Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aborto Por Violacion
Aborto Por Violacion
El proceso de salvación para una mujer que sufrió una violación es enormemente
complejo y se necesita del apoyo de muchos de sus seres queridos. Pero si al destrozo
emocional y psicológico que deja a su paso una violación, le sumamos el hecho de que la
mujer se enfrentaría a la concepción de un hijo producto de ese abuso, el trauma y los
problemas se vuelven moralmente más complejos.
Para alguien que fue indirectamente afectado por el hecho de que un familiar haya
sufrido del horrendo acto de violación y la realidad de que en su vientre lleva un feto
producto de ese abominable acto, el pensamiento inmediato es inducir el aborto.
Las razones de ese consejo son bastante claras, primero la mujer tiene creciendo en
su vientre el hijo de alguien repudiado, las complicaciones emocionales que implican tener
el recordatorio de ese momento y la posibilidad de nunca amar a ese hijo, son solo algunas
de las bases en las que los familiares y gran parte de la sociedad piensan a dar el consejo de
abortar como única salida porque ¿para qué traer un niño al mundo a sufrir? ¿Quién amaría
alguien concebido de una violación?
Pero con esas preguntas nos debemos hacer una más importante ¿serías capaz de
quitar una vida para enterrar un momento desagradable y tratar de reponer tu futuro? ¿Hasta
dónde se considera un feto que crece dentro de otro cuerpo algo vivo que tiene los mismos
derechos que cualquier ser humano?
Muy pocas personas piensan en eso cuando aconsejan deshacerse del problema.
Aunque se escuche desagradable eso es lo que socialmente es considerado un embarazo
producto de una violación, un problema.
En tal caso la madre se enfrenta a dos alternativas cuando tiene que decidir, y en
ambos casos tiene que vivir con las consecuencias.
Por extensión la mujer que enfrenta esa decisión debe tener suficiente madurez
emocional para decidir sobre la vida de otro que no tiene capacidad para expresar su
opinión.
Difícil es saber cuántas de esas mujeres logran tener una vida plena y feliz y
brindarles esa misma felicidad a sus hijos, o cuántas de ellas fueron felices sin ellos.
Existen muchas historias de mujeres que pensaban abortar para no tener al recuerdo de su
violación vigente ni el hijo de un violador, pero que no lo hicieron porque pensaban que el
niño no tenía la culpa, como ser inocente, de las circunstancias de su concepción y
terminaban queriéndolos como cualquier madre entregada quiere a su hijo.
En resumen se tiene dos opiniones distintas con respecto a este tema. Tenemos una
sociedad que no repudia ni aplaude el aborto de un niño producto de una violación, se diría
que se mantiene, hasta cierto punto, indiferente, debido a que ese pensamiento se
contrapone con las enseñanzas de que todos tenemos derecho a la vida. Y es allí donde se
encuentra el debate, religiosamente y moralmente hablando estamos acondicionados para
ver la vida como un regalo que no se le debe de arrebatar a nadie.
Tener una posición objetiva sobre el asunto es casi imposible, ya que la decisión
conlleva la intrusión de los sentimientos de las personas implicada, entonces se vuelve un
tema subjetivo.
Decidir tener o no un hijo producto de una violación es responsabilidad completa de
la madre. Una decisión que implica superar un evento profundamente traumático, muchas
encuentran en sus hijos el apoyo necesario para sobrellevar el trauma, pero
lamentablemente eso no les sucede a todas.
Desde la perspectiva de una mujer todas deben tener la opción de decidir sobre su
cuerpo sin importar el lugar donde resida. Decidir o no traer al mundo un hijo producto de
una violación es un derecho que deben de tener, ya que les quitaron el derecho de decidir
sobre sus cuerpos cuando fueron abusadas.