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Legalización de las drogas ¿Solución o abismo?

Sobre esta decisión existen muchos aspectos que deben ponerse en consideración para

evaluar la decisión en la que se maximicen los beneficios para todos. La legalización de las

drogas, no debe resumirse a solo una venta legal, sino que debe involucrarse más en un

control sobre el negocio del narcotráfico permitiéndole a el Estado el dominio de la principal

fuente de financiación de la mayoría de los grupos armados ilegales del país, reducir el

número de víctimas que dicha actividad que siendo ilegal genera constantemente, además

mermar el gasto público en la lucha contra los narcotraficantes e impedir la comercialización

de la droga.

Los gobiernos de los países productores y consumidores realizan millonarias inversiones en

la pugna antidrogas, pero sus esfuerzos han sido en muchas ocasiones infructuosos ya que

hasta el momento la penalización y prohibición solo han enriquecido a unos pocos y no acaba

con el problema, esto se debe principalmente a que ese mercado es un monopolio cuyas

utilidades están destinadas a seguir con el negocio y a generar violencia por doquier, y es que

por estar prohibido los estupefacientes no se dejan de producir, distribuir y consumir tal y

como lo corrobora el informe del año 2016 de la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas

contra la Droga y el Delito) en el que se presentan preocupantes cifras en el aumento de:

hectáreas cultivadas, toneladas de cocaína producidas y precio promedio, siendo las zonas

fronterizas las de mayor producción históricamente.

Otro de los alcances de la normatización y regularización del narcotráfico radica en que el

Estado podrá recaudar dinero derivado de los impuestos que tendrían que tributar quienes se

dediquen a esa actividad, así como se ha reglamentado para el alcohol y el tabaco cuyos altos

impuestos han servido para subsidiar la salud en Colombia tal y como lo afirmó el entonces
ministro de salud Alejandro Gaviria, quién en algunas entrevistas expreso que el aumento al

impuesto del cigarrillo le aportaría alrededor de 1,5 billones de pesos anuales a la salud y que

los impuestos son más eficaces en campañas masivas de prevención. Esa última opinión

también la comparte la JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) en su

más reciente informe del año 2017 en el cual expone que:

En la reducción de la demanda de drogas intervienen dos enfoques superpuestos pero

diferentes: la prevención de la iniciación en el consumo de drogas y el tratamiento, la

rehabilitación y la reinserción social, por lo tanto, las intervenciones destinadas a

reducir la demanda suelen centrarse más en las actividades de prevención. (JIFE,

2018, p2)

Colombia, caracterizada por la gente alegre ha venido viviendo bajo la sombra de un

monstruo que cíclicamente ha cambiado su aspecto, con esto me refiero a los grandes

narcotraficantes principalmente de los años 80 y 90 que han sembrado el miedo generalizado

en la sociedad a punta de violencia, financiado por el negocio de las drogas ilícitas lo cual ha

provocado un desplazamiento forzado y que como bien lo dice Ospina en su texto Colombia

en el Planeta mantiene a los colombianos en una dualidad de sentimientos en los que por un

lado impera la fascinación por lo que ese mundo o estilo de vida te puede ofrecer y por el

otro aterroriza cuando muestra la crueldad imperante y natural para poder dominar.

Para concluir, hacer esta transición no es nada elemental y debe ir de la mano de medidas

conjuntas en términos de prevención del consumo, rehabilitación y tratamiento para los

adictos, en el que todos los involucrados logren ponerse de acuerdo para llegar a un bien

común. Pero no hay que olvidar que este es un país lastimosamente corrupto y legalizar las

drogas es una decisión que debe implementarse con políticas de alta rigurosidad y eficacia
para que pueda ser controlado y que por el contrario no se les den mayores recursos a las

maquinarias políticas tradicionales para aumentar la corrupción y olvidarse de las

necesidades del país. Si bien esta es una propuesta valida, no significa que es la solución

absoluta a la gran problemática del narcotráfico, pero bien ejecutada puede generar un gran

paso hacia ese fin.

Referencias

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. (2017). Colombia: Monitoreo
de territorios afectados por cultivos ilícitos 2016. Recuperado de:
http://www.unodc.org/documents/colombia/2017/julio/CENSO_2017_WEB_baja.pdf

Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. (2018). Informe 2017. Recuperado


de:
https://www.incb.org/documents/Publications/AnnualReports/AR2017/Annual_Report/S_2
017_AR_ebook.pdf

Ospina Buitrago (2001) Colombia en el planeta. Gobernación de Antioquia y apoyado por el

ministerio de la cultura y el proyecto de las Naciones Unidas para el desarrollo

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