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La publicidad es una técnica de comunicación comercial que intenta fomentar el consumo de

un producto o servicio a través de los medios de comunicación.

Al salir a la calle, nos encontramos con carteles, vallas; cuando vamos en el autobús,
escuchamos comerciales con mucha publicidad, y al llegar a casa, encendemos el televisor y
más publicidad.

Los estereotipos de género están presentes de forma directa en la vida cotidiana de los
adolescentes y les afectan en sus conductas y decisiones.

La publicidad no siempre utilizó estereotipos sociales para comunicar mensajes. Su propósito


en la era industrial era vender productos y promocionar servicios.

Hoy en día esa visión ha cambiado y la publicidad estimula el amor por las marcas, y crea
nuevos estilos de vida. Basta ver comerciales como los de MTV para darse cuenta que en el
fondo de la disrupción de sus mensajes se transmite un “estilo” de vida que clama relación con
lo creativo e irreverente.

Asimismo las marcas tienen una propia identidad que puede ser asociada con estereotipos
mentales de las personas de modo que se puede generar una identificación con ellas. Un
ejemplo de ello es cuando una marca de auto tiene una bella modelo semidesnuda cerca
; esto le aporta virilidad a dicha marca.

Los “estereotipos en realidad son innumerables y cada vez las agencias no solo encuentran
nuevos nichos sino que crean estilos de vida.

Por último, queda destacar que las marcas nos incitan a crearnos una idea contraria acerca de
nuestra sociedad.

Tres de cada cuatro adolescentes no les gusta su aspecto físico y querría cambiarlo según una
encuesta realizada a chicos y chicas.

Resulta lógico que el porcentaje de adolescentes que desea un cambio de imagen sea tan alto.
Las razones son evidentes: por una parte, es algo lógico en un momento de sus vidas en el que
aparece el acné, les cambia la voz, aumentan caderas y pechos….Por otra parte, puede
deberse a que vivimos en una época en la que los estereotipos sociales acechan a nuestros
adolescentes cada día, en la televisión, en la paradas de autobús, revistas, o Internet.

¿Qué es ser chico y qué ser chica? ¿Cómo debe comportarse cada uno? ¿Cómo influyen los
roles preconcebidos en las relaciones personales y sociales? En la adolescencia, cuando las
personas están construyendo su identidad, los estereotipos y los tópicos marcan los noviazgos,
las amistades y la vida en general.
Estos son algunos de los estereotipos más asumidos entre los jóvenes, tanto por ellos como
por ellas:

1. Las chicas son sensibles, tiernas, responsables, trabajadoras y preocupadas por la


imagen. Los chicos son dinámicos, activos, autónomos, emprendedores, posesivos y
superficiales.
2. Revisar el móvil de la pareja es normal.
3. Ellas son más capaces de comprender a los demás, de dar cariño y de reflexionar,
además de más espirituales. Ellos son mejores para el deporte, más decididos, más
hábiles con la tecnología y más capaces de enfrentar problemas.
4. Los adolescentes consideran que las relaciones entre chicas son más conflictivas. La
amistad entre chicos es más sincera y leal.
5. Con las chicas se comparten mejor los intereses más afectivos (amorosos, sexuales y
familiares). Con los chicos se comparten preocupaciones generales (amigos, estudio,
trabajo…).
6. En cuanto a las relaciones, la mayoría (59,4%) piensa que el chico debe proteger a la
chica.
7. La fidelidad es lo más importante en la pareja.
8. Ellas relacionan el sexo con el afecto. Ellos con diversión y con su “naturaleza”. Los
jóvenes de ambos sexos piensan que ellos ”siempre quieren”.
9. El machismo está presente en otras generaciones, pero no en ellos.
10. De cara al futuro, lo más importante es tener ingresos propios y formar la propia
familia.

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