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La Catedral y el Bazar
El autor señala su experiencia en el desarrollo de software libre, desde los
inicios de la creación del movimiento, habiéndose iniciado, como muchos de
sus miembros, en plataforma UNIX. De hecho, cuando se libera el Sistema
Operativo Linux, se empiezan a romper los modelos y paradigmas que se
habían establecido en la comunidad desde los inicios.
Y es que el modelo que se venía aplicando en el Movimiento del Software Libre
no podía ser otro sino el mismo aplicado en el mundo del Software Comercial:
con un enfoque planificado, centralizado, con rigurosos cronogramas de
trabajo, y hechos por “genios” encerrados en su cónclave hasta que terminaran
la versión final. Y eso lo compara Raymond con un modelo de
“Catedral”. Claro, para poder construir una Catedral, o cualquier edificio
monumental, se requiere de ese modelo.
Pues en vez de crear un POP3, buscó en la red uno que pudiese servirle para sus
necesidades, aprovechando uno de los preceptos de la Comunidad de Software
Libre, de compartir código, para luego reutilizarlo. De los nueve candidatos, al
final seleccionó el “PopClient” de Carl Harris. Como encontró varias
“oportunidades de mejora”, le escribió a Harris para discutirlo, y se encontró
con que Harris ya había perdido interés en la aplicación. Vista la circunstancia,
tomó Raymond las riendas del mantenimiento de la aplicación.
Para poder comprobar la eficacia del modelo desarrollado por Linus Torvalds,
Raymond emprendió las siguientes acciones:
1. Liberaba rápido y a menudo (casi nunca dejé de hacerlo en menos de diez días;
durante los períodos de desarrollo intenso, una vez diaria).
2. Ampliaba mi lista de analistas de versiones beta, incorporando a todo el que me
contactara para saber sobre fetchmail.
3. Efectuaba anuncios espectaculares a esta lista cada vez que liberaba una nueva
versión, estimulando a la gente a participar.
4. Y escuchaba a mis analistas asistentes, consultándolos decisiones referentes al
diseño y tomándolos en cuenta cuando me mandaban sus mejoras y la
consecuente retroalimentación
Y una vez que la nueva aplicación empezó a tomar forma propia, Raymond
oficializa el cambio de nombre de “Popclient” a “FetchMail”.
El crecimiento de Fetchmail
Ahora que el Fetchmail hacía todo lo que Raymond quería que hiciera, podían
averiguar cuáles eran otros requerimientos de los usuarios. Y más allá de
satisfacer sus propias necesidades, Raymond se vio empujado a satisfacer las
necesidades de esos usuarios, y ampliar los canales de soporte para la
aplicación.
El futuro del Software Libre será de aquellos que dejen atrás el modelo
“Catedral” y abracen el modelo “Bazar”.
Lecciones de Raymond
Todo buen trabajo de software comienza a partir de las necesidades personales
del programador. (Todo buen trabajo empieza cuando uno tiene que rascarse su
propia comezón)
Los buenos programadores saben qué escribir. Los mejores, que reescribir (y
reutilizar).
Lo más grande, después de tener buenas ideas, es reconocer las buenas ideas de
sus usuarios. Esto último es a veces lo mejor
Cuándo se escribe software para una puerta de enlace de cualquier tipo, hay que
tomar la precaución de alterar el flujo de datos lo menos posible, y ¡*nunca*
eliminar información a menos que los receptores obliguen a hacerlo!
Conclusiones
En pocas palabras, se puede concluir que el objetivo planteado al inicio fue
cumplido sin otro contratiempo, que (valga el juego de palabras) el encontrar
tiempo para su cumplimiento.