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Material preparado para CHACO S.A.
Se pueden determinar, más allá de las características propias de cada uno, dos componentes
fundamentales del fluido producido en los campos petroleros según su estado, dependiendo en
algunos casos de la presión y temperatura a la que son extraídos.
El estado líquido y el gaseoso (éste último libre o integrado), son las dos primeras fases a
considerar para las necesidades de separación planteadas en cualquier instalación de superficie.
A su vez el estado líquido está compuesto por dos fases principales, el hidrocarburo
propiamente dicho (petróleo) y una parte de agua (también libre, integrada o emulsionada), de
acuerdo a las características propias del reservorio.
El manejo discriminado de las diferentes fases en las operaciones de producción, hace que
sea necesaria su separación y acondicionamiento con diferentes propósitos que pueden ser:
Medir cada fase: En instalaciones donde la presión es la energía utilizada para el transporte
por oleoductos comunes (Ej. Plataformas).
Con tal objeto se utilizan los “separadores”, que se ubican intercalados en la linea de los
fluidos producidos, generalmente posteriores almanifold; y con las descargas de las fases
separadas, conectadas a los circuítos receptores.
También existen separadores de agua libre (free water knockout), y los denominados
“scrubber”, que son pequeños separadores de gas y líquidos, de menor capacidad. Generalmente
usados en líneas de alimentación a otros equipos, como motores y calentadores.
V-II - PRINCIPIOS DE SEPARACIÓN
Coalescencia: Es la propiedad de las gotas de un mismo fluido a atraerse y unirse entre sí,
facilitando el proceso de decantación
Entre los mecanismos de separación, que tienen que ver con la estructura y diseño del
equipo, se puede considerar como más importantes:
Para que los fluidos cuenten con las mejores condiciones en el interior del equipo para la
separación, será necesario considerar algunos aspectos fundamentales:
Temperatura: Que los fluidos estén a una adecuada temperatura a fin de bajar lo suficiente
la viscosidad del petróleo como para ayudar al desprendimiento de las burbujas de gas,
disminuyendo las necesidades de tiempo de residencia.
En la fase líquida mejorará la disociación petróleo-agua mejorando la separación.
Se debe considerar el tipo de petróleo, pues si la temperatura es muy alta, evaporará
algunos livianos que luego puede ser necesario condensar por enfriamiento y recuperar.
Presión: Que estén sometidos a la menor presión posible de trabajo a los efectos de
aumentar la diferencia de densidades entre gas y líquido, lo que también favorecerá la separación
del gas libre y del gas disuelto. En la mayoría de los casos la mínima presión de trabajo deberá
ser compatible con la necesaria para el drenaje de los líquidos por el fondo.
Las limitaciones a las bajas presiones, están dadas también por el aumento del volúmen del
gas al disminuírlas, dado que a tal aumento, le corresponderá un incremento de la velocidad de
su pasaje por el separador
La capacidad en caudal de gas de un separador, está dada por la velocidad a la que éste
pasa por el equipo, y que es proporcional a la presión y
a la sección de pasaje. En separadores horizontales es
en función de su diámetro, densidad del gas y nivel de Figura V-1
operación. El descuído de éstos parámetros traerá
aparejado el arrastre de gotas de líquido con el gas, y
por lo tanto una ineficiencia del sistema.
V-IV - SEPARADORES
V-IV-I - Características
Cada equipo debe tener la placa de construcción donde, entre otros datos, figura:
Presión nominal: Es la máxima presión a la que puede trabajar el equipo,en sobre éste
valor deberían estar calibradas las válvulas de alivio o venteo de seguridad.
Caudal de gas: Es el caudal máximo de gas permisible para una garantizada eficiencia con
los valores de temperatura y de presión denominadas como de trabajo.
Caudal de líquido: es el caudal máximo de líquido permisible para una garantizada separación
con los valores de presión y temperatura descriptos anteriormente.
Los equipos varían en tamaño y espesor de pared, según los caudales a tratar y las presiones
de trabajo. Los diámetros más frecuentes son de 18 a 60 pulgadas, las alturas tienen gran
variedad, entre 1.5 y 7 metros y la presión de trabajo pueden ser de aproximadamete 30 PSI
(baja presión) a los de alta presión, equipos que pueden trabajar con más de 3000 PSI.
Figura V-2
El diseño del cuerpo
y de los accesorios que
están en su interior,
permiten que al ingreso de
los fluidos se origine una
importante caída en la
presión de los mismos y una
dispersión del flujo
altamente pulverizado. (ver
figuras V-2 y V-3).
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Material preparado para CHACO S.A.
Los fluidos ingresan al separador por su sector medio, circulan por el interior del equipo
durante un cierto tiempo mientras se produce el fenómeno de separación debido a la diferencia
de peso entre el gas y el líquido.
Durante este proceso las burbujas de gas ascienden a la parte superior del separador por
ser más livianas, y los líquidos van descendiendo por ser más pesados y se acumulan en la parte
inferior.
Figura V-3
Si el caudal que recibe el separador es alto, la velocidad de circulación del gas en el interior
del mismo será elevada y puede arrastrar hacia la parte superior a las gotas más pequeñas de
petróleo pulverizado. Para evitar estas pérdidas y favorecer la separación, se diseñan deflectores
de turbulencia, deflectores de condensación y filtros rejillas como elementos internos del equipo.
Estos dispositivos, como los extractores de nieblas, que se colocan en el interior de un
separador, normalmente se diseñan para permitir que el gas pase a través de los mismos pero
efectuando bruscos cambios de dirección. Al mismo tiempo, esta corriente de gas impacta contra
una superficie de choque, produciéndose la coalescencia (agrupación) de las partículas, las que
al aumentar de tamaño caen por gravedad a la parte inferior del equipo.
Además, por el hecho de que la corriente de gas y líquido es conducida por el interior de
una cañería dentro de la cual existe una determinada presión, y que al ingresar al separador se
produce una brusca expansión en una cámara más amplia, el flujo pierde velocidad, «cortando»
el arrastre de partículas, permitiendo la caída gravitacional de las mismas hacia el lecho líquido.
El proceso será entonces:
En la Figura V-4 se
observa un equipo
separador con detalles de
diversos accesorios internos
que favorecen la separación
de ambas fases, líquida y
gaseosa.
Figura V-4
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Se pueden determinar, cuatro zonas internas de un separador, que colaboran con la eficiencia
del mismo:
Sección Secundaria: En el intermedio del cuerpo del equipo, donde se realiza la retención
de espuma, se realiza la separación de las gotas de líquido y la rectificación de flujo mediante
placas paralelas horizontales en la fase gas ((coalescedor o atrapador de gotas), y rompeolas en
la fase líquido.
En las Figuras V-5 y V-6 se aprecia las mencionadas zonas y los elementos que componen
el equipo:
Acumulación de Líquidos
Figura V-5
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1) Entrada de Producción
6
2) Plato Difusor
8 7
3) Rectificador/Coalescedor 5
4) Retenedor/Rompedor de espuma 4 10
5) Rebalse
6) Rompedor de vortex
7) Extractor de Niebla
8) Salida de Gas
3
9) Salida de Petróleo
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Figura V-6
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Figura V-7
Por lo tanto es necesario equipar el equipo con diversos elementos, instrumentos y válvulas
de regulación como se observa en la figura anterior, para:
2) Por otro lado es necesario mantener una presión de trabajo en el interior del separador,
(“presión de operación” o “contrapresión”), la que se mantiene a un valor adecuado que permita
que el gas captado pueda ser distribuido al consumo, o sea que ingrese a un gasoducto; que
provoque el desplazamiento de los líquidos por la parte inferior del separador, hasta los tanques
y que sea conveniente para tener una separación eficiente.
Para obtener una buena operación de un separador, deben cuidarse dos aspectos
fundamentales: la eficiencia y la capacidad de separación.
Si el separador es eficiente en su operación, el gas captado será limpio, sin humedad y sin
líquidos. A la salida del separador no deberá ensuciar la mano o una placa que se interponga. En
caso contrario, si el gas sale sucio, no es eficiente la separación, lo que puede deberse a varios
factores tales como: alta velocidad de circulación del fluido (mucho caudal a tratar), temperatura
excesiva (se producen muchos livianos); retenedor de niebla roto o tapado (no retienen las
partículas de líquidos) etc.
Los valores de capacidad dependen del tamaño del recipiente, de las características de los
fluidos para los que fue diseñado y de las condiciones de operación. Estas ultimas, en muchos
casos son determinantes, ya que la capacidad puede verse limitada en un alto grado debido a
condiciones de trabajo inadecuadas, para las que el equipo no fue diseñado y no puede responder
eficientemente.
Por ejemplo una situación que se puede dar sería que, debido a un impedimento o restricción
en la salida de los líquidos, el nivel del mismo dentro del equipo aumente hasta ingresar petróleo
a la salida de gas. Esta situación traería aparejado muchos problemas operativos, entre los que
se deben contar la falta de gas durante el tiempo en que el equipo esté fuera de servicio y las
dificultades para realizar la limpieza de todo el sistema de líneas y de control neumático que
hayan quedado contaminados con petróleo.
Se puede decir que la capacidad de los separadores es función de los siguientes factores:
1. Por trabajar a muy baja temperatura, lo que aumenta mucho la viscosidad del petróleo
y consecuentemente, disminuye la facilidad para descargar hacia los tanques. Hay que recordar
que elevar la temperatura de los fluidos que ingresan, tiene la ventaja de disminuir la viscosidad
del petróleo y por lo tanto facilitar la descarga del equipo. Esto se podría lograr con un
precalentamiento de los fluidos antes del ingreso al separador.
Pero también hay que tener en cuenta que un aumento de la temperatura, aumenta también
la cantidad de componentes livianos que se separan de la corriente líquida y que, sin ser gases,
son arrastrados hacia la salida de los gases, disminuyendo de esta manera la eficiencia de la
separación. Por lo tanto es necesario lograr un equilibrio entre ambos efectos al seleccionar la
temperatura de trabajo, o tener en cuenta la necesidad de enfriar a la salida del separador para
recuperar los componentes livianos que salieron con el gas separado.
2. Por trabajar con una presión interior insuficiente como para movilizar los líquidos
hasta los tanques, pero también se debe recordar que elevar la presión de operación es disminuir
la separación de ambas fases, por lo que es necesario tener en cuenta estos efectos al seleccionar
el valor de la presión de operación.
3. Por instalar una válvula de drenaje de líquidos inadecuada, que produzca mucha
restricción al pasaje o que no abra lo suficientemente rápido como para responder a una variación
importante del caudal de entrada.
4. Por montar una línea de salida de diámetro reducido, por lo que muchas veces
conviene sobredimensionar estos diámetros, dado que estas líneas de descarga son de recorrido
relativamente cortos hasta los tanques de recepción.
En las baterías es común ver separadores verticales que trabajan a baja presión. Su capacidad
de separación es menor que un horizontal, por lo se utilizan generalmente para valores medianos
a bajos de relación gas-líquido. Son fáciles de limpiar cuando presentan arenas, parafinas o
resinas y pueden ser equipados con dispositivos de evacuación de sólidos.
Son perfectamente ubicables en los lugares donde se carece de suficiente espacio, como
en plataformas marinas o predios privados reducidos.
Figura V-8
Un situación donde se pueden apreciar las variaciones mencionadas, se observa en la próxima
tabla, donde se han tomado en cuenta tres tipos de separadores y sus dimensiones, para realizar
el cálculo de capacidad para su nivel promedio, su nivel máximo (+ 6 pulgadas) y su nivel minimo
posible (- 6 pulgadas).
Se establecen entonces las tres capacidades de rendimiento para los equipos del ejemplo,
práctica que es recomendable realizar en todos los campos donde se encuentren instalados.
La rigurosidad en las mediciones dependerá del objetivo de las mismas, puesto que no
tendrán iguales exigencias una medición de gas o petróleo para la venta, que otra con destino a
comparar producciones en forma relativa. Vale nuevamente introducir el concepto económico,
porque seguramente es conveniente la aplicación de costosos sistemas de gran precisión en el
caso que se necesite medir los distintos fluidos para la venta, pero tal vez resulte un gasto no
necesario si la medición es para comparar la producción individual de los pozos, donde se
pretende saber si produce más o menos que un control anterior, lo que se puede resolver
eficientemente con instrumentos accesibles.
Figura V-9
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Para todos lo equipos mencionados hasta el momento y sujetos a trabajar bajo presión, es
recomendable la comprobación o chequeo periódico de sus límites de capacidad.
Tales comprobaciones se realizan por diferentes sistemas que pueden ser el Test Hidráulico,
Radiografías o Ultrasonido.
Todo separador debe tener instaladas en su extremo superior una válvula de seguridad a
resorte, calibrada para que abra a un 20% por debajo de la presión máxima que soporta el
equipo y además, un disco de ruptura que se destruya con un 10% de presión menor a la máxima
del equipo (ver Figura V-10).
Estos discos son membranas metálicas finas previstas para romperse en el caso de una
sobrepresión accidental del equipo. Son colocadas entre dos bridas de modo que la presión
interna actúe sobre la parte hueca, “cóncava”. Si la presión máxima del equipo es de 1000 psi la
válvula de resorte deberá abrir con 800 psi. y el disco se deberá romper a 900 psi.
Las válvulas de resorte se ajustan a la presión de apertura mediante una tuerca que comprime
o afloja la tensión del resorte, o bien se instalan los mismos previamente calibrados.
Las que no tienen registro, se deben retirar del separador y ser recalibradas en el taller de
instrumentos. Determinada la presión se graba el valor de la misma y la fecha de calibración, a
estampa sobre la Placa de Calibrado.
Nesesariamente debe mantenerse un riguroso programa de recalibrado de éste tipo de
válvulas. La experiencia de algunos campos indica el recambio por otra calibrada cada 6 meses,
otros cada 12 meses; consecuentes con la rigurosidad del trabajo a la que son sometidas.
Con los ciclos de recambio mencionados se evita también el que las mismas corran riesgo
de «pegarse» y no funcionar correctamente
en
el
mom onet
necesaoir.
El vástago de las válvulas empuja la esfera para cerrar, y debe estar completamente retirado
para abrir.
Cualquier posición intermedia provocará que, ante la rotura del vidrio, la esfera
quede trabada por el vástago de la válvula, dejándola abierta hasta que sea detectada la
falla.