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Nombres escritos únicamente por ru-
tina, sólo por rutina…
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MANIFIESTO DE X²
Marcelo Quinteros
y
José Aguayo
MANIFIESTO DE X²
Marcelo Quinteros
y
José Aguayo
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Bien, resulta que yo no iba tan sola
contra el mundo, el perrito me lo demos-
tró; se supone que él también era nadie.
Entonces ahora soy un X².
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canino, y claro, ante esta falta de respeto
necesitábamos que actuaran los protec-
tores de la libertad vigilada, los delimita-
dores de primaveras, los pacos. A punta Sociedad y prejuicios, prejuicios y so-
de patadas se fue el can. Sin embargo, ciedad, sociedad y juicios, juicios y so-
esto no deja de tocar sensibilidades, y en ciedad y un montón de manías que se de-
este contexto apareció la típica abuelita nominan normales por la vergüenza de
de caricaturas, con un pan con jamón en- llamarlas cómodas o por la negación a la
tre las manos, al borde de las lágrimas incapacidad del ser común de romper
por el horrendo acto maltrato animal con los estigmas. Resulta más fácil su-
que había presenciado. Ante la desespe- cumbir al encasillamiento, a la estratifi-
ración de la anciana, el intachable cara- cación, a las etiquetas, a los nombres, a
binero respondió “ni que fuera una per- las clases. Dejamos de ser auténticos,
sona oiga, es un perro, no es nadie, da lo pertenecemos a un grupo llamado socie-
mismo”. dad, sentado en principios y valores bá-
sicos que encarnan en líderes naturales
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Dos cuadras y media llevo cami- menos- intentamos alcanzar la tan año-
nando (en mis pasos y ocio eso equivale rada libertad de pensamiento, sin certe-
a una media hora) y aún nadie me sor- zas previamente escritas.
prende. Sin embargo, estoy realizando
Estoy harto, pido, por favor, que no
un entretenido y a la vez deprimente
me identifiquen, no me endosen caracte-
ejercicio que me hace pensar en lo anor-
rísticas irrevocables. Digan simplemente
mal que resulta nuestra normalidad: de
que soy nadie, pero no un nadie por de-
manera muy caricaturesca, he hecho de
finición, no un nadie que en efecto no
la calle un eje de simetría, y en cada ve-
tenga ni sea nadie, sino un nadie con una
reda me he topado parejas con las mis-
preimagen de un pene, pero con imagen
mas mañas, los mismos besos y las mis-
de mujer, un nadie que es uno, pero que
mas formas de decirse “te amo”. Han
deviene en dos.
uniformado hasta las relaciones amoro-
sas, y luego resulta que yo estoy “en- Soy una trashumante, un vagabundo,
fermo”. ¡Qué irrisorio! soy la, soy el, voy solo contra el mundo
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de lo establecido. Soy una montaña rusa, sociedad e indispuestos a desertar, mu-
una función cóncava que sube y baja a cho apuro, muchas mujeres femeninas y
diestra y siniestra, y cuyo punto de infle- muchos hombres masculinos. Nadie se
xión es vivir, solo vivir. No se trata de detiene a nada, sigo sola contra el
retroceso, de inconsecuencia, ni de in- mundo. No es que sea yo un tipo espe-
constancia, sino de filosofía de vida, mi cial ni superior en algún aspecto al resto
existencia trabaja en función de mi in- de los mortales, pero yo no gasto mi
quietud. Soy una ecuación, soy clara- tiempo en cumplir
mente y=f(x). labores sociales ni
morales, lo gasto
Dicha esta presentación, que no me
más bien en cami-
representa del todo, solo queda comen-
nar, en mirar pie-
zar a caminar, a trashumar.
dras, y, claramente,
Andar por la calle es compleja actividad; en narrarme esta
muchos rostros cansados de tanta inconsecuente his-
toria.
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