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Todos hemos escuchado alguna vez hablar del hígado graso,

pero ¿sabemos por qué se padece y si podemos


prevenirlo?

El hígado graso, dentro del mundo hospitalario, se conoce


como esteatosis hepática, y es una enfermedad del hígado
generalmente benigna que se da por la acumulación de
triglicéridos y ácidos grasos en el hígado. La mayoría de la
población relacionaría esta enfermedad con el consumo de
alcohol, pero hoy en día las personas especialistas en ella, te
hablarán de otras posibles causas, como la obesidad,
colesterol alto, niveles altos de colesterol, la diabetes tipo 2, el
consumo excesivo de medicamentos, la ingesta excesiva de
azúcares o grasas, presencia de toxinas en el organismo o
incluso el perder peso muy rápidamente.
No en todos los casos se presentan síntomas, pero los más
habituales son:
 Malestar general

 Dolor en la parte superior derecha del abdomen

 Cansancio, pérdida de peso y fatiga crónica

 Sensación de pesadez
La buena noticia es que el hígado graso se puede prevenir
simplemente llevando un estilo de vida saludable y realizando
ejercicio de forma regular. También debemos saber que es una
enfermedad reversible la mayoría de las veces, por lo
que podemos curarnos y prevenir que vuelva a aparecer
manteniendo una serie de recomendaciones que os voy a
dar a continuación.
Qué comer si tengo hígado graso
 Para empezar, imprescindible no consumir alcohol
 Hacer ejercicio ayuda a quemar grasas y con ello
disminuimos los niveles de triglicéridos y colesterol.

 Debemos perder peso, pero ¡con cuidado! Se debe


realizar gradualmente, ya que esto puede provocar la
aparición de hígado graso o acentuarlo más. Lo ideal es
medio kilo a la semana. Para ello, debes de contar con la
ayuda de un nutricionista.
 Evitar alimentos procesados, bollería, pastelería,
refrescos con gas y comida basura.

 Consumir pomelo ayuda a quemar


grasas disminuyendo el porcentaje de grasa corporal.
 Al jenjibre se le considera ideal para bajar los triglicéridos
y es excelente por su contenido en antioxidantes.
 ¡Que las verduras y frutas no falten en tu alimentación!
Todas son depurativas y nos ayudan a eliminar toxinas y
grasa.

 Se deben tomar alimentos ricos en fibra y los farináceos


como el arroz y la pasta deben ser integrales.

 Evitar la leche de vaca: sustituirlo por yogur o kéfir.


 Aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina A,
C, E y selenio como, por ejemplo, pescados azules,
tomate, espinacas, brócoli, pimientos, nueces, aguacate…

 Se debe beber agua, 1,5 litros al día mínimo, pudiendo


ser excelente si se mezcla con zumo de limón. Utilizar
también el limón para el aliño de ensaladas.
Remedios naturales para depurar el hígado
 Tomar de vez en cuando una infusión de alcachofa y
diente de león.
 El jugo de noni, reduce los niveles de colesterol y
favorece la reconstitución del hígado.
 El alga spirulina desintoxica y rehabilita el hígado, tiene
altos contenidos en magnesio y vitamina B6 que es ideal
para combatir el hígado graso.
 Y, por último, tomar cardo mariano, que es protector del
hígado.

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