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1.

ORACION INICIAL

Eugenio y Ana

Señor reconocemos tu presencia aquí con nuestra familia de Cristo


Vencedor, tu palaba dice que donde están dos o tres reunidos en Mi
nombre, allí estoy Yo en medio de ellos. En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, Amén.

Eugenio

En el encuentro anterior compartimos momentos significativos de la


historia de nuestra vida, de nuestro proceso de conversión, que al igual
que Saulo prestemos atención al llamado del Señor y respondámosle con
un SI, SI QUIERO SEGUIRTE JESÚS.

Ana

Esta noche queremos reconocer las cualidades o dones que Dios nos ha
regalado, valorar las riquezas de nuestra comunidad y el aporte de cada
uno de nosotros a caminar como discípulos misioneros del Señor.

(colocamos al centro la caja de regalo, colocamos la vela sobre la caja y


la encendemos).

(cantamos todos)

Yo Creo En Las Promesas

(Daniel Poli)

Yo creo en las promesas de Dios


Yo creo en las promesas de Dios
Yo creo en las promesas de mi Señor.

Si soy fiel en lo poco


Él me confiará más
Si soy fiel en lo poco
mis pasos guiará.
Yo creo en la misericordia de Dios
Yo creo en la misericordia de Dios
Yo creo en la misericordia de mi Señor.

Yo creo en el Espíritu de Dios


Yo creo en el Espíritu de Dios
Yo creo en el Espíritu de mi Señor.

Yo creo en el amor de Dios


Yo creo en el amor de Dios
Yo creo en el amor de mi Señor

Eugenio

Oremos hermanos

Oración

Te alabamos y te damos gracias, Señor,


porque eres el Creador.
De Ti todo viene.
Tú eres el Señor de toda la creación,
principio y fin de toda la historia.
A tu imagen has creado al hombre;
varón y mujer lo creaste,
para que, día tras día,
ellos, creadores contigo
guarden al mundo con su amor.
Padre de bondad
Padre bueno,
te bendecimos y te damos gracias
porque siempre estás con brazos abiertos
para acogernos.

Amén
2. COMPARTIMOS LA VIDA

Ana:

Hermanos, queremos reconocer las cualidades y dones que Dios nos ha


regalado.

Cada uno de ustedes toma de la caja y selecciona 2 o 3 cualidades que nos


representan y las colocamos sobre la mesa.

En las tarjetas en blanco podemos colocar un talento, un don, o una


cualidad que no esté considerado.

Hermanos los invitamos a compartir sus cualidades se invita que


compartan nombre por nombre, a cada miembro de la familia Cristo
Vencedor.

Eugenio

Los demás podemos agregar otras cualidades que la persona no haya


considerado como propias.
3. DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE SU PALABRA:

Ana

Hermanos, abrimos nuestras Biblias: Evangelio de Nuestro Señor


Jesucristo según San Mateo capitulo 25, versículos del 14 al 29: Parábola
de los Talentos.

Eugenio

Hace la lectura

Ana

Jesús le dijo a los sirvientes “Comparte el gozo de tu Señor” tanto al que


recibió 5 talentos como al que recibió 2 talentos. Reconocemos las
cualidades que Dios nos ha regalado y aprendamos a ser felices con ellas,
sin compararlas con las de otras personas, pues cada uno es especial para
Dios. Contar experiencia del joven

Eugenio

Si un talento se esconde o se usa para el bien propio, para la vanagloria,


termina por generar egoísmo y mezquindad. Dios nos entregó cualidades
a todos para fructificarlas, no para enterrarlas o no compartirlas. Estos
dones se multiplican cuanto más las practicamos, cuando la ponemos en
servicio de los demás, es así que Dios nos regala paz, nos regala paciencia,
nos regala fuerzas para no desvanecer. Nos enriquecemos más cuando
más nos entregamos, cuando ponemos nuestros talentos al servicio de los
demás de forma sincera, sin esperar nada a cambio. Transformamos así
estos dones en BIENES DEL REINO. Mi cualidad es al mismo tiempo un
bien de la comunidad (la comunidad es mi familia, mis amigos, mis
compañeros de trabajo, mi parroquia).

Ana

Hacer producir nuestros talentos como BIENES DEL REINO es el camino


para conocer al SEÑOR y compartir el gozo de su presencia.
Eugenio

El que no entregó nada, representa a aquellos que por miedo o cobardía


de enfrentar un “dios castigador”, se quedan paralizados y no actúan, no
multiplican sus talentos.

Ana

Poner nuestros talentos al servicio de todos es la forma de como


acompañamos al SEÑOR hasta el día de su regreso.

COMPARTIMOS, invitamos a participar a los hermanos:

Eugenio

Cómo uso los talentos que el Señor me ha regalado? Cómo colaboran mis
talentos al bien de otras personas.

Ana

Qué otros talentos puedo poner al servicio de los demás de mejor forma?

Eugenio

En qué puedo ayudar a la comunidad para desarrollar los talentos que he


recibido? La oportunidad que tengo dentro de la comunidad de hacer algo
más por ella.

4. RESPONDEMOS CON NUESTRA VIDA

Ana

Qué quiero decir a Dios después de mirar nuestras cualidades sabiendo


que estos dones Dios nos invita a ponerlos al servicio de los demás.
Encendemos la vela y hacemos oración en silencio.

Eugenio

Señor ayúdanos a llevar la vida que nos has mostrado hoy. Muéstranos el
camino a seguir para responderte de la forma que nos pides.
Ana

Compartimos lo que este encuentro ha significado para nosotros y el


compromiso que sentimos de ser llamados por el Señor.

(cantamos todos)

Si Yo No Tengo Amor

(Roberto Hernández Bautista)

Si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor.

Si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor.

El amor es comprensivo,
el amor es servicial,
el amor no tiene envidia,
el amor no busca el mal.

El amor nunca se irrita,


el amor no es descortés,
el amor no es egoísta,
el amor nunca es doblez.

El amor disculpa todo,


el amor es caridad,
no se alegra de lo injusto,
sólo goza en la verdad.

El amor soporta todo,


el amor todo lo cree,
el amor todo lo espera,
el amor es siempre fiel.
Ana

Con los ojos cerrados y el corazón abierto, escuchamos la lectura de la


Palabra que Dios nos da por medio de San Pablo.

1 Corintios 13, 1-3.13

“Aunque hablara las lenguas


de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor,
soy como campana que suena
o platillo que retumba.

Y aunque tuviera el don


de hablar de parte de Dios…
Y aunque mi fe fuera tan grande
como para trasladar montañas,
si no tengo amor, nada soy.

Y aunque repartiera todos mis bienes


a los pobres…
Si no tengo amor, de nada me sirve.

Ahora permanecen estas tres cosas:


la fe, la esperanza y el amor,
pero la más excelsa de todas es el amor”.

Nos tomamos de las manos y cantamos “Aleluya por esa gente”

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