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La Cultura Chinateca

Los pueblos indígenas presentes en el territorio son de las primeras civilizaciones


antiguas del mundo. Estas civilizaciones milenarias que forman parte de nuestro
pasado fueron la base de la cultura y modelaron toda la historia de la humanidad.

El conocer la vida antigua y su evolución nos lleva a descubrir un mundo nuevo,


que nos permite el conocimiento de nuestros propios orígenes y nos otorga la
habilidad de comprender el presente a través de nuestras experiencias pasadas.

Ubicación Geográfica de los Chinatecos

El pueblo Chinateco, también conocidos como txinantecos, es una étnica


indígena establecida aproximadamente en la época pre-clásica superior, que
habita al noroeste del estado de Oxaca, México, en la región Chinantla.

Su demarcación comprende límites al norte con Veracruz, al noroeste con la


región mazateca, al oeste con la cuicateca y al sur y sureste con la zapotec, y
engloba territorios de los ex distritos Tuxtepec, Ixtlán, Cuicatlán y Etla, todos en
el estado de Oxaca.

La chinantla, cuyo origen etimológico más aceptado ‘’náhuatl chinamitl’’ se


traduce literalmente ‘’lugar encerrado o cercado’’, es en efecto, una fortaleza
difícil de penetrar debido a las montañas y ríos que ladean toda la zona.

División Geográfica

La situación ecogeográfica originó las subdivisiones existentes:

Podemos ubicar La chinantla baja en la cuenca de Papaloapan, a menos de 400


m de altitud, e incluye los municipios de San Lucas Ojitlán, San José Chiltepec,
Santa María Jacatepec, Ayotzintepec, San Juan Lalana y Sanriago Jocotepec.

Subsisten de la siembra principalmente del maíz, caña, arroz y chile (aunque la


producción de café es la más utilizada para la siembra comercial); y en pequeña
medida de la ganadería.
La chinantla media, situada entre los 400 m y los 1000 m de altitud, abarca los
municipios de San Juan Bautista Valle Nacional, San Felipe Usila, San Juan
Bautista Tacloatzintepec, San Pedro Sochiapam y el municipio de San Juan
Petlapa.

Poseen más de 18 especies de árboles para obtener leña y utilizarla para la


construcción, así como 55 especies de plantas silvestres para uso medicinal y
más de 90 plantas comestibles.

Finalmente, La chinantla alta, localizada en la Sierra de Juárez con altitudes


mayores a los 1000 m. La carencia de obras de retención de agua hace que su
agricultura sólo sea exitosa esporádicamente.

Aunque en sus buenas épocas de cosechas logran cultivar buenas cantidades


de productos, la actividad forestal, bajo el método de roza, tumba y quema son
las más practicadas y la principal fuente de ingreso económico de esta región.

Lengua Chinateca

Del mosaico de grupos indígenas que habitan el estado de Oaxaca, los chinantla,
al haberse mantenido relativamente aislados, han preservado en mayor o menor
medidas las costumbres de sus antepasados.

Esta fascinante imagen se construye hasta cierto punto de su unidad lingüística


y territorial mantenida por este grupo que suman más de 104,000 personas
hasta ahora desde la época prehispánica hasta nuestros días.

A parte del nombre general que asumen como étnica, en cada una de las
comunidades existe una denominación diferente que cuya palabra base tsa, dsa
o dlla (dependiendo de la variante dialectal) significa gente y se combina con
otras palabras que hacen referencia a un origen común.

Habitualmente se refieren a sí mismos como tsa ju jmi, ‘’gente de la palabra


antigua’’, entendiéndose por ellos que son herederos de un conocimiento
milenario depositado en su lenguaje.
Los chinatecos de Ojitlán son tsa ko wi, ‘’gente con un mismo pasado’’, y los del
Valle Nacional son dsa go, ‘’gente de una misma raza’’. A pesar de las diferencias
lingüísticas, en todos los casos se reconocen como pobladores de la Chinantla.

Los estudios de los lingüistas han permitido descubrir que el idioma tiene cerca
de 3500 años de antigüedad, y de él, a su vez, nacieron sus principales variables
dialectales.

Los chinatecos hablan aproximadamente 14 dialectos diferentes derivados de


las familias de lenguas en el tronco otomangue, las lenguas chinantecas son
tonales; es decir, el tono de la palabra transforma lo que significa.

El verbo normalmente está al principio de la oración, y luego el sujeto y el


complemento. Hay relativamente pocas preposiciones, y en su lugar son
reemplazados por los sustantivos posesivos.

La mayoría de las raíces son monosilábicas y las palabras tienden a no exhibir


consonantes finales. Existen 133.374 hablantes de las lenguas chinantecas en
la república de México, la mayoría reside en Oxaca.

Cosmogonía y Religión Chinateca

Chinantla fue fundada aproximadamente en el año 1100 por el rey Quiana o


Quia-nan, a semejanza de los pueblos que habían dejado atrás antes de
embarcarse en su vida de nómadas, lo llamaron Quinantla, en memoria de su
fundador, a quien después adoraron como dios.

La religión católica está presente en los chinotecas desde las conquista


española, debido a las conflictos que se presentaron durante la evangelización
(a causa de la complejidad del idioma y el difícil acceso a las comunidades), la
integración de este sufrió distintas transformaciones.

La cosmogonía de la comunidad se ve reflejada en los textiles trabajados por las


mujeres chinantecas. En los bordados y otros detalles quedan grabados la
historia, los orígenes míticos y la trayectoria del pueblo chinateca.
Por otra parte, se encuentra latente la presencia de las antiguas tradiciones
religiosas transmitida de manera oral, que conciben una totalidad integrada por
elementos que se oponen y complementan.

La narrativa chinateca se caracteriza por transmitir valores y conocimientos, cuya


función principal es explicar y fomentar el respeto a la naturaleza, de allí la
importancia que le otorgan a todos los fenómenos meteorológicos.

La cosmología chinateca introduce dos mundos, día y noche, en lucha eterna,


que explican la oposición entre el Sol y la Luna, lo humano y lo animal, lo bueno
y lo malo. Esta dualidad se expresa en el alma y el cuerpo.

Igualmente, siguiendo el patrón de dualidad, los entes sobrenaturales que


residen en el pueblo chinateco pueden ser protectores o malignos. La
clasificación del entorno chinanteco son una muestra de su cosmovisión.

Ciclo de la vida

La eliminación de la placenta es la primera tradición realizada en las


comunidades chinatecas, la de las niñas son enterradas debajo del hogar familar.
Y la de los niños en una rama de árbol cercana, esto asegura que la cosecha
sea buena.

Los chinatecas creen que una persona nace con varias almas, la reencarnación
del ser es la base da la vida. Un bebé no es considerado completamente humano
hasta que se haya realizado el rito del bautismo cristiano.

Los rituales chinatecas tienen la estructura tradicional de la religión católica:


sonar las campanas de la iglesia, quemar incienso, leer y canta oraciones en el
hogar o en la iglesia o templo.

La mayoría de las comunidades chinantecas son atendidas por sacerdotes


católicos, y en su ausencia dependen de laicos capacitados para realizar rosarios
y dar misa.
Aunque se consideran ‘’paganos’’ aún existen especialistas tradicionales en
adivinación en algunas partes de la región que obtienen acceso al mundo
sobrenatural mediante el uso de hongos alucinógenos.

Ciclo de la muerte

Luego de la muerte el alma es transportada al otro lado de los mares por un gran
perro negro o por una araña. Al nacer con varias almas, la muerte es causada
por la creencia del secuestro de una de ellas.

Todas las almas abandonan el cuerpo al morir. En el pueblo Chinanteca la


muerte no es temida, ni el pensamiento de que un alma o un fantasma vuelvan
a perseguir a los vivos.

La muerte está caracterizada por el ritual y el entierro dentro de las 24 horas del
fallecimiento, con la repetición de una misa todos los días hasta su fin en el
noveno. Una Celebración se realiza anualmente en el otoño para honrar a los
fallecidos.

En las Chinantla baja, a menudo los objetos preciados (por ejemplo, ropa, flores,
comida) del fallecido se enterraban junto al cadáver, y en general hay alguna
forma de ritual de purificación después del entierro.

Al contrario, en las tierras altas, no hay entierro con objetos ni rituales de


purificación, sólo hay tumbas preparadas por la iglesia, y el cuerpo es
acompañado al cementerio por músicos municipales.

La cultura de esta etnia se ha mantenido como una de las más ricas y diversas
de la historia, llena de tradiciones y costumbres que hasta el día de hoy se siguen
celebrando.

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