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de los disfraces y los engaños— que normalmente co- El Capitán Flegetonte también está enamorado de

rresponde a los zanni. Hay momentos de extraordinaria Diana.


hilaridad, como ése en que Tófano, padre de su amada, Y Flavio y Cornelia se aman recíprocamente.
enamorado de esta criada que no es tal (Cintio), descubre
la verdad en un intento de escarceo nocturno, y sale a es-
cena a contar qué ha encontrado a Oliveta entre las piernas.
Aunque falte el desenlace, cabe pensar que este canovaccio ACTO I
no debía prolongarse más allá de dos o tres escenas, tras
la última que nos ha llegado: la acción se encuentra en un ESCENA I
momento próximo a la anagnórisis, o reconocimiento,
propio de la comedia que, una vez producido, galopa ha- DIANA Y OLIVETA, ES DECIR, CINTIO
cia el final en un par de frases, para terminar con unas
bodas felices; en este caso, probablemente entre Cintio y Están hablando de su amor y Diana exhorta a Cintio a
Diana y entre Flavio y Cornelia, las dos parejas canónicas descubrir de una vez ante los demás cuál es su identidad,
de enamorados. porque ella está embarazada y porque su padre, que lo
La fuente para esta edición ha sido Marotti (1974: cree Oliveta, se ha enamorado de él-ella y/ con lo poco
LXXVI-XC) donde se encuentra en forma de Apéndice, que le falta para parir, se corre el peligro de que se des-
dentro del volumen dedicado a los scenañ de Flaminio cubra la cosa con gran escándalo Cintio le responde que
Scala. está dilatando el descubrirse con mucho arte, con la espe-
ranza de que muera su padre, o que la suerte les dé la
ocasión de que éste les conceda, de una vez, su permiso
para casarse; y le pide que tenga paciencia.
GALILEO GALILEI
ARGUMENTO Y ESBOZO DE UNA COMEDIA ESCENA II

Pantalón, rico mercader, tiene dos hijos, Cintio y Corne- PANTALÓN SOLO
lia, y un criado, Burattino.
Tofano, un mercader pobre, tiene un hijo, Flavio, y Se lamenta de haber perdido a su hijo Cintio por no haber
una hija, Diana. consentido que se casara con Diana; y, habiendo ya pasado
Cintio amaba ardientemente a Diana y la quería por cuatro años desde que él se marchó, sin que haya recibido
esposa, pero Pantalón, su padre, se lo prohibió, por ser nunca noticias de él, deduce que es posible que haya
ella pobre; desesperado, él decidió marcharse a la edad muerto; hallándose sin más hijos varones, y muy rico, re-
de dieciocho años. Tras una ausencia de cuatro años, ha suelve casarse, para ver si tiene más hijos, y que sus bienes
regresado sin que nadie lo conozca y, vestido de criada, se queden en la casa; y, como por ser anciano tal vez no
se ha puesto a servir en casa de Tofano, gozando secre- conseguirá casarse con una joven de su misma riqueza, de-
tamente del amor de Diana. cide casarse con la que había negado a su hijo, que, por ser

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pobre, será fácil de conseguir; podría darse entonces que la conclusión con ella: mientras, dice que va a llevar la res-
misma que fue causa de que él perdiera a su único hijo va- puesta a casa de Pantalón y se va en su busca.
rón, le diera otros hijos varones. Se va a casa de Tófano.

ESCENA VI
ESCENA III
CAPITÁN Y FARIÑA, su criado, y OLIVETA
PANTALÓN Y TÓFANO
El Capitán aparece en escena haciendo grandes aspa-
Pantalón le cuenta la causa de sus desvelos, y le pide a vientos y, después de un rato, revela que está enamorado
Tófano la mano de su hija. Tófano se la concede por lo de Diana. Al estrépito de sus aspavientos sale Oliveta, si-
que a él respecta, y dice que tiene que disponer a la mu- gue el juego al Capitán y le da esperanzas; él se enco-
chacha; le deja y entra en la casa a hablar con su hija, mienda a ella, y deja su amor en sus manos y ella le pro-
mientras Pantalón se va a la Plaza. mete hablar con la Señora Diana en favor suyo. Cuando
sale el Capitán, Fariña bromea con Oliveta y se hace el
enamorado, y ella, con buenas palabras, le da la mano y
ESCENA IV promete que se casará con él.

TÓFANO, su HIJA DIANA Y OLIVETA


ESCENA VII
Tófano le dice a Diana que quiere casarla con Pantalón y
que debe estar contenta de ello. Oliveta le dice lo mismo TÓFANO Y PANTALÓN
y que ya que no pudo conseguir al hijo, que se case con el
padre. Diana ni se niega ni consiente, sino que dice que Aparece Tófano con Pantalón, al que va diciendo que no
quiere prensárselo, y se mete en casa con Oliveta. Tófano ha hallado a su hija contraria, pero, sabiendo la credibili-
se queda sólo. dad y la autoridad que Oliveta ejerce sobre ella, exhorta a
Pantalón a servirse de la criada como alcahueta, para que
convenza a Diana de que se conforme y acepte a Panta-
ESCENA V lón, y dice que se la va a mandar a casa; Pantalón se va.

TÓFANO SÓLO
ESCENA VIII
Alaba sumamente la perspicacia, la valía, la gracia y la
belleza de Oliveta, y se confiesa muy enamorado de ella, TÓFANO Y OLIVETA
y que en distintas ocasiones ha intentado conseguirla,
sin lograr nada más que esperanzas; dice, no obstante, Tófano manda salir a Oliveta para volver al asalto, y ella
que está decidido a hacer lo que sea para llegar a una le pone excusas diversas, en particular el hecho de que él

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tenga todavía en casa una hija casadera, y que, cuando la ACTO II
case, ella le consentirá en lo que quiere. Esto provoca en
Tófano mayores ganas de casarla con Pantalón, y manda
a Oliveta a casa de Pantalón, que quiere hablar con ella y
darle un presente, para que ella hable con Diana en su
favor. Tófano se va a la Plaza. Pantalón le dice a Burattino que no ve la hora de casarse
con Diana, y lo manda a casa de ella a hablar con Oliveta
y averiguar qué ha podido hacer. Pantalón se va a la Pla-
ESCENA IX za, y Burattino dice que está enamorado de Oliveta, y que
quiere pedirla en matrimonio. Llama a la puerta.
OLIVETA, CORNELIA Y PANTALÓN

Oliveta llama a la puerta de Pantalón: sale Cornelia y ESCENA II


responde que Pantalón se está echando la siesta; hablan
y, al final, Cornelia confiesa a Oliveta que está enamora- BURATTINO Y OLIVETA
da de Flavio, y le suplica que la favorezca. Ella le respon-
de que ya sabe que Flavio también la quiere a ella y que Burattino expone a Oliveta el recado con que le manda
desea la felicidad de ambos. Sale entonces Pantalón y Pantalón. Ella le responde que ha tratado de este asunto
manda a Cornelia dentro, se queda con Oliveta, a la que específicamente con Diana, y que ella se muestra muy reti-
se encomienda, suplicándole que interceda por él ante cente a esta boda con Pantalón, no tanto porque él sea viejo,
Diana, para que ella consienta en tomarlo por esposo. como porque teme que, una vez en su casa, él le diera muy
Oliveta aprovecha la ocasión para hacer razonar a Pan- mala vida; porque cada vez que la viera delante se acorda-
talón, y que comprenda si no habría sido mucho mejor ría de que ella fue la causa de que perdiera a su único hijo,
que él hubiera consentido a su hijo que se casara con y más aún si ella no le diera otro hijo, algo creíble, teniendo
Diana, pues ya tendría algún nieto de él, mientras que en él la edad que tiene; pero añade que no ha perdido aún la
ese momento se encuentra con que ha perdido a su hijo y esperanza de convencerla, y que ya pensará en otra manera
duda mucho poder volver a ver a la primera generación, de conseguirlo. Burattino le descubre su amor y ella le da
no digamos a la segunda. Lo conmueve hasta las lágri- su mano y le promete desposarlo. Los dos salen: Oliveta
mas y el arrepentimiento, y le promete, por fin, ayudarlo entra en su casa y Burattino se va a buscar a Pantalón.
y hacer incluso más de lo que le ha prometido. Pantalón
entra en su casa, y Oliveta, sola, se ríe de las casualidades
de la fortuna, que la llevan a tener que hacer de alcahueta de ESCENA III
su padre, de su hermana, del capitán, y a tener que pro-
tegerse del ímpetu de Tófano. Termina el I acto. CAPITÁN, FARIÑA Y OLIVETA

El Capitán entra hecho una bestia, lamentándose de que


Oliveta maltrate a una persona como él, y aún no le haya

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dado una respuesta. Manda a Fariña a que llame sin res- se1 conforme con ir a casa de Pantalón, y que lo que él
peto alguno a la puerta de Diana, gritando que no quiere puede hacer es intentar hablar directamente con ella.
que una mujercilla lo maltrate. Sale Oliveta y, fingiendo Llaman a Diana, que se muestra muy amable con Panta-
miedo y respeto, dice que ha hablado con Diana, que dice lón. Habla con mucha sensatez, diciendo que se conside-
que estaría muy dispuesta a complacerlo, es más, que se- ra indigna de tanto bien, y que lo único que le impide de-
ría para ella una gracia venturosa que un hombre así la cidirse es la duda de poder proporcionar a Pantalón la
considerara digna de él; pero que sabe de su extrema fie- paz que él va buscando; porque él, una vez la tenga en
reza y de su terrible carácter; dice que sólo con verlo de- casa, es fácil que en pocos días el amor que ahora siente
lante, le entra tanto miedo que teme deshacerse y conver- hacia ella se convierta en molestia perpetua por haber si-
tirse en humo del espanto: pero, como ella está dispuesta a do la causante de la muerte de su hijo; en suma, hace to-
servirle, dice que para que Diana no se muera de terror do lo que está en su mano para enardecer más a Pantalón
ha pensado que el Capitán puede ir a visitarla deponien- con sus gracias, su modestia y su prudencia; y con eso se
do parte de su fiereza, es decir, la que se ve por fuera; y va. Pantalón chilla, se devana y lamenta no haber conce-
que quiere que deponga las armas y el traje de espanto, y dido a su hijo una mujer así, que no hay otra igual en el
se vista de persona más afable, y finja más humana hasta mundo, y vuelve a rogar y a suplicar a Oliveta, quien, al
la voz; en resumen, que se vista de Burattino y vaya esa ver llano el camino a su diseño, dice que sólo hay un re-
noche a las dos en punto, que ella lo estará esperando en medio —pero de lo más seguro— de convencer a Diana;
casa y lo llevará hasta Diana. Que la espere delante de la aunque está segura de que Pantalón no va a querer pres-
casa y, cuando llegue la hora, ella le llamará con el nom- tarse. Pantalón promete anchurosamente que hará todo
bre de Burattino, para no levantar sospechas; y que quie- lo necesario y empleará cualquier medio pecuniario. En-
re que se ponga la ropa de Burattino, quien, como perso- tonces Oliveta le dice que ha pensado que sería óptimo
na familiar, va su casa a cualquier hora. El Capitán se va para convencer a Diana que Pantalón concediese a Cor-
y Fariña le recuerda a Oliveta la promesa que le ha he- nelia por esposa al hermano de Diana, y que todos vivie-
cho, y ella le dice que quiere que las bodas sean dobles. ran en la misma casa, porque, así, teniendo Diana la
Oliveta se queda sola, y dice que va a hacer una buena compañía de su hermano, estaría más tranquila; y añade
burla a ese copetudo del Capitán. En esto aparecen Pan- que los otros dos están enamoradísimos el uno del otro; y
talón y Burattino. que si Pantalón de verdad está dispuesto a lo que sea pa-
ra conseguir a Diana, de este modo la tendrá, sin sacar
sus riquezas de casa, simplemente compartiéndolas con
la pobreza de Tófano y de sus hijos, y viviendo todos
contentos, y que esa alegría le haría rejuvenecer unos
treinta años. Pantalón responde que, si es verdad que su
hija Cornelia ama a Flavio y él a ella, se conformará con
Pantalón, impaciente, viene a hablar personalmente con todo encantado, y que habrá riqueza suficiente para él y
Oliveta, todo ardiente de deseo por conseguir a Diana para los demás. Llaman a Cornelia, quien, un poco ver-
como sea, asegurándole que siempre la tratará bien, etc. gonzosa, responde afirmativamente a su padre; Pantalón
Oliveta le dice entonces que no hay modo de que Diana y Cornelia se van y dicen a Oliveta que vaya a llevar las

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buenas nuevas a Tófano y a su hijo. Se queda OHveta con ESCENA VII
Burattino, que vuelve a sus galanterías. OHveta le dice
que venga a verla esa noche a las dos, pero que venga CAPITÁN VESTIDO DE BURATTINO, BURATTINO,
pertrechado de armas, y se quede en la esquina de la casa OLIVETA Y TÓFANO
y no se acerque hasta que ella lo llame. Burattino dice que
sí, que vendrá, y se va. Oliveta entra en casa y llama a Ya son las dos y el Capitán aparece en escena: dice algo
Diana. sobre el poder del Amor, que ha convertido un Capitán
de su porte en trazas de criado de forma más milagrosa
que cuando Júpiter se convertía en toro, o en cisne, etc. Se
ESCENA V aparta a esperar que lo llame Oliveta. Llega luego Bu-
rattino y se pone a esperar al lado contrario. Entonces,
OLIVETA, DIANA, TÓFANO Y FLAVIO Oliveta sale a la puerta y llama: «¡Burattino!», y los dos se
precipitan a demostrar que el Burattino al que ha llama-
Oliveta le cuenta a Diana todo lo sucedido con Pantalón, do es a él, empiezan a zurrarse, y Burattino muele a palos
y cómo ha tenido éxito la idea de convencer a Pantalón al Capitán. Tófano, al oír el estrépito, sale corriendo y los
de conceder a Flavio la mano de Cornelia, de modo que zurra a los dos, que se retiran callados a una esquina. Al
las cosas van por buen camino. Concluyen que es mejor quedarse sólo, Tófano dice que esa noche va a ir a buscar
que Flavio se despose cuanto antes con Cornelia; y que, a Oliveta a su cama, cuando sea más tarde y todos estén
en cuanto eso se produzca, Oliveta podrá descubrir la ya durmiendo, ya que ella duerme en la recámara de
verdad para llevar todo a buen término. Mientras están Diana; y dice que, como al día siguiente se va a celebrar
hablando de esto, llega Tófano con Flavio, y les dan la la boda, pudiera ser que OHveta se marchara de casa con la
buena noticia; cuando ellas entran en casa, Tófano y su novia, y él perdiera la posibilidad de gozar de ella: y con
hijo van en busca de Pantalón a su casa para agradecér- esta idea, entra en casa.
selo y pedir la mano de Cornelia. Una vez que Tófano se ha ido, el Capitán y Burattino
se oyen y se reconocen, se lamentan de la zurra y enton-
ces el Capitán le cuenta a Burattino que él iba a ir a dor-
ESCENA VI mir con Diana, y Burattino, que él lo mismo, pero con
OHveta. Se dan cuenta de que se han burlado de ambos y
TÓFANO, PANTALÓN, FLAVIO Y CORNELIA Burattino, furioso, dice que va a contárselo todo a Panta-
lón, y que va a impedir que se celebren las bodas. El Ca-
Tófano llama a la puerta de Pantalón, quien sale a abrir. pitán dice que no ve la hora de que llegue el alba, para
Tófano le da las gracias y llaman a Cornelia. Flavio pide volver y vengarse de OHveta. Salen los dos y termina el
su mano, se la conceden y, como ha anochecido, cada uno acto.
se va a su casa.

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ACTO III no ve otra salida para su vergüenza que quitarse a Oli-
veta de en medio y conceder a Diana al Capitán. Llama a
ESCENA I Oliveta.
TÓFANO, PANTALÓN Y EL CAPITÁN
ESCENA II
Está amaneciendo y sale Tófano, lamentándose grave-
mente de que ha ido a buscar a Oliveta a su cama y al
TÓFANO Y OLIVETA
meterle mano buscándole «la barquichuela», se ha en-
contrado con algo terrible: en lugar de una «olivita», dos
Tófano habla a Oliveta con disimulo —ella no sabe que
huevos y una buena vaina. Se da cuenta del engaño y di-
Tófano ha ido a buscarla esa noche, porque estaba dor-
ce que no sabe qué hacerse, y que, además, no ha querido mida— y, fingiendo que quiere invitar al Capitán a la
despertar a Oliveta para darse el tiempo de pensar en la boda, la manda a su casa. Oliveta que va enseguida y Tó-
forma de vengarse sin que todos se enteren de su ver- fano entra en su casa.
güenza. Mientras se está lamentando, aparece Pantalón,
al que Burattino, en casa, ha puesto ya al corriente de
cómo ha descubierto que Diana es amante del Capitán; y, ESCENA III
en plena furia, la emprende a villanías con Tófano, di-
ciéndole que ya no quiere ni casarse ni nada, y, montado OLIVETA Y EL CAPITÁN
en cólera, sale. Tófano está cada vez más confuso y afec-
tado; lamenta que Diana sea también amante del Capitán. Ella va razonando cómo disculparse con el Capitán por lo
Aparece en esto el Capitán, que viene buscando a Olive- sucedido, y dice que él está tan endiosado en su vanidad
ta: habla con Tófano y le cuenta la afrenta que ha sufrido que, si ella lo adula, seguro que se conforma. Llama a la
por parte de Oliveta, y que quiere vengarse de ella. Al fi- puerta del Capitán y él sale; ella se excusa y le dice que el
nal, Tófano, considerando el laberinto en que se halla, di- otro Burattino se presentó allí por casualidad, y que todo
ce que el Capitán podría vengarlo a él y, al mismo tiem- lo que pasó fue sin buscarlo. El Capitán finge que la cree
po, lograr sus deseos, es decir, casarse con su hija Diana. y la invita a entrar en casa. Poco después se oye un estré-
Y, para enconar al Capitán más aún contra Oliveta, le di-
pito de armas y gritos del Capitán, que quiere matar a
ce que ella siempre ha intentado disuadir a Diana de Oliveta; ella salta fuera de la casa y, con un bastón, se de-
aceptar el amor del Capitán, porque, si hubiera sido por fiende del Capitán hasta desarmarlo y arrojarlo por el
él, se la habría dado por esposa a la primera, sabiendo, suelo, y reducirlo a que le pida en clemencia su vida. Ella
como sabe, que es hombre ilustre y famoso; pero que se la concede, a cambio de que le prometa que la obede-
ahora se vaya a su casa, porque en breve le va a mandar a cerá en todo lo que le mande. El Capitán se lo promete y
Oliveta con alguna excusa, y que lo que él quiere es que, ella le pregunta, en primer lugar, por qué quería matarla;
sin más miramientos, la mate secretamente, la meta en la él le cuenta que se lo había mandado Tófano con la pro-
bodega, y venga corriendo a casarse con Diana. El Capi- mesa de concederle a Diana, por lo que Oliveta com-
tán se lo promete y se va. Tófano se queda sólo y dice que prende que Tófano la ha descubierto. Manda al Capitán

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que vaya a casa de Tófano, y le diga que ha matado a
Oliveta, le pida la mano de Diana y vuelva luego a darle
razón de lo hecho. Oliveta entra en casa del Capitán y
éste se va a casa de Tófano.

3. Recopilación de Flaminio Scala


ESCENA IV EL TEATRO DE LAS FÁBULAS REPRESENTADAS
CAPITÁN, TÓFANO Y DIANA O BIEN LA RECREACIÓN CÓMICA, BOSCOSA
O TRÁGICA (1611)
El Capitán llama a Tófano, le dice que ha matado a Oli-
veta y le pide la mano de Diana. Diana, que ya sospecha-
ba algo al no ver a Oliveta en casa, se asoma a la ventana
para oír qué se dicen su padre y el Capitán y escucha que
el Capitán ha matado a Oliveta; entonces su padre, desde
PRESENTACIÓN
abajo, la llama, finge no haber oído nada, se muestra
obediente con su padre, y dice que se casará con el Capi- La recopilación publicada por Flaminio Scala en Venecia
tán, que le concede su mano. El Capitán se va, Tófano contiene cincuenta scenari, y es el primer conjunto dra-
entra en casa y Diana, sola, hace una escena de dolor por matúrgico de estas características editado por los Cómicos
su suerte y dice que ha aceptado prometerse con el Ca- del Arte. Se trata de unos canovacci más detallados de los
pitán para poder tenerlo entre sus manos y matarlo con que colgaban en los teloncillos de las compañías de com-
acero, o con veneno y, así, vengar a su Cintio.1 media all'improvvisa de entonces. El crítico Ferruccio Ma-
rotti (1976: XX) habla de ellos como mediadores entre los
cómicos mercenarios y las primeras comedias impresas
en el Renacimiento, al tiempo que como indicios revela-
dores de los entresijos del oficio teatral (1976: XLV):
Se trata de un material que por definición no es accesible a
los ajenos a la obra: la parte de atrás de un espectáculo que
la improvisación entrega perentoriamente a lo efímero, la
raíz de una emergencia que solamente podían contemplar
los actores. Llevar a la imprenta un material de este tipo es,
por tanto, sacarlo de su «aislamiento institucional» para
conferirle el rango de «material crítico» en la «sede institu-
cional» del «libro».

Su autor, al tiempo actor y hombre de letras (Flaminio


1Tal como se conserva la historia en el códice original de Galileo
Galilei queda incompleta en este punto.
«in commedia») dirigió la compañía / Confidenti entre

28 29
ILUSTRACIONES

k
1. Retrato de Francesco Andreini (1617).

LXXXVII

3. Capitana Babeo, Cucubá.
2. Puliciniello y Lucretia.

LXXXVIII LXXXIX
4. Signara Lucia y Trastullo.

xc
• /<•///• 0ubrei¿ darwant le. ?carcanoucke
a I Optra. '
5. Monsieur Dubreuil bailando como Scaramouche
en el Teatro de la Ópera.
6. Arlequín.
7. Polichinelle.

XCII XCIII
8. Catherine Biancolelli, llamada también Colombine.
9. Isabelle Venitienne (Isabella Veneciana).

XCIV XCV
11. Zanni.
10. Pantalone.

XCVI XCVII
12. Stefanello Bottarga.

13. Les habits sont italiens... (Ropajes italianos, aires franceses).

XCIX
14. Mezzetin.
15. Pierrot contení.

CI
16. Partida de los Cómicos italianos en 1697.
17. Cómicos italianos.

CIII
18. El Amor en el Théátre Italien.

CIV
19. Arlequín en un decorado del xvm.

CV
20. Pierrot riendo Qean-Charles Debureau, 1830-1840).
21. Pierrot escuchando (Jean-Charles Debureau, 1830-1840).

CVI CVII

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