La debida diligencia como estándar internacional para
prevenir, investigar, sancionar y reparar actos de violencia
contra la mujer
El principio de la debida diligencia ha sido reconocido en el sistema
universal e interamericano de protección de derechos humanos.
La debida diligencia puede definirse como la obligación de los Estados
partes de “garantizar” el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos a toda persona sujeta a su jurisdicción [.....]. Como consecuencia de esta obligación, los Estados deben prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos reconocidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos41.
La debida diligencia debe garantizar respuestas efectivas por el Estado,
con criterios de oficiosidad, oportunidad, proactividad, y disposición oportuna del personal competente en la toma de decisiones y ejecución de acciones.
El estándar de debida diligencia ha sido utilizado por las diferentes
instancias internacionales para evaluar si un Estado ha cumplido con su obligación general de garantía frente a hechos que violan los derechos a la vida, integridad y libertad personal de las personas, en particular cuando resultan de actos imputables a particulares42.