Está en la página 1de 10

LĎċĊBĔĔĐ

ĒĆęėĎĒĔēĎĔĘ
2017
ISBN 978-9929-610-06-4

© 2017 Cash y Sonia Luna

© 2017 Casa de Dios


Para la presente edición
Km. 17 a San José Pinula
Guatemala, C.A.
PBX: (502) 6677-0808
info@casadedios.org
www.casadedios.org

Citas bíblicas conforme a Reina Valera 1960.

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio


digital o impreso sin previa autorización por escrito de Casa
de Dios.
Visión

Id y haced discípulos a todos los guatemaltecos,


enseñándoles a guardar lo que Jesús nos mandó
por medio de grupos en casa, en donde se nos
enseña a dar la vida por nuestros amigos.

Mateo 28:19-20, Juan 15:13


PERDÓN
¡Te perdono!

Idea central
En el matrimonio el proceso de siembra y cosecha es
constante. Aprendamos a seleccionar buenas semillas
y saber qué hacer con las malas cosechas.

Introducción
Cuando nos hacen daño, muchas veces queremos ven-
ganza, creemos que haciendo más daño nos vamos a
sentir mejor, pero no es cierto. El camino más rápido
para sentirnos mejor es el perdón.

Samereh Alinejad una mujer iraní no tenía ninguna


intención de perdonar al asesino de su hijo. El asesi-
no fue sentenciado a morir públicamente en la horca.
Días antes de la ejecución, la mujer tuvo un sueño
donde veía a su difunto hijo decirle que no permitiera
esa ejecución. La mujer tristemente decidió ignorar el
sueño y mantenerse firme con la sentencia de muerte.
Un día antes de la ejecución, la mujer volvió a soñar
con su hijo, pero esta vez, el difunto se negaba a ha-
blarle. El día de la ejecución, fue invitada para darle
una patada a la silla que sostenía al asesino, pero
decidió perdonarle la vida.

La mujer y su esposo quitaron la soga del cuello del


asesino, quien fue sentenciado a cumplir una condena
en prisión.

107
¡Te perdono!

Muchas veces, el Señor te habla por medio de sueños


y personas para que perdones a quien te ofendió por-
que eres tú quien soporta esa carga y el Señor quiere
que te quites ese peso de encima.

Perdonar es una decisión


Mateo 6:14:15 (TLA): Si ustedes perdonan a otros el
mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el
cielo, los perdonará a ustedes.

Mateo 18:21-22: Entonces se le acercó Pedro y le dijo:


Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te
digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

No tenemos problemas con el concepto de perdonar;


hablar del perdón es fácil, pero ponerlo en práctica….
Normalmente lo que hacemos es justificarnos y somos
muy rápidos para encontrar la falta en los otros, pero
ponte a pensar que Jesús pagó el precio para per-
donar nuestros pecados, entonces, ¿por qué guardar
rencor al cónyuge, a los hijos o padres? Perdonar es
una decisión, no un sentimiento y trae recompensa de
parte del Señor.

Dinámica
Prepara un quiebra nueces y unas nueces. Las nue-
ces representan nuestro corazón endurecido que Dios
quiere ministrar con su amor, paz, bendiciones, salud
y prosperidad, pero la coraza de amargura formada
alrededor de nuestro corazón por la falta de perdón
impide que Él pueda ministrarnos y tocar esa semilla
para que dé fruto. Cuando reconocemos y decidimos
olvidar, el perdón es como un quiebra nueces que
rompe la coraza de nuestro corazón para recibir el
amor de Dios y de los demás.

108
Perdón

Perdón = promesas
Marcos 11:25-26: Y cuando estéis orando, perdonad,
si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros
vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tam-
poco vuestro Padre que está en los cielos os perdona-
rá vuestras ofensas.

¿Te ha pasado que desde hace un buen tiempo has


orado y tal pareciera que no hay respuesta? Es como
si el cielo se hubiera vuelto de bronce y la tierra de
hierro, no ves el fruto de tus oraciones, te sientes solo
y empiezas a caer en tristeza que se convierte en des-
esperación. En tu corazón nace un clamor: “¡Dios, por
qué no me escuchas!” Quiero contarte que la falta de
perdón es uno de los obstáculos para alcanzar las
promesas de nuestro Padre. es tiempo de revisar tu co-
razón y perdonar para alcanzar ese camino perfecto
del Señor.

Es importante tener en cuenta tres puntos importantes


respecto al perdón:
• Si fuiste el ofendido, concede perdón a quien te
hirió.
• Si fuiste quién ofendió, pide perdón por lo que hicis-
te.
• Si fuiste quien ofendió, perdónate a ti mismo.

Esto te permitirá avanzar y romper las ataduras que


bloquean tu bendición.

Tiempo de examinarnos
1 Corintios 13:4-5 (TLA): El que ama tiene paciencia
en todo, y siempre es amable, El que ama no es envi-
dioso, ni se cree más que nadie, No es orgulloso, No
es grosero ni egoísta, No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le
han hecho.

109
¡Te perdono!

Piensa por un momento y cuenta las personas a quie-


nes has herido; ahora piensa en las personas que te
han herido. Generalmente, la segunda lista es más lar-
ga, ya que estamos más pendientes del daño que nos
han hecho que en el que nosotros hacemos. Pero así
como las personas de la primera lista nos perdonan,
los que nos han ofendido también merecen que tú los
perdones.

Conclusión
Cuando perdonamos, no tenemos por qué recordar
el pecado. Cuando hay un perdón genuino, no existe
pasado, solo existe presente y futuro. Cuando deci-
des perdonar, llega el gozo a tu vida, y mientras más
veces perdones, más debes esperar bendiciones de
parte del Señor.

Llamado y ministración
Cierra tus ojos y medita sobre cuáles son las ofen-
sas que debes perdonar, especialmente entre cónyu-
ges. Piensa en las personas que te han lastimado y
qué sentimientos provocaron en ti. Tal vez vergüenza,
dolor, odio, quizá te sentiste deshonrado, utilizado,
engañado o ridiculizado. Cómo te ha afectado ese
rencor en tus relaciones sociales, en lo espiritual, lo
financiero, conyugal, físico, etc. Por último, qué senti-
mientos negativos ha traído a tu vida la falta de per-
dón: depresión, amargura, murmuración, calumnias,
ira, pleitos, etc. Hoy es el tiempo para que tomes una
decisión, perdonar a todas esas personas que te han
hecho daño. Debes levantarte hoy y sacar todo ese
dolor que has guardado por años, para que puedas
ser bendecido por el Señor.

Intercesión
Lucas 6:37-38: No juzguéis, y no seréis juzgados: no
condenéis, y no seréis condenados: perdonad y seréis

110
Perdón

perdonados. Dad y se os dará, medida buena, apre-


tada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo;
porque con la misma medida que medís, os volverán
a medir.

Oremos para que comprendamos que perdonar es


una decisión y caminemos en el perdón sin rencores,
olvidando las ofensas.

Ofrendas
Mateo 5:23-24(TLA): Por eso, si llevas al altar del tem-
plo una ofrenda para Dios, y allí te acuerdas de que
alguien está enojado contigo, deja la ofrenda delante
del altar, ve de inmediato a reconciliarte con esa per-
sona, y después de eso regresa a presentar tu ofrenda
a Dios.

Las ofrendas tienen tal poder que calman el enojo en


las personas. Dios entregó a Su único Hijo para dar-
nos paz, por eso, Él quiere que al ofrendar nos encon-
tremos en paz con todos.

Actividad de seguimiento
Como cristianos, nuestra meta es ser guiados por el
espíritu y no actuar en la carne. Es el Espíritu San-
to quien siempre nos guía a perdonar. Dios es presto
para perdonar. Porque, tú, Señor, eres bueno y perdo-
nador, y grande en misericordia para con todos los
que te invocan (Salmos 86:5).

Anoten cualquier razón que han utilizado para negar-


se a perdonar.

111
¡Te perdono!

ESPOSO ESPOSA

Oren el uno por el otro y apóyense para que estas


razones no prevalezcan en su mente:

Señor, Jesús hoy recibimos Tu perdón por nues-


tros pecados. No los recordaremos más. Recibi-
mos Tu compasión el uno por el otro y determina-
mos desde este día en adelante andar en amor y
misericordia mutua. Lávanos con tu sangre. Lím-
pianos de nuestras injusticias. Permite que nues-
tros corazones sean tiernos el uno con el otro.

112

También podría gustarte