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Había una vez un joven muchacho que vivía junto a su padre, un pobre campesino

en una comarca. El joven desde pequeño siempre había soñado en ser un


caballero, entonces aquel día en la mañana este le dijo a su padre:

-Padre, yo quiero ser un caballero, participar en torneos y ser el mejor del reino.

-El padre le contesto: hijo lamento decirte pero los únicos que pueden ser caballeros
en este reino son los nobles. Y nunca los hijos de un campesino han sido caballeros,
por lo general ejercen el mismo trabajo de sus padres.

Asi que el sueño del joven poco a poco se iba derrumbando debido a ver la
imposibilidad de ser caballero. Siempre, todos los días en la tarde el joven
muchacho acostumbraba ir al coliseo con sus amigos a observar las competencias
de justa (un combate entre dos contendientes, a caballo y con lanza).

Él iba al coliseo por dos razones: la primera, Ir a observar lo que le apasionada (las
competencias de justa) y la segunda, ver su amor o él le llamaba así a lo que sentía
hacia la princesa Sofía, hija del rey Arturo y la reina Isabela.

La princesa Sofía era tan bonita, que por sus atributos físicos, era deseada por todos
los jóvenes clérigos y algunos nobles, que por allí pasaban. Ella también estaba
enamorada del joven muchacho pero para los dos eso era un amor prohibido. Ya
que los padres de ella le prohibían casarse con un campesino.

Ese mismo día llegó a la comarca un apuesto príncipe llamado George, con estirpe
de gran guerrero y todo un verdadero galán, que al verla quedó prendado de ella y
le propuso matrimonio.

Ella lo rechazo ya que su corazón le pertenecía al joven muchacho. El rey Arturo al


ver esto, la castigo y la encerró en la habitación por un mes.
Durante este mes el joven muchacho se hacía pasar como un sirviente del castillo,
para poder verla. Un día ella le dijo:
-Mi padre me va a obligar a casarme con él. Yo no quiero, yo te amo a ti. Quiero
ayudarte a cumplir tu sueño que desde pequeño siempre has soñado.
-El joven muchacho le contesto: yo también te amo, ven conmigo, escapémonos y
hagamos una vida juntos fuera del reino.

-Ella le contesto: si, Con tal de no casarme con George, ¡escapémonos con cuidado
que mi padre no se vaya a dar cuenta!

Ellos esa misma noche decidieron escaparse, salieron de la habitación


sigilosamente, sin hacer ni un mínimo ruido. Cuando estaban a punto de salir del
castillo, fueron vistos por unos guardias donde estos los atraparon y todo su plan de
escape había llegado a su fin.

Los guardias los llevaron a donde el rey Arturo, y este les dijo con tono de voz fuerte:

-Hija me has desobedecido, decidisteis irte con este mugroso y pobre campesino

- Te casaras con el príncipe George. Guardias y a este joven infeliz decapítenlo.

- la princesa con voz de llanto dijo: no le hagan nada a él. Déjenlo no se merece
morir así, él es el amor de mi vida.

En ese momento llego el príncipe George y la escucho. Y dijo fuertemente:

-¡No lo decapiten!, he escuchado que desde pequeño has soñado con ser caballero.

-Te reto a un duelo de justa y el que gane se queda con la princesa:

El joven muchacho se dio cuenta que esta era su oportunidad para ser caballero y
demostrarle al rey y a tos que era el mejor y por supuesto ganarse a la princesa
Sofía. Y decidió aceptar el reto.
El rey Arturo dijo:
- El combate se llevara a cabo en el coliseo.
Asi, se fueron para el coliseo, donde se iba a llevar a cabo la batalla de justa por la
princesa Sofía. Ya habían pasado cinco rondas, la competencia estaba empatada
seis a seis, quedaba la última ronda y esta era la decisiva, el que ganara en esta
ronda se quedaba con el corazón de la princesa. El joven muchacho agonizando
ante el príncipe logro ganar la batalla, y le demostró al rey y a todos que era el mejor
de la comarca, Asi gano el corazón de la princesa Sofía, y el rey Arturo lo declaro
caballero. El joven muchacho se fue a vivir al castillo con la princesa Sofía y vivieron
felices para siempre.

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