Está en la página 1de 3

DESARROLLO

Johan Huizinga es un historiador, filósofo y cronista neerlandés que investigó y

reconstruyó las formas de vida y culturales del pasado. En su obra El otoño de la Edad Media

se centra en la cultura y espíritu de los siglos XIV y XV, con ello se ofrece una nueva

perspectiva acerca de los últimos años de la era medieval, permitiendo reconstruir una visión

acerca de esta época con respecto a la jerarquización de la sociedad y la imagen idealista de

la existencia.

En el siglo XVIII, época correspondiente al romanticismo, lo primero que se concibió

de los últimos años de la Edad Media fue la caballería. El autor se enfoca principalmente en

describir el rol de los campesinos, labriegos, agricultores, y todos aquellos que forman “el

tercer estado”, en contraposición a la nobleza y al clero, los otros dos “estados”. Gracias a

estas indagaciones, se percibe un ideal que concentra su fundamento en que la organización

social y el oscurantismo dominante durante la Edad Media, no permitió el avance y desarrollo

de la sociedad.

Con la caballería se observa que el sistema de organización feudal, luego de varios

siglos, había perdido su estructura, pero permanecían en el orden social sus rastros. Luego de

la disolución del Imperio Romano causada por invasiones bárbaras, los antiguos habitantes

del territorio del imperio ahora son acobijados y gobernados por alguna persona con poder y

prestigio de su comunidad, siendo ésta una de las principales características del feudalismo,

que es el sistema de organización político presente en la mayor parte de la Edad Media

basada en un contrato denominado vasallaje, en el que el señor feudal, con importancia por su

casta familiar, prestigio, tierras y bienes, brindaba protección y auxilio al vasallo o siervo a

cambio de su fidelidad y trabajo [CITATION Mar \l 3082 ].


De esta forma, quedaba dividida la sociedad en señores feudales y vasallos, en su

mayoría trabajadores de la tierra, de ganado o productores, mientras que el señor feudal vivía

para ser noble y lograr los ideales de los caballeros.

Aparte de estos grupos, se encontraba el clero, que vivía para la atención pastoral de

su comunidad, los intereses de la Iglesia, evangelización y profundización en la doctrina, en

gran medida a través de filosofía y teología. El sistema se complica cuando se toma en cuenta

que estos miembros del clero podían ser siervos o señores, nobles o vasallos.

Durante esta época, se afirmaba que Dios había creado a los vasallos para que le

sirvieran a través de obediencia y lealtad a sus señores, aceptando con humildad las

circunstancias en las que se encontraban, sabiendo que conseguirían su recompensa después

de morir.

Las más altas funciones del Estado: la defensa de la Iglesia, la propagación de la fe, el

amparo del pueblo contra la opresión, el fomento del bienestar general, la lucha contra la

violencia y la tiranía, la consolidación de la paz son adjudicadas todas por Chastellain a la

nobleza. La veracidad, la valentía, la moralidad y la dulzura son, por otra parte sus

cualidades. Los vasallos eran dependientes de este grupo social, por lo que se concluye que

nobles están llamados a proteger y purificar el mundo mediante el cumplimiento del ideal

caballeresco [ CITATION Joh30 \l 3082 ].

La aparición de los mercados y el auge de los intercambios comerciales han abierto

paso a un nuevo grupo de personas que poseen grandes cantidades de riquezas, llamada

burguesía. Permitiendo comenzar a receptar en el mundo la formación de nuevas formas de

estado basadas en el comercio.


El simbolismo, realismo y personificación son las tres corrientes que van a

desembocar en el pensamiento medieval. Estos rasgos característicos perseguían un objetivo

común: mostrar a diestra y siniestra el sentido de las cosas en su relación con lo más alto y

universal. Se vive en un mundo fragmentado, unido por la única instancia universal: la idea

de Dios [ CITATION Joh301 \l 3082 ].

Toda la vida y todas las expresiones de la vida, tienen en la más alta medida el

carácter de un espectáculo litúrgico. La sensibilidad estética es estar llenos de Dios, en alegría

de vivir plenos de la Gracia Divina. Las obras de arte medievales consideran estas

características, manifestándose la religión en todos los campos.

Bibliografía

Espinosa, M. C. (2009). Ideal caballeresco, juego y cultura. Konvergencias.

Huizinga, J. (1930). El realismo y los límites del pensamiento figurado . En J. Huizinga, El

otoño de la Edad Media (págs. 307-308). Alianza Universidad.

Huizinga, J. (1930). La concepción jerárquica de la sociedad. En J. Huizinga, El otoño de la

Edad Media (págs. 83-84). Alianza Universidad .

También podría gustarte