UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO

FACULTAD DE INGENIERÍA

LA ESTÉTICA EN LA
INGENIERÍA ESTRUCTURAL
Structural Engineering International
Journal of the International Association
for Bridge and Structural Engineering (IABSE) 2/96

Hormigón Armado II

Traducción: Ing Daniel Quiroga

Revisión: Ing Agustín Reboredo
Agosto 2003
 UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO – FACULTAD DE INGENIERÍA
LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL

Structural Engineering International

Journal of the International Association for Bridge and Structural Engineering
(IABSE) 2/96

LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL

Un llamado al diálogo
Cuando me invitaron a escribir este Editorial, me informaron que era la primera mujer
en ser honrada . Para mi este hecho no es importante, pero se relaciona con otros as-
pectos de nuestra profesión y nuestra sociedad que vale la pena hacer notar.
En una época de polarización creciente, tolerar las diferencias se ha vuelto más nece-
sario que nunca, como por ejemplo las diferencias entre:
Hombres y mujeres ingenieros,
Ingenieros jóvenes y más experimentados,
Ingenieros de países más ricos y más pobres,
Ingenieros con diversos contextos culturales.
Tolerancia no implica que todos son o deberían ser iguales. Tolerancia significa que las
diferencias son discutidas en una atmósfera de mutuo respeto, que la información y la
experiencia pueden ser intercambiadas libremente con el objetivo de aprender unos de
otros.
Y seguramente se necesita tolerancia cuando se discute el tema de la “Estética en la
Ingeniería Estructural”, desarrollado en este número de SEI.
Estoy segura que esta serie de artículos provocará reacciones muy contradictorias en-
tre los lectores. La Estética es mucho más subjetiva que cualquier otro tópico de los
que usualmente tratan los ingenieros, aunque los constructores han tratado en varias
ocasiones de definir reglas “objetivas” para la apariencia de sus estructuras.
¿Deben los ingenieros siquiera preocuparse de la estética, o este es un tema sólo de
arquitectos? ¿Podemos nosotros, en esta época de recursos tan escasos, permitirnos
el lujo de la estética? ¿Qué acerca de los ingenieros que deben estar contentos si sim-
plemente logran que su proyecto sea financiado?
Casi todos los autores de la serie sobre la estética en SEI 2/96 son de países de Euro-
pa Occidental. ¿Qué piensan los ingenieros de otros entornos culturales acerca de es-
tos temas?
En lugar de solamente formular estas preguntas – y quedarnos satisfechos con nues-
tras propias respuestas – deberíamos atrevernos a promover el diálogo con el objetivo
de encontrar términos comunes de referencia y, en lo posible, respuestas comunes.
En mi opinión, es nuestra responsabilidad no sólo garantizar que nuestras estructuras
son seguras y funcionales, sino que ellas responden a las necesidades humanas, por
ejemplo, al sentido de bien vivir. La estética es crucial para lograr este objetivo y, por
consiguiente, es un importante criterio de diseño.

Ulrike Kuhlmann
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Vicepresidente del comité de Estructuras de acero, madera y compuestas.

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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL
La estética en la Ingeniería Estructural
Hoy el ingeniero estructural está llamado
a menudo sólo para dimensionar una
estructura, después que su concepción y
sus detalles han sido definidos unilate-
ralmente por un arquitecto. Mientras na-
die discuta el rol directivo del arquitecto
como un intérprete artístico las necesida-
des del cliente, debe resaltarse que solu-
ciones estructurales convincentemente
estéticas pueden conseguirse mejor
cuando se involucran ingenieros compe-
tentes desde el principio en el proceso de
diseño. No puede enfatizarse que todas
las estructuras tiene un impacto estético,
positivo o negativo. La apariencia general
de muchas estructuras prominentes –
puentes, estadios, grandes salas, torres,
rascacielos – a menudo es determinada
por el concepto estructural de un ingenie-
ro desconocido.
En la construcción de puentes, hasta
ahora dominio indiscutido de los ingenie-
ros estructurales, puede observarse la
tendencia de atribuir el rol de líder de di-
seño a los arquitectos. Hasta cierto punto
los mismo ingenieros son culpables de
esta lamentable evolución ,pues muy a
menudo parecen más preocupados por
sofisticados análisis computacionales y
verificaciones en lugar de la desafiante
tarea del diseño creativo.
En la siguiente serie de artículos ocho
distinguidos ingenieros estructurales dis-
cuten la contribución estética que los in-
genieros estructurales pueden y deben
hacer. En el primer trabajo, Fritz Leon-
hardt describe algunos principios proba-
dos del diseño estético. En su contribu-
ción, René Walter considera la colabora-
ción, positiva o no entre arquitectos e in-
genieros. Por medio de ejemplos, Michel
Virlogeux describe el proceso del diseño
estructural que puede conducir a detalles
de puentes que complazcan estéticamen-
te. T. Y. Lin focaliza en el arco y Jörg
Schlaich y Hans Schober en las láminas
reticuladas demuestran sus trabajos con-
ceptuales cómo “simples” encofrados
pueden producir estructuras espectacula-
res con una influencia distintiva del inge-
niero. Armando Rito discute su experien-
cia sobre la colaboración entre arquitec-
tos e ingenieros en el diseño de puentes.
Esta serie concluye con Christian Menn
que hace un inventario de las fortalezas y
debilidades en el proceso de diseño de
puentes hoy llamando a poner más énfa-
sis acerca de la estética en la educación
del ingeniero.
El Comité de publicaciones del IABSE
espera que esta serie iniciada por Michel
Virlogeux en colaboración con René Wal-
ter animará la discusión entre los ingenie-
ros estructurales. Se invita calurosamente
en particular a jóvenes ingenieros y arqui-
tectos a presentar sus visiones.
Prof. Eugen Brühwiler, Presidente, Comi-
té de publicaciones de la IABSE
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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL

El significado de la Estética en las estructuras

Fritz Leonhardt. Profesor Emérito

Leonhardt, Andrä and Partner, Stuttgart, Alemania

¿Tiene cualidades esté- la receptividad y la sensi- bras, todo en un ordena-

ticas la estructura?
Un medio ambiente bello
nos brinda un sentimiento
de bienestar y alegría. El
medio ambiente natural es
una fuente de belleza y
paz, donde las personas
apesadumbradas y ten-
sionadas a menudo pue-
den encontrar alivio. La
belleza puede encontrarse
también, algo tan raro en
estos días, en el medio
ambiente construido. La
estética es una rama de la
filosofía que trata el con-
cepto de la belleza y es
una materia a considerar
por los ingenieros estruc-
turales. Después de todo
un ingeniero diseña es-
tructuras y si esos traba-
jos son estéticamente de-
ficientes, la sociedad, el
medio ambiente local y no
menos la profesión toda
sufrirá.
Las cualidades estéticas
determinan la percepción
de belleza o fealdad. “La
belleza es lo que es gene-
ralmente y sin definición
placentera”, de acuerdo
con Kant. Los objetos
transmiten “mensajes”
bilidad del observador. En
el mundo materialista de
hoy los sentimientos por la
calidad estética están en
gran medida subdesarro-
llados y es por que mucha
gente duda que realmente
existan cualidades estéti-
cas en las estructuras.
Esta existencia es, sin
embargo, claramente de-
mostrada por el hecho de
que hay muchas estructu-
ras en todas las culturas
que resultan tan bellas
que atraen a multitudes de
visitantes quienes a me-
nudo recorren grandes
distancias para admirar-
las.
Hay también amplia evi-
dencia de la existencia de
cualidades estéticas nega-
tivas en las estructuras.
Piensen en la fealdad de
los barrios bajos urbanos,
o el efecto depresivo de
los monótonos bloques de
departamentos o estructu-
ras de hormigón malpro-
porcionadas.
Como se perciben los
valores estéticos?
Las estructuras son perci-
miento espacial con pri-
mer plano y fondo dentro
de un contexto particular o
medio ambiente. La com-
pleja interrelación de to-
dos estos elementos se
transmite al cerebro del
observador donde es in-
terpretada. De acuerdo
con la sensibilidad y la
preparación cultural del
observador, la estructura
entonces provoca un sen-
timiento de orden o des-
orden, complacencia, indi-
ferencia o repelencia. La
psicología moderna expli-
ca estos procesos en tér-
minos de reacciones elec-
troquímicas en el cerebro,
pero una definición preci-
sa resulta dificultosa. Sin
embargo, es un hecho
que los diferentes senti-
mientos surgen, depen-
diendo de la calidad esté-
tica del objeto y de los
prejuicios del observador.
El acto de escuchar músi-
ca es un fenómeno para-
lelo. El oído ha desarrolla-
do un refinado órgano
sensorial similar al ojo.
Este recibe y distingue
ondas de sonido de dife-
rentes longitudes. Las
ondas armónicas con
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estéticos que disparan los bidas como líneas, áreas nodos comunes estimu-
sentimientos del observa- de color , luces y som- lan el placer y bienestar
dor. El efecto depende de
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por su consonancia. On-
das sin nodos comunes
dan como resultado diso-
nancia que puede resul-
tar dolorosa. La disonan-
cia es usada a menudo
para crear excitación o
tensión.
Los colores también son
transmitidos por longitu-
des de onda, su medio es
la luz en lugar del sonido.
Los efectos psicológicos
de los colores han sido
largamente estudiados.
Las interpretaciones Eu-
ropeas clásicas sostienen
que el rojo brillante incita
a la agresión en tanto el
verde y el azul tienen un
efecto sedante. Algunos
colores químicos brillantes
producen reacciones dolo-
rosas.
Los grandes pintores del
Renacimiento prefirieron
colores complementarios
resultando armonioso y
sus pinturas han sido con-
sideradas bellas por si-
glos. Las estructuras tie-
nen un efecto similar ge-
nerando sentimientos de
armonía o desarmonía,
orden o desorden por me-
dio de sus formas. Palla-
dio escribió en el siglo 3
D.C. “La proporción pura
de los tonos son armonías
para el oído, las corres-
pondientes armonías de
las dimensiones espacia-
les son armonías para el
ojo. Tales armonías nos
proporcionan sentimiento
de deleite, pero nadie sa-
be por qué – excepto el
Puente Ferroviario sobre el Río Principal
cerca de Germünden, Alemania 1984
que estudia las causas de
las cosas”. Dichos estu-
dios debería ser realiza-
dos por los ingenieros.
Cuando no hay acuerdo
en el juicio de un trabajo
de arte, la discusión a
menudo termina con el
viejo dicho “De gustibus
non disputandum” (No hay
explicación para el gusto)
(N.T: contra gustos no hay
nada escrito). Esta es una
táctica dilatoria que sólo
sirve para mostrar que
quien la dice no ha hecho
un esfuerzo serio para
estudiar la estética mos-
trando por consiguiente
deficiencias educaciona-
les en el ámbito de las
obras de arte.
Por supuesto, el gusto es
materia de la formación
educacional y cultural de
cada individuo, de la mo-
da y de las preferencias
personales. Resulta de-
seable la tolerancia acer-
ca de las diferencias en el
gusto. Sin embargo, el
gusto solo no puede ser
una medida fiable de la
calidad estética. El juicio
final es dado por la histo-
ria.
Requisitos funcionales
en el diseño
Las estructuras se levan-
tan para un propósito,
servir y satisfacer necesi-
dades o deseos. El primer
requisito para el diseño
debe ser cumplir este pro-
pósito en forma óptima.
Los requisitos funcionales
hoy a menudo se especifi-
can en códigos relaciona-
dos con la seguridad de
cargas, efectos de tempe-
ratura, serviciabilidad, lí-
mites de deformación,
etc.
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Las estructuras consis-
ten de vigas, losas, pór-
ticos, arcos, cables, pla-
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cas, carpas, e incluso
cáscaras infladas. La
elección de la estructura
debe revelarse ella mis-
ma con forma clara y pu-
ra e impartir un senti-
miento de estabilidad. La
simplicidad también es
deseable. Las estructuras
deben crear sentimientos
de confianza y seguridad.
Las formas sensacionales
son generalmente el pro-
ducto de la vanidad per-
sonal y rara vez resisten
el test del tiempo.
La forma de la estructura
básica debe correspon-
derse con los materiales
usados. La piedra y la
mampostería de ladrillo
dictan formas diferentes
de aquellas de acero,
hormigón armado o made-
ra.
La máxima citada a me-
nudo “ La forma sigue la
función” es malentendida
si la función sólo es defi-
nida estructuralmente. Las
construcciones deben
cumplir varios requisitos
incluidos higiene, bienes-
tar, abrigo, belleza e in-
cluso confort . Los requisi-
tos funcionales deben in-
cluir los objetivos “físicos”
del edificio, tales como
confort térmico, climático y
acústico . El confort tam-
bién significa un entorno
estético aceptable . En las
construcciones, los requi-
sitos funcionales son muy
complejos. Las caracterís-
ticas físicas de la cons-
trucción pertenecen al
dominio del ingeniero civil,
quien debe ser conciente
de lo complejo de los re-
quisitos funcionales de la
estructura y guiar a los
arquitectos a considerar-
los.
Directrices para una es-
tructura estética
La pregunta “¿por qué
una cosa es bella y otra
fea?” ha sido hecha a tra-
vés de la historia y, al me-
nos como mínimo para las
estructuras, han surgido
ciertas características de
la calidad estética. Esto
sugiere que pueden
haber, efectivamente, di-
rectrices para un buen
diseño estructural. Los
maestros constructores
del mundo antiguo, tales
como Pitágoras y Vitruvio
o Alberti, Palladio y Brune-
lleschi en el Renacimien-
to, tenían tales directrices.
Ellos discutieron “leyes de
armonía” para las propor-
ciones de las estructuras,
que se relacionan con la
armonía del sonido, y di-
señaron coherentemente
sus estructuras. ¿Por qué
no deben ser válidas esas
leyes en la presente era
materialista?. Es por eso
qué he osado argüir por
buenas directrices de di-
seño por muchos años.
Proporciones
Las proporciones armo-
niosas en las tres dimen-
siones son necesarias
para conseguir bellas es-
tructuras. Ellas deben es-
tablecerse considerando
los tamaños relativos de
las distintas partes de la
estructura, en su altura,
ancho y espesor, en su
interrelación entre masas
y vacíos, superficies ce-
rradas y aberturas, entre
áreas de luces y sombras.
Como en la música, de-
ben preferirse las propor-
ciones armónicas: 1:2 = la
octava; 2:3 = la quinta; 3:5
= la sexta. El rectángulo
aúreo (a/b = 1.618; b/a =
0.618), un círculo dividido
por cinco nos da la pro-
porciones de muchas ca-
tedrales y otras construc-
ciones monumentales en
el pasado, pero hoy no
merece ninguna preferen-
cia.
Para las estructuras de
puente, deben usarse
otras proporciones para
enfatizar una característi-
ca deseada como esbel-
tez en las vigas o livian-
dad y sensación de flota-
ción en los puentes sus-
pendidos. En las vigas
continuas debe haber
buena proporción entre
vano y altura y también
entre las dimensiones de
pilas y el volumen del
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tablero. En los puentes
suspendidos, los pilones
deben demostrar sufi-
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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL
ciente resistencia para
soportar los vanos largos.
Se pueden encontrar mu-
chos ejemplos de puen-
tes bien proporcionados
en [1].
Orden
El orden debe imponerse
en la dirección de las lí-
neas o bordes la estructu-
ra. Las direcciones deben
limitarse a tres especial-
mente en el diseño de los
reticulados. Muchas direc-
ciones crean confusión y
sentimientos de desagra-
do. La simetría es un ele-
mento probado de orden a
usar cada vez que los re-
quisitos funcionales lo
permitan.
El orden a veces se obtie-
ne por repetición de ele-
mentos iguales. Demasia-
das repeticiones condu-
cen a la monotonía, por lo
que debería interrumpirse
con otros elementos de
diseño.
Refinamiento de las
formas
Las líneas rectas parale-
las denotan rigidez. Una
pila alta de formas parale-
las parece ser más ancha
en la parte superior que
en la inferior. Esta ilusión
óptica produce incomodi-
dad puesto que va contra
las leyes de la “intuición
estática” donde las mayo-
res fuerzas deben ser so-
portadas en la parte infe-
rior de la pila. Por lo tanto
las pilas altas o las torres
deberían estrecharse
desde abajo hacia arriba,
de acuerdo con la dismi-
nución de las fuerzas. En
pilas muy altas y espe-
cialmente en las torres
altas, no deberían hacerse
con líneas rectas sino con
líneas parabólicas para
darle a la estructura una
forma elegante.
Los vanos de los viaduc-
tos que atraviesan un va-
lle deberían disminuir en
las laderas. La altura de
las vigas o las caras de
los bordes deberían variar
gradualmente. En vanos
largos, el borde inferior de
la viga debería contrafle-
charse ligeramente por-
que un borde recto apa-
rentaría un descenso.
El aspecto de una estruc-
tura debe corroborarse
también para ángulos
oblicuos, principalmente si
involucran líneas curvas.
La variación de la altura
del arco o los miembros
de pórticos es tan impor-
tante como el afinamiento
de las torres. Los modelos
son altamente recomen-
dables para controlar el
diseño, aún en la era del
CAD.
La integración con el
entorno
El diseño nunca debe co-
menzar antes de conocer
el entorno visual, el paisa-
je natural o urbano donde
se ubicará la estructura.
Las relaciones dimensio-
nales deben considerarse
como un tema de escala.
La ambición del ingeniero
por construir largos vanos
con torpes y pesadas vi-
gas sobre un río en un
viejo pueblo con peque-
ñas casas alineadas en la
ribera del río, a veces ha
arruinado la imagen de la
ciudad. La escala de las
estructuras debe ajustarse
a la escala de su entorno.
La integración con el en-
torno también es un tema
relacionado con la elec-
ción del color para la es-
tructura
Color
El color juega un rol signi-
ficativo en el efecto estéti-
co global de las estructu-
ras. Hay dos maneras de
usar el color en las estruc-
turas:
1. Fundir la estructura
con su entorno con
colores como el ver-
de grisáceo, el azul o
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la famosa pátina
verde de los puentes
en Colonia.
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2. Resaltar la estructura
usando colores bri-
llantes como el rojo
del Golden Gate.
En cualquier caso, los
modernos colores sintéti-
cos chocantes deberían
evitarse – piensen sola-
mente en la fealdad de las
estructuras brillantemente
pintadas -, grandes diges-
tores en forma de huevo
en la campiña , cuando
sería más apropiado disi-
mularlos. Las estructuras
de hormigón pueden be-
neficiarse con la pintura,
puesto que la fea piel gris
del cemento acumula su-
ciedad como un imán,
principal causa del recha-
zo público del hormigón.
Las pinturas basadas en
siliconas duran por déca-
das si se remueve la piel
de cemento previamente.
La apariencia de las pilas
de puentes pueden mejo-
rarse mucho de ese modo
si se pintan con colores
que armonicen con el pai-
saje circundante.
La colaboración con los
arquitectos
El ingeniero diseña puen-
tes y estructuras; el arqui-
tecto puede asesorar para
mejorar su apariencia en
relación con la estética.
Esta debe ser una regla:
el ingeniero como diseña-
dor, el arquitecto como
asesor estético. Esta cla-
se de colaboración fun-
cionó muy bien en los
primeros años de cons-
trucción de puente para
las autopistas alemanas
(1934 – 1950) con los ar-
quitectos P. Bonatz, W
Tiedje y G. Lohmer.
Tal colaboración es reco-
mendada ya que la edu-
cación del ingeniero está
desbalanceada por el ex-
cesivo énfasis en el análi-
sis estático y computacio-
nal y casi ninguna aten-
ción al arte del diseño y la
construcción. El arquitecto
asesor no solo debería
tener bien entrenado el
sentido estético sino tam-
bién una adecuada com-
prensión de la función y el
comportamiento de las
estructuras y no debería
ambicionar la creación de
una sensación por exce-
sos funcionalmente insen-
satos.
Finalmente ingenieros y
arquitectos deberían
aprender cada uno acerca
de sus disciplinas como
estudiantes para mejorar
su cooperación en los
próximos años .
Responsabilidad de los
ingenieros
Dado el impacto de las
cualidades estéticas de
las estructuras en la so-
ciedad, es claro que los
ingenieros tienen el deber
de considerar muy seria-
mente esas cualidades.
Los ingenieros a menudo
se quejan que su status y
su reputación en la socie-
dad están declinando a
pesar de los importantes
servicios que le brindan.
Esto es más o menos su
propia culpa. Si constru-
yen estructuras feas, se-
rán considerados simple-
mente tecnócratas. Sin
embargo, si construyen
estructuras bellas serán
elogiados y estimados.
Por lo tanto es en su pro-
pio interés mejorar la cali-
dad estética de sus dise-
ños.
Referencias
[1] LEONHARDT, F .
Brücken – Bridges. DVA.
Stuttgart, 1982.
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Ingenieros, Arquitectos y el Diseño de Puentes
René Walter, prof
Walter Mory Maier, Basel, Suiza
La pregunta de si, y sólo
si, cuanto deben involu-
crarse los arquitectos en
el diseño de puentes es
un tema con opiniones
totalmente divergentes.
Algunos ingenieros man-
tienen que debido a su
educación experiencia y
destreza están perfecta-
mente capacitados para
desarrollar esta tarea so-
los y que no hay entonces
necesidad de colabora-
ción con arquitectos en un
campo donde las conside-
raciones estáticas y es-
tructurales, por sobre to-
do, constituyen el criterio
primario. En el otro extre-
mo se ha puesto última-
mente de moda asignar el
rol de conductor (jefe de
proyecto) en los concur-
sos de diseño de puentes
a los arquitectos argumen-
tando precisamente que la
estrecha preocupación del
ingeniero por la racionali-
dad estática y estructural
impide el desarrollo de
nuevos conceptos o for-
mas. Sin embargo, la ma-
yoría de las veces el re-
sultado de tal combinación
ha sido más bien sobrio.
Como destaca el profesor
Leonhardt en el artículo
precedente la colabora-
ción entre ingenieros y
arquitectos correctamente
sintonizados de acuerdo a
su respectiva competen-
cia, pueden realzar consi-
derablemente la aparien-
cia de los puentes. Este
sabio consejo es digno de
ser tenido en cuenta, vi-
niendo de un renombrado
ingeniero, hijo de un arqui-
tecto, quien a pesar de su
propia maestría para con-
cebir estructuras elegan-
tes e innovadoras, nunca
vaciló en colaborar con
talentosos arquitectos en
el diseño de puentes.
A continuación, se hace
un intento para establecer
el resultado de tal esfuer-
zo, algunos buenos, otros
ambiguos o inclusive re-
pulsivos. Dado que nadie
puede afirma la infalibili-
dad en materia de estéti-
ca, debido a que una eva-
luación crítica es necesa-
riamente subjetiva. Sin
embargo los ingenieros
deberían tener el coraje
de expresar abiertamente
sus opiniones en este te-
ma tan importante, lo que
desafortunadamente rara
vez hacen, sea por falsa
modestia o por temor de
perder potenciales clien-
tes.
Se dice a menudo que la
belleza de las estructuras
de puentes depende pri-
mariamente de su lógica
estética y estática. Esto
resulta totalmente cierto
en los tipos de grandes
vanos como los suspendi-
dos, obenques o puentes
arco, donde el sistema
principal de transmisión
de cargas domina la apa-
riencia y fácilmente puede
ser apreciado y entendido
hasta por el lego. Aquí es
imperativo el principio que
“la forma sigue la función”
(form follows function) y el
diseño conceptual sólo
puede ser realizado por
ingenieros competentes,
limitando de ese modo el
posible campo de acción
de los arquitectos. Sin
embargo esto no significa
que su parte debe ser ne-
cesariamente de menor
importancia.
Se puede cita como ejem-
plo, los cuatro puentes
que cruzan el Río Rhin en
Düsseldorf, Alemania (fi-
gura 1). Fueron levanta-
dos después dela Segun-
da Guerra Mundial bajo la
dirección del arquitecto de
la ciudad, prof. Tamms,
quien vio que todos po-
dían formar una unidad
armoniosa. Por ello Dus-
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seldorf tiene una amplia
familia de bellos puentes
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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL

Fig1. Vista aérea de familia de puentes colgantes
sobre el Río Rhin en Dusseldorf
Fig. 2: Kniebrücke, Dusseldorf
de obenques, cada uno
tiene su propio carácter
distintivo y al mismo tiem-
Fig. 3: Puente Hoeschst sobre
el Río Principal
po afinidad con los otros.
Es lamentable que tal es-
fuerzo de armonización no
halla sido realizado para
el gigantesco puente
Honshu-Shikoku desarro-
llado en Japón, una mez-
cla más bien incoherente
y cercana de todos los
tipos concebibles de es-
tructuras de puentes de
grandes luces.
El alcance del compromi-
so de los arquitectos pue-
de variar considerable-
mente dependiendo de su
pericia en el diseño de
puentes y de las particula-
ridades del proyecto en
cuestión. Esto puede im-
plicar la cuiadosa búsque-
da de una forma apropia-
da de los elementos estru-
turales tales como pilas o
pilones. La torre del Knie-
brücke en Dusseldorf, de-
cisivamente influenciada
por Tamms (figura2), o
aquella del puente
Hoechst sobre el Río Main
delineada por Ñohmer
(figura 3) son excelentes
ejemplos de la positiva

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Fig.4: Croquis Puente Severin de Lohmer Fig.5: Puente Severin como se construyó
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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL
participación de los arqui-
tectos. Debido a su pre-
ocupación desde siempre
por los puentes, Lohrmer
ha sido capaz de influir
positivamente en la elec-
ción del sistema estático
del puente Severin en Co-
lonia donde demostró
concluyentemente que la
proximidad de una es-
pléndida catedral daba
entonces para una nove-
dosa solución de puente
de obenques asimétrico
mejor que el simétrico ori-
ginalmente proyectado
(figuras 4 y 5).
La lección a obtener de
estos ejemplos es que los
arquitectos pueden tener
un impacto positivo en
este campo cuando tienen
suficiente experiencia y un
buen entendimiento en el
diseño del puente, como
fue el caso de Tamms o
Lohrmer. Desafortunada-
mente algunos arquitec-
tos, incluso famosos, se
aventuran en el diseño de
puentes sin un conoci-
miento particular o sin en-
trenamiento en ese cam-
po, derivando o confinado
solamente en su supuesta
genialidad. Con muy po-
cas excepciones, el resul-
tado de tales esfuerzos
han sido cuanto menos
cuestionable, por no decir
otra cosa.
El reciente concurso para
el “Austerlitz amont” que
cruza el río Sena en Paris
es un ejemplo de la ten-
dencia de convocar a los
Fig. 6: Croquis de arquitectos para
el Puente Sena “Austerlitz amont”
arquitectos para desarro-
llar el diseño conceptual
de puentes. La invitación
a participar fue para diez
arquitectos internacional-
mente renombrados,
quienes podían elegir en-
tre veinte firmas de inge-
nieros para desarrollar el
Fig. 7: Puente Saligna-Tobel, Suiza, diseñado por Robert Maillart
análisis estático de su
presentación. Como era
de esperarse esto condujo
a un fracaso dado que la
mayoría de los proyectos
simplemente no eran fac-
tibles (figura 6). Por ello el
jurado tuvo que decidirse
por un puente convencio-
nal de viga continua de
tres vanos, dando lugar a
la pregunta de si se
garantiza el alto costo y
esfuerzo de los
concursantes.
Esto no significa que sea
un incidente aislado, pues
en cierto modo es un sín-
toma de las tendencias
actuales, parece tiempo
que la profesión de inge-
niero y sus asociaciones
tomen una posición activa
frente a futuros desarrollo
en dirección totalmente
equivocada.
Aún cuando el principio de
la lógica estática se man-
tiene como la directriz
más importante para un
buen diseño de puentes,
no debe ser tratado nece-
sariamente como un dog-
ma. Ocasionalmente pue-
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 UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO – FACULTAD DE INGENIERÍA
LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL

Fig 8: Puente Motorway, Francia

Fig 12: Eficiencia estructural y elegancia arquitectónica

del Puente Cahor, Francia

te le gustó la elegancia de lego siente intuitivamente

esta forma particular – que un arco soportado
Fig 9: Puente Nord-Elbe, Alemania
que posteriormente hizo, verticalmente en los ex-
puesto que el puente es tremos, con diagonales
aún considerado una gran interiores inclinadas com-
den tomarse libertades
obra maestra. primidas (figura 8) o la
que violen levemente la
De todos modos los efec- excesiva altura del pilón
estricta lógica estática pa-
tos arquitectónicos origi- de un puente soportado
ra lograr un efecto arqui-
nales deben buscarse por cables (figura 9) no
tectónico particular. Por
cuidadosamente. Hasta el generan sensaciones es-
ejemplo, la altura del ex-
tradós del famoso puente
Salgina-Tobel (figura 7)
diseñado por Robert Mai-
llart
difícilmente puede ser jus-
tificado por razones está-
ticas, aún cuando se ha
intentado.
Más probablemente Mai-
llart, quien no solamente
era un ingeniero altamen-
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te capacitado, sino que

tenía también una fuerte Fig 10: Puente de obenques, Sevilla, España,
vena artística, simplemen- diseñado por S. Calatrava
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LA ESTÉTICA EN LA INGENIERÍA ESTRUCTURAL
Fig 11: Dibujo del nuevo puente
de obenques, Rotterdam
táticas. Debido a deficien-
cias estructurales poste-
riores han debido ser
transformados en siste-
mas un poco más razona-
bles.
Este es un tema mucho
más delicado determinar
un justo balance entre los
pro y los contra del puente
con forma de arpa de Se-
villa (figura 10) diseñado
por Santiago Calatrava el
que fue concebido no sólo
como un paso sobre un
río, sino además como un
hito para la Exhibición
Mundial de 1993. El obje-
tivo final fue verdadera-
mente logrado: ningún
visitante pudo pasar por
alto esta estructura espec-
tacular, y la mayoría pro-
bablemente estuvo favo-
rablemente impresionado.
Sin embargo, debido a
hecho que contradicen la
lógica estática al no dis-
ponerse cables en la parte
posterior del mástil, el
equilibrio de esta solución
cooperación constructiva
entre ingenieros califica-
dos y arquitectos puede
redundar en un puente
estructural y estéticamen-
te convincente con mode-
rados costos extras, es-
pecialmente si al final se
concentran en la perfec-
ción de los detalles arqui-
tectónicos (fig 12), dejan-
do la búsqueda de un óp-
timo concepto estático en
manos de los especialis-
tas, esto es, de un compe-
no convencional tenía que tente ingeniero en puen-
ser logrado por enormes tes.
fundaciones debajo del
pilón inclinado, lo que,
más allá de otras particu-
laridades estructurales,
resultaron en muy altos
costos. Así, por razones
financieras, el puente ge-
melo planeado simétrico
originalmente del otro lado
de la isla de exhibición no
pudo ser construido.
Aunque indudablemente
se deben asumir costos
adicionales para mejorar
la apariencia estética de
los puentes, la pregunta
que nos queda es cuan
lejos podemos ir en esa
dirección. La ciudad de
Rótterdam ha dispuesto
evidentemente aceptar un
gasto adicional bastante
sustancial por el bien de
un efecto arquitectónico
espectacular del nuevo
puente de obenques ac-
tualmente en construcción
Página 12
(fig. 11). Sin embargo es
totalmente viable que la