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Isotropía

En Física, la isotropía (equitativo, igual medio,) es la característica de


algunos cuerpos cuyas propiedades físicas no dependen de la dirección en
que son examinadas. Es decir, se refiere al hecho de que
ciertas magnitudes vectoriales conmensurables dan resultados idénticos
independientemente de la dirección escogida para dicha medida. Cuando una
determinada magnitud no presenta isotropía se dice que
presenta anisotropía.

Anisotropía
La anisotropía (opuesta de isotropía) es la propiedad general
de materia según las cualidades
como: elasticidad, temperatura, conductividad, velocidad de propagación de
la luz, etc. varían según la dirección en que son
examinadas.1 Algo anisótropo podrá presentar diferentes características
según la dirección. La anisotropía de los materiales es más acusada en
los sólidos cristalinos, debido a su estructura atómica y molecular regular.

Acero eléctrico
El acero eléctrico, también llamado acero magnético, acero al
silicio, o acero para transformadores, es un acero especial
fabricado para poseer determinadas propiedades magnéticas, tales
como una zona de histéresis pequeña (poca disipación de energía
por ciclo), que equivale a bajas pérdidas en el núcleo y una
alta permeabilidad magnética.
El material se fabrica habitualmente en forma de chapas laminadas
en frío de 2 mm de espesor o menos. Estas chapas se apilan y una
vez reunidas, forman los núcleos de transformadores o
de estatores y rotores de motores eléctricos. Las láminas se pueden
cortar a su forma final mediante troquelado; para cantidades
pequeñas, el material se puede cortar con láser o por electroerosión.
Acero Eléctrico: Orientación del grano
Hay dos tipos principales de acero eléctrico: con grano orientado y no orientado.

Los aceros eléctricos de grano orientado normalmente tienen un nivel de 3%


de silicio (Si:11Fe). Es procesado de tal manera que las propiedades óptimas
se desarrollan en la dirección de la laminación, debido a un control estricto de
la orientación de los cristales con respecto a la lámina. Debido a la orientación
especial, la densidad de flujo magnético se incrementa en un 30% en la
dirección de laminación, aunque su punto de saturación magnética se reduce
en un 5%. Se utiliza para fabricar núcleos de transformadores de alta
eficiencia y electroimanes.
El acero eléctrico no orientado por lo general tiene un nivel de silicio de 2 a
3,5% y tiene propiedades magnéticas isotrópicas, esto es, similares en todas
las direcciones, por lo cual es menos costoso y es apropiado para su
utilización en aplicaciones donde la dirección del flujo magnético no es
rectilínea, mayormente en construcciones con simetría cilíndrica (máquinas
eléctricas rotantes). También se utiliza cuando la eficiencia es menos
importante o cuando la geometría de construcción no deja espacio suficiente
para alinear apropiadamente los componentes y así aprovechar las
propiedades anisotrópicas de las chapas eléctricas de grano orientado.

Propiedades magnéticas
Las propiedades magnéticas del acero eléctrico dependen del tratamiento
térmico, puesto que el aumento del tamaño medio de los cristales disminuye
las pérdidas por histéresis. Las pérdidas por histéresis se determinan
mediante una prueba estándar y para los grados comúnmente disponibles de
acero eléctrico, pueden variar de 2 a 10 vatios por kilogramo para una
frecuencia de 60 Hz y un flujo magnético de 1,5 teslas. Existen también
aceros eléctricos semielaborados, los cuales son entregados en un estado tal
que, después de darle a las chapas la forma final mediante troquelado, un
posterior y último tratamiento térmico desarrolla el tamaño de grano deseado
de 150 micrómetros. Los aceros totalmente elaborados generalmente se
entregan con revestimiento aislante, tratamiento térmico completo, y
propiedades magnéticas definidas, para aplicaciones donde la operación de
troquelado no degrada significativamente las propiedades del material. Una
curvatura excesiva, un tratamiento térmico incorrecto, o incluso una
manipulación o almacenaje incorrectos del acero pueden afectar
negativamente a las propiedades magnéticas y aumentar el ruido debido a la
magnetostricción.
Acero amorfo
Para ciertos tipos de transformadores se utilizan núcleos de acero amorfo.
Este material es un metal amorfo que se prepara vertiendo la aleación de
acero fundido en un enfriador rotativo, que enfría el metal tan rápidamente (a
una tasa de alrededor de un megakelvin por segundo) que los cristales no
tienen tiempo de formarse. En los transformadores con núcleo de metal
amorfo, las pérdidas debido al material del núcleo llegan a ser de tan sólo un
tercio de las que ocurren en los núcleos de acero convencional. Sin embargo,
su alto costo (aproximadamente el doble que el del acero convencional) y sus
desventajosas propiedades mecánicas hacen que el uso del acero amorfo sea
rentable sólo para determinados tipos de transformadores de distribución.3

Orígenes de las corrientes de Foucault


Si se hace oscilar un péndulo constituido por una placa de cobre entre
los polos de un electroimán, se observará que se va frenando hasta pararse
por completo, produciéndose este efecto más rápidamente cuanto mayor sea
la intensidad del campo. Al tratarse de una placa de cobre, material no
magnético, el frenado del péndulo no es debido a la atracción de los polos del
imán.
Lo que sucede es que en la placa, al cortar el flujo entre las piezas polares, se
induce una fuerza electromotriz, según predice la ley de Lenz. Como el cobre
es un buen conductor y la placa ofrece una gran sección al paso de la
corriente, su resistencia óhmica es pequeña y las corrientes inducidas
intensas. Estas corrientes se oponen a la acción del origen que las produce,
esto es, la propia oscilación del péndulo, por tanto, actúan de freno.
La energía cinética del péndulo en movimiento, por el principio conservación,
se transforma en calor por el efecto Joule.
Otros ejemplos claros donde aparecen este tipo de corrientes inductoras lo
podemos observar en la mayoría de maquinaria eléctrica, dinamos, motores
de corriente continua, alternadores, transformadores y en cualquier máquina
donde exista un flujo de inducción.
En general, las corrientes de Foucault son indeseadas, ya que representan
una inútil disipación de energía en forma de calor.
Electroimán
Un electroimán es un tipo de imán en el que el campo magnético se produce
mediante el flujo de una corriente eléctrica, desapareciendo en cuanto cesa
dicha corriente. Los electroimanes generalmente consisten en un gran número
de espiras muy próximas entre sí de alambre que crean el campo magnético.
Las espiras de alambre a menudo se enrollan alrededor de un núcleo
magnético hecho de un material ferromagnético o ferrimagnético, como el
hierro; el núcleo magnético concentra el flujo magnético y hace un imán más
potente.
La principal ventaja de un electroimán sobre un imán permanente es que el
campo magnético se puede cambiar de forma rápida mediante el control de la
cantidad de corriente eléctrica en el devanado. Sin embargo, a diferencia de
un imán permanente que no necesita de alimentación, un electroimán requiere
un suministro continuo de corriente para mantener los campos.
Los electroimanes son ampliamente usados como componentes de otros
dispositivos eléctricos, como motores, generadores, relés, altavoces, discos
duros, máquinas MRI , instrumentos científicos y equipos de separación
magnética. Los electroimanes también se emplean en la industria para
recoger y mover objetos pesados, como la chatarra de hierro y acero.2

Un electroimán simple consiste en una bobina de alambre aislado envuelto


alrededor de un núcleo de hierro. Un núcleo de material ferromagnético, como
el hierro sirve, para aumentar el campo magnético creado.1 La fuerza del
campo magnético generado es proporcional a la cantidad de corriente que
atraviesa los arrollamientos.1

El campo magnético producido por un solenoide (bobina de alambre). Este


dibujo muestra una sección transversal a través del centro de la bobina: las
cruces son los alambres en los que la corriente se está moviendo en la
página; los puntos son los alambres en los la corriente se mueve hacia arriba
fuera de la página.
Funcionamiento
El material del núcleo del imán (generalmente hierro) se compone de pequeñas regiones
llamadas dominios magnéticos que actúan como pequeños imanes. Antes de que la
corriente en el electroimán se activa, los dominios en el núcleo de hierro están en
direcciones al azar, por lo que sus campos magnéticos pequeños se anulan entre sí, y el
hierro aún no tiene un campo magnético de gran escala. Cuando una corriente pasa a
través del alambre envuelto alrededor de la plancha, su campo magnético penetra en el
hierro, y hace que los dominios giren, alineándose en paralelo al campo magnético, por lo
que sus campos magnéticos diminutos se añaden al campo del alambre, creando un
campo magnético que se extiende en el espacio alrededor del imán. Cuanto mayor es la
corriente que pasa a través de la bobina de alambre, más dominios son alineados,
aumentando la intensidad del campo magnético. Finalmente, todos los dominios estarán
alineados, nuevos aumentos en la corriente sólo causan ligeros aumentos en el campo
magnético: este fenómeno se denomina saturación. Cuando la corriente en la bobina está
desactivada, la mayoría de los dominios pierden la alineación y vuelven a un estado
aleatorio y así desaparece el campo. Sin embargo en algunos la alineación persiste, ya que
los dominios tienen dificultades para perder su dirección de magnetización, dejando en el
núcleo un imán permanente débil. Este fenómeno, llamado remanencia, se debe a
la histéresis del material. Aplicar una corriente alterna decreciente a la bobina, retirar el
núcleo y golpearlo o calentarlo por encima de su punto de Curie reorientará los dominios,
haciendo que el campo residual se debilite o desaparezca.
El tipo más simple de electroimán es un trozo de alambre enrollado. Una bobina con forma
de tubo recto (parecido a un tornillo) se llama solenoide, y cuando además se curva de
forma que los extremos coincidan se denomina toroide. Pueden producirse campos
magnéticos mucho más fuertes si se sitúa un «núcleo» de
material paramagnético o ferromagnético (normalmente hierro dulce o ferrita, aunque
también se utiliza el llamado acero eléctrico) dentro de la bobina. El núcleo concentra el
campo magnético, que puede entonces ser mucho más fuerte que el de la propia bobina.
Los campos magnéticos generados por bobinas se orientan según la regla de la mano
derecha. Si los dedos de la mano derecha se cierran en torno a la dirección del campo
magnético B, el pulgar indica la dirección de la corriente I. El lado del electroimán del que
salen las líneas de campo se define como «polo norte».
Además, dentro de la bobina se crean corrientes
inducidas cuando ésta está sometida a un flujo variable.
Estas corrientes son llamadas corrientes de Foucault y en
general son indeseables, puesto que calientan el núcleo y
provocan una pérdida de potencia en forma de calor.
La corriente (I) fluyendo por un cable produce un
campo magnético (B) en torno a él. El campo se
orienta según la regla de la mano derecha.
Fuerza sobre los materiales ferromagnéticos[editar]

Esquema de un electroimán.
Calcular la fuerza sobre materiales ferromagnéticos es, en general, bastante
complejo. Esto se debe a las líneas de campo de contorno y a las complejas
geometrías. Puede simularse usando análisis de elementos finitos. Sin
embargo, es posible estimar la fuerza máxima bajo condiciones específicas. Si
el campo magnético está confinado dentro de un material de alta
permeabilidad, como es el caso de ciertas aleaciones de acero, la fuerza
máxima viene dada por:

Esquema Electroimán:
Las brújulas: son algunas de las herramientas de navegación más antiguas de la
historia. Desde que la raza humana comenzó a entender más sobre la navegación, las
brújulas han sido cruciales para las hazañas más importantes de la navegación,
como los primeros viajes transoceánicos o la navegación alrededor del globo.
Nada de esto podría haber sido posible sin la ayuda de las brújulas para realizar
cálculos de nagevación en largas distancias. Los primeros exploradores tenían que
utilizar los puntos de referencias geográficos y a las estrellas para poder nagevar. Esto
hacía muy difícil viajar lejos o a destinos desconocidos. Las brújulas fueron uno de los
avances claves para hacer estos viajes realidad.

Las brújulas funcionan detectando los campos magnéticos naturales de la Tierra.


Nuestro planeta tiene un núcleo de hierro que es parte líquido y parte cristal sólido por
su presión gravitacional. Se cree que el movimiento en el líquido del núcleo es lo que
produce el campo magnético de la Tierra. Como todos los campos magnéticos, el
campo magnético de la Tierra tiene dos polos principales, un polo norte y uno sur.

Estos polos magnéticos están un poco fuera del eje de la rotación de la Tierra, el cual
es utilizado como las bases de los polos geográficos, pero están lo suficientemente
cerca como para que las direcciones generales con ajustes para la diferencia polar,
llamad declinación, puedan ser utilizadas para la navegación.

Esencialmente, una brújula es un imán liviano, generalmente una aguja magnetizada,


en un eje central de rotación libre. Esto le permite a la aguja reaccionar de la mejor
manera ante los campos magnéticos cercanos. Como los opuestos se atraen, el polo
sur de la aguja es atraído por el polo norte de la Tierra. Esta es la manera por la
cual los navegadores son capaces de saber cuál es el norte. Las primeras brújulas eran
de agua, inventadas por China durante la dinastía Song. Estas eran piezas de metal
magnetizadas flotando en un cuenco con agua.

Luego, las brújulas se volvieron populares en el oeste durante el siglo 14 DC. Esto
llevó a lo que es conocido actualmente como la Edad de la Exploración, donde las
potencias europeas comenzaron a explorar el mundo. Mientras que la brújula era solo
uno de los aparatos que se utilizaron en esta época, definitivamente jugó una parte
importante en que realmente todo pudiera suceder. Incluso la navegación moderna aún
utiliza brújulas para desarrollar mapas precisos.

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