ERGONOMÍA
Metodología ergonómica de
intervención participativa a través
del uso de nuevas tecnologías
Gustavo Adolfo Rosal López
Ergónomo y gerente de SINERCO
1. Presentación.
En este artículo se intentan transmitir las bondades de estable-
cer análisis e intervenciones sobre los puestos de trabajo me-
diante una metodología que supere el tradicional sistema de la
evaluación de riesgos, basándose fundamentalmente en la par-
ticipación activa de todos los estamentos de la organización in-
volucrados en la mejora de las condiciones de trabajo: emplea-
dos, mandos intermedios, responsables de producción, técnicos
de prevención, etc.
Nuestro planteamiento se basa en fundamentar contribucio-
nes distintas, paralelas e interrelacionadas, como un proceso su-
cesivo donde el conocimiento, la acción y la toma de decisio-
nes se efectúen de manera racional, consensuada y basada en
el aprendizaje.
A través del uso de nuevas tecnologías, pueden hacerse visi-
bles aquellos riesgos que en la mayoría de las ocasiones resul-
tan difíciles de comprender para todas aquellas personas ale-
jadas del ámbito preventivo. Con ello se consigue además una
optimización de los procedimientos de trabajo, lo que repercu-
te al unísono en la posibilidad de interaccionar mejor en el bino-
mio productividad/condiciones de trabajo, de una forma senci-
lla, gráfica y efectiva.
2. Introducción.
De la importancia que tienen estos conceptos para la prevención
de riesgos laborales se ha hecho eco la Agencia Europea para la
Seguridad y Salud en el Trabajo al buscar como objetivo principal
en el análisis de las condiciones de trabajo “promover la adopción
de un enfoque integral de la gestión que tenga en cuenta los dife-
rentes pasos del proceso de evaluación de riesgos”. Además, para
ello es primordial “tratar de promover una evaluación de riesgos
participativa: es fundamental consultar a los trabajadores y que
estos se involucren en la evaluación de riesgos a fin de garanti-
zar la identificación de los riesgos no solo a partir del sentido co-
mún, sino también del conocimiento de las condiciones de traba-
jo y de los efectos adversos más frecuentes sobre los trabajado-
res. Con este componente de participación de los trabajadores,
la evaluación de riesgos es uno de los elementos fundamentales
para crear una cultura sostenible de la prevención”.
Por otro lado, la encuesta Europea de Empresas sobre Rie-
gos Nuevos y Emergentes determina que las evaluaciones de
riesgos que cuentan con una representación participativa en sus
realizaciones gozan de un factor impulsor clave en materia de
salud laboral.
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Daniel Iglesias Pastrana
Ergónomo
Ya lo dicen Pere Boix y Laurent Vogel en su libro La evalua-
ción de riesgos en los lugares de trabajo: “la evaluación de ries-
gos es un instrumento para el debate trabajador-empresario,
para confrontar prioridades e identificar claramente las nece-
sidades en materia de salud. Lo que no se necesitan son eva-
luaciones que nieguen los problemas, que hagan de la inspec-
ción técnica un pretexto para desoír los puntos de vista de los
trabajadores”.
A través de las nuevas tecnologías,
pueden hacerse visibles riesgos que
resultan difíciles de comprender para las
personas alejadas del ámbito preventivo
Surgen varias preguntas: ¿se está llevando a cabo actualmen-
te esta presunta evaluación de riesgos participativa?; ¿se com-
prometen realmente de forma sinérgica y eficaz los trabajado-
res y los diversos mandos en la toma de decisiones acerca de
la aplicación de las correspondientes medidas preventivas?; ¿la
formación a impartir en base a esa evaluación está cumpliendo
el precepto de que “debería estar centrada específicamente en
el puesto de trabajo o en función de cada trabajador”?; ¿están
realmente bien informados los trabajadores de los riesgos a los
que se exponen?... Y si a estas preguntas se responde negativa-
mente, ¿de verdad se está integrando la prevención en el siste-
ma general de gestión de la empresa?
Indicadores tan fiables como la comunicación de la Comisión
sobre la aplicación práctica de las disposiciones de la directiva
marco y de sus cinco primeras directivas individuales lo atesti-
guan, reflejando la imperiosa necesidad de mejorar estos aspec-
tos. Así, en relación a las actuales evaluaciones de riesgos, con-
cluye que sus principales deficiencias son:
▪Desconocimiento, bastante generalizado, de cómo llevar a
cabo las mismas y acerca de las herramientas que se nece-
sitan para ello.
▪Los riesgos no se analizan ni se evalúan colectivamente; por
tanto, se adoptan medidas independientes, sin existir un en-
foque integral en el seno de la empresa a la hora de examinar
las condiciones en el lugar de trabajo.
▪Se están llevando a cabo de forma puntual, no de manera
continuada.
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▪La atención se está centrando fundamentalmente en deter-
minar los riesgos evidentes e inmediatos y se olvidan los efec-
tos a largo plazo (sustancias químicas, riesgos ergonómicos,
etc.).
▪Las empresas no están supervisando debidamente la eficacia
de las medidas adoptadas.
Ante esta situación, entendemos que sería necesario hacer un
esfuerzo para llevar a cabo un replanteamiento profundo de la
situación, pretendiendo que el informe generado establezca de-
bate en la empresa para confrontar prioridades e identificar cla-
ramente las necesidades. En la medida en que el trabajo es una
actividad humana, la experiencia de los protagonistas es insus-
tituible y se sitúa como un medio que debería ser permanente
en las organizaciones para determinar el impacto de las condi-
ciones de trabajo sobre la salud.
3. Desarrollo experimental.
Tomando como partida estas reflexiones y priorizando la idea
de que el núcleo central de nuestros esfuerzos es el trabajador
y sus condiciones reales de trabajo, teniendo siempre presen-
te además la trascendencia que todo esto puede llegar a tener
en un concepto clave para cualquier entidad empresarial como
es la productividad, no olvidamos que el trabajador no se en-
cuentra aislado, sino que está integrado en un sistema organiza-
tivo que es vital a la hora de canalizar, para cada situación exis-
tente, las medidas preventivas óptimas. En otras palabras, lo-
grar que, en base a una minuciosa y completa evaluación de
riesgos, la participación, la formación y la información del tra-
bajador se realicen a través de una adecuada planificación de la
actividad preventiva y prestando especial atención a la positiva
o negativa influencia que todo esto pudiera tener en el proce-
so productivo.
Interrelación de intervenciones ergonómicas.
Para conseguir el cumplimiento de ambos objetivos (preven-
ción y productividad), la estrategia inicial y básica de nuestra
metodología era lograr una mayor participación y, por tanto, im-
plicación de todos los estamentos de la organización: responsa-
bles de producción, trabajadores, técnicos de prevención, etc.
Sin embargo, uno de los principales problemas a la hora de lo-
grar esta implicación es que determinados factores de riesgo
(ruido, calor, vibraciones, posturas inadecuadas, esfuerzo físico,
etc.) no siempre son fáciles de comprender.
Es por ello que nos pareció fundamental el contar con herra-
mientas tecnológicas que nos permitieran realizar una evalua-
ción de riesgos precisa y que, a la vez, fuera de fácil compren-
sión para poder transmitir la realidad de las condiciones de tra-
bajo a todos los niveles organizativos.
Cuando hablamos de tecnologías no solo nos referimos al
conjunto de conocimientos técnicos ordenados científicamen-
te que permiten diseñar y crear bienes o servicios que facilitan
la adaptación al medio y satisfacen las necesidades de las per-
sonas, sino que incluimos desde esta dinámica la tecnología so-
cial y educativa que todo proceso debe contener desde su pro-
yección dentro-fuera; es decir, desde su núcleo como elemento
potenciador en la mejora de las condiciones de trabajo, hacia el
poso que esos cambios democratizadores deben provocar en
los intervinientes, es decir, en la organización.
El desarrollo del siguiente estudio refleja y resume los realiza-
dos durante tres años en empresas de distintos sectores y ám-
bitos mediante intervenciones de análisis de las condiciones de
trabajo siguiendo los principios de participación y el uso de he-
rramientas de innovación en el campo de la evaluación de ries-
gos, tanto ergonómicos como de otros entornos de la actividad
preventiva (seguridad, higiene, etc.).
En este sentido, se apostó por las grandes ventajas que pudie-
ran derivarse del uso de una herramienta basada en la visualiza-
ción de los diversos factores de riesgo. Así, surgió la idea de la
utilización de la técnica PIMEX (Picture Mix Exposure). De ma-
nera simplificada, con esta técnica es posible relacionar, en tiem-
po real, el comportamiento que tiene el trabajador a la hora de
desarrollar su tarea con el nivel de riesgos en simultáneo que
está soportando, pudiendo aportar además, con la ayuda tam-
bién del resto de la organización, sus conocimientos y sus expe-
riencias para encontrar las soluciones preventivas más eficaces.
Antes de explicar en detalle esta metodología participativa,
decir que, desde el punto de vista técnico, se dispone de cinco
elementos tecnológicos que hacen posible su aplicación:
▪Instrumentos de medición directa. Estos instrumentos se co-
locan en el propio trabajador o en el entorno y son los encar-
gados de medir el riesgo de la exposición. Hay disponible en
el sistema una gran variedad de instrumentos de medición, ló-
gicamente, en función de los riesgos que se quieran evaluar:
ruido, humedad, compuestos orgánicos volátiles, calor, ilumi-
nación, carga postural, etc.
▪Transmisor de datos. Este recoge los datos de los instrumen-
tos de medición y se encarga de una transmisión inalámbrica
hacia el sistema central del PIMEX.
▪Cámara digital que graba el proceso de trabajo y transmite las
imágenes en tiempo real al software PIMEX.
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▪Software PIMEX. El software del sistema es la unidad central
del mismo. Se encarga de sincronizar y presentar en tiempo
real y simultáneamente los datos de las mediciones y del ví-
deo. Así, se consigue que el análisis sea inmediato y que la ge-
neración de la documentación se haga de forma directa.
▪Portátil de alta tecnología. Un portátil de alta gama trabaja
como unidad central. En la pantalla se presentan simultánea-
mente y en tiempo real las señales de medición y de vídeo.
Los cinco elementos tecnológicos de esta metodología participativa.
4. Evaluación participada.
Más allá de la utilización de recursos eminentemente prácticos,
cuantitativos y cualitativos, de los que aquí no nos vamos a ha-
cer eco, el fundamento del estudio se basa en el conjunto de
métodos o técnicas que buscan hacer comprensibles situacio-
nes que van más allá de ser referenciadas mediante criterios nu-
méricos, situaciones que puedan hacerse materializables y en
las que se permita una mejor incorporación en la evaluación de
aquellos elementos más subjetivos y de aquéllos que son difícil-
mente mensurables.
Se emplearon técnicas de:
▪Autoevaluación interna: metodologías de reflexión in-
dividual o grupal entre participantes de las organizacio-
nes. Hemos querido conducir esta manera de dar opi-
nión mediante instrumentos diseñados. Al unísono, tam-
bién hemos pretendido conocer la opinión y visión que
los técnicos y mandos directos tienen sobre estos pues-
tos, con la idea de equilibrar más la opinión y con aporta-
ciones “desde fuera” que, según nuestra experiencia, en
muchas ocasiones tienen un grado de incidencia más sig-
nificativo, sobre todo a la hora de implantar mejoras o
modificaciones.
Estas opiniones las hemos recabado mediante un cues-
tionario evaluativo con preguntas de prioridades y otras
abiertas de alternativas de mejora y puntos críticos.
▪Autoevaluación participada: metodologías de evaluación Puesto de trabajo donde se valora simultáneamente y en tiempo real la
a partir de las opiniones y percepciones de los participan- frecuencia cardiaca, la iluminación, el ruido, la humedad y la temperatura.
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tes en el proceso mediante reuniones abiertas y de opinión.
▪Prueba preliminar: evaluación presencial mediante reuniones
y coloquios. Se trata de exponer un resumen de todas las ac-
ciones realizadas durante el proyecto con el objeto de que los
participantes puedan recordar las fases de realización del mis-
mo así como la presentación de los resultados obtenidos.
▪Edición de recursos en vídeo. Autoevaluación: la técnica con-
siste en presentar a los participantes una serie de materia-
les y documentos (vídeos) significativos del puesto
de trabajo; el propio sistema PIMEX nos propor-
ciona esta posibilidad. (¿Qué es lo más significati-
vo que has podido observar en los vídeos respec-
to a tus condiciones de trabajo?; ¿qué ideas, pro-
puestas o soluciones podrías aportar para mejo-
rar lo expuesto?).
▪Simulaciones. También en algunos casos hemos
utilizado este tipo de técnica, en la que, principal-
mente mediante la enseñanza de los trabajadores,
interactuábamos con ellos a través de acciones de
trabajo, imitando posturas, maniobras o manipula-
ciones de fases o tareas de trabajo, utilizando he-
rramientas de trabajo, etc. Estas simulaciones nos
procuran una información menos intuitiva de la
realidad.
5. Análisis del riesgo.
El proceso de trabajo se graba con una cámara de vídeo y, al
mismo tiempo, se registran mediante los instrumentos de me-
dición directa las ‘cargas’ que se están produciendo (polvo, rui-
do, calor…) e, incluso, parámetros del propio trabajador (tem-
peratura corporal, pulsaciones…).
Gracias al registro simultáneo del método de trabajo y de los
riesgos a los que puede estar expuesto el operador, es posible
relacionar directamente el desarrollo del trabajo con gran parte
de las exigencias físicas que éste provoca en el empleado.
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Además, este sistema de obtención de datos, a través de una

de las aplicaciones que posee el software PIMEX, permite elabo- Con la técnica PIMEX es posible relacionar
rar una completa documentación que utilizaremos a la hora de en tiempo real el comportamiento del
realizar los informes y de llevar a cabo la posterior formación. trabajador en el desarrollo de su tarea
Teniendo en cuenta, como reiteramos, que las propuestas de
con los riesgos que está soportando
evaluación serán integradas y que los resultados serán también
conocidos, valorados y discutidos entre los miembros que par-
ticipan en el proceso, se pasa a evaluar todo el material recaba- modo y fácil de su sonido en inglés (easy). Por ello, establece-
do junto con los recursos proporcionados por el PIMEX para mos, por un lado, la expresión para las mejoras dándole un ca-
concretar el proceso evaluativo. rácter de peso e importancia pero, por otro, buscamos impri-
mirle una no menos sencillez en las medidas técnicas y organiza-
6. Trabajador-trabajo “centro de atención”… tivas, entendible por parte de los intervinientes que nos juzgan,
“y si…”. para alcanzar mejores niveles de consenso y comunicación.
Una vez registradas las tareas y las cargas concernientes al pues- El objetivo fundamental es observar el desarrollo de la produc-
to de trabajo, la visualización de las mismas permite que los tra- ción creativa por parte de los participantes ante el problema que
bajadores, encargados, responsables de producción, etc., a tra- se les presenta. Los evaluadores recopilamos esta información,
vés de grupos de trabajo, sean capaces de comprender fácil- como medidas de mejoras que, en muchos casos, coincidían con
las planteadas por nosotros pero que, en otros, supusieron el
aporte de ideas y sugerencias de mejoras novedosas.
Otro factor clave es que aumenta de manera muy im-
portante la calidad de la formación e información que se les
debe transmitir a los trabajadores. Hablamos de utilizar he-
rramientas que permitan aplicar realmente el concepto de
formación específica (evaluación de un puesto concreto de
trabajo), mejorar el aprendizaje a través del e-learning, au-
mentar la motivación/comunicación de/entre los trabajado-
res a partir de la verdadera participación, etc.
Una vez obtenidos los valores correspondientes de car-
ga en los distintos entornos de trabajo, nos planteamos, me-
diante el estudio de las herramientas de las que disponemos,
proponer medidas de mejora ergonómicas jerarquizadas a
través del uso de una representación tipo matriz.
Evaluación ergonómica participativa en un centro sanitario ante una
intervención de emergencia.
Matriz de prioridad para
mente las variables analizadas, pudiendo implementaciones ergonómicas.
de esta manera aportar sus inquietudes y
opiniones. Nunca debe olvidarse que, en
la mayoría de las ocasiones, quienes más
saben de un puesto de trabajo son los
verdaderos protagonistas de los mismos.
Dentro de estas fases de resumen y
presentación de las medidas, se busca re-
lacionar con un nivel expositivo y de pre-
sentación un lenguaje adecuado, con el
objetivo de alcanzar grados de compren-
sión generales y para que resulte atracti-
vo de cara a ser interpretado y motivado
por parte de los trabajadores.
A la hora de plantear las soluciones o
recomendaciones a los puestos estudia-
dos, combinamos el énfasis como fuerza
de expresión (¿y si…?) con lo sencillo, có-

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Es decir, con el objeto de acercar nuestras propuestas a la im-
plantación de las mismas en las organizaciones, pensamos que
el esquema matriz es un modelo visual y rápidamente asimila-
ble del impacto de la implantación de estas medidas en relación
a los costes y tiempos para las empresas con respecto al gra-
do de mejoras, en caso de implantarse, desde el punto de vista
preventivo y correctivo en el puesto de trabajo. Esto es, en las
mejoras de las condiciones de trabajo, pero siempre también
teniendo en consideración el proceso productivo y la produc-
tividad.
7. Retornos informativos: fase final.
El proceso de participación tiene que demostrar a los parti-
cipantes que se les ha escuchado. Se trata de instrumentos a
través de los cuales los intervinientes pueden hacer una eva-
luación individual del proceso, donde podremos observar y
conocer en qué grado se han cumplido las expectativas y cuál
ha sido el nivel de participación e implicación en las distintas
fases del mismo.
Diagrama de flecha: “antes de” y “después de”.
Estas encuestas de cierre que formarán parte del proceso
documental del proyecto se efectúan por escrito con el ob-
jetivo de obtener las valoraciones positivas y negativas del
proceso. Hay que tener en cuenta que se realizan de mane-
ra transversal entre distintos participantes de las empresas
eligiendo de estas a los más significativos, por lo que esta-
rán presentes técnicos, mandos y trabajadores que aporta-
rán una visión más conjunta del proceso (el interés reside en
que la realización de entrevistas la vamos a plantear de ma-
nera distinta entre distintos sujetos implicados, pero no solo
de manera directa, sino mediante el conocimiento y la opi-
nión de personas como clientes, proveedores…, que forman
parte sustancial del ciclo de trabajo en las organizaciones y
cuya opinión resulta importante conocer de manera trans-
versal).
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8. Conclusiones.
Esta nueva metodología de intervención ergonómica partici-
pativa a través del uso de nuevas tecnologías nos ha aportado
un gran número de ventajas técnicas y organizativas:
▪Lograr simultáneamente el análisis de un gran número de
factores de riesgo (ruido, polvo, humedad, posturas inade-
cuadas, etc.), lo que posibilita una evaluación de las condicio-
nes de trabajo mucho más completa.
▪Conseguir una mejora continua de los sistemas de traba-
jo, ya que las medidas preventivas sugeridas pueden vol-
ver a ser analizadas y comparadas con nuestra situación de
partida.
▪Participación de los trabajadores en el análisis de los riesgos.
Con ello conseguimos, por una parte, dar cumplimiento a la
normativa vigente y, por otra, aumentar la motivación de to-
das las personas implicadas.
▪Elaborar, a partir de la completa documentación generada,
estrategias de formación de alta calidad: workshops, e-lear-
ning, etc.
▪Posibilidad de realizar actividades de I+D+i en
el ámbito de la prevención de riesgos laborales.
▪Un proceso en el cual hay un amplio consenso
sobre su necesidad y sobre la participación activa
de los implicados tiene más posibilidades de éxito
que un proceso que sea cuestionado, tanto si es
unidireccional como aplicado únicamente por opi-
nión de terceros.
▪Todo ello con la mínima interferencia en la acti-
vidad de trabajo, con la importancia que este pun-
to tiene a la hora de lograr el compromiso de to-
das las partes.
Referencias bibliográficas
▪Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención
de Riesgos Laborales. BOE núm. 269, de 10 de
noviembre.
▪Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el
que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.
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▪Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco
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▪Documento COM 2004/62 final, 5-2-2004.
▪La encuesta Europea de Empresas sobre Riesgos Nuevos y
Emergentes (Esener 2009, Agencia Europea para la Seguridad
y la Salud en el Trabajo).
▪Boix, P. & Vogel, L. (2000). La evaluación de riesgos en los lugares
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▪Federación Asturiana de Empresarios, FADE, (2009 y 2010).
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▪Rosén, G. & Lundström, S. (1987). “Concurrent video filming
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J; 48: 688–692..