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Traduccién de > Epuanoo 1. SuAnez GIANDOMENICO MAJONE Revisién técnica de ADOLFo Deras Quinones Evidencia, argumentacion y persuasién en la formulacién de politicas Estudio introductorio de Luts F. AGUILAR VILLANUEVA 1 if EB COLEGIO NACIONAL DE CIENCIAS POLITICAS Y ADMINISTRACION PUBLICA, A. C. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera edicién en inglés, 1989 Primera edicién en espatol, 1997 ‘Segunda eimpresion, 2005 Majone, Giandomenico Evidencia, argumentacién y persuasion en Ia formu: lacién de palitieas ! Giandomentco Majone; est. introd. de Luis F Aguilar Villanueva: trad. de Eduardo L. Sus- rex, rev. de Adolfo Deras Quiflones. — México: FCE, CNCPAP, 1997 240 p:21 x 14 cm—(Colec, Administracion publica) Titulo original Evidence, Argument & Persuasion in the Policy Process ISBN 968.16-4925-7 1 Teoria politica — Anslisis J. Ayuilar Villanueva, Luis F, intio. H, Suarer, Eduardo Lt. IM. Deras Qui ones, Adolf re. IV. See V-t LOH9? MB7i8 Dewey 320.01 M323e Comentarios y sugerencias: editor@fce.com.mx ‘won fondodecuituraeconomica.com, Pel (55)5227-4672 Fax (55)5227-4694 ‘Tiulo original: Evidence, Argument & Persuasion inn the Policy Process Derechos reservados © 1989, Yale University Press ISBN 0-300-04159-4 (tela) ISBN 0.300-05259-6 (ristica) D.R.© 1997, Foxoo os Cutruna Econowucn Carretera Picacho-Ajuseo 227; 14200 México, DF Se prohibe la reproduccion total 0 parcial de esta obra ~*ipeluido el diseno tipogrilico y de portada—, {ea cual fuere el medio, electranico 0 mecénico, Sin el consentimiento por escrito del editor. ISBN 968-16-4925-7 Impreso en México + Printed in Mexico AELEONORE, ANDREA y GioRGIO, conocedores de todo lo que hay que saber acerca del arte de la persuasion PREFACIO Hace més de un decenio empecé a trabajar en las ideas que me Hlevaron a escribir este libro. En ese tiempo, muchos cole~ ‘gas pensaban que la nocién de que la ret6rica, el antiguo arte del discurso persuasivo, tuviera algo que ver con el anzlisis pro- fesional de las politicas era no sélo forzada, sino también pe- ligrosa, Temtan que, si se llegaba a considerar a los analistas como técnicos encargados de justificar las preferencias de los gobernantes, se pondria en peligro el prestigio de su trabajo como una disciplina académica y se minarian los esfuerzos que entonces se hacfan para introducir la racionalidad y la efi- ciencia en el confuso mundo de la elaboracién de politicas Por supuesto, no era tal mi propésito. Como estadistico ba yesiano, pensaba que el intento de ampliar el campo del anali- sis de las politicas, para incluir en él précticas tan comunes como las de la persuasién, la racionalizacién y la defensa —de modo que quedaran bajo control racional-—, era algo similar a los esfuerzos de los estudiosos de la probabilidad subjetiva para extender el campo de aplicaci6n del razonamiento esta- distico y probabilistico mas alla de su campo habitual de los ‘eventos repetitivos y los fenémenos masivos La polémica —en ocasiones aspera— entre los estadisticos bayesianos y Jos tradicionales no deberfa oscurecer el hecho de que la teoria cldsica se complementa —en vez de verse Fe~ fatada— con los nuevos avances basados en los conceptos de la utilidad y la probabilidad subjetiva. Del mismo modo, cuan- do tratamos de reconstruir e] andlisis de politicas sobre la base de las categorfas retricas —considerar al analista como ‘un productor de argumentos, capaz de distinguir entre la bue- na y la mala retorica, y no como un “manipulador de cifras" no estamos negando la utilidad de las habilidades analfticas tradicionales. La modelacién, la programacién matematica, la simulacién, el andlisis de costo-beneficio y el andlisis de decisiones siempre seran herramientas importantes. Pero si 9

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