Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MAKINISTIAN, Alberto - La Relación Entre Los Seres Vivos y Su Ambiente en Lamarck
MAKINISTIAN, Alberto - La Relación Entre Los Seres Vivos y Su Ambiente en Lamarck
RESUMEN
ABSTRACT
At the bicentenary of the publication of Lamarck´s Zoological Philosophy, the aim of this article is to analyze
its author ´s keys ideas. Lamarck, far from resorting to the catastrophic postulates of his age, states that
living beings change in the course of time and that the cause of the modifications must be found in the
particular relationship these living beings hold in relation to their environment. At this point, two
interpretations are posed: one held by the scientific community in general and by the author of this article
considering that organisms always respond favorably to the changes produced in the environment. The other
interpretation, proposed by Dr. Gustavo Caponi, claims that it is a misconception to consider the response of
the organism to the environment to be always favorable. Such misconception arises from the general tendency
of reading Lamarck ´s work from the perspective of Darwin.. eVOLUCIÓN 4(2): 23-30 (2009).
- 23 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
- 24 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
“[...] entre los restos fósiles que se encuentran En este proceso actúan dos factores: el interno,
de tantos animales que han existido, un gran que tendería a formar una seriación o gradación
número de ellos pertenecen a animales de los regular de los distintos grupos animales, y los
cuales no se conocen análogos vivientes y factores externos, que tenderían continuamente a
perfectamente semejantes; y, entre éstos, la alterar la regularidad de dicha gradación. Esta
mayor parte pertenecen a moluscos con concha, interacción del factor interno con los externos la
de manera que sólo nos quedan las conchas de expresa Lamarck en repetidas ocasiones:
estos animales. “[...] la organización de los animales, en su
Así, si encontramos gran cantidad de conchas composición creciente, desde los más imper-
fósiles con diferencias que no nos permiten, fectos hasta los más perfectos, sólo ofrece una
según las opiniones admitidas, mirarlas como gradación irregular [...]
análogas de las especies vecinas que conocemos, En efecto, será evidente que el estado en que
¿se sigue necesariamente que estas conchas vemos a todos los animales es, por una parte, el
pertenecen a especies realmente perdidas? ¿Por producto de la complejidad creciente de la
qué, por otra parte, se habrían perdido, si el organización, que tiende a formar una gradación
hombre no ha podido obrar su destrucción? ¿No regular, y, por la otra, que es el de las influencias
sería posible, al contrario, que los individuos de una multitud de circunstancias muy diferentes
fósiles de que se trata pertenecieran a especies que tienden continuamente a destruir la regula-
todavía existentes, pero que hubieran cambiado ridad en la gradación de la composición
dando lugar a las especies vivas en la creciente de la organización.” (1971: 178-179)
actualidad que nos parecen sus vecinas? (1971:
87-88. La cursiva es nuestra). ¿Cómo responden vegetales y animales a los
cambios operados en el medio? Lamarck
Lamarck construye su teoría evolucionista establece aquí una diferencia significativa entre la
sobre la base de un postulado particularmente reacción que experimentan los vegetales frente a
significativo: una vez originados los primeros los cambios ambientales y la que tiene lugar entre
esbozos vegetales y animales en lugares y los animales y el medio. Así, Lamarck considera
circunstancias favorables, la vida misma, en que los factores externos influyen directamente
ejercicio de una facultad que le es propia, que es sobre los vegetales, ya que éstos no tienen
inherente a ella misma, tiende de manera “hábitos propiamente dichos”. En otras palabras,
ininterrumpida a complicar cada vez más la entendemos que los cambios en las condiciones
organización. Por eso Lamarck considera que el ambientales provocan cambios inmediatos, mecá-
orden natural, es decir el orden seguido por la nicos, automáticos, en los vegetales. Veamos la
misma naturaleza en la producción de los seres explicación que nos da el mismo Lamarck:
vivos, es de formas simples a formas cada vez “En los vegetales, en los que no hay acciones
más complejas. Es la organización y la influencia y, por consiguiente, no hay hábitos propiamente
de nuevas circunstancias ambientales y de nuevos dichos, los grandes cambios de circunstancias
hábitos, lo que ha ido produciendo, poco a poco, conducen a diferencias no menos grandes en el
a través de los tiempos, todos los organismos. desarrollo de sus partes; de manera que estas
diferencias hacen nacer y desarrollar algunas de
entre ellas, mientras que atenúan y hacen
desaparecer a algunas otras. Pero aquí todo se
opera por los cambios que provienen de la
nutrición del vegetal, de sus absorciones y sus
transpiraciones, de la cantidad de calórico, de
luz, de aire y de humedad que recibe habitual-
mente [...]” (1971: 180)
- 25 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
como las necesidades que los han hecho nacer” a los cambios ambientales y este punto es de
(1971: 179. Hemos escrito los términos fundamental importancia para nosotros.
“directamente” y “necesidades” en letra cursi- En la coyuntura histórica en la que se sitúa
va, con la intención de que el lector se fije en Lamarck surge el mecanicismo como ideología
ellos puntualmente. En cuanto al término ascendente y progresivamente dominante. Frente
“hábitos”, figura en cursiva en el original). al mecanicismo está el vitalismo, que reconoce la
existencia de una iniciativa en los seres vivos. En
Como vemos, el cambio en las condiciones nuestra opinión, la filosofía vitalista de Lamarck
ambientales no implica, directamente, cambios en predomina sobre su concepción materialista de la
la forma y organización de los animales. Lo que naturaleza.
cambia, básicamente y en primerísimo lugar, son Al respecto, dice Canguilhem:
sus necesidades. El animal experimenta, ante el “El cambio en las circunstancias es inicial,
cambio ambiental, nuevas necesidades, necesida- pero es el ser viviente quien tiene, en el fondo, la
des que hasta ese momento no tenía. ¿Cómo iniciativa del esfuerzo para no ser abandonado
responde el animal a esas nuevas necesidades? por su medio. El lamarckismo no es un
Según Lamarck con nuevas acciones, esto es, mecanicismo, sería inexacto hablar de finali-
comportándose de manera distinta. Si estas accio- smo, se trata de vitalismo “ (Citado por Joan
nes se convierten en habituales, se producirá un Senent en Filosofía Zoológica, 1971: 17)
reordenamiento funcional del organismo que
pasará a emplear de diferente manera sus órganos Llegados a este punto, resulta de interés señalar
(por ej. empleando en mayor medida órganos que que para nuestro colega y amigo el Dr. Gustavo
utilizaba poco, usando menos los que antes usaba Caponi, de la Universidad Federal de Santa
más, creando algunos nuevos o bien producién- Catarina, Brasil, los autores anteriores a Darwin
dose la desaparición de los que ya no se utilizarán pensaban fundamentalmente en que cada ser vivo
en absoluto). Resulta evidente, por lo tanto, que tenía una función que cumplir y no un lugar a
para Lamarck existe una estrecha correspon- conquistar y defender y que decir que Lamarck
dencia entre las nuevas necesidades, surgidas de sostiene que la respuesta del organismo al medio
un ambiente que ha cambiado y las modifica- es siempre favorable constituye un error producto
ciones corporales producidas. El resultado es una de la propensión general existente de leer a
relación armónica continua entre el organismo y Lamarck con los ojos de Darwin.
su medio circundante. Por el contrario, Caponi piensa “que sería
En nuestra opinión, Lamarck estaba conven- mejor leer a Lamarck desde Buffon y no desde
cido de que fueren cuales fueren los cambios Darwin” (comunicación personal). En principio,
acontecidos en las circunstancias, las especies, la idea de Gustavo nos parece buena, en el
lejos de extinguirse, siempre, absolutamente sentido de que Buffon y Lamarck no se conocie-
siempre, terminaban sobreponiéndose a las adver- ron a través de sus escritos, sino personalmente y
sidades del medio. Por ello asegura que las éste no es un dato menor. Por lo tanto, de ninguna
condiciones ambientales no pueden alterar el plan manera queremos minimizar la influencia que
de composición de los animales “más que en las Buffon tuvo sobre Lamarck, pero sí debemos
particularidades de detalle y jamás en la totalidad hacer algunas aclaraciones.
de su organización” (Histoire Naturelle des Por un lado, debemos decir que la contempo-
Animaux sans Vertèbres. introduction, vol. I, pág. raneidad entre ambos autores se mantuvo por un
134, 1815, citado por E.Guyénot, 1956: 370) período no mayor de diez años, entre 1778, fecha
Aunque Canguilhem la descarte (ver cita más en que Buffon, desde el Jardín Botánico del Rey,
abajo), nosotros observamos aquí, en la relación intercede para que la Imprenta Oficial le publique
organismo-medio, la existencia de una visión a Lamarck su Flora Francesa (por entonces
finalista por parte de Lamarck, pues sea cual Lamarck era un joven de 34 años) y 1788, año de
fuere el cambio que tiene lugar en las circuns- fallecimiento de Buffon. También es importante
tancias (medio ambiente), ya se sabe de antemano señalar que el Lamarck que conoció a Buffon se
qué pasará: el organismo terminará sobreponién- dedicaba a la botánica y el Lamarck posterior a
dose, respondiendo con efectividad a las nuevas esa fecha, a la zoología. Para expresarlo con más
condiciones. Para nosotros, “todos los cambios precisión, digamos que uno de los objetivos de la
físicos que se producen en el organismo Revolución Francesa había sido el de convertir el
representarán mejoras en el sentido de que Jardín Botánico del Rey en una institución
posibilitarán, siempre, su adaptación a las nuevas pública. Así nació el Museo de Historia Natural
condiciones ambientales.”(Makinistian 2004: 77- de París y se crearon allí doce cátedras. Como
78). existían tres postulantes para dos cargos en el
Lo desarrollado por Lamarck bajo el subtítulo área de la botánica, Lamarck, de menos
“De las llamadas especies perdidas” revela, con antecedentes, debió conformarse aceptando la
absoluta claridad, que no acepta en absoluto la cátedra de “animales inferiores” o “animales sin
posibilidad de extinción de especies como vértebras” como más tarde los denominaría.
consecuencia de la falta de respuestas adecuadas
- 26 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
De todas maneras, lo más importante de todo es sus portadores; y es por eso que la posible
el hecho de que las ideas centrales de Lamarck utilidad de las mismas no eran nunca conside-
difieren de las de Buffon, motivo por el cual, radas en sus análisis y explicaciones. Lejos de
pensamos, lo mejor sería no leer a Lamarck ni ser pensadas como recursos para enfrentar las
desde Darwin ni desde Buffon, sino intentando circunstancias, esas modificaciones eran, en todo
interpretar su pensamiento de la manera más fiel caso, marcas o deformaciones producidas por las
posible, atendiendo a sus escritos. condiciones en las que se desarrollaban las
“En la historia de la ciencia –dice Caponi- un diferentes formas de vida. Así, como los ojos de
texto debe ser interpretado en base al contexto un topo no se atrofian para dejar de ver; sino
teórico en el cual fue producido, sin proyectar en por dejar de hacerlo, el pescuezo de la jirafa no
él nuestros intereses y conocimientos actuales” se estiraba porque eso permitiese alcanzar las
(comunicación personal) ramas más altas de los árboles sino por el
Y la verdad es que, básicamente, nosotros movimiento reiterado y continuo que ese animal
compartimos el pensamiento de Caponi. Sin realiza en su rutina de alimentación: el movi-
embargo, nos parece que limitarnos en extremo a miento, o su ausencia, simplemente causa una
lo que un autor taxativamente dijo o no dijo modificación pero nada indica, a priori, que esa
puede resultar perjudicial para lograr una modificación tenga que ser necesariamente útil”.
interpretación fidedigna. ¿Acaso no puede haber (2006: 38)
dado por sobreentendida alguna cuestión en
particular? Lamarck no dice, “con puntos y Resulta evidente, por tanto, que la interpreta-
comas”, que no hay extinción de especies por no ción sostenida actualmente por nuestro colega
poder responder adecuadamente a los cambios difiere de la que mantiene la comunidad científica
producidos en las circunstancias; sin embargo, es en general y nosotros en particular. Retomemos
la conclusión a la que se llega luego de leer los dos ejemplos que menciona en el texto
atentamente la explicación que proporciona anterior. Estamos de acuerdo con él en cuanto a
acerca “de las llamadas especies perdidas”. que los ojos de un topo no se atrofian para dejar
De acuerdo con la idea original de Camille de ver, sino por dejar de hacerlo. Efectivamente,
Limoges, el Profesor Caponi afirma que Lamarck señala que “el empobrecimiento y la
“en Lamarck no hay ninguna explicación de la desaparición del órgano” de que se trata, son los
adaptación y no la hay porque el propio hecho resultados “de una falta constante de ejercicio”
de la adaptación se encuentra en su obra fuera de (1971: 192). En cambio, disentimos de Gustavo
toda consideración” (2006: 9). en su referencia a la jirafa. Veamos atentamente
Gustavo niega expresamente que la teoría de lo que dice Lamarck:
Lamarck haya sido una teoría de la adaptación. Y “Ahora voy a demostrar que el uso continuado
no lo fue, según él, de un órgano, con esfuerzos hechos para sacar
“porque nunca, en ninguna parte, Lamarck de él un gran partido en circunstancias que lo
presenta o piensa las modificaciones producidas exigen , fortifica, extiende y agranda este órgano
por las circunstancias, o por las reacciones de los o crea otros nuevos que pueden ejercer funcio-
organismos frente a esas circunstancias, como nes que se han convertido en necesarias.” (1971:
siendo útiles o ventajosas para sus portadores o 196)
como surgiendo para dar respuesta a algún
problema particular planteado por el ambiente.”
(comunicación personal)
Y también:
“las modificaciones que los organismos
sufrían en virtud de sus condiciones de vida no
tenían por qué redundar en alguna ventaja para
- 27 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
En primer lugar, observe el lector que Lamarck Lo manifestado más arriba por Caponi, ¿no
comienza refiriéndose al uso continuado de un contradice las expresiones de Lamarck? (“el
órgano y dice “con esfuerzos hechos para sacar pescuezo de la jirafa no se estiraba porque eso
de él un gran partido en circunstancias que lo permitiese alcanzar las ramas más altas de los
exigen” (la cursiva es nuestra). Preguntamos: árboles sino por el movimiento reiterado y
¿esfuerzos hechos por quién? Y respondemos: continuo que ese animal realiza en su rutina de
obviamente por el organismo, tal como se alimentación […]”
desprende de la segunda cita. Luego continúa ¿Acaso el cuello de la jirafa se alarga
Lamarck: “para sacar de él un gran partido en simplemente “por el movimiento reiterado y
circunstancias que lo exigen” y decimos: si el uso continuo que … realiza en su rutina de alimenta-
continuado de un órgano es para sacar de él un ción”. ¿Así porque sí? La explicación resulta
gran partido es porque las consecuencias del uso simple, pero para nosotros poco creíble cuando lo
continuado de ese órgano resulta de provecho, es que está en juego es resolver una situación
decir resulta ventajoso. Y cuando, por último, puntual vivida por la jirafa: la de tener acceso a
Lamarck se refiere a “circunstancias que lo las ramas más altas como consecuencia de la
exigen” evidentemente ello tiene relación con las escasez de alimentos. Por eso nos parece que las
nuevas exigencias planteadas por un ambiente opiniones de Caponi no coinciden claramente con
que ha cambiado, que ha dejado de ser el que era. las ideas sustentadas por Lamarck, para quien,
según nuestra lectura, la modificación se produce
Veamos ahora lo que concretamente describe como consecuencia de los esfuerzos llevados a
Lamarck respecto de la jirafa: cabo por el animal para responder a las exigen-
“[…] sabemos que este animal, el más grande cias del ambiente. Y el término esfuerzos es
de los mamíferos, habita en el interior de Africa, reiterado insistentemente por Lamarck.
y que vive en lugares en que la tierra, casi Veamos por ejemplo uno de sus párrafos:
siempre árida y sin hierba, lo obliga a pacer el “Así, los esfuerzos en un sentido, mantenidos
follaje de los árboles, y a esforzarse continua- durante largo tiempo o realizados habitualmente
mente por alcanzarlo. De esta costumbre resulta, por ciertas partes de un cuerpo viviente, para
después de largo tiempo, en todos los individuos satisfacer necesidades exigidas por la naturaleza
de su raza, que sus piernas de delante se han o por las circunstancias, extienden estas partes y
- 28 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
- 29 -
A.A. Makinistian - Filosofía zoológica de Lamarck
- 30 -