Normalmente se entiende que sexualidad es igual a sexo. La verdad es que es algo mucho más amplio e incluye identidades y roles de género, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. Está influenciado por factores psicológicos, económicos, políticos, sociales y biológicos. La sexualidad es un aspecto natural y saludable de la vida y es parte de quién eres. Las mujeres con discapacidad rara vez son vistas como seres sexuados, lo que lleva a la creación de mitos e ideas erróneas alrededor de su sexualidad. Es propósito de este texto es desenmascarar esta información errónea. 1. MITO: Las mujeres con discapacidad no necesitan sexo. REALIDAD: Las mujeres con discapacidad son seres sexuados con fantasías sexuales, sentimientos y aspiraciones como cualquiera. Más que por su discapacidad, no pueden expresar su sexualidad porque se las asume como no sexuales. Particularmente aquellas con discapacidades físicas, son infantilizadas y solo se piensa en ellas en temas de “cuidado” y “protección”, es decir, se las asume como asexuadas.
2. MITO: Las mujeres con discapacidad no son sexualmente atractivas.
REALIDAD: Lo que atrae a alguien es único para cada individuo y es causado por una mezcla de cuestiones no predecibles, que pueden incluir el físico, el contexto, las fantasías sexuales, etc. Sin embargo, porque estamos rodeados de ideas falsas de belleza, como las modelos con cuerpos imposibles de obtener, puede complicarse empezar a pensar en personas que no encajan en este estándar como “bellas”. Antes que nada, la atracción es una conexión entre dos personas.
3. MITO: Las mujeres con discapacidad están sexualmente obsesionadas”
(oversexed). REALIDAD: Debido a que a las mujeres con discapacidad se las “infantiliza” y no se supone que sean sexuadas, cualquier deseo sexual que expresen se verá como pervertido o “demasiado”. Este mito es muy persistente especialmente con las mujeres con discapacidad mental. Debido a que estas personas no hayan recibido educación respecto a normas sexuales (la masturbación como algo privado, tus genitales deben permanecer cubiertas, etc.), pueden expresar su sexualidad de formas socialmente inapropiadas, pero esto solo es resultado de esa falta de información sobre su cuerpo. Esto es peligroso porque las expone a los abusos sexuales bajo la mentira de que “les gusta”. 4. MITO: Las mujeres con discapacidad tienen necesidades más importantes que el sexo. REALIDAD: Si una mujer necesita ayuda para poder satisfacer sus necesidades “básicas”, las “otras” son asumidas como irrelevantes. El deseo sexual de una persona no puede ser simplemente visto como “secundario” a lo más “fundamental” tenga discapacidad o no.
5. MITO: Las mujeres que viven con discapacidad no necesitan educación
sexual. REALIDAD: La educación sexual engloba más que los mecanismos del sexo. A una edad adecuada ayuda a conocer cómo los adolescentes se sienten con su cuerpo, el amor, sexo, relaciones y protección del abuso y la violencia. Las niñas con discapacidades son las más denegadas de la poca educación sexual que sus pares reciben. Incluso la educación sexual puede empoderar a las jóvenes con conocimiento e información para tener sexo placentero y seguro, prevenir ITS, embarazos adolescentes y protegerse de parejas sexuales abusivas.
6. MITO: Las mujeres con discapacidad no pueden tener “sexo de verdad”.
REALIDAD: Este mito puede llevar a las mujeres con discapacidad a creer que, porque no pueden ver, sentir o mover sus cuerpos de determinada manera, el sexo no es para ellas, cuando en realidad es para todos, incluso si la mecánica de este varíe. Las únicas reglas universales para el sexo deben ser el consentimiento y seguridad.
7. MITO: El sexo debe ser espontáneo
REALIDAD: En la realidad, el sexo no ocurre de forma completamente espontánea, sino que siempre es un proceso de comunicación. Las mujeres con discapacidad pueden requerir factores extra antes de tener un encuentro sexual con alguien, pero eso no las hace menos “naturales” o “reales” que aquellas que no tengan discapacidad.
8. MITO: Las mujeres con discapacidad no deberían tener hijos
REALIDAD: Debido a que se las asume como seres asexuados, mucho menos se espera que se reproduzcan. Se cree que “la discapacidad reproducirá más discapacidad”, es decir, que se cree estas mujeres solo darán a luz a niños con discapacidades, lo que no es necesariamente cierto. Tanto las mujeres con discapacidad como las que no las tienen se encuentran con la misma probabilidad de dar a luz a un niño con discapacidad. También se cree que las mujeres con discapacidad no serían capaces de cuidar a sus hijos, lo cual es solo una mala percepción.