El Fray Antonio de Montesino nació en 1475 en Venezuela y murió
en 1540. Fue un misionero y fraile dominico que se distinguió en la
denuncia y la lucha contra el abuso, la explotación y el trato inhumano al que eran sometidos los indígenas por parte de los colonizadores en la isla de La Española. En 1510, fue uno de los primeros misioneros que embarcaron para el Nuevo Mundo. Pronunció en nombre de toda la comunidad de dominicos los famosos sermones del 21 y 28 de septiembre de 1511. Estos sermones están en contra de la encomienda y de la esclavitud de los taínos. El primer sermón es conocido como el « Sermón de Adviento » y fue el primero grito de justicia que se escuchó en el Nuevo Mundo, en el que el fraile leyó un pasaje del evangelio de San Juan « Yo soy la voz que clama en el desierto ». Durante el segundo sermón, podemos destacar la presencia de Bartolomé de Las Casas, el cual nos relató las palabras del Fraile: «Oído este tema, ya vieron luego los más avisados adonde iba a parar, y fue arto sufrimiento dejalle de allí pasar. Comenzó a fundar su sermón y a referir todo lo que en el sermón pasado había predicado y a corroborar con razones y autoridades lo que afirmó de tener injusta y tiránicamente aquellas gentes opresas y fatigadas, tornando a repetir sus ciencias; que tuviesen por cierto no poderse salvar en aquel estado; por eso, que con tiempo se remediasen, haciéndoles saber que a hombre dellos no confesarían, más que a los que andaban salteando, y aquello publicasen y escribiesen a quien quisiesen a Castilla» La Corona de Castilla al enterarse del asunto mandó al Consejo que examinara las cosas de Indias, y reunió una Junta de teólogos y juristas. Esta Junta promulgó las Leyes de Burgos, primeras ordenanzas que tendían a proteger los pueblos indígenas. Las Leyes de Indias es la legislación promulgada por los monarcas españoles para regular la vida social, política y económica entre los pobladores del Nuevo Mundo. La reina Isabel la Católica había dicho que a los indios del Nuevo Mundo había que tratarlos al igual que el resto de los seres humanos. En 1512, se publicaron las Leyes de Burgos. Fue la primera Junta de teólogos y juristas para discutir los problemas del indio. Estas leyes tenían como objetivo de hacer respetar la condición del indio como súbdito libre de la monarquía española. Obliga al encomendero a evangelizar el indio, y decía que se debía explotar el territorio conquistado mediante el trabajo del indio. Estas leyes permitían el trabajo forzado pero había que tratar a los indios como seres humanos con derechos naturales. Lo que ocurrió fue que estas leyes a menudo no eran cumplidas por los colonos, lo que llevó al aumento las protestas de los frailes dominicos. En efecto estas leyes eran más utópicas e imposible de cumplir. En 1542, se otorgaron las Leyes Nuevas de Indias que recordaron la prohibición de esclavizar a los indios, y abolieron las encomiendas y el sistema de herencia de éstas. Las Leyes Nuevas eran en mayor parte beneficiosas para los indios, pero muy pronto los colonos se rebeliaron. Carlos I, al darse cuenta de que prohibir el sistema de la encomienda llevaría arruinando la colonización, suprimió en 1545 la prohibición de herencia de la encomienda.