Está en la página 1de 4

Nombre: Tomás Seguel Barra

“Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX” Mario
Góngora

En la tesis del Premio nacional de Historia y profesor Mario Góngora, procede a postular las
fases y procesos por las que tuvo que atravesar la sociedad chilena para poder encarnar un
concepto solido de nación.

Para esto define una historia nacional ligada al acontecer de guerras que transcurren desde
el período precolombino y colonial chileno (siglo XVI-XVIII) hasta el siglo XIX con la
conformación de Chile histórico en torno a una nación. Estas guerras, según Góngora,
supusieron un fortalecimiento de las ideas patriotas nacionales “son las guerras defensivas u
ofensivas las que a mi juicio han constituido el motor principal”, es decir, las diferentes
guerras que ha tenido Chile en su historia han fortalecido y a la vez construido la noción del
Estado de Chile y el sentimiento patriótico, tales como la de independencia o las posteriores
Guerra contra la confederación Perú-Bolivia (1836-1839) o la Guerra del Pacifico (1879-
1883).

Para un país que se construye en torno a este precepto, será vital la existencia de figuras que
realcen un poder centralizador y autoritarismo como fue la figura de Diego Portales, quien
califica la guerra contra la confederación como una segunda independencia. Éste asciende a
altos cargos gubernamentales durante su estadía en la esfera pública nacional y su
pensamiento se caracterizaba por señalar las incapacidades republicanas que contaba Chile
en aquel momento, por lo que gran parte de su propuesta ideológica permeó en la constitución
del año 1833. Con una base ligada a la idea de la tranquilidad, el orden y el bien público
nacional.

Cabe destacar que estas ideas influenciaron a mandatarios como Domingo Santa María o
Manuel Balmaceda en el transcurso del mismo siglo, esto se evidencia con la nacionalización
salitrera que quiso impulsar Balmaceda o en las palabras que deja Santa María en el
“Diccionario Biográfico de Chile”.
Reseña texto: “Las ideas políticas de Chile” Ricardo donoso

En los capítulos 5, 6 y 10 de la obra “Las ideas políticas de Chile”, el historiador chileno


Ricardo Donoso expondrá el proceso de creación del pensamiento político chileno del siglo
XIX, desde el surgimiento del conflicto pipiolo-pelucón en las primeras décadas de la recién
creada nación chilena, A partir de entonces la configuración del escenario político nacional
comienza en entregar sus primeras singularidades, ya que se vivirá una lucha constante por
el poder político entre las esferas liberales, por un lado, y por otro el pensamiento
conservador.

La batalla de Lircay (1830), punto cúlmine en las luchas políticas que proceden del decenio
anterior, termina con el bando conservador como vencedores, iniciando una estabilidad en la
conformación de la Nación. Los conservadores se preocuparon de forjar un poder con
carácter autoritario, casi como sucesión del poder monárquico, poder que cayó sobre el
ejecutivo a través de grandes atribuciones, tal como profesaba el orden portaliano.

Los nuevos conflictos que se evidencian entre liberales y conservadores a partir de las
reformas constitucionales de 1831 enfrentan principalmente a dos personajes e intelectuales
políticamente opuestos. Por una parte, esta el abogado conservador Mariano Egaña y el
político Manuel Gangarillas representante liberal. Ambos proponen tendencias de gobiernos
que se enfrentaban por una parte se buscaba establecer un sistema parlamentario o un sistema
presidencial. Este se organizó en torno a la constitución de 1833 con grandes atribuciones
del poder ejecutivo, pero también se concedieron ciertas atribuciones claves al poder
legislativo como que éstos podían negar su voto al ministerio y el cobro de las contribuciones.
Los conservadores guiarían la pauta republicana de aquellos años.

Lo propuesto por Donoso tiene interesantes matices, en cuánto a una “lucha” contra la
aristocracia porque el orden instaurado, aquello que conformó la historia tradicional implica
una visión de la historia de Chile desde el lugar de la aristocracia, pensar la conformación
del estado-nación ha tenido que ver con una identificación de orden, de limpieza, de higiene,
de autoridad, de riqueza, tertulias. Mientras el lado compuesto por el grueso de la población
conformó su identidad nacional de forma totalmente distinta. En resumidas cuentas, es sobre
todo a través del grupo hegemónico que se hacen más visibles las continuidades y la
dependencia al mundo hispano colonial: afición al lujo, desprecio a los trabajos manuales y
fuerte inclinación a vivir en la ociosidad y en la indolencia social.

No obstante, seguirán existiendo personas, organizaciones o colectividades tales como la


Sociedad de la Igualdad, las cuales colocarán en jaque la supremacía aristocrática, además
de ayudar a que las clases más bajas tengan más opciones y oportunidades de surgir.
Evidencia de esto último, serian medidas tales como la ley de 1852 que desamortizaba los
fundos sujetos a prohibición perpetua, cediendo de a poco ante la incidencia liberal, a la cual
el autor le da gran relevancia, diferenciándose de historiadores de línea conservadora como
Alberto Edwards.

Reseña texto: Historia de la universidad de Chile

El historiador nacional Rolando Mellafe retrata en los capítulos 2, 3 y 4 de su obra, el difícil


proceso de construcción por el que tuvo que pasar la nación chilena en materia educativa para
que existiese una institución como la Universidad de Chile, para que proliferase el rol
educativo al que debía construir la república. Creado con anterioridad, especial realce tiene
el Instituto Nacional creado en 1813, que buscó abarcar todos los grados de enseñanza,
otorgando la posibilidad de continuar los estudios en alguna de las cinco facultades
universitarias: filosofía, teología, leyes, matemática y medicina. En 1831 se crea una
comisión conformada por Manuel Montt, Juan Godoy y Ventura Marín para la concreción
de un plan de educación secundaria. La creación de una biblioteca nacional era de suma
relevancia para el desarrollo cultural que requería la educación.

En un lineamiento similar, se entiende la importancia de la llegada de intelectuales foráneos


que colaboraron en la en la reformulación de la enseñanza de ciencias exactas e industriales.
Figuras como: Ambrosio Lozier, Andrés Bello, José Passaman, Andrés Antonio Gorbea,
Claudio Gay, Ignacio Domeyko fueron claves para la modernización e instauración de la
enseñanza.

Se desarrollan varias disciplinas y áreas del conocimiento, cultivándose estas últimas


mediante la Ley Orgánica (1842) las cinco facultades fundadoras de la Universidad, la de
Filosofía y Humanidades, Ciencias Matemáticas y Físicas, Teología, Leyes y Ciencias
políticas. Estas últimas, visitadas por los diferentes profesionales extranjeros que llegaron a
Chile, como por ejemplo Gorbea, el cual dio un aporte invaluable para la disciplina
matemática o también figuras como Ignacio Domeyko que aporto de manera integral en la
Universidad, destacando en las áreas administrativas y científicas. No obstante, si bien la
Universidad pudo surgir y apoyar en los ámbitos educativos nacionales según lo retratado
por Mellafe, no lo hizo de manera fácil y sin oposición, puesto que recibió duras críticas en
la época, calificándosela como improductiva o muy costosa para el fisco, además de entrar
en conflicto con la política de la época en temáticas como las del estado docente y la libertad
de enseñanza.
La historia de la Universidad de Chile permite ver el interés que existió de parte del estado
para avanzar en materia educacional y cultural, en este sentido la relación que existía era muy
importante, puesto que la importancia que el estado-nación chileno otorgaba a enriquecer y
a preocuparse por la cultura y la enseñanza, así como también la universidad fortalecía el
funcionamiento y las instituciones del país.

También podría gustarte