Está en la página 1de 1

El Número de Reynolds (definido con la velocidad relativa entre la esfera y el fluido, y la base

en el diámetro de la esfera), como podemos observar la condición de los bajos números de este,
implica un flujo laminar. En estas condiciones la resistencia que ofrece el medio es debida casi
exclusivamente a las fuerzas de rozamiento que se oponen al deslizamiento de unas capas de
fluido sobre otras a partir de la capa límite adherida al cuerpo. La ley de Stokes se ha
comprobado experimentalmente en multitud de fluidos y condiciones. Este es válido en el
movimiento de partículas esféricas de menor tamaño moviéndose a bajas velocidades. (Martín
Domingo, 2011).
Si en caso se diera un número de Reynolds muy bajo (Re<1) el coeficiente de arrastre se vuelve
inversamente proporcional al número de Reynolds, caso contrario el coeficiente de arrastre
tiende a volverse constante. Como podemos observar en la Tabla 3 el número de Reynolds es
menor a 1 por lo que podemos decir que el coeficiente de arrastre es inversamente proporcional
al número de Reynolds.

La fuerza de arrastre es la fuerza ejercida por el fluido en dirección contraria a la fuerza que
ejerce el cuerpo en movimiento, esta fuerza depende de las propiedades del fluido, así como
del tamaño, forma y velocidad del objeto. La Fuerza de arrastre disminuye cuando se aumenta
el diámetro de una esfera. (Sternheim, 2006)
Como podemos observar en la Tabla 1, no es mucha la diferencia de los diámetros de las esferas,
pero si tomamos los diámetros de R1 (3.79mm) y R3 (3.77mm) y nos vamos a la Tabla 3, vemos
como la fuerza de arrastre de R1 es menor a la de R3,

Bibliografía
Martín Domingo, A. (2011). Apuntes de Mecánica.

Sternheim, M. (2006). Mecánica de Fluidos. México.

También podría gustarte