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Envases más difíciles de reciclar

Reciclar es una actividad bastante sencilla cuando adoptamos una posición ecologista y
de preservación del medio ambiente, sin embargo no siempre todos los materiales son
reciclables por ejemplo, el tetrabrik y envases flexibles de yogur o frutas bebibles son de los
menos reciclables debido a su dificultad y mezcla de materiales, pasa que no todos los envases
se reciclan del mismo modo y el uso de múltiples materiales, distintos colores al del material
original o un empaquetado exagerado para hacer el producto mas llamativo dificultan e
incluso hasta pueden impedir el proceso de recuperación de estos recipientes. Existen muchos
envases que son más difíciles de reciclar y generalmente cuanto más complejo es un envase,
es decir, con mas mezcla de materiales, más difícil resultará su proceso de recicle y
lamentablemente este es el factor común de los siguientes envases, los cuales son los más
complejos en reciclar: los tetrabriks, aquellos que llevan unidos un plástico interior que
impermeabiliza, una capa metálica que aísla, un cartón que soporta las tintas con los colores
que informan del contenido y atraen al consumidor más un tapón de rosca; están los envases
doypack o flowpack, ejemplo de ellos son los envases flexibles de yogur o frutas bebibles, o los
envases con mezcla de plástico y metales, como las bolsas de papas con capa aluminizada, y
aunque la comunidad consumista gestione el reciclaje de los desechos del contenedor amarillo
y azul o por ejemplo las bolsas de pan con una pedazos de plástico transparente, se deben
ubicar en el contendero azul de papel y cartón, pero, al tener ambos tipos de materiales,
siembran la duda en el consumidor. Debemos estudiar e investigar los productos que
consumimos para saber clasificar estos envases, separarlos y hacerlo lo mejor posible,
ciertamente conseguiremos envases dudosos y difíciles de reciclar. En este sentido también
hay envases que, pudiendo recuperarse, pueden acabar en el basurero, porque no pueden ser
bien identificados en los procesos de reciclaje, entre ellos resaltan los envases con materiales
camuflados como las botellas de plástico forradas con algún motivo colorido para llamar la
atención con un color que no es el normal de ese material. Por otro lado están los envases de
plásticos biodegradables que en la mayoría de los casos solo se degradan en condiciones
específicas pero que no se dan ni en basureros ni en el medio natural donde son abandonados
estos desechos y en otras ocasiones, son mezclas de materiales que no se pueden reutilizar en
la industria del reciclaje. Mientras tanto los envases de vidrio se pueden reciclar al cien
porciento con independencia de los colores con que están hechos, sin embargo la comunidad
gestora del contenedor verde reconoce que en algunos países de Europa hay contenedores
para cada color de vidrio, esto fue así en el pasado pero con el tiempo se unificaron ya que las
plantas de tratamiento desarrollaron la tecnología para separar el vidrio por colores, usando
unos lectores ópticos separan los fragmentos transparentes de calcín de los demás y es más
sencillo para el ciudadano común; pero, los envases de vidrio contienen tapas y tapones de
otros materiales que hay que depositar en el contenedor amarillo para que puedan ser
reciclados. Hay que tener siempre presente que aproximadamente el 80% de los impactos
ambientales de cualquier producto se pueden evitar solo en la fase de diseño y las personas a
cargo del diseño de un producto o servicio deben trabajar en este sentido, ya que sus
decisiones influyen en los materiales que utilizarán y en el uso del producto hasta el final de
vida. Es así que proponer que los elementos de distinto material al empleado en el cuerpo
principal del envase hará más fácil la tarea de separación por parte del consumidor.

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