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Apuntes de Cirugía-Secc18
Apuntes de Cirugía-Secc18
La enfermedad ácido péptica del tubo digestivo se caracteriza por provocar lesiones
erosivas y/o soluciones de continuidad de las mucosas del esófago, estomago, duodeno y
divertículo de Meckel por la acción del ácido clorhídrico y la pepsina principalmente y en
algunos ocasiones a otros factores, como H. Pylori, sales biliares y deben existir otros factores
aun no identificados.
Las lesiones pépticas se localizan preferentemente a nivel del tubo digestivo alto y tienen como
causal un desequilibrio entre los factores defensivos y agresivos de la mucosa.
El rendimiento del tratamiento médico aumentó considerablemente con los bloqueadores de los
receptores de H2 de la histamina y posteriormente con la terapia en base a inhibidores de la
acción de la bomba de intercambio H+/K.
La cirugía sólo puede actuar a nivel de los factores agresivos, bloqueando o disminuyendo la
producción de ácido clorhídrico. El primer procedimiento quirúrgico utilizado fue la derivación
gastroyeyunal como técnica única; pretendía acelerar el vaciamiento gástrico para defender la
mucosa, pero fue abandonado rápidamente por el gran número de úlceras de la boca
anastomótica como secuela.
Objetivos de la Cirugía
En 1943, Dragstedt reactualiza la vagotomía, empleada años antes por Latarjet, seccionando los
troncos vagales a nivel del esófago terminal. Durante la década de los años 50, tiene amplia
difusión y uso, acompañada con técnicas de drenaje complementarias.
En 1969 Burge y luego Holle, manteniendo la inquietud por las vagotomías y sus
complicaciones, preconizan la vagotomía proximal o de células parietales o supraselectiva que
mantiene los beneficios de la vagotomía troncular pero con una morbimortalidad muy inferior
gracias a que respeta la inervación distal del estomago, ramos del nervio de Latarjet que inervan
y mantienen el sinergismo antropilórico duodenal.
Tipo I : úlceras angulares y del 1/3 medio del cuerpo gástrico (57%)
Tipo II : úlcera gástrica asociada o 2aria a úlcera duodenal (22.9%)
Tipo III : úlcera pre pilórica que se comporta fisiopatológicamente como una úlcera
duodenal (20.1%)
Las úlceras gástricas se ubican en la zona limítrofe proximal del antro vecinas a la zona de
células parietales, variando su altura a medida que avanza la zona de metaplasia intestinal que
asciende por la curvatura menor.
Nuestra población tiene un avance muy precoz del antro, llegando a cifras de lesiones
subcardiales y cardiales del 28% (Csendes) al 35% (Llorens).
Revisaremos el tratamiento quirúrgico de las úlceras gástricas que evolucionan con normo o
hipoclorhidria, ubicadas en la zona límite entre antro y tejido secretor y son dependientes de la
enfermedad ulcerosa duodenal en su manifestación y evolución, las clasificadas como tipo I y
tipo IV
1. Resectivos
- incluyendo úlcera
- dejando ulcera in situ
Las úlceras tipo I tienen indicación precisa de resección y las úlceras de tipo IV requieren mayor
expedición quirúrgica para realizar resecciones altas tipo Panchet o Shoemaker o
esofagoyeyunogastrostomía.
Ante limitaciones técnicas o en pacientes de riesgo puede utilizarse resecciones tipo Kelling-
Madlener, con indicación de biopsia en controles post operatorios.
Consideramos que el uso de técnicas con vagotomía más drenaje debe limitarse solo para las
complicaciones y en situaciones de alto riesgo.
Inmediatas: Tardías:
Hemorragia Dumping
Dehiscencia Diarrea
Infección Reflujo alcalino
Ileo Pancreatitis
Retención gástrica Anemia
BezoarRecurrencia ulcerosa
Ulcera de la boca anastomótica
Las altas cifras de recurrencia y la recuperación de la acidez en forma parcial con el transcurso
del tiempo nos hace dudar y consideramos que la búsqueda continúa.
La cirugía de la UD se ha basado y esta limitada a reducir la acidez, con dos objetivos: elevar el
pH intragástrico para disminuir o suprimir la actividad de la pepsina y aminorar el débito ácido
hacia el duodeno.
Revisamos les técnicas utilizadas a través de la historia para lograr la reducción de la acidez;
bloqueando los mecanismos de estimulo o disminuyendo la masa de células secretoras.
El tratamiento médico actual cumple con los mismos objetivos de la cirugía y quizás logrando
una mayor reducción de la acidez, lo cual nos obliga en el caso de úlceras rebeldes a tratamiento
médico completo (en cuanto a arsenal terapéutico) y bien llevado, a una cirugía con óptimos
resultados en cuanto a reducción de acidez, mínimos riesgos operatorios y baja recurrencia:
Vagotomía selectiva + antrectomía o hemigastrectomía.
El empleo de otras técnicas queda como recurso para el tratamiento de las complicaciones y para
pacientes sin acceso a tratamientos médicos óptimos, o alérgicos a ellos.
Bardham y cols del District General Hospital, Rotherham, Reino Unido, estudian las variaciones
en los ingresos hospitalarios y de las intervenciones quirúrgicas por úlcera duodenal y en su
revisión encuentran cifras muy variables de reducción o aumento en el tratamiento quirúrgico de
la úlcera duodenal, en diferentes centros asistenciales de diversos países; tanto en el tratamiento
de urgencia como electivo concluyen que el uso de nuevos fármacos ha influido notoriamente
pero probablemente existe también un cambio en la historia natural de la enfermedad ya que el
Factores desencadenantes:
El 70 a 90% de las úlceras duodenales recidivan durante los 12 meses que siguen al término del
tratamiento de la fase aguda; para reducir estas cifras se recomiendo, en algunos pacientes, un
tratamiento de mantención que no siempre es bien llevado; este es otro factor de complicación.
La revisión de los pacientes ingresados a la unidad de emergencia del área occidente por
complicaciones de las lesiones pépticas gástricas y/o duodenales en los últimos 5 años nos
muestra un gran predominio de la población masculina sobre la femenina:
Mujeres 17%
Hombres 83%
Tipo de lesión:
Ulceras duodenales 76%
Ulceras gástricas 24%
Prepilóricas: 30%
Duodenal: 46%
Gástricas: 24%
Presentación clínica:
Síndrome ulceroso rebelde: 17%
Síndrome de retención gástrica: 11%
Hemorragia digestiva: 25%
Perforación: 47%
Diagnóstico % incidencia
Tipo de Lesión Nº
Ulcera duodenal 34
Ulcera duodenal + Ulcera gástrica 1
Ulcera duodenal + várices esofágicas 1
Ulcera gástrica 24
Ulcera gástrica + duodenal 2
Ulcera gástrica + várices esofágicas 6
Total 69
Con estos antecedentes el cirujano debe mantener al paciente en observación y ser muy cauto
para otorgar el alta.
En caso de no contar con endoscopía diagnóstica ni terapéutica, o por fracaso con este
procedimiento, debemos seguir las indicaciones clásicas de cirugía:
Hemorragia masiva
Persistencia de hemorragia
Recurrencia de hemorragia
Perforación
La sutura simple más epiploplastía en la ulcera duodenal perforada en mayores de 60 años, tiene
una mortalidad de 5% y recurrencia a un año de 6%; a tres años asciende la recurrencia a 36%.
T. T Irvin del Exeter Hospital, Exeter, Reino Unido, presentó una revisión de 284 pacientes con
úlcera péptica perforada, 229 píloroduodenales y 55 gástricas. La mortalidad operatoria global
Encontró variables clínicas significativas en el grupo mayor que lo motiva para sugerir la
estratificación del riesgo en los pacientes de edad avanzada para poder predecir la mortalidad
operatoria y decidir la técnica quirúrgica a utilizar.
Factores de riesgo:
- Edad avanzada
- Enfermedad asociada: cardiorespiratoria, insuficiencia hepática, renal, diabetes.
- Retraso en consultar
- Ingreso en estado de shock
Nos parece interesante su discusión en los grupos de trabajo y plantear un protocolo a utilizar en
los servicios de urgencia del país.
Obstruccion Pilórica
Procesos ulcerosos duodenales o pilóricos crónicos pueden llevar a una fibrosis obstructiva del
canal pilórico y también úlceras antrales gigantes o lesiones ulcerosas prepilóricas pueden llevar
a un síndrome de retención gástrica. No tienen indicación quirúrgica de urgencia y pueden ser
tratados médicamente y programar una operación definitiva que básicamente debe ser un
procedimiento resectivo complementario o no con vagotomía selectiva, según sea la etiología.
Como se puede apreciar a través de lo expuesto, hay diferentes patologías y variedad de técnicas
para su tratamiento lo que obliga a todo cirujano a conocer los pro y los contra de cada uno de
ellos; tener el criterio para evaluar la indicada para cada paciente y estar capacitado para realizar
cualquiera de ellos con el objeto de asegurarle el mínimo de mortalidad, morbilidad y
recurrencia.