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Núcleo: Miranda
Profesora: Integrante:
En 1801 Simón Rodríguez se halla en Bayona (Francia), de donde pasa a París y allí
traduce, ese mismo año, la Atala de Chateuabriand. En esta ciudad se encuentra de
nuevo con Simón Bolívar en, convirtiéndose a partir de este momento en una figura
decisiva en el rumbo que tomará la vida del futuro Libertador de América. En tal
sentido, juntos parten en abril de 1805. Hicieron parte del recorrido a pie, al cruzar los
Alpes. En Roma, un día de agosto de 1805, subieron a la cima del Monte Sacro. Tras
una visita a Nápoles, Bolívar regresa a París donde a comienzos de 1806 se afilia por
breve tiempo a la masonería. A fines de ese mismo año se embarca en Hamburgo en
un buque neutral que toca Charleston en enero de 1807; recorre una parte de los Estados
Unidos, y regresa a Venezuela a mediados del mismo año. Durante su permanencia
en la República del Norte - según lo declaró más tarde - vio por primera vez en su vida
el ejercicio de la "libertad racional". En Milán presencian la coronación de Napoleón
Bonaparte como rey de Italia.
Finalmente, la gira culmina en Roma, donde el 15 de agosto del mismo año, Bolívar,
junto a Rodríguez y Fernando Toro, jura dedicarse por completo a la causa de
independencia de Hispanoamérica.
CORONACIÓN DE NAPOLEÓN
El imperio
Bolívar regresó a Venezuela en 1807 después de una breve visita a los Estados Unidos.
En 1808 Napoleón instaló a su hermano, José, como Rey de España. Esto instigó una
gran revolución popular en España conocida como la Guerra Peninsular. En América,
como en España, juntas regionales se formaron para luchar contra el nuevo rey. A
diferencia de las juntas españolas, las juntas americanas lucharon contra el poder del
rey, no solo la persona de José Bonaparte.
VIAJE A ROMA
El segundo viaje llega por propósito la distracción de la viudez temprana dura 3 años
en los cuales disipa una cuantiosa fortuna material en su segundo viaje también se
observa una faceta diferente a la del primer viaje; aquí el interés era evidentemente
político, le atrae el dominio en el manejo de los bienes del estado y el bienestar de su
patria. Puso especial atención a la relación de influjo y veneración que había logrado
Napoleón con el pueblo Francés en esos días de gloria, de Francia, Bolívar pasó a Italia,
y en Roma rodeado de los recuerdos de la época republicana se consolidó su convicción
plena de que debía lucha por la libertad de los pueblos americanos y de que esa tarea a
ejecutar de ahí en adelante. Esto culmina en el Monte Sacro y en el juramento
definitivo: Es el viaje de aprendizaje con Rodríguez visita España Inglaterra, Francia,
Portugal, Italia y parte de Australia y Alemania a su regreso desembarca en los Estados
Unidos. El tercer viaje a Europa, va de diplomático a la Gran Bretaña, como intérprete
de una de las primeras embajadas venezolanas. Bolívar tiene ocasión de gusta
calmadamente la vida Inglesa, siente una admiración extraordinaria por el pueblo
inglés y también estabilidad respeto, dignidad, sensatez, sentido práctico, le produce la
más alta y viva impresión.
Afiliado a la masonería y empapado de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma
que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque carecía
de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la
guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas. Además, le
proporcionó al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y
discursos.
En esa época Con él estaban sus amigos Simón Rodríguez, quien contaba entonces
unos 36 años y había sido su maestro en Caracas, y Fernando Rodríguez del Toro, de
32. Habían salido de París el 6 de abril anterior, y por la vía de Lyon, Chambéry, Turín,
Milán, donde vieron a Napoleón coronarse como Rey de Italia, Montichiari, Venecia y
Florencia, llegaron hacia el mes de julio a Roma. Ahí, según la tradición, se alojaron
en una posada de la plaza España, cerca de la imponente escalinata que conduce al
templo de Santa Trinitá dei Monti.
Durante varias semanas recorrieron la ciudad, visitando sus monumentos y sus ruinas
llenas de evocaciones históricas, testimonios de la grandeza y la decadencia de los
imperios. El 15 de agosto se dirigieron los 3 al llamado Monte Sacro, situado entonces
fuera del recinto de la ciudad, a orilla del río Anio. Ese lugar era célebre en la historia
de la antigua Roma, que los 3 venezolanos conocían bien, porque allí se habían retirado
los plebeyos en sus desavenencias con los patricios en la época de la República.
Es muy probable, como lo insinuó el mismo Bolívar años más tarde, que al dirigirse al
Monte Sacro tanto él como sus compañeros tuvieran el propósito de realizar un gesto
simbólico, como venezolanos que deseaban la independencia de la patria nativa y de
toda la América entonces dominada por España. Ascienden por las laderas de la colina,
y en la cima conversan sobre la sucesión de las civilizaciones, su apogeo y su
declinación a través de los siglos. Son hombres penetrados por el espíritu de la
Ilustración racionalista, que creen en el progreso indefinido del género humano,
influenciados también por el nacionalismo y el romanticismo presentes ya en la Europa
de aquellos años.
¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor,
y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que
haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!
Juramento hecho por Simón Bolívar en Roma el 15 de agosto de 1805, cuando era un
joven de 22 años de edad.
REGRESO A VENEZUELA
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde partió a
Cartagena. Su intención, arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era
encontrar apoyo en las fuerzas neogranadinas para emprender en Venezuela la
reconquista de la República. "Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas,
escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y políticas": con estas
palabras prosiguió el Manifiesto de Cartagena, carta de presentación de Bolívar ante el
Soberano Congreso, en el cual hace un diagnóstico de la derrota al tiempo que ofrece
sus servicios al ejército de esa región. Los vecinos lo acogieron otorgándole el rango
de Capitán de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el mismo
procedimiento emprendió su arremetida hacia Venezuela. Se inició en mayo de 1813 la
Campaña Admirable, gesta que consistió en la reconquista de los territorios del
occidente del país y en forma simultánea los de Oriente a cargo de Santiago Mariño
hasta entrar triunfalmente en Caracas en agosto del mismo año. ¡Vuelve la República!
A su paso por Mérida le llamaban "el Libertador", y con ese nombre fue ratificado por
la municipalidad de Caracas, que le nombró, además, capitán general de los ejércitos
de Venezuela.
19 DE ABRIL DE 1810