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HOMELESS

Invariable, estático y atemporal era el cúmulo en donde confluía el total de mis


acciones. No lo recuerdo ahora, pero tal vez aún conservo la sensación mágica de
aquel espacio denso, cargado, apodíctico, determinante y claro, en ese pretérito
momento. Ahora solo la leve reverberación de un lugar gris, sobrepoblado de viejos
armarios, inundado de libros, polvo, caballetes, frascos con pinturas de colores y
objetos de metal apretujados en espacios subrepticios que devenían en cubículos
hexaédricos en donde ecos de ruidos metálicos, ásperos o sibilantes acompañaban
mi sueño y despertar. Una luz brillante reflejada en un cristal opaco junto a los ruidos
ahogados de máquinas invisibles eran lo primero que escuchaba. Las sensaciones
de novedad junto a la curiosidad de una niñez fugaz convergían en ese entonces a
recorridos prohibidos, aleatorios y olvidables. Fueron mis primeros pasos y lo
primero que recuerdo. Un día cambiamos de casa y fue lo primero que me dolió en
la vida.

Arte y arquitectura 1A
Gamarra García, Ricardo Samuel
20091340i

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