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1.

APRENDIZAJE SOCIAL – ALBERT BANDURA

La teoría del aprendizaje social de Bandura se la conoce también como


aprendizaje por observación o modelado. Para ponernos un poco más en
contexto cabe recordar que estamos en los años 60, una época donde el
peso del conductismo seguía teniendo su especial relevancia y donde el
aprendizaje se concebía más bien como un simple envío de paquetes de
información entre un experto y un aprendiz. Uno enviaba y el otro recibía, el
experto era el núcleo activo y el aprendiz el núcleo pasivo.

Albert Bandura, por su parte, centraba el foco de su interés y de sus


estudios más allá de ese reduccionismo conductista para colocar su
atención en el campo de lo social, como ya lo hizo el propio Lev
Vygotsky con su teoría Sociocultural. Algo que el reputado psicólogo
canandiense tenía muy claro es que había niños que asumían
determinados aprendizajes de forma rápida sin pasar por la clásica etapa
de ensayo-error. Si esto era así era por algo muy sencillo y evidente: por la
observación y su entorno social.

EL MUÑECO BODO
El experimento del muñeco Bodo es uno de los más conocidos en el campo
de la psicología. A lo largo de 1961 y 1963 Bandura y su equipo buscaron
demostrar la importancia del aprendizaje observacional en los niños y cómo
la imitación de un modelo -un adulto-, tiene en los pequeños mucha más
relevancia que el simple hecho de ofrecer o quitar un refuerzo para asentar
una conducta, un aprendizaje.

Por otro lado, algo que también pudo demostrar Albert Bandura con este
experimento es que existen 3 formas básicas de aprendizaje observacional:

 A través de un modelo en vivo, como es el caso de una persona real


que realiza un comportamiento.
 A través de una instrucción verbal, la cual implica contar detalles y
descripciones de un comportamiento.
 El tercero hace referencia a un modo simbólico, como pueden ser los
personajes ficticios de un libro, un cómic, de una película o incluso
de una persona real cuyo comportamiento trasciende a través de los
medios.
PROCESOS QUE MEDIAN EN EL APRENDIZAJE SOCIAL

La Teoría del Aprendizaje social se describe a menudo como un


“puente” entre la teoría del aprendizaje tradicional (es decir,
el conductismo) y el enfoque cognitivo. Bandura, a diferencia de Skinner,
siempre dio una importancia clave a los factores mentales (cognitivos) en el
aprendizaje, definiendo a los “aprendices “como sujetos activos a la hora de
procesar la información y de valorar la relación entre su comportamiento y
las posibles consecuencias.

Todas estas variantes permitieron a Bandura a establecer que existen


ciertos pasos envueltos en el proceso de modelado:

1. Atención: Si vas a aprender algo, necesitas estar prestando atención.


De la misma manera, todo aquello que suponga un freno a la atención,
resultará en un detrimento del aprendizaje, incluyendo el aprendizaje
por observación. Si por ejemplo, estás adormilado, drogado, enfermo,
nervioso o incluso “hiper”, aprenderás menos bien. Igualmente ocurre
si estás distraído por un estímulo competitivo.

Alguna de las cosas que influye sobre la atención tiene que ver con las
propiedades del modelo. Si el modelo es colorido y dramático, por
ejemplo, prestamos más atención. Si el modelo es atractivo o
prestigioso o parece ser particularmente competente, prestaremos más
atención. Y si el modelo se parece más a nosotros, prestaremos más
atención. Este tipo de variables encaminó a Bandura hacia el exámen
de la televisión y sus efectos sobre los niños.

2. Retención. Segundo, debemos ser capaces de retener (recordar)


aquello a lo que le hemos prestado atención. Aquí es donde la
imaginación y el lenguaje entran en juego: guardamos lo que hemos
visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o descripciones
verbales. Una vez “archivados”, podemos hacer resurgir la imagen o
descripción de manera que podamos reproducirlas con nuestro propio
comportamiento.
3. Reproducción. En este punto, estamos ahí soñando despiertos.
Debemos traducir las imágenes o descripciones al comportamiento
actual. Por tanto, lo primero de lo que debemos ser capaces es de
reproducir el comportamiento. Puedo pasarme todo un día viendo a un
patinador olímpico haciendo su trabajo y no poder ser capaz de
reproducir sus saltos, ya que ¡no sé nada patinar!.Por otra parte, si
pudiera patinar, mi demostración de hecho mejoraría si observo a
patinadores mejores que yo.
Otra cuestión importante con respecto a la reproducción es que
nuestra habilidad para imitar mejora con la práctica de los
comportamientos envueltos en la tarea. Y otra cosa más: nuestras
habilidades mejoran ¡aún con el solo hecho de imaginarnos haciendo
el comportamiento!. Muchos atletas, por ejemplo, se imaginan el acto
que van a hacer antes de llevarlo a cabo.

4. Motivación. Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos


que estemos motivados a imitar; es decir, a menos que tengamos
buenas razones para hacerlo. Bandura menciona un número de
motivos:

 Refuerzo pasado, como el conductismo tradicional o clásico.

 Refuerzos prometidos, (incentivos) que podamos imaginar.

 Refuerzo vicario, la posibilidad de percibir y recuperar el


modelo como reforzador

2. EL CONDUCTISMO - B. F. SKINNER

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