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Nombres escritos únicamente por ru-
tina, sólo por rutina…

Nombres escritos únicamente por ru-


tina, sólo por rutina…

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MANIFIESTO DE X²

Marcelo Quinteros
y
José Aguayo

MANIFIESTO DE X²

Marcelo Quinteros
y
José Aguayo

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Bien, resulta que yo no iba tan sola
contra el mundo, el perrito me lo demos-
tró; se supone que él también era nadie.
Entonces ahora soy un X².

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Bien, resulta que yo no iba tan sola


contra el mundo, el perrito me lo demos-
tró; se supone que él también era nadie.
Entonces ahora soy un X².

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canino, y claro, ante esta falta de respeto
necesitábamos que actuaran los protec-
tores de la libertad vigilada, los delimita-
dores de primaveras, los pacos. A punta Sociedad y prejuicios, prejuicios y so-
de patadas se fue el can. Sin embargo, ciedad, sociedad y juicios, juicios y so-
esto no deja de tocar sensibilidades, y en ciedad y un montón de manías que se de-
este contexto apareció la típica abuelita nominan normales por la vergüenza de
de caricaturas, con un pan con jamón en- llamarlas cómodas o por la negación a la
tre las manos, al borde de las lágrimas incapacidad del ser común de romper
por el horrendo acto maltrato animal con los estigmas. Resulta más fácil su-
que había presenciado. Ante la desespe- cumbir al encasillamiento, a la estratifi-
ración de la anciana, el intachable cara- cación, a las etiquetas, a los nombres, a
binero respondió “ni que fuera una per- las clases. Dejamos de ser auténticos,
sona oiga, es un perro, no es nadie, da lo pertenecemos a un grupo llamado socie-
mismo”. dad, sentado en principios y valores bá-
sicos que encarnan en líderes naturales
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canino, y claro, ante esta falta de respeto


necesitábamos que actuaran los protec-
tores de la libertad vigilada, los delimita-
dores de primaveras, los pacos. A punta Sociedad y prejuicios, prejuicios y so-
de patadas se fue el can. Sin embargo, ciedad, sociedad y juicios, juicios y so-
esto no deja de tocar sensibilidades, y en ciedad y un montón de manías que se de-
este contexto apareció la típica abuelita nominan normales por la vergüenza de
de caricaturas, con un pan con jamón en- llamarlas cómodas o por la negación a la
tre las manos, al borde de las lágrimas incapacidad del ser común de romper
por el horrendo acto maltrato animal con los estigmas. Resulta más fácil su-
que había presenciado. Ante la desespe- cumbir al encasillamiento, a la estratifi-
ración de la anciana, el intachable cara- cación, a las etiquetas, a los nombres, a
binero respondió “ni que fuera una per- las clases. Dejamos de ser auténticos,
sona oiga, es un perro, no es nadie, da lo pertenecemos a un grupo llamado socie-
mismo”. dad, sentado en principios y valores bá-
sicos que encarnan en líderes naturales
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que son llamados “representantes”, y Pasos más adelante,
quienes no siguen a estos héroes, común- me he topado una situa-
mente masculinos y de alto poderío eco- ción que ha de ser muy co-
nómico, son anómalas, pero aún así no mún, pero que nunca había contem-
se escapan de la clasificación, se les en- plado con atención: policías -siempre
cuentra una posición social; la del muy estoicos, muy masculinos-, guar-
enemigo, la del asocial. Esto es porque dianes de esta enferma normalidad, ins-
para establecer valores, verdades y defi- peccionaban que nada se saliera de sus
nir que es lo correcto se necesita enten- casillas, y el irreverente esta vez no sería
der primero qué es lo políticamente inco- yo, sino un perrito, un simple perrito,
rrecto. Nos odian, pero sin nosotros, sin que estaba acostada en la puerta de un
mí, su tan preciada sociedad no tiene supermercado. Resulta que este estaba
base; desde sus posiciones cómodas y es- obstruyendo el acceso, y como la raza
tablecidas nos señalan, quieren hacernos humana es muy egocéntrica, se entiende
cambiar porque cuestionamos lo que no que la normalidad es el edificio que ins-
se atrevieron a cuestionar y porque -al talamos y no el andar del compañero
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que son llamados “representantes”, y Pasos más adelante,


quienes no siguen a estos héroes, común- me he topado una situa-
mente masculinos y de alto poderío eco- ción que ha de ser muy co-
nómico, son anómalas, pero aún así no mún, pero que nunca había contem-
se escapan de la clasificación, se les en- plado con atención: policías -siempre
cuentra una posición social; la del muy estoicos, muy masculinos-, guar-
enemigo, la del asocial. Esto es porque dianes de esta enferma normalidad, ins-
para establecer valores, verdades y defi- peccionaban que nada se saliera de sus
nir que es lo correcto se necesita enten- casillas, y el irreverente esta vez no sería
der primero qué es lo políticamente inco- yo, sino un perrito, un simple perrito,
rrecto. Nos odian, pero sin nosotros, sin que estaba acostada en la puerta de un
mí, su tan preciada sociedad no tiene supermercado. Resulta que este estaba
base; desde sus posiciones cómodas y es- obstruyendo el acceso, y como la raza
tablecidas nos señalan, quieren hacernos humana es muy egocéntrica, se entiende
cambiar porque cuestionamos lo que no que la normalidad es el edificio que ins-
se atrevieron a cuestionar y porque -al talamos y no el andar del compañero
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Dos cuadras y media llevo cami- menos- intentamos alcanzar la tan año-
nando (en mis pasos y ocio eso equivale rada libertad de pensamiento, sin certe-
a una media hora) y aún nadie me sor- zas previamente escritas.
prende. Sin embargo, estoy realizando
Estoy harto, pido, por favor, que no
un entretenido y a la vez deprimente
me identifiquen, no me endosen caracte-
ejercicio que me hace pensar en lo anor-
rísticas irrevocables. Digan simplemente
mal que resulta nuestra normalidad: de
que soy nadie, pero no un nadie por de-
manera muy caricaturesca, he hecho de
finición, no un nadie que en efecto no
la calle un eje de simetría, y en cada ve-
tenga ni sea nadie, sino un nadie con una
reda me he topado parejas con las mis-
preimagen de un pene, pero con imagen
mas mañas, los mismos besos y las mis-
de mujer, un nadie que es uno, pero que
mas formas de decirse “te amo”. Han
deviene en dos.
uniformado hasta las relaciones amoro-
sas, y luego resulta que yo estoy “en- Soy una trashumante, un vagabundo,
fermo”. ¡Qué irrisorio! soy la, soy el, voy solo contra el mundo

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Dos cuadras y media llevo cami- menos- intentamos alcanzar la tan año-
nando (en mis pasos y ocio eso equivale rada libertad de pensamiento, sin certe-
a una media hora) y aún nadie me sor- zas previamente escritas.
prende. Sin embargo, estoy realizando
Estoy harto, pido, por favor, que no
un entretenido y a la vez deprimente
me identifiquen, no me endosen caracte-
ejercicio que me hace pensar en lo anor-
rísticas irrevocables. Digan simplemente
mal que resulta nuestra normalidad: de
que soy nadie, pero no un nadie por de-
manera muy caricaturesca, he hecho de
finición, no un nadie que en efecto no
la calle un eje de simetría, y en cada ve-
tenga ni sea nadie, sino un nadie con una
reda me he topado parejas con las mis-
preimagen de un pene, pero con imagen
mas mañas, los mismos besos y las mis-
de mujer, un nadie que es uno, pero que
mas formas de decirse “te amo”. Han
deviene en dos.
uniformado hasta las relaciones amoro-
sas, y luego resulta que yo estoy “en- Soy una trashumante, un vagabundo,
fermo”. ¡Qué irrisorio! soy la, soy el, voy solo contra el mundo

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de lo establecido. Soy una montaña rusa, sociedad e indispuestos a desertar, mu-
una función cóncava que sube y baja a cho apuro, muchas mujeres femeninas y
diestra y siniestra, y cuyo punto de infle- muchos hombres masculinos. Nadie se
xión es vivir, solo vivir. No se trata de detiene a nada, sigo sola contra el
retroceso, de inconsecuencia, ni de in- mundo. No es que sea yo un tipo espe-
constancia, sino de filosofía de vida, mi cial ni superior en algún aspecto al resto
existencia trabaja en función de mi in- de los mortales, pero yo no gasto mi
quietud. Soy una ecuación, soy clara- tiempo en cumplir
mente y=f(x). labores sociales ni
morales, lo gasto
Dicha esta presentación, que no me
más bien en cami-
representa del todo, solo queda comen-
nar, en mirar pie-
zar a caminar, a trashumar.
dras, y, claramente,
Andar por la calle es compleja actividad; en narrarme esta
muchos rostros cansados de tanta inconsecuente his-
toria.
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de lo establecido. Soy una montaña rusa, sociedad e indispuestos a desertar, mu-


una función cóncava que sube y baja a cho apuro, muchas mujeres femeninas y
diestra y siniestra, y cuyo punto de infle- muchos hombres masculinos. Nadie se
xión es vivir, solo vivir. No se trata de detiene a nada, sigo sola contra el
retroceso, de inconsecuencia, ni de in- mundo. No es que sea yo un tipo espe-
constancia, sino de filosofía de vida, mi cial ni superior en algún aspecto al resto
existencia trabaja en función de mi in- de los mortales, pero yo no gasto mi
quietud. Soy una ecuación, soy clara- tiempo en cumplir
mente y=f(x). labores sociales ni
morales, lo gasto
Dicha esta presentación, que no me
más bien en cami-
representa del todo, solo queda comen-
nar, en mirar pie-
zar a caminar, a trashumar.
dras, y, claramente,
Andar por la calle es compleja actividad; en narrarme esta
muchos rostros cansados de tanta inconsecuente his-
toria.
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