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APUNTES

Generalidades del Derecho de Familia

1. Concepto de Derecho de Familia. Muy sintéticamente se puede señalar que es el conjunto de normas que
regulan, protegen y organizan a la familia.
También se puede señalar que el Derecho de Familia es el conjunto de normas que regulan las relaciones
familiares, principalmente entre esposos y entre padres e hijos, aunque también tiene en cuenta otras
relaciones de parentesco.

2. Ubicación sistemática del Derecho de Familia. Esta disciplina pertenece al derecho privado, aunque los
autores no se han manifestado contestes en dicha afirmación.
El Derecho de Familia, aunque es una rama del derecho privado, ya que regula las relaciones comunes de los
integrantes de ese núcleo denominado familia, reconoce ciertas particularidades en virtud del papel más
restringido que tiene la autonomía de la voluntad. En tal sentido también participamos de la opinión según la
cual el Derecho de Familia "se ha ido alejando, con el correr del tiempo, en forma paulatina del derecho
privado, aproximándose notoriamente al derecho público, principalmente por la preocupación que han mani-
festado los Estados en su organización, estabilidad y constitución

3. Concepto jurídico de familia. Familia es la unión socialmente aprobada por los vínculos de filiación, alianza y
consanguinidad, de un hombre, una mujer y sus hijos.
Una definición técnico jurídica, más acorde con nuestro Código, señalaría que familia es el conjunto de
personas entre las que median relaciones de matrimonio o de parentesco (con-sanguinidad, afinidad o
adopción) a las que la ley atribuye algún efecto jurídico.
4. El Código Civil y el concepto jurídico de familia. El Código Civil menciona a la familia en diversos artículos
(tales como los artículos 42, 815, 988, etc.), e incluso la define para efectos del derecho de uso y habitación, al
indicar en su artículo 815 que el uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o del
habitador, comprendiéndose dentro de las necesidades personales del usuario o del habitador las de su
familia, señalando inmediatamente que ésta "comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al
momento de la constitución, como los que sobrevienen después, y esto aun cuando el usuario o el habitador
no esté casado, ni haya reconocido hijo alguno a la fecha de la constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia.
Comprende, además, las personas que a la misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa de éstos; y
las personas a quienes éstos deben alimentos".
Esta definición no se la emplea de modo general por estar desactualizada a nuestra realidad y lo restringido de
sus alcances. Del mismo modo, el artículo 42 señala que en los casos en que la ley dispone que se oiga a los
parientes de una persona, "se entenderán comprendidos en esa denominación el cónyuge de ésta y sus
consanguíneos de uno y otro sexo, mayores de edad. A falta de consanguíneos en suficiente número serán
oídos los afines", agregando que "serán preferidos los descendientes y ascendientes a los colaterales, y entre
éstos los de más cercano parentesco", y que "los parientes serán cita-dos, y comparecerán a ser oídos,
verbalmente, en la forma prescrita por el Código de Enjuiciamiento".
Sin embargo, el articulo 15 N° 2° parece sugerir un concepto de familia, al señalar que no obstante su
residencia o domicilio en país extranjero, los chilenos permanecerán sujetos a las leyes patrias que reglan sus
obligaciones y derechos civiles, especialmente en "las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de
familia; pero sólo respecto de sus cónyuges y parientes chilenos"; lo que configura a la familia como aquella
derivada de los vínculos de matrimonio y parentesco.
5. Otra legislación civil y el concepto jurídico de familia. Dentro de la legislación complementaria, la Ley N°
19.620, sobre adopción de menores, contempla en su inciso final del artículo 7° que se entenderá "por familia
de origen los parientes consanguíneos a que se refiere el artículo 14 y, a falta de ellos, a quienes tengan bajo
su cuidado al menor", indicando en el mencionado artículo que se comprende como tales a "los ascendientes
y a los otros consanguíneos de grado más próximo del menor".
El artículo 1° de la Ley N° 19.947, que establece la nueva Ley de Matrimonio Civil, señala que "la familia es el
núcleo fundamental de la sociedad. El matrimonio es la base principal de la familia", pero sin entrar a definirla.
La Ley N° 19.325, que establece normas sobre procedimiento y sanciones relativos a los actos de violencia
intrafamiliar (Diario Oficial de 27 de agosto de 1994), señala en su artículo 1° que se entenderá por acto de
violencia intrafamiliar "todo maltrato que afecte la salud física o psíquica de quien, aún siendo mayor de edad,
tenga respecto del ofensor la calidad de ascendiente, cónyuge o conviviente o, siendo menor de edad o
discapacitado, tenga a su respecto la calidad de descendiente, adoptado, pupilo, colateral consanguíneo hasta
el cuarto grado inclusive, o esté bajo el cuidado o dependencia de cual-quiera de los integrantes del grupo
familiar que vive bajo un mismo techo".
6. El Código Penal y el concepto jurídico de familia. El artículo 410 del Código Penal establece que tratándose
del homicidio y de ciertos delitos de lesiones, el ofensor, además de las penas establecidas para cada caso,
deberá proporcionar alimentos al ofendido y a su familia, señalando para tales efectos que "se entiende por
familia todas las personas que tienen derecho a pedir alimentos al ofendido".12

Otra norma semejante es la del inciso final del artículo 296, que precisa el concepto de familia para efectos del
delito de amenazas.

7. Textos legales que tratan del Derecho de Familia. En nuestro sistema legal privado, el Derecho de Familia es
principalmente regulado por el Código Civil, secundado por una serie de leyes complementarias.
a) El Código Civil. Chile carece de un Código de Familia, a diferencia de otras legislaciones, como el caso de
Bolivia, en que existe una clara diferenciación entre el derecho contractual y el de familia. Ello se debe a que
nuestro Código Civil, vigente desde 1857, es heredero de una época que prefería regular en un solo texto la
generalidad de los vínculos que podían tener por centro el sujeto: su nacimiento, su muerte, sus relaciones
patrimoniales y contractuales, y, obviamente, sus lazos de familia. Sin embargo, esta tendencia se revirtió
duran-te el siglo XX, donde se volvió gradualmente a la regulación específica de cada ámbito del derecho,
abandonando el concepto tan generalizador propio de los códigos decimonónicos, e incluso la misma forma
externa de Código.
El Código Civil, por lo recién señalado, carece también de un Libro especial que trate del Derecho de Familia en
forma orgánica. Sin embargo, lo tratan en conjunto la mayor parte del Libro 1, referido a las personas, como
asimismo una parte del Libro IV, que trata de las obligaciones en general y los contratos, ya que en él se
encuentra el Título XXII, que trata de las convenciones matrimoniales y de la sociedad conyugal, como
asimismo el Título XXII-A, que trata del régimen de participación en los gananciales.
Leyes complementarias. Estas leyes son variopintas y abarcan desde una Ley de Matrimonio Civil, como las
relativas a adopción y las pertinentes del Registro Civil, todas con sus respectivas modificaciones.

Tratados internacionales. Aunque al incorporarse al derecho interno requieren seguir la tramitación de una ley
y lo hacen con ese carácter al ordenamiento jurídico nacional, es indudable que los tratados internacionales se
han alzado como un factor decisivo en la reforma de algunos aspectos del Derecho de Familia. De este modo,
en la última gran reforma del siglo XX, en materia de filiación, tuvo un influjo decisivo el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos como asimismo la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San
José de Costa Rica), que Chile suscribió y tienen carácter obligatorio en razón del artículo 5° de la Constitución
Política de la República, que veremos más adelante. Del mismo modo, ciertos aspectos esenciales de la
sociedad conyugal han sido interpretados como inconstitucionales a la luz de los citados tratados.

Fuentes del Derecho de Familia. Son tres: 1) el matrimonio; 2) la filiación, y 3) la adopción.


Caracteres del Derecho de Familia.
Restricción de la autonomía de la voluntad. De hecho, si se permitiera libertad de iniciativa a este
respecto, literal-mente desaparecerían muchas instituciones. Esto no implica por cierto que se
imponga por el arbitrio de textos legales el afecto y la protección personal y económica, que debieran
ser espontáneos en una familia, sino más bien busca poner freno a los eventuales abusos a que daría
lugar una libertad mal en-tendida y peor empleada.
Gran mutabilidad. El Derecho de Familia es sin duda la parte del Código Civil que más modificaciones
ha sufrido a lo largo de toda su historia, y sin duda el que más seguirá teniendo, al punto que es
deseable, por elementales técnicas legislativas modernas, que se elabore un Código de Familia, des-
vinculado del Código contractual. Tenemos entendido que esfuerzos no han faltado, pero dichas
iniciativas se han perdido en el tiempo.
Institucionalidad propia. De este modo, aparte de tener instituciones propias, tales como el
matrimonio o la filiación, el Derecho de Familia tiene, respecto al resto del Derecho Civil, estructuras o
soluciones particulares que se apartan en ciertos aspectos de la regulación común, erigiéndolo como
una rama autónoma del derecho. Es el caso, por ejemplo, de la nulidad del matrimonio, la cual escapa
a las reglas generales de la nulidad, o la dinámica propia de la obligación familiar, que no responde a
la misma lógica que puede haber, por ejem-plo, entre un acreedor y un deudor sujetos al régimen civil
común. Repugna al sentido común y a un elemental criterio sujetar las relaciones familiares a las
propias de carácter eminentemente patrimonial del Derecho Civil.
Pero no olvidemos que en ciertos casos puede perfecta-mente presentarse una relación netamente
patrimonial, y por ende sujeta al Derecho Civil general, entre personas familia-res, como sería el caso
de un contrato entre un padre y un hijo mayor de edad. En tal caso no cabe hablar propiamente de un
Derecho de Familia. Lo anterior sirve, por ejemplo, para delimitar la competencia de los Tribunales de
Familia: el artículo 8° N° 19 señala que "corresponderá a los juzgados de familia conocer y resolver las
siguientes materias: toda otra cuestión personal derivada de las relaciones de familia". El ejemplo in-
dicado quedaría entonces radicado en sede civil.

Asimismo, mientras que en materia patrimonial existen derechos y obligaciones correlativas, en el


Derecho de Familia se da, por lo general, al mismo tiempo un deber y una obligación de carácter
recíprocos. La propia relación de familia tiene una connotación de cuidado, de protección, lo que
escapa a una relación patrimonial.
Del mismo modo, dada su importancia y trascendencia, en los actos de familia no se admiten
modalidades, son solemnes, como asimismo no pueden dejarse sin efecto por la sola voluntad de las
partes.

d) Otros caracteres. Se señalan otras características no menos importantes: el cumplimiento de las


obligaciones de familia no puede demandarse compulsivamente, por la fuerza pública, sino que hay
mecanismos propios y muchas veces indirectos (como el menor que contrae matrimonio sin asenso,
caso en que pierde derechos sucesorios); su carácter de intuito personae; carácter amplio de la cosa
juzgada, más extenso que en cuestiones patrimoniales; imposibilidad de adquisición derivativa por
medio de la tradición o de la sucesión por causa de muerte, ya que los derechos de familia son
intransferibles e intransmisibles, etc
Principios inspiradores del Derecho de Familia

Importancia de los principios inspiradores. Justamente una manifestación de esto lo encontramos de


inmediato en lo relativo a los principios inspiradores del Derecho de Familia, los cuales se relacionan con los
propios del Derecho Civil, y que obviamente le pertenecen.
Pero ¿de qué sirven los principios?
Sirven para diferenciar un régimen jurídico de otro. Es fácil de advertir que, por ejemplo, el Derecho Procesal
poco tiene que ver con el Derecho Civil, pues ambas son disciplinas jurídicas distintas, con dinámicas y
mecanismos propios que los caracterizan. Pero lo que a simple vista puede parecer un fárrago de leyes
dispersas e incluso inconexas adquiere unidad cuando se examina a la luz de los principios: aquellas finalida-
des superiores, fuertemente valóricas, y que se erigen en el faro que debe guiar su interpretación, aplicación y
modificación, como veremos de inmediato.
Sirven para interpretar las normas jurídicas. Las reglas de interpretación contempladas en el Párrafo 4 del
Título Preliminar del Código Civil, de plena aplicación en la materia que nos atañe, reconocen en su artículo 24
que "en los casos a que no pudieren aplicarse las reglas de interpretación precedentes, se interpretarán los
pasajes obscuros o contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu general de la legislación y a
la equidad natural". El "espíritu general de la legislación" corresponde plenamente a los lineamientos que nos
otorgan los principios.
Sirven para resolver los conflictos jurídicos planteados ante los tribunales. El artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil regula los requisitos de las sentencias definitivas. En tal sentido el N° 5° señala que deberá
contener la enunciación de las leyes, y "en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se
pronuncia el fallo".
Como sabemos, para conocer la equidad, lo justo para el caso concreto, debe tenerse presente y ponderarse
los principios que guían la disciplina de que se trata.
Sirven para plantear modificaciones legislativas. De nada sirve una reforma si no atiende a la realidad valórica
en que le va a tocar actuar.

Los principios inspiradores del Derecho Civil. Por los estudios ya cursados de Derecho Civil, sabemos que el
Código Civil y, en suma todo el sistema jurídico, está atravesado transversalmente por una serie de principios
inspiradores tales como el de la omnipotencia de la ley, el de igualdad de todas las personas ante la ley, la
autonomía de la voluntad, libertad contractual o autonomía privada, la protección a la buena fe y castigo a
la mala fe, el respeto a la propiedad privada y protección a la propiedad raíz, la libre circulación de los
bienes, el rechazo al enriquecimiento sin causa, la responsabilidad civil,la intangibilidad de los contratos, y
el principio de la seguridad jurídica, entre los más importantes y conocidos.

Principios inspiradores del Derecho de Familia. Además de los principios señalados, muchos de los cuales
también se manifiestan dentro del ámbito del Derecho de la Familia, existen otros propios.
Principio de la constitución cristiana de la familia. El matrimonio monogámico es pilar del Derecho de
Familia, en la medida que es el elemento aglutinador de todos y cada uno de los elementos que constituyen
las relaciones de familia de un sujeto: el estado civil, la filiación, etc.
Pero ¿únicamente el matrimonio? La respuesta debe ser negativa. La familia también deriva su origen de la
convivencia afectiva, de la filiación no matrimonial, de la figura ficticia de la adopción. Pero lo deseable es que
toda persona nazca y crezca dentro del seno de una familia bien constituida, cuyo mejor ejemplo histórico
hasta ahora lo ha sido la matrimonial.
Principio de la protección. Los incapaces, sea dementes, impúberes, etc., merecen la protección jurídica del
Derecho. Por eso la ley franquea los medios para obtener el cuidado personal de tales personas así como la
debida custodia y mantención de sus patrimonios, pues nada es más propio del Derecho que proteger a los
que no tienen los medios para defenderse por sí mismos, máxime si los motivos de sus impedimentos escapan
a su voluntad.
Principio de la igualdad de los hijos. Principio consagrado por la Ley N° 19.585 (Diario Oficial de 26 de octubre
de 1998), que modificó el Código Civil y otros cuerpos legales en materia de filiación, al señalar que "la ley
considera iguales a todos los hijos" (artículo 33), suprimiéndose la diferencia estigmatizadora que había entre
hijos legítimos e ilegítimos. De esta manera, por ejemplo, tienen los mismos derechos hereditarios y de
alimentos.
Valga agregar que la existencia de una filiación denominada matrimonial y otra no matrimonial no implica la
subsistencia de un régimen discriminatorio. Esta diferencia apunta exclusivamente al régimen jurídico a que
se someten las acciones de reclamación de una y otra, ya que la existencia de un matrimonio otorga un
principio de certeza en la cual se puede presumir la paternidad del marido. En los demás aspectos, tales como
en materia sucesoria, opera la plena igualdad.
Principio del interés superior del menor. También fue agregado por la nueva Ley de Filiación, e inspirado en la
legislación internacional, específicamente la Convención sobre los Derechos del Niño (1989, Naciones Unidas y
publicada en el Diario Oficial el 27 de septiembre de 1990). Su artículo 3.1 señala que "en todas las medidas
concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales,
las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá
será el interés superior del niño", disposición que dentro del Código Civil repite el artículo 242 al señalar que
"en todo caso, para adoptar sus resoluciones el juez atenderá, como consideración primordial, al interés
superior del hijo, y tendrá debidamente en cuenta sus opiniones, en función de su edad y madurez".
Relacionado con esto último está el principio de la autonomía progresiva. Si bien acabamos de señalar que se
deberán tener en cuenta las opiniones del menor —lo cual puede ser decisivo, por ejemplo en un caso de
violencia intrafamiliar o bien en un juicio de tuición—, la edad y madurez son elementos importantes a
considerar pero que varían con el tiempo, lo que le permite darle cada vez mayor valor a esta opinión, esto es,
tiene un carácter "progresivo".
La expresión "menor" ha sido paulatinamente abandonada por el legislador. Aunque todavía la emplea en la
Ley de Adopción, ya la Ley de Tribunales de Familia la deja por completo, y la reemplaza por la de niño, niña o
adolescente (incluso se suprime la expresión "tribunal de menores", aunque en verdad por otros motivos). Se
sostiene que dicha expresión es peyorativa, y no respeta la dignidad de tales personas.
Principio de la verdadera identidad. Todo menor tiene derecho a saber respecto de sus verdaderos orígenes y
a poder siempre determinar cuál es su verdadera filiación, para lo cual la ley franquea un régimen de acciones
destinado a tal efecto.
Este es un derecho enunciado directamente de los tratados internacionales.
Principio del estado civil como fuente esencial. Así como en materia contractual y sucesoria prima, con
matices, la autonomía de la voluntad y por su parte el centro de las relaciones personales pasa a ser el
patrimonio de las mismas, en el Derecho de Familia el factor decisivo es el estado civil, pues será éste el que
determine todo el estatuto jurídico de un sujeto en sus relaciones sociales, cuando éstas provengan de sus
relaciones de familia.
El parentesco

Concepto. El parentesco es la relación de familia que existe entre dos personas. Y estas relaciones se
establecen atendiendo al vínculo de sangre (parentesco de consanguinidad) o la existencia de matrimonio
(parentesco de afinidad). Antes se distinguía en cada cual si tenían un origen legítimo o no, pero esta
distinción se suprimió por la Ley N° 19.585.

Parentesco de consanguinidad. "Es aquel que existe entre dos personas que descienden una de la otra o de
un mismo progenitor, en cualquiera de sus grados" (artículo 28). De este modo, padres, hijos, nietos, primos,
son parientes por consanguinidad.

Parentesco de afinidad. "Es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos
de su marido o mujer" (artículo 31). Esto implica la existencia de matrimonio, y no desaparece con la muerte
de uno de los que le dieron origen de ese modo.
El parentesco en este caso existe entre el que está o ha estado casado y los consanguíneos del otro, no
involucrando por ende a consanguíneos del primero.

"La línea y el grado de afinidad de una persona con un consanguíneo de su marido o mujer, se califican por la
línea y el grado de consanguinidad de dicho marido o mujer con el dicho consanguíneo. Así, un varón está en
primer grado de afinidad, en la línea recta, con los hijos habidos por su mujer en anterior matrimonio; y en el
segundo grado de afinidad, en la línea transversal, con los hermanos de su mujer" (artículo 31 inciso 2°).

Cómo se computa el parentesco.


Por la línea. Se plantea cuando una de dos personas desciende de otra, y pudiendo ser: 1) por línea recta, caso
en el que una de las dos personas desciende una de la otra; y 2) por línea colateral o transversal, cuando las
dos personas proceden de un ascendiente común, como dos primos.
Por el grado. Es el número de generaciones que separa a dos parientes: así un abuelo es pariente en primer
grado con el padre y de segundo grado con el nieto.

Obligación de escuchar a los parientes. El artículo 42 señala que "en los casos en que la ley dispone que se
oiga a los parientes de una persona, se entenderán comprendidos en esa denominación el cónyuge de ésta y
sus consanguíneos de uno y otro sexo, mayores de edad. A falta de consanguíneos en suficiente número serán
oídos los afines". Tales casos son, por ejemplo, los de los artículos 43715 y 446.16

Efectos jurídicos del parentesco.


Efectos civiles. Los efectos civiles del parentesco son amplios. De este modo es la condición de los
impedimentos matrimoniales, de la obligación de prestar alimentos y del derecho de visitas, como asimismo
es fundamento del régimen sucesorio intestado, amén de otros numerosos que desarrolla-remos a lo largo de
este texto.
Efectos procesales. El parentesco por consanguinidad y por afinidad inhabilita para ser testigo de conformidad
al artículo 358 N° 1° del Código de Procedimiento Civil. En materia procesal penal, el artículo 302 del Código
Procesal Penal, bajo el enunciado "facultad de no declarar por motivos personales", contiene una norma
semejante.
Un importante efecto del parentesco dice relación con la inhabilidad que afecta a ciertas personas para que
sean nombradas en un cargo judicial, que toman el nombre de incompatibilidades.17 Al respecto, el ministro
Alfredo Pfeiffer ha señalado que las inhabilidades "basadas en vínculos de parentesco, a nuestro juicio son
injustas, toda vez que la razón en que ella se funda es la misma que se da en cualquier actividad pública o
privada. Si vemos lo que sucede en la práctica, lo lógico es que los padres deseen que sus hijos sigan su
carrera y los hijos normalmente desean lo mismo, puesto que se han forma-do desde pequeños en dicho
ambiente".
Efectos penales. Tiene importancia para figuras penales como el parricidio (artículo 390); las circunstancias
modificatorias de la responsabilidad penal y de exención de la pena (artículos 10 N° 5, 11 N° 4, 13 y 17 inciso
final); en materia de infanticidio (artículo 394); en el abandono de niños y personas des-validas (artículo 347);
en los crímenes y simples delitos contra el estado civil de las personas (Párrafo 30 del Título VII del Libro II); en
los abusos contra particulares (artículo 259 inciso 2°); en las asociaciones ilícitas (artículo 295 bis inciso 2°); en
las amenazas de atentado contra las personas y propiedades (artículo 296). Cabe asimismo recordar la excusa
legal absolutoria del artículo 489.19
Otros efectos. En materia de quiebras, el artículo 231 de la Ley N° 18.175 tipifica la situación especial de los
pa-rientes en el delito de quiebra fraudulenta; por su parte, en materia tributaria, el artículo 60 inciso 8° del
Código Tributario exime de la declaración o citación que allí regula a los pariente.

La violencia intrafamiliar

Concepto de violencia. La violencia ha adquirido gran relevancia dentro de la familia dadas sus diferentes
manifestaciones, la manera de involucrar a sus diversos integrantes y la extensión de sus efectos.
La violencia es un fenómeno hasta cierto punto normal dentro de ciertas comunidades organizadas: es la
forma en que se ejerce el poder de un sujeto respecto de los demás, y es la manera en que se mantiene a raya
otras expresiones de violencia consideradas socialmente más reprochables.
Corresponde en principio al Estado, por medio del Derecho Penal, siempre como ultima ratio, el limitar el
ejercicio de la violencia y ejercer, por medio de sus órganos, el monopolio de la violencia en contra de los
miembros que han incurrido en infracción a las normas de convivencia social.

Clases de violencia. La violencia admite diversos matices: laboral, racial, sexual, etc., también varían los
medios por los que se ejerce: puede ser institucional, ejercida por los medios de comunicación, etc. Sus
manifestaciones pueden ser tan variadas como:
a) Violencia física. Actos que atentan o agredan el cuerpo de la persona, tales como empujones,
bofetadas, golpes de puño, golpes de pies, etc.
b) Violencia psicológica. Son las actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y controlar las
conductas, sentimientos y pensamientos de la persona a quien se está agrediendo como las descalificaciones,
insultos, control, etc.
c) Violencia sexual. Implica la imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra
persona, tales como por ejemplo la exposición a actividades sexuales no deseadas, o la manipulación a través
de la sexualidad.
d) Violencia económica. No cubrir las necesidades básicas de la persona y ejercer control a través de
recursos económicos.
Se puede denunciar una situación de maltrato aunque sólo exista una de estas manifestaciones.

Personas afectadas por la violencia. En lo que nos interesa hay tres clases que son especialmente relevantes:
a) Violencia hacia la mujer. La violencia hacia la mujer quizás sea una de las más antiguas y de mayor
extensión: al hablar de violencia intrafamiliar hablamos casi por antonomasia de aquella ejercida contra la
mujer. Sus manifestaciones son múltiples: la agresión sexual, en sus diferentes matices, y que pueden llegar a
la violación y a los abusos deshonestos; la agresión en el ámbito privado; el acoso sexual en el trabajo; la
violencia ejercida contra mujeres de minorías étnicas; la trata de mujeres, la pornografía, etc.
"La expresión `violencia contra la mujer' se refiere a todo acto de violencia basado en una situación de género
que tiene como resultado posible o real un daño de naturaleza física, sexual o psicológica, incluidas las
amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya se produzcan en la vida pública o en la privada
b) Violencia hacia el menor. La violencia contra los menores de edad (el "maltrato infantil") es una de las
manifestaciones más brutales que aquélla puede adoptar. Y la violencia no sólo se agota en lo físico, sino que
también en el maltrato psicológico y emocional, el trabajo, la prostitución, el abandono y negligencia en su
cuidado, y el abuso sexual.
c) Violencia hacia adultos mayores. Esta violencia surge ocasionalmente en los medios de comunicación y en
el debate público. Se manifiesta tanto en el abandono como en el abuso físico y emocional, financiero —por
apropiación indebida de bienes— o de medicamentos.
La "violencia doméstica" (como también se la conoce) está cubierta por un velo de silencio impuesto por el
miedo y la ignorancia de los afectados que impide sea conocida en toda su magnitud. A ello contribuye un
sistema judicial no capacitado para ello, especialmente por la escasez de recursos, y secundariamente por la
falta de idoneidad de algunos funcionarios.

La violencia intrafamiliar y los Tribunales de Familia. La reforma de los Tribunales de Familia busca justamente
paliar este asunto de diversas maneras:
a) estableciendo una judicatura especializada, que se centre en la solución colaborativa del problema y no lo
considere y trate como una causa civil más;
b) facilitando el acceso de soluciones alternativas, que no impliquen necesariamente condena para el agresor;
c) fomentando la pronta detección de los problemas de violencia intrafamiliar. Siendo un problema muchas
veces oculto, se pretende un rol más activo de los tribunales, especialmente en la unidad de atención de
público, cuya tarea no se limitará a ser un mero receptor de escritos y solicitudes, sino que un verdadero
barómetro que en caso de detectar violencia (aunque el solicitante o demandante requiera otra cosa), haga
actuar al aparato judicial de oficio, ejerciendo las medidas cautelares pertinentes.

Factores que delimitan la violencia intrafamiliar.


a) La relación entre las personas implicadas. "Violencia intrafamiliar" es aquella que en principio se da dentro
de la familia, lo cual nos obligaría a conceptuar lo que es la familia para poder entender cuándo se da esta
clase de violencia en su seno. Sin embargo, es fácil de verificar que la realidad excede los límites de lo que se
entiende por familia, ya que se da violencia entre novios, entre personas que estuvieron casadas centre sí, e
incluso entre allegados. Por eso algunos la denominan "violencia doméstica". Ese es el camino que sigue
nuestra legislación, en el artículo 1° de la Ley.
b) La naturaleza de los actos de violencia. La violencia familiar puede cometerse por acción u omisión, y puede
ser verbal o psicológica.
c) Intensidad de los actos de violencia. La intensidad y frecuencia son determinantes a la hora de precisar los
actos de violencia. Para tal efecto, hay autores que apuntan al impacto subjetivo y lOs efectos de la conducta
violenta en la víctima.

Características de la violencia intrafamiliar.

a) Se da en el ámbito afectivo. Al darse en el seno de la familia, de esto se deriva un efecto importante: la


imposibilidad de plantearlo, enfrentarlo y remediarlo con la misma claridad y entereza que si fuera un acto de
un tercero. Los afectos involucrados impiden tal objetividad y en muchas Ocasiones perciben la violencia
como un mal necesario.
b) Se vive en forma cíclica y escalada. La interacción entre víctima y agresor siguen un ciclo, que en forma muy
sucinta se compone de: 1) la de acumulación de tensión; 2) explosión o fase aguda de golpes; y 3) fase de
conducta arrepentida o amante. Cada fase varía, y es este ciclo pernicioso —por lo general creciente— el que
impide enfrentar en ocasiones con éxito los casos de violencia, pues muchas veces las parejas se pasan en un
verdadero carrusel de agresiones y nuevas reconciliaciones.
c) Es un problema social. Aunque se viva en el ámbito privado, la magnitud de la violencia se erige como un
problema social, no sólo por el respeto y protección que se debe a cada uno de los miembros de nuestra
sociedad, sino que por el ausentismo laboral y escolar, enfermedades, delincuencia juvenil, juicios por nulidad
o separación de matrimonios, etc.

Factores que determinan la violencia. Hay una serie de factores, los cuales se pueden sintetizaren:
1) el nivel de ingreso, ya que a medida que aumenta la violencia disminuye;
2) la educación, ya que a mayor nivel educacional disminuyen los índices de violencia;
3) el hacinamiento, por cuanto la escasez material predispone a los roces y conflictos, y
4) el perfil psicológico y social de los involucrados, como veremos de inmediato.

Perfil del hombre agresor. Hay un perfil característico del varón agresor: falta de seguridad personal —lo cual
se compensa con actitudes autoritarias—, falta de habilidades para manejar conflictos, inmadurez emocional,
poca autoestima y poca conciencia del problema de la violencia. Estas son características generales, y no
implica un determinismo fatalista, como se plantea en el Derecho Penal con el denominado derecho penal de
autor.

Perfil de la mujer agredida. Es casi el complemento del anterior: mujeres que asumen su rol tradicional,
sumiso y de control, o en los que está asumida la expectativa de la violencia como elemento de la relación de
pareja.
El complemento entre ambos perfiles —que aun así no es absoluto— genera un ciclo de violencia que en
ocasiones termina con la muerte de uno de los involucrados.

Antecedentes de la Ley de Violencia Intrafamiliar. La necesidad de contar con una legislación adecuada se
manifestó en 1990, cuando se presentó un proyecto de ley que se tramitó sin ninguna urgencia ni prioridad y
casi sin un debate abierto acerca de su contenido. Se decidió que lo mejor era entregar su conocimiento a los
jueces civiles, a fin que se cumplan las mínimas garantías de un debido proceso (como el derecho a ser
escuchado y a tener la posibilidad de investigar la denuncia o demanda), las cuales no se cumplían en los
juzgados de Policía Local, a los que correspondía su conocimiento, al menos en este tema.
Por lo demás, en 1996 el Estado de Chile ratificó la Convención interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer, y que fue publicada en el Diario Oficial en 1998, de manera que desde
ese año está vigente en nuestro país.

La Ley N° 19.325. La ley dictada correspondió a la No 19.325, que establece normas sobre procedimiento y
sanciones relativos a los actos de violencia intrafamiliar (Diario Oficial de 27 de agosto de 1994) y cuyo
reglamento, el Decreto N° 1.415, de fecha 17 de octubre de 1994, se publicó en el mismo diario el 5 de
febrero de 1993.
Recordemos que la Ley de Tribunales de Familia, en vigencia desde octubre de 2005, radica ahora el
conocimiento de estos asuntos en su sede.

Acto de violencia intrafamiliar. Según el artículo 1° de la ley, 315 "se entenderá por acto de violencia
intrafamiliar, todo maltrato que afecte la salud física o psíquica de quien, aún siendo mayor de edad, tenga
respecto del ofensor la calidad de ascendiente, cónyuge o conviviente o, siendo menor de edad o
discapacitado, tenga a su respecto la calidad de descendiente, adoptado, pupilo, colateral consanguíneo hasta
el cuarto grado inclusive, o esté bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo
familiar que vive bajo un mismo techo".
El inciso 2° agrega que el que incurra en estos actos, aun cuando no conviva con el grupo familiar, será
sancionado en la forma que establece el artículo 4°.

¿Incluye las omisiones? El asunto es de interpretación, pero no admite dudas que, por ejemplo, el abandono
es una forma de violencia que puede ser incluida.

¿Delitos infraccionales civiles o penales? Surge la duda si los actos de violencia intrafamiliar constituyen
ilícitos civiles o penales. Aunque describe una conducta y trae aparejadas penas, y aunque los ilícitos civiles en
estricto rigor requieren daño, preferentemente patrimonial, creemos que tienen rasgos más bien civiles.
Cada vez que en este capítulo se haga referencia a un artículo debe entenderse referido a la ley en estudio,
salvo que se señale lo contrario.

Violencia intrafamiliar y conductas de índole penal.


a) Conductas que se incluyen. "Se comprenden dentro de estos actos y se regirán por las normas de esta ley,
las faltas contempladas en los números 4 y 5 del artículo 494 del Código Penal, si se reúne cualquiera de los
elementos señalados en el inciso precedente".
El artículo 494 señala que sufrirán la pena de multa de uno a cuatro unidades tributarias mensuales: "4. El que
amenazare a otro con armas blancas o de fuego y el que riñen-do con otro las sacare, como no sea con motivo
justo; 5. El que causare lesiones leves, entendiéndose por tales las que, en concepto del tribunal, no se
hallaren comprendidas en el artículo 399,31 atendidas la calidad de las personas y circunstancias del hecho".
b) Conductas que se excluyen. En caso que el juez de familia estime que el hecho en que se fundamenta la
demanda o denuncia pudiere ser constitutivo de delito enviará de inmediato los antecedentes al Ministerio
Público, para que inicie la investigación que corresponda.

Lesiones y violencia intrafamiliar. Como bien sabemos, las lesiones son de diversa gravedad y variedad, al
punto que no todas justifican una sanción semejante.
El artículo 399 señala que "las lesiones no comprendidas en los artículos precedentes se reputan menos
graves, y serán penadas con relegación o presidio menores en sus grados mínimos o con multa de once a
veinte unidades tributarias mensuales.

Recordemos que las lesiones pueden clasificarse en dos grandes grupos: mutilaciones y lesiones propiamente
tales. Estas últimas a su vez se clasifican en castración (artículo 395 Código Penal); mutilación de miembro
importante (artículo 396 inciso 1°), y mutilación de miembro menos importante (artículo 396 inciso 2°). Las
lesiones propiamente tales se clasifican en graves (que pueden ser a su vez gravísimas o de primer grado:
artículo 397 N° 1°, o simplemente graves o de segundo grado: artículos 397 N° 2° y 398); menos graves
(artículo 399); y leves (artículo 494 N° 5°).
Una lesión producto de violencia intrafamiliar se radica en sede de Tribunales de Familia, mientras que las
demás se derivan al sistema procesal penal.
Pero ¿cuáles son lesiones leves?
La regla general en las lesiones es que sean menos graves –léase la redacción del artículo 399 del Código
Penal–, y las demás son excepcionales. En tal sentido, la distinción entre lesiones leves y menos graves
quedará entregada al criterio del tribunal, en atención a la calidad de las personas y las circunstancias del
hecho.
Problemas que plantea una definición de violencia intrafamiliar.
a) Posibilidad de aceptar como violencia intrafamiliar actos socialmente aceptados o tolerados. Se nos plantea
el mismo problema que con el divorcio contemplado en el artículo 54 de la Ley de Matrimonio Civil, el cual
exige violación "grave: tal como señalamos, la gravedad de la falta no debe analizarse a la luz de las
condiciones sociales, culturales y económicas de los cónyuges, pues ello implica relativizar las causales e
introducir diferencias y discriminaciones odiosas.
b) Necesidad de requerir intención en el agresor a fin de calificar un acto como violento. No creernos que sea
necesario tal intención, pues hay una internalización social de lo que es bueno y malo en nuestra relación con
las demás personas, y no es tolerable que se alegue su ignorancia a fIn de excusar la violencia ejercida.
c) Necesidad de conocimiento de la víctima. No es necesario que la víctima tenga conciencia de que es
violentada para que estemos en presencia de un acto de violencia intrafamiliar. Tal como señala don Jorge
Uribe, "la naturaleza de la intencionalidad no puede ser un criterio para definir si un acto es violento o no, lo
que se va a evaluar para definir una conducta como violencia es el comportamiento que se lleva a cabo,
independiente de la intencionalidad del autor, es decir, una apreciación objetiva de la actuación".319

El registro especial del Servicio de Registro Civil e Identificación. El artículo 8° dispone que "el Servicio de
Registro Civil e Identificación deberá llevar un registro especial de las personas que hayan sido condenadas,
por sentencia ejecutoriada, como autoras de actos de violencia intrafamiliar. El tribunal, ejecutoriada que sea
la sentencia, deberá oficiar al Registro Civil, individualizando al condenado, señalando el hecho sancionado y
la medida aplicada".

PROCEDIMIENTO DE Violencia INTRAFAMILIAR

Remisión. E! procedimiento relativo a los actos de violencia intrafamiliar está regulado en la Ley de Tribuna-
les de Familia. En tal sentido, constituye un procedimiento especial frente al ordinario, que tiene carácter de
general y supletorio, se regirá por las normas contenidas en el Párrafo Segundo del Título IV (artículos 81 a
101) y, en lo no previsto en ellas, por el Título III de la ley. Por eso en todo lo que no es regulado
especialmente, se aplican aquellas disposiciones que desarrollamos latamente en el capítulo correspondiente.

2. a) Normas procesales orgánicas

Competencia. Corresponderá el conocimiento de los conflictos a que dé origen la comisión de actos de


violencia intrafamiliar, regulados en la ley N° 19.325, al juzgado de familia dentro de cuyo territorio
jurisdiccional tenga residencia o domicilio el afectado. Artículo 81 de la Ley de Tribuna-les de Familia.

Adopción de medidas cautelares urgentes. "En todo caso, cualquier tribunal que ejerza jurisdicción en asuntos
de familia, fiscal del Ministerio Público o juez de garantía según corresponda, que tome conocimiento de una
demanda o denuncia por actos de violencia intrafamiliar, deberá, de inmediato, adoptar las medidas
cautelares del caso, aun cuando no sea competente para conocer de ellas". Artículo 81 inciso 2° de la Ley de
Tribunales de Familia.

Normas procesales funcionales


Inicio del procedimiento y medidas cautelares. El procedimiento por actos de violencia intrafamiliar podrá
iniciarse por demanda o por denuncia. Artículo 82 de la Ley de Tribunales de Familia.
a) Contenido de la demanda. La demanda contendrá la designación del tribunal ante el cual se presenta, la
identificación del demandante, de la víctima y de las personas que componen el grupo familiar, la narración
circunstanciada de los hechos y la designación de quien o quienes pudieren haberlos cometido, si ello fuere
conocido. Artículo 86 de la Ley de Tribunales de Familia.
b) Contenido de la denuncia. La denuncia contendrá siempre una narración de los hechos y, si al denunciante
le constare, las demás menciones indicadas a propósito del contenido de la demanda. Artículo 87 de la Ley de
Tribunales de Familia.

Personas que pueden iniciar el procedimiento. La demanda o denuncia podrá ser deducida por la víctima, sus
ascendientes, descendientes, guardadores o personas que la tengan a su cuidado
La denuncia, además, podrá hacerse por cualquier persona que tenga conocimiento directo de los hechos que
la motiven, a quien le será aplicable lo establecido en el artículo
No obstante, la denuncia de la víctima le otorgará la calidad de parte en el proceso.

Actuación de la policía. Artículo 83 de la Ley de Tribunales de Familia. En caso de violencia intrafamiliar que se
esté cometiendo actualmente, o ante llamadas de auxilio de personas que se encontraren al interior de un
lugar cerrado u otros signos evidentes que indicaren que se está cometiendo violencia intrafamiliar, los
funcionarios de Carabineros o de la Policía de Investigaciones deberán:
a) entrar al lugar en que estén ocurriendo los hechos;
b) practicar la detención del agresor, si procediere, el cual será presentado inmediatamente al tribunal
competente, o al día siguiente si no fuere hora de despacho, considerándose el parte policial como denuncia;
c) incautar del lugar las armas u objetos que pudieren ser utilizados para agredir a la víctima;
d) ocuparse en forma preferente de prestar ayuda inmediata y directa a la víctima.
320 Esta disposición establece: "Responsabilidad y derechos del denunciante. El denunciante no contraerá
otra responsabilidad que la correspondiente a los delitos que hubiere cometido por medio de la denuncia o
con ocasión de ella. Tampoco adquirirá el derecho a intervenir posteriormente en el procedimiento, sin
perjuicio de las facultades que pudieren corresponderle en el caso de ser víctima del delito".
321 "Si no fuere día hábil, el detenido deberá ser conducido, dentro del plazo máximo de 24 horas, ante el
juez de garantía del lugar, a fin de que éste controle la detención y disponga las medidas cautelares que re-
sulten procedentes, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 92 de esta ley" (artículo 83 inciso final de
la Ley de Tribunales de Familia).

Obligación de denunciar. Corresponderá a las siguientes personas:


a) las señaladas en el artículo 175 del Código Procesal Penal, estarán obligadas a denunciar los hechos
que pudieren constituir violencia intrafamiliar de que tomen conocimiento en razón de sus cargos, lo que
deberán efectuar en conformidad a dicha norma;
b) quienes ejercen el cuidado personal de aquellos que en razón de su edad, incapacidad u otra
condición similar, no pudieren formular por sí mismos la respectiva denuncia.

Sanción en caso de incumplimiento. La sanción al incumplimiento de la obligación de denunciar es la pena


prevista en el artículo 494 del Código Penal (pena de multa de uno a cuatro unidades tributarias mensuales).
Artículo 84 de la Ley de Tribunales de Familia.

Exámenes y reconocimientos médicos. "Los profesionales de la salud que se desempeñen en hospitales,


clínicas u otros establecimientos del ramo, al realizar los procedimientos y prestaciones médicas que hubieren
sido solicitados, deberán practicar los reconocimientos y exámenes conducentes a acreditar el daño físico o
psíquico ocasionado a la víctima, debiendo además conservar las pruebas correspondientes. A estos efectos
se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes realizados, la que será suscrita por el
jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por los profesionales que los hayan practicado. Una copia
se entregará a la víctima, o a quien la tuviere bajo su cuidado y la otra, así como los resultados de los
exámenes practicados, se remitirá al tribunal competente, si lo requiriese". Artículo 85 de la Ley de Tribunales
de Familia.

identificación del ofensor.


a) Caso de denuncia formulada en institución policial. Según el artículo 88 de la Ley de Tribunales de Familia si
la denuncia se formulare en una institución policial y no señalare la identidad del presunto autor, ésta deberá
practicar, de inmediato, las siguientes diligencias para determinarla: 1) procurar la identificación conforme a
las facultades descritas en el artículo 85 del Código Procesal Penal;323 o bien recabar las declaraciones que al
efecto presten quienes conozcan su identidad.
323 El inciso 1 ° de la señalada disposición indica: "Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados
en el artículo 83 deberán, además, sin orden previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier
persona en casos fundados, tales como la existencia de un indicio de que ella hubiere cometido o intentado
cometer un crimen, simple delito o falta, de que se dispusiere a cometerlo, o de que pudiere suministrar in-
formaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito o falta. La identificación se realizará en el
lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos por la autoridad
pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la
persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos". Los incisos siguientes regulan otros aspectos
de procedimiento, así como las sanciones a quienes se nieguen a acreditar su identidad, todo según la
reforma de la Ley N° 19.942, publi¬cada en el Diario Oficial el 15 de abril de 2004.
b) Caso de denuncias o demandas formuladas en institución policial. Tratándose de denuncias o demandas
interpuestas ante el tribunal, éste decretará las diligencias conducentes a determinar la identidad del
presunto autor, si ésta no constare. Igual procedimiento seguirá el Ministerio Público respecto de las
denuncias por violencia intrafamiliar de que tome conocimiento.
En las diligencias que la policía practique conforme a este artículo, mantendrá en reserva la identidad del
denunciante o demandante.
c) Solicitud de extracto de filiación del denunciado o demandado. El juez requerirá al Servicio de Registro Civil
e Identificación, por la vía que estime más rápida y efectiva, el extracto de filiación del denunciado o
demandado y un informe sobre las anotaciones que éste tuviere en el registro especial que establece el
artículo 8° de la ley N° 19.325. Artículo 89 de la Ley de Tribunales de Familia.

Hecho que reviste antecedentes de delito. En caso que los hechos en que se fundamenta la denuncia o la
demanda sean a juicio del juez de familia constitutivos de delito:
a) el juez deberá enviar de inmediato los antecedentes al Ministerio Público; y
b) el juez de garantía correspondiente tendrá, asimismo, la potestad cautelar que establece esta ley, en caso
que tales hechos constituyan más un acto de violencia intrafamiliar.

Actuaciones judiciales ante demanda o denuncia de terceros. "Iniciado un proceso por denuncia o demanda
de un tercero, previamente a la realización de la audiencia preparatoria, el juez la pondrá en conocimiento de
la víctima por el medio más idóneo, directo y seguro para su integridad. Asimismo, el juez podrá recoger el
testimonio del demandante o denunciante, antes de la citada audiencia". Artículo 91 de la Ley de Tribunales
de Familia.

Adopción de medidas cautelares y de protección.


a) Adopción de medidas de protección. En caso de concurrir conjuntamente como víctimas de violencia
intrafamiliar personas mayores y niños, niñas o adolescentes, el juez podrá siempre adoptar las medidas de
protección en conformidad a la ley. Artículo 81 inciso Y de la Ley de Tribunales de Familia.
b) Adopción de medidas cautelares en protección de la víctimas. El juez de familia deberá dar protección a la
víctima y al grupo familiar. Cautelará, además, su subsistencia económica e integridad patrimonial. Artículo 92
de la Ley de Tribunales de Familia.

Enumeración de medidas cautelares. Para tal efecto, en el ejercicio de su potestad cautelar y sin perjuicio de
otras medidas que estime pertinentes, podrá adoptar una o más de las siguientes:
a) "Prohibir o restringir la presencia del ofensor en el hogar común, lugar de estudios o de trabajo de la
víctima. Si ambos trabajan o estudian en el mismo lugar, se oficiará al empleador o director del
establecimiento para que adopte las medidas de resguardo necesarias".
b) "Asegurar la entrega material de los efectos personales de la víctima que optare por no regresar al hogar
común".
c) "Fijar alimentos provisorios".
d) "Determinar un régimen provisorio de cuidado personal de los niños, niñas o adolescentes en conformidad
al artículo 225 del Código Civil, y establecer la forma en que se mantendrá una relación directa y regular entre
los progenitores y sus hijos".
e) "Decretar la prohibición de celebrar actos o contratos".
f) "Prohibir el ponte y tenencia o incautar cualquier arma de fuego. De ello se informará, según corresponda, a
la Dirección General de Movilización, a la Comandancia de Guarnición o al Director del Servicio respectivo
para los fines legales y reglamentarios que correspondan".
g) "Decretar la reserva de la identidad del tercero denunciante".
h) "Establecer medidas de protección para adultos mayores o personas afectadas por alguna incapacidad o
discapacidad".
i) El juez, para dar protección a niños, niñas o adolescentes, podrá, además, adoptar las medidas cautelares
contempladas en el artículo 71 de la Ley de "Tribunales de Familia, cumpliendo con los requisitos y
condiciones previstas en la misma disposición.
Lo señalado se complementa con el artículo 101 de la misma ley, que dispone que en caso de concurrir
conjuntamente como víctimas de violencia intrafamiliar personas mayores y niños, niñas o adolescentes, el
juez podrá siempre adoptar medidas de protección en conformidad a la ley.
j) Todo lo señalado es "sin perjuicio de otras medidas que estime pertinentes", lo que no le da carácter
taxativo a la enumeración, tal como puede ser ordenar el reintegro al hogar de quien injustificadamente haya
sido obligado a abandonarlo.
Observaciones sobre las medidas cautelares.
a) Procedencia de recursos en contra de su establecimiento. Consideramos perfectamente posible que una
medida cautelar pueda ser recurrida de reposición, por cuanto la ley no limita su procedencia.
b) La dictación de una medida cautelar es absolutamente discrecional para el tribunal. La gravedad de los
actos de violencia y el resguardo de las víctimas amerita esta libertad, pero respecto de la cual puede
recurrirse, como recién señalamos. Considerar que esto no puede hacerse por tener tal carácter implica
confundir discrecionalidad con arbitrariedad.
c) La medida en ningún caso implica un prejuzgamiento del asunto en conocimiento.
d) La necesidad de inscripciones. Cuando las medidas recaigan sobre bienes registrables, se debe oficiar a la
institución respectiva para que haga las correspondientes subinscripciones, y así la medida sea oponible a
terceros. Lo mismo debe realizarse cuando la medida se alza.

Duración de las medidas cautelares.


a) Regla. Las medidas cautelares podrán decretarse por un período que no exceda de los 180 días hábiles,
renovables, por una sola vez, hasta por igual plazo.
b) Posibilidad de alteración. Las medidas cautelares podrán ampliarse, limitarse, modificarse, sustituirse o
dejarse sin efecto, de oficio o a petición de parte, en cualquier momento del juicio.

Comunicación y ejecución de las medidas cautelares. «El juez, en la forma y por los medios más expeditos
posibles, pondrá en conocimiento de la víctima las medidas cautelares decretadas, otorgándole la
certificación correspondiente".
"Asimismo, el juez podrá requerir el auxilio de la fuerza pública, disponer su intervención con facultades de
allanamiento y descerrajamiento y ejercer, sin más trámite, los demás medios de acción conducentes para el
cumplimiento de las medidas cautelares decretadas". Artículo 93 de la Ley de Tribunales de Familia.

Incumplimiento de medidas cautelares. En caso de incumplimiento de las medidas cautelares, el juez puede o
debe adoptar ciertas medidas.
a) Apremios. El juez podrá ordenar, hasta por quince días, el arresto nocturno del denunciado o el arresto
substitutivo en caso de quebrantamiento de aquél.
b) Conocimiento al Ministerio Público. Además de lo anterior, el juez pondrá en conocimiento del Ministerio
Público los antecedentes para los efectos de lo previsto en el inciso segundo del artículo 240 del Código de
Procedimiento Civil. Artículo 94 de la Ley de Tribunales de Familia.
El artículo 240 del Código de Procedimiento Civil dispone que "cumplida una resolución, el tribunal tendrá
facultad para decretar las medidas tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo
ejecutado", agregando en su inciso 2° que "el que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con
reclusión menor en su grado me-dio a máximo".

El artículo 6° de la Ley de violencia intrafamiliar repite estas disposiciones: "el incumplimiento de cualquier
medida precautoria decretada por el tribunal, será sancionado en la forma establecida en el artículo 240 del
Código de Procedimiento Civil. Además, mientras se sustancia el respectivo proceso por el competente
tribunal en lo criminal, el juez en lo civil podrá aplicar apremios de arresto hasta por quince días".

Control de cumplimiento y resultado de las medidas precautorias. "El juez deberá por el tiempo que considere
prudente, controlar el cumplimiento y resultado de las medidas precautorias decretadas y de las sanciones
adoptadas, pudiendo delegar estas funciones en instituciones idóneas para ello, como el Servicio Nacional de
la Mujer, los Centros de Diagnósticos del Ministerio de Educación o los centros comunitarios de Salud Mental
Familiar, lo que determinará en la sentencia. Los organismos referidos deberán, con la periodicidad que el
tribunal señale, evacuar los informes respectivos". Artículo 5° de la Ley de Violencia Intrafamiliar.

El juicio propiamente tal. Audiencia preparatoria,


a) Citación a audiencia preparatoria. Recibida la demanda o denuncia, el juez citará a las partes a la audiencia
preparatoria.
b) Fecha de realización. La audiencia preparatoria deberá efectuarse dentro de los diez días siguientes desde
tal recepción. Artículo 95 de la Ley de Tribunales de Familia.

Cómo probar la violencia intrafamiliar. Recordemos que existe la libertad probatoria, pero la violencia
intrafamiliar se puede acreditar preferentemente por los siguientes medios:326
a) Documentos. Certificados médicos, constancias o denuncias anteriores.
b) Testigos directos de los hechos. Cualquier persona e incluso sus parientes.
c) Informes. Se puede solicitar que el tribunal ordene la realización de informes sociales, médicos, psicológicos
o que se solicite al Registro Civil que se emitan los antecedentes pena-les del denunciado si los hay.
d) Confesión del denunciado.
Recordemos que la apreciación de los medios se hará conforme a las reglas de la sana crítica (artículo 32).

Audiencia de juicio. No hay reglas especiales, por lo que se aplican las reglas generales, según las cuales la
audiencia de juicio, deberá llevarse a efecto en un plazo no superior a treinta días de realizada la preparatoria
(artículo 61 No 10 de la Ley de Tribunales de Familia).

Formas de terminar el proceso. El juicio de violencia intrafamiliar puede terminar por: 1) solicitud de parte; 2)
por sentencia, o bien, 3) por suspensión condicional de la dictación de la sentencia (artículo 100).

Primero. Término por solicitud de parte. Cuando el proceso se hubiere iniciado por demanda o denuncia de
un tercero, el juez de familia, durante la audiencia preparatoria y previo informe del Consejo Técnico, podrá
poner término al proceso a requerimiento de la víctima si su voluntad fuere manifestada en forma libre y
espontánea.
Segundo. Sentencia y sanciones. La sentencia contendrá un pronunciamiento sobre la existencia de hechos
constitutivos de violencia intrafamiliar, establecerá la responsabilidad del denunciado o demandado y, en su
caso, la sanción aplicable.
Las sanciones aplicables al autor de un acto de violencia intrafamiliar pueden ser:
a) asistencia obligatoria a determinados programas terapéuticos o de orientación familiar por un lapso que no
exceda de seis meses, bajo el control de las instituciones indicadas en el artículo 5°;
b) multa, a beneficio municipal, del equivalente de uno a diez días de ingreso diario;327 o bien
c) prisión, en cualquiera de sus grados.
Muchas veces sorprende a las personas afectadas que la sanción de multa sea destinada a beneficio
municipal, y no a ellas, las que debieran ser sus lógicas destinatarias, aunque sea a título de compensación por
el daño causado.«EI ingreso diario será el cuociente que resulte de dividir la remuneración o ingreso mensual
del condenado, por treinta. El infractor deberá acreditar el pago de la multa dentro de los cinco días
siguientes a la fecha de la notificación de la sentencia definitiva. El incumplimiento se sancionará con un día
de arresto por cada ingreso diario que se le haya aplicado de multa". t

a. Elementos a considerar para aplicar la pena. El tribunal deberá considerar como circunstancia agravante el
incumplimiento, por parte del denunciado o demandado, de cualquiera medida precautoria que se hubiese
decretado a su respecto.
b. Posibilidad de conmutación. El juez, de acuerdo con el ofensor y una vez ejecutoriada la sentencia, podrá
conmutar la sanción de asistencia obligatoria a determinados programas o de multa, por la realización de
trabajos determinados en beneficio de la comunidad.
La resolución que otorgue la conmutación deberá seña-lar expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde
deba reali-zarse, su duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. La no
realización cabal y oportuna de los trabajos determinados por el tribunal, dejará sin efecto la conmutación por
el solo ministerio de la ley y deberá cumplir-se cabalmente la sanción primitivamente aplicada.

Tercero. Término por suspensión condicional de la dictación de la sentencia.


a) Planteamiento. Figura novedosa, implica la posibilidad de obviar la sentencia, y suspender su dictación,
siempre y cuando se den ciertos requisitos que a juicio de la ley y la apreciación del tribunal impliquen que el
agresor no seguirá cometiendo actos de violencia. Cumplidos los requisitos, pueden archivarse los
antecedentes.
b) Requisitos imperativos.
b.1) Reconocimiento del denunciado o demandado ante el tribunal de los hechos sobre los que versa la
demanda o denuncia.
b.2) Existencia de antecedentes que permiten presumir fundadamente que no ejecutará actos similares en lo
sucesivo.328
c) Requisitos alternativos (o sea, el juez podrá suspender condicionalmente la dictación de la sentencia,
siempre y cuando se cumpla cualquiera de las siguientes condiciones):
c.1) que se hayan establecido y aceptado por las partes obligaciones específicas y determinadas respecto
de sus relaciones de familia y aquellas de carácter reparatorio a satisfacción de la víctima. Para tal efecto el
tribunal, previo acuerdo de las partes, podrá someter el conflicto a mediación; y
c.2) que se haya adquirido por el demandado o denunciado, con el acuerdo de la víctima, el compromiso
de observancia de una o más de las medidas cautelares previstas en esta ley por un lapso no inferior a seis
meses ni superior a un año.
d) Posibilidad de recurrir a mediación. Ya vimos más arriba que está la posibilidad de recurrir a la mediación;
en tal caso, aprobada el acta de mediación, el juez suspenderá condicionalmente la dictación de la sentencia.
Para todos estos efectos el juez deberá ser asesorado por uno o más miembros del Consejo Técnico,
asegurándose que las partes estén en capacidad para negociar libremente y en un plano de igualdad.
e) Inscripción. La resolución que apruebe la suspensión de la sentencia será inscrita en el registro especial que
para estos procesos mantiene el Servicio de Registro Civil e Identificación, en los mismos términos que la
sentencia.
f) Improcedencia de la suspensión condicional de la dictación de la sentencia. Artículo 97 de la Ley de
Tribunales de Familia. La facultad prevista en el artículo anterior no será procedente en los siguientes casos:
f.1) si el juez estimare conveniente la continuación del proceso;
f.2) si ha habido denuncia o demanda previa sobre la comisión de actos de violencia intrafamiliar en contra
del denunciado o demandado, cualquiera que haya sido la víctima de éstos, y
f.3) si el demandado o denunciado hubiere sido condenado previamente por la comisión de algún crimen o
simple delito contra las personas, o por alguno de los delitos previstos en los artículos 361 a 375 del Código
Penal.319
g) Caso de cumplimiento satisfactorio a las condiciones impuestas. Si transcurrido un año desde que se
hubiese suspendido condicionalmente la dictación de la sentencia, el denunciado o demandado ha dado
cumplimiento satisfactorio a las condiciones impuestas, el tribunal: 1) dictará una resolución declarando tal
circunstancia, 2) ordenará el archivo de los antecedentes y 3) dispondrá la omisión en el certificado respectivo
de la inscripción practicada, de conformidad con lo dispuesto en el inciso final del artículo 96 de la Ley de
Tribunales de Familia.
329 Referidos a la violación, estupro y otros delitos sexuales, ultrajes públicos a las buenas costumbres, e
incesto.
h) Caso de incumplimiento a las condiciones impuestas. Si en el mismo plazo anterior se ha presentado:
1) Incumplimiento del denunciado o demandado de las obligaciones acordadas en conformidad a la letra a)
del inciso primero del artículo 96, o bien,
2) el denunciado o demandado no cumpliere con alguna de las medidas impuestas en conformidad a la letra
b) del mismo inciso, el tribunal establecerá tales hechos, dictará sentencia y, atendida su naturaleza,
decretará su ejecución.
Si la persona denunciada o demandada incurre en nuevos actos de violencia intrafamiliar en el periodo de
condicionalidad, se acumularán los antecedentes al nuevo proceso, debiendo el tribunal dictar sentencia
conjuntamente respecto de ambos. Artículo 99 de la Ley de Tribunales de Familia

Procedimientos especiales

Enunciación. Junto con el procedimiento ordinario, de carácter general y supletorio, que ya hemos visto, se
erigen una serie de procedimientos especiales. En estos, por la especial naturaleza de los asuntos a que son
llamados a conocer, las reglas generales se alteran, como por ejemplo en los plazos, mas breves, y en la
aparición de una serie de diligencias especiales, tales como alimentos y medidas precautorias, varias de las
cuales no son novedosas.
No hay que olvidar tampoco que la Ley de Matrimonio Civil dispone de algunas reglas especiales, las cuales
también enunciaremos, y sin perjuicio de regular la mediación familiar con reglas casi idénticas a las de la Ley
de Tribunales de Familia, incurriendo en una repetición innecesaria que, salvo un fin pedagógico, no
atisbamos en su fundamento.

Procedimiento para la aplicación judicial de medidas de protección de los derechos de los niños, niñas o
adolescentes.

a) Procedencia. Los jueces de familia conocerán los casos de los niños, niñas o adolescentes involucrados en
situaciones de riesgo social, y que requieren de intervención judicial para adoptar las medidas de protección
jurisdiccionales establecidas en la ley, tendientes a la protección de sus derechos cuando éstos se encontraren
amenazados o vulnerados.
La ley dispone en su artículo 68 inciso final que la intervención judicial será siempre necesaria cuando se trate
de la adopción de medidas que importen separar al niño, niña o adolescente de uno o ambos padres o de
quienes lo tengan legalmente bajo su cuidado.

b) Normas aplicables. Rigen primeramente las normas contenidas en el Párrafo primero del Título N (artículos
68 a 80), y supletoriamente, las normas del Título III, relativas al procedimiento ordinario.

C) Comparecencia del niño, niña o adolescente. Dispone el artículo 69 que en este procedimiento, el juez
tendrá debidamente en cuenta las opiniones de los niños, niñas o adolescentes, considerando su edad y
madurez, para lo cual podrá escucharlos en las audiencias preparatoria y de juicio, o en otra especial fijada al
efecto, en un ambiente adecuado y cautelando su salud física y psíquica.

d) Personas que pueden dar inicio del procedimiento.


Artículo 70 inciso 1°. Podrá iniciarse: a) de oficio; b) a requerimiento del niño, niña o adolescente; c) a
requerimiento de sus padres; d) a requerimiento de las personas que lo tengan bajo su cuidado; e) a
requerimiento de los profesores o del director del establecimiento educacional al que asista; f) a
requerimiento de los profesionales de la salud que trabajen en los servicios en que se atienda; g) a
requerimiento del Servicio Nacional de Menores, o bien, h) a requerimiento de cualquier persona que tenga
interés en ello.

e) Requisitos del requerimiento. No necesitará cumplir formalidad alguna, bastando con la sola petición de
protección para dar por iniciado el procedimiento.

f) Medidas cautelares especiales,


f.1) Regulación Legal y procedencia. Según el inciso 1° del artículo 71, procederán cuando ello sea necesario
para proteger los derechos del niño, niña o adolescente.

f.2) Momento para decretarlas. Pueden ser decretadas en cualquier momento del procedimiento, y aun antes
de su inicio. En este último caso, el juez fijará la fecha en que deberá llevarse a cabo la audiencia preparatoria,
para dentro de los cinco días siguientes contados desde la adopción de la medida, de manera tal que en caso
que a una persona se le decrete una, se le notificarán dos resoluciones: la de la medida cautelar y la que fija la
audiencia preparatoria.

f.3) Iniciativa. Puede ser decretada de oficio, a solicitud de la autoridad pública o de cualquier persona.

f.4) Enumeración. Se puede resolver respecto de los niños, niñas o adolescentes:


1) "su entrega inmediata a los padres o a quienes tengan legalmente su cuidado";
2) "confiarlo al cuidado de una persona o familia en casos de urgencia. El juez preferirá, para que asuman
provisoriamente el cuidado, a sus parientes consanguíneos o a otras personas con las que tenga relación de
confianza";
3) "el ingreso a un programa de familias de acogida o centro residencial, por el tiempo que sea estrictamente
indispensable";
4) "disponer la concurrencia de niños, niñas o adolescentes, sus padres, o las personas que los tengan bajo su
cuidado, a programas o acciones de apoyo, reparación u orientación, para enfrentar y superar las situaciones
de crisis en que pudieren encontrarse, e impartir las instrucciones pertinentes";
5) "suspender el derecho de una o más personas determinadas a mantener relaciones directas o regulares
con el niño, niña o adolescente, ya sea que éstas hayan sido establecidas por resolución judicial o no lo hayan
sido";
6) "prohibir o limitar la presencia del ofensor en el hogar común";
7) "prohibir o limitar la concurrencia del ofensor al lugar de estudio o de trabajo del niño, niña o adolescente.
En caso de que concurran aI mismo establecimiento, el juez adoptará medidas específicas tendientes a
resguardar los derechos de aquéllos";
8) "la internación en un establecimiento hospitalario, psiquiátrico o de tratamiento especializado, según
corresponda, en la medida que se requiera de los servicios que éstos ofrecen y ello sea indispensable frente a
una amenaza a su vida o salud", y
9) "la prohibición de salir del país para el niño, niña o adolescente sujeto de la petición de protección .

f.5) Prohibición. En ningún caso, podrá ordenarse como medida de protección el ingreso de un niño, niña o
adolescente a un establecimiento penitenciario para adultos.
f.6) Requisitos de la resolución. La resolución que determine la imposición de una medida cautelar deberá
fundarse en antecedentes que sean calificados como suficientes que ameriten su adopción, de los que se
dejará expresa constancia en la misma.

f.7) Auxilio de la fuerza pública. Para el cumplimiento de las medidas decretadas, el juez podrá requerir el
auxilio de Carabineros de Chile.

g) Duración. En ningún caso la medida cautelar decretada podrá durar más de noventa días.

h) Medida de separación del niño, niña o adolescente de sus padres. Artículo 74. La ley dispone que sólo
cuando sea estrictamente necesario para salvaguardar los derechos del niño, niña o adolescente y siempre
que no exista otra más adecuada, se podrá adoptar una medida que implique separarlo de uno o de ambos
padres o de las personas que lo tengan bajo su cuidado. En este caso, el juez preferirá a sus parientes
consanguíneos o a otras personas con las que aquél tenga una relación de confianza y, sólo en defecto de los
anteriores, lo confiará a un establecimiento de protección. La resolución que disponga la medida deberá ser
fundada.

Audiencia preparatoria.
a) Oportunidad. Iniciado el procedimiento, el juez fijará una audiencia para dentro de los cinco días siguientes.
b) Quiénes son citados. Se citará al niño, niña o adolescente, a sus padres, a las personas a cuyo cuidado esté,
y a todos los que puedan aportar antecedentes para una acertada resolución del asunto.
c) Desarrollo de la audiencia. Durante la audiencia, el juez informará a las partes acerca de las etapas del
procedimiento, sus derechos y deberes, y responderá a las dudas e inquietudes que les surjan. Los niños,
niñas o adolescentes serán informados en un lenguaje que les resulte comprensible.

El juez indagará sobre la situación que ha motivado el inicio del proceso, la forma en que afecta al niño, niña o
adolescente y sobre la identidad de las personas que se encuentren involucradas en la afectación de sus
derechos.
Los citados expondrán lo que estimen conveniente y, una vez oídos, el juez dictará una resolución que
individualice a las partes, determine el objeto del proceso, indique las pruebas que deban rendirse y fije la
audiencia de juicio para dentro de los diez días siguientes, a la que quedarán citadas las partes,

d) Recepción de prueba. La prueba que sea posible rendir desde luego, se recibirá de inmediato.

Audiencia de juicio.
a) Oportunidad. Se aplican las reglas generales, por lo que la audiencia de juicio deberá llevarse a efecto en un
plazo no superior a treinta días de realizada la preparatoria (artículo 61 N° 10).
b) Finalidad. Esta audiencia tendrá por objetivo recibir la prueba y decidir el asunto sometido a conocimiento
del juez. También ella podrán objetarse los informes periciales que se hayan evacuado, pudiendo el juez
hacerse asesorar por el Consejo Técnico.

636.3. Sentencia.
a) Obligación del juez. Antes de pronunciar sentencia, el juez procurará que las partes acuerden la forma más
conducente a la resolución de la situación que afecta al niño, niña o adolescente. En caso que ello no fuere
posible, en la sentencia fundamentará la necesidad y conveniencia de la medida adoptada, indicará los
objetivos que se pretenden cumplir con ella y determinará el tiempo de su duración.
b) Momento en que pronuncia la sentencia. La sentencia será pronunciada oralmente una vez terminada la
audiencia que corresponda, según sea el caso. El juez deberá explicar claramente a las partes la naturaleza y
objetivos de la medida adoptada, sus fundamentos y su duración.

Cumplimiento de las medidas.


a) Obligación de informar acerca del cumplimiento de las, medidas adoptadas. El artículo 76 regula la
obligación de informar de las personas que allí indica, encargadas del cumplimiento de medidas de la
situación en que se encuentra el niño, niña o adolescente acerca de los avances alcanzados, así como la
periodicidad de los informes, su evaluación por el juez (en cuya ponderación el juez se asesorará por uno o
más miem-bros del Consejo Técnico), así como de las medidas a adoptar en caso de incumplimiento (artículo
77). Se regula también la obligación de los jueces de familia de visitar los establecimientos residenciales en la
regularidad y con los requisitos que allí se determina (artículo 78)
b) Derecho de audiencia con el Juez. Los niños, niñas y adolescentes respecto de los cuales se encuentre
vigente una medida de protección judicial, tendrán derecho a que el juez los reciba personalmente, cuando lo
soliciten por sí mismos o a través de las personas señaladas en el artículo siguiente (artículo 79).
c) Suspensión, modificación y cesación de medidas. Dispone el artículo 80 que en cualquier momento en que
las circunstancias lo justifiquen, el juez podrá suspender, modificar o dejar sin efecto la medida adoptada, de
oficio, a solicitud del niño, niña o adolescente, de uno o de ambos padres, de las personas que lo tengan bajo
su cuidado o del director del establecimiento o responsable deI programa en que se cumple la medida.
Para tal efecto, y si el tribunal lo considera necesario para resolver, podrá citar a una única. audiencia
destinada a escuchar a las partes y recibir los antecedentes que justifiquen la suspensión, revocación o
modificación solicitada.
Con todo, la medida cesará una vez que el niño, niña o adolescente alcance la mayoría de edad, sea adoptado
o transcurra el plazo por el que se decretó sin que haya sido modificada o renovada.

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