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Sentencia T-218/18

- David Fernando Carvajal García instauró acción de tutela[1] contra Cafesalud EPS y Protección S.A., para que se protegieran sus
derechos fundamentales al mínimo vital, a la seguridad social, al trabajo, a la igualdad y a la dignidad humana. El tutelante estimó
que estos derechos le fueronvulnerados porque las entidades accionadas se negaron a continuar pagando las incapacidades
médicas otorgadas con posterioridad al día 540 como consecuencia de su actual estado de salud.
- La Representante Legal Judicial de Protección S.A., en su escrito de contestación[9], manifestó que por parte de la administradora
de pensiones y cesantías no ha existido ninguna conducta que constituya violación de los derechos fundamentales del tutelante,
toda vez que cumplió con su obligación de reconocer y pagar las incapacidades que le fueron expedidas desde el día 181 hasta el
día 540. Adicionalmente, indicó que de conformidad con el artículo 67 de la Ley 1753 de 2015, la obligación de reconocer y pagar
las incapacidades con posterioridad al día 540 estaría a cargo de Cafesalud EPS y no de su representada. Solicitó que en caso de
que se llegare a condenar a Protección S.A. a pagar alguna prestación económica, se conceda la tutela con efectos transitorios
por el término de cuatro meses, mientras el tutelante presenta la respectiva demanda laboral, de tal forma que se decida el
asunto de forma definitiva en la vía ordinaria.
- Primera instancia: negó por improcedente la acción de tutela, exhortó al tutelante a reclamar sus pretensiones ante la
jurisdicción ordinaria laboral y exoneró de toda responsabilidad a las entidades accionadas.
- Segunda instancia: confirmó en todas y cada una de sus partes la decisión del a quo, excepto la orden tercera, en la cual se exoneró
de toda responsabilidad a las entidades accionadas, toda vez que pueden ser sujetos pasivos de la respectiva demanda ordinaria
laboral.
- CONSIDERACIONES
- Superados los 360 días adicionales de incapacidad, si el trabajador continúa recibiendo incapacidades en razón a persistir su
condición médica, surge el interrogante de quién es el llamado a su reconocimiento y pago. Es así como la Ley 1753 de 2015, con
el fin de superar el vacío legal que existía en esta materia antes de su expedición[31], creó la Entidad Administradora de los
Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
- Entre las diferentes funciones otorgadas a dicha entidad, el legislador estableció en el artículo 67 de la Ley 1753 de 2015 la
obligación de reconocer y pagar a las EPS las incapacidades por enfermedad de origen común de los afiliados al Sistema General
de Seguridad Social en Salud que superen los 540 días continuos.
- Sobre dicha función, esta Corte señaló en la sentencia T-144 de 2016 que las EPS solo asumen una carga administrativa en el
reconocimiento y pago de dichas incapacidades, ya que la ley es clara al establecer que no son ellas quienes van a asumir la
obligación, la cual le compete en últimas al Estado, que en cabeza de la entidad creada a través del artículo 66 de la Ley 1753 de
2015[32], le pagará a las EPS los dineros cancelados por dicho concepto.
- Adicionalmente y conforme a lo establecido en el Decreto 546 de 2017[33] y la Circular No. 1 del 31 de julio de 2017[34], la
Entidad Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud entró en operación a partir del 1º de
agosto de 2017, fecha en la cual las EPS cuentan con la facultad de ejercer la facultad de recobro de los dineros pagados por
concepto de dichas incapacidades.
- Primero.- REVOCAR la providencia del 3 de octubre de 2017, proferida por el Juzgado Promiscuo del Circuito de Sopetrán
(Antioquia), que a su vez confirmó la providencia del 9 de agosto de 2017 del Juzgado Promiscuo Municipal de Liborina (Antioquia),
y en su lugar, CONCEDER transitoriamente el amparo solicitado por el señor David Fernando Carvajal García, de sus derechos
al mínimo vital, a la seguridad social y a la vida en condiciones dignas. En consecuencia, el accionante deberá acudir a la
Superintendencia Nacional de Salud dentro de los cuatro (4) meses siguientes a la notificación de esta providencia, para que esta
entidad se pronuncie de fondo y de manera definitiva sobre si el peticionario tiene o no derecho a que se le reconozcan y paguen las
incapacidades por enfermedad de origen común que le fueron expedidas con posterioridad al día quinientos cuarenta (540),
referidas en la presente sentencia.

Sentencia T- 529/17

- El 7 de diciembre de 2016, el ciudadano Marcel Sandoval Aranda interpuso acción de tutela por la presunta vulneración de sus
derechos fundamentales a la seguridad social, al mínimo vital y a la vida en condiciones dignas que considera han sido desconocidos
por la entidad accionada al negarse a reconocer y pagar el valor de las incapacidades laborales que le fueron prescritas por su
médico tratante, bajo el argumento de la presunta mora en el pago de sus cotizaciones.
- Primera Instancia: concedió el amparo pretendido y ordenó a Salud Total E.P.S. proceder a desembolsar la suma de dinero
correspondiente al reconocimiento económico de la incapacidad laboral expedida el 14 de junio de 2016, así como las demás que
se hayan proferido con posterioridad.
- Segunda Instancia: evocó el fallo inicialmente proferido pues, a su parecer, la pretensión resultaba improcedente en cuanto el actor
contaba con medios ordinarios de protección judicial
- CONSIDERACIONES
- De ahí que el artículo 21 del Decreto 1804 de 1999 estableciera ciertos requisitos a efectos de que sea posible entrar a realizar el
pago de esta prestación, entre otros, dispuso que el afiliado haya cancelado en forma completa sus cotizaciones al sistema y que
dichos pagos se hayan efectuado “en forma oportuna por lo menos durante cuatro (4) meses de los seis (6) meses anteriores a la
fecha de acusación del derecho”.
- En ese sentido, se tiene que la norma en comento establece dos requisitos, entre otros que no corresponden al objeto de la
presente litis, que deben verse verificados a efectos de que una persona pueda hacerse acreedora al desembolso de las
incapacidades médicas que le han sido expedidas, estos son: (i) haber pagado la totalidad de las cotizaciones del año anterior al
momento en que se causó el derecho y (ii) que cuatro de los pagos realizados en los últimos seis meses se hubieran realizado dentro
de la oportunidad establecida para el efecto
- Ahora bien, esta Corte ha estudiado la aplicabilidad de dichos requisitos en numerosas ocasiones y si bien ha determinado que se
trata de exigencias válidas, ha entendido que su aplicabilidad, en específico en lo relativo al segundo de los requisitos reseñados,
requiere que las empresas prestadoras del servicio de salud (E.P.S.) hayan efectuado las actuaciones que, con ocasión a la mora,
son correspondientes, esto es, que hayan actuado para solicitar el pago a través de los mecanismos de cobro coactivo que
estableció la misma Ley 100 de 1993, o que haya rechazado los pagos efectuados fuera del término establecido
- De conformidad con lo expuesto, esta Corte ha determinado que, en los casos en que las E.P.S. no efectuaron las actuaciones que
con ocasión a la mora debían realizar, resulta necesario concluir que éstas se allanaron y aceptaron el incumplimiento del afiliado
y, en ese orden de ideas, no pueden entonces excusarse en la falta de pago oportuno para negarse a pagar el valor de las
incapacidades médicas
- esta Corporación, y ha indicado que las E.P.S. “no pueden, so pretexto de la mora en el pago de los aportes a cargo del empleador
o del cotizante independiente, rehusarse a cancelar y reconocer una incapacidad laboral por enfermedad general, si obraron de
manera negligente para su efectivo pago, o si incumplieron el deber de adelantar de manera oportuna las acciones legales de
cobro, incluso con la consecuente oposición al pago extemporáneo”
- PRIMERO.- REVOCAR la sentencia proferida, en segunda instancia, el 6 de febrero de 2017, por el Juzgado Cuarenta y Uno Penal del
Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, que revocó la providencia proferida en primera instancia por el Juzgado
Veintidós Penal Municipal con Función de Conocimiento de Bogotá, el 22 de diciembre de 2016 y que había concedido el amparo
al mínimo vital solicitado. En ese sentido, CONCEDER el amparo a los derechos fundamentales al mínimo vital, a la seguridad social
y a la vida en condiciones dignas del ciudadano MARCEL SANDOVAL ARANDA en contra de SALUD TOTAL E.P.S..
- SEGUNDO.- ORDENAR a SALUD TOTAL E.P.S. que, en el término de 48 horas contadas desde su notificación de la presente
providencia, reconozca y pague al actor el valor de las incapacidades médicas identificadas con Número de Radicado: (i) 17954, que
comprende el periodo entre el 17 de febrero y el 15 de mayo de 2016; (ii)23182, referida al lapso entre el 14 de junio de 2016 y el
11 de septiembre del mismo año, y (iii) 25745, que tuvo lugar entre el 22 de agosto y el 19 de noviembre de 2016; así como las
demás que desde ese momento le hayan sido expedidas al actor.

Sentencia T-131/11

- El ciudadano William Barros Cervantes, actuando como agente oficioso de su progenitora Modesta Isabel Cervantes Serrano,
presentó acción de tutela el 15 de julio de 2010 en contra de la E.P.S. SALUD TOTAL S.A., al considerar que esta entidad le está
vulnerado el derecho fundamental a la salud.
- Sostiene que el 18 de junio de 2008 el Instituto de Seguros Sociales -ISS- reconoció a su esposa la pensión de vejez, razón por la
cual ésta se afilió a la misma E.P.S. SALUD TOTAL S.A. como cotizante. En virtud del cambio de la calidad de afiliada de su esposa en
la referida EPS, solicitó, mediante petición radicada el 13 de enero de 2009, “la DESAFILIACIÓN de [su] cónyuge como Beneficiaria
ya que se presentaba una multiafiliación y en su defecto se afiliara a [su] señora madre MODESTA ISABEL CERVANTES SERRANO,
quien convive con [él] bajo el mismo techo y no recibe pensión de ninguna entidad pública o privada y depende económicamente de
[él]”.
- se le informó que, para desafiliar a su cónyuge, debía demostrar que no tenía ningún vínculo matrimonial con ella, siendo entonces
el acta de divorcio el soporte para adelantar dicho trámite.
- Primera instancia: amparó los derechos fundamentales a la salud en conexidad con la vida y de la tercera edad de la señora Modesta
Isabel Cervantes Serrano y ordenó a la E.P.S. SALUD TOTAL S.A. realizar, dentro de las 48 horas siguientes a la notificación, los
trámites administrativos para afiliar a la señora Modesta Isabel Cervantes Serrano como beneficiaria del señor William Barros
Cervantes.
- Segunda instancia: revocar la decisión de primera instancia, y en su lugar, denegarla por improcedente.
- Considera el ad quem que, frente a la petición que el accionante le presentara a la EPS accionada en el sentido de desafiliar a su
esposa como beneficiaria y afiliar a su señora madre, ella fue oportunamente respondida y efectivamente resuelta de fondo, por
lo que no hay violación del derecho de petición.
- En cuanto a la afiliación de la progenitora del demandante como beneficiaria suya, considera que dicha EPS no ha vulnerado
derecho fundamental alguno, por cuanto la legislación sobre la materia es clara en señalar que el núcleo familiar es el que se
beneficia del cotizante y que en el presente caso éste está compuesto por el accionante y su cónyuge. Aclara que la desafiliación
de la esposa como beneficiaria del demandante sería viable de presentarse separación o ausencia, situación que no se da, razón
por la cual la afiliación de la señora Modesta Isabel Cervantes Serrano tan solo sería posible de concurrir alguna de las anteriores
condiciones.
- CONSIDERACIONES
- Es de concluir, entonces, que si los dos cónyuges o compañeros permanentes son afiliados cotizantes al sistema: (i) deberán estar
vinculados a la misma entidad promotora de salud y los miembros del grupo familiar sólo podrán inscribirse en cabeza de uno de
ellos; (ii) podrán inscribir en el grupo familiar a los padres de uno de los cónyuges siempre y cuando dependan económicamente
de él y no se encuentren en ninguna de las situaciones descritas en el numeral 1º del artículo 30 del Decreto 806 de 1998[22]; (iii)
cuando la anterior inscripción tenga lugar en concurrencia de los hijos con derecho a ser inscritos, procederá siempre y cuando la
suma de los aportes de los cónyuges sea igual o superior al 150% de las unidades de pago por capitación correspondiente a los
miembros del grupo familiar con derecho a ser inscritos incluyendo a los cónyuges y a los padres que se van a afiliar; (iv) si los
padres del otro cónyuge o compañero permanente también dependen económicamente de los cotizantes podrán ser inscritos en
calidad de cotizantes dependientes cancelando un valor adicional.
- En efecto, el señor William Barros Cervantes afirma en la demanda y en una declaración extraprocesal, rendida bajo la gravedad
del juramento, que su progenitora no recibe salario, renta, ni pensión de ninguna naturaleza, y que depende económicamente de
él[27], por lo cual no puede pagar la cuota como afiliada independiente, y que él tampoco tiene suficientes recursos para cubrir
esas obligaciones, pues tan solo dispone de la mesada pensional.
- De otro lado, la señora Modesta Isabel Cervantes Serrano no se encuentra en ninguna de las situaciones descritas en el artículo 30
del Decreto 806 de 1998.
- En cuanto al 150% de las unidades de pago por capitación correspondiente a los miembros del grupo familiar con derecho a ser
inscritos, no tiene aplicación en este caso, porque la inscripción como beneficiaria de la señora Modesta Isabel Cervantes Serrano
no concurre en este caso con la de hijos con derecho a ser inscritos, según el artículo 1 del citado Decreto 047 de 2000.
- Primero.- REVOCAR, por las razones expuestas en esta providencia, la sentencia proferida por el Juzgado Quinto Penal del Circuito
de Barranquilla, de fecha 23 de agosto de 2010, que revocó la de primera instancia emitida el 29 de julio de 2010 por el Juzgado
Séptimo Penal Municipal con Función de Control de Garantías de la misma ciudad; y, en su lugar, tutelar los derechos fundamentales
a la salud, a la seguridad social y de las personas de la tercera edad de la señora Modesta Isabel Cervantes Serrano.

Sentencia T-758/10

- Expediente T-2668361
- Julio César Espinosa Bejarano interpuso acción de tutela contra Saludcoop EPS por considerar que dicha entidad le vulneró sus
derechos a la seguridad social y a la salud, al haberle suspendido la atención y los tratamientos que requiere tras haber sufrido un
accidente laboral.
- Señala el accionante que el día 20 de junio de 2006 se vinculó a la empresa Concay S.A. para desempeñar el cargo de ayudante de
obra. El sueldo acordado fue de cuatrocientos ocho mil pesos mensuales ($408.000).[1] Con todo, el día 23 de noviembre de
2007, manifiesta, sufrió un accidente en su lugar de trabajo que le causó múltiples incapacidades, que llegaron a superar 180
días.[2] Debido al accidente, Saludcoop EPS, entidad a la que se encontraba afiliado el actor en calidad de cotizante, inició el
tratamiento correspondiente mediante terapias, medicamentos y control mensual.
- A pesar de que el accionante se encontraba en tratamiento, el 10 de diciembre de 2009 la empresa Concay S.A. decidió dar por
terminado su contrato de trabajo argumentando que le asistía justa causa, según lo dispuesto en el numeral 15 del artículo 62 del
Código Sustantivo del Trabajo.(+180 días de incapacidad no laboral)
- 1.3. De conformidad con el despido, la empresa Concay S.A. decidió reportar la novedad de retiro a Saludcoop EPS. Con dicha
novedad, la entidad accionada suspendió la prestación de los servicios de salud que le prestaba al actor.
- Primera instancia: negando el amparo solicitado por el accionante al considerar que: (i) una entidad prestadora de servicios de salud
tiene la facultad de suspender los servicios de salud que se le presta a una persona una vez se produzca su desafiliación y (ii) la
responsabilidad frente a la desafiliación recae sobre el patrono contra el cual se puede interponer una demanda mediante las vías
ordinarias dispuestas para tal fin.
- Mediante oficio fechado el 01 de septiembre de 2010, la representante legal de la empresa Concay S.A. se pronunció sobre el
asunto manifestando que (i) el accionante no sufrió un accidente laboral pues la enfermedad que padece fue calificada como de
origen común por Colmena – Riesgos Profesionales y por la Junta Nacional de Calificación de invalidez organismo que realizó
calificación de origen; (ii) desde el 20 de febrero de 2008, hasta el 31 de diciembre de 2009 la empresa canceló los salarios
correspondientes pese a que el accionante no trabajó durante esta época y (iii) la EPS Saludcoop no ha efectuado ningún
desembolso a favor del señor Julio César Espinosa pese a que la enfermedad que padece es de origen común.
- CONSIDERACIONES
- Así, si se comprueba que el empleador (a) desvinculó a un sujeto titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada sin solicitar
la autorización de la oficina del trabajo, y que (b) no logró desvirtuar la presunción de despido discriminatorio, entonces el juez que
conozca del asunto tiene el deber prima facie de reconocer a favor del trabajador: (i) en primer lugar, la ineficacia de la terminación
o del despido laboral (con la consiguiente causación del derecho prima facie del demandante a recibir todos los salarios y
prestaciones sociales dejadas de recibir en el interregno); (ii) en segundo lugar, el derecho a ser reintegrado a un cargo que ofrezca
condiciones iguales o mejores que las del cargo desempeñado por el trabajador hasta su desvinculación, y en el cual no sufra el
riesgo de empeorar su estado de salud, sino que esté acorde con sus condiciones;[25] (iii) en tercer lugar, el derecho a recibir
capacitación para cumplir con las tareas de su nuevo cargo, si es el caso (art. 54, C.P.);[26] (iv) en cuarto lugar, el derecho a
recibir “una indemnización equivalente a ciento ochenta días del salario, sin perjuicio de las demás prestaciones e indemnizaciones
a que hubiere lugar de acuerdo con el Código Sustantivo del Trabajo y demás normas que lo modifiquen, adicionen, complementen
o aclaren” (art. 26, inc. 2°, Ley 361 de 1997).
- Ahora bien, según las consideraciones expuestas en la parte motiva de esta providencia, en este caso debe presumirse que la
desvinculación del demandante fue discriminatoria, porque se surtió sin autorización de la Inspección del Trabajo, o del
Ministerio de Protección Social. [39] Y aunque ciertamente en el caso concreto la empresa accionada (Concay S.A.) intentó
desvirtuarla, bajo el argumento de que así se lo permitía el numeral 15 del artículo 62 del Código Sustantivo del Trabajo, en
realidad y de acuerdo con la jurisprudencia no consiguió hacerlo de manera definitiva. Ante todo, porque los ciento ochenta días
de incapacidad son condición necesaria, pero insuficiente para que se configure adecuadamente la causal de terminación. Pues se
requiere, además, que el empleador demuestre haber hecho dos cosas. Primero, que acompañó al trabajador en el trámite de
solicitud de la pensión de invalidez hasta que esta se resolvió completamente (calificación y decisión de la AFP).[40] Segundo, que
después de resuelta, y si no hubo lugar a la pensión de invalidez, el empleador efectuó los movimientos de personal y a) no fue
posible reubicar al trabajador, o b) fue posible reubicarlo pero con riesgo para su integridad o en un cargo que no puede
cumplir.[41] Ninguna de estas circunstancias se acreditó con suficiencia, y por tanto se mantiene incólume la presunción de
despido discriminatorio.
- DECISIÓN: el fallo de única instancia proferido por el Juzgado Cuarto Civil Municipal de Florencia – Caquetá será entonces
revocado y, en su lugar, se concederá la protección del derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada del accionante.

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