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UNIVERSIDAD NACIONAL DE JAÉN

CARRERA PROFESIONAL DE INGENIERÍA FORESTAL


Y AMBIENTAL

INTEGRANTES:

Jaén, 2018
I. MARCO TEÓRICO
1.1. PRODUCTIVIDAD

1.1.1. DEFINICIÓN

La palabra productividad se ha vuelto tan popular en la actualidad que es


raro que no se mencione en revistas, periódicos, boletines
administrativos, informes a accionistas, discursos políticos, noticieros,
conferencias, etc., de hecho, pareciera con frecuencia que el termino
productividad se usa para promover un producto o servicio, tal como si
fuera una herramienta de comercialización. Todo esto no está mal, pero
parece existir una gran confusión sobre su significado.

A menudo cada individuo le da un tratamiento diferente al concepto


Productividad; los economistas se centran en las inversiones y
reglamentos de gobierno, los industriales se basan en los métodos de
trabajo y flujo del mismo, los psicólogos y administradores a las relaciones
humanas y al diseño del trabajo.

En un sentido más formal la palabra Productividad se mencionó por


primera vez en el año 1883 como la facultad para producir. Sin embargo,
a principios del siglo XX el termino adquirió un concepto más preciso,
como una medida de lo bien que se han combinado y utilizado los
recursos para cumplir con los objetivos específicos deseados, en el
tiempo programado.

En 1950, la Organización para la Cooperación Económica Europea


(OCEE), ofreció la siguiente definición:
“productividad es el cociente que resulta de dividir la producción por uno
de los factores de producción, de esta manera es posible hablar de
productividad de capital, de inversión, mano de obra, etc.”

La productividad es una medida de qué tan eficientemente utilizamos


nuestro trabajo y nuestro capital para producir valor económico. Una alta
productividad implica que se logra producir mucho valor económico con
poco trabajo o poco capital. Un aumento en productividad implica que se
puede producir más con lo mismo. En términos económicos, la
productividad es todo crecimiento en producción que no se explica por
aumentos en trabajo, capital o en cualquier otro insumo intermedio
utilizado para producir.
Con frecuencia se confunde el termino Productividad con producción,
muchas personas piensan que, a mayor producción, más Productividad.
Esto no es necesariamente cierto, si bien Producción se refiere a la
actividad de producir bienes y servicios, Productividad se interesa en la
utilización eficiente y eficaz de los recursos al producir esos bienes y
servicios.

Conceptos como productividad, competitividad, eficiencia, eficacia,


profesionalidad o intensidad del trabajo están omnipresentes en las
informaciones, debates y análisis de la situación económica actual. En el
alud de informaciones al que estamos sometidos, observamos que uno de
los problemas comunes es que se suelen confundir dichos conceptos al
referirnos a una determinada realidad, sea como individuo, empresa,
región o país involucrados en los procesos económicos. Una confusión
que, por ejemplo, en el caso de los gobiernos puede conducir a una toma
de decisiones errónea o a medidas cortoplacistas para obtener
rápidamente unos beneficios coyunturales, pero que, en el medio y largo
plazo, puede implicar grandes perdidas. Por ejemplo, en el caso español,
los recortes del gasto en investigación y en educación para reducir el
déficit actual conllevará en las próximas décadas una pérdida de
productividad y competitividad en una economía donde el conocimiento
cada vez tiene más peso.

La productividad es uno de los conceptos relevantes en cualquier


análisis de los procesos económicos actuales, sobre todo en una
economía globalizada. Es, en definitiva, el indicador para medir la
utilización óptima de los recursos (costes) en la producción de bienes y
servicios. Esta utilización óptima de los recursos se traduce en obtener
más cantidad y/o calidad de productos o servicios, o conseguir unos
costes de producción o prestación de servicios menores por unidad de
producto o servicio.

La productividad, históricamente, se reducía básicamente a los factores


trabajo y capital. Hoy, cualquier análisis de la productividad debe
considerar un gran número de factores: las inversiones y los flujos de
créditos; la I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación); las normativas
reguladoras (relaciones laborales, ambientales, seguridad, etc.) de la
actividad económica según los diferentes gobiernos (sean locales,
autonómicos o estatal); las subvenciones, las desgravaciones, los
impuestos, las tasas o cotizaciones; la tecnología (equipamientos e
infraestructuras) y el conocimiento (métodos y procesos); los costes
energéticos; la calidad de los recursos humanos (formación y
habilidades); etcétera. Por lo tanto, “medir” la productividad requiere un
análisis multifactorial donde se deben considerar todos estos factores y
sus interrelaciones. También comentar que es un error reducir, en
general, el concepto de productividad al de “productividad en el trabajo”;
o confundir la productividad con la rentabilidad; o considerar que la simple
reducción de costes siempre mejora la productividad; o, entre otros,
reducir los problemas de la productividad a simples problemas técnicos o
de gestión.

La competitividad es otro de los conceptos relevantes y se refiere a la


capacidad que tiene una empresa, región o país de obtener mayor
rentabilidad en el mercado en relación a sus competidores. Es el indicador
que permite medir o comparar la productividad de uno y la productividad
de los otros ofertantes del mercado. En general, esto se traduce en poder
ofrecer un producto o servicio con el mejor precio. Sin embargo, en
algunos mercados o para determinados productos y servicios no
estandarizados el precio no es la variable determinante y pueden influir
otros factores como la calidad, la imagen de marca o la logística para
llegar al consumidor final.

Y aunque productividad y competitividad están íntimamente relacionadas,


nos podemos encontrar con algunas empresas con una alta productividad
que no son muy competitivas y con otras empresas con una baja
productividad que sí lo son. Sin embargo, en general, en los mercados
estandarizados, ser competitivo implica ofrecer un producto o servicio con
el precio más bajo gracias a una alta productividad, es decir, costes
globales más bajos. Por ejemplo, China, la cual se ha convertido en la
gran fábrica de productos manufacturados.

La productividad en el trabajo (productividad laboral), como concepto,


es la relación entre la producción de un bien o la prestación de un servicio
y el personal que los realiza. Es decir, mide o refleja la “eficiencia,
eficacia o la intensidad del trabajo” del personal en los procesos
productivos o en la prestación de un servicio. En este punto señalar que,
cada vez más, la variable “bienestar en el trabajo” empiezan a
considerarse en algunas organizaciones. Bienestar en el trabajo implica
encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

La eficiencia implica la ejecución tareas de forma disciplinada acorde con


un determinado método en los procesos de producción de bienes o en la
prestación de servicios con una alta calidad en el menor tiempo posible.
En este punto, señalar que se puede ser eficiente, pero con un resultado
no efectivo al no conseguir los resultados deseados. Mientras que
la eficacia, en el contexto de la productividad en el trabajo, sería el grado
de obtención del resultado deseado, aunque no se hayan ejecutado las
tareas o el plan de trabajo de forma disciplinada. Por último, la intensidad
del trabajo sería el incremento de trabajo o el sobreesfuerzo del
trabajador en la realización de sus actividades ya sea mediante el
aumento de horas de trabajo o exigiendo mucha más producción en una
unidad de tiempo.

1.2. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PRODUCTIVIDAD


No es sorpresivo que exista una tasa de crecimiento negativa en periodos
de recesión, pero el hecho es que si la declinación ocurre durante un
periodo de recuperación, se tiene una situación no deseable.
a) Inflación
b) Nivel de vida y empleo
c) Poder político
d) Poder económico
e) Inversión, etc

1.3. PRODUCTIVIDAD EN LA EMPRESA

También es importante mencionar como factores que afectan a la


Productividad de las empresas las metas a corto plazo de ganancias, y el
deseo de producir aun a costa de la calidad.
Si los países tienen que mejorar sus niveles de productividad y sus tasas
de crecimiento, la lucha debe comenzar a nivel de empresa. Para que la
lucha sea efectiva, esta debe de ser formal y basarse en estrategias que
giren en torno a un patrón común que hoy en día se conoce como “el ciclo
de productividad” mismo que propone el seguimiento de los siguientes
pasos:

Ciclo de Productividad

• Medición de la productividad
• Evaluación de la productividad
• Planeación de la productividad
• Mejoramiento de la productividad

1.4. VENTAJAS DE LA PRODUCTIVIDAD EN LAS EMPRESAS


Las ventajas para una empresa por contar con una mejor productividad
son:
a) Mayores utilidades, ya sea por mayor margen de utilidad, o por un
mayor volumen de ventas.
b) Ingresos mayores para los empleados.
c) Mayor margen de seguridad en el mercado, es decir, mayor
competitividad.
d) Inmejorables oportunidades de expansión.
e) Prestigio social.

1.5. ¿CÓMO AUMENTAR LA PRODUCTIVIDAD?

• Integrar la variable “bienestar en el trabajo”


• Generar educación vocacional y programas de entrenamiento para
disminuir el desajuste entre las habilidades demandadas y las
disponibles (World Economic Forum, 2015).
• Diversificación continua hacia sectores de mayor valor agregado que
permitan aumentar la productividad (OECD, 2014).
• Reasignación de recursos productivos, es decir, que los trabajadores
se muevan de actividades de baja productividad a sectores con alta
productividad (International Labour Organization, 2013).
• Innovación a partir de la adquisición de conocimiento global y el
desarrollo de capacidades internas (OECD, 2014).
• Reformar los mercados para crear un entorno regulatorio adecuado y
competente que permita el desarrollo de empresas innovadoras y
competitivas (OECD, 2014).
• Alinear la inversión pública con las prioridades de la sociedad e
impulsar la inversión privada (World Economic Forum, 2015).
• Fomentar el diálogo entre la academia y el sector industrial sobre que
competencias son necesarias desarrollar para fomentar la
productividad y la innovación (World Economic Forum, 2015).
A nivel empresa, incrementar la productividad requiere un análisis caso
a caso de cuáles son los factores que están impidiendo el uso eficiente de
los recursos. Entre los factores que típicamente deben analizarse están
(Syverson, 2011):
• Uso de buenas prácticas administrativas o habilidades gerenciales.
• Calidad de la fuerza de trabajo y capital.
• Inversión en tecnologías de la información, investigación y desarrollo.
• Procesos de aprendizaje en la producción (i.e.“Learning-by-Doing”).
• Innovaciones en la calidad de los productos.
• Estructura organizacional de las unidades de producción de la
empresa.

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