Geriatría: El envejecimiento conlleva una serie de cambios que producen tendencia a la
dependencia, rigidez psíquica, dificultad de acomodación a un medio diferente, retracción del
campo de intereses, reducción de las relaciones interpersonales, de la participación en actividades sociales y a la toma de actitudes pasivas. El anciano además se ve rodeado de otras circunstancias que van a complicar la terapia, lo que produce una particular demanda de atención sociosanitaria, es decir una demanda coordinada de atención social y sanitaria:
- Una mayor incidencia de enfermedad.
- Enfermedades que presentan mayor tendencia a la cronicidad, lo que hace que se le prescriban medicamentos de forma continuada. - Mayor número de medicamentos utilizados. - Administración concomitante de distintos medicamentos para el tratamiento de distintas patologías crónicas durante un largo periodo de tiempo. - Prescripción realizada por distintos especialistas que en la mayor parte de los casos no tienen en cuenta el resto de los fármacos que toma el paciente, lo que hace aumentar el riesgo de reacciones adversas y/o interacciones medicamentosas. Es importante tener siempre presente las secuelas e invalideces que originan los tratamientos establecidos, que en ocasiones son más importantes que las propias patologías de base. - Difícil situación social, en gran parte de las personas mayores, siendo cada vez más elevado el número de personas mayores que viven solas, con bajo poder adquisitivo. - Capacidad mental disminuida en algunos casos. - Frecuentes trastornos de hidratación y nutrición.