Está en la página 1de 3

S5. Actividad 2.

Análisis y abstracción de información


1 Marco teórico
1.1 Antecedentes del tema

Hay una gran variedad de información y estudios concernientes al método del juego
para el aprendizaje y desarrollo del cálculo mental, de los cuales echar mano para
su aplicación en las diversas etapas de desarrollo cognitivo de los alumnos, de la
cual me parece relevante la que se presenta a continuación.

Según el Departamento de Análisis Matemático y Didáctica de la Matemática de la


Universidad de Valladolid, la comunidad educativa, a lo largo de distintos congresos,
simposios, jornadas, etc., se inclina, cada vez con mayor rotundidad, a recomendar
la necesidad del trabajo en el aula del cálculo mental. El informe Cockcroff (1982,
pág. 92), el documento Standars (NCTM,1989), la LOGSE lo presentan como uno
de los objetivos generales, etc.

“Puede ser que uno de los problemas con la enseñanza tradicional, centrada en el
papel y el lápiz, es que no permite hacer conexiones durables con la experiencia
sensorial vivida por los alumnos en sus primeros años escolares. Por tanto, la
fórmula aparece abstracta, sin fundamento y desprovista de sentido (p. 246). Por
otra parte, a través de entrevistas y encuestas tanto a alumnos como a profesores,
así como experiencias de aula, hemos reunido evidencia indirecta y diversa de que
el CM no es una práctica generalizada en nuestro país. La enseñanza habitual no
sólo no lo fomenta, sino que tiende a bloquear en los niños la búsqueda de
estrategias alternativas para abordar problemas, incluyendo los más elementales.
En realidad, parecería que se tiende a cristalizar las respuestas de los niños porque
pierden de manera progresiva la espontaneidad y se “sedimentan”, dejando como
única vía de acción la reproducción de técnicas previamente memorizadas
(Espinoza, Barbé & Gálvez, 2009)”. (Gálvez, y otros, 2014)

“El juego es una estrategia importante para conducir al estudiante en el mundo del
conocimiento. Tuvo sus orígenes en Grecia. Desde entonces se ha tomado como
una de las formas de aprendizaje más adaptada a la edad, las necesidades, los
intereses y las expectativas de los niños.
Este trabajo fue de tipo descriptivo (Ander-Egg, 1978) y de campo, realizado en las
U.E. María Electa Torres Perdomo, de Puente Carache y Miguel Enrique Villegas,
de El Jobo. Trujillo. Venezuela. El objetivo principal fue Proponer estrategias donde
el juego fuese el elemento principal. Todas las experiencias fueron realizadas en el
aula con microclases de aprendizaje como una forma de dinámica diferente a la
realizada por los docentes. Estas estrategias aparecen en el trabajo general. Se
consultaron autores como Leif y Brunelle (1978), González Alcantud (1993), Paget
(1945), Vigotsky (1966), Decroly (1998), entre otros.” (Minerva Torres, 2002)
En un artículo de la UNICEF según (Shonkof, y otros, 2017) Las investigaciones
científicas realizadas en los últimos 30 años nos han enseñado que el período más
importante del desarrollo humano es el que comprende desde el nacimiento hasta
los ocho años de edad.

1.2 Bases teóricas

“El cálculo mental (CM) perdió su papel primordial debido a la llegada de las
calculadoras, las computadoras y los teléfonos celulares; sin embargo, en las
últimas décadas ha recobrado su importancia como una actividad cognitiva
reveladora en el proceso de enseñanza-aprendizaje temprano de las matemáticas
(Butlen & Pézard, 1992; Beishuizen, 1993; Gómez, 1995; Siegler & Shipley, 1995;
Pochon, 1997; Askew, 1999 y 2004; Hidalgo, Maroto & Palacios, 1999; Ortega &
Ortiz, 2002; Brissiaud, 2003). Butlen y Pézard (1992) plantean como su primera
hipótesis de trabajo el hecho que el CM constituye un dominio privilegiado para
examinar las concepciones numéricas de los alumnos y su disponibilidad (p. 325).
El CM, eclipsado por el desarrollo tecnológico en la década de los setenta, como
medio de cálculo rápido y eficaz, y relegado a un segundo plano por la reforma de
las “matemáticas modernas” en diversos países, resucitó sin embargo un par de
décadas después como un medio excepcionalmente adecuado para favorecer en
los alumnos (Lethielleux, 2005, p. 17-18)”. (Gálvez, y otros, 2014)

Johan Huizinga (1938) enunció una de las definiciones más completas de juego, al
explicar que «el juego, en su aspecto formal, es una acción libre ejecutada como si
y sentida como situada fuera de la vida corriente, pero que a pesar de todo puede
absorber por completo al jugador, sin que haya en ella ningún interés material ni se
obtenga en ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un determinado tiempo
y un determinado espacio, que se desarrolla en un orden sometido a reglas y que
da origen a asociaciones que tienden a rodearse de misterio o a disfrazarse para
destacarse del mundo habitual»

“El juego puede ser considerado como una actividad universal que se ha venido
desarrollando a lo largo del tiempo. La actividad matemática ha tenido desde
siempre una componente lúdica que ha dado lugar a una buena parte de las
creaciones que en ella han surgido. Ya los pitagóricos llevaron a cabo distintos
estudios sobre los números, utilizando para ello las configuraciones que formaban
las piedras (De Guzmán, 1984). En la Edad Media, Fibonacci practicó la matemática
numérica, mediante técnicas derivadas de los árabes, utilizando el juego como
herramienta. En el Renacimiento, Cardano escribe el primer libro sobre juegos de
azar, “Liber de ludo aleae” (Cardano, 1663; obra póstuma) adelantándose al
tratamiento matemático de la probabilidad que posteriormente desarrollarían otros
autores como Pascal y Fermat (García Cruz, 2008). En esta época, aparecen los
llamados duelos (juegos) intelectuales, consistentes en resolver ecuaciones
algebraicas, en los que participan entre otros Cardano y Tartaglia (De Guzmán,
1984)”. (Muñiz R, Alonzo, & Rodríguez M, 2014)
“Gauss, gran aficionado a jugar a las cartas, anotaba las jugadas para realizar
posteriormente un estudio estadístico, mientras que Hamilton analizó el problema
de recorrer el conjunto de vértices de un dodecaedro regular sin repetir ninguno
(camino hamiltoniano). Otros científicos ilustres como Hilbert, Neuman o Einstein
también han mostrado su interés por los juegos matemáticos (De Guzmán, 1984)”.
Según Godino, Batanero & Vicenç (2003) En nuestros ratos de ocio practicamos
juegos de azar tales como quinielas o loterías. Acudimos a encuentros deportivos
cuyos resultados son inciertos.

También podría gustarte