11 cosas que echas de menos cuando te vas de España
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Uno en el que te puedas comer un bocata tranquilamente.
Esos de bueno, bonito y barato. Esos con las mesas de
metal. Los de la esquina, los de siempre. Los de tardes
con los amigos. Los de cañas a un euro. Esos en los que
los camareros no te echan si estáis toda la tarde en la
misma mesa sin pedir nada más que el café de las 4. Los
que no te meten prisa cuando van a cerrar.
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Todavía no puedo entender por qué no existen en el resto
del mundo. No hay nada mejor que la total y absoluta
oscuridad de una habitación. En serio, todavía no me
entra en la cabeza que puedan vivir sin ellas. Acostarse a
las 7am, cerrarlas y despertarse a las 2pm. Eso es lo que
echamos de menos. Las cortinas apestan.
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Ay… qué poco nos entienden. Es tan difícil conectar con
personas de otros países en este sentido… Por no hablar
de las ironías, o de ser un poquito ariscos sin que te miren
mal. No somos gruñones, somos directos, somos
sarcásticos. Tenemos esa forma de decir las cosas un
tanto peculiar, y sólo nos damos cuenta de eso cuando
nos vamos fuera. Podemos sonar excesivamente serios y
estar haciendo la broma del día, y eso nadie más lo
entiende. Como tampoco entienden que sí, somos
gritones. Y sí, nos gusta armar jaleo. Y del bueno. ¿Algún
problema?
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Y esto debería ir en mayúscula. No es comparable con
ninguna comida que tu madre haga (lo siento, mamá). Es,
sin duda, lo que más echamos de menos en nuestras
comidas. Que sí, que vale, que ya sabemos que en los
supermercados lo venden. Pero por favor, no me
comparen… Es algo sagrado, y cada vez que podemos,
hacemos contrabando con él.
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Salir “de tranquis” y amanecer charlando con cara de
locos. Eso, no se paga con nada. No tener agenda. No
planear con 10 días de antelación las quedadas. Tomarte
una birra porque sí, porque acabamos de terminar de
comer y hace un sol que da gusto en pleno marzo. Y
probablemente se vayan uniendo más amigos. Y si
estamos a gusto, nos iremos a cenar después. Y
probablemente nos tomemos un gin-tonic en la
sobremesa. Y si se alarga, se alarga, que para eso la
noche es larga.
Fuente: http://www.upsocl.com/comunidad/11-cosas-que-echas-de-menos-cuando-te-vas-de-espana/
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Por partes: la cantidad de vacaciones que hay al año se
aprecian mucho más cuando vives fuera y además
trabajas. Además, nada mejor que las fiestas típicas de
cada comunidad, o San Juan, o las típicas fiestas
de pueblo… ¿Cómo explicamos eso fuera de España? Y
no, no somos vagos. Somos gozadores, que es distinto.
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Bueno… Los que seáis del Norte no lo echaréis tanto de
menos, pero los que somos mediterráneos no podemos
aguantar sin él. Así que, si vivimos en un país en el que
sale muy de vez en cuando, le hacemos una fiesta cada
vez que aparece.
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Ir de pinchos, tapas o tomar el aperitivo. Llamadlo como
queráis. Pero cómo se echa de menos tomarse una coca
cola con un pincho de tortilla, unos pescaditos fritos, una
sepia a la plancha, un montadito…
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No hay nada mejor que no tener un horario limitado en las
comidas. Que las cocinas no cierren, que las sobremesas
se alarguen… Porque a ver, para eso estamos, para eso
nos juntamos. Es una de las cosas que más echo de
menos: estar todos sentados, durante horas, habiendo
terminado ya de comer. Y hablar, hablar y hablar. Y
reírnos todos juntos, sin que nadie tenga que irse, sin
prisas. Sin que nadie quiera echarte de tu mesa.
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De verdad. El resto del mundo necesita conocer este
supermercado. En especial las mujeres sabemos cuánto
lo echamos de menos. La marca Deliplus es la bomba.
Qué poco lo apreciamos cuando lo tenemos cerca…
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Es inexplicable todo lo que se puede llegar a extrañar a tu
gente. Ellos lo son todo. Por mucho que trates de
adaptarte a otra cultura, conocer gente nueva y hacer
amistades, los de siempre son los de siempre. Son los
que nos esperan cada vuelta a casa por Navidad. Los que
adaptan sus horarios a los nuestros para hacer Skype, los
que logran que un mensaje de Whatsapp cambie por
completo tu día, los que te dicen: “Tranqui, que todo va a
estar bien. A tiempo de volver siempre vas a estar. Y aquí
estaremos esperándote”.