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FACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS HUMANAS

DEPARTAMENTO DE PSICOPEDAGOGÍA
LIC. EN EDUCACIÓN INFANTIL
EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS
SOCIALES
(ASPECTOS TEÓRICOS DE MAX WEBER)

DOCENTE
Luisa Fernanda Llorente Arteaga

INTEGRANTES
Luz Estela sierra Gonzales
María Fernanda Márquez peña
Karen Melissa de la hoz
Catalina naranjo Lambertinez
Angie Johana Oviedo guerra
Dayra Marcela Herrera Díaz

Facultad de educación y ciencias humanas


Departamento de psicopedagogía
Lic. en educación infantil
V semestre
Montería
FACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE PSICOPEDAGOGÍA
LIC. EN EDUCACIÓN INFANTIL

Max Weber (1864 – 1920) Los tipos ideales


Las obras metodológicas del sociólogo alemán Max Weber (Economía y sociedad, 1922; Ensayos
sobre metodología sociológica, etc.) se inscriben, en parte, en el contexto de las preocupaciones de
Dilthey, Rickert y Windelband, relativas a establecer las diferencias fundamentales entre las
ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales. Con Dilthey, se consideraba que toda disciplina que
se ocupara ya sea de fenómenos psíquicos, sociales o físicos era ciencia. Pero, en contradicción con
ese autor, Weber no creía que la referencia a significaciones y valores, por parte de las ciencias
sociales o culturales, las colocara en una clase diferente de aquellas ciencias que establecen leyes
causales. En oposición a Rickert, no colocaba a la ciencia natural y a las ciencias sociales, en
general, en campos opuestos en cuanto a la precisión del conocimiento logrado, pues estas últimas
pueden lograr esa condición con el uso de un procedimiento tipológico, como lo veremos luego,
porque las ciencias sociales pueden lograr un tipo especial de explicación mediante la construcción
y uso de tipos ideales.

Weber caracterizaba a las ciencias sociales o culturales como disciplinas que analizan fenómenos de
la realidad en términos de su significación cultural, significación que nada tiene que ver con una ley
general. La significación deriva de una orientación valórica del sujeto hacia ciertos eventos que los
convierte en objetos culturales. Esos eventos son los que constituyen el objeto de estudio de las
ciencias sociales y culturales. Por un lado, el investigador de estas ciencias está interesado en
comprender la individualidad de un determinado fenómeno social (la iglesia, el cristianismo, el
protestantismo, la burocracia, etc.) Pero, también ese investigador debe explicar ese fenómeno, no
con el uso de una ley, como en las ciencias naturales, sino con una explicación que se basa en una
imputación causal, según la terminología de Weber. Tal imputación vincula efectos con causas
mediante el uso de los tipos ideales, en la forma que se expone a continuación.
¿Qué son para Weber los tipos ideales?
Son construcciones intelectuales de un cierto objeto cultural (como los ejemplos dados
anteriormente) que se forman por la síntesis de muchos sucesos concretos individuales arreglados
de acuerdo con un cierto acentuado punto de vista del investigador y de acuerdo con la función que
van a cumplir. Esa construcción, demás estaría decirlo, no se encuentra en la realidad, es una
construcción ideal. La definición que da Max Weber es la siguiente: Un tipo ideal está formado por
la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la síntesis de una gran cantidad
de fenómenos concretos individuales, difusos, distintos, más o menos presentes, aunque a veces
ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados de manera unilateral en una
construcción analítica unificada... Dicha construcción mental, puramente conceptual, no puede
encontrarse en ningún lugar de la realidad. (Weber, M. Ensayos sobre metodología sociológica.
Buenos Aires: Amorrortu, 1973). La explicación que permiten los tipos ideales tiene la forma de
una imputación causal mediante la cual se buscan las causas que pudieron dar origen a divergencias
entre el tipo ideal de un cierto suceso construido, como ya lo expusimos y un suceso concreto, dado
en el mundo real. Por ejemplo, frente al tipo ideal de la burocracia el investigador podría encontrar
diferencias con un sistema burocrático concreto que se está investigando. El investigador, en tal
caso, podría formular ciertas hipótesis causales de las divergencias y decir, por ejemplo, que ellas se
deben a que los funcionarios actúan sin la debida información, que por ello cometen errores en su
actuación, que los jefes no se preocupan de la actuación de sus subalternos, que las reglas de
procedimiento no son claras, etc. Las características usadas como causas adecuada información,
despreocupación de los jefes, etc._ son elementos conceptuales que forman parte del tipo ideal.

Como se ha dicho, los tipos ideales contienen elementos de la realidad que son relacionados
conceptualmente. Esa construcción del tipo ideal no se hace de manera arbitraria, sino que se hace
de acuerdo con dos criterios principales. Uno de ellos es el criterio de la posibilidad objetiva el cual
exige que la conceptualización que se haga para formar el tipo ideal debe de estar de acuerdo con
las leyes de la naturaleza (por ejemplo, si es del caso, la forma de unir esos elementos no debe
contradecir las leyes encontradas por las ciencias naturales). El segundo criterio exige que los
elementos deben elegirse de tal modo que unos elementos puedan servir de causa a otros elementos
constitutivos del tipo ideal. Por ejemplo, la inclusión de la idea de justicia en un tipo ideal sólo se
hará si es causalmente relevante para otro elemento de ese tipo, como podría ser determinada la
conducta de las personas. Para una mejor compresión del concepto, hay que tener en cuenta que
Max Weber utiliza el término con cuatro significados o referentes distintos, que dan otros tantas
variedades de tipos ideales. Ellos son:
1. El tipo ideal histórico.

Es el tipo que se puede formular en una época determinada. Por ejemplo, el tipo ideal de libre
mercado

2. El tipo ideal de la sociología general.

Es el tipo que se refiere a fenómenos que se dan a lo largo de todos los períodos históricos y en
todas las sociedades. Por ejemplo, la burocracia.

3. El tipo ideal de la acción social.

Es el tipo de la conducta de un actor determinado por sus motivaciones. Por ejemplo, la acción
afectiva.

4. El tipo ideal estructural.


Es la construcción intelectual que se refiere a causas y consecuencias de la acción social. Por
ejemplo, la conducta de dominación. Digamos, por último, que los dos momentos que hemos
distinguido en el trabajo del investigador social primero, una individualización del suceso
estudiado, y luego, una imputación causal con base en el correspondiente tipo ideal corresponde al
esfuerzo de Weber por encontrar un campo intermedio entre el conocimiento ideográfico y el
nomotético.

Bibliografía:

Rubén Dri. La epistemología Weberiana.VI Jornadas de Sociología.

Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2004.

WEBER, Max: Conceptos sociológicos fundamentales, Madrid: Alianza, 2014.

WEBER, Max: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Madrid: Istmo, 2004. WEBER,
Max. 1984. “La objetividad del conocimiento en las ciencias y la política sociales”, en Max Weber.
(ed.). La acción social: ensayos metodológicos. Barcelona: Península

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