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Uno de los procesos que más preocupan a los científicos que estudian

el cambio climático es la liberación de grandes cantidades de metano


a la atmósfera como consecuencia del deshielo. Atrapadas bajo el
océano o los grandes lagos helados, estas bolsas de metano están
dejando salir su contenido al exterior con las consecuencias que
esto puede tener para el efecto invernadero.

Para hacerse una idea, un estudio publicado recientemente en


Science estimaba que cada año se emiten ocho millones de
toneladas de metano a la atmósfera sólo desde la Plataforma Ártica
de Siberia Oriental, "lo que equivale a todo el metano liberado desde
los océanos del mundo". Debido a que este gas es 30 veces más
perjudicial que el dióxido de carbono para el efecto invernadero,
la situación puede tener resultados muy preocupantes para el clima
global.
La combustión del metano en la superficie no es el único efecto
espectacular que podemos contemplar como consecuencia de la
salida de este gas. El año pasado, las fotografías del lago Baikal
tomadas desde la Estación Espacial Internacional mostraban unos
gigantescos círculos negros que muchos no supieron a qué atribuir: se
trataba de la marca que dejan las grandes burbujas de metano que
ascienden desde el fondo del lago.

LONDRES.- Científicos que viajan a bordo de un barco ruso afirman


tener pruebas de que millones de toneladas de metano, un gas 20
veces más potente que el dióxido de carbono desde el punto de
vista del calentamiento atmosférico, está escapando a la atmósfera
desde los fondos marinos del Ártico.

Depósitos masivos de metano encerrado bajo estos fondos marinos


suben en forma de grandes burbujas a la superficie, fenómeno que
coincide con el calentamiento del Ártico y la desaparición de los
bloques de hielo de sus aguas, según informa en exclusiva el diario
británico 'The Independent'.
Los depósitos de metano son importantes porque los investigadores
creen que su emergencia ha sido responsable en épocas pasadas de
rápidos aumentos de temperaturas, cambios climáticos bruscos e
incluso de la extinción de muchas especies.
Los científicos, que han recorrido a bordo de un barco de investigación
ruso toda la costa norte de Rusia, han descubierto intensas
concentraciones de metano en varias zonas que cubren miles de
kilómetros cuadrados de la plataforma continental siberiana.
El grupo ha visto la superficie marina bullendo por el efecto de las
"chimeneas de metano" que subían desde los fondos marinos. Los
expertos creen que ello se debe a que se han fundido las capas de
permafrost (hielo permanentemente congelado) que impedían
escapar el metano de los depósitos submarinos formados antes de la
última glaciación.
Los científicos temen que la liberación masiva de ese metano podría
acelerar el calentamiento del planeta y dar lugar a un círculo vicioso
por el cual cada vez se fundiría más permafost y se liberarían mayores
cantidades de gas de efecto invernadero.
La cantidad de metano depositado bajo el Ártico se calcula que supera
al carbono almacenado en las reservas carboníferas mundiales,
por lo que es de vital importancia la estabilización de esos depósitos
en un área que se está calentando a un ritmo mucho más rápido que
otras del planeta.
Örjan Gustafsson, de la Universidad de Estocolmo y uno de los jefes
del equipo de científicos que viaja en el barco 'Jacob Smirnitskyi', dice
haber descubierto por primera vez un campo en el que la liberación de
metano era tan intensa que el gas no tenía tiempo de disolverse en
el agua del mar sino que salía a la superficie en forma de burbujas.
Escapes de gas
La existencia de esas "chimeneas de metano" se documentaron
gracias a un sondeador de eco y a instrumentos sísmicos, explica el
experto sueco, según el cual en algunos lugares las concentraciones
de metano eran cien veces superiores a los niveles normales.
Esas anomalías se documentaron en el Mar Siberiano Oriental y en el
mar de Laptev, en una superficie de varias decenas de miles de
kilómetros cuadrados, lo que equivale a millones de toneladas de
metano, según explicó Gustafsson.
"La liberación de metano en esas regiones inaccesibles, parece indicar
que la capa de permafrost está comenzando a perforarse, lo que
permite escapar al gas. Hemos encontrado niveles elevados de
metano en la superficie del mar y aun más a ciertas profundidades",
dijo el científico.
Las conclusiones de ese estudio de la plataforma siberiana, que se
publicarán próximamente en el boletín de la Unión Geofísica
Americana, están siendo supervisadas por Igor Semiletov, de
laAcademia Rusa de Ciencias.
Desde 1994, Semiletov ha encabezado cerca de diez expediciones por
el mar de Laptev, y durante los años noventa no detectó niveles
elevados de metano, algo que empezó a ocurrir, sin embargo, a partir
del 2003.
Semiletov ha sugerido varias posibles hipótesis que explicarían este
fenómeno, entre ellas un mayor volumen del agua de los ríos
siberianos, que llega además al mar a temperaturas algo más altas
que en el pasado debido a la fusión de la capa helada de la tierra.
El Ártico ha registrado un incremento medio de las temperaturas de
cuatro grados centígrados en las últimas décadas y una fuerte
disminución del área oceánica cubierta por los hielos durante el
verano.

Paradójicamente, en el hielo podría encontrarse la solución al


agotamiento progresivo de los combustibles fósiles. Más
específicamente, en el metano atrapado en el hielo de los fondos
marinos. Vayamos por partes.

El agua tiene unas propiedades muy especiales debidas a la tendencia


de sus moléculas a formar enlaces de hidrógeno. Estas propiedades
son responsables, por ejemplo, del clima moderado de la Tierra
producido por el efecto amortiguador de los mares que produce la alta
capacidad calorífica del agua. También juegan un papel fundamental
en los procesos biológicos. Algo que quizá se resalta menos es el
papel de los enlaces de hidrógeno en la estructura del hielo. En el
hielo, la fortaleza de los enlaces de hidrógeno obliga al agua a adoptar
una estructura abierta en la que existen huecos entre las moléculas:
simplemente, aunque la distancia media entre moleculas es mayor en
estas disposiciones, la orientación relativa de las mismas es la más
adecuada para que las interacciones OH....O sean intensas.
La estructura abierta del hielo es la responsable de una de las
características más curiosas del agua: el hielo se comprime al
fundirse. La razón es bien simple si hacemos la analogía del hielo con
un edificio normal en el que las moléculas de agua forman las paredes
y los huecos son las habitaciones. En el punto de fusión, la agitación
térmica colapsa la estructura del hielo, de forma que algunas de las
moléculas empiezan a ocupar sus huecos: el derrumbe parcial del
"edificio" disminuye su volumen.

Pero además, los huecos del hielo pueden atrapar, como si de una
jaula se tratara, diversos tipos de moléculas. En química, estos
compuestos-jaula reciben el nombre de clatratos (hidrato-clatratos
cuando la jaula es de hielo). Se conocen una gran variedad de
compuestos enjaulados en el hielo (por ejemplo, Ar, Kr, Xe, Cl2, Br2,
CO2, SO2, CHCl3, etc.). La condición básica es que el tamaño de la
molécula y del hueco sean los apropiados. La mayoría de hidratos se
pueden obtener simplemente por congelación del agua en presencia
del gas dado.

En los fondos marinos de varias partes del mundo, se pueden


encontrar jaulas de hielo que atrapan gas metano producido por la
digestión microbiana de la materia orgánica presente en el lodo del
fondo marino. Estos cristales de hielo del subsuelo marino acumulan
más energía que todas las reservas mundiales de crudo juntas. Se
estima que al menos duplican el contenido en carbono encerrado en
todos los depósitos de gas natural, petróleo y carbón mineral de la
Tierra. Ahora bien, el poder utilizar este gas metano no es tarea
sencilla. Los hidratos de metano son estables sólo a temperaturas
cercanas al punto de congelación y a la altas presiones de las
profundidades marinas (al menos unos 500 metros de profundidad). La
perturbación de los hidratos submarinos podría liberar cantidades
ingentes de metano poniendo en peligro el medio ambiente (el metano
es un gas de efecto invernadero). De hecho, se está estudiando el
efecto de las liberaciones naturales de metano submarino en el
calentamiento de la atmósfera. En todo caso, no podrán aprovecharse
estas enormes reservas energéticas si no se encuentran métodos de
extracción que eviten el peligro de una liberación repentina y explosiva
de metano.
One of the processes of greatest concern to scientists studying climate change
is the release of large amounts of methane into the atmosphere as a result of the
thaw. Trappedunder the ocean or large lakes frozen, these pockets of methane are
leaking their contentsto the outside with the consequences this may have on
the greenhouse effect.
To get an idea, a study recently published in Science estimated that
every year emit eight million tons of methane into the atmosphere only from
the East Siberian Arctic Shelf, "which is equivalent to all the methane released
from the oceans of the world" . Because this gas is 30 times more harmful
than carbon dioxide to the greenhouse effect, the situation can be very worrying for
the global climate.
The combustion of methane on the surface is not the only dramatic effect that we
see as a result of the output of this gas. Last year, photographs taken
from Lake Baikal International Space Station showed a huge black circles that
many did not know what to attribute: it was the mark left by
the large methane bubbles rising from the lake bottom.
The first evidence that millions of tons of a greenhouse gas 20 times more potent
than carbon dioxide is being released into the atmosphere from beneath the Arctic
seabed has been discovered by scientists.
The Independent has been passed details of preliminary findings suggesting
that massive deposits of sub-sea methane are bubbling to the surface as the Arctic
region becomes warmer and its ice retreats.
Underground stores of methane are important because scientists believe their
sudden release has in the past been responsible for rapid increases in global
temperatures, dramatic changes to the climate, and even the mass extinction of
species. Scientists aboard a research ship that has sailed the entire length of
Russia's northern coast have discovered intense concentrations of methane –
sometimes at up to 100 times background levels – over several areas covering
thousands of square miles of the Siberian continental shelf.
Methane is about 20 times more powerful as a greenhouse gas than carbon
dioxide and many scientists fear that its release could accelerate global warming in
a giant positive feedback where more atmospheric methane causes higher
temperatures, leading to further permafrost melting and the release of yet more
methane.
The amount of methane stored beneath the Arctic is calculated to be greater than
the total amount of carbon locked up in global coal reserves so there is intense
interest in the stability of these deposits as the region warms at a faster rate than
other places on earth.
Orjan Gustafsson of Stockholm University in Sweden, one of the leaders of the
expedition, described the scale of the methane emissions in an email exchange
sent from the Russian research ship Jacob Smirnitskyi.

In the seabed around the world, you can find ice cages that trap methane gas
produced bymicrobial digestion of organic matter present in the mud of the
seabed. These ice crystals accumulate beneath the seabed more energy than
all the world's oil reserves combined.

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