuous, nor is it useful to not model specula�ve faults and weak zones in adverse loca�ons if there is some reasonable
chance that they do truly exist. There is a need to always make the best es�mates to conjecture the most probable configura�on
of possible structures that might extend into the next zone of pushbacks needed behind the next pit shell as basis for inclusion
into the next genera�on of numerical models. The geologist team have the best insight to be able to postulate the best picture
of subsurface condi�ons. Hopefully this table will allow geological projec�ons of possible subsurface condi�ons to be be�er and
more transparently quan�fiable.

8. ACKNOWLEDGE MENTS
The majority of the natural slope data presented in the charts included in this paper have been collected over a career
in geological engineering with an interest in hiking the high mountains of the world. Special thanks are however due
to Dr. John Sharp for early adventures into documenting very high and steep, natural and quarried slate and phyllite
slopes as part of a precedent case survey for evaluating failure mechanisms for a very deep major open pit pushback
and to Dr. Evert Hoek and Mr. Harjit Dhillon for stimulating further studies into high Alpine precedent case behaviour
as part of investigations for stability assessments of the abutments and back-scarp of a major Himalayan landslide
on a large civil construction project. A debt of gratitude is also due to the more than a dozen Mining Companies and
consulting colleagues who have supplied confidential case record data on major failures in open pits around the world.
In particular Messrs Al Chance, Marc Rougier and Drs Joe Carvalho and Loren Lorig are thanked for information on
specific confidential failures with significant previously unpublished mechanism characteristics critical to advancing
understanding of high slope failure behaviour. Assistance from Dr. Luiz Castro and Ms Andrea Begin for respective
help in providing additional unpublished slope height vs slope angle data and in expediting the processing of vast vo-
lumes of discontinuity data compiled as part of the forensic open pit slope failure back-analysis evaluation presented
within the paper.

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APPROACH TO GEOTECHNICAL CHARACTERIZATION AND SLOPE DESIGN DATA ACQUISITION
PROGRAMS IN DIFFERENT DEPOSIT TYPES

BRUCE MURPHY AND WAYNE BARNETT – SRK CONSULTING INC. (CANADA)

ABSTRACT
This paper will present an approach to identify critical aspects for consideration at a prefeasibility stage when charac-
terizing parameters related to geology, structural geology, hydrogeology, and rock mass for definition of geotechnical
domains for slope design. Also presented will be worked examples of three deposit types: general porphyry rock
masses (i.e. alteration aspects, joint characterization), intermediate-sulphidation epithermal gold–silver deposits, and
fault-controlled orogenic deposits. The intention is to discuss specific geotechnical attributes with consideration to
each deposit type, and present a series of deposit-specific considerations that highlight the more important geologi-
cal-related geotechnical aspects that would need to be established when evaluating these types of deposits for the
expected slope performance for design purposes.

1. INTRODUCTION
Often during a project’s prefeasibility study, geotechnical investigation and evaluation programs are outlined with
limited consideration of the actual geotechnical context of the mineralization and the rock mass around it. In some
cases, the drill holes are laid out at a predetermined spacing that is based on previous experience, excavation depth,
and possible pit sizes. The drill holes are either drilled parallel to proposed pit shell geometries or back into the slope
to intersect the lower parts of the slope with the intention of investigating the existence of any faults structures/weak
zones that may impact the slope stability.

Slope design engineers often do not stop to assess the geological and geotechnical context of a potential deposit and
that of the proposed pit that will be developed to exploit the deposit. At the investigation planning stage, there is often
little consideration given to what can be gleaned from a better understanding of the geological context, with the aim of
developing a far more functional slope stability evaluation program. Frequently, drilling programs are started without
evaluating of the deposit’s geological and geotechnical characteristics and what they imply to the slope design and
the whole project itself.

There are often different silos of evaluation being undertaken during a prefeasibility study. Exploration geologists work
on the definition of infill drilling program and the slope designer may try to get a structural geologist involved to inves-
tigate the deposit. Meanwhile, metallurgists are developing their own programs to obtain core so they can undertake
various tests to establish crushing and process design parameters and environmental geochemist are also developing
their separate programs. Additionally, geotechnical engineers and hydrogeologists may work together to combine their
programs to gain the required information from a specifically developed geotechnical mapping and drilling program.
This often results in an uncoordinated data acquisition programs that, at a late stage, may encounter a number of cri-
tical assessment aspects that we do not have the raw data for nor time to consider. This often leads to sub optimized
evaluations and costly changes of direction within the prefeasibility study.

We often find ourselves dealing with potential deposits where the explorationists are only too keen to define additional
mineralization but are not eager to assess any complications to the mineral resource that may manifest because of
structural geology, alteration, and geotechnical aspects. Many smaller-tier clients believe that this decreases the value
of their asset before they sell to one of the larger major’s or mid-tier companies. Somehow this value-add approach
and process needs to be kept frugal and still be used to motivate these types of clients to consider the improved un-
derstanding of the risks and opportunities as a valuable asset.

What this paper suggests is a front-end process to a prefeasibility study that includes having a technical workshop on
the actual geological, geotechnical, and possibly metallurgical and environmental geochemistry context of the deposit.
This would need to be undertaken prior to establishing prefeasibility study data acquisition and evaluation programs
for the various disciplines. It is suggested that when a workshop is undertaken that it includes the client’s deposit geo-
logist, a structural geologist, a mine closure geochemist, a metallurgist, a mining engineer, a hydrogeologist and the
geotechnical engineer/geologist. The latter five team members would be from the teams undertaking the prefeasibility
study. On the slope design side, this workshop forms the initial part of a process flow for undertaking of the slope geo-
technical data acquisition and evaluation program.

2. WORKSHOP APPROACH
For the workshop to be a success it is recommended that a presentation be prepared by the exploration geology team
that covers the various aspects of the mineralization and the surrounding rock mass. The following aspects should be
covered in the presentation:

• Regional structural geology interpretation


• Mine scale structural interpretation
• Mineralization context and what deposit, if any has been used as a reference analogue, including the explora-
tion targeting model
• Generic mineralization type and expected characteristics in and around the orebody
• Controlling lithologies
• Mineralization geometry and depth

For the workshop team, the geological sections and early 3D geological models, the exploration core photographs
and the exploration database would be beneficial to work through the various examples of the faults, alteration types,
and lithology variances. It is suggested that the findings (e.g. pit size, dump/dam locations, environmental influences
and economic drivers) of the Preliminary Economic Assessment be presented at the start of the workshop so that the
mining context and the potential areas affected is well understood and debated during the workshop.

The intention is to work through information and use geological and engineering experience to anticipate likely pro-
ject-relevant conditions within the mineralized area, the pit slopes, and the areas of the proposed major infrastructure.
The workshop is expected to provide guidance on the establishment of conceptual models and generate questions to
be answered to satisfy the prefeasibility study requirements in the multiple disciplines.

This approach is loosely based on the approach established by Fookes et al. (2001) in their paper Total Geological
History: A Model Approach to the Anticipation, Observation and Understanding of Site Conditions. Their paper focu-
sed on geotechnical evaluations of civil sites and the premise of their paper was that the conditions and geotechnical
characteristics of the ground are the product of the geological and geomorphological history of the site. This included
past and present climatic conditions, in short, the total geological history of the site. The engineering performance of
the site results from the influence of the engineering works on the total geological history.

Following this approach, a process flow has been developed to establish the geotechnical context of the studied de-
posit. This illustrates the various models on which the slope design geotechnical domain models are developed; the
models then feed into the process flow developed by Read and Stacey (2009) in their book Guidelines for Open Pit
Slope Design. This approach is shown in Figure 1 below.
Figure 1: Process flow for the development of the various input models on which the slope design geotechnical
domain models are based.
3. CONCEPTUAL MODEL EVALUATION STRATEGY
Once the workshop is completed and the context of the potential open pit mine is well understood, the intention would
be to find an analogue mining operation or operations that are of similar context and research any information around
the geological and mining context. If possible, a visit should be undertaken by representative team members to the
operation and as much information as possible should be collected on the various geotechnical related aspects as
they apply to the slope design and the mining operation. This should include the following important information where
relevant:

• Alteration impacts
• Discrete structural geology features and structural fabric impacts
• Geotechnical domains
• Dewatering requirements
• Trafficability issues
• Bench geometries, inter-ramp angles, and stack heights
• Any slope performance history

This information is used to contribute to the establishment of the various conceptual models, from which to determine
what model aspect has a low reliability and what needs to be tested by the prefeasibility data acquisition programs.
These conceptual models would be tested during the data acquisition and early evaluation phase and then used to
establish the final models that Read and Stacey (2009) have recommended to be established for the generation of
geotechnical domains and the undertaking of the subsequent slope design. The following conceptual models need to
be developed, as they are impacted by the mining plan:

• Lithology model
• Alteration and weathering model
• Structural and fabric model
• Rock mass model
• Hydrogeological model

Even if a site visit is not possible, the initial literature review should aim to gain information on the various characteris-
tics listed above. The intention is to anticipate the range of geotechnical and hydrogeological conditions and generate
a number of questions while developing these models need to be used as the basis for the development of the data
acquisition program. It will be important to strike a balance approach as to what is actually needed for the prefeasibility
study and what can be left to the feasibility study.

GEOTECHNICAL DATA ACQUISITION PROGRAM


Having considered the various established conceptual modes, the slope design relevant data acquisition programs
need to be developed. As a minimum, these programs should include the following:

EXPLORATION PROGRAM REVIEW: This should include a period on site where the core observations and the
details of the observations recorded in the database are discussed in detail with the site geologists. Very important
will be the understanding of the logged alteration and the intensity, how these manifest in the core and how important
these will be not only to the geotechnical evaluation program, but to the prefeasibility study in general. At the same
time, the impact of the alteration on the rock strength can be determined. In some cases, it may be necessary to bring
in an alteration specialist to log a number of the boreholes to try to interpret the alteration types and intensities for use
in the alteration conceptual model.

The quantity and the nature of the fault structures intersected in the core and whether these have been used for some
sectional interpretation should also be discussed. It is important to start trying to interpret what may be primary and
secondary structures at this early stage and how these manifest within the core. This will be very valuable in unders-
tanding the nuances of the logging and the interpretations developed by the exploration geologists and how these
would need to be adapted for use in the geotechnical evaluation program. This review logging will, in essence, develop
a calibrated model for the interpretation of the full resource drilling database and interpretation.

SURFACE MAPPING PROGRAM: If there is sufficient surface outcrop or road cuttings, a structural and geotechni-
cal mapping program can be undertaken. At the same time, weathering profiles and the nature of the potential over-
burden and thickness can be assessed. Part of the evaluation would be an assessment of the surface hydrology in the
area potentially impacted by the mining plan and how it would potentially impact the hydrogeology.

DRILLING PROGRAM: A drilling program should be undertaken after establishing the various conceptual models
and coming up with the various subsurface questions. The drilling program will need to take into consideration the
requirements of the lithology, alteration, surface weathering, structural geology, geotechnical and the hydrogeological
investigation requirements. Being able to optimize the drilling program and achieve a compromise on the number of
holes will be beneficial to the client. At this stage, it would be worth discussing the program requirements with the other
vested parties including: exploration geology; metallurgy and environmental geochemistry.

Using this approach is expected to generate an optimized data acquisition program to answer the main questions for
the prefeasibility study and limit the costs relative to a siloed, discipline-based program. This will help avoid the late
stage, critical assessment aspects that we do not have the raw data for nor time to consider. This approach will lead to
an optimized evaluation and avoid costly changes of direction during the late stages of the prefeasibility study.

4. DEPOSIT TYPE: GENERAL WORKED EXAMPLES


Three deposit types are to be used as examples of how information can be obtained from available literature and how it
can be applied to the project at hand. The first are porphyry deposits, the second are intermediate-sulphidation epither-
mal gold–silver deposits and the third is the general group of strongly structurally deformed deposits. All these deposits
are associated with active tectonic accretionary margins (Figure 2), where many common types of ore deposits occur
due to recycling of metals into the crust. The approach will be to highlight what more geological-related geotechnical
aspects would need to be established when evaluating these types of deposits based on their more specific geological
characteristics.

Figure 2: Schematic example of an active tectonic accretionary continental margin, illustrating the location where
different types of deposits can form. From Groves et al. 2005.

PORPHYRY DEPOSITS
From a geological perspective, the general characteristics of porphyries and intermediate-sulphidation epithermal
gold–silver deposits are illustrated in the comprehensive text of Sillitoe’s 2010 paper Porphyry Copper Systems. In-
dicated in this paper is the worldwide location and age of coppery porphyry systems that can be used as references
or analogues to the deposit that is being evaluated. A reasonably quick literature search of the various deposits can
highlight deposits that are of a similar context to that being evaluated (Figure 3).
Figure 3: Worldwide locations of porphyry Cu systems cited as examples of features discussed in Sillitoe (2010).
Also shown are the principal deposit type(s), contained metals, and age.

Sillitoe’s (2010) paper provides generalized schematics of the anatomy of a telescoped copper porphyry system (Figu-
re 4) as well as the generalized alteration-mineralized zoning pattern. Also provided is a schematic of the generalized
alteration-mineralized zoning pattern for a non-telescopic Cu porphyry. Other papers and documents like the USGS
Scientific Investigations Report 2010-5070-B Porphyry Copper Deposit Model and Seedorff et al. (2005) and reference
tables in the Economic Geology’s 100th Anniversary Volume are also helpful texts to be referred to when assessing
these types of deposits.
Figure 4: (a) Anatomy of a telescoped porphyry Cu system showing spatial interrelationships of a centrally located
porphyry Cu ± Au ± Mo deposit in a multiphase porphyry stock and its immediate host rocks; and other proximal
deposits. (b) Generalized alteration-mineralization zoning pattern for telescoped porphyry Cu deposits, based on the
geologic and deposit type (from Sillitoe 2010).

Porphyry deposits are associated with multiple intrusions and dikes of diorite to quartz monzonite composition with
porphyritic textures. The economic deposits of copper and/or gold, molybdenum ± silver are located in alteration zones
formed from hydrothermal fluids that originate from a voluminous magma chamber up to several kilometers below the
deposit itself. The thermal effects of the porphyry intrusive system also drive circulating meteoric water that can inte-
ract with the hydrothermal fluids, causing additional alteration zone types (Table I).

Porphyry geological systems can be complex, and their characteristics have direct impact on the geotechnical charac-
teristics of the rock mass. The different types and zones of alteration (Table I) impact rock strength, clay content, rate
of weathering and intensity of micro-fracturing. These impacts can vary depending on the protolith emplaced and the
porphyry associated rock types also affected by the various alteration phases. Hosting faults structures and syn-em-
placement stresses impact hydrothermal fluid flow patterns and associated fractures, magmatic and hydrothermal
breccias, the occurrence of sills, stock work veins and other vein trends, and therefore control rock mass anisotropy
patterns throughout the deposit. The geometries and strength properties of the different intrusions and host rock need
to be defined. Sills often improve stability of a slope by breaking the continuity of adverse structures, but should be
carefully assessed before making such assumptions. If heavily fractured or altered, they may not improve slope stabi-
lity, but rather impact it adversely.
Table I. Characteristics of principal alteration-mineralization types in porphyry Cu systems.
Modified after Sillitoe (2010)

Position in sys- Impact on rock mass quality – Impact very dependent


Alteration type
tem Key minerals on the protolith and pre-existing rock mass conditions
(alternative name)
(abundance) and subsequent geological activity/overprinting

Deep, including
Albite/oligoclase, An increase in the intensity of the sodic-calcic can lead
below porphyry
Sodic-calcic actinolite, mag- to strengthening of the rock mass, but at higher intensi-
Cu deposits (un-
netite ties can result in a decrease in the rock strength.
common)

Core zones of
Potassic porphyry Cu This alteration typically has a limited impact on rock
Biotite, K-feldspar
(K-silicate) deposits mass strength.
(ubiquitous)

An increase in the intensity of the propylitic altera-


Marginal parts of tion can result in a decrease in the rock mass quality,
systems, below Chlorite, epidote, typically resulting in highly fractured rock with low RQD
Propylitic
lithocaps (ubiqui- albite, carbonate values and reduced joint conditions (1). However, this
tous) alteration typically adversely effects the rock mass
quality less than phyllic and potassic alterations. (1)

Upper parts of An increase in the intensity of the chlorite-sericite


Chlorite, sericite/
Chlorite-sericite porphyry Cu core alteration results in a decrease in the rock mass quality
illite, hematite
(sericite-clay-chlo- zones (common, through the increased abundance of clays and weaker
(martite, specu-
rite [SCC]) particularly in Au- joint conditions. Typically resulting in fragmented rock
larite)
rich deposits) based with very low to no RQD. (1)

Upper parts of
As alteration intensity increases the rock mass streng-
porphyry Cu
th decreases (2, 3). An exception to this is in the case
deposits (ubiqui-
Sericitic (phyllic) Quartz, sericite of extensive anhydrite precipitation that can improve
tous, except with
rock quality, but subsequent dissolution generates gyp-
alkaline intru-
sum and in the process fractures the rock (1).
sions)
The effect of the alteration on the rock mass is depen-
Above porphyry Quartz (partly
Advanced argillic dent on the grade of the argillization which varies from
Cu deposits, residual, vuggy),
(secondary quart- 1 – trace amounts of clay minerals to 3 – complete
constitutes litho- alunite,4
zite in Russian alteration into clay.
caps pyrophyllite, dic-
terminology) An increase in the intensity, or grade of the alteration,
(common) kite, kaolinite
decreases the rock mass quality. (1)
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Breccias of various types are associated with magmatic and hydrothermal systems, and in particular with porphyry
systems. Breccia types are spatially associated with different parts of the system, different alteration zones, and can
be of different size, composition and alteration mineralogy (Table II). Breccias have a significant impact on the rock
mass strength. Informed anticipation of these well-known characteristics of porphyry systems allows the geotechnical
engineer to search for specific, possibly relevant rock mass conditions, based on findings of the initial exploration drill
core review, exploration database assessment and discussions with the geologists. At the same time, the approach
used by the geologists to define alteration intensity can be investigated, and if required, a separate re-logging program
by an alteration specialist can be obtained.

The above approach will afford the tailoring of any infill exploration drilling, or engineering study related drilling, to
adapt the logging methods and the lab testing programs to assess the critical alteration types. These adjusted approa-
ches could provide substantial benefit to the geotechnical domaining, metallurgical process influences, and the geo-
chemical assessment of the waste and tailings placement requirements.

Table II. Features of principal hydrothermal breccia types in porphyry Cu systems. Modified after Sillitoe (2010)

Position in system Alteration types


Type Form Matrix/cement
(abundance) (Table I)

Quartz-magnetite- bioti-
Irregular, pipe-
Within porphyry Cu de- te-sulfides/ quartz-musco- Potassic ± chlori-
Magmatic like bodies
posits, locally around vite- tourmaline- sulfides ± te-sericite ± sericitic;
hydrothermal (10s−100s m in
them (ubiquitous) rock flour ± igneous rock uncommonly
diam)
(i.e., igneous breccia)

Phreatic Within and around Dikes, uncom-


Sericitic, advanced
(porphyry Cu porphyry Cu deposits monly sills, and Muddy rock flour
argillic, or none
level) (relatively common) irregular bodies

Within lithocaps; local


Irregular bodies
Phreatic (epi- surface manifestations Chalcedony, quartz, alunite,
(10s−100s m in Advanced argillic
thermal level) as eruption breccia barite, sulfides, native S
diam)
(relatively common)

Diatremes span por-


phyry Cu and epither- None or advanced ar-
Rock flour with juvenile tuff
mal environments; Kilometer- scale, gillic, but early exam-
Phreatomag- or magma blob component;
surface manifestations downward- na- ples with any alteration
matic early examples cut by por-
as maar volcanoes rrowing conduits type depending on
phyry Cu mineralization
(present in ~20% of exposure level
systems)

The impact of tectonic deformation on a porphyry deposit can vary. They occur in compressional arc environments,
which can be dynamic, complex deformational environments. Some deposits are not strongly deformed, whereas
others experience an extended history of tectonic deformation with structural reactivation syn-mineralization and
post-mineralization. Defining the fault systems accurately in such deformed deposits is typically essential for asses-
sing slope stability (see section on deformed deposits below).

Based on our experience, the following geological, structural geotechnical and geotechnical aspects should be consi-
dered when trying to anticipate the potential context of the porphyry and the potential conceptual models to be tested
and evaluated:
GEOLOGY

• Geology and lithology aspects: Identify geometries and contact relationships, including breccia types (Table II),
geological attributes and contact relationships.
• Alteration type and intensities: Identify the location of the deposit in the porphyry system (Figure 4) and what
types of weakening and strengthening alteration can be expected based on a literature survey and previous
experience (Table I). Explore the use of a site-specific system such as the Alteration Strength Index developed
by Wyering (2014) for assessing alteration and lithology impacts and geothermal drilling performance and con-
siders the quantities of primary and secondary mineral occurrences within the altered zones.
• Alteration review: Review existing exploration core in the higher weakening alteration areas to assess potential
alteration impacts. Clay speciation assessment in the field using a visual-infrared spectrometer and verification
and quantity assessment in the laboratory using X-ray diffraction and a scanning electron microscope analysis
should be undertaken.

STRUCTURAL GEOLOGY

• Fault systems: Determine the first- and second-order fault patterns. Many porphyry deposits have intrusive and
other lithological contacts that are at least partly spatially controlled or displaced by fault systems, since they
form within active tectonic environments.
• Alteration patterns: Review the spatial distribution of the alteration zones in comparison with the fault system.
The geometry and extent of the alteration domains can be strongly influenced by the fluid pathways provided
by fault structures. Some broad fault zones are internally zoned by different alteration domains.
• Rock mass fabric/anisotropy: Determine the dominant vein trends and compare to first- and second-order fault
trends. The vein and fracture systems are often oriented sub-parallel to the faults, or in Riedel fault geometries
proximal to the faults. The fault system can therefore help define domains, each of which has a local rock mass
strength anisotropy caused by pervasive vein systems.
• Discontinuity infill properties: Describe the infill material on faults, fractures, and veins. The nature of infill ma-
terial within the faults, fractures, and veins is typically dependent on the local alteration system and proximity to
the centre of the driving porphyry system. The structure infill properties can therefore help constrain the spatial
extent of alteration domains, and the alteration domains can help predict the properties of the discontinuities.

GEOTECHNICAL

• Alteration type and intensities: Review the dominant alteration types (Table I) and assess the interpretation of
alteration intensity by reviewing the site-established descriptions and the reference atlas of lithology types and
alteration types. Specifically determine what the intensities mean in terms of joint conditions and intact rock
strengths in altered rock mass areas. An alteration specialist may be required to determine the predominant
alteration types and intensities to be used for the undertaking of 3D modelling. Assessments of density and
porosity could help identify substantially impacted altered zones that will have reduced rock strengths.
• Exploration drill holes: Perform a qualitative review of rock mass conditions of all holes in the exploration data-
base using a calibrated system of photos that considers drilling conditions and rock mass impacts. This would
be calibrated against geotechnical drill holes in similar rock mass conditions.
• Qualitative rock mass block model: Depending on the drillhole spacing and the complexity of the deposit, deve-
lop a block model that has well-defined hard and soft domain boundaries. Rigorously test the model with data
from geotechnically logged drillholes, litho-structural domains and alteration intensity domains.
• Joint counts and fracture frequency: Attempt to understand the principal joint sets joint conditions in contrast to
the shorter, less continuous cooling joints.
• Micro-fracturing intensity: Characterize the intensity of micro-fracturing in different lithological, alteration, and
structural domains, and try quantifying the impact of micro-fractured intact rock strength.
• Testing programs: Establish suitable strength and shear strength testing programs that reflects representative
variability within the rock masses related to various alteration types and intensities.

5. INTERMEDIATE-SULPHIDATION EPITHERMAL GOLD–SILVER DEPOSIT


Epithermal veins systems form in near-surface (<2km) volcanic environments (White and Hedenquist, 1995). These
environments are typically extensional or strike-slip during formation, in order for veins to form within dilating faults.
Understanding the structural geology will inform the understanding of the vein geometries and continuity of minera-
lization associated with dilation zones. The system can consist solely of veins or can include vein stockworks and
breccias, and commonly include extensive alteration zones.

The hot fluids, from which the veins precipitate, are derived from a mix of meteoric groundwater and non-meteoric
fluids from magmas at depths of around 5 to 10 kilometers below surface, and therefore tend to be spatially associa-
ted with porphyry systems (Sillitoe 2010). Alteration tends to be propylitic/chloritic, but can be intermediate argillic/
phyllic/sericitic, depending on the influences that include meteoric fluid interaction. Low sulphidation type epithermal
systems interact with rock and meteoric groundwater more extensively, forming more neutralized alteration fluids. High
sulphidation epithermal systems contain acidic fluids rapidly channeled from the hot magma, have limited groundwater
interaction and dissolve the rock, leaving vuggy silica. Therefore, like porphyry systems, understanding the type of
epithermal system will inform the engineer on the type of alteration to expect.

The pattern of the faults and veins creates complexities that need to be understood for the geotechnical analysis. The
major ore-bearing veins commonly have sub-parallel orientation to faults and/or veins. Like in porphyry systems, defi-
ning the domain patterns of the veins and fractures enables characterization of the rock mass throughout the existing
or planned open pit. These vein systems form at the same time as the controlling faults. Therefore, the vein geometries
and observed cross-cutting relationships with other veins and faults greatly help define the timing relationships and
continuities of the entire geological system.

GEOLOGY

• Geology and lithology aspects: Identify geometries and contact relationships. Breccia pipes can form along
veins, typically at areas of structural complexity or vein intersections.
• Alteration type and intensities: Identify the location of the deposit in the potential system (high or low sulphida-
tion) and what types of weakening and strengthening alteration can be expected based on a literature survey
and previous experience.
• Alteration review: Review existing exploration core in the higher weakening alteration areas to assess potential
alteration impact.
• Structural Geology
• Vein geometries: Define the geometries and kinematics of the veins. The vein geometry and shape of dilation
zones are controlled by the direction of displacement along the vein during formation, which can often be con-
firmed by slickenside measurements.
• Structural Patterns: Map the frequency and infill properties of veins, faults, and fractures. Displacements in
the veins can be matched to identified fault trends and used to define the timing relationships and continuity
of faults and veins. Identify the spatial and orientation association of joints and veins to the faults systems and
define domains of similar patterns and frequencies.

GEOTECHNICAL

• Alteration types and intensities: Review the dominant alteration types and assess the interpretation of alteration
intensity by reviewing the site established descriptions and the reference atlas of lithology and alteration types.
An alteration specialist may be required to determine the predominant alteration types and intensities to be
used for the undertaking of 3D alteration modelling. Rock mass degradation over time, as a result of alteration,
could also be a factor to be considered.
• Exploration drill holes: Perform a qualitative review of rock mass conditions of all holes in the exploration data-
base using a calibrated system of photos that considers drilling conditions and rock mass impacts. This would
be calibrated against geotechnical drill holes in similar rock mass conditions. Focus areas would be finding
zones of intense fracturing and weakening alteration.
• Qualitative rock mass block model: Depending on the drillhole spacing and the complexity of the deposit, deve-
lop a block model that has well-defined hard and soft domain boundaries. Rigorously test the model with data
from geotechnically logged drillholes, litho-structural domains, and alteration intensity domains.
• Testing programs: Establish suitable strength and shear strength testing programs that reflect all the variability
within the rock masses and test the impacts of alteration on rock strengths within the same lithology domains.
6. DEFORMED DEPOSITS IN OROGENIC BELTS
Orogenesis is a prolonged geological process that may subject the rock to multiple phases of compressive strain,
tectonic relaxation with extension, and oblique shearing along strike-slip systems. Deformed rock mass can contain
complex brittle and ductile structural features that form and deform at different stages of the evolution of the orogenic
belt. There are a variety of deposits that form along accretionary continental margins and ultimately are strongly de-
formed by orogenesis (Groves et al. 2005). Porphyry and epithermal deposits described above are examples. In addi-
tion, orogenic gold deposits (Groves et al. 1998, Goldfarb et al. 2005) and volcanic-hosted massive sulphide deposits
typically form in or adjacent accretionary margins (Groves et al. 2005). Sedimentary exhalative deposits can also form
near tectonic margins and are deformed during accretion (Goodfellow 2007).

Any of these deposits can be so deformed and possibly metamorphosed as to be barely recognizable in comparison
to undeformed deposits. To interpolate observed lithological contact or mineralization patterns from areas of observa-
tion (mapping and boreholes) into areas lacking data, it is necessary to understand the deformation patterns and the
relative timing of different structural features. We find that many clients underestimate the geological complexity of the
deformation patterns on their projects. The majority of geotechnical practitioners in the industry are willing to accept
these geological assumptions about the rock mass based on inexpert structural observations, despite the risk to the
geotechnical designs created by that lack of knowledge.

Common types of structural geological features that can influence stability in open pits are illustrated in Figure 5. Ba-
sement rock often contains different or older deformational features than younger cover rocks and may therefore have
a different dominant structural fabric. Fold systems commonly develop an axial planar cleavage, represented as rock
foliation (alignment of micaceous minerals) that has a distinct strength anisotropy. Zones of greater strain intensity
and higher fold frequency, tend to have more closely spaced or penetrative foliation. Foliation development also varies
significantly depending on the rock type.

G H
B

Figure 5: Schematic illustration of typical structural geology influences on open pit stability in orogenically deformed
rock mass. Red shading indicates possible sliding or wedge failure. Local rock failure may be influenced by, (A)
weak or sheared lithological contact, (B) weak foliation, (C) failure on basal fault surface, (D) failure on basal surface
with fault tensile release plane, (E) damage zone around a fault, (F) toppling failure associated with steeply dipping
fault system, (G) stable slope with favourable oriented folds and rock fabric, (H) 3-D perspective with unfavorable
fold plunge.
Foliation strength is difficult to quantify in geotechnical models. The geologist and engineer need to consider the spa-
cing, continuity, mineralogical properties, and orientation when investigating foliation impact on intact rock strength.
A range of point-load test results oriented at different angles to the foliation can help quantify strength variations to
inform stability analyses. In natural and mining slopes, foliation and geometry of the associated fold crenulations often
has significant impact on the manner in which rock breaks and deforms over time (Zorzi et al. 2014, Stead and Wolter
2015).

Any fault segments in the rock represent discontinuities of significant continuity that impact rock mass behavior, at a
scale dependent on the continuity of the structure, e.g. bench-scale, stack-scale or overall pit (Sullivan 2013). The geo-
metry, infill textures, and properties of fault surfaces and fault rock influence how much faults contribute to rock mass
deformation. Estimates of the fault surface clay content and fault rock brecciation can guide engineers in quantifying
the frictional and cohesional properties of the fault zones as input into stability models (Wyllie and Mah 2004). Faults
systems that dip out of slopes need careful investigation, as they may directly control slope failure (Stead and Wolter
2015, Figure 5). The contact zones between different rock units or packages should not be ignored, as they may be
weak zones, and possibly activated by fault systems.

GEOLOGY

• Geology and lithology aspects: Identify geometries and contact relationships. Deformed deposits and host roc-
ks can have complex contact relationships and may require more than typical drilling meterage to adequately
define.
• Alteration type and intensities: Identify the location of the deposit in the potential system and what types of
weakening and strengthening alteration can be expected based on a literature survey and previous experience.
• Core review: Review existing exploration core to determine the range of rock types. There are likely to be a
variety of metasediments and schists that have reduced or strongly anisotropic rock strength properties. How
well is the spatial distribution of these rocks understood?

STRUCTURAL GEOLOGY

• Ductile deformational fabrics: Determine the dominant, most penetrative foliation. Define the later cross-cutting
foliations if present. Establish the spatial distribution in orientation of the foliation sets, particularly the penetrati-
ve foliation. What is the deformation geometry or folding pattern, and relative timing of the different deformation
phases? Are the fold plunges or limb geometries unfavourable to bench stability? Interpolate the orientation of
the foliation into unmapped areas. Is the orientation of foliation such that it can impact bench or stack stability
(Figure 5B), or blasting damage and bench break-back angles?
• Define the deformation of the lithological contacts in terms of shear zone strain and/or folding geometries. Are
deformed or sheared lithological contacts unfavourably oriented for stability (Figure 5A and D)?
• Brittle faulting: Determine the orientation and relative timing of all cross-cutting fault systems. Consider not only
the primary structures, but also the orientation and frequency of second-order faults. The pattern defined by
the faults should make sense in the context of the deformation history and the expected kinematics of the fault
systems. Are fault geometries unfavourably oriented for stability by forming a basal sliding surface (Figure 5C)
for planar or wedge failures, tensile release plane in a Prandtl wedge (Stead and Wolter 2015, Figure 5D), or
for a system of steeply dipping faults that can contribute to stack-scale toppling failure (Figure 5F)?
• Joint sets: Review the spatial distribution of all joint sets in terms of their orientation and frequency relative to
the fault and fold patterns. Define structural domains that describe and explain the joint patterns relative to
the brittle fault and fold patterns. It is common for fault zones to contain damage zones of increased fracturing
around the fault core (Figure 5E).These damages zone widths and fracture frequencies vary for each fault and
should be mapped or logged.

GEOTECHNICAL

• Alteration types and intensities: Review the dominant alteration and rock types and the predicted (3D modelled)
spatial distribution within the geotechnical design area. Which rock or alteration types are in key geotechnical
design areas?
• Rock mass fabric/anisotropy: Use the structural understanding of the dominant foliation or fracture set to define
or 3-D model the expected rock mass fabric (anisotropy).
• Exploration Drill holes: Perform a qualitative review of rock mass conditions of all holes in the exploration data-
base using a calibrated system of photos that considers drilling conditions and rock mass impacts. This would
be calibrated against geotechnical drill holes in similar rock mass conditions.
• Testing programs: Establish suitable strength and shear strength testing program that reflects all the variability
and anisotropy within the rock masses of the each of the rock or alteration types.
• Brittle faulting: Define the brittle fault network system in 3D and identify geometries that can be hazardous for
slope stability.
• Structural domains: Use the structural domains as input into the finalization of geotechnical domains for further
design.

7. CONCLUSION
An approach has been introduced which emphasises the need to identify critical aspects for consideration when
defining geotechnical data acquisition and evaluation programs for slope design during prefeasibility, by means of
multi-disciplinary workshops and discussions. These aspects include characterising parameters related to geology,
structural geology, and rock mass. The approach is expected to help avoid unexpected problems during the later sta-
ges of study, and contribute to optimized evaluations and avoidance of project cost overuns.

Worked examples of three deposit types were presented: porphyry rock masses, intermediate-sulphidation epithermal
gold–silver deposits, and strongly deformed deposits in orogenic terranes. For these deposit types, a series of depo-
sit-specific approaches were developed based on our experiences that highlight the more important geological-related
geotechnical aspects and associated characteristics that are expected to impact slope performance.

8. REFERENCES

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• Zorzi, L., Massironi, M., Surian, N., Genevois, R., and Floris, M. 2014. How multiple foliations may control large
gravitational phenomena: A case study from the Cismon Valley, Eastern Alps, Italy. Geomorphology, vol. 207, pp.
149−160.
THE APPLICATION OF RUN-OUT ANALYSIS TO MINE SITE LANDSLIDES

Marcelo Llano-Serna and David J Williams

The University of Queensland, School of Civil Engineering, Brisbane QLD 4072 Australia

Abstract

In late 1960, Skempton and Hutchinson defined that a landslide failure involves three main stages: (i) pre-failure de-
formations, (ii) the failure itself, and (iii) large-scale post-failure displacements or deformation. Slope stability analysis
in geotechnical engineering practice is currently focused on establishing the pre-failure state and determining the
physical conditions that may trigger the landslide. Typical analyses use limit equilibrium methods, plastic limit theore-
ms or the finite element method. Risk assessment requires the quantification of the likelihood and consequences of a
potential failure. Recent major failures in the mining industry, such as at Bingham Canyon, Mount Polley, and Samarco
mines, highlight the need for better predictive methods to assess the final stage of a slope failure involving large de-
formations. This paper summarises a series of case studies and validations. The framework is based on the Material
Point Method (MPM), a step forward on finite element analysis, in which “finite elements” are replaced by “material
points”, which better allow large deformations to be simulated. The potential of modelling the run-out process using the
MPM is shown to be promising. The MPM allows the area potentially affected by a landslide or a tailings dam failure
to be simulated. The MPM also allows the kinematic evolution from sliding to flow or fall to be simulated. Hence, the
large-scale post-failure behaviour and destructiveness of a mine site landslide can be simulated.

1. INTRODUCTION
Due to the potential velocity, impacting forces and run-out distances, a slope failure may result on large on large mo-
vements of mass with serious consequences to people and infrastructure. Skempton and Hutchinson (1969) defined
the complete process of a landslide involving three stages: (i) pre-failure deformations; (ii) the failure itself; and (iii)
post-failure displacements or deformation. Conventional slope stability analysis are currently focused in stage (i) and
(ii). Classic methods include the widely known limit equilibrium method, with different approaches and variations, and
more recently the finite element method (FEM). Moreover, in the last few decades, holistic approaches have become
more relevant. In which risk assessment is considered a key to safer and more efficient engineering projects. In the
ISSMGE TC304 “Engineering Practice of Risk Assessment and Managment” Glossary (ISSMGE, 2004), the risk is ex-
pressed quantitatively as the product of hazard and the potential worth of loss. Hazard, which is defined as “Probability
that a particular danger (threat) occurs within a given period of time” may be quantified with widely used statistical me-
thods. However, computations of the potential worth of loss need to estimate the kinematic behaviour of the debris-flow
(also called run-out or outreach analysis, dam break or outflow in dam engineering).

Nowadays the FEM is the most widely used tool to estimate deformations in geotechnical engineering. There are
several commercial packages available to solve a vast variety of boundary condition problems. The FEM, however,
present limitations when the solution involves large deformations. In FEM the stiff relationships between the discre-
tisation mesh and the gauss points prevent large distortion to be modelled. Numerical difficulties arise during extre-
me deformations occurring during run-out; localised compression and failure due to stresses reaching upper limits.
Alternatives to the FEM include the discrete element approach (DEM; Cundall and Starck, 1979), smoothed particle
hydrodynamics (SPH; Gingold and Monaghan, 1977), and the material point method (MPM; Sulsky et al., 1994). Al-
though the early applications of these so-called particle-based methods were limited; the last decade have seen their
broader applicability.

In DEM, each particle/element is considered independently; the macroscopic behaviour is complex to be calibrated
directly. Furthermore, only in limited cases is possible to model the correct number of elements present in a slope
or a dam. SPH and MPM are derived from a continuum mechanic approach; which allows using rather conventional
geotechnical constitutive models. Due to boundary interfaces, the SPH may cause loss of consistency. The use of
stabilisation techniques is needed to achieve convergence. It makes the SPH computationally expensive (Bandara
and Soga, 2015). In the other hand, the MPM has been validated successfully in the modelling of problems relevant
to the mining industry. This paper summarises a series of numerical experiments aiming to prove the concept of the
framework. Three case studies are analysed as follows: In the first instance, a theoretical slope stability problem is
solved and analysed using the limit equilibrium method, the FEM and the MPM. Limitations and opportunities are dis-
cussed herein. Subsequently, two recent case studies relevant to the mining industry are approached; Mount Polley
tailings dam failure and Kennecott Utah Copper’s Bingham Canyon Mine pit wall slides. Despite the simplifications
exercised to build the models; it is shown that the MPM is a promising tool with vast applications in the mining industry.
Specifically, risk assessment analysis may be significantly improved.

2. THE MATERIAL POINT METHOD


The conceptual framework of MPM can be seen as a step forward on FEM, in which “finite elements” are replaced by
“material points”. A background mesh with computational purposes defines the domain, and the material points com-
prise the actual discretisation of the problem. The framework followed herein was originally proposed by Llano-Serna
et al., (2016) to solve run-out processes as seen in landslides. A structured rectilinear background grid sets the boun-
dary were the model takes place. The concept is depicted in Figure 1. In the MPM the material points are the actual
physical domain of the problem. A finite number of points store the state variables and the material parameters. The
interaction between the different points and the stress state is mapped thanks to a background computational mesh
in which the motion equations are solved. Afterwards, the information is mapped back again in the material points, the
background mesh is reset and its initial state can be used along the whole calculation process.

(a) Initialisation phase (b) Calculation phase (c) Convective phase

Figure 1. MPM discretisation strategy and computational steps

3. DEFORMATION FIELD IN AN ARTIFICIAL SLOPE


The strain field in an arbitrary slope is measured using both the FEM and the MPM and compared with the limit equi-
librium method solution. The same boundary conditions are considered in both stress-strain models. Vertical and
rotational constrains are applied in the bottom of the slope. Horizontal constrains are applied in the vertical boundary
opposed to the slope. The reference material for the slope is a soft saturated clay assuming an undrained shear
strength su=0.5σy. With σy=52 kPa and E=405 kPa at ε=3%; γ=18 kN/m3 The simulation considered a linear
elastic perfectly plastic, with a von Mises yield criterion in the MPM case and Mohr-Coulomb (φ=0) in the FEM model.

An arbitrary slope of 45° was set as the geometry, and the height was varied between 1 and 8 m. According to Taylor’s
slope stability chart revisited by Steward et al. (2011); for purely cohesive soils, the factor of safety of a slope in such
conditions is close to unity when the slope height is 8 m. Figure 2 shows the relationship between the horizontal dis-
placement at the crest of the slope as result of the deformations produced by the self-weight of the soil. The variation
is shown for different slope heights as described. Figure 2 compares the curves obtained using both MPM and FEM
(Plaxis). It can be seen that regardless of different discretisation schemes (see Figure 3); the result is similar. It is
important to highlight that the FEM fails to compute deformations for slopes higher than 5 m. The MPM, however, is
able to obtain the deformations until the theoretical, critical height for this type of material (8 m, according to the slope
stability chart). Figure 3 also sketches the slope deformation in real scale for the highest comparable slope (5 m), the
similar deformation patterns are regarded. It is noted however that the FEM is computationally faster than the MPM.
While the fine element model takes 30 s to be computed the MPM is 3.4 times slower; which might be a great disad-
vantage for larger scale models.

8
7
6
5
∆x (m)

4 FEM
MPM
3
2
1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
h (m)

Figure 2. Relationship between the horizontal displacement at the slope crown and the height
of slopes with the same inclination angle (Llano-Serna and Farias, 2015).

Figure 3. Numerical discretisation and deformations calculated for a 5m height and 45° slope using two numerical
methods: (a) FEM; (b) MPM (Llano-Serna and Farias, 2015).

Figure 9 shows the deviatoric strain (e1-e3), which is often used to represent unstable regions in numerical modelling. In
this case, it is highlighted the similarity between the magnitude and shape of the patterns using both numerical techni-
ques. However, it is also possible to observe some numerical singularities when using the MPM due to a phenomenon
known as kinematic locking. A more detailed analysis of this problem is described by Llano-Serna and Farias (2015).
Figure 4. Deviatoric strain calculated from a 5m height and 45° slope using two numerical methods:
(a) FEM; (b) MPM (Llano-Serna and Farias, 2015).

4. TAILINGS DAM
Recently, the Samarco tailings dam failure in Brazil caused the run-out of tailings a distance of 500 km, killing 19 peo-
ple and producing incalculable environmental damage. Globally, there are at least two tailings dam failures annually
(Azam and Li, 2010). Despite the importance of a dam-break analysis, available guidelines specific to tailings dams
are outdated and unreliable. The more established guidelines are based on approaches developed for water storage
dams (Martin et al., 2015). However, research on water dams is only a few decades old and, more importantly, tailings
will behave very differently from water.

This example shows the numerical simulation due to the collapse of a tailings dam. A hypothetical breach is conside-
red; inspired by the report on the Mount Polley tailings dam failure (Morgenstern et al., 2015). An unstable condition
with sliding failure surface along the base is modelled. It should be noted that the mechanism described by Morgens-
tern et al. (2015) is different from the one considered herein. However, the intent of this case study is to describe the
kinematic changes during the run-out process due to different shear strength conditions stored in the dam. The volume
stored was simulated indirectly by changing the horizontal length of the model (see t=0 s in Figure 5). Although Mount
Polley’s run-out progressed in three stages; this study is focused on the outflow of tailings that flowed north to Polley
Lake. Some characteristic features of the failure are well captured like the cone of depression (of angle α) and the
maximum run-out distance for the case scenarios considered.

Figure 5 presents the progression of the run-out for one of the models. However, the topology for the different case
scenarios was the same, values for the final α = 1.6-3.5° were obtained consistently. The run-out simulations indica-
ted a duration between 60-90s with increasing time for the larger models. It was observed that changes in su produce
more significant changes in the run-out velocity. Lower shear strength renders the tailings more fluid-like, resulting in
higher run-out velocities.
500 m
t= 0 s Run-out

Cone of depression advance


t= 30 s
Cone of depression crown
t= 60 s α

Figure 5. Time progression of run-out analysis resulting for a 500 m long storage containing tailings
with su = 15 kPa (Llano-Serna et al., 2017).

Peak tailings run-out velocities were between 10-15 m/s, with a similar trend to that shown in Figure 6(a), whereas the
average velocity ranged between 2-10 m/s. The run-out distance for different tailing storage length and su is shown in
Figure 6(b). It is observed that larger volumes of tailings for the same rise level does not affect the run-out distance
significantly. Instead, an almost linear dependency of the run-out distance with the shear strength of the tailings is
observed. Hazeltine Creek is located about 700 m from the toe of the tailings dam. The calculated maximum run-out
distance is about 700 m, which suggests that the mean shear strength of the tailings at the time of the breach was
likely to be around 2.5 kPa.

2-3 3-4 4-5 5-6 6-7 7-8 8-9 9-10 100-200 200-300 300-400 400-500 500-600 600-700

10 700
9
600
v (m/s)

run-out (m)
8
7 500

6 400
5
300
2.5 4 2.5
5 3 5 200
10 2 10
su (kPa) 100
15 500 su (kPa)
1000 15 500
1500 1000
Tailings storage length (m) 1500 Tailings storage length (m)
(a) (b)

Figure 6. Run-out modeling results: (a) average velocity during run-out, and (b) run-out distance
(modified from Llano-Serna et al., 2017).

5. THREE DIMENSIONAL MODEL OF BINGHAM CANYON MINE PIT WALL SLIDES


Two slides occurred on the 10th of April 2013 associated with a geological fault in the northern-eastern pit wall. A first
event was developed at the middle bench of the pit, approximately two hours later a second event was activated from
the top bench of the pit. As result of limited information. The definition of three-dimensional failure surfaces is consi-
dered a difficult task. To overcome this, a sensitivity analysis using the limit equilibrium method was used to reduce
the degrees of freedom of the system. Simple spherical failure surfaces were defined and used as input for the MPM
model. Figure 7 shows the comparison between a panoramic picture taken the day after the failure and the final stage
of the numerical model. Some topological features are compared and it can be seen how the MPM simulation resem-
bles the case study despite the assumptions. A detailed description of the procedure is detailed by Septian (2016) and
Septian et al. (2017).
Figure 7. Panoramic view: (a) Picture; (b) Numerical model (Septian, 2017).

Figure 8 depicts field observations and the modelled contour of the scar and deposit of the slides. The results are also
compared with computations using seismographic input by Hilbert et al. (2013). Supporting pictures show the devas-
tating effects to equipment and infrastructure in specific areas. It is noted the contours modelled cover the referenced
areas. It highlights the applicability of the tool for risk assessment purposes.

Modified from Hilbert et al (2013)

Figure 8. Modelled trajectories together with the area affected by the slides. Supporting pictures
show the consequences in infrastructure and equipment.
6. CONCLUSIONS
This paper summarises three case studies and validations of a framework based on the MPM. In first instance, some
limitations of widely used techniques are discusses. Later, relevant case studies are used to show capabilities of the
approach. The technique looks to predict the area potentially affected by a landslide or a tailings dam failure. The re-
sults are promising with vast applications in the mining industry. Dai et al. (2002) stated that the quantification of the
potential worth of loss due to a landslide need to define: Run-out distance, damage corridor width, velocity, depth of the
moving mass and the depth of the deposits. The results shown in this study cover the needed figures broadly. Recent
catastrophes at Mount Polley and Samarco in Brazil have highlighted the need to improve run-out analysis methods.
Further developed is needed and validations against examples help to enhance the applicability of the framework with
a view to its wider application.

7. REFERENCES
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ORAL FINAL PAPERS

SESSION 2
• S. Mononen & M. Suikkanen and N. Coli, & F. Meloni
USE OF RADAR SYSTEM FOR REAL-TIME SAFETY-CRITICAL SLOPE MONITORING AT YARA
SIILINJÄRVI MINE, FINLAND
• Steve Rogers Golder Associates, Vancouver, BC, Canada - Pooya Hamdi Golder Associates,
Vancouver, BC, Canada - Karen Moffitt Golder Associates, Portland, OR, USA - Bill
Dershowitz Golder Associates, Redmond WA, USA
DFN BASED ANALYSIS OF STEP PATH FAILURE PATHWAYS FOR IMPROVED SLOPE
STABILITY ANALYSIS
• Hutchison, B.J.1, Chambers, J. 1, Gannon, S. 1 and Herrmann, J. 2
THE USE OF THE MAPTEK I-SITE 8820 LASER SCANNER AND SENTRY SOFTWARE
SYSTEM IN MANAGING BRITTLE ROCK MOVEMENTS AT THE KANMANTOO COPPER
MINE IN AUSTRALIA
• Samuel Carneiro; Breno de Matos Castilho; David Williams; Marc Rues1; Marcelo Llano;
and David Noon
STATE-OF-THE-ART MONITORING TECHNIQUES FOR SAMARCO TAILINGS DAMS
• F.M. Weir, A.G Smith, J.Watton, M. Koek4 and P. Kuira
MANAGING LARGE SCALE FAILURES – A CASE STUDY FROM OK TEDI MINE, PAPUA
NEW GUINEA
• K. Gabanakgosi, K. Mosebi, O Mogorosi, O. M. Barei, K. Ntlotlang, T. Thokweng
A MULTI-DISCIPLINARY APPROACH TO DIP SLOPE MINING IN JWANENG MINE,
BOTSWANA
• K. Llewelyn, A McCracken, and M Brown.
COMPARING TRADITIONAL AND TELEVIEWER METHODS OF STRUCTURAL DATA
COLLECTION

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
USE OF RADAR SYSTEM FOR REAL-TIME SAFETY-CRITICAL SLOPE
MONITORING AT YARA SIILINJÄRVI MINE, FINLAND

S. MONONEN & M. SUIKKANEN


Yara Suomi Oy Siilinjärvi Mine, Finland.
N. Coli, & F. Meloni
IDS GeoRadar, Italy.

ABSTRACT
Yara Suomi Siilinjärvi is an apatite mine located in the Eastern province of Finland. Due to the local geological, environ-
mental, structural, geotechnical and mining conditions, pit walls are affected by a variety of failures which differ in scale
(from sub-bench to slope scale), kinematic mechanisms (toppling, wedge and planar failures, rockfall etc.), evolution
velocity and volumes.

Due to the challenging stability conditions, IBIS radars have been implemented since 2013. Slope stability radars are
a technology widely used in hundreds of mines that, compared to other monitoring and survey equipment, ensures a
broad, quick and accurate detection of displacement components along the line of sight direction. Since 2016, Yara
Suomi is using a total of four IBIS radars, achieving a remarkable coverage of pit walls performing tactical and strategic
slope monitoring, in order to ensure and improve operations safety.

The use of the monitoring platform FPM360 TrueVector, provides to the geotechnical team with a complete overview
of the radar data and the possibility combine the different displacement components detected by each radar in order to
improve the definition of the real displacement vector.

In this paper, we present the back analysis of four instability events occurred in the NW area during the period June-Au-
gust 2016 and picked up by IBIS radars. The analysis of TrueVector data has been performed in support of hazard
threshold definition; failure forecast improvement and topological analysis.

1. INTRODUCTION
YARA Siilinjärvi is an open pit mine (Figure 1) with an almost symmetric shape stretched in the N-S direction (2.9 km
long, 850 m at widest and 250 m deep). The peculiar geological and structural settings make the wall prone to fail in a
variety of mechanisms, volumes and velocities.

Starting from 2013, the geotechnical team has implemented slope stability SAR radars to improve operational safety
and to guarantee production continuity. The current radar array is composed of four IBIS radars that are merged toge-
ther by the FPM 360 TrueVector software platform. The TrueVector feature can automatically integrate different radar
line of sights to determine the 3D displacement vector of the movement.

The present paper illustrates some practical case studies on the monitoring strategies applied in Siilinjärvi and how the
IBIS radars have effectively supported hazard management and geotechnical planning.
Figure 1 YARA Siilinjärvi opern pit mine.

2. GEOLOGY AND GEOMECHANICS

GEOLOGICAL AND STRUCTURAL SETTINGS


The Archean Siilinjärvi carbonatite complex consists of a steeply dipping body roughly 16 km long with a maximun
width of 1.5km. The deposit is located in a major fracture zone where carbonatites were erupted 2.6 Ga ago. On the
Särkijärvi open pit area the mineralization is vertically dipping and N-S striking on the length of 3 km. The majority of
the apatite containing mineralization is composed of phlogopite-rich rocks ranging from almost pure glimmerite (phlo-
gopite) and carbonate glimmerite to silicocarbonatites and finally to carbonatites (>50% carbonates). The mineralized
body is surrounded in the eastern and the northwestern part by a fenite margin and in the western and southwestern
part by a diorite (O´Brien et al., 2015).

GEOMECHANICAL CHALLENGES
Siilinjärvi mine slope failures are mostly toppling, plane and wedge failures. Long and continuous shear zones are the
major causes for large-scale failures. These structures are the main concern for slope stability issues. Failure mecha-
nism in these shear related failures is usually toppling . Long steeply dipping shear zones are parallel to pit walls in
many places of the pit. In the history of mine there have been only four multi-bench scale failures. The most recent of
these bigger toppling failures occurred on September 9th, 2015. In some cases shear zones are so heavily fractured
that rotational failures take place.

Wedge type failures are more dominant in brittle waste rocks of Siilinjärvi mine. Typically Diabase and diorite veins,
that are crosscutting the ore-body have at least three sets of joints. Different sizes of wedges (1-1000 m3)are typical
in these rock types. Fracture planes in waste rocks tend to be very smooth and planar and with rare mineral coating
on the sliding surfaces. Glimmerite rocks of the ore body always show chlorite and other soft minerals like talc coating
on joint planes. Chlorite coating is often causing instabilities, most specially when wedges are formed. Another distinct
difference between waste rock and ore rock joint planes is that ore planes are often wavy. Chlorite that occurs in Sii-
linjärvi carbonatite ore-body is usually black colored and has very low friction when on joint surface.
Siilinjärvi mine glimmerite rocks are very tough due to very high mica (phlogopite) content. In order to keep boulder
size optimal for production, high powder factor is used in blast fields (approximately 1.5 kg/m3). Obviously high powder
factor is causing strong vibration on pit slopes and together with moderate rainfalls is the main trigger for slope failures.
Average number of failures per year varies between 10 – 30 events. Minimum size of failures that are being reported
is five cubic meters. As a Nordic area spring and autumn can be seen as a peak times for failures when freezing and
thawing cycles are ongoing. Winter season when long and continuous periods of freezing temperatures are reached
is usually quite stable.

3. SLOPE MONITORING
The challenges of modern mining operations, such as fluctuating commodity prices, decreasing ore concentration and
more strict regulations, make it harder to keep operative costs under control and impact on the overall efficiency of the
operations.

In general, open pits mines need to ensure production continuity and operational safety, avoiding incidents that might
have heavy social, economic and environmental consequences, besides threatening the financial profitability of an
operation. Thus, in the last decades, a comprehensive and cost-effective geotechnical monitoring became a key prac-
tice in many operations.

Given the specific nature of open pit mining, where the topography is continuously reshaped by means of blasting and
excavations, remote sensing instruments are widely used for topographic survey and to detect surface deformation
over time. Among these, Automated Total Stations, GNSS, Laser Scanners and Interferometric Radars are the sensors
most commonly implemented.

TPS and GNSS are used as monitoring instruments capable of detecting with a good approximation the real displace-
ment vectors by periodically repeating the measure over target points. While TPS and GNSS track the movement of
fixed targets, LiDAR systems do not require reflectors to acquire dense point clouds. The precision of the aforementio-
ned devices as monitoring instrument is in the range of mm-cm, depending on the operative conditions.

Interferometric Radars do not require artificial reflectors on the monitored surface to measure the displacement occu-
rring along the line of sight of the radar. The latter feature is widely compensated by a faster acquisition time, a broader
coverage, a higher number of measurement “points” (i.e. radar pixels with varying areal extension), advanced data
processing and, above all, sub-millimeter accuracy. Interferometric Radars are certainly the most effective real-time,
safety-critical monitoring technology available for geotechnical applications nowadays.

IBIS RADARS
IBIS is a slope monitoring radar based on the Synthetic Aperture Radar (SAR) technology (Pieraccini, 2013; Mitri &
Vennes, 2014; Atzeni et al, 2015; Farina et al., 2011, 2013b).

The SAR technique exploits a broad fan-beam to illuminate the same target multiple times within the same acquisi-
tion. For each pixel of a SAR image, a phase value is measured along the line of sight of the radar. By comparing the
phase difference of subsequent acquisitions, it is possible to detect small variations that account for sub-millimeter
deformations of the target.

The peculiar feature of SAR technique is that, by moving the sensor along a linear or circular path, the achieved spatial
resolution is much finer than what achieved by a RAR (Real Aperture Radar) with a dish-antenna of the same size of
the SAR’s travel path. This also guarantees a reduced acquisition time, usually less than 2 minutes independently of
the spatial coverage.

With respect to spatial resolution, the SAR range resolution (i.e. the minimum distance required to discriminate two
separate targets) is a fixed dimension which size is unrelated to the distance from the radar (i.e. constant in space).
The range resolution depends solely on the bandwidth of the radar and for IBIS, that exploits Ku band, it has a value
of 0.5 m. The cross-range resolution, instead, is represented by a fixed angle proportional to the size of the linear
scanner or rotating arm (respectively for linear SAR and ArcSAR) and so it varies with distance. IBIS radars installed
at Siilinjärvi have a cross-range resolution value of 4.36 milliradians, which means 4.36 m at 1000 m of distance and
2.18 m at 500 m.
Radar in open-pit mines are commonly used for critical monitoring, through the provision of real-time multiple alarm
criteria based on user-defined velocity thresholds (Farina et al., 2011, 2013b; Sakari et al., 2016).

Nonetheless, SAR radar technology integrates critical monitoring capabilities with advanced capabilities for geotech-
nical analysis. In fact, the continuous data storage can be used for long-term deformation tracking, potentially useful
for regulators, back analysis of slope failure and more comprehensive geotechnical/geological analysis (Ramsden et
al., 2015; Vorster et al., 2015).

The slow movement detection is also a peculiar feature of the IBIS radar processing engine, called Multi-Scale engine,
which is able to cover in real-time up to four orders of magnitude of movements (from tenths of mm/hour to a few mm/
month) (Michelini et al., 2015).

Atmospheric correction
Changes in the refraction index of the air (temperature, humidity and pressure) can be interpreted as false movements
if not well recognized and processed by the radar. Standard algorithms imply the manual selection of stable areas over
the monitored scenario, which are assumed as reference points for the calculation of the atmospheric correction. This
method produces only a linear estimation of the atmospheric contribution which can be assumed as true only at clo-
se-medium ranges, and is not effective in areas with strong atmospheric changes. The advanced algorithm employed
by IBIS is based on the Permanent Scatters technique, originally developed for satellite applications, and it does not
imply the need for any region selection by the user. The Permanent Scatters data processing is based on the evalua-
tion of the atmospheric contribution by performing an automatic selection of an array of hundreds of thousand stable
pixels by exploiting the different spectral behavior in time and space domains.

This approach makes it possible to extend the operating range of the radar to far distances up to 5 km, while maintai-
ning high measurement accuracy.

Full pit monitoring 360 & truevector


The ability to rapidly scan large pit wall areas forms the basis of integra�ng two or more IBIS systems to enable full pit radar mo-
nitoring in large pits (Leoni et al., 2016). The FPM360 (Full Pit Monitoring) so�ware pla�orm has the ability to both spa�ally and
temporally integrate mul�ple IBIS Radar systems into a single 3-dimensional visualiza�on allowing all radar informa�on, cri�cal
monitoring and hazard alarms to be shown and managed on a single environment.

Given the synchronous nature and the high resolu�on of SAR radar pixels, when two or more IBIS are illumina�ng the same area,
the different line of sights (LoS) can be combined to improve the defini�on of the real displacement direc�on. This task is perfor-
med through the TrueVector algorithm (Leoni et al., 2016), a unique feature of the FPM 360 so�ware pla�orm.

If a couple of IBIS with a minimum angular separa�on between their LoS are monitoring the same target, a 2-D TrueVector, co-
rresponding to the intersec�on between the real displacement vector and the plane containing the two LoS, can be calculated
for each radar pixel. When the data of three radars are available, the real displacement vector can be defined for hundreds of
thousands radar pixels and updated in real-�me.

The TrueVector approach supports the interpreta�on of radar data, the defini�on of hazard threshold and alarm management
and drama�cally increase the value of radar data for geotechnical interpreta�on. The introduc�on of TrueVector in the monito-
ring rou�ne can lead to the elabora�on of more comprehensive and reliable failure forecas�ng models.

Slope monitoring at Siilinjärvi


The radar monitoring network at Siilinjärvi achieves almost 100% total pit coverage by exploiting four IBIS units (Figure
2), three FM and one FMT, and the Full Pit Monitoring 360 platform. In order to reach such a wide coverage, radar
positions and orientations have been carefully planned to fit the elongated shape of the mine, taking into consideration
the actual hazards caused by the operations.
Figure 2 IBIS radars position and coverage. Angela and Mia monitor the western wall,
while IBIS FM 02 and 03 cover the eastern wall.

The first IBIS-FM (named “Angela”) was deployed in September 2013. In order to maximize the coverage of the pit
walls the first IBIS FM was positioned in a semi-permanent container installation in the south east side of the pit in
order to cover the entire western sector (Figure 2). The radar reaches a scanning distance of 2.6 km and an azimuth
of 322°, the line of sight is quite inclined with respect to the strike directions of the more distant benches thus allowing
the radar to only resolve a minor component of the displacement vector on the farthest benches.

Since September 2014 a mobile IBIS-FMT (named “Mia”) has been implemented to monitor from different locations
some sectors right below the high walls where activities are carried out, such as: presplit drilling, charging of presplit
holes, mine surveying and scaling work, as well as weak rock masses right below the working area. The latter are
particularly common on the eastern side of the pit, where a large expansion stage is ongoing. IBIS FMT is frequently
relocated and usually its line of sight has a low incident angle with respect to the steepest direction of the benches
compared to Angela (Figure 2).

The last two IBIS-FM radars have been deployed in June 2016 (Figure 2), in order to cover the Eastern wall. To exploit
the best line of sight achievable from the available monitoring locations, both FM have been oriented almost parallel
to the steepest direction of their relevant target.

HAZARD MANAGEMENT
Slope hazard management at Siilinjärvi is performed by implementing the use of Hazard Maps (HM) an IBIS Guardian
tool that automatically calculates the velocity of each single pixel measured by the radar and allows the user to define
hazard rules for specific areas of the radar map to trigger alarms based on velocity thresholds. A proper use of the Ha-
zard Maps usually involves the definition of multiple hazard rules that can be seen as a stack of layers where different
velocity thresholds are set to account for specific sectors of the wall and/or type of ground movements.

As standard practice, the geotechnical team at Siilinjärvi usually sets a conservative default hazard rule to the entire
radar map with two alarm levels: a yellow one as alert condition (triggering velocity of 0.9 mm/h) and a red one as cri-
tical condition (triggering velocity of 1.8 mm/h). Since the effectiveness of velocity thresholds to trigger alarms strictly
depends on the specific geomechanical settings of the monitored scenario, as well as the implemented TARPS and
risk management plans, additional hazard rules are evaluated on top of the default ones where specific at-risk condi-
tions are detected.

It is important to remark that Hazard Map thresholds are a result of the site hazard management and rock mass con-
ditions, therefore the default rule used at Siliinjarvi should not be taken as absolute values to apply in different mining
and geomechanical contexts.

Other monitoring technologies employed in Siilinjärvi include the use of long range laser scanner and prisms installed
on unstable areas which are surveyed with total station on a regular basis. Use of UAV drone for photogrammetry is
currently under consideration as well.

CASE STUDIES
During the months of July and August 2017, four different failure events were registered on the North Western wall of
the pit (Figure 3). During this period, the wall was being monitored by two radar units: IBIS-FM Angela and IBIS-FMT
Mia.

For some of the above collapses the volume involved in the ground movements was estimated by means of Laser
Scanner surveys performed before and after the failure. Failure surfaces were determined by analyzing the LiDAR
data with 3DM Analyst software.

At the time the four collapses took place the standard default hazard rule was set on the entire radar map in IBIS
Guardian (i.e. 0.9 mm/h yellow hazard and 1.8 mm/h red hazard) and successfully provided early-warning alerts. Al-
though the default hazard rules worked properly, a back-analysis has been carried out to develop more specific hazard
rules tailored on the failure signature of each event, to be used as when similar ground conditions are detected by the
radars.

Figure 3 Locations and positions of the fours failures analyzed in the present papers and a couple of blasting
locations (2016557 and 2016554). The failed areas have been named by dates. The height of each bench is
approximately 28 meters.
In the following paragraphs we will analyze the four single collapse events by reviewing the data of single IBIS radar
units as well as the combined information provided by the TrueVector and the relation between the latter and the failure
surface.

FIRST EVENT – JULY 1ST

Figure 4 First failure event, occurred on 01/07/2016 around 01:30 PM.

The first failure (volume: 285 m3) occurred on July1st, 2016, four days after the setup of the FPM360 project (Figure
4). The onset of the movement was triggered by a blasting event (2016554) performed on June 28th at 13:45 o´clock,
approximately 35 meters away from the unstable bench. For one day the LoS displacement (Figure 5A) evolved li-
nearly at low rates (0.017 mm/h MIA), before accelerating on June28th, reaching a faster linear displacement caught
by both systems (0.16 mm/h MIA, 0.10 mm/h ANGELA). Due to the uneven orientation of ANGELA’s LoS, MIA antici-
pates the onset of the progressive acceleration (Figure 5A) of a few hours and as expected displays more cumulative
displacement prior to the failure (38 mm vs 16 mm).

Figure 5 Cumulated displacement (A) and inverse (B) of velocity time series of the first failure event.
Inverse of velocity trends from both radars (which are converging) can be used to forecast the time of failure (Figure
5 B). It is interesting to note the forecasted time of failure based on ANGELA dataset corresponds to the exact time at
which MIA starts to lose the track of the movement due to the velocity exceeding the phase ambiguity for that specific
scenario. The two interpolations define a very limited time interval (less than 45 minutes) which could be used as a
critical time window (Figure 5 B) to evacuate the area beneath the failure.

The back-analysis of the failure signature highlighted that for this particular event the radar hazard settings could be
optimized by setting a specific hazard rule encompassing the moving area and with velocity thresholds of 2-3 mm/h for
ANGELA and 4-5 mm/h for MIA. This would optimize production while still guaranteeing the adequate degree of safety.

Figure 6 TrueVector analysis of the first failure event. The 2D displacement vectors can be displayed as arrows (A)
or stereographic chart (B). The stereographic plot clearly shows a predominant eastern-vergent movement direction.

The real-time analysis of 2D TrueVector adds useful information to interpret the kinematics of the event (Figure 6).
Most of the pixels show an Eastern verging direction of movement (70 : 100°), although one shows a more southward
orientation probably because of a local small-scale structure (Figure 6 B). Since the uppermost vectors registered a
higher degree of movements with respect to the vectors in the lower part of the moving area ones, the failure mecha-
nism can be interpret as a toppling.

Post-failure analysis measured a sliding plane orientation of dip: 39.66˚ and dip direction: 83.07˚, with cutting plane
orientation of dip 85.2˚ and dip direction: 116.13˚. As expected, the dip direction of sliding plane is approximately the
same as the displacement direction seen with true vector analysis (Figure 6 B). Both fracture planes were covered by
thin black chlorite coating. This feature is very typical in glimmerite rocks and, since chlorite coating reduces friction
angles significantly, it can be seen as one of the main reasons for slope instabilities in Siilinjärvi mine.

SECOND EVENT – JULY 11TH

The second failure (volume: 1390 m3, Figure 7) was triggered by a blasting operation (2016557) carried out on July
5th at 13:45 o´clock, right beneath the unstable sector (Figure 3). For almost five days, till July 10th, the displacement
trend registered by ANGELA and MIA showed a linear trend (Figure 8 A).
Figure 7 Second failure event, occurred on 05/07/2016 around 07:30 AM.

Also in this case, due to the uneven orientation of radr LoS, MIA detects the onset of the progressive acceleration
at least 6-8 hours in advance (Figure 8 A) and cumulates more displacement prior to the failure (46 mm vs 30 mm).
Inverse of velocity trends from both radars (which are converging) could be used to forecast the failure time (Figure 8
B). It’s interesting to note that both units reached the maximum measurable velocity (phase ambiguity) more or less at
the same time and both failure forecasts define a very limited time interval (less than 20 minutes) which could be used
as critical time window to evacuate the area beneath the failure (Figure 8 B).

Figure 8 Cumulated displacement (A) and inverse of velocity (B) time series of the second failure event.

Like in the previous case, the back-analysis of the failure signature highlighted that ANGELA’s alarm thresholds could
be optimized to 2-3 mm/h, and to 4-5 mm/h)for MIA.

2D TrueVector data (Figure 9) can be used to understand the cinematic evolution of the unstable rock mass. Most of
the analyzed pixels moved with a E-SE vergent direction (90 : 130°) but at different rates (Figure 9 B): since the upper-
most vectors registered a higher degree of movement than the bottom part, the failure mechanism can be interpreted
as a toppling.

Figure 9 TrueVector analysis of the second failure event. The 2D displacement vectors can be displayed as arrows
(A) or stereographic chart (B). The stereographic plot clearly shows a predominant eastern-vergent movement
direction.

Post-failure analysis measured a sliding plane orientation of dip: 40.53˚ and dip direction: 96.64˚, and cutting plane
orientation of: dip 83.15˚ and dip direction: 115.64˚. Also in this case the dip direction of sliding plane is approximately
the same as the displacement direction measured by TrueVector (Figure 9 B). Post-failure survey showed that the
cutting plane was coated with thin black chlorite and most of the failed rocks were blocks of fenite xenolith.

THIRD EVENT – JULY 16TH

Figure 10 Third failure event, occurred on 16/07/2016 around 04:00 PM.


The third failure (1500 m3) occurred suddenly on July 16th, 2016 (Figure 10), right after a modest rain event (1.5
mm/h). The area was known to be unstable since 2015, when some heavy scaling works were carried out. Unsuc-
cessful scaling left the area even more unstable than it originally was, probably leading to a faster failure then it would
have been without scaling operations.

Due to the uneven orientation of radar LoS, MIA cumulates displacement prior to the failure (45 mm vs 12 mm) and
in an opposite directions with respect to the radar (Figure 11 A). In fact, while MIA shows a displacement directed
towards the radar (negative displacement), ANGELA’s time series is in the opposite direction (positive displacement).
A detailed study of raw data proved the opposite displacement direction caught by the two radars to be correct and
not produced by any residual noise.

Figure 11 Cumulated displacement (A) and inverse of velocity (B) time series of the third failure event.

Inverse of velocity series (Figure 11 B) from both radars converge to a similar failure �me
(11:31; 11:34) but the cri�cal accelera�on occurs just in a couple of hours: the effec�ve use
of the Iv method in real �me results very challenging in such cases.

Back analysis highlighted that op�mized velocity thresholds could be 1-2 mm/h for ANGELA
and 5-10 mm/h for MIA.

The TrueVector pixels showed a movement with a E-NE (Figure 12) verging direc�on (70 :
80°). The failure mechanisms is interpreted as a small wedge or planar failure evolved as a
«quasi-rockfall».
Figure 12 TrueVector analysis of the third failure event. Due to the limited extension of the failed area and the small
cumulated displacement, TrueVector data are presented as stereographic chart (B) only. The stereographic plot
clearly shows a eastern-vergent movement direction.

Sliding planes were digitized with 3DM Analyst software. Sliding plane orientation was: dip: 39.00˚ and dip direction:
103.75˚ and cutting plane orientation was: dip 75.00˚ and dip direction: 54.97˚. Cutting plane was very smooth and
straight as can be seen (Figure 10). This safety bench was orto-photographed with a drone on the 10th of June 2016
and no visible tension fractures were seen on those photos. In this case the dip direction of sliding plane and the dis-
placement direction seen with TrueVector analysis have a difference of about 30 degrees. The latter could be due to
the fact that the movement direction of the surface block measured by the TrueVector was controlled by a small scale
structure that wasn’t parallel to the main sliding plane. However, in this case the failed rocks were all blocks of fenite
xenolith.

FOURTH EVENT – AUGUST 13TH

Figure 13 Third failure event, occurred on 13/08/2016 around 12:30 PM.


The fourth failure (647 m3) occurred on August 13th, at 12:30 PM (Figure 13). The movement evolution is extremely
slow if compared to the other failures, and was triggered by the same blasting operation (2016557) that caused the
second failure on the bench right beneath the fourth unstable zone (Figure 3). In the latter case, blasting took place
approximately 20 m away from the collapsed area.

Due to the uneven orientation of radar LoS, MIA detects the onset of the progressive acceleration (Figure 14) some
days in advance and cumulates more displacement prior to the failure (120 mm vs 45 mm). Inverse of velocity series
(Figure 14 B) from both radars (which are converging) can be used to forecast the time of failure. Both trends define
a very limited time interval (less than 2 hours) which could be used as a critical time window to evacuate the area
beneath the failure

As for the first two cases, the back-analysis of the failure signature highlighted that for this kind of brittle and localized
failure, ANGELA’s hazard settings could be set to 2-3 mm/), while for MIA 4-5 mm/h could suffice.

TrueVector data was helpful to understand the evolution of the moving area (Figure 15): the analyzed pixels moved
with a Eastern-vergent direction (80 : 110°). The upper part of the failed areas shows a slightly higher cumulated dis-
placement (Figure 15 A) but all the analyzed pixel moved with a predominant eastern-vergent direction (Figure 15 B).

Failure forming plane structures were digitized with 3DM Analyst software. Wedge forming plane orientations were:
1 set: dip: 63.00˚ and dip direction: 77.94˚ and 2 set: dip: 74.68˚ and dip direction: 122.37˚. With this failure the two
dip directions of wedge forming planes are closely the the same as the displacement directions seen with true vector
analysis. Also in this case the failure planes were covered with thin black chlorite coating, while the failed materials
consisted mainly of blocks of glimmerite.

Figure 14 Cumulated displacement (A) and inverse (B) of velocity time series of the fourth failure event.
Figure 15 Truevector Analysis Of The Fourth Failure Event. The 2D Displacement Vectors Can Be Displayed As
Arrows (A) Or Stereographic Chart (B). The Stereographic Plot Clearly Shows A Predominant Eastern-Vergent
Movement Direction.

4. COMMENTS
When comparing the radar data of the same target monitored by two different IBIS units, the most striking difference
is a direct consequence of the distinct Line of Sights that catch diverse displacement components. ANGELA’s orien-
tation, that was chosen to maximize the coverage of the western wall, causes the line of sight to be very inclined to
the north western sector of the wall, while MIA’s LoS is almost parallel to the steepest direction of the same sector.
The latter is considered as a good reference to choose the orientation of a radar because it’s often the most plausible
displacement direction, although local structures can strictly control failure kinematics producing alternate displace-
ment directions. In all the four case studies, MIA always caught a greater LoS displacement with respect to ANGELA,
resulting in a clearer displacement trend and a higher cumulated displacement prior to the failure.

The use of two radars to monitor the same scenario from different positions has highlighted some key practical advan-
tages, such as:

Improve the interpretation of movement direction, by providing a quick comparison of two distinct points of views that
are affected differently by LoS and changes in the atmosphere between the radars and the target. For the present
case, a more favorable MIA LoS reinforced the interpretation of movement detected by ANGELA, by clarifying or con-
firming the failure trend even with a higher displacement rate.

The definition of hazard thresholds for both radars is simplified by the comparison of the two datasets. By reducing the
interpretation uncertainties a more effective characterization of the instabilities and thus the development of bespoke
hazard thresholds can be achieved. The availability of multiple-failure data leads to the definition of optimized hazard
conditions that are effective with most of the instabilities. Also, specific thresholds for ad-hoc situations can be develo-
ped. The present case studies supported a quantitative estimate of new hazard thresholds that are less conservative
than the default rules (0.9 mm/h yellow hazard and 1.8 mm/h red hazard) currently in use and that might be implemen-
ted in the monitoring routine to optimize production while guaranteeing the required safety standards. The possibility
to rationalize the hazard settings is a precious help for the operator, as it refines the alert conditions and reduces the
potential unwanted alarms.
The availability of two distinct trends for progressive failure reinforces the forecast of the failure time by defining a plau-
sible time interval during which the failure or the last critical acceleration occurs. The latter considerably reduces the
variance of a single time series forecast and thus can be a remarkable step forward towards the use of alarms based
on the Inverse of Velocity method.

The TrueVector feature proved itself to be useful even in a 2D configuration with sensitivity to the horizontal direction of
movements. By interpreting the deformation data though the TrueVector, stereographic charts and topological analysis
of displacement heat maps, users are provided with a powerful mix of qualitative and quantitative data to provide a
quasi-4D picture of the instability. For each new acquisition the 2/3D vector map is update and rotation components
can be exposed much easily that they would be in single radar uni visualization. The latter is a very important advance,
as it allows geotechnical engineers to properly recognize velocity and direction changes that, with a single LoS, are not
always easy to discriminate. The possibility to detect the 3D displacement vector of thousands of points updated every
few minutes, could even pave the way to unprecedented geotechnical characterization of failure events evolution.

Despite the advantages given by the use of two radars, the present analysis offers further proofs regarding the impor-
tance of long-term, continuous monitoring from a permanent location using a high-resolution slope stability radar pro-
vided with a broad coverage. In fact, storing weeks of data of an unstable sector of the pit actively blasted and drilled,
makes it easier to determine the relationship between blasting operations/external factors and multiple failure events.
From the analysis of MIA data (Figure 16), for example, it’s quite straightforward noticing that two blasting events trig-
gered the first, the second and the fourth failures. Furthermore, the fourth event critical acceleration was caused and
eased by the four blastings performed during the last ten days prior to the failure (Figure 16).

Figure 16 First, second and fourth failure events caught by MIA. A continuous monitoring project based on data
acquired from a permanent location, simplify the interpretation of the instability factors of influence. In fact, the chart
clearly showcases the relationship between subsequent blasting events (vertical lines) and the evolution of instability
events.

5. CONCLUSIONS
As the number of monitoring technologies increases, the data availability is growing at a faster pace than the inte-
gration tools. Nowadays there are many different ground based technologies that can be either exploited as survey
instruments or early-warning systems. Most of the time, however, the hazard management strategy addresses specific
issues as they arises rather than creating a balanced network bespoke on the global framework of the open pit.
Since their introduction in the mining industry, slope monitoring radars have shown their value for critical monitoring
applications and represent today a standard monitoring practice. SAR radar technology has proven itself to be an
advanced critical-monitoring device by balancing strategic and tactical monitoring, reducing the resources needed
to setup an early-warning system thanks to its broad coverage and resolution, and providing valuable information for
geotechnical applications.

The availability of multiple radars effectively merged and managed by a single software platform with the unique ca-
pability to resolving the spatial direction of movements paved the way to new applications that couldn’t be imagined a
few years ago. Despite its recent introduction on the market, the TrueVector technology has been under development
for more than five years and it had been tested on a broad range of existing data sets.

The experience of Yara Siilinjärvi, shows how the TrueVector can be used in support of a better understanding of the
movement cinematics and, in turn, a better management of the risks associated with slope collapses. By suppor-
ting and enhancing deformation detection, failure forecasting, hazard configuration and cinematic characterization
in real-time, the multiple-radar integrations and the TrueVector technology can effectively improve the geotechnical
understanding.

Yara Siilinjärvi now integrates four IBIS radar units, along with total stations, laser scanners and other monitoring
systems implemented through the years. The deployment of the radars answered to a very simple and yet crucial
requirement: improving the safety of the operation by supporting slope hazard management.

Due to the constraints given by the elongated and tight shape of the pit the radar network configuration has been
adapted to the operative scenario. The Eastern wall, where an expansion phase is currently undergoing and thus it is
subjected to excavations, blasting and other disturbances required a good line of sight monitoring for early warning
alerts. Gap area between NE and SE monitoring radars has been inactive because there were located mine dewate-
ring/pumping ponds. During fall of the year 2017 when underground pumping station will be taken into full usage and
old ponds will be pumped away this gap area will become into an active area. It is planned that FMT will be used to
cover that area when critical working stages are ongoing. In near future Yara is looking a solution for creating a base
for radar containers that can be rotated in order to follow critical working stages. The western wall, on the other hand,
is less prone to short term instability and thus can be monitored focusing the radars on two specific sectors. The latter,
is a choice that ease the use of long term-data in support of geotechnical planning.

6. REFERENCES

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12-14 October 2015.
• Figure 1 YARA Siilinjärvi opern pit mine.
DFN based analysis of step path failure pathways for improved
slope stability analysis

Steve Rogers Golder Associates, Vancouver, BC, Canada


Pooya Hamdi Golder Associates, Vancouver, BC, Canada
Karen Moffitt Golder Associates, Portland, OR, USA
Bill Dershowitz Golder Associates, Redmond WA, USA

Common approaches to slope stability for rock slopes involve representing the rock mass as a continuum.
Rock mass properties are estimated based on the intact properties of the rock and on the nature of the rock
fabric, notably fracture spacing and condition. However, typically there are one or more well-developed
fracture sets that provide preferential planes or orientations of weakness within the rock mass. If one of
these sets is oriented adversely with respect to the slope, the analyses need to consider their impact on
stability. These joint sets are commonly incorporated into the analyses as ubiquitous joints (or anisotropic
strength orientations) that are assigned strength values based on the estimated shear strength of typical
discontinuities. This approach may lead to overly conservative estimates of the factor of safety of the slope
particularly when it is assumed that the structures are infinitely continuous. Critical failure surfaces through
the rock mass form partly along discontinuities and partly through the rock mass and it is the magnitude
of this rock ‘bridging’ that often governs the stability of the slope yet has remained a hard to define
property. A number of methods have been applied over the years from step path failure approaches
through idealized fracture networks to manual tracing methods applied to more complex fracture
networks.
This paper presents a novel method for estimating rock bridges using a searching algorithm that identifies
potential failure pathways through realistic Discrete Fracture Network (DFN) models with no limitations on
fracture orientation, length scale or spacing variations. The approach also differentiates between rock
bridges failing under shear and those failing under tension. Without the need for complex numerical
simulations, the approach can automatically run through a large number of trace sections in order to return
a probabilistic assessment of the rock bridge percentage for a potential geometry based upon a well
constrained description of the rock mass fabric. This approach has been verified against more complex
geomechanical simulations, with the results showing good agreement. Thus the DFN based approach can
be used for providing a more representative estimate of the factor of safety through a structured rock
masses. The DFN based approach provides a more representative estimate of the factor of safety through
structured rock masses by including the influence of rock mass failure along joint set orientations.

1. Introduction
In slope stability analysis, rock mass strength is defined as a combination of the strength of fractures and
also the intact rock. Typically any analyses need to consider the impact of these structures on stability.
Conventional methods to incorporate the impact of these joint sets are as ubiquitous joints or anisotropic
strength orientations that are assigned strength values based on the estimated shear strength of typical
discontinuities. This approach may lead to overly conservative estimates of the factor of safety of the slope
particularly when it is assumed that the structures are infinitely continuous.
Critical failure surfaces that may develop through the rock mass typically form as a composite pathway of
discontinuities and intact rock breakage and it is the magnitude of this rock ‘bridging’ that often governs
the stability of the slope. However this rock bridge percentage has remained a hard to define property.
This problem is illustrated in Figure 1.
Over the years, a range of geometric approaches have been developed for examining step path failure
pathways in slopes, e.g. Call & Nicholas 1978, Einstein et al. 1983 and Baczynski 2000. These methods
largely rely upon highly idealized fracture patterns that are not fully based on the underlying fracture
network properties. This may result in a representative rock bridge assessment but they are far from a
truly probabilistic assessment. In contrast to the geometric methods, there are complex numerical
approaches to investigate rock bridge failure although these are not very efficient as design tools, e.g.
Vyazmensky et al. 2009, Bonilla–Sierra et al 2015, Tuckey and Stead 2016.

Figure 1. Simple failure path showing fracture pathways and rock bridge breakage.

Dershowitz et al. 2017 introduced an alternative failure path methodology, based upon identifying the
lowest “cost” route through realistic 2D Discrete Fracture Network (DFN) sections. The method utilized a
rule based algorithm that allows user defined weights to be assigned to both fractures and rock bridges in
terms of both distance and direction and optimization function to find the pathway with the lowest weight.
A primary motivation for this approach was to utilize high quality DFN models of rock slopes (or fractured
rock masses in general) that were increasingly being used in rock engineering and to develop an objective
reproducible methodology for determining failure pathways and hence rock bridge percentage through
these networks.
This paper provides background to this algorithm for identifying failure pathways through 2D DFN sections
and also ongoing validation work where the results of the DFN based geometric approach are compared
against more time consuming numerical slope simulations.

2. STEP PATH FAILURE PATHWAYS


2.1 Algorithm
A methodology has been developed that can identify the most likely failure pathway through a 2D fracture
network extracted from a 3D DFN model and is based on both rock mechanics and geometrical
calculations, see Figure 2.

Figure 2. Illustration of the key components of the rock bridge algorithm. The algorithm searches
forwards from left to right, so any pathway that violates the permitted search angles
would be excluded (see black dashed pathway in inset).

The key steps of the approach are as follow:

 Develop representative DFN model based upon field investigation data, capturing the required level
of detail in terms of fracture orientation, fracture length scale, intensity and interdependence.
 Within the 3D DFN model, specify the direction and magnitude of the major and minor principal
stresses S1 and S3.
 Calculate the induced shear and normal stresses on all fractures within the model.
 Extract a 2D section from the DFN ensuring to remove out of plane fractures.
 Specify an entry gate and exit gate from which a potential failure pathway will start and finish.
 Specify a failure trajectory as a trend and a corridor through which the failure pathway will develop.
 Start by segmenting all fractures up at specified size by creating nodes along them.
 Assign nodes to both the entry gate and exit gate.
 Identify all possible forward-direction paths to nodes including all along fracture paths and also
fracture-fracture paths (i.e. rock bridges). Forward is defined based on the failure trajectory trend.
 Advance through the network, computing the best path to each node based on the distances and
weighting functions.
 To control the step path direction, two user defined angles restrict the clockwise and anti-clockwise
direction relative to the failure trend,  and  respectively (Figure. 4). Typical values may be +10o
and -90o for  and .
 Stop when the exit gate node having the weighted pathway with lowest overall sum W is reached.

𝑊𝑊 = Σ𝑊𝑊𝐹𝐹 + Σ𝑊𝑊𝑅𝑅𝑅𝑅 [1]

Where WF is the sum of all fracture segments and WRB is the sum of all rock bridge segments.

 The sum of all fracture segments i, is computed from

𝑊𝑊𝐹𝐹 = 𝑎𝑎 + 𝑏𝑏 ∗ 𝐶𝐶𝐶𝐶𝑖𝑖𝑐𝑐 ∗ 𝐿𝐿𝑑𝑑𝑖𝑖 [2]

Where CS is the critical stress = (shear force / shear strength).

 The sum of all rock bridge segments j, is computed from

𝑔𝑔
𝑊𝑊𝑅𝑅𝑅𝑅 = (𝑒𝑒 + 𝑓𝑓. cos 𝛼𝛼) ∗ 𝐿𝐿𝑗𝑗 [3]

Where  is the plunge of the rock bridge segment, defined such that vertical rock bridges are favored,
and rock bridges that double back to form notches are penalized. The coefficients a, b, c, d, e, f and g are
user defined weighting factors for influencing the failure pathway depending on local conditions and rock
properties.

 Finally report the rock bridge percentage for selected pathway.

2.2 Demonstration of Approach for En-Echelon Step Path Failure


To provide a simple initial illustration of the application of the rock bridge algorithm, a base case of 5 x
35 m step path fractures within a 50 m high stack of 5 benches has been considered. All subsequent
models within this paper have considered the same 5 bench configuration. These models were built
within the DFN software FracMan®, Golder Associates, 2017.

Initially a simple stress field is applied to the model. The purpose of this is to calculate on all fracture
segments the induced shear and normal stress components, such that a critical stress property can be
utilized by the rock bridge. This results in fractures carrying higher shear stress being preferred to those
carrying lower shear stress. The configuration of and results of the model are shown in Figure 3.
Figure 3. Application of the rock bridge algorithm to the simple step path base case. Upper model
shows the fracture configuration and simple stress model and the lower model shows
the resultant failure pathway.

The failure pathway as shown above reports a rock bridge percentage of 20.9%. The general mode of
failure including “shearing” along fractures and step path “tensile” rock bridge breakage is in agreement
with what would be intuitively expected.

3. TESTING OF THE ROCK BRIDGE ALGORITHM


3.1 Introduction
The initial publication of the rock bridge algorithm (Rogers et al 2017) contained a simple cross verification
test and a large number of demonstration cases. The purpose of this paper is to provide a much richer
suite of cross verification cases by comparing the DFN based results against those obtained by an
equivalent step path slope model implemented within the Finite Element geomechanical code RS2
(RocScience, 2017). RS2 ideally suited to this verification exercise as it can directly incorporate the same
explicit definition of the joint network as utilized in the DFN based analysis. A number of different models
have tested in both the DFN and RS2 approaches that range from an initial simple en echelon step path
model, to more complex fracture networks of varying intensities.
The base-case slope geometry and fracture network was loaded into RS2. To reduce the impact of
boundary conditions upon the numerical model, an additional bench down was added as well as extending
the crest length. Reasonable material properties were assigned to both the rock mass and joints. The
stress condition was exactly the same as applied to the fractures in the based case simulation, see Table
1.
Table 1: Properties for RS2 rock bridge simulations

Parameters Property Value Units


Cohesion 5.0 MPa
Rock Mass
Friction Angle 35 Degrees
Properties
Tensile Strength 0.5 MPa
Young’s Modulus 20 GPa
Cohesion 0 MPa
Joint Properties Friction Angle 30 Degrees
Tensile Strength 0 MPa
S1 45/270 3 MPa
In Situ Stress
S2 45/090 2 MPa

The Shear Stress Reduction (SSR) approach is commonly used in finite element slope stability analysis to
calculate the critical strength reduction factor (SRF- equivalent of safety factor). In this approach, the
strength parameters are incrementally reduced by a certain factor (SRF), until failure occurs. The Critical
SRF value that brings the model to failure is taken as the safety factor. In order to verify the rock bridge
algorithm, the failure pathway has been identified from the RS2 models. The failure pathway is identified
in RS2 models based on tracing the maximum shear strain (shear band). There is generally a significant
contrast in magnitude of displacement below and above the shear band outlining the potential size of
mobilized failure mass. Examining the output, the areas of highest shear strain indicate the likely failure
pathway that would develop through the modelled rock mass, see Figure 4.

Figure 4. RS2 model of step path slope model (M1), coloured by shear strain (left) and maximum displacement
(right). Compare to the DFN based failure path in Figure 3

The results of the simple step path case in RS2 show good agreement with the results from the rock bridge
algorithm. The DFN calculated rock bridge percentage was 20.9% which is in very good agreement with the RS2
interpreted pathway with a 21.0 % rock bridge. The only difference between the two approaches is that the RS2
model, finds multiple rock bridge pathways as a result of the stress concentrations that develop at the ends of
each fracture. However the effective failure pathway is the same. These initial tests provide confidence in the
basis of the DFN based approach.
The remainder of this section presents a number of cases where the same 2D fracture network has been run
through both the DFN based algorithm and the RS2 simulation. The DFN models utilized were reported in
Dershowitz et al 2017 and the properties used in the models are summarized within that paper. The models
shown here represent a number of fracture network configurations as follows, see Figure 5:
 M2 – single fracture set model with varying fracture intensity;
 M3 – two fracture set model with varying fracture intensity; and
 M5 – single fracture set with fixed intensity but varying the dip of the fracture set.

Figure 5. Example DFN based rock failure path solutions for Models M2 (single fracture set), M3 (2 fracture
sets) and M5 (single set, variable dip). The failure path is shown in red.
3.2 One Fracture Set Case (M2)
This case has a single set of fractures, dipping into the pit at a dip angle of 15 degrees and two different fracture
intensities, labeled as low and medium. With increasing fracture intensity, it is expected to see a diminishing rock
bridge percentage. The results of both the DFN rock bridge calculations and RS2 models are summarized in Table 2 and
Figure 6.

Table 2: Rock bridge properties for M2 Model

Intensity Fracture Average DFN Min DFN Based Max DFN Based RS2 Interpreted
Category Intensity P32 Based Rock Rock Bridge Rock Bridge Rock Bridge
(m2/m3) Bridge Percentage (%) Percentage (%) Percentage %
Percentage (%)
Low 0.1 43.7 32.4 55.0 41.5
Medium 0.15 36.9 28.9 46.6 39.5

Figure 6. Comparison between the DFN based failure pathways (Shown in Figure 5) and the RS2 interpreted
failure for two cases of the one fracture set models (M2). Both shear strain and total displacement
plots are shown for RS2 models

The general form of the DFN rock bridges and the RS2 failure paths is in good agreement. For this single fracture set
case, the overall low connectivity of the fracture network results in the failure pathway being dominated by longer
fracture segment and large rock bridge steps. Increasing the fracture intensity, provides more opportunity for smaller
rock bridge breakage although the general shape of the overall failure path remains very similar.
3.3 Two Fracture Sets Case (M3)
The second case considered is a more typical pit design scenario, with two sets of fractures: a shallow dipping set (15
deg.) and a steeper 75 deg. set, both dipping into the pit. With the two sets of fractures in this case, the fracture
network has increased connectivity as well as higher fracture intensity and so it is expected to see lower rock bridge
percentage. The results of both the DFN rock bridge calculations and RS2 models are summarized in Table 3 and Figure
7 for four different intensity cases.

Figure 7. Comparison between the DFN based failure pathways (Shown in Figure 5) and the RS2 interpreted failure
for four cases of the one fracture set models M3. Both shear strain and total displacement plots are shown for RS2
models
Table 3: Rock bridge properties for M3 Model

Intensity Fracture Average DFN Min DFN Based Max DFN Based RS2
Category Intensity P32 Based Rock Bridge Rock Bridge Rock Bridge Interpreted
(m2/m3) Percentage (%) Percentage (%) Percentage (%) Rock Bridge
Percentage %
Very Low 0.15 25.3 10.7 36.7 31.5
Low 0.2 23.0 16.3 31.1 29.0
Medium 0.3 14.1 6.7 18.8 13.5
High 0.4 9.8 4.9 14.2 14.5

As with the single fracture set case, the general form of the DFN rock bridges and the RS2 failure paths are in good
agreement. The relationship between the DFN rock bridge percentage and the RS2 results are shown graphically in
Figure 8.

Figure 8. Graph showing the relationship between the DFN calculated rock bridge percentage (average of 10
realisations) and that estimated from the RS2 models. The error bars in the x direction show the full
scale range on the values from the DFN model

The graph above shows a strong relationship between the DFN and RS2 derived rock bridge percentage
estimates. The error bars show that there can be quite a range of possible DFN based results. Running a large
number of DFN solutions is straight forward in comparison with the numerical models. It is recommended
that a limited number of numerical models are run to ground-truth the results. However the ease and limited
computational cost associoated with running a high number of DFN solutions makes them a sound basis for
any design input.
3.4 One Fracture Set with Variable Dip Case (M5)
In addition to the previous analysis where fracture intensity was the primary variable, the initial single set
model was taken and the dip of the fractures varied. The purpose of these tests was to see if the DFN method
could accurately capture the failure pathway transition from primarily along structures when they are
relatively steep to the slope, to progressive “stair stepping” up the structures as the main fracture grain
flattens. Models were run at a number of fracture dips, with the results tabulated in Table 4 and graphically
in Figure 9.
Table 4: Rock bridge properties for M5 Model

Fracture Dip Fracture Average DFN Min DFN Based Max DFN Based RS2 Interpreted
(deg) Intensity P32 Based Rock Rock Bridge Rock Bridge Rock Bridge
(m2/m3) Bridge Percentage (%) Percentage (%) Percentage %
Percentage (%)
40 0.15 36.3 26.1 54.8 55.7
35 0.15 32.0 18.4 46.6 22.7
30 0.15 31.6 21.1 45.3 35.5
15 0.15 36.9 28.9 46.6 42

Figure 9. RS2 model of two examples of the single fracture set model with fracture dip angles of 35 degrees
and 15 degrees. The left hand image shows shear strain and the right, maximum displacement.
Model M5 represents the basic configuration of model M2 (intermediate fracture intensity). These models
have investigated the impact of varying the dip of the single fracture set relative to the pit slope. Models
were run varying the fracture dip from 40 degrees down to 5 degrees, incrementing them down by 5 degrees.
It was found that as the fracture set flattens, an increasing portion of the overall failure pathway comprises
of rock bridge breakage as there is no available structures that can carry the failure towards the exit gate.

3.5 Variability of results


With any stochastic modelling approach, it is valuable to explore the variability that might be seen within the
rock bridge percentage results. To test this, the case with two fracture sets (M3) was run 100 times and the
rock bridge percentage of each failure pathway calculated. The distribution of rock bridge percentage is
shown in Figure 10 and tabulated in Table 5.

Figure 10. Histogram showing the distribution of rock bridge percentage from 100 realisations of
model M3 (moderate intensity)

Table 5: Summary rock bridge statistics from the 100 realizations shown in Figure 10

Average Dev 5%ile 10%ile 50%ile 90%ile 95%ile


14.0% 3.9% 7.4% 10.3% 13.8% 18.7% 19.4%

As can be seen the full scale range of rock bridge results can be quite significant. In this case, the range from
the 5th to the 90th percentile is 12% (7.4 to 19.4%). For design purposes, it is the authors’ belief that a rock
bridge percentage taken at the 10th percentile is an appropriate level of conservatism.

4. Conclusions
This paper presents further validation of a method for estimating the percentage of rock bridges within an
identified failure pathway, using a search algorithm that seeks to minimise the weighting cost through the
potential pathway options. There is no limitation on the nature of the underlying fracture network in terms
of the number of fracture sets, fracture orientation, length scale or spacing variations. However increasing
the number of fractures does progressively increase the run times. The approach differentiates between
those parts of the failure pathway comprised of “shearing” joints and rock bridges “failing” under tension.
This method supports the probabilistic assessment of the rock bridge percentage by Monte Carlo simulation,
taking advantage of all available rock fabric data. It is felt that for increased confidence, some numerical
simulations should be used to ground truth the results. However once calibration is established, basing the
design on a high number of DFN based simulations provides far more confidence than a single numerical
solution. Overall, the approach provides a more representative estimate of the factor of safety through
structured rock masses by including a data driven rock mass fabric and its influence upon rock mass failure.

References
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contribution to rock slope stability in the case of translational sliding failures. International Journal of Rock
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persistence and intact rock bridges in rock slopes. Engineering Geology. Volume 208, 24 June 2016, Pages
136-153
THE USE OF THE MAPTEK I-SITE 8820 LASER SCANNER AND SENTRY SOFTWARE
SYSTEM IN MANAGING BRITTLE ROCK MOVEMENTS AT THE KANMANTOO COPPER MINE
IN AUSTRALIA

Hutchison, B.J.1, Chambers, J. 1, Gannon, S. 1 and Herrmann, J. 2


Hillgrove Resources
Maptek

ABSTRACT
The Kanmantoo Copper Mine is located in the Adelaide Hills area of South Australia and is owned and operated by
Hillgrove Resources (HGO). The mine is a drill and blast, truck and shovel operation chasing mainly chalcopyrite ore
located in chloritised biotite schist lithologies. The initial Kanmantoo open pit operated in the 1970s, before falling co-
pper prices closed the mine. In 2010 the mine was reopened by HGO and a new Kavanagh cutback of the Kanmantoo
pit was undertaken. This pit was successfully completed to a depth of 230m before the start of a final 375m deep cut-
back, referred to as the Giant Pit. Two satellite pits, Nugent and Emily Star Pits, were excavated to allow for continuity
of ore supply during the stripping phase of the Giant Pit.

The experience gained from excavation of the Kavanagh, Nugent and Emily Star Pits, and the progressive develop-
ment of a geotechnical domain model, allowed for a steep walled design to be incorporated into the Giant Pit cutback.

Due to the geological joint structures the main ramp system was placed mainly on the eastern wall within a Garnet
Andalusite Biotite Schist (GABS) unit that is very competent and can be pre-split vertically. By increasing the vertical
stacked batter height from 24m to 36m the slope angle of the eastern wall within the GABS unit increased from 45o to
54o.

The geotechnical domain model had the main GABS unit with a sharp contact to the Biotite Schist (BSch) unit, located
near the upper eastern crest of the Giant design. This was based on somewhat limited drilling results and mainly on
mapping from the Nugent Pit, just to the south of the Giant Pit.

Initial excavations on a 150m long section of the east wall showed that the sharp GABS/BSch contact reverted to a
transitional contact approximately 30-40m in width. As this contact occurred to the west of the domain model contact
the vertical wall design led to unacceptable wall movements. This required a redesign and a subsequent east wall
cutback. On completion of this cutback and reversion to the steep wall design further wall movements were detected.

Steep walled designs require the adoption of stringent safe operating procedures and slope monitoring systems ca-
pable of detecting rock movement and providing alarm alerts to safely manage the mining operations. This paper
describes the initial excavation stages and the use of Maptek’s I-Site 8820 laser scanner and Sentry software system
in monitoring rock movements on the east wall of the Giant Pit.

1. INTRODUCTION
The Kanmantoo Copper Mine is located in the Adelaide Hills area of South Australia, and is owned and operated by
Hillgrove Resources (HGO); refer to Figure 1. The mine is a drill and blast, truck and shovel operation chasing mainly
chalcopyrite ore located in chloritised biotite schist lithologies. The initial Kanmantoo open pit operated in the 1970s,
before falling copper prices closed the mine. In 2010 the mine was reopened by HGO and a new Kavanagh cutback of
the Kanmantoo pit was undertaken. This pit was successfully completed to a depth of 230m before the start of a final
375m deep cutback, referred to as the Giant Pit. Two satellite pits, Nugent and Emily Star Pits, were excavated to allow
for continuity of ore supply during the stripping phase of the Giant Pit; refer to Figure 2.

Figure 1: Kanmantoo Copper Mine Location


Plan

Section A-A

Figure 2: Plan and Cross Section


HGO developed a steep wall design of the Giant Pit based on experience in the previous cutbacks, as is described in
Hutchison et al (2017). On the Giant Pit east wall the design was reliant on cutting vertical batters in competent Garnet
Andalusite Biotite Schist (GABS) and flatter 50o batters in the less competent and more foliated Biotite Schist (BSch).

In 2015 HGO embarked on the steep wall design but on the eastern wall the integrity of the design was compromised
by a transitional change between the two main lithologies, Garnet Andalusite Biotite Schist (GABS) and Biotite Schist
(BSch). Initial excavations on a 150m long section of the east wall showed that the expected sharp GABS/BSch con-
tact reverted to a transitional contact approximately 30-40m in width. As this contact occurred to the west of the ex-
pected contact location, excavation along the vertical wall design led to unacceptable wall movements. This required a
redesign and a subsequent East Wall Cutback (EWCB). On completion of this cutback and reversion to the steep wall
design further wall movements were detected.

HGO uses three automated slope monitoring systems, an IBIS FM slope monitoring radar and two Maptek I-Site 8820
laser scanners. An I-Site 8820 laser scanner and Sentry software system had previously been used to monitor ductile
rock movements of a toppling failure in the Nugent Pit (Hutchison et al, 2015). That occurred during the system’s re-
search and development phase, where it was initially set up adjacent to the IBIS radar system. After the I-Site system
proved itself in ductile rock conditions a second I-Site system was deployed to site. The IBIS FM system remained the
front line slope monitoring system and was deployed in highest risk areas identified by the geotechnical staff at any
particular time.

In 2015, after observing cracking in the initial Giant Pit east wall excavation, the IBIS FM system was used to monitor
those slope movements, until the decision was made to carry out the cutback. The IBIS system was deployed el-
sewhere and the I-Site system was then used as the front-line monitoring system of the Giant Pit east wall.

This paper describes the initial excavation stages and the use of the I-Site system in monitoring and managing brittle
rock movements on the east wall of the Giant Pit.

2. GEOLOGY AND GEOTECHNICAL DOMAINS


HGO has developed a geotechnical domain model that is comprised of three main hard rock domains, GDM1 to
GDM3, and a fourth weathered rock, alluvial deposit and waste rock domain, GDM4 (refer to Figure 2). The main
BSch, GABS and BCGS rock units at Kanmantoo have been highly metamorphosed, with a steep easterly 70o dip-
ping foliation, as depicted in the cross-section of Figure 2. The metamorphism in the GABS unit has resulted in a very
competent rock mass, whereas the BSch is less metamorphosed and contains closely spaced, weak foliation joints.

In the Nugent Pit the contact between the GABS and the BSch units was found to be a very sharp and distinct contact.
The geotechnical domain model therefore extrapolated a similar contact through the Giant Pit area.

3. EAST WALL DESIGN


The Giant Pit design was based on the various wall orientations within the geotechnical domains. In the case of the
east wall, the jointing in the GDM1 domain is very favourable. Along with the competent GABS material, this allowed
the batters to be pre-split at vertical angles, over heights up to 36 m. On the other hand, the weaker nature of the BSch
in GDM2 restricted the batter angles to 50o in the upper eastern area of the pit. In GDM4 the slope angles were also
set at 50o due to the stiff nature of the clayey gravel deposits in that area.

The original east wall design of the Giant Pit is shown in Figure 2b. The domain model suggested that the east wall
would be restricted for the most part to GDM1 and GDM4.

4. 2015 WALL MOVEMENTS


The east wall excavation of the Giant Pit began in April 2015, starting at RL1200 in the northern end and at RL1160
in the southern end. By November 2015 the working level had reached RL1136. It had become apparent that a steep
easterly dipping fault passed through the area and that the contact between the GABS and BSch was not sharp and
in fact was quite transitional, with alternating GABS/BSch to the west of the original contact location and around the
fault; refer to Figure 3.
Over the prior two to three month period various toppling events had occurred and open cracking was evident on the
batter slopes. The IBIS FM slope monitoring radar system was used to manage the slope during that period. The main
topple events occurred during blasting, so there was no opportunity to predict the failures through ‘critical monitoring’.

Figure 3: East Wall Topple Area and Cracking

5. EAST WALL CUTBACK


In November of 2015 the decision was made to recut the slope and a new East Wall Cutback (EWCB) design was de-
veloped and implemented. That design cut the upper slopes back to a near continuous 50o slope, down to the RL1124
level. The design was also based on keeping the fault trace on or at the toe of the 50o slope. The base of the EWCB
at RL1124 was reached in September 2016.

On the 14th of September 2016, a slump event occurred at the northern end of the EWCB; refer to Figure 4. This slump
also occurred during blasting and was later shown to be related to a soft BSch zone located in the transition zone. A
Sentry system, set up at a small acute angle to the slope, did not detect any significant movement prior to the blast.
Following a delay carrying out investigations, the slump was eventually cleaned up and excavation down the original
vertical design began in December 2016.
Figure 4: 14th September East Wall Slump

6. I-SITE SENTRY MONITORING


As the IBIS radar system was deployed elsewhere, a second Maptek I-Site Sentry system (Figure 5) was deployed
to monitor the east wall, as excavations proceeded below the RL1124 level. This early version of the Sentry system
comprised:

• Maptek I-Site 8820 laser scanner


• Sentry system tripod as found in trailer
• Sentry prototype remote power supply with monitoring
• Sentry control system within rugged computing equipment
• Full remote access capability, utilising cellular networking & remote access.

A more detailed description of the system can be found in Hutchison and Howarth (2015).
Figure 5: I-Site Sentry System

The new Sentry system was set up directly opposite the September slide on the opposite western wall crest. Initially
the Sentry system was set to scan the complete width of the eastern wall; refer to Figure 6. This took 23 minutes to
complete a full scan. As described later, the scan was intermittently reduced to a smaller area, concentrated around
detected movements. In those cases, the scan time was reduced to 7 minutes. In both cases the scanner was set at
Resolution 8; this gave a cell size of approximately 1.1 m x 1.1 m, at distances of 450 m to 550 m.

Figure 6: Scan Extents and Dimensions


7. I-SITE MOVEMENT MONITORING
As the mining excavations progressed downwards, the Sentry system began detecting widespread wall movements;
refer to Figure 7. The first detected movement occurred with a blast on the 24th February 2017, located against the toe
of the wall and down to the east wall ramp level. The blast displaced the wall above up to 20 mm. The majority of the
shot rock was subsequently left in place, to act as a buttress. Work then continued in front and around the movement
area. Creep movements persisted for a further three days, reaching up to 30mm. Following a blast further down the
wall to the south, on the 27th February, a further jolt of 5mm occurred but the movements then settled down.

Figure 7: I-Site February - March 2017 Movements

With the slope in a quasi-stable state over a two-week period a decision was made to attempt to create a single lane
access down the design ramp in front of the movement area. On the 16th March the shot rock in front of the main
movement area was slowly trimmed back. The Sentry system was used to monitor the wall as an excavator repeatedly
trimmed off 2-3 m wide strips of shot rock, parallel to the face. Surprisingly there was no further movement of the slope;
refer to Figure 7. The final shot rock buttress left at the toe of the slope is shown in Figure 8.
Figure 8: Cracked Batter and Cross-Section Through Buttress

Throughout April the slope continued to show only minor movements during blasting events but several cracks opened
above the buttress, as can be seen in the photo in Figure 8. The east wall was eventually mined down to the RL1064
level, leaving only a trim shot in front of the buttress area, as shown in the cross-section of Figure 8. To improve the
integrity of single lane access shear pins were installed behind the ramp crest, prior to taking the trim shot.

As the time to take the trim shot approached, the scanner was re-programmed to monitor the main movement zone
only; refer to Figure 6. This resulted in a scan time of 7 minutes. The effect of the trim shot blast on the wall can be
seen in the Sentry displacement versus time plot and heat map of Figure 9. On taking the trim shot blast there was an
immediate 30mm displacement of the wall directly above the buttress. This set off the velocity alarms that had been
set at 1 mm and 3 mm per hour. For the next 2.5 hrs, the wall showed no movement, but high dust events did affect
the scan data. Following those dust events, the laser scanner data showed a rapid acceleration in movement until a
large block failure occurred; refer to Figure 10. After the blast the pit had remained closed, except to geotechnical and
blast crew staff who were clearing the shot and investigating the integrity of the ramp. Two people were in the pit at the
time of the failure but were well away from the failure itself.
Figure 9: 1st May 2017 Overhang Block Failure Monitoring (Displacement versus Time)

Figure 10: Overhang Block Failure


8. EAST WALL GEOTECHNICAL REVIEW
Due to wall movements and this rockfall event the decision was made to temporarily step into the pit and undertake a
thorough geotechnical review of the east wall. The step-in involved constructing a single lane access on the trim shot
material and then proceeding to cut vertically downwards in the competent GABS material.

A structural geologist consultancy was employed to carry out structural mapping for use in the review and to provide
a structural model for potential future underground works. The geologists only had access to two ramp systems, so
Maptek I-Site Studio software was utilised to carry out remote structural mapping. Selected Sentry laser scans were
used in the Studio software to identify the orientations of various structures. Among other things, a series of north-east
to south-west striking, steep north-westerly dipping strike-slip faults were identified; refer to Figure 11.

Figure 11: Structural Mapping Utilising Maptek I-Site Studio Software

I-Site Studio software was also used to compare the differential displacements between selected time frames as the
east wall slope was developed. As can be seen in Figure 12, the strike-slip faults corresponded to distinct boundaries
in differential displacements.

Figure 12: January - August 2017 Movements and Relationship to Strike-Slip Faulting
The structural mapping (Standing and Fay, 2017) also provided a better understanding of the geology and nature of
the transition zone in the upper slopes; refer to Figure 13. All this information was used as input into revising the initial
3-D stress analysis model (Sainsbury, 2016).

Figure 13: Structural Mapping Interpretation of East Wall

The laser scanner data has been used to calibrate the model, specifically to refine the modulus values used. A depic-
tion of the 3-D stress model deformations can be seen in Figure 14.

Figure 14: Three-Dimensional Stress Model Deformations of the Eastern Wall

The geotechnical review considered several options for progressing the wall and attempting to maintain the design,
including such factors as:
• providing rock support in and above the movement zone
• laying back the intermediate slope between the RL1124 level and the main ramp, and
• constructing a retaining wall buttress to allow single lane access.

Due to the risks associated with these options and the desire to achieve a continual mine progression, with no further
delays, the decision was made to bolster the buttress and to make the temporary step-in ramp on the shot rock a
permanent access. The progress on excavations to July 2017 can be seen in Figure 15. At that stage bolstering of
the buttress was in progress and excavations had proceeded 24m below the base of the step-in ramp. The 3-D stress
analysis has shown the new design to be stable, except for localised crest failures.

Figure 15: Giant Pit East Wall Progression

9. SUMMARY
This paper has described the initial excavation stages of the east wall of the Kanmantoo Copper Mine’s Giant Pit.
Maptek’s I-Site 8820 laser scanner, I-Site Studio software and Sentry system were used to monitor rock movements
and provide remote structural mapping and differential deformation data used in a 3-D stress analysis of the east wall.

The Sentry system allowed real time movement monitoring of a deforming brittle rock environment as excavations
proceeded directly below. Most of the recorded wall movements were shown to be directly related to blasting events.

The Studio software utilised specific Sentry scans to remotely map geological structures. Strike-slip faults were then
directly correlated to discrete changes in deformation identified by the laser monitoring.

10. REFERENCES

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Copper Mine in South Australia. Proceedings of Slope Stability 2015, (South African Institute of Mining and Metal-
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structurally controlled failure mechanisms at the Kanmantoo Open Pit. Proceedings of First Asia Pacific Slope Sta-
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• Standing, J. and Fay, C., 2017. Progress report on structural studies at the Kanmantoo Cu-Au Mine, Kanmantoo,
South Australia. Report to Hillgrove Resources. Model Earth, Perth, WA, Australia. 48 pp.
STATE-OF-THE-ART MONITORING TECHNIQUES FOR SAMARCO TAILINGS DAMS

LUKE CLARKSON1
Samuel Carneiro2; Breno de Matos Castilho2; David Williams1; Marc Ruest1; Marcelo Llano1; and David Noon3
1
The University of Queensland Geotechnical Engineering Centre, School of Civil Engineering, Brisbane, Queens-
land, Australia.
2
Samarco Mineração, Mariana, Minas Gerais, Brazil.
3
GroundProbe, Brisbane, Queensland, Australia.

ABSTRACT
Good tailings dam management becomes critical as the complexity of mining projects increases, along with the in-
creasing global focus on safe and sustainable development. The industry standard, and fundamental benchmark for a
tailings storage facility, is to provide ‘safe, stable, and economical storage of tailings presenting negligible public health
and safety risks and acceptably low social and environmental impacts during operation and post-closure’.

Geotechnical stability is a key consideration in many tailings dam failures, and monitoring and instrumentation of tai-
lings dams provides valuable insights into potential tailings dam failure mechanisms. Given the extremely high costs
of tailings dam failures, such monitoring and instrumentation is a cost effective means of determining the critical para-
meters that may mitigate the risks and potential consequences of tailings dam failures. This paper discusses the out-
comes of a back-analysis of state-of-the art slope monitoring techniques undertaken at a number of sites at Samarco
Mine in Brazil. The data are assessed in terms of geotechnical stability and the associated alarm levels. The ability to
pre-emptively identify, and respond appropriately to slope instabilities is explored.

1. INTRODUCTION
The demand for tailings dam growth, and in turn the risk associated with these structures, is increasing exponentially
with time. To address waste volume requirements, tailings storage facilities must be built (Robertson, 2012):

BIGGER: higher stresses, higher strains, higher consequences;

FASTER: higher pore pressures, static liquefaction, rushed constructed, less observed time; and

LONGER LASTING: Mine closure halts operation, but the waste facility still stands. Time-dependent deterioration
must not be excluded from consideration.

Statistics have reported two to five tailings dam failures annually for the roughly 3,500 tailings dams worldwide (a
probability of 1 in 700 to 1 in 1,750) (LeProude, 2015; Davies et al., 2002a). Comparatively, the estimated annual pro-
bability of failure for a conventional dam is 1 in 10,000 (Davies et al., 2002a).

In Chambers’ (2016) database of the 280 dam failures recorded between 1915 and present day, the highest count of
failures are in the United States of America (USA) and Chile, which are anticipated to be elevated due to the number of
dams in existence and the frequency of earthquake events, respectively. It is important to consider statistics and data,
as will be conveyed in this paper, by the metrics of best value. The likelihood and consequence of dam failure in terms
of the social, environmental, and economic pillars of sustainability are the dominant metrics by which the risk of tailings
dam failure is established. In the case of historical collation of data, the value exists for the geotechnical community in
that “there have been no unexplained failures” and “in all of the cases over the past thirty years, the necessary knowle-
dge [existed] to prevent the failure at both the design and/ or operating stage” (Davies et al., 2002). For the USA, this
value is realised where gained knowledge has contributed to improved engineering practice, in turn decreasing the
number of dam failures from 77 in 1960 through to 1990, to 15 between 1990 and present day.

The trend of reported deaths has also decreased significantly, although the same cannot be said for amount of tailings
released, reiterating that there is still work to be done. The value of education and resilience in Chile has seen the
failure of tailings dams due to seismic liquefaction reduced “from 14% in pre-2000 cases to zero in post-2000 cases:
the 2010 Chilean earthquake of magnitude 8.8 did not cause any failure” (Azam and Li, 2010). In perspective, the La
Ligua earthquake of magnitude 7.4 on March 28, 1965, exhibited the most widespread influence with 17 reported dam
failures, 200 reported deaths, and 2.5 million cubic metres of reported release as a result.
Since 1986, the state of Minas Gerais in Brazil has had eight tailings dam failures, six of which are considered major.
This state, roughly the size of France, is responsible for most of the country’s iron ore production, and thus has the
biggest concentration of tailings dams in Brazil. Most of the failures were found to be related to liquefaction as the
coarse, sandy properties of iron ore tailings exhibit characteristically high susceptibility to liquefaction. The upstream
method is the predominant method for dam construction in Brazil. Also, as Brazil was mostly considered non-seismic
until recently, dynamic analyses are still incipient in the country and there are no acts or regulations that require dyna-
mic loadings to be taken into account in dam design.

In recognising cases such as that where Brazil is unfamiliar to design considerations to which Chile has advanced,
geotechnical information pertinent to increasing the knowledge and understanding of in-situ failure risk analysis should
be shared in consideration of safety, livelihood, reputation, and best standard practice. This is anticipated to allow a
global reach of geotechnical engineers to design, construct, operate, and maintain these structures responsibly. A
communal approach from all tiers of geotechnical personnel for the betterment of stakeholder safety embraces mul-
tiple benefits. Acting in accordance with this recommendation, this research paper discusses localised tailings dam
failure case studies from Samarco Mine in Minas Gerais, Brazil. With a focus on state-of-the-art monitoring techniques,
in particular radar deformation monitoring, the intent is to detail how back-analysed interpretation of existing monitoring
and instrumentation can benefit future dam monitoring. Improved strategies in terms of critical parameter trigger levels,
and ultimately the ability to anticipate and respond promptly to tailings dam instabilities are anticipated.

2. SITE CHARACTERISATION AND BACKGROUND

MINE BACKGROUND
Founded in 1977, Samarco mine iron ore in Minas Gerais, Brazil, to produce and export pellets to 19 countries in the
Americas, the Middle East, Asia, and Europe. Samarco currently operates under a 50-50 joint venture arrangement
between Vale S.A. and BHP Billiton Brasil Ltda.

At the time of this paper, Samarco was embedded in, and committed to the social, environmental, and economic
recovery of regions impacted by failure of the Fundão dam in late 2015. As part of this recovery, and in line with the
recommendations introduced, Samarco bears a self-induced responsibility and obligation to share learnings. An open
discussion with both national and international peers increases awareness of the risks, and how interpretation of pre-
vious events at this mine can contribute to a safer environment.

DAM AND SLOPE CHARACTERISTICS


Each of the events described in this paper comprised real-time, radar monitoring at the time of failure. All three events
occurred after the Fundão dam failure in November 2015, with data collection complemented by the availability of six
radar units that were deployed to monitor for further deterioration following the event. A limitation exists where once
operational instrumentation, including inclinometers, piezometers, extensometers, and survey points on the structures
being assessed had been destroyed in the previous event: a strong justification in the requirement for deployable mo-
nitoring solutions. The only comparable data was that from the weather station.

SANTARÉM DAM
Santarém Dam is located 3 km downstream of Fundão dam (Figure 1). Santarém Dam is designed as a civil gravity
dam: a concrete structure retaining both water and tailings. On failure of Fundão dam, Santarém Dam overtopped
and sustained structural damage, but did not fail. To ensure future integrity of the dam, Samarco have constructed an
earthen buttress to reinforce the downstream side. Radar monitoring detected a minor, localised failure during cons-
truction.

Dike 2
Dike 2 is located 500 m upstream of Dike 1 of the Fundão dam (Figure 1). Internal to the Fundão reservoir, Dike 2 was
designed to retain the slimes component of the tailings, while sands were retained by Dike 1, both of which failed in
the 2015 event. Of the 19,000,000 m3 of material remaining within Fundão after the failure, the majority were slimes
situated upstream of the breached Dike 2. In January 2016, 1,000,000 m3 of this material was mobilised from the
reservoir as a result of heavy rainfall, which carried downstream uninterrupted to overtop Santarém Dam. With repair
works underway on the downstream Dike 1, the risk of failure of the adjacent Selinha Dike, surrounding natural slopes,
or progression of failure of Dike 2 was considered major with loss of life a potential consequence. Radar monitoring
detected several minor events, of which one particular slimes collapse will be assessed.
Natural Slope
The natural slope is located 200 m downstream of Fundão dam (Figure 1). On recovery of the Fundão dam failure,
a cofferdam was being constructed with the intent to drain, and allow repair works to take place downstream. Visual
inspection of the worksite identified a potential circular shear failure forming on the adjacent natural rock slope. With
personnel working below the area, risk assessment identified loss of life as a potential consequence of failure. No data
was available on the material characteristics of the rock. Radar monitoring detected, and provided sufficient warning
for failure of the circular shear failure during monitoring.

Figure 1 – Samarco site locations

TRIGGERS AND RESPONSE


On all instruments installed at Samarco Mine, parameter thresholds exist as triggers to prompt appropriate responses,
dependent on the level of threshold exceeded. Piezometric thresholds correlate directly with the design factor of safe-
ty, where sensitivity analyses in computer modelling established the water table levels at which intervening action was
required, prior to significant deterioration of the dam wall. Movement thresholds, on the other hand, are more difficult
to determine.

Back-analysis of in-situ behaviours represents one of the most valuable approaches in establishing movement trig-
gers. For slope stability assessment, in-situ movement data may be collected by instruments embedded in the sub-
surface such as inclinometers, or from the surface, by extensometers, survey points, slope stability radar, or LiDAR.
Surficial readings can be convenient and readily collected indicators of internal deformation. They may also be used to
confirm and/ or optimise computer modelling of anticipated behaviours, inclusive of site geotechnical variability.

Existing radar movement thresholds at Samarco are based on back-analysis of a minor failure that was captured in
Santarém Dam. The basis of selection was those thresholds that allowed for greater warning prior to the event occu-
rring. The threshold values for radar monitoring, and responses for each threshold level are summarised in Table I. It
is important to acknowledge that movement velocities are reported as opposed to magnitude, as it is the accelerated
change of movement that is the critical indicator of failure in the short term, with large movements over a longer dura-
tion of time able to be predicted, remediated, or otherwise remaining globally stable. Regardless of the trigger level,
the Geotechnical Engineer can evacuate the structures and/ or trigger Samarco’s Emergency Action Plan at any time.
Table I - Response plan for trigger levels, inclusive of nominated radar movement thresholds
Yellow Orange Red

Radar move-
Trigger

3Mm/ h 5Mm/ h 8Mm/ h


ment velocity

Validate the reading against


specific instrument instruc- As per yellow res-
M o n i t o r i n g tions*. ponse, but also
Evacuate personnel from
centre techni- If validated to be true, alert contact geotech-
structure.
cian the geotechnical engineer nical engineer by
of all known information by phone, promptly.
email.
Responsibilities

Immediately to the monito-


If reading is validated, per- Investigate re- ring centre.
form a field inspection and quirement for Evaluate threshold reading
check surrounding instru- pre-emptive eva- and surrounding instru-
Geotechnical
mentation. cuation of structu- mentation.
engineer
Report on the alarm and in- res. Consider safety and feasi-
clude required actions for re- Issue report to key bility of field inspection.
mediation/ response. stakeholders. Issue report as per yellow
trigger.

*At Samarco, contingency is applied in the monitoring and instrumentation strategy in order to allow for this vali-
dation process. For example, automated readings from telemetry installed on piezometers would be validated by
manual inspection, and Slope Stability Radar (SSR) monitoring would be validated against Interferometric Synthetic
Aperture Radar (InSAR).

LOCAL ACTS AND REGULATIONS


Samarco abides by national law, called Portaria, which is authored by the National Department of Mineral Production
and sets the standard for dam safety in Brazil. Portaria 416, released in September 2012, was vague in terms of moni-
toring and instrumentation requirements, stating only that readings from the instrumentation must be made available to
the authorities should they require it, and measurement and documentation frequency should be every 15 days, at the
least. A general understanding across Brazilian mines was that mandatory monitoring requirements were defined by
the person or company responsible for the dam, typically to an extent that allowed design expectations to be compared
against operational performance.

The most recent release of Portaria at time of this paper was Portaria 70.389, published on 17 May, 2017. This release
was passed in collaboration with Samarco, where definition of the new industry standard for monitoring is complemen-
ted by the outcomes and learnings from the 2015 failure: the most significant event for Brazil in recorded history. While
the monitoring requirements from Portaria 416 remain, the following requirements have been added:

• Every dam must have a monitoring system that allows the company to assess dam safety;
• The complexity of this system is dependent on dam failure consequence;
• For dams deemed of high consequence, the monitoring system must be real time, and must have video came-
ras, both monitored 24 hours a day, seven days a week; and
• This monitoring system, amongst other elements, must be assessed for all site dams twice per year by an ex-
ternal consultant.
3. MONITORING TECHNIQUE AND DATA TREND ANALYSIS

CALCULATION PERIOD
In terms of monitoring and instrumentation, calculation periods define the time duration over which the deformation
data is averaged, i.e., the temporal resolution of the data. There is often an exchange between spatial and temporal
resolutions; a lesser temporal resolution (considering data averaged over longer time periods) will give smooth data,
but less accurate trending, while a greater temporal resolution has the potential to be distorted by data ‘noise’ in the
system, which also has the potential to trigger false threshold alarms on isolated data spikes. For this reason, different
calculation periods were assessed with the intent to establish sensitivity of the existing threshold levels at Samarco
Mine, and the applicability of these in anticipating the failure event. These are represented by “Velocity over calculation
period” parameters in this report. These are compared against cumulative displacement of the scanned target: a direct
output of the radar technology.

SUMMARY OF MONITORING DATA FINDINGS

Santarém Dam
A minor local failure was observed on the spillway area at Santarém Dam on 12 June, 2016, at which time the slope
was being monitored by slope stability radar (Figure 2). The material was displaced along a slip plane that formed two
thirds of the way up the second bench. In the months preceding, GroundProbe radar surveillance reports documen-
ted negligible deformation rates that were not associated with operations, traffic, or when correlated against rainfall
periods.

The compacted earthfill material exhibited regressive/ progressive deformation prior to failure (Figure 3). A regressive/
progressive (decelerating/ accelerating) failure condition can “rapidly lead to collapse” and be caused when “mining
daylights a sliding surface, [when there is] breakup, or excavation of rock at the toe of a slope, or [as a result of] an
increase in water pressure” (Darling, 2011). The month of June was unusually wet; 72mm of rainfall was recorded
between June 1 and June 12, which is compared to the negligible rainfall that characteristically occurs during these
winter months on-site. Visual inspections detected water retention on the first and second berms below the crest. No
other visual anomalies were detected.

Figure 2 - Slope stability radar monitoring for Santarem Dam, showing location of local failure

The existing site thresholds for velocity proved effective in their ability to predict local failure, in particular when using
the “Velocity over 60” calculation period (Figure 3). This provided warning at five hours, three hours, and one hour for
yellow, orange, and red alarms, respectively (Table II). In consideration of the responses designated for each alarm as
seen in Table I, this degree of notice presents a safe and feasible response time.

The regressive/ progressive trends exhibited movement for almost two days prior to failure. During the regressive
trending stage, a yellow alarm was triggered for a single hour. In comparison to triggers of 2 mm/h and 1 mm/h, which
would have been cautioning for five hours and eight hours, respectively, this alarm proved effective in acknowledging
the increase yet not escalating the alarm beyond what a regressive trend warrants.
Further, the risk of uneventful readings in stable operating conditions exists with lower alarm thresholds. In consi-
deration of all velocity calculation periods over the entire duration that the same radar that captured that failure was
operating, 1 mm/h would be alarming on average 12.6% of stable operating time, and 2 mm/h for 7.3%.

Figure 3 - Velocity and deformation data trending for Santarém Dam, velocity alarm thresholds shown

Table II - Velocity alarm assessment for Santarém Dam


Time before event (hours)
Velocity over Velocity over Velocity over Velocity over Velocity over
Trigger Level 60 120 180 360 1440
1mm/h 8.3 8.0 7.8 6.5 -
2mm/h 5.5 5.2 4.9 3.9 -
3mm/h 5.1 4.4 3.9 2.5 -
4mm/h 4.1 3.7 3.0 1.5 -
5mm/h 3.0 2.1 1.8 0.6 -
6mm/h 1.8 1.5 1.1 0.2 -
7mm/h 1.5 1.0 0.4 0.1 -
8mm/h 1.3 0.5 0.2 - -
9mm/h 0.4 0.2 0.1 - -
10mm/h 0.2 0.2 0.1 - -

Readings designated as “-“ were not identified prior to the event.


Dike 2
A collapse of debris was observed to progress at the toe of Dike 2 over the period of six days, from 8 August 2016 to
14 August 2016 (Figure 4). Debris flow was displaced downstream in a progressive failure trend, where the rate of
displacement continued to increase until collapse; approximately 50% of the total material deformation occurred on the
sixth day. No significant rainfall occurred during or prior to this event.

It is anticipated that loose, saturated slimes comprising high proportions of clay- and silt-sized particles remained after
the 2015 collapse. The moisture content of the slimes is typically around 30%, while the liquid limit is approximately
25%: indicating low consistency. Based on the radar deformation trends and visual assessment of the surrounding
area, it is the author’s opinion that hydraulic forces induced by upstream runoff flows preferentially degraded a pathway
through the material; the same forces that failed an upstream earthen buttress by erosion piping two months prior.

In the author’s assessment, mass collapse of the material may have been observed as a result of progressive erosion
of the surrounding banks driven by decreasing confining stresses, in combination with water recharge encouraging
an elevated moisture content and the associated decrease in shear strength of the slimes. In terms of the data, this
mechanism could be represented by the process of shear stress gradually reducing the shear strength until the point
at which the slip triggers, as reflected by comparatively elevated rates of deformation.

Notably, deformation trending in the surrounding areas suggests steady creep, which is anticipated to be reflective of
the same influences that failed the adjacent material, and may be early stage indicators of a similar event.

In the month preceding, GroundProbe radar surveillance reports documented no evidence of significant deformation
processes, with deformation rates consistently below 2 mm/day.

Figure 4 - Slope stability radar monitoring for Dike 2, showing location of slimes collapse

The existing site thresholds for velocity proved effective in their ability to predict collapse of the slimes at Dike 2, provi-
ding warning at up to 42 hours, 9 hours, and 1.8 hours for yellow, orange, and red alarms, respectively (Figure 5 and
Table V). This degree of notice presents a safe and feasible response time. Unlike Santarém Dam, this failure was
slow and ductile, exhibiting movement for six and a half days prior to failure: a duration that saw the larger calculation
periods such as Velocity over 360 and Velocity over 1440 prove most effective in forecasting the failure.
Figure 5 – Velocity and deformation data trending for Dike 2, velocity alarm thresholds shown

Table V - Velocity alarm assessment for Dike 2


Time before event (hours)
Velocity Velocity Velocity Velocity Velocity
Trigger level 60 120 180 360 1440

1Mm/h 23.75 23.75 23.38 62.23 58.30

2Mm/h 11.82 22.75 22.75 42.03 53.27

3Mm/h 4.68 22.62 22.62 22.50 42.03

4Mm/h 2.15 10.78 22.50 21.37 21.87

5Mm/h 2.02 3.80 8.88 9.15 6.83

6Mm/h 1.90 2.27 1.90 7.75 1.27

7Mm/h 1.83 1.77 1.77 6.08 -

8Mm/h 1.77 1.38 1.52 - -

9Mm/h 1.70 0.88 0.38 - -

10Mm/h 1.65 0.63 0.00 - -

Eixo 1 – Natural Slope


Local, regressive-progressive deformation processes were observed to be drivers behind the dislodgement of material
at the Eixo 1 natural slope on 14 November, 2016. The time between deformation being first observed and material
failure was 7.5 days.

The slope material comprised large quantities of loose rock, initially intact but anticipated to have weathered and de-
graded over time. Two primary mechanisms are anticipated to have driven the regressive-progressive failure of the
natural slope: breakup of rock at the toe of the slope, in addition to an increase in water pressure. With complexity
added as a result of interaction between these two drivers, it is observed that the failed and exposed sections of the
slope became susceptible to further degradation from weathering, in turn entering a cycle of progressive instability.
This is evidenced by the successive recorded events, all of similar behaviour, in addition to the incremental trend of
movement along a preferential deformation path down the side of the slope (Figure 6).

Figure 6 - Slope stability radar monitoring for Eixo 1 in November, 2016, showing location of circular slip failure

The existing site thresholds for velocity proved ineffective in their ability to predict local failure of Eixo 1. Velocity over
60 triggered a yellow alarm half an hour prior to failure, however could easily be missed if read without the knowledge
that a failure were about to occur. No orange alarms were triggered.

Alternate metrics are recommended as additional control measures. Inverse velocity was investigated to also be in-
effective, so an assessment of deformation triggers was conducted (Figure 7 and Table III). Deformation triggers are
useful in disaggregating data noise from small deformation data, and hence will present slightly different results than
the velocity analysis.

Figure 7 - Deformation data trending for Eixo 1


Table III - Deformation alarm assessment for Eixo 1
Time before event (hours)

Trigger Level mm/2 hours mm/4 hours mm/6 hours mm/8 hours

1mm 1.4 23.4 28.3 23.6

2mm 1.0 1.1 28.0 22.5

3mm 0.6 0.8 20.6 19.1

4mm 0.4 0.6 19.8 0.8

5mm 0.1 0.3 19.5 0.4


-
6mm 0.0 19.1 0.1
- - -
7mm 18.7
- - -
8mm 9.6
- - -
9mm 0.3
- - -
10mm 0.0

Note: Greyed out cells indicate less useful results, where these triggers were exceeded on initiation of the regression
trend, and remained above the trigger level until failure.

The ability to confidently forecast developing movement in the progressive trend using the approach described in Fi-
gure 7 was not possible until at least five scans into the trend. This was because a deformation trend that is averaging
movement over previous hours will capture the regressive trend prior, lagging current movement trends by a number
of scans. To eliminate this, the deformation data would need to be averaged over 24 hours, which is less practical for
forecasting short term events such as the Eixo 1 event as the data will simply reflect the deformation trend itself.

Calculated rates for mm/ 2 hours presented three of the more desirable warnings at 83, 60, and 36 minutes prior to
failure. The risk exists that unwanted alarms will trigger at such low rates, however assessment reported that for the
month prior to initiation of this event, 1.7% of operating time would be alarming for 1mm/ 2 hours, and 0% for 2 and 3
mm/ 2 hours.

It is anticipated that geotechnical engineering judgement will be applied to the deformation assessment approach,
both on setup for conditional suitability of the alarm, and on response should it trigger. While this deformation trigger
may be appropriate for Eixo 1, it may alarm more frequently when monitoring slopes of different material properties. In
contrast, when the deformation alarm is applied to stable operating conditions for Santarém Dam and Dike 2 (analysed
over the entire duration of data capture at these sites), uneventful alarms for 2mm/ 2 hours are presented 1.1% and
8.8% of the time, but would trigger approximately 8 hours and 24 hours prior to failure, respectively.

4. DISCUSSION

IMPLICATIONS AND LIMITATIONS

Opportunities

Pertinent opportunities that can be derived from the data from the three events comprise:

• Existing site thresholds for deformation velocities were effective in predicting two of the three events, up to 22
hours prior to failure. The triggers allowed for, at minimum, one hours’ warning on red alarm prior to failure;
• For the Eixo 1 failure, deformations were not of great enough magnitude to assure that the velocity triggers
were progressing toward a failure event. In this scenario, a second deformation metric was recommended in
order to validate the velocity triggers which allowed 1.4 and 1 hours’ warning on yellow and orange alarms,
respectively;
• Forecasting of slope instabilities in sufficient time allows the geotechnical engineer, or otherwise, to pre-empti-
vely identify and respond appropriately to slope instability;
• The value in real-time monitoring techniques is realised where failure progression over a period of two through
to eight days as in the cases analysed may not be identified on a bi-monthly inspection regime, for example;
and
• It is not cost effective to have some real-time solutions operating 24/7 in stable conditions. Visual observations
are recommended as the first and foremost control measure to be implemented. There is immense value in
training operational personnel on geotechnical hazards; hundreds of eyes on the ground that can identify and
advertise deteriorating conditions are invaluable, and existing, assets.

Limitations
The greatest value in monitoring and instrumentation data is in the technique of analysis, driven by operator experien-
ce, understanding of site conditions, and how these relate to an understanding of the plausible failure mechanisms
and triggers for different areas of the mine. This experience must be leveraged in order to account for geotechnical
variability, making appropriate considerations on the prediction of failure for:

• One conservative trigger value for each threshold, applied across the entire site, may not be effective for diffe-
rent types of slopes, i.e. a brittle rock failure from a sub-vertical wall will deform and fail differently than ductile
flow of debris on a gently grading slope; and
• Wet weather, although often associated with geotechnical instabilities, can also produce ‘noisy’ radar data on
smaller calculation periods, in addition to falsifying how close the material is to the radar as surficial water runoff
is recorded as movement during the scan.

INTEGRATION WITH DAM MONITORING STRATEGY


The intent of the dam monitoring strategy is to assess and measure design expectations against operational perfor-
mance of the dam. The opportunities identified fit with the existing dam monitoring strategy in not only validating the
existing threshold parameters, but recommending alternate validation techniques to provide additional confidence to
a single parameter assessment. It is anticipated that correlation of deformation parameters with other instrumentation
readings would be valuable in future development of monitoring strategies.

Understandably, monitoring with no history of collapse or benchmarking data is challenging, however not redundant.
The existing data at any site is of immense value: even if no failure has occurred, the data presents a range of cases
within the failure envelope, where the threshold value can be set as the highest existing observed rate, and movement
beyond this requires sufficient attention until the mechanisms and effects are appropriately understood.

Developing a database of site events, their trending, and the associated implications is a tool readily accessible to
civil, mine, and geotechnical operators, globally. The more back-analysis that is completed on these events, the more
empirical confidence can be held around understanding different types of site failure and ensuring that appropriate
thresholds are in place to anticipate and respond to events appropriately.

5. CONCLUSION
This paper describes a back-analysis of three different slope instabilities at Samarco Mine, Brazil. The analysis as-
sessed suitability of existing triggers, made recommendations for additional metrics, and consequently added to the
database of failure analyses.

The yellow, orange, and red alarm triggers for radar monitored slope deformation velocities are set to 3 mm/h, 5 mm/h,
and 8 mm/h at Samarco Mine. For the longer duration events, these alarms provided sufficient warning time to allow
appropriate responses to take place, with evacuation of the slope area prompted at least 1.3 hours prior to failure. For
the shorter duration event, which in this case was also of lower magnitude, the triggers were identified to be potentially
missed. A second level of check was introduced in form of a deformation alarm, which aids to validate the velocity
reading when used under the correct application.
The analyses provided additional confidence that real-time monitoring of slope stability can aid in predicting failure
up to 42 hours prior to the event. The recommendation is made that applied understanding of failure mechanisms,
back-analysis of monitoring and instrumentation data in terms of this, and ultimately the development of threshold
triggers to prompt appropriate response should be readily integrated with the dam monitoring strategy.

In developing the dam monitoring strategy, case studies shared by other operators should be considered. With a safety
focus, similarities between site conditions, new learnings, or unexpected behaviours are of value to leverage. Where
previous commercial reluctance has inhibited the value of knowledge sharing, greater geotechnical community colla-
boration is recommended to aid in minimising repeat errors in favour of maximised diligence.

6. REFERENCES

• Australian Government Department of Industry Tourism and Resources 2007, Tailings Management, Canberra.
• Azam, S & Li, Q 2010, ‘Tailings Dam Failures: A Review of the Last 100 Years’, Geotechnical News: Waste GEO-
technics, p.50-53
• Davies, M, Martin, D & Lighthall, P 2002a, ‘Mine Tailings Dams - When Things go Wrong’
• LePoudre, D.C. 2015, Examples, Statistics and Failure modes of tailings dams and consequences of failure, Power-
Point slides, REMTECH.
• Robertson, A.M. 2012, FMEA Risk Analysis: Failure Modes and Effects Analysis, PowerPoint slides.
• National Department of Mineral Production 2012, ‘Portaria 416’, Ministry of Mines and Energy, Brazil.
• National Department of Mineral Production 2017, ‘Portaria 70.389’, Ministry of Mines and Energy, Brazil.
• Darling 2011, SME Mining Engineering Handbook…
• Fell, R, MacGregor, P, Stapledon, D, Bell, G & Foster, M 2014, Geotechnical Engineering of Dams¸ 2nd edn, CRC
Press/ Balkema, The Netherlands.
MANAGING LARGE SCALE FAILURES – A CASE STUDY FROM OK TEDI
MINE, PAPUA NEW GUINEA

F.M. Weir1, A.G Smith2, J.Watton3, M. Koek4 and P. Kuira4


1
Pells Sullivan Meynink, G3, 56 Delhi Rd, North Ryde, NSW 2113, AUSTRALIA
2
Pells Sullivan Meynink, 35 Jeays Street, Bowen Hills, QLD 4006, AUSTRALIA
3
Pells Sullivan Meynink, Level 3, 22 Delhi Street, West Perth, WA, AUSTRALIA
4
Ok Tedi Mining Limited, Papua New Guinea
E-mail: felicia.weir@psm.com.au

ABSTRACT
Modern open pit mining faces growing geotechnical challenges, including the increasing size and age of slopes in
complicated geological environments. Unstable slopes are also an inherent part of the modern approach with econo-
mic designs predicated on an acceptance of some failure with managed effects. Considering this, understanding and
effective management of moving and unstable slopes is important for the management of geotechnical risk by site
personnel.

Ok Tedi is a large open cut copper gold mine in Papua New Guinea. This paper presents the long term development
and failure mechanisms of a large scale slope failure on the West Wall of Ok Tedi mine. Photographs and prism data
indicate that this failure has grown over the past thirteen years from a single bench ‘erosional gully’ to a 400 m high
complicated wedge failure. The underlying rock mass, hydrogeological and geological structure controls were poorly
understood, which inhibited early management of the unstable slope at the required scale.

Ok Tedi mine experiences a very high annual rainfall of about 10 m, with important infrastructure in the form of draina-
ge galleries and shafts located under the Centre Pit. Maintenance of this infrastructure is important to the mine viability
and requires the access of personnel and equipment. Consequently, the unstable area is under 24 hour ‘real time’
monitoring with two radar machines and a comprehensive prism system.

A significant failure in March 2016 led to an overhaul of the risk management system associated with accessing the
Centre Pit. Since this overhaul the operation has successfully managed the risks associated with three significant fai-
lures and rapid debris flows up to an estimated 300,000 m3. The paper presents the results of back analyses of three
previous events, which were used to assess appropriate trigger levels for the Trigger Action Response Plan (TARP).
This paper also presents other management techniques currently being employed, such as construction of a large
bund within the Centre pit, acceleration of the west wall cutback, an overhaul of slope designs and rock mass parame-
ters and implementation of inclined benches to improve surface water management.

1. BACKGROUND
Ok Tedi is a large open cut mine located in the Western Province of Papua New Guinea, Figure 1. The Mt Fubilan
deposit, which became the Ok Tedi mine was discovered by Kennecott Explorations Pty Ltd in 1968. The deposit is
one of the world’s largest gold-rich porphyry copper deposits (Cooke et al., 2005) and is currently operated by Ok Tedi
Mining Ltd.

REGIONAL GEOLOGY
The tectonic setting of Papua New Guinea is complex and is associated with the tectonic plate boundary between
the Pacific and the Australian Plates. An intricate microplate arrangement has resulted from the complex interaction
between the tectonic plates accompanied by island arc systems, accretion of oceanic crust and orogenic belts.

The Papua New Guinea orogen has developed since the Early Miocene and is the result of collision of an island arc
with the northern margin of the Australian craton (Hill et al., 2002). The southern portion of this east-west trending oro-
genic belt consists of a south-verging fold- and thrust-belt. The Ok Tedi Intrusive Complex is part of a recent magmatic
belt of volcanic rocks and intrusions that form part of this thrust belt (Van Dongen et al., 2010). The regional stratigra-
phy consists of shallowly dipping carbonaceous sedimentary rocks, Figure 1.
Structurally the Ok Tedi area is complex, largely due to changes in thickness and facies of the sedimentary rocks (Hill
et al., 2002). Field evidence for pre-, syn- and post-emplacement slip motion along fault and thrust planes, with skarn
formation along these planes in the vicinity of the deposit suggest a structural control on mineralisation (Van Dongen
et al., 2008). The Ok Tedi intrusions occur in the hanging wall of a major thrust that connects to a deeper fault thought
to involve basement rocks (Mason, 1994; Hill et al., 2002; Van Dongen et al., 2010).

Three regional scale structures influential in the current performance of the West Wall are:
1. Taranaki Fault - a low angled thrust fault.
2. Parrots Beak - a low angled thrust fault crosscut by the Ok Tedi intrusions.
3. Gleesons Fault Zone - a complex, steeply dipping zone that displays normal to oblique movement. It is interpreted
to relate to a late stage extensional stress regime and cross-cut both the Taranaki and Parrots Beak thrust.

Both thrust faults are affected by the gentle regional large scale folding of the Ok Tedi Anticline.

Figure 1: Regional geology of the Ok Tedi deposit (red dot) in Papua New Guinea (modified from Hill et al., 2002)
and geological cross section through the deposit (modified from Mason 1997).

GROUND AND SURFACE WATER


The groundwater system at Ok Tedi is complex, controlled by structure and currently interpreted to broadly consist of
three water tables at different levels. The varied sedimentary lithologies, intrusive units, sheared contacts and major
structures result in a combination of confining, free draining and perched components to the groundwater system.
Rainfall in the area is very high, with the mine experiencing, on average, in excess of 10 m of rainfall per annum. Sur-
face water control is primarily provided by toe drains on benches, however drain construction, routing and the large
catchment sizes contribute to significant surface water recharge of up to 50% in places.

Designed dewatering is through three drainage shafts of 1.2 m diameter in the centre of the pit, connected to an un-
derground drainage gallery. Pit wall depressurisation is via a network of horizontal drain holes up to 400 m deep. Total
water inflows into the pit are in excess of 600 L/s, and peak at over 1000 L/s during rainfall events.

All three shafts are currently blocked, resulting in a large quantity of water and debris accumulating in the pit. This has
resulted in loss of access to the underground tunnels due to the risk from potential rapid-unblocking of shafts, and also
the need to pump Centre Pit water.

EXISTING WEST WALL SLOPE PERFORMANCE


The existing open pit is about 3000 m long, 2000 m wide and 500-900 m deep, Figure 2. Expansion of the pit is plan-
ned as a series of major cutbacks to the west, north and east walls. To date the performance of the West Wall has been
relatively poor, with a number of slope failures of varying scales. The pit wall failures are referred to on site as Chasms,
however this is not a geotechnical term.

Figure 2: Oblique view of Ok Tedi digital terrain model, April 2016

The largest failure on the West Wall is Chasm W3 and it has significantly impacted mining operations, particularly over
the past six years. The development, identification of failure mechanisms and recent management systems employed
are the focus of this study.

4. WEST WALL CHASM W3


Over the past 13 years the Chasm W3 pit slope failure has grown from a single bench failure (described at the time
as an erosional gully) to a 400 m high complicated wedge failure. The existing failure volume is about 6.8 million bulk
cubic metres (bcm) with current deformation interpreted to consist of four large blocks with total volume of 48.8 million
m3. The following sections review the historic development of Chasm W3 and a large failure event in March 2016.

DEVELOPMENT
The historic photographic record and observations shows that the Chasm W3 was controlled initially by very poor
rock mass. The early manifestations of the features have geological structure evident, Figure 3a. This structure both
controls the locations of the failures and the growth over time. Once failure is initiated, even on a small scale, time
dependent deterioration and growth continues. This is exacerbated by three major factors at Ok Tedi:

1. Deteriorating surface runoff control in the high rainfall environment, and


2. An erodible soil/rock mass.
3. Pore pressures

Figure 3: Geological structure and rock mass controls on Chasm W3 in (a) 2013 and (b) 2016
Figure 4 shows the development of Chasm W3 over a 13 year period, starting as two small separate bench scale fai-
lure in May 2005. Once the failure developed to a large scale it became a complex system, comprising:

Progressive large scale block failure of the head scarp into the chasm,
Thick zones of failure debris temporarily “hung up” in the chasm,
During some failure events this has led to remobilization of previous failure rock, sand and silt within the chasm and to
a lesser degree in the base of Centre Pit.

The time between failure of the head scarp and failure of the debris from the chasm has been variable and somewhat
dependent upon antecedent conditions such as volume of existing “hung up” material in the system, pore pressures
and rainfall.

Figure 4: Development of Chasm W3 from 2004 to 2016. Approximate surface area estimated from visual assess-
ment of photographs.
The failure area below the haul road was initially labelled Chasm S3. The rock mass was so poor that shotcrete and
cable bolts were attempted to be used to control erosion and ravelling of the rock mass. The failure continued to deve-
lop where the rock mass was not covered with shotcrete. In geotechnical terms this is a local raveling failure in a poor
rock mass. With ongoing enlargement Chasm S3 and W3 effectively merged to become a single failure (Chasm W3).

Geological Controls on Chasm W3


The photos provided in Figure 3 illustrate how the chasms are related to a combination of geological structure and
poor rock mass conditions. Figures 3 and 4 show how Chasm W3, developed from smaller scale failures with some
local geological structure (Figure 3a) to a much larger failure (Figure 4), which then started interacting with mine site
scale regional geological structures and poor (brecciated) rock mass zones (Figure 3b). It was recognized in May 2015
that the brecciation of the limestone above the Taranaki thrust was much more extensive than previously understood
(Internal OTML report, 14 May 2015).

Rock mass conditions were also an important control on Chasm development. Figure 5 shows the rock mass condition
in the area adjacent to Chasm W3, near the Taranaki Thrust. The rock mass is completely brecciated with a maximum
particle size of 50 mm.

Figure 5: Poor rock mass adjacent to Chasm W3 near the Taranaki Fault

While the progress of mining and depressurization drilling has resulted in a reduction of pore pressures, significant
pore pressures remain. A detailed study of the hydrogeological environment is outside of the scope of the current
paper.

MONITORING
Figure 6 shows the prisms around Chasm W3 and the monitoring graph for these prisms over a six year period (2007
to 2013). The monitoring data shows this area of wall commenced moving some years prior with the prisms clearly
already showing movement in 2007. The prisms are a significant distance from the chasm itself, are located on both
sides of the chasm and clearly demonstrate the whole area of pit wall is moving globally in parallel, not just the chasm.
Consistent historic reference to the pit slope failure as an erosion driven instability (e.g. Bar et al., 2014 and Parker et
al., 2015) failed to identify or communicate the large scale movement of the pit wall which is evident in the monitoring
data throughout this period.
Figure 6: Chasm W3 (a) prism monitoring points and (b) six year monitoring graph for prisms adjacent to the failure.
Dates corresponding to photos of the chasm in Figure 4 are highlighted.

In September 2014 two fixed base IDS Radar systems commenced monitoring at Ok Tedi mine site. One of these units
provides ‘real time’ monitoring of the west wall, including Chasm W3. Redundancy is built into the slope monitoring
system with a mobile GroundProbe radar unit providing additional monitoring of Chasm W3. Considering the risks po-
sed by Chasm W3 a Trigger Action Response Plan (TARP) was established for access to the Centre Pit. The TARP is
heavily dependant upon the radar systems for determining the TARP level of response. The TARP formulated in May
2015 documents that the Category 4 (red, maximum alert) response occurs at a velocity of > 2 mm/hr or > 4 mm/hr,
depending on area of the Chasm. The basis for the trigger levels was not documented.

REMEDIATION ATTEMPTS
Initial operation response to the failure reflected the small initial failure foot print and understood mechanism. The mine
continued to operate throughout the area and the standard mine slope design continued to be adopted.

With the mine planned to close around 2010 / 2011 longer term remediation options weren’t considered. Following
plans to extend the life of the mine, approved by the government in 2013, attempted remediation methods in 2014 and
2015 included:
1. Shotcreting of bench faces in friable material
2. Grouted piles, mesh and shotcrete at bench crests for haul road stabilisation
3. Back filling of the Chasm
4. Gabion baskets and concrete blocks at toe of failure to reduce erosion.
5. Lined drainage systems immediately around the Chasm

The remediation methods did little to arrest the long term acceleration in enlargement of the failure, as is evident from
increasing surface area of the failure in Figure 4. In hindsight, the magnitude of the failure was misunderstood, mea-
ning the remedial measures were ineffective.

It is significant that the primary efforts were not focused on control surface drainage and pore pressure for the west
wall, nor was there a revision of slope angles considering the slope performance.

MARCH 2016 FAILURE EVENT


In August 2015 operations at Ok Tedi were suspended for seven months due to a prolonged dry weather event. Opera-
tions recommenced at the beginning of March 2016. A sequence of three large scale failures occurred from 9th - 12th
March 2016. The sequence consisted of:

• 9 March - 06:30am block failure from the southern scarp.


• 10 March - 9:40am second block failure from the southern scarp, with 350mm of rainfall in the five days preceding
this block failure. About 6 hours later the debris accumulated in the middle of Chasm W3 rapidly flowed into centre
pit. This resulted in landslide wave generation and liquefaction of thick deposits of material accumulated in the
Centre Pit.
• 12 March - 03:20am block failure of the crown with debris flow reporting to Centre Pit about 20 min later.

6. RISK MANAGEMENT SYSTEM


The risk management framework for the Centre Pit was overhauled as a result of the March 2016 failure. The changes
to the system are discussed in the following sections, which are subdivided into hard and soft controls. Access to the
pit floor was a high priority in order to allow refurbishment and remediation of two of the three pit dewatering shafts.
When the one operating shaft became damaged in mid-2016 access to the Centre Pit was still critical for pump insta-
llation and maintenance.

HARD CONTROL - CENTRE PIT BUND


Considering the failure of existing soft controls in the March 2016 event and ongoing failure of the Chasm W3 area a
large bund was proposed and constructed as a hard control. The 15 m high bund was constructed between the east
and the west walls, Figure 7. Potential risks for bund construction included (but not limited to) instability if thick mud
layers were present and seepage erosion of the toe leading to failure. Measures taken in order to manage and mitigate
these potential risks included:

• Careful planning of bund location and alignment using the topography of the old pit floor that was below the water
and mud.
• Due to its location proximal to the large existing failure, bund construction was undertaken by remotely operated
bulldozer
• Increase in the bund width by 50% at the pit wall abutments.
• Sufficient room was left for possible raising at a later time. This would preferably would be accomplished by raising
in a northerly direction with a partially overlapping bund along the northern side of the existing bund.
• The bund was advanced at full height and if any settlement or subsidence was identified during dozing, it was
topped up progressively back to full height as the bund advances.
• Inspections undertaken by the Geotechnical department twice daily to look for signs of instability and seepage
during construction.

There were no significant stability issues with the bund during construction. The bund took a number of months longer
than forecast to construct, largely due to operational issues. With increased volume of material from ongoing failure of
the Chasm W3 the bund has been successfully raised an additional 5 m.
Figure 7: Plan of Centre Pit and Proposed Bund

SOFT CONTROLS
Trigger Action Response Plan (TARP)
A comprehensive monitoring system was in place at the time of the March 2016 failure. This included three slope
monitoring radars and a network of automatically monitored prisms. The relatively low trigger levels for the Chasm W3
TARP meant that it was frequently in red alert (false alarm).

To better educate the trigger levels for the TARP the deformation and velocities measured by the IBIS radar were back
analyzed for three large scale historic failures. These three failure events were:

• May 2015 – a single failure event associated with debris flow to Centre Pit
• June 2015 – a single failure event associated with debris flow to Centre Pit
• March 2016 – three failures with associated debris flows, grouped here as one event.

For the back analysis one hour average deformation and velocity rates from the IBIS radar were reviewed for various
sectors of the failure (southern scarp, crown or center). Figures 8 and 9 show an example of figures produced for
each of the failures. The results of the back analysis are summarized in Table 1 in terms of the time prior to failure that
various deformation velocities were reached.
Figure 8: March 2016 Failure - Back analysis of one hour averaged velocity recorded by IBIS radar in three sectors
of the failure

Figure 9: March 2016 Failure - Back analysis of one hour averaged velocity and displacement recorded by IBIS
radar in southern scarp and crown of the failure
Table 1 - Time before failure where deformation velocities were reached (hours, minutes)
Time prior to failure at which deformation velocities were reached

Deformation (mm per 10 May 2015 5 June 2015 9 March 2016 10 March 12 March
hour) in Chasm 2016 2016
10 46 hrs 39 hrs 6 hrs 22 hrs 4 hrs
15 mins 30 mins 17 mins 04 mins 49 mins
15 27 hrs 22 hrs 4 hrs 16 hrs 2 hrs
30 mins 15 mins 57 mins 28 mins 53 mins
20 16 hrs 15 hrs 2 hrs 5 hrs 1 hr
0 mins 50mins 55 mins 3 mins 45 mins
25 9 hrs 15 hrs 0 hrs 2 hrs 1 hr
30 mins 0 mins 39 mins 43 mins 3 mins
30 4 hrs 7 hrs 0 hrs 0 hrs 0 hrs
0 mins 0 mins 0 mins 45 mins 27 mins
Delay between block failu- 4 hrs 11 hrs 20 mins 6 hrs 20 mins
re and debris flow

Rainfall conditions in the week and days prior to the three failures were also reviewed, Table 2.

Table 2 - Rainfall prior to failures


Rainfall (mm) 10 May 2015 5 June 2015 9 March 2016 10 March 12 March
2016 2016
Preceding 6 days 80 150 350 350 365

Preceding 3 days 45 90 150 240 130

Preceding 24 hrs 40 10 122 90 50

Although rainfall is a clear causal factor, a range of rainfall amounts have resulted in failures and debris slides. Due to
the variability in rainfall volumes related to previous events it was not recommended as a primary trigger for the TARP.
Deformation velocities recorded by the IBIS radar were selected as the primary trigger.

In summary, the analysis found that each debris flow event was preceded by:

1. A significant period of acceleration in deformation velocities in the days and hours prior to the event.
2. Significant (though varying amounts of) rainfall one to six days prior to the event
3. Block failure of in situ material from either the southern scarp or the crown of the failure.
4. There was a delay of between 20 min and 11 hours between the block failure and the subsequent debris flow.

The trigger levels were carefully selected to balance risk against too many false alarms. Figure 10 illustrates the basis
for the trigger level selection. The selected trigger levels for the Chasm W3 are listed in Table 3. The trigger levels are
notably higher than those away from the failure.
Figure 10: Selection of TARP trigger levels based on typical displacement and velocity trends of a failure (adopted
from Broadbent and Zavodni (1982), Sullivan (1993) and Zavodni (2001).

Table 3 - Selected trigger levels based on assessment of precedent

Location Time Interval Green Yellow Amber Red

Velocity (mm/hr) Chasm W3 1 hr < 5mm 5 - 10 10 - 15 > 15

The TARP document was revised to clearly define the triggers, provide clear communication on the responsibilities
and immediate actions required for various staff members. It is also important to note that the TARP is considered a
live document to be revised as risks and conditions changed. Any revisions to the TARP were communicated by the
Geotechnical Department to appropriate managers at daily operations meetings and to the entire workforce at weekly
start up meetings.

TARP Successful Implementation


The TARP has been enacted many times since it was put in place in June 2016. For example, on 13 January 2017
the TARP red alert was enacted and the Centre Pit evacuated approximately 48 hours prior to a major failure event. In
that instance the debris failure occurred over a face area of approximately 8000 m2 with an estimated failure volume
of about 100,000 m3.

Implementation of the TARP is considered a success with:


• Drainage works regularly undertaken in the Centre Pit, including pump maintenance and bund construction.
• The Centre Pit safely evacuated prior to each debris flow. No injuries or equipment damage as a result of
debris flow from the Chasm W3 has occurred since the TARP was put in place.

Prism Monitoring System


Prism monitoring is a key geotechnical management tool for assessing and interpreting long term trends of move-
ments for a slope or area. The Ok Tedi site has an extensive prism monitoring network with five automated total sta-
tions and over 1,000 prisms. However, in March 2016 the system was in need of an overhaul to ensure the collection
of reliable, accurate data.
Such a large monitoring network requires vigilance to maintain. A combination of factors over time (i.e. a labour intensi-
ve ongoing maintenance requirement; ageing components and software, an over-reliance on real-time radar data due
to the ongoing risk posed by the Chasm W3) resulted in a significant data quality reduction. This included problems
such as substantial system ‘noise’, large ‘steps’ in data readings, drift in numerous prisms due to moving or uncorrec-
ted total stations and significant hardware load searching for inactive prisms.

A campaign was undertaken over several months to significantly improve the data accuracy and reliability from prism
monitoring. Prisms were cleaned or replaced (where they could be accessed), instrument pillar stability was improved,
total stations were repaired, monitoring hardware was upgraded and the prism reference system is undergoing a com-
plete replacement. The prism database was also completely repaired, software updated and a site visit undertaken by
the contractor.

The end result of the campaign is a more reliable database with reduced noise levels. The campaign also implemented
adequate procedures to prevent re-occurrence and ensure continued reliability in future. Previously unusable data was
repaired to the degree where over a decade of historical data can now be clearly viewed and interpreted. This data is
important for ongoing assessment of long term pit wall stability around the Chasm and elsewhere in the pit.

West Wall Cutback


A primary risk management technique will be the large scale cutback of the West Wall, to remove the failure zone.
Geotechnical and hydrogeological studies are ongoing to assess this West Wall Cutback to prevent a repeat of the
poor performance of the designed wall particularly associated with poor rock mass zones and structure.

Slope design at the mine has been historically based on the results of extensive numerical modelling. Observationally,
slope performance does not reconcile with modelling results, especially in the context of this paper. Derivation of rock
mass strengths for use in analysis was based on limited drilling, with analysis at times conducted prior to the comple-
tion of geotechnical drilling and laboratory testing. Initial cutback designs had planned higher, steeper slopes in the
rock masses behind the current poorly performing areas of the pit walls.

A complete revision of slope design procedures has commenced, including a site wide assessment of the geological
strength index of pit wall exposures at appropriate scales, a complete review of existing laboratory testing, review of
large structures and structural domains and a geotechnical drilling campaign to target data gaps and uncertainties.

Surface and Groundwater Management


Historic studies and external reviews of Ok Tedi highlighted that slope depressurization will be an essential component
of maintaining stability for the proposed West Wall Cutback. In addition, the slope depressurization measures must be
supported by a robust and well maintained surface water control system on the wall to prevent a pit failure the scale of
Chasm W3 from developing again.

A comprehensive surface and groundwater management is currently being developed for Ok Tedi. Measures that have
been undertaken to date include:

• Re-introduction of depressurisation drilling with 300-400m long horizontal drain holes,


• Benches with both cross-fall and lateral gradient are currently being implemented trialed,
• Lining of drains,
• Diverting water from upper catchments out of system as quickly as possible, and
• Improved operational controls on excavation to try and prevent over digging (and thus large holes for ponding
of water) in soft material such as the Taranaki Thrust.

5. CONCLUSIONS
The West Wall at Ok Tedi mine includes very large zones of brecciated and poor rock mass. The zones are associated
with the major geological structures and have been creeping for in excess of 10 years. This larger scale movement
has initially manifested as local failures developed around structures, followed by time dependent deterioration and
growth of the failure. The failure growth was exacerbated by deteriorating surface runoff control in the high rainfall en-
vironment and the erodible nature of the materials. Once the failure developed to a large scale, it became a complex
system, which is difficult to fully understand and to manage.
Following a failure event in March 2016, the risk management framework for the Chasm W3 failure included:

• Hard control with the construction of a bund in the Centre Pit


• Revision of the Centre Pit TARP using back analysis of previous failures to educate appropriate trigger levels.
• Repair to the prism monitoring system to give better measure of long term slope behaviour
• Acceleration of the West Wall Cutback, including revision of rock mass units, properties and slope designs
• Improvement to surface and groundwater systems at the site

Adherence to the TARP and other procedures put in place has successfully managed the geotechnical risk since June
2016. This paper has been prepared to provide a case study such that some of the lessons learned from this failure
are maintained into the future.

6. ACKNOWLEDGEMENTS
The authors would like to thank Ok Tedi Mining Ltd for permission to publish and acknowledge the significant contribu-
tion of Tim Sullivan of PSM for leadership and guidance in this project.

7. REFERENCES

• Bar, N., Kuira, P. and Semi, J., 2014. Managing risk associated with erosion driven slope instabilities with
ground support and surface water management in a high rainfall environment at Ok Tedi Copper-Gold mine,
Proceedings of Engineers Australia Convention 2014: Mastering Complex Projects, 24-28 November 2014,
Melbourne, Australia.
• Broadbent, C.D. and Zavodni, Z.M., 1982. Influence of rock structure on stability. Stability in Surface Mining, 3.
• Cooke, D.R., Hollings, P and Walshe, J.L., 2005. Giant porphyry deposits: characteristics, distribution and tec-
tonic controls. Economic Geology, 100 (5), pp. 801-818.
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• Mason, R.A., 1994. Structural evolution of the Western Papua Fold Belt, Papua New Guinea. PhD thesis, Uni-
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• Van Dongen, M., Weinberg, R.F., Tomkins, A.G. and Armstrong, R.A., 2008. Timescale of forming a giant por-
phyry Cu-Au deposit - Ok Tedi, Papua New Guinea. Proceedings of the Pacrim Congress, Gold Coast, Austra-
lia. Australasian Institute of Mining and Metallurgy.
• Van Dongen, M., Weinberg, R.F., Tomkins, A.G., Armstrong, R.A. and Woodhead, J.D., 2010. Recycling of
Proterozoic crust in Pleistocene juvenile magma and rapid formation of the Ok Tedi porphyry Cu-Au deposit,
Papua New Guinea. Lithos, 114, pp. 282-292.
A MULTI-DISCIPLINARY APPROACH TO DIP SLOPE MINING IN JWANENG
MINE, BOTSWANA
K. Gabanakgosi, K. Mosebi, O Mogorosi, O. M. Barei, K. Ntlotlang, T. Thokweng
Jwaneng Mine, Debswana Diamond Company, Jwaneng, Botswana

Jwaneng Mine Cut 8 North East slopes have experienced slope stability challenges attributed to steeply dipping bed-
ding day-lighting into the pit. Conventional mining utilising vertical bench faces lead to undercutting of bedding planes
resulting in single to multiple bench failures. To mitigate the risk, Dip Slope Mining was identified as a solution ensuring
safe and sustainable mining operations. The dip slope concept involves excavation of unbenched batter slope faces
along the primary rockmass fabric (bedding planes) to eliminate stability risks presented by undercutting bedding pla-
nes. A multi-disciplinary assurance and control process that covered detailed geotechnical data collection, final wall
design (and adjustments), drilling and blasting as well as loading and hauling was implemented to ensure successful
execution. Data collection through extensive mapping using a Maptek I-Site scanner and a continuous program of
probe drilling was undertaken to develop confirm bedding orientations encountered on the next benches through
down-hole geophysics logging of each hole. A dynamic fabric structure model was developed and maintained for each
mining area using Leapfrog™. This provided the basis for the bedding plane to mine to. Optimized blast designs in-
formed by geological and geotechnical inputs were continuously improved to determine the most appropriate blasting
parameters such as burden, spacing and blast-hole layouts for the area and timing of blast holes for a specific areas.
Stringent quality checks and controls during drilling and charging were implemented with corrective actions to address
non-conformances. Loading of the material on the targeted dip slope plane was carried out through the use of an ex-
cavator to protect the final slope face. Execution of dip slope mining method had its challenges, ranging from mining
space constraints and interfaces with active cuts (pushbacks), production delays associated with the need to collect
geotechnical data from each exposed bench face or mining block, highly variable bedding orientations as well as dip
slope-conventional mining transition zones. Dip-slope mining execution has been highly successful; this success was
largely driven by developing and maintaining a world-class dynamic structural geology model and mining execution
excellence. Synergies between the mining and geotechnical teams in which processes and interfaces were properly
aligned also proved critical towards the successful execution of the dip slope mining approach.

This paper presents the case study of development and execution of the dip slope mining process implemented at
Jwaneng Mine, the challenges overcome including technical and operational interventions, and optimization oppor-
tunities realised to ensure successful elimination of the slope stability challenges presented by adversely oriented
moderate to steeply dipping bedding.

KEYWORDS: Slope Stability, Final Wall Designs, Dip Slope Mining, Blasting Designs

1. INTRODUCTION
Jwaneng Mine is situated in the Republic of Botswana approximately 160 km to the west of the capital city Gaborone
and has been operating since 1982. Figure 1 shows the geographical location of Jwaneng Mine in southern Botswana.
Figure 1 Location of Jwaneng Mine in southern Botswana

The mine operates a split shell pushback approach and is currently mining Cut7 on the west and Cut8 on the east as
shown in Figure 2. The mine is the largest contributor to the national economy of Botswana and is the world’s richest
diamond mine by value. The importance of this mine to Botswana cannot therefore be over-emphasized and has sig-
nificantly contributed to the growth and development of Botswana (Botswana, 2008). The Jwaneng open pit mine is
currently undergoing a critical transition in its life with the current Cut8 mining which is expected to take the pit from the
current depth of 360m (810m above mean sea level (AMSL)) to about 650m (520m AMSL) by 2024. The major axis of
the pit has a general NNE-SSW orientation, with the waste dumps located to the west of the pit and the process plant
to the east.
Figure 2 Aerial view of Jwaneng pit showing the relative location of the Cut7 and Cut8 mining pushbacks

Slope design forms one of the main challenges at every stage of planning and operation of open pits particularly for
mines with multiple cutbacks and a life of many years. Steffen at el (2006) attributes the attainment of mine planning
targets on the performance of ore resource and geotechnical models as predicted, achievement of productivity and
cost budgets, as well as adequate resourcing in the form of skills in management, leadership and human resources.
In order to ensure sustainable and profitable mining operations for the future, ongoing review and assessment of ope-
rational cuts is critical. A key component of this process involves the development of rigorous models whose reliability
and/or confidence is commensurate with the level of design, and ongoing review of the inputs and assumptions used
in building existing models as new data becomes available. Cut8 Slope Optimization program was initiated with the
view of assessing performance of the existing Cut8 slopes as well as identifying potential opportunities and risks in the
planned slopes. A key outcome of the optimization program was the introduction of the dip slope mining method which
is the subject of discussion in this paper.

2. STRATIGRAPHY OF JWANENG MINE


The Jwaneng Mine stratigraphy comprises Paleoproterozoic sedimentary rocks of the Pretoria Group within the Trans-
vaal Supergroup. The upper-most stratigraphic units are the aeolian Kalahari sands as well as pedogenic calcretes.
These are underlain by the Timeball Hill Formation, which comprises a complex assemblagemixture of laminated sha-
les, quartzitic shales, siltstones combined into one laminated shale unit (LS). A consistent carbonaceous shale (CS)
layer marks the base of the Timeball Hill Formation (Barnett, 2009). The Timeball Hill Formation is underlain by the
Rooihoogte Formation (or Duitschland Formation), comprising quartzitic shales with occasional interbeds of siltstones,
sandstones as well as carbonaceous shales. This unit is largely exposed on the western Jwaneng pit slopes. This rock
type comprises primarily of quartzitic shales, with occasional inter-bedded siltstones and sandstones. A chert pebble
conglomerate, locally referred to as a Bevets Marker (BVT) horizon, occurs midway through the Rooihoogte Formation
sequence. The quartzitic shale layer above the Bevets is labelled QS1 to differentiate from the one that occurs below
the Bevets Marker horizon, which is likewise labelled as QS2. The underlying Malmani Subgroup (dolomites) of the
Chuniespoort Group is separated from the overlying Rooihoogte Formation by an iron-rich carbonaceous shale layer
of the lower Rooihoogte Formation averaging about 10m in thickness, locally labeled as CS2. The Malmani dolomites
are not yet exposed. The stratigraphical succession for Jwaneng Mine (Beukes, 2006) is presented in Table 1.
Table 1 Host-Rock Stratigraphic Succession of Jwaneng Mine, after Beukes, 2006

3. STRUCTURAL GEOLOGY OF JWANENG MINE


Creus,et al., (2017) suggests that the Jwaneng Mine country rocks has been subjected to at least three deformational
events. The first deformation (D1) is NW-SE directed compression which resulted in NE trending open folds (F1) and
low angle thrust faults that tend to dissipate into bedding. Dirks (2001) also postulate the presence of these low-angle
shears (meaning that the shear zone makes a small angle with bedding) as the first deformational event (D1). Creus,et
al., (2017) further suggests that the second deformation (D2) involved the rotation of principal stress to North-South
that resulted in North-South shortening leading to sinistral, oblique shearing along the pre-existing radial cleavage de-
veloped around the F1 folds coupled with development NW-trending open folds, (F2). The third deformational event,
D3 is an NE-SW extensional deformation leading to development of normal faulting along pre-existing F1 cleavage
creating a series of wedge shaped fault-bounded blocks. The normal faulting was coupled with rotation of blocks
towards the north resulting high dip value on the eastern slopes daylighting in to Jwaneng mine open pit (Creus, et al.,
2017) The structural geology at Jwaneng mine is clearly dominated by these NE-SW striking faults with a strong nor-
mal dip slip shear sense component (Barnett, 2009). Figure 3 shows the complex structural geology of Jwaneng Mine.

Figure 3 The structural geology of Jwaneng Mine (Basson, 2013)

4. CUT8 SLOPE PERFORMANCE REVIEW


Performance review of the Cut8 slopes highlighted stability challenges attributed to steeply dipping bedding dayligh-
ting into the pit. Locally bedding planes may have dip greater than their friction angle, with the strike direction parallel or
near-parallel to the pit slope strike, thereby satisfying planar failure conditions (Wyllie and Mah, 2004). Figure 4 shows
an example of some of the sliding failures along bedding planes.
Figure 4 Planar-type bench failures on the Cut 8 benches

DATA COLLECTION
Read and Stacey (2009) highlights the requirement for high quality data collection to and updating models through
detailed geotechnical and geological logging, rock strength testing and face mapping as the cornerstone of open pit
design. Continuous geotechnical data collection provides critical information for continued evaluation of the design
performance and slope stability optimization processes. The slope optimization project incorporated extensive geote-
chnical data collection using 3D laser scanning, downhole televiewer logging (OTV/ATV) as well as detailed geotech-
nical and geological core logging and rock strength testing. Figure 5 below illustrates the distribution of mapping data
points collected for the optimization program.
Figure 5 Geotechnical data collection and mapping coverage for the Jwaneng Mine

A technique based on the planar sliding criteria discussed above was developed in order to highlight potential planar
sliding hotspots. This technique involved derivation of stability charts developed from a SLIDE sensitivity analysis of
factors of safety with varying apparent bedding dip angles. The output, a contoured map of factors of safety across
the pit, was tested against documented falls of ground in the Cut8 slopes. The technique was verified through excellent
correlations of the predicted hotspots with the actual fall of ground occurrences. Consequently, this technique refe-
rred to in-house as a slope stability heat map, could be used as a reliable predictor of potentially unstable areas. The
predicted areas of potential instability were predominantly found in the northern eastern Cut8 slopes as highlighted in
Figure 6 below. Instabilities were caused by localized undercutting of bedding planes through conventional vertical
bench face geometry, resulting in single bench to multiple bench failures which presented both safety and production
risks to the mining operation.
Figure 6 Contoured slope stability heat map based on apparent bedding dips

To mitigate the undercutting risk, dip slope mining was identified as a solution towards ensuring safe and sustainable
mining operations.

DIP SLOPE MINING


A dip slope is described as a rock slope with layered structures stretching along its inclined direction (Lee et al, 2013;
Fisher, 2009). Dip slope mining involves excavating pit benches along a potential plane of weakness, which in the case
of Jwaneng Mine Cut8 slopes, is presented by the moderately steeply dipping bedding planes that daylight in the pit.
This is done so as to eliminate the potential instabilities presented by undercutting the planes as shown in Figure 7
below. To the knowledge of the authors, mining operations where this mining method has been implemented such as
AngloGold Ashanti’s Iduapriem Mine in Ghana, various Rio Tinto and BHP iron ore mines in Western Australia, several
coal mines in western Canada and Newcrest Mining’s Telfer Mine in Australia. However, most of these operations be-
nefit from fairly consistent fabric orientations. This is in contrast to Jwaneng Mine where significant variations in fabric
orientations occur at a local scale due to structural deformational events discussed earlier. This localized variability
meant it was imperative that bedding orientation needed be understood in great detail for dip slope mining to be im-
plemented successfully.
Figure 7 Illustration of the dip slope mining concept

FABRIC MODEL
To understand and represent the variable nature of bedding, a fabric model was developed using implicit modelling
functions available in Leapfrog (ARANZ Geo Limited, 2017). The fabric model used all available verified geotechnical
data was verified by comparing measured dip angles of exposed bedding planes to the predicted bedding surfaces (or
waveforms) as illustrated in Figure 8 below. The same process was followed to confirm bedding orientation data from
cored drillholes.

Figure 8 Verification of the constructed localized fabric model with bedding exposures in the pit.
DIP SLOPE MINING DESIGNS
The slope design for the sedimentary units (LS and QS) was based on the following criteria;
• The designs apply to those areas where the dip direction of the bedding is within ± 20° of the direction of the
wall faces.
• The bench face angle (BFA) is designed parallel to bedding, except where the dip is less than the Critical Angle
(CA), which is defined as:

 tan φ 
A = tan −1 
C
CA 
 1.1 

A factor of safety of 1.1 is adopted for undercut bedding and therefore for a friction angle of 35°, the CA is 32.5°.

• The designs are defined in bedding dip increments of 5° above the CA, with the incremental dip being taken as
the mean of the range.
• Basic bench widths (W) are defined by the Richie formula, namely:
W = 0.2 H + 4.6m, where H equals the bench height (where batter face angles exceed 38°).

Dip-slopes where bedding dips are less than 50˚, bench widths are reduced to maintain an IRA of approximately <
38˚, which is the angle of repose. A summary of the recommended bench and inter-ramp angles for dip slope mining
is presented in Table 2 below.

Table 2 Summary of recommended bench and inter-ramp angles for dip slope mining

BEDDING DIP DESIGN BENCH BENCH


MATERIAL IRA*
RANGE HEIGHT WIDTH
BFA

CAL/OBD 65˚ 15 m 16.4 m 40˚

<32.5˚ (CD) 85˚ 15 m 10 m 53˚

32.5˚ - 40˚ 85˚ 15 m 18 m 38˚

LS/QS 40˚ - 45˚ 42.5˚ 45 m 10 m 37˚

45˚ - 50˚ 47.5˚ 30 m 10.6 m 38˚

50˚ - 55˚ 52.5˚ 30 m 10.6 m 42˚

15 m 10 m 53˚


DOL 85˚
30 m 15 m 59.5˚

DIP SLOPE MINING IMPLEMENTATION


The dip slope mining implementation work flow is indicated in Figure 9 below. This flow process was developed to
ensure that site engineers had insight and input to the processes for assurance purposes, and that the dependencies
of in-puts and out-puts of the multidiscipline team were well understood.
Figure 9: Dip Slope Mining Flow Process

The fabric model is used to determine the feasibility of implementing dip slope mining in a given area using the design
criteria presented in Table 2. As mining blocks are planned, the fabric model representing bedding plane attitude in
terms of dip and strike direction for that is interrogated and the kinematic potential for occurrence of planar failures
along bedding evaluated. Following this, a recommendation on the appropriate bench design configuration is made
based on the design criteria in Table 2. Figure 10 summarizes the decision process followed on the bench configura-
tion selection based on this criterion.

Figure 10 Illustration of the final wall design process for dip slope mining

Once a mining block is determined to meet the dip slope mining criteria, a 3D surface plane inclined at the recom-
mended bench face angle is created on GEOVIA GEMS™ software. The inclined surface represents a target plane to
which blast holes are designed to as shown in Figure 10 and subsequently mined to.
5. DRILL AND BLAST DESIGNS
Read and Stacey (2009) highlighted the need for “discipline and effective controlled blasting strategies, driven by te-
chnical issues that are not significantly compromised by short-term production requirements, are necessary to ensure
that the walls are not damaged by blasting’. In that regard diligent drill and blast processes were followed to ensure
safe and sustainable dip slopes are achieved.

OPTIMIZING BLAST DESIGNS


Jwaneng Mine blast designs are based on an approach developed in line with the Dyno Nobel Blasting and Explosives
Quick Reference Guide, 2010 shown in Table 2. The designs are specific to conventional batter-berm mining which
has been practiced since inception of the mine. The conventional approach was used as a baseline for developing
appropriate dip slope drill and blast parameters. Refinement of the parameters to determine suitable blast-holes de-
sign was undertaken through a number of trail blasts across multiple benches.

Table 3 : Jwaneng Mine Conventional Blast Design Approach

If frag. is not critical, start with B = 30d and adjust the de-

sign as results are obtained


Burden (B) 25d ≤ B ≤ 40d
For fine frag. start with B = 25d and adjust the design as

results are obtained

Thus, S = 1.15B

Spacing (S) S/B = 1.15


For course frag. use 1.5 ≤ S ≤ 2.0 and adjust the design

to optimize

Stemming
0.7B ≤ T ≤ 1.2B Use T = 0.9B for a start if frag. is not critical
(T)

Sub-drill (U) 1/4B ≤ U ≤ 1/3B Start with U = 1/4B

For dip slope mining blast hole depth (sub-drill or super-drill) was identified the parameter which proved to have sig-
nificant influence in the results achieved. Conventional practice dictates the use of sub-drill in order to achieve the
correct floor grade. Conversely for dip slope mining where undercutting is undesirable, super-drill was initially set at
zero. Subsequent assessment of the final wall exposed indicated some damage on the targeted plane due to sub-op-
timal blast-hole damage radius. To address this, the following improvement initiatives were implemented: super-drill
was revised to 0.5m and eventually to 0.9m as shown in Figure 11 and to reduce footwall blast damage, stemming
standards were reviewed. This was undertaken progressively as shown on Figure 11 by reduction of stemmed rows on
the dipping plane from two on Bench 6 to none on Bench 8. Removal of the first row on Bench 8 proved fundamental
to reduction of crest damage. Evident on the benches was clear progression from visible crest damage and impact of
the footwall on Bench 6 to negligible damage on Bench 8.
Figure 11: Optimization of blast designs for the Bench 6 – 8 dip slope benches

BLAST-HOLE LAYOUT
The blast-hole pattern for dip slope mining was designed with reference to the targeted foliation plane. For all planned
polygons, a 3D ArcGIS model was utilized to review the position of blast-holes as shown in Figure 12. Stab holes were
drilled in areas of toe overburden in order to minimize resistance from the front holes. Multiple target planes were used
as reference where the strike of bedding did not align parallel the face. This normally occurred in areas where there
were gradual changes in slope face strike directions relative to the bedding strike orientations, that is, a transition away
from planar failure conditions. This also implied a gradual change from conditions amenable to dip slope mining to
those more suited for conventional mining. In this case the designed blast holes are varied to cut identified fabric beds
so that the final face is along the pit design strike as illustrated in Figure 13.

Figure 12: Review of blasthole designs for dip slope benches on ArcGIS
Figure 13: Fabric Strike vs. Pit Design Strike (within dip slope envelope)

DRILLING QUALITY CONTROL AND ASSURANCE


Positional drill-hole accuracies is of utmost importance to the success of dip slope mining, as deviation from designed
blast-hole position could lead to undercutting the targeted plane. To ensure drill-hole conformance to plan, stringent
performance monitoring and analysis was carried out. Drill navigation system was also introduced to eliminate hu-
man-induced errors of spotting (mostly at night and in adverse weather) as well as improve efficiencies. According to
Vynne (2007), navigational systems bring improved efficiency, operational process control, and data accuracy, as well
as reduced operational delays into the drilling processes. Three DM30 drills that would concentrate on dip slope dri-
lling were fitted with Aquila GPS drill navigation system. This system was tied-in to the Jwaneng Mine Survey control
network. This eliminated the need for a human spotter, leaving the operator to navigate accurately on to drill holes to
within a centimeter.

6. LOADING AND HAULING


Proper loading procedures needed to be followed to avoid damaging the exposed target bedding plane at the final
wall as this could undercut bedding and undo the good work done prior to loading. Consequently, a loading procedure
developed in Western Australia, specifically for dip slope mining in which loading final wall faces was done only with
an excavator, was adopted. Only the most experienced excavator operators loaded the final dip slope benches. The
loading procedure for the dip slope final walls is illustrated in Figure 14.
Figure 14 Illustration of the loading procedure at a dip slope face using an excavator and a rigid haul truck.

It was also important to use the most experienced excavator operators for loading the final dip slope benches. Figure
15 shows an excavator scaling off material from the final dip slope walls before loading onto haul trucks in accordance
to the loading procedure.

Figure 15 An excavator at scaling off material from the final dip slope walls before loading onto haul trucks
7. DISCUSSIONS AND RESULTS
The implementation of dip slope mining processes in Jwaneng Mine has been hailed as a huge success. The inten-
sive geotechnical data collection proved to be the cornerstone of the success of dip slope mining. An integrated ‘live’
fabric model utilising mapping, and blast-hole geophysical data was the product of this data collection. The reliability
of the fabric model in turn enabled detailed ‘live’ mapping data analyses and interpretations to validate the decision or
recommendations on bench design configurations. Drill hole and charging designs were also guided by the prevailing
geotechnical conditions. Adherence to loading procedures ensured the integrity of the excavated dip slope benches
was maintained. This multi-disciplinary approach to dip slope mining was instrumental in achieving world class final
wall conditions based on reliable geotechnical information as well as blasting and mining execution excellence. Figure
16 shows a photograph of the resulting final walls following implementation of dip slope mining in Jwaneng Mine. Safer
and sustainable slopes have been achieved in an area with adverse geological structures.

Figure 16 Safe and sustainable dip slope benches on the Cut8 mining areas

8. CONCLUSIONS AND RECOMMENDATIONS


The successful implementation of the Dip Slope Mining methodology has demonstrated the criteria for dip-slope mi-
ning as well-established and should be adopted where there is a risk of undercutting the bedding structures. Synergies
between the mining and geotechnical teams where processes and interfaces were properly aligned also ensured
successful execution of the dip slope mining approach.

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COMPARING TRADITIONAL AND TELEVIEWER METHODS OF
STRUCTURAL DATA COLLECTION

Authors: K Llewelyn, A McCracken, and M Brown.

ABSTRACT
The requirement to optimise excavation design and safety in underground mining and to maximise slope angles and
minimise waste stripping in open pits is becoming more critical as pits deepen and economics become tighter. Ac-
curate structural data is critical in this process. The use of acoustic and optical televiewer core orientation tools are
becoming more prevalent in the mining sector and have improved rock mass characterisation and mine design.

There are a number of projects where both traditional manual core orientation tools and televiewers have been used.
This provides the opportunity to compare and contrast the output for both methods and assess the consistency, relia-
bility, and accuracy of the different systems.

The paper demonstrates the much improved accuracy of the televiewer systems and identifies cases where the data
from traditional methods, originally considered to be good, have contained serious systematic errors, predominantly
due to operator error.

Rather than confirming the orientation tool results, televiewer data have, in many instances, shown their shortcomings
in operator error and in identifying true structural parameters. Televiewers also provide a permanent record of structu-
ral data and should be considered as a primary tool for rock mass structure characterisation. Structural data obtained
from traditional manual core orientation should be scrutinised for potential errors before accepting it as accurate and
using it in design.

1. INTRODUCTION
All mining excavations should have an appropriate geotechnical design that takes into account the rock mass struc-
ture. The requirement to maximise safe ore extraction and minimise waste stripping is becoming more critical in un-
derground mining and pit engineering as pits deepen and economics become tighter. Slopes may be economically
sensitive, where small changes in slope angle can have major consequences on project economics. Underground
support and dilution are significant cost elements in underground mining.

Structural data collection tools have advanced significantly. The use of acoustic and optical televiewers are becoming
more prevalent in the mining sector, providing rapid and accurate high resolution orientated images of the borehole
walls in both cored and open holes.

Projects where both traditional manual core orientation tools and televiewers have been used, provide the opportunity
to compare the output for both methods and assess the consistency, reliability, and accuracy of the different systems.
The paper considers several cases with data allowing such comparison and demonstrates the much improved accu-
racy of the televiewer systems and, importantly, identifies cases where the data from traditional methods, originally
considered to be good, have serious systematic errors leading to inappropriate design.

2. BOREHOLE STRUCTURAL DATA COLLECTION TOOLS


The orientation of discontinuities is one of the most important characteristics considered in the design of any enginee-
red structure or excavation face; therefore, a reliable knowledge of the true orientations of these structures is required
(Kuppusamy et al 2011).

Boreholes provide a means of investigating the orientation and condition of the discontinuities in the rock mass when
using manual core orientation tools or downhole televiewers. Both provide a means for capturing the orientation of the
discontinuities. The manual tools are applied during the drilling process and the televiewers are used after the drilling
is complete.
MANUAL CORE ORIENTATION TOOLS
Manual core orientation tools have been used in the mining industry for many years and are used to recover core in a
way that the true orientation of the discontinuities can be measured. The tools generally determine the bottom or top
of the core, which is marked up with a reference line along as much as possible of each core run. Triple tube core
drilling has much improved the ability to mark up the core. The orientations of the structures are recorded measuring
the dip and azimuth, the alpha (“α”) and beta (“β”), relative to the reference line. The orientation of the reference line is
known and therefore the true dip and azimuth of the discontinuities can be calculated; however, when the true dip and
azimuth of the discontinuities are plotted onto stereonets, errors in the data become apparent.

OPTICAL AND ACOUSTIC TELEVIEWER TOOLS


Televiewer imaging utilises optical or acoustic waveforms emitted from a fixed source housed within a probe to map
the borehole wall, producing a near-continuous down-hole photographic-like image of the borehole (Ureel, Momayez
and Oberling 2013). The output provides a permanent record which can be revisited and is independent of the state of
the core. Televiewer images are typically presented for structural interpretation in 2D, such that the cylindrical image
of the borehole wall is rolled out flat. Planar structural and lithological features intersect the borehole wall along an
ellipse as shown in Figure 1. Computer software packages such as WellCAD® are used to fit sinusoidal traces, which
calculate true dip and dip direction from the sine wave amplitude and azimuth (Weir, 2015).

The tools are deployed after the drillhole is complete and do not require the use of the drilling rig, provided that the
drillhole will not collapse. Optical televiewers (OTV) can only be used in dry or clean water drillholes, whilst acoustic
televiewers (ATV) are used in drillholes containing fluid. ATV can also penetrate plastic, should PVC pipe be required
to prevent the borehole from collapsing in poorer rock mass conditions. Televiewers can be used on previously drilled
holes and stable open holes, sometimes in conjunction with reaming out to provide a fresh borehole wall.

There are associated risks of losing televiewers in heavily fractured rock masses which may cause the boreholes to
collapse during the survey; however, usually, the geophysical Contractor will use a dummy probe prior to carrying out
the ATV survey to assess if the hole is open to the target depth. To ensure that the risk is managed, it is critical that the
geophysical Contractor is made aware of the possibility of the hole collapsing.

OTV ATV Image

Figure 1: Examples of output images from OTV and ATV (not the same structure)
3. CASE STUDIES
The following case studies provide a comparison in the results with discussion on using both systems.

CASE STUDY 1: IMPROVED DATA CAPTURE ALLOWS STEEPER SLOPE DESIGN


An open pit Pre-Feasibility Study (PFS) was carried out on a banded iron formation (BIF) deposit where slope heights
will be 600 m or more. The Rock Mass Rating (RMR89) was classified as Good (60 to 80) with an average intact rock
strength in the region of 100 MPa. Core orientation was carried out using a manual core orientation tool to orientate
the core and a core frame was used to measure the orientation of the discontinuities. Thirteen geotechnical boreholes
were surveyed with a downhole ATV and the output images were used to carry out the hybrid logging method deve-
loped by Gwyn et al. (2013) to characterise the rock mass. Given the high rock mass strength, the slope stability was
governed by structure and it was critical to have accurate and reliable structural data for the bench and inter-ramp
design to optimise the pit slope angles. It was also identified early on that there would be major faults and major struc-
tures affecting the final pit wall which had to be taken into consideration.

Major Structure Interpretation


The footwall for this case study contained an adversely orientated through-going fault and closely jointed zones that
could prove problematic to the overall slope stability.

Geotechnical core logging identified a zone of heavily jointed rock and crushed rock, as shown in Figure 2. The logging
classified the fault as low confidence due to the fact that it coincided with the end of a core run. End of core runs are
usually found to be broken as drillers often attempt to remove core from the core catcher using a hammer. Orientating
the core using traditional methods was unsuccessful.

The ATV was used to understand the in situ state of the zone of rock and also to capture the orientation of the fault. The
tool captured the exact depth, thickness, and orientation and therefore increased confidence in understanding the en-
gineering characteristics of the fault. The pit slope design was designed to accommodate for the presence of the fault.

Figure 2: ATV imagery and relevant depth of core box showing major fault
Small Scale Structure Comparison
An understanding of the small scale structure for a given rock mass is a necessity to carrying out the kinematic as-
sessment and subsequently influences the bench berm configuration. The higher confidence structural data measured
from the manual core orientation tool were compared with the ATV measurements to understand the differences in the
data captured from both methods, as shown in Figure 3. The comparison indicated that there were significantly fewer
data measurements captured from the manual tool due to the low amount of confidently orientated core runs. The
manual core orientation tool captured only 25% of the data captured by the ATV. The resulting stereographic plots of
the poles thus showed different contours and different orientations. The manual core orientation tool indicated more
joint sets. The average dip of the major joint set from the tool was 20° different from the average dip of the ATV major
joint set. The range in azimuth of the tool joint sets was 10° to 30° more than for the ATV major joint sets. If the results
obtained from the manual core orientation tool were used, wider berms and shallower batter angles would be required
to ensure that failures are minimised and contained. The ATV data provided higher confidence data that enabled the
inter-ramp angles to be steepened.

Figure 3: Stereonets show variability in contour plot for manual core orientation tool and ATV

Conclusion
Without the use of ATV, the overall pit slope angles would have been designed at shallower angles, leading to higher
waste strip ratios and loss of reserve; the use of televiewers was therefore able to reduce the operating costs for the
project. Whilst the cost of having a geophysical contractor on site collecting the ATV data was higher than the use of
the manual core orientation tools, the case study shows that the cost of using this high accuracy data collection tool is
negligible when compared with both the Project cost savings from using steeper angles and the increase in reserves.

CASE STUDY 2: ERRORS AVOIDED BY USE OF ATV


An open pit Feasibility Study (FS) was carried out on a BIF deposit where slope heights of 550 m were to be expected.
The RMR89 was classified as Fair (40 to 60). Core orientation for 30 drilholes was carried out using a manual core
orientation tool. A review of the data indicated that there were systematic errors in the dataset, to the extent that it was
unusable for the study. Surveying 13 boreholes with an ATV allowed successful characterisation of the rock mass.

IDENTIFYING POOR CORE ORIENTATION DATA


A comparison in the pole plot distributions obtained from the manual core orientation tools and the ATV data are pre-
sented as Figure 4 for three drillholes. Whilst the results for drillhole DH01 at first appear reasonable, with possibly two
joint sets with high variability, the pole plot concentrations in drillholes DH02 and DH03 demonstrate that there have
been errors in the core orientation process. The cluster of contouring and the concentric rings or “bull’s eyeing” of pole
plots around the trace of the drillhole (red spot) indicate unsatisfactory core orientation.
COMITÉ CIENTÍFICO
PRESIDENTE
Javier Vega de Seoane Azpilicueta

VICEPRESIDENTE
Miguel Ángel Paradinas Márquez

PRESIDENTES DE ÁREAS
Juan Ramón García Secades
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO

Javier Targhetta Roza


Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN

José Luis del Valle Doblado


Área 3.- ENERGÍA

Juan Antonio López Geta


Área 4.- AGUA
 Figure 4: Contoured Stereonets for traditional tool (upper) and ATV (lower)
Figure 4: Contoured Stereonets for traditional tool (upper) and ATV (lower)
José Luis Tejera Oliver
The most frequent type of mistakes that give rise to this eff
The most
Área 5.- frequent
SISTEMAStypeDE
of GESTIÓN
mistakes that
Y MARCO to this eff ect include initial orientation marking inaccuracy, badly 
give rise NORMATIVO ect include initial orientation marking inaccuracy, badly
drawn  reference
drawn reference  lines,
lines,  orientation
orientation  line
line  ambiguities,
ambiguities,  equipment
equipment  use
use  defi ciencies,  and  operator
ciencies, and operator  error.
error.  Examples
Examples  are
are 
shown in Figure 5. It is not unusual to have a combination of these errors with the compounding eff
shown in Figure 5. It is not unusual to have a combination of these errors with the compounding eff ect giving rise to a 
ect giving rise to a
COORDINADORES
poor data set. DEL COMITÉ CIENTÍFICO
Top Left - equipment defi
Top Left - equipment defi ciencies, Top Right - badly drawn reference lines, Bottom Left - orientation line ambiguities 
ciencies, Top Right - badly drawn reference lines, Bottom Left - orientation line ambiguities
Ángel Cámara
RightRascón
and Bottom Right - initial orientation marking inaccuracy
and Bottom - initial orientation marking inaccuracy
Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

 Figure 5: Examples of poor core orientation practice
Figure 5: Examples of poor core orientation practice

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
Conclusion
The rock mass structure from the ATV results is more accurate. The systematic errors leading to poor quality and the
low confidence in the data set obtained using the manual core orientation tool caused the source of data to be unusa-
ble for the rock mass characterisation. The slope design based on the manual core orientation data was fundamentally
incorrect. The use of the ATV system ensured that high quality data were captured with a high degree of confidence,
facilitating a robust pit slope design for the FS.

The Overall Slope Angles were increased from 36° - 48° at PFS level to 55° at FS level, providing hugely improved
economics for the project. The costs for each method of data collection is far outweighed by the cost savings seen by
the increase in pit slope angle that was achieved for the FS level.

CASE STUDY 3 – MISINTERPRETED FRACTURES USING MANUAL TOOLS


A PFS was carried out on a manganese open pit with projected slope heights of 400 m. The RMR89 was classified
as Fair to Good (40 to 80). Core orientation was carried out using a manual core orientation tool with measurements
by an acetate ruler. Six boreholes were surveyed with a downhole ATV tool. The slope design was governed by the
kinematics, a comparison of the open joint count was carried out to assess the confidence in the data sets.

Rock Mass Classification


The core consisted of many drilling breaks and cemented or healed joints that had opened during drilling and handling
of the core. Open joint counts are a major input to the rock mass classification systems used to characterise the rock
types (Figure 6). The RMR89 ranged from 6% to 9% higher when using the ATV data in comparison to the data ob-
tained from traditional tools due to lower fracture frequencies and RQD. In five of the drillholes, the number of logged
open joints was 100% to 200% more in the manual core orientation tools than for the ATV, as shown in Figure 7. It is
acknowledged, however, that this misinterpretation of the manual fractures is due to the errors in the logging and not
directly to the use of the traditional manual tool. The higher RMR89 numbers form the ATV data set had a beneficial
impact on the overall pit slope stability analysis and steeper slopes were used when the structure was favourable.

Figure 6: Core photograph showing misinterpreted joints


Figure 7: Cumulative frequency charts showing open structure counts

Conclusions
This case study provides a good example where “open structures” have been overestimated due to the drilling process
and have been included for in the joint counts for the RMR89. The ATV survey results show if a structure is present at
a given depth and if it is open or cemented. This gives the user the opportunity to check if the structure logged from
the traditional methods has been misinterpreted and is in fact a manual break and not a natural structure. The misin-
terpretation of structures in this case led to lower RMR89 and subsequently had an adverse effect on the pit slope
design. Some may argue that the structures that opened during drilling are weakly cemented and, as a conservative
approach, should be counted in the open structure count for defining the fracture frequency, as it is expected that these
joints will be opened during mining operations; however, there is no requirement to adopt this approach when using
ATV because it is clear from the survey results which joints are open and which are closed. Open fractures are always
the most prominent features seen on electrical images because of the large conductivity contrasts between the fluid in
the fracture, typically assumed to be the drilling mud, and the surrounding rock (Plumb & Luthi 1989) and the RMR89
can be calculated as intended to generate representative RMR89 values.

CASE STUDY 4 – PROJECT COST CONSIDERATIONS


Defining the orientation of structures is a necessity for underground mine stope design and support. With accurate
structural data, the shape and orientation of the stope can be designed to manage instability and minimise dilution.

An underground mining PFS was carried out on a gold deposit in Europe. The RMR was classified as Fair (40 to 60)
using Laubscher’s Rock Mass Rating (1990) with an average intact rock strength ranging from 40 to 75 MPa. Core
orientation was carried out using a manual core orientation tool and measured with an acetate ruler. Subsequently,
four geotechnical boreholes were surveyed with a downhole ATV with remote assessment after completion.

Project Cost Considerations


The current perception is that downhole ATV surveys are expensive. This case study has been used as an example
to illustrate some of the costs taking into consideration the planned costs for both types of data collection. The details
of the project taking into consideration for the cost comparison are presented in Table I. The costs for the televiewer
survey and the manual core orientation tool are shown in Table II and Table III, respectively.

Table I: Project details for cost comparison


Item Number
Drillholes 4
Total drilling meterage (m) 1500
Average metres drilled per day (m) 25
Hours drilled per day (hour) 12
Total drilling days (day) 60
Total drilling hours (hour) 720

Table II: Costs for televiewer survey – average cost based on four quotes
Item Cost (€)
Mobilisation 12,000
Televiewer Logging 15,500
Total Cost 27,500

Table III: Costs for manual core orientation - assuming €35/hour for geotechnician
Item Cost (€)
Geotechnician supervision of rig 25,200
Manual core orientation tool hire 4,500
Total Cost 29,700

Faults and Small Scale Structure


Thick zones of faulted, altered, and sheared rock caused some boreholes to collapse after removal of the drill strings.
To obtain structural data from the ATV for the depths of the drillhole below the collapsed rock, the collapsed material
was drilled out and then the drill string was lowered to below the zone of instability prior to carrying out the ATV survey.
This is a time consuming practice which, when involving drilling Contractors, means that the costs of the investigation
increase significantly.

A comparison of the structural data obtained is shown in Figure 8, highlighting the following:

• Several fault orientations were recorded in the ATV logging which were not identified by the manual core orien-
tation tools due to the fractured nature of the rock.
• More structures were logged from the ATV logging providing a better understanding of the different types of
discontinuities present in the rock mass.
• A strong signature for the foliation is present in each stereonet; however, there are two other major joint sets
missing from the manual core orientation data set that were picked up in the ATV. There is a moderately dipping
set to the north which would prove problematic to the stability of the stope walls, which would have been missed
if the ATV had not been used.
• The orientation of the foliation in SRK02, as indicated by the manual orientation tool, appears to have swung
around 45° to dip to the north rather than correctly to the northwest as it does in all the other data sets.
• There is much more consistency in the ATV results between the boreholes.
SRK Consulting Slope Stability 2018

Manual Core Orientation Tool Acoustic Televiewer Survey

SRK01

SRK02

? ?

SRK03

?
?

SRK04

? ?

Figure Figure
8: 8:Stereonets
Stereonetsshowing
showing structural data for
structural data fororientation
orientationtool
tooland
and ATV
ATV

7_176C~1 Page 11 of 13
Conclusions
Whilst the comparison in costs for this project supports that the perception that the costs of downhole ATV surveys are
significantly more expensive than manual core orientation tools, fundamentally, the ATV provides more representative
data to be used for design. The potential costs to the project due to a design based on an incorrect data set obtained
from the manual tool far outweigh the costs highlighted above.

4. BENEFITS OF USING OTV/ATV


The advantages of using ATV over core orientation tools are evident for each case study.

The significant benefits for using ATV are the following:

• permanent record of orientation measurement irrespective or later core treatment/sampling and provides fi-
le-able data that can be re-assessed if needed;
• improved accuracy in the structural data set gives greater confidence in slope design;
• can work in all rock masses, although heavily fractured rock masses may need to be lined with PVC and ATV
used;
• total hole coverage maximising data from drillholes; no data loss in closely jointed sections where orientation
tools struggle;
• minimal cost in relation to drill programme, expect 5% to 10% of total drill cost;
• more accurate fracture frequency/joint spacing measurements;
• increased accuracy in the orientation of the major joint sets;
• increase in confidence of orientation, location, width and major structure frequency;
• better optimisation of pit slope, stope design and rock support;
• ability to check on drilling as structural logging can be done side-by-side with the core;
• can be done post-drilling and on old stable holes which may be reamed out and orientated, or extended by
open holing and ATV/OTV orientated; and
• costs are similar when geotechnician and drilling standing times are considered.

5. CONCLUSIONS
The use of down-hole televiewer methods results in much improved confidence in rock mass conditions and structural
data set definition. Such systems can be used in all rock masses; very heavily fractured rock masses can be lined with
PVC to ensure borehole stability and orientation by ATV. The use of televiewers systems maximises data from drillho-
les and represents a minimal cost in relation to the drilling programme, typically less than 10% of the total drilling cost.

The benefits of using televiewers can manifest themselves in greater optimisation of pit slopes and underground ex-
cavation design and support and can lead to financial benefits when designating economically sensitive slopes and
confidence when developing slopes near to critical infrastructure.

The paper concludes that televiewers should be considered as the primary tool for data collection when considering
undertaking any rock mass characterisation and that structural data obtained from core orientation should be scrutini-
sed for potential errors before accepting it as accurate and using it in design.

6. REFERENCES

Bieniawski, Z. T. 1989. Engineering Rock Mass Classifications. New York: Wiley.


• Laubscher, D.H. 1990. A geomechanics classification system for rating of rock mass in mine design. J S Africa
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• WellCad software developed Advanced Logic Technology (“ALT”).
• S. Ureel, M. Momayes & Z. Oberling. 2013. Rock core orientation for mapping discontinuities and slope stability
analysis in Volume 02, issue 7 of International Journal or Research in Engineering and Technology.
• Gwynn, X.P., Brown, X.C. & Mohr, J.P. 2013 Combined use of traditional core logging and televiewer imaging
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Open Pit Mining and Civil Engineering, 25-27 September 2013. Dight, P,M. (ed,) Australian Centre for Geomecha-
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• F. M. Weir. 2015. The future of structural data from boreholes. International Journal of Geotechnical Engineering
in volume 9, pp 223-228.
• V. Kuppusamy, C.A. Jermy, C.P. Fietze & P. Hornsby 2011. Comparison of borehole discontinuity data collection
methods – uncertainty and quality concerns. Proceedings Slope Stability 2011: International Symposium on Rock
Slope Stability in Open Pit Mining and Civil Engineering, Vancouver, Canada (September 19-21, 2011).
• Plumb, R. A. & Luthi, S. M. 1989. Analysis of borehole images and their application to geological modelling of an
aeolian reservoir. SPE Formation Evaluation, 4, 505-514.
ORAL FINAL PAPERS

SESSION 3
• A.Duran and R. W. Seedsman
MANAGING WATER PRESSURES IN A STEEPLY DIPPING COAL–MINE FOOTWALL
• Tahereh Shaghaghi, Ali Tolooiyan and Rae Mackay
NUMERICAL INVESTIGATION OF POTENTIAL PORE WATER PRESSURE CHANGES IN
JOINTED BROWN COAL DUE TO WASTE MATERIAL PLACEMENT AGAINST A BROWN
COAL OPEN-CUT BATTER
• Stephen Kirkpatrick, Phil de Graaf, SW Jacobsz
OPERATIONAL RISK MANAGEMENT OF LAND BASED BEACH MINING 30M BELOW THE
ATLANTIC OCEAN.

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
MANAGING WATER PRESSURES IN A STEEPLY DIPPING COAL–MINE FOOTWALL

DURAN, A. A AND SEEDSMAN, R.W.B


A pells sullivan meynink, g3 56 delhi road, north ryde, nsw, 2113,
Australia: alex.Duran@psm.Com.Au b seedsman geotechnics pty ltd: sgplross@bigpond.Com

Key terms: Footwall, steep dips, slope stability, coal mining, ground water.

ABSTRACT
Surface coal mines can require footwalls in moderately and steeply dipping strata. Design of these footwalls can
be challenging in high rainfall environments. Two alternative design methodologies can be pursued - an analytical
approach or one based on experience. Prior to 2013, compiled site experience in high rainfall environments suggested
that stable bench heights would need to be less than 60 m. Reviewing the case studies it was realised that the previous
footwall failures occurred during or immediately after heavy rain events and that a possible failure trigger involved tran-
sient water pressures in dilated bedding surfaces below the floor of the coal seam. Limit equilibrium analyses highli-
ghted that failure was possible where piezometric levels in the floor were artesian. A strategy involving closely spaced
vertical holes, drilled by production blast rigs and left open, was developed. It was observed that these holes flowed
water for 1 or 2 days and then were dry. Using this strategy a 250 m high footwall with an average dip of 15° has been
successfully developed and this is more than twice the height the experience curve had indicated.

1. INTRODUCTION
Once the typical dip of coal seam strata exceeds 10° (referred to as shallow dips in the following text) open cut coal
mining is usually undertaken utilising truck and shovel techniques. Mining development proceeds in terraced panels
with formation of a highwall (where strata dips into the wall), endwalls (either as a final wall or part of the advancing
terrace), a footwall and where space permits back-filling of the established void. Depending on the dip of strata, the
footwall may either follow the floor of the target coal seam (particularly where dips remain moderate,10 to 15°, to steep,
15 to 25°) or require a benched profile, which may require mining of under-burden (typical once dips are very steep, in
excess of 30° and dependent on overall height of slope).

Footwall stability and particularly where it is unbenched is a key safety and productivity concern when mining coal
seams of steep dips. The speed of collapse and the volumes of material present a severe safety hazard. Operationally
re-establishing access to the target seam is complex and the alternatives may involve a step-in to a less desirable
seam or cessation of mining in the particular panel.

Stead and Eberhardt (1997) provides a detail review of the recent research into footwall failures and proposes four
mechanisms: active/passive, quasi rotational, toe release involving shear through intact rock and complex involving
buckling and/or ploughing. A key aspect in such failures is the requirement for a discontinuity below the mined floor
that has significant continuity to allow formation of what the authors’ term as slab failures. Such discontinuities may
comprise bedding surfaces, clay seams, or tuff layers. Tectonic deformations are commonly associated with coal ba-
sins where moderate to very steep dips are present so it is possible that there has been shearing along discontinuities
with the formation of slickendsided surfaces. An understanding of the stratigraphic location of such features and their
character is paramount to design an adequately stable footwall.

Numerous methods of analysis of the slab type failures can be used and in summary these comprise:

• Buckling type analysis as initially proposed by Kutter (1974) and further elaborated upon by Cavers (1981) and
Garzon (2016).
• Closed-form solutions by Hawley et al (1986) and more recently Alejano (2011).
• Use of Finite Element Techniques such as Coulthard (2000)
• Method of slices

In the authors’ work in coal mines in Colombia, it was realised that footwall failures occurred during or immediately
after heavy rain events. This was the case not only for mines with perimeter wells and horizontal drains but also for
mines without such groundwater management. A concept evolved which invoked transient water pressures in dilated
discontinuities below the floor of the coal seams. As the mine deepens the redistribution of stresses causes some la-
teral movement into the excavation which may be concentrated on specific discontinuities. Torrential rain on the bench
above introduces a water pressure in the dilated surfaces that may become artesian. It is noteworthy that this hazard
was also identified by Cavers et al (1986).

This paper outlines how transient groundwater pressures were identified and managed in a coal mine in Colombia.
There were several aspects which made management of ground water challenging and these included the presence
of a natural drainage channel close to the sub-crop of the lowest seam, inability to install pumping wells, and a mining
rate that meant that horizontal drains could not be adequately scheduled.

2. SITE CONDITIONS
Initial experience with footwalls for both authors was in Colombia where rainfall occurs during two wet seasons. The
mine involved multiple seams in a synclinal structure, with maximum dips of 20° on one limb and 45° on the other limb.
The final pit involved mining to depths of close to 300 m.

The authors became involved in the project in early 2005 and when mining had progressed to depths of approximately
120m. Owing to limitations in the extent of previous geotechnical studies the authors’ were confronted with the issue
of determining the inputs for an analytical design for footwall stability. The initial focus was in establishing the “slope
experience” to date and summarising based on stable and unstable slopes. Figure 1 presents an early collation of
stable footwall slopes (open symbols) and failures (closed symbols). A critical review of the data highlighted that some
stable slopes had been developed that were significantly steeper than failed slopes. The authors considered these
differences were driven by water pressures in the slopes as the footwalls had been largely developed to one coal seam
and with similar sub-floor conditions in both the failed and stable slopes. Moreover, it was recognized that the failures
typically occurred after rainfall events. A design line was postulated, based on the upper bound of most failure, and
recognising that this presented a design with a somewhat unknown level of water pressures in the footwall.

Figure 1 Slope experience – unbenched footwalls (planar or slightly concave)

Recognising the coal resource extended to about 300 m, depth long-term mine planning had to consider the impact
of the possible restriction of a maximum bench height of 70 m which would result in sterilisation of large tonnages.
Existing waste dumps and mine infrastructure in vicinity of the crest prevented benching in the under-burden. Con-
sequently there was a focus on how bench heights could be increased and this lead to consideration of controlling
groundwater pressures.

3. ANALYSIS – METHOD OF SLICES


The authors have used the limit equilibrium/method of slices to analyse footwall stability, specifically SLIDE 6 and
utilising the GLE/Morgenstern-Price method. The mechanism that is invoked by the analysis is “toe release involving
shear through intact rock, Stead and Eberhardt (1997). The limitations of limit equilibrium, Krahn (2003), are accepted
and contribute further uncertainties in addition to being able to adequately characterise the site and allocate a strength
value to the rock mass at the toe of the slab. The comments by Hawley et al (1986) are worthy of repeating: “In most
cases, the confidence with which rock mass strength can be predicted determines the accuracy of the stability analy-
sis, not the analysis technique used. Assessment of rock mass strength may be based on semi-empirical techniques
or back analysis of existing slopes. Any estimate or rock mass strength must recognise the highly anisotropic nature
of the rock due to the presence of bedding discontinuities.”

THE STRENGTH OF THE TOE


Referring to Figure 2, collapse of the footwall requires shear failure through the rock mass at the toe of the slope.
Currently the only readily-available transparent approach to assessing rock mass strength is the Geological Strength
Index (GSI). When the GSI was introduced, Hoek and Brown (1998) emphasised that the failure criterion is based on
the assumption of isotropic rock mass behaviour. While this may be a valid assumption for igneous and metamorphic
(often referred to a hard) rocks it is less tenable for sedimentary (soft) rocks and especially the thinly bedded siltstones
and sandstones that are typically found in the floor of coal seams. Bedding introduces transverse anisotropy that not
only impacts on strength but also on how stresses are concentrated around openings.

To address the problem of transverse isotropy the authors have found that the selection of a GSI values needs to con-
sider the direction of loading with respect to bedding. When considering a rock mass failure in a highwall the loading
tends to be at a high angle to the bedding and a high GSI value (50 to 65 being a reasonable range) is appropriate.
However, for the footwall problem the loading direction is at a much lower angle and a lower GSI appears to be more
appropriate.

SENSITIVITY STUDY
At the time of undertaking studies for the mine in question, the authors of this paper had significant differences in opi-
nion as to selection of input parameters and particularly in regard to the combination of rock mass and bedding stren-
gth. The issue was compounded by the lack of site investigations that had been carried out to that date. This resulted
in significantly different approaches by the respective authors even utilising the same failure as a back-analysis for
confirmation of design inputs. The back-analysis was carried out for a 5 m thick slab, over a 87 m high slope and with
an overall angle of 19o. The intact strength parameters of the slab were a uniaxial compressive strength of 26 MPa,
mi=7, and a disturbance factor of 0.0.

One set of parameters represented the experience with transverse isotropy in underground coal mines, Seedsman
(2017). This led to the adoption of a GSI of 35 (Sectors M5 and M6 in the molasse chart of Hoek et al, 2005). For bed-
ding the average friction angle obtained from a small number of laboratory tests, of 25° was used. The alternative set
of parameters was based on a back-analysis of another failure at the site where bedding had an indicated lower-bound
friction angle of 15°. A GSI of 55 for the rock mass at the toe was derived from borehole logging and this provided a
GSI which was considered consistent with experience in other mines.

Two ways of modelling the transient groundwater condition were considered. For the low GSI/average friction angle
set the water pressures were only applied to the bedding surface and with a horizontal phreatic surface. For a factor of
safety of unity a pressure head of 30 m at the toe was required, equivalent to 25 m of artesian pressure. For the high
GSI case, a phreatic water surface was adopted that largely followed the mined floor and with minor artesian pressu-
res at the rock mass toe. Water pressures were applied to all units in the slope. A factor of safety of unity required a
pressure head of 12 m at the toe.

INTERPRETATION
The authors acknowledge that there may be other parameter pairs that could be adopted in this sensitivity study and
this highlights the complexity of the issue with footwall stability. Moreover, analyses with different bench heights, slab
thickness, and bedding geometry/strength would be required to fully constrain the parameters.

Notwithstanding the above comments and regardless of parameters adopted, both sets of analyses highlight the sen-
sitivity of stability to water pressures at the toe. Significantly, the approach to model water pressures may need to be
varied for different strength parameter pairs. It is recognised that this aspect will become essential to understanding
the behaviour of thicker slabs.

The important conclusion from this sensitivity study is that control of water pressures at the toe will play a key role in
footwall stability. The study highlights that depressurisation near the immediate mining face would be beneficial if not
essential. This may explain why other mines with perimeter wells distant from the mining and horizontal drainage that
may be too widely spaced have not been effective in mitigating footwalls failures.

APPLICATION
To maximize coal recovery, the mine design required developing a 250 m high footwall on the floor of the lowest target
seam with an overall angle of about 15°. A significant constraint comprised a surface water course some 20 m back
from the crest. Failures had occurred in an immediately adjacent area and these indicated that the geotechnical setting
was likely to be unfavourable with regard to stability.

Site investigations indicated that potential failure planes were located approximately 15 m and 40 m below the floor.
Stability analyses were undertaken utilising the low GSI assumption and a lower bound bedding friction angle of 20°
(this revised bedding strength was established from direct shear testing) and considering the water pressures required
for stability. Due to a slight concavity of the seam the critical condition was when the footwall was about 170 m high.
The potential shallower failure plane, 15 m depth, represented a greater hazard in terms of stability. The analyses
further highlighted the sensitivity to water pressures and indicating that minor water pressures at the toe would be
1.238

significant, Figure 2.
300
200
100
0
-100
-200

2200 2300 2400 2500 2600 2700 2800 2900 3000 3100 3200 3300 3400 3500 3600

Figure 2 Stability analysis revealing that upper portion is more critical and the decreasing stability as the water
pressure at the toe increases

The analyses highlighted that depressurisation of the footwall was required however the operational experience to
date indicated that installation of horizontal drains (and with an intensity considered to provide adequate depressurisa-
tion) would adversely impact on production. The site investigations indicated that there were several thin coal seams in
the footwall that could be used to aid the depressurisation. The senior author suggested the use of vertical holes that
could be readily drilled with the production drill rigs. Owing to the ease with which such pressure relief wells could be
emplaced, it was decided that the wells could be closely spaced (of the order of 5 m), drilled at the toe of the footwall
as each vertical lift was developed and to depths approaching 30 m to ensure depressurisation below the potential
critical failure plane was addressed. With the haul-back terrace mining system that was being used there was potential
for some out–of-plane drainage of the footwall.

Initial installation of the vertical pressure relief wells provided confirmation of pressure relief (through up-welling of wa-
ter). Although the wells typically stopped flowing after a few days they have been observed to produce new flows after
rainfall. Where relief wells were drilled in very steeply dipping strata compartmentalisation of water in more porous
zones was observed, Figure 3a.
(a) Vertical relief wells showing possi-
(b) Footwall in mid-ground, advancing spoil pile in
ble compartmentalisation of water in steeply
the foreground
dipping areas

Figure 3. Photographs of aspects of the case study

An extract from the mine plan shows the intensity of the relief wells, Figure 4. The spacing of the holes was selected
to be compatible with the mine schedule – there has been no work to seek to optimise the spacing or depth as the
adopted design had negligible impact on production.

Figure 4. An example of the intensity of vertical relief wells (NB: 1km grid and 10m footwall contours)

4. DISCUSSION

REVISED EXPERIENCE CURVE


As noted above the initial experience with footwall stability was utilised to provide an indication of the likely achievable
stable footwall for unquantified drainage conditions, Figure 1. However as progressive depressurisation through verti-
cal pressure relief wells was achieved it has been possible to extend the design limits to higher bench heights as the
footwall in this mine area was completed, Figure 5. There is now a design line for depressurised moderately dipping
footwalls; at this time there is no data to extend this design line to steeper dips.
Figure 5 Design lines for footwall stability indicating lack of validation data for dips greater than 20°.

USE OF VERTICAL PRESSURE RELIEF WELLS


Based on this case study and a comparison with other operations in high rainfall areas vertical pressure relief wells
could replace perimeters wells and horizontal drains for seam dipping less than about 20°. Between 20° and 30° dips,
there would be a need to consider the potential for deeper seated failure and hence longer wells. Careful consideration
is required to determine the maximum slab thickness that could potentially fail as the two ground water approaches
discussed above suggest significantly different stability outcomes. For very steep coal seams, in excess of 30°, there
may be a geometric problem in terms of the effective depth of vertical wells and the slab thickness.

The proposed use of vertical wells is for managing transient pressures associated with rainfall events using closely
spaced wells and targeting the immediate footwall. It is noted that the vertical wells discussed in Craig and Mink (1985)
were designed to lower the regional artesian pressure to prevent floor heave and they indicated a typical design of 75
m deep wells spaced at 85 m to 130 m apart.

DESIGN OF FOOTWALLS IN FEASIBILITY STUDIES


This paper has demonstrated that for footwall design there remains a high level of uncertainty in the selection of rock
mass strength, bedding shear strength and groundwater approach. Even for a mine that has been operating for over
10 years the authors have not agreed on a unique combination of parameters for back analysis. Of the three inputs,
site characterisation should focus on the shear strength and stratigraphic location of bedding surfaces that may be
potential failure planes. The mine planning should schedule close-spaced depressurisation wells from the start. The
authors despair about the ability to progress knowledge of rock mass strength given the recognition of its importance
nearly four decades ago and the limited progress since then.

5. ACKNOLWEDGEMENTS
Both authors sincerely Dubier Cardona Lopez for his detailed work on the case study at the mine site. The case study
would not have progressed without his dedication to developing safe methods for mining of dipping coal seams.

6. REFERENCES

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NUMERICAL INVESTIGATION OF POTENTIAL PORE WATER PRESSURE
CHANGES IN JOINTED BROWN COAL DUE TO WASTE MATERIAL
PLACEMENT AGAINST A BROWN COAL OPEN-CUT BATTER
Tahereh Shaghaghi, Ali Tolooiyan and Rae Mackay
Geotechnical and Hydrogeological Engineering Research Group (GHERG),
Federation University Australia, Churchill, Victoria, Australia

ABSTRACT
Stability of batters in the Latrobe Valley brown coal open cuts is maintained by lowering the groundwater pressures
in the pores and joints of the coal using closely spaced horizontal bores. Brown coal is relatively soft and very light
(specific gravity around 1.1) and is susceptible to movements caused by excess groundwater pressure. When internal
dumping of waste materials against these batters takes place during backfilling processes, seepage from the coal can
be reduced, and the horizontal bore outlets can become sealed. Quantifying the potential impacts on the batter arising
from the reduced outflows and the changes in the stress regime is important for both understanding the stability issues
and for assessing mitigation requirements as well as understanding the observed movements from pin surveys. This
study is focused on one of the largest brown coal mines in Victoria and numerically investigates the effect and possible
side-effects of dumping low-permeable silty and sandy clay overburden material in front of a coal batter. Joints in the
batter are typically sub-vertical, comprise two sub-orthogonal sets and penetrate the full depth of the coal. The eXten-
ded Finite Element Method (XFEM) employed in the Finite element software Abaqus has been used to simulate the
pore pressure and joint aperture changes in the batter over time in the presence of existing discontinuities and joints
in the coal.

KEYWORDS: Overburden, XFEM, Drainage, Joint, Pore Pressure, Batter Stability

1. INTRODUCTION
The matter of providing stability for open-cut mine operation, because of its potentially hazardous nature and the in-
herent variability of sub-layers material has always been a concern for mining and geotechnical engineers (Western
Australia Government, 1999). Operational management of slope stability hazards can be achieved by considering the
geological, geotechnical and hydrogeological condition of a mine and professional geotechnical judgment, instrumen-
tation and ground support techniques. However, there is no general solution to the geotechnical design and operation
of mines (Western Australia Government, 1999). Also, stability analysis of open-cut mines can become a complicated
practice when mining in soft rock materials such as the Victorian Brown Coal (VBC) with a complex geotechnical,
geological and hydrological behaviour.

Australia is one of the world leaders in mining with decades of mining experience across the country. While the stability
of the mines in Australia during their operation time is always an important issue for the mining companies as well as
the government, this issue can become even more important for those mines that are approaching the end of operation
life. Stability of mines as a crucial part of mine closure and rehabilitation plans, in the end, determine the nature of the
legacy left behind for future generations. If long-term stability analyses are not done realistically and scientifically, a
mining site may continue to be hazardous for many years to come.

The fundamental requirements for open-cut batters stability design are investigating the geological structure of the
rock slopes, geotechnical properties of the rock mass and other underneath layers, evaluating groundwater profile and
rainfall, and considering the geometry of the slope, state of the stress and seismic forces (Fleurisson, 2012). One of
the common triggers for the failure of open-cut batters is high water table level within the batter and poor water mana-
gement practice in which pore water pressure creates an uplift force on the potential failure surface and cause insta-
bility of batters (Mandzic, 1992). In the case of VBC open-cut mines, geological discontinuities or joints in coal seams
can control the groundwater flows. Hence, water pressure and flow inside the VBC joints can contribute to batter failure
if they lead to an active force which goes beyond the shear strength of the probable slip surface.

To increase stability of mine batters, geotechnical and mine engineers employ different solutions such as installation of
drainage systems, degrading slopes, and internal dumping of waste materials against batters. Implementing sub-sur-
face drainage systems and internal dumping of overburden material are among the routine practices in coal mining to
achieve stable and safe batters. In general, the subsurface drains in coal mines are installed to dissipate water from
batters, rapid drainage of rainfall runoff, redirect the water table, and reduce the hydrostatic pressure behind the batter
which in result increase the effective stress in the coal mass and achieve a higher stability factor of safety. The overbur-
den from surface coal mines may include soils, gravels, shales, coaly shales, and other unconsolidated material which
are removed to reach the coal seam layer. They usually have the lowest risk of contamination to the environment and
used to dump in front of the batters as internal dumps to increase the stability of batters by increasing the total weight
of material acting against the active forces.

This study employs an advanced numerical simulation based analysis to investigate the effect of the installation of
horizontal subsurface drains on lowering the water table in a VBC open-cut batter. Also, the effect of internal dumping
of waste materials against the batter and its effect on sealing the horizontal drains and subsequent change in ground-
water table level has been investigated.

2. PROBLEM STATEMENT
Victorian brown coal is identified as one of the largest coal resources across the globe which is providing a significant
energy source for Victoria. VBC has been mined since 1921, and at present, the excavated pits have reached a depth
of 80-100 m below ground level (bgl). VBC is relatively soft, very light and has a high moisture content ranging from
120% -170%.

This study is a part of the Batter Stability Project (BSP) at Energy Australia’s Yallourn Mine, being conducted by the
Geotechnical and Hydrogeological Engineering Research Group (GHERG) at Federation University Australia. As a
part of this project, researchers are investigating the geotechnical and hydrogeological factors contributed to a failure
occurred at Yallourn mine’s north-east batter in 2007. After the failure, an investigation was conducted by the Victorian
government (Victorian Government, 2008) to investigate the contributed geotechnical and hydrogeological factors as
well as the failure mechanism. As one of the outcome of this investigation, it is believed that a severe rainfall happe-
ned before the failure has increased the water inflow from the river named Latrobe River near the north-east batters
into the naturally occurred joint networks and has intensified the failure scenario by a mechanism called block sliding,
where a large block of coal has slidden horizontally across the mine floor. Also as another conclusion for the mentio-
ned investigation, it is believed that the other main cause of the failure has been the water pressures in the inter-seam
clays underlying the block of coal. This water pressure has caused a buoyancy effect on the block of coal reducing the
resistance to sliding along its base.

After this failure, one of the approaches applied to increase the stability of the north-east batter was to drill horizontal
bores as subsurface drains to lower the groundwater table and control the water pressure behind the batter. About
9-10 years after the failure (2016-2017), some of the horizontal bores drilled in the north-east batter were sealed by
dumping of waste materials against this batter as a part of the mine backfilling program. The increased drainage pos-
sibility as the outcome of the horizontal bore drilling and the decreased drainage possibility due to the construction of
the overburden dump, imposes two effects on the state of pore water pressure in the coal seam behind the batter as
well as inside the clay inter-seam, in contradiction to each other. To investigate these effects, a 2D cross section in
the north-east batter has been chosen for numerical simulation in this study (see Figure 1). In this study, it is aimed to
not only model the pore water pressure changes but also to investigate the consequent effects on the behaviour of a
vertical joint which is located in coal seam behind the batter.
Figure 1 Yallourn’s north-east batter

3. METHODOLOGY
Stead et al. (2006), illustrated three possible levels of complication in the numerical analysis of rock slopes. The level I
analysis involves the use of kinematic and limit equilibrium methods with possible modifications to include probabilistic
theories, coupling of groundwater simulations and simplistic treatment of intact fracture and plastic yield. Level II and
III analysis involve the use of continuum or discontinuum numerical methods, and hybrid continuum-discontinuum co-
des, respectively. The Levels II and III can address the majority of the complexities associated with geometry, material
anisotropy, non-linear behaviour, discontinuity, coupled hydro-mechanical behaviour and dynamic analysis.

During the last thirty years, several researches have been carried out on the coupled hydro-mechanical behaviour of
natural and human-made rock slopes. Agliardi et al. (2001) conducted finite element analysis to study the incorpora-
tion of groundwater effects on the deformation of a rock slope. Bonzanigo et al. (2001), demonstrated the application
of coupled hydro-mechanical distinct-element simulation using a discontinuum approach to assess the effect of deep
drainage in stabilising a massive creeping rock slide in the southern Swiss Alps. Yang et al. (2017) demonstrated that a
coupled hydro-mechanical analysis can satisfactorily predict failure and deformation characteristics of slopes. Assefa
et al. (2017), employed a coupled hydro-mechanical analysis carried out using discrete element method to investigate
the deformation of a complex deep-seated rock slope. The slope modelled as a complex blocky structure defined by
several joint sets, bedding planes, inclined and sub-vertical joints.

One of the characteristics of the Yallourn coal seam is the existence of sub-vertical joints extended across the depth of
the coal seam. The major complexity of the modelling performed in this research is to simulate the coupled hydro-me-
chanical process of the coal seam in the presence of sub-vertical joints. The existence of sub-vertical joints in coal
mass may change the global properties of the intact coal mass and its local characterisation associated with coupled
pore fluid and stress-strain behaviour. To handle this complexity, the eXtended Finite Element Method (XFEM) has
been employed to investigate the behaviour of the jointed coal batter.

XFEM is a powerful and flexible method to model discontinuities within the finite element environment. This method
was developed by Dolbow and Belytschko (1999) to overcome the limitations associated with localised discontinuities
and features that are not efficiently resolved by mesh refinement in FEM. One of the key advantages of XFEM is that
the finite element mesh does not need to be updated to track the crack path. It allows modelling the elements in the
presence of joints by enriching degrees of freedom of the elements cut by the crack with special displacement func-
tions. Also, XFEM enables the modelling of discontinuities in the pore fluid stress elements, as well as fluid flow within
the cracked element surfaces (Fries and Belytschko, 2010).

APPLICATION OF NUMERICAL METHOD


The geometry of a 3D slice which is used for modelling of pore water pressure changes across the north-east batter is
shown in Figure 2a. This model consists of 9086 linear pore fluid stress elements, Abaqus element C3D8RP (Figure
2b). The height of the simulated batter is 80m, and the model thickness is 100m which includes three horizontal bore-
holes 30m apart from each other while extended 200 m behind the batter.

To satisfy suitable boundary conditions, the geometry is extended 300m bgl (in Z axis), and 460 m behind the batter
(in X axis). Displacements in X, Z and Y directions are fixed in the Z-Y, X-Y and X-Z planes, respectively.

Since the deformation and geotechnical constitutive behaviour of the batter are not among the objectives of this study,
a simple linear elastic model with the Mohr-Coulomb perfect plasticity is employed to represent the constitutive beha-
viour of the material. The input parameters for the three different materials in this analysis (VBC, clayey-silt inter-seam
and overburden) are given in Table I.

Table II Geotechnical input parameters

Internal
Dry Den- Elas�c Tensile Permea-
Poisson’s Fric�on Cohesion
Material sity (kg/ Modulus Strength bility Void Ra�o
Ra�o Angle (kPa)
m3) (MPa) (kPa) (m/s)
(degree)
VBC 1050 60 0.22 30 150 150 4.00E-10 0.25
Clay-silt 1700 10 0.3 30 40 5 4.00E-10 0.3
Overburden 1700 15 0.25 30 35 20 4.00E-10 0.6

After generating the in-situ stresses, coupled pore fluid diffusion and stress-strain analysis are performed in three
phases including: excavation, drainage, and backfilling.

PHASE 1: Is the simulation of two and a quarter years (September 2005 to around November 2007) excavation at the
north-east boundary to create the north-east batter.

PHASE 2: Is the drainage period taken about ten years. Although no horizontal borehole drain existed in the area of
interest in the north-east batter before the 2007 failure, a considerable number of horizontal boreholes were drilled
after the failure as an approach to lower the groundwater table level and maintain the safety of the batter.

PHASE 3: Is the simulation of the three months backfilling at the area of interest which has been performed to improve
the stability of the batter.

The initial hydrostatic boundary condition (prior to Phase 1) is defined as: 1) No seepage through the X-Z planes, 2)
No seepage through the X-Y plane, 3) Groundwater table is set at 5m bgl at Y-Z planes, 3) Groundwater table is set at
2m above ground level (agl) across the width of the river.

Joint propagation is neglected in this study as the geological investigation in Yallourn mine has proved that the exis-
ting joint networks had likely a dominant influence on the initial movements rather than joint propagation (Victorian
Government, 2008). Hence the joint shown in Figure 2 which is located under the river is just allowed to open and
close without further propagation. For the internal interaction of the joint planes, a normal hard contact and a tangen-
tial behaviour with a 0.7 friction of coefficient (µ) are defined, where µ = tan (φ) which φ is internal friction angle of the
intact coal.
(a)

(b)

Figure 2 The geometry of the modelled slice,


a) dimensions and boundaries, b) mesh distribution

4. RESULTS AND DISCUSSION


The contours for the calculated total pore pressure distribution at the end of Phase 1, 2 and 3 are shown in Figure 3.
Please note that the area above the groundwater level is presented in black.
(A)

(B)

(C)
Figure 3 Total pore water pressure distribution at the end of
a) Phase 1, b) Phase 2, c) Phase 3
Comparing Figures 3a and 3b shows that after ten years of drainage, the water table on the batter decreases slightly
but not considerably at the crest. This phenomenon is mainly due to the constant inflow from the river. During the
Phase 3, the horizontal bore outlets are sealed due to backfilling, and as a consequence, the groundwater table raises
slightly at the crest.

As one of the outcomes of the site investigation after the 2007 failure (Victorian Government, 2008), it is believed that
the block of coal has slidden over the clayey silt inter-seam. To investigate the effect of horizontal drains and backfi-
lling on the distribution of pore water pressure along the coal-clayey silt interface, three points are chosen along the
interface as shown in Figure 2a, and the change in pore water pressure at these points during the three analysis pha-
ses is plotted in Figure 4. As shown in this figure, the additional drainage through the horizontal boreholes as well as
backfilling has a considerable effect on the change of pore water pressure at the interface just underneath the batter
crest (point 3). However, the magnitude of pore water pressure along the interface behind the batter (point 1 and 2) is
not affected considerably by the horizontal boreholes and backfilling.

Phase 1 Phase 2 Phase 3


1200
point 1
1100
point 2
Total Pore Water Pressure (kPa)

1000 point 3
900
800
700
600
500
400
300
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Time (yr)

Figure 3 Total pore pressure changes along the coal-clayey silt interface

Figure 5 shows the status of the joint aperture at the end of Phase 1. As the deformation analysis has not been among
the objectives of this study, and a basic Mohr-Coulomb plastic criteria has been used for modelling the constitutive
behaviour of the geo-material, the magnitude of the calculated deformation and joint aperture are not necessarily true.
However, as shown in Figure 6, it is possible to show the relative aperture changes. In this figure, the status of the
joint aperture at the end of Phase 1 is considered as the base, and the relative joint aperture changes are calculated
during Phase 2 and 3 relative to Phase 1. During Phase 2, the joint gradually opens up, however backfilling at Phase
3 causes the joint to close down. As shown in Figure 4, the pore water pressure behind the batter (point 2 and 3) is
affected by neither the horizontal boreholes nor the backfilling. Hence the relative aperture changes presented in Figu-
re 6 is mostly due to stress redistribution and rotation during Phase 2 and 3, rather the pore water pressure changes
around the joint.
FIGURE 4 SCHEMATIC VIEW OF THE OPENED JOINT AT THE END OF PHASE 1

Phase 2 Phase 3
5
Relative Joint Aperture Changes

4
3
2
(%)

1
0
-1
-2
-3
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Time (yr)

Figure 5 Relative joint aperture changes

5. CONCLUSION
The numerical investigation of the effect and possible side-effects of installing horizontal borehole drains and dumping
low-permeable overburden material in front of a coal batter, on the pore water pressure distribution behind the batter
was performed. Installing horizontal borehole drains and dumping overburden dump made a considerable effect on
the distribution of pore water pressure in the area close to the toe of the batter. However, neither of those made a
substantial effect on the distribution of the pore water pressure behind the batter.

Also, it was found that during the period after the excavation (Phase2) in which the batter is gradually drained, the
vertical joint behind the batter continuously opened up at a declining rate. However, the stress reorientation within the
batter due to backfilling with the overburden material caused the joint to close down at a much quicker rate.
It should be noted that the void volume change inside the joint due to joint opening and its possible effect on the dis-
tribution of pore water pressure in the vicinity of the joint was not taken into account in this study. This issue can be
considered in future research due to modelling complexity.

6. ACKNOWLEDGEMENTS
The authors wish to acknowledge the support provided by the staff of the Yallourn Open Cut Brown Coal Mine, Energy
Australia, and the Earth Resources Regulation authority in the Department of Economic Development, Jobs, Transport
and Resources of the Victorian Government. The authors are also grateful for the technical advice and assistance of
Mr. Wayne Powrie (Geotechnical and Hydrological Research Group, Federation University Australia).

7. REFERENCES

• Agliardi, F., Crosta, G. and Zanchi, A., 2001. Structural constraints on deep-seated slope deformation kinema-
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unsaturated slopes subject to rainfall infiltration. Engineering Geology, 216, pp.13-30.
OPERATIONAL RISK MANAGEMENT OF LAND BASED BEACH MINING
30M BELOW THE ATLANTIC OCEAN.

Stephen Kirkpatrick1, Phil de Graaf2, SW Jacobsz3


1
Namdeb Diamond Corporation, 2 Anglo American - DeBeers Group, 3 University of Pretoria

SYNOPSIS
Namdeb’s Southern Coastal mining operation is located in Southern Namibia, just north of the Orange
River mouth. Diamonds were first discovered in the area in 1928 and mining of diamondiferous ons-
hore raised beaches has been the mainstay of Namdeb’s production for nearly 90 years. The onshore
beaches are now largely mined out but mining operations have systematically followed the ore zones
westward, from land-based reserves into the sea. To access diamondiferous ore up to 30 m below sea
level a beach reclamation process, called beach accretion, has been developed. Accretion advances
the coastline westward and enables dry overburden stripping to bedrock using conventional load and
haul fleet. The mining operation is protected from the Atlantic Ocean by a western wall comprising in situ
marine sands, overlain by recently dumped accreted beach material, and finally a 7m high constructed
sand seawall.

Namdeb’s Southern Coastal Mine has been mining successfully below sea level for more than two de-
cades, providing extensive empirical support for the sea wall slope design. However, as the mine moves
westward, becoming progressively deeper, the limits of precedent experience are challenged and pre-
vious assumptions of homogeneous in situ materials are no longer appropriate. This paper describes
the operational procedures and systems adopted to ensure safe and economic mining, as well as outli-
ning the current empirical designs.

1. INTRODUCTION
Southern Coastal Mine is one of three Namdeb operations within the Sperrgebiet or Forbidden Territory.
Namdeb is a 50/50 owned joint venture between De Beers and the Government of Namibia.

Southern Coastal Mine is located in the south-western corner of Namibia, wedged between the Orange
River in the south, the Namib Desert to the east and the Atlantic Ocean to the west (Figure 1). These
three geographical features create a unique setting for the world’s greatest marine diamond mining
placer (Badenhorst, 2003). Although diamonds were first discovered along the Namibian coastline in
1907, initial mining operations in the Southern Coastal Mining Area, started in 1935 and exploited only
the land based deposits. These land based deposits have produced over 90 million carats but have lar-
gely been depleted, requiring mining operations to push westwards into the areas which, until recently,
were below the Atlantic Ocean.

The westward expansion of the mining operations and facing the often aggressive Atlantic Ocean pre-
sents Namdeb with a unique set of geotechnical and environmental challenges. To manage the geote-
chnical risks, Southern Coastal Mine have developed and implemented a Geotechnical Risk Manage-
ment Framework. The framework focuses on key aspects of identifying and managing geotechnical risk,
with reconciliation and performance monitoring results used to revise design and hazard management
controls.
Figure 1: Location Map Southern Coastal Operations (MA1)

2. GEOLOGY
The modern Orange River system is all that remains of a larger fluvial system that has been active for
~100 million years (Corbet, 2001). This river system has periodically eroded and transported massive
quantities of coarse material, including diamonds, from their kimberlitic hosts on the Kaapvaal Craton,
to the Atlantic Ocean over the last ~50 million years (Figure 2). The outfall of this river has also been
influenced during this time by multiple rises and falls in the sea level, caused by expansion and contrac-
tion of ice sheets (Badenhorst, 2003). During times of flooding, an extensive sub-aerial and submarine
river mouth bar builds up. This provides a reservoir of coarse gravel, much of which is within the wave
base.
Figure 2: Orange River system and location of major current Southern African diamond mines
(Orapa complex not shown)

The Atlantic Ocean has however been the key factor to the development of the diamond deposits with
high energy wave action and a vigorous long-shore drift system. These systems have reworked the gra-
vels and migrated gravels northwards. The reworking of gravels combined with the presence of fixed
trap sites, characterised by gullies and potholes on wave cut platforms, has resulted in the development
of the world’s greatest marine diamond mining placer (Badenhorst, 2003).

Four types of gravel beaches have been identified in the Pleistocene-Holocene gravels of the Namibian
coastal strip north of the Orange River (Schneider, 2008). Near the river mouth, gravel accumulates as
spits with extensive lagoons followed northwards by barrier beaches, linear accreting gravel beaches
and finally pocket beaches. This northward change in beach growth form is accompanied by a progres-
sive narrowing of the belt of sediment which has accreted to the shoreline north of the Orange River in
Pleistocene-Holocene time.

The beaches have accreted partly as a response to a wide range of sea level fluctuations. Major trans-
gressions are marked by sheets of boulder bearing gravel which truncate former deposits then initiate
another phase of seaward progradation. These beaches are arranged in a series of steps from the topo-
graphically highest and oldest, several metres above current mean sea level to the lowest and youngest
at sea level. Near the Orange River mouth, where the width of the shore accretion has broadened out
considerably, fluvial and beach gravels are interstratified and the footwall of the beaches is the sedi-
ment of previous cycles of sea level change or fluvial deposits, of an earlier course of the Orange River,
rather than a hard rock platform. North of the Orange River mouth, the linear beaches are dominantly
bedded on Late Proterozoic hard, pot-holed and gullied quartzites and schists. The bedding horizons
dip to the west under the Atlantic Ocean, resulting in the mining depth increasing as mining progresses
into the sea.

3. MINING METHOD
The current mining method at Southern Coastal Mine has evolved as the mine has transitioned from an
extensive land based volume driven mining operation to a selective westward expansion of the mining
faces to access diamondiferous gravels dipping westwards under the Atlantic Ocean.

A process called accretion has been developed that advances the shoreline westwards, creating beach
area to the west of current mining areas. This beach reclamation is achieved through the transport and
deposition of sand by either conveyor belts or the mining stripping fleet. Once the beach as reached
sufficient width for another mining cut, stripping operations commence.

An accretion sediment transport model has been developed and calibrated over many years and is used
to predict the future positions of the high water line, +2 meter contour. The modelling of the accretion
lines is an iterative process with the volumes and position of sand being put into the sea used as an
input. Changes in the mine plan will result in changes to the accretion position and volumes, which in
turn may change the accretion line projections. Figure 3 shows the planned waste deposition and pro-
jected 5 year accretion development.

Figure 3: Accretion Model (note east west axis is significantly exaggerated)


The stripping operation is initiated by constructing a sand seawall to +7m above mean sea level (AMSL),
protecting both personnel and equipment in the mining area from flooding. The stripping operation is
carried out by a fleet of excavators and articulated dump trucks that tram the sand from the cut and
dump the waste material west of the seawall, accreting the beach. The mining cycle is illustrated in Figu-
re 4. Beach accretion and waste stripping are shown in Figures 5 and 6. Stripping operations continue
until the diamondiferous gravel is intersected at the bedrock horizon. Bedrock varies from 15 meters to
over 30 meters below MSL in current mining areas. Due to the proximity to the sea, depth below sea le-
vel and highly permeable beach sediments, seepage into the mining cut is high and water management
is critical to the mining operation.

Figure 4: Stripping Sequence


Figure 5: Accreted fore shore zone and waste stripping behind the seawall

Figure 6: Seawall and excavated slope with toe ditch and waste stripping below phreatic surface

Once the gravel (ore) horizon is intersected, bedrock cleaning operation commences. The majority of
the material removed by hydraulic excavators, hydraulic hammers and dozers, a process called bedrock
bulking (Figures 7 and 8). Final clean-up is completed using industrial vacuum units that suck the re-
mainder of the gravel off the undulating, potholed and fractured bedrock surface (Figure 9). All diamon-
diferous ore is transported to the treatment plant for processing and later diamond sorting.

Figure 7: Bedrock exposures


Figure 8: Bedrock Bulking – ore recovery

Figure 9: Final bedrock cleaning labour intensive process using hand tolls and vacuums.

4. CLIMATE AND WEATHER CONDITIONS


The southern Namibian coastline is renowned for an energetic wave climate (Smith and Soltau, 2003)
with regular storm events. Offshore swell waves typically approach from the south-west to south-sou-
th-west at an average wave height of approximately 2.5 meters and wave periods are about 10 seconds.
The wave heights vary seasonally, with the highest waves occurring during winter, between May and
September. During storm events wave heights can reach as high as 8m, with estimated significant
storm recurrence every 2 years (Smith and Soltau, 2003).

Strong southerly winds dominate the coastal climate of southern Namibia. Wind speeds are strongest in
summer. Northerly and easterly winds occur at times in autumn and winter. Wind speeds are generally
below 20km/hr but instances of high wind speed exceeding 50km/hr do occur.

Sediment movement is most strongly affected by longshore currents. These are generated by waves
approaching and breaking at an oblique angle to the shoreline. As the name implies, they transport
sediment alongshore.

The typical tidal range varies between 0.6 m at neap tides and 1.6 m at spring tides. The maximum tidal
variation is approximately 2.25 m.
Water levels at the coast may also be raised due to surges. Storm surges result from low pressure
systems and strong onshore winds during storms. These can raise the water level at the coast above
the tidal level for the duration of the storm. Other coastal processes that can raise the water level are,
long period waves, wave setup caused by a rise in the water level along the shoreline and wave run-up.
Recent vibrating wire piezometer (VWP) responses indicate up to +2m increase in head during storm
events.

Sophisticated sediment transport and beach run-up models are used to predict coastline and near sho-
re bathymetry. These models have been calibrated and improved over the last 10 years.

5. GEOTECHNICAL RISKS
The challenging environment and mining operation at Southern Coastal Mine also has a unique set of
geotechnical risks, which require careful consideration to ensure a safe and profitable mine.

• The construction phase of seawall development is a high risk period when the new seawall is closest to the high
water line and may not yet have reached the required height or width.
• Storm events that make landfall along the coastline adjoining the Southern Coastal Mine have the potential to
erode and/or overtop seawalls, causing slumping and in extreme circumstances resulting in seawall breaches.
• The flooding and dewatering of mining areas may cause instability in the slope faces resulting in slumping of
the slope. Slumping events are mostly localised but the magnitude of the slumping can be significant when
conditions are not adequately managed.
• Slumping events can also occur when seawalls and crosswalls are not constructed and maintained to the re-
quired standard. The uncontrolled seepage, especially on the eastern side of the seawall, inadequate height
and width, over steepening of slope angles and other substandard practices can result in instability of the
seawalls and crosswalls.
• The inclusion of fine-grained (silt to clay size) waste from processing activities in accreted beaches can also
jeopardise seawall and crosswall stability once seawalls or crosswalls are constructed to intersect such ma-
terial. This illustrates the need for sound disposal practices regarding waste products arising from processing
activities.

6. GEOTECHNICAL RISK MANAGEMENT FRAMEWORK


To mitigate these risks Southern Coastal Mine has adopted a Geotechnical Risk Framework which provides systema-
tic approach to risk management and utilises a feedback loop to ensure that design, assessment and control metho-
dologies and practices are improved based on past performance to further reduce risk. The risk management process
is shown on Figure 10.

SEAWALL AND CROSSWALL DESIGNS


The current seawall designs applied at Southern Coastal Mine are a generic empirical designs defined principally on
depth to bedrock. The historical stability analysis of the seawalls relied on a number of assumptions due to limited
measured data and the need for the designs to be applied along the approximate 20km length of the mining area.
These assumptions included:

• Homogeneous accreted and in situ marine sediments,


• Sand friction angle of 34°(no cohesion considered),
• Water pressure distribution in the seawalls based on seepage analysis using an assumed sand permeability
and no anisotropy,
o Increase in hydrostatic pore pressure with increasing depth below the water table,
o Disregarding of suction pressure in the seawalls above the water table, and
• Bulk sand density of 18kN/m3 above the water table.
Figure 10: Geotechnical Risk Management Framework

The assumptions are considered conservative, and have resulted in stability analysis with back analysis of typical Southern
Coastal slopes returning a shallow seated factor of safety well in excess of 1, and higher for deep seated mechanisms. This
is in alignment with slope performance. The likelihood of failure is however increased when water levels within the mining
areas is allowed to rapidly increase or decrease. As shown in Figure 11, sea wall design is governed by slope height.

Work is currently underway to develop seawall designs specific to the characteristics and conditions applicable to various
areas. These designs take into account the type of footwall (bedrock or fluvial clays), depth to footwall BMSL, stratigraphic
characteristics of the marine sands and accreted beaches, permeability conditions and water levels as well as distance of
the seawall from the high water line or 2m AMSL contour.

An intensive field programme is underway including piezo-cone testing, sonic drilling, detailed geotechnical logging of cores,
soil mechanics laboratory characterisation testing, which includes particle size distribution, Atterberg limits, direct shear,
triaxial testing and XRD analysis. In addition VWP have been installed to verify pore pressure assumptions. On completion,
the revised designs will be incorporated into the Code of Practice for seawall construction, operation and maintenance.
Preliminary results indicate no substantial changes in accreted material properties, however surprisingly permeabilities are
variable and often lower than initially expected when measured in the laboratory. Consequently additional VWPs and specific
pore pressure controls have been introduced. Interestingly, bulk permeability values back calculated, using finite element
seepage analyses using calculated seepage rates as input, indicate a much higher bulk permeability than measured by tes-
ting small samples in the laboratory.

Figure 11: Empirically based Seawall Designs


GEOTECHNICAL AND HAZARD ASSESSMENT
The current geotechnical designs have been employed since 2013 and associated risks are understood. Construction and
maintaining seawalls and crosswalls to standard is key to effectively managing risk during normal operations. The height,
width, position of berms, boulder lining and position of the phreatic line must be maintained in order to manage risk.

The bigger risk at Southern Coast relates to changing conditions and the dynamic operations that may increase the risk
through:

• Storm events that result in high seas, bigger higher energy waves and increased beach, and seawall erosion.
• Changes in water elevation in mining areas, both dewatering and flooding, causing instability in the seawalls
and crosswalls, resulting in slumping events.
• Increased seepage (through high permeability zones or due to storm surge) resulting from a change in condi-
tions and can result in slumping events
• Moving the seawall westwards results in the seawall being both closer to the sea and substandard during cons-
truction, increasing the risk to the operation.
• Encountering materials with poorer soil properties than the norm, positing a threat to stability.

Geotechnical and hazard assessment is therefore focussed on the construction of seawalls to standard, ensuring they are
maintained to standard and monitored to proactively detect changes that could increase the risk profile.

PLANNING CONTROLS
The planning process remains integral to the mitigation of geotechnical risk, especially when considering the positioning and
timing of seawalls construction.

Each year as part of the planning process a series of end-of-year predicted accretion lines are developed based on the sand
volumes that are dumped into the sea both from the conveyors and the stripping operations. The annual mining blocks are
then defined based on an acceptable step back from these accretion lines. The setback is calculated using the depth of the
footwall below mean sea level and the seawall design required at that depth. This process is iterative requiring the revised
mine plan be run through the accretion model to ensure mining areas are still within the revised predicted accretion lines.

Although there is a reasonable correlation between the predicted accretion lines and the actual end-of-year positions, it is
important that prior to the final positioning of the seawalls a comprehensive risk assessment be done. In undertaking this
risk assessment a number of factors are considered:

• Distance between the seawall and the high water line: The further west the seawall the bigger the mining area will
be, but the higher the potential exposure to the sea. Typical standoff distance is 20m, but this is adjusted depen-
ding on the conditions, the offshore bathymetry and the localised accretion progression is therefore important when
completing this risk assessment.
• Beach profile: The normal beach profile usually has a high water berm more than 2m AMSL. This berm protects the
seawalls against the sea, if the berm is not present or small, the risk would be considerably higher. Where the berm
height is insufficient, the berm height may be increased or a larger step back will be applied.
• Offshore bathymetry: Bathymetry is measured quarterly, weather permitting, and is used to determine the gradient
and depth of the nearshore area. These surveys as well as visual assessments, confirming the distance that the
waves are breaking from the shore, are considered as part of the risk assessment. Where the nearshore bathymetry
is steep, the risk assessment may recommend that the step-back be increased.
• Season: The timing of seawall moves is part of the planning process and defines the time of the year when seawalls
will be moved. Where possible the moving or initial construction of seawalls is not undertaken during the winter
months (May to September), where unavoidable only low risk seawalls are permitted to be moved but only following
a comprehensive risk assessment.
• Weather window: A 10 day weather window is reviewed daily and storm events, wave heights and wave periods
are reported. Once a storm warning has been noted no seawall move may be initiated, unless the storm warning
dissipates and the weather window is considered acceptable for the construction of the new seawall to commence.
• Availability of construction material and resources: Most seawall moves will be planned to allow for the exposure of
the next mining cut. The stripping of the overburden material then provides sufficient material for both the construc-
tion of the seawall and crosswalls as well as to provide material for accretion. Before commencing with the construc-
tion of a seawall a check must be conducted as part of the risk assessment to ensure sufficient material is available
for the construction and maintenance of the seawall and that sufficient mining equipment has been allocated to
complete the initial seawall construction.
• Water in the mined-out area to the east of the mining cut: Water within the mining cuts or to the east of the planned
stripping area remains a risk to personnel and equipment operating in the new mining areas, apart for the water
management challenges due to seepage and ingress into the mining cut, the likelihood of slumping is also increa-
sed. As part of the planning process the construction of mine infrastructure, installation of pumps and dewatering
of the mining area remains critical.

The dewatering is a high risk activity and can result in slumping. Operational controls are enforced to ensure that
the impact of a slumping event is managed with the barricading and strict access control into these areas.

HAZARD MANAGEMENT AND CONTROLS


Once the seawalls have been constructed the management of the risk is focussed on maintaining the seawalls to standard
and monitoring changes that could elevate risk.

Using Hazard Maps, storm tracking, seawall monitoring and checking water levels in mining cuts, situations where risk is
increased can be identified and proactively addressed.

Hazard Maps

The Seawall and crosswall hazard and monitoring plan is compiled every month by the short term mine planners and appro-
ved by the Section Manager Mining. The hazard plan outlines the risk profile of all seawalls and crosswalls across the mining
area. Table I defines the risk profile and prescribed access control for each level and the corresponding SCO Hazard Map on
Figure 12.

Table I: Risk Profiles

Risk Profile Colour Code Requirement

Access permitted to all authorised peo-


Low Green
ple and reporting to stripping foreman

Continue monitoring, access only with


Medium Orange
permission from stripping foreman

Out-of-bounds area. Permission requi-


High Red red from Section Manager Mining and
approved risk assessment
Figure 12: Hazard Maps

Construction and maintaining to specification


Following the risk assessments outlined during the planning process and a final decision on the design and position of the
seawalls, construction can commence. Construction must be in accordance with the design as provided by the mine plan-
ners. The eastern crest and toe positions are critical to opening up the areas as specified in the mine plan, a shift of the
eastern crest position eastwards reduces the available mining area and negatively impacts ore exposure and production.

Regular survey checks are undertaken during construction, ensuring both the width and height of the seawall are construc-
ted to standard.

The stripping fleet continue to dump the remaining overburden material into the sea as accretion. This process has been
modified within the last year and instead of dumping on groynes the material is now dumped on the beach along the length
of the seawall, in a process called beach nourishment.

All seawalls are maintained to standard to ensure current mines and mined out areas are protected from storm events. A
monitoring program has been implemented to highlight seawalls that are not up to standard during construction and impor-
tantly thereafter. These areas are highlighted on the hazard map and plans put in place to remediate.

Preparation for storms


Storm events, especially during the winter months, between May and September, require seawalls to be maintained to stan-
dard at all times. Daily monitoring of the 10 day weather window and regular inspection of seawalls, especially in high risk
areas, highlights increased risk and triggers the action response plan to mitigate.

Preparation for a storm event includes:

• Inspection of all seawalls on the mine and the identification of all areas considered vulnerable.
• Allocation of resources to bulk up the seawalls prior to the storm arriving.
• Ensure core equipment is available in the field and that adequate engineering support is in place to address
any breakdowns.
• Ensure pumps are operational to handle increased seepage rates due to elevated sea levels.
• Check generators and allocate to high priority areas, in case of power outages during the storm.
• Increase on mine supervision on mine for the duration of the storm event.
• Provide adequate resources during this period, including vehicles, radios and lighting.
• Brief all mining teams involved in defending seawalls on emergency procedures.
Monitoring
A multi-disciplinary monitoring program has been implemented to highlight any seawalls that are not up to standard. Mo-
nitoring is principally focussed on an intensive inspection programme, supported by regular geometry surveys. These are
summarised in Table II. This has recently been expanded to include VWP measurements.

Inspections of the seawalls includes the width of seawalls, erosion on the seaward side, position and height of berms, any
sinkholes or transverse cracks on the crest, erosion or seepage on the toe of the seawall and the level of the phreatic line.

Table II: Visual Inspections and Survey Frequencies

Responsible Person Frequency Actions

Log all findings in the logbook and report to Standards Foreman


Stripping Foreman Every shift
and Mine Overseer
Weekly Inspec- Logged in Standards Foreman Seawall Report and signed off
Standards Foreman
tions by Mine Overseer

Mine Overseer Ad hoc Follow up on all deviations reported

Logged in Monthly Seawall Audit Report and signed off by Sec-


Long-term Planner Monthly
tion Manager Mining
Monthly compliance to design report, comparing actual to
Surveyors Monthly
seawall and crosswall designs

Surveyors Quarterly High water line audit (+2m contour)

Slumping events are all logged, information recorded including:

• Detailing location
• Slump geometry and size
• Type of material
• Instability trigger
• Photographs

Flooding and Dewatering


When flooding or dewatering a mine, the seawalls and/or crosswalls could become unstable as material becomes saturated
or the pore pressures change, consequently the slumping risk is high during both the dewatering and flooding processes. Be-
fore starting to dewater or flood a mining area a full risk assessment is conducted and where possible people and equipment
are removed from these areas. Barricades are placed to prevent inadvertent access and risk assessments and permissions
are required before access will be permitted.

Monitoring is undertaken on a daily basis if in close proximity to current mining operations and weekly if isolated and barri-
caded off. Recently, VWPs have proven invaluable in managing dewatering risks and defining acceptable dewatering rate.

TRIGGER ACTION RESPONSE PLAN (TARP)


With an understanding of the risks, hazards, and controls, including monitoring, it is important to ensure that the required
actions are taken when the risk escalates, controls are absent and substandard conditions are identified.

The Trigger Action Response Plan has been developed to ensure that in circumstances where risk is increased, that this
higher risk is identified and that appropriate actions are carried out by the responsible persons.
Key triggers in the TARP include:

• Substandard seawalls and crosswalls


• Approaching storm event
• Seawall move
• Signs of saturation and slumping
• During storm events
• Evacuation of mining areas
• Slumping event
• Reopening an area after evacuation

Consistent and rapid response to elevated risk situations ensures that mitigation measures can be effectively executed.
Personnel are aligned through detailed understanding of roles and accountabilities.

GEOTECHNICAL AWARENESS TRAINING


The awareness of personnel to geotechnical risk is critical to their safety; inundation through slumping and drowning are the
primary safety risks.

Training of the workforce to identify and report risks, hazards and substandard conditions dramatically increases the number
of observers in the field and allows issues to be identified and addressed before they escalate to more serious risks.

Geotechnical risk awareness has been included in the safety induction training for everyone entering the mine. Further to
this all people working in the mining areas have received more comprehensive geotechnical risk training, this currently pro-
vided on a bi-annual basis.

RECONCILIATION, PERFORMANCE AND REPORTING


Back analysis of slope failures or slumping events and post-storm analysis are critical to the design review process. With the
unique geotechnical risks, especially associated with the uncertain and aggressive storm events, analysis can outline the
adequacy of the risk mitigation controls employed and the active designs.

Monitoring and understanding seawall and crosswall performance provides valuable information, which can be used to im-
prove designs, monitoring practices, risk mitigation measures and training programs. For example understanding the chan-
ges in the factor of safety when flooding or dewatering a mining area can assist in revising designs, increasing monitoring or
deciding where to install piezometers (a recent improvement project) and what controls are efficient in mitigating this risk.

The current geotechnical framework has focussed the operational team around the understanding of the risks, highlighting
hazards, implementing monitoring processes, developing mitigation controls and response plans and integrating risk mana-
gement into the planning process. The framework has also, as part of the reconciliation process, outlined some area where
further work was required. A number of projects and initiatives have subsequently been introduced to reduce and better
understand the risks, these include:

• Using beach nourishment to increase the beach setback thereby reducing risk during storm events
• The use of piezometers to measure elevated water levels and as an early warning system for slumping
• Geotechnical drilling (and material characterisation) to better understand the stratigraphy of underlying marine
sand layers, and inform best fit designs across all future mining areas.

Beach Nourishment
Beach nourishment, started as a trial in early 2017, with the primary objective of improving accretion by modifying the beach
profile, reducing the erosional impact of longshore drift and advancing the coastline westwards more effectively. The results
have been positive and westward movement of the high water line has accelerated in all mining areas where beach nourish-
ment has been implemented. The elevation of the beach and the advance of the beach westwards created a buffer between
the sea and the seawalls providing a protective berm during storm events. On 7th June 2017, a 1:50 year storm event made
landfall at Southern Coastal Mine but resulted in minimal damage to seawalls in beach nourishment areas. Simulation work
has been initiated to determine the revised risk profile with beach nourishment ahead of the seawall.
Piezometers
Southern Coastal Mine has also started dewatering a number of mining areas which have been flooded since 2013. The
dewatering of these areas has elevated the risk of slumping on all seawalls and crosswalls around these ponds. To better
understand the water levels and permeability of the seawalls a series of VWPs have been installed at strategic positions
along the seawalls and on the beach to the west of the seawalls. These results have shown that the permeability of the
seawalls varies significantly and that storm surge has a noted effect on water levels in the seawalls. This data are being used
to calibrate seepage models for use in stability assessments.

Geotechnical drilling
As mining operations advance westwards and down dip of the footwall, future mining areas will become progressively dee-
per. With increasing depth the importance of applying suitable slope designs becomes increasingly important. Conditions
will undoubtedly become more challenging through increased slope height and pore pressures, more distal offshore in situ
marine and paeleo fluvial sediments are expected to become finer grained and more variable. To understand the underlying
stratigraphic layers an extensive sonic drilling program is being executed to ensure all areas within the 5 year plan are inves-
tigated and material characterised. Designs will be developed for each mining area based on the key input parameters to
ensure that operations remain safe.

7. CONCLUSION
The Geotechnical Management Risk Framework has been put in place to manage the various aspects of the geotechnical
risk and encapsulates design, planning and seawall construction, monitoring, training, trigger reaction plans and performan-
ce reconciliation. The framework has highlighted areas that require additional focus, especially where data is lacking for
improved designs.

Empirical designs are applied during mine design phase and based primarily on final depth of the mining cut. Further studies
include an extensive drilling campaign, logging, laboratory characterisation through testing of materials, piezo-cone testing
and installation of piezometers. The data will be used to review seawall designs. Revised designs will be signed off through
the corporate governance approval process, included in the revised Code of Practice and implemented through the mine
planning process.

Monitoring and responding to changing conditions remains a key focus area at Southern Coastal Mine and includes daily
monitoring of weather forecasts, phreatic surface, adherence to seawall design, water levels and pore pressures. The trigger
response action plans work in conjunction with monitoring to ensure any deviations and changes are noted and proactively
addressed. Through training and communication of trigger response action plans, consistent responses and actions, miti-
gate the geotechnical risks.

Review and monitoring of the performance of seawalls and crosswalls, actions and responses to changes and higher risk
situations can assist in improving the risk management across the operation.

8. ACKNOWLEDGEMENTS AND DISCLAIMER


The contributions of colleges in developing and improving the SCO geotechnical management system are acknowledged.
Furthermore, permission from Namdeb and DeBeers management, to publish this work is also gratefully acknowledged.

All opinions and conclusions drawn in this paper are those of the authors alone and it should not be assumed that any views
expressed herein are also necessarily those of DeBeers and/or Namdeb.

9. REFERENCES

• Badenhorst, S. H. 2003. The unique Namdeb trilogy – Our past, present and future mining applications in this
unique deposit. The Journal of The South African Institute of Mining and Metallurgy, November 2003. pp. 539-349.
• Corbet, A. 2002. Diamond Beaches - A History of Oranjemund. 2nd. edn. Cape Town, Namdeb Diamond Corpo-
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• Schneider, G. 2008. The Treasure of the Diamond Coast – A century of Diamond Mining in Namibia. Windhoek.
Macmillian Education Namibian Publishes.
• Smith, G. G. and Soltau, C. 2003. Shoreline Modelling Insights from Projects in Southern Africa. Proceedings of
Coastal Sediments ’03.
ORAL FINAL PAPERS
SESSION 4
• Jenks, Patrick; Silva Castro, Jhon; Morfin, Mikayla
MANAGING BLAST-INDUCED HIGHWALL DEFORMATION USING AN IMPROVED SIG-
NATURE HOLE TECHNIQUE: A CASE STUDY FROM CORTEZ GOLD MINES, NORTHEAST
NEVADA, USA
• Benjamin Cebrian, Blast Consult & Maria Rocha, Rocha Blast Engineers & Benjamin Mora-
les, Jose Luis Castañon, Torexgold Media Luna & John Floyd, Blast Dynamics
FULL WALL CONTROL BLASTING OPTIMIZATION
• G. Abrahams, G. Powell and J. Hardy
REFINING THE WALL CONTROL BLASTING PROGRAM AT RIO TINTO’S IRON ORE COM-
PANY OF CANADA MINE
• Al Heib M., Koukouzas N., Zevgolis I.E., Deliveris A., Coccia, S.

EVALUATION OF BUILDING DAMAGES DUE TO OPEN PIT MINE ACTIVITIES. APPLICA-


TION ON MAVROPIGI OPEN PIT MINE – GREECE
• IMPORTANCE OF CHARACTERIZATION AND REPRESENTATION OF FAULTS AND FAULT
DAMAGE ZONES IN LARGE OPEN PIT SLOPE STABILITY MODELS

XIV Congreso Internacional de Energía


y Recursos Minerales
MANAGING BLAST-INDUCED HIGHWALL DEFORMATION USING AN
IMPROVED SIGNATURE HOLE TECHNIQUE: A CASE STUDY FROM
CORTEZ GOLD MINES, NORTHEAST NEVADA, USA
Jenks, Patricka; Silva Castro, Jhonb; Morfin, Mikaylaa
a
Barrick Nevada, Cortez District, HC 66, Box 1250, Crescent Valley, Nevada, USA, email: pjenks@barrick.com, b De-
partment of Mining Engineering University of Kentucky, Lexington, KY, USA, email: jhon.silva@uky.edu
Key terms: Blasting, signature hole, Silva-Lusk equation, blast-induced vibrations

ABSTRACT
Production and trim blasting events in proximity to sensitive sectors of the east highwall at the Cortez Hills open pit
(CHOP) resulted in adverse slope performance. Acceleration of the highwall was recorded by both slope stability ra-
dars and robotic total stations monitoring prism displacement following blasting. A review of the traditional hole-to-hole
and row-to-row blast timing revealed multiple occurrences of holes firing within three milliseconds of one another
increasing the peak particle velocity and peak particle acceleration in sectors of the highwall susceptible to blast-indu-
ced vibration. The conventional technique of increasing the predominant frequency of the shot resulted in increasing
not only the peak particle velocity but also the peak particle acceleration which increased the highwall deformation,
in detriment to the highwall performance. An improved signature-hole technique utilizing the Silva-Lusk equation was
implemented to develop an alternate blast timing and firing sequence that would minimize the ground vibrations and
reduce highwall deformation. Implementation of this alternate blast timing and firing sequence successfully decreased
ground vibrations and resulted in deceleration of the highwall over time. This paper describes the use of this improved
signature-hole technique and the results of the study to reduce the impact of blast vibrations on a highwall susceptible
to blast-induced vibrations.

1. INTRODUCTION
The Barrick Cortez Hills open pit (CHOP) is a Carlin-style gold deposit hosted in Paleozoic metasedimentary rocks in
the Basin and Range Structural Province, southwestern United States. Open pit development began in 2008 with the
current life of mine extending to 2019. The east highwall is transected by a major fault system, the Cortez Fault Zone
(CFZ), that dips steeply towards the pit. The CFZ separates the Paleozoic rocks in the hanging wall from the Juras-
sic Mill Canyon stock in the footwall. Exploration and mapping during production mining exposed a more structurally
complex geologic and geotechnical model than was originally developed for the project including antithetic faults in the
hanging wall of the Cortez Fault that result in formation of obsequent scarps characteristic of deep-seated toppling.
Footwall deformation consists of a large graben formed by a series of moderately dipping faults that are subparallel to
the Cortez Fault and from toppling in a direction oblique to the down-dip direction of the pit wall slope.

Geotechnical performance monitoring equipment at CHOP includes slope stability radars, robotic total stations and
prisms, wireline extensometers, TDRs, and satellite InSAR. The slope stability radars and prism monitoring network
record increased highwall velocities temporally associated with open pit blasting events (Figure 1). The abrupt increa-
se in slope deformations are attributed to blast-induced highwall deformation but decrease with time and were deter-
mined to be regressive in nature.

Cortez Gold Mines implemented a blast vibration study consisting of two phases. The first phase of the study consis-
ted of reviewing blast vibration records to identify key blast vibration metrics associated with slope performance. The
second phase of the study consisted of comparing blast vibration performance utilizing timing and firing sequence de-
rived from both conventional technique of increasing the predominant frequency produced by the shot using traditional
signature hole techniques (e.g., Alpha-Blast™) and an improved signature-hole technique (Silva et al., 2016a, 2016b)
focused on the reduction of the peak particle velocity and acceleration generated by the shot. The goal of the study
was to develop timing and firing sequences that reduce blast-induced highwall deformations and reduce the risk of the
regressive slope behavior from developing in to a progressive slope failure.

The improved signature hole methodology utilizes the following variables in the ground vibration assessment: (1)
ground vibration characteristics of the site of interest using the measured signature waveform, (2) delay timing and
the travel time from each blast hole to the site of interest, (3) variability of the waveform produced by each blast hole,
using the Silva-Lusk equation, and (4) effects in the amplitude of each waveform from each blast hole due to the si-
te-to-source distance of interest (Silva and Lusk, 2012; Silva et al., 2016b). The preceding variables are incorporated
into a Monte Carlo simulation to develop a distribution of peak particle velocity or acceleration for different timing and
initiation sequences of the production blast under analysis (Silva and Lusk, 2013). This improved signature hole tech-
nique differs from other signature hole methodologies by considering the random generation of vibration waveforms
for each hole, allowing the optimization of timing and firing sequence to minimize ground vibration levels.

2. RESULTS
The first phase of the study consisted of establishing a blast vibration monitoring network to identify key blast vibration
metrics (e.g., peak particle acceleration, peak particle velocity, frequency content) associated slope deformation of the
CHOP east highwall. Seismographs were placed at key locations on the 6320 and 6120 geotechnical step outs of the
CHOP east highwall. Blast vibration data was collected for five (5) buffer and trim shots between October 13, 2014
and November 20, 2014. The buffer and trim pattern timing during this phase of the study consisted of 44 ms x 74 ms,
hole-to-hole and row-to-row. The Phase 1 blast vibration data are summarized in Table 1. The key vibration metrics
relative to slope deformation is presented in IBIS velocity-time series plot (Figure 2).

The October 13, 2014 blast patterns consisted of the CH046040-082 and -083 buffer patterns. The blast vibrations
measured on the 6320 geotechnical step out from this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 4.11 mm/s at a
frequency of 26.9 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.064 g. The scaled distance at the monitoring location
was 22.6 m-kg-0.5. This blasting event resulted in an increase in velocity of the CHOP east highwall ‘Creel Move’ mo-
nitoring region of approximately 2.5 mm-hr-1 (Location A, Figure 2).

The October 27, 2014 blast patterns consisted of the CH046040-127 and -128 trim patterns. The blast vibrations me-
asured on the 6320 geotechnical step out from this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 6.48 mm/s at a
frequency of 23.3 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.078 g. The scaled distance at the monitoring location
was 13.6 m-kg-0.5. The blast vibrations measured on the 6120 geotechnical step out from this shot consisted of peak
particle velocity (PPV) of 13.46 mm/s at a frequency of 17.7 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.175 g. The
scaled distance at the monitoring location was 18.1 m-kg-0.5. The October 28, 2014 blast patterns consisted of the
CH046040-074 buffer pattern. The blast vibrations measured on the 6320 geotechnical step out from this shot consis-
ted of peak particle velocity (PPV) of 5.54 mm-s-1 at a frequency of 25.6 Hz and peak particle acceleration (PPA) of
0.09 g at a scaled distance of 21.5 m-kg-0.5. The blast vibrations measured on the 6120 geotechnical step out from
this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 3.58 mm/s at a frequency of 17.1 Hz and peak particle accele-
ration (PPA) of 0.05 g at a scaled distance of 18.3 m-kg-0.5. Collectively, the October 27-28 blasting events resulted
in an increase in velocity of the CHOP east highwall ‘Creel Move’ monitoring region of approximately 0.4 mm-hr-1
(Location B, Figure 2).

The November 17, 2014 blast patterns consisted of the CH046000-119 and -120 trim patterns. The blast vibrations
measured on the 6320 geotechnical step out from this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 9.58 mm/s at a
frequency of 22.3 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.142 g at a scaled distance of 15.3 m-kg-0.5. The blast
vibrations measured on the 6120 geotechnical step out from this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 11.7
mm-s-1 at a frequency of 30.1 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.152 g at a scaled distance of 14.1 m-kg-
0.5. This blasting event resulted in an increase in velocity of the CHOP east highwall ‘Creel Move’ monitoring region
of approximately 0.4 mm-hr-1 (Location C, Figure 2).

The second phase of the study consisted of comparing blast vibration performance utilizing timing and firing sequence
derived from both the conventional method of increasing the frequency content of the shot using traditional signature
hole techniques (e.g., Alpha-Blast™) and an improved signature-hole technique (Silva and Lusk, 2012; Silva et al.,
2016) with the objective of peak partivle velocity and acceleration reduction. The Alpha-Blast™ analysis concluded
that the conventional hole-to-hole and row-to-row timing and firing sequence of 44 ms by 74 ms be changed to 40 ms
by 71 ms to minimize ground vibrations, by increasing the frequency content of the shot. On the other hand, the timing
and firing sequence analyses using the improved signature hole technique and Monte Carlo simulation suggested that
a regular rhythmic timing (RRT) of 35 ms be utilized to reduce ground vibrations. The results of this work are described
in Silva et al. (2016). The Phase 2 blast vibration data recorded utilizing both methodologies are summarized in Ta-
ble 2 and Figures 3 and 4. The results of this phase of the project vary over a range in scaled distance of 6.8 to 81.9
m-kg-0.5, peak particle velocity (PPV) of 0.56 to 123 mm-s-1, and peak particle acceleration (PPA) of 0.005 to 3.23 g
(Table 2).
3. DISCUSSION
Review of the CHOP IBIS radar data from 21 August 2013 to 18 December 2014 indicates a highwall susceptible to
blast-induced deformation (Figure 1). Seismographs deployed at key locations on the east highwall to measure blast
induced vibrations suggest the key metric in inducing deformation of the east highwall is peak particle acceleration
(PPA) not peak particle velocity (PPV). This is not surprising given the mathematical relationship of peak particle velo-
city to acceleration when the sinusoidal approach is used for the analysis of ground vibrations (Equation 1):

ü= u̇2πf
where,
ü=acceleration
u̇=velocity
f=frequency
At a constant peak particle velocity, the acceleration will increase proportional to the frequency. The conventional
wisdom of solving ground vibration challenges by increasing the frequency content without a concomitant decrease
in peak particle velocity may not solve highwall deformation problems. This was our experience with the east highwall
at CHOP.

Two paths were pursued during the second phase of our blast vibrations study in order to assess solutions that would
reduce the impact of blast vibrations on highwall deformation. These paths included: (1) modifying the hole-to hole and
row-to-row timing utilizing the conventional method to increase the frequency of the blast using traditional signature
hole techniques and commercially available software solutions (i.e., Alpha Blast) and (2) modifying the firing time and
sequence based on a new, modified signature hole technique using the Silva-Lusk equation and Monte Carlo simula-
tion minimizing the peak particle velocity and acceleration. Figures 3 and 4 present the results of Phase 2 of our blast
vibration study in the context of peak particle velocity vs. scaled distance and peak particle acceleration vs. scaled
distance. These figures also present the blast vibration data from Phase 1 of the study for comparison.

The results of the study illustrate decreasing peak particle velocity and peak particle acceleration with respect to sca-
led distance as is expected for both conventional hole-to-hole, row-to-row timing as well as the regular rhythmic timing
derived from the modified signature hole analyses. These results reveal no significant decrease in PPV or PPA at a
given scaled distance between to two different hole-to-hole, row-to-row timing of 44 ms x 74 ms and 40 ms x 71 ms
for Phase 1 and Phase 2, respectively. However, the regular rhythmic timing (RRT) and firing sequence resulted in
marked decrease in both PPV and PPA at a given scaled distance.

The blast vibration results do indicate a marked impact on frequency content between the three firing times and
sequences (Figure 5). The Phase 1 hole-to-hole, row-to-row timing of 44 x 74 resulted in a wide range in frequency
between 17.1 to 30.1 Hz over the range in scaled distances measured. The Phase 2 hole-to-hole, row-to-row timing of
40 x 71 resulted in a narrow range in frequency between 26.4 to 29.1 Hz over a much wider range in scaled distances
measured. The Phase 2 RRT timing and sequence resulted in a broad range in frequency over the range of scaled
distances measured; frequency exceeded 12.4 Hz for scaled distances below 11 m-kg-0.5. Frequency was typically
between 7 to 29 Hz for scaled distances greater 11 m-kg-0.5.

Some concerns were raised by the powder crew and blasting engineer regarding the frequency content of the shots
utilizing RRT being at or near the natural frequency of the rock as determined by signature holes (i.e., 6 to 8 Hz). Howe-
ver, review of the vibration data indicated that 11 of the 39 RRT vibration measurements have frequencies in the six (6)
to eight (8) Hz range and these measurements occur at a scaled distance of greater than 11 (plan distances greater
than approximately 170 meters) with velocities and accelerations of approximately less than five (5) mm-s-1 and 0.04
g, respectively. Ten of these RRT ground vibration measurements have velocities and accelerations of approximately
less than approximately two (2) mm-s-1 and 0.02 g, respectively. The low magnitude of the velocity and acceleration
values with these frequencies and at these scaled distances was considered a low risk to bench performance.
4. CONCLUSIONS
Review of the CHOP IBIS radar data from 21 August 2013 to 18 December 2014 indicates a highwall susceptible
to blast-induced deformation (Figure 1). Prior to September 2014, initial attempts to minimize highwall deformation
consisted reducing the conventional hole-to-hole and row-to-row timing. These changes in firing time and sequence
were intended to increase the frequency content of the blast vibrations. The results of this study indicated that this
approach provided no benefit in decreasing ground vibration metrics. Utilizing the modified signature hole technique
(Silva and Lusk, 2012; Silva and Lusk, 2013; Silva et al., 2016a, 2016b) resulted in measurable reductions in key blast
vibration metrics (i.e., peak particle velocity and peak particle acceleration). The associated decrease of frequency
content in some cases was determined to be a low risk given the low magnitude of the vibration components at the
lower frequency.

5. REFERENCES

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• Silva, J. and Lusk, B. 2013. Monte Carlo approach to signature hole analysis. Blasting and Fragmentation. vol. 7,
no.1, pp. 47-62.

Table 1 - Phase 1 Blast Vibration Data


Seis- PPV Dominant Fre- PPA
Date Pattern Timing Location
mo (mm/s) quency (Hz) (g)

10/13/2014 CH046040-082, -083 buffer 40 x 71 7102 6320 4.11 25.6 0.064

10/27/2014 CH046040-127, -128 trim 40 x 71 7114 6120 13.46 17.7 0.175

10/27/2014 CH046040-127, -128 trim 40 x 71 7102 6320 6.48 23.3 0.078

10/28/2014 CH046040-074 buffer 40 x 71 7102 6320 5.54 25.6 0.089

10/28/2014 CH046040-074 buffer 40 x 71 7102 6320 3.58 17.1 0.048

11/17/2014 CH046000-119, -120 trim 40 x 71 7114 6120 11.68 30.1 0.152

11/17/2014 CH046000-119, -120 trim 40 x 71 7102 6320 9.58 22.3 0.142

11/20/2014 CH046000-123P, -124P trim 40 x 71 7102 6320 7.80 26.9 0.116

11/20/2014 CH046000-123P, -124P trim 40 x 71 7102 6320 6.07 25.6 0.085


Table 2 – Phase 2 Blast Vibration Data
Date Pattern Scaled Distan- PPV (mm/s) Dominant Fre- PPA (g)
ce (m-kg-0.5) quency (Hz)
2/7/2015 5840-502 6.2 43.7 28.4 1.060
2/7/2015 5840-502 9.2 17.8 26.9 0.424
2/7/2015 5840-502 13.2 12.8 26.4 0.195
2/7/2015 5840-502 16.6 5.6 27.8 0.106
2/7/2015 5840-502 32.4 0.6 26.6 0.007
2/7/2015 5840-503 3.1 122.9 27.5 3.230
2/7/2015 5840-503 6.1 30.0 27.4 0.875
2/7/2015 5840-503 10.3 13.5 26.5 0.172
2/7/2015 5840-503 13.6 9.7 27.4 0.159
2/7/2015 5840-503 29.6 0.6 26.9 0.082
2/27/2015 5840-512 7.7 9.8 50.1 0.250
2/27/2015 5840-512 15.7 2.0 4.5 0.016
2/27/2015 5840-512 20.8 1.7 9.6 0.011
2/27/2015 5840-512 29.3 1.5 4.5 0.009
2/6/2015 5840-501 3.0 55.9 29.4 1.140
2/6/2015 5840-501 6.2 27.4 29.5 0.477
2/6/2015 5840-501 10.1 8.6 29.6 0.186
2/6/2015 5840-501 16.4 7.9 13.3 0.061
2/6/2015 5840-501 35.5 0.6 6.9 0.005
2/16/2015 5840-504 5.6 38.4 12.4 0.357
2/16/2015 5840-504 24.3 1.3 7.4 0.012
2/18/2015 5840-505 3.2 74.2 29.5 1.380
2/18/2015 5840-505 5.5 31.0 28.5 0.250
2/18/2015 5840-505 6.1 25.4 29.3 0.398
2/18/2015 5840-505 10.2 9.7 28.9 0.119
2/18/2015 5840-505 16.9 4.2 7.5 0.034
2/27/2015 5840-506, -507, -508P 6.3 8.1 29.1 0.098
2/27/2015 5840-506, -507, -508P 6.3 17.3 14.0 0.295
2/27/2015 5840-506, -507, -508P 10.0 5.0 29.1 0.080
2/27/2015 5840-506, -507, -508P 21.0 1.1 7.4 0.012
3/2/2015 5840-508P, -509 3.8 34.3 28.3 0.600
3/2/2015 5840-508P, -509 6.3 9.3 13.8 0.118
3/2/2015 5840-508P, -509 11.4 3.8 28.3 0.042
3/2/2015 5840-508P, -509 16.0 1.5 7.6 0.017
3/2/2015 5840-508P, -509 20.3 6.4 21.5 0.056
3/2/2015 5840-511 4.0 53.1 29.3 1.170
3/2/2015 5840-511 10.2 6.2 28.4 0.081
3/2/2015 5840-511 15.0 2.5 7.3 0.017
3/2/2015 5840-511 16.1 1.5 7.5 0.012
3/2/2015 5840-511 24.1 1.2 7.5 0.009
3/3/2015 5840-510 4.1 21.3 28.3 0.477
3/3/2015 5840-510 11.2 4.8 7.4 0.042
3/3/2015 5840-510 15.0 2.0 7.3 0.014
3/3/2015 5840-510 19.2 2.3 7.3 0.020
3/3/2015 5840-510 35.0 0.7 21.8 0.008
3/3/2015 5800-511, -512 4.0 57.4 29.1 1.020
3/3/2015 5800-511, -512 8.1 15.8 29.1 0.385
3/3/2015 5800-511, -512 14.2 6.6 29.0 0.119
3/3/2015 5800-511, -512 30.5 1.8 7.5 0.017
3/3/2015 5800-511, -512 37.1 1.1 7.5 0.008

Figure 1. IBIS velocity time series for the Cortez Hills Open Pit (CHOP) east highwall, Creel Ridge sector for the
period 21 August 2013 to 18 December 2014. Negative velocity values indicate movement toward the radar. Abrupt
increases in the velocity occur following blasting events.
Figure 2. IBIS velocity time series for Creel Move monitoring area at the Cortez Hills Open Pit (CHOP) for the
period 1 October 2014 to 15 January 2015. Negative velocity values indicate movement toward the radar. Location
A indicates acceleration within Creel Move area following initiation of the CH046040-082 and -083 buffer patterns
shot on October 13, 2014. The blast vibrations measured from CH046040-082 and -083 buffer patterns consisted
of a peak particle velocity (PPV) of 4.11 mm/s at a frequency of 26.9 Hz and peak particle acceleration (PPA) of
0.064 g. Location B indicates acceleration within Creel Move area following initiation of the CH046040-127 and -128
trim patterns shot on October 27, 2014 and the CH046040-074 buffer pattern shot on October 28, 2014. The blast
vibrations measured from CH046040-127 and -128 trim patterns consisted of peak particle velocity (PPV) of 13.46
mm/s at a frequency of 17.7 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.175 g. The blast vibrations measured on
the CH046040-074 buffer pattern consisted of peak particle velocity (PPV) of 5.54 mm/s at a frequency of 25.6 Hz
and peak particle acceleration (PPA) of 0.089 g. Location C indicates acceleration within Creel Move area following
initiation of the CH046000-119 and -120 trim patterns on November 17, 2014. The blast vibrations measured from
the CH046000-119 and -120 trim patterns consisted of peak particle velocity (PPV) of 11.68 mm/s at a frequency
of 30.1 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.152 g on the 6120 geotechnical step out. The blast vibrations
measured on the 6320 geotechnical step out from this shot consisted of peak particle velocity (PPV) of 9.58 mm/s at
a frequency of 22.3 Hz and peak particle acceleration (PPA) of 0.142 g.
Figure 3. Chart illustrating relationship of peak particle velocity vs. scaled distance for the CHOP Phase 1 and
Phase 2 blast vibrations study.
Figure 4. Chart illustrating relationship of peak particle acceleration vs. scaled distance for the CHOP Phase 1 and
Phase 2 blast vibrations study.
Figure 5. Chart illustrating relationship of predominant frequency vs. scaled distance for the CHOP Phase 1 and
Phase 2 blast vibrations study.
FULL WALL CONTROL BLASTING OPTIMIZATION

Benjamin Cebrian, Blast Consult & Maria Rocha, Rocha Blast Engineers &
Benjamin Morales, Jose Luis Castañon, Torexgold Media Luna & John Floyd, Blast Dynamics

ABSTRACT
Wall control blasting is needed in most metal mining operations in terms of increasing mineral reserves and assuring
the safety of the operation.

This type of blasting has the goal to achieve a clean, stable rock wall in the shortest distance from a well fragmented,
easy to excavate, blasted rock mass. This can be done with a variety of blasting techniques, all of which decrease the
explosive energy towards the final wall. Each technique needs to suit the geology: modified production blasting, buffer
blasting, pre-split and line drilling of empty holes. Pre-split is the most expensive technique, and allows final steeper
bench face angles while modified production blasting is the least expensive but needs wider berms.

To be able to achieve a full wall control blasting optimization it is needed to develop many studies and analysis to show
and quantify the current behavior, paying attention to details, implementation accuracy, geotechnical conditions, vibra-
tion restrictions and so on. Experience shows that designs are not always well implemented, not only in the contour
blast itself, but also in surrounding production blast that can affect and induce blast damage in final pit wall.

This paper describes a practical example at a Mexican Gold mine in two different pits, with exactly the same drilling
and explosives selection, changing other parameters (explosive amount, air decks, pattern) but with extremely diffe-
rent results because of the geotechnical conditions and restrictions.

1. INTRODUCTION
Mexico´s Media Luna gold mine consists of gold bearing endo and exoskarns along with hornfels, limestones, dykes,
some weathered material and a wide variety of faults. Some of the ore is weathered rock but most of it consists of
very hard (more than 200 MPa of UCS) and massive rock. On their two main pits, inter-ramp angles are 55º with triple
benches of 21m height and 9 m catch berm width.

Figure 1. Site location (courtesy of Torex Gold)


Figure 2. Guajes (left) and Limon pits at Media Luna Mine

Final walls presented a lack of berm carry capacity due the general loss of crests and several locations were toes were
not achieved. A wall optimization program was carried to prevent these two factors from happening, since it was critical
for the safety of the operation to achieve those in such an aggressive main wall design.

Apart from failure of benches to stop rocks from falling due reduced capacity, a main faul dipping in to the pit resulted
in a massive slide of a wedge that resulted in a fatality in 2016. Blasting had to assess then a far field as well as a near
field vibration analysis.

Both pits, Guajes and El Limon, have a very heterogeneous geology and structures, but they have in common a very
hard, massive and blocky rock, in which the changes of blast design are focused. The main difference between their
geologies is the structure: Guajes has low angle structures that makes more difficult crest protection. El Limon has a
structure parallel to the pit and a low angle structure to take care about to avoid wedges creation.

2. FUNDAMENTALS OF WALL CONTROL BLASTING


Wall control blasts have the goal of achieving both a well fragmented and displaced muckpile and, at the same time,
an undamaged wall in the shortest distance possible. It is much more than simply firing a pre-split. Certain conditions
must be taken into account in order to properly design a wall control blast. The following are a must:

• Geological assessment of both rock strength and geotechnical conditions


• Hole diameters available (drill fleet)
• Explosives type (Anfo, emulsion blends, special wall control mixes, packaged)
• Design has to focus on main goal of the blast: crest protection and/or toe achievement
• Number of rows: Max 4
• Free face critical for crest protection

When double or triple benching is the practice at the mine, one has to understand that each one of the bench cuts
(upper and lower) need a different approach, as the goal of the contour blasts is different in each case. Table 1 reflects
the specific conditions on each case

Table 1. Initial blast designs used at the mine


Free face cri- Number of buffer
Contour Bench Main Goal
tical rows (typical)
Upper Crest protection YES 2
Middle Pre-split achievement NO 2 to 1
Bottom Toe achievement NO 1

Mainly emulsion blends (70/30 and 80/20) should be used even on dry holes when crest protection is a priority, as the
lower order of detonation and gas production of ANFO increases confinement and thus possible back break. In lower
benches (mid or bottom bench) this is not as critical.

Stiffness ratio of the bench (dividing bench height by burden) should be higher than 2 to benefit forward displacement
of the free face and therefore minimizing back break
3. WALL CONTROL BLAST DESIGNS
There are four main types of contour blasting, all dependent both on the geology and the economy of the operation:

• Modified production blasting


• Buffer blasting
• Pre-split
• Line drilling

Each one of them can be applied to certain geologies, although there is a wide variety of cases where pre-split can be
applied but the economics of the operation do not justify using it.

Out of the three keys for a normal blast efficiency, explosive energy level has to be low enough towards the wall to
prevent damage beyond the designed limit. Also, energy confinement is key to protect the crest and not to open low
angle geological structures (Figure 3)

Optimum
Explosive
Performance
Explosive Energy
Level
Figure 3. Blast Efficiency triangle has to be weighed towards low energy levels and low confinement on wall control
blasts (courtesy of Blast Dynamics)

Figure 4. Different geotechnical sectors require different wall control designs. Fault, highly jointed rock masses need
more buffer rows and further distance from the wall, whereas harder, more massive rock masses need just one
buffer row and holes closer to the final limit

4. IMPLEMENTATION CONTROL
As with any blast improvement process, field supervision of the implementation of the blasting design is key to ensure
full control of results and consistency to compare against future refinements.
Apart from typical blasting process indicators, final rock profiles have to be assessed in order to evaluate and refine
how designs are performing. In general terms, there is no way to improve a blast design until four KPIs are under
control: hole length, explosive linear density, collaring accuracy and stem length. Once acceptable levels of those are
achieved by both the mine personnel and the blasting contractor, proper evaluation of designs can be assessed.

Is of vital importance that subdrill is controlled when holes are falling on or nearby the final crests of lower benches
(Figure 5) where itVeladero
may be even- necessary
Federico Fase
to off III subdrill not to damage the crest.
set the 16-jul-16

6,5 m 8m 8m 8m 2m Face Confinem ent Analysis


Top of Charge (m): 5,2
Charge Diameters: 19,3
Bottom of Charge (m): 7,5
Charge Diameters: 27,8

5,2 m
Displacem ent Analysis
Estim ated Face Velocity
7,5 m Top of Charge (m/s): 23,0
4m Bottom of Charge (m/s): 15,0
Estim ated Face Displacem ent
Displacement Correction: 100%
Figure 5. Modified production blast: good, clean free face, 4 rows maximum and the last row of holesTop
is separated
of Charge (m): 55,8
long distances so no damage is induced to the final wall rock mass. Bottom of Charge (m): 19,8
8m
In wall control blasts, final benches have to be scanned to obtain profiles every 3 meters (10 ft) and piled up in an
average profile that reflects the performance of pre-split, buffer and production rows.
8m
* Note:
8m The estimated displacement does
not consider the "rolling" of the
material once it hits the ground.
8m This rolling can extend the
muckpile w ell beyond the
estimated displacement.

Design Data Batter Buffer Production


Row Row Row Row
Figure 6. The proper tool
Hole to refine (mm):
Diameter wall control blasting
270 is use scanned
270 profiles of final
270 walls every 3 m. Average
270
profilesHole
show the(m):
Depth performance15,0of blast designs and their implementation
14,0 16,0 16,0
Hole Angle (deg):
Burden (m): 8,0 8,0 8,0 4,8
Spacing (m): 8,0 8,0 8,0 8,0
Airdeck (m):
Subdrill or Standoff (m): -1 1 1,0
Stemming (m): 9,5 8,5 8,8 8,8
Total Charge Weight (kg): 260 260 340 340 Averag
Pow der Factor (kg/tonne): 0,07 0,11 0,15 0,25 0,12
COMITÉ CIENTÍFICO
COMITÉ CIENTÍFICO
5. CASE STUDY – MEDIA LUNA MINE
PRESIDENTE
5. CASE STUDY – MEDIA LUNA MINE
PRESIDENTE
STUDY
Javier OF INITIAL SITUATION
Vega de Seoane Azpilicueta
Prior
STUDY The
to OFstudy
developing comprises
INITIAL the different
optimization
SITUATION stages:
process itself,geotechnical details,
a full and complete blast ofmodeling
analysis both mainandpits, analysis,
Guajes and KPI`s
El Limon,
Javier Vega
The
de
study
Seoane
identificationcomprises
Azpilicueta
andoptimization
blast performance
different evaluation.
stages: Based
geotechnical on this
details, study,
blast many recommendations
modeling and in terms of
was
Priorcarried
to to evaluate
developing the current blasting procedures
process itself, a fulland
andtheir effects
complete on
analysis pit of
slopes.
both main pits, analysis,
Guajes and KPI`s
El Limon,
VICEPRESIDENTE
implementation
identification
was carried andaccuracy
to evaluate blast
current and blasting
performance
blasting designs
evaluation.
procedures and were
theirproposed
Based on this on
effects topitimprove
study, contour blasting in
many recommendations
slopes. and slopes.
terms of
VICEPRESIDENTE
The study comprises accuracy
implementation different stages: geotechnical
and blasting details,
designs were blast modeling
proposed and
to improve analysis,
contour KPI`s
blasting identifi
and cation and blast
slopes.
Miguel Ángel
performance
The study
Contour Paradinas
evaluation.
comprises Márquez
Based
different
Blasting on this
stages:
Practicess study, many
geotechnical
at Media recommendations
details,
Luna blast
Mine: modeling
Design inand
terms of implementation
analysis,
and accuracy
KPI`s identification
Implementation and blas-
and blast
Miguel
ting Ángel
performance
designs
Contour Paradinas
evaluation.
were proposed
Blasting Márquez
Based on this study,
to improve
Practicess many
atcontour
Media recommendations
blasting
Luna and slopes.
Mine: in terms
Design of implementation accuracy and blas-
and Implementation
ting designs were proposed to improve contour blasting and slopes.
PRESIDENTES
6. CONTOUR BLASTING
DE ÁREAS
Wall control blasting at Media Luna Mine had, all of them and for every pit and geotechnical domain,
PRESIDENTES
Wallsame
the control DE
blasting atPRACTICESS
ÁREAS
configuration: Media AT
Luna Mine
hole diameter, MEDIA
had, all
pattern, LUNA
of themMINE:
explosive and forDESIGN
selectionevery pitAND IMPLEMENTATION
andsequence.
and timing geotechnical domain,
6. CONTOUR BLASTING PRACTICESS AT MEDIA LUNA MINE: DESIGN AND IMPLEMENTATION
Wall control blasting atSecades
Mediahole
Luna Mine had,
Juan Ramón
Figure
Wall control 7García
the same configuration:
shows
blasting atthe mainLuna
Media
diameter,
configuration
Mine had, ofallof
pattern,
all
ofexplosive
Media them andselection
them Luna
and
for everyand
Mine
for
pit timing
contour
every
and geotechnical
pit andblast
sequence. domain, the same confi-
design.
geotechnical domain, the same confi-
Juan Ramón
guration: hole
Figure
Área 1.-hole7 García
diameter,
shows
EXPLORACIÓN Secades
the pattern,
main explosive
configuration
Y EXPLOTACIÓN selection
of Media
DE LOS and
Lunatiming
Mine
RECURSOS sequence.
contour blast design.
MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
guration: diameter, pattern, explosive selection and timing sequence.
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO
Javier Targhetta
0 m
Roza
3.37 m 4 m 4 m 3 m
Javier Targhetta
0 m
Roza
3.37 m 4 m 4 m 3 m
Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN
Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN Main Goal: Crest 
Main Goal: Crest 
José
José Luis
Luis del Valle Doblado
del Valle Doblado
Área Main Goal: Pre Split 
Área 3.- ENERGÍA
3.- ENERGÍA Main Goal: Pre Split 
achievement  
achievement  
1.5 m 5 m5 m
Juan
Juan Antonio López
1.5 m
Antonio López Geta
Geta
Área 4.- 1 m
AGUA
1 m Main Goal: Toe 
Main Goal: Toe 
Área 4.- AGUA achievement 
achievement 

José
José Luis Tejera Oliver
Tejera Oliver
Área
Área 5.- SISTEMAS
SISTEMAS DEDEGESTIÓN
GESTIÓNY YMARCO
MARCONORMATIVO
NORMATIVO
Figure 7. Initial
Figure Initial wall
wall control
controlblast
blastdesign
design(left)
(left)and
andgoals
goalsand position
and of design
position on triple
of design bench.
on triple The The
bench. samesame
design was was
design
Figure 7.
7. Initial
Initial wall
wallcontrol
controlblast
blastdesign
design(left) and
(left) goals
and andand
goals position of design
position on triple
of design bench.
on triple bench.
applied
applied totoall
alltypes
typesofofgeology
geologywith
witherratic results
erratic and
results andnotnot
achieving the the
achieving main goals
main intended
goals intended
The same
same design
designwas
COORDINADORES
COORDINADORES wasapplied
DELto
DEL
applied allalltypes
COMITÉ
to
COMITÉ typesofCIENTÍFICO
geology
of with
geology erratic
with
CIENTÍFICO results
erratic andand
results not not
achieving the main
achieving the main
In terms
terms of
of implementation goals intended
goals intended
In implementationand andfocused
focusedononthethefour
fourmain
mainKPI`s to have
KPI`s under
to have control
under (hole
control length,
(hole explosive
length, linearlinear
explosive
density, collaring accuracy and stem length), Media Luna blasts showed defi cient conditions, especially in
density, collaring accuracy and stem length), Media Luna blasts showed deficient conditions, especially in hole length, hole length,
Ángel
Ángel
as showIn terms
Cámara
In terms
Cámara
show of
in Figure implementation
ofRascón
implementation
Rascón
8, being and
andfocused
focused onon
ofthe four
the main
four KPI`s
main to have
KPI`s under
to have control
under (hole(hole
control length,
length,
as in Figure 8, beingunder
underthe
thequality
qualityrange
range 80%
of 80%of accuracy.
of accuracy.
explosive
Presidente dellinear density,
Consejo collaring
Superior de accuracy
accuracyand stem length), Media Luna blasts showed deficient
explosive
Presidente dellinear density,
Consejo Superior deIngenieros
collaring Ingenierosde Minas
and
de stem
Minas length), Media Luna blasts showed deficient
conditions,
The 46%
46% of holes especially
longer indesigned
hole
holelength, asasshow
showin the
inFigure 8,problem
being under theLuna
quality range of 80% of loss
The conditions,
of longerthan
holes especially
thanindesigned were
weredeveloping
length, developing main
Figure
the main 8, on
being
problem Media
under
on the
Media slopes
quality
Luna because
range
slopes ofof80%
because the of loss
of the
accuracy.
of crests. Damaged
accuracy. crests decrease the catching capacity of berms, so safety is compromised along the general areas
Jesús
Jesús Portillo
of crests. García-Pintos
Damaged
Portillo crests decrease the catching capacity of berms, so safety is compromised along the general areas
of Media Luna García-Pintos
Mine.
ofVicedecano
Media Luna del Mine.Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur
The 46% of holes
Vicedecano longer than de
designed were developing the Sur
main problem on Media Luna slopes
The 46%del
of Colegio Oficial
holes longer Ingenieros
than designed werededeveloping
Minas del the main problem on Media Luna slopes
because of the loss of crests. Damaged crests decrease the catching capacity of berms, so safety is
because of the loss ofgeneral
crests. Damaged crests decrease the catching capacity of berms, so safety is
Torex Media Luna 
compromised along the DISPATCH DRILLING INFO 
areas of Media Luna Mine.
Torex Media Luna 
compromised along the DISPATCH DRILLING INFO 
general areas of Media Luna Mine.
Blast Hole Length Deviation 
Blast Hole Length Deviation 

FigureFigure
8. Initial
8. Initialhole length
hole length deviation
deviation analysis
analysis at Media
at Media Luna Luna
Mine. With only Mine. With
40% of holes only operational
in range, 40% of holes in
FigureFigure
8. Initial
range,
8. Initialhole
operational length deviation
improvements
improvements
hole length deviation were
analysisanalysis
atwere
needed at Media
Medianeeded
apart from
Luna apart
new
Mine. Lunaonly Mine.
from
blasting
With new
designs
40% With
blasting
of holes only 40% of holes in
designs
in range, operational
range, operational improvements were needed apart from new blasting designs
improvements were needed apart from new blasting designs
On another hand, there were not any monitoring of results implemented systematically at the mine: pre
andanother
On post pictures, video,were
hand, there vibration
not anymonitoring,
monitoring 3D of
laser scanning,
results etc. where
implemented not developed
systematically at to
thecontrol
mine: pre
quantitatively the slope status based on blasting.
and post pictures, video, vibration monitoring, 3D laser yscanning, XIV Congreso Internacional de Energía
Recursos etc. where not developed to contro
CongresoMinerales
quantitatively the slope status based on blasting.
During the study of the main design for contour blast at Media Luna, XIV y Recursos
Internacional de Energía
Minerales
some important “wrong
José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera

Antonio
On another Jesús García
hand, there wereGuerrero
not any monitoring of results implemented systematically at the mine: pre and post pictu-
Decano-Presidente
res, del ilustre
video, vibration monitoring, 3DColegio Oficialetc.
laser scanning, de where
Geólogos de Andalucía
not developed to control quantitatively the slope status
based on blasting.
José Antonio García Mendoza
During the study of the main design for contour blast at Media Luna, some important “wrong characteristics” were
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noreste
summarized:

Juan Ramón
1. Same García
design used Secades
for every pit, geotechnical domain, restrictions and level of the bench (upper, medium and
bottom)
Consejero Delegado de SEDES S.A
2. Implementation accuracy was not controlled
3. Energy level was not controlled based on conditions of each pit/domain
José Francisco González Fernández
4. Result controls were not implemented
Secretario del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas
5.José Luís Leandro
CONTOUR BLASTING EFFECTS IN GUAJES AND EL LIMON PIT
The effectsdel
Decano of this contourde
Consejo wall design are
Colegios deeasy to checkTécnicos
Ingenieros just looking
dethe slopes of Media Luna pits. The main problem
Minas
in both pits was the crest damaged caused by a not carefully design of blast, to avoid subdrill future crest and berms,
and not accuracy in this implementation. The toe was not achieved as well.
Juan Antonio López Geta
Presidente
Structures Grupo
and Especializado
restrictions del
are different Agua de
between ANIM
Guajes Pit and El Limon Pit, and that is why customized designs and
implementation are paramount.
Juan Manuel Manrubia Conesa
Figure 9 shows the initial
Decano-Presidente delstatus of Guajes
Colegio Pit,de
Oficial where the average
Ingenieros of crest
de Minas Levantewas more than 2.0 m (78.7inch)
dedamaged
and the not achieved toe was around 0.5 m (19.6 inch). Guajes has important vibration restrictions because of the
existing faults and the unstable structure that failure in 2016.
Rafael Monsalve Romero
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro

Richard Oldcorn
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting

José Luís Parra y Alfaro


Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de Madrid (UPM)

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

Javier Targhetta Roza


Consejero Delegado de Atlantic Copper

José Luís Tejera Oliver


Profesor9.Doctor
Figure Ingeniero
Figure
Details 9.
ofDetails
Guajesde
of Minas
Guajes yPitEnergía
Pit slopes:slopes: scannerreal
scanner real vs.
vs.designed
designedpit, pit,
picture and section
picture and section
Verónica Rona
On another hand, Figure 10 shows the initial status of El Limon pit, where the average of crest damaged was around
On another hand,
1.6 m (63 inch)Figure
and the10
notshows the
achieved toeinitial status0.5ofmEl
was around Limon
(19.6 inch). pit, where the average of crest damaged
was around 1.6 m (63 inch) and the not achieved toe was around 0.5 m (19.6 inch).

www.congresomineriasevilla2018.org
COMITÉ CIENTÍFICO
PRESIDENTE
Javier Vega de Seoane Azpilicueta

VICEPRESIDENTE
Miguel Ángel Paradinas Márquez

PRESIDENTES DE ÁREAS
Juan Ramón García Secades
Área 1.- EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MINERALES. RELACIÓN CON EL TERRITORIO

Javier Targhetta Roza


Área 2.- MATERIAS PRIMAS Y SU TRANSFORMACIÓN

José Luis delFigure


Valle 10.
Doblado
Details of El Limon Pit slopes: scanner real vs. designed pit, picture and section
Área 3.- ENERGÍA
With this background, new designs were proposed to achieve the designed slopes geometry: crest, slope angle and
toe.
Juan Antonio López Geta
6.Área
NEW4.- AGUA FOR WALL CONTROL BLAST AT MEDIA LUNA MINE
DESIGNS
For new designs at Media Luna Mine, previous design, implementation and control were taken into account to propose
a new
José method.
Luis TejeraThis new method involved:
Oliver
1. Design specifications for wall control blasting based on restrictions, area geotechnical domain, etc.
Área 5.- SISTEMAS DE GESTIÓN Y MARCO NORMATIVO
1. Design specifications for wall control blasting based on restrictions, area geotechnical domain, etc.
Therefore, 3 new designs, for each level, were proposed for hard massive and blocky rock located in
some areas
3 new of
COORDINADORES
Therefore, Guajesforand
designs, DEL
eachEllevel,
Limon
COMITÉ pit.proposed
were Figure 11
CIENTÍFICOshows
for hard the scheme
massive of pattern
and blocky and charge
rock located ofareas
in some each of
design:
Guajes upper,
and El Limonmedium and11bottom
pit. Figure shows blast designsoffor
the scheme wall and
pattern control.
charge of each design: upper, medium and bot-
tom blast designs for wall control.
Ángel Cámara Rascón
Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Jesús Portillo García-Pintos


Vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur

Figure 11. Scheme of pattern and charge of each new design: upper (crest protection), medium
Figure 11. Scheme of pattern and charge of each new design: upper (crest protection), medium (pre-split
(pre-split achievement) and bottom blast (toe achievement)
achievement) and bottom blast (toe achievement)

Main
Main characteristics
characteristics ofwall
of new newcontrol
wall control blast designs:
blast designs:

•  Decrease
Decrease of energy
of energy of firstof first
buff buffer
er row rowairusing
using decksair
to decks to avoidindamage
avoid damage crests. in crests.
•  Decrease
Decrease burdenburden and spacing
and spacing of firstof first
buff buffer row.
er row.
•  Decrease
Decrease the offthe
set offset
of first of
bufffirst
er rowbuffer
and row and eliminate
eliminate thebuff
the offset of offset
er rowofinbuffer
bottomrow intobottom
blast achieveblast to
the toe.
• Increase timing
achieve thetotoe.
ensure relief.
• Bench preparation
 Increase timingcarefully relief. to ensure appropriate conditions (free face).
developed
to ensure
 Bench preparation carefully developed to ensure appropriate conditions (free face).
 Subdrill eliminated at bottom blasts to avoid damage in future crest or berm.
 Limited amount of rows to four or less to avoid over confinement and ensure movement and

XIV
appropriate energy level, confinement and distribution.
Congreso Internacional de Energía
y Recursos Minerales
2. Implementation Control (QA/QC) to ensure a quality range of 80% accuracy on KPI`s.
José Miguel Galera Fernández
Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Ingeniería Geológica y minera

Antonio Jesús
• Subdrill GarcíaatGuerrero
eliminated bottom blasts to avoid damage in future crest or berm.
Decano-Presidente
• Limited amount del ilustre
of rows Colegio
to four or lessOficial
to avoidde Geólogos
over deand
confinement Andalucía
ensure movement and appropriate energy
level, confinement and distribution.
José Antonio García Mendoza
2. Implementation Control (QA/QC) to ensure a quality range of 80% accuracy on KPI`s.
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noreste
3. Monitoring and results control to be able to improve based on an initial status, changes and final status.
Juan Ramón García Secades
2.Consejero
RESULTSDelegado
OF NEW DESIGNS
de SEDESAND
S.A CONTROL
After the implementation of new designs at hard, massive and blocky rock in both pits, Guajes and El Limon, results
have been significantly good. Much more notable in El Limon slope, because of the faster rhythm of the operation,
José Francisco González Fernández
it is easy to find improved slopes, where crest is not damaged and the designed toe is perfectly achieved. Presplit
Secretario
holes del Consejo
are shown Superior
in the walls de Colegios
of El Limon, de better
showing the Ingenieros denew
result of Minas
buffer designs in this kind of geology and
José Luís
structures. Leandro
Decano del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos de Minas
Figure 12 shows the difference between previous slope (upper slope) where the damaged crest is shown with the blue
inclined line, and the new one, in the bottom, which crest and toe are achieved as designed.
Juan Antonio López Geta
Presidente Grupo Especializado del Agua de ANIM

Juan Manuel Manrubia Conesa


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas de Levante

Rafael Monsalve Romero


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro

Richard Oldcorn
Managing Director and Corporate Consultant. SRK Consulting

José Luís12.
Figure Parra y Alfaro
Details of new status of El Limon pit after new wall control blast design implementation
Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de Madrid (UPM)
FigureFigure
12. Details of new
12. Details status
of new of El
status Limon
of El Limonpit
pit after newwall
after new wall control
control blast
blast design
design implementation
implementation
Damaged
Jesús in crest
Portillo has decreased up to around 0.2-0.4 m (7.8 – 15.7 inch).
García-Pintos
Vicedecano
Damaged Colegio
in crest Oficial de
has decreased up Ingenieros de Minas
to around 0.2-0.4 m (7.8del Sur inch).
– 15.7
At Guajes, the operation is being slower and results are not that good, but better slopes, presplit holes
Damaged in crest has decreased up to around 0.2-0.4 m (7.8 – 15.7 inch).
view, toe
AtJavier
Guajes, theand less crest
operation damage
is being hasand
slower been achieved.
results are notFigure 13 shows
that good, the status
but better slopes,ofpresplit
new slopes at Guajes
holes view, toe and
pit. Targhetta Roza
lessAt Guajes,
crest damagethe has
operation is being Figure
been achieved. slower13and results
shows are notofthat
the status newgood,
slopesbut better slopes,
at Guajes pit. presplit holes
Consejero Delegado de Atlantic Copper
view, toe and less crest damage has been achieved. Figure 13 shows the status of new slopes at Guajes
  
pit.
José Luís Tejera Oliver
 
Profesor
   Doctor Ingeniero de Minas y Energía
 
 
Verónica Rona
 
 
 
 
 
 
 
 

  Figure 12. Details of new status of Guajes pit after new wall control blast design implementation
Figure 12. Details of new status of Guajes pit after new wall control blast design implementation

Economically, in terms
Figure 12. Details of status
of new implementation
of Guajesand results
pit after newcontrol, just only
wall control improving
blast the hole length
design implementation
accuracy a 4%, the mine could save around 1.3 MUSD taking into account drilling and explosives costs.
Savings resulting
Economically, inofterms
moreof
safety slopes and a safe
implementation and operation are millionaires.
results control, just only improving the hole length
accuracy a 4%, the mine could save around 1.3 MUSD taking into account drilling and explosives costs.
www.congresomineriasevilla2018.org
Conclusion andofFuture
Savings resulting Workslopes and a safe operation are millionaires.
more safety
Economically, in terms of implementation and results control, just only improving the hole length accuracy a 4%, the
mine could save around 1.3 MUSD taking into account drilling and explosives costs. Savings resulting of more safety
slopes and a safe operation are millionaires.

3. CONCLUSION A ND FUTURE WORK


Blasting optimization, control of implementation (QA/QC) and energy controlled blasting proved to be a great technical
and economical approach for the mining operation at Media Luna Mine in terms of Wall Control. An improvement on
geometry and safety of their slopes has been achieved after the implementation of customized wall control designs
and a complete protocol of good practices and performance monitoring on site.

Drilling and blasting activities still need to be improved up to the main goal of a range 80% accuracy on implementation
KPI`s.

The process of improvement and optimization of wall control blasts continues at Media Luna Mine. The commitment
of all the staff involved in each stage is the key to achieve the best results, and this is the way the mine is right now.

4. ACKNOWLEDGEMENTS

Mr. Victor Barua, Benjamin Morales and Jose Luis Castañón from TOREX-Media Luna Technical Services should be
acknowledged for making this study happen at the mine. Also the Operational Team and Geotechnical Team at Media
Luna for their kind assistance.

Blasting engineer expert Maria Rocha for her trust, passion and commitment on this not-easy-to-perform job.
REFINING THE WALL CONTROL BLASTING PROGRAM AT RIO TINTO’S
IRON ORE COMPANY OF CANADA MINE

G. Abrahams – Senior Geotechnical Engineer; Rio Tinto, Iron Ore Company of Canada
G. Powell – Drill and Blast; Rio Tinto, Iron Ore Company of Canada
J. Hardy – Drill and Blast; Rio Tinto, Iron Ore Company of Canada

ABSTRACT
In 2016 the Geotechnical Team at Iron Ore Company of Canada (IOC) recognised that refining the wall control blasting
program was critical to achieve the steep, final wall slope designs. With improved bench face conditions and bench
carry capacity there was also the opportunity to optimise specific pit walls for increased ore gain.

This paper describes the methodology taken to develop final wall blast designs for different geotechnical conditions
utilising the drilling equipment available. It discusses the design concepts to minimise wall damage, how blast perfor-
mance was assessed and refined; and the challenge of balancing production needs with final wall blasting.

Trial blasts have been undertaken for different blast domains, and key learnings have been documented and addres-
sed. In particular, was the need for practical blast designs that can be simply executed in the field given the extreme
cold climatic conditions that exist at the site. Controlling charge weights and column heights by using smaller hole dia-
meters proved more successful than complex loading designs. The trial blasts have subsequently enabled wall control
blast designs to be produced for each geotechnical domain. These designs are now incorporated into the mine plan
and operational procedures, whilst maintaining a somewhat flexible approach to further improve designs and deal with
variable ground conditions as needed.

1. INTRODUCTION
The Iron Ore Company of Canada (IOC) mine is located in the Labrador West area of north-eastern Canada. IOC,
operated by Rio Tinto, runs a concentrator and pelletizing plant in Labrador City as well as port facilities located in
Sept-Îles, in the province of Quebec. It also operates a 418-kilometre railroad that links the mine to the port.

IOC is an open pit truck and shovel operation producing 22Mt of iron ore concentrate annually. Mining began in the
early 1960’s and currently between three and five pits are being operated at any one time with final pit depths being
350-500m.

Pit slope angles are primarily a function of the rock mass quality and the foliation orientation. Where foliation dips fa-
vourably into the pit walls (hanging walls), there is potential to excavate double and triple benches to achieve steep in-
ter-ramp angles and reduce strip ratios. When mining down dip of the foliation (footwalls) triple benching is favourable
to minimise step-ins and steepen the inter-ramp angles (IRA). In order to safely achieve these steep final wall angles,
as well as potentially optimise in certain areas, it was critical to understand the impact of rock mass and structural va-
riability on final wall blasting; then refine the final wall blasting approach. This paper discusses both the methodology
and challenges in implementing a wall control blasting program within a high-production operation.

OPERATING EQUIPMENT
Benches are excavated in 13.7m (45ft) high lifts. Production drilling is done using P&H 320 XPC rotary drills with a
311mm hole diameter. Loading is done using P&H2800 rope shovels and occasionally with some hydraulic excavators
(PC2000) and loaders (P&H L-1850). IOC-owned rotary drills are equipped with Aquila GPS system. Explosives used
for production drilling are around 1.15 emulsion g/cm3, produced at an on-site blast plant.

CLIMATE
IOC sits in a sub-arctic climate with heavy year-round precipitation. Winters are extremely cold and snow will typically
be on the ground from end of October until May. Temperatures vary from around 20°C in July and August to -40°C in
January and February. From a blasting perspective, the cold climate reinforces the importance of keeping final wall
blast designs as simple as possible to drill and load in the field. The freeze-thaw action can extend for many months
and obviously this increases rockfall frequency at the mine. This reinforces the need for good final wall drilling. In ad-
dition, the heavy rainfall and surface water challenges means that blast holes are often wet.

2. BACKGROUND GEOLOGY
The IOC project deposits occur within iron formations in the South Section of an extensive Proterozoic geosyncline
called the Labrador Trough that runs roughly north-south through Western Labrador and into parts of Québec, and
contains a number of meta-taconite iron formation ore deposits (Neal, 2000). The region is also known to be defined by
the structural fabrics of the Grenville Orogeny. The IOC deposit is located in the Gagnon terrane within the Grenvillian
orogenic domain and is strongly impacted by this deformation.

Within the mine area, the rocks consist of former greywacke, sandstone and ferruginous sediments that have been
regionally metamorphosed to mica-schist, quartzite and iron formations respectively. Associated with these metasedi-
ments are gabbroic intrusions exhibiting prominent local contact metamorphism.

The iron ore deposits are hosted in the Sokoman formation, a 30-350 m thick sequence of cherty iron rich sedimentary
rocks. This formation is sub-divided into three members: the Lower Iron Formation, Middle Iron Formation (the main
ore zone) and Upper Iron Formation. Tight isoclinal folding and low angle thrust faulting has resulted in thickening of
the iron formations.

3. ENGINEERING GEOLOGY AND PIT SLOPE DESIGNS


The majority of lithological units are generally strong to very strong rock and of Good or Very Good quality. Geotech-
nical investigation work done by Piteau and Golder Associates over the last fifteen years shows that most lithologies
have uniaxial compressive strength (UCS) values of 100-150MPa, RQD values greater than 80% and RMR76 va-
lues greater than 80. From a blasting perspective it is important to note that the ore-rock has a higher UCS (typically
150MPa) than the waste rock (typically 100MPa), which fragments more readily. Consequently, when pre-splitting, the
ore rock often gives a better face condition than the waste rock.

The one main weaker rock mass unit at IOC comprises altered Limonite which is thought to be associated with large
scale shear zones. The limonite is generally weak (<20MPa) with RMR76 values around 40. Pit walls excavated in li-
monite are more rock mass controlled; and are also subject to surface water erosion and gullying particularly in freshet.

Structural geology on a pit scale is quite complicated and typically comprises tight folding striking parallel to the ore
body often with localised low-angle thrust faulting. As a result of the deformation a strong mineral alignment, or “inci-
pient foliation” exists along with foliation parallel joints and some orthogonal cross joints. The orientation of the inci-
pient foliation and associated joint sets primarily control the pit slope designs in unaltered strong rock.

The variability in the rock mass quality and the orientation of the “incipient foliation” has led to the development of four
geotechnical domains. Pit slope design configurations at IOC are naturally based on these geotechnical domains and
rock mass quality represented by GSI (Geological Strength Index, after Hoek and Marinos, 2000) as shown in Table
1. GSI values are estimated from bench mapping and also from RMR76 values obtained through geotechnical drilling.
Regarding the footwall designs, initially a fixed design was proposed based on a typical foliation dip; however it beca-
me apparent that with increased understanding of foliation variability on a pit scale, both pit optimisation and improved
blast designs were possible.
Table 1: Geotechnical domains and typical slope configurations at IOC

Geotechnical Typical Slope Angle and


Rock Mass Properties Failure Mechanism
Domain Bench Configuration

Through overall rock mass.


Weak
Altered Limo- Weak foliation parallel structu- Inter-ramp Angle (IRA) < 40°
UCS 5-20MPa
nite res occasionally control bench Single bench
GSI = 30-40
face angle.

Very Strong
UCS ≈ 100-150MPa Bench face parallel to foliation
Bench faces controlled by
Footwalls GSI = 75-85 Double (28.4m) or Triple
foliation dip
Foliation dipping unfavou- (41.1m) bench
rably out of wall

IRA up to 60°
Triple bench (41.1m).
Very Strong No major kinematic control.
BFA 75-80°.
UCS ≈ 100-150MPa
Hanging Walls
GSI = 75-85 Occasional cross-joints in
Double bench configuration
Foliation dips into wall some areas.
used where cross-joints pre-
sent.

Very Strong No major kinematic controls.


IRA up to 60°
UCS ≈ 100-150MPa Some fault zones may be
End Walls Double or Triple bench.
GSI = 75-85 exposed striking perpendicu-
BFA 75-80°
Foliation strikes into wall lar to walls

4. PREVIOUS BLASTING PRACTICES AND GEOTECHNICAL RISKS


Historically there has been some success utilizing final wall blasting to cut steep slopes particularly in hanging walls.
A good example is the east wall of the existing Humphrey Pit which is 180m high, excavated in triple bench configura-
tion with an inter-ramp angle of 58°. Pre-splitting was utilised, with the most successful areas done using an inclined
pre-split on the top bench, then vertical pre-split on the next two benches (Figure 1). While the results are generally
good, rockfall risk is still significant due to some poor crest conditions and catch benches filling up over time (Figure 2).
However, this wall has proven to be an excellent case study to illustrate to Operations and Upper Management what a
steep wall looks and feels like when operating below. It highlights the importance of achieving good crests, good bench
face conditions and limited back-break in order to minimise rockfall and meet our future steep designs. Having these
older pits and steep walls on site proved very beneficial for the Geotechnical Team to demonstrate the importance of
wall control blasting to other teams on the mine.
Figure 1: Looking north along the old Humphrey Main pit. The east wall (hanging wall) was mined with triple benches
at an IRA of 58°.

Figure 2: Close-up view of the Humphrey Main east wall (hanging wall). Despite some good blasting practices at the
time; a high rockfall hazard still exists due to benches filling up and poor face conditions in some areas.
Over recent years, IOC has predominantly been production blasting focused, with a high attention to fragmentation.
Wall control blasting has been less of a concern since interim slopes were being mined in single bench configurations
with shallow inter-ramp angles; typically 33°. The resulting 13.5m wide benches, provided sufficient catchment for
rockfall even after back-break which was typically 3-5m. However, it was apparent that this amount of back-break and
poor bench face condition would not be acceptable for steeper final walls.

As final walls started to be mined, an effort was made to conduct final wall blasting using production drilling equipment.
Typical wall control blast designs involved a 6-7 row “trim” shot using 311mm diameter holes. Stab rows would be
included on footwalls to encourage the rock to break parallel to bedding. Pre-splitting was occasionally done on some
hanging walls using contract drilling. However, it soon became apparent that the amount of energy in the trim shots
was too large and lacked sufficient relief. This resulted in two main geotechnical risks: rockfall and planar sliding.

ROCKFALL
High-energy blasting would result in rockfall hazards due to:

• Extensive blast damage into the rock mass from block heave, creating poor bench face condition. This resulted
in a high source for rockfall with blocks potentially up to around 2-3m3.
• Loss of bench carry capacity due to excess back-break; and
• Accumulation of rocks filling up the catch benches over relatively short time periods (Figure 3).

Rockfall hazard is most common on hanging walls and endwalls where benches are less structurally controlled and
the rock mass breaks into irregular blocks that can potentially fall.

Figure 3: Loss of bench carry capacity and increased rockfall risk due to large blasts with IOC production drills.

PLANAR SLIDING ON FOOTWALLS


Stab rows would typically be incorporated into the trim blast design, and drilled using IOC rotary rigs. However, cra-
tering of these stab rows would result in undercutting of the foliation and leave “slabs” on the bench face. This was
caused by either excessive sub-drill beyond the foliation dip, or too much energy within the blast holes.

On bench faces greater than 50° some planar failures of these slabs have occurred. The final wall drilling is further
complicated by the presence of orthogonal, sub-vertical joint sets which the rock will often break to. These orthogonal
sets not only encourage under-cutting of foliation, but can act as release planes for slabs to slide (Figure 4).
Figure 4: Poor blasting on footwalls results in slabs and potential sliding failure; especially where orthogonal joint
sets present.

5. REVISING THE BLASTING APPROACH


Given the above observations, it was clear that a wall control blasting program needed to be implemented. Steep
(>50°) final walls were starting to be mined, and the Luce Pit north wall push back would be starting in 2018 which
has a design IRA of 60°. As with all wall control blasting programs it is critical to carry out trial blasts on interim walls
in order to develop suitable site-specific designs and to ensure sound operational practices before mining the final
walls. IOC Geotechnical and Drill and Blast (D&B) teams worked closely to revise the final wall blasting approach. The
modifications to the blast designs are discussed below.

DEVELOPMENT OF BLAST DOMAINS


Blast domains for final walls were defined by the Geotech and Drill & Blast Teams. Blast domains are areas of similar
geological, structural and rock mass conditions such that a blast design approach for each can then be developed. It
is important to ensure these blast domains are not overly detailed or that too many domains do not exist as this can
over-complicate design and execution. That said it is also necessary to ensure blast design flexibility within a blast
domain to account for local geological variations as well as design refinements. At IOC the blast domains follow the
Geotechnical Domains such that we have, Hanging Walls, Endwalls, Footwalls and Altered Limonite.

TRIM BLASTING TO ACHIEVE STEEP BFA’S IN HANGING WALLS AND ENDWALLS


When revising the blast designs a key challenge that had to be addressed was the use of large diameter holes on
trim shots. As with most bulk commodity operations, the drilling equipment at IOC consists entirely of large rotary rigs
intended for high production rates, and consequently are not suited to final wall blasting.

Previous attempts had been made to drill trim shots using the large rotary rigs and 311mm holes. Results showed
excessive block heave and crest loss, as well as poor bench face conditions, which in turn resulted in an unacceptable
level of rockfall hazard. It was evident that reducing the charge within the trim shots was critical. One solution could
be to reduce amount of explosives in buffer row and deck the charges in order to evenly distribute the energy in the
drill holes. However, given the challenging winter conditions as well as frequently wet patterns this was not considered
viable. Good quality blasthole loading is much more successful when designs are as simple as possible.

Instead the proposed solution was to contract drill the back two rows of holes of each trim shot using smaller diameter
203mm holes. This option would result in less explosives loaded per hole whilst still ensuring mise between the sli-
ghtly conflicting objectives of production drilling and wall control; however it was considered a favourable cost effective
solution. Contract drilling the entire trim shots was significantly more expensive and therefore the former approach was
favoured from a business perspective. Whilst this approach is not considered a “typical trim blast” given the strong rock
conditions at IOC this design was a favourable option for the majority of pit areas.

The contract drills used are Atlas Copco DTH (down the hole) hammer SmartROC D65drills. A DTH is favourable as it
enables good hole accuracy when drilling. Even though the D65 units do have an electronic inclinometer, the operator
is still required to go outside and manually measure the pitch of the mast to ensure it is at the desired orientation.

Pre-splitting
At IOC, pre-splitting is considered necessary when double or triple benching with BFA’s greater than 60°. The pre-split
essentially ensures a smooth finish to the bench face with little to no source for rockfall and consequently ensures safe
working conditions for crews operating directly below the high mulit-bench face (Bickers et al 2001). For BFA’s <60°,
benches are cut sub-parallel to the foliation and stab holes are commonly used (discussed later).

Obviously, the pre-split must be combined with a suitably sized, and appropriately charged trim shot such that block
heave cannot occur. Experience on site has shown that pre-splitting with wide trim shots of greater than six rows,
drilled using large rotary rigs, results in poor bench face conditions. In addition to the bench face condition, is the ac-
tual blast damage to the rock mass done via block heave which may adversely influence bench stability. LeJuge et al
(1994) discussed in detail how the pre-split line does not prevent blast damage caused by the block heave mechanism.

Pre-split (140mm) holes would also be contract drilled using the same D65 rigs as the buffer holes. The use of con-
tractors for drilling the pre-split and buffer holes ensures that good control over hole depth and orientation can be
obtained. As part of this work, trials were also undertaken using two different contractors to assess contractor drilling
quality and accuracy.

Trials were done using both vertical and inclined pre-split holes over one bench height (13.7m). Vertical holes are
certainly easier to drill in areas of difficult ground, such as around adverse structures, or where broken material was
present near collars. However, post-blast examination showed that inclined pre-splitting gave better results in terms of
reduced back-break and smoother bench face conditions.

KEY ASPECTS OF THE REVISED TRIM BLAST DESIGNS


The following points outline the key aspects of the revised trim blast design used against Hanging walls and Endwalls
in order to achieve steep BFA’s (with reference to Figure 5 below):

• Pre-splitting comprised 140mm holes drilled on a 1.8m spacing and loaded with 40mm Detagel cartridges.
Whilst this loading configuration is at the upper end of typical de-coupling formulas, given the strong, rigid rock
mass at IOC these produced suitable results. Charges were doubled over at the bottom 1m of the hole to help
achieve the designed toe, and loaded to a 3-4m collar to prevent crest damage.
• 102mm PVC pipe is inserted into the pre-shear holes immediately after drilling (Figure 6). This ensures the
collars remain open after drilling through geological structures/damaged crests and/or when high water levels
are present which also lead to hole collapse. The PVC is favoured by the Blasting Crews as this makes hole
loading very simple. The PVC may also help de-couple the charge to some extent.
• Trim shots in strong rock would comprise two 203mm contract drilled “buffer” rows and generally three 311mm
production rows at the front of the shot. The back buffer row would be loaded to around 6m from the collar
(300kg of emulsion) and left un-stemmed. This allows for breakage immediately around the hole but helps pre-
vent over-confinement leading to block heave. Trials were undertaken placing gas bags at 4m then stemming
above. However, given the challenging climatic conditions implementing this design was problematic and the
quality could not be guaranteed. The second buffer row would be loaded to a 4m collar and stemmed to ensure
good breakage near the top of the blast hole.
• Spacing along the back row was typically reduced to around 3.5m while spacing on second buffer row was
around 5.0m to 5.2m. Spacing on back two rows was adjusted slightly such that a staggered pattern occurred as
much as possible to help fragmentation. Spacing and burden on production rows remained at the 6.9mx6.9m.
• Stand-off distance between the pre-split toe and back buffer row was typically 1.0m to 1.5m. In the stronger,
ore-rock, a stand-off distance of 1.0m gave better results.
• Close interaction would take place between the Mine Planning, D&B and Geotechnical teams to ensure that
trim blasts would be suitably narrow, straight and shot towards two free faces. Trials done at IOC showed sig-
nificant improvement when opening the blast using two free faces rather than a “V” pattern.
• Timing on trim blasts are set with a burden relief of 16ms/m which increases to 23ms/m along the back two
rows to give increased energy relief away from the wall. Electronic detonators (IKON-II) are used in all blasts
at IOC, with the exception of pre-split lines which use Cordex 18 detonating cord.
• Emulsion is used in all blastholes within the trim shot.

Figure 5: Revised wall control blast design for highwalls, endwalls and if foliation dip is steep (>60°). The trim blast is
split into three rows of production drills at the front and two rows of small diameter contract-drilled holes at the back.
Figure 6: Use of PVC pipe in pre-split holes helped with consistent loading in areas where collars may collapse due
to geological structures, broken ground, or areas where groundwater is high.

Results of this revised trim blasting approach have shown significant improvement in maintaining bench carry capacity
and also reducing rockfall hazard through cleaner bench faces. Figure 7 shows the upper bench of the east wall (han-
ging wall) of Sherwood pit, which is being mined with an IRA of 50° using a double bench configuration.

Figure 7: Results of the inclined pre-split and revised trim blast approach along the first of a double bench in the east
wall (hanging wall) of Sherwood Pit. Also of note is that the bench above was drilled using vertical pre-splits where
the impact of adverse sub-vertical geological structure on bench face condition is evident.
TRIM BLASTING PARALLEL TO FOLIATION
Stab rows are required when blasting footwalls to ensure rock breaks to the desired foliation dip. To reduce both cra-
tering, and the chance of undercutting the foliation, the following trials were undertaken:

• Use contract drills to drill two, smaller diameter stab rows on tighter spacing instead of one stab row with pro-
duction drill.
• Use IOC production drills for stab rows; but on a tighter spacing to prevent orthogonal joint sets having as much
of an influence between blast holes
• Use IOC production drills for stab rows; drill a tighter pattern and eliminate stemming to help reduce cratering

Examination of bench face condition and crest position did not show a significant difference between contract drilling
and production drilling of stab rows. However, suitable results were obtained using IOC production drills with tighter
spacing on stab rows and elimination of stemming (Figure 8). It was concluded that the most cost-effective way of
achieving good footwalls was to use IOC production drills and reduce spacing on stab rows from 6.9m to around 5.5m
and eliminate the stemming. Stab rows are drilled to a depth of 1m above the designed bench face and loaded to
typically half the hole height.

Figure 8: Footwall blasted using IOC production drills and closely spaced stab rows.

BLASTING IN ALTERED LIMONITE


Pit walls in limonite have an inter-ramp angle of <40° because any potential failure is more rock mass controlled ra-
ther than structurally controlled. Consequently, only single-bench configurations are required and there isn’t the need
for steep final wall drilling. The most cost effective solution here has been to use IOC rotary drills and use a modified
production blast approach as follows:

Increased stand-off distance from the design toe. Typically 2.5m is used. This reduces block heave damage to the
rock mass.

Reduced charge in the back two rows by eliminating sub-drill and loading to a 6m collar instead of a 5m collar.

Bench crest and upper face would be defined by a small excavator to help guide the shovel. The shovel would then
dig back to this face and define the toe. If required, the excavator would then do a second pass and clean the lower
portion of the bench to properly define the bench face.
Blasts are typically 6-7 rows deep, but shot to two free faces whenever possible. This has proven to be a good balance
of maintaining high production rates whilst remaining on design.

6. IMPACT OF ROCK FABRIC ON BLASTING DOMAINS


Blast domains were developed by the IOC Geotechnical Team at the start of this program. While these broad domains
still apply, it also become apparent that, for Footwalls especially, blast designs needed to change with the dip and
geotechnical characteristics of the foliation. 3D form interpolants were generated from mapping and televiewer data.
The interpolants essentially show the variation in foliation orientation with depth and along strike. These 3D models are
continually modified from geotechnical mapping data as pits deepen and further exposures become available.

These form interpolants are particularly relevant on footwalls where foliation dip can be extremely variable. The west
wall of Luce pit for example forms a syncline where foliation dips 70-80° in the centre of the highwall, then shallows
to around 30° towards base of the planned final pit (Figure 9). In this footwall there is the opportunity for optimising
design through detailed understanding of how foliation varies with depth and at what dip angle this foliation starts to
dominate the BFA.

Figure 9: Form interpolants of foliation orientation generated from all structural data for the
Luce Pit West Wall and coloured by dip.

GEOTECHNCIAL CHARACTERISTICS OF FOLIATION


Where foliation dip is steep, optimisation of the Luce Pit West Wall is possible if double benches could be cut rather
than single benches. Examinations of the rock in core show the rock mass to be very competent; but was observed
to break more readily in tension along the “incipient foliation”(Figure 10). Occasional foliation-parallel discontinuities
were identified in both core and televiewer logs, and these would more likely control bench kinematics and back-break
if under-cut. Frequency of these joints was typically 1 per metre.
Figure 10: Typical core from Luce West Wall showing foliation in the form of mineral alignment and some foliation
parallel breaks. These may be drilling induced keeping in mind that only double-tube drilling is done in this case.

Despite this slight anisotropy within the intact rock, plus the occasional foliation parallel discontinuity set, it was still
considered worthwhile to trial pre splitting along footwalls where bedding was >60°. Pre-splitting would be advanta-
geous as it helps achieve a good bench face condition and reduce any rockfall hazard which is critical when double or
triple benching. Previous benches blasted with large diameter holes showed the rock fabric to dominate the bench face
condition, toe position and degree of back-break. The question then was: would a pre-split achieve a desired bench
face angle and suitable face condition, or would the rock fabric still dominate?

Trial blasting using an inclined pre-shear line, with the modified trim shot approach described above. Post blast inspec-
tion showed how the foliation would dominate the bench face behind the buffer row if the pre-split was not used (Figure
11). Final results shows a predominantly smooth bench face with the rock fabric well controlled by the blast. Foliation
did not dominate the bench face or toe position significantly. Approximately 1-3m of back-break was observed at the
crest where the wall broke back along the foliation. Figure 12 shows this blasting approach compared with a trim blast
done above using only IOC production drills.
Figure 11: Post blast inspection of pre-split blast sub-parallel to foliation.

Figure 12: Final blast performance and comparison with previous trim blasting practices on upper bench where the
foliation controls the bench performance much more significantly.

Following these results the Luce west wall has been optimised using a double-bench configuration where foliation is
greater than 60°. Ideally the pre-split holes would be drilled sub-parallel to foliation, but where local variations occur
(typically 5-10°) within the same shot, this was considered acceptable as it will only result in localised increase in crest
loss rather than planar sliding risk.
Where foliation dip shallows to 35-60° triple benches can be cut with BFA’s parallel to bedding angle. Stab holes can
be used within the trim blast design.

Towards the base of the pit where bedding shallows to 30-35° there is the opportunity to undercut the bedding using
a single bench configuration. Here, pre-splitting will be used to prevent rock fabric dominating the bench face angle
during the blast. Note that foliation would only be undercut on a bench scale but it is important that foliation is not
undercut on an inter-ramp scale.

7. WORK FLOW AND FLEXIBLE DESIGN APPROACH


A flexible pit wall design and blast design approach is necessary for the following reasons:

Final wall blast design refinement is still ongoing at IOC; and should continue to be.

Structural geology, and foliation orientation is locally variable along strike and down dip. Consequently, when mining
footwalls, the bench face angles sometimes need to be adjusted based on measured orientation from the bench abo-
ve; or if additional televiewer surveys are done below.

Rock mass quality can vary within a shot when mining through contacts between altered limonite and the unaltered
strong rock.

A flexible design approach enables both pit optimisation also blast design change as pits deepen. This approach requi-
res good understanding and flexibility between the mine planning, geotechnical and D&B teams. The work flow used
prior to each final wall blast is outlined in Figure 13:
 

 
Figure 13: Work flow being adapted for final wall bench configuration and blast design.
Figure 13: Work flow being adapted for final wall bench 
 
configuration and blast design. 
8. BLAST ASSESSMENT AND DESIGN RECONCILIATION
Blast assessment  and design reconciliation is done for each shot by the Geotechnical Team. Bench faces are scanned
using an I-Site XR3 Scanner and the following items are produced:
 
• Cross-sections cut every 5-10m to assess bench profile and compare with the design triangulation.
• Toe and crest
  lines are drawn and coloured by distance between as-built and design shell (Figure 14). These
lines are stored in the Geotechnical database and help show increased (or decreased) rockfall hazard as sub-
sequent benches
  get excavated.
• Cumulative frequency curve of effective bench widths. These graphs are used to evaluate if the final excavation
is suitable.  Given the rockfall potential at IOC, the acceptance criteria used is 80%. In other words, for each
blast, the as-built bench width must be equal to (or greater than) the designed width for 80% of the shot length.
• A semi-quantitative overall blast assessment for each shot, which looks at the toe position, face condition and
the crest condition. This assessment is plotted up on a triangular graph (Figure 14) and gives a good, quick
overview to the Operations Team as to how successful the blast was.
Figure 14: Example of blast assessment graph (left) and crest and toe positions coloured by distance from design.

9. CONCLUSIONS AND OPPORTUNITIES


Following the work done to date at IOC, the following conclusions are made:

• The modified trim blast approach of incorporating small diameter holes within the trim shot has shown pro-
mising results. It provides opportunity to meet steep design BFA’s on hanging walls and endwalls as well as
optimise some footwalls.
• The improved approach provides an appropriate cost benefit approach to final wall blasting that is suitable in
strong, high density rock masses. The key to success of this approach is keeping blast shapes straight and
having two free faces to peel the rock off the final wall.
• Close interaction with the Mine Planning team is required to ensure the final pit shell and excavation sequences
can be realistically achieved with the equipment available and modified blast designs proposed.
• In some pit areas, final walls are curved, or irregular shapes to optimise strip ratio. In these instances only a
maximum double bench configuration is considered achievable because straight shots fired to two free faces
cannot be guaranteed. Firing round corners would be inevitable, which in turns result in localised areas of crest
loss and poor face condition. Here the design IRA was reduced from 60° to 56°.
• Finding a good drilling contractor and maintaining close connection with them proved very beneficial for this
work. The contract drillers would provide regular updates on ground conditions, water levels, structures en-
countered and rates of penetration. This helped IOC to change blast designs and loading strategies as needed
when unexpected ground conditions were encountered.
• The use of PVC pipe within the pre-shear holes proved extremely beneficial in keeping holes open when dri-
lling through adverse structures or if shattered ground existed near the collars. This, in turn, helps the Blasting
Crews load holes according to plan.
• With the improved pre-shear and trim blasting practices, the incipient foliation within the rock fabric appears
have much less of an impact on final bench profiles than initially expected. Consequently, the pre-split line was
able to dominate the bench profile and not the rock fabric.
• Closely spaced stab holes enable footwalls to break parallel to foliation and less along the sub-vertical structu-
res; thus reducing the likelihood of slabs being left on bench faces that could potentially slide.

As this work continues to proceed, close interaction and strong discipline will be required in all areas of the mine from
planning through to operations. This is of course common to all open pit mines when implementing a project that in-
volves both technical and operation skill sets. Good QAQC on hole depth and loading is obviously critical too; not only
for blast execution but also when assessing blasts and making improvements to the design.

Finally, there is current discussion within IOC of purchasing a smaller DTH drill for conducting the blast-hole drilling
in-house. Whilst this may be a viable option in the long term, at present the use of contractor drilling for pre-split and
buffer rows provides a good balance between cost and good quality final wall blasting.
10. ACKNOWLEDGEMENTS
The authors would like to acknowledge Hugo Bouchard of Scotiablast for his continued support and creative sugges-
tions to operational challenges; and also Golder Associates for their geotechnical input and review. The authors also
wish to thank Rio Tinto for granting permission to publish this paper.

11. REFERENCES

• Bickers,C.F. Dunbar, C.T. LeJuge, G.E and Walker, P,A (2001) Wall Control Blasting Practices at BHP Billiton Iron
Ore Mt Whaleback. In Proceedings of EXLPO 2001, Hunter Valley NSW, pp 93-102. AIMM Publication Series no.
4/2001 Melbourne
• LeJuge, G E, Jubber, L, Sandy, D A, and McKenzie, C K, 1994. Blast damage mechanisms in open cut mining, in
Proceedings Open Pit Blasting Workshop ’94, pp 96-103 (Curtin University of Technology: Perth).
• Marinos, P and Hoek, E. 2000 GSI – A geologically friendly tool for rock mass strength estimation. Proc.
GeoEng2000 Conference, Melbourne. 1422-1442.
• Neal, H.E. (2000) Iron Deposits of the Labrador Trough. Journal of Exploration and Mining Geology
EVALUATION OF BUILDING DAMAGES DUE TO OPEN PIT MINE
ACTIVITIES. APPLICATION ON MAVROPIGI OPEN PIT MINE – GREECE

Al Heib M.*, Koukouzas N., Zevgolis I.E., Deliveris A., Coccia, S.


Marwan.alheib@ineris.fr

ABSTRACT
Design of open pit mines considers generally a very limited instability risk and consequences on structures and infras-
tructures located nearby the mine. However, due to often existing inhabited zones and complex geological conditions
of open pit mines, some configurations can induce damage. The objective of the present paper is to identify the typo-
logy of different damages observed in open pit mine related to the vulnerable buildings and geologic and geotechnical
conditions: presence of complex layers and many faults. In-situ observations and advance numerical modelling using
continuous and discontinuous were carried out to evaluate the consequences of mine on buildings.

The investigated methodology (in-situ observations and numerical modelling) is applied on the Mavropigi Open pit coal
mine, a lignite mine nearby the village of Mavropigi in Northern Greece, in the Ptolemais basin. Different investigations
are carried out to study the stability of the mine slopes, and the effect of the exploitation on the surrounding area to ex-
plain the significant surface tension cracks appeared at the crest of the southeast slopes of the excavation (northwest
of the village) where certain houses were seriously damaged and abandoned. The village includes over 250 buildings
(mostly one story houses), and independent warehouses, sheds, garages, etc. In-situ observations and damage clas-
sifications were carried out based on international damage evaluation standard. In addition, 2D numerical models ba-
sed on the Mavropigi case study were investigated. The main objective of the numerical model is to understand and to
explain the origin of the damages observed in large part of the village buildings and houses. Faults, complex geology
and mine phases were simulated and the results were analysed in terms of differential settlements in the village zone.
The main conclusion resulting from the study that the existing of faults decreases the safety factor and increases the
influence zone of mining operations. A minimal critical distance of 500 m from the limit of the open pit was determined.
The intensity as well as the extent of these phenomena can be predicted based on the mine geometry (slope angle,
excavation depth, etc.), the geology and the geotechnical characterization of layers.

KEY WORDS: open pit mine, stability, faults, damage, numerical modelling

1. INTRODUCTION
Design of open pit mines should guarantee stability during mine operations, as well as after the mine is abandoned
and the mine site has been restored. About 80–90% of open-pit mines in China have either faced failure accidents
or potential failures (Kalogirou, 2014). Likelihood of instability depends on the level of knowledge (of geological and
geomorphologic features and geo-structural elements, such as weak geological and faults, etc.), the complexity of the
mine itself, the required safety factor and the activities carried out close to the site.

When mine operations are close to structures and infrastructures, damages may be observed like in the case of natu-
ral slopes. Structural damages to buildings constitutes a real issue; an example is the Cerro de Pasco Silver open pit
Continues to Swallow City (Salazar, 2009). The mine was opened in 1956 and it is a very vulnerable site, because it is
very close to the urban area; in the city. The Civil Defense Institute concluded in 2006 that 85 percent of the housing
around the mine is uninhabitable. The rock on the southern edge of the open pit was friable. Such situation is produced
in different countries and mine operators should deal and modify the initial mine plan to take into account the vulnera-
bility of the site and the existing of buildings near the mine.

The aim of this paper is to relate some characteristics of landslides (open pit mine slopes and natural slopes) to the
damages suffered by infrastructures. For this purpose, different damage scales are presented, they are related to
ground deformation velocity, ground displacement velocity and area of the landslide in the literature.

Geotechnical issues occur in all mines, including deep open pit mines. If the deep mining technique involves letting
collapse mined out areas, subsidence can overcollapsed areas and result in damage to buildings and other infras-
tructures. The natural topography surrounding the site, as well as mine infrastructure, may be vulnerable to instability
particularly where the soils are deeply weathered, existing of local or/and major faults and discontinues, or where
there is high precipitation. These conditions can be hazardous for housing related to mining activities. The settlement
of surface, and potential methane generation within excavation backfill can place constraints and liabilities on future
developments of open pit coal mine. Figure 1 presents the damage level due to the position of the building into the
slide failure zone. We can note that the severe damage zone corresponds to the sliding surface. In the both sides of
the sliding surface we can observe moderate damage. The width of the moderate damage depends on the nature of
sliding, the height of the slope and the depth of the sliding surface.

Figure 1. Variability of building damage caused by ground movement (Lee and Moore, 1991).

Damages induced by landslides can be divided into two main categories: direct and indirect damages. Direct losses
can be observed: loss of life, loss of property and assets and loss of resources. Indirect losses concern reduction of
productivity, reduced property, loss of revenue, increased cost, degradation of water quality, induced flooding and
impact the Life quality.

The paper describes a methodology for damage evaluation, based on in-situ observations, evaluation of the vulnerabi-
lity of the buildings and advanced numerical modelling to study the effect of mine and faults on the stability of the mine
and the buildings. Discussion and comparison are also performed and highlighted the main results for better manage
and design open pit mines nearest urban areas.

2. METHODOLOGY
The adopted methodology used in the case study (Mavropigi village) is based on the vulnerability estimation and the
local and global damage assessment of buildings due to open pit instability. The damage evaluation was obtained via
two in-situ inspections.

In addition, to study the impact of open pit mine on structures and infrastructures due to natural and mining conditions
and operations, a 2D numerical model was carried out based on the case study of Mavropigi village. The numerical
analysis was carried out taking into account: the mine geometry (slope), the geology and the faults. The main objective
of the numerical model is to explain the origin of the damages observed in large part of the village buildings and houses
and very far from mine slopes. It is noted that the village is located at 500 m far from the open pit mine.

VULNERABILITY
The damage of structures depends on their vulnerability. Quantification of the vulnerability (V) as the degree of loss to
an element within the area affected by the landslide hazard for open pit mines can be based on existing methodology
used for natural landslide (Du et al. 2013, Schuster and Highland, 2007, Galli, 2007). The vulnerability considers the
type and the geometry (height, length, etc.) of the structure, and the position of the foundations relative to the slope.
The sensitivity (damage) depends on the vulnerability and the intensity of the movement (Figure 2-A). The damage
matrices based on the potential loss and the hazard probability qualitative and quantitative approaches can be as well
used to define the level of damage of an individual structure (Figure 2-B). In slope stability, due to mine operations,
the probability of slide and damage depends on the mining and natural conditions. Four classes can be identified from
very high (A) to very low (D).
A B

Figure 2. Vulnerability V from susceptibility (S) and landslide intensity (I) (Du et al. 2013) and Damage matrix
assessment function of potential loss and hazard probability (Schuster and Highland, 2007, Galli, 2007)

DAMAGE SCALES
The first damage scale related to the landslide is based on the landslide velocity. The first class starts with less than
1 mm/day and the damages are very limited, the building damage starts when the speed of the ground movement
reaches few cm/day. The building damage depends on (1) the type of movement, its location, and its magnitude (in
terms of volume and velocity); and (2) the building category, age, height/size, and type of foundation. Alexander (1986)
proposed an intensity scale for structural damage caused by subsidence, compression or extension of the ground du-
ring landslides. Both scales included eight grades, from 0 (‘‘intact building’’) to 7 (‘‘total collapse’’). Geomorphological
Services Ltd (1991) introduced a very simple graduation: ‘‘negligible’’, ‘‘slight’’, ‘‘moderate’’, ‘‘serious’’, and ‘‘severe’’.
Figure 3 presents examples of different damages that can be observed in different buildings due to the ground move-
ment and sliding. The slight and moderate damage are very difficult to observe and to relate to the ground movement
and slope instability.

Figure 3. Examples of damage that can be observed after a landslide, (A) very slight damage, (B) moderate
damage, (C) severe damage (Frattini et al. 2013)

Antronico et al. (2014) introduced a macro damage index (ex. village or town). The Aggregated Damage Index (ADI),
which is a weighted average of damaged buildings through the following simple equation:
where Bi is the number of buildings located in the area belonging to a class of damages and ai is the weight corres-
ponding to the damage class: 0 for no damage; 0.2 for negligible damage; 0.4 for slight damage; 0.6 for moderate
damage; 0.8 for serious damage; 1 for severe damage or destroyed building. ADI may vary from 0 (area without any
damage) to 1 (completely destroyed or severely damaged area). The number of the damaged buildings concerned
by the landslide depends on the area of the landslide (Ciampalini, et al. 2014) and a correlation may be observed in
such cases. When the area of the landslide is less than 200 m2 the damage for buildings is less than 0.2 (negligible
damage) whereas landslides larger than ~10,000 m2 produced, a damage ranked as 0.5 or larger (functional to struc-
tural or total damage). Concerning major roads, a landslide less than 100 m2 would cause a damage less than 0.2 and
landslides exceeding ~1000 m2 produced mostly a damage ascertained as 0.4 or larger (functional to total damage).
For secondary roads, the majority of the landslides extending ~1000 m2 produced a damage ranked as 0.4 or larger,
and landslides smaller than ~1000 m2 produced a damage ascertained as 0.4 or smaller.

Case study: Mavropigi open pit lignite mine (Greece)

DESCRIPTION OF THE MINE


A very interesting case study, in terms of subsidence, has been the open pit lignite mine of Mavropigi in the Ptolemais
basin (northern Greece), where mining is performed primarily by continuous method. Some basic features of the mine
operations, as these have been reported by PPC (Public Power Cooperation) in various reports, are provided in the
following Table.

Table 1. Basic features of the Mavropigi lignite mine (Zevgolis et al. 2015).

Total area of the mining field 11 km2


Bucket wheel excavators (70%),
Excavation method
truck & shovels (30%)
Lignite production (2002 - 2012) 51.8 Mt
Total excavations (2002 - 2012) 328 bank Mm3
Annual lignite production (current) 8 Mt
Remaining exploitable lignite 146.4 Mt
Depth of the pit (current) ̴ 150 m below the surface
Number of working benches 7 or 8
Bench height 20 m
Bench width 80 m
Bench height / width (V:H) ratio 1V:4H
Bench face’s angle ~ 70°
Overall slope angle of the pit 12° - 14°

In 2010, noteworthy surface tension cracks became evident at the crest of the southeast slopes of the excavation, very
close to the village of Mavropigi (Figure 4). These cracks appeared in areas of pre-existing faults. At the same time,
horizontal transverse movements were observed at the toe of the lower benches of the excavation. By 2011, persistent
horizontal movements at an average of 1-2 cm/day (reaching 4-5 cm/day during heavy rainfall days) were recorded;
the total volume of the kinematically unstable wedge was estimated to be about 6 Mm3 (PPC).
Figure 4. Cracks on the region northwards of Mavropigi.

ANALYSIS OF DAMAGES
Two site visits were organized in 2011 and 2016 to identify damaged buildings in relation to mine activities. The main
aim of this site inspection was to detect and record as many as building damages as possible, and to identify their
location in relation to the position and advancement direction of the pit mine.

The first visit was organized (June-July, 2011) by Aristotle University of Thessaloniki (AUTH). Information and data
were collected: the type of building, the owner, material of construction, number of floors, basements, the dimensions
and shape of the base and other construction details were described. Of the 255 buildings, 45 % of them were made
of reinforced concrete, 38 % of bricks or blocks and 17 % of stone, as shown in Figure 5.

Figure 5. Mavropigi building type and Building storeys number.

The number of the buildings which were classified as green (slight damage), purple (moderate to severe damage)
and red (severe to very severe damage) are presented in Figure 6. 28% (73 buildings presented moderate to very
severe damages). The damage on the village buildings depends on the nature and the vulnerability of structure.
Figure 6. Building cracks depending on their intensity -first building check

Recently (September 2016), a second site visit to Mavropigi village was organized. For this reason, a topographic map
of the village, with satisfactory surveying of the existing buildings and roads was sought, found and utilized for tracing
purposes. Wherever possible, specific indicative and representative cases were recorded and correlated with the to-
pographic plan view of the village. The number of the recorded cases raised up to 17. It should be noted that the whole
number of buildings into the village was not possible to be examined. Village and houses have long been abandoned
after the reparation of its residents on behalf of PPC and the Greek state, and the empty houses have experienced sig-
nificant looting and further severe damages. So, it was extremely difficult in many cases to separate if the damages in
a specific building are due to the landslide phenomenon or the looting actions. The type of observed building damage
was associated with the level of its functionality. Three levels of functionality were assumed, the green denoting safe
conditions, the purple representing severe damage that could be repaired, and the house probably returns again into
a safe status, and finally red that indicates irreversible building damage and a collapse situation. The plan view of the
village with superimposed the recorded buildings, the present location of the pit slopes and their advancement direc-
tion, are all shown in Figure 7. As it can be viewed, the distance of the pit mine slopes from the village is just 300 m.

Figure 7. Mavropigi plan view and building damage recordings and classification. Damage levels: green: slight damage,
purple -medium to severe damage, red – very severe damage
Example of a fully damaged building (36, red) is given in Figure 8. It is about a stone masonry house where the bea-
ring wall has been revealed in a great extent. It was considered to be totally damaged and has been classified as red.

Figure 8. Red damaged building in Mavropigi village

The investigation results are showing that the damage increase with the decreasing of the distance between the open
pit and the village, that is completely normal. The main damage houses are very close to the mine, the distance is less
than 400 m. If we consider that the 17 houses represent the village buildings, we can note:

• 5 of 17 buildings = 30 % of the village present severe damage


• 9 of the 17 buildings = 50 % of the village present moderate damage
• 3 of the 17 building = 20 % present slight damage or without damage.

The minimum distance between the open pit mine and the village decreases since the last observations, from 500 m to
300 m, and the damage of buildings increases significantly. As we see in the following figure, the damage increase with
the increasing of the landslide intensity “I” and the vulnerability. The intensity of the movement depends on the distan-
ce between the mine and the houses. The vulnerability also increases due to the first observed damages and probably
due to additional natural factors. We used for the 17 observed buildings, the simple macro damage index to estimate
the damage at large scale (Mavropigi village). The Aggregated Damage Index (ADI) was calculated to estimate the si-
tuation of global damage of the village. According to the data obtained from the observations, the ADI is equal to 0,48.
According to this index, the damage is important. According to Figure 10. , the velocity of the displacement should be
several centimeters per year, however none information is available to check and to verify for the open pit lignite mine.
Figure 10. Relation between the Aggregated Damage Index (ADI) and the average displacement velocity
(Antronico et al., 2015)

NUMERICAL MODELLING
To study the consequences of the open pit on/and the tectonic structures (faults), Distinct element software is selected
(UDEC-ITASCA). The main advantage of UDEC is it capability to study the behaviour of rock and the discontinuity.
Figure 9 presents a simplified cross section of the open pit mine, we can note the presence of tectonic structures:
faults and discontinuities parallels to open pit slope and the horizontal interfaces between soil layers. All information
was integrated in the numerical model.

Figure 9. Simplified cross section of the Mavropigi open coal mine (Tsapanos et al. 2011)

To create the model, the geometry, the geology and the geotechnical parameters are obtained from in-si-
tu measurements, in situ observation from COMEX project and different publications (Al Heib, 2016). The nu-
merical model dimension (1250 m * 350 m), is enough large to avoid the consequences on the boundary on
the results. The geotechnical data analysis indicates very low characteristics especially for the upper layer
(50 m of thickness). The faults and interfaces are considered as elasto-plastic behaviour (Mohr-Cou-
lomb criterion). Basing on the geotechnical data of layers, we applied low characteristics for the faults (nor-
mal and tangential stiffness, friction angle, without cohesion and tensional strength). Due to uncertain-
ties of the parameters and in-situ conditions, 9 numerical models (Table 2) were carried out to study
the effect of the evolution of the geometry from non-mine to complete excavation (in two steps: 50 and
Due to uncertainties of the parameters and in-situ conditions, 9 numerical
models (Table 2) were carried out to study the effect of the evolution of the
geometry from non-mine to complete excavation (in two steps: 50 and
150 m), the effect of faults and lignite, the effect of the initial stresses (k0:
anisotropic and isotropic), the extension of faults undermine position, the
ratio between normal and tangential stiffness of the faults (kn/ks).
150 m), the effect of faults
Table and lignite,
2. Different modelthecarried
effect of
outthe
toinitial
studystresses (k0: anisotropic
the consequences andpit
of open isotropic),
mine the extension of
faults undermine position, the ratio between normal and tangential stiffness of the faults (kn/ks).
*: a specific extension to the limit of the model was adopted for M8

Param. Table 2. Diff


Mref. M1 erent model
M2 carried
M3 out toM4study the M5consequences
M6 of
M7open pitM8
mine
*: a specific extension to the limit of the model was adopted for M8
Faults Non Yes Yes Yes Yes Yes Yes Yes Yes*
Param.
Lignite Yes Mref.Non M1 Non M2Yes M3Yes M4
Yes M5
Yes M6
Yes M7
Yes M8

kn/ks 10 10 10 100 100 100 100 100 100


Faults Non Yes Yes Yes Yes Yes Yes Yes Yes*
K0 0.33 0.33 0.33 0.33 0.33 0.33 0.5 1 1
Lignite Yes Non Non Yes Yes Yes Yes Yes Yes

kn/ks 10 10 10 100 100 100 100 100 100


We analysed different results of the model: the plastic strain zone for the
different stages
K0 0.33 of the0.33open0.33
pit excavation,
0.33 the shear
0.33 0.33 displacement
0.5 1 of the 1
faults and the consequences in the surface, the vertical displacement,
horizontal displacement and shear displacement at the location of the faults.
We analysed different results
We compare the ofresults
the model:
to the
theplastic strain zone
reference modelfor the differentfaults
without stages of the open
(Mref). pit excavation,
The
the shearFigure
displacement of the faults and the consequences in the surface, the vertical
10 presents the horizontal displacement distribution due to the mine displacement, horizontal displa-
cement and shear displacement at the location of the faults. We compare the results to the reference model without
excavation (M1). We can observe the effect of faults on displacement
faults (Mref). The Figure 10 presents the horizontal displacement distribution due to the mine excavation (M1). We can
distribution near and far from mine.
observe the effect of faults on displacement distribution near and far from mine.

F4 F3 F2 F1

Figure
Figure 10.10. Horizontal
Horizontal displacement
displacement (m)(m) induced
induced byby mineexcavation
mine excavation(model
(modelM1,
M1,stage
stage2)
2)

Figure 11Figure
presents11
thepresents the vertical
vertical displacement of thedisplacement of the
three faults nearby thevillage
three faults
(F2, F3 andnearby
F4). The the
amplitude of the
village
calculated (F2, F3
displacement andfrom
varies F4). The
-4 to amplitude
1 cm, differential of the calculated
displacement and open displacement varies
cracks are obtained. The numerical
from the
results shown -4 diff
toerential
1 cm,settlement
differential
and thedisplacement and open
opening of the faults cracks
due to the are and
horizontal obtained.
vertical movements
induced The
by thenumerical
open mine excavation.
results shown the differential settlement and the opening of
the faults due to the horizontal and vertical movements induced by the
Figure 12 presents
open mine theexcavation.
evolution of the displacement of ground and the faults for the 9 models. We can observe from
the results clear evolution of shear of joints and the plastic zone. Two potential instabilities at two locations can be con-
sidered: Figure
mine slopes
12 and faults areas.
presents the The differenceof
evolution is notable when the faults of
the displacement have low mechanical
ground and the characteristics
and the faults
state of for
initialthe
stress
9 models. We can observe from the results clear evolution of influence of
is isotropic (model M8). We can confi rm from theoretical point of view, that
open pit shear
mine canofbejoints
larger when
andthe geology
the is very
plastic complex:
zone. Two weak characteristics
potential of the ground
instabilities at and
twothe presence
of faults parallels to the slope orientation. The difference between the reference model (Mref), used to calculate the
locations can be considered: mine slopes and faults areas. The difference is
safety factor for mine design and the model 8 (M8), taking into account the faults, the initial stress, the lignite layers,
notable
etc., is very when
important. Wethe faults
clearly have
observe low mechanical
additional consequences characteristics and the state of
due to mine operations.

11
very complex: weak characteristics of the ground and the presence of faults
parallels to the slope orientation. The difference between the reference
model (Mref), used to calculate the safety factor for mine design and the
model 8 (M8), taking into account the faults, the initial stress, the lignite
layers, etc., is very important. We clearly observe additional consequences
due to mine operations.
F4 F3 F2

Figure 11. Figure


Local zoom (village
11. Local localization)
zoom of the vertical
(village localization) of displacement (m) and the magnify
the vertical displacement (m) andsituation of the ground
the magnify
situation of the ground

12
Figure 12. Evolution of displacement for the different numerical models (M ref, M1 to M8)
and the two exaction steps (50 m left and 150 m right)
3. CONCLUSIONS

The analysis carried out concerned the vulnerability and the damage of structures due to mines and slope instability.

Different damage classes are described and presented. The analysis of the damages of Mavropigi village due to open
pit lignite mines were discussed. Two in-situ observations and buildings inspections were carried out in 2010 and 2016
allowing to relate the mine position to the categories of damages.

The numerical analysis was carried out taking into account: the mine geometry (slope), the geology and the local
faults. The effect of mines increased significantly due to existing faults and induced cracks. The magnitude of the
movements (faults and rock mass) increased due to natural geology conditions. The differential induced displacement
can explain the observed damage on buildings and infrastructures on the different discussed case studies, fare from
the mine slopes.

The induced observed damages of the buildings depend on the position of the building and its vulnerability. We identi-
fied the following aggravating effects: mine operation and faults, presence of soft layers (Quaternary deposits).

The damages can be very slight to very severe with large cracks due to the differential settlement. The large influence
zone depends on: the presence on local faults and discontinuities.

The mine design should consider not only the slope stability but also the impact of natural and anthropic factors on
buildings located near the mine.

4. ACKNOWLEDGMENTS

This work was supported by Research and Funding for Coal and Steel (RFCS) and the French Ministry in charge of the environ-
ment.

5. REFERENCES

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ment, 27-28 May, Aachen, Germany.
IMPORTANCE OF CHARACTERIZATION AND REPRESENTATION OF
FAULTS AND FAULT DAMAGE ZONES IN LARGE OPEN PIT SLOPE
STABILITY MODELS

1. ABSTRACT
This paper investigates the impact of several key characteristics of major fault zones and the choice of representation
within a numerical model on the resultant stress heterogeneity and associated damage created during the interaction
between the fault and open pit mining. Damage associated with highly localized plastic shear and extensional strains
are reviewed and applied to determine the potential impact on the failure mechanisms observed within the pit. This
chapter will focus on the incremental excavation of a large open pit through 2-D numerical analyses using the dis-
continuum-based distinct-element software, UDEC. These will be supported in part by 3-D continuum analyses using
FLAC3D. The numerical modelling conducted will focus on the implications for rock slope behavior, displacements,
and damage created in response to the inclusion and characterization of the faults within the models. The numerical
analyses within this paper begin with a series of conceptual 2-D and 3-D numerical models, and then extends to consi-
deration of observations related to faults intersecting the pit walls at the Teck Highland Valley Copper Mine in Canada.
The analyses and results highlight: 1) the identification of the key fault properties in creating stress heterogeneity and
damage within a pit wall, 2) the impact of fault representation within a numerical model on the resulting mining-induced
stress distributions calculated, 3) the evaluation of increasing pit depth and mining-induced stresses on amplifying the
damage state around faults and the resulting effects on pit slope performance, and 4) potential methods on stress
development within numerical models. This chapter is in the process of being prepared for submission to a peer-review
journal.

2. INTRODUCTION
Many of the world’s largest, deepest open pits, such as Palabora, OK Tedi, Chuquicamata, Grasberg and Bingham
Canyon, have approached or are approaching their original design limit depths. The companies which run these and
similar operations must assess the remaining options to extract any remaining reserves within the deposit which may
include scavenging the ramps and leaving the deeper resources behind, deepening the pit through pushbacks and
over-steepening the toe, or transitioning to underground mass mining methods (i.e., block and panel cave mining). To
fully and properly assess these options, an understanding of current and potential mining-induced damage behind the
pit face can be invaluable to considering the viability of future excavations. Pit slope movements arising from unexpec-
ted damage can adversely affect mine infrastructure causing both safety and economic concerns as well as increased
dilution of the target orebody and possibly sterilization of ore in extreme cases.

Large-scale geological structures can control the kinematics and stability of pit slopes as well as subsidence around
block caves (Stacey and Swart, 2001). Depending on the complexity of the fault system, pit slope deformation patterns
can be difficult to interpret with respect to identifying failure kinematics as well as how it will evolve. This leads to uncer-
tainty in assessing the stability of large pit slopes and establishing early warning alarm thresholds, and/or determining
setback distances for mine infrastructure located near the crest of the slope.

Interactions between mining-induced stresses from open pit mining and geologic structures (faults, damage zones,
etc.) create pockets of very high shear stress as well as regions of tension behind the slopes of these large open pits.
The localized damage created by this stress heterogeneity can weaken the rock mass behind the pit face leading to
complex slope failures previously thought to be kinematically unviable. These are conceptualized as involving the
degradation and localized failure of intact rock bridges (separating non-persistent structures) through shear or brittle
fracture. Anisotropic rock masses with a dominant foliation are particularly sensitive to changes in stress magnitude
and/or orientation with respect to the stability of rock bridges between existing discontinuities. The evolution of locali-
zed damage created due to stress heterogeneity behind a pit face is investigated within this paper through numerical
modelling of conceptual slope geometries, based in part on actual cases, involving a large open pit slope bisected by
a weak fault zone.
3. STRESSES NEAR GEOLOGICAL STRUCTURES
Ore emplacement within large porphyry deposits are often associated with existing structures in the rock mass and
the presence of faulted rock near the deposit is often common. Characterization, mechanics, and fluid flow near faults
within the geological context as well as the petroleum industry have been undertaken for which many summaries exist
(Faulkner et al., 2010; Evans and Chester, 1995). As faults often have a controlling nature on the placement and ex-
tent of ore bodies (Cooke et al., 2005; Sillitoe, 2010), the review of the mining interaction with faults is also warranted.

Faults have been shown to damage the rock mass on a regional scale though the development of secondary faults
(Maerten et al., 2002) as well as to create stress pockets (Tanno et al., 2010) in natural systems. Martin (1990) de-
monstrated through in-situ stress monitoring and numerical modelling that a compartmentalization of in-situ stress has
occurred within the Lac du Bonnet granite. Distinct in-situ domains were defined with variance in both magnitude and
principal direction delineated by major fault structures at the underground research laboratory (URL) in the Canadian
Shield (Figure 1).

Figure 1. Fault separated in-situ stress domains at the URL (from Martin, 1990) including changes in a) orientation,
b) magnitude and c) stress ratio between maximum and minimum horizontal stress.

Studies of stress perturbations conducted using discrete element numerical modelling (Su and Stephansson, 1999;
Su, 2004, Harrison et al., 2010) have shown that changes in both orientation and magnitude of in-situ stresses can be
expected near fault systems. Sassi and Faure (1997) highlighted that major structural features can control the local
variations of the stress regime and influence the deformation modes of faulting and fracturing which can take place at
a smaller scale.

4. RELEVANT FAILURE CRITERION


The strength of rock is most often characterized with respect to shear-driven failure with uniaxial and triaxial compres-
sive strength testing used to establish the intact rock strength. Scaling of these intact strength values is then carried
out using empirical relationships based on field mapping and various rock mass rating systems, to determine the
field-scale rock mass shear strength properties. These are generally expressed in the form of a shear-based failure
criterion, with the linear Mohr-Coulomb and non-linear Hoek-Brown relationships being the most common. The tensile
strength of rock is also often tested using methods like the Brazilian indirect tensile test, however, this test is also res-
tricted to intact rock, and again, empirical relationships like the GSI-Hoek-Brown system (Hoek et al., 2002) are used
to estimate the rock mass tensile strength.
In between these criterion, and even more problematic (with respect to established experience) is the assessment of
extensional strength. Although this can take the form of tensile strength in the presence of tensile stress gradients,
extensile strength also comes into play in cases of low confinement where the maximum principal stress may be
compressive, but the absence of confinement and the freedom to deform, leads to a Poisson’s ratio effect where the
strains in the direction of low confinement are negative (tensile). This can play an important role locally where brittle
fracture propagation and intact rock bridges are a key factor, and where the maximum principal stress is high, for
example in the case of large pit slopes. On a rock mass scale, the extensional strength is determined using the scaled
compressive shear strength failure criterion described earlier. This is due to the absence of an established criteria or
methodology specific to extensional strain.

Conventional numerical slope stability analyses generally rely on elasto-plastic yield criteria that assume a plastic
shear failure mode. The post-peak behavior in these cases is often treated as perfectly plastic. Yet experiences with
large rock slope failures often point to a more complex failure mode which can incorporate or even be dominated by
brittle fracture and progressive development of a rupture surface through a combination of localized slip along non-per-
sistent geological structures and fracturing through intact rock bridges (Eberhardt et al., 2004; Stead and Eberhardt,
2013). Brittle failure is often used to describe the post-peak behaviour in a stress strain curve; however, it is also used
to refer to the physical process of failure involving extensional or tensile failure of the rock (Kaiser and Kim, 2015).
Shear failure has been noted as the dominant mode of macroscopic brittle failure in compression with high confining
pressures; however, as confinement in reduced, the failure mechanism transitions to one that is more influenced by
extensional brittle fracturing and cohesion loss (i.e., brittle fracture damage) rather than shear failure and friction mo-
bilization.

While the conventional application of Mohr-Coulomb and Hoek-Brown is considered appropriate for estimating the
shear strength of rock masses around tunnels and slopes where strength is homogenous and dictated by friction mo-
bilization (i.e., highly jointed), there is growing evidence that for brittle rock masses where failure is driven by cohesion
loss (i.e., massive to moderately jointed), these shear based criteria are not suitable for estimating the strength of
rocks in high stress settings (Martin et al., 1990). The fundamental difference in behavior is that in jointed rock, slip
along discontinuities dominates the failure process, while at depth (i.e., high stresses) but under low confinement, the
process is controlled by stress-induced brittle fracturing. Yet the use of the GSI-Hoek-Brown relationships for scaling
rock mass properties (Hoek et al., 2002) is so prevalent and straightforward to use, notably in the absence of alterna-
tive relationships, that even when using a Mohr-Coulomb constitutive model, many practitioners will first calculate the
scaled rock mass properties using the GSI-Hoek-Brown system and then convert these to equivalent Mohr-Coulomb
properties.
The modification and application of the Mohr-Coulomb and Hoek-Brown criteria to predict the onset of
The modifi cation
brittle failureandhasapplication of the Mohr-Coulomb
met with limited and Hoek-Brown
success (Diederichs criteriaMohr-Coulomb,
et al., 2004). Using to predict the onset brittleoffailure
brittle failure
has met with limited
is modelled success
to force peak(Diederichs
cohesion toetmobilize
al., 2004). Using
before Mohr-Coulomb,
friction; in doing so,brittle
brittlefailure is modelled
fracturing is simulatedto force
as peak
cohesion
beingto mobilize
dominated before friction; loss
by cohesion in doing so, brittle
(Martin, 1997;fracturing
Martin and is simulated
Chandler, as being
1994). dominated
Under by cohesion loss
this assumption,
(Martin, 1997;etMartin
Martin and Chandler,
al. (1999) proposed 1994). Underversion
an adapted this assumption, Martin et al.
of the Hoek-Brown (1999) for
criterion proposed an adapted
representing brittle version
of the behavior.
Hoek-Brown criterion
In this formforof representing
the criterion,brittle behavior.
the strength In this form
envelope of the
is based criterion,
only the strength
on equivalent envelope
cohesion (‘s’ is ba-
sed only on equivalent cohesion (‘s’ parameter), and the equivalent frictional strength (‘m’
parameter), and the equivalent frictional strength (‘m’ parameter) is assumed to be zero. Specifically, the parameter) is assumed to
be zero. Specifi cally, the extent of brittle failure around underground excavations in massive
extent of brittle failure around underground excavations in massive to moderately fractured rock has been to moderately fractured
rock has been calibrated
calibrated through
through field field observations
observations of overbreak
of overbreak as m =0as andm s=0=0.11.
and sThis
=0.11. This reduces
reduces the Hoek-Brown
the Hoek-Brown
strength criterion for brittle failure to Equation 1.
strength criterion for brittle failure to Equation 1.
E QUATION 1 1
Equation

�� � � �� � � ��� 0.11�
This Hoek-Brown
This brittle brittle Hoek-Brown criterion
criterion has shownhas shown good agreement
good agreement withobservations
with field field observations
when when predicting
predicting the of bri-
the depth
ttle failure
depthand rock mass
of brittle fracturing
failure and rockaround tunnels (Martin,
mass fracturing 1997), where
around tunnels the1997),
(Martin, traditional
whereHoek-Brown
the traditionalcriterion
Hoek- greatly
under Brown
predictscriterion
the occurrence of fractures.
greatly under However,
predicts the this of
occurrence approach is However,
fractures. not adequate for representing
this approach post-peak be-
is not adequate
havior for
since it ignores the increase in frictional strength mobilization with higher damage levels within
representing post-peak behavior since it ignores the increase in frictional strength mobilization with the rock mass
(Hajiabdolmajid and Kaiser, 2002).
higher damage levels within the rock mass (Hajiabdolmajid and Kaiser, 2002).

Alternatively, strain softening constitutive models in numerical analyses allow representation of nonlinear
post-peak strength loss with increasing plastic shear strain to simulate strength degradation with increasing
brittle fracture damage. Strain softening behavior is more widely applied based on prescribed variations in
terms of Mohr-Coulomb (i.e., cohesion, friction, dilation and tensile strength) as a function of the deviatoric
plastic shear strain. A reduction of rock strength is applied to the properties after the onset of yielding.
Using this method, additional damage can be accounted for within a numerical model, however, this is an
implicit not explicit representation of brittle fracture.
depth of brittle failure and rock mass fracturing around tunnels (Martin, 1997), where the traditional Hoek-
Brown criterion greatly under predicts the occurrence of fractures. However, this approach is not adequate
for representing post-peak behavior since it ignores the increase in frictional strength mobilization with
higher damage levels within the rock mass (Hajiabdolmajid and Kaiser, 2002).

Alternatively, strain softening constitutive models in numerical analyses allow representation of nonlinear
post-peak strength loss with increasing plastic shear strain to simulate strength degradation with increasing
brittle fracture
Alternatively, damage. constitutive
strain softening Strain softening behavior
models is more widely
in numerical analysesapplied
allowbased on prescribed
representation variationspost-peak
of nonlinear in
terms of Mohr-Coulomb (i.e., cohesion, friction, dilation and tensile strength) as a function of the deviatoric
strength loss with increasing plastic shear strain to simulate strength degradation with increasing brittle fracture dama-
plastic
ge. Strain shear strain.
softening A reduction
behavior of rockapplied
is more widely strength is applied
based to the properties
on prescribed after
variations the onset
in terms of yielding. (i.e.,
of Mohr-Coulomb
Using this method, additional damage can be accounted for within a numerical model, however,
cohesion, friction, dilation and tensile strength) as a function of the deviatoric plastic shear strain. A reduction this is an of rock
implicit not explicit representation of brittle fracture.
strength is applied to the properties after the onset of yielding. Using this method, additional damage can be accounted
for within a numerical model, however, this is an implicit not explicit representation of brittle fracture.
After recognizing the difficulty of estimating rock mass strength in brittle conditions, Stacey (1981)
proposed an
After recognizing theextensional-strain criterion
difficulty of estimating rockbased
masson laboratory
strength testing
in brittle of intactStacey
conditions, rock to interpret
(1981) sidewall
proposed an exten-
sional-strain criterion based on laboratory testing of intact rock to interpret sidewall slabbing and tunnel facewill
slabbing and tunnel face spalling in hard rock. This criterion states that brittle fracturing of the rock spalling in
initiate
hard rock. Thiswhen the extension
criterion states thatstrain
brittleexceeds a critical
fracturing of the value εcritinitiate
rock will which when
is dependent on the strain
the extension properties of thea critical
exceeds
rock. In a numerical analysis, this can be applied as a failure criterion to be compared
value εcrit which is dependent on the properties of the rock. In a numerical analysis, this can be applied as a failureagainst an elastic
stress
criterion to beanalysis
compared to assess theanpotential
against depth analysis
elastic stress of brittle to
fracture
assessdamage. The extensional
the potential strain
depth of brittle is defined
fracture as The
damage.
the minimum principal strain
extensional strain is defined as the minimumσ 3 (in a compression positive convention) and is calculated from the principal
principal strain σ3 (in a compression positive convention) and is calcula-
ted fromstresses using the
the principal three-dimensional
stresses elastic equation (Equation
using the three-dimensional 0)
elastic equation (Equation 2)

Equation
E QUATION 2 0

����� � (�� � �� � (�� � �� ))��


In the previous equation, σ1, σ2 and σ3 are the three principal stresses, ν is Poisson’s ratio and E is the
In the previous
modulus of equation, σ1,As
elasticity. σ2 itand
canσbe are the three principal stresses, ν is Poisson’s ratio and E is the modulus of
3 deducted from Equation 2, strains can be extensional even in a triaxial
elasticity. As it can be
compressive deducted
stress frommeans
field. This Equationthat2,it strains can be extensional
is not necessary for the rockeven
massin to
a triaxial compressive
be in tension, stress field.
but simply
This means
one inthat
whichit isconfinement
not necessarylossfor the rock mass
is experienced to be inintension,
resulting but simply
extensional strain inone
the in which confi
direction of σ3nement loss is ex-
. The onset
perienced resulting in strain
of extensional extensional
zones strain
aroundinan theopen
direction of σ3. The
pit implies thatonset of extensional
the rock strain zones
mass has deformed in around
at least an
oneopen pit
impliesdirection,
that the rock
which mass
can has
leaddeformed in at least one
to brittle fracturing. The direction,
extensional which
straincan lead toprovides
criterion brittle fracturing. The extensional
an explanation for
strain criterion provides an explanation for the development of brittle fractures observed
the development of brittle fractures observed under low confinement levels, like near an excavation. under low confinement levels,
like near an excavation.

For rock slopes, although largely ignored, Stacey et al. (2003) introduced the idea of extensional strain as a control
on brittle rock mass failure affecting slope stability, and illustrated the importance of in-situ stress on the localization of
extensional strain behind the pit wall in a homogenous rock 4  mass. Stacey et al. (2003) also showed that the orienta-
tions of extensional fractures are expected normal to the minimum principal stress. Within a homogenous rock mass,
extensional strain was shown to largely occur at the toe of the slope or with its contact with the pit floor, whereby new
fractures align to the free face of the open pit.

Within the open pit mining environment, much of the near surface rock mass is gradually subjected to low confinement
conditions during the excavation of the pit. As such, it becomes very difficult to determine the effect of low confinement
extensional strain as compared to the gravity driven kinematics and shear strain along the discontinuities within the
rock mass and how far ahead of the excavation face that extensional strain can have an effect. Several case exam-
ples reviewing the potential damage created extensional strain around open pits were reviewed by Dight (2006). The
results indicate that structures and lithological changes may influence the location of fracture growth created by exten-
sional strain leading to the breakage of rock bridges or unknown features within the slope.

5. FAULT REPRESENTATION IN NUMERICAL ANALYSES


Representation of faults in most slope stability analyses and open pit designs tends to be highly simplified. Implemen-
tation is dependent in part on the numerical method used, which generally involves either continuum-based approa-
ches (e.g., finite-difference and finite-element codes, such as FLAC3D or ABAQUS), or discontinuum-based approa-
ches (e.g., distinct-element codes, such as UDEC or 3DEC). Continuum codes utilize a structured mesh of connected
elements, which forces the user to represent faults and fault zones in the model as a zone of elements that are assig-
ned weaker or softened rock mass properties via an elasto-plastic constitutive model (Figure 2). Faults in continuum
codes can also be represented as a preferential direction of weakness using a ubiquitous joint model (Sainsbury et
al., 2008), or in some cases as a limited number of discrete interfaces, although the latter partly negates the numerical
efficiencies users are seeking when choosing a continuum-based approach.
Figure 2. Examples of typical fault representation in continuum analyses (e.g. FLAC3D): a) as a zone of weak rock,
or b) as rock with a preferential direction of weakness via a ubiquitous joint model.

The benefit of using continuum codes is the flexibility in creating larger and often more detailed models which can
include more geometric detail, while requiring less computing power and providing faster solution times relative to
discontinuum methods. Depending on the factors influencing the stability of the rock mass, the inclusion of a weaker
zone of elements to represent a fault may be sufficient in assessing the stability state of the slope and analyzing the
expected displacements and behaviour.

In contrast, discontinuum codes can model faults and other discontinuities as a series of contacts separating a grou-
ping of rigid or deformable blocks. These contacts can open, close or slide, enabling a range of block movements and
rotations relative to the contacts. In doing so, discontinuum codes can represent a fault as a single distinct plane that
can slip in shear or open in extension, as well as incorporate zones of blocks assigned as a softer material to simulate
adjacent tectonic damage zones of broken rock (Figure 3).

Figure 3. Examples of typical fault representation in discontinuum analyses (e.g. UDEC): a) zone of contrasting rock
mass properties as in continuum analyses, b) discrete discontinuity that can open, close or slip, and c) combination
of discrete fractures and yieldable blocks that represent a central discontinuity (i.e., fault) and adjacent tectonic
damage zones.

Studies of stress perturbations conducted using distinct-/discrete-element methods show that the key factors affecting
stress heterogeneity around a fault are its stiffness and friction angle (Su and Stephansson, 1999; Su, 2004, Harrison
et al., 2010). Sassi and Faure (1997) further highlighted that major regional-scale faults can control local stress varia-
tions and influence the deformation modes of faulting and fracturing which can take place at a smaller more local scale.

The added need to track and solve the contact interactions in a discontinuum analysis makes this technique more
computationally demanding. Thus, the choice between utilizing a continuum or discontinuum method becomes an
important decision between balancing computational demand and the importance of modelling the fault interaction
with the open pit with regards to its stability state and deformation response. The representation of faults in a model
using either of these numerical methods is left to the geotechnical engineer (often without consultation of a structural
geologist) on a case by case basis.

6. FAULT CHARACTERIZATION AND PROPERTIES


The effect of faults and fault damage systems on the development of stress heterogeneity in rock is poorly understood
in both the underground and surface mining environments. This is largely due to insufficient attention being given to
the fundamental fault characteristics and nature of the faults present, including not only the type and architecture of
the fault but the underlying conditions required for its development. An improved understanding on the development of
stress heterogeneity around faults can lead to improved slope designs and reduced risk for mining personnel working
in the pits. This section investigates several critical elements to the representation of fault architecture in numerical
analyses
open and their interaction
pit deepening, whichwith
canopen
leadpit
to deepening,
pockets of which can lead to pockets
stress heterogeneity of stress
and rock mass heterogeneity
damage. Theseand
arerock
massoutlined
damage. These are
in Figure . outlined in Figure 4.

 
Figure 4. Critical fault elements investigated with numerical analysis considered as fault
Figure 4. Critical faultcharacteristics (as identified
elements investigated in the field),
with numerical typical
analysis numerical
considered simplifications
as fault characteristicsmade
(as identified
in the field), typicalduring
numerical simplifications
modelling, made during
and potential modelling,
design changesand
thatpotential
can be design
adaptedchanges
based on that can be
modelled walladapted based on modelled wall performance.
performance.

Large faults have been shown to create both local stress perturbations (Katterhorn and Marshall, 2006),
preferential paths for strain (Reusch et al., 2009), as well as compartmentalization of in-situ stresses within
a rock mass (Martin, 1990). Wesseloo and Dight (2009) concluded that stress changes during the mining
process (induced stresses) are equally complex, with zones of comparatively low and high stress. What is
often regarded as a de-stressed slope may in fact be a slope with a comparatively low minimum principal
Large faults have been shown to create both local stress perturbations (Katterhorn and Marshall, 2006), preferential
paths for strain (Reusch et al., 2009), as well as compartmentalization of in-situ stresses within a rock mass (Martin,
1990). Wesseloo and Dight (2009) concluded that stress changes during the mining process (induced stresses) are
equally complex, with zones of comparatively low and high stress. What is often regarded as a de-stressed slope may
in fact be a slope with a comparatively low minimum principal stress, σ3 (aligned normal to the slope face), but compa-
ratively high intermediate, σ2 (circumferential to the pit) and maximum, σ1 (slope-parallel) principal stresses.

7. REPRESENTATION OF FAULT ZONE COMPOSITION


In hard rock masses, fracturing associated with the failure process may be more brittle and faults may present them-
selves as distinct breaks in the rock or as a zone of broken material. In softer rock masses, the deformation may be
more ductile and a zone of weakened rock may be more representative of the fault. Fault parameters within numerical
modelling are often selected based on averaged properties of faults interpreted from drilling intersections or from surfi-
cial mapping. Field observations are then applied to appropriately characterize the fault at the mine-scale for analysis
purposes.

To investigate the effect of fault composition on the development of stress heterogeneity, several distinct-element
models were created based on faults mapped at the Palabora Mine. The commercial distinct-element program UDEC
(Itasca, 2011) was used. The models depict a horizontal section divided by a network of faults, each varying in how
the fault zone composition of a major north-south fault, the Mica Fault, is represented. The host rock mass at the mine
is characterized as being very strong and brittle; the Mica Fault is characterized as being bounded by adjacent zones
of tectonically damaged rock. The first model representation of the Mica Fault involved the most commonly used and
simplest realization of a fault in a discontinuum analysis, that of a brittle, distinct break (Figure 5, left). The complexity
of this fault was then increased to model it as a zone of weakened material based on a reduction of strength parame-
ters (Figure 5, middle). Finally, the full complexity of the mapped fault was modelled by explicitly including both the
continuous fault and the adjacent zones of tectonically damaged rock represented by a network of smaller discrete
fractures (Figure 5, right). The input parameters, based on values determined from the Palabora mine (Sainsbury et
al., 2008, used for the fault composition sensitivity analysis is given in Table I. An initial uniform stress of 20 MPa was
assumed, with the horizontal stresses being equal in both directions which is representative of natural stress state that
is expected to occur mid-slope of the Palabora pit.

Figure 5. UDEC model results plotting maximum principal stresses (σ1), indicating influence of fault material
representation on stress heterogeneity. The example shown here is from the Palabora Mine. Note that only the
representation of the Mica Fault material was modified in this model. Compression is negative.

The model results demonstrate that how a fault is represented can affect the magnitude and distribution of stress he-
terogeneity surrounding the faults, although the general location of high and low pockets of stress remains somewhat
consistent in several places. This suggests a minor to moderate model sensitivity with respect to how fault zone com-
position is represented as the stress distribution is similar with magnitudes being the only variable. This is likely due to
the increased number of degrees of freedom in the broken fault system which dissipates the stress through increased
shear displacement within the broken fault (Figure 6).
Table I.UDEC fault composition sensitivity model parameters

Material Properties Fault Properties


Density Deformation Friction Cohesion Tension Normal Shear Friction Cohesion
Model Modulus Angle (MPa) Strength Stiffness Stiffness Angle (MPa)
(kg/m3) (GPa) (MPa) (Pa/m) (Pa/m)
Host 2700 50 51 4.3 0.6 - - - -
Discrete Fault - - - - - 1e9 1e9 35 0.1
Zone
Equivalent Fault 2400 6.5 27 1.7 0.1
Zone
Broken Fault 2700 50 51 4.3 0.6 1e9 1e9 35 0.1
Zone

Figure 6. Shear displacement (in m) along the faults for a UDEC model treating the fault as an equivalent continuum
zone (left) and as a discontinuum zone (right).

8. REPRESENTATION OF FAULT COMPLEXITY


In most cases, faults in a numerical analysis are modelled as a single persistent plane (i.e., a single segment).
However, in nature, faults are complex structures that are comprised of multiple segments representing a non-planar
feature. A series of UDEC distinct-element models were constructed to test the impact of fault shape simplification on
stress heterogeneity. The models were created to represent a horizontal section through the Palabora Mine in which
the faults modelled were varied in geometric complexity (Figure 7). These include modelling the different faults present
as 1, 3 or 10 segments per fault. The input properties used for these models are given in Table I as Host and Discre-
te Fault Zone. Similarly, to the model above, a constant boundary stress of 20 MPa was applied, with the horizontal
stresses being equal in the x and y directions.

The model results indicate that the number of fault segments used to represent the fault can create local variations
in the maximum principal stress distribution and increased magnitudes. These stress perturbations surrounding the
faults can in turn influence the variation of strain and damage, and therefore stability state of the modelled rock slope.
This suggests a moderate to high model sensitivity with respect to representation of the fault shape as the location,
magnitude, and orientation are all greatly affected by the shape and location of the faults.
Figure 7. Influence of fault shape complexity (non-planarity) on maximum principal stress (σ1) perturbations
developing around a network of faults. Example shown here is from the Palabora Mine. Note that all faults were
modified in this model. Compression is negative.

9. INFLUENCE OF FAULT STRENGTH CONTRAST WITH HOST ROCK


Characterization of a fault’s strength is often assessed through pit wall mapping and drill core evaluation. The intact
strength is combined with a rating determined from the mapping (e.g. GSI) or drill core evaluation (e.g. RMR) and a
rock mass strength is determined. In very weak or highly fractured faulted rocks, GSI values are usually estimated at
around 15 to 20 while in harder, more competent rock, GSI in a fault can range up to 45 to 55. To test the sensitivity of
this field estimate, a series of FLAC3D numerical models were constructed for a 600-m high slope with a 45-degree
angle (as Figure 2) using a mesh as outlined in in which the elastic and Mohr-Coulomb input values for the fault rock
mass were varied relative to those for the host rock assigned an intact Young’s Modulus of 49.5 GPa, a UCS of 50 MPa
and a GSI of 65. The same intact properties were used for the fault, but these were scaled using different GSI values
in a range encompassing typical values (Table II). The fault zone in this case is modelled as dipping into the slope.

The depth of plastic shear damage within these models was estimated by recording the depth of elements which have
yielded in shear behind the pit face. Extensional damage was determined by calculating the extensional strain using
Equation 2.6 with a cut-off value of 5e-5. This value was chosen based on Stacey’s (2003) recommendations and by
reviewing the patterns observed within the models. The results from this sensitivity analysis are presented in Table III,
which shows that for a 600-m high slope, the depth of plastic shear damage in the footwall of the fault ranges between
130 m behind the pit face for the stronger fault (GSI 55) to 205 m for the weaker fault rock (GSI 15). Extensional dama-
ge in the footwall side of the fault ranges between 265 to 300 m for the same fault strength values. Figure 8. illustrates
the minimum principal stress distributions around Fault Run Models 2 through 5 corresponding to GSI values of 55,
45, 35, and 25. Stress patterns and corresponding depths of extensional yield appear to be unlikely to change below
a critical deformability of about 1% of the host material.

Table II. FLAC3D input properties used in sensitivity analyses investigating fault strength contrast

GSI Erm Fault Erm

Cohesion
Material Estimate (GPa) Host Erm (MPa) Friction Angle
Host 65 40.7 100% 7.3 48
Fault Run 1 15 0.18 0.4% 1.8 25
Fault Run 2 25 0.31 0.8% 2.4 28
Fault Run 3 35 0.53 1.3% 2.9 31
Fault Run 4 45 1.09 2.7% 3.5 34
Fault Run 5 55 2.03 5.0% 4.0 37
Table III.FLAC3D fault strength sensitivity results

Maximum
Depth of Plastic Maximum Depth of Maximum Depth of Maximum Depth of Exten-
Fault Erm Damage Plastic Damage Extensional Damage sional Damage

Model Host Erm (m) (% of slope height) (m) (% of slope height)


Fault Run 1 0.4% 206 34% 300 50%
Fault Run 2 0.8% 199 33% 300 50%
Fault Run 3 1.3% 166 28% 286 48%
Fault Run 4 2.7% 145 24% 274 46%
Fault Run 5 5.0% 130 22% 265 44%

Figure 8 shows the zones of potential extensional strain damage behind the pit wall face in the rock adjacent to the
fault for the upper bound (GSI 55) and lower bound (GSI 15) cases. The distribution of extensional strain is similar
within the hanging wall for the strength range tested. The region of the footwall adjacent to the fault undergoes a
significant amount of extensional damage parallel to the fault face as the weaker material compresses and stress is
cut-off within the pit toe.

When compared to the amount of damage observed within a similar pit wall without a fault, the depth of potential
plastic shear and extensional strain damage was shown to increase by 13 to 26% and 21 to 26%, respectively. This
suggests a moderate to high model sensitivity with respect to fault strength relative to the host rock strength.

Figure 8. Potential extensional damage area within a 600-m high pit slope, for the bounding cases of a strong fault
(GSI =55, light blue trace) and weak fault (GSI = 15, dark blue trace).
These results were further extended to consider modelled slope heights of 300 and 900 m to test the sensitivity of fault
strength relative to the recent trend in designing deeper open pits (Figure 9). Damage depths were normalized by the
overall pit depth (i.e., slope height) to return a relative percentage of expected depth of damage. This was done to de-
termine if the larger damage depths observed in deeper pits could simply be scaled from smaller pit depth experience.

Figure 9. Side by side comparison of extensional damage regions, for pit slope heights of 300, 600, and 900 m,
associated with upper bound (GSI = 55, blue) and lower bound (GSI = 15, red) fault strengths.

The model results shown in 10 lead to several key observations, including:

• The maximum depths of plastic shear and extensional damage from pit surface can be shown to increase with
slope height;
• The area affected by the pit excavation grows relative to the slope height and is not linearly scaled;
• The relative increase of plastic shear damage is far less than the extensional damage within the model;
• The increase in plastic shear damage is greater for slope heights extending above 600m, whereas the ex-
tensional damage increase is larger as the slope height extends above 300m. This suggests that increased
extensional strain damage should be expected at an earlier stage of pit deepening; and
• The recognition that a fault zone is present and intersects the slope is critical (i.e., of primary importance). Only
a general or rough characterization of its properties is required to gain an understanding of its importance with
respect to interacting with the pit slope geometry to induce damage to the rock mass adjacent to the fault zone.
Proper fault characterization is however required when the failure mechanism is believed to be influenced by
the kinematics enabled by the presence of the fault.
Figure 10.Depth of potential extensional (dashed line) and plastic shear (solid line) damage areas with respect to pit
height as a function of relative fault strength and pit height.

10. INFLUENCE OF FAULT THICKNESS


Faults can be incredibly complex structures with many splays, a fault core comprised of gouge, or simply involve a hi-
ghly localized discrete structure. Determining the shape, structure and thickness of faults requires specialized geologic
knowledge and field experience in pit wall mapping. Most engineers charged with operational pit face mapping and
subsequent slope stability evaluations do not possess this specialized knowledge, which leads them to assume highly
simplified structures. Outside of the kinematic implications this has, the simplification of fault complexity may also
affect the strains observed within the slope. First, the boundaries of a fault are often difficult to determine exactly when
face mapping. These boundaries are then further simplified in advanced numerical analyses. The question arises as
to how important these fault boundary limits are in terms of slope behaviour. To test the sensitivity of the modelled
stresses, strains and damage to fault thickness, a series of continuum models were run in which the thickness of a
fault that bisects a 45-degree pit slope wall is increased using values of 10, 20, 40, 60, 80, and 100 m relative to slope
heights of 600 and 900 m (Figure 11). Model parameters used are outlined in Table IV.
Figure 11. FLAC3D model set up for sensitivity analysis of fault zone thickness.

Table IV. FLAC3D input properties for investigation of model sensitivity to fault zone thickness

Host Rock Erm Density


Host Rock Poisson’s
Material
Ratio
(GPa) (kg/m3)

Host Rock 35.8 0.25 2500

Fault 0.5 0.3 2200

The fault zone is modelled as dipping into the slope. In the results presented, the fault thicknesses are expressed as
a percentage value of the slope height. Example stress distributions for minimum principal stress and maximum shear
stress are given for pits with 600 (Figure 12) and 900 m slope heights (Figure 13)
Figure 12.Minimum principal stresses (top) and maximum shear stress (below), in Pa, for a 600 m high pit slope
comparing different fault thicknesses (10, 40m and 80m). Note that compression is negative.

Results from this parametric study indicate two very different behaviours within the footwall and hanging wall of the
fault (Figure 14). Within the hanging wall, both extensional strain and plastic shear damage increase with fault thick-
ness, although this rate diminishes after a critical fault thickness of 2-3% of the slope height is reached. The thicker
faults allow for increased and deeper compression of the weaker materials in the fault. The compression allows gravity
driven expansion into the faulted rock. As slope height increases, the larger area and greater mass allow for more
movement deeper into the weaker rock and can affect a larger portion of the slope.

In the footwall, gravity does not overly affect either the extensional or plastic shear damage process. Thus, once the
critical fault thickness is reached (approximately 2-3% slope height), the effect of a thickening fault is reduced. Within
the models, a slight reduction in damage depth was observed in the footwall as the fault thickened. This may be due to
the fault being thickened toward the toe of the slope, which reduces the amount of damage observed. This suggests
a low to moderate model sensitivity with respect to fault zone thickness.
Figure 13.Minimum principal stress (top) and maximum shear stress (below), in Pa, for a 900 m high pit slope
comparing different fault thicknesses (10, 40m and 80m). Note that compression is negative.

Figure 14. Depth of potential extensional strain (dashed line) and plastic shear (solid line) damage zones with
respect to fault thickness for 600 and 900 m slope heights.

Depth of damage values are reported for both the hanging wall and footwall sides of a fault dipping into the slope.

11. INFLUENCE OF FAULT LOCATION RELATIVE TO ITS INTERSECTION WITH THE PIT WALL FACE
Orebodies, especially large scale porphyry deposits, are often directly associated with large scale fault systems. The
complex geological histories which have allowed for the deposition of the ore can lead to any number of geometric
configurations. Orebodies can be either directly adjacent to a major fault or range up to several hundred meters away,
which can lead to the fault zone intersecting the pit anywhere from the toe of the slope to its crest. To investigate the
potential damage associated with a fault zone, continuum numerical modelling was conducted in which the fault inter-
section with a 45-degree slope was varied between its toe (0% of slope height) to near its crest (75% of slope length)
as depicted in Figure 15.
Figure 15. Model geometry for the FLAC3D fault intersection sensitivity analysis, showing the locations of the
intersecting fault at either 0, 25, 50, or 75% of the slope height.

As before, the model slope height was also varied at 300, 600 and 900 m with the same geometry of a fault dipping
into the slope. Damage depths were again normalized to the overall pit slope height to return a relative percentage of
expected damage. Example stress distributions for minimum principal stress and maximum shear stress are given for
a pit with a 600 m slope heights and fault intersections of 75% (top), 50% (middle) and 25% (bottom) of the slope are
given in Figure 16.

Figure 16. Minimum principal stress (left) and maximum shear stress (right) distributions, in Pa, with respect to fault
intersection location (75, 50 and 25% slope height) for a 600m high pit slope.
The results from these models are summarized in Figure 17 and Figure 18, and lead to several key observations:

• The maximum extensional strain in the footwall occurs when the fault intersects mid-slope height (at 40 to 50%
of the slope height measured from the toe);
• The maximum plastic shear damage in the footwall occurs when the fault intersects closer to the toe (at
approximately 30% of the slope height);
• The pattern of extensional strain damage in the footwall is greater than the hanging wall after a slope inter-
section height of 10%. This contrasts with the modelled plastic shear damage, which is always greater in the
footwall; and
• As the slope intersection height increases, the ratio of footwall to hanging wall damage likewise increases. This
is primarily due to the increased damage that develops in the hanging wall.

Figure 17. Depth of potential extensional strain (dashed line) and plastic shear (solid line) damage areas with respect
to fault intersection location sensitivity and pit depth.

Figure 18Ratio of depth of potential extensional strain damage in the footwall relative to the hanging wall, as a
function of fault intersection location and pit slope height.
Of primary importance is that the results suggest that the rocks adjacent to the fault may undergo different types
of failure (plastic shear or extensional brittle fracturing) as the location of the fault’s intersection with the slope face
varies, first being intersected in the toe of the slope and then migrating to the crest of the slope as the pit deepens.
This migration of damage and localized failure can in turn impact the progressive failure of the slope. This suggests a
moderate to high model sensitivity with respect to fault location relative to its intersection with the slope face (as well
as its subsequent migration with pit deepening).

12. INFLUENCE OF FAULT ANGLE


The importance of fault angle was investigated through a FLAC3D sensitivity analysis using the parameters outlined in
Table IV. The structural model and understanding of the structural history of a deposit can be a very difficult process,
however, understanding the basic structural characteristics of the fault (trace, dip angle, etc.) can be highly beneficial
to understanding the potential pit wall response and rebound effects. Continuum modelling was conducted to test the
sensitivity of the model results to fault angle dips ranging from 50° to 110° in 10° increments. A pit wall angle of 45°
was assumed, and slope heights of 300, 600 and 900 m were modelled. Example stress distributions for minimum
principal stress and maximum shear stress are given for a pit with a 600 m slope heights and fault angles of 50°, 80°,
and 110° in Figure 19

The results indicate that although the model trends were not as clear with respect to the influence of increasing pit
depths (for similar fault angles), several clear trends can nevertheless be established (Figure 20):

• Plastic shear and extensional strain damage increases within the hanging wall as the angle of incidence be-
tween the fault and slope face increases to 90°; i.e., as the fault zone becomes more perpendicular to the
pit face, the amount of damage in the hanging wall increases. This is likely due to a larger proportion of the
hanging wall being underpinned by the weaker rock of the fault zone, which accommodates compression and
additional gravitational loading;
• Plastic shear and extensional strain damage decreases within the footwall as the angle of incidence increases
to 90°; i.e., as the fault zone becomes more perpendicular to the pit face, the amount of damage in the footwall
decreases. This is likely due to the loss of confinement and the thinner wedge of rock mass remaining;
• Footwall and Hanging wall damage depths converge when the angle of incidence is around 90°;

Figure 19. Minimum principal stress (left) and maximum shear stress (right), in Pa, with respect to fault incidence
angle (50°, 80°, and 110°) for a 600 m high pit slope.
Figure 20. Depth of potential extensional strain (dashed line) and plastic shear (solid line) damage areas with
respect to fault angle incidence and pit depth.

These results suggest a high model sensitivity with respect to the angle of incidence between the fault angle dipping
into the slope and the face of the pit wall.

13. SUMMARY OF FAULT REPRESENTATION MODELLING

The impact of the key fault characteristics and properties investigated in the previous sections on the development of
stress heterogeneity is summarized Figure 21. Of primary importance in the development of stress heterogeneity with
respect to numerical analyses are, in order of importance:

• the angle in which the fault intersects the pit wall;


• the strength (or stiffness) contrast between the fault rock and adjacent host rock;
• the complexity (or sinuosity) of the fault zone including its irregularity relative to planarity, and the magnitude of
the orientation change at these departures from planarity;
• the location of the fault intersection with the face of the slope, and its variation as the pit is deepened; and
• the composition and thickness of the fault.
 the complexity (or sinuosity) of the fault zone including its irregularity relative to planarity, and
the magnitude of the orientation change at these departures from planarity;

 the location of the fault intersection with the face of the slope, and its variation as the pit is
deepened; and

 the composition and thickness of the fault.

 
Figure
Figure 21.
21. Relative Relativeofimpact
impact ofproperties
key fault key fault properties on the development
on the development of stress heterogeneity
of stress heterogeneity within a pit slope
within a pit slope intersected by a fault.
intersected by a fault.

 
14. CASE HISTORY - TECK HIGHLAND VALLEY COPPER MINE
The Teck  Highland Valley Copper (THVC) mine, as described in Section 3.2.3, is located near Kamloops in south-wes-
tern British Columbia, Canada (Figure 22). Between 1989 and 1995, the west wall of the Lornex Pit had experienced
Case Historyin-the
up to 45m of displacement Teck Highland
upper Valley
portion of Copper
the slope through Mine
a complex deep-seated toppling mechanism (Tos-
ney et al.,
The Teck Highland Valley Copper (THVC) mine, as describedoccur
2004). Early on, the toppling displacement was shown to along3.2.3,
in Section a setisoflocated
steep faults dipping into the
near Kamloops
slope and
in south-western British Columbia, Canada (Figure 22). Between 1989 and 1995, the west wall of modelling
was thought to be accommodated as the result of reduced confi ning stresses. Detailed numerical the
of the west pit wall
Lornex wasexperienced
Pit had undertakenupbytoRose
45m and Schulz (2009),
of displacement and
in the theyportion
upper highlighted
of thethe importance
slope through aofcomplex
the pervasive
structure and faults to the stability of the slope. A review of the slope displacement mechanism of the west wall to
compare to the results of a pseudo-3-D radar monitoring experiment (Severin et al., 2014) generally agreed with Rose
and Schultz’s (2009) previous interpretation of the displacement23  mechanism. However, the new monitoring data and
interpretation highlighted the occurrence of significant bulging of the rock mass at the toe of the slope below the fault.
This bulging of toe material is believed to be necessary to allow for the significant displacements observed in the upper
sections of the slope which was not reflected in the earlier analyses conducted.

Figure 22.Location of Teck Highland Valley Copper mine (left) and a view of the north and west walls of the Lornex
pit with the trace of the Lornex Fault Zone superimposed (right).
To examine the impact of the Lornex Fault Zone on stress and strain distribution of the slope and the potential as-
sociated damage, several 2-D distinct-element numerical models were constructed using the commercial software
UDEC (Itasca, 2011). Within the models, the LFZ is represented as a 60m thick zone (comprising 7% of the overall
slope height) and intersecting the slope face at approximately 25% of the slope height (measured from the toe) at an
angle of incidence of 70°. The in-situ stress conditions were assumed to be hydrostatic (K=1) based on previous site
investigations conducted on site (Piteau, 2005). The mining sequence used within the models included a series of 5
pushbacks with benches being excavated in 50 m intervals.

The properties for the numerical model, shown in Table V, were determined through geotechnical characterization
by Piteau Associates (2005). The fault deformation modulus used in the modelling was roughly 20% of the host rock
material. A strain softening constitutive behaviour model was used which allows the post-peak strength to be reduced
as a function of plastic shear strain. To model a brittle response, the rock mass cohesion was set to degrade sharply
(friction was not softened) and the residual tensile strength was set to zero. To evaluate both the plastic shear and
extensional strains, the values of each were compared to find appropriate thresholds of plastic shear strain that would
allow damage to initiate. Based on the results from the initial models, a value of 1e-3 plastic shear strain was chosen
to represent the post-peak damage threshold.

Table V.UDEC model input rock mass parameters for the THVC Lornex pit case study (based on Piteau, 2005)

Tensile Residual
Density Cohesion Friction
Unit RMR/GSI σci (MPa) mi Cut-off Cohesion
(kg/m3) (MPa) Angle (°)
(MPa) (MPa)

Skeena Quartz
26 43 37.9 28 0.261 38 0.1 0.12
Diorite (SQD)

Bethsaida
Granodiorite 26 51 55.5 28 0.372 47 0.1 0.17
(BGD)

Fault Zone 22 25 20.0 28 0.156 22 0 -

Based on the conceptual sensitivity modelling, the following damage states/responses might be expected. It should be
noted that because the conceptual modelling was based on a 45-degree slope (the Lornex pit is a 30-degree slope),
the estimated values based on these should be thought of as upper bounds.

• Fault Intersection Location: Conceptual modelling results suggest plastic shear and extensional strain dama-
ge limits of 25% and 30% of the slope height into the slope, respectively. Given the Lornex Pit slope height of
500 m, the plastic shear damage limits would extend 125 m and the extensional strain damage would extend
150 m into the slope;

• Fault Angle: Conceptual modelling results suggest a depth of plastic shear damage of approximately 15%
(75 m) in the hanging wall and 25% (125 m) in the footwall. The depth of extensional strain damage would be
expected to extend to 25% (125 m) in the hanging wall and 30% (150 m) in the footwall;

• Fault/Host Rock Strength Contrast: Given the relatively low contrast in deformation moduli between the fault
and the host rock (0.27), plastic shear damage would be expected to extend approximately 15% (75 m) into
the slope, while the extensional strain damage would be expected to extend approximately 35% (175 m) into
the slope;

• Fault Thickness: The LFZ has been mapped as approximately 60 m thick, which is approximately 12% or the
slope height. Expected plastic shear and extensional strain damage would be 25 and 35% in the hanging wall
and 35 and 45% in the footwall.
15. LORNEX MODELLING RESULTS
The results from the initial modelling of the Lornex pit are shown in Figure 22. These indicate the presence of zones
of increased plastic shear and extensional strain in the footwall adjacent to the Lornex fault. This agrees with the con-
ceptual sensitivity models presented previously. The volume of yielded elements within the model was determined for
the final pit geometry after following the pit excavation sequencing, carried out in 9 steps. A comparison of the results
without and with the fault, and in the hanging wall and footwall are provided in Figure 23.

Figure 22. Initial UDEC model results indicating increased damage in the footwall of the fault during excavation at
THVC Lornex west wall.

Figure 23.Damage (represented by yielded elements) with respect to mining stage for the footwall (above) and
hanging wall (below) of the UDEC modelled Lornex Pit west wall. Results compare models that include the Lornex
Fault (solid line) and those assuming a homogenous rock mass (dashed line).
A uniform mesh was used in which the elements were discretized with equal areas. This allows for the total number
of elements to serve as a proxy for volume of yielded/damaged rock. Within the hanging wall, the presence of the
fault allowed for a significant increase in the number of yielded elements to occur prior to the fault intersecting the pit
bottom. Other than the yielding of rock in the pit floor, due to the stress concentration where the slope toe intersects
the pit floor, the hanging wall appears to undergo a localized increase of yielding near the fault, but this yielding does
not seem to increase as the pit continues to deepen. The rock mass within the footwall undergoes significantly more
yielding when the fault is present than without the fault (200 to 300% more, both in tension and shear). The damage
that initially occurs within the pit floor subsequently extends below the depth of the final pit floor elevation and the fault.
The rock mass and stress interactions that cause this increased damage situation are not well understood and are
dependent on localized factors such as jointing patterns and the variation of intact rock strength.

Model properties were varied until a Lornex Fault with similar width developed together with splays such as the W1-1
fault defined by Rose and Scholz (2009). To this model, the detailed joint set geometries mapped in the pit (Piteau As-
sociates, 2005) were added. A Voronoi overlay was also added to represent random degrees of freedom for potential
brittle fracture paths to allow the joint-bounded blocks to fracture further. The model geometry is shown in Figure 24.

The resulting stresses and development of the faults was then used as the initial pre-mining stress state and geometry
for the simulation of the excavation of the open pit. The Lornex Pit was excavated following a mining sequence of 5
pushback stages with 50 m excavation steps to reflect the stress path experienced by the actual slope. 50m pushback
steps were chosen to best reflect the mining history of the pit slopes.

Two constitutive models were considered to evaluate the effect of plastic shear strain and extensional strain resulting
from interactions with the Lornex Fault zone on the overall stability of the west wall. These include:

• Strain-Softening Model – properties were developed by first scaling Hoek-Brown rock mass properties based
on GSI and UCS properties outlined in Table VI (Piteau, 2005), using the empirical relationships in Hoek et
al. (2002). These were then converted to Mohr-Coulomb values, for which both upper and lower bound limits
were established. The strain-softening behavior was then implemented by defining residual strength properties
associated with increasing plastic shear strain values.

• Strain-Softening with Extensional Damage Model – using the same properties as those above but including
weakening for areas in the model exceeding the extensional strain damage threshold. At each mining stage,
extensional strains around the pit and faults were evaluated. If the value of the extensional strain was found to
be greater than 5e-4, the rock mass strength in that area was weakened by applying a ‘D’ damage factor using
the H-B criterion (see Hoek et al. 2002 for details). A ‘D’ factor of 0.7 was used. The value of 5e-4 was chosen
to reflect a similar pattern and magnitude of extensional strain observed in the previously run Lornex models.
This was implemented using a series of user-defined functions (using the program’s internal language FISH),
for which extensional strains are calculated and post-peak strength and deformation modulus values reduced
where extensional strains exceed a set limit. This limit and the rock mass strength reduction factors were then
calibrated against the slope kinematics determined from the radar slope monitoring conducted on site.

Table VI and Table VII present the input properties used for the model shown in Figure 24. Groundwater conditions
within the pit were assumed to be dry.
Table VI. UDEC rock mass properties for blocks in the Voronoi modelling of the Lornex Pit
(THVC) case study

Table VI. UDEC rock mass properties for blocksFriction


in the Voronoi modellingShear
Bulk of the Lornex Pit
(THVC) case study Tension
Density
Table VI.UDEC rock mass properties Cohesion
for blocks in the Voronoi modellingModulus
Angle Modulus
of the Lornex Pit (THVC) case study
Model Units (kg/m3) (MPa) (degree) (GPa) (GPa) (MPa)
Friction Bulk Shear
Bethsaida Granodiorite 2600
Density 0.372
Cohesion 47
Angle 10
Modulus 7.5
Modulus Tension
0.1
(BGD) Model
– PeakUnits (kg/m3) (MPa) (degree) (GPa) (GPa) (MPa)
Skeena Quartz
Bethsaida Diorite
Granodiorite 2600
2600 0.498
0.372 55
47 1.56
10 0.93
7.5 0.1
0.1
(SQD) - Peak
(BGD) – Peak
Skeena
Skeena Quartz
Quartz Diorite
Diorite 2600
2600 0.261
0.498 38
55 0.37
1.56 0.22
0.93 0.1
0.1
(SQD) - Residual
(SQD) - Peak
Skeena
Skeena Quartz
Quartz Diorite
Diorite 2600
2600 0.174
0.261 29
38 0.29
0.37 0.17
0.22 0.01
0.1
(SQD) – Reduced for
(SQD) - Residual
extensional strain
Skeena Quartz Diorite 2600 0.174 29 0.29 0.17 0.01
Faulted
(SQD) – Rock
Reduced for 2200 0.156 22 0.85 0.59 0
  extensional strain

Faulted Rock 2200 0.156 22 0.85 0.59 0


Table
  VII. UDEC joint properties for discontinuities in the Voronoi modelling of the Lornex Pit
(THVC) case study. The random discontinuities represent Voronoi segments along
which intact rock bridge fracturing can be simulated
Table VII.joint properties
Table VII.UDEC UDEC joint properties for in
for discontinuities discontinuities in the Voronoi
the Voronoi modelling modelling
of the Lornex of the Lornex
Pit (THVC) Pit The
case study.
(THVC)
random discontinuities case Voronoi
represent study. The random
segments discontinuities
along represent
which intact rock bridgeVoronoi segments
fracturing along
can be simulated
which intact rock bridge fracturing can be simulated
Dip Friction Shear
Normal
Dip Direction Cohesion Angle Stiffness Tension
Stiffness
Structure (degree) (degree) (MPa) (degree) (GPa/m) (GPa/m) (MPa)
Dip Friction Shear
Normal
Joint Set 1 Dip
75 Direction
270 Cohesion
0.01 Angle
25 1 Stiffness
0.5 Tension
0
Stiffness
Structure (degree) (degree) (MPa) (degree) (GPa/m) (GPa/m) (MPa)
Joint Set 2 67 90 0.010 25 1 0.5 0
Joint Set
Joint Set 31 75
5 270
270 0.01
0.01 25
20 11 0.5
0.5 00
Joint Set 2
Random 67 - 90 0.010
0.1 25
35 11 0.5
0.5 0
0.0001
Joint Set 3
Extensional 5 270 0.01
0 20
15 1
0.1 0.5
0.05 00
reduction
Random - 0.1 35 1 0.5 0.0001
Extensional 0 15 0.1 0.05 0
reduction

28 

28 
Figure 24. UDEC model set-up showing joint sets (red and blue) including random joints representing intact rock
bridges (i.e., potential brittle fracture pathways) using voronoi tessellation (black).

The model results show that as the pit is excavated, stress interactions between the deepening toe of the slope and
the complex, heterogeneous initial stress state arising from the modelling of the fault structure, results in zones of con-
finement loss that do not appear if the slope is modelled using a conventional approach. This leads to tensile failure
and the development of extensional strain within both the hanging wall and footwall of the Lornex Fault Zone. Using the
strain softening constitutive model, the stress interactions result in an area of yielded rock that extends up to approxi-
mately 120 m into the pit face. Figure 25 shows the depth of failure with a black dashed line, which is established from
the plots of cohesion weakening and plastic shearing in the slope. Additional yielded rock near the fault within the
model which includes the extensional damage is also indicated in the yielded state plot (Figure 26).

Figure 25 Depth of failure indicated by black line and reduced properties for strain softening model (above) and
strain softening model with inclusion of reduced properties caused by extension (below) in UDEC.
Figure 26 Depth of failure indicated by yielded material (pink and green) for strain softening model (above) and strain
softening model with inclusion of reduced properties caused by extension (below) in UDEC.

The initial conceptual Lornex models suggested that a region of large deformation would develop between the fault
and toe of the slope in response to significant yielding. However, this yield area did not undergo enough plastic shear
strains to trigger the strength reduction (i.e., softening) properties and allow for mobilization of the slope. This can be
observed in the x-displacements which did not exceed 2.0 m (Figure 27).

By including the extensional strain damage criterion, additional displacement (bulging) can be observed in the toe of
the slope with a maximum displacement of up to 11 m (Figure 27). This bulging agrees with that detected in the radar
monitoring data; the model results show that this toe bulging is required to achieve the toppling behavior observed in
the upper portions of the slope. Additionally, softening of the toe of the slope allows for increased shearing along the
W1-1 back fault (Figure 28). This shearing promotes movement within the upper blocks, producing the horst and gra-
ben structures observed at the top of the Lornex west wall. Although the models do not fully replicate the total amount
of displacement observed in the upper parts of the slope, the mechanisms and kinematics shown by including the
extensional strain damage do reflect those observed in the pit. Displacement within the model may be under-predicted
due to the assumption of dry hydrological conditions and the choice of ‘D’ factor used. Without the extensional strain
criterion, the properties of the entire rock mass need to be softened to reproduce the displacements in the toe required
to replicate the toppling behaviour in the upper slope. This softening of materials leads to a partial rock mass failure of
the hanging wall material above the fault which allows for the movement above. This does not agree with field obser-
vations in the pit. Instead, the model results allowing for extensional strain show localization of a toe release rupture
surface (Figure 28), followed by bulking of the toe and toppling in the upper slope.
Figure 27. THVC Lornex pit model results indicating x-displacements (bottom) from Model 1 – Strain Softening
(above) and Model 2 – Strain Softening with extensional strain (below).

Figure 28. Open joints (blue) and joints undergoing shear displacement (red) for strain softening model (left) and
strain softening with extensional strain (right).

Although the models do not fully replicate the amount of displacement in the upper section of the slope, the mecha-
nisms resulting from including the extensional damage do reflect those observed in the pit as observed in the radar
experiment. In previous models of the slope, the entire rock mass was softened to obtain the displacement magnitudes
required to replicate the behaviour of the slope. This softening of materials leads to a partial rock mass failure of the
hanging wall material above the fault which enables the movement above the fault.
16. SUMMARY AND KEY FINDINGS
Faults have long been identified as potential release planes and kinematic controls contributing to large, multi-bench
slope failures. However, faults and fault damage zones should also be recognized for their ability to affect the regional
and local rock mass and stress conditions in large open pits. Numerical modelling results presented in this chapter
have identified several key fault characteristics and demonstrated the impact of these characteristics on stability
analyses.

Damage surrounding fault zones within the open pit environment can be directly linked to stress heterogeneities crea-
ted by the interaction between the faults and the mining induced stresses generated during excavation. The strain
developed due to the stress heterogeneities include areas of high plastic shear strain near the toe of the slope and
extensional strain near the fault.

Accordingly, an extensional strain criterion can be applied for assessing the impact that fault zones will have on varying
slope designs to rock mass damage potential. This assessment can be undertaken quickly on basic designs prior to
finalizing a pit shell by creating simple models. Similarly, an extensional strain criterion can be used to determine if
the stress state will be a consequential factor in the slope design as a project moves forward by conducting sensitivity
analyses of possible in-situ stress conditions.

Based on results from the different 2-D and 3-D numerical models presented, the following key findings can be iden-
tified:

1. The choice of fault representation, including material strength and complexity, implemented in a numerical
analysis can have a low to moderate effect on the orientations, magnitudes and distribution of stresses that
develop in response to pit excavation;

2. Fault shape or complexity has a moderate to major impact on the development of stresses and the resultant
damage within a numerical model. The style and nature of the fault should be characterized intensely during
pre-mining feasibility and design studies;

3. Fault strength and deformability have a moderate to major impact on the stress redistribution in the pit slope
and should be emphasized in the geotechnical characterization for pit slope stability analyses and potential
pit designs;

4. Faults with deformation moduli that are less than 10% of those for the adjacent host rock mass, can have a
significant impact on the principal and deviatoric shear stresses generated within a slope;

5. Both the location and the angle of the fault intersection with the pit slope have a moderate to major impact on
the development of localized stresses, both high shear stresses and lower extensional stresses.

6. Increased plastic shear strain and extensional strain is expected within the toe of an open pit slope if bisected
by a fault damage zone. This strain is generally unaccounted for in most numerical modelling packages used
to evaluate slope stability;

7. Natural in-situ stress perturbations surrounding tectonic faults can interact with mining-induced stresses to
produce damage that would otherwise not be present if the rock mass was homogeneous (i.e., no faults pre-
sent);

8. Modelling fault development as an initial numerical modelling step to better capture the complexity of faults
structures and stress heterogeneity, rather than simply prescribing the locations of the faults and specifying
a simply initial stress distribution, shows significant value if the tectonic control is well understood and can be
used to constrain fault characterization and location;

9. The effect of allowing the faults to first develop in the model can lead to differences in the final stability analy-
sis; and
10. By accounting for extensional strain damage in the model, a reasonable distribution of down-graded rock
strength can be included within the numerical model which can affect the displacement observed in the slope
without downgrading the entire rock mass.

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ORAL FINAL PAPERS
SESSION 5
• A. V. Deliveris, I. E. Zevgolis and N.C. Koukouzas
A COUPLED PROBABILISTIC-NUMERICAL MODEL FOR THE RELIABILITY-BASED DESIGN OF
SLOPES
• Pozo, V., De Paz, D., Salas, J. and Galera, J.M.
STABILITY ANALYSIS OF THE WORKING FACE SLOPE IN A LIGNITE OPEN PIT MINE
• Mohsen S. Masoudian, Hossein Zanganeh a, Alec M. Marshall and Charles M. Heron
GEOTECHNICAL CHARACTERISTICS OF SPOIL MATERIALS IN EUROPEAN OPEN PIT LIG-
NITE MINES
• Claudio Vanneschia, Jan Burdab, Lukáš Žižkab, Matthew Eyrea, Mirko Francionia, John
Coggan
IMPROVED UNDERSTANDING OF ACTIVE SLOPE INSTABILITY MECHANISMS IN LIGNITE
OPERATIONS

Congreso Internacional de Energía


A COUPLED PROBABILISTIC-NUMERICAL MODEL FOR THE
RELIABILITY-BASED DESIGN OF SLOPES

A. V. Deliveris
Centre for Research & Technology Hellas – Chemical Process & Energy Resources Institute (CERTH – CPERI)
I. E. Zevgolis
Democritus University of Thrace – Department of Civil Engineering (DUTH – DCE)
N.C. Koukouzas
Centre for Research & Technology Hellas – Chemical Process & Energy Resources Institute (CERTH – CPERI)

ABSTRACT
A coupled model combining the probabilistic Point Estimate Method (PEM) with the numerical Finite Element Method
(FEM), is proposed in the present work. Slope safety factor estimated by FEM stress analysis is used as model’s
performance function implemented within a PEM framework. Results of the developed methodology are compared
with a direct probabilistic Monte Carlo Simulation (MCS) slope stability model, evaluated by the Limit Equilibrium
Method (LEM). PEM seems to be a credible and efficient probabilistic method, particularly, when it is combined with
computationally exhaustive methods of analysis such as the FEM. The main benefit of the suggested approach is the
revelation of the varying slope safety level along an assumed slope shear surface, expressed either on deterministic
or probabilistic terms. Moreover, the global slope safety factor was calculated by the adopted method, and found to be
in a satisfactory agreement with the typical LEM computational framework.

1. INTRODUCTION
Slope safety has been traditionally based on the concept of Safety Factor (SF), a function that intimates a quantitative
reserve of secureness involved in a given engineering design (Duncan et al., 2014). Safety factor evaluation in slope
engineering state of practice – even nowadays – is most commonly performed by the Limit Equilibrium Method (LEM).
The main reason is the simplicity of the method and the confidence in its proper use, through the successful design
and operation of numerous slopes in both civil and mining engineering projects across the world. Οn the other hand,
this method presents some important drawbacks and shortcomings of inherent nature, and as such, they may not be
modified within their developed mathematic framework. Particularly, slope SF calculated by the LEM has exactly the
same value regardless the “nature” of the slope – in other words a cut slope made by an excavation procedure, an
embankment slope constructed by a bottom-up deposition process, and an existing natural slope, all three exhibit the
same SF (given that they all consist of the same material and have the same geometry) (Abramsson et al., 2002). This
is so, because limit equilibrium mathematical formulation completely ignores the developed stress field within a slope,
and, thus, is unable to make the appropriate distinction among the different stress distributions in these diverse type
of slopes.

The aforementioned drawbacks and limitations of LEM may be satisfactorily addressed by numerical analysis meth-
ods, such as the Finite Element Method (FEM), maybe the most versatile and widely used numerical analysis method
in geotechnical engineering (Chowdhury et al., 2009). FEM may, in a quite straightforward way, simulate the con-
struction process of either an excavated or an embankment slope, and, hence, simulate credibly the stress state
history of the soil. The ability to incorporate soil elasticity parameters of Young’s modulus E’ and Poisson’s ratio ν’ in
the calculations – additionally to the soil shear strength parameters c’ and φ’ and the unit weight γ’ – is leading to a
better approximation of the stress state inside the slope, and, thus, in a more accurate determination of its safety level
(Kulhawy et al., 1969). Nevertheless, use of FEM numerical models for the evaluation of slope stability does not itself
warrant a better slope design outcome. For the conduction of a meaningful and credible FEM slope stability analysis,
soil constitutive behavior should be well known and material model selection should be made with much caution. In
addition, interpretation of results requires a remarkable effort for the designer (Duncan, 1996). In the absence of an
obvious or a regulatory-based slope failure criterion, expressed either in terms of stresses or strains, conclusions
drawn from numerical analysis, and decisions made for slope design should be both accompanied by experience and
engineering intuitive sense.

Regardless of the selected computational method of slope safety level, a critical issue that is commonly ignored in
practical slope design, is the direct consideration of geotechnical uncertainty and variability. In most routine slope
designs, evaluation of slope SF, either via LEM or FEM models, is of deterministic nature, leading to fixed SF values
PEM‐FEM probabilistic‐numerical slope stability model 
and implying that the probability of slope failure is zero. However, it is firmly acknowledged that soil material properties
exhibit great variability, so this uncertainty is rational to have a direct impact on the SF value, which is also a random
Local and global slope safety factor 
and variable quantity (Baecher and Christian, 2003). Using probability theory concepts, the reliability of a slope may
At 
be disclosed, first, 
givinga  deterministic  FEM certainty
the engineer more slope  stability 
and confimodel 
PEM‐FEM probabilistic‐numerical slope stability model dence is in
created,  aiming  design.
the suggested to  utilize  the  ability 
When used withof  judgment,
geotechnical reliability analysis may enhance the credibility of slope design, since knowing both an approximate value
numerical analysis to approximate more accurately the actual stress state within a slope. Slope 
of slope safety factor, and an approximate value of its failure probability, is better than knowing more precisely either
Local and global slope safety factor 
formation by means of a typical excavation process is simulated through sequential removal of 
one alone (Duncan, 2000).
soil  layers,  which  are  represented  by  finite  elements  within  the  domain  of  a  finite  element 
At  first,  a  deterministic  FEM  slope  stability  model  is  created,  aiming  to  utilize  the  ability  of 
2. PEM-FEM mesh. Computed major and minor principal stresses σ
PROBABILISTIC-NUMERICAL SLOPE STABILITY 1 and σ 3 within the excavated slope may 
MODEL
numerical analysis to approximate more accurately the actual stress state within a slope. Slope 
be  utilized  for  the  calculation  of  normal  and  shear  stresses σn  and  τmob  along  a  potential  slip 
LOCAL AND
formation by means of a typical excavation process is simulated through sequential removal of 
GLOBAL SLOPE SAFETY FACTOR
surface. Since slope stability is foremost a plasticity problem, evaluation of stress state upon 
soil  layers,  which  are  represented  by  finite  elements  within  the  domain  of  a  finite  element 
distinct  potential  failure  planes  seems  to  be  a  rational  approach  for  safety  level  assessment 
At first, a mesh. Computed major and minor principal stresses σ
deterministic FEM slope stability model is created, aiming 1 and σ 3 within the excavated slope may 
to utilize the ability of numerical analysis to ap-
proximate(Holtz 
more
be 
and 
accurately
utilized 
Kovacs,  1981). 
for  the the actualComparing 
calculation stress statedeveloping 
of  normal  within stress 
a slope.
and  shear 
state 
Slope
stresses σ
upon  a  slip 
formation
n  and  τmobby
surface 
means
  along  of a with 
a  potential 
the excavation
typical
slip 
maximum available strength, slope safety level may be evaluated. Calculation of σ
simulated through sequential removal of soil layers, which are represented by finite elements  within the
process issurface. Since slope stability is foremost a plasticity problem, evaluation of stress state upon  n,i  and τ mob,i
domain offrom 
a finiteσ1,ielement
  and  σ3,i mesh.
at  i  different 
Computed locations  along 
major and the principal
minor slope’s  assumed 
stresses slip 
σ and surface  is  performed 
σ3 within the excavated slope
distinct 
may be utilized forpotential  failure ofplanes 
the calculation normalseems  to  be 
and shear a  rational 
stresses approach 
σn and for a1safety 
τmob along level 
potential assessment 
slip surface. Since slope
through Eq. 1 and 2 respectively.  
stability is(Holtz 
foremost and  a Kovacs, 
plasticity1981). 
problem,Comparing 
evaluationdeveloping  stress 
of stress state state 
upon upon 
distinct a  slip  surface 
potential failure planeswith  the 
seems to be a
maximum available strength, slope safety level may be evaluated. Calculation of σ
rational approach for safety level assessment (Holtz and Kovacs, 1981). Comparing developing
σslope
1, i + σ3, i
n,i and τ
stressmob,i   upon a
state
slip surface withσthe
from  1,i   maximum
and  σ 3,i   at  available
i  σ
strength,
different  =
locations 
n, i safety
along  the  level may
slope’s  be evaluated.
assumed 
(1) slip  Calculation
surface  is  of σ
performed 
n,i
and τmob,i from
σ1,i and σ3,i at i different locations along the slope’s assumed
through Eq. 1 and 2 respectively.   2 slip surface is performed through Eq. 1 and 2 respectively.

τσ
mob, i =
σσ1,1, ii ‐+σσ3,3,i i (2)
n, i = (1)
22
Regarding  the  determination  of  the  maximum  available  strength  along  a  potential  failure 
σ1, i ‐ σ3, i
surface, this may be credibly estimated by means of the Mohr‐Coulomb failure criterion, and 
τmob, i = (2)
2
the soil shear strength parameters of cohesion c’ and friction angle φ’ through Eq. 3. The value 
of  normal  stress  on  the  shear  surface  is  assumed  to  be  the  same  in  both  equilibrium  and 
Regarding 
Regardingfailure  the  determination 
the determination oflocal 
the maximum of  the  maximum 
available available  astrength  along  a surface,
potential 
thisfailure 
states.  Thus,  slope  safety  factor strength
may  be alongevaluated potential
from failure
the  comparison  of may
the be credibly
estimatedsurface, this may be credibly estimated by means of the Mohr‐Coulomb failure criterion, and 
by means of the Mohr-Coulomb failure criterion, and the soil shear strength parameters of cohesion c’ and
mobilized shear stress and the maximum developing shear strength along selected i locations 
friction angle φ’ through Eq. 3. The value of normal stress on the shear surface is assumed to be the same in both
the soil shear strength parameters of cohesion c’ and friction angle φ’ through Eq. 3. The value 
equilibriumupon 
and a  potential 
failure failure  surface 
states. according  to  Eq. may
4.  In bethis  way,  local  slope  stability  level the
is  mobilized
of  normal  stress  on Thus, local slope
the  shear  safety
surface  factor
is  assumed  to  be evaluated
the  same from the comparison
in  both  equilibrium ofand 
conveniently revealed, a fact that LEM models completely obscure, considering implicitly that 
shear stress and the maximum developing shear strength along selected i locations upon a potential failure surface
failure  states.  Thus,  local  slope  safety  factor  may  be  evaluated  from  the  comparison  of  the 
accordinglocal safety factors at any point along the slope shear surface are the same as the global safety 
to Eq. 4. In this way, local slope stability level is conveniently revealed, a fact that LEM models completely
mobilized shear stress and the maximum developing shear strength along selected i locations 
obscure, considering implicitly
factor.  However,  the that local safety
suggested  factors
method  at any
may  also point
easily along thethe 
yield  slope shear
global  surface
slope  arefactor 
safety  the same as the
upon 
global safety a  potential 
factor. However, failure  surface  according 
the suggested method may to  also
Eq.  4.  In  this 
easily yieldway,  local  slope 
the global slope stability  level 
safety factor is 
through Eq. 5,
by simply through 
dividing Eq. summations
the 5,  by  simply 
of dividing 
the maximumthe  summations 
and mobilized of  the  strengths
shear maximum upon
conveniently revealed, a fact that LEM models completely obscure, considering implicitly that 
and the
mobilized 
slip shear 
surface.
strengths upon the slip surface. 
local safety factors at any point along the slope shear surface are the same as the global safety 
factor.  However,  the  suggested 
τ max, i method 
= σ n, i may 
tanφ' also +easily 
c' yield  the  global  slope  safety  factor 
(3)
through  Eq.  5,  by  simply  dividing  the  summations  of  the  maximum  and  mobilized  shear 
strengths upon the slip surface. 
τ max, i
SF L, i =
τ max, i = στn,mob,
i  tanφ' + c' (4)
i
(3)

n τ max, i
SF L, i = τmax, i (4)
SFG = i=1 τ mob, i
n (5)
n τmob, i
 τmax, i
i=1
i=1
SFG = n
(5)
 τmob, i
i=1

 
Herein, selection of the 
Herein, selection of the 
Herein, selection of the  potential slip surface is based on the assumption 
potential slip surface is based on the assumption 
potential slip surface is based on the assumption  that this shall pass 
that this shall pass 
that this shall pass 
Herein, selection of the  potential slip surface is based on the assumption  that this shall pass 
through the slope region, where the applied shear stresses are highest. This assumption may 
through the slope region, where the applied shear stresses are highest. This assumption may 
through the slope region, where the applied shear stresses are highest. This assumption may 
through the slope region, where the applied shear stresses are highest. This assumption may 
not  necessarily  lead  to  the  most  critical  slip  surface,  Selection  of  slope  slip  surface  based  on 
not not 
not  necessarily 
necessarily 
necessarily  lead 
lead  to  to 
lead  to the 
the  the most 
most 
most  critical 
slip slip 
critical 
critical  slip surface, 
surface, 
surface,  Selection 
Selection 
Selection  of 
of slope 
slip slip 
slope 
of  slope  slip surface 
surface 
surface  based 
on on 
based 
based  on 
the above approach, maybe, is possible to not correspond to the critical one, however, finding 
the above approach, maybe, is possible to not correspond to the critical one, however, finding 
the above approach, maybe, is possible to not correspond to the critical one, however, finding 
the above approach, maybe, is possible to not correspond to the critical one, however, finding 
the slope’s shear surface with the lowest safety factor is not the scope of the present study.  
the slope’s shear surface with the lowest safety factor is not the scope of the present study.  
the slope’s shear surface with the lowest safety factor is not the scope of the present study.  
Herein,the slope’s shear surface with the lowest safety factor is not the scope of the present study.  
selection of the potential slip surface is based on the assumption that this shall pass through the slope region,
where the Local and global slope failure probability 
applied shear stresses are highest. This assumption may not necessarily lead to the most critical slip sur-
Local and global slope failure probability 
Local and global slope failure probability 
Local and global slope failure probability 
face, Selection of slope slip surface based on the above approach, maybe, is possible to not correspond to the critical
one, however,
The  fiPoint 
nding the slope’sMethod 
Estimate  shear surface
(PEM) with
is  the lowest
utilized  safety for 
herein  factor is not
the  the scope
estimation  of ofthe 
the present
variant  study.
The 
The The  Point 
Point 
Point  Estimate 
Estimate 
Estimate  Method 
Method 
Method  (PEM) 
(PEM) 
(PEM)  is  is 
is  utilized 
utilized 
utilized  herein herein  for for 
herein  the the 
for  the  estimation 
estimation 
estimation  of  of of  the 
the  the  variant 
variant 
variant 
performance 
performance  function 
function  in 
in  selected 
in  selected  discrete 
discrete  points 
points  of  the  independent  random  variables 
performance 
performance 
Local and global slope function 
function 
failurein  selected 
selected 
probability discrete 
discrete  points  points  of  of 
of  the 
the  the  independent 
independent 
independent  random 
random random  variables 
variables 
variables 
(Rosenblueth, 1975). For the case developed, performance function Y represents slope safety 
(Rosenblueth, 1975). For the case developed, performance function Y represents slope safety 
(Rosenblueth, 1975). For the case developed, performance function Y represents slope safety 
(Rosenblueth, 1975). For the case developed, performance function Y represents slope safety 
The Point factor either in a local or a global form, and the independent random variables X
Estimate Method (PEM) is utilized herein for the estimation of the variant performance
factor either in a local or a global form, and the independent random variables X
factor either in a local or a global form, and the independent random variables X 1 and X
11 and X
 and X 2 typify 
function
 typify in selected
22 typify 
factor either in a local or a global form, and the independent random variables X 1 and X 2 typify 
the soil shear strength random variables. PEM was chosen among other probabilistic methods, 
discrete points of the independent random variables (Rosenblueth,
the soil shear strength random variables. PEM was chosen among other probabilistic methods, 
the soil shear strength random variables. PEM was chosen among other probabilistic methods,  1975). For the case developed, performance func-
the soil shear strength random variables. PEM was chosen among other probabilistic methods, 
tion Y represents
due  slope
to  its  safety efficiency, 
great  factor eithersince  in a local or a global
reliable  results  form,
are  and the independent
derived  with  a  random
small  variables
number  of  X1 and X2
due 
due due  to 
its its 
to 
to shear its  great 
great great  efficiency, 
efficiency, 
efficiency,  since 
since 
since  reliable 
reliable 
reliable  results 
results results  are are 
are  derived 
derived 
derived  with with 
with  a a  small 
a  small  small  number 
number number  of  of 
of 
typify the soil
performance  strength
function random variables.
realizations  PEM 1987). 
(Harr,  was chosen
For  among
two  other
random  probabilistic
variables,  the  methods,
performance  due to its great
performance 
performance 
performance 
efficiency, since reliable function 
function 
function 
results realizations 
realizations 
realizations 
are derived(Harr, 
with (Harr, 
(Harr,  1987). 
1987). 
a 1987). 
small For For 
number For 
two two 
two 
of random 
random 
random 
performance variables, 
variables, 
variables, 
function the  the 
the  performance 
performance 
performance 
realizations (Harr, 1987). For
two random function’s Y estimation points 
function’s Y estimation points 
function’s Y estimation points 
variables, the performance XX
X , X
1+, X
, X  are given from Eq. 6 and 7, where μ
2+ are given from Eq. 6 and 7, where μ
 are given from Eq. 6 and 7, where μ , μ
X1, μ
, μ indicate the 
X2 indicate the 
indicate the 
function’s Y estimation points  X1+function’s
, X
1+1+ 2+ Y estimation points X1+, X2+ are given
2+ are given from Eq. 6 and 7, where μ
2+ X1, μ X1from
X1 X2 Eq. 6 and 7, where μX1,
X2  indicate the 
X2 
μX2 indicatemeans, and σ
the means,
means, and σ
means, and σ and, σX2X2
X1, σ σ  the standard deviations of random variables X
, σX2 the standard deviations of random variables
X2 the standard deviations of random variables X
1 and X  respectively.  
X1 2and
11 and X X2 respectively.
2 respectively.  
means, and σ X1, σX1X2, σ
X1  the standard deviations of random variables X
 the standard deviations of random variables X
X1 1 and X and X 2 respectively.  
2 respectively.  

X1+ ==μμμX1X1 + σX1     (6) 


X1+XX=11++μ=X1 σ+X1+σ σX1 X1       
+ X1 (6) (6) 
(6) 
X2‐ == μμμX2X2 ‐‐‐σσσ X2     (7) 
X2‐X=X22‐μ‐=X2 ‐ σX2X2   X2X2          (7) (7) 
(7) 
Then, evaluation of the performance function 
Then, evaluation
Then, evaluation of the performance function 
Then, evaluation of the performance function 
Then, evaluation of the performance function  YYY, in combinations of discrete point locations, at 
of the performance function Y, in combinations, in combinations of discrete point locations, at 
of discrete point locations, at one standard deviation
, in combinations of discrete point locations, at 
Y, in combinations of discrete point locations, at 
above andone standard deviation above and below the mean are given by Eq. 8, 9, 10 and 11. 
below the mean are given by Eq. 8, 9, 10 and 11.
one standard deviation above and below the mean are given by Eq. 8, 9, 10 and 11. 
one standard deviation above and below the mean are given by Eq. 8, 9, 10 and 11. 
one standard deviation above and below the mean are given by Eq. 8, 9, 10 and 11. 

 
Y + + = Y XXX1+1+
Y + Y+Y=+++Y+==YXY1+,X
,X2 +   (8) 
+,X22 ++     (8) (8) 
2 ,X
1+ (8) 

 
Y + ‐ = Y XXX1+1+
Y + Y‐Y=++Y‐ ‐==YXY1+,X
,X2 ‐  
2,X
(9) 
‐,X2 2‐ ‐     (9) (9) 
1+ (9) 

Y YY= Y==YXY ,X       


Y = Y XXX ,X
‐+ ,X
,X 1‐ 2 + (10) 
(10) 
(10) 
‐ + ‐ ‐++ 1‐ 1‐
21‐+ 22++ (10) 

Y ==YYY XXX ,X,X    


Y YY= Y= X ,X ,X   (11) 
‐‐ 1‐ 2 ‐
‐ ‐ ‐ ‐‐ ‐ 1‐ 1‐21‐‐ 22‐ ‐ (11) 
(11) 
(11) 

Interrelation 
Interrelation between 
betweenbetween 
random random 
variables may variables  may 
be included be 
bybe  included 
weighting by 
factors weighting  factors 
P, if thefactors 
coeffi cient PPof
, , , the 
if 
linearthe 
the correlation
Interrelation 
Interrelation 
Interrelation  between 
between  random 
random 
random  variables 
variables 
variables  may 
may may 
be  be  included 
included 
included  by  by 
by  weighting 
weighting 
weighting  P,  Pif 
factors 
factors  if 
if  the 
ρ is known. coefficient of linear correlation 
Weighting factors are obtained
coefficient of linear correlation  ρ  is known. Weighting factors are obtained by Eq. 12 and 13. 
by Eq. 12 and 13.
coefficient of linear correlation ρρ is known. Weighting factors are obtained by Eq. 12 and 13. 
 is known. Weighting factors are obtained by Eq. 12 and 13. 
coefficient of linear correlation ρ is known. Weighting factors are obtained by Eq. 12 and 13. 

  1+1ρ1+X1,
  P + + = P ‐ ‐‐===0.25 0.25  1 ++ρρρX1, X1, X2   
     P + P+P=+++P+==‐ ‐PP=‐ ‐‐0.25
0.25  X2 X2       
X2X1,
(12) 
(12) 
(12) 
(12) 

0.25111‐‐‐ρρρX1,
P +‐‐‐===PPP‐‐‐+++===0.25 X1, X2   
P + P‐P=++P ‐ + = 0.250.25   1 ‐ ρX1, X2X1,  X2 X2       (13) 
(13) 
(13) 
(13) 
First statistical moments of the performance function 
First statistical moments of the performance function 
First statistical moments of the performance function 
First statistical moments of the performance function  YYY, which correspond to the mean 
, which correspond to the mean 
, which correspond to the mean 
Y, which correspond to the mean  μμμYYY and 
μY and 
 and 
 and 
variance 
First statistical Var
moments   are 
of thecalculated 
performance through  function Eq.  14 
Y, and 
which 15  correspondingly. 
correspond to the Performance 
mean μ and function’s 
variance VarY are cal-
variance  VarVar
variance 
variance  Var YY   are 
  are Y are  calculated 
calculated 
calculated  through  through 
through  Eq. Eq.  14 14 
Eq.  14 and 
and  15 15 
and  15 correspondingly. 
correspondingly. 
correspondingly.  Performance 
Performance 
Performance 
Y function’s 
function’s 
function’s 
culated through Eq.Y14 and 15σcorrespondingly.
standard deviation  Performance
 is readily obtained from the square root of its variance  function’s standard deviation
Var σ .  is readily obtained from
the square
standard deviation 
standard deviation 
standard deviation 
root of its variance
σσVar
Y  is readily obtained from the square root of its variance Var
YY is readily obtained from the square root of its variance 
σY is readily obtained from the square root of its variance 
. .  YYY. . 
VarYVar Y

Y
μY = P + +  Y + + + P + ‐  Y + ‐ + P ‐ +  Y ‐++++++PPP‐‐‐‐‐‐YYY ‐‐‐‐‐‐            (14) 
μY =μμYPY ==+ P+P+Y++++Y+Y+++P+++++P‐P Y++‐ +‐Y‐Y+++P‐ ‐+‐++PP Y‐ ‐++‐+YY+‐ ‐P ‐ ‐ Y ‐ ‐             (14) (14) 
(14) 
2 2 2 2 2
Var Y = [P + +  (Y 2+ +)22 + P + ‐  (Y2+ ‐)22 + P ‐ +  (Y2‐ +)22 + P ‐ ‐  (Y2 ‐ ‐)22 ] 2 μ2Y2    (15) 
VarVar
YVar Y ==+[P
= Y[P [P +++((Y
+ +(+Y ) +++++))P+++P‐P +(+Y‐ ‐+((Y‐Y) +++‐)‐)P+‐++PP ‐(‐Y++‐((+YY) ‐ ‐+++))P+‐+‐PP (‐ Y‐‐ ‐‐((‐Y)Y ‐]‐‐)‐) ]μ]
+Y Y
μ
  μYY
     (15) 
(15) 
(15) 

Knowing the two first statistical moments of the performance function Y, reliability index β, assuming that Y follows a
normal distribution, is calculated from Eq. 16. Failure probability PF and its complement magnitude of reliability R are
computed by Eq. 16 and 17. 4 

4  4 
 
    
PF = 1 ‐ NORMSDIST  β     (16) 

  R = 1 ‐ PF      (17) 
Knowing  the  two  first  statistical  moments  of  the  performance  function  Y,  reliability  index  β, 
assuming that  Y follows a normal distribution, is calculated from Eq. 16. Failure probability  PF 
Case example 
and its complement magnitude of reliability R are computed by Eq. 16 and 17. 
In order to illustrate the proposed methodology, a case example of an idealized homogeneous 
PF = 1 ‐ NORMSDIST  β     (16) 
slope  is  utilized.  The  final  (after  six  sequential  excavation  stages  of  one  meter  each)  slope 
  R = 1 ‐ PF      (17) 
under examination is depicted in Figure 1.  
Case example 
CASE EXAMPLE
In order to illustrate the proposed methodology, a case example of an idealized homogeneous 
In order to illustrate the proposed methodology, a case example of an idealized homogeneous slope is utilized. The
final (afterslope  is  utilized. 
six sequential The  final stages
excavation (after  six  sequential 
of one excavation 
meter each) stages 
slope under of  one  meter 
examination each)  slope 
is depicted in Figure 1.
under examination is depicted in Figure 1.  

 
 
Figure 1. Excavated slope idealized case example 
Figure 1. Excavated slope idealized case example 
Slope height raises to H=6 m, and its inclination is a=45⁰. Geotechnical parameters are all given 
in Table I.  
Slope height raises to H=6 m, and its inclination is a=45⁰. Geotechnical parameters are all given 
Figure 1. Excavated slope idealized case example

in Table I.   Table I. Soil material geotechnical properties 
Slope height raises to H=6 m, and its inclination is a=45⁰. Geotechnical parameters are all given in Table I.
Geotechnical  φ’ (⁰)  c’ (KPa)  γ’ (ΚΝ/m3)  E’ (KPa)  ν’ (⁰)  ψ (⁰) 
properties Table25 
I. Soil material
10  geotechnical
18  properties
Table I. Soil material geotechnical properties 
50,000  0.3  0 
 
Geotechnical  φ’ (⁰)  c’ (KPa)  γ’ (ΚΝ/m3)  E’ (KPa)  ν’ (⁰)  ψ (⁰) 
Calculation  of  the  initial  stress  field  (before  the  excavations)  is  based  on  at‐rest  conditions 
properties  25  10  18  50,000  0.3  0 
using  the  well‐known  Jaky's  formula  K0=1  –  sinφ’  (Jaky,  1948).  A  Mohr‐Coulomb  constitutive 
  model was chosen to simulate soil behavior, keeping in mind that most of the soils in practice 
Calculation of the
tend,  initial
even  stress
after  field to 
failure,  (before
retain the excavations)
the  is basednormal 
ability  of  carrying  on at-rest conditions
stresses,  and using
behave theperfect 
well-known Jaky’s
Calculation plastically (Lambe and Whitman, 1969). Computation of local slope stability is performed upon 
formula K 0of  the  initial  stress  field  (before  the  excavations)  is  based  on  at‐rest  conditions 
=1 – sinφ’ (Jaky, 1948). A Mohr-Coulomb constitutive model was chosen to simulate soil behavior, keeping
in mind that most of the soils in practice tend, even after failure, to retain the ability of carrying normal stresses, and
using behave
the  well‐known 
perfect plastically Jaky's 
(Lambeformula 
and Whitman,K0=1  –  sinφ’ 
1969). (Jaky, of1948). 
Computation local slope A  Mohr‐Coulomb 
stability is performed constitutive 
ten selected stress points (K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T), forming a fictitious potential slip surface.  upon ten
selected PLAXIS  2D  software 
stress points (K, L, M, was 
N, O,utilized 
P, Q, R, for  the 
S, T), implementation 
forming of  the  model 
a fictitious potential (Plaxis 
slip surface. bv.,  2017). 
PLAXIS 2D software was
model was chosen to simulate soil behavior, keeping in mind that most of the soils in practice 
Statistical 
utilized for parameters of of 
the implementation therandom  variables 
model (Plaxis involved, 
bv., 2017). as  well 
Statistical as  essential 
parameters for  the 
of random PEM  involved,
variables
tend,  even calculations 
as well as after  failure, 
essential forinput to 
the PEM retain  the 
calculations
data,  are  all  ability 
input
shown  data, of  carrying 
are
in  Table all shown normal 
in Table
II.  Geotechnical  II. stresses, variability, 
Geotechnical
parameters'  and  behave 
parameters’ perfect 
variabil-
ity, expressed by means of the coeffi cient of variation COV, was based on indicative
expressed by means of the coefficient of variation  COV, was based on indicative values from  values from the literature (Lee
plastically (Lambe and Whitman, 1969). Computation of local slope stability is performed upon 
et al., 1983). Τhe remaining parameters are addressed as deterministic with fixed values. For the sake of simplicity,
statisticalthe literature (Lee et al., 1983). Τhe remaining parameters are addressed as deterministic with 
ten selected stress points (K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T), forming a fictitious potential slip surface. 
homogeneity is assumed, so random properties of soil exhibit constant variability across the model domain.
It should fixed 
be kept values. 
in mindFor thatthe 
soilsake  of variability,
spatial simplicity,  statistical  to
if necessary homogeneity 
be incorporated is  assumed, 
in a model,so  random 
shall require a greatly
PLAXIS  2D  properties 
sufficient software 
amount of  was 
of laboratory utilized 
soil  exhibit 
and ficonstant for variability 
eld data, the atimplementation 
where across 
most the practical
of the of  the 
model  domain.  model 
It  should 
circumstances not(Plaxis 
are be  kept  in  bv., 
available (Chowd-2017). 
hury and A-Grivas, 1982).
Statistical  parameters  of  random  variables  involved,  as  well  as  essential  for  the  PEM 

calculations   input  data,  are  all  shown  in  Table  II.  Geotechnical  parameters'  variability, 
expressed by means of the coefficient of variation  COV, was based on indicative values from 
the literature (Lee et al., 1983). Τhe remaining parameters are addressed as deterministic with 
fixed  values.  For  the  sake  of  simplicity,  statistical  homogeneity  is  assumed,  so  random 
mind  that  soil  spatial  variability,  if  necessary  to  be  incorporated  in  a  model,  shall  require  a 
ased on the deterministic FEM analysis results (Table III), it is observed that local safety factor
Table II. PEM‐FEM coupled model input data 
greatly  sufficient  amount  of  laboratory 
ncreases with the distance from  and  field  data,  where  at  most  of SFthe  practical 
  μ  the slope foot, where its minimum value of 
σ  COV  X+  X‐  P++=P‐‐  P+‐=P‐+  ρ  K  (1)  =1.103  is
circumstances are not available (Chowdhury and A‐Grivas, 1982). 
ustrated.  Concerning  c’ (KPa) 
overall  10 stability, 
3  0.3 global  slope 
13  7  safety  factor  is  equal  to  SFG=1.418,
0.125  0.375  ‐0.5 
φ’ (⁰)  25  5  0.2  30  20 
ndicating  stability  conditions,  fairly  far  from  the  slope  ultimate  limit  states.  For  validation
Table II. PEM‐FEM coupled model input data 
Results  Table II. PEM-FEM coupled model input data
urposes, global safety factor of the examined slope are calculated by a LEM Spencer’s model
  μ  σ  COV  X+  X‐  P++=P‐‐  P+‐=P‐+  ρ 
Based on the deterministic FEM analysis results (Table III), it is observed that local safety factor 
a Slide 7.0 software, yielding a value of  SF G=1.422 (Rocscience Inc., 2017). 
c’ (KPa)  10  3  0.3  13  7 
increases with the distance from 
φ’ (⁰) 
the slope foot, where its minimum value of 
25  5  0.2  30  20 
0.125  0.375  ‐0.5  SFK  (1)  =1.103  is 
Table III. Slope stress states distribution and local safety factors  
illustrated.  Concerning  overall  stability,  global  slope  safety  factor  is  equal  to  SFG=1.418, 
Results RESULTS
indicating 
Based on stability 
i (‐) 
conditions, 
the deterministic
x (m)  y (m) 
fairly 
FEM analysis
σ
far σ(Table
results from  the 
III), it isslope  ultimate 
observed that locallimit 
safety states.  For  validation 
factor increases with the
1΄ (KPa)  3΄ (KPa)  σ n (KPa)   τmob (KPa)  τmax (KPa)  SFL,i 
distance from the slope foot, where its minimum value of SFK (1) =1.103 is illustrated. Concerning overall stability, global
Based on the deterministic FEM analysis results (Table III), it is observed that local safety factor 
purposes, global safety factor of the examined slope are calculated by a LEM Spencer’s model 
K (1)  4.72 
slope safety 4.22 to SFG43.733 
factor is equal =1.418, indicating5.008  24.371 fairly far19.363 
stability conditions, from the slope 21.364 
ultimate limit 1.103 
states.
increases with the distance from 
via Slide 7.0 software, yielding a value of 
L (2)  5.88 
For validation purposes,4.39  50.537 
global safety the slope foot, where its minimum value of 
factor of theSF G=1.422 
12.045 
examined (Rocscience Inc., 2017). 
slope 31.291 
are calculated19.246  24.591 
by a LEM Spencer’s SFK  via
model =1.103 
1.278 
(1)  Slide is 
7.0 software, yielding a value of SFG=1.422 (Rocscience Inc., 2017).
illustrated. 
M (3)  Concerning 
7.02  4.67 overall  stability,  14.864 
57.280  global  slope  safety  21.208 
36.072  factor  is  equal 
Table III. Slope stress states distribution and local safety factors  
26.821 to  SF G=1.418, 
1.265 
N (4)  8.10  5.09 
indicating  stability  conditions,  60.509  15.869  38.189  22.320 
Table III. Slope stress states distribution and local safety factors 27.808  1.246 
fairly  far  from  the  slope  ultimate  limit  states.  For  validation 
O (5)  i (‐)  9.15 x (m)  5.61 
y (m)  60.400 
σ1΄ (KPa)  15.969 
σ3΄ (KPa)  σ38.185 
n (KPa)  
22.216 
τmob  27.806  SFL,i1.252 
(KPa)  τmax (KPa)   
purposes, global safety factor of the examined slope are calculated by a LEM Spencer’s model 
P (6)  K (1) 10.11 4.72  6.31 4.22  55.076 43.733  13.467 
5.008  34.272 
24.371  20.805  21.364 
19.363  25.981  1.103 
1.249 
via Slide 7.0 software, yielding a value of 
Q (7)  L (2) 10.82 5.88  7.07 4.39  46.156 50.537  SF G =1.422 
13.467 
12.045  (Rocscience Inc., 2017). 
29.812 
31.291  16.345  24.591 
19.246  23.901  1.278 
1.462 
R (8) M (3) 11.52 7.02  4.67  36.658 
7.79  57.280  14.864 
12.145  36.072 
24.402  21.208 
12.257  26.821  21.379  1.265 
1.744 
Table III. Slope stress states distribution and local safety factors  
S (9)  N (4) 12.17 8.10  5.09 
8.63  60.509 
23.861  15.869 
10.327  38.189 
17.094  22.320 
6.767  27.808 
17.971  1.246 
2.656 
T (10)  O (5)  9.15  5.61  60.400  15.969  38.185  22.216  27.806  1.252 
i (‐)  12.56 
P (6)  x (m) 
10.11 
9.62 
y (m) 
6.31 
9.402 
σ1΄ (KPa) 
55.076  σ4.819 
3΄ (KPa) 
13.467  σ7.111 
n (KPa)  
34.272 
2.292 
τmob  (KPa)  τmax
20.805 
13.316 
 (KPa)  5.811 
SFL,i 
25.981  1.249 
K (1) 
Q (7)  4.72  10.82  4.22  7.07  43.733 
46.156  5.008 
13.467  24.371  16.345 
29.812  19.363  21.364  1.462 
23.901  1.103 
L (2) 
R (8)  5.88  11.52  4.39  7.79  50.537 
36.658  12.045 
12.145  31.291  12.257 
24.402  19.246  24.591  1.744 
21.379  1.278 
nalysis results regarding the variation of local safety factors, and the associated reliability are
M (3) 
S (9)  7.02  12.17  4.67  8.63  57.280 
23.861  14.864 
10.327  36.072 
17.094  21.208 
6.767  26.821  2.656 
17.971  1.265 
N (4) 
T (10)  8.10  12.56  5.09  60.509  15.869  38.189 
abulated in Table IV. As expected, local slope failure probability decreases with the distance
9.62  9.402  4.819  7.111  22.320 
2.292  27.808  5.811 
13.316  1.246 
  O (5)  9.15  5.61  60.400  15.969  38.185  22.216  27.806  1.252 
om the toe, where its maximum value is equal to 
P (6)  results
10.11  6.31  55.076  13.467 
PF K  (1)  =5.324%. At the slope’s crest, local
Analysis regarding the variation of local safety factors, and34.272 
the associated 20.805  25.981  in Table
reliability are tabulated 1.249 
IV.
ailure probability is extremely low and equal to 
failure probability decreases13.467  PF =0.0003%
Analysis results regarding the variation of local safety factors, and the associated reliability are 
AsQ (7) 
expected,10.82 
local slope 7.07  46.156  29.812 
T (10) 
with the distance . 
16.345 
from the toe, 23.901 value 1.462 
where its maximum is equal
to R (8)  11.52 At the7.79 
PFK (1) =5.324%. slope’s crest, local failure probability
36.658  12.145  is extremely
24.402  low and equal to PFT 21.379 
12.257  =0.0003%.1.744 
tabulated in Table IV. As expected, local slope failure probability decreases with the distance  (10)

S (9)  12.17  Table IV. Local slope safety factors variability and reliability 


8.63 Table IV.
23.861 
from the toe, where its maximum value is equal to  10.327  17.094 =5.324%
PF
Local slope safety factors variability
6.767  17.971  2.656 
. At the slope’s crest, local 
K  (1)  and reliability
T (10)  12.56  9.62  9.402  4.819  7.111  2.292  13.316  5.811 
failure probability is extremely low and equal to 
i (‐)  x (m)  y (m)  μ (‐)  σ (‐)  PFCOV T (10) =0.0003%βL,i  .  PFL,i (%)  RL,i (%) 
 
K (1)  4.72  4.22  1.168  0.104  0.089  1.614  5.324  94.676 
Table IV. Local slope safety factors variability and reliability 
L (2)  5.88  4.39  1.297  0.142  0.110  2.085 
Analysis results regarding the variation of local safety factors, and the associated reliability are  1.853  98.147 
M (3) i (‐)  7.02  x (m)  4.67 
y (m)  1.289 μ (‐)  0.141 
σ (‐)  0.109 
COV  2.055 
βL,i  PFL,i1.995 
 (%)  98.005 
RL,i (%) 
tabulated in Table IV. As expected, local slope failure probability decreases with the distance 
N (4) K (1)  8.10  4.72  5.09 4.22  1.269 
1.168  0.137 
0.104  0.108 
0.089  1.614 1.965  5.324  2.471  94.676  97.529 
from the toe, where its maximum value is equal to 
O (5) L (2)  9.15  5.88  5.61 4.39  1.272 
1.297  0.138 
0.142  0.109  PF K 
0.110  2.085  =5.324%
1.966  1.853 
(1)  . At the slope’s crest, local 
2.463  98.147  97.537 
failure probability is extremely low and equal to 
P (6) M (3) 10.11  7.02  6.31 4.67  1.329  0.141  PF
1.289  0.153  T (10) =0.0003%
0.109 
0.115  2.055  . 1.583  98.005 
2.149  1.995  98.417 
N (4)  8.10  5.09  1.269 
Q (7)  10.82  7.07  1.465  0.197  0.135  2.355  0.137  0.108  1.965  2.471 
0.925  97.529 
99.075 
O (5)  Table IV. Local slope safety factors variability and reliability 
9.15  5.61  1.272 
R (8)  11.52  7.79  1.722  0.294  0,171  2.452  0.138  0.109  1.966  2.463 
0.711  97.537 
99.289 
P (6)  10.11  6.31  1.329  0.153  0.115  2.149  1.583  98.417 
S (9)  12.17  8.63  2.566  0.604  0.236  2.591  0.479  99.521 
i (‐) 
Q (7)  x (m) 
10.82  y (m)  μ (‐)  0.197 
7.07  1.465  σ (‐)  0.135 
COV  2.355  βL,i  PFL,i (%)  99.075 
0.925  RL,i (%) 
T (10)  12.56  9.62  5.855  1.080  0.184  4.495  0.0003  99.9997 
R (8)  4.72 
K (1)  11.52  4.22 7.79  1.168 
1.722  0.294 
0.104  0,171 
0.089  2.452 1.614  0.711 5.324  99.289  94.676 
S (9)  5.88 
L (2)  12.17  4.39 8.63  1.297 
2.566  0.604   
0.142  0.236 
0.110  2.591 2.085  0.479 1.853  99.521  98.147 
T (10)  7.02 
M (3)  12.56  4.67 9.62  1.289 
5.855  1.080 
0.141  0.184 
0.109  4.495 2.055  0.0003 
1.995  99.9997 98.005 
omparison  of  results 
Comparison of results derived 
N (4) 
derived fromfrom  the 
the combined combined 
PEM-FEM model, PEM‐FEM 
with relevantmodel, 
  0.108  1.965  2.471  outcomes with  relevant 
from a coupled outcomes
MCS-LEM
model regarding global8.10  5.09  are1.269 
slope reliability displayed0.137 
in Table V. 97.529 
om a coupled MCS‐LEM model regarding global slope reliability are displayed in Table V.  
O (5)  9.15  5.61  1.272  0.138  0.109  1.966  2.463  97.537 
Comparison  of  results  derived  from  the  combined 
P (6)  10.11  6.31  1.329  0.153  0.115  2.149  PEM‐FEM  model, 
1.583 with  relevant 
98.417  outcomes 
from a coupled MCS‐LEM model regarding global slope reliability are displayed in Table V.  
Q (7)  10.82  7.07  1.465  0.197  0.135  2.355  0.925  99.075 
R (8)  11.52  7.79  1.722  0.294  0,171  2.452  0.711  99.289 
S (9)  12.17  8.63  2.566  0.604  0.236  2.591  0.479  99.521 
T (10)  12.56  9.62  5.855  1.080  0.184  4.495  0.0003  99.9997 
Table V. PEM-FEM modelTable V. PEM‐FEM model compared to MCS‐LEM model results  
compared to MCS-LEM model results

  μ (‐)  σ (‐)  COV (‐)  β (‐)  PFG (%)  RG (%) 


PEM‐FEM  1.445  0.176  0.122  2.531  0.568  99.432 
MCS‐LEM  1.417  0.190  0.134  2.193  1.414  98.586 
 
A very good agreement between different models is observed with regards to the statistical moments of the safety
A  very 
factors,good  agreement 
even though between 
the same different 
does not hold models 
true for their failureis  observed 
probabilities, with theregards 
where differenceto  the  to
seems statistical 
be no-
teworthy.
moments  of  the  safety  factors,  even  though  the  same  does  not  hold  true  for  their  failure 
3. CONCLUSIONS
probabilities, where the difference seems to be noteworthy. 
The presented coupled PEM-FEM model intimates the different safety levels along potential slip surfaces, both in de-
terministic (SFL,i) and probabilistic (PFL,i) terms, contrary to typical MCS-LEM models, assuming that local slope safety
Conclusions 
level is equal to the global, everywhere along the slip surface. Moreover, the global slope safety level is also demons-
trated, shown to be in a very close agreement from a deterministic point of view (SFG), and in satisfactory accordance
The  presented 
regarding coupled 
the reliability (PFG)PEM‐FEM 
aspect of the model 
problem.intimates  the  different 
Finally, it is anticipated that thesafety  levels 
presented along may
methodology potential 
also
be used for the probabilistic simulation of progressive failure in slopes. However, further reference in this topic is avoi-
slip surfaces, both in deterministic ( SFL,iunder
ded in the present work, since this issue is still ) and probabilistic (
research. PFL,i) terms, contrary to typical MCS‐
LEM models, assuming that local slope safety level is equal to the global, everywhere along the 
4. REFERENCES
slip 
5. surface.  Moreover,  the  global  slope  safety  level  is  also  demonstrated,  shown  to  be  in  a 
very close agreement from a deterministic point of view (
• Abramson, L.W., Lee, T.S., Sharma, S., and Boyce, G.M. 2002. Slope SF
G), and in satisfactory accordance 
stability and stabilization methods. 2nd edn.
New York, John Wiley & Sons.
regarding the reliability (PFG) aspect of the problem. Finally, it is anticipated that the presented 
• Baecher, G.B., and Christian, J.T. 2003. Reliability and statistics in Geotechnical Engineering. 1st edn. Chichester,
methodology may also be used for the probabilistic simulation of progressive failure in slopes. 
John Wiley & Sons.
However, further reference in this topic is avoided in the present work, since this issue is still 
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6. ACKNOWLEDMENTS
This work has been funded by the European Commission through the Research Fund for Coal and Steel (RFCS) and
the Contract RFCR-CT-2015-00001 SLOPES. Financial assistance by the European Commission is greatly appreci-
ated.
STABILITY ANALYSIS OF THE WORKING FACE SLOPE IN A LIGNITE
OPEN PIT MINE
Pozo, V. Subterra Ingeniería
De Paz, D. Subterra Ingeniería
Salas, J. Subterra Ingeniería
Galera, J.M. Subterra Ingeniería

ABSTRACT
The work presented in this paper was aimed to estimate pore pressure variation effects on the stability of bedding
planes in working faces. This task involves the following phases:

• Geotechnical data acquisition of materials involved in a slope instability (open pit lignite mine in Spain), by
means of in situ testing.
• Laboratory tests and geomechanical characterization of materials. Main strength parameters have been obtai-
ned from rock mass and soils.
• Modelling: Pore pressure dissipation: Using FLAC2D and PHASE a numerical model has the advantage that
stability can be obtained in terms of effective stresses at any point of the life of the pit. This model will be also
applied to spoil heaps materials after a proper calibration process; and the influence of bedding plane and joint
condition: A stability assessment of the pit slopes, including a rigorous assessment of the influence of the joint
locations, orientations, and mechanical properties, has been performed. The complex strain-softening beha-
viour of the constituent soft rock blocks as well as their interfaces will be considered using the FLAC2D and
PHASE codes.
• Finally an evaluation of the results is done by calibrating numerical models with in situ data acquisition (incli-
nometer, piezometer).

This paper has been done as part of SLOPES (Smart Lignite Open Pit Engineering Solutions) project, an R&D project
of the European Commission.

KEYWORDS
Slope Stability, Modelling, FLAC2D, Pore pressure, Joint Condition, Saturated Marls

1. INTRODUCTION
This research activity has been carried out employing a case study concerning an open pit lignite mine in Teruel
(Spain). The pit dimensions are around 2,5 km x 1,5 km, with a maximum depth of 205 m. The north slope has a total
size of 750 m long.

Recent instability processes registered on the north slope (footwall of the coal seams) have led to a new exploitation
plan avoiding this area.

As many other lignite deposits, Ariño basin presents a uniform stratification conformed by limestone, green marls and
argillite from Cretaceus and sands-clays from Tertiary. As one of the potential trigger factors, the study of saturation of
green marls has been tackled by means of 2D FEM simulations and shear strain analyses. Evolution of pore pressure
within this material is undertaken employing Skempton B factor, representing the pore pressure variation with the ex-
cavation activity and induced changes in the phreatic level.

2. GEOMECHANICAL CHARACTERISATION
Aiming to proceed to a strata characterization, materials involved have been divided into rock mass and soils, de-
pending on its behaviour when testing them at geotechnical laboratory. This is a critical phase when modelling rock
and soil materials (Galera et al, 2009), and results will be linked to strength properties assigned. The laboratory tests
performed were the following:

• Unconfined compression strength.


• Unconfined compression strength with deformation measurement.
• Point load test.
• Brazilian test.
• Rock triaxial test.
• Shear strength test.
• Oedometer test.

The high degree of weathering and the jointing properties of some materials have added uncertainties to its characte-
rization, due to the difficulty when performing samples for triaxial and direct shear tests.

ROCK MASS PROPERTIES (LIMESTONE)


Rock mass is composed mostly by jointed limestone, acting as the basement of the coal sequence. Properties selec-
ted for further numerical analysis are detailed in the Chart I. Statistical approach is necessary to obtain the most re-
presentative parameters, given the amount of test performed and the variability of results obtained. Therefore, number
of samples, maximum and minimum values, arithmetic average, standard deviation and variety coefficient have been
employed to procure reliable data. In addition, intact rock properties have been transformed into rock mass properties
employing formulation from RocLab software, and calculating the RMR index (45-55). Elastic modulus has been ob-
tained by calibration of Hoek-Diederichs (2006) and Bieniawski-Galera (2005) formulation.

Chart I.- Intact rock properties

BULK DENSITY γa (g/cm3) σci (MPa) Ei (MPa) Ei / σci σti (MPa) mi


2,53 27,95 14.358 514 1,99 13,7

SOFT ROCK PROPERTIES (GREEN MARBLES AND CLAY-ARGILLITE)


Soft rock properties have been obtained by means of identification, direct shear (drained and undrained), triaxial (CU)
and oedometer tests. The following chart shows the representative values obtained from laboratory test. See Table I.

Table I.- Soft rock properties.

TRIAXIAL
DIRECT SHEAR OEDOMETER TEST
BULK DEN-
LITHOLO- DRY DENS HUMIDI-
SITY (γa) (g/
GY (γs) (g/cm3) TY (%) Pore Edom. σci σt
cm3) C (kg/
Ø (°) Index Modulus (kp/cm2) (kp/cm2)
cm2)
(eo) (kg/cm2)

Green
2,04 1,89 9,62 0,52 27,68 0,31 379,30
Marls

12,96
Clay-Argi-
1.80 1.71 15.17 0.27 32.79 2,14
llite

Once the statistical analysis has been performed (Wroth, 1984), final strength properties of the materials involved are
selected as input for numerical analysis.

ROCKMASS PARAMETERS USED IN THE NUMERICAL SIMULATIONS


Rockmass characterization process has led to a better comprehension of rock and soft rock behaviour, based also on
previous experience and related investigations. Results for each lithology are shown in the Chart III.
 

BULK DENSITY γa (g/cm3) ci (MPa) Ei (MPa) Ei / σci ti (MPa) mi


2,53 27,95 14.358 514 1,99 13,7

Chart II.-Rock Mass properties


Chart II.-Rock Mass properties
v
MOHR-
HOEK- (Karz
COULOM
LIMESTONE PARAMETERS BROWN ulovic
B
CRITERION ,
ADJUST
1999)
Em
Em
Ei (Mpa)
σc i
(Mpa)
(γa) ( R σcm BIENIA C
(M G HOEK- m Φ
RMR (g/cm M M (M WSKI- D mb s a (MPa
Pa SI DIEDE i (°)
3
) P R Pa) GALE )
) RICHS
a) RA
2006
2005
RMR≥ 6 1,5 1,5 0,00 0,5 29,
65 2881,39 5430,8 1,357 0,22
65 0 15 21 3 03 71
RMR 5 0,7 0,8 0,00 0,5 25,
55 1540,35 4113,6 1,090 0,25
55-65 0 16 78 07 06 29
14 1
RMR 27, 4 0,3 0, 0,5 0,00 0,5 21,
2,53 .3 45 836,07 3115,9 3, 0,863 0,27
45-55 95 0 28 7 07 02 11 08
58 7
RMR 3 0,1 0,2 3,93 0,5 17,
35 516,36 2360,2 0,657 0,29
35-45 0 40 93 e-5 22 10
RMR 2 0,0 0,1 9,22 0,5 13,
25 380,88 1787,8 0,461 0,32
<35 0 51 69 e-6 44 25

Chart III.- Final properties adopted


DIRECTfor numerical simulation.
OEDOMETER TRIAXIAL
SHEAR TEST
BULK
DRY Edom. σci σt
LITHOL DENSIT HUMIDSANDY- C CLAY- GREEN Modul (kp/cm (kp/cm
DENS (γs) Pore
OGY Y (γa)PROPERTIES 3 ITY (%)
CLAYS ARGILITE MARLS
LIMESTONE
(g/cm ) (kg/c Ø (°) Index us 2
) 2
)
(g/cm3)
m2) (eo) (kg/cm
Unit Weight (KN/m3) 20.0 17.5 20.4
2
) 25.3
Green
2,04 1,89 KPa 9,62 0.2 0,52 27,68 0,31
0.52 379,30 1.0
Marls Cohesion 0.57

Friction (º) 37 30 28 40

Young Modulus Mpa 300 300 30 700

Poisson
- 0.3 0.33 0.33 0.23
Coefficient

Ko - 1.0 1.0 1.0 1.0

BACKANALYSIS OF THE INSTABILITY IN WORKING FACE


The backanalysis performed was aimed to analyse the influence of hydraulic conditions within green marls as the
triggering factor to produce landslides in the working faces of the exploitation (Alonso et al., 2014).

First of all, the reconstruction of the original geometry was undertaken including bench height and IRA (Inter-Ramp
Angle). One of the main restrictions associated to modelling of large slopes is the meshing process. Due to the low
thickness and length of involved layers, first and second inter-ramp benches were taken into account for numerical
analysis. Figure 1 represents bench reconstruction of the pit slopes, and Figure 2 shows the line of the cross section
analysed.
Figure 1.- Inter-Ramp definition. North slope is represented from bottom to top with 22, 14 and 18 degrees of In-
ter-Ramp Angle.

Figure 2.- Layout of the section analysed.

UNSATURATED CONDITIONS ANALYSIS


Afterwards, first numerical analysis was conducted supposing dry conditions. Calculation results shows no relevant
displacements nor shear strain increment within green marls (Figure 3). Since no relevant instrumentation is installed
at the slope, the next calculation step will add phreatic surface, calibrating with real topography contours and compa-
red with real design bench strings of north slope.
JOB TITLE : TALUD NORTE - SANTA MARIA DE ARIÑO - SLOPES (*10^2) JOB TITLE : TALUD NORTE - SANTA MARIA DE ARIÑO - SLOPES (*10^3)

FLAC (Version 6.00) FLAC (Version 6.00) 1.200

6.800

LEGEND LEGEND
1.000
18-Apr-17 15:55 6.600 18-Apr-17 15:50
step 57627 step 57627
7.432E+02 <x< 9.098E+02 -1.847E+02 <x< 1.447E+03
5.291E+02 <y< 6.958E+02 -3.516E+02 <y< 1.280E+03
0.800
6.400

Grid plot
User-defined Groups
CALIZAS
0 5E 1 0.600
6.200 MARGAS-VERDES
User-defined Groups ARGILITAS
CALIZAS 'ARENAS-ARCILLOSAS 3'
MARGAS-VERDES 'ARENAS-ARCILLOSAS 2' 0.400
ARGILITAS 6.000 ARENAS-ARCILLOSAS
ARENAS-ARCILLOSAS

0.200
5.800

5.600 0.000

5.400 -0.200

7.500 7.700 7.900 8.100 8.300 8.500 8.700 8.900


(*10^2)
0.000 0.200 0.400 0.600 0.800 1.000 1.200 1.400
(*10^3)

Figure 1.- Inter-Ramp definition. North slope is represented from bottom to top with 22, 14 and 18 degrees of
Inter-Ramp Angle.

UNSATURATED CONDITIONS ANALYSIS


Afterwards, first numerical analysis was conducted supposing dry conditions. Calculation results shows no
relevant displacements nor shear strain increment within green marls (Figure 3). Since no relevant
Figure 3.- Upper
instrumentation is schemes
installed atshow
the overall distribution
slope, the of materials
next calculation stepinwill
north
addslope (right),
phreatic and detail
surface, of Green

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