Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde entonces, quiero darte siempre gracias Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
porque puedo darme cuenta de tu amor, siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho
beberé de tu cuerpo y de tu sangre,
más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por
y por siempre te daré mi corazón.
mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Como no creer en Dios Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad
si me ha dado los hijos y la vida. los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni
Como no creer en Dios hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda
si me ha dado la mujer querida. su gloria se vistió así como uno de ellos.
Como no creer en Dios Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se
si lo siento en mi pecho a cada instante echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho
en la risa de un niño por la calle más a vosotros, hombres de poca fe? No os
o en la tierna caricia de una madre. afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos?
Como no creer en Dios
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero
si está en las viñas y en el manso trigo.
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
Como no creer en Dios de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el
si me dio la mano abierta de un amigo reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
Como no creer en Dios serán añadidas.
si me ha dado la tristeza y la alegría Así que, no os afanéis por el día de mañana,
de saber que hay un mañana cada día, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
por la fe, por la esperanza y el amor. cada día su propio mal.
MATEO 6:25-35.Por tanto os digo: No os afanéis
por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis
de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho
más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por
mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad
los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni
hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda
su gloria se vistió así como uno de ellos.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se
echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho
más a vosotros, hombres de poca fe? No os
afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.
MATEO 6:25-35.Por tanto os digo: No os afanéis
por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis
de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho
más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por
mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad
los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni
hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda
su gloria se vistió así como uno de ellos.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se
echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho
más a vosotros, hombres de poca fe? No os
afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.