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TRABAJO INFANTIL

El trabajo infantil, o también llamadoa por algunos con mayor gravedad:; explotación infantil, es el
uso de menores en oficios de poca complejidad o por el contrario el desempeño de los mismos en
labores en las que la vida del menor se pone en riesgo, imposibilitando y vulnerando de esta manera
sus derechos primordiales como lo son: el derecho a la educación y al libre desarrollo físico e
intelectual.
Para lograr tener una visión un poco más amplia sobre el problema, hay que remontarnos al siglo
XVI, época en donde los niños eran integrados a las minas debido a su tamaño corporal, ya que a
diferencia de los adultos estos si podían acceder a pequeños lugares;, mientras las niñas solían
desempeñarse en tareas del hogar. Años más tarde, específicamente en el periodo de la revolución
industrial, los pequeños eran obligados a trabajar durante extensas jornadas, sin siquiera tener alguna
posibilidad de un breve descanso, una alimentación adecuada y mucho menos asistencia a la escuela,
por lo tanto a los menores no les quedaba de otra que asumir con resignación el tipo de
“ofrecimientos” brindados por sus patrones: -derecho a un ambiente insano en donde estaban
expuestos a múltiples peligros que podrían llevarlos a toparse de frente con la muerte-.
Ante esta situación, la oOrganización iInternacional del tTrabajo, en 2002, decidió establecer el 12
de junio como el día mundial contra el trabajo infantil;, la iniciativa busca concientizar a la población
de la magnitud del problema para que, a través de la articulación ciudadana, se unifiquen esfuerzos
que tengan dentro de sus propósitos la exigencia de aplicación de las respectivas penas a los
responsables de tales abusos; y por ende de esta forma contribuir a la erradicación de una de las
tantas problemáticas aun presentes en nuestra sociedad.
Para nadie es un secreto que en el presente año el panorama a nivel nacional es alarmante, y ello
quedó en manifiesto luego de haber sido revelado el último reporte del dDepartamento
aAdministrativo nNacional de eEstadística (DANE) sobre trabajo infantil en Colombia, en el se
observa claramente un aumento en lo que va corrido del presente año de 1,1% respecto al mismo
período del año pasado;, es decir, la tasa de pequeños trabajadores pasó de 13,6% a 14,7%, por lo que
dicha cifra enciende las alarmas de las autoridades competentes, como por ejemplo el iInstituto
cColombiano de bBienestar fFamiliar, que desde hace varios años ha venido promoviendo campañas
en conjunto con la acción ciudadana contra este tipo de atropellos hacia los menores.
De acuerdo a la legislación colombiana (ley XXX del año XXX): “los niños y niñas menores de 15
años solo podrán desempeñarse en el ámbito laboral si cuentan con la autorización dada por la
inspección de trabajo u ente territorial”, el permiso les será concedido siempre y cuando los infantes
chiquillos ejerzan actividades remunerativas de tipo artístico, recreativo, deportivo o cultural con un
límite de 14 horas semanales.
Asimismo a nivel nacional se ha creado y adoptado un gran abanico de leyes que tiene entre sus
principales objetivos salvaguardar a una población tan inocente, frágil e indefensa como lo es la niñez
y ello queda constatado a continuación:
- La ley 515 de 1999, por medio de la presente se aprobó el convenio 138, en el cual se instauró
la edad mínima para laborar y este último fue acogido en nuestro país en la sentencia C-325
del 22 de marzo de 2000.
- Ley 704 de 2001, a través de esta se dio vía libre al convenio 182, en el que están establecidas
las peores formas de trabajo infantil y las medidas drásticas que se tomaran para la
eliminación de la problemática.
Hace un año, tras haber sido reveladas las cifras de trabajo infantil en el país, el Huila fue
posicionado como eluno de los departamentos con un gran índice de aprovechamiento de infantes en
el ámbito laboral, situación que ubicó a la capital opita en primer lugar, seguida por Pitalito, Garzón
y La Plata. Y aunque en el primer trimestre de 2018 la panorámica augura ser alentadora para los
huilenses, sin embargo las autoridades territoriales permanecerán siempre expectantes ante cualquier
indicio de tal flagelo.
Con relación a todo lo antes expuesto, considero que la erradicación de dicha problemática podría ser
truncada si seguimos tolerando este tipo de acciones al quedarnos manicruzados viendo
tranquilamente como un niño solitario deambula hasta altas horas de la noche por las calles
ofreciendo cajitas de chicles para aromatizar el amargo sabor de nuestra indiferencia.

Referencias bibliográficas:
https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/publicacion-40.pdf
http://www.mailxmail.com/curso-trabajo-infantil-familia/antecedentes-historicos
http://www.un.org/es/events/childlabourday/
https://www.elespectador.com/economia/asi-va-el-trabajo-infantil-en-colombia-articulo-748659
https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/trabajo-infantil/trabajo-
infantil-historicos
http://www.lexbase.co/lexdocs/indice/1999/l0515de1999
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0704_2001.html

AUTOR:
MIGUEL ÁNGEL MEDINA POLANIA
CÓDIGO:
20171156210

El texto presenta el tema con coherencia y claridad, además refleja la postura del autor. Sin embargo,
hay que desarrollar o poner más argumentos porque este flagelo es muy complejo, sobre todo en
nuestros países, donde lo cultural relativiza la relación de los niños con lo productivo.
La diagramación es muy simple.
CALIFICACIÓN: 4.2

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